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MANUAL COMPLETO DE APICULTURA
( Hebert Mace )
PROPOLEOS
Producto recolectado por las abejas que es una sustancia resinosa exudada de las yemas y
escamas de las hojas de ciertas plantas y arboles y recogidas por las abejas para taponar las
rendijas no deseadas de la colmena. Se le da el nombre de “propóleos” (que proviene del
griego), y se dice que su nombre se deriva de lo que usaban ciertas razas de abejas,
especialmente caucásicas, en la construcción de paredes justo en el interior de la entrada de
la colmena.
Es bien conocido su empleo como ingrediente del barniz que se usaba en los violines
Stradivarius y Amati , pero desde tiempos muy antiguos se ha usado el propóleos en medicina
casera por sus supuestas propiedades terapéuticas . En la guerra de los Boers se administro
para el tratamiento de las heridas, y se ha usado profusamente como medicina en Europa
Oriental, donde se afirma que tiene efectos benéficos en casos de infección de la garganta,
catarros, heridas infectadas, molestias de la vejiga y riñones, o para fomentar un bienestar
general. Parece evidente que contiene una sustancia antibiótica y que no se ha logrado aislar
todavía.
El lugar que Ocupan Las Abejas en la Naturaleza
La abeja melifera pertenece ala clase de insectos Himenopteros que abarcan miles de
especies de abejas, avispas, hormigas y otras especies semejantes. Su característica principal
es que poseen dos pares de alas membranosas, siendo el par delantero mucho mayor que el
posterior. Estas alas posteriores, tienen a lo largo de sus bordes frontales una hilera de
ganchitos diminutos, los cuales se fijan en una ranura del borde posterior de las alas
delanteras. Esto les proporciona una superficie de vuelo amplia y poderosa, pero esos
ganchitos se sueltan al instante y las alas separadas pueden plegarse al cuerpo del insecto.
Como muchos miembros de su clase, mantienen a sus crías en celdas estrechas; esta
disposición resulta muy conveniente, pero no esencial. Otra característica notable de este
grupo es que tienen un aguijón abdominal, con el cual muchas especies pueden inyectar un
veneno poderoso en los cuerpos de sus enemigos o de sus víctimas. Este arma es mas
frecuente en las avispas y abejas, las cuales tienen también otras características en común.
Ambas tienen larvas sin patas que se crían en celdas construidas especialmente. Todas las
avispas, tanto las especies solitarias como las sociales, fabrican las celdas con materiales
extraños, tierra, piedritas y cosas por el estilo, que convierten con su saliva en una especie de
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cemento, o bien, con fibra de madera hecha de pulpa y convertida en un tipo de tela fina a
modo de papel. Las abejas solitarias usan materiales semejantes, algunas cortan pedacitos de
hojas o perforan la madera.
OBRERAS
Las abejas obreras son las mas numerosas y las mas conocidas. Se les ve ocupadas durante
el verano todos los días soleados recogiendo néctar y polen almacenándolo en celdas de cera
que ellas construyen, misma que es segregada por unas glándulas que se encuentran debajo
de su cuerpo, y que no recogen de las flores como solía creerse. Crían a los jóvenes en
algunas celdas, alimentándolos esmeradamente, al principio con una secreción glandular
lechosa, y mas tarde, con una mezcla de miel y polen. También recogen agua de lugares
húmedos y raspan propóleos de las yemas de los arboles, para usarlo en reforzar el panal y
taponar las grietas de las paredes de la colmena. Las obreras son rápidas y directas en su
vuelo y pueden acarrear cargas sorprendentemente pesadas.
Para realizar estas y otras labores, disponen de una magnifica colección de instrumentos
naturales. Su cabeza esta provista de fuertes mandíbulas, un par de ojos grandes compuestos,
que les proporciona un amplio campo de visibilidad, antenas sensitivas, que son los órganos
del tacto, y probablemente, otros sentidos que no comprendemos por completo, y sobre todo,
una lengua de las mas asombrosas que se encuentran en la naturaleza, la cual las capacita
para recoger líquidos de densidad variada. La lengua puede actuar como una cuchara para
chupar gotas pequeñas, o bien, como una bomba para extraer grandes cantidades de agua.
Esta lengua es la puerta de entrada al canal de alimentación o tubo digestivo, que conduce a
una bola dilatable, correspondiente al estomago de los animales rumiantes: la miel
almacenada en el pueden regurgitarla y depositarla en las celdas del panal, o bien, pasarla al
verdadero estomago.
El tórax, o pecho, tiene dos pares de alas membranosas, que pueden conectarse en vuelo, o
desconectarse para plegarse sobre el cuerpo cuando el insecto entra en las celdas. Poseen
tres pares de patas, provistas de ganchitos, por medio de los cuales se unen unas a otras o se
cuelgan de casi cualquier superficie. Las patas disponen de peines y cepillos para quitar de los
pelos del cuerpo el polen recogido. Lo mas sorprendente de todo son los “corbiculos” o
depósitos para el polen, situados en sus patas posteriores, en los cuales las abejas cargan el
polen y lo llevan a la colmena.
En la parte inferior del abdomen, se hallan las bolsas para la cera, de las cuales es segregada
la cera en pequeñas escamas, que quitan con las patas y emplean en la construcción del
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panal. En ña extremidad del abdomen se encuentra el aguijón, un instrumento
extremadamente fino, duro y penetrante, accionado por un juego de musculos poderosos y
conectados con una bolsa que contiene veneno, el cual produce muy dolorosos efectos en
cualquier infortunada víctima.
No son menos notables las numerosas glándulas que tienen en diferentes partes del cuerpo,
cada una de las cuales produce su propia secreción especial: desde la cera para la
construcción del panal hasta la “jalea real”, empleada para alimentar a las abejas reinas.
La duración máxima de vida de una abeja obrera depende de la estación del año. Las que
fueron incubadas en la primavera o verano se agotan rápidamente, debido a su incesante
actividad y en promedio, no viven mas de seis semanas, mientras que las obreras, criadas en
otoño, viven durante todo el invierno en un estado de semiletargo y comienzan a efectuar el
trabajo de la colmena en los primeros días de la primavera.
ZANGANOS
Los zánganos o abejas machos se distinguen fácilmente por su mayor tamaño, por sus
cuerpos fuertes y velludos y por la magnitud de sus ojos. Aparecen por primera vez en Abril, y
por lo general son solo unos centenares. No tienen ninguno de los complejos órganos de las
obreras, ni tampoco recogen néctar o polen, sino que viven del alimento almacenado por las
obreras y permanecen en la colmena , excepto durante la mayoría de los días soleados. Luego
emprenden cortos vuelos de orientación, volando de una parte a otra y produciendo un fuerte
zumbido bastante diferente de las activas obreras. Su misión principal es la de fecundar a las
reinas. Cuando una reina virgen deja su colmena en su “vuelo nupcial”,es perseguida por los
zánganos de su vencidad. Los zánganos son capaces de volar largas distancias y se cree que
en ocasiones se alejan de la colmena hasta varios kilómetros, ya que las reinas se aparean a
menudo en lugares donde parece no haber zánganos. Una vez apareados, el zángano muere,
rompiéndose sus órganos genitales y reteniéndolos la reina. Los zánganos no tienen aguijón y,
por lo tanto, no pueden defenderse contra las obreras, que los expulsan incesantemente de la
colmena cuando escasea el alimento almacenado. Solo bajo condiciones anormales, tales
como la ausencia de una reina, se les permite vivir durante el invierno.
LA REINA
Por muy grande que sea un enjambre, resulta por completo inútil a menos que tenga una reina
fértil. En la antigüedad antes que se conociera la verdadera naturaleza de este insecto
sorprendente, se llamaba “abeja rey”, y se le suponía el gobernante de la colmena. Lo dicho
resulta indirectamente cierto, puesto que ninguna colonia de abejas puede prosperar a menos
que la reina cumpla su función de poner huevos, pero ahora se sabe con certeza que esta es
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su única función, y que la “política”, si así podemos llamarla, de la colmena esta dirigida por lo
que mejor podría denominarse un “espíritu comunitario” alentado por las condiciones
ambientales.
Si bien una abeja reina es la mayor ocupante de la colmena, su tamaño voluminoso consiste
solamente en el abdomen notablemente agrandado, el cual contiene un par de ovarios que
tiene miles de huevecillos en diversas etapas de desarrollo. Carece de todos los instrumentos
idóneos para construir panales, o para recoger néctar o polen. Se ha comprobado que los
apareamientos múltiples son normales y que pueden aparearse hasta con nueve zánganos,
bien sea en su primer vuelo de apareamiento o en sucesivos. El esperma que recibe en un
solo apareamiento rara vez es suficiente para llenar su espermateca. El esperma se conserva
vivo en su espermateca y fecunda los huevecillos a medida que estos maduran. En
condiciones normales, una reina puede vivir cinco o mas años, pero después de la segunda o
tercera temporada, su postura de huevecillos disminuye rápidamente; en ocasiones las
obreras la destituyen y colocan otra nueva reina en su lugar, antes que llegue esta etapa.
Abastecimiento del Nuevo Hogar
Resuelta todas las dificultades, el enjambre se pone a trabajar con gran actividad en su nuevo
hogar. La mayoría de las abejas se colocan en la parte superior y se suspenden, mientras sus
glándulas cereras secretan las escamas de cera. Unas pocas abejas se ocupan de limpiar las
paredes de la vivienda; otras recogen propóleos de los arboles para taponar las grietas de
estas. Estas y algunas otras cuyas raciones alimenticias de viaje se han consumido del todo,
se familiarizan con la ubicación del nuevo hogar, de modo que no se equivoquen y se
extravíen. Logran esto volando de una parte a otra en círculos cada vez mayores, primero
frente a la entrada hasta que quedan impresos en su cerebro todos los detalles de su
apariencia. En un tiempo sorprendentemente corto irán y vendrán con tal precisión que se
dejaran caer todas las veces dentro de un radio de dos y medio centímetros aproximadamente
de la entrada de la colmena.
Las pecoreadoras vuelven cargadas y se cuelgan del racimo para fabricar cera. A medida que
segregan las escamas de cera, las abejas las quitan, las mastican hasta que toman un estado
plástico y las pegan en el techo o a la cera que se haya depositado con anterioridad en el
lugar. A medida que aumentan estos granos de cera, los desbastan otras abejas hasta
hacerlos tan delgados que falte poco para atravesarlo; con este proceso de apilar y desbastar
granos de cera comienza el panal a tomar forma. El panal de miel es una de las características
mas notables en la vida de las abejas. Construido completamente con la cera elaborada en el
propio cuerpo de la abeja, constituye un ejemplo maravilloso de economía de material y de
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adaptación a su finalidad. No solo se almacena la miel en el, sino que se crían las jóvenes y se
lleva a cabo con seguridad todo el trabajo necesario. Sin embargo, su estructura es tan
delicada que el grueso promedio de sus paredes es tan solo de 0.00625 cm y una pieza que
pese 28 g soportara tanto como 1.350 kg. de miel. El panal de miel esta compuesto de celda
hexagonales colocadas una junto a otra sin ninguna separación entre ellas, de modo que una
misma pared sirve para dos celdas.
Puesto que el racimo colgante de abejas actúa como una plomada, el panal se encuentra
completamente vertical. Tiene dos lados, la división central o “vena central” forma el piso de
las celdas opuestas. Cuando se construye para la cría de obreras, el panal tiene
aproximadamente un grosor de 2.187 cm. Se deja un paso entre los panales de modo que la
distancia de centro a centro sea un poco menos de 3.75 cm. En ocasiones. Cuando la entrada
de néctar es abundante, las celdas se hacen mas profundas, a veces hasta de 5 cm.
De este modo, las aberturas de las celdas están en los costados del panal y las celdas se
inclinan ligeramente hacia la base, de modo que el liquido colocado en ellas no pueda salirse.
Las celdas destinadas a criar abejas obreras son cinco en 2.5 cm lineales, y las que son para
los zánganos, cuatro por 2.5 cm. La miel puede almacenarse en ambas, pero cuando la
producción de miel es abundante se construyen las celdas mayores, naturalmente, están
resultan mas económicas en cera y en tiempo. Cuando va muy adelantada la construcción del
primer panal central, se comienza otros a ambos lados de el, y así sucesivamente, hasta que
se haya llenado todo el espacio disponible.
La Nueva Generación
Pronto comenzara la postura de huevos en el panal central, poniendo la reina un huevo en
cada celda separada y procediendo hacia fuera en forma de espiral, va colocando sus huevos
por igual en cada lado del panal. El huevo tiene la forma de un ovalo alargado, mas ancho por
arriba, blanco y ligeramente curvo. El extremo inferior va pegado al fondo de la celda, tarda
tres días en incubar, durante los cuales va cayendo gradualmente hasta que queda aplanado
en el piso de la celda. Al cuarto día, la larva recién incubada yace curvada y casi transparente
en un diminuto charco de fluido lechoso dándole las obreras el alimento glandular. Durante
cinco días se le atiende con alimento y crece hasta convertirse en un rollo cerrado que llena la
celda por completo. En estos cincos días su peso aumenta 1600 veces. En el noveno día la
celda se cierra u opercula con una cubierta porosa de cera y polen, y en el interior, la larva se
transforma de su posición rizada hasta que ocupa toda la longitud en la celda e hila ella misma
una envoltura ligera y sedosa. Durante los trece días siguientes no muestra ninguna señal
externa de vida, pero en la soledad de su celda cambia de una larva sin patas a una abeja
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perfecta, saliendo en el vigésimo primer día desde la postura del huevo como una criaturita
vellosa, alada, pero débil.
Un enjambre recién establecido rara vez cría otras abejas que no sean obreras. En realidad,
su procreación no es muy intensa, ya que la mayor parte de su energía la dedican a recoger el
néctar que en este tiempo ha de ser abundante. A veces la cría es casi nula, llenándose las
celdas de néctar tan rápidamente que la reina no tiene donde poner sus huevos. Mas tarde,
cuando disminuye la entrada de néctar y quedan vacías las celdas centrales, la reina comienza
a poner huevos con mayor abundancia, pero los enjambres no crían a veces en la primavera
suficientes abejas para protegerse y, por esta razón, están expuestas a morir.
Pueden producirse zánganos, obreras o reinas, siendo la reina la que decide el sexo según las
necesidades de la colonia. Si cuando pone el huevo permite que llegue a el un espermatozoide
de los almacenados en la espermateca, el sexo de la abeja será femenino, pero los huevos
puestos sin la concurrencia de espermatozoides producirán machos. Las abejas reconocen
instintivamente la condición de cada una, ya que las larvas machos se alimentan de modo
diferentes al de las hembras. A estas ultimas no se les da polen sin digerir, pero después del
tercer día, los zánganos reciben una buena ración de el. Estos son mucho mayores en tamaño
y necesitan mas espacio al volverse crisálidas, de modo que al cerrarse la cubierta se encorva
y sobresale visiblemente. A los zánganos se les alimenta durante seis días en vez de cinco, y
tardan dos o tres días mas en hacerse adultos, un total de veinticuatro días después de la
postura del huevo.
Las obreras se crían en casi todas las estaciones del año. Si el tiempo es benigno, la cría
comienza en enero y continua con cierta variación hasta abril, acelerándose a partir de
entonces. Durante los meses de mayo y junio la postura diaria de huevos asciende a 2000 o
3000. El nido de las crías se extiende en forma espiral durante tres semanas
aproximadamente, tiempo en que las celdas centrales comienzan a vaciarse y la reina
empieza a poner huevos allí. En una colmena común, rara vez se crían los zánganos antes de
abril, y después de junio, pero las reinas viejas y estériles solo producen zánganos y es mala
señal si aparece la cría de zánganos en otra época que no sea el comienzo del verano.
El tiempo usual para que se críen las reinas es de abril a julio. Tan pronto como la colmena se
atesta de abejas, para cuando los zánganos están ya adultos, pueden construirse las celdas
reales.
Estas celdas tienen una forma y tamaño parecido al de una bellota y se observan colgando,
así, que en lugar de criarse en una celda horizontal, la larva de reina cuelga cabeza abajo. Las
referidas celdas pueden construirse en cualquier lugar del panal y su numero varia, desde una
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sola hasta mas de un centenar. El promedio pudiera ser de alrededor de una docena. Dichas
grandes celdas capacitan a la reina en estado larvario para que se le alimente con prodigalidad
digna de su realeza. En vez de suministrarle el alimento en pequeñas raciones diarias, las
abejas depositan abundante jalea real. El resultado es que el huevo, que con una alimentación
corriente podruciria una obrera, no solamente produce una hembra con sus órganos genitales
completamente desarrollados, sino que lo hace en menos tiempo: la joven reina esta lista para
abandonar su celda dieciséis días después de haber puesto el huevo.
TABLA DE CRIANZA
Periodo de incubación Alimentación Metamorfosis
Total
Días Días Días Días
Obrera 3 5 13 21
Zángano 3 6 15 24
Reina 3 5 7 15-16
Una vez que el enjambre se ha establecido en su nuevo hogar y que ha almacenado todo el
néctar y polen que ha podido recoger su actividad disminuye. Al acercarse el otoño, muchas
abejas hacen guardia en la entrada para mantener fuera a las avispas que andan merodeando
la colmena y a las abejas ladronas; algunas abejas continúan recogiendo lo que pueden en las
flores otoñales, en tanto que recogen también abundante propóleos para taponar los huecos
que lo requieran. Las centinelas van disminuyendo gradualmente hasta que llega el día que no
hay ninguna. No obstante, las abejas melíferas no pasan el invierno en un letargo completo
como lo hacen los abejorros y las avispas. Siempre hay algún ligero movimiento dentro del
enjambre el cual se dilata o se contrae de acuerdo con la temperatura ambiente. De vez en
cuando toman alimentos de los panales, y en cualquier ocasión en que la temperatura
asciende por encima de los 10ºC, tendrá lugar un “vuelo de limpieza” , se observara una
multitud de abejas volando en círculo alrededor de la colmena y sacando las secreciones que,
en situaciones normales, nunca descargan dentro de la colmena. A medida que se acerca la
primavera y los días de sol hacen que se abran los crocos (Plantas parecidas al azafrán),
comienza para las abejas una temporada nueva de actividad.
En algunas estaciones, la reina comienza a poner unos pocos huevos en cuanto cambian los
días. Su primer intento apenas consiste en mas que una postura pequeña de dos centímetros
y medio de diámetro del panal, aproximadamente, pero una vez que la postura comienza
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definitivamente, la cría aumenta en forma constante, dependiendo de que el tiempo sea
adecuado para conseguir alimento; las primeras recolecciones de polen las hacen de las
flores tempranas, especialmente de los avellanos, alisos(Arbol betuláceo de flores blancas y
rosadas) y olmos. Asimismo, traen agua abundante para diluir la miel ya almacenada.
En algunos años, la primavera avanza de una manera fija y continua, pudiendo las colonias
alcanzar la etapa de enjambrazón para fines de abril; en ocasiones el tiempo frío de ese mes
retrasa el proceso unas semanas , pero de todos modos para fines de mayo se ha llegado a la
cima de la crianza y, a menos que la impida el apicultor, la enjambrazón prevalecerá hasta la
caída de las flores de los árboles frutales, disminuyendo por esta razón el acopio de néctar,
incrementándose nuevamente cuando se produzca la floración de los tréboles.
COLMENAS Y EQUIPO
Bastidores, cuadros o marcos.
La anchura interior de la colmena debe ser de 1.25 cm mayor que la anchura del bastidor, ni
mas ni menos ( La razón es que si la distancia entre los bastidores y las paredes de la
colmena fuese demasiado pequeña, las abejas podrían verse tentadas a taponar las rendijas
con propóleos, y sí la distancia fuera demasiado grande, las abejas podrían construir panales
suplementarios).
Colmena W. B. CARR
Tiene la base sobre las patas, una ligera cámara de cría y alzas que dejan un espacio de 5cm
o más alrededor de la cámara de cría. Esta disposición deja que se agreguen alzas y cámaras
estándar de cría, o alzas para producir secciones de miel en el panal, bien sea debajo, o bien
encima de la cámara de cría; pero la pretensión original del inventor de que la colmena de
pared doble proporcionara aislamiento para que las abejas estuvieran mas abrigadas en
invierno, es muy discutible, ya que una sola pared de 1.875 cm de grueso ofrece mejor
protección que dos paredes de 1.25 cm, a menos que el espacio interior este lleno de aire
encerrado, lo cual no ocurre nunca, se da por supuesto que las abejas estarán mas frescas en
verano.
Un inconveniente notable lo constituye el gran numero de piezas separables que conforman
esta colmena, de modo que hay que quitar las alzas antes de llegar a las piezas de trabajo.
Existen muchas variedades de colmenas, siendo la mejor aquella en que las alzas son
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cuadradas y se sobreponen unas a otras. Las peores son aquellas que parecen cuadradas,
pero de hecho tienen 2.5 cm, o mas de longitud por un lado, son muy molestas y deben
evitarse. La forma cuadrada sostiene diez bastidores, pero algunos modelos admiten doce o
más.
Dejando a un lado la molestia extra que ofrece su manipulación, la colmena W. B. Carr es
buena y duradera, y tiene la ventaja de que las cámaras de cría son ligeras, portátiles y
económicas. Tal vez la mejor cualidad que presenta sea que resulta más fácil que en las otras
formas, el conservar seca en invierno la cámara de cría, ya que la humedad procedente de las
abejas puede, - si estas colmenas no están pintadas -, pasar a través de las paredes de las
mismas al espacio comprendido entre ellas. Todas las operaciones pueden realizarse
fácilmente. Debido al gran tamaño de las alzas y al trabajo extra que supone su construcción,
el costo total de una colmena W. B. Carr completa es, por lo menos, el doble que el de un
modelo de una colmena de pared sencilla.
Colmena “Nacional”
Presentada originalmente, como la colmena prototipo de la “sencillez” , esta forma a ganado
adeptos con rapidez en los años recientes, y la promueve la secretaria de Agricultura como el
mejor tipo de colmenas de una sola pared. Su mérito principal estriba en que el fondo está
compuesto de una pieza cuadrada, que puede usarse en cualquier posición. Sus paredes son
más mas gruesas que las de la colmena anteriormente indicada, y ofrece una excelente
protección para el invierno. El techo es plano, cubierto de zinc o fieltro, a prueba de goteo, y
rara vez es desprendida por el viento, dos detalles que no pueden aplicarse a los techos de
caballete o de dos aguas. Las hay de dos formas: una somera, la otra suficientemente
profunda para cubrir la cámara de cría, y dar así una doble protección. La cámara de cría
consta de once bastidores. Tal vez su punto débil sea el fondo que se inclina ligeramente de la
parte posterior a la parte anterior. Esto tiene el objeto de expulsar de forma rápida el agua de
lluvia y evitar que se cuele a la colmena. En algunos modelos no sobresale el fondo nada, o si
acaso, muy poco en el frente, para evitar que la lluvia tenga un lugar donde alojarse. No lleva
patas que vayan sobre ladrillos ni base de madera.
Ahora se dispone de un modelo modificado de colmena Nacional, en el cual los rebajos para
los salientes de los bastidores están formados con listones laterales agregados, los cuales
proporcionan agarraderas convenientes para su manejo.
Construcción de una colmena
Cualquier buen carpintero puede construir una colmena, pero debe tener en cuanta dos
aspectos: Primero, que las medidas interiores de la cámara de cría sean exactas, puesto que
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se ocasiona un problema cuando el espacio para las abejas es demasiado grande, o bien, es
demasiado pequeño, Segundo, puesto que las colmenas tienen que soportar no solo las
temperaturas extremas sino una evaporación continua de la humedad que proviene de las
abejas, la madera debe ser buena y las uniones estar bien trabajadas, ya que de otro modo
ocurrirán combaduras y agrietamientos.
Dimensiones de una cámara de cría W. B. Carr, material necesario:
Dos piezas de madera de 42.8 cm X 22.18 cm X 1.875 cm
“ “ “ “ “ 42.8 cm X 20.125cm X 1.875 cm
“ “ “ “ “ 45.62 cm X 3.75 cm X 0.625 cm
“ “ “ “ “ 40.875cm X 1.875cm X 1.25 cm
Las dos primeras piezas deben tener rebajos o canales de 1.88 cm de ancho X 6.25 cm de
profundidad y 1.25 de cada uno de los extremos. Estas reciben los extremos de las tablas más
estrechas (2) que deben ponerse juntas con las otras en un lado, dejando 2 cm en el lado más
alto. Las piezas del tercer grupo se clavan a los extremos de las piezas No.(1) en el lado más
alto, teniendo cuidado que la armazón quede bien cuadrada. Las piezas del grupo cuarto se
emplean para rellenar el espacio que queda entre los Nos. (2) y (3), y deberán juntarse con el
extremo inferior del No. (3).
Es fácil adaptar esta cámara de cría a una colmena. Se hace un piso de madera de, por lo
menos, 1.25 cm de grueso. Debe tener 45.00 cm cuadrados, y puede hacerse con tabla de
cualquier grosor, fijada a un par de listones de madera. En el otro lado que será el superior,
clávense tablas de 3/8” (.9375 cm) de grosor por 5 cm de ancho, redondeándolas en tres
lados. Sobre ellas descansará la cámara de cría, de modo que un lado, - no importa cuál - ,
tenga una abertura de .94 cm por 35.00 cm de ancho. Esta constituye una entrada casi de la
anchura total de la cámara, y para cerrarla por completo, puede usarse un listón de madera
de, digamos 2.5 cm cuadrados. En un lado del listón se corta un pedazo de .94 cm de
profundidad por 2.5 cm más o menos de ancho, proporcionando una entrada más estrecha
cuando se coloca la tira con su abertura hacia abajo.
Materiales y Acabado
El material con que se construyen las colmenas debe ser de buena calidad y bien curado. Si
es liviano, tanto mejor. El pino amarillo se consideró el mejor durante mucho tiempo, pero en
los años recientes se ha hecho mas popular el cedro rojo canadiense. Es ligero, durable, y no
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requiere de tratamiento para preservarlo de la intemperie, la cual únicamente lo pone de un
tono gris agradable. Si se emplea otra clase de madera, esta necesitara alguna forma de
tratamiento. Durante tiempo se uso pintura de plomo, en parte, porque es preservador
estándar de la madera, y en parte, también, porque el color de la colmena tiene alguna
relación con el bienestar de las abejas. Generalmente, la pintura blanca es la favorita, pero
tiene el inconveniente de ponerse fea en poco tiempo. Los otros colores recomendables son al
azul pálido y el color de piedra, si bien algunos prefieren el verde. Las colmenas de pared
doble, como las W. B. Carr se conservan mejor, pintadas, pero las de una sola pared son
susceptibles de pandearse, ya que la humedad procedente de las abejas se filtra en la madera
y no puede pasar a través de la pintura. Para estás, lo mejor es la creosota, puesto que las
protege de la lluvia en tanto que deja escapar la humedad interior. Además se aplica más
rápido y es más económica que la pintura.
En años recientes, especialmente desde que la madera encareció tanto, se han ensayado
otros materiales para la construcción de colmenas. Se han usado plásticos y metales, incluso
aluminio, así como también se ha construido encuentran únicamente en su etapa
experimental. Queda por ver si ellas reemplazarán a las colmenas de madera y hasta que
grado.
Adquisición de un Enjambre
Los enjambres pueden comprarse de mayo a julio, dependiendo el precio de su peso,
generalmente se venden por kilo, y según el mes del año. Cuando mas jóvenes sean, tanto
mas costosos, ya que un enjambre de mayo tiene probabilidad de producir una buena cosecha
de miel, en tanto que uno llegue al final de temporada.
Relación entre el comportamiento de las Abejas y la temperatura ambiente
Si un enjambre fuera tan agresivo que no se dejara dominar ni por el humo ni por el ácido
fénico, el motivo puede ser la carencia de miel disponible. Si se derrama un poco de jarabe
tibio sobre los bastidores, las abejas harán uso de él y se podrán manejar fácilmente.
Las abejas se comportan de manera muy diferente según la ocasión. Cuando el tiempo es
bueno y agradable y el néctar es abundante en los campos, las abejas se manejan con
facilidad y apenas se necesita someterlas. En días fríos y ventosos, cuando la recogida de
néctar se ve interrumpida, se comportan en forma muy diferente, apresurandose en ocasiones
a picar en el momento que se levanta la tapa de la colmena. El tiempo de truenos las irrita
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también mucho. Si puede evitarse, no deberán elegirse tiempos así para abrir las colmenas.
En el otoño habrá de tenerse cuidado, no solo de someter a la colonia antes de comenzar la
operación, sino también de evitar que las abejas merodeadoras, procedentes de otros apiarios
la ataquen. Para luchar contra estos brotes de agitación que se producen cuando está abierta
una colmena, cúbrala inmediatamente, y en caso que continuase la agresión, eche mano de la
manguera de jardín y rocíe a las abejas combatientes hasta que regresen a la colmena.
A veces sucederán accidentes. Puede volcarse una colmena u caerse un panal o una alza,
irritando a las abejas. Si se esta protegido en forma adecuada y se tiene a mano el ahumador
o el ácido fénico, las cosas pueden corregirse rápidamente, pero si no, lo mejor es arrojar unos
sacos u otro material sobre las partes de la colmena que están al descubierto y dejar pasar
aproximadamente una hora, antes de emprender una nueva acción.
Necesidades de Alzas
La frecuencia en la necesidad de lazas, depende, naturalmente, de la temporada: debe
tomarse como regla no dejar que las abejas carezcan nunca de espacio. No causa daño
alguno el colocar una alza antes de que se necesite en realidad, pero la tardanza en hacerlo,
cuando la cámara de cría esté llena, originará casi con certeza la enjambrazón con la
inconveniencia y, a veces, pérdidas consecuentes. En la cima de una buena temporada, un
enjambre recogerá diariamente de dos a cinco kilogramos de néctar y como un panal estándar
tiene capacidad para dos y medio kilogramos de miel madura, es obvio que pronto se agotará
el espacio disponible en la cámara de cría para el néctar delgado y ligero que entra. Es una
regla bastante prudente poner una alza encima, tan pronto como las primeras abejas
comiencen a aparecer en los dos panales laterales de la cámara de cría.
La primera alza consistirá, en una cámara del mismo tamaño de la cámara de cría, o bien, en
una alza de miel que como la cámara de cría, debe ir provista de hojas o láminas de cera
estampada. Es mucho mejor usar láminas completas, si bien no son tan importantes como la
cámara de cría, y en caso de emergencia, pueden usarse tiras de iniciación. Sin embargo, no
resulta en una economía real, puesto que, por muy caro que sea comprar las láminas u hojas
de cera estampada, resulta mucho más caro que las abejas hagan la cera, ya que tienen que
consumir por lo menos 4.5 kilogramos de miel para hacer medio kilo de cera y, naturalmente,
con un buen suministro de cera avanza mucho más rápido el enjambre en la construcción del
panal.
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Prevención de la enjambrazón
Las razas de abejas (holandesas y carniola) son menos propensas a enjambrar que otras,
tales como las abejas negras e italianas.
Las colonias que tienen reinas viejas son más propensas a enjambrar que aquellas que tienen
reinas jóvenes.
Las colonias que tienen cámaras de cría grandes, están menos dispuestas a enjambrar.
Existen dos sistemas principales para la prevención de la enjambrazón: eliminación
permanente de celdas reales y la enjambrazón artificial o división de las colonias.
El finado Dr. C. C. Miller fue el exponente principal de lo que él llamó: método de “matanza de
celdas” conocido ahora, generalmente como el plan “diez días”. Citando sus propias palabras:
“Comenzamos buscando las celdas reales tan pronto como creamos que hay peligro de que
comience la enjambrazón. La primera vez observamos las colonias más fuertes. Si no
encontramos celdas comenzadas, no seguimos adelante, pero probamos otra vez en los 8-10
días en todas las etapas, bien sean celdas avanzadas o solamente huevecillos. Si una celda
contuviera una larva o un huevecillo, se le aplasta con la herramienta de colmena ya que la
mas ligera deformación hará que las abejas rehagan la celda”.
Es obvio que este método de revisar todas las celdas cada diez días lleva consigo una gran
labor, si los panales están como es de suponer, llenos de abejas y de crías. Manley afirma que
es más fácil detectar las celdas reales de lo que se piensa comúnmente. Dice que el
solamente tiene que levantar el alza desde el fondo para encontrarlas, porque están en el
fondo del alza o en la parte más alta de la cámara de cría. Puede que esto se así, pero existe
el hecho de que si se encuentran algunas celdas, prácticamente hay que mirar todos los
panales para aegurarse de que todas las celdas reales queden destruidas, y como las abejas
acostumbran apiñarse apretadamente alrededor de las celdas de la reina, es fácil pasar por
alto estás últimas a menos que se sacudan los panales.
El Dr. Miller admitía que ni siquiera una persistente destrucción de las celdas reales logrará
detener las enjambrazones, si no que puede inducir a las abejas a su propósito. En efecto,
según mi punto de vista, ésta es una adición a la inestabilidad ya presente, y puede agravarla
de forma que el enjambre salga antes que las reinas estén maduras. Una vez comenzado el
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proceso, su naturaleza urge que debe terminarse. No puede detenerse la formación de las
flores en una planta cortándolas; en efecto, a veces se provoca más floración al realizar la
poda.
Marcado de la Reina
Algunos apicultores marcan a sus reinas, poniéndoles sobre el tórax un punto de pintura
brillante de celulosa, o usando un dispositivo llamado marcador Eckhardt, con el cual se pone
sobre el tórax un pedazo de lámina de estaño vivamente coloreado. Esto hace más fácil ubicar
a la reina; si se usa un color distinto cada año, se conoce su edad.
Métodos de Alimentación
Al alimentar a las abejas, se deben seguir las disposiciones siguientes:
Aliméntelas únicamente después del crepúsculo
Vea que los alimentadores no sean accesibles desde el exterior
Asegúrese que los agujeros no sean tan grandes que dejen la miel escurrir demasiado y salga
de la colmena.
Reduzca la entrada de todas las colonias, menos de la fuertes.
Tenga mucho cuidado de no derramar miel en el apiario
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