Post on 12-Dec-2015
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El New Thought –Nuevo Pensamiento– es una corriente filosófica que surgió en Estados
Unidos hace unos ciento cincuenta años, impulsada por grandes pensadores como Emerson,
Trine, Allen y Atkinson, entre otros. Rápidamente fue tomando cada vez más fuerza,
mejorando la vida de muchas personas al elevar su nivel de conciencia y llegando, durante
todo el siglo xx, a surgir grandes escritores. No es una religión –aunque de él emanaron
algunas instituciones religiosas–, sino más bien una filosofía que proclama la necesidad de
que tengamos una experiencia directa del Creador, sin intermediarios. Su mensaje central
es que nuestro pensamiento da origen a nuestras experiencias y a nuestra visión del mundo;
por ello, concede mucha importancia a una actitud mental positiva, a la meditación y a la
visualización. En la colección New Thought estamos editando obras poco conocidas de este
movimiento filosófico-espiritual, cuya influencia en nuestros días sigue siendo enorme.
TABLA DE CONTENIDOS
Prefacio
LECCIÓN ILa Ley y su operación
LECCIÓN IIEl Sueño
LECCIÓN IIILa Oración
LECCIÓN IVEspíritu-Sentimiento
LECCIÓN VEl Método Neville
Prefacio
ESTE libro trata del ARTE de realizar tu DESEO. Te da cuenta del mecanismo usado en la
producción del mundo visible. Es un libro pequeño pero no leve. Hay un tesoro en él, un camino
claro y definido para realizar tus sueños.
De ser posible llevar convicción a otro por medio de argumentos razonados y ejemplos detallados,
este libro sería muchas veces su tamaño. Pocas veces es posible, sin embargo, hacer eso por medio
de declaraciones escritas o argumentos dado el juicio suspendido, siempre parece plausible decir
que el autor fue deshonesto o ingenuo, y, por lo tanto, su evidencia estuvo contaminada.
Consecuentemente, he omitido intencionalmente todos los argumentos y testimonios, y
simplemente reto al lector de mente abierta a practicar la ley de la conciencia como se revela en
este libro. El éxito personal será una prueba mucho más convincente que todos los libros que
pudieran ser escritos respecto al tema.
NEVILLE
LECCIÓN I
La Ley y Su Operación
EL MUNDO, y todo dentro de él, es la conciencia del hombre condicionada y objetivada. La
conciencia es la causa así como la sustancia del mundo entero. Entonces es a la Conciencia a quien
debemos dirigirnos si queremos descubrir el secreto de la creación.
El conocimiento de la ley de la conciencia y el método de operar esta ley te permitirá lograr todo lo
que desees en la vida. Armado con el conocimiento de cómo funciona esta ley, puedes construir y
mantener un mundo ideal. La conciencia es la única y sola realidad, no figurativamente sino
realmente. Para explicarlo más claro, esta realidad puede ser comparada con un flujo que se divide en
dos partes, el consciente y el subconsciente. Para operar inteligentemente la ley de la conciencia es
necesario entender la relación entre lo consciente y lo subconsciente. Lo consciente es personal y
selectivo; lo subconsciente es impersonal y no selectivo. Lo consciente es el reino del efecto, lo
subconsciente es el reino de la causa. Estos dos aspectos son las divisiones masculina y femenina de
la conciencia.
El consciente es masculino; el subconsciente es femenino. El consciente genera ideas e imprime
estas ideas en el subconsciente; el subconsciente recibe ideas y les da forma y expresión. Por esta
ley – primero concibiendo una idea y luego imprimiendo la idea concebida en el subconsciente –
todas las cosas evolucionan de la conciencia; y sin esta secuencia no hay nada hecho que sea hecho.
El consciente imprime en el subconsciente mientras el subconsciente expresa todo lo que se le
imprime. El subconsciente no origina ideas pero acepta como verdaderas aquellas que la mente
consciente siente como verdaderas y de una manera que sólo el subconsciente conoce éste objetiva
las ideas aceptadas. Por lo tanto, a través de su poder para imaginar y sentir y su libertad para elegir
la idea que abrigará, el hombre tiene control sobre su creación. El control del subconsciente se logra
a través del control de tus ideas y sentimientos.
El mecanismo de creación está escondido en la misma profundidad del subconsciente, el aspecto
femenino o la matriz de la creación. El subconsciente trasciende la razón y es independiente de la
inducción. Contempla un sentimiento como un hecho existiendo dentro de sí mismo y al asumir esto
procede para darle expresión. El proceso creativo comienza con una idea y su ciclo corre su curso
como sentimiento y termina en una voluntad de actuar. Las ideas son impresas en el subconsciente
a través del medio del sentimiento. Ninguna idea puede ser impresa en el subconsciente hasta que es
sentida, pero una vez que es sentida – sea buena, mala o indiferente – debe ser expresada. Sentir es
la única y sola manera a través de la cual las ideas son expresadas al subconsciente. Por lo tanto, el
hombre que no controla sus sentimientos puede imprimir fácilmente al subconsciente con estados
indeseados. Por controlar los sentimientos no quiero decir reprimir o suprimir los sentimientos, sino
más bien disciplinarse a uno mismo para imaginar y abrigar sólo tales sentimientos que contribuyan
a su felicidad. El control de los sentimientos es muy importante para una vida plena y feliz. Nunca
abrigues un sentimiento indeseado ni apoyes ningún perjuicio de ninguna forma. No te concentres
en tus imperfecciones o en las de los demás. De otra manera estarás imprimiendo al subconsciente
con estas limitaciones. Lo que no quieres que te hagan, no sientas que te lo hacen a ti o a otro. Esta
es la ley completa de (para) una vida plena y feliz. Todo lo demás es palabrería.
Cada sentimiento hace una impresión subconsciente que debe ser expresada, a menos que sea
contrarrestada por un sentimiento más poderoso de una naturaleza opuesta. El que domina de dos
sentimientos es el que se expresa. Soy sano es un sentimiento más fuerte que seré sano. Sentir que
seré es confesar que no lo soy; Yo soy es más fuerte que no lo soy. Lo que sientes que eres siempre
domina lo que sientes que te gustaría ser; por lo tanto, para que el deseo se realice debe sentirse
como un estado donde ya es [una realidad], en lugar de un estado donde no lo es. La sensación
precede a la manifestación y es la fundación sobre la cual toda manifestación descansa. Se
cuidadoso de tus estados de ánimo y sentimientos, porque hay una conexión irrompible entre tus
sentimientos y tu mundo visible. Tu cuerpo es un filtro emocional y soporta las marcas
inconfundibles de tus emociones predominantes. Los disturbios emocionales, especialmente las
emociones suprimidas, son las causas de toda enfermedad. El sentimiento intenso con respecto a
algún perjuicio sin verbalizarse o expresarse, es el comienzo de las enfermedades tanto en el
cuerpo como en el ambiente. No abrigues el sentimiento de arrepentimiento o fracaso porque la
frustración o desapego de tu objetivo resulta en enfermedad.
Piensa sintiendo solo en el estado que deseas realizar. Sentir la realidad del estado buscado y vivir y
actuar desde esa convicción es la manera de todos los aparentes milagros. Todos los cambios de
expresión se traen a través del cambio de sentimiento. Un cambio de sentimiento es un cambio de
destino. Toda creación ocurre en el dominio del subconsciente. Lo que debes adquirir, entonces, es
un control reflexivo del funcionamiento del subconsciente, es decir, el control de tus ideas y
sentimientos. El azar o accidente no es responsable por las cosas que te ocurren, ni el destino
predestinado es el autor de tu fortuna o tu desgracia. Las impresiones de tu subconsciente determinan
las condiciones de tu mundo. El subconsciente no es selectivo; es impersonal y no respeta a las
personas. El subconsciente no se preocupa por la verdad o falsedad de tu sentimiento. Siempre acepta
como cierto aquello que tú sientes como verdadero. El sentimiento es el consentimiento del
subconsciente respecto a la verdad de aquello que es declarado verdadero. Por esta cualidad del
subconsciente no hay nada imposible para el hombre. Lo que sea que la mente de un hombre pueda
concebir y sentir como verdadero, el subconsciente puede y debe objetivar. Tus sentimientos crean
el patrón desde el cual tu mundo es creado y un cambio de sentimiento es un cambio de patrón.
El subconsciente nunca falla en expresar aquello que se le imprime. En el momento en que recibe una
impresión comienza a elaborar las formas de su expresión. Acepta el sentimiento impreso en él, tu
sentimiento, como un hecho existiendo dentro de sí mismo e inmediatamente comienza a producir en
el mundo exterior u objetivo lo que se asemeja exactamente a ese sentimiento. El subconsciente nunca
modifica las creencias que el hombre acepta. Las expresa hasta en su último detalle ya sean
beneficiosas o no.
Para imprimir el subconsciente con el estado deseable debes asumir el sentimiento que sería tuyo si
ya hubieras realizado tu deseo. Al definir tu objetivo debes concernirte sólo con el objetivo mismo.
La forma de expresión o las dificultades involucradas no deben ser consideradas por ti. Lo que se
piensa con sentimiento en cualquier estado se imprime en el subconsciente. Por lo tanto, si te
concentras más que nada en las dificultades, barreras o retrasos, el subconsciente, por su naturaleza
no selectiva, acepta el sentimiento de dificultades y obstáculos como tu petición y procede a
producirlos en tu mundo exterior.
El subconsciente es la matriz de la creación. Recibe la idea en sí mismo a través de los sentimientos
del hombre. Nunca cambia la idea que recibe, pero siempre le da forma. Por lo tanto, el subconsciente
expresa la idea a imagen y semejanza del sentimiento que recibe. Sentir un estado de desesperanza
o imposibilidad es imprimir al subconsciente con la idea de fallar. Aunque el subconsciente le sirve
al hombre fielmente no se debe deducir que la relación es la de un sirviente a su maestro como se
concebía antiguamente. Los profetas antiguos lo llaman el esclavo y sirviente del hombre. San Pablo
lo personificó como una “mujer” y dijo: “La mujer debe estar sujeta al hombre en todo”. El
subconsciente sirve al hombre y fielmente le da forma a sus sentimientos. Sin embargo, el
subconsciente tiene un disgusto distintivo por la compulsión y responde a la persuasión en lugar de
al comando; consecuentemente, se parece a la esposa amorosa más que al sirviente.
“El esposo dirige a la esposa”. (Eph. 5), puede no ser cierto del hombre y la mujer en su relación
terrestre pero es cierto del consciente y el subconsciente, o de los aspectos masculino y femenino de
la conciencia. El misterio al cual Pablo se refería cuando escribió, “Este es un gran misterio... Aquel
que ama a su esposa se ama a sí mismo... Y ellos dos han de ser uno en la carne”. Es simplemente el
misterio de la conciencia. La conciencia es realmente una e indivisa pero por el bien de la creación
parece estar dividida en dos.
El consciente (objetivo) o aspecto masculino verdaderamente es la cabeza y domina al subconsciente
(subjetivo) o aspecto femenino. Sin embargo, este liderazgo no es ese del tirano sino del amante.
Entonces al asumir el sentimiento que sería tuyo si ya estuvieras en posesión de tu objetivo, el
subconsciente se motiva para construir lo que se asemeje exactamente a tu asunción. Tus deseos no
son aceptados subconscientemente hasta que asumes el sentimiento de su realidad, porque sólo a
través del sentimiento es una idea aceptada subconscientemente y sólo a través de esta aceptación
subconsciente puede ser expresada alguna vez.
Es más fácil atribuirle tu sentimiento a eventos en el mundo que admitir que las condiciones del
mundo reflejan tu sentimiento. Sin embargo, es eternamente cierto que el exterior refleja lo interior.
“Como es adentro es afuera”. “Un hombre no puede recibir nada a menos que le sea dado desde el
cielo”. Y “El reino de los cielos está dentro de ti”. Nada viene de afuera; todas las cosas vienen de
adentro – del subconsciente. Es imposible para ti ver otra cosa que los contenidos de tu conciencia.
Tu mundo en cada detalle es la conciencia objetivada. Los estados objetivos son testigos de las
impresiones del subconsciente. Un cambio de impresión resulta en un cambio de expresión.
El subconsciente acepta como verdadero aquello que tú sientes como verdadero y debido a que la
creación es el resultado de las impresiones del subconsciente, tú, por medio de tus sentimientos,
determinas la creación. Ya eres aquello que deseas ser, y tu negativa a creer esto es la única razón
por la que no lo ves. Buscar en el exterior por aquello que no sientes que eres es buscar en vano,
porque nunca encontramos aquello que deseamos; encontramos sólo aquello que somos.
Resumiendo, expresas y tienes sólo aquello de lo que eres consciente de ser o poseer. “Al que tiene
se le da”. Negar la evidencia de los sentidos y apropiarse del sentimiento del deseo cumplido es la
manera para la realización de tu deseo.
La maestría del dominio de ti mismo sobre tus pensamientos y sentimientos – es el mayor logro. Sin
embargo, hasta que este dominio de ti mismo se alcance a la perfección, de modo que en lugar de
apariencia sientas todo lo que deseas sentir, usa el sueño y la oración para ayudarte en realizar tus
estados deseados. Estas son dos puertas de enlace hacia el subconsciente.
LECCIÓN II
El Sueño
EL SUEÑO, la vida que ocupa un tercio de nuestra estancia en la tierra, es la puerta natural hacia el
subconsciente. Por eso nos ocupamos del sueño ahora. Los dos tercios conscientes de nuestra vida
en la tierra son medidos por el grado de atención que le damos al sueño. Nuestra comprensión de y
deleite en lo que el sueño tiene para conceder nos causará, noche tras noche, ponernos en camino a
él como si estuviéramos yendo a una cita con un amante.
“En un sueño, en una visión de la noche, cuando el sueño profundo cae sobre los hombres, al dormir
en la cama; entonces él abre los oídos de los hombres y les da sus instrucciones”. (Job 33). Es en el
sueño y en la oración, un estado similar al sueño, que el hombre entra al subconsciente para hacer sus
impresiones y recibir sus instrucciones. En estos estados el consciente y el subconsciente se unen
creativamente. El aspecto masculino y el aspecto femenino se vuelven uno. El sueño es el momento
cuando el aspecto masculino o mente consciente va del mundo de los sentidos a buscar a su amante
o parte subconsciente. El subconsciente – a diferencia de la mujer del mundo que se casa con su
marido para cambiarlo – no tiene deseo de cambiar al estado consciente o de vigilia, sino que lo ama
como es y reproduce fielmente su semejanza en el mundo exterior de la forma. Las condiciones y
eventos de tu vida son tus niños formados de los moldes de las impresiones de tu subconsciente en el
sueño. Son hechos en imagen y semejanza de tu sentimiento más interno que ellos pueden revelarte
a ti a ti mismo.
“Como es en el cielo así es en la tierra”. Como es en el subconsciente así es en la tierra. Lo que sea
que tengas en la conciencia cuando vas a dormir es la medida de tu expresión en los dos tercios
conscientes de tu vida en la tierra. Nada te impide realizar tu objetivo salvo tu incapacidad de sentir
que ya eres aquello que deseas ser, o que ya estás en posesión de la cosa que buscas. Tu subconsciente
le da forma a tus deseos sólo cuando sientes tu deseo realizado. El estado inconsciente del sueño es
el estado normal del subconsciente. Debido a que todas las cosas vienen desde tu interior, y tu
concepción de ti mismo determina aquello que viene, deberías siempre sentir el deseo como ya
realizado antes de irte a dormir. Nunca traes de lo profundo de ti mismo aquello que deseas; siempre
traes aquello que eres, y eres aquello que sientes que eres así como aquello que sientes cierto de los
demás.
Para ser realizado, entonces, el deseo debe ser resuelto en el sentimiento de ser o tener o presenciar el
estado buscado. Esto se logra al asumir el sentimiento del deseo realizado. El sentimiento que viene
en respuesta a la pregunta “¿Cómo me sentiría si mi deseo se cumpliera?” es el sentimiento que
debería monopolizar e inmovilizar tu atención mientras te relajas para dormir. Debes estar en la
conciencia de ser o tener aquello que deseas ser o tener antes de dormirte.
Una vez dormido el hombre no tiene libertad de elección. Su sueño es completamente dominado por
su último concepto despierto de su ser. Por lo tanto, él debería siempre asumir el sentimiento de logro
y satisfacción antes de retirarse a dormir, “Ven ante mí con canto y agradecimiento”, “Entra en sus
portones con gratitud y en sus tribunales con elogios”. Tu disposición de ánimo previa al sueño define
tu estado de conciencia mientras entras en la presencia del amante eterno, el subconsciente. Tu mente
subconsciente te ve exactamente cómo te sientes que eres. Si mientras te preparas para dormir asumes
y mantienes la conciencia de éxito al sentir “Yo soy exitoso”, debes ser exitoso. Tiéndete sobre tu
espalda con la cabeza en un nivel con tu cuerpo. Siente como serías si estuvieras en posesión de tu
deseo y relájate tranquilamente hacia la inconsciencia.
“Aquel que mantenga Israel no deberá dormir”. Sin embargo, “Él le da a su amada el sueño”. El
subconsciente nunca duerme. El sueño es la puerta por la cual la mente consciente o mente despierta
entra para unirse creativamente con el subconsciente. El sueño oculta el acto creativo mientras el
mundo objetivo lo revela. En el sueño el hombre imprime en el subconsciente su concepción de sí
mismo.
La descripción más hermosa de este romance del consciente y el subconsciente es la que se cuenta en
la “Canción de Salomón”. “Por la noche en mi cama busqué a aquel a quien mi alma ama... Encontré
a quien mi alma ama; lo sostuve y nunca lo dejé ir, hasta que lo llevé a la casa de mi madre y a la
recámara de ella que me concibió”. Preparándote para dormir, siéntete en el estado del deseo
respondido y luego relájate en la inconsciencia. Tu deseo realizado es lo que buscas. Por la noche en
tu cama buscas el sentimiento del deseo realizado de modo que lo puedas llevar a la recámara de ella
que te concibió, al sueño o al subconsciente que te dio forma, para que este deseo también pueda
expresarse. Esta es la manera para descubrir y conducir tus deseos al subconsciente. Siéntete en el
estado del deseo realizado y tranquilamente déjate caer al sueño. Noche tras noche deberías asumir el
sentimiento de ser, tener y ser testigo de aquello que buscas ser, poseer y ver manifestado. Nunca
vayas a dormir sintiéndote desanimado o insatisfecho. Nunca duermas con la conciencia de la
insuficiencia. Tu subconsciente, cuyo estado natural es el sueño, te ve como tú crees que eres, y ya
sea que lo que crees es bueno, malo o indiferente, el subconsciente va a expresar fielmente tu creencia.
Así como te sientes la imprimes a ella; y ella, la amante perfecta, le da forma a estas impresiones y
las expresa como hijos de su amado. “Toda hermosa eres, mi amor, no hay mancha en ti”, es la actitud
mental para adoptar antes de dormir.
Descarta las apariencias y siente las cosas como deseas que sean, porque “Él declara cosas que no se
ven como si se vieran y lo que no se veía se vuelve visible”. Asumir el sentimiento de satisfacción es
declarar aquellas condiciones que reflejan satisfacción como si fuesen una realidad actual. “Las
señales siguen, no preceden”. La prueba de lo que eres seguirá a la conciencia que eres, no la
precederá. Eres un soñador eterno soñando sueños no eternos. Tus sueños toman forma cuando
asumes el sentimiento de su realidad. No te límites al pasado. Sabiendo que nada es imposible para
la conciencia, comienza a imaginar estados más allá de las experiencias del pasado. Lo que sea que
la mente del hombre puede imaginar lo puede realizar. Todos los estados objetivos (visibles) fueron
primero estados subjetivos (invisibles) y los hiciste visibles al asumir el sentimiento de su realidad.
El proceso creativo es primero imaginar y luego creer el estado imaginado. Siempre imagina y espera
lo mejor.
El mundo no puede cambiar hasta que cambies tu concepción de él. “Como es adentro es afuera”.
Las naciones así como la gente sólo son lo que tú crees que son. Sin importar cuál sea el problema,
sin importar dónde está, sin importar a quien concierne, no tienes a nadie que cambiar excepto a ti
mismo, y no tienes un oponente o un ayudante en realizar el cambio dentro de ti mismo. No tienes
nada que hacer salvo convencerte de la realidad de lo que deseas ver manifestado. Tan pronto como
logras convencerte de la realidad del estado que buscas, los resultados siguen para confirmar tu
creencia fija. Nunca le sugieras a otro el estado que deseas verlo expresar; sino que convéncete de
que él ya es lo que deseas que sea.
La realización de tu deseo se logra al asumir el sentimiento del deseo cumplido. No puedes
fallar a menos que no te convenzas de la realidad de tu deseo.
Un cambio de creencia se confirma por medio de un cambio de expresión. Cada noche cuando vas
a dormir siéntete satisfecho y sin manchas [o claro], porque tu amante subjetiva siempre forma el
mundo objetivo a imagen y semejanza de tu concepción de él, la concepción definida por tu
sentimiento. Los dos tercios conscientes de tu vida en la tierra siempre corroboran o son testigos de
tus impresiones subconscientes. Las acciones y eventos del día son efectos; no son causas. El libre
albedrío es sólo la libertad de elección. “Elige este día a quien servirás” es tu libertad de elegir el
tipo de disposición de ánimo que asumes; pero la expresión de esa disposición es el secreto del
subconsciente.
El subconsciente recibe impresiones sólo a través de los sentimientos del hombre y en una manera
conocida sólo por el subconsciente éste le da forma y expresión a estas impresiones. Las acciones del
hombre son determinadas por sus impresiones subconscientes. Su ilusión de libre albedrío, su
creencia en la libertad de acción, es sólo ignorancia de las causas que lo hacen actuar. Él piensa que
es libre porque ha olvidado el vínculo entre él y el evento.
El hombre despierto está bajo la compulsión de expresar sus impresiones subconscientes. Si en el
pasado él imprimió algo en sí mismo de una manera poco sensata, entonces hay que dejarlo que
comience a cambiar sus pensamientos y sentimientos, porque sólo cuando lo haga él cambiará su
mundo. No pierdas ni un momento en lamentarte, porque pensar sintiendo los errores del pasado es
re infectarte. “Deja que los muertos entierren a los muertos”. Sal de las apariencias y asume el
sentimiento que sería tuyo si ya fueras el (lo) que deseas ser. Sentir un estado produce ese estado.
La parte que juegas en el escenario del mundo es determinada por tu concepción de ti mismo.
Sintiendo tu deseo realizado y relajándote tranquilamente hacia el sueño, te pones como estrella
protagonista para interpretar tu papel en la tierra mañana, y mientras duermes ensayas y eres
instruido en tu papel. La aceptación del final [de la 'obra'] automáticamente da los medios de (para)
su realización. Que eso quede claro. Si mientras te preparas para dormir, no te sientes
conscientemente en el estado del deseo cumplido, entonces llevarás contigo a la recámara de aquella
que te concibió, la suma total de las reacciones y sentimientos del día de vigilia; y mientras duermes
serás instruido en una manera en la cual serán expresados mañana. Te levantarás creyendo que eres
un agente libre, sin darte cuenta de que cada acción y evento del día de mañana estarán
predeterminados por tu concepto del yo cuando te dormiste. Tu única libertad es entonces tu libertad
de reacción. Eres libre de elegir como sentirte y reaccionar al drama del día, pero el drama – las
acciones, eventos y circunstancias del día – ya ha sido determinado.
A menos que definas conscientemente y a propósito la actitud mental con la cual te vas a dormir,
inconscientemente vas a dormir en la actitud mental compuesta por todos los sentimientos y
reacciones del día. Cada reacción hace una impresión subconsciente y, a menos que sea
contrarrestada por un sentimiento opuesto y más dominante, es la causa de acción futura. Las ideas
envueltas en sentimiento son acciones creativas. Usa tu derecho divino sabiamente. A través de tu
habilidad para pensar y sentir tienes el dominio
de toda la creación. Mientras estás despierto eres un jardinero seleccionando semillas para tu jardín,
pero “Excepto que un grano de trigo caiga en el suelo y muera, se mantiene solo; pero si muere, trae
mucho fruto”. Tu concepción de ti mismo mientras te estás quedando dormido es la semilla que
sueltas en el terreno del subconsciente. El quedarte dormido sintiéndote satisfecho y feliz hace que
las condiciones y eventos aparezcan en tu mundo confirmando estas actitudes mentales. El sueño es
la puerta hacia el cielo. Lo que incluyes como sentimiento lo proyectas como una condición, acción
u objeto en el espacio. Por lo tanto, duerme en el sentimiento del deseo cumplido. “Como es en la
conciencia es en la tierra”.
LECCIÓN III
La Oración
LA ORACIÓN, tanto como el sueño, es también una entrada hacia el subconsciente, “Cuando ores,
entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado tu puerta, ora al Padre en secreto y tu Padre en secreto
te recompensará abiertamente”. La oración es una ilusión de sueño que disminuye la impresión del
mundo externo y pone a la mente más receptiva a la sugestión desde adentro. La mente durante la
oración está en un estado de relajación y receptividad similar al sentimiento que se logra justo antes
de que nos quedamos dormidos.
La oración no es tanto acerca de lo que pides, sino como te preparas para recibirlo. “Lo que sea
que desees, cuando pides creyendo que lo has recibido, lo tendrás”. La única condición requerida
es que creas que las oraciones ya se realizaron.
Tu oración debe ser respondida si asumes el sentimiento que sería tuyo si ya estuvieras en posesión
de tu objetivo. En el momento en que aceptas el deseo como un hecho realizado el subconsciente
encuentra los medios para su realización. Para orar exitosamente entonces, debes ceder al deseo, eso
es, sentir el deseo realizado.
El hombre perfectamente disciplinado está siempre sintonizado con el deseo como un hecho
cumplido. Él sabe que la conciencia es la única y sola realidad, que las ideas y sentimientos son
hechos de la conciencia y son reales como objetos en el espacio; por lo tanto él nunca abriga un
sentimiento que no contribuye a su felicidad porque los sentimientos son las causas de las acciones
y circunstancias de su vida. Por otro lado, al hombre indisciplinado le resulta difícil creer aquello
que los sentidos niegan y usualmente acepta o rechaza solamente basado en apariencias de los
sentidos. Debido a esta tendencia a contar con la evidencia de los sentidos, es necesario ignorarlos
antes de comenzar a orar, antes de intentar sentir aquello que ellos niegan. Cuando sea que estés en
el estado mental, “Me gustaría pero no puedo”, más intentas y menos consigues obtener el deseo.
Nunca atraes aquello que deseas pero siempre atraes aquello que estás consciente de ser.
La oración es el arte de asumir el sentimiento de ser y tener aquello que deseas. Cuando los sentidos
confirman la ausencia del deseo, todos los esfuerzos conscientes de contrarrestar esta sugerencia son
inútiles y tienden a intensificar la sugerencia. La oración es el arte de ceder al deseo y no de forzar
al deseo. Cuando sea que tu sentimiento está en conflicto con tu deseo, sentir será lo que ganará. El
sentimiento dominante invariablemente se expresa a sí mismo. La oración debe ser sin esfuerzo.
Cuando se intenta fijar una actitud mental que los sentidos niegan, el esfuerzo es fatal.
Para ceder exitosamente al deseo como un hecho cumplido, debes crear un estado pasivo, una especie
de ensueño o reflexión meditativa similar al sentimiento que precede al sueño. En tal estado relajado
la mente se aleja del mundo objetivo y fácilmente siente la realidad del estado subjetivo. Es un estado
en el cual eres consciente y bastante capaz de moverte o abrir tus ojos pero no tienes deseo de hacerlo.
Una manera sencilla de crear este estado pasivo es relajarte en una silla confortable o en una cama.
Si es en una cama, acuéstate sobre tu espalda con la cabeza al mismo nivel de tu cuerpo, cierra los
ojos e imagina que estás somnoliento. Siente – “tengo sueño, tengo mucho, mucho sueño...” y dentro
de un corto tiempo después te envuelve un sentimiento de lejanía acompañado por una laxitud
(relajación) general y una pérdida de todo deseo de moverte. Sientes un descanso placentero, cómodo
y no te inclinas a alterar tu posición, aunque bajo otras circunstancias no estarías cómodo. Cuando
este estado pasivo se alcanza, imagina que has realizado tu deseo – no como fue realizado – sino
simplemente el deseo realizado.
Imagina en forma de imágenes lo que deseas lograr en la vida; entonces siéntete como que ya lo has
logrado. Los pensamientos producen pequeños movimientos de habla los cuales se pueden oír en el
estado pasivo de oración como pronunciamientos desde afuera. Sin embargo, este grado de pasividad
no es esencial para la realización de tus oraciones. Todo lo que es necesario es crear un estado pasivo
y sentir el deseo cumplido.
Todo lo que podrías necesitar o desear ya es tuyo. No necesitas un ayudante que te lo de. Declara tus
deseos una realidad imaginándolos y sintiéndolos como ya cumplidos. Cuando el final se acepta, te
vuelves totalmente indiferente respecto al posible fracaso, porque la aceptación del final consigue los
medios para ese final. Cuando emerges desde el momento de la oración es como que te mostraran el
final feliz y exitoso de una obra aunque no te mostraran cómo se logró aquel final. Sin embargo,
habiendo presenciado el final, sin importar cualquier secuencia anticlímax permaneces tranquilo y
seguro en el conocimiento de que el final se ha definido perfectamente.
LECCIÓN IV
Espíritu - Sentimiento
“NO por voluntad, ni por poder, sino por mi espíritu, dijo el Señor de las huestes”. Entra en el espíritu
del estado que deseas asumiendo el sentimiento que sería tuyo si ya fueras quien quieres ser. Al captar
el sentimiento del estado que buscas, te alivias de todo esfuerzo de hacerlo que sea una realidad,
puesto que ya lo es. Hay un sentimiento definido asociado con cada idea en la mente del hombre.
Capta el sentimiento asociado con tu deseo realizado asumiendo el sentimiento que sería tuyo si ya
estuvieras en posesión de la cosa que deseas, y tu deseo se objetivará.
La fe es sentimiento, “De acuerdo a tu fe (sentimiento) será hacia ti”. Nunca atraes aquello que deseas
pero siempre atraes aquello que eres. Como es un hombre, así ve. “A aquel que tiene le será dado y a
aquel que no tiene se le quitará...”. Aquello que sientes tú mismo que eres, eres, y se te da aquello
que eres. Entonces asume el sentimiento que sería tuyo si ya estuvieras en posesión de tu deseo, y tu
deseo deberá realizarse.
“Entonces Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó”. “Permite que esta mente
sea en ti así como también fue en Jesucristo, quien asumiendo la forma de Dios no pensó que ser
igual a Dios era un robo”. Eres aquello que crees que eres. En lugar de Creer en Dios o en Jesús –
cree que eres Dios o que eres Jesús. “Aquel que cree en mí, las obras que yo hago él también las
hará” debería ser “Aquel que cree como yo creo, las obras que yo hago él también las hará”. Jesús
no encontró extraño hacer las obras de Dios porque él creía que era Dios. “Yo y mi Padre somos uno”.
Es natural hacer las obras de aquel que crees ser tú mismo. Entonces vive en el sentimiento de ser el
(lo) que deseas ser y lo serás. Cuando un hombre cree en el valor del consejo que se le da y lo aplica,
establece dentro de él la realidad del éxito.
Notas de un estudiante de Neville: Cuando pongas en práctica estas enseñanzas de Neville, debes
visualizar y sentir tu deseo como ya cumplido ahora, dándole a tus escenas mentales el mayor grado
de realismo posible y debes mantenerte haciendo esto hasta que te llegues a emocionar. Es muy
importante llegar al punto en que surge la emoción porque es así como se causan las impresiones en
la mente subconsciente. Hay que ser constantes y repetir el proceso hasta que lo que sea que deseemos
se manifieste en el mundo físico. Recordemos que el cerebro es incapaz de diferenciar una
experiencia física de una imaginaria, y las toma a ambas por verdaderas. Esto está demostrado hoy
en día por la ciencia. Luego a nivel energético cualquier cosa que vivamos en nuestra imaginación
sintiéndola como si fuera verdadera es en ese mismo momento una realidad.
LECCIÓN V
El Método Neville
Sin embargo, esta simple fórmula para cambiar el futuro, la cual fue descubierta por los ancianos
maestros y dada a nosotros en la Biblia, puede ser probada por todos.
El primer paso en cambiar el futuro es el Deseo, eso es, definir tu objetivo, saber definitivamente
qué deseas.
Segundo: construir un evento que creas que podrías encontrar SIGUIENDO el cumplimiento de tu
deseo, un evento que implique el cumplimiento de tu deseo, algo que tendrá la acción predominante
del mismo.
El tercer paso es inmovilizar el cuerpo físico e inducir un estado similar al de dormir. Entonces
mentalmente sentirse justo en la acción propuesta, imagina mientras tanto que estás realmente
haciendo la acción AQUÍ Y AHORA. Debes participar en la acción imaginaria, no meramente
apartarte y mirar, sino SENTIR que estás realmente haciendo la acción, tal que la sensación
imaginaria sea real para ti.
Es importante siempre recordar que la acción propuesta debe ser una que SIGA el cumplimiento de
tu deseo, una que implique satisfacción. Por ejemplo, supón que deseas una promoción en la oficina.
Entonces ser felicitado sería un evento que encontrarías siguiendo el cumplimiento de tu deseo.
Habiendo elegido esta acción como la que experimentarás en la imaginación para implicar una
promoción en la oficina, inmoviliza tu cuerpo físico e induce un estado cercano al sueño, un estado
somnoliento, pero uno en el cual aún eres capaz de controlar la dirección de tus pensamientos, un
estado en el cual estás atento sin esfuerzo. Entonces visualiza a un amigo parado delante tuyo. Pon
tu mano imaginaria en la suya. Siéntela sólida y real, y sigue una conversación imaginaria con él en
armonía con el SENTIMIENTO DE HABER SIDO PROMOVIDO.
No te visualizas distante en un punto del espacio ni distante en un punto del tiempo siendo felicitado
por tu buena suerte. Más bien, HACES que el lugar sea AQUÍ y el futuro AHORA. La diferencia
entre SENTIRTE en acción, aquí y ahora, y visualizarte en acción, como si estuvieras en una pantalla
de cine, es la diferencia entre el éxito y el fracaso.
La diferencia será apreciada si ahora te visualizas a ti mismo subiendo una escalera. Entonces, con
los ojos cerrados imagina una escalera justo delante tuyo y SIÉNTETE REALMENTE
SUBIÉNDOLA.
La experiencia me ha enseñado a restringir la acción imaginaria que implica la satisfacción del deseo,
a condensar la idea en un solo acto y recrearlo una y otra vez hasta alcanzar la sensación de realidad.
De otra manera, tu atención vagará hacia un camino asociado y una gran cantidad de imágenes
asociadas serán presentadas a tu atención, y en unos pocos segundos te llevarán cientos de millas lejos
de tu objetivo en el punto del espacio y años lejos en el punto del tiempo.
Si decides subir un tramo particular de escaleras, porque ese es el evento probable que sigue el
cumplimiento de tu deseo, entonces debes restringir la acción a subir ese tramo particular de
escaleras. Si tu atención se desvía, tráela de regreso a la tarea de subir ese tramo de escaleras y
sigue haciéndolo hasta que la acción imaginaria tenga toda la solidez y particularidad de la
realidad.
La idea debe ser mantenida en la mente sin un esfuerzo sensible de tu parte. Debes, con el mínimo
de esfuerzo permear la mente con el sentimiento del deseo cumplido.
El adormilamiento facilita el cambio porque favorece la atención sin esfuerzo, pero no debe ser
empujado al estado de sueño en el cual ya no eres capaz de controlar los movimientos de tu atención.
Sino un grado moderado de adormilamiento en el cual aún eres capaz de dirigir tus pensamientos.
Una manera muy efectiva de encarnar un deseo es asumir el sentimiento del deseo cumplido y
entonces, en un estado somnoliento y relajado, repetir una y otra vez como una canción de cuna,
cualquier frase corta que implique la satisfacción de tu deseo, tal como, “Gracias, gracias, gracias”
como si lo dirigieras a un poder superior por haberte dado aquello que deseas.
Sé que cuando este curso termine muchos de ustedes aquí serán capaces de decirme que han
cumplido sus objetivos. Hace dos semanas dejé el escenario y fui a la puerta a estrechar la mano de
gente de la audiencia. Estoy seguro al decir que al menos 35 personas de una clase de 135 me dijeron
que lo que deseaban cuando se unieron a la clase ya lo tenían realizado. Esto ocurrió hace solo dos
semanas. No hice nada para que pasara excepto darles esta técnica de oración. No necesitas hacer
nada para que ocurra excepto aplicar esta técnica de oración.
Con tus ojos cerrados y tu cuerpo físico inmovilizado induce un estado similar al del sueño y entra
en la acción como si fueras un actor haciendo la parte. Experimenta en imaginación lo que
experimentarías en persona si estuvieras en posesión de tu objetivo. Haz que ese otro lugar sea AQUÍ
y que entonces sea AHORA. Y tu yo mayor, usando un enfoque mayor utilizará todos los medios y
los llamará buenos, lo que tiende hacia la producción de aquello que has asumido.
Estás aliviado (eres libre) de toda responsabilidad de hacerlo así, porque cuando imaginas y sientes
que es así, tu yo dimensionalmente mayor determina los medios. No pienses ni por un momento que
alguien va a ser dañado para que ocurra, o que alguien va a ser decepcionado. No te corresponde, no
es asunto tuyo. Debo conducir esto a casa. Muchos de nosotros, educados por distintas enseñanzas,
estamos tan (demasiado) preocupados por el otro.
Preguntan, ‘¿Si obtengo lo que deseo no implicará daño para otro?’ Hay maneras que tú
desconoces, así que no te preocupes.
Cierra tus ojos ahora porque vamos a estar en silencio por un largo rato. Pronto estarás tan perdido
en contemplación, sintiendo que eres lo que deseas ser, que estarás totalmente inconsciente del hecho
de que estás en este cuarto con otros.
Recibirás un shock cuando abras tus ojos y descubras que estamos aquí. Debería ser un shock cuando
abras tus ojos y descubras que no eres en realidad aquello que hace un momento sentías que eras, o
sentías que poseías. Ahora iremos a lo profundo.
PERIODO DE SILENCIO.........
No necesito recordarte que ahora eres aquello que has asumido que eres. No lo discutas con nadie,
ni contigo mismo. No puedes pensar en el CÓMO, cuándo sabes que ya ERES.
Tu razonamiento tridimensional, que es un razonamiento muy limitado en efecto no debería ser
traído a este drama. No sabe. Lo que sentiste como verdadero es verdadero.
No permitas que ningún hombre te diga que no deberías tenerlo. Lo que sientes que tienes, lo tendrás.
Y te prometo esto, después que hayas realizado tu objetivo, como reflejo tendrás que admitir que esta
mente razonadora tuya nunca podría haber organizado el camino o la manera [para que se cumpliera
el deseo].
Eres y tienes aquello en este mismo momento en que te lo apropiaste. No lo discutas. No mires a
alguien buscando aliento porque la cosa podría no venir. Tiene que venir. Sigue con los negocios de
tu Padre haciendo todo lo que haces normalmente y permite que estas cosas ocurran en tu mundo.
Neville Goddard
Notas de un estudiante de Neville: Esta técnica de oración debe realizarse por lo menos una vez
cada día hasta que nuestro deseo se haya manifestado completamente.
Para saber si lo estamos haciendo correctamente hay 2 indicadores. El primero es si llegamos a
alcanzar la sensación de realidad de nuestro deseo cuando estamos perdidos en su contemplación. El
segundo indicador es cuando surge una emoción que recorre todo nuestro cuerpo y que gradualmente
se hace más y más intensa a medida que sentimos nuestro deseo como real.
Se puede dar por concluida la sesión cuando hayamos alcanzado la sensación de realidad de
nuestro deseo, y/o surgió la emoción que recorre todo nuestro cuerpo y que gradualmente aumenta en
intensidad, y en el momento en que nos sintamos completamente satisfechos por esos minutos de
imaginación y visualización.
Y ahora pon esto en práctica. Practicando es como mejorarás tu aplicación de este método.
Porque recuerda que no hay mejor maestro que la experiencia y que aquello que se sabe pero que
no se usa de nada sirve. Esta técnica funciona. Así que empieza a ordenar tu mundo y tu vida hoy
mismo. Y no olvides compartirla con otros así como alguien la compartió contigo una vez.