Post on 19-Jul-2015
Grandes Padres de la Iglesia Latina
San Agustín de Hipona
San Gregorio Magno
San Ambrosio de Milán
San Jerónimo
San Ambrosio
Es uno de los cuatro Padres de la Iglesia Latina y uno de los 36 doctores de la Iglesia.
Procedía de una noble familia cristiana, su hermana fue virgen consagrada. Ambrosio, al igual que otros Padres de la Iglesia –Basilio, Agustín y otros- se bautizó siendo adulto. Su padre era prefecto de la Galia Narbonense (Francia), y él se perfilaba para funcionario imperial. A la temprana muerte de su padre, su madre lo llevó a Roma, donde recibió una sólida formación retórica y jurídica.
En 370 fue nombrado gobernador de la
Liguria y la Emilia, que tenía como sede a
Milán, que por aquel entonces también era
residencia imperial. La diócesis de Milán,
como toda la Iglesia, estaba profundamente
dividida entre católicos y arrianos. Tras la
muerte de Auxencio, obispo arriano que
había gobernado la diócesis de Milán por
veinte años, Ambrosio acudió a la basílica
donde se iba a celebrar la elección para
evitar cualquier conato de rebelión.
Según la tradición, su discurso fue
interrumpido por el grito de un niño:
“Ambrosius episcopus! Ambrosius
episcopus!”. Él se opuso enérgicamente a
su elección pues no se consideraba
preparado, era catecúmeno, se estaba
preparando para el bautismo. Era un
candidato aceptado por todos, pero sólo
por intervención del emperador se mostró
finalmente dispuesto (año 374). En el
plazo de una semana recibió los
sacramentos del bautismo y del Orden.
Siendo obispo fue
adquiriendo sólidos
conocimientos
teológicos; estudió la
Biblia y a autores tales
como Filón, Orígenes,
Atanasio, Basilio, con
quien mantuvo
correspondencia;
también Cicerón influyó
mucho en él.
Ambrosio, Obispo de Milán
Los arrianos tenían cierta esperanza con su nombramiento pero él muy pronto empezó a luchar en favor de la ortodoxia nicena.
Habían tenido cierta paz desde el
Edicto de Milán pero cuando Juliano
el Apóstata sube al poder (361-363),
éste trata de restaurar el paganismo.
Existía un ambiente de inseguridad; la
unidad de la Iglesia era precaria,
estaba asolada por el arrianismo.
Ambrosio era catecúmeno cuando
fue gobernador de Milán. Milán era
una de las ciudades más importantes
del Imperio, la 7ª quizás, por eso
Agustín fue a Milán. Todavía había
mucho paganismo y, además, Juliano
desarregló muchas cosas.
Juliano el apóstata
Ambrosio y Teodosio
San Ambrosio trabó amistad con distintos emperadores: Valentiniano (364-375), Graciano (375-383), Valentiniano II (383-392) y Teodosio (379-395).
“El emperador está en la Iglesia no sobre la Iglesia”, afirmó.
Los arrianos dominaban la corte
del emperador Valentiniano II en
Milán (375-392 Ilírico).
Valentiniano era menor de edad,
su madre Justina era arriana y
detentó el poder real. Ambrosio
utilizó su influencia para que los
arrianos fueran perdiendo fuerza
en el gobierno de la Iglesia. Los
arrianos pidieron a la corte
imperial la basílica Portiana de
Milán. La emperatriz Justina llevó
a cabo una serie de intrigas para
conseguirlo.
Ambrosio se encerró con sus fieles ocho días en la basílica y se pusieron a cantar himnos litúrgicos. “Nabot se negó a entregar la herencia de sus antepasados. ¿Cómo voy yo a entregar las iglesias de Jesucristo?”, dijo.
Se estaban jugando la vida porque había una orden imperial de desalojar. No se sabe por qué las fuerzas militares no los agredieron sino que se retiraron.
En 384, Símaco, prefecto de Roma, del partido pagano, aprovechó la debilidad de Valentiniano II para pedirle a Valentiniano II devolver la estatua de la diosa Victoria al senado, lo que provocó la ira de Ambrosio. Le escribió dos cartas al emperador y éste no accedió a la petición de Símaco.
Una anécdota
San Ambrosio hablaba con persuasión de la
virginidad. Las madres impedían que sus hijas
fueran a oír su predicación, y llegó aún a
acusársele de que quería despoblar el Imperio.
El santo respondía: “Quisiera que se me citase el
caso de un hombre que haya querido casarse y
no haya encontrado esposa”, y sostenía que en
los sitios en que se tiene en alta estima la
virginidad la población es mayor.
Rebelión contra el emperador
Teodosio
Hubo una rebelión en Tesalónica (Grecia)
contra el emperador Teodosio en 390. Teodosio
era un cristiano devoto pero no era ortodoxo,
era impetuoso, temperamental. Una multitud
reunida en el circo de Tesalónica fue pasada a
cuchillo. El emperador actuó como pagano
esa la masacre. Ambrosio excomulgó al
emperador Teodosio (379-395 Oriente) a causa
de la masacre de Tesalónica y no lo readmitió
hasta que hizo penitencia.
Liturgia En la liturgia
introdujo el
canto ambrosiano. Su
carácter, sus
homilías y su
interpretación de
la Biblia
impresionaron a
San Agustín, lo
que le abrió el
camino de la
conversión.
San Ambrosio y San Agustín
Agustín llegó a Milán en el pináculo de su carrera. Le habían dado el puesto de orador en la corte imperial, y aun así se sentía vacío. Notaba que espiritualmente le faltaba algo. Su madre llegó a Milán y tomó a San Ambrosio como director espiritual. Le aconsejó rezar por su hijo y rezó 17 años.
San Ambrosio y San Agustín
San Agustín necesitaba
la clave interpretativa
del Antiguo Testamento,
y la encontró en los
sermones de Ambrosio,
porque Cristo era esa
clave. Fue a ver a
Ambrosio, pero no
tantas veces como su
madre hubiera querido.
Lectura en silencio
San Agustín narra su sorpresa al ver
como Ambrosio, cuando estaba sólo,
leía las Escrituras con la boca cerrada,
en silencio, ya que en aquel tiempo la
lectura estaba concebida para ser
proclamada en voz alta.
Agustín vio a Ambrosio absorto en la
lectura del Antiguo Testamento y no lo
quiso interrumpir pero deseó ser como
él en ese amor por la Escritura.
San Ambrosio y la lectura
"En esa lectura, donde el
corazón se esfuerza por
comprender la palabra de Dios
-dice Benedicto XVI-, se entrevé
el método de la catequesis
ambrosiana: la Escritura
íntimamente asimilada, sugiere
los contenidos que se deben
anunciar para convertir los
corazones”.
Obras
Las obras exegéticas constituyen casi la mitad
de su producción. Sigue los modelos de
interpretación alegórica de Filón y de Orígenes.
En el campo trinitario su teología es deudora de
los Capadocios.
Pide permanecer en comunión con la Iglesia de
Roma: Ubi ergo Petrus, Ibi Ecclesia (In ps. 40,30).
En el tratado De Virginitate
dice
“Todo lo tenemos en Cristo (…). Si deseas curar
de tus heridas, Él es médico. Si te abrasa la
fiebre, Él es la fuente. Si te oprime la iniquidad, Él
es justicia. Si necesitas ayuda, Él es la fortaleza.
Si temes la muerte, Él es la vida. Si deseas el
cielo, Él es el camino. Si te cercan las tinieblas, Él
es la luz. Si buscas alimento, Él es la comida.
Gustad y ved qué suave es el Señor (Virgt.,
16,99).
¿Por qué los 8 primeros concilios
ecuménicos fueron convocados por
Emperadores?
Los emperadores cristianos
querían seguir siendo como los
emperadores paganos: reyes y
pontífices; árbitros en cuestiones
religiosas y políticas. Además,
nadie más los podía convocar
porque se trataba de reuniones
de todo el imperio y había que
trasladar personas de todo el
imperio.