Post on 30-Mar-2016
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CEIP. MANUEL CASTRO ORELLANA
VILLANUEVA DEL ARISCAL
Día 24 de octubre
Hemos celebrado el día de la Biblioteca en nuestro
colegio y hemos realizado actividades
Marcapáginas para el
alumnado del centro y
para las familias que han
colaborado en nuestras
actividades.
Sesiones de cuenta-cuentos
a cargo del profesorado del
centro y de las familias
FANTASÍA Y REALIDAD
En el recreo, ven
con tu carné. Un
Libro podrás
llevar.
O si quieres,
tus trabajos
terminar.
Nuevas lecturas
conocerás
¿Conoces nuestras
maletas viajeras?
Comparte con tu familia la gran experiencia de leer. Llévate
a casa una maleta donde encontrarás libros de diferentes
temas. Papá y mamá pueden leerlos también. Al final , si
quieres en un diario escribe tus comentarios y opiniones.
¡Os encantarán!
¡Dibuja
tu libro!
¡Recorreré
todo
el colegio!
H ace mucho tiempo en un pueblo
muy lejano , vivía un grupo de 5 niños
eran : Juan , Rafa , Jesús , Ana y Ma-
ría. Los 5 siempre , después de salir
del colegio ,
miraban la
casa que es-
taba en la
colina más
grande del
pueblo. Un
sábado , los
5 se dispusieron a entrar en la casa.
Ya veras , va a ser muy guay - dijo
Juan en plan líder
-¡Pero y si no salimos de aquí¡ -dijo
Ana
asustada.
-No te preocupes , no es nada más que
una casa abandonada -dijo Jesús cal-
mando a Ana
-Vamos a entrar ya -dijo María
Entraron y se dispusieron a explorar
la casa . Lo hicieron en grupos : Je-
sús , Rafa y Ana fueron un grupo. Juan
y María por otro grupo.
El grupo de Jesús entró en una habi-
tación , Había nada más que un cuadro.
Pero , al cuadro se le movían los ojos.
Rafa.
Se puso delante del cuadro y dijo :
-Este cuadro no da miedo ,¡ anda no
seáis tan cobardes!.
En el cuadro apareció un hueco que
soltó un humo muy espeso.
Cuando el humo desapareció Rafa te-
nía un cuchillo clavado en la nariz.
-¡Aaaaaaaaaaaaaaaaah ! -gritó Ana
-¡Salgamos de aquí¡ -dijo Jesús
Mientras en el grupo de Juan y María:
-No tienes que tener miedo María. Es-
ta casa no está encantada -dijo Juan
-Aquí tampoco es,¿ cómo vamos a sa-
lir de aquí. -dijo Ana desesperada.
Al salir , Ana fue cortada en 2.
-¡Aaaaaaaaaaaaaaaaah -dijo Jesús.
-Ya está , me voy.
Cuando Jesús llegó a la puerta , se-
guía sin poder abrir y entonces los
fantasmas de sus 4 amigos empuña-
ban una espada cada uno.
¡Oh Dios mío!, ¡es mi fin ¡ Dijo Jesús
asustado.
Entonces todas las luces se encen-
dieron y saltó confeti. Todo era una
broma para Jesús.
-¡Nos hemos vengado de tí¡ -dijo
Ana.
-Por ponernos a cada uno una chin-
cheta en la silla del cole -dijo Rafa.
-Lo siento , pero ha sido divertido -
dijo Jesús.
Entonces , todos se fueron a sus ca-
sas
sanos y salvos. Al día siguiente Juan
le explicó a Jesús como lo habían he-
cho todo.
Se llevaron un buen rato en una sala
determinada. No había nada.
JESÚS CARO RODRÍGUEZ
CURSO 6ºB
É rase una vez una
vampira que era muy
buena y que se llamaba Es-
trella.
Era delgada, guapa y tenía
dos alas escondidas debajo
de su capa.
Siempre iba vestida de negro y tenía unos zapatos llenos de diamantes.
Estrella tenía una mascota , un murciélago negro que tenía una cicatriz en la
cara y que se llamaba Scar.
La noche de Halloween la vampiro se coló en una fiesta donde la gente esta-
ba disfrazada. Se quitó la capa, sacó sus alas y se puso a volar por el salón
de la casa.
La gente empezó a chillar y se fueron todos corriendo.
Estrella se quedó muy triste y se puso a llorar. De re-
pente, un hada que se había colado en la fiesta antes le
dijo que los niños estaban escondidos en la cocina.
Estrella fue a la cocina y pidió perdón a todos los niños
por asustarlos.
Los niños la perdonaron y se fueron todos juntos por las
casas a pedir caramelos.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
1ºA
E n un pequeño pueblo llamado Dici-
city, vivía un niño llamado Juanje.
Juanje con tan solo 12 años era un niño
muy valiente. Se atrevía con todo lo que
tenía algún riesgo como meterse en cuevas
llenas de murciélagos, meterse con su tío,
que trabajaba en un circo, en las jaulas de
leones, y cosas por el estilo.
Le encantaban las alturas y todos los de-
portes de riesgo, aunque sus padres toda-
vía no le dejaban practicar ninguno.
Juanje no le temía a nada, bueno, a nada
que fuese de esta vida, porque sí que tenía
una inquietud. Le daba miedo pensar en los
espíritus y fantasmas. ¡Que miedo!
No era capaz ni siquiera de pasar cerca
del cementerio.
Se acercaba la noche de Halloween y sus
amigos Raúl, Jesús, Néstor y Ángel segu-
ramente querían ir hasta el cementerio, y
el ya no podría poner la excusa de siempre
porque ya era mayor.
Y llego el día...
Todos estaban disfrazados al caer la tar-
de. Fueron por todas las casas pidiendo
dulces y caramelos y lo pasaron muy bien,
hasta que uno de ellos dijo:
-¡ Vayamos al cementerio!
La frase temida de Juanje. Le entró el
miedo en el cuerpo y se quedó sin aliento.
Néstor dijo entonces:
-Seguramente Juanje no vendrá, tiene
miedo.
Y rieron todos...
¡Sí vayamos al cementerio¡ dijo Juanje
armándose de valor.
Todos le miraron. Sabían de su miedo por
eso se quedaron sorprendidos.
-¿ Habrá perdido el miedo a entrar en el
cementerio?- se preguntaban.
Los niños aterrorizados de lo que estaban
viendo salieron corriendo hasta la puerta,
pero... ¡estaba cerrada!
Miraron para un lado y otro esqueleto, pe-
ro ahora una voz de mujer también los
perseguían. Llevaba en la mano una hoz.
-¡Nos van a cortar la cabeza! Dijo Ángel
medio llorando.
- Déjate de tonterias y corre- dijo Raúl.
Seguían corriendo y esta vez apareció el
caballero sin cabeza y la muerte, un enca-
puchado con un hacha en la mano.
¡Vamos a morir, vamos a morir! Seguía gri-
tando Ángel.
-¡ Corre y no lloriquees más! Dijo Jesús.
Llegaron al final del cementerio y había
otra puerta. Entonces los niños intentaron
salir por ella y uno de los esqueletos cogió
a Juanje.
Los niños siguieron corriendo hasta llegar
al centro del pueblo. Allí se dieron cuenta
de que Juanje no estaba.
-¿ Lo habrán matado? -preguntó Ángel.
No digas eso- contestó Néstor. Tenemos
que volver por él.
- No no. Dijo Raúl. Yo no vuelvo.
- Tenemos que volver, es nuestro amigo-
dijo Jesús.
Muertos de miedo, emprendieron su ca-
mino hacia el cementerio. Cuando estaban
cerca, empezaron a escuchar música. A
medida que se iban acercando, la música se
iba haciendo más y más fuerte.
Llegaron al cementerio y la música era muy
fuerte y había.... ¡Luces de colores!
¿Luces de colores en un cementerio? Se
preguntaron los niños.
Entraron y vieron a Juanje ¡bailando con
los fantasmas!
No eran fantasmas, eran los amigos del
guarda y el guarda, que habían montado
una fiesta de Halloween allí. Invitaron a
entrar a los niños y todos se rieron al
acordarse de la cara que se les quedó
cuando los estaban persiguiendo. Aunque
los niños estaban un poco avergonzados, al
principio lo pasaron muy bien en esa fiesta
y jamás se rieron de Juanje por su miedo a
los fantasmas.6ºA
Jesús Suárez Reina 6ºA
H abía una vez un fantasma que
visitaba un pueblo, y una casa
de ese pueblo, todos los días
13 de cada mes.
El pueblo se llamaba Hiving Hing y el fan-
tasma asustaba a dos niños llamados Ham-
let y Susan. Los niños eran hermanos.
Con el tiempo los hermanos terminaron
hartos de los sustos del fantasma y deci-
dieron ponerle unas trampas.
El fantasma
burlaba todas las
trampas hasta que un día cayó en una y
por fin los niños y el fantasma se conocie-
ron. El fantasma era bajito y rechoncho.
Poco a poco se hicieron amigos y se fue-
ron cogiendo cariño .
A partir de entonces eran los tres los que
asustaban a otras personas.
ANTONIO TORRES 4º B
É rase una vez en un
pueblo llamado Villa-
nueva del Ariscal unos ni-
ños que preparaban dis-
fraces para la noche de
Halloween.
Estaban muy contentos
porque se iban a reunir todos los amigos.
Al llegar la noche salieron y empezaron a
llamar a la puerta de las casas para que le
dieran caramelos.
Estaban muy alegres y pasándoselo muy
bien cuando, al pasar por una casa que esta-
ba abandonada, vieron un reflejo por la
ventana. Se asustaron tanto que se escon-
dieron detrás de un árbol.
De pronto, del cielo salieron rayos y una
lluvia muy intensa empezó a caer.
Los niños, al ver que se mojaban, empeza-
ron a correr hacia la casa abandonada y
cuando se dieron cuenta estaban dentro.
Sintieron un viento helado que venía de la
segunda planta. Empezaron a abrir todas
las puertas de las habitaciones y llegaron
hasta donde vieron el resplandor.
Entraron llenos de miedo y vieron a un niño
debajo de la cama. Lo animaron a salir. La
luna se reflejaba en sus ojos tristes. Empe-
zaron a salirles garras afiladas, colmillos
largos y su cuerpo se llenó de pelo.
Los niños salieron corriendo de miedo, ba-
jaron la escaleras, tropezaron y cataplúm",
rodaron y rodaron.
El niño lobo enfadado empezó a correr de-
trás de ellos llorando. Los demás le pregun-
taron qué le pasaba y respondió que no te-
nía amigos. Lo consolaron y le prometieron
que serían amigos de él para siempre.
El niño lobo muy contento, empezó a dar
saltos lleno de alegría.
Y, colorín colorado, este cuento se ha aca-
bado.
José Mª Suárez Fernández 4º C
É rase una vez, un castillo en el que
vivía un monstruo de tres ojos y
cinco piernas. Ese monstruo asustaba a
todos los monstruos que vivían en ese
castillo y se los comía.
El castillo era muy bonito, por todas
las paredes había calabazas que ha-
cían ruido e iluminaban los ojos.
Un día, hubo una fiesta de Halloween
en el castillo a la que asistieron todos
los monstruos del castillo y bebieron
sangre y comieron carne humana sin
parar.
Una momia que había en la fiesta se es-
capó del castillo y se comió a todos los
humanos que encontraba en su camino.
Pero, de repente, fueron las doce de la
noche, todos los muertos resucitaron y
los monstruos salieron del castillo y se
pusieron a caminar por las calles de la
ciudad, y desde entonces, los monstruos
y los humanos, son amigos.
1ºB
Ana Vega 3ºA
H abía una vez una
bruja llamada Ske-
lita.Vino a un instituto llamado "Más allá del infierno".
Allí conoció a mucha gente.Fue a su nueva clase y co-
noció a una nueva amiga llamaba Susta.Era una bruja.
Se llevaban muy bien con ella. Un día se quedaron en
el cuarto de baño encerradas.Se apagaron las luces y
había un fantasma . Allí se murieron de miedo porque
se oían muchos ruidos y muchos truenos.Y la noche
que llegaba era Halloween. Estaban muy asustados. El
fantasma tenía mucha hambre. Ellos también tenían
hambre. Al fantasma se le ocurrió una gran idea:
-Voy a la cafetería y cojo algo para comer.
Cogió un poco de patatas y ensalada . Se la comieron
y se quedaron dormidos,los tres. Al día siguiente
salieron del cuarto de baño, y se despidie-
ron las dos de su amigo fantasma.
-¡ Hasta otra amigo!.
Al final volvieron a clase felices y contentas.
C orría el año mil ochocientos, era
una noche de verano. Tom y su fa-
milia viajaban en un pequeño carro tirado
por dos caballos. Al penetrar en un espeso
bosque se les rompió una rueda del carro.
Teniendo que detenerse para arreglarla.
Como era ya muy tarde decidieron pasar la
noche allí mismo. Encendieron un gran fue-
go y, cuando ya estaba casi apagado, Max,
el hermano de Tom, vio correr entre los ár-
boles unas pequeñas luces. Asustado gritó:
_ ¡Mamá, mamá, aquí hay fantasmas!
Toda la familia se agrupó y empezaron a
observar las pequeñas lucecillas que se mo-
vían entre los árboles. Toda la familia tem-
blaba de miedo y las luces no paraban de
dar vueltas, el viento movía las ramas que
crujían con un sonido seco, los búhos se ha-
cían oír en los árboles.
Tom, Max y sus padres
estaban muy asustados
y, con rapidez, empe-
zaron a construir una
pequeña cabaña con
ramas y hojas. Pasaron
la noche muy asustados pensando que el
bosque estaba lleno de fantasmas que los
atacarían en cualquier momento. Pero al sa-
lir el padre de la cabaña y observar las lu-
ces con más detenimiento se dio cuenta de
que las luces no eran más que pequeñas lu-
ciérnagas.
Desde ese momento la familia ya no tuvo
miedo del bosque ya que en él podían escu-
char y ver cosas que en realidad se trata-
ban de animales y de cosas naturales.
Tom y Max aprendieron que los fantasmas
no existen.
José Antonio Velasco 5ºA
E n 1950 , la casa del lago, era más
bien una cabaña hecha de madera
y un poco estropeada, pero para
los niños del pueblo era bastante intere-
sante.
Un día decidieron ,un grupo de amigas, ir a
visitar el interior de la casa, sin darse
cuenta que ninguno de sus familiares sa-
bían de aquella excursión.
La tarde estaba lluviosa y en el cielo había
unas nubes muy negras. Cuando entraron
en la vivienda oyeron la madera crujir y
vieron las telarañas que adornaban muebles
y esquinas. De pronto Ana dijo:
-!No me parece buena idea haber venido!
-Pues a mí me parece interesante , contes-
tó Paula.
-¿Subimos arriba? dijo Carmen.
-!Vale! Contestaron las amigas.
Ya en la planta de arriba escucharon el
agua caer sobre el tejado. La tarde se puso
realmente mala y las niñas sabían que no
podían regresar a casa hasta que dejara de
llover con esa intensidad. Pusieron unas
mantas viejas en el suelo, encendieron unas
velas y se sentaron sobre la madera , mien-
tras por la ventana veían como la noche lle-
gaba al lago. Empezaron a sentir miedo
cuando oyeron ruidos en el tejado de la ca-
sa y sombras en la pared. Las tres chicas
aterradas se abrazaban unas a otras.
-!Aquí hay fantasmas! dijeron las niñas con
los ojos llorosos. Ana comentó:
-!No teníamos que haber venido, os lo dije!
Los murciélagos revoloteaban por la habi-
tación y con la luz de las velas parecían
enormes vampiros.
Los ruidos en la casa eran terroríficos,
hasta que una de ellas dijo:
¿Vamos a ver de donde proceden los rui-
dos?-Tú sabrás.
Cual fue su sorpresa al ver que los ruidos
que les asustaban venían de una familia de
ratoncitos que andaban por toda la casa y
las sombras que veían no eran terroríficos
vampiros, sino que los pequeños murciéla-
gos reflejando sus sombras a la luz de las
velas.
Cuando ya no llovía regresaron a casa y es-
ta experiencia la recordaron toda la vida.
Mª Nieves 5º C
E n un país muy lejano había un pue-
blo muy feliz. Siempre había gen-
te por todas partes riéndose to-
do el tiempo.
Al poco tiempo vieron a una persona muy
rara, muy triste y sola. Era un hombre.
Al día siguiente había solo dos personas
en el pueblo. Al rato vino corriendo una
niña y se dirigió a un hombre mayor y le
dijo:
-!Mi mamá esta muerta!
-Y el hombre le contestó: Que ha sucedi-
do?
-La niña le dijo: !Le ha matado el hombre
raro!
La gente se enteró y gritaron. !Un ase-
sino! !Corred!
A la mañana siguiente al hombre lo reco-
nocieron como el asesino y andaba con una
pistola en la mano. Todo el mundo lo mira-
ba y decían que había matado a un policía.
Todo estaba cerrado y el alcalde gritó:
-!Que todo el mundo se quede en su casa!
El pueblo tenía miedo, todo el mundo es-
taba escondido y triste. Solo el asesino
andaba por el pueblo buscando gente a la
que matar.
Solo una niña le plantó cara pero el ase-
sino le dio un disparo en el corazón y la
mató. De repente llegó un amigo del ase-
sino al pueblo y dando un
paseo por la playa ideó un
plan.
El compañero lo empujó y
lo tiró al mar que estaba
llena de tiburones pero en su desespera-
ción se agarró al pie de su amigo y murie-
ron los dos. Al final el pueblo recuperó la
calma y la felicidad.
Alba Castaño Forero 3º
É rase una vez una niña llamada Ma-
ría que iba con su amiga y se per-
dieron en el bosque. Vieron una
casa de lejos y entraron. Su amiga le di-
jo:
-¡No,no, a ver si es de una extraña !,pero
no le echó cuenta y entró .Y como ella no
sabía que era la casa encantada, cuando
entró se cerró la puerta y no se podía
abrir . Entonces se hizo de noche y se
escucharon muchos ruidos raros como,
¡uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!
Se cerraba y se abrían las puer-
tas ,tenían muchiissssimo miedo.
Cuando se hizo de día su madre la en-
contró y llamó a todo el mundo para que
supieran que su hija estaba bien y
montaron una fiesta para celebrar que
habían encontrado a su hija y ya no vol-
vió a separarse de su madre nunca mas.
Sonia Blanco 3º A