Post on 26-Oct-2020
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1) ASI ESTÁ EL MAPA
INMOBILIARIO DEL RETAIL
EN COLOMBIA.
Mall & Retail anuncia la próxima
salida de su más reciente
estudio EL MAPA INMOBILIARIO
DEL RETAIL EN COLOMBIA 2019,
donde hace un análisis de las
principales variables de la oferta
inmobiliaria de centros
comerciales en el país. Veamos
las conclusiones más
importantes.
Una buena dinámica de la
oferta.
La construcción de centros
comerciales en nuestro país los
últimos 10 años ha presentado
una excelente dinámica, lo cual
ha contribuido al incremento de
la oferta comercial en 55%,
pasando de 154 centros
comerciales en 2010 a 239 al
cierre del 2018. El año anterior se
inauguraron 13 nuevos malls
que sumaron un total de 417. 200
m2 de GLA, con inversiones
cercanas a los $ 3.2 billones, lo
cual determinó cerrar el año
con un total de 5.445.150 m2 de
GLA.
Colombia en la última década,
se ha mantenido como uno de
los principales países
latinoamericanos, con el mayor
ranking en la atracción del retail,
lo cual desde el punto de vista
de la oferta disparó la
construcción de nuevos
complejos comerciales, para
permitir el aterrizaje de nuevas
marcas del retail mundial que
unido al proceso de expansión
de las marcas nacionales y los
nuevos formatos de precio bajo
y de estilo de vida, permitieron
que los nuevos centros
comerciales aperturaran con un
nivel de ocupación alto.
Debilidad en la demanda.
Sin embargo, los tres últimos
años la situación cambio
sustancialmente por un entorno
macroeconómico débil
a consecuencia de la
disminución del consumo de los
hogares, los incrementos de
precios de venta por nuevos
tributos, una inflación
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acelerado y una baja en los
índices de confianza del
consumidor genero una caída
en las ventas de los retailers. Este
panorama determinó una
inversión mucho más cautelosa
en nuevos centros comerciales,
derivando en una expansión
más selectiva de los retailers
tanto nacionales como
internacionales, disparando los
niveles de disponibilidad o de
vacancia de los locales
comerciales, así como la
reducción generalizada de
precios de alquiler
convirtiéndose en un escenario
propicio para compradores y
arrendatarios.
Por esta misma causa y dentro
de esta nueva dinámica se está
configurando una tendencia
creciente a sustituir el modelo de
rentas fijas por uno de los
ingresos variables basadas en los
resultados de las ventas de los
retailers en el centro comercial.
La tasa de absorción ha
disminuido.
La baja ocupación con que han
arrancado los nuevos centros
comerciales, han afectado el
mercado inmobiliario del retail,
ya que los nuevos desarrollos
entran en operación con
significativas áreas disponibles
que demoran la estabilización
del activo, generando un
desbalance entre el inventario y
la oferta, lo que en respuesta
arroja tasas de disponibilidad
más altas a las registradas
durante los últimos 3 años.
Los tendencias globales que se
están desarrollando en otras
geografías por la venta online y
los cambios en el
comportamiento del
consumidor, está obligando a
los nuevos desarrolladores a
disponer de una mayor
destinación del GLA para
entretenimiento, nuevos
formatos de centros
comerciales y estimaciones de
nuevas áreas por desarrollar, las
cuales se enfocan cada vez más
en ofrecer a los consumidores
espacios de ocio.
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Es importante
señalar que ante
la escasez de
tierras en
ciudades
principales, más la
saturación
mostrada en
ciertas regiones
del país, ha
motivado a
grandes desarrolladores a
explorar zonas residenciales que
cuentan con poca oferta
comercial, en formatos inferiores
a los 5.000 m2 de área rentable
que se empiezan anclar con
tiendas de conveniencia del
tipo “hard discount” que han
ingresado o se están
desarrollando en el país.
Comportamiento por ciudades.
El análisis de las cuatro
principales ciudades del país:
Bogota, Medellín, Cali y
Barranquilla determinan que en
los 103 centros comerciales
existentes hay una oferta de
más de 3.3 millones de m2 de
área arrendables de los cuales
220.000 m2 están desocupados
arrojando un tasa de vacancia
de 6.6% un 10.2 % más que el
2017.
Bogotá es la ciudad de más
disponibilidad de locales con el
38% de la vacancia de las
ciudades estudiadas,
equivalentes a 1.028 locales y
83.392 m2 de GLA con un con un
crecimiento en área del 25%,
explicado por el ingreso de
nueva oferta en el mercado
como el centro comercial Plaza
Ensueño, Plaza Claro y Neos
Moda los cuales arrancaron con
una vacancia alta. Los precios
de alquiler se sitúan en $ 121.299
por m2, para local comercial y $
217.258 para local de comidas.
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Caso similar se observa en la
ciudad de Medellín donde el
ingreso de tres centros
comerciales: Viva Envigado con
105.000 m² el cual se consolida
como el centro comercial más
grande el país, además, de los
centros comerciales La Central,
Plaza Arrayanes y De Moda
Outlet, incorporaron una oferta
significativa de metros
cuadrados que llevaron a que la
ciudad registrara una vacancia
del 10.4%. El precio de alquiler se
incrementó en un 24%
situándose en los $154.032 por
m2
En Barranquilla el incremento fue
del 5.4% en la vacancia física
explicado por la apertura del
centro comercial
Carnaval que
marcó una
vacancia del
59%. Los precios
de renta se
incrementaron
en un 19%
debido al
aumento de
oferta en centros
comerciales.
En la ciudad de Cali la vacancia
no presentó mayores cambios si
bien se evidencia un
crecimiento de 3.000 m2
equivalente al 0.8%. Los precios
por metro cuadrado alcanzan
en promedio $ 83,159
aumentando un 8% con
respecto al año anterior,
derivado de mayores espacios
disponibles en centros
comerciales como: Unicentro y
Chipichape que marcan precios
por metro cuadrado alrededor
de $150.000
11 centros comerciales se
esperan que arranquen en 2019
que sumaran un total de 309.995
m2 de GLA, con inversiones
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cercanas a los $ 2.2 billones. Al
final el país terminará con 250
centros comerciales y 5.755.145
m2.
De estos en las ciudades
estudiadas se esperan la
entrada de nueve proyectos
dentro de las 4 principales
ciudades del país,
concentrados en el segundo
semestre del año, lo cual se
traduce en más de 333.000 m2.
En Bogotá se proyecta el
ingreso de 145.000 m2
concentrada en los proyectos
de Paseo Villa del Rio y El Edén
1ra Etapa, en segundo lugar se
encuentra la ciudad de
Barranquilla en
donde se espera
una nueva
oferta de 122 mil
m2, distribuida
en los proyectos
de Allegra, la
expansión de
Mall Plaza, Plaza
Campestre y
Plaza 63.
Fuente: Leopoldo Vargas Brand-
Gerente de Mall & Retail.
2) QUÉ HA APRENDIDO LA
CADENA H&M DEL
MERCADO
COLOMBIANO
Varios desafíos le ha planteado
el mercado colombiano a la
segunda cadena más grande
en venta de moda a nivel
mundial. Así los está resolviendo
para tener éxito.
Pensar globalmente y actuar
localmente es quizá la
estrategia de negocios más
popular entre las
multinacionales que buscan el
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éxito en sus procesos de
expansión. Pero, aunque suena
bien, su ejecución no siempre es
tan sencilla. Ese uno de los
mayores desafíos para las
marcas globales.
Así lo ha entendido la cadena
sueca de moda H&M, que entró
a Colombia en mayo de 2017 y
acaba de cerrar su año fiscal
2018, al corte del 30 de
noviembre, con ventas por
$163.000 millones en Colombia.
El gerente de la cadena en
Colombia, Joaquím Pereira,
explica que los resultados han
sido tan positivos que este año
continúa la expansión con la
apertura de tres nuevas tiendas
en Bogotá y en Medellín.
En junio próximo inauguran la
operación en Centro Mayor,
uno de los centros comerciales
más visitados en la capital del
país y para el segundo semestre
tienen programadas las
aperturas en Viva Envigado y El
Tesoro, en Medellín.
Si bien la cadena ha logrado
remontar las metas y obtener
exitosos resultados, también ha
aprendido del mercado
colombiano. Entre las lecciones
están el aprendizaje obtenido
de la idiosincrasia latina, el
conocimiento de una cultura
distinta y estar atento a las
oportunidades del mercado.
Estas son las cinco principales
lecciones de H&M en Colombia.
1. Las formas latinas.
Uno de los aprendizajes más
importantes de la compañía en
Colombia tiene que ver con su
adaptación a las tallas del
mercado local. En el mundo
H&M maneja unos patrones
internacionales en la
confección de sus prendas, pero
a su llegada al país se encontró
con que algunas de estas no se
adaptan ni al gusto ni a las
necesidades de los
colombianos. Por eso decidió
hacer un alto en el camino y
adaptarse a las formas latinas,
con los tallajes que prefieren las
colombianas. Este cambio le ha
significado una mejor
adaptación y mayor demanda
de prendas de moda en el país.
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2. Sin estaciones.
En el mundo, las marcas
globales de moda están
acostumbradas a lanzar
colecciones que se adapten a
las cuatro estaciones muy
marcadas en el hemisferio norte.
Sin embargo, por ser un país
tropical, este tipo de
diferenciación no tiene tanto
sentido en el país y un mismo
tipo de prenda se puede vender
durante todo el año. Esto
representa una gran
oportunidad para esta marca
de moda, que ha decidido
adaptarse a esas condiciones y
aprovechar que existe una
demanda de ciertos artículos
durante todo el año.
3. El precio manda.
Aunque en el
mundo los
empresarios tienen
claro que sus
consumidores
siempre buscarán
las
mejores ofertas en
producto y calidad
al menor precio, en
Colombia el tema es uno de los
fundamentales. A esto se suma
que a nivel local existe una
amplia oferta de moda a bajo
precio, que obliga a las
compañías a ser muy
competitivas en el precio de la
moda.
Este es un tema que, según
Joaquim Pereira, ha sido clave
para la compañía, que a nivel
mundial tiene claro que su éxito
está en ofrecer precios
accesibles durante todo el año y
para todos los niveles de
ingresos, pero se cuida de que
en Colombia esta promesa se
cumpla al pie de la letra pues los
consumidores siempre van a
estar comparando precios y
verificando la oferta.
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4. Moda sostenible.
Una de las campañas para
diferenciarse de sus
competidores es que desde su
llegada al país H&M adopta y
promueve el concepto de
moda sostenible. Desde el
primer día la compañía lanzó
una campaña en sus almacenes
de intercambio de prendas
usadas, de cualquier marca, por
bonos de descuento de hasta
15% que ofrece a sus clientes
para comprar prendas en sus
tiendas.
El resultado ha sido exitoso
desde dos puntos de vista:
sus clientes, especialmente los
jóvenes, la reconocen como
una empresa comprometida
con el medio
ambiente y, por
otro lado, el año
pasado alcanzó
los 59.000 kilos en
Colombia.
5. Más
probadores y
más familiar.
Entre las
particularidades
con las que se ha encontrado
esta cadena global en
Colombia, dos les han llamado
la atención: por un lado, que los
compradores buscan más
moda para niños, lo cual los ha
llevado a aumentar en 20% la
oferta para los más pequeños
de la familia, y por otro lado, que
antes de elegir una prenda, los
colombianos se la prueban
varias veces. Este último tema
ha obligado a la compañía a
ampliar el número de
probadores de ropa. Mientras
que en la mayoría de sus tiendas
en el mundo la cadena tiene en
promedio 12 probadores, en
Colombia han tenido que
ampliar esta sección y en
promedio tienen 30 probadores.
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Llegar a los mercados
latinoamericanos ha sido una
gran apuesta para la cadena
sueca, considerada la segunda
más grande del mundo en
venta de moda. Pero su
aterrizaje ha implicado hacer
algunos cambios en su modelo
para lograr el éxito porque, sin
duda, en la adaptación a los
gustos del consumidor es que
está la garantía de que una
empresa global logre el arraigo
en los mercados locales. Y es el
camino que está transitando
H&M en Colombia.
En el Mundo.
Un año de resultados agridulces
registró en 2018 la segunda
mayor cadena de moda del
mundo, H&M. Al cierre del año
fiscal, el 30 de noviembre
pasado, las ventas de la
compañía alcanzaron los
US$22.599 millones, cifra superior
en 5,2% al reporte del año
anterior. Sin embargo, las
utilidades de la compañía
cayeron 24% y se ubicaron en
US$590 millones debido a la
acumulación de inventarios,
que se convirtió en el principal
dolor de cabeza. Esto obligó
varios ajustes en temas logísticos,
de diseño y producción, que
han comenzado a dar frutos. Al
cierre del primer trimestre, en
febrero de este año, las ventas
de la empresa subieron 10% y
llegaron a US$5.479 millones y en
puntos de venta llegó a 4.958
puntos de venta, frente a los
4.743 de un año atrás.
Fuente: Revista Dinero.
3) MUEBLES JAMAR EL IKEA
COLOMBINO.
La marca sueca Ikea, es una de
las empresas más reconocidas a
nivel mundial en el negocio de
decoración para el hogar y
fabricación de productos a
base de madera. Fue fundada
por Ingvar Kamprad, quien
falleció el año anterior a los 91
años y es uno de los casos de
éxito empresarial, que pasó de
ser un humilde agricultor a un
multimillonario con una fortuna
de 65.000 millones de euros.
Kamprad, fundó IKEA a la edad
de 17 años, vendiendo fósforos,
pescado y tarjetas de Navidad
en bicicleta. El nombre de la
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compañía es una combinación
de las iniciales de su nombre y
apellido, la granja de su familia y
el pueblo más cercano. Abrió su
primera tienda de muebles en
1947 y la convirtió en uno de los
minoristas más grandes y
exitosos del mundo, cuyas
ventas en 208 alcanzaron los US
$ 44.700 millones en más de 400
tiendas en 50 mercados con un
tráfico anual de 957 millones de
visitantes. En Sur América, tiene
prevista abrir 9 tiendas en Chile,
Colombia y Perú la primera de
ellas a finales de 2020 de la
mano de Falabella.
Guardando las
debidas proporciones, Muebles
Jamar, es el “Ikea” colombiano.
Esta exitosa compañía
barranquillera, que de acuerdo
al Mapa de Retail en Colombia
realizado por Mall & Retail, es la
segunda empresa en la
categoría de decoración y
mejoramiento del hogar
después de la chilena
Homecenter, pero la primera de
capital 100% colombiano y
cuyas ventas en 2018 superaron
los $ 330 mil millones, en 25
tiendas en Barranquilla, Santa
Marta, Cartagena, Valledupar,
Riohacha, Montería,
Bucaramanga, Sincelejo y Pie
de Cuesta, Bogotá y esta
semana estrena una nueva
tienda en Medellín. Cuenta
adicionalmente con cinco
sucursales en Panamá. Sus
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ventas, superan a la chilena
Easy, las colombianas
Homesentry y Tugó.
Esta es su historia.
Jamar nació en 1951 cuando
Jaime Naimark, un joven
emprendedor y visionario de
familia inmigrante, fundó su
primer almacén en el céntrico e
histórico corazón de
Barranquilla. El nombre lo sacó
de las iniciales de su nombre y
primer apellido. Así comienza la
historia de este almacén de
muebles que a lo largo de sus 68
años de existencia tiene hoy
sucursales en toda la Región
Caribe, en otras ciudades de
Colombia y se expande hacia
Latinoamérica,
iniciando con
Panamá.
Comenzaron
como un
almacén de
muebles
tradicional, pero
desde un
principio se
dedicaron solo
a comercializar no a
fabricar. Con el tiempo se dieron
cuenta de que para marcar la
diferencia debían participar en
todo el proceso, desde los
diseños hasta supervisar la
fabricación. Así que se
concentraron en desarrollar
unos proveedores que cumplen
con los altos estándares de la
compañía.
Inicialmente vendía muebles
sencillos, de buena calidad y a
precios asequibles para todas
las familias, pero teniendo en
cuenta que la competencia era
fuerte, Jaime Naimark, se ideó la
forma de que su renglón de
ventas creciera, entregando
muebles financiados.
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Durante décadas, Naimark
continuó su emprendedor
camino apoyando a otras
personas de la misma manera
en que él recibió ayuda para
iniciar su empresa. Hasta que
llegó el momento de vincular
a la empresa a su hijo Max,
entregándole las riendas de
Jamar. El heredero,
perteneciente a la segunda
generación de esta familia
empresarial, fue el encargado
de proyectar la empresa al
interior del país y a nivel
internacional. Él ha trabajado
fiel a las prácticas de
financiamiento de cara al
cliente y óptimo servicio en el
almacén, como lo hizo su padre,
pionero y fundador.
Jamar, se ha convertido en la
mayor empresa colombiana
dedicada al diseño y
comercialización de mobiliario,
íder en esta industria en el
país. Ofrece posibilidades de
negocio a más de 70 empresas
independientes fabricantes que
producen diseños exclusivos con
excelente calidad y que
conforman su clúster, que
emplea a más de 9.000 personas
(de ellos 1.300 trabajan con
Jamar. Para sus proveedores le
brinda un completo programa
de apoyo, capacitación y
acompañamiento con
instituciones como el Sena y
alianzas con universidades
regionales.
La asesoría ofrecida por esta
empresa de comercialización
de muebles contempla todo lo
relacionado con el proceso de
fabricación, incluyendo mejores
prácticas de producción,
utilización eficaz de materiales y
capacitación al personal, a
través de visitas periódicas de
asesores técnicos a cada
unidad externa de producción.
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En sus infraestructura Jamar,
cuenta con el centro de
distribución, Cendis, que es el
tercer centro logístico más
grande de América del Sur, en
donde concentra toda su
operación logística de
almacenamiento y distribución
de mobiliario.
Paralelo al negocio de
muebles, Jamar desarrolló uno
de crédito para sus
compradores, a quienes
financia con sus propios
recursos. Ha entregado más de
un millón de créditos, con una
muy baja morosidad, pese a
que muchos de sus
consumidores son personas de
la base de la pirámide. También
ofrecen
muebles más
económicos, lo
que hace que
sus clientes los
renueven con
más frecuencia,
pues es una
compra
aspiracional.
Fuente: Leopoldo Vargas Brand-
Gerente Mall & Retail.
4) FASHION REVOLUTION
DAY: SEIS AÑOS DEL
COLAPSO EN
BANGLADESH.
El 24 de abril de 2013, 1129
personas murieron tras el
colapso de una fábrica de ropa
en Bangladesh.
#FashionRevolutionDay fue la
forma de rebelión contra esta
catástrofe y contra la industria
de la moda, acusada de
exponer a los trabajadores a
condiciones infrahumanas.
Los dueños habían hecho caso
omiso de las grietas que se
abrían por paredes y techos de
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la edificación y no ordenaron el
desalojo de los trabajadores
ante el inminente peligro. El
derrumbe dejó 2.515 heridos y
pasó a la historia como el
accidente estructural más
mortífero del mundo. Dos años
después del colapso, los
empleadores siguen negándose
a implementar legislación
laboral, según un informe de
Human Rights Watch.
Tras la catástrofe, Occidente se
movió a su manera a través de
las redes sociales y las
manifestaciones. Desde el 2014,
cada 24 de abril se realiza el
#FashionRevolutionDay, una
movida que pretende enfrentar
a la millonario industria de la
moda con una simple
pregunta: ¿quién hizo mi ropa?.
Mientras que, en Bangladés,
donde ocurrió la tragedia, se
sigue luchando por mejorar las
prácticas laborales. En
Colombia, la industria se ha
preocupado por implementar
cambios en la producción con
materiales amigables con el
medioambiente.
De acuerdo con cifras de
Fashion Revolution, en la
industria mundial de la
confección las mujeres
representan el 80% de la fuerza
laboral.
Hoy comienza la Semana de la
Revolución de la Moda en el
mundo, en la que se anunciará
la firma de la Carta de la Moda
para la Acción Climática de la
ONU. Esta acción es
representativa dentro de la
campaña para educar al
público sobre el impacto
devastador de la industria de la
moda.
Este 24 de abril se cumplen seis
años. La tragedia puso a la
industria de la moda en el foco
mundial y los consumidores
empezaron a cuestionar sobre la
procedencia de las prendas y el
impacto social y
medioambiental. Ahora,
etiquetas en la ropa con frases
como “Hecho en Bangladés”,
“Hecho en Camboya” o “Hecho
en India”, tienen otra
connotación. (Le puede
18
interesar: Verde, el nuevo color
de la moda)
Según un estudio de la
Fundación Ellen McArthur, tras
un período de uso corto, el 86 %
de la ropa se tira a vertederos o
se quema. Además, se estima
que la producción mundial de
textiles es responsable del 20 %
de las aguas residuales y emite
más gases de efecto
invernadero que la aviación o el
transporte marítimo juntos.
A las consecuencias
ambientales se suman otras
problemáticas como el acoso
sexual, la discriminación y la
violencia de género. “Cada vez
que compramos, usamos y
desechamos ropa,
creamos una huella
ambiental y un
impacto en las
personas que las
hacen, pues la
mayoría son
mujeres”, asegura
Carry Somers,
cofundadora y
directora de
operaciones globales de
Fashion Revolution, un
movimiento que surgió tras el
fatídico 24 de abril y que hoy
está presente en los cinco
continentes. De acuerdo con
cifras de la organización, en la
industria mundial de la
confección las mujeres
representan el 80% de la fuerza
laboral.
Desde hace un tiempo y luego
de que el mundo conociera las
condiciones y consecuencias
de esta industria que representa
el 2 % del PIB mundial,
diseñadores, activistas y todos
los eslabones del sector han
buscado y ofrecido alternativas
desde lo ambiental hasta las
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buenas prácticas laborales. Por
ejemplo, compañías como
Inditex, -que maneja marcas
como Zara y Bershka-, Mango y
H&M firmaron el Acuerdo de
Bangladés, ahora Acuerdo de
Transición de 2018, firmado por
IndustriALL Global Union, UNI
Global Union y más de 200
marcas de ropa. Dicho acuerdo
exige que las empresas del
sector garanticen la seguridad
en las fábricas donde hacen sus
prendas.
Respecto al acuerdo de
Bangladés, Angélica Salazar,
coordinadora de Fashion
Revolution Colombia, cuenta
que desde el movimiento hacen
activismo “para que este tipo de
acuerdos sean obligatorios.
Hicimos un diario de los
trabajadores, que recopila
información para justificar el
hecho de que los salarios que
estaban ganando no eran
dignos”.
La marca sueca Hennes &
Mauritz, conocida
mundialmente como H&M, es
una de las que le apuesta a la
moda sostenible, pues hace
parte de su modelo de negocio.
“Tenemos un programa de
reciclaje de ropa. En las tiendas
el cliente trae un mínimo de tres
prendas de todas las marcas y
condiciones. A cambio, recibe
un cupón con un 15 % de
descuento para la próxima
compra. En 2018 recibimos 56 mil
kilos que luego entregamos a
una empresa que se encarga
de revisarla y clasificarla”, dice
Joaquim Pereira, country
Manager de H&M Colombia.
El informe de sostenibilidad de
2018 de la marca indica que el
año pasado, a nivel global, 57 %
de los materiales que utilizaron
para la producción de sus
productos provino de material
reciclado. Pereira agrega que
para 2030 se trazaron la meta de
que, “el 100% del material
tendrá que venir de fuentes
sostenibles. También reducimos
entre 2017 y 2018 el CO2 a un 11
20
% y el consumo de bolsas
plásticas un 47 %”.
Esta compañía llegó al país en
2017 y este año planea abrir tres
tiendas más: una en Centro
Mayor, en Bogotá y dos en
Medellín en El Tesoro y en Viva
Envigado.
En Colombia
De acuerdo con datos de
Colombia Productiva, en 2018
las exportaciones crecieron 6,8
%, lo que equivale a US$743
millones. Entre 2017 y el año
pasado, la producción de
textiles creció 3,1 % y la de
confección 0,3 %,. Además, el
sector de textiles y confecciones
representó el 8,8 % del PIB
industrial. Por estos
datos, la Cámara de
Comercio de Bogotá
dice que esta industria
mueve alrededor de
1,13 % del PIB de la
capital.
A pesar de que
diseñadores y expertos
en la materia aseguran
que la moda colombiana está
viviendo su momento de oro,
existen retos como la
competencia con las empresas
asiáticas que ingresan al país y
la implementación de las
prácticas sostenibles en la
industria. De acuerdo con la
Cámara Colombiana de la
Confección y Afines, la moda
rápida afecta al sector nacional
por la importación desmedida
“de países que pagan salarios
de hambre. Esto genera una
competencia desequilibrada,
pues esos países pagan 50
dólares al mes vs 400 dólares en
Colombia”.
“Esas prácticas han afectado al
sector nacional porque la
21
ecuación de precios irrisorios
acompañado de aranceles
bajos, les da ventajas a los
importadores frente a los
tejedores y confeccionistas
nacionales”, manifiesta
Guillermo Criado, presidente de
la Cámara Colombiana de la
Confección.
Le puede interesar: La red social
de la ropa usada
Sin embargo, Criado resalta el
potencial nacional. “Colombia
tiene de los mejores diseñadores
y textilerías de Latinoamérica.
Mano de obra calificada
formados en el Sena, Inexmoda,
Cámaras de Comercio y
universidades, que invierten
para preparar al sector textil y
de confección”.
La colombiana Nina García,
editora de la revista Elle USA,
resaltó en la pasada edición de
Bogotá Fashion Weeek que, “los
diseñadores colombianos
emergentes se están
preocupando por cómo harán
el diseño y cómo lo empacarán.
En Colombia están pensando
seriamente en la sostenibilidad, y
ese es el futuro”.
El consumidor colombiano
también tiene cada vez más
consciencia y les exige a las
marcas ser más ecológicas. Por
eso, el diseñador bogotano
Ricardo Pava cuenta que ha
empezado a utilizar estampados
con menos químicos. “No es que
seamos 100% ecológico, pero los
diseñadores tenemos una
consciencia para evitar la tala
de árboles y la contaminación
de ríos. No es fácil pero la
compañía está empezando a
generar ese cambio para en un
tiempo muy corto ser lo más
ecológicos posible”.
Mario Hernández cuenta que,
para ser una marca global,
“tenemos que tener muy buenas
prácticas en los materiales y los
empleados. Por ejemplo,
tenemos cueros vegetales con
una curtición limpia y usamos
pegantes de agua. Ahora es
muy común que la gente mire
de dónde proviene su ropa, así
como las comidas saludables.
22
Siempre hemos sido conscientes
de la procedencia de los
productos y nuestros productos
llevan una etiqueta que dice
qué son y de dónde provienen”.
En la misma dirección Fashion
Revolution Colombia lanzó una
convocatoria, para que artistas
y diseñadores sugieran
actividades artísticas ligadas
con los 10 puntos del manifiesto
por una revolución de la moda,
que lanzó el año pasado dicha
entidad. “Diseñamos un
recorrido con proyecciones,
talleres, exhibiciones
fotográficas, y otros eventos que
no están enfocados en el
consumo, sino que realmente
son actividades en las que las
personas pueden disfrutar de la
moda sostenible, sin tener que
estar consumiendo objetos sino
información”, señaló Angélica
Salazar.
Sin embargo, hay detractores
de este tipo de moda porque
creen que al ser alternativa es
cara y solo funciona para un
nicho del mercado. Ricardo
Pava explica que los productos
amigables con el
medioambiente suben de
costos, “pero la idea es que sea
más democrático y no dentro
de élite cómo siempre pasa con
estos contenidos”.
Fashion Revolution también
publicó una guía de moda
sostenible en la que diferentes
marcas llenan un formulario
para mostrar sus labores de
buenas prácticas laborales y
medioambientales. Lo sostenible
es un movimiento que ha
tomado fuerza en los últimos
años, y no solo organizaciones y
consumidores les exigen a las
marcas ser más ecológicos, sino
también diseñadores
emergentes enfocados en
enviar un mensaje de cambio
de una moda consciente y
ética, y hay emprendimientos
digitales en los que una de las
opciones es reutilizar ropa. Y
usted, ¿se ha preguntado de
dónde viene su ropa?
Fuente: El Espectador.
23
5) EL CONSUMO DE ROPA
INTERIOR EN COLOMBIA
SE DUPLICARÍA EN 10
AÑOS.
El mercado de la ropa interior en
Colombia crece de manera
exponencial; según la
consultora Eurominitor el país ha
incrementado su consumo en
un 68,5 % en los últimos 5 años y
prevé un alza de al menos un
17,4 % en el próximo lustro, con
lo que la industria lograría casi
duplicar su consumo en una
década.
Leonisa es la marca colombiana
de ropa interior femenina más
importante del
mercado según
un estudio de
Euromonitor en
Colombia, le
siguen Lili Pink y
Carmel que
dominan el
mercado
nacional de la
ropa interior
femenina, con
un market share
del 40 %. Leonisa es la marca de
mayor influencia y facturación
al responder por el 26 % del total
del mercado, con ventas por
encima de los $ 500.000 millones
anuales (unos 170 millones de
dólares).
Además de estas tres marcas, el
Grupo Crystal, propietario de
Gef, Punto Blanco y Galax, se
suma a la lista de los grandes
competidores del mercado de
la ropa íntima en Colombia, no
solo en el segmento femenino,
sino en el de toda la familia. Sus
ventas promedio anual sobre los
$ 700 000 millones (unos 235
millones de dólares), lo ubican
24
en la segunda
posición en
importancia
después de
Leonisa y
antecediendo
incluso a Lili Pink,
quien no revela
sus cifras exactas
de actividad,
pero
comercializa más de 15 millones
de prendas de vestir al año.
Según el estudio de consumo de
Mall & Retail en Colombia, Lili
Pink, Feria del brasier y solo kukos
y Bronzini, la marca propia del
Grupo Éxito, hacen parte de la
nueva generación de marcas
de prendas íntimas con alto
desarrollo en el país, al generar
ventas anuales entre 79 000 y
150 000 millones de pesos cada
una, es decir, entre 28 y 50
millones de dólares anuales.
A finales de 2018, ProColombia
anunció que la ropa interior
representaba el 16,6 % del total
del consumo de moda nacional,
mientras que en el plano
internacional, es uno de los
grandes jugadores de la
cadena textil, con
exportaciones por 60 millones de
dólares anuales.
Los principales destinos de la
exportación de ropa íntima
colombiana son Estados Unidos,
Ecuador y Perú, países que
realizan sus compras a lo largo
de todo el año, pero
últimamente tienen en la
temporada de San Valentín una
festividad que sube las cifras de
exportación hasta en un 15 %.
El informe de Euromonitor afirma
además que entre 2013 y 2018 la
demanda nacional de prendas
íntimas en Colombia aumentó
25
en un 68,5 %, pasando de
facturar $1.300.000 millones en
2013 (unos 310 millones de
dólares), a cerrar 2018 con
ventas por 2 200 000 millones de
pesos (unos 700 millones de
dólares).
Para los próximos cinco años el
sector espera un alza del 17,4 %
en el consumo interno, que ya se
eleva a 4,1 prendas anuales per
cápita; así como un
incremento del 9 %
en las
exportaciones, con
destinos variados
desde Estados
Unidos, hasta
Europa,
particularmente
España, donde
marcas como
Leonisa y Touché ya gestionan
puntos de venta.
Fuente: Fashion Network.
6) AMAZON CIERRA PARTE DE
SU NEGOCIO EN CHINA
El gigante del comercio
electrónico Amazon anunció el
cierre de algunos de sus servicios
en China ante la imposibilidad
de competir con las empresas
locales. La compañía
estadounidense dejará de
vender productos procedentes
de vendedores locales en su
portal en China desde el
próximo 18 de julio, día a partir
del cual los consumidores en
este país solamente verán una
26
selección de lo que se ofrece en
la tienda global del grupo. La
retirada –aunque parcial- de
otro gigante tecnológico
extranjero en China subraya las
dificultades de estas empresas
para hacer frente a sus
competidores chinos, en este
caso Alibaba y JD.com.
El grupo decide tirar la toalla en
una de las divisiones de negocio
con más potencial pero donde
la competencia es más feroz: la
venta al por menor de
productos locales. "Estamos
trabajando estrechamente con
nuestros vendedores para
garantizar una transición sin
problemas y continuaremos
brindando la mejor experiencia
posible al cliente. Los
vendedores interesados
en continuar vendiendo
en Amazon fuera de
China pueden hacerlo a
través de Amazon
Global Selling", dijo la
empresa en un
comunicado en su
página web china.
Amazon aseguró que sus otras
líneas de negocio en el país –el
servicio de computación en la
nube, la venta de libros
electrónicos o el comercio de
bienes desde otros países
hacia China- seguirán
funcionando.
Un negocio ínfimo
Amazon entró en el mercado
chino en 2004 tras hacerse con
una empresa local de venta de
libros a través de Internet. Pese a
sus buenos comienzos, la
compañía pronto se vio
superada por el crecimiento a
doble dígito de las compañías
locales, más familiarizadas con
el patrón y las demandas de los
consumidores chinos. Durante
27
sus inicios Amazon fue garantía
de productos de calidad, pero
las plataformas de Alibaba y
JD.com limpiaron rápidamente
sus portales de productos malos
o falsificados y su rapidez en la
entrega condenaron a la firma
de Jeff Bezos al ostracismo en
este mercado. Según la firma
iResearch, mientras Alibaba y
JD.com acumulan más del 80%
de la cuota de mercado en el
país, Amazon apenas alcanza el
1%.
A partir de mediados de julio, la
empresa se centrará en vender
a China productos de otros
países. “En los últimos años
hemos estado evolucionando
nuestro negocio al por menor en
China para enfatizar cada vez
más las ventas
transfronterizas, y hemos
notado una respuesta
muy fuerte por parte de
los clientes chinos. La
demanda de productos
auténticos y de alta
calidad de todo el
mundo continúa
creciendo rápidamente
y, dada nuestra presencia
global, Amazon está bien
posicionada para atender a
estos consumidores”, aseguró la
compañía. Apostar por esta
línea de negocio “más
lucrativa”, sin embargo, no
permitirá a Amazon librarse de la
fuerte competencia local,
empresas cuyos catálogos de
productos internacionales
también se han ampliado en los
últimos años.
Algunos de los principales
gigantes tecnológicos
mundiales como Google,
k o Netflix tienen un negocio
ínfimo en China o incluso no
pueden operar en el país
porque, de momento, no se han
28
plegado a las exigencias de las
autoridades basadas en
censurar sus contenidos. Otros
como Apple y Microsoft han
cosechado un éxito notable
tras cumplir con estas leyes. Un
tercer grupo, en el que se
encuentran Amazon, eBay
o Uber, probaron suerte en el
mercado chino pero tuvieron
que retirarse -o ser
absorbidos- ante la
imposibilidad de competir
contra los grupos locales.
Fuentes: El País España.
7) LLEGA EL CONSUMIDOR
3.0
Nadie tiene una bola de cristal
para adivinar el futuro
del consumo mundial pero sí
existen herramientas para intuir
hacia dónde caminará.
Los avances tecnológicos y la
creciente globalización de la
economía llevan años
marcando el pulso de los hábitos
del consumidor y todo apunta
que así seguirá durante mucho
rato. Según el estudio El
consumidor de 2030, elaborado
por EAE Business School, varios
cambios deberán afrontar las
marcas para adaptarse a los
nuevos tiempos.
El autor del informe, el
profesor Eduardo Irastorza,
destaca en
primer lugar la
necesidad de
especialización
de las marcas.
“El consumidor
3.0 estará más
preparado que
nunca, tendrá
acceso a un
caudal de
29
información sin precedentes y
ello le convertirá en un cliente
más exigente y sibarita”. Saber
tratar la información y ofrecer
productos personalizados serán
por tanto, retos incuestionables
durante los próximos años,
comenta el profesor.
La “rapidez” en la venta será
otro factor clave, incluso “tan
determinante como el precio”.
La tecnología y las economías
de escala han desdibujado
fronteras en el comercio
mundial. Todo tipo de productos
están al alcance de los
consumidores sin importar
demasiado la distancia física
que los separa. Así que “sólo
sobrevivirán las
marcas más
veloces en su
distribución”.
Otra consecuencia
de la economía
globalizada, será la
indiferenciación de
los productos.
Según el informe,
las tendencias globales y la
rapidez en la producción de
réplicas uniformizarán la oferta y
acelerarán los cambios de las
modas de consumo. Ante este
exceso de productos, las
marcas se verán obligadas a
recorrer a las emociones y no a
la racionalidad para convencer
al consumidor.
El reto que parece más difícil de
conseguir es el de la fidelización
del cliente. “Vivimos en una
sociedad cada vez más
hedonista, que quiere hacerlo y
vivirlo todo. Eso se traduce en la
difícil tarea de construir lealtad.
Ahora, lo duro no es que los
consumidores ya no quieran a
las marcas, sino que hay
30
demasiadas cosas
atractivas ahí
afuera
esperándoles”,
comenta el
profesor.
Entre las estrategias
para acercarse al
cliente final, el
informe destaca la
opción de
considerarlo un aliado en el
momento de desarrollar
productos y servicios. De hecho,
compañías como Microsoft,
Unilever o Procter&Gamble ya
toman en cuenta las opiniones
de los consumidores e
influencers antes de lanzar sus
productos al mercado.
estrategia, que ya están
estudiando gigantes como
Alphabet (Google), Apple o
Facebook, es el desarrollo de
una “súper aplicación” que
responda a todas las
necesidades del consumidor, en
cualquier momento o
circunstancia. Según Irastorza,
esta es la mayor batalla
pendiente para el futuro del
marketing.
Todos estos cambios se
desarrollarán, sin duda, en el
teléfono móvil. El informe apunta
que el dispositivo tendrá cada
vez más protagonismo en la vida
del consumidor, en el pago y
también la obtención de datos.
Al consumidor le bastará con
hablarle en voz alta para tener
al alcance todo lo que desee.
Así es cómo se dibuja la era 3.0.
Fuente: Diario La Vanguardia