Post on 25-Apr-2018
ropea y helénica al respecto- pero la autora logr a destacar muy bien el papel específicamente innova dor que Hesíodo desempeña dentro de esta tr ad ición : la Teogonía no es sólo un catálogo de divin idades ; no es un mito más, sino que el poetaintroduce rasgos típicamente griegos enun material ya dado: la perspectiva religiosa, presente en todos los mitos teogónicos,es ensanchada en su poema por una perspect iva moral y racional, ya que Hesíodoexplica la historia del universo y de losdioses a la luz de un pr incipio ordenador yde una ley moral. En utros términos, laTeogonía describe un proceso que va deldesorden al orden, de la inestabilidad a laestabilidad, del predominio de la violenciaa la reducción de ésta. (El orden y la justicia -que deben reinar por doquier- sóloson posibles bajo una autoridad defin itiva, Zeus, quien ejerce el poder para garantizar el orden justo, el equilibrio de lasfuerzas del bien y del mal).
Pero no sólo se encuentra en Hesíodoun afán ordenador y moralizador, sinotambién -y sobre todo- la importantepretensión de decir la verdad, de presentarsu-canto como verdadero, idea que prepara el pensamiento filosófico que quiere llegar a conocimientos verdaderos. De talforma, Hesíodo es una de las grandes figuras que plasman la tradición occidental; élmismo recorre el camino del mythos al /0gos, y muchos valores que nos son familiares , como la apreciación del trabajo, labúsqueda de la verdad, del orden, de lajusticia y de la armonía, nos provienenprecisamente de este gran poeta.
BONIFAZ NUÑO: LAíNTIMA GUERRA FRíA
Rub én Bonifaz N uño: De otro modo /0 mismo, Col." Letras Mexicanas" , Fo ndo de Cultura Económica,México, 1980
POR SANDRO COHEN
La publicación de la poes ía completa deRubén Bonifaz Nuño es un hecho importante para las letras mexicanas , ya que loslibros de este poe ta singular - y no bienleído- son casi imposibles de conseguir.
Bon ifaz Nuño lleva ya más de tre inta ycinco años de act ividad poética , y su obr a-vasta por sus implicaciones y alcances, sino por voluminosa - se ha defin ido sola.Bien podernosseguir la evolución expre siva del poeta, y bien nos damos cuenta deque su aportación a la poesía mexicana noes meramente formal, aunque en verdad,la form a siempre ha sido una de sus grandes preocupaciones.
Bonifaz Nuño ha sabido dominar la palabra en lengua castellana como poco spoetas lo han podido hacer. Los sonetosde su primera época - y esta forma es lamayor prueba de la disciplina poética ennuestro idioma- fluyen con una natural idad asombrosa, y la idea del ciclo cerrado ,la " perfección", lo apasiona hast a la fecha .
Este es un poeta que ha pasado por elclasicismo , la poesía social, la poesía hermética, los conocimientos ocultos y muchos otros fenómenosentre La muerte delángel, su pr imer libro, y Laflama en el espejo, el último incluido en este volumen.Los temas no han variado gran cosa, perosu manera de expresión, sí; su aliento se vamodificando poco a poco a lo largo de losaños y tod avía se espera mucho más deeste poeta nacido en Córdoba, Veracru zen 1923.
La muerte del ángel, aparecida en 1945,es una colección de diez sonetos que perfi-
lan los tem as y las preocupaciones que nohabrían de abandonar nunca a BonifazNuño. Con una serie de condicio nes elpoet a hace su acto de presen cia; dice: "Sinace de tu s manos y es oscura/ la angustiade senti rme atardecido ./si sueño, si por time es co ncedido/ hacer eterna y fácil miamargura. / si es evidente mi dolor y es dura/tu voluntad de verme osc urecido. .. "Una especie de previo acuerdo entre poetay lector antes de compartir la amarguraque penetra cada imperfección; un simpleaviso del peligro que los acecha. Si el lector reúne las cualidades necesa rias (aunque sean las mismas cualidades que se exige el poeta) Bonifaz asegura: " te puedodar , como si fuera tarde. zuna sola palabra, y ret orn arl a 10 perfecto que en mismanos arde.Z/ 0 dejar te llegar inesperada/hasta tu misma voz, adelantar/ y hacerte nula ante la sombra dada."
Sigue cultivando el soneto y pu blica unaserie de estas composiciones en su Ofrecimiento romántico que origina lmente fuedado a conocer en 1951. En el Canto delaf án amoroso presenta una curiosa mezclade soneto y verso libre que logra un tonopersonal que el poet a harí a del todo suyoen obras poster iores. " Dios te salve.j'Preserve Dios tu sa nta so ledad." Aun q ue lamétr ica de los poemas que forman el libroImágenes (1953) es vari ab le - a veces medida, a veces libre- , coquetea constantemente con formas clásicas y no participade cuerpo y alma en la libre versificaciónhasta el Can to del afán amoroso, mediandosu at revimiento con la seguridad de los sonetos.
Los dem onios y los días es el pu nt o deruptura. Bonifaz emplea, hasta las últimasconsecuencias, la fina herram ienta de suoído que tanto cultivó a través de la traducción de los clásicos y la disci plina dacomposición de sus prop ias formas clasicistas. Sólo que aquí la aplica a un verso libre despiadado con todo molde, co n todasensibilida d y hasta co nsigo mismo: " Sentimos primero que los pá rpados/ resbala nsob re un aceite sombrío" .. . "y que todosalcen los necesario s palillos de dientes.Buena es la vida/con bai le, terro r y sinfonolas" ... "Hay moscas por tod as partes,hay hombres/en los que morimos sin sentirlo" .. . " Hay días tan áridos, que yo mismo/quisiera callarme , ponerme.Zsin pensar en nadie, a dormir" . Los demonios y losdías es una alegoría de la guer ra fría entre
losseres humanos, la guerra fría dentro decada uno de ellos, en ocasiones desplazadahacia alguno de sus símbolos predilectos ,como la mosca que ya vimos: "Qué fácilsería para esta mosea.j' con cinco centímetros de vuelo/razonable, hallar la salida."Bonifaz encuentra su inspiración en la desesperanza y en cómo la desesperanza nosvuelve cada vez más humanos. Se esfuerza,a vecesdemasiado, en un afán de dignificar el papel proletario , por sentirse partede la base de una gigantesca estructuratambalente, próxima a caer, próxima a nocaer nunca. Pero Bonifaz Nuño jamástuvo que convencernos de su sinceridad .¿Podemostachar de retór icos versos como"hay oficios buenos, necesarios a todos.rel que hace las camas y las mesas.Zelque siembra, el que reparte cartas. Ztienenun lugar entre todos: sirven"? Indudablemente lo son, pero dentro de su obra cobran una insólita inocencia. Sentimos queelpoeta acaba de descubrir esta " verdad" ,y la encuentra poética. ¿No es cur ioso queestos versos "socializantes" se encuentrenen el mismo libro con otros como " paralos que lo saben con amargura/que de lamujer que quieren les queda/nada másque un clavo fijo en la espalda/y algo tenue y acre, como el aroma/que guarda elrevés de un guante olvidado"? Habría queafirmar que, en definitiva, esto último resulta más socializante, más humano, quelo primero. Pero en El manto y la corona(1958) Bonifaz Nuño vuelvea un tema queen realidad nunca abandonó: el amoroso.Es un diario de la inseguridad, de la inestabilidad del que ama, el que está fatalmenteenamorado. El poeta vacila entre la alegría del encuentro y el vacío de la pérdida ,pero con más frecuencia se revuelca dentro de la obscuridad del no saber, y ésta eslacarne del libro: la zona gris en que ni somos ni estamos.. . "Siempre que digo'hoy' ,en lo más hondo/ de mí nace una lenta/lumbre, una dolorosa boca triste/queme dice gimiendo/ que te he perdido ayer"... 'Tal vez porque al hablarte estoy hablando.ysín querer darme cuenta.Zcon alguien que no es, que ya no tiene/nada quever conmigo ".
Fuego de pobres, que data de 1961 , continúa y hace más personal la línea establecida en L os demonios y los días. El poetaahonda en la pobreza, en su propia pobreza y en todo lo que ésta le puede ofrecercomo material de trabajo. Su vehículo sonsus propios sentidos. Abre el universopoético con llaves visuales, táctiles y auditivas.. También le agrega un desesperadosentido temporal: "cuando llueve en México, lo único/posible es encerrarse /desa justadamente en guerra mínima, a pensarlos ochent a minutos de la hora/ en que eshora de lágrimas". Pero desde estas alturasse vislumbra ya el Siete de espadas , quizá el libro más hermético, más difícil deRubén Bonifaz Nuño . En el poema seis deFuego de pobres leemos: "Hoja al aire, indefensa, detenida/ apenas única en el árbol/enrojecido y respirante; ojo/sobresal-
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LIBROS
tado, abierto, lúcido: en el temor mi corazón. Asfixia.Zduermevela con fantasmainminente" . El poeta va entreverando estos momentos sugerentes, no definidos en
.sí, con otros que bien conocemos: "¿Soyéste que se-calla? ¿Soy el quegime lejos?¿Élque viene/soy, el que va saliendo, elque sequeda?" Estas son las preguntas que con·cretan el discurso, las preguntas que descubren la no-existenciadel poeta como serintegrado , pues queda siempre como marginal, equilibrándose dolorosamente sobre el borde de la locura. La profecía no esvana. Ya en el poema once Bonifaz escribe: "Viéramos, amarilla, constru irse/l acorona sulfúrica de humo/en la huella delchivo, y floreciera/la doliente señora delincienso/con el siete de espadas". Paulatinamente se van introduciendo elementosmágicos, ocultistas,cabalísticos,a la poesíade Bonifaz Nuño; los cuales la convierten cada vez más en crucigrama, fórmulasecreta que sólo unos cuantos podrán descifrar. Parecería que el afán de soledad enque ha hecho hincapié el poeta se hace patrirnonio también del lector. Le priva delconocimiento fácil. Sus pistas son más rebuscadas, de alguna forma enterradas enuna fenomenología de lo oculto. A pesarde esto, las imágenes de Fuego de pobresnunca dejan de ser sensuales; se sienten,pesan sobre la piel y la penetran . Percibimos el éxtasis doloroso de San Juan, arrodillado en espera de la revelación, y su"adversario", "la bestia acuática, la oscura con el dardo a la espalda" . Mezcla el
"río seminal de blancura" con el "hondohervora tientas del volcán, viniendo". Selesiguen temblando las paredes de su casa,pero ya no se sabe por qué. El misterio sehace progresivamente espeso. De algunamanera sentimos la presencia de los diosesprecolombinos cómodamente instaladosjunto a los helénicos que juegan con elpoeta -con el hombre- a su antojo. Aquícobran suma importancia los números. EnSiete de espadas, cada una de las 143 estrofas, secciones, divisiones o poemas, constade siete versos, y la obra cuenta con 1001versos en tot al. Aunque la cifra en sí puedeno encerrar un significado específico, sutradición dentro de las letras es innegable.Nos recuerda la eternidad y el comienzode otro ciclo, los cuentos interminablesque le salvan la vida a Shahrazad. El aladel tigre también responde a una necesidad formal parecida. Cada uno de los 85poemas del libro cuenta con tres estrofasde seisversos cada uno y dentro de este esqueleto el poeta hace un viaje que no parece llegar a ninguna parte; es un vagar homérico, mítico e intemporal, cuyas referencias son complicadas y ricas en posibilidades poéticas. Bonifaz Nuño, en el último libro incluido en el volumen, no pierdede vista el valor de unidad como conceptode trabajo , pues La fla ma en el espejocuenta con diez poemas identificados connúmeros árabes y con 28poemas distribuidos a lo largo del texto que llevan letrasdel abeceda rio castellano por título. Estabúsqueda de unidad, esta necesidad decompletar un ciclo preestablecido por elautor, es la que más obsesiona al poeta enesta última etapa de su producción.
Pero De otro modo lo mismo no es solamente una recopilación de los libros depoesía - y no he hablado de todos en estanota- que ha escrito hasta la fecha RubénBonifaz Nuño . También incluye, por épocas, esos poemas que nunca habían sidoreunidos en un volumen. Estas composiciones representan una faceta importantede la obra de Bonifaz Nuño, ya que dejanentrever al poeta fuera del molde de sus libros: poemarios que jamás se salen de tono. En estas piezas sueltas, sin embargo, elautor se da el lujo de expresar su "momento" independientemente de las exigenciasformales y temáticas de sus libros. Concretan un autorretrato en extremo valiosopara conocer mejor la sustancia poética deBonifaz Nuño como una totalidad.
La obra de este creador es, en realidad,experimental sólo en el mejor sentido de lapalabra. Sus preocupaciones formales noradican en la necesidad de inovar, sino enla de adecuar los temas de su poesía a supropia voz. En la forma reconocen unapoyo, el contine nte en que vacía su creación. Ahora, con la posibilidad de leer toda, o casi toda la obra poética de RubénBonifaz Nuño, nos damos cuenta de quees un hombre obsesivo que persigue sindescanso sus propios fantasmas -y algunos ajenos- más allá de una vana "originalidad" .