Post on 02-Aug-2015
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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA CHAPINGO
DIVISIÓN DE CIENCIAS FORESTALES
BOTÁNICA ECONÓMICA DE CUATRO
ESPECIES DE SAN JUAN IXCAQUIXTLA,
MIXTECA POBLANA
T E S I S Que como Requisito parcial para Obtener el Título de
INGENIERO FORESTAL
P R E S E N T A VICTOR JOAQUIN CANCINO
Chapingo México, Febrero del 2001
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BOTÁNICA ECONÓMICA DE CUATRO ESPECIES DE SAN JUAN IXCAQUIXTLA, MIXTECA POBLANA
Por
Víctor Joaquín Cancino
Esta tesis se realizó bajo la dirección del Dr. Diódoro Granados Sánchez y ha sido revisada y aprobada por el siguiente Comité Revisor y Jurador Examinador y aceptada como requisito parcial para obtener el Título de:
INGENIERO FORESTAL
PRESIDENTE
Dr. Diódoro Granados Sánchez
SECRETARIO VOCAL
M. C. Georgina Florencia López Ríos M. C. Enrique Guizar Nolazco
SUPLENTE SUPLENTE
M. C. Emma Estrada Martínez M. C. Javier Santillán Pérez
Chapingo Estado de México Febrero del 2001 AGRADECIMIENTOS
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A la Universidad Autónoma Chapingo, mi segunda casa, por brindarme sus aulas para mi preparación profesional y darme así la enorme oportunidad de superarme en la difícil tarea de la vida. Al Dr. Diódoro Granados Sánchez por el tiempo y dedicación en la dirección de este trabajo de investigación. A la M. C. Georgina Florencia López Ríos por sus observaciones en la revisión del trabajo. Al M. C. Enrique Guizar Nolazco por sus atinadas correcciones, sugerencias y observaciones para mejorar el trabajo. A la M. C. Emma Estrada Martínez y al M. C. Javier Santillán Pérez por sus valiosas aportaciones y observaciones para la aprobación de este trabajo. A todos mis compañeros y amigos por brindarme siempre su confianza y apoyo.
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Así pues, no temas a soñar, no cierres los ojos a tus sueños,
es tu instinto de grandeza el que te habla a través de ellos,
déjate llevar, porque todo es posible,
Dios no nos hubiera dado la capacidad de soñar sin darnos
también la posibilidad de convertir los sueños en realidad.
DEDICATORIA
“De Dios es la tierra y su plenitud;
el mundo y los que en él habitan”.
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Salmo 24:1
A Santiago Joaquín y Catalina Cancino:
Son el mejor y más grande ejemplo que tengo en la vida. Me es imposible expresar solo con palabras
lo mucho que significan para mí Papás, los quiero mucho. GRACIAS por ser mi Padres.
A mis hermanas:
Elo, Mary, Martha, Lolis, Clau, Chely, Brisita A cada una de ustedes las tengo presentes siempre en mi corazón,
porque las admiro, respeto y quiero mucho. DIOS LAS BENDIGA por siempre.
A mis hermanos:
Nazario, Tomás, Gaudencio, Santiago, Moisés Toda mi vida he compartido con ustedes tristezas, alegrías, juegos;
ahora quiero hacerlos participes también de este logro gracias por todo su apoyo.
A mis amigas y amigos:
Maria Guadalupe E., Rosa Maria, Luz María, Edith, Carina, Eva, Magali, María de los Ángeles, Ericka (†), Sac-nicte, Maria Guadalupe C.;
Adrian, Tapia, Cuco, Antonio E., Víctor Israel, Misael, Ambrosio, Julio, Jaime, Chapotas, Wences, Adán.
Gracias por brindarme el mejor tesoro que el ser humano puede ambicionar, la AMISTAD.
Siempre los recordare.
Dedicación ESPECIAL: A la mujer que sufre y llora pero que nunca se vence, a la mujer que se muestra siempre tenaz ante la vida,
a la mujer que comparte siempre su amor y su alegría, a la mujer que es madre, hermana o compañera,
a ti MUJER por ser parte escencial de todo hombre.
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CONTENIDO
Página
ÍNDICE……………………………………………………………………………. i
ÍNDICE DE FIGURAS…………………………………………………………… iv
ÍNDICE DE CUADROS………………………………………………….………. v
RESUMEN………………………………………………………………………... vii
SUMMARY………………………………………………………………………. viii
I. INTRODUCCIÓN……..…….………………………………………….……… 1
1.1. Objetivo…..………………………………………………………………… 2
II. ANTECEDENTES…………………………………………………….……… 3
III. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN………….. 9
IV. MATERIALES Y MÉTODOS…………………….………………………... 11
4.1. Ubicación de la zona de estudio.………………………………………….. 11
4.2. Metodología…………………………………………………………….…. 14
V. RESULTADOS……………………………..………………………….……… 15
5.1. La Palma……………….………………………………………….………. 15
5.1.1. Clasificación……………………………………………….………... 16
5.1.2. Distribución………………………………………………….……… 17
5.1.3. Características botánicas…………….……………………….……... 18
5.1.4. Hábitat……………………………………………………….……… 18
5.1.5. Las palmas de México……………………………………….……… 19
5.1.6. La palma de sombrero………………..……….…………………….. 21
5.1.6.1. Distribución y ecología…………………………………….. 22
5.1.6.2. Brahea dulcis en la Mixteca Poblana…...…………...…….. 23
5.1.6.3. Características botánicas…………………………….……... 23
5.1.6.4. Importancia económica.……………………………………. 24
5.1.6.5. Proceso de aprovechamiento y transformación………….… 25
5.1.6.6. Otros productos obtenidos de Brahea dulcis……….…….... 29
5.1.6.7. Comercialización de Brahea dulcis en Ixcaquixtla………… 31
vii
5.1.7. La palma blanca (Brahea nitida) en la Mixteca Poblana…….……... 32
5.1.7.1. Descripción de la especie…………………………………... 33
5.1.7.2. Importancia de la especie…………………………………... 34
5.1.8. Estimación de valor y cantidad de producción .………………...….. 36
5.1.9. Diagrama de flujo de energía……………………………………….. 38
5.2. El Tempesquistle…………………………………………………………... 39
5.2.1. Clasificación………………………………………………………… 40
5.2.2. Nombres comunes…………………………………………………... 40
5.2.3. Descripción botánica……………………………………………….. 41
5.2.4. Distribución geográfica…………………………………………….. 42
5.2.5. Distribución ecológica……………………………………….……... 43
5.2.6. Sideroxylon palmeri en la Mixteca Poblana…...……..……………... 43
5.2.7. Fenología…………………………………………………….……… 44
5.2.8. Importancia y aprovechamiento…………………………………….. 45
5.2.9. Producción y rendimiento…………………………………………... 48
5.2.10. Cosecha……………………………………………………………. 50
5.2.11. Preparación del tempesquistle para la venta………………………. 51
5.2.12. Comercialización………………………………………………….. 52
5.2.13. Estimación del valor y cantidad de producción…………………… 54
5.2.14. Diagrama de flujo de energía……………………………….……... 54
5.3. La Pitaya…………………………………………………………………... 55
5.3.1. Importancia de las pitayas………………………………….……….. 57
5.3.2. Clasificación………………………………………………………… 57
5.3.3. El género Stenocereus……………………………………….……… 58
5.3.4. Distribución y aprovechamiento de especies...……………………... 59
5.3.5. Pitayo de octubre (Stenocereus pruinosus)………..………………... 61
5.3.5.1. Distribución de la especie…………………………………. 62
5.3.5.2. Distribución ecológica……………………………………... 62
5.3.5.3. Stenocereus pruinosus en la Mixteca Poblana……………... 64
5.3.5.4. Aprovechamiento…………………………………………... 64
5.3.5.5. Manejo.…………………………………………………….. 66
viii
5.3.5.6. Cosecha…………………………………………………….. 71
5.3.5.7. Rendimientos………………………………………………. 72
5.3.5.8. Mercado y comercialización……………………………….. 73
5.3.5.9. Demanda…………………………………………….……... 74
5.3.5.10. Destino del producto……………………………….……. 75
5.3.5.11. Canales de comercialización……………………………… 75
5.3.5.12. Estimación del valor y cantidad de producción…………... 76
5.3.5.13 Diagrama de flujo de energía……………………….……... 76
5.4. El Guaje…………………………………………………………….……… 77
5.4.1. Taxonomía…………………………………………………………... 78
5.4.2. Distribución y hábitat del género.………………………………….. 79
5.4.3. Descripción botánica………………………………………………... 79
5.4.4. Importancia económica……………………………………………... 79
5.4.5. Descripción y hábitat de la especie………………………….……… 80
5.4.6. Leucaena esculenta en la Mixteca Poblana…………………………. 81
5.4.7. Labores culturales…………………………………………………... 83
5.4.8. Cosecha y comercialización………………………………………… 84
5.4.9. Algunos usos en la región…………………………………………... 86
5.4.10. Estimación del valor y cantidad de producción…………………… 87
5.4.11. Diagrama de flujo de energía……………………………….……... 88
VI. DISCUSION……………………….……….………...………………………. 90
VII. CONCLUSIONES…………………………………………………………... 91
VIII. LITERATURA CITADA.………………………………………….……… 96
ix
INDICE DE FIGURAS
Página
Figura 1.
Localización geográfica de San Juan Ixcaquixtla, Puebla……………
12
Figura 2. Diagrama ombrotérmico de San Juan Ixcaquixtla, Puebla…………... 13
Figura 3. Perfil sinecológico de Brahea dulcis en la comunidad de San Juan
Ixcaquixtla……………………………………………………………
23
Figura 4. Palma adulta de Brahea dulcis………………………………………. 24
Figura 5. Tejedora de petate en la Mixteca Poblana…………………….……... 27
Figura 6. Vendedora de tenates en la Mixteca Poblana………………………... 29
Figura 7 Perfil sinecológico de Brahea nítida en la comunidad de Santiago
Nopala………………………………………………………………...
34
Figura 8. Diagrama de flujo de un sistema de agostadero con B. dulcis y B.
nítida en la Mixteca Poblana…………………………………………
38
Figura 9. Hojas e inflorescencia de Sideroxylon palmeri…………………… 41
Figura 10. Estructura vertical representativa de Sideroxylon palmeri en la
comunidad de San Juan Ixcaquixtla………………………………….
44
Figura 11. Diagrama de flujo de Sideroxylon palmeri en un huerto familiar de la
comunidad de San Juan Ixcaquixtla…………………………...……..
55
Figura 12. Parte del tallo e inflorescencia de Stenocereus pruinosus…………… 62
Figura 13. Distribución de Stenocereus pruinosus en México……………….…. 64
Figura 14. Estructura vertical representativa de Stenocereus pruinosus en la
comunidad de San Juan Ixcaquixtla……………………….…………
66
Figura 15. Árbol adulto de Stenocereus pruinosus……………………….……... 67
Figura 16. Diagrama de flujo de Stenocereus pruinosus en un huerto familiar de
la comunidad de San Juan Ixcaquixtla.………………….…………..
77
Figura 17. Estructura vertical representativa de Leucaena esculenta en San
Juan Ixcaquixtla……………………..……………………………...
81
Figura 18. Leucaena esculenta en terrenos de cultivo de maíz en la comunidad
de San Juan Ixcaquixtla……………..……...…….…………………..
82
x
Figura 19. Diagrama de flujo de Leucaena esculenta en un huerto familiar de la
comunidad de San Juan Ixcaquixtla…………………….……………
88
Figura 20. Algunos de los símbolos de lenguaje de circuitos de energía
propuestos por H.T. Odum para estudiar el comportamiento de flujo
energético de los diferentes ecosistemas……………….…………….
89
xi
INDICE DE CUADROS
Página
Cuadro 1.
Diagramas de flujo del aprovechamiento y comercialización de
Brahea dulcis en la Mixteca Poblana………………….………….….
32
Cuadro 2. Distribución de especies del género Sideroxylon palmeri en
México…………………………………………………….………….
42
Cuadro 3. Localidades productoras de pitaya en la Mixteca y sus principales
características ecológicas……………………………………………..
63
Cuadro 4. Rendimiento de pitaya/ha en Santo Domingo Tianguistengo,
Chazumba, Oaxaca…………………………………………..…….….
72
xii
RESUMEN Este trabajo fue realizado en la comunidad de San Juan Ixcaquixtla, dentro de la llamada
Mixteca Poblana. Fueron designadas cuatro especies de la región debido a los muchos
beneficios que aportan a sus habitantes, pero principalmente alimenticio y económico. En este
caso las especies fueron la palma soyatl (Brahea dulcis (H.B.K.) Mart), el tempesquistle
(Sideroxylon palmeri (Rose) Pennington), la pitaya (Stenocereus pruinosus (Otto) Buxbaum)
y el guaje (Leucaena esculenta (Moc.& Sessé ex DC.) Benth). Se describieron diversas
características generales de cada especie, por ejemplo su clasificación, distribución, botánica,
usos y otras más. Al mismo tiempo también se particularizó en el manejo que se le da a cada
una de ellas para obtener los productos que se consumen y comercializan dentro de la región.
También se realizaron esquemas representativos de la estructura vertical y perfiles
semirrealistas que muestran la posición que guarda la palma con la vegetación nativa de la
región, y la del tempesquistle, la pitaya y el guaje con otras especies típicas del huerto
familiar. Por último se detalló en esquemas de flujo de energía, según Odum (1981), cada
especie de interés en cuanto a la relación que tienen con los demás componentes dentro del
sistema.
PALABRAS CLAVE: Brahea nitida, palma, tempesquistle, pitaya, guaje, perfil
semirrealista, huerto familiar, flujo de energía
xiii
SUMMARY
This work was carried out in San Juan's community Ixcaquixtla, inside the call Mixteca
Poblana. Four species of the region were designated due to the many benefits that contribute
their inhabitants, but mainly nutritious and economic. In this case the species were the palm
soyatl (Brahea dulcis (H.B.K.) Mart), the tempesquistle (Sideroxylon palmeri (Rose)
Pennington), the pitaya (Stenocereus pruinosus (Otto) Buxbaum) and the guaje (Leucaena
esculenta (Moc. & former Sessé AD.) Benth). Diverse general characteristics of each species
were described, for example their classification, distribution, botany, uses and other more. At
the same time you also particularizes in the handling that is given to each one of them to
obtain the products that waste away and they market inside the region.
They were also carried out representative outlines of the vertical structure and profile
semirrealists that show the position that he/she keeps the palm with the native vegetation of
the region, and that of the tempesquistle, the pitaya and the guaje with other typical species of
the family orchard. Lastly it was detailed in outlines of energy flow, according to Odum
(1981), each species of interest as for the relationship that you/they have with the other
components inside the system.
KEY WORDS: Brahea nitida, family orchard, palm, tempesquistle, pitaya, guaje, profile
semirrealist, energy flow.
xiv
I. INTRODUCCIÓN
Desde los tiempos más remotos las plantas han estado íntimamente ligadas a la existencia
humana. No solamente han tenido un papel preponderante en la vida cotidiana de la
humanidad, sino que han ejercido también una profunda influencia en el curso de la historia y
la civilización. El hecho de que el hombre depende de las plantas para asegurar la base de su
existencia, ha sido de importancia capital desde que apareció la raza humana. Al hombre
primitivo le bastaba con procurarse alimento y un rudimentario cobijo. El hombre de hoy ya
no se conforma con solo subsistir con alimento y techo como únicas exigencias, sino que
busca además otras comodidades y precisa materias primas que puedan ser convertidas en
muchos otros artículos y productos útiles. Las tres grandes necesidades de la vida (alimento,
vestido y vivienda) y una gran cantidad de productos útiles, los proporcionan en mayor parte
las plantas. Un suministro adecuado de alimentos es y ha sido siempre el problema
fundamental del hombre. Analizando este último punto, podemos ver que toda su alimentación
se basa en las plantas, pues aunque coma la carne de los animales, éstos son tan dependientes
de los vegetales como el hombre mismo y como él, no pueden fabricar su alimento partiendo
de sustancias inorgánicas. La vivienda y el vestido, las otras dos necesidades primordiales de
la vida del hombre, se resuelven sobre todo gracias a la madera y las fibras de vegetales (Hill,
1965).
De manera convencional, los recursos vegetales se han clasificado en maderable y no
maderables. Los primeros corresponden a los vegetales cuya madera es utilizada con fines
diferentes; los segundos a la utilización en diversos productos vegetales y con usos también
diferentes como el medicinal, comestible, artesanal, de extracción de aceites, tintóreas, entre
otras (Vergara, 1994).
México posee una amplia gama de regiones agroecológicas, donde existen diversos recursos
naturales que no han sido aprovechados eficientemente. De los 196.7 millones de hectáreas (M
de ha) con los que cuenta el territorio nacional, se calcula que solo un 10% sostienen
producción (Cienfuegos, 1986), siendo la escasez del recurso agua uno de los principales
factores que limitan el uso agropecuario y forestal. El mismo autor reporta que solo en 5. 16 M
de ha, llueve de 1000 a 1500 mm anuales, en las que es relativamente fácil aplicar tecnología.
xv
En el resto del país, es necesario generar alternativas tecnológicas para poder aprovechar los
recursos naturales principalmente en regiones como la Mixteca donde existen fuertes
limitantes ecológicas para la obtención de cosechas.
El municipio de San Juan Ixcaquixtla, ubicado en la Mixteca Poblana, es un lugar que aún
conserva muchas de las costumbres y tradiciones de sus antepasados. Estas han sido heredadas
de generación tras generación y se ven mayormente reflejadas en la forma en que se obtienen
y aprovechan los recursos naturales que ahí existen, ya sea recolectando o cultivando. En esta
zona de la Mixteca todavía se puede ver que aún existen variantes de comercializar los
productos de las especies botánicas de interés regional, que fueron utilizadas desde la época
prehispánico.
El interés por conocer el aprovechamiento de estos tres recursos, radica en que a pesar de su
valor e importancia económica y cultural en la actualidad, aún no es muy clara la identidad de
estas especies, al menos el conocimiento tradicional sobre su biología, uso y manejo.
1.1. Objetivo
En esta investigación se plantea como objetivo, además de realizar una revisión bibliográfica,
abordar algunos aspectos de interés etnobotánico, ecológico y del proceso de domesticación de
la palma (Brahea dulcis), el tempesquistle (Sideroxylon palmeri), la pitaya (Stenocereus
pruinosus) y el guaje (Leucaena sculenta) y la presentación sistematizada de parte del
conocimiento tradicional sobre manejo, procesos de producción y comercialización que los
habitantes de la Mixteca Poblana han logrado desarrollar para el aprovechamiento de dichos
recursos.
xvi
II. ANTECEDENTES
Podemos definir a la botánica económica como la ciencia de las plantas útiles, considerando
aspectos de taxonomía, farmacognosia, ecología y economía. La mayor parte de las
investigaciones sobre botánica económica se analizan solamente compendios descriptivos de
los nombres, usos y origen de las plantas útiles para el ser humano y de las propiedades de sus
productos. Para que la botánica económica logre desarrollar sistemas de manejo de bosques
adaptados a una región, debe incorporar métodos e información de diferentes disciplinas: la
taxonomía, para identificar los recursos vegetales (incluyendo la etnobotánica, lo que
permitiría conocer los usos tradicionales); la farmacognosia, para investigar las plantas
medicinales; la ecología para indagar posibilidades de producción vegetal de los bosques; y la
economía, para analizar y la demanda (Ricker, 1998).
El mundo moderno esta movido por la economía, la producción, el mercado y el uso de los
producto, todo esto se requiere de decisiones económicas, en las que cada vez más se
involucra a la botánica económica. La botánica económica por el hecho de proponer la
utilización de la vegetación nativa no implica que no se pueda dar otro uso al terreno; por lo
tanto debe ligarse al concepto de sistemas agroforestales que no es más que la utilización de la
tierra para un sistema que permita un rendimiento en alimentos y/o productos de consumo, así
como otros productos como leña, corteza, exudados y otros (Maldonado, 1989).
La botánica económica básicamente trata la relación que existe, de manera directa o indirecta,
entre las plantas y el bienestar humano, ya sea en términos de comida, cobijo, resguardo,
medicina u otros. Es un hecho que la riqueza de cualquier país depende en gran medida de su
agricultura y de los productos que de ahí se obtienen. La botánica económica depende de
varias disciplinas, además de la botánica, para así poder lograr un mayor alcance y utilidad en
el estudio de las plantas (Samba, 1989).
El hombre inteligentemente enlista las millones de especies, algunas de estas aún no
identificadas o no utilizadas pero que son adecuadas para satisfacer sus necesidades como
alimentación, vestido, construcción y otras (Maldonado, 1989). Un claro ejemplo de estas
xvii
listas sistemáticas de las plantas útiles al hombre la que realiza en Economic Botanic (Hill,
1965):
Plantas industriales y productos vegetales
Fibras y plantas de fibra
Productos forestales: madera y corcho
Taninos y productos para teñir
Caucho y otros productos de látex
Gomas y resinas
Aceites esenciales
Aceites, grasas y ceras
Azúcares, almidones, productos celulósicos
Drogas
Plantas medicinales
Para fumar y masticar
Plantas alimenticias
Cereales mayores
Cereales menores y pequeñas gramíneas
Legumbres y nueces
Vegetales
Frutas de región templada
Frutas de región tropical
Complementos alimenticios
Especias y otros saborizantes
Bebidas
A diferencia de la botánica económica, consideramos a la etnobotánica como la ciencia que
investiga la relación entre plantas y culturas humanas (Ricker, 1998). Hernández (1979),
define a la etnobotánica como “el campo científico que estudia las interrelaciones que se
establecen entre el hombre y las plantas, a través del tiempo y en diferentes ambientes”,
además de que la exploración etnobotánica es un arte basado en varias disciplinas científicas y
xviii
requiere para su éxito de la colaboración de institutos y profesionistas interesados y entrenados
en concordancia con los problemas de recolección, de propagación y conservación.
En la Mixteca Poblana existen los grupos étnicos popoloca y mixteco que aún conservan sus
costumbres y tradiciones que enriquecen la cultura de la región. En la actualidad la población
popoloca comprende tres fracciones sin continuidad geográfica. Una situada al noroeste de
Tehuacán abarca parte de los municipios de Tlacotepec y Tepanco; otra al sur, en los
municipios de Chilac y Zapotitlán y la tercera, al norte de Acatlán y al oeste de Tehuacán,
constituida por parte de los municipios de Tepexi, Ixcaquixtla, Ahuatempan y Coyotepec. Esta
última fracción, donde fue realizado el estudio, existen aproximadamente 2000 popolocas, en
su mayoría bilingües, solamente lo más ancianos hablan exclusivamente la lengua indígena.
Por su parte los mixtecos, tienen una mayor área de distribución geográfica, ya que los
podemos encontrar, en Puebla, Oaxaca y Guerrero. La población mixteca no es un área
homogénea en cuanto a la organización social, política o religiosa. Las diferencias que existen
entre las comunidades se presentan en relación con la convivencia con la población mestiza y
el aislamiento intercomunitario (http://www.civila.com/mexico/indigenas/mixteco.htm).
Es costumbre de nuestras culturas seguir utilizando muchas otras especies mediante la
recolección que tienen demanda y valor económico, aún en grandes y medianas ciudades;
muchas especies de plantas se cultivan en huertos familiares o que son silvestres de
recolección, representan un potencial genético y económico muy valioso; sin embargo, se
desconocen muchos aspectos de éstas en cuanto a taxonomía, distribución, ecografía,
tecnología, grado de manejo agrícola, etc., y esto representa un problema a resolver; es por
ello que la exploración etnobotánica puede, a partir del estudio de mercado, conducir a la
localización de especies vegetales útiles para la investigación sobre recursos genéticos y otros
afines (Cuevas, 1988).
El hombre primitivo en su afán de satisfacer las tres necesidades de la vida, recurrió en primer
lugar a las plantas. Ya desde un principio las fibras vegetales han sido de uso más común que
la lana, la seda y otras fibras animales. Las plantas productoras de fibras son sin duda las que
xix
siguen en importancia a las plantas alimenticias en orden a su utilidad para el hombre y a su
influencia en el desarrollo de la civilización. Desde un principio las fibras vegetales han sido
de uso más extendido que la lana, la seda y otras fibras animales. Existen diversos tipos de
fibras, ya sea textiles, para cepillos, para relleno, para fabricar papel o para trenzar. La materia
prima que se utiliza para este ultimo comprende los tallos de cañas, juncos, gramíneas, sauces,
bambú y de muchas otras plantas, así como raíces y hojas. Estos materiales se utilizan enteros
o cortados en tiras. Se tejen o tuercen de la manera más sencilla para fabricar sombreros,
sandalias, esteras. Cestos, petates y objetos similares. Las fibras de importancia económica son
proporcionadas por especies vegetales pertenecientes a muy diversas familias, particularmente
familias tropicales. Entre las más importantes tenemos: gramíneas, palmáceas, urticáceas,
malváceas, moráceas, leguminosas y otras más (Hill, 1965).
De las especies que podemos obtener fibras encontramos a la palma, un recurso que ha sido
utilizado por mucho tiempo solamente para subsistencia de un gran número de pobladores del
medio rural. Las palmas son uno de los tantos grupos de plantas de mayor importancia
económica, de las cuales se obtiene infinidad de productos y subproductos para cubrir las
necesidades primarias, además de proporcionar algunos lujos, dependiendo de la geografía y
cultura donde se desarrollan en gran parte del planeta; pero mayormente en los trópicos y
subtrópicos. De las palmas se obtiene alimento, medicinas, artesanías y hasta material para
construcción, entre otros. Las comunidades humanas que pueblan los palmares presentan un
deterioro social paralelo al ecológico, lo cual es consecuencia de condiciones económicas de
extrema pobreza, que los obliga a llevar una sobreexplotación de algunos recursos para
aprovisionarse de materiales que de manera directa o indirecta les permita adquirir el sustento
necesario (Castillo 1993).
El alimento es necesario para la existencia de todos los seres vivientes. Es bien sabido por
todos que solamente las plantas verdes son capaces de asimilar las sustancias inorgánicas. En
cambio, el hombre y los animales necesitan ingerir sustancias orgánicas y por lo tanto
dependen directa o indirectamente de las plantas. El conocimiento de especies comestibles es
restringido, solo 300 han sido utilizadas para este fin a lo largo de la historia de la humanidad.
De ellas 200 han sido domesticadas y se cultivan el 10%, consideradas de mayor importancia
xx
(Hawkes, 1983). Así el hombre ha creado una dependencia de las plantas que cultiva como
alimento, de un grupo restringido (Harlan, 1992). Si se toma en cuenta que México es el
cuarto país en el mundo en diversidad de flora y fauna (Palomino, 1990), es paradójico
reconocer que muchas especies de importancia regional no son tomadas en cuenta por los
investigadores, a pesar de la costumbre que durante milenios nuestras culturas han utilizado
muchas especies accesibles mediante la recolección que tienen demanda y valor económico.
Tempesquistle es el nombre con el que se le conoce a diferentes especies del género
Sideroxylon de la familia Sapotaceae (Martínez, 1937). El aprovechamiento del fruto es de
origen precolombino, ya que existen evidencias arqueobotánicas de que S. palmeri (Rose)
Pennington formaba parte de la dieta de los primeros habitantes del Valle de Tehuacan (Smith
Jr., 1966). Cocotle y Uscanga (1979), evaluaron la calidad de los frutos de las especies
silvestres del estado de Veracruz y encontraron que el tempesquistle tiene un valor energético
y contenido de calcio y hierro mayor que los frutales cultivados en esa región. A su vez
Gálvez y de Ita (1992), en la zona centro de dicho estado analizaron en tres mercados
regionales la presencia, periodo, volumen y valor de los productos regionales comercializados
y encontraron que los frutos de los tempesquistles tienen un alto valor de importancia
etnobotánica.
Las regiones de climas cálidos ocupan una vasta superficie, siendo el principal problema de
estos la escasa precipitación y una excesiva evapotranspiración que ocasiona que solo especies
con buenos sistemas adaptativos se desarrollen en forma natural. Estas limitantes nos hacen
pensar sobre la necesidad de estudios de especies silvestres de dichos lugares. Como ejemplo
podemos citar a la pitaya (Stenocereus spp.) que por lo general abunda en dichos climas. En
términos económicos, es claro que la actual producción de especies cultivadas es incierta en
lugares con baja precipitación, y en ocasiones sólo se realiza por costumbre. Un ingreso que
tal vez no sea suficiente para cubrir las necesidades de la familia, pero que de alguna manera
representa una reducida inversión para los campesinos y un uso de tierras no aptas para la
agricultura es la pitaya, especie que se vende a buenos precios en los mercados regionales y
presenta una necesidad de cultivo mínima (Luna, 1999).
xxi
Leucaena es una especie nativa de Latinoamérica, usada desde hace 2000 años por los mayas
y zapotecos. Se usaba como pasto pastura para el ganado que transportaban los navegantes en
esa época. La importancia de este género radica en que su uso es muy diverso algunos
ejemplos son los siguientes. En la producción de madera, ya que debido a sus características
físicas se pueden elaborar construcciones rurales, mangos para herramientas, tableros de
partículas, puntales para minas, postes para cercas y hasta muebles rústicos. También se
produce leña y carbón con excelente poder calórico de 18600 KJ/Kg. En los Sistemas
Agroforestales puede emplearse en cortinas rompevientos, sombra para cafetales, cercas vivas,
cultivo en callejones y en Sistemas Silvopastoriles como banco de proteína. Otro uso
importante es el mejoramiento de suelos a través de la fijación de nitrógeno, que el género
Leucaena es capaz de realizar. Por último y tal vez el uso más importante, esta la alimentación
tanto humana como para los animales por medio del forraje. El hombre puede consumir del
guaje desde su inflorescencia, la vaina tierna, las semillas maduras y secas e incluso se
consumen los rebrotes de las ramas. Otros usos son como árbol ornamental, tutor y como
abono verde (Hughes, 1998).
Para la conservación y mejora del aprovechamiento de los recursos bióticos es importante no
solo conocer al propio recurso, sino también la tecnología tradicional con que ha sido
desarrollada por los grupos humanos que los aprovechan, pues esta sabiduría es una valiosa
guía para el conocimiento científico, principalmente como en México, cuya diversidad
biológica y cultural ha favorecido el desarrollo de una rica tradición agrícola desde hace unos
10 mil años. La integración del conocimiento tradicional con el científico ha sido señalada
como una tarea fundamental de la etnobotánica (Hernández, 1985), así como una gran ayuda
en la conservación y uso perdurable de los recursos naturales para el desarrollo de las
comunidades humanas (Getz et al., 1999).
xxii
III. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN
En México existe un rezago económico y social, esto se ve mayormente reflejado en algunas
regiones marginadas en los estados del sureste, tal como Puebla, Oaxaca, Guerrero y Chiapas.
Este rezago se debe entre otras cosas a que en estas regiones las condiciones predominantes no
son las adecuadas para el desarrollo. Dentro de las condiciones climatológicas promedio, la
precipitación es la que más influye en que las actividades primarias como la agricultura y la
ganadería, no sean tan prosperas se quisiera, lo que ocasiona que los pobladores de emigren.
Además de las condiciones climáticas, se agregan factores históricos, culturales y económicos,
entre otros, que sin la menor duda influyen en la situación en la que sobreviven las
comunidades de las zonas áridas y semiáridas.
Entre estas zonas marginadas encontramos a la Mixteca Poblana. Algunas de las principales
características por las que podemos identificar a la Mixteca es el gran deterioro que presentan
sus recursos, la práctica de una agricultura de alto riesgo a pérdidas de cosechas por heladas
y/o sequías, bajos rendimientos y productividad muy deficiente de granos básicos; esto explica
la emigración constante, ya sea temporal o definitiva de sus habitantes desde la década de los
años veinte (Romero et al., 1986).
Esta situación, proveniente tal vez desde la época prehispánica, se vio aún más empeorada con
la introducción de ganado, el gusano de seda, nuevos cultivos e instrumentos de labranza
durante la colonia, ya que hubo un cambio de estructura social y productiva, intensificándose
la explotación de la población indígena y de los recursos naturales, y en resumen estos
cambios originaron un aceleramiento en la degradación de los recursos naturales.
Dado que existen condiciones de laderas pedregosas y suelos someros, bajo climas
semicálidos y semiáridos con sequía intraestival y la escasez de áreas con riego, la producción
agrícola es difícil y por más riesgosa. Dicha producción se realiza en los lomeríos, donde solo
se puede cultivar maíz, frijol, calabaza y pitaya, y en pequeños valles donde se ve más
favorecido con la humedad, podemos encontrar maíz, frijol, calabaza, hortalizas y cacahuate.
Por otro lado, este territorio es compartido con el ganado caprino y bovino a libre pastoreo.
xxiii
A pesar de que la vegetación original, bosque tropical caducifolio, matorral y bosque espinoso,
palmar, es escasa debido al uso milenario que se le ha dado y a su destrucción por el
sobrepastoreo y el desmonte acelerado, existen agostaderos donde todavía se practica la
recolecta de diferentes especies vegetales como las pitayas (Stenocereus spp.), el guaje
(Leucaena spp.), el tempesquistle (Sideroxylon spp.) y la palma (Brahea spp.)
La creciente población ha ido creando un minifundismo que no ayuda a la autosuficiencia
familiar, trayendo como consecuencia que mucha gente se dedique a otro tipo de actividades
como el comercio, la artesanía y el trabajo asalariado.
xxiv
IV. MATERIALES Y MÉTODOS
4.1. Ubicación de la zona de estudio
La región Mixteca se extiende en un altiplano formado por valles que emergen de las cuencas
de los ríos Verde, Balsas y Papaloapan que desembocan en el Océano Pacífico. La Mixteca se
localiza al sur del país, al occidente del estado de Oaxaca, el sur de Puebla y una sección al
este de Guerrero; y se subdivide en tres regiones, conocidas como Mixteca Alta, Baja y Costa
dependiendo de su posición altitudinal, ya sea por abajo o por arriba de los 1,800 msnm. La
Mixteca Poblana, comprende los distritos de Acatlán, Chiautla, Tehuacan, Ixcaquixtla y
Tepexi de Rodríguez en la parte sur del estado de Puebla con 8,021 Km2.
El municipio involucrado en este estudio se encuentra ubicado en la Mixteca Poblana, la cual
se caracteriza por geografía accidentada y montañosa (Ravicz, 1980), de clima seco, con
dominio de selva baja caducifolia; en esta región los servicios públicos y de infraestructura
más importante son calificados de regular a crítico.
De manera más específica, este estudio se estará desarrollando en el municipio de San Juan
Ixcaquixtla, lugar que de acuerdo a la Secretaria de Gobernación (1986) presenta las siguientes
características: se localiza en la parte sur del estado de Puebla. Sus coordenadas geográficas
son al norte 18º 32´, al sur 18º 28´ de latitud norte; al este 97º 46´, al oeste 97º 50´ de longitud
oeste. La altitud aproximada del municipio es de 1840 msnm. Los municipios con los que
limita son: al norte con Tepexi de Rodríguez y Juan N. Méndez; al este con Juan N. Méndez y
Coyotepec; al sur con Coyotepec y Tepexi de Rodríguez y al oeste solamente con Tepexi de
Rodríguez. Tiene una superficie de 173. 49 km2 lo que representa el 0.3% de la superficie del
estado. Cuenta con nueve localidades, citándose como las más importantes la cabecera
municipal San Juan Ixcaquixtla, san Juan Nepomuceno, Cuatro Rayas y Santa Cecilia
Clavijero; pertenece a la Región Socioeconómica VII-Tehuacán (Figura 1).
En el municipio no se presentan ríos de trascendencia, solo arroyos intermitentes provenientes
de la sierra de Acatlán que lo recorren en dirección SE-NW para desembocar en la laguna “4
rayas”.
xxv
Tepexi de Rodríguez
Barrio Dolores
Pixtiopan
Rancho Chico
B. del Carmen
Clavijero
Coyotepec
Juan N. Méndez
Figura 1. Localización geográfica de San Juan Ixcaquixtla, Puebla.
xxvi
En Ixcaquixtla se presenta el clima C(w0): clima templado subhúmedo con lluvias en verano,
de menor humedad; temperatura media anual entre 12 y 18ºC; precipitación del mes más seco
menor de 40 mm; temperatura del mes más frío entre –3 y 18ºC (Figura.2).
Figura 2. Diagrama ombrotérmico de San Juan Ixcaquixtla, Puebla (García, 1981)
La mayor parte del territorio de Ixcaquixtla se localiza en la porción meridional de los llanos
de Tepexi; sólo el extremo oriente pertenece a la sierra de Zapotitlán. En general el relieve es
plano con una altura promedio de 1,900 msnm.
Los grupos de suelos que se identifican en su territorio son dos: vertisol (V), que son suelos de
textura arcillosa y pesada que se agrietan notablemente cuando se secan. Presentan dificultades
para su labranza, pero con manejo adecuado son aptos para cultivos. Su fertilidad es alta. La
mayor parte del territorio del municipio esta ocupada por este suelo y el litosol (L) de menos
de 10 cm de espesor sobre roca o tepetate. No son aptos para cultivos de ningún tipo y solo
pueden destinarse a pastoreo.
La vegetación es diversa, conjugándose principalmente en zonas de matorral crasicaule
asociado a cardonal; cuenta con especies como sotol, cucharilla, garambullo, nopal,
cacalosúchil, orégano, gigantes y el crotón. Encontramos también a la selva baja caducifolia
0
50
100
150
200
Temperatura (°C) Precipitación (mm)
Temperatura(°C)
14.5 17.1 18.7 18.9 18.1 17.7 16.8 14.6
Precipitación(mm)
3.8 12.2 18 170 113 161 67.3 1
E M A J J S O D
xxvii
representada por el copal, cuajilote, palma, tullidora, cazahuate, jarilla y el coyotillo.
Encontramos zonas de chaparrales al suroeste y los palmares por toda la región.
Las carreteras de mayor importancia que comunican al municipio son 3 principalmente: la
carretera Puebla-Ixcaquixtla, la carretera Ixcaquixtla-Acatlán de Osorio y la que comunica a
Ixcaquixtla con Tehuacan, pasando por la comunidad de Santiago Nopala Atexcal.
4.2. Metodología
Se realizó la revisión bibliográfica correspondiente para cada especie bajo estudio.
La ubicación y delimitación de la zona de estudio se hizo mediante la revisión de
cartográfica (carta topográfica E14B74; 1:50,000), del archivo municipal, consulta de
bibliografía y por recorrido de campo.
Se ubicaron sitios de muestreo: zonas de vegetación, huertos familiares y terrenos
agrícolas.
Se realizó un muestreo de vegetación para determinar la composición florística y se
elaboro un perfil fisonómico semirrealista
Se realizaron entrevistas abiertas al azar a personas con conocimientos sobre el manejo,
aprovechamiento y comercialización de la palma, el tempesquistle, la pitaya y el guaje, y
por medio de la observación directa de los procesos productivos, se analizó tecnología y
maneras de aprovechar dichos recursos.
Se hicieron visitas a mercados y/o negocios de comercio de escobas y artesanías en
diversos lugares de la región para registrar entrevistas abiertas o nivel de comercialización.
Utilizando el diagrama de flujo de materia y energía (Odum, 1981) se desarrolló el modelo
productivo de estos recursos y finalmente se trabajó en gabinete para elaborar el
documento final.
xxviii
V. RESULTADOS
5.1. La Palma
En México, la cultura del manejo y cultivo de las palmas se concentra en
aproximadamente cinco especies de importancia económica, entre las que se encuentran
la palma de coco (Cocos nucifera), de la cual se obtiene el aceite de coco a partir de la
copra; la palma real (Sabal mexicana), también llamada palmito; la palma de sombrero
(Brahea dulcis) y la palma camedor (Chamaedorea spp.) (Santiago, 1999).
La palma queda reunida bajo el tipo de vegetación denominada palmar, la cual agrupa a
comunidades vegetales similares entre sí, pero con una mayor predominancia de la
familia Palmae, de ahí su nombre. Desde el punto de ecológico y florístico, sin embargo,
se trata de un agregado de unidades no del todo análogas. En muchos casos son
comunidades determinadas por características del suelo; otras veces, puede observarse
que los palmares prosperan en función a incendios periódicos u otro tipo de disturbio al
que no esta sometida la vegetación; aparentemente en ninguna parte de México
representan un verdadero climax climático (Castillo, 1993) .
La familia Palmae esta considerada como una familia especializada de plantas desde el
punto de vista de que dependemos de estas especies en muchos casos. El sustento de la
raza humana depende de doce o trece plantas, una de estas es la palma de coco. Pero el
mayor espectro de usos en los cuales ubicamos a las palmas de valor útil es mayor.
Además de alimento y bebidas nutritivas de palmas juegan un papel importante como
fuentes de materiales para construcción, combustible, azúcar, almidones, bebidas
fermentadas y destiladas, alcohol industrial, fibras y rattan; obtención de medicinas,
resinas, ceras, marfil vegetal, varios tipos de aceites y estimulantes (Balick, 1990).
Los estudios de las palmas revelan usos aborígenes que indican el camino en que los
nuevos productos de valor para nuestra sociedad agrícola industrial deben de
investigarse en la fitoquímica y farmacología y así seguramente se podrán obtener
nuevos productos. En el mundo, las palmas se cultivan o desarrollan en ecosistemas en
xxix
donde comparten espacio de luz y elementos nutritivos con especies de interés comercial
(Santiago, 1999).
Las palmas se encuentran entre las primeras familias de angiospermas que se han
reconocido en el registro fósil. Se estima que las plantas se originan hace
aproximadamente 69 millones de años durante el periodo Cretácico Superior (Muller,
1981; citado por Barba y Romero, 1992).
5.1.1. Clasificación
Los palmares pueden clasificarse en palmares de hoja en abanico en grupos de tasite
(Paurotis wrightii) y de la palma de sombrero o soyate (Brahea dulcis) (Miranda y
Hernández, 1963). Esta última se presenta en dos formas de crecimiento, una de ellas se
caracteriza por casi carecer de tallo por lo que toma un aspecto cespitoso y lo denomina
Brahea dulcis forma humilis; la otra forma típica, Brahea dulcis, tiene un estipe de dos a
seis metros de altura, rematado por una corona de hojas abanicadas, de peciolo largo y
envainante (Fregoso, 1943), espinado dentado en la orilla (Standley, 1920 y 1926) y se
encuentran cubiertos con una especie de lana fina de color blanco que se extiende hasta
los limbos de las hojas tiernas y a las inflorescencias. Existen también hojas que
presentan sierra o espinas en el peciolo y una serie de espinas y pubescencias que cubren
a las hojas. Los limbos de las hojas son palmados, es decir en forma de abanico circular y
mide hasta ochenta centímetros de largo; elevándose del centro del conjunto de hojas,
una hoja tierna recta, larga y no expandida, llamada “espada o cogollo” que después de
15 a 20 días de nacida se cortan para los diversos usos que se le puede dar (Fregoso,
1943).
Las inflorescencias son colgantes, de dos o más metros de largo, con sus ramificaciones
gruesas y tomentosas, el fruto es una nuez, de tipo monospermo globoso, amarillento y
suculento, dulce y comestible; con sus semillas blancas, ovaladas y muy duras (Standley,
1920 y 1926).
xxx
La familia Palmae, representa una de las más grandes unidades taxonómicas de las
monocotiledóneas y es la segunda en importancia económica después de las gramíneas
(León, 1987). Desde 1753, Carolus Linnaeus, en su obra “Species Plantarum”, colocó a
las palmas en una familia aparte a la que denominó Palmae. Linaeus solo nombró diez
especies, sin embargo, su concepto de familia aún es aceptado (Moore, 1975; Tomlinson,
1979).
La mayoría de las clasificaciones han dividido a la familia Palmae en grupos. Aunque los
rasgos jerárquicos han variado, el principio utilizado ha sido reconocer subfamilias o
tribus (Barba y Romero, 1992). Así, cuando los caracteres morfológicos y criterios de
especialización, Moore (1973) reconoce 15 grupos artificiales.
Dado lo anterior, la mayoría de las clasificaciones coinciden en ubicar a la familia
Palmae dentro de la división Embriofita y clase Monocotiledóneas.
5.1.2. Distribución
La familia Palmae con algunos 225 géneros (Balick, 1990) y alrededor de 2,800 especies
distribuidas y representadas en ambos hemisferios del mundo, se encuentran en
pantanos o desiertos, desde el nivel del mar hasta latitudes cerca de los 4,000 m, desde
praderas a bosques de niebla, en climas Af, Am, Am, Cw y posiblemente en climas BS.
Las palmeras constituyen una parte importante y esencial de la vegetación de los
trópicos y subtrópicos (Gibbsons, 1996). Sin embargo, esto no ha sido siempre así, ya que
si bien es cierto en la actualidad las palmeras se distribuyen en los trópicos, en épocas
remotas, el clima que reinaba en casi todo el globo les iba de maravilla y gracias a ello las
palmas prosperaban en donde quiera. Pero luego vinieron las glaciaciones, empujando y
obligando a las palmeras a replegarse hacia los trópicos, quedándose muy pocas especies
en los subtropicales y templados.
El palmar es un tipo de bosque de transición entre el clima templado y el caliente. Esta
constituido por elementos del género Brahea, del que se aprovechan las hojas en algunas
xxxi
porciones de los estados de Oaxaca, Puebla, Chiapas, Guerrero, San Luis Potosí,
Michoacán y Nuevo León (Borja, 1963; citado por Ríos, 1993).
5.1.3. Características botánicas
En general las palmas de esta familia son pequeñas o grandes, solitarias como
Chrysalidocarpus lucumbensis; coloniales como Chamaedorea lutescens; tallos cortos a
muy largos, erectos, ascendentes, decumbentes o trepadores. Hojas alternas o espirales,
entera, pinada, palmada. Inflorescencia espigada como Chamaedorea graminifolia o
ramificada; flores hermafroditas, solitarias o agrupadas. Fruto generalmente
uniseminado, drupa o baya apocarpo liso u ornamentado. La semilla libre o unida al
endocarpo. (Quero, 1994).
5.1.4. Hábitat
No todas las palmas crecen en desiertos o en el borde de las playas de arena blanca, como
generalmente se supone. Aunque la mayoría crece en lo más profundo de las selvas
húmedas y oscuras, también se le puede encontrar en manglares y altas montañas, como
es el caso de Ceroxylon andicola, en los Andes (Gibbons, 1996; Del Cañizo, 1991). En
muchas ocasiones son comunidades determinadas por características del suelo, otras
veces puede verse que los palmares prosperan en función de incendios periódicos u otro
tipo de disturbio al que se someta la vegetación; podría decirse que en México no llega a
representar un verdadero climax climático (Acevedo y Albarrán, 1980).
Sin embargo, es cierto que gran cantidad de palmeras se encuentran en las selvas, bajo la
sombra de grandes árboles y un ambiente de alta humedad, como es el caso
Chamaedorea y Rhapis, las cuales se utilizan como ornato en interiores o al aire libre
solamente en las zonas muy cálidas o sombreadas; y muchas otras especies que
prosperan en zonas áridas, pero distribuyéndose sobre las cañadas de los arroyos o
donde hay corrientes de agua subterráneas. En contraste con los caracteres más o menos
xerofíticos o subxerofíticos, el palmar es exigente en cuanto a la humedad edáfica, ya sea
superficial o subterránea. Entre el xerofitismo y la higrofília de la vida subterránea,
tenemos como ejemplo la palma datilera. También le ocurre lo mismo a una de las
xxxii
palmeras más conocidas, Washingtonia filifera, que en su lugar de origen americano vive
en zonas de clima seco, pero proliferando cerca de los arroyos o barrancos con agua del
subsuelo (Del Cañizo, 1991).
Las palmeras pueden formar bosques hasta 40 m de alto. Mientras que el otro extremo lo
constituyen los matorrales de 50 a 80 cm de altura. Algunas comunidades ofrecen una
condición curiosa, pues al mismo tiempo se presentan en ellas palmeras arborescentes y
otras sin tronco bien definido o con tronco rastrero, pertenecientes a la misma especie.
Pueden ser muy densos y sombríos al nivel del suelo, pero hay otros abiertos y ralos con
palmas espaciadas. El desarrollo de los estratos inferiores de la vegetación varía, por
consiguiente, muy notablemente en función de estas condiciones (Santiago, 1999).
La palma constituye actualmente una de las principales fuentes de ingreso para muchas
familias campesinas, pero su aprovechamiento se hace de forma tradicional, no
existiendo estudios técnicos sólidos sobre la especie (Ruíz et al., 1982), conociéndose
solamente su distribución general en el país y algunos aspectos botánico. Medellín (1978),
menciona que para la explotación racional de los recursos tierra, flora y fauna no existen
prácticas de validez universal, pues cada ecosistema precisa de un conjunto de prácticas
específicas de acuerdo a sus características; por lo tanto, es necesario realizar estudios a
nivel regional y por recursos, tomando en cuenta las exigencias de la población sobre
dichos recursos.
5.1.5. Las palmas en México
En México se utilizan principalmente dos partes de la planta de la palma: los troncos,
empleados a menudo como pilares o como vigas en construcciones rústicas y la hoja, de
la cual se obtiene el mayor beneficio, ya que constituye la materia prima para el tejido de
sombreros, petates, bolsas, juguetes, adornos florales y otros productos artesanales o
directamente sin elaboración, en el empalmado de techos. Con esto podemos darnos
cuenta que la palma es una fuente de trabajo, para unos la principal y para otros
complementaria, aunque no por esto deja de ser importante ya que satisface las
xxxiii
necesidades de las familias campesinas en las que trabajan desde los niños hasta los
ancianos para tratar de solventar dichas necesidades (Acevedo y Albarrán, 1980).
En nuestro país las palmas se distribuyen tanto en la vertiente del Golfo como en la del
Pacífico y el Caribe. Su distribución en el terreno es a manera de manchones o
amacollamientos por todas partes y en ocasiones con grandes espaciamientos. La
superficie que ocupa es de apenas el 1% del territorio del país, concentrándose en su
mayoría al sur del paralelo 23° N y con un rango altitudinal muy grande, pues va de los
300 a los 2000 msnm, creciendo además en una gran variada de climas, que según la
clasificación de Köeppen son de tipo Af, Am, Aw, Cw y tal también el BS (Acevedo,
1980).
Santiago (1990), hace referencia a la gran diversidad de especies que existen en México
citando algunas de estas especies de palmas, en donde incluso llegan a existir endemismos
como es el caso de Erythea armata en la Isla Guadalupe; y algunas otras pertenecientes al
género Chamaedorea, en el sureste del país. Las palmas en México, se encuentran desde
el desierto, hasta la selva y áreas costeras, en donde las cuales no solo se emplean como
ornato de interiores o en la arquitectura del paisaje sino que se obtienen una diversidad
de productos que van desde frutos frescos, partes tiernas, aceite, hojas como materiales
para construcción y ornato, sombreros, bolsas, petates, bebidas embriagantes y hasta
obtención de sal de Cryosophila nana en Chiapas.
La palma de coco (Cocos nucifera) distribuida en ambas vertientes de nuestro país, es
quizá la de mayor importancia, ya que se obtienen de ella una gran cantidad de
productos como aceite, fibras, material para construcción, complemento alimenticio para
animales, harinas, artesanías, bebidas embriagantes, entre otras, siendo la de mayor
interés la producción de aceite de la copra, que coloca a México como el principal
productor mundial de aceite derivado de la palma de coco.
xxxiv
En la Huasteca Potosina, Puebla, Oaxaca y Guerrero adquiere gran importancia el
palmito (Sabal mexicana), en la obtención de “palmito” (cogollo de la palma), cuya
producción para exportación es solo rebasada por Brasil a partir de Bactris gasipaes.
Otras palma de gran importancia en México, particularmente en Chiapas, es Acrocomia
mexicana. De esta especie se obtienen varios productos, destacando por su uso regional,
los cogollos, frutos en mermelada o conservas, y la bebida conocida como “taberna”, la
cual se obtiene de Cocos nucifera mediante el raspado de las inflorescencias.
Chamaedorea Willd, género que se comparte con Sudamérica, es otro grupo de palmas
ampliamente distribuido en México. De las 54 especies de palmas camedor que se
encuentran en nuestro país, solo cinco cobran importancia, principalmente como ornato
(Ch. graminifolia, Ch. seiffrissii, Ch. concolor, CH. elegans), tanto plantas vivas de
interiores y exteriores, como el follaje verde (Ch. tepejilote, Ch. sartorii y Ch. elegans). En
menor grado se utilizan como alimento (inflorescencia de Ch, tepejilote) y otros fines.
Las palmas del desierto, como Phoenix dactilifera es una especie que en México se le
emplea en arquitectura del paisaje, en el diseño de parques y jardines, camellones,
avenidas, entre otros, cabe aclarar que la más utilizada es P. canariensis, solo que
muchas veces al referirse a palma datilera, la mayoría de las veces se alude a P.
dactilifera.
5.1.6. La palma de sombrero (Brahea dulcis)
El género Brahea recibe su nombre del astrónomo danés Tycho Brahe y dulcis del latin
“dulce”. Palma originaria de México, a menudo se prefiere suelos pobres con abundante
roca, se caracteriza por presentar flores solitarias, fuertemente embebidas en el tallo y
tomentosas (McCurrach, 1970).
Brahea dulcis (H.B.K.) Mart., conocida como palma dulce, palma corriente, palma de
abanico, palma apache, palma de matón, palma pochitla, palma de sombrero (Martínez,
1979), es una especie monoica de tronco sensiblemente cilíndrico y perfectamente
xxxv
vertical, limpio y en el cual se notan las huellas de inserción de las hojas caída, lo cual
permite detectar su edad (Fregoso, 1943).
La tradición y popularidad de los sombreros mexicanos confeccionados con palma viene desde
la época de la colonia y persiste aún en nuestros días junto con el uso generalizado de bolsas,
petates y otros productos de palma que conforman una extensa línea de la artesanía popular
mexicana. No obstante, el conocimiento del recurso de que provienen es marginal, así como el
reconocimiento del valor que representa para miles de campesinos que lo aprovechan. Brahea
dulcis es una de las especies que se utilizan para la elaboración de dichos artículos.
(Castillo,1993).
5.1.6.1. Distribución y ecología de la especie
En México al igual que en casi todo el mundo, los productos de las palmas se utilizan
desde tiempos antiguos. El tipo de palmar de mayor extensión y de ahí su importancia, es
el de Brahea dulcis, frecuente en la Cuenca del Balsas, pero que llega también hasta el
sur de Oaxaca, partes altas de la Cuenca del Papaloapan y a lo largo de la Sierra Madre
Oriental hasta el sur de Tamaulipas (Rzedowski, 1978; citado por Ríos, 1992).
Por su parte Mesa y Villanueva (1984) reportan que la distribución de la palma de
sombreros abarca extensas zonas de Durango, Nuevo León, Michoacán, Guerrero,
Hidalgo, Puebla, Jalisco y Oaxaca. Según. Fregoso (1943), es posible encontrar estos
palmares en zonas de litorales tanto del Golfo como Pacífico, en estados como Campeche,
Colima, Chiapas, Veracruz, Guerrero, Sonora, Michoacán, Tamaulipas, Oaxaca, así
como en Chihuahua, Coahuila, Puebla, Quintana Roo y Baja California, aunque no
reporta las fuentes de información.
Este palmar es un tipo de bosque de transición entre el clima templado y el caliente. Esta
constituido principalmente por elementos del género Brahea; siendo las hojas de este
género motivo de aprovechamiento en algunas regiones del estado de Oaxaca, Puebla,
Chiapas, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí y Nuevo León (Borja, 1963; citado por
Ríos, 1992).
xxxvi
Se pueden encontrar manchones extensos se la palma soyatl constituyendo una
asociación casi pura, aunque pueden intercalarse en ella encinos (Quercus glaucoides),
tehuixtles (Acacia bilimekii) y cazahuates (Ipomoea spp.); existen también arbustos, sobre
todo plantas herbáceas, especies trepadoras y crasas que son menos frecuentes (Miranda,
1943). Prosperan en general entre 1200 y 2200 m de altitud, muy frecuentemente en
zonas de transición entre el bosque caducifolio y los encinares, o sea en zonas no muy
húmedas y en las que se presentan heladas con más o menos regularidad. La existencia
de estas palmas, al menos en la mayor parte de los casos debe estar condicionada por
incendios periódicos causados por el hombre.
5.1.6.2. Brahea dulcis en la Mixteca Poblana
En la comunidad de Barrio Dolores, Ixcaquixtla Puebla, Brahea dulcis crece asociada
con vegetación formada principalmente de cazahuates (Ipomoea arborescens), izotes
(Yucca spp.), magueyes (Agave spp.), nopales (Opuntia spp.), “zorrillo” y algunos
huizaches (Acacia spp.). Suele acompañarse también de arbustos de menor tamaño y
pequeñas compuestas. Crece en manchones o amacollamientos de entre 50 a 100
individuos cada uno. Debido a que los manchones estaban muy amacollados, resulto
difícil realizar la metodología propuesta de realizar sitios de muestreo de 4 x 4 m, por lo
que solo se tuvo cuantifico él número de individuos en un cuadrado de 1 x 1 m, con un
Figura 3. Perfil sinecológico de Brahea dulcis en la comunidad de San Juan Ixcaquixtla
1
2 3
4
5
6
1
3 3
xxxvii
promedio de entre 7 a 10 individuos (Figura 3).
1. Ipomoea arborescens 4. Opuntia spp.
2. Agave marmorata 5. “Zorrillo”
3. Brahea dulcis 6. Yucca periculosa
5.1.6.3. Características botánicas
Brahea dulcis, es una especie hermafrodita, cuyo tronco se presenta en dos formas de
crecimiento, una de ellas se caracteriza por casi carecer de tallo por lo que su aspecto es
cespitoso y se le denomina forma humilis; la otra forma típica de Brahea dulcis tiene un
estipe de dos a seis metros de altura, rematando en una corona de hojas abanicadas
(palmadas) de1.2 a 1.5 m de diámetro. Existen algunas que tienen espinas o sierras en las
hojas y pubescencias que las protegen. Los limbos de las hojas son palmados, es decir en
forma de abanico circular que miden hasta 80 cm de largo elevándose del centro del
conjunto de hojas, una hoja tierna recta, larga y no expandida llamada “espada o
cogollo. Las inflorescencia son colgantes, de dos metros o más de largo con sus
ramificaciones gruesas tomentosas; el fruto es una nuez (drupa) de tipo monospermo
globoso, amarillento y suculento, dulce y comestible; la semilla es blanca, ovalada y muy
dura (McCurrach, 1970) (Figura 4).
xxxviii
Figura 4. Palma adulta de Brahea dulcis
5.1.6.4. Importancia económica
Entre los usos más comunes de la especie se encuentra el tejido de petates, sombreros,
mecates y sopladores (Nieto, 1984), además de morrales, cordeles, gamarras, gruperas y
aún guaraches (Bardomín, 1968); además de utilizarse para el techado de casas y la
elaboración de esteras; sus frutos globosos amarillentos son comestibles y el tronco
(palmón), una madera muy dura y poco pesada sirve para construir habitaciones rurales
(Standley, 1920-1926).
De manera más reciente, la hoja se utiliza en artesanías como manteles individuales,
papeleros, morrales, bolsas para veliz, entre otros usos (COPLAMAR, 1978). La palma
tiene otros usos como en celebridades religiosas de tipo local (Domingo de Ramos); la
planta como cerco vivo; con la hoja se tejen capotes para la lluvia; el tejido de fibra que
se forma entre el tallo y el peciolo se usa para la elaboración de cojinetes rústicos para el
ensillado de bestias de carga principalmente (Castillo, 1993).
Las zonas semitropicales y semiáridas de México son consideradas regiones más pobres
económicamente desde el punto de vista forestal, por lo que es necesario versatilizar el
uso de los recursos como alternativa para de esta manera dar un apoyo a la economía
campesina. En la Mixteca poblana, el aprovechamiento de palma soyatl se realizan de
forma tradicional, y con un marcado desconocimiento de las existencias y de la
capacidad de incremento de la misma, por lo que se supone existe una explotación de este
recurso no maderable (Ríos, 1992).
5.1.6.5. Proceso de aprovechamiento y transformación de Brahea dulcis en la Mixteca
Poblana.
En la Mixteca Poblana la palma soyatl es utilizada de diversas maneras, ya sea desde
alimento, hasta como ornamento religioso; sin embargo, el principal uso que se le da en
la región de Ixcaquixtla es la elaboración de petates, además de utilizarla en la
xxxix
construcción de techos para casas, por lo que a continuación se describen dichos
procesos:
1) Petates
Recolección en el campo. Esta actividad es considerada por el campesino como
complementaria a todas las demás actividades que realiza, ya que la realiza solo cuando
no hay otra ocupación, lo cual asegura el ingreso familiar y por lo mismo no podemos
hablar de una constante colecta a través del tiempo. Para cortar las hojas de palma, se
utiliza un machete largo o de gancho, aunque es más común utilizar una hoz. La palma
se toma con la mano izquierda y se le corta el peciolo, de tal forma que este quede de 5
cm. Las hojas cortadas se colocan en hilos de ixtle o en tiras de la misma palma llamadas
“ataderos”, formando lo que se conoce como “ensartas” las cuales constan de 50, 100 ó
200 palmas. El recolector considera una carga completa cuando ha reunido por lo menos
de 500 a 600 palmas, es decir, de 3 a 10 ensartas según sea el caso. Para transportar la
carga de palma del monte a la comunidad se utiliza un burro, en el que se deben de
distribuir de ambos lados las ensartas a modo que se equilibre el peso y el viaje sea más
rápido y seguro. La selección de las hojas se efectúa considerando las siguientes
características:
a) La hoja aunque tierna, debe tener un peciolo bien definido.
b) Debe de presentar un color verde cenizo.
c) Que midan más de 50 cm de longitud.
d) Libres de manchas y perforaciones.
Secado. Este proceso se lleva a cabo a la intemperie, sujetando los extremos de las
ensartas en postes que se encuentran a una determinada distancia, de tal manera que las
hojas pendan libremente y así todas reciban luz y aire. El secado puede durar hasta 10
días, lo cual depende de las condiciones del clima que existan.
Rajado. Es el proceso por medio del cual la hoja, propiamente dicho, se separa de tal
forma que se obtengan las “hojas sencillas”. El rajado se hace con la mano, y una vez
xl
rajada la palma se le corta el peciolo por medio de una navaja, cuchillo o cualquier otro
objeto cortante. El ancho promedio de las hojas es de 0.8 a 1.0 cm.
Tejido. Esta operación se realiza directamente en el suelo o sobre un petate viejo. El
tejido es la elaboración en sí del petate, se refiere a la colocación adecuada en forma
entrecruzada de las tiras de hoja de tal manera que no se distinga en donde comienza y
donde termina cada una de ellas. La palma debe humedecerse con agua constantemente
con el fin de hacerla más flexible y evitar que se “abra”. Para dar por terminado un
petate se remata la orilla con un doble tejido, es decir, las hojas sencillas se vuelven a
doblar hacia dentro del petate para que de esta forma se amarren. Para poder realizar
esta actividad, requiere de cierto conocimiento y habilidad, que solo se adquiere al cabo
de la práctica o a través de la herencia de generación tras generación dentro de las
comunidades donde se elaboran petates. El tamaño comercial estándar es de cuatro
codos, lo que equivale de 1.95 a 2.0 m de largo y 1.3 m de ancho aproximadamente
(Figura 5).
Despunte. Consiste en cortar las puntas de las palmas sobrantes al terminar el tejido,
procurando que la hacerlo se note lo menos posible en donde se hicieron los corte. Este
proceso se puede realizar antes o después de hervir el petate y se hace con la ayuda de
una navaja o con un cuchillo.
Hervido. Aunque el término empleado no sea el correcto, ya que la que hierve es el agua
y el petate solo recibe el vapor, bien se le podría llamar a este proceso aplicación de
vapor de agua, que es en sí el que cuece al petate. Después de este proceso también puede
realizarse el despunte del petate. El hervido se hace colocando agua en un bote en donde
quepa mínimo tres cuartas partes del petate. Se pone al fuego del “tlecuil” y sobre o
dentro de él según el tamaño del recipiente, se coloca el petate, de tal manera que al
hervir el agua, este reciba el vapor por un lapso de 20 a 30 minutos. La finalidad de esta
operación es, por un lado que el petate se compacte al expanderse las fibras de la palma y
por el otro, que este tenga mayor flexibilidad, pues de no hacerlo se caracterizaría por
ser quebradizo al secarse totalmente la palma.
xli
Estirado. Después del hervido la longitud total del petate tiende a disminuir, esto hace
que sea necesario jalar los extremos para volver a tener las dimensiones requeridas por
el mercado.
El precio del petate, al igual que los demás productos de palma esta muy por debajo de
su valor real, dependiendo del tamaño, el más grande (1.5 x 2.0 m) varía de $25 a 40
pesos por pieza.
2) Techos de casas
El proceso que se sigue en la región es algo similar al que se realiza en otros lugares y con
otro tipo de palma, diferenciándose solamente en algunas de las actividades que se
realizan en dicho proceso.
Selección de material. La zona de recolección, los instrumentos y el tipo de transporte son
similares al del caso de palma para petates. La calidad de la palma no es de mucha
importancia, ya que se pueden cortar palmas de todo tipo desde las jóvenes hasta las más
maduras pasando por las que presentan síntomas de decadencia. Tal vez la única
característica que deben presentar es que la hoja sea lo más gruesa posible, ya de esta
forma el tiempo que dura es mayor.
Secado. Esta actividad se lleva a cabo en el monte. La palma se seca con los rayos del sol,
ya que tal como se corta se queda durante por lo menos un mes, para que de esta
Figura 5. Tejedora de petate en la Mixteca Poblana
xlii
manera quede bien seca y no cueste trillarla. Aquí no importa si la palma se cierra o no
al secarse, ya que de todas maneras al trillarla quedará cerrada.
Trillado. Una vez que la palma se ha secado, el campesino se dirige al monte para
realizar ahí el trillado de la palma. Esta es tal vez la actividad más laboriosa en la
construcción de techos, ya que inicia desde la recoger la palma que se cortó, formar
ensartas de aproximadamente 50 a 80 palmas. A las estas ensartas que se formaron, se
les golpea sobre tepetate o sobre una piedra grande para que de esta forma la palma se
trille. Una vez trillada la palma, se vuelven a formar las ensartas que serán llevadas en
burro a la comunidad.
Formación de gavillas. En este caso la formación de gavillas se hace en la comunidad, ya
que antes de empezar a tejer el techo se acarrea toda la palma que se corto en el cerro,
para que de esta manera se vaya utilizando como la construcción lo requiera. Para
proteger a las gavillas de palma y evitar que se pudran por causa de la lluvia, se les
coloca encima un impermeable de plástico.
Tejido. Para realizar el tejido del techo debe de existir con anterioridad una estructura
construida con materiales de la región, en la cual se colocan forzosamente varas delgadas
o carrizos en forma horizontal con un espacio de 15 a 20 cm entre cada una de ellas. En
esta actividad, las palmas deben de sobreponerse a distancias mínimas, de tal vez 3 a 5
cm como máximo, de manera tal que no queden orificios por donde pudiera colarse el
agua.
5.1.6.6. Otros productos obtenidos de B. dulcis.
Existen también otros productos que se elaboran a partir de la palma en la Mixteca
Poblana, pero no así en la región de Ixcaquixtla, aunque en menor escala que los petates,
no dejan de ser importantes ya que aportan de una u otra forma un beneficio a la
economía del campesino. Entre los productos más comunes y con un proceso de
elaboración similar al del petate tenemos a los tenates (tanates) y a los sopladores,
aunque en el caso de estos últimos, el hervido es opcional (Figura 6). Muchas veces estos
xliii
productos solamente se tejen para en uso en el hogar y cuando se venden es a un precio
muy bajo, los tenates $5.00 la pieza, mientras que un soplador en $3.00. Otros productos
de uso particular son los mecates y los ataderos que tienen el fin de amarrar las
construcciones que se hagan.
1) Escobas. La elaboración de escobas de B. dulcis solo se reporta en bibliografía, ya que
en la región de estudio, es difícil encontrar escobas de dicho material debido a que es
muy flexible para este fin, además de que en la actualidad este producto tiende a ser
sustituido por materiales sintéticos, aunque todavía en las comunidades rurales su uso es
muy común. A continuación se describe el proceso de elaboración.
Recolección. En este caso, a diferencia de caso de los petates, se prefiere la palma más
madura, al contrario de lo anterior, teniéndose siempre cuidado que no esté manchada y
que además no presente síntomas de decadencia, lo cual se nota por la punta de color
café y que empieza a doblarse.
Rajado. A diferencia del rajado para petates, aquí las hojas se cortan en fragmentos de 2
a 3 mm por lo que implica un mayor trabajo.
Figura 6. Vendedora de tenates en la Mixteca Poblana
xliv
Tejido y amarre. Inicialmente el manojo de tiras se amarra a una vara de madera de
alguna especie de la región que ha sido cortada con anterioridad y que además mida de
1.0 a 1.2 m de largo. El primer amarre debe hacerse firmemente y por lo general con
alambre. El segundo se hace también con alambre o con ixtle, aun tercio del tamaño de la
palma tomando porciones de la misma en forma continua, lo que al final le da una forma
aplanada.
Emparejada. Esta actividad consiste en cortar las puntas que sobran de la palma, para
que así queden de la misma medida, de tal manera que al utilizar la escoba, todas las
puntas tengan el mismo contacto con el suelo.
Al igual que los demás productos de la palma, las escobas se venden a precios por debajo
del real y en casos más extremos su venta se complica tanto que casi resulta imposible
poder venderlas. Lo anterior se explica principalmente por la gran aceptación que tienen
en los centro urbanos las escobas de ferretería, que aunque más caras son más durables.
2) Palma para techos casa-habitación. En las zonas rurales este uso de la palma puede
considerarse como de autoconsumo al emplearse dentro de la misma comunidad, sin
embargo, en la actualidad ha tomado considerable importancia para el techado de
chozas y palapas que se construyen en las ciudades como algo vistoso, atractivo y
confortable por la temperatura agradable que provoca este material en época de calor.
Recolección. La zona de recolección, los instrumentos y el tipo de transporte son
similares al del caso de palma para petates. La única diferencia, tal vez, es que aquí se
busca que la hoja este completamente abierta ya sea madura o joven. La hoja que
presenta síntomas de decadencia tampoco se corta.
Formación de gavillas. El campesino corta las hojas de la palma colocándolas en el suelo,
una sobre otra hasta completar una gavilla, la cual consta de 25 ó 30 pares. Sobre este
montón se coloca un palo o una piedra y así se quedan en el monte, en esta posición, de 2
a 3 semanas, se transportan en burros a la comunidad.
xlv
Secado. Esta actividad se hace en el campo, y la razón de colocarlas en gavillas con el
palo o la piedra presionándolas, es para mantener la posición abierta de las hojas, la cual
es una característica indispensable en la construcción de techos, ya que si es
transportada en fresco, la palma se cierra y no serviría para este fin.
Tejido. Para comenzar con el tejido del techo debe haber existido ya una estructura
construida con materiales de la región, en la cual se colocan forzosamente varas delgadas
o carrizos en forma horizontal con un espacio de 15 a 20 cm entre cada una de ellas. Es
sobre cada una de estas estructuras donde se van amarrando las hojas de la palma con
ixtle o ataderos hechos con la palma. Las hojas deben sobreponerse una sobre otra
formando una capa de hasta 10 cm de grosor, dependiendo de la habilidad del
constructor. El techo tejido con palma puede durar hasta 15 años al cabo de los cuales
debe renovarse.
5.1.6.7. Comercialización de B. dulcis en Ixcaquixtla
En la región de Ixcaquixtla, la palma que se corta es poco utilizada por la gente de la
comunidad, por lo que es vendida a intermediarios de comunidades cercanas como
Atenayuca y Clavijero, que la llegan a buscan en camionetas para llevarlas a los grandes
centro de transformación como Tehuixtla, Tehuacán, Santa Clara en donde muchas
veces al no tener materia prima para trabajar, son ellos mismos se ven en la necesidad de
salir a buscar la palma a toda la región. La cantidad de palma que compran cada vez que
salen a buscarla es de entre 50 a 300 ensartas (120 palmas/ensarta), pagando por cada
una la cantidad de $7.00 aproximadamente (Cuadro 1).
Cuadro 1. Diagramas de flujo del aprovechamiento y comercialización de Brahea dulcis en la
Mixteca Poblana. Para petates, tenates y sopladores
Para escobas Para techos de casas
Recolección Recolección Recolección
Arrime Arrime Secado en monte
xlvi
Secado en casa Secado en casa Tejido
Rajado Rajado
Tejido Tejido o amarre
Despunte Emparejado
Hervido Venta
Estirado
Venta
5.1.7. La palma blanca (Brahea nitida) en la Mixteca Poblana
Un caso particular en la región es la presencia de la palma blanca, como también se le
conoce a B. nitida. Esta palma la encontramos distribuida solamente en México y
probablemente en Guatemala. El conocimiento de esta especie en nuestro país, en cuanto
a bibliografía es nulo, por lo que es difícil precisar los lugares geográficos donde crece y
de la misma manera podríamos aventurarnos a decir que se trata de una especie
endémica en la comunidad de Santiago Nopala, Atexcal, Puebla. Por todo lo anterior, es
necesario hacer notar la presencia e importancia que esta palma tiene en dicha
comunidad, ya que muchas de veces su aprovechamiento para la elaboración de escobas
llega a convertirse en el principal sustento económico de las familias de Santiago Nopala.
5.1.7.1 Descripción de la especie
Brahea nitida es una palma meramente arborescente, su altura varía de 1 a 8 m,
dependiendo de su edad; posee un tallo bien definido comúnmente llamado “palmón”,
con un diámetro de 20 a 25 cm y una elegante corona en la punta del palmón formada
por varias palmas en forma de abanico. El tamaño de la hoja palmeada depende de la
calidad del lugar donde este creciendo la palma, en promedio podemos decir que su
longitud es de 30 cm en las peores condiciones de sitio y de 1.20 m en los lugares más
xlvii
fértiles; la envergadura que alcanzan puede ser de 30 cm a 1 m dependiendo también de
las condiciones ya mencionadas.
De acuerdo con información obtenida con los habitantes de la comunidad, la época de
floración de esta palma ocurre en el mes de mayo; mientras que su floración y
fructificación se llevan a cabo en los meses de octubre y principios de noviembre. El
principal uso que los pobladores de Nopala le dan a la palma blanca, como ya se dijo, es
la elaboración de escobas; sin embargo, también se le puede utilizar para elaborar
tenates y para el techado de casas-habitación. El tallo de las palmas, es decir los
palmones, son cortados para construir casas-habitación o corrales para el ganado.
El hábitat en el que desarrolla B. nítida en este lugar, es sobre los escurrimientos
superficiales, ya sea temporales o intermitentes, aunque también pueden observarse
algunos individuos en las faldas de los cerros asociándose con B. dulcis. Las especies con
las que se encontró asociada a B. nitida son las siguientes: a las orillas de la ribera con
zapote blanco (Casimiroa edulis Llave & Lex.), tronadora (Tecoma stans L.), nopal
(Opuntia spp.), encino (Quercus sp.), maguey (Agave spp.), tepozan (Buddleia cordata
H.B.K.), asomiate (Mikania carfolia), pirul (Schinus molle), cazahuate (Ipomoea
arborescens), colorín (Erythrina coralloides) y con algunos fresnos (Fraxinus spp.) en la
parte más baja de las corrientes de agua (Figura 7).
xlviii
1. Opuntia spp. 4. Brahea dulcis
2. Brahea nitida 5. Zorrillo
3. Agave spp.
5.1.7.2. Importancia de la especie
La principal importancia de esta especie en la comunidad de Nopala radica en que se ha
convertido en la principal actividad económica de algunas familias. Debido a que son los
principales usos que se le da a la palma blanca y que además presentan beneficios
económicos a las familias de la comunidad, se describen de manera explícita los procesos
en la elaboración de escobas y de tenates:
1)Escobas.
a) Corte de la hoja: Al realizar esta actividad debe de tenerse cuidado de provocar el
mínimo daño y pronta recuperación de la planta. Para esto se necesita trepar el
palmón y cortar con un cuchillo el peciolo de la hoja sin dañar las demás partes.
b) Secado. La palma que se corta se junta en ensartas, se llevan a la casa y ahí se deja
secar al sol por un tiempo dependiendo de la insolación y la época del año, aunque
por lo general son 8 días.
Figura 7. Perfil sinecológico de Brahea nitida en la comunidad de Santiago, Nopala
1
2
3
2
4
1 5
2
2
3 4 4
xlix
c) Almacenamiento. En realidad es poco el material que llega almacenarse, ya que la
palma se encuentra a corta distancia de la casa, por lo que si llegará a faltar sería
rápido y fácil poder obtenerla.
d) Tejido de la escoba. Para comenzar se desorilla la palma, se separan las hojas en 3
montones dependiendo de su longitud; en uno las orillas de la palma, las hojas más
pequeñas, las cuales van acomodadas en el centro de la escoba debido a su tamaño;
otro montón es la capa, que cubre a la palma de la orilla y por último las hojas del
montón que además de formar el hombro de la escoba cubre a los dos tipos de hojas
anteriores; estas últimas son “pochinadas”, es decir, se rajan para hacerlas más
delgadas.
e) Armado de la escoba. Primero se debe de tener preparada con anticipación una vara
de alguna especie de la región, aunque por lo general se ocupan palos de abarrote.
Sobre un extremo de esta vara se amarran las hojas ya preparadas. Para que el
amarre quede firme se utilizan clavos y alambre galvanizado. Pero además cabe
mencionar que para que quede un buen amarre se necesita de una excelente pericia
por parte del escobero.
f) Prensado. Este se hace para darle forma a la escoba. En la comunidad de Nopala se
realiza en un pequeño taller casero.
g) Cosido. Una vez que la escoba esta en la prensa, se aprovecha para coserla con ixtle o
hilo de plástico.
h) Alineado y despunte. Esta actividad puede realizarse cuando aún la escoba se
encuentre en la prensa o bien ya fuera. Consiste en cortar las puntas de las hojas
para dejarlas a un mismo nivel y que al momento de barrer lo haga parejo.
2) Tenates
Las personas, principalmente las señoras de mayor edad de Santiago Nopala, también
elaboran tenates. Por lo general, los tenates son elaborados con la “palma mansa”, es
decir Brahea dulcis, aunque últimamente a petición de los compradores de tenates, las
personas que los tejen han cambiado a B. nitida, principalmente a que es un palma más
gruesa, lo que al tejer da mayor firmeza a los tenates y de esta manera no se deformen
por el uso que se les de.
l
Para la elaboración del tenate, al igual que para las escobas, la palma que se va utilizar
debe cortarse trepando el palmón, si se trata de B. nitida. Para iniciar el tenate, se teje la
palma en forma de flor, por lo que a esta parte del tenate se le conoce como “florecita”.
Después se teje una parte nombrada “cabecita”. El “tlapanal” o apartado, es el cuerpo
del tenate que aunque es más tejido este se hace con mayor facilidad que las demás
partes. Por último se “tenaquea”, es decir se termina y se tiene que amarrar y apretar
bien las orillas de la palma. Todo este procedimiento se hace con los tenates llamados de
“dos manos”, es decir, cuando solo se unen dos orillas de palmas. Existen también los
tenates de tres manos (tres orillas de palma unidas) con el procedimiento muy parecido
al de dos manos, solo en que el de tres se anexa una etapa después del tlapanal conocido
como “empezado”, en donde se debe procurar al máximo que no se note la unión de las
orillas de la palma. Las demás etapas son iguales.
Una vez que se tienen los tenates se prosigue a cocerlos al vapor, para que de esta
manera quede con mayor firmeza al secarse. El tenate se envuelve con un trapo para que
el vapor no de directo y pueda manchar el tenate.
Después del hervido, el tenate esta listo para salir a la venta, actividad que por lo general
es realizada por las mismas señoras que tejen el tenate. Al igual que las escobas, los
tenates son llevados a vender a Moralillo, Atexcal, Ixcaquixtla y a Tehuacán en los días
de plaza. El valor que llegan a tener en el mercado es demasiadamente bajo, ya que con
solo $3 ó 5 pesos se puede adquirir un tenate chico o grande, respectivamente.
5.1.8. Estimación del valor y cantidad de producción
Para el caso de B. dulcis en una comunidad de San Juan Ixcaquixtla, los beneficios
económicos que se obtienen son a partir de la venta de la palma entera y de la venta de
productos ya elaborados a partir de ella. Ya que de la venta de palma entera es en donde
se obtiene mayores ganancias de dinero una estimación del valor y cantidad de
producción total de esta es la siguiente:
li
Por principio es necesario indicar que aunque la palma se corta durante todo el año, esta
actividad no es realizada de manera constante por los lugareños. Se estima que al mes se
venden 40 ensartas de palma aproximadamente (1 ensarta = 120 palmas), en algunas
meses más en otros menos, cada una con un valor de $8.00; con lo que al mes se
obtendría un beneficio de $320.00, mismos que la año arrojan una ganancia total de
entre $3800.00 a $4000.00 lo que, aunque pareciera poco, es suficiente para cubrir los
gastos de los productos indispensables en la cocina del campesino.
Se estima también que aproximadamente de entre el 50% de la comunidad ha cortado la
palma para venderla y así obtener un beneficio económico extra que se suma al de la
venta de sus productos agrícolas.
Para el caso de B. nítida en la comunidad de Santiago Nopala, la venta de palma entera
no se realiza. En este lugar son los productos ya elaborados los que buscan mercado para
satisfacer los requerimientos económicos de los pobladores, en este caso los productos
son principalmente las escobas y los tenates.
La producción de escobas, aunque en un principio era el único fin para el que se cortaba
la palma blanca, no es en gran cantidad como podría pensarse, ya que para esto se
necesita un pequeño taller que facilite su elaboración y muchas veces resulta un tanto
difícil adquirirlo. Otra de las causas por las que la producción no es tan alta es que la
escoba de palma es desplazada en el mercado por las escobas de plástico que cada vez se
utilizan más, principalmente en las grandes ciudades. A partir de esto se podría decir
que esta actividad se encuentra a poco tiempo de desaparecer. A continuación se
expresan algunos de los valores de esta actividad. Las escobas se venden a $10.00 cada
una, de acuerdo a las entrevistas que se realizaron pueden elaborarse hasta 12 escobas en
un día (esto cuando existe la completa dedicación a esta actividad).
Tejer tenates es otra de las actividades que casi el 100% de los habitantes de la
comunidad, principalmente las mujeres, realizan para subsistir. Los tenates que se tejen
son chicos y grandes y se vende n a $3.00 el chico y a $5.00 el más grande.
lii
Es un tanto difícil cuantificar la cantidad de valor y cantidad de la producción; del valor
por que no existe un periodo establecido de tiempo para la producción, y de la cantidad
de palma utilizada porque al confeccionar las escobas se utiliza de la palma solo algunas
partes y no toda.
5.1.9. Diagrama de flujo de energía
Para que un sistema sea funcional debe de existir una interacción de partes organizadas.
Es por eso que se utilizan diagramas en donde se esquematiza a dichos sistemas y a
partir de aquellos realizar los cálculos sobre flujos y depósitos de reserva (Odum, 1981).
En el caso de la palma, la energía que entra al sistema proviene del sol, la lluvia y la
fuente de trabajo, da inicio a una relación de todos los elementos reunidos en el sistema
que al entrar en una puerta de trabajo diversifica la energía para que sea utilizada por
todos los elementos del sistema. Brahea dulcis y B. nitida, en la zona de estudio en general
pueden enmarcarse en un subsistema de agostadero, en el que interactúan con otras
especies de vegetales y de animales con valor ecológico o antropocéntrico, además de que
mantienen un equilibrio en dicho subsistema. Ambas especies de palmas entran a una
puerta de trabajo que las lleva a un almacenamiento para de ahí salir del sistema
Sol
Fuente de trabajo
B. nitida
Animales
Energía
Simbiótica
B. dulcis
Otras especies
AGOSTADERO Secado Recolección Transporte
Almac
Transf.
Almac
Figura 8. Diagrama de flujo de un sistema de agostadero con B. dulcis y B. nitida en la Mixteca Poblana.
Lluvia
liii
aportando al hombre o sociedad un beneficio económico por medio de su venta, ya sea en
especie o como un artículo elaborado (Figura 8).
5.2. El Tempesquistle
El interés por el estudio del tempesquistle (Sideroxylon palmeri (Rose) Pennington) surgió de
los resultados obtenidos por Gálvez y de Ita (1992) en los mercados del centro de Veracruz.
En estos se resalta la importancia etnobotánica actual del tempesquistle en el Valle de Orizaba,
con base en la cantidad, presencia y valor alcanzado de dicho producto y ellas la consideran
como especie fomentada.
El aprovechamiento de su fruto se remonta a la época precolombina, ya que de acuerdo con
Smith Jr. (1966), se encontraron evidencias arqueobotánicas de Sideroxylon palmeri
(tempesquistle) y S. aff. capiri subs. tempisque (cosahuico) en el Valle de Tehuacán. Las
semillas de cosahuico se localizaron en los niveles más bajos o tempranos que corresponden a
la Fase “El Riego”, esto es en un periodo aproximado de 6,500 a 4,900 años a.C. con
predominio de la caza y la recolección, lo que hace suponer que fuera un recurso regional.
Desde su probable introducción durante el inicio de la agricultura en el Valle de Tehuacán
(Smith Jr., 1966), el consumo de tempesquistle se incrementó y mantuvo hasta la actualidad a
pesar de la presencia de nuevos cultivos introducidos. A diferencia del cosahuico, cuya
modalidad de consumo se limita al fruto fresco, el aprovechamiento del fruto inmaduro
mediante el proceso de cocción redujo el contenido de látex y probablemente desempeño un
papel importante para mantener su cultivo a pesar de otros frutos introducidos. Por otra parte,
la protección y los cuidados que recibe a través del manejo humano, han contribuido para que
actualmente sea una especie frecuente en las comunidades productoras.
El nombre de tempesquistles una variante de “tempixquixtli”, “tempisque” o “tempistle”,
palabra de origen nahuatl que significa: tentli, labio y pixtli, semilla del zapote (Santamaría,
1978). Con esta palabra se designa al fruto de diferentes especies de la familia Sapotaceae,
principalmente del género Bumelia y Sideroxylon (Martínez, 1937).
liv
La importancia del fruto de las especies de Sideroxylon en nuestro país, se refleja en la
utilización del nombre de tempesquistle por la población para designar localidades o arroyos;
así, con base en la revisión de nomenclator de 18 estados de la república mexicana, se
encontró el registro de 14 topónimos para el estado de Jalisco; uno para el estado de
Aguascalientes y uno para el estado de Puebla (Chávez, 1995).
5.2.1. Clasificación
El género Bumelia, perteneciente a la familia Sapotaceae, fue descrito en 1788 por Swartz. De
las siete especies originalmente incluidas, cuatro fueron ubicadas por Cronquist en el género
Dipholis y una en Mastichodendron, por lo que solo B. rotundifolia y B. retusa se ramificaron,
siendo esta última la más común y ampliamente distribuida (Cronquist, 1945).
Lecomte en 1923, describe una nueva como Bumelia harmandii para la región indo-china. Sus
características florales y vegetativas concuerdan con las de Bumelia, pero presenta hojas más
largas que ninguna otra conocida para el género y la ausencia de frutos en el ejemplar hace
incierta su posición genérica, por lo que puede aceptarse que Bumelia pertenece solo al
continente americano.
La más reciente clasificación de la familia Sapotaceae fue realizada por Pennington (1990), y
en ella se integran todas las especies de Bumelia establecidas por Cronquist (1945) al género
Sideroxylon.
5.2.2. Nombres comunes
El nombre común con el que se conoce al árbol se deriva del asignado al fruto inmaduro, que
en lengua náhuatl o mexicano es “tempísquistli” o “tempísquistle”, de donde se ha derivado
“tempesquistle”, nombre con el que actualmente se le conoce. El nombre de aceituna lo
utilizan a veces las vendedoras debido a la confusión de consumidores con el fruto de Olea
europea L. El fruto maduro, es llamado “tilapo” o “tiliapo”, el cual se deriva de los vocablos
náhuatl tliltic, negro; y tzapotl, zapote (Santamaría, 1978) y capulinsi, por la semejanza y
forma con el fruto maduro de Prunus serotina spp. capuli (Cav.) Mc Vaugh.
lv
Además de los vocablos nahuatl, los nombres de tempesquistle y tiliapo también son derivados
de la observación de las características morfológicas de la especie. Las placas longitudinales
de la testa de la semilla o su consumo, podrían ser la razón del nombre de tempesquistle
(tentli, labio; pixtli, semilla de zapote) (Santamaría, 1978). En cambio, para el tiliapo parece
ser su color. La conservación de estos nombres en la población, tanto rural como urbana,
puede ser índice para determinar la importancia y la antigüedad de su consumo, ya que
constituye un elemento cultural hasta nuestros días.
5.2.3. Descripción botánica
Pennington (1990), hace una minuciosa descripción botánica del tempesquistle, algunos
delos aspectos más importantes son: el hábito de las especies pertenecientes al género
Sideroxylon son arbustos o árboles de 15 a 20 m de altura; ramas jóvenes de color verde,
con o sin espinas lignificadas generalmente presentes en las ramas gruesas; las hojas
tienen disposición en espiral de 3.5 a 11 cm de largo y de 2 a 5.5 cm de ancho; haz verde
pálido, glabro; envés verde grisáceo, opaco (Figura 9); la flor es bisexual, axilar; en
fascículos de 5 a 20 flores, ocasionalmente 30; longitud del pedicelo de 2 a 6 m; con
tomento adpreso, puberulento, blanco, ocasionalmente glabro; el fruto es una drupa
globosa o elipsoide, glabra, con superficie lisa, de 1.5 a 2.6 cm de longitud, razón
entre diámetro longitudinal y diámetro
Transversal menor de 1.10 cuando es globoso, y mayor si es elipsoide; con ápice
redondeado;
lvi
la semilla es única, globosa, ovoide, oblonga o elipsoide, comprimida lateralmente, de 1.1
a 1.7 cm de longitud; testa dura, libre, brillante, libre del pericarpio, grosor de 0.1 a 0.9
mm, leñosa.
5.2.4. Distribución geográfica
De las 49 especies de Sideroxylon consideradas por Pennington (1990) para la zona
neotropical, 27 tienen distribución en México. A excepción de los estados de Tlaxcala,
Zacatecas y Aguascalientes, dichas especies están presentes en la mayor parte del
territorio mexicano (Cuadro 2).
Para el estado de Veracruz se consignan 13 especies: Sideroxylon capiri, S. obtusifolium,
S. occidentale, S. palmeri, S. permisile, S. portoricense subsp. minutiflorum, S. salicifolium,
S. stenospermum y S. verruculosum. En cambio, en Puebla solo se han registrado S.
palmeri y S. permisile.
Cuadro 2. Distribución de especies del género Sideroxylon en México.
Especie Distribución
S. altamiranoi (Rose & Stand.) Pennington Hidalgo., Querétaro. S. americanum (Mill.) Pennington Oax., Q. Roo, Yuc. S. capiri (A. de Candole in A. P. de Candole) Pittier Chis., Gro., Jal., Méx., Mich., Mor., Nay.,
Figura 9. Hojas e inflorescencia de Sideroxylon palmeri
lvii
Oax. Ver. S. cartilagineum (Cronquist) Pennington B. C. S., Gro., Jal., Sin. S. celastrinum (Kunth) Pennington Cam., Col., Chis., Chih., Coah., Dgo., Gro.,
Hgo., Jal., Mich., N. L., Oax., Pue., Q. Roo, Sin., Tab., Ver., Yuc.
S. contrerasii (Lundell) Pennington Oaxaca, Veracruz S. eriocarpum (Greenman & Conzatti) Pennington Oaxaca S. eucoriaceum (Lundell) Pennington Veracruz S. excavatum Pennington Guerrero, Oaxaca S. floribundum Grisebach Yucatán S. foetidissimum Jacquin Cam., Q. Roo, Yuc. S. lanuginosum Michaux Coah., N. L., S. L. P., Son., Tam. S. leucophylum Watson Baja California S. obtusifolium (Roem & Schultes) Pennington Cam., Chis., Gro., Oax., Q. Roo, Tab., Yuc.,
Ver. S. occidentale (Hemsley) Pennington Baja California, Son. Ver. S. palmeri (Rose) Pennington Chih., Gto., Dgo., Hgo., Jal., Mich., Oax.,
Pue., Qro., Q. Roo, Sin., Tab., Tam., Ver., Yuc.
S. peninsulare (Brandegee) Pennington
Baja California, S. L. P., Sin.
S. persimile (Hemsley) Pennington Cam., Col., Chis., Chih., Dgo., Gro., Jal., Mich., Oax., Pue., Sin., Tab., Ver.
S. portoricense subp. minutiflorum (Pittier) Pennington
Chis., Gro., Jal., Méx., Mor., Ver.
S. socorrense (Randegee) Pennington Isla del Socorro, Colima S. salicifolium (Linnaeus) Pennington Cam., Chis., Oax., Q. Roo, Ver., Yuc. S. stenospermum (Standley) Pennington Jal., Oax., Sin., Ver. S. tepicense (Standley) Pennington Chih., Nay., Oax., Sin., Son. S. verruculosum (Cronquist) Pennington Oax., Qro., S. L. P. Fuente: Chávez, 1995.
5.2.5. Distribución ecológica
El género Sideroxylon se distribuye ampliamente en le territorio mexicano, desde pocos
metros hasta llegar a los 2,000 m de altitud, como es el caso de S. altamiranoi (Rose &
Standley) Pennington, en el estado de Hidalgo (Pennington, 1990). Por lo anterior es
posible encontrarlo en diferentes ambientes: en dunas costeras, en selva baja caducifolia
y subperennifolia, matorral xerófito, manglar, selva alta perennifolia, mezquital
invadido, bosque de encino, de pino y de liquidámbar, así como en vegetación riparia
(Gómez-Pompa, 1966; Niembro, 1986; Pennington, 1990).
En las zonas donde se distribuye Sideroxylon palmeri lo podemos encontrar dentro de huertos
familiares asociado principalmente con chicozapote (Achras zapota L.), chirimoya (Annona
cherimola Mill.), papaya (Carica papaya L.), granada (Punica granatum L.) nopal (Opuntia
lviii
spp.), guaje (Leucaena spp.), mesquite (Prosopis juliflora (Sw) DC.), guayaba (Psidium
guajava L.), aguacate (Persea americana L.), tejocote (Crataegus pubencens (H.B.K.)
Steud.) entre otros (Chávez, 1995).
5.2.6. sideroxylon palmeri en la Mixteca Poblana
Particularmente en la región de Ixcaquixtla, el tempesquistle crece en huertos familiares,
aunque con poca población de individuos (2 ó 3), no deja de ser importante para la interacción
con los demás individuos del huerto o solar. Una de las causas por las que el número de
individuos es bajo se debe principalmente a que la gente no toma tanto en cuenta su modo de
reproducción, por lo que la mayoría de las veces deja que sea solo el que nazca en el huerto.
Algunas de las principales especies con las que se le encuentra asociado en huertos familiares
de la zona de estudio son los siguientes: granada (Punica granatum L.) nopal (Opuntia spp.),
guaje (Leucaena esculenta), aguacate (Persea americana L.), limón (Citrus limon), nanche
(Byrsonima crassifolia), durazno (Prunus persica), mora (Morus celtidifolia), sábila (Aloe
barbadensis Mill.) (Figura 10).
1. Byrsonima crassifolia 6. Leucaena esculenta 2. Persea americana 7. Citrus limon 3. Prunus persica 8. Opuntia spp. 4. Sideroxylon palmeri 9. Morus celtidifolia 5. Punica granatum 10. Aloe barbadensis
Figura 10. Estructura vertical representativa de Sideroxylon palmeri en la comunidad de San Juan Ixcaquixtla.
12
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lix
5.2.7. Fenología
En el Valle de Tehuacán el rebrote foliar se observa el diciembre y enero; durante esta
temporada el follaje superior de los árboles presenta coloración verde claro que contrasta con
el verde oscuro en sus ramas maduras basales. Entre marzo y abril ocurre la floración, evento
que coincide o es algo posterior al corte o cosecha del fruto inmaduro, por lo que la
simultaneidad de la fructificación y floración no siempre es evidente. El desarrollo de frutos es
escalonado, ya que las inflorescencias apicales en cada rama presentan antesis posterior a las
basales; de esta forma la cosecha del tempesquistle se realiza por varios cortes, con frutos de
diferente grado de desarrollo al iniciarse la cosecha y el tamaño más homogéneo en los
últimos cortes. Al respecto, existen variaciones en individuos que se expresan y reconocen por
su precosidad como “delanteros”, pues la fecundación, formación y desarrollo del fruto
inmaduro hasta su tamaño comercial (0.5 a 1.0 cm de diámetro longitudinal), requiere de 6 a 7
meses aproximadamente. En este caso el corte se realiza en octubre y diciembre, cuando lo
típico es que en este tamaño se alcance entre enero y marzo; la maduración completa del fruto
(tiliapo) ocurre entre marzo y mayo (Chávez, 1995).
La polinización del tempesquistle en la Mixteca Poblana es realizada principalmente a través
de insectos, al igual que por aves de la región. La dispersión por medio de este medio
aparentemente es poco efectiva, ya que la germinación requiere de humedad constante en el
suelo, y de plantas como un medio de protección contra depredadores.
De acuerdo al recorrido y a las entrevistas que se realizaron en comunidades de la zona
de estudio, se pudo apreciar que aquí el tempesquistle lleva a cabo la floración en los
meses de septiembre y octubre, por lo que la fructificación viene a darse en los meses de
febrero a mayo y que según Chávez (1995), puede decirse que se trata de árboles de
tiliapo “delanteros”.
5.2.8. Importancia y aprovechamiento
Los usos que se describen en la literatura y en las etiquetas de los ejemplares de herbario
examinados, son: comestible, medicinal, maderable y látex. A continuación se detallan
algunas de las formas de su aprovechamiento:
lx
a) Uso comestible. En 1979, Cocotle y Uscanga evaluaron la calidad de los frutos de diez
especies silvestres del estado de Veracruz y encontraron que S. palmeri tiene un valor
energético y hierro mayor que los frutales cultivados en dicha región.
El consumo del fruto es principalmente en estado inmaduro, hervido y preparado como las
aceitunas, en ensalada; pero también se consume algo como fruto fresco, cuando alcanzado la
madurez (Anónimo, 1987; Gálvez y de Ita, 1992), aunque con menor frecuencia, ya que el
alto contenido de látex ocasiona irritación o escozor en la boca. La casi eliminación total del
látex mediante la cocción del tempesquistle, permite su consumo ilimitado, a diferencia del
tiliapo. Chávez (1995), determinó la existencia de 15 recetas a base de este producto, en donde
siete, el tempesquistle es utilizado como componente principal y en las otras ocho como
suplementario.
La importancia nutricional que tiene este hecho, además de la fuente de energía que representa
(185.7 Kcal/100 g de peso fresco), radica en el aporte de calcio (457 mg/100g de peso fresco),
que representa entre el 30 a 50% del requerimiento diario de este mineral en la dieta humana y
de hierro (3 mg/100 g de peso fresco) en cerca del 17% del requerimiento diario en la mujer y
el 30 en el hombre (Cocotle y Uscanga, 1979; Chrispeels y Sadava, 1977).
Con la eliminación del pericarpio del fruto maduro se obtiene la semilla, la cual se seca al sol
y se conserva para las festividades de “Todos Santos”. Una semana antes de la fiesta, a esta
semilla se le elimina la testa y se hierve por tres a cuatro horas, repitiendo este proceso por
varios días hasta eliminarle el sabor amargo. Después se muele junto con “clanepa” (Piper
sanctun (Miq.) Schtl.) y chiles verdes, con lo que se forma una pasta que sirve para
condimentar la masa de maíz utilizada en la preparación de los tamales de “pistle” típicos en al
región de Tehuacán. Actualmente en algunos lugares la tradición de estos tamales se ha ido
perdiendo, debido ala escasez de fruto maduro en años de mala producción, cuando casi toda
es cosechada inmadura y al tiempo y energía para su recolección y cocción (Chávez, 1995).
La importancia de la fibra en la dieta humana radica en que, disminuye la incidencia de
apendicitis, hemorroides, cáncer de colon, enfermedades cardiovasculares y diabetes; al
respecto, cabe destacar la riqueza de estas sustancias en un gran número de plantas
lxi
alimenticias para grupos indígenas (Peña y Ortega, 1984; Rea, 1991), y dentro de estas plantas
tenemos al tempesquistle.
Aunque si bien es cierto el tempesquistle es aprovechado mayormente como alimento, el
registro de otros usos aparentemente inéditos, apoyan el planteamiento de Smart (citado por
Hawkes, 1983) de que, la polivalencia de un cultivo asegura su sobrevivencia. En este caso del
tempesquistle se aprovechan partes del árbol en diversas fases de su fenología, y este
conocimiento y aprovechamiento variado se integra a los aspectos de una cultura local.
b) Especie melífera. En los meses de marzo y abril, meses en los que la floración de la especie
se lleva a cabo, se puede ver que las abejas de colmena y las silvestres aprovechan con
profusión el néctar de sus flores, y a la vez favorecen su polinización.
c) Ornato. En la misma temporada, las ramas con flores, de agradable aroma, son utilizadas
como adornos florales en las fiestas patronales; por lo general la organización y elaboración de
dichos adornos es realizado por hombres, generalmente con cargo religioso.
d) Sombra. En los huertos familiares, donde generalmente se desarrolla esta especie, el árbol
del tempesquistle brinda abundante sombra, bajo la cual se establecen especies ornamentales y
medicinales cultivadas en maceta, creando al mismo tiempo un lugar de descanso y de recreo,
y puede ser aprovechado para amarrar animales domésticos, los cuales a su vez aportan
nutrimentos y materia orgánica al suelo mediante sus excreciones.
e) Uso medicinal. Martínez (1959) describe el uso en Yucatán de S. americanum “…para
destruir los piojos, las liendres y otros parásitos; el mismo empleo se da contra la garrapata
llamada “conchuda”. El tratamiento consiste en estrujar en agua fría o sancochar las hojas para
asear las partes afectadas por estas plagas pudiéndose emplear como un magnífico auxiliar una
solución jabonosa. La raíz destruye la gusanera que se cría en las llagas de los animales… y
contra enfermedades del cuero cabelludo…”; así mismo, dicho autor lo registra como un
excelente homeostático en la menopausia.
lxii
S. palmeri fue descrita por “…Fernández F. … este naturista indicó que el conocimiento de las
hojas, instalado en los oídos y en las hojas, calentadas y aplicadas en los dientes y en las
encías, calman el dolor de aquellos y endurecen a éstas…” (Anónimo, 1987).
f) Uso maderable. La madera de S. palmeri es dura y pesada, y aunque tiene diversos usos, en
particular se le emplea para construir carretas y herramientas (Anónimo, 1987), aunque las
ramas cortadas durante la cosecha de fruto inmaduro pueden aprovecharse como leña.
También, la madera de S. permisile se utiliza para leña, construcciones rurales, fabricación de
artículos torneados, mangos para herramienta e implementos agrícolas y ejes de carreta
(Niembro, 1986).
g) Otros usos. Chávez (1995) reporta que se ha encontrado a esta especie sirviendo como tutor
o sostén de la epífita pitahaya (Hylocereus undatus (Hawort) Britton & Rose).
Por otro lado, Standley (1920-1926) y Anónimo (1987) reportan a S. palmeri y S. permisile
pon las propiedades del látex como masticable a manera de chicle.
Además, por el sabor dulce de sus frutos maduros, algunas aves son atraídas los consumen y
anidan en las ramas del árbol, lo que facilita la captura y cría de dichas aves. Las mujeres se
encargan de alimentar y amansar estas aves para después venderlas o simplemente formen
parte del huerto familiar. Es importante señalar que estos variados usos que se le dan al
tempesquistle en el Valle de Tehuacán, se presentan de igual o semejante forma en la zona de
la Mixteca, solamente que en esta última el uso de mayor peso es el comestible ya sea de fruto
en estado verde o en maduro (tiliapo). Algunos de los usos que se reportan y que también se
aprecian en la zona de estudio son: especie melífera, de ornato, de sombra y maderable
principalmente.
5.2.9. Producción y rendimiento
Chávez (1995), reporta que para el Valle de Tehuacán y en el municipio de Acultzingo los
árboles jóvenes y las plántulas que se observaron fueron originadas de semillas provenientes
de árboles adultos establecidos en el propio huerto familiar. Los frutos sin cosecharse por estar
en ramas muy altas, si alcanzan la madurez, son consumidos directamente por aves silvestres o
lxiii
caen al suelo donde son depredados por animales domésticos. En el Valle de Tehuacán, se
encuentran casos en los que se siembra directamente en el suelo, al abrigo de las nopaleras o
en maceta, con lo cual se evita su destrucción por el pisoteo o depredación de cabras o cerdos.
El transplante de los individuos espontáneos o sembrados al lugar elegido se realiza cuando
tienen uno y cinco años de edad, para entonces la planta ha alcanzado un metro de altura.
Después del transplante, el árbol es cercado, escardado y mantenido con un riego constante.
La edad a la que comienza su producción Sideroxylon palmeri es hasta los 15 años de edad.
El tempesquistle es una especie longeva, ya que la edad estimada llega a sobrepasar los 100
años.
La producción de fruto varía de acuerdo con la edad, altura, cantidad de ramas, ciclo de
producción, condiciones de sitio y clima, incidencia de depredadores y enfermedades. Los
árboles de mayor edad son por lo general de mayor altura, con un fuste grueso y con buen
desarrollo de ramas, por lo que su producción de frutos también se ve aumentada en
comparación con los de menor edad. Puede decirse que la producción de tempesquistle es
bienal, es decir, se alterna un año de buena o abundante cosecha y al siguiente año es escasa o
nula. Muchas veces esta alternancia puede extenderse por cuatro años, debido a las
condiciones desfavorables del sitio (Chávez, 1995).
Resulta difícil estimar la producción de frutos por árbol, debido a que generalmente no se
cuantifican los frutos inaccesibles, la parte de la cosecha que no se corta cuando el precio es
inconveniente, ni la cantidad destinada al autoconsumo; también la estimación se complica
pues el número de cortes es variable para cada árbol y año. Además de estas consideraciones,
están los diversos factores que afectan la producción, antes señalados. Todo lo anterior
explica que la producción estimada por árbol varia de 8 a 300 litros/años con buena
producción y de 5 a 50 litros/año de baja producción (Chávez, 1995).
En la comercialización de tempesquistle las unidades de medida más frecuentes son: litro,
kilogramo, carga, cajón y costal, teniendo como equivalencias aproximadas:
1 carga = 40 cajones
lxiv
1 cajón = 5 litros 1 litro = + 0.5 kilogramos 1 costal = + 40 a 50 kilogramos
Al igual a lo que reporta Chávez (1995) para el Valle de Tehuacán, en la región de Ixcaquixtla,
se pudo observar que la forma de reproducir este árbol es por semilla. Cuando se requiere
plantar este árbol, primero se siembra la semilla en una bolsita de plástico, ahí se le mantiene
hasta que ha alcanzado un altura de unos 50 cm para después transplantarlo al lugar definitivo
donde se desarrollará. Por otra parte, las personas entrevistadas dicen que también por lo
general las semillas nacen junto a presas, nopales, magueyes, donde no pueden ser depredadas
por los animales.
En el caso de cuando se planta, el tempesquistle solo requiere de un cercado para poder estar
libre de ser depredado ya que por enfermedades o plaga, el tempesquistle es una especie con
pocos enemigos de este tipo.
En la Mixteca, la cuantificación de la cosecha se hace más dificil todavía, ya que cuando se
colecta se hace de acuerdo a lo que se ocupa para alimento solamente, es decir se cosecha un
kilo y medio un día, dos kilos otro y así. Pero podemos decir que en promedio se cosechan de
entre 20 a 40 litros por árbol en época buena.
5.2.10. Cosecha
En la Mixteca Poblana, la cosecha de tempesquistle es realizado generalmente por un hombre
de la familia (esposo, hijos, hermano o nieto), ya que es necesario trepar al árbol ya sea por el
tronco o utilizando escaleras de madera u otate (Bambusa vulgaris L.). Al estar cortando los
frutos, para mayor seguridad muchas veces es necesario amarrarse de la cintura a una rama del
árbol, ya que con el movimiento del árbol, puede sufrirse un accidente. Otro de los
inconvenientes en la cosecha del tempesquistle son las espinas con las que cuentan las ramas.
En el corte se utiliza una vara de aproximadamente 3 m de longitud terminada en horqueta con
la cual se desprende el fruto con todo el pedúnculo, o se cortan ramillas fructíferas completas,
procurando siempre que el fruto mantenga su pedúnculo, ya que así secreta el mínimo de
lxv
látex. Otras veces cuando el árbol tiene muchas espinas y es imposible treparlo, se acostumbra
pegarle con un palo a las ramas que están más bajas. Sobre este método tradicional de cosecha
se ha visto que el corte de ramillas es inocuo y que aún el efecto de poda favorece el rebrote y
la fructificación en el siguiente periodo productivo; sin embargo, se observa que cuando el
corte involucra el daño de ramas grandes, la producción y el estado general del árbol se
perjudica.
Una vez que se tira cierta cantidad de frutos, el cosechador baja del árbol a recogerlos, o por lo
general se hace acompañar por mujeres o niños para que estos se dediquen exclusivamente a
recoger los frutos y separar el fruto del pedúnculo de las ramas para guardarlo en morrales o
bolsas de plástico. Generalmente esta actividad suele realizarse bajo la sombra del propio
árbol para así evitar la deshidratación de los frutos, ya que al exponerse al sol por mucho
tiempo adquieren una apariencia rugosa indeseable para su comercialización. Para evitar la
acumulación de látex en las manos, es aconsejable frotarlas con tierra seca y suelta.
Chávez (1995), reporta que para la cosecha de unos 40 kg de fruto se requiere de 8 hr
aproximadamente, variando este tiempo de acuerdo a la altura de árbol, a la abundancia de
fruto y la destreza de los cortadores. La cosecha de tempesquistle inicia cuando los frutos
inmaduros han alcanzado un tamaño de entre 0.5 a 1 cm de diámetro. Estos frutos se preparan
y consumen con la semilla, ya que ésta no ha logrado su completo desarrollo, presentan una
testa suave y carece de sabores desagradables, por lo que se le prefiere para determinados
platillos pues evita la tarea de “deshuesarlos”.
La aparición de una coloración violácea indica el inicio de la maduración del fruto, con el
consecuente cambio de sabor a dulce, es decir los tiliapos. Los tiliapos que se cosechan son
principalmente para el autoconsumo, pero la mayoría son depredados al caer al suelo por aves,
cabras o cerdos. En la zona de Tehuacán, al igual que en la Mixteca, aún suele ofrecerse en
venta el fruto maduro o tiliapo en el mercado tradicional o tianguis. El fruto se corta a mano
un día antes y se seleccionan los de mayor tamaño y coloración casi negra. Los tiliapos
deshidratados al sol también se venden y se consumen.
lxvi
5.2.11. Preparación del tempesquistle
El tempesquistle en verde se consume cocido y para su venta se cuece desde el día
anterior. Para esto, se prefiere una olla de barro, pero puede usarse también una cubeta
o una tina para tamales de hierro galvanizado.
En los mercados o tianguis de la Mixteca, se acostumbra vender el tempesquistle todavía
crudo, esto con el fin de que dure más tiempo fresco al mercado ya que si se cuece como en la
región de Tehuacán y no se vende perdería un poco de sabor.
La preparación de fruto para cocción consiste en eliminar los frutos con coloración negra o
violácea y lavar los que están verdes para separarles basura y restos de suelo. Cuando el agua
en el recipiente este hirviendo, se le añade el fruto gradualmente para no interrumpir el hervor,
ya que así se evita incrementar el tiempo de cocción. A los pocos minutos, se forma una
espuma de látex en la superficie del agua, que debe eliminarse continuamente, lo cual se hace
con hojas de totomostle (brácteas de la mazorca) u olotes (ráquis de la mazorca).
Para que se de una rápida, buena cocción y total eliminación de látex es recomendable agregar
sal de grano grueso en una proporción de sal a tempesquistle de 1:12; en algunos casos se
utiliza ceniza de la cocina, bicarbonato de sodio, tequesquite, agua de cal u otras adiciones.
Por lo común el tiempo de cocción varía de 1 a 2 y media horas, dependiendo de la cantidad a
cocer. Una vez que el tempesquistle ha alcanzado una consistencia suave, se retira del fuego
para escurrirlo. Con este procedimiento, el fruto cocido se conserva 24 horas en forma óptima.
Para su venta y autoconsumo, los tempesquistles pueden condimentan con cilantro hervido y
molido y con chile huachinango en rajas.
5.2.12. Comercialización
En la región del Valle de Tehuacán, aproximadamente el 90% de la cosecha del tempesquistle
se destina a la comercialización y el resto al autoconsumo. La cantidad destinada para este
último, es entre 1 y 30 lt, de acuerdo al número de miembros de la familia, a la cantidad de
fruto obsequiado a familiares, el número de árboles que se tiene y los factores ambientales que
afectan la producción.
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En el estudio realizado por Chávez (1995) en el Valle de Tehuacán, reporta que la cantidad de
fruto crudo destinado a la venta varía entre 25 y 600 lt por unidad de producción. El precio de
venta al menudeo registrado en mercados durante octubre de 1993 a mayo de 1994 fue
considerado como de baja producción, variando de $18/lt, a inicio de temporada y a $2.50/lt al
final de ésta. Otra modalidad de venta es la de cosecha en mata la cual se conviene entre
productoras e intermediarios, a un precio de entre $30 y $150 por árbol; si se toma como
referencia una producción de 40 kg por árbol como promedio, tenemos que el precio por litro
será entre $0.5 y $2. El tempesquistle cocido es vendido por las mujeres y directamente al
consumidor. El ingreso bruto por un día de venta es de $25 a $30 vendiendo de 4 a 10 lt de
fruto. La unidad de venta es el contenido de pequeños recipientes con 50 a 200 g, en
dependencia de la oferta y demanda del producto pero siempre con valor de $1. En mercados
de la región de Tehuacán es frecuente el trueque de tempesquistles por tortillas, frijol, maíz,
semillas de calabaza y otros productos.
En la zona de Ixcaquixtla, por lo contrario es un mínimo de personas el que se dedica a
vender el fruto verde, ya que como se menciono anteriormente la cosecha del
tempesquistle es solo para autoconsumo de la familia. Se utiliza principalmente para
acompañar guisos de frijoles, de huevo y algunas otras recetas como las siguientes:
- Tempesquistles asados: Se utilizan de preferencia tempesquistles tiernos, estos se
asan en un comal y se les agrega sal al gusto. Se sirven acompañados de frijoles.
- Tempesquistles fritos con huevo: Los tempesquistles son cocidos ya sin su semilla, se
fríen y se les agrega huevo. Se le condimenta con sal casera.
- Tempesquistles en salsa roja: Los tempesquistles previamente cocidos y sin semilla,
se fríen y se les agrega la salsa también previamente hecha. Se deja sazonar por unos
minutos y se le agrega sal al gusto.
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- Tempesquistle en tesmole: Se hierven jitomates y chiles secos, se muelen con ajo, se
fríen y se dejan sazonar. Se agrega caldo y carne al gusto previamente cocida junto
con los tempesquistles cocidos sin semilla. Se le condimenta con sal.
- Tempesquistles con habas y nopales: Las habas se hierven. Se muele jitomate con
cebolla, se fríen y se les agregan las habas, los nopales y los tempesquistles
previamente cocidos. Se le condimenta con sal, cilantro picado y chiles.
Por otra parte, los frutos maduros que logran escaparse de ser comidos por las aves se
convierte en alimento de los niños principalmente, ya que por su sabor dulce es muy
apetecido por ellos.
5.2.13. Estimación del valor y cantidad de producción
Para el tempesquistle el periodo de cosecha abarca 4 meses aproximadamente. La
producción anual se estima de aproximadamente 30 litros por árbol. Cada litro es
vendido en promedio a $10.00, por lo que al año se tendría la ganancia de $1200.00 por
árbol aproximadamente.
En Ixcaquixtla son pocas las personas que cuentan con árboles de tempesquistle en su
huerto familiar, por lo que la venta de este producto aporta bajos ingresos a nivel
comunidad y mejora un poco a nivel de la familia.
5.2.14. Diagrama de flujo de energía.
En este caso el diagrama muestra una manera de integrar la condición y funcionalidad
del tempesquistle en un huerto familiar. Podemos ver los estimuladores en las entradas
de energía al sistema, como son el sol y la lluvia principalmente, esto nos ayuda a definir
un sistema en su totalidad de origen natural o reciclado.
En este ejemplo de huerto familiar vemos al tempesquistle como el objetivo central del
sistema en lo alimenticio y en lo cultural; los otros elementos aunque importantes, pasan
lxix
a un nivel complementario dentro del sistema, estos son: aguacate. limón, nopal, nanche,
durazno, plantas medicinales, entre otras.
También es importante analizar el papel que juegan los animales domésticos dentro del
sistema en un huerto familiar, ya que reciclan nutrientes, realizan un control de plagas a
través de su alimentación y además sus desechos ayudan a equilibrar el sistema.
Cabe señalar que el tempesquistle después de ser recolectado se almacena para ser
aprovechado, ya sea como fruto verde o en fruto negro (tiliapo) para autoconsumo o
para la venta, fin que todos los demás productos también tendrán, siendo esta la salida
de energía del sistema que en este caso se revertirá en beneficio económico a la sociedad
principalmente (Figura 11).
Sol
Lluvia
Sideroxylon palmeri
Otras especies
Animales
HUERTO FAMILIAR
Almac
Almac
Recol
Verde
Negro
Soc.
Figura 11. Diagrama de flujo de Sideroxylon palmeri en un huerto familiar de la comunidad de San Juan Ixcaquixtla
lxx
5.3. La Pitaya
Es muy común pensar en las zonas áridas como lugares inhóspitos, con pocas plantas,
que nada aportan al hombre y solo le provocan intoxicaciones o heridas; pero por el
contrario estas regiones han brindado al hombre desde tiempos remotos gran cantidad
de alimentos y útiles diversos. Entre las plantas más notables que caracterizan el paisaje
de las zonas áridas y semiáridas de nuestro país, se distingue a la familia de las cactáceas.
En los trópicos secos y desiertos cálidos del país, existen raras formas de cactáceas,
columnares arborescentes, arbustivas o trepadoras, distribuidas en cerros, cañones y
planos. A pesar de que México es centro de origen y diversidad de cactáceas y varias de
ellas han sido importantes para el desarrollo de culturas meso y aridoamericanas, son
pocas las especies que han sido reconocidas y menos aún como domesticadas (Cruz,
1984).
La familia Cactaceae comprende a la subfamilia Pereskiodeae, Opuntioideae y
Cereoideae (Bravo, 1978), agrupando a 125 géneros, de los cuales 92 se encuentran en
América de l Norte y de estos 61 en México, es por esta razón que se considera a nuestro
país como centro de origen (Bravo, 1978). Los 125 géneros agrupan de 1,500 a 2,000
especies (Bravo, 1978). Dentro de la subfamilia Cereoideae se encuentra el género
Stenocereus, este a su vez agrupa a especies productoras de los frutos denominados
pitayas (Sánchez, 1984).
En efecto en la Mixteca, una de las regiones semiáridas de nuestro país, se ha aprovechado el
fruto, la semilla y el tallo de más de ocho especies de cactáceas columnares desde tiempos
prehistóricos (Callen, 1967; Smith, 1967; González, 1972; Winter et al. , 1984). Actualmente
estos recursos complementan la subsistencia y el ingreso monetario de sus pobladores, y son
importantes ambientes muy restrictivos, secos, de laderas, pedregoso y suelos someros.
El término “pitaya” o cualquiera de sus variantes regionales tales como “pitahaya”, “pitalla”,
“pitajaya” se relacionan en un amplio sentido para las diferentes zonas del país y se designan a
frutos de algunas cactáceas pertenecientes a las tribus Hylocereae, Pachycereae y
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Echinocereae, a pesar de esto, este nombre se usa con más frecuentemente a especies que
integran el género Stenocereus (Sánchez, 1984; citado por Martínez, 1993). Rebollar (1997)
nos dice que en la actualidad el término pitaya se usa para designar a los frutos del género
Stenocereus y el término pitahaya para los frutos del género Hylecereus. El género
Stenocereus, comprende las especies de mayor valor comercial y las más deliciosas, dicho
género comprende 24 especies, de las cuales en México encontramos 19 de ellas distribuidas
en casi todo el país (Bravo y Sánchez, 1991; citados por Martínez, 1993).
Martínez (1993) nos dice que el origen de los ancestros del género Stenocereus se localiza en
el Caribe y norte de América del Sur y se considera que emigraron al norte hasta México,
donde se establecieron y obligados por las condiciones ecológicas evolucionaron en forma
muy diversa. Los restos más antiguos encontrados de esta especie corresponden a los
hallazgos hechos en Tehuacán, Puebla, en las especies S. trellasel y S. pruinosus, cuyos restos
se les atribuye una antigüedad de 3,500 a 2,300 y 6,500 a 4,500 años a. C., respectivamente.
Anteriormente la especie griseus era considerada nativa de Venezuela y la Antillas; sin
embargo, observaciones recientes sobre las formas cultivadas y silvestres existentes en nuestro
país, ponen en duda tal tesis (Meyran, 1984; citado por Martínez, 1993).
5. 3.1. Importancia de las pitayas
Es en el género Stenocereus donde se encuentran agrupadas, podemos decir las pitayas
verdaderas, las de mayor valor comercial.
En la Mixteca de Cárdenas, Oaxaca la pitaya adquiere gran relevancia, ya que existen
46,000 plantas de Stenocereus spp. en 13 poblados, de cuya producción se benefician
2,000 familias (Llamas, 1984). Por otra parte S. queretaroensis en cada esqueje para
plantar alcanzó un precio de $5,000 en 1990 y al año siguiente cada fruto de la misma
especie alcanzó un precio de $2,500, lo cual da una idea de la importancia que pueden
tener estas cactáceas, en las precarias economías de esas zonas.
Otra consideración es que a pesar de que generalmente los frutales son importantes en nuestro
país por sus exportaciones y las divisas que generan, en el caso de la pitaya, la importancia no
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se sustenta en esta premisa, sino el nuevo auge que están tomando los frutales exóticos dentro
de los cuales además de la pitaya, están el litchi, nuez de macadamia, fruta de la pasión,
pitahaya, denominados recientemente como cultivos no tradicionales.
5.3.2. Clasificación
La taxonomía de las cactáceas se encuentra en medio de un proceso de desarrollo, en donde
existen interesantes aportaciones de diversos autores, pero sin que aún se pongan de acuerdo
con respecto a una clave universal y mientras que algunos consideran a una especie dentro de
un género o subtribu, otros la definen en otro diferente. Esto se debe principalmente a que
existen algunas características que han desarrollado una evolución convergente,, además de
que pocos estudios dedicados a la filogenia de las cactáceas. Para fines de simplificación,
utilizaremos la clave y descripción de Bravo (1978) para el género Stenocereus en México, en
donde se ubica a dicho género dentro de la subtribu Stenocereinae de la subfamilia Cactoideae
y la familia Cactaceae.
5.3.3. El género Stenocereus Se menciona que el origen de las cactáceas es Sudamérica, excepto Rhipsalis que se cree
es originario de África y Madagascar. En México, Perú, Bolivia y Argentina
encontramos mayor concentración de cactáceas, aunque solo México es considerado el
país en que se registra una mayor abundancia, más aún si tenemos en cuenta que de él
procedían los primeros cactus enviados a Europa (Castillo, 1984).
El origen del género Stenocereus se localiza en el Caribe y norte de América del Sur,
considerando que emigraron hacia el norte hasta México donde se establecieron y
evolucionaron en muy diversas formas debido a las condiciones ecológicas (Bravo, 1978).
Los restos más antiguos de este género corresponden a los hallazgos hechos en Tehuacán,
Pue., con las especies S. treleasei y S. pruinosus, cuyos restos datan de 3,500 a 2,300 y
6,500 a 4,500 a. C., respectivamente (González, 1972).
Anteriormente al género Stenocereus se le identificaba por Britton y Rose (1963) como
Lemireocereus; sin embargo, recientes autores descartaron este nombre, adoptando el de
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Stenocereus que a la fecha sigue vigente incluyendo a 24 especies, las cuales se distribuyen
desde el sur de los Estados Unidos hasta Venezuela, Perú y las Antillas. En México
encontramos a este género representado por 19 especies (Bravo, 1978), las cuales tienden a
reducirse a 17 (Sánchez, 1984). Las especies cultivadas más frecuentes son: Stenocereus
queretaroensis, S. fricci, S. griseus, S. stellatus y S. thurberi. Las especies silvestres de
Stenocereus que producen frutos comestibles son encontradas en laderas montañosas
subtropicales y sobre las planicies costeras de las regiones semiáridas de la costa oeste de
México (de Sonora a Oaxaca) y la costa oriente (Tamaulipas-Veracruz). Las poblaciones
silvestres forman pequeñas extensiones de 50 a 200 plantas por hectárea, que son parte
fundamental del ecosistema natural de los bosques tropicales y subtropicales.
También es bueno señalar que dentro de este género se encuentras agrupadas las pitayas más
deliciosas, las de mayor valor comercial, no en vano a dicho género se le conocía como
sinónimo de “teonochtli” (Sánchez, 1984 y Bravo, 1978) que quiere decir “tuna de los dioses”.
La principal forma de aprovechamiento actual es el consumo de su fruta en fresco, aunque
también se pueden elaborar aguas, nieves y mermelada, vinagre, los tallos se usan como
medicina, como sustituto de jabón, construcción de cercos vivos y además los tallos secos
como combustible.
Otro potencial de esta planta radica en que como cultivo, sus características de prosperar en
suelos de mala calidad agrícola, son muy eficientes en aprovechar la humedad del suelo,
contar con metabolismo ácido de las crasuláceas, almacenar agua y nutrientes además de hacer
un uso muy eficiente de ellos. Además responden muy bien a prácticas de cultivo como
fertilización, riego, podas, propagación vegetativa, entre otras. Existen especies y tipo dentro
de estas que producen fruta de excelente calidad y aceptación en el mercado nacional.
Las posibles desventajas de los tallos y frutos serían: presencia de espinas grandes y
abundantes que dificultan el manejo, poca duración del fruto después de cosechado, en
algunas especies sus hábitos de fructificación y dehiscencia de frutos. En cuanto a problemas
de plagas y enfermedades se encuentra el ataque de un barrenador en frutos y tallos, daño de
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picudos, chinches, ácaros y síntomas de hacen sospechar de una posible enfermedad virosa,
sola o asociada con otras en el tallo.
5.3.4. Distribución y aprovechamiento de especies
El género Stenocereus en México lo encontramos distribuido en la Península de Baja
California, en la Vertiente del Pacífico desde Sonora hasta Chiapas y por la Vertiente del
Golfo en Veracruz y Tamaulipas (Bravo, 1978), siendo mucho más abundante al sur y sureste
del Eje Neovolcánico Transversal (Sánchez, 1979 y 1984).
En la Región conocida como Desierto Sonorense, la especie más importante es la S. thurberi o
“pitaya dulce”, la cual posee tallos columnares ramificados desde la base. El fruto es globoso,
de 4 a 7 cm de diámetro, algunas veces con espina o desnudo que al madurar adquiere un color
verde olivo pálido rojizo. Esta fruta constituye parte de la alimentación de las comunidades de
la región, ya que sigue siendo utilizada como fruta fresca o para preparar conservas caseras
(Gates, 1957; Gold, 1979; Ojeda y Barrera, 1988).
En el Pacífico, desde Sonora hasta Nayarit, la especie más abundante es S. montanus o “pitaya
colorada”, aprovechada como fruta fresca en la región. En los altos de Jalisco y Michoacán,
además de Guanajuato y Querétaro crece S. queretaroensis o “pitaya de Querétaro”, cuyo fruto
se vende en los mercados regionales. En estos estados, existen también pequeños huertos para
producción comercial, llegando a alcanzar buenos precios en el mercado (Gold, 1968 y 1969;
Meyran, 1971; Sánchez, 1984; Arreola, 1990; Salcedo y Arreola, 1991).
En la Cuenca del Río Balsas se encuentra S. fricci. Desde Sinaloa hasta Guerrero, es muy
abundante S. quevedonis y S. chrysocarpus. Las tres especies son cultivadas tanto a nivel
casero como para producción comercial, siendo Guadalajara el principal consumidor (Gold,
1969; Sánchez, 1984).
En Hidalgo, Morelos, Puebla, Oaxaca y Chiapas se distribuye el “órgano” o “cardón”,
perteneciente a la especie S. dumortiere. Este cactus produce una pitaya de pulpa dulce
(Bravo, 1978).
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La especie S. pruinosus conocida como “pitayo” o pitayo de octubre” (Bravo, 1978), se
encuentra distribuida en los estados de Puebla, Guerrero y Oaxaca (Gold, 1970), en este
último se encuentra en Huajolotitlán y Huajuapan de León, donde fructifica en octubre (Bravo,
1978).
El “xoconostle”, “pitaya agria”, es el fruto de S. stellatus. A nivel mundial esta especie se
distribuye desde el extremo sur de los Estados Unidos, México y las Antillas, extendiéndose
hasta Colombia, Venezuela, ecuador, Perú y Brasil. En México se distribuye en Puebla,
Oaxaca y Morelos (Bravo, 1956). En Puebla se le reporta en la región de Izúcar de Matamoros
(Bravo, 1956), en Zinacatepec y Zapotitlán Salinas (Gold y Matuda, 1956) y en Totoltepec de
Guerrero (Cruz, 1985). En el estado de Oaxaca se encuentra en la parte norte y noreste del
mismo (Meyran, 1970; Piña, 1977).
Por último, S. griseus, la ”pitaya de mayo” se distribuye en Venezuela y las Antillas (Britton y
Rose, 1963). En nuestro país la ubicamos en estado silvestre y cultivada en los estados de
Tamaulipas, Veracruz, Puebla, Oaxaca, San Luis Potosí, Guerrero y Jalisco. En el primer caso
se asocia con selvas bajas caducifolias y en el segundo en huertos familiares (Gold, 1970;
Piña, 1977; Bravo, 1978; Meyran, 1980, 1984 y 1987; Cházaro y Márquez, 1986). Esta pitaya
es la más importante de la mesa central y parte sur de México, ya que adquiere gran relevancia
donde se cultiva (Anónimo, 1930). Se le reporta cultivada en Huaxtepec, Mitla y
Tianguistengo en Oaxaca (Martínez, 1983; Sánchez, 1984); en Sta. Cruz Nuevo Miahuatlán y
Tepeyahualco de C. en el estado de Puebla (Cruz, 1984; Castellón y del Toro, 1986).
5.3.5. Pitayo de octubre (Stenocereus pruinosus)
Stenocereus pruinosus, generalmente conocido como “pitayo” y “pitayo de octubre” y que los
nahuas llamaron “cuapatla” (Sánchez-Mejorana, 1984).
En el transcurso del tiempo la clasificación de esta especie ha ido cambiando hasta llegar
al actual género. Ha sido nombrado por varios autores y en diferentes fechas, entre los
que destacan los siguientes sinónimos (Bravo, 1978):
Echinocactus pruinosus Otto in Pfeiffer, Enum. Cact. 54. 1837.
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Cactus pruinosus Monville in Steudel, Nom. 2 ed. 246. 1840.
Cereus pruinosus Otto in Foester, Handb. Cact. 298. 1846.
Lamaireocereus pruinosus (Otto) Britton et Rose, Cactaceae 2: 88. 1920.
Ritterocereus pruinosus (Otto) Backeberg, Cact. Succ. Jour. Am. 23: 121. 1951.
Stenocereus pruinosus (Otto) Buxbaum, Bot. St. 12: 92. 1961.
S. pruinosus se caracteriza por ser una cactácea con raíces secundarias más desarrolladas que
la principal, lo cual puede variar dependiendo de la disponibilidad de humedad y con las
demás características del suelo. Es de tipo arborescente de tronco bien definido, de unos 4 a 5
m de alto. Ramas de 8 a 10 cm de diámetro, de color verde oscuro y hacia la extremidad de las
ramas azuloso con una pruinosidad blanquecina. Costillas 5 a 6, prominentes, agudas,
onduladas. Espinas radiales de 5 a 7 y de 1 a 2 cm de largo, radiadas. Espinas centrales son de
1 a 4 de color gris. Flores infundiliformes de 9 cm de longitud. Fruto ovoide, de 5 a 8 cm de
largo, de color variable, rojo púrpura, anaranjado verdoso, con pulpa carnosa, del mismo color
que el pericarpelo. Semillas pequeñas, de 2 a 2.5 mm de largo y 1.8 mm de ancho; amplio hilo
basal; testa negra con negras puntuaciones (Bravo, 1978) (Figura 12).
Figura 12. Parte del tallo e inflorescencia de Stenocereus pruinosus
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5.3.5.1. Distribución
Se reporta distribuida en los estados de Tamaulipas, Veracruz, Puebla, Guerrero, Oaxaca y
Chiapas. Crece en estado silvestre y se cultiva en varios poblados de las mixtecas. En Oaxaca
se ha señalado en Totolapan, Tequisitlán, Mitla, Ixtlán de Juárez, distintos lugares de las
mixtecas altas, Huajuapan de León; en Puebla, se ha registrado en el cañón del río Atoyac y en
los alrededores de Tehuacán; en Guerrero, en el Cañón del Zopilote; en Chiapas, en la
Hacienda de la Providencia y también cerca de Tula, Tamaulipas y Río verde, San Luis Potosí.
Existen diferentes variedades hortícolas que se distinguen por la forma y el color de los frutos
a los cuales se les da también el nombre de “pitayas”. La fructificación se produce en mayo y
septiembre y en estas épocas se encuentran en los mercados regionales todas las variedades
(Figura 13) (Llamas, 1984).
5.3.5.2. Distribución ecológica
Cruz (1984) con base en varias muestras de distintos sitios de la región pitayera de Puebla,
llega a la conclusión de que Stenocereus spp. responde bien a las condiciones de materia
orgánica, tolera valores altos de pH y en conductividad eléctrica perjudiciales para la mayoría
de los cultivos.
Los climas en que prospera esta especie son áridos y semiáridos, con baja precipitación y una
elevadisima evapotranspiración en cultivos convencionales. Las lluvias son irregulares y de
tipo torrencial, la humedad atmosférica y la nubosidad son bajas, la insolación es interna y la
temperatura alta durante todo el año, los vientos fuertes, régimen de lluvias en verano con un
período de sequía largo, de octubre a mayo (Cuadro 3).
Los tipos de vegetación en los que se presenta estas especies de forma natural son las selvas
bajas caducifolias espinosas y las inermes. Las selvas espinosas están representadas por
arbustos altos de leguminosas espinosas, por ejemplo el guamúchil (Phitecellobium dulce), el
ocotillo (Fouquieria spp.), el mezquite (Prosopis spp.) y otras leguminosas más. Mientras que
la selvas inermes, integradas por árboles de menor tamaño, carecen de espinas y pierden casi
por completo las hojas en la temporada seca. Algunas de las especies de este tipo de
vegetación son: los copales (Bursera spp.), cazahuates (Ipomoea spp), el pochote (Ceiba spp.)
y otros(Sánchez-Mejorada, 1984).
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Cuadro 3. Localidades productoras de pitaya en la Mixteca y sus principales características ecológicas.
UBICACIÓN PP (mm)
T (°C)
ALTURA (msnm)
CLIMA SUELO VEGETACIÓN ROCA
Tianguistengo, Oaxaca
97°48´ LW 18°11´ LN
690 21 1550 A(C)wo Litosol Regosol
SBC-MXC E-C
Sta. Cruz, Nvo. Puebla
97°49´ LW 18°16´ LN
620 21 1600 A(C)wo Litosol MXC E-C
Tepeyahualco, Puebla
97°52´ LW 18°48´ LN
522 17 1990 C(Wo) Xerosol MXC C
Xochitlán, Pue. 97°46´ LW 18°42´ LN
617 18 1900 C(Wo) Rendzina MXC C
Miahuatlán, Puebla
97°26´ LW 18°32´ LN
450 19 1800 BS1h Redzina Xerosol
SBC-MXC C C
Xayacatlán, Puebla
97°59´ LW 18°14´ LN
620 23 1300 BS(h´) Regosol SBC E
Huiziltepec, Puebla
97°53´ LW 18°46´ LN
525 18 1950 C(Wo) Rendzina MXC C
Fuente: Martínez, 1993 SBC : Selva baja Caducifolia
E : Esquistos
C : Calizos
5.3.5.3. Stenocereus pruinosus en la Mixteca Poblana
Por otra parte, es necesario comentar que Stenocereus pruinosus, es en la región una de las
especies primordiales en cualquier huerto familiar, ya que aunque su producción no sea en
gran cantidad y por lo tanto no sea viable venderla, si es suficiente para el autoconsumo en
fresco de la fruta, siendo este su principal finalidad por la que se cultiva en dichos huertos.
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En este caso la zona de estudio encontramos a S. pruinosus asociada ya sea con otros frutales o
con árboles con algún interés para el hombre como el guaje, el nanche, el mezquite, la
chondata, el choconoxtle, los nopales, y algunas otras más representativas de los huertos
familiares en la Mixteca Poblana (Figura 14).
1. Prosopis juliflora 4.Chondata 2. Byrsonima crassifolia 5. Leucaena esculenta 3. Stenocereus pruinosus
5.3.5.4. Aprovechamiento
De las 22 a 24 especies del género Stenocereus, 17 a 20 se encuentran en México y de ellas
ocho son cultivadas en el centro-sur del país, dos de las cuales (S. pruinosus y S. stellatus)
parecen ser originarias de la Mixteca (Gibson y Horak, 1978; Sánchez-Mejorada, 1984). Para
la Mixteca Baja se han consignado S. pruinosus, S. stellatus, S. dumortieri y S. griseus, pero
esta última ha sido imposible localizarla, pues posiblemente se le ha confundido con la
primera desde que Britton y Rose (1963) sugirieron que la especie comúnmente cultivada en
México parecía ser S. griseus. En efecto, la distribución conocida de S. griseus en México, se
restringe al suroeste de Tamaulipas, el centro de Veracruz, centro de Guerrero y norte de
Yucatán.
Figura 14. Estructura vertical representativa de Stenocereus pruinosus en la comunidad de San Juan Ixcaquixtla
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2
3
4
3
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Las cactáceas columnares de la Mixteca complementan la subsistencia y el ingreso monetario
de sus pobladores, ocupan ambientes restrictivos, semiáridos, de laderas pedregosas y suelos
someros, además de que se han utilizado desde tiempos prehistóricos.
En la Mixteca las pitayas reciben un nombre genérico y otro específico que se refiere al color,
forma, tamaño del fruto. Aunque ocho especies de las 12 registradas son las que se cultivan,
sólo dos de ellas (S. pruinosus y S. stellatus) son las más importantes por su diversidad
intraespecífica, su fruto comestible y comercializable y por el conocimiento involucrado en su
aprovechamiento.
En la pitaya, el tallo y/o las ramas suele ser utilizado como maderable o combustible,
normalmente de plantas muertas naturalmente; puede ser utilizada como cerco vivo y para
controlar la erosión.
En la región de Ixcaquixtla es aprovechada en su gran mayoría y podríamos que en su
totalidad, por cada familia que tiene su huerto de pitaya. Las personas que tienen un huerto
con varias plantas son las que optan por salir a vender
Figura 13. Distribución de Stenocereus pruinosus en México.
lxxxi
5.3.5.5. Manejo
Aunque actualmente siete de las 12 especies de pitayas se cultivan en huertos familiares, solo
tres de ellas (Stenocereus pruinosus, S. stellatus y Escontria chiotilla) se cultivan de manera
más frecuente en la Mixteca . De estas tres especies o dichis(nombre que se les a las pitayas en
la mixteca) solo la pitaya y el xoconoxtle, pues son los únicos que se cultivan en huertos
comerciales (superficie mayor de 0.5 ha), con pocas variantes de una o dos especies, y con un
total objetivo mercantil. Los huertos familiares, además de encontrarse junto a la casa
habitación y por ello recibir los abonos caseros (ceniza, basura, excrementos), son menos
extensos, y por lo, general presentan varias especies perennes y concentran la mayor parte de
las variantes de dichis. Sin embargo, prácticas agrícolas en ambos tipos de huerto son todavía
muy similares, ya que los huertos comerciales son pocos y recientes (Mercado, 1999). La tecnología de estos huertos sigue siendo de origen prehispánico, y en el cultivo
manual, individual y con nulos recursos externos, de plantas nativas que produzcan
grandes frutos y agradables, y no tanto en el cultivo en masa y costoso, que genere altos
rendimiento (Luna, 1993).
a) Propagación
La propagación de la especie se puede llevar a cabo a partir de semilla o en forma
vegetativa. Dada la escasez del material vegetativo (esquejes) se han realizado estudios
sobre la germinación. Williams y Arias (1978) indicaron que la falta de germinación de
semillas recién cosechadas se debía a la presencia de sustancias inhibitorias, cuya
concentración disminuía con 8 semanas de almacenamiento en seco; después de esto los
porcentajes de germinación aumentaban cuando se humedecían y colocaban a
iluminación constante a 25°C.
La propagación vegetativa consiste en utilizar ramas o brazos de las plantas o tipos que nos
interesan; se pueden seleccionar aquellas ramas que están en crecimiento y que tienen
longitudes de 90 a 120 cm aproximadamente, éstos se cortan justo en la unión con la madre;
otra alternativa la constituyen los brazos largos que están en producción, los cuales se cortan
en longitudes similares al caso anterior y cada pedazo resultante constituirá una nueva planta
(Figura 15).
lxxxii
Esta forma de propagación de la pitaya es la que se utiliza con más frecuencia, debido a
la relativa facilidad de esta planta para enraizar y a que se reduce el tiempo juvenil de
estas especies. La propagación vegetativa es importante ya que en muchos casos existen
problemas serios con el prendimiento de brazos debido principalmente a la pudrición de
éstos en la base, ya que los tallos tienen una gran porción de tejido parenquimatoso, el
cual les da la suculencia y condiciones favorables para las pudriciones, por lo cual es
necesario que después de cortar los brazos se dejen secar los cortes realizados durante un
periodo de 20 días o más (Mercado, 1999).
La propagación comienza con la selección del material para plantar. Para esto se obtienen
ramas o brazos de 3 años de edad de las plantas maduras que presenten características óptimas.
También se pueden usar las partes terminales de tallos desarrollados. Sin embargo los
productores eligen casi siempre la primera opción, ya que con esta las plantas adquieren un
mayor vigor y duran más tiempo produciendo (Cruz, 1984). Muchas veces el conseguir
grandes cantidades de brazos de 3 años es un problema, por lo que también se pueden usar las
partes terminales de tallos desarrollados e incluso fracciones medias de brazos largos. Esta
Figura 15. Árbol adulto de Stenocereus pruinosus
lxxxiii
última no trae una producción inmediata, pero sí favorece la multiplicación de brazos, puntos
de floración en poco tiempo. El corte del material vegetativo debe hacerse de diciembre a
enero, periodo que corresponde al inmediatamente anterior al inicio de la brotación de yemas
florales (Cruz 1986, comunicación personal)), entre 15 a 30 días antes de la plantación para
que cicatricen las heridas (Llamas, 1984) o también puede hacerse de enero a febrero. Para
realizar esta actividad se utiliza machete o serrote (Cruz, 1994). Las cepas también deben ser
abiertas con anticipación al día de la plantación (20-25 días), la tierra debe estar suelta.
b) Selección del terreno
Para plantar en un huerto comercial, se tiende a seleccionar un terreno alejado de la
población, que tenga piedrecillas o lajillas, aunque también pueden ser terrenos con
suelos de textura gruesa y con piedrecilla de origen ígneo. Lo determinante, podría
decirse es que no se presenten excesos de humedad durante la época de lluvia, y por
consiguiente la textura, pendiente y localización del terreno son importantes, aunque las
condiciones de pH también pueden intervenir (Luna, 1999).
c) Preparación del terreno
Consiste en cortar y que mar la vegetación herbácea y arbustiva principalmente que ahí y
cortar y hacer leña de la arbórea y dejar sólo las útiles como Leucaena. En la preparación del
terreno se incluye la cavadura de las cepas que normalmente son de forma cúbica, de 0.3 a 0.4
m por lado, distanciadas entre sí de 3 a 5 m, donde la roca lo permite. Esta actividad se realiza
manualmente durante diciembre a enero, con una barreta y una lata ancha (Martínez, 1993).
d) Plantación
El material de propagación debe almacenarse en posición vertical y en la sombra. La
plantación debe hacerse una vez que la herida ha cicatrizado, es decir de 15 a 45 días del corte
y de preferencia durante la luna llena (Luna, 1999) y antes de la brotación de las yemas
florales (Llamas, 1984), que ocurre de febrero a marzo para el caso de Stenocereus pruinosus
(Cruz, 1984). Los brazos se entierran a una profundidad de 30 a 40 cm (Llamas, 1984). Sin
embargo, esto es cuestionable, ya que las raíces son de hábitos superficiales y muy delicadas
al exceso de humedad sobre todo en su propagación asexual. Además de cuidar la fase lunar,
lxxxiv
es conveniente también la plantación usual en forma inclinada (20 a 30°), para provocar una
mayor ramificación (Luna, 1999). Generalmente, en los huertos familiares las plantas no
presentan una distancia homogénea y de diferentes edades, además de que se encuentran
asociadas con otras especies asociadas frutícolas, medicinales u ornamentales (Cruz, 1984),
aunque según el distanciamiento de las cepas que se sugiere darles con la presencia de otras
especies perennes, se pueden llegar a observar densidades de 400 a más de 1,000 plantas/ha
(Luna, 1999).
Si las plantaciones se establecen en febrero a marzo, para julio puede observarse el porcentaje
de prendimiento de la nueva plantación (Llamas, 1984). La nueva huerta inicia su producción
3 años después de ser plantada, cuando se usan brazos de 3 años de edad y aproximadamente
25 a 30 años produciendo, en cambio si son más viejos, la producción puede comenzar al año
siguiente (Cruz, 1984).
e) Labores culturales
Deshierbe. Su propósito fundamental es el de disminuir la competencia radical y aérea, así
como facilitar el tránsito para la cosecha. Esta práctica suele realizarse en los meses de julio y
agosto, una vez al año en los huertos comerciales; mientras que en los familiares no siempre es
necesario, debido al constante pisoteo y predación de la familia y de los animales de traspatio.
En el huerto comercial, además de las hierbas, se pretende eliminar arbustos, abundantes y
competitivos (huizache, cubata), ya que pueden afectar considerablemente el crecimiento de
las pitayas. El deshierbe se realiza manualmente con pala y machete (Luna, 1999).
Fertilidad. En este punto notamos una diferenciación entre un huerto familiar y un comercial,
porque mientras que en los primeros solo se usa ceniza, basura orgánica y el excremento
animal como fertilizante, en los segundos se aplica solo una vez al año, en cantidades que
dependen del tamaño de la planta (Luna, 1999).
Otra forma de fertilizar el cultivo es abonando el terreno con estiércol de animales domésticos.
Llamas (1984), recomienda una aplicación de 5 kg/planta.
lxxxv
Cuando las plantas llegan a crecer mucho y la cosecha se hace dificultosa, se acostumbra
dar una poda de rejuvenecimiento, que consiste en cortar las plantas a baja altura; esto
estimula la emisión de nuevos brotes, de los cuales se escogen los mejores para la
producción y el resto se utiliza como material vegetativo en nuevas plantaciones (Cruz,
1984).
f) Plagas y enfermedades
En los huertos comerciales es donde mayor problema presentan los depredadores, pues por la
lejanía de la casa-habitación, los daños al tallo por el ganado bovino y caprino y el consumo
de frutos y flores por hormigas y aves pueden ser muy severos. Como una forma de control se
puede cerca el huerto con tela de alambre, plantas vivas y/o pretiles de piedra; se aplican
polvos insecticidas en hormigueros y alrededor de las plantas; y se cubren los frutos con trozos
de tela desechada, para evitar el daño de las aves (Luna, 1999).
El “barrenador del pitayo” es el principal problema fitopatológico, en dos modalidades de
acuerdo al lugar donde ataca, brazos y fruto. Cuando el ataque es a las flores o frutos, recibe el
nombre de “barrenador del fruto” y cuando es en los brazos se denomina “barrenador del
brazo”. Aunque el nombre científico no se reporta, se sabe que el adulto es una palomilla de
habito nocturno que deposita sus huevecillos dentro del receptáculo floral, cuando las
temperaturas bajan y las flores abren. Las larvas se desarrollan dentro del receptáculo y los
frutos pueden cuajar, pero no alcanzan a desarrollar, otros quedan modificados y también
pueden caer. Cuando el ataque es intenso, la producción disminuye de un 30 a un 40%
(Llamas, 1984). Las larvas del barrenador del brazo forman extensas galerías internas que
debilitan a la planta; además de producir secreciones que al contacto con el aire se transforman
en gomas que originan pudriciones a lo largo de los brazos, en ocasiones llegan a causar la
muerte de la planta. El adulto inverna alimentándose de los tejidos en descomposición e inicia
su nuevo ciclo al desaparecer las bajas temperaturas (Llamas, 1984). Para el control de esta
plaga se cuenta con poca información, sin embargo, el mismo autor ha reportado que para el
uso de Dipterex y Folidol al 50% con buenos resultados.
g) Podas y tutores
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Estas prácticas son poco comunes, se presentan principalmente en S. pruinosus. Algunas de las
ramas se desgajan por el peso de los frutos, por lo que se hace necesario sostenerlas con una
horqueta fijada al suelo. La poda que se practica es de sanidad, ya que consiste en cortar los
tallos desgajados, viejos o enfermos. La formación solo se busca cuando se corta material para
propagación, es entonces cuando se eliminan los tallos altos y los brazos juntos (Luna, 1999).
Una de las costumbres que se realizan para que las plantas produzcan y retengan más frutos, es
la colocación de un listón rojo en los tallos, y el dos de febrero recorren el huerto con un
incensario, golpeando y regañando las plantas (Luna, 1999).
5.3.5.6. Cosecha
Aunque es probable que al primer año después de la plantación se produzcan algunos frutos,
es hasta el tercer año o cuarto cuando se inicia la producción. Puede decirse que se necesitan
de 10 a 12 años para obtener rendimientos comerciales, los cuales se incrementan hasta los 25
años (Llamas, 1984). En Puebla para llevar a cabo la cosecha se utilizan las pértigas, que
consisten de una vara larga, uno de cuyos extremos presenta una horqueta formada por tres
ramas que salen del mismo punto, se le acondicionan alambres para detener el fruto y evitar
que éste se golpee (Cruz, 1984). En Oaxaca, la cosecha se realiza con un gancho hecho de
carrizo de modo que al desprender los frutos, estos queden atrapados y no caigan al suelo y se
golpeen. Después de cortados, los frutos se colocan en cajas o en canastos, quitándoles las
espinas, más no las areolas, ya que estas no presentan gloquídeos y evitan un excesivo
contacto con los frutos. Sin embargo, cuando el traslado es a grandes distancias, es
conveniente dejar las espinas adheridas al fruto para evitar aún más la proximidad entre ellos
mismos (Flores, 1993). La cosecha se realiza generalmente cada tercer día, o a diario en la
época de mayor abundancia de frutos (Cruz, 1984).
Uno de los problemas que tiene este fruto, al igual que la mayoría de los tropicales, es su corta
duración en postcosecha, ya que sin refrigeración y en su madurez fisiológica, su duración no
supera los 7 días (Luna, 1999).
lxxxvii
Cuando la producción esta en su máximo, el corte lo hace diariamente cualquier miembro de
la familia en horas de menor calor (por la mañana) para un menor esfuerzo y sobre todo menor
deshidratación y mayor duración del fruto en postcosecha.
5.3.5.7. Rendimientos
En cuanto a rendimientos Llamas (1994), nos indica que depende de la edad de la planta,
número de brazos por planta, números de frutos por brazo y peso de la fruta. Pimienta y Nobel
(1994), coinciden en que a los 10 años se alcanza un rendimiento de 5/ton/ha/año; de aquí se
elevan hasta alcanzar 13.8 ton/ha/año y 17 ton/ha/año, por lo que de ahí en adelante los
rendimientos son bastantes aceptables, de la misma manera estos autores encontraron
coincidencias en el rendimiento por árbol adulto (18 a 25 kg/año), por lo tanto las variaciones
en la densidad de población y el manejo son los que determinan los rendimientos en una
hectárea (Cuadro 4).
Cuadro 4. Rendimiento de pitaya/ha en Santo Domingo Tianguistengo, Chazumba,
Oaxaca. Edad de la
planta No. de brazos
por planta No. de frutos
por brazo Peso/fruto (grs.) Kh/ha
3 – 4 1 5 200 460 5 – 7 2 5 200 920 8 –10 5 10 200 4600 11 –12 7 10 200 6440 14 –18 12 10 200 11048 20 –25 15 10 150 13800
No. de plantas recomendadas = 320
No de plantas/ha = 460
Fuente: Llamas, 1984
5.3.5.8. Mercado y comercialización
La comercialización se realiza en la mayoría de los casos, por las personas que
poseen sólo huertos familiares o recolectan la fruta. Sin embargo, también se
puede vender el huerto por la temporada de fructificación. En el primer caso,
la fruta se coloca dentro de un canasto o reja y se lleva a comercializar a los
centros de consumo. La producción obtenida en dichos huertos es baja debido a
lxxxviii
su poca extensión y los dueños salen a vender cada tercer día o cuando llenan
sus canastos (capacidad de 12-15 kg, mitad de una reja). Los principales
mercados a donde se dirige la producción son regionales. Los frutos se
clasifican en grandes, medianos y pequeños, estos últimos los consumen el
productor y su familia o son comercializados por cuenta propia regionalmente
(Mercado, 1999).
En México, existen en la explotación de la pitaya varios niveles; en algunos lugares sólo se
recolecta para el consumo familiar, aunque generalmente la recolección se hace para la venta
en mercados locales. También existe quien cultiva las plantas productoras en huertos
familiares para vender y consumir sus frutos y recientemente se ha empezado ha establecer el
cultivo con fines totalmente comerciales, aquí es importante señalar que la inversión que se
hace es casi nula. Así mismo, cuando los recolectores en ocasiones rentan “pitayeras”, ya que
no los tienen, esta actividad se sigue realizando año con año (Iñiguez, 1983).
Las pitayas del género Stenocereus son las más populares en México. Sin embargo, son pocas
las regiones donde estas frutas son objeto de activo comercio: la Mixteca Baja y Valle de
Tehuacán, la región del Infiernillo, la región Jalisco-Michoacán y la región del Desierto de
Sonora (Mercado, 1999).
Por tratarse de la región donde se realiza este estudio, hablaremos solamente de la región de la
Mixteca. En esta zona se cultiva y se comercializa la “pitaya de octubre”, fruto de Stenocereus
pruinosus, muy dulce y de gran tamaño, con espinas en el pericarpio que se caen al madurar el
fruto, existen varios colores y formas, y su temporada es precisamente en octubre.
En la Mixteca Baja, después del corte, el destino de las principales especies ahí existentes es
distinto. El xoconoxtle, de mercado más regional, normalmente es trasladado a los centro de
intercambio en los mismos chiquihuites donde se acopia la cosecha, vendiéndose de entre $30
a 45/115 frutos (1995) o se cambia por maíz, leña, chile, tomate. En cambio la pitaya puede
empacarse en chiquihuites de $40 a 60/100 frutos (1995) para la venta local y para la venta
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regional o nacional en cajas de 20 a 25 kg, donde la demanda del fruto se vendieron desde $60
a 150/caja en 1995.
Sin duda, una de las regiones pitayeras donde se ha acumulado una gran cantidad de
conocimiento al respecto, a través de miles de años, es la que comprende Tehuacán y la
Mixteca Baja oaxaqueña y poblana, en donde la cantidad de cactáceas productoras de frutos
comestibles es muy amplia. En esta región también se han reportado por varios autores el
manejo, propagación y labores culturales que los campesinos les dan a sus huertas.
Anteriormente dichas huertas sólo eran de autoconsumo, pero recientemente han proliferado
las comerciales, los campesinos de algunas zonas se han organizado para la comercialización e
incluso han buscado formas de preservar la fruta.
5.3.5.9. Demanda
La fruta de la pitaya es ampliamente aceptada debido principalmente a su delicioso sabor.
Aunque es más conocida por las poblaciones regionales donde se produce, cuando sale de
estos a lugares grandes de consumo, la aceptación resulta ser igualmente amplia, debido tal
vez a que los colores de la pulpa y su sabor especial que presenta le dan un carácter exótico.
Un índice indirecto de la aceptación de esta fruta lo constituyen su alto valor comercial y el
gran movimiento de gente que cada año se dedica a su recolección, considerándola incluso
como la actividad principal de la región (Iñiguez, 1983). Es importante señalar que en caso
necesario, la demanda se puede ampliar fácilmente mediante la expansión del mercado, ya que
la distribución de este producto en la actualidad es regional. El precio es el resultado de la
oferta y la demanda, y se obtienen en el mercado según la región y el tipo de pitaya, por lo
general son altos. Iñiguez (1983), Tapia (1984), Llamas (1984) y Castillo (1984) han
mencionado los atractivos precios alcanzados en el mercado. Stenocereus pruinosus presentó
un precio mínimo de $50 por reja (30-35 kg) y $25 por canasto en 1993 en la región de la
Mixteca
5.3.5.10. Destino del producto
En la Mixteca, bajo el sistema de producción en huertos familiares, el destino del producto es
regional. Las zonas productoras, junto con algunas aledañas son consumidoras. Los mercados
xc
grandes donde se vende la pitaya son principalmente Tehuacán y Huizcolotla, Puebla, sin
embargo, se pueden encontrar mercados más pequeños en Ixcaquixtla, Izúcar de Matamoros,
Acatlán de Osorio, mercado al aire libre en Tepeyahualco también en Puebla. En las zonas
donde la producción no es de consumo, el producto es trasladado a grandes distancias
(Cuautla, Oaxaca o al D. F.) fuera de la región.
5.3.5.11.Canales de comercialización
Los canales de comercialización bajo el sistema de huertos familiares y recolección, en la
mayoría de los casos es muy simple, sin embargo rara vez se complican, pero algunas formas
de describirlo para la Mixteca de manera general son las siguientes (Mercado, 1999):
1.1.1.1.1.1.1.1. Productor Consumidor
Productor Intermediario Consumidor
Productor Centro de acopio Detallista Consumidor
En la región de San Juan Ixcaquixtla, la pitaya es aprovechada en su gran mayoría y
podríamos que en su totalidad, por cada familia que en su huerto tiene pitaya. Las personas
que tienen un huerto con varias matas de pitaya son las que optan por salir a vender sus pitayas
a los pequeños mercados regionales, como en el propio Ixcaquixtla, en Moralillo y en Tepexi,
principalmente. Otra forma de vender este fruto es al aire libre, por ejemplo al lado de la
carretera Puebla-Ixcaquixtla.
Las pitayas son vendidas en montones de 4 ó 5 pitayas por las señoras o las hijas. El costo de
la pitaya depende principalmente del tamaño y estado de maduración que esta tenga, en
promedio el precio es de $10.00 cada montón.
El canal de comercialización más común de la región es el de productor – consumidor, aunque
también pueden encontrar casos donde intervengan los intermediarios.
5.3.5.12. Estimación del valor y cantidad de producción
xci
El periodo de cosecha de la pitaya abarca 2 meses o cuando menos es en los que existe una
mayor producción de frutos.
Las pitayas, como ya se dijo, se vende en montones de 5 pitayas a un precio $10.00 cada
montón, por lo que cada pitaya estaría valiendo $2.00. Un árbol de pitayo produce alrededor
de 300 a 400 pitayas por temporada, que vendida a $2.00 cada uno obtendríamos una ganancia
de $600 a $800.00/árbol.
Aunque parecieran muy atractivas estas cotizaciones, en la región esta fruta es en su mayoría
para autoconsumo esto debido a que no existen grandes plantaciones sino que existen sólo en
pequeños huertos familiares
La pitaya, aunque más a futuro puede convertirse en una especie que ayude a la economía de
la región a través de su venta, es una especie que actualmente se encuentra en vías de
convertirse de especie de recolección a especie totalmente de plantación en grandes
extensiones, lo que traería muchos más altos ingresos.
5.3.5.13. Diagrama de flujo de energía
El diagrama de flujo y energía para la pitaya en un huerto familiar de la zona de estudio, al igual que en todo sistema, inicia con la entrada de energía, en este caso de tipo natural. Al igual que con los dos productos anteriores, el flujo de energía se canaliza por medio de una puerta de trabajo, es decir con el establecimiento o el manejo mismo del cultivo en el huerto familiar, se entra a otro subsistema en el que la pitaya interactúa como principal elemento, con otras especies vegetales y animales, por lo general domésticos, quitando o aportando energía para el equilibrio dentro del mismo sistema.
xcii
La pitaya se cosecha y se almacena para aportar algún beneficio al hombre ya sea en su venta
o autoconsumo. Este beneficio económico, como ya se dijo, viene a caer principalmente al
bolsillo del hombre que no aporta nada al huerto (Figura 16).
5.4. El Guaje
Leucaena es una especie nativa de Latinoamérica, usada desde hace 2000 años por los mayas
y zapotecos. Se usaba como pasto pastura para el ganado que transportaban los navegantes en
esa época. El pequeño género neotropical Leucaena (Leguminosae - Mimosoideae) se
compone de 22 especies, 6 taxa infraespecíficas y dos híbridos documentados. La mayor
diversidad de especies se encuentra en México (17 especies, 10 endémicas) y el norte de
América Central (9 especies, 4 endémicas). El género se extiende al norte en la parte sur de
Texas, U.S.A., esporádicamente en el Caribe y en Sur América hasta Perú. Todas las especies
son árboles pequeños a medianos que crecen principalmente en bosques tropicales deciduos y
secos (Hughes, 1998).
Sol
Lluvia
Stenocereus pruinosus
HUERTO FAMILIAR
Almac
Cosecha Soc.
Figura 16. Diagrama de flujo de Stenocereus pruinosus en un huerto familiar de la comunidad de San Juan Ixcaquixtla.
xciii
Citados por Pérez (1979), Zárate y Sousa señalan que existe en México una relación natural
entre la altura al nivel del mar y la ocurrencia de ciertas especies de leucaena que forman una
secuencia altitudinal, en la parte inferior se encuentran L. leucocephala y L. macrophyla,
mientras que en la parte superior, a más de 1000 msnm y muchas veces con bajas
temperaturas, podemos encontrar L. pulverulenta, L. esculenta y L. diversifolia. Algunos de
los nombres comunes con que se le conocen son: Al-pa-la (chontal), guaje colorado, guashi
(Hgo), guaxi chichiltic (nahuatl), huachi blanco (Chis), huaje, nduva cuaá (mixteco),
tlapahuaxin (Gro), yaga-laa (zapoteco).
El guaje es un árbol de uso múltiple, con rápido crecimiento, y un potencial para la
producción de leña y producción de forraje. Es también una especie fijadora de
nitrógeno, la cual la convierte en un excelente componente de los sistemas silvopastoriles
y en general de los Sistemas Agroforestales (Hughes, 1998).
5.4.1. Taxonomía
El género Leucaena pertenece a la tribu Eumimoseae de la subfamilia Mimosoidea y la familia
Leguminosae. Muchos nombre comunes han sido aplicados a la Leucaena alrededor del
mundo, los más comunes son: huaje, huaxin y uaxin (México y Centroamérica, árbol plomizo,
tan-tan, hediondilla y popinac blanco (Caribe), ipil-ipil y bayani (Filipinas), lantoro y lanana
(Indonesia), Koa haole (Hawai), vaivai (Islas Fiji) (Brewbaker y Hutton, 1979; citado por
Robles 1990).
Brewbaker et al. citados por Pérez (1979), señalan que existen 51 especies de Leucaena, las
cuales se pueden reducir en 10 principales que son: L. leucocephala, L. esculenta, L. trichodes,
L. macrophylla, L. collinsii, L. lanceolata, L. retusa, L. pulverulenta, L. diversifolia y L.
shannoni, de las cuales L. trichodes es la única no originaria de México.
5.4.2. Distribución y hábitat del género
Este árbol es, como ya se dijo, originario de América tropical, desde el sur de México hasta
Nicaragua. Ha sido introducido desde Estados Unidos hasta América del sur; en las Antillas
xciv
desde Bahamas hasta Tobago, al igual que en las islas del Pacífico como las Filipinas,
Indonesia, Papua, Nueva Guinea, Malasia, África Oriental y Occidental.
En México se distribuye en todo el territorio, excepto en los estados de Baja California,
Chihuahua, Aguascalientes, Zacatecas, Quintana Roo y Guanajuato. Se le encuentra a
bajas altitudes, desde el nivel del mar hasta los 1500 metros. La precipitación puede
variar desde los 600 a más de 1500 mm anuales, con una estación seca de 4 a6 meses. La
leucaena prospera mejor en zonas con altas temperaturas e insolación directa y aunque
sobrevive a las heladas, se ve significativamente afectada por los meses más fríos y de
escasa luz. La temperatura óptima para el buen desarrollo de esta especie varía entre 22
y 29 °C. se desarrolla en una gran diversidad de suelos, desde rocosos hasta arcillosos. Su
mejor y más rápido crecimiento ocurre en suelos profundos, arcillosos, alcalinos, fértiles
y con buena humedad. Su crecimiento se ve dificultado en suelos ácidos, no muy pesados,
inundados o sobrepastoreados (Robles, 1990).
5.4.3. Descripción botánica
Las plantas del género Leucaena se caracterizan por ser arbóreas o arbustivas sin
espinas, de fácil crecimiento y hábito gregario, con ramas y tallos de corteza lisa o
ligeramente fisurada, con abundantes lenticelas morenas suberificadas en las ramas. Las
hojas son compuestas bipinadas con foliolos de tamaño variable (2 a 50 mm). A la mitad
de peciolo se encuentra una glándula cóncava. Las flores son blancas, rojizas o
amarillentas, colocadas sobre cabezuelas solitarias o en pares formando algunas veces
inflorescencias terminales ramificadas. Los frutos son vainas aplanadas, dehiscentes, de
tamaño y color variable dependiendo de la especie (Hughes, 1998).
5.4.4. Importancia económica
La importancia de este género en los variados usos que tiene, algunos ejemplos son los
siguientes. En la producción de madera, ya que debido a sus características físicas se
pueden elaborar construcciones rurales, mangos para herramientas, tableros de
partículas, puntales para minas, postes para cercas y hasta muebles rústicos. También se
produce leña y carbón con excelente poder calórico de 18600 KJ/Kg. En los Sistemas
xcv
Agroforestales puede emplearse en cortinas rompevientos, sombra para cafetales, cercas
vivas, cultivo en callejones y en Sistemas Silvopastoriles como banco de proteína. Otro
uso importante es el mejoramiento de suelos a través de la fijación de nitrógeno, que el
género leucaena es capaz de realizar. Por último y tal vez el uso más importante, esta la
alimentación tanto humana como para los animales por medio del forraje. El hombre
puede consumir del guaje desde su inflorescencia, la vaina tierna, las semillas maduras y
secas e incluso se consumen los rebrotes de las ramas. Otros usos son como árbol
ornamental, tutor y como abono verde (Robles, 1990)
5.4.5. Descripción y hábitat de la especie
En Guizar (1991), se describe la botánica y hábitat de esta especie. Leucaena esculenta
(Moc.& Sessé ex DC.) Benth., comúnmente llamado “guaje rojo” o simplemente
“guaje”es un árbol con rápido crecimiento, logrando alcanzar alturas de 20 m con
diámetros de 15 a 40 cm. Su copa es ligeramente abierta y rala, con abundantes ramas
finas cuando crece aislado. Tiene una raíz principal profunda, fuerte, penetrante y de
rápido crecimiento, con algunas raíces laterales de menor diámetro. El fuste, por lo
general, es torcido y se bifurca a diferentes alturas, predominando de 2 a 3 ejes, siendo
esta característica más frecuente a bajas densidades. Las hojas son de color verde,
alternas, bipinadas, de 10 a 40 cm de largo. Los árboles de esta especie pierden las hojas
durante la época de sequía.. Las inflorescencias son de color blanco y está colocadas en
forma de cabezuela de 2 cm de diámetro; las cabezuelas arregladas en largos racimos o
panículas. El guaje es una especie muy prolífica y bajo condiciones apropiadas de clima y
humedad del suelo puede producir semilla durante todo el año, siendo menos la cantidad
en los meses de abril, mayo y junio. El fruto es una vaina rojiza, aunque se torna café
cuando se secan; es brillante, glabra; alargada, de 2 a 27 cm de largo y de 2 a 3 cm de
ancho. La semilla es ligeramente elíptica, aplanada, de color café brillante, de 6 a 8 mm
de largo y 2 mm de espesor.
xcvi
5.4.6. Leucaena esculenta en la Mixteca Poblana
Esta especie es un típica componente florístico del bosque tropical caducifolio sobre
sustratos de roca caliza y suelos arcillosos. En Ixcaquixtla al guaje se le encuentra bajo la
domesticación del hombre en los huertos familiares o solares (ver figura 17). Su mayor
utilización es como forraje para el ganado así como alimento para el hombre, por sus
semillas comestibles. Es considerada una especie polivalente, ya que de este árbol se
pueden obtener muchos beneficios, tales como: madera, celulosa, reforestación, carbón,
mejorador de suelo, sombra y otros. Su distribución es restringida a la vertiente del
Pacífico, incluyendo la cuenca del río Balsas.
1. Prosopis juliflora 4.”Chondata” 2. Byrsonima crassifolia 5. Leucaena esculenta 3. Stenocereus pruinosus
Los árboles de guaje en la Mixteca Poblana crecen principalmente en los llamados
solares o huertos familiares, al lado de otras especie de interés antropocéntrico. Su
distribución o arreglo dentro del solar es en las presas u orillas con los terrenos
colindantes sobre las llamadas “vesanas”, aunque también muchos árboles crecen dentro
del terreno asociados con maíz o frijol (ver figura 18).
1
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3
4
3
5
Figura 17. Estructura vertical representativa de Leucaena esculenta en San Juan Ixcaquixtla
xcvii
La mayoría de los individuos de Leucaena existentes en el huerto familiar o solar, son
árboles que han nacido por si solos a través de la semilla que cae de las vainas ya
maduras y que han logrado escapar de ser el alimento de los animales domésticos.
Algunas de las veces cuando el productor ha visto crecer un árbol que produce guaje de
buena calidad, busca reproducirlo seleccionando la semilla del árbol con las siguientes
características, reportadas también por Robles (1990), color y longitud de la vaina, la
coloración de la vaina se prefiere sea rojiza intensa, así mismo como que el tamaño de la
vaina sea grande, ya que es la mejor que se vende en el mercado. Muchas de las veces las
características que se buscaban en la nueva planta no son heredadas.
Cuando el productor ha elegido reproducir semillas de los árboles con mejor producción
de guaje, siembra las semillas en pequeñas bolsitas de plástico rellenas con tierra de
monte. Después que la plántula tiene un año de edad aproximadamente, la transplanta a
su lugar definitivo en cepas de 40 a 50 cm de profundidad. La época de transplante más
propicia es en la época de lluvias, entre los meses de junio a agosto.
La tasa de crecimiento de Leucaena esculenta es alta, por lo que podemos ver en árboles
de 6 años alturas de 4 a 5 m, y árboles de 10 años con alturas de 8 a 10.
5
Figura 18. Leucaena esculenta en terrenos agrícolas de maíz en la comunidad de San Juan Ixcaquixtla
xcviii
5.4.7 Labores culturales
Las labores culturales que se realizan a Leucaena esculenta en la Mixteca Poblana son
relativamente pocas, ya que el guaje es una planta muy generosa en este aspecto, es decir,
no requiere de tanto cuidado para producir. La labor cultural, y tal vez la de mayor peso
en el cuidado del guaje, es el combate o control de su defolación causada por la hormiga
“arriera”. Este insecto es una de las plagas que causa los mayores daños a la planta, ya
que corta los renuevos, limitando así el desarrollo de la misma. Para evitar este daño se
colocan hules en los troncos de cada árbol, esto evita que las hormigas puedan subir a
cortar los renuevos, también se aplican diferentes insecticidas como el Folidol combinado
con cal, con esta mezcla se pinta parte del fuste de los árboles, lo cual detiene a las
hormigas. Otros insecticidas para su combate son: el Foley y Tridente. Entre otros daños
que provoca la hormiga esta el causado a la floración por lo que resulta necesario y de
gran importancia el control de este insecto, ya que de lo contrario se puede disminuir
fuertemente los rendimientos en la producción de vaina. El guaje es también afectado
por una enfermedad visible a simple vista en las vainas, esta enfermedad es la gomosis
causada por Fusarium acuminata. Aunque ataca principalmente la vaina, llega a
propagarse a las hojas, lo que provoca un difícil desarrollo general de la planta. Otro de
los problemas que enfrenta Leucaena es el ataque de una planta parásita, que muchas de
las veces seca al árbol completo. Esta planta llega a infectar con facilidad a varios
árboles, ya que sus frutos son pegajosos y al ser consumidos por los pájaros, se pegan en
sus patas y al volar a otros árboles se llevan también los frutos de donde crece otra nueva
planta parásita en un nuevo huésped. Una forma de controlar esta enfermedad es
cortarla, aunque se complica en los árboles de gran altura. En algunos casos cuando el
daño se ha extendido a la mayoría de las ramas del árbol, es preferible realizar una poda
de saneamiento (Robles, 1990).
La fertilización no se realiza directamente al árbol, esta se lleva a cabo por medio de los
abonos de animales domésticos suministrados al solar, proporcionándole una gran
cantidad de nutrientes a las plantas de guaje.
xcix
Los deshierbes no se realizan, pero si las podas. Estas prácticas se realizan generalmente
con un machete, preferentemente cuando el árbol tiene ramas muy viejas o con poca
producción, buscando que así salgan nuevos y numerosos retoño. También se realiza la
poda cuando las ramas son muy largas y la cosecha de la vaina se dificulta.
Otro de los parámetros para realizar esta práctica es el de combatir las plantas
parásitas que muchas veces atacan al árbol. Por lo general las podas se realizan cuando
el árbol ya es adulto y en la época de cosecha, es decir entre los meses de septiembre y
noviembre.
Cabe mencionar que cuando un árbol tiene entre 8 a 10 años y se le observa con baja
mala producción de vainas, se prosigue a eliminarlo y sustituirlo con un nuevo individuo.
5.4.8. Cosecha y comercialización
Los principales meses de producción, y por lo tanto de mayor cosecha de Leucaena
esculenta en la región, son en los meses de septiembre, octubre y la mitad de noviembre,
aunque algunos árboles siguen produciendo hasta los meses de enero y febrero.
El tiempo que tarda un árbol de guaje desde se establece en su lugar definitivo hasta su
primer producción considerada como cosechable, va de 8 a 10 años. Aunque este tiempo
puede variar, ya que la producción de vaina va en aumento a medida que transcurren el
tiempo, llegándose a obtener cosechas de 20 a 50 kg/árbol.
Para la cosecha del guaje es necesario trepar al árbol por medio de su fuste aunque por
lo general se utiliza una escalera que hace más fácil dicho proceso. El instrumento
principal para llevar a cabo la cosecha es un gancho, es decir un palo que tiene amarrado
en su extremo más delgado un trozo de madera o metal amarrado ya sea con ixtle o con
alambre, con el cual se quiebra dándoles vueltas a las ramillas de guaje o desgarrarlas
cuando son muy flexibles. Otros objetos utilizados en la cosecha de guaje son canastos o
cubetas donde se va colocando las diferentes calidades de guaje que se va cortando, es
decir, el guaje bueno, el tierno y el que ya esta seco. Para poder saber que árbol cortar se
c
observa que la mayoría de las vainas estén maduras, no importando si algunas pocas se
hayan secado ya. Cuando es necesario cortas ramas de gran tamaño se utiliza machete.
El guaje que se corta depende del destino que se le vaya a dar, por ejemplo, si es para
autoconsumo los guajes no son seleccionados tan estrictamente; en cambio si es para la
comercialización se debe tomar en cuenta un buen tamaño de vaina, el color, que sean
vainas completas, que no sean tiernas o muy maduras, que la vaina este libre de gomosis,
ya que cada una de estas características influye directamente en el precio que pueda
alcanzar en el mercado.
Para la comercialización del guaje, el productor envasa el guaje que corto de preferencia
en costales de ixtle o en su lugar de plástico. El día de corta de guaje esta determinado
por el día de plaza de mayor concentración en la región, en este caso la plaza de
Moralillo los martes, por lo que en corte debe realizarse el día anterior para que la vaina
no se marchite demasiado y cambie de color (generalmente a negruzca). Además de este
mercado, algunos productores buscan otros un poco más alejados, por ejemplo van a
Tehuacán, Acatlán, la ciudad de Puebla, Cuernavaca y hasta Veracruz, en donde se
obtienen buenos precios pero que debido a la distancia que se recorre, se traduce en el
mismo beneficio económico.
El guaje es vendido por kilo, dependiendo principalmente del momento de la temporada
en que se venda, ya que si es al inicio de esta se alcanzan precios de hasta $40.00, en
comparación al final de temporada donde el precio baja hasta los $5 ó 7 pesos o caso
muy extremo ya nadie lo compra. El precio promedio oscila entre los $12 a 15 pesos.
Otro de los factores que influye en lograr un buen o malo precio es la hora en el día en
que se vaya a vender el guaje. Aquí por lo general, la venta de guaje debe realizarse
antes del medio día, ya que si se hace más tarde las personas ya no lo buscan y si lo hacen
ya no se paga el precio justo. El guaje que mejor se vende y se paga es él tiene una vaina
con coloración más rojiza en comparación de la más blancuzca que no es muy bien vista
en el mercado.
ci
Muchas de las veces el productor cambia sus guajes con otros vendedores de productos
de consumo diario que él necesita como pueden ser chiles verdes, cebollas, cilantro,
tomates y algunos productos más.
Por lo general el guaje es transportado a los centros de comercialización por medio de
camionetas que el día de plaza hacen constantemente viajes. El precio por el viaje es de
$4.5/persona, en este caso se cobra el pasaje de una persona por cada bulto de guaje de
35 kg.
5.4.9. Algunos usos en la región
El principal aprovechamiento de Leucaena esculenta en la región son las vainas, las
cuales se desgranan para obtener las semillas que al combinarse con diferentes
ingredientes dan como resultado exquisitos platillos que forman parte de la dieta de las
personas que habitan esta zona.
Algunas de las comidas que se preparan con las semillas de L. esculenta son las
principalmente las salsas en diferentes presentaciones:
a) Salsa de guaje: Para la preparación de esta comida se necesitan chiles verdes, sal
“buena”, semillas de guaje y la carne que se le desee agregar. Las semillas de
guaje y los chiles son asados y posteriormente molidos, para que después se le
agregue la carne. El sabor característico de esta salsa es el que las semillas de
Leucaena le dan, un sabor agradable, por lo que la mayoría de la gente de la
región conoce y prepara esta comida. Esta comida resulta ser exquisita a pesar de
los pocos ingredientes con los que se prepara.
b) Guasmole: el guaxmole es otra de las comidas típicas que se preparan en la región
con las semillas tiernas del guaje sumado con otros ingredientes como chiles,
cilantro, sal y carne que se prefiera. Al igual que la receta anterior, el sabor
característico lo dan las semillas de guaje.
c) Guasesquites: es otras de las formas de aprovechar las semillas de guaje. Las
semillas se obtienen de las vainas que no cumplieron la selección para ser
vendidas; se dejan secar para que después se puedan abrirse y obtener las
semillas que se almacenaran y se consumirán a futuro tostadas en un comal y
cii
remojadas en salsa roja, esto a manera de complemento en la dieta alimenticia de
los habitantes de la región.
Los renuevos de Leucaena esculenta, localmente conocidos como “guasquelites”, son
consumidos en esta región como un complemento en la alimentación de los campesinos.
Por lo general son consumidos junto con los frijoles, haciendo las veces de verdura como
el cilantro. Además de los renuevos también la inflorescencia, regionalmente”bolitas de
guaje”, es consumida principalmente por los niños.
Otro uso que se le dan a la planta de Leucaena es la obtención de leña, segundo mejor
aprovechamiento que se le puede dar. El árbol de Leucaena esculenta debido a sus
características que presenta de ser muy alto (10 a 15 m) con madera semidura, resulta
ser muy adecuada para elaboración de leña, ya que dura mucho tiempo ardiendo.
También es usada para postes en los cercos de animales o en terrenos agrícolas, ya sea
como cerco vivo o utilizado como poste ya seco.
5.4.10. Estimación del valor y cantidad de producción
De las cuatro especies que se tratan en esta investigación, el guaje es quizá la especie que
aporta grandes beneficios económicos con menos esfuerzos investidos.
La cosecha del guaje dura 2 meses como mínimo. En una semana el guaje se corta solo
una vez, en la que se llegan hasta cortar 50 kg en plena temporada.
El guaje se vende en promedio a $12.00 el kilo que multiplicado por los 50 kg que se
cortan obtenemos una ganancia de $600.00 a la semana que en los 2 meses de
producción nos resulta un beneficio anual de entre $4800.00 a $5000.00.
El mercado para la venta de este producto en la región aún es bueno, no llega a saturarse
con lo que se evita que se busquen mercados más lejos que disminuyan las ganancias
totales.
ciii
Aunque parecen buenas las perspectivas económicas que ofrece el guaje, los habitantes
de la región no llegan a verla como una actividad principal, esto debido a que es muy
corta su temporada de producción y con el dinero que se obtiene no logran cubrir sus
necesidades para todo el año.
5.4.11. Diagrama de flujo de energía
En el caso del guaje, al igual que en las especies anteriores, la energía que entra al
sistema proviene principalmente de la naturaleza a través del sol y la lluvia. Esta energía
entra por puertas de trabajo, es decir por medio del establecimiento de la planta u otras
practicas de manejo que se le realicen a la planta, que la conducen al subsistema de
huerto familiar. En el huerto familiar o solar, el guaje comparte espacio y energía con
otras especies, tanto vegetales (ver figura 19) como de animales típicas de este
subsistema, que al igual a él tienen valor antropogénico y que ayudan a mantener un
equilibrio en él. El flujo de energía es conducido por medio de otra puerta de trabajo, en
este caso la cosecha del guaje y las demás especies del solar, de donde se toman los
productos de interés y son almacenados para posteriormente ser vendidos en los tianguis
o mercados de la región. De la venta la vaina, principal producto que se obtiene del
guaje, se obtienen ganancias monetarias que solo se ven reflejadas en el beneficio de la
familia y sin aportarle ninguno a las plantas o animales del huerto.
civ
Leucaena esculenta Sol
Animales
Almac
HUERTO FAMILIAR
Figura 19. Diagrama de flujo de Leucaena esculenta en un huerto familiar de la comunidad San Juan Ixcaquixtla
Almac
Sumidor de calor
Puerta de trabajo Transactor económico Subsistema de producción
Receptor de circulación
Figura 20. Algunos de los símbolos de lenguaje de circuitos de energía propuestos por H.T. Odum (1981), para estudiar el comportamiento del flujo energético de los diferentes ecosistemas.
cv
VI. DISCUSION
Actualmente la mayoría de las disciplinas científicas han ido hacia una tendencia cada vez más
reduccionista, la botánica económica intenta integrar no sólo a la ciencia y la tecnología, sino
también al conocimiento y tecnología tradicional que cada pueblo ha desarrollado a través de
su historia, integración que busca aclarar la correlación hombre-planta en cada uno de los
ambientes naturales y culturales.
La región Mixteca se localiza en los estados de Oaxaca, Puebla y Guerrero. Algunas de las
principales características de la Mixteca es el gran deterioro que presentan sus recursos, la
práctica de una agricultura de alto riesgo a pérdidas de cosechas por heladas y/o sequías, bajos
rendimientos y productividad muy deficiente de granos básicos. Dicha producción se realiza
en lomeríos, donde solo se puede cultivar maíz, frijol, calabaza y pitaya, y en pequeños valles
donde se ve más favorecido con la humedad, podemos encontrar además a hortalizas y
cacahuate. La población mixteca no es un área homogénea en cuanto a la organización social,
política o religiosa. Las diferencias que existen entre las comunidades se presentan en relación
con la convivencia con la población mestiza y el aislamiento intercomunitario.
San Juan Ixcaquixtla es un municipio que se localiza en dicha región. Dentro de las
condiciones climatológicas promedio, la precipitación es la que más influye en las actividades
primarias como la agricultura y la ganadería, además de los factores históricos, culturales y
económicos, que sin la menor duda también influyen en la situación actual de la región. A
pesar de que la vegetación original, bosque tropical caducifolio, palmar, matorral y bosque
espinoso, es escasa debido al uso milenario que se le ha dado, al sobrepastoreo y al desmonte
acelerado, existen agostaderos donde todavía se practica la recolecta de especies vegetales
como la palma (Brahea spp.), el tempesquistle (Sideroxylon spp.), la pitaya (Stenocereus spp.)
y el guaje (Leucaena spp.).
Las cuatro especies analizadas en esta investigación son características de estos tipos
ambientes tan extremosos, en donde la precipitación es el principal elemento que define el
grado de aridez del lugar. En un ambiente tan hostil como el de la Mixteca Poblana, estas
cvi
especies comparten el hábitat con otras pertenecientes que en conjunto dan nombre a la
vegetación de selva baja caducifolia.
Es evidente que la palma, el tempesquistle, la pitaya y el guaje en la región de San Juan
Ixcaquixtla tienen gran importancia de tipo económico principalmente, ya que los habitantes
de este lugar ven en estas especies la oportunidad de obtener ganancias extras a través de su
venta y no quedar ha expensas de lo que se cosecha en los cultivos agrícolas.
En cada uno de los procesos de aprovechamiento o transformación, según sea el caso, los
lugareños han seguido utilizando técnicas que sus antepasados les han heredado a través del
tiempo. En este sentido sería conveniente analizar que tan redituable es seguir utilizándolas o
si es necesario cambiarlas por otras técnicas más sofisticadas.
En el presente trabajo se intentó estudiar algunos aspectos botánicos, ecológicos, técnicos y
socio-históricos fundamentados en la correlación entre la palma, el tempesquistle, la pitaya y
el guaje con la gente que habita en un ambiente poco favorable para la agricultura, como es el
de la Mixteca Poblana.
cvii
VII. CONCLUSIONES
La botánica económica busca no solo conjuntar los nombres, usos y origen de las plantas
útiles al hombre, como hasta ahora se ha venido haciendo, sino que ahora intenta ir más
allá incorporando estudios de taxonomía, farmacognosia, ecología y economía que le
permitan establecer sistemas de manejo de la vegetación en cierta región.
Brahea dulcis es la especie más abundante de su género y una de las más comunes en el
país. Crece y se desarrolla asociada en diversos tipos de vegetación, climas, suelo. Se
desarrolla en la selva baja caducifolia, en la transición con el bosque de encino y en
laderas de suelos someros y con afloramientos calizos. Una de las características de un
probable manejo es que sus poblaciones se incrementan con gran facilidad en zonas
perturbadas por incendios naturales o inducidos. En la comunidad de San Juan
Ixcaquixtla Puebla, Brahea dulcis crece asociada con vegetación formada principalmente
de cazahuates (Ipomoea arborences), izotes (Yucca spp), magueyes (Agave spp.), nopales
(Opuntia spp.), “zorrillo” y algunos huizaches (Acacia spp.). Suele acompañarse también
de arbustos de menor tamaño y pequeñas compuestas. Crece en manchones o
amacollamientos de entre 50 a 100 individuos cada uno. Esta especie produce
aproximadamente cuatro hojas cada dos meses, rendimiento muy alto comparado con el
de otras palmas utilizadas para elaborar artesanías. Entre los usos más comunes de la
especie se encuentra el tejido de petates, sombreros, mecates y sopladores, además de
morrales, cordeles, gamarras, gruperas y aún guaraches. Además de utilizarse para el
techado de casas y la elaboración de esteras; sus frutos globosos amarillentos son
comestibles y el tronco (palmón), una madera muy dura y poco pesada sirve para
construir habitaciones rurales.
Un caso particular en la región y de gran relevancia es la presencia de la palma blanca
(Brahea nítida), palma que encontramos distribuida solamente en México y
probablemente en Guatemala. El hábitat en el que desarrolla B. nitida, en este lugar, es
sobre los escurrimientos superficiales, ya sea temporales o intermitentes, aunque
también pueden observarse algunos individuos en las faldas de los cerros asociándose
con B. dulcis. Las especies con las que se encontró asociada a B. nitida son las siguientes:
cviii
a las orillas de la ribera con zapote blanco (Casimiroa edulis Llave & Lex.), tronadora
(Tecoma stans L.), nopal (Opuntia spp.), encino (Quercus spp.), maguey (Agave spp.),
tepozan (Buddleia cordata H.B.K.), asomiate (Mikania carfolia), pirul (Schinus molle),
cazahuate (Ipomoea arborescens), colorín (Erythrina coralloides) y con algunos fresnos
(Fraxinus spp.) en la parte más baja de las corrientes de agua. El principal uso que los
pobladores de la región le dan a la palma blanca, es la elaboración de escobas; sin
embargo, también se le puede utilizar para elaborar tenates y para el techado de casas-
habitación. El tallo de las palmas, son cortados para construir casas-habitación o
corrales para el ganado.
El tempesquistle es una de las tantas especies con las que se cuenta con muy poca información
en cuanto a manejo principalmente., es hasta hace algunos años que se ha despertado el interés
por conocer esta especie. A Sideroxylon palmeri lo podemos en la región de estudio lo
encontramos dentro de los huertos familiares asociado principalmente con chicozapote
(Achras zapota L.), chirimoya (Annona cherimola Mill.), papaya (Carica papaya L.), granada
(Punica granatum L.) nopal (Opuntia sp.), guaje (Leucaena sp.), mesquite (Prosopis juliflora
(Sw) DC.), guayaba (Psidium guajava L.), aguacate (Persea americana L.), tejocote
(Crataegus pubencens (H.B.K.) Steud.) entre otros. Los usos que se le dan al tempesquistle
son variados, desde medicinal, ornato, especie melífera, sombra, leña y otros; sin embargo, es
importante señalar que el uso de mayor peso es el comestible ya sea de fruto en estado verde o
en maduro (tiliapo). Podría decirse la principal problemática a la que se enfrenta el
tempesquistle esta en su manejo, particularmente en la cosecha, en donde se deberían de
utilizar otros mecanismos para no maltratar tanto las ramas de los árboles, ya que por otra
parte, aunque se trata de una especie de la familia Sapotaceae, la gente ha logrado desarrollar
técnicas, como el desflemado, que permiten un total aprovechamiento del fruto.
Stenocereus pruinosus conocido en la región como “pitaya”, se reporta distribuida en los
estados de Tamaulipas, Veracruz, Puebla, Guerreo, Oaxaca y Chiapas. Los tipos de vegetación
en los que se presenta estas especies de forma natural es en las selvas bajas caducifolias
espinosas en donde encontramos arbustos altos de leguminosas espinosas como el guamuchil
(Phitecelobium dulce), el ocotillo (Fouqueria spp.), el mezquite (Prosopis spp.) y otras
cix
leguminosas más. Mientras que la selvas inermes, integradas por árboles de menor tamaño,
carecen de espinas y pierden casi por completo las hojas en la temporada seca, tales como los
copales (Bursera spp.), cazahuates (Ipomonea spp), el pochote (Ceiba spp.) y otros. La pitaya
produce frutos espinosos y comestibles, en la mayoría de los casos, además de que también los
pobladores de la Mixteca pueden obtenerse beneficios maderables, medicinales o útiles para
controlar la erosión. Stenocereus pruinosus crece sobre las peores condiciones naturales de la
Mixteca y en la mejor de las suertes en huertos familiares o en terrenos agrícolas. El
aprovechamiento de la pitaya es principalmente de recolección para el autoconsumo o para la
venta con lo que se busca complementar el gasto monetario o muchas veces se convierte en el
único medio de subsistencia. Actualmente la pitaya se encuentra en la Mixteca en un estado de
transición de pasar de ser una planta de recolección a una de cultivo, siendo este proceso cada
vez más acelerado debido a la importancia que económica que el fruto representa para los
productores además de los bajos costos de producción.
Leucaena esculenta, localmente conocido como “guaje rojo” o simplemente “guaje”es un
árbol con rápido crecimiento. El guaje crece en los trópicos y subtrópicos en regiones de hasta
500 metros de altitud sobre el nivel del mar, soportando grandes diferencias de régimen de
precipitaciones, luminosidad, salinidad del suelo, inundaciones periódicas, fuego, heladas
leves y sequías. Esta especie es un típica componente florístico del bosque tropical caducifolio
sobre sustratos de roca caliza y suelos arcillosos. Los árboles de guaje en la Mixteca Poblana
crecen principalmente en los llamados solares o huertos familiares, al lado de otras especie de
interés antropocéntrico. Su distribución o arreglo dentro del solar es en las presas u orillas con
los terrenos colindantes sobre las llamadas “vesanas”, aunque también muchos árboles crecen
dentro del terreno asociados con maíz o frijol. El guaje es un árbol de uso múltiple, con rápido
crecimiento, y un potencial para la producción de leña y producción de forraje. Es también una
especie fijadora de nitrógeno, la cual la convierte en un excelente componente de los sistemas
silvopastoriles y en general de los Sistemas Agroforestales.
En general podemos decir que la principal problemática a la que se enfrentan estos cuatro
recursos es en su comercialización, ya que si bien es cierto las labores de mantenimiento que
se les realiza para obtener de ellas un producto son mínimas, también es cierto que el beneficio
monetario que se obtiene de la venta de los productos, ya sea directamente o bajo
cx
transformación, muchas veces no alcanza para satisfacer las primeras necesidades. Este
problema se da principalmente por el abaratamiento del que son víctimas los productores por
parte de los intermediarios, en el caso de la palma y el guaje por ejemplo, otras veces por el
desconocimiento de la existencia de estos productos por parte de los posibles compradores y
algunas más por la falta de difusión regional de estos productos (ya se ha empezado con la
pitaya a través de una “Feria de la Pitaya” en Tianguistengo, Oaxaca).
Referente a los flujos de energía visualizados para estas cuatro especies podemos notar que
existe poca diferencia entre ellos. El tempesquistle, la pitaya y el guaje son especies que se
encuentran en los huertos familiares principalmente, en donde el beneficio que se obtiene de la
venta de sus productos se ve directamente reflejado en el bienestar de la sociedad y un
mínimo porcentaje se recicla hacia el huerto. La palma, aunque cambia de subsistema, aporta
también, además de otros, el beneficio económico directo a la sociedad.
cxi
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