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CATECISMO
MENOR
Martín Lutero
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CATECISMO
MENOR
Martín Lutero
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PREFACIO
Por qué el doctor Martín Lutero
escribió este Catecismo
El año 1527 Lutero fue nombrado visitador de las iglesias por su soberano, el
príncipe Juan, elector de Sajonia (en Alemania). Al visitar las varias congregaciones de
su distrito, Lutero encontró en las iglesias una verdadera miseria espiritual. Solamente
en las grandes ciudades había una instrucción religiosa tolerable. Pero en las aldeas y en
el campo mucha gente, bajo el nombre de cristianos, vivía abiertamente en pecados y
vicios. Todos ellos habían sido bautizados y gozaban del privilegio de comulgar, mas no
habían aprendido ni aun las partes más necesarias de la doctrina cristiana.
¿Y cómo podían aprenderlas? Si también “muchos párrocos o curas eran ineptos e
incompetentes para enseñar..., sin saber tan siquiera el Padrenuestro, ni el Credo, ni los
Diez Mandamientos, viviendo muchos de ellos como bestias.” Y ahora, desde el año
1517, se les predicaba “la salvación por la fe, sin las obras de la Ley”, y esto lo tomaron
muchos, tanto sacerdotes como feligreses, como un permiso general para pecar más aún.
Quitadas las falsas y onerosas leyes impuestas por el papa, ahora abusaban en grande
escala de la libertad que les trajo el Evangelio.
Pero, preguntaréis, ¿no había obispos que cuidasen de la enseñanza y que obligaran a
los curas a cumplir con los deberes de su oficio? Sí, ciertamente que había obispos. Pero
desgraciadamente muchos de ellos, si bien que sabían mejor la doctrina cristiana, daban
más importancia a la política, a las guerras, a la busca de riquezas que a sus deberes
espirituales. No pocos de ellos aun daban ejemplos de una vida ociosa e impía, y así no
ejercían verdaderamente, ni siquiera por un momento, su ministerio sagrado. Más
todavía: los mismos obispos falsificaban la Santa Cena, quitando al pueblo la copa de
bendición con la sangre del Señor, e introdujeron otras doctrinas contrarias a la Palabra
de Dios. Mientras tanto, ni averiguaban si la gente sabía el Padrenuestro, el Credo, los
Diez Mandamientos, o cualquiera otra parte de la Palabra de Dios. “¡Ah, obispos!
exclama Lutero ¿qué cuentas rendiréis a Cristo algún día por el descuido
ignominioso en que habéis tenido al pueblo?... ¡Qué el juicio no caiga sobre vosotros!.”
Naturalmente, en aquel tiempo no había libro de instrucción religiosa, y una Biblia valía
casi una fortuna; además, la mayoría de la gente no sabía leer.
Fue después de esta visitación de las iglesias que Lutero se puso a escribir una forma
sencilla de la doctrina cristiana. A los textos ya conocidos de los Diez Mandamientos, del
Credo, del Padrenuestro, añadió sus insuperables explicaciones. A todo esto adicionó las
palabras de los Sacramentos, también con excelentes explicaciones, enseñando lo que es
el Santo Bautismo y la Santa Cena según las Sagradas Escrituras, y como un cristiano debe
utilizar estos únicos dos Sacramentos ordenados para nuestra salud por Dios mismo. Hizo
que esta enseñanza necesaria y utilísima se imprimiera en tablas de cartón para que se
pudiesen colgar de la pared, sirviendo así a toda una clase. Solamente más tarde fueron
estampadas estas Partes Principales en un Enchiridion o “libretín manual”, en el cual se
hallaban también las oraciones más necesarias y la Tabla de Deberes de textos selectos de
la Biblia. En esta forma el Catecismo Menor de Lutero se ha impreso en ediciones
innumerables a través de más de cuatro siglos, y traducido en muchísimos idiomas. Ha sido
llamado la Biblia de los Legos por lo útil que es para enseñar las verdades eternas y
salvadoras de la Palabra de Dios a los niños y a personas de poca o mucha erudición. Casi al
mismo tiempo apareció un libro más extenso sobre las mismas Partes Principales, llamado
por Lutero el Catecismo Mayor.
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Cómo se ha de usar el Catecismo
Editando sus primeras tablas del Catecismo, Lutero añadió unos excelentes consejos
para usarlo con el mayor provecho:
1. Escoger una forma buena del texto, ya sea esta u otra cualquiera, y adherirse a ella
año tras año, para no confundir a los niños y jóvenes por cambios en el texto. “Sin que
cambiemos una sílaba siquiera...”, escribe Lutero.
2. Exigir e insistir que los alumnos aprendan este texto escogido de memoria, palabra
por palabra, repitiéndolo muchas veces, hasta que se les quede grabado en la memoria
para toda la vida.
3. “Cuando hayan aprendido el texto de memoria, enseñarles también el sentido del
mismo, de manera que conozcan su significado... No es necesario tomar todas las partes
a una vez.”
4. “Después de haberles enseñado el Catecismo Menor, tomar el Catecismo Mayor
e impartirles un conocimiento más abundante y extenso.” Para este fin tenemos hoy día
el excelente catecismo llamado Exposición Breve del Catecismo Menor, con su
arreglo insuperable de preguntas y respuestas, y su rica colección de textos bíblicos para
explicar y comprobar las doctrinas expuestas, y con referencias a gran número de
historias bíblicas. En la edición encuadernada de este presente libro la Exposición
Breve se encuentra después de las Preguntas Cristianas, a empezar en la página 22).
5. “Por último, como ya la tiranía del papa ha desaparecido, encontramos que
muchos no acuden a la Santa Cena, sino que la desprecian. Por lo tanto, es necesario
que apremiemos en esto, sin olvidar desde luego que no debemos forzar a nadie a que
crea o a que reciba la Santa Cena, ni tampoco fijarle ley, tiempo, o sitio para la misma;
sino que debemos predicar de tal manera que podamos inculcar en ellos el deseo de
acudir a los Sacramentos... Esto lo podemos lograr diciéndoles que si uno no solicita o
desea participar de la Santa Cena al menos cuatro veces al año, desprecia el Sacramento
y no es cristiano, poniéndose al nivel de aquel que no cree o rehúsa el Evangelio.”
Una amonestación seria de Lutero
“Por lo tanto no necesitáis imponer leyes con respecto a este Sacramento, como
ocurre en la iglesia papista; mas exponed con claridad el beneficio y el perjuicio, la
necesidad y el uso, el peligro y la bendición de la Santa Cena, y la gente vendrá a ella de
su propia voluntad sin necesidad de compulsión...”
“Por lo tanto velad, pastores y predicadores; nuestro cargo es muy diferente de lo que
era cuando estábamos bajo el dominio del papa. Ahora es un cargo serio y saludable, y
requiere más incomodidad y trabajo, más peligro y sufrimiento, y no nos asegura mucha
recompensa y gratitud en este mundo. Mas si trabajamos fielmente, Cristo mismo será
nuestra recompensa. ¡Que el Señor de la divina gracia nos conceda esto! ¡A Él solo
alabemos y le demos gracias eternamente por Jesucristo, nuestro Señor! Amén.”
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I. Los Diez Mandamientos
Cómo el jefe de familia debe enseñarlos con toda sencillez en su casa. ______
El Primer Mandamiento
No tendrás otros dioses delante de mí.
¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y confiar en Él sobre todas las cosas.
El Segundo Mandamiento
No tomarás el nombre de Dios en vano.
¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto no maldecir, ni jurar,
ni hechizar, ni mentir o engañar en su nombre; mas debemos invocarlo
en todas las necesidades, orar, alabar y darle gracias.
El Tercer Mandamiento
Santifica el día de reposo.
¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto no tener en poco
la predicación y su Palabra; mas debemos tenerla por santa, y oírla
y aprenderla de buena gana.
El Cuarto Mandamiento
Honra a tu padre y a tu madre, para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto no menospreciar ni enojar
a nuestros padres y superiores; mas debemos respetarlos, servirles, obedecerles y
quererles bien.
El Quinto Mandamiento No matarás.
¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto no hacerle daño o mal alguno a nuestro
prójimo en su cuerpo; mas debemos ayudarlo y hacerlo prosperar en todas las
necesidades de su vida.
El Sexto Mandamiento
No cometerás adulterio.
¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto llevar una vida casta
y honesta en palabras y obras; y los esposos deben amarse y honrarse mutuamente.
El Séptimo Mandamiento
No hurtarás.
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¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto no quitar a nuestro prójimo su dinero o
bienes, ni conseguirlos por falsas mercaderías o negocios; mas debemos ayudarlo a
conservar y mejorar sus bienes y medios de vida.
El Octavo Mandamiento No hablarás falso testimonio contra tu prójimo.
¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto falsamente no mentir, traicionar, calumniar
o desacreditar a nuestro prójimo; mas debemos disculparlo, hablar bien de él e
interpretar todo en el mejor sentido.
El Noveno Mandamiento No codiciarás la casa de tu prójimo.
¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto no desear con astucia
la herencia o casa de nuestro prójimo, ni apoderarnos de ellas con apariencia de
derecho; mas debemos ayudarlo y serle útiles para que
las conserve.
El Décimo Mandamiento No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, criada o ganado,
ni nada de lo que tenga.
¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto no seducir, ni alejar
o apartar de nuestro prójimo, a su mujer, criados o ganado; mas debemos instarles a que
se queden y cumplan con sus deberes.
¿Qué dice Dios de todos estos Mandamientos?
Dice así: Yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad
de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta generación de los que me
aborrecen; y hago misericordia en millares a los que me aman
y guardan mis Mandamientos.
¿Qué significa esto?
Dios amenaza castigar a todos los que traspasan estos Mandamientos;
por lo tanto debemos temer su ira y no hacer nada contra ellos. Mas Él promete gracia y
todo bien a todos los que guardan tales mandamientos; por lo tanto debemos también
amarlo, confiar en Él, y gustosamente vivir de acuerdo con sus Mandamientos.
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II. El Credo Cómo el jefe de familia debe enseñarlo con toda sencillez en su casa.
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El Primer Artículo: La Creación
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
¿Qué significa esto?
Creo que Dios me ha creado, y a todas las criaturas; que me ha dado cuerpo y alma, ojos,
oídos y todos los miembros, la razón y todos los sentidos, y los sostiene aún; además, me
da vestido y calzado, comida y bebida, casa y hogar, esposa e hijos, hacienda y ganado,
y todos los bienes; me provee abundante y diariamente de todo lo necesario para la vida,
me ampara contra todo peligro, y me guarda y protege de todo mal; y todo esto lo hace
únicamente por su bondad y misericordia divina y paternal, sin ningún mérito o
dignidad alguna de mi parte; por todo esto debo darle gracias, alabarlo, servirle y
obedecerle. Esto es ciertamente la verdad.
El Segundo Artículo: La Redención
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra del
Espíritu Santo; nació de la virgen María; padeció bajo el poder de Poncio Pilatos; fue
crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos; subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso,
y desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
¿Qué significa esto?
Creo que Jesucristo, verdadero Dios, engendrado del Padre desde
la eternidad, y también verdadero hombre, nacido de la virgen María,
es mi Señor; que me ha redimido a mí, hombre perdido y condenado,
me ha rescatado y ganado de todos los pecados, de la muerte y del poder del diablo; no
con oro o plata, sino con su santa, preciosa sangre,
y con su inocente pasión y muerte, para que yo sea suyo, y viva bajo Él en su reino y le
sirva en eterna justicia, inocencia y bienaventuranza,
así como Él, resucitado de entre los muertos, vive y reina en la eternidad.
Esto es ciertamente la verdad.
El Tercer Artículo: La Santificación Creo en el Espíritu Santo; la santa iglesia cristiana, la comunión
de los santos; la remisión de los pecados; la resurrección de la carne;
y la vida perdurable. Amén.
¿Qué significa esto?
Creo que, por mi propia razón o poder, no puedo creer en Jesucristo
mi Señor, ni venir a Él; sino que el Espíritu Santo me ha llamado
por el evangelio, iluminado con sus dones, santificado y conservado
en la verdadera fe; así como llama, congrega, ilumina y santifica a toda
la cristiandad en la tierra, y la conserva en Jesucristo en la única verdadera fe; y en esta
cristiandad Él me perdona todos los pecados a mí y a todos los creyentes diaria y
abundantemente, y en el postrer día
me resucitará con todos los muertos, y me dará en Cristo a mí
y a todos los creyentes la vida eterna.
Esto es ciertamente la verdad.
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III. El Padrenuestro Cómo el jefe de familia debe enseñarlo con toda sencillez en su casa.
______
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga
tu reino; hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como
nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación; mas
líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder,
y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
La Introducción Padre nuestro que estás en los cielos.
¿Qué significa esto?
Dios, por estas palabras, quiere atraernos cariñosamente, para que creamos que Él es
nuestro verdadero Padre, y nosotros sus verdaderos hijos, y para que le roguemos con
seguridad y confianza como los hijos amados a su amoroso padre.
La Primera Petición
Santificado sea tu nombre.
¿Qué significa esto?
El nombre de Dios es, en verdad, santo en sí mismo, mas rogamos
en esta petición que sea santificado también entre nosotros.
¿Cómo se hace esto?
Se santifica el nombre de Dios cuando la Palabra divina se enseña
con toda claridad y pureza, y nosotros, como hijos de Dios, vivimos conforme a ella de
una manera santa. ¡Ayúdanos a esto, amado Padre celestial! Mas el que enseña y vive
de modo diferente de lo que enseña la Palabra de Dios, profana entre nosotros el nombre
de Dios. ¡Líbranos de esto, amado Padre celestial!
La Segunda Petición
Venga tu reino.
¿Qué significa esto?
El reino de Dios viene, en verdad, por sí mismo sin nuestra oración;
mas rogamos en esta petición que venga también a nosotros.
¿Cómo se hace esto?
Viene el reino de Dios cuando nuestro Padre celestial nos da su Espíritu Santo, de modo
que por su gracia creamos su santa Palabra y vivamos en santidad, aquí temporalmente
y allá para siempre.
La Tercera Petición Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
¿Qué significa esto?
La buena y misericordiosa voluntad de Dios se hace, en verdad,
sin nuestra oración; mas rogamos en esta petición que se haga también entre nosotros.
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¿Cómo se hace esto?
La voluntad de Dios se hace cuando Dios quebranta e impide todo mal consejo y
voluntad perversa, que estorbarían santificar el nombre de Dios, o no permitirían que su
reino viniese a nosotros, tales como la voluntad del diablo, del mundo y de nuestra
propia carne; y cuando Él nos fortalece y conserva firmes en su Palabra y en la fe hasta
el fin. Todo esto es su misericordiosa y buena voluntad.
La Cuarta Petición
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
¿Qué significa esto?
Dios, en verdad, da el pan de cada día, aun sin nuestra oración, a todos los impíos; mas
rogamos en esta petición que Él nos lo haga reconocer, para que recibamos con acciones
de gracias nuestro pan de cada día.
¿Qué significa, pues, pan de cada día?
Pan de cada día significa todo lo que pertenece al sustento y necesidad de la vida,
como comida, bebida, vestido, calzado, casa, hogar, campos, dinero y bienes; además,
piadoso consorte, piadosos hijos, piadosos criados, piadosos y fieles superiores, buen
gobierno, buen tiempo, paz, salud, disciplina, honra, buenos amigos, fieles vecinos y cosas
semejantes.
La Quinta Petición Y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos
a nuestros deudores.
¿Qué significa esto?
Rogamos en esta petición que nuestro Padre en el cielo no mire nuestros pecados, ni por
causa de ellos nos niegue lo que pedimos; pues no somos dignos de nada de lo que
pedimos, ni lo hemos merecido; pero que nos lo dé todo de gracia, porque diariamente
pecamos mucho, y realmente no merecemos más que castigo. Asimismo nosotros
también perdonamos de corazón, y haremos con agrado todo el bien que podamos
a los que nos ofendieron.
La Sexta Petición
Y no nos dejes caer en tentación.
¿Qué significa esto?
Dios, en verdad, no tienta a nadie; mas rogamos en esta petición que Dios nos guarde y
preserve, de modo que el diablo, el mundo y nuestra propia carne no nos engañen ni
seduzcan a creencias erróneas, desesperación y otros graves vicios y afrentas; y que por
fin, aunque fuéremos tentados a ello, sin embargo venzamos y obtengamos la victoria.
La Séptima Petición Mas líbranos del mal.
¿Qué significa esto?
Rogamos en esta petición, como en resumen, que nuestro Padre celestial nos ampare de
todo mal de cuerpo y alma, de bienes y honra; y que por fin, cuando llegue nuestra
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última hora, nos conceda una muerte bienaventurada, y nos lleve benignamente de este
valle de lágrimas a sí mismo en el cielo.
La Conclusión Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
¿Qué significa amén?
Amén significa que debo estar seguro de que estas peticiones
son aceptadas a nuestro Padre celestial y atendidas por Él, porque Él mismo nos ha
mandado orar así y prometido que nos atenderá.
Amén, amén, quiere decir: Sí, sí, así sea.
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IV. El Sacramento del Santo Bautismo Cómo el jefe de familia debe enseñarlo con toda sencillez en su casa.
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Primero
¿Qué es el Bautismo?
El Bautismo no es solamente simple agua, sino que es el agua comprendida en el
mandato de Dios y ligada con la palabra de Dios.
¿Cuál es esta palabra de Dios?
Nuestro Señor Jesucristo dice en el último capítulo de San Mateo:
“Id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo.”
Segundo
¿Qué dones y beneficios confiere el Bautismo?
El Bautismo confiere la remisión de los pecados, redime de la muerte
y del diablo, y da la salvación eterna a todos los que creen lo que dicen
las palabras y promesas de Dios.
¿Cuáles son estas palabras y promesas de Dios?
Nuestro Señor Jesucristo dice en el último capítulo de San Marcos:
“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere,
será condenado.”
Tercero
¿Cómo puede el agua hacer cosas tan grandes?
El agua, en verdad, no hace cosas tan grandes, sino la palabra de Dios, que está en unión
con el agua, y la fe, que confía en esta palabra de Dios con el agua. Porque sin la
palabra de Dios el agua es simple agua y no bautismo; mas con la palabra de Dios es un
bautismo, esto es, un agua de vida, llena de gracia, y un lavamiento de regeneración en
el Espíritu Santo, como dice San Pablo a Tito en el capítulo tercero:
“Por su misericordia nos salvó, por el lavamiento de la regeneración, y por la
renovación en el Espíritu Santo; el cual derramó en nosotros abundantemente por
Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser
herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. Palabra fiel es esta”.
Cuarto
¿Qué significa, pues, este bautizar con agua?
Este bautizar con agua significa que el viejo hombre en nosotros debe ser ahogado por
pesar y arrepentimiento diarios, y morir con todos los pecados y malos deseos, y en
cambio debe salir y resucitar diariamente el hombre nuevo, que viva eternamente
delante de Dios en justicia y pureza.
¿Dónde está escrito esto?
San Pablo dice a los Romanos en el capítulo sexto:
“Somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo,
a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre,
así también nosotros andemos en vida nueva.”
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V. El Oficio de las Llaves Cómo el jefe de familia debe enseñarlo con toda sencillez en su casa.
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¿Qué es el Oficio de las Llaves?
El Oficio de las Llaves es el poder peculiar que nuestro Señor Jesucristo ha dado a su
iglesia en la tierra, de perdonar los pecados a los penitentes, y de retener los pecados a
los impenitentes mientras no se arrepientan.
¿Dónde está escrito esto?
Así escribe el evangelista San Juan en el capítulo veinte:
“El Señor sopló sobre ellos, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos;
y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.”
¿Qué crees según estas palabras?
Cuando los ministros debidamente llamados de Cristo, por su mandato divino, tratan
con nosotros, especialmente cuando excluyen
a los pecadores manifiestos e impenitentes de la congregación cristiana,
y cuando absuelven a los que se arrepienten de sus pecados y prometen enmendarse
creo que esto es tan válido y cierto, también en el cielo, como si nuestro Señor
Jesucristo mismo tratase con nosotros.
Cómo enseñar a la gente a confesarse ______
¿Qué es la confesión?
La confesión comprende dos partes: la una, que confesamos los pecados; la otra, que
recibimos del confesor la absolución o remisión como de Dios mismo, y no dudamos de
ninguna manera, sino que creemos firmemente que por ella los pecados son perdonados
ante Dios en el cielo.
¿Qué pecados debemos confesar?
Ante Dios debemos confesarnos culpables de todos los pecados,
aun de aquellos que no podemos discernir, como lo hacemos
en el Padrenuestro; mas delante del confesor debemos confesar solamente aquellos
pecados que sabemos y sentimos en el corazón.
¿Cuáles son ellos?
Aquí considera tu estado según los Diez Mandamientos, si eres padre, madre, hijo, hija,
amo, ama, criado; si has sido desobediente, infiel, indolente; si has hecho mal a persona
alguna con palabras u obras;
si has hurtado, descuidado, derrochado, o hecho algún otro daño.
¡Por favor, indícame una manera breve de confesarme!
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De esta manera debes hablarle al confesor:
—«Honorable y estimado señor: os pido que tengáis a bien escuchar
mi confesión y declarar el perdón de mis pecados por Dios».
― Di, pues.
1 Meléndez, Andrés (Ed.). 2000. Libro de Concordia: Las Confesiones de la Iglesia Luterana. 2º ed. St. Louis: Editorial Concordia, p. 364-365.
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—«Yo pobre pecador, me confieso ante Dios que soy culpable de todos los pecados;
especialmente me confieso ante vuestra presencia que siendo sirviente, sirvienta, etc.,
sirvo lamentablemente en forma infiel a mi amo, pues aquí y allí no he hecho lo que me
ha sido encomendado, habiéndolo movido a encolerizarse o a maldecir; he descuidado
algunas cosas y he permitido que ocurran daños. He sido también impúdico en palabra y
obras; me he irritado con mis semejantes y he murmurado y maldecido contra mi amo,
etc. Todo esto lo lamento y solicito vuestra gracia; quiero corregirme».
Un amo o ama debe decir así: «En especial confieso ante vuestra presencia que no
eduqué fielmente para la gloria de Dios a mi hijo, sirviente, mujer. He maldecido; he
dado malos ejemplos con palabras y obras impúdicas; he hecho mal a mi vecino,
hablando mal de él, vendiéndole muy caro, dándole mala mercadería
y no toda la cantidad que corresponde».
En general, deberá confesarse todo lo que uno ha hecho en contra de los Diez
Mandamientos, lo que corresponde según su estado, etc. Si alguien no se siente cargado
de tales o aun mayores pecados, entonces no debe preocuparse o buscar más pecados ni
inventarlos, haciendo con ello un martirio de la confesión, sino que debe contar uno o
dos, tal como él lo sabe. De esta manera: «En especial confieso que he maldecido una
vez; del mismo modo, que he sido desconsiderado una vez con palabras, que he
descuidado esto», etc. Considera esto como suficiente. Si no sientes ninguno (lo que no
debería ser posible), entonces no debes decir nada en particular, sino recibir el perdón
de la confesión general, así como lo haces ante Dios en presencia del confesor.
A ello debe responder el confesor:
―«Dios sea contigo misericordioso y fortalezca tu fe, AMÉN. Dime: ¿Crees tú también
que mi perdón sea el perdón de Dios?».
—«Sí, venerable señor.»
Entonces dirá:
―«Así como has creído, de la misma forma acontezca en ti (Mt 8:13).
Y yo por mandato de nuestro Señor Jesucristo te perdono tus pecados
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ve en paz» (Mc 5:34; Lc 7:50, 8:48).
Aquellos que tengan gran carga de conciencia o estén afligidos
o atribulados los sabrá consolar e impulsar hacia la fe un confesor con más pasajes
bíblicos. Esta debe ser sólo una manera usual de confesión para la gente sencilla.
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VI. El Sacramento del Altar o la Santa Cena
Cómo el jefe de familia debe enseñarlo con toda sencillez en su casa. ______
¿Qué es la Santa Cena?
La Santa Cena es el verdadero cuerpo y sangre de nuestro Señor Jesucristo, con el pan y
el vino, para que los cristianos comamos y bebamos, instituido por Cristo mismo.
¿Dónde está escrito esto?
Así escriben los santos evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y el apóstol Pablo: “Nuestro
Señor Jesucristo, la noche que fue entregado, tomó el pan; y habiendo dado gracias, lo
partió y dio a sus discípulos, diciendo: tomad, comed: esto es mi cuerpo que por vosotros
es dado: haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber
cenado, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos: esta copa es el
nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros es derramada para remisión de los pecados;
haced esto, todas las veces que bebiereis, en memoria de mí.”
¿Qué beneficios confiere este comer y beber?
Estos beneficios los enseñan las palabras: “Dado y derramada
por vosotros para remisión de los pecados”; a saber, que en la Santa Cena se nos da por
estas palabras remisión de los pecados, vida y salvación. Porque donde hay remisión de
los pecados, allí hay también vida y salvación.
¿Cómo puede este comer y beber corporal hacer cosas tan grandes?
El comer y beber, en verdad, no hace cosas tan grandes, sino las palabras que están aquí
escritas: “Dado y derramada por vosotros para remisión de los pecados”; palabras que,
junto con el comer y beber corporal, son lo principal en la Santa Cena; y el que cree
estas palabras, tiene lo que dicen y prometen, a saber, la remisión de los pecados.
¿Quién, pues, recibe la Santa Cena dignamente?
El ayunar y prepararse corporalmente es, en verdad, una buena disciplina externa, mas
es verdaderamente digno y estará bien preparado aquel que tiene fe en estas palabras:
“Dado y derramada por vosotros para remisión de los pecados.” Pero el que no cree
estas palabras o duda, aquel es indigno y no está preparado, porque las palabras
“por vosotros” exigen corazones verdaderamente creyentes.
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VII. Cómo el jefe de familia debe enseñar
a los suyos a orar mañana y noche
Oración de la mañana
Por la mañana, al levantarte, con toda reverencia dirás:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Después, de rodillas o de pie, dirás:
Te doy gracias, Padre celestial, mediante Jesucristo, tu amado Hijo, porque me has
protegido en la noche pasada de todo mal y peligro, y te ruego que también en este día
me guardes de pecado y todo mal, para que te agraden mi vida y todas mis obras. En tus
manos encomiendo mi cuerpo, mi alma y todo cuanto soy y tengo. Tu santo ángel
sea conmigo, para que el enemigo malo no tenga ningún poder sobre mí. Amén.
Entonces, cantando un himno apropiado cualquiera que te dicte tu corazón,
vete con gozo a tu trabajo.
Oración de la noche Por la noche, antes de acostarte, con toda reverencia dirás:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Después, de rodillas o de pie, dirás el Credo y el Padrenuestro.
Puedes también decir esta oración:
Te doy gracias, Padre celestial, mediante Jesucristo, tu amado Hijo, porque me has
protegido con tu gracia durante el día, y te ruego que me perdones todos mis pecados,
en donde he hecho mal, y me guardes con tu gracia en esta noche. En tus manos
encomiendo mi cuerpo, mi alma y todo cuanto soy y tengo. Tu santo ángel
sea conmigo, para que el enemigo malo no tenga ningún poder sobre mí. Amén.”
Entonces acuéstate y duerme en paz.
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VIII. Cómo el jefe de familia debe enseñar
a los suyos a pedir la bendición y a dar gracias
La bendición
Los hijos y los criados deben ir a la mesa con toda reverencia y, con sus manos juntas,
decir: Los ojos de todos esperan en Ti, Señor, y Tú les das su comida
a su tiempo. Abres tu mano, y colmas de bendición a todo viviente.
Después se dirá el Padrenuestro y esta oración:
Oh Señor Dios, Padre celestial, bendícenos y estos tus dones
que recibimos de tu gran bondad, por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Acciones de gracias
Del mismo modo, después de comer, con toda reverencia y, con las manos juntas,
deben decir: Alabad al Señor, porque es bueno; porque para siempre
es su misericordia. Él da alimento a todo ser viviente; a la bestia
su mantenimiento, y a los pequeños cuervos que claman. No se deleita
en la fuerza del caballo, ni se complace en la agilidad del hombre.
Se complace el Señor en los que le temen,
y en los que esperan su misericordia.
Después se dirá el Padrenuestro y esta oración:
Gracias te damos, Señor Dios Padre celestial, mediante Jesucristo
nuestro Señor, por todos tus beneficios,
que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
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IX. Tabla de Deberes Textos bíblicos selectos para amonestar al cristiano
respecto a su oficio y deberes.
Para obispos, pastores y predicadores
Es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio,
prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no
codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien
su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad; no un neófito; retenedor
de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana
enseñanza y convencer a los que contradicen. 1Ti. 3: 2-6; Tit. 1:9.
Lo que los oyentes deben a sus pastores
Comed y bebed lo que os dieren; porque el obrero digno es de su salario. Así también
ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio. Lc. 10:7; 1Co.
9:14.
El que recibe la enseñanza de la Palabra, que haga participar de todos sus bienes al
que lo instruye. No se engañen: nadie se burla de Dios. Se recoge lo que se siembra. Gl.
6:6-7.
Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor,
mayormente los que trabajan en predicar y enseñar; pues la Escritura dice: No pondrás
bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario. 1Ti. 5:17-18.
Les rogamos, hermanos, que sean considerados con los que trabajan entre ustedes, es
decir, con aquellos que los presiden en nombre del Señor y los aconsejan. Estímenlos
profundamente, y ámenlos a causa de sus desvelos. Vivan en paz unos con otros. 1Ts.
5:12-13.
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras
almas, como quienes han de dar cuanta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose
porque esto no os es provechoso. Heb. 13:17.
Del gobierno civil
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de
parte de Dios, y las que hay por Dios han sido establecidas. De modo que, quien se
opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean
condenación para sí mismos. Porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de
Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. Ro. 13:1-4.
Para los súbditos
Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios. Mt. 22:21.
Por eso es necesario someterse a la autoridad, no sólo por temor al castigo sino por
deber de conciencia. Den a cada uno lo que le corresponde: al que se debe impuesto,
impuesto; al que se debe contribución, contribución; al que se debe respeto, respeto; y
honor, a quien le es debido. Ro. 13:5-7.
Ante todo, te recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de
gracias por todos los hombres, por los soberanos y por todas las autoridades, para que
podamos disfrutar de paz y de tranquilidad, y llevar una vida piadosa y digna. Esto es
bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador. 1Ti. 2:1-3.
18
Recuerda a todos que respeten a los gobernantes y a las autoridades, que les
obedezcan y estén siempre dispuestos para cualquier obra buena. Tit. 3:1.
Respeten a toda autoridad humana como quiere el Señor; ya sea el rey, porque es el
soberano, ya sea a los gobernadores, como delegados por él para castigar a los que
obran el mal y recompensar a los que practican el bien. 1Pe. 2:13-14.
Para los maridos
Maridos, amen a su mujer, y no le amarguen la vida. Col. 3:19.
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer
como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras
oraciones no tengan estorbo. 1Pe. 3:7.
Para las esposas
Las mujeres deben respetar a su marido como al Señor. Ef. 5:22.
Como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a
ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza. 1Pe. 3:6.
Para los padres
Padres, no irriten a sus hijos; al contrario, edúquenlos, corrigiéndolos y
aconsejándolos, según el espíritu del Señor. Ef. 6:4.
Para los hijos
Hijos, obedezcan a sus padres en el Señor porque esto es lo justo, ya que el primer
mandamiento que contiene una promesa es este: Honra a tu padre y a tu madre, para que
seas feliz y tengas una larga vida en la tierra. Ef. 6:1-3.
Para los criados, empleados y obreros
Esclavos, obedezcan a sus patrones con temor y respeto, sin ninguna clase de doblez,
como si sirvieran a Cristo; no con una obediencia fingida que trata de agradar a los
hombres, sino como servidores de Cristo, cumpliendo de todo corazón la voluntad de
Dios. Sirvan a sus dueños de buena gana, como si se tratara del Señor y no de los
hombres, teniendo en cuenta que el Señor retribuirá a cada uno el bien que haya hecho,
sea un esclavo o un hombre libre. Ef. 6:5-8.
Para los amos
Y ustedes, patrones, compórtense de la misma manera con sus servidores y dejen a un
lado las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos, que lo es también de ustedes, está en
el cielo, y no hace acepción de personas. Ef. 6:9.
Para los jóvenes en general
Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos sumisos unos a otros,
revestíos de humildad; porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os ensalce cuando fuera
tiempo. 1Pe. 5:5-6.
19
Para las viudas
Mas la que en verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios, y es diligente en
súplicas y oraciones noche y día. Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está
muerta. 1Ti. 5:5-6.
Para todos en general
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En esta sentencia se comprenden
sumariamente todos los mandamientos. Ro. 13:9.
Ante todo, te recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de
gracias por todos los hombres. 1Ti. 2:1
Aprende tú bien tus lecciones:
así tendrás muy ricos dones. ____________
NOTA
Estas preguntas y respuestas no son juguete, sino que han sido compuestas con toda
seriedad y propósito por el venerable y piadoso Dr. Martín Lutero para jóvenes y
ancianos. Cada uno debe considerarlas bien y con toda seriedad, pues el apóstol San
Pablo dice a los Gálatas en el capítulo sexto: “No se engañen: nadie se burla de Dios.”
Fin del texto del Catecismo Menor de Lutero.
20
Preguntas cristianas con sus respuestas Formuladas por el doctor Martín Lutero para los que intentan comulgar.
Después de la confesión e instrucción en los Diez Mandamientos, el Credo, el
Padrenuestro, los Sacramentos del Santo Bautismo y la Santa Cena, el confesor
preguntará, o uno a sí mismo:
1. ¿Crees que eres pecador?
Sí, lo creo; soy pecador.
2. ¿Cómo lo sabes?
Sé que soy pecador por los Diez Mandamientos, los cuales no he guardado.
3. ¿Sientes pesar por tus pecados?
Sí, siento mucho el haber pecado contra Dios.
4. ¿Qué mereciste de Dios por tus pecados?
Merecí la ira y desagrado de Dios, muerte temporal y condenación eterna.
5. ¿Esperas ser salvo?
Sí, es mi esperanza entrar en la vida eterna.
6. ¿En quién confías para tu salvación?
Confío en mi amado Señor Jesucristo.
7. ¿Quién es Cristo?
Cristo es el Hijo de Dios, verdadero Dios y hombre.
8. ¿Cuántos dioses hay?
Hay un Dios solo; mas hay tres personas: el Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo.
9. ¿Qué ha hecho Cristo por ti para que confíes en Él?
Cristo murió por mí, derramando su sangre en la cruz para la remisión de mis
pecados.
10. ¿El Padre también murió por ti?
No; el Padre es Dios solamente, el Espíritu Santo también. Mas el Hijo es verdadero
Dios y verdadero hombre: Él murió por mí y derramó su sangre por mí.
11. ¿Cómo lo sabes?
Lo sé por el santo Evangelio y por las palabras del Sacramento, y por su cuerpo y
sangre que se me dan como prenda en la Santa Cena.
12. ¿Cuáles son estas palabras?
Nuestro Señor Jesucristo, la noche que fue entregado, tomó el pan; y habiendo dado
gracias, lo partió y dio a sus discípulos, diciendo: tomad, comed: esto es mi cuerpo que
por vosotros es dado: haced esto en memoria de mí.
Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, y habiendo dado gracias,
les dio, diciendo: Bebed de ella todos: esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por
vosotros es derramada para remisión de los pecados; haced esto, todas las veces que
bebiereis, en memoria de mí.
21
13. ¿Crees, pues, que en la Santa Cena está el verdadero cuerpo y sangre de Cristo?
Sí, lo creo.
14. ¿Qué te hace creerlo?
Me hace creerlo la palabra de Cristo: Tomad, comed: esto es mi cuerpo; bebed de ella
todos: esto es mi sangre.
15. ¿Qué debemos hacer cuando comemos su cuerpo y bebemos su sangre,
recibiendo así la prenda de su promesa?
Debemos anunciar su muerte y el derramamiento de su sangre, y pensar como Él
enseñó: Haced esto, todas las veces que bebiereis, en memoria de mí.
16. ¿Por qué debemos pensar en la muerte de Cristo y anunciarla?
Debemos aprender a creer que ninguna criatura ha podido expiar nuestros pecados,
sino Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre; y debemos aprender también a
considerar con temor nuestros pecados y conocerlos en verdad como graves, y
regocijarnos y consolarnos solo en Él, y por tal fe ser salvos.
17. ¿Qué indujo a Cristo a morir por tus pecados y expiarlos?
Cristo murió por mí movido por su gran amor para con su Padre, para conmigo y los
demás pecadores, como está escrito en Jn. 15:13; Ro. 5:8; Gl. 2:20; Ef. 5:2.
18. En fin, ¿por qué deseas comulgar?
En la Santa Cena quiero aprender a creer que Cristo murió por mis pecados, por el
gran amor que tiene para conmigo, como queda dicho; y quiero aprender también de Él
a amar a Dios y a mi prójimo.
19. ¿Qué ha de amonestar y animar al cristiano a que comulgue con frecuencia?
Respecto a Dios, tanto el mandato como la promesa del Señor Jesucristo deben
animar al cristiano a comulgar frecuentemente; mas con respecto a sí mismo, la miseria
que lo aflige debe impulsarlo, debido a la cual se dan tal mandato, estímulo y promesa.
20. Pero, ¿qué debe hacerse uno, si no siente esa miseria, ni tampoco esa hambre y
sed por la Santa Cena?
A tal no se podrá aconsejar mejor que, en primer lugar, ponga su mano en su pecho y
palpe si tiene todavía carne y sangre, y crea lo que las Sagradas Escrituras dicen: Gl.
5:19; y Ro. 7:18.
En segundo lugar, debe mirar en torno de sí, para ver si está aún en el mundo, y debe
pensar que no faltarán pecados y miserias, como dicen las Sagradas Escrituras: Jn.
15:18; 16:20 y 1Jn 2:15-16; 5:19.
En tercer lugar, seguramente tendrá también al diablo muy cerca de sí, quien con
mentiras y asechanzas de día y noche no lo dejará en paz interior ni exteriormente,
como lo describen las Sagradas Escrituras: Jn. 8:44; 1Pe. 5:8-9; Ef. 6:11-12; 2Ti. 2:26.
22
Exposición Breve
de la parte doctrinal del Catecismo Menor
del doctor Martín Lutero
Introducción
1. ¿Qué es un catecismo?
Un catecismo es un libro de instrucción en forma de preguntas y respuestas.
2. ¿Quién escribió nuestro Catecismo Menor?
El doctor Martín Lutero escribió el Catecismo Menor en 1529.
3. ¿De qué trata él en este libro?
En este libro trata de las partes principales de la doctrina cristiana.
1) 1Pe. 2:2. Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada,
para que por ella crezcáis para salvación.
4. ¿De dónde tomó Lutero la doctrina cristiana?
Lutero tomó la doctrina cristiana de la Biblia o Sagrada Escritura.
La Biblia
5. ¿Qué es la Biblia?
La Biblia es la Palabra de Dios, escrita por inspiración del Espíritu Santo, por los
santos profetas en el Antiguo Testamento, y por los evangelistas y apóstoles en el
Nuevo Testamento, para hacernos sabios para la salvación por la fe que es en Cristo
Jesús.
2) 2Pe. 1:21. Los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu
Santo.
3) 2Ti. 3:15-17. Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden
hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda
buena obra.
4) 1Co. 2:13. Hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con
las que enseña el Espíritu.
5) Jn. 5:39. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis
la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.
6) Lc. 11:28. Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.
6. ¿Cuáles son las partes principales de la doctrina cristiana?
I. Los Diez Mandamientos; II. El Credo; III. El Padrenuestro;
IV. El Sacramento del Santo Bautismo; V. El Oficio de las Llaves;
VI. El Sacramento del Altar.
23
PRIMERA PARTE
+ LOS DIEZ MANDAMIENTOS
O LA LEY DE DIOS +
Introducción
7. ¿Qué son los Diez Mandamientos?
Los Diez Mandamientos son la santa voluntad de Dios, o la Ley, por la cual Dios nos
dice cómo debemos ser, y qué debemos hacer y dejar de hacer.
7) Lv. 19:2. Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios.
8) Miq. 6:8. Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti:
solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.
9) Dt. 6:6-7. Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las
repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al
acostarte, y cuando te levantes. (Ver Dt. 10.4).
8. ¿Cuándo y cómo dio Dios esta Ley?
Al crear al hombre, Dios le grabó la Ley en el corazón, y más tarde la formuló en los
Diez Mandamientos, escritos en dos tablas, dándolas a conocer por medio de Moisés.
10) Ro. 2:14-15. Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza
lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la
obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o
defendiéndoles sus razonamientos.
Historias Bíblicas. Éx. 19 y 20 (La Ley Moral, Eclesiástica y Civil).
LA PRIMERA TABLA: “AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS”
9. ¿Cuál es el resumen de la Primera Tabla?
11) Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
mente (Mt. 22:37).
10. ¿Cuál es el resumen de la Segunda Tabla?
12) Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Mt. 22.39).
11. ¿Cuál es el resumen de todos los Mandamientos en una sola palabra?
Amor.
13) 1Ti. 1:5. El propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio.
14) Ro. 13:10. El cumplimiento de la ley es el amor.
12. ¿A quién se dirige Dios en cada uno de los Diez Mandamientos?
Dios se dirige a mí y a todas las demás personas.
El Primer Mandamiento: Dios 13. ¿Cuál es el Primer Mandamiento?
No tendrás otros dioses delante de mí.
24
14. ¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y confiar en Él sobre todas las cosas.
15. ¿Qué prohíbe Dios en el Primer Mandamiento?
Dios prohíbe toda forma de idolatría, ya sea el estimar y adorar a una criatura como
al mismo Dios (idolatría grosera), o el temer, amar, y confiar más en una criatura que en
Dios (idolatría sutil).
15) Is. 42:8. Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza
a esculturas.
16) Mt. 4:10. Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
17) Sal. 115:3-4. Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho. Los
ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres.
18) Mt. 10:28. Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar;
temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
19) Mt. 10:37-39. El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que
ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos
de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por
causa de mí, la hallará.
20) Pr. 3:5-6. Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.
21) Jer. 17:5. Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone
carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
22) Ef. 5:5. Ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en
el reino de Cristo y de Dios.
23) Fil. 3:19. El fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria
es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal.
24) Sal. 14:1. Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen
obras abominables; No hay quien haga el bien.
25) Jn. 5:23. Todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no
honra al Padre que le envió.
Historias Bíblicas: Dios falso (ídolo) - Éxodo 32: Israel adoró el becerro de oro. // Lucas 16.19: El
hombre rico pensó más en el lujo del vestido y en la extravagancia de la comida que en
Dios. // Mateo 19.16-22: El joven rico amó más sus bienes que a Cristo.
16. ¿Qué nos ordena Dios en el Primer Mandamiento?
Debemos temer y amar a Dios y confiar en Él sobre todas las cosas.
26) Gn. 17:1. Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.
27) Sal. 33:8-9. Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de él todos los habitantes
del mundo. Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió.
28) Gn. 39:9. ¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?
29) Sal. 73:25-26. ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo
en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción
es Dios para siempre.
30) Sal. 42:1. ¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
31) Sal. 118:8. Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre.
25
Historias Bíblicas: Dios verdadero - Génesis 22: Abraham amó más a Dios que a su hijo Isaac. // Daniel
3: Los tres hombres en el fuego temieron a Dios más que al rey. //Daniel 6: Daniel
confió en Dios.
El Segundo Mandamiento: El Nombre de Dios
17. ¿Cuál es el Segundo Mandamiento?
No tomarás el nombre de Dios en vano.
18. ¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto no maldecir, ni jurar, ni hechizar, ni
mentir o engañar en su nombre; mas debemos invocarlo en todas las necesidades, orar,
alabar y darle gracias.
19. ¿Por qué decimos en este y en los Mandamientos que siguen que “debemos
temer y amar a Dios”?
Porque del temor y amor a Dios debe emanar el cumplimiento de todos los demás
Mandamientos.
20. ¿Qué es el nombre de Dios?
El nombre de Dios es Dios mismo, así como Él se nos ha manifestado.
32) Sal. 48:10. Conforme a tu nombre, oh Dios, así es tu loor hasta los fines de la
tierra.
21. ¿Qué prohíbe Dios en el Segundo Mandamiento?
No debemos tomar el nombre de Dios en vano; y en particular no debemos maldecir,
jurar, hechizar, mentir o engañar en su nombre.
22. ¿Qué es maldecir en el nombre de Dios?
Maldecir es blasfemar a Dios, o invocar sobre uno mismo o sobre otros la ira y el
castigo de Dios.
33) Lv. 24:15-16. Cualquiera que maldijere a su Dios, llevará su iniquidad. Y el que
blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto.
34) Gl. 6:7. No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre
sembrare, eso también segará.
35) Stg. 3:9-10. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los
hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden
bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
Historias Bíblicas: Maldecir - Levítico 24.10-16: El hijo de Selomit pronunció el nombre (de Dios) y
maldijo. // 1ºSamuel 17.43: Goliat maldijo a David. // Mateo 26.74: Pedro hizo
imprecaciones. // Mateo 27.25: Los judíos invocaron la sangre de Jesús sobre sí mismo
y sobre sus hijos. // 2ºSamuel 16.13: Semeí maldijo.
23. ¿Qué es jurar en el nombre Dios?
Jurar en el nombre de Dios es invocar a Dios como testigo de verdades y vengador
de falsedades.
26
36) 2Co. 1:23. Mas yo invoco a Dios por testigo sobre mi alma, que por ser
indulgente con vosotros no he pasado todavía a Corinto.
24. ¿Qué clase de juramento prohíbe Dios?
Dios prohíbe todo juramento falso, blasfemo y frívolo, como también el jurar en
cosas inciertas.
37) Mt. 5:33-37. Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás,
sino cumplirás al Señor tus juramentos. Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera;
ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus
pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás,
porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí;
no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Historias Bíblicas: Juramento falso - Mateo 26.72: Pedro juró falsa y blasfemamente. // Mt. 14.6-9:
Herodes juró frívolamente y en cosas inciertas. // Hechos 23.12: Los judíos hicieron
voto blasfemo en cosas inciertas.
25. ¿Qué manera de jurar permite y hasta ordena Dios?
Dios permite todo juramento exigido por la gloria de Dios y el bienestar de nuestro
prójimo.
38) Dt. 6:13. A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás.
39) Heb. 6:13-16. Cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por
otro mayor, juró por sí mismo, diciendo: “De cierto te bendeciré con abundancia y te
multiplicaré grandemente.” Y habiendo esperado con paciencia, [Abraham] alcanzó la
promesa. Porque los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el
fin de toda controversia es el juramento para confirmación.
Historias Bíblicas: Juramento verdadero - Mateo 26.63-64: Jesús juró ser el Cristo, el Hijo de Dios. //
Génesis 24.3: El criado de Abraham juró buscar una mujer piadosa para Isaac.
26. ¿Qué es hechizar en el nombre de Dios?
Hechizar en el nombre de Dios es el usar el nombre de Dios o su Palabra sin mandato
o promesa divina para ejecutar cosas sobrenaturales, tales como magia, el sortilegio,
consultas a los muertos y similares artes satánicas.
40) Dt. 18:10-12. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el
fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni
encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación
para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu
Dios echa estas naciones de delante de ti. (Ver Lv. 19:31).
Historias Bíblicas: Hechizar - Éxodo 7 y 8: Los magos egipcios hicieron cosas sobrenaturales con sus
encantamientos. // 1ºSamuel 28: La adivina de Endor hacía adivinaciones. // Hechos
19.19: Los creyentes de Efeso quemaron los libros de vanas artes.
27
27. ¿Qué es mentir o engañar en el nombre de Dios?
Mentir o engañar en el nombre de Dios es el adornar una falsa doctrina o una vida
impía con la Palabra y el nombre de Dios.
41) Jer. 23:31. He aquí yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen:
Él ha dicho.
42) Mt. 15:8. Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí.
43) Mt. 7:21. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino
el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Historias Bíblicas: Mentir o engañar - Hechos 5: Ananías y Safira escondieron su falta de fe bajo
supuestas obras de caridad. // Mateo 23: Los fariseos y escribas eran hipócritas.
28. ¿Qué nos ordena Dios en el Segundo Mandamiento?
Dios ordena invocar su nombre en todas las necesidades, orar, alabar y darle gracias.
44) Sal. 50:15. Invócame en el día de la angustia; te libraré y tú me honrarás.
45) Mt. 7:7-11. Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque
todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué
hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un
pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas
dádivas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas
cosas a los que le pidan!
46) Sal. 118:1. Alabad a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre es su
misericordia.
47) Col. 3:17. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el
nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Historias Bíblicas: Invocar a Dios - 1ºSamuel 1 y 2: Ana invocó a Dios y le dio gracias.
El Tercer Mandamiento: La Palabra de Dios
29. ¿Cuál es el Tercer Mandamiento?
Santifica el día de reposo.
30. ¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto no tener en poco la predicación y su
Palabra; mas debemos tenerla por santa, y oírla y aprenderla de buena gana.
31. ¿Exige este Mandamiento de nosotros que guardemos el sábado, fiestas o en
general días santos, tal como lo guardaba el pueblo de Dios en el Antiguo Testamento?
El Tercer Mandamiento no exige el guardar determinados días; porque en el Nuevo
Testamento el mismo Dios abolió todo esto.
48) Mt. 12:8. El Hijo del Hombre es Señor del día de reposo (sábado).
49) Col. 2:16-19a. Nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de
fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el
cuerpo es de Cristo. Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los
ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia
mente carnal, y no asiéndose de la Cabeza.
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32. ¿Por qué, pues, celebramos el domingo y otras fiestas?
Celebramos el domingo y otras fiestas, no por mandato divino, sino con el objeto de
tener tiempo y oportunidad de concurrir al culto público.
50) Heb. 10:23-25. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra
esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para
estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos
tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se
acerca.
51) Hch. 2:42. Perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con
otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
33. ¿Qué, pues, nos prohíbe Dios en el Tercer Mandamiento?
Dios prohíbe tener en poco la predicación y su Palabra.
34. ¿Cómo se hace esto?
Tenemos en poco la palabra de Dios cuando no asistimos nunca a la predicación y
dejamos de usar la Palabra escrita y los Sacramentos, o cuando lo hacemos irregular o
descuidadamente.
52) Jn. 8:47. El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros,
porque no sois de Dios.
53) Lc. 10:16. El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí
me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.
54) Stg. 1:22-25. Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores,
engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor
de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque
él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente
en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino
hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Historias Bíblicas: Despreciar la Palabra - Lucas 7.30: Los escribas y fariseos no se dejaron bautizar.
35. ¿Qué nos ordena Dios en el Tercer Mandamiento?
Dios ordena tener por santa la predicación y su Palabra, oírla y aprenderla de buena
gana.
55) Is. 66:2. Miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi
Palabra.
56) Ec. 5:1. Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír
que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.
57) Sal. 26:6-8. Lavaré en inocencia mis manos, y así andaré alrededor de tu altar, oh
Jehová, para exclamar con voz de acción de gracias, y para contar todas tus maravillas.
Jehová, la habitación de tu casa he amado, y el lugar de la morada de tu gloria.
58) 1Ts. 2:13. Damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios
que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en
verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
59) Col. 3:16. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y
exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones
al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
60) Lc. 11:28. Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.
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61) Gl. 6:6. El que es enseñado en la Palabra, haga partícipe de toda cosa buena al
que lo instruye.
Historias Bíblicas: Valorar la Palabra - 1ºSamuel 1 y 2: Ana, la madre de Samuel, frecuentaba el
templo. // Lucas 2.41-52: El niño Jesús estaba en la casa de su Padre. // Lucas 2.36-38:
Ana la profetisa no se apartaba del templo. // Lucas 2.51: La madre de Jesús guardaba la
palabra en su corazón. // Lucas 10.39: María, la hermana de Marta, escogió la buena parte.
LA SEGUNDA TABLA: “AMARÁS A TU PRÓJIMO”
36. ¿Cuál es el resumen de la segunda tabla?
62) Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mt. 22:39).
63) Mt. 7:12. Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con
vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la Ley y los Profetas.
37. ¿Quién es nuestro prójimo?
Nuestro prójimo es todo aquel que necesita nuestro amor.
64) Gl. 6:10. Según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a
los de la familia de la fe.
65) Mt. 5:43-48. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu
enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen,
haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para
que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos
y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman,
¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a
vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Historias Bíblicas: Lc. 10:25-37. El buen samaritano usó de misericordia para con su enemigo.
El Cuarto Mandamiento: La Autoridad establecida por Dios
38. ¿Cuál es el Cuarto Mandamiento?
Honra a tu padre y a tu madre, para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la
tierra.
39. ¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto no menospreciar ni enojar a nuestros
padres y superiores; mas debemos respetarlos, servirles, obedecerles y quererles bien.
40. ¿Quiénes son nuestros padres y superiores?
Padres y superiores son nuestro padre y madre, y todos aquellos que por ordenanza
divina tienen autoridad sobre nosotros en el hogar, gobierno, escuela e iglesia.
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Historias Bíblicas: Padres y superiores - Génesis 41-43: José fue honrado por los egipcios. // 2Reyes
2.12: Eliseo llama a Elías padre. // 1ºCorintios 5.15: El apóstol Pablo engendró
espiritualmente a los creyentes en Corinto.
41. ¿Qué nos prohíbe Dios en el Cuarto Mandamiento?
Dios prohíbe menospreciar y enojar a nuestros padres y superiores.
42. ¿Cómo se hace esto?
Menospreciamos a nuestros padres y superiores cuando no respetamos su dignidad y
voluntad, y los enojamos cuando los provocamos a justa ira por la desobediencia o
cualquiera otra maldad.
66) Pr. 30:17. El ojo que escarnece a su padre y menosprecia la enseñanza de la
madre, los cuervos de la cañada lo saquen, y lo devoren los hijos del águila.
67) Ro. 13:2. Quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los
que resisten, acarrean condenación para sí mismos.
68) 1Pe. 2:18. Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente
a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar.
Historias Bíblicas: Desprecio a los padres y autoridades - 1ºSamuel 2.12: Los hijos de Elí afligieron a su
padre por su conducta. // 2ºSamuel 15: Absalón se rebeló contra David su padre y rey. //
2ºReyes 2.23-24: Los muchachos de Betel se burlaron de Eliseo.
43. ¿Qué nos ordena Dios en el Cuarto Mandamiento?
Dios ordena respetar a nuestros padres y superiores, servirles, obedecerles y
quererles bien.
44. ¿Cómo se hace esto?
Respetamos a nuestros padres y superiores cuando de todo corazón los consideramos
como representantes de Dios; les servimos cuando espontáneamente hacemos por ellos
lo que podamos; les obedecemos cuando acatamos su voluntad en todo en lo que Dios
les ha dado autoridad sobre nosotros; y les queremos bien cuando los estimamos como
un don precioso de Dios.
69) Ef. 6:2-3. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con
promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
70) Col. 3:20. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al
Señor.
71) Pr. 23:22, 24. Oye a tu padre, a aquel que te engendró; y cuando tu madre
envejeciere, no la menosprecies… Mucho se alegrará el padre del justo, y el que
engendra sabio se gozará con él.
72) 1Ti. 5:4. Si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser
piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo
bueno y agradable delante de Dios.
73) Heb. 13:17. Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan
por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y
no quejándose, porque esto no os es provechoso.
74) Ro. 13:1-3. Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay
autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De
modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que
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resisten, acarrean condenación para sí mismos. Porque los magistrados no están para
infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad?
Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella.
75) Lv. 19:32. Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y
de tu Dios tendrás temor.
76) Hch. 5:28-29. ¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre?
Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la
sangre de ese hombre. Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario
obedecer a Dios antes que a los hombres.
Historias Bíblicas: Honrar a los padres - Génesis 46.29: José honró a su padre. // Rut 1.16: Rut rehusó
abandonar a Noemí. // 1ºReyes 2.19: Salomón demostró su respeto a Betsabé. // Lucas
2.51: Jesús estaba sujeto a sus padres. // Juan 19.26: Jesús encomendó su madre a Juan.
El Quinto Mandamiento: Vida y Bienestar Humano
45. ¿Cuál es el Quinto Mandamiento?
No matarás.
46. ¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto no hacerle daño o mal alguno a nuestro
prójimo en su cuerpo; mas debemos ayudarlo y hacerlo prosperar en todas las
necesidades de su vida.
47. ¿Qué nos prohíbe Dios en el Quinto Mandamiento?
Dios nos prohíbe hacerle daño o mal alguno a nuestro prójimo en su cuerpo, esto es,
hacer o decir cosa alguna por la cual se destruya, acorte o amargue su vida; tampoco
debemos guardar ira u odio contra el prójimo en nuestro corazón.
77) Gn. 9:6. El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será
derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.
78) Mt. 26:51-52. Uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su
espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja. Entonces Jesús le
dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada
perecerán.
79) Ro. 13:4-8. Porque [la autoridad] es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces
lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador
para castigar al que hace lo malo. Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente
por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto pagáis
también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto
mismo. Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto;
al que respeto, respeto; al que honra, honra. No debáis a nadie nada, sino el amaros unos
a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.
80) Ro. 12:17-19. No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de
todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos
los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de
Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
81) Mt. 5.21-24. Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que
matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su
hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable
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ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra
ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y
entonces ven y presenta tu ofrenda.
82) 1Jn. 3:14-18. Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que
amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. Todo
aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida
eterna permanente en él. En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por
nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que
tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su
corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de
lengua, sino de hecho y en verdad.
83) Mt. 15:19-20a. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios,
los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas
cosas son las que contaminan al hombre.
Historias Bíblicas: Muerte, odio, deseos de muerte - Génesis 4.8: Caín mató a su hermano Abel. //
Génesis 37.31-34: Los demás hijos de Jacob perseguían a José. // 2ºSamuel 11.15:
David mandó matar a Urías. // Mateo 26.51: Pedro le cortó la oreja a Malco. // Jeremías
18.18: Se puede herir a uno con insultos. // Hechos 7.54: Los judíos crujían los dientes
contra Esteban.
48. ¿Qué nos ordena Dios en el Quinto Mandamiento?
Dios ordena ayudar a nuestro prójimo y hacerlo prosperar en todas las necesidades de
su vida y, por lo tanto, ser misericordiosos, pacientes y perdonadores.
84) Is. 58:6-10a. ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de
impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que
rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes
albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu
hermano? Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá
tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Entonces invocarás, y
te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el
dedo amenazador, y el hablar vanidad, y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al
alma afligida.
85) Ro. 12:20-21. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere
sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
86) Mt. 5:5, 7, 9. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por
heredad… Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia…
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
87) Mt. 5:25-26. Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con
él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas
echado en la cárcel. De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último
cuadrante.
Historias Bíblicas: Vida, protección, ayuda - Génesis 14.1: Abraham libró a Lot. // 1ºSamuel 26: David
perdonó la vida de Saúl. // Lucas 10.33: El buen samaritano tuvo misericordia. // Mateo
25.31-46: “Tuve hambre, y me disteis de comer…”
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El Sexto Mandamiento: Matrimonio y Familia
49. ¿Cuál es el Sexto Mandamiento?
No cometerás adulterio.
50. ¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto llevar una vida casta y honesta en
palabras y obras; y los esposos deben amarse y honrarse mutuamente.
51. ¿Qué es el matrimonio?
El matrimonio es la unión, instituida por Dios mismo, de un hombre con una mujer
para toda la vida en una misma carne; y principia por esponsales legítimos.
Historias Bíblicas: Matrimonio, familia - Génesis 2.18-24: Dios instituyó el matrimonio. // Mateo 1.20:
A la prometida de José se le llama su mujer.
52. ¿Qué nos prohíbe Dios en el Sexto Mandamiento?
Dios nos prohíbe todo aquello por lo cual la divina ordenanza del matrimonio se
quebranta, viola o profana, ya sea esto dentro o fuera del matrimonio, en obras, palabras
o deseos.
88) Ef. 5:2-7. Andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo
por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. Pero fornicación y toda
inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni
palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien
acciones de gracias. Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que
es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con palabras
vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No
seáis, pues, partícipes con ellos.
89) Ef. 5:8-12. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor;
andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y
verdad), comprobando lo que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras
infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun
hablar de lo que ellos hacen en secreto.
90) Mt. 19:6. Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios
juntó, no lo separe el hombre.
91) Mt. 19:7-9. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y
repudiarla? El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a
vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a
su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa
con la repudiada, adultera.
92) 2Pe. 2:14. Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a
las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de
maldición.
93) Mt. 5:27-29. Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que
cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Por
tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que
se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
94) Heb. 13:4. Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a
los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.
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94b) Jn. 4:16-18. Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer
y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco
maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.
Historias Bíblicas: Adulterio - 2ºSamuel 11: David quebrantó el matrimonio. // Mateo. 14: Herodes tuvo
a la mujer de su hermano.
53. ¿Qué ordena Dios a toda persona en el Sexto Mandamiento?
Dios ordena a cada uno llevar una vida casta y honesta en palabras y obras.
95) Ro. 13:12-14. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las
obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día,
honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en
contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de
la carne.
96) Ef. 4:29. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea
buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
97) 1Co. 6:15-20. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?
¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún
modo. ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque
dice: Los dos serán una sola carne. Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.
Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del
cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro
cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y
que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios
en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Historias Bíblicas: Castidad, fidelidad - Génesis 39: José huyó de la mujer de Potifar.
54. ¿Qué requiere esto?
Para vivir casta y honestamente es necesario ahogar todos los deseos malos con la
santa Palabra de Dios y la oración, con trabajo y temperancia, y también huir y evitar
toda ocasión de placeres sensuales.
98) Sal. 51:10. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto
dentro de mí.
99) 1Co. 6:18. Huid de la fornicación.
100) 1Ti. 5:22. No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en
pecados ajenos. Consérvate puro.
101) 2Ti. 2:21-22. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para
honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. Huye también de las
pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón
limpio invocan al Señor.
102) Pr. 23:29-33. ¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las
rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo
amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en el vino, para los que van
buscando la mistura. No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la
copa. Se entra suavemente; mas al fin como serpiente morderá, y como áspid dará dolor.
Tus ojos mirarán cosas extrañas, y tu corazón hablará perversidades.
103) Pr. 1:10. Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas.
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55. ¿Qué les ordena Dios especialmente a los casados?
Dios ordena a los esposos amarse y honrarse mutuamente, el marido a su esposa
como la ayuda idónea de él, y la esposa a su marido como la cabeza de ella. Véase la
Tabla de Deberes en el Catecismo Menor.
El Séptimo Mandamiento: Bienes y Negocios
56. ¿Cuál es el Séptimo Mandamiento?
No hurtarás.
57. ¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto no quitar a nuestro prójimo su dinero o
bienes, ni conseguirlos por falsas mercaderías o negocios; mas debemos ayudarlo a
conservar y mejorar sus bienes y medios de vida.
58. ¿Qué nos prohíbe Dios en el Séptimo Mandamiento?
Dios prohíbe quitar a nuestro prójimo su dinero o bienes, o conseguirlos por falsas
mercaderías o negocios.
59. ¿Qué pecados particulares prohíbe Dios aquí?
Dios prohíbe toda forma de robo, hurto, usura y fraude, como también la envidia y
codicia dentro del corazón.
104) Ef. 4:28. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo
que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
105) Hab. 2:6. ¿No han de levantar todos éstos refrán sobre él, y sarcasmos contra
él? Dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿Hasta cuándo había de acumular
sobre sí prenda tras prenda?
106) 1Ts. 4:6-7. Que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el
Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. Pues no nos ha
llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
107) Lv. 19:34-36. Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more
entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de
Egipto. Yo Jehová vuestro Dios. No hagáis injusticia en juicio, en medida de tierra, en
peso ni en otra medida. Balanzas justas, pesas justas y medidas justas tendréis. Yo
Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto.
108) Lv. 25:35-39. Y cuando tu hermano empobreciere y se acogiere a ti, tú lo
ampararás; como forastero y extranjero vivirá contigo. No tomarás de él usura ni
ganancia, sino tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. No le darás tu
dinero a usura, ni tus víveres a ganancia. Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la
tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán, para ser vuestro Dios. Y cuando tu
hermano empobreciere, estando contigo, y se vendiere a ti, no le harás servir como
esclavo.
109) Jer. 22.13: ¡Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad,
sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo!
110) 2Ts. 3:10b-12. Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que
algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino
entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor
Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.
111) Sal. 37:21. El impío toma prestado, y no paga; mas el justo tiene misericordia, y da.
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112) Pr. 29:24. El cómplice del ladrón aborrece su propia alma; pues oye la
imprecación y no dice nada.
Historias Bíblicas: Robo, hurto, estafa - Lucas 10.30: El viajero fue despojado. // Josué 7: Acán hurtó. //
2ºReyes 5: Geizi defraudó a Naamán.
60. ¿Qué nos ordena Dios en el Séptimo Mandamiento?
Dios ordena ayudar a nuestro prójimo a conservar y mejorar sus bienes y medios de vida.
61. ¿Cómo se hace esto?
Ayudamos a nuestro prójimo cuando le damos auxilio con acciones y consejos para
que sus bienes y medios de vida se adelanten y preserven de daño.
113) Mt. 5:42. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo
rehúses.
114) Pr. 19:17. Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas
buenas acciones.
115) Heb. 13:16. De hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales
sacrificios se agrada Dios.
Historias Bíblicas: Honestidad, sinceridad - Génesis 13.1-12: Abraham permitió a Lot escoger el mejor
sitio. // Lucas 19.8: Zaqueo devolvió cuatro veces lo que había defraudado.
El Octavo Mandamiento: La Dignidad del Prójimo
62. ¿Cuál es el Octavo Mandamiento?
No hablarás falso testimonio contra tu prójimo.
63. ¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto falsamente no mentir, traicionar,
calumniar o desacreditar a nuestro prójimo; mas debemos disculparlo, hablar bien de él
e interpretar todo en el mejor sentido.
64. ¿Qué nos prohíbe Dios en el Octavo Mandamiento?
Dios nos prohíbe no solo todo falso testimonio ante un tribunal, sino todos los
conceptos y palabras contra nuestro prójimo que proceden de un corazón engañoso.
116) Zac. 8:16-17. Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad
y lo conducente a la paz en vuestras puertas. Y ninguno de vosotros piense mal en su
corazón contra su prójimo, ni améis el juramento falso; porque todas estas son cosas que
aborrezco, dice Jehová.
Ver 1Co. 6: Propensión a pleitos en la iglesia de Corinto.
65. ¿Qué es mentir falsamente contra nuestro prójimo?
Mentir falsamente contra nuestro prójimo es con corazón engañoso contarle
falsedades al prójimo o encubrir la verdad.
117) Ef. 4:25. Por eso, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su
prójimo, porque somos miembros los unos de los otros.
118) Pr. 19:5. El testigo falso no quedará sin castigo, y el que habla mentiras no
escapará.
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Historias Bíblicas: Mentira - 2ºReyes 5.25: Geizi mintió. // 1ºReyes 21.13: Los testigos contaron
falsedades contra Nabot. // Mateo 26:59-61: Los testigos tergiversaron las palabras de
Jesús.
66. ¿Qué es traicionar a nuestro prójimo?
Traicionar a nuestro prójimo es con corazón engañoso revelar sus secretos.
119) Pr. 11:13. El que anda en chismes descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo
guarda todo.
Historias Bíblicas: Traición, engaño - 1ºSamuel 22.6-19: Doeg delató a los sacerdotes. // Mateo 26.14:
Judas entregó a Jesús.
67. ¿Qué es calumniar a nuestro prójimo?
Calumniar a nuestro prójimo es con corazón engañoso hablar mal de él.
120) Sgt. 4:11-12. Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura
del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas
a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. Uno solo es el dador de la ley, que puede
salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?
121) Lc. 6:36-37. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es
misericordioso. No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis
condenados; perdonad, y seréis perdonados.
122) Mt. 18:15. Si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si
te oyere, has ganado a tu hermano.
Historias Bíblicas: Calumniar, desacreditar - 2ºSamuel 15.1-6: Absalón habló mal de su padre.
68. ¿Qué es desacreditar a nuestro prójimo?
Desacreditar a nuestro prójimo es seguir hablando mal de él hasta destruir su buena
reputación.
123) Sal. 50:16, 19-22. Al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, y
que tomar mi pacto en tu boca?... Tu boca metías en mal, y tu lengua componía engaño.
Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; contra el hijo de tu madre ponías
infamia. Estas cosas hiciste, y yo he callado; pensabas que de cierto sería yo como tú;
pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos. Entended ahora esto, los que os
olvidáis de Dios, no sea que os despedace, y no haya quien os libre.
69. ¿Qué nos ordena Dios en el Octavo Mandamiento?
Dios nos ordena disculpar a nuestro prójimo, hablar bien de él e interpretar todo en el
mejor sentido.
70. ¿Qué es disculpar a nuestro prójimo?
Disculpar a nuestro prójimo es protegerlo de falsas acusaciones.
124) Pr. 31:8-9. Abre tu boca por el mudo en el juicio de todos los desvalidos. Abre
tu boca, juzga con justicia, y defiende la causa del pobre y del menesteroso.
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71. ¿Qué es hablar bien de nuestro prójimo?
Hablar bien del prójimo es elogiar sus buenas acciones y cualidades en cuanto se
pueda conforme a la verdad.
Historias Bíblicas: Elogiar - 1ºSamuel 19.4: Jonatán habló bien de David.
72. ¿Qué es interpretar todo en el mejor sentido?
Interpretar todo en el mejor sentido es con amor cubrir las faltas y defectos del
prójimo, explicando en su favor todo lo que admita un buen sentido.
125) 1Pe. 4:8. Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor
cubrirá multitud de pecados.
126) 1Co. 13:4-7. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor
no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita,
no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre,
todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El Noveno Mandamiento: Un Corazón Santo
73. ¿Cuál es el Noveno Mandamiento?
No codiciarás la casa de tu prójimo,
74. ¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto no desear con astucia la herencia o casa
de nuestro prójimo, ni apoderarnos de ellas con apariencia de derecho; mas debemos
ayudarlo y serle útiles para que las conserve.
75. ¿Qué nos prohíbe Dios en el Noveno Mandamiento?
Dios prohíbe desear con astucia la herencia o casa de nuestro prójimo, o apoderarnos
de ellas con apariencia de derecho.
127) Is. 5:8. ¡Ay de los que juntan casa a casa, y añaden heredad a
heredad hasta ocuparlo todo! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra?
128) Mt. 23:14. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las
casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor
condenación.
129) 1Ti. 6:6-10. Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento;
porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que,
teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren
enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que
hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el
amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados
de muchos dolores.
Historias Bíblicas: Desear, codiciar con astucia - 1ºReyes 21.1-16: Acab le quitó la viña a Nabot con
apariencia de derecho.
76. ¿Qué nos ordena Dios en el Noveno Mandamiento?
Dios ordena ayudar al prójimo y serle útil para que conserve su herencia y casa.
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130) Fil. 2:4. No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo
de los otros.
131) Gl. 5:13. Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no
uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.
El Décimo Mandamiento: Un Corazón Santo
77. ¿Cuál es el Décimo Mandamiento?
No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, criada o ganado, ni nada de lo que
tenga.
78. ¿Qué significa esto?
Debemos temer y amar a Dios y por lo tanto no seducir, ni alejar o apartar de nuestro
prójimo, a su mujer, criados o ganado; mas debemos instarles a que se queden y
cumplan con sus deberes.
79. ¿Qué nos prohíbe Dios en el Décimo Mandamiento?
Dios nos prohíbe seducir, o alejar o apartar de nuestro prójimo a su mujer, criados o
ganado, esto es, forzarlos o inducirlos de cualquier manera a que lo abandonen y se
vengan con nosotros.
132) Ro. 13:9. No codiciarás.
80. ¿Qué nos ordena Dios en el Décimo Mandamiento?
Dios nos ordena instar a la mujer, criados o ganado del prójimo a que se queden y
cumplan con sus deberes.
Historias Bíblicas: Solidaridad, bondad - Filemón: Pablo devolvió Onésimo a su amo Filemón.
81. ¿Qué nos recuerda el Señor en particular al repetir en los últimos dos
Mandamientos: “No codiciarás”?
Primero: a la vista de Dios la codicia en sí es un verdadero pecado.
Segundo: en nuestros corazones no debemos tener codicia, sino deseos santos, y
amor a Dios y a todo lo que es bueno.
133) Ro. 7:7. ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo
no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no
dijera: No codiciarás.
134) Sgt. 1:14-15. Cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es
atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el
pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
135) Lv. 19:2. Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos
seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios.
136) Mt. 5:48. Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los
cielos es perfecto.
137) Sal. 37:4. Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu
corazón.
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Conclusión de los Mandamientos: Amenaza y Promesa
82. ¿Qué dice Dios acerca de todos estos mandamientos?
Así dice Dios: Yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los
padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen; y
hago misericordia en millares a los que me aman y guardan mis Mandamientos. (Éxodo
20:5-6).
83. ¿Qué significa esto?
Dios amenaza castigar a todos los que traspasan estos Mandamientos; por lo tanto
debemos temer su ira y no hacer nada contra ellos. Mas Él promete gracia y todo bien a
todos los que guardan tales mandamientos; por lo tanto debemos también amarlo,
confiar en Él, y gustosamente vivir de acuerdo con sus Mandamientos.
84. ¿Por qué se llama Dios a sí mismo el Dios fuerte y celoso?
Dios tiene no solo el derecho de darnos mandamientos, sino también el poder de
ejecutar sus amenazas y cumplir sus promesas.
138) Stg. 4:12. Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder.
85. ¿Con qué amenaza Dios a todos los que lo aborrecen y traspasan sus
Mandamientos?
Dios amenaza a los transgresores con su ira y desagrado, con la muerte temporal y la
condenación eterna.
139) Dt. 27:26. Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y
dirá todo el pueblo: Amén.
140) Ro. 6:23. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
86. ¿Sobre qué hijos visitará Dios la maldad de los padres hasta la tercera y cuarta
generación?
Dios visitará la maldad sobre los hijos que igualmente lo aborrezcan y sigan a sus
padres en tales maldades.
141) Ez. 18:20. El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del
padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la
impiedad del impío será sobre él.
Historias Bíblicas:
Ira de Dios - Génesis 9:25: Canaán fue maldito. // Mateo 27:25: Los judíos
incluyeron a sus hijos en la maldición. //
87. ¿A qué debe inducirnos esta amenaza?
Esta amenaza debe inducirnos a temer la ira de Dios y no hacer nada contra sus
Mandamientos.
Historias Bíblicas: Génesis 7: El Diluvio. // Génesis 19: Sodoma. // Lucas 19:23-24: La destrucción de
Jerusalén.
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88. ¿Qué promete Dios a todos los que le aman y guardan sus Mandamientos?
Dios promete gracia y todo bien en millares a los que le aman y guardan sus
Mandamientos.
142) Lc. 10:28. Haz esto, y vivirás.
143) 1Ti. 4:8. La piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida
presente, y de la venidera.
89. ¿A qué nos invita cariñosamente esta promesa?
Esta promesa nos invita a amar a Dios, confiar en Él y gustosamente vivir de acuerdo
con sus Mandamientos.
Los Fines de la Ley Divina
90. ¿Podemos guardar los Mandamientos de Dios como Él quiere que los
guardemos?
No; porque desde la caída de Adán, el hombre natural no puede de ninguna manera
guardar la Ley de Dios, y aun el regenerado la puede cumplir solamente de una manera
imperfecta.
144) Sal. 14:3. Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga lo
bueno, no hay ni siquiera uno.
145) Ec. 7:20. Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca
peque.
146) Is. 64:6. Todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como
trapo de inmundicia.
147) Job 14:4. ¿Quién hará limpio a lo inmundo? Nadie.
148) Fil. 3:12. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que
prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
149) Sal. 143:2. No entres en juicio con tu siervo; porque no se justificará delante de
ti ningún ser humano.
150) Stg. 2:10. Cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se
hace culpable de todos.
91. ¿Para qué, pues, sirve la Ley?
Primero: la Ley reprime, hasta cierto punto, las manifestaciones groseras del
pecado, y de este modo ayuda a mantener una disciplina y honestidad externa en el
mundo. (Freno).
150b) Ro. 13:3-4. Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el
bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás
alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme;
porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que
hace lo malo.
Segundo, y principalmente: la Ley enseña al hombre el verdadero conocimiento de
su pecado. (Espejo).
151) Ro. 3:20. Porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
152) Ro. 7:7. Yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la
codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.
Tercero: la Ley enseña al regenerado cuáles son las obras verdaderamente buenas.
(Regla).
153) Sal. 119:9. ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.
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El Pecado
92. ¿Qué es el pecado?
El pecado es todo desvío de la norma de la Ley divina.
154) 1Jn. 3:4. Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado
es infracción de la ley.
93. ¿Por quién vino el pecado al mundo?
El pecado vino al mundo por el diablo, quien como primero se apartó de Dios; y por
el hombre, quien por su propia voluntad se dejó seducir al pecado.
155) 1Jn. 3:8. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el
principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
156) Ro. 5:12. Como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la
muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Historias Bíblicas: El pecado - Génesis 3:1-7: Seducidos por el diablo, Adán y Eva pecaron.
94. ¿Cuántas clases de pecado hay?
Hay dos clases: el pecado original, y el pecado actual.
95. ¿Cuál es el pecado original?
El pecado original es el que hemos heredado de Adán, la depravación total de toda la
naturaleza humana, la cual ahora está despojada de la justicia con que fue creada,
inclinada a todo lo malo, y sujeta a la condenación.
157) Sal. 51:5. He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi
madre.
158) Jn. 3:5-7. Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de
agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne,
carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os
es necesario nacer de nuevo.
159) Ro. 7:18. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el
querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
160) Gn. 8:21. El intento del corazón del hombre es malo desde su juventud.
161) Ef. 2:3. Todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne,
haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de
ira, lo mismo que los demás.
96. ¿Cuál es el pecado actual?
El pecado actual es toda transgresión de la Ley divina en deseos, pensamientos,
palabras y obras.
162) Mt. 15:19-20. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios,
los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas
cosas son las que contaminan al hombre.
163) Sgt. 4:17. Al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
97. ¿De qué manera podemos ser libres del pecado, justos y herederos de la
salvación?
Podemos ser libres del pecado, justos y salvos, no por las obras de la Ley, sino por la fe.
164) Ro. 10.4. El término de la Ley es Cristo, para justificación de todo el que cree.
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SEGUNDA PARTE
+ EL CREDO +
Introducción
98. ¿Qué es el Credo?
El Credo es la doctrina o confesión de la fe cristiana, según se resume en el Credo
Apostólico.
99. ¿Dónde encontramos esta doctrina de la fe?
La doctrina de la fe la encontramos en el Evangelio.
100. ¿Qué es el Evangelio?
El Evangelio es las buenas nuevas de la gracia de Dios en Cristo Jesús.
165) Jn. 3:16. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
166) Ro. 1:16-17. No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en
el evangelio la justicia [que proviene] de Dios se revela por fe y para fe, como está
escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
Ley y Evangelio
101. ¿Qué diferencia hay entre la Ley (los Mandamientos) y el Evangelio?
I. La Ley enseña lo que nosotros debemos hacer y dejar de hacer; el Evangelio en
cambio enseña lo que Dios ha hecho y todavía está haciendo para nuestra salvación.
II. La Ley nos hace ver nuestro pecado y la ira de Dios; el Evangelio, nuestro
Salvador y la gracia de Dios.
III. La Ley demanda, amenaza y condena; el Evangelio promete, da y nos sella
remisión, vida y salvación.
IV. La Ley produce ira y muerte; el Evangelio nos invita y lleva a Cristo, produce la
fe, y de este modo da vida espiritual.
V. La Ley debe predicarse a los confiados pecadores; el Evangelio, a los que están
alarmados y aterrorizados.
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EL PRIMER ARTÍCULO: LA CREACIÓN
102. ¿Cuál es el Primer Artículo del Credo?
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
103. ¿Qué significa esto?
Creo que Dios me ha creado, y a todas las criaturas; que me ha dado cuerpo y alma,
ojos, oídos y todos los miembros, la razón y todos los sentidos, y los sostiene aún;
además, me da vestido y calzado, comida y bebida, casa y hogar, esposa e hijos,
hacienda y ganado, y todos los bienes; me provee abundante y diariamente de todo lo
necesario para la vida, me ampara contra todo peligro, y me guarda y protege de todo
mal; y todo esto lo hace únicamente por su bondad y misericordia divina y paternal, sin
ningún mérito o dignidad alguna de mi parte; por todo esto debo darle gracias, alabarlo,
servirle y obedecerle. Esto es ciertamente la verdad.
Dios
104. ¿Quién es Dios?
Dios es Espíritu; es eterno, omnipresente, omnipotente, omnisciente, santo, justo,
verdadero, benévolo, misericordioso y lleno de gracia.
167) Jn. 4:24. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es
necesario que adoren. 168) Sal. 90:1-2. Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación. Antes
que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo,
tú eres Dios. 169) Sal. 102:27. Pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán.
170) Jer. 23:23-24. ¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy
lejos? ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice
Jehová, el cielo y la tierra?
171) Lc. 1:37. Nada hay imposible para Dios. 172) Sal. 139:1-4. Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi
sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has
escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no
está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
173) Is. 6:3. Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su
gloria.
174) Dan. 9:7. Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro.
175) Sal. 33:4. Recta es la palabra de Jehová, y toda su obra es hecha con fidelidad.
176) Sal. 145:9. Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus
obras.
177) Éx. 34:6-7. ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira,
y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la
iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al
malvado.
178) 1Jn. 4:8. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
179) Ro. 1:19-20. Lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo
manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen
claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las
cosas hechas, de modo que no tienen excusa. (El conocimiento natural de Dios).
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105. ¿Quién es el verdadero Dios?
El verdadero Dios es el Dios trino: Padre, Hijo, y Espíritu Santo, tres personas
distintas en una sola esencia divina.
180) Dt. 6:4. Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
181) Mt. 28:19. Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
182) 2Co. 13:14. La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del
Espíritu Santo sean con todos vosotros.
182b) Nm. 6:24-26. Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro
sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
Historias Bíblicas: Dios, Santa Trinidad - Mateo 3:16-17: Las tres divinas personas se manifestaron en
el bautismo de Jesús.
106. ¿Cómo se distinguen estas divinas personas entre sí?
El Padre engendró al Hijo desde la eternidad; el Hijo fue engendrado del Padre desde
la eternidad; el Espíritu Santo desde la eternidad procede del Padre y del Hijo.
(Diferencia interna). Al Padre se le atribuye especialmente la obra de la Creación; al
Hijo la obra de la Redención; al Espíritu Santo, la obra de la Santificación. (Diferencia
externa).
183) Sal. 2:7. Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy.
184) Jn. 15:26. Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el
Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
185) Gl. 4:6. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de
su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
Creo en Dios 107. ¿Qué es creer en Dios?
Creer en Dios es conocer lo que las Sagradas Escrituras dicen de Dios, aceptarlo
como la verdad, y con firme creencia confiar y esperar en Él.
186) Ro. 10:14. ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?
187) Ro. 10:17. La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
188) Jn. 17:3. Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y
a Jesucristo, a quien has enviado. (Conocimiento).
189) Jn. 5:46. Si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.
190) Jn. 3:36. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el
Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. (Asentimiento).
191) Heb. 11:1. Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que
no se ve. 192) 2Ti. 1:12. Yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar
mi depósito para aquel día. (Confianza).
193) Stg. 2:19-20. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios
creen, y tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? (La
fe de la cabeza y de la boca).
Historias Bíblicas: Creer en Dios, tener fe - Lucas 7:1-10: El centurión de Capernaúm. // Juan 4:48-53:
El cortesano. // Mateo 15:21-28: La mujer cananea.
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108. ¿Por qué decimos en cada uno de los tres artículos creo y no creemos?
Ninguno puede ser salvo por la fe de otro, sino que cada uno tiene que creer por sí
mismo.
194) Hab. 2:4. El justo por su fe vivirá. 195) Lc. 7:50. Tu fe te ha salvado, vé en paz.
Historias Bíblicas: Mt. 25:8-12. Las vírgenes necias no pudieron conseguir aceite.
Dios Padre Todopoderoso, Creador 109. ¿Por qué llamamos aquí Padre a la primera persona?
Llamamos Padre a la primera persona porque Él es el Padre de nuestro Señor
Jesucristo y también nuestro verdadero Padre.
196) Jn. 20:17. Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.
197) Mal. 2:10. ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo
Dios?
198) Ef. 3:14-15. Doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de
quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra.
110. ¿Por qué llamamos Todopoderoso y Creador a Dios Padre?
Llamamos Todopoderoso y Creador al Padre porque por medio de su Palabra creó
todas las cosas de la nada.
199) Gn. 1:1. En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 200) Heb. 11:3. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la
palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
201) Sal. 115:3-4. Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho. Los
ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres.
111. ¿Qué queremos decir por cielo y tierra?
Cielo y Tierra son todas las criaturas, visibles e invisibles.
202) Col. 1:16. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos
y las que hay en la tierra, visibles e invisibles.
Los Ángeles 112. ¿Cuáles son las principales criaturas invisibles?
Las principales criaturas invisibles son los ángeles.
113. ¿Cuántas clases de ángeles hay?
Hay dos clases: ángeles buenos y ángeles malos.
114. ¿Cuáles son los ángeles buenos?
Los ángeles buenos son seres espirituales santos, poderosos, ya confirmados en la
bienaventuranza, quienes alaban a Dios, ejecutan sus mandatos, y sirven a los hombres.
203) Heb. 1:14. ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor
de los que serán herederos de la salvación?
204) Mt. 25:31. Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos
ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria.
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205) Mt. 18:10. Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os
digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los
cielos.
206) Sal. 103:20-21. Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, poderosos en
fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a la voz de su precepto. Bendecid a
Jehová, vosotros todos sus ejércitos, ministros suyos, que hacéis su voluntad.
207) Sal. 34:7. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los
defiende.
208) Sal. 91:11-12. A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus
caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.
Historias Bíblicas: Ángeles buenos - 2 Reyes 19:35: El ángel destruyó el ejército de Senaquerib. // Lucas
2:13-14: Los ángeles alabaron a Dios y promulgaron las buenas nuevas de la Navidad.
// Hechos 12:5-11: El ángel libró a Pedro de la cárcel. // Daniel 3 y 6: Los ángeles
salvaron a los tres hombres del horno de fuego, y a Daniel de los leones.
115. ¿Cuáles son los ángeles malos?
Los ángeles malos son los espíritus rebeldes, desechados para siempre, los cuales,
como enemigos declarados de Dios y del hombre, se esfuerzan en destruir la obra de
Dios.
209) Jud. 6. A los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su
propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del
gran día.
210) Ef. 6:12. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo,
contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
211) Jn. 8:44. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre
queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad,
porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es
mentiroso, y padre de mentira.
212) 1Pe. 5:8-9a. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como
león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe.
Historias Bíblicas: Ángeles malos - Génesis 3:1-7: La serpiente sedujo a los primeros padres. // Job 2:
Satanás afligió a Job para destruir su alma. // Mateo 4:1-11: El diablo tentó a Jesús.
El Ser Humano 116. ¿Quién es la principal entre las criaturas visibles?
La principal entre las criaturas visibles es el ser humano, porque Dios mismo le
formó el cuerpo, le dio un alma racional y, ante todo, lo creó a su imagen.
213) Gn. 2:7. Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló
en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
214) Gn. 1:27. Creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y
hembra los creó.
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117. ¿En qué consistía la imagen divina?
La imagen divina consistía en el bienaventurado conocimiento de Dios, y en justicia
y santidad perfecta.
215) Col. 3:10. Revestido del nuevo [hombre], el cual conforme a la imagen del que
lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno.
216) Ef. 4:23-24. Renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo
hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
118. ¿Poseemos todavía esa imagen de Dios?
No; la imagen de Dios se perdió en la caída de Adán; y aun cuando empieza a
renovarse en los creyentes, no será restituida plenamente hasta la vida eterna.
217) Gn. 5:3. Vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza,
conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.
Col. 3:10. Ef. 4:24. Véase la pregunta 117.
218) Sal. 17:15. En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; estaré satisfecho cuando
despierte a tu semejanza.
119. ¿Qué confiesas tú especialmente con la explicación del Primer Artículo?
Creo que Dios me ha creado a mí y a todas las criaturas; que me ha dado cuerpo y
alma, ojos, oídos y todos los miembros, la razón y todos los sentidos.
219) Sal. 139:14. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy
maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.
La Preservación o Providencia Divina 120. ¿Qué hace Dios todavía por ti y por todas las criaturas?
Dios me sostiene y gobierna, y a todas las criaturas.
220) Hch. 17:26-28a. De una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para
que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los
límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando,
puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él
vivimos, y nos movemos, y somos.
221) Heb. 1:3. [El Hijo de Dios] sustenta todas las cosas con la palabra de su poder.
222) Sal. 33:13-15. Desde los cielos miró Jehová; vio a todos los hijos de los hombres;
desde el lugar de su morada miró sobre todos los moradores de la tierra. Él formó el
corazón de todos ellos; atento está a todas sus obras.
223) Gn. 8:22. Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y
el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.
121. ¿Qué te da Dios para sostenerte?
Dios me da vestido y calzado, comida y bebida, casa y hogar, esposa e hijos,
hacienda y ganado, y todos los bienes; me provee abundante y diariamente de todo lo
necesario para la vida.
224) Sal. 145:15-16. Los ojos de todos esperan en ti, y tú les das su comida a su
tiempo. Abres tu mano, y colmas de bendición a todo ser viviente.
225) 1Pe. 5:6-7. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os
exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene
cuidado de vosotros.
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Historias Bíblicas: Providencia o preservación divina - Génesis 9:1-3: Dios prometió sostener a Noé y a
sus descendientes. // Deuteronomio 8:3-4: Dios sostuvo milagrosamente a Israel en el
desierto. // 1 Reyes 17: Dios proveyó de comida a Elías y a la viuda.
122. ¿Qué debes a la providencia de Dios?
Dios me ampara contra todo peligro, y me guarda y protege de todo mal.
226) Mt. 10:29-31. ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de
ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Así
que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.
227) Sal. 91:10. No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.
228) Gn. 50:20. Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien,
para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.
229) Sal. 37.5. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará.
Historias Bíblicas: Génesis 19: Dios salvó a Lot de la destrucción de Sodoma. // Éxodo 13:14: Dios
libró a Israel de los egipcios. // Éxodo 2: Dios preservó al niño Moisés.
123. ¿Por qué hace Dios todo esto por ti?
Todo esto Dios lo hace únicamente por su bondad y misericordia divina y paternal,
sin ningún mérito o dignidad alguna de mi parte.
230) Sal. 103.13-14. Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová
de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos
polvo.
231) Gn. 32:10. Menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has
usado para con tu siervo.
Historias Bíblicas: Lucas 7:6-7: El centurión de Capernaúm confesó no ser digno de la bondad de Dios.
124. ¿Qué debes a tu Padre celestial por todo esto?
Por todo esto debo darle gracias al Padre celestial, alabarlo, servirle y obedecerle.
232) Sal. 118:1. Alabad a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre es su
misericordia.
233) Sal. 116:12-13. ¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo?
Tomaré la copa de la salvación, e invocaré el nombre de Jehová.
125. ¿Cómo debes concluir, confesando tu fe en todo lo expuesto en el Primer
Artículo?
Esto es ciertamente la verdad.
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EL SEGUNDO ARTÍCULO: LA REDENCIÓN
126. ¿Cuál es el Segundo Artículo?
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra del
Espíritu Santo; nació de la virgen María; padeció bajo el poder de Poncio Pilatos; fue
crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos; subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso,
y desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
127. ¿Qué significa esto?
Creo que Jesucristo, verdadero Dios, engendrado del Padre desde la eternidad, y
también verdadero hombre, nacido de la virgen María, es mi Señor; que me ha redimido
a mí, hombre perdido y condenado, me ha rescatado y ganado de todos los pecados, de
la muerte y del poder del diablo; no con oro o plata, sino con su santa, preciosa sangre,
y con su inocente pasión y muerte, para que yo sea suyo, y viva bajo Él en su reino y le
sirva en eterna justicia, inocencia y bienaventuranza, así como Él, resucitado de entre
los muertos, vive y reina en la eternidad. Esto es ciertamente la verdad.
Los Nombres JESÚS y CRISTO
128. ¿De quién trata el Segundo Artículo?
El Segundo Artículo trata de Jesucristo.
129. ¿Por qué se le llama Jesús?
A nuestro Redentor se le llama Jesús porque Él es el único Salvador de toda la
humanidad.
234) Hch. 4:11-12. Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la
cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay
otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
235) Mt. 1:21. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a
su pueblo de sus pecados.
130. ¿Por qué se le llama Cristo?
A nuestro Redentor se le llama Cristo, o el Mesías, esto es, el Ungido, porque Él fue
ungido con el Espíritu Santo sin medida, para ser nuestro Profeta, Sacerdote y Rey.
236) Sal.45:7. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por tanto, te ungió Dios, el
Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros.
237) Hch. 10:38. Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret
Las Dos Naturalezas en Jesucristo
131. ¿Quién es Jesucristo?
Jesucristo es el verdadero Dios, engendrado del Padre desde la eternidad, y también
verdadero hombre, nacido de la virgen María.
132. ¿Por qué creemos que Jesucristo es verdadero Dios?
Las Sagradas Escrituras atribuyen a Jesucristo nombres divinos, atributos divinos,
obras divinas, y honra y gloria divinas.
238) 1Jn. 5:20b. Estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero
Dios, y la vida eterna.
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239) Ro. 9:5. los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es
Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos.
240) Jn. 20:28-29. Tomás respondió y le dijo:¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo:
Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
241) Jer. 23:5-6. He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David
renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la
tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con
el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra.
242) Sal. 2:6-7. Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy.
243) Jn. 3:16. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
244) Ro. 8:32. El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos
nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
245) Jn. 1:1-4. En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era
Dios. Este era en el principio con Dios.
246) Heb. 13:8. Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
247) Mt. 28:18. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en
el cielo y en la tierra.
248) Jn. 21:17b. Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo:
Apacienta mis ovejas.
249) Mt. 28:20. yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
250) Jn. 1:3-4 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho. En él estaba la Vida, y la Vida era la luz de los hombres.
251) Heb. 1:3. [El Hijo] siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su
sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo
efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la
diestra de la Majestad en las alturas.
252) Mt. 9:6-7. Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la
tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y
vete a tu casa. Entonces él se levantó y se fue a su casa.
253) Jn. 5:26-27. Como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo
el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el
Hijo del Hombre.
254) Jn. 5:23. Que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al
Hijo, no honra al Padre que le envió.
255) Heb. 1:6. Cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos
los ángeles de Dios.
Historias Bíblicas: Naturaleza divina de Jesús - Juan 2:1-11: Jesús convirtió el agua en vino. // Mateo
9:1-8: Jesús sanó al paralítico y le perdonó los pecados. // Lucas 8:22-25: Jesús calmó
la tempestad con una sola palabra.
133. ¿Por qué creemos que Jesucristo es también verdadero hombre?
Las Sagradas Escrituras expresamente llaman a Jesucristo hombre y le atribuyen
cuerpo y alma, como también las costumbres de un hombre.
256) 1Ti. 2:5. Hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre.
257) Lc. 24:39. Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved;
porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.
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258) Mt. 26:36-38. Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní,
y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Y tomando a Pedro, y
a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.
Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad
conmigo.
Historias Bíblicas: Naturaleza humana de Jesús - Marcos 4:38: Jesús dormía. // Mateo 4:2: Jesús tuvo
hambre.
134. ¿Qué dos naturalezas hay, pues, en la persona de Cristo?
Hay dos naturalezas en Cristo: la naturaleza divina y la naturaleza humana.
259) Ro. 9:5. Los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es
Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos.
135. ¿De qué manera están unidas estas dos naturalezas en Cristo?
El Hijo de Dios ha recibido la naturaleza humana en su persona, y en dicha una
persona cada naturaleza participa de los atributos de la otra.
260) Jn. 1:14. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su
gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
261) 1Ti. 3:16. Indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue
manifestado en carne.
262) Col. 2:9. En él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. (Unión
personal).
263) Is. 9:6. Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su
hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno,
Príncipe de Paz.
264) Mt. 28:18. Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra.
265) Mt. 28:20. Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
266) Hch. 3:13-15. El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros
padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de
Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad. Mas vosotros negasteis al Santo y al
Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, y matasteis al Autor de la vida, a quien
Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.
267) 1Jn. 1:7. Si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con
otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
136. ¿Para qué el Hijo de Dios asumió la naturaleza humana?
El Hijo de Dios asumió la naturaleza humana para redimir y salvar a la humanidad
pecadora.
268) Mt. 18:11. El Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.
137. ¿Para qué fue necesario que nuestro Redentor fuese verdadero hombre?
Nuestro Redentor necesitaba ser verdadero hombre para que Él, como substituto de
todos los hombres, pudiese cumplir la Ley, sufrir y morir.
269) Heb. 2:14-15. Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él
también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la
muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
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138. ¿Para qué fue necesario que nuestro Redentor fuese verdadero Dios?
Nuestro Redentor necesitaba ser verdadero Dios para que pudiese aplacar la ira de
Dios, y vencer el pecado, la muerte y el diablo.
270) Sal. 49:7-8. Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni
dar a Dios su rescate (porque la redención de su vida es de gran precio, y no se logrará
jamás).
El Triple Oficio de Jesucristo
139. ¿Cuántos oficios asumió Cristo para darnos la salvación?
Cristo asumió tres oficios: el de Profeta, el de Sacerdote, y el de Rey.
140. ¿En que consiste su oficio de Profeta?
Como nuestro Profeta, Cristo, por medio de palabras y obras, se manifestó a sí
mismo, y aún se manifiesta en la predicación del Evangelio, como el Hijo de Dios y
Redentor del mundo.
271) Dt. 18:15. Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará
Jehová tu Dios; a él oiréis.
272) Mt. 17:5. Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz
desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.
273) Jn. 1:17-18. Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la
verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo,
que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
274) Lc. 10:16. El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí
me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.
141. ¿En que consiste su oficio de Sacerdote?
Como nuestro Sacerdote, Cristo, en nuestro lugar, cumplió con toda perfección la
Ley, se sacrificó a sí mismo, y aún está intercediendo continuamente por todos nosotros
ante el Padre Celestial.
275) Heb. 7:25-27. Puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a
Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. Porque tal sumo sacerdote nos
convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime
que los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de
ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque
esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
276) Gl. 4:4-5. Cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo,
nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a
fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
277) 1Pe. 2:24-25. Llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,
para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya
herida fuisteis sanados. Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora
habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.
278) 1Jn. 2:1-2. Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno
hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la
propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por
los de todo el mundo.
142. ¿En qué consiste su oficio de Rey?
Como nuestro Rey, Cristo reina poderosamente sobre todas las criaturas, y gobierna
y protege especialmente su Iglesia, hasta llevarla finalmente a la gloria.
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279) Mt. 28:18. Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra.
280) Jn. 18:37. Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú
dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar
testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.
281) Mt. 21:5. Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado
sobre una asna, sobre un pollino, hijo de animal de carga.
282) 2Ti. 4:17-18. El Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí
fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la
boca del león. Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino
celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. (El Reino de gloria).
143. ¿Qué dos estados distinguimos en el desempeño de los oficios de Cristo?
Cristo desempeño sus oficios en el Estado de Humillación y en el Estado de
Exaltación.
Cristo y su Estado de Humillación
144. ¿En qué consiste el Estado de Humillación?
En su Estado de Humillación, Cristo, según su naturaleza humana, no siempre ni
completamente usaba la majestad divina comunicada a su naturaleza humana.
283) Fil. 2:5-8. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que
aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a
los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Historias Bíblicas: Jesús en su estado de humillación - Juan 2:11, 11:40, 18:6: Rayos de gloria oculta.
Filipenses 2:5-8: Jesús se humilla hasta dar su vida en la cruz.
145. ¿Con qué palabras describe el Segundo Artículo el Estado de Humillación?
El Segundo Artículo describe el Estado de Humillación con estas palabras: “Fue
concebido por obra del Espíritu Santo; nació de la virgen María; padeció bajo el poder
de Poncio Pilatos; fue crucificado, muerto y sepultado”.
146. ¿Qué enseñan las Sagradas Escrituras sobre la concepción de Jesús?
Por la obra milagrosa del Espíritu Santo Cristo fue concebido verdadero hombre en
la virgen María.
284) Lc. 1:35. El ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será
llamado Hijo de Dios.
147. ¿Qué enseñan las Sagradas Escrituras sobre el nacimiento de Cristo?
Cristo nació de la virgen María verdadero hombre y en gran pobreza.
285) Is. 9:6. Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su
hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno,
Príncipe de Paz.
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285b) Mt. 8:19-20. Vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que
vayas. Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del
Hombre no tiene dónde recostar su cabeza. (La vida pobre de Cristo).
Historias Bíblicas: Mateo 1; Lucas 2:1-20; Juan 1:14: Historia del nacimiento de Jesucristo.
148. ¿Qué declaran las Sagradas Escrituras sobre la Pasión y muerte de Cristo?
Cristo, bajo el poder de Poncio Pilatos, padeció indecibles tormentos en su cuerpo y
en su alma, muriendo por fin colgado cual maldito en el madero de la cruz.
Historias Bíblicas: La redención o expiación - Mateo 26:14-27:56; Marcos 14:10-15:41; Lucas 22-
23:48; Juan 13-19:37: Historia de la Pasión y muerte de Jesucristo.
149. ¿Qué dicen las Sagradas Escrituras acerca de la sepultura de Cristo?
El sagrado cuerpo de Cristo fue sepultado, permaneciendo en la tumba hasta el tercer
día sin haberse corrompido.
286) Sal. 16:10. No dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu Santo vea
corrupción.
La Obra de Jesucristo: La Redención o Expiación
150. ¿Con qué propósito se humilló Cristo tanto a sí mismo?
Cristo se humilló tanto para redimirme a mí, hombre perdido y condenado.
151. ¿De qué te ha redimido Cristo?
Cristo me ha redimido, rescatado y ganado de todos los pecados, de la muerte y del
poder del diablo.
152. ¿En qué sentido te ha redimido Cristo de todos los pecados?
Cristo me ha librado de la culpa, del castigo, y del dominio del pecado.
287) Gl. 3:12-14. La ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá
por ellas. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición
(porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo
Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe
recibiésemos la promesa del Espíritu.
288) 1Pe. 1:18-20. Fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual
recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la
sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya
destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros
tiempos por amor de vosotros.
153. ¿En qué sentido te ha redimido Cristo de la muerte?
Ya no necesito temer la muerte temporal, puesto que la muerte eterna no tiene poder
sobre mí.
289) Heb. 2:14-15. Por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también
participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la
muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban
durante toda la vida sujetos a servidumbre.
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290) 2Ti. 1:8b-10. Participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de
Dios, quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras,
sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los
tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro
Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el
evangelio.
154. ¿En qué sentido te ha redimido Cristo del poder del diablo?
Cristo venció al diablo de tal manera que este ya no puede acusarme, pudiendo yo
ahora victoriosamente resistir sus tentaciones.
291) Gn. 3:14-15. Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita
serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho
andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la
mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás
en el calcañar.
292) 1Jn. 3:8. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el
principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
Heb. 2:14-15. Véase la pregunta 153.
155. ¿Con qué te ha redimido Cristo?
Cristo me ha redimido, no con oro o plata, sino con su santa y preciosa sangre y con
su inocente Pasión y muerte.
1Pe. 1:18-20. Véase la pregunta 152.
293) 1Jn. 1:7. La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
156. ¿Cómo ha servido esta obra para tu redención?
De este modo Cristo expió mi culpa, llevando Él mismo sobre sí mi castigo.
294) 2Co. 5:20-21. Somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase
por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. Al que
no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos
justicia de Dios en él.
295) Is. 53:4-6. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros
dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido
fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo, [precio] de nuestra
paz, fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el
pecado de todos nosotros.
157. ¿Quién es ahora tu Señor por la redención?
Puesto que Cristo me ha redimido, rescatado y ganado, Él es ahora mi Señor, y soy suyo.
296) Ap. 5.9. Tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de
todo linaje y lengua y pueblo y nación
297) Is. 53:10b-11: Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá
linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá
el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará
mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
158. ¿Cristo te ha redimido, rescatado y ganado solamente a ti?
Cristo ha redimido, rescatado y ganado no solamente a mí, sino a toda la humanidad
perdida y condenada.
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298) Mt. 18:11. El Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.
299) Jn. 1.29. Vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo.
300) 1Jn 2:1b-2. Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la
propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por
los de todo el mundo.
301) 2Pe. 2:1b-2a. Habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán
encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo
sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones.
Cristo y su Estado de Exaltación
159. ¿En qué consiste el Estado de Exaltación de Cristo?
En su Estado de Exaltación, Cristo, según su naturaleza humana, plena y
continuamente usa de la divina majestad comunicada a su naturaleza humana.
302) Fil. 2:8b-11. Haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo
cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo
nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los
cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el
Señor, para gloria de Dios Padre.
160. ¿Con qué palabras describe el Segundo Artículo el Estado de Exaltación?
El Segundo Artículo describe el Estado de Exaltación con estas palabras: “Descendió
a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos, y está
sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso, y desde allí ha de venir a juzgar a los
vivos y a los muertos”.
161. ¿Qué enseñan las Sagradas Escrituras en cuanto al descenso de Cristo a los
infiernos?
Cristo, habiendo resucitado en su sepulcro, se manifestó en los infiernos como
vencedor sobre sus enemigos infernales.
303) 1Pe. 3: 18-19. Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los
injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado
en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro
tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de
Noé, mientras se preparaba el arca.
304) Col. 2:13b-15. Os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las
potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
162. ¿Qué enseñan las Sagradas Escrituras en cuanto a la resurrección de Cristo?
Cristo, al tercer día, victorioso y con un cuerpo glorificado, se levantó del sepulcro y
se manifestó vivo a sus discípulos.
304b) Fil. 3:21. [Cristo] transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que
sea semejante al cuerpo de la gloria suya.
Historias Bíblicas: Jesús en su estado de exaltación - Mateo 28; Marcos 16; Lucas 24:1-49; Juan 20-21:
Historia de la resurrección y manifestación gloriosa de Jesús.
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163. ¿Por qué nos da tanto consuelo la resurrección de Cristo?
La resurrección de Cristo es la evidencia concluyente de que:
I. Cristo es el Hijo de Dios, y su doctrina es verdadera;
II. Dios el Padre ha aceptado el sacrificio de su Hijo para la reconciliación del
mundo;
III. Todos los creyentes resucitarán para la vida eterna.
305) Ro. 1:3-4. Su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según
la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la
resurrección de entre los muertos.
306) Jn. 2:19, 21-22. Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días
lo levantaré... Mas él hablaba del templo de su cuerpo. Por tanto, cuando resucitó de
entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la
Escritura y la palabra que Jesús había dicho.
307) 1Co. 15:16-18. Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo
no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los
que durmieron en Cristo perecieron.
308) Ro. 4:24-25. Los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor
nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra
justificación.
309) Jn. 14:18-19. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el
mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también
viviréis.
310) Jn. 11:25-26. Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté
muerto, vivirá. todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.
164. ¿Qué enseñan las Sagradas Escrituras en cuanto a la ascensión de Cristo?
Cristo, según su naturaleza humana, ascendió visiblemente y entró a la gloria de su
Padre, a preparar lugar para nosotros.
311) Sal. 68:18a. Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, tomaste dones para los
hombres, y también para los rebeldes, para que habite entre ellos Jah Dios.
312) Ef. 4:9-10. Eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido
primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también
subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.
313) Jn. 12:26. Donde yo estuviere, allí también estará mi servidor.
Historias Bíblicas: Lucas 24:50-53; Hechos 1:1-11: Historia de la ascensión de Jesucristo.
165. ¿Cómo está sentado Cristo a la diestra de Dios Padre, según las Sagradas
Escrituras?
Cristo, según su naturaleza humana, con divino poder y majestad, domina y llena
todas las cosas, especialmente como Cabeza de su Iglesia la gobierna y protege.
314) Sal. 110:1. Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus
enemigos por estrado de tus pies.
314b) Ef. 1:18, 19b-23. Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que
sepáis cuál es la esperanza a que Él os ha llamado… según la operación del poder de su
fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en
los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo
nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas
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las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su
cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
166. ¿Qué creemos acerca de la venida de Cristo al juicio, según las Sagradas
Escrituras?
Cristo, en el último día, volverá visiblemente y en gloria, para juzgar al mundo con
justicia.
315) Hch. 1:10-11. Estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él
se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales
también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo
Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al
cielo.
316) Hch. 10:41b-43. Comimos y bebimos con él después que resucitó de los
muertos. Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que
Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. De Éste dan testimonio todos los profetas,
que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.
317) Hch. 17:30-31. Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta
ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por
cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a
quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.
318) 2Pe. 3:9-10. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por
tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca,
sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón
en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos
ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
319) Mc. 13:30-33. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo
esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Pero de aquel
día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el
Padre. Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo.
320) 1Pe. 4:7. Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en
oración.
321) 2Co. 5:10-11a. Es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal
de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el
cuerpo, sea bueno o sea malo. Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los
hombres.
322) Jn. 12:47b-48. Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque
no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza, y no recibe
mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día
postrero.
Historias Bíblicas: Mateo 25:31-46: Cristo describe el juicio final.
167. ¿Qué palabras del Catecismo describen el fruto de la Exaltación de Cristo y
también el fin de toda la obra redentora?
“Para que yo sea suyo, y viva bajo Él en su reino y le sirva en eterna justicia,
inocencia y bienaventuranza, así como Él, resucitado de entre los muertos, vive y reina
en la eternidad. Esto es ciertamente la verdad.”
323) Lc. 1.74-75. Librados de nuestros enemigos, Sin temor le serviríamos en
santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días.
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324) 2Co. 5:15. [Cristo] por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para
sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. De manera que nosotros de aquí en
adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne,
ya no lo conocemos así. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios,
quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la
reconciliación.
61
EL TERCER ARTÍCULO: LA SANTIFICACIÓN
168. ¿Cuál es el Tercer Artículo?
Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Cristiana, la comunión de los santos; la
remisión de los pecados; la resurrección de la carne; y la vida perdurable. Amén.
169. ¿Qué significa esto?
“Creo que, por mi propia razón o poder, no puedo creer en Jesucristo mi Señor, ni
venir a Él; sino que el Espíritu Santo me ha llamado por el Evangelio, iluminado con
sus dones, santificado y conservado en la verdadera fe; así como llama, congrega,
ilumina y santifica a toda la cristiandad en la tierra, y la conserva en Jesucristo en la
única verdadera fe; y en esta cristiandad Él me perdona todos los pecados a mí y a todos
los creyentes diaria y abundantemente, y en el postrer día me resucitará con todos los
muertos, y me dará en Cristo a mí y a todos los creyentes la vida eterna. Esto es
ciertamente la verdad.”
170. ¿De qué cinco puntos trata el Tercer Artículo?
I. Del Espíritu Santo;
II. La Iglesia, la comunión de los santos;
III. La remisión de los pecados;
IV. La resurrección de la carne;
V. La vida eterna.
I. El Espíritu Santo 171. ¿Cuál es el primer punto?
Creo en el Espíritu Santo.
172. ¿Quién es el Espíritu Santo?
El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santa Trinidad, verdadero Dios con el
Padre y el Hijo.
325) Mt. 28:19. Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
326) 1Co. 3:16. ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora
en vosotros?
327) Hch. 5:3-4. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que
mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no
se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu
corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
328) Sal. 33:6. Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de
ellos por el aliento de su boca.
329) Sal. 139:7-10. ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu
presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he
aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí
me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.
330) 1Co. 2:10b-11. el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque
¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en
él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
173. ¿Por qué se llama el Espíritu Santo?
I. El Espíritu Santo es santo en sí mismo;
62
II. Él nos santifica a nosotros, trayéndonos a la fe y de este modo dándonos a Cristo
y su salvación.
331) Is. 6:3. Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su
gloria.
174. ¿Con qué palabras confiesas que la santificación no es obra tuya?
“Creo que, por mi propia razón o poder, no puedo creer en Jesucristo mi Señor, ni
venir a Él.”
175. ¿Con qué palabras confiesas que la santificación es obra del Espíritu Santo?
“El Espíritu Santo me ha llamado por el Evangelio, iluminado con sus dones,
santificado y conservado en la verdadera fe.”
332) 1Co. 6:11-12. Ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis
sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. Todas
las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo
no me dejaré dominar de ninguna.
176. ¿Por qué no puedes venir a Jesucristo ni creer en Él por tu propia razón?
Creo las Sagradas Escrituras que me dicen que soy por naturaleza espiritualmente
ciego, muerto y enemigo de Dios.
333) 1Co. 2:13-14. Hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino
con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre
natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no
las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
334) Ef. 2:1-2a. Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros
delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de
este mundo.
335) Ro. 8:5-7a. Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero
los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es
muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne
son enemistad contra Dios.
336) 1Co. 12:3. Nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y
nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.
177. ¿Qué ha hecho el Espíritu Santo para llevarte a Jesucristo y santificarte?
El Espíritu Santo me ha llamado por el Evangelio.
337) Lc. 14:16-17. Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.
Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo
está preparado.
Historias Bíblicas: El Espíritu Santo y el anuncio del evangelio - Lucas 14:16-24: Dios manda llevarnos
a la gran cena. // Mateo 22:1-14: “Todo está dispuesto: venid a las bodas”.
178. ¿Qué ha obrado el Espíritu Santo en ti por este llamamiento?
Mediante el Evangelio el Espíritu Santo me ha iluminado con sus dones, de modo
que conozco a Jesucristo como mi Salvador, confío, creo, me regocijo y me consuelo en
Él. (Regeneración o Conversión).
63
338) 2Ti. 1:9. Nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras
obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de
los tiempos de los siglos.
339) 1Pe. 2:9. Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable.
340) Jer. 31:18. Conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios.
341) Ef. 2:8-10. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos
hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de
antemano para que anduviésemos en ellas.
342) 2Co. 4:6-7. Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que
resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de
Dios en la faz de Jesucristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la
excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros.
179. ¿Qué más ha obrado en ti el Espíritu Santo?
El Espíritu Santo me ha santificado en la verdadera fe, esto es, ha renovado mi
corazón mediante la fe, y me da poder para resistir y vencer al diablo, el mundo y la
carne, y para andar en santidad y buenas obras. (Santificación en sentido limitado).
343) 1Ts. 4:3, 7-8. La voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de
fornicación… Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. Así que, el
que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.
344) Ef. 2:10. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas
obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
180. ¿Qué es una buena obra delante de Dios?
Buena obra es todo lo que un hijo de Dios hace, habla, o piensa en la fe, de acuerdo
con los Diez Mandamientos, para la gloria de Dios y el bienestar del prójimo.
345) Jn. 15:5. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en
él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
346) Mt. 15:8-9. Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.
347) 1Co. 10:31-33. Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para
la gloria de Dios. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios;
como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio,
sino el de muchos, para que sean salvos. (El buen uso de la libertad cristiana).
348) 1Pe. 4.10-11. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros,
como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable
conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que
Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo.
Historias Bíblicas: Fe - Marcos 12:41-44: La viuda dio todo lo que tenía. // Marcos 14:3-9: María “buena
obra me ha hecho”. // Lucas 10:38-42: Marta sirvió a Jesús y María oyó su palabra.
181. ¿Qué ha hecho por fin el Espíritu Santo en ti?
El Espíritu Santo me ha conservado mediante el Evangelio en la verdadera fe.
349) 1Pe. 1:5. Sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la
salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
64
350) Fil. 1:4-6. Siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos
vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora; estando
persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará
hasta el día de Jesucristo.
182. ¿Ha hecho el Espíritu Santo toda esta obra solamente por ti?
No; el Espíritu Santo llama también a toda la cristiandad en la tierra, la congrega,
ilumina y santifica, y la conserva en Jesucristo en la única verdadera fe.
183. ¿Quiere el Espíritu Santo hacer todo esto en cada persona que oye el Evangelio?
Sí; pero la mayoría de los hombres obstinadamente resisten la Palabra y el Espíritu
de Dios, perdiéndose por su propia culpa.
351) Ez. 33:11. Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío,
sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros
malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?
352) 1Ti. 2:2b-4. Vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que
todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
353) 2Pe. 3:8-10a. Amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como
mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la
tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como
ladrón en la noche.
354) Mt. 22:14. Muchos son llamados, y pocos escogidos.
355) Hch. 7:51. ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros
resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.
356) Mt. 23:37. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que
te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus
polluelos debajo de las alas, y no quisiste!
357) Os. 13:9. Te perdiste, oh Israel, mas en mí está tu ayuda.
II. La Iglesia, la comunión de los santos 184. ¿Cuál es el segundo punto en el Tercer Artículo?
Creo en la Santa Iglesia Cristiana, la comunión de los santos.
185. ¿Qué es la Iglesia?
La Iglesia es la comunión de los santos, esto es, toda la cristiandad, o el número total
de creyentes; pues solamente creyentes, son miembros de la Iglesia.
358) Ef. 2.18-22. Porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un
mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el
fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo
mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo
santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de
Dios en el Espíritu.
Historias Bíblicas: Iglesia - Hechos 2: El Pentecostés.
65
186. ¿Por qué decimos: “Creo en la Iglesia”?
Por medio de las Sagradas Escrituras, estamos seguros de que el Espíritu Santo en
todo tiempo congrega y conserva una congregación de creyentes.
359) 2Ti. 2:19. El fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el
Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de
Cristo.
360) Lc. 17:20-21. El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o
helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.
361) Mt. 16:16-18. Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del
Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás,
porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo
también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas
del Hades no prevalecerán contra ella. (La “roca” de la confesión de fe en Cristo).
Historias Bíblicas: 1 Reyes 19:8-18: “Yo haré que queden en Israel siete mil”.
187. ¿Por qué creemos en una Iglesia solamente?
Todos los creyentes son un solo cuerpo espiritual, cuya única Cabeza es Cristo.
362) Ef. 4:1-6. Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis
llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los
otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un
cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de
vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es
sobre todos, y por todos, y en todos.
188. ¿Por qué decimos: “Creo en la Santa Iglesia”?
I. Todos los miembros de la Iglesia son santificados por la fe en Cristo.
II. Ellos sirven a Dios con obras santas.
363) Ef. 5:25-27. Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para
santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
363b) 1Pe. 2:4-5. Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los
hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed
edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales
aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
189. ¿Por qué decimos: “Creo en la Santa Iglesia Cristiana”?
La Iglesia está edificada sobre Cristo, siendo Él su único fundamento.
364) 1Co. 3:11-13a. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está
puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata,
piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta.
Ef. 2:18-22. Véase la pregunta 185.
190. ¿Dónde podemos encontrar esta Santa Iglesia Cristiana?
La Santa Iglesia Cristiana se encuentra dondequiera que, y solamente donde, el
Evangelio de Cristo se usa, pues, según la promesa de Dios, esta Palabra nunca quedará
sin dar frutos.
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365) Is. 55:10-11. Como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá,
sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan
al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que
hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
191. ¿Qué queremos decir cuando hablamos de una Iglesia visible?
La Iglesia visible es el número total de los que profesan la fe cristiana y se reúnen
para oír la Palabra de Dios, si bien que en ella, entre los verdaderos creyentes, hay
también hipócritas.
Historias Bíblicas: Ananás y Safira eran hipócritas. // Mateo 13:24-26: El enemigo sembró cizaña entre
el trigo. // Mateo 13:47-48: La red encerró toda clase de peces.
192. ¿Cuál es la verdadera Iglesia visible?
La verdadera Iglesia visible es el conjunto de los que tienen, enseñan, y confiesan la
doctrina entera de la Palabra de Dios en toda su pureza, y administran los santos
Sacramentos de acuerdo con la institución de Cristo. (La Iglesia Evangélica Luterana).
366) Mat. 28:20. Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.
193. ¿Cuándo usamos debidamente esta doctrina de la Iglesia?
Usamos debidamente la doctrina de la Iglesia cuando nos esforzamos por ser y
permanecer miembros de la Iglesia cristiana; cuando, con este fin, nos adherimos a la
Iglesia de la Palabra y confesión de la fe genuina, contribuimos a su sostén y extensión
según nuestros medios, y evitamos todas las iglesias falsas (sectas).
367) 2Co. 13:5. Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros
mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos
que estéis reprobados?
368) Jn. 8.31-32. Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si
vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y
conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
369) 1Co. 9:13-14. ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del
templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a
los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
370) Mt. 28:19. Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
371) Mt. 7:15-16. Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con
vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis.
¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
372) 1Jn. 4:1-2. Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de
Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el
Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de
Dios.
373) Ro. 16:16b-18. Os saludan todas las iglesias de Cristo. Mas os ruego, hermanos,
que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que
vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a
nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas
engañan los corazones de los ingenuos.
373b) 2Co. 6:14-18. No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué
compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las
67
tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el
incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros
sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su
Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el
Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y
vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
III. La remisión de los pecados
194. ¿Cuál es el tercer punto del Tercer Artículo?
Creo en la remisión de los pecados.
195. ¿Por qué dices: “Creo en la remisión de los pecados”?
Las Sagradas Escrituras me aseguran que Dios, mediante el Evangelio, por su gracia,
y por los méritos de Cristo, perdona diaria y abundantemente todos mis pecados y los de
todos los creyentes.
374) Mc. 2:7. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?
375) Sal. 130:3-4. Jah, si mirares a los pecados, ¿quién, oh Señor, podrá mantenerse?
Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado.
376) Sal. 103:2-3. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus
beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias.
377) Ef. 1:6b-7. Nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su
sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia.
378) Ro. 3:28. Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe, sin las obras de
la ley.
196. ¿De qué manera perdona Dios los pecados?
Dios no le toma en cuenta los pecados al pecador, eso es, Dios declara justo al
pecador, por causa de Cristo (Justificación).
379) 2Co. 5:21. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que
nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
380) Ro. 8:3133. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra
nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos
nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los
escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
Historias Bíblicas: Perdón de pecados - Marcos 2:7: “¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios?”
// Mateo 18:33-35: Al siervo malvado se le perdonó la deuda. // Lucas 18:9-14: El
fariseo y el publicano.
197. ¿Quién recibe la remisión de los pecados?
Si bien la remisión se obtuvo para todos los hombres y se ofrece mediante el
Evangelio a todos los que lo oyen, sin embargo, se hacen efectivamente partícipes de la
remisión solamente aquellos que creen el Evangelio y aceptan la remisión.
381) 2Co. 5:19. Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no
tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de
la reconciliación. (El oficio de la predicación).
382) Gn. 15:6. Creyó [Abraham a] Jehová, y le fue contado por justicia.
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383) Ro. 4:5. Al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es
contada por justicia.
198. ¿Qué confesamos, pues, en conjunto con nuestra Iglesia, en cuanto a la
remisión de los pecados o la justificación?
Recibimos la remisión de los pecados y somos justificados ante Dios, no por medio
de nuestras obras, sino por gracia [gratuitamente], por causa de los méritos de Cristo,
mediante la fe.
384) Ro. 3:21-25. Ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios,
testificada por la ley y por los profetas: la justicia de Dios por medio de la fe en
Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por
su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como
propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de
haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados.
199. ¿Puede todo creyente estar seguro de la remisión de sus pecados y de la
salvación?
Sí; todo creyente debe estar seguro de la remisión de sus pecados y de la salvación,
porque la promesa de Dios es segura.
385) 2Ti. 1:12. Yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar
mi depósito para aquel día.
386) Ro. 8:35-39. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia,
o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa
de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero. Antes,
en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo
cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni
potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa
creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
200. ¿Por qué debemos mantener con toda firmeza especialmente este punto de la
doctrina?
El punto sobre la remisión de los pecados es el artículo principal de la doctrina
cristiana, por lo cual la Iglesia cristiana se distingue de todas las religiones falsas, se da
toda gloria únicamente a Dios, y se proporciona consuelo permanente a los pobres
pecadores.
Historias Bíblicas: Mateo 9:1-8: Cristo proporcionó consuelo al paralítico mediante la remisión de sus
pecados.
IV. La resurrección de la carne
201. ¿Cuál es el cuarto punto del Tercer Artículo?
Creo en la resurrección de la carne.
202. ¿Qué crees en cuanto a este punto de acuerdo con las Sagradas Escrituras?
En el postrer día Dios me resucitará con todos los muertos, de manera que mi carne,
el mismo cuerpo que ha muerto, será vivificado de nuevo.
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387) Jn. 5:28b-29. Vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su
voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo
malo, a resurrección de condenación.
203. ¿Qué diferencia habrá entre los muertos en esta resurrección?
Los creyentes resucitarán con cuerpos glorificados para la vida eterna; los incrédulos,
en cambio, se levantarán para muerte eterna, esto es, para eterna bajeza, oprobio y
tormento en el infierno.
388) Dn. 12:2. Los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para
vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.
389) Job. 19:25-27. Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo;
y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual veré por mí
mismo, y mis ojos lo verán, y no otro.
390) Fil. 3:20-21a. Nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también
esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la
humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya.
390b) 1Co. 15:51-53. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos
seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta;
porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros
seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de
incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. (Transformación de los
sobrevivientes).
391) Lc. 16.22-26. Murió el mendigo,y fue llevado por los ángeles al seno de
Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando
en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando
voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la
punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta
llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y
Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de
todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que
quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. (Existencia del cielo
y del infierno).
392) Mt. 10:28. No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar;
temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
393) Is. 66:24. Su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables
a todo hombre.
394) Mt. 7:13. Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso
el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.
394b) Ap. 14:9b-11. Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en
su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado
puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos
ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no
tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que
reciba la marca de su nombre.
Historias Bíblicas: Muerte y resurrección - Lucas 16:19-31: El hombre rico y el pobre Lázaro: hay
solamente dos lugares más allá de la muerte: el cielo y el infierno. // Lucas 12:47-48:
Hay grados de condenación. // 2 Corintios 9:6: Grados de gloria eterna.
70
V. La vida eterna 204. ¿Cuál es el punto quinto del Tercer Artículo?
Creo en la vida eterna.
205. ¿Qué enseñan las Sagradas Escrituras en cuanto a la vida eterna?
Todos los creyentes, cuando mueren, al instante están presentes en alma con Cristo, y
al postrer día estarán con Él en cuerpo y alma, y vivirán en su compañía en eterno gozo
y gloria.
395) Lc. 23:42-43. Dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
396) Ap. 14:13. Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el
Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos
siguen.
397) Jn. 10:27-28. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les
doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
398) 1Jn. 3:2. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que
hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él,
porque le veremos tal como él es.
399) Sal. 16:11. Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de
gozo; delicias a tu diestra para siempre.
400) Jn. 17:24. Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también
ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado
desde antes de la fundación del mundo.
401) Ro. 8:18. Tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son
comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
401b) Gl. 6:8b-10. El que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no
desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y
mayormente a los de la familia de la fe.
401c) 2Co. 9:6. El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que
siembra generosamente, generosamente también segará. (Grados de gloria eterna).
206. ¿A quién, pues, se dará la vida eterna?
La vida eterna se dará a mí y a todos los creyentes, pero sólo a los creyentes.
402) Jn. 3:16. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
403) Jn. 3:36. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo
no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
404) Mt. 24:11-14. Muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y
por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que
persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo
el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
207. ¿Estás seguro de que tú también entrarás en la vida eterna?
Conforme a las Sagradas Escrituras, tengo que creer firmemente que, como Dios me
llamó en la vida mediante el Evangelio, me iluminó, santificó y conservó en la
verdadera fe, así también me eligió desde la eternidad para la adopción como hijo y para
la vida eterna y nadie me arrebatará de su mano.
405) Ef. 1:3-6. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos
bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos
71
escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha
delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por
medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de
su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.
406) Ro. 8:28-30. Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a
bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes
conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su
Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó,
a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó,
a éstos también glorificó.
72
TERCERA PARTE
+ El Padrenuestro +
Introducción
208. ¿Qué es la oración?
La oración es el acto en el cual con corazón y labios exponemos nuestras peticiones
delante de Dios, lo alabamos y le damos gracias.
407) Sal. 19.14. Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón
delante de ti, oh Jehová, Roca mía, y Redentor mío.
408) Sal. 10:17. El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; tú dispones su corazón, y
haces atento tu oído.
409) Is. 65:24. Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.
410) Mt. 6:7. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan
que por su palabrería serán oídos.
Véanse los textos de la pregunta 28.
209. ¿Qué debe inducirnos a orar?
Deben inducirnos a orar el mandamiento y la promesa de Dios como también
nuestras propias necesidades y las del prójimo.
411) Sal. 27.7-8. Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; ten misericordia de mí,
y respóndeme. Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh
Jehová.
412) Mt. 7:7-8, 11. Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá…
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto
más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
413) Sal. 145:17-19. Justo es Jehová en todos sus caminos, y misericordioso en todas
sus obras. Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de
veras. Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo el clamor de ellos, y los
salvará.
414) Sal. 50:15. Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás.
210. ¿A quién debemos orar?
Debemos orar solamente al verdadero Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque a Él
solamente pertenece este honor, y porque Él solo puede y quiere atender nuestras
oraciones.
415) Mt. 4:10. Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
416) Sal. 65:1-2. Tuya es la alabanza en Sion, oh Dios, y a ti se pagarán los votos. Tú
oyes la oración; a ti vendrá toda carne.
417) Is. 63:16. Tú eres nuestro Padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos
conoce; tú, oh Jehová, eres nuestro Padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre.
211. ¿Qué debemos pedir a Dios en nuestras oraciones?
Debemos pedir a Dios todo lo que tiende a la gloria de Dios y el bienestar del
prójimo, tanto bendiciones espirituales como temporales.
418) Fil. 4:5-7. Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está
cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios
en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
73
419) Mc. 11:24-26. Todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os
vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que
también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os
perdonará vuestras ofensas.
212. ¿Qué distinción debemos hacer en nuestras oraciones?
Debemos pedir incondicionalmente las bendiciones espirituales, necesarias a nuestra
salvación; pero todas las demás dádivas, con la condición de que Dios nos las conceda
si ellas tienden a su gloria y a nuestro bienestar.
420) Lc. 11:13. Si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
421) Lc. 22:40-42. Cuando [Jesús] llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis
en tentación. Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de
rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi
voluntad, sino la tuya.
422) Mt. 8:2-3. Vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres,
puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al
instante su lepra desapareció.
423) 1Jn. 5:14. Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa
conforme a su voluntad, él nos oye.
213. ¿Cómo debemos orar?
Debemos orar en el nombre de Jesús y con firme confianza.
424) Jn. 16:23-24. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en
mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y
recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
425) Mt. 21:22. Todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
214. ¿Por quién debemos orar?
Debemos orar por nosotros mismos y por todos los demás hombres, pero nunca por
los muertos.
426) 1Ti. 2:1-2. Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y
acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en
eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
427) Mt. 5:43-45. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu
enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen,
haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para
que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos
y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
428) Heb. 9:27-28. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran
una sola vez, y después de esto el Juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez
para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el
pecado, para salvar a los que le esperan.
Historias Bíblicas: Motivos de oración - Lucas 18:13: El publicano oró por sí mismo. // Génesis 18:29-
32: Abraham intercedió por Sodoma. // Mateo 15:22-28: La mujer cananea rogó por su
hija. // Lucas 23:34: Jesucristo pidió por sus enemigos. // Juan 17: Jesús oró por sus
discípulos. // Hechos 7:59: Esteban oró por sus asesinos.
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215. ¿Dónde debemos orar?
Debemos orar en todo lugar, y especialmente en nuestro aposento y en los cultos públicos.
429) 1Ti. 2:8. Que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira
ni contienda.
430) Mt. 6:5-6. Cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar
en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de
cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y
cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensará en público.
431) Sal. 26:12. En las congregaciones bendeciré a Jehová.
216. ¿Cuándo debemos orar?
Debemos orar en todo tiempo, y especialmente durante la aflicción.
432) 1Ts. 5:17. Orad sin cesar.
433) Is. 26:16. Jehová, en la tribulación te buscaron; derramaron oración cuando los
castigaste.
Véanse las oraciones para la mañana y la noche,
y también para las comidas, en el Catecismo Menor.
EL PADRENUESTRO O LA ORACIÓN DEL SEÑOR 217. ¿Cuál es, de todas las oraciones, la más excelente, la oración modelo?
El Padrenuestro: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre;
venga tu reino; hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan
nuestro de cada día dánoslo hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación; mas líbranos del mal;
porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria por todos de los siglos. Amén”. (Mt. 6:9-
13; Lc. 11:2-4).
218. ¿En qué tres partes se divide esta oración?
El Padrenuestro se divide en estas tres partes: la introducción, las siete peticiones, y
la conclusión.
La Introducción
219. ¿Cuál es la introducción del Padrenuestro?
Padre nuestro que estás en los cielos.
220. ¿Qué significa esto?
Dios, por estas palabras, quiere atraernos cariñosamente, para que creamos que Él es
nuestro verdadero Padre, y nosotros sus verdaderos hijos, y para que le roguemos con
seguridad y confianza como los hijos amados a su amoroso padre.
221. ¿Por qué desea Dios que le llamemos Padre?
Dios desea por el cariñoso nombre Padre animarnos a orar sin ningún miedo o duda.
434) 1Jn. 3:1a. Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados
hijos de Dios.
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435) Ro. 8:14-15. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez
en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba,
Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
436) Ef. 3:14-17a. Doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de
quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a
las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su
Espíritu; [es decir,] para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones.
222. ¿Por qué debemos decir Padre nuestro?
Todos los creyentes somos en Cristo hijos de un mismo Padre y debemos, por lo
tanto, orar los unos por los otros y con los otros.
437) Ef. 4:6. Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en
todos.
223. ¿Por qué agregamos: que estás en los cielos?
Debemos recordar que nuestro Padre es Señor de todo y capaz de hacer mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos.
437b) Ef. 3:20-21. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en
nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos
de los siglos. Amén.
224. ¿Qué rogamos en las siete peticiones?
En las primeras tres peticiones rogamos por bendiciones espirituales; en la cuarta, por los
dones temporales; y en las últimas tres, por la prevención de lo malo.
La Primera Petición 225. ¿Cuál es la primera petición?
Santificado sea tu Nombre.
226. ¿Qué significa esto?
El nombre de Dios es, en verdad, santo en sí mismo, mas rogamos en esta petición
que sea santificado también entre nosotros.
227. ¿Cómo se hace esto?
Es santificado el nombre de Dios cuando la Palabra divina se enseña con toda
claridad y pureza, y nosotros, como hijos de Dios, vivimos conforme a ella de una
manera santa. ¡Ayúdanos a esto, amado Padre celestial! Mas el que enseña y vive de
modo diferente de lo que enseña la Palabra de Dios, profana entre nosotros el nombre de
Dios. ¡Líbranos de esto, amado Padre celestial!
228. ¿Qué rogamos a Dios en la primera petición?
Rogamos que Dios nos dé doctrina pura y vida santa.
438) Jn. 17:17. Santifícalos en la Verdad; tu Palabra es Verdad.
439) Mt. 5:14-16. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un
monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino
sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz
delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro
Padre que están los cielos.
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229. ¿De qué le rogamos que nos guarde?
Rogamos que Dios nos guarde de doctrina falsa y vida impía.
440) Ez. 22:25-27. Hay conjuración de sus profetas en medio de ella, como león
rugiente que arrebata presa; devoraron almas, tomaron haciendas y honra, multiplicaron
sus viudas en medio de ella. Sus sacerdotes violaron mi ley, y contaminaron mis
santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre
inmundo y limpio; y de mis días de reposo apartaron sus ojos, y yo he sido profanado en
medio de ellos. Sus príncipes en medio de ella son como lobos que arrebatan presa,
derramando sangre, para destruir las almas, para obtener ganancias injustas.
441) Ro. 2:22-24. Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que
abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción
de la ley deshonras a Dios? Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado
entre los gentiles por causa de vosotros.
230. ¿Cómo se santifica entre nosotros el nombre de Dios mediante doctrina pura y
vida santa?
El nombre de Dios no se hace santo mediante doctrina pura y vida santa, puesto que
ya es santo en sí mismo, sino que de esta manera reconocemos su nombre como santo
entre nosotros, y así su gloria es magnificada en la tierra.
La Segunda Petición
231. ¿Cuál es la segunda petición?
Venga tu Reino.
232. ¿Qué significa esto?
El Reino de Dios viene, en verdad, por sí mismo sin nuestra oración; mas rogamos
en esta petición que venga también a nosotros.
233. ¿Cómo se hace esto?
Viene el reino de Dios cuando nuestro Padre celestial nos da su Espíritu Santo, de
modo que por su gracia creamos su santa Palabra y vivamos en santidad, aquí
temporalmente y allá para siempre.
234. ¿De qué reino de Dios se trata aquí?
Aquí se trata, no del reino del poder (Primer Artículo del Credo), sino del reino de gracia
y del reino de gloria (Segundo y Tercer Artículo del Credo).
235. ¿Qué rogamos en la segunda petición?
Rogamos que Dios benignamente nos conceda la verdadera fe y vida santa, que extienda
su reino de gracia sobre la tierra, y que apresure el advenimiento de su reino de gloria.
442) Jn. 3:5. El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
443) Mt. 9:35-38. Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las
sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda
dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban
desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos:
A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que
envíe obreros a su mies. (El oficio de la predicación).
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444) Lc. 12:31-32. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán
añadidas. No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el
reino.
Historias Bíblicas: Hechos 4:24-30: Oración misionera.
La Tercera Petición 236. ¿Cuál es la tercera petición?
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
237. ¿Qué significa esto?
La buena y misericordiosa voluntad de Dios se hace, en verdad, sin nuestra oración;
mas rogamos en esta petición que se haga también entre nosotros.
238. ¿Cómo se hace esto?
La voluntad de Dios se hace cuando Dios quebranta e impide todo mal consejo y
voluntad perversa, que estorbarían santificar el nombre de Dios, o no permitirían que su
reino viniese a nosotros, tales como la voluntad del diablo, del mundo y de nuestra
propia carne; y cuando Él nos fortalece y conserva firmes en su Palabra y en la fe hasta
el fin. Todo esto es su misericordiosa y buena voluntad.
239. ¿Cuál es esta misericordiosa y buena voluntad de Dios?
La misericordiosa y buena voluntad de Dios es todo lo que Él quiere hacer en
nosotros de acuerdo con su promesa, y todo lo que nosotros de acuerdo con su buena
voluntad debemos hacer, dejar de hacer, o sufrir.
240. ¿Qué mal consejo y voluntad perversa se oponen a esta voluntad de Dios?
La voluntad del diablo, del mundo y de nuestra carne se oponen a la voluntad de
Dios.
445) 1Pe. 5:8. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león
rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.
446) 1Jn. 2:15-20. No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno
ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los
deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del
Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de
Dios permanece para siempre. Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis
que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos
que es el último tiempo. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si
hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se
manifestase que no todos son de nosotros. Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y
conocéis todas las cosas.
241. ¿Qué, pues, pedimos a Dios en la tercera petición?
Pedimos a Dios que Él quebrante e impida este mal consejo y voluntad perversa, y
nos fortalezca y conserve firmes en su Palabra y en la fe, de modo que nosotros
hagamos alegremente su voluntad, como los ángeles en el cielo, y en toda tribulación
tengamos paciencia hasta el fin.
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447) 1Pe. 1:5. Sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la
salvación.
448) Fil. 1:6. Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena
obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
La Cuarta Petición
242. ¿Cuál es la cuarta petición?
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy.
243. ¿Qué significa esto?
Dios, en verdad, da el pan de cada día, aun sin nuestra oración, a todos los impíos;
mas rogamos en esta petición que Él nos lo haga reconocer, para que recibamos con
acciones de gracias nuestro pan de cada día.
244. ¿Qué significa, pues, pan de cada día?
Pan de cada día significa todo lo que pertenece al sustento y necesidad de la vida,
como comida, bebida, vestido, calzado, casa, hogar, campos, dinero y bienes; además,
piadoso consorte, piadosos hijos, piadosos criados, piadosos y fieles superiores, buen
gobierno, buen tiempo, paz, salud, disciplina, honra, buenos amigos, fieles vecinos y
cosas semejantes.
245. ¿Por qué pedimos los cristianos el pan de cada día, cuando Dios lo da, aun sin
nuestra oración, a todos los impíos?
Pedimos el pan de cada día para que Dios nos haga reconocer este pan como dádiva
suya y recibirlo con acciones de gracias.
449) Mt. 5:45. [Él] hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre
justos e injustos.
450) Sal. 145:15-16. Los ojos de todos esperan en ti, y tú les das su comida a su
tiempo. Abres tu mano, y colmas de bendición a todo ser viviente.
Historias Bíblicas: Pan de cada día - Lucas 5:1-7: La pesca milagrosa fue una dádiva de Jesucristo.
246. ¿Por qué decimos: pan nuestro?
No debemos desear el pan que honradamente no es nuestro, y debemos pedir pan de
cada día también para nuestro prójimo.
451) 2Ts. 3:10-12. Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que
algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino
entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor
Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.
452) Is. 58:6-7. ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de
impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que
rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes
albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu
hermano?
247. ¿Por qué decimos: pan de cada día, y dánoslo hoy?
El tener lo necesario cada día debe ser suficiente para nosotros, y es necedad e
idolatría el acongojarnos por el afán del mañana.
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453) Pr. 30:7-9. Dos cosas te he demandado; no me las niegues antes que muera:
Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; no me des pobreza ni riquezas; manténme
del pan necesario; no sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que
siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios.
454) 1Ti. 6:7- 8. Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos
sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
455) Mt. 6:33-34. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día
de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
456) Sal. 127:1-2. Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican;
si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis
de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su
amado dará Dios el sueño.
Historias Bíblicas: Lucas 12:15-21: Fue un necio el hombre que almacenó para muchos años.
La Quinta Petición 248. ¿Cuál es la quinta petición?
Y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.
249. ¿Qué significa esto?
Rogamos en esta petición que nuestro Padre en el cielo no mire nuestros pecados, ni
por causa de ellos nos niegue lo que pedimos; pues no somos dignos de nada de lo que
pedimos, ni lo hemos merecido; pero que nos lo dé todo de gracia, porque diariamente
pecamos mucho, y realmente no merecemos más que castigo. Asimismo nosotros
también perdonamos de corazón, y haremos con agrado todo el bien que podamos a los
que nos ofendieron.
250. ¿Qué rogamos en la quinta petición?
Rogamos que el Padre en el cielo no mire nuestros pecados, ni los tome en cuenta, sino
que por su gracia los perdone por los méritos de Cristo.
457) Lc. 15:21. Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser
llamado tu hijo.
251. ¿Qué motivo especial tenemos para rogar así?
No somos dignos de ninguna cosa de lo que pedimos, ni lo hemos merecido, pues
diariamente pecamos mucho y no merecemos más que castigo.
458) Sal. 19:12-13. ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que
me son ocultos. Preserva también a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de
mí; entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
252. ¿Qué votos de gratitud ofrecemos a Dios por la remisión recibida?
Hacemos votos que también nosotros perdonaremos de corazón y que con agrado
haremos todo el bien que podamos a los que nos ofendieron.
459) Mt. 5:23-24. Si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano
tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero
con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
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253. ¿Puede obtener la remisión de Dios el que no quiere perdonar a su prójimo?
¡Nunca jamás! Quien no quiere perdonar a su prójimo, al recitar la quinta petición,
invoca sobre sí mismo la ira de Dios.
460) Mc. 11:25-26. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno,
para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras
ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos
os perdonará vuestras ofensas.
461) Mt. 5:25-26. Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás
con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y
seas echado en la cárcel. De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el
último cuadrante.
Historias Bíblicas: Perdonar al prójimo - Mateo 18:23-25: El siervo malvado no quiso perdonar a su
consiervo.
La Sexta Petición
254. ¿Cuál es la sexta petición?
Y no nos dejes caer en tentación.
255. ¿Qué significa esto?
Dios, en verdad, no tienta a nadie; mas rogamos en esta petición que Dios nos guarde
y preserve, de modo que el diablo, el mundo y nuestra propia carne no nos engañen ni
seduzcan a creencias erróneas, desesperación y otros graves vicios y afrentas; y que por
fin, aunque fuéremos tentados a ello, sin embargo venzamos y obtengamos la victoria.
256. ¿Cuántas clases de tentaciones hay?
Hay dos clases de tentaciones: la tentación a lo bueno y la tentación a lo malo.
257. ¿En qué consiste la tentación a lo bueno?
La tentación a lo bueno consiste en que Dios prueba a sus hijos a fin de purificarles y
fortalecerles la fe.
461b) Jn. 6:5-6. Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran
multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto
decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.
461c) Sal. 11:5. Jehová prueba al justo; pero al malo y al que ama la violencia, su
alma los aborrece.
461d) 1Pe. 1:6-7: Aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que
ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más
preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en
alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.
Historias Bíblicas: Prueba, tentación a lo bueno, perseverancia en la fe - Génesis 22:1-19: El Señor
tentó a Abraham para fortalecerle la fe. // Marcos 7:25-30: Cristo probó la fe de la
mujer cananea.
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258. ¿En qué consiste la tentación a lo malo?
La tentación a lo malo consiste en que el diablo, el mundo y nuestra carne tratan de
engañarnos y seducirnos a creencias erróneas, desesperación y otros graves vicios y
afrentas.
462) Stg. 1:13-15. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de
Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie [al mal]; sino que
cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado,
siendo consumado, da a luz la muerte.
463) 1Pe. 5:8-9a. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como
león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe.
464) Mt. 18:4-9. Cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el
reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me
recibe. Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí,
mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le
hundiese en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los tropiezos! Porque es necesario
que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo! Por tanto,
si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la
vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno. Y
si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en
la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego.
465) Pr. 1:8-10. Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la
dirección de tu madre; porque adorno de gracia serán a tu cabeza, y collares a tu cuello.
Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas.
Historias Bíblicas: Tentación a lo malo - Génesis 3:1-6: La serpiente tentó a Eva. // Mateo 4:1-11: El
diablo tentó a Jesucristo. // Génesis 4:13: “Grande es mi castigo para ser soportado”. //
Mateo 27:4-5: Judas se ahorcó en desesperación. // Juan 13:2: El diablo puso en el
corazón de Judas el entregar a Jesús. // Lucas 22:54-55: Pedro se expuso a la tentación.
259. ¿Qué rogamos, pues, en la sexta petición?
Rogamos que Dios nos guarde para que la tentación no nos alcance o, cuando Él
permite que fuéremos tentados, que nos fortalezca y proteja para que al fin venzamos y
obtengamos la victoria.
466) 1Co. 10:13. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero
fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará
también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
467) Ef. 6:11-13. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes
contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este
siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad
toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado
todo, estar firmes.
La Séptima Petición 260. ¿Cuál es la séptima petición?
Mas líbranos del mal.
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261. ¿Qué significa esto?
Rogamos en esta petición, como en resumen, que nuestro Padre celestial nos ampare
de todo mal de cuerpo y alma, de bienes y honra; y que por fin, cuando llegue nuestra
última hora, nos conceda una muerte bienaventurada, y nos lleve benignamente de este
valle de lágrimas a sí mismo en el cielo.
262. ¿Qué rogamos finalmente en la séptima petición?
Rogamos que Dios nos ampare de todo mal y, cuando nos aflija con alguna carga, la
quite de nosotros o nos ayude a soportarla y la haga redundar en beneficio nuestro; y
que al fin, con una muerte bienaventurada, nos libre enteramente de todo mal.
468) Sal. 91:10-12. No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus
ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te
llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.
469) Hch. 14:21-22. Después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer
muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, confirmando los ánimos
de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es
necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.
470) Heb. 12:5b-6. Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes
cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el
que recibe por hijo.
471) Job 5:17b-21. No menosprecies la corrección del Todopoderoso. Porque él es
quien hace la llaga, y él la vendará; Él hiere, y sus manos curan. En seis tribulaciones te
librará, y en la séptima no te tocará el mal. En el hambre te salvará de la muerte, y del
poder de la espada en la guerra. Del azote de la lengua serás encubierto; no temerás la
destrucción cuando viniere.
472) 2Ti. 4:18. El Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino
celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
473) Lc. 2:29-32. Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra;
porque han visto mis ojos tu Salvación, la cual has preparado en presencia de todos los
pueblos; Luz para revelación a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel.
474) Fil. 1:21-24. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si el
vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger.
Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con
Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa
de vosotros.
474b) Hch. 12:5. Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar
oración a Dios por él.
La Conclusión 263. ¿Cuál es la conclusión del Padrenuestro?
Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
264. ¿Qué significa la palabra amén?
Amén significa que debo estar seguro de que estas peticiones son aceptadas a nuestro
Padre celestial y atendidas por Él, porque Él mismo nos ha mandado orar así y
prometido que nos atenderá. Amén, amén, quiere decir: Sí, sí, así sea.
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265. ¿Qué le recordamos a nuestro Padre celestial en la conclusión?
Recordamos al Padre celestial que Él solo es Señor y Rey, de quien debemos solicitar
ayuda; que Él tiene el poder de conceder nuestras súplicas; y que, del mismo modo, toda
gloria, honra, y alabanza pertenecen únicamente a Él.
266. ¿Cómo podemos estar seguros de que Dios oye y acepta nuestras peticiones?
Debemos estar seguros de que estas peticiones son aceptas a nuestro Padre celestial y
atendidas por Él, porque Él mismo nos ha mandado orar así y prometido que nos
atenderá.
267. ¿Por qué se quejan muchos de que Dios no oye sus oraciones?
Muchas personas piden tonterías o cosas perjudiciales, o quieren señalar a Dios cómo
y cuándo Él debe ayudarlos; o porque, oprimidos por las tentaciones, no perciben al
momento el auxilio de Dios.
474c) Mt. 20:20-23. Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus
hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo. Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo:
Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a
tu izquierda. Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber
del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy
bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. El les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y
con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi
derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado
por mi Padre.
268. ¿Atiende Dios, pues, toda oración verdadera?
Sí; pero Dios atiende toda oración en su modo y a su tiempo.
475) 2Co. 12:7b-9. Me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás
que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he
rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi
poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien
en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por
amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones,
en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
476) Jn. 2:3-4. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo:
¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.
477) Is. 54:6-10. Como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y
como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo. Por un breve
momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias. Con un poco de
ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré
compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor. Porque esto me será como en los días de
Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado
que no me enojaré contra ti, ni te reñiré. Porque los montes se moverán, y los collados
temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se
quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.
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CUARTA PARTE
+ El Sacramento del Santo Bautismo +
Introducción
269. ¿Qué entendemos por un sacramento?
Un sacramento es un acto sagrado ordenado por Dios, en el cual, por medio de
ciertos elementos externos, en unión con su Palabra, Él ofrece y comunica a los
hombres y sella en ellos la gracia adquirida por los méritos de Cristo.
270. ¿Cuántos sacramentos hay?
Hay dos sacramentos: el Santo Bautismo y la Santa Cena.
Primero: Lo que es el Bautismo
271. ¿Qué es el Bautismo?
El Bautismo no es solamente simple agua, sino que es el agua comprendida en el
mandato de Dios y ligada con la palabra de Dios.
272. ¿Cuál es esta palabra de Dios?
Nuestro Señor Jesucristo dice en el último capítulo de San Mateo: “Id y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo.”
273. ¿Por qué el Bautismo no es solamente simple agua?
El Bautismo fue instituido por Dios y por lo tanto está comprendido en el mandato de
Dios; y debe ser administrado en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo y
así está ligado con la Palabra de Dios.
274. ¿Quién, pues, instituyó el Bautismo?
Dios mismo instituyó el Santo Bautismo; pues Jesucristo nuestro Señor, en el último
capítulo de San Mateo, dio a su Iglesia la comisión de bautizar a todas las naciones.
478) Mt. 28:18-20. Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en
el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos
los días, hasta el fin del mundo.
478b) Lc. 3:2-3. Siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a
Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y él fue por toda la región contigua al Jordán,
predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados.
478c) Jn. 1:31, 33. Para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando
con agua… yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo:
Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza
con el Espíritu Santo. (Dios mandó a Juan a bautizar).
Historias Bíblicas: Institución divina del Bautismo - Lucas 3:2-3; Juan 1:33: Dios mandó a Juan a
bautizar. // Mateo 28:18-20; Marcos 16:15-16: Cristo envía a enseñar y bautizar a todas
las naciones.
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275. ¿Quién debe administrar el Bautismo?
Por lo regular deben administrar el Bautismo los ministros debidamente llamados de
Cristo, pero en caso de necesidad cualquier cristiano puede hacerlo.
479) 1Co. 4:1-2. Téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores
de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno
sea hallado fiel.
Véase el fórmula para Bautismo de urgencia al final de este libro.
276. ¿Qué significa la palabra bautizar?
Bautizar significa aplicar agua lavando, derramando, rociando, o sumergiendo.
480) Mc. 7:4. Y volviendo de la plaza, si no se lavan, no comen. Y otras muchas
cosas hay que tomaron para guardar, como los lavamientos de los vasos de beber, y de
los jarros, y de los utensilios de metal, y de los lechos.
481) Hch. 22:15-16. Serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y
oído. Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados,
invocando su Nombre.
482) Mt. 3:11. Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que
viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os
bautizará en Espíritu Santo y fuego.
482b) Hch. 2:16-17. Esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice
Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas
profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños.
(Nótese la palabra derramar).
277. ¿Qué quiere decir bautizar en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo?
Ser bautizado en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, significa ser
bautizado por Dios mismo, y de este modo (mediante el Bautismo) recibir a una persona
en la comunión del Dios Trino, de acuerdo con el mandato de Cristo.
482c) 1Jn. 1:3. Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también
vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el
Padre, y con su Hijo Jesucristo.
278. ¿Quién debe ser bautizado?
Deben bautizarse todas las naciones, esto es, todos los seres humanos; niños, jóvenes
y ancianos.
279. ¿Deben ser bautizadas, pues, todas las personas sin distinción?
No; los que pueden ser instruidos, serán bautizados después de previa instrucción en
las doctrinas principales de la fe cristiana; a los niños, en cambio, se les administrará el
Bautismo cuando nacen dentro de la iglesia, o cuando son llevados al Bautismo por los
que tienen autoridad sobre ellos.
483) Mc. 16:15-16. Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El
que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
280. ¿Cómo probarás que también los niños pequeños deben bautizarse?
I. Los niños están incluidos en la frase: todas las naciones.
II. Los niños son carne y nacidos de carne, y por lo tanto necesitan también la
regeneración.
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III. En los niños esta regeneración, por lo regular, puede efectuarse únicamente
mediante el Bautismo.
IV. Los niños también pueden creer.
484) Mc. 10:13-16. Le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos
reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los
niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales2 es el reino de Dios. De cierto
os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y
tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.
485) Jn. 3:5-6. Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de
agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne;
lo nacido del Espíritu, es espíritu.
486) Mt. 18:6. Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más
le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y
le hundan en lo profundo del mar.
Historias Bíblicas: Bautismo de infantes - Hechos 16:15: Lidia fue bautizada con su familia. // Hechos
16:33: El carcelero de Filipos se bautizó con todos los suyos.
281. ¿Cuáles son los deberes de los padrinos?
Los padrinos deben testificar que los niños han sido debidamente bautizados; velar por la
educación cristiana de sus ahijados, y orar por ellos.
487) Mt. 18.16. En boca de dos o tres testigos conste toda palabra.
Segundo: El Beneficio del Bautismo
282. ¿Qué dones y beneficios confiere el Bautismo?
El Bautismo confiere la remisión de los pecados, redime de la muerte y del diablo, y
da la salvación eterna a todos los que creen lo que dicen las palabras y promesas de
Dios.
283. ¿Cuáles son estas palabras y promesas de Dios?
Nuestro Señor Jesucristo dice en el último capítulo de San Marcos: “El que creyere y
fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”
284. ¿Qué grandes cosas confiere el Bautismo?
I. Confiere la remisión de los pecados;
II. Redime de la muerte y del diablo;
III. Da la salvación eterna.
488) Gl. 3:26-29. Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque
todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay
judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros
sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham
sois, y herederos según la promesa.
489) Col. 1.12-14. dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la
herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y
trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el
perdón de pecados.
2 Tales: los que son como estos; los que tienen la actitud de recibir como un niño.
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490) Hch. 2:38-39. Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en
el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que
están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
491) 1Co. 15:55-57. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu
victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas
gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
492) 1Pe. 3:20-21. Una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé,
mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas
por agua. El bautismo que corresponde a esto3 ahora nos salva (no quitando las
inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios)
por la resurrección de Jesucristo. (El beneficio y el uso del bautismo).
285. Pero, ¿no ha conseguido ya Cristo todas estas bendiciones?
Ciertamente que sí; pero el Santo Bautismo es el medio por el cual el Espíritu Santo
nos imparte estas cosas tan grandes. (Medio de gracia).
493) 1Co. 6:11. Ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
286. ¿A quién confiere el Santo Bautismo todo esto?
El Santo Bautismo confiere esto a todos los que creen lo que dicen las palabras y
promesas de Dios: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere,
será condenado.”
287. ¿Por qué no dice Cristo: “El que no creyere y no fuere bautizado será condenado?
Solamente la incredulidad condena; y aunque la fe salvadora no puede existir cuando
se menosprecia el Bautismo, sin embargo, puede haber fe salvadora cuando uno carece
del Bautismo.
494) Lc. 7:29-30. Todo el pueblo y los publicanos, cuando lo oyeron, justificaron a
Dios,4 bautizándose con el bautismo de Juan. Mas los fariseos y los intérpretes de la ley
desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan.
Tercero: El Poder del Bautismo
288. ¿Cómo puede el agua hacer cosas tan grandes?
El agua, en verdad, no hace cosas tan grandes, sino la palabra de Dios, que está en
unión con el agua, y la fe, que confía en esta palabra de Dios con el agua. Porque sin la
palabra de Dios el agua es simple agua y no bautismo; mas con la palabra de Dios es un
bautismo, esto es, un agua de vida, llena de gracia, y un lavamiento de regeneración en
el Espíritu Santo, como dice San Pablo a Tito en el capítulo tercero:
“Por su misericordia nos salvó, por el lavamiento de la regeneración, y por la
renovación en el Espíritu Santo; el cual derramó en nosotros abundantemente por
Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser
herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. Palabra fiel es esta”. (Tito 3:4-8a).
289. ¿Tiene, quizás, el agua en sí misma el poder de hacer cosas tan grandes?
No; la simple agua, en verdad, no hace cosas tan grandes.
3 El bautismo que corresponde a esto: El Bautismo, contraparte de esta agua. La idea es que el agua del
diluvio es un anticipo o una señal del pasado que apuntaba al bautismo. 4 Justificaron a Dios: es decir, reconocieron la justicia de Dios.
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290. ¿Cómo recibimos, pues, por el agua del Bautismo tan grandes cosas?
La Palabra de Dios pone estas grandes cosas en el Bautismo; pues sin esta Palabra de
Dios, el agua es simple agua y no Bautismo; por otra parte la fe, que confía en esta
Palabra de Dios unida con el agua, las toma del Bautismo y se las apropia.
495) Ef. 5:25b-26. Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para
santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra.
291. ¿Por qué las Sagradas Escrituras llaman al Bautismo el lavamiento de la
regeneración y de la renovación en el Espíritu Santo?
En el Bautismo el Espíritu Santo engendra la fe y, al mismo tiempo, una nueva vida
espiritual.
Cuarto: Lo que el Bautismo significa
292. ¿Qué significa, pues, este bautizar con agua?
Este bautizar con agua significa que el viejo hombre en nosotros debe ser ahogado
por pesar y arrepentimiento diarios, y morir con todos los pecados y malos deseos, y en
cambio debe salir y resucitar diariamente el hombre nuevo, que viva eternamente
delante de Dios en justicia y pureza.
293. ¿Dónde está escrito esto?
San Pablo dice a los Romanos en el capítulo sexto: “Somos sepultados juntamente
con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por
la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” (Ro. 6:3-4).
294. ¿Qué es el viejo hombre?
El viejo hombre es nuestra entera depravación moral, la cual nos vino por la caída de
Adán y es innata en nosotros.
496) Ef. 4:22. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre,
que está viciado conforme a los deseos engañosos.
295. ¿Cómo debemos ahogar al viejo hombre?
Debemos ahogar al viejo hombre en nosotros por pesar y arrepentimiento diarios,
resistiendo y suprimiendo todos los malos deseos. (La tensión de ser simultáneamente
santo y pecador).
497) Gl. 5:22-25. El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de
Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu,
andemos también por el Espíritu.
296. ¿Qué es el nuevo hombre?
El nuevo hombre es la nueva criatura y vida espiritual creada en nosotros por el
lavamiento de la regeneración.
498) 2Co. 5:17-18a. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios.
297. ¿Cómo resucita y sale este nuevo hombre?
El nuevo hombre resucita y sale en nosotros en cuanto de día en día andamos y
crecemos delante de Dios en la verdadera fe y en buenas obras.
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499) Ef. 4:22-32. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo
hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de
vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y
santidad de la verdad [v. 24]. Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada
uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero no
pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El que hurtaba,
no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué
compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra
boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los
oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para
el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y
maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos,
perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
298. ¿Cómo significa el Bautismo el ahogar diario del viejo hombre y el resurgir del
nuevo hombre?
Por nuestro Bautismo somos hechos partícipes de Cristo. Pues como Él sepultó
nuestros pecados, así también nosotros podemos y debemos sepultarlos y evitarlos; y
como Él resucitó de entre los muertos y vive, así también nosotros podemos y debemos
andar diariamente en vida nueva.
499b) Ro. 6:1-2. ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la
gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo
viviremos aún en él?
299. ¿Qué debe inducirnos especialmente a vivir de acuerdo con nuestro bautismo?
Debe inducirnos a vivir de acuerdo con nuestro bautismo la promesa bautismal, ya
que en el bautismo hemos sido rescatados del diablo y todas sus obras y pompas, fue
perdonado el pecado, y hemos sido hechos herederos del reino de los cielos y servidores
del Dios trino.
499c) Tit. 3:3-8a: Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos,
rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en
malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Pero cuando se
manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos
salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia,
por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual
derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que
justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida
eterna. Palabra fiel es esta.
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QUINTA PARTE
+ El Oficio de las Llaves
y la Confesión +
Introducción 300. ¿Qué es el Oficio de la Llaves?
El Oficio de las Llaves es el poder peculiar que nuestro Señor Jesucristo ha dado a su
iglesia en la tierra, de perdonar los pecados a los penitentes, y de retener los pecados a
los impenitentes mientras no se arrepientan.
301. ¿Dónde está escrito esto?
Así escribe el evangelista San Juan en el capítulo veinte: “El Señor sopló sobre ellos,
y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son
remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.”
302. ¿Por qué se llama el Oficio de las Llaves un poder peculiar?
El Oficio de las Llaves no es un poder temporal, sino un poder espiritual que Cristo
ha dado a su Iglesia en la tierra, y a cada congregación local en particular.
500) Mt. 16:19. A ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en
la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los
cielos.
501) Jn. 20:21. Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el
Padre, así también yo os envío.
502) Mt. 18:17-18, 20. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la
iglesia, tenle por gentil y publicano. De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra,
será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo…
Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
503) 1Pe. 2:9-10. Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora
sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora
habéis alcanzado misericordia.
303. ¿Qué comprende este poder?
El Oficio de las Llaves, siendo el poder de la Palabra divina, comprende la
autoridad de predicar el Evangelio; de administrar los santos Sacramentos; y
especialmente de remitir y de retener los pecados.
504) Mt. 28:18-20. Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en
el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos
los días, hasta el fin del mundo.
505) Mt. 16:19. A ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en
la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los
cielos.
304. ¿Por qué se le llama a este poder Oficio de las Llaves?
Por la remisión de los pecados se abre el cielo, y por la retención se cierra.
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305. ¿A quién deben ser remitidos los pecados, y a quienes deben ser retenidos?
Los pecados deben ser remitidos a los pecadores penitentes, esto es, a los que se
arrepienten de sus pecados y creen en Jesucristo; deben ser retenidos, en cambio, a los
impenitentes mientras no se arrepientan.
506) Hch. 3:18-19. Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos
sus profetas, que su Cristo había de padecer. Así que, arrepentíos y convertíos, para que
sean borrados vuestros pecados.
507) Sal. 51:16-17. Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres
holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y
humillado no despreciarás tú, oh Dios.
508) Hch. 16:30-32. Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en
el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a
todos los que estaban en su casa.
Historias Bíblicas: Confesión y absolución, arrepentimiento - Salmos 6, 32, 38, 51, 102, 130 y 143:
David se muestra penitente en los Salmos Penitenciales. // Lucas 18:13: El publicano
penitente fue justificado. // Lucas 15:11-24: El padre aceptó al hijo pródigo cuando este
regresó penitente. // Mateo 26:75: Pedro lloró amargamente.
El Oficio del Ministerio
306. ¿Cómo deben las congregaciones cristianas administrar públicamente el Oficio
de las Llaves?
Las congregaciones eligen y llaman ministros especiales de la Sagrada Palabra, los
cuales ejercen las funciones del Oficio de las Llaves en el nombre de la congregación.
(El oficio de la predicación).
509) 1Co. 4:1. Téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de
los misterios de Dios.
510) 2Co. 2:10. Al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que he
perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo.
511) Hch. 20:27-28. No he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios. Por tanto,
mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por
obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
307. ¿Qué crees según estas palabras, Juan 20:22-23?
Cuando los ministros debidamente llamados de Cristo, por su mandato divino, tratan
con nosotros, especialmente cuando excluyen a los pecadores manifiestos e
impenitentes de la congregación cristiana, y cuando absuelven a los que se arrepienten
de sus pecados y prometen enmendarse creo que esto es tan válido y cierto, también
en el cielo, como si nuestro Señor Jesucristo mismo tratase con nosotros.
308. ¿Qué crees en general según estas palabras?
Cuando los ministros debidamente llamados de Cristo, por el mandato divino, tratan
con nosotros, esto es tan válido y cierto, también en el cielo, como si nuestro Señor
Jesucristo mismo tratase con nosotros.
Historias Bíblicas: Oficio de las Llaves, Oficio Pastoral - Juan 20:21-23: Jesús envía a sus discípulos a
remitir y retener los pecados.
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La Disciplina Eclesiástica y la Excomunión
309. ¿En qué casos especiales es esto igualmente válido y cierto?
Cuando los ministros de Cristo, por el mandato divino, excluyen a los pecadores
manifiestos e impenitentes de la congregación cristiana, y cuando absuelven a los que se
arrepienten de sus pecados y prometen enmendarse, es igualmente tan válido y cierto,
también en el cielo, como si nuestro Señor Jesucristo mismo tratase con nosotros.
310. ¿En qué forma debe llevarse a cabo la excomunión en la congregación cristiana?
La excomunión se lleva a cabo en esta forma: al pecador manifiesto se exhorta según
los preceptos y en el orden establecido por Cristo; cuando el exhortado permanece
impenitente, entonces la congregación lo declara como gentil y publicano (renegado,
apóstata) y esta sentencia se anuncia públicamente por el ministro de Cristo.
512) 1Co. 5:11-13. Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que,
llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o
ladrón; con el tal ni aun comáis. Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que
están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? Porque a los que están fuera,
Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.
513) Mt. 18:12-17. ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría
una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había
descarriado? Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por
aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron. Así, no es la voluntad de
vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños. Por tanto, si
tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado
a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos
o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere
a la iglesia, tenle por gentil y publicano. (Grados de amonestación).
311. ¿Cómo debe ser tratado un excomulgado que se muestre penitente?
Cuando un excomulgado confiesa su pecado a la congregación y promete
enmendarse, ésta debe admitirlo de nuevo como hermano, y el ministro llamado debe
anunciarlo públicamente. Porque el objeto de la excomunión es salvar el alma, no
perderla.
514) 2Co. 2:6-8, 10. Le basta a tal persona esta reprensión hecha por muchos; así
que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no sea
consumido de demasiada tristeza. Por lo cual os ruego que confirméis el amor para con
él… Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que he perdonado,
si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo.
Historias Bíblicas: Disciplina eclesiástica, - Mateo 18:15-18: Grados de admonición.
Cómo enseñar a la gente a confesarse
312. ¿Qué es la confesión?
La confesión comprende dos partes: la una, que confesamos los pecados; la otra, que
recibimos del confesor la absolución o remisión como de Dios mismo, y no dudamos de
ninguna manera, sino que creemos firmemente que por ella los pecados son perdonados
ante Dios en el cielo.
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515) 1Jn. 1:8-9. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros
mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y
justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
313. ¿Reciben los hipócritas absolución de sus pecados?
Los hipócritas, si bien que de boca confiesan sus pecados, sin embargo, de corazón
son impenitentes y no aceptan la gracia de Dios que se les ofrece también a ellos en la
absolución.
516) Is. 26:10-11. Se mostrará piedad al malvado, y no aprenderá justicia; en tierra
de rectitud hará iniquidad, y no mirará a la majestad de Jehová. Jehová, tu mano está
alzada, pero ellos no ven; verán al fin, y se avergonzarán los que envidian a tu pueblo; y
a tus enemigos fuego los consumirá.
314. ¿Qué pecados debemos confesar?
Ante Dios debemos confesarnos culpables de todos los pecados, aun de aquellos que
no podemos discernir, como lo hacemos en el Padrenuestro; mas delante del confesor
debemos confesar solamente aquellos pecados que sabemos y sentimos en el corazón.
516b) Sal. 32:5. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré
mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado.
315. ¿Cómo debemos confesar ante Dios?
Ante Dios debemos confesarnos culpables de todos los pecados, aun de aquellos que
no podemos discernir, como lo hacemos en el Padrenuestro y en la Confesión General.
517) Sal. 19:12. ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me
son ocultos.
518) Pr. 28:13-14. El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y
se aparta alcanzará misericordia. Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; mas
el que endurece su corazón caerá en el mal.
316. ¿Debe confesar el cristiano sus pecados también al prójimo que ha ofendido?
Seguramente, el cristiano debe confesar sus pecados también al prójimo que ha
ofendido; porque si no quiere hacerlo, demuestra claramente que ante Dios no es un
verdadero penitente.
519) Stg. 5:16. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para
que seáis sanados.
520) Mt. 5:23-24. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu
hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate
primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
317. Pero, ¿cómo ha de efectuarse la confesión delante del confesor?
Nadie debe ser obligado a la confesión privada; no obstante, en ella el cristiano
obtiene el consuelo de que se le otorga una absolución personal; y al mismo tiempo
puede pedir la remisión de los pecados que particularmente pesan sobre su corazón y
agobian su conciencia.
521) Mt. 9:2. Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al
ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son
perdonados.
522) 2Sa. 12:13. Dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David:
También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.
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523) Mt. 3:5-6. Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor
del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.
318. ¿Qué nos enseña el doctor Martín Lutero respecto al examen antes de
confesarnos?
Aquí considera tu estado según los Diez Mandamientos, si eres padre, madre, hijo,
hija, amo, ama, criado; si has sido desobediente, infiel, indolente; si has hecho mal a
persona alguna con palabras u obras; si has hurtado, descuidado, derrochado, o hecho
algún otro daño.
319. ¿Cuáles son las palabras de la Confesión General?
¡Oh Dios Todopoderoso y misericordioso Padre! Yo pobre y miserable pecador te
confieso todos mis pecados e iniquidades que he cometido, por las cuales te he ofendido
y he merecido tu castigo, tanto en esta vida temporal como en la eterna. Estoy afligido
en mi corazón por estos pecados y me arrepiento sinceramente, y te suplico que por tu
infinita misericordia y mediante la santa, inocente y amarga Pasión y muerte de tu Hijo
nuestro Señor Jesucristo, te dignes tener misericordia de mí, pobre pecador. Amén.
95
SEXTA PARTE
+ El Sacramento del Altar
o la Santa Cena +
Introducción 320. ¿Bajo qué otros nombres conocemos este Sacramento?
La Santa Cena se llama también: Mesa del Señor, Partimiento de Pan, Cena del
Señor, Eucaristía, y Santa Comunión.
524) 1Co. 10:21. No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no
podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.
525) Hch. 2:42. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos
con otros, en el partimiento del Pan y en las oraciones.
526) 1Co. 11:20-21. Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del
Señor. Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene
hambre, y otro se embriaga.
527) 1Co. 10:17. Siendo uno solo el Pan, nosotros, con ser muchos, somos un
cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo Pan.
Primero: Lo que es la Santa Cena
321. ¿Qué es la Santa Cena?
La Santa Cena es el verdadero cuerpo y sangre de nuestro Señor Jesucristo, con el
pan y el vino, para que los cristianos comamos y bebamos, instituido por Cristo mismo.
322. ¿Dónde está escrito esto?
Así escriben los santos evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y el apóstol Pablo: “Nuestro
Señor Jesucristo, la noche que fue entregado, tomó el pan; y habiendo dado gracias, lo
partió y dio a sus discípulos, diciendo: tomad, comed: esto es mi cuerpo que por vosotros es
dado: haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber
cenado, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos: esta copa es el
nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros es derramada para remisión de los pecados;
haced esto, todas las veces que bebiereis, en memoria de mí.” (Mt. 26:26-28; Mc. 14:22-
24; Lc. 22:19-22; 1Co. 11:23-26).
323. ¿Por qué las palabras de institución se encuentran por cuatro veces en las
Sagradas Escrituras?
Las palabras de institución se repiten por cuatro veces, para que nos sean más claras,
seguras e importantes.
324. ¿Quién instituyó la Santa Cena?
Nuestro Señor Jesucristo, el Dios-Hombre, quien es verdadero, omnisciente y
todopoderoso, instituyó la Santa Cena.
528) Sal. 33:4. Recta es la palabra de Jehová, y toda su obra es hecha con fidelidad.
529) Ef. 3:20-21. A Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los
siglos. Amén.
96
325. ¿Cuáles son los elementos visibles y externos de la Santa Cena?
Los elementos externos en la Santa Cena son pan, hecho de harina, y vino, el fruto de
la vid.
326. ¿Qué nos da Cristo con estos elementos externos en la Santa Cena?
Con el pan Cristo nos da su verdadero Cuerpo; con el vino Él nos da su verdadera
Sangre.
327. ¿Por qué es inadmisible tomar en un sentido figurado las palabras: Esto es mi
cuerpo y esto es mi sangre?
Primero: El Señor Jesucristo dice explícitamente que distribuye aquel cuerpo que es
dado por nosotros, y aquella sangre que es derramada por nosotros. (La doctrina de la
Presencia Real de Cristo en la Santa Cena).
Segundo: El apóstol Pablo, además, dice expresamente:
530) 1Co. 10:16. La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la
Sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del Cuerpo de Cristo?
531) 1Co. 11:27-29. De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta
copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por
tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el
que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe
para sí.
Tercero: Ellas son las palabras de una institución divina y de un testamento divino.
Por lo tanto, tenemos que aceptar estas palabras tal como están escritas.
532) Mc. 14:23-25. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron
de ella todos. Y les dijo: Esto es mi Sangre del Nuevo Pacto, que por muchos es
derramada. De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en
que lo beba nuevo en el reino de Dios.
533) Gl. 3:15. Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida,
ni le añade.
328. ¿Permanecen aún el pan y el vino en la Santa Cena, o son estos
transubstanciados en cuerpo y sangre de Cristo?
El pan y el vino no son transubstanciados5, sino que permanecen aún; porque San
Pablo enseña expresamente que también en el comer y beber en la Santa Cena el pan
permanece pan y el vino permanece vino.
534) 1Co. 11:26-28. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis
esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. De manera que cualquiera
que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del
cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del
pan, y beba de la copa. (1Co. 10:16. Véase la pregunta 327).
329. ¿Para qué uso nos da Cristo su cuerpo y su sangre con el pan y el vino?
Cristo nos da su cuerpo y su sangre con el pan y el vino para comer y beber; no para
comer solamente, como si con el cuerpo de Cristo ya se distribuyera y recibiera también
su sangre6; ni tampoco para adorarlos o venerarlos
7; ni como un sacrificio incruento por
los pecados de los vivos y los muertos.8
5 Transubstanciados: es decir, que la naturaleza y propiedades del pan y del vino son transformados (el “comer capernaítico” del pan y del vino). 6 La administración de una sola especie, el pan. 7 La festividad de Corpus Christi. 8 La interpretación y el uso de las palabras de institución de la santa cena durante la misa católica.
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535) Mt. 26:27. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo:
Bebed de ella todos.
536) Mc. 14:23-24. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron
de ella todos. Y les dijo: Esto es mi Sangre del Nuevo Pacto, que por muchos es
derramada.
537) Heb. 10:11-14, 18. Ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y
ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;
pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados,
se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos
sean puestos por estrado de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para
siempre a los santificados… Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por
el pecado.
330. ¿Qué modo de comer y beber es el de la Santa Cena?
El comer y beber en la Santa Cena no es tan solo natural, ni tan solo espiritual, sino
que es un modo de comer y beber sacramental; esto es, los elementos terrenales, pan y
vino, y los dones celestiales, el cuerpo y la sangre de Cristo, se toman al mismo tiempo
con la boca, pero los primeros, pan y vino, de una manera natural, y los últimos, cuerpo
y sangre de Cristo, de una manera sobrenatural.
331. ¿Qué ordena nuestro Señor Jesucristo cuando dice: “Haced esto en memoria
de mí”?
La Santa Cena debe administrarse perpetuamente en la Iglesia cristiana, y con el pan
y el vino consagrados debe comerse el cuerpo de Cristo y beberse su sangre, hasta que
Él venga otra vez.
538) 1 Cor. 11:26. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta
copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
332. ¿Cuándo solamente es nuestra Santa Cena la verdadera Cena del Señor?
Nuestra Santa Cena es la verdadera Cena del Señor Jesucristo solamente cuando se
administra conforme a la institución de Él.
333. ¿Debemos recibir la Santa Cena una sola vez, como recibimos el Santo
Bautismo?
No; debemos recibir la Santa Cena con frecuencia; a ello nos debe impulsar el
mandato y la promesa de Cristo, como también la angustia que nos agobia. (1 Cor.
11:26. Véase la pregunta 331. Hch. 2:42. Véase la pregunta 320).
539) Mat. 11:25, 28-30. En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre,
Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los
entendidos, y las revelaste a los niños… Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que
soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi
yugo es fácil, y ligera mi carga. (La revelación de la Buena Noticia del Evangelio).
98
Segundo: El beneficio de la Santa Cena
334. ¿Qué beneficios confiere este comer y beber?
Estos beneficios los enseñan las palabras: “Dado y derramada por vosotros para
remisión de los pecados”; a saber, que en la Santa Cena se nos da por estas palabras
remisión de los pecados, vida y salvación. Porque donde hay remisión de los pecados,
allí hay también vida y salvación.
335. ¿Qué palabras nos enseñan que este comer y beber es de provecho para
nosotros?
“Dado y derramada por vosotros para remisión de los pecados.”
336. ¿Qué nos enseñan estas palabras?
A cada uno que come y bebe en la Santa Cena, Cristo ofrece, como sello de la
remisión de los pecados, el mismo cuerpo y la misma sangre con que nos adquirió en la
cruz la remisión de los pecados.
337. ¿Cómo podemos decir que por estas palabras se nos da vida y salvación?
“Donde hay remisión de los pecados, allí hay también vida y salvación.”
338. ¿Con qué propósitos, pues, participamos de la Santa Cena?
Participamos de la Santa Cena, principalmente para fortalecer nuestra fe en la
remisión de los pecados por nuestro Señor Jesucristo; además, para crecer en una vida
de santidad; y finalmente, para dar testimonio de que todos los comulgantes tenemos la
misma fe. (1 Cor. 10:17. Véase la pregunta 320).
Tercero: El poder de la Santa Cena
339. ¿Cómo puede este comer y beber corporal hacer cosas tan grandes?
El comer y beber, en verdad, no hace cosas tan grandes, sino las palabras que están
aquí escritas: “Dado y derramada por vosotros para remisión de los pecados”; palabras
que, junto con el comer y beber corporal, son lo principal en la Santa Cena; y el que
cree estas palabras, tiene lo que dicen y prometen, a saber, la remisión de los pecados.
340. ¿Posee el comer y el beber corporal en sí mismo el poder de hacer cosas tan
grandes?
No; no es el comer y beber corporal lo que en verdad las hace.
341. ¿Cómo se recibe, pues, mediante el comer y beber corporal la remisión de los
pecados, vida y salvación?
Por virtud de estas palabras: Dado y derramada por vosotros para remisión de los
pecados, la Santa Cena contiene y ofrece estas cosas tan grandes. Por lo tanto, estas
palabras, unidas con el comer y beber corporal, son la parte principal en la Santa Cena.
342. ¿Recibe cada comulgante estos beneficios?
No; recibe el cuerpo y la sangre de Cristo cada uno a quien se le da la Santa Cena de
acuerdo con la institución de nuestro Señor Jesucristo; sin embargo, recibe el provecho
solamente el que cree las palabras de la promesa: Dado y derramada por vosotros para
remisión de los pecados.
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Cuarto: El uso saludable de la Santa Cena
343. ¿Quién recibe este dignamente?
El ayunar y prepararse corporalmente es, en verdad, una buena disciplina externa,
mas es verdaderamente digno y estará bien preparado aquel que tiene fe en estas
palabras: “Dado y derramada por vosotros para remisión de los pecados.” Pero el que no
cree estas palabras o duda, aquel es indigno y no está preparado, porque las palabras
por vosotros exigen corazones verdaderamente creyentes.
344. ¿Por qué conviene tratar particularmente de cuándo es verdaderamente digno
el comulgante?
San Pablo nos amonesta expresamente: “Pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del
pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del
Señor, juicio come y bebe para sí”. (1Co. 11:28-29).
345. ¿En qué consiste el ser verdaderamente digno?
La dignidad verdadera consiste únicamente en tener fe en estas palabras: Dado y
derramada por vosotros para remisión de los pecados.
346. ¿Puede cualquiera hacerse digno por su propia preparación, pensamiento y obras?
No; el presentarse modesta y reverentemente a la Mesa del Señor es, en verdad, un acto
de debido decoro y una costumbre laudable; sin embargo, no es más que una cosa externa,
de la que es capaz cualquier incrédulo.
347. ¿Quién, en cambio, es indigno y no está preparado?
Es indigno de recibir la Santa Cena todo el que no cree o duda de las palabras Dado y
derramada por vosotros para remisión de los pecados; pues las palabras por vosotros
exigen corazones verdaderamente creyentes.
348. ¿Cómo debe examinarse a sí mismo el que desee comulgar?
El que desee comer de este pan y beber de esta copa debe preguntarse a sí mismo:
I. Si está arrepentido sinceramente de sus pecados.
II. Si cree en Jesucristo.
III. Si tiene la buena y sincera intención de enmendar su vida pecaminosa con la ayuda
del Espíritu Santo.
Véanse las Preguntas Cristianas luego del Catecismo Menor.
349. ¿Pueden participar de la Santa Cena los que son débiles en la fe?
Ciertamente; precisamente los débiles en la fe deben participar de la Santa Cena para
fortalecer su débil fe.
540) Mc. 9:24. Creo; ayuda mi incredulidad.
541) Sal. 22:26. Comerán los humildes, y serán saciados; alabarán a Jehová los que le
buscan; vivirá vuestro corazón para siempre.
542) Is. 42:1, 3. He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma
tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones…
No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad
traerá justicia.
543) Jn. 6:37. Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le
echo fuera.
100
350. ¿A quién debe negarse la Santa Cena?
La Santa Cena debe negarse:
I. A los impíos manifiestos e impenitentes, puesto que ellos solo comerían y beberían
condenación para sí mismos;
II. A los miembros de las iglesias falsas, puesto que la Santa Cena es también una
señal de la unidad en la fe;
III. A los que ha causado escándalo y aún no lo han quitado;
IV. A los que no pueden examinarse a sí mismos, como, por ejemplo, los niños y
personas en estado inconsciente.
544) Mt. 7:6. No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los
cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
545) Hch. 2:41-42. Los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron
aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la
comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
546) Mt. 5:23-24. Si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene
algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu
hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
1Co. 11:28-29. Véase la pregunta 344.
351. ¿Qué costumbre se observa, por consiguiente entre nosotros?
Se admiten a la Santa Cena solamente los que ha sido examinados previamente. Por
lo tanto, también los que desean participar de la Santa Cena por primera vez hacen
anticipadamente declaración de su fe en presencia de la congregación, y prometen
permanecer miembros fieles de la Iglesia verdadera. (Confirmación).
547) Ap. 2:10-11. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a
algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez
días9. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo
que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.
548) Ap. 3:11. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome
tu corona.
Historias Bíblicas: Institución divina de la Santa Cena - Mateo 26:26-28; Marcos 14:22-24; Lucas
22:19-22; 1 Corintios 11:23-26: Cristo instituye la Santa Cena para perdón de los pecados.
Uso frecuente de la Santa Cena - Hechos 2.42.
9 Diez días: no es un tiempo cronológico. Indica un tiempo de tribulación bajo el cuidado del poder de
Dios.
101
APÉNDICE
HISTORIAS BÍBLICAS
I. Los Diez Mandamientos
Éxodo 20; Deuteronomio 5.
1º Mandamiento: Dios
Dios falso (ídolo) - Éxodo 32: Israel adoró el becerro de oro. // Lucas 16.19: El
hombre rico pensó más en el lujo del vestido y en la extravagancia de la comida que en
Dios. // Mateo 19.16-22: El joven rico amó más sus bienes que a Cristo.
Dios verdadero - Génesis 22: Abraham amó más a Dios que a su hijo Isaac. // Daniel
3: Los tres hombres en el fuego temieron a Dios más que al rey. //Daniel 6: Daniel
confió en Dios.
2º Mandamiento: El Nombre de Dios
Maldecir - Levítico 24.10-16: El hijo de Selomit pronunció el nombre (de Dios) y
maldijo. // 1ºSamuel 17.43: Goliat maldijo a David. // Mateo 26.74: Pedro hizo
imprecaciones. // Mateo 27.25: Los judíos invocaron la sangre de Jesús sobre sí mismo
y sobre sus hijos. // 2ºSamuel 16.13: Semeí maldijo.
Juramento falso - Mateo 26.72: Pedro juró falsa y blasfemamente. // Mt. 14.6-9:
Herodes juró frívolamente y en cosas inciertas. // Hechos 23.12: Los judíos hicieron
voto blasfemo en cosas inciertas.
Juramento verdadero - Mateo 26.63-64: Jesús juró ser el Cristo, el Hijo de Dios. //
Génesis 24.3: El criado de Abraham juró buscar una mujer piadosa para Isaac.
Hechizar - Éxodo 7 y 8: Los magos egipcios hicieron cosas sobrenaturales con sus
encantamientos. // 1ºSamuel 28: La adivina de Endor hacía adivinaciones. // Hechos
19.19: Los creyentes de Efeso quemaron los libros de vanas artes.
Mentir o engañar - Hechos 5: Ananías y Safira escondieron su falta de fe bajo
supuestas obras de caridad. // Mateo 23: Los fariseos y escribas eran hipócritas.
Invocar a Dios - 1ºSamuel 1 y 2: Ana invocó a Dios y le dio gracias.
3º Mandamiento: La Palabra de Dios
Despreciar la Palabra - Lucas 7.30: Los escribas y fariseos no se dejaron bautizar.
Valorar la Palabra - 1ºSamuel 1 y 2: Ana, la madre de Samuel, frecuentaba el
templo. // Lucas 2.41-52: El niño Jesús estaba en la casa de su Padre. // Lucas 2.36-38:
Ana la profetisa no se apartaba del templo. // Lucas 2.51: La madre de Jesús guardaba la
palabra en su corazón. // Lucas 10.39: María, la hermana de Marta, escogió la buena parte.
4º Mandamiento: Las autoridades ordenadas por Dios
Padres y superiores - Génesis 41-43: José fue honrado por los egipcios. // 2Reyes
2.12: Eliseo llama a Elías padre. // 1ºCorintios 5.15: El apóstol Pablo engendró
espiritualmente a los creyentes en Corinto.
Desprecio a los padres y autoridades - 1ºSamuel 2.12: Los hijos de Elí afligieron a su
padre por su conducta. // 2ºSamuel 15: Absalón se rebeló contra David su padre y rey. //
2ºReyes 2.23-24: Los muchachos de Betel se burlaron de Eliseo.
Honrar a los padres - Génesis 46.29: José honró a su padre. // Rut 1.16: Rut rehusó
abandonar a Noemí. // 1ºReyes 2.19: Salomón demostró su respeto a Betsabé. // Lucas
2.51: Jesús estaba sujeto a sus padres. // Juan 19.26: Jesús encomendó su madre a Juan.
102
5º Mandamiento: Vida y bienestar humano
Muerte, odio, deseos de muerte - Génesis 4.8: Caín mató a su hermano Abel. //
Génesis 37.31-34: Los demás hijos de Jacob perseguían a José. // 2ºSamuel 11.15:
David mandó matar a Urías. // Mateo 26.51: Pedro le cortó la oreja a Malco. // Jeremías
18.18: Se puede herir a uno con insultos. // Hechos 7.54: Los judíos crujían los dientes
contra Esteban.
Vida, protección, ayuda - Génesis 14.1: Abraham libró a Lot. // 1ºSamuel 26: David
perdonó la vida de Saúl. // Lucas 10.33: El buen samaritano tuvo misericordia. // Mateo
25.31-46: “Tuve hambre, y me disteis de comer…”
6º Mandamiento: Familia
Matrimonio, familia - Génesis 2.18-24: Dios instituyó el matrimonio. // Mateo 1.20:
A la prometida de José se le llama su mujer.
Adulterio - 2ºSamuel 11: David quebrantó el matrimonio. // Mateo. 14: Herodes tuvo
a la mujer de su hermano.
Castidad, fidelidad - Génesis 39: José huyó de la mujer de Potifar.
7º Mandamiento: Bienes y negocios
Robo, hurto, estafa - Lucas 10.30: El viajero fue despojado. // Josué 7: Acán hurtó. //
2ºReyes 5: Geizi defraudó a Naamán.
Honestidad, sinceridad - Génesis 13.1-12: Abraham permitió a Lot escoger el mejor
sitio. // Lucas 19.8: Zaqueo devolvió cuatro veces lo que había defraudado.
8º Mandamiento: Buena reputación
Mentira - 2ºReyes 5.25: Geizi mintió. // 1ºReyes 21.13: Los testigos contaron
falsedades contra Nabot. // Mateo 26:59-61: Los testigos tergiversaron las palabras de
Jesús.
Traición, engaño - 1ºSamuel 22.6-19: Doeg delató a los sacerdotes. // Mateo 26.14:
Judas entregó a Jesús.
Calumniar, desacreditar - 2ºSamuel 15.1-6: Absalón habló mal de su padre.
Elogiar - 1ºSamuel 19.4: Jonatán habló bien de David.
9º y 10º Mandamientos: Un corazón santo
Desear, codiciar con astucia - 1ºReyes 21.1-16: Acab le quitó la viña a Nabot con
apariencia de derecho.
Solidaridad, bondad - Filemón: Pablo devolvió Onésimo a su amo Filemón.
Conclusión de los Diez Mandamientos
El pecado - Génesis 3:1-7: Seducidos por el diablo, Adán y Eva pecaron.
Ira de Dios - Génesis 9:25: Canaán fue maldito. // Mateo 27:25: Los judíos
incluyeron a sus hijos en la maldición. // Génesis 7: El Diluvio. // Génesis 19: Sodoma.
// Lucas 19:23-24: La destrucción de Jerusalén.
II. El Credo
1º Artículo: La Creación
Dios, Santa Trinidad - Mateo 3:16-17: Las tres divinas personas se manifestaron en
el bautismo de Jesús.
Creer en Dios, tener fe - Lucas 7:1-10: El centurión de Capernaúm. // Juan 4:48-53:
El cortesano. // Mateo 15:21-28: La mujer cananea.
103
Ángeles buenos - 2 Reyes 19:35: El ángel destruyó el ejército de Senaquerib. // Lucas
2:13-14: Los ángeles alabaron a Dios y promulgaron las buenas nuevas de la Navidad.
// Hechos 12:5-11: El ángel libró a Pedro de la cárcel. // Daniel 3 y 6: Los ángeles
salvaron a los tres hombres del horno de fuego, y a Daniel de los leones.
Ángeles malos - Génesis 3:1-7: La serpiente sedujo a los primeros padres. // Job 2:
Satanás afligió a Job para destruir su alma. // Mateo 4:1-11: El diablo tentó a Jesús.
Providencia o preservación divina - Génesis 9:1-3: Dios prometió sostener a Noé y a
sus descendientes. // Deuteronomio 8:3-4: Dios sostuvo milagrosamente a Israel en el
desierto. // 1 Reyes 17: Dios proveyó de comida a Elías y a la viuda. // Génesis 19: Dios
salvó a Lot de la destrucción de Sodoma. // Éxodo 13:14: Dios libró a Israel de los
egipcios. // Éxodo 2: Dios preservó al niño Moisés. // Lucas 7:6-7: El centurión de
Capernaúm confesó no ser digno de la bondad de Dios.
2º Artículo: La Redención
Naturaleza divina de Jesús - Juan 2:1-11: Jesús convirtió el agua en vino. // Mateo
9:1-8: Jesús sanó al paralítico y le perdonó los pecados. // Lucas 8:22-25: Jesús calmó
la tempestad con una sola palabra.
Naturaleza humana de Jesús - Marcos 4:38: Jesús dormía. // Mateo 4:2: Jesús tuvo
hambre.
Jesús en su estado de humillación - Juan 2:11, 11:40, 18:6: Rayos de gloria oculta. //
Mateo 1; Lucas 2:1-20; Juan 1:14: Historia del nacimiento de Jesucristo. // Filipenses
2:5-8: Jesús se humilla hasta dar su vida en la cruz.
La redención o expiación - Mateo 26:14-27:56; Marcos 14:10-15:41; Lucas 22-
23:48; Juan 13-19:37: Historia de la Pasión y muerte de Jesucristo.
Jesús en su estado de exaltación - Mateo 28; Marcos 16; Lucas 24:1-49; Juan 20-21:
Historia de la resurrección y manifestación gloriosa de Jesús. // Lucas 24:50-53; Hechos
1:1-11: Historia de la ascensión de Jesucristo. // Mateo 25:31-46: Cristo describe el
juicio final.
3º Artículo: La Santificación
El Espíritu Santo y el anuncio del evangelio - Lucas 14:16-24: Dios manda llevarnos
a la gran cena. // Mateo 22:1-14: “Todo está dispuesto: venid a las bodas”.
Fe - Marcos 12:41-44: La viuda dio todo lo que tenía. // Marcos 14:3-9: María
“buena obra me ha hecho”. // Lucas 10:38-42: Marta sirvió a Jesús y María oyó su
palabra.
Iglesia - Hechos 2: El Pentecostés. // 1 Reyes 19:8-18: “Yo haré que queden en Israel
siete mil”. // Hechos 5:1-11: Ananás y Safira eran hipócritas. // Mateo 13:24-26: El
enemigo sembró cizaña entre el trigo. // Mateo 13:47-48: La red encerró toda clase de
peces.
Perdón de pecados - Marcos 2:7: “¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios?”
// Mateo 18:33-35: Al siervo malvado se le perdonó la deuda. // Lucas 18:9-14: El
fariseo y el publicano. // Mateo 9:1-8: Cristo proporcionó consuelo al paralítico
mediante la remisión de sus pecados.
Muerte y resurrección - Lucas 16:19-31: El hombre rico y el pobre Lázaro: hay
solamente dos lugares más allá de la muerte: el cielo y el infierno. // Lucas 12:47-48:
Hay grados de condenación. // 2 Corintios 9:6: Grados de gloria eterna.
104
III. El Padrenuestro
Mateo 6:9-13; Lucas 11:2-4.
Motivos de oración - Lucas 18:13: El publicano oró por sí mismo. // Génesis 18:29-
32: Abraham intercedió por Sodoma. // Mateo 15:22-28: La mujer cananea rogó por su
hija. // Lucas 23:34: Jesucristo pidió por sus enemigos. // Juan 17: Jesús oró por sus
discípulos. // Hechos 7:59: Esteban oró por sus asesinos. // Hechos 4:24-30: Oración
misionera.
Pan de cada día - Lucas 5:1-7: La pesca milagrosa fue una dádiva de Jesucristo. //
Lucas 12:15-21: Fue un necio el hombre que almacenó para muchos años.
Perdonar al prójimo - Mateo 18:23-25: El siervo malvado no quiso perdonar a su
consiervo.
Prueba, tentación a lo bueno, perseverancia en la fe - Génesis 22:1-19: El Señor
tentó a Abraham para fortalecerle la fe. // Marcos 7:25-30: Cristo probó la fe de la
mujer cananea.
Tentación a lo malo - Génesis 3:1-6: La serpiente tentó a Eva. // Mateo 4:1-11: El
diablo tentó a Jesucristo. // Génesis 4:13: “Grande es mi castigo para ser soportado”. //
Mateo 27:4-5: Judas se ahorcó en desesperación. // Juan 13:2: El diablo puso en el
corazón de Judas el entregar a Jesús. // Lucas 22:54-55: Pedro se expuso a la tentación.
IV. El Santo Bautismo
Institución divina del Bautismo - Lucas 3:2-3; Juan 1:33: Dios mandó a Juan a
bautizar. // Mateo 28:18-20; Marcos 16:15-16: Cristo envía a enseñar y bautizar a todas
las naciones.
Bautismo de infantes - Hechos 16:15: Lidia fue bautizada con su familia. // Hechos
16:33: El carcelero de Filipos se bautizó con todos los suyos.
V. El Oficio de las Llaves
Confesión y absolución, arrepentimiento - Salmos 6, 32, 38, 51, 102, 130 y 143:
David se muestra penitente en los Salmos Penitenciales. // Lucas 18:13: El publicano
penitente fue justificado. // Lucas 15:11-24: El padre aceptó al hijo pródigo cuando este
regresó penitente. // Mateo 26:75: Pedro lloró amargamente.
Oficio de las Llaves, Oficio Pastoral - Juan 20:21-23: Jesús envía a sus discípulos a
remitir y retener los pecados.
Disciplina eclesiástica, - Mateo 18:15-18: Grados de admonición.
VI. El Sacramento del Altar o Santa Cena
Institución divina de la Santa Cena - Mateo 26:26-28; Marcos 14:22-24; Lucas
22:19-22; 1 Corintios 11:23-26: Cristo instituye la Santa Cena para perdón de los pecados.
Uso frecuente de la Santa Cena - Hechos 2.42.
105
NUESTRA BIBLIA CASTELLANA El Antiguo Testamento fue escrito en hebreo, y el Nuevo Testamento en griego. Cuando
los libros de la Biblia fueron escritos, no había una forma fácil y barata de hacer copias.
Cada copia tenía que ser hecha a mano. Los manuscritos originales han desaparecido, por lo
que hoy día solamente contamos con copias antiguas de dichos manuscritos, las cuales
permiten reconstruir el texto original de la Biblia. Algunas de las copias y versiones
antiguas más importantes son: la Septuaginta (250 a.C.); el Pentateuco Samaritano; la
Vulgata de san Jerónimo (400 d.C.); el Texto Masorético del AT (950 d.C.); el Códice
Sinaítico (s. IV d.C.); el Códice Alejandrino (s. V d.C.); y el Códice Vaticano (s. IV d.C.).
Nuestra Biblia castellana es una traducción del hebreo y del griego. La que se usa más
generalmente fue publicada por Casiodoro de Reina en Basilea (Suiza) el 28 de septiembre
de 1569, bajo el nombre Biblia del Oso. La misma fue revisada en 1602 por Cipriano de
Valera. La revisión más reciente se imprimió en 1960 y 1995. Actualmente existen también
otras versiones de la Biblia: la Versión Moderna de Pratt (1893); la Biblia de Jerusalén
(1967); Dios Habla Hoy (1979), la Nueva Versión Internacional (1999), entre otras.
CREDOS Y CONFESIONES La Iglesia Luterana tiene diez credos y confesiones mediante los cuales declaramos
lo que creemos:
Los Credos Ecuménicos o Universales, aceptados por las iglesias cristianas en todo
el mundo: 1. El Credo Apostólico; 2. El Credo Niceno-Constantinopolitano (381 d.C.);
3. El Credo de Atanasio (siglo VI d.C.).
Además de estos, la Iglesia Evangélica Luterana acepta las siguientes confesiones: 1.
La Confesión de Augsburgo (1530); 2. La Apología de la Confesión de Augsburgo
(1531); 3. Los Artículos de Esmalcalda (1537); 4. Tratado Sobre el Poder y la Primacía
del Papa (1537); 5. El Catecismo Menor de Lutero (1529); 6. El Catecismo Mayor de
Lutero (1529); 7. La Fórmula de Concordia (1577).
Estos Credos y Confesiones fueron publicados juntos en el Libro de Concordia,
impreso por vez primera en 1580.
Credo Apostólico
1. Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
2. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra del
Espíritu Santo; nació de la virgen María; padeció bajo el poder de Poncio Pilatos; fue
crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos; subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso, y
desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
3. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Cristiana, la comunión de los santos;
la remisión de los pecados; la resurrección de la carne; y la vida perdurable. Amén.
Credo Niceno Constantinopolitano
1. Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra y de
todo lo visible e invisible.
2. Y creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo unigénito de Dios; engendrado del
Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, luz de luz, verdadero Dios de verdadero
Dios, engendrado y no hecho, consustancial al Padre y por quien todas las cosas fueron
hechas; el cual, por amor de nosotros y por nuestra salvación, descendió del cielo y,
106
encarnado en la virgen María por el Espíritu Santo, fue hecho hombre; y fue crucificado
también por nosotros bajo el poder de Poncio Pilato. Padeció y fue sepultado, y resucitó
al tercer día según las Escrituras; y ascendió a los cielos, y está sentado a la diestra del
Padre y vendrá otra vez en gloria a juzgar a los vivos y a los muertos, y su reino no
tendrá fin.
3. Y creo en el Espíritu Santo, Señor y Dador de vida, que procede del Padre y del
Hijo, que con el Padre y el Hijo juntamente es adorado y glorificado, que habló por
medio de los Profetas. Y creo en una santa iglesia cristiana y apostólica. Confieso que
hay un solo bautismo para la remisión de los pecados; y espero la resurrección de los
muertos y la vida del mundo venidero. Amén.
Credo de Atanasio 1. Todo el que quiere ser salvo, antes que todo es necesario que tenga la verdadera
fe cristiana.
2. Y si alguno no la guardare íntegra e inviolada, es indudable que perecerá
eternamente.
3. Y la verdadera fe cristiana es ésta, que veneremos a un solo Dios en la Trinidad,
y la Trinidad en la unidad;
4. no confundiendo las personas, ni dividiendo la sustancia.
5. Una es la persona del Padre, otra la del Hijo, otra la del Espíritu Santo.
6. Pero una sola es la divinidad del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; igual es
la gloria y coeterna la majestad.
7. Cual el Padre, tal el Hijo, tal el Espíritu Santo.
8. Increado el Padre, increado el Hijo, increado el Espíritu Santo.
9. El Padre es inmenso, el Hijo es inmenso, el Espíritu Santo es inmenso.
10. El Padre es eterno, el Hijo es eterno, el Espíritu Santo es eterno.
11. Sin embargo, no son tres eternos, sino un Eterno.
12. Como tampoco son tres increados, ni tres inmensos, sino un Increado y un
Inmenso.
13. Igualmente, el Padre es todopoderoso, el Hijo es todopoderoso, el Espíritu Santo
es todopoderoso.
14. Sin embargo, no son tres todopoderosos, sino un Todopoderoso.
15. Así que el Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios.
16. Sin embargo, no son tres dioses, sino un solo Dios.
17. Asimismo, el Padre es Señor, el Hijo es Señor, el Espíritu Santo es Señor.
18. Sin embargo, no son tres señores, sino un solo Señor. Porque, así como somos
compelidos por la verdad cristiana a confesar a cada una de las tres personas, por sí
misma, Dios y Señor:
19. Así nos prohíbe la religión cristiana decir que son tres dioses y tres señores.
20. El Padre no fue hecho por nadie, ni creado, ni engendrado.
21. El Hijo es del Padre solamente; no hecho, ni creado, sino engendrado.
22. El Espíritu Santo es del Padre y del Hijo; no hecho, ni creado, ni engendrado,
sino procedente.
23. Así que es un Padre, no tres padres; un Hijo, no tres hijos, un Espíritu Santo, no
tres espíritus santos.
24. Y en esta Trinidad ninguno es primero o postrero; ninguno mayor o menor; sino
que todas las tres personas son coeternas juntamente y coiguales.
25. Así que en todas las cosas, como queda dicho, debe ser venerada la Trinidad en
la unidad, y la unidad en la Trinidad.
107
26. Quien, pues, quiere ser salvo, debe pensar así en la Trinidad.
27. Además, es necesario para la salvación que se crea también fielmente la
encarnación de nuestro Señor Jesucristo.
28. Esta es, pues, la fe verdadera, que creamos y confesemos que nuestro Señor
Jesucristo, el Hijo de Dios, es Dios y hombre.
29. Dios de la sustancia del Padre, engendrado antes de los siglos; y hombre de la
sustancia de su madre, nacido en el tiempo.
30. Perfecto Dios y perfecto hombre, subsistiendo de alma racional y de carne
humana;
31. Igual al Padre según la divinidad, menor que el Padre según la humanidad;
32. Quien, aunque es Dios y hombre, sin embargo no son dos, sino un solo Cristo.
33. Uno, empero, no por la conversión de la divinidad en carne, sino por la asunción
de la humanidad en Dios;
34. Absolutamente uno, no por la confusión de la sustancia, sino por la unidad de la
persona.
35. Porque como el alma racional y la carne es un hombre, así Dios y el hombre es
un Cristo;
36. Quien padeció por nuestra salvación; descendió al infierno, al tercer día resucitó
de entre los muertos;
37. Subió al cielo; está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; de donde ha
de venir para juzgar a los vivos y a los muertos;
38. En cuya venida todos los hombres han de resucitar con sus cuerpos; y han de dar
cuenta de sus propias obras.
39. Los que hicieron bien, irán a la vida eterna; pero los que hicieron mal, al fuego
eterno.
40. Esta es la verdadera fe cristiana; que si alguno no la creyere firme y fielmente,
no podrá ser salvo.
FORMA DEL BAUTISMO DE URGENCIA
En caso de necesidad, en ausencia del pastor, cualquier cristiano puede administrar
el Santo Bautismo. Se aplica agua al niño, llamándole por su nombre, mientras se dice:
Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Si hay tiempo bastante, se puede orar antes del Bautismo o después de él, de esta
manera:
Señor Dios, Padre celestial, Tú nos mandaste por tu amado Hijo que trajéramos los
niños a Ti, para que Tú los bendijeses. Te rogamos, recibe benignamente a este niño,
que ahora traemos a Ti, perdona sus pecados, y hazlo un heredero de tu reino eterno, por
Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor. Amén.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga tu reino;
hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día
dánoslo hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros
deudores; y no nos dejes caer en tentación; mas líbranos del mal; porque tuyo es el
reino, y el poder, y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
108
LA ROSA DE LUTERO
El Sello o Rosa de Lutero es un símbolo ampliamente
reconocido del luteranismo mundial. Fue diseñado por el
propio Martín Lutero durante su permanencia en la
fortaleza de Coburgo, mientras se desarrollaba la Dieta de
Augsburgo (1530).
Lutero escribió una detallada descripción e
interpretación de este sello para que su amigo Lazarus
Spengler le dibujara un boceto preliminar. Lutero lo vio
como un compendio o expresión de su teología y su fe, y lo
utilizó desde entonces para sellar su correspondencia.
“La primera cosa que muestra mi escudo es una cruz negra dentro de un corazón,
para que me recuerde que la fe en Cristo crucificado nos salva. "Pues con el corazón el
hombre cree para salud" [Ro. 10.10].
Ahora bien, aunque la cruz es negra, mortificada y con intención de que cause dolor,
no cambia, sin embargo, el color del corazón, no destruye la naturaleza, esto es, no
mata, sino que se mantiene vivo, "porque el justo por la fe vivirá" [Ro. 1.17], por la fe
en el Salvador.
Pero este corazón aparece fijo sobre el centro de una rosa blanca, para mostrar que
la fe produce alegría, consuelo y paz. La rosa es blanca, no roja, porque el blanco es el
color ideal de todos los ángeles y espíritus.
Esta rosa, además, está fija sobre un fondo azul celeste para indicar que tal gozo de
la fe en el espíritu es sólo señal y principio de gozo celestial por venir, como se tiene y
anticipa por la esperanza, aunque no revelado aún. Y alrededor de ese fondo hay un
anillo áureo, para indicar que tal bienaventuranza en el cielo no tiene fin. Y es más
preciosa que todos los goces y tesoros, ya que el oro es el mejor y más precioso metal.
Cristo, nuestro amado Señor, [nos] dará gracia para la vida eterna. Amén.” Esta carta de Lutero a Lazarus Spengler, datada de 8 de julio de 1530, aparece en diversas
fuentes, como la Edición Weimar de las Obras de Lutero (Briefe Vol. 5:444f) o la edición
inglesa de las obras de Lutero (Luther's Works: American Edition, Vol. 49:356-359).
109
CALENDARIO LITÚRGICO
1. Tiempo
de Navidad
2. Tiempo
de Pascua
3. Tiempo
de la Iglesia
a. Adviento: Cuatro domingos
antes de Navidad.
Color: Azul
a. Cuaresma: Miércoles de Ceniza
10
(1º día de la Cuaresma).
Color: Negro.
1º a 5º Domingos
de Cuaresma.
Color: Morado.
a. Pentecostés: Dom. de Pentecostés.
11
Color: Rojo.
b. Navidad:
Nacimiento del Señor:
25 de Diciembre.
Color: Blanco.
b. Semana Santa: 6º Dom. de Cuaresma:
Dom. de Pasión (Ramos).
Lunes, Martes, Miércoles
de Semana Santa.
Color: Rojo.
Jueves Semana Santa.
Color: Blanco.
Viernes Santo. Sábado
Santo. Color: Negro.
b. Santa Trinidad:
El Domingo siguiente
a Pentecostés.
Color: Blanco.
c. Epifanía:
06 de Enero.
Primer Domingo después
de Epifanía:
Bautismo del Señor.
2 de febrero:
Presentación del Señor.
Último Domingo
de Epifanía:
Transfiguración del Señor.
Color: Blanco.
c. Pascua: Domingo de Pascua
de Resurrección,12
más seis domingos.
Anunciación del Señor:
25 de marzo.
Jueves de la Ascensión
del Señor.13
Color: Blanco.
c. Tiempo después
de Pentecostés - Trinidad
Color: Verde.
Nacimiento de Juan
el Bautista: 24 de junio.
Color: Blanco.
Confesión de Augsburgo:
25 de junio.
Reforma Luterana:
31 de octubre.
Color: Rojo.
10
El Miércoles de Ceniza cae 46 días antes de Pascua. 11
El Domingo de Pentecostés cae siete semanas después del Domingo de Pascua. 12
El primer domingo después de la luna llena que aparece el día 21 de marzo o después de él. Si la luna
llena apareciere en domingo, la Pascua se celebra el domingo siguiente. 13
El Jueves de la Ascensión del Señor cae 46 días después de Pascua.
110
BREVE HISTORIA DE LA IGLESIA
Siglos I a V: Edad Antigua
Siglo I: 30: Pentecostés. 32-34: Conversión de san Pablo. 49-50: Concilio de Jerusalén. 47-66:
Viajes misioneros del apóstol Pablo. 67: Martirio de Pedro y Pablo. 70: Jerusalén destruida por
Tito. 95-96: Persecución de Domiciano.
Siglo II: 107: Persecución de Trajano. 117: Martirio de Ignacio de Antioquía. 130-202: Ireneo de Lyon. 155: Martirio de Policarpo. 150-211/16: Clemente de Alejandría.
160-220: Tertuliano. 165: Persecución de Marco Aurelio. 185-254: Orígenes.
Siglo III: 202: Edicto de Septimio Severo. 249-251: Persecución de Decio.
251-356: Antonio Abad. 295-373: Eusebio de Cesarea.
299-373: Atanasio de Alejandría.
Siglo IV: 303-305: Persecución de Diocleciano. 313: Edicto de Milán de Constantino. 315-385:
Cirilo de Jerusalén. 325: Concilio de Nicea (contra Arrio). 329-379: Basilio. 344-407: Juan
Crisóstomo. 348-430: San Jerónimo. 354-430: Agustín de Hipona. 381: I Concilio de Constantinopla.
Siglo V: 405: Vulgata de san Jerónimo. 431: Concilio de Éfeso (contra Nestorio).
451: Concilio de Calcedonia. 476: Fin del Imperio Romano de Occidente.
Siglos V a XV: Edad Media Siglos V y VI: 496: Conversión de Clodoveo, rey de los francos. 529: Regla de San Benito. 553:
II Concilio de Constantinopla. 589: Conversión de Recaredo I, rey de los visigodos. 597: Papa
Gregorio I envia a Agustín de Canterbury a evangelizar Inglaterra.
Siglo VII: 622: Mahoma funda el Islam. 638: Los árabes conquistan Jerusalén.
Siglo VIII: 711: El Islam llega a España. 756: Nacen los Estados Pontificios.
787: II Concilio de Nicea.
Siglo IX: 800-814: Carlomagno emperador. 862: Ratislav I envía a Cirilo (827-869 d.C.) y
Metodio (815-885 d.C.) a evangelizar la Gran Moravia.
Siglo X: 987: Conversión de Rusia al cristianismo.
Siglo XI: 1054: Cisma de Oriente. 1073-1085: Papa Gregorio VII. 1078 Jerusalén es tomada por
los turcos. 1096: El papa Urbano II predica la Primera Cruzada. 1099-1291: Cruzados ocupan
Tierra Santa.
Siglo XII: 1115: Bernardo funda el monasterio de Claraval. 1119: Fundación de la Orden de los
Caballeros Templarios.
Siglo XIII: 1209: Francisco de Asís funda la Orden Franciscana. 1215: Domingo de Guzmán
funda la orden de los Predicadores (dominicos).
1224-1274: Tomás de Aquino. 1232: Creación de la Inquisición.
Siglos XIV y XV: 1309-1377: El Papado se instala en Avignon (Francia).
1320-1384: John Wyclif. 1337-1453: Guerra de los Cien Años.
1370-1415: Juan Hus. 1378-1414: Cisma de Occidente.
111
Siglos XV a XVIII: Edad Moderna
Siglo XV: 1412-1431: Juana de Arco. 1450: Invención de la imprenta.
1453: Fin del Imperio Romano de Oriente (caída de Constantinopla).
1456: Biblia de Gutenberg. 1483-1546: Martín Lutero.
1484-1566: Bartolomé de las Casas. 1492: Colón llega a América.
Siglo XVI: 1509-1564: Juan Calvino. 1517: Reforma Luterana: 95 Tesis de Martín Lutero (31
de octubre). 1524-1525: Guerra de los Campesinos.
1529: Catecismos de Lutero. 1530: Luteranos presentan a Carlos V la Confesión de Augsburgo (25
de junio). 1534: Biblia de Lutero. 1534: Enrique VIII de Inglaterra rompe con la Iglesia católica.
1537: Ignacio de Loyola funda la Compañía de Jesús (jesuitas).
1547-1564: Concilio de Trento. 1555: Paz de Augsburgo. 1562-1598: Guerras de religión en Francia.
1580: Luteranos publican el Libro de Concordia. 1598: Edicto de Nantes.
Siglo XVII: 1618-1648: Guerra de los Treinta Años. 1630-1642: Migración puritana a
Norteamérica. 1633: Proceso y condena de Galileo. 1648: Tratado de Westfalia. 1675: Jacob
Spener publica Deseos Piadosos (inicio del pietismo).
Siglo XVIII: 1703-1791: John Wesley (metodismo). 1768-1839: Friedrich Schleiermacher.
1769: Invención de la máquina de vapor y comienzo de la Revolución Industrial. 1776:
Independencia de EE.UU. 1789: Revolución Francesa.
Siglo XIX en adelante: Edad Contemporánea
Siglo XIX: 1804: Fundación de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera.
1804: Napoleón emperador. 1810 en adelante: Movimientos de independencia de las colonias
españolas en las Américas.
1811-1887: Carlos F.W. Walther, primer presidente de la LCMS, y autor de Ley y Evangelio
(1885). 1830: Joseph Smith publica el Libro de Mormón.
1847: Inmigrantes alemanes fundan la LCMS (Lutheran Church-Missouri Synod) en USA.
1848: Karl Marx publica el Manifiesto comunista. 1854: Dogma de la inmaculada concepción de
María. 1865: Fundación del Ejército de Salvación.
1869-1870: Concilio Vaticano I. Fin de los Estados Pontificios.
1895-1976: Hermann Otto Erich Sasse (teólogo luterano confesional).
Siglo XX: 1906-1945: Dietrich Bonhoeffer. 1909: Biblia de Scofield.
1910: Iglesia Metodista Pentecostal (Chile). 1910: Conferencia de Edimburgo.
1910-1997: Teresa de Calcuta. 1914: Fundación de las Asambleas de Dios. 1914-1918: Primera Guerra Mundial. 1917: Revolución Rusa.
1917-1980: Óscar Romero, arzobispo de El Salvador.
1918-presente: Billy Graham. 1926: Primeros obispos católicos chinos.
1929-1968: Martin Luther King. 1936-1939: Guerra civil en España.
1939-1945: Segunda Guerra Mundial. 1945: Naciones Unidas (ONU).
1948: Consejo Mundial de Iglesias (CMI). 1950: Dogma de la Asunción de la Virgen María.
1955: Fundación del CELAM. 1960 en adelante: Movimiento neo-pentecostal.
1962-1965: Concilio Vaticano II. 1969: El Apolo XI llega a la Luna.
1978-2005: Papa Juan Pablo II.
1982: Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI).
1991-presente: Surgimiento y desarrollo del Internet moderno: World Wide Web (WWW, Red
Informática Mundial, 1989), Hotmail (1996), Google Search (1998), Wikipedia (2001),
Facebook (2004), YouTube (2005), Twitter (2006), Google + (2011). 2013: Papa Francisco (primer Papa latinoamericano).
112
LIBROS DE LA BIBLIA
Antiguo Testamento
Gn Génesis
Éx Éxodo
Lv Levítico
Nm Números
Dt Deuteronomio
Jos Josué
Jue Jueces
Rt Rut
1Sa 1 Samuel
2Sa 2 Samuel
1Re 1 Reyes
2Re 2 Reyes
1Cr 1 Crónicas
2Cr 2 Crónicas
Esd Esdras
Neh Nehemías
Est Ester
Job Job
Sal Salmos
Pr Proverbios
Ec Eclesiastés
Cnt Cantares
Is Isaías
Jer Jeremías
Lm Lamentaciones
Ez Ezequiel
Dn Daniel
Os Oseas
Jl Joel
Am Amós
Abd Abdías
Jon Jonás
Miq Miqueas
Nah Nahúm
Hab Habacuc
Sof Sofonías
Hag Hageo
Zac Zacarías
Mal Malaquías
Nuevo Testamento
Mt Mateo
Mc Marcos
Lc Lucas
Jn Juan
Hch Hechos
Ro Romanos
1Co 1 Corintios
2Co 2 Corintios
Gl Gálatas
Ef Efesios
Fil Filipenses
Col Colosenses
1Ts 1 Tesalonicenses
2Ts 2 Tesalonicenses
1Ti 1 Timoteo
2Ti 2 Timoteo
Tit Tito
Flm Filemón
Heb Hebreos
Stg Santiago
1Pe 1 Pedro
2Pe 2 Pedro
1Jn 1 Juan
2Jn 2 Juan
3Jn 3 Juan
Jud Judas
Ap Apocalipsis
113
ÍNDICE
CATECISMO MENOR……………………………...……………... 2 PREFACIO……………………………………………………………….. 3
Cómo se ha de usar el Catecismo………………………………… 4
Una amonestación seria de Lutero………………….…………….. 4
I. LOS DIEZ MANDAMIENTOS………………………….……………. 5
II. EL CREDO……………………………………………………………. 7
III. EL PADRENUESTRO…………………………………..…………… 8
IV. EL SACRAMENTO DEL SANTO SACRAMENTO……………….. 11
V. EL OFICIO DE LAS LLAVES…….…………………………………. 12
VI. EL SACRAMENTO DEL ALTAR O LA SANTA CENA………….. 14
VII. CÓMO EL JEFE DE FAMILIA DEBE ENSEÑAR
A LOS SUYOS A ORAR MAÑANA Y NOCHE……………………….. 15
VIII. CÓMO EL JEFE DE FAMILIA DEBE ENSEÑAR
A LOS SUYOS A PEDIR LA BENDICIÓN Y A DAR GRACIAS…….. 16
IX. TABLA DE DEBERES………………………………………………. 17
PREGUNTAS CRISTIANAS………………...……………………. 20
EXPOSICIÓN BREVE…………………………………………….. 22 INTRODUCCIÓN………………………………………………………... 22
LA BIBLIA……………………………………………………………….. 22
I. LOS DIEZ MANDAMIENTOS O LA LEY DE DIOS……………….. 23
Introducción………………………………………………………. 23
LA PRIMERA TABLA: “AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS”…... 23
El Primer Mandamiento: Dios……………………………………. 23
El Segundo Mandamiento: El Nombre de Dios………………….. 25
El Tercer Mandamiento: La Palabra de Dios…………………….. 27
LA SEGUNDA TABLA: “AMARÁS A TU PRÓJIMO”………... 29
El Cuarto Mandamiento: La Autoridad establecida por Dios…….. 30
El Quinto Mandamiento: Vida y Bienestar Humano……………... 31
El Sexto Mandamiento: Matrimonio y Familia…………………... 33
El Séptimo Mandamiento: Bienes y Negocios…………………… 35
El Octavo Mandamiento: La Dignidad del Prójimo……………… 36
El Noveno Mandamiento: Un Corazón Santo……………………. 38
El Décimo Mandamiento: Un Corazón Santo……………………. 39
CONCLUSIÓN DE LOS MANDAMIENTOS:
AMENAZA Y PROMESA……………………………………….. 40
LOS FINES DE LA LEY DIVINA………………………………. 41
EL PECADO……………………………………………………… 42
II. EL CREDO……………………………………………………………. 43
Introducción……………………………………………………… 43
Ley y Evangelio…………………………………………………... 43
EL PRIMER ARTÍCULO: LA CREACIÓN…………………….. 44
Dios……………………………………………………………….. 44
Creo en Dios…………………………………………………….… 45
Dios Padre Todopoderoso, Creador……………………………… 46
Los Ángeles………………………………………………………. 46
El Ser Humano…………………………………………………..... 47
114
La Preservación o Providencia Divina……………………………. 48
EL SEGUNDO ARTÍCULO: LA REDENCIÓN………………… 50
Los Nombres JESÚS y CRISTO…………………………………. 50
Las Dos Naturalezas en Jesucristo………………………………... 50
El Triple Oficio de Jesucristo…………………………………….. 53
Cristo y su Estado de Humillación………………………………... 54
La Obra de Jesucristo: La Redención o Expiación……………….. 55
Cristo y su Estado de Exaltación…………………………………. 57
EL TERCER ARTÍCULO: LA SANTIFICACIÓN……………… 61
I. El Espíritu Santo……………………………………………….. 61
II. La Iglesia, la comunión de los santos…………………………. 64
III. La remisión de los pecados…………………………………… 67
IV. La resurrección de la carne…………………………………… 68
V. La vida eterna………………………………………………….. 70
III. EL PADRENUESTRO………………………………………………. 72
Introducción………………………………………………………. 72
EL PADRENUESTRO O LA ORACIÓN DEL SEÑOR………… 74
La Introducción…………………………………………………… 74
La Primera Petición……………………………………………….. 75
La Segunda Petición………………………………………………. 76
La Tercera Petición……………………………………………….. 77
La Cuarta Petición………………………………………………… 78
La Quinta Petición………………………………………………... 79
La Sexta Petición…………………………………………………. 80
La Séptima Petición………………………………………………. 81
La Conclusión…………………………………………………….. 82
IV. EL SACRAMENTO DEL SANTO BAUTISMO…………………… 84
Introducción………………………………………………………. 84
Primero: Lo que es el Bautismo………………………………….. 84
Segundo: El Beneficio del Bautismo…………………………….. 86
Tercero: El Poder del Bautismo…………………………………... 87
Cuarto: Lo que el Bautismo significa…………………………….. 88
V. EL OFICIO DE LAS LLAVES Y LA CONFESIÓN………………... 90
Introducción………………………………………………………. 90
El Oficio del Ministerio……………………………….................. 91
La Disciplina Eclesiástica y la Excomunión……………………… 92
Cómo enseñar a la gente a confesarse……………………………. 92
VI. EL SACRAMENTO DEL ALTAR O LA SANTA CENA…………. 95
Introducción………………………………………………………. 95
Primero: Lo que es la Santa Cena………………………………… 95
Segundo: El beneficio de la Santa Cena………………………….. 98
Tercero: El Poder de la Santa Cena………………………………. 98
Cuarto: El uso saludable de la Santa Cena……………………….. 99
APÉNDICE……………………………………………………………….. 101
HISTORIAS BÍBLICAS…………………………………………. 101
NUESTRA BIBLIA CASTELLANA……………………………. 105
CREDOS Y CONFESIONES……………………………………. 105
Credo Apostólico………………………………………………… 105
Credo Niceno-Constantinopolitano……………………………… 105
Credo de Atanasio……………………………………………….. 106
115
FORMA DEL BAUTISMO DE URGENCIA……………………. 107
LA ROSA DE LUTERO………………………………………….. 108
CALENDARIO LITÚRGICO……………………………………. 109
BREVE HISTORIA DE LA IGLESIA…………………………… 110
LIBROS DE LA BIBLIA………………………………………… 112
Transcripción y Edición: Rev. Adrián Correnti.
Para la Iglesia Evangélica Luterana del Paraguay.
Julio de 2013 (2ª ed.) – Hohenau (Itapúa).
www.iglesialuterana.org.py