Post on 25-Dec-2015
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Una memoria filmada: Historia de la Cinematografía
Cine Latinoamericano
La cinematografía llego a Latinoamérica casi a la par del resto del mundo, a finales
del siglo XIX. Carro en el artículo “Un siglo de cine en América Latina” (1997)
destaca la rápida difusión del cinematógrafo por parte de los hermanos Lumiére; si
la primera función pública de cine tuvo lugar en parís en diciembre de 1895, seis
meses después llegaba al continente americano; en 1896 en ciudades como Rio
de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires, México y Santiago de Chile; a comienzos
de 1897 en La Habana.
Francia, España e Italia fueron los países que inicialmente ejercieron mayor
influencia en el cine latinoamericano, hasta que tomo auge en la región el cine
estadounidense. (Trujillo y Mendoza, 2008). En 1897 son varios los países del
continente que ven nacer sus primeras cintas, y otros las verán antes de que
acabe ese siglo. Los cineastas Latinoamericanos para esa época eran los
fotógrafos, empresarios de entretenimientos, exhibidores, muchos de ellos
emigrantes europeos que asumen la labor que durante un reducido lapso
ejercieron los enviados de los Lumiére, cuyos trabajos copian inicialmente.
Varios autores como Carro (1997) mencionan que los argentinos Federico Figner y
José Steimberg, fueron los pioneros al presentar en noviembre de 1896 en la
kermesse del Parque Lezama Vistas de todas partes de la ciudad. Seguidos en
1897 por los venezolanos Guillermo y Manuel Trujillo Durán, quienes presentan
Un célebre especialista sacando muelas en el Gran Hotel de Maracaibo y
Muchachos bañándose en la Laguna de Maracaibo; los mexicanos Enrique
Moulinié y Enrique Churrich con Corrida entera de toros por la cuadrilla de
Ponciano Díaz y Verbena del Carmen en la ciudad de Puebla, en agosto; y ya en
1898, el uruguayo Félix Oliver con Carrera de bicicletas en el velódromo a Arroyo
Seco y el brasileño Affonso Segreto, con Fortalezas e Navios de Guerra na Baia
de Guanabara.
Este cine se caracteriza principalmente por ser primitivo, artesanal y realizado con
más entusiasmo que rigor. De él quedan muy pocos registros principalmente por la
inestabilidad del material utilizado para filmar.
La aparición del cine sonoro en los años 30 hasta los años 60 marca un período
en la historia cinematográfica latinoamericana que Lillo y Chacón (1998) llaman “el
viejo cine latinoamericano”; comprende producciones musicales, rancheras,
melodramas y cabareteras; es la época de oro del cine mexicano. La tendencia de
esta época es de un cine de entretenimiento y alcanzan notoriedad internacional
figuras como El Indio Fernández, Dolores del Río, Pedro Armendáriz, María Félix y
Mario Moreno "Cantinflas"; principalmente porque Estados Unidos tenía una
división de producción de cine en español para América Latina y España, que
consistía en que la industria norteamericana del cine repetía, con artistas
latinoamericanos, sus propios éxitos.
Entre la década del 60 y 70 la producción cinematográfica se concibe como un
arma cultural para la transformación social lo que da paso a un cine de denuncia
comprometido política y socialmente. Destaca el auge que tuvo el Cine Cubano en
esta época; se rompe la concepción de un cine exclusivamente comercial.
A partir de los años 80 la problemática latinoamericana recibe un tratamiento más
intimista, enfrentado a la censura y a sucesivos golpes de estado. Inicia en
América Latina un cine de exiliados y se comienza a privilegiar nuevos espacios,
como las contradicciones familiares; también el humor toma un papel
preponderante. Otro aspecto que resaltar es la arremetida del cine
estadounidense en los países hispanos, producciones de enorme presupuesto,
deslumbrantes efectos especiales y entretenimiento muy banal, conquistaron a un
público que encontraba en esos pasatiempos una salida a las presiones reales. La
arremetida fue demoledora y en poco rato terminaron por controlar totalmente la
taquilla, desplazando a todas las otras cinematografías, en particular a las
europeas, que tradicionalmente habían ocupado un espacio de cierta importancia.
Finalmente, las cinematografías nacionales debieron ceder terreno (carro, 1997).
En resumen, el cine latinoamericano ha contribuido al mundo del cine con
películas de bajos costos, guiones particulares, caracterizándose básicamente en
plasmar en la pantalla grande la manera de sentir, de convivir con los colores, las
formas, la naturaleza y las gentes de los llanos, cordilleras, mar, y bosques
tropicales.
Referencias Bibliográficas
Carro, Nelsón. (1997). Un siglo de cine en América Latina. Revista Política y
Cultura, núm. 8, primavera. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Xochimilco, México. pp. 241-246.
Lillo, Gastón; Chacón Albino. (1998). El cine Latinoamericano: del código realista
al código Postmoderno. Universidad de Ottawa y Universidad Nacional de
Costa Rica. [Artículo en línea]. Disponible en:
http://www.biblioteca.unlpam.edu.ar/pubpdf/anclajes/v02a04chacon.pdf.
[Consulta: 2014, Octubre 27].
Tujillo, Walter; Mendoza Sabrina. (2008). El Cine Latino: América Latina Presente.
[Artículo en línea]. Disponible en: http://vulcanusweb.de/dialogando/cine-
latino-08.htm. [Consulta: 2014, Octubre 27].