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CONCLUSIONES DEL SEMINARIO
PROYECTO CYPFIRE: BARRERAS
VERDES DE CIPRÉS CONTRA INCENDIOS
AUTORA: MILA MARTÍN HERNÁN
CONCLUSIONES DEL SEMINARIO
PROYECTO CYPFIRE: BARRERAS VERDES
DE CIPRÉS CONTRA INCENDIOS
CONCLUSIONES DEL SEMINARIO PROYECTO CYPFIRE:
BARRERAS VERDES DE CIPRÉS CONTRA INCENDIOS
Ayer, 27 de Septiembre de 2012, tuvo lugar en Valencia un seminario sobre
uno de los proyectos de investigación más mediáticos de los últimos tiempos: el
proyecto CypFire.
Dicho proyecto, financiado por fondos FEDER de la Unión
Europea, consiste en el estudio y análisis de ciertas especies de
ciprés como elemento para frenar el avance de un incendio.
Como bien es sabido por todos, en la Comunidad Valenciana se han quemado
este año más de 55.000 has. en
incendios atribuibles a actuaciones
imprudentes, negligentes o
provocadas. Sin embargo en uno de
los mayores incendios, que
comenzó en Andilla el 29 de Junio
de 2012, una parcela
experimental del proyecto
CypFire se salvó del incendio a
pesar de que toda la vegetación de
alrededor sí sufrió la devastación de
las llamas ¿Milagro o realidad
Científica? Para contestar esta pregunta se hace necesario exponer las
visiones confrontadas de los diferentes ponentes.
Los investigadores del citado proyecto comenzaron su exposición tras las
oportunas (y típicas) palabras de apertura de las autoridades, abriendo el
seminario con la exposición de los antecedentes del proyecto,
publicaciones derivadas y financiación (Ponencia de Paolo Raddi,
responsable científico y coordinador del Proyecto CypFire) y los datos
empíricos obtenidos en laboratorio (Ponencia de Gianni Della,
Investigador del Proyecto CypFire).
Los datos empíricos expuestos se centraron en un análisis exhaustivo de las
características morfobiológicas de las cupresáceas objeto de estudio en
relación a su comportamiento frente a incendios, concluyendo que otras
especies perennifolias esclerófilas, propias del ambiente mediterráneo, (pinos,
encinas, coscojas, presentan características morfológicas menos adecuadas
para frenar un incendio.
Así, el ciprés presentaba entre otras, según sus análisis, las siguientes
características:
- alta temperatura de ignición (en los pinos, por ejemplo, antes de que
llegue el fuego ya la alta temperatura puede provocar una ignición
espontánea, lo que no ocurre con los cipreses) y baja frecuencia de ignición,
- baja longitud máxima de llama (importante para evitar que prendan las
especies de alrededor),
- alto contenido en ceniza (a mayor contenido en ceniza menor contenido
en material combustible),
- baja concentración de Silíceo (a menor concentración, menor catabilidad
del incendio),
- elevado porcentaje de contenido hídrico (a mayor contenido hídrico,
- frecuencia de inflamabilidad durante la deshidratación de las más
bajas los primeros días,
- baja concentración de terpenos (los terpenos en su destilación
desprenden hidrocarburos y alcoholes, lo que favorece la continuidad del
incendio),
- ausencia de sotobosque bajo el ciprés, disminuyendo la posibilidad de
quema de combustible bajo el árbol, que de continuidad al incendio,
- hojarasca del ciprés que retiene mucho agua, con baja capacidad de
deshidratarse y baja circulación del aire a su través.
Además, ninguna muestra fresca de ciprés ha generado llama.
Ante estos datos, los investigadores recomiendan el uso del ciprés para
crear barreras verdes ante la posibilidad de un incendio, generando
una discontinuidad en la foresta. Sostienen entonces que el ciprés es la
especie más adecuada para establecer barreras verdes en los
ambientes xeromediterráneo y mesomediterráneo y aseguran que
además estas barreras pueden reducir hasta un 70 % la velocidad del viento.
CONCLUSIONES DEL SEMINARIO PROYECTO CYPFIRE:
BARRERAS VERDES DE CIPRÉS CONTRA INCENDIOS
Para concluir la ponencia se especificó que la masa arbórea de ciprés que
actúe como barrera debe presentar unas características muy específicas:
deben ser plantas con porte homogéneo y compacto (para que algo arda
se necesita calor, combustible y oxígeno. Si una planta es compacta hay menos
oxígeno entre las hojas), con ramas perpendiculares al tronco y bastante
largas, no debe existir en la plantación más de dos metros de distancia
entre los individuos y al menos se hace necesaria la presencia de dos
alineaciones alternadas de ciprés, eligiéndose para ello unas variedades
muy concretas de ciprés.
Carmen Hernando Lara, Investigadora del Grupo de Incendios Forestales del
CIFOR de INIA, comenzó su exposición tratando de aclarar los conceptos de
flamabilidad y combustibilidad, conceptos normalizados en el sector
arquitectónico pero difícil de normalizar en el ámbito forestal debido a la
humedad del material y a otras características de la madera forestal.
Establece la controversia al exponer que los resultados del equipo del
Proyecto CypFire se basan en pequeñas muestras analizadas en
laboratorio y asegura que la masa forestal se comporta de un modo
muy diferente en el medio natural y con individuos enteros ó como masa.
¿Son entonces extrapolables los datos para garantizar que el ciprés es la
especie adecuada para establecer barreras verdes? La dificultad radica en la
escasa existencia de estudios previos con análisis “in situ” (fuera de
laboratorio) con incendios controlados, apareciendo ahora los primeros estudios
en Estados Unidos. Carmen concluyó mostrando a los asistentes imágenes de
“islas de vegetación” tras un incendio, es decir, plantas que no se han quemado
tras un episodio de fuego. De este modo demostró que la vegetación que no se
quema no siempre son cipreses, e incluso mostró imágenes donde la
vegetación no quemada eran pinos (altamente combustibles) frente a imágenes
con cipreses quemados.
El profesor Turkey Neyisci, de la Universidad Akdeniz de Turquía, explicó la
situación acontecida en uno de los incendios más devastadores en el área
mediterránea en Turquía y posteriormente incidió en la importancia de
considerar todos los grupos implicados (tanto científicos con diversas
visiones y disciplinas, como personas del medio rural y personal de extinción de
incendios) si se desea conseguir algún avance en la prevención y
extinción de incendios porque en el 90% de los incendios en ambiente
mediterráneo la causa es el hombre. Insistió también en que no existe una
única solución y un único punto de vista sino que hay muchos y es fundamental
aunarlos para maximizar la prevención en los recursos naturales y minimizar el
efecto de los incendios.
José Moya desarrolló la información relativa al estudio de la parcela
experimental de Andilla del Proyecto CypFire, exponiendo las
características bioclimáticas, edafológicas y ambientales del citado terreno.
Cuenta así con un total de 8.892 m2 a 923m sobre el nivel del mar.
En la parcela están representadas 28 variedades de ciprés, con 10 individuos
cada variedad, lo que supone un total de 280 individuos plantados en la
parcela.
El fuego actuó en la zona con una velocidad de
propagación de entre 30 y 40 m/min con dirección
Suroeste. Cabe destacar que según los datos
climatológicos recogidos en el último año la
precipitación ha descendido un 30 % respecto a la
media de precipitación propia de la zona,
alcanzándose entre Julio de 2011 y Junio de 2012 una pluviometría total de 362
mm. Las rachas de viento llegaron a alcanzar en el momento del incendio los
55 km/h.
La parcela había sido desbrozada en 2001, es decir, que durante 11 años no se
habían desarrollado actuaciones de silvicultura en la zona.
El fuego fue de tipo superficie y copa y se saldó con el 61,64 % de los
cipreses sanos y el 15,46 % de los cipreses afectados por el incendio,
llegando a penetrar hasta la cuarta fila de cipreses en el área de máxima
quema, zona donde los individuos presentaban porte columnar, siendo la
principal afectación la deshidratación. De esto se deduce que si se establecen
CONCLUSIONES DEL SEMINARIO PROYECTO CYPFIRE:
BARRERAS VERDES DE CIPRÉS CONTRA INCENDIOS
barreras de cipreses contra extinción de incendios es importante usar
individuos con porte horizontal.
La máxima controversia vino de la mano de Raúl Quilez, Técnico de
Coordinación Forestal y Voluntariado del Consorcio Provincial de Bomberos de
Valencia, que demostró su profesionalidad y conocimientos en la extinción de
incendios. Comenzó explicando que en la actualidad estamos en el período
de retorno de incendios tras los incendios de finales de la década de los 80 y
principios de los 90.
Consideró de “Ruido Mediático” lo que se ha producido en relación a los medios
de comunicación y el Proyecto CypFire tras el incendio de Andilla, tanto en
prensa nacional como internacional:
Aclaró que la mayor o menor posibilidad de quema de las diferentes
especies se debe al tipo de incendio de modo que el pino resiste mejor a un
incendio de baja intensidad, mientras en este caso el ciprés se quema. Sin
embargo, en un incendio de alta intensidad el ciprés sí resiste.
Desmintió las comparaciones realizadas por ponentes anteriores en relación a la
energía de un incendio con una bomba atómica como la de Hiroshima y afirmó
que la elevada energía no se produce en el interior del incendio sino en su
frente de acción.
Además aseguró que faltan datos para considerar que la parcela no se haya
quemado por los cipreses, dado que no pueden asegurar si en la parcela se ha
producido en los últimos años el paso de ganado, que pudiera haber reducido
considerablemente el riesgo de incendio.
Según Raúl Quilez “Cualquier estructura forestal es una barrera
cortavientos”, no sólo el ciprés.
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BARRERAS VERDES DE CIPRÉS CONTRA INCENDIOS
Afirmó que el 90 % de los incendios son de baja intensidad y se pueden apagar
fácilmente, lo que no ocurrió en el caso de Andilla, que se convirtió en un
incendio de alta intensidad.
Respecto a establecer algunas líneas de ciprés como barrera verde,
considera que no en todos los casos puede ser útil por los “saltos de
fuego”, que por norma general son de entre 200 y 300 m pero que se han
llegado a contabilizar grandes saltos de fuego como el acontecido en Oropesa,
que llegó a sobrepasar los 2.300 m. En este sentido cuestionaba por qué los
investigadores se planteaban que una especie como el ciprés, que lleva siglos
evolucionando mediante una estrategia de reproducción a través de piñas
serotinas podía ser adecuada como barrera verde. Su esfuerzo en generar
Ante la atenta mirada de los asistentes Raúl proyectó un vídeo del pasado
Martes, 25 de Septiembre de 2012, relativo al incendio de Chulilla y explica que
buscó un buen sitio para establecer el trabajo de extinción. Encontró un
camino, no demasiado ancho, quizás alrededor de 1m ó 1,5m y grabó cómo
avanzaba el frente del incendio hacia ellos (en 40 sg. de vídeo el fuego está
encima, toda una sensación para los espectadores que no estamos
acostumbrados a ver estas imágenes, y de paso mi reconocimiento a los que se
juegan la vida en la extinción de incendios). Mostró además que junto al
camino existen especies altamente inflamables como el romero pero demuestra
que gracias a dicho camino el frente no avanza en la dirección que ellos están.
A continuación mostró una imagen de la parcela de Andilla – CypFire tras el
incendio, explicando que en tres de sus lados la parcela está rodeada de
camino y en el cuarto lado, donde más afectó a los cipreses, se ven
encinas deshidratadas pero no quemadas (mantienen sus hojas). Añade
además que es importante conocer la dinámica de los incendios antes de
hacer afirmaciones relativas a que una especie vegetal no ha sido
afectada por el fuego únicamente debido a sus características
morfológicas, dado que en un incendio, cuando avanza descendiendo
una ladera, éste pierde intensidad, que es lo que ocurrió, según él, en la
controvertida parcela y vuelve a hacer alusión a las imágenes previamente
mostradas por Carmen Hernando relativas a otras especies no quemadas en
diferentes incendios. Establece además que la ubicación de la parcela en la
parte baja de las laderas circundantes supone una mayor acumulación
de recogida de aguas de la escorrentía hídrica, una ventaja clara para
evitar el fuego. La parcela no ha recibido radiación y por eso no ha ardido.
Raúl también mencionó que el motor del fuego es el combustible en superficie y
que bajo un bosque de ciprés no crece sotobosque alguno.
Finalmente hizo un llamamiento a los investigadores para que sean
cuidadosos en sus afirmaciones en los medios de comunicación porque
se está transmitiendo a la opinión pública una falsa sensación de
seguridad de la gente que en urbanizaciones tiene setos de ciprés, dado que
este es uno de los elementos que ante un fuego aumenta las probabilidades de
introducir las llamas en la parcela y en la casa (el ciprés de setos no es la
variedad adecuada, presenta morfología columnar, se acumula mucha materia
seca en el interior del seto, etc.). Asegura que en la actualidad el ciprés de los
setos traslada el fuego como una mecha. Además, hay que considerar que dada
la elevada cantidad de has. quemadas en incendios este año, existe una alarma
social muy importante y es fundamental tener sentido común para no trasladar
a la opinión pública mensajes erróneos, considerando además la labor de
tergiversación que los propios medios de comunicación realizan.
Finalmente, y fuera del debate suscitado, pero como información
complementaria, Jorge Suárez Torres, Jefe de Sección de Prevención de
Incendios Forestales de la Consellería de Gobernación habló de la planificación
de la Prevención de Incendios en la Comunidad Valenciana, Roberto Dante,
investigador del Proyecto CypFire expuso la influencia de plagas y
enfermedades a las diferentes variedades de ciprés y Oscar Prada, estableció
los principios y la definición de la Custodia del Territorio para pasar a exponer
ejemplos de Custodia del Territorio en prevención de incendios forestales.
De todo lo anterior, puede que os hayáis formado una opinión personal
respecto al proyecto. Por mi parte, creo importante destacar que
resulta fundamental apoyar futuras investigaciones en esta línea para
aclarar si los cipreses pueden constituir una barrera verde frente a
CONCLUSIONES DEL SEMINARIO PROYECTO CYPFIRE:
BARRERAS VERDES DE CIPRÉS CONTRA INCENDIOS
incendios u otras especies pueden ser más adecuadas. Puede estarse de
acuerdo o no con la metodología aplicada en las investigaciones hasta ahora
desarrolladas, pero si no se financian nuevos proyectos investigativos
difícilmente se llegará a conclusiones más integrales. Apoyo así completamente
la visión de Tuncay Neyisci, en que afirma que es fundamental la
perspectiva multidisciplinar en equipos de trabajo para llegar a
solucionar el problema, dando un papel fundamental en la
concienciación social a través de la educación ambiental.
Investigadores y personal de extinción de incendios hacen una gran
labor que es fundamental reconocer pero se hace necesario volver a
incorporar otros agentes a partir de la participación ciudadana y la
sensibilización con la problemática ambiental y social que generan los
incendios.