Cuento sobre las Llamas Divinas

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Este es uno de los cuentos que hemos desarrollado para los niños de la Fundación Caridad. El objetivo del cuento es despertar en ellos el conocimiento de su origen espiritual.

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Educación Espiritual para Niños

Modulo I (5-7 años)

Las Aventuras de las Llamas Divinas

Fundación Caridad – Yo Creo en Mí

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“Las Aventuras de las Llamas Divinas”, Educación Espiritual para Niños Modulo I (5-7 años) Historia: Walter Javier Velásquez Ilustraciones: Elkin Omar Velásquez Producto exclusivo de la Fundación Caridad – Yo Creo en Mí. ©Todos los derechos reservados.

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1. Las Llamitas observan la Tierra Había una vez en el cielo dos llamas

de Luz, saltaban y jugaban por todo el lugar. Ellas eran muy felices porque eran una con Dios, de Él recibían toda su Luz. Esas Llamitas tenían muchos colores, cada uno representaba virtudes y valores.

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Un día esas Llamas curiosas miraron

el Planeta Tierra, se dieron cuenta de que allá abajo había también mucha belleza. Se dieron cuenta de que todos eran Llamas como ellas, pero habían olvidado en verdad quienes eran.

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La gente en la Tierra se había

olvidado de que eran Llamas que venían de Dios, ellos pensaban que solo eran el cuerpo y habían dejado apagar su luz. Por eso peleaban, por eso lloraban.

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Mucha de esta gente vivía muy pobre porque se habían olvidado de cómo traer la Abundancia. Entonces las Llamitas se pusieron muy tristes y empezaron a pensar cómo iban a ayudar a toda esa gente para que fuera feliz.

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Canción Sabiendo quien Soy ¿Quién soy yo? Soy una Llamita, ¡Una Llama de Dios! Tengo muchos regalos en mi corazón. Estoy lleno de Luz, estoy lleno de amor. Tengo más colores que ninguna flor. Soy Luz amarilla, soy inteligente, También soy rosa, yo amo a la gente. Sé perdonar, violeta YO SOY, Luz verde hay en mi, la verdad siempre doy. Con morado y oro, traigo paz a todos El Azul recuerda que confió en mí. Tengo muchos regalos para compartir. He venido al mundo a Ser muy feliz. YO SOY una Llama, ¡Una Llama de Dios! Soy pura y perfecta, en mí no hay temor. Sólo belleza hay dentro de mi. He venido a traer mi luz para ti.

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2. Conozco a Papi-Mami Dios

Las dos llamitas seguían muy

preocupadas porque querían ayudar a las Llamas perdidas de la Tierra y no sabían cómo. Entonces decidieron preguntarle a Papi-Mami Dios, ya que Él siempre tenía una respuesta para todo.

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Entraron a la casa de Papi-Mami Dios, allí había muchos columpios y deslizadores para que las Llamitas que lo visitaban se divirtieran mucho. Su casa era grande y cualquier Llamita podía entrar cuando quisiera, no había guardianes ni policías. Solo había Ángeles dándoles la bienvenida.

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Papi-Mami Dios era una Llama Grande de Luz, solo tenia amor para compartir. Él no regañaba a nadie, era muy alegre y feliz. Siempre reía y amaba mucho a toda la gente. Las llamitas encontraron a Papi-Mami Dios un poco ocupado enviando amor y bendiciones a todas las Llamas que vivían en la Tierra.

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Cuando las Llamitas entraron a donde estaba Papi-Mami Dios, este las recibió con mucho cariño, luego caminó hasta el refrigerador para sacar un jugo de amor y compartirlo con ellas. Las Lamitas observaron que Papi-Mami Dios tenía la foto de todas las Llamitas que vivían en la Tierra pegadas en su refrigerador, ya que las amaba mucho.

Las Llamitas preguntaron: -“Papi-

Mami Dios, en la Tierra hay muchas llamas como nosotros que se olvidaron quienes eran y ahora viven sufriendo y llorando. Quiero que nos digas cómo podemos ayudarlas”. Papi-Mami Dios les dijo: -“Solo hay una manera de ayudar, pero paran eso tiene que bajar a la Tierra”.

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Papi-Mami Dios les explicó: “Si

bajas a la tierra, en un cuerpo humano puedes compartir todos los colores que hay dentro de ti. Puedes llevar Luz, puedes dar amor, puedes ayudar a acabar el dolor. Lo más importante es que siempre recuerdes que todas las personas son Llamas como tú”.

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Las Llamitas escucharon con

atención y en ese momento tomaron la decisión de que iban a bajar a la Tierra para manifestar la Llama Divina que eran. Le dieron las gracias a Papi-Mami Dios y salieron de su casa muy contentas.

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Canción Tengo un padre que siempre me da amor, Su nombre es Papá Dios. Él me ama, Él me quiere como soy Su nombre es Papá Dios. Mi Papi no vive en el cielo, no vive en el mar Él vive en mi corazón Mi Papi nunca se enoja, Él vive feliz Él vive en mi corazón. Mi Papi quiere que yo también sea muy feliz Él me hizo de su Amor

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Mi Papi me envió al mundo a ser muy feliz Él me hizo de su Amor De noche y de día mi Papi me ama mi Papi

me cuida Él me quiere como soy De noche y de día pienso en mi Papi pienso

en su amor Él me quiere como soy Todos los niños y adultos son hijos de mi

Papi también Ellos merecen respeto y amor Todas las personas son Llamas Divinas,

Llamas de Dios Ellos merecen respeto y amor Soy una llamita de Dios, soy victoria, Soy

Amor He venido a traer Luz Soy una Llamita de Dios, muy fuerte y

capaz He venido a traer Luz ¡He venido a traer Luz!

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Ejercicio: Piensa un momento en cómo eras en el

cielo cuando fuiste una Llama Divina y dibújate.

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3. Soy una Llama de Luz que bajó a la Tierra

Cuando las llamitas Divinas

decidieron que bajarían a la Tierra a ayudar recibieron todo el apoyo y la sabiduría de Papi-Mami Dios. Alistaron en su equipaje mucho amor, valentía, sabiduría y constancia. Pero lo más importante de todo fue la autoestima que guardaron ahí.

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Entonces las llamitas fueron a la oficina de transportes del cielo donde les dieron las instrucciones finales. La llama encargada de enviar a otras llamas a la Tierra les dijo: “Los felicito por la decisión que han tomado, pero les advierto que cuando bajen a la Tierra se van a olvidar de quienes son ustedes realmente y van a pensar que son solo humanos”. “Además van a experimentar todas las dificultades y problemas de la gente de la Tierra”.

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Las llamitas preguntaron si toda su vida en la tierra estaría llena de problemas y dificultades. La llama respondió: “Sólo hasta que descubran nuevamente su verdadera Identidad como Llamas Divinas dejarán de sufrir”. Las llamitas escucharon con atención y aceptaron el reto.

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Luego tomaron su equipaje y entraron al salón de envíos. Ya estaban a punto de subir al transporte cuando llegó corriendo Ethos, una llama muy luminosa que desde lejos les gritaba que esperaran. Las llamitas sorprendidas le preguntaron: ¿Quién eres? –“Yo Soy Ethos, respondió, Soy la Llama que les enseñará todo lo que necesitan para vivir en la Tierra. Papi-Mami Dios me ha enviado para que sea su guía durante su viaje por la Tierra”.

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Las llamitas se alegraron mucho porque

iban a tener compañía. Entonces embarcaron en un tobogán que los llevaría directo del cielo a la Tierra.

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Ejercicio: La Oración: Orar es hablar con ese gran

amigo llamado Dios, orar es invitar a Dios a nuestra vida. Inventa tus propias oraciones todos los días para comunicarte con Dios. He aquí un ejemplo de cómo orar:

“Dios, amigo mío. Te invito a que entres a mi vida. Te invito a que llenes mi mundo de Luz y

Amor. Tú eres Dios y vives en todas las personas. Te pido que me ayudes a recordar siempre

que yo soy parte de ti. Ayúdame a recordar que soy una Llamita

tuya que bajó a la Tierra a ser muy feliz y a ayudar a las personas a ser felices también.

Ayuda a mi papi, a mi mami y a mis hermanitos para que sean tan felices como lo soy yo.

Amén”.

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4. !Por fin! La Tierra Ethos acompañó a las dos llamitas

durante su viaje y les fue explicando cómo es que vivirían en un cuerpo humano. Les mostró que allá en la Tierra había dos personas que Dios había escogido para que fueran sus padres. Estas dos personas se amaban y se respetaban mucho.

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Debido a ese amor y respeto que sentían el uno por el otro, el hombre y la mujer se unieron sexualmente. Durante esta unión el hombre liberó unas células pequeñitas llamadas espermatozoides dentro de la mujer. Los espermatozoides viajaron desde la vagina hasta el útero de la mujer donde encontraron a un óvulo, una especie de huevecillo al cual fecundaron introduciendo sus cabecitas en él.

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Pronto ese ovulo empezó a crecer y a

dividirse en dos óvulos distintos. A las pocas semanas los óvulos fueron adoptando la forma de un pequeño bebé con manos, piecesitos, cabeza, ojos y boca. Estos bebes eran muy felices dentro del vientre calientito de su mami.

Un día oyeron gritos allá afuera, eran papi y mami que de nuevo estaban peleando. Papi le había pegado a mami y ella estaba llorando. Papi se fue de la casa para siempre, nosotros no entendíamos bien lo que pasaba pero nos pusimos muy tristes porque ahora no teníamos papá.

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Mamá empezó a enojarse con nosotros por tenernos en el vientre y dijo que no nos quería tener. Yo trataba de decirle que no era nuestra culpa que las cosas con papá no hayan salido bien, pero ella no podía escucharnos. Mamá nos rechazó y yo me sentí culpable por todo lo que había sucedido.

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Entonces llegó Ethos y nos dijo que no

nos sintiéramos culpables porque lo que había sucedido no era culpa nuestra. Que en el fondo nuestra mami nos amaba mucho pero ahora estaba muy confundida y por eso nos decía cosas feas. Ethos nos pidió que recordáramos a Papi-Mami Dios quien nos quiere muchísimo y nos han enviado al mundo a ser muy, muy, felices.

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Ethos nos pidió que repitiéramos muchas veces esta hermosa afirmación:

“Dios me ama por lo que soy y no importa lo que haya hecho siempre soy digno de su

amor”. “Dios me ama por lo que soy y no importa lo que haya hecho siempre soy digno de su

amor”. “Dios me ama por lo que soy y no importa lo que haya hecho siempre soy digno de su

amor”.

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Ethos hizo que repitiéramos esa frase muchas veces hasta que la memorizáramos. Después de repetirla nos empezamos a tranquilizar y sentimos el amor de Dios por nosotros. Supimos que aunque nuestra mami o papi no nos quisieran, siempre íbamos a tener el amor supremo de Papi-Mami Dios con nosotros.

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Entonces seguimos creciendo en el vientre de mami y aprendimos a comprender que esas palabras feas nos las decía a nosotros solamente porque estaba confundida y abrumada por sus problemas. Pero aprendimos a ser muy felices porque a pesar de que ella dijera que no nos quería, sabíamos que Papi-Mami Dios si nos quería muchísimo, muchísimo.

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Ejercicio: Vamos a hacer una tarjeta para demostrarle a nuestra mami o papi (o a la persona que nos cuida) cuanto le amamos y le agradecemos por cuidarnos.

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5. ¡Bienvenido al mundo! Pasamos nueve meses en el vientre de

nuestra mami. En algún momento sentimos unos movimientos muy bruscos y mi mami sentía dolores inesperados en su barriguita. Por fin llegó el momento de salir. Fuimos al hospital y un doctor le pidió a mami que se acostara en una cama muy chistosa.

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Después de mucho dolor de nuestra

mami, mi hermanita empezó a salir por la vagina. Allí una enfermera le ayudó a salir y la llevó a una cama calientita. Después llegó mi turno. Asomé la cabeza por entre las piernas de mami y la enfermera me tomó de la cabeza y me haló hacia fuera.

Mi mami estaba muy contenta, ya habíamos salido de su barriguita y ahora podía descansar. Ahora estábamos por fin en la Tierra. Mi nombre es Beto y mi hermanita se llama Sofía. Somos Llamas de Dios al igual que tú y vinimos a la Tierra a traer Luz, amor y Abundancia.

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Recuerda que tu también eres una

Llama de Dios y viniste a la Tierra a Ser muy, muy feliz. ¡Eres Una Llama Divina, una parte de Dios, viviendo en un maravilloso cuerpo humano!

¡Bienvenido al mundo!

¡Felicidades!

¡Dios está siempre contigo!

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Ejercicio: Meditación: Meditar es aquietar la

mente para entrar en comunión con Dios. Cuando meditamos podemos comunicarnos con Dios en nuestro propio Corazón.

Meditación en el corazón (2 minutos). Siéntate con la columna recta, la

Mirada al frente y las manos en forma de copa sobre el regazo. Fíjate como entra y sale el aire de los pulmones (1 minuto). Después pon tu atención en el corazón –allí vive Dios. Siente la presencia amorosa de Dios en tu corazón., siente el amor de Dios por ti. Él te ama como eres. Recárgate en ese amor y siéntete fuerte para continuar el día.

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