Post on 28-Jul-2016
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Rosa Gómez &
Luis Cruz-Villalobos
Prólogo de
Alfredo Pérez Alencart
HEBEL Ediciones Arte-Sana | Poesía
DESLINDES fotopoesía
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DESLINDES | FOTOPOESÍA
© Rosa Gómez (fotografías)
© Luis Cruz-Villalobos (poemas)
© HEBEL Ediciones
Colección Arte-Sana|Poesía
Santiago de Chile, 2015.
Las fotografías de esta obra tienen todos los derechos reservados:
© Rosa Gómez Photo & Art, 2015.
Fotografía de portada:
© Rosa Gómez, 2014.
Prólogo: Alfredo Pérez Alencart, 2015.
www.benditapoesia.webs.com
www.issuu.com/hebel.ediciones
Qué es HEBEL. Es un sello editorial sin fines de lucro. Término hebreo
que denota lo efímero, lo vano, lo pasajero, soplo leve que parte
veloz. Así, este sello quiere ser un gesto de frágil permanencia de las
palabras, en ediciones siempre preliminares, que se lanzan por el
espacio y tiempo para hacer bien o simplemente para inquietar la
vida, que siempre está en permanente devenir, en especial la de
este "humus que mira el cielo".
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CAPTURAS AL ALCANCE DEL CORAZÓN
I
Fotografía en perfecto connubio con poesía: esto
es lo que ofrecen, sin merodeos ni recargados
prolegómenos, Rosa Gómez y Luis Cruz-Villalobos,
española de Salamanca y chileno de Santiago,
respectivamente. Y no seré yo, modesto
escriviviente, quien ose perturbar y/o entretener la
entrada a su jardín de imágenes y palabras, a la
sorpresa deliciosa de sus Deslindes.
II
Paladeo la propuesta de ambos, pues agradezco
–cada vez más– cuando el flechador cobra pieza
excelente. En este libro es el poeta quien primero
se entraña en las cuarenta fotografías de la
fotógrafa serrana. Luego, tras el filtro del asombro
y la lucidez, pergeña un texto y otro florecido del
instante de eternidad que anegó sus ojos. El poeta
hace vendimia y, ante la visión de paisajes
naturales y humanos, se enciende su deseo de
nombrar, de describir, de dejar constancia.
III
Aportemos una prueba. Huyo de aquellos escritos
que se solazan en sus propias elucubraciones y no
se adentran para nada en aquello que, en
apariencia, se comenta. Cruz-Villalobos confiesa
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su fértil enredo o anillamiento con las fotografías
de Rosa Gómez. Así, en la página 48, leemos un
poema que bien puede considerarse como el que
permea todo el conjunto. La búsqueda de Luis es
encontrar la exacta definición de la hermosura
para esas imágenes que ya relampaguean hasta
por la torrentera de sus venas. Leamos:
A dónde me lleva tu senda
De pardo verdor y calma
A qué aldea
A qué paisaje
A qué sentido
Me lleva de la mano
A la belleza y el candor
De los que saben mirar muy hondo
Me lleva abrazado
A la hermosa casa de los solitarios
Donde habita la música y el color.
IV
Y aunque estén separados por una distancia que
excede los diez mil kilómetros, la fotógrafa lleva al
poeta hasta su terruño, que desde La Alberca se
extiende por toda la Sierra de Francia salmantina:
allí aparecen paisanos y rincones y callejuelas,
montañas al horizonte o alguna flor solitaria, hojas
de otoño, ramas, casas de entramado, un niño
sobre el caballo cuya brida sostiene el padre,
multitudes en fiesta, esculturas en granito,
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cosecha de cerezas… Rosa lleva a Luis hasta su
pequeño paraíso y lo encandila, y lo conmueve.
También le enseña uno que otro paisaje urbano
de la capital del Tormes, arcos y medallones de la
Plaza… Hay memoria social y ecológica, hay
hondas raíces que preservar para los que vendrán.
Por ello el poeta no puede menos que ser
cómplice de esta misión, y anota:
(…)
Nos arrebatan a tiempos idos
Nos cuelgan sus memorias
Y nos piden que guardemos
Al menos algunos de sus roces.
V
Poesía y fotografía, dos llamas alumbrando la vida
y todo lo que el corazón captura en una y otra
orilla del castellano.
Noviembre y en Tejares, 2015
Alfredo Pérez Alencart
Universidad de Salamanca
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Fotopoesía: neologismo del autor
que corresponde a la obra artística
compuesta por una fotografía y un
poema, donde uno de ambos es
creado en referencia al otro. En el
caso de esta obra, los poemas han
sido escritos bajo la inspiración que
cada fotografía seleccionada generó
en el escritor.
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Calle de Atrás, La Alberca
Deslindes
Son los tuyos
Que encuentran la luz
Y la donan
A los cuatro vientos
Deslindes claros
Y también oscuros
Como la vida
Que nos besan la boca
Y la sien
El paso
Y las lágrimas
Deslindes
Son los nuestros
Los de tantas y tantos
Que se juegan el día
Buscando belleza
En medio del tiempo
Y del espacio.
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Miranda del Castañar
El horizonte
Tiene un tesoro escondido
Que palpita
Y nos anima a seguir
Nos arremolina la conciencia
Nos despeina la paz
Nos mueve a caminar
A no ceder a la demora
Y así partimos
Como acicalados
Por una esperanza
Que se sienta
Dentro de los ojos
Y los arroja como vástagos
Repletos del aroma
Del mañana.
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Noche de los Candiles, Miranda del Castañar
La hora azul
Qué nos dirá
Cuando el corazón se alce
Vestido del fruto tierno
De nuestras entrañas
Qué nos dirá
Madura la noche
Cuando quiere escampar
Como día nuevo
Como abrazo fresco
Que nos acaricia
La hora azul
Viene y va
Cada día
Cada noche
Y nos alza
Pidiéndonos todo
Para construir el día nuevo
Que valga su nombre.
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Atardece en La Bastida
La hora dorada
Del otoño y la nostalgia
Viene a cantarnos
Que el día también sabe
De crepúsculo y pasado
Tú logras atraparla
Y nos las dejas palpable
Y de tanto en tanto
Vuelve a visitarnos
Y nos dice que el tiempo
También sabe de sutiles arreboles
Y de leves despedidas
Y de tibieza que se aleja y llama.
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Antolina y su gato, La Bastida
Sonríes
Y cómo no
Si la vida ha sido buena
Y el sol no ha sido esquivo
Sonríes
Y cómo no
Si los pasos han sido duros
Pero han sembrado flores
Sonríes
Y cómo no
Si los besos abundaron
Y las caricias supieron alumbrar
Sonríes
Y cómo no
Si queda toda una eternidad
Que te mira desde el sol y te espera.
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Plaza Mayor, Salamanca
Las piedras
Saben rendir homenaje
A aquellos que las alzan
Con esfuerzo y belleza
Saben
Mirar a lo lejos
Y saludar a sus artesanos
Albañiles de antaño
Que supieron
Hacerlas cantar
En silencio
Constructores
Que con visiones y coraje
Supieron hacer decir
A las rocas
Su discurso perenne
Y su callar también habitable.
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Pila bautismal de la Nava de Francia
Margaritas
Se apresuran a nacer
A besar el aire
Y disfrazarse de pequeños soles
Mendigan solo un poquito de agua
Un poquito de luz
Y viven
Así
Como don
Como diminuto gesto
De las estrellas.
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Ondas de luz y sombras en Mogarraz
De texturas y sombras
Es esta vida
De texturas voraces y tranquilas
Que saben y pierden su traje
De sombras caladas y diáfanas
Que no temen y salen de día
De texturas y sombras
Es esta vida
Como las de la tabla y la manzana
Las de la noche y del cortejo
Como las del tiempo y la nostalgia
Las del silencio y de la nada.
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Devoción en la romería de Majadas, La Alberca
La belleza
También sabe esperar
Tiene melancolías
Y sonrisas guardadas
Tiene memorias blancas
Y dulces gestos
Sabe el nombre exacto
Del luto y del canto
Y no miente
Cuando es el tiempo del dolor
O de la dicha
Así es la belleza
Tenaz
Y también sencilla
Persistente en su respiro
Y en su brotar
En medio de la muerte
O desde el corazón de la vida.
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Fachada rústica de La Alberca
Desde lo alto
De nuestras vidas
Se asoman como flores
Las ideas y los sueños
Se abren por las mañanas
Y nos piden luz
Nos piden agua
Y así crecen
Como verdor austero
Como frágil semilla
Que quiere volar
Muy lejos
Para conquistar
Con su color
Mundos no vistos
Y tiempos
Que aún no han llegado.
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Flor del trébol en los caminos serranos
No estás sola
Solo callada
Solo lejana
No estás sola
Solo bella
Solo detenida
No estás sola
Solo pensativa
Solo ausente
No estás sola
Solo perdida
Solo buscando
No estás sola
Solo clara
Solo luminosa
No estás sola.
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Jardín de Miranda del Castañar
Del caminar
Ha brotado una flor
Del deambular
Por los caminos agrestes
Por los sederos salvajes
Y las huellas remotas
Y le hemos dado un lugar
Le otorgamos un silencio en el espacio
Para que allí
Creciera
Fuerte
Dulce
Y pudiera brillar con su color
Que sabe más de la vida
Que muchos y muchas
Que solo tienen palabras.
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Fiestas de la Virgen de la Asunción, La Alberca
La multitud celebra
Y lo hace año tras año
Celebra el tiempo y la vida
Celebra la memoria y el canto
Celebra el espacio y la dicha
Celebra la multitud
Y en su celebrar colorido
Pide más tiempo y más vida
Más memoria y más canto
Más espacio y más dicha.
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Dones de la tierra
Cocinera
Prepárame la cena
Que parto a tu mesa
Quiero que allí me esperen
Tus colores más vivos
Tus aromas más claros
Tus texturas más dulces
Prepárame la mesa
Cocinera de luz y sombras
Que ya parto quién sabe cuando.
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La Alberca
La vida
Puede oler a arco iris
Los techos
Pueden saber a lluvia fresca
Las ventanas
Pueden caminar a media sombra
Las nubes
Pueden besar todos los ojos
Y la esperanza
Puede calzarse de lumbre.
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Entramados de las casas en La Alberca
Los ángulos del hogar
Y los vértices del amor
Suelen construir fachadas
Que aclaran los ojos
Y los dejan teñidos de miel
Y de sepia
Pues alzan la llegada
Construyen el arribo
Para el abrazo del encuentro
Que tanto se anhelaba.
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Teatro Ramos Carrión, Zamora
Pulcra
La exactitud del corte
La perfección del plexo
La pureza del giro
Limpia
La claridad tan aurea
La delicadeza del punto
La silenciosa línea.
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Miranda del Castañar
Las piedras y las flores
Han aprendido a quererse
Después de tanto siglos
Buscando sus fisuras
Y sus flancos débiles o torpes
Finalmente se abrazan
Se besan en la boca
Y caminan todo el tiempo
Que les queda
Pues se han hermanado
En la belleza de los pasos
Que juntas aprendieron a vivir.
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Moor
Luz tibia
Caricia que camina silente
Por la noche y acompaña
Palpitar que ama
Y se deja amar
Con la sencillez de un espectro
Mirar agudo
Profundo y tenue
Que se funde con el tuyo
Vida hermosa
Junto a hermosa vida
Que aprendió a dar a luz instantes.
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Musgo y luz, de horizontes mínimos
Las estrellas
También son posibles
Aquí en nuestras manos
Pueden venir a visitarnos
Así como nos constituyen
Con sus diminutos ingredientes
Las estrellas
También pueden venir
A deleitarnos con sus goces
En medio de las ásperas jornadas
Que nos dejan sinsabores
Y aromas a cielos vacíos y ciegos.
35
Después de la lluvia
Lágrimas
Del cielo
Vienen sobre mí
Y me acaricia
La piel vegetal
Donde habito
Lágrimas
Como roces
Como delgados pasos
De un querer lejano
Que no tiene nombre.
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El peso de la levedad
El otoño
Un día vino a mi casa
Y se quedó por siempre
Habitó en mi alcoba
Habitó en mis ojos
Habitó en mi pecho
Vino como hermano
Como amigo
Como amante
Vino de paso
Y se quedó infinito
Se recostó en la cama
Y se echó a dormir
Por doce años
Luego desempacó
Sus libros y sus cantos
Y pidió ser abrazado
En el silencio.
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Mundos mínimos
Hay mundos tan bellos
Que no pueden verse
Es necesario que un vidente
Nos los revelen
Es necesario que bellas hadas
Abran nuestros ojos con su luz
Pues esos mundos impenetrables
No caben en la mirada vil
No son descubiertos
Por los pasos necios
Sólo los de corazón sencillo
Desvelan su inefable son.
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Noche de Navidad en La Alberca
De lejos
Alguien te mira
Y siente tu llamado
Al atardecer
Perdido en la foresta
Desnudo de risas
Solo y frío
Te mira y palpita
Como una pregunta
Espera
Aguarda sin saber
Que también es visto.
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Almeida, Portugal
Vamos
Hijo e hija
Madre y padre
Vamos
Que aún hay amables horizontes
Que aún hay dulces cimas
Que aún hay claras sendas
Que nos llaman
Como hija o hijo
Como padre o madre
Diciendo vamos.
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Esperando a los Reyes Magos en la ermita de San Blas, La Alberca
El corazón del templo
Tiene una sonrisa
A pesar de su frialdad de piedra
A pesar de su porte tan frío
El corazón del templo
Tiene una bella flama
A pesar de la noche que abunda
A pesar del silencio de llora
El corazón del templo
Tienen un canto bello y triunfal.
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Almeida, Portugal
La hiedra un día
Gobernará la tierra
Como dueña y señora del mundo
Instaurará sus normas
Confirmará su himno y su bandera
Elevará sus leyes y sus tributos
La hiedra
Como verdor omnipotente
Derrotará a los hombres con sus fusiles
Y a las mujeres con sus rencores
Y reinará por siempre
Con su silencioso deambular
Certero e imparable.
42
De la luz, La Alberca
La golondrina
Que vive en tu alero
Un día golpeará a tu puerta
Tornada en sombra luminosa
Y te besará las penas
Para tornarlas humo.
43
De la noche, La Alberca
La noche más honda
El miedo más grande
El fantasma más espeso
No logran resistir
Ni pueden evitar someterse
A las luz más pequeña
Que se enciende
En medio de la noche.
44
Caminos del corazón, La Alberca
El amor
Ha querido escribir su nombre
Sobre las piedras
Ha querido dejar
Su más firme huella
En la memoria de los hombres
Pero el amor
También sabe que su sino
Es cantar sobre la arena
Su camino más ágil
Es justo allí
Sobre los ríos y las olas.
45
Líquenes del granito
Qué quedará de nosotros
Después del beso
Qué quedará de nosotros
Después de la dicha
Qué quedará de nosotros
Después del tiempo
Qué quedará de nosotros
Después del salto
Qué quedará de nosotros
Sino un silencio.
46
Adivina, adivinanza
Diminuto el corazón del instante
Rojo como el perdón
Apareció en bandada
Por las horas de nuestro encuentro
Y nos contó la historia
De un día nuevo
Donde todos y todas sabrán danzar
Al ritmo del medio segundo
En que habitamos.
47
Reflejos, entre pasado y presente
En la cruz
Y en la flor
Te puedes ver
Allí hallarás
La fuente
El claro origen
Y también
El fin
El mar que llama.
48
Caminos a los prados, La Alberca
A dónde me lleva tu senda
De pardo verdor y calma
A qué aldea
A qué paisaje
A qué sentido
Me lleva de la mano
A la belleza y el candor
De los que saben mirar muy hondo
Me lleva abrazado
A la hermosa casa de los solitarios
Donde habita la música y el color.
49
El paseo matutino de Santos Robles, Villanueva del Conde
Mientras quede vida
El camino se abre delante
Con sus flores y sus rocas
Mientras quede aliento
El surco se expande
Y nos invita al paso
Mientras quede un soplo
El tiempo corre
Y nos sostiene como abrazo
Del cielo aquí en la tierra.
50
Tesela de remembranzas, Villanueva del Conde
Los artefactos del hogar
Los instrumentos del amor
Nos habitan y constituyen
Como nosotros a ellos
Nos arrebatan a tiempos idos
Nos cuelgan sus memorias
Y nos piden que guardemos
Al menos algunos de sus roces.
51
Vientos y horizonte, Villanueva del Conde
Antípodas
Que apuntan a mi sur
Viento que quiere llevar
Tus colores
A mis sombras
Luz del mismo sol
Aire del mismo cielo
Sin embargo
Tan lejanos
Tan perdidos
En los rincones bellos
De este azul planeta.
52
Tormentas
La belleza también tiene
Sus oscuras tormentas
Pero en ellas guarda
Retazos de amores y dichas
Guarda los recuerdos
Los atisbos de un poder
Que no alcanza a ser contenido
Por nuestras cabezas frías
Ni nuestros sangrantes corazones.
53
De los dones del Cielo, San Martín
Vengan todos y todas
Niños y niñas de la tierra
A recoger los frutos dulces y luminosos
Del último cantar de los hombres
Cosechen por fin
En el jardín de la Utopía
Los amables dones
Del trabajo de tantos años
Y no lloren más
Pues en esta tierra
Al fin el sol será eterno
Y el árbol de la vida dará su canto
Que será para sanidad de las naciones.
54
Después de la lluvia
Bajo la lluvia
Deslindas la hermosura
Para mí y para tantos
La detienes
La dibujas
La acicalas
Y la das
Aunque sea lábil
Aunque sea pobre
Aunque casi muerta
La detienes
La dibujas
La acicalas
Y la das
Deslindas la hermosura.
La Alberca / Santiago de Chile
otoño / primavera, 2015
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Rosa Gómez, es un testigo de la Luz y de los
aconteceres cotidianos en el paisaje singular de la
comarca de Sierra de Francia en Salamanca, España.
La Sierra de Francia, tierra telúrica, tierra de
árabes, judíos y cristianos. Tierra de fuentes y vírgenes
negras, tierra de raíces es el paisaje que constituye el
mundo observado y fotografiado por Rosa.
Diplomada en Turismo, Master en Marketing y
Comunicación, y Licenciada en Filología Hispánica,
cursa el doctorado en la Universidad de Utrecht y
trabaja como docente de Lengua y Literatura en
varios países. Aunque inmersa en el mundo de la
palabra, siempre ha estado vinculada al mundo de la
imagen, y es a su regreso a España, después de
cruzar mares valles y montañas, cuando siente la
necesidad de comenzar estudios de Diseño Gráfico.
Ser capaz de transformar realidades en un mundo
imaginario es algo que puede llegar a ser
embriagador y además cura la nostalgia. Su
fotografía es fiel, pero sobre todo consciente de que
es una visión muy personal de alguien que vivió aquí
su infancia, que creó aquí su mundo mágico, que
además de jugar, exploraba caminos, que lanzaba
barcos de papel a un arroyo pensando
que acabarían en el océano, sin hacer nada por
evitarlo.
Especializada en fotografía promocional y
publicitaria con un estilo muy personal caracterizado
por la emoción y fuerza narrativa de sus imágenes
realiza trabajos para organismos e instituciones. Como
fotoperiodista elabora reportajes en los que muestra
el patrimonio cultural tangible e intangible de la
provincia de Salamanca. Ha presentado varias
exposiciones, ‘Emotional Landscapes’, proyecto
fotográfico donde pone en valor los recursos
etnográficos y naturales de Salamanca.
Si el Alma es la totalidad del espacio y del tiempo,
de todas las formas de la materia, la energía y el
impulso, las leyes y constantes físicas que las
gobiernan, el Alma de Rosa Gómez es la
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manifestación de su energía y capacidad creadora,
sus fotos toman el derrotero del análisis de las leyes
que gobiernan los sentimientos, los mundos y los
submundos de la cotidianidad y de la concepción
artística.
Luis Cruz-Villalobos, poeta chileno, psicólogo
clínico y ministro presbiteriano. Se ha dedicado a la
labor literaria desde su adolescencia y tiene
publicados más de cincuenta poemarios, tanto
digitales (la mayoría) como en papel. También
variados artículos y ensayos académicos sobre
Psicología, Teología y Arte.
En el presente es candidato a PhD en la Vrije
Universiteit Amsterdam, con una investigación sobre
crecimiento postraumático y hermenéutica en
escritos paulinos. Se desempeña como director de
Hebel Ediciones, una editorial sin fines de lucro que
promueve principalmente la poesía de autores
emergentes; también es secretario regional para el
Cono Sur de la Fraternidad Teológica
Latinoamericana (FTL).
Uno de sus últimos libros, Theological Poetry (2014),
que es una compilación traducida al inglés de tres
poemarios anteriores (Eroga Tau. Escampe del Poeta
Maldito, 1997; Haikus al Cielo, 2010; Dios Mendigo.
Teografías, 2012), ha sido prologado por el destacado
filósofo John D. Caputo, y es una obra que
representa con claridad su estilo poético,
caracterizado por un lenguaje sencillo y limpio con el
que aborda temáticas hondas y propias del devenir
humano.
Luis, vive actualmente en Santiago de Chile, junto
a su esposa y sus hijos.