Post on 04-Jun-2018
Diferentes cortes de indumentaria masculina
El corte inglés
Sigue la línea del cuerpo, sin exagerar ninguna área en los hombros o en la cintura. Su línea es un poco rígida por sus muchas capas de entretela, cuenta con tres botones, la solapa es moderada, y tiene dos aberturas en la parte de atrás, las bolsa laterales están cortadas un poco en diagonal, y los muy tradicionales tienen una tercera bolsa.
El corte italiano
Su construcción es más ligera para darle más comodidad: se alargan los sacos y los pantalones, dándoles más volumen, y las bolsas se esconden. Por lo general, son trajes cruzados de dos o seis botones que se encuentran bajos para dar la impresión de que la parte de arriba es más larga que la de abajo. Carecen de abertura por atrás y sus solapas son más anchas, lo cual requiere siempre de una corbata más ancha. Este estilo es muy favorecedor en las personas de estatura promedio a altas.
El corte europeo
Este traje sigue la línea del italiano, pero es menos exagerado en sus líneas y muy elegante; las hombreras son un poco más discretas y es un poco marcado en la cintura. Este traje es ideal para el hombre que quiere modernizarse un poco sin exagerar. Por lo general es cruzado de seis botones y se abotonan solo el de en medio para destacar la cintura. Esta silueta es muy favorecedora, para los de estatura promedio a baja. Hay el modelo de traje abierto y éste tiene una abertura en el centro, y los pantalones tienen menos volumen.
El corte americano
Sigue mucho la tendencia del estilo americano, de buscar la comodidad antes que el estilo. Casi no lleva hombreras, es más corto que el europeo, las solapas son tamaño mediano, y son redondeadas las orillas para darle un aspecto menos formal. Las bolsas siempre van por fuera y tiene una abertura por detrás.
LA SASTRERÍA NAPOLITANA
La sastrería Napolitana ya no es exclusiva de los sastres Napolitanos y hoy al ser este
estilo muy demandado sastres de otras ciudades, e incluso de otros países, practican
también la técnica utilizada por los sastres napolitanos. No olvidar que en Nápoles e
incluso en Roma hay tantos estilos como
sastres existen y generalizar como hoy se
hace sobre el corte napolitano, milanés o
romano es dejar de lado muchas
consideraciones.
El trabajo del sastre evoluciona en el tiempo
y una chaqueta cosida hace quince años
por, por ejemplo, Rubicciani diferirá
bastante de la última chaqueta que
abandonó su sastrería.
La sastrería alemana y francesa
Es también importante recordar a los más fervientes seguidores de la sastrería napolitana
que, al igual que en todos los países hay caballeros que cuidan con gran esmero su
vestimenta también hay buenos sastres en
prácticamente la totalidad de los países de la vieja
Europa. Un ejemplo de esto es la gran cantidad de
requisitos y años de experiencia que se exigen en
Alemania para poder poner en la puerta de una
sastrería las palabras Maestro Sastre.
Los mismos Henry Poole, Caraceni y Cifonelli y Hilditch
& Key, abrieron todos en Paris aunque hoy excepto la
casa italiana Cifonelli y el inigualable también italiano
Camps De Luca ya nadie queda en Paris y los italianos, y
la mayoría también de los ingleses, que fueron un día a
Francia volvieron a su país sencillamente porque los
caballeros franceses no demandaban ya sus servicios.
En Francia los caballeros llegaron a vestir francamente bien como atestigua la elegancia de
actores de la talla Noiret, Belmondo o
Gabin, pero hoy son el Reino Unido e
Italia los dos países referentes a la
hora de vestir.
El denominado British Style tiene toda
una historia detrás mientras que el
denominado Stile Italiano es algo
reciente. Nápoles sin Savile Row no
hubiera alcanzado las cotas de calidad
y perfección con las que hoy cuentan
sus principales sastrerías.
El por qué de Nápoles y Londres
Puede parecer lógico que la mayoría de los hombres mejor vestidos del Reino Unido se
concentren en Londres. El poder económico de la capital inglesa así como el aglutinar
muchos bancos tanto nacionales como extranjeros, despachos de abogados, sedes de
multinacionales, auditoras, consultoras y otros lugares donde se cuida con especial
esmero la forma de vestir ha hecho que
desde hace dos siglos los más reputadas
sastrerías y camiserías abrieran allí sus
puertas.
Sin embargo, algo que llama
poderosamente la atención es el hecho
de que independientemente ciudades
como Milán o Turín hayan sido el centro
financiero de Italia, sea precisamente
una ciudad de poco más de un millón de
habitantes la que mejor haya sabido
guardar la tradición. Nápoles es hoy el
referente del buen vestir y la Meca a la que acuden los caballeros más elegantes del
mundo en busca de ese corte tan característico.
Quizás el principal motivo de todo esto sea el hecho de que en Nápoles la tradición tenga,
en todos los aspectos de su sociedad, mucha importancia. Solo como ejemplo apuntar que
la gran mayoría de los caballeros napolitanos no entendería acudir a cenar a uno de esos
lugares fashion que tanto abundan en las ciudades europeas y prefieran acudir a las
Trattorias de toda la vida.
No deja de ser igualmente curioso el que en Nápoles la camisería a medida esté más
extendida que en cualquier otro sitio en el mundo y sus propios habitantes elijan acudir a
la camisería a medida y no al RTW a la hora de comprar sus camisas. La camisería a
medida está tan extendida en Nápoles que sus precios son francamente competitivos de
compararse con los de las principales ciudades europeas.
De la misma forma, a nadie le debería sorprender encontrar señores de 70 años que solo
tengan en su armario trajes a
medida. Y esto no es porque
sean presumidos; es
sencillamente porque así han
sido siempre las cosas allí y
para sus habitantes resulta
inconcebible que fuera de
otra forma.
El comienzo de la sastrería Napolitana
Durante los años dorados del vestir masculino, los años 30, la elegancia de Cary Grant
(quien por cierto era también cliente de la sastrería romana Caraceni), de Fred Astaire o
de David Niven se apodera de la gran pantalla y su manera de vestir es imitada, o al menos
se intenta, por los caballeros de la época. Y es precisamente a partir de los años 30 donde
el conocido hoy como estilo napolitano empieza a florecer.
Es concretamente con la unión de los míticos sastres Attolini y Rubinacci cuando nace en
los años 30 la archiconocida London House. Es concretamente la London House y otro
sastre italiano hoy ya elevado a mito por los estudiosos de la aguja, Angelo Blasi, quienes
empiezan a desestructurar las armadas chaquetas inglesas imprimiendo ese toque único
que desde hace unos diez años atrás ha ganando la partida a los sastres de la Row.
En Nápoles existen dos escuelas: la de Blasi y la de Attolini. La principal diferencia es que
el corte de Blasi es algo más estrecho de hombros y su chaqueta algo más armada, más
tipo inglesa, mientras que la hechura de Attolini es algo más ancha. Los seguidores de
Attolini mantienen que fue él quien desestructuró la chaqueta de Blasi, le quitó las
hombreras y empezó a coserle entretelas muy finas dando lugar a lo que hoy la gente
evoca cuando piensa en un traje
napolitano.
La sastrería italiana encontró en la alta
sastrería inglesa el perfecto espejo en el
que fijarse, imprimirle su propio estilo y
crear un traje de una enorme comodidad.
Comodidad que consiguen olvidándose
del forro, prescindiendo o utilizando
finísimos paddings y escogiendo solo telas
de tacto exquisito así como de una
enorme ligereza y elasticidad. El que
apenas pesen los trajes resultantes y la
facilidad de movimientos que permiten
sus telas hacen que se adapte de forma
totalmente natural al cuerpo.
De Londres a Nápoles
Si bien es de justicia admitir que desde hace ya diez años es la sastrería italiana y más
concretamente la napolitana la que domina el mundo de la alta sastrería también lo es el
hecho de que Nápoles no sería lo que hoy es sin, por un lado, un buen marketing y por
otro Savile Row.
El mismísimo Rubinacci envió a SR a un miembro de su familia para que aprendiera el
trabajo de los sastres londinenses y lo exportara a la London House de Nápoles. También
el sastre de Roma, Tommy Caraceni, fue enviado por su padre en los años 30 a Henry
Poole para que entendiese y aprendiese la forma de trabajar de la que por aquel entonces
era considerada una de las mejores sastrerías del mundo.
Otro ejemplo fue Arturo Cifonelli quien
aprendió la profesión de su padre Giuseppe
en Roma pero en vez de quedarse en Roma
también se marchó a SR. En 1911 decidió
volver a Italia y en 1930 terminó abriendo su
tienda en París; donde hoy todavía sigue
esta sastrería.
Si de los años 30 a los años 60, SR es el
centro mundial de la más alta sastrería
después de esta fecha se empiezan a invertir
las tornas y la más actual y natural sastrería
italiana gana año tras año más popularidad y
los ojos de los consumidores de este arte
que es la sastrería a medida empiezan a
fijarse en ella.
Sus principales características
Los italianos han adaptado el estilo clásico inglés a los nuevos tiempos estilizándolo y
desestructurándolo, lo que ha dado lugar a lo que hoy se conoce popularmente como el
estilo Napolitano.
Este característico corte se diferencia por contar con apenas “relleno” o entretelas, no
tener forro excepto en la las mangas y carecer de estructura. Si bien todas estas
características se pueden encontrar en otras ciudades italianas con elevadas
temperaturas, seguramente sea el sumamente conocido hombro napolitano la nota más
característica del estilo napolitano.
Tampoco podemos olvidar esos tejidos de enorme ligereza y comodidad que nadie como
sus sastres sabe elegir para combatir las elevadas temperaturas de Nápoles. Son
precisamente estas características las que hacen
tan atractivos y hasta objeto de culto los trajes
que cortan las tijeras de los más aventajados
sastres napolitanos.
El cliente de la sastrería más purista napolitana
debe saber que estos trajes dan la sensación de
estar más próximos a un conjunto de sport que a
uno de chaqueta. El aspecto ligero del traje
napolitano le quita formalidad y no deberíamos
sorprendernos de escuchar de alguna voz
autorizada que esto no es un traje y que además
su construcción tiene mucho más de mito que de
realidad.
También es importante recordar que si la tela no es de una calidad excepcional y
confeccionada pensando precisamente en que no será cosida con forro alguno es muy
probable que termine arrugándose de forma rápida. Y por supuesto si no se acude a la
cuna de esta sastrería es mejor asegurarse un buen corte de “la vieja escuela europea”
que innovar este corte con uno de nuestros sastres.
Como acabamos de apuntar uno de los rasgos más característicos del estilo Napolitano es
la forma en la que se cosen las mangas a los hombros. Apenas se forma el conocido
popularmente como “chorizo” y tampoco se aprecia apenas la costura donde se unen el
hombro y la manga.
La terminación de la hombrera es redondeada. Igualmente, en muchos casos se aprecian
pliegues a la altura de la costura del hombro. Esto último es así debido a que la chaqueta
no cuenta con apenas hombrera y en la caída natural de la tela no queda más remedio
que aparezcan éstas; algo que hoy hasta se exagera para reclamar el sello de “hombro
napolitano”. A esto hay que unir que para ganar comodidad la extensión de la tela del
brazo que se une con la hombrera es más larga que la del diámetro de la hombrera. Esto
obliga al sastre a, con mucha pericia y siempre a mano ya que las máquinas de coser no
permiten coser dos trozos de tela de diferente extensión, introducir el sobrante de la
manga en el hombro. Es precisamente esto lo que hace que aparezcan en muchos casos
esos pliegues de los que estamos hablando.
Con todo esto se consigue una caída del hombro totalmente natural donde apenas se
aprecia la existencia de la hombrera; entre otras cosas porque ya de por sí la propia
hombrera es mucho más delgada de la que estamos aquí acostumbrados.
Otra de sus características principales es que, guardando las diferencias, se asemeja en
gran medida al corte del hombro de una camisa; lo que los sastres napolitanos denominan
como spalla camicia. Es importante nuevamente mencionar que si bien ciertas
características, como la ausencia de padding en la hombrera, son comunes a la mayoría de
los sastres napolitanos, otras como la mayor o
menor limpieza de líneas dependerá de cada casa.
El no contar con forro les obliga a coser los
bolsillos sobre la chaqueta en forma de parche, es
decir, sobre la tela de la chaqueta y no con un
bolsillo interior. Por eso es hoy tan frecuente
observar como los sastres napolitanos han
preferido dejar el interior de la chaqueta limpio,
sin que se aprecie forro ninguno, y coser los
bolsillos por fuera. Otras casas, también
napolitanas, prefieren forrar solo los costados
para poder coser tanto los bolsillos laterales como
el del pecho en el interior de la chaqueta.
Tipos de traje
Saco cruzado – Para los hombres bajos o robustos es ideal. En
el tamaño correcto y con la forma correcta, una chaqueta
cruzada puede ser una excelente manera de ocultar algunas
cosas que no se quieren mostrar, por ejemplo, un vientre
importante.
Saco recto (uno o dos botones) – Esta chaqueta clásica queda
estupenda en casi todas las formas de cuerpo. Es aconsejable usar
dos botones en hombres altos y un solo botón en hombres bajos. Es
solamente una cuestión de proporciones: cuanta más larga sea la
línea de la camisa que se muestre, más alto parecerás. En términos
generales, cuanto más alto y delgado se sea, más botones hay que
llevar. Esto también se aplica con los chalecos.
Saco recto (con tres o cuatro botones) – Los sacos con muchos
botones, deben ser usado únicamente por chicos altos y delgados.
No se aconseja para hombres bajos o gordos.
Saco jaquet – Este tipo de sacos, un poco más largos en la parte de
atrás, se ven bien en casi cualquier hombre. Suelen crear algo de
altura en hombres bajos.
Saco frack – Este tipo de sacos no es apropiado para hombres bajos
o gordos, aunque si el hombre está bien proporcionado, con piernas
largas, también puede ir bien en un hombre bajo.
Saco Avalon – Este tipo de sacos, al ser largos, tienden a acortar la
figura, por lo tanto no es recomendable para hombres bajos o
gordos.
Chaleco con cuello alto – Como el saco con muchos botones, este
tipo de chalecos son apropiados para hombres que no sean
demasiado bajos o gordos.
Chaleco con cuello bajo – Este tipo de chalecos funcionan bien en
cualquier tipo de cuerpo, pero generalmente, aunque hay que tener
precaución de que el cuello no sea muy bajo, ya que esto puede
acentuar la barriga.
Saco con solapa en punta – Este tipo de saco con la solapa clásica
del esmoquin es ideal para los hombres bajos, hace que el cuerpo
se vea más largo, ya que enfoca los ojos hacia arriba. También se
ve muy bien en hombres altos.
Saco con solapa redondeada o mantón – Este tipo de solapas
pueden ser complicadas. Si el ancho de esta solapa es muy
angosto, puede ser que te ensanche la figura, pero puede ser
compensada con la línea vertical. Por lo tanto, confía en tu ojo.
Saco con cuello mandarín – Si tienes un cuello corto o
ancho, este cuello no es aconsejable. Debes probar con un
cuello bajo.
Tipos de cuello
Algunos tipos de cuellos habituales en el mercado son:
Cuello Inglés
Es el cuello tradicional de las camisas de vestir aunque desde hace unos
años, prácticamente, no se utiliza. Tiene puntas largas y además poco
separadas. Durante muchas décadas, marcó el exponente de la elegancia
en las camisas. Puede ir armado con ballenas en su interior para dar
rigidez, sobre todo en el uso para corbata.
Cuello Semi-Italiano
Es el cuello estrella de esta última década. La mejor característica de
este modelo, y quizás la clave de su éxito, sea que no es tan cerrado
como el inglés, ni demasiado abierto como el italiano. Permite
poder hacer nudos de corbata sencillos o dobles. Es un cuello
realmente práctico, cómodo y elegante.
Cuello Italiano
Es el cuello más elegante para usar con nudo doble o nudo Windsor.
La separación entre sus puntas hace que los nudos de gran tamaño
queden perfectamente realzados. La parte negativa de este modelo
es que, estéticamente, no es bonito cuando no se usa con corbata.
Cuello Botón.
Sin lugar a dudas es el más extendido y usado en estos momentos.
Casi la totalidad de las camisas denominadas de Sport usan en estos
momentos este tipo de cuello. Si se analiza desde un punto de vista
estético es un cuello muy práctico y bonito para su uso más casual.
Siempre he recomendado que nunca se use para llevar corbata.
Cuello Mao
Es una genial opción para llevar sin corbata. De origen chino, el collarín nace en el cuello y
sube 2 a 5 centímetros, sin doblez. Puede tener borde recto o redondeado. Se está usando
como alternativa menos formal y juvenil, hasta en trajes de etiqueta.
Cuello Pasador o Cuello Americano.
Lleva una pequeña trabilla uniendo las dos palas de los cuellos, este
efecto hace que la corbata sobresalga de la camisa. Es un tipo de cuello
para camisa, extendido en América, pero casi desaparecido en Europa
desde hace muchos años. No debe utilizarse para camisas de vestir sin
corbata.
Cuello Opera, Esmoquin, Pajarita o Wing
Su uso más indicado es para gala y ceremonia, siendo un cuello realmente bonito para
estos eventos importantes. Para gala se utiliza para dar un realce
especial a la pajarita, y en ceremonia es idóneo para corbatones,
corbatines, plastrones y fulares. El efecto estético que brinda un
cuello de estas características, sin duda alguna, no lo da un cuello de
vestir.
Chalecos de hombre
Algunos afirman que el origen de esta prenda se remonta al reinado de Luis XIV. Durante
esta época el chaleco era más largo, con mangas y hecho de tejidos bordados. En el siglo
XVIII esta prenda se acortó y perdió las mangas. No fue hasta principios del siglo XX
cuándo las mujeres comenzaron a usarlo. Y aunque en sus orígenes el chaleco de hombre
tenía una función funcional y práctica, la revolución de la moda masculina de los últimos
años ha reinventado esta prenda otorgándole un valor estético y convirtiéndola en uno de
los complementos para hombres más versátiles.
Chalecos vaqueros
Los chalecos tejanos son todo un clásico que nunca pasará de
moda. En la imagen podemos observar un juvenil chaleco
vaquero de Zara.
Chalecos de cuero
Existen modelos muy diferentes, desde chalecos moteros
originales adornados con tachuelas, hebillas o flecos para los
amantes del estilo rock; hasta otros chalecos de hombre de
diseño elegante y de corte más clásico como el que vemos en la
foto.
Chalecos deportivos
Los chalecos de hombre deportivos son una prenda muy
práctica y cómoda perfecta para la temporada de otoño-
invierno que se puede combinar a la perfección con ropa
de sport.
Chalecos Antony Morato
Este diseñador italiano nos ofrece un estilo urbano, casual y muy
juvenil para el hombre actual.
Chalecos de hombre en tallas grandes.
Dada la comodidad de esta prenda, un chaleco de punto
para hombre de tallas grandes es una elección bastante
acertada. Existe una gama de colores y modelos muy amplia.
Chaleco de pelo
Otra de las tendencias de moda masculina más vanguardistas
son los chalecos de pelo para hombre.
Chalecos de traje
Los trajes con chaleco para hombre son una de las ideas más
recomendadas para ceremonias, eventos de gala y bodas. Un
buen chaleco de vestir para hombre refleja buen gusto,
elegancia y un estilo sofisticado propio de los que saben vestir
bien en cada ocasión.
Chaleco de crochet o ganchillo
Ideales para llevar sueltos, sin nada debajo y combinados con
pantalón de lino, los chalecos de crochet para hombre son una
idea muy fresca que te ayudarán a luchar contra el calor del
verano sin perder estilo, sobre todo si es blanco o tonos claros.