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7/23/2019 Domingo Lpez Torres Lo Imprevisto Robayna Resea
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el relato de Billie Upward, nos dice que
en la literatura de Billie Upward era tal
vez posible descubrir la presencia deHenry James y Jorge Luis Borges. Pue-
de perderse pie al entrar a cualquiera
de esos universos verbales. Las tram-
pas de Sergio Pitol, como las de Billie
Upward, como las de Manuel Torres en
-Mephisto-Waltzer, como las de Juan
Manuel en Nocturno de Bujara y la
conjuncin de los nombres de Manuel
Torres y Juan Manuel tambin puedendar la clave de otro enigma que nos
conduzca a una figura real que Sergio
Pitol utiliza para ocultar detrs de ella
su irrealidad y que esa realidad se con-
vierta en la suya, invitan a un viaje que
puede resultar ruinoso para nuestro
propio principio de identidad, pero qui-
zs al hacer ste a un lado aparece la
verdadera identidad de la literatura en
la que todo es real porque es imaginario
y todo lo imaginario se hace real. Crearla posibilidad de ese viaje no es un lo-
gro menor y resistir la curiosidad quenos despierta resulta imposible.
LO IMPREVISTO
+
de Domingo Lpez Tor res
b 4
Por Andrs Snchez Robayna
b +
F Universidadde La Laguna, Dpto. de Literatura
Espaola, Tenerife. 1981, 34 PP.
Surrealismo en Canarias: la historia es-
t an por hacerse, pese a los testimo-nios de Domingo Prez Minik y Eduar-
do Westerdahl (supervivientes de la re-
vista Gaceta de Arte. reeditada ahora
en facsmil) o el reciente El surrealismoes paol, de Francisco Aranda, libro en
el que es difcil hallar un solo dato co-
rrecto. Los trabajos de un joven investi-
gador, Miguel Prez Corrales, hacen
pensar, sin embargo, que no tardare-
mos en conocer esa historia, al menosen su parte documental, lo que har po-
sible la tarea propiamente crtica o in-
terpretativa.
Un dato es en verdad incuestiona-
ble: el surrealismo en Canarias no es
sino uno de los momentos de la historiade la literatura y el arte de vanguardia
en las islas, historia que comienza hacia
mitad de los aos veinte, pero que ofre-
ce precedentes tan valiosos como el
poeta Alonso Quesada (1886-l 925).
cuyas ltimas obras parecen, en efecto,ser la clula germinal de la nueva ac-
titud. El momento siguiente est ligadoa la figura luminosa de Ramn Gmez
de la Serna, que colabora en la espln-
dida revista La Rosa de los Vien tos
( 1927-28), dirigida por escritores ad-
mirables: Juan Manuel Trujillo, Agustn
Espinosa (cuyo relato Crimenest con-
siderado como el mximo exponente
narrativo del surrealismo en Espaa)zy
el crtico de arte Ernesto Pestana. Espi-
nosa se incorporar ms tarde y Gaceta
de Arfe(1932-1936). ltimo eslabn
de la historia de la vanguardia insular (a
la que hay que sumar la sugestiva labor,
en Madrid, del poeta Ramn Feria).
El periodo de las vanguardias dio, en
lo artstico y lo literario, figuras impor-tantes, todava no bien conocidas ni ca-
balmente valoradas, si descontamos al
pintor Oscar Domnguez: los poetas
Pedro Garca Cabrera, (1905-l 981) y
Emeterio Gutirrez Albelo, el fascinante
(sin hiprbole) narrador y ensayista
Agustn Espinosa o el pintor Juan Is-
mael. La aportacin de stos al arte y la
literatura espaola de la poca es sin-gular: son la otra carade una historia
-la de las vanguardias en Espaa-
an hoy poco estudiada. La situacin
de Canarias -cultural, histrica, geo-grfica- marca a estos escritores y ar-
tistas. La estancia de Pret y Breton en
1935 (de donde saldra, precisamente,
el famoso captulo V de El amor loco, el
ascenso al pico de Teide) cierra simb-
licamente la poca; sobre su cierre
histrico - 1936- es intil, en cambio,
todo comentario.
El poeta y crtico Domingo Lpez To-rres fue sin duda uno de los escritores
ms radicalizados dentro del surrealis-
mo. Socialista combativo (por lo que
morira asesinado en 1937). autor de
una entrevista muy politizada con An-dr Breton, y del volumen (impublica-
do) Surrealismo, figur entre los funda-
dores de Gaceta de Arfe-que organiz
en 1935, en Tenerife, la ll Exposicin
Mundial del Surrealismo- y fund. a su
vez, Indice. Influido inicialmente por al-
gunos poetas del 27 (especialmente
Lorca), pronto pas Lpez Torres a una
militancia surrealista radical, como lo
muestran numerosos poemas publica-.
dos en revistas. Encarcelado a causa desu prctica poltica a comienzos de la
Guerra Civil, logr escribir en prisin unbreve libro que, guardado hasta hoy por
manos amorosas, acaba de ver la luz:
Lo imp rev i s to . libro ilustrado por un
compaero de crcel, Luis Ortiz Rosa-
les, tambin fallecido en la guerra.
Lo imp rev is tomuestra a un poeta in-
serto en lo que Prez Corrales ha Ilama-
do un surrealismo inter ior(comn a los
surrealistas canarios), que, en lo exter-
no, se atiene a pautas de verso regular,
rasgo que asemeja esta poesa a la de
Pedro Garca Cabrera.3El automatismo
es aqu completo, propiciado por el de-
signio de responder por encima de todo
a un ritmo obsesivo (endecaslabo yheptaslabo) lleno de absurdo y de sor-
presa. Ese designio no oculta, sin em-
bargo, las filtraciones contextuales:
hay referencias -oblicuas o metamor-foseadas- al colapso y al terror poltico
del momento, e incluso al ambiente
carcelario; algunos ttulos: Los retre-
tes (3 de la maana), Las moscas.
Terror y sordidez. Y, con todo, lo sor-prendente es observar cmo no se trata
de un libro de registro poltico lineal;
ese registro existe, en cambio, de una
manera subrepticia o secreta, esto es,
pot ica: transfiguracin del mundo,
metamorfosis de la realidad:
quin te arrastr al tormento?
fue el calor 0 el clamor ya congela-do
quien desat sus iras de cristales?
recorran los campos de tu cuerpoel caracol de tierra del invierno,
los tmpanos del aire,las lenguas de los mrmoles ms
blancos,
mares petrificados.
carmbanos de luz en los costados
clavaban en el aire los cuchillos
ardiendo en lento acelerado hielo.
Violencia, terror secreto, transfigura-
cin. Es necesario decir que la historia
del surrealismo en Espaa -en gene-
.-al, la historia de la poesa espaola de
vanguardia- no podr ignorar libroscomo el de Domingo Lpez Torres?
1, Tambin esta revista tiene ya edicin facs-
mil- Las Palmas de Gran Canaria, 1977.
2. Lo mejor de a produccin de Espinosa
-incluido Crimen- se halla recogido en un volu-
men publicado en Madrid (1977) por Taller Edi-
ciones J .B. Prez Corrales ha publicado recien-
temente nuevos escritos de Espinosa: Textos
1927-1936 (ACT. Tenerife. 1980).
3. A esa regularidad escapa Drsena con
despertadores (1936). de P. Garca Cabrera. tal
vez el libro ms cannicamente surrealista de
este movimiento en Canarias.
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