El futuro profético de tu semilla

Post on 16-Apr-2017

195 views 2 download

Transcript of El futuro profético de tu semilla

El futuro profético de tu

semilla

Libérate porque no eres esclavo, extranjero ni

víctima. Declárate heredero y prepárate a recibir  las promesas

que has pactado con el Señor.

Génesis 15: 8-14 relata sobre la promesa a 

Abram: Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de

heredar?

Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una

cabra de tres años, y un carnero de tres años, una

tórtola también, y un palomino. Y tomó él todo esto, y los partió por la

mitad,

y puso cada mitad una enfrente de la otra; mas

no partió las aves.  Y descendían aves de

rapiña sobre los cuerpos muertos, y

Abram las ahuyentaba. 

Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que

el temor de una grande oscuridad cayó sobre él.

Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu

descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí,

y será oprimida cuatrocientos años. 

Mas también a la nación a la cual servirán,

juzgaré yo; y después de esto saldrán con

gran riqueza.

Debes convencerte de que saldrás prosperado de las pruebas. Dios no te dice

que te librará de las dificultades, sino que

saldrás “rico” de ellas.  Algunos pensarán que es

controversial asegurar esto,

por la explicita referencia a la

prosperidad económica, pero no fui yo quien

escribió la Biblia y dejó esta promesa que

requiere un cambio de mentalidad y transición.

Seguro has enfrentado una situación de duda e

incertidumbre parecida a la de Abram. Creer una

promesa tan grande en difícil porque no sabemos cómo será posible verla

cumplida.

Necesitamos una señal que nos confirme lo que

escuchamos, entonces lo que Dios dice es “tráeme una ofrenda y  sacrificio”. Es

extraño pero cierto, cuando le preguntas a Dios sobre Su

fidelidad,

Él te pide que le honres y siembres para tener la certeza de que cosecharás.  Así que

Abram rápidamente buscó su ofrenda porque sabía  que de esa forma haría un pacto con

Dios y lo comprometía a cumplir Su palabra.  Esto es

muy normal, la gente de negocios lo sabe.

Para recibir, tenemos que dar.  Yo he sido perseguido por un hombre que desea

tener una reunión conmigo y ofrecerme algo que me

interesa pero que no me urge. Así que le he dado largas al

asunto y he aplazado la reunión tanto como he

podido.

Se arriesgó con un acto de fe  ya que nada le aseguraba que su

estrategia funcionaría.  Lo mismo sucede con el

Señor, aunque nosotros sí tenemos la certeza de que

Él cumple Sus pactos.

Solamente nuestro Señor es capaz de evangelizar

pidiendo algo primero.  Cuando Jesús se acercó a la

Samaritana, antes de ofrecerle la salvación, le pidió

agua.  Su estrategia para acercarse fue pedir para

luego ofrecer,

sabía que no podía dar de Su agua si ella antes no le daba de la que tenía. Debía intercambiar lo natural por lo espiritual.  Dios nos pedirá actos de fe para sellar

Su pacto con nosotros.  La confirmación de lo que

recibiremos está en la semilla que sembremos.

Descansa en el Señor

Luego de dar su ofrenda, Abram cometió el error de batallar solo contra las aves para que no se la

comieran.  Nosotros también cometemos ese error y nos cuesta comprender que la

promesa no se cumplirá por nuestras fuerzas o por lo que podamos hacer, sino por el

poder del Señor. 

Después de ofrendar, debes permitir que te

sobrecoja el sueño.  Si te das cuenta, Dios no le habló a Abram cuando

estaba luchando con las aves, sino que lo durmió

para que confiara.

Quiere que descanses en Él , así como durmió a Adán para darle vida

a Eva tomándole una costilla. Imagina que lo hace despierto, tal

vez Adán no se lo permite. Se puede decir que él es el único varón a

quien casaron dormido, los demás estábamos completamente

conscientes.  El Señor  no puede sacar lo mejor de ti mientras tu

conciencia lucha contra el mundo.

El Señor le enumeró a Abram tres

dificultades que su familia habría de superar para ser

bendecidos y vivir de Sus riquezas

1) Debían dejar de sentirse

extranjeros,

No eres un advenedizo en la tierra donde estas

y tienes la responsabilidad de

heredar algo a tus hijos. Trabaja, construye y

forja lo que dejarás en tu tierra.

2) esclavos

La persona de clase media piensa de mes en mes, por eso al hacer un préstamo,

no pregunta la tasa de interés sino la cuota

mensual que deberán pagar. Trabajan para cubrir

sus gastos mensuales.

Por el contrario, el rico piensa de año en año y está

obsesionado con el período fiscal.   Pensar a largo plazo

es mejor porque te hace planificar y soñar. Hay que

hacer pactos de diez años o más y verás que se van

volando. 

Quien hace diez años no planificó, ahora está

sufriendo las consecuencias. Abram

se preocupó por las próximas generaciones y la promesa fue sacarlo

próspero.

1) Oprimidos.

Sentirse oprimido y tener conciencia de víctima es la tercera

mentalidad equivocada que

debemos superar.

acomodes a  una situación de menosprecio. Hay mujeres que sufren

violencia doméstica porque creen que lo merecen ya que no cumplen bien con sus responsabilidades.

También hay hombres que soportan situaciones

humillantes porque se sienten culpables.  Sal de ese círculo de opresión y

deja de justificar tu actitud de derrota.

El Salmo 105:37 dice: Los sacó con plata y oro;  Y no

hubo en sus tribus enfermo.

Después de 430 años de opresión, el pueblo de Israel finalmente vio la libertad, cuánto más

debes verla tú que fuiste lavado por la sangre del

Cordero.

Los opresores te dejarán libre

Éxodo 5:13 habla sobre la opresión de los egipcios: Y los cuadrilleros los apremiaban, diciendo: Acabad vuestra obra, la tarea de cada día

en su día, como cuando se os daba paja.

Éxodo 12:33 relata lo que sucedió después: Y los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa a

echarlos de la tierra; porque decían: Todos somos

muertos.

Dios te ha sacado de tierra extranjera, te ha liberado de la esclavitud y de la

opresión, si no lo tienes por cierto es porque no le

has traído la ofrenda que te ha pedido.  No tardes en

obedecerle.