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XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014
Eje: Intervención profesional: contextos, escenarios y estrategias metodológicas.
EL IMPACTO DE LA TEORÍA SOCIAL FENOMENOLÓGICA DE ALFRED SCHUTZ
EN TRABAJO SOCIAL: LA RELEVANCIA DEL SENTIDO COMÚN Y DE LA
INTERSUBJETIVIDAD EN LA INTERVENCIÓN PROFESIONAL. Avila Gerardo Damian1
Palabras Clave: Teoría Social – Fenomenología – Sentido Común – Intersubjetividad –
Intervención Profesional.
Resumen
Las teorías sociales no son propiedad exclusiva de la sociología, hoy día los avances
en el ámbito científico, llevan a que los campos disciplinares se entrecrucen, sin que
ello sea la pérdida de especificidad disciplinar. En la actualidad, las teorías sociales
son una entidad que constituye el bagaje teórico de todas las disciplinas que abordan
lo social. Más aún, en el caso del trabajo social forma parte del sistema de
comprensión social compleja que sustenta la intervención en el campo de lo social.
Es teniendo en cuenta lo antes expuesto, que en este texto lo que se intentará es
vislumbrar el aporte de la teoría social fenomenológica de Alfred Schutz al trabajo
social, enfocándose principalmente en lo concerniente a los conceptos de sentido
común e intersubjetividad.
De esta manera, se trabajará en el presente escrito el impacto y la particularidad que
otorga dicha teoría en el modo de ver, analizar, comprender e intervenir en lo social
desde el trabajo social.
1 Licenciado en Trabajo Social – Facultad de Filosofía y Letras – Universidad Nacional de Tucumán. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional de Tucumán. Jefe de Trabajos Prácticos de la Cátedra Trabajo Social y Teoría Social Contemporánea y Jefe de Trabajos Prácticos de la Cátedra Trabajo Social Familiar: Investigación Diagnóstica. Residencia para Adultos Mayores La Casa y Residencia para Adultos Mayores La Casa Barrio Norte. Trabajador Social. Ministerio de Educación de Tucumán. Coordinación Provincial de Políticas para la Inclusión Social. Coordinador Institucional del Centro de Actividades Infantiles de la Escuela Alfredo Guzmán. Ministerio de Educación de la Nación. Instituto Nacional de Formación Docente. Coordinador Institucional de Políticas Estudiantiles en Conservatorio Provincial de Música y Escuela Superior de Enseñanza Artística. Liga de Madres de Familia. Sección: Sagrado Corazón de Jesús. Asesor Institucional de Problemáticas Sociales (Ad-Honorem). E-mail: ts.damianavila@gmail.com
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014 Introducción
“…No son apenas sociólogos los que producen
y usan el conocimiento sociológico…
aunque lleven idéntico nombre.”
Carlos Montaño
En el presente trabajo lo que se intenta es reflexionar acerca de la influencia ejercida
por la Teoría Social Fenomenológica de Alfred Schutz en la disciplina de trabajo social 2, especialmente la influencia que tienen dos de sus conceptos: sentido común e intersubjetividad Además, se pretende visualizar cómo dicha influencia impacta en el ejercicio
profesional de los/as trabajadores/as sociales, generando determinadas modalidades
de intervención y por ende focalizando la mirada en ciertos aspectos de la realidad
social.
De este modo, en pos de poder abordar lo antes expuesto, este escrito se dividirá a
modo didáctico de la siguiente manera:
En primer lugar, se reseñarán brevemente ciertos aspectos de la vida de Alfred Schutz
y de la construcción de su teoría; como así también se expondrán y definirán los
conceptos relevantes y centrales dentro de la teoría social fenomenológica de dicho
autor.
En un segundo momento, se planteará el período socio-histórico-cultural en el cual la
profesión de Trabajo Social toma la impronta de esta teoría social.
En un tercer apartado, a partir de la exposición de los aportes de la perspectiva
fenomenológica de Schutz se puntualizará la relevancia de éstos para el campo del
Trabajo Social.
En una cuarta parte, el trabajo se focalizará en los conceptos de sentido común y de
intersubjetividad al interior de la teoría social fenomenológica.
En quinto lugar, se reflexionará acerca de la importancia que presentan los conceptos
antes mencionados dentro del campo profesional del Trabajo Social y su intervención.
Finalmente, se intentará reflexionar sobre algunos puntos a destacar en cuanto a las
disciplinas en general y al trabajo social en particular y se arribará a conclusiones que
sinteticen las ideas que se intentaron exponer en esta producción.
2 En este trabajo se emplearán indistintamente los conceptos de disciplina y profesión para hacer referencia al trabajo social, apoyándose en la propuesta de Natalio Kisnerman. Este autor plantea que puede definirse por un lado como disciplina, pues históricamente el trabajo social tiene definido su objeto, un manejo conceptual acerca del mismo y cuenta con un método para abordarlo. Por otro lado, como profesión en tanto, tiene asignadas una diversidad de áreas donde realiza sus intervenciones.
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014 Conceptos centrales en la teoría social fenomenológica de Schutz
Alfred Schutz nació en Viena en el año 1899 y falleció en 1959, estudió derecho y
ciencias sociales en la Universidad de Viena. A lo largo de su vida, su trabajo
intelectual no fue muy conocido, relativamente hace pocos años su obra atrajo el
interés de algunos sociólogos y de profesionales de otras disciplinas que abordan el
campo de lo social.
En la construcción de su teoría social fenomenológica tomó aportes de la obra de
Weber, aportes tales como la comprensión de la acción a través de los tipos ideales y
trató de integrarlos con las ideas filosóficas de Husserl y Bergson.
Ahora bien, lo antes mencionado se plantea en líneas generales. Pero para poder dar
cuenta de los conceptos que sustentan la perspectiva de Schutz, estos deben
puntualizarse.
En primer lugar, lo importante a destacar es que la sociología fenomenológica o teoría
social fenomenológica de Schutz se centra en el estudio de la intersubjetividad que
tiene lugar dentro del mundo del sentido común, es decir, dentro del mundo de la vida.
Dicho estudio apunta a cómo los actores sociales construyen el mundo de la vida a
partir de la reciprocidad de perspectivas entre ellos. Esto es así, porque en el
pensamiento de Alfred Schutz, el mundo de la vida es un mundo intersubjetivo, es un
mundo que es común a todos los hombres, no es para nada un mundo privado. Este
mundo es común a todos los hombres porque comparten el mismo tiempo y espacio.
Pero esta intersubjetividad no es planteada en Schutz desde la interacción física, sino
en cómo los actores sociales comprenden sus conciencias de manera recíproca dentro
del mundo social.
En cuanto al concepto de mundo de la vida, este es reconocido como ese lugar, como
ese mundo de los hombres, en el cual la intersubjetividad, la producción y el empleo
de tipificaciones y recetas tienen lugar. “Es en este mundo donde las personas actúan
con la <<actitud natural>>, es decir, donde las personas dan por sentado que este
mundo existe y no dudan de su realidad hasta que surgen situaciones problemáticas”3.
Así también, cabe destacar un aspecto a tener en cuenta en el pensamiento de
Schutz: “Ese mundo existía antes de nacer nosotros, y era experimentado e
interpretado por otros, nuestros predecesores, como un mundo organizado”4. Pero es
necesario decir también, que este mundo de la vida es modificable a partir de las
acciones que los hombres llevan a cabo.
3 Ritzer, G. (1995) Teoría Sociológica Contemporánea. Bs. As., Ed. Mc. Graw Hill. 4 Schutz, A. (2008) El Problema de la Realidad Social. Bs. As., Ed. Amorrortu. 1º parte.
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014 De este modo, en el análisis del mundo de la vida de Schutz, el interés central estaba
orientado principalmente al acervo de conocimiento común con el cual se manejan
habitualmente los hombres y a través del cual llevan adelante determinadas acciones
de manera típica.
Con respecto a la conceptualización del sentido común, se hace referencia a la
manera de ver que sostienen los sujetos dentro del mundo de la vida, al modo en
cómo se manejan, cómo actúan e interpretan ese mundo. En la concepción de Schutz,
el sentido común hace alusión a cómo los actores sociales ven, actúan e interpretan
desde tipificaciones y recetas su vida cotidiana; y a su vez, este saber típico conforma
el acervo de conocimiento a mano de dichos actores.
Sobre las tipificaciones se puede decir que los actores sociales las construyen,
desarrollan y usan dentro del mundo de la vida. Las tipificaciones se encuentran
orientadas a las personas y se centran en sus características generales y
homogéneas. Schutz sostiene que se tipifica a través del lenguaje, a través del cual se
denominan las cosas y las personas.
En el transcurso de su vida, los actores producen, adquieren y almacenan
tipificaciones; todo esto se lleva a cabo a través del proceso de socialización. Estas
tipologías que derivan y son aprobadas por la sociedad superaron “…la prueba del
tiempo y han llegado a institucionalizarse como herramientas tradicionales y habituales
para la vida social. Si bien los actores pueden crear algunas tipificaciones, la mayoría
de ellas son preconstituidas y derivadas de la sociedad.”5
Por su parte, las recetas al igual que las tipificaciones, son útiles para comprender o
intentar controlar ciertos aspectos de la experiencia. Pero las recetas a diferencia de
las tipificaciones, tienen relación con las situaciones que los hombres deben manejar
en su cotidianeidad. Empleando las recetas lo que intentan los actores sociales es
tener control sobre las diversas situaciones a las que se enfrentan habitualmente. Aún
en situaciones inusuales, lo primero de lo que se sirven los sujetos para enfrentarlas
son las recetas, solamente cuando se comprueba claramente su inutilidad para
manejar la situación que enfrenta son abandonadas y se intenta a través de un
proceso mental crear o construir recetas nuevas para afrontar dichas situaciones.
Resumiendo, cuando dentro del acervo de conocimiento a mano no se encuentran
determinadas respuestas o las mismas son insuficientes para abordar la situación que
enfrentan, los actores sociales deben construir e incorporar recetas o tipificaciones
nuevas dentro de ese acervo de conocimiento.
5 Ritzer, G. Op. Cit.
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014 En lo concerniente a los componentes privados del conocimiento, Schutz sabía y era
conciente de que los hombres a pesar de compartir los elementos del reino cultural,
dichos elementos presentan variaciones entre los individuos. Esto es así porque, cada
persona tiene experiencias personales que biográficamente se van articulando con el
acervo de conocimiento común. Esto tiene que ver con sus experiencias y situaciones
determinadas que forman parte de sus biografías particulares.
Por su parte, el concepto de conciencia para Schutz “…no constituía en sí mismo un
centro de interés, sino el punto de partida para su ciencia de la intersubjetividad.”6
En lo que respecta a los significados y motivos: Los significados están referidos a la
manera en que los hombres van determinando qué aspectos del mundo de la vida son
importantes y tienen relevancia para ellos. Por su parte, los motivos están
relacionados a las razones que explican determinadas acciones de los hombres. Para
Schutz todas las interacciones sociales se encuentran basadas en la reciprocidad de
motivos entre los actores sociales.
Los conceptos antes abordados, en líneas generales, son los que sustentan la teoría
social elaborada por Alfred Schutz. Dichos conceptos se van concatenando y
entrelazando, y de esta forma se va conformando el andamiaje teórico de la Teoría
Social Fenomenológica de este autor.
Momento socio-histórico-cultural de impacto de la teoría fenomenológica de Schutz en
el Trabajo Social
Si bien es cierto que a partir de la década de 1960, con el movimiento de
“reconceptualización” en Latinoamérica y Argentina, se comenzaron a buscar
propuestas teórico-metodológicas alternativas a las tradicionales dentro del campo
profesional del trabajo social. Es a partir de la instauración de los gobiernos
democráticos en Argentina, que los trabajadores sociales comienzan a apoyar sus
intervenciones en la sociología fenomenológica y los planteos hermenéuticos de
Schutz.
Cabe también destacar que previa a la vuelta a la democracia en Argentina, con el
“Proceso de Reorganización Nacional” se vivió una etapa de oscurantismo y por ende,
un retroceso en todas las profesiones; y eso también alcanzó al trabajo social. Es por
ello que al recuperarse el régimen democrático se vuelve a adoptar una postura de
reflexión y búsqueda de propuestas teórico-metodológicas en trabajo social. Esta vez
la búsqueda se enfocará en los planteos de la teoría social fenomenológica, en
especial, en los planteos de Alfred Schutz.
6 Ritzer, G. Op. Cit.
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014 De esta forma se propone desde la intervención llevar adelante acercamientos de tipo
cualitativo. Esto aparece como alternativa en la producción de conocimiento y como
opción para abordar la realidad social. Desde aquí, se propone un cambio de
perspectiva en cuanto a “…la relación sujeto-objeto, ya que el investigador se ve
exigido a involucrarse con el objeto de estudio, y a la vez, distanciarse para poder
cumplir su rol.”7
Una cuestión importante a resaltar también, es el papel que juegan el sentido común,
la intersubjetividad y la perspectiva de los actores sociales en el mundo de la vida
dentro del ejercicio profesional. Además, de otros diversos aportes que se toman
desde la teoría social fenomenológica de Alfred Schutz para el ejercicio de los/as
trabajadores/as sociales, los cuales sirven para sustentar la intervención desde un
lugar teórico.
Importancia de los conceptos de la teoría social de Schutz para el Trabajo Social
Ahora bien, luego de haber expuesto los conceptos que conforman el andamiaje
teórico de la fenomenología de Schutz y de explicitar el momento socio-histórico-
cultural en el que ésta impacta en el campo del trabajo social, se torna necesario
especificar cuál es el aporte de cada uno de estos conceptos a la intervención de
los/as trabajadores/as sociales.
Intersubjetividad: este concepto es importante en trabajo social porque permite
tener en cuenta la reciprocidad de perspectivas que se establecen entre los actores
sociales con los que interviene. Así también, permite al trabajador social identificarse
como un contemporáneo asociado al actor dentro del mundo de la vida o vida
cotidiana. De esta forma, el trabajador social se coloca en el lugar de profesional que
debe promover la modificación de la situación problemática en la cual interviene, pero
teniendo en cuenta dicha reciprocidad de perspectivas y planteando una concepción
de cooperación entre profesional y sujeto con el que interviene.
Sentido común: a partir de esta noción, los/as trabajadores/as sociales
comienzan a tener en cuenta los saberes que portan los actores sociales, saberes que
les sirven para interpretan y llevar adelante sus acciones dentro del mundo de la vida,
es decir, en su vida cotidiana.
Mundo de la vida: en lo que respecta a esta concepción, el aporte que toman
los/as trabajadores/as sociales para la intervención está referido a la importancia de
conocer la vida cotidiana de los actores sociales y sus hábitos dentro de la misma. Es 7 Quezada Benegas, M., et al. (2001) Perspectivas Metodológicas en Trabajo Social. Bs. As., Ed. Espacio.
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014 decir, la importancia que le otorgan a determinadas acciones y la capacidad de este
actor para modificar las situaciones problemáticas que atraviesa, teniendo en cuenta el
acervo de conocimiento de sentido común que poseen.
Recetas y tipificaciones: estos conceptos aportan al trabajo social el
reconocimiento e identificación de la existencia de un esquema previo que posee el
actor social, esquema utilizado para solucionar determinadas problemáticas y
situaciones con fines prácticos. Esto permite al trabajador social, promover la
transformación de las situaciones problemáticas, sin perder de vista las soluciones
prácticas que portan y pueden aportar los actores sociales.
Componentes privados del conocimiento: este concepto le permite a los/as
trabajadores/as sociales visualizar que los hombres a pesar de compartir
determinadas pautas culturales por su pertenencia a determinado endogrupo, también
presentan ciertas particularidades, es decir, tienen una biografía que les es propia.
Dicha biografía a su vez, se va articulando a su forma de vivir y comprender el mundo
de la vida. Esto genera en el campo del trabajo social que los hombres sean vistos
como seres con diferencias y similitudes.
Conciencia: a partir de esta noción se rescata en trabajo social la importancia de
intervenir en el plano de lo conciente, esto a fin de evitar corrimientos disciplinares y la
pérdida de la especificidad profesional. Además, a través de la conciencia, se logra la
compresión, la interpretación y la reciprocidad de perspectivas entre el profesional y
los actores sociales.
Significados y motivos: estos dos conceptos permiten a los/as trabajadores/as
sociales por un lado, observar y entender qué cosas son importantes y significativas
para las personas con las cuales trabaja. Por otro lado, identificar cuáles son las
razones que fundamentan el accionar, vale decir tener en cuenta cuál es la
perspectiva del actor social con el cual se interviene.
Una vez planteada la significatividad de los conceptos que aporta la perspectiva
fenomenológica al trabajo social, se vuelve necesario especificar aún más los
conceptos en los cuales pretende centrarse este trabajo: sentido común e
intersubjetividad.
Sentido común e intersubjetividad en la sociología fenomenológica de Schutz
En lo que respecta al análisis del sentido común y de la intersubjetividad, se puede
decir que la sociología fenomenológica de Schutz los toma como elementos centrales
dentro de su teoría social.
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014 Este autor va a partir de la siguiente idea (concepción básica compartida por
Whitehead, James, Dewey, Bergson y Husserl) para sustentar la importancia del
sentido común en el ámbito científico: “Todo nuestro conocimiento del mundo, tanto en
el sentido común como en el pensamiento científico, supone construcciones, es decir,
conjunto de abstracciones, generalizaciones, formalizaciones e idealizaciones propias
del nivel respectivo de organización del pensamiento. En términos estrictos, los
hechos puros y simples no existen. Desde un primer momento todo hecho es un hecho
extraído de un contexto universal por la actividad de nuestra mente. Por consiguiente,
se trata siempre de hechos interpretados, ya sea que se los considere separados de
su contexto mediante una abstracción artificial, o bien insertos en él. En uno u otro
caso, llevan consigo su horizonte interpretativo interno y externo. Esto no significa que
en la vida diaria o en la ciencia seamos incapaces de captar la realidad del mundo,
sino que captamos solamente ciertos aspectos de ella: los que nos interesan para vivir
o desde el punto de vista de un conjunto de reglas de procedimiento aceptadas para el
pensar, a las que se denomina método científico.”8
Es de esta forma, que desde esta perspectiva, el sentido común se convierte en el
reservorio desde donde se legitima la ciencia. Ya que, se sostiene que el hecho de
alcanzar certezas universales, como se postula desde los cánones positivistas, es una
cuestión discutible. Esto es así, porque en las ciencias que abordan al hombre, la
realidad se construye y la misma no existe si no se le otorga significatividad; se debe
apelar constantemente a la reconceptualización y todos los elementos abordados se
sustentan a partir de la intersubjetividad.
Además, el sentido común es el sustento del acervo de conocimiento a mano, con el
cual los actores sociales llevan adelante y orientan su accionar cotidiano dentro de ese
mundo compartido por todos, de ese mundo intersubjetivo, que es el mundo de la vida.
Siguiendo esta línea, Schutz centra su mayor interés en la intersubjetividad. Tomando
este concepto como punto de partida, su estudio apunta a cómo los actores sociales
construyen su mundo de la vida a partir de la reciprocidad de perspectivas que
establecen entre sí. De esto modo, dicha intersubjetividad constituye una característica
del mundo social, de ese mundo de la vida.
Así, desde esta perspectiva, el mundo de la vida es un mundo intersubjetivo, no es un
mundo privado sino que se trata de un mundo común a todos los actores sociales.
Este mundo es común a todos pues los actores sociales comparten el mismo tiempo y
espacio. Sin embargo, cabe destacar que esta intersubjetividad no está planteada en
8 Schutz, A. Op. Cit.
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014 la concepción de Schutz desde la interacción física, sino en cómo los hombres
comprenden sus conciencias de manera recíproca, dentro de ese mundo social.
De esta manera, Schutz planteando la intersubjetividad reconoce que así como existe
un aquí, también existe un allí. Ese aquí es donde el actor social se encuentra situado
e interpreta el mundo; y ese allí es donde se ubica o se visualiza al otro, al cual el
actor interpreta y del cual recibe una interpretación, es decir, el alter-ego. Es de esta
forma, que los actores sociales pueden percibir la realidad social poniéndose en el
lugar del otro, es decir, a partir del sentido común que es compartido por todos los que
se encuentran habitando el mundo de la vida.
En consonancia con lo anterior, desde la perspectiva de Schutz, en el mundo de la
vida, los actores sociales pueden anticiparse con respecto a ciertas conductas que se
desarrollan en su entorno. De alguna manera, la intersubjetividad conlleva el hecho de
ponerse en el lugar del otro, ese otro que se conoce, se visualiza y con el cual se
interactúa.
De este modo, se puede fundamentar la existencia de la intersubjetividad en el mundo
de la vida, pues toda acción que realiza el actor social está cargada de significados, es
decir, tienen un sentido y en función de ello pueden ser interpretadas por los otros.
Pues los actores sociales recurren a su reservorio o acervo de conocimiento a mano,
para que de esta forma puedan asociar lo que conocen con lo que desconocen del
mundo social.
Relevancia y significatividad del sentido común y la intersubjetividad en el campo de
intervención del trabajo social
Una vez desarrollados los conceptos que sustentan la teoría social fenomenológica de
Schutz, focalizando primordialmente el interés en los conceptos de sentido común e
intersubjetividad, se torna sumamente necesario exponer la relevancia y la
significatividad de dichos conceptos en la intervención de los/as trabajadores/as
sociales.
En este sentido, cabe destacar en primer término que el análisis en el que se basa
cualquier proceso de intervención profesional encuentra su fundamento en la
interpretación, es decir, en el proceso reflexivo que realiza el intérprete sobre la
realidad social, sobre el mundo de la vida.
Como consecuencia de lo antes expuesto, se puede sostener que el profesional al
interpretar la realidad de los actores sociales debe tener en cuenta el sentido común.
Este puede ser considerado como el conocimiento con el cual los actores guían sus
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014 acciones cotidianas, esos saberes con los que toman determinadas decisiones dentro
del mundo de la vida.
A su vez, el sentido común es el que conforma el acervo de conocimiento a mano que
es compartido por todos los actores sociales y es a través de dicho acervo que ellos
acceden a recetas y tipificaciones que son compartidas por todos. Pero así también,
estas tipificaciones y recetas presentan la característica de ser modificables, pues una
vez que no son útiles para resolver algunas situaciones cotidianas, las mismas tienden
a adecuarse a las situaciones nuevas.
El conocimiento de todo esto le posibilita a los/as trabajadores/as sociales entender
qué es lo que orienta el accionar de los sujetos; y permite proponer intervenciones que
se articulen con los procesos y procedimientos propios de la realidad del mundo de la
vida.
Por su parte, el tener en cuenta la intersubjetividad es importante para el campo del
trabajo social, pues ello permite tener en cuenta la reciprocidad de perspectivas que
se establecen entre los actores sociales con los cuales interviene el/la trabajador/a
social.
Además, tener en cuenta este aporte de la teoría fenomenológica de Schutz, posibilita
al profesional identificarse, a lo largo del proceso de intervención social, como un
contemporáneo asociado al actor dentro del mundo de la vida. De esta manera, los/as
trabajadores/as sociales se colocan en el lugar de profesional que debe promover la
modificación de una situación problemática, que se da al interior del mundo de la vida;
pero teniendo en cuenta la reciprocidad de perspectivas establecida en la
cotidianeidad y sosteniendo una concepción de cooperación entre profesional y sujeto
con el que se interviene.
Es de este modo que la intervención adquiere características particulares en función
de las condiciones de vida de los actores sociales, es decir, a partir de la comprensión
de la particularidad de los mismos: cómo se expresan los actores, cuáles son los
sentidos que asignan a sus acciones, cómo se construye el problema teniendo en
cuenta la mirada del otro y a partir de su sentido común cómo estructura las formas de
resolución; configurando de esta forma en la acción profesional la constatación de la
compleja realidad social.
Teniendo en cuenta los aportes de la teoría social de Schutz, el trabajo social puede
resignificar su intervención profesional revalorizando acciones que impriman procesos
de transformación desde lo cotidiano. Partiendo de estas ideas se logra visualizar la
centralidad, relevancia y significatividad del sentido común y la intersubjetividad al
interior del mundo de la vida, como espacio privilegiado para la intervención
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014 profesional, no sólo por la cercanía con los actores sociales, sus problemas y sus
necesidades, sino porque en ella se traducen los aspectos más significativos para
comprender los sentidos que los actores asignan a su accionar y a la construcción de
la realidad social.
Conclusiones “… toda intervención es capturada a partir de un lugar teórico,
a partir de un modo de ver.
Consecuentemente, no hay intervención sin interpretación social.
Trabajo Social constituye su especificidad, por tanto,
en las mediaciones de un modo particular de ver
que tiene como resultado un hacer particular”
Teresa Matus Sepúlveda
A modo de síntesis, a lo largo del trabajo se pudo advertir cómo los múltiples aportes
de diversas disciplinas pueden servir como contribuciones al campo de intervención
del trabajo social. Esto siempre se debe tener en cuenta como un factor sumamente
importante y necesario para abordar la complejidad del contexto actual.
En el caso particular de este trabajo se pudo visualizar la relevancia de la teoría social,
específicamente, la fenomenología de Alfred Schutz; pues se debe aclarar que las
teorías sociales no son sólo atributo de la sociología, sino que se trata de categorías
conceptuales que deben ser incorporadas por todas las disciplinas de las ciencias
sociales, como es el caso del Trabajo Social. Una vez entendido este planteo, se
podrá visualizar la relevancia para la profesión de conocer los marcos teóricos de otras
disciplinas que abordan lo social, en este caso la Sociología y sus correspondientes
teorías sociales.
Pero así también, es necesario destacar que los aportes teóricos de otras disciplinas
deben servir de guías, es decir, como elementos que deben disparar procesos
reflexivos. Dejando de lado la vieja concepción tecnológica o tecnocrática del trabajo
social; desde la cual las teorías importadas, los conceptos y las técnicas son aplicados
indiscriminadamente desde campos extrínsecos al trabajo social, sin saber para qué
pueden servir y en qué medida pueden contribuir en la intervención profesional.
Lo antedicho se torna necesario rescatar, en el caso del trabajo social, para poder
reflexionar sobre las modalidades de intervención desempeñadas por los/as
profesionales. Además, esto es indispensable pues siempre que se desempeña el
ejercicio de la profesión, se hace desde una intervención fundada teóricamente, tal y
como lo plantea Teresa Matus Sepúlveda. Ya que la práctica desligada de los marcos
teóricos trae aparejada la consecuencia del hacer por el hacer mismo y la
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014 imposibilidad de llevar adelante la lectura, es decir, el análisis del contexto que rodea
al texto en el cual se debe intervenir y del interjuego que se da entre ambos.
En términos de la autora antes mencionada, la especificidad del Trabajo Social viene
dada a partir de las mediaciones que presenta desde un modo particular de ver, mirar
la realidad social y que tiene como resultado una forma de hacer, de intervenir
particular en dicha realidad. Esto está sobreentendido, ya que según el
posicionamiento teórico que se sustente, el cual puede ser considerado como la lente
a través de la cual observa la realidad el profesional, se enfocará en el análisis de
determinados aspectos o propiedades de la realidad.
Por otro lado, además de estar ligado a una base teórica, el trabajo social está imbuido
como práctica de intervención profesional y social, por los momentos y procesos socio-
histórico-culturales que dicha intervención atraviesa. Por ello, se torna sumamente
necesaria la revisión y la reflexión sobre la disciplina teniendo en cuenta esto; pues en
función del momento socio-histórico-cultural que se transite, se posibilitarán
determinadas modalidades de intervención, y por ende los tipos de respuesta que se
brinden a las problemáticas sociales. No es lo mismo, por ejemplo, intervenir en lo
social en Argentina durante el denominado Proceso de Reorganización Nacional que
en el momento de reapertura a los Procesos Democráticos.
En cuanto al tema central de este escrito, se torna sumamente importante destacar la
necesidad y la relevancia que presenta en trabajo social el reconocer el sentido común
con el que se manejan los actores sociales y el fenómeno de intersubjetividad que se
establece entre ellos y entre los actores sociales y el profesional.
Esto es así, pues en la medida en que se considere y reconozca como válido el saber
cotidiano, es decir, el sentido común de los actores se dará apertura a verdaderos
procesos de empoderamiento y autonomía de los mismos; como así también se
buscará la respuesta o resolución de los problemas desde ese marco de saberes que
poseen las personas en el ámbito de su mundo de la vida, de su vida cotidiana.
Además, en la medida en que se rescate, dentro del encuadre de intervención, la
intersubjetividad como elemento significativo al interior de los procesos de interacción
entre actores sociales y entre profesional-actor social; se logrará que dichos actores se
impliquen como verdaderos sujetos partícipes en el proyecto de intervención, es decir,
en el plan de trabajo que se emprende para modificar sus situaciones problemáticas
y/o satisfacer sus necesidades.
Por último y a modo de cierre, queda plantear que hacer ciencia conlleva todo un
proceso al interior de las disciplinas; a su vez, ese proceso está sumamente imbuido
por las dimensiones socio-histórico-culturales de la realidad. Por ende, la ciencia
XXVII Congreso Nacional de Trabajo social. 11, 12 y 13 de septiembre de 2014 busca o intenta dar respuestas, en cierta forma, a los pedidos o demandas de dichas
dimensiones sociales, históricas y culturales. Por ello, el trabajo social, como todas las
disciplinas en general, van aggiornándose a esos contextos y van tomando aportes de
las demás disciplinas para poder así afrontar la complejidad del mundo social.
Bibliografía
KISNERMAN, Natalio (1998) Pensar el Trabajo Social: Una Introducción desde el
Construccionismo. Bs. As., Ed. Humanitas.
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Hacía una Intervención Polifónica. Bs. As., Ed. Espacio.
QUEZADA BENEGAS, M., et al. (2001) Perspectivas Metodológicas en Trabajo Social.
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RITZER, George (1995) Teoría Sociológica Contemporánea. Bs. As., Ed. Mc. Graw
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SCHUTZ, Alfred y Luckmann, Thomas (1985) Las estructuras del mundo de la vida.
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SCHUTZ, Alfred (2008) El Problema de la Realidad Social. Bs. As., Ed. Amorrortu. 1º
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SCHUTZ, Alfred (2003) Estudios sobre Teoría Social. Escritos II. Bs. As., Ed.
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