Post on 28-Dec-2015
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA
El origen del lenguaje
Sofía Barquet
Azul De Prado
Laura García
Carla Grimaldi
Delfina Del Piccolo
Margarita Romero
Sofía Sibilio
Eva Velázquez
21-10-2013
Las sensaciones intensas que sufren todos los animales, se manifiestan de forma
inmediata en gritos, voces, sonidos salvajes; inarticulados. Tales manifestaciones se
consideran como parte de un lenguaje sensitivo que constituye una ley natural inmediata.
El hombre compartía dicho lenguaje con los animales, pero ha sido desplazado por el
lenguaje artificial, debido a nuestro modo de vida y nuestra conducta social.
El lenguaje hablado o artificial ha sido inventado por el hombre como medio de comunicar
sus pensamientos, cuando fueron insuficientes las miradas y la mímica, y que,
progresivamente y por las sucesivas generaciones, ha sido elevado al grado de
complejidad de la escritura.
El lenguaje, sin duda, tiene dos componentes, uno innato o genético y otro adquirido a
través del aprendizaje e incorporación cultural. Los humanos modernos estamos
diseñados anatómicamente para articular un lenguaje, gracias a nuestra garganta, el
sistema respiratorio, las cuerdas vocales y nuestro cerebro.
El componente genético tiene dos posibles hipótesis. La primera que se basa en una
inteligencia superior en nuestra especie sobre el resto de los animales. Mientras que la
segunda habla de un órgano especializado del lenguaje, que consta de redes neuronales
predeterminadas, esto supone una variación genética desarrollada por la evolución. La
segunda teoría toma fuerza pero presenta dificultades para su estudio porque el lenguaje
es un carácter único en humanos y no se fosiliza lo que hace de su estudio una suerte de
teoría construida sobre una base incierta, aunque hay ciertas evidencias que sugieren
cómo evolucionó y se desarrolló este órgano. Una de ellas es la localización en el cerebro
de distintas partes especializadas en diferentes funciones del lenguaje; algunas forman los
conceptos, otras conectan las palabras con ese concepto, etc. Esto está sustentado sobre
los estudios de personas con lesiones cerebrales en partes como la región de Broca y la
región de Wernicke, a los que se les llama afásicos.
Por otro lado, filósofos como Adam Smith y Dugald Stewart, creen que el hombre debió
vivir cierto tiempo en un estado de mutismo, siendo sus únicos medios de comunicación
ciertos movimientos del cuerpo y ciertas expresiones de la fisonomía, hasta que, al fin,
habiéndose multiplicado las ideas y no pudiendo ya indicarse con el dedo sus objetos, se
sintió la necesidad de inventar signos artificiales cuya significación fuese determinada de
común acuerdo.
El poder de abstracción
El lenguaje es utilizado por el hombre para comunicarse. Pero ¿qué diferencia hay entre el
lenguaje que los humanos utilizamos, el lenguaje artificial, del lenguaje sensitivo que
utilizan los animales para manifestar su dolor o alegría?
A pesar de que los animales no utilizan sonidos articulados para expresarse, no hay dudas
de que tienen un medio para entenderse entre sí. La diferencia se encuentra en que los
animales no tienen el poder de formar abstracciones. Por ejemplo, cualquier persona
habiendo observado el mismo color en la tiza, en la leche y en la nieve, comprende esas
percepciones simples bajo la concepción general de blancura. Los humanos somos
capaces de formar ideas generales y es lo que nos distingue del resto de los animales. Esta
capacidad es la razón, y el lenguaje es un signo exterior, una manifestación de dicha
capacidad.
Características que hacen único al lenguaje:
1. El lenguaje es hablado: estamos anatómicamente especializados para producir
lenguaje y sonidos relativos al mismo.
2. El lenguaje es semántico: usamos palabras con significado que representan cosas
reales.
3. El lenguaje es fonético: palabras formadas por fonemas (pequeños elementos de
sonido). No hay relación instintiva entre la palabra y el objeto o concepto que
representa.
4. El lenguaje es gramatical: la gramática es el conjunto de reglas que definen el uso
de las palabras. Esta hace posible la recursión, que es la habilidad de enlazar
cláusulas en una oración o de meter una cláusula dentro de otra; algunos
científicos creen que es la recursión en el lenguaje refleja la habilidad única de la
mente de llevar a cabo varias ideas, procesos, etc. al mismo tiempo. El aprendizaje
de las reglas gramaticales en los niños es subconsciente.
Noam Chomsky (1967) ubica a la gramática como centro del universo lingüístico, nos
habla de una gramática mental, la cual se encuentra en el cerebro de todo ser humano;
como respaldo de esto tenemos a los niños, los cuales pueden aprender la gramática de
cualquier idioma a la que estén expuestos.
Debemos destacar que, a pesar de su naturaleza genética, si no se reciben estímulos
externos, nunca se aprende a hablar. Hay un “período crítico” en la niñez en que, si no se
recibe estimulo, no se puede adquirir una lengua materna; esto se debe a que las
conexiones neuronales suceden como respuesta a los estímulos del medio. Con esto
podemos llegar a concluir que una estimulación adecuada, a la edad correcta mas lo
genéticamente programado generan un desarrollo normal del lenguaje, en otras palabras,
podemos hablar de un “dispositivo de adquisición del lenguaje” al que estimulamos y
producimos, finalmente, lenguaje. “Es el DAL, y no un procesador lingüístico
completamente desarrollado, lo que parece ser innato” (Maynard y Szatmmáry, p.240).
Chomsky habla de tres descubrimientos de la revolución lingüística:
1. Para cada lenguaje natural, tal como el húngaro o el inglés, existe un conjunto
finito de normas. Aplicando dichas reglas pueden generarse todas las posibles
frases gramaticales en aquel idioma. A esta lista de normas se la denomina
gramática generativa.
2. Los niños, con independencia de su origen, son capaces de aprender cualquier
lenguaje humano. En menor grado, esto vale también para los adultos, a condición
de que hayan aprendido una lengua materna. Así, existe una capacidad general
para salir adelante con cualquier gramática generativa concreta, lo que se
denomina gramática universal.
3. La gramática universal posee un fuerte componente innato.
El punto tres resalta la parte predeterminada del lenguaje, y aunque nos parezca extraño,
“en cualquier caso, cuando hablamos, obedecemos sin esfuerzo una norma de la que no
somos conscientes” (Maynard y Szatmmáry, p.243). Por lo tanto, no conocemos la
naturaleza de la gramática universal.
Retomando a Chomsky y la gramática, hablaremos de la evolución de la capacidad
lingüística. El primer paso es el Protolenguaje que lo poseen los niños de 2 años, es el
lenguaje aprendido por simios o personas con privación lingüística. Sus características son
la base del lenguaje como la simbolización de conceptos, carencia de vocablos
gramaticales (conectores) y ausencia de orden sintáctico.
Algunos estudiosos como Bickerton plantean la evolución abrupta de la capacidad
lingüística, es decir, novedades súbitas para nuevas funciones. “Bickerson ha sugerido que
la sintaxis puedo haber evolucionado por la conexión de dos facultades preexistentes: una
capacidad protolingüística y un detector de tramposos social. (Pensamiento maquiavélico,
…si se lo digo a Pepe, entonces Pepe se lo dirá a María). (Maynard y Szatmmáry, p.254).
A pesar de que esta teoría sea bastante aceptada y tenga sustento, sería necesario “un
perfeccionamiento evolutivo sustancial” (Maynard y Szatmmáry, p.254).
El lenguaje en el cerebro
Las áreas clásicas del cerebro especializadas en producción y comprensión del lenguaje se
encuentran alrededor del surco lateral izquierdo. En el lóbulo frontal se encuentra la zona
de Broca, encargada de la producción del habla. En el extremo posterior del surco lateral,
abarcando la parte superior del lóbulo temporal y la inferior del parietal se encuentra la
zona de Wernicke, relacionada con la comprensión del lenguaje. Además de estas dos
áreas el surco lateral izquierdo tiene más zonas relacionadas al habla. En el lóbulo frontal,
el área de Broca se apoya en el motor de conducción de la lengua y boca. A lo largo de la
cima del lóbulo temporal descansa la corteza auditiva primaria, dónde las señales de
sonido de la oreja son procesadas, esto es esencial para la percepción del habla. La
circunvolución angular en el lóbulo parietal es a su vez importante en la comprensión del
lenguaje escrito. Esto no supone ninguna sorpresa ya que las proyecciones de la corteza
visual primaria en el lóbulo occipital pasan a través de la circunvolución angular camino al
área de Wernicke.
Lateralización del Lenguaje
La lateralización de una función es cuando esta ocurre típicamente sólo en uno de los
hemisferios. En el 95% de la gente, el área perisilviana del lenguaje está en el hemisferio
izquierdo. Se asocia esta lateralización del lenguaje con el hecho de que la mayoría de las
personas sean diestras, ya que el control de las funciones motoras del cuerpo en el
cerebro se encuentra en el lado opuesto, esto nos hace pensar en la dominancia del lado
izquierdo. A pesar de esto, lesiones en la parte derecha del cerebro pueden afectar en la
prosodia al momento de hablar y comprender. Así mismo estudios de neuro-imagen han
comprobado la existencia de zonas del cerebro dedicadas al control de labios, lengua,
laringe y al control voluntario del diafragma al momento que se produce el habla.
El lenguaje y la garganta
La vía aérea supralaringeal está ubicada sobre la laringe o caja de resonancia. La laringe se
apoya sobre la tráquea y posee cuerdas vocales, las cuales modulan el pasaje del aire a
través de la tráquea para producir diferentes sonidos. La cavidad sobre la laringe, en la
parte de atrás de la boca, es conocida como faringe. La parte posterior de la lengua, la
epiglotis, y el paladar suave forman los límites de la faringe.
Comparando la vía aérea supralaringeal de un humano con la de un chimpancé, se ven
muchas diferencias. Primero la laringe humana está mucho más abajo que en otros
mamíferos. La nueva posición de la laringe lleva a una expansión de la faringe. Esta pared
posterior expandida de la faringe se forma sólo en humanos por una acortada y
redondeada lengua , que es mucho más eficiente a la hora de modificar la transmisión de
aire al pasar a través de la laringe para generar una mayor variedad de sonidos,
llevándonos así al lenguaje completamente articulado. En otros mamíferos, la pequeña
faringe tiene muy poca capacidad de modificar sonidos producidos por la laringe; la
modificación supralaringeal del sonido puede ser realizada por una alteración de la forma
de la cavidad oral y los labios (Laitman, 1984).
Estos cambios anatómicos tienen sin embargo un alto costo: incrementa el riesgo de
ahogamiento con comida o líquidos, ya que hay demasiada distancia entre la laringe
humana y la cavidad nasal para que sea una conexión sellada entre ambas, como se ve en
los mamíferos típicos. La epiglotis y el paladar blando están separados por la parte trasera
de la lengua. Sin embargo los bebés humanos menores a un año tienen la anatomía
supralaringeal más parecida a la de los demás mamíferos. Esto les permite beber, tragar y
respirar al mismo tiempo. Lo cual mejora su habilidad para amamantarse. Durante el
segundo año de vida, la laringe comienza a cambiar hasta tomar la posición adulta, que
incrementa el riesgo de ahogamiento a la vez que aumenta su habilidad para producir
lenguaje articulado.
Habilidad para el lenguaje y registro fósil
Las estructuras anatómicas que demuestran nuestra adaptación para el habla no se
fosilizan, sin embargo tenemos el uso de los “endocasts”, los cuales son moldes de
cráneos en los que se imprimen las distintas zonas del cerebro y permiten ver tamaño y
estructura del mismo. Con los moldes es posible obtener información de los lóbulos
cerebrales que están más pronunciados que otros (asimetría) como el occipital izquierdo y
el frontal derecho. Este patrón de asimetría es encontrada únicamente en humanos
contemporáneos y homínidos. En un molde de Australopithecus KNM-ER 1470 se pudo
obtener una buena impresión del lóbulo frontal izquierdo inferior, lo cual indicaría la
posible presencia de una zona de Broca. Algo similar fue encontrado también en un Homo
erectus, Sambungmacan 3, encontrado en Indonesia.
Otras investigaciones llevadas a cabo por María Lozano y sus colegas durante el año 2009,
nos muestran otro enfoque. Se encontraron en sitio arqueológico Sima de los huesos
dientes incisivos de H. Heidelbergensis con marcas de cortes hechos por herramientas
líticas. La hipótesis sugiere que estas marcas en los dientes pudieron quedar impresas al
momento de la fabricación de herramientas; mientras se cortaba determinado objeto de
piedra, este era sostenido con la mano derecha y los dientes incisivos, a la vez que el golpe
era dado con otro objeto sostenido por la mano izquierda.
Base del Cráneo y Hueso Hioides
Los humanos son los únicos mamíferos con una flexión del cráneo pronunciada, la cual
baja la laringe y amplía el rango de sonidos producidos (Jeffrey Laitman 1984). Según
Laitman el grado de la flexión de la base craneana sería un indicador de la posición de la
laringe. En los fósiles encontrados se puede apreciar que en el cráneo de un H. erectus la
flexión es mayor que en póngido y australopitecinos. Esto indicaría el comienzo del
descenso de la laringe a una posición más humana (Laitman y Reindenberg, 1988). Esta
teoría, sin embargo es muy criticada por falta de pruebas. (Arsenburg, 1990)
Otro hecho controversial es la reconstrucción de la vía vocal de un Neandertal, Philip
Lieberman (1984, 1991) sugiere que el Neandertal con un paladar más largo entre otros
factores, tendría una lengua con forma diferente a la humana, una faringe menos larga y
por lo tanto una laringe más alta, lo cual haría que al Neandertal le faltaran elementos
fonéticos para hacer posible la producción de un lenguaje hablado como el de los
humanos modernos.
Por otro lado el hueso hioides es un hueso pequeño flotante sostenido por músculos y
ligamentos en la parte frontal de la garganta. Se encontró en restos de huesos de H.
neanderthalensis, en Cueva Kebara, Israel un hueso hioides junto a una mandíbula y una
vertebra de cuello, un cuello similar al de los humanos contemporáneos, esto indicaría
que la laringe estaría baja, como en H. sapiens, de lo que se concluye que los H.
neanderthalensis estarían capacitados anatómicamente para el habla (Arsenburg 1990).
Escenarios de la evolución del lenguaje
Cuatro modelos o teorías sobre el lenguaje y su evolución.
William Calvin, 1982-1983
Lanzamiento y evolución del lenguaje:
Sugiere que la habilidad para el habla y el lanzamiento de proyectiles con la mano derecha
se encuentran relacionadas ya que las áreas del cerebro que controlan a ambas se
encuentran en el hemisferio izquierdo, y también debido a la cercanía que según Calvin
existía entre las dos áreas.
Las discordancias de esta teoría saltan a partir de que las anteriormente nombradas áreas
del cerebro no se encuentran tan cerca como Calvin había señalado. Además de la falta de
pruebas que indiquen que ambas dependían entre sí en su proceso de evolución. A pesar
de esto la teoría resulta útil por remarcar que ambas habilidades están focalizadas en el
hemisferio izquierdo del cerebro y que ambas son comportamientos adquiridos y
evolucionados.
Algo que podría reforzar la teoría de Calvin es la teoría de Mithen (1998), según este
autor, “hace unos 100.000 años la mente de los primeros seres humanos consistía en
módulos mentales de dominio específico: la inteligencia social, inteligencia de historia
natural (caza, recolección de alimento, etc), inteligencia técnica, y lenguaje (éste ligado a
la inteligencia social). Los datos arqueológicos demuestran que hace unos 50,000 años se
produjo una explosión de inventiva técnica y creatividad artística. Mithen sugiere en su
Arqueología de la mente que la causa de ésta explosión fue un incremento de la
comunicación entre módulos que previamente habían estado bastante aislados; por
ejemplo, el asombroso aumento en la gama de herramientas requería que la gente
pensara simultáneamente en la caza y en la manufactura de utensilios. El lenguaje habría
contribuido a dicha comunicación; hay un sentido en el que pensar es hablar consigo
mismo.” (Maynard y Szatmmáry, p.255).
Robin Dunbar, 1993-1997
El lenguaje como reemplazo del “acicalamiento” (grooming):
En los primates el acicalamiento supone una forma importante de socialización y de
cohesión de los grupos sociales. Aquellos con cerebros más grandes y que viven en
sociedades más numerosas requieren invertir más tiempo en el acicalamiento a razón de
mantener la unidad del grupo.
En los seres humanos el contacto físico que en los primates vendría a ser el acicalamiento,
también tiene la función de reconfortar, sin embargo no a la magnitud de que de este
contacto llegue a depender la cohesión grupal. Por presión de la selección a incrementar
el tamaño del grupo, en humanos el acicalamiento se reemplazó con el lenguaje social. En
los estudios se demuestra que de lo que más habla la gente es sobre otras personas y sus
relaciones, es decir, que el lenguaje mantiene el rol de reforzador social.
La gran interrogante que nos presenta esta teoría sería ¿Qué fue primero; el lenguaje para
el incremento del grupo o el incremento del grupo para el desarrollo del lenguaje?
Las críticas emergentes a raíz de la teoría es que esta no habla del lenguaje en sí, pero si
como puede ser usado.
Lo que hace a la teoría relevante es que acentúa que sin el lenguaje no hubiese sido
posible la construcción de culturas.
Terrance Deacon, 1997
Símbolos y Sexo:
Los símbolos son la clave del lenguaje. Los primeros homínidos habrían tenido ciertos
símbolos y que con el paso del tiempo fueron incrementándose en número y complejidad.
Estos símbolos según el planteamiento de Deacon pudieron ser utilizados en principio
entre los homínidos más avanzados para expresar exclusividad sexual de pareja. Es
precisamente esto lo que debilita la teoría, ya que los vínculos de pareja son algo dudoso
en la evolución humana; la exclusividad sexual pudo darse entre un grupo, no
necesariamente entre parejas.
Michael Corballis, 2002
Gestos y lenguaje hablado:
La comunicación humana no sólo es lenguaje hablado, también se basa en la habilidad
para interpretar señales no verbales. De acuerdo con Corballis un lenguaje de gestos se
hizo presente en los homínidos antes que el lenguaje oral. El lenguaje oral sería un
descubrimiento de los homínidos más avanzados y fue altamente adaptante.
Al igual que muchas de las teorías respecto a la evolución del lenguaje, este modelo que
hace alusión a un lenguaje de gestos en la transición al lenguaje oral es difícil de probar.
Sin embargo la teoría destaca el carácter único del lenguaje hablado.
Otro aspecto relacionado con el lenguaje y su adquisición, es la gramática. “Hay 2
posibilidades extremas. Una es que las reglas lo gobiernen todo… La alternativa es que
cada caso deba aprenderse como un ítem separado, del mismo modo que deben
aprenderse los significados de las palabras.”(Maynard y Szatmmáry, p.234-235). De este
conflicto hay diferentes estudios y posturas respecto a cómo almacenamos la información
de verbos regulares e irregulares o adjetivos. Uno de los estudios concluye que “las reglas
lingüísticas se manifiestan en áreas específicas del cerebro” (Maynard y Szatmmáry,
p.236).
Herder, 1982
Teoría de la Onomatopeya:
Esta teoría supone que el hombre, hallándose en un estado de mutismo se esforzó en
imitar los ruidos de la naturaleza que lo rodeaba y, viendo que estas imitaciones eran
útiles como signos de los objetos que los habían sugerido, prosiguió esa idea y elaboró el
lenguaje. Cada sonido característico de un animal, o de algún objeto, pasa a ser la
apelación de éste, convirtiéndose en la palabra que lo denominará.
“(…) el hombre da prueba de una reflexión consciente cuando, después de haber
percibido de una manera viva y precisa todos los caracteres de un objeto, sabe discernir
los caracteres peculiares que le impedirán confundir ese objeto con ningún otro” (Herder,
1770 - 1772)
A pesar de que todas las lenguas posean cierto número de palabras formadas por
onomatopeya, esas palabras no constituyen en ninguna lengua más que una escasísima
minoría del vocabulario entero. No puede negarse la posibilidad de la formación de una
lengua por el procedimiento de imitación, pero no se ha descubierto ninguna lengua
formada de este modo.
Hay ciertos nombres que se han formado por imitación de los sonidos. Pero todas esas
palabras son estériles, y no sirven nunca más que para expresar el objeto único que
imitan. Esta imitación no podrá significar nunca una cualidad general perteneciente a
diferentes animales, y si fuese posible sacar derivados de esa palabra, no podrían expresar
en ningún caso otra cosa que una semejanza metafórica.
Los lingüistas han estudiado todas las voces que se suponen formadas por imitación de
ciertos sonidos, y han descubierto que el número de las verdaderas onomatopeyas es muy
restringido, y se llegó a la conclusión de que, aunque hubiese podido componerse un
lenguaje reproduciendo los innumerables gritos y ruidos de la naturaleza, las lenguas que
nos son conocidas revelan un origen diferente.
Condillac
Teoría de la interjección:
Esta hipótesis supone que las raíces de las palabras provienen de interjecciones o gritos
involuntarios. Las interjecciones, unidas a los movimientos del cuerpo, bastarían para
lograr el fin que alcanza el lenguaje en la mayor parte de la humanidad.
Pero esta teoría es muy discutida debido a que, al igual que la teoría de las onomatopeyas,
si bien se hubiese podido formar cierto lenguaje, no se parecería en nada a las lenguas
que se hablan actualmente.
Según Horne Tooke “las interjecciones voluntarias no se emplean más que cuando la
impetuosidad y la vehemencia de algún afecto o de alguna pasión restituyen de pronto al
hombre a su estado natural, y le hacen olvidar por un momento el uso de la palabra, o
bien cuando, por una u otra razón, el hombre no tiene tiempo para servirse del lenguaje”
(Muller,M. p.370).
Adam Smith y Dugald Stewart
Las primeras palabras:
Según el filósofo Adam Smith, los verbos fueron las primeras palabras creadas por el
hombre. Esto se basa en que los nombres provienen de una necesidad menos urgente, ya
que los objetos podrían indicarse o imitarse, mientras que no puede hacerse lo mismo con
simples acciones, como las que los verbos expresan. En contraposición a Smith, se
encuentra Stewart, quien propone que las primeras palabras fueron nombres, y que la
mímica reemplaza a los verbos.
Estas hipótesis son fácilmente refutables, ya que nunca podrá probarse cuáles fueron las
primeras palabras que originaron el lenguaje. Además, nadie ha explicado aún cómo era
posible sin el lenguaje la discusión que debió preceder a la elección de cada palabra.
Luego de revisar todas estas teorías que tratan de explicar, a través de distintos puntos de
vista y aspectos de la vida humana, el origen y evolución del lenguaje, podemos concluir
que no existe suficiente sustento en el registro fósil, o de otro tipo, que nos dé claves
suficientes para saber cómo los homínidos pasaron de los sonidos y las mímicas a un
lenguaje articulado y simbólico. Lo que si queda demostrado, es que un parte del lenguaje
es, sin dudar, programada en nuestro cerebro y estamos predispuestos a su desarrollo, sin
olvidar que sin entradas de estímulos no existe la posibilidad del desarrollo de una lengua
materna fluida.
Las condiciones anatómicas avalan nuestra capacidad única de hacer sonidos articulados,
y a partir de los huesos encontrados y la comparación con los datos actuales, podemos
deducir ciertas hipótesis que son bastante probables, pero la gran dificultad está en
encontrar pruebas de esto en especies de homínidos anteriores ya que la mayor parte del
aparato fonador está constituido por tejido blando que no queda plasmado en el registro
fósil.
La evolución del lenguaje es aún más difícil de probar debido a que no hay ningún tipo de
registro de la capacidad de habla de los homínidos. Sólo queda sustentar, con las pruebas
materiales y los avances de la ciencia, la teoría o teorías más cercanas a lo que pudiese
haber sido la realidad de aquellos tiempos.
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“Un rasgo que es adaptativo, y que tiene que ser aprendido en primera
instancia, pude evolucionar hasta quedar completamente programado en el
cerebro, porque el aprendizaje, puede guiar la selección natural” (Maynard y
Szatmmáry, p.257).
Bibliografía
Maynard,J. y Szatmmáry, E. 2001. Ocho hitos de la evolución. Del origen de la vida a la
aparición del lenguaje. Editorial Tusquets.
Muller,M. 1944. La ciencia del lenguaje. Editorial Albatros.
Stanford, C., Allen, J., Anton, S. 2011. Biological anthropology. The natural history of
humankind. Pearson Education. (third edition)1
1 Todas las referencias obtenidas de este libro fueron traducidas por los autores de esta monografía. Puede haber discordancias con traducciones oficiales.