Post on 27-Oct-2015
EL PECADO DE LOS DIOSES.
Ven, vamos a darle vino a nuestro padre, nos acostaremos con él y así engendraremos descendencia." En efecto, propinaron vino a su padre aquella misma noche, y entró la mayor y se acostó con su padre, sin que él se enterase de cuándo ella se acostó ni cuándo se levantó. Al día siguiente dijo la mayor a la pequeña: "Mira, yo me he acostado anoche con mi padre. Vamos a propinarle vino también esta noche, y entras tú a acostarte con él, y así engendraremos de nuestro padre descendencia." Propinaron, pues, también aquella noche vino a su padre, y levantándose la pequeña se acostó con él, sin que él se enterase de cuándo ella se acostó ni cuándo se levantó.
Las dos hijas de Lot quedaron encintas de su padre. Génesis 19, 31-36
Maldito quien se acueste con la mujer de su padre, porque descubre el borde del manto de su padre. - Y todo el pueblo dirá: Amén. Maldito quien se acueste con cualquier bestia. - Y todo el pueblo dirá: Amén. Maldito quien se acueste con su hermana, hija de su padre o hija de su madre.
Deuteronomio 27, 20-22
El orgullo, la pasión y el amor han sido el eje central del comportamiento del
ser humano desde tiempos inmemoriales.
Civilizaciones desde los tiempos oscuros que secretamente idolatraron pozos y
estrellas, el cuerpo y la fecundidad.
Los griegos, romanos, la raza teutónica, imperios y señoríos, en toda Europa,
Asia por América y África; el mal de los nobles, la pureza que herencia pecado
y en su búsqueda reyes y reinas, mujeres fuertes y firmes, hombres débiles
poblando de hermanos el mundo, en hermanos, el pecado divino, el pecado de
los dioses.
Los forjadores de moldes, los creadores que han ejecutado o logrado la
humanidad, son muchas las culturas que enfermaron, casas, clanes y reinos,
familia tras familia, apellidos, generación tras generación, emulando a los
dioses, buscando pureza antinatural, divina, profesando hombres fuertes y
silenciosos, individuos sometidos, deleitados por el pecado pero también
perdidos en la búsqueda de la identidad original que de entre los mismos
dioses se pierde y más entre mitos y leyendas.
La pureza de sangre, la restauración mediante el matrimonio de las partes
separadas, pero que desdichados o indiferentes, viven anulados por la
conservación del poder y la familia, la maldición de la nobleza y la herencia de
los dioses marcaron a los hombres para el pecado; pero también denota
regeneración, la noción del retorno a la matriz, “ la prima materna” en el acto,
el incesto es a veces considerado como la unión entre madre e hijo; es el
“regresus ad uterum” como condición del renacimiento.
Sin embargo para renacer se tiene que caer primero, desconectarse,
debilitarse en creencias y fe.
El hecho de pensar en tener a tu madre es aberrante en la actualidad, los
preceptos religiosos dictan una moral que se debe respetar pero y los
artífices, los celtas y los griegos, de los alejandrinos y los persas saltando de
siglo en siglo, el abandono, la decadencia, el poder de la carne y de la pasión.
La belleza y el hambre de sexo trastornan la mente, altera la visión; el deseo,
la prohibición fomenta y somete, el artificio de la lujuria.
“no descubrirás la desnudez de tu hermana, hija de tu padre, nacida en casa o
fuera de ella” 1
Esto no impide, pues en un mundo caduco, de indigencia mental y delación,
tanto dioses como hombres caen ante la carne y el influjo del agua y la
humedad, ante Venus la diosa de los favores carnales y el placer.
El destino intervenía, la tragedia y en ocasiones todo esto, conjuntado se
volvía un mito; para los griegos fue teme de muchas obras y constante
inspiración.
En Edipo rey, lo mítico es que el rey de Tebas, hijo de Layo y Yocasta, que sin
saberlo, mato a su padre y desposo a su madre.2
El destino decide y evitarlo es imposible, al intentarlo, Layo marco el propio,
al negar las palabras de el oráculo de Delfos que aseguro los acontecimientos
desde el nacimiento de Edipo, hasta que es nombrado rey, ya cometido el
fratricidio, desposa a la viuda quien es su madre, con la que procrea cuatro
hijos: Ismena, polinices, Eteocles y Antígona, protagonista cada uno de su
propia tragedia.
Se consume el incesto, este incesto es el primordial, el que simboliza la
tendencia a la unión de los semejantes, la exaltación de la propia esencia; el
descubrimiento y la conservación del yo más profundo.
Es una forma de autismo, se encuentra en la mayor de las mitologías, en las
relaciones entre dioses, entre los reyes, entre os faraones, en las sociedades
cerradas que quieren guardar y reforzar una supremacía esencial. Y lo es, si
1 Levítico, 18, 9.2 Asensi, Joseph, Layos; La Historia de un mito griego. ED. Evohé. 2009.
para los dioses es necesidad conservar su divinidad pues hay un límite
numérico de dioses; En la religión antigua de Grecia, en el origen de los mitos
de la creación, se representa un intento por hacer comprensible el universo en
términos humanos y explicar el origen del mundo; la versión que se acepta
hoy es y más que un relato filosófico del comienzo de las cosas es la que
recolecto Hesiodo en su Teogonía.
Empieza con el caos, un profundo vacio, del cual emergió Gea (tierra) y
algunos seres divinos primordiales: Eros (amor), El Tártaro, El Erabo. Estos
sin ayuda masculina; Gea dio a luz a Urano (cielo) que entonces la fertilizo y
de esta unión nacieron primero los titanes: Oceano, Ceo, Crío, Hiperión,
Jápeto, Tea, Rea, Temis, Mnemósine, Febe, Tetis, y Crono, después nacieron
los ciclopes, de un solo ojo y los Hecatónquiros.
Crono, el más joven se convirtió en el gobernante de los dioses con su
hermana y esposa Rea como consorte y los otros titanes como su corte. Crono
procreo con Rea a Zeuz.
A su vez procreo a héroes y semidioses con Metis y Atenea entre otras
hermanas y con su madre; también con ninfas hijas de sus hermanos y
hermanas; con las Dríades y con las Nereidas, para lograr su cometido hacia
uso frecuente de néctar y ambrosia que renueva la sangre divina en las venas.
Claro que el incesto entre hermano y hermana parece ser la regla de los
nacimientos divinos, no solo en la mitología Griega, también en la irlandesa,
egipcia, inca y polinesios, el rey usurpador de Bres es el hijo de Eri, una mujer
de los Tuatha de danann y su hermano Elatha (ciencia), hijo de Delbaeth
(forma). El héroe Cuchúla inn es hijo igualmente del rey Conchobar (sustituto
del dios Lug y de su hermana Dechtire.
El adulterio refuerza al incesto, en el caso de la reina Medb , que, antes de
casarse con Ailill, han tenido comercio carnal con sus dos hermanos.
Este es un tema muy trabajado en la literatura, quizá por lo atractivo que
resulta que involucra a los dioses, es un pecado que no tiene nada que ver con
la inmortalidad.
En el romancero gitano3, Federico García Lorca termina su excelente serie de
poemas con un escrito llamado “ Thamar y Amnón”, que es la exaltación de
todos los temas que aparecen en el libro: la sensualidad, la violencia, la
muerte.
Se origina en un antiguo remance, bastante breve, y resume un episodio
bíblico: el incesto de Amnón con su hermana Thamar que arabizado se
transforma en “altamara”, el rey David es un rey morisco que nombro a su hijo
Taquino. “el poeta anónimo” actualizo este viejo tema, procedimiento bien
conocido por los directores de teatro y escritores desde hace mucho.4
El rey moro tenía un hijo
Que taquino le yamaba:
Sénamoro de altamare
Quéra su querida hermana.
biendo que no podía ser,
3 García Lorca Federico, Romancero Gitano, ED. Rei, México, 1994.4
maldito cayo en la cama,
y fue er padre a visitarlo
un lunes por la mañana
-¿ qué tienes, hijo taquino?
¿qué tienes hijo del arma?
-Mi padre una calentura
Que me ha traspasado el arma.
-¿ quieres que te guise un bicho
Désos que se crian en casa?
-guisemelo usted, mi padre
Que me lo traiga mi hermana;
Y si mi hermana viniera
Venga sola y sin compaña.
Y como era verano
L´ha mandado en naguas blancas
Apenas l´ha visto entrar
Como león se le abansa;
L´hagarrao de la mano
Y al echo sobre la cama;
Gosó de este hermoso lirio
Y desta rosa temprana,
-benga castigo der sielo
Ya qu´en la tierra no hayga
-que me castiguen a mi padre
Qu´e que ha tenido la causa.
En este romance el lirismo unido a la narración y a la sensualidad o a la
sexualidad desencadenada en la entrada de Thamar en la alcoba en la alcoba
silenciada, “las avispas y vientesillos” / “en donde enjambre de flautas”. Hacen
de este poema un romance de obra maestra e ilustra perfectamente con qué
medios, la libertad y la seguridad, Lorca genera, descubriendo el decorado
campesino en el que se produce incesto principesco, ambientación que no se
había intentado recrear.
La luna gira en el cielo
Sobre las tierras sin agua
Mientras el verano siembra
Rumores de tigre y llama.
Por encima de los techos
Nervios de metal sonaban
Aire rizado venia
Con los balidos de lana
La tierra se ofrece llena
De heridas cicatrizadas
O estremecidas de agudos
Cauterios de luces blancas.
El deseo y la sequia, las tierras sin agua y la influencia del verano, el tigre, el
falo, la llama, los nervios de metal, el metal erecto y toda esa tierra llena por
el otro lado, que aunque con cicatrices ofrecen cauterio de luces blancas; la
excitación, la lujuria que manda.
Thamar sueña y canta desnuda en su terraza, Amnón , también desnudo
“delgado y correcto”
La contempla desde lo alto de su torre:
Llenas las ingles de espuma
Y oscilaciones la barba.
Que excitación produce, el temblor del deseo que se revela en sus dientes, un
rumor de “flecha recién clarada”, y Amnón ve en la luna los pechos durísimos
de su hermana Thamar.
Enfermo de pasión, cegado por el deseo, el príncipe vive, come duerme,
pensando solo en el cuerpo desnudo de su hermana.
Amnón gime por la tela
Fresquísima de la cama
Yedra del escalofrió
Cubre su carne quemada.
Thamar entró silenciosa
En la alcoba silenciada,
Color de vena y danubio,
Turbia de huellas lejanas.
Thamar, borrame los ojos
Con tu fija madrugada
Mis hilos de sangre tejen
Volantes sobre tu falda
Dejame tranquila, hermano
Son tus besos en mi espalda
Avispas y vientecillos
En doble enjambre de flautas
En doble enjambre de flautas.
Thamar en tus pechos altos
Hay dos peces que me llaman,
Y en las yemas de tus dedos
Rumos de rosa encerrada.
Los cien caballos del rey
En el patio relinchaban…
Y la coge del cabello
Ya la camisa le rasga
Corales tibios dibujan
Arroyos en rubio mapa.
En estos versos la imagen de la violación marcada de forma única por el
poeta, osó descubrirla, es el recuerdo del ardor sordo con que la recitaba
Lorca, el rumor entre sus dientes, la palabrra fresquísima, su mano arañaba,
tembloroso,, el aire, como Amnón las sabanas del lecho en que se quemaba.
Vírgenes gitanas, lo prohibido, alrededor de Thamar y recogen las gotas “de
su flor martirizada” pero denso al calor nocturno se sucede la frescura de la
madrugada, vuelta al paisaje:
Rumores de tibia aurora
Pámpanos y peces cambian
Amnón huye en su jaca
y cuando los cuatro cascos
Eran cuatro resonancias,
David con unas tijeras
Corto las cuerdas del arpa.
Es la imagen del rey haciendo enmudecer para siempre por vergüenza y
dolor, el instrumento de sus salmos, concluye el romancero.
Pura violencia, la crueldad, con un giro extraordinario igual a la seducción.
A los ojos de los psicoanalistas la tentación inconsciente y reprimida del
incesto constituye el complejo de Edipo y Electra, según los casos y
representaría una fase de la sexualidad infantil en el curso de su evolución,
únicamente su fijación sería generadora de neurosis.
Pero estas emociones son primigenias en la conducta del ser humano.
Antropológicamente el hombre se encuentra inmerso en un psiquismo hacia la
carne, a destruirse; el erotismo, los siclos lunares, la menstruación llevando
alma colectiva de los pueblos, de las sociedades desde tiempos primitivos a las
uniones incestuosas y la endogamia que a dejado rastros de rituales e
incienso; de creencias antiguas, de la lluvia esencial, el agua virgen, la
soledad sometida a la belleza, la carne, la primera carne, madre y hermanas,
el olor atraído hacia en medio del cielo pero que condena al infierno. De la
estación seca hasta las primaveras..
Hasta Deméter, madre distribuidora nupcia con lo verde y joven, madre de
Perséfone, hermana de Zeus e hija de Crono t Rea, relacionada con la tierra
“Deméter” fue poseída por su hermano Poseidón relacionado con el agua y
cuyo nombre significa “ el consorte de la distribuidora” por la noche Deméter
en su forma original de diosa-yegua, fue cubierta por Poseidón, que convertido
en semental incesta con su hermana una hija; las relaciones incestuosas de los
dioses eran la única explicación para ciertos fenómenos, orientados todos a
ritos de características fálicas entre elementos de la naturaleza, con la
agricultura, las mareas, ciclos solares y lunares, las primeras referencias se
centran en ciclos de leyendas y deidades, pues en la mayoría de las
civilizaciones los dioses surgen de una sola fuente, su madre los procrea pero
entre ellos siguen procreando en su mundo protegiendo su divinidad,
conservando sus rasgos, incestuando entre hermanos, con su madre y con su
padre, en las literaturas celticas existe una leyenda que ejemplifica desde otro
enfoque al incesto, Arturo pendragon, rey de camelot, héroe británico que
después de derrotar a los sajones funda la ciudad que reta a los dioses, la
grandiosa camelot, adema de que emprende la búsqueda del santo grial, junto
a sus fieles caballeros de la mesa redonda, a pesar de ser Arturo un héroe
prototipo similar al cid campeador, comete el pecado de los dioses, una falta
que le causará como consecuencia perder l vida a manos de su hijo Mordred
que a su vez muere bajo excalibur, espada mágica que portaba Arturo; “dex
Bellorum” que cae ante la mirada de una mujer llamada Morgana; hermana
mayor de Arturo hija del rey Uther quien la procrea al seducir con ayuda de
Merlín y su magia engañando a Igraine.
Tras seducir a Arturo , morgana engendra a Mordred, quien protegido por la
bruja oscura y reina Mab y por destino pone fin al reinado heroico de Arturo
pendragon, pagando por su error. El fratricidio aunado al incesto es el eje
motor de esta leyenda, se mancha la vida heroica de este personaje emblema
en las literaturas medievales europeas.
Las uniones incestuosas del antigüedad, por ejemplo; no eran debidas a una
inclinación amorosa, si no a las concepciones míticas.
La historia cuenta que un faraón de la decima dinastía desposo a su hermana,
a su hija y su nieta, faraones henoteistas5
Los ptolomeos, sus hermanas, Artajerjes, sus dos hijas; en el siglo VI dc.
Qubad I se casa en segundas nupcias con su hija, y el sátrapa Sisimithres se
casa incluso con su madre. Pero estos incestos se explcan por el hecho de que
el Zend Avesta recomienda los matrimonios consanguíneos a fin de acentuar
la semejanza de los soberanos con la divinidad.
El incesto parece corresponder sobre todo a las sociedades cerradas así como
a los psiquismos cerrados o estrechos, incapaces de asimilar al otro, revela
una diferencia o una regresión.
Aunque puede parecer normal en una cierta fase de la evolución, explica un
bloqueo, un nudo, una detención en el desarrollo moral psíquico de una
sociedad y una persona, pues hay también lugares para distinguir el incesto
5 Henoteistas: de Ajenaton, relación bíblica y egipcia.
semianimal, que se coloca entre la normalidad infantil, la prohibición social, la
perversión sexual y la neurosis, del incesto semireligioso cargado de símbolos
y deriva en creencias.
Aunque la mitología griega y otras estén llenas de uniones incestuosas y la
endogamia primitiva hubiera dejado rastro en la sociedad, como en el
psiquismo, el incesto inspiraba a los trágicos griegos y sin duda al alma
colectiva del pueblo, un horror sagrado, se fundaba todo su poder en el
dramático sentimiento del horror, En Roma estaba prohibido por ley los
culpables eran precipitados por la roca de Tarpeya.
Completamente reproblable para la visión occidental y para la iglesia católica,
el incesto, en primer lugar porque se pregona un ayuno a la carne, al cuerpo
pues el cuerpo de cristo sufre a manos de los seres humanos; en segundo
lugar porque el arquetipo religioso de cristo es el de primogenito, y carece de
hermanas y hermanos, con esto la iglesia aleja al incesto, limpiando y tratando
de ocultar todas las costumbres paganas de las primeras religiones.
Para entender que el incesto es una práctica depravada se han tratado
diferentes formas de persuasión, genéticamente la variedad de caracteres se
agita con cada nacimiento, de generación en generación, se llega el momento
en que esta gama de características se agotan al enfrentar hermanos y
hermanas o primos, quizá sobrinos, no importa los genes se agotan dando
origen a enfermedades, fenómenos, engendros, humanos con problemas
mentales, malformaciones, la referencia la tomo del filme “los ríos de color
purpura” de Mathieu Kassovitz” su trama se desarrolla en una universidad
francesa de un muy alto nivel académico, en la cual se formaban los dirigentes
del mundo, guiada por maestros de altísimo nivel y preparación excelsa,
además de que buscaban la perfección física; deciden cerrar su círculo de
variedad genética para conservar las características especiales tanto físicas
como intelectuales, por supuesto que esto implico recurrir al incesto, al
pecado divino que llena de soberbia y orgullo oscuro a los seres humanos,
después de la segunda generación empiezan a nacer niños con
malformaciones que contraponen los valores que profesan, los ríos de color
purpura son los ríos de sangre nueva, de sangre perfecta, en busca del
hombre superior, del hombre que quiere ser como los dioses, buscan la
eugenesia, pero solo encontraron enfermedad y muerte, las afectaciones se
demostraron directamente en la visión, pero se pueden mostrar afectando
diferentes partes del cuerpo.
En la actualidad existe en ciertas circunstancias la práctica del incesto, el
nivel cultural de la sociedad, sus conceptos y valores, la marginación, y la
manera de las más antiguas religiones.
La marginación, las comunidades alejadas, los pueblos olvidados es donde se
sigue dando, en donde son apasionadamente primitivos, personas que se
guían por los instintos, por el gusto de la carne, condenados a la ignorancia, el
pecado, a la sangre, lubrica de las peores tragedias y perversiones, y lejos de
buscar la eugenesia, buscan saciar sus instintos, los primos poseen a las
primas, los padres a las hijas, hermanos a las hermanas, la poca variedad
genética somete, la marginación, es un grito de dolor, de pasión y deseo.
“Los dioses, es verdad, han hecho suyas a sus hermanas. Y así, Saturno
contrajo matrimonio con Ops, que le estaba unida por la sangre; el océano con
Tetis, y con Juno el soberano del Olimpo”6
BIBLIOGRAFíA.
Chevalier jean, Gheerbrant Alan, Diccionario de símbolos, ed. Herder. España.
1999.
6 Ovidio, las metamorfosis. Ed. Porrua.
Campmany Jaime, el pecado de los dioses, Ed. Plaza janés. España, 1998.
Auclair Marcelle, vida y muerte de García Lorca. Ed. Era, México, 1972.
García Lorca Federico, poema del cante jondo/ romancero gitano, edición de
Allen josephs y Juan Caballero, Ed. Rei, letras hispánicas, México, 1994.
Carlyle y Emerson, De los Héroes hombres representativos, Ed. Cumbre.
México. 1979.
Ruiz de Elvira, A. (1982). Mitología clásica, 2ª ed. corregida edición, Madrid: Editorial Gredos. (Primera edición: 1975.)
Grimal, P. (1981). Diccionario de mitología griega y romana, ed. rev., con bibliografía
actualizada por el autor edición, Barcelona: Paidós.
Hornung, Erik: el uno y los multiples, concepciones egipcias de la divinidad. Ed. Trotta.
1999.
Aragón Fernández, Mª Aurora, Literatura del Grial. Siglos XII y XIII. Madrid: Síntesis, 2003. Historia de la literatura universal, 42.
Barron, W.R.J. (ed.), The Arthur of the English: the Arthurian Legend in Medieval English Life and Literature, Cardiff, University of Wales Press, 2001.
Ruipérez, Martín S. (2006): El mito de Edipo. Lingüística, psicoanálisis y folklore, Madrid:
Alianza,
Asensi, Joseph, Layos, la historia de un mito griego. Ed. Evohé. 2009.
Ovidio, Las metamorfosis, Ed. Porrua. 1990.