Post on 19-Oct-2015
Cat DArossi
Entre Napolen
y los tulipanes
Existe la felicidad?
Ttulo Original: Entre Napolen y los tulipanes
Cat DArossi 2010
catdarossi@hotmail.com
Todos los derechos reservados. Esta publicacin no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un sistema
de recuperacin de informacin, en ninguna forma ni por ningn medio, sea
mecnico, fotoqumico, electrnico, magntico, electroptico, por fotocopia
o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor.
Para:
Rebeca y Ana, quienes comenzaron el crculo.
Yolanda y Tamara, quienes le dieron forma.
Camilla, Marina y Franois, quienes lo completaron.
Porque los amigos son la familia que nos permitimos elegir,
este libro va dedicado a ustedes,
y a todos los quetzales que me ensearon a volar.
Querido lector:
En tus manos, posees un trozo de m.
De lo que fui, de lo que soy y de lo que espero ser.
Cat DArossi
No ser nadie, sino t mismo,
en un mundo que est haciendo todo lo posible,
da y noche,
para que seas alguien distinto,
significa luchar la batalla ms difcil
que cualquier ser humano pueda enfrentar
y nunca detenerse
Edward Estlin Cummings
Primera Parte
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Uno
He cometido el peor pecado que una persona puede cometer.
No he sido feliz
Jorge Luis Borges
equeas gotas de sudor fro se deslizan por mi sien, se escurren
a lo largo de mis pmulos y caen sobre el cuero negro del sof,
estrellndose contra l como la lluvia en el asfalto.
Jugueteo con los pulgares y agito una pierna impacientemente,
mientras remuerdo mis labios carmes, hacindolos lucir blancos.
Tengo una extraa sensacin de incomodidad, no s si sea porque
estoy en medio de tres individuos que me aplastan las costillas o
porque estoy nerviosa. Creo que es un poco de ambas. Despus de
todo, jams imagin encontrarme en una situacin como esta:
compartiendo el sof con tres inadaptados sociales y frente a una
psicloga que no deja de tomar apuntes en su libreta marrn.
Me siento estudiada, como un gorila verde encerrado en una jaula.
El tipo que est a mi izquierda no ha parado de hablar en los ltimos
veinte minutos. Podra levantarme en este preciso instante para
taparle la boca con sus calzoncillos y creo todos me daran las
gracias, en especial la adolescente gtica que est sentada a un
extremo del sof. Ella s que quiere mandarlo al diablo
P
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Bostezo con disimulo. Mi brazo derecho empieza a entumecerse, lo
movera, pero los enormes senos de la mujer que est junto a m me
lo impiden.
y, entonces, le pregunt: Qu pasa, Yasmin? Por qu
ests evitndome? Y ella dijo: no estoy evitndote, es solo
que no aguanto tener una conversacin contigo. Pueden
creerlo? Digo, s que tengo un pequeo problema para
controlar mi lengua, pero ella debera entenderlo. Cre que
haba una chispa entre nosotros
S, mi brazo derecho no puede moverse, pero mi izquierdo est,
realmente, considerando la posibilidad de callar a ese tipo con un
buen golpe.
puedo soportar que no est interesada en salir conmigo,
pero qu tiene Barry, del Departamento de Archivos, que
no tenga yo?
No conozco a Barry, pero, si tuviera que elegir entre l y un
papagayo con forma humana, no slo me quedara con Barry, sino
que luchara por l como una tigresa en celo.
Algo me dice que estn teniendo amoros en el trabajo, y eso
va en contra del cdigo laboral
De acuerdo, Ted! exclama la doctora Scheffer, alzando la
voz con autoridad Has llenado tu espacio de veinte
minutos, continuaremos en la prxima sesin
Dios bendiga los lmites de tiempo de los loqueros.
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quiero que sigas practicando los ejercicios de autocontrol
que te ense la semana pasada. Est bien?
Ted mueve la cabeza de arriba a abajo. Por su semblante de
pesadumbre, deduzco que an tena muchas cosas que contarnos
sobre su miserable existencia.
Excelente. Ahora, es el turno de nuestra nueva participante:
Helena
Doy un respingo de alarma. La doctora Scheffer me observa con
total atencin, como si esperase que yo le contara el verdadero
motivo por el cual la gallina cruz la calle.
Qu te trae a nuestra terapia grupal de autoayuda?
Me rehso a contestar. No por carecer de respuesta, sino porque an
no estoy segura de que mi problema sea, en realidad, un problema.
Comencemos por lo bsico contina ella, al notar mi
escasa voluntad de romper el hielo Cmo fue tu
infancia?
Mi infancia? Fue tan buena que me parece mala.
Bastante normal, creo yo
Adelante
Mis padres me enviaron a la escuela ms costosa de la
ciudad. Queran que me codeara con nios adinerados
Prosigue
Cuando cumpl los 16, mi madre quiso enviarme a un
internado agustino en Pars aunque yo deseaba ir a
Londres
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Detengo el relato para dejar escapar un disimulado suspiro de
lamento. Londres. El Big Ben el London Eye los soldados que
no pueden moverse
Y qu sucedi? pregunta la doctora Scheffer, curiosa ante
mi silencio.
Lo que suele suceder cuando no se es hurfano respondo,
en tono sarcstico.
La mujer ignora mi chiste y toma apunte en su libreta. Acaso no
tiene sentido del humor?
Cmo fue tu vida en ese colegio?
Una vez ms, permanezco callada. Los Campos Elseos el Arco
del Triunfo las excursiones a la Catedral de Notre Dame los 175
actos que, segn el padre Franois, son pecado, y otras 80
excursiones a la Catedral Voil la France!
No puedo quejarme
Vuelve a tomar nota. Habr notado que estoy mintiendo?
No creo. Es psicloga, no consultante del tarot.
Y a qu te dedicas? indaga, aumentando su inters.
Soy subastadora
Oh, subastadora! Cmo va eso?
Muy bien bien creo
Por tercera vez, la mujer posa el bolgrafo sobre el papel.
Me inquieta el hecho de que est analizndome; por lo general, soy
yo quien disfruta analizando a los dems.
Qu me dices de tu familia? Cmo son ellos?
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Mi familia? Pues
Dudo. En 20 aos, jams he podido hallar la descripcin adecuada;
todas son demasiado benvolas.
Mi abuelo es subastador retirado, al igual que mi padre
Ah, es una tradicin familiar!
Algo as
Ya veo. Qu hay de tu madre?
Mam? Es la encargada de invertir el dinero.
No trabaja
Al menos que pueda considerarse un trabajo el despilfarrar los
ingresos monetarios
Ama de casa?
Definitivamente
La doctora Scheffer acomoda la espalda en el reclinar del asiento.
Y qu tal el plano amoroso?
Bueno salgo con alguien hace un par de meses
Hblame al respecto
Que hable de mi vida sentimental? Es eso necesario?
Su nombre es Patrick
Contina
Contina. Prosigue. Qu me cuentas de eso? Qu hay de aquello?
Es lo nico que esa mujer sabe decir?
Mi concepcin de la psicologa acaba de ser cruelmente violada por
el interrogatorio simpln del que soy objeto.
Es empresario. Su familia tiene una cadena de hoteles
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Patrick Watson - Creek? Oh, eres Helena Fakker!
Magnfico! Ahora, mi nombre aparecer en la portada de Magazine
Gossip con la doctora Scheffer dando testimonio de la inestabilidad
emocional que me condujo a su terapia.
Creo que necesitar un abogado.
S respondo, entre dientes, apesadumbrada por mi falta de
reserva.
Un momento; para algo ha de servir el contrato de confidencialidad.
Al fin y al cabo, las terapias con los loqueros son como las
confesiones sacramentales, y se supone que ningn religioso debe
andar por ah, contando tus pecados a diestra y siniestra
Y cmo va su relacin?
Eh bien! Muy bien. Patrick es maravilloso
La doctora Scheffer vuelve a tomar nota. Quisiera saber qu tanto ha
podido discurrir sobre m con ese incmodo mtodo inquisitivo.
Creo que ya han sido suficientes preguntas, Helena. Ahora,
quiero que nos cuentes por qu ests aqu
Inclino la mirada, no para huir de su pregunta, sino de la inminente
respuesta.
El ocaso abraza el cielo con osada, puedo saberlo porque se filtra el
matiz naranja por la ventana de cristal. El suelo se pinta con el
reflejo de la tarde esa tarde que siempre enfra mi alma,
convirtindola en toneladas de hielo que se desprenden y van a dar a
la boca de mi estmago.
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Un molesto nudo se forma en mi garganta y la aprisiona, como
aquellos tediosos nubarrones de invierno que enclaustran al sol
detrs de sus cuerpos etreos. Comienza a emerger esa insoluble
tristeza, de la nada, y se aferra a mi pecho, como una dolorosa
enredadera de espinas.
Estoy aqu porque algo me falta. Cada noche, el sueo se rehsa a
envolver mis ojos. Doy giros desesperados y exhaustivos sobre la
cama, tratando de hallar un rincn donde no me sienta sola.
Los das han comenzado a parecerme montonos y deprimentes
iguales, unos a otros. Intento ignorar esta nostalgia sin fundamento,
pero, cada vez que trato de contenerla, el frgil manto de mi corazn
se desgarra y gotas de roco lastimero se cobijan sobre mis prpados.
No soy feliz, y a eso se resume mi presencia en este acogedor
consultorio de Manhattan...
El sbito timbre del telfono mvil me pone los nervios de punta.
Parpadeo repetidamente y sacudo la cabeza, queriendo volver a la
realidad.
Lo siento, olvid apagarlo me excuso, mientras intento
hallar el mvil en el interior de mi bolso negro.
Mi mano se topa con la chequera, el monedero y las tarjetas de
crdito, antes de encontrar el telfono entre las llaves del auto y el
espejo de bolsillo.
El identificador de llamadas me causa estremecimiento. Ojeo mi
reloj de pulso llevo media hora de atraso! Me disculpo con la
doctora Scheffer y le digo que regresar en otra ocasin, lo cual,
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probablemente, no haga, ya que no pienso pagar para que una mujer
me interrogue como si fuese sospechosa de un crimen.
Salgo del consultorio, reprendindome a m misma por haber
perdido el tiempo de una manera tan tonta. Acaso he olvidado que
soy una adulta racional y que, por ende, la felicidad no es ms que
un tab? Cmo se me pudo ocurrir sentarme junto a cuatro
desconocidos para compartir mis inquietudes sobre la vida?
Y pensar que todo este embrollo surgi por un escrito del siglo
pasado
Felicidad. Joder! En qu estaba pensando cuando me pregunt si
era feliz? Cualquier persona con dos dedos de frente que quiera
mantener el balance emocional de su vida, sabe que no debe
preguntarse tal barbaridad.
Yo soy una persona con dos dedos de frente o lo era, hasta que me
top con una dichosa carta atribuida a Borges. Y digo dichosa en
sentido irnico.
Pienso que nadie debera escribir semejante cosa y hacerla pblica,
de manera que no apruebo a Borges, por el contrario, condeno su
revelador manuscrito como algo sumamente perjudicial para los que
preferimos vivir en la ignorancia supina, respetando las normas de la
sociedad y manteniendo una buena conducta estereotpica.
Qu hay de malo en hacer lo que todo el mundo hace? Poner el
trabajo y, por ende, al dinero, en primer plano. Dejar a los amigos y
al amor de ltimo, porque son como el viento: vienen y van
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Qu hay de malo en querer tener las cosas bajo control? No salir sin
haber revisado el pronstico del clima, por ejemplo.
Creo que Borges no tena idea de lo que hablaba. Era un anciano
prximo a su muerte, deliraba, eso es todo.
Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la prxima, tratara de
cometer ms errores. No intentara ser tan perfecto, me relajara
ms. Sera ms tonto de lo que he sido, de hecho, tomara muy pocas
cosas con seriedad... Correra ms riesgos, hara ms viajes,
contemplara ms atardeceres, subira ms montaas, nadara ms
ros. Ira a lugares a donde nunca he ido
Tendra ms problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivi con sensatez cada minuto de
su vida. Claro que tuve momentos de alegra, pero, si pudiera volver
atrs, intentara tener, solamente, buenos momentos. Por si no lo
saben, de eso est hecha la vida: slo de momentos. No te pierdas el
ahora.
Yo era uno de esos que nunca iba a ninguna parte sin un
termmetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un
paracadas. Si pudiera volver a vivir, viajara ms liviano.
Si pudiera volver a vivir, comenzara a andar descalzo a principios
de la primavera y seguira descalzo hasta concluir el otoo.
Contemplara ms amaneceres y jugara con ms nios, si tuviera,
otra vez, vida por delante
Pero ya ven, tengo 85 aos, y s que me estoy muriendo.
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ajo del auto, aseguro la puerta y cruzo la calle a paso rpido.
Me detengo unos instantes para admirar el impetuoso letrero
que se levanta sobre la marquesina.
Casa de Subastas Fakker
No dice Casa de Subastas Helena, de modo que no me pertenece.
No es mi esencia lo que me mantiene atada a ella, sino mi apellido.
Cruzo el umbral de la puerta, atravieso el recibidor y entro al
auditorio; no hay un solo espacio libre en las quince hileras de
butacas. Noto que algunas personas murmuran entre s al verme
llegar, supongo que critican mi demora. Es lo que mejor se les da:
criticar.
Lo siento, se me hizo tarde
Hola, cario
Patrick se inclina para darme un beso. Han pasado varios meses y,
aun as, no termino de acostumbrarme a l
Espero que tengas una buena excusa
La voz de mi madre posee un incmodo tono de hosquedad.
No tengo intenciones de contar a nadie sobre mi visita a la doctora
Scheffer, as que miento diciendo que el trfico era una locura.
El trfico te detuvo una hora? Eso no tiene sentido, vivimos
a quince minutos de aqu
B
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Maldicin. Mi coartada acaba de ser desmantelada.
Tambin hubo un accidente
Qu clase de accidente?
Un auto arroll a una cebra
Maldicin. Mi nueva cortada es tan estpida
Cebra? Pero el zoolgico est del otro lado de la ciudad!
Por qu dije cebra? Ovni hubiese sido ms creble.
El abuelo me observa con suspicacia, pero no hace comentarios.
Sospecho que me someter a un interrogatorio profundo en cuanto
tenga la oportunidad. Mi madre ladea la cabeza con desaprobacin,
es evidente que no cree ni media palabra de lo que he dicho.
No hay tiempo para discusiones ridculas interviene pap,
como por encargo divino 45 minutos de atraso, es ms que
suficiente. Helena, sube a la tarima y comienza con la
subasta
Helena, haz esto y haz aquello. Es tu deber, tu responsabilidad,
aunque no hayas movido un dedo para adquirirla y aunque no
tengas el mnimo inters en llevarla a cabo.
Londres? Para qu quieres ir a Londres? Francia es la cuna del
pensamiento moderno! Montesquieu, Diderot, Voltaire, todos eran
franceses. Tu madre es francesa! Irs a Pars.
Estudiar dibujo? No lo necesitas. Tu deber es hacerte cargo del
negocio familiar
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Antes de cumplir los 17, ya haba hecho un doloroso descubrimiento
en mi vida: mi futuro estaba planeado y poco importaba mi voluntad.
Londres fue tirado a la basura como un trapo viejo. Obviamente, le
ech la culpa a Montesquieu y a sus amigos enciclopedistas.
Mi empleo, la profesin que ejercera hasta llegada la vejez, haba
sido escogido sin mi consentimiento. Opt por culpar al abuelo de
mi abuelo y a su maldito sueo de tener una casa de subastas.
Est en la naturaleza humana el querer buscar culpables, nos alivia
saber que la responsabilidad no recae sobre nosotros
Alea iacta est. La suerte estaba echada, y no haba nada que yo
pudiera hacer al respecto. Rebelarme? Jams habra sido capaz de
hacerlo, mi familia haba invertido mucho dinero en mi educacin y
yo senta la necesidad de corresponderles.
S, lo s tener conciencia es un asco.
En fin. Me dej esclavizar y opt por afiliarme a la poltica del
hombre de las cavernas: vivo atado de manos y pies en la oscuridad
de una cueva, no conozco el fuego y no tengo inters en hacerlo. Me
conformo con lo que tengo a mano, no intento ver ms all de lo
debido, porque s que la luz lastimara mis ojos. No hago preguntas
ni analizo mi existencia. Simplemente, estoy aqu. Observo lo que se
me es permitido y sigo el ejemplo de mis compaeros, quienes
nunca se quejan por no poder salir al exterior.
Soy un esclavo satisfecho.
Eso, hasta que apareci Borges
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Lote n 225. Primera carta de Napolen a Josephine.
Despierto lleno de pensamientos sobre ti. Tu retrato y la
intoxicada tarde que pasamos ayer, han dejado mis sentidos
en la agitacin. Dulce, incomparable Josephine, qu efecto
extrao tienes en mi corazn! Ests enojada? Veo tu
mirada triste? Ests preocupada? Mi alma duele de pena,
y no puede haber descanso para ti, amada. Pero, todava
hay ms guardado para m, cuando, rendido a los
sentimientos profundos que me abruman, dibujo desde tus
labios, desde tu corazn, un amor que me consume con
fuego?
Hago una pausa y elevo la mirada, slo para darme cuenta de que el
auditorio entero tiene los ojos puestos en m.
La subasta abre con una oferta de 100 mil anuncio,
afanada por deshacerme de la incmoda sensacin que me
produce el tener cientos de miradas apuntndome.
Un sonoro cuchicheo se apodera de la sala. La esposa del senador
Jones le susurra algo; el hombre se limita a observarla con el rabillo
del ojo, mientras gira el tronco para echar un vistazo al auditorio.
Nadie ha levantado la mano. Su mujer le da un codazo en la costilla,
hacindolo sobresaltarse. l la mira con nerviosismo. En su mano
derecha, sostiene un cartel con el nmero 484. Comienza a erguir el
brazo
100 mil! exclama un sujeto regordete, sentado en la parte
trasera del saln.
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El peluqun falso, las gafas cuadradas, el bigote abundante es
Lipin Coles, uno de los empresarios ms reconocidos del pas. Tiene
fama de ser un excntrico irremediable.
El seor Coles ofrece 100 mil, alguien est dispuesto a
superarlo? cuestiono, mirando de reojo al senador Jones.
El pobre parece estar siendo reprendido por su esposa, ya que se
estremece cada vez que sta se inclina sobre su odo para
murmurarle.
El cuchicheo persiste.
170 mil!
Un hombre vestido de vaquero, levanta el nmero 315 y lo agita con
efusividad.
Esa es una oferta muy decente, seor comento, a manera
de cumplido.
El vaquero sonre con una pizca de arrogancia y le dirige una mirada
desafiante a Lipin Coles. El empresario le devuelve el gesto.
Las cosas van a ponerse feas
200 mil!
El senador Jones intenta secar el sudor de su frente con la manga del
saco, mientras mantiene el brazo levantado con el nmero 484.
225 mil! vocifera un hombre calvo, en la tercera fila.
240 mil! rie una mujer pelirroja, sentada junto a la
primera dama.
El farfullo consume el auditorio. Lipin Coles frunce el entrecejo con
inquietud; el vaquero le da un golpecito al borde de su sombrero
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blanco, y, en la segunda fila, el senador discute en voz baja con
Marta Jones.
Me pregunto qu ha trado a esta gente a la subasta de hoy a la de
hace una semana tres meses a las subastas de los ltimos 10
aos! Qu satisfaccin puede brindarles el invertir su dinero en este
tipo de cosas?
Puedo entender el consumismo tecnolgico, los vicios, las apuestas.
Incluso, puedo justificar la prostitucin como la necesidad que tiene
el hombre de recibir afecto, pero subastas? Qu clase de persona
gasta miles de dlares en algo que slo servir para adornar su sala?
El inconfundible siseo de la puerta me hace levantar la vista. Una
desconocida acaba de entrar al saln; de espaldas, intenta ajustar el
cerrojo sin hacer ruido. No puedo ver su cara, pero tiene un hermoso
cabello azabache, largo y liso, que se agita mientras gira la
cerradura.
Da media vuelta, y nuestras miradas chocan entre s con tal
intensidad que percibo un efmero fulgor consumindome los ojos
270 mil!
La voz de Lipin Coles me parece distante y vaga, como un
pensamiento olvidado que no me molesto en escuchar. Siento que mi
conciencia es arrancada sbitamente y contenida en ese inexplicable
cruce de sentidos.
300 mil!
El resto del mundo ha dejado de importarme. Ya ni siquiera s si
estoy despierta! Una profunda calidez me abraza el pecho, como la
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acogedora toga del alba que consume el fro de la noche. De pronto,
ella pestaea, y, apartando su mirada de la ma, camina tras la ltima
hilera de asientos, donde no puedo verla.
350 mil!
Mi frgil mente es arrastrada con violencia de vuelta a la subasta. La
realidad me abruma. Ladeo la cabeza disimuladamente; mis ojos se
niegan a dejar de buscarla
500 mil!
El vaquero agita su brazo con desesperacin. Tiene semblante de
angustia y su cara luce sudorosa. Me observa de manera suplicante,
mientras sacude el cartel 315 sobre su cabeza.
Miro a Lipin Coles; el tono rojizo de sus pmulos y el entrecejo
fruncido con aire malhumorado, me hacen suponer que no tiene una
oferta mejor que la de su rival.
500 mil a la una, a las dos!
785 mil!
Un inesperado bramido proveniente de la segunda fila, me
interrumpe en el ltimo instante. Dijo 785 mil? No puedo evitar que
una expresin de pasmo se dibuje en mi rostro.
La seora Jones sujeta con fuerza el brazo de su marido,
mantenindolo en el aire. Por un momento, tengo la impresin de
que el senador est siendo manipulado.
La multitud enloquece. El vaquero baja su cartel y, quitndose el
sombrero, se recuesta al asiento con resignacin.
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785 mil a la una, a las dos, y a las tres! Primera carta de
Napolen a Josephine, vendida al senador Jones y a su
esposa.
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Dos
Qu cosa tan extraa es la felicidad! Nadie sabe por dnde , ni
cmo, ni cundo llega. Y llega por caminos invisibles, a veces
cuando ya no se le aguarda.
Henrik Johan Ibsen
i mundo ha sido ineludiblemente alterado. La notable
felicidad que consume a la seora Jones, el plido
semblante de su marido, la frustracin que invade al vaquero, el
enfado que Lipin Coles desborda con refunfuos todo me parece
ajeno, apartado y ambiguo.
Sin saber por qu, la busco entre la multitud. Un incontrolable
desasosiego por hallar su mirada, perturba mi respiracin. Nada de
esto tiene sentido
Helena!
La voz de mi madre me hace recuperar la consciencia. La veo
hacindome seas para que deje la tarima. Por qu sigo en la
tarima?
Estuviste maravillosa exclama el abuelo, hacindome un
gesto de cario en la mejilla.
Me limito a sonrerle.
Helena!
M
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Doy media vuelta. Una mujer esbelta, de labios carnosos y brillante
pelo negro se aproxima con aire malicioso. Viste un traje carmes, de
escote provocador.
Conozco esa mirada de suspicacia intimidante, y nunca me ha
agradado
Betty Tale saludo, aparentando cortesa.
Debo felicitarte por tu lectura, fue inspiradora
Noto una pizca de irona en su comentario, pero, por el bien de las
dos, fingir demencia.
Gracias
Betty, querida, ests radiante mi madre la saluda con ese
presuntuoso beso europeo que siempre me hace dudar de mi
posicin geogrfica - Quin ha diseado tu vestido?
Quin va a ser? Filipo
Lo supuse, tiene el porte Materazzo -
Dios las crea y ellas se juntan.
Dime, Helena qu se siente estar en el quinto lugar?
Quinto lugar?
Deberas leer las revistas locales ms a menudo. Patrick y t
ocupan la quinta posicin en la lista de parejas con mejor
trasfondo econmico
As que ahora nos galardonan por tener dinero y asistir a eventos
sociales tomados de la mano
Qu se supone que debo hacer, brincar sobre una pierna?
Fantstico ironizo, levantando las cejas.
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Me preguntaba si no te molesta concederme una entrevista -
No, no me molesta. De hecho, me hasta.
Sera un honor mascullo, haciendo un esfuerzo por colocar
mi educacin de antemano.
Magnfico! Dnde est tu novio?
Giro la cabeza de un lado a otro. Acabo de darme cuenta de que
Patrick no est.
Dijo que volvera pronto. Espera un rato sugiere mi madre.
Odio cuando hace sugerencias, en especial, porque yo termino
afectada.
Lo hara si pudiera Betty ojea su reloj pero tengo un
compromiso dentro de media hora. Te parece si lo dejamos
para otro da?
Por supuesto!
Una mueca de recelo en la cara de mi madre, me hace sospechar que
mi alegra es evidente.
Nadine, te veo en el saln de belleza o en el spa
El doble beso vuelve a repetirse y, dando media vuelta, Betty Tale se
marcha.
Qu alivio me da ver su petulante existencia alejndose de m!
Las carcajadas de Marta Jones resuenan en la entrada del auditorio.
Parece jactarse del cuadro con marco plateado que lleva entre las
manos. Ah va el nuevo utensilio decorativo de la esposa del
senador! Seguramente, lo colocar en la sala, cerca del vestbulo,
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para que todo el que llegue de visita se revuelque de envidia al
verlo
Menos mal que siguen aqu
La voz de Patrick resuena a mis espaldas. De haber aparecido diez
segundos antes, me habra visto obligada a responder las incmodas
preguntas de la seorita Tale.
Bendito sea el hombre que invent el reloj! O debera bendecir a
Dios, por inventar el tiempo?
Doy media vuelta La vida se detiene ante mis ojos.
El hermoso resplandor de sus pupilas, sumerge mi mundo en un
dulce delirio de irrealidad. Ah est ella, mirndome fijamente, como
si supiera que, por alguna razn, inquieta mi universo.
Helena, te presento a Sophie. Mi prima
Es un placer conocerte
Ella sonre con dulzura y extiende la mano derecha.
Encantada respondo, tratando de ocultar mi perplejidad.
Nos damos un ligero apretn de manos. Su piel acaricia mi mueca
suavemente, y, en un delicado desliz, nuestros dedos se entrelazan
provocando tal calidez que mis latidos se descontrolan.
Ellos son Harold y Nadine Fakker. Les presento a mi
prima
He dejado de pensar; mi realidad est contenida en su presencia. El
hermoso cabello azabache que brilla con las luces del saln, la tierna
sonrisa que remarca sus pmulos color rosa, las dos estrellas verde
oscuro que tiene por ojos y que me desnudan el alma con lentitud
35
El seor Abraham Fakker
Ah, pero todos me llaman Apu!
Parpadeo una y otra vez, en un tenue esfuerzo por reprimir las
emociones que se desbordan dentro de m.
Sophie es la hija de mi to Charles, el encargado de los
hoteles en Inglaterra lo cual explica el apretn de manos
No crees que es demasiado pronto para comenzar con tu
crtica a la reserva inglesa? le cuestiona ella, entre dientes.
No responde Patrick, en tono juguetn.
As que has venido desde Gran Bretaa? la faceta
inquisitiva de mi madre, cobra vida.
S. De hecho, fue algo de ltimo momento: era mi padre
quien deba venir a la reunin de junta directiva, pero surgi
un imprevisto y me ha pedido que le reemplace
Qu est pasndome? Por qu me resulta tan inquietante su
mirada? Y qu es ese aroma que emana de su cuerpo, parecido al
perfume de la brisa primaveral?
Debiste avisarme que llegaras hoy. Habra ido por ti al
aeropuerto
No haca falta, conozco la ciudad
Es tu primera vez en Nueva York
S, pero me gusta leer los folletos tursticos
Sophie me sonre con ternura. Le devuelvo el gesto, aunque con algo
de timidez.
36
Y cunto tiempo te quedars? inquiere mi padre,
acomodndose la corbata.
Slo un par de das. Tengo que volver a Londres el domingo
por la tarde, de modo que, Patrick, tienes poco tiempo para
mostrarme el sueo americano
Puf! sta vez tendr que fallarte. Maana temprano viajo a
Tokio, para cerrar el trato con Harusame
Hablas en serio?
Patrick asiente. Sophie deja escapar un bufido de decepcin.
Entonces tendr que pasar toda una semana dando vueltas
en el lobby del hotel?
Lo siento, cario. Aunque
Han sentido esa misteriosa presin que suele sentirse cuando
estamos convencidos de que van a pedirnos un favor?
Helena conoce toda la ciudad, estoy seguro de que le
encantara darte un recorrido. Cierto, linda?
El corazn me da un vuelco. Su mirada vuelve a desviarse hacia m,
atrapndome en un perturbado mar de emociones que torna violentos
mis latidos.
Un cosquilleo me recorre el cuerpo, hacindome dar un salto que
procuro disimular.
Eh bueno yo balbuceo.
Podran ir al MET sugiere Patrick, rodendome los
hombros con un brazo.
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La sensacin de su mano frotando mi piel, me resulta algo
incmoda.
Tu prima slo tiene un par de das para conocer Nueva
York, no creo que quiera perder el tiempo en un museo
De hecho interviene ella, entrecerrando los ojos con una
pizca de provocacin Adoro los museos
Infinitas gotas de agua se deslizan, suavemente, en la cristalina
ventana de mi habitacin. La primera lluvia del ao ha ocultado las
estrellas con lgubres cortinas grises, que se alzan, tiranas, en el
firmamento. Detesto las noches fras, que, en su despiadado afn por
entumecer mi cuerpo, me hacen recordar que no hay nadie junto a m
para abrigarme.
Siempre he tenido problemas para dormir. Miedo, tal vez. No a la
oscuridad de la noche, sino a la de mi alma.
S, a mi alma, como suele pasarle a todos los adultos cuando llegan a
la madurez y se dan cuenta de que no pueden seguir ahogando la voz
de sus corazones con tal de seguir los consejos de la razn.
Porque una cosa es hacer lo correcto y, otra, hacer lo normal. Yo,
por ejemplo, he llevado una vida normal, pero completamente
incorrecta. Y s, estoy al tanto de mi error, pero una cosa es saberlo
y, otra, querer corregirlo.
38
La lluvia se hace cada vez ms intensa, reflejndose el parpadeo de
los relmpagos en la ntida alfombra del dormitorio. Doy vueltas
sobre la cama, de un lado a otro, intentando sofocar la cotidiana
nostalgia que me mantiene en vela.
Mi recmara acostumbra ser ms solitaria por las noches, cuando la
penumbra me obliga a convivir conmigo misma, sin poder
refugiarme en la calidez del balcn. Y, cuando a tal desgracia me
veo sujeta, es decir, cuando debo estar a solas con mi moribundo yo
interno, slo hay algo que logra apaciguar la desgraciada sensacin
de amargura que me consume: Napolen.
No, no son delirios de una mente perturbada por el poco dormir y el
mucho pensar. Son las cartas de Napolen a su amada Josephine el
nico abrigo que me resguarda de la tormenta.
Enderezndome poco a poco, extiendo el brazo para encender la
lamparilla. Tomo el libro de solapa gris que yace innime sobre la
repisa, y lo abro en la tercera pgina.
39
Italia, 1796
No he pasado un da sin amarte; no he pasado una noche sin
estrecharte en mis brazos; no he tomado una taza de t sin maldecir
la gloria y la ambicin, que me tienen alejado del alma de mi vida.
En medio de las tareas, a la cabeza de las tropas, al recorrer los
campos, mi adorable Josephine est sola en mi corazn, ocupa mi
espritu, absorbe mi pensamiento. Si me alejo de ti con la rapidez de
la corriente del Rdano, es para volver a verte ms pronto. Si, en
plena noche, me levanto para trabajar, es porque ello puede
adelantar, en algunos das, la llegada de mi dulce amiga
Adis, mujer, tormento, dicha, esperanza y alma de mi vida, que
amo, que temo, que me inspira sentimientos tiernos que me llaman a
la naturaleza y movimientos impetuosos tan volcnicos como el
trueno. Yo no te pido amor eterno ni fidelidad, sino, simplemente, la
verdad franqueza ilimitada. El da que me digas - te amo menos -
ser el ltimo da de mi amor, o el ltimo de mi vida.
Napolen
40
l mundo est sumido en la perdicin. No deberan
publicar este tipo de cosas en los medios! se queja
mi madre, indignada.
En la mano derecha, sostiene la portada del News Follower, uno de
los peridicos ms ledos de la ciudad.
Es lo que llaman libre albedro justifica Apu, con aquella
inmutable serenidad.
Yo lo llamo pecado
Nadine tiene razn, pap. No hay excusa para las
aberraciones
Aberracin es una palabra muy fuerte replica el abuelo.
Es una ofensa para Dios! Cmo quiere que lo llamemos? -
Modernismo
Mi madre deja caer el peridico sobre la mesa. Finalmente, luego de
10 minutos presenciando la misma discusin, logro ver la portada
del tabloide: Aprueban matrimonio homosexual en el estado de
California.
Harold, tu padre est endemoniado
Mi padre no est endemoniado
No estoy endemoniado!
Entonces deje de decir blasfemias!
Blasfemia tambin es una palabra muy fuerte
E
41
Ya es suficiente, los dos grue mi padre Qu no
podemos desayunar tranquilamente?
Helena, dile a tu abuelo lo errado que est refunfua
Nadine Fakker, en un tono lo suficientemente agresivo como
para hacerme entender que debo apoyar su posicin.
Pap, podras revisar el?
Soleado
Y en la tabla de?
Los Yankees
Qu hay de?
Helena!
Doy un respingo y vuelvo los ojos hacia la mujer que me dio la vida.
Tal parece que fingir sordera, en esta ocasin, no es una alternativa
viable.
La biblia dice que es pecado, Apu murmuro, al caer en
cuenta de que es imposible rehuir el asunto.
Odio tener que darle la razn a mi madre, pero es la nica manera de
ahorrarme una agobiante perorata sobre la voluntad divina. La
meteorloga del News Follower ha pronosticado un hermoso da de
sol y los Yankees van ganando la serie; har lo que sea para defender
este corto momento de paz espiritual.
Mam le dirige al abuelo una mirada triunfante. Parece quedar
satisfecha con mis palabras, puesto que da el dilogo por terminado
y abre su tema preferido: la vida ajena.
El hijo del senador Jones acaba de comprometerse
42
Ya era hora! Un hombre de su edad que an vive en casa de
sus padres, no es bien visto
Que sea hombre no tiene nada que ver, Harold. Tambin
aplica a las mujeres
Su comentario cae sobre m como un balde de agua fra, haciendo
que me atragante con el zumo de naranja.
Es mi imaginacin o pretender insinuar algo? Adis, paz
espiritual!
Patrick es un caballero, como pocos. No se me ocurre un
mejor partido. Estela!
Bueno, debo admitir que me agrada. Parece un hombre
decente corrobora pap.
Qu opinas, Helena? Si l tuviera intenciones de casarse
contigo, aceptaras sin pensarlo, no es cierto?
No s si est preparada para casarme
Pero por supuesto que ests preparada, tienes 30 aos! No
pensars quedarte soltera No, eso ni en broma. Qu dira
la gente? La prensa nos destrozara!
Nadine, no exageres espeta mi padre, sin apartar la mirada
de la seccin de economa.
Quin exagera? Yo no exagero. Esos columnistas
difamadores que trabajan en los peridicos locales, no
dejaran pasar la oportunidad para escribir atrocidades sobre
nosotros. O has olvidado la humillacin que tuvo que
soportar Mary Eth Albright? Estela!
43
Lo que le pas a la seorita Albright, fue lamentable
murmura Apu.
Lamentable? Fue humillante! No la culpo por haberse
mudado a las Islas Canarias. Estela!
Madame?
Tuve que llamar tres veces
Disculpe, Madame, pero
Mi t adelgazante y mis barras de avellana
En seguida
Estela sale del comedor a la velocidad del rayo. No deja de
sorprenderme su fortaleza para aguantar semejantes atropellos da
tras da.
Ves a lo que me refiero, Helena? exclama mi madre,
haciendo un ademn despectivo Un buen matrimonio pudo
haber salvado a nuestra mucama de tener que limpiar
inodoros para sobrevivir
Cambio de emisora y me encuentro con una vieja cancin de Los
Beatles: la vida es la serie de cosas que van sucediendo cuando
ests ocupado haciendo otros planes
Estara de acuerdo con ellos, de no ser porque, indudablemente, me
hizo falta hacer ms planes.
44
Tengo 30 aos y he llegado a un punto en el cual no s en qu punto
estoy. Mi vida se ha convertido en una sarcstica parfrasis de la
Divina Comedia: a mitad del camino, en una selva oscura me
encontraba, porque mi ruta haba extraviado Yo no s repetir
cmo entr en ella, pues dormido me hallaba en el punto que
abandon la senda verdadera.
A qu se refera Dante? A un turista europeo extraviado en un
oscuro callejn de Brooklyn, o a un hombre extraviado en la
vastedad de su propia consciencia? Porque ambas cosas, debo decir,
me resultan aterradoras.
Vuelvo a cambiar de sintona; no estoy de nimo para canciones
hippies.
En mayo de 1967 fue publicado un artculo llamado Concete a ti
mismo. La persona que lo escribi, dijo que todo hombre, a menos
que sea un simple ente sin ambicin y sin conciencia, a menos que
sea un cretino, se enfrenta con seis preguntas fundamentales que
debe resolver de alguna forma: De dnde? Cundo? Dnde?
Cmo? Por qu? Y a dnde?
De dnde, cundo, dnde, cmo, por qu y a dnde Pamplinas!
Todo el mundo sabe que semejantes preguntas conllevan un colapso
existencial que nos priva de la cordura. Es mucho ms razonable que
cada quien se dedique a lo suyo y no pierda el tiempo preguntndose
por qu est vivo. La Gioconda es un buen ejemplo: no sabemos ni
45
estamos, si quiera, cerca de averiguar el verdadero motivo de su
sonrisa. Podemos suponer, como lo hacemos siempre que deseamos
explicar lo inexplicable; diramos, entonces, que la Mona Lisa sonre
porque est feliz, porque planea algo siniestro, porque, en ese
momento, coqueteaba con el pintor, o, siguiendo el ideal feminista,
que sonre porque es mujer. Cualquiera de estos argumentos podra
ser el correcto, o, quizs, ninguno lo sea. Por qu seguimos
preguntndonoslo? Han pasado 500 aos y dudo que Da Vinci tenga
intenciones de levantarse de la tumba para desentraar el misterio.
El problema es que el hombre ha olvidado que, algunas cosas, no
fueron concebidas para explicarse.
Vuelvo a cambiar de emisora, rogando, para mis adentros, que sta
vez me tope con algo consistente y digno de una adulta racional que
conduce hacia el Museo Metropolitano de Arte.
Un estudio reciente ha conducido a un importante descubrimiento
sobre los elefantes: resulta que los mamferos ms grandes del
mundo, y los nicos cuadrpedos que no pueden saltar, no slo le
temen a los ratones, sino tambin a la picadura de las abejas.
En el mismo estudio, se ha llegado a la conclusin de que los
elefantes poseen una especie de alarma que los advierte cuando una
abeja se aproxima
Bienaventurados los animales clarividentes, porque nunca sern
sorprendidos! Era mucho pedir que Dios nos fabricara con una
46
alarma anti - desdichas? Algo que nos previniera de las desilusiones
amorosas, los polticos mentirosos y las amistadas falsas?
No, pensndolo bien, es mucho ms cmodo aferrarse al beneficio
de la duda
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abes? ste es uno de los mejores museos de arte en el
mundo. Podramos llamarlo: el Louvre de Amrica
Y has estado en el Louvre?
Oh, infinidad de veces! Estudi en Pars durante tres aos
La ciudad de las luces Pars es un pozo profundo!
Cuando limpian un stano, descubren otro; debajo hay una
cripta y, ms abajo, una caverna
Debajo de ella, un sepulcro, y, ms abajo, un abismo
Te gusta Vctor Hugo?
No es mi escritor favorito, pero s, me gusta mucho
Quin es tu favorito?
Antoine De Saint-Exupry
El aviador?
Sophie asiente con la cabeza y bosqueja una sonrisa inocente que
hace destellar sus ojos.
No he ledo ninguno de sus libros excepto El pequeo
prncipe comento, mientras ingresamos al departamento de
Arte Asitico.
Tambin yo
Observo a mi acompaante, perpleja. Medito la posibilidad de
preguntarle cmo es que, siendo su escritor favorito, slo ha ledo
una de sus obras, pero, antes de que pueda abrir la boca para decir
algo, ella se detiene frente a un alucinante grabado que muestra un
oleaje levantndose sobre la cima de una montaa.
S
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La gran ola de Kanagawa murmuro, dejndome embelesar
por el cuadro.
Qu crees que significa? me pregunta.
Es arte impresionista
Y qu crees que significa? repite.
Su interrogante me desorienta. He venido al Museo Metropolitano
de Arte cientos de veces; Patrick suele conformarse con una ficha
tcnica y mi madre se enorgullece de poder diferenciar una acuarela
de un gouache. Pero a Sophie no le interesan los formalismos, sino
el significado de la pintura. Su esencia su razn de ser.
Observo el cuadro en silencio durante unos instantes. Esa imponente
ola se acerca al Monte Fuji con aire amenazador, como si deseara
tragrselo de un bocado.
Lo inevitable contesto, luego de unos segundos.
Ella entrecierra los ojos con incredulidad.
Qu ves t? le pregunto, ponindome a la defensiva.
Esperanza
Mi sensacin de pasmo surge con presteza. La imagen de un tsunami
acechando la costa de Japn, no me resulta, para nada,
esperanzadora.
Si observas con atencin contina ella notars que el
cielo est despejado
Volteo en direccin al lienzo, escudrindolo con la mirada.
El violento mar se agita envolviendo tres barcas entre las olas. La
cresta de agua se alza contra la cima del monte, produciendo un
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cuadro abrumador, pero, a pesar del turbulento ocano y del tono
grisceo sobre la cumbre del Fuji, el firmamento luce despejado.
Cmo perder la esperanza, si an hay luz en el cielo?
La benevolencia de sus palabras me sobrecoge de tal manera que un
vaivn hace brincar mi corazn. Cmo es posible que jams haya
notado ese pequeo detalle? O, mejor dicho, cmo es que Sophie
pudo notar ese pequeo detalle?
Una persona normal no se fija en el color del cielo: se supone que
est demasiado ocupada visualizando la catstrofe marina.
O acaso a alguien le importa de qu tamao es la cabeza de Van
Gogh en su Autorretrato? No, es la ausencia de su oreja lo que nos
interesa.
Retomamos el paso en total mutismo, pero, curiosamente, y en
contra de lo que suele pasarme durante los espacios tcitos
prolongados, no me siento incmoda, sino reconfortada.
Aqu, vagando en los pasillos del ala sur, contemplando,
paradjicamente, mundos antiguos al alcance de mi mano, hallo en
el silencio al ms sublime de los lenguajes. Pienso que podramos
permanecer calladas durante horas sin riesgo a que ninguna de las
dos sufriese, en algn momento, de un ataque de histeria causado por
el terrible miedo que los humanos le tenemos a la ausencia de la
palabra.
No obstante, es mucho ms grande mi sed de conocimiento que mi
habilidad para hablar sin abrir la boca, de manera que reanudo la
pltica.
50
Y cmo es el negocio de los hoteles?
Muy fructfero, supongo. No s mucho al respecto
Cre que trabajabas con tu padre
No. Renunci a mi patrimonio hace un par de aos, cuando
me di cuenta de que no me apeteca invertir mi vida en algo
as
Oh Y Qu dijo tu familia?
Mi abuela estuvo en el hospital 8 das, luego de sufrir una
crisis nerviosa; mi abuelo fingi estar agonizando para tratar
de persuadirme y mi padre amenaz con dejarme sin
apellido. Lo tomaron bastante bien responde, haciendo
gala de la inherente destreza que poseen los britnicos para
la irona.
Dejo escapar un resoplido de gracia, mientras inclino la mirada con
aire pensativo. La imagen de Sophie y el trmino bohemia forman
una perfecta correlacin en mi mente.
Y en qu decidiste invertir tu vida? le pregunto, luego de
tomarme unos instantes para imaginrmela vestida de gitana.
Soy fotgrafa. Tengo mi propia revista en Londres
Suena fascinante! exclamo, con admiracin Cmo
supiste que era la profesin adecuada para ti?
Bueno
Sophie se lleva las manos a los bolsillos de su pantaln vaquero y,
encogindose de hombros, como quien no termina de entender lo
que est a punto de afirmar, responde:
51
Un da abr los ojos y me di cuenta de que, algunas cosas, no
pueden explicarse con palabras
52
Tres
"Hay personas que nos hablan y que no escuchamos; personas que
nos hieren y no dejan cicatriz, pero hay personas que, simplemente,
aparecen en nuestra vida y nos marcan para siempre"
Cecilia Meireles
engo un sueo, un slo sueo seguir soando. Soar con la
libertad, con la justicia, con la igualdad y ojal ya no tuviera
necesidad de soarlas!
Soar a mis hijos, grandes, sanos, felices; volando con sus alas, sin
olvidar nunca el nido. Soar con el amor, con amar y ser amado,
dando todo sin medirlo, recibiendo todo sin pedirlo.
Soar con la paz en el mundo, en mi pas, en m mismo, y quin
sabe cul es ms difcil de alcanzar!
Soar que mis cabellos, que ralean y se blanquean, no impidan que
mi mente y mi corazn sigan jvenes y se animen a la aventura.
Sigan nios y conserven la capacidad de jugar.
Soar que tendr la fuerza, la voluntad y el coraje para ayudar a
concretar mis sueos, en lugar de pedir por milagros que no
merecera. Soar que, cuando llegue al final, podr decir que viv
soando, y que mi vida fue un sueo soado en una larga y plcida
noche de la eternidad.
T
53
Mi abuelo cierra el libro y suspira con nostalgia. Parece que l
soaba con lo mismo.
Son casi las ocho, el ocaso pinta las nubes y un agradable viento del
norte hace bailar nuestros cabellos. Ninguno lo dice, pero, desde la
terraza, ambos nos sentimos como el rey y la reina de la ciudad que
nunca duerme. l tiene un cetro: aqul misterioso libro que ha
comenzado a leer por las tardes. Yo, en cambio, tengo un
computador porttil en el que intento realizar un tedioso informe de
ventas.
Tal vez sea ms acertado decir que l es el rey y, yo, la plebeya.
Qu hermosa lectura, no crees, Helena?
S, preciosa respondo, sin apartar la vista del monitor.
Y, a propsito Apu acomoda la espalda en su vieja silla de
caoba La cebra sobrevivi?
Lo miro con nerviosismo. Saba que, tarde o temprano, el tema
saldra a colacin, pero tena la esperanza de que no fuera hoy ni
maana ni el prximo mes.
Pongo en cdigo rojo a mis neuronas y les ordeno pensar en algo
para escabullirnos de sta. Rpidamente, surgen ideas:
1. Decirle que la cebra muri. Cuntas posibilidades hay de
que hubiese sobrevivido?
2. Decirle que, aunque recibi un fuerte impacto, el animal se
constituy como un verdadero ejemplo de la seleccin
natural.
54
3. Contarle que nunca hubo tal accidente y que el motivo de mi
retraso fue una cita con la loquera, donde pretenda hallar la
razn por la cual me siento tan infeliz.
4. Fingir demencia.
Todas las ideas me parecen estupendas, a excepcin la tercera, claro
est. Luego de analizar y re analizar, me decido por la segunda, ya
que est cientficamente respaldada por Darwin.
Sabes, querida? Nunca he dudado de tu inteligencia, pero
debo admitir que la historia de la cebra es una de las cosas
ms estpidas que he escuchado
Su comentario me toma tan desprevenida que soy incapaz de
defenderme. Aunque, mentalmente, le doy la razn: era un momento
crucial y necesitaba hallar una rpida excusa para contener a mi
madre. A problemas necios, soluciones ridculas!
No tengo pensado atormentarte para que me digas la verdad,
he vivido muchos aos y s reconocer los momentos en los
que debo tragarme mis preguntas pero me aliviara mucho
saber que todo est en orden. Lo est?
Por supuesto
Segura?
S
Bien
Intercambiamos miradas silenciosas. Ninguno toma la palabra; yo s
que miento y l sabe que miento, eso es todo, cualquier comentario
est de ms.
55
Abuelo, puedo hacerte una pregunta?
Desde luego
Es normal sentirse triste?
Eso depende
De qu?
Del motivo de tu tristeza
Y si te dijera que lo desconozco?
Respondera que es imposible
Qu es imposible?
Desconocer el motivo de tu tristeza
Permanecemos callados, mientras el tono rojizo del crepsculo se
descie en formas abstractas y el suave murmullo del viento pasa
rozando nuestros odos.
Yo
Creo que es buen momento para hablarte de algo
interrumpe l, con un tono enrgico poco usual Y espero
que puedas perdonarme la demora
Bueno, yo
Helena, estoy preocupado
Preocupado?
Por ti. Por tu futuro
Me sorprende que estemos teniendo esta conversacin. No tengo 17
aos, ni una vida por delante; al contrario, tengo 30 y he llegado a lo
que la mayora de las personas considera la madurez. De modo que,
56
cul es el objetivo de esta pltica? No habra sido ms atinado
tenerla hace qu se yo 10 aos, quizs?
He comenzado a creer que nos equivocamos contina,
pasando por alto mi expresin de desconcierto No te
dimos opciones, ni la oportunidad de elegir tu propio
camino
Sigo pensando que ya es demasiado tarde para esta charla, aunque,
en definitiva, tengo curiosidad por saber cundo cay en cuenta de
su error.
Siento esta zozobra este peso de conciencia, por no
haberte apoyado con esa disparatada idea de aventurarte a
Londres
S, pero
T queras ser dibujante, una profesin bastante dudosa,
debo decir, pero J! Hay tantas cosas dudosas que
terminan siendo indudables!
Unas cuantas carcajadas secas acompaan su ltimo comentario. Por
alguna extraa razn, un puado de agujas de veinte centmetros ha
comenzado a bordarme el pecho.
Dios sabe que he tenido una vida muy afortunada y que no
me quejo de ella, pero tambin sabe que estoy arrepentido de
todas las cosas que jams tuve el valor de hacer. Y creme,
si pudiera volver a vivir, no desperdiciara el tiempo de la
manera que lo hice
Qu es esto? Borges se ha apoderado del cuerpo de mi abuelo?
57
S, he vivido infinidad de aventuras y he aprendido mucho.
Algunas de mis lecciones fueron a golpes; otras no me
causaron ningn dolor, pero llegaron demasiado tarde,
cuando ya no poda hacer nada para ponerlas en prctica. Es,
precisamente, una de esas lecciones tardas de la que me
siento obligado a prevenirte
Estoy atnita. El legtimo Apu fue abducido por una nave
extraterrestre sin que me diera cuenta y sustituido por un ser de
apariencia fsica idntica, pero con el espritu de un escritor
argentino.
Debera llamar a los Hombres de Negro o contactar al Hangar 51?
Helena, lo que he aprendido es que el verdadero sentido de
la vida se reduce a una sola cosa: la bsqueda de la felicidad.
He aprendido que, sta bsqueda, puede llegar a tomar
mucho tiempo, y que el tiempo, querida ma, es demasiado
corto
Hace una pausa para humedecerse los labios, y contina:
Soy tan viejo que me cuesta recordar lo que he dicho o
hecho en el pasado, de forma que, si en algn momento, dije
algo que pudiera ir en contra de los tres principios que acabo
de revelarte, quiero que lo olvides. De acuerdo?
A falta de la lucidez necesaria para hacer que mis cuerdas vocales
funcionen, me limito a asentir con la cabeza.
Y, en cuanto a tu pregunta el abuelo clava sus fatigados
ojos en los mos. La sombra que precede la noche, le cubre
58
con un manto oscuro, pero el brillo de su mirada es tan
intenso que desplaza la penumbra Nunca, bajo ningn
precepto, puede ser normal
59
Italia, 1796
No le amo, en absoluto, por el contrario le detesto. Usted es una
sin importancia, desgarbada, tonta Cenicienta. Usted nunca me
escribe; no ama a su propio marido. Sabe qu placeres sus letras me
dan, pero, aun as, no ha escrito seis lneas informales a las
corridas.
Qu hace todo el da, seora? Cul es el asunto tan importante
que no le deja tiempo para escribir a su amante devoto? Qu
afecto sofoca y pone a un lado el amor, el amor tierno y constante
que usted me prometi? Qu nuevo amante reina sobre sus das, y
evita darle cualquier atencin a su marido?
Josephine, tenga cuidado! Una placentera noche, las puertas se
abrirn de par en par y ah estar
Estoy muy preocupado, mi amor, por no recibir ninguna noticia
suya; escrbame rpidamente sus pginas, pginas llenas de cosas
agradables que llenarn mi corazn de las sensaciones ms
placenteras. Espero, dentro de poco tiempo, estrujarla entre mis
brazos y cubrirla con un milln de besos bajo el Ecuador.
Napolen
60
Te refieres a mi libro preferido?
No necesariamente. Hablo de tu historia favorita, ya sea que
la hayas ledo o que alguien te la contara
En ese caso, hay muchas historias que me parecen
fascinantes, pero, antes de que insistas para que elija una, te
dir que me quedo con Napolen y Josephine
Es tu historia favorita?
Aj
Por qu?
Es sencillo: creo que representan el amor verdadero
Pensaba que ambos haban sido infieles
S, lo fueron, pero eso no define su relacin
No lo hace?
Por supuesto que no. Al menos que creas que un fruto
echado a perder significa que el rbol ha dejado de ser frtil
No, no lo creo
Entonces, sabrs reconocer que Napolen y Josephine se
amaron intensamente, a pesar de sus infidelidades, y que se
amor puede comprobarse leyendo sus cartas
Lo reconozco, pero bajo ninguna circunstancia puedo
aceptar que representen el amor verdadero. Para amores
verdaderos, est mi historia favorita
Cul es tu historia favorita?
61
Y me encantara escucharla
Dicen que, en la antigua Persia, existi un prncipe
locamente enamorado de una doncella. Un da, le lleg la
noticia de que ella haba sido asesinada, as que mont su
corcel blanco y cabalg durante horas, hasta llegar a una
escarpada lo suficientemente profunda, desde la cual se
lanz. Cuando su cuerpo se estrell contra el suelo y su
sangre qued esparcida en la tierra rida, brot un tulipn
rojo, como smbolo de su amor perfecto, verdadero y
apasionado. Es por eso que, en la cultura popular, el tulipn
rojo significa declaracin del amante arriesgado
Tienes un concepto muy romntico del amor verdadero
susurro.
Y t, uno muy condescendiente
Conmutamos miradas de complicidad y nos detenemos frente a un
afiche, en el Planetario Hayden del Museo de Historia Natural.
El universo est formado por 100 mil millones de galaxias y se
extiende 13 mil millones de aos luz en cada direccin
Debera creer esto? Como buena catlica, me siento obligada a
refutar cualquier dato cientfico que atente contra la teora
creacionista; es lo que la iglesia nos ha enseado. Como aquella vez
en que la Santa Inquisicin estuvo a punto de quemar a un tipo por
atreverse a decir que la tierra giraba alrededor del sol
62
Cul era su nombre? Ah, s! Galileo. Y sin embargo, se mueve
Papi, quiero ver el Big Bang!
Derek, no corras, o acabars con un hueso roto!
Un nio de 6 o 7 aos pasa junto a nosotras a tal velocidad que me
cuesta distinguir el color de su cabello. Siento compasin por el
hombre que le persigue, dando trastabillones.
Volteo en direccin a Sophie y, fingiendo que me he olvidado de
nuestra pltica, le pregunto:
Te gustara ver la creacin del universo que tom ms de
seis das?
El pblico entra y se coloca alrededor de un gran ocular que yace en
el centro del teatro. Aqul nio y su padre logran ponerse en primera
fila dando empujoncitos sutiles, lo cual causa cierta molestia en el
resto de los espectadores y frustra mi plan de querer hacer lo mismo.
Me conformo con un espacio angosto en la segunda hilera, entre un
hombre de altura mitolgica y una hermosa fotgrafa londinense que
no deja de sonrerme.
Como he dicho antes, mi condicin de catlica fiel a la causa me
impone una conducta subjetiva en cuanto a temas cientficos. Y es
que, francamente, no imagino qu feligrs estara dispuesto a aceptar
que desciende de primates tan agraciados como los del Planeta de
los Simios. Resulta ms esttico suponer que fuimos creados a
63
imagen y semejanza de Dios. De sa manera, podemos imaginar a
Dios a nuestra imagen y semejanza.
Qu pas antes del nacimiento de nuestro universo? Muchos
cientficos imaginan que hubo un vaco, existiendo por s mismo o
dentro de un universo mayor. En ese vaco sin forma, las burbujas
del espacio, mucho ms pequeas que los tomos, fueron naciendo y
desapareciendo de nuevo. Hace 13 mil millones de aos, una de
esas pequeas burbujas creci y, repentinamente, se dispar en una
gigantesca explosin, llamada Big Bang
Un fuerte estruendo provoca que algunos miembros del pblico se
sobresalten. Una mujer deja escapar un gritito ahogado que me
resulta mucho ms aterrador que los efectos de sonido. El granduln
que est junto a m se tambalea de forma amenazante, haciendo que
tema por mi seguridad.
Cunto puede pesar un hombre de casi dos metros? Cien, ciento
cincuenta kilos? Me aplastara antes de poder gritar: Auxilio, Goliat
est cayendo!
Observo a Sophie con el rabillo del ojo. Me llama la atencin el
semblante risueo de su faz, parecido al del pequeo que est del
otro lado de la sala
El espacio en s estall en fuego csmico, dando a luz a toda la
energa y la materia en nuestro universo. La expansin llevaba,
64
consigo, nubes de materia. El universo se enfri al tiempo que se
expanda. La gravedad junt enormes grupos de materia las
semillas de lo que seran las galaxias. Dentro de ellas, se formaron
las primeras estrellas
Estrellas, como las que brillan en sus ojos. Diminutos luceros verdes
que me roban el aliento, al punto de hacer que mis latidos se
detengan por fracciones de segundo. No puedo dejar de mirarla, aun
sabiendo que, el hacerlo, desencadena un torbellino de emociones
inexplicables que suspende mis sentidos en el tiempo y el espacio.
Un impulso acrrimo por tomarla de la mano acecha mi mente mi
consciencia mi cuerpo. Me remuerdo los labios con nerviosismo,
incapaz de centrar mi atencin en otra cosa. No existe nada ms en
lo que pueda centrar mi atencin! Ni el Big Bang, ni el teatro, ni el
pblico. Slo estamos Sophie y yo, en la creacin del universo, en
medio de las nubes de materia y las estrellas nacientes. No existe la
nocin del tiempo, sino lo infinito la absoluta perfeccin de
nuestros cuerpos separados por veinte centmetros
Veinte centmetro que quisiera desaparecer con un tenue soplo.
Hoy en da, usando telescopios de microondas, an podemos ver el
resplandor del Big Bang a nuestro alrededor...
Me apresuro a girar la cabeza de vuelta al ocular, pero no tiene caso,
contino sintiendo aquella incontrolable palpitacin queriendo
atravesarme el pecho. Basta con su aroma surcando el leve aire que
65
roza mis mejillas. Basta con la cercana de nuestras manos, que se
tocan a propsito con tal de acariciarnos la piel.
Lucho contra mi voluntad, rehusndome a fijar la mirada en su
silueta. Trato de convencerme de que mis sentimientos son
normales, que no hay razn para perder la calma y que, a pesar de
los gritos incesantes que golpean las paredes de mi alma, Sophie no
despierta, en m, nada fuera de lo comn Nada.
Un aplauso resonante prorrumpe en el teatro, tomndome por
sorpresa. El espectculo ha finalizado de golpe, dejndome
desorientada y sin recuerdo alguno de media narracin.
Ya han terminado de crear el universo?
Fue una exhibicin fantstica comenta ella, mientras
bajamos las escalinatas.
Su mirada luce encantadora, como la de una mujer inglesa que
recorre Nueva York por primera vez.
Eh? S lo fue
Opinara ms al respecto, pero mi posicin es la de una gua turstica
cautivada por la mujer inglesa a la que est mostrando Nueva York
por primera vez.
Es curioso que haya un planetario en Manhattan, con lo
difcil que es ver las estrellas desde una ciudad como sta
aade, manteniendo aqul entusiasmo infantil.
66
S, es cierto. Muy pocas veces logramos ver ms que la
luna
Sabes? Algn da ver la cada de la noche en un rincn
apartado En medio de Asia y Europa
Asia?
S. Sueo con ir a Kazajistn
Nunca sent devocin por la geografa, pero el hecho de no saber en
dnde rayos est Kazajistn me hace sentir ignorante.
Descuida, pocas personas saben que existe, aunque es ocho
veces mayor que Alemania se apresura a decir, al notar mi
momento de crisis intelectual.
Oh y por qu quieres ir a ese sitio?
Slo por los tulipanes
Tulipanes?
Crecen en las estepas de Kazajistn. Siempre he querido
fotografiarlos
Planea hacer un viaje a un pas que el 90% de la poblacin mundial
no conoce, slo para fotografiar una planta que puede encontrar en
cualquier floristera? Acaso est demente?
Eso es una locura
Cuando caigo en cuenta de mis palabras, stas ya han sido emitidas
por mis cuerdas vocales, atravesado el aire en forma de ondas,
llegado a los odos de Sophie y procesadas por su cerebro; de
manera que est consciente de que pongo en tela de juicio su
cordura. Para mi sorpresa, no luce ofendida.
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Es lo que dicen todos responde, con la misma
conmiseracin de quien explica una frmula aritmtica a un
nio por dcima vez Pero yo no lo veo de esa manera. Los
tulipanes de Kazajistn no pueden compararse con el resto.
Ellos son diferentes, han crecido en un paraje desolado,
donde todo apuntaba a que perecieran Te parecer
extrao, pero creo que son como una buena lectura antes de
irse a dormir
Su comparacin me aturde. Una buena lectura antes de irse a
dormir? Acaso comparte mi problema de insomnio? Deseara
preguntrselo, pero no creo que sea un tema de conversacin lo
suficientemente discreto como para ser sostenido entre dos adultas
racionales. Todo el mundo lo sabe, es la primera norma de
convivencia social: nunca discutas tus problemas con nadie, al
menos que sa persona forme parte de tu crculo de confianza.
La razn? Es sencilla: los seres humanos tenemos un defecto de
fbrica, cuando le preguntamos a alguien por su estado de nimo
esperamos una respuesta positiva, no estamos programados para
recibir lamentaciones y, al no saber cmo reaccionar, sufriramos un
cortocircuito. De manera que recurrimos a la mentira y decimos:
estoy bien, gracias por preguntar, en lugar de: mi vida es una
porquera y necesito desahogarme contigo
Sophie parece darse cuenta de lo difcil que me resulta dar
continuidad a nuestra charla, ya que, luego de observarme con
expectativa durante varios segundos, decide facilitarme las cosas.
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Cmo va tu relacin con Patrick?
Retracto lo dicho, eso no es facilitar las cosas. Qu bueno que estoy
programada para responder esa pregunta!
Muy bien. Patrick es un hombre maravilloso
Lo amas?
Maldita sea, mi programacin no da para tanto. Doy por sentado que
debo recurrir a la funcin manual, antes de que mi avin caiga al
tringulo de las Bermudas y sea transportado a la dimensin
desconocida.
Es una persona muy especial
Pero no lo amas
Eso no fue lo que dije
Fue lo que quisiste decir sin tener que decirlo
Eh? Bueno yo
La mirada desafiante de Sophie congela mis msculos, haciendo que
me detenga en plena vereda.
Supongo que espero llegar a sentir algo ms fuerte
murmuro, posando la vista sobre su boca.
Una parte de m, enloquece porque sus labios hmedos besen mi
cuello. La otra, lucha con bro con tal de hacerme recuperar el juicio.
El tronar de los clxones me parece tan lejano como el sonido de una
gota de agua cayendo al suelo. A penas y puedo notar las siluetas de
los transentes que cruzan la acera y los improperios que dos taxistas
se gritan en la bocacalle.
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Sophie da un paso al frente y entrecierra los ojos, como si estuviese
preparndose para capturar un borrego inofensivo.
Soy yo ese borrego?
Algo ms fuerte, como qu? pregunta, con tal perspicacia
que termino ahogndome con mi propia respiracin.
Abro la boca con insistencia, queriendo hallar el valor necesario para
responder, pero no logro dar ms que intiles bocanadas de aire.
Mi corazn est a punto de estallar y un hormigueo constante dibuja
crculos en las palmas de mi mano.
La sensacin de que el mundo se detiene suelto, al fin, en
un hilo de voz similar al suave murmullo del viento que se
filtra por mi ventana a medianoche.
Mi pecho se abrasa entre llamaradas de fuego salvaje que se
extienden dentro de m como granos de arena en el desierto. El
placentero impulso de sentir sus dedos acariciando mi piel desnuda,
es tan agresivo e impetuoso como su mirada. No controlo mis
pensamientos, ni mi voluntad Soy, tan slo, una mujer cuyo
corazn ha sido arrebatado por una hermosa extranjera de origen
ingls.
Una sbita ventisca hace descender un ptalo dorado que se estrella
contra mi mejilla. Sophie se apresura a levantar la mano y,
acariciando mi pmulo bajo la excusa de retirar la hojilla, pregunta:
An no lo sientes?
Trago saliva con dificultad, temblando ante la clida caricia que
emana del roce de nuestras pieles.
70
No estoy segura respondo, al borde de la locura.
Ella retira el brazo, con el ptalo de oro entre el ndice y el pulgar; lo
lanza al viento con la gracia de quien libera una paloma y bosqueja
una sonrisa comprensiva.
Si no ests segura concluye, retomando el paso Significa
que no ha sucedido
La veo alejarse lentamente, danzando su cabello negro en errantes
espirales de brisa pcara. En un esfuerzo sobrehumano, rompo los
dos bloques de hielo invisible que me mantenan arraigada al asfalto
de la vereda; tomo un hondo suspiro, me enjugo la frente con el
antebrazo, y la sigo, procurando que la distancia que nos separa no
sea imposible de recorrer.
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Cuatro
Si quieres ser feliz, como me dices, no analices, muchacho
no analices
Joaqun Bartrina
e estaba esperando
A m?
Ya est listo el informe de ventas?
Eh no, an no
Cmo? Pero si llevas una semana trabajando en l!
Dame un poco ms de tiempo
Tiempo? No tengo tiempo, Helena. Necesito ver esas cifras
antes de arriesgarme a invertir en la bolsa
Desde cundo inviertes en la bolsa?
No cambies el tema
No estoy
El informe, Helena, el informe!
El? Oh, s! Ir a terminarlo
Qu sucede contigo? Parece que alguien te golpe en la
cabeza con un sartn
T
72
Estoy bien. Slo ir a terminarlo
Ignoro la mirada desconfiada de mi progenitor y subo a mi alcoba.
Pienso que es inconcebible la manera en que soy recibida en mi
propio hogar: bast con poner un pie en el vestbulo para que mi
padre saliera disparado del estudio y me abordara al final de la
escalera exigiendo su maldito informe de ventas. No hubo saludos,
ni preguntas sobre mi da turstico. De hecho, creo que pude haber
sido asaltada o agredida por un grupo de delincuentes y, al llegar a
casa, lo primero que habra escuchado sera la frase informe de
ventas conjugada con el verbo terminar.
Echo seguro a la puerta, lanzo mi bolso sobre la cama y me dirijo al
escritorio, donde yace la pura encarnacin del tedio: mi computador
porttil.
Es cierto que llevo una semana trabajando en lo mismo, pero no es
mi culpa que, fortuitamente, me haya topado con la carta de Borges
el mismo da que comenc a preparar el informe, como tampoco es
mi culpa que ese escrito haya sido tan abrumador que me hizo
desarrollar un complejo de rechazo a todo lo que guarda relacin con
mi empleo. De manera que, si mi padre busca culpar a alguien por el
atraso de su inversin en la bolsa, yo postulo a Jorge Luis Borges y
al momento de crisis coexistencial que atraves a los 85 aos.
Que es ridculo culpar a un escritor que ni siquiera pertenece a este
siglo? Y qu otra cosa puedo hacer? Es mi naturaleza.
73
Reviso el documento pgina por pgina, sin poder hacer nada para
evitar la frustracin que me apremia. Cmo termin malgastando
mi vida tras un escritorio, llenando un estpido cuadro de ingresos?
En momentos como ste, cuando la nostalgia que anuda mi garganta
es lo suficientemente dolorosa como para hacer que mis prpados se
humedezcan, suelo preguntarme qu habra pasado si hubiese tenido
agallas para seguir mis sueos. Imagino que tendra ms tiempo para
alzar la vista y maravillarme con el hermoso vuelo de las gaviotas
surcando el atardecer. Imagino que notara, ms a menudo, la
ausencia de las estrellas en el cielo neoyorquino. Me sentara bajo la
luz del alba para ver el encuentro del horizonte con el sol. Viajara
para dibujar la sombra que refleja el Big Ben cuando el crepsculo
cae sobre Londres, y, estando ah, paseara a orillas del Tmesis
mientras leo los sonetos de Shakespeare. Me detendra justo cuando
el ocaso envuelve el firmamento y, en medio de ese juego de luces,
una sonrisa de satisfaccin hara gala en mi rostro, porque, slo
entonces, tendra la certeza de que estoy viva
Yo quera ser diferente a lo que soy, pero me di cuenta de que es
ms fcil convertirnos en algo que no deseamos y ms fcil vivir si
no le pedimos mucho a la vida.
Despertamos ms temprano de lo que queremos, sin ninguna
motivacin para levantarnos de la cama, ms que el miedo a lo que
podra suceder si rompemos la rutina. As que hacemos un esfuerzo
y dejamos que nuestros pies toquen el suelo. Tratamos de
convencernos de que es un nuevo da, que todo ir bien que, por la
74
noche, nos parecer ridculo el haber buscado excusas para
quedarnos bajo las sbanas.
Intentamos amansar nuestra frustracin pensando que, sin importar
lo detestable que sea nuestro trabajo, nuestra familia, nuestros
amigos, incluso nosotros mismos, siempre habr alguien mucho ms
miserable Como la desdicha ajena nos sirve de consuelo,
terminamos dndonos la razn. Ignoramos el vaco que llevamos
dentro y ponemos frente a la vida, queriendo aparentar que todo est
bien.
Aunque se trate de un engao, nadie tiene por qu enterarse.
Una farsa pattica? Un engao cruel? Puede ser, pero es la nica
manera de que las cosas funcionen: fingiendo que funcionan.
Me toma toda la tarde completar el cuadro de ganancias, lo cual es
una tontera, ya que hacan falta menos de diez cifras. Reviso mi
reloj de mano; son poco ms de las siete. Imprimo el informe y se lo
llevo a mi padre, con la esperanza de que me deje tranquila de una
buena vez.
Al bajar las escaleras, advierto la silueta de una mujer en el divn de
la estancia. No tardo en darme cuenta de que es Betty Tale, quien
zarandea una pierna con inquietud mientras se retoca el maquillaje.
Qu hace esa detestable periodista sentada en el mueble italiano de
mi casa? Por qu no fui avisada con tiempo de su presencia? Habra
75
tenido oportunidad de escapar por la ventana y no regresar hasta que
se hubiese marchado
Suelto un bufido de fastidio y bajo los dos ltimos escalones. Odio
el diseo arquitectnico de este edificio: es necesario cruzar la
estancia para llegar al estudio.
Betty Tale saludo, entre dientes, haciendo un esfuerzo por
ocultar mi contrariedad.
Helena!
No saba que estabas aqu contino, mientras intento
deslizarme con rapidez hacia el otro lado de la sala Has
venido a ver a mi madre?
S. Iremos al teatro
Suena maravilloso; que tengan una linda velada
Escuch que tu novio est de viaje
Betty se acomoda en el divn, de forma que su malvola mirada se
clava directo en mis ojos.
Asuntos de trabajo contesto, sin dar tregua a mi intento de
huida.
Cundo regresar?
En dos das
Ya veo Por cierto, hace cunto salen? Siete, ocho
meses?
Nueve
Y cmo va su relacin?
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Est tratando de hacerme una entrevista o son delirios de una mente
paranoica?
Muy bien, gracias por preguntar respondo, con cierta
aspereza.
Sabes, Helena? A mucha gente le parece extrao que an
no te hayas comprometido. Eres una mujer hermosa y de
buen status social; si yo fuera t, me dara prisa cuando
los rumores estallan, difcilmente puedes controlarlos
Me detengo a dos pasos del estudio. He visto documentales sobre el
comportamiento animal muchas veces y suelo enorgullecerme de ser
una criatura civilizada que no recurre a la violencia para solucionar
nimiedades. Pero, teniendo a Betty Tale frente a m, observndome
con esa arrogancia provocadora, deseara olvidar la evolucin que ha
tenido mi especie y convertirme en una bestia salvaje, slo para
mostrarle lo importante que es respetar el territorio de los dems.
Gracias por tu consejo, lo tendr en cuenta
Giro apresuradamente y, sin dejarle decir media palabra, entro al
estudio y aseguro la puerta con esmero, aun sintiendo que la sangre
me hierve de clera.
Ests bien, querida? pregunta el abuelo, al ver mi estado
de exasperacin.
Hay una alimaa en la sala
Todava no se marcha? refunfua mi padre, dando un
golpe al escritorio.
No, todava no. Toma, el informe
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Le entrego la resma de hojas y me desplomo en el canap de cuero
marrn, junto a Apu, mientras disfruto hacindome ideas de lo
divertido que sera ver a Betty Tale siendo evacuada del edificio por
el servicio de control anti plagas.
285 mil ms 750 aj estas cifras se ven muy bien
Qu tal tu paseo con la prima de Patrick? susurra el
abuelo, con la ternura de un padre que desea averiguar cmo
estuvo el primer da de escuela de su hija.
Fue muy interesante respondo, notando que el cuerpo se
me estremece con slo pensar en Sophie.
Menos el pago mensual de la electricidad
Me alegra or eso
Sumando las dos ltimas ventas
Abuelo, sabes dnde queda Kazajistn?
Kazajisqu?
Kazajistn
Uh? Kazajis Kazajistn, Kazajistn Supongo que ha
de estar muy cerca de Afganistn y Pakistn. Por qu me lo
preguntas?
Curiosidad, solo eso
1 milln 650 mil! suelta mi padre, en un estruendoso
alarido que me causa espanto.
Buenas cifras, Harold, muy buenas cifras confirma el
abuelo, ponindose de pie para caminar hacia el ventanal del
estudio.
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Creo que podramos invertir un 10 o 15 por ciento en la
bolsa
Desde cundo inviertes en la bolsa?
Vaya, as que no soy la nica que tiene dudas en cuanto a eso!
No invierto en la bolsa, pap, pero creo que es buen
momento para hacerlo y, ahora que tocamos el tema, quiero
hacerte una propuesta
Apu se distrae viendo la cada de la noche. Se inclina hacia la
ventana, movindose de un lado a otro para captar el cielo en su
totalidad; se pone de puntillas y vuelve a inclinarse. A simple vista,
parece que se encuentra en medio de una danza aborigen para
invocar al Dios de la lluvia.
Ejem! -
Mi padre carraspea con impaciencia, tratando de recuperar su
atencin. Luego de varios intentos, lo logra.
Como te iba diciendo, podramos ganar mucho dinero
invirtiendo el 10 por ciento de las ltimas ganancias
T crees que valga la pena arriesgarse? La bolsa es un
terreno muy escabroso
Por supuesto que vale la pena. Confa en m
Me apresuro a dirigirle al abuelo una mirada de advertencia, como
queriendo decirle: si yo fuera t, no lo hara. l parece comprender
mi lenguaje no verbal, pero, misteriosamente, se atiene a guiarme
un ojo.
De acuerdo, toma el diez por ciento
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Hago una mueca de espanto, preguntndome qu demonios tiene
Apu en la cabeza para atreverse a confiar en los dotes inversionistas
de mi padre, quien, hace menos de un ao, nos hizo perder 50 mil
dlares cuando quiso probar suerte en el hipdromo.
Rocinante ganar, es un buen caballo; corre como un judo
queriendo escapar de un nazi!
S, claro
El abuelo sonre con serenidad, quiz para hacerme ver que tiene
todo bajo control y, retomando su danza aborigen, pronostica:
Hoy ser una buena noche para ver las estrellas
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ualquiera con ms de un ao residiendo en la Gran Manzana,
sabe que ver las estrellas en el centro de la ciudad es tan poco
probable como ver al monstruo del Lago Ness surcando el Canal de
Panam. Pero, a quin le importan las probabilidades? A la gente
racional? Pamplinas! Dejmoslas a un lado tan slo por un
momento. No porque sean irrelevantes, sino porque, debido a algn
motivo que an intento descubrir, sent la necesidad de hallar una
excusa para ver a Sophie y, esa excusa, fue prometerle que la
llevara a un sitio donde podra ver las estrellas
Por cierto, cuando digo: sent la necesidad, me refiero a esos
indescriptibles flashes de la vida en los que un ataque de ansiedad se
apodera de nosotros y nos lleva a cometer actos que, luego, nos
parecen de lo ms tontos y, an peor, hacen que sintamos vergenza
de nuestro coeficiente intelectual.
De modo que, por consideracin al orgullo y a la dignidad que,
vagamente, acompaan a las personas que nos hemos sentido ms
estpidas que el resto, evitemos hablar de probabilidades y
centrmonos en necesidades.
Mi necesidad, se llama Sophie. Sophie Watson Creek.
Admiro el errtico movimiento del agua, que tirita y se esparce en
ondas sin final. Las luces del puente de Brooklyn se reflejan sobre el
East River, creando una aurora boreal que centellea ante mis ojos,
hablndome en una lengua que hace mucho tiempo olvid. A lo
C
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lejos, se levantan los colosales rascacielos de Nueva York;
monstruosos gigantes indiferentes que nunca se quedan a oscuras.
El viento sopla dando tenues caricias a mi piel, escucho el canto de
la noche susurrndome al odo, y el murmullo de las aguas
despidindose de la costa.
A mi lado, est ella, silenciosa, como las pocas estrellas que tiritan
en el infinito. Sobre nuestras cabezas, la luna, vestida de un blanco
tan intenso que mis ojos se entornan con slo levantar la vista.
Deslizo la mano sobre la barandilla de metal, tersa y fra, como el
piso de mi balcn durante la madrugada. La silueta de Sophie, flota a
mis pies, doblndose y estirndose cada vez que el agua vibra por el
roce del viento.
Por qu crees que las estrellas son tan difciles de ver en
Nueva York?
Por la contaminacin lumnica respondo, con simpleza.
No creo que sea el nico motivo. Pienso que tambin es
culpa del cdigo laboral
Arqueo las cejas por instinto, preguntndome si la mujer que est de
pie, junto a m, estuvo ingiriendo alguna sustancia txica antes de
nuestro encuentro.
Qu te hace pensar eso? indago, algo temerosa de que su
respuesta pueda ser ms descabellada que su comentario.
El neoyorquino promedio trabaja un tercio de su vida. En
qu crees que utiliza el segundo tercio?
Vacaciones?
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A algn paraso tropical, o a Europa, pero nadie se detiene a
ver las estrellas, porque estn demasiado ocupados
reponindose de la rutina diaria. Aunque siguen ah,
brillando igual que siempre, ya no pueden verlas
Dices que no se trata de un asunto atmosfrico, sino de una
ceguera intencional?
Lo que digo es que el ser humano moderno vive con los ojos
cerrados, he ah la razn de que tropiece tan a menudo
Sophie sonre levemente y se deja caer en una banca, frente al
barandal. La imito. Intercambiamos miradas suaves, interrumpidas,
tan slo, por el cautivador baile de su cabello negro, que se columpia
hacia mi rostro formando espirales.
Siempre quisiste ser subastadora? me pregunta, apoyando
la cabeza al respaldar del escao.
No no en realidad
Mi respuesta aviva su inters, pero finjo no darme cuenta de que
espera un relato detallado.
Helena, ests consciente de que, hasta ahora, no hemos
hablado de ti?
Eso es porque no hay mucho de qu hablar
O porque hay demasiado
Le doy la razn guardando silencio.
Menos mal que tenemos toda la noche agrega,
encogindose de hombros.
83
La historia de mi vida podra resumirse en una sola palabra: basura.
Y s, podra buscar sinnimos para hacerla menos desagradable,
pero, entonces, ya no estara hablando de mi vida.
Con la mirada de Sophie adherida a m, como una estaca en el
corazn de un roble, se me hace imposible continuar evadiendo el
tema.
Quera ser dibujante
Y qu pas?
Mi familia tena otros planes para mi futuro
El negocio familiar
Precisamente resoplo con melancola Yo deseaba
estudiar en Londres, pero, en lugar de eso, mis padres me
enviaron a Pars. Creyeron que alejndome de mi sueo
olvidara el asunto y entrara en cintura
Y
Y funcion
Sophie guarda silencio durante un rato, lo cual en el fondo le
agradezco, ya que me da algo de tiempo para desatar el nudo de mi
sufrida garganta.
Si tanto lo deseabas, por qu no luchaste por ello?
pregunta con sutileza, como si temiera que sus palabras
pudieran lastimarme.
Llevarle la contraria a mi familia implicaba demasiado. En
la vida, hay que saber cundo colgar los guantes
84
Y, el mejor momento para hacerlo, es al principio. De esa manera,
nos ahorramos una fatiga tremenda.
An sueas co