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8/18/2019 Fericgla, Josep Maria - Al Trasluz de La Ayahuasca
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Fericgla
Antropología cognitiva oniromancia
y conscíencias alternativas
Uebre de Marzo
8/18/2019 Fericgla, Josep Maria - Al Trasluz de La Ayahuasca
2/74
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de
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Antropología cognitiva, oniromancia
y consciencias alternativas
Josep Maria Fericgla
4 Uebce Maczo
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8/18/2019 Fericgla, Josep Maria - Al Trasluz de La Ayahuasca
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Título
Al trasluz
de
la
ayahuasca
Primera edición
Septiembre 1997
Primera reimpresión
Abril 2 2
© 1997
Josep Fericgla
©
1997
para
la edición
en
castellano·
Liebre
de Marzo S.
L.
Diseño gráfico y maquetación
Born
Design Grup S.A.
Filmación e impresión
Torres AssoC iats, S.
L
Depósito Legal
B 34229 97
ISBN
84 87403 30·1
La
Liebre
de Marzo S.L.
Apartado
de
Correos
2215
E OSO O Barcelona
espejo@liebremarzo.com
Me complace
de icar
este libro
a
todas
aquellas
personas
on l s ue lu ho odo odo para
dejar
onst n i
de que hay
múltiples
miradas
viables sobre las realidades de nuestro
mundo
y
que
también
hay
una posibilidad
de
aproximación científica a
ello.
Se
lo
dedico tanto si
se
trata de amigos leales como de
descollocidos lejanos.
Aceptar
tal
multiplicidad complementaria
de
realidades
es
donde parece
residir
el
único
camino hacia
la
comprensión
la
paz y
la
evolución armónica
como especie.
Sin ello estamos condenados a
la
esclavitud mecanizada
a
la
uniformización y a
la desapan·ción.
Ni
la
fantasía sin trabajo
lli
el esfuerzo sin imaginación
conducen
a ninguna
parte.
M F
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5. Cultura teoría y aplicaciones
de la imaginería generada por
la
ayahuasca 111
1
Teoría cognitiva general
111
Entre Apalo y Dionisos pasando por ri o
y
Marsias
122
Ilustraciones . 126
í
....... 43
43
147
.127
..129
. 137
............... 15
. 17
. 27
. 27
.
......... 42
.
81
.
83
. 99
107
...... HO
íNDICE GENERAL
Agradecimientos
.
2 Etnografía
y efectos de la ayahuasca .
I Etnografía de la ayahuasca : .
n Efectos del enteógeno .
Ilustraciones .
1 Sobre el tema y la fonna .
3
Oniromancia y
sentido
de
los
s Ue l tOS entre
los
shuar
1 El
contexto
del discernimiento . .
n
Terminología
shuar
referida a la interpretación
de los sueños y tipología del analista
49
1Il Uteralidad de los sueños y oposición simbólica
6
rv
importancia de los Grandes Sueños 7
4 Etnopsiquiatria y
enteógenos
.
1 Estadistica
y
datos etnopsiquiátricos
H
Registros de
EEG
bajo el efecto de la ayahuasca .
El
orden cultural sistémicu
Ilustraciones .
6
Ficha etnográfica de la
etnia
Shuar
. .
r
Datos de etnografía
general
. .
Notas
sobre
el proceso adaptativo shuar. a final del
siglaXX
Bibliografia citada
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íNDI E GRÁFI OS E ILUSTR IONES
Algunos Componentes de la ayahuasca .
42
Figura
de ]urijri
.. . 74
Edades de la muestra 85
Sexo de la muestra . 85
Consumo de rugmansia en relación al sexo
86
Consumo de ayahuascaen relación al sexo
86
Consumo de rugmansia en relación a la
edad
.
88
Consumo de ayahuasca en relación a la edad . 89
Análisis multifactorial de algunos elementos significativos del mundo shuar
incluyendo el consumo de eTiteógenos 9
Consumo de ayahuasca en relación a las respuestas
afirmativas a l SRQ . 95
Consumo femenino de ayahuasca en relación a las respuestas
al
SRQ
98
Consumo masculino de ayahuascaen relación a las respuestas al SRQ 98
EEG bajo los efectos de la ayahuasca . 1 2
Diversas ilustraciones del mundo shuar 110
Diversas imagencs de shuar . 126
Ubicación étnica actual
ele
los
shuar
y achuara 131
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-,
AGRADECIMIENTOS
En plimer lugar, quiero manifestar mi agradecimiento
al
amigo y colaborador Dr.
Jflar Obiols. psiquia tra senior del Hospita l Clínico de Barce lona y profesor de la
Lfniversitat de Barcelona. Nunca olvidaré las noches compartidas en la selva amazó
nica, tratando
de
desmadejar los electroencefalogramas EEG) realizados a chamanes
o brujos s u f bajo el efecto de la ayahuasca, su pócimasagrada de tales EEG repro
duzco una muestra ilustrativa en
el
ap 4
A Pablo Casanova debo la corrección minuciosa del texto original, y
el
que me
haya alertado sobre algunos pasajes oscuros que necesitaban un mayor esponjamien
estilístico, especialmente
al
inicio del libro.También debo citar, de nuevo, a mi cole
ga y amigo Pep Bemades, crítico antropólogo, a quien adeudo y agradezco profunda
mente
el
haber realizado una revisión del manuscrito original, y la sugerencia del títu
lo
que finalmente he puesto al libro,
trasluz
de
la ayahuasca.
1 Otros colaboradores con los que me siento profundamente agradecido son José
Manuel Berenguer, médico, experto en infonnática y artista compositor, quien dedi
có
largas horas a buscar nuevas formas de análisis estadístico de los resultados
de
los
EEG,
dado que la metodología estándar
de
trabajo en este campo
no
era útil en una
labor experimental como la
que
se presenta. También estoy en deuda de gratitud con
Blanca Treig, especialista en antropología y en explotación estadística de datos: gra
ciasa ellase han podido aprovechardatos cualitativosbajo una fonna de análisis mate
mático. En tercer lugar cabe citar al Dr. Manuel José Barbanoj, amabilísimo y reputa
d} neurólogo y fannaéólogo del Hospital
de
Sto Pau de Barcelona, quien, sin conocer
me
aun, me atendió e iluminó el sentido de parte del materialetnopsiquiátrico que le
mostré cuando
el
autor estaba ya desesperanzado después de consultar otros espe
cialistas sin obtener ninguna pista válida.
También quiero manifestar mi deuda de gratitud con Carme Huera, antigua direc
tora del Museu Etnologic
de
Barcelona.
En el
ano
1994
y por invitación suya, impartí
un
ciclo de conferencias en la acogedora biblioteca-sala de actos del Museo, las cua
lesy en cierta fonna, dieron pie al presente libro. En el mismo sentido, me siento en
deuda con la Dra. Canne Fauría, actual directora del citado Museo Etnológico barce
lonés,
ya
que sin su tenaz persistencia nunca habría reunido los animas para redactar
parte
de
que sigue. De ahítambién que una primera y relativa edición de algún capí
tulo del materia que sigue los ap 3, 5 y 6 fuera realizada en junio de 1996 por el
propio Museo, con
el
titulo de
Cognición y psicología
de los
shuar jíbaros , Institut
de
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Al trasluz
de
la ayahuaso:::a
<
Cultura, Ayuntamiento de Barcelona); posteriormen.te he revisado todo aquel material
para la presente edición. En este mismo sentido. me sientoagrddecido a todas las per
sonas que entonces participaron
en
el ciclo
de
conferencias. por
la
atención, interés y
por la simpatía que mostraron a lo largo de las sesiones. .
Otra parte delmalerial que sigue (el Cap 4) fue también publicado en tina pnme
ra
y
recortada versión en las
Actas
del
U
Congreso
IntenUlcionai
para
el
estudio,de
fos
tados Modificados de Consciencia
(publicadas en edición limitada por el
hlSlltut de
Prospectíva
Antropológica,
Barcelona 1996). También dcbo manifestar mi agradeci
miento por la autorización para editar este material
de
nuevo,
ulla
vez revisado.
Estoy en deuda de grati tud con mis editores ecuatorianos Juan Botasso y José
Juncosa directores de la editorial Abya-Yala, por el interés y apoyo
en
publicar y dis
tribuir textos antropológicos, y por la velocidad con que realizaron la primera edi
ción sudamericana del presente libro. En el mismo sentido, quieromostrariguahnen
te mi agradecimiento a los editores españoles Fernando Pardo, Xavier Vidal y Enric
Mús, por el interés que manifiestan desde su editorial Los Libros de
la
Liebre Mano
en
publicar temas hacia los
que
también siento predisposición, y ¡JVr l celendad
en
distribuir mis textos antropológicos (por cierto,
yo
no pude aguantar
la
tentación
de
preguntarles por el origen del tan curioso nombre editorial: se debe a la liebre que
apareceen Alicia en el País de las Maravillas, cuyo nombre
es
liebre de Marzo, y Que
anima a
la
protagonistaa verel mundo
que
hay al otro lado del espejo ).
No puedo olvidar a los auténticos protagonistas del texto, el pueblo shuar, entre el
cual hoy cuento con muy buenos amigos y colaboradores: Carlos Picham-, su hijo
Galo P i c h a m ~ su hija Roxana y el resto de la familia Picham
i
Especialmente -aun
Que
no
tan
solo-
es con ellos con quien me siento prof\lIldamcnte en deuda y agra
decido en diversos sentidos. También debo manifestar la magnificaatención recibida
I) )r
el
DI . Carlos Tovar, médico y amigo que aliende a la población shuar desde su
consulta de Macas y en
sus
entradas a la selva. Sin él hubiera cost3do mucho más, o
hubiera sido imposible, la recolección de cierto material etnográfico.
Quiero mostrar mi intelectual y efusivo agradecimiento al Dr. Jorge Atala (psi
quiatra) y a Mirel1a Re
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Por metamensajes debe entenderse
la
¡ ; a ~ a c i d a d para elaborar m e n s a ~ s sobre los p r ~ p i o s mensajes,
en cambios geométricamente m¡Ís complejos en la esfera amplia. En este sentido, si
hasta una cuestión tan simple como la diferencia de color de los ojos puede determi.
nar complejas diferencias en una sociedad, más aniesgado será realizar hipótesis
sobre el uso e importancia de los psicótropos en relación a la totalidad de las culturas,
Por todo ello, trataré de actuar respondiendo a preguntas del estilo de: ¿quéclase
de
hipótesis
se
puede construir o sugerir a partir de los datos probados sobre el tema
ql;le
nos ocupa? ¿Cómo
se
puede enfocar una investigación antropológica rigurosa
sobre l consumo de substancias visionarias y su relación con el sistema cultural?
¿Hay fonna de pasar de la experiencia subjetiva a las leyes objetivas sin caer en fala.
das respecto de las categorías. lógicas del pensamiento?
Las
respuestas han de pm
venir del propio material etnográficoy experimental que se irá desgranando, y sin olvi-
dar que toda ciencia es
un
intento de cubrir con artificios explicativos la vasta oscuri
dad
del asunto considerado.
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r
Sobre el tema
y
la ¡onna
1
I
Paratratar de comprender los mecanismos internos, sutiles hasta la invisibilidad y
la estupefacción, y cambiantes que nos regulan como
Homo sapiens sapiens
en nues
tro proceso universal de adaptación y evolución, es preciso estudiar nuestra capacidad
de
creación cultural, en definitiva
lo
que nos define como seres humanos, Cualquiera
que sea la forma que adquiera la Cultura de un colectivo humano, siempre se trata de
un sistema holístico, interactuante y complejísimo: es un reflejo de nuestra misma
esencia cognitiva.
Después de dar
mil
y una vuel1as estudiando los procesos de creación y cambio
cultural, uno debe reconocer que al final siempre queda agazapada, como mínimo, una
gran incógnita a desvelar: la forma de funcionar de nuestro complejo cerebro-mente
el cerebro entendido como el órgano fisiológico que albergamos dentro del cráneo y
la mente entendida como su función de creación simbólica). Al mismo tiempo, debe
mos aceptar paradójicamente que el único modelo para tratar de entenderlo proba
blemente sea el propio complejo cerebra:.melrte, con las diversas racionalidades y
niveles de funcionamiento de que potencialmente dispone: la racionalidad lógica, la
ernocional, la lIlusical, la reflexiva, la intuitiva... y el nivel de procesamiento de la infor
~ a c i ó n
más bajo, que consiste en la recepción y respuesta a los mensajes pulsionales
ltlternos, y en la defensa del mundo externo. Después tenemos otro nivel desde elcual
d.igerir
la infOllllación relacionada con la respuesta'consciente a tales estimulas y pul-
Slones más simples; disponemos de otro nivel aun superior, que nos permite pensar
sobre la relación que hay enlre los mensajes recibidos y la respuesta emitida; y final-
~ e 1 \ t e un nivel todavía superior de procesamiento de la información que actúa elabo
rando metamensajessobre el anterior, y que trata de la relación entre grupos de men
~ a j e s [2].
La
antropologia es la di::>cipIlna científica que tiene porfinalidad des:ubrir las leyes
que rigen nuestra capacidad para crear cultura, y dentro de e s t ~ e m p e n o parece claro
que son nuestros mecanismos cognitivos los que guian tal
a.cclOn.
SI
a c e r c ~ m o s
más
el microscopio, debemos reconocer que nuestra forma occidental p r e d o ~ m a n t e de
elaborar conocimientos n último término, la esencia de la cultura- esta basada en
el discurso cientifico -lógica racional, filosofia positivista y todo lo demás- pero
que éste es sóloun camino delos múltiples que llevan a
la
Roma del
conocimiento
de
la
realidad El
ser humano ha buscado desde sus albores fónnulas que
le
permitan
interpretar su entorno, el remedio
al
dolor, el sentido d.e la vida,
~ a b e r ] o
que le
dep.a-
ra el porvenir. .. y gracias a esta ansia ha descubielio dl:ersos metodos para
e l ~ b o r . l r
conocimiento.
El
estudio de estos métodos que permiten aumentar
la
conSClenC13
sobre el mundo es el objeto de investigación de la antropología cognitiva, y el uso de
plantas y pócimas psicótropas ha sido uno de los medios. más.
r e c ~ r r i d o s
a
largo de
nuestra historia, hasta el punto de que incluso en mediOS clentlficos actuales ya se
habla del conocimiento revelado como de algo
no
esotérico y que merece
un p ~ a n .
teamiento riguroso por parte de nuestra manera de elaborar sapiencia, el pensamIen
to científico (WAGENSBERG, 1993; 87-95). Esto, creo, enmarca el sentido último del
libro que e1lector o lectora tiene en sus manos. . '
Para entrar ya en materia, debo realizar algunas aclaraCIOnes m ~ t o d o l ~ g l c a s
importantes: a pesar de
mi
gran interés y p r e d i s p o ~ i c i ó n por el tema, las hIpóteSIs que
planteo sobre las relaciones entre
el
consumo de
e n t e ó ~ e n o s
p
yel
.proceso de.
cre,a-
ción cultural son aun tan vagas que sera necesario realtzar un
trabajO
extraordlllano
y mucho mas profundo antes de exponer claramente las leyes referentes a tal asunto.
Con todo, creo que se pueden aportar dos enfoques útiles: a) no aventurarse en lan
zar hipótesis rigurosas como ciertas, antes de que la c i e ~ l c i a esté preparada p ~ r a ello;
y
b)
en cambio, sugerir el tipo de preguntas que debenamos f o r m u ~ a r n o s e mtentar
acotar las categorias de hipótesis a las que debemos apuntar. AqUl voy a t r ~ t a r de
exponer material empírico y razonarlo desde una esfera estrecha
l
mundo lllterno
del individuo y su experienciaextática a raíz del consumo de
ayahuasca- a p u n t a ~ d o
hacia una esfera más amplia que abarca el total de la conducta humana y del ambIen
te cultural. Todos sabemos que esos cambios de una esfera de relevancia estrecha a
otra más amplia están preñadosde dificultades ya que, de entrada, podernos s u p o ~ e r
que cualquier pequeño cambio que suceda en la esfera estrecha se habrá de reflejar
1.
Enle6geno:
neologismo que libremente lrJducido viene a significar que.genera
~ l o . s
den·
lm de nosotros' aCUñado a parlir de la raíz I, fie¡,:a en rheos dios, y del sllf Jo ·gen. Se
lltJloza
en med,os espe
ciallzadosdesde'hace dos décadas pard referirse a aquellas suhstancias de uso l l i l e ~ a r i o y casi
~ i e m p r e de
provenicncia vegetal,que el ser humano haconsumid desde los o r í g c r ~ e s de la prehlstona conoel?ay de
cuales ha nacido su conceptodc divinidad, sea el que fuere; para expenmentar aquello que sc cntiende
la idea prímordial de divinidad. Hastahace unas décadas se usahael ténnlno psicndélicos o alucinógenos
para rderirse a talcs substancias, pero
se
trata de calegoría.s lingilistlcas
abSQlularnen,te
erróneas dado su
sentido literal no es correcto decir que un chaman
a r n a ~ ó m c o
c.onsl1lne
~ l \ l c m ó g e n o s
) y
~ r q u e
a d e l l l á ~ .
alucinógeno es una palabra que ha sido cargada con un
c o n t e n ~ d o
n ~ g a t l v ~ totalmente
a l ~ J a d ?
de la finali·
dad sagrada conque los hum nos han consumido tales substanCIas psrcoactlvas durante ml cn,os, Desde el
ano se habla incluso de 'enteolú¡.(Ía- y enteobotánica . _ ,
Para una dlscllsión aclual y rletallada de la elimología y senlldo de esle neologIsmo, ver 01T 99 > b
CALLAWAY
1996.
Al
trasluz de
la
ayahuasca
8
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Al tr.Isluz
de b ayahuasea
El
complejo cerebro-mente es, pues, problema y modelo a la vez que solo puede
analizarse desde dentro de si mismo
l
contrario de tantos otros fenómenos objeto
de
estudio
de
la
ciencia
y para ellodebemosdiseñarmodelosen los cualesnos
poda
mos reflejar.
Sin
duda, es la Cultura Humana consu sistema
de
valores y creencias. el
ethos y eleiclos, y los sistemas simbólicos y núticos, elespejo o modelo que
más
infor
mación nos ofrece del funcionamiento de nuesl:r l propia mente ¿porqué creamos sis-
temas
simbólicos
como
el habla o las religiones? ¿por
qué
tienen la
forn13
que
t ienen y
no
otra? ¿por qué creemos unas cosas y
no
otras disponiendo, a menudo, de las mis
mas pruebas de veracidad de unas y otras? ¿pOr qué lo que para unos es obvio, para
otros carece de sentido?, etc.). Sin erntaargo, hay un metanivel respecto
de la
formas
culturales
Oa
cultura referida a
la
propia cultura):
es el
acto creativo
que
permite al ser
humano elabomrcultura a
u de
reon tfltar co1lSdentemente las estrategiasadaptativas
pqrel
proceso
universal
de
pensaru a sí mismo, y , n o hay que olvidarlo, la mente se pien
S.1 a sí misma, habitualmenteen formá
de
consciencia dialógica PI.
Dentro del campo de acción
de la
antropología cognitiva, los antropólogos trabaja
mos compartiendo ciertos pasos con los lingüistas
y no
es extraño,
ya
que
el
habla,
ellogos, es la más sofisticada manifestación de nuestra mente), con biólogos, con los
cibernéticos, ahora con la ingeniería de 50ft y con la inteligencia artificiaL. pero
se a
como fuere. siempre bregamos por
entender
las leyes Que regulan nueslra capacidad
de creación y transmisión cullural, y constantemente acabamos regresando a l como
piejo mente-cerebro.
Los
biólogos y farmacólogos avanzan arduamente en el descu
brimiento
de
los largulsimos y exasperantes procesos bioquímicos
Que
afectan el com
portamiento
y,
por ende, la producción cultura , con 10
que en
algún rnomento acapa·
ran campos propios
de
la etnología, y a menudo de fonna brillante (por ejemplo, G.
Bateson y
R.
Evans-Schultes). Hasta
el
punto
que ya
se habla
de
la elno/armacognosia
(neologismo acuñado por
Ott) como de una nueva subdisciplina cientifica que conl
bina el estudio botánico y bioquímico de las diversas plantas psicótropas usadas por
la
humanidad a
lo
largo y ancho de su historia, el uso
de
dichas plantas visionarias y
sus efectos desde el punto de vista psicológico, y los valores culturales
Que
envuelven
tal uso en las distintas tradiciones ancestrales y modernas, y que constitnyen un ele
mento central para entender los pueblos
no
occidentales.
En
muchasde las sociedades
exóti os
descritas la e l n o g r i l f i ~ c u l t u r reconoce los estados e x t á t i c o s ~ l c o z -
doscon el consumo
de
ente6genos pero tambien es el propio sistema cultural el Que
se
ve
acrecentado y periódicamente reajustado gracias a estos mismos estados de
cOñSCi
ncia modificada
(de..el1a
surgen
sislemas simbólicos
sagrado mitolQ&ias,
for-
mas
de
relación social.
e t s l El
texto
Que
sigue, pues, debería ser ordenado bajo la eti-
3.
L exprellión conscilmcia dialógica aparecerá frecuentemente a
lo
largo
dellexto
que sigue. COII ello
me refiero a que nuestra mente está int< grada por muchos nersonajes' (un principio masculino que toma
decisiones e impooe nomas: unofemenino creativo,caníbal y afectivo: otro libidinoso y pulsional:otro nar·
cisista. ete.), y a que
disponemos de la
capacidad para observar (es decir. para auto-obllervar) comoestos
personajel dialogan ellos: por ejemplo, al callarunos minutosy aislarse del mulldoexterior cualquier
penana
puede
oir el ronroneo
de
divenos pensamientos.a menudo C'Ofltr3dicLOrio:s, que parecen surgir t
alguna
parte
de dentro y nO permite
..
aquielar f:icilmente b mente. os enteógenos SOf1 pmpulsotn
de
este
dialogismo como forma de coosciencia dC$pierta, con lo
cuallacilitan
que esl06 per.lOnajes inll::rio
resque usualmenle eslin en pennanente
guerra
civil. \leguen a acuerdoso a aceptacionesmuWas.
20
Sobre el tema y la forma
queta de etnocognición, ya que aspira a establecer y aclarar algunas de las relaciones
universales existentes
entre
los procesos cognitivos alternativos o dialógicos, y las
distintas
fonTIas de
verel rostro del mundo.
Estudiosos de los fenómenos cognitivos, como Dan Sperber o más recientemente
P. Boyer y e Severi (SPERBER, 1984; BOYER,
1989;
SEVERI,
1996;
231 y ss.) han
puesto
d.e
relieve,
~ j e m p l o
que algo tan propio
de
la
antropología clásica como
es
el
estudiO de la tradiCIón
hasta
ahora entendida de fanna bastante difusa como
transmisión de conocimientos, y como la visión del mundo a el sistema
de
pensa
miento alribuido y definitorio de determinado
rupo social
en buena parte es el
resultado
de
un cúmulo
de
conocimientos organizados según criterios
que
funda
mentalmente son tipicos de la propia memoria, por tanto con una estructura innata, y
no de un
sistema
de
pensamiento o filosofía indigena, especifica y exótica.
Oc
todo ello, se extrae que
la
antropología
de
vanguardia debe envalentonarse y
avanzar hacia nuevas
COt.1S
de investigación: justamente las que se refieren a los pro
cesus que permiten al ser humano elaborar cultura y conocimientos a partir de los
parámetros que fuere, incluso aunque nos puedan parecer extravagantes como es el
caso del conocimiento revelado por medio del consumo consensuado
de
ente6genos.
El
presente lrabajo también debe ser incluido
en
este nuevo movimiento.
El
uso
de
plantas psicoactivas ha sido unaconstante a
lo
largo de nuestra evolución como espe
cie; han estadoy están en el centro
de
la
mayor parte de rituales
de
paso,
ceremonias
extáticas, sistemas de curaciones y credos mistéricos
que ha
elaborado la humanidad.
y son, precisamente, estos complejos culturales [os que se sitúan en el centro de los
sistemas de valores
que
organizan y orientan la conducta individual y las relaciones
sociales fundamentales.
El que este
tema, con excepciones,
110
se haya esrndiado
hasta ahora
en
profundidad es una cuestión
de
triste desviación etnocentrica
No obstante si, por ejemplo, observamos a cualquiera de los jóvenes shuar (de la
gran Nación Jibaro) que han decidido abandonar
la
vida
al
estilo selvático
para
tratar
de hacerse un pequeño hueco en la maquinaria occidental, veremos que estejoven ha
abandonado su sistema familiar, Sil hábitat ecológico, su sistema de jerarquías socia
les, su fonlla tradicional de subsistencia... pero mantiene una cosa viva, a veces la
única, de su.mundo originario: el consumo de ayahual;Ca y de maikiwa ,
ambas (pócuna y planta)
COIl
un (uelte potencial visionario.
El }oven
shuar desarrai
gado y deculturado consume estos psicótropos como forma
de
contactar con su
ima-
ginario mítico, y sigue buscandoe ingiriendo plantas ente6genas como forma de haIlar
respuestas y salidas a los interrogantes y problemas
Que
le plantea su nueva vida. Asi
mismo, usa estos especímenes vegetales visionarios
C d da
vez Que está enfermo y
busca curarse: a
fin de
cuentas curarse es otra necesidad
de
adaptación, entrc los
s h ~ r amazónicos resucita por el camino de autoinducirse una profundaexcursión psI-
qUlca por los campos propios del imaginario humano.
Asi, la tesis que defiendo es la necesidad de entender el uso humano de nrteógenos
como
recurso
destinatib a activar
los procesos
cognitivos necesarios para ulIa mejor
adaptación al medio cambiante. Porello, y aunque la mayor parte
de
veces tal consu
mo se enmarque
en
un ámbito de carácter religioso, me gusta llamarlas subsJancias
adapt6genas inespecíficas, o enteógenos con undón adaplógnrQ
-
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I I
\
(
I
(
(
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I
¡
[
[
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(
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(
(
(
(
(
(
Sobre el
tema y la
forma
Cabe a f i r m ~ r que el pasmoso fenómeno de la telencefalización característico del
proceso evolutivo del cerebro desde organismos tale ¡ ,
h
s como
os
msectos
y
aun más
Slmp e s
asta e
Horno saplens sapiens ha cons i s t i d
d
\
¡ , o en Ir agregan o nuevos cir-
CUl os
a os que
ya eXlst ano
Gracias a
la
cibernética y a
la
bi I
¡
h
, que el
,,0-1
d d o og
a,
a ora sabemos que
para
.....
ega o e nuevos
ClrcUltos
a
los
antiguos tenga una
fu
d t
en
realidad debe tratarse
de
nuevos sistemas de ca t I b \ doncl ap ativa,
t E d n ro so re as ISpOSIClones más
an
19uas.
s eClr,
no
son Circuitos de nueva compostura y fi rd d .
de una adiciÓn
de metacontroles añadida a los circuito o ,
1
a
Lo
silla que
s e t r a ~
d
b ,
s
an
enores. s nuevos
ClrcUl
los e en es al' en una metarrelación respecto de lo La
, -
tr . , s an 19uOS. nueva Illfonnaclón
que
en a en conOCimiento de
un
sujeto que consume teó d
es
información
acerca de /0 que está
ocurriendo
en los
a ~ ~ i T u
gen.os t
e
° ta regula.da,
t
YI lo d , d ,_os
ctrCUI
os
pensamun-
o, a rma e ac uar e estos nuevos circuitos es o bie d fi d \
¡ . .
nmo 1 c an o o q ue está
ocurnen o en os antiguos Circuitos o bien modificando la . \ d d
& Jos
circu tos b d 82 ) E propia sa I a e esos antl
, I I 1: y ss,. sta es exactamente la forma de procesar las ex erien
cms
cxtátlcas, y ésta es también
la
forma de evolución de todo s is tema cul turar .
Al tomar enteógenos sucede algo infrecuente en la vida cort d \
de
observ c ó tá lana ya
Que
e punto
j .
a I n ego es en ellllterior mismo del sistema que intenta observar
: ¡J y a sus pautas de comport3miento
y
de reacciów la cultura
ad od
mtcnonzada. Casi toda
la
ciencia se ha dedicado a t rata d .
r
I
QUlfl
a e
el
i n t ~ r i o r
de sus múltiples objetos de estudio forjando ~ i P ~ ~ : : s l ~ a r slucede en
terlsticas exte rnas de tales objetos de investig,c ,ón. . Ir e
as
carac
é
.,pero era mevltable
Que
tard o
emprano tUVI ramos que afrontar el problema de estud
o
e
vos,
y
ello
no
se puede abordar desde elexterior.
La v i d ~ a ~ s ~ e ~ : ~ ~ c ~ ~ n a
cogniti
de
sacar conclusiones suf icientes a par ti rde evidencias insuficientes. es el arte
r a l l ~ : C ; ; t : ~ o
lado, se trata de un trabajo psicológico como podria creerse sino da
, d ltropolÓg.lco que
se
c,entra, entre otras cosas, en lacapacidad de d ~ s a r r o l l -
una
con ucta emOCIOnalmente llltensa y el al II . ar
ble
que depende del medio lt I l cance e o t i ~ n e ,
lo
cual es una varia
de
enteó e o .
cu
ura
~ I O S
metamensaJes
relaCIOnados
con el consumo
cada,
c o ~ o n ~ : s s ~ ~ n ; f a : e t i ~ ~ ~ ~ I ~ I ; a e ~ p ~ ~ ~ s : a e ~ ~ : p
~ m o c i o l 1 a l
culturalmente
codifi-
Otr t r b . ,
la
v a r i a ~ l e : ; ~ ~ ~ : ~ i ~ : ~ ~ ~ ~ ~ ~ d ~ r ~ ~ ~ ~ ~ 1 7 t : ~ I ~ ~ ~ ~ ~ ~ I ~ ~ ~ o s c ~ ~ ~ t r c ~ ~ ~ de relacionar
~ ~ : : n ~ ~ ~ : : ~ e c ~ ~ ~ ~ = ~ ~ s q ~ ~ ~ ~ ~ ~ i a
o
~ ~ s t i
d ~ t e r m i n a d a s aptitudes de ~ r ~ ~ n ~ ~ ~ : ~
rece en BATESON 1993'3Q--61) E ~ s e ~ es (un l ? t e r e s ~ n t e
comentario sobre ello
apa
Seligman
(1931)
duien adh. .. p ~ m e ~
t r ~ b a J o
realizado en esta dirección fue elde
diferenciaba el
d In? a as
tir >?
ogías propuestas por C,G. Jung, el cual
Ser
. po e personalIdad del llltrovertido de la del ext rovertid CG
Igman trató dedescribir las cul turassegún la estructura de
- d
d o, .. .
nante
en los illdi °d
II
d persOllcul a predoml
(SEIIGM VI uos
~ u e
e
as.
pro \leían: más introvertidos o más extrovertidos
p r t ~
de ~ ~ / 9 3 1 ~
El slgUle.n.
te
mtento importante de c4:scribir
un
oatrón cultural a
(BENEDICT' ~ ; 4
e personalidad
~ r e d o m i n a n t e s
fue el que
realizÓ
Ruth Benedict
,
.
y ya esta
conOCida
antropóloga atendió
al
consumo de enteóge-
lJ
Al trasluz de la ayahuasca
12
No
vaya
extenderme en el hecho obvio de que casi cada sociedad dispone de uno
o varios enteógenos reconocidos por sus tradiciones, cuyo consumo constituye una
parte importante de sus formas culturales (peyote entre los huicholes; ayahuasca
entre los indígenas de la Alta Amazonia; setas psilodbicas entre algunas etnias meso
americanas; el cactus San Pedro entre los quichuas andinos; el hongo Amanita mus-
caria entre los pueblos siberianos e himalaicos; bebidas alcohólicas en
el
mundo cris
tiano;
Atropa Belladona
y las diversas
Daturas
en el mundo europeo pagano;
harmal
entre los árabes y beréberes,
Y
un largo etcétera que abarca mas de doscientas varie
dades de embriagantes de origen vegetal), sino que defenderé
mi
co.nvencimiento de
Que
el proceso actúa en sentido contrario: es alrededor
de
cada
pJ;kó.tr.OpO...descubier
to por la humanidad uese enera un sis tema devalores1.,..
8/18/2019 Fericgla, Josep Maria - Al Trasluz de La Ayahuasca
11/74
Allraslu de la ayahuU I
nos como factor c lave en la fommción de las personalidades. R. Benedict recibió la
influencia de la escuela de historiadores de Dilthey y Spengler. y trató de aplicar la
dicotomía nielzschiana entre apolíneos y
clionisfacos al
contraste existente
entre
los Zuñi, una etnia apolínea altamenle formal perteneciente a los Pueblo del sudoeste,
y
dos gruposviolentamente dionisiacos
los indios
de
los llanosy los
Penitentes
mexi-
canos, ambos consumidores regulares de peyote. A pesar de esta clasificación de las
culturas entre apolíneas y dionisiacas. R Bencdict no siguió literalmente la propuesta
de F. Nietzsche. sino que las definió de la siguiente forma: El dionisiaco persigue los
valores de
la
existencia aniquilando las cadenas y los límites de
la
existencia; en su s
momentos más valiosos, éste trata de escaparde los limites que le imponen sus cinco
sentido, intenta penetrar en olro orden de la experiencia ( ,), El apolíneo desconfía de
todo eso, y con frecuencia sabe muy poco de la naturaleza de tales experiencias.
Encuentra los medios de proscribirlas de su consciencia ibid: 60). A pesarde ello, R
Benedict no se dio cuenta de que. tal y como se ha verificado con posterioridad, los
Zuñi también consumían enteógenos, tan solo que
10
restringían a una minoria selec-
ta de individuos: sus chamanes o hechiceros, los cuales, CI] definitiva, modulaban
el
sistema colectivo de valores,
Bien, hasta aquí
he
dicho
lo
que . a
mi
juicio, era necesario aclarar desde
el
punto
de vista del marco teórico en que me
vaya
mover, Con
este
bagaje conceptual, pode-
mos ahora navegar con más suavidad hacia las dulces llanuras literarias de la des-
cripción de los hechos.
TI
El trabajo de campo etnográfico al quc se alude en repetidas ocasiones a
10
11trgo
del texto que sigue fue realizado entre los shuardel Ecuador. Lo que
se
expone de ello
constituye una parte del cuantioso material recogido a
lo
largo de las campañas de
investigación antropológica y etnopsiquiátrica reali7.adas entre los años 1991 y 1996
(para más infonnación
generala
específicade aquellas campanasde trabajo de campo
y de sus diversos resultados etnográficos y teóricos, consultar: FERICGLA 1993
a
993
b
1994 a 1994
b
1994
e y
19 ).
Los
shuar
son extensamente conocidos
entre
nosotros como
~ j í b a r o s
aunque son
sólo uno de los cinco grupos étnicos que. juntos, constituyen
la
gran Nación Jlbaro.
también llamada familia lingiiística jibaroana , Se les ha imputado un
caclcter
irre-
ductible y bárbaro, En 1860 se inició en Europa la fiebre de las tsantsa o cabezas redu-
cidas, interés macabro que ponía los pelos de punta y despertaba un aureola de mis-
terio sobre esta etnia porque eran belicosos como ningún otro pueblo selvático, se
mostraban ateos militantes hasta acabar con
la
paciencia
o
con
la
vida) de los misio-
neros mas perseverantes, abnegados y convencidosde su verdad eterna, y ademáslos
shuar
mostraban y muestran una repugnancia moral hacia cualquier forma
de
jerar-
quia y de sistema de creencias que no puedan comprobar directamente.
4
Sobre el temay
la
fonna
Por ello y para cerrar el libro, he decidido incluir un generoso capítulo final dedi-
cado unicamente a la descripción etnográfica de este magnífico y descreído pueblo,
uno de los
que
fomlan
la
gran Nación Jíbaro. Con elloquiero también decir que el lec·
lorsolo interesado en
el
contenido referido
al
uso de
la
ayahuasca y a los aspectos cog-
nitivos del tema, puede saltar sigilosamente por encima de este etnográfico y des-
r p t ~ o
capítulo final (aunque para una mejorcomprensión de lodo
lo
que sigue, cabe
sugenr
su lectura: la etnografia
es
la base
de
la antropología, no solo un apéndice
ex{>.
tico).
A pesar de ello. no hay que deducir que esta investigación versa sobre los shuar.
sino que en parte ha sido realizada entre ellos. El tema es el uso y función de las subs-
tancias enteógenas entre los humanos, y su importancia en
la
producción y mOdifica-
ción de las culturas. Como expone
C.
Geel1zen el estilo tan brillante
que le
caracteri-
za, los antropólogos no
~ t r a b a j a m o s s o b r e ~
tal o cual sociedad, sino que Mtrabajamos
en
M
este o
el
otro pueblo.
al
que solemos
escoger
por mil avatares de la vida, pero a
menudo porque ejemplifica de forma más clara que otros algún fenómeno propio del
serhumano que nos interesa investigar. Fui a trabajar entre los shuar arn:lzónicos por-
que hasta donde yo sé.
es
el o UIlO de los pueblos de la TIerra que más substancias
embriagantes consumen en variedad y en periodicidad (conocen y consumen regu-
tanuente hasta seis variedades locales de
Brugmansia
tabaco silvestre, ayahuasca a
la
que anaden hasta cinco tipos de planlaspsicoactivasdistintas. y alcohol en fonna de
chicha fermentada o de bebidas destiladas que les llega vía intercambio),
As mismo. los shuar son uno de los pueblos que más integrado tieue el consumo
de enteógenos en
la
vida cotidiana y en sus formas culturales y sociales;
y.
finalmen-
te. hastadonde yo conozco es una de las etnias que están aferradas a menos parafer-
nalias religiosas y complejas ceremonias tradicionales, con
lo que
permite observar
más nítidamente
la
interacción entre
el
efecto de los psicótropos y el orden sistémico
y pragmático de sus pautas culturales simbólicas, sistema de torna de decisiones.
for-
mas que adquieren las relaciones sociales, construcción de los patrones de personali-
dad, proceso de enculturación...
Para acabar, el presente libro esta parcialmente constituido por el contenido de
tres conferenciasque impartí en distintos momentosy en distintos lugares, por
lo
que
la estructura interna del texlo puede sufrir de una cierta disgregación aparente. No
obstante, no creo que ello I)cse sobre el resultado total de la obra ya Que se tra ta de
aportaciones sobre el miSmo tema:
un estudio t proceso
que
existe entre
el
consumo
de
enteógenos y svalores culturales cognitivos y PSicológicos que configuron lo. existe1l-
cin num ll
11
8/18/2019 Fericgla, Josep Maria - Al Trasluz de La Ayahuasca
12/74
CAPíTULO
ETNOGRAFíA Y
H OS
E
L
AYAHUASCA
¿Qu i qltUor:l q ¡ NJ IU?
Ese u
rl
probltontI_·
(Hugh Lcíling. Doctor Do/iltlf S
Zo I
1
Elnografía e l ayahuasca
El sustantivo
~ y h u s c es de origenquichua. Desde la época colonial que
ya
fue
castellanizado dado que el quichua
era la lingua franca
hablada Gn todo el territorio
andino yen ulla buena parte de
la
Amazonia occidental
[iJ.
Por este término se cono
ce.en primer lugar,
ulla
mixturavegetal de poderososefectos enteógenos, y al mismo
tiempo es también el nombre popular de uno de los componentes vegetales que
entran
en
la composición de la pócima. la conocida liana Banisteriopsis canpi Suele
darse
un
crror bastante generalizado que consiste en
Que al
haber un único término
parn referirse a uno de los componentes
y
al
resultado de la ebullición, muchas per
sonas creen que
la
ayahuasca enteógena es
el
liquido resultante
de
hervir directa
mente la liana. pero no es asl. La Banisteriopsis caapi sola no produce ningún efecto
enteógeno. Habitualmente la pócima se realiza a base de la citada liana, que contiene
un potente lMAO (inhibidor de la monoaminooxid¡¡sa), y otro es,*cimen vegetal que
4 AYWllfOSW: proviene
de
los
términos
Quichuas
Q) ll,
cuerpo muerto o
simplemente
muerto , y IlIuJSt:a
Que significa cordel gordo y
soga-.
SegUn el DiccWJUJrio tu..g. 1I Qq idtlla
del.
P. Diego ~ I v e z
publicado en 1952 po el Instituto
de
Historia
de
UltI.;l
(peru).
lae qnsión liter;l/ -cuefPO
n¡l.LCrto
en qui·
chua es
JI
h PUll , y
muerte
es H..aií :/ poi lo
que
Aya HIUJSCII
viene JI
significar la
soga
(liana)
que
pennite
ir
alluaar
de los m u e ~ .
8/18/2019 Fericgla, Josep Maria - Al Trasluz de La Ayahuasca
13/74
Al
lrasluz de 1:1
ayahu ,,
ha de contener OMT (dimetiltriptamina) en cantidades suficientes para Que dé el
resultado psicoactivo buscado.
Nohablaré de los diversos especímcnes vegetales que contienen DMT(hayexten
sos estudios etnobotánicos sobre ello: 01'1', 1996), pero
si
quiero apulltar que actual·
mente se conocen más de 90 especies vegetales diferenles repartidas en 38 familias
(de las que una cuarta parte son plantas por si mismas entcógenas), utilizadas como
aditivo a la Banisteriopsis caapi parn producir la ayahuasca. Algunos de los vegetales
ai\adidos causan sensación de fria u otrosefectos fisicos o psíquicos complementarios
también buscados para apoyar de alguna forma el efecto visionario,
Así por ejemplo. entre los shuar y achuarn amazónicos -más conocidos entre
nosotros como jíbaros . repito, aunque para ellos es un
lennino
peyorativo-.
la
liana
propiamente conocida como ayahuasca se mezcla con Diplopterys Cabrerono (en
shuar
yágl que aporta la OMT visionaria a la mixtura, con Rinorea Vin dijlora (en
shuar parápra) para conseguir visiones más duraderas, O l zumo de t.1baco silvestre
para potenciar el efecto entearte occidental de
la
selva amazónica,
tanto en la Alta como en la Baja Amazonia (Luna, 1986; 57).
a experienciavisionaria es tan impOrtante y fundamental en las cosmovisionesde
las etnias amazÓnicas (en sus
ormas
de arte, su concepto
de
salud, sus sistemas de
toma
de
decisiones...) que es impensable un esludio riguroso de antropología, elnop
siquiatria o medicina de tales pueblos sin tener en cuenta su consumo consensuado
de enteógenos, en
especial-aunque
no
únicamente-
el de ayahuasca. En este sen
tido, es tal ell)CSO
que
tiene en su mundo cultural Que, has ta ahora, el consumo de
ayahuasca ha sobrevivido a cualquier proceso de aculturación, pOr intenso
Que
haya
sido. Una ilustración etnográfica
la
constituyen de nuevo los
shuar
y achuaras, etnias
de carácter guerrero y desvergon7.ado que a menudo se enrolan en el ejército
Cl:uato
rianocomo estrategia
para
salir de la vida selvática y buscar un camino de integración
al
mundo Occidental. Este radical cambio
de
vida
--del
interior
de
la
selva a los cuar-
teles
militares-
prácticamente implic:l la pérdida de todas sus tradiciones, excepto
una: el consumo
de
ayahuasca o de otras substanciasenteógenas. Por tanto y en cier-
ta forma, podríamos considerar
que
esta práctica constituye UIIO de los puntales del
sistema de valores y de
la
idcntidad del mundo cultural jibaroano, afimJación extensi·.
ble a otras muchas etnias amazónicas. Por ello. a pesar
de
que está prohibido el
comercio de alguno
de
los componentes activos de la ayahuascaen estado puro o sin
tético,la fonna natural de este enteógeno panamazónico no está prohibida -n i podria
estarlo, excepto en caso de trasnochada diétadura- en ningún país iberoamericano.
Por otro lado, esta preparación psicoactiva recibe más
de
40 nombres vcmáculos
distintos, lo que pemúte hacerse una idea de la gran profundidad histórica de su uso:
18
Elnografia 1 c f e c l O ~
de
la ayahUasc3
yajé en Colombia (no confundir con
el yági shua)
k .
Hotem entre 10$ shuar
y achuara, ayahuasca
D a i ~ ~ ~ m ~ r a m P J
~ l l : e
~ h a n i n c a
basprovenientes
de
Ecuadory ap¡madas la a • ,or otro 0, DIstintas prue
pueblos indígenasamazónicos consumen a y a h u a ~ ~ l ~ penmten a f i , : ~ a r Que los
a l l o ~ N ~ J O , P., 1986; SCHULTES, 1972; 38-39). e ace, Como mllllmo, 5.000
Ademas del consumo indigena de ayahuasca
e
.
las prácticasde muchos curanderos mestizos s d e r i ~ t a r también su uso, c e l ~ t r a l en
z6nicocomodel andino. En diversos Mí '' ' ,'bc . anos, tanto del temtono ama·
,.,.. .,.,. roamenc3no5 se acepta h ta·· I
la
ImportanCIa cultural de la ayahuasca Que est'
d
as ..1 punto
como ayahuasqueros , en fonna
de
su t'n', 'voos cu;a.n eros mestizos son conocidos
. . ., .. genenco sí los ay,h
los especlahstas en usar y admini
8/18/2019 Fericgla, Josep Maria - Al Trasluz de La Ayahuasca
14/74
se que actualmente es
el
enteógeno mas apreciado entre los psiconautas aficionados
a la autocxploración de Jos palses occidentales.
Todas estas formas actuales y nuevas referidas
al
consumo de ayahua5Ca tienen
una gran importancia etnohistórica, dado
que
las formas clásicas del uso
de
enteóge
nos en Occidente fueron borradasde forma radical en los ultimos 100años (entre pue
blos exóticos
y
culturas agricolas asiáticas
y
africanas
se
mantiene, aunque también
esté
en cierto retroceso), pero en el último tercio del siglo
XX
se
reinició su consumo
con el descubrimiento
de
la experiencia psicodélica.
Y
el uso sacramental
de
enteóge
nos aparece
de
nuevo bajo formas ritualizadas altamente formalizadas
Y
con claras
posibilidades para
la
investigación de
la
mente humana
y
para otros fines aplicados
que analizaré más adelante.
Aunque solo sea
de
pasada. vale
el
esfuerzo recordar aqul
que
nuestros bioqulmi
cos han puesto
de
relieve que
el
cuerpo humanosegregaalgunoscomponentesendó
genos (triptaminas metiladas y betacarbolinas) cuya regulación esta relacionada a la
vez con algunas patologias mentales
y
con los namados estados
de
elevación espiri
tual, y que
se
trata
de
las mismas substancias
Que
contienen
la
mayoria de productos
enteógenos. En la mayor parte de los casos se sabe muy poco de como actúan tales
substancias psicoactivas en personas normales, aunque sí se
sabe que
están relacio
nadas con el suefio y con la onirogénesis.
Entre los shuar y achuara.
al
igual que entre otros muchos grupos étnicos de suda
mérica, lo que uno ve, sientey percibe bajo los efectos de laayahuasca se
toma
reso
luto,
y , al
igual
que
los sueños nocturnos, enmarca decisivamente su comportamiento
posterior (FERlCGLA, 1994). En la interpretación de los pasajes oníricos y de la ima-
gineria
de
la ayahuasca, cuando un
shuar no
lo entiende por sí mismo recurre a los
ancianos, depositarios
de
su sabiduriaoral tradicional aunque. a causadel proceso de
aculturación. los chamanes y ancianos
de
hoy díahan perdido muchos
de
sus conoci
mientos y ya no saben interpretar
la
imagineria como hasta hace unas décadas.
Antiguamente
--en
esta elnia jibaroana. podriamos situarlo hasta
la
década
de los
años
1950-
había auténticos maestros en la decodificación y explicación psicológica
de los sueflos y lasvisiones.
Asi.
los indígenas amazónicos toman ayahuasca y tabaco para curarse por medio
de la
imagineria. Además. visiones y
sueños
les indican
cómo
vengarse. cómo actuar
en caso de conflicto o
de
indecisión, etc. y en este sentido, cabe realizar una distin· r
ción entre las finalidades explicitas del uso de ayahuasca entre los adultos, los niños,
los jóvenes y loschamanes.
Entre los adultos
shuar
y achuara. el consumo del enteógeno actúa como meca·
nismo de desfogue social: se usa para buscar soluciones mediatas (para soluciones
inmediatas se usa la chicha, el
aji
o
el
tabaco) desde
un
estado
de
lasitud consciente.
Consumen ayahua5Ca para resolver sus problemas, para reafirmar su cosmovisión y
para entraren contacto con su mundo mltico. Lo toman para hablar de su
rút m (el
espíritu mas poderoso y diabólico
de
la selva. pero a
la
vez defensor
de
quien lo ha
vencido y
lo ha
hecho suyo). para que les
dé
poder (valor) y para establecer nonnas
y procedimientos sociales, para condicionarse.
para
reforzar ideas referidas a solucio
nes y para canalizar procesos menta.les en
un
sentido
que
podriamos llamar
de
oniro-
30
Elnogr;úiay efectos de la ayahuasa
mancia abierta a interpretaciO lles
(lo
que ven es parte i
T
d
1
f
que llenen que hacer)
o
o e o parece
ser
a uen le que genera
el
profundo
se ti
'd n mlen o e certidumbre y
autosegun a que caracterrza la personalidad y las pautas de ca d la h b , 1
los shuar. n uc a
I
ua
es de
Por su lado.
entre
los niñosjibaroanos se usa la
m
h eó
d
,
lXcUJ ent
gena
para
codificar
y con
IClonar
con uctas. Por ejemplo, se les administra para uelos - -
devengan robustos y rápidos,
para
que
sean
v a l i e n ~
d
q lllnos pequenos
, d b d yau aces , Opara que crezcan
sien o uenos
caza
ores. ~ p e c o de los
j
venes l
b
linn
.
se usa e enteogeno duran te la
pu e,.... para rea
.'Ir
su I enti ad ya que segu los shu h 1
1
',O I . ..r
y
ac uara e cont acto
con a
mI
o ogla co ectivaa través de
la
eXI>eríen ,'a
s
b d'
1
-
u
lva lllme
lata da seguridad
- E3 ()s
mecamsmos que ~ e g u l a n el comportamiento individual.
w s chamanes o
bruJOS
afinnan consumir ay,h
, I
uasca para tener premoniciones
ayunan
y
se
preparan para ver, elucubrar e interpretar situa i
comopresentesaunque alejadasen el espacio o como
ev
to ones
que
entIenden
usos específicos por grupos
de
edad, los s h u ~ beben a y : n h u ~ ~ ~ : A d e ~ ~ d.e
me
y ->-
6 ...,.,... ......
u VOrol ....
ntua
..
en «< ocasl n tan so o hierven laliana
a .
componente vegetal
que
aporta la DMT
S Todo cooPJ
sm
el
s : e ~ n d o
pues, que
/0 ayahuasco $ usada para
o c t i ~ T
meca . po
a
c o n c r e ~ s e
diCIendo.
t
p
i nlSmos compensotonos
de
fa con
uc a
a
Ica os
o autoanáflsis y a
la
búsqueda d
l I
t I I d
_./. reso UClOnes a os
conflICtos
prese
es an o e cOmeter emocional como
de
carácter adaptativo general. n
t
5.
EII n:fcl' el1cia a esIe uso
de
la liana sob. cabe mencionar
ron la ham .i1l3
elprincipal3lcaJoide d la r que ell el año 1929K Berillgery K W ~ l i a l l l s US3-
A.G. Reet
esIudió
los dectos f n n m ~ n
para combatir el PariUnson. En
la
db;ad;l de los aJ\os 40
5l' c. Enla
década
de
los
60
se
que
la
~ s
demostrando que J)OSl l el ectos cstinlulanleS en el
fIl l)puso que la harmaJa debla
su
actividad . ;S unpotente illibidorde
la
MAO. y
en
e159,
f'Iet3cher
psICOaCUYajUslameme a su ao::ión
de
lMAO (D1T. 1996),
3
(
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I
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8/18/2019 Fericgla, Josep Maria - Al Trasluz de La Ayahuasca
15/74
\
,
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Al tr.ISlu;r; de la ayahu350I
II
Efectos del enteógeno
El<
1m;
r i , ~ m s
Mros da ~ M l : I I I o , tnu
libio
1 l I < l d ~
k io
In
J1Grra
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lI;iio
SI<
, i ~ d < J ti mor
I robcu do
los dulces gr
dige
11 lo u o sagrodo _ >Wdri.w.
(Hoelderlin,
Hypmol<
Siempre
es
complejo y dificil en extremo describir con
rigol
del efecto de las subs
tancias enteógenas: es justo aquí donde hal lamos uno de los lími tes del lenguaje
hablado o escrito. Por esta razón, comenZuede hablarse de una substancia ni fisica ni psíquicamente
adietiva. ya Que nadie que consuma ayahuasca de fonna regular t iene un
deseo
o
impulso compulsivo o irrefrenable de
tomar
de nuevo.
Su
ingestión implica una deci
sión consciente ya que la excursión pslquica que induce, tanto puede acabar en una
experiencia de bienestar de caracter extático, como en una exploración dolorosa de
los propios límites y carencias del sujeto.
La mixtura, de color ocre rojizo
más
o menos oscuro, tiene un gusto fuertemenle
amargo y acre, a veces incluso agr io y ácido debido a la probable fermentación rapida
de los glúcidos que contiene y a la oxidación de losaceites esenciales, y
produce
una
fuerte y casi inmediata salivación después del consumo.
El efecto propiamente entcógeno tarda aproximadamente entre 30 y 50 mino en
aparecer entre
losoccidentales (entre los indígenasamazónicos
extrañamente
tarda
mas de HH5 min., lo que lIevaria a pellsar en una mayor sensibilidad sináptica a las
betacarbolinasquecontiene
la
ayahuasca)
61.
Viene indicado
por
unaclara sensación
de lasitud y entumecimiento corporal al mismo tiempo que el aparato perceptual se
agudiza muchisimo. Es bastante frecuente escuchar un ruido semejante al zumbido
grave de un avión lejano o de electricidad de alta tensión; tal sonido tenso y grave, a
diferencia de los conocidos zumbidos relacionadoscon el cansancio o las cefáleas,
es
de origen aparentemente exógeno, hasta tal punto que las prilllel'3s veces que auto
experimenté
con
ayahuasca
me costó creer
que se tratara de un sonido endógeno. En
6. Todas bs illdicaclooes ternponles rrlerid.as al electo de la ayahuasca, como respecto de todot; los ente
~ n o s hay que entenderlasde fonna
ind>c::ativa,
110 absoluta: cambian erJ
cada
peoona, ell
cada
experien-
da ,
según la narurale%a
de
cada entl Ógeno, elc.
I I
Emognfia
y efeclos de la ayahU3.'lQl
loS ojos aparece una sensaciÓn de s.omnolencia. A pesar de tal efecto. la OMT que con
tiene
el
ayahuasca es de efectos estimulalllespara
el
SNC y después de su consumo es
prácticamente imposible dormir, al contrario de lo que sucede con los opiáceos.
A los
30/45 mino
suelen aparecer l igeras náuseas , a veces sensación de tener el
estómago ligeramente hinchado, y un regusto agrio y metálico en la boca. De fonoa
intermitente pueden
aparecer
bostezos, y
por
lo
que
he
podido verificarel efecto ente
ógcno suele a.umentar después d.e bostezos, tal vez porque relajalU) tal vez
por
la
m a y o r e x p ~ l s l ó n
de
C?
que ello m ~ p h c a . A veces también aparecen
ganas
de eructar.
En sentido contrano al entumecmlíentoque invade la musculaturaocular y la mus.-
culatura en general, el aparato perceptual
se
agudiza de forma muy acusada y los
j n P u l ~ resuenan en la r ~ e l l t e c a r g a d ~ s de emotividad. Los esl1mulos exteriores que
adqUIeren más relevanCia son sonIdosagudos y los colores brillantesy blancos, de
aqul que los
chamanes
amazóOlcos e iglesias daimistas usen sonajeros de distinto
m ~ l e r i a l
con un elemento común: suenan agudo y con un sonido cor tante 00
m l s m ~ aphca a las a ~ d a s c a ~ p a n i l l a s y platillos que suelen acompañar las pr.i.cti
cas ltllstlcaSy ceremoOlas extátlcas de
la
mayorparte de relig ione s). En senti do _
lrario, los ~ n i d o s interiores que
más
resuenan
son
los de
carácter
gr.¡ve. con
C.ualqUler
auto-observador perspicaz discierne 'lue bajo los efectos del ayahuasca
-.allgual quecon la mayoría de enteógenos- el aparato perceplual funciona al uní
sono a dos niveles.c1aramente diferenciados.
Por
un lado, el cuerpo
se
reconoce tardo
y cargado, y los OJos
adonnccidos
escuecen como cuando se deben
horas
al sueno
a t ~ d o
,?€ro por
o t r ~ lado
se
está más Sensible que nunca,
se
J>erciben
con
claridad
ruIdos
s u ~ l e s
(un gOITIón que está rascando su pico contra una rama de árbol) y deli
~ d o s .y lejanos .olores (las frutas que hay en
la
apartada cocina de
la
casa). Resulta
l ~ p o : u b l e
reducIra palabras
s e ~ s a c i ó n
de tal intensa disociación perceptual,que en
nlllgun momento genera
eXCItaCIOnes
de carácter patológico ni sexual. Es bajo los
efectos del e l ~ t e ó g e l l o que
1 5
lenguajes mitopoyéticos, fundamentados en simbolos
de
c o n d e n s . ~ I Ó l \
y srmbolos referenciales PI. revelan
su
profundidad semánti
ca y su capaCidad smerglca para lossentidos: olores, colores, sonidos, contenido con
ceptuaL. todo al unísoDO para un mismo fin.
t o d ~ caso,
se
pe:cibe de fonna muy clara y delimitada
lo
que podriamos llamar
dIferenCIa e n t r e . ~ 1 OJO --como órgano- y
la
visión
--como
facultad mental que
~ b o r
la
~ r c e p c l O n . Se trata de un estado de consciencia de claro dialogismo cog
IlltJvo,
expenmentadoen fonna
de
revelación.
En r e f e r e n c i ~ al mundo e x ó . g e n o . c u a ~ d o se
está
bajo los efectos de
la
ayahuasca
y
se
abren los oJos en un ambrente Ilumlllado se perciben hilos blanquecinos y bri
llantes que, partiendo de los objetos luminosos o iluminados,
se
mueven en el espacio.
los 5{mbc/os.d
c ~ d e ~ i d
son
aquellos Que J)lJe< en
referirse a
un lt rJO de
significadOl
dispas-es.
C r l l ~ c o n t n l d l ~ ~ n O l
sm que por
ello
st;
v i ~ a n de contradictoria. Un ejemplo es el simbolo
de
la
de
~
cnstlanos. que capu.de SIgnifICar contenidos muy di5lante5.
El
simooJo de condensación
Do e s e l
Santo Daulle, epIldO
dado
a la substancia en eógena y cuya
ltaducrión
literal
es
S a.
En obviamente dame aquello que taha, en un sentido gefléricamente trascendente y penonal a
r
sentido. conlnrio, UII ¡¡ bolo es
aquel
que significa a UD solo objetoo elemenlOy a
nipgu :
por ejemplo una marcacomercial.
JJ
8/18/2019 Fericgla, Josep Maria - Al Trasluz de La Ayahuasca
16/74
A 1 1 r a s l u ~ de
In
ayahuallCa
Tal efecto pocIria tratarse de fosfenos ] en sentido estricto, si no fuera porque hay una
clara relación entre estos hilillos brillantes percibidos y los objetos del enlOmo.
Si
el sujeto se
fija en
el contexto físico
aunque ni
lejanamente suele
ser lo
más
interesante es fácil que genere muchas asociaciones plásticas. La capacidad del
potencial humano para producir imagineria eslil extraiíamente despierta, pero de nin
gún modo modifica los elementos físicos del entorno. Por ello, se puede afinnar
taxa
tivamente
Que
la
ayahuasca no
es
un alucinógenoen sentidoestricto.
El
cambio
se
da,
al margen de interpretaciones, en el umbral de la estimulación perceptual, no en el
contenido objetual de las percepciones. Dicho en palabras de calle: se perciben los
mismos ob;e4os que en estado cotidiano pero
se
perciben de una fonna disljnla. En
este sentido, y como capacidad central del enteógeno,
la
atención del aparato pereep
toal se suele dirigir hacia las propias dimensiones psíquicas del sujeto.
Este consumo produce
lo
que alguien ha denominado estados de ánimo estéti
c o s ~
especialmente en el ámbito de los sonidos, las melodíasy los ritmos: a mi
pare-
cer es una expresión muy exacta para ser aplicada aqui. Una buena partede las etnias
amazónlcaS que consumen ayahuasca de forma tradicional, afirman Que la pócima
induce melodías mágicas que cada uno ha de encontrar bajo el efecto de la ayahuas
ca
para tener buena suerte en su
v i d a ~
Estas melodías, cuyo origen
es
percibido
en
fonna de revelación, son las que reciben diversos nombres según
la
etnia {caros en
la zona septentrional del Peru; ánents entre las etnias jibaroanas; koshuiti entre los
Yaminahua; himnos entre los Daimistas, etc.). A menudoestan etnográficamenterela
cionadas con
la
curdción. En referencia a
la
importancia de lasmelodías y
al
estadode
profunda introspección, tanto fisica como espiritual, cabe citar como ilustración el
caso de una mujer europea, de profesión música, Quien durante su primera ingestión
de ayahuasca comentó estupefacta Que podia escuchar y distinguir claramente los
propios armónicos de su vozal hablar y cantar.
A los 45
mino
después del consumo (entre los occidentales) se suele tener ganas
de permanecer con los ojos cerrados y en una actitud de profundo recogimiento inte
rior.
No
obst.ante, esta sensación de beatitud requiere primero una limpiC .la del cuer
po.
Amenudo, aunque no siempl'e, el consumo de ayahuasca produce vómitos. Tanto
es asi que entre los Ashaninca del Pení, la ayahuilsca se denomina kamarampi que
proviene del verbo kamarank ( vomitar ), y si alguien pregunta a un shuar Oachuara
el motivo que le lleva a beber la pócima, en la mayor parte de
los
casos la respuesta
será también que para vomitar , que literal y semánticamente equivale a limpiar los
animas ya que los jefes de familia achuara deciden que todo el gmpo familiar' consu
mirá ayahuasca cuando se dan situacionesde tensión grupal que están durando más
de lo habitual. En este sentido, no creo que tales vómitos tengan su origen en disfun
ciones del aparato digestivo o hepático ya que la mayoria de veces el consumidor indí·
gena lo bebe estando en ayunas, y no dependen ni de
la
cantidad de ayahuasca con
sumida ni deque hayahábito o
no. En m i
opinión, y después de autoexperimentar con
ayahuasca durante más tres años y de haber observado entre 400 y 600 personas con-
Fo ¡fflIJ
concepto usado en biologia para referirse a las impresiones luminosas producidas ell
la
relina
por
una
CIlU¡¡ a
distill(.1 a la
l u ~
porejemplo, comprimiendo el glóbulo ocular.
34
EtnografIa y cieetos de la ayahuasca
sumidoras, algunas regulares y otras eventuales, tengo
el
profundo convencimiento
que tales vómitos tienen un origen psicosomático. Naturalmente que los espasmos
propios del vómito son fisicos, pero creo que con ello el cuerpo somatiza y expulsa
tensiones,conflictosy contradicciones animicas o psiquicas: a nadie ha de extraiiar tal
correlación dadas las correspondencias estadísticamente verificadas entre una gran
diversidad de patologías y un detenninado substrato psicológíco previo, y viceversa.
Tanto
es
asi que, pasado un primertiempo de aprendizaje del efecto de l ayahuasca,
no
parece que
la
costumbre
de
consumirgenere más ni menos frecuencia en losvómi
tos. Los indigenasamazónicosafinnan que cuando se consume ayahuasca en primer
lugar se limpia el cuerpo y en segundo lugar el a l m a ~ y ciertamente DO es una mala
fonna de explicarlo. Las
pel SOnas
que consumen de fonna periódica pueden llegar
incluso a percibir con antelación a la propia ingesta si muy probablemente les provo
cará vómito o no, según el estado anímico previo a
la
experiencia Por otro lado, y ello
parece muy significativo,
después
de los
wmitos
poten cia
e:dátka del enteógeno
aumenta consitkTab/emente
El efecto dura de dos a cuatro horas, I>udiéndose ingerir periódicamente nuevas
dosis
para
mantener el estado de ebriedad por más tiempo, y así hasta diversas repe
ticiones. Conozco casos en que el consumo se ha repetido hasta seis veces, penna
neciendo bajo los efectos del ente6gelto durante másde doce horas. AJ revésde otras
substancias embriagantes, el efecto percibido de la ayahuasca awnenta geométrica
mente y hasta un ciertolimite en cada dosis, por lo que cuando se decide mantener el
efecto durante largas horas es suficiente con dosis mínimas a cada repetición de con
sumo. Pareceobvio que hay una determinada acumulación de alguno de los compo
nentes
Ott
propone que
se trata
de ulla acumulación del
lMAO
que, aunque de
efectos reversibles, se mantiene durante horas, aun durantealgunosdías.antes de
ser
totalmente metabolizado l>or el cuerpo, con
lo
que
la
DMTde las ingestionessiguien
tes puede actuar a los pocos minutos).
A menudo,
la epidermis adquiere
un
color moís blanquecino que de costumbre,
lo
que, sumado a una sensación de
frio
que no se subsana con el
calQr
externo, indicarla
algún tipo de vasocollstricción. En las manos aparece una sensación de sudoración
aunque
no
se sude.
POI
otro lado, esta sudoración
es
de carácter
grdSOSO no
acuosa:
Asl,
después de cada excursión psíquica inducida I>or ayahuasca se tiene
la
impresión
por ejemplo, de haber llevado
la
camisadurante mucho tiempo y se observa que
el
11
aparece ligeramente sucio. También se tiene una sensación de cabellos desorde
n a d o s ~
aunque el sujeto haya estado todo el
tiem¡>o
quieto en su lugar y solo atento a
las explosiones extáticasque se suceden en su interior. Todo ello se podriaresumir en
la hipótesis de que
la
ayahuasca acelera considerablemente
el
metabolismo corporal.
A los 60 mino aparece un regusto de acetona y metálico en la boca. Se percibe una
definitiva impresión de tener el cuerpo dormido
y
suele haber pequefias
dificultL1des
de traslación), pero
la
mente está despierta y activa de forma e x t ~ o r d i n r i es exac.
t ~ m e n t e
como un soñar acompañado de mucha intensidad emocional, pero mante
l l l e ~ d o
la
conscienciadespierta.
Si
así se j}\1 de d('cir,
la
dime-nsión psíquica y sus
c o n ~
emdos míticos y personales domina sobre la dimensión fisica de forma incuestiona
ble. Tal es
la
intensidad de las percepciones interiores Que cualquiera puede perma-
35
l
\
\
8/18/2019 Fericgla, Josep Maria - Al Trasluz de La Ayahuasca
17/74
Al trasluz
de
la ayahl1asca
necer durante
tres
o cuatro horas sentado y absolutamente quieto, sin
Que
la tensiÓn
muscular lo moleste.
El efecto no
es
constante, sino que
se
va y viene en forma
de arrebatos, como si de
olas
se
tralara. Si
se
inspira profundamente reaparece
U l l a
percepción más o menos
normal del mundo, volviendo a los pocos momentos a recorrer los senderos
i n ~ r i o -
res que emergen bajo
el
efecto del enteógeno. Con
la
respiración se puede salir del
bucle de actividad mental centrada en uno mismo para depositar momentáneamente
la
atención en el mundo del entorno.
A menudo, durante el efecto de la ayahuasca
la
expresión facial es aparentemente
dura
y crispada en muchas personas, y ello es un reflejo de la btUerra civil interior que
están librando con su propia neurosis. A veces es justo
lo
opuesto, y el sujeto refleja
en su
faz
una sensación de extrafla y serena beatitud.
¡¡ extremada sensibilidad perceptual endógena también se cierne sobre las nece-
sidades fisiológicas del cuerpo que adquieren mucha intensidad. A pesar de que con
el entrenamiento en el uso del enteógeno aparece un determinado nivel de contra
sobre los procesos fisiológicos,
lo
cierto
es
que
la
necesidad de vaciar las elltraflas de
restos y detritus,
sea
vía vómito,
vía
anal o urinaria se convierte en un apuro casi de
ahogo, aunque a menudo sea controlable. Después de vomitar o de defecar, el efecto
extático del enteógeno sube de intensidad.
Al
ir disminuyendo
el
efecto de
la
mixturavegetal, las personas muestran unos ojos
enonnes
con una mirada en cierta fomla
fija
y brillante;
no
se trata de midriasis
Oa
y h u s ~
no produce midriasis), sino de
lo
que los griegos llamaban ojos extáticos
que han visto el más allá y que fueron profusamente representados en cerámicas y
bajorrelieves
de
las diversas épocas del helenismo clásico: ojos redondos, grandes, de
pupilas fijas y en apariencia desenfocados, aunque la visión funciona a
la
perfe.cción.
Para acabar con
la
descripción de los efectos fisicos
de la
ayahuasca, tambIén cabe
citar que los consumidoresoccidentales regulares suelen
ir
prescindiendo de las bebi-
das alcohólicas en su dieta cotidiana, en especial durante losprimeros tiempos. En pri-
mer lugar porque ciertamente dejan
de
apetecer, y en segundo lugar porque
lo
que
antes de la ayahuasca era una cantidad de alcohol normal sin consecuencias doloro-
sas para un bebedor moderado, a partir del enteógeno se suele convertir en una fuen-
te de resaca antes desconocida. Por ello, tal vez cabría hablar de
un
probable efecto.
de depurador hepático y prácticamente es seguro que tiene algún tipo de acción s o b r ~
la vesícula biliar. Sería impOItante que se realizaran investigadones de carácter médI-
co y bioquímico sobre
el
efecto de la ayahuasca
en
tales órganos, ya que además
indígenas amazónicos consumidores tradicionales del enteógeno
no
suelen
tener
los
mismos efectos secundarios que nosotros y son
grandes
consumidores
de
bebidas
alcohólicas
Oa
tradicional chicha alcanza los
de
alcohol, y los más modernos
aguardientes de caña llegan a tener
70
8/18/2019 Fericgla, Josep Maria - Al Trasluz de La Ayahuasca
18/74
Al
InIslut
de
ayahuasca
nada
M
. SegUn mi experiencia, durante alguna sesión conocí o contacté con
10
que
me
alrevena a denominar
la
emoción de
~ t r i s l z
pura , M
so
ledad pura y Malegria pura
más allá de motivos explicitos,
de
razones biográficas. de temas melancólicos o de
duelos y pérdidas amorosas en cualquier sentido. Lo mismo podría decir referido a la
jubilosa plenitud de la alegria sin limites, aunque tranquila. En este sentido, se puede
afinnar que
la
ayahuasca
es
un acelerador emocional con resolución catártica.
También actúan del mismo modo los símbolos de condensación y los cuenlos infanti-
les. cotilas ya conocidas y us
8/18/2019 Fericgla, Josep Maria - Al Trasluz de La Ayahuasca
19/74
Allrasluz de
la
ayahuasca
Elnografia
efectos de la ayahuasca
{
{
<
r
N
uestra
mente
procesa
todo ello en
fonna
de ideas formalizadas en i m á g ~ n e s que
empiezan a
enredarse
sobre sí mismas y a pensa rse a .sí.mismas,
~ o m o
un. Juego
palabras con fuerte carga emocional-poralgunos perCibido como pen::mmlentos
culares . Los pensamientos que aparecen son bucles, luego bucles de bucles,. r ~ m o h -
nos de imágenes de remolinos de imágenes. Una b u e l ~ a m e t á f o ~ a para
des:nblrlo es
la del juego infantil que consisteen tensar una cuerdeclta o un hilo entre los d.cdos de
ambas manos y empezar a darle vueltas en sentido contrariocada mano.
El
lulo se va
enredando sobre sí mismo y acaba por fonnar bucles,
hasta nudos, que. en el fondo
no son más que lapropia cuerda
enredada sobre
sí misma: La e x p e r i e ~ c l a e ~ de que
siempre
se recordará
la experiencia en sí (colores, emocIOnes resurglCnle,s.,.) y de
queal mismo tiempo
se
sabe que aquello que
se
vive siempre
se
h ~ b í a conOCIdo. Todo
lo que sucede en
la
mente, repito,
es
un bucle que forma remolm.os de bucles, y ?I
mismo tiempo se vive la certeza de que eso no está tan solo sucedlen,do en la ~ r o p l a
mente sino que
es
un reflejo de toda dinámica universal. Los conoCIdos dIbUJOS de
L e o n a ~ d o da Vinci
sobre
el movimiento del agua serían una fonna con'ecla de expre
sa r
la
estructura dinámica que intento describir, aunque muy simple porque están
fal-
tos de la gran carga emocional que determina la experiencia con
e n t e ó g ~ n o s
Una
frase bastante típica que suele oírse
entre
los novicios que han tomado la
prunera
el embriagante es: ¡ah si yo pudiera decir todo lo que siento.. y cuando
se
les pIde
que lo formulen, que exprescnlo que han sentido, no suelen e?contrar p a l a b ~ a s pero
cada gesto y expresión
está
harto cargado de contemdo e m o c l o n ~ 1 y,semánllco recu
rrente: es significativo porque
se
realiza en aque estado, no por
SI
mIsmo.
Al principio del aprendizaje y de cada experiencia enteógena suele haber una.etapa
de cierta confusión y desorden mental hasta que, inadvettidamente, los pensamIentos
se
van enroscando para formar f inalmente un hilo desconocido que lleva a lugares
inesperados de la propia mente, Aveces en lugar de espacios llenos de imág,e,nes apa
recen dolorosos vados en los cualestienen lugar oscuros procesos decreaClon y con-
tra los que
es
muy dificil luchar. ,
eflexionando
sobre
el proceso dinámICO del pensarmento baJO los efectos de la
ayahuasca, cabe recordar que prácticamente todos los,chamanes
s ? b ~ e
los
se
ha
escrito (independientemente de
su
patrón cultural), aSl como los mlstlcos cnsbanos o
los anacoretas hindúes, describen
sus
experiencias mJstico-visionarias ha?lando de
una escalera que asciende en espiral, de una cuerda, una liana que une el CIelo con la
tierra
con otras formas metafóricas similares (ELIADE, 1982; NARBY 1995).,El
m i s m ~
término ayahuasca, en quichua significa liana de los muertos en el se.nlido
de permitir el acceso al espacio conceptual y sagrado en el cual el mundo q U l c h u ~
s itúa los espír itus y almas de los muertos . Hace ya tres décadas que
M. Hamer
sugI
rió tímidamente que tal estructura procesual experimentable bajo el efecto de
e ~ t e
enteógeno tiene una cierta s imil itud con la e s t r u ~ t u r a ,fonnal del ADN (HARNER.
1980:1-10), y efectivamente
esta
sería la forma plasttca mas adecuada para
expresar
dinámica cognitiva, Si aceptamos que una finalidad del se r
humano
en la
T I e ~ a
p u d ~ e -
ra ser lade la Naturaleza
hecha
autoconsciencia yen un ciertosentido estncto y bl?
lógico así es) se podría también pensar que e n p r ~ f t ¡ ~ d i d a d e s de nue.stra propIa
mente debería aparecer una imaginería que reflejara plasttcamente la propia estructu-
4
ra básica de la Naturaleza. En
este
sentido,
es
arriesgada pero en absoluto descabe
llada
la
hipótesis de que la imaginería generada por el enteógeno que nos ocupa, que
básicamente son formas reptiloides que suelen aparecer por pares o en grupos nume
rosos, tenga alguna relación con la estructura formal del ADN.
Finalmenle, cabe citar los resultados de diversas investigaciones independientes
que han puesto de manifiesto el mayor dominio y creatividad lingüística
por infe
rencia, intelectiva) de los chamanes en relación a sus congéneres (ELIADE, 1976); a
ello me pennito añadir
la
función de potencial adiestrador emocional que tiene
la
ayahuasca; y también cabría recordar la correlación directa
entre
el dominio de la
esfera emocional y el coeficiente intelectual, 10 que esta llevando actualmente a diver.
sos investigadores norteamericanos a hablar del Coeficiente Emocional como indica
dor de la inteligencia de un individuu.
El
efecto final de
la
mixtura
se
puede describir como un sosegado arrobamiento al
ténnino de la excursión. Al día siguiente del consumo se entra cn una fase inusual
mente despierta y receptiva que permite al sujeto estar muy atelltG al mundo objetivo
ya
sus emociones y sentimientos cotidianos: su origen, dirección, intensidad, etc.
He
En plena efervescenciade la experimentación perceptual y cognitiva
por
medio de
simulaciones informatizadas, y del uso y aplicaciones ya cotidianas de la realidad
vir-
tual de nuevo aparece con fuerza la duda filosófica sobre
la
fiabilidad de
la
percepción
humana sobre el mundo exterior e interior. En realidad, las ilusiones y los límites de
la propia percepción ofrecen la clave del funcionamiento del cerebro y de la mente.
Cuando
se
experimenta con ayahuasca aparece uno de los
grandes
dilemas raciona
les del se r humano: fiarse o no de su percepción.
En
diversos trabajos modernos y
otros clásicos dirigidos a estudiar el funcionamiento de nuestro aparato perceptual, se
ha puesto de relieve cómo
la
maquinaria cerebral, a veces, en un instante debe deci
dir entre dos opciones: la que llega nítidamente por los ojos y
la
que el mismo cere.
bro evoca acudiendo a los archivos nenronales donde ha fijado ulla imagen o recuer
.do anteriorde aquello mismo que le llega,
El
típico ejemplo
es
ef de los espejos defor
madores de la imagen de quien en ellos
se
refleja. En este caso,
la
estupefacción dura
solo un instante porque todos conocemoslos contornos de nuestro cuerpo y sabemos
que no
es
fUI
y como aparece en el espejo cóncavo o convexo: el cerebro juegacon las
percepciones y nos divertimos con el10 porque la contradicción entre lo que ven los
ojos y la imagen registrada es tan grave que en un instante
se
destruye la paradoja; el
cerebro ve
la
trampa y puede identificar su origen (sobre los juegos y engaños de
la
percepción
ver