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EL CONFLICTO IGLESIA-ESTADO-ENCOM ENDEROS EN EL POBLAMIENTO COLONIAL DE LA
REGIN BANOUISIMETO (1530-1718) .
Reinaldo Rojas.
Universidad Santa Marfa. Caracas. Venezuela.
I . - In t roduccin.
La conq uista y colonizacin de Hispanoannrica ha sido abordada generalmente com o
un proceso dominado por la contradiccin entre el poder colonial espaol y los pueblos
aborgenes some tidos del contine nte. Este es el con fl icto entre conquistadores y conquistad os
colonizadore s y colonizados cuyas secuelas histricas no solo se ext i t iende n hasta principios
del siglo XIX en la con tradicc in en tre los colonos criol los y el Estado m etrop oli tano sino que
se ha trasladado a nue stro siglo XX com o una herencia colonial bsica para la comp rensin
del fenm eno de l l lamado subdesa rrol lo lat inoamericano.^ Sin embargo al acercarnos al
proceso colonial apreciamos de inmediato que lejos de enfrentarnos a un poder colonial
homogneo nos encontramos con diversos factores de poder que lejos de vivir en armona
coex isten en una abierta o soterrada lucha. Esta fuerza colonial com o la denom inamo s
estuvo conformada por tres grandes y disimiles tendencias: La representada por la monarqua
espao la la cual com o se sabe evoluciona de los reinos de Casti lla y Ar ag n hasta los
Borbon es pasando por los Hab sburgo s que es decir. Casas Reales de carcter europe o. Esta
es la fuerza represen tada por el Mo narca su estruc tura burocrt ica en Espaa y Am rica y
tod o el orde nam iento jurdico que lo suste nta. La otra tendencia es la Iglesia fuerza e spiri tual
fund am enta l del proc eso con gran peso social y pol t ico en tod o lo relat ivo a la organizacin
y func iona m iento del nuevo orden colonial hispanoam ericano. Finalmente la tendencia
representada por los conquistadores y encomenderos de los siglos XVI y XVI I factor social
fundamental en la labor concreta de colonizacin y cuyos intereses especf icos chocaron en
diversas oportun idade s tan to con la Iglesia com o con el propio Estado. Este co nfl ic to cuyas
incidencias tuvieron innegable inf luencia en la dinmica y evolucin del proceso colonizador
es el obje t ivo ce ntral del presen te ensayo re ferido a la Provincia de Venezuela y a part ir de un
caso conc reto e l espacio reg ional barquis imetano entre 1530 y 17 18 .
Revisem os prim eram ente tres premisas fundam entales de nues tro anl isis: El
concepto histrico que manejamos acerca del proceso colonial; nuestra def inicin del espacio
reg ional barquis imetano y e l por qu de l perodo 1530-1718.
En cua nto a lo prim ero hem os abordado en nuestros estud ios histricos regionales el
anl isis de la sociedad colonial barquisim etana desde una perspectiva de proce so de ocupa cin
de un espacio anter iorm ente o rganizado por diversas comun idades aborgenes. En tal sentido
hemos destacado todo lo referente a la reconstruccin etnohistrica de aquellas sociedades
y a la def inici n g eohistrica de su espacio.^ A part ir de al l es que hemo s avanzado en la
com prensin de l fenm eno co lon ia l e l cua l no conceptuamos c om o e l in ic io de nuestra
historia ni la ocupacin de un terri torio va co ni la expresin de un acto fatalm ente civi l izador
s ino a l contra r io com o un proceso h is tr ico de ocupacin desin tegracin y
re-organizacin de la estru ctura socio-espacial aborigen dando lugar a una estruc tura socio-
'Para un tema tan amplio y discutido como ste, pueden consultarse, inicialmente: Stein, Stanley J. y Barbara
H. La herencia colonial de Amrica Latina. l \ / l xioo: Siglo XXI editores. 1975. 204 pgs.; Garca,Antonio. Atraso y
depandi^ncia en Amrica Latina. Buenos Aires: Editorial El Ateneo. 1972. 364 pgs.; Crdova, Armando y Silva
Miohelena.Hotor. Aspectos tericos del Subdesarrollo. Guadalajara (Mxico): Editorial Novamex. 1982.
'En el aspecto etnoh istrica puede revisarse nuestro ensayo Comun idades indgenas en Barquisimeto siglo XV I ,
publicado en Gens. Boletn de la Sociedad Venezolana de Arquelogos. Vol. 2, Nos. 3 y 4, Caracas, septiembre-
diciembre de 1986. pigs. 130-154. En cuanto al estudio geohistrico del espacio barquisimetano en el t iempo
histrico colonial, puede consultarse: El espacio geohistrico de Barquisimeto entre 1530 y 1780. Caracas Seminario
de Doctorado en Histor ia , Universidad Santa Marfa. 1 98 8. 9 4 pgs. (Mimeograf iado) .
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espacial colo nial que en nues tra re gin cristaliza a finales del siglo XVI I I . En este an lisis juega
un papel fundamental conno medida del xito de la re-organizacin colonial, el proceso de
poblamiento, el cual nos ha permit ido valorar la estructura y funcionamiento del espacio
regional en su fundamento econmico, y la formacin de las diferentes formas de propiedad
terri torial y de produccin presentes en la regin'.
El otro co nce pto b sico es el espacio, entendido por nos otros com o un prod ucto social
y no como un simple hecho natural. En este sentido, hemos trabajado en funcin de
caracterizar el espacio como expresin de una Formacin econmica y social histricamente
determinada. Esto nos ha permit ido avanzar de la descripcin geogrf ica a una comprensin
socio-h is tr ica m s in tegra l de l fenme no especia l, combinandoelanlisis h istrico-e structu ral
(diacrnico) con el espacial (sincrnico) para un ente geogrf ico plenamente local izado e
identi ficado.'* Desde esta persp ectiva, hemos diferenciado el soporte terri torial, donde
ubicamos el paisaje natural y sus elementos bsicos (suelo,cl ima, vegetacin) del espacio
com o real izacin del hombre y de la sociedad, en su nocin de escala y en la reprodu ccin de
sus contradicciones sociales fundamentales. Con el lo, las nociones de t iempo y espacio se
integran y se asumen con sentido de total idad en las relaciones que se establecen entre el
espacio, la dinmica poblacional y la organizacin y funcionamiento de la economa.^
La tercera p remisa sealada es la relat iva al tiemp o c ronolg ico 530-1 718 . Se t ra ta ,
en cuanto a 1530, del ao en que se inicia el proceso de conquista del occidente venezolano
con la expedicin que realiza a la zona, entre 1 53 0 y 3 1 , Nicols Federman.^ La fecha de
1718 se corresponde con la ext incin de la Encomienda en la Provincia de Venezuela y, por
ende, la el iminacin del encomendero, quien desde las reformas de 1687 al rgimen
encomendial se haba transformado en un simple pensionado de la Real Hacienda, inst i tucin
encargada desde esa fecha de la recaudacin del tr ibuto indgena hasta su def init iva
el iminacin en 1 8 1 1 . ' Pasemos ahora a sealar algunos de los ms imp ortantes rasgos del
proceso h is tr ico co lon ia l barquis imetano entre 1530 y 1718.
I I .-
Etapas del proceso colonial barquisimetano.
Al estudiar el proceso social barquisime tano en el perodo colonial hemo s diferenciado
las siguientes etapas: En cuanto al poblamiento colonial, una primera fase que va de 1530 a
1545, t iempo de expediciones y conquistas bajo el mandato de los Welser y sus agentes,
transformados por Capitulacin, en gobernadores de la provincia. Es la poca de la violenta
desart iculacin de las formas de vida de los pueblos aborgenes, de su transformacin en
esclavos, momento histrico en el que la poblacin indgena de la zona decae entre un 50 y
80 . La segunda etapa va de 154 5 a 16 20 , perodo ste donde se fund an las principales
A I
respecto puede consultarse nuestro ensa yo: La propiedad comunal indgena en Venezue la: Pueblos de Doctr ina
V Tierras de Resguardo en Barguisimeto (1 62 0- 1 82 0) . Caracas : Seminario de Doctorado . Universidad de Santa Ma ra.
19 87 . 55 p g s .
^Cf.Tovar L, Ramn A . El enfogue Geohistrico. Caraca s: A cadem ia Nacional de la Historia. Coleccin Estudios,
monograf as y ensayos. 1986. p , 29 y ss.
^Estas relaciones son tratadas en el ensayo sobre el espacio geohistrico barquisimetano en el perodo colonial
arriba citado.
La misma es tratada ms ampliamente en nuestro estudio: Variguecemeto en la Historia India de Nicols
Federman. Caracas: Seminar io de Doctorado en Histor ia , Universidad Santa Mar a . 19 88 . 6 4 pg s. IM imeograf iado) .
A rcila Paras, Eduardo. El Rgimen de la Encomienda en Venezue la. Caraca s: FA CES - Instituto de I nvestigaciones,
U . C . V . 1 9 7 9 . p . 2 6 4 y s s .
Cf. Rojas, Reinaldo. Evolucin demogrfica de BafQuisimeto (1530-18401. Captulo IV de nuestro Trabajo de
Grado de Maestr a. En prensa para su prxima publicacin por FUDECO.
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villas y ciudades de la regin: El Tocuyo en
545,Barquisimeto en
552, Carora en
569 y
los extremos regionales, Borburata en
54 8 y Trujillo en
55 8, hasta que en 1 62 0 se procede
a la fundacin de los primeros pueblos de indios en la regin.
De 1620 a 1718, estos pueblos de doctrina pasarn por dos fases: De 1620 a 1687,
fase en la que se mantiene vigente la Encomienda tasada y cancelada en servicios personales
y de 1687 a 1718, cuando es reformado el rgimen, dando paso a la Encomienda tasada en
dinero y cancelado el tributo tericamente en dinero tambin. Este trnsito no es formal
solamente. Incide en el poblamiento, tal como lo hemos comprobado en nuestros estudios',
ya que el pago de la Encomienda en servicio, equivalente a una renta trabajo, permiti que los
encomenderos trasladaran al indgena encomendado y a su familia a los sitios de trabajo en
hatos y haciendas de su propiedad. Esta situacin se transform en un poderoso obstculo
al poblamiento, dificultad que enfrent a encomenderos, funcionarios de la Corona y
religiosos. Es a partir de los cambios de 16 87 y la labor de los misioneros, fundamentalmente
capuchinos, en la zo na ,' que empieza a estabilizarse el poblamiento colonial de la masa
indgena sujeta a Encomienda, hasta su definitiva cristalizacin en el siglo XVIII.^^
En cuanto a la evolucin econ mica, hemos distinguido las siguientes etapas: De
1530 a 1545-52, donde predomina la esclavitud indgena absoluta y se desarrolla una
economa minera-extractiva del oro, la cual se extiende gasta finales del siglo XVI. De 1545-
52 pasamos al rgimen de la Encomienda hasta su extincin en 1718.
En nuestros estudios regionales sobre el funcionam iento y evolucin de la Encomienda,
como forma de explotacin del trabajo indgena por va tributaria, hemos diferenciado dos
etapas, a su vez : De 1 5 5 2 , que es cuando se establecen en Nueva Segovia de Barquisimeto
las Ordenanzas que van a regir la institucin en la Provincia de Venezuela, hasta 1687. En
este largo perodo predomina la Encomienda tasada y cancelada en servicios, es decir, con el
tributo cancelado en trabajo. Esta especialidad de la Encomienda en Venezuela colonial es
denominada por el historiador Eduardo Arcila Ferias, Encomienda de repartimiento, para
diferenciarla de la Encomienda de servicio personal que encontramos en otros lugares de
Amrica como Mxico y Per.'^
A partir de 1687, ya lo hemos dicho, la Encomienda sufre una reforma que la
trasforma, formalmente, en encomienda y tasada y cancelada en dinero, a travs de una serie
de normas y fiscalizaciones establecidas por las autoridades espaolas.^^
Ahora bien, a la fase minero-extractiva que se inicia con las expediciones de los
Welser y su famosa bsqueda de El Dorado'', le sigue la actividad agropecuaria, cuya
consolidacin d efinitiva la encontramos en el siglo X VIII con el auge del cultivo del cacao con
fines de exportacin, podemos sealar que la regin Barquisimeto transita del ciclo del oro,
en el siglo XVI'^ al ciclo del cacao en el siglo XVIII ' quedando el siglo XVII, como una
lbid.
Captulo IV y VI.
'Cf. Carrosera, P. Buenaventura de. Misin de los Capuchinos en los llanos de Caracas. Caracas: Acadennia
Nacional de la Historia. Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela. 3 tomos. 1972
Cf. Rojas,Reinaldo.
O E
S 1- 19 88 . p. 52 y ss.
Cf. Arcila Ferias, Eduardo. 0. cit . 1979. p. 194.
''S e trata de las Instrucciones del Gobierno Berrotern, Real Cdula de 16 95 . EntFuero Indgena Venez olano .
(Perodo de la Colonia 1552-1783). Prlogo Dr. Joaqun Gabaldn Mrquez. Caracas: Instituto de Investigaciones
Histncas. UCA B. 1 97 7. p. 131 y ss.
Cf . Friede, Juan . Los Welser en la conquista de Venez uela. Madrid: EDIME. 1 9 6 1 . p. 16 1 y ss
Cf. Arcila Paras, Eduardo. (Director del Proyecto) Hacienda y Comercio en Venezuela en el Siglo XVI. Caracas:
Banco Central de Venezuela. Proyecto Hacienda Pblica colonial venezolana. Vol. I I . 1983, p. 19 y ss.
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etapa de transicin, de organizacin tanto del poblamiento y de la economa agrcola y
pecuaria, como de las formas de propiedad territorial y de explotacin de la mano de obra. En
este sentido, despus del estancamiento y crisis que sufre la economa del oro y el rgimen
de la esclavitud en el propio siglo XV III que no solo ha cristalizado una nueva Formacin socio-
especial colonial '^ encontramos en el siglo XVIII que no solo ha cristalizado una nueva
formacin socio-especial coloniar sino una funcional regin geo-econmica que hemos
denominado en nuestras investigaciones regionales sobre este perodo histrico, regin
Barouisimeto.
III.- El conflicto Iglesia-Estado-Encomenderos: Algunos casos.
En este contexto que debemos ubicar los conflictos entre las tres fuerzas sociales y
polticas de la localizacin arriba sealada: el Estado, la Iglesia y los Encomenderos. Pasemos
a revisar a continuacin los ms significativos, en base a cinco grandes aspectos y perodos
: Primero, frente al problema de la instauracin de la Encomienda, en segundo lugar, en cuan to
al ordenamiento legal de este rgimen, en tercer lugar, en lo relativo al proceso concreto de
reduccin de los indgenas encomendados a pueblos de doctrina, en cuanto lugar, en lo
referente a la combinacin de jornadas de trabajo para cancelar el tributo y cristalizacin del
aborigen y, finalmente, lo concerniente al reparto, entre estos tres factores, del tributo
indgena, despus de las reformas de 1687.
El primer aspecto, que se vincula en lo general al debate acerca de la condicin
humana de los pueblos ab orgenes, nos remite en lo ms especfico al tema de la esclavizacin
del indgena y el surgimiento de la Encomienda. Fray Antonio Montesinos en 1511 desde la
Espaola, se contina en los debates de la Junta de Burgos en 1512 y culmina en 1528
cuando Carlos V expide la famosa Cdula que prohibe la esclavizacin de los indgenas. Sin
embargo, mientras la Corona prohiba para Mxico y el Per la esclavitud indgena, en
Venezuela la Capitulacin de 1528, entre la monarqua y los Welser, daba paso a la esclavitud
de nuestros aborgene s, amp arados en la denominada justa guerra contra los Caribes. Estas
dos circunstancias explican la tarda implantacin de la Encomienda en el territorio hoy
venezolano, especialmente, en la regin objeto de nuestro estudio.
Sin embargo, al ahondar en este perodo que llega hasta 1545, encontramos varias
expresiones del conflicto que se desata entre los gobernadores alemanes, la Iglesia, en
especial el Obispo Rodrigo de ba tista, y los primeros pobladores y conquistadores establecidos
en Coto, Estos son los intereses y posiciones en pugna:
Por un lado, los gobernadores alemanes interesados en el mantenimiento de la
esclavitud indgena, como lucrativo negocio en el trfico de esclavos establecidos en las
Antillas, por el otro la actividad del Obispo Bastistas en contra del reparto de indgenas en
Encomiendas y, por su parte, la solicitud de los pobladores espaoles establecidos en Coro,
amparados en el Cabildo, de que se procediera al reparto respectivo.
Tanto los cronistas de la poca com o la documentacin de aquellos aos, dan cuenta
del poco inters demostrado por los gobernadores alemanes de introducir en la provincia el
rgimen de Encomiendas, que supona un reparto de la masa indgena de la zona entre los
vecinos espaoles establecidos entre Coro y Maracaibo. El lucrativo comercio de indgenas
esclavos y la movilizacin de guas y cargadores para las expediciones continuas que
caracterizaron este perodo de la conquista, explican en lo esencial esta cond ucta, denunciada
en los juicios de Residencia que se le siguieron y tratada, posteriormente, por diversos
'^'Consltese a-este respecto el Captulo V de nuestra Tesis de Grado ya citada.
C f. Rojas, Reinald a. El Rgime n de la Esclavitud en Barquisimeto colo nial . Boletn del Cen tro de Historia
trense. Barquis imeto: Enero-Junio , 1987. No. LXXI I . p . 29 a 39.
*Esta categora la abordamos en el ensayo sobre el espacio geohistrico colonial barquislmetano.
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historiadores.
El punto conflictivo y objeto de desacuerdo entre los historiadores es el relativo a la
conveniencia o no de la introduccin de la Encomienda, las solicitudes (no respondidas
favorablemente) hecha ante la corona por los pobladores de Coro en pro del reparto y la
conducta de oposicin del Obispo Bastida.^ De la documentacin que puede consultarse
acerca de la posicin del Prelado frente a la esclavitud indgena^' sostena, hay una muestra
muy importante que denota el grado de conflicto que se vena desarrollando entre la iglesia,
el estado y los potenciales encomenderos de Coro, hacia 15 3 9. Tal como lo describe Arcila
Paras en la obra que ven imos citando, le correspondi a Juan de V illegas, Procurador de Coro,
en reunin del Cabildo de ese ciudad el 30 de diciembre de 1539, elevar ante el gobernador
Jorge Spira una enrgica solicitud de reparto inmediato de indgenas en Encomiendas.^^ Sin
emb argo, fue el Obispo B astidas el principal oponente a la solicitud planteando que haba que
mantener libres a los indgenas, con lo cual no se solucionaba el problema de los pobladores
que ansiaban contar con mano de obra gratis para las labores agrcolas y tampoco se impeda
el mantenimiento de la esclavizacin indgena. Finalmente, se mantuvo el rgimen de
esclavitud por justa guerra ^', mientras el problema de la mano de obra indgena se resolvi
con un rgimen de repartimiento establecido por Spira y el propio Obispo Bastidas, segn el
cual se dispona que una gran cantidad de aborgenes sirvieran tres das a la semana a los
pobladores europeos, rgimen de trabajo forzado que luego pas a la Encomienda hasta las
reformas de 1687.
As tenemos que a pesar de las rdenes reales y las demandas de los propios
pobladores de Coro, no fue posible en la administracin de los Welser el reparto de
Encomiendas en la provincia venezolana. Ms tarde, entre los cargos levantados por los
funcionarios espaoles a los Welser por el despoblamiento de la regin coriana y
barquisimetana, aparecer como fundamental la oposicin de los alemanes a la instauracin
de las Encomiendas^'
Apenas se retoma el control de la provincia por parte de los espaoles,
inmediatamente se procede al reparto de indgenas en Encomiendas. El primer acto lo realiza
Juan de C arvajal en el Toc uyo, despus de fundada la ciudad en 1 54 5, Luego sern ratificadas
por Juan Prez de Tolosa, quien llega a Coro en junio de 1546 con el cargo de Juez de
Residencia y Capitn General y Gobernador de la Provincia de Venezuela, en sustitucin de
Carvajal. Pero no ser hasta 15 5 2 , cuando en la nueva Segovia de Barquisimeto, fundada ese
Cf. Academia Nacional da la Historia. Juicios de Residencia en la Provincia de Venezuela. Tomo I (Los Welserl,
Tomo II (Juan Prez de Tolosa y Juan de Villegas). Caracas: Academia Nacional de la Historia. Fuentes para la
Historia Colonial de Ven ezuela. Nos. 13 0 y 1 45 . El tema os tratado por Arcila Parlas. OE - cjt . 1 97 9. p. 89 y ss.
Sobre el Obispo Bastidas puede consultarse inicialmente: Sucre, Luis Alberto. Gobernadores y Capitanes
Generales de Venezuela. Caracas: Lit. y Tip. de Comercio. 1928. p. 20 y ss.; Morn, Guillermo. Historia de
Venezuela Caracas: I ta lgrf ica . 1 97 1 . Tomo I . p. 353 a 36 2 .
Aroila Parlas, Eduardo. Ofi. cit . 1979. p. 93
Arcila Paras, Eduardo. 0 cit . 1979 . p. 93 .
Cf. Real Cdu la. Que el Obispo Bastidas , gobernador Alfinger y un religioso hagan el requerimiento a los indios
y si no obedecen pued an hacerles la guerra. Cedulario Indgena Venezolan o. 1 51 0- 18 12 . Compilacin y prlogo
Carmela Bantivenga de Napolitano. Caracas: Instituto de Investigaciones Histricas. UCAB. 1977. p. 57 y ss.
Al respecto p uede consultarse la Relacin de las Tierras y Provincias de la Gobe rnacin de Ven ezue la, 15 46 ,
elaborado por Jua n Prez da To losa, el cual seala, entre otras cosas: Que lo que ha echado a perder esta
gobernacin han sido los esclavos que se han hecho en ella, y el no estar los indios encomendados ni repartidos a
loa espaoles. Relaciones Geogrficas de Venezuela. Caracas: Academia Nacional de la Historia. 1 96 4. p. 1 1.
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ao,
se proceder a dictar las Ordenanzas que regirn el funcionamiento de las Encomiendas
en el territorio de la Provincia de Venezuela.^^
En estas Ordenanzas de Villegas se establece el rgimen de Encomiendas con pago
en servicio personal, a pesar de su prohibicin en 15 49 . Se argumenta en el documento que
...por l.i pobreza de los dichos naturales no se puede declarar al presente los tributos que a
sus encomenderos han de d ar ... Por lo tanto , se ordena a la poblacin aborigen sujeta a
encom ienda, ...qu e sirban un mes en las labrancas e hacer de casas e cumplido que los
dexen en sus casas para hacer sus labrancas otros dos meses... '' Obtena con ello un
triunfo los encomenderos de la regin. Sin embargo, el predominio de las labores minero-
extractivas de oro y la utilizacin de los indgenas en estos duros trabajos, va a significar un
nuevo enfren tam iento entre el Estado me tropolitano, representado por Villegas , y los
encomenderos organizados en el recin Cabildo barquisimetano.
En las ordenan zas c itadas se prohiba a los encomenderos utilizar la mano de obra
indgena en las labores d e las minas, situacin sta que llev a una ape lacin del Cabildo ante
el propio Mona rca. Existen los cabildantes que el Gobernador Villegas ...n o les pertube el
dicho hechar a las dichas minas los yndios... , porque esto dificulta la labor de los mineros
y obstaculiza el pago del quinto real a su Majestad. Esta querella no prosper porque a los
meses, esclavos negros e indios de las minas de Bura, se levantaron desafiantes en abierta
rebelin contra los mineros y las autoridades espaolas establecidas en Nueva Seg ovia,
poblado que destruyen desatando a su vez, un importante movimiento antiesclavista en la
zona, dirigido por el negro Miguel, el cual junto a la pobreza de las minas puso en crisis la
explotacin del oro en esta regin del pas.'
En contrapartida a este rgimen de trabajo cuasiesclavista que impone la Encomienda
pagada en servicios, estaban los encomenderos y los funcionarios civiles y religiosos en la
obligacin de reducir los indgenas encomendados en el pueblo de doctrina, con el objetivo
de llevarlos a vivir en polica y a cristianizarlos. En este sentido, cada tributario y su familia
si bien tena que establecerse por un mes en la hacienda de su encomendero, los dos
restantes meses los deba pasar en el pueblo de doctrina. Hasta 1620 esta obligacin no se
cumpli. En la prctica, siendo jurdicamente libres, los indgenas encomendados vivan bajo
un sistema de explotacin realmente esclavista. Todos los documentos que hemos con sultado
as lo demuestran.'' Aqu el conflicto abierto es entre la Iglesia-Estado y los encomenderos
hasta que en 1 6 2 0 , el Gobernador y Capitn General de la Provincia Francisco de ngulo,
proceden a fundar los primeros pueblos de doctrina de indios en la regin. Se daba con ello
respuesta a la Real Cdula de 1619, dirigida al Obispo de Venezuela,'en la cual se le llamaba
a fundar y organizar los respectivos pueblos de indios en encomienda.^
Antes , en 1 6 0 9 , el Gobernador Sancho de Alquiza y el Obispo Fray Antonio de Alcega
haba dado a conocer una nueva ordenanza de Encomiendas, donde adems de establecer la
'^Es importante tener presen te que estas O rdenanzas d e Vil legas funcionan slo para la Providencia de Ve nezue la.
Para los Andes, Provincia de Mrida-Maracaibo, la legislacin respectiva es la de la Nueva Granada, mientras la
provincia de Cuman estuvo sujeta a la Audiencia de Santo Domingo, hasta su incorporacin en 1739 al Virreinato
de Santo F6 creado en 1718.
E n :
Fueron Indgenas venezolanos. 1977. t . l . p . 54.
I b j d . p. 5 7 v 5 8 .
^ Cf. Rojas, Reinaldo. El levantam iento del negro Miguel en las fuentes docum entales de la poca. El Informador.
Super Gu(a Dominical. Barquisimeto: 14-09-86. p. 9.
a
informacin ms importante la hemos consultado en la Seccin Documen tos Esplscopales del Archivo
Arzobispal de Caracas. El Cedulario Indgena Venezolano, cuenta a este respecto con una valiosa documentacin.
' En:
Cedulano Indgena Venezolano p. 111
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obligacin de los encomenderos de ...congregar y juntar los indios en la parte y lugar que le
fuera sealada por nosotros o por los tenientes de gobernadores en compaa del vicario de
cada ciu da d. .. ^\ se sealaba una nueva tasacin del tributo en servicio, que debfa ser ahora
de tres das a la semana.
Esta decisin de obligar a la fundacin de los pueblos de indios sujetos a Encomienda
va a chocar con la decidida oposicin de los Encomenderos. Hay un acontecimiento muy
sigfinicativo a este respecto y que viene a ser el gran conflicto entre Iglesia-Estado-
Encomenderos en el siglo XVII a consecuencia del decreto del Gobernador y Capitn General
de la Providencia Francisco de Hoz Berro, fundador de los pueblos de doctrina en el mbito
provincial.
En este conflicto va a estar presente el debate general acerca de la separacin
residencial de indios y espaoles que se genera en la propia Espaa en la primera mitad del
siglo XVI y que va a dar como consecuencia la fundacin de dos tipos de pueblos: pueblos
de indios y pueblos de blancos.^^ En nuestro caso, los encomenderos y los funcionarios del
Estado que van a estar a su favor sacarn a relucir los incovenentes que supone la formacin
de pueblos de indios separados, defendiendo con ello el mantenimiento de la masa indgena
encomendada en sus sitios de trabajo, combinando este aspecto con la continuacin de la
evangelizacin del indgena a travs de la doctrina de sede ambulante.^^
Pues bien, despus de decretada la fundacin de los primeros pueblos de doctrina en
la regin objeto de nuestro estudio (ver anexos), le va a corresponder al Obispo Gonzalo de
ngulo, cuya administracin de la Dicesis de la Provincia con sede en Coro se ubica entre
1617 y 1633, enfrentar abiertamente y con el recurso de la ex-comunin la frrea oposicin
de los encomenderos a la reduccin de los indgenas encomendados, a pueblos de doctrina.
Este conflicto, cuya fundamentacin documental se encuentra en el Archivo Arzobispal de
Caracas, fue reconstruido inicialmente por Ambrosio Perera.^^ Se trata de una importante
documentacin que recoge sus Visitas Pastorales a los pueblos recin fundados y que, en
consecuencia, dan cuenta del funcionamiento concreto y real de aquellos pueblos as como
del tratamiento objetivamente esclavista a que se vieron sometidos los indgenas
encomendados en estos aos de predominio de la encomienda cancelada en servicio
personal . ' '
Com o bien nos seala Perera, El Obispo ngulo procede en octubre de 1 62 1 a levantar
toda la informac in que le permitiera conocer el estado real de funcionamiento de los pueblos
de indios fundados por la Hoz Berro el ao anterior. Por Auto expedido en esa fecha,
comisiona a un grupo de religiosos de la Orden franciscana encabezados por el provincial Juan
del g uila, para reunir toda la informacin necesaria al respe cto. Los resultados de dicha
pesquisa empezaron a llegar en 1622, dando cuenta del absoluto estado de abandono de los
pueblos fundados en 1620, en gran parte, a consecuencia de la conducta de los propios
^'En;
Arci la Far as, Eduardo. Ob. c i t . 1979. p . 316.
Mrnar, Magnus. La corona aspaftota v los forneos de los puablos de indios en Amrica. Estocolmo: Instituto
de Estudios Ibero-Americanos. 1970. 445 pg. En lo especif ico regional, el tema es abordado por nosotros en el
ensayo dedicado a la propiedad comunal indgena en Venezuela, citado arriba.
^^Es decir, aquellos donde el doctrinero tiene que acudir con determinada regularidad a los sitios de concentracin
de los indgenas enc ome ndado s en hatos y haciendas. La doctrina de sede f i ja es la correspondiente a los pueblos
de doctrina de indios.
C f. Perera, Amb rosio. Hittoria de la organizacin de los pueblos antiguos de Ven ezue la. (Gnesis, procesos y
consolidacin de pueblos vene zolano s. Pueblos coloniales de Barquisimeto, El Toc uyo, Carera , San Felipe y Nirgua).
San Juan de los Morros: Editorial S.T.P. 1954. Tomo I. Cap. I .
Hem os definido en el anlisis, la explotacin esclavista en sentido abs oluto, que en el caso de nuestros indgenas
se extiende hasta 1545, de la explotacin objetivamente esclavista de la mano de obra indgena sujeta a Encomienda.
Ver nuestra Tesis de Grado ya citada.Capitulo V y VI.
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encomend eros. Con esta informacin en la mano, el Obispo ngulo dicta en febrero de 16 22
un Auto en el que se queja de esta situacin y despacha mandam ientos, con censuras y penas
de cien pesos de oro para la Santa Cruzada, con el objetivo de obligar a los encomenderos a
construir las iglesia en los sitios y lugares sealados, dar los ornamentos respe ctivos, no
hacer trabajar a los indgenas ms de los tres das correspondientes y no continuar con el
despob lamiento de los pueblos de doctrina.^^ M s adelante , en otro Auto , el Prelado acusa
la negligencia de los encomenderos al no cumplir con las Ordenes e impedir con ello la
catequizacin del indgena sujeto a Encomienda.
La reaccin a estas denuncias se produce a travs del Procurador General de Caracas,
Gaspar Daz Viscafno, quien al defender a los encomenderos caraqueos, se lanza a denunciar
los perjuicios ocasionados por las penas y censuras dictadas por el Obispo, llegando al punto
de exponer sus criterios de abierta oposicin a la reducciones indgenas.
Seg n el Procurador G ene ral, las poblaciones que se haban fundado no solo
perjudicaban la vida pblica en general de la Provincia, sino que adem s, se haban
transformado en foco de enfermedades causantes de innumerables muertes entre los
indgenas. Sealaba adems la inconveniencia de reunir grupos de nacin diferente y hasta
enemigos por los actos de violencia que podan protagonizar. Finalmente, denunciaba las
dificultades que las reducciones producan en cuanto a la asistencia regular de los indgenas
encomendados a sus sitios de trabajo, en los hatos y haciendas de sus encomenderos.
Llamaba, por tanto a mantener el rgimen anterior.^^
La respuesta del Prelado no se hizo esperar, en defensa de las reducciones. Lo ms
importante de su argumentacin es que recalca que el medio m s eficaz para cumplir la
catequizacin indgena y evitar el tratamiento inhumano y objetivamente esclavista con que
los encomenderos venan sometiendo a sus encomendados, era procediendo a cumplir con la
ordenanzas de poblacin y estabilizando los poblados fundados en 1 62 0. Acusaba el Obispo
ngulo a los encomenderos opuestos a tales disposiciones, de actuar mirando solo sus
particulares intereses. Ante esta situacin, los encomenderos dirigieron sus quejas al propio
Gobernador y Capitn General Juan Tribio Guillames, cuyo velado apoyo a estos llev al
Obispo a dictar un Auto de fecha 30 de junio, donde daba amplios poderes al Vicario de
Caracas para que procediera a ejecutar las censuras previstas en los autos anteriores.
Ante esta situacin, los encomenderos envan al Alcalde Ordinario Nicols de Paalosa
a Santo Domingo, con el fin de que ste presentara ante la Real Audiencia y el propio Concilio
Provincial las quejas de los encomenderos de la Provincia de Venezuela ante las censuras y
cargos dictados en su contra por el Obispo ngulo. Luego de exponer su defensa por lo
dictado, el Obispo decreta una moratoria de cuatro meses para que se hagan cumplir sus
decretos, ya que el alto tribunal haba aceptado su proceder en la provincia. Con ello,
finalmente, ganaba la batalla el Prelado, extendiendo a todas las ciudades de la provincia los
Autos correspondientes al cumplimiento de las rdenes de reduccin.
Entre los 30 encomenderos caraqueos que sufrieron ex-comunin por el Obispo
ngulo en este importante conflicto podemos citar: Garci Gonzlez de Silva, los Alcaldes
Ordinarios Juan de Guevara y Nicols de Pealosa, los Alfrez Diego de los Ros y Diego de
Silva, los regidores Domingo Vsquez de Rojas y Antonio Gmez y un personaje muy
importante, Pedro Gutirrez de Lugo, pues ste haba sido el Teniente General del Gobernador
la Hoz Berro, y por tan to el encargado de haber fundado precisamente mucho de los pueblos
de indios que haban provocado el litigio. Como se puede apreciar, los encom enderos
mantenan como su rgano natural de defensa, la institucin de los Cabildos.
Esta batalla ganada por el Obispo ngulo en contra de los Encomenderos y hasta de
los propios funcionarios del Estado metropolitano, no fue en verdad definitiva. Estos, en
expresin de la poca , acatar n la ley sin cum plirla, como lo podr comprobar aos ms tarde
Cf. Perera, Ambrosio, ge- oit. 1954. p. 39.
Ibd. p. 4 1 .
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el propio Obispo ngulo cuando en 1625 visita los pueblos de doctr ina en la regin
Bargu isimeto. El despo blamien to segua siendo casi absoluto a causa de la Encomienda
cancelada en servicios. No fueron pocos los pueblos visitados como San Juan Bautista de
Duaca, San Migu el de Acarigua o San Jos de Guama, en la jur isdicci n b arquisimetan a, (ver
cartograma anexo), San Jos de Siquisique o Santiago de Ro Tocuyo, en la jur isdiccin
carorea, y Guarfco o Quibor, en la jur isdiccin tocuyana, donde el Prelado o sus vicarios se
vieron en la necesidad de levantar cargos a los encomenderos que an mantenan a la masa
indgena sujeta a Encomienda lejos de los pueblos de doctrina.^
Por eso es que hemos afirmado al estudiar el proceso regional de poblamiento, que es
a f inales del siglo XVII y pr incipios del XVIII cuando estos pueblos de doctr ina empezarn a
fusion ar com o tales. Esta mism a situa cin es la que explica el ingreso al espacio regional
barquisimetano, de los misioneros capuchinos a part ir de 1658. Su tarea es clara; reducir la
pob lacin indgena de los llanos orien tales, centrales y del Apur e, as com o del rea
barquisim etana. En esta labor, los misioneros refundarn varios pueblos , anteriormente, de
doctr ina de indios, como Duaca, Santa Rosa, Acarigua, Ro Tocuyo, y otros que sern
fundados como pueblos de misin. Tal es el caso de San Francisco Javier de Agua de
Culeb ras, en los valles del Yara cuy , o San Nicols de Baride Sarare y Nuestra Seora del
Carmen de Bura hacia los llanos de Acarigua.^
De esta labor misional, que dura hasta 1759, no hemos adelantado un estudio
detal lado del proceso, que nos permita sealar el grado de confl icto y contradiccin que
seguram ente se dio entre los misioneros y las fuerzas coloniales que hemos ven ido a nalizando.
Slo podram os men cionar com o un rea de con fl icto, el problema de las jur isdicciones
misional y secular que se presentaba a la hora de establecer el rgimen de propiedad territorial,
las form as de exp lotacin del trabajo indgena, la labor de catequizacin y la adm inistracin
y contro l del pueblo de misin que, se sabe, es dist inta al pueblo de doctr ina. En este sentido,
es importante destacar que ya para 1692 se mandaba por Real Cdula al Gobernador y
Capitn General de la Provincia de Venezuela establecer en los pueblos de misin de los
capu chinos , las forma s de gobierno de los pueblos de doc tr ina, que suponan la organizacin
de los Cabildos de Indios completada con la figura del Corregidor.' Con ello se trataba de
disminuir el dominio absoluto de la Orden Religiosa sobre aquellos pueblos, interviniendo el
Estado en casos extrem os do nde se denunciaran atropellos a los indgenas y su uti l izacin
com o esclavo s. En el caso que enco ntram os en la Real Cdula de enero de 1 71 8, con tra
abusos de los religiosos y en defensa de los indios , en respuesta a la situacin creada en el
pueblo de misin de San Antonio de Araure, donde se denuncia que los rel igiosos castigaban
a los indgenas fugit ivos con la servidumbre y aplicndola castigos corporales como el
sepo. ' '
Por otro lado, conoce mo s del papel jugado por el frai le franciscano Fray Marcelino de
San Vicente, fundador de la misin de San Javier de Agua de Culebras, en el desenlace de la
controv ersia e ntre el Cabildo barquisimetano y los habitantes del Cerr ito de Co corote , co nfl icto
ste que culm in a favor de estos lt imo s con la funda cin en 173 1 de San Felipe el Fuerte.
Para finales del siglo
XVI I ,
las citadas reformas de 1687 crearon una nueva situacin legal.
Definit ivamente quedada el iminada la Encomienda cancelada en servicios. Ahora, la
con tradicc in se va a conce ntrar en el reparto del tr ibuto , estableciendo en 100 reales anuales
equivalentes a 12 pesos y 4 reales por tr ibutarios. Con el nombramiento del Corregidor, con
salario de 4 reales anuales por tributario, el tributo se elev a 13 pesos. Este excedente
Este tema es tratado en los Captulos IV y V de nuestra Tesis de Grado ya citada.
Cf. Carrocera, P. Buenaventura de 0. dt.
Cf. Cedulario Indgena Venezolano, p. 210.
" b i d . p. 262 .
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t r ibutario pasaba a ser, en consecuencia, un centro de disputa, pues de l, deban recibir su
parte el enc om end ero, el corre gido r, se debfa pagar el gasto de la doc trina y cancelar el
salario del Cura doctrinero. Al estudiar este problema es el caso concreto de San Juan
Bautista de Duaca, elaboramos el siguiente cuadro, con el que cerramos nuestro ensayo.
Veamos:
CARGOS QUE DEBE CUBRIR EL TRIBUTO INDGENA EN DUACA ENTRE 1687 Y 1694
(Por tributario)
Cargo Cantidad
Pesos Reales
Estipendio del Cura Do ctrine ro 2 4 50
Gastos de Doc trina 2 5
Caja de Co mu nidad 2 5
Correg idor 4 10
Encomendero 1 4 30
TOTAL 3 16 100
Fuente: Rojas, Reinaldo*
Este cuadro se encuentra en el Capitulo VI, p. 396, de nuestra Tesis de Grado.
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Ma pa: Pueblos de Doctrina fundados en 1 62 0 El Tocuyo-Barquislmeto-Carora).
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