Post on 20-Jul-2022
I
Humana augens Salus Carnis
El crecimiento salviacutefico en la humanidad de Cristo
seguacuten la antropologiacutea de San Ireneo de Lyon
Tesina de Licenciatura en Teologiacutea ESPECIALIDAD DE TEOLOGIacuteA DOGMAacuteTICO-FUNDAMENTAL
Autora Rosa Ruiz Aragoneses
Director Prof Dr Gabino Uriacutebarri
Madrid Junio 2011
II
III
La carne poseiacuteda por el Espiacuteritu olvidada de siacute
asume la cualidad del Espiacuteritu
hacieacutendose conforme al Verbo de Dios
(SAN IRENEO DE LYON AH V 93)
IV
Gracias a quienes me ensentildeasteis a amar la carne en el Espiacuteritu
Pero especialmente a ti
en quien se me ha dado ver que es verdad
La carne crece libre a medida que el Espiacuteritu va hacieacutendola suya
poco a poco sin forzarla
laquocomo un caacutencer benditoraquo hasta el final
Hasta Dios
IV
Indice
SIGLAS Y ABREVIATURAS VI
INTRODUCCIOacuteN 1
1 Objeto y metodologiacutea 2
2 Ireneo de Lyon el autor y su contexto 5
3 Planteamiento del tema 7
31 iquestDE QUEacute HUMANIDAD HABLAMOS 7
32 iquestDE QUEacute CRECIMIENTO HABLAMOS 12
I EL SER HUMANO PLASMA DEI ARTE EN LAS MANOS DE DIOS 17
Introduccioacuten 18
1 Un solo Dios una sola Creacioacuten un solo hombre 19
2 Plasmados por Sus Manos y hechos para la comunioacuten con Eacutel 25
3 Predileccioacuten de Dios por el ser humano a imagen y semejanza suya 35
4 Conclusiones 41
II EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM LLAMADO A CRECER LIBRE Y
OBEDIENTE
45
Introduccioacuten 46
1 De la imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten como destino 47
2 Salus carnis carne que crece libre 55
3 Salus carnis carne que crece obediente 61
4 Conclusiones 69
III JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS EacuteL ES LA COMUNIOacuteN QUE NOS SALVA 73
Introduccioacuten 74
1 Perceptrix et capax caro virtutis Dei 75
11 LA VIDA PRESENTE EN LA CARNE 80
12 EUCARISTIacuteA 82
13 LA CARNE DE CRISTO 84
2 Carne de nuestra carne 87
21 LA MIXIS INICIAL 88
22 LA PLASMACIOacuteN CON SUS MANOS 92
3 iquestQuieacuten sino el Verbo puede unir al hombre con Dios 96
V
4 Conclusiones 110
IV CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM CUANDO CRECER NOS SALVA 113
Introduccioacuten 114
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona 115
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten 125
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios 135
4 Conclusiones 144
CONCLUSIONES 149
1 A modo de tesis finales aportaciones de la teologiacutea de San Ireneo 150
2 A modo de sugerencias para una Teologiacutea del Crecimiento 155
21 ANTROPOLOGIacuteA DIGNIDAD Y BELLEZA DEL SER HUMANO ARTE DE DIOS 155
22 CRISTOLOGIacuteA TUacute EN MIacute Y YO EN TI SOMOS UNA SOLA COSA 159
23 PNEUMATOLOGIacuteA ESPIacuteRITU QUE NUTRE Y HACE CRECER 162
BIBLIOGRAFIacuteA 169
VI
Siglas y abreviaturas
AH Adversus Haereses
Ep Epideixis Demostracioacuten Apostoacutelica
CCSL Corpus Christianorum Series Latina
CTI Comisioacuten Teoloacutegica Internacional
DH Denzinger H ndash Huumlnermann P
DPAC Diccionario patriacutestico y de la Antiguumledad cristiana
FuP Fuentes Patriacutesticas
PG Patrologia Graeligca dir JP Migne
PL Patrologia Latina dir JP Migne
SCh Sources Chreacutetiennes
AG Decreto Ad gentes
DI Dominus Iesus
EN Evangelii nuntiandi
FR Fides et ratio
GS Gaudium et Spes
LG Lumen Gentium
NA Nostra aetate
RM Redemptoris missio
RH Redemptor hominis
SC Sacrosanctum concilium
VD Verbum Domini
AAVV autores varios
Cf confrontar
Coord coordinador (es)
ed editor (es)
Ibid la misma obra
ID el mismo autor
Vol volumen
VII
Introduccioacuten
1 Objeto y metodologiacutea
2 Ireneo de Lyon el autor y su contexto
3 Planteamiento del tema
31 iquestDE QUEacute HUMANIDAD HABLAMOS
32 iquestDE QUEacute CRECIMIENTO HABLAMOS
INTRODUCCIOacuteN
2 | Humana augens
1 Objeto y metodologiacutea
El intereacutes mayor de esta tesina gira en torno a la dinaacutemica salviacutefica de la
humanidad de Cristo y su relacioacuten con nuestra propia humanidad Concretamente
nos centramos en el crecimiento como dimensioacuten humana y teologal esencial para
llegar a plenificar la vocacioacuten recibida de Dios y en queacute medida es esta dinaacutemica
comuacuten a la carne de Cristo y a la nuestra
El razonamiento que seguimos es el siguiente creer en la encarnacioacuten de
Cristo nuestro Salvador implica creer que el Verbo eterno verdadero Dios se hizo
carne con toda verdad y no en apariencia Si esto es asiacute podriacuteamos deducir dos
cosas por un lado que su carne forma parte de la accioacuten salvadora de Dios y por
otro que aquellos rasgos o dimensiones que definan al ser humano definiraacuten
tambieacuten la humanidad de Cristo Sobran razones para justificar la eleccioacuten de San
Ireneo de Lyon a la hora de profundizar en alguacuten tema importante de la teologiacutea
dogmaacutetica pero trataacutendose de la humanidad mdashde la carnemdash su teologiacutea es una
referencia
Para el objeto de nuestro estudio bien podriacuteamos comenzar por rastrear una
Cristologiacutea que nos permita atisbar desde la Humanidad de Cristo coacutemo es y coacutemo
estaacute llamada a ser la nuestra Pero tambieacuten podemos hacer el camino inverso
adentrarnos en una antropologiacutea que al decirnos coacutemo es el aacutenthropos nos esteacute
mostrando coacutemo es la vera humanitas Christi Esta segunda opcioacuten es la nuestra
La metodologiacutea empleada parte del estudio de la antropologiacutea de Ireneo
(capiacutetulos I y II) centraacutendonos en el anaacutelisis del crecimiento en el ser humano iquestes
un rasgo esencial a su vocacioacuten y a su dinamismo creatural querido por Dios
Padre iquesttiene alguna capacidad soterioloacutegica significativa iquestde queacute modo se
articula esta humanidad con la humanidad de Cristo iquesty con el Espiacuteritu
Una vez estudiada la antropologiacutea de Ireneo desde estas claves dedicamos el
capiacutetulo III a poner en relacioacuten las conclusiones obtenidas y la cristologiacutea del autor
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 3
Si bien contamos con estudios muy elaborados de su antropologiacutea1 no hay la
misma sistematizacioacuten de su cristologiacutea por lo que nos hemos ayudado de
diversos artiacuteculos y estudios pero hemos priorizado la lectura directa de Ireneo
desde el prisma de comprensioacuten ya expuesto su verdadera humanidad como Hijo
de Dios encarnado y el proceso que en eacutel se da por la fuerza del Espiacuteritu Santo Asiacute
hay aspectos cristoloacutegicos que apenas se enuncian sin profundizar en ellos como
la uncioacuten del Verbo el anuncio del Reino la Pasioacuten y Resurreccioacuten la
recapitulacioacuten final y segunda venida No porque sean ajenos a la teologiacutea
ireneana sino por delimitar nuestro estudio Y sin embargo creemos haber
expuesto con suficiente claridad coacutemo todos estos temas se interrelacionan y estaacuten
presentes en Ireneo
Finalmente una vez vista la dimensioacuten de crecimiento en la carne de Cristo
como dinamismo esencial y soterioloacutegico hemos dedicado el capiacutetulo IV a situar
estas conclusiones en el marco de la tradicioacuten y del magisterio de la Iglesia de
forma que unos y otros se iluminen mutuamente Por supuesto la mirada
sistemaacutetica de este uacuteltimo capiacutetulo es breve y en ninguacuten caso exhaustiva Maacutes bien
pretende mostrar diversas vetas histoacutericas y magisteriales que quedan
enriquecidas a mi modo de ver cuando damos maacutes espacio al crecimiento salviacutefico
de la carne de Cristo ungida por el Espiacuteritu
Cada capiacutetulo consta de una introduccioacuten breve como marco al tema que
vamos a tratar tres epiacutegrafes y una conclusioacuten que recapitula los datos estudiados
y nos prepara para el siguiente capiacutetulo Finalmente las conclusiones sentildealan
algunas de las aportaciones maacutes valiosas de Ireneo que hemos ido desarrollando y
sugieren algunas consecuencias derivadas para una posible laquoTeologiacutea del
crecimientoraquo antropologiacutea cristologiacutea y pneumatologiacutea
Los textos estudiados han sido los cinco libros de Adversus Haereses (citado
como AH) en las traducciones de A Orbe2 C I Gonzaacutelez3 y A Rousseau4 Tambieacuten
1 Destaca en este campo A ORBE Antropologiacutea de San Ireneo (Madrid 1997) Puede verse una
extensa relacioacuten de estudios sobre Ireneo en la edicioacuten de E ROMERO POSE Demostracioacuten de la predicacioacuten apostoacutelica FuP 2 (Madrid 1992)
2 A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I-IV (Madrid 1985-1996)
INTRODUCCIOacuteN
4 | Humana augens
la Demostracioacuten de la Predicacioacuten Apostoacutelica o Epideixis (citado como Ep) en la
edicioacuten de E Romero Pose5 contrastando con la edicioacuten criacutetica de Rousseau
cuando lo hemos considerado oportuno6 Especial relevancia tendraacuten los libros III
IV y V de AH por la temaacutetica tratada Si en los libros III y IV de AH Ireneo quiere
confirmar con la Escritura la doctrina apostoacutelica que refuta las teoriacuteas hereacuteticas
presentadas en los libros anteriores (I-II) el libro V se centra en la defensa de la
Salus carnis tanto en el frente hereacutetico como dentro de la propia Iglesia7 Conviene
tener en cuenta que Ep es posterior a AH y por tanto para algunos supone una
doctrina maacutes perfilada y consolidada Sin embargo no es menos cierto que en AH
se tratan con mayor detenimiento y extensioacuten algunos temas por la finalidad
apologeacutetica del escrito y por tanto nos ofrece detalles y apreciaciones de las que
puede carecer Ep
Iremos intercalando a medida que se expone la doctrina ireneana los rasgos
de las doctrinas gnoacutesticas maacutes ligados a nuestro tema pues como afirmaba San
Ireneo laquoel que quiera convertirlos ha de conocer sus doctrinas o argumentosraquo8 y
desde luego nos ayudaraacute a entender mejor la aportacioacuten especiacutefica de nuestro
autor La doctrina de Valentiacuten la expone y rebate Ireneo en AH I-II presentada
como laquorecapitulacioacuten de todos los herejesraquo9 aunque en diversos momentos trate
tambieacuten de clarificar otros errores como es el caso de los marcionitas y los
ebionitas
3 IRENEO DE LION SAN Contra los herejes Exposicioacuten y refutacioacuten de la falsa gnosis ed preparada
por CI Gonzaacutelez (Meacutexico 2000) Accesible en Biblioteca Electroacutenica Cristiana [httpmultimediosorgdocsd001092]
4 IRENEE DE LYON Contre les Heacutereacutesies Livre I-V ed critique par A Rousseau SCh 1001-2 152-153 210-211 263-264 293-294 (Pariacutes 1965-1982)
5 IRENEO DE LYON SAN Demostracioacuten de la predicacioacuten apostoacutelica edicioacuten preparada por E Romero Pose (Madrid 1992)
6 IRENEE DE LYON Saint Deacutemonstration de la Preacutedication Apostolique ed par A Rousseauu SCh 406 (Pariacutes 1995)
7 Ciertamente desde los inicios la opcioacuten por la Salus animae o Salus carnis ha sido un distintivo en la manera de entender el misterio de la fe y la teologiacutea da lugar a diversas posturas incluso exegeacuteticas No en vano la exeacutegesis propia de aquellos que presentan una antropologiacutea que identifica ser humano y alma es la alegoriacutea (con Clemente y Oriacutegenes como representantes maacutes claros) de corte platonizante relegando a un segundo lugar lo histoacuterico lo literal
8 AH IV pr 2 9 Ibid
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 5
No hemos querido hacer un estudio analiacutetico ni criacutetico de los escritos de
Ireneo Maacutes bien hemos preferido leerle con una mirada maacutes comprehensiva
dejando que sus intuiciones y convicciones de fondo afloraran en los diversos
textos y se mostraran en sus relaciones implicaciones mutuas Tampoco
pretendemos presentar todo el sistema teoloacutegico de Ireneo pero siacute hemos
intentado respetar su forma de argumentar y de escribir como en espiral
avanzando siempre con pequentildeos o grandes matices pero recogiendo en cada tema
todos los demaacutes Esto a veces puede provocar repeticiones en nuestro discurso
pero a la vez creo que permite mejor caer en la cuenta de la enorme unidad de esta
teologiacutea y la riqueza de matices de un mismo texto o tema seguacuten desde doacutende se
mire y a doacutende se quiera llegar
2 Ireneo de Lyon el autor y su contexto
Para muchos es el primer teoacutelogo sistemaacutetico del cristianismo el maacutes
laquocatoacutelicoraquo de los escritores antiguos o el eclesiaacutestico de mayor hondura dogmaacutetica
de la antiguumledad10 Pocos datos biograacuteficos conocemos de eacutel La principal fuente es
la Historia Eclesiaacutestica de Eusebio de Cesarea que en su mayor parte se basa en la
misma obra de Ireneo Disciacutepulo de San Policarpo nacido entre el 130 y 140 en
Asia Menor en contacto por tanto con la transmisioacuten apostoacutelica primera No
sabemos por queacute deja Asia y se establece en Lyon pero en el 177 siendo presbiacutetero
de esa Iglesia recibe el encargo de llevar al obispo de Roma una copia de la carta
de los maacutertires de Lyon por asuntos relacionados con el montanismo A su vuelta
fue obispo de esta ciudad tras la muerte martirial de Fotino Tambieacuten sabemos de
su intervencioacuten frente al papa Viacutector (189-198) a favor de los obispos de Asia
Menor en la controversia sobre la fecha para celebrar la Pascua intentando mediar
entre ambos haciendo honor a su nombre de laquopacificadorraquo [εἰρηνοποιόσ] Una
tradicioacuten maacutes tardiacutea le recuerda como maacutertir pero ninguacuten dato cierto tenemos
10 Por ejemplo A ORBE Introduccioacuten a la teologiacutea de los siglos II y III (Salamanca 1988) 1-8 J I
GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios (Barcelona 1969) 3-9 G AULEN Christus Victor An historical Study of the three Main Types of the Idea of Atonement (Oregon 2003) 16-35 J QUASTEN Patrologiacutea I (Madrid 1961) 276283
INTRODUCCIOacuteN
6 | Humana augens
sobre este hecho11 excepto el testimonio de Gregorio de Tours en su Historia
Francorum 12712
Sin duda haber vivido desde nintildeo en contacto con los sucesores de los
apoacutestoles entrantildea en eacutel un marcado gusto por la Escritura y la fidelidad a la
Tradicioacuten apostoacutelica que se deja ver en su teologiacutea y modo de pensar13 Por otro
lado no podemos obviar que vive y escribe su obra en el periacuteodo maacutes floreciente
de la teologiacutea gnoacutestica y es en oposicioacuten a esta corriente como van tomando cuerpo
la mayoriacutea de las teologiacuteas eclesiaacutesticas primeras En eacutel coincide la grandeza como
teoacutelogo y como catequista14 quizaacute porque auacutena el esfuerzo intelectual con la
vivencia de fe y no tiene miedo en ser creativo o innovador cuando a la vez quiere
cuidar y fortalecer la Tradicioacuten recibida Para eacutel la Sagrada Escritura es parte del
tesoro de la Iglesia y asiacute Ireneo fue uno de los primeros en fijar el canon
fundamentaacutendolo teoloacutegicamente Su teologiacutea se nutre especialmente de Pablo y
de Juan o dicho de otro modo creo que acertadamente laquoIreneo lee a Pablo con los
ojos de Juanraquo15
Los especialistas en este autor declaran abiertamente la dificultad para tener
una visioacuten clara e inequiacutevoca de algunos puntos ya que el texto original griego
apenas se conserva la versioacuten latina no siempre es clara por literal que sea y han
ido apareciendo distintos estudios sobre textos armenios y coptos16 Nosotros no
entraremos en estas disquisiciones
En todo caso podremos afirmar con fundamento soacutelido mdashel que nos da la
hondura de la teologiacutea ireneanamdash la estrecha unioacuten entre su antropologiacutea y
11 Cf A ORBE Ireneo A DI BERARDINO Diccionario patriacutestico y de la Antiguumledad cristiana (=DPAC)
I (Salamanca 1991) 1098-1105 C MORESCHINI-E NORELI Patrologiacutea Manual de literatura cristiana antigua griega y latina (Salamanca 2009) 117-121 J J AYAacuteN Ireneo de Lyon A DI BERARDINOndashG FEDALTOndashM SIMONETTI Literatura Patriacutestica (Madrid 2010) 928-935
12 Cf J QUASTEN Patrologiacutea I 277 13 Cf Ep 98 14 R CASADO GARCIacuteA laquoSan Ireneo testigo de la fe de la Iglesiaraquo Teologiacutea y catequesis 81 (2002)
107-123 Aquiacute 123 15 E DASSMANN laquoSan Pablo en la primera teologiacutea cristiana hasta Ireneoraquo Anuario de Historia de
la Iglesia 18 (2009) 239-257 aquiacute 254 16 Cf A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I (Madrid-Toledo 1985) 3-9 F SOTO-HAY laquoAlgunas notas
para la lectura de San Ireneo de Lyonraquo Anaacutemnesis 15 (2005) 5-25
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 7
cristologiacutea por siacute mismas por definicioacuten por principio17 Podriacuteamos calificar la
antropologiacutea de Ireneo como laquoantropologiacutea teologalraquo o incluso como
laquoantropologiacutea cristoloacutegicaraquo pues para eacutel no es posible hablar del hombre sin
pensarlo en relacioacuten dinaacutemica con Dios ni presentar al hombre verdadero
perfecto consumado sin contemplar a Cristo De manera que aquello que podamos
afirmar del ser humano tendremos que poder afirmarlo tambieacuten de la humanidad
de Cristo y viceversa pues no solo fuimos creados a imagen del Verbo sino que
estamos llamados a llegar a ser perfectos en su Carne gloriosa La humanidad de
Cristo por ser verdadera humanidad tambieacuten tendraacute que hacer este proceso
creciendo pues no existe otra humanidad que la que Dios creoacute para llegar a Eacutel
3 Planteamiento del tema
31 iquestDE QUEacute HUMANIDAD HABLAMOS
No son pocos los teoacutelogos y miacutesticos que han sentildealado la centralidad de la
humanidad de Cristo para nuestra salvacioacuten18 Seguacuten eacutepocas y sensibilidades unas
veces se insiste maacutes en su divinidad para no caer en adopcionismos e
ideologizaciones del misterio y otras se recalca la necesidad de atender su
humanidad huyendo de espiritualismos docetas En ambos casos creo que
descuidamos a menudo no perdernos en monofisismos de uno u otro lado pues
pareciera que el ser humano encuentra la mayor de las dificultades en afirmar con
17 Cf M SCIATELLA laquoAntropologia e cristologia in S Ireneo di Lione Adversus Haereses V 1-2
analisi strutturale teologica e scrituristica del testoraquo Divinitas 33 (1989) 269-285 18 laquoNo seacute yo bien por queacute dicen ldquoiluminativardquo entiendo que de los que van aprovechando Y
avisan mucho que aparten de siacute toda imaginacioacuten corpoacuterea y que se lleguen a contemplar en la divinidad porque dicen que aunque sea la Humanidad de Cristo a los que llegan ya tan adelante que embaraza u impide a la maacutes perfecta contemplacioacuten [] Porque les parece que como esta obra toda es espiacuteritu que cualquier cosa corpoacuterea la puede estorbar u impedir y que considerarse en cuadrada manera y que estaacute Dios de todas partes y verse engolfado en El es lo que han de procurar Esto bien me parece a miacute algunas veces maacutes apartarse del todo de Cristo y que entre en cuenta este divino Cuerpo con nuestras miserias ni con todo lo criado no lo puedo sufrir [] Y veo yo claro mdashy he visto despueacutesmdash que para contentar a Dios y que nos haga grandes mercedes quiere sea por manos de esta Humanidad sacratiacutesima en quien dijo Su Majestad se deleita Muy muy muchas veces lo he visto por espiriencia Haacutemelo dicho el Sentildeor He visto claro que por esta puerta hemos de entrar si queremos nos muestre la soberana majestad grandes secretos Ansiacute que vuestra merced sentildeor no quiera otro camino aunque esteacute en la cumbre de contemplacioacuten por aquiacute va siguroraquo (SANTA TERESA DE JESUacuteS Libro de la Vida 2216-7 en Obras completas [Madrid 92006] 120122)
INTRODUCCIOacuteN
8 | Humana augens
la misma consistencia los dos laquopolosraquo de toda paradoja Y ciertamente la
encarnacioacuten del Hijo de Dios lo es Lo que maacutes nos cuesta creo yo es creer adorar
y abandonarnos a Cristo como verdadero Dios y verdadero hombre de tal modo
que tanto su divinidad como su humanidad sean relevantes y significativas para
nosotros para la salvacioacuten19
Esta dificultad para convivir con lo que se nos presenta como aparentemente
contradictorio y paradoacutejico mdashhombre y Dios carne y Espiacuteritumdash no soacutelo es un reto
que se deja ver en las diversas cristologiacuteas sino que tambieacuten se proyecta en la
antropologiacutea la protologiacutea y la relacioacuten teologal y escatoloacutegica del hombre con
Dios Desde aquiacute arranca una primera preocupacioacuten claramente soterioloacutegica
coacutemo entender la humanidad y la divinidad coacutemo mirar al aacutenthropos y a Dios de
manera que en siacute mismos se produzca la posibilidad del encuentro de la relacioacuten
de la comunioacuten por encima de la paradoja No basta con hacer nuestra la fe de la
Iglesia y creer en la verdadera humanidad y verdadera divinidad de Cristo
Necesitamos articular ambas realidades o mejor auacuten profundizar en cada una de
ellas de modo que por siacute mismas se despliegue esa laquonaturalraquo comunioacuten
Hablariacuteamos entonces de una salvacioacuten primera previa a todo pecado que es
la pura decisioacuten divina de acercarse a nosotros y hacernos Caro capax Dei Es decir
la salvacioacuten maacutes honda no viene desde fuera como una especie de ortopedia ajena
que repare nuestra incapacidad No Ni siquiera es soacutelo ese remedio medicinal y
saludable que se nos aplica y laquopor sus meacuteritosraquo nos sana Tampoco Es la gracia de
Dios que nos capacita internamente desde dentro daacutendonos una capacidad
ontoloacutegica creatural para llegar a ser maacutes de lo que somos Como si Dios mismo
nos dijera laquotuacute eres capaz de miacute destinado a participar de mi vidaraquo20 Una salvacioacuten
que sin negar la redencioacuten no se reduce a ella
El mal y el pecado son realidades que nadie discute pero iquestpuede instrumentalizarse de esta manera el mal y servirse casi de eacutel para justificar la necesidad de una salvacioacuten en el camino hacia Dios [] La idea de salvacioacuten expresa esencialmente y en primer lugar antes de que se hable de pecado o de falta la nocioacuten de cumplimiento [] El laquotelosraquo el teacutermino y el final de nuestro ser es la vida (cf Rm 622) estamos llamados a esa vida como a nuestro destino (1 Cor 18 1524 Hb 611) la salvacioacuten es laquotelos tegraves pisteocircsraquo
19 Cf K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo Escritos de Teologiacutea I (Madrid 31967) 167-
221 aquiacute 211 20 A GESCHEacute El mal Dios para pensar I (Salamanca 1995) 288
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 9
teacutermino y destino de la fe (cf 1 Pe 19) que hay que llevar hasta su plenitud (cf Ap 226) para cumplir el designio para el que uno ha sido creado21
Y todo cumplimiento (teacutelos) implica progreso crecimiento perfeccionamiento
Soacutelo Dios salva pero no lo hace sin la voluntad libre de la persona que asiente a
esta gracia salviacutefica y colabora con ella (la synergeia de Oriente22) asistido por la
misma gracia para hacer suyo este proceso Por tanto hablar de salvacioacuten en estos
teacuterminos es hablar de un Otro que tiene una palabra en miacute y conmigo y que lejos
de crear contraposicioacuten o rivalidad me hace ser maacutes de lo que soy aquello para lo
que he sido creada Esta salvacioacuten la vemos realizada plenamente en Cristo en Eacutel
su humanidad fue creciendo hasta la plenitud y de su plenitud nosotros recibimos
gracia tras gracia23 Es decir por Eacutel con Eacutel y en eacutel podemos crecer tambieacuten para
adentrarnos en nuestra propia salvacioacuten Y esto auacuten cuando no lo sepamos o no lo
hayamos descubierto conscientemente pues forma parte de nosotros y nuestra
humanidad forma parte de Eacutel para siempre24 Por eso me parece muy sugerente y
bella la metaacutefora que ofrece Gescheacute
En nosotros se encuentra una dimensioacuten oculta que me gustariacutea llamar un laquomapa del cieloraquo como el que se dice que tienen las aves migratorias que trazan en el cielo su camino [hellip] Si esto es asiacute no cabe duda de que es importante que volvamos a aprender a descifrar este mapa o esta frase como si se tratara quizaacutes de nuestro maacutes profundo secreto Y que aunque sin saberlo nos comunica la vida encerrado dentro de nuestro corazoacuten como si fuera la lamparilla treacutemula pero indudable del santuario Lamparilla vacilante [hellip] que tenemos que amparar y proteger con nuestras manos ya que ha sido colocada en nosotros por Aquel que ha hecho de nosotros una maravilla casi insospechada a nuestros propios ojos pero a quien tenemos el derecho de creer y el deber de amar [hellip] Para descifrar este mapa del cielo que hay en nosotros mismos deberiacuteamos acordarnos seguramente de que todos en la medida en que somos mdasheacutese es el mapa sagrado que nos definemdash estamos hechos a imagen y semejanza de Dios25
Desde esta conviccioacuten estudiamos la teologiacutea de Ireneo O concretando un
poco maacutes estudiamos su antropologiacutea para conocer quieacutenes somos y desde ahiacute
saber coacutemo es la carne de Cristo Siendo Hombre Perfecto26 era tambieacuten Dios pero
21 ID El destino Dios para pensar III (Salamanca 2001) 31-32
22 laquoEl Espiacuteritu Santo actuando en nosotros lleva a cabo con nosotros nuestra salvacioacuten [] El hombre lleva a cabo la obra de su salvacioacuten siendo asistido por la graciaraquo MONSENtildeOR TEOacuteFANES Cartas sobre la vida cit por V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente (Barcelona 22009) 148 Ver tambieacuten sobre este tema 72-73 146-148
23 Cf Jn 116
24 Cf BENEDICTO XVI Exhortacioacuten apostoacutelica Verbum Domini (2010) 90
25 A GESCHEacute El destino 57-58
26 Cf GS 22 45
INTRODUCCIOacuteN
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laquosiendo Hijo aprendioacute a serloraquo27 es decir lo fue siendo en la medida que fue
viviendo como tal haciendo de su voluntad humana una sola cosa con la del Padre
Justamente estariacutea ahiacute el Misterio y nuestra participacioacuten en eacutel vivir de tal manera
que esta unidad mdashperijoreacuteticamdash humano divina llegue a darse sin conflicto ni
mezcla alguna sin fusioacuten ni imposicioacuten de una sobre otra Estamos llamados a
recorrer el camino que recorrioacute Cristo lo abrioacute para nosotros y abrieacutendolo nos lo
posibilitoacute laquodeificarraquo nuestra naturaleza humana en totalidad hacer de nuestra
voluntad humana una obediencia amorosa28 a la voluntad de Dios
Parafraseando a Ireneo esto es posible por la accioacuten del Espiacuteritu en la carne
en un mutuo acostumbramiento En la persona de Cristo se nos muestra hasta
doacutende puede llegar la humanidad que de hecho es limitada y capaz de pecado mdashla
que el Verbo asumioacute y no otramdash cuando se une con la voluntad divina Aquiacute reside
el mayor de los misterios que Dios mdashperfectomdash se hiciera hombre mdashperfectomdash a
fuerza de asumir nuestras imperfecciones de la mano del Padre para llevarnos
hasta Eacutel29 laquoera preciso que el hombre fuera santificado por la humanidad de
Diosraquo30
Por supuesto no seraacute indiferente coacutemo entendamos el misterio de la
Encarnacioacuten para hablar del sentido salvador del crecimiento en la humanidad de
Cristo Recordemos brevemente
- Arrio (s IV) se pregunta si la encarnacioacuten del Logos fue soacutelo en cuerpo
humano o tambieacuten con alma humana Y de ser verdadero hombre iquestpodriacutea
salvarnos alguien que no sea Dios Su solucioacuten es que Dios otorga la
divinidad a Cristo tras la resurreccioacuten laquoper gratiamraquo es decir como premio
a su progreso moral a su obedienciahellip De ahiacute que Nicea condenara a quien
afirmara que en el Hijo de Dios se da cambio o alteracioacuten iquestY crecimiento
27 Hb 59
28 Lo que K RAHNER llamoacute laquopotentia oboedientialisraquo por ejemplo en laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV (Madrid 1964) 139-157 aquiacute 145
29 Cf 2 Cor 89
30 GREGORIO NACIANCENO In sanctum Pascha Or XLV 22 PG 36 col 653AB
INTRODUCCIOacuteN
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El problema en Arrio era plantearlo como un progreso moral (la προκοπή
de raiacutez estoica31) que conlleva un cambio ontoloacutegico en Eacutel Esa es la herejiacutea
- San Atanasio (s IV) responderaacute subrayando la unidad del sujeto
cristoloacutegico ungiendo la divinidad de Cristo a su propia humanidad pero
sin entrar auacuten en el tema del alma humana El problema vendraacute cuando
Apolinar en la misma liacutenea afirme que esa divinidad que unge es el alma
de Cristo Por tanto la humanidad de Cristo es pura carne cuerpo y psycheacute
sin alma mdashpneuma noucircsmdash humana32 Su humanidad es instrumento de
salvacioacuten pero dirigido por el Logos divino quedando fuera cualquier
dimensioacuten salviacutefica de su humanidad en cuanto tal Su doctrina fue
sancionada repetidas veces
- Teodoro de Mopsuestia (s V) habla del hombre asumido (laquohomo
assumptusraquo) que vence al pecado y la muerte pero soacutelo con la gracia de
Dios Evidentemente es contrario a Apolinar porque entiende que la
libertad humana de Cristo es clave tambieacuten soterioloacutegicamente Su
obediencia libre tras la exaltacioacuten entra en la gloria de Dios y nos abre el
camino a nosotros Esta escuela antioquena mantiene la unidad pero de un
modo algo extrinsecista ya que tiende a subrayar la humanidad de Cristo
en proceso con el peligro de dejar maacutes en penumbra su preexistencia
como si Jesuacutes hubiera ido recibiendo la dignidad divina poco a poco
- Calcedonia (451) quiere resolver el tema de la unidad hablando de una
hipoacutestasis divina (ὑπόςταςισ en cuanto identidad personal) en dos
naturalezas perfectas Cristo no es solo de la misma sustancia que el Padre
sino tambieacuten consustancial a nosotros la Humanidad pues solo asiacute somos
salvados El modo en que podamos entender esta foacutermula creo que es
primordial para nuestro tema aunque loacutegicamente ni los teacuterminos ni la
problemaacutetica aparecen tal cual en Ireneo
31 Cf J L RUIZ DE LA PENtildeA Imagen de Dios Antropologiacutea teoloacutegica fundamental (Santander 1996)
237 32
Cf B SESBOUumlEacutendashJ WOLINSKI Historia de los dogmas I El Dios de la salvacioacuten (Salamanca 2004) 282-
283
INTRODUCCIOacuteN
12 | Humana augens
No es casual la eleccioacuten de San Ireneo pues siendo un autor del siglo II
anticipa creo yo estas cuestiones de un modo profundo y actual tal como espero
se vea confirmado a lo largo de estas paacuteginas
32 iquestDE QUEacute CRECIMIENTO HABLAMOS
Para terminar puede ser conveniente decir unas palabras sobre el crecimiento
tal como lo vamos a entender aquiacute No se trata del crecimiento ilustrado o
moderno el desarrollo ilimitado de nuestras sociedades donde el criterio de
crecimiento siempre estaacute en uno mismo o en comparacioacuten con los demaacutes
cuantitativa y funcionalmente
Biacuteblicamente33 el crecimiento humano tiene su medida en Cristo34 y por
supuesto tiene liacutemites los que nos marca la propia realidad nuestra carne la
carne del mundo En Geacutenesis 128 el primer mandato o imperativo que Dios dirige
al ser humano es laquofructificad y aumentadraquo (WbplusmnrgtW WriumlP) San Jeroacutenimo en la
Vulgata mantuvo el verbo griego de la Septuaginta laquoαὐξάνεςϑεraquo crecer y tradujo
laquocrescite et multiplicaminiraquo Y asiacute la tradicioacuten judiacutea entendioacute este mandato en clave
bioloacutegica convirtieacutendolo en un precepto o laquomistvaacuteraquo Despueacutes la teologiacutea cristiana
lo ha asociado frecuentemente al matrimonio y la procreacioacuten Pero iquestno tendriacutea
sentido entenderlo como un deseo de Dios dirigido a cada ser humano en siacute
mismo Curiosamente en los evangelios de la infancia la primera buena noticia
que se nos dice de Jesuacutes tras su nacimiento es que creciacutea35 Dato que se repite al
hablar de Juan Bautista el maacutes grande entre los nacidos de mujer36 Y el mismo
Lucas en los Hechos de los Apoacutestoles repite este verbo para expresar el
crecimiento de la Iglesia a medida que aumentaba el nuacutemero de disciacutepulos y
33 Para esta breve presentacioacuten cf M T PORCILE Crecer un deseo de Dios (Meacutexico 1995) 34 Cf Ef 413
35 Lc 240 (Τὸ δὲ παιδίον εὔξανεν καὶ ἐκραταιοῦτο πληρούμενον ςοφία καὶ χάρισ Θεοῦ ἦν ἐπrsquo αὐτό) y 252 (καὶ Ἰηςοῦσ προέκοπτεν ςοφίᾳ καὶ χάριτι παρὰ Θεῴ καὶ ἀνϑρώποισ) En 240 aparece el mismo verbo de Gn mientras que en 252 se opta por laquoproekoptenraquo con un sentido de progreso de abrirse camino hacia delante
36 Cf Lc 180 Es el mismo verbo que en 240 (εὔξανεν) pero en Jesuacutes se antildeadiacutea la plenitud de la sabiduriacutea y la gracia de Dios con Eacutel
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 13
laquocreciacutearaquo la Palabra de Dios37 En la predicacioacuten de Jesuacutes las llamadas laquoparaacutebolas
del crecimientoraquo38 son centrales para hablar del Reino y otras como la de los
talentos se insertan en el discurso escatoloacutegico de Mateo sentildealando que laquoen los
uacuteltimos tiemposraquo Dios espera de nosotros algo maacutes que permanecer nos espera
crecidos aumentados fecundos Tambieacuten Pablo invita al cristiano a crecer en la fe
en el conocimiento y en el amor39 sabiendo que es Dios quien da el crecimiento
siempre don suyo y de un modo especial es don del Espiacuteritu Santo40
Por tanto hablamos de un crecimiento inherente a todo ser humano inscrito
en la humanidad misma desde su Creacioacuten que implica relacioacuten con Dios Es el
crecimiento al que todo ser humano estaacute llamado y para el que ha sido creado pues
encuentra su meta en Dios41 que a su vez es tambieacuten el horizonte gozoso que le
atrae pues es Dios mismo quien laquoproduce en las criaturas el amor que las hace
tender hacia Eacutel Eacutel las atrae ldquoqueriendo que se le quiera y amando que se le amerdquo
(san Maacuteximo)raquo42
Por eso la vida espiritual puede definirse como laquoel crecimiento de la persona
humana en la graciaraquo43 algo que no se daraacute si el ser humano no lo elige viviendo
libre y conscientemente hacia Dios44 Es un crecimiento unido al
perfeccionamiento que la tradicioacuten eclesial ha identificado con el cumplimiento de
la voluntad divina en total disponibilidad u obediencia45 No es casual Esta
llamada al crecimiento como perfeccioacuten aparece soacutelo dos veces en el evangelio46 y
nunca como perfeccioacuten divina sino como movimiento de plenitud acabamiento La
37 Cf Hch 247 44 617 931 1224 1920
38 Cf Mt 13 y Mc 4 H SCHUumlRMANN afirma que son laquoparaacutebolas autobiograacuteficasraquo que Jesuacutes saca de su propia experiencia cf El destino de Jesuacutes su vida y su muerte Esbozos cristoloacutegicos recopilados y presentados por Klaus Scholtissek (Salamanca 2003) 107
39 Cf 2 Cor 1015 Col 110 Fil 19 1 Ts 312-13
40 1 Cor 36-9
41 laquoiquestQueacute arco habraacute arrojado esta saeta que soy iquestQueacute cumbre puede ser la metaraquo (JL BORGES La rosa profunda [1975])
42 V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 73
43 Ibid 161
44 Cf Ibid 149 160
45 Cf S G ARZUBIALDE Theologia Spiritualis El camino espiritual del seguimiento a Jesuacutes I (Madrid 1989) 66-79
46 Mt 548 1921
INTRODUCCIOacuteN
14 | Humana augens
carta a los Hebreos lo ha convertido en clave de su mensaje47 y designa con eacutel a la
vez el destino del hombre en cuanto es participacioacuten del destino de Cristo48
Y es que iquestcoacutemo plantear la significatividad salviacutefica de esta humanidad de
Cristo si la entendemos en total pasividad frente a la divinidad iquestdoacutende quedariacutea
su libertad su eleccioacuten El camino de Cristo es el camino vocacional de todo ser
humano49 Por eso no soacutelo tiene un significado salviacutefico la humanidad de Cristo
sino su crecimiento en la carne asumida glorificada tras la Resurreccioacuten y
Ascensioacuten de Cristo en el seno de la Trinidad que tambieacuten seraacute la nuestra
Tanto cristoloacutegica como antropoloacutegicamente podemos caer en el peligro de
confundir este crecimiento con una especie de redondeamiento del yo como una
obra que yo firmo de miacute misma para ser mejor No se trata de eso Maacutes bien surge
del deseo de responder a quien amas y no de buscar tu mejor laquoyoraquo Por eso no es
un crecimiento laquomoralraquo que el Padre premia con la divinidad como planteaba
Arrio No hay duda de que el ser humano crece en la relacioacuten de amistad con Dios
Lo contrario seriacutea un contrasentido tanto por nuestra parte (si no somos siempre
los mismos no crecer es retroceder50) como por parte de Dios (iquestcoacutemo es posible
que una intimidad cada vez mayor con Eacutel no influya decisivamente en nuestra
plenitud humana) Es maacutes siempre que se deacute en nosotros un verdadero
crecimiento se tendriacutea que dar tambieacuten un ensanchamiento de nuestra libertad
una maduracioacuten de nuestro ser completo Unas veces se nos daraacute a vivir
luminosamente palpablemente Otras veces en la oscuridad de la noche en la cruz
de los propios liacutemites o el aparente fracaso No depende de eso el crecimiento del
que hablamos como tampoco dependioacute el crecimiento de Cristo de sus momentos
de mayor gloria o reconocimiento social
Veremos tambieacuten coacutemo la libertad es esencial en la teologiacutea de Ireneo para
poder afirmar la fe y el crecimiento de lo humano en Dios laquoLa verdadera presencia
de Dios en nuestra libertad consiste en ponernos de largo haciendo que seamos
47 Cf Hb 210 59 514 61 7111928 10114 12223
48 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS La Humanidad Nueva Ensayo de Cristologiacutea (Santander 81994) 55-105
49 Cf GS 22 45
50 Este caraacutecter evolutivo y dinaacutemico de la perfeccioacuten o el crecimiento es considerado por la Tradicioacuten como un signo de salud espiritual (cf S ARZUBIALDE Theologia Spiritualis 74)
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 15
mayoresraquo51 iquestAcaso no nos sentimos maacutes libres con aquellas personas que maacutes
queremos y nos quieren y cuya presencia maacutes peso tiene en nuestra vida iquestAcaso
no sentimos con estas mismas personas que su sola cercaniacutea nos ensancha el
horizonte y casi nos acrecienta por encima de nuestra propia talla iquestY no es
justamente con estas personas con quienes sentimos mayor responsabilidad de
las opciones que vamos haciendo Son presencias que de alguacuten modo
fundamentan mi libertad y mi recorrido vital pero a la vez no se confunden
conmigo ni se tornan imprescindibles para dar un paso iexclCuaacutento maacutes no ocurriraacute
esto entre el ser humano y Dios
La accioacuten que el Espiacuteritu Santo de Dios fue haciendo en la humanidad histoacuterica
de Cristo y tras la Resurreccioacuten glorificaacutendola la seguiraacute llevando a teacutermino
tambieacuten en nuestra humanidad Si nosotros queremos Sin libertad y decisioacuten
humana Dios no fuerza Es posible creer que haremos este camino de libre
obediencia porque la humanidad de Cristo verdadera humanidad como la nuestra
lo ha hecho primero Soacutelo este ser humano libre puede estar llamado a la Salus
carnis en un proceso de crecimiento continuo libre y obediente al dinamismo que
el Espiacuteritu Santo va imprimiendo en su carne hasta la comunioacuten con Dios
51 A GESCHEacute El sentido 40
INTRODUCCIOacuteN
16 | Humana augens
Capiacutetulo I
EL SER HUMANO PLASMA DEI
ARTE EN LAS MANOS DE DIOS
Opera autem Dei plasmatio est hominis
(AH V 152)
Introduccioacuten
1 Un solo Dios una sola Creacioacuten un solo hombre
2 Plasmados por Sus Manos y hechos para la comunioacuten con Eacutel
3 Predileccioacuten de Dios por el ser humano a imagen y semejanza suya
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO I
18 | Humana augens
Introduccioacuten
En la teologiacutea del siglo II la nocioacuten de ser humano no era monoliacutetica1 Ireneo
conoce las diversas visiones filosoacuteficas gnoacutesticas y eclesiales y toma su propia
postura Hay un punto de partida fundamental que se repite abundantemente en
sus escritos su teologiacutea unitaria2 No hay varios dioses ni distincioacuten entre un Dios
Creador y el Dios de Jesuacutes No hay varios Cristos ni separacioacuten entre el Verbo
encarnado el Salvador el Preexistente el Glorioso No hay varias creaciones ni
diversas sustancias a la base de distintas clases de seres No hay tampoco varios
tipos de hombres ni en funcioacuten de su origen ni por el dinamismo antropoloacutegico
que se les confiere de cara al fin que les espera
Por eso partiremos de esta unidad para ver despueacutes coacutemo articula Ireneo los
diversos elementos que forman el aacutenthropos verdadera obra de arte en manos de
Dios Trinidad La predileccioacuten de Dios por el ser humano se refleja en el cuidado
con que nos plasmoacute en el lugar privilegiado que nos otorga frente a lo creado y de
un modo especial en haber querido hacernos a imagen del Verbo y a semejanza
suya por la fuerza del Espiacuteritu Aquiacute radica la verdadera grandeza del ser humano y
de su Creador Y aquiacute estriba una de las mayores aportaciones de Ireneo llevamos
su imagen y semejanza en nuestro cuerpo en nuestra carne pues asiacute lo ha querido
Dios y por tanto en ella se dinamiza toda la Historia de Salvacioacuten para que
creciendo y madurando llegue un diacutea a la comunioacuten perfecta con Eacutel
Si nuestra carne juega tal papel en la obra salvadora y Cristo fue
verdaderamente hombre carne de nuestra carne iquestcoacutemo no seraacute tambieacuten crucial el
crecimiento y maduracioacuten de su Humanidad para salvarnos
1 Cf A ORBE laquoLa definicioacuten del hombre en la teologiacutea del s IIraquo Gregorianum 48 (1967) 522-576
2 Cf J VIVES laquoPecado original y progreso evolutivo del hombre en Ireneoraquo Estudios Eclesiaacutesticos 43 (1968) 561 571
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 19
1 Un solo Dios una sola Creacioacuten un solo hombre
Ireneo se mueve en un ambiente marcado por las doctrinas gnoacutesticas3 y
marcionitas con dos consecuencias centrales el desprecio de la materia y lo
creado y la consiguiente distincioacuten y duplicidad de dioses o principios divinos que
dan lugar a diversos hombres con desigual dignidad
Para rebatir tal planteamiento Ireneo se apoya en la Escritura tal como es
costumbre en eacutel Si queremos comprender queacute es el ser humano tendremos que
acudir al relato de la Creacioacuten El problema estaacute en que encontramos narrada dos
veces la creacioacuten del hombre4
Dijo Dios laquoHagamos al ser humano a nuestra imagen como semejanza nuestra y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos y en las bestias y en todas las alimantildeas terrestres y en todas las sierpes que serpean por la tierraraquo Creoacute pues Dios al ser humano a imagen suya a imagen de Dios le creoacute macho y hembra los creoacute
(Gn 126)
Entonces Yahveh Dios formoacute al hombre con polvo del suelo e insufloacute en sus narices aliento de vida y resultoacute el hombre un ser viviente
(Gn 27)
Dentro y fuera de la Iglesia diversos autores encontraron aquiacute fundamento
suficiente para apoyar una laquodobleraquo creacioacuten y dos tipos de hombres Filoacuten de
Alejandriacutea distinguiacutea entre el hombre laquohechoraquo a imagen y semejanza de Dios
(laquoποιηϑείσraquo seguacuten Gn 126) y el hombre laquomodeladoraquo o laquoplasmadoraquo por Eacutel a partir
del barro (laquoπλαςϑείσraquo seguacuten Gn 27) El primero es el hombre puro incorruptible
racional incorpoacutereo identificado con el νοῦσ es el hombre ideal paradigma de
todos los demaacutes Soacutelo eacutel puede considerarse propiamente imagen de Dios Por el
contrario el plasmado es un hombre material corruptible mortal compuesto de
cuerpo y alma maacutes cercano a lo animal que al aacutenthropos propiamente
3 Una presentacioacuten del gnosticismo y un breve resumen del sistema valentiniano en R TREVIJANO
Patrologiacutea (Madrid 1998) 6771-80 ID laquoLas cuestiones fundamentales gnoacutesticasraquo E ROMERO POSE (ed) Pleacuteroma Miscelaacutenea en homenaje al P Antonio Orbe (Santiago de Compostela 1990) 243-256 J A CABALLERO laquoEl Evangelio de Judas Gnosis san Ireneo y el canonraquo Veritas 17 (2007) 387-406 Sobre nuevas formas de gnosticismo hoy A MANARANCHE Querer y formar sacerdotes (Bilbao 1996) 19-88
4 Para todos los textos biacuteblicos seguimos la traduccioacuten de la Nueva Biblia de Jerusaleacuten (Bilbao 2009)
CAPIacuteTULO I
20 | Humana augens
Ireneo mantiene inalterable la unidad antropoloacutegica y creatural5 Solo hay un
principio el uacutenico Dios Solo una Creacioacuten Y en ella un uacutenico hombre creado
Porque es necesario que las cosas creadas tengan por principio alguna causa grande y el principio de todo es Dios [] Es pues necesario creer primeramente que hay un Dios el Padre el cual creoacute y organizoacute el conjunto de los seres e hizo existir lo que no existiacutea [] En tal conjunto se halla igualmente este mundo nuestro y en el mundo el hombre6
Para eacutel no hay ni rastro de seres intermedios emanaciones o Demiurgos que
faciliten el laquotrabajoraquo de Dios Tampoco hay diversas clases de hombre seguacuten la
sustancia de la que provengan y el fin que les sea propio como defendiacutean los
gnoacutesticos Todos jugamos con las mismas reglas porque no hay maacutes mundo que
este nuestro ni maacutes aacutenthropos que se salve o pierda eternamente desde el inicio
Un solo Dios una Uacutenica Creacioacuten una sola historia de salvacioacuten para todos Y
siempre como veremos enseguida es Dios Trinidad quien crea quien acompantildea
quien cuida quien salva7
Entre la gran pluralidad gnoacutestica8 y la unidad ireneana Oriacutegenes asumioacute la
doble creacioacuten de Filoacuten y la relacionoacute con el laquodobleraquo hombre paulino de 2Cor 416
Por un lado identifica el hombre laquohechoraquo de Gn 126 con las cualidades platoacutenicas
del noucircs y las paulinas del hombre espiritual y el hombre nuevo9 Por otro lado
estaacute el laquoplasmadoraquo de Gn 27 que es sensible corpoacutereo material unido al hombre
animal terreno y viejo10 de Pablo Por si fuera poco Oriacutegenes introduce el pecado
entre una y otra creacioacuten lo que explica bien el sentido peyorativo que la aparicioacuten
de la materia tiene en su teologiacutea Aunque la valore como instrumento para
elevarse y llegar a Dios siempre estaraacute ligada a la caiacuteda primigenia de la que hay
que liberarse11
Con el tiempo manteniendo esta liacutenea autores como san Ambrosio san Hilario
o Gregorio de Elvira identificaraacuten la creacioacuten del alma con Gn 126 y la del cuerpo
5 Para toda esta parte A ORBE Antropologiacutea de San Ireneo (Madrid 1997) 6 Ep 4 7 Cf Ep 5 8 Cf J A CABALLERO laquoEl Evangelio de Judas Gnosis san Ireneo y el canonraquo 394-401
9 Cf 1Cor 215 Ef 316 424 10 Cf Ef 422 Rm 724 11 ORIacuteGENES De Principiis II 92 Contra Celso I 32 y 33 Cit por A ORBE Antropologiacutea 26
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 21
con Gn 27 De este modo es el alma la razoacuten o entendimiento mdashhombre interior
paulinomdash quien es hecha a imagen del Logos imagen de Dios mientras que el
cuerpo mdashhombre exterior paulinomdash es formado de la tierra de la materia Es por
tanto el alma lo realmente esencial al ser humano su centro su ligazoacuten con el
Creador12 pues ella seraacute deificada y no el cuerpo
Nada maacutes lejos de la propuesta de Ireneo Lo que nos interesa a nosotros aquiacute es
constatar este fondo platoacutenico y gnoacutestico y las diversas posiciones en que cristaliza
en la teologiacutea cristiana cuando nos preguntamos por la sede de la imagen de Dios en
el hombre por lo esencialmente humano Para nuestro autor residiraacute en la totalidad
del hombre creado el uacutenico que hay que no existe maacutes que en la carne y en este
mundo el uacutenico creado No ve diferencia entre los dos textos creacionales ni
incompatibilidad entre los dos verbos hacer y plasmar Maacutes bien pareciera que se
complementan Dios hace plasmando Es decir Gn 27 responde a lo enunciado en Gn
126 son una unidad Como si el peso creador recayera en todo caso sobre la
plasmacioacuten en el cuerpo pues nada se dice del alma per se sino de esa plasis
humana imagen de Dios Coincidiraacuten con esta visioacuten Teoacutefilo Antioqueno13 y Melitoacuten
de Sardes entre otros Y ya estaba previamente en san Justino
Aquestos [enemigos de la resurreccioacuten carnal] parecen ignorar la universal empresa de Dios y la aparicioacuten y plasmacioacuten inicial del hombre [τὴν ἐξ ἀρχῆσ γένεςιν τοῦ ἀνϑρώπου καὶ πλάςιν] y por queacute se hicieron las cosas del mundo iquestNo dice acaso el oraacuteculo [Gn 126] laquoHagamos un hombre a nuestra imagen y semejanzaraquo iquestCuaacutel Alude al hombre carnal es claro Pues dice el oraacuteculo [Gn 27] laquoY tomoacute Dios de la tierra barro y plasmoacute el hombreraquo Salta pues a la vista que el hombre modelado a imagen de Dios [ὡσ κατrsquo εἰκόνα Θεοῦ πλαςςόμενοσ ὁ ἄνϑρωποσ] era carnal14
Ireneo da tambieacuten un especial relieve al contraste paulino entre hombre interior
y exterior y mucho maacutes entre el primer Adaacuten y el Segundo Ahora bien en absoluto
los identifica con los dos textos de Geacutenesis Una vez maacutes soacutelo hay un hombre soacutelo
12 Pensamiento tiacutepico de la escuela alejandrina Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza
de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo Scriptorium Victoriense 23 (1976) 275-302 Aquiacute 281 13 laquoY para mostrarnos tambieacuten la πλάςισ mdashno fuera a parecer problema insoluble entre hombres
el que habiendo Dios declarado ldquohagamos un hombrerdquo auacuten no se hubiera dado a conocer su creacioacuten [ἡ ποίηςισ ἀυτοῦ]mdash nos ensentildea la Escrituraraquo (Ad Autol II 19) Cit por A ORBE Antropologiacutea 15 nota 37
14 SAN JUSTINO De Resurrectione 7 Cit por A ORBE Antropologiacutea 14 Como es sabido la atribucioacuten a Justino de dicha obra no es considerada segura por la criacutetica Veacutease como ejemplo M SIMONETTI Justino A DI BERARDINO ndash G FEDALTO ndash M SIMONETTI Literatura Patriacutestica (Madrid 2010) 1011
CAPIacuteTULO I
22 | Humana augens
hay un origen este primer Adaacuten hecho y plasmado a imagen del Segundo Cristo
Veamos entonces en queacute consiste ese aacutenthropos verdadero para Ireneo
En diaacutelogo con los gnoacutesticos y con las distintas visiones de su eacutepoca quiere
aunar la nocioacuten filosoacutefica y la biacuteblica manejando con toda libertad diversas
concepciones antropoloacutegicas seguacuten el contexto en que habla o el intereacutes que en ese
momento tiene15 Por un lado podemos encontrar en sus escritos16 la definicioacuten
filosoacutefica predominante en ese momento17
Y como el hombre es un ser viviente [compositum animal mdash ζῷον] compuesto de alma y cuerpo asiacute es necesario y conveniente que exista en virtud de tales dos elementos [] Ambos pues se alegran de estar juntos estaacuten aliados y luchan mano a mano para llevar al hombre a la presencia de Dios18
Asiacute escribe a su amigo Marciano queriendo fortalecer su fe y exponiendo
laquobrevemente la predicacioacuten de la verdadraquo19 Sin embargo es una visioacuten del ser
humano que podriacutea llevarnos a engantildeo si no atendemos al resto de su obra
Veremos que este pasaje no representa la teologiacutea del autor pues sin ser falsa es
claramente insuficiente20 ya que omite la presencia activa de Dios en el hombre su
Espiacuteritu su economiacutea El hombre es alma y cuerpo como deciacutean los filoacutesofos pero
tal definicioacuten carece de la riqueza que aporta la Escritura Si fuera asiacute iquestcoacutemo
podriacutea alcanzar el hombre el fin que le es propio la comunioacuten con Dios iquestpor queacute
no la alcanzariacutean entonces otras criaturas que del mismo modo son seres
racionales
Fiel a la antropologiacutea tricotoacutemica de 1Tes 523 para Ireneo soacutelo se puede
hablar de hombre propiamente si hablamos de cuerpo alma y espiacuteritu21 aunque
no siempre lo exprese asiacute en funcioacuten del tema que le interesa abordar Bien es
cierto que tambieacuten los gnoacutesticos fundamentaban aquiacute su triple aacutenthropos material
15 Cf A ORBE laquoLa definicioacuten del hombre en la teologiacutea del s IIraquo 544 Muy significativo es que
ninguacuten eclesiaacutestico asumiera la foacutermula completa de la tradicioacuten filosoacutefica laquoanimal racional mortalraquo y en todo caso hablaran de laquoanimal racionalraquo
16 Cf Ep 2 AH IV pr 3 AH V 81 AH V 13 AH V 32 AH V 201 AH II 284 17 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo Gregorianum 43 (1962) 482-483 18 Ep 2 19 Ep 1 20 Cf A ORBE Antropologiacutea 17-18 21 Cf AH V 61 82 Si bien es cierto que en algunos momentos se expresa dicotoacutemicamente AH III
221 334 V 122
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 23
animal y espiritual Para los valentinianos estos tres hombres se corresponderiacutean
con las tres esencias que conllevaban un orden y una finalidad propia No todos los
seres humanos tienen las mismas posibilidades ni el mismo destino Seguacuten la
esencia se estariacutea llamado a uno u otro estado a una u otra dinaacutemica vital
El hombre material o hiacutelico (simbolizado en Caiacuten) seriacutea el hombre
irracional carnal y visible Es el polvo de Gn 27a configurado por el
Demiurgo pues seriacutea impensable que Dios Padre se laquomanchararaquo con algo
tan bajo como la carne No tendriacutean ninguna posibilidad de alcanzar la
comunioacuten con Dios
El hombre psiacutequico o racional (representado en Abel) provendriacutea de la
esencia del Demiurgo consustancial a eacutel seguacuten Gn 27b Necesita de un
hombre material para hacerse visible en este mundo pero tendraacute que
deshacerse de eacutel si quiere elevarse hasta la divinidad Tambieacuten seriacutea
perfecto dentro de su orden
El hombre pneumaacutetico o espiritual (representado en Set) seriacutea
consustancial al Verbo y por su medio al Padre Necesita de los otros dos
hombres para lograr su propia madurez pero abandonaraacute ambos en su
camino hacia Dios fin que le es propio por naturaleza
Los tres seriacutean laquohombres perfectosraquo en su orden pues su inicio y su fin estariacutea
en ellos mismos sin una posible maduracioacuten o crecimiento que les llevase maacutes allaacute
de lo que son Maacutes que perfectos podriacuteamos decir que son laquoacabadosraquo en siacute
mismos Ademaacutes en ninguno de los tres la laquocarneraquo (ςάρξ) forma parte
propiamente de su ser aacutenthropos aunque sea a comuacuten a todos y la necesiten como
instrumento en este mundo visible y corpoacutereo
Por el contrario para Ireneo el uacutenico aacutenthropos existente es carnal corpoacutereo y
sobre la plasis inicial reposa su fundamento22 Eso siacute es imperfecto inacabado
llamado a crecer maacutes allaacute de siacute mismo para alcanzar la perfeccioacuten del Espiacuteritu Por
eso crece laquomaacutes allaacute de siacuteraquo porque el ser humano de ninguacuten modo podriacutea alcanzar
el ser espiritual si Dios no le diera su Espiacuteritu
22 Cf AH IV 372
CAPIacuteTULO I
24 | Humana augens
No es que la sola carne creada sea de por siacute el hombre perfecto sino que es soacutelo el cuerpo del hombre y una parte suya Pero tampoco sola el alma es ella misma el hombre sino que es soacutelo el alma del hombre y una parte del hombre Ni el Espiacuteritu es el hombre pues se le llama Espiacuteritu y no hombre Sino que la unioacuten y mezcla de todos eacutestos es lo que hace al hombre perfecto [] Son pues perfectos quienes tuviesen en siacute de modo permanente al Espiacuteritu de Dios conservando sin mancha el cuerpo y el alma23
De Dios proviene todo y Eacutel dirige todo hasta el fin24 Mientras tanto el Verbo y
el Espiacuteritu acompantildean siempre su obra Nunca se veraacute el hombre fuera de sus
manos25
Dios seraacute glorificado en su criatura que por su bondad ha hecho semejante a eacutel y conforme a la imagen de su Hijo Pues el hombre y no soacutelo una parte del hombre se hace semejante a Dios por medio de las manos de Dios esto es por el Hijo y el Espiacuteritu26
Otras definiciones de hombre que podemos encontrar en Ireneo son las que
corresponden a la teologiacutea paulina Habla del hombre terreno27 como laquohombre
animalraquo fiacutesico tal como se describe en Gn 27 Es plasma y soplo de vida llamado a
crecer hasta el laquohombre espiritualraquo o laquosegundo Adaacuten hecho Espiacuteritu vivificanteraquo28
paradigma del hombre ideal Entre ambos tal como se describe en Gn 126 estaacute el
hombre hecho a imagen y semejanza de Dios en un dinamismo continuo que
apunta ya a su destino al Verbo Soacutelo despueacutes tras la resurreccioacuten de la carne
viviraacute el hombre perfecto en virtud de la carne gloriosa de Cristo y de su Espiacuteritu29
Es el hombre deificado que ya ha abandonado la historia para adentrarse en la
eternidad con Dios en su descanso
Por tanto conviene no confundir estos diversos modos de hablar del hombre
en Ireneo El hombre laquohechoraquo (Gn 126) y el laquoplasmadoraquo (Gn 27) es el mismo el
aacutenthropos carnal y corpoacutereo que ha recibido la imagen de Dios de sus propias
Manos No hay otro Todas las criaturas existentes en tanto que no son Dios
(infectus) son hechas (factae) Incluidos los aacutengeles Ahora bien para Ireneo se da
una diferencia esencial entre el ser humano y las demaacutes criaturas Eacutel ha sido creado
23 AH V 61 24 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y la creacioacuten de la materiaraquo Gregorianum 59 (1978) 71-127 25 Cf AH V 13 26 AH V 61 27 Cf AH III 223 28 AH V 122 29 Cf AH IV 202 V 133 363
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 25
con un fin uacutenico pasar de factus a infectus llegar a ser como Dios sin dejar de ser
criatura Las demaacutes criaturas no han recibido tal dinamismo ni finalidad iraacuten
madurando y creciendo seguacuten las leyes de su propia especie pero son perfectas
(acabadas) dentro de su orden Ninguna superaraacute su especie incluidos los mismos
aacutengeles tambieacuten libres como el hombre pero sin un destino que les lleve a crecer
maacutes allaacute de lo que son hasta la comunioacuten con Dios30
El hombre no es una especie maacutes Siendo laquopoco inferior a los aacutengelesraquo31 estaacute
llamado a un fin mucho mayor Si reducimos la esencia del ser humano a la mezcla
de cuerpo y alma mdashnocioacuten filosoacuteficamdash lo estamos condenando a ser una especie
maacutes y por tanto estamos malogrando el querer divino Este laquoplusraquo recibido le
viene del modelado directo e iacutentimo de las manos de Dios Dios nos hizo
plasmaacutendonos con su tacto con sus propias manos Veamos entonces en queacute
consiste esta plasmacioacuten divina
2 Plasmados por Sus Manos y hechos para la comunioacuten con Eacutel
Si volvemos al texto biacuteblico del Geacutenesis soacutelo del ser humano se dice que fue
plasmatus para ser factus Para los gnoacutesticos y en la misma tradicioacuten de Oriacutegenes
todo trabajo manual suponiacutea cierto desprecio Cuanto maacutes se aleja una labor del
intelecto puro y maacutes se acerca a la materia y lo manual maacutes despreciado No es de
extrantildear entonces el problema que suponiacutea ver a Dios modelando el barro Y no
un polvo sideral como queriacutean algunos marcionitas o de esencia hiacutelica como
deciacutean los valentinianos La Escritura habla de polvo de la tierra normal y
corriente el uacutenico que existe aunque eso siacute Dios pone tanto cuidado en su obra
que elige el maacutes puro y fino que encuentra Hubiera bastado una palabra suya32
pero quiso tocarnos que su Verbo y su Espiacuteritu se recrearan en nuestra
plasmacioacuten33
30 Cf Ep 12 31 Sal 8 32 Cf Ep 10 33 Cf AH IV pr 4
CAPIacuteTULO I
26 | Humana augens
Al hombre empero lo plasmoacute Dios [plasmavit mdashπλὰςςωmdash manibus] con sus propias manos tomando el polvo maacutes puro y fino de la tierra y mezclaacutendolo en medida justa con su virtud [ad mesuram in unum-miscens mdashςυγκεράννυμιmdash suam virtutem mdashδύναμισmdash] Dio a aquel plasma su propia fisionomiacutea de modo que el hombre auacuten en lo visible fuera imagen de Dios [quod videretur deiforme mdashϑεοειδὴσmdash esset] Porque el hombre fue puesto en la tierra plasmado a imagen de Dios Y a fin de que pudiera vivir soploacute Dios sobre su rostro un haacutelito vital de manera que tanto en el soplo como en la carne plasmada el hombre fuera semejante a Dios Fue creado por Dios libre y sentildeor de siacute [liber mdashἐλεύϑεροσmdash et suae potestatis mdashαὐτεξούςιοσmdash] destinado para ser rey de todos los seres del cosmos34
Varios puntos de intereacutes aparecen en este fragmento el contacto personal de
las manos de Dios al plasmar al hombre la mezcla inicial entre el barro y la virtus
de Dios como materia original la forma visible o fisonomiacutea que se le imprime
(imagen) el haacutelito vital insuflado posterior a la plasmacioacuten (para que pueda ser
semejante) y la libertad y sentildeoriacuteo de siacute que el ser humano recibe sobre todo lo
creado Vayamos viendo todo esto y relacionaacutendolo con otros textos de Ireneo
No aparece demiurgo alguno ni aacutengeles en quien el Creador delegue como si Eacutel
no tuviera Manos35 Con ninguna otra criatura actuoacute asiacute Dios Es Eacutel mismo en
persona quien nos crea moldeaacutendonos con lo que ello implica de contacto
personal y cuidado36
No parece que Ireneo niegue cierta modelacioacuten en el resto del universo
visible37 y de hecho otros textos de la Escritura lo confirman38 Pero soacutelo en el ser
humano imprimioacute Dios laquosu propia fisionomiacutearaquo O tomando la traduccioacuten de A
Orbe con gran belleza laquodibujoacute sobre la carne modelada su propia forma de suerte
que aun lo que es el aspecto suyo visible llevara la forma de Diosraquo39
Lo que Dios modela es ya mezcla de barro y fuerza divina Sobre esta materia
inicial laquode rudi terraraquo40 quiere actuar Dios y no sobre otra Era tierra seca mdashpues
34 Ep 11 35 Cf AH IV 201 51 192 74 36 Tambieacuten en la Carta a Clemente se recoge esta predileccioacuten laquoFinalmente con sus sacras e
intachables manos plasmoacute (Dios) al hombre caraacutecter de su propia imagen [ἄνϑρωπον ἔπλαςεν τῆσ ἑαυτοῦ εἰκονοσ χαρακτῆρα]raquo (1 Clem 334) Cit por A ORBE Antropologiacutea 14
37 Cf Ep 4 AH IV 201 38 Sal 182 laquoEl firmamento pregona la obra de sus manosraquo Job 108ss laquoTus manos me hicieron y
fabricaron iquesty me va a destruir por completo Recuerda que como arcilla me hiciste y al polvo me haraacutes volverraquo Sal 11873 laquoTus manos me crearon y plasmaronraquo
39 A ORBE Antropologiacutea 36 40 AH III 2110 Cf AH III 187 V 154 161
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 27
auacuten no habiacutea llovido41mdash necesitada de la fuerza de Dios para hacerse moldeable y
doacutecil a sus manos y a la vez adquirir unidad e integracioacuten Esta virtud o potencia
mezclada en su justa medida es el Espiacuteritu de Dios42 que actuacutea en el hombre de
forma similar a como actuoacute sobre las aguas iniciales43 Por tanto lo que Dios
plasma con sus Manos44 el Verbo y el Espiacuteritu o Sabiduriacutea es la tierra aacuterida
tomada por Dios y mezclada con su fuerza en justa medida
Pues siempre le estaacuten presentes [al Padre] el Verbo y la Sabiduriacutea el Hijo y el Espiacuteritu por medio de los cuales y en los cuales libre y espontaacuteneamente hace todas las cosas a las cuales habla diciendo laquoHagamos al hombre a nuestra imagen y semejanzaraquo [Gn 126] toma de siacute mismo la substancia de las creaturas el modelo de las cosas hechas y la forma del ornamento del mundo45
Eligioacute el barro de la tierra para dejar en nuestra carne su imagen su rastro su
laquofirmaraquo pues cuanta maacutes distancia hay entre el Creador y la obra de sus manos
maacutes se muestra su amor y grandeza Y ciertamente nada maacutes distinto de Dios
llegaraacute a ser tan semejante nada tan tosco podriacutea mostrar con mayor
transparencia su amor Si Dios hubiera buscado deslumbrarnos con el poder de sus
obras podriacutea haberlo hecho de un modo maacutes espectacular inmediato y
contundente no sujetaacutendose a la lenta maduracioacuten del barro Por eso nos
recomienda Ireneo laquocontempla la mano de tu Artiacutefice [manum artificis tui
exspecta] que hace todas las cosas en el tiempo oportuno y tambieacuten obraraacute
oportunamente en cuanto a ti respectaraquo46 Si grande es su poder al contemplar su
obra mayor es su amor al reconocer el modo y manera como ha querido crear al
hombre
No es posible conocer a Dios en su grandeza pues es imposible medir al Padre mas seguacuten su amor (pues eacuteste es el que nos conduce a Dios por el Verbo) obedecieacutendolo aprendemos constantemente cuaacuten grande es Dios y que Eacutel por siacute mismo crea elige adorna y contiene todas las cosas y entre todas eacutestas tambieacuten estaacute incluido nuestro mundo Nosotros mismos fuimos hechos junto con estas cosas que Eacutel contiene47
41 Cf AH III 2110 42 Cf Ep 11 AH IV 392 43 Cf Gn 12 44 Cf AH V 283 45 AH IV 201 46 AH IV 392 47 AH IV 201 Cf AH IV 51 192
CAPIacuteTULO I
28 | Humana augens
Conviene no perder de vista el contraste con planteamientos maacutes cercanos al
platonismo y la liacutenea alejandrina en que el alma incorpoacuterea y consustancial a Dios
ha sido puesta como centro de la salvacioacuten Por el contrario elegir la carne es optar
por lo maacutes alejado justamente a la naturaleza del alma lentificando la accioacuten
respetuosa y libre de Dios ya que pide tiempo y espacio para acostumbrarse en
esta progresiva maduracioacuten divinizadora48 Por eso toda la obra salvadora se
mueve entre este primer momento creador (plasis inicial) y el uacuteltimo (anaplasis)
en que el ser humano mdashsu carnemdash libre y gozosamente llegue a la comunioacuten
plena con Dios La carne del hombre no es un accidente ni un castigo ni siquiera
un vehiacuteculo o instrumento para remontarse de nuevo a las alturas divinas en la
medida que se deshaga de todo lo sensible Al contrario
No es novedad de Ireneo sentildealar esta especie de laquodynamisraquo [δύναμισ] divina
inserta en el ser humano Lo novedoso es doacutende reposa y crece tal capacidad Eacutel
rechaza dos posibles soluciones ni el hombre es puro animal racional como deciacutean
los estoicos (una especie maacutes) ni el hombre tiene un origen divino anterior a una
caiacuteda primordial que le lleve a levantarse de la materia y el mundo sensible para
volver a su estado primigenio como afirma la visioacuten platoacutenica
Para Ireneo la carne ha sido creada por Dios por pura voluntad suya para que
desde ella animada por el soplo vital del alma y dejaacutendose hacer por el espiacuteritu
divino vaya creciendo hasta Eacutel La salvacioacuten requiere historia tiempo proceso
porque es salvacioacuten de la carne mdashsalus carnismdash y no de espiacuteritus puros El hombre
carnal no soacutelo es el centro de la Creacioacuten sino tambieacuten el centro de la historia de
salvacioacuten49
Mostramos coacutemo todos los hechos de esta naturaleza han acaecido para la salvacioacuten del hombre porque le hacen crecer para la inmortalidad en todo aquello que cae bajo el poder de su libertad y lo preparan para que sea maacutes capaz de someterse a Dios para siempre La creacioacuten estaacute sometida a los seres humanos en efecto el hombre no fue hecho para ella sino ella para el hombre50
El poder el amor y la belleza que refleja la obra de Dios en el hombre no
termina aquiacute maacutes bien empieza y tiene por delante un largo proceso de
48 Cf AH II 334 49 Cf AH IV pr 4 50 AH V 291
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 29
crecimiento de continua modelacioacuten entre las manos divinas de progresiva
libertad y obediencia al querer de Dios hasta ser verdaderamente imagen y
semejanza suya Si al principio lo fuimos por pura voluntad de Dios al final lo
seremos porque tambieacuten nuestra voluntad asiacute lo ha querido y ha colaborado en
ello dejaacutendose con-figurar progresivamente con Cristo imagen del Padre y por la
fuerza de su Espiacuteritu
Pero si seguimos Ep 11 auacuten nos falta hablar de otro elemento
Porque el hombre fue puesto en la tierra plasmado a imagen de Dios Y a fin de que pudiera vivir soploacute Dios sobre su rostro un haacutelito vital de manera que tanto en el soplo como en la carne plasmada el hombre fuera semejante a Dios Fue creado por Dios libre y sentildeor de siacute destinado para ser rey de todos los seres del cosmos51
Para que esta plasis imagen de Dios cobre vida Dios sopla su aliento lo
laquoanimaraquo El elemento divino interno y lo terreno en la plasis estaban laquomezcladosraquo
modelados por las manos divinas pero careciacutean de comunioacuten verdadera entre
ellos Por eso el hombre no era viviente auacuten porque el hombre interior no podiacutea
auacuten vivificar al exterior Esta es la funcioacuten mediadora del alma [ψυχὴ] uniendo
ambos extremos52
Son tres los elementos de los cuales como hemos dicho consta el hombre carne alma y Espiacuteritu El tercero es el que da la forma y nos salva esto es el Espiacuteritu otro es el elemento que recibe la unioacuten y la forma es decir la carne y el tercero (el alma) media entre los dos y es el que cuando consiente a la carne cae en las pasiones terrenas Si algunos seres humanos carecen de aquello que da la salvacioacuten unidad y forma con razoacuten se les llama laquocarne y sangreraquo porque no tienen en siacute el Espiacuteritu de Dios53
Creo que este punto es de gran importancia el hombre verdadero en quien
Dios graba su imagen y pone sobre la tierra es la plasis pero eacutesta no vive sin la
comunioacuten iacutentima entre lo terreno y lo divino que le configura Sin el Espiacuteritu no
seriacuteamos maacutes que laquocarne y sangreraquo una criatura maacutes54 iquestNo podriacuteamos ver aquiacute un
paralelismo con la intimiacutesima unidad de la naturaleza humana y divina en Cristo
Queda este tema para los capiacutetulos III y IV
51 Ep 11 52 Cf AH V 122 53 AH V 91 54 Cf A ORBE laquoLa definicioacuten del hombre en la teologiacutea del s IIraquo 563
CAPIacuteTULO I
30 | Humana augens
En Ireneo el alma proviene de Dios Padre no del Verbo ni de la Sabiduriacutea y
siempre presupone la plasis modelada por Sus Manos No eran pocos los que
identificaban el alma con la sustancia misma de Dios Los gnoacutesticos la
consideraban consustancial al Demiurgo generacioacuten de Yaveacute55 pero tambieacuten
Tertuliano defensor de la total unidad en Dios cree que el alma sale de su propia
sustancia56
Para Ireneo el alma es criatura no es laquodivinaraquo aunque sea inmaterial Ninguacuten
sentido tiene tampoco pensar en el alma pura por siacute sola De ser asiacute hablariacuteamos
de aacutengeles no de hombres El alma estaacute vinculada al cuerpo en todo momento y
soacutelo en el cuerpo cobra sentido animando el elemento interior y exterior divino y
terrestre Por un lado le hace laquohombre animalraquo le da vida fiacutesica temporal57 Por
otro asimila la vida interior del espiacuteritu que en la plasis estaacute como germen todaviacutea
imperfecto pero llamado a crecer hasta la plenitud Es decir por el alma
desaparece la dualidad entre ese hombre interior y exterior entre lo espiritual y lo
material o al menos estaacute llamada y capacitada para dar la unidad necesaria58 La
carne vive por el alma para llegar a vivir en el Espiacuteritu y eacuteste seguiraacute acrecentando
la carne a traveacutes del alma Por participar de ambos extremos mdashcarne y Espiacuteritumdash
tambieacuten ella recibe el tacto creador del Verbo y el Espiacuteritu y asiacute se va configurando
y divinizando El alma tomaraacute la forma espiritual o carnal seguacuten vaya eligiendo
pues en ella estaacute la sede de la libertad y la razoacuten
Por mediacioacuten del alma el Espiacuteritu va aduentildeaacutendose de la carne y el alma se va
espiritualizando en la medida que se vincula al plasma pues por siacute misma ella no la
puede salvar ni deificar ni acercar maacutes a Dios Eso soacutelo lo hace el Espiacuteritu en
comunioacuten con el alma y la carne (laquocommixtioraquo reflejando la ςύγκραςισ estoica59)
Es significativo porque de esta manera los diversos componentes se unen
55 Cf AH I 55 56 laquoHomo [] a rationali scilicet artiacutefice non tantum factus sed etiam ex substantia ipsius animatusraquo
(TERTULIANO Adversus Praexean 5 5) Cit por A ORBE Antropologiacutea 67 57 Cf AH V 121 58 Cf AH V 13 59 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 478
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 31
manteniendo su identidad propia pero compartiendo sus cualidades sin fusioacuten ni
con-fusioacuten60
Pues el alma y el Espiacuteritu pueden ser partes del hombre pero no todo el hombre sino que el hombre perfecto es la mezcla y unioacuten del alma que recibe al Espiacuteritu del Padre y mezclada con ella la carne que ha sido creada seguacuten la imagen de Dios61 [] Pues si alguien prescindiera de la substancia de la carne esto es de la criatura y quisiera entender lo anterior como dicho soacutelo del puro espiacuteritu entonces no se podriacutea hablar de que el hombre en cuanto tal es espiritual sino soacutelo del espiacuteritu del hombre y del Espiacuteritu de Dios (1Cor 211) Mas este Espiacuteritu se une a la criatura al mezclarse con el alma y asiacute por la efusioacuten del Espiacuteritu el hombre se hace perfecto y espiritual y eacuteste es el que ha sido hecho seguacuten la imagen y semejanza de Dios (Geacuten 126) Si le faltase el Espiacuteritu al alma entonces seguiriacutea como tal siendo animado pero quedariacutea carnal en cuanto se le dejariacutea siendo imperfecto tendriacutea la imagen en cuanto criatura pero no recibiriacutea la semejanza por el Espiacuteritu62
Por tanto el alma no hace laquohombreraquo a la plasis como afirmaban gnoacutesticos y
origenianos Soacutelo le confiere vida animal y racional como principio unificador
laquoporque una cosa es el soplo de vida que hace tambieacuten animal al hombre y otra el
Espiacuteritu vivificante que le hace tambieacuten espiritualraquo63 Es cierto que en textos como
este Ireneo parece hablar del alma como laquoespiacuteritu del hombreraquo64 sin embargo no
creo que haya que contraponerlo al espiacuteritu divino o laquovirtusraquo65 o laquohumedadraquo66 que
nuestro autor entiende ya mezclado con el limo inicial para poder ser plasmado
Otra cosa es otorgar al alma el papel primordial que para Ireneo tiene por ella la
carne pasiva de por siacute se hace capaz de acoger y hacer suyo el Espiacuteritu de Dios o
mejor dicho es capaz de dejarse poseer por Eacutel
60 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa inmortalidad como deificacioacuten del hombre en San Ireneoraquo Scriptorium
Victoriense 8 (1961) 286 Por otro lado W JAEGER afirma que la krasis o synkrasis griega es un tipo de mixis que conlleva la idea de laquopenetracioacuten mutuaraquo y habiacutea que traducirla por laquofusioacutenraquo (Cristianismo primitivo y paideia griega [Meacutexico 71998] 35-39) Desde luego no es el caso de Ireneo puesto que eacutel parte de que cada elemento sigue siendo substancialmente lo que es
61 laquoἩ δὲ ψυχὴ και τὸ Πνεῦμα μέροσ τοῦ ἀνϑρώπου δύνανται εἷναι ἄνϑρωποσ δὲ οὐδαμῶσmiddot ὁ δὲ τέλειος ἄντϑρεποσ ςύγκραςισ καὶ ἔνωςίς ἐςτι ψυξῆσ τῆσ ἐπιδεξαμένησ τὸ Πνεῦμα τοῦ Πατρὸσν καὶ ςυγκραϑείςησ τῇ κατrsquo εἰκόνα Θεοῦ πεπλαςμένη ςαρκί ndash Anima autem Spiritus pars hominis ese possunt homo autem nequaquam perfectus autem homo commixtio et adunitio est animae assumentis Spiritum Patris et admixtae ei carni quae est plasmata secundum imaginem Deiraquo Sigue el texto hablando de Espiacuteritu de Dios y espiacuteritu del hombre como Πνεῦμα ndash Spiritus
62 AH V 61 Cf AH V 81 91 II 331 63 AH V 122 64 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquoraquo 289 65 Cf Ep 11 66 Cf AH IV 393
CAPIacuteTULO I
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En contra de los valentinianos67 no somos carne y alma que recibe el Espiacuteritu
al final del proceso como una especie de laquosello finalraquo No existe el hombre
propiamente y soacutelo despueacutes como un plus se le antildeade el Espiacuteritu sino que eacuteste ya
forma parte mdashimperfectamentemdash de nuestra naturaleza de nuestro barro
modelado por las manos de Dios por dentro (Sabiduriacutea) y por fuera (Verbo) iquestQueacute
sentido tendriacutea espiritualizar al espiacuteritu ya activo en nuestro barro Lo que define
al hombre es la deificacioacuten de la carne que ya desde el principio estaacute mezclada con
el espiacuteritu de Dios Dios puso en el inicio lo que nos propone como final la
comunioacuten iacutentima de lo terreno y lo espiritual lo humano y lo divino Pero no nos lo
dio acabado sino en germen en potencia para que con nuestra libertad
hicieacuteramos nuestro lo que soacutelo puede venir de Eacutel Desde esta perspectiva cobra un
sentido mayor que la salvacioacuten viniera por el Verbo encarnado comunioacuten entre
Dios y el hombre tan plena que se hace una sola persona Cristo
En todo caso encontramos textos de Ireneo que parecen contradictorios con
Ep 11 (desde el principio Dios laquomezclaraquo barro con su propio espiacuteritu y tras
plasmarlo insufla el alma) como si situara el espiacuteritu al final recibieacutendolo el
alma68 Es el caso de AH III 221 V 61 91 Sin embargo no veo base para afirmar
tal contradiccioacuten puesto que por un lado son textos que se refieren al hombre
perfecto y no al hombre inicial de Ep 11 Y por otro lado en Ireneo el alma humana
no existe jamaacutes por siacute sola independientemente de la carne que anima iquestQueacute
sentido tendriacutea otorgar el soplo vital si auacuten no hay carne y espiacuteritu que integrar y
poner en relacioacuten
Adaacuten recibioacute el espiacuteritu en su barro antes de ser modelado pero
germinalmente como infante en su pequentildeez e imperfeccioacuten justamente para que
pueda crecer y llegar a la madurez Seraacute despueacutes en virtud de Cristo y de su carne
67 Cf AH I 55-6 68 Es el caso por ejemplo de C GRANADO laquoActividad del Espiacuteritu Santo en la Historia de Salvacioacuten
seguacuten San Ireneoraquo Communio Revista Catoacutelica Internacional 15 (1982) 31-32 A ORBE oscila entre diversas afirmaciones queriendo hacerlas compatibles seguacuten el texto que comenta Cf Antropologiacutea 58-77 127-133 Otros como J QUASTEN se inclinan a creer que para Ireneo el πνεῦμα es parte esencial del hombre creado desde el principio y no soacutelo el νοῦσ (cf Patrologiacutea I [Madrid 1961] 253 nota 8)
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gloriosa cuando recibamos el Espiacuteritu de un modo maacutes personal69 Puede ayudar
entonces distinguir por un lado el Espiacuteritu con mayuacutescula mdashpara entendernosmdash
o Espiacuteritu Santo personal que recibimos primero de Dios como en arras y al final
plenamente70 Y por otro lado el espiacuteritu con minuacutescula que hace referencia a la
virtus divina ya presente en la mezcla inicial antes de ser plasmados71
Ahora recibimos alguna parte de su Espiacuteritu para perfeccionar y preparar la incorrupcioacuten acostumbraacutendonos poco a poco a comprender y a portar a Dios El Apoacutestol lo llamoacute prenda [] (cf Ef 113-14) Por ello esta prenda al habitar en nosotros ya nos hace espirituales y la mortalidad es absorbida por la inmortalidad (2 Cor54) [] Esto no nos sucede por la destruccioacuten de la carne sino por la comunioacuten del Espiacuteritu [] Si pues teniendo ahora esta prenda clamamos laquoiexclAbbaacute Padreraquo iquestqueacute sucederaacute cuando resucitados lo veamos cara a cara (1Cor 1312) cuando todos sus miembros a una sola voz elevaraacuten el himno de alegriacutea para glorificar al que los ha resucitado de los muertos para darles la vida eterna Pues si la prenda apoderaacutendose del hombre mismo ya le hace clamar laquoiexclAbbaacute Padreraquo iquestqueacute haraacute la gracia universal del Espiacuteritu que Dios otorgaraacute a los hombres Nos haraacute semejantes a eacutel y nos haraacute perfectos por la voluntad del Padre pues eacuteste ha hecho al hombre seguacuten la imagen y semejanza de Dios72
Sobre esta plasis viviente Dios ha dibujado su misma fisonomiacutea su imagen que
lejos de ser estaacutetica y acabada conlleva una capacidad continua de asemejamiento
Por eso no solo somos hechos a su imagen sino tambieacuten a su semejanza Y esto es
lo que da una primaciacutea al ser humano por encima de todo lo creado incluidos los
aacutengeles pues ellos son creados libres y racionales pero no por ello laquoa semejanza
de Diosraquo73
Esta primaciacutea creatural74 ya presente en Justino o Teoacutefilo Antioqueno no
parece que se deba a nuestra mayor perfeccioacuten (hubiera elegido aacutengeles) ni a
nuestra cercaniacutea o consustancialidad con Dios (hubiera elegido almas puras) sino a
69 AH V 182 laquoPater enim conditionem simul et Verbum suum portat et Verbum portatum a Patre
praestat Spiritum omnibus quemadmodum uult Pater quibusdam quidem secundum conditionem quod est conditionis quod est factum quibusdam autem secundum adoptionem quod est ex Deo quod est generatioraquo Comenta A ORBE laquo(Este Espiacuteritu de creacioacuten [Spiritum secundum conditionem]) es anterior a la Encarnacioacuten y se deja sentir en la creacioacuten como tal a modo de complemento suyo Sin ese pneuma no puede perseverar el mundo material en su buen serraquo (Teologiacutea de San Ireneo II Traduccioacuten y comentario del libro V del Adversus haereses [Madrid 1987] 216) Por eso hay que distinguirlo del Espiacuteritu de adopcioacuten derramado en Pentecosteacutes tras la glorificacioacuten de la carne de Cristo (cf J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos [Madrid 2004] 46-50)
70 Cf AH V 61 71 Cf AH V 81 72 AH V 81 73 Cf AH IV 384 374 6 V 13 74 Cf AH V 291
CAPIacuteTULO I
34 | Humana augens
su libre voluntad y a la capacidad que nos ha dado para llegar a ser maacutes de lo que
somos (incrementum) en vistas a alcanzar la comunioacuten con Eacutel Esa posibilidad de
crecimiento y maduracioacuten es nuestra maacutes iacutentima vocacioacuten y para alcanzar tal fin
ha desplegado Dios todo lo creado75
El Padre decide y manda el Hijo ejecuta y modela el Espiacuteritu alimenta y hace crecer y el
hombre progresa poco a poco y se eleva a la perfeccioacuten es decir se acerca a lo Increado y
eacuteste es Dios76
Hemos visto coacutemo la Creacioacuten es trinitaria y tambieacuten lo es la Historia de
Salvacioacuten como un acompantildeamiento continuo de Dios a su criatura Dios Padre da
a luz a la materia creando de (ex) la nada por voluntad divina en contra de lo que
predicaban los gnoacutesticos77 Eacutel es quien dispone de esa materia primera el limo
inicial para crear al hombre78 Asiacute el cuerpo de Adaacuten era tan carnal material y
visible como el nuestro No hay un cuerpo de Adaacuten invisible y puro en las manos de
Dios y otro carnal y visible fruto del pecado como deciacutean los gnoacutesticos a raiacutez de Gn
321 o el mismo Oriacutegenes
El Verbo da la forma o consistencia como laquomodeloraquo que es por ser laquomedida
personal del Padreraquo79 y el Espiacuteritu imprime dinamismo y belleza (laquoornamentoraquo)
para conducirla a su plenitud Recordemos que el Verbo no modela ya pura tierra
aacuterida sino una mixis que contiene la fuerza divina daacutendole unidad y ductilidad El
Verbo lo modela externamente en lo visible mdasha su imagenmdash mientras por esa
virtud (su espiacuteritu) mezclada en el barro configura al hombre internamente en lo
invisible posibilitando su semejanza Veamos queacute supone esto
75 Cf AH IV 51 76 AH IV 383 77 Cf AH II 1024 287 309 IV 383 78 Cf AH III 2110 Ep 11 79 AH IV 42
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 35
3 Predileccioacuten de Dios por el hombre a su imagen y semejanza
Como hemos visto soacutelo el ser humano es tocado y acariciado por las manos de
Dios como un Artesano contempla y recrea su obra No hay dos piezas iguales Si
Dios soacutelo imprimioacute formoacute y modeloacute su imagen en la carne del hombre ahiacute reside
entonces lo maacutes original del ser humano80
Y iquesten queacute consiste entonces esta forma divina que Dios dibuja en nosotros81
Si somos modelados con sus dos Manos recibiremos la forma de ambos la forma
visible y externa del Verbo y la invisible e interna del Espiacuteritu como semejanza
dinaacutemica Es cierto que el Hijo y el Espiacuteritu intervienen en todo lo creado pero soacutelo
el hombre recibe plenamente aquello que les caracteriza a ambos
Ahora bien iquesthabriacutea entonces que decir que Dios tiene forma humana Visto
asiacute el Verbo el Logos eterno del Padre posee una forma externa que ha impreso
en el ser humano y si es cierta tal forma seraacute humana Tal afirmacioacuten era tachada
de antropomorfismo inaceptable por muchos entre ellos Oriacutegenes82 No podemos
entrar ahora en el anaacutelisis de las distintas posturas pero siacute vale la pena resentildearlo
pues de lo que concluyamos se seguiraacuten unas afirmaciones u otras al hablar de la
humanidad de Cristo
Autores como Justino o Tertuliano en la liacutenea de Ireneo haraacuten luz en esta
cuestioacuten al distinguir entre Dios Padre y el Verbo de Dios encarnado el segundo
Adaacuten Merece la pena transcribir este precioso texto de Tertuliano
Recuerda mdashescribemdash que laquohombreraquo se llama propiamente a la carne el apelativo primero del hombre Y plasmoacute Dios al hombre lodo de la tierra mdashhombre ya y todaviacutea
80 laquoIreneo queda estupefacto ante el prodigo del cuerpo humano vivificado por el alma Ante este
prodigio vive la experiencia primordial de lo distintivo de la criatura su condicioacuten de ser plasmado por la mano de Dios laquoLa carne no estaacute excluida de la sabiduriacutea y poder artiacutesticos de Dios porque el poder de Dios que comunica la vida deviene perfecto en la flaqueza (2Cor 129) o sea en la carneraquo (AH V 33) iexclExtraordinaria y penetrante exeacutegesis [] El centro del cosmos creado [] es el hombre que antignoacutesticamente es la arcilla que las manos de Dios dan formaraquo H U VON BALTHASAR Gloria II 64 [=H III 15] Cit por R POLANCO laquoLa carne de Cristo como salus in compendio (AH III 181) o la Gloria de Dios en lo finito Recepcioacuten balthasariana de Ireneoraquo Teologiacutea y Vida 50 (2009) 345-373 Aquiacute 352 nota 64 Antildeade que Balthasar se lamenta de que la teologiacutea posterior siguiera una senda maacutes platonizante y alejandrina en detrimento de esta teologiacutea ireneana de la carne
81 Cf Ep 11 82 En loacutegica coherencia tanto Oriacutegenes siguiendo a Filoacuten como despueacutes Clemente Alejandrino
veraacuten inaceptable asignar la imagen de Dios mdasha imagen del Verbomdash al cuerpo plasmado Cf A ORBE Antropologiacutea 112 T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano (Burgos 2004) 8588-90
CAPIacuteTULO I
36 | Humana augens
limomdash e inspiroacute en su rostro un haacutelito de vida y el hombre mdashes decir el lodomdash se convirtioacute en viviente y colocoacute Dios al hombre que plasmoacute en el Paraiacuteso En hombre fue en consecuencia primero plasma (figmentum) [] Imagina a Dios ocupado y absorbido en aquello con su mano su entendimiento su actividad prudencia sabiduriacutea providencia y sobre todo con su carintildeo que era quien dictaba los rasgos (lineamenta) Porque Cristo era el pensamiento de cuanto expresaba la arcilla (quodcumque enim limus exprimebatur Christus cogitabatur) el cual habiacutea de ser hombre como el limo y Palabra hecha carne como entonces la tierra Pues asiacute habloacute el Padre al Hijo laquohagamos al hombre a nuestra imagen y semejanzaraquo E hizo Dios al hombre mdasha lo que plasmoacutemdash a imagen de Dios lo hizo es decir a imagen de Cristo porque tambieacuten el Verbo es Dios [] Asiacute aquel limo revestido ya entonces de la imagen de Cristo que habiacutea de vivir en la carne no soacutelo era obra de Dios sino tambieacuten garantiacutea83
Cristo Verbo encarnado es la imagen visible del Dios invisible y Eacutel es el
paradigma o modelo sobre el que se creoacute al ser humano84 No hay otra forma de
modelar la plasis humana a imagen de Dios si no es mirando su Imagen Y si esto es
asiacute habremos de admitir que ya en Gn 126 la figura de hombre estaba en Dios de
alguacuten modo por su Verbo como meta y fin al que se nos destina como uacutenico
hombre perfecto acabado teleioacutetico (ἄνϑρωποσ τέλειοσ) imagen y semejanza de
Dios
iquestQueacute otro puede ser superior y maacutes excelente que el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios sino el Hijo de Dios a cuya imagen fue hecho el ser humano Por este motivo el Hijo al final manifestoacute la semejanza de Dios hacieacutendose hombre y asumiendo para siacute el antiguo plasma85
Dicho de otro modo Dios laquodibujaraquo en Adaacuten al Verbo encarnado y glorioso que
existiacutea desde siempre en Dios (no a partir del seno de Mariacutea) y que por eso pudo
ser modelo para dar al ser humano su propia fisionomiacutea
Porque Dios hizo al hombre a su imagen Y la imagen de Dios es el Hijo a cuya imagen ha sido hecho el hombre He aquiacute por queacute en los uacuteltimos tiempos se ha manifestado para dar a entender que la imagen era semejante a Siacute86
El Hijo no es imagen de Dios por encarnarse sino por ser Dios Por tanto el
hombre es a imagen del Hijo en cuanto Verbo encarnado y glorioso su prototipo
su ideal El primer Adaacuten prefigura visiblemente al Segundo en quien llegaraacute a su
plenitud y consumacioacuten pero no es anterior a Eacutel
83 TERTULIANO De Resurrectione carnis 58-65 Seguacuten la traduccioacuten de A ORBE Antropologiacutea 97 El
texto se cita en GS 22 Documentos del Vaticano II (Madrid 1968) nota 20 84 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 478 85 AH IV 334 86 Ep 22 [Imago autem Dei filius est cuius ad imaginem factus est homo Et propter hoc in novissimis
temporibus adparuit ut imaginem simile sibi ostenderet]
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 37
Pues en los tiempos preteacuteritos se deciacutea que habiacutea sido hecho el hombre a imagen de Dios mas no se mostraba Porque el Verbo a cuya imagen habiacutea sido hecho el hombre era todaviacutea invisible Razoacuten por la cual perdioacute con tanta facilidad la semejanza Mas cuando el Verbo de Dios se hizo carne ambas cosas las confirmoacute mostroacute la imagen verdadera hacieacutendose eacutel mismo lo que era su imagen y nos devolvioacute la semejanza y le dio firmeza para hacer al hombre semejante al Padre invisible por medio del Verbo invisible87
De este modo resuelve Ireneo la omisioacuten de la semejanza en Gn 127 respecto a
Gn 126 pues se nos habla del hombre viviente imperfecto como es que ha
comenzado un camino de crecimiento impulsado por la fuerza del Espiacuteritu hasta
hacerle en verdad semejante a la Imagen que le configura Coincidiraacute con Oriacutegenes
en que siendo el hombre creado por Dios con el fin de ser su imagen y semejanza
comienza siendo soacutelo imagen suya para adquirir poco a poco finalmente la
semejanza Aunque uno lo explica desde la maduracioacuten de la carne mdashhombre
carnal el uacutenico que haymdash y el otro lo explica desde la doble creacioacuten en que el
verdadero hombre a imagen de Dios fue hecho y no plasmado inteligencia pura
superior a toda materialidad
Si la imagen es obra del Verbo la semejanza nos viene por el Espiacuteritu o
Sabiduriacutea88 No olvidemos que el ser humano no podriacutea por siacute solo como animal
racional desarrollar y plenificar la imagen divina en eacutel impresa en una creciente
semejanza Sin el dinamismo del Espiacuteritu es imposible y eacuteste nunca actuacutea solo sino
con el Hijo para allegarnos al Padre
En cuanto al alma sabiendo que no es ella en siacute misma quien tiene que llevar a
cabo este proceso sino la plasis humana no podemos olvidar el importante papel
que juega en la deificacioacuten y asemejamiento Por el alma entran en juego la
racionalidad y la libertad humana indispensables para que el ser humano llegue a
Dios en verdad y no arrastrado por Eacutel89 Siendo nuestra libertad condicioacuten
indispensable no seraacute nunca suficiente pues quien nos asemeja finalmente es el
Espiacuteritu de Dios y no nuestra voluntad o nuestras fuerzas como veremos en el
siguiente capiacutetulo
87 AH V 162 Ep 38 88 Cf AH IV 74 89 Cf AH IV 373ss
CAPIacuteTULO I
38 | Humana augens
Ireneo no distingue siempre con claridad la imagen y la semejanza90 quizaacute por
contraste con los valentinianos que distinguiacutean entre el hombre laquoa imagenraquo (el
hiacutelico) y el hombre laquosemejanteraquo (el psiacutequico y el espiritual consustanciales a Dios
y al Pneuma respectivamente)91 El libro V es lugar clave para apreciar con nitidez
la distincioacuten mientras que en el libro III por ejemplo habla de imagen y semejanza
conjuntamente92 puesto que se expresa de un modo mucho maacutes global y teniendo
el foco de intereacutes en otros matices
Pero si al alma le falta el Espiacuteritu tal hombre permanece en realidad psiacutequico y carnal seraacute imperfecto tiene la imagen en la obra modelada pero no adquiere la semejanza por medio del Espiacuteritu93
En tiempos anteriores se deciacutea que el hombre habiacutea sido hecho a imagen de Dios pero esto no era ostensible ya que todaviacutea era invisible el Verbo a cuya imagen habiacutea sido hecho el hombre Por esto perdioacute faacutecilmente la semejanza Pero cuando el Verbo de Dios se hizo carne ratificoacute una y otra mostroacute en su verdad la imagen al hacerse lo que era su imagen y restablecioacute de modo estable la semejanza asemejando el hombre al Padre invisible por medio del Verbo invisible94
Podemos entender que en el pensamiento de Ireneo el hombre nunca pierde la
laquoimagenraquo natural en la que fue modelada su carne ni siquiera con el pecado En el
Segundo Adaacuten recobramos la semejanza perdida95 aunque en algunos casos Ireneo
diga conjuntamente laquola imagen y semejanza perdidasraquo96
El hombre laquoa semejanzaraquo no es auacuten semejante sino que se dirige hacia ella por
un asemejamiento progresivo gracias al germen o laquovirtusraquo que ha recibido Tal
don tal dinamismo inserto en nuestra carne nos dispone a vivir como laquoimitadores
90 Cf J FANTINO Lrsquohomme image de Dieu chez saint Ireacuteneacutee de Lyon (Paris 1986) B SESBOUumlEacute tiende a
considerar que utiliza ambos teacuterminos ambiguamente entre la distincioacuten y la identificacioacuten Sin embargo T SPIDLIacuteK cree que frente al uso indistinto que hacen de la imagen y semejanza autores como Atanasio Diacutedimo o los capadocios Ireneo utiliza la distincioacuten sistemaacuteticamente de modo que en eacutel laquoes el Espiacuteritu quien constituye la semejanza con Diosraquo (ID La espiritualidad del oriente cristiano 86) laquoLa mayor parte de los autores acentuacutean en Ireneo la distincioacuten entre los dos vocablos contemplando la imagen como algo estaacutetico dado en la creacioacuten mientras la semejanza denota un dinamismo de constante actualizacioacuten y perfeccionamiento de dicha imagen en un proceso de progresiva asimilacioacuten a su origen y destino conducido por el Espiacuterituraquo (N MARTIacuteNEZ-GAYOL laquoIreneo de Lyon la idea de reparacioacuten en el contexto de recapitulacioacutenraquo Estudios Eclesiaacutesticos 85 [2010] 3-42 Aquiacute 16) Avalan esta interpretacioacuten entre otros A ORBE L F LADARIA J KIRCHEMEYER
91 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanzardquoraquo 285-286 92 Cf AH III 181 93 AH V 61 Cf AH V 13 94 AH V 162 95 Cf J VIVES laquoPecado original y evolucioacuten humanaraquo 572 96 AH III 181
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 39
de Diosraquo97 de modo que cuanto mayor sea nuestro asemejamiento mayor seraacute la
semejanza adquirida En otras palabras la semejanza inicial que recibimos en
nuestra imperfeccioacuten humana no soacutelo nos asemeja con la imagen divina impresa
en nuestro cuerpo de un modo real sino que nos da fuerza para lanzarnos a crecer
en un asemejamiento continuo hasta la medida de Cristo verdadera imagen de
Dios98
Ahora bien en contra de lo que defendiacutean los gnoacutesticos estar hechos a
semejanza de Dios no nos hace consustanciales a Eacutel Llegaremos a la semejanza
plena adquiriendo las propiedades y virtudes propias de Dios pero siempre en
nuestra naturaleza humana La semejanza plena del hombre con Dios no elimina la
distincioacuten fiacutesica de sus naturalezas sino la cualitativa de sus propiedades Algo
sumamente importante puesto que nuestro destino final en la comunioacuten con Dios
no implica ser asumidos o absorbidos por la divinidad sino mantener nuestra
identidad humana con las propiedades y virtudes propias de la naturaleza de Dios
Faacutecilmente nos puede recordar esta afirmacioacuten la bella foacutermula de san Leoacuten Magno
previa a Calcedonia (451) laquohumana augens divina non minuensraquo99 Es decir que
cuanto maacutes iacutentima y plena es la unidad entre lo humano y lo divino lejos de quedar
absorbida o disminuida la humanidad crece y se potencia100 Y no por ello deja der
ser humanidad aunque adquiera las cualidades propias de Dios
El Hijo laquoesraquo la uacutenica imagen de Dios El hombre soacutelo es laquoa suraquo imagen No es lo
mismo Podemos llamarnos laquoencarnacioacuten diminutivaraquo como reza el himno
lituacutergico101 o laquomicrocosmosraquo102 pero no somos el Verbo encarnado por maacutes que
97 Cf AH III 202 98 Cf AH V 162 95 99 Tomus ad Flavianum DH 293 100 Cf K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo Escritos de teologiacutea I (Madrid 1963) 183
Tambieacuten cf COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA INTERNACIONAL (=CTI) Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea (1981) I E 4 C POZO Documentos 1969-1996 (Madrid 1998) 254
101 OFICIO DE LECTURA Laudes del Viernes de la Primera Semana TO 102 En la perspectiva de la filosofiacutea griega seguacuten T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano
123 Tambieacuten laquomicrologosraquo dice A ORBE Antropologiacutea 171 A propoacutesito del hombre como microcosmos es sugerente la anotacioacuten de V LOSSKY comentando a san GREGORIO DE NISA laquoSe deciacutea ldquoel hombre es un microcosmosrdquo y creyendo exaltar la naturaleza humana por ese nombre grandilocuente no se observoacute que el hombre se encontraba gratificado al mismo tiempo con las cualidades de los mosquitos y ratonesraquo [De hominis oficio XVI PG 44 col 177D-180A] La perfeccioacuten del hombre no radica en lo que le asemeja al conjunto de las criaturas sino en lo que lo distingue
CAPIacuteTULO I
40 | Humana augens
llevemos impresa su imagen en nuestro cuerpo y en eacutel y para eacutel hayamos sido
creados Lo que siacute es tarea nuestra es conservar o guardar su obra en nosotros
Si pues eres obra de Dios aguarda la mano de tu Artiacutefice que todo lo hace oportunamente [] Preseacutentale tu corazoacuten blando y maleable y conserva la figura con que te modeloacute el Artiacutefice mantenieacutendote huacutemedo no vayas a perder endurecido las huellas de sus dedos Guardando empero la trabazoacuten subiraacutes a lo perfecto pues el arte de Dios esconderaacute el barro que hay (naturalmente) en ti103
Vemos coacutemo Ireneo cuida mucho no perder la unidad de accioacuten trinitaria
aunque distinga diversas funciones y propiedades entre las Personas104 El Verbo
imprime en nosotros su imagen y el Espiacuteritu nos otorga el dinamismo de la
semejanza Del mismo modo que el Verbo se encarna para mostrarnos que esa
imagen impresa en nuestra carne es tambieacuten semejanza plena con la imagen de
Dios el Espiacuteritu nos va llevando y aconsejando para que crezcamos en semejanza y
asiacute nos configuremos plenamente con el Hijo uacutenica imagen verdadera de Dios
Recordemos que este don primero del Espiacuteritu estaacute ya en nuestro barro en
nuestra primera mezcla Como dijimos anteriormente no es el Espiacuteritu que
recibiremos por el Verbo encarnado y Resucitado105 Es el dinamismo espiritual
que recibe todo ser humano por el hecho de existir pues laquotodo hombre en cuanto
hombre es plasma de Eacutel aunque ignore a su Diosraquo106 Otra cosa seraacute recibir el
Espiacuteritu Santo personalmente acogieacutendolo en libertad como lo recibioacute la carne de
Cristo gloriosa en un doble asemejamiento fiacutesico por el espiacuteritu que el Verbo teniacutea
en su carne y sustancial al recibir plenamente el Espiacuteritu Santo
El Sentildeor nos redimioacute con su propia sangre dando su vida por la nuestra y su carne por nuestra carne y derramando el Espiacuteritu de Padre para la unidad y comunioacuten entre Dios y los hombres Asiacute trajo a Dios a los hombres mediante el Espiacuteritu (ad homines quiden deponente Deum per Spiritum) y levantando los hombres a Dios por medio de su carne (ad Deum autem rursus imponente hominem per suam incarnationem) por su venida nos otorgoacute su inmortalidad de manera firme y verdadera mediante la comunioacuten con Eacutel107
del cosmos asimilaacutendolo al Creador La revelacioacuten nos ensentildea que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Diosraquo (V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente [Barcelona 22009] 84)
103 AH IV 39 2-3 104 Cf AH III 183 IV 42 6135 74 205 381 V 111 182 362 105 Cf AH III 1712 214 V 11 81 102 134 106 AH IV 366 107 AH V 11
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 41
Si esto es asiacute vemos que no es suficiente el hecho de encarnarse como algo
puntual pues seraacute despueacutes glorioso tras su Resurreccioacuten (laquosu inmortalidadlaquo)
cuando se complete plenamente su obra salvadora Por tanto tuvo que darse un
proceso de asemejamiento un crecimiento en su humanidad sujeta como la
nuestra al dinamismo del espiacuteritu mezclado en nuestro barro No puede mostrar su
plenitud en la carne (iacutentima comunioacuten con Dios) del mismo modo recieacuten nacido
que tras la muerte y resurreccioacuten Si hubiera sido asiacute ninguacuten meacuterito tendriacutea su
obediencia al Padre
Y a esto estamos llamados pues si Adaacuten fue creado a imagen del Verbo
tambieacuten a imagen de la carne gloriosa de este Verbo o al menos con capacidad
para llegar un diacutea a ser unidos a su carne gloriosa108
4 Conclusiones
Hemos visto coacutemo el punto de partida es el hombre plasmado por Dios con sus
Manos No es una plasmacioacuten cualquiera sino la gran obra de Dios su obra
predilecta Arte de su querer y hacer
Tal cuidado en el empentildeo creador de Dios responde al destino y finalidad que
nos propone llegar a ser como Eacutel es verdadera imagen y semejanza suya por
comunioacuten iacutentima con Eacutel Pero en poco se distinguiriacutea Ireneo si soacutelo afirmara esto
presente en tantos Padres desde Justino a la escuela alejandrina aunque desde
otra perspectiva La aportacioacuten maacutes luminosa de nuestro autor para el tema que
nos ocupa es cifrar la posibilidad de madurar hasta Dios mdashdivinizacioacutenmdash en la
carne pues en ella quiso dibujar su propia imagen y en ella imprimioacute el dinamismo
de semejanza con Eacutel
Dios no precisoacute de aacutengeles ni poderes para modelar el plasma humano con sus
Manos mdashVerbo y Espiacuteritumdash hizo al ser humano plasmaacutendolo Y asiacute lejos de
108 Cf AH IV 202 V 32
CAPIacuteTULO I
42 | Humana augens
rebajar la dignidad divina en contacto con el barro mostroacute su amor su grandeza y
su paciencia creadora Por eso laquoopera autem Dei plasmatio est hominisraquo109
En el principio el aacutenthropos fue plasma Dei mixis inicial de tierra y virtus No
hay ser humano originario fuera de Dios No antildeade su espiacuteritu al hombre que vive
sino que el hombre empieza a hacerse hombre en ese plasma primero Por eso no
habraacute salvacioacuten humana que no sea salus carnis No habraacute verdadera humanidad ni
hombre perfecto sin una carne que obedientemente haga este proceso de
asemejamiento progresivo y libre hasta Dios Padre por el Hijo en la fuerza
transformadora del Espiacuteritu110 Somos creados laquoaraquo imagen del que laquoesraquo Imagen de
Dios el Verbo Eacutel se haraacute visible llegado el momento oportuno (cf Gal 44) para que
reconozcamos quieacutenes somos y doacuteciles a la accioacuten del Espiacuteritu crezcamos en
semejanza hasta la plenitud de la imagen inicial hasta Cristo glorioso
En cuanto a la visioacuten ireneana del alma humana no todos los autores llegan a
las mismas conclusiones justamente por la variedad y aparente contradiccioacuten de
algunos textos de Ireneo que ya hemos sentildealado Recordamos brevemente
siguiendo Ep 11 el primer Adaacuten es mezcla de barro y espiacuteritu (virtus) que una vez
plasmado por las Manos de Dios recibe el soplo vital (alma) que los integra y
vivifica Soacutelo al final con Cristo glorioso recibiremos el Espiacuteritu plenamente El
alma es ese laquogozneraquo indispensable que activa carne y espiacuteritu para que ambos
vayan siendo poco a poco una sola cosa carne espiritual saacuterx pneumatikoacutes El
hombre viviente completo es carne alma y espiacuteritu Y este hombre el uacutenico que
hay es a quien Dios acompantildea en su historia de salvacioacuten laquopues toda la
Dispensacioacuten la llevoacute a cabo el Hijo de Dios a causa de la carneraquo111 que para Ireneo
es el hombre en su totalidad Salus carnis y no salus animae que viniendo
enteramente de Dios requiere nuestra cooperacioacuten libre para que asiacute crezcamos
hasta Eacutel pues asiacute lo requiere el fin para el que nos creoacute que consiste en hacernos
capaces laquode ver y comprender a Diosraquo112
109 AH V 152
110 Cf AH V 124 111 AH IV pr 4 112 AH IV 377
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 43
Esta maduracioacuten o crecimiento es lo que espera Dios de todo ser humano Si
esto es asiacute loacutegico seraacute pensar que no pudo Cristo llevar a cabo la misioacuten que le era
propia sin vivir en su humanidad un proceso de crecimiento libre y voluntario de
semejanza con Dios de asentimiento a su voluntad hasta hacerla suya en plena
obediencia La imagen y semejanza dibujada por Dios en nuestra carne como si de
un boceto se tratase llegaraacute a su plenitud en el uacutenico hombre perfecto Cristo por
la fuerza transformadora del Espiacuteritu Un camino que estaacute por hacer en cada ser
humano
Ahora bien al constatar con asombro la predileccioacuten y cuidado que Dios tiene
por el ser humano hecho y plasmado a su imagen y semejanza y cuan alta es la
meta que nos propone no es extrantildeo que surja la pregunta laquoiquestAcaso no podriacutea
haber creado [Dios] al ser humano perfecto desde el principioraquo113
San Ireneo se dejoacute cuestionar por tal pregunta e intentoacute darle respuesta En
ella intentaremos adentrarnos en el siguiente capiacutetulo
113 AH IV 381
CAPIacuteTULO I
44 | Humana augens
Capiacutetulo II
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
LLAMADO A CRECER LIBRE Y OBEDIENTE
Plasmavit hominem in augmentum et incrementum
(AH IV 111)
Introduccioacuten
1 De la imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten como destino
2 Salus carnis carne que crece libre
3 Salus carnis carne que crece obediente
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO II
46 | Humana augens
Introduccioacuten
Soacutelo hay que contemplar al hombre sus obras e intenciones para constatar su
imperfeccioacuten Si partieacuteramos de teoriacuteas que defienden diversos principios de lo
creado y diversas categoriacuteas de hombre todo quedariacutea maacutes claro un Dios bueno
creoacute un mundo bueno con un hombre espiritual y perfecto mientras que el mundo
material imperfecto que conocemos con este hombre imperfecto procederiacutea de
otro dios inferior y contrario al bien Pero ya hemos visto en el primer capiacutetulo que
Ireneo centra toda su teologiacutea en la unidad y unicidad de Dios con una uacutenica
creacioacuten y un uacutenico aacutenthropos
La pregunta sigue ahiacute si Dios quiso hacer al hombre a su imagen y semejanza
poniendo tanto cuidado en ello iquestpor queacute no le creoacute desde el principio ya
divinizado Si propone un camino de crecimiento desde el hombre natural al
hombre espiritual iquestpor queacute no le hizo ya espiritual Maacutes auacuten el Dios bueno
increado y eterno iquestpor queacute no pudo hacer hombres buenos e incorruptibles sin
necesidad de tiempo y maduracioacuten para llegar al fin que les propone
Vamos a intentar acercarnos a las respuestas que Ireneo ofrece Como otros
autores auacuten con perspectivas distintas la libertad humana seraacute central Y desde
esa libertad de criatura veremos queacute incidencia tiene el pecado y sus
consecuencias Todo ello para volver a retomar esta llamada al crecimiento como
vocacioacuten humana y primer deseo de Dios
Porque lo ha modelado [Dios al hombre] de cara a un crecimiento y una madurez [Ἔπλαςε γὰρ αὐτὸν εἰσ αὔξηςίν τε καὶ ἀκμήν] seguacuten la palabra de la Escritura laquocreced y multiplicaosraquo [Gn 128] [καϑὼσ ἡ γραφὴ λέγειmiddot laquoΑὐξάνεςϑε καὶ πληϑύνεςϑεraquo]1
Ahora bien si el hombre por siacute mismo puede crecer y llegar a tal perfeccioacuten
pues ha recibido de Dios tal capacidad2 iquestqueacute sentido tiene la historia de salvacioacuten
iquestjugariacutean alguacuten papel Dios Padre el Verbo y el Espiacuteritu o son simple origen y meta
del proceso En Ireneo veremos coacutemo no hay crecimiento humano ni perfeccioacuten
alguna sin la docilidad de la carne a la accioacuten transformadora del Espiacuteritu de Dios
que es el Uacutenico que puede elevar al ser humano hasta Eacutel No hay libertad plena sin
obediencia al consejo bueno de Dios que siempre nos acompantildea
1 AH IV 111 Cf Ep 22 2 Cf AH IV 112
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 47
1 De la imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten como destino
Conviene distinguir desde el principio a queacute nos referimos al hablar de
laquoperfeccioacutenraquo (τελείωςισ) puesto que tendemos a unirlo espontaacuteneamente con un
sentido moral de excelencia o grado3 hacieacutendolo coincidir praacutecticamente con la
imposibilidad de falta o pecado (ἀναμαρτηςία) Lo cual seriacutea bastante
reduccionista
Ireneo suele identificar laquohombre perfectoraquo [τέλειοσ ἄνϑρωποσ] con laquohombre
espiritualraquo4 en sentido paulino5 Es el hombre completo carne alma y espiacuteritu
Otras veces se refiere a la intachabilidad de diversos testigos6 como Esteban o los
Apoacutestoles y sus sucesores En otras ocasiones se refiere al Hombre Perfecto que
propiamente soacutelo es el Verbo laquoperfecto desde siempreraquo7 Hay otro sentido
emparentado con este teacutermino significando una especie de madurez o destino
cumplido de un ser dentro del orden (τάξισ) que le es propio
Los aacutengeles se hallaban en la plenitud de su posibilidad mientras que el duentildeo esto es el hombre era auacuten pequentildeo como nintildeo y debiacutea crecer para llegar a la madurez [pusillus erat nam infans erat et oportebat-et-conveniebat eum crescentem sic ad perfectionem venire] Y a fin de que se educara [educatio] y desarrollara [incrementum] con gozo y alegriacutea le fue preparado un sitio mejor que este mundo8
De este uacuteltimo sentido parte Ireneo para dar razoacuten de la imperfeccioacuten inicial
humana sin menoscabo alguno de la perfeccioacuten y bondad de Dios Creador El
teacutermino laquoinfansraquo [νήπιοσ] estaacute indicando inocencia sencillez propia de un nintildeo
pero sobre todo significa que era laquoimperfectoraquo (ἀτελή) en contraste con el adulto
(τέλειοσ)9
Como apuntamos en el primer capiacutetulo excepto el ser humano el resto de
criaturas carecen de un teacutelos maacutes allaacute de sus liacutemites10 Los aacutengeles tambieacuten son
racionales y libres pero no han recibido la capacidad de ir asemejaacutendose en
3 Cf REAL ACADEMIA ESPANtildeOLA Diccionario de la Lengua espantildeola (Madrid 222001) 4 Cf AH V 61 82 121-2 5 Cf 1Cor 26 1Cor 215 1Ts 523 6 Cf AH III 1213 31 7 AH IV 134 8 Ep 12 9 Cf A ORBE Antropologiacutea de San Ireneo (Madrid 1997) 214 10 Cf Ep 10 AH IV 376
CAPIacuteTULO II
48 | Humana augens
progresivo crecimiento hasta la comunioacuten con Dios Y paradoacutejicamente quiere
Dios que sea el hombre auacuten inmaduro pequentildeo como un nintildeo el duentildeo de los
aacutengeles plenos y perfectos en su orden11 El don de ser creados a imagen y
semejanza de Dios muestra la predileccioacuten de Dios maacutes cercana a la capacidad de
perfeccionamiento o crecimiento que a una perfeccioacuten ya dada y acabada
Ciertamente esa parece ser una cualidad que distingue al ser humano de otras
criaturas frente al Creador
Asiacute pues mediante esta ordenacioacuten y tales fases y disciplina el hombre hecho y plasmado es constituido a imagen y semejanza del Dios Increado el Padre lo tiene a bien y ordena el Hijo sirve y da forma el Espiacuteritu nutre y hace crecer el hombre se desarrolla y llega a lo perfecto hasta allegarse al Increado porque perfecto es el Increado y este es Dios Pues conveniacutea que primero el hombre fuese creado que una vez creado creciera una vez crecido se hiciera auteacutentico hombre [ἀνδρωϑῆναι] hecho hombre se multiplicase multiplicado se consolidase consolidado se elevase a la gloria y en la gloria contemplase a su Sentildeor Pues es a Dios a quien ha de ver y la visioacuten de Dios produce la incorrupcioacuten y laquola incorrupcioacuten nos acerca a Diosraquo [Sab 619-20]12
Si perfecto es el Increado el uacutenico Dios no corresponderaacute a la criatura ser
perfecta sino laquoperfectibleraquo13 Anhelar tal perfeccioacuten seriacutea como querer ser ya Dios
o por no ser consciente de su condicioacuten de criatura o por rechazarla
ingratamente14 Ahora bien una cosa es la imperfeccioacuten propia de quien es creado
y otra bien distinta esa capacidad de perfeccionamiento progresivo don que soacutelo
puede provenir de Dios15 mdashel Perfectomdash y que en el ser humano consiste en
asemejarnos con Eacutel Padre Hijo y Espiacuteritu que hicieron y plasmaron al hombre
seguiraacuten cuidaacutendolo y daacutendole orden (Padre) sirvieacutendole y con-formaacutendole (Hijo)
y nutrieacutendole para que pueda crecer (Espiacuteritu) La perfeccioacuten a la que estaacute llamada
el hombre la divinizacioacuten como teacutelos querido por Dios para Eacutel no anula la
distancia que siempre habraacute entre Creador y criatura Increado y recieacuten creado
Aquiacute tenemos una primera respuesta de Ireneo a nuestra pregunta
Los seres creados en tanto que tuvieron su propio comienzo de existencia maacutes tarde debiacutean ser inferiores a Aquel que les habiacutea hecho Porque no era posible que unos seres recientemente creados fuesen increados Pero en tanto que no son increados son
11 Cf A ORBE laquoSupergrediens angelos (San Ireneo AH V 363)raquo Gregorianum 54 (1973) 6-59 Aquiacute
24-27 12 AH IV 383 13 AH II 253 14 Cf AH IV 381 II 253 254 15 Cf AH III 53 193 IV 923 V 81 92 112 2056 342
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inferiores al Perfecto [] Dios pudo dar la perfeccioacuten al ser humano desde el principio pero eacuteste era incapaz de recibirla pues no era maacutes que un nintildeo16
La imperfeccioacuten humana estaacute maacutes relacionada con la necesidad de aprendizaje
de crecimiento de plenitud que con una especie de menor dignidad como a veces
parece asociarse laquoNuper factusraquo recieacuten hechos seguimos siendo tambieacuten
nosotros al igual que Adaacuten17 hasta que alcancemos la plenitud en la comunioacuten con
Dios Pues este crecimiento tiene como fin llegar libremente a la perfeccioacuten que
propiamente soacutelo es Dios participar de su vida
Encontramos este planteamiento en otros autores del siglo II distinguiendo el
estado inicial o infantil del hombre del destino divino que el mismo Dios le tiene
reservado18 Tambieacuten los gnoacutesticos distinguiacutean entre lo perfecto (teacuteleios) y lo
infante (neacutepios) pero con conclusiones muy distintas a las de Ireneo Ellos
aceptaban un hombre material seguacuten el Geacutenesis hecho a imagen y semejanza del
Aacutenthropos Teacuteleios19 Como vimos seguacuten la sustancia originaria los hombres se
dividiacutean en hiacutelicos psiacutequicos y espirituales Pues bien puesto que todo lo que
provenga de la materia soacutelo puede aspirar a la corrupcioacuten el proceso de
crecimiento entre uno y otro extremo soacutelo podraacute darse en los espirituales cuando
reciban la Gnosis y por tal Iluminacioacuten alcancen la teleiocircsis No hay necesidad de
carne de maduracioacuten ni de historia paciente20 Maacutes bien sobran
Para Ireneo por el contrario puesto que soacutelo existe un aacutenthropos en eacutel se
cumpliraacute tal proceso No hay maacutes salvacioacuten que la del plasma inicial pues por siacute
mismo carece de toda perfeccioacuten posible pero por libre voluntad de Dios lleva en siacute
mismo la capacidad para alcanzarla La salus carnis implica que el hombre soacutelo
seraacute perfecto en la carne nunca sin ella21 pero tampoco podraacute alcanzar la
16 AH IV 381 17 Cf AH 381 aplicado a Adaacuten AH V 11 aplicado a todo ser humano 18 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo Gregorianum 46 (1965)
481-544 Aquiacute 499 19 Cf Ibid 500-504 Seguacuten esto curiosamente el Salvador seriacutea perfecto desde siempre como
laquoaacutenthroposraquo no susceptible de cambio alguno con lo cual no tuvo que laquoir hacieacutendose hombreraquo ni creciendo en su humanidad En todo caso su crecimiento o progresiva perfeccioacuten seriacutea solo aparente Justo lo contrario de lo que pretendemos afirmar desde la teologiacutea de Ireneo Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo Scriptorium Victoriense 23 (1976) 275-302 Aquiacute 296
20 Cf AH I 61 21 Cf AH V 81-2
CAPIacuteTULO II
50 | Humana augens
perfeccioacuten la carne sola22 sino en la medida que se deje poseer por el Espiacuteritu de
Dios23 a traveacutes del alma con toda libertad
Este es un rasgo esencial que confirma la seriedad y dignidad de la obra divina
Sin libertad el crecimiento hacia Dios seriacutea una farsa y su consumacioacuten
mdashteleiocircsismdash algo impuesto por Dios o inaccesible a su naturaleza (en funcioacuten de su
esencia originaria seguacuten los gnoacutesticos y sus tres tipos de hombres) Ahora bien no
olvidemos que tambieacuten los aacutengeles son creados libres y sin embargo no estaacuten
llamados a crecer hasta Dios Por tanto la sola libertad no explica la imperfeccioacuten
inicial Hay que unirla al modo en que Dios quiere que lleguemos a Eacutel en la carne Y
esto requiere un tiempo un ritmo un acostumbramiento No es inmediato24
Primero hombre animal luego hombre viviente y racional o psiacutequico para
llegar un diacutea a ser espiritual perfecto25 siguiendo el proceso tiacutepicamente paulino26
En Oriacutegenes27 por ejemplo el orden progresivo es inverso el primer hombre
perfecto y libre cae y sufre la degradacioacuten del mundo material e imperfecto Asiacute
nace la historia fruto de la caiacuteda transhistoacuterica y acabaraacute cuando el alma mdashimagen
del Logosmdash sea capaz de elevarse nuevamente por encima de lo sensible incluida
nuestra carne hasta llegar a Dios
Ireneo insiste en no saltarse ninguacuten paso no evitar ninguna etapa Si Dios
hubiera divinizado directamente el plasma inicial no hubiera habido estadio
psiacutequico propiamente humano No hubiera habido historia ni eleccioacuten humana
Quiso Dios que aprendieacuteramos a ser primero aacutenthropos y desde ahiacute dejarnos
hacer espirituales para llegar hasta Dios La inmediatez de los espiacuteritus puros o del
22 Cf AH V 91 23 Cf AH V 94 24 Cf M NAMIKAWA laquoLa paciencia del crecimiento y la maduracioacuten Del hombre recieacuten hecho al
hombre perfecto en Ireneo de Lyonraquo Estudios Eclesiaacutesticos 83 (2008) 51-85 aquiacute 6479-82 ID laquoAcostumbrarraquo para la comunioacuten en san Ireneo de Lyon (Tesina de Licenciatura U P Comillas Madrid 2005) 123-125
25 Cf AH V 122 26 Cf 1 Cor 1546
27 Cf ORIacuteGENES De Principiis II En A ORBE Antropologiacutea 25-27
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alma libre que guiacutea tal proceso en el hombre tiene que integrarse en la realidad
tosca de la carne doacutecil a las inspiraciones del Espiacuteritu el uacutenico que diviniza28
iquestCoacutemo podriacuteas hacerte dios si primero no te haces un ser humano iquestCoacutemo pretendes ser perfecto si fuiste creado en el tiempo iquestCoacutemo suentildeas en ser inmortal si en tu naturaleza mortal no has obedecido a tu Hacedor Es pues necesario que primero observes tu orden humano para que en seguida participes de la gloria de Dios29
El hombre recibioacute laquoτὸ τέλειονraquo30 lo perfecto porque en eacutel quiso Dios volcar
toda su bondad y bien pero no fue creado perfecto como laquoἄντϑρωποσ τέλειοσraquo No
recibioacute la laquoτελειότησraquo es decir no disfrutaba de una unioacuten plena con Dios pues
auacuten no habiacutea ejercido su libertad ni habiacutea experimentado el bien y el mal31 Para
Ireneo toda laquoteleiocircsisraquo pasa por la deificacioacuten de la carne que aquiacute en la historia
soacutelo puede darse en progresivo cumplimiento poco a poco nunca plenamente32
Si hubiera querido deificar a los aacutengeles o a espiacuteritus puros lo hubiera hecho
inmediatamente No tendriacutea que haberse visto sometido al lento
acostumbramiento de la carne No hubiera hecho de su salvacioacuten historia salutis y
mucho menos salus carnis No hubiera tenido mayor sentido la encarnacioacuten del
Verbo pues toda la Salud podriacutea haberse jugado espiritualmente sin necesidad de
que el Hijo de Dios se vaciara de su condicioacuten divina [laquoἑαυτὸν ἑκένωςενraquo] y se
empobreciera con la condicioacuten humana33 Maacutes auacuten en el mejor de los casos la
humanidad de Cristo no seriacutea maacutes que un vehiacuteculo o medio para llevar a cabo
nuestra salvacioacuten mientras se hace visible en la historia pero no formariacutea parte
esencial de dicha salud Algo impensable desde nuestro planteamiento Dios ha
querido que sea el ser humano completo el que Eacutel modeloacute del barro quien sea
divinizado y tal horizonte no podraacute llevarse a cabo si no es iniciando ya aquiacute y
28 Cf AH II 334 Con otras palabras laquoEl espiacuteritu estaacute pronto pero la carne es deacutebilraquo (Mt 2641) 29 AH IV 392 30 AH IV 381
31 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo 279
32 Por eso tambieacuten la historia y el cosmos participan de esta dimensioacuten progresiva madurativa Podriacuteamos decir que laquola vocacioacuten del cosmosraquo tambieacuten es crecer hasta la plenitud en Dios pues laquoeste cosmos fue hecho ἀποτελεςτικῷσraquo [AH II 283] Cf J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos (Madrid 2004) 54-55
33 Cf Flp 25-11 2 Cor 89
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ahora aquello que se nos promete la comunioacuten iacutentima y plena del plasma y el
espiacuteritu de lo humano y lo divino poniendo cada cual aquello que le es propio34
En esto difiere Dios del hombre en que Dios hace [facit - ποιεῖ] y el hombre es hecho [fit - γίνεται] El que hace es siempre el mismo el que es hecho ha de tener por el contrario principio adicioacuten y aumento hasta alcanzar la madurez Dios hace bien mientras el hombre es bien hecho [] El hombre en cambio es capaz de aumento y de crecimiento hacia Dios Pues asiacute como Dios es siempre el mismo asiacute tambieacuten el hombre gracias a Dios creceraacute siempre hacia Dios Porque ni Dios deja nunca de beneficiar y enriquecer al hombre ni el hombre deja de recibir beneficios y ser enriquecido por Dios [] El mismo Sentildeor prometioacute dar maacutes a quien siempre da mucho fruto35
Dios hace El hombre estaacute llamado a dejarse hacer por Eacutel a su ritmo36 La
perfeccioacuten final soacutelo proviene de Dios pero requiere la docilidad humana su
recepcioacuten y acogida su obediencia37 Asiacute pasaraacute el hombre de la infancia a la
madurez que es la comunioacuten con Dios la visio Dei Para ayudarle Dios mismo se
acomoda a su capacidad como una madre alimenta al recieacuten nacido con leche y no
con alimento soacutelido pues de otro modo el ser humano seriacutea incapaz de acogerle
obedecerle y amarle y quedariacutea incompleto para siempre
Dios habriacutea podido desde el principio dar la perfeccioacuten al ser humano pero eacuteste recieacuten creado no era capaz de recibirlo [λαβεῖν] si lo recibiacutea era incapaz de acogerlo [χωρείν] y si lo acogiacutea no teniacutea fuerzas para conservarlo [καταςχείν] Por eso el Verbo de Dios se hizo nintildeo con el hombre aunque eacutel era perfecto no por siacute mismo sino por la pequentildeez del ser humano a fin que de de alguacuten modo se hiciese capaz de recibirlo Asiacute pues no es que Dios fuera incapaz o indigente sino que lo era el hombre recieacuten hecho pues no era increado38
Este texto conjuga las dos razones principales que explican la imperfeccioacuten
inicial la distancia propia entre el laquorecieacuten hechoraquo y el Increado y la libertad
humana como cauce para crecer en la carne hasta el fin que nos es propio Dios
mismo el Perfecto La falta de perfeccioacuten inicial no estaacute hablando de la incapacidad
de Dios sino de la del hombre Si algo dice de Dios es de su apuesta firme por este
34 Cf AH IV 39 2-3 Ep 2 35 AH IV 112 Cf AH IV 392 36 Cf A ORBE laquoDeus facit homo fit Un axioma de san Ireneoraquo Gregorianum 69 (1988) 629-661
Me parece sugerente la anotacioacuten de J I GONZAacuteLEZ FAUS al respecto laquoDebajo de este ldquofitrdquo es legiacutetimo sospechar un γίνεται y el verbo γίγνομαι posee un claro matiz evolutivo que a veces se expresa mejor traducieacutendolo por voz media que por la pura pasiva Dios hace y el hombre ldquodevienerdquo se hace (no simplemente es hecho) Como la pura actividad pertenece a la esencia del Dios asiacute la evolucioacuten pertenece a la esencia del hombre tal como lo concibe Ireneoraquo Carne de Dios Significado salvador de la Encarnacioacuten en la teologiacutea de san Ireneo (Barcelona 1969) 97
37 Cf AH IV 281 374 38 AH IV 382
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plasma de sus manos y por su libertad Si Dios lo hubiera creado acabado podriacutea
ser una criatura plena divinizada ya pero nunca a su imagen y semejanza pues le
faltariacutea al hombre un rasgo esencial de Dios su libertad
Los tres verbos del texto son altamente significativos recibir acoger y
conservar Ninguno de ellos es automaacutetico Todos expresan voluntad en quien los
realiza iquestQueacute meacuterito tendriacutea ser recibido y acogido por alguien a quien se le impone
la visita iquestDoacutende estaacute la grandeza amorosa de un Dios cuya bondad no puede su
criatura elegir conservar y acrecentar laquoRecieacuten creadoraquo el barro plasmado y hecho
viviente por Dios no teniacutea capacidad para recibir la grandeza de Dios La rudeza y
tosquedad es mucha en la carne auacuten contando con la imagen y semejanza del
Creador en ella Por eso lleva inscrito en siacute por creacioacuten la capacidad de
laquoaugmentum et incrementumraquo39 Y asiacute hubiera sido si Adaacuten se hubiera dejado
perfeccionar por laquoel Perfectoraquo en una obediencia ininterrumpida y paciente sin la
desobediencia del pecado Y es que el reproche por no haber sido creados
perfectos tambieacuten deja al descubierto la impaciencia e ingratitud humana incapaz
de esperar el tiempo oportuno40
Son pues enteramente irracionales los que no aguardan el tiempo de ir en aumento y atribuyen a Dios la debilidad de su naturaleza No se conocen ni a siacute mismos ni a Dios Insaciables e ingratos no quieren ser primero lo que por criaturas hombres capaces de pasiones sino que pasando por encima de la ley del humano linaje antes auacuten de hacerse hombres quieren ser perfectamente semejantes al Dios Autor y que no haya diferencia entre el Increado Dios y el recieacuten creado hombre41
Tampoco Adaacuten y Eva supieron laquoaguardar el tiempo de ir en aumentoraquo de
crecer Lo que podriacutea haberse llevado a cabo laquocon gozo y alegriacutearaquo en el Paraiacuteso
tuvo que llevarse a cabo fuera de eacutel engantildeados y arrastrados por quien les
envidiaba42 como veremos
Ahora bien el destino final del ser humano sigue siendo el mismo estaacute
llamado a crecer43 y perfeccionarse para realizar la vocacioacuten querida por Dios y
39 AH IV 111 Cf AH IV 383 Ep 12 40 Cf A ORBE Teologiacutea de San Ireneo IV Traduccioacuten y comentario del libro IV del Adversus haereses
(Madrid 1996) 519-520
41 AH IV 38 4 42 Cf Ep 12 43 Cf AH V 11
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54 | Humana augens
compartir su gloria Ireneo nos previene de aquellos que aparentemente confiesan
nuestra misma fe pero laquodescuidan el orden que debe seguir el crecimiento de los
justos e ignoran el ritmo del camino hacia la incorrupcioacutenraquo44 De tal manera es el
crecimiento algo inherente a la plasis humana que no terminaraacute con la
consumacioacuten pues infinitos son los bienes que Dios puede compartir con nosotros
Trataacutendose de verdaderos seres humanos tambieacuten habraacute de ser real su traslacioacuten no pasaraacuten al no-ser sino que por el contrario progresaraacuten en su ser Pues no se exterminaraacute la substancia ni el ser de la creacioacuten mdashya que es fiel y verdadero el que la sustentamdash sino que laquopasaraacute la apariencia de este mundoraquo (1 Cor 731) es decir del mundo en el cual acaecioacute la transgresioacuten en el cual el hombre se hizo viejo [] Una vez pasada la apariencia renovado el hombre y ya maduro para la incorrupcioacuten de modo que ya no pueda envejecer laquohabraacute un nuevo cielo y una nueva tierraraquo (Is 6517) en la cual el hombre se mantendraacute nuevo siempre relacionaacutendose con Dios de modo
nuevo45
El hombre seguiraacute creciendo en Dios pues lo contrario seriacutea tanto como decir que
el hombre deja de ser hombre y Dios deja de ser Dios aunque Ireneo preveacute
distintos modos o grados en esta relacioacuten46
El ser humano recibe el ir aprovechando y creciendo [αὔξηςιν] hasta Dios [homo vero profectum percipiens et augmentum ad Deum] De la misma manera como Dios es siempre el mismo asiacute tambieacuten el hombre que se encuentra en Dios siempre iraacute creciendo hacia Eacutel [homo in Deo inventus Semper proficiet ad Deum] Pues ni Dios deja nunca de beneficiar y enriquecer al ser humano ni eacuteste deja de recibir de Dios sus beneficios y riquezas47
Esto podriacutea hacerlo de dos formas mecaacutenicamente dirigido por Eacutel en todo
momento o libremente asistido siempre por su consejo pero sin imposicioacuten
alguna Eacutesta segunda opcioacuten es la nuestra48 iquestQueacute sentido tendriacutea la paciente
espera de Dios pendiente de nuestro desarrollo y perfeccionamiento si ya
estuviera todo determinado El estado de imperfeccioacuten inicial tal como lo hemos
descrito la perfeccioacuten como horizonte y sobre todo el dinamismo creacional que
el ser humano ha recibido hacen indispensable la libertad humana Sin ella
ninguna bondad habriacutea en Dios y ninguacuten meacuterito en el ser humano que le acoge
44 AH V 311 45 AH V 361 Cf AH III 193 46 Cf AH 362 47 AH IV 112 48 Cf AH IV 371
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2 Salus carnis carne que crece libre
La doctrina ireneana de la libertad humana en relacioacuten a la salvacioacuten (y el
papel que la carne de Cristo va a jugar en ella) no era pensamiento comuacuten en su
eacutepoca49 Para algunos como Simoacuten el Mago la libertad humana queda gobernada
por el Hado sin permitir error alguno Para otros como Marcioacuten la libertad es
retribucioacuten justa del Creador o pura gracia del Dios Bueno y verdadero que soacutelo
podiacutea haber creado un hombre determinado al Bien incapaz de pecar Buena parte
de los gnoacutesticos asumieron esta distincioacuten el Dios Bueno teniacutea hombres
espirituales guiados por el Evangelio y el Justo Creador teniacutea los psiacutequicos
gobernados por la Ley Los materiales pasaban a psiacutequicos y estos a espirituales
sin saberlo ellos mismos por una especie de laquograciaraquo externa divina e
incontrolable que conociacutean por Iluminacioacuten Dentro de esta corriente los
valentinianos distinguiacutean la ἐλευϑερία (libertad plena propia de espirituales) y la
αὐτεξουςία (el libre albedriacuteo de los psiacutequicos) Por tanto ya que los hiacutelicos estaban
destinados a la perdicioacuten soacutelo los psiacutequicos por su autexousiacutea teniacutean cierta
capacidad para decidir su final De nuevo topamos con la decisiva teologiacutea unitaria
de Ireneo50
No es por tanto uno el que hizo el trigo y otro el que hizo las pajas sino uno solo y mismo que los juzga esto es los separa [discierne] El trigo y las pajas inanimados e irracionales son tales por naturaleza En cambio el hombre racional y semejante en esto a Dios hecho libre y duentildeo de sus actos tiene personalmente en siacute razoacuten para hacerse unas veces trigo y otra paja51
Por un lado Dios no seriacutea maacutes poderoso ni de mayor bondad si hubiera creado
al hombre con capacidad exclusiva para el bien pues no tendriacutea meacuterito alguno la
deificacioacuten de su obra Pero tampoco el hombre seriacutea maacutes perfecto si no pudiera
pecar porque careceriacutea de libertad52 Por tanto para empezar digamos que la
libertad no es incompatible ni con la Perfeccioacuten de Dios ni con la inicial
imperfeccioacuten humana Maacutes bien al contrario es un don divino53 una primera
garantiacutea de solidez mdashaunque arriesgadamdash para llevar a cabo su obra de salvacioacuten
49 Para esta visioacuten del contexto A ORBE Antropologiacutea 149-165 50 Cf AH IV 401-2 414 V 363 51 AH IV 4 3 52 AH IV 38 4 53 Cf AH IV 152 164
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Ser libre conlleva el derecho y el deber de ir laquohacieacutendose hombreraquo54 dejaacutendose
hacer por Dios y eligiendo coacutemo responder a su accioacuten
Podriacutea parecer por el texto que acabamos de citar que el ser humano tiene
tantas posibilidades de ser trigo como de ser paja de bien o de mal de salvacioacuten o
de perdicioacuten No es asiacute para Ireneo55 De hecho tampoco fue el hombre creado en
total equidistancia del bien y el mal sino bueno imagen y semejanza de Dios El
tacto de las manos divinas56 su Arte ha quedado impreso en la carne y esas
mismas manos que lo plasmaron lo siguen acompantildeando siempre57
Dios hizo libre al hombre el cual asiacute como desde el principio tuvo alma tambieacuten gozoacute de libertad a fin de que libremente pudiese acoger la Palabra de Dios sin que eacuteste lo forzase Dios en efecto jamaacutes se impone a la fuerza pues en eacutel siempre estaacute presente el buen consejo Por eso concede el buen consejo a todos Tanto a los seres humanos como a los aacutengeles otorgoacute el poder de elegir mdashpues tambieacuten los aacutengeles usan su razoacutenmdash a fin de que quienes le obedecen conserven para siempre este bien como un don de Dios que ellos custodian En cambio no se hallaraacute ese bien en quienes le desobedecen y por ello recibiraacuten el justo castigo porque Dios ciertamente les ofrecioacute benignamente este bien mas ellos ni se preocuparon por conservarlo ni lo tuvieron por valioso sino que despreciaron la bondad suprema58
Varias ideas importantes quedan expresadas aquiacute La libertad estaacute asociada al
alma como sede racional instrumento que decide y orienta la carne hacia las
mociones del Espiacuteritu El fin de la libertad y la tarea del alma es garantizar que el
hombre mdashplasma Deimdash llegue a ser perfecto a participar de la vida divina a la
comunioacuten plena con Dios libre y gozosamente y no por automatismo natural o
decisioacuten divina en la liacutenea gnoacutestica Es el ser humano quien puede y debe acoger la
Palabra el Logos pero no estaacute solo en esta tarea el laquobuen consejoraquo de Dios estaacute
presente siempre sin forzar ni violentar Por eso la libertad el bien y la obediencia
son temas estrechamente vinculados en Ireneo Y consecuentemente tambieacuten
libertad mal y desobediencia o pecado Dios otorga al hombre el buen consejo el
Bien y le hace libre para que pueda acogerlo y cuidarlo iquestCoacutemo Por la obediencia
Igual que ocurrioacute en la creacioacuten del mundo el Verbo asiste al Padre con su
buen consejo Si es asiacute quizaacute podemos ver ya un indicio de la libre colaboracioacuten del
54 AH IV 383 55 Cf AH IV 125 374-5 V 82 271-2 III 24 56 Cf AH V 161 57 Cf AH V 13
58 AH IV 371
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hombre en su Salvacioacuten dejaacutendose aconsejar continuamente por el Verbo de Dios
y su Espiacuteritu en laquocontinua creacioacutenraquo o proceso teleioacutetico hasta el hombre
perfecto59 Por tanto lo propio de la libertad humana es con-sentir y conservar en
siacute el querer de Dios
Ireneo sigue a Justino60 al proclamar la total libertad de Dios que quiere
otorgar este don a los aacutengeles y a los hombres ambos racionales Sin embargo el
destino y fin que a cada uno le otorga da un sentido distinto a ambas libertades A
los aacutengeles no les da Dios normas para ayudarles en su crecimiento ni tienen
autoridad sobre lo creado su misioacuten es dar culto a Dios y servir al hombre en la
tarea que le es propia a saber llegar a participar de la vida divina61 Por eso la
seduccioacuten de Sataacuten es maacutes grave auacuten ya que atentoacute justamente en el corazoacuten
mismo del ser del hombre su crecimiento paciente y oportuno hasta Dios
Mientras que los aacutengeles inmateriales pueden ejercer en un instante su
libertad por obediencia o por desobediencia a Dios (ya que no estaacuten sujetos a la
traba de la materia) el ser humano soacutelo puede ejercerla mediado por la rudeza de
su carne de la historia Dicho de otro modo en el hombre soacutelo el alma es libre
propiamente mediando entre la carne y el espiacuteritu llamada a elegir la obediencia
al pneuma y asiacute permitir que eacuteste posea la saacuterx62 El alma y a traveacutes de ella la carne
reciben permanentemente el consejo bueno de Dios que no fuerza jamaacutes su
decisioacuten63 El hombre soacutelo tiene que querer libremente dejarse hacer por Eacutel y le iraacute
perfeccionando64 Quien asemeja es el Espiacuteritu de Dios y el cuerpo es lo asemejado
Por tanto acoger el buen consejo de Dios es tanto como acoger su Espiacuteritu y dejar
que actuacutee en nosotros sin ser impedimento No se nos pide maacutes ni menos
Si pues eres obra de Dios aguarda la mano de tu Artiacutefice que todo lo hace oportunamente y de igual manera obraraacute oportunamente en cuanto a ti respecta Preseacutentale tu corazoacuten blando y maleable y conserva la imagen con que te plasmoacute el Artista mantenieacutendote huacutemedo no vayas a perder endurecido las huellas de Sus dedos Guardando la trabazoacuten [ἁρμονίαν] subiraacutes a lo perfecto pues el arte de Dios
59 Cf AH III 187 IV 281 V 61 161 60 Cf 2 Apologiacutea 6 75 Diaacutelogo con Trifoacuten 885 1024 1044 Cit por A ORBE Antropologiacutea 167
nota 77 61 Cf Ep 9 AH IV 371 62 Cf AH V 91 63 Cf AH 372 393 Ep 35 64 Cf AH IV 93 381-3 V 11 81 111 1224
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esconderaacute el barro que hay naturalmente en ti Su Mano plasmoacute en ti la substancia te ungiraacute por dentro y por fuera con oro puro y plata [Ex 2511] y tanto te adornaraacute que el propio Rey desearaacute tu hermosura [Sal 4512] Pero si endurecieacutendote enseguida rechazas su Arte y te vuelves ingrato con Eacutel porque te hizo hombre al hacerte ingrato a Dios has venido a perder Su arte y Su vida [] Si pues le entregas lo que es tuyo a saber la fe en El y la obediencia recibiraacutes de Eacutel su arte y seraacutes obra perfecta de Dios65
Nuestra primera tarea es sabernos obra de Dios y confiar en que nos haraacute
laquoobra perfecta suyaraquo [eris perfectum opus Dei] Es transformar nuestra impaciencia
en saber aguardar el tiempo oportuno el tiempo de Dios y seguir creciendo
[augmentum] en libertad para conservar la imagen impresa en nuestra carne para
mantener la humedad [virtus] creacional que permite a los dedos de Dios seguir
recreaacutendonos sin violencia Esta trabazoacuten [harmoniacutean] natural entre nuestro barro
y su espiacuteritu es lo que nos va perfeccionando divinizando acrecentando hasta
Dios Nunca sin nuestra libre voluntad Porque rechazar a Dios es rechazar su Arte
en nosotros y al despreciar lo que somos mdashhombres imperfectos pero
perfectiblesmdash nos endurecemos perdemos esa humedad duacutectil nos incapacitamos
para la obediencia y malogramos la obra de Dios
Pero si no le das fe y huyes de Sus manos la causa de la imperfeccioacuten estaraacute toda en ti porque no obedeciste y no en aquel que te llamoacute [hellip] A Dios no le falta el Arte siendo capaz de sacar de las piedras hijos de Abraham [Mt 39 Lc 38] pero quien no se somete a tal arte es causa de su propia imperfeccioacuten [] Tampoco la luz someteraacute a nadie por la fuerza para siacute ni Dios forzaraacute a quien no quiera someterse a Su Arte Por consiguiente los que se apartaron de la luz del Padre y faltaron a la ley de la libertad se apartaron por su culpa creados en libre albedriacuteo y con propia voluntad66
Recibiremos el don de su Espiacuteritu su Luz y su Arte en la medida que elijamos
libremente acogerlo en nosotros en amorosa obediencia Amorosa porque el fin
que alcanzaraacute es la comunioacuten con Dios67 y no una aseacuteptica auto-perfeccioacuten que
busque eliminar los riesgos mdashel pecadomdash que asumioacute quien nos hizo libres
Sin amor el hombre no es verdaderamente espiritual ni perfecto Al contrario
es el amor quien construye y da perfeccioacuten68 De nada sirve cumplir la ley o los
65 AH IV 392 66 AH IV 393 67 Cf AH V 81 93 68 Cf AH IV 122 De alguna manera Ireneo pone en paralelo el Espiacuteritu que nutre y hace crecer
con el amor que construye y perfecciona Ambos asemejan al hombre con Dios lo divinizan Algo que despueacutes haraacute expliacutecito AGUSTIacuteN laquoCada uno es lo que es su amor [] iquestAmas a Dios No me atrevo a decirlo por mi autoridad escuchemos la Escritura ldquoYo he dicho dioses sois e hijos todos del Altiacutesimordquo (Sal 862 Jn 1036)raquo (In ep Joh 214 [PL 35 1997])
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rituales externos si no se hace movido por el amor69 que es libertad Y esto que
podemos aplicarlo a las obras de justicia con el proacutejimo tambieacuten Ireneo lo aplica al
seguimiento de Cristo y la relacioacuten con Dios
laquoSi alguien te obliga a caminar con eacutel una milla acompaacutentildealo otras dosraquo (Mt 541) de manera que no lo sigas como un esclavo sino que tomes la delantera como un hombre libre [] Es maacutes digno obrar por libertad lo que muestra un afecto y sumisioacuten a nuestro liberador maacutes arraigados en nosotros Porque Eacutel no nos ha liberado para que nos separemos de Eacutel mdashpues nadie que se aparte de los bienes del Sentildeor puede adquirir por siacute mismo el alimento de la salvacioacutenmdash sino para que habiendo recibido maacutes dones suyos maacutes lo amemos pues mientras maacutes lo amemos recibiremos de eacutel mayor gloria cuando estemos para siempre en presencia del Padre [] Pues la amistad con Dios es fuente de inmortalidad para cuantos la cultivan70
Nuestra gloria estaacute en amar siempre a Dios laquoque implica el amor al proacutejimoraquo71
pues recibir su amistad colma en nosotros lo que nos falta nos engrandece nos
glorifica Y esto es don de Dios que el hombre recibe obedeciendo72 y al obedecer
conocemos a Dios cuya mayor grandeza y gloria es justamente su amor73 En
Ireneo no hay libertad verdadera ni obediencia fuera del amor el mayor de los
dones posibles laquomaacutes valioso que la gnosis maacutes glorioso que la profeciacutea y superior
a todos los demaacutes carismasraquo74
Si unimos esta primaciacutea del amor a la libertad personal vemos la importancia
que tiene que todo hombre pueda conocer y experimentar el bien y el mal por siacute
mismo Llega a decir que negarse a conocer ambas realidades es dejar de ser
hombre75
Pues no amamos de igual manera lo que nos viene de modo automaacutetico que aquello que hemos construido con mucho esfuerzo Y como lo maacutes valioso que podiacutea sucedernos es amar a Dios por eso el Sentildeor ensentildeoacute y el Apoacutestol transmitioacute que debemos conseguirlo luchando por ello [] La vista no seriacutea para nosotros un bien tan deseable si no conocieacutesemos el mal de la ceguera [] Del mismo modo el Reino de los Cielos es maacutes valioso para quienes conocen el de la tierra y cuanto maacutes valioso tanto maacutes lo amamos y cuanto maacutes lo amamos tanto maacutes gloria tendremos ante Dios Por este motivo Dios ha permitido todas estas cosas a fin de que nos eduquen y nos hagan
69 Cf AH IV 124 70 AH IV 133-4 71 AH IV 163 72 Cf AH IV 164 73 Cf AH IV 2015 R POLANCO laquoLa carne de Cristo como salus in compendio (AH III 181) o la
Gloria de Dios en lo finito Recepcioacuten balthasariana de Ireneoraquo Teologiacutea y vida 50 (2009) 345-373 Aquiacute 349-351
74 AH IV 338 75 AH 391 Cf AH IV 391 377 H U VON BALTHASAR Gloria II (Madrid 1986) 78-79
CAPIacuteTULO II
60 | Humana augens
sabios [] y quizaacutes alguacuten diacutea el ser humano madure a traveacutes de todas estas experiencias para que madurando se haga capaz de ver y comprender a Dios76
Podriacuteamos decir que el hombre en su libertad puede elegir obedecer y crecer
para la vida o bien desobedecer y crecer para la muerte77 Puede elegir amar o
crear divisioacuten78 Si la capacidad humana de crecimiento es un dinamismo inserto
en nuestra carne no se pierde pero puede malograrse seguacuten el uso que hagamos
de nuestra libertad79 Maacutes se perfecciona el ser humano cuanto maacutes acoge y
conserva el bien que recibe de Dios es decir en la medida que aprende a obedecer
libremente por amor
Como el hombre es libre desde el principio [ἐλεύϑεροσ] y libre es tambieacuten Dios [ἐλεύϑεροσ] a cuya semejanza fue hecho siempre le aconseja Dios al hombre guardar el bien que se perfecciona por la obediencia80
Y de nuevo surge la duda iquestno podriacutea haber creado Dios seres libres que no
pudieran desobedecer incluidos los aacutengeles Podriacutea pero si lo hubiera hecho asiacute
laquoni se gozariacutean con el bien ni valorariacutean su comunioacuten con Dios ni deseariacutean el bien
con todas sus fuerzasraquo81 De hecho Ireneo aplica la imagen paulina del atleta para
expresar coacutemo valoramos maacutes aquello en que maacutes amor y esfuerzo hemos puesto y
al apreciarlo maacutes mayor cuidado ponemos en seguir cuidaacutendolo Asiacute ocurre en el
hombre y su relacioacuten con Dios
El Sentildeor dice que el Reino de los Cielos es de los violentos laquolos violentos lo arrebatanraquo [Mt 1112] de aquellos que se esfuerzan luchan y continuamente estaacuten alerta lo arrebatan [] Como buen atleta nos exhorta [Pablo] al combate de la incorrupcioacuten para que seamos coronado y estimemos de valor la corona a saber que la adquiramos mediante lucha no espontaacuteneamente Cuanto maacutes luchemos por llegar a ella seraacute maacutes estimable Y cuanto maacutes estimable tanto maacutes la amaremos siempre [] Y como lo maacutes valioso que podriacutea sucedernos es crecer en amor a Dios como ensentildeoacute el Sentildeor y confirmoacute el Apoacutestol la cosa nos ocurriraacute con lucha [] Asiacute tambieacuten el reino de los cielos es maacutes estimable para quienes conocieron el de la tierra Y cuanto maacutes
76 AH IV 377 77 Cf AH IV 391 78 Cf AH IV 337 79 Cf B STUDER Dios Salvador en los Padres de la Iglesia (Salamanca 1993) 98
80 AH IV 374 Ireneo elige laquoἐλεύϑεροσraquo tanto para referirse a la libertad de Dios como a la que el hombre recibe desde el principio Es la libertad que va maacutes allaacute del libre albedriacuteo propia de espirituales laquoἈλλ᾿ἐπεὶ ἐλεύϑεροσ τὴν γνώμην ἀπ᾿ἀρξῆσ ὁ ἂνϑρωποσ ndashκαὶ γὰρ ἐλευϑεροσ τὴν γνώμην ὁ Θεόσ οὗ καϑ᾿ὁμοίωςιν γέγονεν- ἀεὶ ςυμβουλεύεται αὐτῷ κατέκειν τὸ ἀγαϑόν ὃ ἐκ τῆσ πρὸσ Θεὸν περγίνεται ὑπακοῆσ mdash Sed quoniam liberae sententiae ab initio est homo et liberae sententiae est Deus cujus ad similitudinem factus est quod perficitur ex ea quae est ad Deum obedientiaraquo
81 AH IV 376
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 61
estimable maacutes le amamos Y cuanto maacutes le hayamos amado mayor gloria tendremos ante Dios Por intereacutes nuestro soportoacute el Sentildeor [sustinuit Dominus] todas estas cosas a fin de que pasando por todas las experiencias nos eduquen seamos prudentes en el futuro y perseveremos en su amor [Jn 15910]82
Si en el ser humano la desobediencia como fruto de una libertad mal empleada
puede desvirtuar su progreso hacia Dios iquestcoacutemo no tenerlo en cuenta al
contemplar el crecimiento en la humanidad de Cristo iquestNo seraacute entonces decisivo
para nuestra salvacioacuten que el hombre Cristo eligiera obedecer al Padre en su carne
libre y voluntariamente dejaacutendose hacer por el Espiacuteritu
Por lo que toca al ser humano no soacutelo fue creado con posibilidad de alejarse de
Dios sino que de hecho lo hizo83 iquestQueacute entiende entonces Ireneo por pecado y
queacute papel juega Porque nada ni tan siquiera el pecado puede anular la economiacutea
divina Lo que siacute haraacute es modificar el coacutemo y el cuaacutendo Vamos a verlo
3 Salus carnis carne que crece en obediencia
El pecado de Adaacuten mdashde la Humanidadmdash es la desobediencia84 y la ingratitud
para quien le creoacute y tanto arriesgoacute en su favor85 Auacuten asiacute el pecado no se convierte
en el centro de la teologiacutea ireneana cosa que a veces ha sido objeto de criacutetica86
O Cullmann considera excesivamente rectiliacutenea la soteriologiacutea ireneana
justamente por minimizar demasiado el peso del pecado en la economiacutea87 Y en la
misma liacutenea A Benoit88 Sin embargo creo que no hay duda de la gravedad que
para Ireneo tiene el pecado89 Otra cosa es que a su vez mantenga el poder del
amor de Dios para llevar a cabo la obra iniciada por encima de las trabas que la
desobediencia humana pueda poner El caraacutecter progresivo o evolutivo de su
antropologiacutea teleioacutetica y la centralidad cristoloacutegica desde la creacioacuten a la
82 AH IV 377 83 Cf AH IV 371 384 84 Cf AH I 103 III 186-7 191 2110 221 231 IV 403 V 163 171 191 85 Cf AH III 42 86 Cf J VIVES laquoPecado original y evolucioacuten humana en Ireneoraquo Estudios Eclesiaacutesticos 43 (1968)
561-589 Aquiacute 562-568 87 O CULLMANN Cristo y el tiempo (Barcelona 1968) 44 nota 10 8888 A BENOIT Saint Ireneacutee Introduction a lrsquoeacutetude de sa Theacuteologie (Pariacutes 1960) 227 ss
89 A ORBE laquoIpse tuum calcabit caput San Ireneo y Gn 315raquo Gregorianum 52 (1971) 95-150 215-271
CAPIacuteTULO II
62 | Humana augens
recapitulacioacuten final hacen que su optimismo no sea ingenuidad sino profunda fe
convencido de que laquoa quien maacutes se le perdona maacutes amaraquo [Lc 7 42]90
Fue pues necesario que el Sentildeor viniese a la oveja perdida para con tan grande Economiacutea realizar la recapitulacioacuten y para volver a buscar la obra que eacutel mismo habiacutea plasmado para salvar al mismo hombre hecho laquoa su imagen y semejanzaraquo (Geacuten 126) es decir al viejo Adaacuten una vez cumplidos los tiempos laquoque el Padre habiacutea fijado con su poderraquo (Hech 17) de la condenacioacuten que habiacutea recaiacutedo sobre eacutel por su desobediencia -porque todo plan de salvacioacuten en favor del hombre se haciacutea seguacuten el beneplaacutecito del Padre- a fin de que Dios no quedase vencido ni se perdiese su obra de arte Pues si el hombre al que Dios habiacutea hecho para que viviese al perder la vida herido por la serpiente que lo habiacutea corrompido ya no hubiese podido volver a la vida sino que hubiese quedado enteramente abocado a la muerte entonces Dios habriacutea sido vencido y la maldad de la serpiente habriacutea triunfado sobre el designio de Dios91
Como hemos dicho el estado inicial de inmadurez humana no es incompatible
con la libertad y sentildeoriacuteo de siacute92 Seriacutea tanto como confundir la capacidad de
decisioacuten con la capacidad para anticipar las consecuencias de los propios actos y
discernir adecuadamente Son cosas relacionadas pero distintas Ireneo ve al
hombre en un estado de inocencia93 sin malicia alguna en el que Dios va
educaacutendole y preparaacutendole para el futuro por medio del Verbo imagen visible del
Invisible Por tanto la encarnacioacuten no responde en Ireneo a la necesidad de
redimir el pecado94 sino al deseo libre de hacerse uno con los hombres creados a
su imagen95 Ahora bien una vez que el pecado forma parte de la realidad humana
tambieacuten formaraacute parte del plan salvador de Dios
iquestCoacutemo el ser humano se acercaraacute a Dios si Dios no se ha acercado al hombre iquestCoacutemo se libraraacuten de la muerte que los ha engendrado si no son regenerados por la fe para un nuevo nacimiento que Dios realice de modo admirable e impensado [] iquestComo habriacutea podido [el Sentildeor] derrotar a aquel que era maacutes fuerte que el hombre y lo teniacutea sujeto de vencer al vencedor para liberar al ser humano vencido si no hubiese sido superior al hombre vencido iquestY quieacuten maacutes puede ser mejor y maacutes excelente que el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios sino el Hijo de Dios a cuya imagen fue hecho el ser humano Por este motivo el Hijo al final manifestoacute la semejanza de Dios hacieacutendose hombre y asumiendo para siacute el antiguo plasma96
90 AH III 20 2 91 AH III 231 92 Cf Ep 11-12 93 Cf Ep 14-15 94 Cf A ORBE Antropologiacutea 482-483 95 Cf AH III 223 IV 241 344 V 141 202 96 AH IV 334
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 63
iquestAcaso podriacutea el hombre con sus solas fuerzas crecer en obediencia hasta
Dios97 Las mismas manos que le crearon modelaacutendolo le seguiraacuten acompantildeando
hasta el final pues nunca salioacute Adaacuten de ellas98 su tarea es permanecer en la
docilidad libre al Verbo y al Espiacuteritu99 Para ayudarle en su crecimiento Dios le
preparoacute un lugar hermoso y tambieacuten le dio reglas y normas laquode suerte que si
observaba el mandamiento de Dios permaneceriacutea siempre tal como era esto es
inmortal [hoc est immortalis] Pero si no lo observaba se hariacutea mortal [ut mortales
fierit] destinado a disolverse en la tierra de donde habiacutea sido tomado su
plasmaraquo100 Por la desobediencia en el Paraiacuteso tendraacute el hombre que continuar su
crecimiento en reacutegimen mortal sin la inocencia inicial y lo que es peor sin la
intimidad con el Verbo que alliacute disfrutaba
Conviene aclarar brevemente el sentido de inmortalidad que aquiacute se maneja
Por la imperfeccioacuten del hombre lo que Dios ofrecioacute como ayuda para orientar su
crecimiento pudo dar lugar a la muerte101 No parece que en Ireneo la inmortalidad
del Paraiacuteso deba entenderse como inmortalidad divina sino como algo transitorio
No olvidemos que esa vida divina es justamente la perfeccioacuten hacia la que se le
pide que crezca pues perfecto es quien maacutes se acerca a Dios102 Por tanto poco
sentido tendriacutea que Dios ya se la hubiera otorgado en el Paraiacuteso o que no le
hubiera dado el don de crecer e ir acercaacutendose cada vez maacutes a Eacutel Comparte la
doctrina de Teoacutefilo de Antioquiacutea considerando al hombre en esta etapa capaz de
lo mortal y lo inmortal103
El intereacutes de Ireneo estaacute en confirmar que justamente por su desobediencia
se hicieron mortales104 Ahora bien Ireneo insiste en que el origen de tal hecho
97 Cf AH IV 112 Ep 11 98 Cf AH V 13 99 Cf AH IV 393 100 Ep 15 101 Cf AH IV 134 165 3934 102 Cf AH IV 383 V 81 103 Cf AH III 202 IV 112 V 91 Explicado ampliamente en A ORBE Antropologiacutea 237-240 400
466 Tambieacuten J VIVES Pecado original y evolucioacuten humana 569-570 104 Cf A ORBE laquoCinco exeacutegesis ireneanas de Gn 217b (AH V 231-2)raquo Gregorianum 62 (1981) 75-
113 ID laquoLos hombres y el Creador seguacuten una homiliacutea de Valentiacutenlaquo Gregorianum 55 (1974) 5-48 339-368
CAPIacuteTULO II
64 | Humana augens
(que no niega) no estaacute en Adaacuten mismo sino en el engantildeo de Sataacuten105 que por
envidia106 le alejoacute de Dios De hecho la respuesta divina fue contra el aacutengel
seductor y maldijo a la serpiente en quien el diablo se escondiacutea El hombre es
expulsado del Jardiacuten como consecuencia de la ofensa no por eacutel mismo dejaacutendole
Dios habitar laquoen el camino que conduce al Jardiacuten ya que el Jardiacuten no admite al
pecadorraquo107
La diferencia es clara el hombre no sale indemne de su trasgresioacuten pero
mientras eacutel actuoacute asiacute engantildeado por debilidad e ignorancia Sataacuten lo hizo por
malicia y envidia108 La seduccioacuten hizo visible lo que estaba en eacutel internamente y
Dios bien conociacutea su envidia En todo ello subraya siempre Ireneo la bondad de
Dios109 quiso que saliera a la luz la envidia del seductor y quiso que Adaacuten entrara
en un reacutegimen de muerte no soacutelo como castigo110 sino como remedio para que no
fuera eterna su situacioacuten de desobediencia y pecado de lejaniacutea111
Por este motivo [Dios] le expulsoacute [a Adaacuten] del paraiacuteso a fin de que el hombre no perseverara siempre en transgresioacuten ni fuera inmortal el pecado que le rodeaba y el mal se hiciera interminable y sin curacioacuten Mas impidioacute su transgresioacuten interponiendo la muerte y haciendo que cesara el pecado infirieacutendole un teacutermino mediante la disolucioacuten de la carne en la tierra para que dejando alguna vez el hombre de vivir al pecado y muriendo a eacutel comenzase a vivir para Dios112
Conviene no confundir esta muerte corporal con una destruccioacuten de la carne a
favor del alma inmortal planteamiento maacutes cercano a los gnoacutesticos La vida que
pueda dar el alma al cuerpo soacutelo es temporal para Ireneo porque propiamente
laquoinmortalraquo (αϑανναςία) soacutelo es Dios el Increado Todo lo demaacutes tambieacuten el alma
es creacioacuten suya y por tanto tiene principio y fin La incorrupcioacuten o inmortalidad a
la que llegaraacute un diacutea el hombre afecta al aacutenthropos completo como venimos
repitiendo Y esto soacutelo puede darlo el Espiacuteritu
Como la carne es capaz de corrupcioacuten asiacute tambieacuten lo es de incorrupcioacuten y como es capaz de morir asiacute lo es de vivir Una y otra cosa se excluyen mutuamente y no pueden
105 Cf Ep 16 AH IV 403 V 231 241 322 106 Cf Sab 223-24 107 Ep 16 [Eum circa paradisum tunc pecatorem enim non recipit paradises] 108 AH III 231 109 Cf III 201 185 110 AH III 187 111 Cf AH V 152 112 AH III 236
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 65
ambas permanecer en el mismo sujeto [] La primera vida ha sido expulsada porque le habiacutea sido dada por medio de un simple soplo y no por medio del Espiacuteritu Porque una cosa es el soplo de vida que hace al hombre un ser animado y otra el Espiacuteritu vivificante que le perfecciona como espiritual [] El soplo conoce un instante de vigor permanece un instante y tras eso se va dejando sin haacutelito aquello que primero conteniacutea en cambio el Espiacuteritu cintildee al hombre por dentro y por fuera y como quien siempre perdura no le abandona jamaacutes113
Los gnoacutesticos tambieacuten hablaban de pecado y redencioacuten pero un pecado que
veniacutea con la Creacioacuten misma114 y del que somos redimidos en la medida que nos
alejamos de la materia de la carne Para Ireneo sin embargo es la salvacioacuten la que
estaacute vinculada desde el inicio con la Creacioacuten para ser elevados en nuestra carne
hasta Eacutel No es el pecado quien determina la salvacioacuten sino la salvacioacuten la que
integra el pecado para llevar a teacutermino lo que Dios teniacutea previsto115
El engantildeo de Sataacuten apunta justamente aquiacute pues ofrece la inmortalidad a
cambio de su desobediencia y Adaacuten encuentra justamente lo contrario
desobedecer le lleva a la muerte116 Una muerte que alude principalmente a la vida
de Dios a la deificacioacuten no a la muerte fiacutesica y separacioacuten de alma y cuerpo117
aunque la incluya118 De hecho Cristo no eliminoacute la muerte fiacutesica sino la muerte
eterna la incapacidad para participar de la vida de Dios119 iquestNo habriacutea que
entender de modo similar la peacuterdida del Espiacuteritu tras la trasgresioacuten120 Es decir
por su desobediencia Adaacuten se aleja de Dios pierde laquoel vestido de santidadraquo o
laquoestola del Espiacuterituraquo121 que en Epideixis se prefiera llamar laquovigor del alientoraquo122
113 AH V 12 1-2 114 Cf AH III 182 115 Cf J FANTINO laquoEl hombre verdadero seguacuten San Ireneoraquo Estudios Trinitarios 23-24 (1989-
1990) 3-30 Aquiacute 8 116 Cf AH IV 391 117 Cf AH V 71 118 Cf J VIVES Pecado original y evolucioacuten humana 570 119 Detraacutes de este tema se encuentra el debate sobre la diversa naturaleza del alma y la distincioacuten
o no entre principio vital y alma en Ireneo Cf R AMO USANOS laquoLa carne habituada a portar vida [AH V 33] Aclaraciones al uso de zoeacute en la obra de san Ireneoraquo Estudios Eclesiaacutesticos 83 (2008) 425-455 Especialmente 450-453
120 laquoYa Taciano dice que cuando el alma pierde por el pecado el Espiacuteritu sufre una ἁτονία que le impide elevarse a las cosas celestes [] Con el pecado el alma perdioacute su tensioacuten Y asiacute el hombre perdioacute su harmoniacutea interios [] Pero nunca el hombre histoacuterico dejoacute de estar confrontado al Espiacuteritu Porque la atoniacutea de Adaacuten despueacutes del pecado no significa que fuera abandonado a un destino meramente psiacutequico Es esta una premisa teoloacutegica en la que coinciden tanto los eclesiaacutesticos como la Gnosis heterodoxaraquo (J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo [Gn 126] en S Ireneoraquo 279)
121 AH III 235
CAPIacuteTULO II
66 | Humana augens
Con la peacuterdida del Espiacuteritu el hombre pierde la semejanza otra gran consecuencia
del pecado y la recobraraacute cuando llegue el momento como el hijo proacutedigo de la
paraacutebola recobroacute sus vestiduras123 Ahora bien no es posible que el hombre
perdiera por completo el espiacuteritu virtus divina mezclada con su barro plasmada y
vivificada por su soplo vital124 Guarda mayor coherencia con todo el sistema
teoloacutegico de Ireneo pensar que mantuvo una cierta semejanza imperfecta e
insuficiente pecadora incluso pero lo bastante como para poder seguir creciendo
y progresando deacutebilmente hasta Dios125 No en vano fuera del Paraiacuteso Adaacuten
perdioacute la posibilidad de ver al Verbo a cuya imagen habiacutea sido creado y a cuyo
modelo debiacutea asemejarse126
Una cosa es perder la semejanza que inicialmente Dios habiacutea puesto en
nosotros imperfecta pero llamada a crecer hasta la plenitud y otra bien distinta
afirmar que Adaacuten carece en absoluto de Espiacuteritu tras el pecado Caeriacuteamos en
contradiccioacuten con el modo de concebir Ireneo al aacutenthropos carne alma y
espiacuteritu127 La deificacioacuten del hombre sigue adelante De lo contrario la debilidad
de algo tan simple como la carne humana tendriacutea maacutes poder que el mismo Dios
impidiendo llevar a teacutermino la obra que Eacutel mismo ha comenzado No seraacute asiacute128
El aacutengel envidiaba la dignidad del hombre inalcanzable para eacutel y le sedujo
tratando de engantildearle Al hacerlo dantildea de alguacuten modo la imagen y semejanza que
Dios habiacutea otorgado a su plasma Al hacerlo estaba atacando tambieacuten al mismo
Verbo de quien era imagen el plasma creado
El Sentildeor con su palabra le proboacute que todo lo suyo se oponiacutea al Dios Creador de todas las cosas y lo sometioacute por su obediencia en cuanto hombre lo descaroacute como desertor transgresor de la Ley y apoacutestata de Dios y maacutes tarde en cuanto Verbo lo encadenoacute fuertemente como a su propio fugitivo y le arrebatoacute los bienes o sea los hombres de quienes eacutel se habiacutea apoderado e injustamente se serviacutea129
122 Ep 14 123 Cf AH IV 142 124 Cf Ep 11 125 Cf A ORBE Antropologiacutea 218 nota 126 126 Cf Ep 12 127 1Ts 523 Cf Capiacutetulo I 128 Cf AH III 231 V 52 129 AH V 213 Cf III 223 V 21 211
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 67
Sataacuten el que laquoenvidia nuestra vidaraquo130 el Seductor nos ataca de dos modos
animaacutendonos a saltarnos etapas y minando nuestra fe nuestra confianza tanto en
nosotros mismos como en Dios que tanto espera de nosotros Y seraacute el mismo Hijo
de Dios en la carne quien restaure por obediencia lo que Adaacuten en su carne
deshizo la comunioacuten con Dios131
Ya hemos visto que Ireneo tiene distintos modos de hablar sobre la imagen y
semejanza132 Quedeacutemonos ahora con que en el Verbo encarnado Segundo Adaacuten
se restableceraacute la semejanza perdida haciendo visible la imagen asegurando de
alguacuten modo la unioacuten con el Espiacuteritu que en el Primer Adaacuten era tan inicial y deacutebil133
Unioacuten que seguiraacute creciendo en obediencia hasta alcanzar la imagen y semejanza
plena del Cristo glorioso134
Ciertamente esta situacioacuten de sometimiento al pecado y sus consecuencias no
queda limitada a Adaacuten y Eva pues somos de su misma carne y en desobediencia
nace todo ser humano135 Del mismo modo que hablaacutebamos antes de una libertad
siempre aconsejada al bien por Dios hemos de hablar ahora de una humanidad
marcada siempre por la desobediencia El paradigma es Caiacuten que recibiendo el
consejo de Dios lo rechazoacute no acomodoacute su voluntad con la de Dios y
desobedecioacute136 A la culpa heredada de Adaacuten se antildeade la propia decisioacuten
Ahora bien en estas condiciones sigue siendo el libre albedriacuteo de cada uno
quien puede y debe decidir y elegir el bien y no el mal la vida y no la muerte la
obediencia y no la desobediencia Pero sabiendo que por nuestras solas fuerzas
seriacutea imposible salir de tal esclavitud se encarnoacute Cristo laquohecho mediador de Dios y
de los hombres [1Tim 25]raquo137 y a traveacutes de Eacutel de su carne gloriosa recibiremos el
don renovado del Espiacuteritu138
130 AH IV pr 4 131 Cf AH V 21 163 171 334 132 Cf Capiacutetulo I 133 Cf AH V 244 134 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo 291-295 135 Cf AH V 213 Ep 18 136 Cf AH III 234 137 AH V 171 138 Cf AH III 174
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Desde siempre estuvimos llamados a vivir seguacuten el Espiacuteritu Santo en
obediencia para ir creciendo y madurando hasta alcanzar la medida de la plenitud
en Cristo139 el Hombre perfecto o espiritual El pecado que Dios no quiso impedir
para respetar la libertad humana mdashaunque lo previera y permitiera como
permitioacute que la ballena se tragase a Jonaacutes140mdash es ahora motivo de mayor amor y
agradecimiento a Dios de forma que la docilidad a su gracia quiera ser mayor cada
vez
Esta ha sido la generosidad de Dios que ha permitido que el ser humano haya experimentado todo y que conozca la muerte que en seguida lo hiciera llegar a la resurreccioacuten de entre los muertos a sabiendas de la experiencia por la cual ha sido liberado De esta manera siempre deberaacute agradecer al Sentildeor una vez conseguida la incorrupcioacuten y amarlo maacutes pues laquomaacutes ama aquel a quien maacutes se perdonaraquo (Lc 742-43) (El hombre) conocieacutendose a siacute mismo como deacutebil y mortal [] comprenda todo el poder de Dios que se ha manifestado en eacutel mismo (hombre) a fin de que advierta coacutemo el mismo Dios le ha ensentildeado su propia grandeza Porque la gloria del hombre es Dios Y a su vez el ser humano es el recipiente de toda la obra de Dios y de su poder y sabiduriacutea Asiacute como el verdadero meacutedico muestra serlo al curar a los enfermos asiacute tambieacuten Dios se manifiesta a los hombres [] Quien mantiene sin inflarse ni jactarse la verdadera gloria de las cosas creadas y de su Hacedor (el Dios omnipotente que a todas ha concedido la existencia) y permanece en su amor sometido a eacutel y en accioacuten de gracias recibiraacute de Dios una mayor gloria y maacutes aprovecharaacute hacieacutendose semejante a aquel que por eacutel ha muerto Pues se hizo laquosemejante a la carne del pecadoraquo (Rom 83) a fin de condenar el pecado y una vez condenado echarlo de la carne para de esta manera hacer crecer en su semejanza al ser humano llamaacutendolo a ser imitador de Dios sometieacutendolo a la Ley que lo lleva a contemplar a Dios y daacutendole la capacidad de captar al Padre141
Si es ejerciendo nuestra libertad como vamos creciendo hacia esa comunioacuten
con Dios es evidente que Eacutel se fiacutea de nosotros de nuestro crecimiento apuesta por
nosotros sin dejar de acompantildearnos Por tanto es de esperar que el hombre vaya
aprendiendo a ejercer su libertad en una confianza creciente y esperanzada tanto
respecto a Dios que nunca lo deja de Su mano cuanto de siacute mismo animado y
sostenido por el Espiacuteritu Santo sin obstaculizar su obra142
Porque la libertad que Dios da al hombre no implica soacutelo capacidad de eleccioacuten
sino tambieacuten capacidad de dominar los propios actos responsabilizaacutendose de
139 Cf Ef 413 140 Cf AH III 201 231 IV 322 377 384 V 361 141 AH III 202 142 Cf AH V 81 102 134
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Salus carnis | 69
ellos143 lo que le asemeja a Dios y le capacita para llegar un diacutea a la divinizacioacuten en
la carne La parte divina viene dada desde el principio en ese permanente
asesoramiento e invitacioacuten al bien que nos ofrece La parte humana es responder
en obediencia participando del Espiacuteritu que nos alienta
La carne poseiacuteda por el Espiacuteritu olvidada de siacute asume la cualidad del Espiacuteritu hacieacutendose conforme al Verbo de Dios [] Por eso dice una vez vivimos sin el Espiacuteritu celestial en la vejez de la carne no obedeciendo a Dios asiacute ahora recibiendo al Espiacuteritu caminemos en la novedad de la vida obedeciendo a Dios Y porque sin el Espiacuteritu de Dios no podemos ser salvos el Apoacutestol nos exhorta a conservar el Espiacuteritu de Dios mediante la fe y la vida casta144
En definitiva Ireneo no minimiza el pecado de Adaacuten amparado en su
imperfeccioacuten inicial o estado de infancia Fue desobediente y lo fue libremente
pudiendo haber obedecido Lo que Ireneo salva es la motivacioacuten o raiacutez de tal
pecado que no nace de una malicia natural del hombre sino que viene de fuera
4 Conclusiones
Para Ireneo negar todo dualismo va maacutes allaacute de la dimensioacuten ad extra
Tampoco en Dios ad intra hay dualismo posible Dios no crea primero y salva
despueacutes145 como acciones independientes o consecutivas Dios crea al ser humano
a imagen y semejanza del Verbo encarnado y glorioso sin imponerle nada para
que por su propia libertad y voluntad mdashdones de Diosmdash por amor llegue a la
plenitud que es la vida en el Espiacuteritu Seguacuten viva el ser humano tal camino de
crecimiento de su imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten uacuteltima participando de la
vida de Dios viviraacute con mayor o menor fidelidad su vocacioacuten el primer deseo de
Dios sobre eacutel Pues el ser humano ha sido laquomodelado de cara a un crecimiento y
una madurez [plasmavit enim eum in augmentum et incrementum] seguacuten la
palabra de la Escrituraraquo146
143 Cf AH IV 134 164 144 AH V 93 145 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 95 146 AH IV 11 2
CAPIacuteTULO II
70 | Humana augens
Si miramos la Historia y al ser humano como Ireneo los mira difiacutecilmente nos
preguntaremos por queacute Dios no hizo al hombre perfecto desde el principio Seriacutea
incoherente y absurdo Propio de quien no-es-Dios de alguien laquorecieacuten creadoraquo es
no querer igualarse con el Increado con su Autor con el Perfecto Pero ademaacutes
hay otra razoacuten fundamental Dios quiere que el hombre llegue al fin que El le
propone tal como es al ritmo paciente de la carne sin saltarse etapas ni pretender
medios que no le corresponden Su grandeza no estriba en ser perfecto sino en ser
capaz de perfeccioacuten lograda por el amor libre y obediente dejaacutendose transformar
por el Espiacuteritu
En este proceso del hombre natural al hombre espiritual se juega la historia
salutis Ireneo hablaraacute de alcanzar la inmortalidad incorruptibilidad participacioacuten
visio Dei carne poseiacuteda por el Espiacuteritu todas expresiones que nos refieren a lo
que maacutes tarde se llamaraacute laquodeificacioacutenraquo tomando diversos matices seguacuten
autores147 No es un crecimiento para adquirir perfeccioacuten moral o aumento de
virtud en uno mismo sino que crecemos en la medida que nos acercamos a Dios el
Perfecto Pasar de sarx a pneuma automaacuteticamente es impensable o la carne no
seriacutea tal o el Espiacuteritu no habriacutea sido acogido en libertad Dios toma en serio de tal
manera nuestra carne y el destino que nos prepara que no puede realizarse
verdaderamente sin tiempo de maduracioacuten y crecimiento en un mutuo
laquoacostumbramientoraquo La plasis humana mdashcuerpo y almamdash es sarx pneumatikoacutes ya
sea inmaduramente al inicio ya sea en plenitud tras la Resurreccioacuten de Cristo
Pero el hombre mdashla sarxmdash es capaz incluso de rechazar el don de Dios y
desobedecerle como de hecho ocurrioacute por engantildeo de Sataacuten el seductor Quisieron
ser dioses antes que hombres y desobedecieron el mandato que Dios habiacutea dado
para su bien Experimentaron el bien de Dios y el mal del seductor Asiacute quiso Dios
que fuera para que aprendieran en su propia carne a juzgar y discernir a buscar el
bien rehusando el mal ya no por mandato de Dios sino por propia eleccioacuten libre
Tras la desobediencia el hombre continuaraacute su crecimiento pues forma parte de su
147 Cf N RUSSELL The Doctrine of Deification in the Greek Patristic Tradition (Oxford 2006) 1-15
105-110 V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente (Barcelona 22009) especialmente 146-160
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 71
naturaleza creatural pero ahora marcado por la muerte y por la capacidad de
asemejamiento mermada dantildeada herida
Si acoger la salvacioacuten de Dios en nosotros mdashsalus carnismdash implica crecimiento
no puede eacutesta consistir en ser devueltos a un estado primordial paradisiacuteaco sino en
alcanzar la promesa a la que Dios nos destinoacute desde el principio Es una salvacioacuten
teleioacutetica y ademaacutes en comunioacuten humano-divina Por eso la libertad humana mdashen
la carnemdash tendraacute un papel decisivo Si nos salvamos por nuestras propias fuerzas
para progresar inuacutetil es la accioacuten de Dios si lo hace Dios soacutelo sobra nuestra
libertad y obediencia iquestCoacutemo podraacute darse entonces esta comunioacuten que nos salve
La respuesta de Ireneo apunta con toda claridad a Cristo Verbo encarnado
verdadero Dios y verdadero hombre Maacutes auacuten a la carne de Cristo carne como la
nuestra ungida por el Espiacuteritu hasta la glorificacioacuten final para nuestra salvacioacuten
CAPIacuteTULO II
72 | Humana augens
Capiacutetulo III
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
EacuteL ES LA COMUNIOacuteN QUE NOS SALVA
Ipse per se hominem adunans Deo
(AH III 42)
Introduccioacuten
1 Perceptrix et capax caro virtutis Dei
11 LA VIDA PRESENTE EN LA CARNE 12 EUCARISTIacuteA 13 LA CARNE DE CRISTO
2 Carne de nuestra carne
21 LA MIXIS INICIAL 22 LA PLASMACIOacuteN CON SUS MANOS
3 iquestQuieacuten sino el Verbo puede unir al hombre con Dios
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO III
74 | Humana augens
Introduccioacuten
Al comenzar este estudio nos preguntaacutebamos si podriacuteamos concluir alguacuten
rasgo esencial a la humanidad de Cristo a partir de la antropologiacutea de Ireneo Si
Cristo se hizo verdaderamente hombre iquestno tuvo que asumir los rasgos esenciales
de este hombre Concretamente hemos fijado nuestra atencioacuten en el crecimiento
como dinamismo propio de la carne alentada por el Espiacuteritu tal como el Creador la
ha dispuesto para alcanzar el fin que le es propio Siguiendo nuestro razonamiento
si la humanidad de Cristo tiene alguna virtualidad salviacutefica tendraacute que pasar por
su crecimiento
Sin embargo antes de hacer esta aplicacioacuten conviene hacerse algunas
preguntas iquestRealmente podemos decir que la carne es perceptible de salvacioacuten de
accioacuten del Espiacuteritu Si no lo fuera iquestqueacute sentido tiene que el Verbo se haga carne
para nuestra salvacioacuten iquestO acaso la carne que Eacutel tomoacute siendo verdadera no es
carne como la nuestra A estas preguntas dedicaremos los dos primeros puntos de
este capiacutetulo siguiendo la argumentacioacuten del mismo Ireneo frente a sus
contemporaacuteneos
Finalmente una vez que constatamos el pecado y la desobediencia del hombre
iquestsigue adelante el plan salvador de Dios en Cristo iquestafecta el pecado de alguacuten
modo al proyecto salvador de Dios iquestPor queacute nos salva el Verbo y por queacute de esta
manera como verdadero Dios y verdadero hombre iquestDe queacute modo puede realizar
Eacutel el fin que nos es propio la visioacuten del Padre la comunioacuten iacutentima y plena con Eacutel
iquestjuega alguacuten papel su carne creciendo al ritmo del Espiacuteritu
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 75
1 Perceptrix et capax caro virtutis Dei (AH V 32)
iquestAcaso la carne puede ser salvada puede acoger a Dios Es un tema
importante al que Ireneo tuvo que hacer frente pues laquosi la carne no pudiera ser
salvada el Verbo de Dios no se habriacutea hecho carneraquo1 En los capiacutetulos anteriores
hemos aludido a las reticencias gnoacutesticas mdashy de algunos eclesiaacutesticos2mdash ante la
materia en general y ante la carne en particular Tambieacuten hemos afirmado lo
contrario que esto es a la sensibilidad y la teologiacutea de Ireneo Ahora bien la mirada
amable a la carne y a la materia como elemento esencial al ser humano creada y
querida por Dios no es suficiente para afirmar tambieacuten su resurreccioacuten En
nuestro caso el tema es fundamental puesto que si la carne no es laquocapaz de
salvacioacutenraquo o lo que es lo mismo capaz de acoger el Espiacuteritu de Dios que es quien
laquonutre y hace crecerraquo3 difiacutecilmente seraacute agente de salvacioacuten Ni siquiera si eacutesta
carne es la de Cristo
Ireneo coincide con los gnoacutesticos4 al afirmar que soacutelo puede asumir el Sentildeor lo
que puede salvarse5 dando la vuelta al principio patriacutestico que despueacutes se hariacutea
claacutesico laquoQuod non est assumptum non est sanatumraquo6 La conclusioacuten es evidente
para los gnoacutesticos el Verbo no pudo asumir la carne ya que por naturaleza no es
capaz de salvacioacuten Ireneo por el contrario haraacute de su encarnacioacuten la clave de
boacuteveda de toda la antropologiacutea y soteriologiacutea Nuestra esperanza no se fundamenta
en la fuerza de nuestra naturaleza sino en el poder amoroso de Dios7
1 AH V 141 El P ORBE lo expresa con gran fuerza laquoSobra la Encarnacioacuten cuando no hay carne que
deificarraquo (laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo Gregorianum 46 [1965] 481-544 aquiacute 543)
2 Cf A ORBE laquoAdversarios anoacutenimos de la Salus carnisraquo Gregorianum 60 (1979) 9-53 ID laquoDefinicioacuten del hombre en la teologiacutea del siglo IIraquo Gregorianum 48 (1967) 522-576 J C ALBY laquoUn grano de trigo produciraacute diez mil espigas El optimismo metafiacutesico en la escatologiacutea de san Ireneoraquo Sapientia 62 (2007) 5-21
3 AH IV 383 4 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa salvacioacuten de la carne en S Ireneoraquo Scriptorium Victoriense 12 (1965) 7-29
Aquiacute 13 5 Cf Ibiacuted 22 6 GREGORIO NACIANCENO Ep 101 I 32 (SC 20850) laquoLo que no ha sido asumido no ha sido sanado
pero lo que se une a Dios se salvaraquo Axioma claacutesico que ya explicitoacute Oriacutegenes laquoEl hombre no habriacutea sido salvado todo entero si nuestro Salvador y Sentildeor no hubiera asumido al hombre enteroraquo Y que para algunos estariacutea en la base de la argumentacioacuten ireneana (cf T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano [Burgos 2004] 64)
7 Cf AH II 292 V 23
CAPIacuteTULO III
76 | Humana augens
Ahora bien la sola carne no salva8 De hecho la sola carne para Ireneo no es
nada como tampoco es nada en el ser humano el alma sola o solo el Espiacuteritu9
Tendriacuteamos que decir por tanto que la sola carne de Cristo por siacute misma tampoco
salva siguiendo la exeacutegesis gnoacutestica de 1 Cor 1550 laquoLa carne y la sangre no
pueden efectivamente heredar el reino de Diosraquo10 Ireneo critica fuertemente a
quienes utilizan este texto para desechar la carne pues laquoni han captado el sentido
del Apoacutestol ni han investigado la fuerza de las palabrasraquo11
La iniciativa y la actividad siempre procede de Dios del Espiacuteritu Lo propio del
hombre lo propio de la carne es recibir y acoger tal accioacuten12 Por eso no se trata de
que la carne llegue a poseer el Espiacuteritu como un premio por siacute misma sino que
con su docilidad el Espiacuteritu vaya progresivamente hacieacutendola suya
Ahora recibimos alguna parte de su Espiacuteritu para perfeccionar y preparar la incorrupcioacuten acostumbraacutendonos poco a poco a comprender y a portar a Dios El Apoacutestol lo llamoacute prenda (es decir parte de la gloria que Dios nos ha prometido) (Ef 113-14) [] Por ello esta prenda al habitar en nosotros ya nos hace espirituales y la mortalidad es absorbida por la inmortalidad (2 Cor 54) [] Esto no nos sucede por la destruccioacuten de la carne sino por la comunioacuten del Espiacuteritu [] Pues si la prenda apoderaacutendose del hombre mismo ya le hace clamar laquoiexclAbbaacute Padreraquo iquestqueacute haraacute la gracia universal del Espiacuteritu que Dios otorgaraacute a los hombres Nos haraacute semejantes a eacutel y nos haraacute perfectos por la voluntad del Padre pues eacuteste ha hecho al hombre seguacuten la imagen y semejanza de Dios13
Esto es importante porque en ninguacuten momento entiende Ireneo que la
naturaleza humana la sarx deba ser aniquilada De hecho cuando Ireneo habla de
lo carnal como opuesto a lo espiritual no deshecha la carne en siacute sino sus obras14
Elegir las obras del Espiacuteritu es ir creciendo en su accioacuten y realizando sus frutos15 lo
que se opone a laquoser carnalraquo es decir vivir seguacuten laquolas obras de la carneraquo pero no a
vivir en la carne La razoacuten central estaacute en la voluntad creacional de Dios nuestra
carne es su Arte su obra Y lo sigue siendo incluso dantildeada por el pecado pues la
purificacioacuten no se debe a la carne en siacute sino a las obras tal como se muestra en los
8 Cf AH III 204 9 Cf AH V 91 Hemos tratado el tema en el Capiacutetulo I 10 Cf AH V 91-4 11 AH V 132 12 Cf AH IV 392 112 13 AH V 81 Cf AH V 94 14 Cf AH V 102 1234 15 Cf AH V 111
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 77
milagros de curaciones de Jesuacutes16 Sin duda una distincioacuten fundamental que
convendriacutea recuperar
Las obras de la carne [son las] hechas sin el Espiacuteritu Estas llevan a la muerte [] laquoPero estaacuteis lavados y santificados estaacuteis justificados en el nombre del Sentildeor Jesucristo y en el Espiacuteritu de nuestro Diosraquo iquestY cuaacutendo hemos llevado la imagen del que nacioacute de la tierra Cuando realizaacutebamos las obras de la carne arriba descritas iquestY cuaacutendo llevamos la imagen del que viene del cielo Cuando como eacutel dice laquoestaacuteis lavadosraquo y creeacuteis laquoen su nombreraquo para recibir su Espiacuteritu No hemos lavado la substancia de nuestro cuerpo ni la imagen de nuestra creacioacuten sino nuestro antiguo modo de actuar Y asiacute en los mismos miembros por los que antes pereciacuteamos cuando realizaacutebamos las obras corruptibles en esos mismos miembros empezamos a vivir cuando realizamos las obras del Espiacuteritu17
Si el hombre no tiene que dejar de ser laquoaacutenthroposraquo para llegar a Dios18
tampoco la carne tiene que dejar de ser carne para llegar a ser en todo
transformada por el Espiacuteritu lo mortal en inmortal lo corruptible en incorruptible
la debilidad en fortaleza19 Si laquosu obraraquo se muestra en la plasis humana20 imagen y
semejanza suya tambieacuten se cumpliraacute en la carne su salvacioacuten (Salus carnis no
Salus animae21) Por eso Ireneo puede hablar del hombre espiritual o perfecto del
laquohombre vivienteraquo como aquel que participando de la carne participa tambieacuten del
Espiacuteritu y eacuteste le guiacutea22
Donde estaacute el Espiacuteritu del Padre ahiacute se encuentra el hombre viviente [] La carne poseiacuteda por el Espiacuteritu olvidada de siacute asume la cualidad del Espiacuteritu hacieacutendose conforme al Verbo de Dios [] Por eso dice una vez vivimos sin el Espiacuteritu celestial en la vejez de la carne no obedeciendo a Dios asiacute ahora recibiendo al Espiacuteritu caminemos en la novedad de la vida obedeciendo a Dios Y porque sin el Espiacuteritu de Dios no podemos ser salvos el Apoacutestol nos exhorta a conservar el Espiacuteritu de Dios23
Como dijimos al hablar del pecado24 el hombre no pierde nunca totalmente el
espiacuteritu25 pero siacute la vitalidad del Espiacuteritu que disfrutaba antes de la caiacuteda Esa falta
de vitalidad en el hombre es lo que conlleva su vejez26 su deterioro su
16 Cf AH V 1256 15 17 AH V 112 18 Cf AH V 122 19 Cf AH V 32 102 20 Cf AH V 152
21 Cf A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo Gregorianum 64 (1983) 199-241 Aquiacute 218
22 Cf AH V 92 23 AH V 93 24 Cf Capiacutetulo II 25 Cf AH V 122 26 Cf J FANTINO laquoEl hombre verdadero seguacuten San Ireneoraquo Estudios Trinitarios 23-24 (1989-1990)
3-30 Aquiacute 16-17
CAPIacuteTULO III
78 | Humana augens
estancamiento Crecer no es envejecer pues quien crece se allega a Dios y quien
envejece muere27 Con Cristo en su carne recupera el hombre la novedad28 que le
acrecienta si elige de nuevo la cercaniacutea obediencia con Dios29
Ireneo expresa esta laquoactiva pasividadraquo de dejarse hacer por el Espiacuteritu con dos
imaacutegenes paulinas Primeramente habla de toda carne como templo de Dios y une
esta metaacutefora a la comparacioacuten joaacutenica del Templo con el cuerpo de Cristo30
La carne plasmada es templo de Dios [] Si alguno afirma que el templo de Dios en el cual habita el Espiacuteritu del Padre y los miembros de Cristo no participan de la salvacioacuten sino que estaacuten condenados a la perdicioacuten iquestno diraacute la maacutes grande blasfemia Porque nuestros cuerpos no resucitan en virtud de su propia naturaleza sino por la virtud de Dios31
Del mismo modo que el Espiacuteritu habitaba en el Templo de Jerusaleacuten asiacute
moraba en el Cuerpo de Cristo Y si nosotros somos miembros de su Cuerpo
tambieacuten en nuestro cuerpo mora el Espiacuteritu Santo32 Si nuestra carne no resucita
tampoco resucitaraacute la carne de Cristo Y esto seriacutea tanto como decir que la carne
unida al Verbo en esta vida no seraacute capaz de Dios en la gloria y por eso queda
fuera de la incorrupcioacuten No tiene sentido
Por otro lado con la imagen del injerto33 Ireneo expresa simboacutelicamente coacutemo
la comunioacuten entre Dios y el hombre entre el Espiacuteritu y la carne no funde ni
confunde las dos realidades perdieacutendose una en beneficio de otra Tampoco es la
suma de dos realidades ajenas yuxtapuestas sino que la parte maacutes deacutebil queda
siempre mejorada y crecida por la maacutes fuerte en la medida que se unen
Y para que nosotros dando gusto a la carne no vayamos a rechazar injertarnos en el Espiacuteritu esto escribe laquoTuacute que eres un olivo silvestre has sido injertado en un olivo feacutertil para hacerte participar de sus abundantes frutosraquo (Rom 111724) Pero si un olivo agreste despueacutes de ser injertado siguiese siendo agreste laquoseraacute cortado y echado al fuegoraquo (Mt 719) en cambio si continuacutea injertado y se convierte en un buen olivo se transforma en un aacuterbol lleno de frutos como los plantados en el huerto de un rey [] De igual modo quienes no producen frutos de justicia sino que viven prisioneros de sus sentidos si despiertan y reciben al Verbo de Dios como un injerto retornan a su
27 Cf Col 310 AH V 1246 28 Cf AH IV 341 III 1025 V 13 161 29 Cf IV 281 374 30 1Cor 316 Jn 21921 1Cor 613-15 31 AH V 62 32 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y la primera Pascua del Salvadorraquo Estudios Eclesiaacutesticos 44 (1969) 297-
344 Aquiacute 303
33 Rm 111724
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 79
naturaleza primera como fueron hechos a imagen y semejanza de Dios (Geacuten 126) Asiacute como el olivo silvestre cuando se le injerta no pierde la substancia de su madera sino que cambia la calidad de sus frutos y recibe otro nombre pues ya no es olivo silvestre sino que se convierte y es olivo feacutertil de modo semejante el hombre que injertado por la fe recibe el Espiacuteritu de Dios no pierde la substancia de la carne sin embargo cambia la calidad del fruto de sus obras y recibe otro nombre para significar ese cambio en algo mejor ya no es carne y sangre sino que se le llama y es un hombre espiritual Pero asiacute como el olivo silvestre si no se le injerta sigue siendo inuacutetil para su Sentildeor por su calidad salvaje y laquose le corta y echa en el fuegoraquo (Mt 719) como a un aacuterbol esteacuteril de igual modo el hombre al que el Espiacuteritu no se le injerta por la fe sigue siendo lo que antes era esto es carne y sangre que no puede poseer el Reino en herencia34
La imagen es muy clara No dice Ireneo que la carne por siacute sola se salve pues de
hecho tan capaz es de corrupcioacuten como de incorrupcioacuten de obediencia como de
desobediencia35 Siacute dice que es en la carne donde Dios quiere cumplir su obra36 Ser
injertados en el Espiacuteritu no es garantiacutea automaacutetica de salvacioacuten pues siempre espera
Dios nuestra libertad y crecimiento don suyo pero hace posible laquoque cambie la
calidadraquo37 de nuestro fruto sin perder la substancia humana que nos es propia Por
eso es tan importante distinguir las obras de la carne de la carne misma
Y si la carne es capaz de Dios capaz de dejarse poseer por el Espiacuteritu en esta
vida iquestcuaacutento maacutes no seraacute capaz de recibir la vida eterna la resurreccioacuten38 Pues
laquoiquestqueacute otro fruto manifiesto del Espiacuteritu invisible puede haber sino hacer la carne
madura y capaz de la incorrupcioacutenraquo39
Ireneo aporta tres argumentos principales para esperar la resurreccioacuten de la
carne la vida presente que es carnal y a la vez va creciendo en dinamismo
espiritual la Eucaristiacutea donde creemos nutrirnos del Cuerpo y Sangre de Cristo
siendo pan y vino transformados verdaderamente por el Espiacuteritu de Dios y la
carne misma de Cristo Veamos brevemente cada argumento
34 AH V 101-2 35 Cf AH V 121 36 Cf AH V 141 37 AH V 102 Cf AH V 111-2 38 Cf AH V 23 39 AH V 124
CAPIacuteTULO III
80 | Humana augens
11 LA VIDA PRESENTE EN LA CARNE
En la mentalidad gnoacutestica Dios no puede dar la inmortalidad a la carne mortal
porque el destino de cada cosa estaacute marcado por su naturaleza Para Ireneo sin
embargo la voluntad de Dios estaacute por encima de todas las cosas40 y Eacutel dispensa sus
dones como quiere incluyendo la salvacioacuten de la carne41 porque Dios asiacute lo ha
querido y si Eacutel quiere puede Por tanto si Dios quiere hacerlo y la carne es capaz
de acogerlo42 es posible la salus carnis43
Desprecian el poder de Dios y no contemplan la verdad quienes miran la debilidad de la carne sin contemplar tambieacuten el poder de aquel que la resucita de entre los muertos (Heb 1119) Si no da la vida a lo mortal ni la incorrupcioacuten a lo corruptible entonces Dios deja de ser poderoso Pero que en todas estas cosas Dios manifiesta su poder lo podemos descubrir en nuestro origen pues Dios modeloacute al hombre del barro de la tierra (Geacuten 27) [] Porque aquel que a los comienzos hizo que existiera lo que no existiacutea cuando eacutel lo quiso mucho maacutes seguacuten su voluntad volveraacute de nuevo a restituir a la vida a aqueacutellos a quienes eacutel se la ha dado Se descubriraacute que la carne es capaz de recibir el poder de Dios asiacute como al principio acogioacute su arte [perceptrix et capax caro virtutis Dei quae ab initio percepit artem Dei ndash χωρητικὴ ἡ ςὰρξ τήσ τοῦ Θεοῦ δυνάμεωσ ἥτισ τὴν ἀρχὴν ἀπεδέξατο τὴν τὲχνην τοῦ Θεοῦ] [] Porque si no seriacutean [los que lo niegan] como aquel que teniendo en la mano una esponja llena de agua o una antorcha encendida dijese que una esponja no es capaz de contener agua o una antorcha fuego [] iquestPor queacute la vida eterna no seraacute capaz de vivificar la carne ya ejercitada y acostumbrada a llevar la vida Que la carne participe de la vida verdadera se muestra por la misma vida presente pues vive en cuanto Dios quiere que viva Y que Dios es poderoso para dar la vida es evidente pues nosotros vivimos porque Eacutel nos ha concedido la vida Y siendo Dios poderoso para dar la vida a su creatura siendo capaz de vivificar la carne iquestqueacute puede impedir que la carne pueda recibir la incorrupcioacuten la cual no es sino una larga vida sin fin que Dios concede44
Una vez maacutes no se puede comprender el pensamiento de Ireneo sin apelar a
la unidad Creacioacuten y salvacioacuten no son dos momentos aislados ni paralelos No
podemos entender la Encarnacioacuten del Verbo sin la creacioacuten del hombre laquoplasma
Deiraquo modelado por el Verbo y el Espiacuteritu Quien es capaz de llevar en siacute mismo la
imagen y semejanza de Dios su Arte y va perfeccionaacutendose en la medida que se
ejercita conservaacutendolo en esta vida iquestpor queacute no va a seguir creciendo hasta Dios
en la eternidad En el fondo negar la capacidad de la carne para acoger a Dios es la
40 Cf AH II 292 41 Cf AH V 213 42 51 42 Cf AH V 42 51 323 43 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa salvacioacuten de la carne en S Ireneoraquo 16 44 AH V 32-3
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 81
arrogancia desagradecida de quien cree que su vida viene de eacutel45 como si el agua
de una esponja viniera de siacute o el fuego de una tea hubiera prendido solo Asiacute en
Ireneo los maacutertires son signos privilegiados de la accioacuten del Espiacuteritu en la carne
aquiacute y ahora por el puacuteblico testimonio que dan del evangelio y por ser capaces de
dar la vida libremente por ello46
Ahora bien iquestcoacutemo haraacute Dios posible que la carne sin dejar de ser carne llegue
a la inmortalidad en comunioacuten con el Espiacuteritu y sin perder la libertad propia del
ser humano La respuesta de Ireneo es clara
Es el Verbo de Dios quien les concede la resurreccioacuten para la gloria de Dios Padre [Flp 211] Este es quien transforma lo mortal en inmortal y a lo corruptible concede gratuitamente hacerse incorruptible [1 Cor 1553] pues el poder de Dios se manifiesta en la debilidad [2 Cor 129] Por eso no debemos presumir de tener la vida por nosotros mismos pues esto seriacutea levantarse contra Dios con una mente ingrata Al contrario por la experiencia hemos de aprender que de su grandeza y no de nuestra naturaleza recibimos como don el vivir para siempre Asiacute pues ni vayamos alguna vez a privarnos de la gloria que de Dios procede ni ignoremos lo que es nuestra naturaleza47
Estamos llamados a vivir sin privarnos de la gloria de Dios sabiendo que es
don suyo y eacutel mismo nos capacita mdashpor voluntad suyamdash para vivir asiacute48 Y iquestqueacute es
vivir seguacuten su gloria iquestNo seraacute tanto como dejar que su poder laquoabsorbaraquo nuestra
debilidad por amor iquestNo seraacute tanto como ser cada vez maacutes doacuteciles al Espiacuteritu en
nuestra carne Es el Verbo de Dios quien hace esto posible quien nos abre el
camino para crecer en la comunioacuten con Dios debilitada y a la vez el Espiacuteritu nos
prepara para acoger al Hijo49 Pero tampoco debemos ignorar cuaacutel es nuestra
naturaleza no somos espiacuteritu sino carne y en la carne estamos llamados a
compartir la gloria de Dios50 No sin ella Sabieacutendonos tan necesitados de la accioacuten
del Espiacuteritu como la masa de harina necesita el agua para llegar a ser pan51
45 Cf AH V 41 46 Cf AH V 92 IV 339 III 1213185 B CZESZ laquoSan Ireneo y el montanismoraquo Anuario de Historia
de la Iglesia [=AHIg] 3 (1994) 81-93 aquiacute 89-90 T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano 113
47 AH V 23 48 Cf AH III 202-3 49 Cf AH IV 205
50 Cf AH V 92 51 Cf AH III 172 214
CAPIacuteTULO III
82 | Humana augens
12 EUCARISTIacuteA
En segundo lugar Ireneo ve en la Eucaristiacutea un signo claro y eficaz para
quienes niegan o ponen en duda la salus carnis52 Materia es al fin y al cabo el pan
y el vino y lo ha dispuesto Dios para la salvacioacuten y crecimiento del hombre53 Si no
creemos que esa materia sencilla es capaz del don de Dios iquestqueacute sentido tiene
participar de ella
Para nosotros concuerda lo que creemos y la Eucaristiacutea y a su vez la Eucaristiacutea da solidez a lo que creemos Le ofrecemos lo que le pertenece y proclamamos de manera concorde la unioacuten y comunidad entre la carne y el espiacuteritu Porque asiacute como el pan brota de la tierra una vez que se pronuncia sobre eacutel la invocacioacuten [ἐπίκληςιν τοῦ Θεοῦ] de Dios ya no es pan comuacuten sino que es la Eucaristiacutea compuesta de dos elementos terreno y celestial de modo semejante tambieacuten nuestros cuerpos al participar de la eucaristiacutea ya no son corruptibles sino que tienen la esperanza de resucitar para siempre54
Y si lo creemos iquestcoacutemo negar despueacutes la capacidad de la carne para ser
transformada por el poder de Dios La Eucaristiacutea ademaacutes es alimento que nos
hace crecer de modo que no soacutelo es signo de que la materia puede ser
transformada por el Espiacuteritu sino tambieacuten de que puede ser medio de
transformacioacuten y crecimiento para otros por la fuerza de ese mismo Espiacuteritu
Estaacuten enteramente locos quienes rechazan toda la Economiacutea de Dios al negar la salvacioacuten de la carne y despreciar su nuevo nacimiento pues dicen que ella no es capaz de ser incorruptible Pues si eacutesta no se salva entonces ni el Sentildeor nos redimioacute con su sangre ni el caacuteliz de la Eucaristiacutea es comunioacuten con su sangre ni el pan que partimos es comunioacuten con su cuerpo (1Cor 1016) [] Pues eacutel mismo confesoacute que el caacuteliz que es una creatura es su sangre (Lc 2220 1Cor 1125) con el cual hace crecer nuestra sangre y el pan que es tambieacuten una creatura declaroacute que es su propio cuerpo (Lc 2219 1Cor 1124) con el cual hace crecer nuestros cuerpos En consecuencia si el caacuteliz mezclado y el pan fabricado reciben la palabra de Dios para convertirse en Eucaristiacutea de la sangre y el cuerpo de Cristo y por medio de eacutestos crece y se desarrolla la carne de nuestro ser iquestcoacutemo pueden ellos negar que la carne sea capaz de recibir el don de Dios que es la vida eterna ya que se ha nutrido con la sangre y el cuerpo de Cristo y se ha convertido en miembro suyo Cuando escribe el Apoacutestol en su Carta a los Efesios laquoSomos miembros de su cuerporaquo (Ef 530) de su carne y de sus huesos no lo dice de alguacuten hombre espiritual e invisible mdashpues un espiacuteritu laquono tiene carne ni huesosraquo (Lc 2439)mdash sino de aquel ser que es verdadero hombre que estaacute formado por carne huesos y nervios el cual se nutre de la sangre del Sentildeor y se desarrolla con el pan de su cuerpo55
52 Cf AH IV 184-5 V 223 53 Cf H U VON BALTHASAR Gloria II (Madrid 1986) 55 54 AH IV 185 55 AH V 2 2-3
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 83
Desde esta perspectiva afirma de nuevo que laquotoda la Economiacutea de Diosraquo pasa
por la salvacioacuten de la carne por su Humanidad56 pues de no ser asiacute tampoco
tendriacutea sentido salvador la entrega del cuerpo y la sangre de Cristo o no seriacutea
verdadera su encarnacioacuten
Curiosamente Ireneo situacutea en la promesa eucariacutestica de la Uacuteltima cena ligada
al propio cuerpo glorioso de Cristo y a la bondad de la materia la glorificacioacuten de lo
creado Si Jesuacutes prometioacute volver a beber de nuevo con sus disciacutepulos el fruto de la
vid despueacutes de la Resurreccioacuten es que resucitaremos en carne laquopues propio es de
la carne y no del espiacuteritu beber el vino de la vidraquo57
Del mismo modo que podriacutea haber dado vino bueno en la boda de Canaacute sin contar
con ninguacuten agua y podiacutea haber dado de comer a la multitud hambrienta sin aquellos
pocos panes y peces tambieacuten podriacutea salvarnos laquosin partir de ninguna materia
creadaraquo58 pero no quiso Dios no necesita la carne ni la materia59 pero ha querido que
forme parte de su gloria y de la tierra prometida que nos espera tras la resurreccioacuten
Esto es lo que recuerdan haber oiacutedo de Juan el disciacutepulo de Jesuacutes los presbiacuteteros que lo conocieron acerca de coacutemo el Sentildeor les habiacutea instruido sobre aquellos tiempos laquoLlegaraacuten diacuteas en los cuales cada vintildea tendraacute diez mil cepas cada cepa diez mil ramas cada rama diez mil racimos cada racimo diez mil uvas y cada uva exprimida produciraacute 25 medidas de vino Y cuando uno de los santos corte un racimo otro racimo le gritaraacute iexclYo soy mejor racimo coacutememe y bendice por miacute al Sentildeor De igual modo un grano de trigo produciraacute diez mil espigas cada espiga a su vez diez mil granos y cada grano cinco libras de harina pura Lo mismo sucederaacute con cada fruto hierba y semilla guardando cada uno la misma proporcioacuten Y todos los animales que coman los alimentos de esta tierra se haraacuten mansos y viviraacuten en paz entre siacute enteramente sujetos al hombreraquo60
A pesar del rechazo gnoacutestico y de las posteriores criacuteticas alejandrinas para
Ireneo las promesas profeacuteticas se cumpliraacuten en la materialidad creacional61 laquola
economiacutea de la salvacioacuten se lleva a cabo con ayuda de la creacioacuten y para la
creacioacuten no a pesar de ellaraquo62 El vigor y la abundancia material de esta tierra son
56 Cf AH III 174 IV pr 202 V 143 57 Cf AH V 332 58 AH III 115 59 Cf AH IV 141 60 AH V 33 3 61 Cf M AROacuteZTEGUI laquoLa creacioacuten en el culto seguacuten san Ireneo de Lyonraquo Teologiacutea y catequesis 95
(2005) 175-197 Aquiacute 189
62 J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos (Madrid 2004) 59
CAPIacuteTULO III
84 | Humana augens
signo inequiacutevoco de la bondad del Creador y de la bendicioacuten que de Eacutel recibimos63
Tambieacuten seraacute en esa creacioacuten bendecida donde gozaremos de la comunioacuten futura
con Dios del mismo modo que ahora comulgamos con el Cuerpo y la Sangre de
Cristo a traveacutes del pan y el vino primicias de la Creacioacuten64 Por eso cuanto maacutes le
entregamos maacutes recibimos de Eacutel multiplicado65 llegando a la plenitud en la gloria
del Padre
13 LA CARNE DE CRISTO
En tercer lugar el gran argumento para afirmar la salvacioacuten de la carne y su
capacidad salviacutefica es la misma carne de Cristo laquoentreverada de Espiacuterituraquo66 desde
el principio desde su concepcioacuten en el seno de Mariacutea Curiosamente Ireneo no lo
refiere solo a los evangelios de la infancia sino tambieacuten a dos textos del Antiguo
Testamento67 en que nos detenemos por la fuerza simboacutelica que tienen para
nuestro tema
[Los profetas] anunciaban que de la estirpe de David habiacutea de florecer Su cuerpo [ex semine David florebit caro eius] [de Nuestro Sentildeor Jesucristo Hijo de Dios] para que fuese seguacuten la carne hijo de David mdashque era hijo de Abrahaacutenmdash en virtud de una larga cadena de generaciones y seguacuten el Espiacuteritu Hijo de Dios preexistente con el Padre engendrado antes de la fundacioacuten del mundo y aparecido como hombre al mundo entero en los uacuteltimos tiempos Eacutel es el Verbo de Dios que recapitula [ἀνακεφαλαιόομαι] en siacute todas las cosas las del cielo y las de la tierra (Ef 110)68
63 Nada de lo creado es ajeno a Eacutel y nada lo seraacute en la gloria futura del mismo modo que no pudo
quedar la Creacioacuten ajena a la Encarnacioacuten de Cristo Asiacute lo expresa el capiacutetulo 18 del Protoevangelio de Santiago describiendo la expectacioacuten de todo lo creado en el momento en que el Verbo se va a encarnar laquoYo avanzaba y he aquiacute que dejaba de avanzar Y lanzaba mis miradas al aire y veiacutea el aire lleno de terror Y las elevaba hacia el cielo y lo veiacutea inmoacutevil y los paacutejaros detenidos Y las bajeacute hacia la tierra y vi una artesa y obreros con las manos en ella y los que estaban amasando no amasaban Y los que llevaban la masa a su boca no la llevaban sino que teniacutean los ojos puestos en la altura Y unos carneros conducidos a pastar no marchaban sino que permaneciacutean quietos y el pastor levantaba la mano para pegarles con la vara y la mano quedaba suspensa en el vaciacuteo Y contemplaba la corriente del riacuteo y las bocas de los cabritos se manteniacutean a ras de agua y sin beber Y en un instante todo volvioacute a su anterior movimiento y a su ordinario cursoraquo (cit por K BERGER Jesuacutes [Santander 2009] 67)
64 Cf M AROacuteZTEGUI laquoLa creacioacuten en el culto seguacuten san Ireneo de Lyonraquo 191-197
65 Cf AH IV 134 66 S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el
bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo Actas del XI Simposio de Teologiacutea Histoacuterica (Valencia 2002) 104-113 Aquiacute 104
67 Lc 135 y Mt 119-20 en AH III 214 V 13 Por otro lado Is 111-10 y Lam 420 en AH III 93 103 1713 V 334 Ep 9 30 71
68 Ep 30
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 85
En la persona de Cristo se da de un modo totalmente nuevo y singular esta
comunioacuten de carne y Espiacuteritu de naturaleza humana y divina La unioacuten en dos
naturalezas de Cristo por asiacute decirlo es tambieacuten cada ser humano su principio mdash
hombre carnalmdash y su fin mdashhombre espiritualmdash El camino a recorrer entre ambos
es toda la historia de salvacioacuten y es el mismo Cristo No podemos entender la gloria
a la que Dios nos llama sin contemplar este proceso en Eacutel encarnado sufriente y
glorioso Ireneo llama laquoflorraquo a Su cuerpo a la carne de Cristo y asiacute sentildeala que nacioacute
de Mariacutea Virgen69 bajo la accioacuten del Espiacuteritu Santo70
El segundo texto71 revela para Ireneo la necesidad de que Cristo fuera hombre
y coacutemo su carne no puede entenderse sin el Espiacuteritu
La Escritura dice que Cristo aun siendo Espiacuteritu de Dios debiacutea hacerse hombre sometido al sufrimiento y revela en cierto modo sorpresa y sobresalto ante la Pasioacuten que debiacutea sufrir Aquel a cuya sombra hemos dicho que iacutebamos a vivir Sombra significa su cuerpo [Umbram autem dicit corpus eius] pues asiacute como la sombra viene producida por un cuerpo asiacute el cuerpo de Cristo fue producido por su Espiacuteritu [Christi corpus a Spiritu eius factum est] [] Llama sombra al cuerpo de Cristo por haber venido a ser sombra de la gloria del Espiacuteritu que velaba [Forsitan et umbram corpus Christi nominavit tanquam operimentum factum per spiritus gloriam et occultans eam] Con frecuencia al paso del Sentildeor veniacutean colocadas a lo largo de su camino personas afectadas de enfermedades varias y todos aquellos a quienes alcanzaba su sombra eran salvos72
El cuerpo de Cristo no soacutelo es laquoobra del Espiacuterituraquo sino tambieacuten mediacioacuten
para que todos los que se acercan a eacutel reciban los beneficios de Dios los frutos de
su divinidad73 Dicho de otro modo Jesuacutes recibioacute el Espiacuteritu en su carne para poder
recibirlo nosotros de Eacutel en la nuestra74 Y este proceso tuvo su culmen tras la
69 Cf Ep 59 70 Cf Ep 71 71 Lam 420 Texto muy presente en los Padres Junto a Is 111-10 ambos textos laquodebiacutean
pertenecer a un grupo de testimoniaraquo seguacuten S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo 104 nota 5
72 Ep 71 73 Algunos criacuteticos consideran que en Ireneo la expresioacuten laquoEspiacuteritu de Diosraquo se refiere a la
divinidad de Cristo pues era comuacuten en la eacutepoca tomarlo como equivalente a la naturaleza divina Por ejemplo A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I Comentario al libro V del Adversus Haereses (Madrid 1985) 84 JA ALDAMA Mariacutea en la patriacutestica de los siglos I y II (Madrid 1970) 154 Otros prefieren asociarlo al Verbo preexistente en consonancia con la liacutenea de Ignacio de Antioquiacutea como hace M SIMONETTI Parece prudente mantener la posibilidad de ambos sentidos analizando el texto en cada caso (Cf S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo 105 nota 11)
74 Cf Ep 53 AH III 171
CAPIacuteTULO III
86 | Humana augens
Resurreccioacuten donde su carne no desaparece75 ni se laquoconvierteraquo en Espiacuteritu divino
puro sino que se da en ella un cambio cualitativo laquoabandonando la qualitas carnis
por la qualitas spiritusraquo76 Es decir su carne es asimilada plenamente por el
Espiacuteritu77 en comunioacuten total78
En definitiva la carne no soacutelo es capaz de salvacioacuten79 sino que en Cristo su
carne gloriosa es causa de nuestra salvacioacuten A la economiacutea del Espiacuteritu profeacutetico
en el Antiguo Testamento le sigue la economiacutea del Espiacuteritu de filiacioacuten en la carne
del Hijo que daraacute lugar a la visioacuten del Padre Por eso no es prescindible la carne
gloriosa del Verbo en la Historia de Salvacioacuten80
Si realmente fue laquocompleto en todo como Verbo poderoso y hombre
verdaderoraquo81 nuestra carne es Su carne y nuestra humanidad la Suya y el Verbo de
Dios llevaraacute a cabo en siacute mismo lo que seraacute realidad despueacutes en cada uno de
nosotros Por eso queda que nos preguntemos en queacute medida podemos afirmar
que Su carne es nuestra carne De no ser asiacute Cristo recapitulariacutea a Adaacuten pero no a
toda la humanidad presente y futura El tema es fundamental
75 Cf AH V 71 76 A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I Comentario al libro V del Adversus Haereses (Madrid 1985) 369 77 laquoAspectos de la asimilacioacuten lenta de la sarx por el Pneuma son a) la substitucioacuten progresiva de
las cualidades congeacutenitas al plasma (mortalidad y corruptela) por las del Espiacuteritu (inmortalidad e incorruptela) b) la plasis tambieacuten progresiva del hombre a imagen y semejanza de Dios c) el conocimiento por experiencia del bien y del mal a la manera del Creadorraquo (A ORBE laquoDeus facit Homo fit Un axioma de San Ireneoraquo Gregorianum 69 [1988] 629-661 aquiacute 632)
78 Cf AH V 202 79 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa inmortalidad como deificacioacuten del hombre seguacuten S Ireneoraquo Scriptorum
Victoriense 8 (1961) 262-287
80 Cf A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo 201-202 Prescindimos aquiacute del complejo problema del milenarismo presente en algunos pasajes de Ireneo Lo decisivo sea como fuere es el convencimiento de que gozaremos del Padre en la carne no soacutelo por laquomediacioacuten deraquo la carne de Cristo sino laquoen comunioacuten conraquo la carne de Cristo cf J C ALBY laquoUn grano de trigo produciraacute diez mil espigas El optimismo metafiacutesico en la escatologiacutea de san Ireneoraquo 14-15 19-21
81 AH V 11 Cf Ep 53 AH III 181
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Salus carnis | 87
2 Carne de nuestra carne
Para Ireneo toda la obra salvadora de Cristo quedariacutea totalmente infundada si
la carne asumida por Cristo no fuera nuestra misma carne82 Y de cara a nuestro
tema no podriacuteamos dar ninguacuten sentido salviacutefico al crecimiento en su humanidad
iquestHay continuidad entre Adaacuten Cristo y el resto de la humanidad El mismo Ireneo
tuvo que dar cuenta de estas cuestiones frente a sus contemporaacuteneos Lo
argumenta en dos puntos centrales el nacimiento virginal de Mariacutea y el fin propio
de la encarnacioacuten del Verbo salvar y elevar la carne recapitulaacutendola en siacute mismo83
Al segundo argumento dedicaremos el siguiente apartado Ahora nos centraremos
en su nacimiento
Dios habiacutea previsto y prometido por los profetas la venida en carne de su Hijo
De hecho como Justino y Teoacutefilo de Antioquiacutea84 Ireneo considera que es el Verbo
quien se acercaba a los hombres en las teofaniacuteas del Antiguo Testamento85 y asiacute en
ellos como laquoen Abraham el hombre habiacutea aprendido y se habiacutea acostumbrado a
seguir al Verbo de Diosraquo86 Incluso antes en el Jardiacuten el Verbo paseaba con Adaacuten y
Eva preparando el momento de su venida en carne87 Esta promesa inicial es el
motor y fundamento de la encarnacioacuten laquopor eso el parto de la virgen fue
82 Cf AH V 143 III 168 83 Cf AH III 2120 221 IV 381 V 1412 183 191 202 Ireneo expresa la accioacuten salvadora de
Cristo con distintos teacuterminos pero parece que el teacutermino laquorecapitulacioacutenraquo [ἀνακεφαλαίωςισ] integra de un modo maacutes significativo lo especiacutefico de la teologiacutea ireneana el dinamismo acostumbramiento progreso o como nosotros estamos refiriendo crecimiento Recapitular es el modo que tiene Cristo de salvarnos para que podamos llevar a buen fin el destino que Dios nos habiacutea preparado desde siempre Y la recapitulacioacuten siempre estaacute ligada a su propia persona a su cuerpo a su carne a su humanidad Cf J P TOSAUS ABADIacuteA Cristo y el universo Estudio linguumliacutestico y temaacutetico de Ef 110b en Efesios y en la obra de Ireneo de Lyon (Salamanca 1995) 274-275 H SCHLIER La carta a los Efesios (Salamanca 1993) 83-84 N MARTIacuteNEZ-GAYOL laquoIreneo de Lyon la idea de reparacioacuten en el contexto de recapitulacioacutenraquo Estudios Eclesiaacutesticos 85 (2010) 3-42 J M ARROacuteNIZ laquoCategoriacuteas cristoloacutegicas en Ireneo de Lyonraquo Scriptorium Victoriense 30 (1983) 196-202 J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios Significado salvador de la Encarnacioacuten en la teologiacutea de san Ireneo (Barcelona 1969) 190-192 A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de S Ireneoraquo Gregorianum 43 (1962) 449-491 aquiacute 477
84 G AEBY Les missions divines de Saint Justin a Origegravene (Fribourg 1958) Dedica un capiacutetulo entero a Ireneo 44-67 Aquiacute 44
85 Cf AH IV 51-5 71-4 92 114 201-213 2523 86 AH IV 54 87 Cf Ep 12
CAPIacuteTULO III
88 | Humana augens
admirable dando Dios este signo sin que el hombre interviniese en la obraraquo88 El
nacimiento de Cristo no puede depender de la decisioacuten y poder de los hombres89
Que este Cristo que estaba junto al Padre por ser el Verbo del Padre haya debido encarnarse hacerse hombre someterse a la generacioacuten y al nacimiento de una Virgen y vivir entre los hombres operando asimismo el Padre del Universo su encarnacioacuten es lo que expresa Isaiacuteas Pues el Sentildeor mismo va a daros una sentildeal [signum] he aquiacute que una virgen concebiraacute y daraacute a luz a un hijo que llamareacuteis Emmanuel comeraacute mantequilla y miel y antes de conocer o distinguir el mal escoge el bien porque antes que este nintildeo conozca el bien o el mal rechazaraacute el mal para escoger el bien (Is 714-16) Indicoacute que naceriacutea de una Virgen [ex Virgine] Significoacute que seriacutea verdadero hombre por el hecho de comer y por llamarle laquoel infanteraquo y hasta por imponerle su nombre [vere homo (erit) per (hoc) quod manducat manifestavit et eo quod infantem dicit eum verum etiam eo quod nomen imponitur ei] Ya que eacuteste es un extraviacuteo auacuten del que ha nacido90
Aquiacute ademaacutes de unir la promesa profeacutetica y el signo Ireneo aprovecha la
imagen de Isaiacuteas para ilustrar un necesario crecimiento en el Emmanuel No soacutelo
fiacutesico como infante sino personal en sabiduriacutea y discernimiento en experiencia
frente al bien y el mal y en sujecioacuten a la ley humana pues no nace como hombre
perfecto y acabado sino como recieacuten nacido
Si recordamos el capiacutetulo I cuando Dios crea a Adaacuten distingue dos momentos
la mezcla inicial o barro (tierra seca y virtus de Dios que lo humedece) y la
plasmacioacuten de esa mixis por las Manos de Dios (el Verbo y el Espiacuteritu) Pues bien
tambieacuten en Cristo hay que atender los dos momentos
21 LA MIXIS INICIAL
El origen virginal es comuacuten al primer y segundo Adaacuten uno de tierra virgen
otro de Mariacutea virgen Pero nuestro origen proviene de la mezcla de un hombre y
una mujer iquestCoacutemo afecta a nuestra igualdad con Cristo esta diferencia En primer
lugar la identidad entre Adaacuten y el resto de la humanidad es significada en Ireneo a
partir de la genealogiacutea de Lucas91 y la teologiacutea paulina No hay duda de que somos
descendencia de Adaacuten que compartimos su misma carne e incluso su mismo
88 AH III 216 89 Cf AH III 162-3 19 1-3 2115-10 IV 231 90 Ep 53 91 Cf AH III 223 De este modo tambieacuten la eficacia soterioloacutegica de Cristo tendraacute efecto en los
antepasados hasta Adaacuten y hasta el mismo Dios Cf A Orbe laquoSan Ireneo y la primera pascua del Salvadorraquo 309 BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret (Madrid 2007) 32
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 89
pecado como seres humanos92 La identidad en la materia originaria es indudable
laquoel Sentildeor conoce nuestro barro sabe de queacute estamos hechosraquo93
Pero si en Cristo queriacutea Dios renovar al primer Adaacuten y recapitular todo lo
creado iquestpor queacute no tomoacute Dios barro para modelarlo de nuevo laquoPara que no fuese
hecha ninguna otra plasis diversa de aqueacutella ni otro sujeto de Salud sino la misma
que debiacutea ser recapitulada conservando la semejanzaraquo94 Ireneo repite desde otro
aacutengulo la misma idea la humanidad no es algo tan deteriorado o roto que necesite
ser desechado y vuelto a crear En absoluto La bondad creatural de Dios su huella
en nosotros es maacutes fuerte que el pecado o la debilidad del barro Por eso Cristo no
quiso un aacutenthropos distinto del ya creado no quiso asumir otra carne que la
nuestra para hacerla suya y salvarla
Desde aquiacute la carne de Mariacutea tiene un sentido profundo en el plan salvador de
Dios95 Nada maacutes lejano a lo que proclaman los herejes para dar supuestamente
mayor valor espiritual a Cristo cuando dicen que laquopasoacute por Mariacutea como el agua
por un tuboraquo96 y su humanidad fue soacutelo aparente97
Yerran pues quienes afirman que eacutel nada recibioacute de la Virgen para arrancar la herencia de la carne arrebatan tambieacuten la semejanza Porque si aquel primero tuvo su creacioacuten y su substancia de la tierra por mano y arte de Dios pero Dios no hubiese hecho a eacuteste de [ex] Mariacutea no se conservariacutea la semejanza en el ser hecho hombre seguacuten la imagen y la semejanza (Geacuten 1 26) y el Hacedor se mostrariacutea inconsecuente no teniendo coacutemo manifestar su sabiduriacutea Lo mismo es afirmar que aparecioacute como un hombre sin ser hombre y decir que se hizo hombre sin tomar nada del hombre Porque si no tomoacute del hombre la substancia de la carne tampoco se hizo hombre ni Hijo del Hombre Y si no se hizo aquello mismo que nosotros somos no hizo gran cosa el sufrimiento de su pasioacuten [] De otro modo habriacutea sido inuacutetil su descenso a Mariacutea iquestPara queacute descendiacutea a ella si nada debiacutea tomar de ella Y si nada hubiese tomado de Mariacutea no habriacutea sido propio tomar alimento de la tierra [] Ni habriacutea ayunado por cuarenta diacuteas y tenido hambre [] ni su disciacutepulo Juan habriacutea escrito diciendo de eacutel laquoJesuacutes fatigado del camino se sentoacuteraquo (Jn 46) ni David habriacutea preanunciado de eacutel laquoEllos han antildeadido al dolor de mis heridasraquo (Sal 69[68]27) ni habriacutea llorado por Laacutezaro (Jn 1135) ni habriacutea sudado gotas de sangre (Lc 2244) ni habriacutea dicho laquoMi alma estaacute tristeraquo (Mt 2638) ni al abrir su costado habriacutean
92 Cf AH III 232 93 Sal 10314 94 AH III 21 10 95 E CONDE laquoLos sentidos salviacuteficos Mariacutea como oyente en las fuentes patriacutesticas de los primeros
siglosraquo Carthaginensia 20 (2004) 35-56 Aquiacute 37-38 A ORBE Espiritualidad de San Ireneo (Roma 1989) 319-330 ID laquoLa Virgen Mariacutea abogada de la virgen Eva En torno a san Ireneo AH V 191raquo Gregorianum 63 (1982) 453-506
96 AH III 113 Cf AH III 161 V 12 97 Cf AH III 191212 IV 3345
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salido sangre y agua (Jn 1934) Todos estos son signos de una carne sacada de la tierra la cual recapituloacute en siacute para salvar su propio plasma98
En Mariacutea tanto por su carne99 como por su laquocooperante disposicioacutenraquo100 se
laquorecapitularaquo tambieacuten a Eva a toda la humanidad101 Una indoacutecil la otra obediente
una causa de muerte otra causa de salvacioacuten una seducida y engantildeada otra
evangelizada una para alejarse de Dios y otra para engendrarlo De esta manera
no solo Cristo nuevo Adaacuten verdadero Dios y hombre nos regenera con su
obediencia sino que tambieacuten cuenta con la respuesta libre y fiel del ser humano
que acoge su Palabra como la acogioacute Mariacutea mostrando una vez maacutes que nada hay
entre Dios y el hombre que no requiera la participacioacuten libre de ambos En Mariacutea
la astucia del mal es vencida por la sencillez del bien102
Significando asiacute la recirculacioacuten que hay de Mariacutea a Eva porque no se desatariacutea de otro modo lo que estaacute atado sino siguiendo el modo inverso de la atadura [] El nudo de la desobediencia de Eva se desatoacute por la obediencia de Mariacutea pues lo que la virgen Eva atoacute por su incredulidad la Virgen Mariacutea lo desatoacute por su fe103
En definitiva la mixis inicial de barro en Adaacuten es en cada ser humano la mixis
de varoacuten y mujer iquestY en Cristo El Verbo en persona se mezcla con la humanidad
virginal de Mariacutea con la fuerza del Espiacuteritu Santo104 pues de no ser asiacute no
podriacuteamos decir que es el Hijo de Dios quien se encarna Estariacuteamos abocados a un
adopcionismo105 aunque fuera en el seno materno Es decir se requiere que
previamente a la plasmacioacuten el Verbo esteacute ya mezclado con la humanidad virginal
de Mariacutea desde el principio106 dando lugar a una mixis humano-divina Con lo cual
98 AH III 221-2 99 Cf AH III 2110 100 AH III 217 101 Cf J M BOVER laquoUn texto de san Pablo (Gaacutel 44-5) interpretado por San Ireneoraquo Estudios
Eclesiaacutesticos 17 (1943) Aquiacute 177
102 Cf AH V 191 Cf E ROMERO POSE laquoApuntes sobre el ministerio en San Ireneoraquo Seminarios 53 (2007) 431-467 Curiosamente realza la sencillez de Eva a pesar de su participacioacuten en la caiacuteda laquoNada se le acusaraacute a quien actuacutea por simpleza y sin malicia todo se le imputaraacute a quien se deje conducir por la mentira La primera Eva contrasta con la nueva Eva Mariacutea En una y otra refulge mdashpor ser ambas plasis creacioacuten de Diosmdash la sencillez aunque en la primera la inexperiencia le impediacutea la inteleccioacuten literal obvia de la Palabra del Creadorraquo Ibid 439
103 AH III 224 104 Cf Lc 135 105 Cf A ORBE laquoiquestSan Ireneo adopcionista En torno a AH III 191raquo Gregorianum 65 (1984) 5-52
106 Siglos despueacutes podemos intuir la misma idea cuando afirma K RAHNER laquoEn la encarnacioacuten el Logos crea asumiendoraquo ID laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV (Madrid 1964) 154
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bien podemos deducir que para Ireneo hay ser humano a partir de esa mezcla
inicial (barro y virtus) pues de lo contrario la mezcla del Verbo se hubiera
producido en otro momento Aquiacute radica la verdadera Encarnacioacuten y desde aquiacute
creo que se puede entender bien lo que maacutes adelante se formularaacute
dogmaacuteticamente en diversos Concilios la doble naturaleza de Cristo y su
personaliacutesima unioacuten
Esta mezcla personaliacutesima del Verbo en el seno de Mariacutea hace totalmente
novedoso al segundo Adaacuten sin discontinuidad alguna con el primero y con toda la
humanidad La novedad de Cristo es Eacutel mismo en nuestra carne107 No precisa
desechar lo que ya existe para empezar otra humanidad nueva108 del mismo modo
que no puede ser laquouna la oveja perdida y otra la encontradaraquo109 es la misma carne
la que fue creada asumida y vivificada para la vida eterna
Ahora bien si Jesuacutes no heredoacute por generacioacuten de varoacuten el pecado de Adaacuten110
iquestfue su carne como la nuestra
Habeacuteis sido reconciliados en el cuerpo de su carne dice porque una carne justa reconcilioacute la carne retenida en el pecado y la condujo a la amistad de Dios Si seguacuten esto alguno dice que la carne del Sentildeor es distinta de nuestra carne en cuanto aqueacutella no pecoacute laquoni se encontroacute dolo en su bocaraquo (1Pe 222) y en cambio nosotros somos pecadores dice bien Pero si imaginase una distinta substancia de la carne del Sentildeor entonces en ella no tendriacutea base el discurso de la reconciliacioacuten Porque se reconcilia aquello que alguna vez estuvo enemistado Pero si el Sentildeor hubiese tomado carne de otra substancia ya no se reconciliariacutea con Dios aquello que por la transgresioacuten se habiacutea hecho enemigo Pero ahora el Sentildeor por su comunioacuten con nosotros ha reconciliado al hombre con el Padre reconciliaacutendonos con eacutel mediante el cuerpo de su carne (Col 122) y liberaacutendonos con su sangre111
Para Ireneo Cristo no pecoacute pero su carne se asemejoacute a una carne de pecado
como la nuestra112 pues lo que realmente es esencial para la salvacioacuten es que su
carne no sea distinta laquode otra substanciaraquo que la nuestra De este razonamiento
soacutelo se puede deducir que en Ireneo el pecado no modifica la laquosubstanciaraquo del ser
humano sin que esto le reste gravedad Quien salvara a los hombres tendriacutea que
107 Cf AH IV 341 108 Cf AH III 2110 109 AH V 123 110 Cf A ORBE Antropologiacutea de san Ireneo (Madrid 1997) 88 111 AH V 142-3 112 Cf AH IV 27
CAPIacuteTULO III
92 | Humana augens
ser hombre como ellos quien predicara a los humildes seriacutea humilde como ellos y
la falta de pecado no mengua tal igualdad113 Maacutes bien al contrario lo muestra en
su ser maacutes genuino
Porque todo plan de salvacioacuten en favor del hombre se haciacutea seguacuten el beneplaacutecito del Padre a fin de que Dios no quedase vencido ni se perdiese su obra de arte Pues si el hombre al que Dios habiacutea hecho para que viviese al perder la vida herido por la serpiente que lo habiacutea corrompido ya no hubiese podido volver a la vida sino que hubiese quedado enteramente abocado a la muerte entonces Dios habriacutea sido vencido y la maldad de la serpiente habriacutea triunfado sobre el designio de Dios114
Tras el pecado el ser humano estaba enfermo caiacutedo perdido alejado de Dios
pero no perdioacute el sello de Dios en su carne El bien es maacutes fuerte que el mal la Vida
maacutes que la muerte
22 LA PLASMACIOacuteN CON SUS MANOS
El segundo momento creacional es la plasmacioacuten de Adaacuten con las propias
Manos de Dios115 expresando asiacute la especial predileccioacuten de Dios por el hombre
Este momento por tanto tambieacuten debe darse en cada ser humano y en la
humanidad de Cristo
Ireneo explica este punto a partir del ciego de nacimiento116 (Jn 93ss) cuando
Jesuacutes toma barro y mezclaacutendolo con su saliva le cura Al igual que hizo al comentar
Gn 126 resalta aquiacute el hecho de que pudiendo haberle sanado con la palabra
como hizo con otros enfermos esta vez quiso hacerlo con sus propias manos
Para mostrar la mano de Dios la misma que al principio creoacute al hombre [] Aquello que el Verbo artiacutefice habiacutea dejado de hacer en el vientre lo completoacute en puacuteblico laquopara que en eacutel se manifieste la accioacuten de Diosraquo [] No necesitamos ya otra mano fuera de aquella que plasmoacute al hombre ni otro Padre al saber que la mano de Dios nos plasmoacute al principio y nos plasma en el vientre de la madre [] Pues como el Verbo nos plasma en el vientre el mismo Verbo remodeloacute los ojos del ciego de nacimiento Asiacute mostroacute que siendo nuestro Plasmador en lo escondido se manifestaba visiblemente a los seres humanos a fin de ensentildearles coacutemo antiguamente habiacutean sido modelados en Adaacuten coacutemo eacuteste habiacutea sido hecho y queacute mano lo habiacutea creado mostrando el todo por la parte pues el Sentildeor que
113 Cf A ORBE La Uncioacuten del Verbo Estudios Valentinianos III (Roma 1961) 517 ID En torno a la
encarnacioacuten (Santiago de Compostela 1985) 99-100
114 AH III 231 115 Cf AH IV pr 51 61 Ver lo que dijimos en el capiacutetulo I 116 Cf AH V 15-16
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 93
habiacutea formado la vista es el mismo que plasmoacute todo el hombre obedeciendo a la voluntad del Padre117
Es la misma Mano quien plasmoacute al primer Adaacuten y quien plasma a cada ser
humano personalmente Cristo visibilizoacute lo que internamente se veniacutea haciendo
desde Adaacuten en el seno materno118 dando vista al ciego en una nueva modelacioacuten
de barro con su propia fuerza (al ungir los ojos con su saliva recordando la
humedad de la laquovirtusraquo de Dios su espiacuteritu) Es decir no soacutelo estaacute Dios en nuestro
origen adaacutenico sino que estaacute de hecho y realmente en cada ser humano que nace
a la vida y Cristo imagen visible del Padre nos lo mostroacute al encarnarse La
corporalidad humana no puede quedar maacutes bendecida ni elevada a mayor
dignidad Autores posteriores mantendraacuten una exeacutegesis similar de este pasaje
biacuteblico a modo de ejemplo por su belleza y plasticidad transcribimos del
Symposion
iquestCoacutemo podriacutea la naturaleza en tan breve tiempo acabar obra tan difiacutecil cual es un nuevo ser si Dios no pusiera en eacutel su mano iquestQuieacuten coaguloacute la sustancia informe de los huesos iquestQuieacuten los unioacute de manera que los miembros flexibles puedan contraerse y dilatarse mediante los nervios articulaacutendose en las apoacutefisis iquestDe queacute dios vino la levadura que transformoacute el jugo inicial en emulsioacuten sanguiacutenea el limo en carne delicada sino del solo oacuteptimo Obrero que elabora la imagen maacutes racional y dotada de alma de Siacute propio el hombre que somos nosotros plasmaacutendola y trabajaacutendola como cera en la matriz a partir de algunas gotas insignificantes de simiente iquestQuieacuten vela para impedir que el embrioacuten sea sofocado con asfixia interna por los humores y el apretamiento de las paredes donde se aloja Y iquestquieacuten luego de venido ya a luz el nintildeo tan deacutebil y tierno todaviacutea le da robustez fuerzas y formas convenientes sino aquel soberano Artiacutefice Dios como antes dije que con su virtud creadora retoca y pone a punto sus ideas a manera de quien disentildea y pinta para hacer imaacutegenes de Cristo119
Y cuando Jesuacutes salva tambieacuten redime regenera y renueva lo viejo y caduco que
hay en el hombre por el pecado La ceguera de nacimiento se convierte en un
expresivo siacutembolo de la lejaniacutea de Dios del ocultamiento del hombre frente a su
Creador120 Ante la desobediencia y transgresioacuten no hay castigo ni reproche sino
perdoacuten121 hay buacutesqueda para llevarnos cuidadosamente sobre siacute y recobrar la
relacioacuten perdida
117 AH V 15 2-3 118 Cf A ORBE Antropologiacutea 81 y 84 119 Cit en Ibid 80 120 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y el discurso de Nazaret (Lc 418s=Is 611s)raquo Scriptorium Victoriense
17 (1970) 202-219 Aquiacute 218-219
121 Cf AH V 1713
CAPIacuteTULO III
94 | Humana augens
[La mano de Dios] nos buscoacute en los uacuteltimos diacuteas al mirarnos perdidos (Lc 1910) para recobrar su oveja perdida y volverla a cargar sobre sus hombros a fin de llevarla lleno de alegriacutea de nuevo al rebantildeo [] Y porque el hombre necesitaba el lavado de regeneracioacuten en la misma carne plasmada en Adaacuten despueacutes de que el Sentildeor ungioacute sus ojos con el lodo le dijo laquoVe a lavarte en Siloeacuteraquo (Jn 97) De este modo le devolvioacute al mismo tiempo lo que le correspondiacutea a la creacioacuten y al lavado de la regeneracioacuten Por eso una vez que se hubo lavado laquovolvioacute a verraquo (Jn 97) a fin de que al mismo tiempo conociera a su Creador y reconociera al Sentildeor que le dio la vida La Escritura indica lo que habiacutea de suceder cuando habieacutendose escondido Adaacuten despueacutes de su desobediencia al atardecer el Sentildeor se acercoacute a eacutel y lo llamoacute preguntando laquoDoacutende estaacutesraquo (Geacuten 31) En los uacuteltimos tiempos el mismo Verbo de Dios vino a llamar al ser humano para recordarle sus obras por las cuales se habiacutea escondido de Dios Pues asiacute como entonces Dios buscoacute a Adaacuten al atardecer para hablarle asiacute tambieacuten en los uacuteltimos tiempos por medio de la misma voz lo visitoacute en busca de su raza122
Formaba parte del plan de Dios manifestar visiblemente123 la imagen que
configura a todo hombre aunque Adaacuten no hubiera pecado Ninguacuten otro podiacutea
revelar este misterio mejor que el mismo Verbo124 que asumiendo la misma plasis
se hizo eacutel mismo semejante y asiacute nos devolvioacute la capacidad de asemejamiento que
habiacutea quedado tan debilitada por el pecado No es de extrantildear que esta semejanza
con el Hijo haga al hombre laquoprecioso para el Padreraquo pues ve ahora manifiesto lo
que entonces plasmoacute oculto en el barro
El Verbo de Dios se hizo hombre hacieacutendose eacutel mismo semejante al hombre y haciendo al hombre semejante a eacutel a fin de que por esa semejanza con el Hijo el hombre se haga precioso para el Padre [ad Filium similitudinem pretiosus homo fiat Patri] En los tiempos antiguos en efecto se deciacutea que el hombre habiacutea sido hecho seguacuten la imagen de Dios pero no se mostraba pues auacuten era invisible el Verbo a cuya imagen el hombre habiacutea sido hecho Por tal motivo eacuteste faacutecilmente perdioacute la semejanza Mas cuando el Verbo de Dios se hizo carne (Jn 114) confirmoacute ambas cosas mostroacute la imagen verdadera hacieacutendose eacutel mismo lo que era su imagen y nos devolvioacute la semejanza y le dio firmeza para hacer al hombre semejante al Padre invisible por medio del Verbo visible125
Si la creacioacuten de Dios hizo de cada ser humano laquoopera autem Deiraquo126 la
encarnacioacuten de Cristo lo convierte en laquopretiosus ad Patriraquo127 lo cura lo lava y lo
122 AH V 152-4 123 Cf AH III 91 166 IV 656 72 V 174 124 Cf AH IV 334 125 AH V 162 126 AH V 152 127 laquoLa expresioacuten pretiosus fieri en contraste con pretiosus esse mira probablemente a los
valentinianos Seguacuten estos el espiritual era precioso por naturaleza [] Seguacuten Ireneo el hombre se hace precioso ante Dios con meacuterito merced a su libertadraquo (A ORBE Teologiacutea de San Ireneo II Comentario al V libro del Adversus Haereses [Madrid 1987] 91-92) Podriacuteamos antildeadir que el hombre se hace gracias al asemejamiento de la carne del Verbo con nuestra carne para asiacute asemejarnos nosotros a Eacutel Esta progresioacuten tambieacuten la mantiene ROUSSEAU en la traduccioacuten francesa laquolrsquohomme devienne preacutecieux aux yeux du Pegravereraquo (ID Contre les Heacutereacutesies Livre V t II SCh 153 (Pariacutes 1969) 217
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 95
embellece Quien puede curar una parte sanaraacute todo el cuerpo Desde esta clave
interpreta tambieacuten Ireneo el lavatorio de los pies a los disciacutepulos en la Uacuteltima Cena
laquoquien lavoacute los pies a sus disciacutepulos santificoacute y purificoacute todo su cuerporaquo128 Los
disciacutepulos recostados a la mesa se convierten en signo de toda la humanidad antes
y despueacutes que ellos Jesuacutes comienza por santificar los pies (lo uacuteltimo) para llegar
hasta la cabeza y servir el banquete a todo el geacutenero humano129
Pues bien tambieacuten este segundo momento de plasmacioacuten es comuacuten a Adaacuten y
al resto de la humanidad iquestY al Verbo encarnado El mismo Verbo en cuanto Dios
laquollevoacute a teacutermino la concepcioacuten de la Virgenraquo130 por tanto tambieacuten en su
encarnacioacuten tuvo un papel activo eacutel mismo laquoabririacutea puramente la matriz pura que
regenera los hombres para Dios la cual eacutel mismo hizo puraraquo131 La carne de Cristo
desde el inicio mezclada en personal comunioacuten con el Verbo conlleva en siacute de un
modo singular y uacutenico la imagen que todo ser humano adquiere por el tacto del
Hijo en la plasmacioacuten Tambieacuten su humanidad adquiere la semejanza del Espiacuteritu
laquocuando reviste por fuera mdashcomo cualidad fiacutesicamdash la claridad misma del Espiacuteritu
Santo infundida por el Verbo a su carneraquo132 De este modo en la carne de Cristo se
une la imagen y la semejanza de un modo irrepetible y no por ello exento del
necesario crecimiento humano Ireneo lo expresa comparando la humanidad de
Cristo con el arca recubierta por dentro y por fuera con el oro de la divinidad133
Por eso podemos decir que laquoen la encarnacioacuten las manos de Dios las mismas que
habiacutean intervenido en la primera creacioacuten del ser humano hacen que Jesuacutes quede
incorporado como hombre de la raza de Adaacuten y pueda ser y llamarse el segundo
Adaacuten en el cual inicia la segunda creacioacutenraquo134
128 AH IV 221 129 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y la primera Pascua del Salvadorraquo 313-316 130 AH III 192 131 AH IV 3311 132 A ORBE Antropologiacutea 147-148
133 Cf AH V 122 Se atribuye a Hipoacutelito un fragmento que podriacutea tener su autoriacutea en Ireneo laquoAsiacute como el arca habiacutea sido recubierta por dentro y por fuera con oro puro asiacute tambieacuten el cuerpo de Cristo era puro y resplandeciente Estaba adornado por dentro con el Logos y custodiado por fuera con el Espiacuterituraquo Cit por A ORBE Ibid 148 nota 82
134 C I GONZAacuteLEZ laquoCreo en el Espiacuteritu Santo la confesioacuten de san Ireneoraquo Revista Teoloacutegica Limense 30 (1996) 22-47 Aquiacute 37
CAPIacuteTULO III
96 | Humana augens
Para Ireneo Cristo es carne de nuestra carne pues no hay maacutes plasma que el
de Adaacuten que es el nuestro obra de Dios Y hasta tal punto asumioacute nuestra misma
carne que eacutel que no cometioacute pecado se hizo carne de pecado por nosotros En
uacuteltimo teacutermino es la salvacioacuten misma quien requiere esta identidad substancial en
la carne por dos motivos Uno es que laquosi el Sentildeor se hubiese hecho carne en otra
Economiacutea y hubiese asumido la carne de otra substancia no habriacutea recapitulado
en siacute mismo al hombre ni se podriacutea decir que se hizo carneraquo135 y por otro lado
laquoporque el enemigo no seriacutea justamente vencido si el que lo venciese no fuese un
hombre nacido de mujerraquo136 Por tanto parece adecuado poder aplicar los rasgos
de la carne de Adaacuten a la carne que el Verbo hace suya para nuestra salvacioacuten Entre
ellos el crecimiento
Ahora ya podemos preguntarnos coacutemo entiende Ireneo la salvacioacuten en Cristo
iquestPor queacute Cristo nos salva al encarnarse137 iquesttiene alguna relevancia salviacutefica su
humanidad iquesty su crecimiento
3 iquestQuieacuten si no el Verbo podriacutea unir al hombre con Dios
Hemos intentado mostrar coacutemo para Ireneo soacutelo hay un uacutenico proyecto en
Dios iniciado en la Creacioacuten con capacidad suficiente para ir desarrollaacutendose y
creciendo bajo la guiacutea del Espiacuteritu en la carne Y iquestquieacuten maacutes que el Hijo por quien
fue creado y modelado el ser humano puede llevar al hombre hasta Dios138 Eso siacute
dado que de hecho esta historia humana estaacute atravesada por el pecado tal
salvacioacuten teleioacutetica139 prevista por el Dios desde siempre conllevaraacute ahora la
135 AH V 142 136 AH V 211 137 En realidad es la pregunta que despueacutes san Anselmo volveraacute a plantear Cur Deus homo iquestPor
queacute un Dios hombre Es la conciencia clara del viacutenculo indisoluble entre cristologiacutea antropologiacutea y soteriologiacutea
138 Cf K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 141 Seguacuten O GONZAacuteLEZ DE CARDEDAL laquocontra lo que afirman Rahner y Balthasar San Agustiacuten no dice que cualquiera de las tres divinas personas podiacutea haberse encarnadoraquo (cf Cristologiacutea 390 nota 79) Maacutes bien se deberiacutea a Pedro Lombardo haber introducido esta opinioacuten a partir de Agustiacuten
139 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 13-24 De hecho eacutel sentildeala que los dos vocablos principales de Ireneo para hablar de salvacioacuten son el verbo salvare (ςώζειν) con su sustantivo correspondiente y el teacutermino τελείωςισ
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 97
redencioacuten la sanacioacuten mdashsalusmdash del pecado Dicho de otro modo maacutes simple y
esquemaacutetico Dios no nos salva para perdonar nuestro pecado sino que perdona
nuestro pecado porque desde siempre quiso salvarnos divinizarnos compartir
con nosotros su vida eterna
Por eso es fundamental que Cristo sea verdadero Dios y verdadero hombre140
ya que soacutelo Dios puede dar el Espiacuteritu que perfecciona y solo un hombre puede
asumir la vida humana en obediencia libre al proyecto de Dios Para esto se
encarnoacute Cristo141 y en esto consiste la salvacioacuten Veamos primero coacutemo
fundamenta Ireneo la verdadera humanidad y divinidad de Cristo para contemplar
despueacutes coacutemo en la unioacuten plena de sus dos naturalezas se estaacute dando ya la
comunioacuten perfecta que esperamos nosotros alcanzar con Dios
A grandes rasgos negaban la encarnacioacuten los que no aceptaban que Cristo
asumiera la carne en verdad sino soacutelo aparentemente (docetas142) quienes no
admitiacutean que su carne sea como la nuestra sino de laquosustancia psiacutequicaraquo
(gnoacutesticos143) y quienes pensaban que fue un hombre como nosotros y por tanto
no era Dios (ebionitas y judaizantes144)
Su verdadera humanidad se fundamenta no soacutelo por su nacimiento virginal
(que como hemos visto es sentildeal tanto de verdadera humanidad cuanto de la
divinidad de Cristo) sino tambieacuten por su Pasioacuten Ireneo insiste en hacer del
sufrimiento de Cristo una prueba de su verdadera humanidad entre otras cosas
porque muchos negaban que hubiera sido algo maacutes que apariencia
140 Cf AH V 183 141 Ireneo lo expresa de distintos modos aunque siempre partiendo de aquiacute se encarna por amor
(AH III 42) para posibilitarnos un nuevo nacimiento (AH V 13) para luchar a nuestro favor (AH IV 241) para vencer a nuestro enemigo (AH IV 334) para recuperar la semejanza y darnos el crecimiento (AH V 11) para mezclarse con nosotros y hacernos hijos (AH III 191) para alcanzar la inmortalidad en comunioacuten con Dios (AH V 143) para recapitular a toda criatura (AH III 221)
142 Cf AH III 186 143 Entre los gnoacutesticos de un modo u otro se distingue en Cristo el que es enviado por el Padre el
que salva y el que padece en la economiacutea (cf AH III 161 1668 174) Una vez maacutes el dualismo gnoacutestico queriendo dejar clara la incompatibilidad entre la divinidad y la indignidad de la materia y la carne
144 Cf AH III 191 162 A ORBE Cristologiacutea gnoacutestica Introduccioacuten a la soteriologiacutea de los siglos II y III vol I (Madrid 1976) 351-379 ID laquoEn torno a los ebionitas Ireneo AH IV 334raquo Augustinianum 33 (1993) 315-337 ID laquoLa encarnacioacuten entre los valentinianosraquo Gregorianum 53 (1972) 201-235
CAPIacuteTULO III
98 | Humana augens
Porque si no sufrioacute verdaderamente no le debemos agradecer nada pues a nada se reduce su pasioacuten y cuando nosotros comencemos a sufrir de verdad pareceraacute que nos engantildea cuando nos exhorta a poner tambieacuten la otra mejilla (Lc 629 Mt 539) si es que eacutel no sufrioacute primero en verdad y asiacute como habriacutea mentido cuando hizo parecer a ellos lo que no era tambieacuten nos miente cuando nos exhorta a sobrellevar aquellas cosas que eacutel no soportoacute145
Es decir asumir la carne humana implica asumirla en su totalidad146
especialmente en lo que tiene de maacutes doloroso de mayor lucha pues tambieacuten el
hombre experimenta como mayor bien aquello por lo que es capaz de soportar
libre y amorosamente el sufrimiento Si en Cristo fue solo aparente ademaacutes de
negar la verdad de su carne se niega la verdad de su predicacioacuten y de su vida Maacutes
auacuten se niega la verdad de su amor por el geacutenero humano puesto que nos habriacutea
mentido algo que no es propio de Dios sino del Seductor147
Y de poco serviriacutea que la carne de Cristo fuera como la nuestra si soacutelo fuera un
hombre maacutes148 En cuanto a su divinidad la insistencia de Ireneo se cifra en
asegurar la identidad entre el Hijo de Dios preexistente desde siempre149 Cristo el
Sentildeor hecho carne que vivioacute y sufrioacute entre nosotros y el Cristo glorioso que
laquovendraacute de nuevo en la gloria del Padre para resucitar a toda carneraquo150 Si la
protologiacutea de Ireneo quiere mostrar que soacutelo hay un ser humano y soacutelo un Dios al
hablar de Cristo y su encarnacioacuten tambieacuten insiste en que es uno y el mismo Cristo
se mezcla con su creatura y se hace carne sin dejar de ser Dios No hay un Verbo
preexistente y un hombre Jesuacutes independiente que se unen en un determinado
momento como vimos al hablar de su concepcioacuten virginal Para Ireneo Cristo es ya
y siempre el Verbo encarnado no solo el Verbo preexistente151
Del mismo modo Ireneo niega expresamente la doctrina gnoacutestica que soacutelo ve
en Jesuacutes el hijo de Mariacutea negando la divinidad como Hijo de Dios antes del Jordaacuten o
afirmando que el Hijo descendioacute sobre Jesuacutes en ese instante y regresoacute al cielo antes
145 AH III 186 Cf AH III 169 181457 146 Cf AH V 11 147 Cf AH V 231 241 322 148 Cf AH III 204 149 Cf AH III 83 1128 181 192 IV 627 203 150 AH III 166 Cf AH III 923 104 1137 127 161-59 1714 183-5 IV 92 114 3310 151 laquoLa originalidad de Ireneo sobre Justino consiste en que para Justino Cristo es un tiacutetulo que
corresponde al Verbo mientras que Ireneo lo concreta al Verbo en cuanto encarnadoraquo (J M ARROacuteNIZ laquoLa salvacioacuten de la carne en S Ireneoraquo 24 nota 65)
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 99
de la Pasioacuten y muerte para no sufrir152 Siendo Dios desde siempre es el mismo
antes y despueacutes de su bautismo A diferencia de los valentinianos que ensentildeaban la
uncioacuten de Jesuacutes en cuanto Dios y en cuanto hombre Ireneo afirma que cuando
Jesuacutes es ungido153 es el Verbo encarnado quien recibe ese sello en su carne154 No
hay divisioacuten
Ireneo vio anunciada esta unidad inseparable de ambas naturalezas155 por los
profetas156 mostrando la paradoja de rasgos y funciones aparentemente
contrapuestas en Eacutel
Que es hombre sin belleza y pasible (Is 532-3) que se sentoacute sobre el pollino de una asna (Zac 99) que bebioacute hiel y vinagre (Sal 6922) que fue despreciado del pueblo y que descendioacute hasta la muerte (Sal 22716) pero tambieacuten que es Sentildeor santo y Consejero admirable (Is 95) hermoso a la vista (Sal 453) Dios fuerte (Is 95) que viene sobre las nubes como Juez de todos (Dan 71326) Esto es lo que las Escrituras profetizan de eacutel En cuanto hombre lo era para ser tentado en cuanto Verbo para ser glorificado el Verbo se reposoacute para que pudiera ser tentado deshonrado crucificado y muerto (1 Cor 1553-54 2 Cor 54) habitando en aquel hombre que vence y soporta (el sufrimiento) y se comporta como hombre de bien y resucita y es asumpto al cielo Este es el Hijo de Dios Sentildeor nuestro Verbo existente del Padre e Hijo del Hombre porque nacioacute de (ex) la Virgen Mariacutea que tuvo su origen de los hombres pues ella misma era un ser humano (άνϑρωποσ) tuvo la generacioacuten en cuanto hombre y asiacute llegoacute a ser Hijo del Hombre157
152 Cf AH III 174 153 No siempre liga Ireneo la presencia del Espiacuteritu en Cristo con la uncioacuten del Jordaacuten (cf Ep 9
47 53) aunque en otros sitios aluda expliacutecitamente al bautismo y por tanto podamos deducirlo (cf AH III 93) Lo importante creo que es esta conciencia de que en la carne de Cristo se dio de un modo especialiacutesimo la presencia operante del Espiacuteritu en una comunioacuten plena Tampoco entramos aquiacute en la llamada laquouncioacuten coacutesmicaraquo que el Hijo recibe del Padre como primogeacutenito de la Creacioacuten para revertir despueacutes esa misma uncioacuten en todo el universo Cf S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO
RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo 107-110 A ORBE La uncioacuten del Verbo 516-520 ID Introduccioacuten a la teologiacutea de los siglos II y III (Roma-Salamanca 1988) 661-666 N A VAacuteZQUEZ NIETO La uncioacuten en la teologiacutea de San Ireneo de Lyon (Tesina de Licenciatura U P Comillas Madrid 2008)
154 Cf AH III 61 93 127 Ep 53 Hasta el siglo IV el bautismo de Jesuacutes fue considerado central Ireneo como Ignacio de Antioquiacutea Justino o Atanasio no duda de la uncioacuten de la humanidad de Cristo (no de su divinidad) para poder llevar a cabo la misioacuten encomendada por el Padre Seraacute despueacutes por prevencioacuten antiarriana cuando se reste importancia a este hecho para no caer en posibles adopcionismos Cf L F LADARIA laquoAtanasio de Alejandriacutea y la uncioacuten de Cristo (Contra Arrianos I 47-50)raquo JJ FERNAacuteNDEZ SANGRADOR (coord) Plenitudo Temporis Miscelaacutenea Homenaje al Prof Dr Ramoacuten Trevijano Etchevarriacutea (Salamanca 2002) 469-479 aquiacute 470 A ORBE laquoEl espiacuteritu en el bautismo de Jesuacutes (en torno a san Ireneo)raquo Gregorianum 76 (1995) 663-699 aquiacute 670691 C GRANADO laquoActividad del Espiacuteritu Santo en la Historia de la Salvacioacuten seguacuten san Ireneoraquo Communio 15 (1982) 27-45 aquiacute 39 J J AYAacuteN CALVO laquoLa venida sin gloria del Espiacuteritu A propoacutesito de la dificultad textual de Diaacutelogo 497raquo L QUINTEIRO FIUZA ndash A NOVO (ed) En camino hacia la gloria (Santiago de Compostela 1999) 238-247 aquiacute 246
155 Cf AH III 93 IV 332 V 11 173 183 Ep 9 30 35 59 156 Cf AH IV 33 11-13 157 AH III 19 2-3
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De nuevo es la Pasioacuten un momento central para contemplar la verdad maacutes
profunda de Cristo Dios salvaacutendonos el Hombre permaneciendo en la prueba y en
el bien soportando de un modo nuevo el sufrimiento en obediencia hasta la
resurreccioacuten Es decir dejando que su carne sea poseiacuteda por el Espiacuteritu pues por siacute
misma no hubiera sido capaz No hubiera podido hacer ese camino de crecimiento
Al recibir el Espiacuteritu su carne toma una especial fuerza para asemejarse en
cuanto hombre158 con Dios visibilizada tambieacuten en la capacidad para llevar a cabo
su misioacuten159 evangelizar a los pobres y liberar a los esclavos del pecado160 El
mismo Espiacuteritu que a lo largo del todo el Antiguo Testamento ha venido
capacitando al ser humano161 se derramaraacute sobre todo el geacutenero humano162 tal
como anunciaron los profetas para lograr laquola unidad y comunioacuten entre Dios y los
hombresraquo163 Pero primero teniacutea que descansar en Jesuacutes
Descendioacute [el Espiacuteritu] sobre el Hijo de Dios hecho Hijo del Hombre para acostumbrarse a habitar con eacutel en el geacutenero humano a descansar en los hombres y a morar en la criatura de Dios obrando en ellos la voluntad del Padre y renovaacutendolos de hombre viejo a nuevo en Cristo164
Es el mismo Espiacuteritu que acompantildea al ser humano desde la Creacioacuten que ha
guiado al pueblo de Israel que pidioacute David que ungioacute a Cristo y que descendioacute
sobre los apoacutestoles en Pentecosteacutes165 Tambieacuten a nosotros ese mismo Espiacuteritu
como hizo en Eacutel nos iraacute asemejando y acrecentando hasta hacernos perfectos en
Dios tal como hace Eacutel las cosas aconsejaacutendonos y atrayeacutendonos nunca
forzaacutendonos
Nosotros los que hemos nacido recientemente recibimos el crecimiento del que es perfecto y anterior a toda la creacioacuten (el Verbo) y el uacutenico bueno y excelente y a semejanza de aqueacutel para obtener de eacutel el don de la incorrupcioacuten puesto que hemos sido predestinados a existir (Ef 111-12) cuando auacuten no existiacuteamos [] El es completo en todo como Verbo poderoso y hombre verdadero [] Y como de modo injusto dominaba sobre nosotros la apostasiacutea y siendo nosotros por naturaleza propiedad de Dios
158 Cf AH III 93 159 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y el discurso de Nazaret (Lc 418s=Is 611s)raquo Scriptorium Victoriense
17 (1970) 5-33 Aquiacute 5-8
160 Cf Is 61 1-2 Ep 9 161 Cf AH IV 208 162 Cf AH III 104 119 121 171 163 AH V 11 164 Cf AH III 171 165 Cf Joel 31 Mt 1020 2819 AH III 172 93 104 127 IV 311-3 V 11
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 101
todopoderoso nos enajenoacute [el Seductor] contra naturaleza y nos hizo sus disciacutepulos como el Dios Verbo es poderoso y no falla en la justicia justamente se volvioacute contra esa apostasiacutea para redimir de ella lo que era suyo no por la fuerza como aqueacutella habiacutea dominado nuestros inicios arrebatando insaciablemente lo que no era suyo sino por persuasioacuten como conveniacutea a un Dios que persuade y que no nos fuerza a recibir lo que eacutel quiere de modo que ni se destruyese lo que es justo ni se perdiese la antigua criatura de Dios [] Dando su vida por la nuestra y su carne por nuestra carne [] Asiacute trajo a Dios a los hombres mediante el Espiacuteritu y levantoacute a los hombres a Dios por medio de su propia carne166
Su accioacuten no es solamente ejemplar o externa Es maacutes que eso167 es iniciar en
la humanidad de Cristo lo que eacutel mismo haraacute extensible despueacutes a toda carne por el
Espiacuteritu168 confiriendo los mismos efectos que tiene en eacutel o abriendo las misma
posibilidades que se abren en Eacutel de crecer hasta la perfeccioacuten hasta la comunioacuten
con Dios cuando sea glorificado
No seriacutea extrantildeo que nos preguntaacuteramos queacute necesidad habiacutea de ungir la carne
de Cristo Verbo encarnado puesto que era Dios hecho hombre por nosotros En
realidad estariacuteamos preguntando cristoloacutegicamente lo que ya preguntamos
antropoloacutegicamente169 iquestpor queacute Cristo no fue perfecto desde el principio en su
carne iquestPor queacute tuvo que hacer un proceso humano de crecimiento para
salvarnos iquestAcaso no es ya suficientemente misterioso y grandioso que eacutel se haya
hecho uno de nosotros para hacernos como Eacutel
Es decir en el fondo estamos pidiendo que soacutelo por hacerse humano el Verbo
ya lleve en su carne la imagen y semejanza plena que en nosotros soacutelo se daraacute en el
lento madurar de la carne y el Espiacuteritu En el fondo estamos pidiendo que por su
encarnacioacuten casi fiacutesicamente la carne del Verbo goce de todas las propiedades y
virtudes de Dios y nos pueda hacer partiacutecipes de ellas para nuestra salvacioacuten
166 AH V 11 167 Dimensioacuten compartida por otros autores como Clemente Alejandrino representante claro de
una soteriologiacutea entendida como paideia Sin embargo a pesar de coincidir en la necesidad del proceso del perfeccionamiento de Cristo como pedagogo que guiacutea y ensentildea la dimensioacuten de realizacioacuten primera en la humanidad de Cristo como participacioacuten nuestra real y anticipada no es la comunioacuten con el Logos como un germen divino o chispa puesta en el alma de estas teologiacuteas de corte alejandrino Una vez maacutes el acento se pone en sitios diversos Cf CLEMENTE ALEJANDRINO El pedagogo FuP 5 (Madrid 1994) Stromata I FuP 7 (Madrid 1996) Stromata II-III FuP 10 (Madrid 1998) R TREVIJANO Patrologiacutea (Madrid 1998) 152-154 W JAEGER Cristianismo primitivo y paideia griega (Meacutexico 71998) De hecho Jaeger no cita a Ireneo ni una sola vez al estudiar la paideia en relacioacuten al cristianismo primitivo
168 Cf AH III 93 169 Cf Lo dicho en nuestro capiacutetulo II
CAPIacuteTULO III
102 | Humana augens
Tal razonamiento no toma en serio el dinamismo creatural que Dios quiso dar
a la carne Es no tomar en serio la carne de Cristo como laquoverdadera carneraquo Es no
tomar en serio la accioacuten madurativa del Espiacuteritu en la salvacioacuten respetando
nuestra libertad la libertad humana de Jesuacutes Eacutel tuvo que hacer su propio proceso
madurativo bajo la accioacuten del Espiacuteritu recibido en el Jordaacuten pasando por el
sufrimiento el abandono de Dios y la muerte hasta la resurreccioacuten Sin
automatismos al ritmo de la carne en la medida que se abriacutea al Espiacuteritu como
ninguacuten ser humano lo ha hecho jamaacutes El quicio de la Salvacioacuten estaacute en Cristo que
no es soacutelo el Verbo eterno (preexistente) ni el Verbo encarnado (Jesuacutes Nintildeo
creciendo) sino el Verbo encarnado maduro y lleno del Espiacuteritu Santo que ha ido
acostumbrando su carne a Dios ha ido dejando transformar su carne humana en
carne gloriosa espiritual170
La unidad de accioacuten trinitaria manifestada en la creacioacuten y en el cuidado
permanente de la criatura tambieacuten se muestra como era de esperar en este
proceso de perfeccionamiento y salvacioacuten171 que como hemos dicho es tambieacuten
redentor Ireneo lo expresa bellamente cuando interpreta la paraacutebola del Buen
Samaritano172 viendo en Cristo a aquel que se acerca al hombre herido y lo deja en
manos del Espiacuteritu Santo como buen posadero para que le cure y le restablezca
Los dos denarios173 se entregan como arras que llevan inscritas la imagen del
Padre y del Hijo para que este hombre herido y debilitado al reponerse con los
cuidados de Cristo y del Espiacuteritu los multiplique y se los devuelva a su Sentildeor en la
imagen y semejanza recobradas y plenas La comparacioacuten maacutes allaacute de la
correccioacuten de la exeacutegesis es sumamente plaacutestica y honda para expresar coacutemo
entiende Ireneo la salvacioacuten Eacutesta pasa por la humanidad del Hijo que se acerca a la
nuestra herida en el camino de la vida apaleada por la desobediencia del pecado
170 M Gesteira hablando de la realidad nueva del cuerpo resucitado ofrece un significativo juego
de palabras laquoSeremos ldquoel mismordquo o ldquola mismardquo persona que somos pero no ldquolo mismordquo (Jesucristo horizonte de esperanza I Jesuacutes de Nazaret personaje histoacuterico [Madrid 2011] 250) Esta identidad personal que sine embargo comporta una novedad esencial tambieacuten se aplica a la Carne de Cristo iquestPor queacute no aplicarlo al Espiacuteritu Santo que se nos otorga el mismo que ungioacute a los profetas pero que despueacutes de habitar en Cristo actuacutea en nosotros con una cualidad totalmente nueva
171 Cf AH IV 205 V 362 III 61 183 IV 42 6135 74 381 172 Cf AH III 173 A ORBE El Espiacuteritu en el bautismo de Jesuacutes 679-680 173 Cf AH IV 367
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Salus carnis | 103
que nos deja desprovistos e indefensos Pasa por los cuidados personales y
pacientes del Espiacuteritu en nuestra carne Pasa por recordarnos sacramentalmente
de quieacuten venimos y a quieacuten vamos Dios Padre Por eso puede unir en siacute mismo laquoel
fin con el principioraquo
Este es su Verbo nuestro Sentildeor Jesucristo el cual en los tiempos recientes se hizo hombre entre los hombres para unir el fin con el principio es decir al hombre con Dios [homo in hominibus factus est ut finem conjungeret principio hoc est hominem Deo] Y por eso los profetas que reciben del Verbo el carisma profeacutetico anunciaron de antemano su venida en la carne mediante la cual tuvo lugar la mezcla y comunioacuten de Dios y del hombre seguacuten el beneplaacutecito de Dios [secundum carnem adventum per quem commixtio et communio Dei et hominis secundum placitum Patris facta est]174
Ireneo repetiraacute muchas veces que el fin de la Encarnacioacuten es la comunioacuten175
entre Dios y el hombre En Cristo la unioacuten entre Dios y el hombre no es aparente ni
temporal ni funcional es estable querida por Dios definitiva Por eso es una
laquomezcla y comunioacutenraquo que ya nada ni nadie puede destruir Ni tan siquiera el
Seductor que consiguioacute engantildear a Adaacuten para que desobedeciendo transgrediera
En Eacutel se da una comunioacuten perfecta de su divinidad con la humanidad Habla de
mezcla176 [commixtus-ςύγκραςισ] para expresar esta unioacuten que no se limita a una
mera apariencia o yuxtaposicioacuten Ciertamente el teacutermino podriacutea ser problemaacutetico
si implicara fusioacuten ya se aplique a la persona de Cristo en sus dos naturalezas ya
se aplique a la comunioacuten entre Dios y los hombres como vimos en el capiacutetulo I177
En Cristo el concepto estoico laquokraacutesisraquo o laquomiacutexisraquo que puede estar en la base
significa igualmente un intercambio entre los dos componentes que no soacutelo no
pierden sus cualidades maacutes especiacuteficas sino que ademaacutes predomina el maacutes
noble178
Por eso laquopor medio de la carne de Cristoraquo179 se nos otorga la salvacioacuten de un
modo firme y verdadero irrevocable pero no por la carne en siacute misma sino en la
174 AH IV 204 175 Cf AH III 42 1668 191 2012 223 IV 13134 1412 176 V 13 21 1423 202 272hellip 176 Cf AH III 166 93 1912 V pr 13 177 Cf paacutegina 31 nota 60 178 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 478 J M ARROacuteNIZ laquoCategoriacuteas
cristoloacutegicas en Ireneo de Lyonraquo 198 J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 36 179 Cf AH V 11
CAPIacuteTULO III
104 | Humana augens
medida que consiente a la comunioacuten con el Espiacuteritu180 Y al recibir el don de esta
comunioacuten se nos posibilita hacer realidad lo que nosotros solos no podiacuteamos
hacer dejar que el Espiacuteritu asuma nuestra carne que la haga suya sin dejar de ser
lo que es para poder llegar ante el Padre para ser deificados finalmente No soacutelo le
veremos en carne y no como almas inmortales o espiacuteritus puros sino que ademaacutes
la Vida divina la recibiremos tambieacuten laquocarnalmenteraquo sin necesidad ya de
mediacioacuten alguna del alma181
El mismo Verbo de Dios por el que fuimos creados se hizo laquoHijo del Hombre a
fin de que el hombre se hiciera hijo de Dios (Jn 112)raquo182 Con distintas expresiones
Ireneo inicia la teologiacutea del intercambio que tanta repercusioacuten tendraacute en los
Padres183 El teacutermino laquointercambioraquo puede ser confuso si nos hace pensar en un
movimiento automaacutetico y en igualdad de condiciones En Dios no hay cambio ni
crecimiento ni puede mudarse su naturaleza divina por asumir la humana el
hombre por su parte no puede laquohacerseraquo a siacute mismo algo distinto de lo que es Soacutelo
puede laquoser hechoraquo o laquodejarse hacerraquo por Dios y de ese modo ir adquiriendo en la
carne las cualidades propias del Espiacuteritu184 es decir adquiriendo la plena
semejanza con la imagen Al hacerse Dios lo que nosotros somos desciende a su
criatura para que eacutesta se eleve pero el sujeto de la accioacuten por asiacute decirlo sigue
180 Asiacute evita Ireneo a mi modo de ver caer en lo que A Harnack y F Loofs llamaron laquoteoriacutea fiacutesica
de la redencioacutenraquo a propoacutesito de Atanasio B SESBOUumlEacute Jesucristo el uacutenico mediador I (Salamanca 1990) 231
181 laquoFrente al axioma biacuteblico Nemo videbit Deum et vivet ensentildea Ireneo lo contrario Caro videbit Deum ut vivatraquo (A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo 227) Cf O LOacutePEZ
MIacuteGUEZ La visioacuten del Verbo en Moiseacutes seguacuten san Ireneo Para la exeacutegesis prenicena de Ex 3320 (Tesina de licenciatura-SanDaacutemaso Madrid 2006) K RAHNER laquoEterna significacioacuten de la humanidad de Jesuacutes para nuestra relacioacuten con Diosraquo Escritos de Teologiacutea II (Madrid 31968) 56
182 AH III 102 183 Cf AH III 102 163 191 202 IV 204 334 V 11 1612 363 Ep 31 Curiosamente a pesar
de la centralidad de este pensamiento en la teologiacutea ireneana ha quedado ligado a san Atanasio (por ejemplo CTI Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea I E 4 en Documentos 1969-1996 254) L F LADARIA siacute afirma que fue Ireneo el primero en formular tal principio cf laquoEl Logos encarnado y el Espiacuteritu Santo en la obra de la salvacioacutenraquo Declaracioacuten laquoDominus Iesusraquo Documentos comentarios y estudios (Madrid 2002) 89-105 aquiacute 99 nota 20 Tambieacuten T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano (Burgos 2004) 409 y B STUDER Dios Salvador en los Padres de la Iglesia (Salamanca 1993) 100
184 Cf AH IV 41
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Salus carnis | 105
siendo Dios que asume lo nuestro de tal manera que lo hace suyo nos laquollevaraquo hasta
Eacutel Podriacuteamos decir que Dios laquodesciende elevandoraquo185
Todo hombre ha de asemejarse con Cristo de tal manera que por su carne
gloriosa tambieacuten la carne humana llegue a Dios Pero eacuteste asemejamiento se inicia
en Cristo encarnado no en el hombre En la humanidad de Cristo se adquiere tanto
la imagen de Dios (por unioacuten personal y uacutenica con el Verbo hipostaacutetica) como la
semejanza (por la uncioacuten del Espiacuteritu Santo) De distintas maneras lo nombra
Ireneo186 pero siempre aludiendo a este principio dinaacutemico que por el Espiacuteritu se
otorga a Cristo en su carne para completar la unioacuten personaliacutesima de humanidad y
divinidad para salvacioacuten nuestra No es suficiente por decir asiacute la comunioacuten
Logos-saacuterx sino que se requiere tambieacuten llegar al Pneuma-saacuterx en el Logos187 o
dicho de otro modo necesitamos aprender a conjugar adecuadamente la accioacuten de
Cristo y del Espiacuteritu en la economiacutea divina para no distorsionar o perder parte de
la accioacuten de Dios en nosotros en la Creacioacuten y en la Historia Ademaacutes la sola
mediacioacuten del Verbo eterno no deifica al hombre se requiere la mediacioacuten de su
carne donde el Espiacuteritu Santo inicia el camino que todo aacutenthropos ha de hacer188
Sin el Espiacuteritu Santo nos seriacutea imposible asemejarnos al Hijo y por tanto
acercarnos a Dios189
185 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 203 186 Qualitas Spiritus (AH V 93) munus adoptionis (AH III 191) filiorum adoptio (AH III 191) 187 Cf A ORBE Espiritualidad de San Ireneo 172240 K RAHNER afirma laquoToda teologiacutea catoacutelica
sabe que de la unioacuten hipostaacutetica de la humanidad de Cristo con el Logos tiene que seguirse necesariamente una deificacioacuten interior de dicha humanidad La cual auacuten siendo la consecuencia moral y ontoloacutegicamente necesaria de la unioacuten hipostaacutetica laquoresultaraquo de ella es distinta de ella es la que santifica y deifica laquoen siacute mismaraquo la humanidad de Cristo y mdashaunque en una medida e intimidad no dadas fuera de ellamdash es justamente eso que estaacute destinado a comunicarse a cada hombre en tanto gracia justificanteraquo (laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 147 nota 2) Quizaacute en este paacuterrafo no tuvo en cuenta que esa accioacuten santificante y deificadora pasa tambieacuten por la accioacuten expliacutecita del Espiacuteritu
188 Es impresionante la intuicioacuten tan acertada de Ireneo en un estadio tan inicial de la teologiacutea y el desarrollo dogmaacutetico Asiacute queda recogido en el desarrollo histoacuterico de la COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA
INTERNACIONAL (=CTI) Cuestiones selectas sobre Dios redentor (1994) III 6 C POZO Documentos (1969-1996) (Madrid 1998) 523
189 Cf AH IV 392 S PUERTOS MARTIacuteNEZ-FJ VILARINtildeO RUIZ laquoPneumatologiacutea histoacuterico-salviacutefica en Justino e Ireneoraquo El espiacuteritu memoria y testimonio de Cristo a propoacutesito de la Tertio Millennio Adveniente actas del IX Simposio de Teologiacutea Histoacuterica (Valencia 1997) 311-315
CAPIacuteTULO III
106 | Humana augens
Por tanto si la salvacioacuten humana consiste en llegar a unir lo maacutes distante
como es el barro y el Espiacuteritu190 no es de extrantildear que el Salvador sea justamente
eso la comunioacuten plena del hombre y Dios que salve al hombre en la medida que se
deje adentrar en esa plena comunioacuten con eacutel
[El Sentildeor] hizo retornar y volvioacute a unir [aduniuit ndash ἥνωςεν] al hombre con Dios Pues si el hombre no hubiese vencido al enemigo del hombre el enemigo no habriacutea sido vencido justamente Y tambieacuten si Dios no hubiese donado la salvacioacuten no la tendriacuteamos con seguridad Y si el hombre no hubiese sido unido [counitus ndash ςυνηνώϑη] a Dios no podriacutea haber participado de la incorrupcioacuten Conveniacutea pues que el Mediador entre Dios y los hombres (1 Tim 25) por su propia familiaridad [οἰκειότητοσ] con ambos los condujese a la amistad y concordia mutuas para que Dios asumiese al hombre y el hombre se entregase a Dios [Deus adsumeret hominem et homo se dederet Deo] iquestPues de queacute manera podiacuteamos ser partiacutecipes de su filiacioacuten (Gal 45) si no la recibieacutesemos por medio del Hijo por la comunioacuten [communionem ndash κοινωνίαν] con eacutel si eacutel su Verbo no hubiese entrado en comunioacuten con nosotros hacieacutendose carne (Jn 114) [communicasset nobis caro factum ndash εἰ μὴ ὁ Λόγοσ αὐτοῦ ἐκοινώνηςεν ἠμίν ςὰρξ] Por eso pasoacute a traveacutes de todas la edades para restituir a todos la comunioacuten [Quapropter et per omnem venit aetatem omnibus restituens eam quae est ad Deum communionem - Διὸ καὶ διὰ πὰςησ ἦλϑεν ἠλικίασ τοῖσ πᾶςιν ἀποκαταςτήςασ τὴν πρὸσ τὸν Θεὸν κοινωνίαν]191
Esa laquofamiliaridadraquo o laquoparentescoraquo192 es otro modo de referirse a la salvacioacuten
dada de modo singular en la misma persona del Verbo encarnado Si no se da en
Cristo esta comunioacuten verdadera de su humanidad y divinidad no hay salvacioacuten si
no se da entre el hombre y Dios tampoco seraacute este salvado193 El hecho mismo de
que algunos comentaristas duden en queacute momentos se estaacute refiriendo a la unidad
laquopersonalraquo de carne y divinidad en Cristo y cuando se estaacute refiriendo a la
humanidad con Dios ya es sentildeal significativa de lo implicada que estaacute una en
otra194
El mayor fruto de esta comunioacuten obrada en Cristo es recibir la filiacioacuten
divina195 o participar de ella en la medida que el hombre laquolleva acoge
[χωροῦντοσ] y abraza al Hijo de Diosraquo196 Maacutes allaacute de las variantes en la criacutetica
190 Cf AH V 133 191 AH III 187 Cf AH III 42 V 142 Ep 6 31 40 192 laquoParenteacuteraquo es la traduccioacuten de ROUSSEAU con lo que implica de consanguineidad y de una
cercaniacutea fiacutesica que es algo maacutes que familiaridad tal como traducen J I GONZAacuteLEZ FAUS y C I GONZAacuteLEZ
193 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 209 194 Cf Ibid 209 28-30 195 Cf AH III 187 191 202 196 AH III 163 Curiosamente es esta imagen del abrazo extendiendo lo brazos la que aparece en
Ep 34 al hablar de la Cruz de Cristo y de la presencia laquocrucificadaraquo del Verbo en toda la Creacioacuten
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
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textual interesa significar el verbo laquoχωρεῖνraquo que se traduce en otros pasajes como
laquocomunioacutenraquo197 o cercaniacutea198 fin de la salvacioacuten y medio para recibir la filiacioacuten
adoptiva199 Es el Hijo de Dios al hacerse hombre quien nos gana la filiacioacuten El que
era unigeacutenito se convierte en primogeacutenito al tomar una carne como la nuestra Asiacute
lo que era lejaniacutea se convierte ahora en familiaridad
Para llevarlo a cabo Cristo laquopasoacute a traveacutes de todas las edadesraquo Es decir tuvo
que ir creciendo y madurando en su humanidad para realizar como hombre lo que
todo hombre estaacute llamado a vivir
Santificoacute todas las edades al asumirlas en siacute a semejanza de ellos Porque vino a salvar a todos y digo a todos es decir a cuantos por eacutel renacen para Dios sean bebeacutes nintildeos adolescentes joacutevenes o adultos Por eso quiso pasar por todas las edades para hacerse bebeacute con los bebeacutes a fin de santificar a los bebeacutes nintildeo con los nintildeos a fin de santificar a los de su edad daacutendoles ejemplo de piedad y siendo para ellos modelo de justicia y obediencia se hizo joven con los joacutevenes para dar a los joacutevenes ejemplo y santificarlos para el Sentildeor y crecioacute con los adultos hasta la edad adulta para ser el Maestro perfecto de todos no soacutelo mediante la ensentildeanza de la verdad sino tambieacuten asumiendo su edad para santificar tambieacuten a los adultos y convertirse en ejemplo para ellos En seguida asumioacute tambieacuten la muerte para ser laquoel primogeacutenito de los muertos y tener el primado sobre todosraquo (Col 118) el iniciador de la vida (Hech 315) siendo el primero de todos y yendo adelante de ellos200
Es maacutes que maestro porque no ensentildea el camino laquodesde fueraraquo sino que lo
asume lo hace suyo se hace a siacute mismo laquocaminoraquo a recorrer201 Lo que ensentildea lo
hace Su laquoimperfeccioacuten inicialraquo o inmadurez en cuanto hombre no viene dada
solamente por fidelidad a la carne asumida sino porque el Verbo se encarna por el
hombre y por tanto tiene que acomodarse y adaptarse a su capacidad
invisiblemente imprimiendo su accioacuten creadora en el cosmos laquoEl Hijo de Dios estaacute en su creacioacuten abrazando su largura anchura altura y profundidad (cf Ef 318) para darle cohesioacuten de norte a sur de oriente a occidenteraquo (J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos 46) Y esta funcioacuten integradora del Verbo la ve Ireneo unida a la uncioacuten coacutesmica por tanto tambieacuten ligada al Espiacuteritu Para ahondar en esta doctrina ireneana de la crucifixioacuten coacutesmica cf A ORBE Los primeros herejes ante la persecucioacuten Estudios valentinianos V (Roma 1956) 213-241
197 Cf AH III 191 De hecho la teologiacutea posterior se serviraacute del teacutermino laquoπεριχώρεςισraquo para describir la iacutentima comunioacuten intratrinitaria cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 32
198 laquoiquestCoacutemo llegaraacute el hombre hasta Dios [ἄνϑρωποσ χωρήςει εἰσ μὴ ὁ Θεὸσ] si Dios no viene hasta el hombre [ἐχώρηςεν εἰσ ἄνϑρωπον] [AH IV 334]
199 B STUDER sintetiza asiacute el nuacutecleo soterioloacutegico de Ireneo laquoel hombre que por medio del Verbo ha sido formado a imagen de Dios y que en el Espiacuteritu ha recibido la aptitud para hacerse totalmente semejante a Dios alcanzaraacute su cumplimiento una vez que se haya habituado a laquollevarraquo a Dios y se haya hecho un hombre espiritual cuando en el conocimiento del Hijo se haya convertido eacutel mismo en hijo y partiacutecipe de la inmortalidad de Diosraquo (cf Dios Salvador en los Padres 96)
200 AH II 22 4 201 Cf AH V 162
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Nuestro Dios en los uacuteltimos tiempos para recapitular todas las cosas en siacute mismo vino a nosotros no tal como podriacutea mostrarse sino como nosotros eacuteramos capaces de mirarlo Porque podiacutea venir a nosotros en su gloria inexpresable pero nosotros no hubieacuteramos resistido soportar la grandeza de su gloria Por eso como a nintildeos aquel que era el pan perfecto del Padre se nos dio a siacute mismo como leche cuando vino a nosotros como un hombre a fin de que nutriendo nuestra carne como de su pecho mediante esa lactancia nos acostumbraacuteramos a comer y beber al Verbo de Dios hasta que fueacutesemos capaces de recibir dentro de nosotros el Pan de la inmortalidad que es el Espiacuteritu del Padre202
Esto implica que la misma encarnacioacuten es una realidad dinaacutemica progresiva
no acabada en el nacimiento de Cristo203 Orbe distingue cuatro fases en el proceso
interno de Jesuacutes la maacutes imperfecta hasta el bautismo en el Jordaacuten desde el Jordaacuten
a la pasioacuten durante la pasioacuten y muerte y finalmente la resurreccioacuten204 Este
dinamismo o caraacutecter evolutivo del hombre pide que el Verbo se haga laquonintildeo con el
hombre [et propter hoc coinfantiatum est homini Verbum Dei cum esset perfectus ndash
ςυνενηπίαςεν ὁ Λόγοσ τοῦ Θεοῦ τέλειος ὤν] aunque eacutel era perfecto a fin de que
de alguacuten modo se hiciese capaz de recibirloraquo205 Esta adaptacioacuten divina a la
capacidad humana permite a Ireneo argumentar las dos venidas de Cristo la
primera en carne deacutebil como la nuestra (laquolecheraquo en el texto) la segunda en gloria
para recapitular todo en Eacutel (laquoPan de la inmortalidadraquo)206 Pero no son dos
momentos separados ni paralelos sino maacutes bien un movimiento salvador continuo
y progresivo ya iniciado de alguacuten modo en la Creacioacuten El sujeto es el mismo el
Verbo El modo de alimentarnos para nuestro crecimiento es el que cambia seguacuten
nuestra capacidad y siempre a traveacutes de nuestra carne pues de lo contrario
dejariacuteamos de ser lo que somos aacutenthropos A la condicioacuten progresiva y creciente
del hombre le corresponde la revelacioacuten o autocomunicacioacuten progresiva de
Dios207
202 AH IV 381 203 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 103 M GESTEIRA Jesucristo horizonte de esperanza I 149 204 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de S Ireneoraquo 463 205 AH IV 382 206 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo 522-534
207 Cf AH III 202 IV 133 J M ARROacuteNIZ laquoLa inmortalidad como deificacioacuten del hombre en S Ireneoraquo 266-267
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
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No se prescinde de la libertad humana no se anula el papel del hombre en la
historia de salvacioacuten Por eso no puede ser indiferente la respuesta de cada ser
humano208 Nunca prescinde Dios de ella
A todos aquellos que guardan su amor les ofrece su comunioacuten Y la comunioacuten con Dios es vida luz y goce de todos sus bienes En cambio seguacuten su misma palabra a todos aquellos que se separan de eacutel los condena a la separacioacuten que ellos mismos han elegido La separacioacuten de Dios es muerte renuncia a la luz tinieblas La separacioacuten de Dios es peacuterdida de todos los bienes divinos Por eso quienes por la apostasiacutea han perdido esas cosas malogrados todos los bienes viven en el castigo No que Dios por siacute mismo haya planeado castigarlos sino que a ellos se les echa encima el sufrimiento de haberse separado por siacute mismos de todos los bienes Mas los bienes divinos son eternos y no tienen fin por eso tambieacuten es sin fin su peacuterdida Es como la luz que no tiene fin pero a quienes se ciegan a siacute mismos o a quienes otros privan definitivamente de la luz para siempre les falta el gozo de la luz no es que la luz los castigue con la ceguera sino que su misma ceguera les produce el sufrimiento209
El texto es duro y maacutes en el contexto de Ireneo acostumbrados a un tono
sumamente positivo y siempre esperanzador donde el deseo salvador de Dios es
siempre mayor que el pecado humano Una vez que el Hijo de Dios se hace visible
en la carne se da a conocer en su luz el ser humano tiene que elegir El sufrimiento
de la lejaniacutea no es castigo de Dios sino consecuencia de la eleccioacuten humana en
liacutenea joaacutenica210 Si su humanidad y su crecimiento conlleva una iacutentima comunioacuten
con Dios y posibilita la nuestra tambieacuten nosotros estamos llamados a crecer con eacutel
libres y obedientes hasta ser uno con Dios211
Tampoco seraacute indiferente para la salvacioacuten el modo en que Jesuacutes vivioacute su
libertad y su obediencia en carne mortal pues laquoel Verbo del Padre [] se encarnoacute
en un hombre por el hombre y cumplioacute toda la Economiacutea seguacuten su humanidadraquo212
Este mismo Verbo recibioacute todo el poder cuando se hizo carne (Jn 114) a fin de que asiacute como tiene el principado en los cielos como Verbo de Dios asiacute tambieacuten lo tenga en la tierra [] De esta manera la luz del Padre irrumpe en la carne de nuestro Sentildeor y de esa carne sus rayos se reflejan en nosotros para que el ser humano rodeado por la luz del Padre se haga incorruptible213
208 Cf A ORBE Espiritualidad de San Ireneo 239-240 209 AH V 272 210 Cf 1 Jn 16-7 211 Cf AH V 363 212 AH III 174 [Σαρκωϑέντοσ ἐν ἀνϑρόπῳ διὰ τὸν ἄντϑρωπον ηαί πᾶςαν τὴν κατὰ ἄνϑρωπον
οἰκονομίαν ἐκπληρώςαντος mdash Incarnato in homine propter hominem et omnem secundum hominem dispositionen implente]
213 AH IV 202
CAPIacuteTULO III
110 | Humana augens
Asiacute se constituye el cuerpo humano de Cristo como consumacioacuten y plenitud del
Primer Adaacuten214 y se iraacute visibilizando a medida que vaya creciendo y madurando en
el Espiacuteritu Este perfeccionamiento soacutelo seraacute pleno tras su Resurreccioacuten en la
carne gloriosa de Cristo215 que confirmaraacute de alguacuten modo el proceso de
crecimiento realizado hasta la perfecta unidad con el Verbo y gracias al Espiacuteritu
que le ha ido guiando y habitando En su carne gloriosa podraacute ver la luz de Dios la
nuestra y hacerla suya216 No antes porque Cristo fue hombre verdadero y no el
Aacutenthropos Teacuteleios de los gnoacutesticos217
En Cristo de alguna manera218 el hombre ya ha sido unido a Dios por Dios
mismo de ahiacute la seguridad de tal don Y es el mismo hombre Cristo quien vence al
enemigo que rompioacute esta unioacuten Restituye la comunioacuten perdida viviendo Eacutel mismo
la comunioacuten en su propia carne y permitiendo la participacioacuten de todo ser humano
en ella en la medida que dejemos al Espiacuteritu abrazar nuestra carne219 tal como en
la carne de Cristo el hombre abraza al Hijo de Dios220
4 Conclusiones
Verdaderamente para Ireneo la carne es capaz de salvacioacuten capaz de dejarse
transformar por el Espiacuteritu de Dios Por eso el ser humano puede llegar a ser maacutes de
lo que es y en tal crecimiento consiste su vocacioacuten Si la carne estuviera condenada a
ser soacutelo lo que es imposible seriacutea hablar de divinizacioacuten o asemejamiento imposible
hablar de redencioacuten o liberacioacuten del pecado Tampoco de encarnacioacuten de Cristo Y tal
capacidad Ireneo la justifica baacutesicamente desde el poder de Dios si Eacutel lo quiere es
posible Y esto se muestra en nuestra misma vida en carne y sin embargo laquovidaraquo Se
muestra en la Eucaristiacutea que ademaacutes nos nutre como Cuerpo y Sangre de Cristo En
ella no soacutelo el pan y el vino llegan a ser maacutes de lo que son sino que nos ayudan a que
214 Cf Ep 32 AH V 133 215 Cf AH IV 202 334 V 61 A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 467 216 Cf AH V 133 217 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo 510519 ID laquoEl hombre
ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 474-475 218 Cf GS 22 219 Cf AH V 134 220 Cf AH III 163
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 111
nuestra vida tambieacuten llegue a ser laquomaacutesraquo Pero el gran motivo de esperanza y fe es la
misma Carne de Cristo en Cristo mismo A la vez santificada y santificadora mortal y
donadora de inmortalidad por el Espiacuteritu que la habita
Si esto es asiacute y podemos decir que la carne de Cristo es como la nuestra ninguna
duda puede quedarnos iquestCoacutemo podriacutea salvar en siacute mismo algo no asumido iquestcoacutemo
recapitular en Eacutel todo lo creado sin hacerse uno con el aacutenthropos Por eso la
Encarnacioacuten no es apariencia ni algo temporal o transitorio Dios enteramente se
estaacute dando comprometido en esta comunioacuten y mezcla del Verbo con lo humano ya
desde la materia primera desde la mixis inicial antes de ser plasmada en el vientre
de Mariacutea como cada uno de nosotros No hay adopcionismo posible ni docetismos
varios Y esto no soacutelo apoyados en la verdad de la humanidad de Cristo sino tambieacuten
en su divinidad plena y continua En Cristo se contempla bien coacutemo cualquier
movimiento extremo sobredimensionando una de sus naturalezas acaba
distorsionando tambieacuten la otra Como si soacutelo pudiera ser plenamente hombre en la
medida que es plenamente Dios y viceversa
Por eso podemos intuir que la mayor singularidad de Cristo no estaacute en su carne
humana como la nuestra en todo semejante hacieacutendose por nosotros pecado eacutel que
no lo habiacutea cometido221 quizaacute maacutes bien esteacute en la personaliacutesima comunioacuten que en Eacutel
se da entre esta carne y su divinidad entre el hombre y Dios No hay yuxtaposicioacuten
no hay fusioacuten de una en otra hay comunioacuten plena y por tanto en plena libertad En
Eacutel se da ya personalmente lo que Dios ha preparado para cada ser humano para
toda la eternidad Y el misterio estaacute en que de esta manera participamos ya
nosotros inicialmente de dicha comunioacuten Se da un intercambio realmente
admirable
El modo de realizarse tal unioacuten estaacute en la fuerza del Espiacuteritu Santo Ese mismo
Espiacuteritu llamado a hacer de cada ser humano un hijo de Dios por fiel y libre
obediencia Ese mismo Espiacuteritu que modeloacute a Adaacuten y a cada ser humano junto al
Verbo El mismo Espiacuteritu que guiacutea al geacutenero humano que habloacute por los profetas que
habitoacute en Cristo como en su propia casa para poder despueacutes derramarse sobre
nosotros en Pentecosteacutes
Si es asiacute ya sabemos que Dios ni fuerza ni actuacutea por su cuenta ajeno a la
voluntad humana En Dios no hay inmediatez sino paciencia para que cada cual vaya
221 Cf 2 Cor 521
CAPIacuteTULO III
112 | Humana augens
madurando a su ritmo creciendo en la medida que puede y quiere abrirse al
Espiacuteritu Por eso tambieacuten la carne de Cristo tuvo que hacer su propio proceso de
perfeccionamiento seguacuten el Espiacuteritu y a la vez el Espiacuteritu tuvo que ir
acostumbraacutendose a su carne preparando asiacute lo que seriacutea despueacutes en cada ser
humano Si en Cristo la apertura a la voluntad de Dios era plena tambieacuten la accioacuten
del Espiacuteritu en Eacutel pudo serlo no encontroacute impedimento alguno No encontroacute en eacutel
pecado
La plena apertura de la carne humana al Espiacuteritu de Dios es el hombre perfecto
para Ireneo O dicho de otro modo quien alcanza tal perfeccioacuten es que ha ido
creciendo hasta la plenitud a la que Dios nos llama desde siempre porque ha dejado
que el Espiacuteritu vaya entreverando su carne en una sola cosa iquestCoacutemo podriacutea habernos
salvado Cristo hecho hombre por el hombre si no hubiera cumplido en la carne el
designio que Dios previoacute para toda carne iquestCoacutemo podriacutea Cristo iniciar en siacute mismo lo
que seraacute nuestro final y meta si Eacutel no hubiera hecho suyas las mismas leyes y medios
que todos nosotros tenemos Si Cristo en cuanto hombre se hubiera negado a hacer
suya la voluntad del Padre mdashes decir si no hubiera ido creciendo en el Espiacuteritumdash
no podriacuteamos decir que su humanidad nos salva Maacutes auacuten sin Eacutel no podriacuteamos
nosotros crecer en el Espiacuteritu y asemejarnos cada vez maacutes porque no habriacuteamos
contemplado la imagen que nos configura y a la que estamos llamados a
asemejarnos
Podriacuteamos decir entonces que crecer nos salva primeramente en la carne de
Cristo y en segundo lugar en la medida que nosotros nos dejamos acrecentar por su
Espiacuteritu y lleguemos a ver a Dios Nuestra carne viviraacute en la carne gloriosa de quien
nos salvoacute
Capiacutetulo IV
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
CUANDO CRECER NOS SALVA
Salvator quidem quoniam Filius et Verbum Dei
Salutare autem quoniam Spiritus
Salus autem quoniam caro
(AH III 103)
Introduccioacuten
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO IV
114 | Humana augens
Introduccioacuten
La tradicioacuten de la Iglesia a lo largo de los siglos ha mantenido la importancia
salviacutefica de la humanidad de Cristo aunque no sin sobresaltos y esfuerzos para no
caer en extremos La historia de los dogmas asiacute lo muestra Sin embargo en los
uacuteltimos tiempos resuena de nuevo con fuerza el cuestionamiento teoloacutegico en
torno a la humanidad de Cristo1 Alguacuten autor llega a afirmar que es laquoel tema mayor
del debate cristoloacutegico contemporaacuteneoraquo2 (tras el Vaticano II) despueacutes de estudiar
con detenimiento coacutemo ha influido la investigacioacuten histoacuterica sobre la cristologiacutea y
la cuestioacuten del pluralismo religioso cada vez maacutes presente No queremos entrar
aquiacute a analizar la tesis que G Uriacutebarri mantiene en su libro maacutes bien nos interesa
constatar la importancia de este tema y aprovechar diversos desarrollos
sistemaacuteticos3 para centrar nuestras conclusiones en torno al necesario crecimiento
de la humanidad de Cristo para nuestra salvacioacuten Tendremos especialmente
presente Gaudium et spes 224
Es evidente que Ireneo no puede dar respuesta a todas las cuestiones
cristoloacutegicas que ha llevado siglos asentar y discernir por la Iglesia Sin embargo
no es menos cierto que llama la atencioacuten la profundidad de sus intuiciones
teoloacutegicas ya en el siglo II la iacutentima relacioacuten entre Cristo y todo ser humano la
personalizacioacuten de la salvacioacuten en la persona Cristo el valor absoluto y eterno que
tiene para Dios la carne la dignidad de la persona en su corporalidad concreta y
fiacutesica el dinamismo espiritual que acrecienta al ser humano como parte esencial de
1 Coacutemo se entienda esta humanidad es uno de los posibles errores actuales sobre la fe en el Hijo de
Dios hecho hombre junto al cuestionamiento de la preexistencia y de la unioacuten hipostaacutetica en la Declaracioacuten de la CONGREGACIOacuteN PARA LA DOCTRINA DE LA FE Mysterium Filii Dei (1972) 3 Los tres puntos son esenciales en la teologiacutea de Ireneo y en nuestro trabajo Maacutes recientemente tambieacuten J RATZINGER entonces Prefecto de la Congregacioacuten para la Doctrina de la Fe sentildealoacute la dificultad de integrar adecuadamente la verdadera humanidad de Cristo en la teologiacutea actual en la introduccioacuten que hace a la Declaracioacuten Dominus Iesus (2000) (cf CONGREGACIOacuteN PARA LA DOCTRINA DE LA FE Declaracioacuten laquoDominus Iesusraquo Documentos comentarios y estudios [Madrid 2002] 11-18)
2 G URIacuteBARRI La singular humanidad de Jesucristo El tema mayor de la cristologiacutea contemporaacutenea (Madrid 2008) 29
3 Ademaacutes del citado libro para toda esta parte L F LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos (Madrid 2007)
4 laquoGaudium et spesraquo Documentos del Vaticano II (Madrid 1968)
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 115
su ser la relacioacuten personal e iacutentima entre Dios y el hombre como horizonte
escatoloacutegico de plenitud5
Por eso queremos recapitular los pasos que hemos ido dando y situarlos
brevemente a la luz que la tradicioacuten y la fe de la Iglesia nos aportan Lo
sistematizamos en tres afirmaciones cristoloacutegicas dogmaacuteticas que a nuestro
modo de ver no soacutelo permiten sino que piden desde la antropologiacutea y cristologiacutea
de Ireneo tomar con mayor seriedad el crecimiento en la humanidad de Cristo Los
tres temas son
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona
Cuando decimos que Cristo es perfectamente hombre y hombre perfecto iquestde
queacute estamos hablando iquesten queacute consiste ser aacutenthropos iquestqueacute rasgos son
indelebles a la condicioacuten humana Con una pregunta similar comenzaacutebamos
nuestro trabajo y por eso buscamos una antropologiacutea que nos dijera en queacute
consiste el ser humano para despueacutes poder entender mejor la humanidad perfecta
de Cristo y si en ella se dio o no el crecimiento para nuestra salvacioacuten Es tambieacuten
una de las preguntas que estaacuten en la base de GS 22
En realidad el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado Porque Adaacuten el primer hombre era figura del que habiacutea de venir es decir Cristo nuestro Sentildeor Cristo el nuevo Adaacuten en la misma revelacioacuten del misterio del
5 Para T SPIDLIacuteK laquoLa gran aportacioacuten de Ireneo en contra de los gnoacutesticos consiste en haber
eliminado el concepto de espiritual por naturaleza (como inmaterial) Distingue claramente este don del Espiacuteritu que los teoacutelogos escolaacutesticos llamaraacuten sobrenaturalraquo (La espiritualidad del oriente cristiano [Burgos 2004] 54) No podemos entrar en este tema tan importante pero sin duda la teologiacutea de Ireneo permitiriacutea abordar la cuestioacuten del natural-sobrenatural la libertad y la gracia con una amplitud y profundidad nada desdentildeable puesto que para eacutel no hay un doble fin en el ser humano En Ireneo tanto para hacerse primero aacutenthropos verdadero como para llegar a ser dios el camino y los medios son los mismos la accioacuten del Espiacuteritu en la carne que libre y obedientemente lo acoge Sobre esta uacutenica vocacioacuten humana que es divina la relacioacuten entre la libertad y la gracia cf J L RUIZ DE LA PENtildeA El don de Dios Antropologiacutea teoloacutegica especial (Santander 21991) 267-304337-406 Para el problema de la libertad y la gracia nunca separadas desde la perspectiva de Oriente cf V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente (Barcelona 22009) 147 ss
CAPIacuteTULO IV
116 | Humana augens
Padre y de su amor manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocacioacuten Nada extrantildeo pues que todas las verdades hasta aquiacute expuestas encuentren en Cristo su fuente y su corona El que es imagen de Dios invisible (Col 115) es tambieacuten el hombre perfecto que ha devuelto a la descendencia de Adaacuten la semejanza divina deformada por el primer pecado6
Si para conocer en queacute consiste esta perfecta humanidad de Cristo tenemos
que mirar al hombre a su vez soacutelo podemos comprender el misterio del hombre
contemplando a Cristo Ireneo antildeadiriacutea a Cristo glorioso pues a imagen de eacuteste
fuimos creados y eacutel es nuestro fin Asiacute origen y finalidad se identifican en el ser
humano7 otorgaacutendole una dignidad que de otro modo seriacutea impensable iquestcoacutemo es
posible que algo tenga su origen en lo que seraacute su meta Y de ser asiacute iquestno
estariacuteamos hablando de una especie de determinismo de ausencia de libertad en la
criatura Para Ireneo la historia el tiempo y la capacidad de crecimiento o
maduracioacuten que posibilite la perfeccioacuten logran armonizar todos estos puntos De
ahiacute tambieacuten la grandeza que otorga a la materia a la carne a la corporalidad8
pues Dios ha querido que fuera justamente la carne lo maacutes alejado de Dios quien
hiciera este proceso de divinizacioacuten En Cristo la carne tiene su origen y su fin9 de
quien recibe su bondad esencial10 iquestCoacutemo podriacuteamos afirmar esto dejando espacio
a la libertad y decisioacuten humana sin el don del libre crecimiento es decir de poder
elegir que el Espiacuteritu de Dios nos vaya transformando hasta llegar a ser maacutes de lo
que somos Por eso si Cristo es el origen y la meta de todo lo creado cuaacutento maacutes
no lo seraacute del ser humano que el mismo Verbo junto al Espiacuteritu modela a su imagen
y semejanza
La encarnacioacuten de Cristo visibilizando la imagen a la que fuimos creados la
perfeccioacuten a la que estamos llamados a llegar por semejanza estaba prevista por el
Padre antes del pecado Porque la imposibilidad de llegar hasta Dios siendo carne
no viene marcada por el pecado sino por la incapacidad propia de lo que no es
6 GS 22 a 7 Cf Ep 22 AH III 2110 223 En palabras de SAN JUAN DAMASCENO el hombre fue creado
deificaacutendose tendiendo hacia la unioacuten con Dios (cf Exposicioacuten de la fe II 12 PG t 94 col 924a) 8 Cf GS 14 9 Cf H U VON BALTHASAR Teodramaacutetica IV (Madrid 1995) 448 10 Cf A CORDOVILLA Gramaacutetica de la encarnacioacuten La creacioacuten en Cristo en la teologiacutea de K Rahner y
Hans Urs von Balthasar (Madrid 2004) 34
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 117
Dios11 Por eso soacutelo puede llevarse a cabo por el Espiacuteritu y por la docilidad humana
a su accioacuten Otra cosa es que ademaacutes esta economiacutea nuestra ha sido marcada por
el pecado y desde ahiacute Cristo nos llevaraacute a la plenitud que esperamos con su
obediencia rescata nuestra desobediencia con su novedad destierra todo lo viejo
del hombre12 Para Ireneo esta novedad que no conlleva ruptura radical sino
continuidad y plenitud es Cristo mismo13
Cristo es la novedad que da a la antropologiacutea cristiana un optimismo central14
No ingenuo pues sabe el hombre de queacute estaacute hecho15 y coacutemo ha caiacutedo16 La
dignidad creatural que Dios quiso dar al ser humano por encima de todo lo
creado17 se aplica en el nuevo Testamento a Cristo laquoImagen de Dios invisible
primogeacutenito de toda creacioacutenraquo18 y en Eacutel se engrandece auacuten maacutes La obra de Dios
Arte en sus manos para Ireneo es ahora una criatura nueva bajo el prisma de la
carne de Cristo19 Porque Eacutel es el Hombre nuevo20 medida de todo hombre que
ademaacutes rompe las ataduras del pecado que nos esclaviza21 porque eacuteste nunca seraacute
tan fuerte que impida llevar a cabo el plan de Dios De este modo al salvarnos nos
redime de tal forma que no soacutelo visibiliza su perfeccioacuten sino que posibilita
tambieacuten la nuestra
Este punto es importante y creo que clave en Ireneo Cristo no entra en
relacioacuten con el hombre por el pecado sino por Creacioacuten por finalidad por
vocacioacuten por querer de Dios No es lo mismo supeditar su venida a nuestro pecado
11 Cf AH III 191 Posiblemente nos hemos laquoacostumbradoraquo a hablar de un Dios laquoἔνςαρκοσraquo aunque
a menudo no acabemos de otorgar a tal confesioacuten un nivel que supere lo simboacutelico-sacramental pero ciertamente poner el acento en la carne como salvacioacuten de Dios es impresionante (cf K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV [Madrid 1964] 139-157) Maacutes frecuente es encontrar discursos similares al de Ireneo que finalmente acaban hablando del alma como lugar privilegiado de encuentro con Dios pensando mdashen el fondomdash como TACIANO laquoel Dios perfecto es incorpoacutereo [ἄςαρκοσ]raquo cit por A ORBE laquoDefinicioacuten del hombre en la teologiacutea del siglo IIraquo Gregorianum 48 (1967) 522-576 Aquiacute 526
12 Cf Rm 66 2Cor 517-18 Ef 422 Jn 129 13 Cf AH IV 341 14 Cf Sal 8 5-7 1443 Si 171-3 Sab 223 Gn 21519-20 15 Cf Gn 126-27 2 7 51 9 67 Sal 1444 395-7 6210 40 5-6 10314 16 Cf Gn 36 48 65-12 17 Cf GS 24 18 Col 115 Cf 2Cor 44 Flp 26 Hb 1 2-3 19 Cf 2Cor 517 Ef 215-16 422 Gaacutel 615 Rm 64 20 Ef 424 21 Cf Rm 518 1Cor 1521-22 2Cor 327 Gaacutel 51 Jn 83236
CAPIacuteTULO IV
118 | Humana augens
que saber que nuestra relacioacuten con eacutel fundamenta nuestro ser22 La posicioacuten de
Ireneo es inequiacutevoca si Cristo es el Hombre perfecto a cuya imagen hemos sido
creados forma parte del ser humano en su creacioacuten en su definicioacuten en su fin y en
su realizacioacuten uacuteltima23 En Occidente esta forma de comprender la encarnacioacuten y
de articular salvacioacuten y redencioacuten se fue perdiendo por desgracia pero no es ajena
a nuestra fe24 Diraacute Ireneo que Cristo al encarnarse recobroacute al ser humano
perdido25 por el pecado para recapitular en siacute mismo al hombre tal como el Padre
lo habiacutea preparado desde siempre Con el pecado cambia el modo no el fin pues
Cristo Hombre perfecto es nuestro fin En la misma liacutenea dice Tertuliano
laquoDios hizo al hombre lo hizo a imagen de Diosraquo (Gn 117) iquestPor queacute no dice laquoa su imagenraquo si era uno el que haciacutea y no habiacutea otro a imagen del cual lo haciacutea Pero habiacutea uno a imagen del cual lo haciacutea es decir el Hijo el cual debiendo ser el hombre maacutes cierto y maacutes verdadero [homo futurus certior et verior] quiso que fuera llamado hombre a su imagen que entonces iba a formar del barro imagen y semejanza del verdadero26
Decir Hombre Perfecto es tambieacuten decir Hombre Verdadero27 Y tal como lo
presenta Ireneo la verdad del ser humano se recibe por creacioacuten pero se va
laquohaciendoraquo Propio del aacutenthropos es que naciendo hombre debe ir laquohacieacutendose
hombreraquo [ἀνδρωϑῆναι]28 progresivamente y soacutelo asiacute llegaraacute a ser maacutes que
hombre dios Que tal proceso no se malograraacute irremediablemente tiene su
22 Sin entrar en detalles podemos recordar la exclamacioacuten del pregoacuten pascual laquoiexclFeliz culpa que
merecioacute tal redentorraquo que repetimos cada antildeo o algunos de los textos maacutes significativos de AGUSTIacuteN marcando en buena parte la teologiacutea occidental laquoSi homo non perisset Filius hominis non venissetraquo (Sermo 1742 Cit por L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 48)
23 Cf AH III 2213V 162 Ep 32 22 laquoEn rigor la teleiocircsis difiere de la impecancia (ἀναμαρτηςία) y el hombre perfecto del impecable (ἀναμαρτητοσ) Pudo Adaacuten no haber faltado en el paraiacuteso ganando continuamente en perfeccioacuten positivaraquo (A Orbe laquoHomo nuper factusraquo Gregorianum 46 [1965] 481-544 aquiacute 487)
24 Cf L F LADARIA laquoEl hombre creado a imagen de Diosraquo B SESBOUumlEacute (dir) Historia de los dogmas II El hombre y su salvacioacuten (Salamanca 1996) 75-93 W PANNENBERG Teologiacutea sistemaacutetica II (Madrid 1996) 429 J MOLTMANN El futuro de la creacioacuten (Salamanca 1979) 130-136 M GESTEIRA laquoLa nueva creacioacutenraquo Revista espantildeola de Teologiacutea 57 (1997) 389-418
25 Cf AH III 193 26 Adversus Praxean XII 3-4 Seguacuten A ORBE foacutermulas de Tertuliano como eacutesta laquoreincidenraquo en las
ideas de Ireneo (Cf laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de Ireneoraquo Gregorianum 43 (1962) 449-491 Aquiacute 456 nota 31)
27 De hecho laquoHombre Nuevoraquo es el tiacutetulo de GS 22 y volveraacute a aparecer en GS 41 Curiosamente en un principio se pensoacute titular el nordm 22 como laquoHombre Perfectoraquo (cf L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 64 nota 30)
28 AH IV 383
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 119
garantiacutea en Cristo porque en siacute mismo laquogarantizaraquo su encarnacioacuten No por
necesidad sino por deseo divino
Lo que Dios plasmoacute lo hizo a imagen de Dios es decir de Cristo [] Por ello aquel barro que ya entonces revestiacutea la imagen de Cristo que se iba a encarnar no era solamente una obra de Dios sino una garantiacutea [de la encarnacioacuten futura]29
Desde los inicios tal laquogarantiacutearaquo soacutelo puede asentarse en la fe en su divinidad
De hecho la primera declaracioacuten conciliar en Nicea (325) afirma la
consustancialidad30 del Hijo con el Padre como respuesta al conflicto arriano ni
hay divisioacuten sustancial en Dios ni el Hijo es de inferior sustancia o rango31
Un siglo despueacutes la iglesia necesitoacute profundizar en la unidad que se daba en
Cristo Dios perfecto y hombre perfecto como diraacute el concilio de Eacutefeso32 (431)
insistiendo ahora en su humanidad abriendo la reflexioacuten a Calcedonia (451)33
Perfecto en la divinidad y perfecto en la humanidad verdaderamente Dios y verdaderamente hombre [] consustancial con el Padre seguacuten la divinidad y consustancial con nosotros seguacuten la humanidad en todo semejante a nosotros excepto en el pecado (cf Hb 415)34
En este momento una vez asentada la divinidad de Cristo ya habiacutea conciencia
de que se jugaba la verdad de la salvacioacuten en la perfeccioacuten de la humanidad
asumida y en la manera de comprender la unidad cristoloacutegica Se entiende su
humanidad perfecta en cuanto verdadera y completa asumiendo un cuerpo y un
alma racional (superado el apolinarismo35) aunque no se llega auacuten a dar respuesta
29 TERTULIANO De res mort VI 3-5 Cit por L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 51 K RAHNER llegoacute a
formular que la encarnacioacuten es condicioacuten de posibilidad para la creacioacuten cf laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV (Madrid 1964) 139-157 aquiacute 151 A CORDOVILLA Gramaacutetica de la encarnacioacuten La creacioacuten en Cristo en la teologiacutea de K Rahner y Hans Urs von Balthasar (Madrid 2004) 183-228
30 laquoὀμοούςιον τῳ πατρί [quod graece dicunt homousion]raquo DH 125
31 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I El Dios de la salvacioacuten (Salamanca 2004) 196-198 Seguacuten T SPIDLIacuteK la devocioacuten a la humanidad de Cristo surge maacutes de la reflexioacuten teoloacutegica posterior que de una piedad expliacutecita entre los primeros cristianos al menos en el oriente cristiano Como si asumir la carne del Verbo lo limitado lo humanado lo humillado no fuera acogido por los creyentes maacutes que tras un proceso que se hace expliacutecito con Juan Damasceno Si esto es asiacute el valor de Ireneo es mayor auacuten Cf La espiritualidad del oriente cristiano (Burgos 2004) 67
32 Incluida la foacutermula de unioacuten DH 272-273 33 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 303-307 319-324 34 DH 301 35 Cf DH 146 B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 281-283
CAPIacuteTULO IV
120 | Humana augens
a la unioacuten de ambas naturalezas36 No podemos encontrar en Ireneo este lenguaje y
esta problemaacutetica pero siacute la afirmacioacuten rotunda de ser un hombre verdadero
carne de nuestra carne puesto que es comuacuten en eacutel hablar del hombre en su
totalidad mdashcarne alma y espiacuteritumdash y a modo de metonimia llamarlo laquocarneraquo
Conviene recordar aquiacute lo visto en torno a la antropologiacutea tricotoacutemica y coacutemo en el
alma como soplo vital reside la libertad y la eleccioacuten el discernimiento el
ensamblaje entre carne y espiacuteritu para que una se someta al otro37 Puesto que
para Ireneo no hay hombre completo sin los tres elementos38 y sabiendo la
importancia que eacutel da a la libertad humana es evidente que con otro lenguaje
siglos antes coincide de lleno con la foacutermula calcedoniana39
Por otro lado si afirmamos que fue hombre perfecto y a la vez decimos que fue
semejante en todo a nosotros menos en el pecado estamos confesando con el
Nuevo Testamento y con la tradicioacuten de la Iglesia que el pecado no forma parte de
la humanidad en siacute misma40 Se puede no tener pecado y ser plenamente
humano41 Ya hemos visto coacutemo Ireneo no minimiza la seriedad de la
desobediencia humana engantildeados por el Seductor sino que engrandece auacuten maacutes
la bondad y misericordia de Dios que sigue adelante con su proyecto maacutes allaacute de
nuestra lejaniacutea Por eso para Ireneo la encarnacioacuten no es un momento puntual sino
un doble proceso en la medida que la divinidad se abaja y vaciacutea de siacute42 la
humanidad de Cristo como la nuestra se dispone a ir creciendo en el Espiacuteritu
36 Sobre la recepcioacuten de Calcedonia y el neocalcedonismo cf G URIacuteBARRI La singular humanidad
103-145 laquoEl dinamismo encarnatorio seguacuten las homiliacuteas catequeacuteticas de Teodoro de Mopsuestiaraquo Estudios Eclesiaacutesticos 81 (2006) 37-95 Aquiacute 40-50 B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 323-335 J RATZINGER Miremos al Traspasado (Santa Fe 2007) 45-51 BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret Desde la entrada en Jerusaleacuten hasta la Resurreccioacuten (Madrid 2011) 187-189
37 Cf AH V 91 38 Cf AH V 61 39 O GONZAacuteLEZ DE CARDEDAL ve en Ireneo una laquoanticipacioacutenraquo de las foacutermulas calcedonenses laquoCristo es
uno y el mismo [εἷσ καὶ ὁ ἀυτόσ]raquo Algunos textos que resalta en este sentido son AH III 168-9 IV 6367 Tambieacuten ve un anticipo de la teoriacutea de las propiedades de Cristo (AH III 92 192 V 173 V 211 III 214 IV 242) y parte del vocabulario que despueacutes expresaraacute la unioacuten entre Dios y el hombre ςάρκωςις ἕνωςισ unitio commixtio communio habitatio adsumptio (AH III 183 191 V 144 IV 3311 III 187 IV 344 IV 204 III 202 IV 334 V 13) Cf Cristologiacutea (Madrid 22005) 214-215
40 Cf Capiacutetulo III
41 Cf Rm 83 2Cor 521 Gaacutel 313 1Pe 221-22 Resaltado tambieacuten en LEOacuteN MAGNO laquoAdsumpsit formam servi sine sorde peccati humana augens divina non minuensraquo (Tomus ad Flavianum DH 293)
42 Cf Flp 26-11
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 121
elevaacutendose hasta Dios43 En la visibilidad de la encarnacioacuten Cristo hace visible este
misterio inserto en todo ser humano44 mostrando la perfeccioacuten a la que somos
llamados seguacuten su humanidad gloriosa sometido a los mismos avatares45 que
cualquier otro hombre tiene que vivir Pero en Eacutel ya se ha realizado ese camino e
incluye la glorificacioacuten Se trata entonces de un crecimiento que no se reduce a la
laquoκένοςισraquo sino que incluye tambieacuten crecer en la laquoπλήροςισraquo teologiacutea bellamente
expresada en el himno de Pablo a los Filipenses impregnado de esta misma
dinaacutemica [γενόμενοσ] de crecimiento libre y personal46
Por eso es tan importante poder hablar de plena libertad y voluntad humana
en Cristo para llevar a cabo su vida y misioacuten tal como lo confirmoacute el concilio III de
Constantinopla (680-681)47 Nos salva en su humanidad en la medida que va
aprendiendo a obedecer no sin sufrimiento hasta la muerte en cruz48 Es decir en
la medida que va conformando su voluntad humana a la del Padre en la medida
que va entrando en comunioacuten cada vez maacutes plena con Eacutel y con el Espiacuteritu que le
guiacutea Asiacute se perfecciona su carne y con ella toda la humanidad asiacute se abre la
posibilidad de perfeccioacuten en su carne para todo ser humano49 que tampoco podraacute
darse sin libertad y sin sufrimiento
Cordero inocente con la entrega libeacuterrima de su sangre nos merecioacute la vida En El Dios nos reconcilioacute consigo (cf 2 Cor 518 Col 120-22) y con nosotros y nos liberoacute de la esclavitud del diablo y del pecado por lo que cualquiera de nosotros puede decir con el Apoacutestol laquoEl Hijo de Dios me amoacute y se entregoacute a siacute mismo por miacuteraquo (Gal 220) Padeciendo por nosotros nos dio ejemplo para seguir sus pasos (cf 1 Pe 221 Mt 1624 Lc 1427) y ademaacutes abrioacute el camino con cuyo seguimiento la vida y la muerte se santifican y adquieren nuevo sentido50
43 Para LADARIA en la foacutermula de Calcedonia se afirma impliacutecitamente una perfeccioacuten en Cristo que
consiste en laquoun crecimiento de la humanidad paralelo al despojamiento y a la keacutenosis del Hijo de Diosraquo (Jesuacutes salvacioacuten de todos 20-21)
44 Cf AH V 62 45 Cf Gaacutel 44 46 laquoὃσ ἐν μορφῇ Θεοῦ ὑπαρχων οὐχ ἁρπαγμὸν ἡγήςατο τὸ εἷναι ἴςα Θεῷ ἀλλὰ ἑαυτον μορφὴν
δούλον λαβών ἐν ὁμοιώματι ἀνθρώπων γενόμενοσmiddot καὶ ςχὴνατι εὑρεϑεὶσ ὡσ ἄνϑρωποσ ἐταπείνωςεν ἑαυτὸν γενόμενοσ ὑπήηοοσ μέξρι ϑανάτου ϑανάτου δὲ ςταυροῦraquo (Flp 26-8)
47 Cf DH 556-558 B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 343-345 48 Hb 210 58-9 Cf A VANHOYE Sacerdotes antiguos sacerdote nuevo seguacuten el nuevo testamento
(Salamanca 1984) 75-100 49 Cf Hb 10 19 50 GS 22
CAPIacuteTULO IV
122 | Humana augens
El sufrimiento y la cruz fueron perfeccionando51 a Cristo y en la medida que
vayamos conformaacutendonos con Eacutel aprenderemos tambieacuten nosotros laquosufriendo a
obedecerraquo o dicho de otra manera aprenderemos a dar un sentido nuevo al
sufrimiento y la muerte de modo que lejos de aplastarnos o empequentildeecernos
nos haga crecer hasta la resurreccioacuten El perfeccionamiento de Cristo no es
perfeccioacuten moral ni su glorificacioacuten es un premio divino por los meacuteritos
realizados52 Es una perfeccioacuten que maacutes tiene que ver con realizar profundamente
lo que ya se es y con unirse cada vez maacutes iacutentimamente a Dios en cuanto hombre
Teodoro de Mopsuestia principal exponente de la escuela antioquena comparte
esta visioacuten con Ireneo dotando a la encarnacioacuten de un dinamismo que da un realce
salviacutefico claro a la humanidad de Cristo a su libertad y al Espiacuteritu mdashgraciamdash que le
unge y acompantildea en el proceso
Eacutel [Cristo] tambieacuten avanza hacia el bautismo a fin de transmitir de una manera ordenada la vida del evangelio y finalmente recibe la muerte y la abole Habriacutea sido simple y faacutecil para Dios haberlo hecho de golpe inmortal e incorruptible e inmutable tal y como deviene despueacutes de la resurreccioacuten Pero porque no era solamente a eacutel a quien queriacutea hacer inmortal e inmutable sino tambieacuten a nosotros que estamos asociados a eacutel en su naturaleza era necesario a causa de esta misma asociacioacuten que fuera en eacutel donde se realizaran las primicias de todos nosotros como dice el bienaventurado Pablo laquoque eacutel sea el primero en todoraquo (Col 119)53
Desde otras coordenadas el texto expresa con toda claridad el sentido salviacutefico
del crecimiento en la humanidad de Cristo apoyaacutendose justamente en una de las
premisas clave de Ireneo la carne tiene su ritmo precisa tiempo paciencia
libertad para acoger la accioacuten de Dios Y si esto es asiacute para toda carne tambieacuten
tuvo que serlo para la humanidad de Cristo salvacioacuten de todos
Desde Ireneo en coherencia con su antropologiacutea y cristologiacutea eliminar el
crecimiento y el perfeccionamiento progresivo en la humanidad de Cristo es
inviable Cuando se dice laquoEl Verbo de Dios [] entroacute como hombre perfecto en la
historia del mundo asumieacutendola y recapitulaacutendola en siacute mismo (cf Ef 110)raquo54
podemos confundir la realizacioacuten plena con la posibilidad de tal realizacioacuten
restando importancia a la encarnacioacuten verdadera Es decir el Verbo de Dios
51 Cf A VANHOYE Sacerdotes antiguos sacerdote nuevo 176-180
52 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 200 53 Hom VI 11 Cit por G URIacuteBARRI El dinamismo encarnatorio 73 54 GS 38
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 123
asumioacute nuestra carne y se hizo uno de nosotros para recapitular en siacute mismo todas
las cosas pero lo hizo primero como nintildeo se hizo hombre amoacute eligioacute y obedecioacute
libremente como hombre y asiacute llegoacute a ser hombre perfecto tras la muerte y
resurreccioacuten cuando su carne estuvo totalmente tomada por el Espiacuteritu Es decir
dando un sentido salviacutefico a su crecimiento no obviaacutendolo
Dando un paso maacutes del mismo modo que para Ireneo no hay ser humano sin
mezcla con espiacuteritu mdashen la medida que seamdash tampoco la humanidad de Cristo por
siacute sola tiene consistencia salviacutefica Por un lado no existiriacutea sin la comunioacuten
personal con el Verbo sin su divinidad por otro no salvariacutea sino fuera plenificada
por el Espiacuteritu O dicho de otro modo la iniciativa y preponderancia divina puede y
debe mantenerse tambieacuten en la persona de Cristo mismo sin que esta especie de
laquoasimetriacutearaquo55 suponga mengua ninguna a la plena humanidad de Cristo ni a una
comunioacuten verdadera de naturalezas Asiacute esa cierta laquocompenetracioacutenraquo entre lo
humano y lo divino (περιχώρηςισ εἰσ ἀλλήλασ) no es indiferente proviene de la
divinidad y no de la carne56 que maacutes bien se hace partiacutecipe por las cualidades que
recibe de Dios
Biacuteblicamente despueacutes de Cristo no podemos leer el relato del Geacutenesis
aseacutepticamente57 pues ahora sabemos que la creacioacuten es en Cristo58 mdashno soacutelo en el
Verbomdash y nosotros somos llamados a conformarnos con Eacutel59 Es el Espiacuteritu quien
hace posible en nosotros lo que ya realizoacute en Cristo una vez que se
laquoacostumbroacuteraquo60 a su carne para que el hombre se acostumbrara al querer de Dios
a la novedad de Cristo y deseaacutendolo cooperaraacute con Eacutel para su propia salvacioacuten Por
55 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 116 56 En la liacutenea de Maacuteximo el Confesor y San Juan Damasceno Cf V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la
Iglesia de Oriente 107-108
57 L F LADARIA sentildeala como dato significativo que el Concilio Vaticano II comience a hablar de la dignidad del ser humano en GS 12 desde el relato del Geacutenesis (Jesuacutes salvacioacuten de todos 45 nota 5)
58 Cf 2Cor 44 Col 115 59 Cf Rm 829 1Cor 1549 2Cor 318 60 AH III 171
CAPIacuteTULO IV
124 | Humana augens
eso tampoco podemos cifrar todo el misterio salviacutefico en Cristo dejando a un lado
la accioacuten del Espiacuteritu que tan presente tuvieron los Padres61
[Este es] el viacutenculo entre el misterio salviacutefico del Verbo encarnado y el del Espiacuteritu Santo que actuacutea el influjo salviacutefico del Hijo hecho hombre en la vida de todos los hombres llamados por Dios a una uacutenica meta ya sea que hayan precedido histoacutericamente al Verbo hecho hombre o que vivan despueacutes de su venida en la historia de todos ellos es animador el Espiacuteritu del Padre que el Hijo del hombre dona libremente cf Jn 334)62
Para Ireneo Cristo es el uacutenico Hombre perfecto en siacute mismo ya glorificado
como laquofin de la historia humana punto de convergencia hacia el cual tienden los
deseos de la historia y de la civilizacioacuten centro de la humanidad gozo del corazoacuten
humano y plenitud total de sus aspiracionesraquo63 Recapitular como afirma Ireneo
no es que el Hijo deacute fin a todo lo creado desde Eacutel por ser Eacutel sino desde Eacutel porque
estuvo en el origen y en el ser mismo de lo creado Es mucho maacutes que un mediador
externo Pero por ello no podemos hacer de su humanidad algo terminado ya
desde el inicio porque entonces no seriacutea humanidad verdadera como la nuestra y
lo salvado no habriacutea sido nuestra carne o se habriacutea hecho laquoautomaacuteticamenteraquo sin
respetar el proyecto que Dios mismo ha marcado
No soacutelo creemos que Cristo es Hombre Perfecto sino que sieacutendolo nos
perfecciona Soacutelo asiacute puede unir en su cuerpo nuestro origen (creacioacuten) nuestra
vida (asemejamiento progresivo y pecado) y nuestro fin (recapitulacioacuten) desde
dentro desde nosotros mismos y soacutelo puede hacerlo porque es Dios Es la
realizacioacuten plena del dinamismo creatural que Eacutel mismo plasmoacute en nosotros con el
Padre y el Espiacuteritu64 Y nuestra perfeccioacuten soacutelo puede consistir en participar de su
perfeccioacuten acogieacutendola libremente y realizaacutendola en nuestra vida Con razoacuten
podemos decir que laquoquien sigue a Cristo el Hombre Perfecto se hace maacutes
61 Cf L F LADARIA laquoHumanidad de Cristo y don del Espiacuterituraquo Estudios Eclesiaacutesticos 51 (1996) 321-
345 ID laquoCristologiacutea del Logos y cristologiacutea del Espiacuterituraquo Gregorianum 61 (1980) 353-360 ID laquoLa uncioacuten de Jesuacutes y el don del Espiacuterituraquo Gregorianum 71 (1990) 547-571
62 Dominus Iesus 12 63 GS 45 64 Cf H U VON BALTHASAR Teodramaacutetica III (Madrid 1993) 237-238 W PANNENBERG Teologiacutea
Sistemaacutetica II (Madrid 1996) 25
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 125
hombreraquo65 Y al hacerse maacutes hombre se hace maacutes que hombre crece por encima de
sus posibilidades66 Y creciendo es salvado67
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten
El concilio Vaticano II en GS 22 expresoacute con rotundidad algo que la tradicioacuten
de la Iglesia ha mantenido siempre aunque desde distintas perspectivas
En eacutel (Cristo) la naturaleza humana asumida no absorbida ha sido elevada tambieacuten en nosotros a dignidad sin igual El Hijo de Dios con su encarnacioacuten se ha unido en cierto modo con todo hombre Trabajoacute con manos de hombre pensoacute con inteligencia de hombre obroacute con voluntad de hombre amoacute con corazoacuten de hombre Nacido de la Virgen Mariacutea se hizo verdaderamente uno de los nuestros semejantes en todo a nosotros excepto en el pecado68
Ireneo utiliza expresamente este verbo laquoabsorberraquo69 para expresar la
salvacioacuten de la carne la asuncioacuten que de ella va haciendo el Espiacuteritu si no
encuentra impedimentos Sin embargo ciertamente el sentido es el mismo que
quiere transmitir el Vaticano II y anteriormente el II y III concilio de
Constantinopla garantizar que la carne no se pierde en el proceso de divinizacioacuten
o asemejamiento que la resurreccioacuten de la carne pasa por mantener esa misma
carne resucitada Por eso Ireneo y el Concilio hablan de laquoelevacioacutenraquo a una dignidad
mayor que no es otra que la que el Padre ya previoacute en la creacioacuten por encima de
los aacutengeles70
65 GS 41 66 IGNACIO DE ANTIOQUIacuteA lo expresa con total claridad ante su martirio inminente laquoNo impidaacuteis que
viva no queraacuteis que muera [] Dejadme alcanzar la luz pura Cuando eso suceda sereacute un hombre [ἐκεῖ παραγενόμενοσ ἄνϑρωποσ ἔςομαι] Permitidme ser imitador de la pasioacuten de mi Diosraquo (A los romanos VI 2-3 Ed JJ AYAacuteN CALVO Ignacio de Antioquiacutea-Policarpo de Esmirna-Carta de la iglesia de Esmirna [Madrid 1999] 156-157) El mismo Ireneo se hace eco de su experiencia en AH V 284
67 laquoEl disciacutepulo que camina con Jesuacutes se veraacute implicado con eacutel en la comunioacuten con Dios Y esto es lo que realmente salva el trascender los liacutemites del ser humano algo para lo cual estaacute ya predispuesto desde la creacioacuten como esperanza y posibilidad por su semejanza con Diosraquo BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret (Madrid 2007) 30
68 GS 22 b 69 Cf AH IV 384 70 Cf AH V 363
CAPIacuteTULO IV
126 | Humana augens
Creo que Ireneo expresa magniacuteficamente esta participacioacuten71 de todo ser
humano en la humanidad de Cristo en virtud de la encarnacioacuten72 Y esto se realizoacute
de una vez para siempre ya no tiene vuelta atraacutes Todo ser humano por el hecho
de serlo estaacute unido en cierto modo con Cristo Verbo encarnado Ciertamente por
el Bautismo los cristianos somos incorporados de un modo especialiacutesimo a su
Cuerpo que es la Iglesia73 y en ella vamos creciendo y madurando hasta Dios
nutrieacutendonos con la Eucaristiacutea y dejaacutendonos llevar por su Espiacuteritu Asiacute es Asiacute lo
reconoce tambieacuten Ireneo en el lugar clave que da a la Iglesia en el mundo con una
funcioacuten sacramental sagrada garante de la verdad recibida74 Sin embargo por la
encarnacioacuten se da una unioacuten gratuita y definitiva que aunque germinal es previa
mdashpor decirlo asiacutemdash a la confesioacuten bautismal
Asociado al misterio pascual configurado [el cristiano] con la muerte de Cristo llegaraacute corroborado por la esperanza a la resurreccioacuten Esto vale no solamente para los cristianos sino tambieacuten para todos los hombres de buena voluntad en cuyo corazoacuten obra la gracia de modo invisible Cristo murioacute por todos y la vocacioacuten suprema del hombre en realidad es una sola es decir la divina En consecuencia debemos creer que el Espiacuteritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que en la forma de soacutelo Dios conocida se asocien a este misterio pascual75
La antropologiacutea positiva y optimista de Ireneo permite fundamentar esto
desde la protologiacutea y no solo de cara a la redencioacuten o la escatologiacutea Aunque
ciertamente es un terreno menos transitado por la teologiacutea76 me parece
fundamental recuperar la dignidad creatural del ser humano como fundamento
teoloacutegico Dios quiere que el aacutenthropos pueda llegar a ser libre y gozosamente
imagen y semejanza suya77 pues fue plasmado cuidadosamente con sus propias
Manos De ahiacute que tal dignidad laquoresidaraquo de un modo especial en el cuerpo
71 Cf AH V 141-3 202 IV 204 III 104 119 121 171hellip 72 El tema de la participacioacuten de toda la humanidad en Cristo aparece tambieacuten en GS 24 y 32 Es un
tema clave que el mismo JUAN PABLO II subrayoacute al hacer de GS 22 una referencia constante en su ministerio papal cf Redemptor hominis 8 Fides et Ratio 60 80
73 Cf Col 118 74 Cf M RUIZ JURADO laquoEl concepto de mundo en S Ireneo La Fe de la Iglesia como normaraquo Estudios
Eclesiaacutesticos 47 (1972) 205-226 Aquiacute 216-220
75 GS 22 e 76 Cf L F LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos 128 77 Cf Ep 22
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 127
humano78 Y esto es asiacute en todo ser humano por el hecho de existir no por confesar
a Cristo como Sentildeor de su vida aunque de hecho lo sea79 lo sepa eacutel o no lo sepa80
Conservaraacute este laquoArteraquo impreso en su plasis si en fe deja que su Espiacuteritu lo vaya
transformando lenta y pacientemente en la carne Todo ser humano lleva en su
carne la propia laquofisonomiacutearaquo de Cristo encarnado81 Soacutelo por el hecho de venir al
mundo la luz de Cristo ilumina a cada ser humano82 Temporal o histoacutericamente
primero fue Adaacuten pero eacuteste solo existe en Cristo y por Cristo que en todo le
precede y hacia el que camina para la plenitud Por eso ciertamente
comprendemos mejor queacute es el hombre gracias a Cristo83 y si contemplamos al
hombre en profundidad descubriremos la dignidad de la carne de Cristo hombre y
Dios que incluye en cierto modo a toda la Humanidad84
78 laquoLa persona maacutes que tener un cuerpo es un ser ldquoespiacuteritu-corpoacutereordquo de manera que el cuerpo es
en realidad la mediacioacuten a traveacutes de la cual la persona se abre hacia los demaacutes y hacia el mundo [] De ahiacute que la corporalidad humana no pueda ser reducida al cuerpo en su pura materialidad sino que implica una dimensioacuten maacutes profunda y misteriosa [] El cuerpo humano es algo maacutes que una mera agregacioacuten de estructuras o elementos materiales Antes bien es una realidad transida por una dimensioacuten espiritual que desborda (a la vez que configura desde dentro) una estructura fiacutesico-quiacutemica haciendo de ella una realidad nueva personalraquo (M GESTEIRA Jesucristo horizonte de esperanza I Jesuacutes de Nazaret personaje histoacuterico [Madrid 2011] 245) No estaacute de maacutes explicitar estas convicciones que expresan muy bien el fundamento protoloacutegico de Ireneo y no son superfluas cuando queriendo dialogar con la Ciencia desde la fe podemos olvidar que no hay ser humano propiamente donde soacutelo hay materia fiacutesico-quiacutemica
79 El delicado problema de armonizar la confesioacuten de Cristo como uacutenico salvador y el valor salviacutefico de otras religiones no nos toca a nosotros plantearlo pero ciertamente estaacute ahiacute Los documentos magisteriales maacutes significativos a este respecto son Nostra aetate Lumen gentium Gaudium et Spes y Ad gentes del Concilio Vaticano II Redemptoris missio de Juan Pablo II El cristianismo y las religiones (1996) de la COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA INTERNACIONAL (=CTI) en Documentos 1969-1996 557-604 Dominus Iesus (2000) [Cf L F LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos 130-138143159180 G URIacuteBARRI La singular humanidad 341-378] Tambieacuten se intuye la significatividad de la teologiacutea de Ireneo como viacutea para el diaacutelogo con otras tradiciones religiosas y culturales en M NAMIKAWA laquoAcostumbrarraquo para la comunioacuten en san Ireneo de Lyon (Tesina de Licenciatura U P Comillas Madrid 2005) 126
80 laquoHay quien se encontroacute con Cristo sin saber que aprehendiacutea a aquel en cuya vida y muerte se arrojaba como en su destino bienaventurado y redimido que se encontraba con aquel a quien los cristianos con razoacuten llaman a Jesuacutes de Nazaret [] Y Dios y la gracia de Cristo estaacuten en todo en tanto esencia oculta de toda realidad elegible y asiacute no es tan faacutecil aferrarse a algo sin tener que habeacuterselas mdashde una o de otra formamdash con Dios y Cristoraquo (K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 156)
81 Cf AH V 363 82 Cf Jn 19 83 Cf AH V 173 84 L F LADARIA Teologiacutea del pecado original y de la gracia (Madrid 21997) 152-153
CAPIacuteTULO IV
128 | Humana augens
Que recibamos el don del Espiacuteritu a traveacutes de la carne gloriosa de Cristo85 no
significa que eacuteste tenga que limitarse a quienes profesan la fe cristiana Lo que siacute
afirma la Iglesia como ya hizo Ireneo es que la accioacuten de ambos estaacute
profundamente ligada pues el Verbo encarnado es el lugar clave donde estaacute
presente el Espiacuteritu y desde donde actuacutea para toda la humanidad86 Por tanto no
hay incompatibilidad alguna entre mantener esta centralidad cristoloacutegica para la
salvacioacuten y a la vez confiar al Espiacuteritu el misterio por el que muchos hombres y
mujeres se asociaraacuten a Cristo desde otras religiones o desde la increencia87
La carne gloriosa de Cristo ya estaacute plenamente tomada por el Espiacuteritu y no
debemos olvidar que todos estamos unidos a ella misteriosa y realmente Es decir
en cada ser humano se da ya como en arras como en posibilidad como en germen
la plenitud de crecimiento que podemos esperar88 Y esto sin abandonar lo que
somos nuestra carne limitada al contrario adentraacutendonos en ella cada vez maacutes
para en ella dejarnos llevar por el querer de Dios y su fuerza Si esto es asiacute la
glorificacioacuten de Cristo en el Nuevo Testamento estaacute refirieacutendose siempre al
crecimiento y perfeccioacuten de su humanidad ya que la naturaleza divina ni cambia ni
crece ni se perfecciona89 Esta divinizacioacuten o glorificacioacuten de la carne de Cristo si
85 Cf AH III 93 171 241 Tambieacuten ATANASIO laquoNo es por tanto el Logos y Sabiduriacutea el que es ungido
con el Espiacuteritu Santo que eacutel da sino que es la carne asumida la que es ungida en eacutel y por eacutel para que la santificacioacuten que ha venido sobre el Sentildeor en cuanto hombre pueda pasar a todos los hombresraquo Discursos contra los arrianos I 47 (Madrid 2010) 99-100 Y posteriormente BASILIO MAGNO laquoiquestQuieacuten negaraacute que se han cumplido [los planes salviacuteficos para el hombre] mediante la gracia del Espiacuteritu Santo [] Todo se realizoacute por medio del Espiacuteritu [] En primer lugar estaba con la carne del Sentildeor al hacerse uncioacuten y estar presente de manera inseparable seguacuten lo escrito [] En segundo lugar toda accioacuten se efectuaba con la presencia del Espiacuteritu [] y no lo abandona al resucitar de entre los muertosraquo El Espiacuteritu Santo 39 (Madrid 1996) 172-173
86 Cf Dominus Iesus 12 V LOSSKY apoyado en Ireneo dice laquoen el cuerpo de Cristo se encuentra acceso al manantial del Espiacuteritu Santo seguacuten san Ireneo Es pues necesario estar unido al cuerpo de Cristo para recibir la gracia del Espiacuteritu Santoraquo (Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 131-132) Sin embargo no parece que se pueda identificar soacutelo y siempre este ldquocuerpordquo de Cristo con la Iglesia de quien es cabeza Maacutes que de Ireneo el acento parece ser de la Iglesia de Oriente en palabras del autor pues antes afirma laquoLa Iglesia es cuerpo en la medida en que Cristo es su cabeza es plenitud en la medida en que el Espiacuteritu Santo la anima la llena de divinidad pues la divinidad habita en ella corporalmente como habitaba ella en la humanidad deificada de Cristoraquo (Ibid 116-117) Y vuelve a fundamentar su afirmacioacuten en Ireneo Recordemos que LG 7-8 habla de la Iglesia como Cuerpo de Cristo sin llegar tan lejos
87 Cf GS 22 88 Cf AH V 81 89 Cf L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 142 Basa la fundamentacioacuten biacuteblica de este punto en Jn
141-3 1724-26 Rm 816-1729 1 Cor 1545-49 Ef 13-14 Col 31-4
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 129
mantenemos lo dicho de nuestra participacioacuten en su humanidad supone que
tambieacuten nuestra carne es ya en cierto modo glorificada
Todo aquello que la Escritura dice que Jesuacutes ha recibido lo dice a causa de su cuerpo [] En primer lugar el Sentildeor ha resucitado su propio cuerpo y lo ha exaltado en siacute mismo despueacutes ha resucitado todos los miembros para darles como Dios todo lo que ha recibido como hombre [] Sepa por tanto con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Sentildeor y Cristo a aquel Jesuacutes que vosotros habeacuteis crucificado no es de la divinidad que eacutel dice que la ha constituido Sentildeor y Cristo sino de su humanidad que es toda la Iglesia90
Si esto fuera asiacute cuando decimos que el Hijo se ha unido a todo hombre en su
encarnacioacuten iquestestamos reduciendo la Humanidad a la Iglesia o maacutes bien hay que
entender aquiacute la Iglesia como sacramento de toda la Humanidad91 Y por otro lado
iquestdoacutende queda entonces la libertad humana para responder a la vocacioacuten divina
que hemos recibido
El desarrollo que Ireneo hace de la libertad como camino indispensable para
que el hombre crezca hasta Dios puede fundamentar esta respuesta humana
obediente que sin tener la iniciativa ni la capacidad de realizarse por siacute misma no
se llevaraacute a cabo si cada ser humano no lo realiza Por eso para Ireneo Mariacutea es
pieza fundamental de la historia de salvacioacuten tal como despueacutes han recogido
mucho otros autores
La encarnacioacuten no soacutelo fue obra del Padre de su Poder y de su Espiacuteritu sino tambieacuten la obra de la voluntad y de la fe de la Virgen Sin el consentimiento de la Inmaculada sin el concurso de la fe ese designio era tan irrealizable como sin la intervencioacuten de las propias tres Personas divinas Soacutelo despueacutes de haberla instruido y persuadido la toma Dios por Madre y toma la carne que Ella consiente en prestarle Asiacute como Eacutel se encarnaba voluntariamente queriacutea asiacute mismo que su Madre lo pariera libremente y por su propia voluntad92
90 ATANASIO DE ALEJANDRIacuteA De incarnationi Verbi et contra Arianos 1221 (PG 2610041021) 91 laquoTodos estaacuten llamados a entrar en la Iglesia pues si el hombre es un microcosmos la Iglesia es un
macroanthropos seguacuten san Maacuteximo Crece y se forma en la historia introduciendo a los elegidos en su seno unieacutendolos a Diosraquo (V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 132) TH SOIRON llama a la Iglesia laquosacramento de la humanidadraquo despueacutes de llamar a Cristo el laquosacramento originalraquo (Der sakramentale Mensch Friburgo 1946) Cf LG 48 SCh 5
92 NICOLAacuteS CABAacuteSILAS laquoHomiliacutea sobre la Anunciacioacutenraquo M JUGIE Homeacutelies mariales byzantines (Pariacutes 1925) 463 Cit por V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 104 Y antildeade Lossky laquoEn la persona de la Virgen la humanidad dio su consentimiento a que el Verbo se hiciera carne y viniera a habitar entre los hombres pues seguacuten el adagio patriacutestico laquosi bien la voluntad divina creoacute sola al hombre no puede salvarlo sin la cooperacioacuten de la voluntad humanaraquo La tragedia de la libertad se resuelve en las palabras ecce ancilla Dominiraquo
CAPIacuteTULO IV
130 | Humana augens
Ciertamente Ireneo piensa y escribe en el siglo II dirigieacutendose a la comunidad
cristiana frente a las doctrinas gnoacutesticas que empantildeaban la fe con apariencias
heterodoxas Pero no es menos cierto que habla del aacutenthropos en su totalidad e
integridad y es a este aacutenthropos al que Dios le confiere el don de crecer y madurar
hasta la vida eterna que es Eacutel mismo No se ofrecen dos proyectos salviacuteficos porque
soacutelo hay un hombre y un Dios y una historia93 Si creemos que por pura bondad
creatural concedioacute Dios al ser humano la fuerza de su espiacuteritu inicialmente y que
soacutelo desde la carne gloriosa de Cristo hemos recibido la sobreabundancia de su
Espiacuteritu para poder tambieacuten nosotros recorrer el camino que la humanidad de
Jesuacutes ya recorrioacute entonces tenemos que mantener esto para cualquier persona en
cualquier tiempo y lugar
No podemos decir a partir de Ireneo que sea indistinto creer o no creer seguir
a Cristo o no hacerlo formar parte de la Iglesia o no En absoluto Pero no parece
que podamos concluir que la salvacioacuten se reserva exclusivamente a la Iglesia Eacutel
mismo preveacute una visioacuten de Dios un final glorioso con distintos grados seguacuten los
frutos dados94 Tanto en la paraacutebola del sembrador95 como en la de los talentos o
en el salario que reciben los trabajadores de la vintildea96 ve Ireneo expresada esta
diversidad final que nada tiene que ver con los diversos salarios predestinados en
funcioacuten del tipo de hombre defendido por los gnoacutesticos iquestAcaso nos molestaraacute que
tambieacuten reciban paga los que llegaron en la uacuteltima hora97 Todos recibiremos el
mismo salario aunque cada uno en su medida Aquiacute la distincioacuten es cuantitativa no
cualitativa98 Y si todos seguiremos creciendo en la visioacuten de Dios porque siempre
93 Cf COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA INTERNACIONAL El cristianismo y las religiones (1996) 49e laquoSiendo Jesuacutes el
uacutenico mediador que lleva a cabo el designio salvador del uacutenico Dios Padre la salvacioacuten para todos los hombres es uacutenica y la misma la plena configuracioacuten con Jesuacutes y la comunioacuten con Eacutel en la participacioacuten de su filiacioacuten divina Hay que excluir por consiguiente la existencia de economiacuteas diversas para los que creen en Jesuacutes y lo que no creen en Eacutel No puede haber caminos para ir a Dios que no confluyan en el uacutenico camino que es Cristoraquo (Documentos 1969-1996 576)
94 Cf AH V 362 IV 367
95 Mt 138
96 Mt 209 Cf A ORBE laquoS Ireneo y la paraacutebola de los obreros de la vintildea Mt 201-16raquo Estudios Eclesiaacutesticos 46 (1971) 35-62 183-206 Aquiacute 195-202
97 Cf AH III 224 A ORBE laquoSan Ireneo y la primera Pascua del Salvadorraquo Estudios Eclesiaacutesticos 44 (1969) 297-344 Aquiacute 316-317
98 Cf A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo Gregorianum 64 (1983) 231-234
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 131
tendraacute cosas nuevas que ensentildearnos y nosotros que aprender99 cada cual progresa
en su relacioacuten con Dios seguacuten ha vivido en la medida del amor la fe y la
esperanza100 Y de las tres para Ireneo como para Pablo la primera es el amor por
encima de todo conocimiento (gnosis) o meacuterito adquirido101 Como si esta
capacidad de seguir creciendo en el amor permaneciera en el ser humano
inherente a siacute mismo tambieacuten en la vida eterna Nadie parte de cero porque en la
humanidad de Cristo de alguacuten modo todo ser humano se ha acercado en cierta
medida a Dios
Por eso podemos considerar con Ireneo y el magisterio eclesial que es en la
Iglesia Cuerpo de Cristo donde se da la plenitud de su Espiacuteritu102 y no por ello
obviar que el mismo Espiacuteritu que glorificoacute la carne de Cristo y nos va
transformando a nosotros encontraraacute sus medios modos y caminos para nutrir y
acrecentar toda carne todo ser humano toda la humanidad y guiarlos hacia Dios al
final de los tiempos103 No deja de ser curioso que cree muchos maacutes problemas o
escruacutepulos la pretensioacuten de Cristo como uacutenico salvador de todos que la afirmacioacuten
radical de haber sido todos creados en Cristo y para Cristo
En Ireneo hemos visto algunas de las virtualidades del Espiacuteritu que es quien
nutre y hace crecer104 quien asemeja con la imagen de Dios105 quien cambia lo
viejo del hombre por la novedad de Cristo106 quien cura107 consuela y cuida de
cada hombre caiacutedo en el camino108 quien conoce y juzga a todos109 En definitiva
el Espiacuteritu hace posible que la carne pueda llegar a tener las cualidades del
espiacuteritu110 es Eacutel quien hace de la sola carne y sangre mortal y corruptible un ser
99 Cf AH II 283 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus estraquo 539
100 1Cor 1312
101 Cf AH IV 122 338
102 Cf AH III 241 103 Cf GS 22 24 29 92 LG 16-17 NA 1-2 104 Cf AH IV 382-3 105 Cf AH V 61 106 Cf III 171 107 Cf AH IV 82 V 126 108 Cf AH III 173 V 126 109 Cf AH IV 331 110 Cf AH V 94
CAPIacuteTULO IV
132 | Humana augens
superior a los aacutengeles111 un hombre perfecto espiritual112 Nos hace hijos en el
Hijo113 Todo esto porque asiacute lo ha querido Dios y porque se acostumbroacute en la
carne de Cristo ungieacutendole para glorificarle y poder recibir tambieacuten nosotros de
su carne gloriosa114 Tras la Encarnacioacuten donde estaacute el Espiacuteritu de Dios que sopla
donde quiere y como quiere115 alliacute estaacute Cristo el Verbo encarnado y resucitado
ejerciendo su sentildeoriacuteo
La unidad trinitaria no se quiebra nunca ni en el principio ni en el final La
obra salvadora de Dios Padre se llevaraacute a cabo en el Hijo por el Espiacuteritu aunque no
sepamos de queacute manera lo haraacute ni por queacute diversos caminos se acercaraacute al geacutenero
humano116 disponieacutendonos para una hermosa laquosinfoniacutea de la salvacioacutenraquo117
Y para no caer en automatismos salviacuteficos118 queda siempre pendiente
nuestra obediencia libre como pendiente estuvo la libre obediencia de Cristo hasta
el uacuteltimo momento en Getsemaniacute y en la Cruz Es muy expresivo el siguiente
pasaje del siacutenodo de Quiercy en el antildeo 853
Como no hay hubo o habraacute hombre alguno cuya naturaleza no fuera asumida en eacutel asiacute no hay hubo o habraacute hombre alguno por quien no haya padecido Cristo Jesuacutes Sentildeor nuestro aunque no todos sean redimidos por el misterio de su pasioacuten Ahora bien que no todos sean redimidos por el misterio de su pasioacuten no mira a la magnitud y copiosidad del precio sino a la parte de los infieles y de los que no creen con aquella fe laquoque obra por la caridadraquo (Gaacutel 56)119
Es decir por parte de Dios en la carne de Cristo estaacute dicho todo Pero siempre
respeta y espera la libertad humana el laquosiacuteraquo o el laquonoraquo de cada uno en la fe y en el
amor que actualiza dicha fe
Seguacuten escuelas teoloacutegicas y sensibilidades se han propuesto diversos modos
de armonizar la universalidad de la salvacioacuten y la mediacioacuten uacutenica e irrepetible de
Cristo Creo que es significativo caer en la cuenta de doacutende apoya Ireneo su
111 Cf AH V 336 112 Cf AH V 82 92 113 Cf Gaacutel 46 Rm 81115 114 Cf AH III 241 115 Cf Jn 38 116 Cf AH IV 3315 412 V 182 117 AH IV 142 118 Cf AH III 193 V 363 119 DH 624
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 133
argumentacioacuten Si Justino hablaba de las semillas del Verbo120 para expresar esta
accioacuten real y eficaz del Logos eterno en la Creacioacuten en las culturas en filosofiacuteas
paganas Ireneo cifra la universalidad en la carne en la humanidad de Cristo de la
que todos participamos Eacutel tambieacuten reconoce la accioacuten del Verbo en la creacioacuten
desde siempre121 pero donde realmente nos hacemos partiacutecipes de su salvacioacuten es
en su carne gloriosa La diferencia auacuten siendo visiones teoloacutegicas cercanas y muy
similares es significativa No olvidemos que el sujeto personal Cristo encarnado es
el mismo Verbo eterno Sin embargo hablar de la universalidad salviacutefica por las
semillas del Logos podriacutea llevarnos a prescindir de su encarnacioacuten122 y no es esta
la fe de la Iglesia como no fue la de Ireneo (ni la de Justino)
Con la encarnacioacuten todas las acciones salviacuteficas del Verbo de Dios se hacen siempre en unioacuten con la naturaleza humana que eacutel ha asumido para la salvacioacuten de todos los hombres El uacutenico sujeto que obra en las dos naturalezas divina y humana es la uacutenica persona del Verbo Por lo tanto no es compatible con la doctrina de la Iglesia la teoriacutea que atribuye una actividad salviacutefica al Logos como tal en su divinidad que se ejerceriacutea maacutes allaacute de la humanidad de Cristo tambieacuten despueacutes de su encarnacioacuten123
Especiacutefico de la fe cristiana es confiar en la salvacioacuten de la carne y por la carne
de Cristo124 sin menguar un aacutepice su divinidad en perfecta comunioacuten Algo central
en la teologiacutea de Ireneo que sin embargo creo que ha quedado bastante
desdibujado en la teologiacutea y la vida de fe De una manera u otra todos anhelamos la
salvacioacuten125 ya sea como liberacioacuten de males esclavitudes y liacutemites ya sea como
plenitud de vida y encuentro gozoso con Dios Es decir tanto en clave de redencioacuten
como de divinizacioacuten126 Pero quizaacute el acento desproporcionado en la primera ha
120 Cf Apologiacutea I 462-3 II 83 (cit por LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos 174) Cf Ad gentes 11
15 18 22 Lumen gentium 16 17 Evangelii nuntiandi 53 Redemptoris missio 56 121 Cf AH IV 183 122 En esta vertiente parece estar J Dupuis cuando afirma una laquodiscontinuidad realraquo entre Jesuacutes y
Cristo diferenciando una accioacuten humana del laquoLogos eacutensarkosraquo para los cristianos y otra del laquoLogos asaacuterkosraquo para el resto de confesiones Asiacute para explicar coacutemo llega la salvacioacuten de Cristo a otras tradiciones religiosas se apoya en el poder universal del Logos sin necesidad de la concrecioacuten que supone su humanidad en el acontecimiento Jesucristo Cf J DUPUIS Hacia una teologiacutea del pluralismo religioso (Santander 2000) 437440-441444 471-473 Un resumen criacutetico de su postura en G URIacuteBARRI La singular humanidad 277- 337
123 Dominus Iesus 10 124 Que no debe confundirse con el Jesuacutes histoacuterico aunque lo incluya Pues el hombre Jesuacutes por siacute
solo siendo laquosolamente hombre como nosotrosraquo no podriacutea otorgarnos salvacioacuten ninguna (cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 12-1338-44 G URIacuteBARRI La singular humanidad 95-102)
125 Cf GS 10 CTI Cuestiones selectas sobre Dios redentor (1994) I 33 en Documentos 1969-1996 509-510
126 Cf B SESBOUumlEacute Jesucristo uacutenico mediador I (Salamanca 1990) 24-35
CAPIacuteTULO IV
134 | Humana augens
hecho que olvidemos la grandeza de la segunda dejando que a falta de sentir
necesidad de un redentor se haya perdido tambieacuten la falta de un salvador que nos
plenifique Seraacute difiacutecil recuperar esta dimensioacuten si no unimos la escatologiacutea con la
protologiacutea la cristologiacutea con la antropologiacutea Esta unioacuten es la que ofrece la teologiacutea
de Ireneo con su matiz peculiar la historia salutis es siempre salus carnis
Al decir que seremos salvados en la carne o no seremos salvados decimos
tambieacuten que Cristo nos salvaraacute en la carne o no nos salvaraacute En su carne como la
nuestra creciendo y profundizando como hombre su ser Hijo del Padre guiado por
el Espiacuteritu127 para poder hacernos partiacutecipes tras su resurreccioacuten128 de ese mismo
Espiacuteritu En su carne salvada por Dios se convierte en salvador de la nuestra129
laquopara que se pudiese entender que se encontraba dentro de nuestra humanidad en
las mismas condiciones de nuestra humanidadraquo130
El Hijo hecho ahora [en la resurreccioacuten] carne pediacutea que la carne empezara a ser para el Padre lo que era la Palabra de modo que lo que habiacutea empezado en el tiempo recibiera la gloria de aquel resplandor que no estaacute sometido al tiempo para que la corrupcioacuten de la carne desapareciera y fuera transformada en la fuerza de Dios y la incorruptibilidad del Espiacuteritu Eacutesta es la peticioacuten a Dios eacutesta es la confesioacuten del Hijo al Padre eacutesta es la suacuteplica de la carne [carnis deprecatio]131
Coinciden estos textos con Ireneo al cifrar en la carne de Cristo la glorificacioacuten
o espiritualizacioacuten que no es maacutes que la salvacioacuten que todo hombre espera y que
llega desde la carne gloriosa de Cristo Ciertamente no hay crecimiento mayor que
poder llegar la carne a vivir seguacuten el Espiacuteritu Este crecimiento [augmentum] es
dado en primicia y como prenda nuestra en la carne de Cristo132
El progreso que la uncioacuten produce no se refiere a lo que no necesita ninguacuten crecimiento sino a lo que por el crecimiento en el misterio necesita el progreso que la uncioacuten causa es decir Cristo es ungido para que mediante la uncioacuten existiera como santificada la humanidad que ha asumido de nosotros [homo noster]133
127 Cf AH V 363 128 Cf AH III 193 129 Cf JUSTINO Diaacutelogo con Trifoacuten 732 743 (PTS 47195197-198) ATANASIO Contra Arrianos I 48
(PG 26113) 130 HILARIO DE POITIERS Tr Ps 537 (CCSL 61139) 131 ID De Trinitate III 16 (CCSL 6288) 132 LEOacuteN MAGNO Promississe me memini (DH 318) laquoDios lo ensalzoacute y le dio un nombre que supera
todo nombre (cf Flp 29-10) se refiere a aquella forma que debiacutea ser enriquecida con el aumento de una glorificacioacuten tan granderaquo
133 HILARIO DE POITIERS De Trinitate XI 19 (CCSL 62A 550)
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 135
En resumen la participacioacuten de toda la humanidad en la carne de Cristo tan
querida por los Padres es principio soterioloacutegico clave134 Y esto no estaacute en
contradiccioacuten con mantener la especialiacutesima vinculacioacuten entre Cristo Cabeza y su
Cuerpo la Iglesia135 que se generalizoacute maacutes tarde Siendo esto asiacute toda la
Humanidad tiene una vinculacioacuten con Cristo tan fuerte que la alegriacutea de Cristo no
seraacute plena mientras falte alguacuten laquomiembroraquo a su cuerpo Y si esto podemos aplicarlo
para los cristianos cuaacutento maacutes no podraacute aplicarse para cada ser humano unido
por la encarnacioacuten al Cuerpo de Cristo laquoporque tambieacuten tuacute esperaraacutes a los otros
como tuacute mismo fuiste esperadoraquo136
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios
Una promesa recorre todo el Antiguo Testamento la cercaniacutea constante de
Dios a su pueblo El movimiento natural de Dios para con el hombre es acercarse
hacerse proacuteximo maacutes allaacute de la desobediencia la lejaniacutea y el pecado denunciado
por los profetas como un compantildeero de camino constante Podriacuteamos decir que
en este sentido el primer momento siempre es laquodescendenteraquo la iniciativa
siempre es divina137 Ya hemos visto que Ireneo subraya este deseo de cercaniacutea
entre Dios y el hombre cuyo cumplimiento se da en Cristo atribuyendo al Hijo las
teofaniacuteas del Antiguo Testamento138 pues laquoel Hijo es la visibilidad del Padreraquo139
Desde la teologiacutea de Ireneo se comprende muy bien esta promesa anticipo y
anuncio de la encarnacioacuten del Verbo porque no existe ser humano sin la presencia
activa y comprometida del Hijo que siempre ha estado con el hombre [laquosemper
humani generi adestraquo140] El fin para el que fue creado el ser humano es llegar a la
comunioacuten iacutentima y plena con Dios Y como propio del ser humano es crecer la
134 Cf O GONZAacuteLEZ DE CARDEDAL Cristologiacutea 528 Y no soacutelo de los Padres griegos tambieacuten en la
teologiacutea latina 135 Cf AGUSTIacuteN De civ Dei XVII 4 (CCSL 48 561-562) En In Ps 602 9021 1404 (CCSL 39-40 766
1266 2028) ISAAC DE LA ESTRELLA Sermo 42 In Ascensione Domini 17-18 (SCh 33952) 136 Cf ORIacuteGENES Hom in Leviticum 72 (SCh 286 316) 137 Cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 32 138 Cf AH IV 52 74 20 7-11 139 AH IV 66 140 AH III 166 Cf III 181 IV 67 204 282 V 161 Ep 12
CAPIacuteTULO IV
136 | Humana augens
sentildeal inequiacutevoca de su crecimiento es la mayor o menor comunioacuten con Dios y en
esto consiste su divinizacioacuten su plenitud Esta cercaniacutea familiaridad e incluso
mezcla141 de lo humano y lo divino se dieron de un modo uacutenico irrepetible y pleno
en la persona de Cristo142 Por eso con la encarnacioacuten vino toda la novedad que el
mundo y el hombre podiacutean esperar143
No son pocos los pensadores o movimientos histoacutericos que han experimentado
a Dios como rival del hombre144 Si miramos el misterio de Cristo no es asiacute en
ninguacuten caso su divinidad disminuyoacute por crecer como hombre que era Al contrario
La formulacioacuten de san Leoacuten Magno es quizaacute la maacutes clara y puede resumir el
pensamiento de la Iglesia
Asumioacute la forma de siervo sin la mancha del pecado acrecentando las realidades humanas no disminuyendo las divinas [humana augens divina non minuens] ya que aquel despojamiento por el cual el invisible se ofrecioacute a siacute mismo visible y el creador y sentildeor de todas las cosas ha querido ser uno de los mortales fue un inclinarse de la misericordia no una falta de poder145
Cada naturaleza en Cristo actuacutea seguacuten le es propio en comunioacuten con la otra146
Esta unioacuten es irrepetible en nosotros por la singularidad propia de Cristo Pero si
nuestra humanidad estaacute inserta en la suya es impensable que tal unidad personal
141 Este es el teacutermino que utiliza Ireneo Aunque para algunos puede ser un inconveniente creo que
es garantiacutea contra todo tipo de docetismo o adopcionismo como expliqueacute en el cap III No se trata de que la divinidad laquohabiteraquo en cuerpo humano como en un recipiente o en un templo sino que realmente se hace una sola cosa una sola persona sin dejar de ser humano y divino carne y espiacuteritu ORIacuteGENES con una teologiacutea poco cercana a Ireneo en lo referente a la carne se expresa en teacuterminos similares laquoCon Jesuacutes la naturaleza divina y la naturaleza humana empezaron a entrelazarse para que la naturaleza humana por su participacioacuten en la divinidad sea divinizada no solamente en Jesuacutes sino en todos lo que con la fe adoptan el geacutenero de vida que ensentildeoacute Jesuacutes y que eleva a la amistad con Dios y a la comunioacuten con eacutel a todo el que vive seguacuten los preceptos de Jesuacutesraquo (Contra Celsum III28 [SCh 13669] cit por B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 271)
142 Cf AH III 187 202 143 Cf AH IV 341 laquoCuando la nostalgia de la absoluta cercaniacutea de Dios que siendo incomprensible
en siacute es la uacutenica que todo lo hace soportable se pone a contemplar doacutende se personoacute esta cercaniacutea no en los postulados del espiacuteritu sino en la carne y en las chozas de la tierra no se puede encontrar entonces otro lugar que no sea Jesuacutes de Nazaret sobre quien la estrella de Dios se detiene uacutenico cabe el cual se tiene aacutenimo para doblar las rodillas y rezar llorando de gozo y el Verbo se ha hecho carne y ha habitado ente nosotrosraquo (K RAHNER laquoPara la teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV [Madrid 1964] 139-157 Aquiacute 157)
144 Maacutes sutil es la propuesta de J Hick negando la encarnacioacuten porque ademaacutes de no ser demostrable histoacutericamente parte de la incompatibilidad absoluta entre Dios y el hombre Se analiza su propuesta en G URIacuteBARRI La singular humanidad 229-252
145 Tomus ad Flavianum 3 (DH 293) En la misma liacutenea CTI Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea I E 4 en Documentos 1969-1996 254
146 Cf DH 294-295
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 137
nos sea totalmente ajena y maacutes cuando afirmamos que es justamente la comunioacuten
plena con Dios el final que nos es propio desde que fuimos creados Intercambio ya
expresado por Ireneo147
Los concilios II (553) y III de Constantinopla (680-681) intentaron precisar
esta unioacuten personal ya que como dijimos la definicioacuten de Calcedonia (451) por siacute
sola podiacutea dar pie a dejar en paralelo las dos naturalezas Ciertamente la grandeza
del misterio cristoloacutegico se revela plenamente cuando intuimos el tipo de unioacuten
que se da entre ambas148
En el II Constantinopla149 se recuerda que el Verbo es la uacutenica persona que
asume la humanidad en una unioacuten laquoseguacuten composicioacuten es decir seguacuten hipoacutestasis
porque no soacutelo guarda inconfusos los elementos que se juntan sino que tampoco
admite divisioacutenraquo150 de tal forma que despueacutes de la Encarnacioacuten ya no hay otra
manera de ser Verbo que encarnadamente por asiacute decirlo
El III Constantinopla151 cifroacute maacutes la unidad de naturalezas en las dos
voluntades de Cristo humana y divina que siendo distintas llegan a ser ideacutenticas y
una no anula la otra porque es el Verbo quien ha asumido en su persona la
voluntad humana y la divina laquoen un puro siacute a la voluntad del Padreraquo152
Su voluntad humana sigue a su voluntad divina y omnipotente sin oponeacutersele ni combatirla antes bien enteramente sometida a ella [] Porque a la manera que su carne se dice y es carne de Dios Verbo asiacute la voluntad natural de su carne se dice y es propia de Dios Verbo [] Porque a la manera que su carne animada santiacutesima e
147 Cf V 11 152 III 187 191 IV 203 334 V pr 148 Es la razoacuten fundamental que J RATZINGER repite para interpretar Calcedonia desde
Constantinopla III cf Miremos al Traspasado 45-51 Para G URIacuteBARRI Calcedonia ya apunta que la naturaleza humana de Cristo laquono tiene una existencia singular independiente de su ser con la naturaleza divina en la unidad de la persona de Cristoraquo puesto que no afirma tener dos naturalezas sino ser en dos naturalezas cf La singular humanidad 107
149 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 331-335 150 DH 424-425 Retomando la foacutermula de Calcedonia laquosin confusioacuten sin cambio sin divisioacuten sin
separacioacutenraquo (DH 301-302) 151 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 343-345 152 J RATZINGER Miremos al Traspasado 47-48 Para eacutel la voluntad quedariacutea del lado de la naturaleza
(humana y divina) y la libertad en la persona (divina) Coinciden con este planteamiento autores como Sesbouumleacute y Ladaria Por otro lado estariacutean los que defienden una libertad netamente humana en Cristo como Rahner Leacutethel o Gonzaacutelez de Cardedal (cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 120-129) Por nuestra parte Ireneo no entroacute en estas disquisiciones pero siacute mantiene la libertad como don esencial al ser humano y por tanto seriacutea difiacutecil justificar la humanidad de Cristo sin libertad humana Desde aquiacute parece que nos situariacuteamos en una liacutenea maacutes cercana a K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo Escritos de Teologiacutea I (Madrid 31967)167-221 aquiacute 176
CAPIacuteTULO IV
138 | Humana augens
inmaculada no por estar divinizada quedoacute suprimida sino que permanecioacute en su propio teacutermino y razoacuten asiacute tampoco su voluntad quedoacute suprimida por estar divinizada153
El concilio quiso salvaguardar un uacutenico yo en Cristo iquestDe queacute manera podemos
comprender y explicar humanamente que la voluntad de Cristo en cuanto hombre
fuera verdaderamente humana y coincidiera plenamente con la de Dios si no es
otorgando al crecimiento libre y obediente una significacioacuten importante iquestAcaso
no venimos entendiendo por laquoperfeccionamientoraquo o laquoasemejamientoraquo una
progresiva unioacuten del hombre con Dios de la carne con el Espiacuteritu de la humanidad
con la divinidad de tal forma que una no queda absorbida por la otra sino que al
contrario es plenificada Si esto es asiacute en Cristo vemos realizada su libertad
humana coincidiendo plenamente voluntad humana y divina no porque sean la
misma sino porque en libre obediencia elige el hombre unirse al querer de Dios154
La capacidad para hacer nuestra la voluntad de Dios no soacutelo es dantildeada por el
pecado mdashausente en Cristomdash sino tambieacuten por la propia imperfeccioacuten de la carne
que precisa un tiempo de crecimiento y maduracioacuten Y al decir laquocarneraquo
recordemos que nos referimos siguiendo a Ireneo a la persona completa que
incluye el espiacuteritu que quiere ir asemejando a la carne con Dios y al alma que hace
posible la docilidad a sus mociones En Cristo su obediencia en Getsemaniacute ilumina
y sana la desobediencia de Adaacuten155 Asiacute lo expresoacute Maacuteximo el Confesor cuya
aportacioacuten fue clave en este tema
153 DH 556 154 laquoLa encarnacioacuten de Dios es por ello el caso irrepetiblemente supremo de la realizacioacuten esencial
de la realidad humana Y tal realizacioacuten consiste en que el hombre es en tanto se entrega Quien entiende de verdad lo que teoloacutegicamente significa la potentia oboedientialis para la unioacuten hipostaacutetica la capacidad de ser asumida la naturaleza humana por la persona del Verbo de Dios sabe que esa potentia no puede ser una capacidad maacutes junto a otras posibilidades en la consistencia del ser del hombre sino que objetivamente es ideacutentica a la esencia humanaraquo (K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 145)
155 laquoFueron laquoal otro lado del torrente Cedroacuten donde habiacutea un huertoraquo (Jn 181) La misma palabra clave [huerto] retorna de nuevo a final del relato de la Pasioacuten laquoHabiacutea un huerto en el sitio donde lo crucificaron y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie habiacutea sido enterrado todaviacutearaquo (Jn 1941) Es evidente que con la palabra laquohuertoraquo Juan alude a la narracioacuten del Paraiacuteso y del pecado original Nos quiere decir que aquiacute se retoma aquella historia En aquel huerto en el laquojardiacutenraquo del Edeacuten se produce una traicioacuten pero el huerto es tambieacuten el lugar de la resurreccioacuten En efecto en el huerto Jesuacutes ha aceptado hasta el fondo la voluntad del Padre la ha hecho suya y asiacute ha dado un vuelco a la historiaraquo (BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret Desde la entrada en Jerusaleacuten hasta la Resurreccioacuten [Madrid 2011] 177-178)
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 139
Y que teniacutea una verdadera voluntad humana como cumple a su naturaleza al igual que posee una voluntad divina por su esencia lo manifiesta el propio Verbo con aquella humaniacutesima suacuteplica con la que rogaba ser librado de la muerte y que hizo a favor de nuestra salvacioacuten diciendo laquoPadre si es posible aleja de miacute este caacutelizraquo (Mt 2639) Revelaba de este modo la debilidad de su carne y que su manifestacioacuten en la carne no era una fantasiacutea que engantildeara a quien la veiacutea haciendo errar sus sentidos Sino que realmente era hombre como lo prueba su voluntad natural [] Y que al mismo tiempo estaba divinizado por entero y en todo queriacutea someterse a la voluntad divina que siempre le habiacutea movido y con la que estaba completamente configurado lo manifiesta el perfecto acatamiento de la voluntad del Padre revelado cuando deciacutea como hombre laquoNo se cumpla mi voluntad sino la tuyaraquo (cf Lc 2242) Con esto se nos proponiacutea como ejemplo y modelo para que rechacemos nuestra voluntad propia y aceptemos la del Padre aun cuando llegaacuteramos a sospechar que de ello habriacutea de seguirse para nosotros la muerte156
Maacuteximo antildeadioacute la distincioacuten entre laquologosraquo y laquotroposraquo en la naturaleza de
Cristo de tal forma que su naturaleza humana en cuanto Logos seriacutea ideacutentica a la
nuestra pero no en su tropos o modo de existencia puesto que no conocioacute el
pecado Por eso en Cristo soacutelo se dariacutea la voluntad natural pero no la laquovoluntad
gnoacutemicaraquo o de libre decisioacuten que es la que puede pecar157 Una vez maacutes creo que
la cuestioacuten decisiva estaacute en coacutemo comprendamos la unioacuten en Cristo de ambas
realidades Decisivo no soacutelo para comprender el misterio de Cristo sino tambieacuten
para tomar conciencia de lo que supone para nuestra salvacioacuten
Los padres de los laquosiglos cristoloacutegicosraquo aunque formularon el dogma sobre Cristo Dios-Hombre nunca perdieron de vista la cuestioacuten de nuestra unioacuten con Dios Los argumentos habituales que invocan contra las doctrinas heterodoxas se refieren sobre todo a la plenitud de nuestra unioacuten de nuestra deificacioacuten se vuelve imposible si se separan las dos naturalezas de Cristo como Nestorio si soacutelo se admite en eacutel la naturaleza divina como los monofisitas si se suprime una parte de su naturaleza humana como Apolinar si no se quiere ver en eacutel maacutes que una sola voluntad y operacioacuten divina como los monotelitas158
Creo que la teologiacutea de Ireneo cuenta con la ventaja de plantear una cristologiacutea
descendente claramente encarnatoria que a su vez por la insistencia en la
verdadera encarnacioacuten (hasta la resurreccioacuten sin cortes en progreso continuo) y
por la dignidad que otorga al ser humano puede articular con cierto equilibrio y
profundidad tanto la antropologiacutea como el tratado trinitario Es decir Ireneo no
explicita la importancia de la vida histoacuterica de Jesuacutes en cada hecho particular en
156 MAacuteXIMO CONFESOR laquoOpuacutesculo 7raquo Meditaciones sobre la agoniacutea de Jesuacutes (Madrid 1990) 33-34
Recoge este planteamiento en la problemaacutetica de las dos voluntades BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret I 185-192
157 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 123 158 V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 114
CAPIacuteTULO IV
140 | Humana augens
un pretendido anaacutelisis histoacuterico Sin dejar de comentar momentos de su vida y su
predicacioacuten el foco de atencioacuten no estaacute ahiacute sino en su persona en su realidad maacutes
profunda que determinaba esas palabras y actitudes hasta la muerte en cruz Y
todo ello partiendo siempre por contraste con los gnoacutesticos de la divinidad de
Cristo y de la unicidad en Dios
No deja de ser curioso que Ireneo se asocie al peso salviacutefico de la carne de la
humanidad y al mismo tiempo se situacutee en una teologiacutea de influencia joaacutenica y
descendente En Ireneo se muestra que no es imprescindible partir de la pura
experiencia humana o de la sola humanidad de Jesuacutes para ensalzar su carne y la de
todo ser humano El planteamiento159 de Ireneo partiendo siempre de Dios hace
maacutes difiacutecil caer en los peligros de las teologiacuteas que tienen una tendencia maacutes
laquodescendenteraquo160
El proceso de crecimiento en la humanidad de Cristo por libre obediencia
es clave evitando olvidarse de su proceso vital histoacuterico como hombre
La muerte y resurreccioacuten son el momento culminante del proceso
encarnatorio de la progresiva espiritualizacioacuten en su carne o divinizacioacuten
en cuanto hombre con lo cual no hay reduccionismo encarnatorio
La conciencia de Cristo no puede darse de tal manera que elimine la
verdadera humanidad y su crecimiento No pudo tener la misma conciencia
de siacute Jesuacutes Nintildeo en el Templo con los doctores y Jesuacutes adulto en Getsemaniacute
Maacutes auacuten desde Ireneo hay que matizar con prudencia el nivel de conciencia
que Jesuacutes pudo tener de siacute como Hijo de Dios para no caer en una conciencia
159 Podriacutea verse una cierta semejanza metodoloacutegica con GS Es difiacutecil encontrar un comentario
sobre la Constitucioacuten que no sentildeale su novedoso planteamiento parte de la experiencia humana mdashcreyente y no creyentemdash para presentar finalmente a Cristo como el fundamento y la respuesta para las inquietudes humanas (Cf L F LADARIA laquoEl hombre a la luz de Cristo en el concilio Vaticano IIraquo R LATOURELLE [ed] Vaticano II balance y perspectivas veinticinco antildeos despueacutes [1962-1987] [Salamanca 1989] 705-714 aquiacute 706-707 M MCGRATH laquoNotas histoacutericas sobre la Constitucioacuten pastoral laquoGaudium et spesraquoraquo AAVV La Iglesia en el mundo de hoy [Madrid 1967] 165-181 P DELHAYE laquoHistoria de los textos de la constitucioacuten pastoralraquo AAVV La Iglesia en el mundo de hoy I [Madrid 1970] 233-310 E SCHILLEBECK laquoFe cristiana y espera temporalraquo AAVV La Iglesia en el mundo actual Comentarios al esquema XIII [Bilbao 1968] 113-151 aquiacute 120 L GONZAacuteLEZ-CARVAJAL Iglesia en el corazoacuten del mundo [Madrid 2005] 152-155) En Ireneo creo que se da un planteamiento mucho maacutes integrado puesto que desde el principio se parte de Cristo aunque desarrolle maacutes lo antropoloacutegico
160 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 392-393
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 141
humana sin progreso alguno como si en este aacutembito no hubiera que esperar
la plenitud y perfeccioacuten despueacutes de la resurreccioacuten como en el resto de sus
facultades humanas161
La unioacuten hipostaacutetica es la comunioacuten maacutes plena posible162 entre Dios y el
hombre que a su vez en palabras de Ireneo es el fin que plenificaraacute a cada
hombre que le haraacute perfecto en su humanidad Por tanto en Cristo no soacutelo
nuestra carne se plenifica por participar de la suya sino por la comunioacuten iacutentima
que vive con Dios libre y obedientemente Es maacutes que un ejemplo para nosotros
Es el lugar donde podemos nutrirnos para dejarnos acrecentar por el Espiacuteritu que
recibimos de Eacutel y que con nuestro asentimiento nos divinizaraacute y asemejaraacute hasta
la comunioacuten plena con Dios la visioacuten del Padre En la humanidad de Cristo
contemplamos una vez maacutes la medida del ser humano cuando se entrega en
libertad al hacer de Dios en eacutel No soacutelo un ofrecimiento espiritual en el alma sino
corporal en la carne pues en carne estamos llamados a la comunioacuten con Dios Y en
la carne de Cristo podremos encontrarnos con el Padre163
Cuanto maacutes no acercamos a Eacutel maacutes perfecta es nuestra humanidad164 porque
maacutes cerca estamos tambieacuten del fin que nos es propio165 Evidentemente esto
161 laquoDefender la importancia de la humanidad del Sentildeor y de los misterios de su vida (por ejemplo
del bautismo las tentaciones la agoniacutea en Getsemaniacute) para la salvacioacuten del hombre interesa hoy a la Comisioacuten no menos que en antildeos pasados [] iquestQuieacuten que esteacute en su sano juicio querraacute poner su esperanza en alguien que carezca de mente o inteligencia humana Dar importancia a esta cuestioacuten no era soacutelo propio de los hombres del siglo cuarto ella permanece hoy actual en otro contexto [] Somos conscientes de que la conciencia de Jesuacutes participa de la singularidad y de la iacutendole misteriosa de su persona y de que por ello se sustrae a una consideracioacuten puramente racional Soacutelo podemos tratar la cuestioacuten que nos proponemos a la luz de la fe para la cual Jesuacutes es el Cristo el Hijo de Dios vivo (cf Mt 1616)raquo (CTI La conciencia que Jesuacutes teniacutea de siacute mismo y de su misioacuten Introduccioacuten en Documentos 1969-1996 379-381) La primera proposicioacuten del documento dice laquoLa vida de Jesuacutes testifica la conciencia de su relacioacuten filial al Padre Su comportamiento y sus palabras que son las del laquoservidorraquo perfecto implican una autoridad que supera la de los antiguos profetas y que corresponde soacutelo a Dios Jesuacutes tomaba esta autoridad incomparable de su relacioacuten singular a Dios a quien eacutel llama laquomi Padreraquo Teniacutea conciencia de ser el Hijo uacutenico de Dios y en este sentido de ser eacutel mismo Diosraquo (Ibid 382) Y en el comentario 4 de la proposicioacuten 2ordf laquoLa conciencia que Jesuacutes tiene de su misioacuten implica por tanto la conciencia de su ldquopreexistenciardquo En efecto la misioacuten (temporal) no es esencialmente separable de la procesioacuten eterna ella es su ldquoprolongacioacutenrdquoraquo (Ibid 385) Sorprende que pueda hablarse de laquopreexistenciaraquo de Jesuacutes ya que quien preexistiacutea era el Verbo o Jesucristo en cuanto Verbo Podemos afirmar esta conciencia en Cristo en cuanto Verbo encarnado pero en cuanto hombre difiacutecilmente hasta su resurreccioacuten
162 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 123 163 Cf AH IV 205 V 363 81 164 Cf K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo 169-222 aquiacute 183 165 Cf GS 24
CAPIacuteTULO IV
142 | Humana augens
implica entender la libertad como plenitud de la propia identidad o vocacioacuten de
modo que cuanto maacutes nos alejamos del propio fin de uno mismo menos libres y
auteacutenticos somos Nos deshumanizamos Y sin ser hombres aacutenthropos no
podremos llegar a ser dios El hombre puede separarse de Dios elegir el rechazo a
su consejo a los bienes que le ofrece El hombre puede desobedecer puede pecar
pero el empequentildeecimiento humano el debilitamiento de sus capacidades o la
incapacidad para seguir creciendo en el Espiacuteritu no son castigo de Dios sino
consecuencias de su decisioacuten de su ruptura con Dios Y si esto ocurre asiacute en el
pecado tendraacute que darse con la misma intensidad en la gracia Es decir cada
hombre crece en la medida que aumenta su unioacuten con Dios en Cristo no como algo
conseguido por las propias fuerzas y voluntad sino como algo iniciado en la carne
de Cristo que en ella y por ella sigue creciendo a la luz de su Espiacuteritu166
Con la Iglesia creemos que laquoCristo el nuevo Adaacuten en la misma revelacioacuten del
misterio del Padre y de su amor manifiesta plenamente el hombre al propio
hombre y le descubre la sublimidad de su vocacioacutenraquo167 Esta vocacioacuten divina y
divinizadora puede expresarse tambieacuten como filiacioacuten laquoHijo de Diosraquo se ha
considerado desde los inicios de la Iglesia como el tiacutetulo cristoloacutegico por
excelencia168 En el Antiguo Testamento se otorga al Mesiacuteas futuro el don de la
filiacioacuten divina169 y esta relacioacuten de un Padre con su hijo sirve tambieacuten para
expresar la relacioacuten del Pueblo con Yahveacute170 Pero es con Jesuacutes en el Nuevo
Testamento cuando esta relacioacuten paternofilial toma un caraacutecter propio primero
en Jesuacutes como Hijo uacutenico muy querido171 despueacutes en los disciacutepulos porque asiacute se
166 Cf AH V 361 No olvidemos que tras la resurreccioacuten una vez estemos ya gozando de la visioacuten del
Padre seguiremos creciendo pues inagotable es Dios y nosotros siempre criaturas De este eterno crecimiento en la carne de Cristo verdadera carne como la nuestra seguiremos nutrieacutendonos eternamente
167 GS 22 Cf AH V 173 168 Cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 16-23 y 43-44 169 Cf 2Sam 714 1Cr 2210 Sal 27 8927 170 Cf Ex 422-23 Dt 141-2 325-6 Is 12-3 301-9 laquoEn la Biblia laquohijoraquo significa la mayor cercaniacutea
el mayor parentesco la mayor semejanza la maacutes estrecha relacioacuten que puede existir entre dos personas Luego con arreglo al contexto este viacutenculo tan iacutentimo adquiere connotaciones diversas [] El contenido de laquohijo de Diosraquo no estaacute fijado sino que la expresioacuten designa dependiendo del contexto la maacutes profunda semejanza [] Lo que siempre pesa en la expresioacuten laquoHijo de Diosraquo es la semejanza e intimidad de la relacioacuten no la procreacioacuten bioloacutegicaraquo (K BERGER Jesuacutes [Santander 2009] 59-60)
171 Cf Mt 313-17 y par Jn 11418 3618 1 Jn 49 laquoDondequiera que el Nuevo Testamento emplee la expresioacuten laquoHijo de Diosraquo este tiacutetulo tiene un significado especial que casi nunca posee en textos
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 143
lo ensentildeoacute Cristo172 y especialmente despueacutes de su resurreccioacuten De este modo el
Unigeacutenito se hace primogeacutenito de muchos hermanos y por el Espiacuteritu somos
hechos en verdad hijos adoptivos de Dios173
Si al revelarnos Cristo el misterio del Padre nos revela plenamente queacute es el
hombre se nos estaacute revelando su filiacioacuten como centro de su identidad y por tanto
de alguacuten modo tambieacuten la nuestra Es decir una vez maacutes el punto de mira estaacute en
una relacioacuten concreta y no en un autoperfeccionamiento
El hombre que ha sido creado a imagen y semejanza de Dios es invitado a la comunioacuten de vida con Dios el cual es el uacutenico que puede colmar los deseos maacutes profundos del hombre La idea de deificacioacuten alcanza su culminacioacuten en la encarnacioacuten de Jesucristo el Verbo encarnado asume nuestra carne mortal para que nosotros liberados del pecado y de la muerte participemos de la vida divina Por Jesucristo en el Espiacuteritu Santo somos hijos y asiacute tambieacuten coherederos (cf Rm 417) laquopartiacutecipes de la naturaleza divinaraquo (2Pe 14) La divinizacioacuten consiste en esta gracia que nos libera de la muerte del pecado y nos comunica la misma vida divina somos hijos e hijas en el Hijo [] La deificacioacuten es la verdadera y uacuteltima laquohumanizacioacutenraquo del hombre174
Tambieacuten Ireneo identifica la vocacioacuten uacuteltima del ser humano y el fin que nos es
propio con la filiacioacuten divina alcanzada por Cristo que nos hace hijos175 iquestHay un
viacutenculo de unioacuten maacutes fuerte que la fraternidad176 el parentesco de carne y sangre
la comuacuten filiacioacuten177 en el Hijo La relacioacuten a la que se nos llama es doble y en
cierto sentido la misma cuanto maacutes nos unimos al Padre en el Hijo por el Espiacuteritu
maacutes nos unimos a todo ser humano porque cuanto maacutes profundicemos en nuestro
ser hijos e hijas de Dios con mayor profundidad estaremos tambieacuten viviendo la
fraternidad
El Sentildeor cuando ruega al Padre que laquotodos sean uno como nosotros tambieacuten somos unoraquo (Jn 1721-22) abriendo perspectivas cerradas a la razoacuten humana sugiere una cierta semejanza entre la unioacuten de las personas divinas y la unioacuten de los hijos de Dios en la verdad y en la caridad Esta semejanza demuestra que el hombre uacutenica criatura
maacutes antiguos [] El Hijo de Dios participa de la vida pujante indestructible y eterna de Diosraquo (K BERGER Jesuacutes 60)
172 Cf Mt 642 Lc 1230 Mt 5 4348 Lc 632 1232 173 Cf 1Jn 229-31 39-10 47 51418 Rm 815 Gaacutel 46 174 CTI Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea (1981) I E 34 en Documentos 1969-1996 254 175 Cf AH III 102 191 176 Cf GS 24 NA 5 177 Cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 31
CAPIacuteTULO IV
144 | Humana augens
terrestre a la que Dios ha amado por siacute mismo no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de siacute mismo a los demaacutes (cf Lc 1733)178
Esta plenitud en la entrega no se fundamenta en un deber eacutetico exigido
kantianamente sino en la verdad de nuestro propio ser si Cristo fue
esencialmente el Hijo de Dios el laquopro-existenteraquo179 en total entrega tambieacuten
nosotros seremos maacutes nosotros mismos en la medida que nos entreguemos maacutes
allaacute incluso de lo que seriacutea esperable en un ser humano Porque no podemos
olvidar que nuestra medida y nuestro fin es por creacioacuten mayor que nosotros
mismos el hombre que se mantiene en sus propios liacutemites no llegaraacute nunca a la
plenitud pues estaacute hecho para un fin mucho mayor Y aquel que conociendo sus
liacutemites deja que el Espiacuteritu le acreciente continuamente veraacute que llega a ser maacutes
de lo que es porque su medida es Cristo que vive en nosotros desde siempre180 en
la maacutes iacutentima comunioacuten con el Padre y el Espiacuteritu actuando en nosotros con esa
fuerza siempre mayor y maacutes eficaz de lo que nosotros podriacuteamos pensar o
imaginar181
4 Conclusiones
Hemos querido alumbrar el pensamiento de Ireneo con la tradicioacuten de la fe
eclesial plural y probada a lo largo de los siglos y de alguna manera esta misma
tradicioacuten se ve reforzada y embellecida bajo las claves teoloacutegicas de nuestro autor
Ver a Cristo como laquoHomo perfectusraquo [ἄντϑρωποσ τέλειοσ] implica afirmarle
como verdadero y perfecto hombre No hizo de su carne una apariencia o una
hermosa vestidura como un traacutemite necesario pero pasajero en la economiacutea
divina Muy pronto la Iglesia se dio cuenta que no es posible afirmar esta perfecta
178 GS 24 179 laquoAllaacute donde nosotros tenemos nuestro corazoacuten concentrado en el ldquoyordquo (san Agustiacuten dice el cor
incurvatum in seipsum) Jesuacutes tiene un ldquoespacio vaciacuteordquo mdashexpresioacuten que debe entenderse en sentido audazmente metafoacutericomdash (Aquiacute seraacute necesaria una reflexioacuten cristoloacutegica) Jesuacutes no vive de manera ldquocentriacutepetardquo sino ldquocentriacutefugardquo como ldquoel hombre para los demaacutesrdquo (D Bonhoumleffer) como el pro-existente ldquodedicado a la causa divinardquo (H U von Balthasar) comprometido en el compromiso de Diosraquo (H SCHUumlRMANN El destino de Jesuacutes su vida y su muerte Esbozos cristoloacutegicos recopilados y presentados por Klaus Scholtissek [Salamanca 2003] 341
180 Cf Gaacutel 220 181 Cf Ef 320
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 145
humanidad en Cristo si no se asienta en su perfecta divinidad y viceversa182 La
cuestioacuten criacutetica estaacute en el modo en que se conjugan estas dos realidades mdashdos
naturalezasmdash en Cristo Ireneo aporta la dimensioacuten de crecimiento para permitir
articular con verdad una perfecta humanidad (imperfecta por definicioacuten) que a su
vez pueda llegar a ser humanidad perfecta Un crecimiento que vertebra toda su
soteriologiacutea antropologiacutea escatologiacutea y creo que tambieacuten podriacutea vertebrar la
cristologiacutea
Por eso Cristo no soacutelo es perfecto hombre y hombre perfecto sino tambieacuten
hombre que perfecciona al hombre El modo de hacerlo es su propia persona
desde Beleacuten y Nazaret en el aparente ocultamiento de lo cotidiano hasta sus
decisiones adultas sus actitudes su oracioacuten su entrega por el Reino su Pasioacuten su
Cruz y su Resurreccioacuten El perfeccionamiento de Cristo es la continua y progresiva
unioacuten de intimidad entre el hombre y Dios y desde ella la comunioacuten creciente con
todos los hombres Y este camino se hizo posible en la medida que el Espiacuteritu Santo
fue haciendo suya su carne su vida entera
El Bautismo en el Jordaacuten es un momento clave para Ireneo como lo fue para
otros Padres prenicenos Es una sentildeal maacutes del necesario crecimiento en la carne
que Cristo tuvo que vivir para salvarnos verdaderamente y no soacutelo en apariencia o
desde fuera En el Jordaacuten se puso con los pecadores Eacutel que no cometioacute pecado pero
quiso hacerse carne de pecado como la nuestra Ireneo es coherente con su
teologiacutea cuando afirma la humanidad perfecta de Cristo exenta de pecado pues
eacuteste no forma parte de la verdad maacutes honda del ser humano Es real pero no forma
parte en siacute de nuestra esencia de nuestro origen de nuestra vida hasta Dios
Despueacutes de Arrio el temor a ver menguada la divinidad de Cristo generoacute cierta
sospecha al afirmar que este Hombre Dios tambieacuten precisaba de la fuerza del
Espiacuteritu en cuanto hombre para llevar a cabo su misioacuten
Tambieacuten afirma Ireneo con la Iglesia este misterio por su encarnacioacuten Cristo
se ha unido de alguacuten modo con todo hombre Por eso podemos decir que Eacutel es
nuestra salvacioacuten laquoCaro salutisraquo Y si es en esta carne donde nos unimos a Eacutel
182 Nicea (325) consustancialidad con el Padre Eacutefeso (431) consustancial con nosotros seguacuten su
humanidad Calcedonia (451) Dios perfecto y hombre perfecto en unioacuten sin confusioacuten II y III Constantinopla (553 680-681) en el Verbo se unen la voluntad humana y la divina
CAPIacuteTULO IV
146 | Humana augens
nunca querraacute Dios que prescindamos de ella Hemos sido creados en carne barro y
virtus plasma Dei Vivimos y nos relacionamos con Dios en la carne en la lentitud y
a veces tosquedad de la materia Y tambieacuten moriremos en carne y seremos carne
resucitada desde la que por fin podremos ver a Dios y compartir su vida Todo
este proceso seriacutea totalmente imposible si el Espiacuteritu de Dios como hizo en Jesuacutes
no fuera modelaacutendonos transformaacutendonos hacieacutendonos laquoespiacuterituraquo sin dejar de
ser carne En una palabra deificaacutendonos
Por eso que todo ser humano por el simple hecho de ser creado esteacute unido a
Cristo en su humanidad no hace de la salvacioacuten algo automaacutetico183 No seriacutea
propio de Dios que nunca fuerza Eacutel espera el consentimiento libre la obediencia
gozosa la decisioacuten del ser humano que quiere crecer en su propia carne como
Cristo crecioacute en la suya en la medida que fue dejando laquohacerraquo al Espiacuteritu en Eacutel Por
eso ni nuestra carne se salva por siacute sola ni la humanidad de Cristo es salviacutefica por
siacute misma Lo es por la comunioacuten personal con el Verbo al encarnarse y por
voluntad del Padre y por obra mdashprogresivamdash del Espiacuteritu Santo que no encontroacute
impedimento alguno en su humanidad
Por eso en Cristo laquoHomo Deiraquo se da la perfecta comunioacuten y mezcla seguacuten
Ireneo entre lo humano y lo divino entre el hombre y Dios Soacutelo eacutel podiacutea
salvarnos Y aunque tal unioacuten sea irrepetible en nosotros por la singularidad de
Cristo no puede sernos ajeno de ninguna manera Ahora bien iquestcoacutemo podriacutea
llegarse a esta unidad en dos naturalezas siendo distintas sin fusioacuten y sin divisioacuten
si no fuera porque una de ellas recibe la capacidad para ir asemejaacutendose mdash
creciendomdash y hacieacutendose una con la otra La unioacuten hipostaacutetica es lugar
privilegiado para nuestra fe Todo planteamiento que conlleve velada o
expliacutecitamente el convencimiento de que la distancia entre Dios y el hombre es
insalvable o que el uno para el otro soacutelo puede ser un obstaacuteculo no podraacute entender
a Ireneo Tampoco podraacute confesar la Encarnacioacuten de Cristo como lo cree la Iglesia
Ahora bien la antropologiacutea positiva de Ireneo sabe bien que el querer humano
no siempre estaacute en armoniacutea con el querer de Dios Maacutes auacuten a veces queriendo el
183 Ni es incompatible con una relevancia eclesial fruto de la especial vinculacioacuten entre Cristo y su
Cuerpo que es la Iglesia y la asistencia del Espiacuteritu
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 147
bien hacemos el mal como deciacutea Pablo Es experiencia humana universal Tambieacuten
Cristo oroacute discernioacute se enfadoacute amoacute calloacute acogioacute pidioacute al Padre y aceptoacute su
voluntad finalmente En su humanidad libre y obediente que no pudo ser
automaacutetica desde el primer momento porque no habriacutea sido verdaderamente
humana recibimos la capacidad que el pecado de Adaacuten debilitoacute en nosotros
Capacidad siempre limitada por humana carnal imperfecta pero llamada a la
perfeccioacuten por el Espiacuteritu Asiacute en Cristo encuentra la medida el ser humano
cuando se entrega y se fiacutea de Dios hacieacutendose hijo en el Hijo hermano con los
hermanos
Ireneo sabe que sin necesitar Dios nada de nosotros por puro amor suyo estaacute
viniendo siempre al hombre Cercaniacutea constante que en Cristo tuvo su culmen y su
total novedad No desarrolla Ireneo el modo en que se dio tal unioacuten ni explicitoacute el
laquoalmaraquo humana de Cristo como centro de su voluntad y libertad Pero siacute lo
defendioacute frente a los gnoacutesticos y a los que se moviacutean entre ambos extremos sin
afirmar a la vez las dos cosas Dios verdadero desde siempre y hombre verdadero y
pleno (cuerpo alma y espiacuteritu) Sin planos paralelos Como tampoco los veiacutea en la
relacioacuten entre Dios y el hombre desde la creacioacuten Quizaacute por eso se da en Ireneo
una originalidad metodoloacutegica significativa de corte joaacutenico y paulino una
teologiacutea descendente encarnatoria y a la vez centrada en la carne en la verdad
salviacutefica de la humanidad que se sabe incapaz sin la fuerza madurativa del Espiacuteritu
sin pasar por la glorificacioacuten de la muerte y la resurreccioacuten en Cristo Sin capacidad
de crecimiento como dinamismo inserto en la carne seriacutea muy difiacutecil mantener los
dos polos sin caer en contradiccioacuten
CAPIacuteTULO IV
148 | Humana augens
Conclusiones
1 A modo de tesis finales aportaciones de la teologiacutea de San Ireneo
2 A modo de sugerencias para una Teologiacutea del Crecimiento
21 ANTROPOLOGIacuteA DIGNIDAD Y BELLEZA DEL SER HUMANO ARTE DE DIOS
22 CRISTOLOGIacuteA TUacute EN MIacute Y YO EN TI SOMOS UNA SOLA COSA
23 PNEUMATOLOGIacuteA ESPIacuteRITU QUE NUTRE Y HACE CRECER
CONCLUSIONES
150 | Humana augens
1 A modo de tesis finales aportaciones de la teologiacutea de San
Ireneo
Al terminar cada capiacutetulo hemos ido recopilando las ideas fundamentales de
Ireneo las preguntas que suscita y tambieacuten algunas posibles consecuencias
Comenzamos estudiando su antropologiacutea en los dos primeros capiacutetulos
preguntaacutendonos queacute es el hombre para poder aplicarlo despueacutes a la humanidad de
Cristo Algunas afirmaciones clave son
1 El ser humano es laquola obra de Diosraquo por excelencia laquoopera autem Deiraquo al que
hace [ποιηϑείσ] plasmaacutendolo [πλαςϑείσ] con sus propias Manos el Hijo y el
Espiacuteritu
2 Esta especial predileccioacuten de Dios por el laquoἄνϑρωποσraquo frente a todo lo creado
se muestra en la cercaniacutea personal con que lo crea y en el final que le otorga
en su cuerpo ha impreso su imagen (por la forma del Hijo) y su semejanza (por
el dinamismo del Espiacuteritu)
3 El Padre elige tierra virgen que mezcla con su laquovirtusraquo [δύναμισ] Esta mezcla
inicial es la que Dios Trinidad modela No existe el hombre sin este espiacuteritu de
creacioacuten que hace duacutectil su barro
4 Cuerpo espiacuteritu y alma forman el hombre completo El alma tiene un papel
fundamental como engarce privilegiado que integre carne y espiacuteritu que los
unifique y haga posible que la carne elija entregarse a la accioacuten del Espiacuteritu
5 Este hombre el uacutenico laquoaacutenthroposraquo existente frente a la pluralidad gnoacutestica
estaacute llamado a pasar de la carne al Espiacuteritu en su misma carne sin
abandonarla sin deshacerla de ella Por eso toda la historia salutis es salus
carnis (no salus animae) para Ireneo Aquiacute radica una de sus aportaciones maacutes
significativas la divinizacioacuten o deificacioacuten se juega en la totalidad del ser
humano que incluye el alma pero se da en la carne o no se da
6 Es faacutecilmente constatable la imperfeccioacuten del ser humano pero su horizonte
final por voluntad divina es la perfeccioacuten [τελείωςισ] que Ireneo no confunde
CONCLUSIONES
Salus carnis | 151
ni reduce a la excelencia moral o la falta de pecado [ἀναμαρτηςία] Este
horizonte futuro de plenitud es Dios mismo la comunioacuten o mezcla con Eacutel sin
dejar de ser criatura La visioacuten del Padre que es la participacioacuten de su Vida en
la carne
7 Este camino de asemejamiento es posible por el crecimiento y
perfeccionamiento del Espiacuteritu inserto en la plasis humana desde el inicio y
para siempre Podriacuteamos decir que estamos llamados a crecer para poder ser
verdaderamente lo que somos (aacutenthropos) y a la vez ser mucho maacutes de lo que
somos (dioses)
8 Este dinamismo creatural del crecimiento siendo don divino soacutelo puede
llevarse a cabo junto a la libertad humana O dicho de otro modo estamos
llamados a laquoconservarraquo y acrecentar el laquoArteraquo de Dios recibido de sus Manos
Eacutel nunca se impone Eacutel sugiere aconseja acompantildea y espera que nuestra
libertad y quiera vivir en obediencia al Espiacuteritu por amor
9 El pecado es para Ireneo la ruptura de este dinamismo salviacutefico iniciado en la
creacioacuten y en espera de ser plenificado El Seductor enemigo de la naturaleza
humana engantildeoacute a Adaacuten y a Eva para lograr justamente lo contrario
impacientarse saltarse los tiempos y las etapas prescindir del lento madurar
humano hasta Dios Ellos en su inexperiencia e ingenuidad cedieron a la
mentira y desobedeciendo se alejaron de Dios desagradecidamente
10 La libertad del hombre y la bondad de Dios posibilitaron que Adaacuten
experimentara el bien y el mal y asiacute aprendiera a elegir el bien Sin embargo el
poder destructor del pecado y de la lejaniacutea de Dios es tan grande que la
capacidad humana para crecer hasta la plena semejanza con la imagen
recibida quedoacute debilitada herida Ahora bien si grande fue el pecado mayor
es la gracia de Dios1 es decir el proyecto salviacutefico sigue adelante El pecado
modificaraacute el modo de realizarse pero ni lo impide ni lo anula
irremediablemente
1 Cf Rm 520
CONCLUSIONES
152 | Humana augens
En el capiacutetulo III quisimos acercarnos al misterio de la encarnacioacuten del Verbo a
la luz de esta antropologiacutea y concretamente desde la dimensioacuten de crecimiento
1 Llegada la plenitud del tiempo tal como Dios habiacutea previsto al crear al ser
humano el Verbo habita entre nosotros para recordarnos quieacutenes somos y
cuaacutel es la meta a la que estamos llamados Por eso era el Hijo verdadero
hombre y verdadero Dios quien podiacutea salvarnos y asiacute redimirnos Dada la
actual economiacutea marcada por el pecado Dios salva redimiendo pues si bien
Ireneo no reduce una a otra siacute explicita la necesidad humana de ambas
2 Si verdaderamente el Verbo se hizo carne de nuestra carne sin apariencias ni
tiempos parciales tuvo que asumir con ella todo lo que le es propio mdashincluido
el crecimientomdash para hacer en siacute mismo lo que todo hombre estaacute llamado a
vivir se hizo hombre con el hombre para que el hombre llegara a Dios
uniendo el principio y el fin la carne y el Espiacuteritu
3 Cristo nacioacute deacutebil e imperfecto como un hombre cualquiera siendo Dios desde
siempre tal como se muestra en su nacimiento virginal Fue pasando por todas
las edades para ir creciendo en ellas y para adaptarse a la capacidad humana
siempre en crecimiento Eacutel que no conocioacute pecado se hizo carne de pecado
para sanarla desde dentro desde ella misma hasta la Cruz y la Resurreccioacuten
4 En Cristo encarnado y glorioso uacutenico Hombre Perfecto tiene el hombre su
teacutelos definitivo porque tambieacuten en Eacutel tuvo su principio En Eacutel se da de un modo
singular la comunioacuten plena entre Dios y el hombre mostrando que la carne es
laquocapax Deiraquo Maacutes auacuten realizando en su carne libre y obedientemente el
camino que en Adaacuten habiacutea interrumpido el pecado para recapitular todo en Eacutel
5 Esto implica que la carne es capaz de acoger el Espiacuteritu y dejarse transformar
por eacutel algo que no se admitiacutea entre muchos contemporaacuteneos de Ireneo y que
no siempre se acogeraacute en la teologiacutea posterior Ireneo lo justifica por nuestra
misma vida actual por la Eucaristiacutea y sobre todo por la Carne de Cristo Asiacute
en el Bautismo el Espiacuteritu Santo reposoacute en su humanidad y tras su muerte y
resurreccioacuten de su carne glorificada lo recibiraacute cada hombre que quiera
acogerlo
CONCLUSIONES
Salus carnis | 153
Si esto es asiacute la encarnacioacuten no puede reducirse a un momento puntual No
estaacute todo hecho en la cueva de Beleacuten o en Nazaret Tampoco en la Cruz Es un
proceso Dios mismo quiere salvar al hombre seguacuten el ritmo laquocarnalraquo del hombre
Y el hombre Cristo soacutelo puede participar de esta salvacioacuten creciendo como un
hombre cualquiera siendo pura apertura al Espiacuteritu Santo de Dios Salvaacutendose nos
salvoacute Creciendo en libre obediencia nos acrecienta a nosotros para nuestra
salvacioacuten
Por uacuteltimo en el capiacutetulo IV hemos intentado recapitular lo expuesto y
entroncarlo en la sistematizacioacuten teoloacutegica y dogmaacutetica que la fe de la Iglesia ha
ido haciendo suya a lo largo de los siglos Destacamos dos afirmaciones que a
nuestro juicio se ven iluminadas y clarificadas desde una posible laquoTeologiacutea del
crecimientoraquo en Ireneo
1 laquoEl misterio del hombre se esclarece en el misterio del Verbo encarnado
Cristo nuevo Adaacutenraquo (GS 22a) Por eso en eacutel la naturaleza humana alcanza toda
la perfeccioacuten que estaba llamada a alcanzar y que habiacutea quedado de alguacuten
modo oculta en nuestro barro en nuestra carne de pecado En eacutel podemos
mirarnos y reconocer al mejor laquoyoraquo posible Llevamos en nosotros su
laquofisonomiacutearaquo su huella Y asiacute en Eacutel se ha iniciado de modo real y no soacutelo
ejemplificante la plenificacioacuten de cada ser humano porque en Eacutel ya se ha
consumado lo que en todo hombre es soacutelo posibilidad y vocacioacuten germinal Si
para Ireneo la carne es todo el ser humano la carne de Cristo incluye tambieacuten
su libertad su voluntad sus decisiones No veo de queacute manera podemos
mantener esto explicitado en los siglos posteriores a medida que se iban
planteando las preguntas (Arrio Apolinar Nestorio monoteletas) sin incluir
el crecimiento en la humanidad de Cristo Sin una humanidad que va creciendo
libre a medida que se abre al Espiacuteritu en amorosa obediencia o negamos que
es la misma carne la que nace vive muere y resucita gloriosa o negamos que
verdaderamente llegoacute a ser laquocaro ab Spiritu possessa [hellip] conformis facta Verbo
Deiraquo2
2 AH V 93
CONCLUSIONES
154 | Humana augens
Ciertamente la dimensioacuten salviacutefica de la humanidad de Cristo forma parte de la
fe eclesial y del magisterio pero no sin tensos equilibrios de Nicea a III
Constantinopla y hasta hoy El esfuerzo creyente por ajustar el lenguaje y las
categoriacuteas culturales de las diversas eacutepocas y sensibilidades estaacute expresando
la dificultad para apresar el Misterio de una vez para siempre y a la vez la
grandeza y centralidad de laquoesoraquo que no somos capaces de definir y laquoen-
palabrarraquo plenamente Si la humanidad de Cristo no jugoacute ninguacuten papel en la
salvacioacuten eacutesta queda reducida a la voluntad arbitraria de un Dios que hace y
deshace en la historia y en el ser humano Seriacutea una salvacioacuten ajena al modo de
vivir y situarse el hombre ante los demaacutes ante siacute mismo y ante Dios Y eso no
responde a la fe de la Iglesia En Ireneo no soacutelo se subraya la verdad de la
humanidad de Cristo para la salvacioacuten sino la capacidad salviacutefica de su Carne
como verdadero Dios en una perfecta comunioacuten Por eso nuestra humanidad
estaacute llamada a unirse a la accioacuten salviacutefica de Dios en iacutentima cooperacioacuten
comunioacuten sinergia No porque podamos salvarnos con nuestras solas fuerzas
sino porque dichas fuerzas son don de Dios que Eacutel espera recibir de nosotros
multiplicadas como libre y gozosa ofrenda
2 laquoEl Hijo de Dios con su encarnacioacuten se ha unido en cierto modo a todo
hombreraquo (GS 22b) En Ireneo esta laquoinclusioacutenraquo en Cristo de toda la humanidad
tiene al menos dos vertientes Todo ser humano participa de la humanidad de
Cristo porque en eacutel hemos sido creados y de alguna manera la creacioacuten se
sostiene en la encarnacioacuten el primer Adaacuten en el Segundo Es gratuito y previo
a toda accioacuten o decisioacuten humana incluida la profesioacuten de fe pero no es
automaacutetico ni mecaacutenico Menos auacuten laquofiacutesicoraquo como algunos autores criticaron
Falta el deseo libre y real del ser humano la respuesta confiada y obediente a
su Hacedor Por otro lado se afirma una unioacuten indisoluble y profunda desde la
encarnacioacuten de Cristo porque al tomar carne en la humanidad de Mariacutea toma
nuestra misma carne no otra Y si en ella compartimos el pecado de Adaacuten
iquestcoacutemo no compartir la salvacioacuten de Cristo Ademaacutes siguiendo a Ireneo no se
puede entender la encarnacioacuten sin proceso vital en Jesuacutes sin asuncioacuten libre de
su Pasioacuten su muerte y su cruz como un gran abrazo divino y humano mdashno
CONCLUSIONES
Salus carnis | 155
exento de sufrimientomdash que culmina en la resurreccioacuten Y este proceso no lo
lleva a cabo soacutelo el Verbo ni mucho menos su sola Carne ni el puro Logos-saacuterx
Lo realiza Dios Trinidad con especial participacioacuten del Espiacuteritu en la Carne del
Hijo Pneuma-saacuterx para llevarnos hasta el Padre Por eso Cristo no soacutelo es
Caro Salutis sino tambieacuten Salus in compendium Quien no pudo hacerse carne
en Mariacutea sin la sombra del Espiacuteritu tampoco llevaraacute a cabo el intercambio que
nos salva sin Eacutel Porque justamente de la Carne gloriosa de Cristo recibimos el
Espiacuteritu que reposado en su carne ahora quiere hacer suya la nuestra como
admirable herencia prometida Por eso afirmamos tambieacuten que laquodebemos
creer que el Espiacuteritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que en la forma de
soacutelo Dios conocida se asocien (todos los hombres) al misterio Pascualraquo (GS
22e) Los modos y caminos para llegar a ello pertenecen a Dios La Iglesia de
Cristo no pierde por ello ni un aacutepice de su centralidad mediadora y
sacramental para el mundo Al contrario se hace maacutes consciente de la
grandeza del don recibido y de la responsabilidad que conlleva tal gracia
2 A modo de sugerencias para una Teologiacutea del Crecimiento
Puede ocurrir que concluir un tema o una reflexioacuten con referencias al
desarrollo dogmaacutetico o a la significatividad de la unioacuten hipostaacutetica parezca querer
segregar tales afirmaciones al aacutembito de lo teoacuterico-especulativo sin ninguna
aplicacioacuten praacutectica No creo que sea asiacute Maacutes bien al contrario Para finalizar estas
paacuteginas puede ser uacutetil explicitar algunas intuiciones o sugerencias a modo de
desembocaduras praacutecticas para poner de manifiesto dos cosas que el modo en que
comprendemos y anunciamos la relacioacuten entre las naturalezas de Cristo o la unioacuten
hipostaacutetica por ejemplo influyen maacutes de lo que pensamos en las decisiones
praacutecticas que se toman y por otro lado que la teologiacutea de Ireneo muchos siglos
despueacutes sigue siendo fuente de actualizacioacuten evangeacutelica
21 ANTROPOLOGIacuteA DIGNIDAD Y BELLEZA DEL SER HUMANO ARTE DE DIOS
El optimismo antropoloacutegico de Ireneo no es ingenuidad ni relativismo Nace de
su mirada teoloacutegica Es cierto que la mayoriacutea de rasgos que configuran su
CONCLUSIONES
156 | Humana augens
antropologiacutea no son exclusivamente suyos pero llama la atencioacuten que la mayoriacutea
de ellos se han hecho sitio en la tradicioacuten eclesial desde otros presupuestos o
escuelas ya sea en la liacutenea alejandrina o antioquena La propuesta de Ireneo tiene
la originalidad de conjugar aspectos de ambas visiones gracias al lugar
preponderante de la carne Pareciera que curiosamente nos molesta una teologiacutea
en la que Dios cifra la deificacioacuten en la carne Preferimos prescindir de ellahellip Nos
gusta maacutes ser almas y espiacuteritus puros
Para Ireneo en el cuerpo lleva el ser humano su vocacioacuten su principio y su fin
la imagen y semejanza divina su imperfeccioacuten y su capacidad de perfeccioacuten hasta
llegar al uacutenico Perfecto En la carne se juega su vida y su destino Es difiacutecil tomarla
tan en serio Lo maacutes habitual es subestimarla o sobredimensionarla Unas veces se
negaraacute la carne mal-trataacutendola como un impedimento continuo para nuestro
propio proceso de maduracioacuten humana y nuestra relacioacuten con Dios Otras veces se
haraacute de ella el centro de nuestra vida como si pudieacutesemos poner en ella nuestro
valor nuestra esperanza nuestro bien y nuestra felicidad por siacute misma sin nada
maacutes El resultado en ambos extremos es el mismo la distorsioacuten de la realidad y la
deshumanizacioacuten Y no en una clave de valoracioacuten moral sino de descripcioacuten
antropoloacutegica es una frustracioacuten constante nos resulta imposible alcanzar el fin
que anhelamos porque la carne por siacute sola no lo puede ofrecer Somos carne
somos alma somos espiacuteritu No existe nuestra alma sola ni antes ni despueacutes de la
carne seguacuten Ireneo pero su accioacuten integradora y libre eligiendo el consejo de Dios
en cada momento la hace fundamental para vivir seguacuten Dios Ese es su papel pero
ella ni salva ni es objeto de salvacioacuten expliacutecita Lo es el ser humano completo
carnal La carne sola de por siacute se conjuga en pasiva llamada a dejarse hacer
dejarse transformar
Ireneo tiene tan clara esta incapacidad de la carne como su grandeza pues es
en ella donde Dios quiere hacer del hombre su obra por excelencia su Arte No es
casual creoacute al ser humano mirando a Cristo su Hijo el Verbo encarnado y glorioso
Soacutelo creyendo de verdad que nuestra carne es tan querida por Dios podemos
entender un poco maacutes la caro salutis de Ireneo Una carne con alma una carne
donde reposa y crece el Espiacuteritu de Dios sea en la medida que sea Una carne que
CONCLUSIONES
Salus carnis | 157
guarda la huella del tacto divino Y esto para todo ser humano de tal manera que
ni siquiera el pecado puede destruirlo Lo dantildea lo enferma lo agosta pero no lo
elimina porque ni el pecado ni la carne pueden ser maacutes fuertes que el querer de
Dios De hecho no es de la carne de lo que nos salva Cristo ni es la carne la que
necesita ser purificada de nuestro pecado son laquolas obras de la carneraquo como hemos
visto La diferencia no es pequentildea De ninguacuten modo somos laquomassa damnataraquo sino
obra de Arte en las manos de Dios que siacute ciertamente peca pero ese no es ni su
principio ni su final Por eso la perspectiva de Ireneo nos pone ante un ser humano
bello mdashpreciosomdash no solo bueno y verdadero en su perfeccioacuten Es bello porque no
es funcional no da respuesta a una necesidad de Dios sino que expresa su
grandeza y su firma personal
Tambieacuten creo que no seriacutea ajeno a nuestra cultura recuperar la insistencia de
Ireneo en que este horizonte humano es comuacuten a todo hombre No hay clases ni
rangos por naturaleza no hay incapacidad creacional para unos pocos y
automatismo divinizador para otros al estilo gnoacutestico No El uacutenico Dios creoacute un
uacutenico ser humano y en eacutel se complace y espera que elija la comunioacuten con eacutel como
meta de su vida A mayor gratuidad en el don mayor responsabilidad en acogerlo
conservarlo y acrecentarlo Nadie queda fuera en esta teologiacutea La tentacioacuten
gnoacutestica como la caacutetara es continua en la historia mirarnos a nosotros mismos y a
los demaacutes y saber que todos estamos hechos del mismo barro y con la misma
fuerza de Dios nos puede ayudar a ser maacutes realistas y tolerantes menos sectarios
maacutes humildes y comprometidos Toda carne ha recibido en principio al menos
como germen la imagen y semejanza divina
Creer de verdad que nuestra carne es tan querida por Dios podriacutea ser el mejor
antiacutedoto contra el pecado y la desobediencia Ireneo lo sabe bien Por eso dedicoacute
amplias paacuteginas motivando la libertad y la gozosa obediencia del hombre al buen
hacer de Dios Experimentar el bien y el mal es la uacutenica forma de elegir el bien
conscientemente amorosamente responsablemente y permanecer en eacutel tambieacuten
en la prueba y el sufrimiento No por fuerza ni como un mal menor que hay que
soportar Sino por maacutes unir nuestra voluntad a la de Cristo que ya padecioacute por
nosotros uniendo su voluntad con la del Padre
CONCLUSIONES
158 | Humana augens
Creer de verdad que nuestra carne es tan querida por Dios ayuda a creer maacutes
en el ser humano Porque sabemos que mi laquoyoraquo maacutes completo y auteacutentico el maacutes
laquocierto y verazraquo (laquohomo futurus certior et veriorraquo de Tertuliano) es Cristo mismo
La centralidad de lo humano soacutelo se sostiene en la centralidad de Cristo como
hombre y Dios verdadero Podemos comenzar hablando del ser humano pero lo
que digamos nace de contemplar primero a Dios en su Hijo encarnado visibilidad
del Padre Podemos atender las carencias de la persona y sus necesidades y dones
para que se vaya perfeccionando creciendo plenificando pero sabiendo siempre
que el criterio no es la persona en siacute sino su comunioacuten en la carne de Cristo
Podemos hablar del ser humano de todos los hombres y mujeres y para todos
ellos pero desde una visioacuten cristiana no neutra porque no es posible No hay una
primera etapa para laquolo humanoraquo y soacutelo despueacutes la propuesta expliacutecita de fe como
dos planos independientes Si seguimos la propuesta de Ireneo el itinerario y la
meta que se propone hunde sus raiacuteces en lo que ya somos De alguacuten modo es
siendo plenamente lo que somos mdashhumanosmdash alcanzamos el objetivo divino la
cristificacioacuten el asemejamiento pleno Esta es la vocacioacuten de todo ser humano Y la
motivacioacuten primera es protoloacutegica creacional no escatoloacutegica Es decir
proponemos una vida de fe que tiende a la comunioacuten plena con Dios porque hemos
sido creados asiacute y en Cristo laquose ha unido el principio y el finraquo
Pensar al ser humano como carne capaz de crecer al ritmo del Espiacuteritu hasta
Dios implica saber que podemos ser mucho maacutes de lo que somos porque Dios nos
ha llamado a ello y nos ha capacitado para alcanzarlo Ninguna otra criatura puede
sontildear con ser maacutes allaacute de lo que es El ser humano siacute Lo hemos olvidado o al
menos lo recordamos poco Este dinamismo de crecimiento de alzarse sobre siacute
mismo en lugar de vivir laquocurvatus in seraquo no es solamente optimismo antropoloacutegico
o un humanismo faacutecil es camino de divinizacioacuten de asemejamiento con Dios en
Cristo por la fuerza del Espiacuteritu es la vocacioacuten maacutes iacutentima de todo ser humano Por
eso jamaacutes podemos dar a nadie por perdido Nada es irremediablemente definitivo
en el hombre
Tomar en serio el crecimiento como parte esencial del ser humano implica
acoger ese dinamismo de perfeccionamiento continuo en todo lo humano en los
CONCLUSIONES
Salus carnis | 159
procesos personales y grupales en las relaciones en el conocimiento en la
capacidad para acoger a Dios y de modo especial en la Iglesia Cuerpo de Cristo
Templo del Espiacuteritu sacramento de salvacioacuten para el mundo
22 CRISTOLOGIacuteA TUacute EN MIacute Y YO EN TI SOMOS UNA SOLA COSA
Asiacute habla Cristo a Adaacuten mdasha todo ser humanomdash en una antigua homiliacutea
pascual3 que la iglesia sigue orando cada Saacutebado Santo La relacioacuten del ser humano
con Cristo es creacional no la provoca el pecado necesitado de un Redentor
Aunque curiosamente la misma noche de Pascua canta tambieacuten la Iglesia en el
pregoacuten pascual laquoiexclFeliz culpa que merecioacute tal redentorraquo Siacute feliz culpa Siempre que
la alegriacutea del perdoacuten y la redencioacuten no oculten que primero fue el amor y la gracia
y la vocacioacuten humana como divinizacioacuten De ese amor surge el perdoacuten y no al
reveacutes aunque ciertamente si maacutes se perdona a quien maacutes ama tambieacuten maacutes se
ama a quien tanto nos perdona Pues mucho amor tiene quien mantiene su
promesa y se sigue fiando de nosotros auacuten con nuestro pecado
Si a Ireneo se le reprocha una especie de devaluacioacuten del pecado en su
teologiacutea se le estaacute reconociendo indirectamente una preponderancia de la gracia y
del incondicional amor de Dios por encima incluso del pecado Una teologiacutea que
pediriacutea una praacutectica eclesial consecuente donde ni el pecado ni el perdoacuten son el
centro de la vida de fe ni de la celebracioacuten cristiana ni de la formacioacuten catequeacutetica
3 laquoLevaacutentate obra de mis manos levaacutentate mi efigie tuacute que has sido creado a imagen miacutea Levaacutentate salgamos de aquiacute porque tuacute en miacute y yo en ti somos una sola cosa Por ti yo tu Dios me he hecho hijo tuyo por ti siendo Sentildeor asumiacute tu misma apariencia de esclavo por ti yo que estoy por encima de los cielos vine a la tierra y aun bajo tierra por ti hombre vine a ser como hombre sin fuerzas abandonado entre los muertos por ti que fuiste expulsado del huerto paradisiacuteaco fui entregado a los judiacuteos en un huerto y sepultado en un huerto Mira los salivazos de mi rostro que recibiacute por ti para restituirte el primitivo aliento de vida que inspireacute en tu rostro Mira las bofetadas de mis mejillas que soporteacute para reformar a imagen miacutea tu aspecto deteriorado Mira los azotes de mi espalda que recibiacute para quitarte de la espalda el peso de tus pecados Mira mis manos fuertemente sujetas con clavos en el aacuterbol de la cruz por ti que en otro tiempo extendiste funestamente una de tus manos hacia el aacuterbol prohibido Me dormiacute en la cruz y la lanza penetroacute en mi costado por ti de cuyo costado salioacute Eva mientras dormiacuteas allaacute en el paraiacuteso Mi costado ha curado el dolor del tuyo Mi suentildeo te sacaraacute del suentildeo de la muerte Mi lanza ha reprimido la espada de fuego que se alzaba contra ti Levaacutentate vayaacutemonos de aquiacute El enemigo te hizo salir del paraiacuteso yo en cambio te coloco no ya en el paraiacuteso sino en el trono celestial Te prohibiacute comer del simboacutelico aacuterbol de la vida mas he aquiacute que yo que soy la vida estoy unido a ti Puse a los aacutengeles a tu servicio para que te guardaran ahora hago que te adoren en calidad de Diosraquo (laquoSobre una homiliacutea antigua sobre el grande y el santo Saacutebadoraquo PG 43 451462-463 LITURGIA DE LAS HORAS I [Barcelona 51998] 416-417)
CONCLUSIONES
160 | Humana augens
aunque formen parte de ella Y esto no es por desestimar la fuerza del pecado en
nuestra vida tantas veces presente de forma dramaacutetica sino porque la fuerza del
mal no nos hace perder la perspectiva salvadora en que nos encontramos vivimos
en las Manos de Dios y nunca salimos de ellas Tampoco en nuestras
desobediencias y lejaniacuteas
Creo que Ireneo es coherente al situar el pecado en su lugar ni es el centro de
la persona y la historia ni su perdoacuten es el fin de la salvacioacuten Podriacutea seguirse por
tanto que en la vida creyente las conversiones y crecimientos en la fe apoyados en
el propio pecado ya sea para dolerse de la miseria personal ya sea para recordar
que gracias a ella Cristo forma parte de nuestra vida estariacutean distorsionando el
proyecto salviacutefico de Dios Estariacuteamos tomando la parte por el todo con el riesgo
de ser conscientes y agradecer el don del perdoacuten que redime sana convierte
pero no ser capaces de ver que la vocacioacuten a la que somos llamados es mucho
mayor y nuestra vida busca algo maacutes que no volver a pecar Busca crecer El intereacutes
mayor seraacute acompasar mi voluntad con la suya mi querer mi libertad mis
alegriacuteas
La cristologiacutea soterioloacutegica de Ireneo nos devuelve el marco de visioacuten
ampliado hemos sido creados para crecer hasta Dios y cuanto maacutes nos unamos a
Eacutel en su Hijo imagen visible y carnal del Padre maacutes aacutenthropos seremos y maacutes
porosos a la gracia de su Espiacuteritu Fijarnos en el pecado cometido o en las
imperfecciones de cada cual puede hacernos olvidar que hay un fin mdashteacutelosmdash
esperando y una fuerza de Dios teleioacutetica queriendo hacer suya nuestra carne sin
dejar de ser lo que somos Por eso para Ireneo es obra del mismo Seductor que nos
llevoacute a desobedecer el sembrar en nosotros la desconfianza respecto al horizonte
divino que nos aguarda y nos lanza No por naturaleza ni por meacuteritos sino por
pura voluntad de Dios Todo lo que nos empequentildeezca encoja doblegue no es de
Dios en principio El abajamiento de Cristo y su pobreza que enriquece nada
tienen que ver con esto Su keacutenosis supuso el crecimiento constante de su
humanidad hasta alcanzar la medida de su divinidad hasta ser uno solo en ella
Creacioacuten encarnacioacuten redencioacuten glorificacioacuten o recapitulacioacuten todos
teacuterminos distinguibles pero indisociables para Ireneo Nosotros quizaacute los hemos
CONCLUSIONES
Salus carnis | 161
encasillado en exceso perdiendo justamente el hilo conductor que los da sentido
el logos que los armoniza y permite que todo lo vivamos como salvacioacuten como
plan de Dios como invitacioacuten divina a nuestra cooperacioacuten como esa laquosinfoniacutearaquo
que el hermano mayor de la paraacutebola escucha al llegar a casa siguiendo la imagen
de Ireneo Lo hemos perdido Quizaacute tambieacuten por eso la muacutesica que sale de la casa
del Padre no nos suena a fiesta sino que crea en muchos hermanos resquemor
desconfianza e incluso rechazo
Nuestra esperanza nuestra garantiacutea de vida y de poder llegar un diacutea a la
plenitud que ahora no tenemos es Cristo su humanidad gloriosa transida de
Espiacuteritu siempre activo Porque su carne es nuestra carne porque ha hecho en su
Cuerpo lo que nosotros estamos llamados a vivir nos ha mostrado que es posible
que Dios puede actuar y morar en nosotros como en su propia casa que el ser
humano es capaz de dejarse transfigurar en libre obediencia cuando se fiacutea y cuida y
acrecienta en eacutel el don recibido Que en su carne se haya llevado ya a plenitud lo
que en nosotros solo vemos en proceso seriacutea suficientemente alentador Pero es
mucho maacutes que eso En su humanidad de alguacuten modo se ha unido todo ser
humano Eso significa que algo de miacute estaacute ya crucificado con Eacutel perfeccionado con
Eacutel resucitado con Eacutel En su carne En la miacutea Ya no se pierde por maacutes que se dantildee o
se debilite Y el Espiacuteritu iraacute acrecentado esta unioacuten en la medida que todo en miacute se
haga doacutecil se haga carne espiritual No hay que laquohacerle huecoraquo arrinconando la
carne sino dejar que la carne crezca y siendo maacutes humana acercarse maacutes a Dios
Adorar la humanidad de Cristo es reconocer como divino el crecimiento el
asemejamiento el proceso Es no envidiar las conversiones automaacuteticas ni las
perfecciones repentinas maacutes ligadas a espiritualismos que al Espiacuteritu que se
somete al ritmo real de lo humano tambieacuten en la Carne de Cristo Es apoyar la vida
y la confesioacuten de fe en saber que estamos siempre en proceso en crecimiento
hasta la medida perfecta en Cristo4 y no para autoperfeccionarme sino para
participar cada vez maacutes de Dios
Una vez maacutes la verdad de nuestra salvacioacuten se juega en la unidad en la
comunioacuten Primero en Cristo y a traveacutes de Eacutel en todos nosotros Desde Ireneo no
4 Cf Ef 413
CONCLUSIONES
162 | Humana augens
hay crecimiento humano posible sin una unioacuten estrechiacutesima mdashmezclamdash con Dios
La divinidad no es una especie de laquoescaleraraquo adosada por la que subir creciendo
La divinidad es el mismo dinamismo de crecimiento en la humanidad Es el
Espiacuteritu de Dios laquoque nutre y hace crecerraquo en una unidad perfecta la unidad de
Cristo
Creer que el crecimiento en la humanidad de Cristo nos salva implica creer que
la fuerza de Dios actuacutea en la debilidad sin idolatrarla sin elevarla por siacute misma a
un rango superior Salva la fuerza de Dios transformando la debilidad no la
debilidad misma De lo contrario podemos caer laquosub angelo lucisraquo en hacer de las
debilidades inconsistencias y perezas una especie de parapeto para la gracia una
excusa para no abrirnos al Espiacuteritu que nos llevaraacute donde Eacutel quiera y como Eacutel
quiera La humanidad de Cristo nos salva porque fue creciendo abrieacutendose
progresivamente a Dios hasta hacerse uno con Eacutel para que tambieacuten nosotros
lleguemos a ser uno sin dejar de ser nosotros
23 PNEUMATOLOGIacuteA ESPIacuteRITU QUE NUTRE Y HACE CRECER
Del mismo modo que no hay ser humano sin espiacuteritu en cierta medida
tampoco puede salvarnos Cristo sin el Espiacuteritu Primeramente porque Dios es
Trinidad es Padre es Hijo y es Espiacuteritu y en Ireneo a pesar de estar en un estado
preniceno tan primario se distinguen bien las personas pero se afirma siempre la
unidad de accioacuten en ellas Lo de uno no le es ajeno al otro por asiacute decirlo
Sin espiacuteritu el ser humano infante e imperfecto seriacutea otra cosa Un animal
racional una maacutequina un conjunto celular bien ordenado de reacciones quiacutemicas
pero no un aacutenthropos capaz de perfeccioacuten de crecimiento La virtus de Dios
mezclada con nuestro barro desde el principio forma parte del ser humano maacutes
auteacutentico de la misma manera a la inversa que el pecado no lo configura Y sin
embargo experimentamos el pecado en nosotros y anhelamos la accioacuten del
Espiacuteritu Seguimos necesitaacutendolo y por eso podemos pedirlo por un lado porque
recibimos el don de Dios en funcioacuten de nuestra capacidad siempre mayor y por
otro porque tras la encarnacioacuten y glorificacioacuten de Cristo el Espiacuteritu que recibimos
pro-viene de la carne de Cristo En ella se ha mezclado con todo el geacutenero humano
CONCLUSIONES
Salus carnis | 163
No pedimos el Espiacuteritu porque el pecado nos lo arrebatara lo pedimos porque lo
necesitamos para llegar a ser lo que Dios espera que seamos para cumplir nuestro
origen finalmente De hecho Jesuacutes hombre que no conocioacute el pecado tambieacuten
recibioacute la uncioacuten del Espiacuteritu en su carne para poder realizar su vida y misioacuten
Como nosotros Lo recibioacute para que su carne fuera divinizaacutendose Y recordemos
que su carne es toda su humanidad corporalidad libertad voluntad alma Igual
que nosotros
Constatar la imperfeccioacuten propia y ajena es faacutecil y cotidiano asumirla como
parte de nuestra humanidad y como un don dado por Dios porque quiere contar
con nosotros sin automatismos ni supersticiones maacutegicas es un signo de madurez
y crecimiento Asiacute la desobediencia y el pecado los propios liacutemites e insuficiencias
se convierten en lugares de descanso para que el Espiacuteritu de Dios los habite y
transforme poco a poco
Tener maacutes presente la accioacuten del Espiacuteritu en la teologiacutea y en la vida de fe nos
recordariacutea que el fin y la capacidad para alcanzarlo estaacuten insertos en nuestro ser
en nuestra carne Por tanto la gracia actuacutea desde dentro siendo esencialmente
distinta a nosotros Es el Espiacuteritu de Dios que no hay que laquoconseguirraquo
externamente por medio de diversas praacutecticas o acciones soacutelo disponernos para
que pueda hacer suya nuestra vida (nuestra carne) queriendo vivir en continua
obediencia libre y gozosa obediencia Nada se nos impone Pero tampoco nada es
inocuo toda decisioacuten comporta consecuencias
Con frecuencia tendemos a ligar el Espiacuteritu con ciertos movimientos o formas
de vida que priorizan la propia voluntad la autonomiacutea la originalidad del sujeto
por encima de la comunioacuten un cierto laquoaireraquo de libertad cercano al laquotodo valeraquo La
pneumatologiacutea de Ireneo podriacutea ayudar a equilibrar lo carismaacutetico y lo
comunitario o institucional puesto que siendo el Espiacuteritu quien embellece la
creacioacuten y aporta diversidad tambieacuten es quien nos asemeja con Cristo tal como el
Padre nos creoacute Es decir su actuacioacuten no es arbitraria es cristoloacutegica La libertad
que imprime en nuestra carne no se reduce a poder elegir sino a saber elegir y
mientras tanto aprender a asumir las consecuencias de nuestros actos
responsablemente Asiacute fue con Adaacuten y Eva en el Paraiacuteso Crecer en el Espiacuteritu
CONCLUSIONES
164 | Humana augens
tambieacuten es crecer en el dominio de la propia vida sin vivir traiacutedos y llevados por
los laquoseductoresraquo del momento o las laquoserpientesraquo de la vida El Espiacuteritu es vivir en
verdad atributo propio de Dios pues la mentira solo proviene del Enemigo para
Ireneo No podemos ofrecer lo que no tenemos No podemos ofrecer a Dios el Arte
de nuestra vida el barro moldeable que mantenemos huacutemedo entre sus Manos si
no podemos contenerlo en las nuestras Y asiacute cuanto maacutes libres maacutes humanos
cuando maacutes humanos maacutes divinos cuanto maacutes crezcamos maacutes unioacuten y unidad
personal cuanta maacutes unidad y comunioacuten con Dios maacutes gozo que seraacute el mejor
camino para desear que nuestro seguimiento siga creciendo Libertad y
responsabilidad conciencia de sabernos necesarios para que la salvacioacuten
acontezca como lo fue la carne de Mariacutea en perfecta sinergia
Entender la vida desde este Espiacuteritu que nos laquonutre y acrecientaraquo es tambieacuten ir
creciendo en una libertad entendida como deseo de plenificar la propia vocacioacuten
nuestro maacutes auteacutentico yo que es la persona completa tambieacuten su cuerpo No soacutelo
el cuerpo sino la carne todo lo limitado caduco opaco humano Y no soacutelo en el
creyente sino tambieacuten en Dios Tras la encarnacioacuten el Verbo eterno es Verbo
encarnado y desde Eacutel como cabeza todo estaacute llamado a ser recapitulado en su
cuerpo Pues bien de alguacuten modo en Cristo queda bendecido y salvado todo lo
carnal todo lo fragmentario todo lo que maacutes se aleja de Dios en la medida que no
pretende ser por siacute mismo sino vivificado por el Espiacuteritu Paradoacutejicamente desde
Ireneo querer abandonar la carne que somos lo imperfecto y perfectible lo no
acabado lo no pleno o pediacuterselo a otros es lo maacutes alejado a querer vivir en el
Espiacuteritu porque el Espiacuteritu soacutelo se nos da en la carne Teologiacuteas y propuestas de fe
que confundan vivir seguacuten el Espiacuteritu con vivir laquofueraraquo de la carne estaacuten abocadas
a convertirse en neognosticismos y neocatarismos o al menos a perder una
enorme riqueza de la verdad cristiana
Parece que el Espiacuteritu se ha olvidado en cristologiacutea como se ha olvidado en
antropologiacutea Quizaacute por eso ni el giro antropoloacutegico ni la centralidad cristoloacutegica
se sostienen solas Quedan siempre parciales fragmentadas incapaces Y puede ser
por esta carencia de Espiacuteritu pues Eacutel aporta el asemejamiento el dinamismo lo
procesual y si realmente es elemento configurador de lo humano tanto lo seraacute
CONCLUSIONES
Salus carnis | 165
para el hombre como para la humanidad de Cristo Nos recuerda que nada en lo
humano estaacute acabado que estamos llamados a crecer No es un proceso de
progreso en clave moderna ilustrada de perfeccionarnos sobre nosotros mismos
No es una salvacioacuten externa que viene a mejorar nuestra mediocridad En Ireneo es
una fuerza interna al propio ser humano que a la vez nos recuerda que no es
nuestra por derecho o por naturaleza Es gracia
Una Iglesia maacutes confiada al Espiacuteritu seriacutea una Iglesia maacutes abierta al
crecimiento y al cambio porque es propio de lo humano no por mayor adaptacioacuten
a las modas y lugares o por parecer laquonuevaraquo siempre La novedad la da el Espiacuteritu
en la carne gloriosa de Cristo El criterio de crecimiento como deciacuteamos al hablar
del ser humano es la mayor o menor unioacuten con Dios la mayor o menor laquoposesioacutenraquo
de lo humano por lo divino El criterio no son estadiacutesticas ni valoraciones sociales o
intraeclesiales Y en el fondo volviendo siempre al corazoacuten del Evangelio Ireneo
repite el criterio mayor es el amor De ninguacuten modo se trata de devaluar la gracia5
que supone formar parte de la Iglesia Cuerpo de Cristo y la participacioacuten en los
sacramentos la fidelidad a la Tradicioacuten y al Magisterio Pero podriacutea situarnos con
otra perspectiva la de alegrarnos por haber recibido la gracia del seguimiento de
Cristo y su Espiacuteritu a traveacutes de la Iglesia como los primeros apoacutestoles en
Pentecosteacutes en lugar de restringir este aacutembito como el uacutenico para que los hombres
y mujeres de la historia vayan siendo injertados en Cristo por el Espiacuteritu vayan
5 Siempre es iluminador recordar el peligro de lo que D BONHOumlEFFER llamoacute laquogracia barataraquo laquoLa
gracia barata es el enemigo mortal de nuestra Iglesia Hoy combatimos a favor de la gracia cara La gracia barata es la gracia considerada como una mercanciacutea que hay que liquidar es el perdoacuten malbaratado es la gracia como almaceacuten inagotable de la Iglesia de donde la cogen unas manos inconsideradas para distribuirla sin vacilacioacuten ni liacutemites es la gracia sin precio que no cuesta nada [] La gracia cara es el tesoro oculto en el campo por el que el hombre vende todo lo que tiene es la perla preciosa por la que el mercader entrega todos sus bienes es el reino de Cristo por el que el hombre se arranca el ojo que le escandaliza es la llamada de Jesucristo que hace que el disciacutepulo abandone sus redes y le siga La gracia cara es el evangelio que siempre hemos de buscar son los dones que hemos de pedir es la puerta a la que se llama Es cara porque llama al seguimiento es gracia porque llama al seguimiento de Jesucristo es cara porque le cuesta al hombre la vida es gracia porque le regala la vida es cara porque condena el pecado es gracia porque justifica al pecador Sobre todo la gracia es cara porque ha costado cara a Dios porque le ha costado la vida de su Hijo mdashldquohabeacuteis sido adquiridos a gran preciordquomdash y porque lo que ha costado caro a Dios no puede resultarnos barato a nosotros [] La gracia cara es la encarnacioacuten de Diosraquo (El precio de la gracia El seguimiento [Salamanca 1986] 1719-20) Gracia tan cara tan valiosa que soacutelo puede ser recibida con agradecimiento porque es gratuitamente donada La gracia barata curiosamente acaba siendo arrebatada al menos como pretensioacuten del mismo modo que se exige ingenuamente aquello que creemos poseer por derecho o meacuterito
CONCLUSIONES
166 | Humana augens
divinizaacutendose vayan creciendo La teologiacutea de Ireneo y la imprescindible
cooperacioacuten del hombre para la salvacioacuten desde su libertad y su obediencia
agudiza la responsabilidad del cristiano y de la Iglesia mediadora para el mundo
pero no excluye a nadie pues nadie estaacute fuera de la carne de Cristo en cierto
modo Y para Ireneo el mismo proceso y el mismo agente mdashDios mismo en su
Espiacuteritumdash lleva a cabo la humanizacioacuten y la divinizacioacuten sin departamentos
estancos
Contar con el Espiacuteritu nos ayuda a confrontar nuestra cultura de la inmediatez
que tambieacuten puede provocar una fe de inmediatos sin historia sin aprendizaje sin
errores y sus consecuencias (pecado) sin significatividad real de la libertad sin
tolerancia a ninguna frustracioacuten sin capacidad para permanecer en el diacutea y en la
noche y seguir esperando Por eso una laquopneumatologiacutea del crecimientoraquo como
una laquocristologiacutea del crecimientoraquo podriacutea renovar la comprensioacuten escatoloacutegica
Saber que la historia es un dinamismo creciente porque Dios asiacute lo ha querido y
que nada en nosotros seraacute tan fuerte como para destruir el querer de Dios
fundamentariacutea nuestra esperanza con una fuerza inusitada desde luego no menor
que el temor reverente al infierno y sus penas Si para muchos el purgatorio no
tiene sentido el infierno no da temor alguno y el cielo parece la promesa de un
aburrimiento eterno haber cifrado nuestra vida mdashen lo humano y en lo
cristianomdash desde la unioacuten con Dios como vocacioacuten uacutenica y como motor para
allegarnos a ella puede al menos avivar el deseo de ese horizonte final Y entonces
ahiacute retomar las categoriacuteas escatoloacutegicas claacutesicas Ahora bien sin haber
experimentado de alguacuten modo en esta vida el gozo de ser plenamente humano
como participacioacuten real y creciente en la humanidad de Cristo difiacutecilmente la
escatologiacutea tendraacute algo que decirnos Y esta experiencia nos es dada en la medida
que asentimos al Espiacuteritu en nosotros
Podriacuteamos terminar con unas palabras de Ireneo pero es difiacutecil elegir entre
tantas adecuadas Por eso voy a terminar con las palabras de un teoacutelogo de
nuestro siglo
CONCLUSIONES
Salus carnis | 167
Cuanto mayor es el otro en el sentido fuerte y verdadero de la palabra maacutes engrandecidos nos sentimos en nuestro contacto con eacutel La autoridad (en sentido de laquoauctoritasraquo) es precisamente seamos o no conscientes de ello el comportamiento de ese otro que me laquoaumentaraquo (augere) que me eleva (e-levare) que me hace subir cada vez maacutes alto que me educa (e-ducere) que me engrandece De aquel que cuanto maacutes grande es (augustus el que me hace crecer) mejor me conduce de la mano por el camino de mi identidad La presencia del maacutes grande puede convertirse incluso en la posibilidad del ejercicio de mi ser que gracias a la fuerza de esta presencia se siente laquoautorizadoraquo (laquoauctoritas augereraquo) lejos de todos sus temores y desconfianzas Nunca es nadie maacutes grande que cuando se mide con alguien mayor que eacutel6
Y nuestra medida es Dios mismo en la carne de Cristo A Eacutel toda gloria laquoEl
resto sea venerado con el silencioraquo7
6 A GESCHEacute El destino Dios para pensar III (Salamanca 2001) 49 7 GREGORIO NACIANCENO In sanctum Pascha Or XLV 22 PG 36 col 653AB
CONCLUSIONES
168 | Humana augens
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II
III
La carne poseiacuteda por el Espiacuteritu olvidada de siacute
asume la cualidad del Espiacuteritu
hacieacutendose conforme al Verbo de Dios
(SAN IRENEO DE LYON AH V 93)
IV
Gracias a quienes me ensentildeasteis a amar la carne en el Espiacuteritu
Pero especialmente a ti
en quien se me ha dado ver que es verdad
La carne crece libre a medida que el Espiacuteritu va hacieacutendola suya
poco a poco sin forzarla
laquocomo un caacutencer benditoraquo hasta el final
Hasta Dios
IV
Indice
SIGLAS Y ABREVIATURAS VI
INTRODUCCIOacuteN 1
1 Objeto y metodologiacutea 2
2 Ireneo de Lyon el autor y su contexto 5
3 Planteamiento del tema 7
31 iquestDE QUEacute HUMANIDAD HABLAMOS 7
32 iquestDE QUEacute CRECIMIENTO HABLAMOS 12
I EL SER HUMANO PLASMA DEI ARTE EN LAS MANOS DE DIOS 17
Introduccioacuten 18
1 Un solo Dios una sola Creacioacuten un solo hombre 19
2 Plasmados por Sus Manos y hechos para la comunioacuten con Eacutel 25
3 Predileccioacuten de Dios por el ser humano a imagen y semejanza suya 35
4 Conclusiones 41
II EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM LLAMADO A CRECER LIBRE Y
OBEDIENTE
45
Introduccioacuten 46
1 De la imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten como destino 47
2 Salus carnis carne que crece libre 55
3 Salus carnis carne que crece obediente 61
4 Conclusiones 69
III JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS EacuteL ES LA COMUNIOacuteN QUE NOS SALVA 73
Introduccioacuten 74
1 Perceptrix et capax caro virtutis Dei 75
11 LA VIDA PRESENTE EN LA CARNE 80
12 EUCARISTIacuteA 82
13 LA CARNE DE CRISTO 84
2 Carne de nuestra carne 87
21 LA MIXIS INICIAL 88
22 LA PLASMACIOacuteN CON SUS MANOS 92
3 iquestQuieacuten sino el Verbo puede unir al hombre con Dios 96
V
4 Conclusiones 110
IV CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM CUANDO CRECER NOS SALVA 113
Introduccioacuten 114
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona 115
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten 125
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios 135
4 Conclusiones 144
CONCLUSIONES 149
1 A modo de tesis finales aportaciones de la teologiacutea de San Ireneo 150
2 A modo de sugerencias para una Teologiacutea del Crecimiento 155
21 ANTROPOLOGIacuteA DIGNIDAD Y BELLEZA DEL SER HUMANO ARTE DE DIOS 155
22 CRISTOLOGIacuteA TUacute EN MIacute Y YO EN TI SOMOS UNA SOLA COSA 159
23 PNEUMATOLOGIacuteA ESPIacuteRITU QUE NUTRE Y HACE CRECER 162
BIBLIOGRAFIacuteA 169
VI
Siglas y abreviaturas
AH Adversus Haereses
Ep Epideixis Demostracioacuten Apostoacutelica
CCSL Corpus Christianorum Series Latina
CTI Comisioacuten Teoloacutegica Internacional
DH Denzinger H ndash Huumlnermann P
DPAC Diccionario patriacutestico y de la Antiguumledad cristiana
FuP Fuentes Patriacutesticas
PG Patrologia Graeligca dir JP Migne
PL Patrologia Latina dir JP Migne
SCh Sources Chreacutetiennes
AG Decreto Ad gentes
DI Dominus Iesus
EN Evangelii nuntiandi
FR Fides et ratio
GS Gaudium et Spes
LG Lumen Gentium
NA Nostra aetate
RM Redemptoris missio
RH Redemptor hominis
SC Sacrosanctum concilium
VD Verbum Domini
AAVV autores varios
Cf confrontar
Coord coordinador (es)
ed editor (es)
Ibid la misma obra
ID el mismo autor
Vol volumen
VII
Introduccioacuten
1 Objeto y metodologiacutea
2 Ireneo de Lyon el autor y su contexto
3 Planteamiento del tema
31 iquestDE QUEacute HUMANIDAD HABLAMOS
32 iquestDE QUEacute CRECIMIENTO HABLAMOS
INTRODUCCIOacuteN
2 | Humana augens
1 Objeto y metodologiacutea
El intereacutes mayor de esta tesina gira en torno a la dinaacutemica salviacutefica de la
humanidad de Cristo y su relacioacuten con nuestra propia humanidad Concretamente
nos centramos en el crecimiento como dimensioacuten humana y teologal esencial para
llegar a plenificar la vocacioacuten recibida de Dios y en queacute medida es esta dinaacutemica
comuacuten a la carne de Cristo y a la nuestra
El razonamiento que seguimos es el siguiente creer en la encarnacioacuten de
Cristo nuestro Salvador implica creer que el Verbo eterno verdadero Dios se hizo
carne con toda verdad y no en apariencia Si esto es asiacute podriacuteamos deducir dos
cosas por un lado que su carne forma parte de la accioacuten salvadora de Dios y por
otro que aquellos rasgos o dimensiones que definan al ser humano definiraacuten
tambieacuten la humanidad de Cristo Sobran razones para justificar la eleccioacuten de San
Ireneo de Lyon a la hora de profundizar en alguacuten tema importante de la teologiacutea
dogmaacutetica pero trataacutendose de la humanidad mdashde la carnemdash su teologiacutea es una
referencia
Para el objeto de nuestro estudio bien podriacuteamos comenzar por rastrear una
Cristologiacutea que nos permita atisbar desde la Humanidad de Cristo coacutemo es y coacutemo
estaacute llamada a ser la nuestra Pero tambieacuten podemos hacer el camino inverso
adentrarnos en una antropologiacutea que al decirnos coacutemo es el aacutenthropos nos esteacute
mostrando coacutemo es la vera humanitas Christi Esta segunda opcioacuten es la nuestra
La metodologiacutea empleada parte del estudio de la antropologiacutea de Ireneo
(capiacutetulos I y II) centraacutendonos en el anaacutelisis del crecimiento en el ser humano iquestes
un rasgo esencial a su vocacioacuten y a su dinamismo creatural querido por Dios
Padre iquesttiene alguna capacidad soterioloacutegica significativa iquestde queacute modo se
articula esta humanidad con la humanidad de Cristo iquesty con el Espiacuteritu
Una vez estudiada la antropologiacutea de Ireneo desde estas claves dedicamos el
capiacutetulo III a poner en relacioacuten las conclusiones obtenidas y la cristologiacutea del autor
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 3
Si bien contamos con estudios muy elaborados de su antropologiacutea1 no hay la
misma sistematizacioacuten de su cristologiacutea por lo que nos hemos ayudado de
diversos artiacuteculos y estudios pero hemos priorizado la lectura directa de Ireneo
desde el prisma de comprensioacuten ya expuesto su verdadera humanidad como Hijo
de Dios encarnado y el proceso que en eacutel se da por la fuerza del Espiacuteritu Santo Asiacute
hay aspectos cristoloacutegicos que apenas se enuncian sin profundizar en ellos como
la uncioacuten del Verbo el anuncio del Reino la Pasioacuten y Resurreccioacuten la
recapitulacioacuten final y segunda venida No porque sean ajenos a la teologiacutea
ireneana sino por delimitar nuestro estudio Y sin embargo creemos haber
expuesto con suficiente claridad coacutemo todos estos temas se interrelacionan y estaacuten
presentes en Ireneo
Finalmente una vez vista la dimensioacuten de crecimiento en la carne de Cristo
como dinamismo esencial y soterioloacutegico hemos dedicado el capiacutetulo IV a situar
estas conclusiones en el marco de la tradicioacuten y del magisterio de la Iglesia de
forma que unos y otros se iluminen mutuamente Por supuesto la mirada
sistemaacutetica de este uacuteltimo capiacutetulo es breve y en ninguacuten caso exhaustiva Maacutes bien
pretende mostrar diversas vetas histoacutericas y magisteriales que quedan
enriquecidas a mi modo de ver cuando damos maacutes espacio al crecimiento salviacutefico
de la carne de Cristo ungida por el Espiacuteritu
Cada capiacutetulo consta de una introduccioacuten breve como marco al tema que
vamos a tratar tres epiacutegrafes y una conclusioacuten que recapitula los datos estudiados
y nos prepara para el siguiente capiacutetulo Finalmente las conclusiones sentildealan
algunas de las aportaciones maacutes valiosas de Ireneo que hemos ido desarrollando y
sugieren algunas consecuencias derivadas para una posible laquoTeologiacutea del
crecimientoraquo antropologiacutea cristologiacutea y pneumatologiacutea
Los textos estudiados han sido los cinco libros de Adversus Haereses (citado
como AH) en las traducciones de A Orbe2 C I Gonzaacutelez3 y A Rousseau4 Tambieacuten
1 Destaca en este campo A ORBE Antropologiacutea de San Ireneo (Madrid 1997) Puede verse una
extensa relacioacuten de estudios sobre Ireneo en la edicioacuten de E ROMERO POSE Demostracioacuten de la predicacioacuten apostoacutelica FuP 2 (Madrid 1992)
2 A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I-IV (Madrid 1985-1996)
INTRODUCCIOacuteN
4 | Humana augens
la Demostracioacuten de la Predicacioacuten Apostoacutelica o Epideixis (citado como Ep) en la
edicioacuten de E Romero Pose5 contrastando con la edicioacuten criacutetica de Rousseau
cuando lo hemos considerado oportuno6 Especial relevancia tendraacuten los libros III
IV y V de AH por la temaacutetica tratada Si en los libros III y IV de AH Ireneo quiere
confirmar con la Escritura la doctrina apostoacutelica que refuta las teoriacuteas hereacuteticas
presentadas en los libros anteriores (I-II) el libro V se centra en la defensa de la
Salus carnis tanto en el frente hereacutetico como dentro de la propia Iglesia7 Conviene
tener en cuenta que Ep es posterior a AH y por tanto para algunos supone una
doctrina maacutes perfilada y consolidada Sin embargo no es menos cierto que en AH
se tratan con mayor detenimiento y extensioacuten algunos temas por la finalidad
apologeacutetica del escrito y por tanto nos ofrece detalles y apreciaciones de las que
puede carecer Ep
Iremos intercalando a medida que se expone la doctrina ireneana los rasgos
de las doctrinas gnoacutesticas maacutes ligados a nuestro tema pues como afirmaba San
Ireneo laquoel que quiera convertirlos ha de conocer sus doctrinas o argumentosraquo8 y
desde luego nos ayudaraacute a entender mejor la aportacioacuten especiacutefica de nuestro
autor La doctrina de Valentiacuten la expone y rebate Ireneo en AH I-II presentada
como laquorecapitulacioacuten de todos los herejesraquo9 aunque en diversos momentos trate
tambieacuten de clarificar otros errores como es el caso de los marcionitas y los
ebionitas
3 IRENEO DE LION SAN Contra los herejes Exposicioacuten y refutacioacuten de la falsa gnosis ed preparada
por CI Gonzaacutelez (Meacutexico 2000) Accesible en Biblioteca Electroacutenica Cristiana [httpmultimediosorgdocsd001092]
4 IRENEE DE LYON Contre les Heacutereacutesies Livre I-V ed critique par A Rousseau SCh 1001-2 152-153 210-211 263-264 293-294 (Pariacutes 1965-1982)
5 IRENEO DE LYON SAN Demostracioacuten de la predicacioacuten apostoacutelica edicioacuten preparada por E Romero Pose (Madrid 1992)
6 IRENEE DE LYON Saint Deacutemonstration de la Preacutedication Apostolique ed par A Rousseauu SCh 406 (Pariacutes 1995)
7 Ciertamente desde los inicios la opcioacuten por la Salus animae o Salus carnis ha sido un distintivo en la manera de entender el misterio de la fe y la teologiacutea da lugar a diversas posturas incluso exegeacuteticas No en vano la exeacutegesis propia de aquellos que presentan una antropologiacutea que identifica ser humano y alma es la alegoriacutea (con Clemente y Oriacutegenes como representantes maacutes claros) de corte platonizante relegando a un segundo lugar lo histoacuterico lo literal
8 AH IV pr 2 9 Ibid
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 5
No hemos querido hacer un estudio analiacutetico ni criacutetico de los escritos de
Ireneo Maacutes bien hemos preferido leerle con una mirada maacutes comprehensiva
dejando que sus intuiciones y convicciones de fondo afloraran en los diversos
textos y se mostraran en sus relaciones implicaciones mutuas Tampoco
pretendemos presentar todo el sistema teoloacutegico de Ireneo pero siacute hemos
intentado respetar su forma de argumentar y de escribir como en espiral
avanzando siempre con pequentildeos o grandes matices pero recogiendo en cada tema
todos los demaacutes Esto a veces puede provocar repeticiones en nuestro discurso
pero a la vez creo que permite mejor caer en la cuenta de la enorme unidad de esta
teologiacutea y la riqueza de matices de un mismo texto o tema seguacuten desde doacutende se
mire y a doacutende se quiera llegar
2 Ireneo de Lyon el autor y su contexto
Para muchos es el primer teoacutelogo sistemaacutetico del cristianismo el maacutes
laquocatoacutelicoraquo de los escritores antiguos o el eclesiaacutestico de mayor hondura dogmaacutetica
de la antiguumledad10 Pocos datos biograacuteficos conocemos de eacutel La principal fuente es
la Historia Eclesiaacutestica de Eusebio de Cesarea que en su mayor parte se basa en la
misma obra de Ireneo Disciacutepulo de San Policarpo nacido entre el 130 y 140 en
Asia Menor en contacto por tanto con la transmisioacuten apostoacutelica primera No
sabemos por queacute deja Asia y se establece en Lyon pero en el 177 siendo presbiacutetero
de esa Iglesia recibe el encargo de llevar al obispo de Roma una copia de la carta
de los maacutertires de Lyon por asuntos relacionados con el montanismo A su vuelta
fue obispo de esta ciudad tras la muerte martirial de Fotino Tambieacuten sabemos de
su intervencioacuten frente al papa Viacutector (189-198) a favor de los obispos de Asia
Menor en la controversia sobre la fecha para celebrar la Pascua intentando mediar
entre ambos haciendo honor a su nombre de laquopacificadorraquo [εἰρηνοποιόσ] Una
tradicioacuten maacutes tardiacutea le recuerda como maacutertir pero ninguacuten dato cierto tenemos
10 Por ejemplo A ORBE Introduccioacuten a la teologiacutea de los siglos II y III (Salamanca 1988) 1-8 J I
GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios (Barcelona 1969) 3-9 G AULEN Christus Victor An historical Study of the three Main Types of the Idea of Atonement (Oregon 2003) 16-35 J QUASTEN Patrologiacutea I (Madrid 1961) 276283
INTRODUCCIOacuteN
6 | Humana augens
sobre este hecho11 excepto el testimonio de Gregorio de Tours en su Historia
Francorum 12712
Sin duda haber vivido desde nintildeo en contacto con los sucesores de los
apoacutestoles entrantildea en eacutel un marcado gusto por la Escritura y la fidelidad a la
Tradicioacuten apostoacutelica que se deja ver en su teologiacutea y modo de pensar13 Por otro
lado no podemos obviar que vive y escribe su obra en el periacuteodo maacutes floreciente
de la teologiacutea gnoacutestica y es en oposicioacuten a esta corriente como van tomando cuerpo
la mayoriacutea de las teologiacuteas eclesiaacutesticas primeras En eacutel coincide la grandeza como
teoacutelogo y como catequista14 quizaacute porque auacutena el esfuerzo intelectual con la
vivencia de fe y no tiene miedo en ser creativo o innovador cuando a la vez quiere
cuidar y fortalecer la Tradicioacuten recibida Para eacutel la Sagrada Escritura es parte del
tesoro de la Iglesia y asiacute Ireneo fue uno de los primeros en fijar el canon
fundamentaacutendolo teoloacutegicamente Su teologiacutea se nutre especialmente de Pablo y
de Juan o dicho de otro modo creo que acertadamente laquoIreneo lee a Pablo con los
ojos de Juanraquo15
Los especialistas en este autor declaran abiertamente la dificultad para tener
una visioacuten clara e inequiacutevoca de algunos puntos ya que el texto original griego
apenas se conserva la versioacuten latina no siempre es clara por literal que sea y han
ido apareciendo distintos estudios sobre textos armenios y coptos16 Nosotros no
entraremos en estas disquisiciones
En todo caso podremos afirmar con fundamento soacutelido mdashel que nos da la
hondura de la teologiacutea ireneanamdash la estrecha unioacuten entre su antropologiacutea y
11 Cf A ORBE Ireneo A DI BERARDINO Diccionario patriacutestico y de la Antiguumledad cristiana (=DPAC)
I (Salamanca 1991) 1098-1105 C MORESCHINI-E NORELI Patrologiacutea Manual de literatura cristiana antigua griega y latina (Salamanca 2009) 117-121 J J AYAacuteN Ireneo de Lyon A DI BERARDINOndashG FEDALTOndashM SIMONETTI Literatura Patriacutestica (Madrid 2010) 928-935
12 Cf J QUASTEN Patrologiacutea I 277 13 Cf Ep 98 14 R CASADO GARCIacuteA laquoSan Ireneo testigo de la fe de la Iglesiaraquo Teologiacutea y catequesis 81 (2002)
107-123 Aquiacute 123 15 E DASSMANN laquoSan Pablo en la primera teologiacutea cristiana hasta Ireneoraquo Anuario de Historia de
la Iglesia 18 (2009) 239-257 aquiacute 254 16 Cf A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I (Madrid-Toledo 1985) 3-9 F SOTO-HAY laquoAlgunas notas
para la lectura de San Ireneo de Lyonraquo Anaacutemnesis 15 (2005) 5-25
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 7
cristologiacutea por siacute mismas por definicioacuten por principio17 Podriacuteamos calificar la
antropologiacutea de Ireneo como laquoantropologiacutea teologalraquo o incluso como
laquoantropologiacutea cristoloacutegicaraquo pues para eacutel no es posible hablar del hombre sin
pensarlo en relacioacuten dinaacutemica con Dios ni presentar al hombre verdadero
perfecto consumado sin contemplar a Cristo De manera que aquello que podamos
afirmar del ser humano tendremos que poder afirmarlo tambieacuten de la humanidad
de Cristo y viceversa pues no solo fuimos creados a imagen del Verbo sino que
estamos llamados a llegar a ser perfectos en su Carne gloriosa La humanidad de
Cristo por ser verdadera humanidad tambieacuten tendraacute que hacer este proceso
creciendo pues no existe otra humanidad que la que Dios creoacute para llegar a Eacutel
3 Planteamiento del tema
31 iquestDE QUEacute HUMANIDAD HABLAMOS
No son pocos los teoacutelogos y miacutesticos que han sentildealado la centralidad de la
humanidad de Cristo para nuestra salvacioacuten18 Seguacuten eacutepocas y sensibilidades unas
veces se insiste maacutes en su divinidad para no caer en adopcionismos e
ideologizaciones del misterio y otras se recalca la necesidad de atender su
humanidad huyendo de espiritualismos docetas En ambos casos creo que
descuidamos a menudo no perdernos en monofisismos de uno u otro lado pues
pareciera que el ser humano encuentra la mayor de las dificultades en afirmar con
17 Cf M SCIATELLA laquoAntropologia e cristologia in S Ireneo di Lione Adversus Haereses V 1-2
analisi strutturale teologica e scrituristica del testoraquo Divinitas 33 (1989) 269-285 18 laquoNo seacute yo bien por queacute dicen ldquoiluminativardquo entiendo que de los que van aprovechando Y
avisan mucho que aparten de siacute toda imaginacioacuten corpoacuterea y que se lleguen a contemplar en la divinidad porque dicen que aunque sea la Humanidad de Cristo a los que llegan ya tan adelante que embaraza u impide a la maacutes perfecta contemplacioacuten [] Porque les parece que como esta obra toda es espiacuteritu que cualquier cosa corpoacuterea la puede estorbar u impedir y que considerarse en cuadrada manera y que estaacute Dios de todas partes y verse engolfado en El es lo que han de procurar Esto bien me parece a miacute algunas veces maacutes apartarse del todo de Cristo y que entre en cuenta este divino Cuerpo con nuestras miserias ni con todo lo criado no lo puedo sufrir [] Y veo yo claro mdashy he visto despueacutesmdash que para contentar a Dios y que nos haga grandes mercedes quiere sea por manos de esta Humanidad sacratiacutesima en quien dijo Su Majestad se deleita Muy muy muchas veces lo he visto por espiriencia Haacutemelo dicho el Sentildeor He visto claro que por esta puerta hemos de entrar si queremos nos muestre la soberana majestad grandes secretos Ansiacute que vuestra merced sentildeor no quiera otro camino aunque esteacute en la cumbre de contemplacioacuten por aquiacute va siguroraquo (SANTA TERESA DE JESUacuteS Libro de la Vida 2216-7 en Obras completas [Madrid 92006] 120122)
INTRODUCCIOacuteN
8 | Humana augens
la misma consistencia los dos laquopolosraquo de toda paradoja Y ciertamente la
encarnacioacuten del Hijo de Dios lo es Lo que maacutes nos cuesta creo yo es creer adorar
y abandonarnos a Cristo como verdadero Dios y verdadero hombre de tal modo
que tanto su divinidad como su humanidad sean relevantes y significativas para
nosotros para la salvacioacuten19
Esta dificultad para convivir con lo que se nos presenta como aparentemente
contradictorio y paradoacutejico mdashhombre y Dios carne y Espiacuteritumdash no soacutelo es un reto
que se deja ver en las diversas cristologiacuteas sino que tambieacuten se proyecta en la
antropologiacutea la protologiacutea y la relacioacuten teologal y escatoloacutegica del hombre con
Dios Desde aquiacute arranca una primera preocupacioacuten claramente soterioloacutegica
coacutemo entender la humanidad y la divinidad coacutemo mirar al aacutenthropos y a Dios de
manera que en siacute mismos se produzca la posibilidad del encuentro de la relacioacuten
de la comunioacuten por encima de la paradoja No basta con hacer nuestra la fe de la
Iglesia y creer en la verdadera humanidad y verdadera divinidad de Cristo
Necesitamos articular ambas realidades o mejor auacuten profundizar en cada una de
ellas de modo que por siacute mismas se despliegue esa laquonaturalraquo comunioacuten
Hablariacuteamos entonces de una salvacioacuten primera previa a todo pecado que es
la pura decisioacuten divina de acercarse a nosotros y hacernos Caro capax Dei Es decir
la salvacioacuten maacutes honda no viene desde fuera como una especie de ortopedia ajena
que repare nuestra incapacidad No Ni siquiera es soacutelo ese remedio medicinal y
saludable que se nos aplica y laquopor sus meacuteritosraquo nos sana Tampoco Es la gracia de
Dios que nos capacita internamente desde dentro daacutendonos una capacidad
ontoloacutegica creatural para llegar a ser maacutes de lo que somos Como si Dios mismo
nos dijera laquotuacute eres capaz de miacute destinado a participar de mi vidaraquo20 Una salvacioacuten
que sin negar la redencioacuten no se reduce a ella
El mal y el pecado son realidades que nadie discute pero iquestpuede instrumentalizarse de esta manera el mal y servirse casi de eacutel para justificar la necesidad de una salvacioacuten en el camino hacia Dios [] La idea de salvacioacuten expresa esencialmente y en primer lugar antes de que se hable de pecado o de falta la nocioacuten de cumplimiento [] El laquotelosraquo el teacutermino y el final de nuestro ser es la vida (cf Rm 622) estamos llamados a esa vida como a nuestro destino (1 Cor 18 1524 Hb 611) la salvacioacuten es laquotelos tegraves pisteocircsraquo
19 Cf K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo Escritos de Teologiacutea I (Madrid 31967) 167-
221 aquiacute 211 20 A GESCHEacute El mal Dios para pensar I (Salamanca 1995) 288
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 9
teacutermino y destino de la fe (cf 1 Pe 19) que hay que llevar hasta su plenitud (cf Ap 226) para cumplir el designio para el que uno ha sido creado21
Y todo cumplimiento (teacutelos) implica progreso crecimiento perfeccionamiento
Soacutelo Dios salva pero no lo hace sin la voluntad libre de la persona que asiente a
esta gracia salviacutefica y colabora con ella (la synergeia de Oriente22) asistido por la
misma gracia para hacer suyo este proceso Por tanto hablar de salvacioacuten en estos
teacuterminos es hablar de un Otro que tiene una palabra en miacute y conmigo y que lejos
de crear contraposicioacuten o rivalidad me hace ser maacutes de lo que soy aquello para lo
que he sido creada Esta salvacioacuten la vemos realizada plenamente en Cristo en Eacutel
su humanidad fue creciendo hasta la plenitud y de su plenitud nosotros recibimos
gracia tras gracia23 Es decir por Eacutel con Eacutel y en eacutel podemos crecer tambieacuten para
adentrarnos en nuestra propia salvacioacuten Y esto auacuten cuando no lo sepamos o no lo
hayamos descubierto conscientemente pues forma parte de nosotros y nuestra
humanidad forma parte de Eacutel para siempre24 Por eso me parece muy sugerente y
bella la metaacutefora que ofrece Gescheacute
En nosotros se encuentra una dimensioacuten oculta que me gustariacutea llamar un laquomapa del cieloraquo como el que se dice que tienen las aves migratorias que trazan en el cielo su camino [hellip] Si esto es asiacute no cabe duda de que es importante que volvamos a aprender a descifrar este mapa o esta frase como si se tratara quizaacutes de nuestro maacutes profundo secreto Y que aunque sin saberlo nos comunica la vida encerrado dentro de nuestro corazoacuten como si fuera la lamparilla treacutemula pero indudable del santuario Lamparilla vacilante [hellip] que tenemos que amparar y proteger con nuestras manos ya que ha sido colocada en nosotros por Aquel que ha hecho de nosotros una maravilla casi insospechada a nuestros propios ojos pero a quien tenemos el derecho de creer y el deber de amar [hellip] Para descifrar este mapa del cielo que hay en nosotros mismos deberiacuteamos acordarnos seguramente de que todos en la medida en que somos mdasheacutese es el mapa sagrado que nos definemdash estamos hechos a imagen y semejanza de Dios25
Desde esta conviccioacuten estudiamos la teologiacutea de Ireneo O concretando un
poco maacutes estudiamos su antropologiacutea para conocer quieacutenes somos y desde ahiacute
saber coacutemo es la carne de Cristo Siendo Hombre Perfecto26 era tambieacuten Dios pero
21 ID El destino Dios para pensar III (Salamanca 2001) 31-32
22 laquoEl Espiacuteritu Santo actuando en nosotros lleva a cabo con nosotros nuestra salvacioacuten [] El hombre lleva a cabo la obra de su salvacioacuten siendo asistido por la graciaraquo MONSENtildeOR TEOacuteFANES Cartas sobre la vida cit por V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente (Barcelona 22009) 148 Ver tambieacuten sobre este tema 72-73 146-148
23 Cf Jn 116
24 Cf BENEDICTO XVI Exhortacioacuten apostoacutelica Verbum Domini (2010) 90
25 A GESCHEacute El destino 57-58
26 Cf GS 22 45
INTRODUCCIOacuteN
10 | Humana augens
laquosiendo Hijo aprendioacute a serloraquo27 es decir lo fue siendo en la medida que fue
viviendo como tal haciendo de su voluntad humana una sola cosa con la del Padre
Justamente estariacutea ahiacute el Misterio y nuestra participacioacuten en eacutel vivir de tal manera
que esta unidad mdashperijoreacuteticamdash humano divina llegue a darse sin conflicto ni
mezcla alguna sin fusioacuten ni imposicioacuten de una sobre otra Estamos llamados a
recorrer el camino que recorrioacute Cristo lo abrioacute para nosotros y abrieacutendolo nos lo
posibilitoacute laquodeificarraquo nuestra naturaleza humana en totalidad hacer de nuestra
voluntad humana una obediencia amorosa28 a la voluntad de Dios
Parafraseando a Ireneo esto es posible por la accioacuten del Espiacuteritu en la carne
en un mutuo acostumbramiento En la persona de Cristo se nos muestra hasta
doacutende puede llegar la humanidad que de hecho es limitada y capaz de pecado mdashla
que el Verbo asumioacute y no otramdash cuando se une con la voluntad divina Aquiacute reside
el mayor de los misterios que Dios mdashperfectomdash se hiciera hombre mdashperfectomdash a
fuerza de asumir nuestras imperfecciones de la mano del Padre para llevarnos
hasta Eacutel29 laquoera preciso que el hombre fuera santificado por la humanidad de
Diosraquo30
Por supuesto no seraacute indiferente coacutemo entendamos el misterio de la
Encarnacioacuten para hablar del sentido salvador del crecimiento en la humanidad de
Cristo Recordemos brevemente
- Arrio (s IV) se pregunta si la encarnacioacuten del Logos fue soacutelo en cuerpo
humano o tambieacuten con alma humana Y de ser verdadero hombre iquestpodriacutea
salvarnos alguien que no sea Dios Su solucioacuten es que Dios otorga la
divinidad a Cristo tras la resurreccioacuten laquoper gratiamraquo es decir como premio
a su progreso moral a su obedienciahellip De ahiacute que Nicea condenara a quien
afirmara que en el Hijo de Dios se da cambio o alteracioacuten iquestY crecimiento
27 Hb 59
28 Lo que K RAHNER llamoacute laquopotentia oboedientialisraquo por ejemplo en laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV (Madrid 1964) 139-157 aquiacute 145
29 Cf 2 Cor 89
30 GREGORIO NACIANCENO In sanctum Pascha Or XLV 22 PG 36 col 653AB
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 11
El problema en Arrio era plantearlo como un progreso moral (la προκοπή
de raiacutez estoica31) que conlleva un cambio ontoloacutegico en Eacutel Esa es la herejiacutea
- San Atanasio (s IV) responderaacute subrayando la unidad del sujeto
cristoloacutegico ungiendo la divinidad de Cristo a su propia humanidad pero
sin entrar auacuten en el tema del alma humana El problema vendraacute cuando
Apolinar en la misma liacutenea afirme que esa divinidad que unge es el alma
de Cristo Por tanto la humanidad de Cristo es pura carne cuerpo y psycheacute
sin alma mdashpneuma noucircsmdash humana32 Su humanidad es instrumento de
salvacioacuten pero dirigido por el Logos divino quedando fuera cualquier
dimensioacuten salviacutefica de su humanidad en cuanto tal Su doctrina fue
sancionada repetidas veces
- Teodoro de Mopsuestia (s V) habla del hombre asumido (laquohomo
assumptusraquo) que vence al pecado y la muerte pero soacutelo con la gracia de
Dios Evidentemente es contrario a Apolinar porque entiende que la
libertad humana de Cristo es clave tambieacuten soterioloacutegicamente Su
obediencia libre tras la exaltacioacuten entra en la gloria de Dios y nos abre el
camino a nosotros Esta escuela antioquena mantiene la unidad pero de un
modo algo extrinsecista ya que tiende a subrayar la humanidad de Cristo
en proceso con el peligro de dejar maacutes en penumbra su preexistencia
como si Jesuacutes hubiera ido recibiendo la dignidad divina poco a poco
- Calcedonia (451) quiere resolver el tema de la unidad hablando de una
hipoacutestasis divina (ὑπόςταςισ en cuanto identidad personal) en dos
naturalezas perfectas Cristo no es solo de la misma sustancia que el Padre
sino tambieacuten consustancial a nosotros la Humanidad pues solo asiacute somos
salvados El modo en que podamos entender esta foacutermula creo que es
primordial para nuestro tema aunque loacutegicamente ni los teacuterminos ni la
problemaacutetica aparecen tal cual en Ireneo
31 Cf J L RUIZ DE LA PENtildeA Imagen de Dios Antropologiacutea teoloacutegica fundamental (Santander 1996)
237 32
Cf B SESBOUumlEacutendashJ WOLINSKI Historia de los dogmas I El Dios de la salvacioacuten (Salamanca 2004) 282-
283
INTRODUCCIOacuteN
12 | Humana augens
No es casual la eleccioacuten de San Ireneo pues siendo un autor del siglo II
anticipa creo yo estas cuestiones de un modo profundo y actual tal como espero
se vea confirmado a lo largo de estas paacuteginas
32 iquestDE QUEacute CRECIMIENTO HABLAMOS
Para terminar puede ser conveniente decir unas palabras sobre el crecimiento
tal como lo vamos a entender aquiacute No se trata del crecimiento ilustrado o
moderno el desarrollo ilimitado de nuestras sociedades donde el criterio de
crecimiento siempre estaacute en uno mismo o en comparacioacuten con los demaacutes
cuantitativa y funcionalmente
Biacuteblicamente33 el crecimiento humano tiene su medida en Cristo34 y por
supuesto tiene liacutemites los que nos marca la propia realidad nuestra carne la
carne del mundo En Geacutenesis 128 el primer mandato o imperativo que Dios dirige
al ser humano es laquofructificad y aumentadraquo (WbplusmnrgtW WriumlP) San Jeroacutenimo en la
Vulgata mantuvo el verbo griego de la Septuaginta laquoαὐξάνεςϑεraquo crecer y tradujo
laquocrescite et multiplicaminiraquo Y asiacute la tradicioacuten judiacutea entendioacute este mandato en clave
bioloacutegica convirtieacutendolo en un precepto o laquomistvaacuteraquo Despueacutes la teologiacutea cristiana
lo ha asociado frecuentemente al matrimonio y la procreacioacuten Pero iquestno tendriacutea
sentido entenderlo como un deseo de Dios dirigido a cada ser humano en siacute
mismo Curiosamente en los evangelios de la infancia la primera buena noticia
que se nos dice de Jesuacutes tras su nacimiento es que creciacutea35 Dato que se repite al
hablar de Juan Bautista el maacutes grande entre los nacidos de mujer36 Y el mismo
Lucas en los Hechos de los Apoacutestoles repite este verbo para expresar el
crecimiento de la Iglesia a medida que aumentaba el nuacutemero de disciacutepulos y
33 Para esta breve presentacioacuten cf M T PORCILE Crecer un deseo de Dios (Meacutexico 1995) 34 Cf Ef 413
35 Lc 240 (Τὸ δὲ παιδίον εὔξανεν καὶ ἐκραταιοῦτο πληρούμενον ςοφία καὶ χάρισ Θεοῦ ἦν ἐπrsquo αὐτό) y 252 (καὶ Ἰηςοῦσ προέκοπτεν ςοφίᾳ καὶ χάριτι παρὰ Θεῴ καὶ ἀνϑρώποισ) En 240 aparece el mismo verbo de Gn mientras que en 252 se opta por laquoproekoptenraquo con un sentido de progreso de abrirse camino hacia delante
36 Cf Lc 180 Es el mismo verbo que en 240 (εὔξανεν) pero en Jesuacutes se antildeadiacutea la plenitud de la sabiduriacutea y la gracia de Dios con Eacutel
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 13
laquocreciacutearaquo la Palabra de Dios37 En la predicacioacuten de Jesuacutes las llamadas laquoparaacutebolas
del crecimientoraquo38 son centrales para hablar del Reino y otras como la de los
talentos se insertan en el discurso escatoloacutegico de Mateo sentildealando que laquoen los
uacuteltimos tiemposraquo Dios espera de nosotros algo maacutes que permanecer nos espera
crecidos aumentados fecundos Tambieacuten Pablo invita al cristiano a crecer en la fe
en el conocimiento y en el amor39 sabiendo que es Dios quien da el crecimiento
siempre don suyo y de un modo especial es don del Espiacuteritu Santo40
Por tanto hablamos de un crecimiento inherente a todo ser humano inscrito
en la humanidad misma desde su Creacioacuten que implica relacioacuten con Dios Es el
crecimiento al que todo ser humano estaacute llamado y para el que ha sido creado pues
encuentra su meta en Dios41 que a su vez es tambieacuten el horizonte gozoso que le
atrae pues es Dios mismo quien laquoproduce en las criaturas el amor que las hace
tender hacia Eacutel Eacutel las atrae ldquoqueriendo que se le quiera y amando que se le amerdquo
(san Maacuteximo)raquo42
Por eso la vida espiritual puede definirse como laquoel crecimiento de la persona
humana en la graciaraquo43 algo que no se daraacute si el ser humano no lo elige viviendo
libre y conscientemente hacia Dios44 Es un crecimiento unido al
perfeccionamiento que la tradicioacuten eclesial ha identificado con el cumplimiento de
la voluntad divina en total disponibilidad u obediencia45 No es casual Esta
llamada al crecimiento como perfeccioacuten aparece soacutelo dos veces en el evangelio46 y
nunca como perfeccioacuten divina sino como movimiento de plenitud acabamiento La
37 Cf Hch 247 44 617 931 1224 1920
38 Cf Mt 13 y Mc 4 H SCHUumlRMANN afirma que son laquoparaacutebolas autobiograacuteficasraquo que Jesuacutes saca de su propia experiencia cf El destino de Jesuacutes su vida y su muerte Esbozos cristoloacutegicos recopilados y presentados por Klaus Scholtissek (Salamanca 2003) 107
39 Cf 2 Cor 1015 Col 110 Fil 19 1 Ts 312-13
40 1 Cor 36-9
41 laquoiquestQueacute arco habraacute arrojado esta saeta que soy iquestQueacute cumbre puede ser la metaraquo (JL BORGES La rosa profunda [1975])
42 V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 73
43 Ibid 161
44 Cf Ibid 149 160
45 Cf S G ARZUBIALDE Theologia Spiritualis El camino espiritual del seguimiento a Jesuacutes I (Madrid 1989) 66-79
46 Mt 548 1921
INTRODUCCIOacuteN
14 | Humana augens
carta a los Hebreos lo ha convertido en clave de su mensaje47 y designa con eacutel a la
vez el destino del hombre en cuanto es participacioacuten del destino de Cristo48
Y es que iquestcoacutemo plantear la significatividad salviacutefica de esta humanidad de
Cristo si la entendemos en total pasividad frente a la divinidad iquestdoacutende quedariacutea
su libertad su eleccioacuten El camino de Cristo es el camino vocacional de todo ser
humano49 Por eso no soacutelo tiene un significado salviacutefico la humanidad de Cristo
sino su crecimiento en la carne asumida glorificada tras la Resurreccioacuten y
Ascensioacuten de Cristo en el seno de la Trinidad que tambieacuten seraacute la nuestra
Tanto cristoloacutegica como antropoloacutegicamente podemos caer en el peligro de
confundir este crecimiento con una especie de redondeamiento del yo como una
obra que yo firmo de miacute misma para ser mejor No se trata de eso Maacutes bien surge
del deseo de responder a quien amas y no de buscar tu mejor laquoyoraquo Por eso no es
un crecimiento laquomoralraquo que el Padre premia con la divinidad como planteaba
Arrio No hay duda de que el ser humano crece en la relacioacuten de amistad con Dios
Lo contrario seriacutea un contrasentido tanto por nuestra parte (si no somos siempre
los mismos no crecer es retroceder50) como por parte de Dios (iquestcoacutemo es posible
que una intimidad cada vez mayor con Eacutel no influya decisivamente en nuestra
plenitud humana) Es maacutes siempre que se deacute en nosotros un verdadero
crecimiento se tendriacutea que dar tambieacuten un ensanchamiento de nuestra libertad
una maduracioacuten de nuestro ser completo Unas veces se nos daraacute a vivir
luminosamente palpablemente Otras veces en la oscuridad de la noche en la cruz
de los propios liacutemites o el aparente fracaso No depende de eso el crecimiento del
que hablamos como tampoco dependioacute el crecimiento de Cristo de sus momentos
de mayor gloria o reconocimiento social
Veremos tambieacuten coacutemo la libertad es esencial en la teologiacutea de Ireneo para
poder afirmar la fe y el crecimiento de lo humano en Dios laquoLa verdadera presencia
de Dios en nuestra libertad consiste en ponernos de largo haciendo que seamos
47 Cf Hb 210 59 514 61 7111928 10114 12223
48 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS La Humanidad Nueva Ensayo de Cristologiacutea (Santander 81994) 55-105
49 Cf GS 22 45
50 Este caraacutecter evolutivo y dinaacutemico de la perfeccioacuten o el crecimiento es considerado por la Tradicioacuten como un signo de salud espiritual (cf S ARZUBIALDE Theologia Spiritualis 74)
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 15
mayoresraquo51 iquestAcaso no nos sentimos maacutes libres con aquellas personas que maacutes
queremos y nos quieren y cuya presencia maacutes peso tiene en nuestra vida iquestAcaso
no sentimos con estas mismas personas que su sola cercaniacutea nos ensancha el
horizonte y casi nos acrecienta por encima de nuestra propia talla iquestY no es
justamente con estas personas con quienes sentimos mayor responsabilidad de
las opciones que vamos haciendo Son presencias que de alguacuten modo
fundamentan mi libertad y mi recorrido vital pero a la vez no se confunden
conmigo ni se tornan imprescindibles para dar un paso iexclCuaacutento maacutes no ocurriraacute
esto entre el ser humano y Dios
La accioacuten que el Espiacuteritu Santo de Dios fue haciendo en la humanidad histoacuterica
de Cristo y tras la Resurreccioacuten glorificaacutendola la seguiraacute llevando a teacutermino
tambieacuten en nuestra humanidad Si nosotros queremos Sin libertad y decisioacuten
humana Dios no fuerza Es posible creer que haremos este camino de libre
obediencia porque la humanidad de Cristo verdadera humanidad como la nuestra
lo ha hecho primero Soacutelo este ser humano libre puede estar llamado a la Salus
carnis en un proceso de crecimiento continuo libre y obediente al dinamismo que
el Espiacuteritu Santo va imprimiendo en su carne hasta la comunioacuten con Dios
51 A GESCHEacute El sentido 40
INTRODUCCIOacuteN
16 | Humana augens
Capiacutetulo I
EL SER HUMANO PLASMA DEI
ARTE EN LAS MANOS DE DIOS
Opera autem Dei plasmatio est hominis
(AH V 152)
Introduccioacuten
1 Un solo Dios una sola Creacioacuten un solo hombre
2 Plasmados por Sus Manos y hechos para la comunioacuten con Eacutel
3 Predileccioacuten de Dios por el ser humano a imagen y semejanza suya
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO I
18 | Humana augens
Introduccioacuten
En la teologiacutea del siglo II la nocioacuten de ser humano no era monoliacutetica1 Ireneo
conoce las diversas visiones filosoacuteficas gnoacutesticas y eclesiales y toma su propia
postura Hay un punto de partida fundamental que se repite abundantemente en
sus escritos su teologiacutea unitaria2 No hay varios dioses ni distincioacuten entre un Dios
Creador y el Dios de Jesuacutes No hay varios Cristos ni separacioacuten entre el Verbo
encarnado el Salvador el Preexistente el Glorioso No hay varias creaciones ni
diversas sustancias a la base de distintas clases de seres No hay tampoco varios
tipos de hombres ni en funcioacuten de su origen ni por el dinamismo antropoloacutegico
que se les confiere de cara al fin que les espera
Por eso partiremos de esta unidad para ver despueacutes coacutemo articula Ireneo los
diversos elementos que forman el aacutenthropos verdadera obra de arte en manos de
Dios Trinidad La predileccioacuten de Dios por el ser humano se refleja en el cuidado
con que nos plasmoacute en el lugar privilegiado que nos otorga frente a lo creado y de
un modo especial en haber querido hacernos a imagen del Verbo y a semejanza
suya por la fuerza del Espiacuteritu Aquiacute radica la verdadera grandeza del ser humano y
de su Creador Y aquiacute estriba una de las mayores aportaciones de Ireneo llevamos
su imagen y semejanza en nuestro cuerpo en nuestra carne pues asiacute lo ha querido
Dios y por tanto en ella se dinamiza toda la Historia de Salvacioacuten para que
creciendo y madurando llegue un diacutea a la comunioacuten perfecta con Eacutel
Si nuestra carne juega tal papel en la obra salvadora y Cristo fue
verdaderamente hombre carne de nuestra carne iquestcoacutemo no seraacute tambieacuten crucial el
crecimiento y maduracioacuten de su Humanidad para salvarnos
1 Cf A ORBE laquoLa definicioacuten del hombre en la teologiacutea del s IIraquo Gregorianum 48 (1967) 522-576
2 Cf J VIVES laquoPecado original y progreso evolutivo del hombre en Ireneoraquo Estudios Eclesiaacutesticos 43 (1968) 561 571
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 19
1 Un solo Dios una sola Creacioacuten un solo hombre
Ireneo se mueve en un ambiente marcado por las doctrinas gnoacutesticas3 y
marcionitas con dos consecuencias centrales el desprecio de la materia y lo
creado y la consiguiente distincioacuten y duplicidad de dioses o principios divinos que
dan lugar a diversos hombres con desigual dignidad
Para rebatir tal planteamiento Ireneo se apoya en la Escritura tal como es
costumbre en eacutel Si queremos comprender queacute es el ser humano tendremos que
acudir al relato de la Creacioacuten El problema estaacute en que encontramos narrada dos
veces la creacioacuten del hombre4
Dijo Dios laquoHagamos al ser humano a nuestra imagen como semejanza nuestra y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos y en las bestias y en todas las alimantildeas terrestres y en todas las sierpes que serpean por la tierraraquo Creoacute pues Dios al ser humano a imagen suya a imagen de Dios le creoacute macho y hembra los creoacute
(Gn 126)
Entonces Yahveh Dios formoacute al hombre con polvo del suelo e insufloacute en sus narices aliento de vida y resultoacute el hombre un ser viviente
(Gn 27)
Dentro y fuera de la Iglesia diversos autores encontraron aquiacute fundamento
suficiente para apoyar una laquodobleraquo creacioacuten y dos tipos de hombres Filoacuten de
Alejandriacutea distinguiacutea entre el hombre laquohechoraquo a imagen y semejanza de Dios
(laquoποιηϑείσraquo seguacuten Gn 126) y el hombre laquomodeladoraquo o laquoplasmadoraquo por Eacutel a partir
del barro (laquoπλαςϑείσraquo seguacuten Gn 27) El primero es el hombre puro incorruptible
racional incorpoacutereo identificado con el νοῦσ es el hombre ideal paradigma de
todos los demaacutes Soacutelo eacutel puede considerarse propiamente imagen de Dios Por el
contrario el plasmado es un hombre material corruptible mortal compuesto de
cuerpo y alma maacutes cercano a lo animal que al aacutenthropos propiamente
3 Una presentacioacuten del gnosticismo y un breve resumen del sistema valentiniano en R TREVIJANO
Patrologiacutea (Madrid 1998) 6771-80 ID laquoLas cuestiones fundamentales gnoacutesticasraquo E ROMERO POSE (ed) Pleacuteroma Miscelaacutenea en homenaje al P Antonio Orbe (Santiago de Compostela 1990) 243-256 J A CABALLERO laquoEl Evangelio de Judas Gnosis san Ireneo y el canonraquo Veritas 17 (2007) 387-406 Sobre nuevas formas de gnosticismo hoy A MANARANCHE Querer y formar sacerdotes (Bilbao 1996) 19-88
4 Para todos los textos biacuteblicos seguimos la traduccioacuten de la Nueva Biblia de Jerusaleacuten (Bilbao 2009)
CAPIacuteTULO I
20 | Humana augens
Ireneo mantiene inalterable la unidad antropoloacutegica y creatural5 Solo hay un
principio el uacutenico Dios Solo una Creacioacuten Y en ella un uacutenico hombre creado
Porque es necesario que las cosas creadas tengan por principio alguna causa grande y el principio de todo es Dios [] Es pues necesario creer primeramente que hay un Dios el Padre el cual creoacute y organizoacute el conjunto de los seres e hizo existir lo que no existiacutea [] En tal conjunto se halla igualmente este mundo nuestro y en el mundo el hombre6
Para eacutel no hay ni rastro de seres intermedios emanaciones o Demiurgos que
faciliten el laquotrabajoraquo de Dios Tampoco hay diversas clases de hombre seguacuten la
sustancia de la que provengan y el fin que les sea propio como defendiacutean los
gnoacutesticos Todos jugamos con las mismas reglas porque no hay maacutes mundo que
este nuestro ni maacutes aacutenthropos que se salve o pierda eternamente desde el inicio
Un solo Dios una Uacutenica Creacioacuten una sola historia de salvacioacuten para todos Y
siempre como veremos enseguida es Dios Trinidad quien crea quien acompantildea
quien cuida quien salva7
Entre la gran pluralidad gnoacutestica8 y la unidad ireneana Oriacutegenes asumioacute la
doble creacioacuten de Filoacuten y la relacionoacute con el laquodobleraquo hombre paulino de 2Cor 416
Por un lado identifica el hombre laquohechoraquo de Gn 126 con las cualidades platoacutenicas
del noucircs y las paulinas del hombre espiritual y el hombre nuevo9 Por otro lado
estaacute el laquoplasmadoraquo de Gn 27 que es sensible corpoacutereo material unido al hombre
animal terreno y viejo10 de Pablo Por si fuera poco Oriacutegenes introduce el pecado
entre una y otra creacioacuten lo que explica bien el sentido peyorativo que la aparicioacuten
de la materia tiene en su teologiacutea Aunque la valore como instrumento para
elevarse y llegar a Dios siempre estaraacute ligada a la caiacuteda primigenia de la que hay
que liberarse11
Con el tiempo manteniendo esta liacutenea autores como san Ambrosio san Hilario
o Gregorio de Elvira identificaraacuten la creacioacuten del alma con Gn 126 y la del cuerpo
5 Para toda esta parte A ORBE Antropologiacutea de San Ireneo (Madrid 1997) 6 Ep 4 7 Cf Ep 5 8 Cf J A CABALLERO laquoEl Evangelio de Judas Gnosis san Ireneo y el canonraquo 394-401
9 Cf 1Cor 215 Ef 316 424 10 Cf Ef 422 Rm 724 11 ORIacuteGENES De Principiis II 92 Contra Celso I 32 y 33 Cit por A ORBE Antropologiacutea 26
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 21
con Gn 27 De este modo es el alma la razoacuten o entendimiento mdashhombre interior
paulinomdash quien es hecha a imagen del Logos imagen de Dios mientras que el
cuerpo mdashhombre exterior paulinomdash es formado de la tierra de la materia Es por
tanto el alma lo realmente esencial al ser humano su centro su ligazoacuten con el
Creador12 pues ella seraacute deificada y no el cuerpo
Nada maacutes lejos de la propuesta de Ireneo Lo que nos interesa a nosotros aquiacute es
constatar este fondo platoacutenico y gnoacutestico y las diversas posiciones en que cristaliza
en la teologiacutea cristiana cuando nos preguntamos por la sede de la imagen de Dios en
el hombre por lo esencialmente humano Para nuestro autor residiraacute en la totalidad
del hombre creado el uacutenico que hay que no existe maacutes que en la carne y en este
mundo el uacutenico creado No ve diferencia entre los dos textos creacionales ni
incompatibilidad entre los dos verbos hacer y plasmar Maacutes bien pareciera que se
complementan Dios hace plasmando Es decir Gn 27 responde a lo enunciado en Gn
126 son una unidad Como si el peso creador recayera en todo caso sobre la
plasmacioacuten en el cuerpo pues nada se dice del alma per se sino de esa plasis
humana imagen de Dios Coincidiraacuten con esta visioacuten Teoacutefilo Antioqueno13 y Melitoacuten
de Sardes entre otros Y ya estaba previamente en san Justino
Aquestos [enemigos de la resurreccioacuten carnal] parecen ignorar la universal empresa de Dios y la aparicioacuten y plasmacioacuten inicial del hombre [τὴν ἐξ ἀρχῆσ γένεςιν τοῦ ἀνϑρώπου καὶ πλάςιν] y por queacute se hicieron las cosas del mundo iquestNo dice acaso el oraacuteculo [Gn 126] laquoHagamos un hombre a nuestra imagen y semejanzaraquo iquestCuaacutel Alude al hombre carnal es claro Pues dice el oraacuteculo [Gn 27] laquoY tomoacute Dios de la tierra barro y plasmoacute el hombreraquo Salta pues a la vista que el hombre modelado a imagen de Dios [ὡσ κατrsquo εἰκόνα Θεοῦ πλαςςόμενοσ ὁ ἄνϑρωποσ] era carnal14
Ireneo da tambieacuten un especial relieve al contraste paulino entre hombre interior
y exterior y mucho maacutes entre el primer Adaacuten y el Segundo Ahora bien en absoluto
los identifica con los dos textos de Geacutenesis Una vez maacutes soacutelo hay un hombre soacutelo
12 Pensamiento tiacutepico de la escuela alejandrina Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza
de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo Scriptorium Victoriense 23 (1976) 275-302 Aquiacute 281 13 laquoY para mostrarnos tambieacuten la πλάςισ mdashno fuera a parecer problema insoluble entre hombres
el que habiendo Dios declarado ldquohagamos un hombrerdquo auacuten no se hubiera dado a conocer su creacioacuten [ἡ ποίηςισ ἀυτοῦ]mdash nos ensentildea la Escrituraraquo (Ad Autol II 19) Cit por A ORBE Antropologiacutea 15 nota 37
14 SAN JUSTINO De Resurrectione 7 Cit por A ORBE Antropologiacutea 14 Como es sabido la atribucioacuten a Justino de dicha obra no es considerada segura por la criacutetica Veacutease como ejemplo M SIMONETTI Justino A DI BERARDINO ndash G FEDALTO ndash M SIMONETTI Literatura Patriacutestica (Madrid 2010) 1011
CAPIacuteTULO I
22 | Humana augens
hay un origen este primer Adaacuten hecho y plasmado a imagen del Segundo Cristo
Veamos entonces en queacute consiste ese aacutenthropos verdadero para Ireneo
En diaacutelogo con los gnoacutesticos y con las distintas visiones de su eacutepoca quiere
aunar la nocioacuten filosoacutefica y la biacuteblica manejando con toda libertad diversas
concepciones antropoloacutegicas seguacuten el contexto en que habla o el intereacutes que en ese
momento tiene15 Por un lado podemos encontrar en sus escritos16 la definicioacuten
filosoacutefica predominante en ese momento17
Y como el hombre es un ser viviente [compositum animal mdash ζῷον] compuesto de alma y cuerpo asiacute es necesario y conveniente que exista en virtud de tales dos elementos [] Ambos pues se alegran de estar juntos estaacuten aliados y luchan mano a mano para llevar al hombre a la presencia de Dios18
Asiacute escribe a su amigo Marciano queriendo fortalecer su fe y exponiendo
laquobrevemente la predicacioacuten de la verdadraquo19 Sin embargo es una visioacuten del ser
humano que podriacutea llevarnos a engantildeo si no atendemos al resto de su obra
Veremos que este pasaje no representa la teologiacutea del autor pues sin ser falsa es
claramente insuficiente20 ya que omite la presencia activa de Dios en el hombre su
Espiacuteritu su economiacutea El hombre es alma y cuerpo como deciacutean los filoacutesofos pero
tal definicioacuten carece de la riqueza que aporta la Escritura Si fuera asiacute iquestcoacutemo
podriacutea alcanzar el hombre el fin que le es propio la comunioacuten con Dios iquestpor queacute
no la alcanzariacutean entonces otras criaturas que del mismo modo son seres
racionales
Fiel a la antropologiacutea tricotoacutemica de 1Tes 523 para Ireneo soacutelo se puede
hablar de hombre propiamente si hablamos de cuerpo alma y espiacuteritu21 aunque
no siempre lo exprese asiacute en funcioacuten del tema que le interesa abordar Bien es
cierto que tambieacuten los gnoacutesticos fundamentaban aquiacute su triple aacutenthropos material
15 Cf A ORBE laquoLa definicioacuten del hombre en la teologiacutea del s IIraquo 544 Muy significativo es que
ninguacuten eclesiaacutestico asumiera la foacutermula completa de la tradicioacuten filosoacutefica laquoanimal racional mortalraquo y en todo caso hablaran de laquoanimal racionalraquo
16 Cf Ep 2 AH IV pr 3 AH V 81 AH V 13 AH V 32 AH V 201 AH II 284 17 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo Gregorianum 43 (1962) 482-483 18 Ep 2 19 Ep 1 20 Cf A ORBE Antropologiacutea 17-18 21 Cf AH V 61 82 Si bien es cierto que en algunos momentos se expresa dicotoacutemicamente AH III
221 334 V 122
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 23
animal y espiritual Para los valentinianos estos tres hombres se corresponderiacutean
con las tres esencias que conllevaban un orden y una finalidad propia No todos los
seres humanos tienen las mismas posibilidades ni el mismo destino Seguacuten la
esencia se estariacutea llamado a uno u otro estado a una u otra dinaacutemica vital
El hombre material o hiacutelico (simbolizado en Caiacuten) seriacutea el hombre
irracional carnal y visible Es el polvo de Gn 27a configurado por el
Demiurgo pues seriacutea impensable que Dios Padre se laquomanchararaquo con algo
tan bajo como la carne No tendriacutean ninguna posibilidad de alcanzar la
comunioacuten con Dios
El hombre psiacutequico o racional (representado en Abel) provendriacutea de la
esencia del Demiurgo consustancial a eacutel seguacuten Gn 27b Necesita de un
hombre material para hacerse visible en este mundo pero tendraacute que
deshacerse de eacutel si quiere elevarse hasta la divinidad Tambieacuten seriacutea
perfecto dentro de su orden
El hombre pneumaacutetico o espiritual (representado en Set) seriacutea
consustancial al Verbo y por su medio al Padre Necesita de los otros dos
hombres para lograr su propia madurez pero abandonaraacute ambos en su
camino hacia Dios fin que le es propio por naturaleza
Los tres seriacutean laquohombres perfectosraquo en su orden pues su inicio y su fin estariacutea
en ellos mismos sin una posible maduracioacuten o crecimiento que les llevase maacutes allaacute
de lo que son Maacutes que perfectos podriacuteamos decir que son laquoacabadosraquo en siacute
mismos Ademaacutes en ninguno de los tres la laquocarneraquo (ςάρξ) forma parte
propiamente de su ser aacutenthropos aunque sea a comuacuten a todos y la necesiten como
instrumento en este mundo visible y corpoacutereo
Por el contrario para Ireneo el uacutenico aacutenthropos existente es carnal corpoacutereo y
sobre la plasis inicial reposa su fundamento22 Eso siacute es imperfecto inacabado
llamado a crecer maacutes allaacute de siacute mismo para alcanzar la perfeccioacuten del Espiacuteritu Por
eso crece laquomaacutes allaacute de siacuteraquo porque el ser humano de ninguacuten modo podriacutea alcanzar
el ser espiritual si Dios no le diera su Espiacuteritu
22 Cf AH IV 372
CAPIacuteTULO I
24 | Humana augens
No es que la sola carne creada sea de por siacute el hombre perfecto sino que es soacutelo el cuerpo del hombre y una parte suya Pero tampoco sola el alma es ella misma el hombre sino que es soacutelo el alma del hombre y una parte del hombre Ni el Espiacuteritu es el hombre pues se le llama Espiacuteritu y no hombre Sino que la unioacuten y mezcla de todos eacutestos es lo que hace al hombre perfecto [] Son pues perfectos quienes tuviesen en siacute de modo permanente al Espiacuteritu de Dios conservando sin mancha el cuerpo y el alma23
De Dios proviene todo y Eacutel dirige todo hasta el fin24 Mientras tanto el Verbo y
el Espiacuteritu acompantildean siempre su obra Nunca se veraacute el hombre fuera de sus
manos25
Dios seraacute glorificado en su criatura que por su bondad ha hecho semejante a eacutel y conforme a la imagen de su Hijo Pues el hombre y no soacutelo una parte del hombre se hace semejante a Dios por medio de las manos de Dios esto es por el Hijo y el Espiacuteritu26
Otras definiciones de hombre que podemos encontrar en Ireneo son las que
corresponden a la teologiacutea paulina Habla del hombre terreno27 como laquohombre
animalraquo fiacutesico tal como se describe en Gn 27 Es plasma y soplo de vida llamado a
crecer hasta el laquohombre espiritualraquo o laquosegundo Adaacuten hecho Espiacuteritu vivificanteraquo28
paradigma del hombre ideal Entre ambos tal como se describe en Gn 126 estaacute el
hombre hecho a imagen y semejanza de Dios en un dinamismo continuo que
apunta ya a su destino al Verbo Soacutelo despueacutes tras la resurreccioacuten de la carne
viviraacute el hombre perfecto en virtud de la carne gloriosa de Cristo y de su Espiacuteritu29
Es el hombre deificado que ya ha abandonado la historia para adentrarse en la
eternidad con Dios en su descanso
Por tanto conviene no confundir estos diversos modos de hablar del hombre
en Ireneo El hombre laquohechoraquo (Gn 126) y el laquoplasmadoraquo (Gn 27) es el mismo el
aacutenthropos carnal y corpoacutereo que ha recibido la imagen de Dios de sus propias
Manos No hay otro Todas las criaturas existentes en tanto que no son Dios
(infectus) son hechas (factae) Incluidos los aacutengeles Ahora bien para Ireneo se da
una diferencia esencial entre el ser humano y las demaacutes criaturas Eacutel ha sido creado
23 AH V 61 24 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y la creacioacuten de la materiaraquo Gregorianum 59 (1978) 71-127 25 Cf AH V 13 26 AH V 61 27 Cf AH III 223 28 AH V 122 29 Cf AH IV 202 V 133 363
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 25
con un fin uacutenico pasar de factus a infectus llegar a ser como Dios sin dejar de ser
criatura Las demaacutes criaturas no han recibido tal dinamismo ni finalidad iraacuten
madurando y creciendo seguacuten las leyes de su propia especie pero son perfectas
(acabadas) dentro de su orden Ninguna superaraacute su especie incluidos los mismos
aacutengeles tambieacuten libres como el hombre pero sin un destino que les lleve a crecer
maacutes allaacute de lo que son hasta la comunioacuten con Dios30
El hombre no es una especie maacutes Siendo laquopoco inferior a los aacutengelesraquo31 estaacute
llamado a un fin mucho mayor Si reducimos la esencia del ser humano a la mezcla
de cuerpo y alma mdashnocioacuten filosoacuteficamdash lo estamos condenando a ser una especie
maacutes y por tanto estamos malogrando el querer divino Este laquoplusraquo recibido le
viene del modelado directo e iacutentimo de las manos de Dios Dios nos hizo
plasmaacutendonos con su tacto con sus propias manos Veamos entonces en queacute
consiste esta plasmacioacuten divina
2 Plasmados por Sus Manos y hechos para la comunioacuten con Eacutel
Si volvemos al texto biacuteblico del Geacutenesis soacutelo del ser humano se dice que fue
plasmatus para ser factus Para los gnoacutesticos y en la misma tradicioacuten de Oriacutegenes
todo trabajo manual suponiacutea cierto desprecio Cuanto maacutes se aleja una labor del
intelecto puro y maacutes se acerca a la materia y lo manual maacutes despreciado No es de
extrantildear entonces el problema que suponiacutea ver a Dios modelando el barro Y no
un polvo sideral como queriacutean algunos marcionitas o de esencia hiacutelica como
deciacutean los valentinianos La Escritura habla de polvo de la tierra normal y
corriente el uacutenico que existe aunque eso siacute Dios pone tanto cuidado en su obra
que elige el maacutes puro y fino que encuentra Hubiera bastado una palabra suya32
pero quiso tocarnos que su Verbo y su Espiacuteritu se recrearan en nuestra
plasmacioacuten33
30 Cf Ep 12 31 Sal 8 32 Cf Ep 10 33 Cf AH IV pr 4
CAPIacuteTULO I
26 | Humana augens
Al hombre empero lo plasmoacute Dios [plasmavit mdashπλὰςςωmdash manibus] con sus propias manos tomando el polvo maacutes puro y fino de la tierra y mezclaacutendolo en medida justa con su virtud [ad mesuram in unum-miscens mdashςυγκεράννυμιmdash suam virtutem mdashδύναμισmdash] Dio a aquel plasma su propia fisionomiacutea de modo que el hombre auacuten en lo visible fuera imagen de Dios [quod videretur deiforme mdashϑεοειδὴσmdash esset] Porque el hombre fue puesto en la tierra plasmado a imagen de Dios Y a fin de que pudiera vivir soploacute Dios sobre su rostro un haacutelito vital de manera que tanto en el soplo como en la carne plasmada el hombre fuera semejante a Dios Fue creado por Dios libre y sentildeor de siacute [liber mdashἐλεύϑεροσmdash et suae potestatis mdashαὐτεξούςιοσmdash] destinado para ser rey de todos los seres del cosmos34
Varios puntos de intereacutes aparecen en este fragmento el contacto personal de
las manos de Dios al plasmar al hombre la mezcla inicial entre el barro y la virtus
de Dios como materia original la forma visible o fisonomiacutea que se le imprime
(imagen) el haacutelito vital insuflado posterior a la plasmacioacuten (para que pueda ser
semejante) y la libertad y sentildeoriacuteo de siacute que el ser humano recibe sobre todo lo
creado Vayamos viendo todo esto y relacionaacutendolo con otros textos de Ireneo
No aparece demiurgo alguno ni aacutengeles en quien el Creador delegue como si Eacutel
no tuviera Manos35 Con ninguna otra criatura actuoacute asiacute Dios Es Eacutel mismo en
persona quien nos crea moldeaacutendonos con lo que ello implica de contacto
personal y cuidado36
No parece que Ireneo niegue cierta modelacioacuten en el resto del universo
visible37 y de hecho otros textos de la Escritura lo confirman38 Pero soacutelo en el ser
humano imprimioacute Dios laquosu propia fisionomiacutearaquo O tomando la traduccioacuten de A
Orbe con gran belleza laquodibujoacute sobre la carne modelada su propia forma de suerte
que aun lo que es el aspecto suyo visible llevara la forma de Diosraquo39
Lo que Dios modela es ya mezcla de barro y fuerza divina Sobre esta materia
inicial laquode rudi terraraquo40 quiere actuar Dios y no sobre otra Era tierra seca mdashpues
34 Ep 11 35 Cf AH IV 201 51 192 74 36 Tambieacuten en la Carta a Clemente se recoge esta predileccioacuten laquoFinalmente con sus sacras e
intachables manos plasmoacute (Dios) al hombre caraacutecter de su propia imagen [ἄνϑρωπον ἔπλαςεν τῆσ ἑαυτοῦ εἰκονοσ χαρακτῆρα]raquo (1 Clem 334) Cit por A ORBE Antropologiacutea 14
37 Cf Ep 4 AH IV 201 38 Sal 182 laquoEl firmamento pregona la obra de sus manosraquo Job 108ss laquoTus manos me hicieron y
fabricaron iquesty me va a destruir por completo Recuerda que como arcilla me hiciste y al polvo me haraacutes volverraquo Sal 11873 laquoTus manos me crearon y plasmaronraquo
39 A ORBE Antropologiacutea 36 40 AH III 2110 Cf AH III 187 V 154 161
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 27
auacuten no habiacutea llovido41mdash necesitada de la fuerza de Dios para hacerse moldeable y
doacutecil a sus manos y a la vez adquirir unidad e integracioacuten Esta virtud o potencia
mezclada en su justa medida es el Espiacuteritu de Dios42 que actuacutea en el hombre de
forma similar a como actuoacute sobre las aguas iniciales43 Por tanto lo que Dios
plasma con sus Manos44 el Verbo y el Espiacuteritu o Sabiduriacutea es la tierra aacuterida
tomada por Dios y mezclada con su fuerza en justa medida
Pues siempre le estaacuten presentes [al Padre] el Verbo y la Sabiduriacutea el Hijo y el Espiacuteritu por medio de los cuales y en los cuales libre y espontaacuteneamente hace todas las cosas a las cuales habla diciendo laquoHagamos al hombre a nuestra imagen y semejanzaraquo [Gn 126] toma de siacute mismo la substancia de las creaturas el modelo de las cosas hechas y la forma del ornamento del mundo45
Eligioacute el barro de la tierra para dejar en nuestra carne su imagen su rastro su
laquofirmaraquo pues cuanta maacutes distancia hay entre el Creador y la obra de sus manos
maacutes se muestra su amor y grandeza Y ciertamente nada maacutes distinto de Dios
llegaraacute a ser tan semejante nada tan tosco podriacutea mostrar con mayor
transparencia su amor Si Dios hubiera buscado deslumbrarnos con el poder de sus
obras podriacutea haberlo hecho de un modo maacutes espectacular inmediato y
contundente no sujetaacutendose a la lenta maduracioacuten del barro Por eso nos
recomienda Ireneo laquocontempla la mano de tu Artiacutefice [manum artificis tui
exspecta] que hace todas las cosas en el tiempo oportuno y tambieacuten obraraacute
oportunamente en cuanto a ti respectaraquo46 Si grande es su poder al contemplar su
obra mayor es su amor al reconocer el modo y manera como ha querido crear al
hombre
No es posible conocer a Dios en su grandeza pues es imposible medir al Padre mas seguacuten su amor (pues eacuteste es el que nos conduce a Dios por el Verbo) obedecieacutendolo aprendemos constantemente cuaacuten grande es Dios y que Eacutel por siacute mismo crea elige adorna y contiene todas las cosas y entre todas eacutestas tambieacuten estaacute incluido nuestro mundo Nosotros mismos fuimos hechos junto con estas cosas que Eacutel contiene47
41 Cf AH III 2110 42 Cf Ep 11 AH IV 392 43 Cf Gn 12 44 Cf AH V 283 45 AH IV 201 46 AH IV 392 47 AH IV 201 Cf AH IV 51 192
CAPIacuteTULO I
28 | Humana augens
Conviene no perder de vista el contraste con planteamientos maacutes cercanos al
platonismo y la liacutenea alejandrina en que el alma incorpoacuterea y consustancial a Dios
ha sido puesta como centro de la salvacioacuten Por el contrario elegir la carne es optar
por lo maacutes alejado justamente a la naturaleza del alma lentificando la accioacuten
respetuosa y libre de Dios ya que pide tiempo y espacio para acostumbrarse en
esta progresiva maduracioacuten divinizadora48 Por eso toda la obra salvadora se
mueve entre este primer momento creador (plasis inicial) y el uacuteltimo (anaplasis)
en que el ser humano mdashsu carnemdash libre y gozosamente llegue a la comunioacuten
plena con Dios La carne del hombre no es un accidente ni un castigo ni siquiera
un vehiacuteculo o instrumento para remontarse de nuevo a las alturas divinas en la
medida que se deshaga de todo lo sensible Al contrario
No es novedad de Ireneo sentildealar esta especie de laquodynamisraquo [δύναμισ] divina
inserta en el ser humano Lo novedoso es doacutende reposa y crece tal capacidad Eacutel
rechaza dos posibles soluciones ni el hombre es puro animal racional como deciacutean
los estoicos (una especie maacutes) ni el hombre tiene un origen divino anterior a una
caiacuteda primordial que le lleve a levantarse de la materia y el mundo sensible para
volver a su estado primigenio como afirma la visioacuten platoacutenica
Para Ireneo la carne ha sido creada por Dios por pura voluntad suya para que
desde ella animada por el soplo vital del alma y dejaacutendose hacer por el espiacuteritu
divino vaya creciendo hasta Eacutel La salvacioacuten requiere historia tiempo proceso
porque es salvacioacuten de la carne mdashsalus carnismdash y no de espiacuteritus puros El hombre
carnal no soacutelo es el centro de la Creacioacuten sino tambieacuten el centro de la historia de
salvacioacuten49
Mostramos coacutemo todos los hechos de esta naturaleza han acaecido para la salvacioacuten del hombre porque le hacen crecer para la inmortalidad en todo aquello que cae bajo el poder de su libertad y lo preparan para que sea maacutes capaz de someterse a Dios para siempre La creacioacuten estaacute sometida a los seres humanos en efecto el hombre no fue hecho para ella sino ella para el hombre50
El poder el amor y la belleza que refleja la obra de Dios en el hombre no
termina aquiacute maacutes bien empieza y tiene por delante un largo proceso de
48 Cf AH II 334 49 Cf AH IV pr 4 50 AH V 291
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 29
crecimiento de continua modelacioacuten entre las manos divinas de progresiva
libertad y obediencia al querer de Dios hasta ser verdaderamente imagen y
semejanza suya Si al principio lo fuimos por pura voluntad de Dios al final lo
seremos porque tambieacuten nuestra voluntad asiacute lo ha querido y ha colaborado en
ello dejaacutendose con-figurar progresivamente con Cristo imagen del Padre y por la
fuerza de su Espiacuteritu
Pero si seguimos Ep 11 auacuten nos falta hablar de otro elemento
Porque el hombre fue puesto en la tierra plasmado a imagen de Dios Y a fin de que pudiera vivir soploacute Dios sobre su rostro un haacutelito vital de manera que tanto en el soplo como en la carne plasmada el hombre fuera semejante a Dios Fue creado por Dios libre y sentildeor de siacute destinado para ser rey de todos los seres del cosmos51
Para que esta plasis imagen de Dios cobre vida Dios sopla su aliento lo
laquoanimaraquo El elemento divino interno y lo terreno en la plasis estaban laquomezcladosraquo
modelados por las manos divinas pero careciacutean de comunioacuten verdadera entre
ellos Por eso el hombre no era viviente auacuten porque el hombre interior no podiacutea
auacuten vivificar al exterior Esta es la funcioacuten mediadora del alma [ψυχὴ] uniendo
ambos extremos52
Son tres los elementos de los cuales como hemos dicho consta el hombre carne alma y Espiacuteritu El tercero es el que da la forma y nos salva esto es el Espiacuteritu otro es el elemento que recibe la unioacuten y la forma es decir la carne y el tercero (el alma) media entre los dos y es el que cuando consiente a la carne cae en las pasiones terrenas Si algunos seres humanos carecen de aquello que da la salvacioacuten unidad y forma con razoacuten se les llama laquocarne y sangreraquo porque no tienen en siacute el Espiacuteritu de Dios53
Creo que este punto es de gran importancia el hombre verdadero en quien
Dios graba su imagen y pone sobre la tierra es la plasis pero eacutesta no vive sin la
comunioacuten iacutentima entre lo terreno y lo divino que le configura Sin el Espiacuteritu no
seriacuteamos maacutes que laquocarne y sangreraquo una criatura maacutes54 iquestNo podriacuteamos ver aquiacute un
paralelismo con la intimiacutesima unidad de la naturaleza humana y divina en Cristo
Queda este tema para los capiacutetulos III y IV
51 Ep 11 52 Cf AH V 122 53 AH V 91 54 Cf A ORBE laquoLa definicioacuten del hombre en la teologiacutea del s IIraquo 563
CAPIacuteTULO I
30 | Humana augens
En Ireneo el alma proviene de Dios Padre no del Verbo ni de la Sabiduriacutea y
siempre presupone la plasis modelada por Sus Manos No eran pocos los que
identificaban el alma con la sustancia misma de Dios Los gnoacutesticos la
consideraban consustancial al Demiurgo generacioacuten de Yaveacute55 pero tambieacuten
Tertuliano defensor de la total unidad en Dios cree que el alma sale de su propia
sustancia56
Para Ireneo el alma es criatura no es laquodivinaraquo aunque sea inmaterial Ninguacuten
sentido tiene tampoco pensar en el alma pura por siacute sola De ser asiacute hablariacuteamos
de aacutengeles no de hombres El alma estaacute vinculada al cuerpo en todo momento y
soacutelo en el cuerpo cobra sentido animando el elemento interior y exterior divino y
terrestre Por un lado le hace laquohombre animalraquo le da vida fiacutesica temporal57 Por
otro asimila la vida interior del espiacuteritu que en la plasis estaacute como germen todaviacutea
imperfecto pero llamado a crecer hasta la plenitud Es decir por el alma
desaparece la dualidad entre ese hombre interior y exterior entre lo espiritual y lo
material o al menos estaacute llamada y capacitada para dar la unidad necesaria58 La
carne vive por el alma para llegar a vivir en el Espiacuteritu y eacuteste seguiraacute acrecentando
la carne a traveacutes del alma Por participar de ambos extremos mdashcarne y Espiacuteritumdash
tambieacuten ella recibe el tacto creador del Verbo y el Espiacuteritu y asiacute se va configurando
y divinizando El alma tomaraacute la forma espiritual o carnal seguacuten vaya eligiendo
pues en ella estaacute la sede de la libertad y la razoacuten
Por mediacioacuten del alma el Espiacuteritu va aduentildeaacutendose de la carne y el alma se va
espiritualizando en la medida que se vincula al plasma pues por siacute misma ella no la
puede salvar ni deificar ni acercar maacutes a Dios Eso soacutelo lo hace el Espiacuteritu en
comunioacuten con el alma y la carne (laquocommixtioraquo reflejando la ςύγκραςισ estoica59)
Es significativo porque de esta manera los diversos componentes se unen
55 Cf AH I 55 56 laquoHomo [] a rationali scilicet artiacutefice non tantum factus sed etiam ex substantia ipsius animatusraquo
(TERTULIANO Adversus Praexean 5 5) Cit por A ORBE Antropologiacutea 67 57 Cf AH V 121 58 Cf AH V 13 59 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 478
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 31
manteniendo su identidad propia pero compartiendo sus cualidades sin fusioacuten ni
con-fusioacuten60
Pues el alma y el Espiacuteritu pueden ser partes del hombre pero no todo el hombre sino que el hombre perfecto es la mezcla y unioacuten del alma que recibe al Espiacuteritu del Padre y mezclada con ella la carne que ha sido creada seguacuten la imagen de Dios61 [] Pues si alguien prescindiera de la substancia de la carne esto es de la criatura y quisiera entender lo anterior como dicho soacutelo del puro espiacuteritu entonces no se podriacutea hablar de que el hombre en cuanto tal es espiritual sino soacutelo del espiacuteritu del hombre y del Espiacuteritu de Dios (1Cor 211) Mas este Espiacuteritu se une a la criatura al mezclarse con el alma y asiacute por la efusioacuten del Espiacuteritu el hombre se hace perfecto y espiritual y eacuteste es el que ha sido hecho seguacuten la imagen y semejanza de Dios (Geacuten 126) Si le faltase el Espiacuteritu al alma entonces seguiriacutea como tal siendo animado pero quedariacutea carnal en cuanto se le dejariacutea siendo imperfecto tendriacutea la imagen en cuanto criatura pero no recibiriacutea la semejanza por el Espiacuteritu62
Por tanto el alma no hace laquohombreraquo a la plasis como afirmaban gnoacutesticos y
origenianos Soacutelo le confiere vida animal y racional como principio unificador
laquoporque una cosa es el soplo de vida que hace tambieacuten animal al hombre y otra el
Espiacuteritu vivificante que le hace tambieacuten espiritualraquo63 Es cierto que en textos como
este Ireneo parece hablar del alma como laquoespiacuteritu del hombreraquo64 sin embargo no
creo que haya que contraponerlo al espiacuteritu divino o laquovirtusraquo65 o laquohumedadraquo66 que
nuestro autor entiende ya mezclado con el limo inicial para poder ser plasmado
Otra cosa es otorgar al alma el papel primordial que para Ireneo tiene por ella la
carne pasiva de por siacute se hace capaz de acoger y hacer suyo el Espiacuteritu de Dios o
mejor dicho es capaz de dejarse poseer por Eacutel
60 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa inmortalidad como deificacioacuten del hombre en San Ireneoraquo Scriptorium
Victoriense 8 (1961) 286 Por otro lado W JAEGER afirma que la krasis o synkrasis griega es un tipo de mixis que conlleva la idea de laquopenetracioacuten mutuaraquo y habiacutea que traducirla por laquofusioacutenraquo (Cristianismo primitivo y paideia griega [Meacutexico 71998] 35-39) Desde luego no es el caso de Ireneo puesto que eacutel parte de que cada elemento sigue siendo substancialmente lo que es
61 laquoἩ δὲ ψυχὴ και τὸ Πνεῦμα μέροσ τοῦ ἀνϑρώπου δύνανται εἷναι ἄνϑρωποσ δὲ οὐδαμῶσmiddot ὁ δὲ τέλειος ἄντϑρεποσ ςύγκραςισ καὶ ἔνωςίς ἐςτι ψυξῆσ τῆσ ἐπιδεξαμένησ τὸ Πνεῦμα τοῦ Πατρὸσν καὶ ςυγκραϑείςησ τῇ κατrsquo εἰκόνα Θεοῦ πεπλαςμένη ςαρκί ndash Anima autem Spiritus pars hominis ese possunt homo autem nequaquam perfectus autem homo commixtio et adunitio est animae assumentis Spiritum Patris et admixtae ei carni quae est plasmata secundum imaginem Deiraquo Sigue el texto hablando de Espiacuteritu de Dios y espiacuteritu del hombre como Πνεῦμα ndash Spiritus
62 AH V 61 Cf AH V 81 91 II 331 63 AH V 122 64 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquoraquo 289 65 Cf Ep 11 66 Cf AH IV 393
CAPIacuteTULO I
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En contra de los valentinianos67 no somos carne y alma que recibe el Espiacuteritu
al final del proceso como una especie de laquosello finalraquo No existe el hombre
propiamente y soacutelo despueacutes como un plus se le antildeade el Espiacuteritu sino que eacuteste ya
forma parte mdashimperfectamentemdash de nuestra naturaleza de nuestro barro
modelado por las manos de Dios por dentro (Sabiduriacutea) y por fuera (Verbo) iquestQueacute
sentido tendriacutea espiritualizar al espiacuteritu ya activo en nuestro barro Lo que define
al hombre es la deificacioacuten de la carne que ya desde el principio estaacute mezclada con
el espiacuteritu de Dios Dios puso en el inicio lo que nos propone como final la
comunioacuten iacutentima de lo terreno y lo espiritual lo humano y lo divino Pero no nos lo
dio acabado sino en germen en potencia para que con nuestra libertad
hicieacuteramos nuestro lo que soacutelo puede venir de Eacutel Desde esta perspectiva cobra un
sentido mayor que la salvacioacuten viniera por el Verbo encarnado comunioacuten entre
Dios y el hombre tan plena que se hace una sola persona Cristo
En todo caso encontramos textos de Ireneo que parecen contradictorios con
Ep 11 (desde el principio Dios laquomezclaraquo barro con su propio espiacuteritu y tras
plasmarlo insufla el alma) como si situara el espiacuteritu al final recibieacutendolo el
alma68 Es el caso de AH III 221 V 61 91 Sin embargo no veo base para afirmar
tal contradiccioacuten puesto que por un lado son textos que se refieren al hombre
perfecto y no al hombre inicial de Ep 11 Y por otro lado en Ireneo el alma humana
no existe jamaacutes por siacute sola independientemente de la carne que anima iquestQueacute
sentido tendriacutea otorgar el soplo vital si auacuten no hay carne y espiacuteritu que integrar y
poner en relacioacuten
Adaacuten recibioacute el espiacuteritu en su barro antes de ser modelado pero
germinalmente como infante en su pequentildeez e imperfeccioacuten justamente para que
pueda crecer y llegar a la madurez Seraacute despueacutes en virtud de Cristo y de su carne
67 Cf AH I 55-6 68 Es el caso por ejemplo de C GRANADO laquoActividad del Espiacuteritu Santo en la Historia de Salvacioacuten
seguacuten San Ireneoraquo Communio Revista Catoacutelica Internacional 15 (1982) 31-32 A ORBE oscila entre diversas afirmaciones queriendo hacerlas compatibles seguacuten el texto que comenta Cf Antropologiacutea 58-77 127-133 Otros como J QUASTEN se inclinan a creer que para Ireneo el πνεῦμα es parte esencial del hombre creado desde el principio y no soacutelo el νοῦσ (cf Patrologiacutea I [Madrid 1961] 253 nota 8)
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 33
gloriosa cuando recibamos el Espiacuteritu de un modo maacutes personal69 Puede ayudar
entonces distinguir por un lado el Espiacuteritu con mayuacutescula mdashpara entendernosmdash
o Espiacuteritu Santo personal que recibimos primero de Dios como en arras y al final
plenamente70 Y por otro lado el espiacuteritu con minuacutescula que hace referencia a la
virtus divina ya presente en la mezcla inicial antes de ser plasmados71
Ahora recibimos alguna parte de su Espiacuteritu para perfeccionar y preparar la incorrupcioacuten acostumbraacutendonos poco a poco a comprender y a portar a Dios El Apoacutestol lo llamoacute prenda [] (cf Ef 113-14) Por ello esta prenda al habitar en nosotros ya nos hace espirituales y la mortalidad es absorbida por la inmortalidad (2 Cor54) [] Esto no nos sucede por la destruccioacuten de la carne sino por la comunioacuten del Espiacuteritu [] Si pues teniendo ahora esta prenda clamamos laquoiexclAbbaacute Padreraquo iquestqueacute sucederaacute cuando resucitados lo veamos cara a cara (1Cor 1312) cuando todos sus miembros a una sola voz elevaraacuten el himno de alegriacutea para glorificar al que los ha resucitado de los muertos para darles la vida eterna Pues si la prenda apoderaacutendose del hombre mismo ya le hace clamar laquoiexclAbbaacute Padreraquo iquestqueacute haraacute la gracia universal del Espiacuteritu que Dios otorgaraacute a los hombres Nos haraacute semejantes a eacutel y nos haraacute perfectos por la voluntad del Padre pues eacuteste ha hecho al hombre seguacuten la imagen y semejanza de Dios72
Sobre esta plasis viviente Dios ha dibujado su misma fisonomiacutea su imagen que
lejos de ser estaacutetica y acabada conlleva una capacidad continua de asemejamiento
Por eso no solo somos hechos a su imagen sino tambieacuten a su semejanza Y esto es
lo que da una primaciacutea al ser humano por encima de todo lo creado incluidos los
aacutengeles pues ellos son creados libres y racionales pero no por ello laquoa semejanza
de Diosraquo73
Esta primaciacutea creatural74 ya presente en Justino o Teoacutefilo Antioqueno no
parece que se deba a nuestra mayor perfeccioacuten (hubiera elegido aacutengeles) ni a
nuestra cercaniacutea o consustancialidad con Dios (hubiera elegido almas puras) sino a
69 AH V 182 laquoPater enim conditionem simul et Verbum suum portat et Verbum portatum a Patre
praestat Spiritum omnibus quemadmodum uult Pater quibusdam quidem secundum conditionem quod est conditionis quod est factum quibusdam autem secundum adoptionem quod est ex Deo quod est generatioraquo Comenta A ORBE laquo(Este Espiacuteritu de creacioacuten [Spiritum secundum conditionem]) es anterior a la Encarnacioacuten y se deja sentir en la creacioacuten como tal a modo de complemento suyo Sin ese pneuma no puede perseverar el mundo material en su buen serraquo (Teologiacutea de San Ireneo II Traduccioacuten y comentario del libro V del Adversus haereses [Madrid 1987] 216) Por eso hay que distinguirlo del Espiacuteritu de adopcioacuten derramado en Pentecosteacutes tras la glorificacioacuten de la carne de Cristo (cf J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos [Madrid 2004] 46-50)
70 Cf AH V 61 71 Cf AH V 81 72 AH V 81 73 Cf AH IV 384 374 6 V 13 74 Cf AH V 291
CAPIacuteTULO I
34 | Humana augens
su libre voluntad y a la capacidad que nos ha dado para llegar a ser maacutes de lo que
somos (incrementum) en vistas a alcanzar la comunioacuten con Eacutel Esa posibilidad de
crecimiento y maduracioacuten es nuestra maacutes iacutentima vocacioacuten y para alcanzar tal fin
ha desplegado Dios todo lo creado75
El Padre decide y manda el Hijo ejecuta y modela el Espiacuteritu alimenta y hace crecer y el
hombre progresa poco a poco y se eleva a la perfeccioacuten es decir se acerca a lo Increado y
eacuteste es Dios76
Hemos visto coacutemo la Creacioacuten es trinitaria y tambieacuten lo es la Historia de
Salvacioacuten como un acompantildeamiento continuo de Dios a su criatura Dios Padre da
a luz a la materia creando de (ex) la nada por voluntad divina en contra de lo que
predicaban los gnoacutesticos77 Eacutel es quien dispone de esa materia primera el limo
inicial para crear al hombre78 Asiacute el cuerpo de Adaacuten era tan carnal material y
visible como el nuestro No hay un cuerpo de Adaacuten invisible y puro en las manos de
Dios y otro carnal y visible fruto del pecado como deciacutean los gnoacutesticos a raiacutez de Gn
321 o el mismo Oriacutegenes
El Verbo da la forma o consistencia como laquomodeloraquo que es por ser laquomedida
personal del Padreraquo79 y el Espiacuteritu imprime dinamismo y belleza (laquoornamentoraquo)
para conducirla a su plenitud Recordemos que el Verbo no modela ya pura tierra
aacuterida sino una mixis que contiene la fuerza divina daacutendole unidad y ductilidad El
Verbo lo modela externamente en lo visible mdasha su imagenmdash mientras por esa
virtud (su espiacuteritu) mezclada en el barro configura al hombre internamente en lo
invisible posibilitando su semejanza Veamos queacute supone esto
75 Cf AH IV 51 76 AH IV 383 77 Cf AH II 1024 287 309 IV 383 78 Cf AH III 2110 Ep 11 79 AH IV 42
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 35
3 Predileccioacuten de Dios por el hombre a su imagen y semejanza
Como hemos visto soacutelo el ser humano es tocado y acariciado por las manos de
Dios como un Artesano contempla y recrea su obra No hay dos piezas iguales Si
Dios soacutelo imprimioacute formoacute y modeloacute su imagen en la carne del hombre ahiacute reside
entonces lo maacutes original del ser humano80
Y iquesten queacute consiste entonces esta forma divina que Dios dibuja en nosotros81
Si somos modelados con sus dos Manos recibiremos la forma de ambos la forma
visible y externa del Verbo y la invisible e interna del Espiacuteritu como semejanza
dinaacutemica Es cierto que el Hijo y el Espiacuteritu intervienen en todo lo creado pero soacutelo
el hombre recibe plenamente aquello que les caracteriza a ambos
Ahora bien iquesthabriacutea entonces que decir que Dios tiene forma humana Visto
asiacute el Verbo el Logos eterno del Padre posee una forma externa que ha impreso
en el ser humano y si es cierta tal forma seraacute humana Tal afirmacioacuten era tachada
de antropomorfismo inaceptable por muchos entre ellos Oriacutegenes82 No podemos
entrar ahora en el anaacutelisis de las distintas posturas pero siacute vale la pena resentildearlo
pues de lo que concluyamos se seguiraacuten unas afirmaciones u otras al hablar de la
humanidad de Cristo
Autores como Justino o Tertuliano en la liacutenea de Ireneo haraacuten luz en esta
cuestioacuten al distinguir entre Dios Padre y el Verbo de Dios encarnado el segundo
Adaacuten Merece la pena transcribir este precioso texto de Tertuliano
Recuerda mdashescribemdash que laquohombreraquo se llama propiamente a la carne el apelativo primero del hombre Y plasmoacute Dios al hombre lodo de la tierra mdashhombre ya y todaviacutea
80 laquoIreneo queda estupefacto ante el prodigo del cuerpo humano vivificado por el alma Ante este
prodigio vive la experiencia primordial de lo distintivo de la criatura su condicioacuten de ser plasmado por la mano de Dios laquoLa carne no estaacute excluida de la sabiduriacutea y poder artiacutesticos de Dios porque el poder de Dios que comunica la vida deviene perfecto en la flaqueza (2Cor 129) o sea en la carneraquo (AH V 33) iexclExtraordinaria y penetrante exeacutegesis [] El centro del cosmos creado [] es el hombre que antignoacutesticamente es la arcilla que las manos de Dios dan formaraquo H U VON BALTHASAR Gloria II 64 [=H III 15] Cit por R POLANCO laquoLa carne de Cristo como salus in compendio (AH III 181) o la Gloria de Dios en lo finito Recepcioacuten balthasariana de Ireneoraquo Teologiacutea y Vida 50 (2009) 345-373 Aquiacute 352 nota 64 Antildeade que Balthasar se lamenta de que la teologiacutea posterior siguiera una senda maacutes platonizante y alejandrina en detrimento de esta teologiacutea ireneana de la carne
81 Cf Ep 11 82 En loacutegica coherencia tanto Oriacutegenes siguiendo a Filoacuten como despueacutes Clemente Alejandrino
veraacuten inaceptable asignar la imagen de Dios mdasha imagen del Verbomdash al cuerpo plasmado Cf A ORBE Antropologiacutea 112 T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano (Burgos 2004) 8588-90
CAPIacuteTULO I
36 | Humana augens
limomdash e inspiroacute en su rostro un haacutelito de vida y el hombre mdashes decir el lodomdash se convirtioacute en viviente y colocoacute Dios al hombre que plasmoacute en el Paraiacuteso En hombre fue en consecuencia primero plasma (figmentum) [] Imagina a Dios ocupado y absorbido en aquello con su mano su entendimiento su actividad prudencia sabiduriacutea providencia y sobre todo con su carintildeo que era quien dictaba los rasgos (lineamenta) Porque Cristo era el pensamiento de cuanto expresaba la arcilla (quodcumque enim limus exprimebatur Christus cogitabatur) el cual habiacutea de ser hombre como el limo y Palabra hecha carne como entonces la tierra Pues asiacute habloacute el Padre al Hijo laquohagamos al hombre a nuestra imagen y semejanzaraquo E hizo Dios al hombre mdasha lo que plasmoacutemdash a imagen de Dios lo hizo es decir a imagen de Cristo porque tambieacuten el Verbo es Dios [] Asiacute aquel limo revestido ya entonces de la imagen de Cristo que habiacutea de vivir en la carne no soacutelo era obra de Dios sino tambieacuten garantiacutea83
Cristo Verbo encarnado es la imagen visible del Dios invisible y Eacutel es el
paradigma o modelo sobre el que se creoacute al ser humano84 No hay otra forma de
modelar la plasis humana a imagen de Dios si no es mirando su Imagen Y si esto es
asiacute habremos de admitir que ya en Gn 126 la figura de hombre estaba en Dios de
alguacuten modo por su Verbo como meta y fin al que se nos destina como uacutenico
hombre perfecto acabado teleioacutetico (ἄνϑρωποσ τέλειοσ) imagen y semejanza de
Dios
iquestQueacute otro puede ser superior y maacutes excelente que el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios sino el Hijo de Dios a cuya imagen fue hecho el ser humano Por este motivo el Hijo al final manifestoacute la semejanza de Dios hacieacutendose hombre y asumiendo para siacute el antiguo plasma85
Dicho de otro modo Dios laquodibujaraquo en Adaacuten al Verbo encarnado y glorioso que
existiacutea desde siempre en Dios (no a partir del seno de Mariacutea) y que por eso pudo
ser modelo para dar al ser humano su propia fisionomiacutea
Porque Dios hizo al hombre a su imagen Y la imagen de Dios es el Hijo a cuya imagen ha sido hecho el hombre He aquiacute por queacute en los uacuteltimos tiempos se ha manifestado para dar a entender que la imagen era semejante a Siacute86
El Hijo no es imagen de Dios por encarnarse sino por ser Dios Por tanto el
hombre es a imagen del Hijo en cuanto Verbo encarnado y glorioso su prototipo
su ideal El primer Adaacuten prefigura visiblemente al Segundo en quien llegaraacute a su
plenitud y consumacioacuten pero no es anterior a Eacutel
83 TERTULIANO De Resurrectione carnis 58-65 Seguacuten la traduccioacuten de A ORBE Antropologiacutea 97 El
texto se cita en GS 22 Documentos del Vaticano II (Madrid 1968) nota 20 84 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 478 85 AH IV 334 86 Ep 22 [Imago autem Dei filius est cuius ad imaginem factus est homo Et propter hoc in novissimis
temporibus adparuit ut imaginem simile sibi ostenderet]
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 37
Pues en los tiempos preteacuteritos se deciacutea que habiacutea sido hecho el hombre a imagen de Dios mas no se mostraba Porque el Verbo a cuya imagen habiacutea sido hecho el hombre era todaviacutea invisible Razoacuten por la cual perdioacute con tanta facilidad la semejanza Mas cuando el Verbo de Dios se hizo carne ambas cosas las confirmoacute mostroacute la imagen verdadera hacieacutendose eacutel mismo lo que era su imagen y nos devolvioacute la semejanza y le dio firmeza para hacer al hombre semejante al Padre invisible por medio del Verbo invisible87
De este modo resuelve Ireneo la omisioacuten de la semejanza en Gn 127 respecto a
Gn 126 pues se nos habla del hombre viviente imperfecto como es que ha
comenzado un camino de crecimiento impulsado por la fuerza del Espiacuteritu hasta
hacerle en verdad semejante a la Imagen que le configura Coincidiraacute con Oriacutegenes
en que siendo el hombre creado por Dios con el fin de ser su imagen y semejanza
comienza siendo soacutelo imagen suya para adquirir poco a poco finalmente la
semejanza Aunque uno lo explica desde la maduracioacuten de la carne mdashhombre
carnal el uacutenico que haymdash y el otro lo explica desde la doble creacioacuten en que el
verdadero hombre a imagen de Dios fue hecho y no plasmado inteligencia pura
superior a toda materialidad
Si la imagen es obra del Verbo la semejanza nos viene por el Espiacuteritu o
Sabiduriacutea88 No olvidemos que el ser humano no podriacutea por siacute solo como animal
racional desarrollar y plenificar la imagen divina en eacutel impresa en una creciente
semejanza Sin el dinamismo del Espiacuteritu es imposible y eacuteste nunca actuacutea solo sino
con el Hijo para allegarnos al Padre
En cuanto al alma sabiendo que no es ella en siacute misma quien tiene que llevar a
cabo este proceso sino la plasis humana no podemos olvidar el importante papel
que juega en la deificacioacuten y asemejamiento Por el alma entran en juego la
racionalidad y la libertad humana indispensables para que el ser humano llegue a
Dios en verdad y no arrastrado por Eacutel89 Siendo nuestra libertad condicioacuten
indispensable no seraacute nunca suficiente pues quien nos asemeja finalmente es el
Espiacuteritu de Dios y no nuestra voluntad o nuestras fuerzas como veremos en el
siguiente capiacutetulo
87 AH V 162 Ep 38 88 Cf AH IV 74 89 Cf AH IV 373ss
CAPIacuteTULO I
38 | Humana augens
Ireneo no distingue siempre con claridad la imagen y la semejanza90 quizaacute por
contraste con los valentinianos que distinguiacutean entre el hombre laquoa imagenraquo (el
hiacutelico) y el hombre laquosemejanteraquo (el psiacutequico y el espiritual consustanciales a Dios
y al Pneuma respectivamente)91 El libro V es lugar clave para apreciar con nitidez
la distincioacuten mientras que en el libro III por ejemplo habla de imagen y semejanza
conjuntamente92 puesto que se expresa de un modo mucho maacutes global y teniendo
el foco de intereacutes en otros matices
Pero si al alma le falta el Espiacuteritu tal hombre permanece en realidad psiacutequico y carnal seraacute imperfecto tiene la imagen en la obra modelada pero no adquiere la semejanza por medio del Espiacuteritu93
En tiempos anteriores se deciacutea que el hombre habiacutea sido hecho a imagen de Dios pero esto no era ostensible ya que todaviacutea era invisible el Verbo a cuya imagen habiacutea sido hecho el hombre Por esto perdioacute faacutecilmente la semejanza Pero cuando el Verbo de Dios se hizo carne ratificoacute una y otra mostroacute en su verdad la imagen al hacerse lo que era su imagen y restablecioacute de modo estable la semejanza asemejando el hombre al Padre invisible por medio del Verbo invisible94
Podemos entender que en el pensamiento de Ireneo el hombre nunca pierde la
laquoimagenraquo natural en la que fue modelada su carne ni siquiera con el pecado En el
Segundo Adaacuten recobramos la semejanza perdida95 aunque en algunos casos Ireneo
diga conjuntamente laquola imagen y semejanza perdidasraquo96
El hombre laquoa semejanzaraquo no es auacuten semejante sino que se dirige hacia ella por
un asemejamiento progresivo gracias al germen o laquovirtusraquo que ha recibido Tal
don tal dinamismo inserto en nuestra carne nos dispone a vivir como laquoimitadores
90 Cf J FANTINO Lrsquohomme image de Dieu chez saint Ireacuteneacutee de Lyon (Paris 1986) B SESBOUumlEacute tiende a
considerar que utiliza ambos teacuterminos ambiguamente entre la distincioacuten y la identificacioacuten Sin embargo T SPIDLIacuteK cree que frente al uso indistinto que hacen de la imagen y semejanza autores como Atanasio Diacutedimo o los capadocios Ireneo utiliza la distincioacuten sistemaacuteticamente de modo que en eacutel laquoes el Espiacuteritu quien constituye la semejanza con Diosraquo (ID La espiritualidad del oriente cristiano 86) laquoLa mayor parte de los autores acentuacutean en Ireneo la distincioacuten entre los dos vocablos contemplando la imagen como algo estaacutetico dado en la creacioacuten mientras la semejanza denota un dinamismo de constante actualizacioacuten y perfeccionamiento de dicha imagen en un proceso de progresiva asimilacioacuten a su origen y destino conducido por el Espiacuterituraquo (N MARTIacuteNEZ-GAYOL laquoIreneo de Lyon la idea de reparacioacuten en el contexto de recapitulacioacutenraquo Estudios Eclesiaacutesticos 85 [2010] 3-42 Aquiacute 16) Avalan esta interpretacioacuten entre otros A ORBE L F LADARIA J KIRCHEMEYER
91 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanzardquoraquo 285-286 92 Cf AH III 181 93 AH V 61 Cf AH V 13 94 AH V 162 95 Cf J VIVES laquoPecado original y evolucioacuten humanaraquo 572 96 AH III 181
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 39
de Diosraquo97 de modo que cuanto mayor sea nuestro asemejamiento mayor seraacute la
semejanza adquirida En otras palabras la semejanza inicial que recibimos en
nuestra imperfeccioacuten humana no soacutelo nos asemeja con la imagen divina impresa
en nuestro cuerpo de un modo real sino que nos da fuerza para lanzarnos a crecer
en un asemejamiento continuo hasta la medida de Cristo verdadera imagen de
Dios98
Ahora bien en contra de lo que defendiacutean los gnoacutesticos estar hechos a
semejanza de Dios no nos hace consustanciales a Eacutel Llegaremos a la semejanza
plena adquiriendo las propiedades y virtudes propias de Dios pero siempre en
nuestra naturaleza humana La semejanza plena del hombre con Dios no elimina la
distincioacuten fiacutesica de sus naturalezas sino la cualitativa de sus propiedades Algo
sumamente importante puesto que nuestro destino final en la comunioacuten con Dios
no implica ser asumidos o absorbidos por la divinidad sino mantener nuestra
identidad humana con las propiedades y virtudes propias de la naturaleza de Dios
Faacutecilmente nos puede recordar esta afirmacioacuten la bella foacutermula de san Leoacuten Magno
previa a Calcedonia (451) laquohumana augens divina non minuensraquo99 Es decir que
cuanto maacutes iacutentima y plena es la unidad entre lo humano y lo divino lejos de quedar
absorbida o disminuida la humanidad crece y se potencia100 Y no por ello deja der
ser humanidad aunque adquiera las cualidades propias de Dios
El Hijo laquoesraquo la uacutenica imagen de Dios El hombre soacutelo es laquoa suraquo imagen No es lo
mismo Podemos llamarnos laquoencarnacioacuten diminutivaraquo como reza el himno
lituacutergico101 o laquomicrocosmosraquo102 pero no somos el Verbo encarnado por maacutes que
97 Cf AH III 202 98 Cf AH V 162 95 99 Tomus ad Flavianum DH 293 100 Cf K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo Escritos de teologiacutea I (Madrid 1963) 183
Tambieacuten cf COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA INTERNACIONAL (=CTI) Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea (1981) I E 4 C POZO Documentos 1969-1996 (Madrid 1998) 254
101 OFICIO DE LECTURA Laudes del Viernes de la Primera Semana TO 102 En la perspectiva de la filosofiacutea griega seguacuten T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano
123 Tambieacuten laquomicrologosraquo dice A ORBE Antropologiacutea 171 A propoacutesito del hombre como microcosmos es sugerente la anotacioacuten de V LOSSKY comentando a san GREGORIO DE NISA laquoSe deciacutea ldquoel hombre es un microcosmosrdquo y creyendo exaltar la naturaleza humana por ese nombre grandilocuente no se observoacute que el hombre se encontraba gratificado al mismo tiempo con las cualidades de los mosquitos y ratonesraquo [De hominis oficio XVI PG 44 col 177D-180A] La perfeccioacuten del hombre no radica en lo que le asemeja al conjunto de las criaturas sino en lo que lo distingue
CAPIacuteTULO I
40 | Humana augens
llevemos impresa su imagen en nuestro cuerpo y en eacutel y para eacutel hayamos sido
creados Lo que siacute es tarea nuestra es conservar o guardar su obra en nosotros
Si pues eres obra de Dios aguarda la mano de tu Artiacutefice que todo lo hace oportunamente [] Preseacutentale tu corazoacuten blando y maleable y conserva la figura con que te modeloacute el Artiacutefice mantenieacutendote huacutemedo no vayas a perder endurecido las huellas de sus dedos Guardando empero la trabazoacuten subiraacutes a lo perfecto pues el arte de Dios esconderaacute el barro que hay (naturalmente) en ti103
Vemos coacutemo Ireneo cuida mucho no perder la unidad de accioacuten trinitaria
aunque distinga diversas funciones y propiedades entre las Personas104 El Verbo
imprime en nosotros su imagen y el Espiacuteritu nos otorga el dinamismo de la
semejanza Del mismo modo que el Verbo se encarna para mostrarnos que esa
imagen impresa en nuestra carne es tambieacuten semejanza plena con la imagen de
Dios el Espiacuteritu nos va llevando y aconsejando para que crezcamos en semejanza y
asiacute nos configuremos plenamente con el Hijo uacutenica imagen verdadera de Dios
Recordemos que este don primero del Espiacuteritu estaacute ya en nuestro barro en
nuestra primera mezcla Como dijimos anteriormente no es el Espiacuteritu que
recibiremos por el Verbo encarnado y Resucitado105 Es el dinamismo espiritual
que recibe todo ser humano por el hecho de existir pues laquotodo hombre en cuanto
hombre es plasma de Eacutel aunque ignore a su Diosraquo106 Otra cosa seraacute recibir el
Espiacuteritu Santo personalmente acogieacutendolo en libertad como lo recibioacute la carne de
Cristo gloriosa en un doble asemejamiento fiacutesico por el espiacuteritu que el Verbo teniacutea
en su carne y sustancial al recibir plenamente el Espiacuteritu Santo
El Sentildeor nos redimioacute con su propia sangre dando su vida por la nuestra y su carne por nuestra carne y derramando el Espiacuteritu de Padre para la unidad y comunioacuten entre Dios y los hombres Asiacute trajo a Dios a los hombres mediante el Espiacuteritu (ad homines quiden deponente Deum per Spiritum) y levantando los hombres a Dios por medio de su carne (ad Deum autem rursus imponente hominem per suam incarnationem) por su venida nos otorgoacute su inmortalidad de manera firme y verdadera mediante la comunioacuten con Eacutel107
del cosmos asimilaacutendolo al Creador La revelacioacuten nos ensentildea que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Diosraquo (V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente [Barcelona 22009] 84)
103 AH IV 39 2-3 104 Cf AH III 183 IV 42 6135 74 205 381 V 111 182 362 105 Cf AH III 1712 214 V 11 81 102 134 106 AH IV 366 107 AH V 11
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 41
Si esto es asiacute vemos que no es suficiente el hecho de encarnarse como algo
puntual pues seraacute despueacutes glorioso tras su Resurreccioacuten (laquosu inmortalidadlaquo)
cuando se complete plenamente su obra salvadora Por tanto tuvo que darse un
proceso de asemejamiento un crecimiento en su humanidad sujeta como la
nuestra al dinamismo del espiacuteritu mezclado en nuestro barro No puede mostrar su
plenitud en la carne (iacutentima comunioacuten con Dios) del mismo modo recieacuten nacido
que tras la muerte y resurreccioacuten Si hubiera sido asiacute ninguacuten meacuterito tendriacutea su
obediencia al Padre
Y a esto estamos llamados pues si Adaacuten fue creado a imagen del Verbo
tambieacuten a imagen de la carne gloriosa de este Verbo o al menos con capacidad
para llegar un diacutea a ser unidos a su carne gloriosa108
4 Conclusiones
Hemos visto coacutemo el punto de partida es el hombre plasmado por Dios con sus
Manos No es una plasmacioacuten cualquiera sino la gran obra de Dios su obra
predilecta Arte de su querer y hacer
Tal cuidado en el empentildeo creador de Dios responde al destino y finalidad que
nos propone llegar a ser como Eacutel es verdadera imagen y semejanza suya por
comunioacuten iacutentima con Eacutel Pero en poco se distinguiriacutea Ireneo si soacutelo afirmara esto
presente en tantos Padres desde Justino a la escuela alejandrina aunque desde
otra perspectiva La aportacioacuten maacutes luminosa de nuestro autor para el tema que
nos ocupa es cifrar la posibilidad de madurar hasta Dios mdashdivinizacioacutenmdash en la
carne pues en ella quiso dibujar su propia imagen y en ella imprimioacute el dinamismo
de semejanza con Eacutel
Dios no precisoacute de aacutengeles ni poderes para modelar el plasma humano con sus
Manos mdashVerbo y Espiacuteritumdash hizo al ser humano plasmaacutendolo Y asiacute lejos de
108 Cf AH IV 202 V 32
CAPIacuteTULO I
42 | Humana augens
rebajar la dignidad divina en contacto con el barro mostroacute su amor su grandeza y
su paciencia creadora Por eso laquoopera autem Dei plasmatio est hominisraquo109
En el principio el aacutenthropos fue plasma Dei mixis inicial de tierra y virtus No
hay ser humano originario fuera de Dios No antildeade su espiacuteritu al hombre que vive
sino que el hombre empieza a hacerse hombre en ese plasma primero Por eso no
habraacute salvacioacuten humana que no sea salus carnis No habraacute verdadera humanidad ni
hombre perfecto sin una carne que obedientemente haga este proceso de
asemejamiento progresivo y libre hasta Dios Padre por el Hijo en la fuerza
transformadora del Espiacuteritu110 Somos creados laquoaraquo imagen del que laquoesraquo Imagen de
Dios el Verbo Eacutel se haraacute visible llegado el momento oportuno (cf Gal 44) para que
reconozcamos quieacutenes somos y doacuteciles a la accioacuten del Espiacuteritu crezcamos en
semejanza hasta la plenitud de la imagen inicial hasta Cristo glorioso
En cuanto a la visioacuten ireneana del alma humana no todos los autores llegan a
las mismas conclusiones justamente por la variedad y aparente contradiccioacuten de
algunos textos de Ireneo que ya hemos sentildealado Recordamos brevemente
siguiendo Ep 11 el primer Adaacuten es mezcla de barro y espiacuteritu (virtus) que una vez
plasmado por las Manos de Dios recibe el soplo vital (alma) que los integra y
vivifica Soacutelo al final con Cristo glorioso recibiremos el Espiacuteritu plenamente El
alma es ese laquogozneraquo indispensable que activa carne y espiacuteritu para que ambos
vayan siendo poco a poco una sola cosa carne espiritual saacuterx pneumatikoacutes El
hombre viviente completo es carne alma y espiacuteritu Y este hombre el uacutenico que
hay es a quien Dios acompantildea en su historia de salvacioacuten laquopues toda la
Dispensacioacuten la llevoacute a cabo el Hijo de Dios a causa de la carneraquo111 que para Ireneo
es el hombre en su totalidad Salus carnis y no salus animae que viniendo
enteramente de Dios requiere nuestra cooperacioacuten libre para que asiacute crezcamos
hasta Eacutel pues asiacute lo requiere el fin para el que nos creoacute que consiste en hacernos
capaces laquode ver y comprender a Diosraquo112
109 AH V 152
110 Cf AH V 124 111 AH IV pr 4 112 AH IV 377
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 43
Esta maduracioacuten o crecimiento es lo que espera Dios de todo ser humano Si
esto es asiacute loacutegico seraacute pensar que no pudo Cristo llevar a cabo la misioacuten que le era
propia sin vivir en su humanidad un proceso de crecimiento libre y voluntario de
semejanza con Dios de asentimiento a su voluntad hasta hacerla suya en plena
obediencia La imagen y semejanza dibujada por Dios en nuestra carne como si de
un boceto se tratase llegaraacute a su plenitud en el uacutenico hombre perfecto Cristo por
la fuerza transformadora del Espiacuteritu Un camino que estaacute por hacer en cada ser
humano
Ahora bien al constatar con asombro la predileccioacuten y cuidado que Dios tiene
por el ser humano hecho y plasmado a su imagen y semejanza y cuan alta es la
meta que nos propone no es extrantildeo que surja la pregunta laquoiquestAcaso no podriacutea
haber creado [Dios] al ser humano perfecto desde el principioraquo113
San Ireneo se dejoacute cuestionar por tal pregunta e intentoacute darle respuesta En
ella intentaremos adentrarnos en el siguiente capiacutetulo
113 AH IV 381
CAPIacuteTULO I
44 | Humana augens
Capiacutetulo II
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
LLAMADO A CRECER LIBRE Y OBEDIENTE
Plasmavit hominem in augmentum et incrementum
(AH IV 111)
Introduccioacuten
1 De la imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten como destino
2 Salus carnis carne que crece libre
3 Salus carnis carne que crece obediente
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO II
46 | Humana augens
Introduccioacuten
Soacutelo hay que contemplar al hombre sus obras e intenciones para constatar su
imperfeccioacuten Si partieacuteramos de teoriacuteas que defienden diversos principios de lo
creado y diversas categoriacuteas de hombre todo quedariacutea maacutes claro un Dios bueno
creoacute un mundo bueno con un hombre espiritual y perfecto mientras que el mundo
material imperfecto que conocemos con este hombre imperfecto procederiacutea de
otro dios inferior y contrario al bien Pero ya hemos visto en el primer capiacutetulo que
Ireneo centra toda su teologiacutea en la unidad y unicidad de Dios con una uacutenica
creacioacuten y un uacutenico aacutenthropos
La pregunta sigue ahiacute si Dios quiso hacer al hombre a su imagen y semejanza
poniendo tanto cuidado en ello iquestpor queacute no le creoacute desde el principio ya
divinizado Si propone un camino de crecimiento desde el hombre natural al
hombre espiritual iquestpor queacute no le hizo ya espiritual Maacutes auacuten el Dios bueno
increado y eterno iquestpor queacute no pudo hacer hombres buenos e incorruptibles sin
necesidad de tiempo y maduracioacuten para llegar al fin que les propone
Vamos a intentar acercarnos a las respuestas que Ireneo ofrece Como otros
autores auacuten con perspectivas distintas la libertad humana seraacute central Y desde
esa libertad de criatura veremos queacute incidencia tiene el pecado y sus
consecuencias Todo ello para volver a retomar esta llamada al crecimiento como
vocacioacuten humana y primer deseo de Dios
Porque lo ha modelado [Dios al hombre] de cara a un crecimiento y una madurez [Ἔπλαςε γὰρ αὐτὸν εἰσ αὔξηςίν τε καὶ ἀκμήν] seguacuten la palabra de la Escritura laquocreced y multiplicaosraquo [Gn 128] [καϑὼσ ἡ γραφὴ λέγειmiddot laquoΑὐξάνεςϑε καὶ πληϑύνεςϑεraquo]1
Ahora bien si el hombre por siacute mismo puede crecer y llegar a tal perfeccioacuten
pues ha recibido de Dios tal capacidad2 iquestqueacute sentido tiene la historia de salvacioacuten
iquestjugariacutean alguacuten papel Dios Padre el Verbo y el Espiacuteritu o son simple origen y meta
del proceso En Ireneo veremos coacutemo no hay crecimiento humano ni perfeccioacuten
alguna sin la docilidad de la carne a la accioacuten transformadora del Espiacuteritu de Dios
que es el Uacutenico que puede elevar al ser humano hasta Eacutel No hay libertad plena sin
obediencia al consejo bueno de Dios que siempre nos acompantildea
1 AH IV 111 Cf Ep 22 2 Cf AH IV 112
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 47
1 De la imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten como destino
Conviene distinguir desde el principio a queacute nos referimos al hablar de
laquoperfeccioacutenraquo (τελείωςισ) puesto que tendemos a unirlo espontaacuteneamente con un
sentido moral de excelencia o grado3 hacieacutendolo coincidir praacutecticamente con la
imposibilidad de falta o pecado (ἀναμαρτηςία) Lo cual seriacutea bastante
reduccionista
Ireneo suele identificar laquohombre perfectoraquo [τέλειοσ ἄνϑρωποσ] con laquohombre
espiritualraquo4 en sentido paulino5 Es el hombre completo carne alma y espiacuteritu
Otras veces se refiere a la intachabilidad de diversos testigos6 como Esteban o los
Apoacutestoles y sus sucesores En otras ocasiones se refiere al Hombre Perfecto que
propiamente soacutelo es el Verbo laquoperfecto desde siempreraquo7 Hay otro sentido
emparentado con este teacutermino significando una especie de madurez o destino
cumplido de un ser dentro del orden (τάξισ) que le es propio
Los aacutengeles se hallaban en la plenitud de su posibilidad mientras que el duentildeo esto es el hombre era auacuten pequentildeo como nintildeo y debiacutea crecer para llegar a la madurez [pusillus erat nam infans erat et oportebat-et-conveniebat eum crescentem sic ad perfectionem venire] Y a fin de que se educara [educatio] y desarrollara [incrementum] con gozo y alegriacutea le fue preparado un sitio mejor que este mundo8
De este uacuteltimo sentido parte Ireneo para dar razoacuten de la imperfeccioacuten inicial
humana sin menoscabo alguno de la perfeccioacuten y bondad de Dios Creador El
teacutermino laquoinfansraquo [νήπιοσ] estaacute indicando inocencia sencillez propia de un nintildeo
pero sobre todo significa que era laquoimperfectoraquo (ἀτελή) en contraste con el adulto
(τέλειοσ)9
Como apuntamos en el primer capiacutetulo excepto el ser humano el resto de
criaturas carecen de un teacutelos maacutes allaacute de sus liacutemites10 Los aacutengeles tambieacuten son
racionales y libres pero no han recibido la capacidad de ir asemejaacutendose en
3 Cf REAL ACADEMIA ESPANtildeOLA Diccionario de la Lengua espantildeola (Madrid 222001) 4 Cf AH V 61 82 121-2 5 Cf 1Cor 26 1Cor 215 1Ts 523 6 Cf AH III 1213 31 7 AH IV 134 8 Ep 12 9 Cf A ORBE Antropologiacutea de San Ireneo (Madrid 1997) 214 10 Cf Ep 10 AH IV 376
CAPIacuteTULO II
48 | Humana augens
progresivo crecimiento hasta la comunioacuten con Dios Y paradoacutejicamente quiere
Dios que sea el hombre auacuten inmaduro pequentildeo como un nintildeo el duentildeo de los
aacutengeles plenos y perfectos en su orden11 El don de ser creados a imagen y
semejanza de Dios muestra la predileccioacuten de Dios maacutes cercana a la capacidad de
perfeccionamiento o crecimiento que a una perfeccioacuten ya dada y acabada
Ciertamente esa parece ser una cualidad que distingue al ser humano de otras
criaturas frente al Creador
Asiacute pues mediante esta ordenacioacuten y tales fases y disciplina el hombre hecho y plasmado es constituido a imagen y semejanza del Dios Increado el Padre lo tiene a bien y ordena el Hijo sirve y da forma el Espiacuteritu nutre y hace crecer el hombre se desarrolla y llega a lo perfecto hasta allegarse al Increado porque perfecto es el Increado y este es Dios Pues conveniacutea que primero el hombre fuese creado que una vez creado creciera una vez crecido se hiciera auteacutentico hombre [ἀνδρωϑῆναι] hecho hombre se multiplicase multiplicado se consolidase consolidado se elevase a la gloria y en la gloria contemplase a su Sentildeor Pues es a Dios a quien ha de ver y la visioacuten de Dios produce la incorrupcioacuten y laquola incorrupcioacuten nos acerca a Diosraquo [Sab 619-20]12
Si perfecto es el Increado el uacutenico Dios no corresponderaacute a la criatura ser
perfecta sino laquoperfectibleraquo13 Anhelar tal perfeccioacuten seriacutea como querer ser ya Dios
o por no ser consciente de su condicioacuten de criatura o por rechazarla
ingratamente14 Ahora bien una cosa es la imperfeccioacuten propia de quien es creado
y otra bien distinta esa capacidad de perfeccionamiento progresivo don que soacutelo
puede provenir de Dios15 mdashel Perfectomdash y que en el ser humano consiste en
asemejarnos con Eacutel Padre Hijo y Espiacuteritu que hicieron y plasmaron al hombre
seguiraacuten cuidaacutendolo y daacutendole orden (Padre) sirvieacutendole y con-formaacutendole (Hijo)
y nutrieacutendole para que pueda crecer (Espiacuteritu) La perfeccioacuten a la que estaacute llamada
el hombre la divinizacioacuten como teacutelos querido por Dios para Eacutel no anula la
distancia que siempre habraacute entre Creador y criatura Increado y recieacuten creado
Aquiacute tenemos una primera respuesta de Ireneo a nuestra pregunta
Los seres creados en tanto que tuvieron su propio comienzo de existencia maacutes tarde debiacutean ser inferiores a Aquel que les habiacutea hecho Porque no era posible que unos seres recientemente creados fuesen increados Pero en tanto que no son increados son
11 Cf A ORBE laquoSupergrediens angelos (San Ireneo AH V 363)raquo Gregorianum 54 (1973) 6-59 Aquiacute
24-27 12 AH IV 383 13 AH II 253 14 Cf AH IV 381 II 253 254 15 Cf AH III 53 193 IV 923 V 81 92 112 2056 342
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 49
inferiores al Perfecto [] Dios pudo dar la perfeccioacuten al ser humano desde el principio pero eacuteste era incapaz de recibirla pues no era maacutes que un nintildeo16
La imperfeccioacuten humana estaacute maacutes relacionada con la necesidad de aprendizaje
de crecimiento de plenitud que con una especie de menor dignidad como a veces
parece asociarse laquoNuper factusraquo recieacuten hechos seguimos siendo tambieacuten
nosotros al igual que Adaacuten17 hasta que alcancemos la plenitud en la comunioacuten con
Dios Pues este crecimiento tiene como fin llegar libremente a la perfeccioacuten que
propiamente soacutelo es Dios participar de su vida
Encontramos este planteamiento en otros autores del siglo II distinguiendo el
estado inicial o infantil del hombre del destino divino que el mismo Dios le tiene
reservado18 Tambieacuten los gnoacutesticos distinguiacutean entre lo perfecto (teacuteleios) y lo
infante (neacutepios) pero con conclusiones muy distintas a las de Ireneo Ellos
aceptaban un hombre material seguacuten el Geacutenesis hecho a imagen y semejanza del
Aacutenthropos Teacuteleios19 Como vimos seguacuten la sustancia originaria los hombres se
dividiacutean en hiacutelicos psiacutequicos y espirituales Pues bien puesto que todo lo que
provenga de la materia soacutelo puede aspirar a la corrupcioacuten el proceso de
crecimiento entre uno y otro extremo soacutelo podraacute darse en los espirituales cuando
reciban la Gnosis y por tal Iluminacioacuten alcancen la teleiocircsis No hay necesidad de
carne de maduracioacuten ni de historia paciente20 Maacutes bien sobran
Para Ireneo por el contrario puesto que soacutelo existe un aacutenthropos en eacutel se
cumpliraacute tal proceso No hay maacutes salvacioacuten que la del plasma inicial pues por siacute
mismo carece de toda perfeccioacuten posible pero por libre voluntad de Dios lleva en siacute
mismo la capacidad para alcanzarla La salus carnis implica que el hombre soacutelo
seraacute perfecto en la carne nunca sin ella21 pero tampoco podraacute alcanzar la
16 AH IV 381 17 Cf AH 381 aplicado a Adaacuten AH V 11 aplicado a todo ser humano 18 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo Gregorianum 46 (1965)
481-544 Aquiacute 499 19 Cf Ibid 500-504 Seguacuten esto curiosamente el Salvador seriacutea perfecto desde siempre como
laquoaacutenthroposraquo no susceptible de cambio alguno con lo cual no tuvo que laquoir hacieacutendose hombreraquo ni creciendo en su humanidad En todo caso su crecimiento o progresiva perfeccioacuten seriacutea solo aparente Justo lo contrario de lo que pretendemos afirmar desde la teologiacutea de Ireneo Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo Scriptorium Victoriense 23 (1976) 275-302 Aquiacute 296
20 Cf AH I 61 21 Cf AH V 81-2
CAPIacuteTULO II
50 | Humana augens
perfeccioacuten la carne sola22 sino en la medida que se deje poseer por el Espiacuteritu de
Dios23 a traveacutes del alma con toda libertad
Este es un rasgo esencial que confirma la seriedad y dignidad de la obra divina
Sin libertad el crecimiento hacia Dios seriacutea una farsa y su consumacioacuten
mdashteleiocircsismdash algo impuesto por Dios o inaccesible a su naturaleza (en funcioacuten de su
esencia originaria seguacuten los gnoacutesticos y sus tres tipos de hombres) Ahora bien no
olvidemos que tambieacuten los aacutengeles son creados libres y sin embargo no estaacuten
llamados a crecer hasta Dios Por tanto la sola libertad no explica la imperfeccioacuten
inicial Hay que unirla al modo en que Dios quiere que lleguemos a Eacutel en la carne Y
esto requiere un tiempo un ritmo un acostumbramiento No es inmediato24
Primero hombre animal luego hombre viviente y racional o psiacutequico para
llegar un diacutea a ser espiritual perfecto25 siguiendo el proceso tiacutepicamente paulino26
En Oriacutegenes27 por ejemplo el orden progresivo es inverso el primer hombre
perfecto y libre cae y sufre la degradacioacuten del mundo material e imperfecto Asiacute
nace la historia fruto de la caiacuteda transhistoacuterica y acabaraacute cuando el alma mdashimagen
del Logosmdash sea capaz de elevarse nuevamente por encima de lo sensible incluida
nuestra carne hasta llegar a Dios
Ireneo insiste en no saltarse ninguacuten paso no evitar ninguna etapa Si Dios
hubiera divinizado directamente el plasma inicial no hubiera habido estadio
psiacutequico propiamente humano No hubiera habido historia ni eleccioacuten humana
Quiso Dios que aprendieacuteramos a ser primero aacutenthropos y desde ahiacute dejarnos
hacer espirituales para llegar hasta Dios La inmediatez de los espiacuteritus puros o del
22 Cf AH V 91 23 Cf AH V 94 24 Cf M NAMIKAWA laquoLa paciencia del crecimiento y la maduracioacuten Del hombre recieacuten hecho al
hombre perfecto en Ireneo de Lyonraquo Estudios Eclesiaacutesticos 83 (2008) 51-85 aquiacute 6479-82 ID laquoAcostumbrarraquo para la comunioacuten en san Ireneo de Lyon (Tesina de Licenciatura U P Comillas Madrid 2005) 123-125
25 Cf AH V 122 26 Cf 1 Cor 1546
27 Cf ORIacuteGENES De Principiis II En A ORBE Antropologiacutea 25-27
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 51
alma libre que guiacutea tal proceso en el hombre tiene que integrarse en la realidad
tosca de la carne doacutecil a las inspiraciones del Espiacuteritu el uacutenico que diviniza28
iquestCoacutemo podriacuteas hacerte dios si primero no te haces un ser humano iquestCoacutemo pretendes ser perfecto si fuiste creado en el tiempo iquestCoacutemo suentildeas en ser inmortal si en tu naturaleza mortal no has obedecido a tu Hacedor Es pues necesario que primero observes tu orden humano para que en seguida participes de la gloria de Dios29
El hombre recibioacute laquoτὸ τέλειονraquo30 lo perfecto porque en eacutel quiso Dios volcar
toda su bondad y bien pero no fue creado perfecto como laquoἄντϑρωποσ τέλειοσraquo No
recibioacute la laquoτελειότησraquo es decir no disfrutaba de una unioacuten plena con Dios pues
auacuten no habiacutea ejercido su libertad ni habiacutea experimentado el bien y el mal31 Para
Ireneo toda laquoteleiocircsisraquo pasa por la deificacioacuten de la carne que aquiacute en la historia
soacutelo puede darse en progresivo cumplimiento poco a poco nunca plenamente32
Si hubiera querido deificar a los aacutengeles o a espiacuteritus puros lo hubiera hecho
inmediatamente No tendriacutea que haberse visto sometido al lento
acostumbramiento de la carne No hubiera hecho de su salvacioacuten historia salutis y
mucho menos salus carnis No hubiera tenido mayor sentido la encarnacioacuten del
Verbo pues toda la Salud podriacutea haberse jugado espiritualmente sin necesidad de
que el Hijo de Dios se vaciara de su condicioacuten divina [laquoἑαυτὸν ἑκένωςενraquo] y se
empobreciera con la condicioacuten humana33 Maacutes auacuten en el mejor de los casos la
humanidad de Cristo no seriacutea maacutes que un vehiacuteculo o medio para llevar a cabo
nuestra salvacioacuten mientras se hace visible en la historia pero no formariacutea parte
esencial de dicha salud Algo impensable desde nuestro planteamiento Dios ha
querido que sea el ser humano completo el que Eacutel modeloacute del barro quien sea
divinizado y tal horizonte no podraacute llevarse a cabo si no es iniciando ya aquiacute y
28 Cf AH II 334 Con otras palabras laquoEl espiacuteritu estaacute pronto pero la carne es deacutebilraquo (Mt 2641) 29 AH IV 392 30 AH IV 381
31 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo 279
32 Por eso tambieacuten la historia y el cosmos participan de esta dimensioacuten progresiva madurativa Podriacuteamos decir que laquola vocacioacuten del cosmosraquo tambieacuten es crecer hasta la plenitud en Dios pues laquoeste cosmos fue hecho ἀποτελεςτικῷσraquo [AH II 283] Cf J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos (Madrid 2004) 54-55
33 Cf Flp 25-11 2 Cor 89
CAPIacuteTULO II
52 | Humana augens
ahora aquello que se nos promete la comunioacuten iacutentima y plena del plasma y el
espiacuteritu de lo humano y lo divino poniendo cada cual aquello que le es propio34
En esto difiere Dios del hombre en que Dios hace [facit - ποιεῖ] y el hombre es hecho [fit - γίνεται] El que hace es siempre el mismo el que es hecho ha de tener por el contrario principio adicioacuten y aumento hasta alcanzar la madurez Dios hace bien mientras el hombre es bien hecho [] El hombre en cambio es capaz de aumento y de crecimiento hacia Dios Pues asiacute como Dios es siempre el mismo asiacute tambieacuten el hombre gracias a Dios creceraacute siempre hacia Dios Porque ni Dios deja nunca de beneficiar y enriquecer al hombre ni el hombre deja de recibir beneficios y ser enriquecido por Dios [] El mismo Sentildeor prometioacute dar maacutes a quien siempre da mucho fruto35
Dios hace El hombre estaacute llamado a dejarse hacer por Eacutel a su ritmo36 La
perfeccioacuten final soacutelo proviene de Dios pero requiere la docilidad humana su
recepcioacuten y acogida su obediencia37 Asiacute pasaraacute el hombre de la infancia a la
madurez que es la comunioacuten con Dios la visio Dei Para ayudarle Dios mismo se
acomoda a su capacidad como una madre alimenta al recieacuten nacido con leche y no
con alimento soacutelido pues de otro modo el ser humano seriacutea incapaz de acogerle
obedecerle y amarle y quedariacutea incompleto para siempre
Dios habriacutea podido desde el principio dar la perfeccioacuten al ser humano pero eacuteste recieacuten creado no era capaz de recibirlo [λαβεῖν] si lo recibiacutea era incapaz de acogerlo [χωρείν] y si lo acogiacutea no teniacutea fuerzas para conservarlo [καταςχείν] Por eso el Verbo de Dios se hizo nintildeo con el hombre aunque eacutel era perfecto no por siacute mismo sino por la pequentildeez del ser humano a fin que de de alguacuten modo se hiciese capaz de recibirlo Asiacute pues no es que Dios fuera incapaz o indigente sino que lo era el hombre recieacuten hecho pues no era increado38
Este texto conjuga las dos razones principales que explican la imperfeccioacuten
inicial la distancia propia entre el laquorecieacuten hechoraquo y el Increado y la libertad
humana como cauce para crecer en la carne hasta el fin que nos es propio Dios
mismo el Perfecto La falta de perfeccioacuten inicial no estaacute hablando de la incapacidad
de Dios sino de la del hombre Si algo dice de Dios es de su apuesta firme por este
34 Cf AH IV 39 2-3 Ep 2 35 AH IV 112 Cf AH IV 392 36 Cf A ORBE laquoDeus facit homo fit Un axioma de san Ireneoraquo Gregorianum 69 (1988) 629-661
Me parece sugerente la anotacioacuten de J I GONZAacuteLEZ FAUS al respecto laquoDebajo de este ldquofitrdquo es legiacutetimo sospechar un γίνεται y el verbo γίγνομαι posee un claro matiz evolutivo que a veces se expresa mejor traducieacutendolo por voz media que por la pura pasiva Dios hace y el hombre ldquodevienerdquo se hace (no simplemente es hecho) Como la pura actividad pertenece a la esencia del Dios asiacute la evolucioacuten pertenece a la esencia del hombre tal como lo concibe Ireneoraquo Carne de Dios Significado salvador de la Encarnacioacuten en la teologiacutea de san Ireneo (Barcelona 1969) 97
37 Cf AH IV 281 374 38 AH IV 382
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 53
plasma de sus manos y por su libertad Si Dios lo hubiera creado acabado podriacutea
ser una criatura plena divinizada ya pero nunca a su imagen y semejanza pues le
faltariacutea al hombre un rasgo esencial de Dios su libertad
Los tres verbos del texto son altamente significativos recibir acoger y
conservar Ninguno de ellos es automaacutetico Todos expresan voluntad en quien los
realiza iquestQueacute meacuterito tendriacutea ser recibido y acogido por alguien a quien se le impone
la visita iquestDoacutende estaacute la grandeza amorosa de un Dios cuya bondad no puede su
criatura elegir conservar y acrecentar laquoRecieacuten creadoraquo el barro plasmado y hecho
viviente por Dios no teniacutea capacidad para recibir la grandeza de Dios La rudeza y
tosquedad es mucha en la carne auacuten contando con la imagen y semejanza del
Creador en ella Por eso lleva inscrito en siacute por creacioacuten la capacidad de
laquoaugmentum et incrementumraquo39 Y asiacute hubiera sido si Adaacuten se hubiera dejado
perfeccionar por laquoel Perfectoraquo en una obediencia ininterrumpida y paciente sin la
desobediencia del pecado Y es que el reproche por no haber sido creados
perfectos tambieacuten deja al descubierto la impaciencia e ingratitud humana incapaz
de esperar el tiempo oportuno40
Son pues enteramente irracionales los que no aguardan el tiempo de ir en aumento y atribuyen a Dios la debilidad de su naturaleza No se conocen ni a siacute mismos ni a Dios Insaciables e ingratos no quieren ser primero lo que por criaturas hombres capaces de pasiones sino que pasando por encima de la ley del humano linaje antes auacuten de hacerse hombres quieren ser perfectamente semejantes al Dios Autor y que no haya diferencia entre el Increado Dios y el recieacuten creado hombre41
Tampoco Adaacuten y Eva supieron laquoaguardar el tiempo de ir en aumentoraquo de
crecer Lo que podriacutea haberse llevado a cabo laquocon gozo y alegriacutearaquo en el Paraiacuteso
tuvo que llevarse a cabo fuera de eacutel engantildeados y arrastrados por quien les
envidiaba42 como veremos
Ahora bien el destino final del ser humano sigue siendo el mismo estaacute
llamado a crecer43 y perfeccionarse para realizar la vocacioacuten querida por Dios y
39 AH IV 111 Cf AH IV 383 Ep 12 40 Cf A ORBE Teologiacutea de San Ireneo IV Traduccioacuten y comentario del libro IV del Adversus haereses
(Madrid 1996) 519-520
41 AH IV 38 4 42 Cf Ep 12 43 Cf AH V 11
CAPIacuteTULO II
54 | Humana augens
compartir su gloria Ireneo nos previene de aquellos que aparentemente confiesan
nuestra misma fe pero laquodescuidan el orden que debe seguir el crecimiento de los
justos e ignoran el ritmo del camino hacia la incorrupcioacutenraquo44 De tal manera es el
crecimiento algo inherente a la plasis humana que no terminaraacute con la
consumacioacuten pues infinitos son los bienes que Dios puede compartir con nosotros
Trataacutendose de verdaderos seres humanos tambieacuten habraacute de ser real su traslacioacuten no pasaraacuten al no-ser sino que por el contrario progresaraacuten en su ser Pues no se exterminaraacute la substancia ni el ser de la creacioacuten mdashya que es fiel y verdadero el que la sustentamdash sino que laquopasaraacute la apariencia de este mundoraquo (1 Cor 731) es decir del mundo en el cual acaecioacute la transgresioacuten en el cual el hombre se hizo viejo [] Una vez pasada la apariencia renovado el hombre y ya maduro para la incorrupcioacuten de modo que ya no pueda envejecer laquohabraacute un nuevo cielo y una nueva tierraraquo (Is 6517) en la cual el hombre se mantendraacute nuevo siempre relacionaacutendose con Dios de modo
nuevo45
El hombre seguiraacute creciendo en Dios pues lo contrario seriacutea tanto como decir que
el hombre deja de ser hombre y Dios deja de ser Dios aunque Ireneo preveacute
distintos modos o grados en esta relacioacuten46
El ser humano recibe el ir aprovechando y creciendo [αὔξηςιν] hasta Dios [homo vero profectum percipiens et augmentum ad Deum] De la misma manera como Dios es siempre el mismo asiacute tambieacuten el hombre que se encuentra en Dios siempre iraacute creciendo hacia Eacutel [homo in Deo inventus Semper proficiet ad Deum] Pues ni Dios deja nunca de beneficiar y enriquecer al ser humano ni eacuteste deja de recibir de Dios sus beneficios y riquezas47
Esto podriacutea hacerlo de dos formas mecaacutenicamente dirigido por Eacutel en todo
momento o libremente asistido siempre por su consejo pero sin imposicioacuten
alguna Eacutesta segunda opcioacuten es la nuestra48 iquestQueacute sentido tendriacutea la paciente
espera de Dios pendiente de nuestro desarrollo y perfeccionamiento si ya
estuviera todo determinado El estado de imperfeccioacuten inicial tal como lo hemos
descrito la perfeccioacuten como horizonte y sobre todo el dinamismo creacional que
el ser humano ha recibido hacen indispensable la libertad humana Sin ella
ninguna bondad habriacutea en Dios y ninguacuten meacuterito en el ser humano que le acoge
44 AH V 311 45 AH V 361 Cf AH III 193 46 Cf AH 362 47 AH IV 112 48 Cf AH IV 371
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 55
2 Salus carnis carne que crece libre
La doctrina ireneana de la libertad humana en relacioacuten a la salvacioacuten (y el
papel que la carne de Cristo va a jugar en ella) no era pensamiento comuacuten en su
eacutepoca49 Para algunos como Simoacuten el Mago la libertad humana queda gobernada
por el Hado sin permitir error alguno Para otros como Marcioacuten la libertad es
retribucioacuten justa del Creador o pura gracia del Dios Bueno y verdadero que soacutelo
podiacutea haber creado un hombre determinado al Bien incapaz de pecar Buena parte
de los gnoacutesticos asumieron esta distincioacuten el Dios Bueno teniacutea hombres
espirituales guiados por el Evangelio y el Justo Creador teniacutea los psiacutequicos
gobernados por la Ley Los materiales pasaban a psiacutequicos y estos a espirituales
sin saberlo ellos mismos por una especie de laquograciaraquo externa divina e
incontrolable que conociacutean por Iluminacioacuten Dentro de esta corriente los
valentinianos distinguiacutean la ἐλευϑερία (libertad plena propia de espirituales) y la
αὐτεξουςία (el libre albedriacuteo de los psiacutequicos) Por tanto ya que los hiacutelicos estaban
destinados a la perdicioacuten soacutelo los psiacutequicos por su autexousiacutea teniacutean cierta
capacidad para decidir su final De nuevo topamos con la decisiva teologiacutea unitaria
de Ireneo50
No es por tanto uno el que hizo el trigo y otro el que hizo las pajas sino uno solo y mismo que los juzga esto es los separa [discierne] El trigo y las pajas inanimados e irracionales son tales por naturaleza En cambio el hombre racional y semejante en esto a Dios hecho libre y duentildeo de sus actos tiene personalmente en siacute razoacuten para hacerse unas veces trigo y otra paja51
Por un lado Dios no seriacutea maacutes poderoso ni de mayor bondad si hubiera creado
al hombre con capacidad exclusiva para el bien pues no tendriacutea meacuterito alguno la
deificacioacuten de su obra Pero tampoco el hombre seriacutea maacutes perfecto si no pudiera
pecar porque careceriacutea de libertad52 Por tanto para empezar digamos que la
libertad no es incompatible ni con la Perfeccioacuten de Dios ni con la inicial
imperfeccioacuten humana Maacutes bien al contrario es un don divino53 una primera
garantiacutea de solidez mdashaunque arriesgadamdash para llevar a cabo su obra de salvacioacuten
49 Para esta visioacuten del contexto A ORBE Antropologiacutea 149-165 50 Cf AH IV 401-2 414 V 363 51 AH IV 4 3 52 AH IV 38 4 53 Cf AH IV 152 164
CAPIacuteTULO II
56 | Humana augens
Ser libre conlleva el derecho y el deber de ir laquohacieacutendose hombreraquo54 dejaacutendose
hacer por Dios y eligiendo coacutemo responder a su accioacuten
Podriacutea parecer por el texto que acabamos de citar que el ser humano tiene
tantas posibilidades de ser trigo como de ser paja de bien o de mal de salvacioacuten o
de perdicioacuten No es asiacute para Ireneo55 De hecho tampoco fue el hombre creado en
total equidistancia del bien y el mal sino bueno imagen y semejanza de Dios El
tacto de las manos divinas56 su Arte ha quedado impreso en la carne y esas
mismas manos que lo plasmaron lo siguen acompantildeando siempre57
Dios hizo libre al hombre el cual asiacute como desde el principio tuvo alma tambieacuten gozoacute de libertad a fin de que libremente pudiese acoger la Palabra de Dios sin que eacuteste lo forzase Dios en efecto jamaacutes se impone a la fuerza pues en eacutel siempre estaacute presente el buen consejo Por eso concede el buen consejo a todos Tanto a los seres humanos como a los aacutengeles otorgoacute el poder de elegir mdashpues tambieacuten los aacutengeles usan su razoacutenmdash a fin de que quienes le obedecen conserven para siempre este bien como un don de Dios que ellos custodian En cambio no se hallaraacute ese bien en quienes le desobedecen y por ello recibiraacuten el justo castigo porque Dios ciertamente les ofrecioacute benignamente este bien mas ellos ni se preocuparon por conservarlo ni lo tuvieron por valioso sino que despreciaron la bondad suprema58
Varias ideas importantes quedan expresadas aquiacute La libertad estaacute asociada al
alma como sede racional instrumento que decide y orienta la carne hacia las
mociones del Espiacuteritu El fin de la libertad y la tarea del alma es garantizar que el
hombre mdashplasma Deimdash llegue a ser perfecto a participar de la vida divina a la
comunioacuten plena con Dios libre y gozosamente y no por automatismo natural o
decisioacuten divina en la liacutenea gnoacutestica Es el ser humano quien puede y debe acoger la
Palabra el Logos pero no estaacute solo en esta tarea el laquobuen consejoraquo de Dios estaacute
presente siempre sin forzar ni violentar Por eso la libertad el bien y la obediencia
son temas estrechamente vinculados en Ireneo Y consecuentemente tambieacuten
libertad mal y desobediencia o pecado Dios otorga al hombre el buen consejo el
Bien y le hace libre para que pueda acogerlo y cuidarlo iquestCoacutemo Por la obediencia
Igual que ocurrioacute en la creacioacuten del mundo el Verbo asiste al Padre con su
buen consejo Si es asiacute quizaacute podemos ver ya un indicio de la libre colaboracioacuten del
54 AH IV 383 55 Cf AH IV 125 374-5 V 82 271-2 III 24 56 Cf AH V 161 57 Cf AH V 13
58 AH IV 371
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 57
hombre en su Salvacioacuten dejaacutendose aconsejar continuamente por el Verbo de Dios
y su Espiacuteritu en laquocontinua creacioacutenraquo o proceso teleioacutetico hasta el hombre
perfecto59 Por tanto lo propio de la libertad humana es con-sentir y conservar en
siacute el querer de Dios
Ireneo sigue a Justino60 al proclamar la total libertad de Dios que quiere
otorgar este don a los aacutengeles y a los hombres ambos racionales Sin embargo el
destino y fin que a cada uno le otorga da un sentido distinto a ambas libertades A
los aacutengeles no les da Dios normas para ayudarles en su crecimiento ni tienen
autoridad sobre lo creado su misioacuten es dar culto a Dios y servir al hombre en la
tarea que le es propia a saber llegar a participar de la vida divina61 Por eso la
seduccioacuten de Sataacuten es maacutes grave auacuten ya que atentoacute justamente en el corazoacuten
mismo del ser del hombre su crecimiento paciente y oportuno hasta Dios
Mientras que los aacutengeles inmateriales pueden ejercer en un instante su
libertad por obediencia o por desobediencia a Dios (ya que no estaacuten sujetos a la
traba de la materia) el ser humano soacutelo puede ejercerla mediado por la rudeza de
su carne de la historia Dicho de otro modo en el hombre soacutelo el alma es libre
propiamente mediando entre la carne y el espiacuteritu llamada a elegir la obediencia
al pneuma y asiacute permitir que eacuteste posea la saacuterx62 El alma y a traveacutes de ella la carne
reciben permanentemente el consejo bueno de Dios que no fuerza jamaacutes su
decisioacuten63 El hombre soacutelo tiene que querer libremente dejarse hacer por Eacutel y le iraacute
perfeccionando64 Quien asemeja es el Espiacuteritu de Dios y el cuerpo es lo asemejado
Por tanto acoger el buen consejo de Dios es tanto como acoger su Espiacuteritu y dejar
que actuacutee en nosotros sin ser impedimento No se nos pide maacutes ni menos
Si pues eres obra de Dios aguarda la mano de tu Artiacutefice que todo lo hace oportunamente y de igual manera obraraacute oportunamente en cuanto a ti respecta Preseacutentale tu corazoacuten blando y maleable y conserva la imagen con que te plasmoacute el Artista mantenieacutendote huacutemedo no vayas a perder endurecido las huellas de Sus dedos Guardando la trabazoacuten [ἁρμονίαν] subiraacutes a lo perfecto pues el arte de Dios
59 Cf AH III 187 IV 281 V 61 161 60 Cf 2 Apologiacutea 6 75 Diaacutelogo con Trifoacuten 885 1024 1044 Cit por A ORBE Antropologiacutea 167
nota 77 61 Cf Ep 9 AH IV 371 62 Cf AH V 91 63 Cf AH 372 393 Ep 35 64 Cf AH IV 93 381-3 V 11 81 111 1224
CAPIacuteTULO II
58 | Humana augens
esconderaacute el barro que hay naturalmente en ti Su Mano plasmoacute en ti la substancia te ungiraacute por dentro y por fuera con oro puro y plata [Ex 2511] y tanto te adornaraacute que el propio Rey desearaacute tu hermosura [Sal 4512] Pero si endurecieacutendote enseguida rechazas su Arte y te vuelves ingrato con Eacutel porque te hizo hombre al hacerte ingrato a Dios has venido a perder Su arte y Su vida [] Si pues le entregas lo que es tuyo a saber la fe en El y la obediencia recibiraacutes de Eacutel su arte y seraacutes obra perfecta de Dios65
Nuestra primera tarea es sabernos obra de Dios y confiar en que nos haraacute
laquoobra perfecta suyaraquo [eris perfectum opus Dei] Es transformar nuestra impaciencia
en saber aguardar el tiempo oportuno el tiempo de Dios y seguir creciendo
[augmentum] en libertad para conservar la imagen impresa en nuestra carne para
mantener la humedad [virtus] creacional que permite a los dedos de Dios seguir
recreaacutendonos sin violencia Esta trabazoacuten [harmoniacutean] natural entre nuestro barro
y su espiacuteritu es lo que nos va perfeccionando divinizando acrecentando hasta
Dios Nunca sin nuestra libre voluntad Porque rechazar a Dios es rechazar su Arte
en nosotros y al despreciar lo que somos mdashhombres imperfectos pero
perfectiblesmdash nos endurecemos perdemos esa humedad duacutectil nos incapacitamos
para la obediencia y malogramos la obra de Dios
Pero si no le das fe y huyes de Sus manos la causa de la imperfeccioacuten estaraacute toda en ti porque no obedeciste y no en aquel que te llamoacute [hellip] A Dios no le falta el Arte siendo capaz de sacar de las piedras hijos de Abraham [Mt 39 Lc 38] pero quien no se somete a tal arte es causa de su propia imperfeccioacuten [] Tampoco la luz someteraacute a nadie por la fuerza para siacute ni Dios forzaraacute a quien no quiera someterse a Su Arte Por consiguiente los que se apartaron de la luz del Padre y faltaron a la ley de la libertad se apartaron por su culpa creados en libre albedriacuteo y con propia voluntad66
Recibiremos el don de su Espiacuteritu su Luz y su Arte en la medida que elijamos
libremente acogerlo en nosotros en amorosa obediencia Amorosa porque el fin
que alcanzaraacute es la comunioacuten con Dios67 y no una aseacuteptica auto-perfeccioacuten que
busque eliminar los riesgos mdashel pecadomdash que asumioacute quien nos hizo libres
Sin amor el hombre no es verdaderamente espiritual ni perfecto Al contrario
es el amor quien construye y da perfeccioacuten68 De nada sirve cumplir la ley o los
65 AH IV 392 66 AH IV 393 67 Cf AH V 81 93 68 Cf AH IV 122 De alguna manera Ireneo pone en paralelo el Espiacuteritu que nutre y hace crecer
con el amor que construye y perfecciona Ambos asemejan al hombre con Dios lo divinizan Algo que despueacutes haraacute expliacutecito AGUSTIacuteN laquoCada uno es lo que es su amor [] iquestAmas a Dios No me atrevo a decirlo por mi autoridad escuchemos la Escritura ldquoYo he dicho dioses sois e hijos todos del Altiacutesimordquo (Sal 862 Jn 1036)raquo (In ep Joh 214 [PL 35 1997])
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 59
rituales externos si no se hace movido por el amor69 que es libertad Y esto que
podemos aplicarlo a las obras de justicia con el proacutejimo tambieacuten Ireneo lo aplica al
seguimiento de Cristo y la relacioacuten con Dios
laquoSi alguien te obliga a caminar con eacutel una milla acompaacutentildealo otras dosraquo (Mt 541) de manera que no lo sigas como un esclavo sino que tomes la delantera como un hombre libre [] Es maacutes digno obrar por libertad lo que muestra un afecto y sumisioacuten a nuestro liberador maacutes arraigados en nosotros Porque Eacutel no nos ha liberado para que nos separemos de Eacutel mdashpues nadie que se aparte de los bienes del Sentildeor puede adquirir por siacute mismo el alimento de la salvacioacutenmdash sino para que habiendo recibido maacutes dones suyos maacutes lo amemos pues mientras maacutes lo amemos recibiremos de eacutel mayor gloria cuando estemos para siempre en presencia del Padre [] Pues la amistad con Dios es fuente de inmortalidad para cuantos la cultivan70
Nuestra gloria estaacute en amar siempre a Dios laquoque implica el amor al proacutejimoraquo71
pues recibir su amistad colma en nosotros lo que nos falta nos engrandece nos
glorifica Y esto es don de Dios que el hombre recibe obedeciendo72 y al obedecer
conocemos a Dios cuya mayor grandeza y gloria es justamente su amor73 En
Ireneo no hay libertad verdadera ni obediencia fuera del amor el mayor de los
dones posibles laquomaacutes valioso que la gnosis maacutes glorioso que la profeciacutea y superior
a todos los demaacutes carismasraquo74
Si unimos esta primaciacutea del amor a la libertad personal vemos la importancia
que tiene que todo hombre pueda conocer y experimentar el bien y el mal por siacute
mismo Llega a decir que negarse a conocer ambas realidades es dejar de ser
hombre75
Pues no amamos de igual manera lo que nos viene de modo automaacutetico que aquello que hemos construido con mucho esfuerzo Y como lo maacutes valioso que podiacutea sucedernos es amar a Dios por eso el Sentildeor ensentildeoacute y el Apoacutestol transmitioacute que debemos conseguirlo luchando por ello [] La vista no seriacutea para nosotros un bien tan deseable si no conocieacutesemos el mal de la ceguera [] Del mismo modo el Reino de los Cielos es maacutes valioso para quienes conocen el de la tierra y cuanto maacutes valioso tanto maacutes lo amamos y cuanto maacutes lo amamos tanto maacutes gloria tendremos ante Dios Por este motivo Dios ha permitido todas estas cosas a fin de que nos eduquen y nos hagan
69 Cf AH IV 124 70 AH IV 133-4 71 AH IV 163 72 Cf AH IV 164 73 Cf AH IV 2015 R POLANCO laquoLa carne de Cristo como salus in compendio (AH III 181) o la
Gloria de Dios en lo finito Recepcioacuten balthasariana de Ireneoraquo Teologiacutea y vida 50 (2009) 345-373 Aquiacute 349-351
74 AH IV 338 75 AH 391 Cf AH IV 391 377 H U VON BALTHASAR Gloria II (Madrid 1986) 78-79
CAPIacuteTULO II
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sabios [] y quizaacutes alguacuten diacutea el ser humano madure a traveacutes de todas estas experiencias para que madurando se haga capaz de ver y comprender a Dios76
Podriacuteamos decir que el hombre en su libertad puede elegir obedecer y crecer
para la vida o bien desobedecer y crecer para la muerte77 Puede elegir amar o
crear divisioacuten78 Si la capacidad humana de crecimiento es un dinamismo inserto
en nuestra carne no se pierde pero puede malograrse seguacuten el uso que hagamos
de nuestra libertad79 Maacutes se perfecciona el ser humano cuanto maacutes acoge y
conserva el bien que recibe de Dios es decir en la medida que aprende a obedecer
libremente por amor
Como el hombre es libre desde el principio [ἐλεύϑεροσ] y libre es tambieacuten Dios [ἐλεύϑεροσ] a cuya semejanza fue hecho siempre le aconseja Dios al hombre guardar el bien que se perfecciona por la obediencia80
Y de nuevo surge la duda iquestno podriacutea haber creado Dios seres libres que no
pudieran desobedecer incluidos los aacutengeles Podriacutea pero si lo hubiera hecho asiacute
laquoni se gozariacutean con el bien ni valorariacutean su comunioacuten con Dios ni deseariacutean el bien
con todas sus fuerzasraquo81 De hecho Ireneo aplica la imagen paulina del atleta para
expresar coacutemo valoramos maacutes aquello en que maacutes amor y esfuerzo hemos puesto y
al apreciarlo maacutes mayor cuidado ponemos en seguir cuidaacutendolo Asiacute ocurre en el
hombre y su relacioacuten con Dios
El Sentildeor dice que el Reino de los Cielos es de los violentos laquolos violentos lo arrebatanraquo [Mt 1112] de aquellos que se esfuerzan luchan y continuamente estaacuten alerta lo arrebatan [] Como buen atleta nos exhorta [Pablo] al combate de la incorrupcioacuten para que seamos coronado y estimemos de valor la corona a saber que la adquiramos mediante lucha no espontaacuteneamente Cuanto maacutes luchemos por llegar a ella seraacute maacutes estimable Y cuanto maacutes estimable tanto maacutes la amaremos siempre [] Y como lo maacutes valioso que podriacutea sucedernos es crecer en amor a Dios como ensentildeoacute el Sentildeor y confirmoacute el Apoacutestol la cosa nos ocurriraacute con lucha [] Asiacute tambieacuten el reino de los cielos es maacutes estimable para quienes conocieron el de la tierra Y cuanto maacutes
76 AH IV 377 77 Cf AH IV 391 78 Cf AH IV 337 79 Cf B STUDER Dios Salvador en los Padres de la Iglesia (Salamanca 1993) 98
80 AH IV 374 Ireneo elige laquoἐλεύϑεροσraquo tanto para referirse a la libertad de Dios como a la que el hombre recibe desde el principio Es la libertad que va maacutes allaacute del libre albedriacuteo propia de espirituales laquoἈλλ᾿ἐπεὶ ἐλεύϑεροσ τὴν γνώμην ἀπ᾿ἀρξῆσ ὁ ἂνϑρωποσ ndashκαὶ γὰρ ἐλευϑεροσ τὴν γνώμην ὁ Θεόσ οὗ καϑ᾿ὁμοίωςιν γέγονεν- ἀεὶ ςυμβουλεύεται αὐτῷ κατέκειν τὸ ἀγαϑόν ὃ ἐκ τῆσ πρὸσ Θεὸν περγίνεται ὑπακοῆσ mdash Sed quoniam liberae sententiae ab initio est homo et liberae sententiae est Deus cujus ad similitudinem factus est quod perficitur ex ea quae est ad Deum obedientiaraquo
81 AH IV 376
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 61
estimable maacutes le amamos Y cuanto maacutes le hayamos amado mayor gloria tendremos ante Dios Por intereacutes nuestro soportoacute el Sentildeor [sustinuit Dominus] todas estas cosas a fin de que pasando por todas las experiencias nos eduquen seamos prudentes en el futuro y perseveremos en su amor [Jn 15910]82
Si en el ser humano la desobediencia como fruto de una libertad mal empleada
puede desvirtuar su progreso hacia Dios iquestcoacutemo no tenerlo en cuenta al
contemplar el crecimiento en la humanidad de Cristo iquestNo seraacute entonces decisivo
para nuestra salvacioacuten que el hombre Cristo eligiera obedecer al Padre en su carne
libre y voluntariamente dejaacutendose hacer por el Espiacuteritu
Por lo que toca al ser humano no soacutelo fue creado con posibilidad de alejarse de
Dios sino que de hecho lo hizo83 iquestQueacute entiende entonces Ireneo por pecado y
queacute papel juega Porque nada ni tan siquiera el pecado puede anular la economiacutea
divina Lo que siacute haraacute es modificar el coacutemo y el cuaacutendo Vamos a verlo
3 Salus carnis carne que crece en obediencia
El pecado de Adaacuten mdashde la Humanidadmdash es la desobediencia84 y la ingratitud
para quien le creoacute y tanto arriesgoacute en su favor85 Auacuten asiacute el pecado no se convierte
en el centro de la teologiacutea ireneana cosa que a veces ha sido objeto de criacutetica86
O Cullmann considera excesivamente rectiliacutenea la soteriologiacutea ireneana
justamente por minimizar demasiado el peso del pecado en la economiacutea87 Y en la
misma liacutenea A Benoit88 Sin embargo creo que no hay duda de la gravedad que
para Ireneo tiene el pecado89 Otra cosa es que a su vez mantenga el poder del
amor de Dios para llevar a cabo la obra iniciada por encima de las trabas que la
desobediencia humana pueda poner El caraacutecter progresivo o evolutivo de su
antropologiacutea teleioacutetica y la centralidad cristoloacutegica desde la creacioacuten a la
82 AH IV 377 83 Cf AH IV 371 384 84 Cf AH I 103 III 186-7 191 2110 221 231 IV 403 V 163 171 191 85 Cf AH III 42 86 Cf J VIVES laquoPecado original y evolucioacuten humana en Ireneoraquo Estudios Eclesiaacutesticos 43 (1968)
561-589 Aquiacute 562-568 87 O CULLMANN Cristo y el tiempo (Barcelona 1968) 44 nota 10 8888 A BENOIT Saint Ireneacutee Introduction a lrsquoeacutetude de sa Theacuteologie (Pariacutes 1960) 227 ss
89 A ORBE laquoIpse tuum calcabit caput San Ireneo y Gn 315raquo Gregorianum 52 (1971) 95-150 215-271
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62 | Humana augens
recapitulacioacuten final hacen que su optimismo no sea ingenuidad sino profunda fe
convencido de que laquoa quien maacutes se le perdona maacutes amaraquo [Lc 7 42]90
Fue pues necesario que el Sentildeor viniese a la oveja perdida para con tan grande Economiacutea realizar la recapitulacioacuten y para volver a buscar la obra que eacutel mismo habiacutea plasmado para salvar al mismo hombre hecho laquoa su imagen y semejanzaraquo (Geacuten 126) es decir al viejo Adaacuten una vez cumplidos los tiempos laquoque el Padre habiacutea fijado con su poderraquo (Hech 17) de la condenacioacuten que habiacutea recaiacutedo sobre eacutel por su desobediencia -porque todo plan de salvacioacuten en favor del hombre se haciacutea seguacuten el beneplaacutecito del Padre- a fin de que Dios no quedase vencido ni se perdiese su obra de arte Pues si el hombre al que Dios habiacutea hecho para que viviese al perder la vida herido por la serpiente que lo habiacutea corrompido ya no hubiese podido volver a la vida sino que hubiese quedado enteramente abocado a la muerte entonces Dios habriacutea sido vencido y la maldad de la serpiente habriacutea triunfado sobre el designio de Dios91
Como hemos dicho el estado inicial de inmadurez humana no es incompatible
con la libertad y sentildeoriacuteo de siacute92 Seriacutea tanto como confundir la capacidad de
decisioacuten con la capacidad para anticipar las consecuencias de los propios actos y
discernir adecuadamente Son cosas relacionadas pero distintas Ireneo ve al
hombre en un estado de inocencia93 sin malicia alguna en el que Dios va
educaacutendole y preparaacutendole para el futuro por medio del Verbo imagen visible del
Invisible Por tanto la encarnacioacuten no responde en Ireneo a la necesidad de
redimir el pecado94 sino al deseo libre de hacerse uno con los hombres creados a
su imagen95 Ahora bien una vez que el pecado forma parte de la realidad humana
tambieacuten formaraacute parte del plan salvador de Dios
iquestCoacutemo el ser humano se acercaraacute a Dios si Dios no se ha acercado al hombre iquestCoacutemo se libraraacuten de la muerte que los ha engendrado si no son regenerados por la fe para un nuevo nacimiento que Dios realice de modo admirable e impensado [] iquestComo habriacutea podido [el Sentildeor] derrotar a aquel que era maacutes fuerte que el hombre y lo teniacutea sujeto de vencer al vencedor para liberar al ser humano vencido si no hubiese sido superior al hombre vencido iquestY quieacuten maacutes puede ser mejor y maacutes excelente que el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios sino el Hijo de Dios a cuya imagen fue hecho el ser humano Por este motivo el Hijo al final manifestoacute la semejanza de Dios hacieacutendose hombre y asumiendo para siacute el antiguo plasma96
90 AH III 20 2 91 AH III 231 92 Cf Ep 11-12 93 Cf Ep 14-15 94 Cf A ORBE Antropologiacutea 482-483 95 Cf AH III 223 IV 241 344 V 141 202 96 AH IV 334
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 63
iquestAcaso podriacutea el hombre con sus solas fuerzas crecer en obediencia hasta
Dios97 Las mismas manos que le crearon modelaacutendolo le seguiraacuten acompantildeando
hasta el final pues nunca salioacute Adaacuten de ellas98 su tarea es permanecer en la
docilidad libre al Verbo y al Espiacuteritu99 Para ayudarle en su crecimiento Dios le
preparoacute un lugar hermoso y tambieacuten le dio reglas y normas laquode suerte que si
observaba el mandamiento de Dios permaneceriacutea siempre tal como era esto es
inmortal [hoc est immortalis] Pero si no lo observaba se hariacutea mortal [ut mortales
fierit] destinado a disolverse en la tierra de donde habiacutea sido tomado su
plasmaraquo100 Por la desobediencia en el Paraiacuteso tendraacute el hombre que continuar su
crecimiento en reacutegimen mortal sin la inocencia inicial y lo que es peor sin la
intimidad con el Verbo que alliacute disfrutaba
Conviene aclarar brevemente el sentido de inmortalidad que aquiacute se maneja
Por la imperfeccioacuten del hombre lo que Dios ofrecioacute como ayuda para orientar su
crecimiento pudo dar lugar a la muerte101 No parece que en Ireneo la inmortalidad
del Paraiacuteso deba entenderse como inmortalidad divina sino como algo transitorio
No olvidemos que esa vida divina es justamente la perfeccioacuten hacia la que se le
pide que crezca pues perfecto es quien maacutes se acerca a Dios102 Por tanto poco
sentido tendriacutea que Dios ya se la hubiera otorgado en el Paraiacuteso o que no le
hubiera dado el don de crecer e ir acercaacutendose cada vez maacutes a Eacutel Comparte la
doctrina de Teoacutefilo de Antioquiacutea considerando al hombre en esta etapa capaz de
lo mortal y lo inmortal103
El intereacutes de Ireneo estaacute en confirmar que justamente por su desobediencia
se hicieron mortales104 Ahora bien Ireneo insiste en que el origen de tal hecho
97 Cf AH IV 112 Ep 11 98 Cf AH V 13 99 Cf AH IV 393 100 Ep 15 101 Cf AH IV 134 165 3934 102 Cf AH IV 383 V 81 103 Cf AH III 202 IV 112 V 91 Explicado ampliamente en A ORBE Antropologiacutea 237-240 400
466 Tambieacuten J VIVES Pecado original y evolucioacuten humana 569-570 104 Cf A ORBE laquoCinco exeacutegesis ireneanas de Gn 217b (AH V 231-2)raquo Gregorianum 62 (1981) 75-
113 ID laquoLos hombres y el Creador seguacuten una homiliacutea de Valentiacutenlaquo Gregorianum 55 (1974) 5-48 339-368
CAPIacuteTULO II
64 | Humana augens
(que no niega) no estaacute en Adaacuten mismo sino en el engantildeo de Sataacuten105 que por
envidia106 le alejoacute de Dios De hecho la respuesta divina fue contra el aacutengel
seductor y maldijo a la serpiente en quien el diablo se escondiacutea El hombre es
expulsado del Jardiacuten como consecuencia de la ofensa no por eacutel mismo dejaacutendole
Dios habitar laquoen el camino que conduce al Jardiacuten ya que el Jardiacuten no admite al
pecadorraquo107
La diferencia es clara el hombre no sale indemne de su trasgresioacuten pero
mientras eacutel actuoacute asiacute engantildeado por debilidad e ignorancia Sataacuten lo hizo por
malicia y envidia108 La seduccioacuten hizo visible lo que estaba en eacutel internamente y
Dios bien conociacutea su envidia En todo ello subraya siempre Ireneo la bondad de
Dios109 quiso que saliera a la luz la envidia del seductor y quiso que Adaacuten entrara
en un reacutegimen de muerte no soacutelo como castigo110 sino como remedio para que no
fuera eterna su situacioacuten de desobediencia y pecado de lejaniacutea111
Por este motivo [Dios] le expulsoacute [a Adaacuten] del paraiacuteso a fin de que el hombre no perseverara siempre en transgresioacuten ni fuera inmortal el pecado que le rodeaba y el mal se hiciera interminable y sin curacioacuten Mas impidioacute su transgresioacuten interponiendo la muerte y haciendo que cesara el pecado infirieacutendole un teacutermino mediante la disolucioacuten de la carne en la tierra para que dejando alguna vez el hombre de vivir al pecado y muriendo a eacutel comenzase a vivir para Dios112
Conviene no confundir esta muerte corporal con una destruccioacuten de la carne a
favor del alma inmortal planteamiento maacutes cercano a los gnoacutesticos La vida que
pueda dar el alma al cuerpo soacutelo es temporal para Ireneo porque propiamente
laquoinmortalraquo (αϑανναςία) soacutelo es Dios el Increado Todo lo demaacutes tambieacuten el alma
es creacioacuten suya y por tanto tiene principio y fin La incorrupcioacuten o inmortalidad a
la que llegaraacute un diacutea el hombre afecta al aacutenthropos completo como venimos
repitiendo Y esto soacutelo puede darlo el Espiacuteritu
Como la carne es capaz de corrupcioacuten asiacute tambieacuten lo es de incorrupcioacuten y como es capaz de morir asiacute lo es de vivir Una y otra cosa se excluyen mutuamente y no pueden
105 Cf Ep 16 AH IV 403 V 231 241 322 106 Cf Sab 223-24 107 Ep 16 [Eum circa paradisum tunc pecatorem enim non recipit paradises] 108 AH III 231 109 Cf III 201 185 110 AH III 187 111 Cf AH V 152 112 AH III 236
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 65
ambas permanecer en el mismo sujeto [] La primera vida ha sido expulsada porque le habiacutea sido dada por medio de un simple soplo y no por medio del Espiacuteritu Porque una cosa es el soplo de vida que hace al hombre un ser animado y otra el Espiacuteritu vivificante que le perfecciona como espiritual [] El soplo conoce un instante de vigor permanece un instante y tras eso se va dejando sin haacutelito aquello que primero conteniacutea en cambio el Espiacuteritu cintildee al hombre por dentro y por fuera y como quien siempre perdura no le abandona jamaacutes113
Los gnoacutesticos tambieacuten hablaban de pecado y redencioacuten pero un pecado que
veniacutea con la Creacioacuten misma114 y del que somos redimidos en la medida que nos
alejamos de la materia de la carne Para Ireneo sin embargo es la salvacioacuten la que
estaacute vinculada desde el inicio con la Creacioacuten para ser elevados en nuestra carne
hasta Eacutel No es el pecado quien determina la salvacioacuten sino la salvacioacuten la que
integra el pecado para llevar a teacutermino lo que Dios teniacutea previsto115
El engantildeo de Sataacuten apunta justamente aquiacute pues ofrece la inmortalidad a
cambio de su desobediencia y Adaacuten encuentra justamente lo contrario
desobedecer le lleva a la muerte116 Una muerte que alude principalmente a la vida
de Dios a la deificacioacuten no a la muerte fiacutesica y separacioacuten de alma y cuerpo117
aunque la incluya118 De hecho Cristo no eliminoacute la muerte fiacutesica sino la muerte
eterna la incapacidad para participar de la vida de Dios119 iquestNo habriacutea que
entender de modo similar la peacuterdida del Espiacuteritu tras la trasgresioacuten120 Es decir
por su desobediencia Adaacuten se aleja de Dios pierde laquoel vestido de santidadraquo o
laquoestola del Espiacuterituraquo121 que en Epideixis se prefiera llamar laquovigor del alientoraquo122
113 AH V 12 1-2 114 Cf AH III 182 115 Cf J FANTINO laquoEl hombre verdadero seguacuten San Ireneoraquo Estudios Trinitarios 23-24 (1989-
1990) 3-30 Aquiacute 8 116 Cf AH IV 391 117 Cf AH V 71 118 Cf J VIVES Pecado original y evolucioacuten humana 570 119 Detraacutes de este tema se encuentra el debate sobre la diversa naturaleza del alma y la distincioacuten
o no entre principio vital y alma en Ireneo Cf R AMO USANOS laquoLa carne habituada a portar vida [AH V 33] Aclaraciones al uso de zoeacute en la obra de san Ireneoraquo Estudios Eclesiaacutesticos 83 (2008) 425-455 Especialmente 450-453
120 laquoYa Taciano dice que cuando el alma pierde por el pecado el Espiacuteritu sufre una ἁτονία que le impide elevarse a las cosas celestes [] Con el pecado el alma perdioacute su tensioacuten Y asiacute el hombre perdioacute su harmoniacutea interios [] Pero nunca el hombre histoacuterico dejoacute de estar confrontado al Espiacuteritu Porque la atoniacutea de Adaacuten despueacutes del pecado no significa que fuera abandonado a un destino meramente psiacutequico Es esta una premisa teoloacutegica en la que coinciden tanto los eclesiaacutesticos como la Gnosis heterodoxaraquo (J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo [Gn 126] en S Ireneoraquo 279)
121 AH III 235
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Con la peacuterdida del Espiacuteritu el hombre pierde la semejanza otra gran consecuencia
del pecado y la recobraraacute cuando llegue el momento como el hijo proacutedigo de la
paraacutebola recobroacute sus vestiduras123 Ahora bien no es posible que el hombre
perdiera por completo el espiacuteritu virtus divina mezclada con su barro plasmada y
vivificada por su soplo vital124 Guarda mayor coherencia con todo el sistema
teoloacutegico de Ireneo pensar que mantuvo una cierta semejanza imperfecta e
insuficiente pecadora incluso pero lo bastante como para poder seguir creciendo
y progresando deacutebilmente hasta Dios125 No en vano fuera del Paraiacuteso Adaacuten
perdioacute la posibilidad de ver al Verbo a cuya imagen habiacutea sido creado y a cuyo
modelo debiacutea asemejarse126
Una cosa es perder la semejanza que inicialmente Dios habiacutea puesto en
nosotros imperfecta pero llamada a crecer hasta la plenitud y otra bien distinta
afirmar que Adaacuten carece en absoluto de Espiacuteritu tras el pecado Caeriacuteamos en
contradiccioacuten con el modo de concebir Ireneo al aacutenthropos carne alma y
espiacuteritu127 La deificacioacuten del hombre sigue adelante De lo contrario la debilidad
de algo tan simple como la carne humana tendriacutea maacutes poder que el mismo Dios
impidiendo llevar a teacutermino la obra que Eacutel mismo ha comenzado No seraacute asiacute128
El aacutengel envidiaba la dignidad del hombre inalcanzable para eacutel y le sedujo
tratando de engantildearle Al hacerlo dantildea de alguacuten modo la imagen y semejanza que
Dios habiacutea otorgado a su plasma Al hacerlo estaba atacando tambieacuten al mismo
Verbo de quien era imagen el plasma creado
El Sentildeor con su palabra le proboacute que todo lo suyo se oponiacutea al Dios Creador de todas las cosas y lo sometioacute por su obediencia en cuanto hombre lo descaroacute como desertor transgresor de la Ley y apoacutestata de Dios y maacutes tarde en cuanto Verbo lo encadenoacute fuertemente como a su propio fugitivo y le arrebatoacute los bienes o sea los hombres de quienes eacutel se habiacutea apoderado e injustamente se serviacutea129
122 Ep 14 123 Cf AH IV 142 124 Cf Ep 11 125 Cf A ORBE Antropologiacutea 218 nota 126 126 Cf Ep 12 127 1Ts 523 Cf Capiacutetulo I 128 Cf AH III 231 V 52 129 AH V 213 Cf III 223 V 21 211
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Sataacuten el que laquoenvidia nuestra vidaraquo130 el Seductor nos ataca de dos modos
animaacutendonos a saltarnos etapas y minando nuestra fe nuestra confianza tanto en
nosotros mismos como en Dios que tanto espera de nosotros Y seraacute el mismo Hijo
de Dios en la carne quien restaure por obediencia lo que Adaacuten en su carne
deshizo la comunioacuten con Dios131
Ya hemos visto que Ireneo tiene distintos modos de hablar sobre la imagen y
semejanza132 Quedeacutemonos ahora con que en el Verbo encarnado Segundo Adaacuten
se restableceraacute la semejanza perdida haciendo visible la imagen asegurando de
alguacuten modo la unioacuten con el Espiacuteritu que en el Primer Adaacuten era tan inicial y deacutebil133
Unioacuten que seguiraacute creciendo en obediencia hasta alcanzar la imagen y semejanza
plena del Cristo glorioso134
Ciertamente esta situacioacuten de sometimiento al pecado y sus consecuencias no
queda limitada a Adaacuten y Eva pues somos de su misma carne y en desobediencia
nace todo ser humano135 Del mismo modo que hablaacutebamos antes de una libertad
siempre aconsejada al bien por Dios hemos de hablar ahora de una humanidad
marcada siempre por la desobediencia El paradigma es Caiacuten que recibiendo el
consejo de Dios lo rechazoacute no acomodoacute su voluntad con la de Dios y
desobedecioacute136 A la culpa heredada de Adaacuten se antildeade la propia decisioacuten
Ahora bien en estas condiciones sigue siendo el libre albedriacuteo de cada uno
quien puede y debe decidir y elegir el bien y no el mal la vida y no la muerte la
obediencia y no la desobediencia Pero sabiendo que por nuestras solas fuerzas
seriacutea imposible salir de tal esclavitud se encarnoacute Cristo laquohecho mediador de Dios y
de los hombres [1Tim 25]raquo137 y a traveacutes de Eacutel de su carne gloriosa recibiremos el
don renovado del Espiacuteritu138
130 AH IV pr 4 131 Cf AH V 21 163 171 334 132 Cf Capiacutetulo I 133 Cf AH V 244 134 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo 291-295 135 Cf AH V 213 Ep 18 136 Cf AH III 234 137 AH V 171 138 Cf AH III 174
CAPIacuteTULO II
68 | Humana augens
Desde siempre estuvimos llamados a vivir seguacuten el Espiacuteritu Santo en
obediencia para ir creciendo y madurando hasta alcanzar la medida de la plenitud
en Cristo139 el Hombre perfecto o espiritual El pecado que Dios no quiso impedir
para respetar la libertad humana mdashaunque lo previera y permitiera como
permitioacute que la ballena se tragase a Jonaacutes140mdash es ahora motivo de mayor amor y
agradecimiento a Dios de forma que la docilidad a su gracia quiera ser mayor cada
vez
Esta ha sido la generosidad de Dios que ha permitido que el ser humano haya experimentado todo y que conozca la muerte que en seguida lo hiciera llegar a la resurreccioacuten de entre los muertos a sabiendas de la experiencia por la cual ha sido liberado De esta manera siempre deberaacute agradecer al Sentildeor una vez conseguida la incorrupcioacuten y amarlo maacutes pues laquomaacutes ama aquel a quien maacutes se perdonaraquo (Lc 742-43) (El hombre) conocieacutendose a siacute mismo como deacutebil y mortal [] comprenda todo el poder de Dios que se ha manifestado en eacutel mismo (hombre) a fin de que advierta coacutemo el mismo Dios le ha ensentildeado su propia grandeza Porque la gloria del hombre es Dios Y a su vez el ser humano es el recipiente de toda la obra de Dios y de su poder y sabiduriacutea Asiacute como el verdadero meacutedico muestra serlo al curar a los enfermos asiacute tambieacuten Dios se manifiesta a los hombres [] Quien mantiene sin inflarse ni jactarse la verdadera gloria de las cosas creadas y de su Hacedor (el Dios omnipotente que a todas ha concedido la existencia) y permanece en su amor sometido a eacutel y en accioacuten de gracias recibiraacute de Dios una mayor gloria y maacutes aprovecharaacute hacieacutendose semejante a aquel que por eacutel ha muerto Pues se hizo laquosemejante a la carne del pecadoraquo (Rom 83) a fin de condenar el pecado y una vez condenado echarlo de la carne para de esta manera hacer crecer en su semejanza al ser humano llamaacutendolo a ser imitador de Dios sometieacutendolo a la Ley que lo lleva a contemplar a Dios y daacutendole la capacidad de captar al Padre141
Si es ejerciendo nuestra libertad como vamos creciendo hacia esa comunioacuten
con Dios es evidente que Eacutel se fiacutea de nosotros de nuestro crecimiento apuesta por
nosotros sin dejar de acompantildearnos Por tanto es de esperar que el hombre vaya
aprendiendo a ejercer su libertad en una confianza creciente y esperanzada tanto
respecto a Dios que nunca lo deja de Su mano cuanto de siacute mismo animado y
sostenido por el Espiacuteritu Santo sin obstaculizar su obra142
Porque la libertad que Dios da al hombre no implica soacutelo capacidad de eleccioacuten
sino tambieacuten capacidad de dominar los propios actos responsabilizaacutendose de
139 Cf Ef 413 140 Cf AH III 201 231 IV 322 377 384 V 361 141 AH III 202 142 Cf AH V 81 102 134
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 69
ellos143 lo que le asemeja a Dios y le capacita para llegar un diacutea a la divinizacioacuten en
la carne La parte divina viene dada desde el principio en ese permanente
asesoramiento e invitacioacuten al bien que nos ofrece La parte humana es responder
en obediencia participando del Espiacuteritu que nos alienta
La carne poseiacuteda por el Espiacuteritu olvidada de siacute asume la cualidad del Espiacuteritu hacieacutendose conforme al Verbo de Dios [] Por eso dice una vez vivimos sin el Espiacuteritu celestial en la vejez de la carne no obedeciendo a Dios asiacute ahora recibiendo al Espiacuteritu caminemos en la novedad de la vida obedeciendo a Dios Y porque sin el Espiacuteritu de Dios no podemos ser salvos el Apoacutestol nos exhorta a conservar el Espiacuteritu de Dios mediante la fe y la vida casta144
En definitiva Ireneo no minimiza el pecado de Adaacuten amparado en su
imperfeccioacuten inicial o estado de infancia Fue desobediente y lo fue libremente
pudiendo haber obedecido Lo que Ireneo salva es la motivacioacuten o raiacutez de tal
pecado que no nace de una malicia natural del hombre sino que viene de fuera
4 Conclusiones
Para Ireneo negar todo dualismo va maacutes allaacute de la dimensioacuten ad extra
Tampoco en Dios ad intra hay dualismo posible Dios no crea primero y salva
despueacutes145 como acciones independientes o consecutivas Dios crea al ser humano
a imagen y semejanza del Verbo encarnado y glorioso sin imponerle nada para
que por su propia libertad y voluntad mdashdones de Diosmdash por amor llegue a la
plenitud que es la vida en el Espiacuteritu Seguacuten viva el ser humano tal camino de
crecimiento de su imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten uacuteltima participando de la
vida de Dios viviraacute con mayor o menor fidelidad su vocacioacuten el primer deseo de
Dios sobre eacutel Pues el ser humano ha sido laquomodelado de cara a un crecimiento y
una madurez [plasmavit enim eum in augmentum et incrementum] seguacuten la
palabra de la Escrituraraquo146
143 Cf AH IV 134 164 144 AH V 93 145 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 95 146 AH IV 11 2
CAPIacuteTULO II
70 | Humana augens
Si miramos la Historia y al ser humano como Ireneo los mira difiacutecilmente nos
preguntaremos por queacute Dios no hizo al hombre perfecto desde el principio Seriacutea
incoherente y absurdo Propio de quien no-es-Dios de alguien laquorecieacuten creadoraquo es
no querer igualarse con el Increado con su Autor con el Perfecto Pero ademaacutes
hay otra razoacuten fundamental Dios quiere que el hombre llegue al fin que El le
propone tal como es al ritmo paciente de la carne sin saltarse etapas ni pretender
medios que no le corresponden Su grandeza no estriba en ser perfecto sino en ser
capaz de perfeccioacuten lograda por el amor libre y obediente dejaacutendose transformar
por el Espiacuteritu
En este proceso del hombre natural al hombre espiritual se juega la historia
salutis Ireneo hablaraacute de alcanzar la inmortalidad incorruptibilidad participacioacuten
visio Dei carne poseiacuteda por el Espiacuteritu todas expresiones que nos refieren a lo
que maacutes tarde se llamaraacute laquodeificacioacutenraquo tomando diversos matices seguacuten
autores147 No es un crecimiento para adquirir perfeccioacuten moral o aumento de
virtud en uno mismo sino que crecemos en la medida que nos acercamos a Dios el
Perfecto Pasar de sarx a pneuma automaacuteticamente es impensable o la carne no
seriacutea tal o el Espiacuteritu no habriacutea sido acogido en libertad Dios toma en serio de tal
manera nuestra carne y el destino que nos prepara que no puede realizarse
verdaderamente sin tiempo de maduracioacuten y crecimiento en un mutuo
laquoacostumbramientoraquo La plasis humana mdashcuerpo y almamdash es sarx pneumatikoacutes ya
sea inmaduramente al inicio ya sea en plenitud tras la Resurreccioacuten de Cristo
Pero el hombre mdashla sarxmdash es capaz incluso de rechazar el don de Dios y
desobedecerle como de hecho ocurrioacute por engantildeo de Sataacuten el seductor Quisieron
ser dioses antes que hombres y desobedecieron el mandato que Dios habiacutea dado
para su bien Experimentaron el bien de Dios y el mal del seductor Asiacute quiso Dios
que fuera para que aprendieran en su propia carne a juzgar y discernir a buscar el
bien rehusando el mal ya no por mandato de Dios sino por propia eleccioacuten libre
Tras la desobediencia el hombre continuaraacute su crecimiento pues forma parte de su
147 Cf N RUSSELL The Doctrine of Deification in the Greek Patristic Tradition (Oxford 2006) 1-15
105-110 V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente (Barcelona 22009) especialmente 146-160
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 71
naturaleza creatural pero ahora marcado por la muerte y por la capacidad de
asemejamiento mermada dantildeada herida
Si acoger la salvacioacuten de Dios en nosotros mdashsalus carnismdash implica crecimiento
no puede eacutesta consistir en ser devueltos a un estado primordial paradisiacuteaco sino en
alcanzar la promesa a la que Dios nos destinoacute desde el principio Es una salvacioacuten
teleioacutetica y ademaacutes en comunioacuten humano-divina Por eso la libertad humana mdashen
la carnemdash tendraacute un papel decisivo Si nos salvamos por nuestras propias fuerzas
para progresar inuacutetil es la accioacuten de Dios si lo hace Dios soacutelo sobra nuestra
libertad y obediencia iquestCoacutemo podraacute darse entonces esta comunioacuten que nos salve
La respuesta de Ireneo apunta con toda claridad a Cristo Verbo encarnado
verdadero Dios y verdadero hombre Maacutes auacuten a la carne de Cristo carne como la
nuestra ungida por el Espiacuteritu hasta la glorificacioacuten final para nuestra salvacioacuten
CAPIacuteTULO II
72 | Humana augens
Capiacutetulo III
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
EacuteL ES LA COMUNIOacuteN QUE NOS SALVA
Ipse per se hominem adunans Deo
(AH III 42)
Introduccioacuten
1 Perceptrix et capax caro virtutis Dei
11 LA VIDA PRESENTE EN LA CARNE 12 EUCARISTIacuteA 13 LA CARNE DE CRISTO
2 Carne de nuestra carne
21 LA MIXIS INICIAL 22 LA PLASMACIOacuteN CON SUS MANOS
3 iquestQuieacuten sino el Verbo puede unir al hombre con Dios
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO III
74 | Humana augens
Introduccioacuten
Al comenzar este estudio nos preguntaacutebamos si podriacuteamos concluir alguacuten
rasgo esencial a la humanidad de Cristo a partir de la antropologiacutea de Ireneo Si
Cristo se hizo verdaderamente hombre iquestno tuvo que asumir los rasgos esenciales
de este hombre Concretamente hemos fijado nuestra atencioacuten en el crecimiento
como dinamismo propio de la carne alentada por el Espiacuteritu tal como el Creador la
ha dispuesto para alcanzar el fin que le es propio Siguiendo nuestro razonamiento
si la humanidad de Cristo tiene alguna virtualidad salviacutefica tendraacute que pasar por
su crecimiento
Sin embargo antes de hacer esta aplicacioacuten conviene hacerse algunas
preguntas iquestRealmente podemos decir que la carne es perceptible de salvacioacuten de
accioacuten del Espiacuteritu Si no lo fuera iquestqueacute sentido tiene que el Verbo se haga carne
para nuestra salvacioacuten iquestO acaso la carne que Eacutel tomoacute siendo verdadera no es
carne como la nuestra A estas preguntas dedicaremos los dos primeros puntos de
este capiacutetulo siguiendo la argumentacioacuten del mismo Ireneo frente a sus
contemporaacuteneos
Finalmente una vez que constatamos el pecado y la desobediencia del hombre
iquestsigue adelante el plan salvador de Dios en Cristo iquestafecta el pecado de alguacuten
modo al proyecto salvador de Dios iquestPor queacute nos salva el Verbo y por queacute de esta
manera como verdadero Dios y verdadero hombre iquestDe queacute modo puede realizar
Eacutel el fin que nos es propio la visioacuten del Padre la comunioacuten iacutentima y plena con Eacutel
iquestjuega alguacuten papel su carne creciendo al ritmo del Espiacuteritu
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 75
1 Perceptrix et capax caro virtutis Dei (AH V 32)
iquestAcaso la carne puede ser salvada puede acoger a Dios Es un tema
importante al que Ireneo tuvo que hacer frente pues laquosi la carne no pudiera ser
salvada el Verbo de Dios no se habriacutea hecho carneraquo1 En los capiacutetulos anteriores
hemos aludido a las reticencias gnoacutesticas mdashy de algunos eclesiaacutesticos2mdash ante la
materia en general y ante la carne en particular Tambieacuten hemos afirmado lo
contrario que esto es a la sensibilidad y la teologiacutea de Ireneo Ahora bien la mirada
amable a la carne y a la materia como elemento esencial al ser humano creada y
querida por Dios no es suficiente para afirmar tambieacuten su resurreccioacuten En
nuestro caso el tema es fundamental puesto que si la carne no es laquocapaz de
salvacioacutenraquo o lo que es lo mismo capaz de acoger el Espiacuteritu de Dios que es quien
laquonutre y hace crecerraquo3 difiacutecilmente seraacute agente de salvacioacuten Ni siquiera si eacutesta
carne es la de Cristo
Ireneo coincide con los gnoacutesticos4 al afirmar que soacutelo puede asumir el Sentildeor lo
que puede salvarse5 dando la vuelta al principio patriacutestico que despueacutes se hariacutea
claacutesico laquoQuod non est assumptum non est sanatumraquo6 La conclusioacuten es evidente
para los gnoacutesticos el Verbo no pudo asumir la carne ya que por naturaleza no es
capaz de salvacioacuten Ireneo por el contrario haraacute de su encarnacioacuten la clave de
boacuteveda de toda la antropologiacutea y soteriologiacutea Nuestra esperanza no se fundamenta
en la fuerza de nuestra naturaleza sino en el poder amoroso de Dios7
1 AH V 141 El P ORBE lo expresa con gran fuerza laquoSobra la Encarnacioacuten cuando no hay carne que
deificarraquo (laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo Gregorianum 46 [1965] 481-544 aquiacute 543)
2 Cf A ORBE laquoAdversarios anoacutenimos de la Salus carnisraquo Gregorianum 60 (1979) 9-53 ID laquoDefinicioacuten del hombre en la teologiacutea del siglo IIraquo Gregorianum 48 (1967) 522-576 J C ALBY laquoUn grano de trigo produciraacute diez mil espigas El optimismo metafiacutesico en la escatologiacutea de san Ireneoraquo Sapientia 62 (2007) 5-21
3 AH IV 383 4 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa salvacioacuten de la carne en S Ireneoraquo Scriptorium Victoriense 12 (1965) 7-29
Aquiacute 13 5 Cf Ibiacuted 22 6 GREGORIO NACIANCENO Ep 101 I 32 (SC 20850) laquoLo que no ha sido asumido no ha sido sanado
pero lo que se une a Dios se salvaraquo Axioma claacutesico que ya explicitoacute Oriacutegenes laquoEl hombre no habriacutea sido salvado todo entero si nuestro Salvador y Sentildeor no hubiera asumido al hombre enteroraquo Y que para algunos estariacutea en la base de la argumentacioacuten ireneana (cf T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano [Burgos 2004] 64)
7 Cf AH II 292 V 23
CAPIacuteTULO III
76 | Humana augens
Ahora bien la sola carne no salva8 De hecho la sola carne para Ireneo no es
nada como tampoco es nada en el ser humano el alma sola o solo el Espiacuteritu9
Tendriacuteamos que decir por tanto que la sola carne de Cristo por siacute misma tampoco
salva siguiendo la exeacutegesis gnoacutestica de 1 Cor 1550 laquoLa carne y la sangre no
pueden efectivamente heredar el reino de Diosraquo10 Ireneo critica fuertemente a
quienes utilizan este texto para desechar la carne pues laquoni han captado el sentido
del Apoacutestol ni han investigado la fuerza de las palabrasraquo11
La iniciativa y la actividad siempre procede de Dios del Espiacuteritu Lo propio del
hombre lo propio de la carne es recibir y acoger tal accioacuten12 Por eso no se trata de
que la carne llegue a poseer el Espiacuteritu como un premio por siacute misma sino que
con su docilidad el Espiacuteritu vaya progresivamente hacieacutendola suya
Ahora recibimos alguna parte de su Espiacuteritu para perfeccionar y preparar la incorrupcioacuten acostumbraacutendonos poco a poco a comprender y a portar a Dios El Apoacutestol lo llamoacute prenda (es decir parte de la gloria que Dios nos ha prometido) (Ef 113-14) [] Por ello esta prenda al habitar en nosotros ya nos hace espirituales y la mortalidad es absorbida por la inmortalidad (2 Cor 54) [] Esto no nos sucede por la destruccioacuten de la carne sino por la comunioacuten del Espiacuteritu [] Pues si la prenda apoderaacutendose del hombre mismo ya le hace clamar laquoiexclAbbaacute Padreraquo iquestqueacute haraacute la gracia universal del Espiacuteritu que Dios otorgaraacute a los hombres Nos haraacute semejantes a eacutel y nos haraacute perfectos por la voluntad del Padre pues eacuteste ha hecho al hombre seguacuten la imagen y semejanza de Dios13
Esto es importante porque en ninguacuten momento entiende Ireneo que la
naturaleza humana la sarx deba ser aniquilada De hecho cuando Ireneo habla de
lo carnal como opuesto a lo espiritual no deshecha la carne en siacute sino sus obras14
Elegir las obras del Espiacuteritu es ir creciendo en su accioacuten y realizando sus frutos15 lo
que se opone a laquoser carnalraquo es decir vivir seguacuten laquolas obras de la carneraquo pero no a
vivir en la carne La razoacuten central estaacute en la voluntad creacional de Dios nuestra
carne es su Arte su obra Y lo sigue siendo incluso dantildeada por el pecado pues la
purificacioacuten no se debe a la carne en siacute sino a las obras tal como se muestra en los
8 Cf AH III 204 9 Cf AH V 91 Hemos tratado el tema en el Capiacutetulo I 10 Cf AH V 91-4 11 AH V 132 12 Cf AH IV 392 112 13 AH V 81 Cf AH V 94 14 Cf AH V 102 1234 15 Cf AH V 111
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 77
milagros de curaciones de Jesuacutes16 Sin duda una distincioacuten fundamental que
convendriacutea recuperar
Las obras de la carne [son las] hechas sin el Espiacuteritu Estas llevan a la muerte [] laquoPero estaacuteis lavados y santificados estaacuteis justificados en el nombre del Sentildeor Jesucristo y en el Espiacuteritu de nuestro Diosraquo iquestY cuaacutendo hemos llevado la imagen del que nacioacute de la tierra Cuando realizaacutebamos las obras de la carne arriba descritas iquestY cuaacutendo llevamos la imagen del que viene del cielo Cuando como eacutel dice laquoestaacuteis lavadosraquo y creeacuteis laquoen su nombreraquo para recibir su Espiacuteritu No hemos lavado la substancia de nuestro cuerpo ni la imagen de nuestra creacioacuten sino nuestro antiguo modo de actuar Y asiacute en los mismos miembros por los que antes pereciacuteamos cuando realizaacutebamos las obras corruptibles en esos mismos miembros empezamos a vivir cuando realizamos las obras del Espiacuteritu17
Si el hombre no tiene que dejar de ser laquoaacutenthroposraquo para llegar a Dios18
tampoco la carne tiene que dejar de ser carne para llegar a ser en todo
transformada por el Espiacuteritu lo mortal en inmortal lo corruptible en incorruptible
la debilidad en fortaleza19 Si laquosu obraraquo se muestra en la plasis humana20 imagen y
semejanza suya tambieacuten se cumpliraacute en la carne su salvacioacuten (Salus carnis no
Salus animae21) Por eso Ireneo puede hablar del hombre espiritual o perfecto del
laquohombre vivienteraquo como aquel que participando de la carne participa tambieacuten del
Espiacuteritu y eacuteste le guiacutea22
Donde estaacute el Espiacuteritu del Padre ahiacute se encuentra el hombre viviente [] La carne poseiacuteda por el Espiacuteritu olvidada de siacute asume la cualidad del Espiacuteritu hacieacutendose conforme al Verbo de Dios [] Por eso dice una vez vivimos sin el Espiacuteritu celestial en la vejez de la carne no obedeciendo a Dios asiacute ahora recibiendo al Espiacuteritu caminemos en la novedad de la vida obedeciendo a Dios Y porque sin el Espiacuteritu de Dios no podemos ser salvos el Apoacutestol nos exhorta a conservar el Espiacuteritu de Dios23
Como dijimos al hablar del pecado24 el hombre no pierde nunca totalmente el
espiacuteritu25 pero siacute la vitalidad del Espiacuteritu que disfrutaba antes de la caiacuteda Esa falta
de vitalidad en el hombre es lo que conlleva su vejez26 su deterioro su
16 Cf AH V 1256 15 17 AH V 112 18 Cf AH V 122 19 Cf AH V 32 102 20 Cf AH V 152
21 Cf A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo Gregorianum 64 (1983) 199-241 Aquiacute 218
22 Cf AH V 92 23 AH V 93 24 Cf Capiacutetulo II 25 Cf AH V 122 26 Cf J FANTINO laquoEl hombre verdadero seguacuten San Ireneoraquo Estudios Trinitarios 23-24 (1989-1990)
3-30 Aquiacute 16-17
CAPIacuteTULO III
78 | Humana augens
estancamiento Crecer no es envejecer pues quien crece se allega a Dios y quien
envejece muere27 Con Cristo en su carne recupera el hombre la novedad28 que le
acrecienta si elige de nuevo la cercaniacutea obediencia con Dios29
Ireneo expresa esta laquoactiva pasividadraquo de dejarse hacer por el Espiacuteritu con dos
imaacutegenes paulinas Primeramente habla de toda carne como templo de Dios y une
esta metaacutefora a la comparacioacuten joaacutenica del Templo con el cuerpo de Cristo30
La carne plasmada es templo de Dios [] Si alguno afirma que el templo de Dios en el cual habita el Espiacuteritu del Padre y los miembros de Cristo no participan de la salvacioacuten sino que estaacuten condenados a la perdicioacuten iquestno diraacute la maacutes grande blasfemia Porque nuestros cuerpos no resucitan en virtud de su propia naturaleza sino por la virtud de Dios31
Del mismo modo que el Espiacuteritu habitaba en el Templo de Jerusaleacuten asiacute
moraba en el Cuerpo de Cristo Y si nosotros somos miembros de su Cuerpo
tambieacuten en nuestro cuerpo mora el Espiacuteritu Santo32 Si nuestra carne no resucita
tampoco resucitaraacute la carne de Cristo Y esto seriacutea tanto como decir que la carne
unida al Verbo en esta vida no seraacute capaz de Dios en la gloria y por eso queda
fuera de la incorrupcioacuten No tiene sentido
Por otro lado con la imagen del injerto33 Ireneo expresa simboacutelicamente coacutemo
la comunioacuten entre Dios y el hombre entre el Espiacuteritu y la carne no funde ni
confunde las dos realidades perdieacutendose una en beneficio de otra Tampoco es la
suma de dos realidades ajenas yuxtapuestas sino que la parte maacutes deacutebil queda
siempre mejorada y crecida por la maacutes fuerte en la medida que se unen
Y para que nosotros dando gusto a la carne no vayamos a rechazar injertarnos en el Espiacuteritu esto escribe laquoTuacute que eres un olivo silvestre has sido injertado en un olivo feacutertil para hacerte participar de sus abundantes frutosraquo (Rom 111724) Pero si un olivo agreste despueacutes de ser injertado siguiese siendo agreste laquoseraacute cortado y echado al fuegoraquo (Mt 719) en cambio si continuacutea injertado y se convierte en un buen olivo se transforma en un aacuterbol lleno de frutos como los plantados en el huerto de un rey [] De igual modo quienes no producen frutos de justicia sino que viven prisioneros de sus sentidos si despiertan y reciben al Verbo de Dios como un injerto retornan a su
27 Cf Col 310 AH V 1246 28 Cf AH IV 341 III 1025 V 13 161 29 Cf IV 281 374 30 1Cor 316 Jn 21921 1Cor 613-15 31 AH V 62 32 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y la primera Pascua del Salvadorraquo Estudios Eclesiaacutesticos 44 (1969) 297-
344 Aquiacute 303
33 Rm 111724
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 79
naturaleza primera como fueron hechos a imagen y semejanza de Dios (Geacuten 126) Asiacute como el olivo silvestre cuando se le injerta no pierde la substancia de su madera sino que cambia la calidad de sus frutos y recibe otro nombre pues ya no es olivo silvestre sino que se convierte y es olivo feacutertil de modo semejante el hombre que injertado por la fe recibe el Espiacuteritu de Dios no pierde la substancia de la carne sin embargo cambia la calidad del fruto de sus obras y recibe otro nombre para significar ese cambio en algo mejor ya no es carne y sangre sino que se le llama y es un hombre espiritual Pero asiacute como el olivo silvestre si no se le injerta sigue siendo inuacutetil para su Sentildeor por su calidad salvaje y laquose le corta y echa en el fuegoraquo (Mt 719) como a un aacuterbol esteacuteril de igual modo el hombre al que el Espiacuteritu no se le injerta por la fe sigue siendo lo que antes era esto es carne y sangre que no puede poseer el Reino en herencia34
La imagen es muy clara No dice Ireneo que la carne por siacute sola se salve pues de
hecho tan capaz es de corrupcioacuten como de incorrupcioacuten de obediencia como de
desobediencia35 Siacute dice que es en la carne donde Dios quiere cumplir su obra36 Ser
injertados en el Espiacuteritu no es garantiacutea automaacutetica de salvacioacuten pues siempre espera
Dios nuestra libertad y crecimiento don suyo pero hace posible laquoque cambie la
calidadraquo37 de nuestro fruto sin perder la substancia humana que nos es propia Por
eso es tan importante distinguir las obras de la carne de la carne misma
Y si la carne es capaz de Dios capaz de dejarse poseer por el Espiacuteritu en esta
vida iquestcuaacutento maacutes no seraacute capaz de recibir la vida eterna la resurreccioacuten38 Pues
laquoiquestqueacute otro fruto manifiesto del Espiacuteritu invisible puede haber sino hacer la carne
madura y capaz de la incorrupcioacutenraquo39
Ireneo aporta tres argumentos principales para esperar la resurreccioacuten de la
carne la vida presente que es carnal y a la vez va creciendo en dinamismo
espiritual la Eucaristiacutea donde creemos nutrirnos del Cuerpo y Sangre de Cristo
siendo pan y vino transformados verdaderamente por el Espiacuteritu de Dios y la
carne misma de Cristo Veamos brevemente cada argumento
34 AH V 101-2 35 Cf AH V 121 36 Cf AH V 141 37 AH V 102 Cf AH V 111-2 38 Cf AH V 23 39 AH V 124
CAPIacuteTULO III
80 | Humana augens
11 LA VIDA PRESENTE EN LA CARNE
En la mentalidad gnoacutestica Dios no puede dar la inmortalidad a la carne mortal
porque el destino de cada cosa estaacute marcado por su naturaleza Para Ireneo sin
embargo la voluntad de Dios estaacute por encima de todas las cosas40 y Eacutel dispensa sus
dones como quiere incluyendo la salvacioacuten de la carne41 porque Dios asiacute lo ha
querido y si Eacutel quiere puede Por tanto si Dios quiere hacerlo y la carne es capaz
de acogerlo42 es posible la salus carnis43
Desprecian el poder de Dios y no contemplan la verdad quienes miran la debilidad de la carne sin contemplar tambieacuten el poder de aquel que la resucita de entre los muertos (Heb 1119) Si no da la vida a lo mortal ni la incorrupcioacuten a lo corruptible entonces Dios deja de ser poderoso Pero que en todas estas cosas Dios manifiesta su poder lo podemos descubrir en nuestro origen pues Dios modeloacute al hombre del barro de la tierra (Geacuten 27) [] Porque aquel que a los comienzos hizo que existiera lo que no existiacutea cuando eacutel lo quiso mucho maacutes seguacuten su voluntad volveraacute de nuevo a restituir a la vida a aqueacutellos a quienes eacutel se la ha dado Se descubriraacute que la carne es capaz de recibir el poder de Dios asiacute como al principio acogioacute su arte [perceptrix et capax caro virtutis Dei quae ab initio percepit artem Dei ndash χωρητικὴ ἡ ςὰρξ τήσ τοῦ Θεοῦ δυνάμεωσ ἥτισ τὴν ἀρχὴν ἀπεδέξατο τὴν τὲχνην τοῦ Θεοῦ] [] Porque si no seriacutean [los que lo niegan] como aquel que teniendo en la mano una esponja llena de agua o una antorcha encendida dijese que una esponja no es capaz de contener agua o una antorcha fuego [] iquestPor queacute la vida eterna no seraacute capaz de vivificar la carne ya ejercitada y acostumbrada a llevar la vida Que la carne participe de la vida verdadera se muestra por la misma vida presente pues vive en cuanto Dios quiere que viva Y que Dios es poderoso para dar la vida es evidente pues nosotros vivimos porque Eacutel nos ha concedido la vida Y siendo Dios poderoso para dar la vida a su creatura siendo capaz de vivificar la carne iquestqueacute puede impedir que la carne pueda recibir la incorrupcioacuten la cual no es sino una larga vida sin fin que Dios concede44
Una vez maacutes no se puede comprender el pensamiento de Ireneo sin apelar a
la unidad Creacioacuten y salvacioacuten no son dos momentos aislados ni paralelos No
podemos entender la Encarnacioacuten del Verbo sin la creacioacuten del hombre laquoplasma
Deiraquo modelado por el Verbo y el Espiacuteritu Quien es capaz de llevar en siacute mismo la
imagen y semejanza de Dios su Arte y va perfeccionaacutendose en la medida que se
ejercita conservaacutendolo en esta vida iquestpor queacute no va a seguir creciendo hasta Dios
en la eternidad En el fondo negar la capacidad de la carne para acoger a Dios es la
40 Cf AH II 292 41 Cf AH V 213 42 51 42 Cf AH V 42 51 323 43 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa salvacioacuten de la carne en S Ireneoraquo 16 44 AH V 32-3
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 81
arrogancia desagradecida de quien cree que su vida viene de eacutel45 como si el agua
de una esponja viniera de siacute o el fuego de una tea hubiera prendido solo Asiacute en
Ireneo los maacutertires son signos privilegiados de la accioacuten del Espiacuteritu en la carne
aquiacute y ahora por el puacuteblico testimonio que dan del evangelio y por ser capaces de
dar la vida libremente por ello46
Ahora bien iquestcoacutemo haraacute Dios posible que la carne sin dejar de ser carne llegue
a la inmortalidad en comunioacuten con el Espiacuteritu y sin perder la libertad propia del
ser humano La respuesta de Ireneo es clara
Es el Verbo de Dios quien les concede la resurreccioacuten para la gloria de Dios Padre [Flp 211] Este es quien transforma lo mortal en inmortal y a lo corruptible concede gratuitamente hacerse incorruptible [1 Cor 1553] pues el poder de Dios se manifiesta en la debilidad [2 Cor 129] Por eso no debemos presumir de tener la vida por nosotros mismos pues esto seriacutea levantarse contra Dios con una mente ingrata Al contrario por la experiencia hemos de aprender que de su grandeza y no de nuestra naturaleza recibimos como don el vivir para siempre Asiacute pues ni vayamos alguna vez a privarnos de la gloria que de Dios procede ni ignoremos lo que es nuestra naturaleza47
Estamos llamados a vivir sin privarnos de la gloria de Dios sabiendo que es
don suyo y eacutel mismo nos capacita mdashpor voluntad suyamdash para vivir asiacute48 Y iquestqueacute es
vivir seguacuten su gloria iquestNo seraacute tanto como dejar que su poder laquoabsorbaraquo nuestra
debilidad por amor iquestNo seraacute tanto como ser cada vez maacutes doacuteciles al Espiacuteritu en
nuestra carne Es el Verbo de Dios quien hace esto posible quien nos abre el
camino para crecer en la comunioacuten con Dios debilitada y a la vez el Espiacuteritu nos
prepara para acoger al Hijo49 Pero tampoco debemos ignorar cuaacutel es nuestra
naturaleza no somos espiacuteritu sino carne y en la carne estamos llamados a
compartir la gloria de Dios50 No sin ella Sabieacutendonos tan necesitados de la accioacuten
del Espiacuteritu como la masa de harina necesita el agua para llegar a ser pan51
45 Cf AH V 41 46 Cf AH V 92 IV 339 III 1213185 B CZESZ laquoSan Ireneo y el montanismoraquo Anuario de Historia
de la Iglesia [=AHIg] 3 (1994) 81-93 aquiacute 89-90 T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano 113
47 AH V 23 48 Cf AH III 202-3 49 Cf AH IV 205
50 Cf AH V 92 51 Cf AH III 172 214
CAPIacuteTULO III
82 | Humana augens
12 EUCARISTIacuteA
En segundo lugar Ireneo ve en la Eucaristiacutea un signo claro y eficaz para
quienes niegan o ponen en duda la salus carnis52 Materia es al fin y al cabo el pan
y el vino y lo ha dispuesto Dios para la salvacioacuten y crecimiento del hombre53 Si no
creemos que esa materia sencilla es capaz del don de Dios iquestqueacute sentido tiene
participar de ella
Para nosotros concuerda lo que creemos y la Eucaristiacutea y a su vez la Eucaristiacutea da solidez a lo que creemos Le ofrecemos lo que le pertenece y proclamamos de manera concorde la unioacuten y comunidad entre la carne y el espiacuteritu Porque asiacute como el pan brota de la tierra una vez que se pronuncia sobre eacutel la invocacioacuten [ἐπίκληςιν τοῦ Θεοῦ] de Dios ya no es pan comuacuten sino que es la Eucaristiacutea compuesta de dos elementos terreno y celestial de modo semejante tambieacuten nuestros cuerpos al participar de la eucaristiacutea ya no son corruptibles sino que tienen la esperanza de resucitar para siempre54
Y si lo creemos iquestcoacutemo negar despueacutes la capacidad de la carne para ser
transformada por el poder de Dios La Eucaristiacutea ademaacutes es alimento que nos
hace crecer de modo que no soacutelo es signo de que la materia puede ser
transformada por el Espiacuteritu sino tambieacuten de que puede ser medio de
transformacioacuten y crecimiento para otros por la fuerza de ese mismo Espiacuteritu
Estaacuten enteramente locos quienes rechazan toda la Economiacutea de Dios al negar la salvacioacuten de la carne y despreciar su nuevo nacimiento pues dicen que ella no es capaz de ser incorruptible Pues si eacutesta no se salva entonces ni el Sentildeor nos redimioacute con su sangre ni el caacuteliz de la Eucaristiacutea es comunioacuten con su sangre ni el pan que partimos es comunioacuten con su cuerpo (1Cor 1016) [] Pues eacutel mismo confesoacute que el caacuteliz que es una creatura es su sangre (Lc 2220 1Cor 1125) con el cual hace crecer nuestra sangre y el pan que es tambieacuten una creatura declaroacute que es su propio cuerpo (Lc 2219 1Cor 1124) con el cual hace crecer nuestros cuerpos En consecuencia si el caacuteliz mezclado y el pan fabricado reciben la palabra de Dios para convertirse en Eucaristiacutea de la sangre y el cuerpo de Cristo y por medio de eacutestos crece y se desarrolla la carne de nuestro ser iquestcoacutemo pueden ellos negar que la carne sea capaz de recibir el don de Dios que es la vida eterna ya que se ha nutrido con la sangre y el cuerpo de Cristo y se ha convertido en miembro suyo Cuando escribe el Apoacutestol en su Carta a los Efesios laquoSomos miembros de su cuerporaquo (Ef 530) de su carne y de sus huesos no lo dice de alguacuten hombre espiritual e invisible mdashpues un espiacuteritu laquono tiene carne ni huesosraquo (Lc 2439)mdash sino de aquel ser que es verdadero hombre que estaacute formado por carne huesos y nervios el cual se nutre de la sangre del Sentildeor y se desarrolla con el pan de su cuerpo55
52 Cf AH IV 184-5 V 223 53 Cf H U VON BALTHASAR Gloria II (Madrid 1986) 55 54 AH IV 185 55 AH V 2 2-3
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 83
Desde esta perspectiva afirma de nuevo que laquotoda la Economiacutea de Diosraquo pasa
por la salvacioacuten de la carne por su Humanidad56 pues de no ser asiacute tampoco
tendriacutea sentido salvador la entrega del cuerpo y la sangre de Cristo o no seriacutea
verdadera su encarnacioacuten
Curiosamente Ireneo situacutea en la promesa eucariacutestica de la Uacuteltima cena ligada
al propio cuerpo glorioso de Cristo y a la bondad de la materia la glorificacioacuten de lo
creado Si Jesuacutes prometioacute volver a beber de nuevo con sus disciacutepulos el fruto de la
vid despueacutes de la Resurreccioacuten es que resucitaremos en carne laquopues propio es de
la carne y no del espiacuteritu beber el vino de la vidraquo57
Del mismo modo que podriacutea haber dado vino bueno en la boda de Canaacute sin contar
con ninguacuten agua y podiacutea haber dado de comer a la multitud hambrienta sin aquellos
pocos panes y peces tambieacuten podriacutea salvarnos laquosin partir de ninguna materia
creadaraquo58 pero no quiso Dios no necesita la carne ni la materia59 pero ha querido que
forme parte de su gloria y de la tierra prometida que nos espera tras la resurreccioacuten
Esto es lo que recuerdan haber oiacutedo de Juan el disciacutepulo de Jesuacutes los presbiacuteteros que lo conocieron acerca de coacutemo el Sentildeor les habiacutea instruido sobre aquellos tiempos laquoLlegaraacuten diacuteas en los cuales cada vintildea tendraacute diez mil cepas cada cepa diez mil ramas cada rama diez mil racimos cada racimo diez mil uvas y cada uva exprimida produciraacute 25 medidas de vino Y cuando uno de los santos corte un racimo otro racimo le gritaraacute iexclYo soy mejor racimo coacutememe y bendice por miacute al Sentildeor De igual modo un grano de trigo produciraacute diez mil espigas cada espiga a su vez diez mil granos y cada grano cinco libras de harina pura Lo mismo sucederaacute con cada fruto hierba y semilla guardando cada uno la misma proporcioacuten Y todos los animales que coman los alimentos de esta tierra se haraacuten mansos y viviraacuten en paz entre siacute enteramente sujetos al hombreraquo60
A pesar del rechazo gnoacutestico y de las posteriores criacuteticas alejandrinas para
Ireneo las promesas profeacuteticas se cumpliraacuten en la materialidad creacional61 laquola
economiacutea de la salvacioacuten se lleva a cabo con ayuda de la creacioacuten y para la
creacioacuten no a pesar de ellaraquo62 El vigor y la abundancia material de esta tierra son
56 Cf AH III 174 IV pr 202 V 143 57 Cf AH V 332 58 AH III 115 59 Cf AH IV 141 60 AH V 33 3 61 Cf M AROacuteZTEGUI laquoLa creacioacuten en el culto seguacuten san Ireneo de Lyonraquo Teologiacutea y catequesis 95
(2005) 175-197 Aquiacute 189
62 J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos (Madrid 2004) 59
CAPIacuteTULO III
84 | Humana augens
signo inequiacutevoco de la bondad del Creador y de la bendicioacuten que de Eacutel recibimos63
Tambieacuten seraacute en esa creacioacuten bendecida donde gozaremos de la comunioacuten futura
con Dios del mismo modo que ahora comulgamos con el Cuerpo y la Sangre de
Cristo a traveacutes del pan y el vino primicias de la Creacioacuten64 Por eso cuanto maacutes le
entregamos maacutes recibimos de Eacutel multiplicado65 llegando a la plenitud en la gloria
del Padre
13 LA CARNE DE CRISTO
En tercer lugar el gran argumento para afirmar la salvacioacuten de la carne y su
capacidad salviacutefica es la misma carne de Cristo laquoentreverada de Espiacuterituraquo66 desde
el principio desde su concepcioacuten en el seno de Mariacutea Curiosamente Ireneo no lo
refiere solo a los evangelios de la infancia sino tambieacuten a dos textos del Antiguo
Testamento67 en que nos detenemos por la fuerza simboacutelica que tienen para
nuestro tema
[Los profetas] anunciaban que de la estirpe de David habiacutea de florecer Su cuerpo [ex semine David florebit caro eius] [de Nuestro Sentildeor Jesucristo Hijo de Dios] para que fuese seguacuten la carne hijo de David mdashque era hijo de Abrahaacutenmdash en virtud de una larga cadena de generaciones y seguacuten el Espiacuteritu Hijo de Dios preexistente con el Padre engendrado antes de la fundacioacuten del mundo y aparecido como hombre al mundo entero en los uacuteltimos tiempos Eacutel es el Verbo de Dios que recapitula [ἀνακεφαλαιόομαι] en siacute todas las cosas las del cielo y las de la tierra (Ef 110)68
63 Nada de lo creado es ajeno a Eacutel y nada lo seraacute en la gloria futura del mismo modo que no pudo
quedar la Creacioacuten ajena a la Encarnacioacuten de Cristo Asiacute lo expresa el capiacutetulo 18 del Protoevangelio de Santiago describiendo la expectacioacuten de todo lo creado en el momento en que el Verbo se va a encarnar laquoYo avanzaba y he aquiacute que dejaba de avanzar Y lanzaba mis miradas al aire y veiacutea el aire lleno de terror Y las elevaba hacia el cielo y lo veiacutea inmoacutevil y los paacutejaros detenidos Y las bajeacute hacia la tierra y vi una artesa y obreros con las manos en ella y los que estaban amasando no amasaban Y los que llevaban la masa a su boca no la llevaban sino que teniacutean los ojos puestos en la altura Y unos carneros conducidos a pastar no marchaban sino que permaneciacutean quietos y el pastor levantaba la mano para pegarles con la vara y la mano quedaba suspensa en el vaciacuteo Y contemplaba la corriente del riacuteo y las bocas de los cabritos se manteniacutean a ras de agua y sin beber Y en un instante todo volvioacute a su anterior movimiento y a su ordinario cursoraquo (cit por K BERGER Jesuacutes [Santander 2009] 67)
64 Cf M AROacuteZTEGUI laquoLa creacioacuten en el culto seguacuten san Ireneo de Lyonraquo 191-197
65 Cf AH IV 134 66 S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el
bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo Actas del XI Simposio de Teologiacutea Histoacuterica (Valencia 2002) 104-113 Aquiacute 104
67 Lc 135 y Mt 119-20 en AH III 214 V 13 Por otro lado Is 111-10 y Lam 420 en AH III 93 103 1713 V 334 Ep 9 30 71
68 Ep 30
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 85
En la persona de Cristo se da de un modo totalmente nuevo y singular esta
comunioacuten de carne y Espiacuteritu de naturaleza humana y divina La unioacuten en dos
naturalezas de Cristo por asiacute decirlo es tambieacuten cada ser humano su principio mdash
hombre carnalmdash y su fin mdashhombre espiritualmdash El camino a recorrer entre ambos
es toda la historia de salvacioacuten y es el mismo Cristo No podemos entender la gloria
a la que Dios nos llama sin contemplar este proceso en Eacutel encarnado sufriente y
glorioso Ireneo llama laquoflorraquo a Su cuerpo a la carne de Cristo y asiacute sentildeala que nacioacute
de Mariacutea Virgen69 bajo la accioacuten del Espiacuteritu Santo70
El segundo texto71 revela para Ireneo la necesidad de que Cristo fuera hombre
y coacutemo su carne no puede entenderse sin el Espiacuteritu
La Escritura dice que Cristo aun siendo Espiacuteritu de Dios debiacutea hacerse hombre sometido al sufrimiento y revela en cierto modo sorpresa y sobresalto ante la Pasioacuten que debiacutea sufrir Aquel a cuya sombra hemos dicho que iacutebamos a vivir Sombra significa su cuerpo [Umbram autem dicit corpus eius] pues asiacute como la sombra viene producida por un cuerpo asiacute el cuerpo de Cristo fue producido por su Espiacuteritu [Christi corpus a Spiritu eius factum est] [] Llama sombra al cuerpo de Cristo por haber venido a ser sombra de la gloria del Espiacuteritu que velaba [Forsitan et umbram corpus Christi nominavit tanquam operimentum factum per spiritus gloriam et occultans eam] Con frecuencia al paso del Sentildeor veniacutean colocadas a lo largo de su camino personas afectadas de enfermedades varias y todos aquellos a quienes alcanzaba su sombra eran salvos72
El cuerpo de Cristo no soacutelo es laquoobra del Espiacuterituraquo sino tambieacuten mediacioacuten
para que todos los que se acercan a eacutel reciban los beneficios de Dios los frutos de
su divinidad73 Dicho de otro modo Jesuacutes recibioacute el Espiacuteritu en su carne para poder
recibirlo nosotros de Eacutel en la nuestra74 Y este proceso tuvo su culmen tras la
69 Cf Ep 59 70 Cf Ep 71 71 Lam 420 Texto muy presente en los Padres Junto a Is 111-10 ambos textos laquodebiacutean
pertenecer a un grupo de testimoniaraquo seguacuten S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo 104 nota 5
72 Ep 71 73 Algunos criacuteticos consideran que en Ireneo la expresioacuten laquoEspiacuteritu de Diosraquo se refiere a la
divinidad de Cristo pues era comuacuten en la eacutepoca tomarlo como equivalente a la naturaleza divina Por ejemplo A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I Comentario al libro V del Adversus Haereses (Madrid 1985) 84 JA ALDAMA Mariacutea en la patriacutestica de los siglos I y II (Madrid 1970) 154 Otros prefieren asociarlo al Verbo preexistente en consonancia con la liacutenea de Ignacio de Antioquiacutea como hace M SIMONETTI Parece prudente mantener la posibilidad de ambos sentidos analizando el texto en cada caso (Cf S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo 105 nota 11)
74 Cf Ep 53 AH III 171
CAPIacuteTULO III
86 | Humana augens
Resurreccioacuten donde su carne no desaparece75 ni se laquoconvierteraquo en Espiacuteritu divino
puro sino que se da en ella un cambio cualitativo laquoabandonando la qualitas carnis
por la qualitas spiritusraquo76 Es decir su carne es asimilada plenamente por el
Espiacuteritu77 en comunioacuten total78
En definitiva la carne no soacutelo es capaz de salvacioacuten79 sino que en Cristo su
carne gloriosa es causa de nuestra salvacioacuten A la economiacutea del Espiacuteritu profeacutetico
en el Antiguo Testamento le sigue la economiacutea del Espiacuteritu de filiacioacuten en la carne
del Hijo que daraacute lugar a la visioacuten del Padre Por eso no es prescindible la carne
gloriosa del Verbo en la Historia de Salvacioacuten80
Si realmente fue laquocompleto en todo como Verbo poderoso y hombre
verdaderoraquo81 nuestra carne es Su carne y nuestra humanidad la Suya y el Verbo de
Dios llevaraacute a cabo en siacute mismo lo que seraacute realidad despueacutes en cada uno de
nosotros Por eso queda que nos preguntemos en queacute medida podemos afirmar
que Su carne es nuestra carne De no ser asiacute Cristo recapitulariacutea a Adaacuten pero no a
toda la humanidad presente y futura El tema es fundamental
75 Cf AH V 71 76 A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I Comentario al libro V del Adversus Haereses (Madrid 1985) 369 77 laquoAspectos de la asimilacioacuten lenta de la sarx por el Pneuma son a) la substitucioacuten progresiva de
las cualidades congeacutenitas al plasma (mortalidad y corruptela) por las del Espiacuteritu (inmortalidad e incorruptela) b) la plasis tambieacuten progresiva del hombre a imagen y semejanza de Dios c) el conocimiento por experiencia del bien y del mal a la manera del Creadorraquo (A ORBE laquoDeus facit Homo fit Un axioma de San Ireneoraquo Gregorianum 69 [1988] 629-661 aquiacute 632)
78 Cf AH V 202 79 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa inmortalidad como deificacioacuten del hombre seguacuten S Ireneoraquo Scriptorum
Victoriense 8 (1961) 262-287
80 Cf A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo 201-202 Prescindimos aquiacute del complejo problema del milenarismo presente en algunos pasajes de Ireneo Lo decisivo sea como fuere es el convencimiento de que gozaremos del Padre en la carne no soacutelo por laquomediacioacuten deraquo la carne de Cristo sino laquoen comunioacuten conraquo la carne de Cristo cf J C ALBY laquoUn grano de trigo produciraacute diez mil espigas El optimismo metafiacutesico en la escatologiacutea de san Ireneoraquo 14-15 19-21
81 AH V 11 Cf Ep 53 AH III 181
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 87
2 Carne de nuestra carne
Para Ireneo toda la obra salvadora de Cristo quedariacutea totalmente infundada si
la carne asumida por Cristo no fuera nuestra misma carne82 Y de cara a nuestro
tema no podriacuteamos dar ninguacuten sentido salviacutefico al crecimiento en su humanidad
iquestHay continuidad entre Adaacuten Cristo y el resto de la humanidad El mismo Ireneo
tuvo que dar cuenta de estas cuestiones frente a sus contemporaacuteneos Lo
argumenta en dos puntos centrales el nacimiento virginal de Mariacutea y el fin propio
de la encarnacioacuten del Verbo salvar y elevar la carne recapitulaacutendola en siacute mismo83
Al segundo argumento dedicaremos el siguiente apartado Ahora nos centraremos
en su nacimiento
Dios habiacutea previsto y prometido por los profetas la venida en carne de su Hijo
De hecho como Justino y Teoacutefilo de Antioquiacutea84 Ireneo considera que es el Verbo
quien se acercaba a los hombres en las teofaniacuteas del Antiguo Testamento85 y asiacute en
ellos como laquoen Abraham el hombre habiacutea aprendido y se habiacutea acostumbrado a
seguir al Verbo de Diosraquo86 Incluso antes en el Jardiacuten el Verbo paseaba con Adaacuten y
Eva preparando el momento de su venida en carne87 Esta promesa inicial es el
motor y fundamento de la encarnacioacuten laquopor eso el parto de la virgen fue
82 Cf AH V 143 III 168 83 Cf AH III 2120 221 IV 381 V 1412 183 191 202 Ireneo expresa la accioacuten salvadora de
Cristo con distintos teacuterminos pero parece que el teacutermino laquorecapitulacioacutenraquo [ἀνακεφαλαίωςισ] integra de un modo maacutes significativo lo especiacutefico de la teologiacutea ireneana el dinamismo acostumbramiento progreso o como nosotros estamos refiriendo crecimiento Recapitular es el modo que tiene Cristo de salvarnos para que podamos llevar a buen fin el destino que Dios nos habiacutea preparado desde siempre Y la recapitulacioacuten siempre estaacute ligada a su propia persona a su cuerpo a su carne a su humanidad Cf J P TOSAUS ABADIacuteA Cristo y el universo Estudio linguumliacutestico y temaacutetico de Ef 110b en Efesios y en la obra de Ireneo de Lyon (Salamanca 1995) 274-275 H SCHLIER La carta a los Efesios (Salamanca 1993) 83-84 N MARTIacuteNEZ-GAYOL laquoIreneo de Lyon la idea de reparacioacuten en el contexto de recapitulacioacutenraquo Estudios Eclesiaacutesticos 85 (2010) 3-42 J M ARROacuteNIZ laquoCategoriacuteas cristoloacutegicas en Ireneo de Lyonraquo Scriptorium Victoriense 30 (1983) 196-202 J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios Significado salvador de la Encarnacioacuten en la teologiacutea de san Ireneo (Barcelona 1969) 190-192 A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de S Ireneoraquo Gregorianum 43 (1962) 449-491 aquiacute 477
84 G AEBY Les missions divines de Saint Justin a Origegravene (Fribourg 1958) Dedica un capiacutetulo entero a Ireneo 44-67 Aquiacute 44
85 Cf AH IV 51-5 71-4 92 114 201-213 2523 86 AH IV 54 87 Cf Ep 12
CAPIacuteTULO III
88 | Humana augens
admirable dando Dios este signo sin que el hombre interviniese en la obraraquo88 El
nacimiento de Cristo no puede depender de la decisioacuten y poder de los hombres89
Que este Cristo que estaba junto al Padre por ser el Verbo del Padre haya debido encarnarse hacerse hombre someterse a la generacioacuten y al nacimiento de una Virgen y vivir entre los hombres operando asimismo el Padre del Universo su encarnacioacuten es lo que expresa Isaiacuteas Pues el Sentildeor mismo va a daros una sentildeal [signum] he aquiacute que una virgen concebiraacute y daraacute a luz a un hijo que llamareacuteis Emmanuel comeraacute mantequilla y miel y antes de conocer o distinguir el mal escoge el bien porque antes que este nintildeo conozca el bien o el mal rechazaraacute el mal para escoger el bien (Is 714-16) Indicoacute que naceriacutea de una Virgen [ex Virgine] Significoacute que seriacutea verdadero hombre por el hecho de comer y por llamarle laquoel infanteraquo y hasta por imponerle su nombre [vere homo (erit) per (hoc) quod manducat manifestavit et eo quod infantem dicit eum verum etiam eo quod nomen imponitur ei] Ya que eacuteste es un extraviacuteo auacuten del que ha nacido90
Aquiacute ademaacutes de unir la promesa profeacutetica y el signo Ireneo aprovecha la
imagen de Isaiacuteas para ilustrar un necesario crecimiento en el Emmanuel No soacutelo
fiacutesico como infante sino personal en sabiduriacutea y discernimiento en experiencia
frente al bien y el mal y en sujecioacuten a la ley humana pues no nace como hombre
perfecto y acabado sino como recieacuten nacido
Si recordamos el capiacutetulo I cuando Dios crea a Adaacuten distingue dos momentos
la mezcla inicial o barro (tierra seca y virtus de Dios que lo humedece) y la
plasmacioacuten de esa mixis por las Manos de Dios (el Verbo y el Espiacuteritu) Pues bien
tambieacuten en Cristo hay que atender los dos momentos
21 LA MIXIS INICIAL
El origen virginal es comuacuten al primer y segundo Adaacuten uno de tierra virgen
otro de Mariacutea virgen Pero nuestro origen proviene de la mezcla de un hombre y
una mujer iquestCoacutemo afecta a nuestra igualdad con Cristo esta diferencia En primer
lugar la identidad entre Adaacuten y el resto de la humanidad es significada en Ireneo a
partir de la genealogiacutea de Lucas91 y la teologiacutea paulina No hay duda de que somos
descendencia de Adaacuten que compartimos su misma carne e incluso su mismo
88 AH III 216 89 Cf AH III 162-3 19 1-3 2115-10 IV 231 90 Ep 53 91 Cf AH III 223 De este modo tambieacuten la eficacia soterioloacutegica de Cristo tendraacute efecto en los
antepasados hasta Adaacuten y hasta el mismo Dios Cf A Orbe laquoSan Ireneo y la primera pascua del Salvadorraquo 309 BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret (Madrid 2007) 32
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 89
pecado como seres humanos92 La identidad en la materia originaria es indudable
laquoel Sentildeor conoce nuestro barro sabe de queacute estamos hechosraquo93
Pero si en Cristo queriacutea Dios renovar al primer Adaacuten y recapitular todo lo
creado iquestpor queacute no tomoacute Dios barro para modelarlo de nuevo laquoPara que no fuese
hecha ninguna otra plasis diversa de aqueacutella ni otro sujeto de Salud sino la misma
que debiacutea ser recapitulada conservando la semejanzaraquo94 Ireneo repite desde otro
aacutengulo la misma idea la humanidad no es algo tan deteriorado o roto que necesite
ser desechado y vuelto a crear En absoluto La bondad creatural de Dios su huella
en nosotros es maacutes fuerte que el pecado o la debilidad del barro Por eso Cristo no
quiso un aacutenthropos distinto del ya creado no quiso asumir otra carne que la
nuestra para hacerla suya y salvarla
Desde aquiacute la carne de Mariacutea tiene un sentido profundo en el plan salvador de
Dios95 Nada maacutes lejano a lo que proclaman los herejes para dar supuestamente
mayor valor espiritual a Cristo cuando dicen que laquopasoacute por Mariacutea como el agua
por un tuboraquo96 y su humanidad fue soacutelo aparente97
Yerran pues quienes afirman que eacutel nada recibioacute de la Virgen para arrancar la herencia de la carne arrebatan tambieacuten la semejanza Porque si aquel primero tuvo su creacioacuten y su substancia de la tierra por mano y arte de Dios pero Dios no hubiese hecho a eacuteste de [ex] Mariacutea no se conservariacutea la semejanza en el ser hecho hombre seguacuten la imagen y la semejanza (Geacuten 1 26) y el Hacedor se mostrariacutea inconsecuente no teniendo coacutemo manifestar su sabiduriacutea Lo mismo es afirmar que aparecioacute como un hombre sin ser hombre y decir que se hizo hombre sin tomar nada del hombre Porque si no tomoacute del hombre la substancia de la carne tampoco se hizo hombre ni Hijo del Hombre Y si no se hizo aquello mismo que nosotros somos no hizo gran cosa el sufrimiento de su pasioacuten [] De otro modo habriacutea sido inuacutetil su descenso a Mariacutea iquestPara queacute descendiacutea a ella si nada debiacutea tomar de ella Y si nada hubiese tomado de Mariacutea no habriacutea sido propio tomar alimento de la tierra [] Ni habriacutea ayunado por cuarenta diacuteas y tenido hambre [] ni su disciacutepulo Juan habriacutea escrito diciendo de eacutel laquoJesuacutes fatigado del camino se sentoacuteraquo (Jn 46) ni David habriacutea preanunciado de eacutel laquoEllos han antildeadido al dolor de mis heridasraquo (Sal 69[68]27) ni habriacutea llorado por Laacutezaro (Jn 1135) ni habriacutea sudado gotas de sangre (Lc 2244) ni habriacutea dicho laquoMi alma estaacute tristeraquo (Mt 2638) ni al abrir su costado habriacutean
92 Cf AH III 232 93 Sal 10314 94 AH III 21 10 95 E CONDE laquoLos sentidos salviacuteficos Mariacutea como oyente en las fuentes patriacutesticas de los primeros
siglosraquo Carthaginensia 20 (2004) 35-56 Aquiacute 37-38 A ORBE Espiritualidad de San Ireneo (Roma 1989) 319-330 ID laquoLa Virgen Mariacutea abogada de la virgen Eva En torno a san Ireneo AH V 191raquo Gregorianum 63 (1982) 453-506
96 AH III 113 Cf AH III 161 V 12 97 Cf AH III 191212 IV 3345
CAPIacuteTULO III
90 | Humana augens
salido sangre y agua (Jn 1934) Todos estos son signos de una carne sacada de la tierra la cual recapituloacute en siacute para salvar su propio plasma98
En Mariacutea tanto por su carne99 como por su laquocooperante disposicioacutenraquo100 se
laquorecapitularaquo tambieacuten a Eva a toda la humanidad101 Una indoacutecil la otra obediente
una causa de muerte otra causa de salvacioacuten una seducida y engantildeada otra
evangelizada una para alejarse de Dios y otra para engendrarlo De esta manera
no solo Cristo nuevo Adaacuten verdadero Dios y hombre nos regenera con su
obediencia sino que tambieacuten cuenta con la respuesta libre y fiel del ser humano
que acoge su Palabra como la acogioacute Mariacutea mostrando una vez maacutes que nada hay
entre Dios y el hombre que no requiera la participacioacuten libre de ambos En Mariacutea
la astucia del mal es vencida por la sencillez del bien102
Significando asiacute la recirculacioacuten que hay de Mariacutea a Eva porque no se desatariacutea de otro modo lo que estaacute atado sino siguiendo el modo inverso de la atadura [] El nudo de la desobediencia de Eva se desatoacute por la obediencia de Mariacutea pues lo que la virgen Eva atoacute por su incredulidad la Virgen Mariacutea lo desatoacute por su fe103
En definitiva la mixis inicial de barro en Adaacuten es en cada ser humano la mixis
de varoacuten y mujer iquestY en Cristo El Verbo en persona se mezcla con la humanidad
virginal de Mariacutea con la fuerza del Espiacuteritu Santo104 pues de no ser asiacute no
podriacuteamos decir que es el Hijo de Dios quien se encarna Estariacuteamos abocados a un
adopcionismo105 aunque fuera en el seno materno Es decir se requiere que
previamente a la plasmacioacuten el Verbo esteacute ya mezclado con la humanidad virginal
de Mariacutea desde el principio106 dando lugar a una mixis humano-divina Con lo cual
98 AH III 221-2 99 Cf AH III 2110 100 AH III 217 101 Cf J M BOVER laquoUn texto de san Pablo (Gaacutel 44-5) interpretado por San Ireneoraquo Estudios
Eclesiaacutesticos 17 (1943) Aquiacute 177
102 Cf AH V 191 Cf E ROMERO POSE laquoApuntes sobre el ministerio en San Ireneoraquo Seminarios 53 (2007) 431-467 Curiosamente realza la sencillez de Eva a pesar de su participacioacuten en la caiacuteda laquoNada se le acusaraacute a quien actuacutea por simpleza y sin malicia todo se le imputaraacute a quien se deje conducir por la mentira La primera Eva contrasta con la nueva Eva Mariacutea En una y otra refulge mdashpor ser ambas plasis creacioacuten de Diosmdash la sencillez aunque en la primera la inexperiencia le impediacutea la inteleccioacuten literal obvia de la Palabra del Creadorraquo Ibid 439
103 AH III 224 104 Cf Lc 135 105 Cf A ORBE laquoiquestSan Ireneo adopcionista En torno a AH III 191raquo Gregorianum 65 (1984) 5-52
106 Siglos despueacutes podemos intuir la misma idea cuando afirma K RAHNER laquoEn la encarnacioacuten el Logos crea asumiendoraquo ID laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV (Madrid 1964) 154
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 91
bien podemos deducir que para Ireneo hay ser humano a partir de esa mezcla
inicial (barro y virtus) pues de lo contrario la mezcla del Verbo se hubiera
producido en otro momento Aquiacute radica la verdadera Encarnacioacuten y desde aquiacute
creo que se puede entender bien lo que maacutes adelante se formularaacute
dogmaacuteticamente en diversos Concilios la doble naturaleza de Cristo y su
personaliacutesima unioacuten
Esta mezcla personaliacutesima del Verbo en el seno de Mariacutea hace totalmente
novedoso al segundo Adaacuten sin discontinuidad alguna con el primero y con toda la
humanidad La novedad de Cristo es Eacutel mismo en nuestra carne107 No precisa
desechar lo que ya existe para empezar otra humanidad nueva108 del mismo modo
que no puede ser laquouna la oveja perdida y otra la encontradaraquo109 es la misma carne
la que fue creada asumida y vivificada para la vida eterna
Ahora bien si Jesuacutes no heredoacute por generacioacuten de varoacuten el pecado de Adaacuten110
iquestfue su carne como la nuestra
Habeacuteis sido reconciliados en el cuerpo de su carne dice porque una carne justa reconcilioacute la carne retenida en el pecado y la condujo a la amistad de Dios Si seguacuten esto alguno dice que la carne del Sentildeor es distinta de nuestra carne en cuanto aqueacutella no pecoacute laquoni se encontroacute dolo en su bocaraquo (1Pe 222) y en cambio nosotros somos pecadores dice bien Pero si imaginase una distinta substancia de la carne del Sentildeor entonces en ella no tendriacutea base el discurso de la reconciliacioacuten Porque se reconcilia aquello que alguna vez estuvo enemistado Pero si el Sentildeor hubiese tomado carne de otra substancia ya no se reconciliariacutea con Dios aquello que por la transgresioacuten se habiacutea hecho enemigo Pero ahora el Sentildeor por su comunioacuten con nosotros ha reconciliado al hombre con el Padre reconciliaacutendonos con eacutel mediante el cuerpo de su carne (Col 122) y liberaacutendonos con su sangre111
Para Ireneo Cristo no pecoacute pero su carne se asemejoacute a una carne de pecado
como la nuestra112 pues lo que realmente es esencial para la salvacioacuten es que su
carne no sea distinta laquode otra substanciaraquo que la nuestra De este razonamiento
soacutelo se puede deducir que en Ireneo el pecado no modifica la laquosubstanciaraquo del ser
humano sin que esto le reste gravedad Quien salvara a los hombres tendriacutea que
107 Cf AH IV 341 108 Cf AH III 2110 109 AH V 123 110 Cf A ORBE Antropologiacutea de san Ireneo (Madrid 1997) 88 111 AH V 142-3 112 Cf AH IV 27
CAPIacuteTULO III
92 | Humana augens
ser hombre como ellos quien predicara a los humildes seriacutea humilde como ellos y
la falta de pecado no mengua tal igualdad113 Maacutes bien al contrario lo muestra en
su ser maacutes genuino
Porque todo plan de salvacioacuten en favor del hombre se haciacutea seguacuten el beneplaacutecito del Padre a fin de que Dios no quedase vencido ni se perdiese su obra de arte Pues si el hombre al que Dios habiacutea hecho para que viviese al perder la vida herido por la serpiente que lo habiacutea corrompido ya no hubiese podido volver a la vida sino que hubiese quedado enteramente abocado a la muerte entonces Dios habriacutea sido vencido y la maldad de la serpiente habriacutea triunfado sobre el designio de Dios114
Tras el pecado el ser humano estaba enfermo caiacutedo perdido alejado de Dios
pero no perdioacute el sello de Dios en su carne El bien es maacutes fuerte que el mal la Vida
maacutes que la muerte
22 LA PLASMACIOacuteN CON SUS MANOS
El segundo momento creacional es la plasmacioacuten de Adaacuten con las propias
Manos de Dios115 expresando asiacute la especial predileccioacuten de Dios por el hombre
Este momento por tanto tambieacuten debe darse en cada ser humano y en la
humanidad de Cristo
Ireneo explica este punto a partir del ciego de nacimiento116 (Jn 93ss) cuando
Jesuacutes toma barro y mezclaacutendolo con su saliva le cura Al igual que hizo al comentar
Gn 126 resalta aquiacute el hecho de que pudiendo haberle sanado con la palabra
como hizo con otros enfermos esta vez quiso hacerlo con sus propias manos
Para mostrar la mano de Dios la misma que al principio creoacute al hombre [] Aquello que el Verbo artiacutefice habiacutea dejado de hacer en el vientre lo completoacute en puacuteblico laquopara que en eacutel se manifieste la accioacuten de Diosraquo [] No necesitamos ya otra mano fuera de aquella que plasmoacute al hombre ni otro Padre al saber que la mano de Dios nos plasmoacute al principio y nos plasma en el vientre de la madre [] Pues como el Verbo nos plasma en el vientre el mismo Verbo remodeloacute los ojos del ciego de nacimiento Asiacute mostroacute que siendo nuestro Plasmador en lo escondido se manifestaba visiblemente a los seres humanos a fin de ensentildearles coacutemo antiguamente habiacutean sido modelados en Adaacuten coacutemo eacuteste habiacutea sido hecho y queacute mano lo habiacutea creado mostrando el todo por la parte pues el Sentildeor que
113 Cf A ORBE La Uncioacuten del Verbo Estudios Valentinianos III (Roma 1961) 517 ID En torno a la
encarnacioacuten (Santiago de Compostela 1985) 99-100
114 AH III 231 115 Cf AH IV pr 51 61 Ver lo que dijimos en el capiacutetulo I 116 Cf AH V 15-16
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 93
habiacutea formado la vista es el mismo que plasmoacute todo el hombre obedeciendo a la voluntad del Padre117
Es la misma Mano quien plasmoacute al primer Adaacuten y quien plasma a cada ser
humano personalmente Cristo visibilizoacute lo que internamente se veniacutea haciendo
desde Adaacuten en el seno materno118 dando vista al ciego en una nueva modelacioacuten
de barro con su propia fuerza (al ungir los ojos con su saliva recordando la
humedad de la laquovirtusraquo de Dios su espiacuteritu) Es decir no soacutelo estaacute Dios en nuestro
origen adaacutenico sino que estaacute de hecho y realmente en cada ser humano que nace
a la vida y Cristo imagen visible del Padre nos lo mostroacute al encarnarse La
corporalidad humana no puede quedar maacutes bendecida ni elevada a mayor
dignidad Autores posteriores mantendraacuten una exeacutegesis similar de este pasaje
biacuteblico a modo de ejemplo por su belleza y plasticidad transcribimos del
Symposion
iquestCoacutemo podriacutea la naturaleza en tan breve tiempo acabar obra tan difiacutecil cual es un nuevo ser si Dios no pusiera en eacutel su mano iquestQuieacuten coaguloacute la sustancia informe de los huesos iquestQuieacuten los unioacute de manera que los miembros flexibles puedan contraerse y dilatarse mediante los nervios articulaacutendose en las apoacutefisis iquestDe queacute dios vino la levadura que transformoacute el jugo inicial en emulsioacuten sanguiacutenea el limo en carne delicada sino del solo oacuteptimo Obrero que elabora la imagen maacutes racional y dotada de alma de Siacute propio el hombre que somos nosotros plasmaacutendola y trabajaacutendola como cera en la matriz a partir de algunas gotas insignificantes de simiente iquestQuieacuten vela para impedir que el embrioacuten sea sofocado con asfixia interna por los humores y el apretamiento de las paredes donde se aloja Y iquestquieacuten luego de venido ya a luz el nintildeo tan deacutebil y tierno todaviacutea le da robustez fuerzas y formas convenientes sino aquel soberano Artiacutefice Dios como antes dije que con su virtud creadora retoca y pone a punto sus ideas a manera de quien disentildea y pinta para hacer imaacutegenes de Cristo119
Y cuando Jesuacutes salva tambieacuten redime regenera y renueva lo viejo y caduco que
hay en el hombre por el pecado La ceguera de nacimiento se convierte en un
expresivo siacutembolo de la lejaniacutea de Dios del ocultamiento del hombre frente a su
Creador120 Ante la desobediencia y transgresioacuten no hay castigo ni reproche sino
perdoacuten121 hay buacutesqueda para llevarnos cuidadosamente sobre siacute y recobrar la
relacioacuten perdida
117 AH V 15 2-3 118 Cf A ORBE Antropologiacutea 81 y 84 119 Cit en Ibid 80 120 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y el discurso de Nazaret (Lc 418s=Is 611s)raquo Scriptorium Victoriense
17 (1970) 202-219 Aquiacute 218-219
121 Cf AH V 1713
CAPIacuteTULO III
94 | Humana augens
[La mano de Dios] nos buscoacute en los uacuteltimos diacuteas al mirarnos perdidos (Lc 1910) para recobrar su oveja perdida y volverla a cargar sobre sus hombros a fin de llevarla lleno de alegriacutea de nuevo al rebantildeo [] Y porque el hombre necesitaba el lavado de regeneracioacuten en la misma carne plasmada en Adaacuten despueacutes de que el Sentildeor ungioacute sus ojos con el lodo le dijo laquoVe a lavarte en Siloeacuteraquo (Jn 97) De este modo le devolvioacute al mismo tiempo lo que le correspondiacutea a la creacioacuten y al lavado de la regeneracioacuten Por eso una vez que se hubo lavado laquovolvioacute a verraquo (Jn 97) a fin de que al mismo tiempo conociera a su Creador y reconociera al Sentildeor que le dio la vida La Escritura indica lo que habiacutea de suceder cuando habieacutendose escondido Adaacuten despueacutes de su desobediencia al atardecer el Sentildeor se acercoacute a eacutel y lo llamoacute preguntando laquoDoacutende estaacutesraquo (Geacuten 31) En los uacuteltimos tiempos el mismo Verbo de Dios vino a llamar al ser humano para recordarle sus obras por las cuales se habiacutea escondido de Dios Pues asiacute como entonces Dios buscoacute a Adaacuten al atardecer para hablarle asiacute tambieacuten en los uacuteltimos tiempos por medio de la misma voz lo visitoacute en busca de su raza122
Formaba parte del plan de Dios manifestar visiblemente123 la imagen que
configura a todo hombre aunque Adaacuten no hubiera pecado Ninguacuten otro podiacutea
revelar este misterio mejor que el mismo Verbo124 que asumiendo la misma plasis
se hizo eacutel mismo semejante y asiacute nos devolvioacute la capacidad de asemejamiento que
habiacutea quedado tan debilitada por el pecado No es de extrantildear que esta semejanza
con el Hijo haga al hombre laquoprecioso para el Padreraquo pues ve ahora manifiesto lo
que entonces plasmoacute oculto en el barro
El Verbo de Dios se hizo hombre hacieacutendose eacutel mismo semejante al hombre y haciendo al hombre semejante a eacutel a fin de que por esa semejanza con el Hijo el hombre se haga precioso para el Padre [ad Filium similitudinem pretiosus homo fiat Patri] En los tiempos antiguos en efecto se deciacutea que el hombre habiacutea sido hecho seguacuten la imagen de Dios pero no se mostraba pues auacuten era invisible el Verbo a cuya imagen el hombre habiacutea sido hecho Por tal motivo eacuteste faacutecilmente perdioacute la semejanza Mas cuando el Verbo de Dios se hizo carne (Jn 114) confirmoacute ambas cosas mostroacute la imagen verdadera hacieacutendose eacutel mismo lo que era su imagen y nos devolvioacute la semejanza y le dio firmeza para hacer al hombre semejante al Padre invisible por medio del Verbo visible125
Si la creacioacuten de Dios hizo de cada ser humano laquoopera autem Deiraquo126 la
encarnacioacuten de Cristo lo convierte en laquopretiosus ad Patriraquo127 lo cura lo lava y lo
122 AH V 152-4 123 Cf AH III 91 166 IV 656 72 V 174 124 Cf AH IV 334 125 AH V 162 126 AH V 152 127 laquoLa expresioacuten pretiosus fieri en contraste con pretiosus esse mira probablemente a los
valentinianos Seguacuten estos el espiritual era precioso por naturaleza [] Seguacuten Ireneo el hombre se hace precioso ante Dios con meacuterito merced a su libertadraquo (A ORBE Teologiacutea de San Ireneo II Comentario al V libro del Adversus Haereses [Madrid 1987] 91-92) Podriacuteamos antildeadir que el hombre se hace gracias al asemejamiento de la carne del Verbo con nuestra carne para asiacute asemejarnos nosotros a Eacutel Esta progresioacuten tambieacuten la mantiene ROUSSEAU en la traduccioacuten francesa laquolrsquohomme devienne preacutecieux aux yeux du Pegravereraquo (ID Contre les Heacutereacutesies Livre V t II SCh 153 (Pariacutes 1969) 217
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 95
embellece Quien puede curar una parte sanaraacute todo el cuerpo Desde esta clave
interpreta tambieacuten Ireneo el lavatorio de los pies a los disciacutepulos en la Uacuteltima Cena
laquoquien lavoacute los pies a sus disciacutepulos santificoacute y purificoacute todo su cuerporaquo128 Los
disciacutepulos recostados a la mesa se convierten en signo de toda la humanidad antes
y despueacutes que ellos Jesuacutes comienza por santificar los pies (lo uacuteltimo) para llegar
hasta la cabeza y servir el banquete a todo el geacutenero humano129
Pues bien tambieacuten este segundo momento de plasmacioacuten es comuacuten a Adaacuten y
al resto de la humanidad iquestY al Verbo encarnado El mismo Verbo en cuanto Dios
laquollevoacute a teacutermino la concepcioacuten de la Virgenraquo130 por tanto tambieacuten en su
encarnacioacuten tuvo un papel activo eacutel mismo laquoabririacutea puramente la matriz pura que
regenera los hombres para Dios la cual eacutel mismo hizo puraraquo131 La carne de Cristo
desde el inicio mezclada en personal comunioacuten con el Verbo conlleva en siacute de un
modo singular y uacutenico la imagen que todo ser humano adquiere por el tacto del
Hijo en la plasmacioacuten Tambieacuten su humanidad adquiere la semejanza del Espiacuteritu
laquocuando reviste por fuera mdashcomo cualidad fiacutesicamdash la claridad misma del Espiacuteritu
Santo infundida por el Verbo a su carneraquo132 De este modo en la carne de Cristo se
une la imagen y la semejanza de un modo irrepetible y no por ello exento del
necesario crecimiento humano Ireneo lo expresa comparando la humanidad de
Cristo con el arca recubierta por dentro y por fuera con el oro de la divinidad133
Por eso podemos decir que laquoen la encarnacioacuten las manos de Dios las mismas que
habiacutean intervenido en la primera creacioacuten del ser humano hacen que Jesuacutes quede
incorporado como hombre de la raza de Adaacuten y pueda ser y llamarse el segundo
Adaacuten en el cual inicia la segunda creacioacutenraquo134
128 AH IV 221 129 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y la primera Pascua del Salvadorraquo 313-316 130 AH III 192 131 AH IV 3311 132 A ORBE Antropologiacutea 147-148
133 Cf AH V 122 Se atribuye a Hipoacutelito un fragmento que podriacutea tener su autoriacutea en Ireneo laquoAsiacute como el arca habiacutea sido recubierta por dentro y por fuera con oro puro asiacute tambieacuten el cuerpo de Cristo era puro y resplandeciente Estaba adornado por dentro con el Logos y custodiado por fuera con el Espiacuterituraquo Cit por A ORBE Ibid 148 nota 82
134 C I GONZAacuteLEZ laquoCreo en el Espiacuteritu Santo la confesioacuten de san Ireneoraquo Revista Teoloacutegica Limense 30 (1996) 22-47 Aquiacute 37
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Para Ireneo Cristo es carne de nuestra carne pues no hay maacutes plasma que el
de Adaacuten que es el nuestro obra de Dios Y hasta tal punto asumioacute nuestra misma
carne que eacutel que no cometioacute pecado se hizo carne de pecado por nosotros En
uacuteltimo teacutermino es la salvacioacuten misma quien requiere esta identidad substancial en
la carne por dos motivos Uno es que laquosi el Sentildeor se hubiese hecho carne en otra
Economiacutea y hubiese asumido la carne de otra substancia no habriacutea recapitulado
en siacute mismo al hombre ni se podriacutea decir que se hizo carneraquo135 y por otro lado
laquoporque el enemigo no seriacutea justamente vencido si el que lo venciese no fuese un
hombre nacido de mujerraquo136 Por tanto parece adecuado poder aplicar los rasgos
de la carne de Adaacuten a la carne que el Verbo hace suya para nuestra salvacioacuten Entre
ellos el crecimiento
Ahora ya podemos preguntarnos coacutemo entiende Ireneo la salvacioacuten en Cristo
iquestPor queacute Cristo nos salva al encarnarse137 iquesttiene alguna relevancia salviacutefica su
humanidad iquesty su crecimiento
3 iquestQuieacuten si no el Verbo podriacutea unir al hombre con Dios
Hemos intentado mostrar coacutemo para Ireneo soacutelo hay un uacutenico proyecto en
Dios iniciado en la Creacioacuten con capacidad suficiente para ir desarrollaacutendose y
creciendo bajo la guiacutea del Espiacuteritu en la carne Y iquestquieacuten maacutes que el Hijo por quien
fue creado y modelado el ser humano puede llevar al hombre hasta Dios138 Eso siacute
dado que de hecho esta historia humana estaacute atravesada por el pecado tal
salvacioacuten teleioacutetica139 prevista por el Dios desde siempre conllevaraacute ahora la
135 AH V 142 136 AH V 211 137 En realidad es la pregunta que despueacutes san Anselmo volveraacute a plantear Cur Deus homo iquestPor
queacute un Dios hombre Es la conciencia clara del viacutenculo indisoluble entre cristologiacutea antropologiacutea y soteriologiacutea
138 Cf K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 141 Seguacuten O GONZAacuteLEZ DE CARDEDAL laquocontra lo que afirman Rahner y Balthasar San Agustiacuten no dice que cualquiera de las tres divinas personas podiacutea haberse encarnadoraquo (cf Cristologiacutea 390 nota 79) Maacutes bien se deberiacutea a Pedro Lombardo haber introducido esta opinioacuten a partir de Agustiacuten
139 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 13-24 De hecho eacutel sentildeala que los dos vocablos principales de Ireneo para hablar de salvacioacuten son el verbo salvare (ςώζειν) con su sustantivo correspondiente y el teacutermino τελείωςισ
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
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redencioacuten la sanacioacuten mdashsalusmdash del pecado Dicho de otro modo maacutes simple y
esquemaacutetico Dios no nos salva para perdonar nuestro pecado sino que perdona
nuestro pecado porque desde siempre quiso salvarnos divinizarnos compartir
con nosotros su vida eterna
Por eso es fundamental que Cristo sea verdadero Dios y verdadero hombre140
ya que soacutelo Dios puede dar el Espiacuteritu que perfecciona y solo un hombre puede
asumir la vida humana en obediencia libre al proyecto de Dios Para esto se
encarnoacute Cristo141 y en esto consiste la salvacioacuten Veamos primero coacutemo
fundamenta Ireneo la verdadera humanidad y divinidad de Cristo para contemplar
despueacutes coacutemo en la unioacuten plena de sus dos naturalezas se estaacute dando ya la
comunioacuten perfecta que esperamos nosotros alcanzar con Dios
A grandes rasgos negaban la encarnacioacuten los que no aceptaban que Cristo
asumiera la carne en verdad sino soacutelo aparentemente (docetas142) quienes no
admitiacutean que su carne sea como la nuestra sino de laquosustancia psiacutequicaraquo
(gnoacutesticos143) y quienes pensaban que fue un hombre como nosotros y por tanto
no era Dios (ebionitas y judaizantes144)
Su verdadera humanidad se fundamenta no soacutelo por su nacimiento virginal
(que como hemos visto es sentildeal tanto de verdadera humanidad cuanto de la
divinidad de Cristo) sino tambieacuten por su Pasioacuten Ireneo insiste en hacer del
sufrimiento de Cristo una prueba de su verdadera humanidad entre otras cosas
porque muchos negaban que hubiera sido algo maacutes que apariencia
140 Cf AH V 183 141 Ireneo lo expresa de distintos modos aunque siempre partiendo de aquiacute se encarna por amor
(AH III 42) para posibilitarnos un nuevo nacimiento (AH V 13) para luchar a nuestro favor (AH IV 241) para vencer a nuestro enemigo (AH IV 334) para recuperar la semejanza y darnos el crecimiento (AH V 11) para mezclarse con nosotros y hacernos hijos (AH III 191) para alcanzar la inmortalidad en comunioacuten con Dios (AH V 143) para recapitular a toda criatura (AH III 221)
142 Cf AH III 186 143 Entre los gnoacutesticos de un modo u otro se distingue en Cristo el que es enviado por el Padre el
que salva y el que padece en la economiacutea (cf AH III 161 1668 174) Una vez maacutes el dualismo gnoacutestico queriendo dejar clara la incompatibilidad entre la divinidad y la indignidad de la materia y la carne
144 Cf AH III 191 162 A ORBE Cristologiacutea gnoacutestica Introduccioacuten a la soteriologiacutea de los siglos II y III vol I (Madrid 1976) 351-379 ID laquoEn torno a los ebionitas Ireneo AH IV 334raquo Augustinianum 33 (1993) 315-337 ID laquoLa encarnacioacuten entre los valentinianosraquo Gregorianum 53 (1972) 201-235
CAPIacuteTULO III
98 | Humana augens
Porque si no sufrioacute verdaderamente no le debemos agradecer nada pues a nada se reduce su pasioacuten y cuando nosotros comencemos a sufrir de verdad pareceraacute que nos engantildea cuando nos exhorta a poner tambieacuten la otra mejilla (Lc 629 Mt 539) si es que eacutel no sufrioacute primero en verdad y asiacute como habriacutea mentido cuando hizo parecer a ellos lo que no era tambieacuten nos miente cuando nos exhorta a sobrellevar aquellas cosas que eacutel no soportoacute145
Es decir asumir la carne humana implica asumirla en su totalidad146
especialmente en lo que tiene de maacutes doloroso de mayor lucha pues tambieacuten el
hombre experimenta como mayor bien aquello por lo que es capaz de soportar
libre y amorosamente el sufrimiento Si en Cristo fue solo aparente ademaacutes de
negar la verdad de su carne se niega la verdad de su predicacioacuten y de su vida Maacutes
auacuten se niega la verdad de su amor por el geacutenero humano puesto que nos habriacutea
mentido algo que no es propio de Dios sino del Seductor147
Y de poco serviriacutea que la carne de Cristo fuera como la nuestra si soacutelo fuera un
hombre maacutes148 En cuanto a su divinidad la insistencia de Ireneo se cifra en
asegurar la identidad entre el Hijo de Dios preexistente desde siempre149 Cristo el
Sentildeor hecho carne que vivioacute y sufrioacute entre nosotros y el Cristo glorioso que
laquovendraacute de nuevo en la gloria del Padre para resucitar a toda carneraquo150 Si la
protologiacutea de Ireneo quiere mostrar que soacutelo hay un ser humano y soacutelo un Dios al
hablar de Cristo y su encarnacioacuten tambieacuten insiste en que es uno y el mismo Cristo
se mezcla con su creatura y se hace carne sin dejar de ser Dios No hay un Verbo
preexistente y un hombre Jesuacutes independiente que se unen en un determinado
momento como vimos al hablar de su concepcioacuten virginal Para Ireneo Cristo es ya
y siempre el Verbo encarnado no solo el Verbo preexistente151
Del mismo modo Ireneo niega expresamente la doctrina gnoacutestica que soacutelo ve
en Jesuacutes el hijo de Mariacutea negando la divinidad como Hijo de Dios antes del Jordaacuten o
afirmando que el Hijo descendioacute sobre Jesuacutes en ese instante y regresoacute al cielo antes
145 AH III 186 Cf AH III 169 181457 146 Cf AH V 11 147 Cf AH V 231 241 322 148 Cf AH III 204 149 Cf AH III 83 1128 181 192 IV 627 203 150 AH III 166 Cf AH III 923 104 1137 127 161-59 1714 183-5 IV 92 114 3310 151 laquoLa originalidad de Ireneo sobre Justino consiste en que para Justino Cristo es un tiacutetulo que
corresponde al Verbo mientras que Ireneo lo concreta al Verbo en cuanto encarnadoraquo (J M ARROacuteNIZ laquoLa salvacioacuten de la carne en S Ireneoraquo 24 nota 65)
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 99
de la Pasioacuten y muerte para no sufrir152 Siendo Dios desde siempre es el mismo
antes y despueacutes de su bautismo A diferencia de los valentinianos que ensentildeaban la
uncioacuten de Jesuacutes en cuanto Dios y en cuanto hombre Ireneo afirma que cuando
Jesuacutes es ungido153 es el Verbo encarnado quien recibe ese sello en su carne154 No
hay divisioacuten
Ireneo vio anunciada esta unidad inseparable de ambas naturalezas155 por los
profetas156 mostrando la paradoja de rasgos y funciones aparentemente
contrapuestas en Eacutel
Que es hombre sin belleza y pasible (Is 532-3) que se sentoacute sobre el pollino de una asna (Zac 99) que bebioacute hiel y vinagre (Sal 6922) que fue despreciado del pueblo y que descendioacute hasta la muerte (Sal 22716) pero tambieacuten que es Sentildeor santo y Consejero admirable (Is 95) hermoso a la vista (Sal 453) Dios fuerte (Is 95) que viene sobre las nubes como Juez de todos (Dan 71326) Esto es lo que las Escrituras profetizan de eacutel En cuanto hombre lo era para ser tentado en cuanto Verbo para ser glorificado el Verbo se reposoacute para que pudiera ser tentado deshonrado crucificado y muerto (1 Cor 1553-54 2 Cor 54) habitando en aquel hombre que vence y soporta (el sufrimiento) y se comporta como hombre de bien y resucita y es asumpto al cielo Este es el Hijo de Dios Sentildeor nuestro Verbo existente del Padre e Hijo del Hombre porque nacioacute de (ex) la Virgen Mariacutea que tuvo su origen de los hombres pues ella misma era un ser humano (άνϑρωποσ) tuvo la generacioacuten en cuanto hombre y asiacute llegoacute a ser Hijo del Hombre157
152 Cf AH III 174 153 No siempre liga Ireneo la presencia del Espiacuteritu en Cristo con la uncioacuten del Jordaacuten (cf Ep 9
47 53) aunque en otros sitios aluda expliacutecitamente al bautismo y por tanto podamos deducirlo (cf AH III 93) Lo importante creo que es esta conciencia de que en la carne de Cristo se dio de un modo especialiacutesimo la presencia operante del Espiacuteritu en una comunioacuten plena Tampoco entramos aquiacute en la llamada laquouncioacuten coacutesmicaraquo que el Hijo recibe del Padre como primogeacutenito de la Creacioacuten para revertir despueacutes esa misma uncioacuten en todo el universo Cf S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO
RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo 107-110 A ORBE La uncioacuten del Verbo 516-520 ID Introduccioacuten a la teologiacutea de los siglos II y III (Roma-Salamanca 1988) 661-666 N A VAacuteZQUEZ NIETO La uncioacuten en la teologiacutea de San Ireneo de Lyon (Tesina de Licenciatura U P Comillas Madrid 2008)
154 Cf AH III 61 93 127 Ep 53 Hasta el siglo IV el bautismo de Jesuacutes fue considerado central Ireneo como Ignacio de Antioquiacutea Justino o Atanasio no duda de la uncioacuten de la humanidad de Cristo (no de su divinidad) para poder llevar a cabo la misioacuten encomendada por el Padre Seraacute despueacutes por prevencioacuten antiarriana cuando se reste importancia a este hecho para no caer en posibles adopcionismos Cf L F LADARIA laquoAtanasio de Alejandriacutea y la uncioacuten de Cristo (Contra Arrianos I 47-50)raquo JJ FERNAacuteNDEZ SANGRADOR (coord) Plenitudo Temporis Miscelaacutenea Homenaje al Prof Dr Ramoacuten Trevijano Etchevarriacutea (Salamanca 2002) 469-479 aquiacute 470 A ORBE laquoEl espiacuteritu en el bautismo de Jesuacutes (en torno a san Ireneo)raquo Gregorianum 76 (1995) 663-699 aquiacute 670691 C GRANADO laquoActividad del Espiacuteritu Santo en la Historia de la Salvacioacuten seguacuten san Ireneoraquo Communio 15 (1982) 27-45 aquiacute 39 J J AYAacuteN CALVO laquoLa venida sin gloria del Espiacuteritu A propoacutesito de la dificultad textual de Diaacutelogo 497raquo L QUINTEIRO FIUZA ndash A NOVO (ed) En camino hacia la gloria (Santiago de Compostela 1999) 238-247 aquiacute 246
155 Cf AH III 93 IV 332 V 11 173 183 Ep 9 30 35 59 156 Cf AH IV 33 11-13 157 AH III 19 2-3
CAPIacuteTULO III
100 | Humana augens
De nuevo es la Pasioacuten un momento central para contemplar la verdad maacutes
profunda de Cristo Dios salvaacutendonos el Hombre permaneciendo en la prueba y en
el bien soportando de un modo nuevo el sufrimiento en obediencia hasta la
resurreccioacuten Es decir dejando que su carne sea poseiacuteda por el Espiacuteritu pues por siacute
misma no hubiera sido capaz No hubiera podido hacer ese camino de crecimiento
Al recibir el Espiacuteritu su carne toma una especial fuerza para asemejarse en
cuanto hombre158 con Dios visibilizada tambieacuten en la capacidad para llevar a cabo
su misioacuten159 evangelizar a los pobres y liberar a los esclavos del pecado160 El
mismo Espiacuteritu que a lo largo del todo el Antiguo Testamento ha venido
capacitando al ser humano161 se derramaraacute sobre todo el geacutenero humano162 tal
como anunciaron los profetas para lograr laquola unidad y comunioacuten entre Dios y los
hombresraquo163 Pero primero teniacutea que descansar en Jesuacutes
Descendioacute [el Espiacuteritu] sobre el Hijo de Dios hecho Hijo del Hombre para acostumbrarse a habitar con eacutel en el geacutenero humano a descansar en los hombres y a morar en la criatura de Dios obrando en ellos la voluntad del Padre y renovaacutendolos de hombre viejo a nuevo en Cristo164
Es el mismo Espiacuteritu que acompantildea al ser humano desde la Creacioacuten que ha
guiado al pueblo de Israel que pidioacute David que ungioacute a Cristo y que descendioacute
sobre los apoacutestoles en Pentecosteacutes165 Tambieacuten a nosotros ese mismo Espiacuteritu
como hizo en Eacutel nos iraacute asemejando y acrecentando hasta hacernos perfectos en
Dios tal como hace Eacutel las cosas aconsejaacutendonos y atrayeacutendonos nunca
forzaacutendonos
Nosotros los que hemos nacido recientemente recibimos el crecimiento del que es perfecto y anterior a toda la creacioacuten (el Verbo) y el uacutenico bueno y excelente y a semejanza de aqueacutel para obtener de eacutel el don de la incorrupcioacuten puesto que hemos sido predestinados a existir (Ef 111-12) cuando auacuten no existiacuteamos [] El es completo en todo como Verbo poderoso y hombre verdadero [] Y como de modo injusto dominaba sobre nosotros la apostasiacutea y siendo nosotros por naturaleza propiedad de Dios
158 Cf AH III 93 159 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y el discurso de Nazaret (Lc 418s=Is 611s)raquo Scriptorium Victoriense
17 (1970) 5-33 Aquiacute 5-8
160 Cf Is 61 1-2 Ep 9 161 Cf AH IV 208 162 Cf AH III 104 119 121 171 163 AH V 11 164 Cf AH III 171 165 Cf Joel 31 Mt 1020 2819 AH III 172 93 104 127 IV 311-3 V 11
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 101
todopoderoso nos enajenoacute [el Seductor] contra naturaleza y nos hizo sus disciacutepulos como el Dios Verbo es poderoso y no falla en la justicia justamente se volvioacute contra esa apostasiacutea para redimir de ella lo que era suyo no por la fuerza como aqueacutella habiacutea dominado nuestros inicios arrebatando insaciablemente lo que no era suyo sino por persuasioacuten como conveniacutea a un Dios que persuade y que no nos fuerza a recibir lo que eacutel quiere de modo que ni se destruyese lo que es justo ni se perdiese la antigua criatura de Dios [] Dando su vida por la nuestra y su carne por nuestra carne [] Asiacute trajo a Dios a los hombres mediante el Espiacuteritu y levantoacute a los hombres a Dios por medio de su propia carne166
Su accioacuten no es solamente ejemplar o externa Es maacutes que eso167 es iniciar en
la humanidad de Cristo lo que eacutel mismo haraacute extensible despueacutes a toda carne por el
Espiacuteritu168 confiriendo los mismos efectos que tiene en eacutel o abriendo las misma
posibilidades que se abren en Eacutel de crecer hasta la perfeccioacuten hasta la comunioacuten
con Dios cuando sea glorificado
No seriacutea extrantildeo que nos preguntaacuteramos queacute necesidad habiacutea de ungir la carne
de Cristo Verbo encarnado puesto que era Dios hecho hombre por nosotros En
realidad estariacuteamos preguntando cristoloacutegicamente lo que ya preguntamos
antropoloacutegicamente169 iquestpor queacute Cristo no fue perfecto desde el principio en su
carne iquestPor queacute tuvo que hacer un proceso humano de crecimiento para
salvarnos iquestAcaso no es ya suficientemente misterioso y grandioso que eacutel se haya
hecho uno de nosotros para hacernos como Eacutel
Es decir en el fondo estamos pidiendo que soacutelo por hacerse humano el Verbo
ya lleve en su carne la imagen y semejanza plena que en nosotros soacutelo se daraacute en el
lento madurar de la carne y el Espiacuteritu En el fondo estamos pidiendo que por su
encarnacioacuten casi fiacutesicamente la carne del Verbo goce de todas las propiedades y
virtudes de Dios y nos pueda hacer partiacutecipes de ellas para nuestra salvacioacuten
166 AH V 11 167 Dimensioacuten compartida por otros autores como Clemente Alejandrino representante claro de
una soteriologiacutea entendida como paideia Sin embargo a pesar de coincidir en la necesidad del proceso del perfeccionamiento de Cristo como pedagogo que guiacutea y ensentildea la dimensioacuten de realizacioacuten primera en la humanidad de Cristo como participacioacuten nuestra real y anticipada no es la comunioacuten con el Logos como un germen divino o chispa puesta en el alma de estas teologiacuteas de corte alejandrino Una vez maacutes el acento se pone en sitios diversos Cf CLEMENTE ALEJANDRINO El pedagogo FuP 5 (Madrid 1994) Stromata I FuP 7 (Madrid 1996) Stromata II-III FuP 10 (Madrid 1998) R TREVIJANO Patrologiacutea (Madrid 1998) 152-154 W JAEGER Cristianismo primitivo y paideia griega (Meacutexico 71998) De hecho Jaeger no cita a Ireneo ni una sola vez al estudiar la paideia en relacioacuten al cristianismo primitivo
168 Cf AH III 93 169 Cf Lo dicho en nuestro capiacutetulo II
CAPIacuteTULO III
102 | Humana augens
Tal razonamiento no toma en serio el dinamismo creatural que Dios quiso dar
a la carne Es no tomar en serio la carne de Cristo como laquoverdadera carneraquo Es no
tomar en serio la accioacuten madurativa del Espiacuteritu en la salvacioacuten respetando
nuestra libertad la libertad humana de Jesuacutes Eacutel tuvo que hacer su propio proceso
madurativo bajo la accioacuten del Espiacuteritu recibido en el Jordaacuten pasando por el
sufrimiento el abandono de Dios y la muerte hasta la resurreccioacuten Sin
automatismos al ritmo de la carne en la medida que se abriacutea al Espiacuteritu como
ninguacuten ser humano lo ha hecho jamaacutes El quicio de la Salvacioacuten estaacute en Cristo que
no es soacutelo el Verbo eterno (preexistente) ni el Verbo encarnado (Jesuacutes Nintildeo
creciendo) sino el Verbo encarnado maduro y lleno del Espiacuteritu Santo que ha ido
acostumbrando su carne a Dios ha ido dejando transformar su carne humana en
carne gloriosa espiritual170
La unidad de accioacuten trinitaria manifestada en la creacioacuten y en el cuidado
permanente de la criatura tambieacuten se muestra como era de esperar en este
proceso de perfeccionamiento y salvacioacuten171 que como hemos dicho es tambieacuten
redentor Ireneo lo expresa bellamente cuando interpreta la paraacutebola del Buen
Samaritano172 viendo en Cristo a aquel que se acerca al hombre herido y lo deja en
manos del Espiacuteritu Santo como buen posadero para que le cure y le restablezca
Los dos denarios173 se entregan como arras que llevan inscritas la imagen del
Padre y del Hijo para que este hombre herido y debilitado al reponerse con los
cuidados de Cristo y del Espiacuteritu los multiplique y se los devuelva a su Sentildeor en la
imagen y semejanza recobradas y plenas La comparacioacuten maacutes allaacute de la
correccioacuten de la exeacutegesis es sumamente plaacutestica y honda para expresar coacutemo
entiende Ireneo la salvacioacuten Eacutesta pasa por la humanidad del Hijo que se acerca a la
nuestra herida en el camino de la vida apaleada por la desobediencia del pecado
170 M Gesteira hablando de la realidad nueva del cuerpo resucitado ofrece un significativo juego
de palabras laquoSeremos ldquoel mismordquo o ldquola mismardquo persona que somos pero no ldquolo mismordquo (Jesucristo horizonte de esperanza I Jesuacutes de Nazaret personaje histoacuterico [Madrid 2011] 250) Esta identidad personal que sine embargo comporta una novedad esencial tambieacuten se aplica a la Carne de Cristo iquestPor queacute no aplicarlo al Espiacuteritu Santo que se nos otorga el mismo que ungioacute a los profetas pero que despueacutes de habitar en Cristo actuacutea en nosotros con una cualidad totalmente nueva
171 Cf AH IV 205 V 362 III 61 183 IV 42 6135 74 381 172 Cf AH III 173 A ORBE El Espiacuteritu en el bautismo de Jesuacutes 679-680 173 Cf AH IV 367
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 103
que nos deja desprovistos e indefensos Pasa por los cuidados personales y
pacientes del Espiacuteritu en nuestra carne Pasa por recordarnos sacramentalmente
de quieacuten venimos y a quieacuten vamos Dios Padre Por eso puede unir en siacute mismo laquoel
fin con el principioraquo
Este es su Verbo nuestro Sentildeor Jesucristo el cual en los tiempos recientes se hizo hombre entre los hombres para unir el fin con el principio es decir al hombre con Dios [homo in hominibus factus est ut finem conjungeret principio hoc est hominem Deo] Y por eso los profetas que reciben del Verbo el carisma profeacutetico anunciaron de antemano su venida en la carne mediante la cual tuvo lugar la mezcla y comunioacuten de Dios y del hombre seguacuten el beneplaacutecito de Dios [secundum carnem adventum per quem commixtio et communio Dei et hominis secundum placitum Patris facta est]174
Ireneo repetiraacute muchas veces que el fin de la Encarnacioacuten es la comunioacuten175
entre Dios y el hombre En Cristo la unioacuten entre Dios y el hombre no es aparente ni
temporal ni funcional es estable querida por Dios definitiva Por eso es una
laquomezcla y comunioacutenraquo que ya nada ni nadie puede destruir Ni tan siquiera el
Seductor que consiguioacute engantildear a Adaacuten para que desobedeciendo transgrediera
En Eacutel se da una comunioacuten perfecta de su divinidad con la humanidad Habla de
mezcla176 [commixtus-ςύγκραςισ] para expresar esta unioacuten que no se limita a una
mera apariencia o yuxtaposicioacuten Ciertamente el teacutermino podriacutea ser problemaacutetico
si implicara fusioacuten ya se aplique a la persona de Cristo en sus dos naturalezas ya
se aplique a la comunioacuten entre Dios y los hombres como vimos en el capiacutetulo I177
En Cristo el concepto estoico laquokraacutesisraquo o laquomiacutexisraquo que puede estar en la base
significa igualmente un intercambio entre los dos componentes que no soacutelo no
pierden sus cualidades maacutes especiacuteficas sino que ademaacutes predomina el maacutes
noble178
Por eso laquopor medio de la carne de Cristoraquo179 se nos otorga la salvacioacuten de un
modo firme y verdadero irrevocable pero no por la carne en siacute misma sino en la
174 AH IV 204 175 Cf AH III 42 1668 191 2012 223 IV 13134 1412 176 V 13 21 1423 202 272hellip 176 Cf AH III 166 93 1912 V pr 13 177 Cf paacutegina 31 nota 60 178 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 478 J M ARROacuteNIZ laquoCategoriacuteas
cristoloacutegicas en Ireneo de Lyonraquo 198 J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 36 179 Cf AH V 11
CAPIacuteTULO III
104 | Humana augens
medida que consiente a la comunioacuten con el Espiacuteritu180 Y al recibir el don de esta
comunioacuten se nos posibilita hacer realidad lo que nosotros solos no podiacuteamos
hacer dejar que el Espiacuteritu asuma nuestra carne que la haga suya sin dejar de ser
lo que es para poder llegar ante el Padre para ser deificados finalmente No soacutelo le
veremos en carne y no como almas inmortales o espiacuteritus puros sino que ademaacutes
la Vida divina la recibiremos tambieacuten laquocarnalmenteraquo sin necesidad ya de
mediacioacuten alguna del alma181
El mismo Verbo de Dios por el que fuimos creados se hizo laquoHijo del Hombre a
fin de que el hombre se hiciera hijo de Dios (Jn 112)raquo182 Con distintas expresiones
Ireneo inicia la teologiacutea del intercambio que tanta repercusioacuten tendraacute en los
Padres183 El teacutermino laquointercambioraquo puede ser confuso si nos hace pensar en un
movimiento automaacutetico y en igualdad de condiciones En Dios no hay cambio ni
crecimiento ni puede mudarse su naturaleza divina por asumir la humana el
hombre por su parte no puede laquohacerseraquo a siacute mismo algo distinto de lo que es Soacutelo
puede laquoser hechoraquo o laquodejarse hacerraquo por Dios y de ese modo ir adquiriendo en la
carne las cualidades propias del Espiacuteritu184 es decir adquiriendo la plena
semejanza con la imagen Al hacerse Dios lo que nosotros somos desciende a su
criatura para que eacutesta se eleve pero el sujeto de la accioacuten por asiacute decirlo sigue
180 Asiacute evita Ireneo a mi modo de ver caer en lo que A Harnack y F Loofs llamaron laquoteoriacutea fiacutesica
de la redencioacutenraquo a propoacutesito de Atanasio B SESBOUumlEacute Jesucristo el uacutenico mediador I (Salamanca 1990) 231
181 laquoFrente al axioma biacuteblico Nemo videbit Deum et vivet ensentildea Ireneo lo contrario Caro videbit Deum ut vivatraquo (A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo 227) Cf O LOacutePEZ
MIacuteGUEZ La visioacuten del Verbo en Moiseacutes seguacuten san Ireneo Para la exeacutegesis prenicena de Ex 3320 (Tesina de licenciatura-SanDaacutemaso Madrid 2006) K RAHNER laquoEterna significacioacuten de la humanidad de Jesuacutes para nuestra relacioacuten con Diosraquo Escritos de Teologiacutea II (Madrid 31968) 56
182 AH III 102 183 Cf AH III 102 163 191 202 IV 204 334 V 11 1612 363 Ep 31 Curiosamente a pesar
de la centralidad de este pensamiento en la teologiacutea ireneana ha quedado ligado a san Atanasio (por ejemplo CTI Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea I E 4 en Documentos 1969-1996 254) L F LADARIA siacute afirma que fue Ireneo el primero en formular tal principio cf laquoEl Logos encarnado y el Espiacuteritu Santo en la obra de la salvacioacutenraquo Declaracioacuten laquoDominus Iesusraquo Documentos comentarios y estudios (Madrid 2002) 89-105 aquiacute 99 nota 20 Tambieacuten T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano (Burgos 2004) 409 y B STUDER Dios Salvador en los Padres de la Iglesia (Salamanca 1993) 100
184 Cf AH IV 41
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 105
siendo Dios que asume lo nuestro de tal manera que lo hace suyo nos laquollevaraquo hasta
Eacutel Podriacuteamos decir que Dios laquodesciende elevandoraquo185
Todo hombre ha de asemejarse con Cristo de tal manera que por su carne
gloriosa tambieacuten la carne humana llegue a Dios Pero eacuteste asemejamiento se inicia
en Cristo encarnado no en el hombre En la humanidad de Cristo se adquiere tanto
la imagen de Dios (por unioacuten personal y uacutenica con el Verbo hipostaacutetica) como la
semejanza (por la uncioacuten del Espiacuteritu Santo) De distintas maneras lo nombra
Ireneo186 pero siempre aludiendo a este principio dinaacutemico que por el Espiacuteritu se
otorga a Cristo en su carne para completar la unioacuten personaliacutesima de humanidad y
divinidad para salvacioacuten nuestra No es suficiente por decir asiacute la comunioacuten
Logos-saacuterx sino que se requiere tambieacuten llegar al Pneuma-saacuterx en el Logos187 o
dicho de otro modo necesitamos aprender a conjugar adecuadamente la accioacuten de
Cristo y del Espiacuteritu en la economiacutea divina para no distorsionar o perder parte de
la accioacuten de Dios en nosotros en la Creacioacuten y en la Historia Ademaacutes la sola
mediacioacuten del Verbo eterno no deifica al hombre se requiere la mediacioacuten de su
carne donde el Espiacuteritu Santo inicia el camino que todo aacutenthropos ha de hacer188
Sin el Espiacuteritu Santo nos seriacutea imposible asemejarnos al Hijo y por tanto
acercarnos a Dios189
185 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 203 186 Qualitas Spiritus (AH V 93) munus adoptionis (AH III 191) filiorum adoptio (AH III 191) 187 Cf A ORBE Espiritualidad de San Ireneo 172240 K RAHNER afirma laquoToda teologiacutea catoacutelica
sabe que de la unioacuten hipostaacutetica de la humanidad de Cristo con el Logos tiene que seguirse necesariamente una deificacioacuten interior de dicha humanidad La cual auacuten siendo la consecuencia moral y ontoloacutegicamente necesaria de la unioacuten hipostaacutetica laquoresultaraquo de ella es distinta de ella es la que santifica y deifica laquoen siacute mismaraquo la humanidad de Cristo y mdashaunque en una medida e intimidad no dadas fuera de ellamdash es justamente eso que estaacute destinado a comunicarse a cada hombre en tanto gracia justificanteraquo (laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 147 nota 2) Quizaacute en este paacuterrafo no tuvo en cuenta que esa accioacuten santificante y deificadora pasa tambieacuten por la accioacuten expliacutecita del Espiacuteritu
188 Es impresionante la intuicioacuten tan acertada de Ireneo en un estadio tan inicial de la teologiacutea y el desarrollo dogmaacutetico Asiacute queda recogido en el desarrollo histoacuterico de la COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA
INTERNACIONAL (=CTI) Cuestiones selectas sobre Dios redentor (1994) III 6 C POZO Documentos (1969-1996) (Madrid 1998) 523
189 Cf AH IV 392 S PUERTOS MARTIacuteNEZ-FJ VILARINtildeO RUIZ laquoPneumatologiacutea histoacuterico-salviacutefica en Justino e Ireneoraquo El espiacuteritu memoria y testimonio de Cristo a propoacutesito de la Tertio Millennio Adveniente actas del IX Simposio de Teologiacutea Histoacuterica (Valencia 1997) 311-315
CAPIacuteTULO III
106 | Humana augens
Por tanto si la salvacioacuten humana consiste en llegar a unir lo maacutes distante
como es el barro y el Espiacuteritu190 no es de extrantildear que el Salvador sea justamente
eso la comunioacuten plena del hombre y Dios que salve al hombre en la medida que se
deje adentrar en esa plena comunioacuten con eacutel
[El Sentildeor] hizo retornar y volvioacute a unir [aduniuit ndash ἥνωςεν] al hombre con Dios Pues si el hombre no hubiese vencido al enemigo del hombre el enemigo no habriacutea sido vencido justamente Y tambieacuten si Dios no hubiese donado la salvacioacuten no la tendriacuteamos con seguridad Y si el hombre no hubiese sido unido [counitus ndash ςυνηνώϑη] a Dios no podriacutea haber participado de la incorrupcioacuten Conveniacutea pues que el Mediador entre Dios y los hombres (1 Tim 25) por su propia familiaridad [οἰκειότητοσ] con ambos los condujese a la amistad y concordia mutuas para que Dios asumiese al hombre y el hombre se entregase a Dios [Deus adsumeret hominem et homo se dederet Deo] iquestPues de queacute manera podiacuteamos ser partiacutecipes de su filiacioacuten (Gal 45) si no la recibieacutesemos por medio del Hijo por la comunioacuten [communionem ndash κοινωνίαν] con eacutel si eacutel su Verbo no hubiese entrado en comunioacuten con nosotros hacieacutendose carne (Jn 114) [communicasset nobis caro factum ndash εἰ μὴ ὁ Λόγοσ αὐτοῦ ἐκοινώνηςεν ἠμίν ςὰρξ] Por eso pasoacute a traveacutes de todas la edades para restituir a todos la comunioacuten [Quapropter et per omnem venit aetatem omnibus restituens eam quae est ad Deum communionem - Διὸ καὶ διὰ πὰςησ ἦλϑεν ἠλικίασ τοῖσ πᾶςιν ἀποκαταςτήςασ τὴν πρὸσ τὸν Θεὸν κοινωνίαν]191
Esa laquofamiliaridadraquo o laquoparentescoraquo192 es otro modo de referirse a la salvacioacuten
dada de modo singular en la misma persona del Verbo encarnado Si no se da en
Cristo esta comunioacuten verdadera de su humanidad y divinidad no hay salvacioacuten si
no se da entre el hombre y Dios tampoco seraacute este salvado193 El hecho mismo de
que algunos comentaristas duden en queacute momentos se estaacute refiriendo a la unidad
laquopersonalraquo de carne y divinidad en Cristo y cuando se estaacute refiriendo a la
humanidad con Dios ya es sentildeal significativa de lo implicada que estaacute una en
otra194
El mayor fruto de esta comunioacuten obrada en Cristo es recibir la filiacioacuten
divina195 o participar de ella en la medida que el hombre laquolleva acoge
[χωροῦντοσ] y abraza al Hijo de Diosraquo196 Maacutes allaacute de las variantes en la criacutetica
190 Cf AH V 133 191 AH III 187 Cf AH III 42 V 142 Ep 6 31 40 192 laquoParenteacuteraquo es la traduccioacuten de ROUSSEAU con lo que implica de consanguineidad y de una
cercaniacutea fiacutesica que es algo maacutes que familiaridad tal como traducen J I GONZAacuteLEZ FAUS y C I GONZAacuteLEZ
193 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 209 194 Cf Ibid 209 28-30 195 Cf AH III 187 191 202 196 AH III 163 Curiosamente es esta imagen del abrazo extendiendo lo brazos la que aparece en
Ep 34 al hablar de la Cruz de Cristo y de la presencia laquocrucificadaraquo del Verbo en toda la Creacioacuten
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
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textual interesa significar el verbo laquoχωρεῖνraquo que se traduce en otros pasajes como
laquocomunioacutenraquo197 o cercaniacutea198 fin de la salvacioacuten y medio para recibir la filiacioacuten
adoptiva199 Es el Hijo de Dios al hacerse hombre quien nos gana la filiacioacuten El que
era unigeacutenito se convierte en primogeacutenito al tomar una carne como la nuestra Asiacute
lo que era lejaniacutea se convierte ahora en familiaridad
Para llevarlo a cabo Cristo laquopasoacute a traveacutes de todas las edadesraquo Es decir tuvo
que ir creciendo y madurando en su humanidad para realizar como hombre lo que
todo hombre estaacute llamado a vivir
Santificoacute todas las edades al asumirlas en siacute a semejanza de ellos Porque vino a salvar a todos y digo a todos es decir a cuantos por eacutel renacen para Dios sean bebeacutes nintildeos adolescentes joacutevenes o adultos Por eso quiso pasar por todas las edades para hacerse bebeacute con los bebeacutes a fin de santificar a los bebeacutes nintildeo con los nintildeos a fin de santificar a los de su edad daacutendoles ejemplo de piedad y siendo para ellos modelo de justicia y obediencia se hizo joven con los joacutevenes para dar a los joacutevenes ejemplo y santificarlos para el Sentildeor y crecioacute con los adultos hasta la edad adulta para ser el Maestro perfecto de todos no soacutelo mediante la ensentildeanza de la verdad sino tambieacuten asumiendo su edad para santificar tambieacuten a los adultos y convertirse en ejemplo para ellos En seguida asumioacute tambieacuten la muerte para ser laquoel primogeacutenito de los muertos y tener el primado sobre todosraquo (Col 118) el iniciador de la vida (Hech 315) siendo el primero de todos y yendo adelante de ellos200
Es maacutes que maestro porque no ensentildea el camino laquodesde fueraraquo sino que lo
asume lo hace suyo se hace a siacute mismo laquocaminoraquo a recorrer201 Lo que ensentildea lo
hace Su laquoimperfeccioacuten inicialraquo o inmadurez en cuanto hombre no viene dada
solamente por fidelidad a la carne asumida sino porque el Verbo se encarna por el
hombre y por tanto tiene que acomodarse y adaptarse a su capacidad
invisiblemente imprimiendo su accioacuten creadora en el cosmos laquoEl Hijo de Dios estaacute en su creacioacuten abrazando su largura anchura altura y profundidad (cf Ef 318) para darle cohesioacuten de norte a sur de oriente a occidenteraquo (J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos 46) Y esta funcioacuten integradora del Verbo la ve Ireneo unida a la uncioacuten coacutesmica por tanto tambieacuten ligada al Espiacuteritu Para ahondar en esta doctrina ireneana de la crucifixioacuten coacutesmica cf A ORBE Los primeros herejes ante la persecucioacuten Estudios valentinianos V (Roma 1956) 213-241
197 Cf AH III 191 De hecho la teologiacutea posterior se serviraacute del teacutermino laquoπεριχώρεςισraquo para describir la iacutentima comunioacuten intratrinitaria cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 32
198 laquoiquestCoacutemo llegaraacute el hombre hasta Dios [ἄνϑρωποσ χωρήςει εἰσ μὴ ὁ Θεὸσ] si Dios no viene hasta el hombre [ἐχώρηςεν εἰσ ἄνϑρωπον] [AH IV 334]
199 B STUDER sintetiza asiacute el nuacutecleo soterioloacutegico de Ireneo laquoel hombre que por medio del Verbo ha sido formado a imagen de Dios y que en el Espiacuteritu ha recibido la aptitud para hacerse totalmente semejante a Dios alcanzaraacute su cumplimiento una vez que se haya habituado a laquollevarraquo a Dios y se haya hecho un hombre espiritual cuando en el conocimiento del Hijo se haya convertido eacutel mismo en hijo y partiacutecipe de la inmortalidad de Diosraquo (cf Dios Salvador en los Padres 96)
200 AH II 22 4 201 Cf AH V 162
CAPIacuteTULO III
108 | Humana augens
Nuestro Dios en los uacuteltimos tiempos para recapitular todas las cosas en siacute mismo vino a nosotros no tal como podriacutea mostrarse sino como nosotros eacuteramos capaces de mirarlo Porque podiacutea venir a nosotros en su gloria inexpresable pero nosotros no hubieacuteramos resistido soportar la grandeza de su gloria Por eso como a nintildeos aquel que era el pan perfecto del Padre se nos dio a siacute mismo como leche cuando vino a nosotros como un hombre a fin de que nutriendo nuestra carne como de su pecho mediante esa lactancia nos acostumbraacuteramos a comer y beber al Verbo de Dios hasta que fueacutesemos capaces de recibir dentro de nosotros el Pan de la inmortalidad que es el Espiacuteritu del Padre202
Esto implica que la misma encarnacioacuten es una realidad dinaacutemica progresiva
no acabada en el nacimiento de Cristo203 Orbe distingue cuatro fases en el proceso
interno de Jesuacutes la maacutes imperfecta hasta el bautismo en el Jordaacuten desde el Jordaacuten
a la pasioacuten durante la pasioacuten y muerte y finalmente la resurreccioacuten204 Este
dinamismo o caraacutecter evolutivo del hombre pide que el Verbo se haga laquonintildeo con el
hombre [et propter hoc coinfantiatum est homini Verbum Dei cum esset perfectus ndash
ςυνενηπίαςεν ὁ Λόγοσ τοῦ Θεοῦ τέλειος ὤν] aunque eacutel era perfecto a fin de que
de alguacuten modo se hiciese capaz de recibirloraquo205 Esta adaptacioacuten divina a la
capacidad humana permite a Ireneo argumentar las dos venidas de Cristo la
primera en carne deacutebil como la nuestra (laquolecheraquo en el texto) la segunda en gloria
para recapitular todo en Eacutel (laquoPan de la inmortalidadraquo)206 Pero no son dos
momentos separados ni paralelos sino maacutes bien un movimiento salvador continuo
y progresivo ya iniciado de alguacuten modo en la Creacioacuten El sujeto es el mismo el
Verbo El modo de alimentarnos para nuestro crecimiento es el que cambia seguacuten
nuestra capacidad y siempre a traveacutes de nuestra carne pues de lo contrario
dejariacuteamos de ser lo que somos aacutenthropos A la condicioacuten progresiva y creciente
del hombre le corresponde la revelacioacuten o autocomunicacioacuten progresiva de
Dios207
202 AH IV 381 203 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 103 M GESTEIRA Jesucristo horizonte de esperanza I 149 204 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de S Ireneoraquo 463 205 AH IV 382 206 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo 522-534
207 Cf AH III 202 IV 133 J M ARROacuteNIZ laquoLa inmortalidad como deificacioacuten del hombre en S Ireneoraquo 266-267
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 109
No se prescinde de la libertad humana no se anula el papel del hombre en la
historia de salvacioacuten Por eso no puede ser indiferente la respuesta de cada ser
humano208 Nunca prescinde Dios de ella
A todos aquellos que guardan su amor les ofrece su comunioacuten Y la comunioacuten con Dios es vida luz y goce de todos sus bienes En cambio seguacuten su misma palabra a todos aquellos que se separan de eacutel los condena a la separacioacuten que ellos mismos han elegido La separacioacuten de Dios es muerte renuncia a la luz tinieblas La separacioacuten de Dios es peacuterdida de todos los bienes divinos Por eso quienes por la apostasiacutea han perdido esas cosas malogrados todos los bienes viven en el castigo No que Dios por siacute mismo haya planeado castigarlos sino que a ellos se les echa encima el sufrimiento de haberse separado por siacute mismos de todos los bienes Mas los bienes divinos son eternos y no tienen fin por eso tambieacuten es sin fin su peacuterdida Es como la luz que no tiene fin pero a quienes se ciegan a siacute mismos o a quienes otros privan definitivamente de la luz para siempre les falta el gozo de la luz no es que la luz los castigue con la ceguera sino que su misma ceguera les produce el sufrimiento209
El texto es duro y maacutes en el contexto de Ireneo acostumbrados a un tono
sumamente positivo y siempre esperanzador donde el deseo salvador de Dios es
siempre mayor que el pecado humano Una vez que el Hijo de Dios se hace visible
en la carne se da a conocer en su luz el ser humano tiene que elegir El sufrimiento
de la lejaniacutea no es castigo de Dios sino consecuencia de la eleccioacuten humana en
liacutenea joaacutenica210 Si su humanidad y su crecimiento conlleva una iacutentima comunioacuten
con Dios y posibilita la nuestra tambieacuten nosotros estamos llamados a crecer con eacutel
libres y obedientes hasta ser uno con Dios211
Tampoco seraacute indiferente para la salvacioacuten el modo en que Jesuacutes vivioacute su
libertad y su obediencia en carne mortal pues laquoel Verbo del Padre [] se encarnoacute
en un hombre por el hombre y cumplioacute toda la Economiacutea seguacuten su humanidadraquo212
Este mismo Verbo recibioacute todo el poder cuando se hizo carne (Jn 114) a fin de que asiacute como tiene el principado en los cielos como Verbo de Dios asiacute tambieacuten lo tenga en la tierra [] De esta manera la luz del Padre irrumpe en la carne de nuestro Sentildeor y de esa carne sus rayos se reflejan en nosotros para que el ser humano rodeado por la luz del Padre se haga incorruptible213
208 Cf A ORBE Espiritualidad de San Ireneo 239-240 209 AH V 272 210 Cf 1 Jn 16-7 211 Cf AH V 363 212 AH III 174 [Σαρκωϑέντοσ ἐν ἀνϑρόπῳ διὰ τὸν ἄντϑρωπον ηαί πᾶςαν τὴν κατὰ ἄνϑρωπον
οἰκονομίαν ἐκπληρώςαντος mdash Incarnato in homine propter hominem et omnem secundum hominem dispositionen implente]
213 AH IV 202
CAPIacuteTULO III
110 | Humana augens
Asiacute se constituye el cuerpo humano de Cristo como consumacioacuten y plenitud del
Primer Adaacuten214 y se iraacute visibilizando a medida que vaya creciendo y madurando en
el Espiacuteritu Este perfeccionamiento soacutelo seraacute pleno tras su Resurreccioacuten en la
carne gloriosa de Cristo215 que confirmaraacute de alguacuten modo el proceso de
crecimiento realizado hasta la perfecta unidad con el Verbo y gracias al Espiacuteritu
que le ha ido guiando y habitando En su carne gloriosa podraacute ver la luz de Dios la
nuestra y hacerla suya216 No antes porque Cristo fue hombre verdadero y no el
Aacutenthropos Teacuteleios de los gnoacutesticos217
En Cristo de alguna manera218 el hombre ya ha sido unido a Dios por Dios
mismo de ahiacute la seguridad de tal don Y es el mismo hombre Cristo quien vence al
enemigo que rompioacute esta unioacuten Restituye la comunioacuten perdida viviendo Eacutel mismo
la comunioacuten en su propia carne y permitiendo la participacioacuten de todo ser humano
en ella en la medida que dejemos al Espiacuteritu abrazar nuestra carne219 tal como en
la carne de Cristo el hombre abraza al Hijo de Dios220
4 Conclusiones
Verdaderamente para Ireneo la carne es capaz de salvacioacuten capaz de dejarse
transformar por el Espiacuteritu de Dios Por eso el ser humano puede llegar a ser maacutes de
lo que es y en tal crecimiento consiste su vocacioacuten Si la carne estuviera condenada a
ser soacutelo lo que es imposible seriacutea hablar de divinizacioacuten o asemejamiento imposible
hablar de redencioacuten o liberacioacuten del pecado Tampoco de encarnacioacuten de Cristo Y tal
capacidad Ireneo la justifica baacutesicamente desde el poder de Dios si Eacutel lo quiere es
posible Y esto se muestra en nuestra misma vida en carne y sin embargo laquovidaraquo Se
muestra en la Eucaristiacutea que ademaacutes nos nutre como Cuerpo y Sangre de Cristo En
ella no soacutelo el pan y el vino llegan a ser maacutes de lo que son sino que nos ayudan a que
214 Cf Ep 32 AH V 133 215 Cf AH IV 202 334 V 61 A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 467 216 Cf AH V 133 217 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo 510519 ID laquoEl hombre
ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 474-475 218 Cf GS 22 219 Cf AH V 134 220 Cf AH III 163
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 111
nuestra vida tambieacuten llegue a ser laquomaacutesraquo Pero el gran motivo de esperanza y fe es la
misma Carne de Cristo en Cristo mismo A la vez santificada y santificadora mortal y
donadora de inmortalidad por el Espiacuteritu que la habita
Si esto es asiacute y podemos decir que la carne de Cristo es como la nuestra ninguna
duda puede quedarnos iquestCoacutemo podriacutea salvar en siacute mismo algo no asumido iquestcoacutemo
recapitular en Eacutel todo lo creado sin hacerse uno con el aacutenthropos Por eso la
Encarnacioacuten no es apariencia ni algo temporal o transitorio Dios enteramente se
estaacute dando comprometido en esta comunioacuten y mezcla del Verbo con lo humano ya
desde la materia primera desde la mixis inicial antes de ser plasmada en el vientre
de Mariacutea como cada uno de nosotros No hay adopcionismo posible ni docetismos
varios Y esto no soacutelo apoyados en la verdad de la humanidad de Cristo sino tambieacuten
en su divinidad plena y continua En Cristo se contempla bien coacutemo cualquier
movimiento extremo sobredimensionando una de sus naturalezas acaba
distorsionando tambieacuten la otra Como si soacutelo pudiera ser plenamente hombre en la
medida que es plenamente Dios y viceversa
Por eso podemos intuir que la mayor singularidad de Cristo no estaacute en su carne
humana como la nuestra en todo semejante hacieacutendose por nosotros pecado eacutel que
no lo habiacutea cometido221 quizaacute maacutes bien esteacute en la personaliacutesima comunioacuten que en Eacutel
se da entre esta carne y su divinidad entre el hombre y Dios No hay yuxtaposicioacuten
no hay fusioacuten de una en otra hay comunioacuten plena y por tanto en plena libertad En
Eacutel se da ya personalmente lo que Dios ha preparado para cada ser humano para
toda la eternidad Y el misterio estaacute en que de esta manera participamos ya
nosotros inicialmente de dicha comunioacuten Se da un intercambio realmente
admirable
El modo de realizarse tal unioacuten estaacute en la fuerza del Espiacuteritu Santo Ese mismo
Espiacuteritu llamado a hacer de cada ser humano un hijo de Dios por fiel y libre
obediencia Ese mismo Espiacuteritu que modeloacute a Adaacuten y a cada ser humano junto al
Verbo El mismo Espiacuteritu que guiacutea al geacutenero humano que habloacute por los profetas que
habitoacute en Cristo como en su propia casa para poder despueacutes derramarse sobre
nosotros en Pentecosteacutes
Si es asiacute ya sabemos que Dios ni fuerza ni actuacutea por su cuenta ajeno a la
voluntad humana En Dios no hay inmediatez sino paciencia para que cada cual vaya
221 Cf 2 Cor 521
CAPIacuteTULO III
112 | Humana augens
madurando a su ritmo creciendo en la medida que puede y quiere abrirse al
Espiacuteritu Por eso tambieacuten la carne de Cristo tuvo que hacer su propio proceso de
perfeccionamiento seguacuten el Espiacuteritu y a la vez el Espiacuteritu tuvo que ir
acostumbraacutendose a su carne preparando asiacute lo que seriacutea despueacutes en cada ser
humano Si en Cristo la apertura a la voluntad de Dios era plena tambieacuten la accioacuten
del Espiacuteritu en Eacutel pudo serlo no encontroacute impedimento alguno No encontroacute en eacutel
pecado
La plena apertura de la carne humana al Espiacuteritu de Dios es el hombre perfecto
para Ireneo O dicho de otro modo quien alcanza tal perfeccioacuten es que ha ido
creciendo hasta la plenitud a la que Dios nos llama desde siempre porque ha dejado
que el Espiacuteritu vaya entreverando su carne en una sola cosa iquestCoacutemo podriacutea habernos
salvado Cristo hecho hombre por el hombre si no hubiera cumplido en la carne el
designio que Dios previoacute para toda carne iquestCoacutemo podriacutea Cristo iniciar en siacute mismo lo
que seraacute nuestro final y meta si Eacutel no hubiera hecho suyas las mismas leyes y medios
que todos nosotros tenemos Si Cristo en cuanto hombre se hubiera negado a hacer
suya la voluntad del Padre mdashes decir si no hubiera ido creciendo en el Espiacuteritumdash
no podriacuteamos decir que su humanidad nos salva Maacutes auacuten sin Eacutel no podriacuteamos
nosotros crecer en el Espiacuteritu y asemejarnos cada vez maacutes porque no habriacuteamos
contemplado la imagen que nos configura y a la que estamos llamados a
asemejarnos
Podriacuteamos decir entonces que crecer nos salva primeramente en la carne de
Cristo y en segundo lugar en la medida que nosotros nos dejamos acrecentar por su
Espiacuteritu y lleguemos a ver a Dios Nuestra carne viviraacute en la carne gloriosa de quien
nos salvoacute
Capiacutetulo IV
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
CUANDO CRECER NOS SALVA
Salvator quidem quoniam Filius et Verbum Dei
Salutare autem quoniam Spiritus
Salus autem quoniam caro
(AH III 103)
Introduccioacuten
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO IV
114 | Humana augens
Introduccioacuten
La tradicioacuten de la Iglesia a lo largo de los siglos ha mantenido la importancia
salviacutefica de la humanidad de Cristo aunque no sin sobresaltos y esfuerzos para no
caer en extremos La historia de los dogmas asiacute lo muestra Sin embargo en los
uacuteltimos tiempos resuena de nuevo con fuerza el cuestionamiento teoloacutegico en
torno a la humanidad de Cristo1 Alguacuten autor llega a afirmar que es laquoel tema mayor
del debate cristoloacutegico contemporaacuteneoraquo2 (tras el Vaticano II) despueacutes de estudiar
con detenimiento coacutemo ha influido la investigacioacuten histoacuterica sobre la cristologiacutea y
la cuestioacuten del pluralismo religioso cada vez maacutes presente No queremos entrar
aquiacute a analizar la tesis que G Uriacutebarri mantiene en su libro maacutes bien nos interesa
constatar la importancia de este tema y aprovechar diversos desarrollos
sistemaacuteticos3 para centrar nuestras conclusiones en torno al necesario crecimiento
de la humanidad de Cristo para nuestra salvacioacuten Tendremos especialmente
presente Gaudium et spes 224
Es evidente que Ireneo no puede dar respuesta a todas las cuestiones
cristoloacutegicas que ha llevado siglos asentar y discernir por la Iglesia Sin embargo
no es menos cierto que llama la atencioacuten la profundidad de sus intuiciones
teoloacutegicas ya en el siglo II la iacutentima relacioacuten entre Cristo y todo ser humano la
personalizacioacuten de la salvacioacuten en la persona Cristo el valor absoluto y eterno que
tiene para Dios la carne la dignidad de la persona en su corporalidad concreta y
fiacutesica el dinamismo espiritual que acrecienta al ser humano como parte esencial de
1 Coacutemo se entienda esta humanidad es uno de los posibles errores actuales sobre la fe en el Hijo de
Dios hecho hombre junto al cuestionamiento de la preexistencia y de la unioacuten hipostaacutetica en la Declaracioacuten de la CONGREGACIOacuteN PARA LA DOCTRINA DE LA FE Mysterium Filii Dei (1972) 3 Los tres puntos son esenciales en la teologiacutea de Ireneo y en nuestro trabajo Maacutes recientemente tambieacuten J RATZINGER entonces Prefecto de la Congregacioacuten para la Doctrina de la Fe sentildealoacute la dificultad de integrar adecuadamente la verdadera humanidad de Cristo en la teologiacutea actual en la introduccioacuten que hace a la Declaracioacuten Dominus Iesus (2000) (cf CONGREGACIOacuteN PARA LA DOCTRINA DE LA FE Declaracioacuten laquoDominus Iesusraquo Documentos comentarios y estudios [Madrid 2002] 11-18)
2 G URIacuteBARRI La singular humanidad de Jesucristo El tema mayor de la cristologiacutea contemporaacutenea (Madrid 2008) 29
3 Ademaacutes del citado libro para toda esta parte L F LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos (Madrid 2007)
4 laquoGaudium et spesraquo Documentos del Vaticano II (Madrid 1968)
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 115
su ser la relacioacuten personal e iacutentima entre Dios y el hombre como horizonte
escatoloacutegico de plenitud5
Por eso queremos recapitular los pasos que hemos ido dando y situarlos
brevemente a la luz que la tradicioacuten y la fe de la Iglesia nos aportan Lo
sistematizamos en tres afirmaciones cristoloacutegicas dogmaacuteticas que a nuestro
modo de ver no soacutelo permiten sino que piden desde la antropologiacutea y cristologiacutea
de Ireneo tomar con mayor seriedad el crecimiento en la humanidad de Cristo Los
tres temas son
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona
Cuando decimos que Cristo es perfectamente hombre y hombre perfecto iquestde
queacute estamos hablando iquesten queacute consiste ser aacutenthropos iquestqueacute rasgos son
indelebles a la condicioacuten humana Con una pregunta similar comenzaacutebamos
nuestro trabajo y por eso buscamos una antropologiacutea que nos dijera en queacute
consiste el ser humano para despueacutes poder entender mejor la humanidad perfecta
de Cristo y si en ella se dio o no el crecimiento para nuestra salvacioacuten Es tambieacuten
una de las preguntas que estaacuten en la base de GS 22
En realidad el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado Porque Adaacuten el primer hombre era figura del que habiacutea de venir es decir Cristo nuestro Sentildeor Cristo el nuevo Adaacuten en la misma revelacioacuten del misterio del
5 Para T SPIDLIacuteK laquoLa gran aportacioacuten de Ireneo en contra de los gnoacutesticos consiste en haber
eliminado el concepto de espiritual por naturaleza (como inmaterial) Distingue claramente este don del Espiacuteritu que los teoacutelogos escolaacutesticos llamaraacuten sobrenaturalraquo (La espiritualidad del oriente cristiano [Burgos 2004] 54) No podemos entrar en este tema tan importante pero sin duda la teologiacutea de Ireneo permitiriacutea abordar la cuestioacuten del natural-sobrenatural la libertad y la gracia con una amplitud y profundidad nada desdentildeable puesto que para eacutel no hay un doble fin en el ser humano En Ireneo tanto para hacerse primero aacutenthropos verdadero como para llegar a ser dios el camino y los medios son los mismos la accioacuten del Espiacuteritu en la carne que libre y obedientemente lo acoge Sobre esta uacutenica vocacioacuten humana que es divina la relacioacuten entre la libertad y la gracia cf J L RUIZ DE LA PENtildeA El don de Dios Antropologiacutea teoloacutegica especial (Santander 21991) 267-304337-406 Para el problema de la libertad y la gracia nunca separadas desde la perspectiva de Oriente cf V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente (Barcelona 22009) 147 ss
CAPIacuteTULO IV
116 | Humana augens
Padre y de su amor manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocacioacuten Nada extrantildeo pues que todas las verdades hasta aquiacute expuestas encuentren en Cristo su fuente y su corona El que es imagen de Dios invisible (Col 115) es tambieacuten el hombre perfecto que ha devuelto a la descendencia de Adaacuten la semejanza divina deformada por el primer pecado6
Si para conocer en queacute consiste esta perfecta humanidad de Cristo tenemos
que mirar al hombre a su vez soacutelo podemos comprender el misterio del hombre
contemplando a Cristo Ireneo antildeadiriacutea a Cristo glorioso pues a imagen de eacuteste
fuimos creados y eacutel es nuestro fin Asiacute origen y finalidad se identifican en el ser
humano7 otorgaacutendole una dignidad que de otro modo seriacutea impensable iquestcoacutemo es
posible que algo tenga su origen en lo que seraacute su meta Y de ser asiacute iquestno
estariacuteamos hablando de una especie de determinismo de ausencia de libertad en la
criatura Para Ireneo la historia el tiempo y la capacidad de crecimiento o
maduracioacuten que posibilite la perfeccioacuten logran armonizar todos estos puntos De
ahiacute tambieacuten la grandeza que otorga a la materia a la carne a la corporalidad8
pues Dios ha querido que fuera justamente la carne lo maacutes alejado de Dios quien
hiciera este proceso de divinizacioacuten En Cristo la carne tiene su origen y su fin9 de
quien recibe su bondad esencial10 iquestCoacutemo podriacuteamos afirmar esto dejando espacio
a la libertad y decisioacuten humana sin el don del libre crecimiento es decir de poder
elegir que el Espiacuteritu de Dios nos vaya transformando hasta llegar a ser maacutes de lo
que somos Por eso si Cristo es el origen y la meta de todo lo creado cuaacutento maacutes
no lo seraacute del ser humano que el mismo Verbo junto al Espiacuteritu modela a su imagen
y semejanza
La encarnacioacuten de Cristo visibilizando la imagen a la que fuimos creados la
perfeccioacuten a la que estamos llamados a llegar por semejanza estaba prevista por el
Padre antes del pecado Porque la imposibilidad de llegar hasta Dios siendo carne
no viene marcada por el pecado sino por la incapacidad propia de lo que no es
6 GS 22 a 7 Cf Ep 22 AH III 2110 223 En palabras de SAN JUAN DAMASCENO el hombre fue creado
deificaacutendose tendiendo hacia la unioacuten con Dios (cf Exposicioacuten de la fe II 12 PG t 94 col 924a) 8 Cf GS 14 9 Cf H U VON BALTHASAR Teodramaacutetica IV (Madrid 1995) 448 10 Cf A CORDOVILLA Gramaacutetica de la encarnacioacuten La creacioacuten en Cristo en la teologiacutea de K Rahner y
Hans Urs von Balthasar (Madrid 2004) 34
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 117
Dios11 Por eso soacutelo puede llevarse a cabo por el Espiacuteritu y por la docilidad humana
a su accioacuten Otra cosa es que ademaacutes esta economiacutea nuestra ha sido marcada por
el pecado y desde ahiacute Cristo nos llevaraacute a la plenitud que esperamos con su
obediencia rescata nuestra desobediencia con su novedad destierra todo lo viejo
del hombre12 Para Ireneo esta novedad que no conlleva ruptura radical sino
continuidad y plenitud es Cristo mismo13
Cristo es la novedad que da a la antropologiacutea cristiana un optimismo central14
No ingenuo pues sabe el hombre de queacute estaacute hecho15 y coacutemo ha caiacutedo16 La
dignidad creatural que Dios quiso dar al ser humano por encima de todo lo
creado17 se aplica en el nuevo Testamento a Cristo laquoImagen de Dios invisible
primogeacutenito de toda creacioacutenraquo18 y en Eacutel se engrandece auacuten maacutes La obra de Dios
Arte en sus manos para Ireneo es ahora una criatura nueva bajo el prisma de la
carne de Cristo19 Porque Eacutel es el Hombre nuevo20 medida de todo hombre que
ademaacutes rompe las ataduras del pecado que nos esclaviza21 porque eacuteste nunca seraacute
tan fuerte que impida llevar a cabo el plan de Dios De este modo al salvarnos nos
redime de tal forma que no soacutelo visibiliza su perfeccioacuten sino que posibilita
tambieacuten la nuestra
Este punto es importante y creo que clave en Ireneo Cristo no entra en
relacioacuten con el hombre por el pecado sino por Creacioacuten por finalidad por
vocacioacuten por querer de Dios No es lo mismo supeditar su venida a nuestro pecado
11 Cf AH III 191 Posiblemente nos hemos laquoacostumbradoraquo a hablar de un Dios laquoἔνςαρκοσraquo aunque
a menudo no acabemos de otorgar a tal confesioacuten un nivel que supere lo simboacutelico-sacramental pero ciertamente poner el acento en la carne como salvacioacuten de Dios es impresionante (cf K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV [Madrid 1964] 139-157) Maacutes frecuente es encontrar discursos similares al de Ireneo que finalmente acaban hablando del alma como lugar privilegiado de encuentro con Dios pensando mdashen el fondomdash como TACIANO laquoel Dios perfecto es incorpoacutereo [ἄςαρκοσ]raquo cit por A ORBE laquoDefinicioacuten del hombre en la teologiacutea del siglo IIraquo Gregorianum 48 (1967) 522-576 Aquiacute 526
12 Cf Rm 66 2Cor 517-18 Ef 422 Jn 129 13 Cf AH IV 341 14 Cf Sal 8 5-7 1443 Si 171-3 Sab 223 Gn 21519-20 15 Cf Gn 126-27 2 7 51 9 67 Sal 1444 395-7 6210 40 5-6 10314 16 Cf Gn 36 48 65-12 17 Cf GS 24 18 Col 115 Cf 2Cor 44 Flp 26 Hb 1 2-3 19 Cf 2Cor 517 Ef 215-16 422 Gaacutel 615 Rm 64 20 Ef 424 21 Cf Rm 518 1Cor 1521-22 2Cor 327 Gaacutel 51 Jn 83236
CAPIacuteTULO IV
118 | Humana augens
que saber que nuestra relacioacuten con eacutel fundamenta nuestro ser22 La posicioacuten de
Ireneo es inequiacutevoca si Cristo es el Hombre perfecto a cuya imagen hemos sido
creados forma parte del ser humano en su creacioacuten en su definicioacuten en su fin y en
su realizacioacuten uacuteltima23 En Occidente esta forma de comprender la encarnacioacuten y
de articular salvacioacuten y redencioacuten se fue perdiendo por desgracia pero no es ajena
a nuestra fe24 Diraacute Ireneo que Cristo al encarnarse recobroacute al ser humano
perdido25 por el pecado para recapitular en siacute mismo al hombre tal como el Padre
lo habiacutea preparado desde siempre Con el pecado cambia el modo no el fin pues
Cristo Hombre perfecto es nuestro fin En la misma liacutenea dice Tertuliano
laquoDios hizo al hombre lo hizo a imagen de Diosraquo (Gn 117) iquestPor queacute no dice laquoa su imagenraquo si era uno el que haciacutea y no habiacutea otro a imagen del cual lo haciacutea Pero habiacutea uno a imagen del cual lo haciacutea es decir el Hijo el cual debiendo ser el hombre maacutes cierto y maacutes verdadero [homo futurus certior et verior] quiso que fuera llamado hombre a su imagen que entonces iba a formar del barro imagen y semejanza del verdadero26
Decir Hombre Perfecto es tambieacuten decir Hombre Verdadero27 Y tal como lo
presenta Ireneo la verdad del ser humano se recibe por creacioacuten pero se va
laquohaciendoraquo Propio del aacutenthropos es que naciendo hombre debe ir laquohacieacutendose
hombreraquo [ἀνδρωϑῆναι]28 progresivamente y soacutelo asiacute llegaraacute a ser maacutes que
hombre dios Que tal proceso no se malograraacute irremediablemente tiene su
22 Sin entrar en detalles podemos recordar la exclamacioacuten del pregoacuten pascual laquoiexclFeliz culpa que
merecioacute tal redentorraquo que repetimos cada antildeo o algunos de los textos maacutes significativos de AGUSTIacuteN marcando en buena parte la teologiacutea occidental laquoSi homo non perisset Filius hominis non venissetraquo (Sermo 1742 Cit por L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 48)
23 Cf AH III 2213V 162 Ep 32 22 laquoEn rigor la teleiocircsis difiere de la impecancia (ἀναμαρτηςία) y el hombre perfecto del impecable (ἀναμαρτητοσ) Pudo Adaacuten no haber faltado en el paraiacuteso ganando continuamente en perfeccioacuten positivaraquo (A Orbe laquoHomo nuper factusraquo Gregorianum 46 [1965] 481-544 aquiacute 487)
24 Cf L F LADARIA laquoEl hombre creado a imagen de Diosraquo B SESBOUumlEacute (dir) Historia de los dogmas II El hombre y su salvacioacuten (Salamanca 1996) 75-93 W PANNENBERG Teologiacutea sistemaacutetica II (Madrid 1996) 429 J MOLTMANN El futuro de la creacioacuten (Salamanca 1979) 130-136 M GESTEIRA laquoLa nueva creacioacutenraquo Revista espantildeola de Teologiacutea 57 (1997) 389-418
25 Cf AH III 193 26 Adversus Praxean XII 3-4 Seguacuten A ORBE foacutermulas de Tertuliano como eacutesta laquoreincidenraquo en las
ideas de Ireneo (Cf laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de Ireneoraquo Gregorianum 43 (1962) 449-491 Aquiacute 456 nota 31)
27 De hecho laquoHombre Nuevoraquo es el tiacutetulo de GS 22 y volveraacute a aparecer en GS 41 Curiosamente en un principio se pensoacute titular el nordm 22 como laquoHombre Perfectoraquo (cf L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 64 nota 30)
28 AH IV 383
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Salus carnis | 119
garantiacutea en Cristo porque en siacute mismo laquogarantizaraquo su encarnacioacuten No por
necesidad sino por deseo divino
Lo que Dios plasmoacute lo hizo a imagen de Dios es decir de Cristo [] Por ello aquel barro que ya entonces revestiacutea la imagen de Cristo que se iba a encarnar no era solamente una obra de Dios sino una garantiacutea [de la encarnacioacuten futura]29
Desde los inicios tal laquogarantiacutearaquo soacutelo puede asentarse en la fe en su divinidad
De hecho la primera declaracioacuten conciliar en Nicea (325) afirma la
consustancialidad30 del Hijo con el Padre como respuesta al conflicto arriano ni
hay divisioacuten sustancial en Dios ni el Hijo es de inferior sustancia o rango31
Un siglo despueacutes la iglesia necesitoacute profundizar en la unidad que se daba en
Cristo Dios perfecto y hombre perfecto como diraacute el concilio de Eacutefeso32 (431)
insistiendo ahora en su humanidad abriendo la reflexioacuten a Calcedonia (451)33
Perfecto en la divinidad y perfecto en la humanidad verdaderamente Dios y verdaderamente hombre [] consustancial con el Padre seguacuten la divinidad y consustancial con nosotros seguacuten la humanidad en todo semejante a nosotros excepto en el pecado (cf Hb 415)34
En este momento una vez asentada la divinidad de Cristo ya habiacutea conciencia
de que se jugaba la verdad de la salvacioacuten en la perfeccioacuten de la humanidad
asumida y en la manera de comprender la unidad cristoloacutegica Se entiende su
humanidad perfecta en cuanto verdadera y completa asumiendo un cuerpo y un
alma racional (superado el apolinarismo35) aunque no se llega auacuten a dar respuesta
29 TERTULIANO De res mort VI 3-5 Cit por L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 51 K RAHNER llegoacute a
formular que la encarnacioacuten es condicioacuten de posibilidad para la creacioacuten cf laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV (Madrid 1964) 139-157 aquiacute 151 A CORDOVILLA Gramaacutetica de la encarnacioacuten La creacioacuten en Cristo en la teologiacutea de K Rahner y Hans Urs von Balthasar (Madrid 2004) 183-228
30 laquoὀμοούςιον τῳ πατρί [quod graece dicunt homousion]raquo DH 125
31 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I El Dios de la salvacioacuten (Salamanca 2004) 196-198 Seguacuten T SPIDLIacuteK la devocioacuten a la humanidad de Cristo surge maacutes de la reflexioacuten teoloacutegica posterior que de una piedad expliacutecita entre los primeros cristianos al menos en el oriente cristiano Como si asumir la carne del Verbo lo limitado lo humanado lo humillado no fuera acogido por los creyentes maacutes que tras un proceso que se hace expliacutecito con Juan Damasceno Si esto es asiacute el valor de Ireneo es mayor auacuten Cf La espiritualidad del oriente cristiano (Burgos 2004) 67
32 Incluida la foacutermula de unioacuten DH 272-273 33 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 303-307 319-324 34 DH 301 35 Cf DH 146 B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 281-283
CAPIacuteTULO IV
120 | Humana augens
a la unioacuten de ambas naturalezas36 No podemos encontrar en Ireneo este lenguaje y
esta problemaacutetica pero siacute la afirmacioacuten rotunda de ser un hombre verdadero
carne de nuestra carne puesto que es comuacuten en eacutel hablar del hombre en su
totalidad mdashcarne alma y espiacuteritumdash y a modo de metonimia llamarlo laquocarneraquo
Conviene recordar aquiacute lo visto en torno a la antropologiacutea tricotoacutemica y coacutemo en el
alma como soplo vital reside la libertad y la eleccioacuten el discernimiento el
ensamblaje entre carne y espiacuteritu para que una se someta al otro37 Puesto que
para Ireneo no hay hombre completo sin los tres elementos38 y sabiendo la
importancia que eacutel da a la libertad humana es evidente que con otro lenguaje
siglos antes coincide de lleno con la foacutermula calcedoniana39
Por otro lado si afirmamos que fue hombre perfecto y a la vez decimos que fue
semejante en todo a nosotros menos en el pecado estamos confesando con el
Nuevo Testamento y con la tradicioacuten de la Iglesia que el pecado no forma parte de
la humanidad en siacute misma40 Se puede no tener pecado y ser plenamente
humano41 Ya hemos visto coacutemo Ireneo no minimiza la seriedad de la
desobediencia humana engantildeados por el Seductor sino que engrandece auacuten maacutes
la bondad y misericordia de Dios que sigue adelante con su proyecto maacutes allaacute de
nuestra lejaniacutea Por eso para Ireneo la encarnacioacuten no es un momento puntual sino
un doble proceso en la medida que la divinidad se abaja y vaciacutea de siacute42 la
humanidad de Cristo como la nuestra se dispone a ir creciendo en el Espiacuteritu
36 Sobre la recepcioacuten de Calcedonia y el neocalcedonismo cf G URIacuteBARRI La singular humanidad
103-145 laquoEl dinamismo encarnatorio seguacuten las homiliacuteas catequeacuteticas de Teodoro de Mopsuestiaraquo Estudios Eclesiaacutesticos 81 (2006) 37-95 Aquiacute 40-50 B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 323-335 J RATZINGER Miremos al Traspasado (Santa Fe 2007) 45-51 BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret Desde la entrada en Jerusaleacuten hasta la Resurreccioacuten (Madrid 2011) 187-189
37 Cf AH V 91 38 Cf AH V 61 39 O GONZAacuteLEZ DE CARDEDAL ve en Ireneo una laquoanticipacioacutenraquo de las foacutermulas calcedonenses laquoCristo es
uno y el mismo [εἷσ καὶ ὁ ἀυτόσ]raquo Algunos textos que resalta en este sentido son AH III 168-9 IV 6367 Tambieacuten ve un anticipo de la teoriacutea de las propiedades de Cristo (AH III 92 192 V 173 V 211 III 214 IV 242) y parte del vocabulario que despueacutes expresaraacute la unioacuten entre Dios y el hombre ςάρκωςις ἕνωςισ unitio commixtio communio habitatio adsumptio (AH III 183 191 V 144 IV 3311 III 187 IV 344 IV 204 III 202 IV 334 V 13) Cf Cristologiacutea (Madrid 22005) 214-215
40 Cf Capiacutetulo III
41 Cf Rm 83 2Cor 521 Gaacutel 313 1Pe 221-22 Resaltado tambieacuten en LEOacuteN MAGNO laquoAdsumpsit formam servi sine sorde peccati humana augens divina non minuensraquo (Tomus ad Flavianum DH 293)
42 Cf Flp 26-11
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 121
elevaacutendose hasta Dios43 En la visibilidad de la encarnacioacuten Cristo hace visible este
misterio inserto en todo ser humano44 mostrando la perfeccioacuten a la que somos
llamados seguacuten su humanidad gloriosa sometido a los mismos avatares45 que
cualquier otro hombre tiene que vivir Pero en Eacutel ya se ha realizado ese camino e
incluye la glorificacioacuten Se trata entonces de un crecimiento que no se reduce a la
laquoκένοςισraquo sino que incluye tambieacuten crecer en la laquoπλήροςισraquo teologiacutea bellamente
expresada en el himno de Pablo a los Filipenses impregnado de esta misma
dinaacutemica [γενόμενοσ] de crecimiento libre y personal46
Por eso es tan importante poder hablar de plena libertad y voluntad humana
en Cristo para llevar a cabo su vida y misioacuten tal como lo confirmoacute el concilio III de
Constantinopla (680-681)47 Nos salva en su humanidad en la medida que va
aprendiendo a obedecer no sin sufrimiento hasta la muerte en cruz48 Es decir en
la medida que va conformando su voluntad humana a la del Padre en la medida
que va entrando en comunioacuten cada vez maacutes plena con Eacutel y con el Espiacuteritu que le
guiacutea Asiacute se perfecciona su carne y con ella toda la humanidad asiacute se abre la
posibilidad de perfeccioacuten en su carne para todo ser humano49 que tampoco podraacute
darse sin libertad y sin sufrimiento
Cordero inocente con la entrega libeacuterrima de su sangre nos merecioacute la vida En El Dios nos reconcilioacute consigo (cf 2 Cor 518 Col 120-22) y con nosotros y nos liberoacute de la esclavitud del diablo y del pecado por lo que cualquiera de nosotros puede decir con el Apoacutestol laquoEl Hijo de Dios me amoacute y se entregoacute a siacute mismo por miacuteraquo (Gal 220) Padeciendo por nosotros nos dio ejemplo para seguir sus pasos (cf 1 Pe 221 Mt 1624 Lc 1427) y ademaacutes abrioacute el camino con cuyo seguimiento la vida y la muerte se santifican y adquieren nuevo sentido50
43 Para LADARIA en la foacutermula de Calcedonia se afirma impliacutecitamente una perfeccioacuten en Cristo que
consiste en laquoun crecimiento de la humanidad paralelo al despojamiento y a la keacutenosis del Hijo de Diosraquo (Jesuacutes salvacioacuten de todos 20-21)
44 Cf AH V 62 45 Cf Gaacutel 44 46 laquoὃσ ἐν μορφῇ Θεοῦ ὑπαρχων οὐχ ἁρπαγμὸν ἡγήςατο τὸ εἷναι ἴςα Θεῷ ἀλλὰ ἑαυτον μορφὴν
δούλον λαβών ἐν ὁμοιώματι ἀνθρώπων γενόμενοσmiddot καὶ ςχὴνατι εὑρεϑεὶσ ὡσ ἄνϑρωποσ ἐταπείνωςεν ἑαυτὸν γενόμενοσ ὑπήηοοσ μέξρι ϑανάτου ϑανάτου δὲ ςταυροῦraquo (Flp 26-8)
47 Cf DH 556-558 B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 343-345 48 Hb 210 58-9 Cf A VANHOYE Sacerdotes antiguos sacerdote nuevo seguacuten el nuevo testamento
(Salamanca 1984) 75-100 49 Cf Hb 10 19 50 GS 22
CAPIacuteTULO IV
122 | Humana augens
El sufrimiento y la cruz fueron perfeccionando51 a Cristo y en la medida que
vayamos conformaacutendonos con Eacutel aprenderemos tambieacuten nosotros laquosufriendo a
obedecerraquo o dicho de otra manera aprenderemos a dar un sentido nuevo al
sufrimiento y la muerte de modo que lejos de aplastarnos o empequentildeecernos
nos haga crecer hasta la resurreccioacuten El perfeccionamiento de Cristo no es
perfeccioacuten moral ni su glorificacioacuten es un premio divino por los meacuteritos
realizados52 Es una perfeccioacuten que maacutes tiene que ver con realizar profundamente
lo que ya se es y con unirse cada vez maacutes iacutentimamente a Dios en cuanto hombre
Teodoro de Mopsuestia principal exponente de la escuela antioquena comparte
esta visioacuten con Ireneo dotando a la encarnacioacuten de un dinamismo que da un realce
salviacutefico claro a la humanidad de Cristo a su libertad y al Espiacuteritu mdashgraciamdash que le
unge y acompantildea en el proceso
Eacutel [Cristo] tambieacuten avanza hacia el bautismo a fin de transmitir de una manera ordenada la vida del evangelio y finalmente recibe la muerte y la abole Habriacutea sido simple y faacutecil para Dios haberlo hecho de golpe inmortal e incorruptible e inmutable tal y como deviene despueacutes de la resurreccioacuten Pero porque no era solamente a eacutel a quien queriacutea hacer inmortal e inmutable sino tambieacuten a nosotros que estamos asociados a eacutel en su naturaleza era necesario a causa de esta misma asociacioacuten que fuera en eacutel donde se realizaran las primicias de todos nosotros como dice el bienaventurado Pablo laquoque eacutel sea el primero en todoraquo (Col 119)53
Desde otras coordenadas el texto expresa con toda claridad el sentido salviacutefico
del crecimiento en la humanidad de Cristo apoyaacutendose justamente en una de las
premisas clave de Ireneo la carne tiene su ritmo precisa tiempo paciencia
libertad para acoger la accioacuten de Dios Y si esto es asiacute para toda carne tambieacuten
tuvo que serlo para la humanidad de Cristo salvacioacuten de todos
Desde Ireneo en coherencia con su antropologiacutea y cristologiacutea eliminar el
crecimiento y el perfeccionamiento progresivo en la humanidad de Cristo es
inviable Cuando se dice laquoEl Verbo de Dios [] entroacute como hombre perfecto en la
historia del mundo asumieacutendola y recapitulaacutendola en siacute mismo (cf Ef 110)raquo54
podemos confundir la realizacioacuten plena con la posibilidad de tal realizacioacuten
restando importancia a la encarnacioacuten verdadera Es decir el Verbo de Dios
51 Cf A VANHOYE Sacerdotes antiguos sacerdote nuevo 176-180
52 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 200 53 Hom VI 11 Cit por G URIacuteBARRI El dinamismo encarnatorio 73 54 GS 38
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 123
asumioacute nuestra carne y se hizo uno de nosotros para recapitular en siacute mismo todas
las cosas pero lo hizo primero como nintildeo se hizo hombre amoacute eligioacute y obedecioacute
libremente como hombre y asiacute llegoacute a ser hombre perfecto tras la muerte y
resurreccioacuten cuando su carne estuvo totalmente tomada por el Espiacuteritu Es decir
dando un sentido salviacutefico a su crecimiento no obviaacutendolo
Dando un paso maacutes del mismo modo que para Ireneo no hay ser humano sin
mezcla con espiacuteritu mdashen la medida que seamdash tampoco la humanidad de Cristo por
siacute sola tiene consistencia salviacutefica Por un lado no existiriacutea sin la comunioacuten
personal con el Verbo sin su divinidad por otro no salvariacutea sino fuera plenificada
por el Espiacuteritu O dicho de otro modo la iniciativa y preponderancia divina puede y
debe mantenerse tambieacuten en la persona de Cristo mismo sin que esta especie de
laquoasimetriacutearaquo55 suponga mengua ninguna a la plena humanidad de Cristo ni a una
comunioacuten verdadera de naturalezas Asiacute esa cierta laquocompenetracioacutenraquo entre lo
humano y lo divino (περιχώρηςισ εἰσ ἀλλήλασ) no es indiferente proviene de la
divinidad y no de la carne56 que maacutes bien se hace partiacutecipe por las cualidades que
recibe de Dios
Biacuteblicamente despueacutes de Cristo no podemos leer el relato del Geacutenesis
aseacutepticamente57 pues ahora sabemos que la creacioacuten es en Cristo58 mdashno soacutelo en el
Verbomdash y nosotros somos llamados a conformarnos con Eacutel59 Es el Espiacuteritu quien
hace posible en nosotros lo que ya realizoacute en Cristo una vez que se
laquoacostumbroacuteraquo60 a su carne para que el hombre se acostumbrara al querer de Dios
a la novedad de Cristo y deseaacutendolo cooperaraacute con Eacutel para su propia salvacioacuten Por
55 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 116 56 En la liacutenea de Maacuteximo el Confesor y San Juan Damasceno Cf V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la
Iglesia de Oriente 107-108
57 L F LADARIA sentildeala como dato significativo que el Concilio Vaticano II comience a hablar de la dignidad del ser humano en GS 12 desde el relato del Geacutenesis (Jesuacutes salvacioacuten de todos 45 nota 5)
58 Cf 2Cor 44 Col 115 59 Cf Rm 829 1Cor 1549 2Cor 318 60 AH III 171
CAPIacuteTULO IV
124 | Humana augens
eso tampoco podemos cifrar todo el misterio salviacutefico en Cristo dejando a un lado
la accioacuten del Espiacuteritu que tan presente tuvieron los Padres61
[Este es] el viacutenculo entre el misterio salviacutefico del Verbo encarnado y el del Espiacuteritu Santo que actuacutea el influjo salviacutefico del Hijo hecho hombre en la vida de todos los hombres llamados por Dios a una uacutenica meta ya sea que hayan precedido histoacutericamente al Verbo hecho hombre o que vivan despueacutes de su venida en la historia de todos ellos es animador el Espiacuteritu del Padre que el Hijo del hombre dona libremente cf Jn 334)62
Para Ireneo Cristo es el uacutenico Hombre perfecto en siacute mismo ya glorificado
como laquofin de la historia humana punto de convergencia hacia el cual tienden los
deseos de la historia y de la civilizacioacuten centro de la humanidad gozo del corazoacuten
humano y plenitud total de sus aspiracionesraquo63 Recapitular como afirma Ireneo
no es que el Hijo deacute fin a todo lo creado desde Eacutel por ser Eacutel sino desde Eacutel porque
estuvo en el origen y en el ser mismo de lo creado Es mucho maacutes que un mediador
externo Pero por ello no podemos hacer de su humanidad algo terminado ya
desde el inicio porque entonces no seriacutea humanidad verdadera como la nuestra y
lo salvado no habriacutea sido nuestra carne o se habriacutea hecho laquoautomaacuteticamenteraquo sin
respetar el proyecto que Dios mismo ha marcado
No soacutelo creemos que Cristo es Hombre Perfecto sino que sieacutendolo nos
perfecciona Soacutelo asiacute puede unir en su cuerpo nuestro origen (creacioacuten) nuestra
vida (asemejamiento progresivo y pecado) y nuestro fin (recapitulacioacuten) desde
dentro desde nosotros mismos y soacutelo puede hacerlo porque es Dios Es la
realizacioacuten plena del dinamismo creatural que Eacutel mismo plasmoacute en nosotros con el
Padre y el Espiacuteritu64 Y nuestra perfeccioacuten soacutelo puede consistir en participar de su
perfeccioacuten acogieacutendola libremente y realizaacutendola en nuestra vida Con razoacuten
podemos decir que laquoquien sigue a Cristo el Hombre Perfecto se hace maacutes
61 Cf L F LADARIA laquoHumanidad de Cristo y don del Espiacuterituraquo Estudios Eclesiaacutesticos 51 (1996) 321-
345 ID laquoCristologiacutea del Logos y cristologiacutea del Espiacuterituraquo Gregorianum 61 (1980) 353-360 ID laquoLa uncioacuten de Jesuacutes y el don del Espiacuterituraquo Gregorianum 71 (1990) 547-571
62 Dominus Iesus 12 63 GS 45 64 Cf H U VON BALTHASAR Teodramaacutetica III (Madrid 1993) 237-238 W PANNENBERG Teologiacutea
Sistemaacutetica II (Madrid 1996) 25
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 125
hombreraquo65 Y al hacerse maacutes hombre se hace maacutes que hombre crece por encima de
sus posibilidades66 Y creciendo es salvado67
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten
El concilio Vaticano II en GS 22 expresoacute con rotundidad algo que la tradicioacuten
de la Iglesia ha mantenido siempre aunque desde distintas perspectivas
En eacutel (Cristo) la naturaleza humana asumida no absorbida ha sido elevada tambieacuten en nosotros a dignidad sin igual El Hijo de Dios con su encarnacioacuten se ha unido en cierto modo con todo hombre Trabajoacute con manos de hombre pensoacute con inteligencia de hombre obroacute con voluntad de hombre amoacute con corazoacuten de hombre Nacido de la Virgen Mariacutea se hizo verdaderamente uno de los nuestros semejantes en todo a nosotros excepto en el pecado68
Ireneo utiliza expresamente este verbo laquoabsorberraquo69 para expresar la
salvacioacuten de la carne la asuncioacuten que de ella va haciendo el Espiacuteritu si no
encuentra impedimentos Sin embargo ciertamente el sentido es el mismo que
quiere transmitir el Vaticano II y anteriormente el II y III concilio de
Constantinopla garantizar que la carne no se pierde en el proceso de divinizacioacuten
o asemejamiento que la resurreccioacuten de la carne pasa por mantener esa misma
carne resucitada Por eso Ireneo y el Concilio hablan de laquoelevacioacutenraquo a una dignidad
mayor que no es otra que la que el Padre ya previoacute en la creacioacuten por encima de
los aacutengeles70
65 GS 41 66 IGNACIO DE ANTIOQUIacuteA lo expresa con total claridad ante su martirio inminente laquoNo impidaacuteis que
viva no queraacuteis que muera [] Dejadme alcanzar la luz pura Cuando eso suceda sereacute un hombre [ἐκεῖ παραγενόμενοσ ἄνϑρωποσ ἔςομαι] Permitidme ser imitador de la pasioacuten de mi Diosraquo (A los romanos VI 2-3 Ed JJ AYAacuteN CALVO Ignacio de Antioquiacutea-Policarpo de Esmirna-Carta de la iglesia de Esmirna [Madrid 1999] 156-157) El mismo Ireneo se hace eco de su experiencia en AH V 284
67 laquoEl disciacutepulo que camina con Jesuacutes se veraacute implicado con eacutel en la comunioacuten con Dios Y esto es lo que realmente salva el trascender los liacutemites del ser humano algo para lo cual estaacute ya predispuesto desde la creacioacuten como esperanza y posibilidad por su semejanza con Diosraquo BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret (Madrid 2007) 30
68 GS 22 b 69 Cf AH IV 384 70 Cf AH V 363
CAPIacuteTULO IV
126 | Humana augens
Creo que Ireneo expresa magniacuteficamente esta participacioacuten71 de todo ser
humano en la humanidad de Cristo en virtud de la encarnacioacuten72 Y esto se realizoacute
de una vez para siempre ya no tiene vuelta atraacutes Todo ser humano por el hecho
de serlo estaacute unido en cierto modo con Cristo Verbo encarnado Ciertamente por
el Bautismo los cristianos somos incorporados de un modo especialiacutesimo a su
Cuerpo que es la Iglesia73 y en ella vamos creciendo y madurando hasta Dios
nutrieacutendonos con la Eucaristiacutea y dejaacutendonos llevar por su Espiacuteritu Asiacute es Asiacute lo
reconoce tambieacuten Ireneo en el lugar clave que da a la Iglesia en el mundo con una
funcioacuten sacramental sagrada garante de la verdad recibida74 Sin embargo por la
encarnacioacuten se da una unioacuten gratuita y definitiva que aunque germinal es previa
mdashpor decirlo asiacutemdash a la confesioacuten bautismal
Asociado al misterio pascual configurado [el cristiano] con la muerte de Cristo llegaraacute corroborado por la esperanza a la resurreccioacuten Esto vale no solamente para los cristianos sino tambieacuten para todos los hombres de buena voluntad en cuyo corazoacuten obra la gracia de modo invisible Cristo murioacute por todos y la vocacioacuten suprema del hombre en realidad es una sola es decir la divina En consecuencia debemos creer que el Espiacuteritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que en la forma de soacutelo Dios conocida se asocien a este misterio pascual75
La antropologiacutea positiva y optimista de Ireneo permite fundamentar esto
desde la protologiacutea y no solo de cara a la redencioacuten o la escatologiacutea Aunque
ciertamente es un terreno menos transitado por la teologiacutea76 me parece
fundamental recuperar la dignidad creatural del ser humano como fundamento
teoloacutegico Dios quiere que el aacutenthropos pueda llegar a ser libre y gozosamente
imagen y semejanza suya77 pues fue plasmado cuidadosamente con sus propias
Manos De ahiacute que tal dignidad laquoresidaraquo de un modo especial en el cuerpo
71 Cf AH V 141-3 202 IV 204 III 104 119 121 171hellip 72 El tema de la participacioacuten de toda la humanidad en Cristo aparece tambieacuten en GS 24 y 32 Es un
tema clave que el mismo JUAN PABLO II subrayoacute al hacer de GS 22 una referencia constante en su ministerio papal cf Redemptor hominis 8 Fides et Ratio 60 80
73 Cf Col 118 74 Cf M RUIZ JURADO laquoEl concepto de mundo en S Ireneo La Fe de la Iglesia como normaraquo Estudios
Eclesiaacutesticos 47 (1972) 205-226 Aquiacute 216-220
75 GS 22 e 76 Cf L F LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos 128 77 Cf Ep 22
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humano78 Y esto es asiacute en todo ser humano por el hecho de existir no por confesar
a Cristo como Sentildeor de su vida aunque de hecho lo sea79 lo sepa eacutel o no lo sepa80
Conservaraacute este laquoArteraquo impreso en su plasis si en fe deja que su Espiacuteritu lo vaya
transformando lenta y pacientemente en la carne Todo ser humano lleva en su
carne la propia laquofisonomiacutearaquo de Cristo encarnado81 Soacutelo por el hecho de venir al
mundo la luz de Cristo ilumina a cada ser humano82 Temporal o histoacutericamente
primero fue Adaacuten pero eacuteste solo existe en Cristo y por Cristo que en todo le
precede y hacia el que camina para la plenitud Por eso ciertamente
comprendemos mejor queacute es el hombre gracias a Cristo83 y si contemplamos al
hombre en profundidad descubriremos la dignidad de la carne de Cristo hombre y
Dios que incluye en cierto modo a toda la Humanidad84
78 laquoLa persona maacutes que tener un cuerpo es un ser ldquoespiacuteritu-corpoacutereordquo de manera que el cuerpo es
en realidad la mediacioacuten a traveacutes de la cual la persona se abre hacia los demaacutes y hacia el mundo [] De ahiacute que la corporalidad humana no pueda ser reducida al cuerpo en su pura materialidad sino que implica una dimensioacuten maacutes profunda y misteriosa [] El cuerpo humano es algo maacutes que una mera agregacioacuten de estructuras o elementos materiales Antes bien es una realidad transida por una dimensioacuten espiritual que desborda (a la vez que configura desde dentro) una estructura fiacutesico-quiacutemica haciendo de ella una realidad nueva personalraquo (M GESTEIRA Jesucristo horizonte de esperanza I Jesuacutes de Nazaret personaje histoacuterico [Madrid 2011] 245) No estaacute de maacutes explicitar estas convicciones que expresan muy bien el fundamento protoloacutegico de Ireneo y no son superfluas cuando queriendo dialogar con la Ciencia desde la fe podemos olvidar que no hay ser humano propiamente donde soacutelo hay materia fiacutesico-quiacutemica
79 El delicado problema de armonizar la confesioacuten de Cristo como uacutenico salvador y el valor salviacutefico de otras religiones no nos toca a nosotros plantearlo pero ciertamente estaacute ahiacute Los documentos magisteriales maacutes significativos a este respecto son Nostra aetate Lumen gentium Gaudium et Spes y Ad gentes del Concilio Vaticano II Redemptoris missio de Juan Pablo II El cristianismo y las religiones (1996) de la COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA INTERNACIONAL (=CTI) en Documentos 1969-1996 557-604 Dominus Iesus (2000) [Cf L F LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos 130-138143159180 G URIacuteBARRI La singular humanidad 341-378] Tambieacuten se intuye la significatividad de la teologiacutea de Ireneo como viacutea para el diaacutelogo con otras tradiciones religiosas y culturales en M NAMIKAWA laquoAcostumbrarraquo para la comunioacuten en san Ireneo de Lyon (Tesina de Licenciatura U P Comillas Madrid 2005) 126
80 laquoHay quien se encontroacute con Cristo sin saber que aprehendiacutea a aquel en cuya vida y muerte se arrojaba como en su destino bienaventurado y redimido que se encontraba con aquel a quien los cristianos con razoacuten llaman a Jesuacutes de Nazaret [] Y Dios y la gracia de Cristo estaacuten en todo en tanto esencia oculta de toda realidad elegible y asiacute no es tan faacutecil aferrarse a algo sin tener que habeacuterselas mdashde una o de otra formamdash con Dios y Cristoraquo (K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 156)
81 Cf AH V 363 82 Cf Jn 19 83 Cf AH V 173 84 L F LADARIA Teologiacutea del pecado original y de la gracia (Madrid 21997) 152-153
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Que recibamos el don del Espiacuteritu a traveacutes de la carne gloriosa de Cristo85 no
significa que eacuteste tenga que limitarse a quienes profesan la fe cristiana Lo que siacute
afirma la Iglesia como ya hizo Ireneo es que la accioacuten de ambos estaacute
profundamente ligada pues el Verbo encarnado es el lugar clave donde estaacute
presente el Espiacuteritu y desde donde actuacutea para toda la humanidad86 Por tanto no
hay incompatibilidad alguna entre mantener esta centralidad cristoloacutegica para la
salvacioacuten y a la vez confiar al Espiacuteritu el misterio por el que muchos hombres y
mujeres se asociaraacuten a Cristo desde otras religiones o desde la increencia87
La carne gloriosa de Cristo ya estaacute plenamente tomada por el Espiacuteritu y no
debemos olvidar que todos estamos unidos a ella misteriosa y realmente Es decir
en cada ser humano se da ya como en arras como en posibilidad como en germen
la plenitud de crecimiento que podemos esperar88 Y esto sin abandonar lo que
somos nuestra carne limitada al contrario adentraacutendonos en ella cada vez maacutes
para en ella dejarnos llevar por el querer de Dios y su fuerza Si esto es asiacute la
glorificacioacuten de Cristo en el Nuevo Testamento estaacute refirieacutendose siempre al
crecimiento y perfeccioacuten de su humanidad ya que la naturaleza divina ni cambia ni
crece ni se perfecciona89 Esta divinizacioacuten o glorificacioacuten de la carne de Cristo si
85 Cf AH III 93 171 241 Tambieacuten ATANASIO laquoNo es por tanto el Logos y Sabiduriacutea el que es ungido
con el Espiacuteritu Santo que eacutel da sino que es la carne asumida la que es ungida en eacutel y por eacutel para que la santificacioacuten que ha venido sobre el Sentildeor en cuanto hombre pueda pasar a todos los hombresraquo Discursos contra los arrianos I 47 (Madrid 2010) 99-100 Y posteriormente BASILIO MAGNO laquoiquestQuieacuten negaraacute que se han cumplido [los planes salviacuteficos para el hombre] mediante la gracia del Espiacuteritu Santo [] Todo se realizoacute por medio del Espiacuteritu [] En primer lugar estaba con la carne del Sentildeor al hacerse uncioacuten y estar presente de manera inseparable seguacuten lo escrito [] En segundo lugar toda accioacuten se efectuaba con la presencia del Espiacuteritu [] y no lo abandona al resucitar de entre los muertosraquo El Espiacuteritu Santo 39 (Madrid 1996) 172-173
86 Cf Dominus Iesus 12 V LOSSKY apoyado en Ireneo dice laquoen el cuerpo de Cristo se encuentra acceso al manantial del Espiacuteritu Santo seguacuten san Ireneo Es pues necesario estar unido al cuerpo de Cristo para recibir la gracia del Espiacuteritu Santoraquo (Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 131-132) Sin embargo no parece que se pueda identificar soacutelo y siempre este ldquocuerpordquo de Cristo con la Iglesia de quien es cabeza Maacutes que de Ireneo el acento parece ser de la Iglesia de Oriente en palabras del autor pues antes afirma laquoLa Iglesia es cuerpo en la medida en que Cristo es su cabeza es plenitud en la medida en que el Espiacuteritu Santo la anima la llena de divinidad pues la divinidad habita en ella corporalmente como habitaba ella en la humanidad deificada de Cristoraquo (Ibid 116-117) Y vuelve a fundamentar su afirmacioacuten en Ireneo Recordemos que LG 7-8 habla de la Iglesia como Cuerpo de Cristo sin llegar tan lejos
87 Cf GS 22 88 Cf AH V 81 89 Cf L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 142 Basa la fundamentacioacuten biacuteblica de este punto en Jn
141-3 1724-26 Rm 816-1729 1 Cor 1545-49 Ef 13-14 Col 31-4
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Salus carnis | 129
mantenemos lo dicho de nuestra participacioacuten en su humanidad supone que
tambieacuten nuestra carne es ya en cierto modo glorificada
Todo aquello que la Escritura dice que Jesuacutes ha recibido lo dice a causa de su cuerpo [] En primer lugar el Sentildeor ha resucitado su propio cuerpo y lo ha exaltado en siacute mismo despueacutes ha resucitado todos los miembros para darles como Dios todo lo que ha recibido como hombre [] Sepa por tanto con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Sentildeor y Cristo a aquel Jesuacutes que vosotros habeacuteis crucificado no es de la divinidad que eacutel dice que la ha constituido Sentildeor y Cristo sino de su humanidad que es toda la Iglesia90
Si esto fuera asiacute cuando decimos que el Hijo se ha unido a todo hombre en su
encarnacioacuten iquestestamos reduciendo la Humanidad a la Iglesia o maacutes bien hay que
entender aquiacute la Iglesia como sacramento de toda la Humanidad91 Y por otro lado
iquestdoacutende queda entonces la libertad humana para responder a la vocacioacuten divina
que hemos recibido
El desarrollo que Ireneo hace de la libertad como camino indispensable para
que el hombre crezca hasta Dios puede fundamentar esta respuesta humana
obediente que sin tener la iniciativa ni la capacidad de realizarse por siacute misma no
se llevaraacute a cabo si cada ser humano no lo realiza Por eso para Ireneo Mariacutea es
pieza fundamental de la historia de salvacioacuten tal como despueacutes han recogido
mucho otros autores
La encarnacioacuten no soacutelo fue obra del Padre de su Poder y de su Espiacuteritu sino tambieacuten la obra de la voluntad y de la fe de la Virgen Sin el consentimiento de la Inmaculada sin el concurso de la fe ese designio era tan irrealizable como sin la intervencioacuten de las propias tres Personas divinas Soacutelo despueacutes de haberla instruido y persuadido la toma Dios por Madre y toma la carne que Ella consiente en prestarle Asiacute como Eacutel se encarnaba voluntariamente queriacutea asiacute mismo que su Madre lo pariera libremente y por su propia voluntad92
90 ATANASIO DE ALEJANDRIacuteA De incarnationi Verbi et contra Arianos 1221 (PG 2610041021) 91 laquoTodos estaacuten llamados a entrar en la Iglesia pues si el hombre es un microcosmos la Iglesia es un
macroanthropos seguacuten san Maacuteximo Crece y se forma en la historia introduciendo a los elegidos en su seno unieacutendolos a Diosraquo (V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 132) TH SOIRON llama a la Iglesia laquosacramento de la humanidadraquo despueacutes de llamar a Cristo el laquosacramento originalraquo (Der sakramentale Mensch Friburgo 1946) Cf LG 48 SCh 5
92 NICOLAacuteS CABAacuteSILAS laquoHomiliacutea sobre la Anunciacioacutenraquo M JUGIE Homeacutelies mariales byzantines (Pariacutes 1925) 463 Cit por V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 104 Y antildeade Lossky laquoEn la persona de la Virgen la humanidad dio su consentimiento a que el Verbo se hiciera carne y viniera a habitar entre los hombres pues seguacuten el adagio patriacutestico laquosi bien la voluntad divina creoacute sola al hombre no puede salvarlo sin la cooperacioacuten de la voluntad humanaraquo La tragedia de la libertad se resuelve en las palabras ecce ancilla Dominiraquo
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Ciertamente Ireneo piensa y escribe en el siglo II dirigieacutendose a la comunidad
cristiana frente a las doctrinas gnoacutesticas que empantildeaban la fe con apariencias
heterodoxas Pero no es menos cierto que habla del aacutenthropos en su totalidad e
integridad y es a este aacutenthropos al que Dios le confiere el don de crecer y madurar
hasta la vida eterna que es Eacutel mismo No se ofrecen dos proyectos salviacuteficos porque
soacutelo hay un hombre y un Dios y una historia93 Si creemos que por pura bondad
creatural concedioacute Dios al ser humano la fuerza de su espiacuteritu inicialmente y que
soacutelo desde la carne gloriosa de Cristo hemos recibido la sobreabundancia de su
Espiacuteritu para poder tambieacuten nosotros recorrer el camino que la humanidad de
Jesuacutes ya recorrioacute entonces tenemos que mantener esto para cualquier persona en
cualquier tiempo y lugar
No podemos decir a partir de Ireneo que sea indistinto creer o no creer seguir
a Cristo o no hacerlo formar parte de la Iglesia o no En absoluto Pero no parece
que podamos concluir que la salvacioacuten se reserva exclusivamente a la Iglesia Eacutel
mismo preveacute una visioacuten de Dios un final glorioso con distintos grados seguacuten los
frutos dados94 Tanto en la paraacutebola del sembrador95 como en la de los talentos o
en el salario que reciben los trabajadores de la vintildea96 ve Ireneo expresada esta
diversidad final que nada tiene que ver con los diversos salarios predestinados en
funcioacuten del tipo de hombre defendido por los gnoacutesticos iquestAcaso nos molestaraacute que
tambieacuten reciban paga los que llegaron en la uacuteltima hora97 Todos recibiremos el
mismo salario aunque cada uno en su medida Aquiacute la distincioacuten es cuantitativa no
cualitativa98 Y si todos seguiremos creciendo en la visioacuten de Dios porque siempre
93 Cf COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA INTERNACIONAL El cristianismo y las religiones (1996) 49e laquoSiendo Jesuacutes el
uacutenico mediador que lleva a cabo el designio salvador del uacutenico Dios Padre la salvacioacuten para todos los hombres es uacutenica y la misma la plena configuracioacuten con Jesuacutes y la comunioacuten con Eacutel en la participacioacuten de su filiacioacuten divina Hay que excluir por consiguiente la existencia de economiacuteas diversas para los que creen en Jesuacutes y lo que no creen en Eacutel No puede haber caminos para ir a Dios que no confluyan en el uacutenico camino que es Cristoraquo (Documentos 1969-1996 576)
94 Cf AH V 362 IV 367
95 Mt 138
96 Mt 209 Cf A ORBE laquoS Ireneo y la paraacutebola de los obreros de la vintildea Mt 201-16raquo Estudios Eclesiaacutesticos 46 (1971) 35-62 183-206 Aquiacute 195-202
97 Cf AH III 224 A ORBE laquoSan Ireneo y la primera Pascua del Salvadorraquo Estudios Eclesiaacutesticos 44 (1969) 297-344 Aquiacute 316-317
98 Cf A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo Gregorianum 64 (1983) 231-234
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tendraacute cosas nuevas que ensentildearnos y nosotros que aprender99 cada cual progresa
en su relacioacuten con Dios seguacuten ha vivido en la medida del amor la fe y la
esperanza100 Y de las tres para Ireneo como para Pablo la primera es el amor por
encima de todo conocimiento (gnosis) o meacuterito adquirido101 Como si esta
capacidad de seguir creciendo en el amor permaneciera en el ser humano
inherente a siacute mismo tambieacuten en la vida eterna Nadie parte de cero porque en la
humanidad de Cristo de alguacuten modo todo ser humano se ha acercado en cierta
medida a Dios
Por eso podemos considerar con Ireneo y el magisterio eclesial que es en la
Iglesia Cuerpo de Cristo donde se da la plenitud de su Espiacuteritu102 y no por ello
obviar que el mismo Espiacuteritu que glorificoacute la carne de Cristo y nos va
transformando a nosotros encontraraacute sus medios modos y caminos para nutrir y
acrecentar toda carne todo ser humano toda la humanidad y guiarlos hacia Dios al
final de los tiempos103 No deja de ser curioso que cree muchos maacutes problemas o
escruacutepulos la pretensioacuten de Cristo como uacutenico salvador de todos que la afirmacioacuten
radical de haber sido todos creados en Cristo y para Cristo
En Ireneo hemos visto algunas de las virtualidades del Espiacuteritu que es quien
nutre y hace crecer104 quien asemeja con la imagen de Dios105 quien cambia lo
viejo del hombre por la novedad de Cristo106 quien cura107 consuela y cuida de
cada hombre caiacutedo en el camino108 quien conoce y juzga a todos109 En definitiva
el Espiacuteritu hace posible que la carne pueda llegar a tener las cualidades del
espiacuteritu110 es Eacutel quien hace de la sola carne y sangre mortal y corruptible un ser
99 Cf AH II 283 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus estraquo 539
100 1Cor 1312
101 Cf AH IV 122 338
102 Cf AH III 241 103 Cf GS 22 24 29 92 LG 16-17 NA 1-2 104 Cf AH IV 382-3 105 Cf AH V 61 106 Cf III 171 107 Cf AH IV 82 V 126 108 Cf AH III 173 V 126 109 Cf AH IV 331 110 Cf AH V 94
CAPIacuteTULO IV
132 | Humana augens
superior a los aacutengeles111 un hombre perfecto espiritual112 Nos hace hijos en el
Hijo113 Todo esto porque asiacute lo ha querido Dios y porque se acostumbroacute en la
carne de Cristo ungieacutendole para glorificarle y poder recibir tambieacuten nosotros de
su carne gloriosa114 Tras la Encarnacioacuten donde estaacute el Espiacuteritu de Dios que sopla
donde quiere y como quiere115 alliacute estaacute Cristo el Verbo encarnado y resucitado
ejerciendo su sentildeoriacuteo
La unidad trinitaria no se quiebra nunca ni en el principio ni en el final La
obra salvadora de Dios Padre se llevaraacute a cabo en el Hijo por el Espiacuteritu aunque no
sepamos de queacute manera lo haraacute ni por queacute diversos caminos se acercaraacute al geacutenero
humano116 disponieacutendonos para una hermosa laquosinfoniacutea de la salvacioacutenraquo117
Y para no caer en automatismos salviacuteficos118 queda siempre pendiente
nuestra obediencia libre como pendiente estuvo la libre obediencia de Cristo hasta
el uacuteltimo momento en Getsemaniacute y en la Cruz Es muy expresivo el siguiente
pasaje del siacutenodo de Quiercy en el antildeo 853
Como no hay hubo o habraacute hombre alguno cuya naturaleza no fuera asumida en eacutel asiacute no hay hubo o habraacute hombre alguno por quien no haya padecido Cristo Jesuacutes Sentildeor nuestro aunque no todos sean redimidos por el misterio de su pasioacuten Ahora bien que no todos sean redimidos por el misterio de su pasioacuten no mira a la magnitud y copiosidad del precio sino a la parte de los infieles y de los que no creen con aquella fe laquoque obra por la caridadraquo (Gaacutel 56)119
Es decir por parte de Dios en la carne de Cristo estaacute dicho todo Pero siempre
respeta y espera la libertad humana el laquosiacuteraquo o el laquonoraquo de cada uno en la fe y en el
amor que actualiza dicha fe
Seguacuten escuelas teoloacutegicas y sensibilidades se han propuesto diversos modos
de armonizar la universalidad de la salvacioacuten y la mediacioacuten uacutenica e irrepetible de
Cristo Creo que es significativo caer en la cuenta de doacutende apoya Ireneo su
111 Cf AH V 336 112 Cf AH V 82 92 113 Cf Gaacutel 46 Rm 81115 114 Cf AH III 241 115 Cf Jn 38 116 Cf AH IV 3315 412 V 182 117 AH IV 142 118 Cf AH III 193 V 363 119 DH 624
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Salus carnis | 133
argumentacioacuten Si Justino hablaba de las semillas del Verbo120 para expresar esta
accioacuten real y eficaz del Logos eterno en la Creacioacuten en las culturas en filosofiacuteas
paganas Ireneo cifra la universalidad en la carne en la humanidad de Cristo de la
que todos participamos Eacutel tambieacuten reconoce la accioacuten del Verbo en la creacioacuten
desde siempre121 pero donde realmente nos hacemos partiacutecipes de su salvacioacuten es
en su carne gloriosa La diferencia auacuten siendo visiones teoloacutegicas cercanas y muy
similares es significativa No olvidemos que el sujeto personal Cristo encarnado es
el mismo Verbo eterno Sin embargo hablar de la universalidad salviacutefica por las
semillas del Logos podriacutea llevarnos a prescindir de su encarnacioacuten122 y no es esta
la fe de la Iglesia como no fue la de Ireneo (ni la de Justino)
Con la encarnacioacuten todas las acciones salviacuteficas del Verbo de Dios se hacen siempre en unioacuten con la naturaleza humana que eacutel ha asumido para la salvacioacuten de todos los hombres El uacutenico sujeto que obra en las dos naturalezas divina y humana es la uacutenica persona del Verbo Por lo tanto no es compatible con la doctrina de la Iglesia la teoriacutea que atribuye una actividad salviacutefica al Logos como tal en su divinidad que se ejerceriacutea maacutes allaacute de la humanidad de Cristo tambieacuten despueacutes de su encarnacioacuten123
Especiacutefico de la fe cristiana es confiar en la salvacioacuten de la carne y por la carne
de Cristo124 sin menguar un aacutepice su divinidad en perfecta comunioacuten Algo central
en la teologiacutea de Ireneo que sin embargo creo que ha quedado bastante
desdibujado en la teologiacutea y la vida de fe De una manera u otra todos anhelamos la
salvacioacuten125 ya sea como liberacioacuten de males esclavitudes y liacutemites ya sea como
plenitud de vida y encuentro gozoso con Dios Es decir tanto en clave de redencioacuten
como de divinizacioacuten126 Pero quizaacute el acento desproporcionado en la primera ha
120 Cf Apologiacutea I 462-3 II 83 (cit por LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos 174) Cf Ad gentes 11
15 18 22 Lumen gentium 16 17 Evangelii nuntiandi 53 Redemptoris missio 56 121 Cf AH IV 183 122 En esta vertiente parece estar J Dupuis cuando afirma una laquodiscontinuidad realraquo entre Jesuacutes y
Cristo diferenciando una accioacuten humana del laquoLogos eacutensarkosraquo para los cristianos y otra del laquoLogos asaacuterkosraquo para el resto de confesiones Asiacute para explicar coacutemo llega la salvacioacuten de Cristo a otras tradiciones religiosas se apoya en el poder universal del Logos sin necesidad de la concrecioacuten que supone su humanidad en el acontecimiento Jesucristo Cf J DUPUIS Hacia una teologiacutea del pluralismo religioso (Santander 2000) 437440-441444 471-473 Un resumen criacutetico de su postura en G URIacuteBARRI La singular humanidad 277- 337
123 Dominus Iesus 10 124 Que no debe confundirse con el Jesuacutes histoacuterico aunque lo incluya Pues el hombre Jesuacutes por siacute
solo siendo laquosolamente hombre como nosotrosraquo no podriacutea otorgarnos salvacioacuten ninguna (cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 12-1338-44 G URIacuteBARRI La singular humanidad 95-102)
125 Cf GS 10 CTI Cuestiones selectas sobre Dios redentor (1994) I 33 en Documentos 1969-1996 509-510
126 Cf B SESBOUumlEacute Jesucristo uacutenico mediador I (Salamanca 1990) 24-35
CAPIacuteTULO IV
134 | Humana augens
hecho que olvidemos la grandeza de la segunda dejando que a falta de sentir
necesidad de un redentor se haya perdido tambieacuten la falta de un salvador que nos
plenifique Seraacute difiacutecil recuperar esta dimensioacuten si no unimos la escatologiacutea con la
protologiacutea la cristologiacutea con la antropologiacutea Esta unioacuten es la que ofrece la teologiacutea
de Ireneo con su matiz peculiar la historia salutis es siempre salus carnis
Al decir que seremos salvados en la carne o no seremos salvados decimos
tambieacuten que Cristo nos salvaraacute en la carne o no nos salvaraacute En su carne como la
nuestra creciendo y profundizando como hombre su ser Hijo del Padre guiado por
el Espiacuteritu127 para poder hacernos partiacutecipes tras su resurreccioacuten128 de ese mismo
Espiacuteritu En su carne salvada por Dios se convierte en salvador de la nuestra129
laquopara que se pudiese entender que se encontraba dentro de nuestra humanidad en
las mismas condiciones de nuestra humanidadraquo130
El Hijo hecho ahora [en la resurreccioacuten] carne pediacutea que la carne empezara a ser para el Padre lo que era la Palabra de modo que lo que habiacutea empezado en el tiempo recibiera la gloria de aquel resplandor que no estaacute sometido al tiempo para que la corrupcioacuten de la carne desapareciera y fuera transformada en la fuerza de Dios y la incorruptibilidad del Espiacuteritu Eacutesta es la peticioacuten a Dios eacutesta es la confesioacuten del Hijo al Padre eacutesta es la suacuteplica de la carne [carnis deprecatio]131
Coinciden estos textos con Ireneo al cifrar en la carne de Cristo la glorificacioacuten
o espiritualizacioacuten que no es maacutes que la salvacioacuten que todo hombre espera y que
llega desde la carne gloriosa de Cristo Ciertamente no hay crecimiento mayor que
poder llegar la carne a vivir seguacuten el Espiacuteritu Este crecimiento [augmentum] es
dado en primicia y como prenda nuestra en la carne de Cristo132
El progreso que la uncioacuten produce no se refiere a lo que no necesita ninguacuten crecimiento sino a lo que por el crecimiento en el misterio necesita el progreso que la uncioacuten causa es decir Cristo es ungido para que mediante la uncioacuten existiera como santificada la humanidad que ha asumido de nosotros [homo noster]133
127 Cf AH V 363 128 Cf AH III 193 129 Cf JUSTINO Diaacutelogo con Trifoacuten 732 743 (PTS 47195197-198) ATANASIO Contra Arrianos I 48
(PG 26113) 130 HILARIO DE POITIERS Tr Ps 537 (CCSL 61139) 131 ID De Trinitate III 16 (CCSL 6288) 132 LEOacuteN MAGNO Promississe me memini (DH 318) laquoDios lo ensalzoacute y le dio un nombre que supera
todo nombre (cf Flp 29-10) se refiere a aquella forma que debiacutea ser enriquecida con el aumento de una glorificacioacuten tan granderaquo
133 HILARIO DE POITIERS De Trinitate XI 19 (CCSL 62A 550)
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 135
En resumen la participacioacuten de toda la humanidad en la carne de Cristo tan
querida por los Padres es principio soterioloacutegico clave134 Y esto no estaacute en
contradiccioacuten con mantener la especialiacutesima vinculacioacuten entre Cristo Cabeza y su
Cuerpo la Iglesia135 que se generalizoacute maacutes tarde Siendo esto asiacute toda la
Humanidad tiene una vinculacioacuten con Cristo tan fuerte que la alegriacutea de Cristo no
seraacute plena mientras falte alguacuten laquomiembroraquo a su cuerpo Y si esto podemos aplicarlo
para los cristianos cuaacutento maacutes no podraacute aplicarse para cada ser humano unido
por la encarnacioacuten al Cuerpo de Cristo laquoporque tambieacuten tuacute esperaraacutes a los otros
como tuacute mismo fuiste esperadoraquo136
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios
Una promesa recorre todo el Antiguo Testamento la cercaniacutea constante de
Dios a su pueblo El movimiento natural de Dios para con el hombre es acercarse
hacerse proacuteximo maacutes allaacute de la desobediencia la lejaniacutea y el pecado denunciado
por los profetas como un compantildeero de camino constante Podriacuteamos decir que
en este sentido el primer momento siempre es laquodescendenteraquo la iniciativa
siempre es divina137 Ya hemos visto que Ireneo subraya este deseo de cercaniacutea
entre Dios y el hombre cuyo cumplimiento se da en Cristo atribuyendo al Hijo las
teofaniacuteas del Antiguo Testamento138 pues laquoel Hijo es la visibilidad del Padreraquo139
Desde la teologiacutea de Ireneo se comprende muy bien esta promesa anticipo y
anuncio de la encarnacioacuten del Verbo porque no existe ser humano sin la presencia
activa y comprometida del Hijo que siempre ha estado con el hombre [laquosemper
humani generi adestraquo140] El fin para el que fue creado el ser humano es llegar a la
comunioacuten iacutentima y plena con Dios Y como propio del ser humano es crecer la
134 Cf O GONZAacuteLEZ DE CARDEDAL Cristologiacutea 528 Y no soacutelo de los Padres griegos tambieacuten en la
teologiacutea latina 135 Cf AGUSTIacuteN De civ Dei XVII 4 (CCSL 48 561-562) En In Ps 602 9021 1404 (CCSL 39-40 766
1266 2028) ISAAC DE LA ESTRELLA Sermo 42 In Ascensione Domini 17-18 (SCh 33952) 136 Cf ORIacuteGENES Hom in Leviticum 72 (SCh 286 316) 137 Cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 32 138 Cf AH IV 52 74 20 7-11 139 AH IV 66 140 AH III 166 Cf III 181 IV 67 204 282 V 161 Ep 12
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sentildeal inequiacutevoca de su crecimiento es la mayor o menor comunioacuten con Dios y en
esto consiste su divinizacioacuten su plenitud Esta cercaniacutea familiaridad e incluso
mezcla141 de lo humano y lo divino se dieron de un modo uacutenico irrepetible y pleno
en la persona de Cristo142 Por eso con la encarnacioacuten vino toda la novedad que el
mundo y el hombre podiacutean esperar143
No son pocos los pensadores o movimientos histoacutericos que han experimentado
a Dios como rival del hombre144 Si miramos el misterio de Cristo no es asiacute en
ninguacuten caso su divinidad disminuyoacute por crecer como hombre que era Al contrario
La formulacioacuten de san Leoacuten Magno es quizaacute la maacutes clara y puede resumir el
pensamiento de la Iglesia
Asumioacute la forma de siervo sin la mancha del pecado acrecentando las realidades humanas no disminuyendo las divinas [humana augens divina non minuens] ya que aquel despojamiento por el cual el invisible se ofrecioacute a siacute mismo visible y el creador y sentildeor de todas las cosas ha querido ser uno de los mortales fue un inclinarse de la misericordia no una falta de poder145
Cada naturaleza en Cristo actuacutea seguacuten le es propio en comunioacuten con la otra146
Esta unioacuten es irrepetible en nosotros por la singularidad propia de Cristo Pero si
nuestra humanidad estaacute inserta en la suya es impensable que tal unidad personal
141 Este es el teacutermino que utiliza Ireneo Aunque para algunos puede ser un inconveniente creo que
es garantiacutea contra todo tipo de docetismo o adopcionismo como expliqueacute en el cap III No se trata de que la divinidad laquohabiteraquo en cuerpo humano como en un recipiente o en un templo sino que realmente se hace una sola cosa una sola persona sin dejar de ser humano y divino carne y espiacuteritu ORIacuteGENES con una teologiacutea poco cercana a Ireneo en lo referente a la carne se expresa en teacuterminos similares laquoCon Jesuacutes la naturaleza divina y la naturaleza humana empezaron a entrelazarse para que la naturaleza humana por su participacioacuten en la divinidad sea divinizada no solamente en Jesuacutes sino en todos lo que con la fe adoptan el geacutenero de vida que ensentildeoacute Jesuacutes y que eleva a la amistad con Dios y a la comunioacuten con eacutel a todo el que vive seguacuten los preceptos de Jesuacutesraquo (Contra Celsum III28 [SCh 13669] cit por B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 271)
142 Cf AH III 187 202 143 Cf AH IV 341 laquoCuando la nostalgia de la absoluta cercaniacutea de Dios que siendo incomprensible
en siacute es la uacutenica que todo lo hace soportable se pone a contemplar doacutende se personoacute esta cercaniacutea no en los postulados del espiacuteritu sino en la carne y en las chozas de la tierra no se puede encontrar entonces otro lugar que no sea Jesuacutes de Nazaret sobre quien la estrella de Dios se detiene uacutenico cabe el cual se tiene aacutenimo para doblar las rodillas y rezar llorando de gozo y el Verbo se ha hecho carne y ha habitado ente nosotrosraquo (K RAHNER laquoPara la teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV [Madrid 1964] 139-157 Aquiacute 157)
144 Maacutes sutil es la propuesta de J Hick negando la encarnacioacuten porque ademaacutes de no ser demostrable histoacutericamente parte de la incompatibilidad absoluta entre Dios y el hombre Se analiza su propuesta en G URIacuteBARRI La singular humanidad 229-252
145 Tomus ad Flavianum 3 (DH 293) En la misma liacutenea CTI Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea I E 4 en Documentos 1969-1996 254
146 Cf DH 294-295
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
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nos sea totalmente ajena y maacutes cuando afirmamos que es justamente la comunioacuten
plena con Dios el final que nos es propio desde que fuimos creados Intercambio ya
expresado por Ireneo147
Los concilios II (553) y III de Constantinopla (680-681) intentaron precisar
esta unioacuten personal ya que como dijimos la definicioacuten de Calcedonia (451) por siacute
sola podiacutea dar pie a dejar en paralelo las dos naturalezas Ciertamente la grandeza
del misterio cristoloacutegico se revela plenamente cuando intuimos el tipo de unioacuten
que se da entre ambas148
En el II Constantinopla149 se recuerda que el Verbo es la uacutenica persona que
asume la humanidad en una unioacuten laquoseguacuten composicioacuten es decir seguacuten hipoacutestasis
porque no soacutelo guarda inconfusos los elementos que se juntan sino que tampoco
admite divisioacutenraquo150 de tal forma que despueacutes de la Encarnacioacuten ya no hay otra
manera de ser Verbo que encarnadamente por asiacute decirlo
El III Constantinopla151 cifroacute maacutes la unidad de naturalezas en las dos
voluntades de Cristo humana y divina que siendo distintas llegan a ser ideacutenticas y
una no anula la otra porque es el Verbo quien ha asumido en su persona la
voluntad humana y la divina laquoen un puro siacute a la voluntad del Padreraquo152
Su voluntad humana sigue a su voluntad divina y omnipotente sin oponeacutersele ni combatirla antes bien enteramente sometida a ella [] Porque a la manera que su carne se dice y es carne de Dios Verbo asiacute la voluntad natural de su carne se dice y es propia de Dios Verbo [] Porque a la manera que su carne animada santiacutesima e
147 Cf V 11 152 III 187 191 IV 203 334 V pr 148 Es la razoacuten fundamental que J RATZINGER repite para interpretar Calcedonia desde
Constantinopla III cf Miremos al Traspasado 45-51 Para G URIacuteBARRI Calcedonia ya apunta que la naturaleza humana de Cristo laquono tiene una existencia singular independiente de su ser con la naturaleza divina en la unidad de la persona de Cristoraquo puesto que no afirma tener dos naturalezas sino ser en dos naturalezas cf La singular humanidad 107
149 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 331-335 150 DH 424-425 Retomando la foacutermula de Calcedonia laquosin confusioacuten sin cambio sin divisioacuten sin
separacioacutenraquo (DH 301-302) 151 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 343-345 152 J RATZINGER Miremos al Traspasado 47-48 Para eacutel la voluntad quedariacutea del lado de la naturaleza
(humana y divina) y la libertad en la persona (divina) Coinciden con este planteamiento autores como Sesbouumleacute y Ladaria Por otro lado estariacutean los que defienden una libertad netamente humana en Cristo como Rahner Leacutethel o Gonzaacutelez de Cardedal (cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 120-129) Por nuestra parte Ireneo no entroacute en estas disquisiciones pero siacute mantiene la libertad como don esencial al ser humano y por tanto seriacutea difiacutecil justificar la humanidad de Cristo sin libertad humana Desde aquiacute parece que nos situariacuteamos en una liacutenea maacutes cercana a K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo Escritos de Teologiacutea I (Madrid 31967)167-221 aquiacute 176
CAPIacuteTULO IV
138 | Humana augens
inmaculada no por estar divinizada quedoacute suprimida sino que permanecioacute en su propio teacutermino y razoacuten asiacute tampoco su voluntad quedoacute suprimida por estar divinizada153
El concilio quiso salvaguardar un uacutenico yo en Cristo iquestDe queacute manera podemos
comprender y explicar humanamente que la voluntad de Cristo en cuanto hombre
fuera verdaderamente humana y coincidiera plenamente con la de Dios si no es
otorgando al crecimiento libre y obediente una significacioacuten importante iquestAcaso
no venimos entendiendo por laquoperfeccionamientoraquo o laquoasemejamientoraquo una
progresiva unioacuten del hombre con Dios de la carne con el Espiacuteritu de la humanidad
con la divinidad de tal forma que una no queda absorbida por la otra sino que al
contrario es plenificada Si esto es asiacute en Cristo vemos realizada su libertad
humana coincidiendo plenamente voluntad humana y divina no porque sean la
misma sino porque en libre obediencia elige el hombre unirse al querer de Dios154
La capacidad para hacer nuestra la voluntad de Dios no soacutelo es dantildeada por el
pecado mdashausente en Cristomdash sino tambieacuten por la propia imperfeccioacuten de la carne
que precisa un tiempo de crecimiento y maduracioacuten Y al decir laquocarneraquo
recordemos que nos referimos siguiendo a Ireneo a la persona completa que
incluye el espiacuteritu que quiere ir asemejando a la carne con Dios y al alma que hace
posible la docilidad a sus mociones En Cristo su obediencia en Getsemaniacute ilumina
y sana la desobediencia de Adaacuten155 Asiacute lo expresoacute Maacuteximo el Confesor cuya
aportacioacuten fue clave en este tema
153 DH 556 154 laquoLa encarnacioacuten de Dios es por ello el caso irrepetiblemente supremo de la realizacioacuten esencial
de la realidad humana Y tal realizacioacuten consiste en que el hombre es en tanto se entrega Quien entiende de verdad lo que teoloacutegicamente significa la potentia oboedientialis para la unioacuten hipostaacutetica la capacidad de ser asumida la naturaleza humana por la persona del Verbo de Dios sabe que esa potentia no puede ser una capacidad maacutes junto a otras posibilidades en la consistencia del ser del hombre sino que objetivamente es ideacutentica a la esencia humanaraquo (K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 145)
155 laquoFueron laquoal otro lado del torrente Cedroacuten donde habiacutea un huertoraquo (Jn 181) La misma palabra clave [huerto] retorna de nuevo a final del relato de la Pasioacuten laquoHabiacutea un huerto en el sitio donde lo crucificaron y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie habiacutea sido enterrado todaviacutearaquo (Jn 1941) Es evidente que con la palabra laquohuertoraquo Juan alude a la narracioacuten del Paraiacuteso y del pecado original Nos quiere decir que aquiacute se retoma aquella historia En aquel huerto en el laquojardiacutenraquo del Edeacuten se produce una traicioacuten pero el huerto es tambieacuten el lugar de la resurreccioacuten En efecto en el huerto Jesuacutes ha aceptado hasta el fondo la voluntad del Padre la ha hecho suya y asiacute ha dado un vuelco a la historiaraquo (BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret Desde la entrada en Jerusaleacuten hasta la Resurreccioacuten [Madrid 2011] 177-178)
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 139
Y que teniacutea una verdadera voluntad humana como cumple a su naturaleza al igual que posee una voluntad divina por su esencia lo manifiesta el propio Verbo con aquella humaniacutesima suacuteplica con la que rogaba ser librado de la muerte y que hizo a favor de nuestra salvacioacuten diciendo laquoPadre si es posible aleja de miacute este caacutelizraquo (Mt 2639) Revelaba de este modo la debilidad de su carne y que su manifestacioacuten en la carne no era una fantasiacutea que engantildeara a quien la veiacutea haciendo errar sus sentidos Sino que realmente era hombre como lo prueba su voluntad natural [] Y que al mismo tiempo estaba divinizado por entero y en todo queriacutea someterse a la voluntad divina que siempre le habiacutea movido y con la que estaba completamente configurado lo manifiesta el perfecto acatamiento de la voluntad del Padre revelado cuando deciacutea como hombre laquoNo se cumpla mi voluntad sino la tuyaraquo (cf Lc 2242) Con esto se nos proponiacutea como ejemplo y modelo para que rechacemos nuestra voluntad propia y aceptemos la del Padre aun cuando llegaacuteramos a sospechar que de ello habriacutea de seguirse para nosotros la muerte156
Maacuteximo antildeadioacute la distincioacuten entre laquologosraquo y laquotroposraquo en la naturaleza de
Cristo de tal forma que su naturaleza humana en cuanto Logos seriacutea ideacutentica a la
nuestra pero no en su tropos o modo de existencia puesto que no conocioacute el
pecado Por eso en Cristo soacutelo se dariacutea la voluntad natural pero no la laquovoluntad
gnoacutemicaraquo o de libre decisioacuten que es la que puede pecar157 Una vez maacutes creo que
la cuestioacuten decisiva estaacute en coacutemo comprendamos la unioacuten en Cristo de ambas
realidades Decisivo no soacutelo para comprender el misterio de Cristo sino tambieacuten
para tomar conciencia de lo que supone para nuestra salvacioacuten
Los padres de los laquosiglos cristoloacutegicosraquo aunque formularon el dogma sobre Cristo Dios-Hombre nunca perdieron de vista la cuestioacuten de nuestra unioacuten con Dios Los argumentos habituales que invocan contra las doctrinas heterodoxas se refieren sobre todo a la plenitud de nuestra unioacuten de nuestra deificacioacuten se vuelve imposible si se separan las dos naturalezas de Cristo como Nestorio si soacutelo se admite en eacutel la naturaleza divina como los monofisitas si se suprime una parte de su naturaleza humana como Apolinar si no se quiere ver en eacutel maacutes que una sola voluntad y operacioacuten divina como los monotelitas158
Creo que la teologiacutea de Ireneo cuenta con la ventaja de plantear una cristologiacutea
descendente claramente encarnatoria que a su vez por la insistencia en la
verdadera encarnacioacuten (hasta la resurreccioacuten sin cortes en progreso continuo) y
por la dignidad que otorga al ser humano puede articular con cierto equilibrio y
profundidad tanto la antropologiacutea como el tratado trinitario Es decir Ireneo no
explicita la importancia de la vida histoacuterica de Jesuacutes en cada hecho particular en
156 MAacuteXIMO CONFESOR laquoOpuacutesculo 7raquo Meditaciones sobre la agoniacutea de Jesuacutes (Madrid 1990) 33-34
Recoge este planteamiento en la problemaacutetica de las dos voluntades BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret I 185-192
157 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 123 158 V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 114
CAPIacuteTULO IV
140 | Humana augens
un pretendido anaacutelisis histoacuterico Sin dejar de comentar momentos de su vida y su
predicacioacuten el foco de atencioacuten no estaacute ahiacute sino en su persona en su realidad maacutes
profunda que determinaba esas palabras y actitudes hasta la muerte en cruz Y
todo ello partiendo siempre por contraste con los gnoacutesticos de la divinidad de
Cristo y de la unicidad en Dios
No deja de ser curioso que Ireneo se asocie al peso salviacutefico de la carne de la
humanidad y al mismo tiempo se situacutee en una teologiacutea de influencia joaacutenica y
descendente En Ireneo se muestra que no es imprescindible partir de la pura
experiencia humana o de la sola humanidad de Jesuacutes para ensalzar su carne y la de
todo ser humano El planteamiento159 de Ireneo partiendo siempre de Dios hace
maacutes difiacutecil caer en los peligros de las teologiacuteas que tienen una tendencia maacutes
laquodescendenteraquo160
El proceso de crecimiento en la humanidad de Cristo por libre obediencia
es clave evitando olvidarse de su proceso vital histoacuterico como hombre
La muerte y resurreccioacuten son el momento culminante del proceso
encarnatorio de la progresiva espiritualizacioacuten en su carne o divinizacioacuten
en cuanto hombre con lo cual no hay reduccionismo encarnatorio
La conciencia de Cristo no puede darse de tal manera que elimine la
verdadera humanidad y su crecimiento No pudo tener la misma conciencia
de siacute Jesuacutes Nintildeo en el Templo con los doctores y Jesuacutes adulto en Getsemaniacute
Maacutes auacuten desde Ireneo hay que matizar con prudencia el nivel de conciencia
que Jesuacutes pudo tener de siacute como Hijo de Dios para no caer en una conciencia
159 Podriacutea verse una cierta semejanza metodoloacutegica con GS Es difiacutecil encontrar un comentario
sobre la Constitucioacuten que no sentildeale su novedoso planteamiento parte de la experiencia humana mdashcreyente y no creyentemdash para presentar finalmente a Cristo como el fundamento y la respuesta para las inquietudes humanas (Cf L F LADARIA laquoEl hombre a la luz de Cristo en el concilio Vaticano IIraquo R LATOURELLE [ed] Vaticano II balance y perspectivas veinticinco antildeos despueacutes [1962-1987] [Salamanca 1989] 705-714 aquiacute 706-707 M MCGRATH laquoNotas histoacutericas sobre la Constitucioacuten pastoral laquoGaudium et spesraquoraquo AAVV La Iglesia en el mundo de hoy [Madrid 1967] 165-181 P DELHAYE laquoHistoria de los textos de la constitucioacuten pastoralraquo AAVV La Iglesia en el mundo de hoy I [Madrid 1970] 233-310 E SCHILLEBECK laquoFe cristiana y espera temporalraquo AAVV La Iglesia en el mundo actual Comentarios al esquema XIII [Bilbao 1968] 113-151 aquiacute 120 L GONZAacuteLEZ-CARVAJAL Iglesia en el corazoacuten del mundo [Madrid 2005] 152-155) En Ireneo creo que se da un planteamiento mucho maacutes integrado puesto que desde el principio se parte de Cristo aunque desarrolle maacutes lo antropoloacutegico
160 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 392-393
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Salus carnis | 141
humana sin progreso alguno como si en este aacutembito no hubiera que esperar
la plenitud y perfeccioacuten despueacutes de la resurreccioacuten como en el resto de sus
facultades humanas161
La unioacuten hipostaacutetica es la comunioacuten maacutes plena posible162 entre Dios y el
hombre que a su vez en palabras de Ireneo es el fin que plenificaraacute a cada
hombre que le haraacute perfecto en su humanidad Por tanto en Cristo no soacutelo
nuestra carne se plenifica por participar de la suya sino por la comunioacuten iacutentima
que vive con Dios libre y obedientemente Es maacutes que un ejemplo para nosotros
Es el lugar donde podemos nutrirnos para dejarnos acrecentar por el Espiacuteritu que
recibimos de Eacutel y que con nuestro asentimiento nos divinizaraacute y asemejaraacute hasta
la comunioacuten plena con Dios la visioacuten del Padre En la humanidad de Cristo
contemplamos una vez maacutes la medida del ser humano cuando se entrega en
libertad al hacer de Dios en eacutel No soacutelo un ofrecimiento espiritual en el alma sino
corporal en la carne pues en carne estamos llamados a la comunioacuten con Dios Y en
la carne de Cristo podremos encontrarnos con el Padre163
Cuanto maacutes no acercamos a Eacutel maacutes perfecta es nuestra humanidad164 porque
maacutes cerca estamos tambieacuten del fin que nos es propio165 Evidentemente esto
161 laquoDefender la importancia de la humanidad del Sentildeor y de los misterios de su vida (por ejemplo
del bautismo las tentaciones la agoniacutea en Getsemaniacute) para la salvacioacuten del hombre interesa hoy a la Comisioacuten no menos que en antildeos pasados [] iquestQuieacuten que esteacute en su sano juicio querraacute poner su esperanza en alguien que carezca de mente o inteligencia humana Dar importancia a esta cuestioacuten no era soacutelo propio de los hombres del siglo cuarto ella permanece hoy actual en otro contexto [] Somos conscientes de que la conciencia de Jesuacutes participa de la singularidad y de la iacutendole misteriosa de su persona y de que por ello se sustrae a una consideracioacuten puramente racional Soacutelo podemos tratar la cuestioacuten que nos proponemos a la luz de la fe para la cual Jesuacutes es el Cristo el Hijo de Dios vivo (cf Mt 1616)raquo (CTI La conciencia que Jesuacutes teniacutea de siacute mismo y de su misioacuten Introduccioacuten en Documentos 1969-1996 379-381) La primera proposicioacuten del documento dice laquoLa vida de Jesuacutes testifica la conciencia de su relacioacuten filial al Padre Su comportamiento y sus palabras que son las del laquoservidorraquo perfecto implican una autoridad que supera la de los antiguos profetas y que corresponde soacutelo a Dios Jesuacutes tomaba esta autoridad incomparable de su relacioacuten singular a Dios a quien eacutel llama laquomi Padreraquo Teniacutea conciencia de ser el Hijo uacutenico de Dios y en este sentido de ser eacutel mismo Diosraquo (Ibid 382) Y en el comentario 4 de la proposicioacuten 2ordf laquoLa conciencia que Jesuacutes tiene de su misioacuten implica por tanto la conciencia de su ldquopreexistenciardquo En efecto la misioacuten (temporal) no es esencialmente separable de la procesioacuten eterna ella es su ldquoprolongacioacutenrdquoraquo (Ibid 385) Sorprende que pueda hablarse de laquopreexistenciaraquo de Jesuacutes ya que quien preexistiacutea era el Verbo o Jesucristo en cuanto Verbo Podemos afirmar esta conciencia en Cristo en cuanto Verbo encarnado pero en cuanto hombre difiacutecilmente hasta su resurreccioacuten
162 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 123 163 Cf AH IV 205 V 363 81 164 Cf K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo 169-222 aquiacute 183 165 Cf GS 24
CAPIacuteTULO IV
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implica entender la libertad como plenitud de la propia identidad o vocacioacuten de
modo que cuanto maacutes nos alejamos del propio fin de uno mismo menos libres y
auteacutenticos somos Nos deshumanizamos Y sin ser hombres aacutenthropos no
podremos llegar a ser dios El hombre puede separarse de Dios elegir el rechazo a
su consejo a los bienes que le ofrece El hombre puede desobedecer puede pecar
pero el empequentildeecimiento humano el debilitamiento de sus capacidades o la
incapacidad para seguir creciendo en el Espiacuteritu no son castigo de Dios sino
consecuencias de su decisioacuten de su ruptura con Dios Y si esto ocurre asiacute en el
pecado tendraacute que darse con la misma intensidad en la gracia Es decir cada
hombre crece en la medida que aumenta su unioacuten con Dios en Cristo no como algo
conseguido por las propias fuerzas y voluntad sino como algo iniciado en la carne
de Cristo que en ella y por ella sigue creciendo a la luz de su Espiacuteritu166
Con la Iglesia creemos que laquoCristo el nuevo Adaacuten en la misma revelacioacuten del
misterio del Padre y de su amor manifiesta plenamente el hombre al propio
hombre y le descubre la sublimidad de su vocacioacutenraquo167 Esta vocacioacuten divina y
divinizadora puede expresarse tambieacuten como filiacioacuten laquoHijo de Diosraquo se ha
considerado desde los inicios de la Iglesia como el tiacutetulo cristoloacutegico por
excelencia168 En el Antiguo Testamento se otorga al Mesiacuteas futuro el don de la
filiacioacuten divina169 y esta relacioacuten de un Padre con su hijo sirve tambieacuten para
expresar la relacioacuten del Pueblo con Yahveacute170 Pero es con Jesuacutes en el Nuevo
Testamento cuando esta relacioacuten paternofilial toma un caraacutecter propio primero
en Jesuacutes como Hijo uacutenico muy querido171 despueacutes en los disciacutepulos porque asiacute se
166 Cf AH V 361 No olvidemos que tras la resurreccioacuten una vez estemos ya gozando de la visioacuten del
Padre seguiremos creciendo pues inagotable es Dios y nosotros siempre criaturas De este eterno crecimiento en la carne de Cristo verdadera carne como la nuestra seguiremos nutrieacutendonos eternamente
167 GS 22 Cf AH V 173 168 Cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 16-23 y 43-44 169 Cf 2Sam 714 1Cr 2210 Sal 27 8927 170 Cf Ex 422-23 Dt 141-2 325-6 Is 12-3 301-9 laquoEn la Biblia laquohijoraquo significa la mayor cercaniacutea
el mayor parentesco la mayor semejanza la maacutes estrecha relacioacuten que puede existir entre dos personas Luego con arreglo al contexto este viacutenculo tan iacutentimo adquiere connotaciones diversas [] El contenido de laquohijo de Diosraquo no estaacute fijado sino que la expresioacuten designa dependiendo del contexto la maacutes profunda semejanza [] Lo que siempre pesa en la expresioacuten laquoHijo de Diosraquo es la semejanza e intimidad de la relacioacuten no la procreacioacuten bioloacutegicaraquo (K BERGER Jesuacutes [Santander 2009] 59-60)
171 Cf Mt 313-17 y par Jn 11418 3618 1 Jn 49 laquoDondequiera que el Nuevo Testamento emplee la expresioacuten laquoHijo de Diosraquo este tiacutetulo tiene un significado especial que casi nunca posee en textos
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Salus carnis | 143
lo ensentildeoacute Cristo172 y especialmente despueacutes de su resurreccioacuten De este modo el
Unigeacutenito se hace primogeacutenito de muchos hermanos y por el Espiacuteritu somos
hechos en verdad hijos adoptivos de Dios173
Si al revelarnos Cristo el misterio del Padre nos revela plenamente queacute es el
hombre se nos estaacute revelando su filiacioacuten como centro de su identidad y por tanto
de alguacuten modo tambieacuten la nuestra Es decir una vez maacutes el punto de mira estaacute en
una relacioacuten concreta y no en un autoperfeccionamiento
El hombre que ha sido creado a imagen y semejanza de Dios es invitado a la comunioacuten de vida con Dios el cual es el uacutenico que puede colmar los deseos maacutes profundos del hombre La idea de deificacioacuten alcanza su culminacioacuten en la encarnacioacuten de Jesucristo el Verbo encarnado asume nuestra carne mortal para que nosotros liberados del pecado y de la muerte participemos de la vida divina Por Jesucristo en el Espiacuteritu Santo somos hijos y asiacute tambieacuten coherederos (cf Rm 417) laquopartiacutecipes de la naturaleza divinaraquo (2Pe 14) La divinizacioacuten consiste en esta gracia que nos libera de la muerte del pecado y nos comunica la misma vida divina somos hijos e hijas en el Hijo [] La deificacioacuten es la verdadera y uacuteltima laquohumanizacioacutenraquo del hombre174
Tambieacuten Ireneo identifica la vocacioacuten uacuteltima del ser humano y el fin que nos es
propio con la filiacioacuten divina alcanzada por Cristo que nos hace hijos175 iquestHay un
viacutenculo de unioacuten maacutes fuerte que la fraternidad176 el parentesco de carne y sangre
la comuacuten filiacioacuten177 en el Hijo La relacioacuten a la que se nos llama es doble y en
cierto sentido la misma cuanto maacutes nos unimos al Padre en el Hijo por el Espiacuteritu
maacutes nos unimos a todo ser humano porque cuanto maacutes profundicemos en nuestro
ser hijos e hijas de Dios con mayor profundidad estaremos tambieacuten viviendo la
fraternidad
El Sentildeor cuando ruega al Padre que laquotodos sean uno como nosotros tambieacuten somos unoraquo (Jn 1721-22) abriendo perspectivas cerradas a la razoacuten humana sugiere una cierta semejanza entre la unioacuten de las personas divinas y la unioacuten de los hijos de Dios en la verdad y en la caridad Esta semejanza demuestra que el hombre uacutenica criatura
maacutes antiguos [] El Hijo de Dios participa de la vida pujante indestructible y eterna de Diosraquo (K BERGER Jesuacutes 60)
172 Cf Mt 642 Lc 1230 Mt 5 4348 Lc 632 1232 173 Cf 1Jn 229-31 39-10 47 51418 Rm 815 Gaacutel 46 174 CTI Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea (1981) I E 34 en Documentos 1969-1996 254 175 Cf AH III 102 191 176 Cf GS 24 NA 5 177 Cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 31
CAPIacuteTULO IV
144 | Humana augens
terrestre a la que Dios ha amado por siacute mismo no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de siacute mismo a los demaacutes (cf Lc 1733)178
Esta plenitud en la entrega no se fundamenta en un deber eacutetico exigido
kantianamente sino en la verdad de nuestro propio ser si Cristo fue
esencialmente el Hijo de Dios el laquopro-existenteraquo179 en total entrega tambieacuten
nosotros seremos maacutes nosotros mismos en la medida que nos entreguemos maacutes
allaacute incluso de lo que seriacutea esperable en un ser humano Porque no podemos
olvidar que nuestra medida y nuestro fin es por creacioacuten mayor que nosotros
mismos el hombre que se mantiene en sus propios liacutemites no llegaraacute nunca a la
plenitud pues estaacute hecho para un fin mucho mayor Y aquel que conociendo sus
liacutemites deja que el Espiacuteritu le acreciente continuamente veraacute que llega a ser maacutes
de lo que es porque su medida es Cristo que vive en nosotros desde siempre180 en
la maacutes iacutentima comunioacuten con el Padre y el Espiacuteritu actuando en nosotros con esa
fuerza siempre mayor y maacutes eficaz de lo que nosotros podriacuteamos pensar o
imaginar181
4 Conclusiones
Hemos querido alumbrar el pensamiento de Ireneo con la tradicioacuten de la fe
eclesial plural y probada a lo largo de los siglos y de alguna manera esta misma
tradicioacuten se ve reforzada y embellecida bajo las claves teoloacutegicas de nuestro autor
Ver a Cristo como laquoHomo perfectusraquo [ἄντϑρωποσ τέλειοσ] implica afirmarle
como verdadero y perfecto hombre No hizo de su carne una apariencia o una
hermosa vestidura como un traacutemite necesario pero pasajero en la economiacutea
divina Muy pronto la Iglesia se dio cuenta que no es posible afirmar esta perfecta
178 GS 24 179 laquoAllaacute donde nosotros tenemos nuestro corazoacuten concentrado en el ldquoyordquo (san Agustiacuten dice el cor
incurvatum in seipsum) Jesuacutes tiene un ldquoespacio vaciacuteordquo mdashexpresioacuten que debe entenderse en sentido audazmente metafoacutericomdash (Aquiacute seraacute necesaria una reflexioacuten cristoloacutegica) Jesuacutes no vive de manera ldquocentriacutepetardquo sino ldquocentriacutefugardquo como ldquoel hombre para los demaacutesrdquo (D Bonhoumleffer) como el pro-existente ldquodedicado a la causa divinardquo (H U von Balthasar) comprometido en el compromiso de Diosraquo (H SCHUumlRMANN El destino de Jesuacutes su vida y su muerte Esbozos cristoloacutegicos recopilados y presentados por Klaus Scholtissek [Salamanca 2003] 341
180 Cf Gaacutel 220 181 Cf Ef 320
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Salus carnis | 145
humanidad en Cristo si no se asienta en su perfecta divinidad y viceversa182 La
cuestioacuten criacutetica estaacute en el modo en que se conjugan estas dos realidades mdashdos
naturalezasmdash en Cristo Ireneo aporta la dimensioacuten de crecimiento para permitir
articular con verdad una perfecta humanidad (imperfecta por definicioacuten) que a su
vez pueda llegar a ser humanidad perfecta Un crecimiento que vertebra toda su
soteriologiacutea antropologiacutea escatologiacutea y creo que tambieacuten podriacutea vertebrar la
cristologiacutea
Por eso Cristo no soacutelo es perfecto hombre y hombre perfecto sino tambieacuten
hombre que perfecciona al hombre El modo de hacerlo es su propia persona
desde Beleacuten y Nazaret en el aparente ocultamiento de lo cotidiano hasta sus
decisiones adultas sus actitudes su oracioacuten su entrega por el Reino su Pasioacuten su
Cruz y su Resurreccioacuten El perfeccionamiento de Cristo es la continua y progresiva
unioacuten de intimidad entre el hombre y Dios y desde ella la comunioacuten creciente con
todos los hombres Y este camino se hizo posible en la medida que el Espiacuteritu Santo
fue haciendo suya su carne su vida entera
El Bautismo en el Jordaacuten es un momento clave para Ireneo como lo fue para
otros Padres prenicenos Es una sentildeal maacutes del necesario crecimiento en la carne
que Cristo tuvo que vivir para salvarnos verdaderamente y no soacutelo en apariencia o
desde fuera En el Jordaacuten se puso con los pecadores Eacutel que no cometioacute pecado pero
quiso hacerse carne de pecado como la nuestra Ireneo es coherente con su
teologiacutea cuando afirma la humanidad perfecta de Cristo exenta de pecado pues
eacuteste no forma parte de la verdad maacutes honda del ser humano Es real pero no forma
parte en siacute de nuestra esencia de nuestro origen de nuestra vida hasta Dios
Despueacutes de Arrio el temor a ver menguada la divinidad de Cristo generoacute cierta
sospecha al afirmar que este Hombre Dios tambieacuten precisaba de la fuerza del
Espiacuteritu en cuanto hombre para llevar a cabo su misioacuten
Tambieacuten afirma Ireneo con la Iglesia este misterio por su encarnacioacuten Cristo
se ha unido de alguacuten modo con todo hombre Por eso podemos decir que Eacutel es
nuestra salvacioacuten laquoCaro salutisraquo Y si es en esta carne donde nos unimos a Eacutel
182 Nicea (325) consustancialidad con el Padre Eacutefeso (431) consustancial con nosotros seguacuten su
humanidad Calcedonia (451) Dios perfecto y hombre perfecto en unioacuten sin confusioacuten II y III Constantinopla (553 680-681) en el Verbo se unen la voluntad humana y la divina
CAPIacuteTULO IV
146 | Humana augens
nunca querraacute Dios que prescindamos de ella Hemos sido creados en carne barro y
virtus plasma Dei Vivimos y nos relacionamos con Dios en la carne en la lentitud y
a veces tosquedad de la materia Y tambieacuten moriremos en carne y seremos carne
resucitada desde la que por fin podremos ver a Dios y compartir su vida Todo
este proceso seriacutea totalmente imposible si el Espiacuteritu de Dios como hizo en Jesuacutes
no fuera modelaacutendonos transformaacutendonos hacieacutendonos laquoespiacuterituraquo sin dejar de
ser carne En una palabra deificaacutendonos
Por eso que todo ser humano por el simple hecho de ser creado esteacute unido a
Cristo en su humanidad no hace de la salvacioacuten algo automaacutetico183 No seriacutea
propio de Dios que nunca fuerza Eacutel espera el consentimiento libre la obediencia
gozosa la decisioacuten del ser humano que quiere crecer en su propia carne como
Cristo crecioacute en la suya en la medida que fue dejando laquohacerraquo al Espiacuteritu en Eacutel Por
eso ni nuestra carne se salva por siacute sola ni la humanidad de Cristo es salviacutefica por
siacute misma Lo es por la comunioacuten personal con el Verbo al encarnarse y por
voluntad del Padre y por obra mdashprogresivamdash del Espiacuteritu Santo que no encontroacute
impedimento alguno en su humanidad
Por eso en Cristo laquoHomo Deiraquo se da la perfecta comunioacuten y mezcla seguacuten
Ireneo entre lo humano y lo divino entre el hombre y Dios Soacutelo eacutel podiacutea
salvarnos Y aunque tal unioacuten sea irrepetible en nosotros por la singularidad de
Cristo no puede sernos ajeno de ninguna manera Ahora bien iquestcoacutemo podriacutea
llegarse a esta unidad en dos naturalezas siendo distintas sin fusioacuten y sin divisioacuten
si no fuera porque una de ellas recibe la capacidad para ir asemejaacutendose mdash
creciendomdash y hacieacutendose una con la otra La unioacuten hipostaacutetica es lugar
privilegiado para nuestra fe Todo planteamiento que conlleve velada o
expliacutecitamente el convencimiento de que la distancia entre Dios y el hombre es
insalvable o que el uno para el otro soacutelo puede ser un obstaacuteculo no podraacute entender
a Ireneo Tampoco podraacute confesar la Encarnacioacuten de Cristo como lo cree la Iglesia
Ahora bien la antropologiacutea positiva de Ireneo sabe bien que el querer humano
no siempre estaacute en armoniacutea con el querer de Dios Maacutes auacuten a veces queriendo el
183 Ni es incompatible con una relevancia eclesial fruto de la especial vinculacioacuten entre Cristo y su
Cuerpo que es la Iglesia y la asistencia del Espiacuteritu
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 147
bien hacemos el mal como deciacutea Pablo Es experiencia humana universal Tambieacuten
Cristo oroacute discernioacute se enfadoacute amoacute calloacute acogioacute pidioacute al Padre y aceptoacute su
voluntad finalmente En su humanidad libre y obediente que no pudo ser
automaacutetica desde el primer momento porque no habriacutea sido verdaderamente
humana recibimos la capacidad que el pecado de Adaacuten debilitoacute en nosotros
Capacidad siempre limitada por humana carnal imperfecta pero llamada a la
perfeccioacuten por el Espiacuteritu Asiacute en Cristo encuentra la medida el ser humano
cuando se entrega y se fiacutea de Dios hacieacutendose hijo en el Hijo hermano con los
hermanos
Ireneo sabe que sin necesitar Dios nada de nosotros por puro amor suyo estaacute
viniendo siempre al hombre Cercaniacutea constante que en Cristo tuvo su culmen y su
total novedad No desarrolla Ireneo el modo en que se dio tal unioacuten ni explicitoacute el
laquoalmaraquo humana de Cristo como centro de su voluntad y libertad Pero siacute lo
defendioacute frente a los gnoacutesticos y a los que se moviacutean entre ambos extremos sin
afirmar a la vez las dos cosas Dios verdadero desde siempre y hombre verdadero y
pleno (cuerpo alma y espiacuteritu) Sin planos paralelos Como tampoco los veiacutea en la
relacioacuten entre Dios y el hombre desde la creacioacuten Quizaacute por eso se da en Ireneo
una originalidad metodoloacutegica significativa de corte joaacutenico y paulino una
teologiacutea descendente encarnatoria y a la vez centrada en la carne en la verdad
salviacutefica de la humanidad que se sabe incapaz sin la fuerza madurativa del Espiacuteritu
sin pasar por la glorificacioacuten de la muerte y la resurreccioacuten en Cristo Sin capacidad
de crecimiento como dinamismo inserto en la carne seriacutea muy difiacutecil mantener los
dos polos sin caer en contradiccioacuten
CAPIacuteTULO IV
148 | Humana augens
Conclusiones
1 A modo de tesis finales aportaciones de la teologiacutea de San Ireneo
2 A modo de sugerencias para una Teologiacutea del Crecimiento
21 ANTROPOLOGIacuteA DIGNIDAD Y BELLEZA DEL SER HUMANO ARTE DE DIOS
22 CRISTOLOGIacuteA TUacute EN MIacute Y YO EN TI SOMOS UNA SOLA COSA
23 PNEUMATOLOGIacuteA ESPIacuteRITU QUE NUTRE Y HACE CRECER
CONCLUSIONES
150 | Humana augens
1 A modo de tesis finales aportaciones de la teologiacutea de San
Ireneo
Al terminar cada capiacutetulo hemos ido recopilando las ideas fundamentales de
Ireneo las preguntas que suscita y tambieacuten algunas posibles consecuencias
Comenzamos estudiando su antropologiacutea en los dos primeros capiacutetulos
preguntaacutendonos queacute es el hombre para poder aplicarlo despueacutes a la humanidad de
Cristo Algunas afirmaciones clave son
1 El ser humano es laquola obra de Diosraquo por excelencia laquoopera autem Deiraquo al que
hace [ποιηϑείσ] plasmaacutendolo [πλαςϑείσ] con sus propias Manos el Hijo y el
Espiacuteritu
2 Esta especial predileccioacuten de Dios por el laquoἄνϑρωποσraquo frente a todo lo creado
se muestra en la cercaniacutea personal con que lo crea y en el final que le otorga
en su cuerpo ha impreso su imagen (por la forma del Hijo) y su semejanza (por
el dinamismo del Espiacuteritu)
3 El Padre elige tierra virgen que mezcla con su laquovirtusraquo [δύναμισ] Esta mezcla
inicial es la que Dios Trinidad modela No existe el hombre sin este espiacuteritu de
creacioacuten que hace duacutectil su barro
4 Cuerpo espiacuteritu y alma forman el hombre completo El alma tiene un papel
fundamental como engarce privilegiado que integre carne y espiacuteritu que los
unifique y haga posible que la carne elija entregarse a la accioacuten del Espiacuteritu
5 Este hombre el uacutenico laquoaacutenthroposraquo existente frente a la pluralidad gnoacutestica
estaacute llamado a pasar de la carne al Espiacuteritu en su misma carne sin
abandonarla sin deshacerla de ella Por eso toda la historia salutis es salus
carnis (no salus animae) para Ireneo Aquiacute radica una de sus aportaciones maacutes
significativas la divinizacioacuten o deificacioacuten se juega en la totalidad del ser
humano que incluye el alma pero se da en la carne o no se da
6 Es faacutecilmente constatable la imperfeccioacuten del ser humano pero su horizonte
final por voluntad divina es la perfeccioacuten [τελείωςισ] que Ireneo no confunde
CONCLUSIONES
Salus carnis | 151
ni reduce a la excelencia moral o la falta de pecado [ἀναμαρτηςία] Este
horizonte futuro de plenitud es Dios mismo la comunioacuten o mezcla con Eacutel sin
dejar de ser criatura La visioacuten del Padre que es la participacioacuten de su Vida en
la carne
7 Este camino de asemejamiento es posible por el crecimiento y
perfeccionamiento del Espiacuteritu inserto en la plasis humana desde el inicio y
para siempre Podriacuteamos decir que estamos llamados a crecer para poder ser
verdaderamente lo que somos (aacutenthropos) y a la vez ser mucho maacutes de lo que
somos (dioses)
8 Este dinamismo creatural del crecimiento siendo don divino soacutelo puede
llevarse a cabo junto a la libertad humana O dicho de otro modo estamos
llamados a laquoconservarraquo y acrecentar el laquoArteraquo de Dios recibido de sus Manos
Eacutel nunca se impone Eacutel sugiere aconseja acompantildea y espera que nuestra
libertad y quiera vivir en obediencia al Espiacuteritu por amor
9 El pecado es para Ireneo la ruptura de este dinamismo salviacutefico iniciado en la
creacioacuten y en espera de ser plenificado El Seductor enemigo de la naturaleza
humana engantildeoacute a Adaacuten y a Eva para lograr justamente lo contrario
impacientarse saltarse los tiempos y las etapas prescindir del lento madurar
humano hasta Dios Ellos en su inexperiencia e ingenuidad cedieron a la
mentira y desobedeciendo se alejaron de Dios desagradecidamente
10 La libertad del hombre y la bondad de Dios posibilitaron que Adaacuten
experimentara el bien y el mal y asiacute aprendiera a elegir el bien Sin embargo el
poder destructor del pecado y de la lejaniacutea de Dios es tan grande que la
capacidad humana para crecer hasta la plena semejanza con la imagen
recibida quedoacute debilitada herida Ahora bien si grande fue el pecado mayor
es la gracia de Dios1 es decir el proyecto salviacutefico sigue adelante El pecado
modificaraacute el modo de realizarse pero ni lo impide ni lo anula
irremediablemente
1 Cf Rm 520
CONCLUSIONES
152 | Humana augens
En el capiacutetulo III quisimos acercarnos al misterio de la encarnacioacuten del Verbo a
la luz de esta antropologiacutea y concretamente desde la dimensioacuten de crecimiento
1 Llegada la plenitud del tiempo tal como Dios habiacutea previsto al crear al ser
humano el Verbo habita entre nosotros para recordarnos quieacutenes somos y
cuaacutel es la meta a la que estamos llamados Por eso era el Hijo verdadero
hombre y verdadero Dios quien podiacutea salvarnos y asiacute redimirnos Dada la
actual economiacutea marcada por el pecado Dios salva redimiendo pues si bien
Ireneo no reduce una a otra siacute explicita la necesidad humana de ambas
2 Si verdaderamente el Verbo se hizo carne de nuestra carne sin apariencias ni
tiempos parciales tuvo que asumir con ella todo lo que le es propio mdashincluido
el crecimientomdash para hacer en siacute mismo lo que todo hombre estaacute llamado a
vivir se hizo hombre con el hombre para que el hombre llegara a Dios
uniendo el principio y el fin la carne y el Espiacuteritu
3 Cristo nacioacute deacutebil e imperfecto como un hombre cualquiera siendo Dios desde
siempre tal como se muestra en su nacimiento virginal Fue pasando por todas
las edades para ir creciendo en ellas y para adaptarse a la capacidad humana
siempre en crecimiento Eacutel que no conocioacute pecado se hizo carne de pecado
para sanarla desde dentro desde ella misma hasta la Cruz y la Resurreccioacuten
4 En Cristo encarnado y glorioso uacutenico Hombre Perfecto tiene el hombre su
teacutelos definitivo porque tambieacuten en Eacutel tuvo su principio En Eacutel se da de un modo
singular la comunioacuten plena entre Dios y el hombre mostrando que la carne es
laquocapax Deiraquo Maacutes auacuten realizando en su carne libre y obedientemente el
camino que en Adaacuten habiacutea interrumpido el pecado para recapitular todo en Eacutel
5 Esto implica que la carne es capaz de acoger el Espiacuteritu y dejarse transformar
por eacutel algo que no se admitiacutea entre muchos contemporaacuteneos de Ireneo y que
no siempre se acogeraacute en la teologiacutea posterior Ireneo lo justifica por nuestra
misma vida actual por la Eucaristiacutea y sobre todo por la Carne de Cristo Asiacute
en el Bautismo el Espiacuteritu Santo reposoacute en su humanidad y tras su muerte y
resurreccioacuten de su carne glorificada lo recibiraacute cada hombre que quiera
acogerlo
CONCLUSIONES
Salus carnis | 153
Si esto es asiacute la encarnacioacuten no puede reducirse a un momento puntual No
estaacute todo hecho en la cueva de Beleacuten o en Nazaret Tampoco en la Cruz Es un
proceso Dios mismo quiere salvar al hombre seguacuten el ritmo laquocarnalraquo del hombre
Y el hombre Cristo soacutelo puede participar de esta salvacioacuten creciendo como un
hombre cualquiera siendo pura apertura al Espiacuteritu Santo de Dios Salvaacutendose nos
salvoacute Creciendo en libre obediencia nos acrecienta a nosotros para nuestra
salvacioacuten
Por uacuteltimo en el capiacutetulo IV hemos intentado recapitular lo expuesto y
entroncarlo en la sistematizacioacuten teoloacutegica y dogmaacutetica que la fe de la Iglesia ha
ido haciendo suya a lo largo de los siglos Destacamos dos afirmaciones que a
nuestro juicio se ven iluminadas y clarificadas desde una posible laquoTeologiacutea del
crecimientoraquo en Ireneo
1 laquoEl misterio del hombre se esclarece en el misterio del Verbo encarnado
Cristo nuevo Adaacutenraquo (GS 22a) Por eso en eacutel la naturaleza humana alcanza toda
la perfeccioacuten que estaba llamada a alcanzar y que habiacutea quedado de alguacuten
modo oculta en nuestro barro en nuestra carne de pecado En eacutel podemos
mirarnos y reconocer al mejor laquoyoraquo posible Llevamos en nosotros su
laquofisonomiacutearaquo su huella Y asiacute en Eacutel se ha iniciado de modo real y no soacutelo
ejemplificante la plenificacioacuten de cada ser humano porque en Eacutel ya se ha
consumado lo que en todo hombre es soacutelo posibilidad y vocacioacuten germinal Si
para Ireneo la carne es todo el ser humano la carne de Cristo incluye tambieacuten
su libertad su voluntad sus decisiones No veo de queacute manera podemos
mantener esto explicitado en los siglos posteriores a medida que se iban
planteando las preguntas (Arrio Apolinar Nestorio monoteletas) sin incluir
el crecimiento en la humanidad de Cristo Sin una humanidad que va creciendo
libre a medida que se abre al Espiacuteritu en amorosa obediencia o negamos que
es la misma carne la que nace vive muere y resucita gloriosa o negamos que
verdaderamente llegoacute a ser laquocaro ab Spiritu possessa [hellip] conformis facta Verbo
Deiraquo2
2 AH V 93
CONCLUSIONES
154 | Humana augens
Ciertamente la dimensioacuten salviacutefica de la humanidad de Cristo forma parte de la
fe eclesial y del magisterio pero no sin tensos equilibrios de Nicea a III
Constantinopla y hasta hoy El esfuerzo creyente por ajustar el lenguaje y las
categoriacuteas culturales de las diversas eacutepocas y sensibilidades estaacute expresando
la dificultad para apresar el Misterio de una vez para siempre y a la vez la
grandeza y centralidad de laquoesoraquo que no somos capaces de definir y laquoen-
palabrarraquo plenamente Si la humanidad de Cristo no jugoacute ninguacuten papel en la
salvacioacuten eacutesta queda reducida a la voluntad arbitraria de un Dios que hace y
deshace en la historia y en el ser humano Seriacutea una salvacioacuten ajena al modo de
vivir y situarse el hombre ante los demaacutes ante siacute mismo y ante Dios Y eso no
responde a la fe de la Iglesia En Ireneo no soacutelo se subraya la verdad de la
humanidad de Cristo para la salvacioacuten sino la capacidad salviacutefica de su Carne
como verdadero Dios en una perfecta comunioacuten Por eso nuestra humanidad
estaacute llamada a unirse a la accioacuten salviacutefica de Dios en iacutentima cooperacioacuten
comunioacuten sinergia No porque podamos salvarnos con nuestras solas fuerzas
sino porque dichas fuerzas son don de Dios que Eacutel espera recibir de nosotros
multiplicadas como libre y gozosa ofrenda
2 laquoEl Hijo de Dios con su encarnacioacuten se ha unido en cierto modo a todo
hombreraquo (GS 22b) En Ireneo esta laquoinclusioacutenraquo en Cristo de toda la humanidad
tiene al menos dos vertientes Todo ser humano participa de la humanidad de
Cristo porque en eacutel hemos sido creados y de alguna manera la creacioacuten se
sostiene en la encarnacioacuten el primer Adaacuten en el Segundo Es gratuito y previo
a toda accioacuten o decisioacuten humana incluida la profesioacuten de fe pero no es
automaacutetico ni mecaacutenico Menos auacuten laquofiacutesicoraquo como algunos autores criticaron
Falta el deseo libre y real del ser humano la respuesta confiada y obediente a
su Hacedor Por otro lado se afirma una unioacuten indisoluble y profunda desde la
encarnacioacuten de Cristo porque al tomar carne en la humanidad de Mariacutea toma
nuestra misma carne no otra Y si en ella compartimos el pecado de Adaacuten
iquestcoacutemo no compartir la salvacioacuten de Cristo Ademaacutes siguiendo a Ireneo no se
puede entender la encarnacioacuten sin proceso vital en Jesuacutes sin asuncioacuten libre de
su Pasioacuten su muerte y su cruz como un gran abrazo divino y humano mdashno
CONCLUSIONES
Salus carnis | 155
exento de sufrimientomdash que culmina en la resurreccioacuten Y este proceso no lo
lleva a cabo soacutelo el Verbo ni mucho menos su sola Carne ni el puro Logos-saacuterx
Lo realiza Dios Trinidad con especial participacioacuten del Espiacuteritu en la Carne del
Hijo Pneuma-saacuterx para llevarnos hasta el Padre Por eso Cristo no soacutelo es
Caro Salutis sino tambieacuten Salus in compendium Quien no pudo hacerse carne
en Mariacutea sin la sombra del Espiacuteritu tampoco llevaraacute a cabo el intercambio que
nos salva sin Eacutel Porque justamente de la Carne gloriosa de Cristo recibimos el
Espiacuteritu que reposado en su carne ahora quiere hacer suya la nuestra como
admirable herencia prometida Por eso afirmamos tambieacuten que laquodebemos
creer que el Espiacuteritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que en la forma de
soacutelo Dios conocida se asocien (todos los hombres) al misterio Pascualraquo (GS
22e) Los modos y caminos para llegar a ello pertenecen a Dios La Iglesia de
Cristo no pierde por ello ni un aacutepice de su centralidad mediadora y
sacramental para el mundo Al contrario se hace maacutes consciente de la
grandeza del don recibido y de la responsabilidad que conlleva tal gracia
2 A modo de sugerencias para una Teologiacutea del Crecimiento
Puede ocurrir que concluir un tema o una reflexioacuten con referencias al
desarrollo dogmaacutetico o a la significatividad de la unioacuten hipostaacutetica parezca querer
segregar tales afirmaciones al aacutembito de lo teoacuterico-especulativo sin ninguna
aplicacioacuten praacutectica No creo que sea asiacute Maacutes bien al contrario Para finalizar estas
paacuteginas puede ser uacutetil explicitar algunas intuiciones o sugerencias a modo de
desembocaduras praacutecticas para poner de manifiesto dos cosas que el modo en que
comprendemos y anunciamos la relacioacuten entre las naturalezas de Cristo o la unioacuten
hipostaacutetica por ejemplo influyen maacutes de lo que pensamos en las decisiones
praacutecticas que se toman y por otro lado que la teologiacutea de Ireneo muchos siglos
despueacutes sigue siendo fuente de actualizacioacuten evangeacutelica
21 ANTROPOLOGIacuteA DIGNIDAD Y BELLEZA DEL SER HUMANO ARTE DE DIOS
El optimismo antropoloacutegico de Ireneo no es ingenuidad ni relativismo Nace de
su mirada teoloacutegica Es cierto que la mayoriacutea de rasgos que configuran su
CONCLUSIONES
156 | Humana augens
antropologiacutea no son exclusivamente suyos pero llama la atencioacuten que la mayoriacutea
de ellos se han hecho sitio en la tradicioacuten eclesial desde otros presupuestos o
escuelas ya sea en la liacutenea alejandrina o antioquena La propuesta de Ireneo tiene
la originalidad de conjugar aspectos de ambas visiones gracias al lugar
preponderante de la carne Pareciera que curiosamente nos molesta una teologiacutea
en la que Dios cifra la deificacioacuten en la carne Preferimos prescindir de ellahellip Nos
gusta maacutes ser almas y espiacuteritus puros
Para Ireneo en el cuerpo lleva el ser humano su vocacioacuten su principio y su fin
la imagen y semejanza divina su imperfeccioacuten y su capacidad de perfeccioacuten hasta
llegar al uacutenico Perfecto En la carne se juega su vida y su destino Es difiacutecil tomarla
tan en serio Lo maacutes habitual es subestimarla o sobredimensionarla Unas veces se
negaraacute la carne mal-trataacutendola como un impedimento continuo para nuestro
propio proceso de maduracioacuten humana y nuestra relacioacuten con Dios Otras veces se
haraacute de ella el centro de nuestra vida como si pudieacutesemos poner en ella nuestro
valor nuestra esperanza nuestro bien y nuestra felicidad por siacute misma sin nada
maacutes El resultado en ambos extremos es el mismo la distorsioacuten de la realidad y la
deshumanizacioacuten Y no en una clave de valoracioacuten moral sino de descripcioacuten
antropoloacutegica es una frustracioacuten constante nos resulta imposible alcanzar el fin
que anhelamos porque la carne por siacute sola no lo puede ofrecer Somos carne
somos alma somos espiacuteritu No existe nuestra alma sola ni antes ni despueacutes de la
carne seguacuten Ireneo pero su accioacuten integradora y libre eligiendo el consejo de Dios
en cada momento la hace fundamental para vivir seguacuten Dios Ese es su papel pero
ella ni salva ni es objeto de salvacioacuten expliacutecita Lo es el ser humano completo
carnal La carne sola de por siacute se conjuga en pasiva llamada a dejarse hacer
dejarse transformar
Ireneo tiene tan clara esta incapacidad de la carne como su grandeza pues es
en ella donde Dios quiere hacer del hombre su obra por excelencia su Arte No es
casual creoacute al ser humano mirando a Cristo su Hijo el Verbo encarnado y glorioso
Soacutelo creyendo de verdad que nuestra carne es tan querida por Dios podemos
entender un poco maacutes la caro salutis de Ireneo Una carne con alma una carne
donde reposa y crece el Espiacuteritu de Dios sea en la medida que sea Una carne que
CONCLUSIONES
Salus carnis | 157
guarda la huella del tacto divino Y esto para todo ser humano de tal manera que
ni siquiera el pecado puede destruirlo Lo dantildea lo enferma lo agosta pero no lo
elimina porque ni el pecado ni la carne pueden ser maacutes fuertes que el querer de
Dios De hecho no es de la carne de lo que nos salva Cristo ni es la carne la que
necesita ser purificada de nuestro pecado son laquolas obras de la carneraquo como hemos
visto La diferencia no es pequentildea De ninguacuten modo somos laquomassa damnataraquo sino
obra de Arte en las manos de Dios que siacute ciertamente peca pero ese no es ni su
principio ni su final Por eso la perspectiva de Ireneo nos pone ante un ser humano
bello mdashpreciosomdash no solo bueno y verdadero en su perfeccioacuten Es bello porque no
es funcional no da respuesta a una necesidad de Dios sino que expresa su
grandeza y su firma personal
Tambieacuten creo que no seriacutea ajeno a nuestra cultura recuperar la insistencia de
Ireneo en que este horizonte humano es comuacuten a todo hombre No hay clases ni
rangos por naturaleza no hay incapacidad creacional para unos pocos y
automatismo divinizador para otros al estilo gnoacutestico No El uacutenico Dios creoacute un
uacutenico ser humano y en eacutel se complace y espera que elija la comunioacuten con eacutel como
meta de su vida A mayor gratuidad en el don mayor responsabilidad en acogerlo
conservarlo y acrecentarlo Nadie queda fuera en esta teologiacutea La tentacioacuten
gnoacutestica como la caacutetara es continua en la historia mirarnos a nosotros mismos y a
los demaacutes y saber que todos estamos hechos del mismo barro y con la misma
fuerza de Dios nos puede ayudar a ser maacutes realistas y tolerantes menos sectarios
maacutes humildes y comprometidos Toda carne ha recibido en principio al menos
como germen la imagen y semejanza divina
Creer de verdad que nuestra carne es tan querida por Dios podriacutea ser el mejor
antiacutedoto contra el pecado y la desobediencia Ireneo lo sabe bien Por eso dedicoacute
amplias paacuteginas motivando la libertad y la gozosa obediencia del hombre al buen
hacer de Dios Experimentar el bien y el mal es la uacutenica forma de elegir el bien
conscientemente amorosamente responsablemente y permanecer en eacutel tambieacuten
en la prueba y el sufrimiento No por fuerza ni como un mal menor que hay que
soportar Sino por maacutes unir nuestra voluntad a la de Cristo que ya padecioacute por
nosotros uniendo su voluntad con la del Padre
CONCLUSIONES
158 | Humana augens
Creer de verdad que nuestra carne es tan querida por Dios ayuda a creer maacutes
en el ser humano Porque sabemos que mi laquoyoraquo maacutes completo y auteacutentico el maacutes
laquocierto y verazraquo (laquohomo futurus certior et veriorraquo de Tertuliano) es Cristo mismo
La centralidad de lo humano soacutelo se sostiene en la centralidad de Cristo como
hombre y Dios verdadero Podemos comenzar hablando del ser humano pero lo
que digamos nace de contemplar primero a Dios en su Hijo encarnado visibilidad
del Padre Podemos atender las carencias de la persona y sus necesidades y dones
para que se vaya perfeccionando creciendo plenificando pero sabiendo siempre
que el criterio no es la persona en siacute sino su comunioacuten en la carne de Cristo
Podemos hablar del ser humano de todos los hombres y mujeres y para todos
ellos pero desde una visioacuten cristiana no neutra porque no es posible No hay una
primera etapa para laquolo humanoraquo y soacutelo despueacutes la propuesta expliacutecita de fe como
dos planos independientes Si seguimos la propuesta de Ireneo el itinerario y la
meta que se propone hunde sus raiacuteces en lo que ya somos De alguacuten modo es
siendo plenamente lo que somos mdashhumanosmdash alcanzamos el objetivo divino la
cristificacioacuten el asemejamiento pleno Esta es la vocacioacuten de todo ser humano Y la
motivacioacuten primera es protoloacutegica creacional no escatoloacutegica Es decir
proponemos una vida de fe que tiende a la comunioacuten plena con Dios porque hemos
sido creados asiacute y en Cristo laquose ha unido el principio y el finraquo
Pensar al ser humano como carne capaz de crecer al ritmo del Espiacuteritu hasta
Dios implica saber que podemos ser mucho maacutes de lo que somos porque Dios nos
ha llamado a ello y nos ha capacitado para alcanzarlo Ninguna otra criatura puede
sontildear con ser maacutes allaacute de lo que es El ser humano siacute Lo hemos olvidado o al
menos lo recordamos poco Este dinamismo de crecimiento de alzarse sobre siacute
mismo en lugar de vivir laquocurvatus in seraquo no es solamente optimismo antropoloacutegico
o un humanismo faacutecil es camino de divinizacioacuten de asemejamiento con Dios en
Cristo por la fuerza del Espiacuteritu es la vocacioacuten maacutes iacutentima de todo ser humano Por
eso jamaacutes podemos dar a nadie por perdido Nada es irremediablemente definitivo
en el hombre
Tomar en serio el crecimiento como parte esencial del ser humano implica
acoger ese dinamismo de perfeccionamiento continuo en todo lo humano en los
CONCLUSIONES
Salus carnis | 159
procesos personales y grupales en las relaciones en el conocimiento en la
capacidad para acoger a Dios y de modo especial en la Iglesia Cuerpo de Cristo
Templo del Espiacuteritu sacramento de salvacioacuten para el mundo
22 CRISTOLOGIacuteA TUacute EN MIacute Y YO EN TI SOMOS UNA SOLA COSA
Asiacute habla Cristo a Adaacuten mdasha todo ser humanomdash en una antigua homiliacutea
pascual3 que la iglesia sigue orando cada Saacutebado Santo La relacioacuten del ser humano
con Cristo es creacional no la provoca el pecado necesitado de un Redentor
Aunque curiosamente la misma noche de Pascua canta tambieacuten la Iglesia en el
pregoacuten pascual laquoiexclFeliz culpa que merecioacute tal redentorraquo Siacute feliz culpa Siempre que
la alegriacutea del perdoacuten y la redencioacuten no oculten que primero fue el amor y la gracia
y la vocacioacuten humana como divinizacioacuten De ese amor surge el perdoacuten y no al
reveacutes aunque ciertamente si maacutes se perdona a quien maacutes ama tambieacuten maacutes se
ama a quien tanto nos perdona Pues mucho amor tiene quien mantiene su
promesa y se sigue fiando de nosotros auacuten con nuestro pecado
Si a Ireneo se le reprocha una especie de devaluacioacuten del pecado en su
teologiacutea se le estaacute reconociendo indirectamente una preponderancia de la gracia y
del incondicional amor de Dios por encima incluso del pecado Una teologiacutea que
pediriacutea una praacutectica eclesial consecuente donde ni el pecado ni el perdoacuten son el
centro de la vida de fe ni de la celebracioacuten cristiana ni de la formacioacuten catequeacutetica
3 laquoLevaacutentate obra de mis manos levaacutentate mi efigie tuacute que has sido creado a imagen miacutea Levaacutentate salgamos de aquiacute porque tuacute en miacute y yo en ti somos una sola cosa Por ti yo tu Dios me he hecho hijo tuyo por ti siendo Sentildeor asumiacute tu misma apariencia de esclavo por ti yo que estoy por encima de los cielos vine a la tierra y aun bajo tierra por ti hombre vine a ser como hombre sin fuerzas abandonado entre los muertos por ti que fuiste expulsado del huerto paradisiacuteaco fui entregado a los judiacuteos en un huerto y sepultado en un huerto Mira los salivazos de mi rostro que recibiacute por ti para restituirte el primitivo aliento de vida que inspireacute en tu rostro Mira las bofetadas de mis mejillas que soporteacute para reformar a imagen miacutea tu aspecto deteriorado Mira los azotes de mi espalda que recibiacute para quitarte de la espalda el peso de tus pecados Mira mis manos fuertemente sujetas con clavos en el aacuterbol de la cruz por ti que en otro tiempo extendiste funestamente una de tus manos hacia el aacuterbol prohibido Me dormiacute en la cruz y la lanza penetroacute en mi costado por ti de cuyo costado salioacute Eva mientras dormiacuteas allaacute en el paraiacuteso Mi costado ha curado el dolor del tuyo Mi suentildeo te sacaraacute del suentildeo de la muerte Mi lanza ha reprimido la espada de fuego que se alzaba contra ti Levaacutentate vayaacutemonos de aquiacute El enemigo te hizo salir del paraiacuteso yo en cambio te coloco no ya en el paraiacuteso sino en el trono celestial Te prohibiacute comer del simboacutelico aacuterbol de la vida mas he aquiacute que yo que soy la vida estoy unido a ti Puse a los aacutengeles a tu servicio para que te guardaran ahora hago que te adoren en calidad de Diosraquo (laquoSobre una homiliacutea antigua sobre el grande y el santo Saacutebadoraquo PG 43 451462-463 LITURGIA DE LAS HORAS I [Barcelona 51998] 416-417)
CONCLUSIONES
160 | Humana augens
aunque formen parte de ella Y esto no es por desestimar la fuerza del pecado en
nuestra vida tantas veces presente de forma dramaacutetica sino porque la fuerza del
mal no nos hace perder la perspectiva salvadora en que nos encontramos vivimos
en las Manos de Dios y nunca salimos de ellas Tampoco en nuestras
desobediencias y lejaniacuteas
Creo que Ireneo es coherente al situar el pecado en su lugar ni es el centro de
la persona y la historia ni su perdoacuten es el fin de la salvacioacuten Podriacutea seguirse por
tanto que en la vida creyente las conversiones y crecimientos en la fe apoyados en
el propio pecado ya sea para dolerse de la miseria personal ya sea para recordar
que gracias a ella Cristo forma parte de nuestra vida estariacutean distorsionando el
proyecto salviacutefico de Dios Estariacuteamos tomando la parte por el todo con el riesgo
de ser conscientes y agradecer el don del perdoacuten que redime sana convierte
pero no ser capaces de ver que la vocacioacuten a la que somos llamados es mucho
mayor y nuestra vida busca algo maacutes que no volver a pecar Busca crecer El intereacutes
mayor seraacute acompasar mi voluntad con la suya mi querer mi libertad mis
alegriacuteas
La cristologiacutea soterioloacutegica de Ireneo nos devuelve el marco de visioacuten
ampliado hemos sido creados para crecer hasta Dios y cuanto maacutes nos unamos a
Eacutel en su Hijo imagen visible y carnal del Padre maacutes aacutenthropos seremos y maacutes
porosos a la gracia de su Espiacuteritu Fijarnos en el pecado cometido o en las
imperfecciones de cada cual puede hacernos olvidar que hay un fin mdashteacutelosmdash
esperando y una fuerza de Dios teleioacutetica queriendo hacer suya nuestra carne sin
dejar de ser lo que somos Por eso para Ireneo es obra del mismo Seductor que nos
llevoacute a desobedecer el sembrar en nosotros la desconfianza respecto al horizonte
divino que nos aguarda y nos lanza No por naturaleza ni por meacuteritos sino por
pura voluntad de Dios Todo lo que nos empequentildeezca encoja doblegue no es de
Dios en principio El abajamiento de Cristo y su pobreza que enriquece nada
tienen que ver con esto Su keacutenosis supuso el crecimiento constante de su
humanidad hasta alcanzar la medida de su divinidad hasta ser uno solo en ella
Creacioacuten encarnacioacuten redencioacuten glorificacioacuten o recapitulacioacuten todos
teacuterminos distinguibles pero indisociables para Ireneo Nosotros quizaacute los hemos
CONCLUSIONES
Salus carnis | 161
encasillado en exceso perdiendo justamente el hilo conductor que los da sentido
el logos que los armoniza y permite que todo lo vivamos como salvacioacuten como
plan de Dios como invitacioacuten divina a nuestra cooperacioacuten como esa laquosinfoniacutearaquo
que el hermano mayor de la paraacutebola escucha al llegar a casa siguiendo la imagen
de Ireneo Lo hemos perdido Quizaacute tambieacuten por eso la muacutesica que sale de la casa
del Padre no nos suena a fiesta sino que crea en muchos hermanos resquemor
desconfianza e incluso rechazo
Nuestra esperanza nuestra garantiacutea de vida y de poder llegar un diacutea a la
plenitud que ahora no tenemos es Cristo su humanidad gloriosa transida de
Espiacuteritu siempre activo Porque su carne es nuestra carne porque ha hecho en su
Cuerpo lo que nosotros estamos llamados a vivir nos ha mostrado que es posible
que Dios puede actuar y morar en nosotros como en su propia casa que el ser
humano es capaz de dejarse transfigurar en libre obediencia cuando se fiacutea y cuida y
acrecienta en eacutel el don recibido Que en su carne se haya llevado ya a plenitud lo
que en nosotros solo vemos en proceso seriacutea suficientemente alentador Pero es
mucho maacutes que eso En su humanidad de alguacuten modo se ha unido todo ser
humano Eso significa que algo de miacute estaacute ya crucificado con Eacutel perfeccionado con
Eacutel resucitado con Eacutel En su carne En la miacutea Ya no se pierde por maacutes que se dantildee o
se debilite Y el Espiacuteritu iraacute acrecentado esta unioacuten en la medida que todo en miacute se
haga doacutecil se haga carne espiritual No hay que laquohacerle huecoraquo arrinconando la
carne sino dejar que la carne crezca y siendo maacutes humana acercarse maacutes a Dios
Adorar la humanidad de Cristo es reconocer como divino el crecimiento el
asemejamiento el proceso Es no envidiar las conversiones automaacuteticas ni las
perfecciones repentinas maacutes ligadas a espiritualismos que al Espiacuteritu que se
somete al ritmo real de lo humano tambieacuten en la Carne de Cristo Es apoyar la vida
y la confesioacuten de fe en saber que estamos siempre en proceso en crecimiento
hasta la medida perfecta en Cristo4 y no para autoperfeccionarme sino para
participar cada vez maacutes de Dios
Una vez maacutes la verdad de nuestra salvacioacuten se juega en la unidad en la
comunioacuten Primero en Cristo y a traveacutes de Eacutel en todos nosotros Desde Ireneo no
4 Cf Ef 413
CONCLUSIONES
162 | Humana augens
hay crecimiento humano posible sin una unioacuten estrechiacutesima mdashmezclamdash con Dios
La divinidad no es una especie de laquoescaleraraquo adosada por la que subir creciendo
La divinidad es el mismo dinamismo de crecimiento en la humanidad Es el
Espiacuteritu de Dios laquoque nutre y hace crecerraquo en una unidad perfecta la unidad de
Cristo
Creer que el crecimiento en la humanidad de Cristo nos salva implica creer que
la fuerza de Dios actuacutea en la debilidad sin idolatrarla sin elevarla por siacute misma a
un rango superior Salva la fuerza de Dios transformando la debilidad no la
debilidad misma De lo contrario podemos caer laquosub angelo lucisraquo en hacer de las
debilidades inconsistencias y perezas una especie de parapeto para la gracia una
excusa para no abrirnos al Espiacuteritu que nos llevaraacute donde Eacutel quiera y como Eacutel
quiera La humanidad de Cristo nos salva porque fue creciendo abrieacutendose
progresivamente a Dios hasta hacerse uno con Eacutel para que tambieacuten nosotros
lleguemos a ser uno sin dejar de ser nosotros
23 PNEUMATOLOGIacuteA ESPIacuteRITU QUE NUTRE Y HACE CRECER
Del mismo modo que no hay ser humano sin espiacuteritu en cierta medida
tampoco puede salvarnos Cristo sin el Espiacuteritu Primeramente porque Dios es
Trinidad es Padre es Hijo y es Espiacuteritu y en Ireneo a pesar de estar en un estado
preniceno tan primario se distinguen bien las personas pero se afirma siempre la
unidad de accioacuten en ellas Lo de uno no le es ajeno al otro por asiacute decirlo
Sin espiacuteritu el ser humano infante e imperfecto seriacutea otra cosa Un animal
racional una maacutequina un conjunto celular bien ordenado de reacciones quiacutemicas
pero no un aacutenthropos capaz de perfeccioacuten de crecimiento La virtus de Dios
mezclada con nuestro barro desde el principio forma parte del ser humano maacutes
auteacutentico de la misma manera a la inversa que el pecado no lo configura Y sin
embargo experimentamos el pecado en nosotros y anhelamos la accioacuten del
Espiacuteritu Seguimos necesitaacutendolo y por eso podemos pedirlo por un lado porque
recibimos el don de Dios en funcioacuten de nuestra capacidad siempre mayor y por
otro porque tras la encarnacioacuten y glorificacioacuten de Cristo el Espiacuteritu que recibimos
pro-viene de la carne de Cristo En ella se ha mezclado con todo el geacutenero humano
CONCLUSIONES
Salus carnis | 163
No pedimos el Espiacuteritu porque el pecado nos lo arrebatara lo pedimos porque lo
necesitamos para llegar a ser lo que Dios espera que seamos para cumplir nuestro
origen finalmente De hecho Jesuacutes hombre que no conocioacute el pecado tambieacuten
recibioacute la uncioacuten del Espiacuteritu en su carne para poder realizar su vida y misioacuten
Como nosotros Lo recibioacute para que su carne fuera divinizaacutendose Y recordemos
que su carne es toda su humanidad corporalidad libertad voluntad alma Igual
que nosotros
Constatar la imperfeccioacuten propia y ajena es faacutecil y cotidiano asumirla como
parte de nuestra humanidad y como un don dado por Dios porque quiere contar
con nosotros sin automatismos ni supersticiones maacutegicas es un signo de madurez
y crecimiento Asiacute la desobediencia y el pecado los propios liacutemites e insuficiencias
se convierten en lugares de descanso para que el Espiacuteritu de Dios los habite y
transforme poco a poco
Tener maacutes presente la accioacuten del Espiacuteritu en la teologiacutea y en la vida de fe nos
recordariacutea que el fin y la capacidad para alcanzarlo estaacuten insertos en nuestro ser
en nuestra carne Por tanto la gracia actuacutea desde dentro siendo esencialmente
distinta a nosotros Es el Espiacuteritu de Dios que no hay que laquoconseguirraquo
externamente por medio de diversas praacutecticas o acciones soacutelo disponernos para
que pueda hacer suya nuestra vida (nuestra carne) queriendo vivir en continua
obediencia libre y gozosa obediencia Nada se nos impone Pero tampoco nada es
inocuo toda decisioacuten comporta consecuencias
Con frecuencia tendemos a ligar el Espiacuteritu con ciertos movimientos o formas
de vida que priorizan la propia voluntad la autonomiacutea la originalidad del sujeto
por encima de la comunioacuten un cierto laquoaireraquo de libertad cercano al laquotodo valeraquo La
pneumatologiacutea de Ireneo podriacutea ayudar a equilibrar lo carismaacutetico y lo
comunitario o institucional puesto que siendo el Espiacuteritu quien embellece la
creacioacuten y aporta diversidad tambieacuten es quien nos asemeja con Cristo tal como el
Padre nos creoacute Es decir su actuacioacuten no es arbitraria es cristoloacutegica La libertad
que imprime en nuestra carne no se reduce a poder elegir sino a saber elegir y
mientras tanto aprender a asumir las consecuencias de nuestros actos
responsablemente Asiacute fue con Adaacuten y Eva en el Paraiacuteso Crecer en el Espiacuteritu
CONCLUSIONES
164 | Humana augens
tambieacuten es crecer en el dominio de la propia vida sin vivir traiacutedos y llevados por
los laquoseductoresraquo del momento o las laquoserpientesraquo de la vida El Espiacuteritu es vivir en
verdad atributo propio de Dios pues la mentira solo proviene del Enemigo para
Ireneo No podemos ofrecer lo que no tenemos No podemos ofrecer a Dios el Arte
de nuestra vida el barro moldeable que mantenemos huacutemedo entre sus Manos si
no podemos contenerlo en las nuestras Y asiacute cuanto maacutes libres maacutes humanos
cuando maacutes humanos maacutes divinos cuanto maacutes crezcamos maacutes unioacuten y unidad
personal cuanta maacutes unidad y comunioacuten con Dios maacutes gozo que seraacute el mejor
camino para desear que nuestro seguimiento siga creciendo Libertad y
responsabilidad conciencia de sabernos necesarios para que la salvacioacuten
acontezca como lo fue la carne de Mariacutea en perfecta sinergia
Entender la vida desde este Espiacuteritu que nos laquonutre y acrecientaraquo es tambieacuten ir
creciendo en una libertad entendida como deseo de plenificar la propia vocacioacuten
nuestro maacutes auteacutentico yo que es la persona completa tambieacuten su cuerpo No soacutelo
el cuerpo sino la carne todo lo limitado caduco opaco humano Y no soacutelo en el
creyente sino tambieacuten en Dios Tras la encarnacioacuten el Verbo eterno es Verbo
encarnado y desde Eacutel como cabeza todo estaacute llamado a ser recapitulado en su
cuerpo Pues bien de alguacuten modo en Cristo queda bendecido y salvado todo lo
carnal todo lo fragmentario todo lo que maacutes se aleja de Dios en la medida que no
pretende ser por siacute mismo sino vivificado por el Espiacuteritu Paradoacutejicamente desde
Ireneo querer abandonar la carne que somos lo imperfecto y perfectible lo no
acabado lo no pleno o pediacuterselo a otros es lo maacutes alejado a querer vivir en el
Espiacuteritu porque el Espiacuteritu soacutelo se nos da en la carne Teologiacuteas y propuestas de fe
que confundan vivir seguacuten el Espiacuteritu con vivir laquofueraraquo de la carne estaacuten abocadas
a convertirse en neognosticismos y neocatarismos o al menos a perder una
enorme riqueza de la verdad cristiana
Parece que el Espiacuteritu se ha olvidado en cristologiacutea como se ha olvidado en
antropologiacutea Quizaacute por eso ni el giro antropoloacutegico ni la centralidad cristoloacutegica
se sostienen solas Quedan siempre parciales fragmentadas incapaces Y puede ser
por esta carencia de Espiacuteritu pues Eacutel aporta el asemejamiento el dinamismo lo
procesual y si realmente es elemento configurador de lo humano tanto lo seraacute
CONCLUSIONES
Salus carnis | 165
para el hombre como para la humanidad de Cristo Nos recuerda que nada en lo
humano estaacute acabado que estamos llamados a crecer No es un proceso de
progreso en clave moderna ilustrada de perfeccionarnos sobre nosotros mismos
No es una salvacioacuten externa que viene a mejorar nuestra mediocridad En Ireneo es
una fuerza interna al propio ser humano que a la vez nos recuerda que no es
nuestra por derecho o por naturaleza Es gracia
Una Iglesia maacutes confiada al Espiacuteritu seriacutea una Iglesia maacutes abierta al
crecimiento y al cambio porque es propio de lo humano no por mayor adaptacioacuten
a las modas y lugares o por parecer laquonuevaraquo siempre La novedad la da el Espiacuteritu
en la carne gloriosa de Cristo El criterio de crecimiento como deciacuteamos al hablar
del ser humano es la mayor o menor unioacuten con Dios la mayor o menor laquoposesioacutenraquo
de lo humano por lo divino El criterio no son estadiacutesticas ni valoraciones sociales o
intraeclesiales Y en el fondo volviendo siempre al corazoacuten del Evangelio Ireneo
repite el criterio mayor es el amor De ninguacuten modo se trata de devaluar la gracia5
que supone formar parte de la Iglesia Cuerpo de Cristo y la participacioacuten en los
sacramentos la fidelidad a la Tradicioacuten y al Magisterio Pero podriacutea situarnos con
otra perspectiva la de alegrarnos por haber recibido la gracia del seguimiento de
Cristo y su Espiacuteritu a traveacutes de la Iglesia como los primeros apoacutestoles en
Pentecosteacutes en lugar de restringir este aacutembito como el uacutenico para que los hombres
y mujeres de la historia vayan siendo injertados en Cristo por el Espiacuteritu vayan
5 Siempre es iluminador recordar el peligro de lo que D BONHOumlEFFER llamoacute laquogracia barataraquo laquoLa
gracia barata es el enemigo mortal de nuestra Iglesia Hoy combatimos a favor de la gracia cara La gracia barata es la gracia considerada como una mercanciacutea que hay que liquidar es el perdoacuten malbaratado es la gracia como almaceacuten inagotable de la Iglesia de donde la cogen unas manos inconsideradas para distribuirla sin vacilacioacuten ni liacutemites es la gracia sin precio que no cuesta nada [] La gracia cara es el tesoro oculto en el campo por el que el hombre vende todo lo que tiene es la perla preciosa por la que el mercader entrega todos sus bienes es el reino de Cristo por el que el hombre se arranca el ojo que le escandaliza es la llamada de Jesucristo que hace que el disciacutepulo abandone sus redes y le siga La gracia cara es el evangelio que siempre hemos de buscar son los dones que hemos de pedir es la puerta a la que se llama Es cara porque llama al seguimiento es gracia porque llama al seguimiento de Jesucristo es cara porque le cuesta al hombre la vida es gracia porque le regala la vida es cara porque condena el pecado es gracia porque justifica al pecador Sobre todo la gracia es cara porque ha costado cara a Dios porque le ha costado la vida de su Hijo mdashldquohabeacuteis sido adquiridos a gran preciordquomdash y porque lo que ha costado caro a Dios no puede resultarnos barato a nosotros [] La gracia cara es la encarnacioacuten de Diosraquo (El precio de la gracia El seguimiento [Salamanca 1986] 1719-20) Gracia tan cara tan valiosa que soacutelo puede ser recibida con agradecimiento porque es gratuitamente donada La gracia barata curiosamente acaba siendo arrebatada al menos como pretensioacuten del mismo modo que se exige ingenuamente aquello que creemos poseer por derecho o meacuterito
CONCLUSIONES
166 | Humana augens
divinizaacutendose vayan creciendo La teologiacutea de Ireneo y la imprescindible
cooperacioacuten del hombre para la salvacioacuten desde su libertad y su obediencia
agudiza la responsabilidad del cristiano y de la Iglesia mediadora para el mundo
pero no excluye a nadie pues nadie estaacute fuera de la carne de Cristo en cierto
modo Y para Ireneo el mismo proceso y el mismo agente mdashDios mismo en su
Espiacuteritumdash lleva a cabo la humanizacioacuten y la divinizacioacuten sin departamentos
estancos
Contar con el Espiacuteritu nos ayuda a confrontar nuestra cultura de la inmediatez
que tambieacuten puede provocar una fe de inmediatos sin historia sin aprendizaje sin
errores y sus consecuencias (pecado) sin significatividad real de la libertad sin
tolerancia a ninguna frustracioacuten sin capacidad para permanecer en el diacutea y en la
noche y seguir esperando Por eso una laquopneumatologiacutea del crecimientoraquo como
una laquocristologiacutea del crecimientoraquo podriacutea renovar la comprensioacuten escatoloacutegica
Saber que la historia es un dinamismo creciente porque Dios asiacute lo ha querido y
que nada en nosotros seraacute tan fuerte como para destruir el querer de Dios
fundamentariacutea nuestra esperanza con una fuerza inusitada desde luego no menor
que el temor reverente al infierno y sus penas Si para muchos el purgatorio no
tiene sentido el infierno no da temor alguno y el cielo parece la promesa de un
aburrimiento eterno haber cifrado nuestra vida mdashen lo humano y en lo
cristianomdash desde la unioacuten con Dios como vocacioacuten uacutenica y como motor para
allegarnos a ella puede al menos avivar el deseo de ese horizonte final Y entonces
ahiacute retomar las categoriacuteas escatoloacutegicas claacutesicas Ahora bien sin haber
experimentado de alguacuten modo en esta vida el gozo de ser plenamente humano
como participacioacuten real y creciente en la humanidad de Cristo difiacutecilmente la
escatologiacutea tendraacute algo que decirnos Y esta experiencia nos es dada en la medida
que asentimos al Espiacuteritu en nosotros
Podriacuteamos terminar con unas palabras de Ireneo pero es difiacutecil elegir entre
tantas adecuadas Por eso voy a terminar con las palabras de un teoacutelogo de
nuestro siglo
CONCLUSIONES
Salus carnis | 167
Cuanto mayor es el otro en el sentido fuerte y verdadero de la palabra maacutes engrandecidos nos sentimos en nuestro contacto con eacutel La autoridad (en sentido de laquoauctoritasraquo) es precisamente seamos o no conscientes de ello el comportamiento de ese otro que me laquoaumentaraquo (augere) que me eleva (e-levare) que me hace subir cada vez maacutes alto que me educa (e-ducere) que me engrandece De aquel que cuanto maacutes grande es (augustus el que me hace crecer) mejor me conduce de la mano por el camino de mi identidad La presencia del maacutes grande puede convertirse incluso en la posibilidad del ejercicio de mi ser que gracias a la fuerza de esta presencia se siente laquoautorizadoraquo (laquoauctoritas augereraquo) lejos de todos sus temores y desconfianzas Nunca es nadie maacutes grande que cuando se mide con alguien mayor que eacutel6
Y nuestra medida es Dios mismo en la carne de Cristo A Eacutel toda gloria laquoEl
resto sea venerado con el silencioraquo7
6 A GESCHEacute El destino Dios para pensar III (Salamanca 2001) 49 7 GREGORIO NACIANCENO In sanctum Pascha Or XLV 22 PG 36 col 653AB
CONCLUSIONES
168 | Humana augens
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Salus carnis | 169
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III
La carne poseiacuteda por el Espiacuteritu olvidada de siacute
asume la cualidad del Espiacuteritu
hacieacutendose conforme al Verbo de Dios
(SAN IRENEO DE LYON AH V 93)
IV
Gracias a quienes me ensentildeasteis a amar la carne en el Espiacuteritu
Pero especialmente a ti
en quien se me ha dado ver que es verdad
La carne crece libre a medida que el Espiacuteritu va hacieacutendola suya
poco a poco sin forzarla
laquocomo un caacutencer benditoraquo hasta el final
Hasta Dios
IV
Indice
SIGLAS Y ABREVIATURAS VI
INTRODUCCIOacuteN 1
1 Objeto y metodologiacutea 2
2 Ireneo de Lyon el autor y su contexto 5
3 Planteamiento del tema 7
31 iquestDE QUEacute HUMANIDAD HABLAMOS 7
32 iquestDE QUEacute CRECIMIENTO HABLAMOS 12
I EL SER HUMANO PLASMA DEI ARTE EN LAS MANOS DE DIOS 17
Introduccioacuten 18
1 Un solo Dios una sola Creacioacuten un solo hombre 19
2 Plasmados por Sus Manos y hechos para la comunioacuten con Eacutel 25
3 Predileccioacuten de Dios por el ser humano a imagen y semejanza suya 35
4 Conclusiones 41
II EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM LLAMADO A CRECER LIBRE Y
OBEDIENTE
45
Introduccioacuten 46
1 De la imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten como destino 47
2 Salus carnis carne que crece libre 55
3 Salus carnis carne que crece obediente 61
4 Conclusiones 69
III JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS EacuteL ES LA COMUNIOacuteN QUE NOS SALVA 73
Introduccioacuten 74
1 Perceptrix et capax caro virtutis Dei 75
11 LA VIDA PRESENTE EN LA CARNE 80
12 EUCARISTIacuteA 82
13 LA CARNE DE CRISTO 84
2 Carne de nuestra carne 87
21 LA MIXIS INICIAL 88
22 LA PLASMACIOacuteN CON SUS MANOS 92
3 iquestQuieacuten sino el Verbo puede unir al hombre con Dios 96
V
4 Conclusiones 110
IV CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM CUANDO CRECER NOS SALVA 113
Introduccioacuten 114
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona 115
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten 125
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios 135
4 Conclusiones 144
CONCLUSIONES 149
1 A modo de tesis finales aportaciones de la teologiacutea de San Ireneo 150
2 A modo de sugerencias para una Teologiacutea del Crecimiento 155
21 ANTROPOLOGIacuteA DIGNIDAD Y BELLEZA DEL SER HUMANO ARTE DE DIOS 155
22 CRISTOLOGIacuteA TUacute EN MIacute Y YO EN TI SOMOS UNA SOLA COSA 159
23 PNEUMATOLOGIacuteA ESPIacuteRITU QUE NUTRE Y HACE CRECER 162
BIBLIOGRAFIacuteA 169
VI
Siglas y abreviaturas
AH Adversus Haereses
Ep Epideixis Demostracioacuten Apostoacutelica
CCSL Corpus Christianorum Series Latina
CTI Comisioacuten Teoloacutegica Internacional
DH Denzinger H ndash Huumlnermann P
DPAC Diccionario patriacutestico y de la Antiguumledad cristiana
FuP Fuentes Patriacutesticas
PG Patrologia Graeligca dir JP Migne
PL Patrologia Latina dir JP Migne
SCh Sources Chreacutetiennes
AG Decreto Ad gentes
DI Dominus Iesus
EN Evangelii nuntiandi
FR Fides et ratio
GS Gaudium et Spes
LG Lumen Gentium
NA Nostra aetate
RM Redemptoris missio
RH Redemptor hominis
SC Sacrosanctum concilium
VD Verbum Domini
AAVV autores varios
Cf confrontar
Coord coordinador (es)
ed editor (es)
Ibid la misma obra
ID el mismo autor
Vol volumen
VII
Introduccioacuten
1 Objeto y metodologiacutea
2 Ireneo de Lyon el autor y su contexto
3 Planteamiento del tema
31 iquestDE QUEacute HUMANIDAD HABLAMOS
32 iquestDE QUEacute CRECIMIENTO HABLAMOS
INTRODUCCIOacuteN
2 | Humana augens
1 Objeto y metodologiacutea
El intereacutes mayor de esta tesina gira en torno a la dinaacutemica salviacutefica de la
humanidad de Cristo y su relacioacuten con nuestra propia humanidad Concretamente
nos centramos en el crecimiento como dimensioacuten humana y teologal esencial para
llegar a plenificar la vocacioacuten recibida de Dios y en queacute medida es esta dinaacutemica
comuacuten a la carne de Cristo y a la nuestra
El razonamiento que seguimos es el siguiente creer en la encarnacioacuten de
Cristo nuestro Salvador implica creer que el Verbo eterno verdadero Dios se hizo
carne con toda verdad y no en apariencia Si esto es asiacute podriacuteamos deducir dos
cosas por un lado que su carne forma parte de la accioacuten salvadora de Dios y por
otro que aquellos rasgos o dimensiones que definan al ser humano definiraacuten
tambieacuten la humanidad de Cristo Sobran razones para justificar la eleccioacuten de San
Ireneo de Lyon a la hora de profundizar en alguacuten tema importante de la teologiacutea
dogmaacutetica pero trataacutendose de la humanidad mdashde la carnemdash su teologiacutea es una
referencia
Para el objeto de nuestro estudio bien podriacuteamos comenzar por rastrear una
Cristologiacutea que nos permita atisbar desde la Humanidad de Cristo coacutemo es y coacutemo
estaacute llamada a ser la nuestra Pero tambieacuten podemos hacer el camino inverso
adentrarnos en una antropologiacutea que al decirnos coacutemo es el aacutenthropos nos esteacute
mostrando coacutemo es la vera humanitas Christi Esta segunda opcioacuten es la nuestra
La metodologiacutea empleada parte del estudio de la antropologiacutea de Ireneo
(capiacutetulos I y II) centraacutendonos en el anaacutelisis del crecimiento en el ser humano iquestes
un rasgo esencial a su vocacioacuten y a su dinamismo creatural querido por Dios
Padre iquesttiene alguna capacidad soterioloacutegica significativa iquestde queacute modo se
articula esta humanidad con la humanidad de Cristo iquesty con el Espiacuteritu
Una vez estudiada la antropologiacutea de Ireneo desde estas claves dedicamos el
capiacutetulo III a poner en relacioacuten las conclusiones obtenidas y la cristologiacutea del autor
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 3
Si bien contamos con estudios muy elaborados de su antropologiacutea1 no hay la
misma sistematizacioacuten de su cristologiacutea por lo que nos hemos ayudado de
diversos artiacuteculos y estudios pero hemos priorizado la lectura directa de Ireneo
desde el prisma de comprensioacuten ya expuesto su verdadera humanidad como Hijo
de Dios encarnado y el proceso que en eacutel se da por la fuerza del Espiacuteritu Santo Asiacute
hay aspectos cristoloacutegicos que apenas se enuncian sin profundizar en ellos como
la uncioacuten del Verbo el anuncio del Reino la Pasioacuten y Resurreccioacuten la
recapitulacioacuten final y segunda venida No porque sean ajenos a la teologiacutea
ireneana sino por delimitar nuestro estudio Y sin embargo creemos haber
expuesto con suficiente claridad coacutemo todos estos temas se interrelacionan y estaacuten
presentes en Ireneo
Finalmente una vez vista la dimensioacuten de crecimiento en la carne de Cristo
como dinamismo esencial y soterioloacutegico hemos dedicado el capiacutetulo IV a situar
estas conclusiones en el marco de la tradicioacuten y del magisterio de la Iglesia de
forma que unos y otros se iluminen mutuamente Por supuesto la mirada
sistemaacutetica de este uacuteltimo capiacutetulo es breve y en ninguacuten caso exhaustiva Maacutes bien
pretende mostrar diversas vetas histoacutericas y magisteriales que quedan
enriquecidas a mi modo de ver cuando damos maacutes espacio al crecimiento salviacutefico
de la carne de Cristo ungida por el Espiacuteritu
Cada capiacutetulo consta de una introduccioacuten breve como marco al tema que
vamos a tratar tres epiacutegrafes y una conclusioacuten que recapitula los datos estudiados
y nos prepara para el siguiente capiacutetulo Finalmente las conclusiones sentildealan
algunas de las aportaciones maacutes valiosas de Ireneo que hemos ido desarrollando y
sugieren algunas consecuencias derivadas para una posible laquoTeologiacutea del
crecimientoraquo antropologiacutea cristologiacutea y pneumatologiacutea
Los textos estudiados han sido los cinco libros de Adversus Haereses (citado
como AH) en las traducciones de A Orbe2 C I Gonzaacutelez3 y A Rousseau4 Tambieacuten
1 Destaca en este campo A ORBE Antropologiacutea de San Ireneo (Madrid 1997) Puede verse una
extensa relacioacuten de estudios sobre Ireneo en la edicioacuten de E ROMERO POSE Demostracioacuten de la predicacioacuten apostoacutelica FuP 2 (Madrid 1992)
2 A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I-IV (Madrid 1985-1996)
INTRODUCCIOacuteN
4 | Humana augens
la Demostracioacuten de la Predicacioacuten Apostoacutelica o Epideixis (citado como Ep) en la
edicioacuten de E Romero Pose5 contrastando con la edicioacuten criacutetica de Rousseau
cuando lo hemos considerado oportuno6 Especial relevancia tendraacuten los libros III
IV y V de AH por la temaacutetica tratada Si en los libros III y IV de AH Ireneo quiere
confirmar con la Escritura la doctrina apostoacutelica que refuta las teoriacuteas hereacuteticas
presentadas en los libros anteriores (I-II) el libro V se centra en la defensa de la
Salus carnis tanto en el frente hereacutetico como dentro de la propia Iglesia7 Conviene
tener en cuenta que Ep es posterior a AH y por tanto para algunos supone una
doctrina maacutes perfilada y consolidada Sin embargo no es menos cierto que en AH
se tratan con mayor detenimiento y extensioacuten algunos temas por la finalidad
apologeacutetica del escrito y por tanto nos ofrece detalles y apreciaciones de las que
puede carecer Ep
Iremos intercalando a medida que se expone la doctrina ireneana los rasgos
de las doctrinas gnoacutesticas maacutes ligados a nuestro tema pues como afirmaba San
Ireneo laquoel que quiera convertirlos ha de conocer sus doctrinas o argumentosraquo8 y
desde luego nos ayudaraacute a entender mejor la aportacioacuten especiacutefica de nuestro
autor La doctrina de Valentiacuten la expone y rebate Ireneo en AH I-II presentada
como laquorecapitulacioacuten de todos los herejesraquo9 aunque en diversos momentos trate
tambieacuten de clarificar otros errores como es el caso de los marcionitas y los
ebionitas
3 IRENEO DE LION SAN Contra los herejes Exposicioacuten y refutacioacuten de la falsa gnosis ed preparada
por CI Gonzaacutelez (Meacutexico 2000) Accesible en Biblioteca Electroacutenica Cristiana [httpmultimediosorgdocsd001092]
4 IRENEE DE LYON Contre les Heacutereacutesies Livre I-V ed critique par A Rousseau SCh 1001-2 152-153 210-211 263-264 293-294 (Pariacutes 1965-1982)
5 IRENEO DE LYON SAN Demostracioacuten de la predicacioacuten apostoacutelica edicioacuten preparada por E Romero Pose (Madrid 1992)
6 IRENEE DE LYON Saint Deacutemonstration de la Preacutedication Apostolique ed par A Rousseauu SCh 406 (Pariacutes 1995)
7 Ciertamente desde los inicios la opcioacuten por la Salus animae o Salus carnis ha sido un distintivo en la manera de entender el misterio de la fe y la teologiacutea da lugar a diversas posturas incluso exegeacuteticas No en vano la exeacutegesis propia de aquellos que presentan una antropologiacutea que identifica ser humano y alma es la alegoriacutea (con Clemente y Oriacutegenes como representantes maacutes claros) de corte platonizante relegando a un segundo lugar lo histoacuterico lo literal
8 AH IV pr 2 9 Ibid
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 5
No hemos querido hacer un estudio analiacutetico ni criacutetico de los escritos de
Ireneo Maacutes bien hemos preferido leerle con una mirada maacutes comprehensiva
dejando que sus intuiciones y convicciones de fondo afloraran en los diversos
textos y se mostraran en sus relaciones implicaciones mutuas Tampoco
pretendemos presentar todo el sistema teoloacutegico de Ireneo pero siacute hemos
intentado respetar su forma de argumentar y de escribir como en espiral
avanzando siempre con pequentildeos o grandes matices pero recogiendo en cada tema
todos los demaacutes Esto a veces puede provocar repeticiones en nuestro discurso
pero a la vez creo que permite mejor caer en la cuenta de la enorme unidad de esta
teologiacutea y la riqueza de matices de un mismo texto o tema seguacuten desde doacutende se
mire y a doacutende se quiera llegar
2 Ireneo de Lyon el autor y su contexto
Para muchos es el primer teoacutelogo sistemaacutetico del cristianismo el maacutes
laquocatoacutelicoraquo de los escritores antiguos o el eclesiaacutestico de mayor hondura dogmaacutetica
de la antiguumledad10 Pocos datos biograacuteficos conocemos de eacutel La principal fuente es
la Historia Eclesiaacutestica de Eusebio de Cesarea que en su mayor parte se basa en la
misma obra de Ireneo Disciacutepulo de San Policarpo nacido entre el 130 y 140 en
Asia Menor en contacto por tanto con la transmisioacuten apostoacutelica primera No
sabemos por queacute deja Asia y se establece en Lyon pero en el 177 siendo presbiacutetero
de esa Iglesia recibe el encargo de llevar al obispo de Roma una copia de la carta
de los maacutertires de Lyon por asuntos relacionados con el montanismo A su vuelta
fue obispo de esta ciudad tras la muerte martirial de Fotino Tambieacuten sabemos de
su intervencioacuten frente al papa Viacutector (189-198) a favor de los obispos de Asia
Menor en la controversia sobre la fecha para celebrar la Pascua intentando mediar
entre ambos haciendo honor a su nombre de laquopacificadorraquo [εἰρηνοποιόσ] Una
tradicioacuten maacutes tardiacutea le recuerda como maacutertir pero ninguacuten dato cierto tenemos
10 Por ejemplo A ORBE Introduccioacuten a la teologiacutea de los siglos II y III (Salamanca 1988) 1-8 J I
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INTRODUCCIOacuteN
6 | Humana augens
sobre este hecho11 excepto el testimonio de Gregorio de Tours en su Historia
Francorum 12712
Sin duda haber vivido desde nintildeo en contacto con los sucesores de los
apoacutestoles entrantildea en eacutel un marcado gusto por la Escritura y la fidelidad a la
Tradicioacuten apostoacutelica que se deja ver en su teologiacutea y modo de pensar13 Por otro
lado no podemos obviar que vive y escribe su obra en el periacuteodo maacutes floreciente
de la teologiacutea gnoacutestica y es en oposicioacuten a esta corriente como van tomando cuerpo
la mayoriacutea de las teologiacuteas eclesiaacutesticas primeras En eacutel coincide la grandeza como
teoacutelogo y como catequista14 quizaacute porque auacutena el esfuerzo intelectual con la
vivencia de fe y no tiene miedo en ser creativo o innovador cuando a la vez quiere
cuidar y fortalecer la Tradicioacuten recibida Para eacutel la Sagrada Escritura es parte del
tesoro de la Iglesia y asiacute Ireneo fue uno de los primeros en fijar el canon
fundamentaacutendolo teoloacutegicamente Su teologiacutea se nutre especialmente de Pablo y
de Juan o dicho de otro modo creo que acertadamente laquoIreneo lee a Pablo con los
ojos de Juanraquo15
Los especialistas en este autor declaran abiertamente la dificultad para tener
una visioacuten clara e inequiacutevoca de algunos puntos ya que el texto original griego
apenas se conserva la versioacuten latina no siempre es clara por literal que sea y han
ido apareciendo distintos estudios sobre textos armenios y coptos16 Nosotros no
entraremos en estas disquisiciones
En todo caso podremos afirmar con fundamento soacutelido mdashel que nos da la
hondura de la teologiacutea ireneanamdash la estrecha unioacuten entre su antropologiacutea y
11 Cf A ORBE Ireneo A DI BERARDINO Diccionario patriacutestico y de la Antiguumledad cristiana (=DPAC)
I (Salamanca 1991) 1098-1105 C MORESCHINI-E NORELI Patrologiacutea Manual de literatura cristiana antigua griega y latina (Salamanca 2009) 117-121 J J AYAacuteN Ireneo de Lyon A DI BERARDINOndashG FEDALTOndashM SIMONETTI Literatura Patriacutestica (Madrid 2010) 928-935
12 Cf J QUASTEN Patrologiacutea I 277 13 Cf Ep 98 14 R CASADO GARCIacuteA laquoSan Ireneo testigo de la fe de la Iglesiaraquo Teologiacutea y catequesis 81 (2002)
107-123 Aquiacute 123 15 E DASSMANN laquoSan Pablo en la primera teologiacutea cristiana hasta Ireneoraquo Anuario de Historia de
la Iglesia 18 (2009) 239-257 aquiacute 254 16 Cf A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I (Madrid-Toledo 1985) 3-9 F SOTO-HAY laquoAlgunas notas
para la lectura de San Ireneo de Lyonraquo Anaacutemnesis 15 (2005) 5-25
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 7
cristologiacutea por siacute mismas por definicioacuten por principio17 Podriacuteamos calificar la
antropologiacutea de Ireneo como laquoantropologiacutea teologalraquo o incluso como
laquoantropologiacutea cristoloacutegicaraquo pues para eacutel no es posible hablar del hombre sin
pensarlo en relacioacuten dinaacutemica con Dios ni presentar al hombre verdadero
perfecto consumado sin contemplar a Cristo De manera que aquello que podamos
afirmar del ser humano tendremos que poder afirmarlo tambieacuten de la humanidad
de Cristo y viceversa pues no solo fuimos creados a imagen del Verbo sino que
estamos llamados a llegar a ser perfectos en su Carne gloriosa La humanidad de
Cristo por ser verdadera humanidad tambieacuten tendraacute que hacer este proceso
creciendo pues no existe otra humanidad que la que Dios creoacute para llegar a Eacutel
3 Planteamiento del tema
31 iquestDE QUEacute HUMANIDAD HABLAMOS
No son pocos los teoacutelogos y miacutesticos que han sentildealado la centralidad de la
humanidad de Cristo para nuestra salvacioacuten18 Seguacuten eacutepocas y sensibilidades unas
veces se insiste maacutes en su divinidad para no caer en adopcionismos e
ideologizaciones del misterio y otras se recalca la necesidad de atender su
humanidad huyendo de espiritualismos docetas En ambos casos creo que
descuidamos a menudo no perdernos en monofisismos de uno u otro lado pues
pareciera que el ser humano encuentra la mayor de las dificultades en afirmar con
17 Cf M SCIATELLA laquoAntropologia e cristologia in S Ireneo di Lione Adversus Haereses V 1-2
analisi strutturale teologica e scrituristica del testoraquo Divinitas 33 (1989) 269-285 18 laquoNo seacute yo bien por queacute dicen ldquoiluminativardquo entiendo que de los que van aprovechando Y
avisan mucho que aparten de siacute toda imaginacioacuten corpoacuterea y que se lleguen a contemplar en la divinidad porque dicen que aunque sea la Humanidad de Cristo a los que llegan ya tan adelante que embaraza u impide a la maacutes perfecta contemplacioacuten [] Porque les parece que como esta obra toda es espiacuteritu que cualquier cosa corpoacuterea la puede estorbar u impedir y que considerarse en cuadrada manera y que estaacute Dios de todas partes y verse engolfado en El es lo que han de procurar Esto bien me parece a miacute algunas veces maacutes apartarse del todo de Cristo y que entre en cuenta este divino Cuerpo con nuestras miserias ni con todo lo criado no lo puedo sufrir [] Y veo yo claro mdashy he visto despueacutesmdash que para contentar a Dios y que nos haga grandes mercedes quiere sea por manos de esta Humanidad sacratiacutesima en quien dijo Su Majestad se deleita Muy muy muchas veces lo he visto por espiriencia Haacutemelo dicho el Sentildeor He visto claro que por esta puerta hemos de entrar si queremos nos muestre la soberana majestad grandes secretos Ansiacute que vuestra merced sentildeor no quiera otro camino aunque esteacute en la cumbre de contemplacioacuten por aquiacute va siguroraquo (SANTA TERESA DE JESUacuteS Libro de la Vida 2216-7 en Obras completas [Madrid 92006] 120122)
INTRODUCCIOacuteN
8 | Humana augens
la misma consistencia los dos laquopolosraquo de toda paradoja Y ciertamente la
encarnacioacuten del Hijo de Dios lo es Lo que maacutes nos cuesta creo yo es creer adorar
y abandonarnos a Cristo como verdadero Dios y verdadero hombre de tal modo
que tanto su divinidad como su humanidad sean relevantes y significativas para
nosotros para la salvacioacuten19
Esta dificultad para convivir con lo que se nos presenta como aparentemente
contradictorio y paradoacutejico mdashhombre y Dios carne y Espiacuteritumdash no soacutelo es un reto
que se deja ver en las diversas cristologiacuteas sino que tambieacuten se proyecta en la
antropologiacutea la protologiacutea y la relacioacuten teologal y escatoloacutegica del hombre con
Dios Desde aquiacute arranca una primera preocupacioacuten claramente soterioloacutegica
coacutemo entender la humanidad y la divinidad coacutemo mirar al aacutenthropos y a Dios de
manera que en siacute mismos se produzca la posibilidad del encuentro de la relacioacuten
de la comunioacuten por encima de la paradoja No basta con hacer nuestra la fe de la
Iglesia y creer en la verdadera humanidad y verdadera divinidad de Cristo
Necesitamos articular ambas realidades o mejor auacuten profundizar en cada una de
ellas de modo que por siacute mismas se despliegue esa laquonaturalraquo comunioacuten
Hablariacuteamos entonces de una salvacioacuten primera previa a todo pecado que es
la pura decisioacuten divina de acercarse a nosotros y hacernos Caro capax Dei Es decir
la salvacioacuten maacutes honda no viene desde fuera como una especie de ortopedia ajena
que repare nuestra incapacidad No Ni siquiera es soacutelo ese remedio medicinal y
saludable que se nos aplica y laquopor sus meacuteritosraquo nos sana Tampoco Es la gracia de
Dios que nos capacita internamente desde dentro daacutendonos una capacidad
ontoloacutegica creatural para llegar a ser maacutes de lo que somos Como si Dios mismo
nos dijera laquotuacute eres capaz de miacute destinado a participar de mi vidaraquo20 Una salvacioacuten
que sin negar la redencioacuten no se reduce a ella
El mal y el pecado son realidades que nadie discute pero iquestpuede instrumentalizarse de esta manera el mal y servirse casi de eacutel para justificar la necesidad de una salvacioacuten en el camino hacia Dios [] La idea de salvacioacuten expresa esencialmente y en primer lugar antes de que se hable de pecado o de falta la nocioacuten de cumplimiento [] El laquotelosraquo el teacutermino y el final de nuestro ser es la vida (cf Rm 622) estamos llamados a esa vida como a nuestro destino (1 Cor 18 1524 Hb 611) la salvacioacuten es laquotelos tegraves pisteocircsraquo
19 Cf K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo Escritos de Teologiacutea I (Madrid 31967) 167-
221 aquiacute 211 20 A GESCHEacute El mal Dios para pensar I (Salamanca 1995) 288
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 9
teacutermino y destino de la fe (cf 1 Pe 19) que hay que llevar hasta su plenitud (cf Ap 226) para cumplir el designio para el que uno ha sido creado21
Y todo cumplimiento (teacutelos) implica progreso crecimiento perfeccionamiento
Soacutelo Dios salva pero no lo hace sin la voluntad libre de la persona que asiente a
esta gracia salviacutefica y colabora con ella (la synergeia de Oriente22) asistido por la
misma gracia para hacer suyo este proceso Por tanto hablar de salvacioacuten en estos
teacuterminos es hablar de un Otro que tiene una palabra en miacute y conmigo y que lejos
de crear contraposicioacuten o rivalidad me hace ser maacutes de lo que soy aquello para lo
que he sido creada Esta salvacioacuten la vemos realizada plenamente en Cristo en Eacutel
su humanidad fue creciendo hasta la plenitud y de su plenitud nosotros recibimos
gracia tras gracia23 Es decir por Eacutel con Eacutel y en eacutel podemos crecer tambieacuten para
adentrarnos en nuestra propia salvacioacuten Y esto auacuten cuando no lo sepamos o no lo
hayamos descubierto conscientemente pues forma parte de nosotros y nuestra
humanidad forma parte de Eacutel para siempre24 Por eso me parece muy sugerente y
bella la metaacutefora que ofrece Gescheacute
En nosotros se encuentra una dimensioacuten oculta que me gustariacutea llamar un laquomapa del cieloraquo como el que se dice que tienen las aves migratorias que trazan en el cielo su camino [hellip] Si esto es asiacute no cabe duda de que es importante que volvamos a aprender a descifrar este mapa o esta frase como si se tratara quizaacutes de nuestro maacutes profundo secreto Y que aunque sin saberlo nos comunica la vida encerrado dentro de nuestro corazoacuten como si fuera la lamparilla treacutemula pero indudable del santuario Lamparilla vacilante [hellip] que tenemos que amparar y proteger con nuestras manos ya que ha sido colocada en nosotros por Aquel que ha hecho de nosotros una maravilla casi insospechada a nuestros propios ojos pero a quien tenemos el derecho de creer y el deber de amar [hellip] Para descifrar este mapa del cielo que hay en nosotros mismos deberiacuteamos acordarnos seguramente de que todos en la medida en que somos mdasheacutese es el mapa sagrado que nos definemdash estamos hechos a imagen y semejanza de Dios25
Desde esta conviccioacuten estudiamos la teologiacutea de Ireneo O concretando un
poco maacutes estudiamos su antropologiacutea para conocer quieacutenes somos y desde ahiacute
saber coacutemo es la carne de Cristo Siendo Hombre Perfecto26 era tambieacuten Dios pero
21 ID El destino Dios para pensar III (Salamanca 2001) 31-32
22 laquoEl Espiacuteritu Santo actuando en nosotros lleva a cabo con nosotros nuestra salvacioacuten [] El hombre lleva a cabo la obra de su salvacioacuten siendo asistido por la graciaraquo MONSENtildeOR TEOacuteFANES Cartas sobre la vida cit por V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente (Barcelona 22009) 148 Ver tambieacuten sobre este tema 72-73 146-148
23 Cf Jn 116
24 Cf BENEDICTO XVI Exhortacioacuten apostoacutelica Verbum Domini (2010) 90
25 A GESCHEacute El destino 57-58
26 Cf GS 22 45
INTRODUCCIOacuteN
10 | Humana augens
laquosiendo Hijo aprendioacute a serloraquo27 es decir lo fue siendo en la medida que fue
viviendo como tal haciendo de su voluntad humana una sola cosa con la del Padre
Justamente estariacutea ahiacute el Misterio y nuestra participacioacuten en eacutel vivir de tal manera
que esta unidad mdashperijoreacuteticamdash humano divina llegue a darse sin conflicto ni
mezcla alguna sin fusioacuten ni imposicioacuten de una sobre otra Estamos llamados a
recorrer el camino que recorrioacute Cristo lo abrioacute para nosotros y abrieacutendolo nos lo
posibilitoacute laquodeificarraquo nuestra naturaleza humana en totalidad hacer de nuestra
voluntad humana una obediencia amorosa28 a la voluntad de Dios
Parafraseando a Ireneo esto es posible por la accioacuten del Espiacuteritu en la carne
en un mutuo acostumbramiento En la persona de Cristo se nos muestra hasta
doacutende puede llegar la humanidad que de hecho es limitada y capaz de pecado mdashla
que el Verbo asumioacute y no otramdash cuando se une con la voluntad divina Aquiacute reside
el mayor de los misterios que Dios mdashperfectomdash se hiciera hombre mdashperfectomdash a
fuerza de asumir nuestras imperfecciones de la mano del Padre para llevarnos
hasta Eacutel29 laquoera preciso que el hombre fuera santificado por la humanidad de
Diosraquo30
Por supuesto no seraacute indiferente coacutemo entendamos el misterio de la
Encarnacioacuten para hablar del sentido salvador del crecimiento en la humanidad de
Cristo Recordemos brevemente
- Arrio (s IV) se pregunta si la encarnacioacuten del Logos fue soacutelo en cuerpo
humano o tambieacuten con alma humana Y de ser verdadero hombre iquestpodriacutea
salvarnos alguien que no sea Dios Su solucioacuten es que Dios otorga la
divinidad a Cristo tras la resurreccioacuten laquoper gratiamraquo es decir como premio
a su progreso moral a su obedienciahellip De ahiacute que Nicea condenara a quien
afirmara que en el Hijo de Dios se da cambio o alteracioacuten iquestY crecimiento
27 Hb 59
28 Lo que K RAHNER llamoacute laquopotentia oboedientialisraquo por ejemplo en laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV (Madrid 1964) 139-157 aquiacute 145
29 Cf 2 Cor 89
30 GREGORIO NACIANCENO In sanctum Pascha Or XLV 22 PG 36 col 653AB
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 11
El problema en Arrio era plantearlo como un progreso moral (la προκοπή
de raiacutez estoica31) que conlleva un cambio ontoloacutegico en Eacutel Esa es la herejiacutea
- San Atanasio (s IV) responderaacute subrayando la unidad del sujeto
cristoloacutegico ungiendo la divinidad de Cristo a su propia humanidad pero
sin entrar auacuten en el tema del alma humana El problema vendraacute cuando
Apolinar en la misma liacutenea afirme que esa divinidad que unge es el alma
de Cristo Por tanto la humanidad de Cristo es pura carne cuerpo y psycheacute
sin alma mdashpneuma noucircsmdash humana32 Su humanidad es instrumento de
salvacioacuten pero dirigido por el Logos divino quedando fuera cualquier
dimensioacuten salviacutefica de su humanidad en cuanto tal Su doctrina fue
sancionada repetidas veces
- Teodoro de Mopsuestia (s V) habla del hombre asumido (laquohomo
assumptusraquo) que vence al pecado y la muerte pero soacutelo con la gracia de
Dios Evidentemente es contrario a Apolinar porque entiende que la
libertad humana de Cristo es clave tambieacuten soterioloacutegicamente Su
obediencia libre tras la exaltacioacuten entra en la gloria de Dios y nos abre el
camino a nosotros Esta escuela antioquena mantiene la unidad pero de un
modo algo extrinsecista ya que tiende a subrayar la humanidad de Cristo
en proceso con el peligro de dejar maacutes en penumbra su preexistencia
como si Jesuacutes hubiera ido recibiendo la dignidad divina poco a poco
- Calcedonia (451) quiere resolver el tema de la unidad hablando de una
hipoacutestasis divina (ὑπόςταςισ en cuanto identidad personal) en dos
naturalezas perfectas Cristo no es solo de la misma sustancia que el Padre
sino tambieacuten consustancial a nosotros la Humanidad pues solo asiacute somos
salvados El modo en que podamos entender esta foacutermula creo que es
primordial para nuestro tema aunque loacutegicamente ni los teacuterminos ni la
problemaacutetica aparecen tal cual en Ireneo
31 Cf J L RUIZ DE LA PENtildeA Imagen de Dios Antropologiacutea teoloacutegica fundamental (Santander 1996)
237 32
Cf B SESBOUumlEacutendashJ WOLINSKI Historia de los dogmas I El Dios de la salvacioacuten (Salamanca 2004) 282-
283
INTRODUCCIOacuteN
12 | Humana augens
No es casual la eleccioacuten de San Ireneo pues siendo un autor del siglo II
anticipa creo yo estas cuestiones de un modo profundo y actual tal como espero
se vea confirmado a lo largo de estas paacuteginas
32 iquestDE QUEacute CRECIMIENTO HABLAMOS
Para terminar puede ser conveniente decir unas palabras sobre el crecimiento
tal como lo vamos a entender aquiacute No se trata del crecimiento ilustrado o
moderno el desarrollo ilimitado de nuestras sociedades donde el criterio de
crecimiento siempre estaacute en uno mismo o en comparacioacuten con los demaacutes
cuantitativa y funcionalmente
Biacuteblicamente33 el crecimiento humano tiene su medida en Cristo34 y por
supuesto tiene liacutemites los que nos marca la propia realidad nuestra carne la
carne del mundo En Geacutenesis 128 el primer mandato o imperativo que Dios dirige
al ser humano es laquofructificad y aumentadraquo (WbplusmnrgtW WriumlP) San Jeroacutenimo en la
Vulgata mantuvo el verbo griego de la Septuaginta laquoαὐξάνεςϑεraquo crecer y tradujo
laquocrescite et multiplicaminiraquo Y asiacute la tradicioacuten judiacutea entendioacute este mandato en clave
bioloacutegica convirtieacutendolo en un precepto o laquomistvaacuteraquo Despueacutes la teologiacutea cristiana
lo ha asociado frecuentemente al matrimonio y la procreacioacuten Pero iquestno tendriacutea
sentido entenderlo como un deseo de Dios dirigido a cada ser humano en siacute
mismo Curiosamente en los evangelios de la infancia la primera buena noticia
que se nos dice de Jesuacutes tras su nacimiento es que creciacutea35 Dato que se repite al
hablar de Juan Bautista el maacutes grande entre los nacidos de mujer36 Y el mismo
Lucas en los Hechos de los Apoacutestoles repite este verbo para expresar el
crecimiento de la Iglesia a medida que aumentaba el nuacutemero de disciacutepulos y
33 Para esta breve presentacioacuten cf M T PORCILE Crecer un deseo de Dios (Meacutexico 1995) 34 Cf Ef 413
35 Lc 240 (Τὸ δὲ παιδίον εὔξανεν καὶ ἐκραταιοῦτο πληρούμενον ςοφία καὶ χάρισ Θεοῦ ἦν ἐπrsquo αὐτό) y 252 (καὶ Ἰηςοῦσ προέκοπτεν ςοφίᾳ καὶ χάριτι παρὰ Θεῴ καὶ ἀνϑρώποισ) En 240 aparece el mismo verbo de Gn mientras que en 252 se opta por laquoproekoptenraquo con un sentido de progreso de abrirse camino hacia delante
36 Cf Lc 180 Es el mismo verbo que en 240 (εὔξανεν) pero en Jesuacutes se antildeadiacutea la plenitud de la sabiduriacutea y la gracia de Dios con Eacutel
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 13
laquocreciacutearaquo la Palabra de Dios37 En la predicacioacuten de Jesuacutes las llamadas laquoparaacutebolas
del crecimientoraquo38 son centrales para hablar del Reino y otras como la de los
talentos se insertan en el discurso escatoloacutegico de Mateo sentildealando que laquoen los
uacuteltimos tiemposraquo Dios espera de nosotros algo maacutes que permanecer nos espera
crecidos aumentados fecundos Tambieacuten Pablo invita al cristiano a crecer en la fe
en el conocimiento y en el amor39 sabiendo que es Dios quien da el crecimiento
siempre don suyo y de un modo especial es don del Espiacuteritu Santo40
Por tanto hablamos de un crecimiento inherente a todo ser humano inscrito
en la humanidad misma desde su Creacioacuten que implica relacioacuten con Dios Es el
crecimiento al que todo ser humano estaacute llamado y para el que ha sido creado pues
encuentra su meta en Dios41 que a su vez es tambieacuten el horizonte gozoso que le
atrae pues es Dios mismo quien laquoproduce en las criaturas el amor que las hace
tender hacia Eacutel Eacutel las atrae ldquoqueriendo que se le quiera y amando que se le amerdquo
(san Maacuteximo)raquo42
Por eso la vida espiritual puede definirse como laquoel crecimiento de la persona
humana en la graciaraquo43 algo que no se daraacute si el ser humano no lo elige viviendo
libre y conscientemente hacia Dios44 Es un crecimiento unido al
perfeccionamiento que la tradicioacuten eclesial ha identificado con el cumplimiento de
la voluntad divina en total disponibilidad u obediencia45 No es casual Esta
llamada al crecimiento como perfeccioacuten aparece soacutelo dos veces en el evangelio46 y
nunca como perfeccioacuten divina sino como movimiento de plenitud acabamiento La
37 Cf Hch 247 44 617 931 1224 1920
38 Cf Mt 13 y Mc 4 H SCHUumlRMANN afirma que son laquoparaacutebolas autobiograacuteficasraquo que Jesuacutes saca de su propia experiencia cf El destino de Jesuacutes su vida y su muerte Esbozos cristoloacutegicos recopilados y presentados por Klaus Scholtissek (Salamanca 2003) 107
39 Cf 2 Cor 1015 Col 110 Fil 19 1 Ts 312-13
40 1 Cor 36-9
41 laquoiquestQueacute arco habraacute arrojado esta saeta que soy iquestQueacute cumbre puede ser la metaraquo (JL BORGES La rosa profunda [1975])
42 V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 73
43 Ibid 161
44 Cf Ibid 149 160
45 Cf S G ARZUBIALDE Theologia Spiritualis El camino espiritual del seguimiento a Jesuacutes I (Madrid 1989) 66-79
46 Mt 548 1921
INTRODUCCIOacuteN
14 | Humana augens
carta a los Hebreos lo ha convertido en clave de su mensaje47 y designa con eacutel a la
vez el destino del hombre en cuanto es participacioacuten del destino de Cristo48
Y es que iquestcoacutemo plantear la significatividad salviacutefica de esta humanidad de
Cristo si la entendemos en total pasividad frente a la divinidad iquestdoacutende quedariacutea
su libertad su eleccioacuten El camino de Cristo es el camino vocacional de todo ser
humano49 Por eso no soacutelo tiene un significado salviacutefico la humanidad de Cristo
sino su crecimiento en la carne asumida glorificada tras la Resurreccioacuten y
Ascensioacuten de Cristo en el seno de la Trinidad que tambieacuten seraacute la nuestra
Tanto cristoloacutegica como antropoloacutegicamente podemos caer en el peligro de
confundir este crecimiento con una especie de redondeamiento del yo como una
obra que yo firmo de miacute misma para ser mejor No se trata de eso Maacutes bien surge
del deseo de responder a quien amas y no de buscar tu mejor laquoyoraquo Por eso no es
un crecimiento laquomoralraquo que el Padre premia con la divinidad como planteaba
Arrio No hay duda de que el ser humano crece en la relacioacuten de amistad con Dios
Lo contrario seriacutea un contrasentido tanto por nuestra parte (si no somos siempre
los mismos no crecer es retroceder50) como por parte de Dios (iquestcoacutemo es posible
que una intimidad cada vez mayor con Eacutel no influya decisivamente en nuestra
plenitud humana) Es maacutes siempre que se deacute en nosotros un verdadero
crecimiento se tendriacutea que dar tambieacuten un ensanchamiento de nuestra libertad
una maduracioacuten de nuestro ser completo Unas veces se nos daraacute a vivir
luminosamente palpablemente Otras veces en la oscuridad de la noche en la cruz
de los propios liacutemites o el aparente fracaso No depende de eso el crecimiento del
que hablamos como tampoco dependioacute el crecimiento de Cristo de sus momentos
de mayor gloria o reconocimiento social
Veremos tambieacuten coacutemo la libertad es esencial en la teologiacutea de Ireneo para
poder afirmar la fe y el crecimiento de lo humano en Dios laquoLa verdadera presencia
de Dios en nuestra libertad consiste en ponernos de largo haciendo que seamos
47 Cf Hb 210 59 514 61 7111928 10114 12223
48 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS La Humanidad Nueva Ensayo de Cristologiacutea (Santander 81994) 55-105
49 Cf GS 22 45
50 Este caraacutecter evolutivo y dinaacutemico de la perfeccioacuten o el crecimiento es considerado por la Tradicioacuten como un signo de salud espiritual (cf S ARZUBIALDE Theologia Spiritualis 74)
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 15
mayoresraquo51 iquestAcaso no nos sentimos maacutes libres con aquellas personas que maacutes
queremos y nos quieren y cuya presencia maacutes peso tiene en nuestra vida iquestAcaso
no sentimos con estas mismas personas que su sola cercaniacutea nos ensancha el
horizonte y casi nos acrecienta por encima de nuestra propia talla iquestY no es
justamente con estas personas con quienes sentimos mayor responsabilidad de
las opciones que vamos haciendo Son presencias que de alguacuten modo
fundamentan mi libertad y mi recorrido vital pero a la vez no se confunden
conmigo ni se tornan imprescindibles para dar un paso iexclCuaacutento maacutes no ocurriraacute
esto entre el ser humano y Dios
La accioacuten que el Espiacuteritu Santo de Dios fue haciendo en la humanidad histoacuterica
de Cristo y tras la Resurreccioacuten glorificaacutendola la seguiraacute llevando a teacutermino
tambieacuten en nuestra humanidad Si nosotros queremos Sin libertad y decisioacuten
humana Dios no fuerza Es posible creer que haremos este camino de libre
obediencia porque la humanidad de Cristo verdadera humanidad como la nuestra
lo ha hecho primero Soacutelo este ser humano libre puede estar llamado a la Salus
carnis en un proceso de crecimiento continuo libre y obediente al dinamismo que
el Espiacuteritu Santo va imprimiendo en su carne hasta la comunioacuten con Dios
51 A GESCHEacute El sentido 40
INTRODUCCIOacuteN
16 | Humana augens
Capiacutetulo I
EL SER HUMANO PLASMA DEI
ARTE EN LAS MANOS DE DIOS
Opera autem Dei plasmatio est hominis
(AH V 152)
Introduccioacuten
1 Un solo Dios una sola Creacioacuten un solo hombre
2 Plasmados por Sus Manos y hechos para la comunioacuten con Eacutel
3 Predileccioacuten de Dios por el ser humano a imagen y semejanza suya
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO I
18 | Humana augens
Introduccioacuten
En la teologiacutea del siglo II la nocioacuten de ser humano no era monoliacutetica1 Ireneo
conoce las diversas visiones filosoacuteficas gnoacutesticas y eclesiales y toma su propia
postura Hay un punto de partida fundamental que se repite abundantemente en
sus escritos su teologiacutea unitaria2 No hay varios dioses ni distincioacuten entre un Dios
Creador y el Dios de Jesuacutes No hay varios Cristos ni separacioacuten entre el Verbo
encarnado el Salvador el Preexistente el Glorioso No hay varias creaciones ni
diversas sustancias a la base de distintas clases de seres No hay tampoco varios
tipos de hombres ni en funcioacuten de su origen ni por el dinamismo antropoloacutegico
que se les confiere de cara al fin que les espera
Por eso partiremos de esta unidad para ver despueacutes coacutemo articula Ireneo los
diversos elementos que forman el aacutenthropos verdadera obra de arte en manos de
Dios Trinidad La predileccioacuten de Dios por el ser humano se refleja en el cuidado
con que nos plasmoacute en el lugar privilegiado que nos otorga frente a lo creado y de
un modo especial en haber querido hacernos a imagen del Verbo y a semejanza
suya por la fuerza del Espiacuteritu Aquiacute radica la verdadera grandeza del ser humano y
de su Creador Y aquiacute estriba una de las mayores aportaciones de Ireneo llevamos
su imagen y semejanza en nuestro cuerpo en nuestra carne pues asiacute lo ha querido
Dios y por tanto en ella se dinamiza toda la Historia de Salvacioacuten para que
creciendo y madurando llegue un diacutea a la comunioacuten perfecta con Eacutel
Si nuestra carne juega tal papel en la obra salvadora y Cristo fue
verdaderamente hombre carne de nuestra carne iquestcoacutemo no seraacute tambieacuten crucial el
crecimiento y maduracioacuten de su Humanidad para salvarnos
1 Cf A ORBE laquoLa definicioacuten del hombre en la teologiacutea del s IIraquo Gregorianum 48 (1967) 522-576
2 Cf J VIVES laquoPecado original y progreso evolutivo del hombre en Ireneoraquo Estudios Eclesiaacutesticos 43 (1968) 561 571
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 19
1 Un solo Dios una sola Creacioacuten un solo hombre
Ireneo se mueve en un ambiente marcado por las doctrinas gnoacutesticas3 y
marcionitas con dos consecuencias centrales el desprecio de la materia y lo
creado y la consiguiente distincioacuten y duplicidad de dioses o principios divinos que
dan lugar a diversos hombres con desigual dignidad
Para rebatir tal planteamiento Ireneo se apoya en la Escritura tal como es
costumbre en eacutel Si queremos comprender queacute es el ser humano tendremos que
acudir al relato de la Creacioacuten El problema estaacute en que encontramos narrada dos
veces la creacioacuten del hombre4
Dijo Dios laquoHagamos al ser humano a nuestra imagen como semejanza nuestra y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos y en las bestias y en todas las alimantildeas terrestres y en todas las sierpes que serpean por la tierraraquo Creoacute pues Dios al ser humano a imagen suya a imagen de Dios le creoacute macho y hembra los creoacute
(Gn 126)
Entonces Yahveh Dios formoacute al hombre con polvo del suelo e insufloacute en sus narices aliento de vida y resultoacute el hombre un ser viviente
(Gn 27)
Dentro y fuera de la Iglesia diversos autores encontraron aquiacute fundamento
suficiente para apoyar una laquodobleraquo creacioacuten y dos tipos de hombres Filoacuten de
Alejandriacutea distinguiacutea entre el hombre laquohechoraquo a imagen y semejanza de Dios
(laquoποιηϑείσraquo seguacuten Gn 126) y el hombre laquomodeladoraquo o laquoplasmadoraquo por Eacutel a partir
del barro (laquoπλαςϑείσraquo seguacuten Gn 27) El primero es el hombre puro incorruptible
racional incorpoacutereo identificado con el νοῦσ es el hombre ideal paradigma de
todos los demaacutes Soacutelo eacutel puede considerarse propiamente imagen de Dios Por el
contrario el plasmado es un hombre material corruptible mortal compuesto de
cuerpo y alma maacutes cercano a lo animal que al aacutenthropos propiamente
3 Una presentacioacuten del gnosticismo y un breve resumen del sistema valentiniano en R TREVIJANO
Patrologiacutea (Madrid 1998) 6771-80 ID laquoLas cuestiones fundamentales gnoacutesticasraquo E ROMERO POSE (ed) Pleacuteroma Miscelaacutenea en homenaje al P Antonio Orbe (Santiago de Compostela 1990) 243-256 J A CABALLERO laquoEl Evangelio de Judas Gnosis san Ireneo y el canonraquo Veritas 17 (2007) 387-406 Sobre nuevas formas de gnosticismo hoy A MANARANCHE Querer y formar sacerdotes (Bilbao 1996) 19-88
4 Para todos los textos biacuteblicos seguimos la traduccioacuten de la Nueva Biblia de Jerusaleacuten (Bilbao 2009)
CAPIacuteTULO I
20 | Humana augens
Ireneo mantiene inalterable la unidad antropoloacutegica y creatural5 Solo hay un
principio el uacutenico Dios Solo una Creacioacuten Y en ella un uacutenico hombre creado
Porque es necesario que las cosas creadas tengan por principio alguna causa grande y el principio de todo es Dios [] Es pues necesario creer primeramente que hay un Dios el Padre el cual creoacute y organizoacute el conjunto de los seres e hizo existir lo que no existiacutea [] En tal conjunto se halla igualmente este mundo nuestro y en el mundo el hombre6
Para eacutel no hay ni rastro de seres intermedios emanaciones o Demiurgos que
faciliten el laquotrabajoraquo de Dios Tampoco hay diversas clases de hombre seguacuten la
sustancia de la que provengan y el fin que les sea propio como defendiacutean los
gnoacutesticos Todos jugamos con las mismas reglas porque no hay maacutes mundo que
este nuestro ni maacutes aacutenthropos que se salve o pierda eternamente desde el inicio
Un solo Dios una Uacutenica Creacioacuten una sola historia de salvacioacuten para todos Y
siempre como veremos enseguida es Dios Trinidad quien crea quien acompantildea
quien cuida quien salva7
Entre la gran pluralidad gnoacutestica8 y la unidad ireneana Oriacutegenes asumioacute la
doble creacioacuten de Filoacuten y la relacionoacute con el laquodobleraquo hombre paulino de 2Cor 416
Por un lado identifica el hombre laquohechoraquo de Gn 126 con las cualidades platoacutenicas
del noucircs y las paulinas del hombre espiritual y el hombre nuevo9 Por otro lado
estaacute el laquoplasmadoraquo de Gn 27 que es sensible corpoacutereo material unido al hombre
animal terreno y viejo10 de Pablo Por si fuera poco Oriacutegenes introduce el pecado
entre una y otra creacioacuten lo que explica bien el sentido peyorativo que la aparicioacuten
de la materia tiene en su teologiacutea Aunque la valore como instrumento para
elevarse y llegar a Dios siempre estaraacute ligada a la caiacuteda primigenia de la que hay
que liberarse11
Con el tiempo manteniendo esta liacutenea autores como san Ambrosio san Hilario
o Gregorio de Elvira identificaraacuten la creacioacuten del alma con Gn 126 y la del cuerpo
5 Para toda esta parte A ORBE Antropologiacutea de San Ireneo (Madrid 1997) 6 Ep 4 7 Cf Ep 5 8 Cf J A CABALLERO laquoEl Evangelio de Judas Gnosis san Ireneo y el canonraquo 394-401
9 Cf 1Cor 215 Ef 316 424 10 Cf Ef 422 Rm 724 11 ORIacuteGENES De Principiis II 92 Contra Celso I 32 y 33 Cit por A ORBE Antropologiacutea 26
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con Gn 27 De este modo es el alma la razoacuten o entendimiento mdashhombre interior
paulinomdash quien es hecha a imagen del Logos imagen de Dios mientras que el
cuerpo mdashhombre exterior paulinomdash es formado de la tierra de la materia Es por
tanto el alma lo realmente esencial al ser humano su centro su ligazoacuten con el
Creador12 pues ella seraacute deificada y no el cuerpo
Nada maacutes lejos de la propuesta de Ireneo Lo que nos interesa a nosotros aquiacute es
constatar este fondo platoacutenico y gnoacutestico y las diversas posiciones en que cristaliza
en la teologiacutea cristiana cuando nos preguntamos por la sede de la imagen de Dios en
el hombre por lo esencialmente humano Para nuestro autor residiraacute en la totalidad
del hombre creado el uacutenico que hay que no existe maacutes que en la carne y en este
mundo el uacutenico creado No ve diferencia entre los dos textos creacionales ni
incompatibilidad entre los dos verbos hacer y plasmar Maacutes bien pareciera que se
complementan Dios hace plasmando Es decir Gn 27 responde a lo enunciado en Gn
126 son una unidad Como si el peso creador recayera en todo caso sobre la
plasmacioacuten en el cuerpo pues nada se dice del alma per se sino de esa plasis
humana imagen de Dios Coincidiraacuten con esta visioacuten Teoacutefilo Antioqueno13 y Melitoacuten
de Sardes entre otros Y ya estaba previamente en san Justino
Aquestos [enemigos de la resurreccioacuten carnal] parecen ignorar la universal empresa de Dios y la aparicioacuten y plasmacioacuten inicial del hombre [τὴν ἐξ ἀρχῆσ γένεςιν τοῦ ἀνϑρώπου καὶ πλάςιν] y por queacute se hicieron las cosas del mundo iquestNo dice acaso el oraacuteculo [Gn 126] laquoHagamos un hombre a nuestra imagen y semejanzaraquo iquestCuaacutel Alude al hombre carnal es claro Pues dice el oraacuteculo [Gn 27] laquoY tomoacute Dios de la tierra barro y plasmoacute el hombreraquo Salta pues a la vista que el hombre modelado a imagen de Dios [ὡσ κατrsquo εἰκόνα Θεοῦ πλαςςόμενοσ ὁ ἄνϑρωποσ] era carnal14
Ireneo da tambieacuten un especial relieve al contraste paulino entre hombre interior
y exterior y mucho maacutes entre el primer Adaacuten y el Segundo Ahora bien en absoluto
los identifica con los dos textos de Geacutenesis Una vez maacutes soacutelo hay un hombre soacutelo
12 Pensamiento tiacutepico de la escuela alejandrina Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza
de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo Scriptorium Victoriense 23 (1976) 275-302 Aquiacute 281 13 laquoY para mostrarnos tambieacuten la πλάςισ mdashno fuera a parecer problema insoluble entre hombres
el que habiendo Dios declarado ldquohagamos un hombrerdquo auacuten no se hubiera dado a conocer su creacioacuten [ἡ ποίηςισ ἀυτοῦ]mdash nos ensentildea la Escrituraraquo (Ad Autol II 19) Cit por A ORBE Antropologiacutea 15 nota 37
14 SAN JUSTINO De Resurrectione 7 Cit por A ORBE Antropologiacutea 14 Como es sabido la atribucioacuten a Justino de dicha obra no es considerada segura por la criacutetica Veacutease como ejemplo M SIMONETTI Justino A DI BERARDINO ndash G FEDALTO ndash M SIMONETTI Literatura Patriacutestica (Madrid 2010) 1011
CAPIacuteTULO I
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hay un origen este primer Adaacuten hecho y plasmado a imagen del Segundo Cristo
Veamos entonces en queacute consiste ese aacutenthropos verdadero para Ireneo
En diaacutelogo con los gnoacutesticos y con las distintas visiones de su eacutepoca quiere
aunar la nocioacuten filosoacutefica y la biacuteblica manejando con toda libertad diversas
concepciones antropoloacutegicas seguacuten el contexto en que habla o el intereacutes que en ese
momento tiene15 Por un lado podemos encontrar en sus escritos16 la definicioacuten
filosoacutefica predominante en ese momento17
Y como el hombre es un ser viviente [compositum animal mdash ζῷον] compuesto de alma y cuerpo asiacute es necesario y conveniente que exista en virtud de tales dos elementos [] Ambos pues se alegran de estar juntos estaacuten aliados y luchan mano a mano para llevar al hombre a la presencia de Dios18
Asiacute escribe a su amigo Marciano queriendo fortalecer su fe y exponiendo
laquobrevemente la predicacioacuten de la verdadraquo19 Sin embargo es una visioacuten del ser
humano que podriacutea llevarnos a engantildeo si no atendemos al resto de su obra
Veremos que este pasaje no representa la teologiacutea del autor pues sin ser falsa es
claramente insuficiente20 ya que omite la presencia activa de Dios en el hombre su
Espiacuteritu su economiacutea El hombre es alma y cuerpo como deciacutean los filoacutesofos pero
tal definicioacuten carece de la riqueza que aporta la Escritura Si fuera asiacute iquestcoacutemo
podriacutea alcanzar el hombre el fin que le es propio la comunioacuten con Dios iquestpor queacute
no la alcanzariacutean entonces otras criaturas que del mismo modo son seres
racionales
Fiel a la antropologiacutea tricotoacutemica de 1Tes 523 para Ireneo soacutelo se puede
hablar de hombre propiamente si hablamos de cuerpo alma y espiacuteritu21 aunque
no siempre lo exprese asiacute en funcioacuten del tema que le interesa abordar Bien es
cierto que tambieacuten los gnoacutesticos fundamentaban aquiacute su triple aacutenthropos material
15 Cf A ORBE laquoLa definicioacuten del hombre en la teologiacutea del s IIraquo 544 Muy significativo es que
ninguacuten eclesiaacutestico asumiera la foacutermula completa de la tradicioacuten filosoacutefica laquoanimal racional mortalraquo y en todo caso hablaran de laquoanimal racionalraquo
16 Cf Ep 2 AH IV pr 3 AH V 81 AH V 13 AH V 32 AH V 201 AH II 284 17 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo Gregorianum 43 (1962) 482-483 18 Ep 2 19 Ep 1 20 Cf A ORBE Antropologiacutea 17-18 21 Cf AH V 61 82 Si bien es cierto que en algunos momentos se expresa dicotoacutemicamente AH III
221 334 V 122
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animal y espiritual Para los valentinianos estos tres hombres se corresponderiacutean
con las tres esencias que conllevaban un orden y una finalidad propia No todos los
seres humanos tienen las mismas posibilidades ni el mismo destino Seguacuten la
esencia se estariacutea llamado a uno u otro estado a una u otra dinaacutemica vital
El hombre material o hiacutelico (simbolizado en Caiacuten) seriacutea el hombre
irracional carnal y visible Es el polvo de Gn 27a configurado por el
Demiurgo pues seriacutea impensable que Dios Padre se laquomanchararaquo con algo
tan bajo como la carne No tendriacutean ninguna posibilidad de alcanzar la
comunioacuten con Dios
El hombre psiacutequico o racional (representado en Abel) provendriacutea de la
esencia del Demiurgo consustancial a eacutel seguacuten Gn 27b Necesita de un
hombre material para hacerse visible en este mundo pero tendraacute que
deshacerse de eacutel si quiere elevarse hasta la divinidad Tambieacuten seriacutea
perfecto dentro de su orden
El hombre pneumaacutetico o espiritual (representado en Set) seriacutea
consustancial al Verbo y por su medio al Padre Necesita de los otros dos
hombres para lograr su propia madurez pero abandonaraacute ambos en su
camino hacia Dios fin que le es propio por naturaleza
Los tres seriacutean laquohombres perfectosraquo en su orden pues su inicio y su fin estariacutea
en ellos mismos sin una posible maduracioacuten o crecimiento que les llevase maacutes allaacute
de lo que son Maacutes que perfectos podriacuteamos decir que son laquoacabadosraquo en siacute
mismos Ademaacutes en ninguno de los tres la laquocarneraquo (ςάρξ) forma parte
propiamente de su ser aacutenthropos aunque sea a comuacuten a todos y la necesiten como
instrumento en este mundo visible y corpoacutereo
Por el contrario para Ireneo el uacutenico aacutenthropos existente es carnal corpoacutereo y
sobre la plasis inicial reposa su fundamento22 Eso siacute es imperfecto inacabado
llamado a crecer maacutes allaacute de siacute mismo para alcanzar la perfeccioacuten del Espiacuteritu Por
eso crece laquomaacutes allaacute de siacuteraquo porque el ser humano de ninguacuten modo podriacutea alcanzar
el ser espiritual si Dios no le diera su Espiacuteritu
22 Cf AH IV 372
CAPIacuteTULO I
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No es que la sola carne creada sea de por siacute el hombre perfecto sino que es soacutelo el cuerpo del hombre y una parte suya Pero tampoco sola el alma es ella misma el hombre sino que es soacutelo el alma del hombre y una parte del hombre Ni el Espiacuteritu es el hombre pues se le llama Espiacuteritu y no hombre Sino que la unioacuten y mezcla de todos eacutestos es lo que hace al hombre perfecto [] Son pues perfectos quienes tuviesen en siacute de modo permanente al Espiacuteritu de Dios conservando sin mancha el cuerpo y el alma23
De Dios proviene todo y Eacutel dirige todo hasta el fin24 Mientras tanto el Verbo y
el Espiacuteritu acompantildean siempre su obra Nunca se veraacute el hombre fuera de sus
manos25
Dios seraacute glorificado en su criatura que por su bondad ha hecho semejante a eacutel y conforme a la imagen de su Hijo Pues el hombre y no soacutelo una parte del hombre se hace semejante a Dios por medio de las manos de Dios esto es por el Hijo y el Espiacuteritu26
Otras definiciones de hombre que podemos encontrar en Ireneo son las que
corresponden a la teologiacutea paulina Habla del hombre terreno27 como laquohombre
animalraquo fiacutesico tal como se describe en Gn 27 Es plasma y soplo de vida llamado a
crecer hasta el laquohombre espiritualraquo o laquosegundo Adaacuten hecho Espiacuteritu vivificanteraquo28
paradigma del hombre ideal Entre ambos tal como se describe en Gn 126 estaacute el
hombre hecho a imagen y semejanza de Dios en un dinamismo continuo que
apunta ya a su destino al Verbo Soacutelo despueacutes tras la resurreccioacuten de la carne
viviraacute el hombre perfecto en virtud de la carne gloriosa de Cristo y de su Espiacuteritu29
Es el hombre deificado que ya ha abandonado la historia para adentrarse en la
eternidad con Dios en su descanso
Por tanto conviene no confundir estos diversos modos de hablar del hombre
en Ireneo El hombre laquohechoraquo (Gn 126) y el laquoplasmadoraquo (Gn 27) es el mismo el
aacutenthropos carnal y corpoacutereo que ha recibido la imagen de Dios de sus propias
Manos No hay otro Todas las criaturas existentes en tanto que no son Dios
(infectus) son hechas (factae) Incluidos los aacutengeles Ahora bien para Ireneo se da
una diferencia esencial entre el ser humano y las demaacutes criaturas Eacutel ha sido creado
23 AH V 61 24 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y la creacioacuten de la materiaraquo Gregorianum 59 (1978) 71-127 25 Cf AH V 13 26 AH V 61 27 Cf AH III 223 28 AH V 122 29 Cf AH IV 202 V 133 363
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con un fin uacutenico pasar de factus a infectus llegar a ser como Dios sin dejar de ser
criatura Las demaacutes criaturas no han recibido tal dinamismo ni finalidad iraacuten
madurando y creciendo seguacuten las leyes de su propia especie pero son perfectas
(acabadas) dentro de su orden Ninguna superaraacute su especie incluidos los mismos
aacutengeles tambieacuten libres como el hombre pero sin un destino que les lleve a crecer
maacutes allaacute de lo que son hasta la comunioacuten con Dios30
El hombre no es una especie maacutes Siendo laquopoco inferior a los aacutengelesraquo31 estaacute
llamado a un fin mucho mayor Si reducimos la esencia del ser humano a la mezcla
de cuerpo y alma mdashnocioacuten filosoacuteficamdash lo estamos condenando a ser una especie
maacutes y por tanto estamos malogrando el querer divino Este laquoplusraquo recibido le
viene del modelado directo e iacutentimo de las manos de Dios Dios nos hizo
plasmaacutendonos con su tacto con sus propias manos Veamos entonces en queacute
consiste esta plasmacioacuten divina
2 Plasmados por Sus Manos y hechos para la comunioacuten con Eacutel
Si volvemos al texto biacuteblico del Geacutenesis soacutelo del ser humano se dice que fue
plasmatus para ser factus Para los gnoacutesticos y en la misma tradicioacuten de Oriacutegenes
todo trabajo manual suponiacutea cierto desprecio Cuanto maacutes se aleja una labor del
intelecto puro y maacutes se acerca a la materia y lo manual maacutes despreciado No es de
extrantildear entonces el problema que suponiacutea ver a Dios modelando el barro Y no
un polvo sideral como queriacutean algunos marcionitas o de esencia hiacutelica como
deciacutean los valentinianos La Escritura habla de polvo de la tierra normal y
corriente el uacutenico que existe aunque eso siacute Dios pone tanto cuidado en su obra
que elige el maacutes puro y fino que encuentra Hubiera bastado una palabra suya32
pero quiso tocarnos que su Verbo y su Espiacuteritu se recrearan en nuestra
plasmacioacuten33
30 Cf Ep 12 31 Sal 8 32 Cf Ep 10 33 Cf AH IV pr 4
CAPIacuteTULO I
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Al hombre empero lo plasmoacute Dios [plasmavit mdashπλὰςςωmdash manibus] con sus propias manos tomando el polvo maacutes puro y fino de la tierra y mezclaacutendolo en medida justa con su virtud [ad mesuram in unum-miscens mdashςυγκεράννυμιmdash suam virtutem mdashδύναμισmdash] Dio a aquel plasma su propia fisionomiacutea de modo que el hombre auacuten en lo visible fuera imagen de Dios [quod videretur deiforme mdashϑεοειδὴσmdash esset] Porque el hombre fue puesto en la tierra plasmado a imagen de Dios Y a fin de que pudiera vivir soploacute Dios sobre su rostro un haacutelito vital de manera que tanto en el soplo como en la carne plasmada el hombre fuera semejante a Dios Fue creado por Dios libre y sentildeor de siacute [liber mdashἐλεύϑεροσmdash et suae potestatis mdashαὐτεξούςιοσmdash] destinado para ser rey de todos los seres del cosmos34
Varios puntos de intereacutes aparecen en este fragmento el contacto personal de
las manos de Dios al plasmar al hombre la mezcla inicial entre el barro y la virtus
de Dios como materia original la forma visible o fisonomiacutea que se le imprime
(imagen) el haacutelito vital insuflado posterior a la plasmacioacuten (para que pueda ser
semejante) y la libertad y sentildeoriacuteo de siacute que el ser humano recibe sobre todo lo
creado Vayamos viendo todo esto y relacionaacutendolo con otros textos de Ireneo
No aparece demiurgo alguno ni aacutengeles en quien el Creador delegue como si Eacutel
no tuviera Manos35 Con ninguna otra criatura actuoacute asiacute Dios Es Eacutel mismo en
persona quien nos crea moldeaacutendonos con lo que ello implica de contacto
personal y cuidado36
No parece que Ireneo niegue cierta modelacioacuten en el resto del universo
visible37 y de hecho otros textos de la Escritura lo confirman38 Pero soacutelo en el ser
humano imprimioacute Dios laquosu propia fisionomiacutearaquo O tomando la traduccioacuten de A
Orbe con gran belleza laquodibujoacute sobre la carne modelada su propia forma de suerte
que aun lo que es el aspecto suyo visible llevara la forma de Diosraquo39
Lo que Dios modela es ya mezcla de barro y fuerza divina Sobre esta materia
inicial laquode rudi terraraquo40 quiere actuar Dios y no sobre otra Era tierra seca mdashpues
34 Ep 11 35 Cf AH IV 201 51 192 74 36 Tambieacuten en la Carta a Clemente se recoge esta predileccioacuten laquoFinalmente con sus sacras e
intachables manos plasmoacute (Dios) al hombre caraacutecter de su propia imagen [ἄνϑρωπον ἔπλαςεν τῆσ ἑαυτοῦ εἰκονοσ χαρακτῆρα]raquo (1 Clem 334) Cit por A ORBE Antropologiacutea 14
37 Cf Ep 4 AH IV 201 38 Sal 182 laquoEl firmamento pregona la obra de sus manosraquo Job 108ss laquoTus manos me hicieron y
fabricaron iquesty me va a destruir por completo Recuerda que como arcilla me hiciste y al polvo me haraacutes volverraquo Sal 11873 laquoTus manos me crearon y plasmaronraquo
39 A ORBE Antropologiacutea 36 40 AH III 2110 Cf AH III 187 V 154 161
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auacuten no habiacutea llovido41mdash necesitada de la fuerza de Dios para hacerse moldeable y
doacutecil a sus manos y a la vez adquirir unidad e integracioacuten Esta virtud o potencia
mezclada en su justa medida es el Espiacuteritu de Dios42 que actuacutea en el hombre de
forma similar a como actuoacute sobre las aguas iniciales43 Por tanto lo que Dios
plasma con sus Manos44 el Verbo y el Espiacuteritu o Sabiduriacutea es la tierra aacuterida
tomada por Dios y mezclada con su fuerza en justa medida
Pues siempre le estaacuten presentes [al Padre] el Verbo y la Sabiduriacutea el Hijo y el Espiacuteritu por medio de los cuales y en los cuales libre y espontaacuteneamente hace todas las cosas a las cuales habla diciendo laquoHagamos al hombre a nuestra imagen y semejanzaraquo [Gn 126] toma de siacute mismo la substancia de las creaturas el modelo de las cosas hechas y la forma del ornamento del mundo45
Eligioacute el barro de la tierra para dejar en nuestra carne su imagen su rastro su
laquofirmaraquo pues cuanta maacutes distancia hay entre el Creador y la obra de sus manos
maacutes se muestra su amor y grandeza Y ciertamente nada maacutes distinto de Dios
llegaraacute a ser tan semejante nada tan tosco podriacutea mostrar con mayor
transparencia su amor Si Dios hubiera buscado deslumbrarnos con el poder de sus
obras podriacutea haberlo hecho de un modo maacutes espectacular inmediato y
contundente no sujetaacutendose a la lenta maduracioacuten del barro Por eso nos
recomienda Ireneo laquocontempla la mano de tu Artiacutefice [manum artificis tui
exspecta] que hace todas las cosas en el tiempo oportuno y tambieacuten obraraacute
oportunamente en cuanto a ti respectaraquo46 Si grande es su poder al contemplar su
obra mayor es su amor al reconocer el modo y manera como ha querido crear al
hombre
No es posible conocer a Dios en su grandeza pues es imposible medir al Padre mas seguacuten su amor (pues eacuteste es el que nos conduce a Dios por el Verbo) obedecieacutendolo aprendemos constantemente cuaacuten grande es Dios y que Eacutel por siacute mismo crea elige adorna y contiene todas las cosas y entre todas eacutestas tambieacuten estaacute incluido nuestro mundo Nosotros mismos fuimos hechos junto con estas cosas que Eacutel contiene47
41 Cf AH III 2110 42 Cf Ep 11 AH IV 392 43 Cf Gn 12 44 Cf AH V 283 45 AH IV 201 46 AH IV 392 47 AH IV 201 Cf AH IV 51 192
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Conviene no perder de vista el contraste con planteamientos maacutes cercanos al
platonismo y la liacutenea alejandrina en que el alma incorpoacuterea y consustancial a Dios
ha sido puesta como centro de la salvacioacuten Por el contrario elegir la carne es optar
por lo maacutes alejado justamente a la naturaleza del alma lentificando la accioacuten
respetuosa y libre de Dios ya que pide tiempo y espacio para acostumbrarse en
esta progresiva maduracioacuten divinizadora48 Por eso toda la obra salvadora se
mueve entre este primer momento creador (plasis inicial) y el uacuteltimo (anaplasis)
en que el ser humano mdashsu carnemdash libre y gozosamente llegue a la comunioacuten
plena con Dios La carne del hombre no es un accidente ni un castigo ni siquiera
un vehiacuteculo o instrumento para remontarse de nuevo a las alturas divinas en la
medida que se deshaga de todo lo sensible Al contrario
No es novedad de Ireneo sentildealar esta especie de laquodynamisraquo [δύναμισ] divina
inserta en el ser humano Lo novedoso es doacutende reposa y crece tal capacidad Eacutel
rechaza dos posibles soluciones ni el hombre es puro animal racional como deciacutean
los estoicos (una especie maacutes) ni el hombre tiene un origen divino anterior a una
caiacuteda primordial que le lleve a levantarse de la materia y el mundo sensible para
volver a su estado primigenio como afirma la visioacuten platoacutenica
Para Ireneo la carne ha sido creada por Dios por pura voluntad suya para que
desde ella animada por el soplo vital del alma y dejaacutendose hacer por el espiacuteritu
divino vaya creciendo hasta Eacutel La salvacioacuten requiere historia tiempo proceso
porque es salvacioacuten de la carne mdashsalus carnismdash y no de espiacuteritus puros El hombre
carnal no soacutelo es el centro de la Creacioacuten sino tambieacuten el centro de la historia de
salvacioacuten49
Mostramos coacutemo todos los hechos de esta naturaleza han acaecido para la salvacioacuten del hombre porque le hacen crecer para la inmortalidad en todo aquello que cae bajo el poder de su libertad y lo preparan para que sea maacutes capaz de someterse a Dios para siempre La creacioacuten estaacute sometida a los seres humanos en efecto el hombre no fue hecho para ella sino ella para el hombre50
El poder el amor y la belleza que refleja la obra de Dios en el hombre no
termina aquiacute maacutes bien empieza y tiene por delante un largo proceso de
48 Cf AH II 334 49 Cf AH IV pr 4 50 AH V 291
EL SER HUMANO PLASMA DEI
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crecimiento de continua modelacioacuten entre las manos divinas de progresiva
libertad y obediencia al querer de Dios hasta ser verdaderamente imagen y
semejanza suya Si al principio lo fuimos por pura voluntad de Dios al final lo
seremos porque tambieacuten nuestra voluntad asiacute lo ha querido y ha colaborado en
ello dejaacutendose con-figurar progresivamente con Cristo imagen del Padre y por la
fuerza de su Espiacuteritu
Pero si seguimos Ep 11 auacuten nos falta hablar de otro elemento
Porque el hombre fue puesto en la tierra plasmado a imagen de Dios Y a fin de que pudiera vivir soploacute Dios sobre su rostro un haacutelito vital de manera que tanto en el soplo como en la carne plasmada el hombre fuera semejante a Dios Fue creado por Dios libre y sentildeor de siacute destinado para ser rey de todos los seres del cosmos51
Para que esta plasis imagen de Dios cobre vida Dios sopla su aliento lo
laquoanimaraquo El elemento divino interno y lo terreno en la plasis estaban laquomezcladosraquo
modelados por las manos divinas pero careciacutean de comunioacuten verdadera entre
ellos Por eso el hombre no era viviente auacuten porque el hombre interior no podiacutea
auacuten vivificar al exterior Esta es la funcioacuten mediadora del alma [ψυχὴ] uniendo
ambos extremos52
Son tres los elementos de los cuales como hemos dicho consta el hombre carne alma y Espiacuteritu El tercero es el que da la forma y nos salva esto es el Espiacuteritu otro es el elemento que recibe la unioacuten y la forma es decir la carne y el tercero (el alma) media entre los dos y es el que cuando consiente a la carne cae en las pasiones terrenas Si algunos seres humanos carecen de aquello que da la salvacioacuten unidad y forma con razoacuten se les llama laquocarne y sangreraquo porque no tienen en siacute el Espiacuteritu de Dios53
Creo que este punto es de gran importancia el hombre verdadero en quien
Dios graba su imagen y pone sobre la tierra es la plasis pero eacutesta no vive sin la
comunioacuten iacutentima entre lo terreno y lo divino que le configura Sin el Espiacuteritu no
seriacuteamos maacutes que laquocarne y sangreraquo una criatura maacutes54 iquestNo podriacuteamos ver aquiacute un
paralelismo con la intimiacutesima unidad de la naturaleza humana y divina en Cristo
Queda este tema para los capiacutetulos III y IV
51 Ep 11 52 Cf AH V 122 53 AH V 91 54 Cf A ORBE laquoLa definicioacuten del hombre en la teologiacutea del s IIraquo 563
CAPIacuteTULO I
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En Ireneo el alma proviene de Dios Padre no del Verbo ni de la Sabiduriacutea y
siempre presupone la plasis modelada por Sus Manos No eran pocos los que
identificaban el alma con la sustancia misma de Dios Los gnoacutesticos la
consideraban consustancial al Demiurgo generacioacuten de Yaveacute55 pero tambieacuten
Tertuliano defensor de la total unidad en Dios cree que el alma sale de su propia
sustancia56
Para Ireneo el alma es criatura no es laquodivinaraquo aunque sea inmaterial Ninguacuten
sentido tiene tampoco pensar en el alma pura por siacute sola De ser asiacute hablariacuteamos
de aacutengeles no de hombres El alma estaacute vinculada al cuerpo en todo momento y
soacutelo en el cuerpo cobra sentido animando el elemento interior y exterior divino y
terrestre Por un lado le hace laquohombre animalraquo le da vida fiacutesica temporal57 Por
otro asimila la vida interior del espiacuteritu que en la plasis estaacute como germen todaviacutea
imperfecto pero llamado a crecer hasta la plenitud Es decir por el alma
desaparece la dualidad entre ese hombre interior y exterior entre lo espiritual y lo
material o al menos estaacute llamada y capacitada para dar la unidad necesaria58 La
carne vive por el alma para llegar a vivir en el Espiacuteritu y eacuteste seguiraacute acrecentando
la carne a traveacutes del alma Por participar de ambos extremos mdashcarne y Espiacuteritumdash
tambieacuten ella recibe el tacto creador del Verbo y el Espiacuteritu y asiacute se va configurando
y divinizando El alma tomaraacute la forma espiritual o carnal seguacuten vaya eligiendo
pues en ella estaacute la sede de la libertad y la razoacuten
Por mediacioacuten del alma el Espiacuteritu va aduentildeaacutendose de la carne y el alma se va
espiritualizando en la medida que se vincula al plasma pues por siacute misma ella no la
puede salvar ni deificar ni acercar maacutes a Dios Eso soacutelo lo hace el Espiacuteritu en
comunioacuten con el alma y la carne (laquocommixtioraquo reflejando la ςύγκραςισ estoica59)
Es significativo porque de esta manera los diversos componentes se unen
55 Cf AH I 55 56 laquoHomo [] a rationali scilicet artiacutefice non tantum factus sed etiam ex substantia ipsius animatusraquo
(TERTULIANO Adversus Praexean 5 5) Cit por A ORBE Antropologiacutea 67 57 Cf AH V 121 58 Cf AH V 13 59 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 478
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manteniendo su identidad propia pero compartiendo sus cualidades sin fusioacuten ni
con-fusioacuten60
Pues el alma y el Espiacuteritu pueden ser partes del hombre pero no todo el hombre sino que el hombre perfecto es la mezcla y unioacuten del alma que recibe al Espiacuteritu del Padre y mezclada con ella la carne que ha sido creada seguacuten la imagen de Dios61 [] Pues si alguien prescindiera de la substancia de la carne esto es de la criatura y quisiera entender lo anterior como dicho soacutelo del puro espiacuteritu entonces no se podriacutea hablar de que el hombre en cuanto tal es espiritual sino soacutelo del espiacuteritu del hombre y del Espiacuteritu de Dios (1Cor 211) Mas este Espiacuteritu se une a la criatura al mezclarse con el alma y asiacute por la efusioacuten del Espiacuteritu el hombre se hace perfecto y espiritual y eacuteste es el que ha sido hecho seguacuten la imagen y semejanza de Dios (Geacuten 126) Si le faltase el Espiacuteritu al alma entonces seguiriacutea como tal siendo animado pero quedariacutea carnal en cuanto se le dejariacutea siendo imperfecto tendriacutea la imagen en cuanto criatura pero no recibiriacutea la semejanza por el Espiacuteritu62
Por tanto el alma no hace laquohombreraquo a la plasis como afirmaban gnoacutesticos y
origenianos Soacutelo le confiere vida animal y racional como principio unificador
laquoporque una cosa es el soplo de vida que hace tambieacuten animal al hombre y otra el
Espiacuteritu vivificante que le hace tambieacuten espiritualraquo63 Es cierto que en textos como
este Ireneo parece hablar del alma como laquoespiacuteritu del hombreraquo64 sin embargo no
creo que haya que contraponerlo al espiacuteritu divino o laquovirtusraquo65 o laquohumedadraquo66 que
nuestro autor entiende ya mezclado con el limo inicial para poder ser plasmado
Otra cosa es otorgar al alma el papel primordial que para Ireneo tiene por ella la
carne pasiva de por siacute se hace capaz de acoger y hacer suyo el Espiacuteritu de Dios o
mejor dicho es capaz de dejarse poseer por Eacutel
60 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa inmortalidad como deificacioacuten del hombre en San Ireneoraquo Scriptorium
Victoriense 8 (1961) 286 Por otro lado W JAEGER afirma que la krasis o synkrasis griega es un tipo de mixis que conlleva la idea de laquopenetracioacuten mutuaraquo y habiacutea que traducirla por laquofusioacutenraquo (Cristianismo primitivo y paideia griega [Meacutexico 71998] 35-39) Desde luego no es el caso de Ireneo puesto que eacutel parte de que cada elemento sigue siendo substancialmente lo que es
61 laquoἩ δὲ ψυχὴ και τὸ Πνεῦμα μέροσ τοῦ ἀνϑρώπου δύνανται εἷναι ἄνϑρωποσ δὲ οὐδαμῶσmiddot ὁ δὲ τέλειος ἄντϑρεποσ ςύγκραςισ καὶ ἔνωςίς ἐςτι ψυξῆσ τῆσ ἐπιδεξαμένησ τὸ Πνεῦμα τοῦ Πατρὸσν καὶ ςυγκραϑείςησ τῇ κατrsquo εἰκόνα Θεοῦ πεπλαςμένη ςαρκί ndash Anima autem Spiritus pars hominis ese possunt homo autem nequaquam perfectus autem homo commixtio et adunitio est animae assumentis Spiritum Patris et admixtae ei carni quae est plasmata secundum imaginem Deiraquo Sigue el texto hablando de Espiacuteritu de Dios y espiacuteritu del hombre como Πνεῦμα ndash Spiritus
62 AH V 61 Cf AH V 81 91 II 331 63 AH V 122 64 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquoraquo 289 65 Cf Ep 11 66 Cf AH IV 393
CAPIacuteTULO I
32 | Humana augens
En contra de los valentinianos67 no somos carne y alma que recibe el Espiacuteritu
al final del proceso como una especie de laquosello finalraquo No existe el hombre
propiamente y soacutelo despueacutes como un plus se le antildeade el Espiacuteritu sino que eacuteste ya
forma parte mdashimperfectamentemdash de nuestra naturaleza de nuestro barro
modelado por las manos de Dios por dentro (Sabiduriacutea) y por fuera (Verbo) iquestQueacute
sentido tendriacutea espiritualizar al espiacuteritu ya activo en nuestro barro Lo que define
al hombre es la deificacioacuten de la carne que ya desde el principio estaacute mezclada con
el espiacuteritu de Dios Dios puso en el inicio lo que nos propone como final la
comunioacuten iacutentima de lo terreno y lo espiritual lo humano y lo divino Pero no nos lo
dio acabado sino en germen en potencia para que con nuestra libertad
hicieacuteramos nuestro lo que soacutelo puede venir de Eacutel Desde esta perspectiva cobra un
sentido mayor que la salvacioacuten viniera por el Verbo encarnado comunioacuten entre
Dios y el hombre tan plena que se hace una sola persona Cristo
En todo caso encontramos textos de Ireneo que parecen contradictorios con
Ep 11 (desde el principio Dios laquomezclaraquo barro con su propio espiacuteritu y tras
plasmarlo insufla el alma) como si situara el espiacuteritu al final recibieacutendolo el
alma68 Es el caso de AH III 221 V 61 91 Sin embargo no veo base para afirmar
tal contradiccioacuten puesto que por un lado son textos que se refieren al hombre
perfecto y no al hombre inicial de Ep 11 Y por otro lado en Ireneo el alma humana
no existe jamaacutes por siacute sola independientemente de la carne que anima iquestQueacute
sentido tendriacutea otorgar el soplo vital si auacuten no hay carne y espiacuteritu que integrar y
poner en relacioacuten
Adaacuten recibioacute el espiacuteritu en su barro antes de ser modelado pero
germinalmente como infante en su pequentildeez e imperfeccioacuten justamente para que
pueda crecer y llegar a la madurez Seraacute despueacutes en virtud de Cristo y de su carne
67 Cf AH I 55-6 68 Es el caso por ejemplo de C GRANADO laquoActividad del Espiacuteritu Santo en la Historia de Salvacioacuten
seguacuten San Ireneoraquo Communio Revista Catoacutelica Internacional 15 (1982) 31-32 A ORBE oscila entre diversas afirmaciones queriendo hacerlas compatibles seguacuten el texto que comenta Cf Antropologiacutea 58-77 127-133 Otros como J QUASTEN se inclinan a creer que para Ireneo el πνεῦμα es parte esencial del hombre creado desde el principio y no soacutelo el νοῦσ (cf Patrologiacutea I [Madrid 1961] 253 nota 8)
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 33
gloriosa cuando recibamos el Espiacuteritu de un modo maacutes personal69 Puede ayudar
entonces distinguir por un lado el Espiacuteritu con mayuacutescula mdashpara entendernosmdash
o Espiacuteritu Santo personal que recibimos primero de Dios como en arras y al final
plenamente70 Y por otro lado el espiacuteritu con minuacutescula que hace referencia a la
virtus divina ya presente en la mezcla inicial antes de ser plasmados71
Ahora recibimos alguna parte de su Espiacuteritu para perfeccionar y preparar la incorrupcioacuten acostumbraacutendonos poco a poco a comprender y a portar a Dios El Apoacutestol lo llamoacute prenda [] (cf Ef 113-14) Por ello esta prenda al habitar en nosotros ya nos hace espirituales y la mortalidad es absorbida por la inmortalidad (2 Cor54) [] Esto no nos sucede por la destruccioacuten de la carne sino por la comunioacuten del Espiacuteritu [] Si pues teniendo ahora esta prenda clamamos laquoiexclAbbaacute Padreraquo iquestqueacute sucederaacute cuando resucitados lo veamos cara a cara (1Cor 1312) cuando todos sus miembros a una sola voz elevaraacuten el himno de alegriacutea para glorificar al que los ha resucitado de los muertos para darles la vida eterna Pues si la prenda apoderaacutendose del hombre mismo ya le hace clamar laquoiexclAbbaacute Padreraquo iquestqueacute haraacute la gracia universal del Espiacuteritu que Dios otorgaraacute a los hombres Nos haraacute semejantes a eacutel y nos haraacute perfectos por la voluntad del Padre pues eacuteste ha hecho al hombre seguacuten la imagen y semejanza de Dios72
Sobre esta plasis viviente Dios ha dibujado su misma fisonomiacutea su imagen que
lejos de ser estaacutetica y acabada conlleva una capacidad continua de asemejamiento
Por eso no solo somos hechos a su imagen sino tambieacuten a su semejanza Y esto es
lo que da una primaciacutea al ser humano por encima de todo lo creado incluidos los
aacutengeles pues ellos son creados libres y racionales pero no por ello laquoa semejanza
de Diosraquo73
Esta primaciacutea creatural74 ya presente en Justino o Teoacutefilo Antioqueno no
parece que se deba a nuestra mayor perfeccioacuten (hubiera elegido aacutengeles) ni a
nuestra cercaniacutea o consustancialidad con Dios (hubiera elegido almas puras) sino a
69 AH V 182 laquoPater enim conditionem simul et Verbum suum portat et Verbum portatum a Patre
praestat Spiritum omnibus quemadmodum uult Pater quibusdam quidem secundum conditionem quod est conditionis quod est factum quibusdam autem secundum adoptionem quod est ex Deo quod est generatioraquo Comenta A ORBE laquo(Este Espiacuteritu de creacioacuten [Spiritum secundum conditionem]) es anterior a la Encarnacioacuten y se deja sentir en la creacioacuten como tal a modo de complemento suyo Sin ese pneuma no puede perseverar el mundo material en su buen serraquo (Teologiacutea de San Ireneo II Traduccioacuten y comentario del libro V del Adversus haereses [Madrid 1987] 216) Por eso hay que distinguirlo del Espiacuteritu de adopcioacuten derramado en Pentecosteacutes tras la glorificacioacuten de la carne de Cristo (cf J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos [Madrid 2004] 46-50)
70 Cf AH V 61 71 Cf AH V 81 72 AH V 81 73 Cf AH IV 384 374 6 V 13 74 Cf AH V 291
CAPIacuteTULO I
34 | Humana augens
su libre voluntad y a la capacidad que nos ha dado para llegar a ser maacutes de lo que
somos (incrementum) en vistas a alcanzar la comunioacuten con Eacutel Esa posibilidad de
crecimiento y maduracioacuten es nuestra maacutes iacutentima vocacioacuten y para alcanzar tal fin
ha desplegado Dios todo lo creado75
El Padre decide y manda el Hijo ejecuta y modela el Espiacuteritu alimenta y hace crecer y el
hombre progresa poco a poco y se eleva a la perfeccioacuten es decir se acerca a lo Increado y
eacuteste es Dios76
Hemos visto coacutemo la Creacioacuten es trinitaria y tambieacuten lo es la Historia de
Salvacioacuten como un acompantildeamiento continuo de Dios a su criatura Dios Padre da
a luz a la materia creando de (ex) la nada por voluntad divina en contra de lo que
predicaban los gnoacutesticos77 Eacutel es quien dispone de esa materia primera el limo
inicial para crear al hombre78 Asiacute el cuerpo de Adaacuten era tan carnal material y
visible como el nuestro No hay un cuerpo de Adaacuten invisible y puro en las manos de
Dios y otro carnal y visible fruto del pecado como deciacutean los gnoacutesticos a raiacutez de Gn
321 o el mismo Oriacutegenes
El Verbo da la forma o consistencia como laquomodeloraquo que es por ser laquomedida
personal del Padreraquo79 y el Espiacuteritu imprime dinamismo y belleza (laquoornamentoraquo)
para conducirla a su plenitud Recordemos que el Verbo no modela ya pura tierra
aacuterida sino una mixis que contiene la fuerza divina daacutendole unidad y ductilidad El
Verbo lo modela externamente en lo visible mdasha su imagenmdash mientras por esa
virtud (su espiacuteritu) mezclada en el barro configura al hombre internamente en lo
invisible posibilitando su semejanza Veamos queacute supone esto
75 Cf AH IV 51 76 AH IV 383 77 Cf AH II 1024 287 309 IV 383 78 Cf AH III 2110 Ep 11 79 AH IV 42
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 35
3 Predileccioacuten de Dios por el hombre a su imagen y semejanza
Como hemos visto soacutelo el ser humano es tocado y acariciado por las manos de
Dios como un Artesano contempla y recrea su obra No hay dos piezas iguales Si
Dios soacutelo imprimioacute formoacute y modeloacute su imagen en la carne del hombre ahiacute reside
entonces lo maacutes original del ser humano80
Y iquesten queacute consiste entonces esta forma divina que Dios dibuja en nosotros81
Si somos modelados con sus dos Manos recibiremos la forma de ambos la forma
visible y externa del Verbo y la invisible e interna del Espiacuteritu como semejanza
dinaacutemica Es cierto que el Hijo y el Espiacuteritu intervienen en todo lo creado pero soacutelo
el hombre recibe plenamente aquello que les caracteriza a ambos
Ahora bien iquesthabriacutea entonces que decir que Dios tiene forma humana Visto
asiacute el Verbo el Logos eterno del Padre posee una forma externa que ha impreso
en el ser humano y si es cierta tal forma seraacute humana Tal afirmacioacuten era tachada
de antropomorfismo inaceptable por muchos entre ellos Oriacutegenes82 No podemos
entrar ahora en el anaacutelisis de las distintas posturas pero siacute vale la pena resentildearlo
pues de lo que concluyamos se seguiraacuten unas afirmaciones u otras al hablar de la
humanidad de Cristo
Autores como Justino o Tertuliano en la liacutenea de Ireneo haraacuten luz en esta
cuestioacuten al distinguir entre Dios Padre y el Verbo de Dios encarnado el segundo
Adaacuten Merece la pena transcribir este precioso texto de Tertuliano
Recuerda mdashescribemdash que laquohombreraquo se llama propiamente a la carne el apelativo primero del hombre Y plasmoacute Dios al hombre lodo de la tierra mdashhombre ya y todaviacutea
80 laquoIreneo queda estupefacto ante el prodigo del cuerpo humano vivificado por el alma Ante este
prodigio vive la experiencia primordial de lo distintivo de la criatura su condicioacuten de ser plasmado por la mano de Dios laquoLa carne no estaacute excluida de la sabiduriacutea y poder artiacutesticos de Dios porque el poder de Dios que comunica la vida deviene perfecto en la flaqueza (2Cor 129) o sea en la carneraquo (AH V 33) iexclExtraordinaria y penetrante exeacutegesis [] El centro del cosmos creado [] es el hombre que antignoacutesticamente es la arcilla que las manos de Dios dan formaraquo H U VON BALTHASAR Gloria II 64 [=H III 15] Cit por R POLANCO laquoLa carne de Cristo como salus in compendio (AH III 181) o la Gloria de Dios en lo finito Recepcioacuten balthasariana de Ireneoraquo Teologiacutea y Vida 50 (2009) 345-373 Aquiacute 352 nota 64 Antildeade que Balthasar se lamenta de que la teologiacutea posterior siguiera una senda maacutes platonizante y alejandrina en detrimento de esta teologiacutea ireneana de la carne
81 Cf Ep 11 82 En loacutegica coherencia tanto Oriacutegenes siguiendo a Filoacuten como despueacutes Clemente Alejandrino
veraacuten inaceptable asignar la imagen de Dios mdasha imagen del Verbomdash al cuerpo plasmado Cf A ORBE Antropologiacutea 112 T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano (Burgos 2004) 8588-90
CAPIacuteTULO I
36 | Humana augens
limomdash e inspiroacute en su rostro un haacutelito de vida y el hombre mdashes decir el lodomdash se convirtioacute en viviente y colocoacute Dios al hombre que plasmoacute en el Paraiacuteso En hombre fue en consecuencia primero plasma (figmentum) [] Imagina a Dios ocupado y absorbido en aquello con su mano su entendimiento su actividad prudencia sabiduriacutea providencia y sobre todo con su carintildeo que era quien dictaba los rasgos (lineamenta) Porque Cristo era el pensamiento de cuanto expresaba la arcilla (quodcumque enim limus exprimebatur Christus cogitabatur) el cual habiacutea de ser hombre como el limo y Palabra hecha carne como entonces la tierra Pues asiacute habloacute el Padre al Hijo laquohagamos al hombre a nuestra imagen y semejanzaraquo E hizo Dios al hombre mdasha lo que plasmoacutemdash a imagen de Dios lo hizo es decir a imagen de Cristo porque tambieacuten el Verbo es Dios [] Asiacute aquel limo revestido ya entonces de la imagen de Cristo que habiacutea de vivir en la carne no soacutelo era obra de Dios sino tambieacuten garantiacutea83
Cristo Verbo encarnado es la imagen visible del Dios invisible y Eacutel es el
paradigma o modelo sobre el que se creoacute al ser humano84 No hay otra forma de
modelar la plasis humana a imagen de Dios si no es mirando su Imagen Y si esto es
asiacute habremos de admitir que ya en Gn 126 la figura de hombre estaba en Dios de
alguacuten modo por su Verbo como meta y fin al que se nos destina como uacutenico
hombre perfecto acabado teleioacutetico (ἄνϑρωποσ τέλειοσ) imagen y semejanza de
Dios
iquestQueacute otro puede ser superior y maacutes excelente que el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios sino el Hijo de Dios a cuya imagen fue hecho el ser humano Por este motivo el Hijo al final manifestoacute la semejanza de Dios hacieacutendose hombre y asumiendo para siacute el antiguo plasma85
Dicho de otro modo Dios laquodibujaraquo en Adaacuten al Verbo encarnado y glorioso que
existiacutea desde siempre en Dios (no a partir del seno de Mariacutea) y que por eso pudo
ser modelo para dar al ser humano su propia fisionomiacutea
Porque Dios hizo al hombre a su imagen Y la imagen de Dios es el Hijo a cuya imagen ha sido hecho el hombre He aquiacute por queacute en los uacuteltimos tiempos se ha manifestado para dar a entender que la imagen era semejante a Siacute86
El Hijo no es imagen de Dios por encarnarse sino por ser Dios Por tanto el
hombre es a imagen del Hijo en cuanto Verbo encarnado y glorioso su prototipo
su ideal El primer Adaacuten prefigura visiblemente al Segundo en quien llegaraacute a su
plenitud y consumacioacuten pero no es anterior a Eacutel
83 TERTULIANO De Resurrectione carnis 58-65 Seguacuten la traduccioacuten de A ORBE Antropologiacutea 97 El
texto se cita en GS 22 Documentos del Vaticano II (Madrid 1968) nota 20 84 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 478 85 AH IV 334 86 Ep 22 [Imago autem Dei filius est cuius ad imaginem factus est homo Et propter hoc in novissimis
temporibus adparuit ut imaginem simile sibi ostenderet]
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 37
Pues en los tiempos preteacuteritos se deciacutea que habiacutea sido hecho el hombre a imagen de Dios mas no se mostraba Porque el Verbo a cuya imagen habiacutea sido hecho el hombre era todaviacutea invisible Razoacuten por la cual perdioacute con tanta facilidad la semejanza Mas cuando el Verbo de Dios se hizo carne ambas cosas las confirmoacute mostroacute la imagen verdadera hacieacutendose eacutel mismo lo que era su imagen y nos devolvioacute la semejanza y le dio firmeza para hacer al hombre semejante al Padre invisible por medio del Verbo invisible87
De este modo resuelve Ireneo la omisioacuten de la semejanza en Gn 127 respecto a
Gn 126 pues se nos habla del hombre viviente imperfecto como es que ha
comenzado un camino de crecimiento impulsado por la fuerza del Espiacuteritu hasta
hacerle en verdad semejante a la Imagen que le configura Coincidiraacute con Oriacutegenes
en que siendo el hombre creado por Dios con el fin de ser su imagen y semejanza
comienza siendo soacutelo imagen suya para adquirir poco a poco finalmente la
semejanza Aunque uno lo explica desde la maduracioacuten de la carne mdashhombre
carnal el uacutenico que haymdash y el otro lo explica desde la doble creacioacuten en que el
verdadero hombre a imagen de Dios fue hecho y no plasmado inteligencia pura
superior a toda materialidad
Si la imagen es obra del Verbo la semejanza nos viene por el Espiacuteritu o
Sabiduriacutea88 No olvidemos que el ser humano no podriacutea por siacute solo como animal
racional desarrollar y plenificar la imagen divina en eacutel impresa en una creciente
semejanza Sin el dinamismo del Espiacuteritu es imposible y eacuteste nunca actuacutea solo sino
con el Hijo para allegarnos al Padre
En cuanto al alma sabiendo que no es ella en siacute misma quien tiene que llevar a
cabo este proceso sino la plasis humana no podemos olvidar el importante papel
que juega en la deificacioacuten y asemejamiento Por el alma entran en juego la
racionalidad y la libertad humana indispensables para que el ser humano llegue a
Dios en verdad y no arrastrado por Eacutel89 Siendo nuestra libertad condicioacuten
indispensable no seraacute nunca suficiente pues quien nos asemeja finalmente es el
Espiacuteritu de Dios y no nuestra voluntad o nuestras fuerzas como veremos en el
siguiente capiacutetulo
87 AH V 162 Ep 38 88 Cf AH IV 74 89 Cf AH IV 373ss
CAPIacuteTULO I
38 | Humana augens
Ireneo no distingue siempre con claridad la imagen y la semejanza90 quizaacute por
contraste con los valentinianos que distinguiacutean entre el hombre laquoa imagenraquo (el
hiacutelico) y el hombre laquosemejanteraquo (el psiacutequico y el espiritual consustanciales a Dios
y al Pneuma respectivamente)91 El libro V es lugar clave para apreciar con nitidez
la distincioacuten mientras que en el libro III por ejemplo habla de imagen y semejanza
conjuntamente92 puesto que se expresa de un modo mucho maacutes global y teniendo
el foco de intereacutes en otros matices
Pero si al alma le falta el Espiacuteritu tal hombre permanece en realidad psiacutequico y carnal seraacute imperfecto tiene la imagen en la obra modelada pero no adquiere la semejanza por medio del Espiacuteritu93
En tiempos anteriores se deciacutea que el hombre habiacutea sido hecho a imagen de Dios pero esto no era ostensible ya que todaviacutea era invisible el Verbo a cuya imagen habiacutea sido hecho el hombre Por esto perdioacute faacutecilmente la semejanza Pero cuando el Verbo de Dios se hizo carne ratificoacute una y otra mostroacute en su verdad la imagen al hacerse lo que era su imagen y restablecioacute de modo estable la semejanza asemejando el hombre al Padre invisible por medio del Verbo invisible94
Podemos entender que en el pensamiento de Ireneo el hombre nunca pierde la
laquoimagenraquo natural en la que fue modelada su carne ni siquiera con el pecado En el
Segundo Adaacuten recobramos la semejanza perdida95 aunque en algunos casos Ireneo
diga conjuntamente laquola imagen y semejanza perdidasraquo96
El hombre laquoa semejanzaraquo no es auacuten semejante sino que se dirige hacia ella por
un asemejamiento progresivo gracias al germen o laquovirtusraquo que ha recibido Tal
don tal dinamismo inserto en nuestra carne nos dispone a vivir como laquoimitadores
90 Cf J FANTINO Lrsquohomme image de Dieu chez saint Ireacuteneacutee de Lyon (Paris 1986) B SESBOUumlEacute tiende a
considerar que utiliza ambos teacuterminos ambiguamente entre la distincioacuten y la identificacioacuten Sin embargo T SPIDLIacuteK cree que frente al uso indistinto que hacen de la imagen y semejanza autores como Atanasio Diacutedimo o los capadocios Ireneo utiliza la distincioacuten sistemaacuteticamente de modo que en eacutel laquoes el Espiacuteritu quien constituye la semejanza con Diosraquo (ID La espiritualidad del oriente cristiano 86) laquoLa mayor parte de los autores acentuacutean en Ireneo la distincioacuten entre los dos vocablos contemplando la imagen como algo estaacutetico dado en la creacioacuten mientras la semejanza denota un dinamismo de constante actualizacioacuten y perfeccionamiento de dicha imagen en un proceso de progresiva asimilacioacuten a su origen y destino conducido por el Espiacuterituraquo (N MARTIacuteNEZ-GAYOL laquoIreneo de Lyon la idea de reparacioacuten en el contexto de recapitulacioacutenraquo Estudios Eclesiaacutesticos 85 [2010] 3-42 Aquiacute 16) Avalan esta interpretacioacuten entre otros A ORBE L F LADARIA J KIRCHEMEYER
91 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanzardquoraquo 285-286 92 Cf AH III 181 93 AH V 61 Cf AH V 13 94 AH V 162 95 Cf J VIVES laquoPecado original y evolucioacuten humanaraquo 572 96 AH III 181
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 39
de Diosraquo97 de modo que cuanto mayor sea nuestro asemejamiento mayor seraacute la
semejanza adquirida En otras palabras la semejanza inicial que recibimos en
nuestra imperfeccioacuten humana no soacutelo nos asemeja con la imagen divina impresa
en nuestro cuerpo de un modo real sino que nos da fuerza para lanzarnos a crecer
en un asemejamiento continuo hasta la medida de Cristo verdadera imagen de
Dios98
Ahora bien en contra de lo que defendiacutean los gnoacutesticos estar hechos a
semejanza de Dios no nos hace consustanciales a Eacutel Llegaremos a la semejanza
plena adquiriendo las propiedades y virtudes propias de Dios pero siempre en
nuestra naturaleza humana La semejanza plena del hombre con Dios no elimina la
distincioacuten fiacutesica de sus naturalezas sino la cualitativa de sus propiedades Algo
sumamente importante puesto que nuestro destino final en la comunioacuten con Dios
no implica ser asumidos o absorbidos por la divinidad sino mantener nuestra
identidad humana con las propiedades y virtudes propias de la naturaleza de Dios
Faacutecilmente nos puede recordar esta afirmacioacuten la bella foacutermula de san Leoacuten Magno
previa a Calcedonia (451) laquohumana augens divina non minuensraquo99 Es decir que
cuanto maacutes iacutentima y plena es la unidad entre lo humano y lo divino lejos de quedar
absorbida o disminuida la humanidad crece y se potencia100 Y no por ello deja der
ser humanidad aunque adquiera las cualidades propias de Dios
El Hijo laquoesraquo la uacutenica imagen de Dios El hombre soacutelo es laquoa suraquo imagen No es lo
mismo Podemos llamarnos laquoencarnacioacuten diminutivaraquo como reza el himno
lituacutergico101 o laquomicrocosmosraquo102 pero no somos el Verbo encarnado por maacutes que
97 Cf AH III 202 98 Cf AH V 162 95 99 Tomus ad Flavianum DH 293 100 Cf K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo Escritos de teologiacutea I (Madrid 1963) 183
Tambieacuten cf COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA INTERNACIONAL (=CTI) Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea (1981) I E 4 C POZO Documentos 1969-1996 (Madrid 1998) 254
101 OFICIO DE LECTURA Laudes del Viernes de la Primera Semana TO 102 En la perspectiva de la filosofiacutea griega seguacuten T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano
123 Tambieacuten laquomicrologosraquo dice A ORBE Antropologiacutea 171 A propoacutesito del hombre como microcosmos es sugerente la anotacioacuten de V LOSSKY comentando a san GREGORIO DE NISA laquoSe deciacutea ldquoel hombre es un microcosmosrdquo y creyendo exaltar la naturaleza humana por ese nombre grandilocuente no se observoacute que el hombre se encontraba gratificado al mismo tiempo con las cualidades de los mosquitos y ratonesraquo [De hominis oficio XVI PG 44 col 177D-180A] La perfeccioacuten del hombre no radica en lo que le asemeja al conjunto de las criaturas sino en lo que lo distingue
CAPIacuteTULO I
40 | Humana augens
llevemos impresa su imagen en nuestro cuerpo y en eacutel y para eacutel hayamos sido
creados Lo que siacute es tarea nuestra es conservar o guardar su obra en nosotros
Si pues eres obra de Dios aguarda la mano de tu Artiacutefice que todo lo hace oportunamente [] Preseacutentale tu corazoacuten blando y maleable y conserva la figura con que te modeloacute el Artiacutefice mantenieacutendote huacutemedo no vayas a perder endurecido las huellas de sus dedos Guardando empero la trabazoacuten subiraacutes a lo perfecto pues el arte de Dios esconderaacute el barro que hay (naturalmente) en ti103
Vemos coacutemo Ireneo cuida mucho no perder la unidad de accioacuten trinitaria
aunque distinga diversas funciones y propiedades entre las Personas104 El Verbo
imprime en nosotros su imagen y el Espiacuteritu nos otorga el dinamismo de la
semejanza Del mismo modo que el Verbo se encarna para mostrarnos que esa
imagen impresa en nuestra carne es tambieacuten semejanza plena con la imagen de
Dios el Espiacuteritu nos va llevando y aconsejando para que crezcamos en semejanza y
asiacute nos configuremos plenamente con el Hijo uacutenica imagen verdadera de Dios
Recordemos que este don primero del Espiacuteritu estaacute ya en nuestro barro en
nuestra primera mezcla Como dijimos anteriormente no es el Espiacuteritu que
recibiremos por el Verbo encarnado y Resucitado105 Es el dinamismo espiritual
que recibe todo ser humano por el hecho de existir pues laquotodo hombre en cuanto
hombre es plasma de Eacutel aunque ignore a su Diosraquo106 Otra cosa seraacute recibir el
Espiacuteritu Santo personalmente acogieacutendolo en libertad como lo recibioacute la carne de
Cristo gloriosa en un doble asemejamiento fiacutesico por el espiacuteritu que el Verbo teniacutea
en su carne y sustancial al recibir plenamente el Espiacuteritu Santo
El Sentildeor nos redimioacute con su propia sangre dando su vida por la nuestra y su carne por nuestra carne y derramando el Espiacuteritu de Padre para la unidad y comunioacuten entre Dios y los hombres Asiacute trajo a Dios a los hombres mediante el Espiacuteritu (ad homines quiden deponente Deum per Spiritum) y levantando los hombres a Dios por medio de su carne (ad Deum autem rursus imponente hominem per suam incarnationem) por su venida nos otorgoacute su inmortalidad de manera firme y verdadera mediante la comunioacuten con Eacutel107
del cosmos asimilaacutendolo al Creador La revelacioacuten nos ensentildea que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Diosraquo (V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente [Barcelona 22009] 84)
103 AH IV 39 2-3 104 Cf AH III 183 IV 42 6135 74 205 381 V 111 182 362 105 Cf AH III 1712 214 V 11 81 102 134 106 AH IV 366 107 AH V 11
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 41
Si esto es asiacute vemos que no es suficiente el hecho de encarnarse como algo
puntual pues seraacute despueacutes glorioso tras su Resurreccioacuten (laquosu inmortalidadlaquo)
cuando se complete plenamente su obra salvadora Por tanto tuvo que darse un
proceso de asemejamiento un crecimiento en su humanidad sujeta como la
nuestra al dinamismo del espiacuteritu mezclado en nuestro barro No puede mostrar su
plenitud en la carne (iacutentima comunioacuten con Dios) del mismo modo recieacuten nacido
que tras la muerte y resurreccioacuten Si hubiera sido asiacute ninguacuten meacuterito tendriacutea su
obediencia al Padre
Y a esto estamos llamados pues si Adaacuten fue creado a imagen del Verbo
tambieacuten a imagen de la carne gloriosa de este Verbo o al menos con capacidad
para llegar un diacutea a ser unidos a su carne gloriosa108
4 Conclusiones
Hemos visto coacutemo el punto de partida es el hombre plasmado por Dios con sus
Manos No es una plasmacioacuten cualquiera sino la gran obra de Dios su obra
predilecta Arte de su querer y hacer
Tal cuidado en el empentildeo creador de Dios responde al destino y finalidad que
nos propone llegar a ser como Eacutel es verdadera imagen y semejanza suya por
comunioacuten iacutentima con Eacutel Pero en poco se distinguiriacutea Ireneo si soacutelo afirmara esto
presente en tantos Padres desde Justino a la escuela alejandrina aunque desde
otra perspectiva La aportacioacuten maacutes luminosa de nuestro autor para el tema que
nos ocupa es cifrar la posibilidad de madurar hasta Dios mdashdivinizacioacutenmdash en la
carne pues en ella quiso dibujar su propia imagen y en ella imprimioacute el dinamismo
de semejanza con Eacutel
Dios no precisoacute de aacutengeles ni poderes para modelar el plasma humano con sus
Manos mdashVerbo y Espiacuteritumdash hizo al ser humano plasmaacutendolo Y asiacute lejos de
108 Cf AH IV 202 V 32
CAPIacuteTULO I
42 | Humana augens
rebajar la dignidad divina en contacto con el barro mostroacute su amor su grandeza y
su paciencia creadora Por eso laquoopera autem Dei plasmatio est hominisraquo109
En el principio el aacutenthropos fue plasma Dei mixis inicial de tierra y virtus No
hay ser humano originario fuera de Dios No antildeade su espiacuteritu al hombre que vive
sino que el hombre empieza a hacerse hombre en ese plasma primero Por eso no
habraacute salvacioacuten humana que no sea salus carnis No habraacute verdadera humanidad ni
hombre perfecto sin una carne que obedientemente haga este proceso de
asemejamiento progresivo y libre hasta Dios Padre por el Hijo en la fuerza
transformadora del Espiacuteritu110 Somos creados laquoaraquo imagen del que laquoesraquo Imagen de
Dios el Verbo Eacutel se haraacute visible llegado el momento oportuno (cf Gal 44) para que
reconozcamos quieacutenes somos y doacuteciles a la accioacuten del Espiacuteritu crezcamos en
semejanza hasta la plenitud de la imagen inicial hasta Cristo glorioso
En cuanto a la visioacuten ireneana del alma humana no todos los autores llegan a
las mismas conclusiones justamente por la variedad y aparente contradiccioacuten de
algunos textos de Ireneo que ya hemos sentildealado Recordamos brevemente
siguiendo Ep 11 el primer Adaacuten es mezcla de barro y espiacuteritu (virtus) que una vez
plasmado por las Manos de Dios recibe el soplo vital (alma) que los integra y
vivifica Soacutelo al final con Cristo glorioso recibiremos el Espiacuteritu plenamente El
alma es ese laquogozneraquo indispensable que activa carne y espiacuteritu para que ambos
vayan siendo poco a poco una sola cosa carne espiritual saacuterx pneumatikoacutes El
hombre viviente completo es carne alma y espiacuteritu Y este hombre el uacutenico que
hay es a quien Dios acompantildea en su historia de salvacioacuten laquopues toda la
Dispensacioacuten la llevoacute a cabo el Hijo de Dios a causa de la carneraquo111 que para Ireneo
es el hombre en su totalidad Salus carnis y no salus animae que viniendo
enteramente de Dios requiere nuestra cooperacioacuten libre para que asiacute crezcamos
hasta Eacutel pues asiacute lo requiere el fin para el que nos creoacute que consiste en hacernos
capaces laquode ver y comprender a Diosraquo112
109 AH V 152
110 Cf AH V 124 111 AH IV pr 4 112 AH IV 377
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 43
Esta maduracioacuten o crecimiento es lo que espera Dios de todo ser humano Si
esto es asiacute loacutegico seraacute pensar que no pudo Cristo llevar a cabo la misioacuten que le era
propia sin vivir en su humanidad un proceso de crecimiento libre y voluntario de
semejanza con Dios de asentimiento a su voluntad hasta hacerla suya en plena
obediencia La imagen y semejanza dibujada por Dios en nuestra carne como si de
un boceto se tratase llegaraacute a su plenitud en el uacutenico hombre perfecto Cristo por
la fuerza transformadora del Espiacuteritu Un camino que estaacute por hacer en cada ser
humano
Ahora bien al constatar con asombro la predileccioacuten y cuidado que Dios tiene
por el ser humano hecho y plasmado a su imagen y semejanza y cuan alta es la
meta que nos propone no es extrantildeo que surja la pregunta laquoiquestAcaso no podriacutea
haber creado [Dios] al ser humano perfecto desde el principioraquo113
San Ireneo se dejoacute cuestionar por tal pregunta e intentoacute darle respuesta En
ella intentaremos adentrarnos en el siguiente capiacutetulo
113 AH IV 381
CAPIacuteTULO I
44 | Humana augens
Capiacutetulo II
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
LLAMADO A CRECER LIBRE Y OBEDIENTE
Plasmavit hominem in augmentum et incrementum
(AH IV 111)
Introduccioacuten
1 De la imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten como destino
2 Salus carnis carne que crece libre
3 Salus carnis carne que crece obediente
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO II
46 | Humana augens
Introduccioacuten
Soacutelo hay que contemplar al hombre sus obras e intenciones para constatar su
imperfeccioacuten Si partieacuteramos de teoriacuteas que defienden diversos principios de lo
creado y diversas categoriacuteas de hombre todo quedariacutea maacutes claro un Dios bueno
creoacute un mundo bueno con un hombre espiritual y perfecto mientras que el mundo
material imperfecto que conocemos con este hombre imperfecto procederiacutea de
otro dios inferior y contrario al bien Pero ya hemos visto en el primer capiacutetulo que
Ireneo centra toda su teologiacutea en la unidad y unicidad de Dios con una uacutenica
creacioacuten y un uacutenico aacutenthropos
La pregunta sigue ahiacute si Dios quiso hacer al hombre a su imagen y semejanza
poniendo tanto cuidado en ello iquestpor queacute no le creoacute desde el principio ya
divinizado Si propone un camino de crecimiento desde el hombre natural al
hombre espiritual iquestpor queacute no le hizo ya espiritual Maacutes auacuten el Dios bueno
increado y eterno iquestpor queacute no pudo hacer hombres buenos e incorruptibles sin
necesidad de tiempo y maduracioacuten para llegar al fin que les propone
Vamos a intentar acercarnos a las respuestas que Ireneo ofrece Como otros
autores auacuten con perspectivas distintas la libertad humana seraacute central Y desde
esa libertad de criatura veremos queacute incidencia tiene el pecado y sus
consecuencias Todo ello para volver a retomar esta llamada al crecimiento como
vocacioacuten humana y primer deseo de Dios
Porque lo ha modelado [Dios al hombre] de cara a un crecimiento y una madurez [Ἔπλαςε γὰρ αὐτὸν εἰσ αὔξηςίν τε καὶ ἀκμήν] seguacuten la palabra de la Escritura laquocreced y multiplicaosraquo [Gn 128] [καϑὼσ ἡ γραφὴ λέγειmiddot laquoΑὐξάνεςϑε καὶ πληϑύνεςϑεraquo]1
Ahora bien si el hombre por siacute mismo puede crecer y llegar a tal perfeccioacuten
pues ha recibido de Dios tal capacidad2 iquestqueacute sentido tiene la historia de salvacioacuten
iquestjugariacutean alguacuten papel Dios Padre el Verbo y el Espiacuteritu o son simple origen y meta
del proceso En Ireneo veremos coacutemo no hay crecimiento humano ni perfeccioacuten
alguna sin la docilidad de la carne a la accioacuten transformadora del Espiacuteritu de Dios
que es el Uacutenico que puede elevar al ser humano hasta Eacutel No hay libertad plena sin
obediencia al consejo bueno de Dios que siempre nos acompantildea
1 AH IV 111 Cf Ep 22 2 Cf AH IV 112
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 47
1 De la imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten como destino
Conviene distinguir desde el principio a queacute nos referimos al hablar de
laquoperfeccioacutenraquo (τελείωςισ) puesto que tendemos a unirlo espontaacuteneamente con un
sentido moral de excelencia o grado3 hacieacutendolo coincidir praacutecticamente con la
imposibilidad de falta o pecado (ἀναμαρτηςία) Lo cual seriacutea bastante
reduccionista
Ireneo suele identificar laquohombre perfectoraquo [τέλειοσ ἄνϑρωποσ] con laquohombre
espiritualraquo4 en sentido paulino5 Es el hombre completo carne alma y espiacuteritu
Otras veces se refiere a la intachabilidad de diversos testigos6 como Esteban o los
Apoacutestoles y sus sucesores En otras ocasiones se refiere al Hombre Perfecto que
propiamente soacutelo es el Verbo laquoperfecto desde siempreraquo7 Hay otro sentido
emparentado con este teacutermino significando una especie de madurez o destino
cumplido de un ser dentro del orden (τάξισ) que le es propio
Los aacutengeles se hallaban en la plenitud de su posibilidad mientras que el duentildeo esto es el hombre era auacuten pequentildeo como nintildeo y debiacutea crecer para llegar a la madurez [pusillus erat nam infans erat et oportebat-et-conveniebat eum crescentem sic ad perfectionem venire] Y a fin de que se educara [educatio] y desarrollara [incrementum] con gozo y alegriacutea le fue preparado un sitio mejor que este mundo8
De este uacuteltimo sentido parte Ireneo para dar razoacuten de la imperfeccioacuten inicial
humana sin menoscabo alguno de la perfeccioacuten y bondad de Dios Creador El
teacutermino laquoinfansraquo [νήπιοσ] estaacute indicando inocencia sencillez propia de un nintildeo
pero sobre todo significa que era laquoimperfectoraquo (ἀτελή) en contraste con el adulto
(τέλειοσ)9
Como apuntamos en el primer capiacutetulo excepto el ser humano el resto de
criaturas carecen de un teacutelos maacutes allaacute de sus liacutemites10 Los aacutengeles tambieacuten son
racionales y libres pero no han recibido la capacidad de ir asemejaacutendose en
3 Cf REAL ACADEMIA ESPANtildeOLA Diccionario de la Lengua espantildeola (Madrid 222001) 4 Cf AH V 61 82 121-2 5 Cf 1Cor 26 1Cor 215 1Ts 523 6 Cf AH III 1213 31 7 AH IV 134 8 Ep 12 9 Cf A ORBE Antropologiacutea de San Ireneo (Madrid 1997) 214 10 Cf Ep 10 AH IV 376
CAPIacuteTULO II
48 | Humana augens
progresivo crecimiento hasta la comunioacuten con Dios Y paradoacutejicamente quiere
Dios que sea el hombre auacuten inmaduro pequentildeo como un nintildeo el duentildeo de los
aacutengeles plenos y perfectos en su orden11 El don de ser creados a imagen y
semejanza de Dios muestra la predileccioacuten de Dios maacutes cercana a la capacidad de
perfeccionamiento o crecimiento que a una perfeccioacuten ya dada y acabada
Ciertamente esa parece ser una cualidad que distingue al ser humano de otras
criaturas frente al Creador
Asiacute pues mediante esta ordenacioacuten y tales fases y disciplina el hombre hecho y plasmado es constituido a imagen y semejanza del Dios Increado el Padre lo tiene a bien y ordena el Hijo sirve y da forma el Espiacuteritu nutre y hace crecer el hombre se desarrolla y llega a lo perfecto hasta allegarse al Increado porque perfecto es el Increado y este es Dios Pues conveniacutea que primero el hombre fuese creado que una vez creado creciera una vez crecido se hiciera auteacutentico hombre [ἀνδρωϑῆναι] hecho hombre se multiplicase multiplicado se consolidase consolidado se elevase a la gloria y en la gloria contemplase a su Sentildeor Pues es a Dios a quien ha de ver y la visioacuten de Dios produce la incorrupcioacuten y laquola incorrupcioacuten nos acerca a Diosraquo [Sab 619-20]12
Si perfecto es el Increado el uacutenico Dios no corresponderaacute a la criatura ser
perfecta sino laquoperfectibleraquo13 Anhelar tal perfeccioacuten seriacutea como querer ser ya Dios
o por no ser consciente de su condicioacuten de criatura o por rechazarla
ingratamente14 Ahora bien una cosa es la imperfeccioacuten propia de quien es creado
y otra bien distinta esa capacidad de perfeccionamiento progresivo don que soacutelo
puede provenir de Dios15 mdashel Perfectomdash y que en el ser humano consiste en
asemejarnos con Eacutel Padre Hijo y Espiacuteritu que hicieron y plasmaron al hombre
seguiraacuten cuidaacutendolo y daacutendole orden (Padre) sirvieacutendole y con-formaacutendole (Hijo)
y nutrieacutendole para que pueda crecer (Espiacuteritu) La perfeccioacuten a la que estaacute llamada
el hombre la divinizacioacuten como teacutelos querido por Dios para Eacutel no anula la
distancia que siempre habraacute entre Creador y criatura Increado y recieacuten creado
Aquiacute tenemos una primera respuesta de Ireneo a nuestra pregunta
Los seres creados en tanto que tuvieron su propio comienzo de existencia maacutes tarde debiacutean ser inferiores a Aquel que les habiacutea hecho Porque no era posible que unos seres recientemente creados fuesen increados Pero en tanto que no son increados son
11 Cf A ORBE laquoSupergrediens angelos (San Ireneo AH V 363)raquo Gregorianum 54 (1973) 6-59 Aquiacute
24-27 12 AH IV 383 13 AH II 253 14 Cf AH IV 381 II 253 254 15 Cf AH III 53 193 IV 923 V 81 92 112 2056 342
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 49
inferiores al Perfecto [] Dios pudo dar la perfeccioacuten al ser humano desde el principio pero eacuteste era incapaz de recibirla pues no era maacutes que un nintildeo16
La imperfeccioacuten humana estaacute maacutes relacionada con la necesidad de aprendizaje
de crecimiento de plenitud que con una especie de menor dignidad como a veces
parece asociarse laquoNuper factusraquo recieacuten hechos seguimos siendo tambieacuten
nosotros al igual que Adaacuten17 hasta que alcancemos la plenitud en la comunioacuten con
Dios Pues este crecimiento tiene como fin llegar libremente a la perfeccioacuten que
propiamente soacutelo es Dios participar de su vida
Encontramos este planteamiento en otros autores del siglo II distinguiendo el
estado inicial o infantil del hombre del destino divino que el mismo Dios le tiene
reservado18 Tambieacuten los gnoacutesticos distinguiacutean entre lo perfecto (teacuteleios) y lo
infante (neacutepios) pero con conclusiones muy distintas a las de Ireneo Ellos
aceptaban un hombre material seguacuten el Geacutenesis hecho a imagen y semejanza del
Aacutenthropos Teacuteleios19 Como vimos seguacuten la sustancia originaria los hombres se
dividiacutean en hiacutelicos psiacutequicos y espirituales Pues bien puesto que todo lo que
provenga de la materia soacutelo puede aspirar a la corrupcioacuten el proceso de
crecimiento entre uno y otro extremo soacutelo podraacute darse en los espirituales cuando
reciban la Gnosis y por tal Iluminacioacuten alcancen la teleiocircsis No hay necesidad de
carne de maduracioacuten ni de historia paciente20 Maacutes bien sobran
Para Ireneo por el contrario puesto que soacutelo existe un aacutenthropos en eacutel se
cumpliraacute tal proceso No hay maacutes salvacioacuten que la del plasma inicial pues por siacute
mismo carece de toda perfeccioacuten posible pero por libre voluntad de Dios lleva en siacute
mismo la capacidad para alcanzarla La salus carnis implica que el hombre soacutelo
seraacute perfecto en la carne nunca sin ella21 pero tampoco podraacute alcanzar la
16 AH IV 381 17 Cf AH 381 aplicado a Adaacuten AH V 11 aplicado a todo ser humano 18 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo Gregorianum 46 (1965)
481-544 Aquiacute 499 19 Cf Ibid 500-504 Seguacuten esto curiosamente el Salvador seriacutea perfecto desde siempre como
laquoaacutenthroposraquo no susceptible de cambio alguno con lo cual no tuvo que laquoir hacieacutendose hombreraquo ni creciendo en su humanidad En todo caso su crecimiento o progresiva perfeccioacuten seriacutea solo aparente Justo lo contrario de lo que pretendemos afirmar desde la teologiacutea de Ireneo Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo Scriptorium Victoriense 23 (1976) 275-302 Aquiacute 296
20 Cf AH I 61 21 Cf AH V 81-2
CAPIacuteTULO II
50 | Humana augens
perfeccioacuten la carne sola22 sino en la medida que se deje poseer por el Espiacuteritu de
Dios23 a traveacutes del alma con toda libertad
Este es un rasgo esencial que confirma la seriedad y dignidad de la obra divina
Sin libertad el crecimiento hacia Dios seriacutea una farsa y su consumacioacuten
mdashteleiocircsismdash algo impuesto por Dios o inaccesible a su naturaleza (en funcioacuten de su
esencia originaria seguacuten los gnoacutesticos y sus tres tipos de hombres) Ahora bien no
olvidemos que tambieacuten los aacutengeles son creados libres y sin embargo no estaacuten
llamados a crecer hasta Dios Por tanto la sola libertad no explica la imperfeccioacuten
inicial Hay que unirla al modo en que Dios quiere que lleguemos a Eacutel en la carne Y
esto requiere un tiempo un ritmo un acostumbramiento No es inmediato24
Primero hombre animal luego hombre viviente y racional o psiacutequico para
llegar un diacutea a ser espiritual perfecto25 siguiendo el proceso tiacutepicamente paulino26
En Oriacutegenes27 por ejemplo el orden progresivo es inverso el primer hombre
perfecto y libre cae y sufre la degradacioacuten del mundo material e imperfecto Asiacute
nace la historia fruto de la caiacuteda transhistoacuterica y acabaraacute cuando el alma mdashimagen
del Logosmdash sea capaz de elevarse nuevamente por encima de lo sensible incluida
nuestra carne hasta llegar a Dios
Ireneo insiste en no saltarse ninguacuten paso no evitar ninguna etapa Si Dios
hubiera divinizado directamente el plasma inicial no hubiera habido estadio
psiacutequico propiamente humano No hubiera habido historia ni eleccioacuten humana
Quiso Dios que aprendieacuteramos a ser primero aacutenthropos y desde ahiacute dejarnos
hacer espirituales para llegar hasta Dios La inmediatez de los espiacuteritus puros o del
22 Cf AH V 91 23 Cf AH V 94 24 Cf M NAMIKAWA laquoLa paciencia del crecimiento y la maduracioacuten Del hombre recieacuten hecho al
hombre perfecto en Ireneo de Lyonraquo Estudios Eclesiaacutesticos 83 (2008) 51-85 aquiacute 6479-82 ID laquoAcostumbrarraquo para la comunioacuten en san Ireneo de Lyon (Tesina de Licenciatura U P Comillas Madrid 2005) 123-125
25 Cf AH V 122 26 Cf 1 Cor 1546
27 Cf ORIacuteGENES De Principiis II En A ORBE Antropologiacutea 25-27
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 51
alma libre que guiacutea tal proceso en el hombre tiene que integrarse en la realidad
tosca de la carne doacutecil a las inspiraciones del Espiacuteritu el uacutenico que diviniza28
iquestCoacutemo podriacuteas hacerte dios si primero no te haces un ser humano iquestCoacutemo pretendes ser perfecto si fuiste creado en el tiempo iquestCoacutemo suentildeas en ser inmortal si en tu naturaleza mortal no has obedecido a tu Hacedor Es pues necesario que primero observes tu orden humano para que en seguida participes de la gloria de Dios29
El hombre recibioacute laquoτὸ τέλειονraquo30 lo perfecto porque en eacutel quiso Dios volcar
toda su bondad y bien pero no fue creado perfecto como laquoἄντϑρωποσ τέλειοσraquo No
recibioacute la laquoτελειότησraquo es decir no disfrutaba de una unioacuten plena con Dios pues
auacuten no habiacutea ejercido su libertad ni habiacutea experimentado el bien y el mal31 Para
Ireneo toda laquoteleiocircsisraquo pasa por la deificacioacuten de la carne que aquiacute en la historia
soacutelo puede darse en progresivo cumplimiento poco a poco nunca plenamente32
Si hubiera querido deificar a los aacutengeles o a espiacuteritus puros lo hubiera hecho
inmediatamente No tendriacutea que haberse visto sometido al lento
acostumbramiento de la carne No hubiera hecho de su salvacioacuten historia salutis y
mucho menos salus carnis No hubiera tenido mayor sentido la encarnacioacuten del
Verbo pues toda la Salud podriacutea haberse jugado espiritualmente sin necesidad de
que el Hijo de Dios se vaciara de su condicioacuten divina [laquoἑαυτὸν ἑκένωςενraquo] y se
empobreciera con la condicioacuten humana33 Maacutes auacuten en el mejor de los casos la
humanidad de Cristo no seriacutea maacutes que un vehiacuteculo o medio para llevar a cabo
nuestra salvacioacuten mientras se hace visible en la historia pero no formariacutea parte
esencial de dicha salud Algo impensable desde nuestro planteamiento Dios ha
querido que sea el ser humano completo el que Eacutel modeloacute del barro quien sea
divinizado y tal horizonte no podraacute llevarse a cabo si no es iniciando ya aquiacute y
28 Cf AH II 334 Con otras palabras laquoEl espiacuteritu estaacute pronto pero la carne es deacutebilraquo (Mt 2641) 29 AH IV 392 30 AH IV 381
31 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo 279
32 Por eso tambieacuten la historia y el cosmos participan de esta dimensioacuten progresiva madurativa Podriacuteamos decir que laquola vocacioacuten del cosmosraquo tambieacuten es crecer hasta la plenitud en Dios pues laquoeste cosmos fue hecho ἀποτελεςτικῷσraquo [AH II 283] Cf J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos (Madrid 2004) 54-55
33 Cf Flp 25-11 2 Cor 89
CAPIacuteTULO II
52 | Humana augens
ahora aquello que se nos promete la comunioacuten iacutentima y plena del plasma y el
espiacuteritu de lo humano y lo divino poniendo cada cual aquello que le es propio34
En esto difiere Dios del hombre en que Dios hace [facit - ποιεῖ] y el hombre es hecho [fit - γίνεται] El que hace es siempre el mismo el que es hecho ha de tener por el contrario principio adicioacuten y aumento hasta alcanzar la madurez Dios hace bien mientras el hombre es bien hecho [] El hombre en cambio es capaz de aumento y de crecimiento hacia Dios Pues asiacute como Dios es siempre el mismo asiacute tambieacuten el hombre gracias a Dios creceraacute siempre hacia Dios Porque ni Dios deja nunca de beneficiar y enriquecer al hombre ni el hombre deja de recibir beneficios y ser enriquecido por Dios [] El mismo Sentildeor prometioacute dar maacutes a quien siempre da mucho fruto35
Dios hace El hombre estaacute llamado a dejarse hacer por Eacutel a su ritmo36 La
perfeccioacuten final soacutelo proviene de Dios pero requiere la docilidad humana su
recepcioacuten y acogida su obediencia37 Asiacute pasaraacute el hombre de la infancia a la
madurez que es la comunioacuten con Dios la visio Dei Para ayudarle Dios mismo se
acomoda a su capacidad como una madre alimenta al recieacuten nacido con leche y no
con alimento soacutelido pues de otro modo el ser humano seriacutea incapaz de acogerle
obedecerle y amarle y quedariacutea incompleto para siempre
Dios habriacutea podido desde el principio dar la perfeccioacuten al ser humano pero eacuteste recieacuten creado no era capaz de recibirlo [λαβεῖν] si lo recibiacutea era incapaz de acogerlo [χωρείν] y si lo acogiacutea no teniacutea fuerzas para conservarlo [καταςχείν] Por eso el Verbo de Dios se hizo nintildeo con el hombre aunque eacutel era perfecto no por siacute mismo sino por la pequentildeez del ser humano a fin que de de alguacuten modo se hiciese capaz de recibirlo Asiacute pues no es que Dios fuera incapaz o indigente sino que lo era el hombre recieacuten hecho pues no era increado38
Este texto conjuga las dos razones principales que explican la imperfeccioacuten
inicial la distancia propia entre el laquorecieacuten hechoraquo y el Increado y la libertad
humana como cauce para crecer en la carne hasta el fin que nos es propio Dios
mismo el Perfecto La falta de perfeccioacuten inicial no estaacute hablando de la incapacidad
de Dios sino de la del hombre Si algo dice de Dios es de su apuesta firme por este
34 Cf AH IV 39 2-3 Ep 2 35 AH IV 112 Cf AH IV 392 36 Cf A ORBE laquoDeus facit homo fit Un axioma de san Ireneoraquo Gregorianum 69 (1988) 629-661
Me parece sugerente la anotacioacuten de J I GONZAacuteLEZ FAUS al respecto laquoDebajo de este ldquofitrdquo es legiacutetimo sospechar un γίνεται y el verbo γίγνομαι posee un claro matiz evolutivo que a veces se expresa mejor traducieacutendolo por voz media que por la pura pasiva Dios hace y el hombre ldquodevienerdquo se hace (no simplemente es hecho) Como la pura actividad pertenece a la esencia del Dios asiacute la evolucioacuten pertenece a la esencia del hombre tal como lo concibe Ireneoraquo Carne de Dios Significado salvador de la Encarnacioacuten en la teologiacutea de san Ireneo (Barcelona 1969) 97
37 Cf AH IV 281 374 38 AH IV 382
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
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plasma de sus manos y por su libertad Si Dios lo hubiera creado acabado podriacutea
ser una criatura plena divinizada ya pero nunca a su imagen y semejanza pues le
faltariacutea al hombre un rasgo esencial de Dios su libertad
Los tres verbos del texto son altamente significativos recibir acoger y
conservar Ninguno de ellos es automaacutetico Todos expresan voluntad en quien los
realiza iquestQueacute meacuterito tendriacutea ser recibido y acogido por alguien a quien se le impone
la visita iquestDoacutende estaacute la grandeza amorosa de un Dios cuya bondad no puede su
criatura elegir conservar y acrecentar laquoRecieacuten creadoraquo el barro plasmado y hecho
viviente por Dios no teniacutea capacidad para recibir la grandeza de Dios La rudeza y
tosquedad es mucha en la carne auacuten contando con la imagen y semejanza del
Creador en ella Por eso lleva inscrito en siacute por creacioacuten la capacidad de
laquoaugmentum et incrementumraquo39 Y asiacute hubiera sido si Adaacuten se hubiera dejado
perfeccionar por laquoel Perfectoraquo en una obediencia ininterrumpida y paciente sin la
desobediencia del pecado Y es que el reproche por no haber sido creados
perfectos tambieacuten deja al descubierto la impaciencia e ingratitud humana incapaz
de esperar el tiempo oportuno40
Son pues enteramente irracionales los que no aguardan el tiempo de ir en aumento y atribuyen a Dios la debilidad de su naturaleza No se conocen ni a siacute mismos ni a Dios Insaciables e ingratos no quieren ser primero lo que por criaturas hombres capaces de pasiones sino que pasando por encima de la ley del humano linaje antes auacuten de hacerse hombres quieren ser perfectamente semejantes al Dios Autor y que no haya diferencia entre el Increado Dios y el recieacuten creado hombre41
Tampoco Adaacuten y Eva supieron laquoaguardar el tiempo de ir en aumentoraquo de
crecer Lo que podriacutea haberse llevado a cabo laquocon gozo y alegriacutearaquo en el Paraiacuteso
tuvo que llevarse a cabo fuera de eacutel engantildeados y arrastrados por quien les
envidiaba42 como veremos
Ahora bien el destino final del ser humano sigue siendo el mismo estaacute
llamado a crecer43 y perfeccionarse para realizar la vocacioacuten querida por Dios y
39 AH IV 111 Cf AH IV 383 Ep 12 40 Cf A ORBE Teologiacutea de San Ireneo IV Traduccioacuten y comentario del libro IV del Adversus haereses
(Madrid 1996) 519-520
41 AH IV 38 4 42 Cf Ep 12 43 Cf AH V 11
CAPIacuteTULO II
54 | Humana augens
compartir su gloria Ireneo nos previene de aquellos que aparentemente confiesan
nuestra misma fe pero laquodescuidan el orden que debe seguir el crecimiento de los
justos e ignoran el ritmo del camino hacia la incorrupcioacutenraquo44 De tal manera es el
crecimiento algo inherente a la plasis humana que no terminaraacute con la
consumacioacuten pues infinitos son los bienes que Dios puede compartir con nosotros
Trataacutendose de verdaderos seres humanos tambieacuten habraacute de ser real su traslacioacuten no pasaraacuten al no-ser sino que por el contrario progresaraacuten en su ser Pues no se exterminaraacute la substancia ni el ser de la creacioacuten mdashya que es fiel y verdadero el que la sustentamdash sino que laquopasaraacute la apariencia de este mundoraquo (1 Cor 731) es decir del mundo en el cual acaecioacute la transgresioacuten en el cual el hombre se hizo viejo [] Una vez pasada la apariencia renovado el hombre y ya maduro para la incorrupcioacuten de modo que ya no pueda envejecer laquohabraacute un nuevo cielo y una nueva tierraraquo (Is 6517) en la cual el hombre se mantendraacute nuevo siempre relacionaacutendose con Dios de modo
nuevo45
El hombre seguiraacute creciendo en Dios pues lo contrario seriacutea tanto como decir que
el hombre deja de ser hombre y Dios deja de ser Dios aunque Ireneo preveacute
distintos modos o grados en esta relacioacuten46
El ser humano recibe el ir aprovechando y creciendo [αὔξηςιν] hasta Dios [homo vero profectum percipiens et augmentum ad Deum] De la misma manera como Dios es siempre el mismo asiacute tambieacuten el hombre que se encuentra en Dios siempre iraacute creciendo hacia Eacutel [homo in Deo inventus Semper proficiet ad Deum] Pues ni Dios deja nunca de beneficiar y enriquecer al ser humano ni eacuteste deja de recibir de Dios sus beneficios y riquezas47
Esto podriacutea hacerlo de dos formas mecaacutenicamente dirigido por Eacutel en todo
momento o libremente asistido siempre por su consejo pero sin imposicioacuten
alguna Eacutesta segunda opcioacuten es la nuestra48 iquestQueacute sentido tendriacutea la paciente
espera de Dios pendiente de nuestro desarrollo y perfeccionamiento si ya
estuviera todo determinado El estado de imperfeccioacuten inicial tal como lo hemos
descrito la perfeccioacuten como horizonte y sobre todo el dinamismo creacional que
el ser humano ha recibido hacen indispensable la libertad humana Sin ella
ninguna bondad habriacutea en Dios y ninguacuten meacuterito en el ser humano que le acoge
44 AH V 311 45 AH V 361 Cf AH III 193 46 Cf AH 362 47 AH IV 112 48 Cf AH IV 371
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 55
2 Salus carnis carne que crece libre
La doctrina ireneana de la libertad humana en relacioacuten a la salvacioacuten (y el
papel que la carne de Cristo va a jugar en ella) no era pensamiento comuacuten en su
eacutepoca49 Para algunos como Simoacuten el Mago la libertad humana queda gobernada
por el Hado sin permitir error alguno Para otros como Marcioacuten la libertad es
retribucioacuten justa del Creador o pura gracia del Dios Bueno y verdadero que soacutelo
podiacutea haber creado un hombre determinado al Bien incapaz de pecar Buena parte
de los gnoacutesticos asumieron esta distincioacuten el Dios Bueno teniacutea hombres
espirituales guiados por el Evangelio y el Justo Creador teniacutea los psiacutequicos
gobernados por la Ley Los materiales pasaban a psiacutequicos y estos a espirituales
sin saberlo ellos mismos por una especie de laquograciaraquo externa divina e
incontrolable que conociacutean por Iluminacioacuten Dentro de esta corriente los
valentinianos distinguiacutean la ἐλευϑερία (libertad plena propia de espirituales) y la
αὐτεξουςία (el libre albedriacuteo de los psiacutequicos) Por tanto ya que los hiacutelicos estaban
destinados a la perdicioacuten soacutelo los psiacutequicos por su autexousiacutea teniacutean cierta
capacidad para decidir su final De nuevo topamos con la decisiva teologiacutea unitaria
de Ireneo50
No es por tanto uno el que hizo el trigo y otro el que hizo las pajas sino uno solo y mismo que los juzga esto es los separa [discierne] El trigo y las pajas inanimados e irracionales son tales por naturaleza En cambio el hombre racional y semejante en esto a Dios hecho libre y duentildeo de sus actos tiene personalmente en siacute razoacuten para hacerse unas veces trigo y otra paja51
Por un lado Dios no seriacutea maacutes poderoso ni de mayor bondad si hubiera creado
al hombre con capacidad exclusiva para el bien pues no tendriacutea meacuterito alguno la
deificacioacuten de su obra Pero tampoco el hombre seriacutea maacutes perfecto si no pudiera
pecar porque careceriacutea de libertad52 Por tanto para empezar digamos que la
libertad no es incompatible ni con la Perfeccioacuten de Dios ni con la inicial
imperfeccioacuten humana Maacutes bien al contrario es un don divino53 una primera
garantiacutea de solidez mdashaunque arriesgadamdash para llevar a cabo su obra de salvacioacuten
49 Para esta visioacuten del contexto A ORBE Antropologiacutea 149-165 50 Cf AH IV 401-2 414 V 363 51 AH IV 4 3 52 AH IV 38 4 53 Cf AH IV 152 164
CAPIacuteTULO II
56 | Humana augens
Ser libre conlleva el derecho y el deber de ir laquohacieacutendose hombreraquo54 dejaacutendose
hacer por Dios y eligiendo coacutemo responder a su accioacuten
Podriacutea parecer por el texto que acabamos de citar que el ser humano tiene
tantas posibilidades de ser trigo como de ser paja de bien o de mal de salvacioacuten o
de perdicioacuten No es asiacute para Ireneo55 De hecho tampoco fue el hombre creado en
total equidistancia del bien y el mal sino bueno imagen y semejanza de Dios El
tacto de las manos divinas56 su Arte ha quedado impreso en la carne y esas
mismas manos que lo plasmaron lo siguen acompantildeando siempre57
Dios hizo libre al hombre el cual asiacute como desde el principio tuvo alma tambieacuten gozoacute de libertad a fin de que libremente pudiese acoger la Palabra de Dios sin que eacuteste lo forzase Dios en efecto jamaacutes se impone a la fuerza pues en eacutel siempre estaacute presente el buen consejo Por eso concede el buen consejo a todos Tanto a los seres humanos como a los aacutengeles otorgoacute el poder de elegir mdashpues tambieacuten los aacutengeles usan su razoacutenmdash a fin de que quienes le obedecen conserven para siempre este bien como un don de Dios que ellos custodian En cambio no se hallaraacute ese bien en quienes le desobedecen y por ello recibiraacuten el justo castigo porque Dios ciertamente les ofrecioacute benignamente este bien mas ellos ni se preocuparon por conservarlo ni lo tuvieron por valioso sino que despreciaron la bondad suprema58
Varias ideas importantes quedan expresadas aquiacute La libertad estaacute asociada al
alma como sede racional instrumento que decide y orienta la carne hacia las
mociones del Espiacuteritu El fin de la libertad y la tarea del alma es garantizar que el
hombre mdashplasma Deimdash llegue a ser perfecto a participar de la vida divina a la
comunioacuten plena con Dios libre y gozosamente y no por automatismo natural o
decisioacuten divina en la liacutenea gnoacutestica Es el ser humano quien puede y debe acoger la
Palabra el Logos pero no estaacute solo en esta tarea el laquobuen consejoraquo de Dios estaacute
presente siempre sin forzar ni violentar Por eso la libertad el bien y la obediencia
son temas estrechamente vinculados en Ireneo Y consecuentemente tambieacuten
libertad mal y desobediencia o pecado Dios otorga al hombre el buen consejo el
Bien y le hace libre para que pueda acogerlo y cuidarlo iquestCoacutemo Por la obediencia
Igual que ocurrioacute en la creacioacuten del mundo el Verbo asiste al Padre con su
buen consejo Si es asiacute quizaacute podemos ver ya un indicio de la libre colaboracioacuten del
54 AH IV 383 55 Cf AH IV 125 374-5 V 82 271-2 III 24 56 Cf AH V 161 57 Cf AH V 13
58 AH IV 371
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hombre en su Salvacioacuten dejaacutendose aconsejar continuamente por el Verbo de Dios
y su Espiacuteritu en laquocontinua creacioacutenraquo o proceso teleioacutetico hasta el hombre
perfecto59 Por tanto lo propio de la libertad humana es con-sentir y conservar en
siacute el querer de Dios
Ireneo sigue a Justino60 al proclamar la total libertad de Dios que quiere
otorgar este don a los aacutengeles y a los hombres ambos racionales Sin embargo el
destino y fin que a cada uno le otorga da un sentido distinto a ambas libertades A
los aacutengeles no les da Dios normas para ayudarles en su crecimiento ni tienen
autoridad sobre lo creado su misioacuten es dar culto a Dios y servir al hombre en la
tarea que le es propia a saber llegar a participar de la vida divina61 Por eso la
seduccioacuten de Sataacuten es maacutes grave auacuten ya que atentoacute justamente en el corazoacuten
mismo del ser del hombre su crecimiento paciente y oportuno hasta Dios
Mientras que los aacutengeles inmateriales pueden ejercer en un instante su
libertad por obediencia o por desobediencia a Dios (ya que no estaacuten sujetos a la
traba de la materia) el ser humano soacutelo puede ejercerla mediado por la rudeza de
su carne de la historia Dicho de otro modo en el hombre soacutelo el alma es libre
propiamente mediando entre la carne y el espiacuteritu llamada a elegir la obediencia
al pneuma y asiacute permitir que eacuteste posea la saacuterx62 El alma y a traveacutes de ella la carne
reciben permanentemente el consejo bueno de Dios que no fuerza jamaacutes su
decisioacuten63 El hombre soacutelo tiene que querer libremente dejarse hacer por Eacutel y le iraacute
perfeccionando64 Quien asemeja es el Espiacuteritu de Dios y el cuerpo es lo asemejado
Por tanto acoger el buen consejo de Dios es tanto como acoger su Espiacuteritu y dejar
que actuacutee en nosotros sin ser impedimento No se nos pide maacutes ni menos
Si pues eres obra de Dios aguarda la mano de tu Artiacutefice que todo lo hace oportunamente y de igual manera obraraacute oportunamente en cuanto a ti respecta Preseacutentale tu corazoacuten blando y maleable y conserva la imagen con que te plasmoacute el Artista mantenieacutendote huacutemedo no vayas a perder endurecido las huellas de Sus dedos Guardando la trabazoacuten [ἁρμονίαν] subiraacutes a lo perfecto pues el arte de Dios
59 Cf AH III 187 IV 281 V 61 161 60 Cf 2 Apologiacutea 6 75 Diaacutelogo con Trifoacuten 885 1024 1044 Cit por A ORBE Antropologiacutea 167
nota 77 61 Cf Ep 9 AH IV 371 62 Cf AH V 91 63 Cf AH 372 393 Ep 35 64 Cf AH IV 93 381-3 V 11 81 111 1224
CAPIacuteTULO II
58 | Humana augens
esconderaacute el barro que hay naturalmente en ti Su Mano plasmoacute en ti la substancia te ungiraacute por dentro y por fuera con oro puro y plata [Ex 2511] y tanto te adornaraacute que el propio Rey desearaacute tu hermosura [Sal 4512] Pero si endurecieacutendote enseguida rechazas su Arte y te vuelves ingrato con Eacutel porque te hizo hombre al hacerte ingrato a Dios has venido a perder Su arte y Su vida [] Si pues le entregas lo que es tuyo a saber la fe en El y la obediencia recibiraacutes de Eacutel su arte y seraacutes obra perfecta de Dios65
Nuestra primera tarea es sabernos obra de Dios y confiar en que nos haraacute
laquoobra perfecta suyaraquo [eris perfectum opus Dei] Es transformar nuestra impaciencia
en saber aguardar el tiempo oportuno el tiempo de Dios y seguir creciendo
[augmentum] en libertad para conservar la imagen impresa en nuestra carne para
mantener la humedad [virtus] creacional que permite a los dedos de Dios seguir
recreaacutendonos sin violencia Esta trabazoacuten [harmoniacutean] natural entre nuestro barro
y su espiacuteritu es lo que nos va perfeccionando divinizando acrecentando hasta
Dios Nunca sin nuestra libre voluntad Porque rechazar a Dios es rechazar su Arte
en nosotros y al despreciar lo que somos mdashhombres imperfectos pero
perfectiblesmdash nos endurecemos perdemos esa humedad duacutectil nos incapacitamos
para la obediencia y malogramos la obra de Dios
Pero si no le das fe y huyes de Sus manos la causa de la imperfeccioacuten estaraacute toda en ti porque no obedeciste y no en aquel que te llamoacute [hellip] A Dios no le falta el Arte siendo capaz de sacar de las piedras hijos de Abraham [Mt 39 Lc 38] pero quien no se somete a tal arte es causa de su propia imperfeccioacuten [] Tampoco la luz someteraacute a nadie por la fuerza para siacute ni Dios forzaraacute a quien no quiera someterse a Su Arte Por consiguiente los que se apartaron de la luz del Padre y faltaron a la ley de la libertad se apartaron por su culpa creados en libre albedriacuteo y con propia voluntad66
Recibiremos el don de su Espiacuteritu su Luz y su Arte en la medida que elijamos
libremente acogerlo en nosotros en amorosa obediencia Amorosa porque el fin
que alcanzaraacute es la comunioacuten con Dios67 y no una aseacuteptica auto-perfeccioacuten que
busque eliminar los riesgos mdashel pecadomdash que asumioacute quien nos hizo libres
Sin amor el hombre no es verdaderamente espiritual ni perfecto Al contrario
es el amor quien construye y da perfeccioacuten68 De nada sirve cumplir la ley o los
65 AH IV 392 66 AH IV 393 67 Cf AH V 81 93 68 Cf AH IV 122 De alguna manera Ireneo pone en paralelo el Espiacuteritu que nutre y hace crecer
con el amor que construye y perfecciona Ambos asemejan al hombre con Dios lo divinizan Algo que despueacutes haraacute expliacutecito AGUSTIacuteN laquoCada uno es lo que es su amor [] iquestAmas a Dios No me atrevo a decirlo por mi autoridad escuchemos la Escritura ldquoYo he dicho dioses sois e hijos todos del Altiacutesimordquo (Sal 862 Jn 1036)raquo (In ep Joh 214 [PL 35 1997])
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 59
rituales externos si no se hace movido por el amor69 que es libertad Y esto que
podemos aplicarlo a las obras de justicia con el proacutejimo tambieacuten Ireneo lo aplica al
seguimiento de Cristo y la relacioacuten con Dios
laquoSi alguien te obliga a caminar con eacutel una milla acompaacutentildealo otras dosraquo (Mt 541) de manera que no lo sigas como un esclavo sino que tomes la delantera como un hombre libre [] Es maacutes digno obrar por libertad lo que muestra un afecto y sumisioacuten a nuestro liberador maacutes arraigados en nosotros Porque Eacutel no nos ha liberado para que nos separemos de Eacutel mdashpues nadie que se aparte de los bienes del Sentildeor puede adquirir por siacute mismo el alimento de la salvacioacutenmdash sino para que habiendo recibido maacutes dones suyos maacutes lo amemos pues mientras maacutes lo amemos recibiremos de eacutel mayor gloria cuando estemos para siempre en presencia del Padre [] Pues la amistad con Dios es fuente de inmortalidad para cuantos la cultivan70
Nuestra gloria estaacute en amar siempre a Dios laquoque implica el amor al proacutejimoraquo71
pues recibir su amistad colma en nosotros lo que nos falta nos engrandece nos
glorifica Y esto es don de Dios que el hombre recibe obedeciendo72 y al obedecer
conocemos a Dios cuya mayor grandeza y gloria es justamente su amor73 En
Ireneo no hay libertad verdadera ni obediencia fuera del amor el mayor de los
dones posibles laquomaacutes valioso que la gnosis maacutes glorioso que la profeciacutea y superior
a todos los demaacutes carismasraquo74
Si unimos esta primaciacutea del amor a la libertad personal vemos la importancia
que tiene que todo hombre pueda conocer y experimentar el bien y el mal por siacute
mismo Llega a decir que negarse a conocer ambas realidades es dejar de ser
hombre75
Pues no amamos de igual manera lo que nos viene de modo automaacutetico que aquello que hemos construido con mucho esfuerzo Y como lo maacutes valioso que podiacutea sucedernos es amar a Dios por eso el Sentildeor ensentildeoacute y el Apoacutestol transmitioacute que debemos conseguirlo luchando por ello [] La vista no seriacutea para nosotros un bien tan deseable si no conocieacutesemos el mal de la ceguera [] Del mismo modo el Reino de los Cielos es maacutes valioso para quienes conocen el de la tierra y cuanto maacutes valioso tanto maacutes lo amamos y cuanto maacutes lo amamos tanto maacutes gloria tendremos ante Dios Por este motivo Dios ha permitido todas estas cosas a fin de que nos eduquen y nos hagan
69 Cf AH IV 124 70 AH IV 133-4 71 AH IV 163 72 Cf AH IV 164 73 Cf AH IV 2015 R POLANCO laquoLa carne de Cristo como salus in compendio (AH III 181) o la
Gloria de Dios en lo finito Recepcioacuten balthasariana de Ireneoraquo Teologiacutea y vida 50 (2009) 345-373 Aquiacute 349-351
74 AH IV 338 75 AH 391 Cf AH IV 391 377 H U VON BALTHASAR Gloria II (Madrid 1986) 78-79
CAPIacuteTULO II
60 | Humana augens
sabios [] y quizaacutes alguacuten diacutea el ser humano madure a traveacutes de todas estas experiencias para que madurando se haga capaz de ver y comprender a Dios76
Podriacuteamos decir que el hombre en su libertad puede elegir obedecer y crecer
para la vida o bien desobedecer y crecer para la muerte77 Puede elegir amar o
crear divisioacuten78 Si la capacidad humana de crecimiento es un dinamismo inserto
en nuestra carne no se pierde pero puede malograrse seguacuten el uso que hagamos
de nuestra libertad79 Maacutes se perfecciona el ser humano cuanto maacutes acoge y
conserva el bien que recibe de Dios es decir en la medida que aprende a obedecer
libremente por amor
Como el hombre es libre desde el principio [ἐλεύϑεροσ] y libre es tambieacuten Dios [ἐλεύϑεροσ] a cuya semejanza fue hecho siempre le aconseja Dios al hombre guardar el bien que se perfecciona por la obediencia80
Y de nuevo surge la duda iquestno podriacutea haber creado Dios seres libres que no
pudieran desobedecer incluidos los aacutengeles Podriacutea pero si lo hubiera hecho asiacute
laquoni se gozariacutean con el bien ni valorariacutean su comunioacuten con Dios ni deseariacutean el bien
con todas sus fuerzasraquo81 De hecho Ireneo aplica la imagen paulina del atleta para
expresar coacutemo valoramos maacutes aquello en que maacutes amor y esfuerzo hemos puesto y
al apreciarlo maacutes mayor cuidado ponemos en seguir cuidaacutendolo Asiacute ocurre en el
hombre y su relacioacuten con Dios
El Sentildeor dice que el Reino de los Cielos es de los violentos laquolos violentos lo arrebatanraquo [Mt 1112] de aquellos que se esfuerzan luchan y continuamente estaacuten alerta lo arrebatan [] Como buen atleta nos exhorta [Pablo] al combate de la incorrupcioacuten para que seamos coronado y estimemos de valor la corona a saber que la adquiramos mediante lucha no espontaacuteneamente Cuanto maacutes luchemos por llegar a ella seraacute maacutes estimable Y cuanto maacutes estimable tanto maacutes la amaremos siempre [] Y como lo maacutes valioso que podriacutea sucedernos es crecer en amor a Dios como ensentildeoacute el Sentildeor y confirmoacute el Apoacutestol la cosa nos ocurriraacute con lucha [] Asiacute tambieacuten el reino de los cielos es maacutes estimable para quienes conocieron el de la tierra Y cuanto maacutes
76 AH IV 377 77 Cf AH IV 391 78 Cf AH IV 337 79 Cf B STUDER Dios Salvador en los Padres de la Iglesia (Salamanca 1993) 98
80 AH IV 374 Ireneo elige laquoἐλεύϑεροσraquo tanto para referirse a la libertad de Dios como a la que el hombre recibe desde el principio Es la libertad que va maacutes allaacute del libre albedriacuteo propia de espirituales laquoἈλλ᾿ἐπεὶ ἐλεύϑεροσ τὴν γνώμην ἀπ᾿ἀρξῆσ ὁ ἂνϑρωποσ ndashκαὶ γὰρ ἐλευϑεροσ τὴν γνώμην ὁ Θεόσ οὗ καϑ᾿ὁμοίωςιν γέγονεν- ἀεὶ ςυμβουλεύεται αὐτῷ κατέκειν τὸ ἀγαϑόν ὃ ἐκ τῆσ πρὸσ Θεὸν περγίνεται ὑπακοῆσ mdash Sed quoniam liberae sententiae ab initio est homo et liberae sententiae est Deus cujus ad similitudinem factus est quod perficitur ex ea quae est ad Deum obedientiaraquo
81 AH IV 376
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 61
estimable maacutes le amamos Y cuanto maacutes le hayamos amado mayor gloria tendremos ante Dios Por intereacutes nuestro soportoacute el Sentildeor [sustinuit Dominus] todas estas cosas a fin de que pasando por todas las experiencias nos eduquen seamos prudentes en el futuro y perseveremos en su amor [Jn 15910]82
Si en el ser humano la desobediencia como fruto de una libertad mal empleada
puede desvirtuar su progreso hacia Dios iquestcoacutemo no tenerlo en cuenta al
contemplar el crecimiento en la humanidad de Cristo iquestNo seraacute entonces decisivo
para nuestra salvacioacuten que el hombre Cristo eligiera obedecer al Padre en su carne
libre y voluntariamente dejaacutendose hacer por el Espiacuteritu
Por lo que toca al ser humano no soacutelo fue creado con posibilidad de alejarse de
Dios sino que de hecho lo hizo83 iquestQueacute entiende entonces Ireneo por pecado y
queacute papel juega Porque nada ni tan siquiera el pecado puede anular la economiacutea
divina Lo que siacute haraacute es modificar el coacutemo y el cuaacutendo Vamos a verlo
3 Salus carnis carne que crece en obediencia
El pecado de Adaacuten mdashde la Humanidadmdash es la desobediencia84 y la ingratitud
para quien le creoacute y tanto arriesgoacute en su favor85 Auacuten asiacute el pecado no se convierte
en el centro de la teologiacutea ireneana cosa que a veces ha sido objeto de criacutetica86
O Cullmann considera excesivamente rectiliacutenea la soteriologiacutea ireneana
justamente por minimizar demasiado el peso del pecado en la economiacutea87 Y en la
misma liacutenea A Benoit88 Sin embargo creo que no hay duda de la gravedad que
para Ireneo tiene el pecado89 Otra cosa es que a su vez mantenga el poder del
amor de Dios para llevar a cabo la obra iniciada por encima de las trabas que la
desobediencia humana pueda poner El caraacutecter progresivo o evolutivo de su
antropologiacutea teleioacutetica y la centralidad cristoloacutegica desde la creacioacuten a la
82 AH IV 377 83 Cf AH IV 371 384 84 Cf AH I 103 III 186-7 191 2110 221 231 IV 403 V 163 171 191 85 Cf AH III 42 86 Cf J VIVES laquoPecado original y evolucioacuten humana en Ireneoraquo Estudios Eclesiaacutesticos 43 (1968)
561-589 Aquiacute 562-568 87 O CULLMANN Cristo y el tiempo (Barcelona 1968) 44 nota 10 8888 A BENOIT Saint Ireneacutee Introduction a lrsquoeacutetude de sa Theacuteologie (Pariacutes 1960) 227 ss
89 A ORBE laquoIpse tuum calcabit caput San Ireneo y Gn 315raquo Gregorianum 52 (1971) 95-150 215-271
CAPIacuteTULO II
62 | Humana augens
recapitulacioacuten final hacen que su optimismo no sea ingenuidad sino profunda fe
convencido de que laquoa quien maacutes se le perdona maacutes amaraquo [Lc 7 42]90
Fue pues necesario que el Sentildeor viniese a la oveja perdida para con tan grande Economiacutea realizar la recapitulacioacuten y para volver a buscar la obra que eacutel mismo habiacutea plasmado para salvar al mismo hombre hecho laquoa su imagen y semejanzaraquo (Geacuten 126) es decir al viejo Adaacuten una vez cumplidos los tiempos laquoque el Padre habiacutea fijado con su poderraquo (Hech 17) de la condenacioacuten que habiacutea recaiacutedo sobre eacutel por su desobediencia -porque todo plan de salvacioacuten en favor del hombre se haciacutea seguacuten el beneplaacutecito del Padre- a fin de que Dios no quedase vencido ni se perdiese su obra de arte Pues si el hombre al que Dios habiacutea hecho para que viviese al perder la vida herido por la serpiente que lo habiacutea corrompido ya no hubiese podido volver a la vida sino que hubiese quedado enteramente abocado a la muerte entonces Dios habriacutea sido vencido y la maldad de la serpiente habriacutea triunfado sobre el designio de Dios91
Como hemos dicho el estado inicial de inmadurez humana no es incompatible
con la libertad y sentildeoriacuteo de siacute92 Seriacutea tanto como confundir la capacidad de
decisioacuten con la capacidad para anticipar las consecuencias de los propios actos y
discernir adecuadamente Son cosas relacionadas pero distintas Ireneo ve al
hombre en un estado de inocencia93 sin malicia alguna en el que Dios va
educaacutendole y preparaacutendole para el futuro por medio del Verbo imagen visible del
Invisible Por tanto la encarnacioacuten no responde en Ireneo a la necesidad de
redimir el pecado94 sino al deseo libre de hacerse uno con los hombres creados a
su imagen95 Ahora bien una vez que el pecado forma parte de la realidad humana
tambieacuten formaraacute parte del plan salvador de Dios
iquestCoacutemo el ser humano se acercaraacute a Dios si Dios no se ha acercado al hombre iquestCoacutemo se libraraacuten de la muerte que los ha engendrado si no son regenerados por la fe para un nuevo nacimiento que Dios realice de modo admirable e impensado [] iquestComo habriacutea podido [el Sentildeor] derrotar a aquel que era maacutes fuerte que el hombre y lo teniacutea sujeto de vencer al vencedor para liberar al ser humano vencido si no hubiese sido superior al hombre vencido iquestY quieacuten maacutes puede ser mejor y maacutes excelente que el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios sino el Hijo de Dios a cuya imagen fue hecho el ser humano Por este motivo el Hijo al final manifestoacute la semejanza de Dios hacieacutendose hombre y asumiendo para siacute el antiguo plasma96
90 AH III 20 2 91 AH III 231 92 Cf Ep 11-12 93 Cf Ep 14-15 94 Cf A ORBE Antropologiacutea 482-483 95 Cf AH III 223 IV 241 344 V 141 202 96 AH IV 334
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iquestAcaso podriacutea el hombre con sus solas fuerzas crecer en obediencia hasta
Dios97 Las mismas manos que le crearon modelaacutendolo le seguiraacuten acompantildeando
hasta el final pues nunca salioacute Adaacuten de ellas98 su tarea es permanecer en la
docilidad libre al Verbo y al Espiacuteritu99 Para ayudarle en su crecimiento Dios le
preparoacute un lugar hermoso y tambieacuten le dio reglas y normas laquode suerte que si
observaba el mandamiento de Dios permaneceriacutea siempre tal como era esto es
inmortal [hoc est immortalis] Pero si no lo observaba se hariacutea mortal [ut mortales
fierit] destinado a disolverse en la tierra de donde habiacutea sido tomado su
plasmaraquo100 Por la desobediencia en el Paraiacuteso tendraacute el hombre que continuar su
crecimiento en reacutegimen mortal sin la inocencia inicial y lo que es peor sin la
intimidad con el Verbo que alliacute disfrutaba
Conviene aclarar brevemente el sentido de inmortalidad que aquiacute se maneja
Por la imperfeccioacuten del hombre lo que Dios ofrecioacute como ayuda para orientar su
crecimiento pudo dar lugar a la muerte101 No parece que en Ireneo la inmortalidad
del Paraiacuteso deba entenderse como inmortalidad divina sino como algo transitorio
No olvidemos que esa vida divina es justamente la perfeccioacuten hacia la que se le
pide que crezca pues perfecto es quien maacutes se acerca a Dios102 Por tanto poco
sentido tendriacutea que Dios ya se la hubiera otorgado en el Paraiacuteso o que no le
hubiera dado el don de crecer e ir acercaacutendose cada vez maacutes a Eacutel Comparte la
doctrina de Teoacutefilo de Antioquiacutea considerando al hombre en esta etapa capaz de
lo mortal y lo inmortal103
El intereacutes de Ireneo estaacute en confirmar que justamente por su desobediencia
se hicieron mortales104 Ahora bien Ireneo insiste en que el origen de tal hecho
97 Cf AH IV 112 Ep 11 98 Cf AH V 13 99 Cf AH IV 393 100 Ep 15 101 Cf AH IV 134 165 3934 102 Cf AH IV 383 V 81 103 Cf AH III 202 IV 112 V 91 Explicado ampliamente en A ORBE Antropologiacutea 237-240 400
466 Tambieacuten J VIVES Pecado original y evolucioacuten humana 569-570 104 Cf A ORBE laquoCinco exeacutegesis ireneanas de Gn 217b (AH V 231-2)raquo Gregorianum 62 (1981) 75-
113 ID laquoLos hombres y el Creador seguacuten una homiliacutea de Valentiacutenlaquo Gregorianum 55 (1974) 5-48 339-368
CAPIacuteTULO II
64 | Humana augens
(que no niega) no estaacute en Adaacuten mismo sino en el engantildeo de Sataacuten105 que por
envidia106 le alejoacute de Dios De hecho la respuesta divina fue contra el aacutengel
seductor y maldijo a la serpiente en quien el diablo se escondiacutea El hombre es
expulsado del Jardiacuten como consecuencia de la ofensa no por eacutel mismo dejaacutendole
Dios habitar laquoen el camino que conduce al Jardiacuten ya que el Jardiacuten no admite al
pecadorraquo107
La diferencia es clara el hombre no sale indemne de su trasgresioacuten pero
mientras eacutel actuoacute asiacute engantildeado por debilidad e ignorancia Sataacuten lo hizo por
malicia y envidia108 La seduccioacuten hizo visible lo que estaba en eacutel internamente y
Dios bien conociacutea su envidia En todo ello subraya siempre Ireneo la bondad de
Dios109 quiso que saliera a la luz la envidia del seductor y quiso que Adaacuten entrara
en un reacutegimen de muerte no soacutelo como castigo110 sino como remedio para que no
fuera eterna su situacioacuten de desobediencia y pecado de lejaniacutea111
Por este motivo [Dios] le expulsoacute [a Adaacuten] del paraiacuteso a fin de que el hombre no perseverara siempre en transgresioacuten ni fuera inmortal el pecado que le rodeaba y el mal se hiciera interminable y sin curacioacuten Mas impidioacute su transgresioacuten interponiendo la muerte y haciendo que cesara el pecado infirieacutendole un teacutermino mediante la disolucioacuten de la carne en la tierra para que dejando alguna vez el hombre de vivir al pecado y muriendo a eacutel comenzase a vivir para Dios112
Conviene no confundir esta muerte corporal con una destruccioacuten de la carne a
favor del alma inmortal planteamiento maacutes cercano a los gnoacutesticos La vida que
pueda dar el alma al cuerpo soacutelo es temporal para Ireneo porque propiamente
laquoinmortalraquo (αϑανναςία) soacutelo es Dios el Increado Todo lo demaacutes tambieacuten el alma
es creacioacuten suya y por tanto tiene principio y fin La incorrupcioacuten o inmortalidad a
la que llegaraacute un diacutea el hombre afecta al aacutenthropos completo como venimos
repitiendo Y esto soacutelo puede darlo el Espiacuteritu
Como la carne es capaz de corrupcioacuten asiacute tambieacuten lo es de incorrupcioacuten y como es capaz de morir asiacute lo es de vivir Una y otra cosa se excluyen mutuamente y no pueden
105 Cf Ep 16 AH IV 403 V 231 241 322 106 Cf Sab 223-24 107 Ep 16 [Eum circa paradisum tunc pecatorem enim non recipit paradises] 108 AH III 231 109 Cf III 201 185 110 AH III 187 111 Cf AH V 152 112 AH III 236
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 65
ambas permanecer en el mismo sujeto [] La primera vida ha sido expulsada porque le habiacutea sido dada por medio de un simple soplo y no por medio del Espiacuteritu Porque una cosa es el soplo de vida que hace al hombre un ser animado y otra el Espiacuteritu vivificante que le perfecciona como espiritual [] El soplo conoce un instante de vigor permanece un instante y tras eso se va dejando sin haacutelito aquello que primero conteniacutea en cambio el Espiacuteritu cintildee al hombre por dentro y por fuera y como quien siempre perdura no le abandona jamaacutes113
Los gnoacutesticos tambieacuten hablaban de pecado y redencioacuten pero un pecado que
veniacutea con la Creacioacuten misma114 y del que somos redimidos en la medida que nos
alejamos de la materia de la carne Para Ireneo sin embargo es la salvacioacuten la que
estaacute vinculada desde el inicio con la Creacioacuten para ser elevados en nuestra carne
hasta Eacutel No es el pecado quien determina la salvacioacuten sino la salvacioacuten la que
integra el pecado para llevar a teacutermino lo que Dios teniacutea previsto115
El engantildeo de Sataacuten apunta justamente aquiacute pues ofrece la inmortalidad a
cambio de su desobediencia y Adaacuten encuentra justamente lo contrario
desobedecer le lleva a la muerte116 Una muerte que alude principalmente a la vida
de Dios a la deificacioacuten no a la muerte fiacutesica y separacioacuten de alma y cuerpo117
aunque la incluya118 De hecho Cristo no eliminoacute la muerte fiacutesica sino la muerte
eterna la incapacidad para participar de la vida de Dios119 iquestNo habriacutea que
entender de modo similar la peacuterdida del Espiacuteritu tras la trasgresioacuten120 Es decir
por su desobediencia Adaacuten se aleja de Dios pierde laquoel vestido de santidadraquo o
laquoestola del Espiacuterituraquo121 que en Epideixis se prefiera llamar laquovigor del alientoraquo122
113 AH V 12 1-2 114 Cf AH III 182 115 Cf J FANTINO laquoEl hombre verdadero seguacuten San Ireneoraquo Estudios Trinitarios 23-24 (1989-
1990) 3-30 Aquiacute 8 116 Cf AH IV 391 117 Cf AH V 71 118 Cf J VIVES Pecado original y evolucioacuten humana 570 119 Detraacutes de este tema se encuentra el debate sobre la diversa naturaleza del alma y la distincioacuten
o no entre principio vital y alma en Ireneo Cf R AMO USANOS laquoLa carne habituada a portar vida [AH V 33] Aclaraciones al uso de zoeacute en la obra de san Ireneoraquo Estudios Eclesiaacutesticos 83 (2008) 425-455 Especialmente 450-453
120 laquoYa Taciano dice que cuando el alma pierde por el pecado el Espiacuteritu sufre una ἁτονία que le impide elevarse a las cosas celestes [] Con el pecado el alma perdioacute su tensioacuten Y asiacute el hombre perdioacute su harmoniacutea interios [] Pero nunca el hombre histoacuterico dejoacute de estar confrontado al Espiacuteritu Porque la atoniacutea de Adaacuten despueacutes del pecado no significa que fuera abandonado a un destino meramente psiacutequico Es esta una premisa teoloacutegica en la que coinciden tanto los eclesiaacutesticos como la Gnosis heterodoxaraquo (J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo [Gn 126] en S Ireneoraquo 279)
121 AH III 235
CAPIacuteTULO II
66 | Humana augens
Con la peacuterdida del Espiacuteritu el hombre pierde la semejanza otra gran consecuencia
del pecado y la recobraraacute cuando llegue el momento como el hijo proacutedigo de la
paraacutebola recobroacute sus vestiduras123 Ahora bien no es posible que el hombre
perdiera por completo el espiacuteritu virtus divina mezclada con su barro plasmada y
vivificada por su soplo vital124 Guarda mayor coherencia con todo el sistema
teoloacutegico de Ireneo pensar que mantuvo una cierta semejanza imperfecta e
insuficiente pecadora incluso pero lo bastante como para poder seguir creciendo
y progresando deacutebilmente hasta Dios125 No en vano fuera del Paraiacuteso Adaacuten
perdioacute la posibilidad de ver al Verbo a cuya imagen habiacutea sido creado y a cuyo
modelo debiacutea asemejarse126
Una cosa es perder la semejanza que inicialmente Dios habiacutea puesto en
nosotros imperfecta pero llamada a crecer hasta la plenitud y otra bien distinta
afirmar que Adaacuten carece en absoluto de Espiacuteritu tras el pecado Caeriacuteamos en
contradiccioacuten con el modo de concebir Ireneo al aacutenthropos carne alma y
espiacuteritu127 La deificacioacuten del hombre sigue adelante De lo contrario la debilidad
de algo tan simple como la carne humana tendriacutea maacutes poder que el mismo Dios
impidiendo llevar a teacutermino la obra que Eacutel mismo ha comenzado No seraacute asiacute128
El aacutengel envidiaba la dignidad del hombre inalcanzable para eacutel y le sedujo
tratando de engantildearle Al hacerlo dantildea de alguacuten modo la imagen y semejanza que
Dios habiacutea otorgado a su plasma Al hacerlo estaba atacando tambieacuten al mismo
Verbo de quien era imagen el plasma creado
El Sentildeor con su palabra le proboacute que todo lo suyo se oponiacutea al Dios Creador de todas las cosas y lo sometioacute por su obediencia en cuanto hombre lo descaroacute como desertor transgresor de la Ley y apoacutestata de Dios y maacutes tarde en cuanto Verbo lo encadenoacute fuertemente como a su propio fugitivo y le arrebatoacute los bienes o sea los hombres de quienes eacutel se habiacutea apoderado e injustamente se serviacutea129
122 Ep 14 123 Cf AH IV 142 124 Cf Ep 11 125 Cf A ORBE Antropologiacutea 218 nota 126 126 Cf Ep 12 127 1Ts 523 Cf Capiacutetulo I 128 Cf AH III 231 V 52 129 AH V 213 Cf III 223 V 21 211
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 67
Sataacuten el que laquoenvidia nuestra vidaraquo130 el Seductor nos ataca de dos modos
animaacutendonos a saltarnos etapas y minando nuestra fe nuestra confianza tanto en
nosotros mismos como en Dios que tanto espera de nosotros Y seraacute el mismo Hijo
de Dios en la carne quien restaure por obediencia lo que Adaacuten en su carne
deshizo la comunioacuten con Dios131
Ya hemos visto que Ireneo tiene distintos modos de hablar sobre la imagen y
semejanza132 Quedeacutemonos ahora con que en el Verbo encarnado Segundo Adaacuten
se restableceraacute la semejanza perdida haciendo visible la imagen asegurando de
alguacuten modo la unioacuten con el Espiacuteritu que en el Primer Adaacuten era tan inicial y deacutebil133
Unioacuten que seguiraacute creciendo en obediencia hasta alcanzar la imagen y semejanza
plena del Cristo glorioso134
Ciertamente esta situacioacuten de sometimiento al pecado y sus consecuencias no
queda limitada a Adaacuten y Eva pues somos de su misma carne y en desobediencia
nace todo ser humano135 Del mismo modo que hablaacutebamos antes de una libertad
siempre aconsejada al bien por Dios hemos de hablar ahora de una humanidad
marcada siempre por la desobediencia El paradigma es Caiacuten que recibiendo el
consejo de Dios lo rechazoacute no acomodoacute su voluntad con la de Dios y
desobedecioacute136 A la culpa heredada de Adaacuten se antildeade la propia decisioacuten
Ahora bien en estas condiciones sigue siendo el libre albedriacuteo de cada uno
quien puede y debe decidir y elegir el bien y no el mal la vida y no la muerte la
obediencia y no la desobediencia Pero sabiendo que por nuestras solas fuerzas
seriacutea imposible salir de tal esclavitud se encarnoacute Cristo laquohecho mediador de Dios y
de los hombres [1Tim 25]raquo137 y a traveacutes de Eacutel de su carne gloriosa recibiremos el
don renovado del Espiacuteritu138
130 AH IV pr 4 131 Cf AH V 21 163 171 334 132 Cf Capiacutetulo I 133 Cf AH V 244 134 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo 291-295 135 Cf AH V 213 Ep 18 136 Cf AH III 234 137 AH V 171 138 Cf AH III 174
CAPIacuteTULO II
68 | Humana augens
Desde siempre estuvimos llamados a vivir seguacuten el Espiacuteritu Santo en
obediencia para ir creciendo y madurando hasta alcanzar la medida de la plenitud
en Cristo139 el Hombre perfecto o espiritual El pecado que Dios no quiso impedir
para respetar la libertad humana mdashaunque lo previera y permitiera como
permitioacute que la ballena se tragase a Jonaacutes140mdash es ahora motivo de mayor amor y
agradecimiento a Dios de forma que la docilidad a su gracia quiera ser mayor cada
vez
Esta ha sido la generosidad de Dios que ha permitido que el ser humano haya experimentado todo y que conozca la muerte que en seguida lo hiciera llegar a la resurreccioacuten de entre los muertos a sabiendas de la experiencia por la cual ha sido liberado De esta manera siempre deberaacute agradecer al Sentildeor una vez conseguida la incorrupcioacuten y amarlo maacutes pues laquomaacutes ama aquel a quien maacutes se perdonaraquo (Lc 742-43) (El hombre) conocieacutendose a siacute mismo como deacutebil y mortal [] comprenda todo el poder de Dios que se ha manifestado en eacutel mismo (hombre) a fin de que advierta coacutemo el mismo Dios le ha ensentildeado su propia grandeza Porque la gloria del hombre es Dios Y a su vez el ser humano es el recipiente de toda la obra de Dios y de su poder y sabiduriacutea Asiacute como el verdadero meacutedico muestra serlo al curar a los enfermos asiacute tambieacuten Dios se manifiesta a los hombres [] Quien mantiene sin inflarse ni jactarse la verdadera gloria de las cosas creadas y de su Hacedor (el Dios omnipotente que a todas ha concedido la existencia) y permanece en su amor sometido a eacutel y en accioacuten de gracias recibiraacute de Dios una mayor gloria y maacutes aprovecharaacute hacieacutendose semejante a aquel que por eacutel ha muerto Pues se hizo laquosemejante a la carne del pecadoraquo (Rom 83) a fin de condenar el pecado y una vez condenado echarlo de la carne para de esta manera hacer crecer en su semejanza al ser humano llamaacutendolo a ser imitador de Dios sometieacutendolo a la Ley que lo lleva a contemplar a Dios y daacutendole la capacidad de captar al Padre141
Si es ejerciendo nuestra libertad como vamos creciendo hacia esa comunioacuten
con Dios es evidente que Eacutel se fiacutea de nosotros de nuestro crecimiento apuesta por
nosotros sin dejar de acompantildearnos Por tanto es de esperar que el hombre vaya
aprendiendo a ejercer su libertad en una confianza creciente y esperanzada tanto
respecto a Dios que nunca lo deja de Su mano cuanto de siacute mismo animado y
sostenido por el Espiacuteritu Santo sin obstaculizar su obra142
Porque la libertad que Dios da al hombre no implica soacutelo capacidad de eleccioacuten
sino tambieacuten capacidad de dominar los propios actos responsabilizaacutendose de
139 Cf Ef 413 140 Cf AH III 201 231 IV 322 377 384 V 361 141 AH III 202 142 Cf AH V 81 102 134
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 69
ellos143 lo que le asemeja a Dios y le capacita para llegar un diacutea a la divinizacioacuten en
la carne La parte divina viene dada desde el principio en ese permanente
asesoramiento e invitacioacuten al bien que nos ofrece La parte humana es responder
en obediencia participando del Espiacuteritu que nos alienta
La carne poseiacuteda por el Espiacuteritu olvidada de siacute asume la cualidad del Espiacuteritu hacieacutendose conforme al Verbo de Dios [] Por eso dice una vez vivimos sin el Espiacuteritu celestial en la vejez de la carne no obedeciendo a Dios asiacute ahora recibiendo al Espiacuteritu caminemos en la novedad de la vida obedeciendo a Dios Y porque sin el Espiacuteritu de Dios no podemos ser salvos el Apoacutestol nos exhorta a conservar el Espiacuteritu de Dios mediante la fe y la vida casta144
En definitiva Ireneo no minimiza el pecado de Adaacuten amparado en su
imperfeccioacuten inicial o estado de infancia Fue desobediente y lo fue libremente
pudiendo haber obedecido Lo que Ireneo salva es la motivacioacuten o raiacutez de tal
pecado que no nace de una malicia natural del hombre sino que viene de fuera
4 Conclusiones
Para Ireneo negar todo dualismo va maacutes allaacute de la dimensioacuten ad extra
Tampoco en Dios ad intra hay dualismo posible Dios no crea primero y salva
despueacutes145 como acciones independientes o consecutivas Dios crea al ser humano
a imagen y semejanza del Verbo encarnado y glorioso sin imponerle nada para
que por su propia libertad y voluntad mdashdones de Diosmdash por amor llegue a la
plenitud que es la vida en el Espiacuteritu Seguacuten viva el ser humano tal camino de
crecimiento de su imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten uacuteltima participando de la
vida de Dios viviraacute con mayor o menor fidelidad su vocacioacuten el primer deseo de
Dios sobre eacutel Pues el ser humano ha sido laquomodelado de cara a un crecimiento y
una madurez [plasmavit enim eum in augmentum et incrementum] seguacuten la
palabra de la Escrituraraquo146
143 Cf AH IV 134 164 144 AH V 93 145 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 95 146 AH IV 11 2
CAPIacuteTULO II
70 | Humana augens
Si miramos la Historia y al ser humano como Ireneo los mira difiacutecilmente nos
preguntaremos por queacute Dios no hizo al hombre perfecto desde el principio Seriacutea
incoherente y absurdo Propio de quien no-es-Dios de alguien laquorecieacuten creadoraquo es
no querer igualarse con el Increado con su Autor con el Perfecto Pero ademaacutes
hay otra razoacuten fundamental Dios quiere que el hombre llegue al fin que El le
propone tal como es al ritmo paciente de la carne sin saltarse etapas ni pretender
medios que no le corresponden Su grandeza no estriba en ser perfecto sino en ser
capaz de perfeccioacuten lograda por el amor libre y obediente dejaacutendose transformar
por el Espiacuteritu
En este proceso del hombre natural al hombre espiritual se juega la historia
salutis Ireneo hablaraacute de alcanzar la inmortalidad incorruptibilidad participacioacuten
visio Dei carne poseiacuteda por el Espiacuteritu todas expresiones que nos refieren a lo
que maacutes tarde se llamaraacute laquodeificacioacutenraquo tomando diversos matices seguacuten
autores147 No es un crecimiento para adquirir perfeccioacuten moral o aumento de
virtud en uno mismo sino que crecemos en la medida que nos acercamos a Dios el
Perfecto Pasar de sarx a pneuma automaacuteticamente es impensable o la carne no
seriacutea tal o el Espiacuteritu no habriacutea sido acogido en libertad Dios toma en serio de tal
manera nuestra carne y el destino que nos prepara que no puede realizarse
verdaderamente sin tiempo de maduracioacuten y crecimiento en un mutuo
laquoacostumbramientoraquo La plasis humana mdashcuerpo y almamdash es sarx pneumatikoacutes ya
sea inmaduramente al inicio ya sea en plenitud tras la Resurreccioacuten de Cristo
Pero el hombre mdashla sarxmdash es capaz incluso de rechazar el don de Dios y
desobedecerle como de hecho ocurrioacute por engantildeo de Sataacuten el seductor Quisieron
ser dioses antes que hombres y desobedecieron el mandato que Dios habiacutea dado
para su bien Experimentaron el bien de Dios y el mal del seductor Asiacute quiso Dios
que fuera para que aprendieran en su propia carne a juzgar y discernir a buscar el
bien rehusando el mal ya no por mandato de Dios sino por propia eleccioacuten libre
Tras la desobediencia el hombre continuaraacute su crecimiento pues forma parte de su
147 Cf N RUSSELL The Doctrine of Deification in the Greek Patristic Tradition (Oxford 2006) 1-15
105-110 V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente (Barcelona 22009) especialmente 146-160
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 71
naturaleza creatural pero ahora marcado por la muerte y por la capacidad de
asemejamiento mermada dantildeada herida
Si acoger la salvacioacuten de Dios en nosotros mdashsalus carnismdash implica crecimiento
no puede eacutesta consistir en ser devueltos a un estado primordial paradisiacuteaco sino en
alcanzar la promesa a la que Dios nos destinoacute desde el principio Es una salvacioacuten
teleioacutetica y ademaacutes en comunioacuten humano-divina Por eso la libertad humana mdashen
la carnemdash tendraacute un papel decisivo Si nos salvamos por nuestras propias fuerzas
para progresar inuacutetil es la accioacuten de Dios si lo hace Dios soacutelo sobra nuestra
libertad y obediencia iquestCoacutemo podraacute darse entonces esta comunioacuten que nos salve
La respuesta de Ireneo apunta con toda claridad a Cristo Verbo encarnado
verdadero Dios y verdadero hombre Maacutes auacuten a la carne de Cristo carne como la
nuestra ungida por el Espiacuteritu hasta la glorificacioacuten final para nuestra salvacioacuten
CAPIacuteTULO II
72 | Humana augens
Capiacutetulo III
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
EacuteL ES LA COMUNIOacuteN QUE NOS SALVA
Ipse per se hominem adunans Deo
(AH III 42)
Introduccioacuten
1 Perceptrix et capax caro virtutis Dei
11 LA VIDA PRESENTE EN LA CARNE 12 EUCARISTIacuteA 13 LA CARNE DE CRISTO
2 Carne de nuestra carne
21 LA MIXIS INICIAL 22 LA PLASMACIOacuteN CON SUS MANOS
3 iquestQuieacuten sino el Verbo puede unir al hombre con Dios
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO III
74 | Humana augens
Introduccioacuten
Al comenzar este estudio nos preguntaacutebamos si podriacuteamos concluir alguacuten
rasgo esencial a la humanidad de Cristo a partir de la antropologiacutea de Ireneo Si
Cristo se hizo verdaderamente hombre iquestno tuvo que asumir los rasgos esenciales
de este hombre Concretamente hemos fijado nuestra atencioacuten en el crecimiento
como dinamismo propio de la carne alentada por el Espiacuteritu tal como el Creador la
ha dispuesto para alcanzar el fin que le es propio Siguiendo nuestro razonamiento
si la humanidad de Cristo tiene alguna virtualidad salviacutefica tendraacute que pasar por
su crecimiento
Sin embargo antes de hacer esta aplicacioacuten conviene hacerse algunas
preguntas iquestRealmente podemos decir que la carne es perceptible de salvacioacuten de
accioacuten del Espiacuteritu Si no lo fuera iquestqueacute sentido tiene que el Verbo se haga carne
para nuestra salvacioacuten iquestO acaso la carne que Eacutel tomoacute siendo verdadera no es
carne como la nuestra A estas preguntas dedicaremos los dos primeros puntos de
este capiacutetulo siguiendo la argumentacioacuten del mismo Ireneo frente a sus
contemporaacuteneos
Finalmente una vez que constatamos el pecado y la desobediencia del hombre
iquestsigue adelante el plan salvador de Dios en Cristo iquestafecta el pecado de alguacuten
modo al proyecto salvador de Dios iquestPor queacute nos salva el Verbo y por queacute de esta
manera como verdadero Dios y verdadero hombre iquestDe queacute modo puede realizar
Eacutel el fin que nos es propio la visioacuten del Padre la comunioacuten iacutentima y plena con Eacutel
iquestjuega alguacuten papel su carne creciendo al ritmo del Espiacuteritu
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 75
1 Perceptrix et capax caro virtutis Dei (AH V 32)
iquestAcaso la carne puede ser salvada puede acoger a Dios Es un tema
importante al que Ireneo tuvo que hacer frente pues laquosi la carne no pudiera ser
salvada el Verbo de Dios no se habriacutea hecho carneraquo1 En los capiacutetulos anteriores
hemos aludido a las reticencias gnoacutesticas mdashy de algunos eclesiaacutesticos2mdash ante la
materia en general y ante la carne en particular Tambieacuten hemos afirmado lo
contrario que esto es a la sensibilidad y la teologiacutea de Ireneo Ahora bien la mirada
amable a la carne y a la materia como elemento esencial al ser humano creada y
querida por Dios no es suficiente para afirmar tambieacuten su resurreccioacuten En
nuestro caso el tema es fundamental puesto que si la carne no es laquocapaz de
salvacioacutenraquo o lo que es lo mismo capaz de acoger el Espiacuteritu de Dios que es quien
laquonutre y hace crecerraquo3 difiacutecilmente seraacute agente de salvacioacuten Ni siquiera si eacutesta
carne es la de Cristo
Ireneo coincide con los gnoacutesticos4 al afirmar que soacutelo puede asumir el Sentildeor lo
que puede salvarse5 dando la vuelta al principio patriacutestico que despueacutes se hariacutea
claacutesico laquoQuod non est assumptum non est sanatumraquo6 La conclusioacuten es evidente
para los gnoacutesticos el Verbo no pudo asumir la carne ya que por naturaleza no es
capaz de salvacioacuten Ireneo por el contrario haraacute de su encarnacioacuten la clave de
boacuteveda de toda la antropologiacutea y soteriologiacutea Nuestra esperanza no se fundamenta
en la fuerza de nuestra naturaleza sino en el poder amoroso de Dios7
1 AH V 141 El P ORBE lo expresa con gran fuerza laquoSobra la Encarnacioacuten cuando no hay carne que
deificarraquo (laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo Gregorianum 46 [1965] 481-544 aquiacute 543)
2 Cf A ORBE laquoAdversarios anoacutenimos de la Salus carnisraquo Gregorianum 60 (1979) 9-53 ID laquoDefinicioacuten del hombre en la teologiacutea del siglo IIraquo Gregorianum 48 (1967) 522-576 J C ALBY laquoUn grano de trigo produciraacute diez mil espigas El optimismo metafiacutesico en la escatologiacutea de san Ireneoraquo Sapientia 62 (2007) 5-21
3 AH IV 383 4 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa salvacioacuten de la carne en S Ireneoraquo Scriptorium Victoriense 12 (1965) 7-29
Aquiacute 13 5 Cf Ibiacuted 22 6 GREGORIO NACIANCENO Ep 101 I 32 (SC 20850) laquoLo que no ha sido asumido no ha sido sanado
pero lo que se une a Dios se salvaraquo Axioma claacutesico que ya explicitoacute Oriacutegenes laquoEl hombre no habriacutea sido salvado todo entero si nuestro Salvador y Sentildeor no hubiera asumido al hombre enteroraquo Y que para algunos estariacutea en la base de la argumentacioacuten ireneana (cf T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano [Burgos 2004] 64)
7 Cf AH II 292 V 23
CAPIacuteTULO III
76 | Humana augens
Ahora bien la sola carne no salva8 De hecho la sola carne para Ireneo no es
nada como tampoco es nada en el ser humano el alma sola o solo el Espiacuteritu9
Tendriacuteamos que decir por tanto que la sola carne de Cristo por siacute misma tampoco
salva siguiendo la exeacutegesis gnoacutestica de 1 Cor 1550 laquoLa carne y la sangre no
pueden efectivamente heredar el reino de Diosraquo10 Ireneo critica fuertemente a
quienes utilizan este texto para desechar la carne pues laquoni han captado el sentido
del Apoacutestol ni han investigado la fuerza de las palabrasraquo11
La iniciativa y la actividad siempre procede de Dios del Espiacuteritu Lo propio del
hombre lo propio de la carne es recibir y acoger tal accioacuten12 Por eso no se trata de
que la carne llegue a poseer el Espiacuteritu como un premio por siacute misma sino que
con su docilidad el Espiacuteritu vaya progresivamente hacieacutendola suya
Ahora recibimos alguna parte de su Espiacuteritu para perfeccionar y preparar la incorrupcioacuten acostumbraacutendonos poco a poco a comprender y a portar a Dios El Apoacutestol lo llamoacute prenda (es decir parte de la gloria que Dios nos ha prometido) (Ef 113-14) [] Por ello esta prenda al habitar en nosotros ya nos hace espirituales y la mortalidad es absorbida por la inmortalidad (2 Cor 54) [] Esto no nos sucede por la destruccioacuten de la carne sino por la comunioacuten del Espiacuteritu [] Pues si la prenda apoderaacutendose del hombre mismo ya le hace clamar laquoiexclAbbaacute Padreraquo iquestqueacute haraacute la gracia universal del Espiacuteritu que Dios otorgaraacute a los hombres Nos haraacute semejantes a eacutel y nos haraacute perfectos por la voluntad del Padre pues eacuteste ha hecho al hombre seguacuten la imagen y semejanza de Dios13
Esto es importante porque en ninguacuten momento entiende Ireneo que la
naturaleza humana la sarx deba ser aniquilada De hecho cuando Ireneo habla de
lo carnal como opuesto a lo espiritual no deshecha la carne en siacute sino sus obras14
Elegir las obras del Espiacuteritu es ir creciendo en su accioacuten y realizando sus frutos15 lo
que se opone a laquoser carnalraquo es decir vivir seguacuten laquolas obras de la carneraquo pero no a
vivir en la carne La razoacuten central estaacute en la voluntad creacional de Dios nuestra
carne es su Arte su obra Y lo sigue siendo incluso dantildeada por el pecado pues la
purificacioacuten no se debe a la carne en siacute sino a las obras tal como se muestra en los
8 Cf AH III 204 9 Cf AH V 91 Hemos tratado el tema en el Capiacutetulo I 10 Cf AH V 91-4 11 AH V 132 12 Cf AH IV 392 112 13 AH V 81 Cf AH V 94 14 Cf AH V 102 1234 15 Cf AH V 111
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 77
milagros de curaciones de Jesuacutes16 Sin duda una distincioacuten fundamental que
convendriacutea recuperar
Las obras de la carne [son las] hechas sin el Espiacuteritu Estas llevan a la muerte [] laquoPero estaacuteis lavados y santificados estaacuteis justificados en el nombre del Sentildeor Jesucristo y en el Espiacuteritu de nuestro Diosraquo iquestY cuaacutendo hemos llevado la imagen del que nacioacute de la tierra Cuando realizaacutebamos las obras de la carne arriba descritas iquestY cuaacutendo llevamos la imagen del que viene del cielo Cuando como eacutel dice laquoestaacuteis lavadosraquo y creeacuteis laquoen su nombreraquo para recibir su Espiacuteritu No hemos lavado la substancia de nuestro cuerpo ni la imagen de nuestra creacioacuten sino nuestro antiguo modo de actuar Y asiacute en los mismos miembros por los que antes pereciacuteamos cuando realizaacutebamos las obras corruptibles en esos mismos miembros empezamos a vivir cuando realizamos las obras del Espiacuteritu17
Si el hombre no tiene que dejar de ser laquoaacutenthroposraquo para llegar a Dios18
tampoco la carne tiene que dejar de ser carne para llegar a ser en todo
transformada por el Espiacuteritu lo mortal en inmortal lo corruptible en incorruptible
la debilidad en fortaleza19 Si laquosu obraraquo se muestra en la plasis humana20 imagen y
semejanza suya tambieacuten se cumpliraacute en la carne su salvacioacuten (Salus carnis no
Salus animae21) Por eso Ireneo puede hablar del hombre espiritual o perfecto del
laquohombre vivienteraquo como aquel que participando de la carne participa tambieacuten del
Espiacuteritu y eacuteste le guiacutea22
Donde estaacute el Espiacuteritu del Padre ahiacute se encuentra el hombre viviente [] La carne poseiacuteda por el Espiacuteritu olvidada de siacute asume la cualidad del Espiacuteritu hacieacutendose conforme al Verbo de Dios [] Por eso dice una vez vivimos sin el Espiacuteritu celestial en la vejez de la carne no obedeciendo a Dios asiacute ahora recibiendo al Espiacuteritu caminemos en la novedad de la vida obedeciendo a Dios Y porque sin el Espiacuteritu de Dios no podemos ser salvos el Apoacutestol nos exhorta a conservar el Espiacuteritu de Dios23
Como dijimos al hablar del pecado24 el hombre no pierde nunca totalmente el
espiacuteritu25 pero siacute la vitalidad del Espiacuteritu que disfrutaba antes de la caiacuteda Esa falta
de vitalidad en el hombre es lo que conlleva su vejez26 su deterioro su
16 Cf AH V 1256 15 17 AH V 112 18 Cf AH V 122 19 Cf AH V 32 102 20 Cf AH V 152
21 Cf A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo Gregorianum 64 (1983) 199-241 Aquiacute 218
22 Cf AH V 92 23 AH V 93 24 Cf Capiacutetulo II 25 Cf AH V 122 26 Cf J FANTINO laquoEl hombre verdadero seguacuten San Ireneoraquo Estudios Trinitarios 23-24 (1989-1990)
3-30 Aquiacute 16-17
CAPIacuteTULO III
78 | Humana augens
estancamiento Crecer no es envejecer pues quien crece se allega a Dios y quien
envejece muere27 Con Cristo en su carne recupera el hombre la novedad28 que le
acrecienta si elige de nuevo la cercaniacutea obediencia con Dios29
Ireneo expresa esta laquoactiva pasividadraquo de dejarse hacer por el Espiacuteritu con dos
imaacutegenes paulinas Primeramente habla de toda carne como templo de Dios y une
esta metaacutefora a la comparacioacuten joaacutenica del Templo con el cuerpo de Cristo30
La carne plasmada es templo de Dios [] Si alguno afirma que el templo de Dios en el cual habita el Espiacuteritu del Padre y los miembros de Cristo no participan de la salvacioacuten sino que estaacuten condenados a la perdicioacuten iquestno diraacute la maacutes grande blasfemia Porque nuestros cuerpos no resucitan en virtud de su propia naturaleza sino por la virtud de Dios31
Del mismo modo que el Espiacuteritu habitaba en el Templo de Jerusaleacuten asiacute
moraba en el Cuerpo de Cristo Y si nosotros somos miembros de su Cuerpo
tambieacuten en nuestro cuerpo mora el Espiacuteritu Santo32 Si nuestra carne no resucita
tampoco resucitaraacute la carne de Cristo Y esto seriacutea tanto como decir que la carne
unida al Verbo en esta vida no seraacute capaz de Dios en la gloria y por eso queda
fuera de la incorrupcioacuten No tiene sentido
Por otro lado con la imagen del injerto33 Ireneo expresa simboacutelicamente coacutemo
la comunioacuten entre Dios y el hombre entre el Espiacuteritu y la carne no funde ni
confunde las dos realidades perdieacutendose una en beneficio de otra Tampoco es la
suma de dos realidades ajenas yuxtapuestas sino que la parte maacutes deacutebil queda
siempre mejorada y crecida por la maacutes fuerte en la medida que se unen
Y para que nosotros dando gusto a la carne no vayamos a rechazar injertarnos en el Espiacuteritu esto escribe laquoTuacute que eres un olivo silvestre has sido injertado en un olivo feacutertil para hacerte participar de sus abundantes frutosraquo (Rom 111724) Pero si un olivo agreste despueacutes de ser injertado siguiese siendo agreste laquoseraacute cortado y echado al fuegoraquo (Mt 719) en cambio si continuacutea injertado y se convierte en un buen olivo se transforma en un aacuterbol lleno de frutos como los plantados en el huerto de un rey [] De igual modo quienes no producen frutos de justicia sino que viven prisioneros de sus sentidos si despiertan y reciben al Verbo de Dios como un injerto retornan a su
27 Cf Col 310 AH V 1246 28 Cf AH IV 341 III 1025 V 13 161 29 Cf IV 281 374 30 1Cor 316 Jn 21921 1Cor 613-15 31 AH V 62 32 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y la primera Pascua del Salvadorraquo Estudios Eclesiaacutesticos 44 (1969) 297-
344 Aquiacute 303
33 Rm 111724
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 79
naturaleza primera como fueron hechos a imagen y semejanza de Dios (Geacuten 126) Asiacute como el olivo silvestre cuando se le injerta no pierde la substancia de su madera sino que cambia la calidad de sus frutos y recibe otro nombre pues ya no es olivo silvestre sino que se convierte y es olivo feacutertil de modo semejante el hombre que injertado por la fe recibe el Espiacuteritu de Dios no pierde la substancia de la carne sin embargo cambia la calidad del fruto de sus obras y recibe otro nombre para significar ese cambio en algo mejor ya no es carne y sangre sino que se le llama y es un hombre espiritual Pero asiacute como el olivo silvestre si no se le injerta sigue siendo inuacutetil para su Sentildeor por su calidad salvaje y laquose le corta y echa en el fuegoraquo (Mt 719) como a un aacuterbol esteacuteril de igual modo el hombre al que el Espiacuteritu no se le injerta por la fe sigue siendo lo que antes era esto es carne y sangre que no puede poseer el Reino en herencia34
La imagen es muy clara No dice Ireneo que la carne por siacute sola se salve pues de
hecho tan capaz es de corrupcioacuten como de incorrupcioacuten de obediencia como de
desobediencia35 Siacute dice que es en la carne donde Dios quiere cumplir su obra36 Ser
injertados en el Espiacuteritu no es garantiacutea automaacutetica de salvacioacuten pues siempre espera
Dios nuestra libertad y crecimiento don suyo pero hace posible laquoque cambie la
calidadraquo37 de nuestro fruto sin perder la substancia humana que nos es propia Por
eso es tan importante distinguir las obras de la carne de la carne misma
Y si la carne es capaz de Dios capaz de dejarse poseer por el Espiacuteritu en esta
vida iquestcuaacutento maacutes no seraacute capaz de recibir la vida eterna la resurreccioacuten38 Pues
laquoiquestqueacute otro fruto manifiesto del Espiacuteritu invisible puede haber sino hacer la carne
madura y capaz de la incorrupcioacutenraquo39
Ireneo aporta tres argumentos principales para esperar la resurreccioacuten de la
carne la vida presente que es carnal y a la vez va creciendo en dinamismo
espiritual la Eucaristiacutea donde creemos nutrirnos del Cuerpo y Sangre de Cristo
siendo pan y vino transformados verdaderamente por el Espiacuteritu de Dios y la
carne misma de Cristo Veamos brevemente cada argumento
34 AH V 101-2 35 Cf AH V 121 36 Cf AH V 141 37 AH V 102 Cf AH V 111-2 38 Cf AH V 23 39 AH V 124
CAPIacuteTULO III
80 | Humana augens
11 LA VIDA PRESENTE EN LA CARNE
En la mentalidad gnoacutestica Dios no puede dar la inmortalidad a la carne mortal
porque el destino de cada cosa estaacute marcado por su naturaleza Para Ireneo sin
embargo la voluntad de Dios estaacute por encima de todas las cosas40 y Eacutel dispensa sus
dones como quiere incluyendo la salvacioacuten de la carne41 porque Dios asiacute lo ha
querido y si Eacutel quiere puede Por tanto si Dios quiere hacerlo y la carne es capaz
de acogerlo42 es posible la salus carnis43
Desprecian el poder de Dios y no contemplan la verdad quienes miran la debilidad de la carne sin contemplar tambieacuten el poder de aquel que la resucita de entre los muertos (Heb 1119) Si no da la vida a lo mortal ni la incorrupcioacuten a lo corruptible entonces Dios deja de ser poderoso Pero que en todas estas cosas Dios manifiesta su poder lo podemos descubrir en nuestro origen pues Dios modeloacute al hombre del barro de la tierra (Geacuten 27) [] Porque aquel que a los comienzos hizo que existiera lo que no existiacutea cuando eacutel lo quiso mucho maacutes seguacuten su voluntad volveraacute de nuevo a restituir a la vida a aqueacutellos a quienes eacutel se la ha dado Se descubriraacute que la carne es capaz de recibir el poder de Dios asiacute como al principio acogioacute su arte [perceptrix et capax caro virtutis Dei quae ab initio percepit artem Dei ndash χωρητικὴ ἡ ςὰρξ τήσ τοῦ Θεοῦ δυνάμεωσ ἥτισ τὴν ἀρχὴν ἀπεδέξατο τὴν τὲχνην τοῦ Θεοῦ] [] Porque si no seriacutean [los que lo niegan] como aquel que teniendo en la mano una esponja llena de agua o una antorcha encendida dijese que una esponja no es capaz de contener agua o una antorcha fuego [] iquestPor queacute la vida eterna no seraacute capaz de vivificar la carne ya ejercitada y acostumbrada a llevar la vida Que la carne participe de la vida verdadera se muestra por la misma vida presente pues vive en cuanto Dios quiere que viva Y que Dios es poderoso para dar la vida es evidente pues nosotros vivimos porque Eacutel nos ha concedido la vida Y siendo Dios poderoso para dar la vida a su creatura siendo capaz de vivificar la carne iquestqueacute puede impedir que la carne pueda recibir la incorrupcioacuten la cual no es sino una larga vida sin fin que Dios concede44
Una vez maacutes no se puede comprender el pensamiento de Ireneo sin apelar a
la unidad Creacioacuten y salvacioacuten no son dos momentos aislados ni paralelos No
podemos entender la Encarnacioacuten del Verbo sin la creacioacuten del hombre laquoplasma
Deiraquo modelado por el Verbo y el Espiacuteritu Quien es capaz de llevar en siacute mismo la
imagen y semejanza de Dios su Arte y va perfeccionaacutendose en la medida que se
ejercita conservaacutendolo en esta vida iquestpor queacute no va a seguir creciendo hasta Dios
en la eternidad En el fondo negar la capacidad de la carne para acoger a Dios es la
40 Cf AH II 292 41 Cf AH V 213 42 51 42 Cf AH V 42 51 323 43 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa salvacioacuten de la carne en S Ireneoraquo 16 44 AH V 32-3
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 81
arrogancia desagradecida de quien cree que su vida viene de eacutel45 como si el agua
de una esponja viniera de siacute o el fuego de una tea hubiera prendido solo Asiacute en
Ireneo los maacutertires son signos privilegiados de la accioacuten del Espiacuteritu en la carne
aquiacute y ahora por el puacuteblico testimonio que dan del evangelio y por ser capaces de
dar la vida libremente por ello46
Ahora bien iquestcoacutemo haraacute Dios posible que la carne sin dejar de ser carne llegue
a la inmortalidad en comunioacuten con el Espiacuteritu y sin perder la libertad propia del
ser humano La respuesta de Ireneo es clara
Es el Verbo de Dios quien les concede la resurreccioacuten para la gloria de Dios Padre [Flp 211] Este es quien transforma lo mortal en inmortal y a lo corruptible concede gratuitamente hacerse incorruptible [1 Cor 1553] pues el poder de Dios se manifiesta en la debilidad [2 Cor 129] Por eso no debemos presumir de tener la vida por nosotros mismos pues esto seriacutea levantarse contra Dios con una mente ingrata Al contrario por la experiencia hemos de aprender que de su grandeza y no de nuestra naturaleza recibimos como don el vivir para siempre Asiacute pues ni vayamos alguna vez a privarnos de la gloria que de Dios procede ni ignoremos lo que es nuestra naturaleza47
Estamos llamados a vivir sin privarnos de la gloria de Dios sabiendo que es
don suyo y eacutel mismo nos capacita mdashpor voluntad suyamdash para vivir asiacute48 Y iquestqueacute es
vivir seguacuten su gloria iquestNo seraacute tanto como dejar que su poder laquoabsorbaraquo nuestra
debilidad por amor iquestNo seraacute tanto como ser cada vez maacutes doacuteciles al Espiacuteritu en
nuestra carne Es el Verbo de Dios quien hace esto posible quien nos abre el
camino para crecer en la comunioacuten con Dios debilitada y a la vez el Espiacuteritu nos
prepara para acoger al Hijo49 Pero tampoco debemos ignorar cuaacutel es nuestra
naturaleza no somos espiacuteritu sino carne y en la carne estamos llamados a
compartir la gloria de Dios50 No sin ella Sabieacutendonos tan necesitados de la accioacuten
del Espiacuteritu como la masa de harina necesita el agua para llegar a ser pan51
45 Cf AH V 41 46 Cf AH V 92 IV 339 III 1213185 B CZESZ laquoSan Ireneo y el montanismoraquo Anuario de Historia
de la Iglesia [=AHIg] 3 (1994) 81-93 aquiacute 89-90 T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano 113
47 AH V 23 48 Cf AH III 202-3 49 Cf AH IV 205
50 Cf AH V 92 51 Cf AH III 172 214
CAPIacuteTULO III
82 | Humana augens
12 EUCARISTIacuteA
En segundo lugar Ireneo ve en la Eucaristiacutea un signo claro y eficaz para
quienes niegan o ponen en duda la salus carnis52 Materia es al fin y al cabo el pan
y el vino y lo ha dispuesto Dios para la salvacioacuten y crecimiento del hombre53 Si no
creemos que esa materia sencilla es capaz del don de Dios iquestqueacute sentido tiene
participar de ella
Para nosotros concuerda lo que creemos y la Eucaristiacutea y a su vez la Eucaristiacutea da solidez a lo que creemos Le ofrecemos lo que le pertenece y proclamamos de manera concorde la unioacuten y comunidad entre la carne y el espiacuteritu Porque asiacute como el pan brota de la tierra una vez que se pronuncia sobre eacutel la invocacioacuten [ἐπίκληςιν τοῦ Θεοῦ] de Dios ya no es pan comuacuten sino que es la Eucaristiacutea compuesta de dos elementos terreno y celestial de modo semejante tambieacuten nuestros cuerpos al participar de la eucaristiacutea ya no son corruptibles sino que tienen la esperanza de resucitar para siempre54
Y si lo creemos iquestcoacutemo negar despueacutes la capacidad de la carne para ser
transformada por el poder de Dios La Eucaristiacutea ademaacutes es alimento que nos
hace crecer de modo que no soacutelo es signo de que la materia puede ser
transformada por el Espiacuteritu sino tambieacuten de que puede ser medio de
transformacioacuten y crecimiento para otros por la fuerza de ese mismo Espiacuteritu
Estaacuten enteramente locos quienes rechazan toda la Economiacutea de Dios al negar la salvacioacuten de la carne y despreciar su nuevo nacimiento pues dicen que ella no es capaz de ser incorruptible Pues si eacutesta no se salva entonces ni el Sentildeor nos redimioacute con su sangre ni el caacuteliz de la Eucaristiacutea es comunioacuten con su sangre ni el pan que partimos es comunioacuten con su cuerpo (1Cor 1016) [] Pues eacutel mismo confesoacute que el caacuteliz que es una creatura es su sangre (Lc 2220 1Cor 1125) con el cual hace crecer nuestra sangre y el pan que es tambieacuten una creatura declaroacute que es su propio cuerpo (Lc 2219 1Cor 1124) con el cual hace crecer nuestros cuerpos En consecuencia si el caacuteliz mezclado y el pan fabricado reciben la palabra de Dios para convertirse en Eucaristiacutea de la sangre y el cuerpo de Cristo y por medio de eacutestos crece y se desarrolla la carne de nuestro ser iquestcoacutemo pueden ellos negar que la carne sea capaz de recibir el don de Dios que es la vida eterna ya que se ha nutrido con la sangre y el cuerpo de Cristo y se ha convertido en miembro suyo Cuando escribe el Apoacutestol en su Carta a los Efesios laquoSomos miembros de su cuerporaquo (Ef 530) de su carne y de sus huesos no lo dice de alguacuten hombre espiritual e invisible mdashpues un espiacuteritu laquono tiene carne ni huesosraquo (Lc 2439)mdash sino de aquel ser que es verdadero hombre que estaacute formado por carne huesos y nervios el cual se nutre de la sangre del Sentildeor y se desarrolla con el pan de su cuerpo55
52 Cf AH IV 184-5 V 223 53 Cf H U VON BALTHASAR Gloria II (Madrid 1986) 55 54 AH IV 185 55 AH V 2 2-3
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 83
Desde esta perspectiva afirma de nuevo que laquotoda la Economiacutea de Diosraquo pasa
por la salvacioacuten de la carne por su Humanidad56 pues de no ser asiacute tampoco
tendriacutea sentido salvador la entrega del cuerpo y la sangre de Cristo o no seriacutea
verdadera su encarnacioacuten
Curiosamente Ireneo situacutea en la promesa eucariacutestica de la Uacuteltima cena ligada
al propio cuerpo glorioso de Cristo y a la bondad de la materia la glorificacioacuten de lo
creado Si Jesuacutes prometioacute volver a beber de nuevo con sus disciacutepulos el fruto de la
vid despueacutes de la Resurreccioacuten es que resucitaremos en carne laquopues propio es de
la carne y no del espiacuteritu beber el vino de la vidraquo57
Del mismo modo que podriacutea haber dado vino bueno en la boda de Canaacute sin contar
con ninguacuten agua y podiacutea haber dado de comer a la multitud hambrienta sin aquellos
pocos panes y peces tambieacuten podriacutea salvarnos laquosin partir de ninguna materia
creadaraquo58 pero no quiso Dios no necesita la carne ni la materia59 pero ha querido que
forme parte de su gloria y de la tierra prometida que nos espera tras la resurreccioacuten
Esto es lo que recuerdan haber oiacutedo de Juan el disciacutepulo de Jesuacutes los presbiacuteteros que lo conocieron acerca de coacutemo el Sentildeor les habiacutea instruido sobre aquellos tiempos laquoLlegaraacuten diacuteas en los cuales cada vintildea tendraacute diez mil cepas cada cepa diez mil ramas cada rama diez mil racimos cada racimo diez mil uvas y cada uva exprimida produciraacute 25 medidas de vino Y cuando uno de los santos corte un racimo otro racimo le gritaraacute iexclYo soy mejor racimo coacutememe y bendice por miacute al Sentildeor De igual modo un grano de trigo produciraacute diez mil espigas cada espiga a su vez diez mil granos y cada grano cinco libras de harina pura Lo mismo sucederaacute con cada fruto hierba y semilla guardando cada uno la misma proporcioacuten Y todos los animales que coman los alimentos de esta tierra se haraacuten mansos y viviraacuten en paz entre siacute enteramente sujetos al hombreraquo60
A pesar del rechazo gnoacutestico y de las posteriores criacuteticas alejandrinas para
Ireneo las promesas profeacuteticas se cumpliraacuten en la materialidad creacional61 laquola
economiacutea de la salvacioacuten se lleva a cabo con ayuda de la creacioacuten y para la
creacioacuten no a pesar de ellaraquo62 El vigor y la abundancia material de esta tierra son
56 Cf AH III 174 IV pr 202 V 143 57 Cf AH V 332 58 AH III 115 59 Cf AH IV 141 60 AH V 33 3 61 Cf M AROacuteZTEGUI laquoLa creacioacuten en el culto seguacuten san Ireneo de Lyonraquo Teologiacutea y catequesis 95
(2005) 175-197 Aquiacute 189
62 J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos (Madrid 2004) 59
CAPIacuteTULO III
84 | Humana augens
signo inequiacutevoco de la bondad del Creador y de la bendicioacuten que de Eacutel recibimos63
Tambieacuten seraacute en esa creacioacuten bendecida donde gozaremos de la comunioacuten futura
con Dios del mismo modo que ahora comulgamos con el Cuerpo y la Sangre de
Cristo a traveacutes del pan y el vino primicias de la Creacioacuten64 Por eso cuanto maacutes le
entregamos maacutes recibimos de Eacutel multiplicado65 llegando a la plenitud en la gloria
del Padre
13 LA CARNE DE CRISTO
En tercer lugar el gran argumento para afirmar la salvacioacuten de la carne y su
capacidad salviacutefica es la misma carne de Cristo laquoentreverada de Espiacuterituraquo66 desde
el principio desde su concepcioacuten en el seno de Mariacutea Curiosamente Ireneo no lo
refiere solo a los evangelios de la infancia sino tambieacuten a dos textos del Antiguo
Testamento67 en que nos detenemos por la fuerza simboacutelica que tienen para
nuestro tema
[Los profetas] anunciaban que de la estirpe de David habiacutea de florecer Su cuerpo [ex semine David florebit caro eius] [de Nuestro Sentildeor Jesucristo Hijo de Dios] para que fuese seguacuten la carne hijo de David mdashque era hijo de Abrahaacutenmdash en virtud de una larga cadena de generaciones y seguacuten el Espiacuteritu Hijo de Dios preexistente con el Padre engendrado antes de la fundacioacuten del mundo y aparecido como hombre al mundo entero en los uacuteltimos tiempos Eacutel es el Verbo de Dios que recapitula [ἀνακεφαλαιόομαι] en siacute todas las cosas las del cielo y las de la tierra (Ef 110)68
63 Nada de lo creado es ajeno a Eacutel y nada lo seraacute en la gloria futura del mismo modo que no pudo
quedar la Creacioacuten ajena a la Encarnacioacuten de Cristo Asiacute lo expresa el capiacutetulo 18 del Protoevangelio de Santiago describiendo la expectacioacuten de todo lo creado en el momento en que el Verbo se va a encarnar laquoYo avanzaba y he aquiacute que dejaba de avanzar Y lanzaba mis miradas al aire y veiacutea el aire lleno de terror Y las elevaba hacia el cielo y lo veiacutea inmoacutevil y los paacutejaros detenidos Y las bajeacute hacia la tierra y vi una artesa y obreros con las manos en ella y los que estaban amasando no amasaban Y los que llevaban la masa a su boca no la llevaban sino que teniacutean los ojos puestos en la altura Y unos carneros conducidos a pastar no marchaban sino que permaneciacutean quietos y el pastor levantaba la mano para pegarles con la vara y la mano quedaba suspensa en el vaciacuteo Y contemplaba la corriente del riacuteo y las bocas de los cabritos se manteniacutean a ras de agua y sin beber Y en un instante todo volvioacute a su anterior movimiento y a su ordinario cursoraquo (cit por K BERGER Jesuacutes [Santander 2009] 67)
64 Cf M AROacuteZTEGUI laquoLa creacioacuten en el culto seguacuten san Ireneo de Lyonraquo 191-197
65 Cf AH IV 134 66 S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el
bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo Actas del XI Simposio de Teologiacutea Histoacuterica (Valencia 2002) 104-113 Aquiacute 104
67 Lc 135 y Mt 119-20 en AH III 214 V 13 Por otro lado Is 111-10 y Lam 420 en AH III 93 103 1713 V 334 Ep 9 30 71
68 Ep 30
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 85
En la persona de Cristo se da de un modo totalmente nuevo y singular esta
comunioacuten de carne y Espiacuteritu de naturaleza humana y divina La unioacuten en dos
naturalezas de Cristo por asiacute decirlo es tambieacuten cada ser humano su principio mdash
hombre carnalmdash y su fin mdashhombre espiritualmdash El camino a recorrer entre ambos
es toda la historia de salvacioacuten y es el mismo Cristo No podemos entender la gloria
a la que Dios nos llama sin contemplar este proceso en Eacutel encarnado sufriente y
glorioso Ireneo llama laquoflorraquo a Su cuerpo a la carne de Cristo y asiacute sentildeala que nacioacute
de Mariacutea Virgen69 bajo la accioacuten del Espiacuteritu Santo70
El segundo texto71 revela para Ireneo la necesidad de que Cristo fuera hombre
y coacutemo su carne no puede entenderse sin el Espiacuteritu
La Escritura dice que Cristo aun siendo Espiacuteritu de Dios debiacutea hacerse hombre sometido al sufrimiento y revela en cierto modo sorpresa y sobresalto ante la Pasioacuten que debiacutea sufrir Aquel a cuya sombra hemos dicho que iacutebamos a vivir Sombra significa su cuerpo [Umbram autem dicit corpus eius] pues asiacute como la sombra viene producida por un cuerpo asiacute el cuerpo de Cristo fue producido por su Espiacuteritu [Christi corpus a Spiritu eius factum est] [] Llama sombra al cuerpo de Cristo por haber venido a ser sombra de la gloria del Espiacuteritu que velaba [Forsitan et umbram corpus Christi nominavit tanquam operimentum factum per spiritus gloriam et occultans eam] Con frecuencia al paso del Sentildeor veniacutean colocadas a lo largo de su camino personas afectadas de enfermedades varias y todos aquellos a quienes alcanzaba su sombra eran salvos72
El cuerpo de Cristo no soacutelo es laquoobra del Espiacuterituraquo sino tambieacuten mediacioacuten
para que todos los que se acercan a eacutel reciban los beneficios de Dios los frutos de
su divinidad73 Dicho de otro modo Jesuacutes recibioacute el Espiacuteritu en su carne para poder
recibirlo nosotros de Eacutel en la nuestra74 Y este proceso tuvo su culmen tras la
69 Cf Ep 59 70 Cf Ep 71 71 Lam 420 Texto muy presente en los Padres Junto a Is 111-10 ambos textos laquodebiacutean
pertenecer a un grupo de testimoniaraquo seguacuten S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo 104 nota 5
72 Ep 71 73 Algunos criacuteticos consideran que en Ireneo la expresioacuten laquoEspiacuteritu de Diosraquo se refiere a la
divinidad de Cristo pues era comuacuten en la eacutepoca tomarlo como equivalente a la naturaleza divina Por ejemplo A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I Comentario al libro V del Adversus Haereses (Madrid 1985) 84 JA ALDAMA Mariacutea en la patriacutestica de los siglos I y II (Madrid 1970) 154 Otros prefieren asociarlo al Verbo preexistente en consonancia con la liacutenea de Ignacio de Antioquiacutea como hace M SIMONETTI Parece prudente mantener la posibilidad de ambos sentidos analizando el texto en cada caso (Cf S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo 105 nota 11)
74 Cf Ep 53 AH III 171
CAPIacuteTULO III
86 | Humana augens
Resurreccioacuten donde su carne no desaparece75 ni se laquoconvierteraquo en Espiacuteritu divino
puro sino que se da en ella un cambio cualitativo laquoabandonando la qualitas carnis
por la qualitas spiritusraquo76 Es decir su carne es asimilada plenamente por el
Espiacuteritu77 en comunioacuten total78
En definitiva la carne no soacutelo es capaz de salvacioacuten79 sino que en Cristo su
carne gloriosa es causa de nuestra salvacioacuten A la economiacutea del Espiacuteritu profeacutetico
en el Antiguo Testamento le sigue la economiacutea del Espiacuteritu de filiacioacuten en la carne
del Hijo que daraacute lugar a la visioacuten del Padre Por eso no es prescindible la carne
gloriosa del Verbo en la Historia de Salvacioacuten80
Si realmente fue laquocompleto en todo como Verbo poderoso y hombre
verdaderoraquo81 nuestra carne es Su carne y nuestra humanidad la Suya y el Verbo de
Dios llevaraacute a cabo en siacute mismo lo que seraacute realidad despueacutes en cada uno de
nosotros Por eso queda que nos preguntemos en queacute medida podemos afirmar
que Su carne es nuestra carne De no ser asiacute Cristo recapitulariacutea a Adaacuten pero no a
toda la humanidad presente y futura El tema es fundamental
75 Cf AH V 71 76 A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I Comentario al libro V del Adversus Haereses (Madrid 1985) 369 77 laquoAspectos de la asimilacioacuten lenta de la sarx por el Pneuma son a) la substitucioacuten progresiva de
las cualidades congeacutenitas al plasma (mortalidad y corruptela) por las del Espiacuteritu (inmortalidad e incorruptela) b) la plasis tambieacuten progresiva del hombre a imagen y semejanza de Dios c) el conocimiento por experiencia del bien y del mal a la manera del Creadorraquo (A ORBE laquoDeus facit Homo fit Un axioma de San Ireneoraquo Gregorianum 69 [1988] 629-661 aquiacute 632)
78 Cf AH V 202 79 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa inmortalidad como deificacioacuten del hombre seguacuten S Ireneoraquo Scriptorum
Victoriense 8 (1961) 262-287
80 Cf A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo 201-202 Prescindimos aquiacute del complejo problema del milenarismo presente en algunos pasajes de Ireneo Lo decisivo sea como fuere es el convencimiento de que gozaremos del Padre en la carne no soacutelo por laquomediacioacuten deraquo la carne de Cristo sino laquoen comunioacuten conraquo la carne de Cristo cf J C ALBY laquoUn grano de trigo produciraacute diez mil espigas El optimismo metafiacutesico en la escatologiacutea de san Ireneoraquo 14-15 19-21
81 AH V 11 Cf Ep 53 AH III 181
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 87
2 Carne de nuestra carne
Para Ireneo toda la obra salvadora de Cristo quedariacutea totalmente infundada si
la carne asumida por Cristo no fuera nuestra misma carne82 Y de cara a nuestro
tema no podriacuteamos dar ninguacuten sentido salviacutefico al crecimiento en su humanidad
iquestHay continuidad entre Adaacuten Cristo y el resto de la humanidad El mismo Ireneo
tuvo que dar cuenta de estas cuestiones frente a sus contemporaacuteneos Lo
argumenta en dos puntos centrales el nacimiento virginal de Mariacutea y el fin propio
de la encarnacioacuten del Verbo salvar y elevar la carne recapitulaacutendola en siacute mismo83
Al segundo argumento dedicaremos el siguiente apartado Ahora nos centraremos
en su nacimiento
Dios habiacutea previsto y prometido por los profetas la venida en carne de su Hijo
De hecho como Justino y Teoacutefilo de Antioquiacutea84 Ireneo considera que es el Verbo
quien se acercaba a los hombres en las teofaniacuteas del Antiguo Testamento85 y asiacute en
ellos como laquoen Abraham el hombre habiacutea aprendido y se habiacutea acostumbrado a
seguir al Verbo de Diosraquo86 Incluso antes en el Jardiacuten el Verbo paseaba con Adaacuten y
Eva preparando el momento de su venida en carne87 Esta promesa inicial es el
motor y fundamento de la encarnacioacuten laquopor eso el parto de la virgen fue
82 Cf AH V 143 III 168 83 Cf AH III 2120 221 IV 381 V 1412 183 191 202 Ireneo expresa la accioacuten salvadora de
Cristo con distintos teacuterminos pero parece que el teacutermino laquorecapitulacioacutenraquo [ἀνακεφαλαίωςισ] integra de un modo maacutes significativo lo especiacutefico de la teologiacutea ireneana el dinamismo acostumbramiento progreso o como nosotros estamos refiriendo crecimiento Recapitular es el modo que tiene Cristo de salvarnos para que podamos llevar a buen fin el destino que Dios nos habiacutea preparado desde siempre Y la recapitulacioacuten siempre estaacute ligada a su propia persona a su cuerpo a su carne a su humanidad Cf J P TOSAUS ABADIacuteA Cristo y el universo Estudio linguumliacutestico y temaacutetico de Ef 110b en Efesios y en la obra de Ireneo de Lyon (Salamanca 1995) 274-275 H SCHLIER La carta a los Efesios (Salamanca 1993) 83-84 N MARTIacuteNEZ-GAYOL laquoIreneo de Lyon la idea de reparacioacuten en el contexto de recapitulacioacutenraquo Estudios Eclesiaacutesticos 85 (2010) 3-42 J M ARROacuteNIZ laquoCategoriacuteas cristoloacutegicas en Ireneo de Lyonraquo Scriptorium Victoriense 30 (1983) 196-202 J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios Significado salvador de la Encarnacioacuten en la teologiacutea de san Ireneo (Barcelona 1969) 190-192 A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de S Ireneoraquo Gregorianum 43 (1962) 449-491 aquiacute 477
84 G AEBY Les missions divines de Saint Justin a Origegravene (Fribourg 1958) Dedica un capiacutetulo entero a Ireneo 44-67 Aquiacute 44
85 Cf AH IV 51-5 71-4 92 114 201-213 2523 86 AH IV 54 87 Cf Ep 12
CAPIacuteTULO III
88 | Humana augens
admirable dando Dios este signo sin que el hombre interviniese en la obraraquo88 El
nacimiento de Cristo no puede depender de la decisioacuten y poder de los hombres89
Que este Cristo que estaba junto al Padre por ser el Verbo del Padre haya debido encarnarse hacerse hombre someterse a la generacioacuten y al nacimiento de una Virgen y vivir entre los hombres operando asimismo el Padre del Universo su encarnacioacuten es lo que expresa Isaiacuteas Pues el Sentildeor mismo va a daros una sentildeal [signum] he aquiacute que una virgen concebiraacute y daraacute a luz a un hijo que llamareacuteis Emmanuel comeraacute mantequilla y miel y antes de conocer o distinguir el mal escoge el bien porque antes que este nintildeo conozca el bien o el mal rechazaraacute el mal para escoger el bien (Is 714-16) Indicoacute que naceriacutea de una Virgen [ex Virgine] Significoacute que seriacutea verdadero hombre por el hecho de comer y por llamarle laquoel infanteraquo y hasta por imponerle su nombre [vere homo (erit) per (hoc) quod manducat manifestavit et eo quod infantem dicit eum verum etiam eo quod nomen imponitur ei] Ya que eacuteste es un extraviacuteo auacuten del que ha nacido90
Aquiacute ademaacutes de unir la promesa profeacutetica y el signo Ireneo aprovecha la
imagen de Isaiacuteas para ilustrar un necesario crecimiento en el Emmanuel No soacutelo
fiacutesico como infante sino personal en sabiduriacutea y discernimiento en experiencia
frente al bien y el mal y en sujecioacuten a la ley humana pues no nace como hombre
perfecto y acabado sino como recieacuten nacido
Si recordamos el capiacutetulo I cuando Dios crea a Adaacuten distingue dos momentos
la mezcla inicial o barro (tierra seca y virtus de Dios que lo humedece) y la
plasmacioacuten de esa mixis por las Manos de Dios (el Verbo y el Espiacuteritu) Pues bien
tambieacuten en Cristo hay que atender los dos momentos
21 LA MIXIS INICIAL
El origen virginal es comuacuten al primer y segundo Adaacuten uno de tierra virgen
otro de Mariacutea virgen Pero nuestro origen proviene de la mezcla de un hombre y
una mujer iquestCoacutemo afecta a nuestra igualdad con Cristo esta diferencia En primer
lugar la identidad entre Adaacuten y el resto de la humanidad es significada en Ireneo a
partir de la genealogiacutea de Lucas91 y la teologiacutea paulina No hay duda de que somos
descendencia de Adaacuten que compartimos su misma carne e incluso su mismo
88 AH III 216 89 Cf AH III 162-3 19 1-3 2115-10 IV 231 90 Ep 53 91 Cf AH III 223 De este modo tambieacuten la eficacia soterioloacutegica de Cristo tendraacute efecto en los
antepasados hasta Adaacuten y hasta el mismo Dios Cf A Orbe laquoSan Ireneo y la primera pascua del Salvadorraquo 309 BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret (Madrid 2007) 32
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 89
pecado como seres humanos92 La identidad en la materia originaria es indudable
laquoel Sentildeor conoce nuestro barro sabe de queacute estamos hechosraquo93
Pero si en Cristo queriacutea Dios renovar al primer Adaacuten y recapitular todo lo
creado iquestpor queacute no tomoacute Dios barro para modelarlo de nuevo laquoPara que no fuese
hecha ninguna otra plasis diversa de aqueacutella ni otro sujeto de Salud sino la misma
que debiacutea ser recapitulada conservando la semejanzaraquo94 Ireneo repite desde otro
aacutengulo la misma idea la humanidad no es algo tan deteriorado o roto que necesite
ser desechado y vuelto a crear En absoluto La bondad creatural de Dios su huella
en nosotros es maacutes fuerte que el pecado o la debilidad del barro Por eso Cristo no
quiso un aacutenthropos distinto del ya creado no quiso asumir otra carne que la
nuestra para hacerla suya y salvarla
Desde aquiacute la carne de Mariacutea tiene un sentido profundo en el plan salvador de
Dios95 Nada maacutes lejano a lo que proclaman los herejes para dar supuestamente
mayor valor espiritual a Cristo cuando dicen que laquopasoacute por Mariacutea como el agua
por un tuboraquo96 y su humanidad fue soacutelo aparente97
Yerran pues quienes afirman que eacutel nada recibioacute de la Virgen para arrancar la herencia de la carne arrebatan tambieacuten la semejanza Porque si aquel primero tuvo su creacioacuten y su substancia de la tierra por mano y arte de Dios pero Dios no hubiese hecho a eacuteste de [ex] Mariacutea no se conservariacutea la semejanza en el ser hecho hombre seguacuten la imagen y la semejanza (Geacuten 1 26) y el Hacedor se mostrariacutea inconsecuente no teniendo coacutemo manifestar su sabiduriacutea Lo mismo es afirmar que aparecioacute como un hombre sin ser hombre y decir que se hizo hombre sin tomar nada del hombre Porque si no tomoacute del hombre la substancia de la carne tampoco se hizo hombre ni Hijo del Hombre Y si no se hizo aquello mismo que nosotros somos no hizo gran cosa el sufrimiento de su pasioacuten [] De otro modo habriacutea sido inuacutetil su descenso a Mariacutea iquestPara queacute descendiacutea a ella si nada debiacutea tomar de ella Y si nada hubiese tomado de Mariacutea no habriacutea sido propio tomar alimento de la tierra [] Ni habriacutea ayunado por cuarenta diacuteas y tenido hambre [] ni su disciacutepulo Juan habriacutea escrito diciendo de eacutel laquoJesuacutes fatigado del camino se sentoacuteraquo (Jn 46) ni David habriacutea preanunciado de eacutel laquoEllos han antildeadido al dolor de mis heridasraquo (Sal 69[68]27) ni habriacutea llorado por Laacutezaro (Jn 1135) ni habriacutea sudado gotas de sangre (Lc 2244) ni habriacutea dicho laquoMi alma estaacute tristeraquo (Mt 2638) ni al abrir su costado habriacutean
92 Cf AH III 232 93 Sal 10314 94 AH III 21 10 95 E CONDE laquoLos sentidos salviacuteficos Mariacutea como oyente en las fuentes patriacutesticas de los primeros
siglosraquo Carthaginensia 20 (2004) 35-56 Aquiacute 37-38 A ORBE Espiritualidad de San Ireneo (Roma 1989) 319-330 ID laquoLa Virgen Mariacutea abogada de la virgen Eva En torno a san Ireneo AH V 191raquo Gregorianum 63 (1982) 453-506
96 AH III 113 Cf AH III 161 V 12 97 Cf AH III 191212 IV 3345
CAPIacuteTULO III
90 | Humana augens
salido sangre y agua (Jn 1934) Todos estos son signos de una carne sacada de la tierra la cual recapituloacute en siacute para salvar su propio plasma98
En Mariacutea tanto por su carne99 como por su laquocooperante disposicioacutenraquo100 se
laquorecapitularaquo tambieacuten a Eva a toda la humanidad101 Una indoacutecil la otra obediente
una causa de muerte otra causa de salvacioacuten una seducida y engantildeada otra
evangelizada una para alejarse de Dios y otra para engendrarlo De esta manera
no solo Cristo nuevo Adaacuten verdadero Dios y hombre nos regenera con su
obediencia sino que tambieacuten cuenta con la respuesta libre y fiel del ser humano
que acoge su Palabra como la acogioacute Mariacutea mostrando una vez maacutes que nada hay
entre Dios y el hombre que no requiera la participacioacuten libre de ambos En Mariacutea
la astucia del mal es vencida por la sencillez del bien102
Significando asiacute la recirculacioacuten que hay de Mariacutea a Eva porque no se desatariacutea de otro modo lo que estaacute atado sino siguiendo el modo inverso de la atadura [] El nudo de la desobediencia de Eva se desatoacute por la obediencia de Mariacutea pues lo que la virgen Eva atoacute por su incredulidad la Virgen Mariacutea lo desatoacute por su fe103
En definitiva la mixis inicial de barro en Adaacuten es en cada ser humano la mixis
de varoacuten y mujer iquestY en Cristo El Verbo en persona se mezcla con la humanidad
virginal de Mariacutea con la fuerza del Espiacuteritu Santo104 pues de no ser asiacute no
podriacuteamos decir que es el Hijo de Dios quien se encarna Estariacuteamos abocados a un
adopcionismo105 aunque fuera en el seno materno Es decir se requiere que
previamente a la plasmacioacuten el Verbo esteacute ya mezclado con la humanidad virginal
de Mariacutea desde el principio106 dando lugar a una mixis humano-divina Con lo cual
98 AH III 221-2 99 Cf AH III 2110 100 AH III 217 101 Cf J M BOVER laquoUn texto de san Pablo (Gaacutel 44-5) interpretado por San Ireneoraquo Estudios
Eclesiaacutesticos 17 (1943) Aquiacute 177
102 Cf AH V 191 Cf E ROMERO POSE laquoApuntes sobre el ministerio en San Ireneoraquo Seminarios 53 (2007) 431-467 Curiosamente realza la sencillez de Eva a pesar de su participacioacuten en la caiacuteda laquoNada se le acusaraacute a quien actuacutea por simpleza y sin malicia todo se le imputaraacute a quien se deje conducir por la mentira La primera Eva contrasta con la nueva Eva Mariacutea En una y otra refulge mdashpor ser ambas plasis creacioacuten de Diosmdash la sencillez aunque en la primera la inexperiencia le impediacutea la inteleccioacuten literal obvia de la Palabra del Creadorraquo Ibid 439
103 AH III 224 104 Cf Lc 135 105 Cf A ORBE laquoiquestSan Ireneo adopcionista En torno a AH III 191raquo Gregorianum 65 (1984) 5-52
106 Siglos despueacutes podemos intuir la misma idea cuando afirma K RAHNER laquoEn la encarnacioacuten el Logos crea asumiendoraquo ID laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV (Madrid 1964) 154
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 91
bien podemos deducir que para Ireneo hay ser humano a partir de esa mezcla
inicial (barro y virtus) pues de lo contrario la mezcla del Verbo se hubiera
producido en otro momento Aquiacute radica la verdadera Encarnacioacuten y desde aquiacute
creo que se puede entender bien lo que maacutes adelante se formularaacute
dogmaacuteticamente en diversos Concilios la doble naturaleza de Cristo y su
personaliacutesima unioacuten
Esta mezcla personaliacutesima del Verbo en el seno de Mariacutea hace totalmente
novedoso al segundo Adaacuten sin discontinuidad alguna con el primero y con toda la
humanidad La novedad de Cristo es Eacutel mismo en nuestra carne107 No precisa
desechar lo que ya existe para empezar otra humanidad nueva108 del mismo modo
que no puede ser laquouna la oveja perdida y otra la encontradaraquo109 es la misma carne
la que fue creada asumida y vivificada para la vida eterna
Ahora bien si Jesuacutes no heredoacute por generacioacuten de varoacuten el pecado de Adaacuten110
iquestfue su carne como la nuestra
Habeacuteis sido reconciliados en el cuerpo de su carne dice porque una carne justa reconcilioacute la carne retenida en el pecado y la condujo a la amistad de Dios Si seguacuten esto alguno dice que la carne del Sentildeor es distinta de nuestra carne en cuanto aqueacutella no pecoacute laquoni se encontroacute dolo en su bocaraquo (1Pe 222) y en cambio nosotros somos pecadores dice bien Pero si imaginase una distinta substancia de la carne del Sentildeor entonces en ella no tendriacutea base el discurso de la reconciliacioacuten Porque se reconcilia aquello que alguna vez estuvo enemistado Pero si el Sentildeor hubiese tomado carne de otra substancia ya no se reconciliariacutea con Dios aquello que por la transgresioacuten se habiacutea hecho enemigo Pero ahora el Sentildeor por su comunioacuten con nosotros ha reconciliado al hombre con el Padre reconciliaacutendonos con eacutel mediante el cuerpo de su carne (Col 122) y liberaacutendonos con su sangre111
Para Ireneo Cristo no pecoacute pero su carne se asemejoacute a una carne de pecado
como la nuestra112 pues lo que realmente es esencial para la salvacioacuten es que su
carne no sea distinta laquode otra substanciaraquo que la nuestra De este razonamiento
soacutelo se puede deducir que en Ireneo el pecado no modifica la laquosubstanciaraquo del ser
humano sin que esto le reste gravedad Quien salvara a los hombres tendriacutea que
107 Cf AH IV 341 108 Cf AH III 2110 109 AH V 123 110 Cf A ORBE Antropologiacutea de san Ireneo (Madrid 1997) 88 111 AH V 142-3 112 Cf AH IV 27
CAPIacuteTULO III
92 | Humana augens
ser hombre como ellos quien predicara a los humildes seriacutea humilde como ellos y
la falta de pecado no mengua tal igualdad113 Maacutes bien al contrario lo muestra en
su ser maacutes genuino
Porque todo plan de salvacioacuten en favor del hombre se haciacutea seguacuten el beneplaacutecito del Padre a fin de que Dios no quedase vencido ni se perdiese su obra de arte Pues si el hombre al que Dios habiacutea hecho para que viviese al perder la vida herido por la serpiente que lo habiacutea corrompido ya no hubiese podido volver a la vida sino que hubiese quedado enteramente abocado a la muerte entonces Dios habriacutea sido vencido y la maldad de la serpiente habriacutea triunfado sobre el designio de Dios114
Tras el pecado el ser humano estaba enfermo caiacutedo perdido alejado de Dios
pero no perdioacute el sello de Dios en su carne El bien es maacutes fuerte que el mal la Vida
maacutes que la muerte
22 LA PLASMACIOacuteN CON SUS MANOS
El segundo momento creacional es la plasmacioacuten de Adaacuten con las propias
Manos de Dios115 expresando asiacute la especial predileccioacuten de Dios por el hombre
Este momento por tanto tambieacuten debe darse en cada ser humano y en la
humanidad de Cristo
Ireneo explica este punto a partir del ciego de nacimiento116 (Jn 93ss) cuando
Jesuacutes toma barro y mezclaacutendolo con su saliva le cura Al igual que hizo al comentar
Gn 126 resalta aquiacute el hecho de que pudiendo haberle sanado con la palabra
como hizo con otros enfermos esta vez quiso hacerlo con sus propias manos
Para mostrar la mano de Dios la misma que al principio creoacute al hombre [] Aquello que el Verbo artiacutefice habiacutea dejado de hacer en el vientre lo completoacute en puacuteblico laquopara que en eacutel se manifieste la accioacuten de Diosraquo [] No necesitamos ya otra mano fuera de aquella que plasmoacute al hombre ni otro Padre al saber que la mano de Dios nos plasmoacute al principio y nos plasma en el vientre de la madre [] Pues como el Verbo nos plasma en el vientre el mismo Verbo remodeloacute los ojos del ciego de nacimiento Asiacute mostroacute que siendo nuestro Plasmador en lo escondido se manifestaba visiblemente a los seres humanos a fin de ensentildearles coacutemo antiguamente habiacutean sido modelados en Adaacuten coacutemo eacuteste habiacutea sido hecho y queacute mano lo habiacutea creado mostrando el todo por la parte pues el Sentildeor que
113 Cf A ORBE La Uncioacuten del Verbo Estudios Valentinianos III (Roma 1961) 517 ID En torno a la
encarnacioacuten (Santiago de Compostela 1985) 99-100
114 AH III 231 115 Cf AH IV pr 51 61 Ver lo que dijimos en el capiacutetulo I 116 Cf AH V 15-16
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 93
habiacutea formado la vista es el mismo que plasmoacute todo el hombre obedeciendo a la voluntad del Padre117
Es la misma Mano quien plasmoacute al primer Adaacuten y quien plasma a cada ser
humano personalmente Cristo visibilizoacute lo que internamente se veniacutea haciendo
desde Adaacuten en el seno materno118 dando vista al ciego en una nueva modelacioacuten
de barro con su propia fuerza (al ungir los ojos con su saliva recordando la
humedad de la laquovirtusraquo de Dios su espiacuteritu) Es decir no soacutelo estaacute Dios en nuestro
origen adaacutenico sino que estaacute de hecho y realmente en cada ser humano que nace
a la vida y Cristo imagen visible del Padre nos lo mostroacute al encarnarse La
corporalidad humana no puede quedar maacutes bendecida ni elevada a mayor
dignidad Autores posteriores mantendraacuten una exeacutegesis similar de este pasaje
biacuteblico a modo de ejemplo por su belleza y plasticidad transcribimos del
Symposion
iquestCoacutemo podriacutea la naturaleza en tan breve tiempo acabar obra tan difiacutecil cual es un nuevo ser si Dios no pusiera en eacutel su mano iquestQuieacuten coaguloacute la sustancia informe de los huesos iquestQuieacuten los unioacute de manera que los miembros flexibles puedan contraerse y dilatarse mediante los nervios articulaacutendose en las apoacutefisis iquestDe queacute dios vino la levadura que transformoacute el jugo inicial en emulsioacuten sanguiacutenea el limo en carne delicada sino del solo oacuteptimo Obrero que elabora la imagen maacutes racional y dotada de alma de Siacute propio el hombre que somos nosotros plasmaacutendola y trabajaacutendola como cera en la matriz a partir de algunas gotas insignificantes de simiente iquestQuieacuten vela para impedir que el embrioacuten sea sofocado con asfixia interna por los humores y el apretamiento de las paredes donde se aloja Y iquestquieacuten luego de venido ya a luz el nintildeo tan deacutebil y tierno todaviacutea le da robustez fuerzas y formas convenientes sino aquel soberano Artiacutefice Dios como antes dije que con su virtud creadora retoca y pone a punto sus ideas a manera de quien disentildea y pinta para hacer imaacutegenes de Cristo119
Y cuando Jesuacutes salva tambieacuten redime regenera y renueva lo viejo y caduco que
hay en el hombre por el pecado La ceguera de nacimiento se convierte en un
expresivo siacutembolo de la lejaniacutea de Dios del ocultamiento del hombre frente a su
Creador120 Ante la desobediencia y transgresioacuten no hay castigo ni reproche sino
perdoacuten121 hay buacutesqueda para llevarnos cuidadosamente sobre siacute y recobrar la
relacioacuten perdida
117 AH V 15 2-3 118 Cf A ORBE Antropologiacutea 81 y 84 119 Cit en Ibid 80 120 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y el discurso de Nazaret (Lc 418s=Is 611s)raquo Scriptorium Victoriense
17 (1970) 202-219 Aquiacute 218-219
121 Cf AH V 1713
CAPIacuteTULO III
94 | Humana augens
[La mano de Dios] nos buscoacute en los uacuteltimos diacuteas al mirarnos perdidos (Lc 1910) para recobrar su oveja perdida y volverla a cargar sobre sus hombros a fin de llevarla lleno de alegriacutea de nuevo al rebantildeo [] Y porque el hombre necesitaba el lavado de regeneracioacuten en la misma carne plasmada en Adaacuten despueacutes de que el Sentildeor ungioacute sus ojos con el lodo le dijo laquoVe a lavarte en Siloeacuteraquo (Jn 97) De este modo le devolvioacute al mismo tiempo lo que le correspondiacutea a la creacioacuten y al lavado de la regeneracioacuten Por eso una vez que se hubo lavado laquovolvioacute a verraquo (Jn 97) a fin de que al mismo tiempo conociera a su Creador y reconociera al Sentildeor que le dio la vida La Escritura indica lo que habiacutea de suceder cuando habieacutendose escondido Adaacuten despueacutes de su desobediencia al atardecer el Sentildeor se acercoacute a eacutel y lo llamoacute preguntando laquoDoacutende estaacutesraquo (Geacuten 31) En los uacuteltimos tiempos el mismo Verbo de Dios vino a llamar al ser humano para recordarle sus obras por las cuales se habiacutea escondido de Dios Pues asiacute como entonces Dios buscoacute a Adaacuten al atardecer para hablarle asiacute tambieacuten en los uacuteltimos tiempos por medio de la misma voz lo visitoacute en busca de su raza122
Formaba parte del plan de Dios manifestar visiblemente123 la imagen que
configura a todo hombre aunque Adaacuten no hubiera pecado Ninguacuten otro podiacutea
revelar este misterio mejor que el mismo Verbo124 que asumiendo la misma plasis
se hizo eacutel mismo semejante y asiacute nos devolvioacute la capacidad de asemejamiento que
habiacutea quedado tan debilitada por el pecado No es de extrantildear que esta semejanza
con el Hijo haga al hombre laquoprecioso para el Padreraquo pues ve ahora manifiesto lo
que entonces plasmoacute oculto en el barro
El Verbo de Dios se hizo hombre hacieacutendose eacutel mismo semejante al hombre y haciendo al hombre semejante a eacutel a fin de que por esa semejanza con el Hijo el hombre se haga precioso para el Padre [ad Filium similitudinem pretiosus homo fiat Patri] En los tiempos antiguos en efecto se deciacutea que el hombre habiacutea sido hecho seguacuten la imagen de Dios pero no se mostraba pues auacuten era invisible el Verbo a cuya imagen el hombre habiacutea sido hecho Por tal motivo eacuteste faacutecilmente perdioacute la semejanza Mas cuando el Verbo de Dios se hizo carne (Jn 114) confirmoacute ambas cosas mostroacute la imagen verdadera hacieacutendose eacutel mismo lo que era su imagen y nos devolvioacute la semejanza y le dio firmeza para hacer al hombre semejante al Padre invisible por medio del Verbo visible125
Si la creacioacuten de Dios hizo de cada ser humano laquoopera autem Deiraquo126 la
encarnacioacuten de Cristo lo convierte en laquopretiosus ad Patriraquo127 lo cura lo lava y lo
122 AH V 152-4 123 Cf AH III 91 166 IV 656 72 V 174 124 Cf AH IV 334 125 AH V 162 126 AH V 152 127 laquoLa expresioacuten pretiosus fieri en contraste con pretiosus esse mira probablemente a los
valentinianos Seguacuten estos el espiritual era precioso por naturaleza [] Seguacuten Ireneo el hombre se hace precioso ante Dios con meacuterito merced a su libertadraquo (A ORBE Teologiacutea de San Ireneo II Comentario al V libro del Adversus Haereses [Madrid 1987] 91-92) Podriacuteamos antildeadir que el hombre se hace gracias al asemejamiento de la carne del Verbo con nuestra carne para asiacute asemejarnos nosotros a Eacutel Esta progresioacuten tambieacuten la mantiene ROUSSEAU en la traduccioacuten francesa laquolrsquohomme devienne preacutecieux aux yeux du Pegravereraquo (ID Contre les Heacutereacutesies Livre V t II SCh 153 (Pariacutes 1969) 217
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 95
embellece Quien puede curar una parte sanaraacute todo el cuerpo Desde esta clave
interpreta tambieacuten Ireneo el lavatorio de los pies a los disciacutepulos en la Uacuteltima Cena
laquoquien lavoacute los pies a sus disciacutepulos santificoacute y purificoacute todo su cuerporaquo128 Los
disciacutepulos recostados a la mesa se convierten en signo de toda la humanidad antes
y despueacutes que ellos Jesuacutes comienza por santificar los pies (lo uacuteltimo) para llegar
hasta la cabeza y servir el banquete a todo el geacutenero humano129
Pues bien tambieacuten este segundo momento de plasmacioacuten es comuacuten a Adaacuten y
al resto de la humanidad iquestY al Verbo encarnado El mismo Verbo en cuanto Dios
laquollevoacute a teacutermino la concepcioacuten de la Virgenraquo130 por tanto tambieacuten en su
encarnacioacuten tuvo un papel activo eacutel mismo laquoabririacutea puramente la matriz pura que
regenera los hombres para Dios la cual eacutel mismo hizo puraraquo131 La carne de Cristo
desde el inicio mezclada en personal comunioacuten con el Verbo conlleva en siacute de un
modo singular y uacutenico la imagen que todo ser humano adquiere por el tacto del
Hijo en la plasmacioacuten Tambieacuten su humanidad adquiere la semejanza del Espiacuteritu
laquocuando reviste por fuera mdashcomo cualidad fiacutesicamdash la claridad misma del Espiacuteritu
Santo infundida por el Verbo a su carneraquo132 De este modo en la carne de Cristo se
une la imagen y la semejanza de un modo irrepetible y no por ello exento del
necesario crecimiento humano Ireneo lo expresa comparando la humanidad de
Cristo con el arca recubierta por dentro y por fuera con el oro de la divinidad133
Por eso podemos decir que laquoen la encarnacioacuten las manos de Dios las mismas que
habiacutean intervenido en la primera creacioacuten del ser humano hacen que Jesuacutes quede
incorporado como hombre de la raza de Adaacuten y pueda ser y llamarse el segundo
Adaacuten en el cual inicia la segunda creacioacutenraquo134
128 AH IV 221 129 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y la primera Pascua del Salvadorraquo 313-316 130 AH III 192 131 AH IV 3311 132 A ORBE Antropologiacutea 147-148
133 Cf AH V 122 Se atribuye a Hipoacutelito un fragmento que podriacutea tener su autoriacutea en Ireneo laquoAsiacute como el arca habiacutea sido recubierta por dentro y por fuera con oro puro asiacute tambieacuten el cuerpo de Cristo era puro y resplandeciente Estaba adornado por dentro con el Logos y custodiado por fuera con el Espiacuterituraquo Cit por A ORBE Ibid 148 nota 82
134 C I GONZAacuteLEZ laquoCreo en el Espiacuteritu Santo la confesioacuten de san Ireneoraquo Revista Teoloacutegica Limense 30 (1996) 22-47 Aquiacute 37
CAPIacuteTULO III
96 | Humana augens
Para Ireneo Cristo es carne de nuestra carne pues no hay maacutes plasma que el
de Adaacuten que es el nuestro obra de Dios Y hasta tal punto asumioacute nuestra misma
carne que eacutel que no cometioacute pecado se hizo carne de pecado por nosotros En
uacuteltimo teacutermino es la salvacioacuten misma quien requiere esta identidad substancial en
la carne por dos motivos Uno es que laquosi el Sentildeor se hubiese hecho carne en otra
Economiacutea y hubiese asumido la carne de otra substancia no habriacutea recapitulado
en siacute mismo al hombre ni se podriacutea decir que se hizo carneraquo135 y por otro lado
laquoporque el enemigo no seriacutea justamente vencido si el que lo venciese no fuese un
hombre nacido de mujerraquo136 Por tanto parece adecuado poder aplicar los rasgos
de la carne de Adaacuten a la carne que el Verbo hace suya para nuestra salvacioacuten Entre
ellos el crecimiento
Ahora ya podemos preguntarnos coacutemo entiende Ireneo la salvacioacuten en Cristo
iquestPor queacute Cristo nos salva al encarnarse137 iquesttiene alguna relevancia salviacutefica su
humanidad iquesty su crecimiento
3 iquestQuieacuten si no el Verbo podriacutea unir al hombre con Dios
Hemos intentado mostrar coacutemo para Ireneo soacutelo hay un uacutenico proyecto en
Dios iniciado en la Creacioacuten con capacidad suficiente para ir desarrollaacutendose y
creciendo bajo la guiacutea del Espiacuteritu en la carne Y iquestquieacuten maacutes que el Hijo por quien
fue creado y modelado el ser humano puede llevar al hombre hasta Dios138 Eso siacute
dado que de hecho esta historia humana estaacute atravesada por el pecado tal
salvacioacuten teleioacutetica139 prevista por el Dios desde siempre conllevaraacute ahora la
135 AH V 142 136 AH V 211 137 En realidad es la pregunta que despueacutes san Anselmo volveraacute a plantear Cur Deus homo iquestPor
queacute un Dios hombre Es la conciencia clara del viacutenculo indisoluble entre cristologiacutea antropologiacutea y soteriologiacutea
138 Cf K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 141 Seguacuten O GONZAacuteLEZ DE CARDEDAL laquocontra lo que afirman Rahner y Balthasar San Agustiacuten no dice que cualquiera de las tres divinas personas podiacutea haberse encarnadoraquo (cf Cristologiacutea 390 nota 79) Maacutes bien se deberiacutea a Pedro Lombardo haber introducido esta opinioacuten a partir de Agustiacuten
139 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 13-24 De hecho eacutel sentildeala que los dos vocablos principales de Ireneo para hablar de salvacioacuten son el verbo salvare (ςώζειν) con su sustantivo correspondiente y el teacutermino τελείωςισ
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Salus carnis | 97
redencioacuten la sanacioacuten mdashsalusmdash del pecado Dicho de otro modo maacutes simple y
esquemaacutetico Dios no nos salva para perdonar nuestro pecado sino que perdona
nuestro pecado porque desde siempre quiso salvarnos divinizarnos compartir
con nosotros su vida eterna
Por eso es fundamental que Cristo sea verdadero Dios y verdadero hombre140
ya que soacutelo Dios puede dar el Espiacuteritu que perfecciona y solo un hombre puede
asumir la vida humana en obediencia libre al proyecto de Dios Para esto se
encarnoacute Cristo141 y en esto consiste la salvacioacuten Veamos primero coacutemo
fundamenta Ireneo la verdadera humanidad y divinidad de Cristo para contemplar
despueacutes coacutemo en la unioacuten plena de sus dos naturalezas se estaacute dando ya la
comunioacuten perfecta que esperamos nosotros alcanzar con Dios
A grandes rasgos negaban la encarnacioacuten los que no aceptaban que Cristo
asumiera la carne en verdad sino soacutelo aparentemente (docetas142) quienes no
admitiacutean que su carne sea como la nuestra sino de laquosustancia psiacutequicaraquo
(gnoacutesticos143) y quienes pensaban que fue un hombre como nosotros y por tanto
no era Dios (ebionitas y judaizantes144)
Su verdadera humanidad se fundamenta no soacutelo por su nacimiento virginal
(que como hemos visto es sentildeal tanto de verdadera humanidad cuanto de la
divinidad de Cristo) sino tambieacuten por su Pasioacuten Ireneo insiste en hacer del
sufrimiento de Cristo una prueba de su verdadera humanidad entre otras cosas
porque muchos negaban que hubiera sido algo maacutes que apariencia
140 Cf AH V 183 141 Ireneo lo expresa de distintos modos aunque siempre partiendo de aquiacute se encarna por amor
(AH III 42) para posibilitarnos un nuevo nacimiento (AH V 13) para luchar a nuestro favor (AH IV 241) para vencer a nuestro enemigo (AH IV 334) para recuperar la semejanza y darnos el crecimiento (AH V 11) para mezclarse con nosotros y hacernos hijos (AH III 191) para alcanzar la inmortalidad en comunioacuten con Dios (AH V 143) para recapitular a toda criatura (AH III 221)
142 Cf AH III 186 143 Entre los gnoacutesticos de un modo u otro se distingue en Cristo el que es enviado por el Padre el
que salva y el que padece en la economiacutea (cf AH III 161 1668 174) Una vez maacutes el dualismo gnoacutestico queriendo dejar clara la incompatibilidad entre la divinidad y la indignidad de la materia y la carne
144 Cf AH III 191 162 A ORBE Cristologiacutea gnoacutestica Introduccioacuten a la soteriologiacutea de los siglos II y III vol I (Madrid 1976) 351-379 ID laquoEn torno a los ebionitas Ireneo AH IV 334raquo Augustinianum 33 (1993) 315-337 ID laquoLa encarnacioacuten entre los valentinianosraquo Gregorianum 53 (1972) 201-235
CAPIacuteTULO III
98 | Humana augens
Porque si no sufrioacute verdaderamente no le debemos agradecer nada pues a nada se reduce su pasioacuten y cuando nosotros comencemos a sufrir de verdad pareceraacute que nos engantildea cuando nos exhorta a poner tambieacuten la otra mejilla (Lc 629 Mt 539) si es que eacutel no sufrioacute primero en verdad y asiacute como habriacutea mentido cuando hizo parecer a ellos lo que no era tambieacuten nos miente cuando nos exhorta a sobrellevar aquellas cosas que eacutel no soportoacute145
Es decir asumir la carne humana implica asumirla en su totalidad146
especialmente en lo que tiene de maacutes doloroso de mayor lucha pues tambieacuten el
hombre experimenta como mayor bien aquello por lo que es capaz de soportar
libre y amorosamente el sufrimiento Si en Cristo fue solo aparente ademaacutes de
negar la verdad de su carne se niega la verdad de su predicacioacuten y de su vida Maacutes
auacuten se niega la verdad de su amor por el geacutenero humano puesto que nos habriacutea
mentido algo que no es propio de Dios sino del Seductor147
Y de poco serviriacutea que la carne de Cristo fuera como la nuestra si soacutelo fuera un
hombre maacutes148 En cuanto a su divinidad la insistencia de Ireneo se cifra en
asegurar la identidad entre el Hijo de Dios preexistente desde siempre149 Cristo el
Sentildeor hecho carne que vivioacute y sufrioacute entre nosotros y el Cristo glorioso que
laquovendraacute de nuevo en la gloria del Padre para resucitar a toda carneraquo150 Si la
protologiacutea de Ireneo quiere mostrar que soacutelo hay un ser humano y soacutelo un Dios al
hablar de Cristo y su encarnacioacuten tambieacuten insiste en que es uno y el mismo Cristo
se mezcla con su creatura y se hace carne sin dejar de ser Dios No hay un Verbo
preexistente y un hombre Jesuacutes independiente que se unen en un determinado
momento como vimos al hablar de su concepcioacuten virginal Para Ireneo Cristo es ya
y siempre el Verbo encarnado no solo el Verbo preexistente151
Del mismo modo Ireneo niega expresamente la doctrina gnoacutestica que soacutelo ve
en Jesuacutes el hijo de Mariacutea negando la divinidad como Hijo de Dios antes del Jordaacuten o
afirmando que el Hijo descendioacute sobre Jesuacutes en ese instante y regresoacute al cielo antes
145 AH III 186 Cf AH III 169 181457 146 Cf AH V 11 147 Cf AH V 231 241 322 148 Cf AH III 204 149 Cf AH III 83 1128 181 192 IV 627 203 150 AH III 166 Cf AH III 923 104 1137 127 161-59 1714 183-5 IV 92 114 3310 151 laquoLa originalidad de Ireneo sobre Justino consiste en que para Justino Cristo es un tiacutetulo que
corresponde al Verbo mientras que Ireneo lo concreta al Verbo en cuanto encarnadoraquo (J M ARROacuteNIZ laquoLa salvacioacuten de la carne en S Ireneoraquo 24 nota 65)
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Salus carnis | 99
de la Pasioacuten y muerte para no sufrir152 Siendo Dios desde siempre es el mismo
antes y despueacutes de su bautismo A diferencia de los valentinianos que ensentildeaban la
uncioacuten de Jesuacutes en cuanto Dios y en cuanto hombre Ireneo afirma que cuando
Jesuacutes es ungido153 es el Verbo encarnado quien recibe ese sello en su carne154 No
hay divisioacuten
Ireneo vio anunciada esta unidad inseparable de ambas naturalezas155 por los
profetas156 mostrando la paradoja de rasgos y funciones aparentemente
contrapuestas en Eacutel
Que es hombre sin belleza y pasible (Is 532-3) que se sentoacute sobre el pollino de una asna (Zac 99) que bebioacute hiel y vinagre (Sal 6922) que fue despreciado del pueblo y que descendioacute hasta la muerte (Sal 22716) pero tambieacuten que es Sentildeor santo y Consejero admirable (Is 95) hermoso a la vista (Sal 453) Dios fuerte (Is 95) que viene sobre las nubes como Juez de todos (Dan 71326) Esto es lo que las Escrituras profetizan de eacutel En cuanto hombre lo era para ser tentado en cuanto Verbo para ser glorificado el Verbo se reposoacute para que pudiera ser tentado deshonrado crucificado y muerto (1 Cor 1553-54 2 Cor 54) habitando en aquel hombre que vence y soporta (el sufrimiento) y se comporta como hombre de bien y resucita y es asumpto al cielo Este es el Hijo de Dios Sentildeor nuestro Verbo existente del Padre e Hijo del Hombre porque nacioacute de (ex) la Virgen Mariacutea que tuvo su origen de los hombres pues ella misma era un ser humano (άνϑρωποσ) tuvo la generacioacuten en cuanto hombre y asiacute llegoacute a ser Hijo del Hombre157
152 Cf AH III 174 153 No siempre liga Ireneo la presencia del Espiacuteritu en Cristo con la uncioacuten del Jordaacuten (cf Ep 9
47 53) aunque en otros sitios aluda expliacutecitamente al bautismo y por tanto podamos deducirlo (cf AH III 93) Lo importante creo que es esta conciencia de que en la carne de Cristo se dio de un modo especialiacutesimo la presencia operante del Espiacuteritu en una comunioacuten plena Tampoco entramos aquiacute en la llamada laquouncioacuten coacutesmicaraquo que el Hijo recibe del Padre como primogeacutenito de la Creacioacuten para revertir despueacutes esa misma uncioacuten en todo el universo Cf S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO
RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo 107-110 A ORBE La uncioacuten del Verbo 516-520 ID Introduccioacuten a la teologiacutea de los siglos II y III (Roma-Salamanca 1988) 661-666 N A VAacuteZQUEZ NIETO La uncioacuten en la teologiacutea de San Ireneo de Lyon (Tesina de Licenciatura U P Comillas Madrid 2008)
154 Cf AH III 61 93 127 Ep 53 Hasta el siglo IV el bautismo de Jesuacutes fue considerado central Ireneo como Ignacio de Antioquiacutea Justino o Atanasio no duda de la uncioacuten de la humanidad de Cristo (no de su divinidad) para poder llevar a cabo la misioacuten encomendada por el Padre Seraacute despueacutes por prevencioacuten antiarriana cuando se reste importancia a este hecho para no caer en posibles adopcionismos Cf L F LADARIA laquoAtanasio de Alejandriacutea y la uncioacuten de Cristo (Contra Arrianos I 47-50)raquo JJ FERNAacuteNDEZ SANGRADOR (coord) Plenitudo Temporis Miscelaacutenea Homenaje al Prof Dr Ramoacuten Trevijano Etchevarriacutea (Salamanca 2002) 469-479 aquiacute 470 A ORBE laquoEl espiacuteritu en el bautismo de Jesuacutes (en torno a san Ireneo)raquo Gregorianum 76 (1995) 663-699 aquiacute 670691 C GRANADO laquoActividad del Espiacuteritu Santo en la Historia de la Salvacioacuten seguacuten san Ireneoraquo Communio 15 (1982) 27-45 aquiacute 39 J J AYAacuteN CALVO laquoLa venida sin gloria del Espiacuteritu A propoacutesito de la dificultad textual de Diaacutelogo 497raquo L QUINTEIRO FIUZA ndash A NOVO (ed) En camino hacia la gloria (Santiago de Compostela 1999) 238-247 aquiacute 246
155 Cf AH III 93 IV 332 V 11 173 183 Ep 9 30 35 59 156 Cf AH IV 33 11-13 157 AH III 19 2-3
CAPIacuteTULO III
100 | Humana augens
De nuevo es la Pasioacuten un momento central para contemplar la verdad maacutes
profunda de Cristo Dios salvaacutendonos el Hombre permaneciendo en la prueba y en
el bien soportando de un modo nuevo el sufrimiento en obediencia hasta la
resurreccioacuten Es decir dejando que su carne sea poseiacuteda por el Espiacuteritu pues por siacute
misma no hubiera sido capaz No hubiera podido hacer ese camino de crecimiento
Al recibir el Espiacuteritu su carne toma una especial fuerza para asemejarse en
cuanto hombre158 con Dios visibilizada tambieacuten en la capacidad para llevar a cabo
su misioacuten159 evangelizar a los pobres y liberar a los esclavos del pecado160 El
mismo Espiacuteritu que a lo largo del todo el Antiguo Testamento ha venido
capacitando al ser humano161 se derramaraacute sobre todo el geacutenero humano162 tal
como anunciaron los profetas para lograr laquola unidad y comunioacuten entre Dios y los
hombresraquo163 Pero primero teniacutea que descansar en Jesuacutes
Descendioacute [el Espiacuteritu] sobre el Hijo de Dios hecho Hijo del Hombre para acostumbrarse a habitar con eacutel en el geacutenero humano a descansar en los hombres y a morar en la criatura de Dios obrando en ellos la voluntad del Padre y renovaacutendolos de hombre viejo a nuevo en Cristo164
Es el mismo Espiacuteritu que acompantildea al ser humano desde la Creacioacuten que ha
guiado al pueblo de Israel que pidioacute David que ungioacute a Cristo y que descendioacute
sobre los apoacutestoles en Pentecosteacutes165 Tambieacuten a nosotros ese mismo Espiacuteritu
como hizo en Eacutel nos iraacute asemejando y acrecentando hasta hacernos perfectos en
Dios tal como hace Eacutel las cosas aconsejaacutendonos y atrayeacutendonos nunca
forzaacutendonos
Nosotros los que hemos nacido recientemente recibimos el crecimiento del que es perfecto y anterior a toda la creacioacuten (el Verbo) y el uacutenico bueno y excelente y a semejanza de aqueacutel para obtener de eacutel el don de la incorrupcioacuten puesto que hemos sido predestinados a existir (Ef 111-12) cuando auacuten no existiacuteamos [] El es completo en todo como Verbo poderoso y hombre verdadero [] Y como de modo injusto dominaba sobre nosotros la apostasiacutea y siendo nosotros por naturaleza propiedad de Dios
158 Cf AH III 93 159 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y el discurso de Nazaret (Lc 418s=Is 611s)raquo Scriptorium Victoriense
17 (1970) 5-33 Aquiacute 5-8
160 Cf Is 61 1-2 Ep 9 161 Cf AH IV 208 162 Cf AH III 104 119 121 171 163 AH V 11 164 Cf AH III 171 165 Cf Joel 31 Mt 1020 2819 AH III 172 93 104 127 IV 311-3 V 11
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Salus carnis | 101
todopoderoso nos enajenoacute [el Seductor] contra naturaleza y nos hizo sus disciacutepulos como el Dios Verbo es poderoso y no falla en la justicia justamente se volvioacute contra esa apostasiacutea para redimir de ella lo que era suyo no por la fuerza como aqueacutella habiacutea dominado nuestros inicios arrebatando insaciablemente lo que no era suyo sino por persuasioacuten como conveniacutea a un Dios que persuade y que no nos fuerza a recibir lo que eacutel quiere de modo que ni se destruyese lo que es justo ni se perdiese la antigua criatura de Dios [] Dando su vida por la nuestra y su carne por nuestra carne [] Asiacute trajo a Dios a los hombres mediante el Espiacuteritu y levantoacute a los hombres a Dios por medio de su propia carne166
Su accioacuten no es solamente ejemplar o externa Es maacutes que eso167 es iniciar en
la humanidad de Cristo lo que eacutel mismo haraacute extensible despueacutes a toda carne por el
Espiacuteritu168 confiriendo los mismos efectos que tiene en eacutel o abriendo las misma
posibilidades que se abren en Eacutel de crecer hasta la perfeccioacuten hasta la comunioacuten
con Dios cuando sea glorificado
No seriacutea extrantildeo que nos preguntaacuteramos queacute necesidad habiacutea de ungir la carne
de Cristo Verbo encarnado puesto que era Dios hecho hombre por nosotros En
realidad estariacuteamos preguntando cristoloacutegicamente lo que ya preguntamos
antropoloacutegicamente169 iquestpor queacute Cristo no fue perfecto desde el principio en su
carne iquestPor queacute tuvo que hacer un proceso humano de crecimiento para
salvarnos iquestAcaso no es ya suficientemente misterioso y grandioso que eacutel se haya
hecho uno de nosotros para hacernos como Eacutel
Es decir en el fondo estamos pidiendo que soacutelo por hacerse humano el Verbo
ya lleve en su carne la imagen y semejanza plena que en nosotros soacutelo se daraacute en el
lento madurar de la carne y el Espiacuteritu En el fondo estamos pidiendo que por su
encarnacioacuten casi fiacutesicamente la carne del Verbo goce de todas las propiedades y
virtudes de Dios y nos pueda hacer partiacutecipes de ellas para nuestra salvacioacuten
166 AH V 11 167 Dimensioacuten compartida por otros autores como Clemente Alejandrino representante claro de
una soteriologiacutea entendida como paideia Sin embargo a pesar de coincidir en la necesidad del proceso del perfeccionamiento de Cristo como pedagogo que guiacutea y ensentildea la dimensioacuten de realizacioacuten primera en la humanidad de Cristo como participacioacuten nuestra real y anticipada no es la comunioacuten con el Logos como un germen divino o chispa puesta en el alma de estas teologiacuteas de corte alejandrino Una vez maacutes el acento se pone en sitios diversos Cf CLEMENTE ALEJANDRINO El pedagogo FuP 5 (Madrid 1994) Stromata I FuP 7 (Madrid 1996) Stromata II-III FuP 10 (Madrid 1998) R TREVIJANO Patrologiacutea (Madrid 1998) 152-154 W JAEGER Cristianismo primitivo y paideia griega (Meacutexico 71998) De hecho Jaeger no cita a Ireneo ni una sola vez al estudiar la paideia en relacioacuten al cristianismo primitivo
168 Cf AH III 93 169 Cf Lo dicho en nuestro capiacutetulo II
CAPIacuteTULO III
102 | Humana augens
Tal razonamiento no toma en serio el dinamismo creatural que Dios quiso dar
a la carne Es no tomar en serio la carne de Cristo como laquoverdadera carneraquo Es no
tomar en serio la accioacuten madurativa del Espiacuteritu en la salvacioacuten respetando
nuestra libertad la libertad humana de Jesuacutes Eacutel tuvo que hacer su propio proceso
madurativo bajo la accioacuten del Espiacuteritu recibido en el Jordaacuten pasando por el
sufrimiento el abandono de Dios y la muerte hasta la resurreccioacuten Sin
automatismos al ritmo de la carne en la medida que se abriacutea al Espiacuteritu como
ninguacuten ser humano lo ha hecho jamaacutes El quicio de la Salvacioacuten estaacute en Cristo que
no es soacutelo el Verbo eterno (preexistente) ni el Verbo encarnado (Jesuacutes Nintildeo
creciendo) sino el Verbo encarnado maduro y lleno del Espiacuteritu Santo que ha ido
acostumbrando su carne a Dios ha ido dejando transformar su carne humana en
carne gloriosa espiritual170
La unidad de accioacuten trinitaria manifestada en la creacioacuten y en el cuidado
permanente de la criatura tambieacuten se muestra como era de esperar en este
proceso de perfeccionamiento y salvacioacuten171 que como hemos dicho es tambieacuten
redentor Ireneo lo expresa bellamente cuando interpreta la paraacutebola del Buen
Samaritano172 viendo en Cristo a aquel que se acerca al hombre herido y lo deja en
manos del Espiacuteritu Santo como buen posadero para que le cure y le restablezca
Los dos denarios173 se entregan como arras que llevan inscritas la imagen del
Padre y del Hijo para que este hombre herido y debilitado al reponerse con los
cuidados de Cristo y del Espiacuteritu los multiplique y se los devuelva a su Sentildeor en la
imagen y semejanza recobradas y plenas La comparacioacuten maacutes allaacute de la
correccioacuten de la exeacutegesis es sumamente plaacutestica y honda para expresar coacutemo
entiende Ireneo la salvacioacuten Eacutesta pasa por la humanidad del Hijo que se acerca a la
nuestra herida en el camino de la vida apaleada por la desobediencia del pecado
170 M Gesteira hablando de la realidad nueva del cuerpo resucitado ofrece un significativo juego
de palabras laquoSeremos ldquoel mismordquo o ldquola mismardquo persona que somos pero no ldquolo mismordquo (Jesucristo horizonte de esperanza I Jesuacutes de Nazaret personaje histoacuterico [Madrid 2011] 250) Esta identidad personal que sine embargo comporta una novedad esencial tambieacuten se aplica a la Carne de Cristo iquestPor queacute no aplicarlo al Espiacuteritu Santo que se nos otorga el mismo que ungioacute a los profetas pero que despueacutes de habitar en Cristo actuacutea en nosotros con una cualidad totalmente nueva
171 Cf AH IV 205 V 362 III 61 183 IV 42 6135 74 381 172 Cf AH III 173 A ORBE El Espiacuteritu en el bautismo de Jesuacutes 679-680 173 Cf AH IV 367
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Salus carnis | 103
que nos deja desprovistos e indefensos Pasa por los cuidados personales y
pacientes del Espiacuteritu en nuestra carne Pasa por recordarnos sacramentalmente
de quieacuten venimos y a quieacuten vamos Dios Padre Por eso puede unir en siacute mismo laquoel
fin con el principioraquo
Este es su Verbo nuestro Sentildeor Jesucristo el cual en los tiempos recientes se hizo hombre entre los hombres para unir el fin con el principio es decir al hombre con Dios [homo in hominibus factus est ut finem conjungeret principio hoc est hominem Deo] Y por eso los profetas que reciben del Verbo el carisma profeacutetico anunciaron de antemano su venida en la carne mediante la cual tuvo lugar la mezcla y comunioacuten de Dios y del hombre seguacuten el beneplaacutecito de Dios [secundum carnem adventum per quem commixtio et communio Dei et hominis secundum placitum Patris facta est]174
Ireneo repetiraacute muchas veces que el fin de la Encarnacioacuten es la comunioacuten175
entre Dios y el hombre En Cristo la unioacuten entre Dios y el hombre no es aparente ni
temporal ni funcional es estable querida por Dios definitiva Por eso es una
laquomezcla y comunioacutenraquo que ya nada ni nadie puede destruir Ni tan siquiera el
Seductor que consiguioacute engantildear a Adaacuten para que desobedeciendo transgrediera
En Eacutel se da una comunioacuten perfecta de su divinidad con la humanidad Habla de
mezcla176 [commixtus-ςύγκραςισ] para expresar esta unioacuten que no se limita a una
mera apariencia o yuxtaposicioacuten Ciertamente el teacutermino podriacutea ser problemaacutetico
si implicara fusioacuten ya se aplique a la persona de Cristo en sus dos naturalezas ya
se aplique a la comunioacuten entre Dios y los hombres como vimos en el capiacutetulo I177
En Cristo el concepto estoico laquokraacutesisraquo o laquomiacutexisraquo que puede estar en la base
significa igualmente un intercambio entre los dos componentes que no soacutelo no
pierden sus cualidades maacutes especiacuteficas sino que ademaacutes predomina el maacutes
noble178
Por eso laquopor medio de la carne de Cristoraquo179 se nos otorga la salvacioacuten de un
modo firme y verdadero irrevocable pero no por la carne en siacute misma sino en la
174 AH IV 204 175 Cf AH III 42 1668 191 2012 223 IV 13134 1412 176 V 13 21 1423 202 272hellip 176 Cf AH III 166 93 1912 V pr 13 177 Cf paacutegina 31 nota 60 178 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 478 J M ARROacuteNIZ laquoCategoriacuteas
cristoloacutegicas en Ireneo de Lyonraquo 198 J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 36 179 Cf AH V 11
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104 | Humana augens
medida que consiente a la comunioacuten con el Espiacuteritu180 Y al recibir el don de esta
comunioacuten se nos posibilita hacer realidad lo que nosotros solos no podiacuteamos
hacer dejar que el Espiacuteritu asuma nuestra carne que la haga suya sin dejar de ser
lo que es para poder llegar ante el Padre para ser deificados finalmente No soacutelo le
veremos en carne y no como almas inmortales o espiacuteritus puros sino que ademaacutes
la Vida divina la recibiremos tambieacuten laquocarnalmenteraquo sin necesidad ya de
mediacioacuten alguna del alma181
El mismo Verbo de Dios por el que fuimos creados se hizo laquoHijo del Hombre a
fin de que el hombre se hiciera hijo de Dios (Jn 112)raquo182 Con distintas expresiones
Ireneo inicia la teologiacutea del intercambio que tanta repercusioacuten tendraacute en los
Padres183 El teacutermino laquointercambioraquo puede ser confuso si nos hace pensar en un
movimiento automaacutetico y en igualdad de condiciones En Dios no hay cambio ni
crecimiento ni puede mudarse su naturaleza divina por asumir la humana el
hombre por su parte no puede laquohacerseraquo a siacute mismo algo distinto de lo que es Soacutelo
puede laquoser hechoraquo o laquodejarse hacerraquo por Dios y de ese modo ir adquiriendo en la
carne las cualidades propias del Espiacuteritu184 es decir adquiriendo la plena
semejanza con la imagen Al hacerse Dios lo que nosotros somos desciende a su
criatura para que eacutesta se eleve pero el sujeto de la accioacuten por asiacute decirlo sigue
180 Asiacute evita Ireneo a mi modo de ver caer en lo que A Harnack y F Loofs llamaron laquoteoriacutea fiacutesica
de la redencioacutenraquo a propoacutesito de Atanasio B SESBOUumlEacute Jesucristo el uacutenico mediador I (Salamanca 1990) 231
181 laquoFrente al axioma biacuteblico Nemo videbit Deum et vivet ensentildea Ireneo lo contrario Caro videbit Deum ut vivatraquo (A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo 227) Cf O LOacutePEZ
MIacuteGUEZ La visioacuten del Verbo en Moiseacutes seguacuten san Ireneo Para la exeacutegesis prenicena de Ex 3320 (Tesina de licenciatura-SanDaacutemaso Madrid 2006) K RAHNER laquoEterna significacioacuten de la humanidad de Jesuacutes para nuestra relacioacuten con Diosraquo Escritos de Teologiacutea II (Madrid 31968) 56
182 AH III 102 183 Cf AH III 102 163 191 202 IV 204 334 V 11 1612 363 Ep 31 Curiosamente a pesar
de la centralidad de este pensamiento en la teologiacutea ireneana ha quedado ligado a san Atanasio (por ejemplo CTI Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea I E 4 en Documentos 1969-1996 254) L F LADARIA siacute afirma que fue Ireneo el primero en formular tal principio cf laquoEl Logos encarnado y el Espiacuteritu Santo en la obra de la salvacioacutenraquo Declaracioacuten laquoDominus Iesusraquo Documentos comentarios y estudios (Madrid 2002) 89-105 aquiacute 99 nota 20 Tambieacuten T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano (Burgos 2004) 409 y B STUDER Dios Salvador en los Padres de la Iglesia (Salamanca 1993) 100
184 Cf AH IV 41
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Salus carnis | 105
siendo Dios que asume lo nuestro de tal manera que lo hace suyo nos laquollevaraquo hasta
Eacutel Podriacuteamos decir que Dios laquodesciende elevandoraquo185
Todo hombre ha de asemejarse con Cristo de tal manera que por su carne
gloriosa tambieacuten la carne humana llegue a Dios Pero eacuteste asemejamiento se inicia
en Cristo encarnado no en el hombre En la humanidad de Cristo se adquiere tanto
la imagen de Dios (por unioacuten personal y uacutenica con el Verbo hipostaacutetica) como la
semejanza (por la uncioacuten del Espiacuteritu Santo) De distintas maneras lo nombra
Ireneo186 pero siempre aludiendo a este principio dinaacutemico que por el Espiacuteritu se
otorga a Cristo en su carne para completar la unioacuten personaliacutesima de humanidad y
divinidad para salvacioacuten nuestra No es suficiente por decir asiacute la comunioacuten
Logos-saacuterx sino que se requiere tambieacuten llegar al Pneuma-saacuterx en el Logos187 o
dicho de otro modo necesitamos aprender a conjugar adecuadamente la accioacuten de
Cristo y del Espiacuteritu en la economiacutea divina para no distorsionar o perder parte de
la accioacuten de Dios en nosotros en la Creacioacuten y en la Historia Ademaacutes la sola
mediacioacuten del Verbo eterno no deifica al hombre se requiere la mediacioacuten de su
carne donde el Espiacuteritu Santo inicia el camino que todo aacutenthropos ha de hacer188
Sin el Espiacuteritu Santo nos seriacutea imposible asemejarnos al Hijo y por tanto
acercarnos a Dios189
185 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 203 186 Qualitas Spiritus (AH V 93) munus adoptionis (AH III 191) filiorum adoptio (AH III 191) 187 Cf A ORBE Espiritualidad de San Ireneo 172240 K RAHNER afirma laquoToda teologiacutea catoacutelica
sabe que de la unioacuten hipostaacutetica de la humanidad de Cristo con el Logos tiene que seguirse necesariamente una deificacioacuten interior de dicha humanidad La cual auacuten siendo la consecuencia moral y ontoloacutegicamente necesaria de la unioacuten hipostaacutetica laquoresultaraquo de ella es distinta de ella es la que santifica y deifica laquoen siacute mismaraquo la humanidad de Cristo y mdashaunque en una medida e intimidad no dadas fuera de ellamdash es justamente eso que estaacute destinado a comunicarse a cada hombre en tanto gracia justificanteraquo (laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 147 nota 2) Quizaacute en este paacuterrafo no tuvo en cuenta que esa accioacuten santificante y deificadora pasa tambieacuten por la accioacuten expliacutecita del Espiacuteritu
188 Es impresionante la intuicioacuten tan acertada de Ireneo en un estadio tan inicial de la teologiacutea y el desarrollo dogmaacutetico Asiacute queda recogido en el desarrollo histoacuterico de la COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA
INTERNACIONAL (=CTI) Cuestiones selectas sobre Dios redentor (1994) III 6 C POZO Documentos (1969-1996) (Madrid 1998) 523
189 Cf AH IV 392 S PUERTOS MARTIacuteNEZ-FJ VILARINtildeO RUIZ laquoPneumatologiacutea histoacuterico-salviacutefica en Justino e Ireneoraquo El espiacuteritu memoria y testimonio de Cristo a propoacutesito de la Tertio Millennio Adveniente actas del IX Simposio de Teologiacutea Histoacuterica (Valencia 1997) 311-315
CAPIacuteTULO III
106 | Humana augens
Por tanto si la salvacioacuten humana consiste en llegar a unir lo maacutes distante
como es el barro y el Espiacuteritu190 no es de extrantildear que el Salvador sea justamente
eso la comunioacuten plena del hombre y Dios que salve al hombre en la medida que se
deje adentrar en esa plena comunioacuten con eacutel
[El Sentildeor] hizo retornar y volvioacute a unir [aduniuit ndash ἥνωςεν] al hombre con Dios Pues si el hombre no hubiese vencido al enemigo del hombre el enemigo no habriacutea sido vencido justamente Y tambieacuten si Dios no hubiese donado la salvacioacuten no la tendriacuteamos con seguridad Y si el hombre no hubiese sido unido [counitus ndash ςυνηνώϑη] a Dios no podriacutea haber participado de la incorrupcioacuten Conveniacutea pues que el Mediador entre Dios y los hombres (1 Tim 25) por su propia familiaridad [οἰκειότητοσ] con ambos los condujese a la amistad y concordia mutuas para que Dios asumiese al hombre y el hombre se entregase a Dios [Deus adsumeret hominem et homo se dederet Deo] iquestPues de queacute manera podiacuteamos ser partiacutecipes de su filiacioacuten (Gal 45) si no la recibieacutesemos por medio del Hijo por la comunioacuten [communionem ndash κοινωνίαν] con eacutel si eacutel su Verbo no hubiese entrado en comunioacuten con nosotros hacieacutendose carne (Jn 114) [communicasset nobis caro factum ndash εἰ μὴ ὁ Λόγοσ αὐτοῦ ἐκοινώνηςεν ἠμίν ςὰρξ] Por eso pasoacute a traveacutes de todas la edades para restituir a todos la comunioacuten [Quapropter et per omnem venit aetatem omnibus restituens eam quae est ad Deum communionem - Διὸ καὶ διὰ πὰςησ ἦλϑεν ἠλικίασ τοῖσ πᾶςιν ἀποκαταςτήςασ τὴν πρὸσ τὸν Θεὸν κοινωνίαν]191
Esa laquofamiliaridadraquo o laquoparentescoraquo192 es otro modo de referirse a la salvacioacuten
dada de modo singular en la misma persona del Verbo encarnado Si no se da en
Cristo esta comunioacuten verdadera de su humanidad y divinidad no hay salvacioacuten si
no se da entre el hombre y Dios tampoco seraacute este salvado193 El hecho mismo de
que algunos comentaristas duden en queacute momentos se estaacute refiriendo a la unidad
laquopersonalraquo de carne y divinidad en Cristo y cuando se estaacute refiriendo a la
humanidad con Dios ya es sentildeal significativa de lo implicada que estaacute una en
otra194
El mayor fruto de esta comunioacuten obrada en Cristo es recibir la filiacioacuten
divina195 o participar de ella en la medida que el hombre laquolleva acoge
[χωροῦντοσ] y abraza al Hijo de Diosraquo196 Maacutes allaacute de las variantes en la criacutetica
190 Cf AH V 133 191 AH III 187 Cf AH III 42 V 142 Ep 6 31 40 192 laquoParenteacuteraquo es la traduccioacuten de ROUSSEAU con lo que implica de consanguineidad y de una
cercaniacutea fiacutesica que es algo maacutes que familiaridad tal como traducen J I GONZAacuteLEZ FAUS y C I GONZAacuteLEZ
193 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 209 194 Cf Ibid 209 28-30 195 Cf AH III 187 191 202 196 AH III 163 Curiosamente es esta imagen del abrazo extendiendo lo brazos la que aparece en
Ep 34 al hablar de la Cruz de Cristo y de la presencia laquocrucificadaraquo del Verbo en toda la Creacioacuten
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 107
textual interesa significar el verbo laquoχωρεῖνraquo que se traduce en otros pasajes como
laquocomunioacutenraquo197 o cercaniacutea198 fin de la salvacioacuten y medio para recibir la filiacioacuten
adoptiva199 Es el Hijo de Dios al hacerse hombre quien nos gana la filiacioacuten El que
era unigeacutenito se convierte en primogeacutenito al tomar una carne como la nuestra Asiacute
lo que era lejaniacutea se convierte ahora en familiaridad
Para llevarlo a cabo Cristo laquopasoacute a traveacutes de todas las edadesraquo Es decir tuvo
que ir creciendo y madurando en su humanidad para realizar como hombre lo que
todo hombre estaacute llamado a vivir
Santificoacute todas las edades al asumirlas en siacute a semejanza de ellos Porque vino a salvar a todos y digo a todos es decir a cuantos por eacutel renacen para Dios sean bebeacutes nintildeos adolescentes joacutevenes o adultos Por eso quiso pasar por todas las edades para hacerse bebeacute con los bebeacutes a fin de santificar a los bebeacutes nintildeo con los nintildeos a fin de santificar a los de su edad daacutendoles ejemplo de piedad y siendo para ellos modelo de justicia y obediencia se hizo joven con los joacutevenes para dar a los joacutevenes ejemplo y santificarlos para el Sentildeor y crecioacute con los adultos hasta la edad adulta para ser el Maestro perfecto de todos no soacutelo mediante la ensentildeanza de la verdad sino tambieacuten asumiendo su edad para santificar tambieacuten a los adultos y convertirse en ejemplo para ellos En seguida asumioacute tambieacuten la muerte para ser laquoel primogeacutenito de los muertos y tener el primado sobre todosraquo (Col 118) el iniciador de la vida (Hech 315) siendo el primero de todos y yendo adelante de ellos200
Es maacutes que maestro porque no ensentildea el camino laquodesde fueraraquo sino que lo
asume lo hace suyo se hace a siacute mismo laquocaminoraquo a recorrer201 Lo que ensentildea lo
hace Su laquoimperfeccioacuten inicialraquo o inmadurez en cuanto hombre no viene dada
solamente por fidelidad a la carne asumida sino porque el Verbo se encarna por el
hombre y por tanto tiene que acomodarse y adaptarse a su capacidad
invisiblemente imprimiendo su accioacuten creadora en el cosmos laquoEl Hijo de Dios estaacute en su creacioacuten abrazando su largura anchura altura y profundidad (cf Ef 318) para darle cohesioacuten de norte a sur de oriente a occidenteraquo (J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos 46) Y esta funcioacuten integradora del Verbo la ve Ireneo unida a la uncioacuten coacutesmica por tanto tambieacuten ligada al Espiacuteritu Para ahondar en esta doctrina ireneana de la crucifixioacuten coacutesmica cf A ORBE Los primeros herejes ante la persecucioacuten Estudios valentinianos V (Roma 1956) 213-241
197 Cf AH III 191 De hecho la teologiacutea posterior se serviraacute del teacutermino laquoπεριχώρεςισraquo para describir la iacutentima comunioacuten intratrinitaria cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 32
198 laquoiquestCoacutemo llegaraacute el hombre hasta Dios [ἄνϑρωποσ χωρήςει εἰσ μὴ ὁ Θεὸσ] si Dios no viene hasta el hombre [ἐχώρηςεν εἰσ ἄνϑρωπον] [AH IV 334]
199 B STUDER sintetiza asiacute el nuacutecleo soterioloacutegico de Ireneo laquoel hombre que por medio del Verbo ha sido formado a imagen de Dios y que en el Espiacuteritu ha recibido la aptitud para hacerse totalmente semejante a Dios alcanzaraacute su cumplimiento una vez que se haya habituado a laquollevarraquo a Dios y se haya hecho un hombre espiritual cuando en el conocimiento del Hijo se haya convertido eacutel mismo en hijo y partiacutecipe de la inmortalidad de Diosraquo (cf Dios Salvador en los Padres 96)
200 AH II 22 4 201 Cf AH V 162
CAPIacuteTULO III
108 | Humana augens
Nuestro Dios en los uacuteltimos tiempos para recapitular todas las cosas en siacute mismo vino a nosotros no tal como podriacutea mostrarse sino como nosotros eacuteramos capaces de mirarlo Porque podiacutea venir a nosotros en su gloria inexpresable pero nosotros no hubieacuteramos resistido soportar la grandeza de su gloria Por eso como a nintildeos aquel que era el pan perfecto del Padre se nos dio a siacute mismo como leche cuando vino a nosotros como un hombre a fin de que nutriendo nuestra carne como de su pecho mediante esa lactancia nos acostumbraacuteramos a comer y beber al Verbo de Dios hasta que fueacutesemos capaces de recibir dentro de nosotros el Pan de la inmortalidad que es el Espiacuteritu del Padre202
Esto implica que la misma encarnacioacuten es una realidad dinaacutemica progresiva
no acabada en el nacimiento de Cristo203 Orbe distingue cuatro fases en el proceso
interno de Jesuacutes la maacutes imperfecta hasta el bautismo en el Jordaacuten desde el Jordaacuten
a la pasioacuten durante la pasioacuten y muerte y finalmente la resurreccioacuten204 Este
dinamismo o caraacutecter evolutivo del hombre pide que el Verbo se haga laquonintildeo con el
hombre [et propter hoc coinfantiatum est homini Verbum Dei cum esset perfectus ndash
ςυνενηπίαςεν ὁ Λόγοσ τοῦ Θεοῦ τέλειος ὤν] aunque eacutel era perfecto a fin de que
de alguacuten modo se hiciese capaz de recibirloraquo205 Esta adaptacioacuten divina a la
capacidad humana permite a Ireneo argumentar las dos venidas de Cristo la
primera en carne deacutebil como la nuestra (laquolecheraquo en el texto) la segunda en gloria
para recapitular todo en Eacutel (laquoPan de la inmortalidadraquo)206 Pero no son dos
momentos separados ni paralelos sino maacutes bien un movimiento salvador continuo
y progresivo ya iniciado de alguacuten modo en la Creacioacuten El sujeto es el mismo el
Verbo El modo de alimentarnos para nuestro crecimiento es el que cambia seguacuten
nuestra capacidad y siempre a traveacutes de nuestra carne pues de lo contrario
dejariacuteamos de ser lo que somos aacutenthropos A la condicioacuten progresiva y creciente
del hombre le corresponde la revelacioacuten o autocomunicacioacuten progresiva de
Dios207
202 AH IV 381 203 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 103 M GESTEIRA Jesucristo horizonte de esperanza I 149 204 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de S Ireneoraquo 463 205 AH IV 382 206 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo 522-534
207 Cf AH III 202 IV 133 J M ARROacuteNIZ laquoLa inmortalidad como deificacioacuten del hombre en S Ireneoraquo 266-267
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 109
No se prescinde de la libertad humana no se anula el papel del hombre en la
historia de salvacioacuten Por eso no puede ser indiferente la respuesta de cada ser
humano208 Nunca prescinde Dios de ella
A todos aquellos que guardan su amor les ofrece su comunioacuten Y la comunioacuten con Dios es vida luz y goce de todos sus bienes En cambio seguacuten su misma palabra a todos aquellos que se separan de eacutel los condena a la separacioacuten que ellos mismos han elegido La separacioacuten de Dios es muerte renuncia a la luz tinieblas La separacioacuten de Dios es peacuterdida de todos los bienes divinos Por eso quienes por la apostasiacutea han perdido esas cosas malogrados todos los bienes viven en el castigo No que Dios por siacute mismo haya planeado castigarlos sino que a ellos se les echa encima el sufrimiento de haberse separado por siacute mismos de todos los bienes Mas los bienes divinos son eternos y no tienen fin por eso tambieacuten es sin fin su peacuterdida Es como la luz que no tiene fin pero a quienes se ciegan a siacute mismos o a quienes otros privan definitivamente de la luz para siempre les falta el gozo de la luz no es que la luz los castigue con la ceguera sino que su misma ceguera les produce el sufrimiento209
El texto es duro y maacutes en el contexto de Ireneo acostumbrados a un tono
sumamente positivo y siempre esperanzador donde el deseo salvador de Dios es
siempre mayor que el pecado humano Una vez que el Hijo de Dios se hace visible
en la carne se da a conocer en su luz el ser humano tiene que elegir El sufrimiento
de la lejaniacutea no es castigo de Dios sino consecuencia de la eleccioacuten humana en
liacutenea joaacutenica210 Si su humanidad y su crecimiento conlleva una iacutentima comunioacuten
con Dios y posibilita la nuestra tambieacuten nosotros estamos llamados a crecer con eacutel
libres y obedientes hasta ser uno con Dios211
Tampoco seraacute indiferente para la salvacioacuten el modo en que Jesuacutes vivioacute su
libertad y su obediencia en carne mortal pues laquoel Verbo del Padre [] se encarnoacute
en un hombre por el hombre y cumplioacute toda la Economiacutea seguacuten su humanidadraquo212
Este mismo Verbo recibioacute todo el poder cuando se hizo carne (Jn 114) a fin de que asiacute como tiene el principado en los cielos como Verbo de Dios asiacute tambieacuten lo tenga en la tierra [] De esta manera la luz del Padre irrumpe en la carne de nuestro Sentildeor y de esa carne sus rayos se reflejan en nosotros para que el ser humano rodeado por la luz del Padre se haga incorruptible213
208 Cf A ORBE Espiritualidad de San Ireneo 239-240 209 AH V 272 210 Cf 1 Jn 16-7 211 Cf AH V 363 212 AH III 174 [Σαρκωϑέντοσ ἐν ἀνϑρόπῳ διὰ τὸν ἄντϑρωπον ηαί πᾶςαν τὴν κατὰ ἄνϑρωπον
οἰκονομίαν ἐκπληρώςαντος mdash Incarnato in homine propter hominem et omnem secundum hominem dispositionen implente]
213 AH IV 202
CAPIacuteTULO III
110 | Humana augens
Asiacute se constituye el cuerpo humano de Cristo como consumacioacuten y plenitud del
Primer Adaacuten214 y se iraacute visibilizando a medida que vaya creciendo y madurando en
el Espiacuteritu Este perfeccionamiento soacutelo seraacute pleno tras su Resurreccioacuten en la
carne gloriosa de Cristo215 que confirmaraacute de alguacuten modo el proceso de
crecimiento realizado hasta la perfecta unidad con el Verbo y gracias al Espiacuteritu
que le ha ido guiando y habitando En su carne gloriosa podraacute ver la luz de Dios la
nuestra y hacerla suya216 No antes porque Cristo fue hombre verdadero y no el
Aacutenthropos Teacuteleios de los gnoacutesticos217
En Cristo de alguna manera218 el hombre ya ha sido unido a Dios por Dios
mismo de ahiacute la seguridad de tal don Y es el mismo hombre Cristo quien vence al
enemigo que rompioacute esta unioacuten Restituye la comunioacuten perdida viviendo Eacutel mismo
la comunioacuten en su propia carne y permitiendo la participacioacuten de todo ser humano
en ella en la medida que dejemos al Espiacuteritu abrazar nuestra carne219 tal como en
la carne de Cristo el hombre abraza al Hijo de Dios220
4 Conclusiones
Verdaderamente para Ireneo la carne es capaz de salvacioacuten capaz de dejarse
transformar por el Espiacuteritu de Dios Por eso el ser humano puede llegar a ser maacutes de
lo que es y en tal crecimiento consiste su vocacioacuten Si la carne estuviera condenada a
ser soacutelo lo que es imposible seriacutea hablar de divinizacioacuten o asemejamiento imposible
hablar de redencioacuten o liberacioacuten del pecado Tampoco de encarnacioacuten de Cristo Y tal
capacidad Ireneo la justifica baacutesicamente desde el poder de Dios si Eacutel lo quiere es
posible Y esto se muestra en nuestra misma vida en carne y sin embargo laquovidaraquo Se
muestra en la Eucaristiacutea que ademaacutes nos nutre como Cuerpo y Sangre de Cristo En
ella no soacutelo el pan y el vino llegan a ser maacutes de lo que son sino que nos ayudan a que
214 Cf Ep 32 AH V 133 215 Cf AH IV 202 334 V 61 A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 467 216 Cf AH V 133 217 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo 510519 ID laquoEl hombre
ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 474-475 218 Cf GS 22 219 Cf AH V 134 220 Cf AH III 163
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 111
nuestra vida tambieacuten llegue a ser laquomaacutesraquo Pero el gran motivo de esperanza y fe es la
misma Carne de Cristo en Cristo mismo A la vez santificada y santificadora mortal y
donadora de inmortalidad por el Espiacuteritu que la habita
Si esto es asiacute y podemos decir que la carne de Cristo es como la nuestra ninguna
duda puede quedarnos iquestCoacutemo podriacutea salvar en siacute mismo algo no asumido iquestcoacutemo
recapitular en Eacutel todo lo creado sin hacerse uno con el aacutenthropos Por eso la
Encarnacioacuten no es apariencia ni algo temporal o transitorio Dios enteramente se
estaacute dando comprometido en esta comunioacuten y mezcla del Verbo con lo humano ya
desde la materia primera desde la mixis inicial antes de ser plasmada en el vientre
de Mariacutea como cada uno de nosotros No hay adopcionismo posible ni docetismos
varios Y esto no soacutelo apoyados en la verdad de la humanidad de Cristo sino tambieacuten
en su divinidad plena y continua En Cristo se contempla bien coacutemo cualquier
movimiento extremo sobredimensionando una de sus naturalezas acaba
distorsionando tambieacuten la otra Como si soacutelo pudiera ser plenamente hombre en la
medida que es plenamente Dios y viceversa
Por eso podemos intuir que la mayor singularidad de Cristo no estaacute en su carne
humana como la nuestra en todo semejante hacieacutendose por nosotros pecado eacutel que
no lo habiacutea cometido221 quizaacute maacutes bien esteacute en la personaliacutesima comunioacuten que en Eacutel
se da entre esta carne y su divinidad entre el hombre y Dios No hay yuxtaposicioacuten
no hay fusioacuten de una en otra hay comunioacuten plena y por tanto en plena libertad En
Eacutel se da ya personalmente lo que Dios ha preparado para cada ser humano para
toda la eternidad Y el misterio estaacute en que de esta manera participamos ya
nosotros inicialmente de dicha comunioacuten Se da un intercambio realmente
admirable
El modo de realizarse tal unioacuten estaacute en la fuerza del Espiacuteritu Santo Ese mismo
Espiacuteritu llamado a hacer de cada ser humano un hijo de Dios por fiel y libre
obediencia Ese mismo Espiacuteritu que modeloacute a Adaacuten y a cada ser humano junto al
Verbo El mismo Espiacuteritu que guiacutea al geacutenero humano que habloacute por los profetas que
habitoacute en Cristo como en su propia casa para poder despueacutes derramarse sobre
nosotros en Pentecosteacutes
Si es asiacute ya sabemos que Dios ni fuerza ni actuacutea por su cuenta ajeno a la
voluntad humana En Dios no hay inmediatez sino paciencia para que cada cual vaya
221 Cf 2 Cor 521
CAPIacuteTULO III
112 | Humana augens
madurando a su ritmo creciendo en la medida que puede y quiere abrirse al
Espiacuteritu Por eso tambieacuten la carne de Cristo tuvo que hacer su propio proceso de
perfeccionamiento seguacuten el Espiacuteritu y a la vez el Espiacuteritu tuvo que ir
acostumbraacutendose a su carne preparando asiacute lo que seriacutea despueacutes en cada ser
humano Si en Cristo la apertura a la voluntad de Dios era plena tambieacuten la accioacuten
del Espiacuteritu en Eacutel pudo serlo no encontroacute impedimento alguno No encontroacute en eacutel
pecado
La plena apertura de la carne humana al Espiacuteritu de Dios es el hombre perfecto
para Ireneo O dicho de otro modo quien alcanza tal perfeccioacuten es que ha ido
creciendo hasta la plenitud a la que Dios nos llama desde siempre porque ha dejado
que el Espiacuteritu vaya entreverando su carne en una sola cosa iquestCoacutemo podriacutea habernos
salvado Cristo hecho hombre por el hombre si no hubiera cumplido en la carne el
designio que Dios previoacute para toda carne iquestCoacutemo podriacutea Cristo iniciar en siacute mismo lo
que seraacute nuestro final y meta si Eacutel no hubiera hecho suyas las mismas leyes y medios
que todos nosotros tenemos Si Cristo en cuanto hombre se hubiera negado a hacer
suya la voluntad del Padre mdashes decir si no hubiera ido creciendo en el Espiacuteritumdash
no podriacuteamos decir que su humanidad nos salva Maacutes auacuten sin Eacutel no podriacuteamos
nosotros crecer en el Espiacuteritu y asemejarnos cada vez maacutes porque no habriacuteamos
contemplado la imagen que nos configura y a la que estamos llamados a
asemejarnos
Podriacuteamos decir entonces que crecer nos salva primeramente en la carne de
Cristo y en segundo lugar en la medida que nosotros nos dejamos acrecentar por su
Espiacuteritu y lleguemos a ver a Dios Nuestra carne viviraacute en la carne gloriosa de quien
nos salvoacute
Capiacutetulo IV
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
CUANDO CRECER NOS SALVA
Salvator quidem quoniam Filius et Verbum Dei
Salutare autem quoniam Spiritus
Salus autem quoniam caro
(AH III 103)
Introduccioacuten
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO IV
114 | Humana augens
Introduccioacuten
La tradicioacuten de la Iglesia a lo largo de los siglos ha mantenido la importancia
salviacutefica de la humanidad de Cristo aunque no sin sobresaltos y esfuerzos para no
caer en extremos La historia de los dogmas asiacute lo muestra Sin embargo en los
uacuteltimos tiempos resuena de nuevo con fuerza el cuestionamiento teoloacutegico en
torno a la humanidad de Cristo1 Alguacuten autor llega a afirmar que es laquoel tema mayor
del debate cristoloacutegico contemporaacuteneoraquo2 (tras el Vaticano II) despueacutes de estudiar
con detenimiento coacutemo ha influido la investigacioacuten histoacuterica sobre la cristologiacutea y
la cuestioacuten del pluralismo religioso cada vez maacutes presente No queremos entrar
aquiacute a analizar la tesis que G Uriacutebarri mantiene en su libro maacutes bien nos interesa
constatar la importancia de este tema y aprovechar diversos desarrollos
sistemaacuteticos3 para centrar nuestras conclusiones en torno al necesario crecimiento
de la humanidad de Cristo para nuestra salvacioacuten Tendremos especialmente
presente Gaudium et spes 224
Es evidente que Ireneo no puede dar respuesta a todas las cuestiones
cristoloacutegicas que ha llevado siglos asentar y discernir por la Iglesia Sin embargo
no es menos cierto que llama la atencioacuten la profundidad de sus intuiciones
teoloacutegicas ya en el siglo II la iacutentima relacioacuten entre Cristo y todo ser humano la
personalizacioacuten de la salvacioacuten en la persona Cristo el valor absoluto y eterno que
tiene para Dios la carne la dignidad de la persona en su corporalidad concreta y
fiacutesica el dinamismo espiritual que acrecienta al ser humano como parte esencial de
1 Coacutemo se entienda esta humanidad es uno de los posibles errores actuales sobre la fe en el Hijo de
Dios hecho hombre junto al cuestionamiento de la preexistencia y de la unioacuten hipostaacutetica en la Declaracioacuten de la CONGREGACIOacuteN PARA LA DOCTRINA DE LA FE Mysterium Filii Dei (1972) 3 Los tres puntos son esenciales en la teologiacutea de Ireneo y en nuestro trabajo Maacutes recientemente tambieacuten J RATZINGER entonces Prefecto de la Congregacioacuten para la Doctrina de la Fe sentildealoacute la dificultad de integrar adecuadamente la verdadera humanidad de Cristo en la teologiacutea actual en la introduccioacuten que hace a la Declaracioacuten Dominus Iesus (2000) (cf CONGREGACIOacuteN PARA LA DOCTRINA DE LA FE Declaracioacuten laquoDominus Iesusraquo Documentos comentarios y estudios [Madrid 2002] 11-18)
2 G URIacuteBARRI La singular humanidad de Jesucristo El tema mayor de la cristologiacutea contemporaacutenea (Madrid 2008) 29
3 Ademaacutes del citado libro para toda esta parte L F LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos (Madrid 2007)
4 laquoGaudium et spesraquo Documentos del Vaticano II (Madrid 1968)
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 115
su ser la relacioacuten personal e iacutentima entre Dios y el hombre como horizonte
escatoloacutegico de plenitud5
Por eso queremos recapitular los pasos que hemos ido dando y situarlos
brevemente a la luz que la tradicioacuten y la fe de la Iglesia nos aportan Lo
sistematizamos en tres afirmaciones cristoloacutegicas dogmaacuteticas que a nuestro
modo de ver no soacutelo permiten sino que piden desde la antropologiacutea y cristologiacutea
de Ireneo tomar con mayor seriedad el crecimiento en la humanidad de Cristo Los
tres temas son
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona
Cuando decimos que Cristo es perfectamente hombre y hombre perfecto iquestde
queacute estamos hablando iquesten queacute consiste ser aacutenthropos iquestqueacute rasgos son
indelebles a la condicioacuten humana Con una pregunta similar comenzaacutebamos
nuestro trabajo y por eso buscamos una antropologiacutea que nos dijera en queacute
consiste el ser humano para despueacutes poder entender mejor la humanidad perfecta
de Cristo y si en ella se dio o no el crecimiento para nuestra salvacioacuten Es tambieacuten
una de las preguntas que estaacuten en la base de GS 22
En realidad el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado Porque Adaacuten el primer hombre era figura del que habiacutea de venir es decir Cristo nuestro Sentildeor Cristo el nuevo Adaacuten en la misma revelacioacuten del misterio del
5 Para T SPIDLIacuteK laquoLa gran aportacioacuten de Ireneo en contra de los gnoacutesticos consiste en haber
eliminado el concepto de espiritual por naturaleza (como inmaterial) Distingue claramente este don del Espiacuteritu que los teoacutelogos escolaacutesticos llamaraacuten sobrenaturalraquo (La espiritualidad del oriente cristiano [Burgos 2004] 54) No podemos entrar en este tema tan importante pero sin duda la teologiacutea de Ireneo permitiriacutea abordar la cuestioacuten del natural-sobrenatural la libertad y la gracia con una amplitud y profundidad nada desdentildeable puesto que para eacutel no hay un doble fin en el ser humano En Ireneo tanto para hacerse primero aacutenthropos verdadero como para llegar a ser dios el camino y los medios son los mismos la accioacuten del Espiacuteritu en la carne que libre y obedientemente lo acoge Sobre esta uacutenica vocacioacuten humana que es divina la relacioacuten entre la libertad y la gracia cf J L RUIZ DE LA PENtildeA El don de Dios Antropologiacutea teoloacutegica especial (Santander 21991) 267-304337-406 Para el problema de la libertad y la gracia nunca separadas desde la perspectiva de Oriente cf V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente (Barcelona 22009) 147 ss
CAPIacuteTULO IV
116 | Humana augens
Padre y de su amor manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocacioacuten Nada extrantildeo pues que todas las verdades hasta aquiacute expuestas encuentren en Cristo su fuente y su corona El que es imagen de Dios invisible (Col 115) es tambieacuten el hombre perfecto que ha devuelto a la descendencia de Adaacuten la semejanza divina deformada por el primer pecado6
Si para conocer en queacute consiste esta perfecta humanidad de Cristo tenemos
que mirar al hombre a su vez soacutelo podemos comprender el misterio del hombre
contemplando a Cristo Ireneo antildeadiriacutea a Cristo glorioso pues a imagen de eacuteste
fuimos creados y eacutel es nuestro fin Asiacute origen y finalidad se identifican en el ser
humano7 otorgaacutendole una dignidad que de otro modo seriacutea impensable iquestcoacutemo es
posible que algo tenga su origen en lo que seraacute su meta Y de ser asiacute iquestno
estariacuteamos hablando de una especie de determinismo de ausencia de libertad en la
criatura Para Ireneo la historia el tiempo y la capacidad de crecimiento o
maduracioacuten que posibilite la perfeccioacuten logran armonizar todos estos puntos De
ahiacute tambieacuten la grandeza que otorga a la materia a la carne a la corporalidad8
pues Dios ha querido que fuera justamente la carne lo maacutes alejado de Dios quien
hiciera este proceso de divinizacioacuten En Cristo la carne tiene su origen y su fin9 de
quien recibe su bondad esencial10 iquestCoacutemo podriacuteamos afirmar esto dejando espacio
a la libertad y decisioacuten humana sin el don del libre crecimiento es decir de poder
elegir que el Espiacuteritu de Dios nos vaya transformando hasta llegar a ser maacutes de lo
que somos Por eso si Cristo es el origen y la meta de todo lo creado cuaacutento maacutes
no lo seraacute del ser humano que el mismo Verbo junto al Espiacuteritu modela a su imagen
y semejanza
La encarnacioacuten de Cristo visibilizando la imagen a la que fuimos creados la
perfeccioacuten a la que estamos llamados a llegar por semejanza estaba prevista por el
Padre antes del pecado Porque la imposibilidad de llegar hasta Dios siendo carne
no viene marcada por el pecado sino por la incapacidad propia de lo que no es
6 GS 22 a 7 Cf Ep 22 AH III 2110 223 En palabras de SAN JUAN DAMASCENO el hombre fue creado
deificaacutendose tendiendo hacia la unioacuten con Dios (cf Exposicioacuten de la fe II 12 PG t 94 col 924a) 8 Cf GS 14 9 Cf H U VON BALTHASAR Teodramaacutetica IV (Madrid 1995) 448 10 Cf A CORDOVILLA Gramaacutetica de la encarnacioacuten La creacioacuten en Cristo en la teologiacutea de K Rahner y
Hans Urs von Balthasar (Madrid 2004) 34
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 117
Dios11 Por eso soacutelo puede llevarse a cabo por el Espiacuteritu y por la docilidad humana
a su accioacuten Otra cosa es que ademaacutes esta economiacutea nuestra ha sido marcada por
el pecado y desde ahiacute Cristo nos llevaraacute a la plenitud que esperamos con su
obediencia rescata nuestra desobediencia con su novedad destierra todo lo viejo
del hombre12 Para Ireneo esta novedad que no conlleva ruptura radical sino
continuidad y plenitud es Cristo mismo13
Cristo es la novedad que da a la antropologiacutea cristiana un optimismo central14
No ingenuo pues sabe el hombre de queacute estaacute hecho15 y coacutemo ha caiacutedo16 La
dignidad creatural que Dios quiso dar al ser humano por encima de todo lo
creado17 se aplica en el nuevo Testamento a Cristo laquoImagen de Dios invisible
primogeacutenito de toda creacioacutenraquo18 y en Eacutel se engrandece auacuten maacutes La obra de Dios
Arte en sus manos para Ireneo es ahora una criatura nueva bajo el prisma de la
carne de Cristo19 Porque Eacutel es el Hombre nuevo20 medida de todo hombre que
ademaacutes rompe las ataduras del pecado que nos esclaviza21 porque eacuteste nunca seraacute
tan fuerte que impida llevar a cabo el plan de Dios De este modo al salvarnos nos
redime de tal forma que no soacutelo visibiliza su perfeccioacuten sino que posibilita
tambieacuten la nuestra
Este punto es importante y creo que clave en Ireneo Cristo no entra en
relacioacuten con el hombre por el pecado sino por Creacioacuten por finalidad por
vocacioacuten por querer de Dios No es lo mismo supeditar su venida a nuestro pecado
11 Cf AH III 191 Posiblemente nos hemos laquoacostumbradoraquo a hablar de un Dios laquoἔνςαρκοσraquo aunque
a menudo no acabemos de otorgar a tal confesioacuten un nivel que supere lo simboacutelico-sacramental pero ciertamente poner el acento en la carne como salvacioacuten de Dios es impresionante (cf K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV [Madrid 1964] 139-157) Maacutes frecuente es encontrar discursos similares al de Ireneo que finalmente acaban hablando del alma como lugar privilegiado de encuentro con Dios pensando mdashen el fondomdash como TACIANO laquoel Dios perfecto es incorpoacutereo [ἄςαρκοσ]raquo cit por A ORBE laquoDefinicioacuten del hombre en la teologiacutea del siglo IIraquo Gregorianum 48 (1967) 522-576 Aquiacute 526
12 Cf Rm 66 2Cor 517-18 Ef 422 Jn 129 13 Cf AH IV 341 14 Cf Sal 8 5-7 1443 Si 171-3 Sab 223 Gn 21519-20 15 Cf Gn 126-27 2 7 51 9 67 Sal 1444 395-7 6210 40 5-6 10314 16 Cf Gn 36 48 65-12 17 Cf GS 24 18 Col 115 Cf 2Cor 44 Flp 26 Hb 1 2-3 19 Cf 2Cor 517 Ef 215-16 422 Gaacutel 615 Rm 64 20 Ef 424 21 Cf Rm 518 1Cor 1521-22 2Cor 327 Gaacutel 51 Jn 83236
CAPIacuteTULO IV
118 | Humana augens
que saber que nuestra relacioacuten con eacutel fundamenta nuestro ser22 La posicioacuten de
Ireneo es inequiacutevoca si Cristo es el Hombre perfecto a cuya imagen hemos sido
creados forma parte del ser humano en su creacioacuten en su definicioacuten en su fin y en
su realizacioacuten uacuteltima23 En Occidente esta forma de comprender la encarnacioacuten y
de articular salvacioacuten y redencioacuten se fue perdiendo por desgracia pero no es ajena
a nuestra fe24 Diraacute Ireneo que Cristo al encarnarse recobroacute al ser humano
perdido25 por el pecado para recapitular en siacute mismo al hombre tal como el Padre
lo habiacutea preparado desde siempre Con el pecado cambia el modo no el fin pues
Cristo Hombre perfecto es nuestro fin En la misma liacutenea dice Tertuliano
laquoDios hizo al hombre lo hizo a imagen de Diosraquo (Gn 117) iquestPor queacute no dice laquoa su imagenraquo si era uno el que haciacutea y no habiacutea otro a imagen del cual lo haciacutea Pero habiacutea uno a imagen del cual lo haciacutea es decir el Hijo el cual debiendo ser el hombre maacutes cierto y maacutes verdadero [homo futurus certior et verior] quiso que fuera llamado hombre a su imagen que entonces iba a formar del barro imagen y semejanza del verdadero26
Decir Hombre Perfecto es tambieacuten decir Hombre Verdadero27 Y tal como lo
presenta Ireneo la verdad del ser humano se recibe por creacioacuten pero se va
laquohaciendoraquo Propio del aacutenthropos es que naciendo hombre debe ir laquohacieacutendose
hombreraquo [ἀνδρωϑῆναι]28 progresivamente y soacutelo asiacute llegaraacute a ser maacutes que
hombre dios Que tal proceso no se malograraacute irremediablemente tiene su
22 Sin entrar en detalles podemos recordar la exclamacioacuten del pregoacuten pascual laquoiexclFeliz culpa que
merecioacute tal redentorraquo que repetimos cada antildeo o algunos de los textos maacutes significativos de AGUSTIacuteN marcando en buena parte la teologiacutea occidental laquoSi homo non perisset Filius hominis non venissetraquo (Sermo 1742 Cit por L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 48)
23 Cf AH III 2213V 162 Ep 32 22 laquoEn rigor la teleiocircsis difiere de la impecancia (ἀναμαρτηςία) y el hombre perfecto del impecable (ἀναμαρτητοσ) Pudo Adaacuten no haber faltado en el paraiacuteso ganando continuamente en perfeccioacuten positivaraquo (A Orbe laquoHomo nuper factusraquo Gregorianum 46 [1965] 481-544 aquiacute 487)
24 Cf L F LADARIA laquoEl hombre creado a imagen de Diosraquo B SESBOUumlEacute (dir) Historia de los dogmas II El hombre y su salvacioacuten (Salamanca 1996) 75-93 W PANNENBERG Teologiacutea sistemaacutetica II (Madrid 1996) 429 J MOLTMANN El futuro de la creacioacuten (Salamanca 1979) 130-136 M GESTEIRA laquoLa nueva creacioacutenraquo Revista espantildeola de Teologiacutea 57 (1997) 389-418
25 Cf AH III 193 26 Adversus Praxean XII 3-4 Seguacuten A ORBE foacutermulas de Tertuliano como eacutesta laquoreincidenraquo en las
ideas de Ireneo (Cf laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de Ireneoraquo Gregorianum 43 (1962) 449-491 Aquiacute 456 nota 31)
27 De hecho laquoHombre Nuevoraquo es el tiacutetulo de GS 22 y volveraacute a aparecer en GS 41 Curiosamente en un principio se pensoacute titular el nordm 22 como laquoHombre Perfectoraquo (cf L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 64 nota 30)
28 AH IV 383
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 119
garantiacutea en Cristo porque en siacute mismo laquogarantizaraquo su encarnacioacuten No por
necesidad sino por deseo divino
Lo que Dios plasmoacute lo hizo a imagen de Dios es decir de Cristo [] Por ello aquel barro que ya entonces revestiacutea la imagen de Cristo que se iba a encarnar no era solamente una obra de Dios sino una garantiacutea [de la encarnacioacuten futura]29
Desde los inicios tal laquogarantiacutearaquo soacutelo puede asentarse en la fe en su divinidad
De hecho la primera declaracioacuten conciliar en Nicea (325) afirma la
consustancialidad30 del Hijo con el Padre como respuesta al conflicto arriano ni
hay divisioacuten sustancial en Dios ni el Hijo es de inferior sustancia o rango31
Un siglo despueacutes la iglesia necesitoacute profundizar en la unidad que se daba en
Cristo Dios perfecto y hombre perfecto como diraacute el concilio de Eacutefeso32 (431)
insistiendo ahora en su humanidad abriendo la reflexioacuten a Calcedonia (451)33
Perfecto en la divinidad y perfecto en la humanidad verdaderamente Dios y verdaderamente hombre [] consustancial con el Padre seguacuten la divinidad y consustancial con nosotros seguacuten la humanidad en todo semejante a nosotros excepto en el pecado (cf Hb 415)34
En este momento una vez asentada la divinidad de Cristo ya habiacutea conciencia
de que se jugaba la verdad de la salvacioacuten en la perfeccioacuten de la humanidad
asumida y en la manera de comprender la unidad cristoloacutegica Se entiende su
humanidad perfecta en cuanto verdadera y completa asumiendo un cuerpo y un
alma racional (superado el apolinarismo35) aunque no se llega auacuten a dar respuesta
29 TERTULIANO De res mort VI 3-5 Cit por L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 51 K RAHNER llegoacute a
formular que la encarnacioacuten es condicioacuten de posibilidad para la creacioacuten cf laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV (Madrid 1964) 139-157 aquiacute 151 A CORDOVILLA Gramaacutetica de la encarnacioacuten La creacioacuten en Cristo en la teologiacutea de K Rahner y Hans Urs von Balthasar (Madrid 2004) 183-228
30 laquoὀμοούςιον τῳ πατρί [quod graece dicunt homousion]raquo DH 125
31 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I El Dios de la salvacioacuten (Salamanca 2004) 196-198 Seguacuten T SPIDLIacuteK la devocioacuten a la humanidad de Cristo surge maacutes de la reflexioacuten teoloacutegica posterior que de una piedad expliacutecita entre los primeros cristianos al menos en el oriente cristiano Como si asumir la carne del Verbo lo limitado lo humanado lo humillado no fuera acogido por los creyentes maacutes que tras un proceso que se hace expliacutecito con Juan Damasceno Si esto es asiacute el valor de Ireneo es mayor auacuten Cf La espiritualidad del oriente cristiano (Burgos 2004) 67
32 Incluida la foacutermula de unioacuten DH 272-273 33 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 303-307 319-324 34 DH 301 35 Cf DH 146 B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 281-283
CAPIacuteTULO IV
120 | Humana augens
a la unioacuten de ambas naturalezas36 No podemos encontrar en Ireneo este lenguaje y
esta problemaacutetica pero siacute la afirmacioacuten rotunda de ser un hombre verdadero
carne de nuestra carne puesto que es comuacuten en eacutel hablar del hombre en su
totalidad mdashcarne alma y espiacuteritumdash y a modo de metonimia llamarlo laquocarneraquo
Conviene recordar aquiacute lo visto en torno a la antropologiacutea tricotoacutemica y coacutemo en el
alma como soplo vital reside la libertad y la eleccioacuten el discernimiento el
ensamblaje entre carne y espiacuteritu para que una se someta al otro37 Puesto que
para Ireneo no hay hombre completo sin los tres elementos38 y sabiendo la
importancia que eacutel da a la libertad humana es evidente que con otro lenguaje
siglos antes coincide de lleno con la foacutermula calcedoniana39
Por otro lado si afirmamos que fue hombre perfecto y a la vez decimos que fue
semejante en todo a nosotros menos en el pecado estamos confesando con el
Nuevo Testamento y con la tradicioacuten de la Iglesia que el pecado no forma parte de
la humanidad en siacute misma40 Se puede no tener pecado y ser plenamente
humano41 Ya hemos visto coacutemo Ireneo no minimiza la seriedad de la
desobediencia humana engantildeados por el Seductor sino que engrandece auacuten maacutes
la bondad y misericordia de Dios que sigue adelante con su proyecto maacutes allaacute de
nuestra lejaniacutea Por eso para Ireneo la encarnacioacuten no es un momento puntual sino
un doble proceso en la medida que la divinidad se abaja y vaciacutea de siacute42 la
humanidad de Cristo como la nuestra se dispone a ir creciendo en el Espiacuteritu
36 Sobre la recepcioacuten de Calcedonia y el neocalcedonismo cf G URIacuteBARRI La singular humanidad
103-145 laquoEl dinamismo encarnatorio seguacuten las homiliacuteas catequeacuteticas de Teodoro de Mopsuestiaraquo Estudios Eclesiaacutesticos 81 (2006) 37-95 Aquiacute 40-50 B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 323-335 J RATZINGER Miremos al Traspasado (Santa Fe 2007) 45-51 BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret Desde la entrada en Jerusaleacuten hasta la Resurreccioacuten (Madrid 2011) 187-189
37 Cf AH V 91 38 Cf AH V 61 39 O GONZAacuteLEZ DE CARDEDAL ve en Ireneo una laquoanticipacioacutenraquo de las foacutermulas calcedonenses laquoCristo es
uno y el mismo [εἷσ καὶ ὁ ἀυτόσ]raquo Algunos textos que resalta en este sentido son AH III 168-9 IV 6367 Tambieacuten ve un anticipo de la teoriacutea de las propiedades de Cristo (AH III 92 192 V 173 V 211 III 214 IV 242) y parte del vocabulario que despueacutes expresaraacute la unioacuten entre Dios y el hombre ςάρκωςις ἕνωςισ unitio commixtio communio habitatio adsumptio (AH III 183 191 V 144 IV 3311 III 187 IV 344 IV 204 III 202 IV 334 V 13) Cf Cristologiacutea (Madrid 22005) 214-215
40 Cf Capiacutetulo III
41 Cf Rm 83 2Cor 521 Gaacutel 313 1Pe 221-22 Resaltado tambieacuten en LEOacuteN MAGNO laquoAdsumpsit formam servi sine sorde peccati humana augens divina non minuensraquo (Tomus ad Flavianum DH 293)
42 Cf Flp 26-11
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 121
elevaacutendose hasta Dios43 En la visibilidad de la encarnacioacuten Cristo hace visible este
misterio inserto en todo ser humano44 mostrando la perfeccioacuten a la que somos
llamados seguacuten su humanidad gloriosa sometido a los mismos avatares45 que
cualquier otro hombre tiene que vivir Pero en Eacutel ya se ha realizado ese camino e
incluye la glorificacioacuten Se trata entonces de un crecimiento que no se reduce a la
laquoκένοςισraquo sino que incluye tambieacuten crecer en la laquoπλήροςισraquo teologiacutea bellamente
expresada en el himno de Pablo a los Filipenses impregnado de esta misma
dinaacutemica [γενόμενοσ] de crecimiento libre y personal46
Por eso es tan importante poder hablar de plena libertad y voluntad humana
en Cristo para llevar a cabo su vida y misioacuten tal como lo confirmoacute el concilio III de
Constantinopla (680-681)47 Nos salva en su humanidad en la medida que va
aprendiendo a obedecer no sin sufrimiento hasta la muerte en cruz48 Es decir en
la medida que va conformando su voluntad humana a la del Padre en la medida
que va entrando en comunioacuten cada vez maacutes plena con Eacutel y con el Espiacuteritu que le
guiacutea Asiacute se perfecciona su carne y con ella toda la humanidad asiacute se abre la
posibilidad de perfeccioacuten en su carne para todo ser humano49 que tampoco podraacute
darse sin libertad y sin sufrimiento
Cordero inocente con la entrega libeacuterrima de su sangre nos merecioacute la vida En El Dios nos reconcilioacute consigo (cf 2 Cor 518 Col 120-22) y con nosotros y nos liberoacute de la esclavitud del diablo y del pecado por lo que cualquiera de nosotros puede decir con el Apoacutestol laquoEl Hijo de Dios me amoacute y se entregoacute a siacute mismo por miacuteraquo (Gal 220) Padeciendo por nosotros nos dio ejemplo para seguir sus pasos (cf 1 Pe 221 Mt 1624 Lc 1427) y ademaacutes abrioacute el camino con cuyo seguimiento la vida y la muerte se santifican y adquieren nuevo sentido50
43 Para LADARIA en la foacutermula de Calcedonia se afirma impliacutecitamente una perfeccioacuten en Cristo que
consiste en laquoun crecimiento de la humanidad paralelo al despojamiento y a la keacutenosis del Hijo de Diosraquo (Jesuacutes salvacioacuten de todos 20-21)
44 Cf AH V 62 45 Cf Gaacutel 44 46 laquoὃσ ἐν μορφῇ Θεοῦ ὑπαρχων οὐχ ἁρπαγμὸν ἡγήςατο τὸ εἷναι ἴςα Θεῷ ἀλλὰ ἑαυτον μορφὴν
δούλον λαβών ἐν ὁμοιώματι ἀνθρώπων γενόμενοσmiddot καὶ ςχὴνατι εὑρεϑεὶσ ὡσ ἄνϑρωποσ ἐταπείνωςεν ἑαυτὸν γενόμενοσ ὑπήηοοσ μέξρι ϑανάτου ϑανάτου δὲ ςταυροῦraquo (Flp 26-8)
47 Cf DH 556-558 B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 343-345 48 Hb 210 58-9 Cf A VANHOYE Sacerdotes antiguos sacerdote nuevo seguacuten el nuevo testamento
(Salamanca 1984) 75-100 49 Cf Hb 10 19 50 GS 22
CAPIacuteTULO IV
122 | Humana augens
El sufrimiento y la cruz fueron perfeccionando51 a Cristo y en la medida que
vayamos conformaacutendonos con Eacutel aprenderemos tambieacuten nosotros laquosufriendo a
obedecerraquo o dicho de otra manera aprenderemos a dar un sentido nuevo al
sufrimiento y la muerte de modo que lejos de aplastarnos o empequentildeecernos
nos haga crecer hasta la resurreccioacuten El perfeccionamiento de Cristo no es
perfeccioacuten moral ni su glorificacioacuten es un premio divino por los meacuteritos
realizados52 Es una perfeccioacuten que maacutes tiene que ver con realizar profundamente
lo que ya se es y con unirse cada vez maacutes iacutentimamente a Dios en cuanto hombre
Teodoro de Mopsuestia principal exponente de la escuela antioquena comparte
esta visioacuten con Ireneo dotando a la encarnacioacuten de un dinamismo que da un realce
salviacutefico claro a la humanidad de Cristo a su libertad y al Espiacuteritu mdashgraciamdash que le
unge y acompantildea en el proceso
Eacutel [Cristo] tambieacuten avanza hacia el bautismo a fin de transmitir de una manera ordenada la vida del evangelio y finalmente recibe la muerte y la abole Habriacutea sido simple y faacutecil para Dios haberlo hecho de golpe inmortal e incorruptible e inmutable tal y como deviene despueacutes de la resurreccioacuten Pero porque no era solamente a eacutel a quien queriacutea hacer inmortal e inmutable sino tambieacuten a nosotros que estamos asociados a eacutel en su naturaleza era necesario a causa de esta misma asociacioacuten que fuera en eacutel donde se realizaran las primicias de todos nosotros como dice el bienaventurado Pablo laquoque eacutel sea el primero en todoraquo (Col 119)53
Desde otras coordenadas el texto expresa con toda claridad el sentido salviacutefico
del crecimiento en la humanidad de Cristo apoyaacutendose justamente en una de las
premisas clave de Ireneo la carne tiene su ritmo precisa tiempo paciencia
libertad para acoger la accioacuten de Dios Y si esto es asiacute para toda carne tambieacuten
tuvo que serlo para la humanidad de Cristo salvacioacuten de todos
Desde Ireneo en coherencia con su antropologiacutea y cristologiacutea eliminar el
crecimiento y el perfeccionamiento progresivo en la humanidad de Cristo es
inviable Cuando se dice laquoEl Verbo de Dios [] entroacute como hombre perfecto en la
historia del mundo asumieacutendola y recapitulaacutendola en siacute mismo (cf Ef 110)raquo54
podemos confundir la realizacioacuten plena con la posibilidad de tal realizacioacuten
restando importancia a la encarnacioacuten verdadera Es decir el Verbo de Dios
51 Cf A VANHOYE Sacerdotes antiguos sacerdote nuevo 176-180
52 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 200 53 Hom VI 11 Cit por G URIacuteBARRI El dinamismo encarnatorio 73 54 GS 38
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 123
asumioacute nuestra carne y se hizo uno de nosotros para recapitular en siacute mismo todas
las cosas pero lo hizo primero como nintildeo se hizo hombre amoacute eligioacute y obedecioacute
libremente como hombre y asiacute llegoacute a ser hombre perfecto tras la muerte y
resurreccioacuten cuando su carne estuvo totalmente tomada por el Espiacuteritu Es decir
dando un sentido salviacutefico a su crecimiento no obviaacutendolo
Dando un paso maacutes del mismo modo que para Ireneo no hay ser humano sin
mezcla con espiacuteritu mdashen la medida que seamdash tampoco la humanidad de Cristo por
siacute sola tiene consistencia salviacutefica Por un lado no existiriacutea sin la comunioacuten
personal con el Verbo sin su divinidad por otro no salvariacutea sino fuera plenificada
por el Espiacuteritu O dicho de otro modo la iniciativa y preponderancia divina puede y
debe mantenerse tambieacuten en la persona de Cristo mismo sin que esta especie de
laquoasimetriacutearaquo55 suponga mengua ninguna a la plena humanidad de Cristo ni a una
comunioacuten verdadera de naturalezas Asiacute esa cierta laquocompenetracioacutenraquo entre lo
humano y lo divino (περιχώρηςισ εἰσ ἀλλήλασ) no es indiferente proviene de la
divinidad y no de la carne56 que maacutes bien se hace partiacutecipe por las cualidades que
recibe de Dios
Biacuteblicamente despueacutes de Cristo no podemos leer el relato del Geacutenesis
aseacutepticamente57 pues ahora sabemos que la creacioacuten es en Cristo58 mdashno soacutelo en el
Verbomdash y nosotros somos llamados a conformarnos con Eacutel59 Es el Espiacuteritu quien
hace posible en nosotros lo que ya realizoacute en Cristo una vez que se
laquoacostumbroacuteraquo60 a su carne para que el hombre se acostumbrara al querer de Dios
a la novedad de Cristo y deseaacutendolo cooperaraacute con Eacutel para su propia salvacioacuten Por
55 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 116 56 En la liacutenea de Maacuteximo el Confesor y San Juan Damasceno Cf V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la
Iglesia de Oriente 107-108
57 L F LADARIA sentildeala como dato significativo que el Concilio Vaticano II comience a hablar de la dignidad del ser humano en GS 12 desde el relato del Geacutenesis (Jesuacutes salvacioacuten de todos 45 nota 5)
58 Cf 2Cor 44 Col 115 59 Cf Rm 829 1Cor 1549 2Cor 318 60 AH III 171
CAPIacuteTULO IV
124 | Humana augens
eso tampoco podemos cifrar todo el misterio salviacutefico en Cristo dejando a un lado
la accioacuten del Espiacuteritu que tan presente tuvieron los Padres61
[Este es] el viacutenculo entre el misterio salviacutefico del Verbo encarnado y el del Espiacuteritu Santo que actuacutea el influjo salviacutefico del Hijo hecho hombre en la vida de todos los hombres llamados por Dios a una uacutenica meta ya sea que hayan precedido histoacutericamente al Verbo hecho hombre o que vivan despueacutes de su venida en la historia de todos ellos es animador el Espiacuteritu del Padre que el Hijo del hombre dona libremente cf Jn 334)62
Para Ireneo Cristo es el uacutenico Hombre perfecto en siacute mismo ya glorificado
como laquofin de la historia humana punto de convergencia hacia el cual tienden los
deseos de la historia y de la civilizacioacuten centro de la humanidad gozo del corazoacuten
humano y plenitud total de sus aspiracionesraquo63 Recapitular como afirma Ireneo
no es que el Hijo deacute fin a todo lo creado desde Eacutel por ser Eacutel sino desde Eacutel porque
estuvo en el origen y en el ser mismo de lo creado Es mucho maacutes que un mediador
externo Pero por ello no podemos hacer de su humanidad algo terminado ya
desde el inicio porque entonces no seriacutea humanidad verdadera como la nuestra y
lo salvado no habriacutea sido nuestra carne o se habriacutea hecho laquoautomaacuteticamenteraquo sin
respetar el proyecto que Dios mismo ha marcado
No soacutelo creemos que Cristo es Hombre Perfecto sino que sieacutendolo nos
perfecciona Soacutelo asiacute puede unir en su cuerpo nuestro origen (creacioacuten) nuestra
vida (asemejamiento progresivo y pecado) y nuestro fin (recapitulacioacuten) desde
dentro desde nosotros mismos y soacutelo puede hacerlo porque es Dios Es la
realizacioacuten plena del dinamismo creatural que Eacutel mismo plasmoacute en nosotros con el
Padre y el Espiacuteritu64 Y nuestra perfeccioacuten soacutelo puede consistir en participar de su
perfeccioacuten acogieacutendola libremente y realizaacutendola en nuestra vida Con razoacuten
podemos decir que laquoquien sigue a Cristo el Hombre Perfecto se hace maacutes
61 Cf L F LADARIA laquoHumanidad de Cristo y don del Espiacuterituraquo Estudios Eclesiaacutesticos 51 (1996) 321-
345 ID laquoCristologiacutea del Logos y cristologiacutea del Espiacuterituraquo Gregorianum 61 (1980) 353-360 ID laquoLa uncioacuten de Jesuacutes y el don del Espiacuterituraquo Gregorianum 71 (1990) 547-571
62 Dominus Iesus 12 63 GS 45 64 Cf H U VON BALTHASAR Teodramaacutetica III (Madrid 1993) 237-238 W PANNENBERG Teologiacutea
Sistemaacutetica II (Madrid 1996) 25
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 125
hombreraquo65 Y al hacerse maacutes hombre se hace maacutes que hombre crece por encima de
sus posibilidades66 Y creciendo es salvado67
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten
El concilio Vaticano II en GS 22 expresoacute con rotundidad algo que la tradicioacuten
de la Iglesia ha mantenido siempre aunque desde distintas perspectivas
En eacutel (Cristo) la naturaleza humana asumida no absorbida ha sido elevada tambieacuten en nosotros a dignidad sin igual El Hijo de Dios con su encarnacioacuten se ha unido en cierto modo con todo hombre Trabajoacute con manos de hombre pensoacute con inteligencia de hombre obroacute con voluntad de hombre amoacute con corazoacuten de hombre Nacido de la Virgen Mariacutea se hizo verdaderamente uno de los nuestros semejantes en todo a nosotros excepto en el pecado68
Ireneo utiliza expresamente este verbo laquoabsorberraquo69 para expresar la
salvacioacuten de la carne la asuncioacuten que de ella va haciendo el Espiacuteritu si no
encuentra impedimentos Sin embargo ciertamente el sentido es el mismo que
quiere transmitir el Vaticano II y anteriormente el II y III concilio de
Constantinopla garantizar que la carne no se pierde en el proceso de divinizacioacuten
o asemejamiento que la resurreccioacuten de la carne pasa por mantener esa misma
carne resucitada Por eso Ireneo y el Concilio hablan de laquoelevacioacutenraquo a una dignidad
mayor que no es otra que la que el Padre ya previoacute en la creacioacuten por encima de
los aacutengeles70
65 GS 41 66 IGNACIO DE ANTIOQUIacuteA lo expresa con total claridad ante su martirio inminente laquoNo impidaacuteis que
viva no queraacuteis que muera [] Dejadme alcanzar la luz pura Cuando eso suceda sereacute un hombre [ἐκεῖ παραγενόμενοσ ἄνϑρωποσ ἔςομαι] Permitidme ser imitador de la pasioacuten de mi Diosraquo (A los romanos VI 2-3 Ed JJ AYAacuteN CALVO Ignacio de Antioquiacutea-Policarpo de Esmirna-Carta de la iglesia de Esmirna [Madrid 1999] 156-157) El mismo Ireneo se hace eco de su experiencia en AH V 284
67 laquoEl disciacutepulo que camina con Jesuacutes se veraacute implicado con eacutel en la comunioacuten con Dios Y esto es lo que realmente salva el trascender los liacutemites del ser humano algo para lo cual estaacute ya predispuesto desde la creacioacuten como esperanza y posibilidad por su semejanza con Diosraquo BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret (Madrid 2007) 30
68 GS 22 b 69 Cf AH IV 384 70 Cf AH V 363
CAPIacuteTULO IV
126 | Humana augens
Creo que Ireneo expresa magniacuteficamente esta participacioacuten71 de todo ser
humano en la humanidad de Cristo en virtud de la encarnacioacuten72 Y esto se realizoacute
de una vez para siempre ya no tiene vuelta atraacutes Todo ser humano por el hecho
de serlo estaacute unido en cierto modo con Cristo Verbo encarnado Ciertamente por
el Bautismo los cristianos somos incorporados de un modo especialiacutesimo a su
Cuerpo que es la Iglesia73 y en ella vamos creciendo y madurando hasta Dios
nutrieacutendonos con la Eucaristiacutea y dejaacutendonos llevar por su Espiacuteritu Asiacute es Asiacute lo
reconoce tambieacuten Ireneo en el lugar clave que da a la Iglesia en el mundo con una
funcioacuten sacramental sagrada garante de la verdad recibida74 Sin embargo por la
encarnacioacuten se da una unioacuten gratuita y definitiva que aunque germinal es previa
mdashpor decirlo asiacutemdash a la confesioacuten bautismal
Asociado al misterio pascual configurado [el cristiano] con la muerte de Cristo llegaraacute corroborado por la esperanza a la resurreccioacuten Esto vale no solamente para los cristianos sino tambieacuten para todos los hombres de buena voluntad en cuyo corazoacuten obra la gracia de modo invisible Cristo murioacute por todos y la vocacioacuten suprema del hombre en realidad es una sola es decir la divina En consecuencia debemos creer que el Espiacuteritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que en la forma de soacutelo Dios conocida se asocien a este misterio pascual75
La antropologiacutea positiva y optimista de Ireneo permite fundamentar esto
desde la protologiacutea y no solo de cara a la redencioacuten o la escatologiacutea Aunque
ciertamente es un terreno menos transitado por la teologiacutea76 me parece
fundamental recuperar la dignidad creatural del ser humano como fundamento
teoloacutegico Dios quiere que el aacutenthropos pueda llegar a ser libre y gozosamente
imagen y semejanza suya77 pues fue plasmado cuidadosamente con sus propias
Manos De ahiacute que tal dignidad laquoresidaraquo de un modo especial en el cuerpo
71 Cf AH V 141-3 202 IV 204 III 104 119 121 171hellip 72 El tema de la participacioacuten de toda la humanidad en Cristo aparece tambieacuten en GS 24 y 32 Es un
tema clave que el mismo JUAN PABLO II subrayoacute al hacer de GS 22 una referencia constante en su ministerio papal cf Redemptor hominis 8 Fides et Ratio 60 80
73 Cf Col 118 74 Cf M RUIZ JURADO laquoEl concepto de mundo en S Ireneo La Fe de la Iglesia como normaraquo Estudios
Eclesiaacutesticos 47 (1972) 205-226 Aquiacute 216-220
75 GS 22 e 76 Cf L F LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos 128 77 Cf Ep 22
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 127
humano78 Y esto es asiacute en todo ser humano por el hecho de existir no por confesar
a Cristo como Sentildeor de su vida aunque de hecho lo sea79 lo sepa eacutel o no lo sepa80
Conservaraacute este laquoArteraquo impreso en su plasis si en fe deja que su Espiacuteritu lo vaya
transformando lenta y pacientemente en la carne Todo ser humano lleva en su
carne la propia laquofisonomiacutearaquo de Cristo encarnado81 Soacutelo por el hecho de venir al
mundo la luz de Cristo ilumina a cada ser humano82 Temporal o histoacutericamente
primero fue Adaacuten pero eacuteste solo existe en Cristo y por Cristo que en todo le
precede y hacia el que camina para la plenitud Por eso ciertamente
comprendemos mejor queacute es el hombre gracias a Cristo83 y si contemplamos al
hombre en profundidad descubriremos la dignidad de la carne de Cristo hombre y
Dios que incluye en cierto modo a toda la Humanidad84
78 laquoLa persona maacutes que tener un cuerpo es un ser ldquoespiacuteritu-corpoacutereordquo de manera que el cuerpo es
en realidad la mediacioacuten a traveacutes de la cual la persona se abre hacia los demaacutes y hacia el mundo [] De ahiacute que la corporalidad humana no pueda ser reducida al cuerpo en su pura materialidad sino que implica una dimensioacuten maacutes profunda y misteriosa [] El cuerpo humano es algo maacutes que una mera agregacioacuten de estructuras o elementos materiales Antes bien es una realidad transida por una dimensioacuten espiritual que desborda (a la vez que configura desde dentro) una estructura fiacutesico-quiacutemica haciendo de ella una realidad nueva personalraquo (M GESTEIRA Jesucristo horizonte de esperanza I Jesuacutes de Nazaret personaje histoacuterico [Madrid 2011] 245) No estaacute de maacutes explicitar estas convicciones que expresan muy bien el fundamento protoloacutegico de Ireneo y no son superfluas cuando queriendo dialogar con la Ciencia desde la fe podemos olvidar que no hay ser humano propiamente donde soacutelo hay materia fiacutesico-quiacutemica
79 El delicado problema de armonizar la confesioacuten de Cristo como uacutenico salvador y el valor salviacutefico de otras religiones no nos toca a nosotros plantearlo pero ciertamente estaacute ahiacute Los documentos magisteriales maacutes significativos a este respecto son Nostra aetate Lumen gentium Gaudium et Spes y Ad gentes del Concilio Vaticano II Redemptoris missio de Juan Pablo II El cristianismo y las religiones (1996) de la COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA INTERNACIONAL (=CTI) en Documentos 1969-1996 557-604 Dominus Iesus (2000) [Cf L F LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos 130-138143159180 G URIacuteBARRI La singular humanidad 341-378] Tambieacuten se intuye la significatividad de la teologiacutea de Ireneo como viacutea para el diaacutelogo con otras tradiciones religiosas y culturales en M NAMIKAWA laquoAcostumbrarraquo para la comunioacuten en san Ireneo de Lyon (Tesina de Licenciatura U P Comillas Madrid 2005) 126
80 laquoHay quien se encontroacute con Cristo sin saber que aprehendiacutea a aquel en cuya vida y muerte se arrojaba como en su destino bienaventurado y redimido que se encontraba con aquel a quien los cristianos con razoacuten llaman a Jesuacutes de Nazaret [] Y Dios y la gracia de Cristo estaacuten en todo en tanto esencia oculta de toda realidad elegible y asiacute no es tan faacutecil aferrarse a algo sin tener que habeacuterselas mdashde una o de otra formamdash con Dios y Cristoraquo (K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 156)
81 Cf AH V 363 82 Cf Jn 19 83 Cf AH V 173 84 L F LADARIA Teologiacutea del pecado original y de la gracia (Madrid 21997) 152-153
CAPIacuteTULO IV
128 | Humana augens
Que recibamos el don del Espiacuteritu a traveacutes de la carne gloriosa de Cristo85 no
significa que eacuteste tenga que limitarse a quienes profesan la fe cristiana Lo que siacute
afirma la Iglesia como ya hizo Ireneo es que la accioacuten de ambos estaacute
profundamente ligada pues el Verbo encarnado es el lugar clave donde estaacute
presente el Espiacuteritu y desde donde actuacutea para toda la humanidad86 Por tanto no
hay incompatibilidad alguna entre mantener esta centralidad cristoloacutegica para la
salvacioacuten y a la vez confiar al Espiacuteritu el misterio por el que muchos hombres y
mujeres se asociaraacuten a Cristo desde otras religiones o desde la increencia87
La carne gloriosa de Cristo ya estaacute plenamente tomada por el Espiacuteritu y no
debemos olvidar que todos estamos unidos a ella misteriosa y realmente Es decir
en cada ser humano se da ya como en arras como en posibilidad como en germen
la plenitud de crecimiento que podemos esperar88 Y esto sin abandonar lo que
somos nuestra carne limitada al contrario adentraacutendonos en ella cada vez maacutes
para en ella dejarnos llevar por el querer de Dios y su fuerza Si esto es asiacute la
glorificacioacuten de Cristo en el Nuevo Testamento estaacute refirieacutendose siempre al
crecimiento y perfeccioacuten de su humanidad ya que la naturaleza divina ni cambia ni
crece ni se perfecciona89 Esta divinizacioacuten o glorificacioacuten de la carne de Cristo si
85 Cf AH III 93 171 241 Tambieacuten ATANASIO laquoNo es por tanto el Logos y Sabiduriacutea el que es ungido
con el Espiacuteritu Santo que eacutel da sino que es la carne asumida la que es ungida en eacutel y por eacutel para que la santificacioacuten que ha venido sobre el Sentildeor en cuanto hombre pueda pasar a todos los hombresraquo Discursos contra los arrianos I 47 (Madrid 2010) 99-100 Y posteriormente BASILIO MAGNO laquoiquestQuieacuten negaraacute que se han cumplido [los planes salviacuteficos para el hombre] mediante la gracia del Espiacuteritu Santo [] Todo se realizoacute por medio del Espiacuteritu [] En primer lugar estaba con la carne del Sentildeor al hacerse uncioacuten y estar presente de manera inseparable seguacuten lo escrito [] En segundo lugar toda accioacuten se efectuaba con la presencia del Espiacuteritu [] y no lo abandona al resucitar de entre los muertosraquo El Espiacuteritu Santo 39 (Madrid 1996) 172-173
86 Cf Dominus Iesus 12 V LOSSKY apoyado en Ireneo dice laquoen el cuerpo de Cristo se encuentra acceso al manantial del Espiacuteritu Santo seguacuten san Ireneo Es pues necesario estar unido al cuerpo de Cristo para recibir la gracia del Espiacuteritu Santoraquo (Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 131-132) Sin embargo no parece que se pueda identificar soacutelo y siempre este ldquocuerpordquo de Cristo con la Iglesia de quien es cabeza Maacutes que de Ireneo el acento parece ser de la Iglesia de Oriente en palabras del autor pues antes afirma laquoLa Iglesia es cuerpo en la medida en que Cristo es su cabeza es plenitud en la medida en que el Espiacuteritu Santo la anima la llena de divinidad pues la divinidad habita en ella corporalmente como habitaba ella en la humanidad deificada de Cristoraquo (Ibid 116-117) Y vuelve a fundamentar su afirmacioacuten en Ireneo Recordemos que LG 7-8 habla de la Iglesia como Cuerpo de Cristo sin llegar tan lejos
87 Cf GS 22 88 Cf AH V 81 89 Cf L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 142 Basa la fundamentacioacuten biacuteblica de este punto en Jn
141-3 1724-26 Rm 816-1729 1 Cor 1545-49 Ef 13-14 Col 31-4
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 129
mantenemos lo dicho de nuestra participacioacuten en su humanidad supone que
tambieacuten nuestra carne es ya en cierto modo glorificada
Todo aquello que la Escritura dice que Jesuacutes ha recibido lo dice a causa de su cuerpo [] En primer lugar el Sentildeor ha resucitado su propio cuerpo y lo ha exaltado en siacute mismo despueacutes ha resucitado todos los miembros para darles como Dios todo lo que ha recibido como hombre [] Sepa por tanto con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Sentildeor y Cristo a aquel Jesuacutes que vosotros habeacuteis crucificado no es de la divinidad que eacutel dice que la ha constituido Sentildeor y Cristo sino de su humanidad que es toda la Iglesia90
Si esto fuera asiacute cuando decimos que el Hijo se ha unido a todo hombre en su
encarnacioacuten iquestestamos reduciendo la Humanidad a la Iglesia o maacutes bien hay que
entender aquiacute la Iglesia como sacramento de toda la Humanidad91 Y por otro lado
iquestdoacutende queda entonces la libertad humana para responder a la vocacioacuten divina
que hemos recibido
El desarrollo que Ireneo hace de la libertad como camino indispensable para
que el hombre crezca hasta Dios puede fundamentar esta respuesta humana
obediente que sin tener la iniciativa ni la capacidad de realizarse por siacute misma no
se llevaraacute a cabo si cada ser humano no lo realiza Por eso para Ireneo Mariacutea es
pieza fundamental de la historia de salvacioacuten tal como despueacutes han recogido
mucho otros autores
La encarnacioacuten no soacutelo fue obra del Padre de su Poder y de su Espiacuteritu sino tambieacuten la obra de la voluntad y de la fe de la Virgen Sin el consentimiento de la Inmaculada sin el concurso de la fe ese designio era tan irrealizable como sin la intervencioacuten de las propias tres Personas divinas Soacutelo despueacutes de haberla instruido y persuadido la toma Dios por Madre y toma la carne que Ella consiente en prestarle Asiacute como Eacutel se encarnaba voluntariamente queriacutea asiacute mismo que su Madre lo pariera libremente y por su propia voluntad92
90 ATANASIO DE ALEJANDRIacuteA De incarnationi Verbi et contra Arianos 1221 (PG 2610041021) 91 laquoTodos estaacuten llamados a entrar en la Iglesia pues si el hombre es un microcosmos la Iglesia es un
macroanthropos seguacuten san Maacuteximo Crece y se forma en la historia introduciendo a los elegidos en su seno unieacutendolos a Diosraquo (V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 132) TH SOIRON llama a la Iglesia laquosacramento de la humanidadraquo despueacutes de llamar a Cristo el laquosacramento originalraquo (Der sakramentale Mensch Friburgo 1946) Cf LG 48 SCh 5
92 NICOLAacuteS CABAacuteSILAS laquoHomiliacutea sobre la Anunciacioacutenraquo M JUGIE Homeacutelies mariales byzantines (Pariacutes 1925) 463 Cit por V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 104 Y antildeade Lossky laquoEn la persona de la Virgen la humanidad dio su consentimiento a que el Verbo se hiciera carne y viniera a habitar entre los hombres pues seguacuten el adagio patriacutestico laquosi bien la voluntad divina creoacute sola al hombre no puede salvarlo sin la cooperacioacuten de la voluntad humanaraquo La tragedia de la libertad se resuelve en las palabras ecce ancilla Dominiraquo
CAPIacuteTULO IV
130 | Humana augens
Ciertamente Ireneo piensa y escribe en el siglo II dirigieacutendose a la comunidad
cristiana frente a las doctrinas gnoacutesticas que empantildeaban la fe con apariencias
heterodoxas Pero no es menos cierto que habla del aacutenthropos en su totalidad e
integridad y es a este aacutenthropos al que Dios le confiere el don de crecer y madurar
hasta la vida eterna que es Eacutel mismo No se ofrecen dos proyectos salviacuteficos porque
soacutelo hay un hombre y un Dios y una historia93 Si creemos que por pura bondad
creatural concedioacute Dios al ser humano la fuerza de su espiacuteritu inicialmente y que
soacutelo desde la carne gloriosa de Cristo hemos recibido la sobreabundancia de su
Espiacuteritu para poder tambieacuten nosotros recorrer el camino que la humanidad de
Jesuacutes ya recorrioacute entonces tenemos que mantener esto para cualquier persona en
cualquier tiempo y lugar
No podemos decir a partir de Ireneo que sea indistinto creer o no creer seguir
a Cristo o no hacerlo formar parte de la Iglesia o no En absoluto Pero no parece
que podamos concluir que la salvacioacuten se reserva exclusivamente a la Iglesia Eacutel
mismo preveacute una visioacuten de Dios un final glorioso con distintos grados seguacuten los
frutos dados94 Tanto en la paraacutebola del sembrador95 como en la de los talentos o
en el salario que reciben los trabajadores de la vintildea96 ve Ireneo expresada esta
diversidad final que nada tiene que ver con los diversos salarios predestinados en
funcioacuten del tipo de hombre defendido por los gnoacutesticos iquestAcaso nos molestaraacute que
tambieacuten reciban paga los que llegaron en la uacuteltima hora97 Todos recibiremos el
mismo salario aunque cada uno en su medida Aquiacute la distincioacuten es cuantitativa no
cualitativa98 Y si todos seguiremos creciendo en la visioacuten de Dios porque siempre
93 Cf COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA INTERNACIONAL El cristianismo y las religiones (1996) 49e laquoSiendo Jesuacutes el
uacutenico mediador que lleva a cabo el designio salvador del uacutenico Dios Padre la salvacioacuten para todos los hombres es uacutenica y la misma la plena configuracioacuten con Jesuacutes y la comunioacuten con Eacutel en la participacioacuten de su filiacioacuten divina Hay que excluir por consiguiente la existencia de economiacuteas diversas para los que creen en Jesuacutes y lo que no creen en Eacutel No puede haber caminos para ir a Dios que no confluyan en el uacutenico camino que es Cristoraquo (Documentos 1969-1996 576)
94 Cf AH V 362 IV 367
95 Mt 138
96 Mt 209 Cf A ORBE laquoS Ireneo y la paraacutebola de los obreros de la vintildea Mt 201-16raquo Estudios Eclesiaacutesticos 46 (1971) 35-62 183-206 Aquiacute 195-202
97 Cf AH III 224 A ORBE laquoSan Ireneo y la primera Pascua del Salvadorraquo Estudios Eclesiaacutesticos 44 (1969) 297-344 Aquiacute 316-317
98 Cf A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo Gregorianum 64 (1983) 231-234
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 131
tendraacute cosas nuevas que ensentildearnos y nosotros que aprender99 cada cual progresa
en su relacioacuten con Dios seguacuten ha vivido en la medida del amor la fe y la
esperanza100 Y de las tres para Ireneo como para Pablo la primera es el amor por
encima de todo conocimiento (gnosis) o meacuterito adquirido101 Como si esta
capacidad de seguir creciendo en el amor permaneciera en el ser humano
inherente a siacute mismo tambieacuten en la vida eterna Nadie parte de cero porque en la
humanidad de Cristo de alguacuten modo todo ser humano se ha acercado en cierta
medida a Dios
Por eso podemos considerar con Ireneo y el magisterio eclesial que es en la
Iglesia Cuerpo de Cristo donde se da la plenitud de su Espiacuteritu102 y no por ello
obviar que el mismo Espiacuteritu que glorificoacute la carne de Cristo y nos va
transformando a nosotros encontraraacute sus medios modos y caminos para nutrir y
acrecentar toda carne todo ser humano toda la humanidad y guiarlos hacia Dios al
final de los tiempos103 No deja de ser curioso que cree muchos maacutes problemas o
escruacutepulos la pretensioacuten de Cristo como uacutenico salvador de todos que la afirmacioacuten
radical de haber sido todos creados en Cristo y para Cristo
En Ireneo hemos visto algunas de las virtualidades del Espiacuteritu que es quien
nutre y hace crecer104 quien asemeja con la imagen de Dios105 quien cambia lo
viejo del hombre por la novedad de Cristo106 quien cura107 consuela y cuida de
cada hombre caiacutedo en el camino108 quien conoce y juzga a todos109 En definitiva
el Espiacuteritu hace posible que la carne pueda llegar a tener las cualidades del
espiacuteritu110 es Eacutel quien hace de la sola carne y sangre mortal y corruptible un ser
99 Cf AH II 283 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus estraquo 539
100 1Cor 1312
101 Cf AH IV 122 338
102 Cf AH III 241 103 Cf GS 22 24 29 92 LG 16-17 NA 1-2 104 Cf AH IV 382-3 105 Cf AH V 61 106 Cf III 171 107 Cf AH IV 82 V 126 108 Cf AH III 173 V 126 109 Cf AH IV 331 110 Cf AH V 94
CAPIacuteTULO IV
132 | Humana augens
superior a los aacutengeles111 un hombre perfecto espiritual112 Nos hace hijos en el
Hijo113 Todo esto porque asiacute lo ha querido Dios y porque se acostumbroacute en la
carne de Cristo ungieacutendole para glorificarle y poder recibir tambieacuten nosotros de
su carne gloriosa114 Tras la Encarnacioacuten donde estaacute el Espiacuteritu de Dios que sopla
donde quiere y como quiere115 alliacute estaacute Cristo el Verbo encarnado y resucitado
ejerciendo su sentildeoriacuteo
La unidad trinitaria no se quiebra nunca ni en el principio ni en el final La
obra salvadora de Dios Padre se llevaraacute a cabo en el Hijo por el Espiacuteritu aunque no
sepamos de queacute manera lo haraacute ni por queacute diversos caminos se acercaraacute al geacutenero
humano116 disponieacutendonos para una hermosa laquosinfoniacutea de la salvacioacutenraquo117
Y para no caer en automatismos salviacuteficos118 queda siempre pendiente
nuestra obediencia libre como pendiente estuvo la libre obediencia de Cristo hasta
el uacuteltimo momento en Getsemaniacute y en la Cruz Es muy expresivo el siguiente
pasaje del siacutenodo de Quiercy en el antildeo 853
Como no hay hubo o habraacute hombre alguno cuya naturaleza no fuera asumida en eacutel asiacute no hay hubo o habraacute hombre alguno por quien no haya padecido Cristo Jesuacutes Sentildeor nuestro aunque no todos sean redimidos por el misterio de su pasioacuten Ahora bien que no todos sean redimidos por el misterio de su pasioacuten no mira a la magnitud y copiosidad del precio sino a la parte de los infieles y de los que no creen con aquella fe laquoque obra por la caridadraquo (Gaacutel 56)119
Es decir por parte de Dios en la carne de Cristo estaacute dicho todo Pero siempre
respeta y espera la libertad humana el laquosiacuteraquo o el laquonoraquo de cada uno en la fe y en el
amor que actualiza dicha fe
Seguacuten escuelas teoloacutegicas y sensibilidades se han propuesto diversos modos
de armonizar la universalidad de la salvacioacuten y la mediacioacuten uacutenica e irrepetible de
Cristo Creo que es significativo caer en la cuenta de doacutende apoya Ireneo su
111 Cf AH V 336 112 Cf AH V 82 92 113 Cf Gaacutel 46 Rm 81115 114 Cf AH III 241 115 Cf Jn 38 116 Cf AH IV 3315 412 V 182 117 AH IV 142 118 Cf AH III 193 V 363 119 DH 624
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 133
argumentacioacuten Si Justino hablaba de las semillas del Verbo120 para expresar esta
accioacuten real y eficaz del Logos eterno en la Creacioacuten en las culturas en filosofiacuteas
paganas Ireneo cifra la universalidad en la carne en la humanidad de Cristo de la
que todos participamos Eacutel tambieacuten reconoce la accioacuten del Verbo en la creacioacuten
desde siempre121 pero donde realmente nos hacemos partiacutecipes de su salvacioacuten es
en su carne gloriosa La diferencia auacuten siendo visiones teoloacutegicas cercanas y muy
similares es significativa No olvidemos que el sujeto personal Cristo encarnado es
el mismo Verbo eterno Sin embargo hablar de la universalidad salviacutefica por las
semillas del Logos podriacutea llevarnos a prescindir de su encarnacioacuten122 y no es esta
la fe de la Iglesia como no fue la de Ireneo (ni la de Justino)
Con la encarnacioacuten todas las acciones salviacuteficas del Verbo de Dios se hacen siempre en unioacuten con la naturaleza humana que eacutel ha asumido para la salvacioacuten de todos los hombres El uacutenico sujeto que obra en las dos naturalezas divina y humana es la uacutenica persona del Verbo Por lo tanto no es compatible con la doctrina de la Iglesia la teoriacutea que atribuye una actividad salviacutefica al Logos como tal en su divinidad que se ejerceriacutea maacutes allaacute de la humanidad de Cristo tambieacuten despueacutes de su encarnacioacuten123
Especiacutefico de la fe cristiana es confiar en la salvacioacuten de la carne y por la carne
de Cristo124 sin menguar un aacutepice su divinidad en perfecta comunioacuten Algo central
en la teologiacutea de Ireneo que sin embargo creo que ha quedado bastante
desdibujado en la teologiacutea y la vida de fe De una manera u otra todos anhelamos la
salvacioacuten125 ya sea como liberacioacuten de males esclavitudes y liacutemites ya sea como
plenitud de vida y encuentro gozoso con Dios Es decir tanto en clave de redencioacuten
como de divinizacioacuten126 Pero quizaacute el acento desproporcionado en la primera ha
120 Cf Apologiacutea I 462-3 II 83 (cit por LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos 174) Cf Ad gentes 11
15 18 22 Lumen gentium 16 17 Evangelii nuntiandi 53 Redemptoris missio 56 121 Cf AH IV 183 122 En esta vertiente parece estar J Dupuis cuando afirma una laquodiscontinuidad realraquo entre Jesuacutes y
Cristo diferenciando una accioacuten humana del laquoLogos eacutensarkosraquo para los cristianos y otra del laquoLogos asaacuterkosraquo para el resto de confesiones Asiacute para explicar coacutemo llega la salvacioacuten de Cristo a otras tradiciones religiosas se apoya en el poder universal del Logos sin necesidad de la concrecioacuten que supone su humanidad en el acontecimiento Jesucristo Cf J DUPUIS Hacia una teologiacutea del pluralismo religioso (Santander 2000) 437440-441444 471-473 Un resumen criacutetico de su postura en G URIacuteBARRI La singular humanidad 277- 337
123 Dominus Iesus 10 124 Que no debe confundirse con el Jesuacutes histoacuterico aunque lo incluya Pues el hombre Jesuacutes por siacute
solo siendo laquosolamente hombre como nosotrosraquo no podriacutea otorgarnos salvacioacuten ninguna (cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 12-1338-44 G URIacuteBARRI La singular humanidad 95-102)
125 Cf GS 10 CTI Cuestiones selectas sobre Dios redentor (1994) I 33 en Documentos 1969-1996 509-510
126 Cf B SESBOUumlEacute Jesucristo uacutenico mediador I (Salamanca 1990) 24-35
CAPIacuteTULO IV
134 | Humana augens
hecho que olvidemos la grandeza de la segunda dejando que a falta de sentir
necesidad de un redentor se haya perdido tambieacuten la falta de un salvador que nos
plenifique Seraacute difiacutecil recuperar esta dimensioacuten si no unimos la escatologiacutea con la
protologiacutea la cristologiacutea con la antropologiacutea Esta unioacuten es la que ofrece la teologiacutea
de Ireneo con su matiz peculiar la historia salutis es siempre salus carnis
Al decir que seremos salvados en la carne o no seremos salvados decimos
tambieacuten que Cristo nos salvaraacute en la carne o no nos salvaraacute En su carne como la
nuestra creciendo y profundizando como hombre su ser Hijo del Padre guiado por
el Espiacuteritu127 para poder hacernos partiacutecipes tras su resurreccioacuten128 de ese mismo
Espiacuteritu En su carne salvada por Dios se convierte en salvador de la nuestra129
laquopara que se pudiese entender que se encontraba dentro de nuestra humanidad en
las mismas condiciones de nuestra humanidadraquo130
El Hijo hecho ahora [en la resurreccioacuten] carne pediacutea que la carne empezara a ser para el Padre lo que era la Palabra de modo que lo que habiacutea empezado en el tiempo recibiera la gloria de aquel resplandor que no estaacute sometido al tiempo para que la corrupcioacuten de la carne desapareciera y fuera transformada en la fuerza de Dios y la incorruptibilidad del Espiacuteritu Eacutesta es la peticioacuten a Dios eacutesta es la confesioacuten del Hijo al Padre eacutesta es la suacuteplica de la carne [carnis deprecatio]131
Coinciden estos textos con Ireneo al cifrar en la carne de Cristo la glorificacioacuten
o espiritualizacioacuten que no es maacutes que la salvacioacuten que todo hombre espera y que
llega desde la carne gloriosa de Cristo Ciertamente no hay crecimiento mayor que
poder llegar la carne a vivir seguacuten el Espiacuteritu Este crecimiento [augmentum] es
dado en primicia y como prenda nuestra en la carne de Cristo132
El progreso que la uncioacuten produce no se refiere a lo que no necesita ninguacuten crecimiento sino a lo que por el crecimiento en el misterio necesita el progreso que la uncioacuten causa es decir Cristo es ungido para que mediante la uncioacuten existiera como santificada la humanidad que ha asumido de nosotros [homo noster]133
127 Cf AH V 363 128 Cf AH III 193 129 Cf JUSTINO Diaacutelogo con Trifoacuten 732 743 (PTS 47195197-198) ATANASIO Contra Arrianos I 48
(PG 26113) 130 HILARIO DE POITIERS Tr Ps 537 (CCSL 61139) 131 ID De Trinitate III 16 (CCSL 6288) 132 LEOacuteN MAGNO Promississe me memini (DH 318) laquoDios lo ensalzoacute y le dio un nombre que supera
todo nombre (cf Flp 29-10) se refiere a aquella forma que debiacutea ser enriquecida con el aumento de una glorificacioacuten tan granderaquo
133 HILARIO DE POITIERS De Trinitate XI 19 (CCSL 62A 550)
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 135
En resumen la participacioacuten de toda la humanidad en la carne de Cristo tan
querida por los Padres es principio soterioloacutegico clave134 Y esto no estaacute en
contradiccioacuten con mantener la especialiacutesima vinculacioacuten entre Cristo Cabeza y su
Cuerpo la Iglesia135 que se generalizoacute maacutes tarde Siendo esto asiacute toda la
Humanidad tiene una vinculacioacuten con Cristo tan fuerte que la alegriacutea de Cristo no
seraacute plena mientras falte alguacuten laquomiembroraquo a su cuerpo Y si esto podemos aplicarlo
para los cristianos cuaacutento maacutes no podraacute aplicarse para cada ser humano unido
por la encarnacioacuten al Cuerpo de Cristo laquoporque tambieacuten tuacute esperaraacutes a los otros
como tuacute mismo fuiste esperadoraquo136
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios
Una promesa recorre todo el Antiguo Testamento la cercaniacutea constante de
Dios a su pueblo El movimiento natural de Dios para con el hombre es acercarse
hacerse proacuteximo maacutes allaacute de la desobediencia la lejaniacutea y el pecado denunciado
por los profetas como un compantildeero de camino constante Podriacuteamos decir que
en este sentido el primer momento siempre es laquodescendenteraquo la iniciativa
siempre es divina137 Ya hemos visto que Ireneo subraya este deseo de cercaniacutea
entre Dios y el hombre cuyo cumplimiento se da en Cristo atribuyendo al Hijo las
teofaniacuteas del Antiguo Testamento138 pues laquoel Hijo es la visibilidad del Padreraquo139
Desde la teologiacutea de Ireneo se comprende muy bien esta promesa anticipo y
anuncio de la encarnacioacuten del Verbo porque no existe ser humano sin la presencia
activa y comprometida del Hijo que siempre ha estado con el hombre [laquosemper
humani generi adestraquo140] El fin para el que fue creado el ser humano es llegar a la
comunioacuten iacutentima y plena con Dios Y como propio del ser humano es crecer la
134 Cf O GONZAacuteLEZ DE CARDEDAL Cristologiacutea 528 Y no soacutelo de los Padres griegos tambieacuten en la
teologiacutea latina 135 Cf AGUSTIacuteN De civ Dei XVII 4 (CCSL 48 561-562) En In Ps 602 9021 1404 (CCSL 39-40 766
1266 2028) ISAAC DE LA ESTRELLA Sermo 42 In Ascensione Domini 17-18 (SCh 33952) 136 Cf ORIacuteGENES Hom in Leviticum 72 (SCh 286 316) 137 Cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 32 138 Cf AH IV 52 74 20 7-11 139 AH IV 66 140 AH III 166 Cf III 181 IV 67 204 282 V 161 Ep 12
CAPIacuteTULO IV
136 | Humana augens
sentildeal inequiacutevoca de su crecimiento es la mayor o menor comunioacuten con Dios y en
esto consiste su divinizacioacuten su plenitud Esta cercaniacutea familiaridad e incluso
mezcla141 de lo humano y lo divino se dieron de un modo uacutenico irrepetible y pleno
en la persona de Cristo142 Por eso con la encarnacioacuten vino toda la novedad que el
mundo y el hombre podiacutean esperar143
No son pocos los pensadores o movimientos histoacutericos que han experimentado
a Dios como rival del hombre144 Si miramos el misterio de Cristo no es asiacute en
ninguacuten caso su divinidad disminuyoacute por crecer como hombre que era Al contrario
La formulacioacuten de san Leoacuten Magno es quizaacute la maacutes clara y puede resumir el
pensamiento de la Iglesia
Asumioacute la forma de siervo sin la mancha del pecado acrecentando las realidades humanas no disminuyendo las divinas [humana augens divina non minuens] ya que aquel despojamiento por el cual el invisible se ofrecioacute a siacute mismo visible y el creador y sentildeor de todas las cosas ha querido ser uno de los mortales fue un inclinarse de la misericordia no una falta de poder145
Cada naturaleza en Cristo actuacutea seguacuten le es propio en comunioacuten con la otra146
Esta unioacuten es irrepetible en nosotros por la singularidad propia de Cristo Pero si
nuestra humanidad estaacute inserta en la suya es impensable que tal unidad personal
141 Este es el teacutermino que utiliza Ireneo Aunque para algunos puede ser un inconveniente creo que
es garantiacutea contra todo tipo de docetismo o adopcionismo como expliqueacute en el cap III No se trata de que la divinidad laquohabiteraquo en cuerpo humano como en un recipiente o en un templo sino que realmente se hace una sola cosa una sola persona sin dejar de ser humano y divino carne y espiacuteritu ORIacuteGENES con una teologiacutea poco cercana a Ireneo en lo referente a la carne se expresa en teacuterminos similares laquoCon Jesuacutes la naturaleza divina y la naturaleza humana empezaron a entrelazarse para que la naturaleza humana por su participacioacuten en la divinidad sea divinizada no solamente en Jesuacutes sino en todos lo que con la fe adoptan el geacutenero de vida que ensentildeoacute Jesuacutes y que eleva a la amistad con Dios y a la comunioacuten con eacutel a todo el que vive seguacuten los preceptos de Jesuacutesraquo (Contra Celsum III28 [SCh 13669] cit por B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 271)
142 Cf AH III 187 202 143 Cf AH IV 341 laquoCuando la nostalgia de la absoluta cercaniacutea de Dios que siendo incomprensible
en siacute es la uacutenica que todo lo hace soportable se pone a contemplar doacutende se personoacute esta cercaniacutea no en los postulados del espiacuteritu sino en la carne y en las chozas de la tierra no se puede encontrar entonces otro lugar que no sea Jesuacutes de Nazaret sobre quien la estrella de Dios se detiene uacutenico cabe el cual se tiene aacutenimo para doblar las rodillas y rezar llorando de gozo y el Verbo se ha hecho carne y ha habitado ente nosotrosraquo (K RAHNER laquoPara la teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV [Madrid 1964] 139-157 Aquiacute 157)
144 Maacutes sutil es la propuesta de J Hick negando la encarnacioacuten porque ademaacutes de no ser demostrable histoacutericamente parte de la incompatibilidad absoluta entre Dios y el hombre Se analiza su propuesta en G URIacuteBARRI La singular humanidad 229-252
145 Tomus ad Flavianum 3 (DH 293) En la misma liacutenea CTI Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea I E 4 en Documentos 1969-1996 254
146 Cf DH 294-295
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 137
nos sea totalmente ajena y maacutes cuando afirmamos que es justamente la comunioacuten
plena con Dios el final que nos es propio desde que fuimos creados Intercambio ya
expresado por Ireneo147
Los concilios II (553) y III de Constantinopla (680-681) intentaron precisar
esta unioacuten personal ya que como dijimos la definicioacuten de Calcedonia (451) por siacute
sola podiacutea dar pie a dejar en paralelo las dos naturalezas Ciertamente la grandeza
del misterio cristoloacutegico se revela plenamente cuando intuimos el tipo de unioacuten
que se da entre ambas148
En el II Constantinopla149 se recuerda que el Verbo es la uacutenica persona que
asume la humanidad en una unioacuten laquoseguacuten composicioacuten es decir seguacuten hipoacutestasis
porque no soacutelo guarda inconfusos los elementos que se juntan sino que tampoco
admite divisioacutenraquo150 de tal forma que despueacutes de la Encarnacioacuten ya no hay otra
manera de ser Verbo que encarnadamente por asiacute decirlo
El III Constantinopla151 cifroacute maacutes la unidad de naturalezas en las dos
voluntades de Cristo humana y divina que siendo distintas llegan a ser ideacutenticas y
una no anula la otra porque es el Verbo quien ha asumido en su persona la
voluntad humana y la divina laquoen un puro siacute a la voluntad del Padreraquo152
Su voluntad humana sigue a su voluntad divina y omnipotente sin oponeacutersele ni combatirla antes bien enteramente sometida a ella [] Porque a la manera que su carne se dice y es carne de Dios Verbo asiacute la voluntad natural de su carne se dice y es propia de Dios Verbo [] Porque a la manera que su carne animada santiacutesima e
147 Cf V 11 152 III 187 191 IV 203 334 V pr 148 Es la razoacuten fundamental que J RATZINGER repite para interpretar Calcedonia desde
Constantinopla III cf Miremos al Traspasado 45-51 Para G URIacuteBARRI Calcedonia ya apunta que la naturaleza humana de Cristo laquono tiene una existencia singular independiente de su ser con la naturaleza divina en la unidad de la persona de Cristoraquo puesto que no afirma tener dos naturalezas sino ser en dos naturalezas cf La singular humanidad 107
149 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 331-335 150 DH 424-425 Retomando la foacutermula de Calcedonia laquosin confusioacuten sin cambio sin divisioacuten sin
separacioacutenraquo (DH 301-302) 151 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 343-345 152 J RATZINGER Miremos al Traspasado 47-48 Para eacutel la voluntad quedariacutea del lado de la naturaleza
(humana y divina) y la libertad en la persona (divina) Coinciden con este planteamiento autores como Sesbouumleacute y Ladaria Por otro lado estariacutean los que defienden una libertad netamente humana en Cristo como Rahner Leacutethel o Gonzaacutelez de Cardedal (cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 120-129) Por nuestra parte Ireneo no entroacute en estas disquisiciones pero siacute mantiene la libertad como don esencial al ser humano y por tanto seriacutea difiacutecil justificar la humanidad de Cristo sin libertad humana Desde aquiacute parece que nos situariacuteamos en una liacutenea maacutes cercana a K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo Escritos de Teologiacutea I (Madrid 31967)167-221 aquiacute 176
CAPIacuteTULO IV
138 | Humana augens
inmaculada no por estar divinizada quedoacute suprimida sino que permanecioacute en su propio teacutermino y razoacuten asiacute tampoco su voluntad quedoacute suprimida por estar divinizada153
El concilio quiso salvaguardar un uacutenico yo en Cristo iquestDe queacute manera podemos
comprender y explicar humanamente que la voluntad de Cristo en cuanto hombre
fuera verdaderamente humana y coincidiera plenamente con la de Dios si no es
otorgando al crecimiento libre y obediente una significacioacuten importante iquestAcaso
no venimos entendiendo por laquoperfeccionamientoraquo o laquoasemejamientoraquo una
progresiva unioacuten del hombre con Dios de la carne con el Espiacuteritu de la humanidad
con la divinidad de tal forma que una no queda absorbida por la otra sino que al
contrario es plenificada Si esto es asiacute en Cristo vemos realizada su libertad
humana coincidiendo plenamente voluntad humana y divina no porque sean la
misma sino porque en libre obediencia elige el hombre unirse al querer de Dios154
La capacidad para hacer nuestra la voluntad de Dios no soacutelo es dantildeada por el
pecado mdashausente en Cristomdash sino tambieacuten por la propia imperfeccioacuten de la carne
que precisa un tiempo de crecimiento y maduracioacuten Y al decir laquocarneraquo
recordemos que nos referimos siguiendo a Ireneo a la persona completa que
incluye el espiacuteritu que quiere ir asemejando a la carne con Dios y al alma que hace
posible la docilidad a sus mociones En Cristo su obediencia en Getsemaniacute ilumina
y sana la desobediencia de Adaacuten155 Asiacute lo expresoacute Maacuteximo el Confesor cuya
aportacioacuten fue clave en este tema
153 DH 556 154 laquoLa encarnacioacuten de Dios es por ello el caso irrepetiblemente supremo de la realizacioacuten esencial
de la realidad humana Y tal realizacioacuten consiste en que el hombre es en tanto se entrega Quien entiende de verdad lo que teoloacutegicamente significa la potentia oboedientialis para la unioacuten hipostaacutetica la capacidad de ser asumida la naturaleza humana por la persona del Verbo de Dios sabe que esa potentia no puede ser una capacidad maacutes junto a otras posibilidades en la consistencia del ser del hombre sino que objetivamente es ideacutentica a la esencia humanaraquo (K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 145)
155 laquoFueron laquoal otro lado del torrente Cedroacuten donde habiacutea un huertoraquo (Jn 181) La misma palabra clave [huerto] retorna de nuevo a final del relato de la Pasioacuten laquoHabiacutea un huerto en el sitio donde lo crucificaron y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie habiacutea sido enterrado todaviacutearaquo (Jn 1941) Es evidente que con la palabra laquohuertoraquo Juan alude a la narracioacuten del Paraiacuteso y del pecado original Nos quiere decir que aquiacute se retoma aquella historia En aquel huerto en el laquojardiacutenraquo del Edeacuten se produce una traicioacuten pero el huerto es tambieacuten el lugar de la resurreccioacuten En efecto en el huerto Jesuacutes ha aceptado hasta el fondo la voluntad del Padre la ha hecho suya y asiacute ha dado un vuelco a la historiaraquo (BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret Desde la entrada en Jerusaleacuten hasta la Resurreccioacuten [Madrid 2011] 177-178)
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 139
Y que teniacutea una verdadera voluntad humana como cumple a su naturaleza al igual que posee una voluntad divina por su esencia lo manifiesta el propio Verbo con aquella humaniacutesima suacuteplica con la que rogaba ser librado de la muerte y que hizo a favor de nuestra salvacioacuten diciendo laquoPadre si es posible aleja de miacute este caacutelizraquo (Mt 2639) Revelaba de este modo la debilidad de su carne y que su manifestacioacuten en la carne no era una fantasiacutea que engantildeara a quien la veiacutea haciendo errar sus sentidos Sino que realmente era hombre como lo prueba su voluntad natural [] Y que al mismo tiempo estaba divinizado por entero y en todo queriacutea someterse a la voluntad divina que siempre le habiacutea movido y con la que estaba completamente configurado lo manifiesta el perfecto acatamiento de la voluntad del Padre revelado cuando deciacutea como hombre laquoNo se cumpla mi voluntad sino la tuyaraquo (cf Lc 2242) Con esto se nos proponiacutea como ejemplo y modelo para que rechacemos nuestra voluntad propia y aceptemos la del Padre aun cuando llegaacuteramos a sospechar que de ello habriacutea de seguirse para nosotros la muerte156
Maacuteximo antildeadioacute la distincioacuten entre laquologosraquo y laquotroposraquo en la naturaleza de
Cristo de tal forma que su naturaleza humana en cuanto Logos seriacutea ideacutentica a la
nuestra pero no en su tropos o modo de existencia puesto que no conocioacute el
pecado Por eso en Cristo soacutelo se dariacutea la voluntad natural pero no la laquovoluntad
gnoacutemicaraquo o de libre decisioacuten que es la que puede pecar157 Una vez maacutes creo que
la cuestioacuten decisiva estaacute en coacutemo comprendamos la unioacuten en Cristo de ambas
realidades Decisivo no soacutelo para comprender el misterio de Cristo sino tambieacuten
para tomar conciencia de lo que supone para nuestra salvacioacuten
Los padres de los laquosiglos cristoloacutegicosraquo aunque formularon el dogma sobre Cristo Dios-Hombre nunca perdieron de vista la cuestioacuten de nuestra unioacuten con Dios Los argumentos habituales que invocan contra las doctrinas heterodoxas se refieren sobre todo a la plenitud de nuestra unioacuten de nuestra deificacioacuten se vuelve imposible si se separan las dos naturalezas de Cristo como Nestorio si soacutelo se admite en eacutel la naturaleza divina como los monofisitas si se suprime una parte de su naturaleza humana como Apolinar si no se quiere ver en eacutel maacutes que una sola voluntad y operacioacuten divina como los monotelitas158
Creo que la teologiacutea de Ireneo cuenta con la ventaja de plantear una cristologiacutea
descendente claramente encarnatoria que a su vez por la insistencia en la
verdadera encarnacioacuten (hasta la resurreccioacuten sin cortes en progreso continuo) y
por la dignidad que otorga al ser humano puede articular con cierto equilibrio y
profundidad tanto la antropologiacutea como el tratado trinitario Es decir Ireneo no
explicita la importancia de la vida histoacuterica de Jesuacutes en cada hecho particular en
156 MAacuteXIMO CONFESOR laquoOpuacutesculo 7raquo Meditaciones sobre la agoniacutea de Jesuacutes (Madrid 1990) 33-34
Recoge este planteamiento en la problemaacutetica de las dos voluntades BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret I 185-192
157 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 123 158 V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 114
CAPIacuteTULO IV
140 | Humana augens
un pretendido anaacutelisis histoacuterico Sin dejar de comentar momentos de su vida y su
predicacioacuten el foco de atencioacuten no estaacute ahiacute sino en su persona en su realidad maacutes
profunda que determinaba esas palabras y actitudes hasta la muerte en cruz Y
todo ello partiendo siempre por contraste con los gnoacutesticos de la divinidad de
Cristo y de la unicidad en Dios
No deja de ser curioso que Ireneo se asocie al peso salviacutefico de la carne de la
humanidad y al mismo tiempo se situacutee en una teologiacutea de influencia joaacutenica y
descendente En Ireneo se muestra que no es imprescindible partir de la pura
experiencia humana o de la sola humanidad de Jesuacutes para ensalzar su carne y la de
todo ser humano El planteamiento159 de Ireneo partiendo siempre de Dios hace
maacutes difiacutecil caer en los peligros de las teologiacuteas que tienen una tendencia maacutes
laquodescendenteraquo160
El proceso de crecimiento en la humanidad de Cristo por libre obediencia
es clave evitando olvidarse de su proceso vital histoacuterico como hombre
La muerte y resurreccioacuten son el momento culminante del proceso
encarnatorio de la progresiva espiritualizacioacuten en su carne o divinizacioacuten
en cuanto hombre con lo cual no hay reduccionismo encarnatorio
La conciencia de Cristo no puede darse de tal manera que elimine la
verdadera humanidad y su crecimiento No pudo tener la misma conciencia
de siacute Jesuacutes Nintildeo en el Templo con los doctores y Jesuacutes adulto en Getsemaniacute
Maacutes auacuten desde Ireneo hay que matizar con prudencia el nivel de conciencia
que Jesuacutes pudo tener de siacute como Hijo de Dios para no caer en una conciencia
159 Podriacutea verse una cierta semejanza metodoloacutegica con GS Es difiacutecil encontrar un comentario
sobre la Constitucioacuten que no sentildeale su novedoso planteamiento parte de la experiencia humana mdashcreyente y no creyentemdash para presentar finalmente a Cristo como el fundamento y la respuesta para las inquietudes humanas (Cf L F LADARIA laquoEl hombre a la luz de Cristo en el concilio Vaticano IIraquo R LATOURELLE [ed] Vaticano II balance y perspectivas veinticinco antildeos despueacutes [1962-1987] [Salamanca 1989] 705-714 aquiacute 706-707 M MCGRATH laquoNotas histoacutericas sobre la Constitucioacuten pastoral laquoGaudium et spesraquoraquo AAVV La Iglesia en el mundo de hoy [Madrid 1967] 165-181 P DELHAYE laquoHistoria de los textos de la constitucioacuten pastoralraquo AAVV La Iglesia en el mundo de hoy I [Madrid 1970] 233-310 E SCHILLEBECK laquoFe cristiana y espera temporalraquo AAVV La Iglesia en el mundo actual Comentarios al esquema XIII [Bilbao 1968] 113-151 aquiacute 120 L GONZAacuteLEZ-CARVAJAL Iglesia en el corazoacuten del mundo [Madrid 2005] 152-155) En Ireneo creo que se da un planteamiento mucho maacutes integrado puesto que desde el principio se parte de Cristo aunque desarrolle maacutes lo antropoloacutegico
160 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 392-393
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 141
humana sin progreso alguno como si en este aacutembito no hubiera que esperar
la plenitud y perfeccioacuten despueacutes de la resurreccioacuten como en el resto de sus
facultades humanas161
La unioacuten hipostaacutetica es la comunioacuten maacutes plena posible162 entre Dios y el
hombre que a su vez en palabras de Ireneo es el fin que plenificaraacute a cada
hombre que le haraacute perfecto en su humanidad Por tanto en Cristo no soacutelo
nuestra carne se plenifica por participar de la suya sino por la comunioacuten iacutentima
que vive con Dios libre y obedientemente Es maacutes que un ejemplo para nosotros
Es el lugar donde podemos nutrirnos para dejarnos acrecentar por el Espiacuteritu que
recibimos de Eacutel y que con nuestro asentimiento nos divinizaraacute y asemejaraacute hasta
la comunioacuten plena con Dios la visioacuten del Padre En la humanidad de Cristo
contemplamos una vez maacutes la medida del ser humano cuando se entrega en
libertad al hacer de Dios en eacutel No soacutelo un ofrecimiento espiritual en el alma sino
corporal en la carne pues en carne estamos llamados a la comunioacuten con Dios Y en
la carne de Cristo podremos encontrarnos con el Padre163
Cuanto maacutes no acercamos a Eacutel maacutes perfecta es nuestra humanidad164 porque
maacutes cerca estamos tambieacuten del fin que nos es propio165 Evidentemente esto
161 laquoDefender la importancia de la humanidad del Sentildeor y de los misterios de su vida (por ejemplo
del bautismo las tentaciones la agoniacutea en Getsemaniacute) para la salvacioacuten del hombre interesa hoy a la Comisioacuten no menos que en antildeos pasados [] iquestQuieacuten que esteacute en su sano juicio querraacute poner su esperanza en alguien que carezca de mente o inteligencia humana Dar importancia a esta cuestioacuten no era soacutelo propio de los hombres del siglo cuarto ella permanece hoy actual en otro contexto [] Somos conscientes de que la conciencia de Jesuacutes participa de la singularidad y de la iacutendole misteriosa de su persona y de que por ello se sustrae a una consideracioacuten puramente racional Soacutelo podemos tratar la cuestioacuten que nos proponemos a la luz de la fe para la cual Jesuacutes es el Cristo el Hijo de Dios vivo (cf Mt 1616)raquo (CTI La conciencia que Jesuacutes teniacutea de siacute mismo y de su misioacuten Introduccioacuten en Documentos 1969-1996 379-381) La primera proposicioacuten del documento dice laquoLa vida de Jesuacutes testifica la conciencia de su relacioacuten filial al Padre Su comportamiento y sus palabras que son las del laquoservidorraquo perfecto implican una autoridad que supera la de los antiguos profetas y que corresponde soacutelo a Dios Jesuacutes tomaba esta autoridad incomparable de su relacioacuten singular a Dios a quien eacutel llama laquomi Padreraquo Teniacutea conciencia de ser el Hijo uacutenico de Dios y en este sentido de ser eacutel mismo Diosraquo (Ibid 382) Y en el comentario 4 de la proposicioacuten 2ordf laquoLa conciencia que Jesuacutes tiene de su misioacuten implica por tanto la conciencia de su ldquopreexistenciardquo En efecto la misioacuten (temporal) no es esencialmente separable de la procesioacuten eterna ella es su ldquoprolongacioacutenrdquoraquo (Ibid 385) Sorprende que pueda hablarse de laquopreexistenciaraquo de Jesuacutes ya que quien preexistiacutea era el Verbo o Jesucristo en cuanto Verbo Podemos afirmar esta conciencia en Cristo en cuanto Verbo encarnado pero en cuanto hombre difiacutecilmente hasta su resurreccioacuten
162 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 123 163 Cf AH IV 205 V 363 81 164 Cf K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo 169-222 aquiacute 183 165 Cf GS 24
CAPIacuteTULO IV
142 | Humana augens
implica entender la libertad como plenitud de la propia identidad o vocacioacuten de
modo que cuanto maacutes nos alejamos del propio fin de uno mismo menos libres y
auteacutenticos somos Nos deshumanizamos Y sin ser hombres aacutenthropos no
podremos llegar a ser dios El hombre puede separarse de Dios elegir el rechazo a
su consejo a los bienes que le ofrece El hombre puede desobedecer puede pecar
pero el empequentildeecimiento humano el debilitamiento de sus capacidades o la
incapacidad para seguir creciendo en el Espiacuteritu no son castigo de Dios sino
consecuencias de su decisioacuten de su ruptura con Dios Y si esto ocurre asiacute en el
pecado tendraacute que darse con la misma intensidad en la gracia Es decir cada
hombre crece en la medida que aumenta su unioacuten con Dios en Cristo no como algo
conseguido por las propias fuerzas y voluntad sino como algo iniciado en la carne
de Cristo que en ella y por ella sigue creciendo a la luz de su Espiacuteritu166
Con la Iglesia creemos que laquoCristo el nuevo Adaacuten en la misma revelacioacuten del
misterio del Padre y de su amor manifiesta plenamente el hombre al propio
hombre y le descubre la sublimidad de su vocacioacutenraquo167 Esta vocacioacuten divina y
divinizadora puede expresarse tambieacuten como filiacioacuten laquoHijo de Diosraquo se ha
considerado desde los inicios de la Iglesia como el tiacutetulo cristoloacutegico por
excelencia168 En el Antiguo Testamento se otorga al Mesiacuteas futuro el don de la
filiacioacuten divina169 y esta relacioacuten de un Padre con su hijo sirve tambieacuten para
expresar la relacioacuten del Pueblo con Yahveacute170 Pero es con Jesuacutes en el Nuevo
Testamento cuando esta relacioacuten paternofilial toma un caraacutecter propio primero
en Jesuacutes como Hijo uacutenico muy querido171 despueacutes en los disciacutepulos porque asiacute se
166 Cf AH V 361 No olvidemos que tras la resurreccioacuten una vez estemos ya gozando de la visioacuten del
Padre seguiremos creciendo pues inagotable es Dios y nosotros siempre criaturas De este eterno crecimiento en la carne de Cristo verdadera carne como la nuestra seguiremos nutrieacutendonos eternamente
167 GS 22 Cf AH V 173 168 Cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 16-23 y 43-44 169 Cf 2Sam 714 1Cr 2210 Sal 27 8927 170 Cf Ex 422-23 Dt 141-2 325-6 Is 12-3 301-9 laquoEn la Biblia laquohijoraquo significa la mayor cercaniacutea
el mayor parentesco la mayor semejanza la maacutes estrecha relacioacuten que puede existir entre dos personas Luego con arreglo al contexto este viacutenculo tan iacutentimo adquiere connotaciones diversas [] El contenido de laquohijo de Diosraquo no estaacute fijado sino que la expresioacuten designa dependiendo del contexto la maacutes profunda semejanza [] Lo que siempre pesa en la expresioacuten laquoHijo de Diosraquo es la semejanza e intimidad de la relacioacuten no la procreacioacuten bioloacutegicaraquo (K BERGER Jesuacutes [Santander 2009] 59-60)
171 Cf Mt 313-17 y par Jn 11418 3618 1 Jn 49 laquoDondequiera que el Nuevo Testamento emplee la expresioacuten laquoHijo de Diosraquo este tiacutetulo tiene un significado especial que casi nunca posee en textos
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 143
lo ensentildeoacute Cristo172 y especialmente despueacutes de su resurreccioacuten De este modo el
Unigeacutenito se hace primogeacutenito de muchos hermanos y por el Espiacuteritu somos
hechos en verdad hijos adoptivos de Dios173
Si al revelarnos Cristo el misterio del Padre nos revela plenamente queacute es el
hombre se nos estaacute revelando su filiacioacuten como centro de su identidad y por tanto
de alguacuten modo tambieacuten la nuestra Es decir una vez maacutes el punto de mira estaacute en
una relacioacuten concreta y no en un autoperfeccionamiento
El hombre que ha sido creado a imagen y semejanza de Dios es invitado a la comunioacuten de vida con Dios el cual es el uacutenico que puede colmar los deseos maacutes profundos del hombre La idea de deificacioacuten alcanza su culminacioacuten en la encarnacioacuten de Jesucristo el Verbo encarnado asume nuestra carne mortal para que nosotros liberados del pecado y de la muerte participemos de la vida divina Por Jesucristo en el Espiacuteritu Santo somos hijos y asiacute tambieacuten coherederos (cf Rm 417) laquopartiacutecipes de la naturaleza divinaraquo (2Pe 14) La divinizacioacuten consiste en esta gracia que nos libera de la muerte del pecado y nos comunica la misma vida divina somos hijos e hijas en el Hijo [] La deificacioacuten es la verdadera y uacuteltima laquohumanizacioacutenraquo del hombre174
Tambieacuten Ireneo identifica la vocacioacuten uacuteltima del ser humano y el fin que nos es
propio con la filiacioacuten divina alcanzada por Cristo que nos hace hijos175 iquestHay un
viacutenculo de unioacuten maacutes fuerte que la fraternidad176 el parentesco de carne y sangre
la comuacuten filiacioacuten177 en el Hijo La relacioacuten a la que se nos llama es doble y en
cierto sentido la misma cuanto maacutes nos unimos al Padre en el Hijo por el Espiacuteritu
maacutes nos unimos a todo ser humano porque cuanto maacutes profundicemos en nuestro
ser hijos e hijas de Dios con mayor profundidad estaremos tambieacuten viviendo la
fraternidad
El Sentildeor cuando ruega al Padre que laquotodos sean uno como nosotros tambieacuten somos unoraquo (Jn 1721-22) abriendo perspectivas cerradas a la razoacuten humana sugiere una cierta semejanza entre la unioacuten de las personas divinas y la unioacuten de los hijos de Dios en la verdad y en la caridad Esta semejanza demuestra que el hombre uacutenica criatura
maacutes antiguos [] El Hijo de Dios participa de la vida pujante indestructible y eterna de Diosraquo (K BERGER Jesuacutes 60)
172 Cf Mt 642 Lc 1230 Mt 5 4348 Lc 632 1232 173 Cf 1Jn 229-31 39-10 47 51418 Rm 815 Gaacutel 46 174 CTI Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea (1981) I E 34 en Documentos 1969-1996 254 175 Cf AH III 102 191 176 Cf GS 24 NA 5 177 Cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 31
CAPIacuteTULO IV
144 | Humana augens
terrestre a la que Dios ha amado por siacute mismo no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de siacute mismo a los demaacutes (cf Lc 1733)178
Esta plenitud en la entrega no se fundamenta en un deber eacutetico exigido
kantianamente sino en la verdad de nuestro propio ser si Cristo fue
esencialmente el Hijo de Dios el laquopro-existenteraquo179 en total entrega tambieacuten
nosotros seremos maacutes nosotros mismos en la medida que nos entreguemos maacutes
allaacute incluso de lo que seriacutea esperable en un ser humano Porque no podemos
olvidar que nuestra medida y nuestro fin es por creacioacuten mayor que nosotros
mismos el hombre que se mantiene en sus propios liacutemites no llegaraacute nunca a la
plenitud pues estaacute hecho para un fin mucho mayor Y aquel que conociendo sus
liacutemites deja que el Espiacuteritu le acreciente continuamente veraacute que llega a ser maacutes
de lo que es porque su medida es Cristo que vive en nosotros desde siempre180 en
la maacutes iacutentima comunioacuten con el Padre y el Espiacuteritu actuando en nosotros con esa
fuerza siempre mayor y maacutes eficaz de lo que nosotros podriacuteamos pensar o
imaginar181
4 Conclusiones
Hemos querido alumbrar el pensamiento de Ireneo con la tradicioacuten de la fe
eclesial plural y probada a lo largo de los siglos y de alguna manera esta misma
tradicioacuten se ve reforzada y embellecida bajo las claves teoloacutegicas de nuestro autor
Ver a Cristo como laquoHomo perfectusraquo [ἄντϑρωποσ τέλειοσ] implica afirmarle
como verdadero y perfecto hombre No hizo de su carne una apariencia o una
hermosa vestidura como un traacutemite necesario pero pasajero en la economiacutea
divina Muy pronto la Iglesia se dio cuenta que no es posible afirmar esta perfecta
178 GS 24 179 laquoAllaacute donde nosotros tenemos nuestro corazoacuten concentrado en el ldquoyordquo (san Agustiacuten dice el cor
incurvatum in seipsum) Jesuacutes tiene un ldquoespacio vaciacuteordquo mdashexpresioacuten que debe entenderse en sentido audazmente metafoacutericomdash (Aquiacute seraacute necesaria una reflexioacuten cristoloacutegica) Jesuacutes no vive de manera ldquocentriacutepetardquo sino ldquocentriacutefugardquo como ldquoel hombre para los demaacutesrdquo (D Bonhoumleffer) como el pro-existente ldquodedicado a la causa divinardquo (H U von Balthasar) comprometido en el compromiso de Diosraquo (H SCHUumlRMANN El destino de Jesuacutes su vida y su muerte Esbozos cristoloacutegicos recopilados y presentados por Klaus Scholtissek [Salamanca 2003] 341
180 Cf Gaacutel 220 181 Cf Ef 320
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 145
humanidad en Cristo si no se asienta en su perfecta divinidad y viceversa182 La
cuestioacuten criacutetica estaacute en el modo en que se conjugan estas dos realidades mdashdos
naturalezasmdash en Cristo Ireneo aporta la dimensioacuten de crecimiento para permitir
articular con verdad una perfecta humanidad (imperfecta por definicioacuten) que a su
vez pueda llegar a ser humanidad perfecta Un crecimiento que vertebra toda su
soteriologiacutea antropologiacutea escatologiacutea y creo que tambieacuten podriacutea vertebrar la
cristologiacutea
Por eso Cristo no soacutelo es perfecto hombre y hombre perfecto sino tambieacuten
hombre que perfecciona al hombre El modo de hacerlo es su propia persona
desde Beleacuten y Nazaret en el aparente ocultamiento de lo cotidiano hasta sus
decisiones adultas sus actitudes su oracioacuten su entrega por el Reino su Pasioacuten su
Cruz y su Resurreccioacuten El perfeccionamiento de Cristo es la continua y progresiva
unioacuten de intimidad entre el hombre y Dios y desde ella la comunioacuten creciente con
todos los hombres Y este camino se hizo posible en la medida que el Espiacuteritu Santo
fue haciendo suya su carne su vida entera
El Bautismo en el Jordaacuten es un momento clave para Ireneo como lo fue para
otros Padres prenicenos Es una sentildeal maacutes del necesario crecimiento en la carne
que Cristo tuvo que vivir para salvarnos verdaderamente y no soacutelo en apariencia o
desde fuera En el Jordaacuten se puso con los pecadores Eacutel que no cometioacute pecado pero
quiso hacerse carne de pecado como la nuestra Ireneo es coherente con su
teologiacutea cuando afirma la humanidad perfecta de Cristo exenta de pecado pues
eacuteste no forma parte de la verdad maacutes honda del ser humano Es real pero no forma
parte en siacute de nuestra esencia de nuestro origen de nuestra vida hasta Dios
Despueacutes de Arrio el temor a ver menguada la divinidad de Cristo generoacute cierta
sospecha al afirmar que este Hombre Dios tambieacuten precisaba de la fuerza del
Espiacuteritu en cuanto hombre para llevar a cabo su misioacuten
Tambieacuten afirma Ireneo con la Iglesia este misterio por su encarnacioacuten Cristo
se ha unido de alguacuten modo con todo hombre Por eso podemos decir que Eacutel es
nuestra salvacioacuten laquoCaro salutisraquo Y si es en esta carne donde nos unimos a Eacutel
182 Nicea (325) consustancialidad con el Padre Eacutefeso (431) consustancial con nosotros seguacuten su
humanidad Calcedonia (451) Dios perfecto y hombre perfecto en unioacuten sin confusioacuten II y III Constantinopla (553 680-681) en el Verbo se unen la voluntad humana y la divina
CAPIacuteTULO IV
146 | Humana augens
nunca querraacute Dios que prescindamos de ella Hemos sido creados en carne barro y
virtus plasma Dei Vivimos y nos relacionamos con Dios en la carne en la lentitud y
a veces tosquedad de la materia Y tambieacuten moriremos en carne y seremos carne
resucitada desde la que por fin podremos ver a Dios y compartir su vida Todo
este proceso seriacutea totalmente imposible si el Espiacuteritu de Dios como hizo en Jesuacutes
no fuera modelaacutendonos transformaacutendonos hacieacutendonos laquoespiacuterituraquo sin dejar de
ser carne En una palabra deificaacutendonos
Por eso que todo ser humano por el simple hecho de ser creado esteacute unido a
Cristo en su humanidad no hace de la salvacioacuten algo automaacutetico183 No seriacutea
propio de Dios que nunca fuerza Eacutel espera el consentimiento libre la obediencia
gozosa la decisioacuten del ser humano que quiere crecer en su propia carne como
Cristo crecioacute en la suya en la medida que fue dejando laquohacerraquo al Espiacuteritu en Eacutel Por
eso ni nuestra carne se salva por siacute sola ni la humanidad de Cristo es salviacutefica por
siacute misma Lo es por la comunioacuten personal con el Verbo al encarnarse y por
voluntad del Padre y por obra mdashprogresivamdash del Espiacuteritu Santo que no encontroacute
impedimento alguno en su humanidad
Por eso en Cristo laquoHomo Deiraquo se da la perfecta comunioacuten y mezcla seguacuten
Ireneo entre lo humano y lo divino entre el hombre y Dios Soacutelo eacutel podiacutea
salvarnos Y aunque tal unioacuten sea irrepetible en nosotros por la singularidad de
Cristo no puede sernos ajeno de ninguna manera Ahora bien iquestcoacutemo podriacutea
llegarse a esta unidad en dos naturalezas siendo distintas sin fusioacuten y sin divisioacuten
si no fuera porque una de ellas recibe la capacidad para ir asemejaacutendose mdash
creciendomdash y hacieacutendose una con la otra La unioacuten hipostaacutetica es lugar
privilegiado para nuestra fe Todo planteamiento que conlleve velada o
expliacutecitamente el convencimiento de que la distancia entre Dios y el hombre es
insalvable o que el uno para el otro soacutelo puede ser un obstaacuteculo no podraacute entender
a Ireneo Tampoco podraacute confesar la Encarnacioacuten de Cristo como lo cree la Iglesia
Ahora bien la antropologiacutea positiva de Ireneo sabe bien que el querer humano
no siempre estaacute en armoniacutea con el querer de Dios Maacutes auacuten a veces queriendo el
183 Ni es incompatible con una relevancia eclesial fruto de la especial vinculacioacuten entre Cristo y su
Cuerpo que es la Iglesia y la asistencia del Espiacuteritu
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 147
bien hacemos el mal como deciacutea Pablo Es experiencia humana universal Tambieacuten
Cristo oroacute discernioacute se enfadoacute amoacute calloacute acogioacute pidioacute al Padre y aceptoacute su
voluntad finalmente En su humanidad libre y obediente que no pudo ser
automaacutetica desde el primer momento porque no habriacutea sido verdaderamente
humana recibimos la capacidad que el pecado de Adaacuten debilitoacute en nosotros
Capacidad siempre limitada por humana carnal imperfecta pero llamada a la
perfeccioacuten por el Espiacuteritu Asiacute en Cristo encuentra la medida el ser humano
cuando se entrega y se fiacutea de Dios hacieacutendose hijo en el Hijo hermano con los
hermanos
Ireneo sabe que sin necesitar Dios nada de nosotros por puro amor suyo estaacute
viniendo siempre al hombre Cercaniacutea constante que en Cristo tuvo su culmen y su
total novedad No desarrolla Ireneo el modo en que se dio tal unioacuten ni explicitoacute el
laquoalmaraquo humana de Cristo como centro de su voluntad y libertad Pero siacute lo
defendioacute frente a los gnoacutesticos y a los que se moviacutean entre ambos extremos sin
afirmar a la vez las dos cosas Dios verdadero desde siempre y hombre verdadero y
pleno (cuerpo alma y espiacuteritu) Sin planos paralelos Como tampoco los veiacutea en la
relacioacuten entre Dios y el hombre desde la creacioacuten Quizaacute por eso se da en Ireneo
una originalidad metodoloacutegica significativa de corte joaacutenico y paulino una
teologiacutea descendente encarnatoria y a la vez centrada en la carne en la verdad
salviacutefica de la humanidad que se sabe incapaz sin la fuerza madurativa del Espiacuteritu
sin pasar por la glorificacioacuten de la muerte y la resurreccioacuten en Cristo Sin capacidad
de crecimiento como dinamismo inserto en la carne seriacutea muy difiacutecil mantener los
dos polos sin caer en contradiccioacuten
CAPIacuteTULO IV
148 | Humana augens
Conclusiones
1 A modo de tesis finales aportaciones de la teologiacutea de San Ireneo
2 A modo de sugerencias para una Teologiacutea del Crecimiento
21 ANTROPOLOGIacuteA DIGNIDAD Y BELLEZA DEL SER HUMANO ARTE DE DIOS
22 CRISTOLOGIacuteA TUacute EN MIacute Y YO EN TI SOMOS UNA SOLA COSA
23 PNEUMATOLOGIacuteA ESPIacuteRITU QUE NUTRE Y HACE CRECER
CONCLUSIONES
150 | Humana augens
1 A modo de tesis finales aportaciones de la teologiacutea de San
Ireneo
Al terminar cada capiacutetulo hemos ido recopilando las ideas fundamentales de
Ireneo las preguntas que suscita y tambieacuten algunas posibles consecuencias
Comenzamos estudiando su antropologiacutea en los dos primeros capiacutetulos
preguntaacutendonos queacute es el hombre para poder aplicarlo despueacutes a la humanidad de
Cristo Algunas afirmaciones clave son
1 El ser humano es laquola obra de Diosraquo por excelencia laquoopera autem Deiraquo al que
hace [ποιηϑείσ] plasmaacutendolo [πλαςϑείσ] con sus propias Manos el Hijo y el
Espiacuteritu
2 Esta especial predileccioacuten de Dios por el laquoἄνϑρωποσraquo frente a todo lo creado
se muestra en la cercaniacutea personal con que lo crea y en el final que le otorga
en su cuerpo ha impreso su imagen (por la forma del Hijo) y su semejanza (por
el dinamismo del Espiacuteritu)
3 El Padre elige tierra virgen que mezcla con su laquovirtusraquo [δύναμισ] Esta mezcla
inicial es la que Dios Trinidad modela No existe el hombre sin este espiacuteritu de
creacioacuten que hace duacutectil su barro
4 Cuerpo espiacuteritu y alma forman el hombre completo El alma tiene un papel
fundamental como engarce privilegiado que integre carne y espiacuteritu que los
unifique y haga posible que la carne elija entregarse a la accioacuten del Espiacuteritu
5 Este hombre el uacutenico laquoaacutenthroposraquo existente frente a la pluralidad gnoacutestica
estaacute llamado a pasar de la carne al Espiacuteritu en su misma carne sin
abandonarla sin deshacerla de ella Por eso toda la historia salutis es salus
carnis (no salus animae) para Ireneo Aquiacute radica una de sus aportaciones maacutes
significativas la divinizacioacuten o deificacioacuten se juega en la totalidad del ser
humano que incluye el alma pero se da en la carne o no se da
6 Es faacutecilmente constatable la imperfeccioacuten del ser humano pero su horizonte
final por voluntad divina es la perfeccioacuten [τελείωςισ] que Ireneo no confunde
CONCLUSIONES
Salus carnis | 151
ni reduce a la excelencia moral o la falta de pecado [ἀναμαρτηςία] Este
horizonte futuro de plenitud es Dios mismo la comunioacuten o mezcla con Eacutel sin
dejar de ser criatura La visioacuten del Padre que es la participacioacuten de su Vida en
la carne
7 Este camino de asemejamiento es posible por el crecimiento y
perfeccionamiento del Espiacuteritu inserto en la plasis humana desde el inicio y
para siempre Podriacuteamos decir que estamos llamados a crecer para poder ser
verdaderamente lo que somos (aacutenthropos) y a la vez ser mucho maacutes de lo que
somos (dioses)
8 Este dinamismo creatural del crecimiento siendo don divino soacutelo puede
llevarse a cabo junto a la libertad humana O dicho de otro modo estamos
llamados a laquoconservarraquo y acrecentar el laquoArteraquo de Dios recibido de sus Manos
Eacutel nunca se impone Eacutel sugiere aconseja acompantildea y espera que nuestra
libertad y quiera vivir en obediencia al Espiacuteritu por amor
9 El pecado es para Ireneo la ruptura de este dinamismo salviacutefico iniciado en la
creacioacuten y en espera de ser plenificado El Seductor enemigo de la naturaleza
humana engantildeoacute a Adaacuten y a Eva para lograr justamente lo contrario
impacientarse saltarse los tiempos y las etapas prescindir del lento madurar
humano hasta Dios Ellos en su inexperiencia e ingenuidad cedieron a la
mentira y desobedeciendo se alejaron de Dios desagradecidamente
10 La libertad del hombre y la bondad de Dios posibilitaron que Adaacuten
experimentara el bien y el mal y asiacute aprendiera a elegir el bien Sin embargo el
poder destructor del pecado y de la lejaniacutea de Dios es tan grande que la
capacidad humana para crecer hasta la plena semejanza con la imagen
recibida quedoacute debilitada herida Ahora bien si grande fue el pecado mayor
es la gracia de Dios1 es decir el proyecto salviacutefico sigue adelante El pecado
modificaraacute el modo de realizarse pero ni lo impide ni lo anula
irremediablemente
1 Cf Rm 520
CONCLUSIONES
152 | Humana augens
En el capiacutetulo III quisimos acercarnos al misterio de la encarnacioacuten del Verbo a
la luz de esta antropologiacutea y concretamente desde la dimensioacuten de crecimiento
1 Llegada la plenitud del tiempo tal como Dios habiacutea previsto al crear al ser
humano el Verbo habita entre nosotros para recordarnos quieacutenes somos y
cuaacutel es la meta a la que estamos llamados Por eso era el Hijo verdadero
hombre y verdadero Dios quien podiacutea salvarnos y asiacute redimirnos Dada la
actual economiacutea marcada por el pecado Dios salva redimiendo pues si bien
Ireneo no reduce una a otra siacute explicita la necesidad humana de ambas
2 Si verdaderamente el Verbo se hizo carne de nuestra carne sin apariencias ni
tiempos parciales tuvo que asumir con ella todo lo que le es propio mdashincluido
el crecimientomdash para hacer en siacute mismo lo que todo hombre estaacute llamado a
vivir se hizo hombre con el hombre para que el hombre llegara a Dios
uniendo el principio y el fin la carne y el Espiacuteritu
3 Cristo nacioacute deacutebil e imperfecto como un hombre cualquiera siendo Dios desde
siempre tal como se muestra en su nacimiento virginal Fue pasando por todas
las edades para ir creciendo en ellas y para adaptarse a la capacidad humana
siempre en crecimiento Eacutel que no conocioacute pecado se hizo carne de pecado
para sanarla desde dentro desde ella misma hasta la Cruz y la Resurreccioacuten
4 En Cristo encarnado y glorioso uacutenico Hombre Perfecto tiene el hombre su
teacutelos definitivo porque tambieacuten en Eacutel tuvo su principio En Eacutel se da de un modo
singular la comunioacuten plena entre Dios y el hombre mostrando que la carne es
laquocapax Deiraquo Maacutes auacuten realizando en su carne libre y obedientemente el
camino que en Adaacuten habiacutea interrumpido el pecado para recapitular todo en Eacutel
5 Esto implica que la carne es capaz de acoger el Espiacuteritu y dejarse transformar
por eacutel algo que no se admitiacutea entre muchos contemporaacuteneos de Ireneo y que
no siempre se acogeraacute en la teologiacutea posterior Ireneo lo justifica por nuestra
misma vida actual por la Eucaristiacutea y sobre todo por la Carne de Cristo Asiacute
en el Bautismo el Espiacuteritu Santo reposoacute en su humanidad y tras su muerte y
resurreccioacuten de su carne glorificada lo recibiraacute cada hombre que quiera
acogerlo
CONCLUSIONES
Salus carnis | 153
Si esto es asiacute la encarnacioacuten no puede reducirse a un momento puntual No
estaacute todo hecho en la cueva de Beleacuten o en Nazaret Tampoco en la Cruz Es un
proceso Dios mismo quiere salvar al hombre seguacuten el ritmo laquocarnalraquo del hombre
Y el hombre Cristo soacutelo puede participar de esta salvacioacuten creciendo como un
hombre cualquiera siendo pura apertura al Espiacuteritu Santo de Dios Salvaacutendose nos
salvoacute Creciendo en libre obediencia nos acrecienta a nosotros para nuestra
salvacioacuten
Por uacuteltimo en el capiacutetulo IV hemos intentado recapitular lo expuesto y
entroncarlo en la sistematizacioacuten teoloacutegica y dogmaacutetica que la fe de la Iglesia ha
ido haciendo suya a lo largo de los siglos Destacamos dos afirmaciones que a
nuestro juicio se ven iluminadas y clarificadas desde una posible laquoTeologiacutea del
crecimientoraquo en Ireneo
1 laquoEl misterio del hombre se esclarece en el misterio del Verbo encarnado
Cristo nuevo Adaacutenraquo (GS 22a) Por eso en eacutel la naturaleza humana alcanza toda
la perfeccioacuten que estaba llamada a alcanzar y que habiacutea quedado de alguacuten
modo oculta en nuestro barro en nuestra carne de pecado En eacutel podemos
mirarnos y reconocer al mejor laquoyoraquo posible Llevamos en nosotros su
laquofisonomiacutearaquo su huella Y asiacute en Eacutel se ha iniciado de modo real y no soacutelo
ejemplificante la plenificacioacuten de cada ser humano porque en Eacutel ya se ha
consumado lo que en todo hombre es soacutelo posibilidad y vocacioacuten germinal Si
para Ireneo la carne es todo el ser humano la carne de Cristo incluye tambieacuten
su libertad su voluntad sus decisiones No veo de queacute manera podemos
mantener esto explicitado en los siglos posteriores a medida que se iban
planteando las preguntas (Arrio Apolinar Nestorio monoteletas) sin incluir
el crecimiento en la humanidad de Cristo Sin una humanidad que va creciendo
libre a medida que se abre al Espiacuteritu en amorosa obediencia o negamos que
es la misma carne la que nace vive muere y resucita gloriosa o negamos que
verdaderamente llegoacute a ser laquocaro ab Spiritu possessa [hellip] conformis facta Verbo
Deiraquo2
2 AH V 93
CONCLUSIONES
154 | Humana augens
Ciertamente la dimensioacuten salviacutefica de la humanidad de Cristo forma parte de la
fe eclesial y del magisterio pero no sin tensos equilibrios de Nicea a III
Constantinopla y hasta hoy El esfuerzo creyente por ajustar el lenguaje y las
categoriacuteas culturales de las diversas eacutepocas y sensibilidades estaacute expresando
la dificultad para apresar el Misterio de una vez para siempre y a la vez la
grandeza y centralidad de laquoesoraquo que no somos capaces de definir y laquoen-
palabrarraquo plenamente Si la humanidad de Cristo no jugoacute ninguacuten papel en la
salvacioacuten eacutesta queda reducida a la voluntad arbitraria de un Dios que hace y
deshace en la historia y en el ser humano Seriacutea una salvacioacuten ajena al modo de
vivir y situarse el hombre ante los demaacutes ante siacute mismo y ante Dios Y eso no
responde a la fe de la Iglesia En Ireneo no soacutelo se subraya la verdad de la
humanidad de Cristo para la salvacioacuten sino la capacidad salviacutefica de su Carne
como verdadero Dios en una perfecta comunioacuten Por eso nuestra humanidad
estaacute llamada a unirse a la accioacuten salviacutefica de Dios en iacutentima cooperacioacuten
comunioacuten sinergia No porque podamos salvarnos con nuestras solas fuerzas
sino porque dichas fuerzas son don de Dios que Eacutel espera recibir de nosotros
multiplicadas como libre y gozosa ofrenda
2 laquoEl Hijo de Dios con su encarnacioacuten se ha unido en cierto modo a todo
hombreraquo (GS 22b) En Ireneo esta laquoinclusioacutenraquo en Cristo de toda la humanidad
tiene al menos dos vertientes Todo ser humano participa de la humanidad de
Cristo porque en eacutel hemos sido creados y de alguna manera la creacioacuten se
sostiene en la encarnacioacuten el primer Adaacuten en el Segundo Es gratuito y previo
a toda accioacuten o decisioacuten humana incluida la profesioacuten de fe pero no es
automaacutetico ni mecaacutenico Menos auacuten laquofiacutesicoraquo como algunos autores criticaron
Falta el deseo libre y real del ser humano la respuesta confiada y obediente a
su Hacedor Por otro lado se afirma una unioacuten indisoluble y profunda desde la
encarnacioacuten de Cristo porque al tomar carne en la humanidad de Mariacutea toma
nuestra misma carne no otra Y si en ella compartimos el pecado de Adaacuten
iquestcoacutemo no compartir la salvacioacuten de Cristo Ademaacutes siguiendo a Ireneo no se
puede entender la encarnacioacuten sin proceso vital en Jesuacutes sin asuncioacuten libre de
su Pasioacuten su muerte y su cruz como un gran abrazo divino y humano mdashno
CONCLUSIONES
Salus carnis | 155
exento de sufrimientomdash que culmina en la resurreccioacuten Y este proceso no lo
lleva a cabo soacutelo el Verbo ni mucho menos su sola Carne ni el puro Logos-saacuterx
Lo realiza Dios Trinidad con especial participacioacuten del Espiacuteritu en la Carne del
Hijo Pneuma-saacuterx para llevarnos hasta el Padre Por eso Cristo no soacutelo es
Caro Salutis sino tambieacuten Salus in compendium Quien no pudo hacerse carne
en Mariacutea sin la sombra del Espiacuteritu tampoco llevaraacute a cabo el intercambio que
nos salva sin Eacutel Porque justamente de la Carne gloriosa de Cristo recibimos el
Espiacuteritu que reposado en su carne ahora quiere hacer suya la nuestra como
admirable herencia prometida Por eso afirmamos tambieacuten que laquodebemos
creer que el Espiacuteritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que en la forma de
soacutelo Dios conocida se asocien (todos los hombres) al misterio Pascualraquo (GS
22e) Los modos y caminos para llegar a ello pertenecen a Dios La Iglesia de
Cristo no pierde por ello ni un aacutepice de su centralidad mediadora y
sacramental para el mundo Al contrario se hace maacutes consciente de la
grandeza del don recibido y de la responsabilidad que conlleva tal gracia
2 A modo de sugerencias para una Teologiacutea del Crecimiento
Puede ocurrir que concluir un tema o una reflexioacuten con referencias al
desarrollo dogmaacutetico o a la significatividad de la unioacuten hipostaacutetica parezca querer
segregar tales afirmaciones al aacutembito de lo teoacuterico-especulativo sin ninguna
aplicacioacuten praacutectica No creo que sea asiacute Maacutes bien al contrario Para finalizar estas
paacuteginas puede ser uacutetil explicitar algunas intuiciones o sugerencias a modo de
desembocaduras praacutecticas para poner de manifiesto dos cosas que el modo en que
comprendemos y anunciamos la relacioacuten entre las naturalezas de Cristo o la unioacuten
hipostaacutetica por ejemplo influyen maacutes de lo que pensamos en las decisiones
praacutecticas que se toman y por otro lado que la teologiacutea de Ireneo muchos siglos
despueacutes sigue siendo fuente de actualizacioacuten evangeacutelica
21 ANTROPOLOGIacuteA DIGNIDAD Y BELLEZA DEL SER HUMANO ARTE DE DIOS
El optimismo antropoloacutegico de Ireneo no es ingenuidad ni relativismo Nace de
su mirada teoloacutegica Es cierto que la mayoriacutea de rasgos que configuran su
CONCLUSIONES
156 | Humana augens
antropologiacutea no son exclusivamente suyos pero llama la atencioacuten que la mayoriacutea
de ellos se han hecho sitio en la tradicioacuten eclesial desde otros presupuestos o
escuelas ya sea en la liacutenea alejandrina o antioquena La propuesta de Ireneo tiene
la originalidad de conjugar aspectos de ambas visiones gracias al lugar
preponderante de la carne Pareciera que curiosamente nos molesta una teologiacutea
en la que Dios cifra la deificacioacuten en la carne Preferimos prescindir de ellahellip Nos
gusta maacutes ser almas y espiacuteritus puros
Para Ireneo en el cuerpo lleva el ser humano su vocacioacuten su principio y su fin
la imagen y semejanza divina su imperfeccioacuten y su capacidad de perfeccioacuten hasta
llegar al uacutenico Perfecto En la carne se juega su vida y su destino Es difiacutecil tomarla
tan en serio Lo maacutes habitual es subestimarla o sobredimensionarla Unas veces se
negaraacute la carne mal-trataacutendola como un impedimento continuo para nuestro
propio proceso de maduracioacuten humana y nuestra relacioacuten con Dios Otras veces se
haraacute de ella el centro de nuestra vida como si pudieacutesemos poner en ella nuestro
valor nuestra esperanza nuestro bien y nuestra felicidad por siacute misma sin nada
maacutes El resultado en ambos extremos es el mismo la distorsioacuten de la realidad y la
deshumanizacioacuten Y no en una clave de valoracioacuten moral sino de descripcioacuten
antropoloacutegica es una frustracioacuten constante nos resulta imposible alcanzar el fin
que anhelamos porque la carne por siacute sola no lo puede ofrecer Somos carne
somos alma somos espiacuteritu No existe nuestra alma sola ni antes ni despueacutes de la
carne seguacuten Ireneo pero su accioacuten integradora y libre eligiendo el consejo de Dios
en cada momento la hace fundamental para vivir seguacuten Dios Ese es su papel pero
ella ni salva ni es objeto de salvacioacuten expliacutecita Lo es el ser humano completo
carnal La carne sola de por siacute se conjuga en pasiva llamada a dejarse hacer
dejarse transformar
Ireneo tiene tan clara esta incapacidad de la carne como su grandeza pues es
en ella donde Dios quiere hacer del hombre su obra por excelencia su Arte No es
casual creoacute al ser humano mirando a Cristo su Hijo el Verbo encarnado y glorioso
Soacutelo creyendo de verdad que nuestra carne es tan querida por Dios podemos
entender un poco maacutes la caro salutis de Ireneo Una carne con alma una carne
donde reposa y crece el Espiacuteritu de Dios sea en la medida que sea Una carne que
CONCLUSIONES
Salus carnis | 157
guarda la huella del tacto divino Y esto para todo ser humano de tal manera que
ni siquiera el pecado puede destruirlo Lo dantildea lo enferma lo agosta pero no lo
elimina porque ni el pecado ni la carne pueden ser maacutes fuertes que el querer de
Dios De hecho no es de la carne de lo que nos salva Cristo ni es la carne la que
necesita ser purificada de nuestro pecado son laquolas obras de la carneraquo como hemos
visto La diferencia no es pequentildea De ninguacuten modo somos laquomassa damnataraquo sino
obra de Arte en las manos de Dios que siacute ciertamente peca pero ese no es ni su
principio ni su final Por eso la perspectiva de Ireneo nos pone ante un ser humano
bello mdashpreciosomdash no solo bueno y verdadero en su perfeccioacuten Es bello porque no
es funcional no da respuesta a una necesidad de Dios sino que expresa su
grandeza y su firma personal
Tambieacuten creo que no seriacutea ajeno a nuestra cultura recuperar la insistencia de
Ireneo en que este horizonte humano es comuacuten a todo hombre No hay clases ni
rangos por naturaleza no hay incapacidad creacional para unos pocos y
automatismo divinizador para otros al estilo gnoacutestico No El uacutenico Dios creoacute un
uacutenico ser humano y en eacutel se complace y espera que elija la comunioacuten con eacutel como
meta de su vida A mayor gratuidad en el don mayor responsabilidad en acogerlo
conservarlo y acrecentarlo Nadie queda fuera en esta teologiacutea La tentacioacuten
gnoacutestica como la caacutetara es continua en la historia mirarnos a nosotros mismos y a
los demaacutes y saber que todos estamos hechos del mismo barro y con la misma
fuerza de Dios nos puede ayudar a ser maacutes realistas y tolerantes menos sectarios
maacutes humildes y comprometidos Toda carne ha recibido en principio al menos
como germen la imagen y semejanza divina
Creer de verdad que nuestra carne es tan querida por Dios podriacutea ser el mejor
antiacutedoto contra el pecado y la desobediencia Ireneo lo sabe bien Por eso dedicoacute
amplias paacuteginas motivando la libertad y la gozosa obediencia del hombre al buen
hacer de Dios Experimentar el bien y el mal es la uacutenica forma de elegir el bien
conscientemente amorosamente responsablemente y permanecer en eacutel tambieacuten
en la prueba y el sufrimiento No por fuerza ni como un mal menor que hay que
soportar Sino por maacutes unir nuestra voluntad a la de Cristo que ya padecioacute por
nosotros uniendo su voluntad con la del Padre
CONCLUSIONES
158 | Humana augens
Creer de verdad que nuestra carne es tan querida por Dios ayuda a creer maacutes
en el ser humano Porque sabemos que mi laquoyoraquo maacutes completo y auteacutentico el maacutes
laquocierto y verazraquo (laquohomo futurus certior et veriorraquo de Tertuliano) es Cristo mismo
La centralidad de lo humano soacutelo se sostiene en la centralidad de Cristo como
hombre y Dios verdadero Podemos comenzar hablando del ser humano pero lo
que digamos nace de contemplar primero a Dios en su Hijo encarnado visibilidad
del Padre Podemos atender las carencias de la persona y sus necesidades y dones
para que se vaya perfeccionando creciendo plenificando pero sabiendo siempre
que el criterio no es la persona en siacute sino su comunioacuten en la carne de Cristo
Podemos hablar del ser humano de todos los hombres y mujeres y para todos
ellos pero desde una visioacuten cristiana no neutra porque no es posible No hay una
primera etapa para laquolo humanoraquo y soacutelo despueacutes la propuesta expliacutecita de fe como
dos planos independientes Si seguimos la propuesta de Ireneo el itinerario y la
meta que se propone hunde sus raiacuteces en lo que ya somos De alguacuten modo es
siendo plenamente lo que somos mdashhumanosmdash alcanzamos el objetivo divino la
cristificacioacuten el asemejamiento pleno Esta es la vocacioacuten de todo ser humano Y la
motivacioacuten primera es protoloacutegica creacional no escatoloacutegica Es decir
proponemos una vida de fe que tiende a la comunioacuten plena con Dios porque hemos
sido creados asiacute y en Cristo laquose ha unido el principio y el finraquo
Pensar al ser humano como carne capaz de crecer al ritmo del Espiacuteritu hasta
Dios implica saber que podemos ser mucho maacutes de lo que somos porque Dios nos
ha llamado a ello y nos ha capacitado para alcanzarlo Ninguna otra criatura puede
sontildear con ser maacutes allaacute de lo que es El ser humano siacute Lo hemos olvidado o al
menos lo recordamos poco Este dinamismo de crecimiento de alzarse sobre siacute
mismo en lugar de vivir laquocurvatus in seraquo no es solamente optimismo antropoloacutegico
o un humanismo faacutecil es camino de divinizacioacuten de asemejamiento con Dios en
Cristo por la fuerza del Espiacuteritu es la vocacioacuten maacutes iacutentima de todo ser humano Por
eso jamaacutes podemos dar a nadie por perdido Nada es irremediablemente definitivo
en el hombre
Tomar en serio el crecimiento como parte esencial del ser humano implica
acoger ese dinamismo de perfeccionamiento continuo en todo lo humano en los
CONCLUSIONES
Salus carnis | 159
procesos personales y grupales en las relaciones en el conocimiento en la
capacidad para acoger a Dios y de modo especial en la Iglesia Cuerpo de Cristo
Templo del Espiacuteritu sacramento de salvacioacuten para el mundo
22 CRISTOLOGIacuteA TUacute EN MIacute Y YO EN TI SOMOS UNA SOLA COSA
Asiacute habla Cristo a Adaacuten mdasha todo ser humanomdash en una antigua homiliacutea
pascual3 que la iglesia sigue orando cada Saacutebado Santo La relacioacuten del ser humano
con Cristo es creacional no la provoca el pecado necesitado de un Redentor
Aunque curiosamente la misma noche de Pascua canta tambieacuten la Iglesia en el
pregoacuten pascual laquoiexclFeliz culpa que merecioacute tal redentorraquo Siacute feliz culpa Siempre que
la alegriacutea del perdoacuten y la redencioacuten no oculten que primero fue el amor y la gracia
y la vocacioacuten humana como divinizacioacuten De ese amor surge el perdoacuten y no al
reveacutes aunque ciertamente si maacutes se perdona a quien maacutes ama tambieacuten maacutes se
ama a quien tanto nos perdona Pues mucho amor tiene quien mantiene su
promesa y se sigue fiando de nosotros auacuten con nuestro pecado
Si a Ireneo se le reprocha una especie de devaluacioacuten del pecado en su
teologiacutea se le estaacute reconociendo indirectamente una preponderancia de la gracia y
del incondicional amor de Dios por encima incluso del pecado Una teologiacutea que
pediriacutea una praacutectica eclesial consecuente donde ni el pecado ni el perdoacuten son el
centro de la vida de fe ni de la celebracioacuten cristiana ni de la formacioacuten catequeacutetica
3 laquoLevaacutentate obra de mis manos levaacutentate mi efigie tuacute que has sido creado a imagen miacutea Levaacutentate salgamos de aquiacute porque tuacute en miacute y yo en ti somos una sola cosa Por ti yo tu Dios me he hecho hijo tuyo por ti siendo Sentildeor asumiacute tu misma apariencia de esclavo por ti yo que estoy por encima de los cielos vine a la tierra y aun bajo tierra por ti hombre vine a ser como hombre sin fuerzas abandonado entre los muertos por ti que fuiste expulsado del huerto paradisiacuteaco fui entregado a los judiacuteos en un huerto y sepultado en un huerto Mira los salivazos de mi rostro que recibiacute por ti para restituirte el primitivo aliento de vida que inspireacute en tu rostro Mira las bofetadas de mis mejillas que soporteacute para reformar a imagen miacutea tu aspecto deteriorado Mira los azotes de mi espalda que recibiacute para quitarte de la espalda el peso de tus pecados Mira mis manos fuertemente sujetas con clavos en el aacuterbol de la cruz por ti que en otro tiempo extendiste funestamente una de tus manos hacia el aacuterbol prohibido Me dormiacute en la cruz y la lanza penetroacute en mi costado por ti de cuyo costado salioacute Eva mientras dormiacuteas allaacute en el paraiacuteso Mi costado ha curado el dolor del tuyo Mi suentildeo te sacaraacute del suentildeo de la muerte Mi lanza ha reprimido la espada de fuego que se alzaba contra ti Levaacutentate vayaacutemonos de aquiacute El enemigo te hizo salir del paraiacuteso yo en cambio te coloco no ya en el paraiacuteso sino en el trono celestial Te prohibiacute comer del simboacutelico aacuterbol de la vida mas he aquiacute que yo que soy la vida estoy unido a ti Puse a los aacutengeles a tu servicio para que te guardaran ahora hago que te adoren en calidad de Diosraquo (laquoSobre una homiliacutea antigua sobre el grande y el santo Saacutebadoraquo PG 43 451462-463 LITURGIA DE LAS HORAS I [Barcelona 51998] 416-417)
CONCLUSIONES
160 | Humana augens
aunque formen parte de ella Y esto no es por desestimar la fuerza del pecado en
nuestra vida tantas veces presente de forma dramaacutetica sino porque la fuerza del
mal no nos hace perder la perspectiva salvadora en que nos encontramos vivimos
en las Manos de Dios y nunca salimos de ellas Tampoco en nuestras
desobediencias y lejaniacuteas
Creo que Ireneo es coherente al situar el pecado en su lugar ni es el centro de
la persona y la historia ni su perdoacuten es el fin de la salvacioacuten Podriacutea seguirse por
tanto que en la vida creyente las conversiones y crecimientos en la fe apoyados en
el propio pecado ya sea para dolerse de la miseria personal ya sea para recordar
que gracias a ella Cristo forma parte de nuestra vida estariacutean distorsionando el
proyecto salviacutefico de Dios Estariacuteamos tomando la parte por el todo con el riesgo
de ser conscientes y agradecer el don del perdoacuten que redime sana convierte
pero no ser capaces de ver que la vocacioacuten a la que somos llamados es mucho
mayor y nuestra vida busca algo maacutes que no volver a pecar Busca crecer El intereacutes
mayor seraacute acompasar mi voluntad con la suya mi querer mi libertad mis
alegriacuteas
La cristologiacutea soterioloacutegica de Ireneo nos devuelve el marco de visioacuten
ampliado hemos sido creados para crecer hasta Dios y cuanto maacutes nos unamos a
Eacutel en su Hijo imagen visible y carnal del Padre maacutes aacutenthropos seremos y maacutes
porosos a la gracia de su Espiacuteritu Fijarnos en el pecado cometido o en las
imperfecciones de cada cual puede hacernos olvidar que hay un fin mdashteacutelosmdash
esperando y una fuerza de Dios teleioacutetica queriendo hacer suya nuestra carne sin
dejar de ser lo que somos Por eso para Ireneo es obra del mismo Seductor que nos
llevoacute a desobedecer el sembrar en nosotros la desconfianza respecto al horizonte
divino que nos aguarda y nos lanza No por naturaleza ni por meacuteritos sino por
pura voluntad de Dios Todo lo que nos empequentildeezca encoja doblegue no es de
Dios en principio El abajamiento de Cristo y su pobreza que enriquece nada
tienen que ver con esto Su keacutenosis supuso el crecimiento constante de su
humanidad hasta alcanzar la medida de su divinidad hasta ser uno solo en ella
Creacioacuten encarnacioacuten redencioacuten glorificacioacuten o recapitulacioacuten todos
teacuterminos distinguibles pero indisociables para Ireneo Nosotros quizaacute los hemos
CONCLUSIONES
Salus carnis | 161
encasillado en exceso perdiendo justamente el hilo conductor que los da sentido
el logos que los armoniza y permite que todo lo vivamos como salvacioacuten como
plan de Dios como invitacioacuten divina a nuestra cooperacioacuten como esa laquosinfoniacutearaquo
que el hermano mayor de la paraacutebola escucha al llegar a casa siguiendo la imagen
de Ireneo Lo hemos perdido Quizaacute tambieacuten por eso la muacutesica que sale de la casa
del Padre no nos suena a fiesta sino que crea en muchos hermanos resquemor
desconfianza e incluso rechazo
Nuestra esperanza nuestra garantiacutea de vida y de poder llegar un diacutea a la
plenitud que ahora no tenemos es Cristo su humanidad gloriosa transida de
Espiacuteritu siempre activo Porque su carne es nuestra carne porque ha hecho en su
Cuerpo lo que nosotros estamos llamados a vivir nos ha mostrado que es posible
que Dios puede actuar y morar en nosotros como en su propia casa que el ser
humano es capaz de dejarse transfigurar en libre obediencia cuando se fiacutea y cuida y
acrecienta en eacutel el don recibido Que en su carne se haya llevado ya a plenitud lo
que en nosotros solo vemos en proceso seriacutea suficientemente alentador Pero es
mucho maacutes que eso En su humanidad de alguacuten modo se ha unido todo ser
humano Eso significa que algo de miacute estaacute ya crucificado con Eacutel perfeccionado con
Eacutel resucitado con Eacutel En su carne En la miacutea Ya no se pierde por maacutes que se dantildee o
se debilite Y el Espiacuteritu iraacute acrecentado esta unioacuten en la medida que todo en miacute se
haga doacutecil se haga carne espiritual No hay que laquohacerle huecoraquo arrinconando la
carne sino dejar que la carne crezca y siendo maacutes humana acercarse maacutes a Dios
Adorar la humanidad de Cristo es reconocer como divino el crecimiento el
asemejamiento el proceso Es no envidiar las conversiones automaacuteticas ni las
perfecciones repentinas maacutes ligadas a espiritualismos que al Espiacuteritu que se
somete al ritmo real de lo humano tambieacuten en la Carne de Cristo Es apoyar la vida
y la confesioacuten de fe en saber que estamos siempre en proceso en crecimiento
hasta la medida perfecta en Cristo4 y no para autoperfeccionarme sino para
participar cada vez maacutes de Dios
Una vez maacutes la verdad de nuestra salvacioacuten se juega en la unidad en la
comunioacuten Primero en Cristo y a traveacutes de Eacutel en todos nosotros Desde Ireneo no
4 Cf Ef 413
CONCLUSIONES
162 | Humana augens
hay crecimiento humano posible sin una unioacuten estrechiacutesima mdashmezclamdash con Dios
La divinidad no es una especie de laquoescaleraraquo adosada por la que subir creciendo
La divinidad es el mismo dinamismo de crecimiento en la humanidad Es el
Espiacuteritu de Dios laquoque nutre y hace crecerraquo en una unidad perfecta la unidad de
Cristo
Creer que el crecimiento en la humanidad de Cristo nos salva implica creer que
la fuerza de Dios actuacutea en la debilidad sin idolatrarla sin elevarla por siacute misma a
un rango superior Salva la fuerza de Dios transformando la debilidad no la
debilidad misma De lo contrario podemos caer laquosub angelo lucisraquo en hacer de las
debilidades inconsistencias y perezas una especie de parapeto para la gracia una
excusa para no abrirnos al Espiacuteritu que nos llevaraacute donde Eacutel quiera y como Eacutel
quiera La humanidad de Cristo nos salva porque fue creciendo abrieacutendose
progresivamente a Dios hasta hacerse uno con Eacutel para que tambieacuten nosotros
lleguemos a ser uno sin dejar de ser nosotros
23 PNEUMATOLOGIacuteA ESPIacuteRITU QUE NUTRE Y HACE CRECER
Del mismo modo que no hay ser humano sin espiacuteritu en cierta medida
tampoco puede salvarnos Cristo sin el Espiacuteritu Primeramente porque Dios es
Trinidad es Padre es Hijo y es Espiacuteritu y en Ireneo a pesar de estar en un estado
preniceno tan primario se distinguen bien las personas pero se afirma siempre la
unidad de accioacuten en ellas Lo de uno no le es ajeno al otro por asiacute decirlo
Sin espiacuteritu el ser humano infante e imperfecto seriacutea otra cosa Un animal
racional una maacutequina un conjunto celular bien ordenado de reacciones quiacutemicas
pero no un aacutenthropos capaz de perfeccioacuten de crecimiento La virtus de Dios
mezclada con nuestro barro desde el principio forma parte del ser humano maacutes
auteacutentico de la misma manera a la inversa que el pecado no lo configura Y sin
embargo experimentamos el pecado en nosotros y anhelamos la accioacuten del
Espiacuteritu Seguimos necesitaacutendolo y por eso podemos pedirlo por un lado porque
recibimos el don de Dios en funcioacuten de nuestra capacidad siempre mayor y por
otro porque tras la encarnacioacuten y glorificacioacuten de Cristo el Espiacuteritu que recibimos
pro-viene de la carne de Cristo En ella se ha mezclado con todo el geacutenero humano
CONCLUSIONES
Salus carnis | 163
No pedimos el Espiacuteritu porque el pecado nos lo arrebatara lo pedimos porque lo
necesitamos para llegar a ser lo que Dios espera que seamos para cumplir nuestro
origen finalmente De hecho Jesuacutes hombre que no conocioacute el pecado tambieacuten
recibioacute la uncioacuten del Espiacuteritu en su carne para poder realizar su vida y misioacuten
Como nosotros Lo recibioacute para que su carne fuera divinizaacutendose Y recordemos
que su carne es toda su humanidad corporalidad libertad voluntad alma Igual
que nosotros
Constatar la imperfeccioacuten propia y ajena es faacutecil y cotidiano asumirla como
parte de nuestra humanidad y como un don dado por Dios porque quiere contar
con nosotros sin automatismos ni supersticiones maacutegicas es un signo de madurez
y crecimiento Asiacute la desobediencia y el pecado los propios liacutemites e insuficiencias
se convierten en lugares de descanso para que el Espiacuteritu de Dios los habite y
transforme poco a poco
Tener maacutes presente la accioacuten del Espiacuteritu en la teologiacutea y en la vida de fe nos
recordariacutea que el fin y la capacidad para alcanzarlo estaacuten insertos en nuestro ser
en nuestra carne Por tanto la gracia actuacutea desde dentro siendo esencialmente
distinta a nosotros Es el Espiacuteritu de Dios que no hay que laquoconseguirraquo
externamente por medio de diversas praacutecticas o acciones soacutelo disponernos para
que pueda hacer suya nuestra vida (nuestra carne) queriendo vivir en continua
obediencia libre y gozosa obediencia Nada se nos impone Pero tampoco nada es
inocuo toda decisioacuten comporta consecuencias
Con frecuencia tendemos a ligar el Espiacuteritu con ciertos movimientos o formas
de vida que priorizan la propia voluntad la autonomiacutea la originalidad del sujeto
por encima de la comunioacuten un cierto laquoaireraquo de libertad cercano al laquotodo valeraquo La
pneumatologiacutea de Ireneo podriacutea ayudar a equilibrar lo carismaacutetico y lo
comunitario o institucional puesto que siendo el Espiacuteritu quien embellece la
creacioacuten y aporta diversidad tambieacuten es quien nos asemeja con Cristo tal como el
Padre nos creoacute Es decir su actuacioacuten no es arbitraria es cristoloacutegica La libertad
que imprime en nuestra carne no se reduce a poder elegir sino a saber elegir y
mientras tanto aprender a asumir las consecuencias de nuestros actos
responsablemente Asiacute fue con Adaacuten y Eva en el Paraiacuteso Crecer en el Espiacuteritu
CONCLUSIONES
164 | Humana augens
tambieacuten es crecer en el dominio de la propia vida sin vivir traiacutedos y llevados por
los laquoseductoresraquo del momento o las laquoserpientesraquo de la vida El Espiacuteritu es vivir en
verdad atributo propio de Dios pues la mentira solo proviene del Enemigo para
Ireneo No podemos ofrecer lo que no tenemos No podemos ofrecer a Dios el Arte
de nuestra vida el barro moldeable que mantenemos huacutemedo entre sus Manos si
no podemos contenerlo en las nuestras Y asiacute cuanto maacutes libres maacutes humanos
cuando maacutes humanos maacutes divinos cuanto maacutes crezcamos maacutes unioacuten y unidad
personal cuanta maacutes unidad y comunioacuten con Dios maacutes gozo que seraacute el mejor
camino para desear que nuestro seguimiento siga creciendo Libertad y
responsabilidad conciencia de sabernos necesarios para que la salvacioacuten
acontezca como lo fue la carne de Mariacutea en perfecta sinergia
Entender la vida desde este Espiacuteritu que nos laquonutre y acrecientaraquo es tambieacuten ir
creciendo en una libertad entendida como deseo de plenificar la propia vocacioacuten
nuestro maacutes auteacutentico yo que es la persona completa tambieacuten su cuerpo No soacutelo
el cuerpo sino la carne todo lo limitado caduco opaco humano Y no soacutelo en el
creyente sino tambieacuten en Dios Tras la encarnacioacuten el Verbo eterno es Verbo
encarnado y desde Eacutel como cabeza todo estaacute llamado a ser recapitulado en su
cuerpo Pues bien de alguacuten modo en Cristo queda bendecido y salvado todo lo
carnal todo lo fragmentario todo lo que maacutes se aleja de Dios en la medida que no
pretende ser por siacute mismo sino vivificado por el Espiacuteritu Paradoacutejicamente desde
Ireneo querer abandonar la carne que somos lo imperfecto y perfectible lo no
acabado lo no pleno o pediacuterselo a otros es lo maacutes alejado a querer vivir en el
Espiacuteritu porque el Espiacuteritu soacutelo se nos da en la carne Teologiacuteas y propuestas de fe
que confundan vivir seguacuten el Espiacuteritu con vivir laquofueraraquo de la carne estaacuten abocadas
a convertirse en neognosticismos y neocatarismos o al menos a perder una
enorme riqueza de la verdad cristiana
Parece que el Espiacuteritu se ha olvidado en cristologiacutea como se ha olvidado en
antropologiacutea Quizaacute por eso ni el giro antropoloacutegico ni la centralidad cristoloacutegica
se sostienen solas Quedan siempre parciales fragmentadas incapaces Y puede ser
por esta carencia de Espiacuteritu pues Eacutel aporta el asemejamiento el dinamismo lo
procesual y si realmente es elemento configurador de lo humano tanto lo seraacute
CONCLUSIONES
Salus carnis | 165
para el hombre como para la humanidad de Cristo Nos recuerda que nada en lo
humano estaacute acabado que estamos llamados a crecer No es un proceso de
progreso en clave moderna ilustrada de perfeccionarnos sobre nosotros mismos
No es una salvacioacuten externa que viene a mejorar nuestra mediocridad En Ireneo es
una fuerza interna al propio ser humano que a la vez nos recuerda que no es
nuestra por derecho o por naturaleza Es gracia
Una Iglesia maacutes confiada al Espiacuteritu seriacutea una Iglesia maacutes abierta al
crecimiento y al cambio porque es propio de lo humano no por mayor adaptacioacuten
a las modas y lugares o por parecer laquonuevaraquo siempre La novedad la da el Espiacuteritu
en la carne gloriosa de Cristo El criterio de crecimiento como deciacuteamos al hablar
del ser humano es la mayor o menor unioacuten con Dios la mayor o menor laquoposesioacutenraquo
de lo humano por lo divino El criterio no son estadiacutesticas ni valoraciones sociales o
intraeclesiales Y en el fondo volviendo siempre al corazoacuten del Evangelio Ireneo
repite el criterio mayor es el amor De ninguacuten modo se trata de devaluar la gracia5
que supone formar parte de la Iglesia Cuerpo de Cristo y la participacioacuten en los
sacramentos la fidelidad a la Tradicioacuten y al Magisterio Pero podriacutea situarnos con
otra perspectiva la de alegrarnos por haber recibido la gracia del seguimiento de
Cristo y su Espiacuteritu a traveacutes de la Iglesia como los primeros apoacutestoles en
Pentecosteacutes en lugar de restringir este aacutembito como el uacutenico para que los hombres
y mujeres de la historia vayan siendo injertados en Cristo por el Espiacuteritu vayan
5 Siempre es iluminador recordar el peligro de lo que D BONHOumlEFFER llamoacute laquogracia barataraquo laquoLa
gracia barata es el enemigo mortal de nuestra Iglesia Hoy combatimos a favor de la gracia cara La gracia barata es la gracia considerada como una mercanciacutea que hay que liquidar es el perdoacuten malbaratado es la gracia como almaceacuten inagotable de la Iglesia de donde la cogen unas manos inconsideradas para distribuirla sin vacilacioacuten ni liacutemites es la gracia sin precio que no cuesta nada [] La gracia cara es el tesoro oculto en el campo por el que el hombre vende todo lo que tiene es la perla preciosa por la que el mercader entrega todos sus bienes es el reino de Cristo por el que el hombre se arranca el ojo que le escandaliza es la llamada de Jesucristo que hace que el disciacutepulo abandone sus redes y le siga La gracia cara es el evangelio que siempre hemos de buscar son los dones que hemos de pedir es la puerta a la que se llama Es cara porque llama al seguimiento es gracia porque llama al seguimiento de Jesucristo es cara porque le cuesta al hombre la vida es gracia porque le regala la vida es cara porque condena el pecado es gracia porque justifica al pecador Sobre todo la gracia es cara porque ha costado cara a Dios porque le ha costado la vida de su Hijo mdashldquohabeacuteis sido adquiridos a gran preciordquomdash y porque lo que ha costado caro a Dios no puede resultarnos barato a nosotros [] La gracia cara es la encarnacioacuten de Diosraquo (El precio de la gracia El seguimiento [Salamanca 1986] 1719-20) Gracia tan cara tan valiosa que soacutelo puede ser recibida con agradecimiento porque es gratuitamente donada La gracia barata curiosamente acaba siendo arrebatada al menos como pretensioacuten del mismo modo que se exige ingenuamente aquello que creemos poseer por derecho o meacuterito
CONCLUSIONES
166 | Humana augens
divinizaacutendose vayan creciendo La teologiacutea de Ireneo y la imprescindible
cooperacioacuten del hombre para la salvacioacuten desde su libertad y su obediencia
agudiza la responsabilidad del cristiano y de la Iglesia mediadora para el mundo
pero no excluye a nadie pues nadie estaacute fuera de la carne de Cristo en cierto
modo Y para Ireneo el mismo proceso y el mismo agente mdashDios mismo en su
Espiacuteritumdash lleva a cabo la humanizacioacuten y la divinizacioacuten sin departamentos
estancos
Contar con el Espiacuteritu nos ayuda a confrontar nuestra cultura de la inmediatez
que tambieacuten puede provocar una fe de inmediatos sin historia sin aprendizaje sin
errores y sus consecuencias (pecado) sin significatividad real de la libertad sin
tolerancia a ninguna frustracioacuten sin capacidad para permanecer en el diacutea y en la
noche y seguir esperando Por eso una laquopneumatologiacutea del crecimientoraquo como
una laquocristologiacutea del crecimientoraquo podriacutea renovar la comprensioacuten escatoloacutegica
Saber que la historia es un dinamismo creciente porque Dios asiacute lo ha querido y
que nada en nosotros seraacute tan fuerte como para destruir el querer de Dios
fundamentariacutea nuestra esperanza con una fuerza inusitada desde luego no menor
que el temor reverente al infierno y sus penas Si para muchos el purgatorio no
tiene sentido el infierno no da temor alguno y el cielo parece la promesa de un
aburrimiento eterno haber cifrado nuestra vida mdashen lo humano y en lo
cristianomdash desde la unioacuten con Dios como vocacioacuten uacutenica y como motor para
allegarnos a ella puede al menos avivar el deseo de ese horizonte final Y entonces
ahiacute retomar las categoriacuteas escatoloacutegicas claacutesicas Ahora bien sin haber
experimentado de alguacuten modo en esta vida el gozo de ser plenamente humano
como participacioacuten real y creciente en la humanidad de Cristo difiacutecilmente la
escatologiacutea tendraacute algo que decirnos Y esta experiencia nos es dada en la medida
que asentimos al Espiacuteritu en nosotros
Podriacuteamos terminar con unas palabras de Ireneo pero es difiacutecil elegir entre
tantas adecuadas Por eso voy a terminar con las palabras de un teoacutelogo de
nuestro siglo
CONCLUSIONES
Salus carnis | 167
Cuanto mayor es el otro en el sentido fuerte y verdadero de la palabra maacutes engrandecidos nos sentimos en nuestro contacto con eacutel La autoridad (en sentido de laquoauctoritasraquo) es precisamente seamos o no conscientes de ello el comportamiento de ese otro que me laquoaumentaraquo (augere) que me eleva (e-levare) que me hace subir cada vez maacutes alto que me educa (e-ducere) que me engrandece De aquel que cuanto maacutes grande es (augustus el que me hace crecer) mejor me conduce de la mano por el camino de mi identidad La presencia del maacutes grande puede convertirse incluso en la posibilidad del ejercicio de mi ser que gracias a la fuerza de esta presencia se siente laquoautorizadoraquo (laquoauctoritas augereraquo) lejos de todos sus temores y desconfianzas Nunca es nadie maacutes grande que cuando se mide con alguien mayor que eacutel6
Y nuestra medida es Dios mismo en la carne de Cristo A Eacutel toda gloria laquoEl
resto sea venerado con el silencioraquo7
6 A GESCHEacute El destino Dios para pensar III (Salamanca 2001) 49 7 GREGORIO NACIANCENO In sanctum Pascha Or XLV 22 PG 36 col 653AB
CONCLUSIONES
168 | Humana augens
BIBLIOGRAFIacuteA
Salus carnis | 169
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IV
Gracias a quienes me ensentildeasteis a amar la carne en el Espiacuteritu
Pero especialmente a ti
en quien se me ha dado ver que es verdad
La carne crece libre a medida que el Espiacuteritu va hacieacutendola suya
poco a poco sin forzarla
laquocomo un caacutencer benditoraquo hasta el final
Hasta Dios
IV
Indice
SIGLAS Y ABREVIATURAS VI
INTRODUCCIOacuteN 1
1 Objeto y metodologiacutea 2
2 Ireneo de Lyon el autor y su contexto 5
3 Planteamiento del tema 7
31 iquestDE QUEacute HUMANIDAD HABLAMOS 7
32 iquestDE QUEacute CRECIMIENTO HABLAMOS 12
I EL SER HUMANO PLASMA DEI ARTE EN LAS MANOS DE DIOS 17
Introduccioacuten 18
1 Un solo Dios una sola Creacioacuten un solo hombre 19
2 Plasmados por Sus Manos y hechos para la comunioacuten con Eacutel 25
3 Predileccioacuten de Dios por el ser humano a imagen y semejanza suya 35
4 Conclusiones 41
II EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM LLAMADO A CRECER LIBRE Y
OBEDIENTE
45
Introduccioacuten 46
1 De la imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten como destino 47
2 Salus carnis carne que crece libre 55
3 Salus carnis carne que crece obediente 61
4 Conclusiones 69
III JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS EacuteL ES LA COMUNIOacuteN QUE NOS SALVA 73
Introduccioacuten 74
1 Perceptrix et capax caro virtutis Dei 75
11 LA VIDA PRESENTE EN LA CARNE 80
12 EUCARISTIacuteA 82
13 LA CARNE DE CRISTO 84
2 Carne de nuestra carne 87
21 LA MIXIS INICIAL 88
22 LA PLASMACIOacuteN CON SUS MANOS 92
3 iquestQuieacuten sino el Verbo puede unir al hombre con Dios 96
V
4 Conclusiones 110
IV CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM CUANDO CRECER NOS SALVA 113
Introduccioacuten 114
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona 115
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten 125
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios 135
4 Conclusiones 144
CONCLUSIONES 149
1 A modo de tesis finales aportaciones de la teologiacutea de San Ireneo 150
2 A modo de sugerencias para una Teologiacutea del Crecimiento 155
21 ANTROPOLOGIacuteA DIGNIDAD Y BELLEZA DEL SER HUMANO ARTE DE DIOS 155
22 CRISTOLOGIacuteA TUacute EN MIacute Y YO EN TI SOMOS UNA SOLA COSA 159
23 PNEUMATOLOGIacuteA ESPIacuteRITU QUE NUTRE Y HACE CRECER 162
BIBLIOGRAFIacuteA 169
VI
Siglas y abreviaturas
AH Adversus Haereses
Ep Epideixis Demostracioacuten Apostoacutelica
CCSL Corpus Christianorum Series Latina
CTI Comisioacuten Teoloacutegica Internacional
DH Denzinger H ndash Huumlnermann P
DPAC Diccionario patriacutestico y de la Antiguumledad cristiana
FuP Fuentes Patriacutesticas
PG Patrologia Graeligca dir JP Migne
PL Patrologia Latina dir JP Migne
SCh Sources Chreacutetiennes
AG Decreto Ad gentes
DI Dominus Iesus
EN Evangelii nuntiandi
FR Fides et ratio
GS Gaudium et Spes
LG Lumen Gentium
NA Nostra aetate
RM Redemptoris missio
RH Redemptor hominis
SC Sacrosanctum concilium
VD Verbum Domini
AAVV autores varios
Cf confrontar
Coord coordinador (es)
ed editor (es)
Ibid la misma obra
ID el mismo autor
Vol volumen
VII
Introduccioacuten
1 Objeto y metodologiacutea
2 Ireneo de Lyon el autor y su contexto
3 Planteamiento del tema
31 iquestDE QUEacute HUMANIDAD HABLAMOS
32 iquestDE QUEacute CRECIMIENTO HABLAMOS
INTRODUCCIOacuteN
2 | Humana augens
1 Objeto y metodologiacutea
El intereacutes mayor de esta tesina gira en torno a la dinaacutemica salviacutefica de la
humanidad de Cristo y su relacioacuten con nuestra propia humanidad Concretamente
nos centramos en el crecimiento como dimensioacuten humana y teologal esencial para
llegar a plenificar la vocacioacuten recibida de Dios y en queacute medida es esta dinaacutemica
comuacuten a la carne de Cristo y a la nuestra
El razonamiento que seguimos es el siguiente creer en la encarnacioacuten de
Cristo nuestro Salvador implica creer que el Verbo eterno verdadero Dios se hizo
carne con toda verdad y no en apariencia Si esto es asiacute podriacuteamos deducir dos
cosas por un lado que su carne forma parte de la accioacuten salvadora de Dios y por
otro que aquellos rasgos o dimensiones que definan al ser humano definiraacuten
tambieacuten la humanidad de Cristo Sobran razones para justificar la eleccioacuten de San
Ireneo de Lyon a la hora de profundizar en alguacuten tema importante de la teologiacutea
dogmaacutetica pero trataacutendose de la humanidad mdashde la carnemdash su teologiacutea es una
referencia
Para el objeto de nuestro estudio bien podriacuteamos comenzar por rastrear una
Cristologiacutea que nos permita atisbar desde la Humanidad de Cristo coacutemo es y coacutemo
estaacute llamada a ser la nuestra Pero tambieacuten podemos hacer el camino inverso
adentrarnos en una antropologiacutea que al decirnos coacutemo es el aacutenthropos nos esteacute
mostrando coacutemo es la vera humanitas Christi Esta segunda opcioacuten es la nuestra
La metodologiacutea empleada parte del estudio de la antropologiacutea de Ireneo
(capiacutetulos I y II) centraacutendonos en el anaacutelisis del crecimiento en el ser humano iquestes
un rasgo esencial a su vocacioacuten y a su dinamismo creatural querido por Dios
Padre iquesttiene alguna capacidad soterioloacutegica significativa iquestde queacute modo se
articula esta humanidad con la humanidad de Cristo iquesty con el Espiacuteritu
Una vez estudiada la antropologiacutea de Ireneo desde estas claves dedicamos el
capiacutetulo III a poner en relacioacuten las conclusiones obtenidas y la cristologiacutea del autor
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 3
Si bien contamos con estudios muy elaborados de su antropologiacutea1 no hay la
misma sistematizacioacuten de su cristologiacutea por lo que nos hemos ayudado de
diversos artiacuteculos y estudios pero hemos priorizado la lectura directa de Ireneo
desde el prisma de comprensioacuten ya expuesto su verdadera humanidad como Hijo
de Dios encarnado y el proceso que en eacutel se da por la fuerza del Espiacuteritu Santo Asiacute
hay aspectos cristoloacutegicos que apenas se enuncian sin profundizar en ellos como
la uncioacuten del Verbo el anuncio del Reino la Pasioacuten y Resurreccioacuten la
recapitulacioacuten final y segunda venida No porque sean ajenos a la teologiacutea
ireneana sino por delimitar nuestro estudio Y sin embargo creemos haber
expuesto con suficiente claridad coacutemo todos estos temas se interrelacionan y estaacuten
presentes en Ireneo
Finalmente una vez vista la dimensioacuten de crecimiento en la carne de Cristo
como dinamismo esencial y soterioloacutegico hemos dedicado el capiacutetulo IV a situar
estas conclusiones en el marco de la tradicioacuten y del magisterio de la Iglesia de
forma que unos y otros se iluminen mutuamente Por supuesto la mirada
sistemaacutetica de este uacuteltimo capiacutetulo es breve y en ninguacuten caso exhaustiva Maacutes bien
pretende mostrar diversas vetas histoacutericas y magisteriales que quedan
enriquecidas a mi modo de ver cuando damos maacutes espacio al crecimiento salviacutefico
de la carne de Cristo ungida por el Espiacuteritu
Cada capiacutetulo consta de una introduccioacuten breve como marco al tema que
vamos a tratar tres epiacutegrafes y una conclusioacuten que recapitula los datos estudiados
y nos prepara para el siguiente capiacutetulo Finalmente las conclusiones sentildealan
algunas de las aportaciones maacutes valiosas de Ireneo que hemos ido desarrollando y
sugieren algunas consecuencias derivadas para una posible laquoTeologiacutea del
crecimientoraquo antropologiacutea cristologiacutea y pneumatologiacutea
Los textos estudiados han sido los cinco libros de Adversus Haereses (citado
como AH) en las traducciones de A Orbe2 C I Gonzaacutelez3 y A Rousseau4 Tambieacuten
1 Destaca en este campo A ORBE Antropologiacutea de San Ireneo (Madrid 1997) Puede verse una
extensa relacioacuten de estudios sobre Ireneo en la edicioacuten de E ROMERO POSE Demostracioacuten de la predicacioacuten apostoacutelica FuP 2 (Madrid 1992)
2 A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I-IV (Madrid 1985-1996)
INTRODUCCIOacuteN
4 | Humana augens
la Demostracioacuten de la Predicacioacuten Apostoacutelica o Epideixis (citado como Ep) en la
edicioacuten de E Romero Pose5 contrastando con la edicioacuten criacutetica de Rousseau
cuando lo hemos considerado oportuno6 Especial relevancia tendraacuten los libros III
IV y V de AH por la temaacutetica tratada Si en los libros III y IV de AH Ireneo quiere
confirmar con la Escritura la doctrina apostoacutelica que refuta las teoriacuteas hereacuteticas
presentadas en los libros anteriores (I-II) el libro V se centra en la defensa de la
Salus carnis tanto en el frente hereacutetico como dentro de la propia Iglesia7 Conviene
tener en cuenta que Ep es posterior a AH y por tanto para algunos supone una
doctrina maacutes perfilada y consolidada Sin embargo no es menos cierto que en AH
se tratan con mayor detenimiento y extensioacuten algunos temas por la finalidad
apologeacutetica del escrito y por tanto nos ofrece detalles y apreciaciones de las que
puede carecer Ep
Iremos intercalando a medida que se expone la doctrina ireneana los rasgos
de las doctrinas gnoacutesticas maacutes ligados a nuestro tema pues como afirmaba San
Ireneo laquoel que quiera convertirlos ha de conocer sus doctrinas o argumentosraquo8 y
desde luego nos ayudaraacute a entender mejor la aportacioacuten especiacutefica de nuestro
autor La doctrina de Valentiacuten la expone y rebate Ireneo en AH I-II presentada
como laquorecapitulacioacuten de todos los herejesraquo9 aunque en diversos momentos trate
tambieacuten de clarificar otros errores como es el caso de los marcionitas y los
ebionitas
3 IRENEO DE LION SAN Contra los herejes Exposicioacuten y refutacioacuten de la falsa gnosis ed preparada
por CI Gonzaacutelez (Meacutexico 2000) Accesible en Biblioteca Electroacutenica Cristiana [httpmultimediosorgdocsd001092]
4 IRENEE DE LYON Contre les Heacutereacutesies Livre I-V ed critique par A Rousseau SCh 1001-2 152-153 210-211 263-264 293-294 (Pariacutes 1965-1982)
5 IRENEO DE LYON SAN Demostracioacuten de la predicacioacuten apostoacutelica edicioacuten preparada por E Romero Pose (Madrid 1992)
6 IRENEE DE LYON Saint Deacutemonstration de la Preacutedication Apostolique ed par A Rousseauu SCh 406 (Pariacutes 1995)
7 Ciertamente desde los inicios la opcioacuten por la Salus animae o Salus carnis ha sido un distintivo en la manera de entender el misterio de la fe y la teologiacutea da lugar a diversas posturas incluso exegeacuteticas No en vano la exeacutegesis propia de aquellos que presentan una antropologiacutea que identifica ser humano y alma es la alegoriacutea (con Clemente y Oriacutegenes como representantes maacutes claros) de corte platonizante relegando a un segundo lugar lo histoacuterico lo literal
8 AH IV pr 2 9 Ibid
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 5
No hemos querido hacer un estudio analiacutetico ni criacutetico de los escritos de
Ireneo Maacutes bien hemos preferido leerle con una mirada maacutes comprehensiva
dejando que sus intuiciones y convicciones de fondo afloraran en los diversos
textos y se mostraran en sus relaciones implicaciones mutuas Tampoco
pretendemos presentar todo el sistema teoloacutegico de Ireneo pero siacute hemos
intentado respetar su forma de argumentar y de escribir como en espiral
avanzando siempre con pequentildeos o grandes matices pero recogiendo en cada tema
todos los demaacutes Esto a veces puede provocar repeticiones en nuestro discurso
pero a la vez creo que permite mejor caer en la cuenta de la enorme unidad de esta
teologiacutea y la riqueza de matices de un mismo texto o tema seguacuten desde doacutende se
mire y a doacutende se quiera llegar
2 Ireneo de Lyon el autor y su contexto
Para muchos es el primer teoacutelogo sistemaacutetico del cristianismo el maacutes
laquocatoacutelicoraquo de los escritores antiguos o el eclesiaacutestico de mayor hondura dogmaacutetica
de la antiguumledad10 Pocos datos biograacuteficos conocemos de eacutel La principal fuente es
la Historia Eclesiaacutestica de Eusebio de Cesarea que en su mayor parte se basa en la
misma obra de Ireneo Disciacutepulo de San Policarpo nacido entre el 130 y 140 en
Asia Menor en contacto por tanto con la transmisioacuten apostoacutelica primera No
sabemos por queacute deja Asia y se establece en Lyon pero en el 177 siendo presbiacutetero
de esa Iglesia recibe el encargo de llevar al obispo de Roma una copia de la carta
de los maacutertires de Lyon por asuntos relacionados con el montanismo A su vuelta
fue obispo de esta ciudad tras la muerte martirial de Fotino Tambieacuten sabemos de
su intervencioacuten frente al papa Viacutector (189-198) a favor de los obispos de Asia
Menor en la controversia sobre la fecha para celebrar la Pascua intentando mediar
entre ambos haciendo honor a su nombre de laquopacificadorraquo [εἰρηνοποιόσ] Una
tradicioacuten maacutes tardiacutea le recuerda como maacutertir pero ninguacuten dato cierto tenemos
10 Por ejemplo A ORBE Introduccioacuten a la teologiacutea de los siglos II y III (Salamanca 1988) 1-8 J I
GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios (Barcelona 1969) 3-9 G AULEN Christus Victor An historical Study of the three Main Types of the Idea of Atonement (Oregon 2003) 16-35 J QUASTEN Patrologiacutea I (Madrid 1961) 276283
INTRODUCCIOacuteN
6 | Humana augens
sobre este hecho11 excepto el testimonio de Gregorio de Tours en su Historia
Francorum 12712
Sin duda haber vivido desde nintildeo en contacto con los sucesores de los
apoacutestoles entrantildea en eacutel un marcado gusto por la Escritura y la fidelidad a la
Tradicioacuten apostoacutelica que se deja ver en su teologiacutea y modo de pensar13 Por otro
lado no podemos obviar que vive y escribe su obra en el periacuteodo maacutes floreciente
de la teologiacutea gnoacutestica y es en oposicioacuten a esta corriente como van tomando cuerpo
la mayoriacutea de las teologiacuteas eclesiaacutesticas primeras En eacutel coincide la grandeza como
teoacutelogo y como catequista14 quizaacute porque auacutena el esfuerzo intelectual con la
vivencia de fe y no tiene miedo en ser creativo o innovador cuando a la vez quiere
cuidar y fortalecer la Tradicioacuten recibida Para eacutel la Sagrada Escritura es parte del
tesoro de la Iglesia y asiacute Ireneo fue uno de los primeros en fijar el canon
fundamentaacutendolo teoloacutegicamente Su teologiacutea se nutre especialmente de Pablo y
de Juan o dicho de otro modo creo que acertadamente laquoIreneo lee a Pablo con los
ojos de Juanraquo15
Los especialistas en este autor declaran abiertamente la dificultad para tener
una visioacuten clara e inequiacutevoca de algunos puntos ya que el texto original griego
apenas se conserva la versioacuten latina no siempre es clara por literal que sea y han
ido apareciendo distintos estudios sobre textos armenios y coptos16 Nosotros no
entraremos en estas disquisiciones
En todo caso podremos afirmar con fundamento soacutelido mdashel que nos da la
hondura de la teologiacutea ireneanamdash la estrecha unioacuten entre su antropologiacutea y
11 Cf A ORBE Ireneo A DI BERARDINO Diccionario patriacutestico y de la Antiguumledad cristiana (=DPAC)
I (Salamanca 1991) 1098-1105 C MORESCHINI-E NORELI Patrologiacutea Manual de literatura cristiana antigua griega y latina (Salamanca 2009) 117-121 J J AYAacuteN Ireneo de Lyon A DI BERARDINOndashG FEDALTOndashM SIMONETTI Literatura Patriacutestica (Madrid 2010) 928-935
12 Cf J QUASTEN Patrologiacutea I 277 13 Cf Ep 98 14 R CASADO GARCIacuteA laquoSan Ireneo testigo de la fe de la Iglesiaraquo Teologiacutea y catequesis 81 (2002)
107-123 Aquiacute 123 15 E DASSMANN laquoSan Pablo en la primera teologiacutea cristiana hasta Ireneoraquo Anuario de Historia de
la Iglesia 18 (2009) 239-257 aquiacute 254 16 Cf A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I (Madrid-Toledo 1985) 3-9 F SOTO-HAY laquoAlgunas notas
para la lectura de San Ireneo de Lyonraquo Anaacutemnesis 15 (2005) 5-25
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 7
cristologiacutea por siacute mismas por definicioacuten por principio17 Podriacuteamos calificar la
antropologiacutea de Ireneo como laquoantropologiacutea teologalraquo o incluso como
laquoantropologiacutea cristoloacutegicaraquo pues para eacutel no es posible hablar del hombre sin
pensarlo en relacioacuten dinaacutemica con Dios ni presentar al hombre verdadero
perfecto consumado sin contemplar a Cristo De manera que aquello que podamos
afirmar del ser humano tendremos que poder afirmarlo tambieacuten de la humanidad
de Cristo y viceversa pues no solo fuimos creados a imagen del Verbo sino que
estamos llamados a llegar a ser perfectos en su Carne gloriosa La humanidad de
Cristo por ser verdadera humanidad tambieacuten tendraacute que hacer este proceso
creciendo pues no existe otra humanidad que la que Dios creoacute para llegar a Eacutel
3 Planteamiento del tema
31 iquestDE QUEacute HUMANIDAD HABLAMOS
No son pocos los teoacutelogos y miacutesticos que han sentildealado la centralidad de la
humanidad de Cristo para nuestra salvacioacuten18 Seguacuten eacutepocas y sensibilidades unas
veces se insiste maacutes en su divinidad para no caer en adopcionismos e
ideologizaciones del misterio y otras se recalca la necesidad de atender su
humanidad huyendo de espiritualismos docetas En ambos casos creo que
descuidamos a menudo no perdernos en monofisismos de uno u otro lado pues
pareciera que el ser humano encuentra la mayor de las dificultades en afirmar con
17 Cf M SCIATELLA laquoAntropologia e cristologia in S Ireneo di Lione Adversus Haereses V 1-2
analisi strutturale teologica e scrituristica del testoraquo Divinitas 33 (1989) 269-285 18 laquoNo seacute yo bien por queacute dicen ldquoiluminativardquo entiendo que de los que van aprovechando Y
avisan mucho que aparten de siacute toda imaginacioacuten corpoacuterea y que se lleguen a contemplar en la divinidad porque dicen que aunque sea la Humanidad de Cristo a los que llegan ya tan adelante que embaraza u impide a la maacutes perfecta contemplacioacuten [] Porque les parece que como esta obra toda es espiacuteritu que cualquier cosa corpoacuterea la puede estorbar u impedir y que considerarse en cuadrada manera y que estaacute Dios de todas partes y verse engolfado en El es lo que han de procurar Esto bien me parece a miacute algunas veces maacutes apartarse del todo de Cristo y que entre en cuenta este divino Cuerpo con nuestras miserias ni con todo lo criado no lo puedo sufrir [] Y veo yo claro mdashy he visto despueacutesmdash que para contentar a Dios y que nos haga grandes mercedes quiere sea por manos de esta Humanidad sacratiacutesima en quien dijo Su Majestad se deleita Muy muy muchas veces lo he visto por espiriencia Haacutemelo dicho el Sentildeor He visto claro que por esta puerta hemos de entrar si queremos nos muestre la soberana majestad grandes secretos Ansiacute que vuestra merced sentildeor no quiera otro camino aunque esteacute en la cumbre de contemplacioacuten por aquiacute va siguroraquo (SANTA TERESA DE JESUacuteS Libro de la Vida 2216-7 en Obras completas [Madrid 92006] 120122)
INTRODUCCIOacuteN
8 | Humana augens
la misma consistencia los dos laquopolosraquo de toda paradoja Y ciertamente la
encarnacioacuten del Hijo de Dios lo es Lo que maacutes nos cuesta creo yo es creer adorar
y abandonarnos a Cristo como verdadero Dios y verdadero hombre de tal modo
que tanto su divinidad como su humanidad sean relevantes y significativas para
nosotros para la salvacioacuten19
Esta dificultad para convivir con lo que se nos presenta como aparentemente
contradictorio y paradoacutejico mdashhombre y Dios carne y Espiacuteritumdash no soacutelo es un reto
que se deja ver en las diversas cristologiacuteas sino que tambieacuten se proyecta en la
antropologiacutea la protologiacutea y la relacioacuten teologal y escatoloacutegica del hombre con
Dios Desde aquiacute arranca una primera preocupacioacuten claramente soterioloacutegica
coacutemo entender la humanidad y la divinidad coacutemo mirar al aacutenthropos y a Dios de
manera que en siacute mismos se produzca la posibilidad del encuentro de la relacioacuten
de la comunioacuten por encima de la paradoja No basta con hacer nuestra la fe de la
Iglesia y creer en la verdadera humanidad y verdadera divinidad de Cristo
Necesitamos articular ambas realidades o mejor auacuten profundizar en cada una de
ellas de modo que por siacute mismas se despliegue esa laquonaturalraquo comunioacuten
Hablariacuteamos entonces de una salvacioacuten primera previa a todo pecado que es
la pura decisioacuten divina de acercarse a nosotros y hacernos Caro capax Dei Es decir
la salvacioacuten maacutes honda no viene desde fuera como una especie de ortopedia ajena
que repare nuestra incapacidad No Ni siquiera es soacutelo ese remedio medicinal y
saludable que se nos aplica y laquopor sus meacuteritosraquo nos sana Tampoco Es la gracia de
Dios que nos capacita internamente desde dentro daacutendonos una capacidad
ontoloacutegica creatural para llegar a ser maacutes de lo que somos Como si Dios mismo
nos dijera laquotuacute eres capaz de miacute destinado a participar de mi vidaraquo20 Una salvacioacuten
que sin negar la redencioacuten no se reduce a ella
El mal y el pecado son realidades que nadie discute pero iquestpuede instrumentalizarse de esta manera el mal y servirse casi de eacutel para justificar la necesidad de una salvacioacuten en el camino hacia Dios [] La idea de salvacioacuten expresa esencialmente y en primer lugar antes de que se hable de pecado o de falta la nocioacuten de cumplimiento [] El laquotelosraquo el teacutermino y el final de nuestro ser es la vida (cf Rm 622) estamos llamados a esa vida como a nuestro destino (1 Cor 18 1524 Hb 611) la salvacioacuten es laquotelos tegraves pisteocircsraquo
19 Cf K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo Escritos de Teologiacutea I (Madrid 31967) 167-
221 aquiacute 211 20 A GESCHEacute El mal Dios para pensar I (Salamanca 1995) 288
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 9
teacutermino y destino de la fe (cf 1 Pe 19) que hay que llevar hasta su plenitud (cf Ap 226) para cumplir el designio para el que uno ha sido creado21
Y todo cumplimiento (teacutelos) implica progreso crecimiento perfeccionamiento
Soacutelo Dios salva pero no lo hace sin la voluntad libre de la persona que asiente a
esta gracia salviacutefica y colabora con ella (la synergeia de Oriente22) asistido por la
misma gracia para hacer suyo este proceso Por tanto hablar de salvacioacuten en estos
teacuterminos es hablar de un Otro que tiene una palabra en miacute y conmigo y que lejos
de crear contraposicioacuten o rivalidad me hace ser maacutes de lo que soy aquello para lo
que he sido creada Esta salvacioacuten la vemos realizada plenamente en Cristo en Eacutel
su humanidad fue creciendo hasta la plenitud y de su plenitud nosotros recibimos
gracia tras gracia23 Es decir por Eacutel con Eacutel y en eacutel podemos crecer tambieacuten para
adentrarnos en nuestra propia salvacioacuten Y esto auacuten cuando no lo sepamos o no lo
hayamos descubierto conscientemente pues forma parte de nosotros y nuestra
humanidad forma parte de Eacutel para siempre24 Por eso me parece muy sugerente y
bella la metaacutefora que ofrece Gescheacute
En nosotros se encuentra una dimensioacuten oculta que me gustariacutea llamar un laquomapa del cieloraquo como el que se dice que tienen las aves migratorias que trazan en el cielo su camino [hellip] Si esto es asiacute no cabe duda de que es importante que volvamos a aprender a descifrar este mapa o esta frase como si se tratara quizaacutes de nuestro maacutes profundo secreto Y que aunque sin saberlo nos comunica la vida encerrado dentro de nuestro corazoacuten como si fuera la lamparilla treacutemula pero indudable del santuario Lamparilla vacilante [hellip] que tenemos que amparar y proteger con nuestras manos ya que ha sido colocada en nosotros por Aquel que ha hecho de nosotros una maravilla casi insospechada a nuestros propios ojos pero a quien tenemos el derecho de creer y el deber de amar [hellip] Para descifrar este mapa del cielo que hay en nosotros mismos deberiacuteamos acordarnos seguramente de que todos en la medida en que somos mdasheacutese es el mapa sagrado que nos definemdash estamos hechos a imagen y semejanza de Dios25
Desde esta conviccioacuten estudiamos la teologiacutea de Ireneo O concretando un
poco maacutes estudiamos su antropologiacutea para conocer quieacutenes somos y desde ahiacute
saber coacutemo es la carne de Cristo Siendo Hombre Perfecto26 era tambieacuten Dios pero
21 ID El destino Dios para pensar III (Salamanca 2001) 31-32
22 laquoEl Espiacuteritu Santo actuando en nosotros lleva a cabo con nosotros nuestra salvacioacuten [] El hombre lleva a cabo la obra de su salvacioacuten siendo asistido por la graciaraquo MONSENtildeOR TEOacuteFANES Cartas sobre la vida cit por V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente (Barcelona 22009) 148 Ver tambieacuten sobre este tema 72-73 146-148
23 Cf Jn 116
24 Cf BENEDICTO XVI Exhortacioacuten apostoacutelica Verbum Domini (2010) 90
25 A GESCHEacute El destino 57-58
26 Cf GS 22 45
INTRODUCCIOacuteN
10 | Humana augens
laquosiendo Hijo aprendioacute a serloraquo27 es decir lo fue siendo en la medida que fue
viviendo como tal haciendo de su voluntad humana una sola cosa con la del Padre
Justamente estariacutea ahiacute el Misterio y nuestra participacioacuten en eacutel vivir de tal manera
que esta unidad mdashperijoreacuteticamdash humano divina llegue a darse sin conflicto ni
mezcla alguna sin fusioacuten ni imposicioacuten de una sobre otra Estamos llamados a
recorrer el camino que recorrioacute Cristo lo abrioacute para nosotros y abrieacutendolo nos lo
posibilitoacute laquodeificarraquo nuestra naturaleza humana en totalidad hacer de nuestra
voluntad humana una obediencia amorosa28 a la voluntad de Dios
Parafraseando a Ireneo esto es posible por la accioacuten del Espiacuteritu en la carne
en un mutuo acostumbramiento En la persona de Cristo se nos muestra hasta
doacutende puede llegar la humanidad que de hecho es limitada y capaz de pecado mdashla
que el Verbo asumioacute y no otramdash cuando se une con la voluntad divina Aquiacute reside
el mayor de los misterios que Dios mdashperfectomdash se hiciera hombre mdashperfectomdash a
fuerza de asumir nuestras imperfecciones de la mano del Padre para llevarnos
hasta Eacutel29 laquoera preciso que el hombre fuera santificado por la humanidad de
Diosraquo30
Por supuesto no seraacute indiferente coacutemo entendamos el misterio de la
Encarnacioacuten para hablar del sentido salvador del crecimiento en la humanidad de
Cristo Recordemos brevemente
- Arrio (s IV) se pregunta si la encarnacioacuten del Logos fue soacutelo en cuerpo
humano o tambieacuten con alma humana Y de ser verdadero hombre iquestpodriacutea
salvarnos alguien que no sea Dios Su solucioacuten es que Dios otorga la
divinidad a Cristo tras la resurreccioacuten laquoper gratiamraquo es decir como premio
a su progreso moral a su obedienciahellip De ahiacute que Nicea condenara a quien
afirmara que en el Hijo de Dios se da cambio o alteracioacuten iquestY crecimiento
27 Hb 59
28 Lo que K RAHNER llamoacute laquopotentia oboedientialisraquo por ejemplo en laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV (Madrid 1964) 139-157 aquiacute 145
29 Cf 2 Cor 89
30 GREGORIO NACIANCENO In sanctum Pascha Or XLV 22 PG 36 col 653AB
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 11
El problema en Arrio era plantearlo como un progreso moral (la προκοπή
de raiacutez estoica31) que conlleva un cambio ontoloacutegico en Eacutel Esa es la herejiacutea
- San Atanasio (s IV) responderaacute subrayando la unidad del sujeto
cristoloacutegico ungiendo la divinidad de Cristo a su propia humanidad pero
sin entrar auacuten en el tema del alma humana El problema vendraacute cuando
Apolinar en la misma liacutenea afirme que esa divinidad que unge es el alma
de Cristo Por tanto la humanidad de Cristo es pura carne cuerpo y psycheacute
sin alma mdashpneuma noucircsmdash humana32 Su humanidad es instrumento de
salvacioacuten pero dirigido por el Logos divino quedando fuera cualquier
dimensioacuten salviacutefica de su humanidad en cuanto tal Su doctrina fue
sancionada repetidas veces
- Teodoro de Mopsuestia (s V) habla del hombre asumido (laquohomo
assumptusraquo) que vence al pecado y la muerte pero soacutelo con la gracia de
Dios Evidentemente es contrario a Apolinar porque entiende que la
libertad humana de Cristo es clave tambieacuten soterioloacutegicamente Su
obediencia libre tras la exaltacioacuten entra en la gloria de Dios y nos abre el
camino a nosotros Esta escuela antioquena mantiene la unidad pero de un
modo algo extrinsecista ya que tiende a subrayar la humanidad de Cristo
en proceso con el peligro de dejar maacutes en penumbra su preexistencia
como si Jesuacutes hubiera ido recibiendo la dignidad divina poco a poco
- Calcedonia (451) quiere resolver el tema de la unidad hablando de una
hipoacutestasis divina (ὑπόςταςισ en cuanto identidad personal) en dos
naturalezas perfectas Cristo no es solo de la misma sustancia que el Padre
sino tambieacuten consustancial a nosotros la Humanidad pues solo asiacute somos
salvados El modo en que podamos entender esta foacutermula creo que es
primordial para nuestro tema aunque loacutegicamente ni los teacuterminos ni la
problemaacutetica aparecen tal cual en Ireneo
31 Cf J L RUIZ DE LA PENtildeA Imagen de Dios Antropologiacutea teoloacutegica fundamental (Santander 1996)
237 32
Cf B SESBOUumlEacutendashJ WOLINSKI Historia de los dogmas I El Dios de la salvacioacuten (Salamanca 2004) 282-
283
INTRODUCCIOacuteN
12 | Humana augens
No es casual la eleccioacuten de San Ireneo pues siendo un autor del siglo II
anticipa creo yo estas cuestiones de un modo profundo y actual tal como espero
se vea confirmado a lo largo de estas paacuteginas
32 iquestDE QUEacute CRECIMIENTO HABLAMOS
Para terminar puede ser conveniente decir unas palabras sobre el crecimiento
tal como lo vamos a entender aquiacute No se trata del crecimiento ilustrado o
moderno el desarrollo ilimitado de nuestras sociedades donde el criterio de
crecimiento siempre estaacute en uno mismo o en comparacioacuten con los demaacutes
cuantitativa y funcionalmente
Biacuteblicamente33 el crecimiento humano tiene su medida en Cristo34 y por
supuesto tiene liacutemites los que nos marca la propia realidad nuestra carne la
carne del mundo En Geacutenesis 128 el primer mandato o imperativo que Dios dirige
al ser humano es laquofructificad y aumentadraquo (WbplusmnrgtW WriumlP) San Jeroacutenimo en la
Vulgata mantuvo el verbo griego de la Septuaginta laquoαὐξάνεςϑεraquo crecer y tradujo
laquocrescite et multiplicaminiraquo Y asiacute la tradicioacuten judiacutea entendioacute este mandato en clave
bioloacutegica convirtieacutendolo en un precepto o laquomistvaacuteraquo Despueacutes la teologiacutea cristiana
lo ha asociado frecuentemente al matrimonio y la procreacioacuten Pero iquestno tendriacutea
sentido entenderlo como un deseo de Dios dirigido a cada ser humano en siacute
mismo Curiosamente en los evangelios de la infancia la primera buena noticia
que se nos dice de Jesuacutes tras su nacimiento es que creciacutea35 Dato que se repite al
hablar de Juan Bautista el maacutes grande entre los nacidos de mujer36 Y el mismo
Lucas en los Hechos de los Apoacutestoles repite este verbo para expresar el
crecimiento de la Iglesia a medida que aumentaba el nuacutemero de disciacutepulos y
33 Para esta breve presentacioacuten cf M T PORCILE Crecer un deseo de Dios (Meacutexico 1995) 34 Cf Ef 413
35 Lc 240 (Τὸ δὲ παιδίον εὔξανεν καὶ ἐκραταιοῦτο πληρούμενον ςοφία καὶ χάρισ Θεοῦ ἦν ἐπrsquo αὐτό) y 252 (καὶ Ἰηςοῦσ προέκοπτεν ςοφίᾳ καὶ χάριτι παρὰ Θεῴ καὶ ἀνϑρώποισ) En 240 aparece el mismo verbo de Gn mientras que en 252 se opta por laquoproekoptenraquo con un sentido de progreso de abrirse camino hacia delante
36 Cf Lc 180 Es el mismo verbo que en 240 (εὔξανεν) pero en Jesuacutes se antildeadiacutea la plenitud de la sabiduriacutea y la gracia de Dios con Eacutel
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 13
laquocreciacutearaquo la Palabra de Dios37 En la predicacioacuten de Jesuacutes las llamadas laquoparaacutebolas
del crecimientoraquo38 son centrales para hablar del Reino y otras como la de los
talentos se insertan en el discurso escatoloacutegico de Mateo sentildealando que laquoen los
uacuteltimos tiemposraquo Dios espera de nosotros algo maacutes que permanecer nos espera
crecidos aumentados fecundos Tambieacuten Pablo invita al cristiano a crecer en la fe
en el conocimiento y en el amor39 sabiendo que es Dios quien da el crecimiento
siempre don suyo y de un modo especial es don del Espiacuteritu Santo40
Por tanto hablamos de un crecimiento inherente a todo ser humano inscrito
en la humanidad misma desde su Creacioacuten que implica relacioacuten con Dios Es el
crecimiento al que todo ser humano estaacute llamado y para el que ha sido creado pues
encuentra su meta en Dios41 que a su vez es tambieacuten el horizonte gozoso que le
atrae pues es Dios mismo quien laquoproduce en las criaturas el amor que las hace
tender hacia Eacutel Eacutel las atrae ldquoqueriendo que se le quiera y amando que se le amerdquo
(san Maacuteximo)raquo42
Por eso la vida espiritual puede definirse como laquoel crecimiento de la persona
humana en la graciaraquo43 algo que no se daraacute si el ser humano no lo elige viviendo
libre y conscientemente hacia Dios44 Es un crecimiento unido al
perfeccionamiento que la tradicioacuten eclesial ha identificado con el cumplimiento de
la voluntad divina en total disponibilidad u obediencia45 No es casual Esta
llamada al crecimiento como perfeccioacuten aparece soacutelo dos veces en el evangelio46 y
nunca como perfeccioacuten divina sino como movimiento de plenitud acabamiento La
37 Cf Hch 247 44 617 931 1224 1920
38 Cf Mt 13 y Mc 4 H SCHUumlRMANN afirma que son laquoparaacutebolas autobiograacuteficasraquo que Jesuacutes saca de su propia experiencia cf El destino de Jesuacutes su vida y su muerte Esbozos cristoloacutegicos recopilados y presentados por Klaus Scholtissek (Salamanca 2003) 107
39 Cf 2 Cor 1015 Col 110 Fil 19 1 Ts 312-13
40 1 Cor 36-9
41 laquoiquestQueacute arco habraacute arrojado esta saeta que soy iquestQueacute cumbre puede ser la metaraquo (JL BORGES La rosa profunda [1975])
42 V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 73
43 Ibid 161
44 Cf Ibid 149 160
45 Cf S G ARZUBIALDE Theologia Spiritualis El camino espiritual del seguimiento a Jesuacutes I (Madrid 1989) 66-79
46 Mt 548 1921
INTRODUCCIOacuteN
14 | Humana augens
carta a los Hebreos lo ha convertido en clave de su mensaje47 y designa con eacutel a la
vez el destino del hombre en cuanto es participacioacuten del destino de Cristo48
Y es que iquestcoacutemo plantear la significatividad salviacutefica de esta humanidad de
Cristo si la entendemos en total pasividad frente a la divinidad iquestdoacutende quedariacutea
su libertad su eleccioacuten El camino de Cristo es el camino vocacional de todo ser
humano49 Por eso no soacutelo tiene un significado salviacutefico la humanidad de Cristo
sino su crecimiento en la carne asumida glorificada tras la Resurreccioacuten y
Ascensioacuten de Cristo en el seno de la Trinidad que tambieacuten seraacute la nuestra
Tanto cristoloacutegica como antropoloacutegicamente podemos caer en el peligro de
confundir este crecimiento con una especie de redondeamiento del yo como una
obra que yo firmo de miacute misma para ser mejor No se trata de eso Maacutes bien surge
del deseo de responder a quien amas y no de buscar tu mejor laquoyoraquo Por eso no es
un crecimiento laquomoralraquo que el Padre premia con la divinidad como planteaba
Arrio No hay duda de que el ser humano crece en la relacioacuten de amistad con Dios
Lo contrario seriacutea un contrasentido tanto por nuestra parte (si no somos siempre
los mismos no crecer es retroceder50) como por parte de Dios (iquestcoacutemo es posible
que una intimidad cada vez mayor con Eacutel no influya decisivamente en nuestra
plenitud humana) Es maacutes siempre que se deacute en nosotros un verdadero
crecimiento se tendriacutea que dar tambieacuten un ensanchamiento de nuestra libertad
una maduracioacuten de nuestro ser completo Unas veces se nos daraacute a vivir
luminosamente palpablemente Otras veces en la oscuridad de la noche en la cruz
de los propios liacutemites o el aparente fracaso No depende de eso el crecimiento del
que hablamos como tampoco dependioacute el crecimiento de Cristo de sus momentos
de mayor gloria o reconocimiento social
Veremos tambieacuten coacutemo la libertad es esencial en la teologiacutea de Ireneo para
poder afirmar la fe y el crecimiento de lo humano en Dios laquoLa verdadera presencia
de Dios en nuestra libertad consiste en ponernos de largo haciendo que seamos
47 Cf Hb 210 59 514 61 7111928 10114 12223
48 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS La Humanidad Nueva Ensayo de Cristologiacutea (Santander 81994) 55-105
49 Cf GS 22 45
50 Este caraacutecter evolutivo y dinaacutemico de la perfeccioacuten o el crecimiento es considerado por la Tradicioacuten como un signo de salud espiritual (cf S ARZUBIALDE Theologia Spiritualis 74)
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 15
mayoresraquo51 iquestAcaso no nos sentimos maacutes libres con aquellas personas que maacutes
queremos y nos quieren y cuya presencia maacutes peso tiene en nuestra vida iquestAcaso
no sentimos con estas mismas personas que su sola cercaniacutea nos ensancha el
horizonte y casi nos acrecienta por encima de nuestra propia talla iquestY no es
justamente con estas personas con quienes sentimos mayor responsabilidad de
las opciones que vamos haciendo Son presencias que de alguacuten modo
fundamentan mi libertad y mi recorrido vital pero a la vez no se confunden
conmigo ni se tornan imprescindibles para dar un paso iexclCuaacutento maacutes no ocurriraacute
esto entre el ser humano y Dios
La accioacuten que el Espiacuteritu Santo de Dios fue haciendo en la humanidad histoacuterica
de Cristo y tras la Resurreccioacuten glorificaacutendola la seguiraacute llevando a teacutermino
tambieacuten en nuestra humanidad Si nosotros queremos Sin libertad y decisioacuten
humana Dios no fuerza Es posible creer que haremos este camino de libre
obediencia porque la humanidad de Cristo verdadera humanidad como la nuestra
lo ha hecho primero Soacutelo este ser humano libre puede estar llamado a la Salus
carnis en un proceso de crecimiento continuo libre y obediente al dinamismo que
el Espiacuteritu Santo va imprimiendo en su carne hasta la comunioacuten con Dios
51 A GESCHEacute El sentido 40
INTRODUCCIOacuteN
16 | Humana augens
Capiacutetulo I
EL SER HUMANO PLASMA DEI
ARTE EN LAS MANOS DE DIOS
Opera autem Dei plasmatio est hominis
(AH V 152)
Introduccioacuten
1 Un solo Dios una sola Creacioacuten un solo hombre
2 Plasmados por Sus Manos y hechos para la comunioacuten con Eacutel
3 Predileccioacuten de Dios por el ser humano a imagen y semejanza suya
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO I
18 | Humana augens
Introduccioacuten
En la teologiacutea del siglo II la nocioacuten de ser humano no era monoliacutetica1 Ireneo
conoce las diversas visiones filosoacuteficas gnoacutesticas y eclesiales y toma su propia
postura Hay un punto de partida fundamental que se repite abundantemente en
sus escritos su teologiacutea unitaria2 No hay varios dioses ni distincioacuten entre un Dios
Creador y el Dios de Jesuacutes No hay varios Cristos ni separacioacuten entre el Verbo
encarnado el Salvador el Preexistente el Glorioso No hay varias creaciones ni
diversas sustancias a la base de distintas clases de seres No hay tampoco varios
tipos de hombres ni en funcioacuten de su origen ni por el dinamismo antropoloacutegico
que se les confiere de cara al fin que les espera
Por eso partiremos de esta unidad para ver despueacutes coacutemo articula Ireneo los
diversos elementos que forman el aacutenthropos verdadera obra de arte en manos de
Dios Trinidad La predileccioacuten de Dios por el ser humano se refleja en el cuidado
con que nos plasmoacute en el lugar privilegiado que nos otorga frente a lo creado y de
un modo especial en haber querido hacernos a imagen del Verbo y a semejanza
suya por la fuerza del Espiacuteritu Aquiacute radica la verdadera grandeza del ser humano y
de su Creador Y aquiacute estriba una de las mayores aportaciones de Ireneo llevamos
su imagen y semejanza en nuestro cuerpo en nuestra carne pues asiacute lo ha querido
Dios y por tanto en ella se dinamiza toda la Historia de Salvacioacuten para que
creciendo y madurando llegue un diacutea a la comunioacuten perfecta con Eacutel
Si nuestra carne juega tal papel en la obra salvadora y Cristo fue
verdaderamente hombre carne de nuestra carne iquestcoacutemo no seraacute tambieacuten crucial el
crecimiento y maduracioacuten de su Humanidad para salvarnos
1 Cf A ORBE laquoLa definicioacuten del hombre en la teologiacutea del s IIraquo Gregorianum 48 (1967) 522-576
2 Cf J VIVES laquoPecado original y progreso evolutivo del hombre en Ireneoraquo Estudios Eclesiaacutesticos 43 (1968) 561 571
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 19
1 Un solo Dios una sola Creacioacuten un solo hombre
Ireneo se mueve en un ambiente marcado por las doctrinas gnoacutesticas3 y
marcionitas con dos consecuencias centrales el desprecio de la materia y lo
creado y la consiguiente distincioacuten y duplicidad de dioses o principios divinos que
dan lugar a diversos hombres con desigual dignidad
Para rebatir tal planteamiento Ireneo se apoya en la Escritura tal como es
costumbre en eacutel Si queremos comprender queacute es el ser humano tendremos que
acudir al relato de la Creacioacuten El problema estaacute en que encontramos narrada dos
veces la creacioacuten del hombre4
Dijo Dios laquoHagamos al ser humano a nuestra imagen como semejanza nuestra y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos y en las bestias y en todas las alimantildeas terrestres y en todas las sierpes que serpean por la tierraraquo Creoacute pues Dios al ser humano a imagen suya a imagen de Dios le creoacute macho y hembra los creoacute
(Gn 126)
Entonces Yahveh Dios formoacute al hombre con polvo del suelo e insufloacute en sus narices aliento de vida y resultoacute el hombre un ser viviente
(Gn 27)
Dentro y fuera de la Iglesia diversos autores encontraron aquiacute fundamento
suficiente para apoyar una laquodobleraquo creacioacuten y dos tipos de hombres Filoacuten de
Alejandriacutea distinguiacutea entre el hombre laquohechoraquo a imagen y semejanza de Dios
(laquoποιηϑείσraquo seguacuten Gn 126) y el hombre laquomodeladoraquo o laquoplasmadoraquo por Eacutel a partir
del barro (laquoπλαςϑείσraquo seguacuten Gn 27) El primero es el hombre puro incorruptible
racional incorpoacutereo identificado con el νοῦσ es el hombre ideal paradigma de
todos los demaacutes Soacutelo eacutel puede considerarse propiamente imagen de Dios Por el
contrario el plasmado es un hombre material corruptible mortal compuesto de
cuerpo y alma maacutes cercano a lo animal que al aacutenthropos propiamente
3 Una presentacioacuten del gnosticismo y un breve resumen del sistema valentiniano en R TREVIJANO
Patrologiacutea (Madrid 1998) 6771-80 ID laquoLas cuestiones fundamentales gnoacutesticasraquo E ROMERO POSE (ed) Pleacuteroma Miscelaacutenea en homenaje al P Antonio Orbe (Santiago de Compostela 1990) 243-256 J A CABALLERO laquoEl Evangelio de Judas Gnosis san Ireneo y el canonraquo Veritas 17 (2007) 387-406 Sobre nuevas formas de gnosticismo hoy A MANARANCHE Querer y formar sacerdotes (Bilbao 1996) 19-88
4 Para todos los textos biacuteblicos seguimos la traduccioacuten de la Nueva Biblia de Jerusaleacuten (Bilbao 2009)
CAPIacuteTULO I
20 | Humana augens
Ireneo mantiene inalterable la unidad antropoloacutegica y creatural5 Solo hay un
principio el uacutenico Dios Solo una Creacioacuten Y en ella un uacutenico hombre creado
Porque es necesario que las cosas creadas tengan por principio alguna causa grande y el principio de todo es Dios [] Es pues necesario creer primeramente que hay un Dios el Padre el cual creoacute y organizoacute el conjunto de los seres e hizo existir lo que no existiacutea [] En tal conjunto se halla igualmente este mundo nuestro y en el mundo el hombre6
Para eacutel no hay ni rastro de seres intermedios emanaciones o Demiurgos que
faciliten el laquotrabajoraquo de Dios Tampoco hay diversas clases de hombre seguacuten la
sustancia de la que provengan y el fin que les sea propio como defendiacutean los
gnoacutesticos Todos jugamos con las mismas reglas porque no hay maacutes mundo que
este nuestro ni maacutes aacutenthropos que se salve o pierda eternamente desde el inicio
Un solo Dios una Uacutenica Creacioacuten una sola historia de salvacioacuten para todos Y
siempre como veremos enseguida es Dios Trinidad quien crea quien acompantildea
quien cuida quien salva7
Entre la gran pluralidad gnoacutestica8 y la unidad ireneana Oriacutegenes asumioacute la
doble creacioacuten de Filoacuten y la relacionoacute con el laquodobleraquo hombre paulino de 2Cor 416
Por un lado identifica el hombre laquohechoraquo de Gn 126 con las cualidades platoacutenicas
del noucircs y las paulinas del hombre espiritual y el hombre nuevo9 Por otro lado
estaacute el laquoplasmadoraquo de Gn 27 que es sensible corpoacutereo material unido al hombre
animal terreno y viejo10 de Pablo Por si fuera poco Oriacutegenes introduce el pecado
entre una y otra creacioacuten lo que explica bien el sentido peyorativo que la aparicioacuten
de la materia tiene en su teologiacutea Aunque la valore como instrumento para
elevarse y llegar a Dios siempre estaraacute ligada a la caiacuteda primigenia de la que hay
que liberarse11
Con el tiempo manteniendo esta liacutenea autores como san Ambrosio san Hilario
o Gregorio de Elvira identificaraacuten la creacioacuten del alma con Gn 126 y la del cuerpo
5 Para toda esta parte A ORBE Antropologiacutea de San Ireneo (Madrid 1997) 6 Ep 4 7 Cf Ep 5 8 Cf J A CABALLERO laquoEl Evangelio de Judas Gnosis san Ireneo y el canonraquo 394-401
9 Cf 1Cor 215 Ef 316 424 10 Cf Ef 422 Rm 724 11 ORIacuteGENES De Principiis II 92 Contra Celso I 32 y 33 Cit por A ORBE Antropologiacutea 26
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 21
con Gn 27 De este modo es el alma la razoacuten o entendimiento mdashhombre interior
paulinomdash quien es hecha a imagen del Logos imagen de Dios mientras que el
cuerpo mdashhombre exterior paulinomdash es formado de la tierra de la materia Es por
tanto el alma lo realmente esencial al ser humano su centro su ligazoacuten con el
Creador12 pues ella seraacute deificada y no el cuerpo
Nada maacutes lejos de la propuesta de Ireneo Lo que nos interesa a nosotros aquiacute es
constatar este fondo platoacutenico y gnoacutestico y las diversas posiciones en que cristaliza
en la teologiacutea cristiana cuando nos preguntamos por la sede de la imagen de Dios en
el hombre por lo esencialmente humano Para nuestro autor residiraacute en la totalidad
del hombre creado el uacutenico que hay que no existe maacutes que en la carne y en este
mundo el uacutenico creado No ve diferencia entre los dos textos creacionales ni
incompatibilidad entre los dos verbos hacer y plasmar Maacutes bien pareciera que se
complementan Dios hace plasmando Es decir Gn 27 responde a lo enunciado en Gn
126 son una unidad Como si el peso creador recayera en todo caso sobre la
plasmacioacuten en el cuerpo pues nada se dice del alma per se sino de esa plasis
humana imagen de Dios Coincidiraacuten con esta visioacuten Teoacutefilo Antioqueno13 y Melitoacuten
de Sardes entre otros Y ya estaba previamente en san Justino
Aquestos [enemigos de la resurreccioacuten carnal] parecen ignorar la universal empresa de Dios y la aparicioacuten y plasmacioacuten inicial del hombre [τὴν ἐξ ἀρχῆσ γένεςιν τοῦ ἀνϑρώπου καὶ πλάςιν] y por queacute se hicieron las cosas del mundo iquestNo dice acaso el oraacuteculo [Gn 126] laquoHagamos un hombre a nuestra imagen y semejanzaraquo iquestCuaacutel Alude al hombre carnal es claro Pues dice el oraacuteculo [Gn 27] laquoY tomoacute Dios de la tierra barro y plasmoacute el hombreraquo Salta pues a la vista que el hombre modelado a imagen de Dios [ὡσ κατrsquo εἰκόνα Θεοῦ πλαςςόμενοσ ὁ ἄνϑρωποσ] era carnal14
Ireneo da tambieacuten un especial relieve al contraste paulino entre hombre interior
y exterior y mucho maacutes entre el primer Adaacuten y el Segundo Ahora bien en absoluto
los identifica con los dos textos de Geacutenesis Una vez maacutes soacutelo hay un hombre soacutelo
12 Pensamiento tiacutepico de la escuela alejandrina Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza
de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo Scriptorium Victoriense 23 (1976) 275-302 Aquiacute 281 13 laquoY para mostrarnos tambieacuten la πλάςισ mdashno fuera a parecer problema insoluble entre hombres
el que habiendo Dios declarado ldquohagamos un hombrerdquo auacuten no se hubiera dado a conocer su creacioacuten [ἡ ποίηςισ ἀυτοῦ]mdash nos ensentildea la Escrituraraquo (Ad Autol II 19) Cit por A ORBE Antropologiacutea 15 nota 37
14 SAN JUSTINO De Resurrectione 7 Cit por A ORBE Antropologiacutea 14 Como es sabido la atribucioacuten a Justino de dicha obra no es considerada segura por la criacutetica Veacutease como ejemplo M SIMONETTI Justino A DI BERARDINO ndash G FEDALTO ndash M SIMONETTI Literatura Patriacutestica (Madrid 2010) 1011
CAPIacuteTULO I
22 | Humana augens
hay un origen este primer Adaacuten hecho y plasmado a imagen del Segundo Cristo
Veamos entonces en queacute consiste ese aacutenthropos verdadero para Ireneo
En diaacutelogo con los gnoacutesticos y con las distintas visiones de su eacutepoca quiere
aunar la nocioacuten filosoacutefica y la biacuteblica manejando con toda libertad diversas
concepciones antropoloacutegicas seguacuten el contexto en que habla o el intereacutes que en ese
momento tiene15 Por un lado podemos encontrar en sus escritos16 la definicioacuten
filosoacutefica predominante en ese momento17
Y como el hombre es un ser viviente [compositum animal mdash ζῷον] compuesto de alma y cuerpo asiacute es necesario y conveniente que exista en virtud de tales dos elementos [] Ambos pues se alegran de estar juntos estaacuten aliados y luchan mano a mano para llevar al hombre a la presencia de Dios18
Asiacute escribe a su amigo Marciano queriendo fortalecer su fe y exponiendo
laquobrevemente la predicacioacuten de la verdadraquo19 Sin embargo es una visioacuten del ser
humano que podriacutea llevarnos a engantildeo si no atendemos al resto de su obra
Veremos que este pasaje no representa la teologiacutea del autor pues sin ser falsa es
claramente insuficiente20 ya que omite la presencia activa de Dios en el hombre su
Espiacuteritu su economiacutea El hombre es alma y cuerpo como deciacutean los filoacutesofos pero
tal definicioacuten carece de la riqueza que aporta la Escritura Si fuera asiacute iquestcoacutemo
podriacutea alcanzar el hombre el fin que le es propio la comunioacuten con Dios iquestpor queacute
no la alcanzariacutean entonces otras criaturas que del mismo modo son seres
racionales
Fiel a la antropologiacutea tricotoacutemica de 1Tes 523 para Ireneo soacutelo se puede
hablar de hombre propiamente si hablamos de cuerpo alma y espiacuteritu21 aunque
no siempre lo exprese asiacute en funcioacuten del tema que le interesa abordar Bien es
cierto que tambieacuten los gnoacutesticos fundamentaban aquiacute su triple aacutenthropos material
15 Cf A ORBE laquoLa definicioacuten del hombre en la teologiacutea del s IIraquo 544 Muy significativo es que
ninguacuten eclesiaacutestico asumiera la foacutermula completa de la tradicioacuten filosoacutefica laquoanimal racional mortalraquo y en todo caso hablaran de laquoanimal racionalraquo
16 Cf Ep 2 AH IV pr 3 AH V 81 AH V 13 AH V 32 AH V 201 AH II 284 17 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo Gregorianum 43 (1962) 482-483 18 Ep 2 19 Ep 1 20 Cf A ORBE Antropologiacutea 17-18 21 Cf AH V 61 82 Si bien es cierto que en algunos momentos se expresa dicotoacutemicamente AH III
221 334 V 122
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 23
animal y espiritual Para los valentinianos estos tres hombres se corresponderiacutean
con las tres esencias que conllevaban un orden y una finalidad propia No todos los
seres humanos tienen las mismas posibilidades ni el mismo destino Seguacuten la
esencia se estariacutea llamado a uno u otro estado a una u otra dinaacutemica vital
El hombre material o hiacutelico (simbolizado en Caiacuten) seriacutea el hombre
irracional carnal y visible Es el polvo de Gn 27a configurado por el
Demiurgo pues seriacutea impensable que Dios Padre se laquomanchararaquo con algo
tan bajo como la carne No tendriacutean ninguna posibilidad de alcanzar la
comunioacuten con Dios
El hombre psiacutequico o racional (representado en Abel) provendriacutea de la
esencia del Demiurgo consustancial a eacutel seguacuten Gn 27b Necesita de un
hombre material para hacerse visible en este mundo pero tendraacute que
deshacerse de eacutel si quiere elevarse hasta la divinidad Tambieacuten seriacutea
perfecto dentro de su orden
El hombre pneumaacutetico o espiritual (representado en Set) seriacutea
consustancial al Verbo y por su medio al Padre Necesita de los otros dos
hombres para lograr su propia madurez pero abandonaraacute ambos en su
camino hacia Dios fin que le es propio por naturaleza
Los tres seriacutean laquohombres perfectosraquo en su orden pues su inicio y su fin estariacutea
en ellos mismos sin una posible maduracioacuten o crecimiento que les llevase maacutes allaacute
de lo que son Maacutes que perfectos podriacuteamos decir que son laquoacabadosraquo en siacute
mismos Ademaacutes en ninguno de los tres la laquocarneraquo (ςάρξ) forma parte
propiamente de su ser aacutenthropos aunque sea a comuacuten a todos y la necesiten como
instrumento en este mundo visible y corpoacutereo
Por el contrario para Ireneo el uacutenico aacutenthropos existente es carnal corpoacutereo y
sobre la plasis inicial reposa su fundamento22 Eso siacute es imperfecto inacabado
llamado a crecer maacutes allaacute de siacute mismo para alcanzar la perfeccioacuten del Espiacuteritu Por
eso crece laquomaacutes allaacute de siacuteraquo porque el ser humano de ninguacuten modo podriacutea alcanzar
el ser espiritual si Dios no le diera su Espiacuteritu
22 Cf AH IV 372
CAPIacuteTULO I
24 | Humana augens
No es que la sola carne creada sea de por siacute el hombre perfecto sino que es soacutelo el cuerpo del hombre y una parte suya Pero tampoco sola el alma es ella misma el hombre sino que es soacutelo el alma del hombre y una parte del hombre Ni el Espiacuteritu es el hombre pues se le llama Espiacuteritu y no hombre Sino que la unioacuten y mezcla de todos eacutestos es lo que hace al hombre perfecto [] Son pues perfectos quienes tuviesen en siacute de modo permanente al Espiacuteritu de Dios conservando sin mancha el cuerpo y el alma23
De Dios proviene todo y Eacutel dirige todo hasta el fin24 Mientras tanto el Verbo y
el Espiacuteritu acompantildean siempre su obra Nunca se veraacute el hombre fuera de sus
manos25
Dios seraacute glorificado en su criatura que por su bondad ha hecho semejante a eacutel y conforme a la imagen de su Hijo Pues el hombre y no soacutelo una parte del hombre se hace semejante a Dios por medio de las manos de Dios esto es por el Hijo y el Espiacuteritu26
Otras definiciones de hombre que podemos encontrar en Ireneo son las que
corresponden a la teologiacutea paulina Habla del hombre terreno27 como laquohombre
animalraquo fiacutesico tal como se describe en Gn 27 Es plasma y soplo de vida llamado a
crecer hasta el laquohombre espiritualraquo o laquosegundo Adaacuten hecho Espiacuteritu vivificanteraquo28
paradigma del hombre ideal Entre ambos tal como se describe en Gn 126 estaacute el
hombre hecho a imagen y semejanza de Dios en un dinamismo continuo que
apunta ya a su destino al Verbo Soacutelo despueacutes tras la resurreccioacuten de la carne
viviraacute el hombre perfecto en virtud de la carne gloriosa de Cristo y de su Espiacuteritu29
Es el hombre deificado que ya ha abandonado la historia para adentrarse en la
eternidad con Dios en su descanso
Por tanto conviene no confundir estos diversos modos de hablar del hombre
en Ireneo El hombre laquohechoraquo (Gn 126) y el laquoplasmadoraquo (Gn 27) es el mismo el
aacutenthropos carnal y corpoacutereo que ha recibido la imagen de Dios de sus propias
Manos No hay otro Todas las criaturas existentes en tanto que no son Dios
(infectus) son hechas (factae) Incluidos los aacutengeles Ahora bien para Ireneo se da
una diferencia esencial entre el ser humano y las demaacutes criaturas Eacutel ha sido creado
23 AH V 61 24 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y la creacioacuten de la materiaraquo Gregorianum 59 (1978) 71-127 25 Cf AH V 13 26 AH V 61 27 Cf AH III 223 28 AH V 122 29 Cf AH IV 202 V 133 363
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 25
con un fin uacutenico pasar de factus a infectus llegar a ser como Dios sin dejar de ser
criatura Las demaacutes criaturas no han recibido tal dinamismo ni finalidad iraacuten
madurando y creciendo seguacuten las leyes de su propia especie pero son perfectas
(acabadas) dentro de su orden Ninguna superaraacute su especie incluidos los mismos
aacutengeles tambieacuten libres como el hombre pero sin un destino que les lleve a crecer
maacutes allaacute de lo que son hasta la comunioacuten con Dios30
El hombre no es una especie maacutes Siendo laquopoco inferior a los aacutengelesraquo31 estaacute
llamado a un fin mucho mayor Si reducimos la esencia del ser humano a la mezcla
de cuerpo y alma mdashnocioacuten filosoacuteficamdash lo estamos condenando a ser una especie
maacutes y por tanto estamos malogrando el querer divino Este laquoplusraquo recibido le
viene del modelado directo e iacutentimo de las manos de Dios Dios nos hizo
plasmaacutendonos con su tacto con sus propias manos Veamos entonces en queacute
consiste esta plasmacioacuten divina
2 Plasmados por Sus Manos y hechos para la comunioacuten con Eacutel
Si volvemos al texto biacuteblico del Geacutenesis soacutelo del ser humano se dice que fue
plasmatus para ser factus Para los gnoacutesticos y en la misma tradicioacuten de Oriacutegenes
todo trabajo manual suponiacutea cierto desprecio Cuanto maacutes se aleja una labor del
intelecto puro y maacutes se acerca a la materia y lo manual maacutes despreciado No es de
extrantildear entonces el problema que suponiacutea ver a Dios modelando el barro Y no
un polvo sideral como queriacutean algunos marcionitas o de esencia hiacutelica como
deciacutean los valentinianos La Escritura habla de polvo de la tierra normal y
corriente el uacutenico que existe aunque eso siacute Dios pone tanto cuidado en su obra
que elige el maacutes puro y fino que encuentra Hubiera bastado una palabra suya32
pero quiso tocarnos que su Verbo y su Espiacuteritu se recrearan en nuestra
plasmacioacuten33
30 Cf Ep 12 31 Sal 8 32 Cf Ep 10 33 Cf AH IV pr 4
CAPIacuteTULO I
26 | Humana augens
Al hombre empero lo plasmoacute Dios [plasmavit mdashπλὰςςωmdash manibus] con sus propias manos tomando el polvo maacutes puro y fino de la tierra y mezclaacutendolo en medida justa con su virtud [ad mesuram in unum-miscens mdashςυγκεράννυμιmdash suam virtutem mdashδύναμισmdash] Dio a aquel plasma su propia fisionomiacutea de modo que el hombre auacuten en lo visible fuera imagen de Dios [quod videretur deiforme mdashϑεοειδὴσmdash esset] Porque el hombre fue puesto en la tierra plasmado a imagen de Dios Y a fin de que pudiera vivir soploacute Dios sobre su rostro un haacutelito vital de manera que tanto en el soplo como en la carne plasmada el hombre fuera semejante a Dios Fue creado por Dios libre y sentildeor de siacute [liber mdashἐλεύϑεροσmdash et suae potestatis mdashαὐτεξούςιοσmdash] destinado para ser rey de todos los seres del cosmos34
Varios puntos de intereacutes aparecen en este fragmento el contacto personal de
las manos de Dios al plasmar al hombre la mezcla inicial entre el barro y la virtus
de Dios como materia original la forma visible o fisonomiacutea que se le imprime
(imagen) el haacutelito vital insuflado posterior a la plasmacioacuten (para que pueda ser
semejante) y la libertad y sentildeoriacuteo de siacute que el ser humano recibe sobre todo lo
creado Vayamos viendo todo esto y relacionaacutendolo con otros textos de Ireneo
No aparece demiurgo alguno ni aacutengeles en quien el Creador delegue como si Eacutel
no tuviera Manos35 Con ninguna otra criatura actuoacute asiacute Dios Es Eacutel mismo en
persona quien nos crea moldeaacutendonos con lo que ello implica de contacto
personal y cuidado36
No parece que Ireneo niegue cierta modelacioacuten en el resto del universo
visible37 y de hecho otros textos de la Escritura lo confirman38 Pero soacutelo en el ser
humano imprimioacute Dios laquosu propia fisionomiacutearaquo O tomando la traduccioacuten de A
Orbe con gran belleza laquodibujoacute sobre la carne modelada su propia forma de suerte
que aun lo que es el aspecto suyo visible llevara la forma de Diosraquo39
Lo que Dios modela es ya mezcla de barro y fuerza divina Sobre esta materia
inicial laquode rudi terraraquo40 quiere actuar Dios y no sobre otra Era tierra seca mdashpues
34 Ep 11 35 Cf AH IV 201 51 192 74 36 Tambieacuten en la Carta a Clemente se recoge esta predileccioacuten laquoFinalmente con sus sacras e
intachables manos plasmoacute (Dios) al hombre caraacutecter de su propia imagen [ἄνϑρωπον ἔπλαςεν τῆσ ἑαυτοῦ εἰκονοσ χαρακτῆρα]raquo (1 Clem 334) Cit por A ORBE Antropologiacutea 14
37 Cf Ep 4 AH IV 201 38 Sal 182 laquoEl firmamento pregona la obra de sus manosraquo Job 108ss laquoTus manos me hicieron y
fabricaron iquesty me va a destruir por completo Recuerda que como arcilla me hiciste y al polvo me haraacutes volverraquo Sal 11873 laquoTus manos me crearon y plasmaronraquo
39 A ORBE Antropologiacutea 36 40 AH III 2110 Cf AH III 187 V 154 161
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 27
auacuten no habiacutea llovido41mdash necesitada de la fuerza de Dios para hacerse moldeable y
doacutecil a sus manos y a la vez adquirir unidad e integracioacuten Esta virtud o potencia
mezclada en su justa medida es el Espiacuteritu de Dios42 que actuacutea en el hombre de
forma similar a como actuoacute sobre las aguas iniciales43 Por tanto lo que Dios
plasma con sus Manos44 el Verbo y el Espiacuteritu o Sabiduriacutea es la tierra aacuterida
tomada por Dios y mezclada con su fuerza en justa medida
Pues siempre le estaacuten presentes [al Padre] el Verbo y la Sabiduriacutea el Hijo y el Espiacuteritu por medio de los cuales y en los cuales libre y espontaacuteneamente hace todas las cosas a las cuales habla diciendo laquoHagamos al hombre a nuestra imagen y semejanzaraquo [Gn 126] toma de siacute mismo la substancia de las creaturas el modelo de las cosas hechas y la forma del ornamento del mundo45
Eligioacute el barro de la tierra para dejar en nuestra carne su imagen su rastro su
laquofirmaraquo pues cuanta maacutes distancia hay entre el Creador y la obra de sus manos
maacutes se muestra su amor y grandeza Y ciertamente nada maacutes distinto de Dios
llegaraacute a ser tan semejante nada tan tosco podriacutea mostrar con mayor
transparencia su amor Si Dios hubiera buscado deslumbrarnos con el poder de sus
obras podriacutea haberlo hecho de un modo maacutes espectacular inmediato y
contundente no sujetaacutendose a la lenta maduracioacuten del barro Por eso nos
recomienda Ireneo laquocontempla la mano de tu Artiacutefice [manum artificis tui
exspecta] que hace todas las cosas en el tiempo oportuno y tambieacuten obraraacute
oportunamente en cuanto a ti respectaraquo46 Si grande es su poder al contemplar su
obra mayor es su amor al reconocer el modo y manera como ha querido crear al
hombre
No es posible conocer a Dios en su grandeza pues es imposible medir al Padre mas seguacuten su amor (pues eacuteste es el que nos conduce a Dios por el Verbo) obedecieacutendolo aprendemos constantemente cuaacuten grande es Dios y que Eacutel por siacute mismo crea elige adorna y contiene todas las cosas y entre todas eacutestas tambieacuten estaacute incluido nuestro mundo Nosotros mismos fuimos hechos junto con estas cosas que Eacutel contiene47
41 Cf AH III 2110 42 Cf Ep 11 AH IV 392 43 Cf Gn 12 44 Cf AH V 283 45 AH IV 201 46 AH IV 392 47 AH IV 201 Cf AH IV 51 192
CAPIacuteTULO I
28 | Humana augens
Conviene no perder de vista el contraste con planteamientos maacutes cercanos al
platonismo y la liacutenea alejandrina en que el alma incorpoacuterea y consustancial a Dios
ha sido puesta como centro de la salvacioacuten Por el contrario elegir la carne es optar
por lo maacutes alejado justamente a la naturaleza del alma lentificando la accioacuten
respetuosa y libre de Dios ya que pide tiempo y espacio para acostumbrarse en
esta progresiva maduracioacuten divinizadora48 Por eso toda la obra salvadora se
mueve entre este primer momento creador (plasis inicial) y el uacuteltimo (anaplasis)
en que el ser humano mdashsu carnemdash libre y gozosamente llegue a la comunioacuten
plena con Dios La carne del hombre no es un accidente ni un castigo ni siquiera
un vehiacuteculo o instrumento para remontarse de nuevo a las alturas divinas en la
medida que se deshaga de todo lo sensible Al contrario
No es novedad de Ireneo sentildealar esta especie de laquodynamisraquo [δύναμισ] divina
inserta en el ser humano Lo novedoso es doacutende reposa y crece tal capacidad Eacutel
rechaza dos posibles soluciones ni el hombre es puro animal racional como deciacutean
los estoicos (una especie maacutes) ni el hombre tiene un origen divino anterior a una
caiacuteda primordial que le lleve a levantarse de la materia y el mundo sensible para
volver a su estado primigenio como afirma la visioacuten platoacutenica
Para Ireneo la carne ha sido creada por Dios por pura voluntad suya para que
desde ella animada por el soplo vital del alma y dejaacutendose hacer por el espiacuteritu
divino vaya creciendo hasta Eacutel La salvacioacuten requiere historia tiempo proceso
porque es salvacioacuten de la carne mdashsalus carnismdash y no de espiacuteritus puros El hombre
carnal no soacutelo es el centro de la Creacioacuten sino tambieacuten el centro de la historia de
salvacioacuten49
Mostramos coacutemo todos los hechos de esta naturaleza han acaecido para la salvacioacuten del hombre porque le hacen crecer para la inmortalidad en todo aquello que cae bajo el poder de su libertad y lo preparan para que sea maacutes capaz de someterse a Dios para siempre La creacioacuten estaacute sometida a los seres humanos en efecto el hombre no fue hecho para ella sino ella para el hombre50
El poder el amor y la belleza que refleja la obra de Dios en el hombre no
termina aquiacute maacutes bien empieza y tiene por delante un largo proceso de
48 Cf AH II 334 49 Cf AH IV pr 4 50 AH V 291
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 29
crecimiento de continua modelacioacuten entre las manos divinas de progresiva
libertad y obediencia al querer de Dios hasta ser verdaderamente imagen y
semejanza suya Si al principio lo fuimos por pura voluntad de Dios al final lo
seremos porque tambieacuten nuestra voluntad asiacute lo ha querido y ha colaborado en
ello dejaacutendose con-figurar progresivamente con Cristo imagen del Padre y por la
fuerza de su Espiacuteritu
Pero si seguimos Ep 11 auacuten nos falta hablar de otro elemento
Porque el hombre fue puesto en la tierra plasmado a imagen de Dios Y a fin de que pudiera vivir soploacute Dios sobre su rostro un haacutelito vital de manera que tanto en el soplo como en la carne plasmada el hombre fuera semejante a Dios Fue creado por Dios libre y sentildeor de siacute destinado para ser rey de todos los seres del cosmos51
Para que esta plasis imagen de Dios cobre vida Dios sopla su aliento lo
laquoanimaraquo El elemento divino interno y lo terreno en la plasis estaban laquomezcladosraquo
modelados por las manos divinas pero careciacutean de comunioacuten verdadera entre
ellos Por eso el hombre no era viviente auacuten porque el hombre interior no podiacutea
auacuten vivificar al exterior Esta es la funcioacuten mediadora del alma [ψυχὴ] uniendo
ambos extremos52
Son tres los elementos de los cuales como hemos dicho consta el hombre carne alma y Espiacuteritu El tercero es el que da la forma y nos salva esto es el Espiacuteritu otro es el elemento que recibe la unioacuten y la forma es decir la carne y el tercero (el alma) media entre los dos y es el que cuando consiente a la carne cae en las pasiones terrenas Si algunos seres humanos carecen de aquello que da la salvacioacuten unidad y forma con razoacuten se les llama laquocarne y sangreraquo porque no tienen en siacute el Espiacuteritu de Dios53
Creo que este punto es de gran importancia el hombre verdadero en quien
Dios graba su imagen y pone sobre la tierra es la plasis pero eacutesta no vive sin la
comunioacuten iacutentima entre lo terreno y lo divino que le configura Sin el Espiacuteritu no
seriacuteamos maacutes que laquocarne y sangreraquo una criatura maacutes54 iquestNo podriacuteamos ver aquiacute un
paralelismo con la intimiacutesima unidad de la naturaleza humana y divina en Cristo
Queda este tema para los capiacutetulos III y IV
51 Ep 11 52 Cf AH V 122 53 AH V 91 54 Cf A ORBE laquoLa definicioacuten del hombre en la teologiacutea del s IIraquo 563
CAPIacuteTULO I
30 | Humana augens
En Ireneo el alma proviene de Dios Padre no del Verbo ni de la Sabiduriacutea y
siempre presupone la plasis modelada por Sus Manos No eran pocos los que
identificaban el alma con la sustancia misma de Dios Los gnoacutesticos la
consideraban consustancial al Demiurgo generacioacuten de Yaveacute55 pero tambieacuten
Tertuliano defensor de la total unidad en Dios cree que el alma sale de su propia
sustancia56
Para Ireneo el alma es criatura no es laquodivinaraquo aunque sea inmaterial Ninguacuten
sentido tiene tampoco pensar en el alma pura por siacute sola De ser asiacute hablariacuteamos
de aacutengeles no de hombres El alma estaacute vinculada al cuerpo en todo momento y
soacutelo en el cuerpo cobra sentido animando el elemento interior y exterior divino y
terrestre Por un lado le hace laquohombre animalraquo le da vida fiacutesica temporal57 Por
otro asimila la vida interior del espiacuteritu que en la plasis estaacute como germen todaviacutea
imperfecto pero llamado a crecer hasta la plenitud Es decir por el alma
desaparece la dualidad entre ese hombre interior y exterior entre lo espiritual y lo
material o al menos estaacute llamada y capacitada para dar la unidad necesaria58 La
carne vive por el alma para llegar a vivir en el Espiacuteritu y eacuteste seguiraacute acrecentando
la carne a traveacutes del alma Por participar de ambos extremos mdashcarne y Espiacuteritumdash
tambieacuten ella recibe el tacto creador del Verbo y el Espiacuteritu y asiacute se va configurando
y divinizando El alma tomaraacute la forma espiritual o carnal seguacuten vaya eligiendo
pues en ella estaacute la sede de la libertad y la razoacuten
Por mediacioacuten del alma el Espiacuteritu va aduentildeaacutendose de la carne y el alma se va
espiritualizando en la medida que se vincula al plasma pues por siacute misma ella no la
puede salvar ni deificar ni acercar maacutes a Dios Eso soacutelo lo hace el Espiacuteritu en
comunioacuten con el alma y la carne (laquocommixtioraquo reflejando la ςύγκραςισ estoica59)
Es significativo porque de esta manera los diversos componentes se unen
55 Cf AH I 55 56 laquoHomo [] a rationali scilicet artiacutefice non tantum factus sed etiam ex substantia ipsius animatusraquo
(TERTULIANO Adversus Praexean 5 5) Cit por A ORBE Antropologiacutea 67 57 Cf AH V 121 58 Cf AH V 13 59 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 478
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 31
manteniendo su identidad propia pero compartiendo sus cualidades sin fusioacuten ni
con-fusioacuten60
Pues el alma y el Espiacuteritu pueden ser partes del hombre pero no todo el hombre sino que el hombre perfecto es la mezcla y unioacuten del alma que recibe al Espiacuteritu del Padre y mezclada con ella la carne que ha sido creada seguacuten la imagen de Dios61 [] Pues si alguien prescindiera de la substancia de la carne esto es de la criatura y quisiera entender lo anterior como dicho soacutelo del puro espiacuteritu entonces no se podriacutea hablar de que el hombre en cuanto tal es espiritual sino soacutelo del espiacuteritu del hombre y del Espiacuteritu de Dios (1Cor 211) Mas este Espiacuteritu se une a la criatura al mezclarse con el alma y asiacute por la efusioacuten del Espiacuteritu el hombre se hace perfecto y espiritual y eacuteste es el que ha sido hecho seguacuten la imagen y semejanza de Dios (Geacuten 126) Si le faltase el Espiacuteritu al alma entonces seguiriacutea como tal siendo animado pero quedariacutea carnal en cuanto se le dejariacutea siendo imperfecto tendriacutea la imagen en cuanto criatura pero no recibiriacutea la semejanza por el Espiacuteritu62
Por tanto el alma no hace laquohombreraquo a la plasis como afirmaban gnoacutesticos y
origenianos Soacutelo le confiere vida animal y racional como principio unificador
laquoporque una cosa es el soplo de vida que hace tambieacuten animal al hombre y otra el
Espiacuteritu vivificante que le hace tambieacuten espiritualraquo63 Es cierto que en textos como
este Ireneo parece hablar del alma como laquoespiacuteritu del hombreraquo64 sin embargo no
creo que haya que contraponerlo al espiacuteritu divino o laquovirtusraquo65 o laquohumedadraquo66 que
nuestro autor entiende ya mezclado con el limo inicial para poder ser plasmado
Otra cosa es otorgar al alma el papel primordial que para Ireneo tiene por ella la
carne pasiva de por siacute se hace capaz de acoger y hacer suyo el Espiacuteritu de Dios o
mejor dicho es capaz de dejarse poseer por Eacutel
60 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa inmortalidad como deificacioacuten del hombre en San Ireneoraquo Scriptorium
Victoriense 8 (1961) 286 Por otro lado W JAEGER afirma que la krasis o synkrasis griega es un tipo de mixis que conlleva la idea de laquopenetracioacuten mutuaraquo y habiacutea que traducirla por laquofusioacutenraquo (Cristianismo primitivo y paideia griega [Meacutexico 71998] 35-39) Desde luego no es el caso de Ireneo puesto que eacutel parte de que cada elemento sigue siendo substancialmente lo que es
61 laquoἩ δὲ ψυχὴ και τὸ Πνεῦμα μέροσ τοῦ ἀνϑρώπου δύνανται εἷναι ἄνϑρωποσ δὲ οὐδαμῶσmiddot ὁ δὲ τέλειος ἄντϑρεποσ ςύγκραςισ καὶ ἔνωςίς ἐςτι ψυξῆσ τῆσ ἐπιδεξαμένησ τὸ Πνεῦμα τοῦ Πατρὸσν καὶ ςυγκραϑείςησ τῇ κατrsquo εἰκόνα Θεοῦ πεπλαςμένη ςαρκί ndash Anima autem Spiritus pars hominis ese possunt homo autem nequaquam perfectus autem homo commixtio et adunitio est animae assumentis Spiritum Patris et admixtae ei carni quae est plasmata secundum imaginem Deiraquo Sigue el texto hablando de Espiacuteritu de Dios y espiacuteritu del hombre como Πνεῦμα ndash Spiritus
62 AH V 61 Cf AH V 81 91 II 331 63 AH V 122 64 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquoraquo 289 65 Cf Ep 11 66 Cf AH IV 393
CAPIacuteTULO I
32 | Humana augens
En contra de los valentinianos67 no somos carne y alma que recibe el Espiacuteritu
al final del proceso como una especie de laquosello finalraquo No existe el hombre
propiamente y soacutelo despueacutes como un plus se le antildeade el Espiacuteritu sino que eacuteste ya
forma parte mdashimperfectamentemdash de nuestra naturaleza de nuestro barro
modelado por las manos de Dios por dentro (Sabiduriacutea) y por fuera (Verbo) iquestQueacute
sentido tendriacutea espiritualizar al espiacuteritu ya activo en nuestro barro Lo que define
al hombre es la deificacioacuten de la carne que ya desde el principio estaacute mezclada con
el espiacuteritu de Dios Dios puso en el inicio lo que nos propone como final la
comunioacuten iacutentima de lo terreno y lo espiritual lo humano y lo divino Pero no nos lo
dio acabado sino en germen en potencia para que con nuestra libertad
hicieacuteramos nuestro lo que soacutelo puede venir de Eacutel Desde esta perspectiva cobra un
sentido mayor que la salvacioacuten viniera por el Verbo encarnado comunioacuten entre
Dios y el hombre tan plena que se hace una sola persona Cristo
En todo caso encontramos textos de Ireneo que parecen contradictorios con
Ep 11 (desde el principio Dios laquomezclaraquo barro con su propio espiacuteritu y tras
plasmarlo insufla el alma) como si situara el espiacuteritu al final recibieacutendolo el
alma68 Es el caso de AH III 221 V 61 91 Sin embargo no veo base para afirmar
tal contradiccioacuten puesto que por un lado son textos que se refieren al hombre
perfecto y no al hombre inicial de Ep 11 Y por otro lado en Ireneo el alma humana
no existe jamaacutes por siacute sola independientemente de la carne que anima iquestQueacute
sentido tendriacutea otorgar el soplo vital si auacuten no hay carne y espiacuteritu que integrar y
poner en relacioacuten
Adaacuten recibioacute el espiacuteritu en su barro antes de ser modelado pero
germinalmente como infante en su pequentildeez e imperfeccioacuten justamente para que
pueda crecer y llegar a la madurez Seraacute despueacutes en virtud de Cristo y de su carne
67 Cf AH I 55-6 68 Es el caso por ejemplo de C GRANADO laquoActividad del Espiacuteritu Santo en la Historia de Salvacioacuten
seguacuten San Ireneoraquo Communio Revista Catoacutelica Internacional 15 (1982) 31-32 A ORBE oscila entre diversas afirmaciones queriendo hacerlas compatibles seguacuten el texto que comenta Cf Antropologiacutea 58-77 127-133 Otros como J QUASTEN se inclinan a creer que para Ireneo el πνεῦμα es parte esencial del hombre creado desde el principio y no soacutelo el νοῦσ (cf Patrologiacutea I [Madrid 1961] 253 nota 8)
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 33
gloriosa cuando recibamos el Espiacuteritu de un modo maacutes personal69 Puede ayudar
entonces distinguir por un lado el Espiacuteritu con mayuacutescula mdashpara entendernosmdash
o Espiacuteritu Santo personal que recibimos primero de Dios como en arras y al final
plenamente70 Y por otro lado el espiacuteritu con minuacutescula que hace referencia a la
virtus divina ya presente en la mezcla inicial antes de ser plasmados71
Ahora recibimos alguna parte de su Espiacuteritu para perfeccionar y preparar la incorrupcioacuten acostumbraacutendonos poco a poco a comprender y a portar a Dios El Apoacutestol lo llamoacute prenda [] (cf Ef 113-14) Por ello esta prenda al habitar en nosotros ya nos hace espirituales y la mortalidad es absorbida por la inmortalidad (2 Cor54) [] Esto no nos sucede por la destruccioacuten de la carne sino por la comunioacuten del Espiacuteritu [] Si pues teniendo ahora esta prenda clamamos laquoiexclAbbaacute Padreraquo iquestqueacute sucederaacute cuando resucitados lo veamos cara a cara (1Cor 1312) cuando todos sus miembros a una sola voz elevaraacuten el himno de alegriacutea para glorificar al que los ha resucitado de los muertos para darles la vida eterna Pues si la prenda apoderaacutendose del hombre mismo ya le hace clamar laquoiexclAbbaacute Padreraquo iquestqueacute haraacute la gracia universal del Espiacuteritu que Dios otorgaraacute a los hombres Nos haraacute semejantes a eacutel y nos haraacute perfectos por la voluntad del Padre pues eacuteste ha hecho al hombre seguacuten la imagen y semejanza de Dios72
Sobre esta plasis viviente Dios ha dibujado su misma fisonomiacutea su imagen que
lejos de ser estaacutetica y acabada conlleva una capacidad continua de asemejamiento
Por eso no solo somos hechos a su imagen sino tambieacuten a su semejanza Y esto es
lo que da una primaciacutea al ser humano por encima de todo lo creado incluidos los
aacutengeles pues ellos son creados libres y racionales pero no por ello laquoa semejanza
de Diosraquo73
Esta primaciacutea creatural74 ya presente en Justino o Teoacutefilo Antioqueno no
parece que se deba a nuestra mayor perfeccioacuten (hubiera elegido aacutengeles) ni a
nuestra cercaniacutea o consustancialidad con Dios (hubiera elegido almas puras) sino a
69 AH V 182 laquoPater enim conditionem simul et Verbum suum portat et Verbum portatum a Patre
praestat Spiritum omnibus quemadmodum uult Pater quibusdam quidem secundum conditionem quod est conditionis quod est factum quibusdam autem secundum adoptionem quod est ex Deo quod est generatioraquo Comenta A ORBE laquo(Este Espiacuteritu de creacioacuten [Spiritum secundum conditionem]) es anterior a la Encarnacioacuten y se deja sentir en la creacioacuten como tal a modo de complemento suyo Sin ese pneuma no puede perseverar el mundo material en su buen serraquo (Teologiacutea de San Ireneo II Traduccioacuten y comentario del libro V del Adversus haereses [Madrid 1987] 216) Por eso hay que distinguirlo del Espiacuteritu de adopcioacuten derramado en Pentecosteacutes tras la glorificacioacuten de la carne de Cristo (cf J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos [Madrid 2004] 46-50)
70 Cf AH V 61 71 Cf AH V 81 72 AH V 81 73 Cf AH IV 384 374 6 V 13 74 Cf AH V 291
CAPIacuteTULO I
34 | Humana augens
su libre voluntad y a la capacidad que nos ha dado para llegar a ser maacutes de lo que
somos (incrementum) en vistas a alcanzar la comunioacuten con Eacutel Esa posibilidad de
crecimiento y maduracioacuten es nuestra maacutes iacutentima vocacioacuten y para alcanzar tal fin
ha desplegado Dios todo lo creado75
El Padre decide y manda el Hijo ejecuta y modela el Espiacuteritu alimenta y hace crecer y el
hombre progresa poco a poco y se eleva a la perfeccioacuten es decir se acerca a lo Increado y
eacuteste es Dios76
Hemos visto coacutemo la Creacioacuten es trinitaria y tambieacuten lo es la Historia de
Salvacioacuten como un acompantildeamiento continuo de Dios a su criatura Dios Padre da
a luz a la materia creando de (ex) la nada por voluntad divina en contra de lo que
predicaban los gnoacutesticos77 Eacutel es quien dispone de esa materia primera el limo
inicial para crear al hombre78 Asiacute el cuerpo de Adaacuten era tan carnal material y
visible como el nuestro No hay un cuerpo de Adaacuten invisible y puro en las manos de
Dios y otro carnal y visible fruto del pecado como deciacutean los gnoacutesticos a raiacutez de Gn
321 o el mismo Oriacutegenes
El Verbo da la forma o consistencia como laquomodeloraquo que es por ser laquomedida
personal del Padreraquo79 y el Espiacuteritu imprime dinamismo y belleza (laquoornamentoraquo)
para conducirla a su plenitud Recordemos que el Verbo no modela ya pura tierra
aacuterida sino una mixis que contiene la fuerza divina daacutendole unidad y ductilidad El
Verbo lo modela externamente en lo visible mdasha su imagenmdash mientras por esa
virtud (su espiacuteritu) mezclada en el barro configura al hombre internamente en lo
invisible posibilitando su semejanza Veamos queacute supone esto
75 Cf AH IV 51 76 AH IV 383 77 Cf AH II 1024 287 309 IV 383 78 Cf AH III 2110 Ep 11 79 AH IV 42
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 35
3 Predileccioacuten de Dios por el hombre a su imagen y semejanza
Como hemos visto soacutelo el ser humano es tocado y acariciado por las manos de
Dios como un Artesano contempla y recrea su obra No hay dos piezas iguales Si
Dios soacutelo imprimioacute formoacute y modeloacute su imagen en la carne del hombre ahiacute reside
entonces lo maacutes original del ser humano80
Y iquesten queacute consiste entonces esta forma divina que Dios dibuja en nosotros81
Si somos modelados con sus dos Manos recibiremos la forma de ambos la forma
visible y externa del Verbo y la invisible e interna del Espiacuteritu como semejanza
dinaacutemica Es cierto que el Hijo y el Espiacuteritu intervienen en todo lo creado pero soacutelo
el hombre recibe plenamente aquello que les caracteriza a ambos
Ahora bien iquesthabriacutea entonces que decir que Dios tiene forma humana Visto
asiacute el Verbo el Logos eterno del Padre posee una forma externa que ha impreso
en el ser humano y si es cierta tal forma seraacute humana Tal afirmacioacuten era tachada
de antropomorfismo inaceptable por muchos entre ellos Oriacutegenes82 No podemos
entrar ahora en el anaacutelisis de las distintas posturas pero siacute vale la pena resentildearlo
pues de lo que concluyamos se seguiraacuten unas afirmaciones u otras al hablar de la
humanidad de Cristo
Autores como Justino o Tertuliano en la liacutenea de Ireneo haraacuten luz en esta
cuestioacuten al distinguir entre Dios Padre y el Verbo de Dios encarnado el segundo
Adaacuten Merece la pena transcribir este precioso texto de Tertuliano
Recuerda mdashescribemdash que laquohombreraquo se llama propiamente a la carne el apelativo primero del hombre Y plasmoacute Dios al hombre lodo de la tierra mdashhombre ya y todaviacutea
80 laquoIreneo queda estupefacto ante el prodigo del cuerpo humano vivificado por el alma Ante este
prodigio vive la experiencia primordial de lo distintivo de la criatura su condicioacuten de ser plasmado por la mano de Dios laquoLa carne no estaacute excluida de la sabiduriacutea y poder artiacutesticos de Dios porque el poder de Dios que comunica la vida deviene perfecto en la flaqueza (2Cor 129) o sea en la carneraquo (AH V 33) iexclExtraordinaria y penetrante exeacutegesis [] El centro del cosmos creado [] es el hombre que antignoacutesticamente es la arcilla que las manos de Dios dan formaraquo H U VON BALTHASAR Gloria II 64 [=H III 15] Cit por R POLANCO laquoLa carne de Cristo como salus in compendio (AH III 181) o la Gloria de Dios en lo finito Recepcioacuten balthasariana de Ireneoraquo Teologiacutea y Vida 50 (2009) 345-373 Aquiacute 352 nota 64 Antildeade que Balthasar se lamenta de que la teologiacutea posterior siguiera una senda maacutes platonizante y alejandrina en detrimento de esta teologiacutea ireneana de la carne
81 Cf Ep 11 82 En loacutegica coherencia tanto Oriacutegenes siguiendo a Filoacuten como despueacutes Clemente Alejandrino
veraacuten inaceptable asignar la imagen de Dios mdasha imagen del Verbomdash al cuerpo plasmado Cf A ORBE Antropologiacutea 112 T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano (Burgos 2004) 8588-90
CAPIacuteTULO I
36 | Humana augens
limomdash e inspiroacute en su rostro un haacutelito de vida y el hombre mdashes decir el lodomdash se convirtioacute en viviente y colocoacute Dios al hombre que plasmoacute en el Paraiacuteso En hombre fue en consecuencia primero plasma (figmentum) [] Imagina a Dios ocupado y absorbido en aquello con su mano su entendimiento su actividad prudencia sabiduriacutea providencia y sobre todo con su carintildeo que era quien dictaba los rasgos (lineamenta) Porque Cristo era el pensamiento de cuanto expresaba la arcilla (quodcumque enim limus exprimebatur Christus cogitabatur) el cual habiacutea de ser hombre como el limo y Palabra hecha carne como entonces la tierra Pues asiacute habloacute el Padre al Hijo laquohagamos al hombre a nuestra imagen y semejanzaraquo E hizo Dios al hombre mdasha lo que plasmoacutemdash a imagen de Dios lo hizo es decir a imagen de Cristo porque tambieacuten el Verbo es Dios [] Asiacute aquel limo revestido ya entonces de la imagen de Cristo que habiacutea de vivir en la carne no soacutelo era obra de Dios sino tambieacuten garantiacutea83
Cristo Verbo encarnado es la imagen visible del Dios invisible y Eacutel es el
paradigma o modelo sobre el que se creoacute al ser humano84 No hay otra forma de
modelar la plasis humana a imagen de Dios si no es mirando su Imagen Y si esto es
asiacute habremos de admitir que ya en Gn 126 la figura de hombre estaba en Dios de
alguacuten modo por su Verbo como meta y fin al que se nos destina como uacutenico
hombre perfecto acabado teleioacutetico (ἄνϑρωποσ τέλειοσ) imagen y semejanza de
Dios
iquestQueacute otro puede ser superior y maacutes excelente que el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios sino el Hijo de Dios a cuya imagen fue hecho el ser humano Por este motivo el Hijo al final manifestoacute la semejanza de Dios hacieacutendose hombre y asumiendo para siacute el antiguo plasma85
Dicho de otro modo Dios laquodibujaraquo en Adaacuten al Verbo encarnado y glorioso que
existiacutea desde siempre en Dios (no a partir del seno de Mariacutea) y que por eso pudo
ser modelo para dar al ser humano su propia fisionomiacutea
Porque Dios hizo al hombre a su imagen Y la imagen de Dios es el Hijo a cuya imagen ha sido hecho el hombre He aquiacute por queacute en los uacuteltimos tiempos se ha manifestado para dar a entender que la imagen era semejante a Siacute86
El Hijo no es imagen de Dios por encarnarse sino por ser Dios Por tanto el
hombre es a imagen del Hijo en cuanto Verbo encarnado y glorioso su prototipo
su ideal El primer Adaacuten prefigura visiblemente al Segundo en quien llegaraacute a su
plenitud y consumacioacuten pero no es anterior a Eacutel
83 TERTULIANO De Resurrectione carnis 58-65 Seguacuten la traduccioacuten de A ORBE Antropologiacutea 97 El
texto se cita en GS 22 Documentos del Vaticano II (Madrid 1968) nota 20 84 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 478 85 AH IV 334 86 Ep 22 [Imago autem Dei filius est cuius ad imaginem factus est homo Et propter hoc in novissimis
temporibus adparuit ut imaginem simile sibi ostenderet]
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 37
Pues en los tiempos preteacuteritos se deciacutea que habiacutea sido hecho el hombre a imagen de Dios mas no se mostraba Porque el Verbo a cuya imagen habiacutea sido hecho el hombre era todaviacutea invisible Razoacuten por la cual perdioacute con tanta facilidad la semejanza Mas cuando el Verbo de Dios se hizo carne ambas cosas las confirmoacute mostroacute la imagen verdadera hacieacutendose eacutel mismo lo que era su imagen y nos devolvioacute la semejanza y le dio firmeza para hacer al hombre semejante al Padre invisible por medio del Verbo invisible87
De este modo resuelve Ireneo la omisioacuten de la semejanza en Gn 127 respecto a
Gn 126 pues se nos habla del hombre viviente imperfecto como es que ha
comenzado un camino de crecimiento impulsado por la fuerza del Espiacuteritu hasta
hacerle en verdad semejante a la Imagen que le configura Coincidiraacute con Oriacutegenes
en que siendo el hombre creado por Dios con el fin de ser su imagen y semejanza
comienza siendo soacutelo imagen suya para adquirir poco a poco finalmente la
semejanza Aunque uno lo explica desde la maduracioacuten de la carne mdashhombre
carnal el uacutenico que haymdash y el otro lo explica desde la doble creacioacuten en que el
verdadero hombre a imagen de Dios fue hecho y no plasmado inteligencia pura
superior a toda materialidad
Si la imagen es obra del Verbo la semejanza nos viene por el Espiacuteritu o
Sabiduriacutea88 No olvidemos que el ser humano no podriacutea por siacute solo como animal
racional desarrollar y plenificar la imagen divina en eacutel impresa en una creciente
semejanza Sin el dinamismo del Espiacuteritu es imposible y eacuteste nunca actuacutea solo sino
con el Hijo para allegarnos al Padre
En cuanto al alma sabiendo que no es ella en siacute misma quien tiene que llevar a
cabo este proceso sino la plasis humana no podemos olvidar el importante papel
que juega en la deificacioacuten y asemejamiento Por el alma entran en juego la
racionalidad y la libertad humana indispensables para que el ser humano llegue a
Dios en verdad y no arrastrado por Eacutel89 Siendo nuestra libertad condicioacuten
indispensable no seraacute nunca suficiente pues quien nos asemeja finalmente es el
Espiacuteritu de Dios y no nuestra voluntad o nuestras fuerzas como veremos en el
siguiente capiacutetulo
87 AH V 162 Ep 38 88 Cf AH IV 74 89 Cf AH IV 373ss
CAPIacuteTULO I
38 | Humana augens
Ireneo no distingue siempre con claridad la imagen y la semejanza90 quizaacute por
contraste con los valentinianos que distinguiacutean entre el hombre laquoa imagenraquo (el
hiacutelico) y el hombre laquosemejanteraquo (el psiacutequico y el espiritual consustanciales a Dios
y al Pneuma respectivamente)91 El libro V es lugar clave para apreciar con nitidez
la distincioacuten mientras que en el libro III por ejemplo habla de imagen y semejanza
conjuntamente92 puesto que se expresa de un modo mucho maacutes global y teniendo
el foco de intereacutes en otros matices
Pero si al alma le falta el Espiacuteritu tal hombre permanece en realidad psiacutequico y carnal seraacute imperfecto tiene la imagen en la obra modelada pero no adquiere la semejanza por medio del Espiacuteritu93
En tiempos anteriores se deciacutea que el hombre habiacutea sido hecho a imagen de Dios pero esto no era ostensible ya que todaviacutea era invisible el Verbo a cuya imagen habiacutea sido hecho el hombre Por esto perdioacute faacutecilmente la semejanza Pero cuando el Verbo de Dios se hizo carne ratificoacute una y otra mostroacute en su verdad la imagen al hacerse lo que era su imagen y restablecioacute de modo estable la semejanza asemejando el hombre al Padre invisible por medio del Verbo invisible94
Podemos entender que en el pensamiento de Ireneo el hombre nunca pierde la
laquoimagenraquo natural en la que fue modelada su carne ni siquiera con el pecado En el
Segundo Adaacuten recobramos la semejanza perdida95 aunque en algunos casos Ireneo
diga conjuntamente laquola imagen y semejanza perdidasraquo96
El hombre laquoa semejanzaraquo no es auacuten semejante sino que se dirige hacia ella por
un asemejamiento progresivo gracias al germen o laquovirtusraquo que ha recibido Tal
don tal dinamismo inserto en nuestra carne nos dispone a vivir como laquoimitadores
90 Cf J FANTINO Lrsquohomme image de Dieu chez saint Ireacuteneacutee de Lyon (Paris 1986) B SESBOUumlEacute tiende a
considerar que utiliza ambos teacuterminos ambiguamente entre la distincioacuten y la identificacioacuten Sin embargo T SPIDLIacuteK cree que frente al uso indistinto que hacen de la imagen y semejanza autores como Atanasio Diacutedimo o los capadocios Ireneo utiliza la distincioacuten sistemaacuteticamente de modo que en eacutel laquoes el Espiacuteritu quien constituye la semejanza con Diosraquo (ID La espiritualidad del oriente cristiano 86) laquoLa mayor parte de los autores acentuacutean en Ireneo la distincioacuten entre los dos vocablos contemplando la imagen como algo estaacutetico dado en la creacioacuten mientras la semejanza denota un dinamismo de constante actualizacioacuten y perfeccionamiento de dicha imagen en un proceso de progresiva asimilacioacuten a su origen y destino conducido por el Espiacuterituraquo (N MARTIacuteNEZ-GAYOL laquoIreneo de Lyon la idea de reparacioacuten en el contexto de recapitulacioacutenraquo Estudios Eclesiaacutesticos 85 [2010] 3-42 Aquiacute 16) Avalan esta interpretacioacuten entre otros A ORBE L F LADARIA J KIRCHEMEYER
91 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanzardquoraquo 285-286 92 Cf AH III 181 93 AH V 61 Cf AH V 13 94 AH V 162 95 Cf J VIVES laquoPecado original y evolucioacuten humanaraquo 572 96 AH III 181
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 39
de Diosraquo97 de modo que cuanto mayor sea nuestro asemejamiento mayor seraacute la
semejanza adquirida En otras palabras la semejanza inicial que recibimos en
nuestra imperfeccioacuten humana no soacutelo nos asemeja con la imagen divina impresa
en nuestro cuerpo de un modo real sino que nos da fuerza para lanzarnos a crecer
en un asemejamiento continuo hasta la medida de Cristo verdadera imagen de
Dios98
Ahora bien en contra de lo que defendiacutean los gnoacutesticos estar hechos a
semejanza de Dios no nos hace consustanciales a Eacutel Llegaremos a la semejanza
plena adquiriendo las propiedades y virtudes propias de Dios pero siempre en
nuestra naturaleza humana La semejanza plena del hombre con Dios no elimina la
distincioacuten fiacutesica de sus naturalezas sino la cualitativa de sus propiedades Algo
sumamente importante puesto que nuestro destino final en la comunioacuten con Dios
no implica ser asumidos o absorbidos por la divinidad sino mantener nuestra
identidad humana con las propiedades y virtudes propias de la naturaleza de Dios
Faacutecilmente nos puede recordar esta afirmacioacuten la bella foacutermula de san Leoacuten Magno
previa a Calcedonia (451) laquohumana augens divina non minuensraquo99 Es decir que
cuanto maacutes iacutentima y plena es la unidad entre lo humano y lo divino lejos de quedar
absorbida o disminuida la humanidad crece y se potencia100 Y no por ello deja der
ser humanidad aunque adquiera las cualidades propias de Dios
El Hijo laquoesraquo la uacutenica imagen de Dios El hombre soacutelo es laquoa suraquo imagen No es lo
mismo Podemos llamarnos laquoencarnacioacuten diminutivaraquo como reza el himno
lituacutergico101 o laquomicrocosmosraquo102 pero no somos el Verbo encarnado por maacutes que
97 Cf AH III 202 98 Cf AH V 162 95 99 Tomus ad Flavianum DH 293 100 Cf K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo Escritos de teologiacutea I (Madrid 1963) 183
Tambieacuten cf COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA INTERNACIONAL (=CTI) Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea (1981) I E 4 C POZO Documentos 1969-1996 (Madrid 1998) 254
101 OFICIO DE LECTURA Laudes del Viernes de la Primera Semana TO 102 En la perspectiva de la filosofiacutea griega seguacuten T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano
123 Tambieacuten laquomicrologosraquo dice A ORBE Antropologiacutea 171 A propoacutesito del hombre como microcosmos es sugerente la anotacioacuten de V LOSSKY comentando a san GREGORIO DE NISA laquoSe deciacutea ldquoel hombre es un microcosmosrdquo y creyendo exaltar la naturaleza humana por ese nombre grandilocuente no se observoacute que el hombre se encontraba gratificado al mismo tiempo con las cualidades de los mosquitos y ratonesraquo [De hominis oficio XVI PG 44 col 177D-180A] La perfeccioacuten del hombre no radica en lo que le asemeja al conjunto de las criaturas sino en lo que lo distingue
CAPIacuteTULO I
40 | Humana augens
llevemos impresa su imagen en nuestro cuerpo y en eacutel y para eacutel hayamos sido
creados Lo que siacute es tarea nuestra es conservar o guardar su obra en nosotros
Si pues eres obra de Dios aguarda la mano de tu Artiacutefice que todo lo hace oportunamente [] Preseacutentale tu corazoacuten blando y maleable y conserva la figura con que te modeloacute el Artiacutefice mantenieacutendote huacutemedo no vayas a perder endurecido las huellas de sus dedos Guardando empero la trabazoacuten subiraacutes a lo perfecto pues el arte de Dios esconderaacute el barro que hay (naturalmente) en ti103
Vemos coacutemo Ireneo cuida mucho no perder la unidad de accioacuten trinitaria
aunque distinga diversas funciones y propiedades entre las Personas104 El Verbo
imprime en nosotros su imagen y el Espiacuteritu nos otorga el dinamismo de la
semejanza Del mismo modo que el Verbo se encarna para mostrarnos que esa
imagen impresa en nuestra carne es tambieacuten semejanza plena con la imagen de
Dios el Espiacuteritu nos va llevando y aconsejando para que crezcamos en semejanza y
asiacute nos configuremos plenamente con el Hijo uacutenica imagen verdadera de Dios
Recordemos que este don primero del Espiacuteritu estaacute ya en nuestro barro en
nuestra primera mezcla Como dijimos anteriormente no es el Espiacuteritu que
recibiremos por el Verbo encarnado y Resucitado105 Es el dinamismo espiritual
que recibe todo ser humano por el hecho de existir pues laquotodo hombre en cuanto
hombre es plasma de Eacutel aunque ignore a su Diosraquo106 Otra cosa seraacute recibir el
Espiacuteritu Santo personalmente acogieacutendolo en libertad como lo recibioacute la carne de
Cristo gloriosa en un doble asemejamiento fiacutesico por el espiacuteritu que el Verbo teniacutea
en su carne y sustancial al recibir plenamente el Espiacuteritu Santo
El Sentildeor nos redimioacute con su propia sangre dando su vida por la nuestra y su carne por nuestra carne y derramando el Espiacuteritu de Padre para la unidad y comunioacuten entre Dios y los hombres Asiacute trajo a Dios a los hombres mediante el Espiacuteritu (ad homines quiden deponente Deum per Spiritum) y levantando los hombres a Dios por medio de su carne (ad Deum autem rursus imponente hominem per suam incarnationem) por su venida nos otorgoacute su inmortalidad de manera firme y verdadera mediante la comunioacuten con Eacutel107
del cosmos asimilaacutendolo al Creador La revelacioacuten nos ensentildea que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Diosraquo (V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente [Barcelona 22009] 84)
103 AH IV 39 2-3 104 Cf AH III 183 IV 42 6135 74 205 381 V 111 182 362 105 Cf AH III 1712 214 V 11 81 102 134 106 AH IV 366 107 AH V 11
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 41
Si esto es asiacute vemos que no es suficiente el hecho de encarnarse como algo
puntual pues seraacute despueacutes glorioso tras su Resurreccioacuten (laquosu inmortalidadlaquo)
cuando se complete plenamente su obra salvadora Por tanto tuvo que darse un
proceso de asemejamiento un crecimiento en su humanidad sujeta como la
nuestra al dinamismo del espiacuteritu mezclado en nuestro barro No puede mostrar su
plenitud en la carne (iacutentima comunioacuten con Dios) del mismo modo recieacuten nacido
que tras la muerte y resurreccioacuten Si hubiera sido asiacute ninguacuten meacuterito tendriacutea su
obediencia al Padre
Y a esto estamos llamados pues si Adaacuten fue creado a imagen del Verbo
tambieacuten a imagen de la carne gloriosa de este Verbo o al menos con capacidad
para llegar un diacutea a ser unidos a su carne gloriosa108
4 Conclusiones
Hemos visto coacutemo el punto de partida es el hombre plasmado por Dios con sus
Manos No es una plasmacioacuten cualquiera sino la gran obra de Dios su obra
predilecta Arte de su querer y hacer
Tal cuidado en el empentildeo creador de Dios responde al destino y finalidad que
nos propone llegar a ser como Eacutel es verdadera imagen y semejanza suya por
comunioacuten iacutentima con Eacutel Pero en poco se distinguiriacutea Ireneo si soacutelo afirmara esto
presente en tantos Padres desde Justino a la escuela alejandrina aunque desde
otra perspectiva La aportacioacuten maacutes luminosa de nuestro autor para el tema que
nos ocupa es cifrar la posibilidad de madurar hasta Dios mdashdivinizacioacutenmdash en la
carne pues en ella quiso dibujar su propia imagen y en ella imprimioacute el dinamismo
de semejanza con Eacutel
Dios no precisoacute de aacutengeles ni poderes para modelar el plasma humano con sus
Manos mdashVerbo y Espiacuteritumdash hizo al ser humano plasmaacutendolo Y asiacute lejos de
108 Cf AH IV 202 V 32
CAPIacuteTULO I
42 | Humana augens
rebajar la dignidad divina en contacto con el barro mostroacute su amor su grandeza y
su paciencia creadora Por eso laquoopera autem Dei plasmatio est hominisraquo109
En el principio el aacutenthropos fue plasma Dei mixis inicial de tierra y virtus No
hay ser humano originario fuera de Dios No antildeade su espiacuteritu al hombre que vive
sino que el hombre empieza a hacerse hombre en ese plasma primero Por eso no
habraacute salvacioacuten humana que no sea salus carnis No habraacute verdadera humanidad ni
hombre perfecto sin una carne que obedientemente haga este proceso de
asemejamiento progresivo y libre hasta Dios Padre por el Hijo en la fuerza
transformadora del Espiacuteritu110 Somos creados laquoaraquo imagen del que laquoesraquo Imagen de
Dios el Verbo Eacutel se haraacute visible llegado el momento oportuno (cf Gal 44) para que
reconozcamos quieacutenes somos y doacuteciles a la accioacuten del Espiacuteritu crezcamos en
semejanza hasta la plenitud de la imagen inicial hasta Cristo glorioso
En cuanto a la visioacuten ireneana del alma humana no todos los autores llegan a
las mismas conclusiones justamente por la variedad y aparente contradiccioacuten de
algunos textos de Ireneo que ya hemos sentildealado Recordamos brevemente
siguiendo Ep 11 el primer Adaacuten es mezcla de barro y espiacuteritu (virtus) que una vez
plasmado por las Manos de Dios recibe el soplo vital (alma) que los integra y
vivifica Soacutelo al final con Cristo glorioso recibiremos el Espiacuteritu plenamente El
alma es ese laquogozneraquo indispensable que activa carne y espiacuteritu para que ambos
vayan siendo poco a poco una sola cosa carne espiritual saacuterx pneumatikoacutes El
hombre viviente completo es carne alma y espiacuteritu Y este hombre el uacutenico que
hay es a quien Dios acompantildea en su historia de salvacioacuten laquopues toda la
Dispensacioacuten la llevoacute a cabo el Hijo de Dios a causa de la carneraquo111 que para Ireneo
es el hombre en su totalidad Salus carnis y no salus animae que viniendo
enteramente de Dios requiere nuestra cooperacioacuten libre para que asiacute crezcamos
hasta Eacutel pues asiacute lo requiere el fin para el que nos creoacute que consiste en hacernos
capaces laquode ver y comprender a Diosraquo112
109 AH V 152
110 Cf AH V 124 111 AH IV pr 4 112 AH IV 377
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 43
Esta maduracioacuten o crecimiento es lo que espera Dios de todo ser humano Si
esto es asiacute loacutegico seraacute pensar que no pudo Cristo llevar a cabo la misioacuten que le era
propia sin vivir en su humanidad un proceso de crecimiento libre y voluntario de
semejanza con Dios de asentimiento a su voluntad hasta hacerla suya en plena
obediencia La imagen y semejanza dibujada por Dios en nuestra carne como si de
un boceto se tratase llegaraacute a su plenitud en el uacutenico hombre perfecto Cristo por
la fuerza transformadora del Espiacuteritu Un camino que estaacute por hacer en cada ser
humano
Ahora bien al constatar con asombro la predileccioacuten y cuidado que Dios tiene
por el ser humano hecho y plasmado a su imagen y semejanza y cuan alta es la
meta que nos propone no es extrantildeo que surja la pregunta laquoiquestAcaso no podriacutea
haber creado [Dios] al ser humano perfecto desde el principioraquo113
San Ireneo se dejoacute cuestionar por tal pregunta e intentoacute darle respuesta En
ella intentaremos adentrarnos en el siguiente capiacutetulo
113 AH IV 381
CAPIacuteTULO I
44 | Humana augens
Capiacutetulo II
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
LLAMADO A CRECER LIBRE Y OBEDIENTE
Plasmavit hominem in augmentum et incrementum
(AH IV 111)
Introduccioacuten
1 De la imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten como destino
2 Salus carnis carne que crece libre
3 Salus carnis carne que crece obediente
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO II
46 | Humana augens
Introduccioacuten
Soacutelo hay que contemplar al hombre sus obras e intenciones para constatar su
imperfeccioacuten Si partieacuteramos de teoriacuteas que defienden diversos principios de lo
creado y diversas categoriacuteas de hombre todo quedariacutea maacutes claro un Dios bueno
creoacute un mundo bueno con un hombre espiritual y perfecto mientras que el mundo
material imperfecto que conocemos con este hombre imperfecto procederiacutea de
otro dios inferior y contrario al bien Pero ya hemos visto en el primer capiacutetulo que
Ireneo centra toda su teologiacutea en la unidad y unicidad de Dios con una uacutenica
creacioacuten y un uacutenico aacutenthropos
La pregunta sigue ahiacute si Dios quiso hacer al hombre a su imagen y semejanza
poniendo tanto cuidado en ello iquestpor queacute no le creoacute desde el principio ya
divinizado Si propone un camino de crecimiento desde el hombre natural al
hombre espiritual iquestpor queacute no le hizo ya espiritual Maacutes auacuten el Dios bueno
increado y eterno iquestpor queacute no pudo hacer hombres buenos e incorruptibles sin
necesidad de tiempo y maduracioacuten para llegar al fin que les propone
Vamos a intentar acercarnos a las respuestas que Ireneo ofrece Como otros
autores auacuten con perspectivas distintas la libertad humana seraacute central Y desde
esa libertad de criatura veremos queacute incidencia tiene el pecado y sus
consecuencias Todo ello para volver a retomar esta llamada al crecimiento como
vocacioacuten humana y primer deseo de Dios
Porque lo ha modelado [Dios al hombre] de cara a un crecimiento y una madurez [Ἔπλαςε γὰρ αὐτὸν εἰσ αὔξηςίν τε καὶ ἀκμήν] seguacuten la palabra de la Escritura laquocreced y multiplicaosraquo [Gn 128] [καϑὼσ ἡ γραφὴ λέγειmiddot laquoΑὐξάνεςϑε καὶ πληϑύνεςϑεraquo]1
Ahora bien si el hombre por siacute mismo puede crecer y llegar a tal perfeccioacuten
pues ha recibido de Dios tal capacidad2 iquestqueacute sentido tiene la historia de salvacioacuten
iquestjugariacutean alguacuten papel Dios Padre el Verbo y el Espiacuteritu o son simple origen y meta
del proceso En Ireneo veremos coacutemo no hay crecimiento humano ni perfeccioacuten
alguna sin la docilidad de la carne a la accioacuten transformadora del Espiacuteritu de Dios
que es el Uacutenico que puede elevar al ser humano hasta Eacutel No hay libertad plena sin
obediencia al consejo bueno de Dios que siempre nos acompantildea
1 AH IV 111 Cf Ep 22 2 Cf AH IV 112
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 47
1 De la imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten como destino
Conviene distinguir desde el principio a queacute nos referimos al hablar de
laquoperfeccioacutenraquo (τελείωςισ) puesto que tendemos a unirlo espontaacuteneamente con un
sentido moral de excelencia o grado3 hacieacutendolo coincidir praacutecticamente con la
imposibilidad de falta o pecado (ἀναμαρτηςία) Lo cual seriacutea bastante
reduccionista
Ireneo suele identificar laquohombre perfectoraquo [τέλειοσ ἄνϑρωποσ] con laquohombre
espiritualraquo4 en sentido paulino5 Es el hombre completo carne alma y espiacuteritu
Otras veces se refiere a la intachabilidad de diversos testigos6 como Esteban o los
Apoacutestoles y sus sucesores En otras ocasiones se refiere al Hombre Perfecto que
propiamente soacutelo es el Verbo laquoperfecto desde siempreraquo7 Hay otro sentido
emparentado con este teacutermino significando una especie de madurez o destino
cumplido de un ser dentro del orden (τάξισ) que le es propio
Los aacutengeles se hallaban en la plenitud de su posibilidad mientras que el duentildeo esto es el hombre era auacuten pequentildeo como nintildeo y debiacutea crecer para llegar a la madurez [pusillus erat nam infans erat et oportebat-et-conveniebat eum crescentem sic ad perfectionem venire] Y a fin de que se educara [educatio] y desarrollara [incrementum] con gozo y alegriacutea le fue preparado un sitio mejor que este mundo8
De este uacuteltimo sentido parte Ireneo para dar razoacuten de la imperfeccioacuten inicial
humana sin menoscabo alguno de la perfeccioacuten y bondad de Dios Creador El
teacutermino laquoinfansraquo [νήπιοσ] estaacute indicando inocencia sencillez propia de un nintildeo
pero sobre todo significa que era laquoimperfectoraquo (ἀτελή) en contraste con el adulto
(τέλειοσ)9
Como apuntamos en el primer capiacutetulo excepto el ser humano el resto de
criaturas carecen de un teacutelos maacutes allaacute de sus liacutemites10 Los aacutengeles tambieacuten son
racionales y libres pero no han recibido la capacidad de ir asemejaacutendose en
3 Cf REAL ACADEMIA ESPANtildeOLA Diccionario de la Lengua espantildeola (Madrid 222001) 4 Cf AH V 61 82 121-2 5 Cf 1Cor 26 1Cor 215 1Ts 523 6 Cf AH III 1213 31 7 AH IV 134 8 Ep 12 9 Cf A ORBE Antropologiacutea de San Ireneo (Madrid 1997) 214 10 Cf Ep 10 AH IV 376
CAPIacuteTULO II
48 | Humana augens
progresivo crecimiento hasta la comunioacuten con Dios Y paradoacutejicamente quiere
Dios que sea el hombre auacuten inmaduro pequentildeo como un nintildeo el duentildeo de los
aacutengeles plenos y perfectos en su orden11 El don de ser creados a imagen y
semejanza de Dios muestra la predileccioacuten de Dios maacutes cercana a la capacidad de
perfeccionamiento o crecimiento que a una perfeccioacuten ya dada y acabada
Ciertamente esa parece ser una cualidad que distingue al ser humano de otras
criaturas frente al Creador
Asiacute pues mediante esta ordenacioacuten y tales fases y disciplina el hombre hecho y plasmado es constituido a imagen y semejanza del Dios Increado el Padre lo tiene a bien y ordena el Hijo sirve y da forma el Espiacuteritu nutre y hace crecer el hombre se desarrolla y llega a lo perfecto hasta allegarse al Increado porque perfecto es el Increado y este es Dios Pues conveniacutea que primero el hombre fuese creado que una vez creado creciera una vez crecido se hiciera auteacutentico hombre [ἀνδρωϑῆναι] hecho hombre se multiplicase multiplicado se consolidase consolidado se elevase a la gloria y en la gloria contemplase a su Sentildeor Pues es a Dios a quien ha de ver y la visioacuten de Dios produce la incorrupcioacuten y laquola incorrupcioacuten nos acerca a Diosraquo [Sab 619-20]12
Si perfecto es el Increado el uacutenico Dios no corresponderaacute a la criatura ser
perfecta sino laquoperfectibleraquo13 Anhelar tal perfeccioacuten seriacutea como querer ser ya Dios
o por no ser consciente de su condicioacuten de criatura o por rechazarla
ingratamente14 Ahora bien una cosa es la imperfeccioacuten propia de quien es creado
y otra bien distinta esa capacidad de perfeccionamiento progresivo don que soacutelo
puede provenir de Dios15 mdashel Perfectomdash y que en el ser humano consiste en
asemejarnos con Eacutel Padre Hijo y Espiacuteritu que hicieron y plasmaron al hombre
seguiraacuten cuidaacutendolo y daacutendole orden (Padre) sirvieacutendole y con-formaacutendole (Hijo)
y nutrieacutendole para que pueda crecer (Espiacuteritu) La perfeccioacuten a la que estaacute llamada
el hombre la divinizacioacuten como teacutelos querido por Dios para Eacutel no anula la
distancia que siempre habraacute entre Creador y criatura Increado y recieacuten creado
Aquiacute tenemos una primera respuesta de Ireneo a nuestra pregunta
Los seres creados en tanto que tuvieron su propio comienzo de existencia maacutes tarde debiacutean ser inferiores a Aquel que les habiacutea hecho Porque no era posible que unos seres recientemente creados fuesen increados Pero en tanto que no son increados son
11 Cf A ORBE laquoSupergrediens angelos (San Ireneo AH V 363)raquo Gregorianum 54 (1973) 6-59 Aquiacute
24-27 12 AH IV 383 13 AH II 253 14 Cf AH IV 381 II 253 254 15 Cf AH III 53 193 IV 923 V 81 92 112 2056 342
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 49
inferiores al Perfecto [] Dios pudo dar la perfeccioacuten al ser humano desde el principio pero eacuteste era incapaz de recibirla pues no era maacutes que un nintildeo16
La imperfeccioacuten humana estaacute maacutes relacionada con la necesidad de aprendizaje
de crecimiento de plenitud que con una especie de menor dignidad como a veces
parece asociarse laquoNuper factusraquo recieacuten hechos seguimos siendo tambieacuten
nosotros al igual que Adaacuten17 hasta que alcancemos la plenitud en la comunioacuten con
Dios Pues este crecimiento tiene como fin llegar libremente a la perfeccioacuten que
propiamente soacutelo es Dios participar de su vida
Encontramos este planteamiento en otros autores del siglo II distinguiendo el
estado inicial o infantil del hombre del destino divino que el mismo Dios le tiene
reservado18 Tambieacuten los gnoacutesticos distinguiacutean entre lo perfecto (teacuteleios) y lo
infante (neacutepios) pero con conclusiones muy distintas a las de Ireneo Ellos
aceptaban un hombre material seguacuten el Geacutenesis hecho a imagen y semejanza del
Aacutenthropos Teacuteleios19 Como vimos seguacuten la sustancia originaria los hombres se
dividiacutean en hiacutelicos psiacutequicos y espirituales Pues bien puesto que todo lo que
provenga de la materia soacutelo puede aspirar a la corrupcioacuten el proceso de
crecimiento entre uno y otro extremo soacutelo podraacute darse en los espirituales cuando
reciban la Gnosis y por tal Iluminacioacuten alcancen la teleiocircsis No hay necesidad de
carne de maduracioacuten ni de historia paciente20 Maacutes bien sobran
Para Ireneo por el contrario puesto que soacutelo existe un aacutenthropos en eacutel se
cumpliraacute tal proceso No hay maacutes salvacioacuten que la del plasma inicial pues por siacute
mismo carece de toda perfeccioacuten posible pero por libre voluntad de Dios lleva en siacute
mismo la capacidad para alcanzarla La salus carnis implica que el hombre soacutelo
seraacute perfecto en la carne nunca sin ella21 pero tampoco podraacute alcanzar la
16 AH IV 381 17 Cf AH 381 aplicado a Adaacuten AH V 11 aplicado a todo ser humano 18 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo Gregorianum 46 (1965)
481-544 Aquiacute 499 19 Cf Ibid 500-504 Seguacuten esto curiosamente el Salvador seriacutea perfecto desde siempre como
laquoaacutenthroposraquo no susceptible de cambio alguno con lo cual no tuvo que laquoir hacieacutendose hombreraquo ni creciendo en su humanidad En todo caso su crecimiento o progresiva perfeccioacuten seriacutea solo aparente Justo lo contrario de lo que pretendemos afirmar desde la teologiacutea de Ireneo Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo Scriptorium Victoriense 23 (1976) 275-302 Aquiacute 296
20 Cf AH I 61 21 Cf AH V 81-2
CAPIacuteTULO II
50 | Humana augens
perfeccioacuten la carne sola22 sino en la medida que se deje poseer por el Espiacuteritu de
Dios23 a traveacutes del alma con toda libertad
Este es un rasgo esencial que confirma la seriedad y dignidad de la obra divina
Sin libertad el crecimiento hacia Dios seriacutea una farsa y su consumacioacuten
mdashteleiocircsismdash algo impuesto por Dios o inaccesible a su naturaleza (en funcioacuten de su
esencia originaria seguacuten los gnoacutesticos y sus tres tipos de hombres) Ahora bien no
olvidemos que tambieacuten los aacutengeles son creados libres y sin embargo no estaacuten
llamados a crecer hasta Dios Por tanto la sola libertad no explica la imperfeccioacuten
inicial Hay que unirla al modo en que Dios quiere que lleguemos a Eacutel en la carne Y
esto requiere un tiempo un ritmo un acostumbramiento No es inmediato24
Primero hombre animal luego hombre viviente y racional o psiacutequico para
llegar un diacutea a ser espiritual perfecto25 siguiendo el proceso tiacutepicamente paulino26
En Oriacutegenes27 por ejemplo el orden progresivo es inverso el primer hombre
perfecto y libre cae y sufre la degradacioacuten del mundo material e imperfecto Asiacute
nace la historia fruto de la caiacuteda transhistoacuterica y acabaraacute cuando el alma mdashimagen
del Logosmdash sea capaz de elevarse nuevamente por encima de lo sensible incluida
nuestra carne hasta llegar a Dios
Ireneo insiste en no saltarse ninguacuten paso no evitar ninguna etapa Si Dios
hubiera divinizado directamente el plasma inicial no hubiera habido estadio
psiacutequico propiamente humano No hubiera habido historia ni eleccioacuten humana
Quiso Dios que aprendieacuteramos a ser primero aacutenthropos y desde ahiacute dejarnos
hacer espirituales para llegar hasta Dios La inmediatez de los espiacuteritus puros o del
22 Cf AH V 91 23 Cf AH V 94 24 Cf M NAMIKAWA laquoLa paciencia del crecimiento y la maduracioacuten Del hombre recieacuten hecho al
hombre perfecto en Ireneo de Lyonraquo Estudios Eclesiaacutesticos 83 (2008) 51-85 aquiacute 6479-82 ID laquoAcostumbrarraquo para la comunioacuten en san Ireneo de Lyon (Tesina de Licenciatura U P Comillas Madrid 2005) 123-125
25 Cf AH V 122 26 Cf 1 Cor 1546
27 Cf ORIacuteGENES De Principiis II En A ORBE Antropologiacutea 25-27
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 51
alma libre que guiacutea tal proceso en el hombre tiene que integrarse en la realidad
tosca de la carne doacutecil a las inspiraciones del Espiacuteritu el uacutenico que diviniza28
iquestCoacutemo podriacuteas hacerte dios si primero no te haces un ser humano iquestCoacutemo pretendes ser perfecto si fuiste creado en el tiempo iquestCoacutemo suentildeas en ser inmortal si en tu naturaleza mortal no has obedecido a tu Hacedor Es pues necesario que primero observes tu orden humano para que en seguida participes de la gloria de Dios29
El hombre recibioacute laquoτὸ τέλειονraquo30 lo perfecto porque en eacutel quiso Dios volcar
toda su bondad y bien pero no fue creado perfecto como laquoἄντϑρωποσ τέλειοσraquo No
recibioacute la laquoτελειότησraquo es decir no disfrutaba de una unioacuten plena con Dios pues
auacuten no habiacutea ejercido su libertad ni habiacutea experimentado el bien y el mal31 Para
Ireneo toda laquoteleiocircsisraquo pasa por la deificacioacuten de la carne que aquiacute en la historia
soacutelo puede darse en progresivo cumplimiento poco a poco nunca plenamente32
Si hubiera querido deificar a los aacutengeles o a espiacuteritus puros lo hubiera hecho
inmediatamente No tendriacutea que haberse visto sometido al lento
acostumbramiento de la carne No hubiera hecho de su salvacioacuten historia salutis y
mucho menos salus carnis No hubiera tenido mayor sentido la encarnacioacuten del
Verbo pues toda la Salud podriacutea haberse jugado espiritualmente sin necesidad de
que el Hijo de Dios se vaciara de su condicioacuten divina [laquoἑαυτὸν ἑκένωςενraquo] y se
empobreciera con la condicioacuten humana33 Maacutes auacuten en el mejor de los casos la
humanidad de Cristo no seriacutea maacutes que un vehiacuteculo o medio para llevar a cabo
nuestra salvacioacuten mientras se hace visible en la historia pero no formariacutea parte
esencial de dicha salud Algo impensable desde nuestro planteamiento Dios ha
querido que sea el ser humano completo el que Eacutel modeloacute del barro quien sea
divinizado y tal horizonte no podraacute llevarse a cabo si no es iniciando ya aquiacute y
28 Cf AH II 334 Con otras palabras laquoEl espiacuteritu estaacute pronto pero la carne es deacutebilraquo (Mt 2641) 29 AH IV 392 30 AH IV 381
31 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo 279
32 Por eso tambieacuten la historia y el cosmos participan de esta dimensioacuten progresiva madurativa Podriacuteamos decir que laquola vocacioacuten del cosmosraquo tambieacuten es crecer hasta la plenitud en Dios pues laquoeste cosmos fue hecho ἀποτελεςτικῷσraquo [AH II 283] Cf J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos (Madrid 2004) 54-55
33 Cf Flp 25-11 2 Cor 89
CAPIacuteTULO II
52 | Humana augens
ahora aquello que se nos promete la comunioacuten iacutentima y plena del plasma y el
espiacuteritu de lo humano y lo divino poniendo cada cual aquello que le es propio34
En esto difiere Dios del hombre en que Dios hace [facit - ποιεῖ] y el hombre es hecho [fit - γίνεται] El que hace es siempre el mismo el que es hecho ha de tener por el contrario principio adicioacuten y aumento hasta alcanzar la madurez Dios hace bien mientras el hombre es bien hecho [] El hombre en cambio es capaz de aumento y de crecimiento hacia Dios Pues asiacute como Dios es siempre el mismo asiacute tambieacuten el hombre gracias a Dios creceraacute siempre hacia Dios Porque ni Dios deja nunca de beneficiar y enriquecer al hombre ni el hombre deja de recibir beneficios y ser enriquecido por Dios [] El mismo Sentildeor prometioacute dar maacutes a quien siempre da mucho fruto35
Dios hace El hombre estaacute llamado a dejarse hacer por Eacutel a su ritmo36 La
perfeccioacuten final soacutelo proviene de Dios pero requiere la docilidad humana su
recepcioacuten y acogida su obediencia37 Asiacute pasaraacute el hombre de la infancia a la
madurez que es la comunioacuten con Dios la visio Dei Para ayudarle Dios mismo se
acomoda a su capacidad como una madre alimenta al recieacuten nacido con leche y no
con alimento soacutelido pues de otro modo el ser humano seriacutea incapaz de acogerle
obedecerle y amarle y quedariacutea incompleto para siempre
Dios habriacutea podido desde el principio dar la perfeccioacuten al ser humano pero eacuteste recieacuten creado no era capaz de recibirlo [λαβεῖν] si lo recibiacutea era incapaz de acogerlo [χωρείν] y si lo acogiacutea no teniacutea fuerzas para conservarlo [καταςχείν] Por eso el Verbo de Dios se hizo nintildeo con el hombre aunque eacutel era perfecto no por siacute mismo sino por la pequentildeez del ser humano a fin que de de alguacuten modo se hiciese capaz de recibirlo Asiacute pues no es que Dios fuera incapaz o indigente sino que lo era el hombre recieacuten hecho pues no era increado38
Este texto conjuga las dos razones principales que explican la imperfeccioacuten
inicial la distancia propia entre el laquorecieacuten hechoraquo y el Increado y la libertad
humana como cauce para crecer en la carne hasta el fin que nos es propio Dios
mismo el Perfecto La falta de perfeccioacuten inicial no estaacute hablando de la incapacidad
de Dios sino de la del hombre Si algo dice de Dios es de su apuesta firme por este
34 Cf AH IV 39 2-3 Ep 2 35 AH IV 112 Cf AH IV 392 36 Cf A ORBE laquoDeus facit homo fit Un axioma de san Ireneoraquo Gregorianum 69 (1988) 629-661
Me parece sugerente la anotacioacuten de J I GONZAacuteLEZ FAUS al respecto laquoDebajo de este ldquofitrdquo es legiacutetimo sospechar un γίνεται y el verbo γίγνομαι posee un claro matiz evolutivo que a veces se expresa mejor traducieacutendolo por voz media que por la pura pasiva Dios hace y el hombre ldquodevienerdquo se hace (no simplemente es hecho) Como la pura actividad pertenece a la esencia del Dios asiacute la evolucioacuten pertenece a la esencia del hombre tal como lo concibe Ireneoraquo Carne de Dios Significado salvador de la Encarnacioacuten en la teologiacutea de san Ireneo (Barcelona 1969) 97
37 Cf AH IV 281 374 38 AH IV 382
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 53
plasma de sus manos y por su libertad Si Dios lo hubiera creado acabado podriacutea
ser una criatura plena divinizada ya pero nunca a su imagen y semejanza pues le
faltariacutea al hombre un rasgo esencial de Dios su libertad
Los tres verbos del texto son altamente significativos recibir acoger y
conservar Ninguno de ellos es automaacutetico Todos expresan voluntad en quien los
realiza iquestQueacute meacuterito tendriacutea ser recibido y acogido por alguien a quien se le impone
la visita iquestDoacutende estaacute la grandeza amorosa de un Dios cuya bondad no puede su
criatura elegir conservar y acrecentar laquoRecieacuten creadoraquo el barro plasmado y hecho
viviente por Dios no teniacutea capacidad para recibir la grandeza de Dios La rudeza y
tosquedad es mucha en la carne auacuten contando con la imagen y semejanza del
Creador en ella Por eso lleva inscrito en siacute por creacioacuten la capacidad de
laquoaugmentum et incrementumraquo39 Y asiacute hubiera sido si Adaacuten se hubiera dejado
perfeccionar por laquoel Perfectoraquo en una obediencia ininterrumpida y paciente sin la
desobediencia del pecado Y es que el reproche por no haber sido creados
perfectos tambieacuten deja al descubierto la impaciencia e ingratitud humana incapaz
de esperar el tiempo oportuno40
Son pues enteramente irracionales los que no aguardan el tiempo de ir en aumento y atribuyen a Dios la debilidad de su naturaleza No se conocen ni a siacute mismos ni a Dios Insaciables e ingratos no quieren ser primero lo que por criaturas hombres capaces de pasiones sino que pasando por encima de la ley del humano linaje antes auacuten de hacerse hombres quieren ser perfectamente semejantes al Dios Autor y que no haya diferencia entre el Increado Dios y el recieacuten creado hombre41
Tampoco Adaacuten y Eva supieron laquoaguardar el tiempo de ir en aumentoraquo de
crecer Lo que podriacutea haberse llevado a cabo laquocon gozo y alegriacutearaquo en el Paraiacuteso
tuvo que llevarse a cabo fuera de eacutel engantildeados y arrastrados por quien les
envidiaba42 como veremos
Ahora bien el destino final del ser humano sigue siendo el mismo estaacute
llamado a crecer43 y perfeccionarse para realizar la vocacioacuten querida por Dios y
39 AH IV 111 Cf AH IV 383 Ep 12 40 Cf A ORBE Teologiacutea de San Ireneo IV Traduccioacuten y comentario del libro IV del Adversus haereses
(Madrid 1996) 519-520
41 AH IV 38 4 42 Cf Ep 12 43 Cf AH V 11
CAPIacuteTULO II
54 | Humana augens
compartir su gloria Ireneo nos previene de aquellos que aparentemente confiesan
nuestra misma fe pero laquodescuidan el orden que debe seguir el crecimiento de los
justos e ignoran el ritmo del camino hacia la incorrupcioacutenraquo44 De tal manera es el
crecimiento algo inherente a la plasis humana que no terminaraacute con la
consumacioacuten pues infinitos son los bienes que Dios puede compartir con nosotros
Trataacutendose de verdaderos seres humanos tambieacuten habraacute de ser real su traslacioacuten no pasaraacuten al no-ser sino que por el contrario progresaraacuten en su ser Pues no se exterminaraacute la substancia ni el ser de la creacioacuten mdashya que es fiel y verdadero el que la sustentamdash sino que laquopasaraacute la apariencia de este mundoraquo (1 Cor 731) es decir del mundo en el cual acaecioacute la transgresioacuten en el cual el hombre se hizo viejo [] Una vez pasada la apariencia renovado el hombre y ya maduro para la incorrupcioacuten de modo que ya no pueda envejecer laquohabraacute un nuevo cielo y una nueva tierraraquo (Is 6517) en la cual el hombre se mantendraacute nuevo siempre relacionaacutendose con Dios de modo
nuevo45
El hombre seguiraacute creciendo en Dios pues lo contrario seriacutea tanto como decir que
el hombre deja de ser hombre y Dios deja de ser Dios aunque Ireneo preveacute
distintos modos o grados en esta relacioacuten46
El ser humano recibe el ir aprovechando y creciendo [αὔξηςιν] hasta Dios [homo vero profectum percipiens et augmentum ad Deum] De la misma manera como Dios es siempre el mismo asiacute tambieacuten el hombre que se encuentra en Dios siempre iraacute creciendo hacia Eacutel [homo in Deo inventus Semper proficiet ad Deum] Pues ni Dios deja nunca de beneficiar y enriquecer al ser humano ni eacuteste deja de recibir de Dios sus beneficios y riquezas47
Esto podriacutea hacerlo de dos formas mecaacutenicamente dirigido por Eacutel en todo
momento o libremente asistido siempre por su consejo pero sin imposicioacuten
alguna Eacutesta segunda opcioacuten es la nuestra48 iquestQueacute sentido tendriacutea la paciente
espera de Dios pendiente de nuestro desarrollo y perfeccionamiento si ya
estuviera todo determinado El estado de imperfeccioacuten inicial tal como lo hemos
descrito la perfeccioacuten como horizonte y sobre todo el dinamismo creacional que
el ser humano ha recibido hacen indispensable la libertad humana Sin ella
ninguna bondad habriacutea en Dios y ninguacuten meacuterito en el ser humano que le acoge
44 AH V 311 45 AH V 361 Cf AH III 193 46 Cf AH 362 47 AH IV 112 48 Cf AH IV 371
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 55
2 Salus carnis carne que crece libre
La doctrina ireneana de la libertad humana en relacioacuten a la salvacioacuten (y el
papel que la carne de Cristo va a jugar en ella) no era pensamiento comuacuten en su
eacutepoca49 Para algunos como Simoacuten el Mago la libertad humana queda gobernada
por el Hado sin permitir error alguno Para otros como Marcioacuten la libertad es
retribucioacuten justa del Creador o pura gracia del Dios Bueno y verdadero que soacutelo
podiacutea haber creado un hombre determinado al Bien incapaz de pecar Buena parte
de los gnoacutesticos asumieron esta distincioacuten el Dios Bueno teniacutea hombres
espirituales guiados por el Evangelio y el Justo Creador teniacutea los psiacutequicos
gobernados por la Ley Los materiales pasaban a psiacutequicos y estos a espirituales
sin saberlo ellos mismos por una especie de laquograciaraquo externa divina e
incontrolable que conociacutean por Iluminacioacuten Dentro de esta corriente los
valentinianos distinguiacutean la ἐλευϑερία (libertad plena propia de espirituales) y la
αὐτεξουςία (el libre albedriacuteo de los psiacutequicos) Por tanto ya que los hiacutelicos estaban
destinados a la perdicioacuten soacutelo los psiacutequicos por su autexousiacutea teniacutean cierta
capacidad para decidir su final De nuevo topamos con la decisiva teologiacutea unitaria
de Ireneo50
No es por tanto uno el que hizo el trigo y otro el que hizo las pajas sino uno solo y mismo que los juzga esto es los separa [discierne] El trigo y las pajas inanimados e irracionales son tales por naturaleza En cambio el hombre racional y semejante en esto a Dios hecho libre y duentildeo de sus actos tiene personalmente en siacute razoacuten para hacerse unas veces trigo y otra paja51
Por un lado Dios no seriacutea maacutes poderoso ni de mayor bondad si hubiera creado
al hombre con capacidad exclusiva para el bien pues no tendriacutea meacuterito alguno la
deificacioacuten de su obra Pero tampoco el hombre seriacutea maacutes perfecto si no pudiera
pecar porque careceriacutea de libertad52 Por tanto para empezar digamos que la
libertad no es incompatible ni con la Perfeccioacuten de Dios ni con la inicial
imperfeccioacuten humana Maacutes bien al contrario es un don divino53 una primera
garantiacutea de solidez mdashaunque arriesgadamdash para llevar a cabo su obra de salvacioacuten
49 Para esta visioacuten del contexto A ORBE Antropologiacutea 149-165 50 Cf AH IV 401-2 414 V 363 51 AH IV 4 3 52 AH IV 38 4 53 Cf AH IV 152 164
CAPIacuteTULO II
56 | Humana augens
Ser libre conlleva el derecho y el deber de ir laquohacieacutendose hombreraquo54 dejaacutendose
hacer por Dios y eligiendo coacutemo responder a su accioacuten
Podriacutea parecer por el texto que acabamos de citar que el ser humano tiene
tantas posibilidades de ser trigo como de ser paja de bien o de mal de salvacioacuten o
de perdicioacuten No es asiacute para Ireneo55 De hecho tampoco fue el hombre creado en
total equidistancia del bien y el mal sino bueno imagen y semejanza de Dios El
tacto de las manos divinas56 su Arte ha quedado impreso en la carne y esas
mismas manos que lo plasmaron lo siguen acompantildeando siempre57
Dios hizo libre al hombre el cual asiacute como desde el principio tuvo alma tambieacuten gozoacute de libertad a fin de que libremente pudiese acoger la Palabra de Dios sin que eacuteste lo forzase Dios en efecto jamaacutes se impone a la fuerza pues en eacutel siempre estaacute presente el buen consejo Por eso concede el buen consejo a todos Tanto a los seres humanos como a los aacutengeles otorgoacute el poder de elegir mdashpues tambieacuten los aacutengeles usan su razoacutenmdash a fin de que quienes le obedecen conserven para siempre este bien como un don de Dios que ellos custodian En cambio no se hallaraacute ese bien en quienes le desobedecen y por ello recibiraacuten el justo castigo porque Dios ciertamente les ofrecioacute benignamente este bien mas ellos ni se preocuparon por conservarlo ni lo tuvieron por valioso sino que despreciaron la bondad suprema58
Varias ideas importantes quedan expresadas aquiacute La libertad estaacute asociada al
alma como sede racional instrumento que decide y orienta la carne hacia las
mociones del Espiacuteritu El fin de la libertad y la tarea del alma es garantizar que el
hombre mdashplasma Deimdash llegue a ser perfecto a participar de la vida divina a la
comunioacuten plena con Dios libre y gozosamente y no por automatismo natural o
decisioacuten divina en la liacutenea gnoacutestica Es el ser humano quien puede y debe acoger la
Palabra el Logos pero no estaacute solo en esta tarea el laquobuen consejoraquo de Dios estaacute
presente siempre sin forzar ni violentar Por eso la libertad el bien y la obediencia
son temas estrechamente vinculados en Ireneo Y consecuentemente tambieacuten
libertad mal y desobediencia o pecado Dios otorga al hombre el buen consejo el
Bien y le hace libre para que pueda acogerlo y cuidarlo iquestCoacutemo Por la obediencia
Igual que ocurrioacute en la creacioacuten del mundo el Verbo asiste al Padre con su
buen consejo Si es asiacute quizaacute podemos ver ya un indicio de la libre colaboracioacuten del
54 AH IV 383 55 Cf AH IV 125 374-5 V 82 271-2 III 24 56 Cf AH V 161 57 Cf AH V 13
58 AH IV 371
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hombre en su Salvacioacuten dejaacutendose aconsejar continuamente por el Verbo de Dios
y su Espiacuteritu en laquocontinua creacioacutenraquo o proceso teleioacutetico hasta el hombre
perfecto59 Por tanto lo propio de la libertad humana es con-sentir y conservar en
siacute el querer de Dios
Ireneo sigue a Justino60 al proclamar la total libertad de Dios que quiere
otorgar este don a los aacutengeles y a los hombres ambos racionales Sin embargo el
destino y fin que a cada uno le otorga da un sentido distinto a ambas libertades A
los aacutengeles no les da Dios normas para ayudarles en su crecimiento ni tienen
autoridad sobre lo creado su misioacuten es dar culto a Dios y servir al hombre en la
tarea que le es propia a saber llegar a participar de la vida divina61 Por eso la
seduccioacuten de Sataacuten es maacutes grave auacuten ya que atentoacute justamente en el corazoacuten
mismo del ser del hombre su crecimiento paciente y oportuno hasta Dios
Mientras que los aacutengeles inmateriales pueden ejercer en un instante su
libertad por obediencia o por desobediencia a Dios (ya que no estaacuten sujetos a la
traba de la materia) el ser humano soacutelo puede ejercerla mediado por la rudeza de
su carne de la historia Dicho de otro modo en el hombre soacutelo el alma es libre
propiamente mediando entre la carne y el espiacuteritu llamada a elegir la obediencia
al pneuma y asiacute permitir que eacuteste posea la saacuterx62 El alma y a traveacutes de ella la carne
reciben permanentemente el consejo bueno de Dios que no fuerza jamaacutes su
decisioacuten63 El hombre soacutelo tiene que querer libremente dejarse hacer por Eacutel y le iraacute
perfeccionando64 Quien asemeja es el Espiacuteritu de Dios y el cuerpo es lo asemejado
Por tanto acoger el buen consejo de Dios es tanto como acoger su Espiacuteritu y dejar
que actuacutee en nosotros sin ser impedimento No se nos pide maacutes ni menos
Si pues eres obra de Dios aguarda la mano de tu Artiacutefice que todo lo hace oportunamente y de igual manera obraraacute oportunamente en cuanto a ti respecta Preseacutentale tu corazoacuten blando y maleable y conserva la imagen con que te plasmoacute el Artista mantenieacutendote huacutemedo no vayas a perder endurecido las huellas de Sus dedos Guardando la trabazoacuten [ἁρμονίαν] subiraacutes a lo perfecto pues el arte de Dios
59 Cf AH III 187 IV 281 V 61 161 60 Cf 2 Apologiacutea 6 75 Diaacutelogo con Trifoacuten 885 1024 1044 Cit por A ORBE Antropologiacutea 167
nota 77 61 Cf Ep 9 AH IV 371 62 Cf AH V 91 63 Cf AH 372 393 Ep 35 64 Cf AH IV 93 381-3 V 11 81 111 1224
CAPIacuteTULO II
58 | Humana augens
esconderaacute el barro que hay naturalmente en ti Su Mano plasmoacute en ti la substancia te ungiraacute por dentro y por fuera con oro puro y plata [Ex 2511] y tanto te adornaraacute que el propio Rey desearaacute tu hermosura [Sal 4512] Pero si endurecieacutendote enseguida rechazas su Arte y te vuelves ingrato con Eacutel porque te hizo hombre al hacerte ingrato a Dios has venido a perder Su arte y Su vida [] Si pues le entregas lo que es tuyo a saber la fe en El y la obediencia recibiraacutes de Eacutel su arte y seraacutes obra perfecta de Dios65
Nuestra primera tarea es sabernos obra de Dios y confiar en que nos haraacute
laquoobra perfecta suyaraquo [eris perfectum opus Dei] Es transformar nuestra impaciencia
en saber aguardar el tiempo oportuno el tiempo de Dios y seguir creciendo
[augmentum] en libertad para conservar la imagen impresa en nuestra carne para
mantener la humedad [virtus] creacional que permite a los dedos de Dios seguir
recreaacutendonos sin violencia Esta trabazoacuten [harmoniacutean] natural entre nuestro barro
y su espiacuteritu es lo que nos va perfeccionando divinizando acrecentando hasta
Dios Nunca sin nuestra libre voluntad Porque rechazar a Dios es rechazar su Arte
en nosotros y al despreciar lo que somos mdashhombres imperfectos pero
perfectiblesmdash nos endurecemos perdemos esa humedad duacutectil nos incapacitamos
para la obediencia y malogramos la obra de Dios
Pero si no le das fe y huyes de Sus manos la causa de la imperfeccioacuten estaraacute toda en ti porque no obedeciste y no en aquel que te llamoacute [hellip] A Dios no le falta el Arte siendo capaz de sacar de las piedras hijos de Abraham [Mt 39 Lc 38] pero quien no se somete a tal arte es causa de su propia imperfeccioacuten [] Tampoco la luz someteraacute a nadie por la fuerza para siacute ni Dios forzaraacute a quien no quiera someterse a Su Arte Por consiguiente los que se apartaron de la luz del Padre y faltaron a la ley de la libertad se apartaron por su culpa creados en libre albedriacuteo y con propia voluntad66
Recibiremos el don de su Espiacuteritu su Luz y su Arte en la medida que elijamos
libremente acogerlo en nosotros en amorosa obediencia Amorosa porque el fin
que alcanzaraacute es la comunioacuten con Dios67 y no una aseacuteptica auto-perfeccioacuten que
busque eliminar los riesgos mdashel pecadomdash que asumioacute quien nos hizo libres
Sin amor el hombre no es verdaderamente espiritual ni perfecto Al contrario
es el amor quien construye y da perfeccioacuten68 De nada sirve cumplir la ley o los
65 AH IV 392 66 AH IV 393 67 Cf AH V 81 93 68 Cf AH IV 122 De alguna manera Ireneo pone en paralelo el Espiacuteritu que nutre y hace crecer
con el amor que construye y perfecciona Ambos asemejan al hombre con Dios lo divinizan Algo que despueacutes haraacute expliacutecito AGUSTIacuteN laquoCada uno es lo que es su amor [] iquestAmas a Dios No me atrevo a decirlo por mi autoridad escuchemos la Escritura ldquoYo he dicho dioses sois e hijos todos del Altiacutesimordquo (Sal 862 Jn 1036)raquo (In ep Joh 214 [PL 35 1997])
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 59
rituales externos si no se hace movido por el amor69 que es libertad Y esto que
podemos aplicarlo a las obras de justicia con el proacutejimo tambieacuten Ireneo lo aplica al
seguimiento de Cristo y la relacioacuten con Dios
laquoSi alguien te obliga a caminar con eacutel una milla acompaacutentildealo otras dosraquo (Mt 541) de manera que no lo sigas como un esclavo sino que tomes la delantera como un hombre libre [] Es maacutes digno obrar por libertad lo que muestra un afecto y sumisioacuten a nuestro liberador maacutes arraigados en nosotros Porque Eacutel no nos ha liberado para que nos separemos de Eacutel mdashpues nadie que se aparte de los bienes del Sentildeor puede adquirir por siacute mismo el alimento de la salvacioacutenmdash sino para que habiendo recibido maacutes dones suyos maacutes lo amemos pues mientras maacutes lo amemos recibiremos de eacutel mayor gloria cuando estemos para siempre en presencia del Padre [] Pues la amistad con Dios es fuente de inmortalidad para cuantos la cultivan70
Nuestra gloria estaacute en amar siempre a Dios laquoque implica el amor al proacutejimoraquo71
pues recibir su amistad colma en nosotros lo que nos falta nos engrandece nos
glorifica Y esto es don de Dios que el hombre recibe obedeciendo72 y al obedecer
conocemos a Dios cuya mayor grandeza y gloria es justamente su amor73 En
Ireneo no hay libertad verdadera ni obediencia fuera del amor el mayor de los
dones posibles laquomaacutes valioso que la gnosis maacutes glorioso que la profeciacutea y superior
a todos los demaacutes carismasraquo74
Si unimos esta primaciacutea del amor a la libertad personal vemos la importancia
que tiene que todo hombre pueda conocer y experimentar el bien y el mal por siacute
mismo Llega a decir que negarse a conocer ambas realidades es dejar de ser
hombre75
Pues no amamos de igual manera lo que nos viene de modo automaacutetico que aquello que hemos construido con mucho esfuerzo Y como lo maacutes valioso que podiacutea sucedernos es amar a Dios por eso el Sentildeor ensentildeoacute y el Apoacutestol transmitioacute que debemos conseguirlo luchando por ello [] La vista no seriacutea para nosotros un bien tan deseable si no conocieacutesemos el mal de la ceguera [] Del mismo modo el Reino de los Cielos es maacutes valioso para quienes conocen el de la tierra y cuanto maacutes valioso tanto maacutes lo amamos y cuanto maacutes lo amamos tanto maacutes gloria tendremos ante Dios Por este motivo Dios ha permitido todas estas cosas a fin de que nos eduquen y nos hagan
69 Cf AH IV 124 70 AH IV 133-4 71 AH IV 163 72 Cf AH IV 164 73 Cf AH IV 2015 R POLANCO laquoLa carne de Cristo como salus in compendio (AH III 181) o la
Gloria de Dios en lo finito Recepcioacuten balthasariana de Ireneoraquo Teologiacutea y vida 50 (2009) 345-373 Aquiacute 349-351
74 AH IV 338 75 AH 391 Cf AH IV 391 377 H U VON BALTHASAR Gloria II (Madrid 1986) 78-79
CAPIacuteTULO II
60 | Humana augens
sabios [] y quizaacutes alguacuten diacutea el ser humano madure a traveacutes de todas estas experiencias para que madurando se haga capaz de ver y comprender a Dios76
Podriacuteamos decir que el hombre en su libertad puede elegir obedecer y crecer
para la vida o bien desobedecer y crecer para la muerte77 Puede elegir amar o
crear divisioacuten78 Si la capacidad humana de crecimiento es un dinamismo inserto
en nuestra carne no se pierde pero puede malograrse seguacuten el uso que hagamos
de nuestra libertad79 Maacutes se perfecciona el ser humano cuanto maacutes acoge y
conserva el bien que recibe de Dios es decir en la medida que aprende a obedecer
libremente por amor
Como el hombre es libre desde el principio [ἐλεύϑεροσ] y libre es tambieacuten Dios [ἐλεύϑεροσ] a cuya semejanza fue hecho siempre le aconseja Dios al hombre guardar el bien que se perfecciona por la obediencia80
Y de nuevo surge la duda iquestno podriacutea haber creado Dios seres libres que no
pudieran desobedecer incluidos los aacutengeles Podriacutea pero si lo hubiera hecho asiacute
laquoni se gozariacutean con el bien ni valorariacutean su comunioacuten con Dios ni deseariacutean el bien
con todas sus fuerzasraquo81 De hecho Ireneo aplica la imagen paulina del atleta para
expresar coacutemo valoramos maacutes aquello en que maacutes amor y esfuerzo hemos puesto y
al apreciarlo maacutes mayor cuidado ponemos en seguir cuidaacutendolo Asiacute ocurre en el
hombre y su relacioacuten con Dios
El Sentildeor dice que el Reino de los Cielos es de los violentos laquolos violentos lo arrebatanraquo [Mt 1112] de aquellos que se esfuerzan luchan y continuamente estaacuten alerta lo arrebatan [] Como buen atleta nos exhorta [Pablo] al combate de la incorrupcioacuten para que seamos coronado y estimemos de valor la corona a saber que la adquiramos mediante lucha no espontaacuteneamente Cuanto maacutes luchemos por llegar a ella seraacute maacutes estimable Y cuanto maacutes estimable tanto maacutes la amaremos siempre [] Y como lo maacutes valioso que podriacutea sucedernos es crecer en amor a Dios como ensentildeoacute el Sentildeor y confirmoacute el Apoacutestol la cosa nos ocurriraacute con lucha [] Asiacute tambieacuten el reino de los cielos es maacutes estimable para quienes conocieron el de la tierra Y cuanto maacutes
76 AH IV 377 77 Cf AH IV 391 78 Cf AH IV 337 79 Cf B STUDER Dios Salvador en los Padres de la Iglesia (Salamanca 1993) 98
80 AH IV 374 Ireneo elige laquoἐλεύϑεροσraquo tanto para referirse a la libertad de Dios como a la que el hombre recibe desde el principio Es la libertad que va maacutes allaacute del libre albedriacuteo propia de espirituales laquoἈλλ᾿ἐπεὶ ἐλεύϑεροσ τὴν γνώμην ἀπ᾿ἀρξῆσ ὁ ἂνϑρωποσ ndashκαὶ γὰρ ἐλευϑεροσ τὴν γνώμην ὁ Θεόσ οὗ καϑ᾿ὁμοίωςιν γέγονεν- ἀεὶ ςυμβουλεύεται αὐτῷ κατέκειν τὸ ἀγαϑόν ὃ ἐκ τῆσ πρὸσ Θεὸν περγίνεται ὑπακοῆσ mdash Sed quoniam liberae sententiae ab initio est homo et liberae sententiae est Deus cujus ad similitudinem factus est quod perficitur ex ea quae est ad Deum obedientiaraquo
81 AH IV 376
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estimable maacutes le amamos Y cuanto maacutes le hayamos amado mayor gloria tendremos ante Dios Por intereacutes nuestro soportoacute el Sentildeor [sustinuit Dominus] todas estas cosas a fin de que pasando por todas las experiencias nos eduquen seamos prudentes en el futuro y perseveremos en su amor [Jn 15910]82
Si en el ser humano la desobediencia como fruto de una libertad mal empleada
puede desvirtuar su progreso hacia Dios iquestcoacutemo no tenerlo en cuenta al
contemplar el crecimiento en la humanidad de Cristo iquestNo seraacute entonces decisivo
para nuestra salvacioacuten que el hombre Cristo eligiera obedecer al Padre en su carne
libre y voluntariamente dejaacutendose hacer por el Espiacuteritu
Por lo que toca al ser humano no soacutelo fue creado con posibilidad de alejarse de
Dios sino que de hecho lo hizo83 iquestQueacute entiende entonces Ireneo por pecado y
queacute papel juega Porque nada ni tan siquiera el pecado puede anular la economiacutea
divina Lo que siacute haraacute es modificar el coacutemo y el cuaacutendo Vamos a verlo
3 Salus carnis carne que crece en obediencia
El pecado de Adaacuten mdashde la Humanidadmdash es la desobediencia84 y la ingratitud
para quien le creoacute y tanto arriesgoacute en su favor85 Auacuten asiacute el pecado no se convierte
en el centro de la teologiacutea ireneana cosa que a veces ha sido objeto de criacutetica86
O Cullmann considera excesivamente rectiliacutenea la soteriologiacutea ireneana
justamente por minimizar demasiado el peso del pecado en la economiacutea87 Y en la
misma liacutenea A Benoit88 Sin embargo creo que no hay duda de la gravedad que
para Ireneo tiene el pecado89 Otra cosa es que a su vez mantenga el poder del
amor de Dios para llevar a cabo la obra iniciada por encima de las trabas que la
desobediencia humana pueda poner El caraacutecter progresivo o evolutivo de su
antropologiacutea teleioacutetica y la centralidad cristoloacutegica desde la creacioacuten a la
82 AH IV 377 83 Cf AH IV 371 384 84 Cf AH I 103 III 186-7 191 2110 221 231 IV 403 V 163 171 191 85 Cf AH III 42 86 Cf J VIVES laquoPecado original y evolucioacuten humana en Ireneoraquo Estudios Eclesiaacutesticos 43 (1968)
561-589 Aquiacute 562-568 87 O CULLMANN Cristo y el tiempo (Barcelona 1968) 44 nota 10 8888 A BENOIT Saint Ireneacutee Introduction a lrsquoeacutetude de sa Theacuteologie (Pariacutes 1960) 227 ss
89 A ORBE laquoIpse tuum calcabit caput San Ireneo y Gn 315raquo Gregorianum 52 (1971) 95-150 215-271
CAPIacuteTULO II
62 | Humana augens
recapitulacioacuten final hacen que su optimismo no sea ingenuidad sino profunda fe
convencido de que laquoa quien maacutes se le perdona maacutes amaraquo [Lc 7 42]90
Fue pues necesario que el Sentildeor viniese a la oveja perdida para con tan grande Economiacutea realizar la recapitulacioacuten y para volver a buscar la obra que eacutel mismo habiacutea plasmado para salvar al mismo hombre hecho laquoa su imagen y semejanzaraquo (Geacuten 126) es decir al viejo Adaacuten una vez cumplidos los tiempos laquoque el Padre habiacutea fijado con su poderraquo (Hech 17) de la condenacioacuten que habiacutea recaiacutedo sobre eacutel por su desobediencia -porque todo plan de salvacioacuten en favor del hombre se haciacutea seguacuten el beneplaacutecito del Padre- a fin de que Dios no quedase vencido ni se perdiese su obra de arte Pues si el hombre al que Dios habiacutea hecho para que viviese al perder la vida herido por la serpiente que lo habiacutea corrompido ya no hubiese podido volver a la vida sino que hubiese quedado enteramente abocado a la muerte entonces Dios habriacutea sido vencido y la maldad de la serpiente habriacutea triunfado sobre el designio de Dios91
Como hemos dicho el estado inicial de inmadurez humana no es incompatible
con la libertad y sentildeoriacuteo de siacute92 Seriacutea tanto como confundir la capacidad de
decisioacuten con la capacidad para anticipar las consecuencias de los propios actos y
discernir adecuadamente Son cosas relacionadas pero distintas Ireneo ve al
hombre en un estado de inocencia93 sin malicia alguna en el que Dios va
educaacutendole y preparaacutendole para el futuro por medio del Verbo imagen visible del
Invisible Por tanto la encarnacioacuten no responde en Ireneo a la necesidad de
redimir el pecado94 sino al deseo libre de hacerse uno con los hombres creados a
su imagen95 Ahora bien una vez que el pecado forma parte de la realidad humana
tambieacuten formaraacute parte del plan salvador de Dios
iquestCoacutemo el ser humano se acercaraacute a Dios si Dios no se ha acercado al hombre iquestCoacutemo se libraraacuten de la muerte que los ha engendrado si no son regenerados por la fe para un nuevo nacimiento que Dios realice de modo admirable e impensado [] iquestComo habriacutea podido [el Sentildeor] derrotar a aquel que era maacutes fuerte que el hombre y lo teniacutea sujeto de vencer al vencedor para liberar al ser humano vencido si no hubiese sido superior al hombre vencido iquestY quieacuten maacutes puede ser mejor y maacutes excelente que el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios sino el Hijo de Dios a cuya imagen fue hecho el ser humano Por este motivo el Hijo al final manifestoacute la semejanza de Dios hacieacutendose hombre y asumiendo para siacute el antiguo plasma96
90 AH III 20 2 91 AH III 231 92 Cf Ep 11-12 93 Cf Ep 14-15 94 Cf A ORBE Antropologiacutea 482-483 95 Cf AH III 223 IV 241 344 V 141 202 96 AH IV 334
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 63
iquestAcaso podriacutea el hombre con sus solas fuerzas crecer en obediencia hasta
Dios97 Las mismas manos que le crearon modelaacutendolo le seguiraacuten acompantildeando
hasta el final pues nunca salioacute Adaacuten de ellas98 su tarea es permanecer en la
docilidad libre al Verbo y al Espiacuteritu99 Para ayudarle en su crecimiento Dios le
preparoacute un lugar hermoso y tambieacuten le dio reglas y normas laquode suerte que si
observaba el mandamiento de Dios permaneceriacutea siempre tal como era esto es
inmortal [hoc est immortalis] Pero si no lo observaba se hariacutea mortal [ut mortales
fierit] destinado a disolverse en la tierra de donde habiacutea sido tomado su
plasmaraquo100 Por la desobediencia en el Paraiacuteso tendraacute el hombre que continuar su
crecimiento en reacutegimen mortal sin la inocencia inicial y lo que es peor sin la
intimidad con el Verbo que alliacute disfrutaba
Conviene aclarar brevemente el sentido de inmortalidad que aquiacute se maneja
Por la imperfeccioacuten del hombre lo que Dios ofrecioacute como ayuda para orientar su
crecimiento pudo dar lugar a la muerte101 No parece que en Ireneo la inmortalidad
del Paraiacuteso deba entenderse como inmortalidad divina sino como algo transitorio
No olvidemos que esa vida divina es justamente la perfeccioacuten hacia la que se le
pide que crezca pues perfecto es quien maacutes se acerca a Dios102 Por tanto poco
sentido tendriacutea que Dios ya se la hubiera otorgado en el Paraiacuteso o que no le
hubiera dado el don de crecer e ir acercaacutendose cada vez maacutes a Eacutel Comparte la
doctrina de Teoacutefilo de Antioquiacutea considerando al hombre en esta etapa capaz de
lo mortal y lo inmortal103
El intereacutes de Ireneo estaacute en confirmar que justamente por su desobediencia
se hicieron mortales104 Ahora bien Ireneo insiste en que el origen de tal hecho
97 Cf AH IV 112 Ep 11 98 Cf AH V 13 99 Cf AH IV 393 100 Ep 15 101 Cf AH IV 134 165 3934 102 Cf AH IV 383 V 81 103 Cf AH III 202 IV 112 V 91 Explicado ampliamente en A ORBE Antropologiacutea 237-240 400
466 Tambieacuten J VIVES Pecado original y evolucioacuten humana 569-570 104 Cf A ORBE laquoCinco exeacutegesis ireneanas de Gn 217b (AH V 231-2)raquo Gregorianum 62 (1981) 75-
113 ID laquoLos hombres y el Creador seguacuten una homiliacutea de Valentiacutenlaquo Gregorianum 55 (1974) 5-48 339-368
CAPIacuteTULO II
64 | Humana augens
(que no niega) no estaacute en Adaacuten mismo sino en el engantildeo de Sataacuten105 que por
envidia106 le alejoacute de Dios De hecho la respuesta divina fue contra el aacutengel
seductor y maldijo a la serpiente en quien el diablo se escondiacutea El hombre es
expulsado del Jardiacuten como consecuencia de la ofensa no por eacutel mismo dejaacutendole
Dios habitar laquoen el camino que conduce al Jardiacuten ya que el Jardiacuten no admite al
pecadorraquo107
La diferencia es clara el hombre no sale indemne de su trasgresioacuten pero
mientras eacutel actuoacute asiacute engantildeado por debilidad e ignorancia Sataacuten lo hizo por
malicia y envidia108 La seduccioacuten hizo visible lo que estaba en eacutel internamente y
Dios bien conociacutea su envidia En todo ello subraya siempre Ireneo la bondad de
Dios109 quiso que saliera a la luz la envidia del seductor y quiso que Adaacuten entrara
en un reacutegimen de muerte no soacutelo como castigo110 sino como remedio para que no
fuera eterna su situacioacuten de desobediencia y pecado de lejaniacutea111
Por este motivo [Dios] le expulsoacute [a Adaacuten] del paraiacuteso a fin de que el hombre no perseverara siempre en transgresioacuten ni fuera inmortal el pecado que le rodeaba y el mal se hiciera interminable y sin curacioacuten Mas impidioacute su transgresioacuten interponiendo la muerte y haciendo que cesara el pecado infirieacutendole un teacutermino mediante la disolucioacuten de la carne en la tierra para que dejando alguna vez el hombre de vivir al pecado y muriendo a eacutel comenzase a vivir para Dios112
Conviene no confundir esta muerte corporal con una destruccioacuten de la carne a
favor del alma inmortal planteamiento maacutes cercano a los gnoacutesticos La vida que
pueda dar el alma al cuerpo soacutelo es temporal para Ireneo porque propiamente
laquoinmortalraquo (αϑανναςία) soacutelo es Dios el Increado Todo lo demaacutes tambieacuten el alma
es creacioacuten suya y por tanto tiene principio y fin La incorrupcioacuten o inmortalidad a
la que llegaraacute un diacutea el hombre afecta al aacutenthropos completo como venimos
repitiendo Y esto soacutelo puede darlo el Espiacuteritu
Como la carne es capaz de corrupcioacuten asiacute tambieacuten lo es de incorrupcioacuten y como es capaz de morir asiacute lo es de vivir Una y otra cosa se excluyen mutuamente y no pueden
105 Cf Ep 16 AH IV 403 V 231 241 322 106 Cf Sab 223-24 107 Ep 16 [Eum circa paradisum tunc pecatorem enim non recipit paradises] 108 AH III 231 109 Cf III 201 185 110 AH III 187 111 Cf AH V 152 112 AH III 236
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 65
ambas permanecer en el mismo sujeto [] La primera vida ha sido expulsada porque le habiacutea sido dada por medio de un simple soplo y no por medio del Espiacuteritu Porque una cosa es el soplo de vida que hace al hombre un ser animado y otra el Espiacuteritu vivificante que le perfecciona como espiritual [] El soplo conoce un instante de vigor permanece un instante y tras eso se va dejando sin haacutelito aquello que primero conteniacutea en cambio el Espiacuteritu cintildee al hombre por dentro y por fuera y como quien siempre perdura no le abandona jamaacutes113
Los gnoacutesticos tambieacuten hablaban de pecado y redencioacuten pero un pecado que
veniacutea con la Creacioacuten misma114 y del que somos redimidos en la medida que nos
alejamos de la materia de la carne Para Ireneo sin embargo es la salvacioacuten la que
estaacute vinculada desde el inicio con la Creacioacuten para ser elevados en nuestra carne
hasta Eacutel No es el pecado quien determina la salvacioacuten sino la salvacioacuten la que
integra el pecado para llevar a teacutermino lo que Dios teniacutea previsto115
El engantildeo de Sataacuten apunta justamente aquiacute pues ofrece la inmortalidad a
cambio de su desobediencia y Adaacuten encuentra justamente lo contrario
desobedecer le lleva a la muerte116 Una muerte que alude principalmente a la vida
de Dios a la deificacioacuten no a la muerte fiacutesica y separacioacuten de alma y cuerpo117
aunque la incluya118 De hecho Cristo no eliminoacute la muerte fiacutesica sino la muerte
eterna la incapacidad para participar de la vida de Dios119 iquestNo habriacutea que
entender de modo similar la peacuterdida del Espiacuteritu tras la trasgresioacuten120 Es decir
por su desobediencia Adaacuten se aleja de Dios pierde laquoel vestido de santidadraquo o
laquoestola del Espiacuterituraquo121 que en Epideixis se prefiera llamar laquovigor del alientoraquo122
113 AH V 12 1-2 114 Cf AH III 182 115 Cf J FANTINO laquoEl hombre verdadero seguacuten San Ireneoraquo Estudios Trinitarios 23-24 (1989-
1990) 3-30 Aquiacute 8 116 Cf AH IV 391 117 Cf AH V 71 118 Cf J VIVES Pecado original y evolucioacuten humana 570 119 Detraacutes de este tema se encuentra el debate sobre la diversa naturaleza del alma y la distincioacuten
o no entre principio vital y alma en Ireneo Cf R AMO USANOS laquoLa carne habituada a portar vida [AH V 33] Aclaraciones al uso de zoeacute en la obra de san Ireneoraquo Estudios Eclesiaacutesticos 83 (2008) 425-455 Especialmente 450-453
120 laquoYa Taciano dice que cuando el alma pierde por el pecado el Espiacuteritu sufre una ἁτονία que le impide elevarse a las cosas celestes [] Con el pecado el alma perdioacute su tensioacuten Y asiacute el hombre perdioacute su harmoniacutea interios [] Pero nunca el hombre histoacuterico dejoacute de estar confrontado al Espiacuteritu Porque la atoniacutea de Adaacuten despueacutes del pecado no significa que fuera abandonado a un destino meramente psiacutequico Es esta una premisa teoloacutegica en la que coinciden tanto los eclesiaacutesticos como la Gnosis heterodoxaraquo (J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo [Gn 126] en S Ireneoraquo 279)
121 AH III 235
CAPIacuteTULO II
66 | Humana augens
Con la peacuterdida del Espiacuteritu el hombre pierde la semejanza otra gran consecuencia
del pecado y la recobraraacute cuando llegue el momento como el hijo proacutedigo de la
paraacutebola recobroacute sus vestiduras123 Ahora bien no es posible que el hombre
perdiera por completo el espiacuteritu virtus divina mezclada con su barro plasmada y
vivificada por su soplo vital124 Guarda mayor coherencia con todo el sistema
teoloacutegico de Ireneo pensar que mantuvo una cierta semejanza imperfecta e
insuficiente pecadora incluso pero lo bastante como para poder seguir creciendo
y progresando deacutebilmente hasta Dios125 No en vano fuera del Paraiacuteso Adaacuten
perdioacute la posibilidad de ver al Verbo a cuya imagen habiacutea sido creado y a cuyo
modelo debiacutea asemejarse126
Una cosa es perder la semejanza que inicialmente Dios habiacutea puesto en
nosotros imperfecta pero llamada a crecer hasta la plenitud y otra bien distinta
afirmar que Adaacuten carece en absoluto de Espiacuteritu tras el pecado Caeriacuteamos en
contradiccioacuten con el modo de concebir Ireneo al aacutenthropos carne alma y
espiacuteritu127 La deificacioacuten del hombre sigue adelante De lo contrario la debilidad
de algo tan simple como la carne humana tendriacutea maacutes poder que el mismo Dios
impidiendo llevar a teacutermino la obra que Eacutel mismo ha comenzado No seraacute asiacute128
El aacutengel envidiaba la dignidad del hombre inalcanzable para eacutel y le sedujo
tratando de engantildearle Al hacerlo dantildea de alguacuten modo la imagen y semejanza que
Dios habiacutea otorgado a su plasma Al hacerlo estaba atacando tambieacuten al mismo
Verbo de quien era imagen el plasma creado
El Sentildeor con su palabra le proboacute que todo lo suyo se oponiacutea al Dios Creador de todas las cosas y lo sometioacute por su obediencia en cuanto hombre lo descaroacute como desertor transgresor de la Ley y apoacutestata de Dios y maacutes tarde en cuanto Verbo lo encadenoacute fuertemente como a su propio fugitivo y le arrebatoacute los bienes o sea los hombres de quienes eacutel se habiacutea apoderado e injustamente se serviacutea129
122 Ep 14 123 Cf AH IV 142 124 Cf Ep 11 125 Cf A ORBE Antropologiacutea 218 nota 126 126 Cf Ep 12 127 1Ts 523 Cf Capiacutetulo I 128 Cf AH III 231 V 52 129 AH V 213 Cf III 223 V 21 211
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 67
Sataacuten el que laquoenvidia nuestra vidaraquo130 el Seductor nos ataca de dos modos
animaacutendonos a saltarnos etapas y minando nuestra fe nuestra confianza tanto en
nosotros mismos como en Dios que tanto espera de nosotros Y seraacute el mismo Hijo
de Dios en la carne quien restaure por obediencia lo que Adaacuten en su carne
deshizo la comunioacuten con Dios131
Ya hemos visto que Ireneo tiene distintos modos de hablar sobre la imagen y
semejanza132 Quedeacutemonos ahora con que en el Verbo encarnado Segundo Adaacuten
se restableceraacute la semejanza perdida haciendo visible la imagen asegurando de
alguacuten modo la unioacuten con el Espiacuteritu que en el Primer Adaacuten era tan inicial y deacutebil133
Unioacuten que seguiraacute creciendo en obediencia hasta alcanzar la imagen y semejanza
plena del Cristo glorioso134
Ciertamente esta situacioacuten de sometimiento al pecado y sus consecuencias no
queda limitada a Adaacuten y Eva pues somos de su misma carne y en desobediencia
nace todo ser humano135 Del mismo modo que hablaacutebamos antes de una libertad
siempre aconsejada al bien por Dios hemos de hablar ahora de una humanidad
marcada siempre por la desobediencia El paradigma es Caiacuten que recibiendo el
consejo de Dios lo rechazoacute no acomodoacute su voluntad con la de Dios y
desobedecioacute136 A la culpa heredada de Adaacuten se antildeade la propia decisioacuten
Ahora bien en estas condiciones sigue siendo el libre albedriacuteo de cada uno
quien puede y debe decidir y elegir el bien y no el mal la vida y no la muerte la
obediencia y no la desobediencia Pero sabiendo que por nuestras solas fuerzas
seriacutea imposible salir de tal esclavitud se encarnoacute Cristo laquohecho mediador de Dios y
de los hombres [1Tim 25]raquo137 y a traveacutes de Eacutel de su carne gloriosa recibiremos el
don renovado del Espiacuteritu138
130 AH IV pr 4 131 Cf AH V 21 163 171 334 132 Cf Capiacutetulo I 133 Cf AH V 244 134 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo 291-295 135 Cf AH V 213 Ep 18 136 Cf AH III 234 137 AH V 171 138 Cf AH III 174
CAPIacuteTULO II
68 | Humana augens
Desde siempre estuvimos llamados a vivir seguacuten el Espiacuteritu Santo en
obediencia para ir creciendo y madurando hasta alcanzar la medida de la plenitud
en Cristo139 el Hombre perfecto o espiritual El pecado que Dios no quiso impedir
para respetar la libertad humana mdashaunque lo previera y permitiera como
permitioacute que la ballena se tragase a Jonaacutes140mdash es ahora motivo de mayor amor y
agradecimiento a Dios de forma que la docilidad a su gracia quiera ser mayor cada
vez
Esta ha sido la generosidad de Dios que ha permitido que el ser humano haya experimentado todo y que conozca la muerte que en seguida lo hiciera llegar a la resurreccioacuten de entre los muertos a sabiendas de la experiencia por la cual ha sido liberado De esta manera siempre deberaacute agradecer al Sentildeor una vez conseguida la incorrupcioacuten y amarlo maacutes pues laquomaacutes ama aquel a quien maacutes se perdonaraquo (Lc 742-43) (El hombre) conocieacutendose a siacute mismo como deacutebil y mortal [] comprenda todo el poder de Dios que se ha manifestado en eacutel mismo (hombre) a fin de que advierta coacutemo el mismo Dios le ha ensentildeado su propia grandeza Porque la gloria del hombre es Dios Y a su vez el ser humano es el recipiente de toda la obra de Dios y de su poder y sabiduriacutea Asiacute como el verdadero meacutedico muestra serlo al curar a los enfermos asiacute tambieacuten Dios se manifiesta a los hombres [] Quien mantiene sin inflarse ni jactarse la verdadera gloria de las cosas creadas y de su Hacedor (el Dios omnipotente que a todas ha concedido la existencia) y permanece en su amor sometido a eacutel y en accioacuten de gracias recibiraacute de Dios una mayor gloria y maacutes aprovecharaacute hacieacutendose semejante a aquel que por eacutel ha muerto Pues se hizo laquosemejante a la carne del pecadoraquo (Rom 83) a fin de condenar el pecado y una vez condenado echarlo de la carne para de esta manera hacer crecer en su semejanza al ser humano llamaacutendolo a ser imitador de Dios sometieacutendolo a la Ley que lo lleva a contemplar a Dios y daacutendole la capacidad de captar al Padre141
Si es ejerciendo nuestra libertad como vamos creciendo hacia esa comunioacuten
con Dios es evidente que Eacutel se fiacutea de nosotros de nuestro crecimiento apuesta por
nosotros sin dejar de acompantildearnos Por tanto es de esperar que el hombre vaya
aprendiendo a ejercer su libertad en una confianza creciente y esperanzada tanto
respecto a Dios que nunca lo deja de Su mano cuanto de siacute mismo animado y
sostenido por el Espiacuteritu Santo sin obstaculizar su obra142
Porque la libertad que Dios da al hombre no implica soacutelo capacidad de eleccioacuten
sino tambieacuten capacidad de dominar los propios actos responsabilizaacutendose de
139 Cf Ef 413 140 Cf AH III 201 231 IV 322 377 384 V 361 141 AH III 202 142 Cf AH V 81 102 134
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 69
ellos143 lo que le asemeja a Dios y le capacita para llegar un diacutea a la divinizacioacuten en
la carne La parte divina viene dada desde el principio en ese permanente
asesoramiento e invitacioacuten al bien que nos ofrece La parte humana es responder
en obediencia participando del Espiacuteritu que nos alienta
La carne poseiacuteda por el Espiacuteritu olvidada de siacute asume la cualidad del Espiacuteritu hacieacutendose conforme al Verbo de Dios [] Por eso dice una vez vivimos sin el Espiacuteritu celestial en la vejez de la carne no obedeciendo a Dios asiacute ahora recibiendo al Espiacuteritu caminemos en la novedad de la vida obedeciendo a Dios Y porque sin el Espiacuteritu de Dios no podemos ser salvos el Apoacutestol nos exhorta a conservar el Espiacuteritu de Dios mediante la fe y la vida casta144
En definitiva Ireneo no minimiza el pecado de Adaacuten amparado en su
imperfeccioacuten inicial o estado de infancia Fue desobediente y lo fue libremente
pudiendo haber obedecido Lo que Ireneo salva es la motivacioacuten o raiacutez de tal
pecado que no nace de una malicia natural del hombre sino que viene de fuera
4 Conclusiones
Para Ireneo negar todo dualismo va maacutes allaacute de la dimensioacuten ad extra
Tampoco en Dios ad intra hay dualismo posible Dios no crea primero y salva
despueacutes145 como acciones independientes o consecutivas Dios crea al ser humano
a imagen y semejanza del Verbo encarnado y glorioso sin imponerle nada para
que por su propia libertad y voluntad mdashdones de Diosmdash por amor llegue a la
plenitud que es la vida en el Espiacuteritu Seguacuten viva el ser humano tal camino de
crecimiento de su imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten uacuteltima participando de la
vida de Dios viviraacute con mayor o menor fidelidad su vocacioacuten el primer deseo de
Dios sobre eacutel Pues el ser humano ha sido laquomodelado de cara a un crecimiento y
una madurez [plasmavit enim eum in augmentum et incrementum] seguacuten la
palabra de la Escrituraraquo146
143 Cf AH IV 134 164 144 AH V 93 145 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 95 146 AH IV 11 2
CAPIacuteTULO II
70 | Humana augens
Si miramos la Historia y al ser humano como Ireneo los mira difiacutecilmente nos
preguntaremos por queacute Dios no hizo al hombre perfecto desde el principio Seriacutea
incoherente y absurdo Propio de quien no-es-Dios de alguien laquorecieacuten creadoraquo es
no querer igualarse con el Increado con su Autor con el Perfecto Pero ademaacutes
hay otra razoacuten fundamental Dios quiere que el hombre llegue al fin que El le
propone tal como es al ritmo paciente de la carne sin saltarse etapas ni pretender
medios que no le corresponden Su grandeza no estriba en ser perfecto sino en ser
capaz de perfeccioacuten lograda por el amor libre y obediente dejaacutendose transformar
por el Espiacuteritu
En este proceso del hombre natural al hombre espiritual se juega la historia
salutis Ireneo hablaraacute de alcanzar la inmortalidad incorruptibilidad participacioacuten
visio Dei carne poseiacuteda por el Espiacuteritu todas expresiones que nos refieren a lo
que maacutes tarde se llamaraacute laquodeificacioacutenraquo tomando diversos matices seguacuten
autores147 No es un crecimiento para adquirir perfeccioacuten moral o aumento de
virtud en uno mismo sino que crecemos en la medida que nos acercamos a Dios el
Perfecto Pasar de sarx a pneuma automaacuteticamente es impensable o la carne no
seriacutea tal o el Espiacuteritu no habriacutea sido acogido en libertad Dios toma en serio de tal
manera nuestra carne y el destino que nos prepara que no puede realizarse
verdaderamente sin tiempo de maduracioacuten y crecimiento en un mutuo
laquoacostumbramientoraquo La plasis humana mdashcuerpo y almamdash es sarx pneumatikoacutes ya
sea inmaduramente al inicio ya sea en plenitud tras la Resurreccioacuten de Cristo
Pero el hombre mdashla sarxmdash es capaz incluso de rechazar el don de Dios y
desobedecerle como de hecho ocurrioacute por engantildeo de Sataacuten el seductor Quisieron
ser dioses antes que hombres y desobedecieron el mandato que Dios habiacutea dado
para su bien Experimentaron el bien de Dios y el mal del seductor Asiacute quiso Dios
que fuera para que aprendieran en su propia carne a juzgar y discernir a buscar el
bien rehusando el mal ya no por mandato de Dios sino por propia eleccioacuten libre
Tras la desobediencia el hombre continuaraacute su crecimiento pues forma parte de su
147 Cf N RUSSELL The Doctrine of Deification in the Greek Patristic Tradition (Oxford 2006) 1-15
105-110 V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente (Barcelona 22009) especialmente 146-160
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 71
naturaleza creatural pero ahora marcado por la muerte y por la capacidad de
asemejamiento mermada dantildeada herida
Si acoger la salvacioacuten de Dios en nosotros mdashsalus carnismdash implica crecimiento
no puede eacutesta consistir en ser devueltos a un estado primordial paradisiacuteaco sino en
alcanzar la promesa a la que Dios nos destinoacute desde el principio Es una salvacioacuten
teleioacutetica y ademaacutes en comunioacuten humano-divina Por eso la libertad humana mdashen
la carnemdash tendraacute un papel decisivo Si nos salvamos por nuestras propias fuerzas
para progresar inuacutetil es la accioacuten de Dios si lo hace Dios soacutelo sobra nuestra
libertad y obediencia iquestCoacutemo podraacute darse entonces esta comunioacuten que nos salve
La respuesta de Ireneo apunta con toda claridad a Cristo Verbo encarnado
verdadero Dios y verdadero hombre Maacutes auacuten a la carne de Cristo carne como la
nuestra ungida por el Espiacuteritu hasta la glorificacioacuten final para nuestra salvacioacuten
CAPIacuteTULO II
72 | Humana augens
Capiacutetulo III
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
EacuteL ES LA COMUNIOacuteN QUE NOS SALVA
Ipse per se hominem adunans Deo
(AH III 42)
Introduccioacuten
1 Perceptrix et capax caro virtutis Dei
11 LA VIDA PRESENTE EN LA CARNE 12 EUCARISTIacuteA 13 LA CARNE DE CRISTO
2 Carne de nuestra carne
21 LA MIXIS INICIAL 22 LA PLASMACIOacuteN CON SUS MANOS
3 iquestQuieacuten sino el Verbo puede unir al hombre con Dios
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO III
74 | Humana augens
Introduccioacuten
Al comenzar este estudio nos preguntaacutebamos si podriacuteamos concluir alguacuten
rasgo esencial a la humanidad de Cristo a partir de la antropologiacutea de Ireneo Si
Cristo se hizo verdaderamente hombre iquestno tuvo que asumir los rasgos esenciales
de este hombre Concretamente hemos fijado nuestra atencioacuten en el crecimiento
como dinamismo propio de la carne alentada por el Espiacuteritu tal como el Creador la
ha dispuesto para alcanzar el fin que le es propio Siguiendo nuestro razonamiento
si la humanidad de Cristo tiene alguna virtualidad salviacutefica tendraacute que pasar por
su crecimiento
Sin embargo antes de hacer esta aplicacioacuten conviene hacerse algunas
preguntas iquestRealmente podemos decir que la carne es perceptible de salvacioacuten de
accioacuten del Espiacuteritu Si no lo fuera iquestqueacute sentido tiene que el Verbo se haga carne
para nuestra salvacioacuten iquestO acaso la carne que Eacutel tomoacute siendo verdadera no es
carne como la nuestra A estas preguntas dedicaremos los dos primeros puntos de
este capiacutetulo siguiendo la argumentacioacuten del mismo Ireneo frente a sus
contemporaacuteneos
Finalmente una vez que constatamos el pecado y la desobediencia del hombre
iquestsigue adelante el plan salvador de Dios en Cristo iquestafecta el pecado de alguacuten
modo al proyecto salvador de Dios iquestPor queacute nos salva el Verbo y por queacute de esta
manera como verdadero Dios y verdadero hombre iquestDe queacute modo puede realizar
Eacutel el fin que nos es propio la visioacuten del Padre la comunioacuten iacutentima y plena con Eacutel
iquestjuega alguacuten papel su carne creciendo al ritmo del Espiacuteritu
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 75
1 Perceptrix et capax caro virtutis Dei (AH V 32)
iquestAcaso la carne puede ser salvada puede acoger a Dios Es un tema
importante al que Ireneo tuvo que hacer frente pues laquosi la carne no pudiera ser
salvada el Verbo de Dios no se habriacutea hecho carneraquo1 En los capiacutetulos anteriores
hemos aludido a las reticencias gnoacutesticas mdashy de algunos eclesiaacutesticos2mdash ante la
materia en general y ante la carne en particular Tambieacuten hemos afirmado lo
contrario que esto es a la sensibilidad y la teologiacutea de Ireneo Ahora bien la mirada
amable a la carne y a la materia como elemento esencial al ser humano creada y
querida por Dios no es suficiente para afirmar tambieacuten su resurreccioacuten En
nuestro caso el tema es fundamental puesto que si la carne no es laquocapaz de
salvacioacutenraquo o lo que es lo mismo capaz de acoger el Espiacuteritu de Dios que es quien
laquonutre y hace crecerraquo3 difiacutecilmente seraacute agente de salvacioacuten Ni siquiera si eacutesta
carne es la de Cristo
Ireneo coincide con los gnoacutesticos4 al afirmar que soacutelo puede asumir el Sentildeor lo
que puede salvarse5 dando la vuelta al principio patriacutestico que despueacutes se hariacutea
claacutesico laquoQuod non est assumptum non est sanatumraquo6 La conclusioacuten es evidente
para los gnoacutesticos el Verbo no pudo asumir la carne ya que por naturaleza no es
capaz de salvacioacuten Ireneo por el contrario haraacute de su encarnacioacuten la clave de
boacuteveda de toda la antropologiacutea y soteriologiacutea Nuestra esperanza no se fundamenta
en la fuerza de nuestra naturaleza sino en el poder amoroso de Dios7
1 AH V 141 El P ORBE lo expresa con gran fuerza laquoSobra la Encarnacioacuten cuando no hay carne que
deificarraquo (laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo Gregorianum 46 [1965] 481-544 aquiacute 543)
2 Cf A ORBE laquoAdversarios anoacutenimos de la Salus carnisraquo Gregorianum 60 (1979) 9-53 ID laquoDefinicioacuten del hombre en la teologiacutea del siglo IIraquo Gregorianum 48 (1967) 522-576 J C ALBY laquoUn grano de trigo produciraacute diez mil espigas El optimismo metafiacutesico en la escatologiacutea de san Ireneoraquo Sapientia 62 (2007) 5-21
3 AH IV 383 4 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa salvacioacuten de la carne en S Ireneoraquo Scriptorium Victoriense 12 (1965) 7-29
Aquiacute 13 5 Cf Ibiacuted 22 6 GREGORIO NACIANCENO Ep 101 I 32 (SC 20850) laquoLo que no ha sido asumido no ha sido sanado
pero lo que se une a Dios se salvaraquo Axioma claacutesico que ya explicitoacute Oriacutegenes laquoEl hombre no habriacutea sido salvado todo entero si nuestro Salvador y Sentildeor no hubiera asumido al hombre enteroraquo Y que para algunos estariacutea en la base de la argumentacioacuten ireneana (cf T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano [Burgos 2004] 64)
7 Cf AH II 292 V 23
CAPIacuteTULO III
76 | Humana augens
Ahora bien la sola carne no salva8 De hecho la sola carne para Ireneo no es
nada como tampoco es nada en el ser humano el alma sola o solo el Espiacuteritu9
Tendriacuteamos que decir por tanto que la sola carne de Cristo por siacute misma tampoco
salva siguiendo la exeacutegesis gnoacutestica de 1 Cor 1550 laquoLa carne y la sangre no
pueden efectivamente heredar el reino de Diosraquo10 Ireneo critica fuertemente a
quienes utilizan este texto para desechar la carne pues laquoni han captado el sentido
del Apoacutestol ni han investigado la fuerza de las palabrasraquo11
La iniciativa y la actividad siempre procede de Dios del Espiacuteritu Lo propio del
hombre lo propio de la carne es recibir y acoger tal accioacuten12 Por eso no se trata de
que la carne llegue a poseer el Espiacuteritu como un premio por siacute misma sino que
con su docilidad el Espiacuteritu vaya progresivamente hacieacutendola suya
Ahora recibimos alguna parte de su Espiacuteritu para perfeccionar y preparar la incorrupcioacuten acostumbraacutendonos poco a poco a comprender y a portar a Dios El Apoacutestol lo llamoacute prenda (es decir parte de la gloria que Dios nos ha prometido) (Ef 113-14) [] Por ello esta prenda al habitar en nosotros ya nos hace espirituales y la mortalidad es absorbida por la inmortalidad (2 Cor 54) [] Esto no nos sucede por la destruccioacuten de la carne sino por la comunioacuten del Espiacuteritu [] Pues si la prenda apoderaacutendose del hombre mismo ya le hace clamar laquoiexclAbbaacute Padreraquo iquestqueacute haraacute la gracia universal del Espiacuteritu que Dios otorgaraacute a los hombres Nos haraacute semejantes a eacutel y nos haraacute perfectos por la voluntad del Padre pues eacuteste ha hecho al hombre seguacuten la imagen y semejanza de Dios13
Esto es importante porque en ninguacuten momento entiende Ireneo que la
naturaleza humana la sarx deba ser aniquilada De hecho cuando Ireneo habla de
lo carnal como opuesto a lo espiritual no deshecha la carne en siacute sino sus obras14
Elegir las obras del Espiacuteritu es ir creciendo en su accioacuten y realizando sus frutos15 lo
que se opone a laquoser carnalraquo es decir vivir seguacuten laquolas obras de la carneraquo pero no a
vivir en la carne La razoacuten central estaacute en la voluntad creacional de Dios nuestra
carne es su Arte su obra Y lo sigue siendo incluso dantildeada por el pecado pues la
purificacioacuten no se debe a la carne en siacute sino a las obras tal como se muestra en los
8 Cf AH III 204 9 Cf AH V 91 Hemos tratado el tema en el Capiacutetulo I 10 Cf AH V 91-4 11 AH V 132 12 Cf AH IV 392 112 13 AH V 81 Cf AH V 94 14 Cf AH V 102 1234 15 Cf AH V 111
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 77
milagros de curaciones de Jesuacutes16 Sin duda una distincioacuten fundamental que
convendriacutea recuperar
Las obras de la carne [son las] hechas sin el Espiacuteritu Estas llevan a la muerte [] laquoPero estaacuteis lavados y santificados estaacuteis justificados en el nombre del Sentildeor Jesucristo y en el Espiacuteritu de nuestro Diosraquo iquestY cuaacutendo hemos llevado la imagen del que nacioacute de la tierra Cuando realizaacutebamos las obras de la carne arriba descritas iquestY cuaacutendo llevamos la imagen del que viene del cielo Cuando como eacutel dice laquoestaacuteis lavadosraquo y creeacuteis laquoen su nombreraquo para recibir su Espiacuteritu No hemos lavado la substancia de nuestro cuerpo ni la imagen de nuestra creacioacuten sino nuestro antiguo modo de actuar Y asiacute en los mismos miembros por los que antes pereciacuteamos cuando realizaacutebamos las obras corruptibles en esos mismos miembros empezamos a vivir cuando realizamos las obras del Espiacuteritu17
Si el hombre no tiene que dejar de ser laquoaacutenthroposraquo para llegar a Dios18
tampoco la carne tiene que dejar de ser carne para llegar a ser en todo
transformada por el Espiacuteritu lo mortal en inmortal lo corruptible en incorruptible
la debilidad en fortaleza19 Si laquosu obraraquo se muestra en la plasis humana20 imagen y
semejanza suya tambieacuten se cumpliraacute en la carne su salvacioacuten (Salus carnis no
Salus animae21) Por eso Ireneo puede hablar del hombre espiritual o perfecto del
laquohombre vivienteraquo como aquel que participando de la carne participa tambieacuten del
Espiacuteritu y eacuteste le guiacutea22
Donde estaacute el Espiacuteritu del Padre ahiacute se encuentra el hombre viviente [] La carne poseiacuteda por el Espiacuteritu olvidada de siacute asume la cualidad del Espiacuteritu hacieacutendose conforme al Verbo de Dios [] Por eso dice una vez vivimos sin el Espiacuteritu celestial en la vejez de la carne no obedeciendo a Dios asiacute ahora recibiendo al Espiacuteritu caminemos en la novedad de la vida obedeciendo a Dios Y porque sin el Espiacuteritu de Dios no podemos ser salvos el Apoacutestol nos exhorta a conservar el Espiacuteritu de Dios23
Como dijimos al hablar del pecado24 el hombre no pierde nunca totalmente el
espiacuteritu25 pero siacute la vitalidad del Espiacuteritu que disfrutaba antes de la caiacuteda Esa falta
de vitalidad en el hombre es lo que conlleva su vejez26 su deterioro su
16 Cf AH V 1256 15 17 AH V 112 18 Cf AH V 122 19 Cf AH V 32 102 20 Cf AH V 152
21 Cf A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo Gregorianum 64 (1983) 199-241 Aquiacute 218
22 Cf AH V 92 23 AH V 93 24 Cf Capiacutetulo II 25 Cf AH V 122 26 Cf J FANTINO laquoEl hombre verdadero seguacuten San Ireneoraquo Estudios Trinitarios 23-24 (1989-1990)
3-30 Aquiacute 16-17
CAPIacuteTULO III
78 | Humana augens
estancamiento Crecer no es envejecer pues quien crece se allega a Dios y quien
envejece muere27 Con Cristo en su carne recupera el hombre la novedad28 que le
acrecienta si elige de nuevo la cercaniacutea obediencia con Dios29
Ireneo expresa esta laquoactiva pasividadraquo de dejarse hacer por el Espiacuteritu con dos
imaacutegenes paulinas Primeramente habla de toda carne como templo de Dios y une
esta metaacutefora a la comparacioacuten joaacutenica del Templo con el cuerpo de Cristo30
La carne plasmada es templo de Dios [] Si alguno afirma que el templo de Dios en el cual habita el Espiacuteritu del Padre y los miembros de Cristo no participan de la salvacioacuten sino que estaacuten condenados a la perdicioacuten iquestno diraacute la maacutes grande blasfemia Porque nuestros cuerpos no resucitan en virtud de su propia naturaleza sino por la virtud de Dios31
Del mismo modo que el Espiacuteritu habitaba en el Templo de Jerusaleacuten asiacute
moraba en el Cuerpo de Cristo Y si nosotros somos miembros de su Cuerpo
tambieacuten en nuestro cuerpo mora el Espiacuteritu Santo32 Si nuestra carne no resucita
tampoco resucitaraacute la carne de Cristo Y esto seriacutea tanto como decir que la carne
unida al Verbo en esta vida no seraacute capaz de Dios en la gloria y por eso queda
fuera de la incorrupcioacuten No tiene sentido
Por otro lado con la imagen del injerto33 Ireneo expresa simboacutelicamente coacutemo
la comunioacuten entre Dios y el hombre entre el Espiacuteritu y la carne no funde ni
confunde las dos realidades perdieacutendose una en beneficio de otra Tampoco es la
suma de dos realidades ajenas yuxtapuestas sino que la parte maacutes deacutebil queda
siempre mejorada y crecida por la maacutes fuerte en la medida que se unen
Y para que nosotros dando gusto a la carne no vayamos a rechazar injertarnos en el Espiacuteritu esto escribe laquoTuacute que eres un olivo silvestre has sido injertado en un olivo feacutertil para hacerte participar de sus abundantes frutosraquo (Rom 111724) Pero si un olivo agreste despueacutes de ser injertado siguiese siendo agreste laquoseraacute cortado y echado al fuegoraquo (Mt 719) en cambio si continuacutea injertado y se convierte en un buen olivo se transforma en un aacuterbol lleno de frutos como los plantados en el huerto de un rey [] De igual modo quienes no producen frutos de justicia sino que viven prisioneros de sus sentidos si despiertan y reciben al Verbo de Dios como un injerto retornan a su
27 Cf Col 310 AH V 1246 28 Cf AH IV 341 III 1025 V 13 161 29 Cf IV 281 374 30 1Cor 316 Jn 21921 1Cor 613-15 31 AH V 62 32 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y la primera Pascua del Salvadorraquo Estudios Eclesiaacutesticos 44 (1969) 297-
344 Aquiacute 303
33 Rm 111724
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Salus carnis | 79
naturaleza primera como fueron hechos a imagen y semejanza de Dios (Geacuten 126) Asiacute como el olivo silvestre cuando se le injerta no pierde la substancia de su madera sino que cambia la calidad de sus frutos y recibe otro nombre pues ya no es olivo silvestre sino que se convierte y es olivo feacutertil de modo semejante el hombre que injertado por la fe recibe el Espiacuteritu de Dios no pierde la substancia de la carne sin embargo cambia la calidad del fruto de sus obras y recibe otro nombre para significar ese cambio en algo mejor ya no es carne y sangre sino que se le llama y es un hombre espiritual Pero asiacute como el olivo silvestre si no se le injerta sigue siendo inuacutetil para su Sentildeor por su calidad salvaje y laquose le corta y echa en el fuegoraquo (Mt 719) como a un aacuterbol esteacuteril de igual modo el hombre al que el Espiacuteritu no se le injerta por la fe sigue siendo lo que antes era esto es carne y sangre que no puede poseer el Reino en herencia34
La imagen es muy clara No dice Ireneo que la carne por siacute sola se salve pues de
hecho tan capaz es de corrupcioacuten como de incorrupcioacuten de obediencia como de
desobediencia35 Siacute dice que es en la carne donde Dios quiere cumplir su obra36 Ser
injertados en el Espiacuteritu no es garantiacutea automaacutetica de salvacioacuten pues siempre espera
Dios nuestra libertad y crecimiento don suyo pero hace posible laquoque cambie la
calidadraquo37 de nuestro fruto sin perder la substancia humana que nos es propia Por
eso es tan importante distinguir las obras de la carne de la carne misma
Y si la carne es capaz de Dios capaz de dejarse poseer por el Espiacuteritu en esta
vida iquestcuaacutento maacutes no seraacute capaz de recibir la vida eterna la resurreccioacuten38 Pues
laquoiquestqueacute otro fruto manifiesto del Espiacuteritu invisible puede haber sino hacer la carne
madura y capaz de la incorrupcioacutenraquo39
Ireneo aporta tres argumentos principales para esperar la resurreccioacuten de la
carne la vida presente que es carnal y a la vez va creciendo en dinamismo
espiritual la Eucaristiacutea donde creemos nutrirnos del Cuerpo y Sangre de Cristo
siendo pan y vino transformados verdaderamente por el Espiacuteritu de Dios y la
carne misma de Cristo Veamos brevemente cada argumento
34 AH V 101-2 35 Cf AH V 121 36 Cf AH V 141 37 AH V 102 Cf AH V 111-2 38 Cf AH V 23 39 AH V 124
CAPIacuteTULO III
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11 LA VIDA PRESENTE EN LA CARNE
En la mentalidad gnoacutestica Dios no puede dar la inmortalidad a la carne mortal
porque el destino de cada cosa estaacute marcado por su naturaleza Para Ireneo sin
embargo la voluntad de Dios estaacute por encima de todas las cosas40 y Eacutel dispensa sus
dones como quiere incluyendo la salvacioacuten de la carne41 porque Dios asiacute lo ha
querido y si Eacutel quiere puede Por tanto si Dios quiere hacerlo y la carne es capaz
de acogerlo42 es posible la salus carnis43
Desprecian el poder de Dios y no contemplan la verdad quienes miran la debilidad de la carne sin contemplar tambieacuten el poder de aquel que la resucita de entre los muertos (Heb 1119) Si no da la vida a lo mortal ni la incorrupcioacuten a lo corruptible entonces Dios deja de ser poderoso Pero que en todas estas cosas Dios manifiesta su poder lo podemos descubrir en nuestro origen pues Dios modeloacute al hombre del barro de la tierra (Geacuten 27) [] Porque aquel que a los comienzos hizo que existiera lo que no existiacutea cuando eacutel lo quiso mucho maacutes seguacuten su voluntad volveraacute de nuevo a restituir a la vida a aqueacutellos a quienes eacutel se la ha dado Se descubriraacute que la carne es capaz de recibir el poder de Dios asiacute como al principio acogioacute su arte [perceptrix et capax caro virtutis Dei quae ab initio percepit artem Dei ndash χωρητικὴ ἡ ςὰρξ τήσ τοῦ Θεοῦ δυνάμεωσ ἥτισ τὴν ἀρχὴν ἀπεδέξατο τὴν τὲχνην τοῦ Θεοῦ] [] Porque si no seriacutean [los que lo niegan] como aquel que teniendo en la mano una esponja llena de agua o una antorcha encendida dijese que una esponja no es capaz de contener agua o una antorcha fuego [] iquestPor queacute la vida eterna no seraacute capaz de vivificar la carne ya ejercitada y acostumbrada a llevar la vida Que la carne participe de la vida verdadera se muestra por la misma vida presente pues vive en cuanto Dios quiere que viva Y que Dios es poderoso para dar la vida es evidente pues nosotros vivimos porque Eacutel nos ha concedido la vida Y siendo Dios poderoso para dar la vida a su creatura siendo capaz de vivificar la carne iquestqueacute puede impedir que la carne pueda recibir la incorrupcioacuten la cual no es sino una larga vida sin fin que Dios concede44
Una vez maacutes no se puede comprender el pensamiento de Ireneo sin apelar a
la unidad Creacioacuten y salvacioacuten no son dos momentos aislados ni paralelos No
podemos entender la Encarnacioacuten del Verbo sin la creacioacuten del hombre laquoplasma
Deiraquo modelado por el Verbo y el Espiacuteritu Quien es capaz de llevar en siacute mismo la
imagen y semejanza de Dios su Arte y va perfeccionaacutendose en la medida que se
ejercita conservaacutendolo en esta vida iquestpor queacute no va a seguir creciendo hasta Dios
en la eternidad En el fondo negar la capacidad de la carne para acoger a Dios es la
40 Cf AH II 292 41 Cf AH V 213 42 51 42 Cf AH V 42 51 323 43 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa salvacioacuten de la carne en S Ireneoraquo 16 44 AH V 32-3
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 81
arrogancia desagradecida de quien cree que su vida viene de eacutel45 como si el agua
de una esponja viniera de siacute o el fuego de una tea hubiera prendido solo Asiacute en
Ireneo los maacutertires son signos privilegiados de la accioacuten del Espiacuteritu en la carne
aquiacute y ahora por el puacuteblico testimonio que dan del evangelio y por ser capaces de
dar la vida libremente por ello46
Ahora bien iquestcoacutemo haraacute Dios posible que la carne sin dejar de ser carne llegue
a la inmortalidad en comunioacuten con el Espiacuteritu y sin perder la libertad propia del
ser humano La respuesta de Ireneo es clara
Es el Verbo de Dios quien les concede la resurreccioacuten para la gloria de Dios Padre [Flp 211] Este es quien transforma lo mortal en inmortal y a lo corruptible concede gratuitamente hacerse incorruptible [1 Cor 1553] pues el poder de Dios se manifiesta en la debilidad [2 Cor 129] Por eso no debemos presumir de tener la vida por nosotros mismos pues esto seriacutea levantarse contra Dios con una mente ingrata Al contrario por la experiencia hemos de aprender que de su grandeza y no de nuestra naturaleza recibimos como don el vivir para siempre Asiacute pues ni vayamos alguna vez a privarnos de la gloria que de Dios procede ni ignoremos lo que es nuestra naturaleza47
Estamos llamados a vivir sin privarnos de la gloria de Dios sabiendo que es
don suyo y eacutel mismo nos capacita mdashpor voluntad suyamdash para vivir asiacute48 Y iquestqueacute es
vivir seguacuten su gloria iquestNo seraacute tanto como dejar que su poder laquoabsorbaraquo nuestra
debilidad por amor iquestNo seraacute tanto como ser cada vez maacutes doacuteciles al Espiacuteritu en
nuestra carne Es el Verbo de Dios quien hace esto posible quien nos abre el
camino para crecer en la comunioacuten con Dios debilitada y a la vez el Espiacuteritu nos
prepara para acoger al Hijo49 Pero tampoco debemos ignorar cuaacutel es nuestra
naturaleza no somos espiacuteritu sino carne y en la carne estamos llamados a
compartir la gloria de Dios50 No sin ella Sabieacutendonos tan necesitados de la accioacuten
del Espiacuteritu como la masa de harina necesita el agua para llegar a ser pan51
45 Cf AH V 41 46 Cf AH V 92 IV 339 III 1213185 B CZESZ laquoSan Ireneo y el montanismoraquo Anuario de Historia
de la Iglesia [=AHIg] 3 (1994) 81-93 aquiacute 89-90 T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano 113
47 AH V 23 48 Cf AH III 202-3 49 Cf AH IV 205
50 Cf AH V 92 51 Cf AH III 172 214
CAPIacuteTULO III
82 | Humana augens
12 EUCARISTIacuteA
En segundo lugar Ireneo ve en la Eucaristiacutea un signo claro y eficaz para
quienes niegan o ponen en duda la salus carnis52 Materia es al fin y al cabo el pan
y el vino y lo ha dispuesto Dios para la salvacioacuten y crecimiento del hombre53 Si no
creemos que esa materia sencilla es capaz del don de Dios iquestqueacute sentido tiene
participar de ella
Para nosotros concuerda lo que creemos y la Eucaristiacutea y a su vez la Eucaristiacutea da solidez a lo que creemos Le ofrecemos lo que le pertenece y proclamamos de manera concorde la unioacuten y comunidad entre la carne y el espiacuteritu Porque asiacute como el pan brota de la tierra una vez que se pronuncia sobre eacutel la invocacioacuten [ἐπίκληςιν τοῦ Θεοῦ] de Dios ya no es pan comuacuten sino que es la Eucaristiacutea compuesta de dos elementos terreno y celestial de modo semejante tambieacuten nuestros cuerpos al participar de la eucaristiacutea ya no son corruptibles sino que tienen la esperanza de resucitar para siempre54
Y si lo creemos iquestcoacutemo negar despueacutes la capacidad de la carne para ser
transformada por el poder de Dios La Eucaristiacutea ademaacutes es alimento que nos
hace crecer de modo que no soacutelo es signo de que la materia puede ser
transformada por el Espiacuteritu sino tambieacuten de que puede ser medio de
transformacioacuten y crecimiento para otros por la fuerza de ese mismo Espiacuteritu
Estaacuten enteramente locos quienes rechazan toda la Economiacutea de Dios al negar la salvacioacuten de la carne y despreciar su nuevo nacimiento pues dicen que ella no es capaz de ser incorruptible Pues si eacutesta no se salva entonces ni el Sentildeor nos redimioacute con su sangre ni el caacuteliz de la Eucaristiacutea es comunioacuten con su sangre ni el pan que partimos es comunioacuten con su cuerpo (1Cor 1016) [] Pues eacutel mismo confesoacute que el caacuteliz que es una creatura es su sangre (Lc 2220 1Cor 1125) con el cual hace crecer nuestra sangre y el pan que es tambieacuten una creatura declaroacute que es su propio cuerpo (Lc 2219 1Cor 1124) con el cual hace crecer nuestros cuerpos En consecuencia si el caacuteliz mezclado y el pan fabricado reciben la palabra de Dios para convertirse en Eucaristiacutea de la sangre y el cuerpo de Cristo y por medio de eacutestos crece y se desarrolla la carne de nuestro ser iquestcoacutemo pueden ellos negar que la carne sea capaz de recibir el don de Dios que es la vida eterna ya que se ha nutrido con la sangre y el cuerpo de Cristo y se ha convertido en miembro suyo Cuando escribe el Apoacutestol en su Carta a los Efesios laquoSomos miembros de su cuerporaquo (Ef 530) de su carne y de sus huesos no lo dice de alguacuten hombre espiritual e invisible mdashpues un espiacuteritu laquono tiene carne ni huesosraquo (Lc 2439)mdash sino de aquel ser que es verdadero hombre que estaacute formado por carne huesos y nervios el cual se nutre de la sangre del Sentildeor y se desarrolla con el pan de su cuerpo55
52 Cf AH IV 184-5 V 223 53 Cf H U VON BALTHASAR Gloria II (Madrid 1986) 55 54 AH IV 185 55 AH V 2 2-3
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 83
Desde esta perspectiva afirma de nuevo que laquotoda la Economiacutea de Diosraquo pasa
por la salvacioacuten de la carne por su Humanidad56 pues de no ser asiacute tampoco
tendriacutea sentido salvador la entrega del cuerpo y la sangre de Cristo o no seriacutea
verdadera su encarnacioacuten
Curiosamente Ireneo situacutea en la promesa eucariacutestica de la Uacuteltima cena ligada
al propio cuerpo glorioso de Cristo y a la bondad de la materia la glorificacioacuten de lo
creado Si Jesuacutes prometioacute volver a beber de nuevo con sus disciacutepulos el fruto de la
vid despueacutes de la Resurreccioacuten es que resucitaremos en carne laquopues propio es de
la carne y no del espiacuteritu beber el vino de la vidraquo57
Del mismo modo que podriacutea haber dado vino bueno en la boda de Canaacute sin contar
con ninguacuten agua y podiacutea haber dado de comer a la multitud hambrienta sin aquellos
pocos panes y peces tambieacuten podriacutea salvarnos laquosin partir de ninguna materia
creadaraquo58 pero no quiso Dios no necesita la carne ni la materia59 pero ha querido que
forme parte de su gloria y de la tierra prometida que nos espera tras la resurreccioacuten
Esto es lo que recuerdan haber oiacutedo de Juan el disciacutepulo de Jesuacutes los presbiacuteteros que lo conocieron acerca de coacutemo el Sentildeor les habiacutea instruido sobre aquellos tiempos laquoLlegaraacuten diacuteas en los cuales cada vintildea tendraacute diez mil cepas cada cepa diez mil ramas cada rama diez mil racimos cada racimo diez mil uvas y cada uva exprimida produciraacute 25 medidas de vino Y cuando uno de los santos corte un racimo otro racimo le gritaraacute iexclYo soy mejor racimo coacutememe y bendice por miacute al Sentildeor De igual modo un grano de trigo produciraacute diez mil espigas cada espiga a su vez diez mil granos y cada grano cinco libras de harina pura Lo mismo sucederaacute con cada fruto hierba y semilla guardando cada uno la misma proporcioacuten Y todos los animales que coman los alimentos de esta tierra se haraacuten mansos y viviraacuten en paz entre siacute enteramente sujetos al hombreraquo60
A pesar del rechazo gnoacutestico y de las posteriores criacuteticas alejandrinas para
Ireneo las promesas profeacuteticas se cumpliraacuten en la materialidad creacional61 laquola
economiacutea de la salvacioacuten se lleva a cabo con ayuda de la creacioacuten y para la
creacioacuten no a pesar de ellaraquo62 El vigor y la abundancia material de esta tierra son
56 Cf AH III 174 IV pr 202 V 143 57 Cf AH V 332 58 AH III 115 59 Cf AH IV 141 60 AH V 33 3 61 Cf M AROacuteZTEGUI laquoLa creacioacuten en el culto seguacuten san Ireneo de Lyonraquo Teologiacutea y catequesis 95
(2005) 175-197 Aquiacute 189
62 J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos (Madrid 2004) 59
CAPIacuteTULO III
84 | Humana augens
signo inequiacutevoco de la bondad del Creador y de la bendicioacuten que de Eacutel recibimos63
Tambieacuten seraacute en esa creacioacuten bendecida donde gozaremos de la comunioacuten futura
con Dios del mismo modo que ahora comulgamos con el Cuerpo y la Sangre de
Cristo a traveacutes del pan y el vino primicias de la Creacioacuten64 Por eso cuanto maacutes le
entregamos maacutes recibimos de Eacutel multiplicado65 llegando a la plenitud en la gloria
del Padre
13 LA CARNE DE CRISTO
En tercer lugar el gran argumento para afirmar la salvacioacuten de la carne y su
capacidad salviacutefica es la misma carne de Cristo laquoentreverada de Espiacuterituraquo66 desde
el principio desde su concepcioacuten en el seno de Mariacutea Curiosamente Ireneo no lo
refiere solo a los evangelios de la infancia sino tambieacuten a dos textos del Antiguo
Testamento67 en que nos detenemos por la fuerza simboacutelica que tienen para
nuestro tema
[Los profetas] anunciaban que de la estirpe de David habiacutea de florecer Su cuerpo [ex semine David florebit caro eius] [de Nuestro Sentildeor Jesucristo Hijo de Dios] para que fuese seguacuten la carne hijo de David mdashque era hijo de Abrahaacutenmdash en virtud de una larga cadena de generaciones y seguacuten el Espiacuteritu Hijo de Dios preexistente con el Padre engendrado antes de la fundacioacuten del mundo y aparecido como hombre al mundo entero en los uacuteltimos tiempos Eacutel es el Verbo de Dios que recapitula [ἀνακεφαλαιόομαι] en siacute todas las cosas las del cielo y las de la tierra (Ef 110)68
63 Nada de lo creado es ajeno a Eacutel y nada lo seraacute en la gloria futura del mismo modo que no pudo
quedar la Creacioacuten ajena a la Encarnacioacuten de Cristo Asiacute lo expresa el capiacutetulo 18 del Protoevangelio de Santiago describiendo la expectacioacuten de todo lo creado en el momento en que el Verbo se va a encarnar laquoYo avanzaba y he aquiacute que dejaba de avanzar Y lanzaba mis miradas al aire y veiacutea el aire lleno de terror Y las elevaba hacia el cielo y lo veiacutea inmoacutevil y los paacutejaros detenidos Y las bajeacute hacia la tierra y vi una artesa y obreros con las manos en ella y los que estaban amasando no amasaban Y los que llevaban la masa a su boca no la llevaban sino que teniacutean los ojos puestos en la altura Y unos carneros conducidos a pastar no marchaban sino que permaneciacutean quietos y el pastor levantaba la mano para pegarles con la vara y la mano quedaba suspensa en el vaciacuteo Y contemplaba la corriente del riacuteo y las bocas de los cabritos se manteniacutean a ras de agua y sin beber Y en un instante todo volvioacute a su anterior movimiento y a su ordinario cursoraquo (cit por K BERGER Jesuacutes [Santander 2009] 67)
64 Cf M AROacuteZTEGUI laquoLa creacioacuten en el culto seguacuten san Ireneo de Lyonraquo 191-197
65 Cf AH IV 134 66 S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el
bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo Actas del XI Simposio de Teologiacutea Histoacuterica (Valencia 2002) 104-113 Aquiacute 104
67 Lc 135 y Mt 119-20 en AH III 214 V 13 Por otro lado Is 111-10 y Lam 420 en AH III 93 103 1713 V 334 Ep 9 30 71
68 Ep 30
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 85
En la persona de Cristo se da de un modo totalmente nuevo y singular esta
comunioacuten de carne y Espiacuteritu de naturaleza humana y divina La unioacuten en dos
naturalezas de Cristo por asiacute decirlo es tambieacuten cada ser humano su principio mdash
hombre carnalmdash y su fin mdashhombre espiritualmdash El camino a recorrer entre ambos
es toda la historia de salvacioacuten y es el mismo Cristo No podemos entender la gloria
a la que Dios nos llama sin contemplar este proceso en Eacutel encarnado sufriente y
glorioso Ireneo llama laquoflorraquo a Su cuerpo a la carne de Cristo y asiacute sentildeala que nacioacute
de Mariacutea Virgen69 bajo la accioacuten del Espiacuteritu Santo70
El segundo texto71 revela para Ireneo la necesidad de que Cristo fuera hombre
y coacutemo su carne no puede entenderse sin el Espiacuteritu
La Escritura dice que Cristo aun siendo Espiacuteritu de Dios debiacutea hacerse hombre sometido al sufrimiento y revela en cierto modo sorpresa y sobresalto ante la Pasioacuten que debiacutea sufrir Aquel a cuya sombra hemos dicho que iacutebamos a vivir Sombra significa su cuerpo [Umbram autem dicit corpus eius] pues asiacute como la sombra viene producida por un cuerpo asiacute el cuerpo de Cristo fue producido por su Espiacuteritu [Christi corpus a Spiritu eius factum est] [] Llama sombra al cuerpo de Cristo por haber venido a ser sombra de la gloria del Espiacuteritu que velaba [Forsitan et umbram corpus Christi nominavit tanquam operimentum factum per spiritus gloriam et occultans eam] Con frecuencia al paso del Sentildeor veniacutean colocadas a lo largo de su camino personas afectadas de enfermedades varias y todos aquellos a quienes alcanzaba su sombra eran salvos72
El cuerpo de Cristo no soacutelo es laquoobra del Espiacuterituraquo sino tambieacuten mediacioacuten
para que todos los que se acercan a eacutel reciban los beneficios de Dios los frutos de
su divinidad73 Dicho de otro modo Jesuacutes recibioacute el Espiacuteritu en su carne para poder
recibirlo nosotros de Eacutel en la nuestra74 Y este proceso tuvo su culmen tras la
69 Cf Ep 59 70 Cf Ep 71 71 Lam 420 Texto muy presente en los Padres Junto a Is 111-10 ambos textos laquodebiacutean
pertenecer a un grupo de testimoniaraquo seguacuten S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo 104 nota 5
72 Ep 71 73 Algunos criacuteticos consideran que en Ireneo la expresioacuten laquoEspiacuteritu de Diosraquo se refiere a la
divinidad de Cristo pues era comuacuten en la eacutepoca tomarlo como equivalente a la naturaleza divina Por ejemplo A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I Comentario al libro V del Adversus Haereses (Madrid 1985) 84 JA ALDAMA Mariacutea en la patriacutestica de los siglos I y II (Madrid 1970) 154 Otros prefieren asociarlo al Verbo preexistente en consonancia con la liacutenea de Ignacio de Antioquiacutea como hace M SIMONETTI Parece prudente mantener la posibilidad de ambos sentidos analizando el texto en cada caso (Cf S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo 105 nota 11)
74 Cf Ep 53 AH III 171
CAPIacuteTULO III
86 | Humana augens
Resurreccioacuten donde su carne no desaparece75 ni se laquoconvierteraquo en Espiacuteritu divino
puro sino que se da en ella un cambio cualitativo laquoabandonando la qualitas carnis
por la qualitas spiritusraquo76 Es decir su carne es asimilada plenamente por el
Espiacuteritu77 en comunioacuten total78
En definitiva la carne no soacutelo es capaz de salvacioacuten79 sino que en Cristo su
carne gloriosa es causa de nuestra salvacioacuten A la economiacutea del Espiacuteritu profeacutetico
en el Antiguo Testamento le sigue la economiacutea del Espiacuteritu de filiacioacuten en la carne
del Hijo que daraacute lugar a la visioacuten del Padre Por eso no es prescindible la carne
gloriosa del Verbo en la Historia de Salvacioacuten80
Si realmente fue laquocompleto en todo como Verbo poderoso y hombre
verdaderoraquo81 nuestra carne es Su carne y nuestra humanidad la Suya y el Verbo de
Dios llevaraacute a cabo en siacute mismo lo que seraacute realidad despueacutes en cada uno de
nosotros Por eso queda que nos preguntemos en queacute medida podemos afirmar
que Su carne es nuestra carne De no ser asiacute Cristo recapitulariacutea a Adaacuten pero no a
toda la humanidad presente y futura El tema es fundamental
75 Cf AH V 71 76 A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I Comentario al libro V del Adversus Haereses (Madrid 1985) 369 77 laquoAspectos de la asimilacioacuten lenta de la sarx por el Pneuma son a) la substitucioacuten progresiva de
las cualidades congeacutenitas al plasma (mortalidad y corruptela) por las del Espiacuteritu (inmortalidad e incorruptela) b) la plasis tambieacuten progresiva del hombre a imagen y semejanza de Dios c) el conocimiento por experiencia del bien y del mal a la manera del Creadorraquo (A ORBE laquoDeus facit Homo fit Un axioma de San Ireneoraquo Gregorianum 69 [1988] 629-661 aquiacute 632)
78 Cf AH V 202 79 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa inmortalidad como deificacioacuten del hombre seguacuten S Ireneoraquo Scriptorum
Victoriense 8 (1961) 262-287
80 Cf A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo 201-202 Prescindimos aquiacute del complejo problema del milenarismo presente en algunos pasajes de Ireneo Lo decisivo sea como fuere es el convencimiento de que gozaremos del Padre en la carne no soacutelo por laquomediacioacuten deraquo la carne de Cristo sino laquoen comunioacuten conraquo la carne de Cristo cf J C ALBY laquoUn grano de trigo produciraacute diez mil espigas El optimismo metafiacutesico en la escatologiacutea de san Ireneoraquo 14-15 19-21
81 AH V 11 Cf Ep 53 AH III 181
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 87
2 Carne de nuestra carne
Para Ireneo toda la obra salvadora de Cristo quedariacutea totalmente infundada si
la carne asumida por Cristo no fuera nuestra misma carne82 Y de cara a nuestro
tema no podriacuteamos dar ninguacuten sentido salviacutefico al crecimiento en su humanidad
iquestHay continuidad entre Adaacuten Cristo y el resto de la humanidad El mismo Ireneo
tuvo que dar cuenta de estas cuestiones frente a sus contemporaacuteneos Lo
argumenta en dos puntos centrales el nacimiento virginal de Mariacutea y el fin propio
de la encarnacioacuten del Verbo salvar y elevar la carne recapitulaacutendola en siacute mismo83
Al segundo argumento dedicaremos el siguiente apartado Ahora nos centraremos
en su nacimiento
Dios habiacutea previsto y prometido por los profetas la venida en carne de su Hijo
De hecho como Justino y Teoacutefilo de Antioquiacutea84 Ireneo considera que es el Verbo
quien se acercaba a los hombres en las teofaniacuteas del Antiguo Testamento85 y asiacute en
ellos como laquoen Abraham el hombre habiacutea aprendido y se habiacutea acostumbrado a
seguir al Verbo de Diosraquo86 Incluso antes en el Jardiacuten el Verbo paseaba con Adaacuten y
Eva preparando el momento de su venida en carne87 Esta promesa inicial es el
motor y fundamento de la encarnacioacuten laquopor eso el parto de la virgen fue
82 Cf AH V 143 III 168 83 Cf AH III 2120 221 IV 381 V 1412 183 191 202 Ireneo expresa la accioacuten salvadora de
Cristo con distintos teacuterminos pero parece que el teacutermino laquorecapitulacioacutenraquo [ἀνακεφαλαίωςισ] integra de un modo maacutes significativo lo especiacutefico de la teologiacutea ireneana el dinamismo acostumbramiento progreso o como nosotros estamos refiriendo crecimiento Recapitular es el modo que tiene Cristo de salvarnos para que podamos llevar a buen fin el destino que Dios nos habiacutea preparado desde siempre Y la recapitulacioacuten siempre estaacute ligada a su propia persona a su cuerpo a su carne a su humanidad Cf J P TOSAUS ABADIacuteA Cristo y el universo Estudio linguumliacutestico y temaacutetico de Ef 110b en Efesios y en la obra de Ireneo de Lyon (Salamanca 1995) 274-275 H SCHLIER La carta a los Efesios (Salamanca 1993) 83-84 N MARTIacuteNEZ-GAYOL laquoIreneo de Lyon la idea de reparacioacuten en el contexto de recapitulacioacutenraquo Estudios Eclesiaacutesticos 85 (2010) 3-42 J M ARROacuteNIZ laquoCategoriacuteas cristoloacutegicas en Ireneo de Lyonraquo Scriptorium Victoriense 30 (1983) 196-202 J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios Significado salvador de la Encarnacioacuten en la teologiacutea de san Ireneo (Barcelona 1969) 190-192 A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de S Ireneoraquo Gregorianum 43 (1962) 449-491 aquiacute 477
84 G AEBY Les missions divines de Saint Justin a Origegravene (Fribourg 1958) Dedica un capiacutetulo entero a Ireneo 44-67 Aquiacute 44
85 Cf AH IV 51-5 71-4 92 114 201-213 2523 86 AH IV 54 87 Cf Ep 12
CAPIacuteTULO III
88 | Humana augens
admirable dando Dios este signo sin que el hombre interviniese en la obraraquo88 El
nacimiento de Cristo no puede depender de la decisioacuten y poder de los hombres89
Que este Cristo que estaba junto al Padre por ser el Verbo del Padre haya debido encarnarse hacerse hombre someterse a la generacioacuten y al nacimiento de una Virgen y vivir entre los hombres operando asimismo el Padre del Universo su encarnacioacuten es lo que expresa Isaiacuteas Pues el Sentildeor mismo va a daros una sentildeal [signum] he aquiacute que una virgen concebiraacute y daraacute a luz a un hijo que llamareacuteis Emmanuel comeraacute mantequilla y miel y antes de conocer o distinguir el mal escoge el bien porque antes que este nintildeo conozca el bien o el mal rechazaraacute el mal para escoger el bien (Is 714-16) Indicoacute que naceriacutea de una Virgen [ex Virgine] Significoacute que seriacutea verdadero hombre por el hecho de comer y por llamarle laquoel infanteraquo y hasta por imponerle su nombre [vere homo (erit) per (hoc) quod manducat manifestavit et eo quod infantem dicit eum verum etiam eo quod nomen imponitur ei] Ya que eacuteste es un extraviacuteo auacuten del que ha nacido90
Aquiacute ademaacutes de unir la promesa profeacutetica y el signo Ireneo aprovecha la
imagen de Isaiacuteas para ilustrar un necesario crecimiento en el Emmanuel No soacutelo
fiacutesico como infante sino personal en sabiduriacutea y discernimiento en experiencia
frente al bien y el mal y en sujecioacuten a la ley humana pues no nace como hombre
perfecto y acabado sino como recieacuten nacido
Si recordamos el capiacutetulo I cuando Dios crea a Adaacuten distingue dos momentos
la mezcla inicial o barro (tierra seca y virtus de Dios que lo humedece) y la
plasmacioacuten de esa mixis por las Manos de Dios (el Verbo y el Espiacuteritu) Pues bien
tambieacuten en Cristo hay que atender los dos momentos
21 LA MIXIS INICIAL
El origen virginal es comuacuten al primer y segundo Adaacuten uno de tierra virgen
otro de Mariacutea virgen Pero nuestro origen proviene de la mezcla de un hombre y
una mujer iquestCoacutemo afecta a nuestra igualdad con Cristo esta diferencia En primer
lugar la identidad entre Adaacuten y el resto de la humanidad es significada en Ireneo a
partir de la genealogiacutea de Lucas91 y la teologiacutea paulina No hay duda de que somos
descendencia de Adaacuten que compartimos su misma carne e incluso su mismo
88 AH III 216 89 Cf AH III 162-3 19 1-3 2115-10 IV 231 90 Ep 53 91 Cf AH III 223 De este modo tambieacuten la eficacia soterioloacutegica de Cristo tendraacute efecto en los
antepasados hasta Adaacuten y hasta el mismo Dios Cf A Orbe laquoSan Ireneo y la primera pascua del Salvadorraquo 309 BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret (Madrid 2007) 32
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 89
pecado como seres humanos92 La identidad en la materia originaria es indudable
laquoel Sentildeor conoce nuestro barro sabe de queacute estamos hechosraquo93
Pero si en Cristo queriacutea Dios renovar al primer Adaacuten y recapitular todo lo
creado iquestpor queacute no tomoacute Dios barro para modelarlo de nuevo laquoPara que no fuese
hecha ninguna otra plasis diversa de aqueacutella ni otro sujeto de Salud sino la misma
que debiacutea ser recapitulada conservando la semejanzaraquo94 Ireneo repite desde otro
aacutengulo la misma idea la humanidad no es algo tan deteriorado o roto que necesite
ser desechado y vuelto a crear En absoluto La bondad creatural de Dios su huella
en nosotros es maacutes fuerte que el pecado o la debilidad del barro Por eso Cristo no
quiso un aacutenthropos distinto del ya creado no quiso asumir otra carne que la
nuestra para hacerla suya y salvarla
Desde aquiacute la carne de Mariacutea tiene un sentido profundo en el plan salvador de
Dios95 Nada maacutes lejano a lo que proclaman los herejes para dar supuestamente
mayor valor espiritual a Cristo cuando dicen que laquopasoacute por Mariacutea como el agua
por un tuboraquo96 y su humanidad fue soacutelo aparente97
Yerran pues quienes afirman que eacutel nada recibioacute de la Virgen para arrancar la herencia de la carne arrebatan tambieacuten la semejanza Porque si aquel primero tuvo su creacioacuten y su substancia de la tierra por mano y arte de Dios pero Dios no hubiese hecho a eacuteste de [ex] Mariacutea no se conservariacutea la semejanza en el ser hecho hombre seguacuten la imagen y la semejanza (Geacuten 1 26) y el Hacedor se mostrariacutea inconsecuente no teniendo coacutemo manifestar su sabiduriacutea Lo mismo es afirmar que aparecioacute como un hombre sin ser hombre y decir que se hizo hombre sin tomar nada del hombre Porque si no tomoacute del hombre la substancia de la carne tampoco se hizo hombre ni Hijo del Hombre Y si no se hizo aquello mismo que nosotros somos no hizo gran cosa el sufrimiento de su pasioacuten [] De otro modo habriacutea sido inuacutetil su descenso a Mariacutea iquestPara queacute descendiacutea a ella si nada debiacutea tomar de ella Y si nada hubiese tomado de Mariacutea no habriacutea sido propio tomar alimento de la tierra [] Ni habriacutea ayunado por cuarenta diacuteas y tenido hambre [] ni su disciacutepulo Juan habriacutea escrito diciendo de eacutel laquoJesuacutes fatigado del camino se sentoacuteraquo (Jn 46) ni David habriacutea preanunciado de eacutel laquoEllos han antildeadido al dolor de mis heridasraquo (Sal 69[68]27) ni habriacutea llorado por Laacutezaro (Jn 1135) ni habriacutea sudado gotas de sangre (Lc 2244) ni habriacutea dicho laquoMi alma estaacute tristeraquo (Mt 2638) ni al abrir su costado habriacutean
92 Cf AH III 232 93 Sal 10314 94 AH III 21 10 95 E CONDE laquoLos sentidos salviacuteficos Mariacutea como oyente en las fuentes patriacutesticas de los primeros
siglosraquo Carthaginensia 20 (2004) 35-56 Aquiacute 37-38 A ORBE Espiritualidad de San Ireneo (Roma 1989) 319-330 ID laquoLa Virgen Mariacutea abogada de la virgen Eva En torno a san Ireneo AH V 191raquo Gregorianum 63 (1982) 453-506
96 AH III 113 Cf AH III 161 V 12 97 Cf AH III 191212 IV 3345
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90 | Humana augens
salido sangre y agua (Jn 1934) Todos estos son signos de una carne sacada de la tierra la cual recapituloacute en siacute para salvar su propio plasma98
En Mariacutea tanto por su carne99 como por su laquocooperante disposicioacutenraquo100 se
laquorecapitularaquo tambieacuten a Eva a toda la humanidad101 Una indoacutecil la otra obediente
una causa de muerte otra causa de salvacioacuten una seducida y engantildeada otra
evangelizada una para alejarse de Dios y otra para engendrarlo De esta manera
no solo Cristo nuevo Adaacuten verdadero Dios y hombre nos regenera con su
obediencia sino que tambieacuten cuenta con la respuesta libre y fiel del ser humano
que acoge su Palabra como la acogioacute Mariacutea mostrando una vez maacutes que nada hay
entre Dios y el hombre que no requiera la participacioacuten libre de ambos En Mariacutea
la astucia del mal es vencida por la sencillez del bien102
Significando asiacute la recirculacioacuten que hay de Mariacutea a Eva porque no se desatariacutea de otro modo lo que estaacute atado sino siguiendo el modo inverso de la atadura [] El nudo de la desobediencia de Eva se desatoacute por la obediencia de Mariacutea pues lo que la virgen Eva atoacute por su incredulidad la Virgen Mariacutea lo desatoacute por su fe103
En definitiva la mixis inicial de barro en Adaacuten es en cada ser humano la mixis
de varoacuten y mujer iquestY en Cristo El Verbo en persona se mezcla con la humanidad
virginal de Mariacutea con la fuerza del Espiacuteritu Santo104 pues de no ser asiacute no
podriacuteamos decir que es el Hijo de Dios quien se encarna Estariacuteamos abocados a un
adopcionismo105 aunque fuera en el seno materno Es decir se requiere que
previamente a la plasmacioacuten el Verbo esteacute ya mezclado con la humanidad virginal
de Mariacutea desde el principio106 dando lugar a una mixis humano-divina Con lo cual
98 AH III 221-2 99 Cf AH III 2110 100 AH III 217 101 Cf J M BOVER laquoUn texto de san Pablo (Gaacutel 44-5) interpretado por San Ireneoraquo Estudios
Eclesiaacutesticos 17 (1943) Aquiacute 177
102 Cf AH V 191 Cf E ROMERO POSE laquoApuntes sobre el ministerio en San Ireneoraquo Seminarios 53 (2007) 431-467 Curiosamente realza la sencillez de Eva a pesar de su participacioacuten en la caiacuteda laquoNada se le acusaraacute a quien actuacutea por simpleza y sin malicia todo se le imputaraacute a quien se deje conducir por la mentira La primera Eva contrasta con la nueva Eva Mariacutea En una y otra refulge mdashpor ser ambas plasis creacioacuten de Diosmdash la sencillez aunque en la primera la inexperiencia le impediacutea la inteleccioacuten literal obvia de la Palabra del Creadorraquo Ibid 439
103 AH III 224 104 Cf Lc 135 105 Cf A ORBE laquoiquestSan Ireneo adopcionista En torno a AH III 191raquo Gregorianum 65 (1984) 5-52
106 Siglos despueacutes podemos intuir la misma idea cuando afirma K RAHNER laquoEn la encarnacioacuten el Logos crea asumiendoraquo ID laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV (Madrid 1964) 154
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
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bien podemos deducir que para Ireneo hay ser humano a partir de esa mezcla
inicial (barro y virtus) pues de lo contrario la mezcla del Verbo se hubiera
producido en otro momento Aquiacute radica la verdadera Encarnacioacuten y desde aquiacute
creo que se puede entender bien lo que maacutes adelante se formularaacute
dogmaacuteticamente en diversos Concilios la doble naturaleza de Cristo y su
personaliacutesima unioacuten
Esta mezcla personaliacutesima del Verbo en el seno de Mariacutea hace totalmente
novedoso al segundo Adaacuten sin discontinuidad alguna con el primero y con toda la
humanidad La novedad de Cristo es Eacutel mismo en nuestra carne107 No precisa
desechar lo que ya existe para empezar otra humanidad nueva108 del mismo modo
que no puede ser laquouna la oveja perdida y otra la encontradaraquo109 es la misma carne
la que fue creada asumida y vivificada para la vida eterna
Ahora bien si Jesuacutes no heredoacute por generacioacuten de varoacuten el pecado de Adaacuten110
iquestfue su carne como la nuestra
Habeacuteis sido reconciliados en el cuerpo de su carne dice porque una carne justa reconcilioacute la carne retenida en el pecado y la condujo a la amistad de Dios Si seguacuten esto alguno dice que la carne del Sentildeor es distinta de nuestra carne en cuanto aqueacutella no pecoacute laquoni se encontroacute dolo en su bocaraquo (1Pe 222) y en cambio nosotros somos pecadores dice bien Pero si imaginase una distinta substancia de la carne del Sentildeor entonces en ella no tendriacutea base el discurso de la reconciliacioacuten Porque se reconcilia aquello que alguna vez estuvo enemistado Pero si el Sentildeor hubiese tomado carne de otra substancia ya no se reconciliariacutea con Dios aquello que por la transgresioacuten se habiacutea hecho enemigo Pero ahora el Sentildeor por su comunioacuten con nosotros ha reconciliado al hombre con el Padre reconciliaacutendonos con eacutel mediante el cuerpo de su carne (Col 122) y liberaacutendonos con su sangre111
Para Ireneo Cristo no pecoacute pero su carne se asemejoacute a una carne de pecado
como la nuestra112 pues lo que realmente es esencial para la salvacioacuten es que su
carne no sea distinta laquode otra substanciaraquo que la nuestra De este razonamiento
soacutelo se puede deducir que en Ireneo el pecado no modifica la laquosubstanciaraquo del ser
humano sin que esto le reste gravedad Quien salvara a los hombres tendriacutea que
107 Cf AH IV 341 108 Cf AH III 2110 109 AH V 123 110 Cf A ORBE Antropologiacutea de san Ireneo (Madrid 1997) 88 111 AH V 142-3 112 Cf AH IV 27
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ser hombre como ellos quien predicara a los humildes seriacutea humilde como ellos y
la falta de pecado no mengua tal igualdad113 Maacutes bien al contrario lo muestra en
su ser maacutes genuino
Porque todo plan de salvacioacuten en favor del hombre se haciacutea seguacuten el beneplaacutecito del Padre a fin de que Dios no quedase vencido ni se perdiese su obra de arte Pues si el hombre al que Dios habiacutea hecho para que viviese al perder la vida herido por la serpiente que lo habiacutea corrompido ya no hubiese podido volver a la vida sino que hubiese quedado enteramente abocado a la muerte entonces Dios habriacutea sido vencido y la maldad de la serpiente habriacutea triunfado sobre el designio de Dios114
Tras el pecado el ser humano estaba enfermo caiacutedo perdido alejado de Dios
pero no perdioacute el sello de Dios en su carne El bien es maacutes fuerte que el mal la Vida
maacutes que la muerte
22 LA PLASMACIOacuteN CON SUS MANOS
El segundo momento creacional es la plasmacioacuten de Adaacuten con las propias
Manos de Dios115 expresando asiacute la especial predileccioacuten de Dios por el hombre
Este momento por tanto tambieacuten debe darse en cada ser humano y en la
humanidad de Cristo
Ireneo explica este punto a partir del ciego de nacimiento116 (Jn 93ss) cuando
Jesuacutes toma barro y mezclaacutendolo con su saliva le cura Al igual que hizo al comentar
Gn 126 resalta aquiacute el hecho de que pudiendo haberle sanado con la palabra
como hizo con otros enfermos esta vez quiso hacerlo con sus propias manos
Para mostrar la mano de Dios la misma que al principio creoacute al hombre [] Aquello que el Verbo artiacutefice habiacutea dejado de hacer en el vientre lo completoacute en puacuteblico laquopara que en eacutel se manifieste la accioacuten de Diosraquo [] No necesitamos ya otra mano fuera de aquella que plasmoacute al hombre ni otro Padre al saber que la mano de Dios nos plasmoacute al principio y nos plasma en el vientre de la madre [] Pues como el Verbo nos plasma en el vientre el mismo Verbo remodeloacute los ojos del ciego de nacimiento Asiacute mostroacute que siendo nuestro Plasmador en lo escondido se manifestaba visiblemente a los seres humanos a fin de ensentildearles coacutemo antiguamente habiacutean sido modelados en Adaacuten coacutemo eacuteste habiacutea sido hecho y queacute mano lo habiacutea creado mostrando el todo por la parte pues el Sentildeor que
113 Cf A ORBE La Uncioacuten del Verbo Estudios Valentinianos III (Roma 1961) 517 ID En torno a la
encarnacioacuten (Santiago de Compostela 1985) 99-100
114 AH III 231 115 Cf AH IV pr 51 61 Ver lo que dijimos en el capiacutetulo I 116 Cf AH V 15-16
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 93
habiacutea formado la vista es el mismo que plasmoacute todo el hombre obedeciendo a la voluntad del Padre117
Es la misma Mano quien plasmoacute al primer Adaacuten y quien plasma a cada ser
humano personalmente Cristo visibilizoacute lo que internamente se veniacutea haciendo
desde Adaacuten en el seno materno118 dando vista al ciego en una nueva modelacioacuten
de barro con su propia fuerza (al ungir los ojos con su saliva recordando la
humedad de la laquovirtusraquo de Dios su espiacuteritu) Es decir no soacutelo estaacute Dios en nuestro
origen adaacutenico sino que estaacute de hecho y realmente en cada ser humano que nace
a la vida y Cristo imagen visible del Padre nos lo mostroacute al encarnarse La
corporalidad humana no puede quedar maacutes bendecida ni elevada a mayor
dignidad Autores posteriores mantendraacuten una exeacutegesis similar de este pasaje
biacuteblico a modo de ejemplo por su belleza y plasticidad transcribimos del
Symposion
iquestCoacutemo podriacutea la naturaleza en tan breve tiempo acabar obra tan difiacutecil cual es un nuevo ser si Dios no pusiera en eacutel su mano iquestQuieacuten coaguloacute la sustancia informe de los huesos iquestQuieacuten los unioacute de manera que los miembros flexibles puedan contraerse y dilatarse mediante los nervios articulaacutendose en las apoacutefisis iquestDe queacute dios vino la levadura que transformoacute el jugo inicial en emulsioacuten sanguiacutenea el limo en carne delicada sino del solo oacuteptimo Obrero que elabora la imagen maacutes racional y dotada de alma de Siacute propio el hombre que somos nosotros plasmaacutendola y trabajaacutendola como cera en la matriz a partir de algunas gotas insignificantes de simiente iquestQuieacuten vela para impedir que el embrioacuten sea sofocado con asfixia interna por los humores y el apretamiento de las paredes donde se aloja Y iquestquieacuten luego de venido ya a luz el nintildeo tan deacutebil y tierno todaviacutea le da robustez fuerzas y formas convenientes sino aquel soberano Artiacutefice Dios como antes dije que con su virtud creadora retoca y pone a punto sus ideas a manera de quien disentildea y pinta para hacer imaacutegenes de Cristo119
Y cuando Jesuacutes salva tambieacuten redime regenera y renueva lo viejo y caduco que
hay en el hombre por el pecado La ceguera de nacimiento se convierte en un
expresivo siacutembolo de la lejaniacutea de Dios del ocultamiento del hombre frente a su
Creador120 Ante la desobediencia y transgresioacuten no hay castigo ni reproche sino
perdoacuten121 hay buacutesqueda para llevarnos cuidadosamente sobre siacute y recobrar la
relacioacuten perdida
117 AH V 15 2-3 118 Cf A ORBE Antropologiacutea 81 y 84 119 Cit en Ibid 80 120 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y el discurso de Nazaret (Lc 418s=Is 611s)raquo Scriptorium Victoriense
17 (1970) 202-219 Aquiacute 218-219
121 Cf AH V 1713
CAPIacuteTULO III
94 | Humana augens
[La mano de Dios] nos buscoacute en los uacuteltimos diacuteas al mirarnos perdidos (Lc 1910) para recobrar su oveja perdida y volverla a cargar sobre sus hombros a fin de llevarla lleno de alegriacutea de nuevo al rebantildeo [] Y porque el hombre necesitaba el lavado de regeneracioacuten en la misma carne plasmada en Adaacuten despueacutes de que el Sentildeor ungioacute sus ojos con el lodo le dijo laquoVe a lavarte en Siloeacuteraquo (Jn 97) De este modo le devolvioacute al mismo tiempo lo que le correspondiacutea a la creacioacuten y al lavado de la regeneracioacuten Por eso una vez que se hubo lavado laquovolvioacute a verraquo (Jn 97) a fin de que al mismo tiempo conociera a su Creador y reconociera al Sentildeor que le dio la vida La Escritura indica lo que habiacutea de suceder cuando habieacutendose escondido Adaacuten despueacutes de su desobediencia al atardecer el Sentildeor se acercoacute a eacutel y lo llamoacute preguntando laquoDoacutende estaacutesraquo (Geacuten 31) En los uacuteltimos tiempos el mismo Verbo de Dios vino a llamar al ser humano para recordarle sus obras por las cuales se habiacutea escondido de Dios Pues asiacute como entonces Dios buscoacute a Adaacuten al atardecer para hablarle asiacute tambieacuten en los uacuteltimos tiempos por medio de la misma voz lo visitoacute en busca de su raza122
Formaba parte del plan de Dios manifestar visiblemente123 la imagen que
configura a todo hombre aunque Adaacuten no hubiera pecado Ninguacuten otro podiacutea
revelar este misterio mejor que el mismo Verbo124 que asumiendo la misma plasis
se hizo eacutel mismo semejante y asiacute nos devolvioacute la capacidad de asemejamiento que
habiacutea quedado tan debilitada por el pecado No es de extrantildear que esta semejanza
con el Hijo haga al hombre laquoprecioso para el Padreraquo pues ve ahora manifiesto lo
que entonces plasmoacute oculto en el barro
El Verbo de Dios se hizo hombre hacieacutendose eacutel mismo semejante al hombre y haciendo al hombre semejante a eacutel a fin de que por esa semejanza con el Hijo el hombre se haga precioso para el Padre [ad Filium similitudinem pretiosus homo fiat Patri] En los tiempos antiguos en efecto se deciacutea que el hombre habiacutea sido hecho seguacuten la imagen de Dios pero no se mostraba pues auacuten era invisible el Verbo a cuya imagen el hombre habiacutea sido hecho Por tal motivo eacuteste faacutecilmente perdioacute la semejanza Mas cuando el Verbo de Dios se hizo carne (Jn 114) confirmoacute ambas cosas mostroacute la imagen verdadera hacieacutendose eacutel mismo lo que era su imagen y nos devolvioacute la semejanza y le dio firmeza para hacer al hombre semejante al Padre invisible por medio del Verbo visible125
Si la creacioacuten de Dios hizo de cada ser humano laquoopera autem Deiraquo126 la
encarnacioacuten de Cristo lo convierte en laquopretiosus ad Patriraquo127 lo cura lo lava y lo
122 AH V 152-4 123 Cf AH III 91 166 IV 656 72 V 174 124 Cf AH IV 334 125 AH V 162 126 AH V 152 127 laquoLa expresioacuten pretiosus fieri en contraste con pretiosus esse mira probablemente a los
valentinianos Seguacuten estos el espiritual era precioso por naturaleza [] Seguacuten Ireneo el hombre se hace precioso ante Dios con meacuterito merced a su libertadraquo (A ORBE Teologiacutea de San Ireneo II Comentario al V libro del Adversus Haereses [Madrid 1987] 91-92) Podriacuteamos antildeadir que el hombre se hace gracias al asemejamiento de la carne del Verbo con nuestra carne para asiacute asemejarnos nosotros a Eacutel Esta progresioacuten tambieacuten la mantiene ROUSSEAU en la traduccioacuten francesa laquolrsquohomme devienne preacutecieux aux yeux du Pegravereraquo (ID Contre les Heacutereacutesies Livre V t II SCh 153 (Pariacutes 1969) 217
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
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embellece Quien puede curar una parte sanaraacute todo el cuerpo Desde esta clave
interpreta tambieacuten Ireneo el lavatorio de los pies a los disciacutepulos en la Uacuteltima Cena
laquoquien lavoacute los pies a sus disciacutepulos santificoacute y purificoacute todo su cuerporaquo128 Los
disciacutepulos recostados a la mesa se convierten en signo de toda la humanidad antes
y despueacutes que ellos Jesuacutes comienza por santificar los pies (lo uacuteltimo) para llegar
hasta la cabeza y servir el banquete a todo el geacutenero humano129
Pues bien tambieacuten este segundo momento de plasmacioacuten es comuacuten a Adaacuten y
al resto de la humanidad iquestY al Verbo encarnado El mismo Verbo en cuanto Dios
laquollevoacute a teacutermino la concepcioacuten de la Virgenraquo130 por tanto tambieacuten en su
encarnacioacuten tuvo un papel activo eacutel mismo laquoabririacutea puramente la matriz pura que
regenera los hombres para Dios la cual eacutel mismo hizo puraraquo131 La carne de Cristo
desde el inicio mezclada en personal comunioacuten con el Verbo conlleva en siacute de un
modo singular y uacutenico la imagen que todo ser humano adquiere por el tacto del
Hijo en la plasmacioacuten Tambieacuten su humanidad adquiere la semejanza del Espiacuteritu
laquocuando reviste por fuera mdashcomo cualidad fiacutesicamdash la claridad misma del Espiacuteritu
Santo infundida por el Verbo a su carneraquo132 De este modo en la carne de Cristo se
une la imagen y la semejanza de un modo irrepetible y no por ello exento del
necesario crecimiento humano Ireneo lo expresa comparando la humanidad de
Cristo con el arca recubierta por dentro y por fuera con el oro de la divinidad133
Por eso podemos decir que laquoen la encarnacioacuten las manos de Dios las mismas que
habiacutean intervenido en la primera creacioacuten del ser humano hacen que Jesuacutes quede
incorporado como hombre de la raza de Adaacuten y pueda ser y llamarse el segundo
Adaacuten en el cual inicia la segunda creacioacutenraquo134
128 AH IV 221 129 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y la primera Pascua del Salvadorraquo 313-316 130 AH III 192 131 AH IV 3311 132 A ORBE Antropologiacutea 147-148
133 Cf AH V 122 Se atribuye a Hipoacutelito un fragmento que podriacutea tener su autoriacutea en Ireneo laquoAsiacute como el arca habiacutea sido recubierta por dentro y por fuera con oro puro asiacute tambieacuten el cuerpo de Cristo era puro y resplandeciente Estaba adornado por dentro con el Logos y custodiado por fuera con el Espiacuterituraquo Cit por A ORBE Ibid 148 nota 82
134 C I GONZAacuteLEZ laquoCreo en el Espiacuteritu Santo la confesioacuten de san Ireneoraquo Revista Teoloacutegica Limense 30 (1996) 22-47 Aquiacute 37
CAPIacuteTULO III
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Para Ireneo Cristo es carne de nuestra carne pues no hay maacutes plasma que el
de Adaacuten que es el nuestro obra de Dios Y hasta tal punto asumioacute nuestra misma
carne que eacutel que no cometioacute pecado se hizo carne de pecado por nosotros En
uacuteltimo teacutermino es la salvacioacuten misma quien requiere esta identidad substancial en
la carne por dos motivos Uno es que laquosi el Sentildeor se hubiese hecho carne en otra
Economiacutea y hubiese asumido la carne de otra substancia no habriacutea recapitulado
en siacute mismo al hombre ni se podriacutea decir que se hizo carneraquo135 y por otro lado
laquoporque el enemigo no seriacutea justamente vencido si el que lo venciese no fuese un
hombre nacido de mujerraquo136 Por tanto parece adecuado poder aplicar los rasgos
de la carne de Adaacuten a la carne que el Verbo hace suya para nuestra salvacioacuten Entre
ellos el crecimiento
Ahora ya podemos preguntarnos coacutemo entiende Ireneo la salvacioacuten en Cristo
iquestPor queacute Cristo nos salva al encarnarse137 iquesttiene alguna relevancia salviacutefica su
humanidad iquesty su crecimiento
3 iquestQuieacuten si no el Verbo podriacutea unir al hombre con Dios
Hemos intentado mostrar coacutemo para Ireneo soacutelo hay un uacutenico proyecto en
Dios iniciado en la Creacioacuten con capacidad suficiente para ir desarrollaacutendose y
creciendo bajo la guiacutea del Espiacuteritu en la carne Y iquestquieacuten maacutes que el Hijo por quien
fue creado y modelado el ser humano puede llevar al hombre hasta Dios138 Eso siacute
dado que de hecho esta historia humana estaacute atravesada por el pecado tal
salvacioacuten teleioacutetica139 prevista por el Dios desde siempre conllevaraacute ahora la
135 AH V 142 136 AH V 211 137 En realidad es la pregunta que despueacutes san Anselmo volveraacute a plantear Cur Deus homo iquestPor
queacute un Dios hombre Es la conciencia clara del viacutenculo indisoluble entre cristologiacutea antropologiacutea y soteriologiacutea
138 Cf K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 141 Seguacuten O GONZAacuteLEZ DE CARDEDAL laquocontra lo que afirman Rahner y Balthasar San Agustiacuten no dice que cualquiera de las tres divinas personas podiacutea haberse encarnadoraquo (cf Cristologiacutea 390 nota 79) Maacutes bien se deberiacutea a Pedro Lombardo haber introducido esta opinioacuten a partir de Agustiacuten
139 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 13-24 De hecho eacutel sentildeala que los dos vocablos principales de Ireneo para hablar de salvacioacuten son el verbo salvare (ςώζειν) con su sustantivo correspondiente y el teacutermino τελείωςισ
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redencioacuten la sanacioacuten mdashsalusmdash del pecado Dicho de otro modo maacutes simple y
esquemaacutetico Dios no nos salva para perdonar nuestro pecado sino que perdona
nuestro pecado porque desde siempre quiso salvarnos divinizarnos compartir
con nosotros su vida eterna
Por eso es fundamental que Cristo sea verdadero Dios y verdadero hombre140
ya que soacutelo Dios puede dar el Espiacuteritu que perfecciona y solo un hombre puede
asumir la vida humana en obediencia libre al proyecto de Dios Para esto se
encarnoacute Cristo141 y en esto consiste la salvacioacuten Veamos primero coacutemo
fundamenta Ireneo la verdadera humanidad y divinidad de Cristo para contemplar
despueacutes coacutemo en la unioacuten plena de sus dos naturalezas se estaacute dando ya la
comunioacuten perfecta que esperamos nosotros alcanzar con Dios
A grandes rasgos negaban la encarnacioacuten los que no aceptaban que Cristo
asumiera la carne en verdad sino soacutelo aparentemente (docetas142) quienes no
admitiacutean que su carne sea como la nuestra sino de laquosustancia psiacutequicaraquo
(gnoacutesticos143) y quienes pensaban que fue un hombre como nosotros y por tanto
no era Dios (ebionitas y judaizantes144)
Su verdadera humanidad se fundamenta no soacutelo por su nacimiento virginal
(que como hemos visto es sentildeal tanto de verdadera humanidad cuanto de la
divinidad de Cristo) sino tambieacuten por su Pasioacuten Ireneo insiste en hacer del
sufrimiento de Cristo una prueba de su verdadera humanidad entre otras cosas
porque muchos negaban que hubiera sido algo maacutes que apariencia
140 Cf AH V 183 141 Ireneo lo expresa de distintos modos aunque siempre partiendo de aquiacute se encarna por amor
(AH III 42) para posibilitarnos un nuevo nacimiento (AH V 13) para luchar a nuestro favor (AH IV 241) para vencer a nuestro enemigo (AH IV 334) para recuperar la semejanza y darnos el crecimiento (AH V 11) para mezclarse con nosotros y hacernos hijos (AH III 191) para alcanzar la inmortalidad en comunioacuten con Dios (AH V 143) para recapitular a toda criatura (AH III 221)
142 Cf AH III 186 143 Entre los gnoacutesticos de un modo u otro se distingue en Cristo el que es enviado por el Padre el
que salva y el que padece en la economiacutea (cf AH III 161 1668 174) Una vez maacutes el dualismo gnoacutestico queriendo dejar clara la incompatibilidad entre la divinidad y la indignidad de la materia y la carne
144 Cf AH III 191 162 A ORBE Cristologiacutea gnoacutestica Introduccioacuten a la soteriologiacutea de los siglos II y III vol I (Madrid 1976) 351-379 ID laquoEn torno a los ebionitas Ireneo AH IV 334raquo Augustinianum 33 (1993) 315-337 ID laquoLa encarnacioacuten entre los valentinianosraquo Gregorianum 53 (1972) 201-235
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Porque si no sufrioacute verdaderamente no le debemos agradecer nada pues a nada se reduce su pasioacuten y cuando nosotros comencemos a sufrir de verdad pareceraacute que nos engantildea cuando nos exhorta a poner tambieacuten la otra mejilla (Lc 629 Mt 539) si es que eacutel no sufrioacute primero en verdad y asiacute como habriacutea mentido cuando hizo parecer a ellos lo que no era tambieacuten nos miente cuando nos exhorta a sobrellevar aquellas cosas que eacutel no soportoacute145
Es decir asumir la carne humana implica asumirla en su totalidad146
especialmente en lo que tiene de maacutes doloroso de mayor lucha pues tambieacuten el
hombre experimenta como mayor bien aquello por lo que es capaz de soportar
libre y amorosamente el sufrimiento Si en Cristo fue solo aparente ademaacutes de
negar la verdad de su carne se niega la verdad de su predicacioacuten y de su vida Maacutes
auacuten se niega la verdad de su amor por el geacutenero humano puesto que nos habriacutea
mentido algo que no es propio de Dios sino del Seductor147
Y de poco serviriacutea que la carne de Cristo fuera como la nuestra si soacutelo fuera un
hombre maacutes148 En cuanto a su divinidad la insistencia de Ireneo se cifra en
asegurar la identidad entre el Hijo de Dios preexistente desde siempre149 Cristo el
Sentildeor hecho carne que vivioacute y sufrioacute entre nosotros y el Cristo glorioso que
laquovendraacute de nuevo en la gloria del Padre para resucitar a toda carneraquo150 Si la
protologiacutea de Ireneo quiere mostrar que soacutelo hay un ser humano y soacutelo un Dios al
hablar de Cristo y su encarnacioacuten tambieacuten insiste en que es uno y el mismo Cristo
se mezcla con su creatura y se hace carne sin dejar de ser Dios No hay un Verbo
preexistente y un hombre Jesuacutes independiente que se unen en un determinado
momento como vimos al hablar de su concepcioacuten virginal Para Ireneo Cristo es ya
y siempre el Verbo encarnado no solo el Verbo preexistente151
Del mismo modo Ireneo niega expresamente la doctrina gnoacutestica que soacutelo ve
en Jesuacutes el hijo de Mariacutea negando la divinidad como Hijo de Dios antes del Jordaacuten o
afirmando que el Hijo descendioacute sobre Jesuacutes en ese instante y regresoacute al cielo antes
145 AH III 186 Cf AH III 169 181457 146 Cf AH V 11 147 Cf AH V 231 241 322 148 Cf AH III 204 149 Cf AH III 83 1128 181 192 IV 627 203 150 AH III 166 Cf AH III 923 104 1137 127 161-59 1714 183-5 IV 92 114 3310 151 laquoLa originalidad de Ireneo sobre Justino consiste en que para Justino Cristo es un tiacutetulo que
corresponde al Verbo mientras que Ireneo lo concreta al Verbo en cuanto encarnadoraquo (J M ARROacuteNIZ laquoLa salvacioacuten de la carne en S Ireneoraquo 24 nota 65)
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de la Pasioacuten y muerte para no sufrir152 Siendo Dios desde siempre es el mismo
antes y despueacutes de su bautismo A diferencia de los valentinianos que ensentildeaban la
uncioacuten de Jesuacutes en cuanto Dios y en cuanto hombre Ireneo afirma que cuando
Jesuacutes es ungido153 es el Verbo encarnado quien recibe ese sello en su carne154 No
hay divisioacuten
Ireneo vio anunciada esta unidad inseparable de ambas naturalezas155 por los
profetas156 mostrando la paradoja de rasgos y funciones aparentemente
contrapuestas en Eacutel
Que es hombre sin belleza y pasible (Is 532-3) que se sentoacute sobre el pollino de una asna (Zac 99) que bebioacute hiel y vinagre (Sal 6922) que fue despreciado del pueblo y que descendioacute hasta la muerte (Sal 22716) pero tambieacuten que es Sentildeor santo y Consejero admirable (Is 95) hermoso a la vista (Sal 453) Dios fuerte (Is 95) que viene sobre las nubes como Juez de todos (Dan 71326) Esto es lo que las Escrituras profetizan de eacutel En cuanto hombre lo era para ser tentado en cuanto Verbo para ser glorificado el Verbo se reposoacute para que pudiera ser tentado deshonrado crucificado y muerto (1 Cor 1553-54 2 Cor 54) habitando en aquel hombre que vence y soporta (el sufrimiento) y se comporta como hombre de bien y resucita y es asumpto al cielo Este es el Hijo de Dios Sentildeor nuestro Verbo existente del Padre e Hijo del Hombre porque nacioacute de (ex) la Virgen Mariacutea que tuvo su origen de los hombres pues ella misma era un ser humano (άνϑρωποσ) tuvo la generacioacuten en cuanto hombre y asiacute llegoacute a ser Hijo del Hombre157
152 Cf AH III 174 153 No siempre liga Ireneo la presencia del Espiacuteritu en Cristo con la uncioacuten del Jordaacuten (cf Ep 9
47 53) aunque en otros sitios aluda expliacutecitamente al bautismo y por tanto podamos deducirlo (cf AH III 93) Lo importante creo que es esta conciencia de que en la carne de Cristo se dio de un modo especialiacutesimo la presencia operante del Espiacuteritu en una comunioacuten plena Tampoco entramos aquiacute en la llamada laquouncioacuten coacutesmicaraquo que el Hijo recibe del Padre como primogeacutenito de la Creacioacuten para revertir despueacutes esa misma uncioacuten en todo el universo Cf S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO
RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo 107-110 A ORBE La uncioacuten del Verbo 516-520 ID Introduccioacuten a la teologiacutea de los siglos II y III (Roma-Salamanca 1988) 661-666 N A VAacuteZQUEZ NIETO La uncioacuten en la teologiacutea de San Ireneo de Lyon (Tesina de Licenciatura U P Comillas Madrid 2008)
154 Cf AH III 61 93 127 Ep 53 Hasta el siglo IV el bautismo de Jesuacutes fue considerado central Ireneo como Ignacio de Antioquiacutea Justino o Atanasio no duda de la uncioacuten de la humanidad de Cristo (no de su divinidad) para poder llevar a cabo la misioacuten encomendada por el Padre Seraacute despueacutes por prevencioacuten antiarriana cuando se reste importancia a este hecho para no caer en posibles adopcionismos Cf L F LADARIA laquoAtanasio de Alejandriacutea y la uncioacuten de Cristo (Contra Arrianos I 47-50)raquo JJ FERNAacuteNDEZ SANGRADOR (coord) Plenitudo Temporis Miscelaacutenea Homenaje al Prof Dr Ramoacuten Trevijano Etchevarriacutea (Salamanca 2002) 469-479 aquiacute 470 A ORBE laquoEl espiacuteritu en el bautismo de Jesuacutes (en torno a san Ireneo)raquo Gregorianum 76 (1995) 663-699 aquiacute 670691 C GRANADO laquoActividad del Espiacuteritu Santo en la Historia de la Salvacioacuten seguacuten san Ireneoraquo Communio 15 (1982) 27-45 aquiacute 39 J J AYAacuteN CALVO laquoLa venida sin gloria del Espiacuteritu A propoacutesito de la dificultad textual de Diaacutelogo 497raquo L QUINTEIRO FIUZA ndash A NOVO (ed) En camino hacia la gloria (Santiago de Compostela 1999) 238-247 aquiacute 246
155 Cf AH III 93 IV 332 V 11 173 183 Ep 9 30 35 59 156 Cf AH IV 33 11-13 157 AH III 19 2-3
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100 | Humana augens
De nuevo es la Pasioacuten un momento central para contemplar la verdad maacutes
profunda de Cristo Dios salvaacutendonos el Hombre permaneciendo en la prueba y en
el bien soportando de un modo nuevo el sufrimiento en obediencia hasta la
resurreccioacuten Es decir dejando que su carne sea poseiacuteda por el Espiacuteritu pues por siacute
misma no hubiera sido capaz No hubiera podido hacer ese camino de crecimiento
Al recibir el Espiacuteritu su carne toma una especial fuerza para asemejarse en
cuanto hombre158 con Dios visibilizada tambieacuten en la capacidad para llevar a cabo
su misioacuten159 evangelizar a los pobres y liberar a los esclavos del pecado160 El
mismo Espiacuteritu que a lo largo del todo el Antiguo Testamento ha venido
capacitando al ser humano161 se derramaraacute sobre todo el geacutenero humano162 tal
como anunciaron los profetas para lograr laquola unidad y comunioacuten entre Dios y los
hombresraquo163 Pero primero teniacutea que descansar en Jesuacutes
Descendioacute [el Espiacuteritu] sobre el Hijo de Dios hecho Hijo del Hombre para acostumbrarse a habitar con eacutel en el geacutenero humano a descansar en los hombres y a morar en la criatura de Dios obrando en ellos la voluntad del Padre y renovaacutendolos de hombre viejo a nuevo en Cristo164
Es el mismo Espiacuteritu que acompantildea al ser humano desde la Creacioacuten que ha
guiado al pueblo de Israel que pidioacute David que ungioacute a Cristo y que descendioacute
sobre los apoacutestoles en Pentecosteacutes165 Tambieacuten a nosotros ese mismo Espiacuteritu
como hizo en Eacutel nos iraacute asemejando y acrecentando hasta hacernos perfectos en
Dios tal como hace Eacutel las cosas aconsejaacutendonos y atrayeacutendonos nunca
forzaacutendonos
Nosotros los que hemos nacido recientemente recibimos el crecimiento del que es perfecto y anterior a toda la creacioacuten (el Verbo) y el uacutenico bueno y excelente y a semejanza de aqueacutel para obtener de eacutel el don de la incorrupcioacuten puesto que hemos sido predestinados a existir (Ef 111-12) cuando auacuten no existiacuteamos [] El es completo en todo como Verbo poderoso y hombre verdadero [] Y como de modo injusto dominaba sobre nosotros la apostasiacutea y siendo nosotros por naturaleza propiedad de Dios
158 Cf AH III 93 159 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y el discurso de Nazaret (Lc 418s=Is 611s)raquo Scriptorium Victoriense
17 (1970) 5-33 Aquiacute 5-8
160 Cf Is 61 1-2 Ep 9 161 Cf AH IV 208 162 Cf AH III 104 119 121 171 163 AH V 11 164 Cf AH III 171 165 Cf Joel 31 Mt 1020 2819 AH III 172 93 104 127 IV 311-3 V 11
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Salus carnis | 101
todopoderoso nos enajenoacute [el Seductor] contra naturaleza y nos hizo sus disciacutepulos como el Dios Verbo es poderoso y no falla en la justicia justamente se volvioacute contra esa apostasiacutea para redimir de ella lo que era suyo no por la fuerza como aqueacutella habiacutea dominado nuestros inicios arrebatando insaciablemente lo que no era suyo sino por persuasioacuten como conveniacutea a un Dios que persuade y que no nos fuerza a recibir lo que eacutel quiere de modo que ni se destruyese lo que es justo ni se perdiese la antigua criatura de Dios [] Dando su vida por la nuestra y su carne por nuestra carne [] Asiacute trajo a Dios a los hombres mediante el Espiacuteritu y levantoacute a los hombres a Dios por medio de su propia carne166
Su accioacuten no es solamente ejemplar o externa Es maacutes que eso167 es iniciar en
la humanidad de Cristo lo que eacutel mismo haraacute extensible despueacutes a toda carne por el
Espiacuteritu168 confiriendo los mismos efectos que tiene en eacutel o abriendo las misma
posibilidades que se abren en Eacutel de crecer hasta la perfeccioacuten hasta la comunioacuten
con Dios cuando sea glorificado
No seriacutea extrantildeo que nos preguntaacuteramos queacute necesidad habiacutea de ungir la carne
de Cristo Verbo encarnado puesto que era Dios hecho hombre por nosotros En
realidad estariacuteamos preguntando cristoloacutegicamente lo que ya preguntamos
antropoloacutegicamente169 iquestpor queacute Cristo no fue perfecto desde el principio en su
carne iquestPor queacute tuvo que hacer un proceso humano de crecimiento para
salvarnos iquestAcaso no es ya suficientemente misterioso y grandioso que eacutel se haya
hecho uno de nosotros para hacernos como Eacutel
Es decir en el fondo estamos pidiendo que soacutelo por hacerse humano el Verbo
ya lleve en su carne la imagen y semejanza plena que en nosotros soacutelo se daraacute en el
lento madurar de la carne y el Espiacuteritu En el fondo estamos pidiendo que por su
encarnacioacuten casi fiacutesicamente la carne del Verbo goce de todas las propiedades y
virtudes de Dios y nos pueda hacer partiacutecipes de ellas para nuestra salvacioacuten
166 AH V 11 167 Dimensioacuten compartida por otros autores como Clemente Alejandrino representante claro de
una soteriologiacutea entendida como paideia Sin embargo a pesar de coincidir en la necesidad del proceso del perfeccionamiento de Cristo como pedagogo que guiacutea y ensentildea la dimensioacuten de realizacioacuten primera en la humanidad de Cristo como participacioacuten nuestra real y anticipada no es la comunioacuten con el Logos como un germen divino o chispa puesta en el alma de estas teologiacuteas de corte alejandrino Una vez maacutes el acento se pone en sitios diversos Cf CLEMENTE ALEJANDRINO El pedagogo FuP 5 (Madrid 1994) Stromata I FuP 7 (Madrid 1996) Stromata II-III FuP 10 (Madrid 1998) R TREVIJANO Patrologiacutea (Madrid 1998) 152-154 W JAEGER Cristianismo primitivo y paideia griega (Meacutexico 71998) De hecho Jaeger no cita a Ireneo ni una sola vez al estudiar la paideia en relacioacuten al cristianismo primitivo
168 Cf AH III 93 169 Cf Lo dicho en nuestro capiacutetulo II
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102 | Humana augens
Tal razonamiento no toma en serio el dinamismo creatural que Dios quiso dar
a la carne Es no tomar en serio la carne de Cristo como laquoverdadera carneraquo Es no
tomar en serio la accioacuten madurativa del Espiacuteritu en la salvacioacuten respetando
nuestra libertad la libertad humana de Jesuacutes Eacutel tuvo que hacer su propio proceso
madurativo bajo la accioacuten del Espiacuteritu recibido en el Jordaacuten pasando por el
sufrimiento el abandono de Dios y la muerte hasta la resurreccioacuten Sin
automatismos al ritmo de la carne en la medida que se abriacutea al Espiacuteritu como
ninguacuten ser humano lo ha hecho jamaacutes El quicio de la Salvacioacuten estaacute en Cristo que
no es soacutelo el Verbo eterno (preexistente) ni el Verbo encarnado (Jesuacutes Nintildeo
creciendo) sino el Verbo encarnado maduro y lleno del Espiacuteritu Santo que ha ido
acostumbrando su carne a Dios ha ido dejando transformar su carne humana en
carne gloriosa espiritual170
La unidad de accioacuten trinitaria manifestada en la creacioacuten y en el cuidado
permanente de la criatura tambieacuten se muestra como era de esperar en este
proceso de perfeccionamiento y salvacioacuten171 que como hemos dicho es tambieacuten
redentor Ireneo lo expresa bellamente cuando interpreta la paraacutebola del Buen
Samaritano172 viendo en Cristo a aquel que se acerca al hombre herido y lo deja en
manos del Espiacuteritu Santo como buen posadero para que le cure y le restablezca
Los dos denarios173 se entregan como arras que llevan inscritas la imagen del
Padre y del Hijo para que este hombre herido y debilitado al reponerse con los
cuidados de Cristo y del Espiacuteritu los multiplique y se los devuelva a su Sentildeor en la
imagen y semejanza recobradas y plenas La comparacioacuten maacutes allaacute de la
correccioacuten de la exeacutegesis es sumamente plaacutestica y honda para expresar coacutemo
entiende Ireneo la salvacioacuten Eacutesta pasa por la humanidad del Hijo que se acerca a la
nuestra herida en el camino de la vida apaleada por la desobediencia del pecado
170 M Gesteira hablando de la realidad nueva del cuerpo resucitado ofrece un significativo juego
de palabras laquoSeremos ldquoel mismordquo o ldquola mismardquo persona que somos pero no ldquolo mismordquo (Jesucristo horizonte de esperanza I Jesuacutes de Nazaret personaje histoacuterico [Madrid 2011] 250) Esta identidad personal que sine embargo comporta una novedad esencial tambieacuten se aplica a la Carne de Cristo iquestPor queacute no aplicarlo al Espiacuteritu Santo que se nos otorga el mismo que ungioacute a los profetas pero que despueacutes de habitar en Cristo actuacutea en nosotros con una cualidad totalmente nueva
171 Cf AH IV 205 V 362 III 61 183 IV 42 6135 74 381 172 Cf AH III 173 A ORBE El Espiacuteritu en el bautismo de Jesuacutes 679-680 173 Cf AH IV 367
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Salus carnis | 103
que nos deja desprovistos e indefensos Pasa por los cuidados personales y
pacientes del Espiacuteritu en nuestra carne Pasa por recordarnos sacramentalmente
de quieacuten venimos y a quieacuten vamos Dios Padre Por eso puede unir en siacute mismo laquoel
fin con el principioraquo
Este es su Verbo nuestro Sentildeor Jesucristo el cual en los tiempos recientes se hizo hombre entre los hombres para unir el fin con el principio es decir al hombre con Dios [homo in hominibus factus est ut finem conjungeret principio hoc est hominem Deo] Y por eso los profetas que reciben del Verbo el carisma profeacutetico anunciaron de antemano su venida en la carne mediante la cual tuvo lugar la mezcla y comunioacuten de Dios y del hombre seguacuten el beneplaacutecito de Dios [secundum carnem adventum per quem commixtio et communio Dei et hominis secundum placitum Patris facta est]174
Ireneo repetiraacute muchas veces que el fin de la Encarnacioacuten es la comunioacuten175
entre Dios y el hombre En Cristo la unioacuten entre Dios y el hombre no es aparente ni
temporal ni funcional es estable querida por Dios definitiva Por eso es una
laquomezcla y comunioacutenraquo que ya nada ni nadie puede destruir Ni tan siquiera el
Seductor que consiguioacute engantildear a Adaacuten para que desobedeciendo transgrediera
En Eacutel se da una comunioacuten perfecta de su divinidad con la humanidad Habla de
mezcla176 [commixtus-ςύγκραςισ] para expresar esta unioacuten que no se limita a una
mera apariencia o yuxtaposicioacuten Ciertamente el teacutermino podriacutea ser problemaacutetico
si implicara fusioacuten ya se aplique a la persona de Cristo en sus dos naturalezas ya
se aplique a la comunioacuten entre Dios y los hombres como vimos en el capiacutetulo I177
En Cristo el concepto estoico laquokraacutesisraquo o laquomiacutexisraquo que puede estar en la base
significa igualmente un intercambio entre los dos componentes que no soacutelo no
pierden sus cualidades maacutes especiacuteficas sino que ademaacutes predomina el maacutes
noble178
Por eso laquopor medio de la carne de Cristoraquo179 se nos otorga la salvacioacuten de un
modo firme y verdadero irrevocable pero no por la carne en siacute misma sino en la
174 AH IV 204 175 Cf AH III 42 1668 191 2012 223 IV 13134 1412 176 V 13 21 1423 202 272hellip 176 Cf AH III 166 93 1912 V pr 13 177 Cf paacutegina 31 nota 60 178 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 478 J M ARROacuteNIZ laquoCategoriacuteas
cristoloacutegicas en Ireneo de Lyonraquo 198 J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 36 179 Cf AH V 11
CAPIacuteTULO III
104 | Humana augens
medida que consiente a la comunioacuten con el Espiacuteritu180 Y al recibir el don de esta
comunioacuten se nos posibilita hacer realidad lo que nosotros solos no podiacuteamos
hacer dejar que el Espiacuteritu asuma nuestra carne que la haga suya sin dejar de ser
lo que es para poder llegar ante el Padre para ser deificados finalmente No soacutelo le
veremos en carne y no como almas inmortales o espiacuteritus puros sino que ademaacutes
la Vida divina la recibiremos tambieacuten laquocarnalmenteraquo sin necesidad ya de
mediacioacuten alguna del alma181
El mismo Verbo de Dios por el que fuimos creados se hizo laquoHijo del Hombre a
fin de que el hombre se hiciera hijo de Dios (Jn 112)raquo182 Con distintas expresiones
Ireneo inicia la teologiacutea del intercambio que tanta repercusioacuten tendraacute en los
Padres183 El teacutermino laquointercambioraquo puede ser confuso si nos hace pensar en un
movimiento automaacutetico y en igualdad de condiciones En Dios no hay cambio ni
crecimiento ni puede mudarse su naturaleza divina por asumir la humana el
hombre por su parte no puede laquohacerseraquo a siacute mismo algo distinto de lo que es Soacutelo
puede laquoser hechoraquo o laquodejarse hacerraquo por Dios y de ese modo ir adquiriendo en la
carne las cualidades propias del Espiacuteritu184 es decir adquiriendo la plena
semejanza con la imagen Al hacerse Dios lo que nosotros somos desciende a su
criatura para que eacutesta se eleve pero el sujeto de la accioacuten por asiacute decirlo sigue
180 Asiacute evita Ireneo a mi modo de ver caer en lo que A Harnack y F Loofs llamaron laquoteoriacutea fiacutesica
de la redencioacutenraquo a propoacutesito de Atanasio B SESBOUumlEacute Jesucristo el uacutenico mediador I (Salamanca 1990) 231
181 laquoFrente al axioma biacuteblico Nemo videbit Deum et vivet ensentildea Ireneo lo contrario Caro videbit Deum ut vivatraquo (A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo 227) Cf O LOacutePEZ
MIacuteGUEZ La visioacuten del Verbo en Moiseacutes seguacuten san Ireneo Para la exeacutegesis prenicena de Ex 3320 (Tesina de licenciatura-SanDaacutemaso Madrid 2006) K RAHNER laquoEterna significacioacuten de la humanidad de Jesuacutes para nuestra relacioacuten con Diosraquo Escritos de Teologiacutea II (Madrid 31968) 56
182 AH III 102 183 Cf AH III 102 163 191 202 IV 204 334 V 11 1612 363 Ep 31 Curiosamente a pesar
de la centralidad de este pensamiento en la teologiacutea ireneana ha quedado ligado a san Atanasio (por ejemplo CTI Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea I E 4 en Documentos 1969-1996 254) L F LADARIA siacute afirma que fue Ireneo el primero en formular tal principio cf laquoEl Logos encarnado y el Espiacuteritu Santo en la obra de la salvacioacutenraquo Declaracioacuten laquoDominus Iesusraquo Documentos comentarios y estudios (Madrid 2002) 89-105 aquiacute 99 nota 20 Tambieacuten T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano (Burgos 2004) 409 y B STUDER Dios Salvador en los Padres de la Iglesia (Salamanca 1993) 100
184 Cf AH IV 41
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 105
siendo Dios que asume lo nuestro de tal manera que lo hace suyo nos laquollevaraquo hasta
Eacutel Podriacuteamos decir que Dios laquodesciende elevandoraquo185
Todo hombre ha de asemejarse con Cristo de tal manera que por su carne
gloriosa tambieacuten la carne humana llegue a Dios Pero eacuteste asemejamiento se inicia
en Cristo encarnado no en el hombre En la humanidad de Cristo se adquiere tanto
la imagen de Dios (por unioacuten personal y uacutenica con el Verbo hipostaacutetica) como la
semejanza (por la uncioacuten del Espiacuteritu Santo) De distintas maneras lo nombra
Ireneo186 pero siempre aludiendo a este principio dinaacutemico que por el Espiacuteritu se
otorga a Cristo en su carne para completar la unioacuten personaliacutesima de humanidad y
divinidad para salvacioacuten nuestra No es suficiente por decir asiacute la comunioacuten
Logos-saacuterx sino que se requiere tambieacuten llegar al Pneuma-saacuterx en el Logos187 o
dicho de otro modo necesitamos aprender a conjugar adecuadamente la accioacuten de
Cristo y del Espiacuteritu en la economiacutea divina para no distorsionar o perder parte de
la accioacuten de Dios en nosotros en la Creacioacuten y en la Historia Ademaacutes la sola
mediacioacuten del Verbo eterno no deifica al hombre se requiere la mediacioacuten de su
carne donde el Espiacuteritu Santo inicia el camino que todo aacutenthropos ha de hacer188
Sin el Espiacuteritu Santo nos seriacutea imposible asemejarnos al Hijo y por tanto
acercarnos a Dios189
185 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 203 186 Qualitas Spiritus (AH V 93) munus adoptionis (AH III 191) filiorum adoptio (AH III 191) 187 Cf A ORBE Espiritualidad de San Ireneo 172240 K RAHNER afirma laquoToda teologiacutea catoacutelica
sabe que de la unioacuten hipostaacutetica de la humanidad de Cristo con el Logos tiene que seguirse necesariamente una deificacioacuten interior de dicha humanidad La cual auacuten siendo la consecuencia moral y ontoloacutegicamente necesaria de la unioacuten hipostaacutetica laquoresultaraquo de ella es distinta de ella es la que santifica y deifica laquoen siacute mismaraquo la humanidad de Cristo y mdashaunque en una medida e intimidad no dadas fuera de ellamdash es justamente eso que estaacute destinado a comunicarse a cada hombre en tanto gracia justificanteraquo (laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 147 nota 2) Quizaacute en este paacuterrafo no tuvo en cuenta que esa accioacuten santificante y deificadora pasa tambieacuten por la accioacuten expliacutecita del Espiacuteritu
188 Es impresionante la intuicioacuten tan acertada de Ireneo en un estadio tan inicial de la teologiacutea y el desarrollo dogmaacutetico Asiacute queda recogido en el desarrollo histoacuterico de la COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA
INTERNACIONAL (=CTI) Cuestiones selectas sobre Dios redentor (1994) III 6 C POZO Documentos (1969-1996) (Madrid 1998) 523
189 Cf AH IV 392 S PUERTOS MARTIacuteNEZ-FJ VILARINtildeO RUIZ laquoPneumatologiacutea histoacuterico-salviacutefica en Justino e Ireneoraquo El espiacuteritu memoria y testimonio de Cristo a propoacutesito de la Tertio Millennio Adveniente actas del IX Simposio de Teologiacutea Histoacuterica (Valencia 1997) 311-315
CAPIacuteTULO III
106 | Humana augens
Por tanto si la salvacioacuten humana consiste en llegar a unir lo maacutes distante
como es el barro y el Espiacuteritu190 no es de extrantildear que el Salvador sea justamente
eso la comunioacuten plena del hombre y Dios que salve al hombre en la medida que se
deje adentrar en esa plena comunioacuten con eacutel
[El Sentildeor] hizo retornar y volvioacute a unir [aduniuit ndash ἥνωςεν] al hombre con Dios Pues si el hombre no hubiese vencido al enemigo del hombre el enemigo no habriacutea sido vencido justamente Y tambieacuten si Dios no hubiese donado la salvacioacuten no la tendriacuteamos con seguridad Y si el hombre no hubiese sido unido [counitus ndash ςυνηνώϑη] a Dios no podriacutea haber participado de la incorrupcioacuten Conveniacutea pues que el Mediador entre Dios y los hombres (1 Tim 25) por su propia familiaridad [οἰκειότητοσ] con ambos los condujese a la amistad y concordia mutuas para que Dios asumiese al hombre y el hombre se entregase a Dios [Deus adsumeret hominem et homo se dederet Deo] iquestPues de queacute manera podiacuteamos ser partiacutecipes de su filiacioacuten (Gal 45) si no la recibieacutesemos por medio del Hijo por la comunioacuten [communionem ndash κοινωνίαν] con eacutel si eacutel su Verbo no hubiese entrado en comunioacuten con nosotros hacieacutendose carne (Jn 114) [communicasset nobis caro factum ndash εἰ μὴ ὁ Λόγοσ αὐτοῦ ἐκοινώνηςεν ἠμίν ςὰρξ] Por eso pasoacute a traveacutes de todas la edades para restituir a todos la comunioacuten [Quapropter et per omnem venit aetatem omnibus restituens eam quae est ad Deum communionem - Διὸ καὶ διὰ πὰςησ ἦλϑεν ἠλικίασ τοῖσ πᾶςιν ἀποκαταςτήςασ τὴν πρὸσ τὸν Θεὸν κοινωνίαν]191
Esa laquofamiliaridadraquo o laquoparentescoraquo192 es otro modo de referirse a la salvacioacuten
dada de modo singular en la misma persona del Verbo encarnado Si no se da en
Cristo esta comunioacuten verdadera de su humanidad y divinidad no hay salvacioacuten si
no se da entre el hombre y Dios tampoco seraacute este salvado193 El hecho mismo de
que algunos comentaristas duden en queacute momentos se estaacute refiriendo a la unidad
laquopersonalraquo de carne y divinidad en Cristo y cuando se estaacute refiriendo a la
humanidad con Dios ya es sentildeal significativa de lo implicada que estaacute una en
otra194
El mayor fruto de esta comunioacuten obrada en Cristo es recibir la filiacioacuten
divina195 o participar de ella en la medida que el hombre laquolleva acoge
[χωροῦντοσ] y abraza al Hijo de Diosraquo196 Maacutes allaacute de las variantes en la criacutetica
190 Cf AH V 133 191 AH III 187 Cf AH III 42 V 142 Ep 6 31 40 192 laquoParenteacuteraquo es la traduccioacuten de ROUSSEAU con lo que implica de consanguineidad y de una
cercaniacutea fiacutesica que es algo maacutes que familiaridad tal como traducen J I GONZAacuteLEZ FAUS y C I GONZAacuteLEZ
193 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 209 194 Cf Ibid 209 28-30 195 Cf AH III 187 191 202 196 AH III 163 Curiosamente es esta imagen del abrazo extendiendo lo brazos la que aparece en
Ep 34 al hablar de la Cruz de Cristo y de la presencia laquocrucificadaraquo del Verbo en toda la Creacioacuten
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 107
textual interesa significar el verbo laquoχωρεῖνraquo que se traduce en otros pasajes como
laquocomunioacutenraquo197 o cercaniacutea198 fin de la salvacioacuten y medio para recibir la filiacioacuten
adoptiva199 Es el Hijo de Dios al hacerse hombre quien nos gana la filiacioacuten El que
era unigeacutenito se convierte en primogeacutenito al tomar una carne como la nuestra Asiacute
lo que era lejaniacutea se convierte ahora en familiaridad
Para llevarlo a cabo Cristo laquopasoacute a traveacutes de todas las edadesraquo Es decir tuvo
que ir creciendo y madurando en su humanidad para realizar como hombre lo que
todo hombre estaacute llamado a vivir
Santificoacute todas las edades al asumirlas en siacute a semejanza de ellos Porque vino a salvar a todos y digo a todos es decir a cuantos por eacutel renacen para Dios sean bebeacutes nintildeos adolescentes joacutevenes o adultos Por eso quiso pasar por todas las edades para hacerse bebeacute con los bebeacutes a fin de santificar a los bebeacutes nintildeo con los nintildeos a fin de santificar a los de su edad daacutendoles ejemplo de piedad y siendo para ellos modelo de justicia y obediencia se hizo joven con los joacutevenes para dar a los joacutevenes ejemplo y santificarlos para el Sentildeor y crecioacute con los adultos hasta la edad adulta para ser el Maestro perfecto de todos no soacutelo mediante la ensentildeanza de la verdad sino tambieacuten asumiendo su edad para santificar tambieacuten a los adultos y convertirse en ejemplo para ellos En seguida asumioacute tambieacuten la muerte para ser laquoel primogeacutenito de los muertos y tener el primado sobre todosraquo (Col 118) el iniciador de la vida (Hech 315) siendo el primero de todos y yendo adelante de ellos200
Es maacutes que maestro porque no ensentildea el camino laquodesde fueraraquo sino que lo
asume lo hace suyo se hace a siacute mismo laquocaminoraquo a recorrer201 Lo que ensentildea lo
hace Su laquoimperfeccioacuten inicialraquo o inmadurez en cuanto hombre no viene dada
solamente por fidelidad a la carne asumida sino porque el Verbo se encarna por el
hombre y por tanto tiene que acomodarse y adaptarse a su capacidad
invisiblemente imprimiendo su accioacuten creadora en el cosmos laquoEl Hijo de Dios estaacute en su creacioacuten abrazando su largura anchura altura y profundidad (cf Ef 318) para darle cohesioacuten de norte a sur de oriente a occidenteraquo (J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos 46) Y esta funcioacuten integradora del Verbo la ve Ireneo unida a la uncioacuten coacutesmica por tanto tambieacuten ligada al Espiacuteritu Para ahondar en esta doctrina ireneana de la crucifixioacuten coacutesmica cf A ORBE Los primeros herejes ante la persecucioacuten Estudios valentinianos V (Roma 1956) 213-241
197 Cf AH III 191 De hecho la teologiacutea posterior se serviraacute del teacutermino laquoπεριχώρεςισraquo para describir la iacutentima comunioacuten intratrinitaria cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 32
198 laquoiquestCoacutemo llegaraacute el hombre hasta Dios [ἄνϑρωποσ χωρήςει εἰσ μὴ ὁ Θεὸσ] si Dios no viene hasta el hombre [ἐχώρηςεν εἰσ ἄνϑρωπον] [AH IV 334]
199 B STUDER sintetiza asiacute el nuacutecleo soterioloacutegico de Ireneo laquoel hombre que por medio del Verbo ha sido formado a imagen de Dios y que en el Espiacuteritu ha recibido la aptitud para hacerse totalmente semejante a Dios alcanzaraacute su cumplimiento una vez que se haya habituado a laquollevarraquo a Dios y se haya hecho un hombre espiritual cuando en el conocimiento del Hijo se haya convertido eacutel mismo en hijo y partiacutecipe de la inmortalidad de Diosraquo (cf Dios Salvador en los Padres 96)
200 AH II 22 4 201 Cf AH V 162
CAPIacuteTULO III
108 | Humana augens
Nuestro Dios en los uacuteltimos tiempos para recapitular todas las cosas en siacute mismo vino a nosotros no tal como podriacutea mostrarse sino como nosotros eacuteramos capaces de mirarlo Porque podiacutea venir a nosotros en su gloria inexpresable pero nosotros no hubieacuteramos resistido soportar la grandeza de su gloria Por eso como a nintildeos aquel que era el pan perfecto del Padre se nos dio a siacute mismo como leche cuando vino a nosotros como un hombre a fin de que nutriendo nuestra carne como de su pecho mediante esa lactancia nos acostumbraacuteramos a comer y beber al Verbo de Dios hasta que fueacutesemos capaces de recibir dentro de nosotros el Pan de la inmortalidad que es el Espiacuteritu del Padre202
Esto implica que la misma encarnacioacuten es una realidad dinaacutemica progresiva
no acabada en el nacimiento de Cristo203 Orbe distingue cuatro fases en el proceso
interno de Jesuacutes la maacutes imperfecta hasta el bautismo en el Jordaacuten desde el Jordaacuten
a la pasioacuten durante la pasioacuten y muerte y finalmente la resurreccioacuten204 Este
dinamismo o caraacutecter evolutivo del hombre pide que el Verbo se haga laquonintildeo con el
hombre [et propter hoc coinfantiatum est homini Verbum Dei cum esset perfectus ndash
ςυνενηπίαςεν ὁ Λόγοσ τοῦ Θεοῦ τέλειος ὤν] aunque eacutel era perfecto a fin de que
de alguacuten modo se hiciese capaz de recibirloraquo205 Esta adaptacioacuten divina a la
capacidad humana permite a Ireneo argumentar las dos venidas de Cristo la
primera en carne deacutebil como la nuestra (laquolecheraquo en el texto) la segunda en gloria
para recapitular todo en Eacutel (laquoPan de la inmortalidadraquo)206 Pero no son dos
momentos separados ni paralelos sino maacutes bien un movimiento salvador continuo
y progresivo ya iniciado de alguacuten modo en la Creacioacuten El sujeto es el mismo el
Verbo El modo de alimentarnos para nuestro crecimiento es el que cambia seguacuten
nuestra capacidad y siempre a traveacutes de nuestra carne pues de lo contrario
dejariacuteamos de ser lo que somos aacutenthropos A la condicioacuten progresiva y creciente
del hombre le corresponde la revelacioacuten o autocomunicacioacuten progresiva de
Dios207
202 AH IV 381 203 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 103 M GESTEIRA Jesucristo horizonte de esperanza I 149 204 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de S Ireneoraquo 463 205 AH IV 382 206 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo 522-534
207 Cf AH III 202 IV 133 J M ARROacuteNIZ laquoLa inmortalidad como deificacioacuten del hombre en S Ireneoraquo 266-267
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 109
No se prescinde de la libertad humana no se anula el papel del hombre en la
historia de salvacioacuten Por eso no puede ser indiferente la respuesta de cada ser
humano208 Nunca prescinde Dios de ella
A todos aquellos que guardan su amor les ofrece su comunioacuten Y la comunioacuten con Dios es vida luz y goce de todos sus bienes En cambio seguacuten su misma palabra a todos aquellos que se separan de eacutel los condena a la separacioacuten que ellos mismos han elegido La separacioacuten de Dios es muerte renuncia a la luz tinieblas La separacioacuten de Dios es peacuterdida de todos los bienes divinos Por eso quienes por la apostasiacutea han perdido esas cosas malogrados todos los bienes viven en el castigo No que Dios por siacute mismo haya planeado castigarlos sino que a ellos se les echa encima el sufrimiento de haberse separado por siacute mismos de todos los bienes Mas los bienes divinos son eternos y no tienen fin por eso tambieacuten es sin fin su peacuterdida Es como la luz que no tiene fin pero a quienes se ciegan a siacute mismos o a quienes otros privan definitivamente de la luz para siempre les falta el gozo de la luz no es que la luz los castigue con la ceguera sino que su misma ceguera les produce el sufrimiento209
El texto es duro y maacutes en el contexto de Ireneo acostumbrados a un tono
sumamente positivo y siempre esperanzador donde el deseo salvador de Dios es
siempre mayor que el pecado humano Una vez que el Hijo de Dios se hace visible
en la carne se da a conocer en su luz el ser humano tiene que elegir El sufrimiento
de la lejaniacutea no es castigo de Dios sino consecuencia de la eleccioacuten humana en
liacutenea joaacutenica210 Si su humanidad y su crecimiento conlleva una iacutentima comunioacuten
con Dios y posibilita la nuestra tambieacuten nosotros estamos llamados a crecer con eacutel
libres y obedientes hasta ser uno con Dios211
Tampoco seraacute indiferente para la salvacioacuten el modo en que Jesuacutes vivioacute su
libertad y su obediencia en carne mortal pues laquoel Verbo del Padre [] se encarnoacute
en un hombre por el hombre y cumplioacute toda la Economiacutea seguacuten su humanidadraquo212
Este mismo Verbo recibioacute todo el poder cuando se hizo carne (Jn 114) a fin de que asiacute como tiene el principado en los cielos como Verbo de Dios asiacute tambieacuten lo tenga en la tierra [] De esta manera la luz del Padre irrumpe en la carne de nuestro Sentildeor y de esa carne sus rayos se reflejan en nosotros para que el ser humano rodeado por la luz del Padre se haga incorruptible213
208 Cf A ORBE Espiritualidad de San Ireneo 239-240 209 AH V 272 210 Cf 1 Jn 16-7 211 Cf AH V 363 212 AH III 174 [Σαρκωϑέντοσ ἐν ἀνϑρόπῳ διὰ τὸν ἄντϑρωπον ηαί πᾶςαν τὴν κατὰ ἄνϑρωπον
οἰκονομίαν ἐκπληρώςαντος mdash Incarnato in homine propter hominem et omnem secundum hominem dispositionen implente]
213 AH IV 202
CAPIacuteTULO III
110 | Humana augens
Asiacute se constituye el cuerpo humano de Cristo como consumacioacuten y plenitud del
Primer Adaacuten214 y se iraacute visibilizando a medida que vaya creciendo y madurando en
el Espiacuteritu Este perfeccionamiento soacutelo seraacute pleno tras su Resurreccioacuten en la
carne gloriosa de Cristo215 que confirmaraacute de alguacuten modo el proceso de
crecimiento realizado hasta la perfecta unidad con el Verbo y gracias al Espiacuteritu
que le ha ido guiando y habitando En su carne gloriosa podraacute ver la luz de Dios la
nuestra y hacerla suya216 No antes porque Cristo fue hombre verdadero y no el
Aacutenthropos Teacuteleios de los gnoacutesticos217
En Cristo de alguna manera218 el hombre ya ha sido unido a Dios por Dios
mismo de ahiacute la seguridad de tal don Y es el mismo hombre Cristo quien vence al
enemigo que rompioacute esta unioacuten Restituye la comunioacuten perdida viviendo Eacutel mismo
la comunioacuten en su propia carne y permitiendo la participacioacuten de todo ser humano
en ella en la medida que dejemos al Espiacuteritu abrazar nuestra carne219 tal como en
la carne de Cristo el hombre abraza al Hijo de Dios220
4 Conclusiones
Verdaderamente para Ireneo la carne es capaz de salvacioacuten capaz de dejarse
transformar por el Espiacuteritu de Dios Por eso el ser humano puede llegar a ser maacutes de
lo que es y en tal crecimiento consiste su vocacioacuten Si la carne estuviera condenada a
ser soacutelo lo que es imposible seriacutea hablar de divinizacioacuten o asemejamiento imposible
hablar de redencioacuten o liberacioacuten del pecado Tampoco de encarnacioacuten de Cristo Y tal
capacidad Ireneo la justifica baacutesicamente desde el poder de Dios si Eacutel lo quiere es
posible Y esto se muestra en nuestra misma vida en carne y sin embargo laquovidaraquo Se
muestra en la Eucaristiacutea que ademaacutes nos nutre como Cuerpo y Sangre de Cristo En
ella no soacutelo el pan y el vino llegan a ser maacutes de lo que son sino que nos ayudan a que
214 Cf Ep 32 AH V 133 215 Cf AH IV 202 334 V 61 A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 467 216 Cf AH V 133 217 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo 510519 ID laquoEl hombre
ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 474-475 218 Cf GS 22 219 Cf AH V 134 220 Cf AH III 163
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 111
nuestra vida tambieacuten llegue a ser laquomaacutesraquo Pero el gran motivo de esperanza y fe es la
misma Carne de Cristo en Cristo mismo A la vez santificada y santificadora mortal y
donadora de inmortalidad por el Espiacuteritu que la habita
Si esto es asiacute y podemos decir que la carne de Cristo es como la nuestra ninguna
duda puede quedarnos iquestCoacutemo podriacutea salvar en siacute mismo algo no asumido iquestcoacutemo
recapitular en Eacutel todo lo creado sin hacerse uno con el aacutenthropos Por eso la
Encarnacioacuten no es apariencia ni algo temporal o transitorio Dios enteramente se
estaacute dando comprometido en esta comunioacuten y mezcla del Verbo con lo humano ya
desde la materia primera desde la mixis inicial antes de ser plasmada en el vientre
de Mariacutea como cada uno de nosotros No hay adopcionismo posible ni docetismos
varios Y esto no soacutelo apoyados en la verdad de la humanidad de Cristo sino tambieacuten
en su divinidad plena y continua En Cristo se contempla bien coacutemo cualquier
movimiento extremo sobredimensionando una de sus naturalezas acaba
distorsionando tambieacuten la otra Como si soacutelo pudiera ser plenamente hombre en la
medida que es plenamente Dios y viceversa
Por eso podemos intuir que la mayor singularidad de Cristo no estaacute en su carne
humana como la nuestra en todo semejante hacieacutendose por nosotros pecado eacutel que
no lo habiacutea cometido221 quizaacute maacutes bien esteacute en la personaliacutesima comunioacuten que en Eacutel
se da entre esta carne y su divinidad entre el hombre y Dios No hay yuxtaposicioacuten
no hay fusioacuten de una en otra hay comunioacuten plena y por tanto en plena libertad En
Eacutel se da ya personalmente lo que Dios ha preparado para cada ser humano para
toda la eternidad Y el misterio estaacute en que de esta manera participamos ya
nosotros inicialmente de dicha comunioacuten Se da un intercambio realmente
admirable
El modo de realizarse tal unioacuten estaacute en la fuerza del Espiacuteritu Santo Ese mismo
Espiacuteritu llamado a hacer de cada ser humano un hijo de Dios por fiel y libre
obediencia Ese mismo Espiacuteritu que modeloacute a Adaacuten y a cada ser humano junto al
Verbo El mismo Espiacuteritu que guiacutea al geacutenero humano que habloacute por los profetas que
habitoacute en Cristo como en su propia casa para poder despueacutes derramarse sobre
nosotros en Pentecosteacutes
Si es asiacute ya sabemos que Dios ni fuerza ni actuacutea por su cuenta ajeno a la
voluntad humana En Dios no hay inmediatez sino paciencia para que cada cual vaya
221 Cf 2 Cor 521
CAPIacuteTULO III
112 | Humana augens
madurando a su ritmo creciendo en la medida que puede y quiere abrirse al
Espiacuteritu Por eso tambieacuten la carne de Cristo tuvo que hacer su propio proceso de
perfeccionamiento seguacuten el Espiacuteritu y a la vez el Espiacuteritu tuvo que ir
acostumbraacutendose a su carne preparando asiacute lo que seriacutea despueacutes en cada ser
humano Si en Cristo la apertura a la voluntad de Dios era plena tambieacuten la accioacuten
del Espiacuteritu en Eacutel pudo serlo no encontroacute impedimento alguno No encontroacute en eacutel
pecado
La plena apertura de la carne humana al Espiacuteritu de Dios es el hombre perfecto
para Ireneo O dicho de otro modo quien alcanza tal perfeccioacuten es que ha ido
creciendo hasta la plenitud a la que Dios nos llama desde siempre porque ha dejado
que el Espiacuteritu vaya entreverando su carne en una sola cosa iquestCoacutemo podriacutea habernos
salvado Cristo hecho hombre por el hombre si no hubiera cumplido en la carne el
designio que Dios previoacute para toda carne iquestCoacutemo podriacutea Cristo iniciar en siacute mismo lo
que seraacute nuestro final y meta si Eacutel no hubiera hecho suyas las mismas leyes y medios
que todos nosotros tenemos Si Cristo en cuanto hombre se hubiera negado a hacer
suya la voluntad del Padre mdashes decir si no hubiera ido creciendo en el Espiacuteritumdash
no podriacuteamos decir que su humanidad nos salva Maacutes auacuten sin Eacutel no podriacuteamos
nosotros crecer en el Espiacuteritu y asemejarnos cada vez maacutes porque no habriacuteamos
contemplado la imagen que nos configura y a la que estamos llamados a
asemejarnos
Podriacuteamos decir entonces que crecer nos salva primeramente en la carne de
Cristo y en segundo lugar en la medida que nosotros nos dejamos acrecentar por su
Espiacuteritu y lleguemos a ver a Dios Nuestra carne viviraacute en la carne gloriosa de quien
nos salvoacute
Capiacutetulo IV
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
CUANDO CRECER NOS SALVA
Salvator quidem quoniam Filius et Verbum Dei
Salutare autem quoniam Spiritus
Salus autem quoniam caro
(AH III 103)
Introduccioacuten
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO IV
114 | Humana augens
Introduccioacuten
La tradicioacuten de la Iglesia a lo largo de los siglos ha mantenido la importancia
salviacutefica de la humanidad de Cristo aunque no sin sobresaltos y esfuerzos para no
caer en extremos La historia de los dogmas asiacute lo muestra Sin embargo en los
uacuteltimos tiempos resuena de nuevo con fuerza el cuestionamiento teoloacutegico en
torno a la humanidad de Cristo1 Alguacuten autor llega a afirmar que es laquoel tema mayor
del debate cristoloacutegico contemporaacuteneoraquo2 (tras el Vaticano II) despueacutes de estudiar
con detenimiento coacutemo ha influido la investigacioacuten histoacuterica sobre la cristologiacutea y
la cuestioacuten del pluralismo religioso cada vez maacutes presente No queremos entrar
aquiacute a analizar la tesis que G Uriacutebarri mantiene en su libro maacutes bien nos interesa
constatar la importancia de este tema y aprovechar diversos desarrollos
sistemaacuteticos3 para centrar nuestras conclusiones en torno al necesario crecimiento
de la humanidad de Cristo para nuestra salvacioacuten Tendremos especialmente
presente Gaudium et spes 224
Es evidente que Ireneo no puede dar respuesta a todas las cuestiones
cristoloacutegicas que ha llevado siglos asentar y discernir por la Iglesia Sin embargo
no es menos cierto que llama la atencioacuten la profundidad de sus intuiciones
teoloacutegicas ya en el siglo II la iacutentima relacioacuten entre Cristo y todo ser humano la
personalizacioacuten de la salvacioacuten en la persona Cristo el valor absoluto y eterno que
tiene para Dios la carne la dignidad de la persona en su corporalidad concreta y
fiacutesica el dinamismo espiritual que acrecienta al ser humano como parte esencial de
1 Coacutemo se entienda esta humanidad es uno de los posibles errores actuales sobre la fe en el Hijo de
Dios hecho hombre junto al cuestionamiento de la preexistencia y de la unioacuten hipostaacutetica en la Declaracioacuten de la CONGREGACIOacuteN PARA LA DOCTRINA DE LA FE Mysterium Filii Dei (1972) 3 Los tres puntos son esenciales en la teologiacutea de Ireneo y en nuestro trabajo Maacutes recientemente tambieacuten J RATZINGER entonces Prefecto de la Congregacioacuten para la Doctrina de la Fe sentildealoacute la dificultad de integrar adecuadamente la verdadera humanidad de Cristo en la teologiacutea actual en la introduccioacuten que hace a la Declaracioacuten Dominus Iesus (2000) (cf CONGREGACIOacuteN PARA LA DOCTRINA DE LA FE Declaracioacuten laquoDominus Iesusraquo Documentos comentarios y estudios [Madrid 2002] 11-18)
2 G URIacuteBARRI La singular humanidad de Jesucristo El tema mayor de la cristologiacutea contemporaacutenea (Madrid 2008) 29
3 Ademaacutes del citado libro para toda esta parte L F LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos (Madrid 2007)
4 laquoGaudium et spesraquo Documentos del Vaticano II (Madrid 1968)
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 115
su ser la relacioacuten personal e iacutentima entre Dios y el hombre como horizonte
escatoloacutegico de plenitud5
Por eso queremos recapitular los pasos que hemos ido dando y situarlos
brevemente a la luz que la tradicioacuten y la fe de la Iglesia nos aportan Lo
sistematizamos en tres afirmaciones cristoloacutegicas dogmaacuteticas que a nuestro
modo de ver no soacutelo permiten sino que piden desde la antropologiacutea y cristologiacutea
de Ireneo tomar con mayor seriedad el crecimiento en la humanidad de Cristo Los
tres temas son
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona
Cuando decimos que Cristo es perfectamente hombre y hombre perfecto iquestde
queacute estamos hablando iquesten queacute consiste ser aacutenthropos iquestqueacute rasgos son
indelebles a la condicioacuten humana Con una pregunta similar comenzaacutebamos
nuestro trabajo y por eso buscamos una antropologiacutea que nos dijera en queacute
consiste el ser humano para despueacutes poder entender mejor la humanidad perfecta
de Cristo y si en ella se dio o no el crecimiento para nuestra salvacioacuten Es tambieacuten
una de las preguntas que estaacuten en la base de GS 22
En realidad el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado Porque Adaacuten el primer hombre era figura del que habiacutea de venir es decir Cristo nuestro Sentildeor Cristo el nuevo Adaacuten en la misma revelacioacuten del misterio del
5 Para T SPIDLIacuteK laquoLa gran aportacioacuten de Ireneo en contra de los gnoacutesticos consiste en haber
eliminado el concepto de espiritual por naturaleza (como inmaterial) Distingue claramente este don del Espiacuteritu que los teoacutelogos escolaacutesticos llamaraacuten sobrenaturalraquo (La espiritualidad del oriente cristiano [Burgos 2004] 54) No podemos entrar en este tema tan importante pero sin duda la teologiacutea de Ireneo permitiriacutea abordar la cuestioacuten del natural-sobrenatural la libertad y la gracia con una amplitud y profundidad nada desdentildeable puesto que para eacutel no hay un doble fin en el ser humano En Ireneo tanto para hacerse primero aacutenthropos verdadero como para llegar a ser dios el camino y los medios son los mismos la accioacuten del Espiacuteritu en la carne que libre y obedientemente lo acoge Sobre esta uacutenica vocacioacuten humana que es divina la relacioacuten entre la libertad y la gracia cf J L RUIZ DE LA PENtildeA El don de Dios Antropologiacutea teoloacutegica especial (Santander 21991) 267-304337-406 Para el problema de la libertad y la gracia nunca separadas desde la perspectiva de Oriente cf V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente (Barcelona 22009) 147 ss
CAPIacuteTULO IV
116 | Humana augens
Padre y de su amor manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocacioacuten Nada extrantildeo pues que todas las verdades hasta aquiacute expuestas encuentren en Cristo su fuente y su corona El que es imagen de Dios invisible (Col 115) es tambieacuten el hombre perfecto que ha devuelto a la descendencia de Adaacuten la semejanza divina deformada por el primer pecado6
Si para conocer en queacute consiste esta perfecta humanidad de Cristo tenemos
que mirar al hombre a su vez soacutelo podemos comprender el misterio del hombre
contemplando a Cristo Ireneo antildeadiriacutea a Cristo glorioso pues a imagen de eacuteste
fuimos creados y eacutel es nuestro fin Asiacute origen y finalidad se identifican en el ser
humano7 otorgaacutendole una dignidad que de otro modo seriacutea impensable iquestcoacutemo es
posible que algo tenga su origen en lo que seraacute su meta Y de ser asiacute iquestno
estariacuteamos hablando de una especie de determinismo de ausencia de libertad en la
criatura Para Ireneo la historia el tiempo y la capacidad de crecimiento o
maduracioacuten que posibilite la perfeccioacuten logran armonizar todos estos puntos De
ahiacute tambieacuten la grandeza que otorga a la materia a la carne a la corporalidad8
pues Dios ha querido que fuera justamente la carne lo maacutes alejado de Dios quien
hiciera este proceso de divinizacioacuten En Cristo la carne tiene su origen y su fin9 de
quien recibe su bondad esencial10 iquestCoacutemo podriacuteamos afirmar esto dejando espacio
a la libertad y decisioacuten humana sin el don del libre crecimiento es decir de poder
elegir que el Espiacuteritu de Dios nos vaya transformando hasta llegar a ser maacutes de lo
que somos Por eso si Cristo es el origen y la meta de todo lo creado cuaacutento maacutes
no lo seraacute del ser humano que el mismo Verbo junto al Espiacuteritu modela a su imagen
y semejanza
La encarnacioacuten de Cristo visibilizando la imagen a la que fuimos creados la
perfeccioacuten a la que estamos llamados a llegar por semejanza estaba prevista por el
Padre antes del pecado Porque la imposibilidad de llegar hasta Dios siendo carne
no viene marcada por el pecado sino por la incapacidad propia de lo que no es
6 GS 22 a 7 Cf Ep 22 AH III 2110 223 En palabras de SAN JUAN DAMASCENO el hombre fue creado
deificaacutendose tendiendo hacia la unioacuten con Dios (cf Exposicioacuten de la fe II 12 PG t 94 col 924a) 8 Cf GS 14 9 Cf H U VON BALTHASAR Teodramaacutetica IV (Madrid 1995) 448 10 Cf A CORDOVILLA Gramaacutetica de la encarnacioacuten La creacioacuten en Cristo en la teologiacutea de K Rahner y
Hans Urs von Balthasar (Madrid 2004) 34
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 117
Dios11 Por eso soacutelo puede llevarse a cabo por el Espiacuteritu y por la docilidad humana
a su accioacuten Otra cosa es que ademaacutes esta economiacutea nuestra ha sido marcada por
el pecado y desde ahiacute Cristo nos llevaraacute a la plenitud que esperamos con su
obediencia rescata nuestra desobediencia con su novedad destierra todo lo viejo
del hombre12 Para Ireneo esta novedad que no conlleva ruptura radical sino
continuidad y plenitud es Cristo mismo13
Cristo es la novedad que da a la antropologiacutea cristiana un optimismo central14
No ingenuo pues sabe el hombre de queacute estaacute hecho15 y coacutemo ha caiacutedo16 La
dignidad creatural que Dios quiso dar al ser humano por encima de todo lo
creado17 se aplica en el nuevo Testamento a Cristo laquoImagen de Dios invisible
primogeacutenito de toda creacioacutenraquo18 y en Eacutel se engrandece auacuten maacutes La obra de Dios
Arte en sus manos para Ireneo es ahora una criatura nueva bajo el prisma de la
carne de Cristo19 Porque Eacutel es el Hombre nuevo20 medida de todo hombre que
ademaacutes rompe las ataduras del pecado que nos esclaviza21 porque eacuteste nunca seraacute
tan fuerte que impida llevar a cabo el plan de Dios De este modo al salvarnos nos
redime de tal forma que no soacutelo visibiliza su perfeccioacuten sino que posibilita
tambieacuten la nuestra
Este punto es importante y creo que clave en Ireneo Cristo no entra en
relacioacuten con el hombre por el pecado sino por Creacioacuten por finalidad por
vocacioacuten por querer de Dios No es lo mismo supeditar su venida a nuestro pecado
11 Cf AH III 191 Posiblemente nos hemos laquoacostumbradoraquo a hablar de un Dios laquoἔνςαρκοσraquo aunque
a menudo no acabemos de otorgar a tal confesioacuten un nivel que supere lo simboacutelico-sacramental pero ciertamente poner el acento en la carne como salvacioacuten de Dios es impresionante (cf K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV [Madrid 1964] 139-157) Maacutes frecuente es encontrar discursos similares al de Ireneo que finalmente acaban hablando del alma como lugar privilegiado de encuentro con Dios pensando mdashen el fondomdash como TACIANO laquoel Dios perfecto es incorpoacutereo [ἄςαρκοσ]raquo cit por A ORBE laquoDefinicioacuten del hombre en la teologiacutea del siglo IIraquo Gregorianum 48 (1967) 522-576 Aquiacute 526
12 Cf Rm 66 2Cor 517-18 Ef 422 Jn 129 13 Cf AH IV 341 14 Cf Sal 8 5-7 1443 Si 171-3 Sab 223 Gn 21519-20 15 Cf Gn 126-27 2 7 51 9 67 Sal 1444 395-7 6210 40 5-6 10314 16 Cf Gn 36 48 65-12 17 Cf GS 24 18 Col 115 Cf 2Cor 44 Flp 26 Hb 1 2-3 19 Cf 2Cor 517 Ef 215-16 422 Gaacutel 615 Rm 64 20 Ef 424 21 Cf Rm 518 1Cor 1521-22 2Cor 327 Gaacutel 51 Jn 83236
CAPIacuteTULO IV
118 | Humana augens
que saber que nuestra relacioacuten con eacutel fundamenta nuestro ser22 La posicioacuten de
Ireneo es inequiacutevoca si Cristo es el Hombre perfecto a cuya imagen hemos sido
creados forma parte del ser humano en su creacioacuten en su definicioacuten en su fin y en
su realizacioacuten uacuteltima23 En Occidente esta forma de comprender la encarnacioacuten y
de articular salvacioacuten y redencioacuten se fue perdiendo por desgracia pero no es ajena
a nuestra fe24 Diraacute Ireneo que Cristo al encarnarse recobroacute al ser humano
perdido25 por el pecado para recapitular en siacute mismo al hombre tal como el Padre
lo habiacutea preparado desde siempre Con el pecado cambia el modo no el fin pues
Cristo Hombre perfecto es nuestro fin En la misma liacutenea dice Tertuliano
laquoDios hizo al hombre lo hizo a imagen de Diosraquo (Gn 117) iquestPor queacute no dice laquoa su imagenraquo si era uno el que haciacutea y no habiacutea otro a imagen del cual lo haciacutea Pero habiacutea uno a imagen del cual lo haciacutea es decir el Hijo el cual debiendo ser el hombre maacutes cierto y maacutes verdadero [homo futurus certior et verior] quiso que fuera llamado hombre a su imagen que entonces iba a formar del barro imagen y semejanza del verdadero26
Decir Hombre Perfecto es tambieacuten decir Hombre Verdadero27 Y tal como lo
presenta Ireneo la verdad del ser humano se recibe por creacioacuten pero se va
laquohaciendoraquo Propio del aacutenthropos es que naciendo hombre debe ir laquohacieacutendose
hombreraquo [ἀνδρωϑῆναι]28 progresivamente y soacutelo asiacute llegaraacute a ser maacutes que
hombre dios Que tal proceso no se malograraacute irremediablemente tiene su
22 Sin entrar en detalles podemos recordar la exclamacioacuten del pregoacuten pascual laquoiexclFeliz culpa que
merecioacute tal redentorraquo que repetimos cada antildeo o algunos de los textos maacutes significativos de AGUSTIacuteN marcando en buena parte la teologiacutea occidental laquoSi homo non perisset Filius hominis non venissetraquo (Sermo 1742 Cit por L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 48)
23 Cf AH III 2213V 162 Ep 32 22 laquoEn rigor la teleiocircsis difiere de la impecancia (ἀναμαρτηςία) y el hombre perfecto del impecable (ἀναμαρτητοσ) Pudo Adaacuten no haber faltado en el paraiacuteso ganando continuamente en perfeccioacuten positivaraquo (A Orbe laquoHomo nuper factusraquo Gregorianum 46 [1965] 481-544 aquiacute 487)
24 Cf L F LADARIA laquoEl hombre creado a imagen de Diosraquo B SESBOUumlEacute (dir) Historia de los dogmas II El hombre y su salvacioacuten (Salamanca 1996) 75-93 W PANNENBERG Teologiacutea sistemaacutetica II (Madrid 1996) 429 J MOLTMANN El futuro de la creacioacuten (Salamanca 1979) 130-136 M GESTEIRA laquoLa nueva creacioacutenraquo Revista espantildeola de Teologiacutea 57 (1997) 389-418
25 Cf AH III 193 26 Adversus Praxean XII 3-4 Seguacuten A ORBE foacutermulas de Tertuliano como eacutesta laquoreincidenraquo en las
ideas de Ireneo (Cf laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de Ireneoraquo Gregorianum 43 (1962) 449-491 Aquiacute 456 nota 31)
27 De hecho laquoHombre Nuevoraquo es el tiacutetulo de GS 22 y volveraacute a aparecer en GS 41 Curiosamente en un principio se pensoacute titular el nordm 22 como laquoHombre Perfectoraquo (cf L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 64 nota 30)
28 AH IV 383
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 119
garantiacutea en Cristo porque en siacute mismo laquogarantizaraquo su encarnacioacuten No por
necesidad sino por deseo divino
Lo que Dios plasmoacute lo hizo a imagen de Dios es decir de Cristo [] Por ello aquel barro que ya entonces revestiacutea la imagen de Cristo que se iba a encarnar no era solamente una obra de Dios sino una garantiacutea [de la encarnacioacuten futura]29
Desde los inicios tal laquogarantiacutearaquo soacutelo puede asentarse en la fe en su divinidad
De hecho la primera declaracioacuten conciliar en Nicea (325) afirma la
consustancialidad30 del Hijo con el Padre como respuesta al conflicto arriano ni
hay divisioacuten sustancial en Dios ni el Hijo es de inferior sustancia o rango31
Un siglo despueacutes la iglesia necesitoacute profundizar en la unidad que se daba en
Cristo Dios perfecto y hombre perfecto como diraacute el concilio de Eacutefeso32 (431)
insistiendo ahora en su humanidad abriendo la reflexioacuten a Calcedonia (451)33
Perfecto en la divinidad y perfecto en la humanidad verdaderamente Dios y verdaderamente hombre [] consustancial con el Padre seguacuten la divinidad y consustancial con nosotros seguacuten la humanidad en todo semejante a nosotros excepto en el pecado (cf Hb 415)34
En este momento una vez asentada la divinidad de Cristo ya habiacutea conciencia
de que se jugaba la verdad de la salvacioacuten en la perfeccioacuten de la humanidad
asumida y en la manera de comprender la unidad cristoloacutegica Se entiende su
humanidad perfecta en cuanto verdadera y completa asumiendo un cuerpo y un
alma racional (superado el apolinarismo35) aunque no se llega auacuten a dar respuesta
29 TERTULIANO De res mort VI 3-5 Cit por L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 51 K RAHNER llegoacute a
formular que la encarnacioacuten es condicioacuten de posibilidad para la creacioacuten cf laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV (Madrid 1964) 139-157 aquiacute 151 A CORDOVILLA Gramaacutetica de la encarnacioacuten La creacioacuten en Cristo en la teologiacutea de K Rahner y Hans Urs von Balthasar (Madrid 2004) 183-228
30 laquoὀμοούςιον τῳ πατρί [quod graece dicunt homousion]raquo DH 125
31 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I El Dios de la salvacioacuten (Salamanca 2004) 196-198 Seguacuten T SPIDLIacuteK la devocioacuten a la humanidad de Cristo surge maacutes de la reflexioacuten teoloacutegica posterior que de una piedad expliacutecita entre los primeros cristianos al menos en el oriente cristiano Como si asumir la carne del Verbo lo limitado lo humanado lo humillado no fuera acogido por los creyentes maacutes que tras un proceso que se hace expliacutecito con Juan Damasceno Si esto es asiacute el valor de Ireneo es mayor auacuten Cf La espiritualidad del oriente cristiano (Burgos 2004) 67
32 Incluida la foacutermula de unioacuten DH 272-273 33 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 303-307 319-324 34 DH 301 35 Cf DH 146 B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 281-283
CAPIacuteTULO IV
120 | Humana augens
a la unioacuten de ambas naturalezas36 No podemos encontrar en Ireneo este lenguaje y
esta problemaacutetica pero siacute la afirmacioacuten rotunda de ser un hombre verdadero
carne de nuestra carne puesto que es comuacuten en eacutel hablar del hombre en su
totalidad mdashcarne alma y espiacuteritumdash y a modo de metonimia llamarlo laquocarneraquo
Conviene recordar aquiacute lo visto en torno a la antropologiacutea tricotoacutemica y coacutemo en el
alma como soplo vital reside la libertad y la eleccioacuten el discernimiento el
ensamblaje entre carne y espiacuteritu para que una se someta al otro37 Puesto que
para Ireneo no hay hombre completo sin los tres elementos38 y sabiendo la
importancia que eacutel da a la libertad humana es evidente que con otro lenguaje
siglos antes coincide de lleno con la foacutermula calcedoniana39
Por otro lado si afirmamos que fue hombre perfecto y a la vez decimos que fue
semejante en todo a nosotros menos en el pecado estamos confesando con el
Nuevo Testamento y con la tradicioacuten de la Iglesia que el pecado no forma parte de
la humanidad en siacute misma40 Se puede no tener pecado y ser plenamente
humano41 Ya hemos visto coacutemo Ireneo no minimiza la seriedad de la
desobediencia humana engantildeados por el Seductor sino que engrandece auacuten maacutes
la bondad y misericordia de Dios que sigue adelante con su proyecto maacutes allaacute de
nuestra lejaniacutea Por eso para Ireneo la encarnacioacuten no es un momento puntual sino
un doble proceso en la medida que la divinidad se abaja y vaciacutea de siacute42 la
humanidad de Cristo como la nuestra se dispone a ir creciendo en el Espiacuteritu
36 Sobre la recepcioacuten de Calcedonia y el neocalcedonismo cf G URIacuteBARRI La singular humanidad
103-145 laquoEl dinamismo encarnatorio seguacuten las homiliacuteas catequeacuteticas de Teodoro de Mopsuestiaraquo Estudios Eclesiaacutesticos 81 (2006) 37-95 Aquiacute 40-50 B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 323-335 J RATZINGER Miremos al Traspasado (Santa Fe 2007) 45-51 BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret Desde la entrada en Jerusaleacuten hasta la Resurreccioacuten (Madrid 2011) 187-189
37 Cf AH V 91 38 Cf AH V 61 39 O GONZAacuteLEZ DE CARDEDAL ve en Ireneo una laquoanticipacioacutenraquo de las foacutermulas calcedonenses laquoCristo es
uno y el mismo [εἷσ καὶ ὁ ἀυτόσ]raquo Algunos textos que resalta en este sentido son AH III 168-9 IV 6367 Tambieacuten ve un anticipo de la teoriacutea de las propiedades de Cristo (AH III 92 192 V 173 V 211 III 214 IV 242) y parte del vocabulario que despueacutes expresaraacute la unioacuten entre Dios y el hombre ςάρκωςις ἕνωςισ unitio commixtio communio habitatio adsumptio (AH III 183 191 V 144 IV 3311 III 187 IV 344 IV 204 III 202 IV 334 V 13) Cf Cristologiacutea (Madrid 22005) 214-215
40 Cf Capiacutetulo III
41 Cf Rm 83 2Cor 521 Gaacutel 313 1Pe 221-22 Resaltado tambieacuten en LEOacuteN MAGNO laquoAdsumpsit formam servi sine sorde peccati humana augens divina non minuensraquo (Tomus ad Flavianum DH 293)
42 Cf Flp 26-11
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 121
elevaacutendose hasta Dios43 En la visibilidad de la encarnacioacuten Cristo hace visible este
misterio inserto en todo ser humano44 mostrando la perfeccioacuten a la que somos
llamados seguacuten su humanidad gloriosa sometido a los mismos avatares45 que
cualquier otro hombre tiene que vivir Pero en Eacutel ya se ha realizado ese camino e
incluye la glorificacioacuten Se trata entonces de un crecimiento que no se reduce a la
laquoκένοςισraquo sino que incluye tambieacuten crecer en la laquoπλήροςισraquo teologiacutea bellamente
expresada en el himno de Pablo a los Filipenses impregnado de esta misma
dinaacutemica [γενόμενοσ] de crecimiento libre y personal46
Por eso es tan importante poder hablar de plena libertad y voluntad humana
en Cristo para llevar a cabo su vida y misioacuten tal como lo confirmoacute el concilio III de
Constantinopla (680-681)47 Nos salva en su humanidad en la medida que va
aprendiendo a obedecer no sin sufrimiento hasta la muerte en cruz48 Es decir en
la medida que va conformando su voluntad humana a la del Padre en la medida
que va entrando en comunioacuten cada vez maacutes plena con Eacutel y con el Espiacuteritu que le
guiacutea Asiacute se perfecciona su carne y con ella toda la humanidad asiacute se abre la
posibilidad de perfeccioacuten en su carne para todo ser humano49 que tampoco podraacute
darse sin libertad y sin sufrimiento
Cordero inocente con la entrega libeacuterrima de su sangre nos merecioacute la vida En El Dios nos reconcilioacute consigo (cf 2 Cor 518 Col 120-22) y con nosotros y nos liberoacute de la esclavitud del diablo y del pecado por lo que cualquiera de nosotros puede decir con el Apoacutestol laquoEl Hijo de Dios me amoacute y se entregoacute a siacute mismo por miacuteraquo (Gal 220) Padeciendo por nosotros nos dio ejemplo para seguir sus pasos (cf 1 Pe 221 Mt 1624 Lc 1427) y ademaacutes abrioacute el camino con cuyo seguimiento la vida y la muerte se santifican y adquieren nuevo sentido50
43 Para LADARIA en la foacutermula de Calcedonia se afirma impliacutecitamente una perfeccioacuten en Cristo que
consiste en laquoun crecimiento de la humanidad paralelo al despojamiento y a la keacutenosis del Hijo de Diosraquo (Jesuacutes salvacioacuten de todos 20-21)
44 Cf AH V 62 45 Cf Gaacutel 44 46 laquoὃσ ἐν μορφῇ Θεοῦ ὑπαρχων οὐχ ἁρπαγμὸν ἡγήςατο τὸ εἷναι ἴςα Θεῷ ἀλλὰ ἑαυτον μορφὴν
δούλον λαβών ἐν ὁμοιώματι ἀνθρώπων γενόμενοσmiddot καὶ ςχὴνατι εὑρεϑεὶσ ὡσ ἄνϑρωποσ ἐταπείνωςεν ἑαυτὸν γενόμενοσ ὑπήηοοσ μέξρι ϑανάτου ϑανάτου δὲ ςταυροῦraquo (Flp 26-8)
47 Cf DH 556-558 B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 343-345 48 Hb 210 58-9 Cf A VANHOYE Sacerdotes antiguos sacerdote nuevo seguacuten el nuevo testamento
(Salamanca 1984) 75-100 49 Cf Hb 10 19 50 GS 22
CAPIacuteTULO IV
122 | Humana augens
El sufrimiento y la cruz fueron perfeccionando51 a Cristo y en la medida que
vayamos conformaacutendonos con Eacutel aprenderemos tambieacuten nosotros laquosufriendo a
obedecerraquo o dicho de otra manera aprenderemos a dar un sentido nuevo al
sufrimiento y la muerte de modo que lejos de aplastarnos o empequentildeecernos
nos haga crecer hasta la resurreccioacuten El perfeccionamiento de Cristo no es
perfeccioacuten moral ni su glorificacioacuten es un premio divino por los meacuteritos
realizados52 Es una perfeccioacuten que maacutes tiene que ver con realizar profundamente
lo que ya se es y con unirse cada vez maacutes iacutentimamente a Dios en cuanto hombre
Teodoro de Mopsuestia principal exponente de la escuela antioquena comparte
esta visioacuten con Ireneo dotando a la encarnacioacuten de un dinamismo que da un realce
salviacutefico claro a la humanidad de Cristo a su libertad y al Espiacuteritu mdashgraciamdash que le
unge y acompantildea en el proceso
Eacutel [Cristo] tambieacuten avanza hacia el bautismo a fin de transmitir de una manera ordenada la vida del evangelio y finalmente recibe la muerte y la abole Habriacutea sido simple y faacutecil para Dios haberlo hecho de golpe inmortal e incorruptible e inmutable tal y como deviene despueacutes de la resurreccioacuten Pero porque no era solamente a eacutel a quien queriacutea hacer inmortal e inmutable sino tambieacuten a nosotros que estamos asociados a eacutel en su naturaleza era necesario a causa de esta misma asociacioacuten que fuera en eacutel donde se realizaran las primicias de todos nosotros como dice el bienaventurado Pablo laquoque eacutel sea el primero en todoraquo (Col 119)53
Desde otras coordenadas el texto expresa con toda claridad el sentido salviacutefico
del crecimiento en la humanidad de Cristo apoyaacutendose justamente en una de las
premisas clave de Ireneo la carne tiene su ritmo precisa tiempo paciencia
libertad para acoger la accioacuten de Dios Y si esto es asiacute para toda carne tambieacuten
tuvo que serlo para la humanidad de Cristo salvacioacuten de todos
Desde Ireneo en coherencia con su antropologiacutea y cristologiacutea eliminar el
crecimiento y el perfeccionamiento progresivo en la humanidad de Cristo es
inviable Cuando se dice laquoEl Verbo de Dios [] entroacute como hombre perfecto en la
historia del mundo asumieacutendola y recapitulaacutendola en siacute mismo (cf Ef 110)raquo54
podemos confundir la realizacioacuten plena con la posibilidad de tal realizacioacuten
restando importancia a la encarnacioacuten verdadera Es decir el Verbo de Dios
51 Cf A VANHOYE Sacerdotes antiguos sacerdote nuevo 176-180
52 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 200 53 Hom VI 11 Cit por G URIacuteBARRI El dinamismo encarnatorio 73 54 GS 38
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 123
asumioacute nuestra carne y se hizo uno de nosotros para recapitular en siacute mismo todas
las cosas pero lo hizo primero como nintildeo se hizo hombre amoacute eligioacute y obedecioacute
libremente como hombre y asiacute llegoacute a ser hombre perfecto tras la muerte y
resurreccioacuten cuando su carne estuvo totalmente tomada por el Espiacuteritu Es decir
dando un sentido salviacutefico a su crecimiento no obviaacutendolo
Dando un paso maacutes del mismo modo que para Ireneo no hay ser humano sin
mezcla con espiacuteritu mdashen la medida que seamdash tampoco la humanidad de Cristo por
siacute sola tiene consistencia salviacutefica Por un lado no existiriacutea sin la comunioacuten
personal con el Verbo sin su divinidad por otro no salvariacutea sino fuera plenificada
por el Espiacuteritu O dicho de otro modo la iniciativa y preponderancia divina puede y
debe mantenerse tambieacuten en la persona de Cristo mismo sin que esta especie de
laquoasimetriacutearaquo55 suponga mengua ninguna a la plena humanidad de Cristo ni a una
comunioacuten verdadera de naturalezas Asiacute esa cierta laquocompenetracioacutenraquo entre lo
humano y lo divino (περιχώρηςισ εἰσ ἀλλήλασ) no es indiferente proviene de la
divinidad y no de la carne56 que maacutes bien se hace partiacutecipe por las cualidades que
recibe de Dios
Biacuteblicamente despueacutes de Cristo no podemos leer el relato del Geacutenesis
aseacutepticamente57 pues ahora sabemos que la creacioacuten es en Cristo58 mdashno soacutelo en el
Verbomdash y nosotros somos llamados a conformarnos con Eacutel59 Es el Espiacuteritu quien
hace posible en nosotros lo que ya realizoacute en Cristo una vez que se
laquoacostumbroacuteraquo60 a su carne para que el hombre se acostumbrara al querer de Dios
a la novedad de Cristo y deseaacutendolo cooperaraacute con Eacutel para su propia salvacioacuten Por
55 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 116 56 En la liacutenea de Maacuteximo el Confesor y San Juan Damasceno Cf V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la
Iglesia de Oriente 107-108
57 L F LADARIA sentildeala como dato significativo que el Concilio Vaticano II comience a hablar de la dignidad del ser humano en GS 12 desde el relato del Geacutenesis (Jesuacutes salvacioacuten de todos 45 nota 5)
58 Cf 2Cor 44 Col 115 59 Cf Rm 829 1Cor 1549 2Cor 318 60 AH III 171
CAPIacuteTULO IV
124 | Humana augens
eso tampoco podemos cifrar todo el misterio salviacutefico en Cristo dejando a un lado
la accioacuten del Espiacuteritu que tan presente tuvieron los Padres61
[Este es] el viacutenculo entre el misterio salviacutefico del Verbo encarnado y el del Espiacuteritu Santo que actuacutea el influjo salviacutefico del Hijo hecho hombre en la vida de todos los hombres llamados por Dios a una uacutenica meta ya sea que hayan precedido histoacutericamente al Verbo hecho hombre o que vivan despueacutes de su venida en la historia de todos ellos es animador el Espiacuteritu del Padre que el Hijo del hombre dona libremente cf Jn 334)62
Para Ireneo Cristo es el uacutenico Hombre perfecto en siacute mismo ya glorificado
como laquofin de la historia humana punto de convergencia hacia el cual tienden los
deseos de la historia y de la civilizacioacuten centro de la humanidad gozo del corazoacuten
humano y plenitud total de sus aspiracionesraquo63 Recapitular como afirma Ireneo
no es que el Hijo deacute fin a todo lo creado desde Eacutel por ser Eacutel sino desde Eacutel porque
estuvo en el origen y en el ser mismo de lo creado Es mucho maacutes que un mediador
externo Pero por ello no podemos hacer de su humanidad algo terminado ya
desde el inicio porque entonces no seriacutea humanidad verdadera como la nuestra y
lo salvado no habriacutea sido nuestra carne o se habriacutea hecho laquoautomaacuteticamenteraquo sin
respetar el proyecto que Dios mismo ha marcado
No soacutelo creemos que Cristo es Hombre Perfecto sino que sieacutendolo nos
perfecciona Soacutelo asiacute puede unir en su cuerpo nuestro origen (creacioacuten) nuestra
vida (asemejamiento progresivo y pecado) y nuestro fin (recapitulacioacuten) desde
dentro desde nosotros mismos y soacutelo puede hacerlo porque es Dios Es la
realizacioacuten plena del dinamismo creatural que Eacutel mismo plasmoacute en nosotros con el
Padre y el Espiacuteritu64 Y nuestra perfeccioacuten soacutelo puede consistir en participar de su
perfeccioacuten acogieacutendola libremente y realizaacutendola en nuestra vida Con razoacuten
podemos decir que laquoquien sigue a Cristo el Hombre Perfecto se hace maacutes
61 Cf L F LADARIA laquoHumanidad de Cristo y don del Espiacuterituraquo Estudios Eclesiaacutesticos 51 (1996) 321-
345 ID laquoCristologiacutea del Logos y cristologiacutea del Espiacuterituraquo Gregorianum 61 (1980) 353-360 ID laquoLa uncioacuten de Jesuacutes y el don del Espiacuterituraquo Gregorianum 71 (1990) 547-571
62 Dominus Iesus 12 63 GS 45 64 Cf H U VON BALTHASAR Teodramaacutetica III (Madrid 1993) 237-238 W PANNENBERG Teologiacutea
Sistemaacutetica II (Madrid 1996) 25
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 125
hombreraquo65 Y al hacerse maacutes hombre se hace maacutes que hombre crece por encima de
sus posibilidades66 Y creciendo es salvado67
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten
El concilio Vaticano II en GS 22 expresoacute con rotundidad algo que la tradicioacuten
de la Iglesia ha mantenido siempre aunque desde distintas perspectivas
En eacutel (Cristo) la naturaleza humana asumida no absorbida ha sido elevada tambieacuten en nosotros a dignidad sin igual El Hijo de Dios con su encarnacioacuten se ha unido en cierto modo con todo hombre Trabajoacute con manos de hombre pensoacute con inteligencia de hombre obroacute con voluntad de hombre amoacute con corazoacuten de hombre Nacido de la Virgen Mariacutea se hizo verdaderamente uno de los nuestros semejantes en todo a nosotros excepto en el pecado68
Ireneo utiliza expresamente este verbo laquoabsorberraquo69 para expresar la
salvacioacuten de la carne la asuncioacuten que de ella va haciendo el Espiacuteritu si no
encuentra impedimentos Sin embargo ciertamente el sentido es el mismo que
quiere transmitir el Vaticano II y anteriormente el II y III concilio de
Constantinopla garantizar que la carne no se pierde en el proceso de divinizacioacuten
o asemejamiento que la resurreccioacuten de la carne pasa por mantener esa misma
carne resucitada Por eso Ireneo y el Concilio hablan de laquoelevacioacutenraquo a una dignidad
mayor que no es otra que la que el Padre ya previoacute en la creacioacuten por encima de
los aacutengeles70
65 GS 41 66 IGNACIO DE ANTIOQUIacuteA lo expresa con total claridad ante su martirio inminente laquoNo impidaacuteis que
viva no queraacuteis que muera [] Dejadme alcanzar la luz pura Cuando eso suceda sereacute un hombre [ἐκεῖ παραγενόμενοσ ἄνϑρωποσ ἔςομαι] Permitidme ser imitador de la pasioacuten de mi Diosraquo (A los romanos VI 2-3 Ed JJ AYAacuteN CALVO Ignacio de Antioquiacutea-Policarpo de Esmirna-Carta de la iglesia de Esmirna [Madrid 1999] 156-157) El mismo Ireneo se hace eco de su experiencia en AH V 284
67 laquoEl disciacutepulo que camina con Jesuacutes se veraacute implicado con eacutel en la comunioacuten con Dios Y esto es lo que realmente salva el trascender los liacutemites del ser humano algo para lo cual estaacute ya predispuesto desde la creacioacuten como esperanza y posibilidad por su semejanza con Diosraquo BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret (Madrid 2007) 30
68 GS 22 b 69 Cf AH IV 384 70 Cf AH V 363
CAPIacuteTULO IV
126 | Humana augens
Creo que Ireneo expresa magniacuteficamente esta participacioacuten71 de todo ser
humano en la humanidad de Cristo en virtud de la encarnacioacuten72 Y esto se realizoacute
de una vez para siempre ya no tiene vuelta atraacutes Todo ser humano por el hecho
de serlo estaacute unido en cierto modo con Cristo Verbo encarnado Ciertamente por
el Bautismo los cristianos somos incorporados de un modo especialiacutesimo a su
Cuerpo que es la Iglesia73 y en ella vamos creciendo y madurando hasta Dios
nutrieacutendonos con la Eucaristiacutea y dejaacutendonos llevar por su Espiacuteritu Asiacute es Asiacute lo
reconoce tambieacuten Ireneo en el lugar clave que da a la Iglesia en el mundo con una
funcioacuten sacramental sagrada garante de la verdad recibida74 Sin embargo por la
encarnacioacuten se da una unioacuten gratuita y definitiva que aunque germinal es previa
mdashpor decirlo asiacutemdash a la confesioacuten bautismal
Asociado al misterio pascual configurado [el cristiano] con la muerte de Cristo llegaraacute corroborado por la esperanza a la resurreccioacuten Esto vale no solamente para los cristianos sino tambieacuten para todos los hombres de buena voluntad en cuyo corazoacuten obra la gracia de modo invisible Cristo murioacute por todos y la vocacioacuten suprema del hombre en realidad es una sola es decir la divina En consecuencia debemos creer que el Espiacuteritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que en la forma de soacutelo Dios conocida se asocien a este misterio pascual75
La antropologiacutea positiva y optimista de Ireneo permite fundamentar esto
desde la protologiacutea y no solo de cara a la redencioacuten o la escatologiacutea Aunque
ciertamente es un terreno menos transitado por la teologiacutea76 me parece
fundamental recuperar la dignidad creatural del ser humano como fundamento
teoloacutegico Dios quiere que el aacutenthropos pueda llegar a ser libre y gozosamente
imagen y semejanza suya77 pues fue plasmado cuidadosamente con sus propias
Manos De ahiacute que tal dignidad laquoresidaraquo de un modo especial en el cuerpo
71 Cf AH V 141-3 202 IV 204 III 104 119 121 171hellip 72 El tema de la participacioacuten de toda la humanidad en Cristo aparece tambieacuten en GS 24 y 32 Es un
tema clave que el mismo JUAN PABLO II subrayoacute al hacer de GS 22 una referencia constante en su ministerio papal cf Redemptor hominis 8 Fides et Ratio 60 80
73 Cf Col 118 74 Cf M RUIZ JURADO laquoEl concepto de mundo en S Ireneo La Fe de la Iglesia como normaraquo Estudios
Eclesiaacutesticos 47 (1972) 205-226 Aquiacute 216-220
75 GS 22 e 76 Cf L F LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos 128 77 Cf Ep 22
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 127
humano78 Y esto es asiacute en todo ser humano por el hecho de existir no por confesar
a Cristo como Sentildeor de su vida aunque de hecho lo sea79 lo sepa eacutel o no lo sepa80
Conservaraacute este laquoArteraquo impreso en su plasis si en fe deja que su Espiacuteritu lo vaya
transformando lenta y pacientemente en la carne Todo ser humano lleva en su
carne la propia laquofisonomiacutearaquo de Cristo encarnado81 Soacutelo por el hecho de venir al
mundo la luz de Cristo ilumina a cada ser humano82 Temporal o histoacutericamente
primero fue Adaacuten pero eacuteste solo existe en Cristo y por Cristo que en todo le
precede y hacia el que camina para la plenitud Por eso ciertamente
comprendemos mejor queacute es el hombre gracias a Cristo83 y si contemplamos al
hombre en profundidad descubriremos la dignidad de la carne de Cristo hombre y
Dios que incluye en cierto modo a toda la Humanidad84
78 laquoLa persona maacutes que tener un cuerpo es un ser ldquoespiacuteritu-corpoacutereordquo de manera que el cuerpo es
en realidad la mediacioacuten a traveacutes de la cual la persona se abre hacia los demaacutes y hacia el mundo [] De ahiacute que la corporalidad humana no pueda ser reducida al cuerpo en su pura materialidad sino que implica una dimensioacuten maacutes profunda y misteriosa [] El cuerpo humano es algo maacutes que una mera agregacioacuten de estructuras o elementos materiales Antes bien es una realidad transida por una dimensioacuten espiritual que desborda (a la vez que configura desde dentro) una estructura fiacutesico-quiacutemica haciendo de ella una realidad nueva personalraquo (M GESTEIRA Jesucristo horizonte de esperanza I Jesuacutes de Nazaret personaje histoacuterico [Madrid 2011] 245) No estaacute de maacutes explicitar estas convicciones que expresan muy bien el fundamento protoloacutegico de Ireneo y no son superfluas cuando queriendo dialogar con la Ciencia desde la fe podemos olvidar que no hay ser humano propiamente donde soacutelo hay materia fiacutesico-quiacutemica
79 El delicado problema de armonizar la confesioacuten de Cristo como uacutenico salvador y el valor salviacutefico de otras religiones no nos toca a nosotros plantearlo pero ciertamente estaacute ahiacute Los documentos magisteriales maacutes significativos a este respecto son Nostra aetate Lumen gentium Gaudium et Spes y Ad gentes del Concilio Vaticano II Redemptoris missio de Juan Pablo II El cristianismo y las religiones (1996) de la COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA INTERNACIONAL (=CTI) en Documentos 1969-1996 557-604 Dominus Iesus (2000) [Cf L F LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos 130-138143159180 G URIacuteBARRI La singular humanidad 341-378] Tambieacuten se intuye la significatividad de la teologiacutea de Ireneo como viacutea para el diaacutelogo con otras tradiciones religiosas y culturales en M NAMIKAWA laquoAcostumbrarraquo para la comunioacuten en san Ireneo de Lyon (Tesina de Licenciatura U P Comillas Madrid 2005) 126
80 laquoHay quien se encontroacute con Cristo sin saber que aprehendiacutea a aquel en cuya vida y muerte se arrojaba como en su destino bienaventurado y redimido que se encontraba con aquel a quien los cristianos con razoacuten llaman a Jesuacutes de Nazaret [] Y Dios y la gracia de Cristo estaacuten en todo en tanto esencia oculta de toda realidad elegible y asiacute no es tan faacutecil aferrarse a algo sin tener que habeacuterselas mdashde una o de otra formamdash con Dios y Cristoraquo (K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 156)
81 Cf AH V 363 82 Cf Jn 19 83 Cf AH V 173 84 L F LADARIA Teologiacutea del pecado original y de la gracia (Madrid 21997) 152-153
CAPIacuteTULO IV
128 | Humana augens
Que recibamos el don del Espiacuteritu a traveacutes de la carne gloriosa de Cristo85 no
significa que eacuteste tenga que limitarse a quienes profesan la fe cristiana Lo que siacute
afirma la Iglesia como ya hizo Ireneo es que la accioacuten de ambos estaacute
profundamente ligada pues el Verbo encarnado es el lugar clave donde estaacute
presente el Espiacuteritu y desde donde actuacutea para toda la humanidad86 Por tanto no
hay incompatibilidad alguna entre mantener esta centralidad cristoloacutegica para la
salvacioacuten y a la vez confiar al Espiacuteritu el misterio por el que muchos hombres y
mujeres se asociaraacuten a Cristo desde otras religiones o desde la increencia87
La carne gloriosa de Cristo ya estaacute plenamente tomada por el Espiacuteritu y no
debemos olvidar que todos estamos unidos a ella misteriosa y realmente Es decir
en cada ser humano se da ya como en arras como en posibilidad como en germen
la plenitud de crecimiento que podemos esperar88 Y esto sin abandonar lo que
somos nuestra carne limitada al contrario adentraacutendonos en ella cada vez maacutes
para en ella dejarnos llevar por el querer de Dios y su fuerza Si esto es asiacute la
glorificacioacuten de Cristo en el Nuevo Testamento estaacute refirieacutendose siempre al
crecimiento y perfeccioacuten de su humanidad ya que la naturaleza divina ni cambia ni
crece ni se perfecciona89 Esta divinizacioacuten o glorificacioacuten de la carne de Cristo si
85 Cf AH III 93 171 241 Tambieacuten ATANASIO laquoNo es por tanto el Logos y Sabiduriacutea el que es ungido
con el Espiacuteritu Santo que eacutel da sino que es la carne asumida la que es ungida en eacutel y por eacutel para que la santificacioacuten que ha venido sobre el Sentildeor en cuanto hombre pueda pasar a todos los hombresraquo Discursos contra los arrianos I 47 (Madrid 2010) 99-100 Y posteriormente BASILIO MAGNO laquoiquestQuieacuten negaraacute que se han cumplido [los planes salviacuteficos para el hombre] mediante la gracia del Espiacuteritu Santo [] Todo se realizoacute por medio del Espiacuteritu [] En primer lugar estaba con la carne del Sentildeor al hacerse uncioacuten y estar presente de manera inseparable seguacuten lo escrito [] En segundo lugar toda accioacuten se efectuaba con la presencia del Espiacuteritu [] y no lo abandona al resucitar de entre los muertosraquo El Espiacuteritu Santo 39 (Madrid 1996) 172-173
86 Cf Dominus Iesus 12 V LOSSKY apoyado en Ireneo dice laquoen el cuerpo de Cristo se encuentra acceso al manantial del Espiacuteritu Santo seguacuten san Ireneo Es pues necesario estar unido al cuerpo de Cristo para recibir la gracia del Espiacuteritu Santoraquo (Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 131-132) Sin embargo no parece que se pueda identificar soacutelo y siempre este ldquocuerpordquo de Cristo con la Iglesia de quien es cabeza Maacutes que de Ireneo el acento parece ser de la Iglesia de Oriente en palabras del autor pues antes afirma laquoLa Iglesia es cuerpo en la medida en que Cristo es su cabeza es plenitud en la medida en que el Espiacuteritu Santo la anima la llena de divinidad pues la divinidad habita en ella corporalmente como habitaba ella en la humanidad deificada de Cristoraquo (Ibid 116-117) Y vuelve a fundamentar su afirmacioacuten en Ireneo Recordemos que LG 7-8 habla de la Iglesia como Cuerpo de Cristo sin llegar tan lejos
87 Cf GS 22 88 Cf AH V 81 89 Cf L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 142 Basa la fundamentacioacuten biacuteblica de este punto en Jn
141-3 1724-26 Rm 816-1729 1 Cor 1545-49 Ef 13-14 Col 31-4
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 129
mantenemos lo dicho de nuestra participacioacuten en su humanidad supone que
tambieacuten nuestra carne es ya en cierto modo glorificada
Todo aquello que la Escritura dice que Jesuacutes ha recibido lo dice a causa de su cuerpo [] En primer lugar el Sentildeor ha resucitado su propio cuerpo y lo ha exaltado en siacute mismo despueacutes ha resucitado todos los miembros para darles como Dios todo lo que ha recibido como hombre [] Sepa por tanto con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Sentildeor y Cristo a aquel Jesuacutes que vosotros habeacuteis crucificado no es de la divinidad que eacutel dice que la ha constituido Sentildeor y Cristo sino de su humanidad que es toda la Iglesia90
Si esto fuera asiacute cuando decimos que el Hijo se ha unido a todo hombre en su
encarnacioacuten iquestestamos reduciendo la Humanidad a la Iglesia o maacutes bien hay que
entender aquiacute la Iglesia como sacramento de toda la Humanidad91 Y por otro lado
iquestdoacutende queda entonces la libertad humana para responder a la vocacioacuten divina
que hemos recibido
El desarrollo que Ireneo hace de la libertad como camino indispensable para
que el hombre crezca hasta Dios puede fundamentar esta respuesta humana
obediente que sin tener la iniciativa ni la capacidad de realizarse por siacute misma no
se llevaraacute a cabo si cada ser humano no lo realiza Por eso para Ireneo Mariacutea es
pieza fundamental de la historia de salvacioacuten tal como despueacutes han recogido
mucho otros autores
La encarnacioacuten no soacutelo fue obra del Padre de su Poder y de su Espiacuteritu sino tambieacuten la obra de la voluntad y de la fe de la Virgen Sin el consentimiento de la Inmaculada sin el concurso de la fe ese designio era tan irrealizable como sin la intervencioacuten de las propias tres Personas divinas Soacutelo despueacutes de haberla instruido y persuadido la toma Dios por Madre y toma la carne que Ella consiente en prestarle Asiacute como Eacutel se encarnaba voluntariamente queriacutea asiacute mismo que su Madre lo pariera libremente y por su propia voluntad92
90 ATANASIO DE ALEJANDRIacuteA De incarnationi Verbi et contra Arianos 1221 (PG 2610041021) 91 laquoTodos estaacuten llamados a entrar en la Iglesia pues si el hombre es un microcosmos la Iglesia es un
macroanthropos seguacuten san Maacuteximo Crece y se forma en la historia introduciendo a los elegidos en su seno unieacutendolos a Diosraquo (V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 132) TH SOIRON llama a la Iglesia laquosacramento de la humanidadraquo despueacutes de llamar a Cristo el laquosacramento originalraquo (Der sakramentale Mensch Friburgo 1946) Cf LG 48 SCh 5
92 NICOLAacuteS CABAacuteSILAS laquoHomiliacutea sobre la Anunciacioacutenraquo M JUGIE Homeacutelies mariales byzantines (Pariacutes 1925) 463 Cit por V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 104 Y antildeade Lossky laquoEn la persona de la Virgen la humanidad dio su consentimiento a que el Verbo se hiciera carne y viniera a habitar entre los hombres pues seguacuten el adagio patriacutestico laquosi bien la voluntad divina creoacute sola al hombre no puede salvarlo sin la cooperacioacuten de la voluntad humanaraquo La tragedia de la libertad se resuelve en las palabras ecce ancilla Dominiraquo
CAPIacuteTULO IV
130 | Humana augens
Ciertamente Ireneo piensa y escribe en el siglo II dirigieacutendose a la comunidad
cristiana frente a las doctrinas gnoacutesticas que empantildeaban la fe con apariencias
heterodoxas Pero no es menos cierto que habla del aacutenthropos en su totalidad e
integridad y es a este aacutenthropos al que Dios le confiere el don de crecer y madurar
hasta la vida eterna que es Eacutel mismo No se ofrecen dos proyectos salviacuteficos porque
soacutelo hay un hombre y un Dios y una historia93 Si creemos que por pura bondad
creatural concedioacute Dios al ser humano la fuerza de su espiacuteritu inicialmente y que
soacutelo desde la carne gloriosa de Cristo hemos recibido la sobreabundancia de su
Espiacuteritu para poder tambieacuten nosotros recorrer el camino que la humanidad de
Jesuacutes ya recorrioacute entonces tenemos que mantener esto para cualquier persona en
cualquier tiempo y lugar
No podemos decir a partir de Ireneo que sea indistinto creer o no creer seguir
a Cristo o no hacerlo formar parte de la Iglesia o no En absoluto Pero no parece
que podamos concluir que la salvacioacuten se reserva exclusivamente a la Iglesia Eacutel
mismo preveacute una visioacuten de Dios un final glorioso con distintos grados seguacuten los
frutos dados94 Tanto en la paraacutebola del sembrador95 como en la de los talentos o
en el salario que reciben los trabajadores de la vintildea96 ve Ireneo expresada esta
diversidad final que nada tiene que ver con los diversos salarios predestinados en
funcioacuten del tipo de hombre defendido por los gnoacutesticos iquestAcaso nos molestaraacute que
tambieacuten reciban paga los que llegaron en la uacuteltima hora97 Todos recibiremos el
mismo salario aunque cada uno en su medida Aquiacute la distincioacuten es cuantitativa no
cualitativa98 Y si todos seguiremos creciendo en la visioacuten de Dios porque siempre
93 Cf COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA INTERNACIONAL El cristianismo y las religiones (1996) 49e laquoSiendo Jesuacutes el
uacutenico mediador que lleva a cabo el designio salvador del uacutenico Dios Padre la salvacioacuten para todos los hombres es uacutenica y la misma la plena configuracioacuten con Jesuacutes y la comunioacuten con Eacutel en la participacioacuten de su filiacioacuten divina Hay que excluir por consiguiente la existencia de economiacuteas diversas para los que creen en Jesuacutes y lo que no creen en Eacutel No puede haber caminos para ir a Dios que no confluyan en el uacutenico camino que es Cristoraquo (Documentos 1969-1996 576)
94 Cf AH V 362 IV 367
95 Mt 138
96 Mt 209 Cf A ORBE laquoS Ireneo y la paraacutebola de los obreros de la vintildea Mt 201-16raquo Estudios Eclesiaacutesticos 46 (1971) 35-62 183-206 Aquiacute 195-202
97 Cf AH III 224 A ORBE laquoSan Ireneo y la primera Pascua del Salvadorraquo Estudios Eclesiaacutesticos 44 (1969) 297-344 Aquiacute 316-317
98 Cf A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo Gregorianum 64 (1983) 231-234
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 131
tendraacute cosas nuevas que ensentildearnos y nosotros que aprender99 cada cual progresa
en su relacioacuten con Dios seguacuten ha vivido en la medida del amor la fe y la
esperanza100 Y de las tres para Ireneo como para Pablo la primera es el amor por
encima de todo conocimiento (gnosis) o meacuterito adquirido101 Como si esta
capacidad de seguir creciendo en el amor permaneciera en el ser humano
inherente a siacute mismo tambieacuten en la vida eterna Nadie parte de cero porque en la
humanidad de Cristo de alguacuten modo todo ser humano se ha acercado en cierta
medida a Dios
Por eso podemos considerar con Ireneo y el magisterio eclesial que es en la
Iglesia Cuerpo de Cristo donde se da la plenitud de su Espiacuteritu102 y no por ello
obviar que el mismo Espiacuteritu que glorificoacute la carne de Cristo y nos va
transformando a nosotros encontraraacute sus medios modos y caminos para nutrir y
acrecentar toda carne todo ser humano toda la humanidad y guiarlos hacia Dios al
final de los tiempos103 No deja de ser curioso que cree muchos maacutes problemas o
escruacutepulos la pretensioacuten de Cristo como uacutenico salvador de todos que la afirmacioacuten
radical de haber sido todos creados en Cristo y para Cristo
En Ireneo hemos visto algunas de las virtualidades del Espiacuteritu que es quien
nutre y hace crecer104 quien asemeja con la imagen de Dios105 quien cambia lo
viejo del hombre por la novedad de Cristo106 quien cura107 consuela y cuida de
cada hombre caiacutedo en el camino108 quien conoce y juzga a todos109 En definitiva
el Espiacuteritu hace posible que la carne pueda llegar a tener las cualidades del
espiacuteritu110 es Eacutel quien hace de la sola carne y sangre mortal y corruptible un ser
99 Cf AH II 283 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus estraquo 539
100 1Cor 1312
101 Cf AH IV 122 338
102 Cf AH III 241 103 Cf GS 22 24 29 92 LG 16-17 NA 1-2 104 Cf AH IV 382-3 105 Cf AH V 61 106 Cf III 171 107 Cf AH IV 82 V 126 108 Cf AH III 173 V 126 109 Cf AH IV 331 110 Cf AH V 94
CAPIacuteTULO IV
132 | Humana augens
superior a los aacutengeles111 un hombre perfecto espiritual112 Nos hace hijos en el
Hijo113 Todo esto porque asiacute lo ha querido Dios y porque se acostumbroacute en la
carne de Cristo ungieacutendole para glorificarle y poder recibir tambieacuten nosotros de
su carne gloriosa114 Tras la Encarnacioacuten donde estaacute el Espiacuteritu de Dios que sopla
donde quiere y como quiere115 alliacute estaacute Cristo el Verbo encarnado y resucitado
ejerciendo su sentildeoriacuteo
La unidad trinitaria no se quiebra nunca ni en el principio ni en el final La
obra salvadora de Dios Padre se llevaraacute a cabo en el Hijo por el Espiacuteritu aunque no
sepamos de queacute manera lo haraacute ni por queacute diversos caminos se acercaraacute al geacutenero
humano116 disponieacutendonos para una hermosa laquosinfoniacutea de la salvacioacutenraquo117
Y para no caer en automatismos salviacuteficos118 queda siempre pendiente
nuestra obediencia libre como pendiente estuvo la libre obediencia de Cristo hasta
el uacuteltimo momento en Getsemaniacute y en la Cruz Es muy expresivo el siguiente
pasaje del siacutenodo de Quiercy en el antildeo 853
Como no hay hubo o habraacute hombre alguno cuya naturaleza no fuera asumida en eacutel asiacute no hay hubo o habraacute hombre alguno por quien no haya padecido Cristo Jesuacutes Sentildeor nuestro aunque no todos sean redimidos por el misterio de su pasioacuten Ahora bien que no todos sean redimidos por el misterio de su pasioacuten no mira a la magnitud y copiosidad del precio sino a la parte de los infieles y de los que no creen con aquella fe laquoque obra por la caridadraquo (Gaacutel 56)119
Es decir por parte de Dios en la carne de Cristo estaacute dicho todo Pero siempre
respeta y espera la libertad humana el laquosiacuteraquo o el laquonoraquo de cada uno en la fe y en el
amor que actualiza dicha fe
Seguacuten escuelas teoloacutegicas y sensibilidades se han propuesto diversos modos
de armonizar la universalidad de la salvacioacuten y la mediacioacuten uacutenica e irrepetible de
Cristo Creo que es significativo caer en la cuenta de doacutende apoya Ireneo su
111 Cf AH V 336 112 Cf AH V 82 92 113 Cf Gaacutel 46 Rm 81115 114 Cf AH III 241 115 Cf Jn 38 116 Cf AH IV 3315 412 V 182 117 AH IV 142 118 Cf AH III 193 V 363 119 DH 624
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 133
argumentacioacuten Si Justino hablaba de las semillas del Verbo120 para expresar esta
accioacuten real y eficaz del Logos eterno en la Creacioacuten en las culturas en filosofiacuteas
paganas Ireneo cifra la universalidad en la carne en la humanidad de Cristo de la
que todos participamos Eacutel tambieacuten reconoce la accioacuten del Verbo en la creacioacuten
desde siempre121 pero donde realmente nos hacemos partiacutecipes de su salvacioacuten es
en su carne gloriosa La diferencia auacuten siendo visiones teoloacutegicas cercanas y muy
similares es significativa No olvidemos que el sujeto personal Cristo encarnado es
el mismo Verbo eterno Sin embargo hablar de la universalidad salviacutefica por las
semillas del Logos podriacutea llevarnos a prescindir de su encarnacioacuten122 y no es esta
la fe de la Iglesia como no fue la de Ireneo (ni la de Justino)
Con la encarnacioacuten todas las acciones salviacuteficas del Verbo de Dios se hacen siempre en unioacuten con la naturaleza humana que eacutel ha asumido para la salvacioacuten de todos los hombres El uacutenico sujeto que obra en las dos naturalezas divina y humana es la uacutenica persona del Verbo Por lo tanto no es compatible con la doctrina de la Iglesia la teoriacutea que atribuye una actividad salviacutefica al Logos como tal en su divinidad que se ejerceriacutea maacutes allaacute de la humanidad de Cristo tambieacuten despueacutes de su encarnacioacuten123
Especiacutefico de la fe cristiana es confiar en la salvacioacuten de la carne y por la carne
de Cristo124 sin menguar un aacutepice su divinidad en perfecta comunioacuten Algo central
en la teologiacutea de Ireneo que sin embargo creo que ha quedado bastante
desdibujado en la teologiacutea y la vida de fe De una manera u otra todos anhelamos la
salvacioacuten125 ya sea como liberacioacuten de males esclavitudes y liacutemites ya sea como
plenitud de vida y encuentro gozoso con Dios Es decir tanto en clave de redencioacuten
como de divinizacioacuten126 Pero quizaacute el acento desproporcionado en la primera ha
120 Cf Apologiacutea I 462-3 II 83 (cit por LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos 174) Cf Ad gentes 11
15 18 22 Lumen gentium 16 17 Evangelii nuntiandi 53 Redemptoris missio 56 121 Cf AH IV 183 122 En esta vertiente parece estar J Dupuis cuando afirma una laquodiscontinuidad realraquo entre Jesuacutes y
Cristo diferenciando una accioacuten humana del laquoLogos eacutensarkosraquo para los cristianos y otra del laquoLogos asaacuterkosraquo para el resto de confesiones Asiacute para explicar coacutemo llega la salvacioacuten de Cristo a otras tradiciones religiosas se apoya en el poder universal del Logos sin necesidad de la concrecioacuten que supone su humanidad en el acontecimiento Jesucristo Cf J DUPUIS Hacia una teologiacutea del pluralismo religioso (Santander 2000) 437440-441444 471-473 Un resumen criacutetico de su postura en G URIacuteBARRI La singular humanidad 277- 337
123 Dominus Iesus 10 124 Que no debe confundirse con el Jesuacutes histoacuterico aunque lo incluya Pues el hombre Jesuacutes por siacute
solo siendo laquosolamente hombre como nosotrosraquo no podriacutea otorgarnos salvacioacuten ninguna (cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 12-1338-44 G URIacuteBARRI La singular humanidad 95-102)
125 Cf GS 10 CTI Cuestiones selectas sobre Dios redentor (1994) I 33 en Documentos 1969-1996 509-510
126 Cf B SESBOUumlEacute Jesucristo uacutenico mediador I (Salamanca 1990) 24-35
CAPIacuteTULO IV
134 | Humana augens
hecho que olvidemos la grandeza de la segunda dejando que a falta de sentir
necesidad de un redentor se haya perdido tambieacuten la falta de un salvador que nos
plenifique Seraacute difiacutecil recuperar esta dimensioacuten si no unimos la escatologiacutea con la
protologiacutea la cristologiacutea con la antropologiacutea Esta unioacuten es la que ofrece la teologiacutea
de Ireneo con su matiz peculiar la historia salutis es siempre salus carnis
Al decir que seremos salvados en la carne o no seremos salvados decimos
tambieacuten que Cristo nos salvaraacute en la carne o no nos salvaraacute En su carne como la
nuestra creciendo y profundizando como hombre su ser Hijo del Padre guiado por
el Espiacuteritu127 para poder hacernos partiacutecipes tras su resurreccioacuten128 de ese mismo
Espiacuteritu En su carne salvada por Dios se convierte en salvador de la nuestra129
laquopara que se pudiese entender que se encontraba dentro de nuestra humanidad en
las mismas condiciones de nuestra humanidadraquo130
El Hijo hecho ahora [en la resurreccioacuten] carne pediacutea que la carne empezara a ser para el Padre lo que era la Palabra de modo que lo que habiacutea empezado en el tiempo recibiera la gloria de aquel resplandor que no estaacute sometido al tiempo para que la corrupcioacuten de la carne desapareciera y fuera transformada en la fuerza de Dios y la incorruptibilidad del Espiacuteritu Eacutesta es la peticioacuten a Dios eacutesta es la confesioacuten del Hijo al Padre eacutesta es la suacuteplica de la carne [carnis deprecatio]131
Coinciden estos textos con Ireneo al cifrar en la carne de Cristo la glorificacioacuten
o espiritualizacioacuten que no es maacutes que la salvacioacuten que todo hombre espera y que
llega desde la carne gloriosa de Cristo Ciertamente no hay crecimiento mayor que
poder llegar la carne a vivir seguacuten el Espiacuteritu Este crecimiento [augmentum] es
dado en primicia y como prenda nuestra en la carne de Cristo132
El progreso que la uncioacuten produce no se refiere a lo que no necesita ninguacuten crecimiento sino a lo que por el crecimiento en el misterio necesita el progreso que la uncioacuten causa es decir Cristo es ungido para que mediante la uncioacuten existiera como santificada la humanidad que ha asumido de nosotros [homo noster]133
127 Cf AH V 363 128 Cf AH III 193 129 Cf JUSTINO Diaacutelogo con Trifoacuten 732 743 (PTS 47195197-198) ATANASIO Contra Arrianos I 48
(PG 26113) 130 HILARIO DE POITIERS Tr Ps 537 (CCSL 61139) 131 ID De Trinitate III 16 (CCSL 6288) 132 LEOacuteN MAGNO Promississe me memini (DH 318) laquoDios lo ensalzoacute y le dio un nombre que supera
todo nombre (cf Flp 29-10) se refiere a aquella forma que debiacutea ser enriquecida con el aumento de una glorificacioacuten tan granderaquo
133 HILARIO DE POITIERS De Trinitate XI 19 (CCSL 62A 550)
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 135
En resumen la participacioacuten de toda la humanidad en la carne de Cristo tan
querida por los Padres es principio soterioloacutegico clave134 Y esto no estaacute en
contradiccioacuten con mantener la especialiacutesima vinculacioacuten entre Cristo Cabeza y su
Cuerpo la Iglesia135 que se generalizoacute maacutes tarde Siendo esto asiacute toda la
Humanidad tiene una vinculacioacuten con Cristo tan fuerte que la alegriacutea de Cristo no
seraacute plena mientras falte alguacuten laquomiembroraquo a su cuerpo Y si esto podemos aplicarlo
para los cristianos cuaacutento maacutes no podraacute aplicarse para cada ser humano unido
por la encarnacioacuten al Cuerpo de Cristo laquoporque tambieacuten tuacute esperaraacutes a los otros
como tuacute mismo fuiste esperadoraquo136
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios
Una promesa recorre todo el Antiguo Testamento la cercaniacutea constante de
Dios a su pueblo El movimiento natural de Dios para con el hombre es acercarse
hacerse proacuteximo maacutes allaacute de la desobediencia la lejaniacutea y el pecado denunciado
por los profetas como un compantildeero de camino constante Podriacuteamos decir que
en este sentido el primer momento siempre es laquodescendenteraquo la iniciativa
siempre es divina137 Ya hemos visto que Ireneo subraya este deseo de cercaniacutea
entre Dios y el hombre cuyo cumplimiento se da en Cristo atribuyendo al Hijo las
teofaniacuteas del Antiguo Testamento138 pues laquoel Hijo es la visibilidad del Padreraquo139
Desde la teologiacutea de Ireneo se comprende muy bien esta promesa anticipo y
anuncio de la encarnacioacuten del Verbo porque no existe ser humano sin la presencia
activa y comprometida del Hijo que siempre ha estado con el hombre [laquosemper
humani generi adestraquo140] El fin para el que fue creado el ser humano es llegar a la
comunioacuten iacutentima y plena con Dios Y como propio del ser humano es crecer la
134 Cf O GONZAacuteLEZ DE CARDEDAL Cristologiacutea 528 Y no soacutelo de los Padres griegos tambieacuten en la
teologiacutea latina 135 Cf AGUSTIacuteN De civ Dei XVII 4 (CCSL 48 561-562) En In Ps 602 9021 1404 (CCSL 39-40 766
1266 2028) ISAAC DE LA ESTRELLA Sermo 42 In Ascensione Domini 17-18 (SCh 33952) 136 Cf ORIacuteGENES Hom in Leviticum 72 (SCh 286 316) 137 Cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 32 138 Cf AH IV 52 74 20 7-11 139 AH IV 66 140 AH III 166 Cf III 181 IV 67 204 282 V 161 Ep 12
CAPIacuteTULO IV
136 | Humana augens
sentildeal inequiacutevoca de su crecimiento es la mayor o menor comunioacuten con Dios y en
esto consiste su divinizacioacuten su plenitud Esta cercaniacutea familiaridad e incluso
mezcla141 de lo humano y lo divino se dieron de un modo uacutenico irrepetible y pleno
en la persona de Cristo142 Por eso con la encarnacioacuten vino toda la novedad que el
mundo y el hombre podiacutean esperar143
No son pocos los pensadores o movimientos histoacutericos que han experimentado
a Dios como rival del hombre144 Si miramos el misterio de Cristo no es asiacute en
ninguacuten caso su divinidad disminuyoacute por crecer como hombre que era Al contrario
La formulacioacuten de san Leoacuten Magno es quizaacute la maacutes clara y puede resumir el
pensamiento de la Iglesia
Asumioacute la forma de siervo sin la mancha del pecado acrecentando las realidades humanas no disminuyendo las divinas [humana augens divina non minuens] ya que aquel despojamiento por el cual el invisible se ofrecioacute a siacute mismo visible y el creador y sentildeor de todas las cosas ha querido ser uno de los mortales fue un inclinarse de la misericordia no una falta de poder145
Cada naturaleza en Cristo actuacutea seguacuten le es propio en comunioacuten con la otra146
Esta unioacuten es irrepetible en nosotros por la singularidad propia de Cristo Pero si
nuestra humanidad estaacute inserta en la suya es impensable que tal unidad personal
141 Este es el teacutermino que utiliza Ireneo Aunque para algunos puede ser un inconveniente creo que
es garantiacutea contra todo tipo de docetismo o adopcionismo como expliqueacute en el cap III No se trata de que la divinidad laquohabiteraquo en cuerpo humano como en un recipiente o en un templo sino que realmente se hace una sola cosa una sola persona sin dejar de ser humano y divino carne y espiacuteritu ORIacuteGENES con una teologiacutea poco cercana a Ireneo en lo referente a la carne se expresa en teacuterminos similares laquoCon Jesuacutes la naturaleza divina y la naturaleza humana empezaron a entrelazarse para que la naturaleza humana por su participacioacuten en la divinidad sea divinizada no solamente en Jesuacutes sino en todos lo que con la fe adoptan el geacutenero de vida que ensentildeoacute Jesuacutes y que eleva a la amistad con Dios y a la comunioacuten con eacutel a todo el que vive seguacuten los preceptos de Jesuacutesraquo (Contra Celsum III28 [SCh 13669] cit por B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 271)
142 Cf AH III 187 202 143 Cf AH IV 341 laquoCuando la nostalgia de la absoluta cercaniacutea de Dios que siendo incomprensible
en siacute es la uacutenica que todo lo hace soportable se pone a contemplar doacutende se personoacute esta cercaniacutea no en los postulados del espiacuteritu sino en la carne y en las chozas de la tierra no se puede encontrar entonces otro lugar que no sea Jesuacutes de Nazaret sobre quien la estrella de Dios se detiene uacutenico cabe el cual se tiene aacutenimo para doblar las rodillas y rezar llorando de gozo y el Verbo se ha hecho carne y ha habitado ente nosotrosraquo (K RAHNER laquoPara la teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV [Madrid 1964] 139-157 Aquiacute 157)
144 Maacutes sutil es la propuesta de J Hick negando la encarnacioacuten porque ademaacutes de no ser demostrable histoacutericamente parte de la incompatibilidad absoluta entre Dios y el hombre Se analiza su propuesta en G URIacuteBARRI La singular humanidad 229-252
145 Tomus ad Flavianum 3 (DH 293) En la misma liacutenea CTI Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea I E 4 en Documentos 1969-1996 254
146 Cf DH 294-295
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 137
nos sea totalmente ajena y maacutes cuando afirmamos que es justamente la comunioacuten
plena con Dios el final que nos es propio desde que fuimos creados Intercambio ya
expresado por Ireneo147
Los concilios II (553) y III de Constantinopla (680-681) intentaron precisar
esta unioacuten personal ya que como dijimos la definicioacuten de Calcedonia (451) por siacute
sola podiacutea dar pie a dejar en paralelo las dos naturalezas Ciertamente la grandeza
del misterio cristoloacutegico se revela plenamente cuando intuimos el tipo de unioacuten
que se da entre ambas148
En el II Constantinopla149 se recuerda que el Verbo es la uacutenica persona que
asume la humanidad en una unioacuten laquoseguacuten composicioacuten es decir seguacuten hipoacutestasis
porque no soacutelo guarda inconfusos los elementos que se juntan sino que tampoco
admite divisioacutenraquo150 de tal forma que despueacutes de la Encarnacioacuten ya no hay otra
manera de ser Verbo que encarnadamente por asiacute decirlo
El III Constantinopla151 cifroacute maacutes la unidad de naturalezas en las dos
voluntades de Cristo humana y divina que siendo distintas llegan a ser ideacutenticas y
una no anula la otra porque es el Verbo quien ha asumido en su persona la
voluntad humana y la divina laquoen un puro siacute a la voluntad del Padreraquo152
Su voluntad humana sigue a su voluntad divina y omnipotente sin oponeacutersele ni combatirla antes bien enteramente sometida a ella [] Porque a la manera que su carne se dice y es carne de Dios Verbo asiacute la voluntad natural de su carne se dice y es propia de Dios Verbo [] Porque a la manera que su carne animada santiacutesima e
147 Cf V 11 152 III 187 191 IV 203 334 V pr 148 Es la razoacuten fundamental que J RATZINGER repite para interpretar Calcedonia desde
Constantinopla III cf Miremos al Traspasado 45-51 Para G URIacuteBARRI Calcedonia ya apunta que la naturaleza humana de Cristo laquono tiene una existencia singular independiente de su ser con la naturaleza divina en la unidad de la persona de Cristoraquo puesto que no afirma tener dos naturalezas sino ser en dos naturalezas cf La singular humanidad 107
149 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 331-335 150 DH 424-425 Retomando la foacutermula de Calcedonia laquosin confusioacuten sin cambio sin divisioacuten sin
separacioacutenraquo (DH 301-302) 151 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 343-345 152 J RATZINGER Miremos al Traspasado 47-48 Para eacutel la voluntad quedariacutea del lado de la naturaleza
(humana y divina) y la libertad en la persona (divina) Coinciden con este planteamiento autores como Sesbouumleacute y Ladaria Por otro lado estariacutean los que defienden una libertad netamente humana en Cristo como Rahner Leacutethel o Gonzaacutelez de Cardedal (cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 120-129) Por nuestra parte Ireneo no entroacute en estas disquisiciones pero siacute mantiene la libertad como don esencial al ser humano y por tanto seriacutea difiacutecil justificar la humanidad de Cristo sin libertad humana Desde aquiacute parece que nos situariacuteamos en una liacutenea maacutes cercana a K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo Escritos de Teologiacutea I (Madrid 31967)167-221 aquiacute 176
CAPIacuteTULO IV
138 | Humana augens
inmaculada no por estar divinizada quedoacute suprimida sino que permanecioacute en su propio teacutermino y razoacuten asiacute tampoco su voluntad quedoacute suprimida por estar divinizada153
El concilio quiso salvaguardar un uacutenico yo en Cristo iquestDe queacute manera podemos
comprender y explicar humanamente que la voluntad de Cristo en cuanto hombre
fuera verdaderamente humana y coincidiera plenamente con la de Dios si no es
otorgando al crecimiento libre y obediente una significacioacuten importante iquestAcaso
no venimos entendiendo por laquoperfeccionamientoraquo o laquoasemejamientoraquo una
progresiva unioacuten del hombre con Dios de la carne con el Espiacuteritu de la humanidad
con la divinidad de tal forma que una no queda absorbida por la otra sino que al
contrario es plenificada Si esto es asiacute en Cristo vemos realizada su libertad
humana coincidiendo plenamente voluntad humana y divina no porque sean la
misma sino porque en libre obediencia elige el hombre unirse al querer de Dios154
La capacidad para hacer nuestra la voluntad de Dios no soacutelo es dantildeada por el
pecado mdashausente en Cristomdash sino tambieacuten por la propia imperfeccioacuten de la carne
que precisa un tiempo de crecimiento y maduracioacuten Y al decir laquocarneraquo
recordemos que nos referimos siguiendo a Ireneo a la persona completa que
incluye el espiacuteritu que quiere ir asemejando a la carne con Dios y al alma que hace
posible la docilidad a sus mociones En Cristo su obediencia en Getsemaniacute ilumina
y sana la desobediencia de Adaacuten155 Asiacute lo expresoacute Maacuteximo el Confesor cuya
aportacioacuten fue clave en este tema
153 DH 556 154 laquoLa encarnacioacuten de Dios es por ello el caso irrepetiblemente supremo de la realizacioacuten esencial
de la realidad humana Y tal realizacioacuten consiste en que el hombre es en tanto se entrega Quien entiende de verdad lo que teoloacutegicamente significa la potentia oboedientialis para la unioacuten hipostaacutetica la capacidad de ser asumida la naturaleza humana por la persona del Verbo de Dios sabe que esa potentia no puede ser una capacidad maacutes junto a otras posibilidades en la consistencia del ser del hombre sino que objetivamente es ideacutentica a la esencia humanaraquo (K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 145)
155 laquoFueron laquoal otro lado del torrente Cedroacuten donde habiacutea un huertoraquo (Jn 181) La misma palabra clave [huerto] retorna de nuevo a final del relato de la Pasioacuten laquoHabiacutea un huerto en el sitio donde lo crucificaron y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie habiacutea sido enterrado todaviacutearaquo (Jn 1941) Es evidente que con la palabra laquohuertoraquo Juan alude a la narracioacuten del Paraiacuteso y del pecado original Nos quiere decir que aquiacute se retoma aquella historia En aquel huerto en el laquojardiacutenraquo del Edeacuten se produce una traicioacuten pero el huerto es tambieacuten el lugar de la resurreccioacuten En efecto en el huerto Jesuacutes ha aceptado hasta el fondo la voluntad del Padre la ha hecho suya y asiacute ha dado un vuelco a la historiaraquo (BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret Desde la entrada en Jerusaleacuten hasta la Resurreccioacuten [Madrid 2011] 177-178)
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 139
Y que teniacutea una verdadera voluntad humana como cumple a su naturaleza al igual que posee una voluntad divina por su esencia lo manifiesta el propio Verbo con aquella humaniacutesima suacuteplica con la que rogaba ser librado de la muerte y que hizo a favor de nuestra salvacioacuten diciendo laquoPadre si es posible aleja de miacute este caacutelizraquo (Mt 2639) Revelaba de este modo la debilidad de su carne y que su manifestacioacuten en la carne no era una fantasiacutea que engantildeara a quien la veiacutea haciendo errar sus sentidos Sino que realmente era hombre como lo prueba su voluntad natural [] Y que al mismo tiempo estaba divinizado por entero y en todo queriacutea someterse a la voluntad divina que siempre le habiacutea movido y con la que estaba completamente configurado lo manifiesta el perfecto acatamiento de la voluntad del Padre revelado cuando deciacutea como hombre laquoNo se cumpla mi voluntad sino la tuyaraquo (cf Lc 2242) Con esto se nos proponiacutea como ejemplo y modelo para que rechacemos nuestra voluntad propia y aceptemos la del Padre aun cuando llegaacuteramos a sospechar que de ello habriacutea de seguirse para nosotros la muerte156
Maacuteximo antildeadioacute la distincioacuten entre laquologosraquo y laquotroposraquo en la naturaleza de
Cristo de tal forma que su naturaleza humana en cuanto Logos seriacutea ideacutentica a la
nuestra pero no en su tropos o modo de existencia puesto que no conocioacute el
pecado Por eso en Cristo soacutelo se dariacutea la voluntad natural pero no la laquovoluntad
gnoacutemicaraquo o de libre decisioacuten que es la que puede pecar157 Una vez maacutes creo que
la cuestioacuten decisiva estaacute en coacutemo comprendamos la unioacuten en Cristo de ambas
realidades Decisivo no soacutelo para comprender el misterio de Cristo sino tambieacuten
para tomar conciencia de lo que supone para nuestra salvacioacuten
Los padres de los laquosiglos cristoloacutegicosraquo aunque formularon el dogma sobre Cristo Dios-Hombre nunca perdieron de vista la cuestioacuten de nuestra unioacuten con Dios Los argumentos habituales que invocan contra las doctrinas heterodoxas se refieren sobre todo a la plenitud de nuestra unioacuten de nuestra deificacioacuten se vuelve imposible si se separan las dos naturalezas de Cristo como Nestorio si soacutelo se admite en eacutel la naturaleza divina como los monofisitas si se suprime una parte de su naturaleza humana como Apolinar si no se quiere ver en eacutel maacutes que una sola voluntad y operacioacuten divina como los monotelitas158
Creo que la teologiacutea de Ireneo cuenta con la ventaja de plantear una cristologiacutea
descendente claramente encarnatoria que a su vez por la insistencia en la
verdadera encarnacioacuten (hasta la resurreccioacuten sin cortes en progreso continuo) y
por la dignidad que otorga al ser humano puede articular con cierto equilibrio y
profundidad tanto la antropologiacutea como el tratado trinitario Es decir Ireneo no
explicita la importancia de la vida histoacuterica de Jesuacutes en cada hecho particular en
156 MAacuteXIMO CONFESOR laquoOpuacutesculo 7raquo Meditaciones sobre la agoniacutea de Jesuacutes (Madrid 1990) 33-34
Recoge este planteamiento en la problemaacutetica de las dos voluntades BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret I 185-192
157 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 123 158 V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 114
CAPIacuteTULO IV
140 | Humana augens
un pretendido anaacutelisis histoacuterico Sin dejar de comentar momentos de su vida y su
predicacioacuten el foco de atencioacuten no estaacute ahiacute sino en su persona en su realidad maacutes
profunda que determinaba esas palabras y actitudes hasta la muerte en cruz Y
todo ello partiendo siempre por contraste con los gnoacutesticos de la divinidad de
Cristo y de la unicidad en Dios
No deja de ser curioso que Ireneo se asocie al peso salviacutefico de la carne de la
humanidad y al mismo tiempo se situacutee en una teologiacutea de influencia joaacutenica y
descendente En Ireneo se muestra que no es imprescindible partir de la pura
experiencia humana o de la sola humanidad de Jesuacutes para ensalzar su carne y la de
todo ser humano El planteamiento159 de Ireneo partiendo siempre de Dios hace
maacutes difiacutecil caer en los peligros de las teologiacuteas que tienen una tendencia maacutes
laquodescendenteraquo160
El proceso de crecimiento en la humanidad de Cristo por libre obediencia
es clave evitando olvidarse de su proceso vital histoacuterico como hombre
La muerte y resurreccioacuten son el momento culminante del proceso
encarnatorio de la progresiva espiritualizacioacuten en su carne o divinizacioacuten
en cuanto hombre con lo cual no hay reduccionismo encarnatorio
La conciencia de Cristo no puede darse de tal manera que elimine la
verdadera humanidad y su crecimiento No pudo tener la misma conciencia
de siacute Jesuacutes Nintildeo en el Templo con los doctores y Jesuacutes adulto en Getsemaniacute
Maacutes auacuten desde Ireneo hay que matizar con prudencia el nivel de conciencia
que Jesuacutes pudo tener de siacute como Hijo de Dios para no caer en una conciencia
159 Podriacutea verse una cierta semejanza metodoloacutegica con GS Es difiacutecil encontrar un comentario
sobre la Constitucioacuten que no sentildeale su novedoso planteamiento parte de la experiencia humana mdashcreyente y no creyentemdash para presentar finalmente a Cristo como el fundamento y la respuesta para las inquietudes humanas (Cf L F LADARIA laquoEl hombre a la luz de Cristo en el concilio Vaticano IIraquo R LATOURELLE [ed] Vaticano II balance y perspectivas veinticinco antildeos despueacutes [1962-1987] [Salamanca 1989] 705-714 aquiacute 706-707 M MCGRATH laquoNotas histoacutericas sobre la Constitucioacuten pastoral laquoGaudium et spesraquoraquo AAVV La Iglesia en el mundo de hoy [Madrid 1967] 165-181 P DELHAYE laquoHistoria de los textos de la constitucioacuten pastoralraquo AAVV La Iglesia en el mundo de hoy I [Madrid 1970] 233-310 E SCHILLEBECK laquoFe cristiana y espera temporalraquo AAVV La Iglesia en el mundo actual Comentarios al esquema XIII [Bilbao 1968] 113-151 aquiacute 120 L GONZAacuteLEZ-CARVAJAL Iglesia en el corazoacuten del mundo [Madrid 2005] 152-155) En Ireneo creo que se da un planteamiento mucho maacutes integrado puesto que desde el principio se parte de Cristo aunque desarrolle maacutes lo antropoloacutegico
160 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 392-393
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 141
humana sin progreso alguno como si en este aacutembito no hubiera que esperar
la plenitud y perfeccioacuten despueacutes de la resurreccioacuten como en el resto de sus
facultades humanas161
La unioacuten hipostaacutetica es la comunioacuten maacutes plena posible162 entre Dios y el
hombre que a su vez en palabras de Ireneo es el fin que plenificaraacute a cada
hombre que le haraacute perfecto en su humanidad Por tanto en Cristo no soacutelo
nuestra carne se plenifica por participar de la suya sino por la comunioacuten iacutentima
que vive con Dios libre y obedientemente Es maacutes que un ejemplo para nosotros
Es el lugar donde podemos nutrirnos para dejarnos acrecentar por el Espiacuteritu que
recibimos de Eacutel y que con nuestro asentimiento nos divinizaraacute y asemejaraacute hasta
la comunioacuten plena con Dios la visioacuten del Padre En la humanidad de Cristo
contemplamos una vez maacutes la medida del ser humano cuando se entrega en
libertad al hacer de Dios en eacutel No soacutelo un ofrecimiento espiritual en el alma sino
corporal en la carne pues en carne estamos llamados a la comunioacuten con Dios Y en
la carne de Cristo podremos encontrarnos con el Padre163
Cuanto maacutes no acercamos a Eacutel maacutes perfecta es nuestra humanidad164 porque
maacutes cerca estamos tambieacuten del fin que nos es propio165 Evidentemente esto
161 laquoDefender la importancia de la humanidad del Sentildeor y de los misterios de su vida (por ejemplo
del bautismo las tentaciones la agoniacutea en Getsemaniacute) para la salvacioacuten del hombre interesa hoy a la Comisioacuten no menos que en antildeos pasados [] iquestQuieacuten que esteacute en su sano juicio querraacute poner su esperanza en alguien que carezca de mente o inteligencia humana Dar importancia a esta cuestioacuten no era soacutelo propio de los hombres del siglo cuarto ella permanece hoy actual en otro contexto [] Somos conscientes de que la conciencia de Jesuacutes participa de la singularidad y de la iacutendole misteriosa de su persona y de que por ello se sustrae a una consideracioacuten puramente racional Soacutelo podemos tratar la cuestioacuten que nos proponemos a la luz de la fe para la cual Jesuacutes es el Cristo el Hijo de Dios vivo (cf Mt 1616)raquo (CTI La conciencia que Jesuacutes teniacutea de siacute mismo y de su misioacuten Introduccioacuten en Documentos 1969-1996 379-381) La primera proposicioacuten del documento dice laquoLa vida de Jesuacutes testifica la conciencia de su relacioacuten filial al Padre Su comportamiento y sus palabras que son las del laquoservidorraquo perfecto implican una autoridad que supera la de los antiguos profetas y que corresponde soacutelo a Dios Jesuacutes tomaba esta autoridad incomparable de su relacioacuten singular a Dios a quien eacutel llama laquomi Padreraquo Teniacutea conciencia de ser el Hijo uacutenico de Dios y en este sentido de ser eacutel mismo Diosraquo (Ibid 382) Y en el comentario 4 de la proposicioacuten 2ordf laquoLa conciencia que Jesuacutes tiene de su misioacuten implica por tanto la conciencia de su ldquopreexistenciardquo En efecto la misioacuten (temporal) no es esencialmente separable de la procesioacuten eterna ella es su ldquoprolongacioacutenrdquoraquo (Ibid 385) Sorprende que pueda hablarse de laquopreexistenciaraquo de Jesuacutes ya que quien preexistiacutea era el Verbo o Jesucristo en cuanto Verbo Podemos afirmar esta conciencia en Cristo en cuanto Verbo encarnado pero en cuanto hombre difiacutecilmente hasta su resurreccioacuten
162 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 123 163 Cf AH IV 205 V 363 81 164 Cf K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo 169-222 aquiacute 183 165 Cf GS 24
CAPIacuteTULO IV
142 | Humana augens
implica entender la libertad como plenitud de la propia identidad o vocacioacuten de
modo que cuanto maacutes nos alejamos del propio fin de uno mismo menos libres y
auteacutenticos somos Nos deshumanizamos Y sin ser hombres aacutenthropos no
podremos llegar a ser dios El hombre puede separarse de Dios elegir el rechazo a
su consejo a los bienes que le ofrece El hombre puede desobedecer puede pecar
pero el empequentildeecimiento humano el debilitamiento de sus capacidades o la
incapacidad para seguir creciendo en el Espiacuteritu no son castigo de Dios sino
consecuencias de su decisioacuten de su ruptura con Dios Y si esto ocurre asiacute en el
pecado tendraacute que darse con la misma intensidad en la gracia Es decir cada
hombre crece en la medida que aumenta su unioacuten con Dios en Cristo no como algo
conseguido por las propias fuerzas y voluntad sino como algo iniciado en la carne
de Cristo que en ella y por ella sigue creciendo a la luz de su Espiacuteritu166
Con la Iglesia creemos que laquoCristo el nuevo Adaacuten en la misma revelacioacuten del
misterio del Padre y de su amor manifiesta plenamente el hombre al propio
hombre y le descubre la sublimidad de su vocacioacutenraquo167 Esta vocacioacuten divina y
divinizadora puede expresarse tambieacuten como filiacioacuten laquoHijo de Diosraquo se ha
considerado desde los inicios de la Iglesia como el tiacutetulo cristoloacutegico por
excelencia168 En el Antiguo Testamento se otorga al Mesiacuteas futuro el don de la
filiacioacuten divina169 y esta relacioacuten de un Padre con su hijo sirve tambieacuten para
expresar la relacioacuten del Pueblo con Yahveacute170 Pero es con Jesuacutes en el Nuevo
Testamento cuando esta relacioacuten paternofilial toma un caraacutecter propio primero
en Jesuacutes como Hijo uacutenico muy querido171 despueacutes en los disciacutepulos porque asiacute se
166 Cf AH V 361 No olvidemos que tras la resurreccioacuten una vez estemos ya gozando de la visioacuten del
Padre seguiremos creciendo pues inagotable es Dios y nosotros siempre criaturas De este eterno crecimiento en la carne de Cristo verdadera carne como la nuestra seguiremos nutrieacutendonos eternamente
167 GS 22 Cf AH V 173 168 Cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 16-23 y 43-44 169 Cf 2Sam 714 1Cr 2210 Sal 27 8927 170 Cf Ex 422-23 Dt 141-2 325-6 Is 12-3 301-9 laquoEn la Biblia laquohijoraquo significa la mayor cercaniacutea
el mayor parentesco la mayor semejanza la maacutes estrecha relacioacuten que puede existir entre dos personas Luego con arreglo al contexto este viacutenculo tan iacutentimo adquiere connotaciones diversas [] El contenido de laquohijo de Diosraquo no estaacute fijado sino que la expresioacuten designa dependiendo del contexto la maacutes profunda semejanza [] Lo que siempre pesa en la expresioacuten laquoHijo de Diosraquo es la semejanza e intimidad de la relacioacuten no la procreacioacuten bioloacutegicaraquo (K BERGER Jesuacutes [Santander 2009] 59-60)
171 Cf Mt 313-17 y par Jn 11418 3618 1 Jn 49 laquoDondequiera que el Nuevo Testamento emplee la expresioacuten laquoHijo de Diosraquo este tiacutetulo tiene un significado especial que casi nunca posee en textos
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 143
lo ensentildeoacute Cristo172 y especialmente despueacutes de su resurreccioacuten De este modo el
Unigeacutenito se hace primogeacutenito de muchos hermanos y por el Espiacuteritu somos
hechos en verdad hijos adoptivos de Dios173
Si al revelarnos Cristo el misterio del Padre nos revela plenamente queacute es el
hombre se nos estaacute revelando su filiacioacuten como centro de su identidad y por tanto
de alguacuten modo tambieacuten la nuestra Es decir una vez maacutes el punto de mira estaacute en
una relacioacuten concreta y no en un autoperfeccionamiento
El hombre que ha sido creado a imagen y semejanza de Dios es invitado a la comunioacuten de vida con Dios el cual es el uacutenico que puede colmar los deseos maacutes profundos del hombre La idea de deificacioacuten alcanza su culminacioacuten en la encarnacioacuten de Jesucristo el Verbo encarnado asume nuestra carne mortal para que nosotros liberados del pecado y de la muerte participemos de la vida divina Por Jesucristo en el Espiacuteritu Santo somos hijos y asiacute tambieacuten coherederos (cf Rm 417) laquopartiacutecipes de la naturaleza divinaraquo (2Pe 14) La divinizacioacuten consiste en esta gracia que nos libera de la muerte del pecado y nos comunica la misma vida divina somos hijos e hijas en el Hijo [] La deificacioacuten es la verdadera y uacuteltima laquohumanizacioacutenraquo del hombre174
Tambieacuten Ireneo identifica la vocacioacuten uacuteltima del ser humano y el fin que nos es
propio con la filiacioacuten divina alcanzada por Cristo que nos hace hijos175 iquestHay un
viacutenculo de unioacuten maacutes fuerte que la fraternidad176 el parentesco de carne y sangre
la comuacuten filiacioacuten177 en el Hijo La relacioacuten a la que se nos llama es doble y en
cierto sentido la misma cuanto maacutes nos unimos al Padre en el Hijo por el Espiacuteritu
maacutes nos unimos a todo ser humano porque cuanto maacutes profundicemos en nuestro
ser hijos e hijas de Dios con mayor profundidad estaremos tambieacuten viviendo la
fraternidad
El Sentildeor cuando ruega al Padre que laquotodos sean uno como nosotros tambieacuten somos unoraquo (Jn 1721-22) abriendo perspectivas cerradas a la razoacuten humana sugiere una cierta semejanza entre la unioacuten de las personas divinas y la unioacuten de los hijos de Dios en la verdad y en la caridad Esta semejanza demuestra que el hombre uacutenica criatura
maacutes antiguos [] El Hijo de Dios participa de la vida pujante indestructible y eterna de Diosraquo (K BERGER Jesuacutes 60)
172 Cf Mt 642 Lc 1230 Mt 5 4348 Lc 632 1232 173 Cf 1Jn 229-31 39-10 47 51418 Rm 815 Gaacutel 46 174 CTI Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea (1981) I E 34 en Documentos 1969-1996 254 175 Cf AH III 102 191 176 Cf GS 24 NA 5 177 Cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 31
CAPIacuteTULO IV
144 | Humana augens
terrestre a la que Dios ha amado por siacute mismo no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de siacute mismo a los demaacutes (cf Lc 1733)178
Esta plenitud en la entrega no se fundamenta en un deber eacutetico exigido
kantianamente sino en la verdad de nuestro propio ser si Cristo fue
esencialmente el Hijo de Dios el laquopro-existenteraquo179 en total entrega tambieacuten
nosotros seremos maacutes nosotros mismos en la medida que nos entreguemos maacutes
allaacute incluso de lo que seriacutea esperable en un ser humano Porque no podemos
olvidar que nuestra medida y nuestro fin es por creacioacuten mayor que nosotros
mismos el hombre que se mantiene en sus propios liacutemites no llegaraacute nunca a la
plenitud pues estaacute hecho para un fin mucho mayor Y aquel que conociendo sus
liacutemites deja que el Espiacuteritu le acreciente continuamente veraacute que llega a ser maacutes
de lo que es porque su medida es Cristo que vive en nosotros desde siempre180 en
la maacutes iacutentima comunioacuten con el Padre y el Espiacuteritu actuando en nosotros con esa
fuerza siempre mayor y maacutes eficaz de lo que nosotros podriacuteamos pensar o
imaginar181
4 Conclusiones
Hemos querido alumbrar el pensamiento de Ireneo con la tradicioacuten de la fe
eclesial plural y probada a lo largo de los siglos y de alguna manera esta misma
tradicioacuten se ve reforzada y embellecida bajo las claves teoloacutegicas de nuestro autor
Ver a Cristo como laquoHomo perfectusraquo [ἄντϑρωποσ τέλειοσ] implica afirmarle
como verdadero y perfecto hombre No hizo de su carne una apariencia o una
hermosa vestidura como un traacutemite necesario pero pasajero en la economiacutea
divina Muy pronto la Iglesia se dio cuenta que no es posible afirmar esta perfecta
178 GS 24 179 laquoAllaacute donde nosotros tenemos nuestro corazoacuten concentrado en el ldquoyordquo (san Agustiacuten dice el cor
incurvatum in seipsum) Jesuacutes tiene un ldquoespacio vaciacuteordquo mdashexpresioacuten que debe entenderse en sentido audazmente metafoacutericomdash (Aquiacute seraacute necesaria una reflexioacuten cristoloacutegica) Jesuacutes no vive de manera ldquocentriacutepetardquo sino ldquocentriacutefugardquo como ldquoel hombre para los demaacutesrdquo (D Bonhoumleffer) como el pro-existente ldquodedicado a la causa divinardquo (H U von Balthasar) comprometido en el compromiso de Diosraquo (H SCHUumlRMANN El destino de Jesuacutes su vida y su muerte Esbozos cristoloacutegicos recopilados y presentados por Klaus Scholtissek [Salamanca 2003] 341
180 Cf Gaacutel 220 181 Cf Ef 320
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 145
humanidad en Cristo si no se asienta en su perfecta divinidad y viceversa182 La
cuestioacuten criacutetica estaacute en el modo en que se conjugan estas dos realidades mdashdos
naturalezasmdash en Cristo Ireneo aporta la dimensioacuten de crecimiento para permitir
articular con verdad una perfecta humanidad (imperfecta por definicioacuten) que a su
vez pueda llegar a ser humanidad perfecta Un crecimiento que vertebra toda su
soteriologiacutea antropologiacutea escatologiacutea y creo que tambieacuten podriacutea vertebrar la
cristologiacutea
Por eso Cristo no soacutelo es perfecto hombre y hombre perfecto sino tambieacuten
hombre que perfecciona al hombre El modo de hacerlo es su propia persona
desde Beleacuten y Nazaret en el aparente ocultamiento de lo cotidiano hasta sus
decisiones adultas sus actitudes su oracioacuten su entrega por el Reino su Pasioacuten su
Cruz y su Resurreccioacuten El perfeccionamiento de Cristo es la continua y progresiva
unioacuten de intimidad entre el hombre y Dios y desde ella la comunioacuten creciente con
todos los hombres Y este camino se hizo posible en la medida que el Espiacuteritu Santo
fue haciendo suya su carne su vida entera
El Bautismo en el Jordaacuten es un momento clave para Ireneo como lo fue para
otros Padres prenicenos Es una sentildeal maacutes del necesario crecimiento en la carne
que Cristo tuvo que vivir para salvarnos verdaderamente y no soacutelo en apariencia o
desde fuera En el Jordaacuten se puso con los pecadores Eacutel que no cometioacute pecado pero
quiso hacerse carne de pecado como la nuestra Ireneo es coherente con su
teologiacutea cuando afirma la humanidad perfecta de Cristo exenta de pecado pues
eacuteste no forma parte de la verdad maacutes honda del ser humano Es real pero no forma
parte en siacute de nuestra esencia de nuestro origen de nuestra vida hasta Dios
Despueacutes de Arrio el temor a ver menguada la divinidad de Cristo generoacute cierta
sospecha al afirmar que este Hombre Dios tambieacuten precisaba de la fuerza del
Espiacuteritu en cuanto hombre para llevar a cabo su misioacuten
Tambieacuten afirma Ireneo con la Iglesia este misterio por su encarnacioacuten Cristo
se ha unido de alguacuten modo con todo hombre Por eso podemos decir que Eacutel es
nuestra salvacioacuten laquoCaro salutisraquo Y si es en esta carne donde nos unimos a Eacutel
182 Nicea (325) consustancialidad con el Padre Eacutefeso (431) consustancial con nosotros seguacuten su
humanidad Calcedonia (451) Dios perfecto y hombre perfecto en unioacuten sin confusioacuten II y III Constantinopla (553 680-681) en el Verbo se unen la voluntad humana y la divina
CAPIacuteTULO IV
146 | Humana augens
nunca querraacute Dios que prescindamos de ella Hemos sido creados en carne barro y
virtus plasma Dei Vivimos y nos relacionamos con Dios en la carne en la lentitud y
a veces tosquedad de la materia Y tambieacuten moriremos en carne y seremos carne
resucitada desde la que por fin podremos ver a Dios y compartir su vida Todo
este proceso seriacutea totalmente imposible si el Espiacuteritu de Dios como hizo en Jesuacutes
no fuera modelaacutendonos transformaacutendonos hacieacutendonos laquoespiacuterituraquo sin dejar de
ser carne En una palabra deificaacutendonos
Por eso que todo ser humano por el simple hecho de ser creado esteacute unido a
Cristo en su humanidad no hace de la salvacioacuten algo automaacutetico183 No seriacutea
propio de Dios que nunca fuerza Eacutel espera el consentimiento libre la obediencia
gozosa la decisioacuten del ser humano que quiere crecer en su propia carne como
Cristo crecioacute en la suya en la medida que fue dejando laquohacerraquo al Espiacuteritu en Eacutel Por
eso ni nuestra carne se salva por siacute sola ni la humanidad de Cristo es salviacutefica por
siacute misma Lo es por la comunioacuten personal con el Verbo al encarnarse y por
voluntad del Padre y por obra mdashprogresivamdash del Espiacuteritu Santo que no encontroacute
impedimento alguno en su humanidad
Por eso en Cristo laquoHomo Deiraquo se da la perfecta comunioacuten y mezcla seguacuten
Ireneo entre lo humano y lo divino entre el hombre y Dios Soacutelo eacutel podiacutea
salvarnos Y aunque tal unioacuten sea irrepetible en nosotros por la singularidad de
Cristo no puede sernos ajeno de ninguna manera Ahora bien iquestcoacutemo podriacutea
llegarse a esta unidad en dos naturalezas siendo distintas sin fusioacuten y sin divisioacuten
si no fuera porque una de ellas recibe la capacidad para ir asemejaacutendose mdash
creciendomdash y hacieacutendose una con la otra La unioacuten hipostaacutetica es lugar
privilegiado para nuestra fe Todo planteamiento que conlleve velada o
expliacutecitamente el convencimiento de que la distancia entre Dios y el hombre es
insalvable o que el uno para el otro soacutelo puede ser un obstaacuteculo no podraacute entender
a Ireneo Tampoco podraacute confesar la Encarnacioacuten de Cristo como lo cree la Iglesia
Ahora bien la antropologiacutea positiva de Ireneo sabe bien que el querer humano
no siempre estaacute en armoniacutea con el querer de Dios Maacutes auacuten a veces queriendo el
183 Ni es incompatible con una relevancia eclesial fruto de la especial vinculacioacuten entre Cristo y su
Cuerpo que es la Iglesia y la asistencia del Espiacuteritu
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 147
bien hacemos el mal como deciacutea Pablo Es experiencia humana universal Tambieacuten
Cristo oroacute discernioacute se enfadoacute amoacute calloacute acogioacute pidioacute al Padre y aceptoacute su
voluntad finalmente En su humanidad libre y obediente que no pudo ser
automaacutetica desde el primer momento porque no habriacutea sido verdaderamente
humana recibimos la capacidad que el pecado de Adaacuten debilitoacute en nosotros
Capacidad siempre limitada por humana carnal imperfecta pero llamada a la
perfeccioacuten por el Espiacuteritu Asiacute en Cristo encuentra la medida el ser humano
cuando se entrega y se fiacutea de Dios hacieacutendose hijo en el Hijo hermano con los
hermanos
Ireneo sabe que sin necesitar Dios nada de nosotros por puro amor suyo estaacute
viniendo siempre al hombre Cercaniacutea constante que en Cristo tuvo su culmen y su
total novedad No desarrolla Ireneo el modo en que se dio tal unioacuten ni explicitoacute el
laquoalmaraquo humana de Cristo como centro de su voluntad y libertad Pero siacute lo
defendioacute frente a los gnoacutesticos y a los que se moviacutean entre ambos extremos sin
afirmar a la vez las dos cosas Dios verdadero desde siempre y hombre verdadero y
pleno (cuerpo alma y espiacuteritu) Sin planos paralelos Como tampoco los veiacutea en la
relacioacuten entre Dios y el hombre desde la creacioacuten Quizaacute por eso se da en Ireneo
una originalidad metodoloacutegica significativa de corte joaacutenico y paulino una
teologiacutea descendente encarnatoria y a la vez centrada en la carne en la verdad
salviacutefica de la humanidad que se sabe incapaz sin la fuerza madurativa del Espiacuteritu
sin pasar por la glorificacioacuten de la muerte y la resurreccioacuten en Cristo Sin capacidad
de crecimiento como dinamismo inserto en la carne seriacutea muy difiacutecil mantener los
dos polos sin caer en contradiccioacuten
CAPIacuteTULO IV
148 | Humana augens
Conclusiones
1 A modo de tesis finales aportaciones de la teologiacutea de San Ireneo
2 A modo de sugerencias para una Teologiacutea del Crecimiento
21 ANTROPOLOGIacuteA DIGNIDAD Y BELLEZA DEL SER HUMANO ARTE DE DIOS
22 CRISTOLOGIacuteA TUacute EN MIacute Y YO EN TI SOMOS UNA SOLA COSA
23 PNEUMATOLOGIacuteA ESPIacuteRITU QUE NUTRE Y HACE CRECER
CONCLUSIONES
150 | Humana augens
1 A modo de tesis finales aportaciones de la teologiacutea de San
Ireneo
Al terminar cada capiacutetulo hemos ido recopilando las ideas fundamentales de
Ireneo las preguntas que suscita y tambieacuten algunas posibles consecuencias
Comenzamos estudiando su antropologiacutea en los dos primeros capiacutetulos
preguntaacutendonos queacute es el hombre para poder aplicarlo despueacutes a la humanidad de
Cristo Algunas afirmaciones clave son
1 El ser humano es laquola obra de Diosraquo por excelencia laquoopera autem Deiraquo al que
hace [ποιηϑείσ] plasmaacutendolo [πλαςϑείσ] con sus propias Manos el Hijo y el
Espiacuteritu
2 Esta especial predileccioacuten de Dios por el laquoἄνϑρωποσraquo frente a todo lo creado
se muestra en la cercaniacutea personal con que lo crea y en el final que le otorga
en su cuerpo ha impreso su imagen (por la forma del Hijo) y su semejanza (por
el dinamismo del Espiacuteritu)
3 El Padre elige tierra virgen que mezcla con su laquovirtusraquo [δύναμισ] Esta mezcla
inicial es la que Dios Trinidad modela No existe el hombre sin este espiacuteritu de
creacioacuten que hace duacutectil su barro
4 Cuerpo espiacuteritu y alma forman el hombre completo El alma tiene un papel
fundamental como engarce privilegiado que integre carne y espiacuteritu que los
unifique y haga posible que la carne elija entregarse a la accioacuten del Espiacuteritu
5 Este hombre el uacutenico laquoaacutenthroposraquo existente frente a la pluralidad gnoacutestica
estaacute llamado a pasar de la carne al Espiacuteritu en su misma carne sin
abandonarla sin deshacerla de ella Por eso toda la historia salutis es salus
carnis (no salus animae) para Ireneo Aquiacute radica una de sus aportaciones maacutes
significativas la divinizacioacuten o deificacioacuten se juega en la totalidad del ser
humano que incluye el alma pero se da en la carne o no se da
6 Es faacutecilmente constatable la imperfeccioacuten del ser humano pero su horizonte
final por voluntad divina es la perfeccioacuten [τελείωςισ] que Ireneo no confunde
CONCLUSIONES
Salus carnis | 151
ni reduce a la excelencia moral o la falta de pecado [ἀναμαρτηςία] Este
horizonte futuro de plenitud es Dios mismo la comunioacuten o mezcla con Eacutel sin
dejar de ser criatura La visioacuten del Padre que es la participacioacuten de su Vida en
la carne
7 Este camino de asemejamiento es posible por el crecimiento y
perfeccionamiento del Espiacuteritu inserto en la plasis humana desde el inicio y
para siempre Podriacuteamos decir que estamos llamados a crecer para poder ser
verdaderamente lo que somos (aacutenthropos) y a la vez ser mucho maacutes de lo que
somos (dioses)
8 Este dinamismo creatural del crecimiento siendo don divino soacutelo puede
llevarse a cabo junto a la libertad humana O dicho de otro modo estamos
llamados a laquoconservarraquo y acrecentar el laquoArteraquo de Dios recibido de sus Manos
Eacutel nunca se impone Eacutel sugiere aconseja acompantildea y espera que nuestra
libertad y quiera vivir en obediencia al Espiacuteritu por amor
9 El pecado es para Ireneo la ruptura de este dinamismo salviacutefico iniciado en la
creacioacuten y en espera de ser plenificado El Seductor enemigo de la naturaleza
humana engantildeoacute a Adaacuten y a Eva para lograr justamente lo contrario
impacientarse saltarse los tiempos y las etapas prescindir del lento madurar
humano hasta Dios Ellos en su inexperiencia e ingenuidad cedieron a la
mentira y desobedeciendo se alejaron de Dios desagradecidamente
10 La libertad del hombre y la bondad de Dios posibilitaron que Adaacuten
experimentara el bien y el mal y asiacute aprendiera a elegir el bien Sin embargo el
poder destructor del pecado y de la lejaniacutea de Dios es tan grande que la
capacidad humana para crecer hasta la plena semejanza con la imagen
recibida quedoacute debilitada herida Ahora bien si grande fue el pecado mayor
es la gracia de Dios1 es decir el proyecto salviacutefico sigue adelante El pecado
modificaraacute el modo de realizarse pero ni lo impide ni lo anula
irremediablemente
1 Cf Rm 520
CONCLUSIONES
152 | Humana augens
En el capiacutetulo III quisimos acercarnos al misterio de la encarnacioacuten del Verbo a
la luz de esta antropologiacutea y concretamente desde la dimensioacuten de crecimiento
1 Llegada la plenitud del tiempo tal como Dios habiacutea previsto al crear al ser
humano el Verbo habita entre nosotros para recordarnos quieacutenes somos y
cuaacutel es la meta a la que estamos llamados Por eso era el Hijo verdadero
hombre y verdadero Dios quien podiacutea salvarnos y asiacute redimirnos Dada la
actual economiacutea marcada por el pecado Dios salva redimiendo pues si bien
Ireneo no reduce una a otra siacute explicita la necesidad humana de ambas
2 Si verdaderamente el Verbo se hizo carne de nuestra carne sin apariencias ni
tiempos parciales tuvo que asumir con ella todo lo que le es propio mdashincluido
el crecimientomdash para hacer en siacute mismo lo que todo hombre estaacute llamado a
vivir se hizo hombre con el hombre para que el hombre llegara a Dios
uniendo el principio y el fin la carne y el Espiacuteritu
3 Cristo nacioacute deacutebil e imperfecto como un hombre cualquiera siendo Dios desde
siempre tal como se muestra en su nacimiento virginal Fue pasando por todas
las edades para ir creciendo en ellas y para adaptarse a la capacidad humana
siempre en crecimiento Eacutel que no conocioacute pecado se hizo carne de pecado
para sanarla desde dentro desde ella misma hasta la Cruz y la Resurreccioacuten
4 En Cristo encarnado y glorioso uacutenico Hombre Perfecto tiene el hombre su
teacutelos definitivo porque tambieacuten en Eacutel tuvo su principio En Eacutel se da de un modo
singular la comunioacuten plena entre Dios y el hombre mostrando que la carne es
laquocapax Deiraquo Maacutes auacuten realizando en su carne libre y obedientemente el
camino que en Adaacuten habiacutea interrumpido el pecado para recapitular todo en Eacutel
5 Esto implica que la carne es capaz de acoger el Espiacuteritu y dejarse transformar
por eacutel algo que no se admitiacutea entre muchos contemporaacuteneos de Ireneo y que
no siempre se acogeraacute en la teologiacutea posterior Ireneo lo justifica por nuestra
misma vida actual por la Eucaristiacutea y sobre todo por la Carne de Cristo Asiacute
en el Bautismo el Espiacuteritu Santo reposoacute en su humanidad y tras su muerte y
resurreccioacuten de su carne glorificada lo recibiraacute cada hombre que quiera
acogerlo
CONCLUSIONES
Salus carnis | 153
Si esto es asiacute la encarnacioacuten no puede reducirse a un momento puntual No
estaacute todo hecho en la cueva de Beleacuten o en Nazaret Tampoco en la Cruz Es un
proceso Dios mismo quiere salvar al hombre seguacuten el ritmo laquocarnalraquo del hombre
Y el hombre Cristo soacutelo puede participar de esta salvacioacuten creciendo como un
hombre cualquiera siendo pura apertura al Espiacuteritu Santo de Dios Salvaacutendose nos
salvoacute Creciendo en libre obediencia nos acrecienta a nosotros para nuestra
salvacioacuten
Por uacuteltimo en el capiacutetulo IV hemos intentado recapitular lo expuesto y
entroncarlo en la sistematizacioacuten teoloacutegica y dogmaacutetica que la fe de la Iglesia ha
ido haciendo suya a lo largo de los siglos Destacamos dos afirmaciones que a
nuestro juicio se ven iluminadas y clarificadas desde una posible laquoTeologiacutea del
crecimientoraquo en Ireneo
1 laquoEl misterio del hombre se esclarece en el misterio del Verbo encarnado
Cristo nuevo Adaacutenraquo (GS 22a) Por eso en eacutel la naturaleza humana alcanza toda
la perfeccioacuten que estaba llamada a alcanzar y que habiacutea quedado de alguacuten
modo oculta en nuestro barro en nuestra carne de pecado En eacutel podemos
mirarnos y reconocer al mejor laquoyoraquo posible Llevamos en nosotros su
laquofisonomiacutearaquo su huella Y asiacute en Eacutel se ha iniciado de modo real y no soacutelo
ejemplificante la plenificacioacuten de cada ser humano porque en Eacutel ya se ha
consumado lo que en todo hombre es soacutelo posibilidad y vocacioacuten germinal Si
para Ireneo la carne es todo el ser humano la carne de Cristo incluye tambieacuten
su libertad su voluntad sus decisiones No veo de queacute manera podemos
mantener esto explicitado en los siglos posteriores a medida que se iban
planteando las preguntas (Arrio Apolinar Nestorio monoteletas) sin incluir
el crecimiento en la humanidad de Cristo Sin una humanidad que va creciendo
libre a medida que se abre al Espiacuteritu en amorosa obediencia o negamos que
es la misma carne la que nace vive muere y resucita gloriosa o negamos que
verdaderamente llegoacute a ser laquocaro ab Spiritu possessa [hellip] conformis facta Verbo
Deiraquo2
2 AH V 93
CONCLUSIONES
154 | Humana augens
Ciertamente la dimensioacuten salviacutefica de la humanidad de Cristo forma parte de la
fe eclesial y del magisterio pero no sin tensos equilibrios de Nicea a III
Constantinopla y hasta hoy El esfuerzo creyente por ajustar el lenguaje y las
categoriacuteas culturales de las diversas eacutepocas y sensibilidades estaacute expresando
la dificultad para apresar el Misterio de una vez para siempre y a la vez la
grandeza y centralidad de laquoesoraquo que no somos capaces de definir y laquoen-
palabrarraquo plenamente Si la humanidad de Cristo no jugoacute ninguacuten papel en la
salvacioacuten eacutesta queda reducida a la voluntad arbitraria de un Dios que hace y
deshace en la historia y en el ser humano Seriacutea una salvacioacuten ajena al modo de
vivir y situarse el hombre ante los demaacutes ante siacute mismo y ante Dios Y eso no
responde a la fe de la Iglesia En Ireneo no soacutelo se subraya la verdad de la
humanidad de Cristo para la salvacioacuten sino la capacidad salviacutefica de su Carne
como verdadero Dios en una perfecta comunioacuten Por eso nuestra humanidad
estaacute llamada a unirse a la accioacuten salviacutefica de Dios en iacutentima cooperacioacuten
comunioacuten sinergia No porque podamos salvarnos con nuestras solas fuerzas
sino porque dichas fuerzas son don de Dios que Eacutel espera recibir de nosotros
multiplicadas como libre y gozosa ofrenda
2 laquoEl Hijo de Dios con su encarnacioacuten se ha unido en cierto modo a todo
hombreraquo (GS 22b) En Ireneo esta laquoinclusioacutenraquo en Cristo de toda la humanidad
tiene al menos dos vertientes Todo ser humano participa de la humanidad de
Cristo porque en eacutel hemos sido creados y de alguna manera la creacioacuten se
sostiene en la encarnacioacuten el primer Adaacuten en el Segundo Es gratuito y previo
a toda accioacuten o decisioacuten humana incluida la profesioacuten de fe pero no es
automaacutetico ni mecaacutenico Menos auacuten laquofiacutesicoraquo como algunos autores criticaron
Falta el deseo libre y real del ser humano la respuesta confiada y obediente a
su Hacedor Por otro lado se afirma una unioacuten indisoluble y profunda desde la
encarnacioacuten de Cristo porque al tomar carne en la humanidad de Mariacutea toma
nuestra misma carne no otra Y si en ella compartimos el pecado de Adaacuten
iquestcoacutemo no compartir la salvacioacuten de Cristo Ademaacutes siguiendo a Ireneo no se
puede entender la encarnacioacuten sin proceso vital en Jesuacutes sin asuncioacuten libre de
su Pasioacuten su muerte y su cruz como un gran abrazo divino y humano mdashno
CONCLUSIONES
Salus carnis | 155
exento de sufrimientomdash que culmina en la resurreccioacuten Y este proceso no lo
lleva a cabo soacutelo el Verbo ni mucho menos su sola Carne ni el puro Logos-saacuterx
Lo realiza Dios Trinidad con especial participacioacuten del Espiacuteritu en la Carne del
Hijo Pneuma-saacuterx para llevarnos hasta el Padre Por eso Cristo no soacutelo es
Caro Salutis sino tambieacuten Salus in compendium Quien no pudo hacerse carne
en Mariacutea sin la sombra del Espiacuteritu tampoco llevaraacute a cabo el intercambio que
nos salva sin Eacutel Porque justamente de la Carne gloriosa de Cristo recibimos el
Espiacuteritu que reposado en su carne ahora quiere hacer suya la nuestra como
admirable herencia prometida Por eso afirmamos tambieacuten que laquodebemos
creer que el Espiacuteritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que en la forma de
soacutelo Dios conocida se asocien (todos los hombres) al misterio Pascualraquo (GS
22e) Los modos y caminos para llegar a ello pertenecen a Dios La Iglesia de
Cristo no pierde por ello ni un aacutepice de su centralidad mediadora y
sacramental para el mundo Al contrario se hace maacutes consciente de la
grandeza del don recibido y de la responsabilidad que conlleva tal gracia
2 A modo de sugerencias para una Teologiacutea del Crecimiento
Puede ocurrir que concluir un tema o una reflexioacuten con referencias al
desarrollo dogmaacutetico o a la significatividad de la unioacuten hipostaacutetica parezca querer
segregar tales afirmaciones al aacutembito de lo teoacuterico-especulativo sin ninguna
aplicacioacuten praacutectica No creo que sea asiacute Maacutes bien al contrario Para finalizar estas
paacuteginas puede ser uacutetil explicitar algunas intuiciones o sugerencias a modo de
desembocaduras praacutecticas para poner de manifiesto dos cosas que el modo en que
comprendemos y anunciamos la relacioacuten entre las naturalezas de Cristo o la unioacuten
hipostaacutetica por ejemplo influyen maacutes de lo que pensamos en las decisiones
praacutecticas que se toman y por otro lado que la teologiacutea de Ireneo muchos siglos
despueacutes sigue siendo fuente de actualizacioacuten evangeacutelica
21 ANTROPOLOGIacuteA DIGNIDAD Y BELLEZA DEL SER HUMANO ARTE DE DIOS
El optimismo antropoloacutegico de Ireneo no es ingenuidad ni relativismo Nace de
su mirada teoloacutegica Es cierto que la mayoriacutea de rasgos que configuran su
CONCLUSIONES
156 | Humana augens
antropologiacutea no son exclusivamente suyos pero llama la atencioacuten que la mayoriacutea
de ellos se han hecho sitio en la tradicioacuten eclesial desde otros presupuestos o
escuelas ya sea en la liacutenea alejandrina o antioquena La propuesta de Ireneo tiene
la originalidad de conjugar aspectos de ambas visiones gracias al lugar
preponderante de la carne Pareciera que curiosamente nos molesta una teologiacutea
en la que Dios cifra la deificacioacuten en la carne Preferimos prescindir de ellahellip Nos
gusta maacutes ser almas y espiacuteritus puros
Para Ireneo en el cuerpo lleva el ser humano su vocacioacuten su principio y su fin
la imagen y semejanza divina su imperfeccioacuten y su capacidad de perfeccioacuten hasta
llegar al uacutenico Perfecto En la carne se juega su vida y su destino Es difiacutecil tomarla
tan en serio Lo maacutes habitual es subestimarla o sobredimensionarla Unas veces se
negaraacute la carne mal-trataacutendola como un impedimento continuo para nuestro
propio proceso de maduracioacuten humana y nuestra relacioacuten con Dios Otras veces se
haraacute de ella el centro de nuestra vida como si pudieacutesemos poner en ella nuestro
valor nuestra esperanza nuestro bien y nuestra felicidad por siacute misma sin nada
maacutes El resultado en ambos extremos es el mismo la distorsioacuten de la realidad y la
deshumanizacioacuten Y no en una clave de valoracioacuten moral sino de descripcioacuten
antropoloacutegica es una frustracioacuten constante nos resulta imposible alcanzar el fin
que anhelamos porque la carne por siacute sola no lo puede ofrecer Somos carne
somos alma somos espiacuteritu No existe nuestra alma sola ni antes ni despueacutes de la
carne seguacuten Ireneo pero su accioacuten integradora y libre eligiendo el consejo de Dios
en cada momento la hace fundamental para vivir seguacuten Dios Ese es su papel pero
ella ni salva ni es objeto de salvacioacuten expliacutecita Lo es el ser humano completo
carnal La carne sola de por siacute se conjuga en pasiva llamada a dejarse hacer
dejarse transformar
Ireneo tiene tan clara esta incapacidad de la carne como su grandeza pues es
en ella donde Dios quiere hacer del hombre su obra por excelencia su Arte No es
casual creoacute al ser humano mirando a Cristo su Hijo el Verbo encarnado y glorioso
Soacutelo creyendo de verdad que nuestra carne es tan querida por Dios podemos
entender un poco maacutes la caro salutis de Ireneo Una carne con alma una carne
donde reposa y crece el Espiacuteritu de Dios sea en la medida que sea Una carne que
CONCLUSIONES
Salus carnis | 157
guarda la huella del tacto divino Y esto para todo ser humano de tal manera que
ni siquiera el pecado puede destruirlo Lo dantildea lo enferma lo agosta pero no lo
elimina porque ni el pecado ni la carne pueden ser maacutes fuertes que el querer de
Dios De hecho no es de la carne de lo que nos salva Cristo ni es la carne la que
necesita ser purificada de nuestro pecado son laquolas obras de la carneraquo como hemos
visto La diferencia no es pequentildea De ninguacuten modo somos laquomassa damnataraquo sino
obra de Arte en las manos de Dios que siacute ciertamente peca pero ese no es ni su
principio ni su final Por eso la perspectiva de Ireneo nos pone ante un ser humano
bello mdashpreciosomdash no solo bueno y verdadero en su perfeccioacuten Es bello porque no
es funcional no da respuesta a una necesidad de Dios sino que expresa su
grandeza y su firma personal
Tambieacuten creo que no seriacutea ajeno a nuestra cultura recuperar la insistencia de
Ireneo en que este horizonte humano es comuacuten a todo hombre No hay clases ni
rangos por naturaleza no hay incapacidad creacional para unos pocos y
automatismo divinizador para otros al estilo gnoacutestico No El uacutenico Dios creoacute un
uacutenico ser humano y en eacutel se complace y espera que elija la comunioacuten con eacutel como
meta de su vida A mayor gratuidad en el don mayor responsabilidad en acogerlo
conservarlo y acrecentarlo Nadie queda fuera en esta teologiacutea La tentacioacuten
gnoacutestica como la caacutetara es continua en la historia mirarnos a nosotros mismos y a
los demaacutes y saber que todos estamos hechos del mismo barro y con la misma
fuerza de Dios nos puede ayudar a ser maacutes realistas y tolerantes menos sectarios
maacutes humildes y comprometidos Toda carne ha recibido en principio al menos
como germen la imagen y semejanza divina
Creer de verdad que nuestra carne es tan querida por Dios podriacutea ser el mejor
antiacutedoto contra el pecado y la desobediencia Ireneo lo sabe bien Por eso dedicoacute
amplias paacuteginas motivando la libertad y la gozosa obediencia del hombre al buen
hacer de Dios Experimentar el bien y el mal es la uacutenica forma de elegir el bien
conscientemente amorosamente responsablemente y permanecer en eacutel tambieacuten
en la prueba y el sufrimiento No por fuerza ni como un mal menor que hay que
soportar Sino por maacutes unir nuestra voluntad a la de Cristo que ya padecioacute por
nosotros uniendo su voluntad con la del Padre
CONCLUSIONES
158 | Humana augens
Creer de verdad que nuestra carne es tan querida por Dios ayuda a creer maacutes
en el ser humano Porque sabemos que mi laquoyoraquo maacutes completo y auteacutentico el maacutes
laquocierto y verazraquo (laquohomo futurus certior et veriorraquo de Tertuliano) es Cristo mismo
La centralidad de lo humano soacutelo se sostiene en la centralidad de Cristo como
hombre y Dios verdadero Podemos comenzar hablando del ser humano pero lo
que digamos nace de contemplar primero a Dios en su Hijo encarnado visibilidad
del Padre Podemos atender las carencias de la persona y sus necesidades y dones
para que se vaya perfeccionando creciendo plenificando pero sabiendo siempre
que el criterio no es la persona en siacute sino su comunioacuten en la carne de Cristo
Podemos hablar del ser humano de todos los hombres y mujeres y para todos
ellos pero desde una visioacuten cristiana no neutra porque no es posible No hay una
primera etapa para laquolo humanoraquo y soacutelo despueacutes la propuesta expliacutecita de fe como
dos planos independientes Si seguimos la propuesta de Ireneo el itinerario y la
meta que se propone hunde sus raiacuteces en lo que ya somos De alguacuten modo es
siendo plenamente lo que somos mdashhumanosmdash alcanzamos el objetivo divino la
cristificacioacuten el asemejamiento pleno Esta es la vocacioacuten de todo ser humano Y la
motivacioacuten primera es protoloacutegica creacional no escatoloacutegica Es decir
proponemos una vida de fe que tiende a la comunioacuten plena con Dios porque hemos
sido creados asiacute y en Cristo laquose ha unido el principio y el finraquo
Pensar al ser humano como carne capaz de crecer al ritmo del Espiacuteritu hasta
Dios implica saber que podemos ser mucho maacutes de lo que somos porque Dios nos
ha llamado a ello y nos ha capacitado para alcanzarlo Ninguna otra criatura puede
sontildear con ser maacutes allaacute de lo que es El ser humano siacute Lo hemos olvidado o al
menos lo recordamos poco Este dinamismo de crecimiento de alzarse sobre siacute
mismo en lugar de vivir laquocurvatus in seraquo no es solamente optimismo antropoloacutegico
o un humanismo faacutecil es camino de divinizacioacuten de asemejamiento con Dios en
Cristo por la fuerza del Espiacuteritu es la vocacioacuten maacutes iacutentima de todo ser humano Por
eso jamaacutes podemos dar a nadie por perdido Nada es irremediablemente definitivo
en el hombre
Tomar en serio el crecimiento como parte esencial del ser humano implica
acoger ese dinamismo de perfeccionamiento continuo en todo lo humano en los
CONCLUSIONES
Salus carnis | 159
procesos personales y grupales en las relaciones en el conocimiento en la
capacidad para acoger a Dios y de modo especial en la Iglesia Cuerpo de Cristo
Templo del Espiacuteritu sacramento de salvacioacuten para el mundo
22 CRISTOLOGIacuteA TUacute EN MIacute Y YO EN TI SOMOS UNA SOLA COSA
Asiacute habla Cristo a Adaacuten mdasha todo ser humanomdash en una antigua homiliacutea
pascual3 que la iglesia sigue orando cada Saacutebado Santo La relacioacuten del ser humano
con Cristo es creacional no la provoca el pecado necesitado de un Redentor
Aunque curiosamente la misma noche de Pascua canta tambieacuten la Iglesia en el
pregoacuten pascual laquoiexclFeliz culpa que merecioacute tal redentorraquo Siacute feliz culpa Siempre que
la alegriacutea del perdoacuten y la redencioacuten no oculten que primero fue el amor y la gracia
y la vocacioacuten humana como divinizacioacuten De ese amor surge el perdoacuten y no al
reveacutes aunque ciertamente si maacutes se perdona a quien maacutes ama tambieacuten maacutes se
ama a quien tanto nos perdona Pues mucho amor tiene quien mantiene su
promesa y se sigue fiando de nosotros auacuten con nuestro pecado
Si a Ireneo se le reprocha una especie de devaluacioacuten del pecado en su
teologiacutea se le estaacute reconociendo indirectamente una preponderancia de la gracia y
del incondicional amor de Dios por encima incluso del pecado Una teologiacutea que
pediriacutea una praacutectica eclesial consecuente donde ni el pecado ni el perdoacuten son el
centro de la vida de fe ni de la celebracioacuten cristiana ni de la formacioacuten catequeacutetica
3 laquoLevaacutentate obra de mis manos levaacutentate mi efigie tuacute que has sido creado a imagen miacutea Levaacutentate salgamos de aquiacute porque tuacute en miacute y yo en ti somos una sola cosa Por ti yo tu Dios me he hecho hijo tuyo por ti siendo Sentildeor asumiacute tu misma apariencia de esclavo por ti yo que estoy por encima de los cielos vine a la tierra y aun bajo tierra por ti hombre vine a ser como hombre sin fuerzas abandonado entre los muertos por ti que fuiste expulsado del huerto paradisiacuteaco fui entregado a los judiacuteos en un huerto y sepultado en un huerto Mira los salivazos de mi rostro que recibiacute por ti para restituirte el primitivo aliento de vida que inspireacute en tu rostro Mira las bofetadas de mis mejillas que soporteacute para reformar a imagen miacutea tu aspecto deteriorado Mira los azotes de mi espalda que recibiacute para quitarte de la espalda el peso de tus pecados Mira mis manos fuertemente sujetas con clavos en el aacuterbol de la cruz por ti que en otro tiempo extendiste funestamente una de tus manos hacia el aacuterbol prohibido Me dormiacute en la cruz y la lanza penetroacute en mi costado por ti de cuyo costado salioacute Eva mientras dormiacuteas allaacute en el paraiacuteso Mi costado ha curado el dolor del tuyo Mi suentildeo te sacaraacute del suentildeo de la muerte Mi lanza ha reprimido la espada de fuego que se alzaba contra ti Levaacutentate vayaacutemonos de aquiacute El enemigo te hizo salir del paraiacuteso yo en cambio te coloco no ya en el paraiacuteso sino en el trono celestial Te prohibiacute comer del simboacutelico aacuterbol de la vida mas he aquiacute que yo que soy la vida estoy unido a ti Puse a los aacutengeles a tu servicio para que te guardaran ahora hago que te adoren en calidad de Diosraquo (laquoSobre una homiliacutea antigua sobre el grande y el santo Saacutebadoraquo PG 43 451462-463 LITURGIA DE LAS HORAS I [Barcelona 51998] 416-417)
CONCLUSIONES
160 | Humana augens
aunque formen parte de ella Y esto no es por desestimar la fuerza del pecado en
nuestra vida tantas veces presente de forma dramaacutetica sino porque la fuerza del
mal no nos hace perder la perspectiva salvadora en que nos encontramos vivimos
en las Manos de Dios y nunca salimos de ellas Tampoco en nuestras
desobediencias y lejaniacuteas
Creo que Ireneo es coherente al situar el pecado en su lugar ni es el centro de
la persona y la historia ni su perdoacuten es el fin de la salvacioacuten Podriacutea seguirse por
tanto que en la vida creyente las conversiones y crecimientos en la fe apoyados en
el propio pecado ya sea para dolerse de la miseria personal ya sea para recordar
que gracias a ella Cristo forma parte de nuestra vida estariacutean distorsionando el
proyecto salviacutefico de Dios Estariacuteamos tomando la parte por el todo con el riesgo
de ser conscientes y agradecer el don del perdoacuten que redime sana convierte
pero no ser capaces de ver que la vocacioacuten a la que somos llamados es mucho
mayor y nuestra vida busca algo maacutes que no volver a pecar Busca crecer El intereacutes
mayor seraacute acompasar mi voluntad con la suya mi querer mi libertad mis
alegriacuteas
La cristologiacutea soterioloacutegica de Ireneo nos devuelve el marco de visioacuten
ampliado hemos sido creados para crecer hasta Dios y cuanto maacutes nos unamos a
Eacutel en su Hijo imagen visible y carnal del Padre maacutes aacutenthropos seremos y maacutes
porosos a la gracia de su Espiacuteritu Fijarnos en el pecado cometido o en las
imperfecciones de cada cual puede hacernos olvidar que hay un fin mdashteacutelosmdash
esperando y una fuerza de Dios teleioacutetica queriendo hacer suya nuestra carne sin
dejar de ser lo que somos Por eso para Ireneo es obra del mismo Seductor que nos
llevoacute a desobedecer el sembrar en nosotros la desconfianza respecto al horizonte
divino que nos aguarda y nos lanza No por naturaleza ni por meacuteritos sino por
pura voluntad de Dios Todo lo que nos empequentildeezca encoja doblegue no es de
Dios en principio El abajamiento de Cristo y su pobreza que enriquece nada
tienen que ver con esto Su keacutenosis supuso el crecimiento constante de su
humanidad hasta alcanzar la medida de su divinidad hasta ser uno solo en ella
Creacioacuten encarnacioacuten redencioacuten glorificacioacuten o recapitulacioacuten todos
teacuterminos distinguibles pero indisociables para Ireneo Nosotros quizaacute los hemos
CONCLUSIONES
Salus carnis | 161
encasillado en exceso perdiendo justamente el hilo conductor que los da sentido
el logos que los armoniza y permite que todo lo vivamos como salvacioacuten como
plan de Dios como invitacioacuten divina a nuestra cooperacioacuten como esa laquosinfoniacutearaquo
que el hermano mayor de la paraacutebola escucha al llegar a casa siguiendo la imagen
de Ireneo Lo hemos perdido Quizaacute tambieacuten por eso la muacutesica que sale de la casa
del Padre no nos suena a fiesta sino que crea en muchos hermanos resquemor
desconfianza e incluso rechazo
Nuestra esperanza nuestra garantiacutea de vida y de poder llegar un diacutea a la
plenitud que ahora no tenemos es Cristo su humanidad gloriosa transida de
Espiacuteritu siempre activo Porque su carne es nuestra carne porque ha hecho en su
Cuerpo lo que nosotros estamos llamados a vivir nos ha mostrado que es posible
que Dios puede actuar y morar en nosotros como en su propia casa que el ser
humano es capaz de dejarse transfigurar en libre obediencia cuando se fiacutea y cuida y
acrecienta en eacutel el don recibido Que en su carne se haya llevado ya a plenitud lo
que en nosotros solo vemos en proceso seriacutea suficientemente alentador Pero es
mucho maacutes que eso En su humanidad de alguacuten modo se ha unido todo ser
humano Eso significa que algo de miacute estaacute ya crucificado con Eacutel perfeccionado con
Eacutel resucitado con Eacutel En su carne En la miacutea Ya no se pierde por maacutes que se dantildee o
se debilite Y el Espiacuteritu iraacute acrecentado esta unioacuten en la medida que todo en miacute se
haga doacutecil se haga carne espiritual No hay que laquohacerle huecoraquo arrinconando la
carne sino dejar que la carne crezca y siendo maacutes humana acercarse maacutes a Dios
Adorar la humanidad de Cristo es reconocer como divino el crecimiento el
asemejamiento el proceso Es no envidiar las conversiones automaacuteticas ni las
perfecciones repentinas maacutes ligadas a espiritualismos que al Espiacuteritu que se
somete al ritmo real de lo humano tambieacuten en la Carne de Cristo Es apoyar la vida
y la confesioacuten de fe en saber que estamos siempre en proceso en crecimiento
hasta la medida perfecta en Cristo4 y no para autoperfeccionarme sino para
participar cada vez maacutes de Dios
Una vez maacutes la verdad de nuestra salvacioacuten se juega en la unidad en la
comunioacuten Primero en Cristo y a traveacutes de Eacutel en todos nosotros Desde Ireneo no
4 Cf Ef 413
CONCLUSIONES
162 | Humana augens
hay crecimiento humano posible sin una unioacuten estrechiacutesima mdashmezclamdash con Dios
La divinidad no es una especie de laquoescaleraraquo adosada por la que subir creciendo
La divinidad es el mismo dinamismo de crecimiento en la humanidad Es el
Espiacuteritu de Dios laquoque nutre y hace crecerraquo en una unidad perfecta la unidad de
Cristo
Creer que el crecimiento en la humanidad de Cristo nos salva implica creer que
la fuerza de Dios actuacutea en la debilidad sin idolatrarla sin elevarla por siacute misma a
un rango superior Salva la fuerza de Dios transformando la debilidad no la
debilidad misma De lo contrario podemos caer laquosub angelo lucisraquo en hacer de las
debilidades inconsistencias y perezas una especie de parapeto para la gracia una
excusa para no abrirnos al Espiacuteritu que nos llevaraacute donde Eacutel quiera y como Eacutel
quiera La humanidad de Cristo nos salva porque fue creciendo abrieacutendose
progresivamente a Dios hasta hacerse uno con Eacutel para que tambieacuten nosotros
lleguemos a ser uno sin dejar de ser nosotros
23 PNEUMATOLOGIacuteA ESPIacuteRITU QUE NUTRE Y HACE CRECER
Del mismo modo que no hay ser humano sin espiacuteritu en cierta medida
tampoco puede salvarnos Cristo sin el Espiacuteritu Primeramente porque Dios es
Trinidad es Padre es Hijo y es Espiacuteritu y en Ireneo a pesar de estar en un estado
preniceno tan primario se distinguen bien las personas pero se afirma siempre la
unidad de accioacuten en ellas Lo de uno no le es ajeno al otro por asiacute decirlo
Sin espiacuteritu el ser humano infante e imperfecto seriacutea otra cosa Un animal
racional una maacutequina un conjunto celular bien ordenado de reacciones quiacutemicas
pero no un aacutenthropos capaz de perfeccioacuten de crecimiento La virtus de Dios
mezclada con nuestro barro desde el principio forma parte del ser humano maacutes
auteacutentico de la misma manera a la inversa que el pecado no lo configura Y sin
embargo experimentamos el pecado en nosotros y anhelamos la accioacuten del
Espiacuteritu Seguimos necesitaacutendolo y por eso podemos pedirlo por un lado porque
recibimos el don de Dios en funcioacuten de nuestra capacidad siempre mayor y por
otro porque tras la encarnacioacuten y glorificacioacuten de Cristo el Espiacuteritu que recibimos
pro-viene de la carne de Cristo En ella se ha mezclado con todo el geacutenero humano
CONCLUSIONES
Salus carnis | 163
No pedimos el Espiacuteritu porque el pecado nos lo arrebatara lo pedimos porque lo
necesitamos para llegar a ser lo que Dios espera que seamos para cumplir nuestro
origen finalmente De hecho Jesuacutes hombre que no conocioacute el pecado tambieacuten
recibioacute la uncioacuten del Espiacuteritu en su carne para poder realizar su vida y misioacuten
Como nosotros Lo recibioacute para que su carne fuera divinizaacutendose Y recordemos
que su carne es toda su humanidad corporalidad libertad voluntad alma Igual
que nosotros
Constatar la imperfeccioacuten propia y ajena es faacutecil y cotidiano asumirla como
parte de nuestra humanidad y como un don dado por Dios porque quiere contar
con nosotros sin automatismos ni supersticiones maacutegicas es un signo de madurez
y crecimiento Asiacute la desobediencia y el pecado los propios liacutemites e insuficiencias
se convierten en lugares de descanso para que el Espiacuteritu de Dios los habite y
transforme poco a poco
Tener maacutes presente la accioacuten del Espiacuteritu en la teologiacutea y en la vida de fe nos
recordariacutea que el fin y la capacidad para alcanzarlo estaacuten insertos en nuestro ser
en nuestra carne Por tanto la gracia actuacutea desde dentro siendo esencialmente
distinta a nosotros Es el Espiacuteritu de Dios que no hay que laquoconseguirraquo
externamente por medio de diversas praacutecticas o acciones soacutelo disponernos para
que pueda hacer suya nuestra vida (nuestra carne) queriendo vivir en continua
obediencia libre y gozosa obediencia Nada se nos impone Pero tampoco nada es
inocuo toda decisioacuten comporta consecuencias
Con frecuencia tendemos a ligar el Espiacuteritu con ciertos movimientos o formas
de vida que priorizan la propia voluntad la autonomiacutea la originalidad del sujeto
por encima de la comunioacuten un cierto laquoaireraquo de libertad cercano al laquotodo valeraquo La
pneumatologiacutea de Ireneo podriacutea ayudar a equilibrar lo carismaacutetico y lo
comunitario o institucional puesto que siendo el Espiacuteritu quien embellece la
creacioacuten y aporta diversidad tambieacuten es quien nos asemeja con Cristo tal como el
Padre nos creoacute Es decir su actuacioacuten no es arbitraria es cristoloacutegica La libertad
que imprime en nuestra carne no se reduce a poder elegir sino a saber elegir y
mientras tanto aprender a asumir las consecuencias de nuestros actos
responsablemente Asiacute fue con Adaacuten y Eva en el Paraiacuteso Crecer en el Espiacuteritu
CONCLUSIONES
164 | Humana augens
tambieacuten es crecer en el dominio de la propia vida sin vivir traiacutedos y llevados por
los laquoseductoresraquo del momento o las laquoserpientesraquo de la vida El Espiacuteritu es vivir en
verdad atributo propio de Dios pues la mentira solo proviene del Enemigo para
Ireneo No podemos ofrecer lo que no tenemos No podemos ofrecer a Dios el Arte
de nuestra vida el barro moldeable que mantenemos huacutemedo entre sus Manos si
no podemos contenerlo en las nuestras Y asiacute cuanto maacutes libres maacutes humanos
cuando maacutes humanos maacutes divinos cuanto maacutes crezcamos maacutes unioacuten y unidad
personal cuanta maacutes unidad y comunioacuten con Dios maacutes gozo que seraacute el mejor
camino para desear que nuestro seguimiento siga creciendo Libertad y
responsabilidad conciencia de sabernos necesarios para que la salvacioacuten
acontezca como lo fue la carne de Mariacutea en perfecta sinergia
Entender la vida desde este Espiacuteritu que nos laquonutre y acrecientaraquo es tambieacuten ir
creciendo en una libertad entendida como deseo de plenificar la propia vocacioacuten
nuestro maacutes auteacutentico yo que es la persona completa tambieacuten su cuerpo No soacutelo
el cuerpo sino la carne todo lo limitado caduco opaco humano Y no soacutelo en el
creyente sino tambieacuten en Dios Tras la encarnacioacuten el Verbo eterno es Verbo
encarnado y desde Eacutel como cabeza todo estaacute llamado a ser recapitulado en su
cuerpo Pues bien de alguacuten modo en Cristo queda bendecido y salvado todo lo
carnal todo lo fragmentario todo lo que maacutes se aleja de Dios en la medida que no
pretende ser por siacute mismo sino vivificado por el Espiacuteritu Paradoacutejicamente desde
Ireneo querer abandonar la carne que somos lo imperfecto y perfectible lo no
acabado lo no pleno o pediacuterselo a otros es lo maacutes alejado a querer vivir en el
Espiacuteritu porque el Espiacuteritu soacutelo se nos da en la carne Teologiacuteas y propuestas de fe
que confundan vivir seguacuten el Espiacuteritu con vivir laquofueraraquo de la carne estaacuten abocadas
a convertirse en neognosticismos y neocatarismos o al menos a perder una
enorme riqueza de la verdad cristiana
Parece que el Espiacuteritu se ha olvidado en cristologiacutea como se ha olvidado en
antropologiacutea Quizaacute por eso ni el giro antropoloacutegico ni la centralidad cristoloacutegica
se sostienen solas Quedan siempre parciales fragmentadas incapaces Y puede ser
por esta carencia de Espiacuteritu pues Eacutel aporta el asemejamiento el dinamismo lo
procesual y si realmente es elemento configurador de lo humano tanto lo seraacute
CONCLUSIONES
Salus carnis | 165
para el hombre como para la humanidad de Cristo Nos recuerda que nada en lo
humano estaacute acabado que estamos llamados a crecer No es un proceso de
progreso en clave moderna ilustrada de perfeccionarnos sobre nosotros mismos
No es una salvacioacuten externa que viene a mejorar nuestra mediocridad En Ireneo es
una fuerza interna al propio ser humano que a la vez nos recuerda que no es
nuestra por derecho o por naturaleza Es gracia
Una Iglesia maacutes confiada al Espiacuteritu seriacutea una Iglesia maacutes abierta al
crecimiento y al cambio porque es propio de lo humano no por mayor adaptacioacuten
a las modas y lugares o por parecer laquonuevaraquo siempre La novedad la da el Espiacuteritu
en la carne gloriosa de Cristo El criterio de crecimiento como deciacuteamos al hablar
del ser humano es la mayor o menor unioacuten con Dios la mayor o menor laquoposesioacutenraquo
de lo humano por lo divino El criterio no son estadiacutesticas ni valoraciones sociales o
intraeclesiales Y en el fondo volviendo siempre al corazoacuten del Evangelio Ireneo
repite el criterio mayor es el amor De ninguacuten modo se trata de devaluar la gracia5
que supone formar parte de la Iglesia Cuerpo de Cristo y la participacioacuten en los
sacramentos la fidelidad a la Tradicioacuten y al Magisterio Pero podriacutea situarnos con
otra perspectiva la de alegrarnos por haber recibido la gracia del seguimiento de
Cristo y su Espiacuteritu a traveacutes de la Iglesia como los primeros apoacutestoles en
Pentecosteacutes en lugar de restringir este aacutembito como el uacutenico para que los hombres
y mujeres de la historia vayan siendo injertados en Cristo por el Espiacuteritu vayan
5 Siempre es iluminador recordar el peligro de lo que D BONHOumlEFFER llamoacute laquogracia barataraquo laquoLa
gracia barata es el enemigo mortal de nuestra Iglesia Hoy combatimos a favor de la gracia cara La gracia barata es la gracia considerada como una mercanciacutea que hay que liquidar es el perdoacuten malbaratado es la gracia como almaceacuten inagotable de la Iglesia de donde la cogen unas manos inconsideradas para distribuirla sin vacilacioacuten ni liacutemites es la gracia sin precio que no cuesta nada [] La gracia cara es el tesoro oculto en el campo por el que el hombre vende todo lo que tiene es la perla preciosa por la que el mercader entrega todos sus bienes es el reino de Cristo por el que el hombre se arranca el ojo que le escandaliza es la llamada de Jesucristo que hace que el disciacutepulo abandone sus redes y le siga La gracia cara es el evangelio que siempre hemos de buscar son los dones que hemos de pedir es la puerta a la que se llama Es cara porque llama al seguimiento es gracia porque llama al seguimiento de Jesucristo es cara porque le cuesta al hombre la vida es gracia porque le regala la vida es cara porque condena el pecado es gracia porque justifica al pecador Sobre todo la gracia es cara porque ha costado cara a Dios porque le ha costado la vida de su Hijo mdashldquohabeacuteis sido adquiridos a gran preciordquomdash y porque lo que ha costado caro a Dios no puede resultarnos barato a nosotros [] La gracia cara es la encarnacioacuten de Diosraquo (El precio de la gracia El seguimiento [Salamanca 1986] 1719-20) Gracia tan cara tan valiosa que soacutelo puede ser recibida con agradecimiento porque es gratuitamente donada La gracia barata curiosamente acaba siendo arrebatada al menos como pretensioacuten del mismo modo que se exige ingenuamente aquello que creemos poseer por derecho o meacuterito
CONCLUSIONES
166 | Humana augens
divinizaacutendose vayan creciendo La teologiacutea de Ireneo y la imprescindible
cooperacioacuten del hombre para la salvacioacuten desde su libertad y su obediencia
agudiza la responsabilidad del cristiano y de la Iglesia mediadora para el mundo
pero no excluye a nadie pues nadie estaacute fuera de la carne de Cristo en cierto
modo Y para Ireneo el mismo proceso y el mismo agente mdashDios mismo en su
Espiacuteritumdash lleva a cabo la humanizacioacuten y la divinizacioacuten sin departamentos
estancos
Contar con el Espiacuteritu nos ayuda a confrontar nuestra cultura de la inmediatez
que tambieacuten puede provocar una fe de inmediatos sin historia sin aprendizaje sin
errores y sus consecuencias (pecado) sin significatividad real de la libertad sin
tolerancia a ninguna frustracioacuten sin capacidad para permanecer en el diacutea y en la
noche y seguir esperando Por eso una laquopneumatologiacutea del crecimientoraquo como
una laquocristologiacutea del crecimientoraquo podriacutea renovar la comprensioacuten escatoloacutegica
Saber que la historia es un dinamismo creciente porque Dios asiacute lo ha querido y
que nada en nosotros seraacute tan fuerte como para destruir el querer de Dios
fundamentariacutea nuestra esperanza con una fuerza inusitada desde luego no menor
que el temor reverente al infierno y sus penas Si para muchos el purgatorio no
tiene sentido el infierno no da temor alguno y el cielo parece la promesa de un
aburrimiento eterno haber cifrado nuestra vida mdashen lo humano y en lo
cristianomdash desde la unioacuten con Dios como vocacioacuten uacutenica y como motor para
allegarnos a ella puede al menos avivar el deseo de ese horizonte final Y entonces
ahiacute retomar las categoriacuteas escatoloacutegicas claacutesicas Ahora bien sin haber
experimentado de alguacuten modo en esta vida el gozo de ser plenamente humano
como participacioacuten real y creciente en la humanidad de Cristo difiacutecilmente la
escatologiacutea tendraacute algo que decirnos Y esta experiencia nos es dada en la medida
que asentimos al Espiacuteritu en nosotros
Podriacuteamos terminar con unas palabras de Ireneo pero es difiacutecil elegir entre
tantas adecuadas Por eso voy a terminar con las palabras de un teoacutelogo de
nuestro siglo
CONCLUSIONES
Salus carnis | 167
Cuanto mayor es el otro en el sentido fuerte y verdadero de la palabra maacutes engrandecidos nos sentimos en nuestro contacto con eacutel La autoridad (en sentido de laquoauctoritasraquo) es precisamente seamos o no conscientes de ello el comportamiento de ese otro que me laquoaumentaraquo (augere) que me eleva (e-levare) que me hace subir cada vez maacutes alto que me educa (e-ducere) que me engrandece De aquel que cuanto maacutes grande es (augustus el que me hace crecer) mejor me conduce de la mano por el camino de mi identidad La presencia del maacutes grande puede convertirse incluso en la posibilidad del ejercicio de mi ser que gracias a la fuerza de esta presencia se siente laquoautorizadoraquo (laquoauctoritas augereraquo) lejos de todos sus temores y desconfianzas Nunca es nadie maacutes grande que cuando se mide con alguien mayor que eacutel6
Y nuestra medida es Dios mismo en la carne de Cristo A Eacutel toda gloria laquoEl
resto sea venerado con el silencioraquo7
6 A GESCHEacute El destino Dios para pensar III (Salamanca 2001) 49 7 GREGORIO NACIANCENO In sanctum Pascha Or XLV 22 PG 36 col 653AB
CONCLUSIONES
168 | Humana augens
BIBLIOGRAFIacuteA
Salus carnis | 169
Bibliografiacutea
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IRENEO DE LYON SAN Demostracioacuten de la predicacioacuten apostoacutelica ed preparada por E Romero Pose FuP 2 (Madrid 1992)
IRENEE DE LYON Saint Deacutemonstration de la Preacutedication Apostolique ed par A Rousseauu SCh 406 (Pariacutes 1995)
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170 | Humana augens
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MAacuteXIMO CONFESOR Meditaciones sobre la agoniacutea de Jesuacutes (Madrid 1990)
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24 Ediciones de la Biblia
AV Biblia de Jerusaleacuten Nueva edicioacuten revisada (Bilbao 42009)
Bibleworks (recurso electroacutenico) versioacuten 7 (USA 2006)
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(httpwwwvaticanvaarchivehist_councilsii_vatican_councildocumentsvat-ii_decl_19651028_nostra-aetate_sphtml)
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IV
Indice
SIGLAS Y ABREVIATURAS VI
INTRODUCCIOacuteN 1
1 Objeto y metodologiacutea 2
2 Ireneo de Lyon el autor y su contexto 5
3 Planteamiento del tema 7
31 iquestDE QUEacute HUMANIDAD HABLAMOS 7
32 iquestDE QUEacute CRECIMIENTO HABLAMOS 12
I EL SER HUMANO PLASMA DEI ARTE EN LAS MANOS DE DIOS 17
Introduccioacuten 18
1 Un solo Dios una sola Creacioacuten un solo hombre 19
2 Plasmados por Sus Manos y hechos para la comunioacuten con Eacutel 25
3 Predileccioacuten de Dios por el ser humano a imagen y semejanza suya 35
4 Conclusiones 41
II EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM LLAMADO A CRECER LIBRE Y
OBEDIENTE
45
Introduccioacuten 46
1 De la imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten como destino 47
2 Salus carnis carne que crece libre 55
3 Salus carnis carne que crece obediente 61
4 Conclusiones 69
III JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS EacuteL ES LA COMUNIOacuteN QUE NOS SALVA 73
Introduccioacuten 74
1 Perceptrix et capax caro virtutis Dei 75
11 LA VIDA PRESENTE EN LA CARNE 80
12 EUCARISTIacuteA 82
13 LA CARNE DE CRISTO 84
2 Carne de nuestra carne 87
21 LA MIXIS INICIAL 88
22 LA PLASMACIOacuteN CON SUS MANOS 92
3 iquestQuieacuten sino el Verbo puede unir al hombre con Dios 96
V
4 Conclusiones 110
IV CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM CUANDO CRECER NOS SALVA 113
Introduccioacuten 114
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona 115
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten 125
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios 135
4 Conclusiones 144
CONCLUSIONES 149
1 A modo de tesis finales aportaciones de la teologiacutea de San Ireneo 150
2 A modo de sugerencias para una Teologiacutea del Crecimiento 155
21 ANTROPOLOGIacuteA DIGNIDAD Y BELLEZA DEL SER HUMANO ARTE DE DIOS 155
22 CRISTOLOGIacuteA TUacute EN MIacute Y YO EN TI SOMOS UNA SOLA COSA 159
23 PNEUMATOLOGIacuteA ESPIacuteRITU QUE NUTRE Y HACE CRECER 162
BIBLIOGRAFIacuteA 169
VI
Siglas y abreviaturas
AH Adversus Haereses
Ep Epideixis Demostracioacuten Apostoacutelica
CCSL Corpus Christianorum Series Latina
CTI Comisioacuten Teoloacutegica Internacional
DH Denzinger H ndash Huumlnermann P
DPAC Diccionario patriacutestico y de la Antiguumledad cristiana
FuP Fuentes Patriacutesticas
PG Patrologia Graeligca dir JP Migne
PL Patrologia Latina dir JP Migne
SCh Sources Chreacutetiennes
AG Decreto Ad gentes
DI Dominus Iesus
EN Evangelii nuntiandi
FR Fides et ratio
GS Gaudium et Spes
LG Lumen Gentium
NA Nostra aetate
RM Redemptoris missio
RH Redemptor hominis
SC Sacrosanctum concilium
VD Verbum Domini
AAVV autores varios
Cf confrontar
Coord coordinador (es)
ed editor (es)
Ibid la misma obra
ID el mismo autor
Vol volumen
VII
Introduccioacuten
1 Objeto y metodologiacutea
2 Ireneo de Lyon el autor y su contexto
3 Planteamiento del tema
31 iquestDE QUEacute HUMANIDAD HABLAMOS
32 iquestDE QUEacute CRECIMIENTO HABLAMOS
INTRODUCCIOacuteN
2 | Humana augens
1 Objeto y metodologiacutea
El intereacutes mayor de esta tesina gira en torno a la dinaacutemica salviacutefica de la
humanidad de Cristo y su relacioacuten con nuestra propia humanidad Concretamente
nos centramos en el crecimiento como dimensioacuten humana y teologal esencial para
llegar a plenificar la vocacioacuten recibida de Dios y en queacute medida es esta dinaacutemica
comuacuten a la carne de Cristo y a la nuestra
El razonamiento que seguimos es el siguiente creer en la encarnacioacuten de
Cristo nuestro Salvador implica creer que el Verbo eterno verdadero Dios se hizo
carne con toda verdad y no en apariencia Si esto es asiacute podriacuteamos deducir dos
cosas por un lado que su carne forma parte de la accioacuten salvadora de Dios y por
otro que aquellos rasgos o dimensiones que definan al ser humano definiraacuten
tambieacuten la humanidad de Cristo Sobran razones para justificar la eleccioacuten de San
Ireneo de Lyon a la hora de profundizar en alguacuten tema importante de la teologiacutea
dogmaacutetica pero trataacutendose de la humanidad mdashde la carnemdash su teologiacutea es una
referencia
Para el objeto de nuestro estudio bien podriacuteamos comenzar por rastrear una
Cristologiacutea que nos permita atisbar desde la Humanidad de Cristo coacutemo es y coacutemo
estaacute llamada a ser la nuestra Pero tambieacuten podemos hacer el camino inverso
adentrarnos en una antropologiacutea que al decirnos coacutemo es el aacutenthropos nos esteacute
mostrando coacutemo es la vera humanitas Christi Esta segunda opcioacuten es la nuestra
La metodologiacutea empleada parte del estudio de la antropologiacutea de Ireneo
(capiacutetulos I y II) centraacutendonos en el anaacutelisis del crecimiento en el ser humano iquestes
un rasgo esencial a su vocacioacuten y a su dinamismo creatural querido por Dios
Padre iquesttiene alguna capacidad soterioloacutegica significativa iquestde queacute modo se
articula esta humanidad con la humanidad de Cristo iquesty con el Espiacuteritu
Una vez estudiada la antropologiacutea de Ireneo desde estas claves dedicamos el
capiacutetulo III a poner en relacioacuten las conclusiones obtenidas y la cristologiacutea del autor
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 3
Si bien contamos con estudios muy elaborados de su antropologiacutea1 no hay la
misma sistematizacioacuten de su cristologiacutea por lo que nos hemos ayudado de
diversos artiacuteculos y estudios pero hemos priorizado la lectura directa de Ireneo
desde el prisma de comprensioacuten ya expuesto su verdadera humanidad como Hijo
de Dios encarnado y el proceso que en eacutel se da por la fuerza del Espiacuteritu Santo Asiacute
hay aspectos cristoloacutegicos que apenas se enuncian sin profundizar en ellos como
la uncioacuten del Verbo el anuncio del Reino la Pasioacuten y Resurreccioacuten la
recapitulacioacuten final y segunda venida No porque sean ajenos a la teologiacutea
ireneana sino por delimitar nuestro estudio Y sin embargo creemos haber
expuesto con suficiente claridad coacutemo todos estos temas se interrelacionan y estaacuten
presentes en Ireneo
Finalmente una vez vista la dimensioacuten de crecimiento en la carne de Cristo
como dinamismo esencial y soterioloacutegico hemos dedicado el capiacutetulo IV a situar
estas conclusiones en el marco de la tradicioacuten y del magisterio de la Iglesia de
forma que unos y otros se iluminen mutuamente Por supuesto la mirada
sistemaacutetica de este uacuteltimo capiacutetulo es breve y en ninguacuten caso exhaustiva Maacutes bien
pretende mostrar diversas vetas histoacutericas y magisteriales que quedan
enriquecidas a mi modo de ver cuando damos maacutes espacio al crecimiento salviacutefico
de la carne de Cristo ungida por el Espiacuteritu
Cada capiacutetulo consta de una introduccioacuten breve como marco al tema que
vamos a tratar tres epiacutegrafes y una conclusioacuten que recapitula los datos estudiados
y nos prepara para el siguiente capiacutetulo Finalmente las conclusiones sentildealan
algunas de las aportaciones maacutes valiosas de Ireneo que hemos ido desarrollando y
sugieren algunas consecuencias derivadas para una posible laquoTeologiacutea del
crecimientoraquo antropologiacutea cristologiacutea y pneumatologiacutea
Los textos estudiados han sido los cinco libros de Adversus Haereses (citado
como AH) en las traducciones de A Orbe2 C I Gonzaacutelez3 y A Rousseau4 Tambieacuten
1 Destaca en este campo A ORBE Antropologiacutea de San Ireneo (Madrid 1997) Puede verse una
extensa relacioacuten de estudios sobre Ireneo en la edicioacuten de E ROMERO POSE Demostracioacuten de la predicacioacuten apostoacutelica FuP 2 (Madrid 1992)
2 A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I-IV (Madrid 1985-1996)
INTRODUCCIOacuteN
4 | Humana augens
la Demostracioacuten de la Predicacioacuten Apostoacutelica o Epideixis (citado como Ep) en la
edicioacuten de E Romero Pose5 contrastando con la edicioacuten criacutetica de Rousseau
cuando lo hemos considerado oportuno6 Especial relevancia tendraacuten los libros III
IV y V de AH por la temaacutetica tratada Si en los libros III y IV de AH Ireneo quiere
confirmar con la Escritura la doctrina apostoacutelica que refuta las teoriacuteas hereacuteticas
presentadas en los libros anteriores (I-II) el libro V se centra en la defensa de la
Salus carnis tanto en el frente hereacutetico como dentro de la propia Iglesia7 Conviene
tener en cuenta que Ep es posterior a AH y por tanto para algunos supone una
doctrina maacutes perfilada y consolidada Sin embargo no es menos cierto que en AH
se tratan con mayor detenimiento y extensioacuten algunos temas por la finalidad
apologeacutetica del escrito y por tanto nos ofrece detalles y apreciaciones de las que
puede carecer Ep
Iremos intercalando a medida que se expone la doctrina ireneana los rasgos
de las doctrinas gnoacutesticas maacutes ligados a nuestro tema pues como afirmaba San
Ireneo laquoel que quiera convertirlos ha de conocer sus doctrinas o argumentosraquo8 y
desde luego nos ayudaraacute a entender mejor la aportacioacuten especiacutefica de nuestro
autor La doctrina de Valentiacuten la expone y rebate Ireneo en AH I-II presentada
como laquorecapitulacioacuten de todos los herejesraquo9 aunque en diversos momentos trate
tambieacuten de clarificar otros errores como es el caso de los marcionitas y los
ebionitas
3 IRENEO DE LION SAN Contra los herejes Exposicioacuten y refutacioacuten de la falsa gnosis ed preparada
por CI Gonzaacutelez (Meacutexico 2000) Accesible en Biblioteca Electroacutenica Cristiana [httpmultimediosorgdocsd001092]
4 IRENEE DE LYON Contre les Heacutereacutesies Livre I-V ed critique par A Rousseau SCh 1001-2 152-153 210-211 263-264 293-294 (Pariacutes 1965-1982)
5 IRENEO DE LYON SAN Demostracioacuten de la predicacioacuten apostoacutelica edicioacuten preparada por E Romero Pose (Madrid 1992)
6 IRENEE DE LYON Saint Deacutemonstration de la Preacutedication Apostolique ed par A Rousseauu SCh 406 (Pariacutes 1995)
7 Ciertamente desde los inicios la opcioacuten por la Salus animae o Salus carnis ha sido un distintivo en la manera de entender el misterio de la fe y la teologiacutea da lugar a diversas posturas incluso exegeacuteticas No en vano la exeacutegesis propia de aquellos que presentan una antropologiacutea que identifica ser humano y alma es la alegoriacutea (con Clemente y Oriacutegenes como representantes maacutes claros) de corte platonizante relegando a un segundo lugar lo histoacuterico lo literal
8 AH IV pr 2 9 Ibid
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 5
No hemos querido hacer un estudio analiacutetico ni criacutetico de los escritos de
Ireneo Maacutes bien hemos preferido leerle con una mirada maacutes comprehensiva
dejando que sus intuiciones y convicciones de fondo afloraran en los diversos
textos y se mostraran en sus relaciones implicaciones mutuas Tampoco
pretendemos presentar todo el sistema teoloacutegico de Ireneo pero siacute hemos
intentado respetar su forma de argumentar y de escribir como en espiral
avanzando siempre con pequentildeos o grandes matices pero recogiendo en cada tema
todos los demaacutes Esto a veces puede provocar repeticiones en nuestro discurso
pero a la vez creo que permite mejor caer en la cuenta de la enorme unidad de esta
teologiacutea y la riqueza de matices de un mismo texto o tema seguacuten desde doacutende se
mire y a doacutende se quiera llegar
2 Ireneo de Lyon el autor y su contexto
Para muchos es el primer teoacutelogo sistemaacutetico del cristianismo el maacutes
laquocatoacutelicoraquo de los escritores antiguos o el eclesiaacutestico de mayor hondura dogmaacutetica
de la antiguumledad10 Pocos datos biograacuteficos conocemos de eacutel La principal fuente es
la Historia Eclesiaacutestica de Eusebio de Cesarea que en su mayor parte se basa en la
misma obra de Ireneo Disciacutepulo de San Policarpo nacido entre el 130 y 140 en
Asia Menor en contacto por tanto con la transmisioacuten apostoacutelica primera No
sabemos por queacute deja Asia y se establece en Lyon pero en el 177 siendo presbiacutetero
de esa Iglesia recibe el encargo de llevar al obispo de Roma una copia de la carta
de los maacutertires de Lyon por asuntos relacionados con el montanismo A su vuelta
fue obispo de esta ciudad tras la muerte martirial de Fotino Tambieacuten sabemos de
su intervencioacuten frente al papa Viacutector (189-198) a favor de los obispos de Asia
Menor en la controversia sobre la fecha para celebrar la Pascua intentando mediar
entre ambos haciendo honor a su nombre de laquopacificadorraquo [εἰρηνοποιόσ] Una
tradicioacuten maacutes tardiacutea le recuerda como maacutertir pero ninguacuten dato cierto tenemos
10 Por ejemplo A ORBE Introduccioacuten a la teologiacutea de los siglos II y III (Salamanca 1988) 1-8 J I
GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios (Barcelona 1969) 3-9 G AULEN Christus Victor An historical Study of the three Main Types of the Idea of Atonement (Oregon 2003) 16-35 J QUASTEN Patrologiacutea I (Madrid 1961) 276283
INTRODUCCIOacuteN
6 | Humana augens
sobre este hecho11 excepto el testimonio de Gregorio de Tours en su Historia
Francorum 12712
Sin duda haber vivido desde nintildeo en contacto con los sucesores de los
apoacutestoles entrantildea en eacutel un marcado gusto por la Escritura y la fidelidad a la
Tradicioacuten apostoacutelica que se deja ver en su teologiacutea y modo de pensar13 Por otro
lado no podemos obviar que vive y escribe su obra en el periacuteodo maacutes floreciente
de la teologiacutea gnoacutestica y es en oposicioacuten a esta corriente como van tomando cuerpo
la mayoriacutea de las teologiacuteas eclesiaacutesticas primeras En eacutel coincide la grandeza como
teoacutelogo y como catequista14 quizaacute porque auacutena el esfuerzo intelectual con la
vivencia de fe y no tiene miedo en ser creativo o innovador cuando a la vez quiere
cuidar y fortalecer la Tradicioacuten recibida Para eacutel la Sagrada Escritura es parte del
tesoro de la Iglesia y asiacute Ireneo fue uno de los primeros en fijar el canon
fundamentaacutendolo teoloacutegicamente Su teologiacutea se nutre especialmente de Pablo y
de Juan o dicho de otro modo creo que acertadamente laquoIreneo lee a Pablo con los
ojos de Juanraquo15
Los especialistas en este autor declaran abiertamente la dificultad para tener
una visioacuten clara e inequiacutevoca de algunos puntos ya que el texto original griego
apenas se conserva la versioacuten latina no siempre es clara por literal que sea y han
ido apareciendo distintos estudios sobre textos armenios y coptos16 Nosotros no
entraremos en estas disquisiciones
En todo caso podremos afirmar con fundamento soacutelido mdashel que nos da la
hondura de la teologiacutea ireneanamdash la estrecha unioacuten entre su antropologiacutea y
11 Cf A ORBE Ireneo A DI BERARDINO Diccionario patriacutestico y de la Antiguumledad cristiana (=DPAC)
I (Salamanca 1991) 1098-1105 C MORESCHINI-E NORELI Patrologiacutea Manual de literatura cristiana antigua griega y latina (Salamanca 2009) 117-121 J J AYAacuteN Ireneo de Lyon A DI BERARDINOndashG FEDALTOndashM SIMONETTI Literatura Patriacutestica (Madrid 2010) 928-935
12 Cf J QUASTEN Patrologiacutea I 277 13 Cf Ep 98 14 R CASADO GARCIacuteA laquoSan Ireneo testigo de la fe de la Iglesiaraquo Teologiacutea y catequesis 81 (2002)
107-123 Aquiacute 123 15 E DASSMANN laquoSan Pablo en la primera teologiacutea cristiana hasta Ireneoraquo Anuario de Historia de
la Iglesia 18 (2009) 239-257 aquiacute 254 16 Cf A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I (Madrid-Toledo 1985) 3-9 F SOTO-HAY laquoAlgunas notas
para la lectura de San Ireneo de Lyonraquo Anaacutemnesis 15 (2005) 5-25
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 7
cristologiacutea por siacute mismas por definicioacuten por principio17 Podriacuteamos calificar la
antropologiacutea de Ireneo como laquoantropologiacutea teologalraquo o incluso como
laquoantropologiacutea cristoloacutegicaraquo pues para eacutel no es posible hablar del hombre sin
pensarlo en relacioacuten dinaacutemica con Dios ni presentar al hombre verdadero
perfecto consumado sin contemplar a Cristo De manera que aquello que podamos
afirmar del ser humano tendremos que poder afirmarlo tambieacuten de la humanidad
de Cristo y viceversa pues no solo fuimos creados a imagen del Verbo sino que
estamos llamados a llegar a ser perfectos en su Carne gloriosa La humanidad de
Cristo por ser verdadera humanidad tambieacuten tendraacute que hacer este proceso
creciendo pues no existe otra humanidad que la que Dios creoacute para llegar a Eacutel
3 Planteamiento del tema
31 iquestDE QUEacute HUMANIDAD HABLAMOS
No son pocos los teoacutelogos y miacutesticos que han sentildealado la centralidad de la
humanidad de Cristo para nuestra salvacioacuten18 Seguacuten eacutepocas y sensibilidades unas
veces se insiste maacutes en su divinidad para no caer en adopcionismos e
ideologizaciones del misterio y otras se recalca la necesidad de atender su
humanidad huyendo de espiritualismos docetas En ambos casos creo que
descuidamos a menudo no perdernos en monofisismos de uno u otro lado pues
pareciera que el ser humano encuentra la mayor de las dificultades en afirmar con
17 Cf M SCIATELLA laquoAntropologia e cristologia in S Ireneo di Lione Adversus Haereses V 1-2
analisi strutturale teologica e scrituristica del testoraquo Divinitas 33 (1989) 269-285 18 laquoNo seacute yo bien por queacute dicen ldquoiluminativardquo entiendo que de los que van aprovechando Y
avisan mucho que aparten de siacute toda imaginacioacuten corpoacuterea y que se lleguen a contemplar en la divinidad porque dicen que aunque sea la Humanidad de Cristo a los que llegan ya tan adelante que embaraza u impide a la maacutes perfecta contemplacioacuten [] Porque les parece que como esta obra toda es espiacuteritu que cualquier cosa corpoacuterea la puede estorbar u impedir y que considerarse en cuadrada manera y que estaacute Dios de todas partes y verse engolfado en El es lo que han de procurar Esto bien me parece a miacute algunas veces maacutes apartarse del todo de Cristo y que entre en cuenta este divino Cuerpo con nuestras miserias ni con todo lo criado no lo puedo sufrir [] Y veo yo claro mdashy he visto despueacutesmdash que para contentar a Dios y que nos haga grandes mercedes quiere sea por manos de esta Humanidad sacratiacutesima en quien dijo Su Majestad se deleita Muy muy muchas veces lo he visto por espiriencia Haacutemelo dicho el Sentildeor He visto claro que por esta puerta hemos de entrar si queremos nos muestre la soberana majestad grandes secretos Ansiacute que vuestra merced sentildeor no quiera otro camino aunque esteacute en la cumbre de contemplacioacuten por aquiacute va siguroraquo (SANTA TERESA DE JESUacuteS Libro de la Vida 2216-7 en Obras completas [Madrid 92006] 120122)
INTRODUCCIOacuteN
8 | Humana augens
la misma consistencia los dos laquopolosraquo de toda paradoja Y ciertamente la
encarnacioacuten del Hijo de Dios lo es Lo que maacutes nos cuesta creo yo es creer adorar
y abandonarnos a Cristo como verdadero Dios y verdadero hombre de tal modo
que tanto su divinidad como su humanidad sean relevantes y significativas para
nosotros para la salvacioacuten19
Esta dificultad para convivir con lo que se nos presenta como aparentemente
contradictorio y paradoacutejico mdashhombre y Dios carne y Espiacuteritumdash no soacutelo es un reto
que se deja ver en las diversas cristologiacuteas sino que tambieacuten se proyecta en la
antropologiacutea la protologiacutea y la relacioacuten teologal y escatoloacutegica del hombre con
Dios Desde aquiacute arranca una primera preocupacioacuten claramente soterioloacutegica
coacutemo entender la humanidad y la divinidad coacutemo mirar al aacutenthropos y a Dios de
manera que en siacute mismos se produzca la posibilidad del encuentro de la relacioacuten
de la comunioacuten por encima de la paradoja No basta con hacer nuestra la fe de la
Iglesia y creer en la verdadera humanidad y verdadera divinidad de Cristo
Necesitamos articular ambas realidades o mejor auacuten profundizar en cada una de
ellas de modo que por siacute mismas se despliegue esa laquonaturalraquo comunioacuten
Hablariacuteamos entonces de una salvacioacuten primera previa a todo pecado que es
la pura decisioacuten divina de acercarse a nosotros y hacernos Caro capax Dei Es decir
la salvacioacuten maacutes honda no viene desde fuera como una especie de ortopedia ajena
que repare nuestra incapacidad No Ni siquiera es soacutelo ese remedio medicinal y
saludable que se nos aplica y laquopor sus meacuteritosraquo nos sana Tampoco Es la gracia de
Dios que nos capacita internamente desde dentro daacutendonos una capacidad
ontoloacutegica creatural para llegar a ser maacutes de lo que somos Como si Dios mismo
nos dijera laquotuacute eres capaz de miacute destinado a participar de mi vidaraquo20 Una salvacioacuten
que sin negar la redencioacuten no se reduce a ella
El mal y el pecado son realidades que nadie discute pero iquestpuede instrumentalizarse de esta manera el mal y servirse casi de eacutel para justificar la necesidad de una salvacioacuten en el camino hacia Dios [] La idea de salvacioacuten expresa esencialmente y en primer lugar antes de que se hable de pecado o de falta la nocioacuten de cumplimiento [] El laquotelosraquo el teacutermino y el final de nuestro ser es la vida (cf Rm 622) estamos llamados a esa vida como a nuestro destino (1 Cor 18 1524 Hb 611) la salvacioacuten es laquotelos tegraves pisteocircsraquo
19 Cf K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo Escritos de Teologiacutea I (Madrid 31967) 167-
221 aquiacute 211 20 A GESCHEacute El mal Dios para pensar I (Salamanca 1995) 288
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 9
teacutermino y destino de la fe (cf 1 Pe 19) que hay que llevar hasta su plenitud (cf Ap 226) para cumplir el designio para el que uno ha sido creado21
Y todo cumplimiento (teacutelos) implica progreso crecimiento perfeccionamiento
Soacutelo Dios salva pero no lo hace sin la voluntad libre de la persona que asiente a
esta gracia salviacutefica y colabora con ella (la synergeia de Oriente22) asistido por la
misma gracia para hacer suyo este proceso Por tanto hablar de salvacioacuten en estos
teacuterminos es hablar de un Otro que tiene una palabra en miacute y conmigo y que lejos
de crear contraposicioacuten o rivalidad me hace ser maacutes de lo que soy aquello para lo
que he sido creada Esta salvacioacuten la vemos realizada plenamente en Cristo en Eacutel
su humanidad fue creciendo hasta la plenitud y de su plenitud nosotros recibimos
gracia tras gracia23 Es decir por Eacutel con Eacutel y en eacutel podemos crecer tambieacuten para
adentrarnos en nuestra propia salvacioacuten Y esto auacuten cuando no lo sepamos o no lo
hayamos descubierto conscientemente pues forma parte de nosotros y nuestra
humanidad forma parte de Eacutel para siempre24 Por eso me parece muy sugerente y
bella la metaacutefora que ofrece Gescheacute
En nosotros se encuentra una dimensioacuten oculta que me gustariacutea llamar un laquomapa del cieloraquo como el que se dice que tienen las aves migratorias que trazan en el cielo su camino [hellip] Si esto es asiacute no cabe duda de que es importante que volvamos a aprender a descifrar este mapa o esta frase como si se tratara quizaacutes de nuestro maacutes profundo secreto Y que aunque sin saberlo nos comunica la vida encerrado dentro de nuestro corazoacuten como si fuera la lamparilla treacutemula pero indudable del santuario Lamparilla vacilante [hellip] que tenemos que amparar y proteger con nuestras manos ya que ha sido colocada en nosotros por Aquel que ha hecho de nosotros una maravilla casi insospechada a nuestros propios ojos pero a quien tenemos el derecho de creer y el deber de amar [hellip] Para descifrar este mapa del cielo que hay en nosotros mismos deberiacuteamos acordarnos seguramente de que todos en la medida en que somos mdasheacutese es el mapa sagrado que nos definemdash estamos hechos a imagen y semejanza de Dios25
Desde esta conviccioacuten estudiamos la teologiacutea de Ireneo O concretando un
poco maacutes estudiamos su antropologiacutea para conocer quieacutenes somos y desde ahiacute
saber coacutemo es la carne de Cristo Siendo Hombre Perfecto26 era tambieacuten Dios pero
21 ID El destino Dios para pensar III (Salamanca 2001) 31-32
22 laquoEl Espiacuteritu Santo actuando en nosotros lleva a cabo con nosotros nuestra salvacioacuten [] El hombre lleva a cabo la obra de su salvacioacuten siendo asistido por la graciaraquo MONSENtildeOR TEOacuteFANES Cartas sobre la vida cit por V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente (Barcelona 22009) 148 Ver tambieacuten sobre este tema 72-73 146-148
23 Cf Jn 116
24 Cf BENEDICTO XVI Exhortacioacuten apostoacutelica Verbum Domini (2010) 90
25 A GESCHEacute El destino 57-58
26 Cf GS 22 45
INTRODUCCIOacuteN
10 | Humana augens
laquosiendo Hijo aprendioacute a serloraquo27 es decir lo fue siendo en la medida que fue
viviendo como tal haciendo de su voluntad humana una sola cosa con la del Padre
Justamente estariacutea ahiacute el Misterio y nuestra participacioacuten en eacutel vivir de tal manera
que esta unidad mdashperijoreacuteticamdash humano divina llegue a darse sin conflicto ni
mezcla alguna sin fusioacuten ni imposicioacuten de una sobre otra Estamos llamados a
recorrer el camino que recorrioacute Cristo lo abrioacute para nosotros y abrieacutendolo nos lo
posibilitoacute laquodeificarraquo nuestra naturaleza humana en totalidad hacer de nuestra
voluntad humana una obediencia amorosa28 a la voluntad de Dios
Parafraseando a Ireneo esto es posible por la accioacuten del Espiacuteritu en la carne
en un mutuo acostumbramiento En la persona de Cristo se nos muestra hasta
doacutende puede llegar la humanidad que de hecho es limitada y capaz de pecado mdashla
que el Verbo asumioacute y no otramdash cuando se une con la voluntad divina Aquiacute reside
el mayor de los misterios que Dios mdashperfectomdash se hiciera hombre mdashperfectomdash a
fuerza de asumir nuestras imperfecciones de la mano del Padre para llevarnos
hasta Eacutel29 laquoera preciso que el hombre fuera santificado por la humanidad de
Diosraquo30
Por supuesto no seraacute indiferente coacutemo entendamos el misterio de la
Encarnacioacuten para hablar del sentido salvador del crecimiento en la humanidad de
Cristo Recordemos brevemente
- Arrio (s IV) se pregunta si la encarnacioacuten del Logos fue soacutelo en cuerpo
humano o tambieacuten con alma humana Y de ser verdadero hombre iquestpodriacutea
salvarnos alguien que no sea Dios Su solucioacuten es que Dios otorga la
divinidad a Cristo tras la resurreccioacuten laquoper gratiamraquo es decir como premio
a su progreso moral a su obedienciahellip De ahiacute que Nicea condenara a quien
afirmara que en el Hijo de Dios se da cambio o alteracioacuten iquestY crecimiento
27 Hb 59
28 Lo que K RAHNER llamoacute laquopotentia oboedientialisraquo por ejemplo en laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV (Madrid 1964) 139-157 aquiacute 145
29 Cf 2 Cor 89
30 GREGORIO NACIANCENO In sanctum Pascha Or XLV 22 PG 36 col 653AB
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 11
El problema en Arrio era plantearlo como un progreso moral (la προκοπή
de raiacutez estoica31) que conlleva un cambio ontoloacutegico en Eacutel Esa es la herejiacutea
- San Atanasio (s IV) responderaacute subrayando la unidad del sujeto
cristoloacutegico ungiendo la divinidad de Cristo a su propia humanidad pero
sin entrar auacuten en el tema del alma humana El problema vendraacute cuando
Apolinar en la misma liacutenea afirme que esa divinidad que unge es el alma
de Cristo Por tanto la humanidad de Cristo es pura carne cuerpo y psycheacute
sin alma mdashpneuma noucircsmdash humana32 Su humanidad es instrumento de
salvacioacuten pero dirigido por el Logos divino quedando fuera cualquier
dimensioacuten salviacutefica de su humanidad en cuanto tal Su doctrina fue
sancionada repetidas veces
- Teodoro de Mopsuestia (s V) habla del hombre asumido (laquohomo
assumptusraquo) que vence al pecado y la muerte pero soacutelo con la gracia de
Dios Evidentemente es contrario a Apolinar porque entiende que la
libertad humana de Cristo es clave tambieacuten soterioloacutegicamente Su
obediencia libre tras la exaltacioacuten entra en la gloria de Dios y nos abre el
camino a nosotros Esta escuela antioquena mantiene la unidad pero de un
modo algo extrinsecista ya que tiende a subrayar la humanidad de Cristo
en proceso con el peligro de dejar maacutes en penumbra su preexistencia
como si Jesuacutes hubiera ido recibiendo la dignidad divina poco a poco
- Calcedonia (451) quiere resolver el tema de la unidad hablando de una
hipoacutestasis divina (ὑπόςταςισ en cuanto identidad personal) en dos
naturalezas perfectas Cristo no es solo de la misma sustancia que el Padre
sino tambieacuten consustancial a nosotros la Humanidad pues solo asiacute somos
salvados El modo en que podamos entender esta foacutermula creo que es
primordial para nuestro tema aunque loacutegicamente ni los teacuterminos ni la
problemaacutetica aparecen tal cual en Ireneo
31 Cf J L RUIZ DE LA PENtildeA Imagen de Dios Antropologiacutea teoloacutegica fundamental (Santander 1996)
237 32
Cf B SESBOUumlEacutendashJ WOLINSKI Historia de los dogmas I El Dios de la salvacioacuten (Salamanca 2004) 282-
283
INTRODUCCIOacuteN
12 | Humana augens
No es casual la eleccioacuten de San Ireneo pues siendo un autor del siglo II
anticipa creo yo estas cuestiones de un modo profundo y actual tal como espero
se vea confirmado a lo largo de estas paacuteginas
32 iquestDE QUEacute CRECIMIENTO HABLAMOS
Para terminar puede ser conveniente decir unas palabras sobre el crecimiento
tal como lo vamos a entender aquiacute No se trata del crecimiento ilustrado o
moderno el desarrollo ilimitado de nuestras sociedades donde el criterio de
crecimiento siempre estaacute en uno mismo o en comparacioacuten con los demaacutes
cuantitativa y funcionalmente
Biacuteblicamente33 el crecimiento humano tiene su medida en Cristo34 y por
supuesto tiene liacutemites los que nos marca la propia realidad nuestra carne la
carne del mundo En Geacutenesis 128 el primer mandato o imperativo que Dios dirige
al ser humano es laquofructificad y aumentadraquo (WbplusmnrgtW WriumlP) San Jeroacutenimo en la
Vulgata mantuvo el verbo griego de la Septuaginta laquoαὐξάνεςϑεraquo crecer y tradujo
laquocrescite et multiplicaminiraquo Y asiacute la tradicioacuten judiacutea entendioacute este mandato en clave
bioloacutegica convirtieacutendolo en un precepto o laquomistvaacuteraquo Despueacutes la teologiacutea cristiana
lo ha asociado frecuentemente al matrimonio y la procreacioacuten Pero iquestno tendriacutea
sentido entenderlo como un deseo de Dios dirigido a cada ser humano en siacute
mismo Curiosamente en los evangelios de la infancia la primera buena noticia
que se nos dice de Jesuacutes tras su nacimiento es que creciacutea35 Dato que se repite al
hablar de Juan Bautista el maacutes grande entre los nacidos de mujer36 Y el mismo
Lucas en los Hechos de los Apoacutestoles repite este verbo para expresar el
crecimiento de la Iglesia a medida que aumentaba el nuacutemero de disciacutepulos y
33 Para esta breve presentacioacuten cf M T PORCILE Crecer un deseo de Dios (Meacutexico 1995) 34 Cf Ef 413
35 Lc 240 (Τὸ δὲ παιδίον εὔξανεν καὶ ἐκραταιοῦτο πληρούμενον ςοφία καὶ χάρισ Θεοῦ ἦν ἐπrsquo αὐτό) y 252 (καὶ Ἰηςοῦσ προέκοπτεν ςοφίᾳ καὶ χάριτι παρὰ Θεῴ καὶ ἀνϑρώποισ) En 240 aparece el mismo verbo de Gn mientras que en 252 se opta por laquoproekoptenraquo con un sentido de progreso de abrirse camino hacia delante
36 Cf Lc 180 Es el mismo verbo que en 240 (εὔξανεν) pero en Jesuacutes se antildeadiacutea la plenitud de la sabiduriacutea y la gracia de Dios con Eacutel
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 13
laquocreciacutearaquo la Palabra de Dios37 En la predicacioacuten de Jesuacutes las llamadas laquoparaacutebolas
del crecimientoraquo38 son centrales para hablar del Reino y otras como la de los
talentos se insertan en el discurso escatoloacutegico de Mateo sentildealando que laquoen los
uacuteltimos tiemposraquo Dios espera de nosotros algo maacutes que permanecer nos espera
crecidos aumentados fecundos Tambieacuten Pablo invita al cristiano a crecer en la fe
en el conocimiento y en el amor39 sabiendo que es Dios quien da el crecimiento
siempre don suyo y de un modo especial es don del Espiacuteritu Santo40
Por tanto hablamos de un crecimiento inherente a todo ser humano inscrito
en la humanidad misma desde su Creacioacuten que implica relacioacuten con Dios Es el
crecimiento al que todo ser humano estaacute llamado y para el que ha sido creado pues
encuentra su meta en Dios41 que a su vez es tambieacuten el horizonte gozoso que le
atrae pues es Dios mismo quien laquoproduce en las criaturas el amor que las hace
tender hacia Eacutel Eacutel las atrae ldquoqueriendo que se le quiera y amando que se le amerdquo
(san Maacuteximo)raquo42
Por eso la vida espiritual puede definirse como laquoel crecimiento de la persona
humana en la graciaraquo43 algo que no se daraacute si el ser humano no lo elige viviendo
libre y conscientemente hacia Dios44 Es un crecimiento unido al
perfeccionamiento que la tradicioacuten eclesial ha identificado con el cumplimiento de
la voluntad divina en total disponibilidad u obediencia45 No es casual Esta
llamada al crecimiento como perfeccioacuten aparece soacutelo dos veces en el evangelio46 y
nunca como perfeccioacuten divina sino como movimiento de plenitud acabamiento La
37 Cf Hch 247 44 617 931 1224 1920
38 Cf Mt 13 y Mc 4 H SCHUumlRMANN afirma que son laquoparaacutebolas autobiograacuteficasraquo que Jesuacutes saca de su propia experiencia cf El destino de Jesuacutes su vida y su muerte Esbozos cristoloacutegicos recopilados y presentados por Klaus Scholtissek (Salamanca 2003) 107
39 Cf 2 Cor 1015 Col 110 Fil 19 1 Ts 312-13
40 1 Cor 36-9
41 laquoiquestQueacute arco habraacute arrojado esta saeta que soy iquestQueacute cumbre puede ser la metaraquo (JL BORGES La rosa profunda [1975])
42 V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 73
43 Ibid 161
44 Cf Ibid 149 160
45 Cf S G ARZUBIALDE Theologia Spiritualis El camino espiritual del seguimiento a Jesuacutes I (Madrid 1989) 66-79
46 Mt 548 1921
INTRODUCCIOacuteN
14 | Humana augens
carta a los Hebreos lo ha convertido en clave de su mensaje47 y designa con eacutel a la
vez el destino del hombre en cuanto es participacioacuten del destino de Cristo48
Y es que iquestcoacutemo plantear la significatividad salviacutefica de esta humanidad de
Cristo si la entendemos en total pasividad frente a la divinidad iquestdoacutende quedariacutea
su libertad su eleccioacuten El camino de Cristo es el camino vocacional de todo ser
humano49 Por eso no soacutelo tiene un significado salviacutefico la humanidad de Cristo
sino su crecimiento en la carne asumida glorificada tras la Resurreccioacuten y
Ascensioacuten de Cristo en el seno de la Trinidad que tambieacuten seraacute la nuestra
Tanto cristoloacutegica como antropoloacutegicamente podemos caer en el peligro de
confundir este crecimiento con una especie de redondeamiento del yo como una
obra que yo firmo de miacute misma para ser mejor No se trata de eso Maacutes bien surge
del deseo de responder a quien amas y no de buscar tu mejor laquoyoraquo Por eso no es
un crecimiento laquomoralraquo que el Padre premia con la divinidad como planteaba
Arrio No hay duda de que el ser humano crece en la relacioacuten de amistad con Dios
Lo contrario seriacutea un contrasentido tanto por nuestra parte (si no somos siempre
los mismos no crecer es retroceder50) como por parte de Dios (iquestcoacutemo es posible
que una intimidad cada vez mayor con Eacutel no influya decisivamente en nuestra
plenitud humana) Es maacutes siempre que se deacute en nosotros un verdadero
crecimiento se tendriacutea que dar tambieacuten un ensanchamiento de nuestra libertad
una maduracioacuten de nuestro ser completo Unas veces se nos daraacute a vivir
luminosamente palpablemente Otras veces en la oscuridad de la noche en la cruz
de los propios liacutemites o el aparente fracaso No depende de eso el crecimiento del
que hablamos como tampoco dependioacute el crecimiento de Cristo de sus momentos
de mayor gloria o reconocimiento social
Veremos tambieacuten coacutemo la libertad es esencial en la teologiacutea de Ireneo para
poder afirmar la fe y el crecimiento de lo humano en Dios laquoLa verdadera presencia
de Dios en nuestra libertad consiste en ponernos de largo haciendo que seamos
47 Cf Hb 210 59 514 61 7111928 10114 12223
48 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS La Humanidad Nueva Ensayo de Cristologiacutea (Santander 81994) 55-105
49 Cf GS 22 45
50 Este caraacutecter evolutivo y dinaacutemico de la perfeccioacuten o el crecimiento es considerado por la Tradicioacuten como un signo de salud espiritual (cf S ARZUBIALDE Theologia Spiritualis 74)
INTRODUCCIOacuteN
Salus carnis | 15
mayoresraquo51 iquestAcaso no nos sentimos maacutes libres con aquellas personas que maacutes
queremos y nos quieren y cuya presencia maacutes peso tiene en nuestra vida iquestAcaso
no sentimos con estas mismas personas que su sola cercaniacutea nos ensancha el
horizonte y casi nos acrecienta por encima de nuestra propia talla iquestY no es
justamente con estas personas con quienes sentimos mayor responsabilidad de
las opciones que vamos haciendo Son presencias que de alguacuten modo
fundamentan mi libertad y mi recorrido vital pero a la vez no se confunden
conmigo ni se tornan imprescindibles para dar un paso iexclCuaacutento maacutes no ocurriraacute
esto entre el ser humano y Dios
La accioacuten que el Espiacuteritu Santo de Dios fue haciendo en la humanidad histoacuterica
de Cristo y tras la Resurreccioacuten glorificaacutendola la seguiraacute llevando a teacutermino
tambieacuten en nuestra humanidad Si nosotros queremos Sin libertad y decisioacuten
humana Dios no fuerza Es posible creer que haremos este camino de libre
obediencia porque la humanidad de Cristo verdadera humanidad como la nuestra
lo ha hecho primero Soacutelo este ser humano libre puede estar llamado a la Salus
carnis en un proceso de crecimiento continuo libre y obediente al dinamismo que
el Espiacuteritu Santo va imprimiendo en su carne hasta la comunioacuten con Dios
51 A GESCHEacute El sentido 40
INTRODUCCIOacuteN
16 | Humana augens
Capiacutetulo I
EL SER HUMANO PLASMA DEI
ARTE EN LAS MANOS DE DIOS
Opera autem Dei plasmatio est hominis
(AH V 152)
Introduccioacuten
1 Un solo Dios una sola Creacioacuten un solo hombre
2 Plasmados por Sus Manos y hechos para la comunioacuten con Eacutel
3 Predileccioacuten de Dios por el ser humano a imagen y semejanza suya
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO I
18 | Humana augens
Introduccioacuten
En la teologiacutea del siglo II la nocioacuten de ser humano no era monoliacutetica1 Ireneo
conoce las diversas visiones filosoacuteficas gnoacutesticas y eclesiales y toma su propia
postura Hay un punto de partida fundamental que se repite abundantemente en
sus escritos su teologiacutea unitaria2 No hay varios dioses ni distincioacuten entre un Dios
Creador y el Dios de Jesuacutes No hay varios Cristos ni separacioacuten entre el Verbo
encarnado el Salvador el Preexistente el Glorioso No hay varias creaciones ni
diversas sustancias a la base de distintas clases de seres No hay tampoco varios
tipos de hombres ni en funcioacuten de su origen ni por el dinamismo antropoloacutegico
que se les confiere de cara al fin que les espera
Por eso partiremos de esta unidad para ver despueacutes coacutemo articula Ireneo los
diversos elementos que forman el aacutenthropos verdadera obra de arte en manos de
Dios Trinidad La predileccioacuten de Dios por el ser humano se refleja en el cuidado
con que nos plasmoacute en el lugar privilegiado que nos otorga frente a lo creado y de
un modo especial en haber querido hacernos a imagen del Verbo y a semejanza
suya por la fuerza del Espiacuteritu Aquiacute radica la verdadera grandeza del ser humano y
de su Creador Y aquiacute estriba una de las mayores aportaciones de Ireneo llevamos
su imagen y semejanza en nuestro cuerpo en nuestra carne pues asiacute lo ha querido
Dios y por tanto en ella se dinamiza toda la Historia de Salvacioacuten para que
creciendo y madurando llegue un diacutea a la comunioacuten perfecta con Eacutel
Si nuestra carne juega tal papel en la obra salvadora y Cristo fue
verdaderamente hombre carne de nuestra carne iquestcoacutemo no seraacute tambieacuten crucial el
crecimiento y maduracioacuten de su Humanidad para salvarnos
1 Cf A ORBE laquoLa definicioacuten del hombre en la teologiacutea del s IIraquo Gregorianum 48 (1967) 522-576
2 Cf J VIVES laquoPecado original y progreso evolutivo del hombre en Ireneoraquo Estudios Eclesiaacutesticos 43 (1968) 561 571
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 19
1 Un solo Dios una sola Creacioacuten un solo hombre
Ireneo se mueve en un ambiente marcado por las doctrinas gnoacutesticas3 y
marcionitas con dos consecuencias centrales el desprecio de la materia y lo
creado y la consiguiente distincioacuten y duplicidad de dioses o principios divinos que
dan lugar a diversos hombres con desigual dignidad
Para rebatir tal planteamiento Ireneo se apoya en la Escritura tal como es
costumbre en eacutel Si queremos comprender queacute es el ser humano tendremos que
acudir al relato de la Creacioacuten El problema estaacute en que encontramos narrada dos
veces la creacioacuten del hombre4
Dijo Dios laquoHagamos al ser humano a nuestra imagen como semejanza nuestra y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos y en las bestias y en todas las alimantildeas terrestres y en todas las sierpes que serpean por la tierraraquo Creoacute pues Dios al ser humano a imagen suya a imagen de Dios le creoacute macho y hembra los creoacute
(Gn 126)
Entonces Yahveh Dios formoacute al hombre con polvo del suelo e insufloacute en sus narices aliento de vida y resultoacute el hombre un ser viviente
(Gn 27)
Dentro y fuera de la Iglesia diversos autores encontraron aquiacute fundamento
suficiente para apoyar una laquodobleraquo creacioacuten y dos tipos de hombres Filoacuten de
Alejandriacutea distinguiacutea entre el hombre laquohechoraquo a imagen y semejanza de Dios
(laquoποιηϑείσraquo seguacuten Gn 126) y el hombre laquomodeladoraquo o laquoplasmadoraquo por Eacutel a partir
del barro (laquoπλαςϑείσraquo seguacuten Gn 27) El primero es el hombre puro incorruptible
racional incorpoacutereo identificado con el νοῦσ es el hombre ideal paradigma de
todos los demaacutes Soacutelo eacutel puede considerarse propiamente imagen de Dios Por el
contrario el plasmado es un hombre material corruptible mortal compuesto de
cuerpo y alma maacutes cercano a lo animal que al aacutenthropos propiamente
3 Una presentacioacuten del gnosticismo y un breve resumen del sistema valentiniano en R TREVIJANO
Patrologiacutea (Madrid 1998) 6771-80 ID laquoLas cuestiones fundamentales gnoacutesticasraquo E ROMERO POSE (ed) Pleacuteroma Miscelaacutenea en homenaje al P Antonio Orbe (Santiago de Compostela 1990) 243-256 J A CABALLERO laquoEl Evangelio de Judas Gnosis san Ireneo y el canonraquo Veritas 17 (2007) 387-406 Sobre nuevas formas de gnosticismo hoy A MANARANCHE Querer y formar sacerdotes (Bilbao 1996) 19-88
4 Para todos los textos biacuteblicos seguimos la traduccioacuten de la Nueva Biblia de Jerusaleacuten (Bilbao 2009)
CAPIacuteTULO I
20 | Humana augens
Ireneo mantiene inalterable la unidad antropoloacutegica y creatural5 Solo hay un
principio el uacutenico Dios Solo una Creacioacuten Y en ella un uacutenico hombre creado
Porque es necesario que las cosas creadas tengan por principio alguna causa grande y el principio de todo es Dios [] Es pues necesario creer primeramente que hay un Dios el Padre el cual creoacute y organizoacute el conjunto de los seres e hizo existir lo que no existiacutea [] En tal conjunto se halla igualmente este mundo nuestro y en el mundo el hombre6
Para eacutel no hay ni rastro de seres intermedios emanaciones o Demiurgos que
faciliten el laquotrabajoraquo de Dios Tampoco hay diversas clases de hombre seguacuten la
sustancia de la que provengan y el fin que les sea propio como defendiacutean los
gnoacutesticos Todos jugamos con las mismas reglas porque no hay maacutes mundo que
este nuestro ni maacutes aacutenthropos que se salve o pierda eternamente desde el inicio
Un solo Dios una Uacutenica Creacioacuten una sola historia de salvacioacuten para todos Y
siempre como veremos enseguida es Dios Trinidad quien crea quien acompantildea
quien cuida quien salva7
Entre la gran pluralidad gnoacutestica8 y la unidad ireneana Oriacutegenes asumioacute la
doble creacioacuten de Filoacuten y la relacionoacute con el laquodobleraquo hombre paulino de 2Cor 416
Por un lado identifica el hombre laquohechoraquo de Gn 126 con las cualidades platoacutenicas
del noucircs y las paulinas del hombre espiritual y el hombre nuevo9 Por otro lado
estaacute el laquoplasmadoraquo de Gn 27 que es sensible corpoacutereo material unido al hombre
animal terreno y viejo10 de Pablo Por si fuera poco Oriacutegenes introduce el pecado
entre una y otra creacioacuten lo que explica bien el sentido peyorativo que la aparicioacuten
de la materia tiene en su teologiacutea Aunque la valore como instrumento para
elevarse y llegar a Dios siempre estaraacute ligada a la caiacuteda primigenia de la que hay
que liberarse11
Con el tiempo manteniendo esta liacutenea autores como san Ambrosio san Hilario
o Gregorio de Elvira identificaraacuten la creacioacuten del alma con Gn 126 y la del cuerpo
5 Para toda esta parte A ORBE Antropologiacutea de San Ireneo (Madrid 1997) 6 Ep 4 7 Cf Ep 5 8 Cf J A CABALLERO laquoEl Evangelio de Judas Gnosis san Ireneo y el canonraquo 394-401
9 Cf 1Cor 215 Ef 316 424 10 Cf Ef 422 Rm 724 11 ORIacuteGENES De Principiis II 92 Contra Celso I 32 y 33 Cit por A ORBE Antropologiacutea 26
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 21
con Gn 27 De este modo es el alma la razoacuten o entendimiento mdashhombre interior
paulinomdash quien es hecha a imagen del Logos imagen de Dios mientras que el
cuerpo mdashhombre exterior paulinomdash es formado de la tierra de la materia Es por
tanto el alma lo realmente esencial al ser humano su centro su ligazoacuten con el
Creador12 pues ella seraacute deificada y no el cuerpo
Nada maacutes lejos de la propuesta de Ireneo Lo que nos interesa a nosotros aquiacute es
constatar este fondo platoacutenico y gnoacutestico y las diversas posiciones en que cristaliza
en la teologiacutea cristiana cuando nos preguntamos por la sede de la imagen de Dios en
el hombre por lo esencialmente humano Para nuestro autor residiraacute en la totalidad
del hombre creado el uacutenico que hay que no existe maacutes que en la carne y en este
mundo el uacutenico creado No ve diferencia entre los dos textos creacionales ni
incompatibilidad entre los dos verbos hacer y plasmar Maacutes bien pareciera que se
complementan Dios hace plasmando Es decir Gn 27 responde a lo enunciado en Gn
126 son una unidad Como si el peso creador recayera en todo caso sobre la
plasmacioacuten en el cuerpo pues nada se dice del alma per se sino de esa plasis
humana imagen de Dios Coincidiraacuten con esta visioacuten Teoacutefilo Antioqueno13 y Melitoacuten
de Sardes entre otros Y ya estaba previamente en san Justino
Aquestos [enemigos de la resurreccioacuten carnal] parecen ignorar la universal empresa de Dios y la aparicioacuten y plasmacioacuten inicial del hombre [τὴν ἐξ ἀρχῆσ γένεςιν τοῦ ἀνϑρώπου καὶ πλάςιν] y por queacute se hicieron las cosas del mundo iquestNo dice acaso el oraacuteculo [Gn 126] laquoHagamos un hombre a nuestra imagen y semejanzaraquo iquestCuaacutel Alude al hombre carnal es claro Pues dice el oraacuteculo [Gn 27] laquoY tomoacute Dios de la tierra barro y plasmoacute el hombreraquo Salta pues a la vista que el hombre modelado a imagen de Dios [ὡσ κατrsquo εἰκόνα Θεοῦ πλαςςόμενοσ ὁ ἄνϑρωποσ] era carnal14
Ireneo da tambieacuten un especial relieve al contraste paulino entre hombre interior
y exterior y mucho maacutes entre el primer Adaacuten y el Segundo Ahora bien en absoluto
los identifica con los dos textos de Geacutenesis Una vez maacutes soacutelo hay un hombre soacutelo
12 Pensamiento tiacutepico de la escuela alejandrina Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza
de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo Scriptorium Victoriense 23 (1976) 275-302 Aquiacute 281 13 laquoY para mostrarnos tambieacuten la πλάςισ mdashno fuera a parecer problema insoluble entre hombres
el que habiendo Dios declarado ldquohagamos un hombrerdquo auacuten no se hubiera dado a conocer su creacioacuten [ἡ ποίηςισ ἀυτοῦ]mdash nos ensentildea la Escrituraraquo (Ad Autol II 19) Cit por A ORBE Antropologiacutea 15 nota 37
14 SAN JUSTINO De Resurrectione 7 Cit por A ORBE Antropologiacutea 14 Como es sabido la atribucioacuten a Justino de dicha obra no es considerada segura por la criacutetica Veacutease como ejemplo M SIMONETTI Justino A DI BERARDINO ndash G FEDALTO ndash M SIMONETTI Literatura Patriacutestica (Madrid 2010) 1011
CAPIacuteTULO I
22 | Humana augens
hay un origen este primer Adaacuten hecho y plasmado a imagen del Segundo Cristo
Veamos entonces en queacute consiste ese aacutenthropos verdadero para Ireneo
En diaacutelogo con los gnoacutesticos y con las distintas visiones de su eacutepoca quiere
aunar la nocioacuten filosoacutefica y la biacuteblica manejando con toda libertad diversas
concepciones antropoloacutegicas seguacuten el contexto en que habla o el intereacutes que en ese
momento tiene15 Por un lado podemos encontrar en sus escritos16 la definicioacuten
filosoacutefica predominante en ese momento17
Y como el hombre es un ser viviente [compositum animal mdash ζῷον] compuesto de alma y cuerpo asiacute es necesario y conveniente que exista en virtud de tales dos elementos [] Ambos pues se alegran de estar juntos estaacuten aliados y luchan mano a mano para llevar al hombre a la presencia de Dios18
Asiacute escribe a su amigo Marciano queriendo fortalecer su fe y exponiendo
laquobrevemente la predicacioacuten de la verdadraquo19 Sin embargo es una visioacuten del ser
humano que podriacutea llevarnos a engantildeo si no atendemos al resto de su obra
Veremos que este pasaje no representa la teologiacutea del autor pues sin ser falsa es
claramente insuficiente20 ya que omite la presencia activa de Dios en el hombre su
Espiacuteritu su economiacutea El hombre es alma y cuerpo como deciacutean los filoacutesofos pero
tal definicioacuten carece de la riqueza que aporta la Escritura Si fuera asiacute iquestcoacutemo
podriacutea alcanzar el hombre el fin que le es propio la comunioacuten con Dios iquestpor queacute
no la alcanzariacutean entonces otras criaturas que del mismo modo son seres
racionales
Fiel a la antropologiacutea tricotoacutemica de 1Tes 523 para Ireneo soacutelo se puede
hablar de hombre propiamente si hablamos de cuerpo alma y espiacuteritu21 aunque
no siempre lo exprese asiacute en funcioacuten del tema que le interesa abordar Bien es
cierto que tambieacuten los gnoacutesticos fundamentaban aquiacute su triple aacutenthropos material
15 Cf A ORBE laquoLa definicioacuten del hombre en la teologiacutea del s IIraquo 544 Muy significativo es que
ninguacuten eclesiaacutestico asumiera la foacutermula completa de la tradicioacuten filosoacutefica laquoanimal racional mortalraquo y en todo caso hablaran de laquoanimal racionalraquo
16 Cf Ep 2 AH IV pr 3 AH V 81 AH V 13 AH V 32 AH V 201 AH II 284 17 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo Gregorianum 43 (1962) 482-483 18 Ep 2 19 Ep 1 20 Cf A ORBE Antropologiacutea 17-18 21 Cf AH V 61 82 Si bien es cierto que en algunos momentos se expresa dicotoacutemicamente AH III
221 334 V 122
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 23
animal y espiritual Para los valentinianos estos tres hombres se corresponderiacutean
con las tres esencias que conllevaban un orden y una finalidad propia No todos los
seres humanos tienen las mismas posibilidades ni el mismo destino Seguacuten la
esencia se estariacutea llamado a uno u otro estado a una u otra dinaacutemica vital
El hombre material o hiacutelico (simbolizado en Caiacuten) seriacutea el hombre
irracional carnal y visible Es el polvo de Gn 27a configurado por el
Demiurgo pues seriacutea impensable que Dios Padre se laquomanchararaquo con algo
tan bajo como la carne No tendriacutean ninguna posibilidad de alcanzar la
comunioacuten con Dios
El hombre psiacutequico o racional (representado en Abel) provendriacutea de la
esencia del Demiurgo consustancial a eacutel seguacuten Gn 27b Necesita de un
hombre material para hacerse visible en este mundo pero tendraacute que
deshacerse de eacutel si quiere elevarse hasta la divinidad Tambieacuten seriacutea
perfecto dentro de su orden
El hombre pneumaacutetico o espiritual (representado en Set) seriacutea
consustancial al Verbo y por su medio al Padre Necesita de los otros dos
hombres para lograr su propia madurez pero abandonaraacute ambos en su
camino hacia Dios fin que le es propio por naturaleza
Los tres seriacutean laquohombres perfectosraquo en su orden pues su inicio y su fin estariacutea
en ellos mismos sin una posible maduracioacuten o crecimiento que les llevase maacutes allaacute
de lo que son Maacutes que perfectos podriacuteamos decir que son laquoacabadosraquo en siacute
mismos Ademaacutes en ninguno de los tres la laquocarneraquo (ςάρξ) forma parte
propiamente de su ser aacutenthropos aunque sea a comuacuten a todos y la necesiten como
instrumento en este mundo visible y corpoacutereo
Por el contrario para Ireneo el uacutenico aacutenthropos existente es carnal corpoacutereo y
sobre la plasis inicial reposa su fundamento22 Eso siacute es imperfecto inacabado
llamado a crecer maacutes allaacute de siacute mismo para alcanzar la perfeccioacuten del Espiacuteritu Por
eso crece laquomaacutes allaacute de siacuteraquo porque el ser humano de ninguacuten modo podriacutea alcanzar
el ser espiritual si Dios no le diera su Espiacuteritu
22 Cf AH IV 372
CAPIacuteTULO I
24 | Humana augens
No es que la sola carne creada sea de por siacute el hombre perfecto sino que es soacutelo el cuerpo del hombre y una parte suya Pero tampoco sola el alma es ella misma el hombre sino que es soacutelo el alma del hombre y una parte del hombre Ni el Espiacuteritu es el hombre pues se le llama Espiacuteritu y no hombre Sino que la unioacuten y mezcla de todos eacutestos es lo que hace al hombre perfecto [] Son pues perfectos quienes tuviesen en siacute de modo permanente al Espiacuteritu de Dios conservando sin mancha el cuerpo y el alma23
De Dios proviene todo y Eacutel dirige todo hasta el fin24 Mientras tanto el Verbo y
el Espiacuteritu acompantildean siempre su obra Nunca se veraacute el hombre fuera de sus
manos25
Dios seraacute glorificado en su criatura que por su bondad ha hecho semejante a eacutel y conforme a la imagen de su Hijo Pues el hombre y no soacutelo una parte del hombre se hace semejante a Dios por medio de las manos de Dios esto es por el Hijo y el Espiacuteritu26
Otras definiciones de hombre que podemos encontrar en Ireneo son las que
corresponden a la teologiacutea paulina Habla del hombre terreno27 como laquohombre
animalraquo fiacutesico tal como se describe en Gn 27 Es plasma y soplo de vida llamado a
crecer hasta el laquohombre espiritualraquo o laquosegundo Adaacuten hecho Espiacuteritu vivificanteraquo28
paradigma del hombre ideal Entre ambos tal como se describe en Gn 126 estaacute el
hombre hecho a imagen y semejanza de Dios en un dinamismo continuo que
apunta ya a su destino al Verbo Soacutelo despueacutes tras la resurreccioacuten de la carne
viviraacute el hombre perfecto en virtud de la carne gloriosa de Cristo y de su Espiacuteritu29
Es el hombre deificado que ya ha abandonado la historia para adentrarse en la
eternidad con Dios en su descanso
Por tanto conviene no confundir estos diversos modos de hablar del hombre
en Ireneo El hombre laquohechoraquo (Gn 126) y el laquoplasmadoraquo (Gn 27) es el mismo el
aacutenthropos carnal y corpoacutereo que ha recibido la imagen de Dios de sus propias
Manos No hay otro Todas las criaturas existentes en tanto que no son Dios
(infectus) son hechas (factae) Incluidos los aacutengeles Ahora bien para Ireneo se da
una diferencia esencial entre el ser humano y las demaacutes criaturas Eacutel ha sido creado
23 AH V 61 24 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y la creacioacuten de la materiaraquo Gregorianum 59 (1978) 71-127 25 Cf AH V 13 26 AH V 61 27 Cf AH III 223 28 AH V 122 29 Cf AH IV 202 V 133 363
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 25
con un fin uacutenico pasar de factus a infectus llegar a ser como Dios sin dejar de ser
criatura Las demaacutes criaturas no han recibido tal dinamismo ni finalidad iraacuten
madurando y creciendo seguacuten las leyes de su propia especie pero son perfectas
(acabadas) dentro de su orden Ninguna superaraacute su especie incluidos los mismos
aacutengeles tambieacuten libres como el hombre pero sin un destino que les lleve a crecer
maacutes allaacute de lo que son hasta la comunioacuten con Dios30
El hombre no es una especie maacutes Siendo laquopoco inferior a los aacutengelesraquo31 estaacute
llamado a un fin mucho mayor Si reducimos la esencia del ser humano a la mezcla
de cuerpo y alma mdashnocioacuten filosoacuteficamdash lo estamos condenando a ser una especie
maacutes y por tanto estamos malogrando el querer divino Este laquoplusraquo recibido le
viene del modelado directo e iacutentimo de las manos de Dios Dios nos hizo
plasmaacutendonos con su tacto con sus propias manos Veamos entonces en queacute
consiste esta plasmacioacuten divina
2 Plasmados por Sus Manos y hechos para la comunioacuten con Eacutel
Si volvemos al texto biacuteblico del Geacutenesis soacutelo del ser humano se dice que fue
plasmatus para ser factus Para los gnoacutesticos y en la misma tradicioacuten de Oriacutegenes
todo trabajo manual suponiacutea cierto desprecio Cuanto maacutes se aleja una labor del
intelecto puro y maacutes se acerca a la materia y lo manual maacutes despreciado No es de
extrantildear entonces el problema que suponiacutea ver a Dios modelando el barro Y no
un polvo sideral como queriacutean algunos marcionitas o de esencia hiacutelica como
deciacutean los valentinianos La Escritura habla de polvo de la tierra normal y
corriente el uacutenico que existe aunque eso siacute Dios pone tanto cuidado en su obra
que elige el maacutes puro y fino que encuentra Hubiera bastado una palabra suya32
pero quiso tocarnos que su Verbo y su Espiacuteritu se recrearan en nuestra
plasmacioacuten33
30 Cf Ep 12 31 Sal 8 32 Cf Ep 10 33 Cf AH IV pr 4
CAPIacuteTULO I
26 | Humana augens
Al hombre empero lo plasmoacute Dios [plasmavit mdashπλὰςςωmdash manibus] con sus propias manos tomando el polvo maacutes puro y fino de la tierra y mezclaacutendolo en medida justa con su virtud [ad mesuram in unum-miscens mdashςυγκεράννυμιmdash suam virtutem mdashδύναμισmdash] Dio a aquel plasma su propia fisionomiacutea de modo que el hombre auacuten en lo visible fuera imagen de Dios [quod videretur deiforme mdashϑεοειδὴσmdash esset] Porque el hombre fue puesto en la tierra plasmado a imagen de Dios Y a fin de que pudiera vivir soploacute Dios sobre su rostro un haacutelito vital de manera que tanto en el soplo como en la carne plasmada el hombre fuera semejante a Dios Fue creado por Dios libre y sentildeor de siacute [liber mdashἐλεύϑεροσmdash et suae potestatis mdashαὐτεξούςιοσmdash] destinado para ser rey de todos los seres del cosmos34
Varios puntos de intereacutes aparecen en este fragmento el contacto personal de
las manos de Dios al plasmar al hombre la mezcla inicial entre el barro y la virtus
de Dios como materia original la forma visible o fisonomiacutea que se le imprime
(imagen) el haacutelito vital insuflado posterior a la plasmacioacuten (para que pueda ser
semejante) y la libertad y sentildeoriacuteo de siacute que el ser humano recibe sobre todo lo
creado Vayamos viendo todo esto y relacionaacutendolo con otros textos de Ireneo
No aparece demiurgo alguno ni aacutengeles en quien el Creador delegue como si Eacutel
no tuviera Manos35 Con ninguna otra criatura actuoacute asiacute Dios Es Eacutel mismo en
persona quien nos crea moldeaacutendonos con lo que ello implica de contacto
personal y cuidado36
No parece que Ireneo niegue cierta modelacioacuten en el resto del universo
visible37 y de hecho otros textos de la Escritura lo confirman38 Pero soacutelo en el ser
humano imprimioacute Dios laquosu propia fisionomiacutearaquo O tomando la traduccioacuten de A
Orbe con gran belleza laquodibujoacute sobre la carne modelada su propia forma de suerte
que aun lo que es el aspecto suyo visible llevara la forma de Diosraquo39
Lo que Dios modela es ya mezcla de barro y fuerza divina Sobre esta materia
inicial laquode rudi terraraquo40 quiere actuar Dios y no sobre otra Era tierra seca mdashpues
34 Ep 11 35 Cf AH IV 201 51 192 74 36 Tambieacuten en la Carta a Clemente se recoge esta predileccioacuten laquoFinalmente con sus sacras e
intachables manos plasmoacute (Dios) al hombre caraacutecter de su propia imagen [ἄνϑρωπον ἔπλαςεν τῆσ ἑαυτοῦ εἰκονοσ χαρακτῆρα]raquo (1 Clem 334) Cit por A ORBE Antropologiacutea 14
37 Cf Ep 4 AH IV 201 38 Sal 182 laquoEl firmamento pregona la obra de sus manosraquo Job 108ss laquoTus manos me hicieron y
fabricaron iquesty me va a destruir por completo Recuerda que como arcilla me hiciste y al polvo me haraacutes volverraquo Sal 11873 laquoTus manos me crearon y plasmaronraquo
39 A ORBE Antropologiacutea 36 40 AH III 2110 Cf AH III 187 V 154 161
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 27
auacuten no habiacutea llovido41mdash necesitada de la fuerza de Dios para hacerse moldeable y
doacutecil a sus manos y a la vez adquirir unidad e integracioacuten Esta virtud o potencia
mezclada en su justa medida es el Espiacuteritu de Dios42 que actuacutea en el hombre de
forma similar a como actuoacute sobre las aguas iniciales43 Por tanto lo que Dios
plasma con sus Manos44 el Verbo y el Espiacuteritu o Sabiduriacutea es la tierra aacuterida
tomada por Dios y mezclada con su fuerza en justa medida
Pues siempre le estaacuten presentes [al Padre] el Verbo y la Sabiduriacutea el Hijo y el Espiacuteritu por medio de los cuales y en los cuales libre y espontaacuteneamente hace todas las cosas a las cuales habla diciendo laquoHagamos al hombre a nuestra imagen y semejanzaraquo [Gn 126] toma de siacute mismo la substancia de las creaturas el modelo de las cosas hechas y la forma del ornamento del mundo45
Eligioacute el barro de la tierra para dejar en nuestra carne su imagen su rastro su
laquofirmaraquo pues cuanta maacutes distancia hay entre el Creador y la obra de sus manos
maacutes se muestra su amor y grandeza Y ciertamente nada maacutes distinto de Dios
llegaraacute a ser tan semejante nada tan tosco podriacutea mostrar con mayor
transparencia su amor Si Dios hubiera buscado deslumbrarnos con el poder de sus
obras podriacutea haberlo hecho de un modo maacutes espectacular inmediato y
contundente no sujetaacutendose a la lenta maduracioacuten del barro Por eso nos
recomienda Ireneo laquocontempla la mano de tu Artiacutefice [manum artificis tui
exspecta] que hace todas las cosas en el tiempo oportuno y tambieacuten obraraacute
oportunamente en cuanto a ti respectaraquo46 Si grande es su poder al contemplar su
obra mayor es su amor al reconocer el modo y manera como ha querido crear al
hombre
No es posible conocer a Dios en su grandeza pues es imposible medir al Padre mas seguacuten su amor (pues eacuteste es el que nos conduce a Dios por el Verbo) obedecieacutendolo aprendemos constantemente cuaacuten grande es Dios y que Eacutel por siacute mismo crea elige adorna y contiene todas las cosas y entre todas eacutestas tambieacuten estaacute incluido nuestro mundo Nosotros mismos fuimos hechos junto con estas cosas que Eacutel contiene47
41 Cf AH III 2110 42 Cf Ep 11 AH IV 392 43 Cf Gn 12 44 Cf AH V 283 45 AH IV 201 46 AH IV 392 47 AH IV 201 Cf AH IV 51 192
CAPIacuteTULO I
28 | Humana augens
Conviene no perder de vista el contraste con planteamientos maacutes cercanos al
platonismo y la liacutenea alejandrina en que el alma incorpoacuterea y consustancial a Dios
ha sido puesta como centro de la salvacioacuten Por el contrario elegir la carne es optar
por lo maacutes alejado justamente a la naturaleza del alma lentificando la accioacuten
respetuosa y libre de Dios ya que pide tiempo y espacio para acostumbrarse en
esta progresiva maduracioacuten divinizadora48 Por eso toda la obra salvadora se
mueve entre este primer momento creador (plasis inicial) y el uacuteltimo (anaplasis)
en que el ser humano mdashsu carnemdash libre y gozosamente llegue a la comunioacuten
plena con Dios La carne del hombre no es un accidente ni un castigo ni siquiera
un vehiacuteculo o instrumento para remontarse de nuevo a las alturas divinas en la
medida que se deshaga de todo lo sensible Al contrario
No es novedad de Ireneo sentildealar esta especie de laquodynamisraquo [δύναμισ] divina
inserta en el ser humano Lo novedoso es doacutende reposa y crece tal capacidad Eacutel
rechaza dos posibles soluciones ni el hombre es puro animal racional como deciacutean
los estoicos (una especie maacutes) ni el hombre tiene un origen divino anterior a una
caiacuteda primordial que le lleve a levantarse de la materia y el mundo sensible para
volver a su estado primigenio como afirma la visioacuten platoacutenica
Para Ireneo la carne ha sido creada por Dios por pura voluntad suya para que
desde ella animada por el soplo vital del alma y dejaacutendose hacer por el espiacuteritu
divino vaya creciendo hasta Eacutel La salvacioacuten requiere historia tiempo proceso
porque es salvacioacuten de la carne mdashsalus carnismdash y no de espiacuteritus puros El hombre
carnal no soacutelo es el centro de la Creacioacuten sino tambieacuten el centro de la historia de
salvacioacuten49
Mostramos coacutemo todos los hechos de esta naturaleza han acaecido para la salvacioacuten del hombre porque le hacen crecer para la inmortalidad en todo aquello que cae bajo el poder de su libertad y lo preparan para que sea maacutes capaz de someterse a Dios para siempre La creacioacuten estaacute sometida a los seres humanos en efecto el hombre no fue hecho para ella sino ella para el hombre50
El poder el amor y la belleza que refleja la obra de Dios en el hombre no
termina aquiacute maacutes bien empieza y tiene por delante un largo proceso de
48 Cf AH II 334 49 Cf AH IV pr 4 50 AH V 291
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 29
crecimiento de continua modelacioacuten entre las manos divinas de progresiva
libertad y obediencia al querer de Dios hasta ser verdaderamente imagen y
semejanza suya Si al principio lo fuimos por pura voluntad de Dios al final lo
seremos porque tambieacuten nuestra voluntad asiacute lo ha querido y ha colaborado en
ello dejaacutendose con-figurar progresivamente con Cristo imagen del Padre y por la
fuerza de su Espiacuteritu
Pero si seguimos Ep 11 auacuten nos falta hablar de otro elemento
Porque el hombre fue puesto en la tierra plasmado a imagen de Dios Y a fin de que pudiera vivir soploacute Dios sobre su rostro un haacutelito vital de manera que tanto en el soplo como en la carne plasmada el hombre fuera semejante a Dios Fue creado por Dios libre y sentildeor de siacute destinado para ser rey de todos los seres del cosmos51
Para que esta plasis imagen de Dios cobre vida Dios sopla su aliento lo
laquoanimaraquo El elemento divino interno y lo terreno en la plasis estaban laquomezcladosraquo
modelados por las manos divinas pero careciacutean de comunioacuten verdadera entre
ellos Por eso el hombre no era viviente auacuten porque el hombre interior no podiacutea
auacuten vivificar al exterior Esta es la funcioacuten mediadora del alma [ψυχὴ] uniendo
ambos extremos52
Son tres los elementos de los cuales como hemos dicho consta el hombre carne alma y Espiacuteritu El tercero es el que da la forma y nos salva esto es el Espiacuteritu otro es el elemento que recibe la unioacuten y la forma es decir la carne y el tercero (el alma) media entre los dos y es el que cuando consiente a la carne cae en las pasiones terrenas Si algunos seres humanos carecen de aquello que da la salvacioacuten unidad y forma con razoacuten se les llama laquocarne y sangreraquo porque no tienen en siacute el Espiacuteritu de Dios53
Creo que este punto es de gran importancia el hombre verdadero en quien
Dios graba su imagen y pone sobre la tierra es la plasis pero eacutesta no vive sin la
comunioacuten iacutentima entre lo terreno y lo divino que le configura Sin el Espiacuteritu no
seriacuteamos maacutes que laquocarne y sangreraquo una criatura maacutes54 iquestNo podriacuteamos ver aquiacute un
paralelismo con la intimiacutesima unidad de la naturaleza humana y divina en Cristo
Queda este tema para los capiacutetulos III y IV
51 Ep 11 52 Cf AH V 122 53 AH V 91 54 Cf A ORBE laquoLa definicioacuten del hombre en la teologiacutea del s IIraquo 563
CAPIacuteTULO I
30 | Humana augens
En Ireneo el alma proviene de Dios Padre no del Verbo ni de la Sabiduriacutea y
siempre presupone la plasis modelada por Sus Manos No eran pocos los que
identificaban el alma con la sustancia misma de Dios Los gnoacutesticos la
consideraban consustancial al Demiurgo generacioacuten de Yaveacute55 pero tambieacuten
Tertuliano defensor de la total unidad en Dios cree que el alma sale de su propia
sustancia56
Para Ireneo el alma es criatura no es laquodivinaraquo aunque sea inmaterial Ninguacuten
sentido tiene tampoco pensar en el alma pura por siacute sola De ser asiacute hablariacuteamos
de aacutengeles no de hombres El alma estaacute vinculada al cuerpo en todo momento y
soacutelo en el cuerpo cobra sentido animando el elemento interior y exterior divino y
terrestre Por un lado le hace laquohombre animalraquo le da vida fiacutesica temporal57 Por
otro asimila la vida interior del espiacuteritu que en la plasis estaacute como germen todaviacutea
imperfecto pero llamado a crecer hasta la plenitud Es decir por el alma
desaparece la dualidad entre ese hombre interior y exterior entre lo espiritual y lo
material o al menos estaacute llamada y capacitada para dar la unidad necesaria58 La
carne vive por el alma para llegar a vivir en el Espiacuteritu y eacuteste seguiraacute acrecentando
la carne a traveacutes del alma Por participar de ambos extremos mdashcarne y Espiacuteritumdash
tambieacuten ella recibe el tacto creador del Verbo y el Espiacuteritu y asiacute se va configurando
y divinizando El alma tomaraacute la forma espiritual o carnal seguacuten vaya eligiendo
pues en ella estaacute la sede de la libertad y la razoacuten
Por mediacioacuten del alma el Espiacuteritu va aduentildeaacutendose de la carne y el alma se va
espiritualizando en la medida que se vincula al plasma pues por siacute misma ella no la
puede salvar ni deificar ni acercar maacutes a Dios Eso soacutelo lo hace el Espiacuteritu en
comunioacuten con el alma y la carne (laquocommixtioraquo reflejando la ςύγκραςισ estoica59)
Es significativo porque de esta manera los diversos componentes se unen
55 Cf AH I 55 56 laquoHomo [] a rationali scilicet artiacutefice non tantum factus sed etiam ex substantia ipsius animatusraquo
(TERTULIANO Adversus Praexean 5 5) Cit por A ORBE Antropologiacutea 67 57 Cf AH V 121 58 Cf AH V 13 59 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 478
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 31
manteniendo su identidad propia pero compartiendo sus cualidades sin fusioacuten ni
con-fusioacuten60
Pues el alma y el Espiacuteritu pueden ser partes del hombre pero no todo el hombre sino que el hombre perfecto es la mezcla y unioacuten del alma que recibe al Espiacuteritu del Padre y mezclada con ella la carne que ha sido creada seguacuten la imagen de Dios61 [] Pues si alguien prescindiera de la substancia de la carne esto es de la criatura y quisiera entender lo anterior como dicho soacutelo del puro espiacuteritu entonces no se podriacutea hablar de que el hombre en cuanto tal es espiritual sino soacutelo del espiacuteritu del hombre y del Espiacuteritu de Dios (1Cor 211) Mas este Espiacuteritu se une a la criatura al mezclarse con el alma y asiacute por la efusioacuten del Espiacuteritu el hombre se hace perfecto y espiritual y eacuteste es el que ha sido hecho seguacuten la imagen y semejanza de Dios (Geacuten 126) Si le faltase el Espiacuteritu al alma entonces seguiriacutea como tal siendo animado pero quedariacutea carnal en cuanto se le dejariacutea siendo imperfecto tendriacutea la imagen en cuanto criatura pero no recibiriacutea la semejanza por el Espiacuteritu62
Por tanto el alma no hace laquohombreraquo a la plasis como afirmaban gnoacutesticos y
origenianos Soacutelo le confiere vida animal y racional como principio unificador
laquoporque una cosa es el soplo de vida que hace tambieacuten animal al hombre y otra el
Espiacuteritu vivificante que le hace tambieacuten espiritualraquo63 Es cierto que en textos como
este Ireneo parece hablar del alma como laquoespiacuteritu del hombreraquo64 sin embargo no
creo que haya que contraponerlo al espiacuteritu divino o laquovirtusraquo65 o laquohumedadraquo66 que
nuestro autor entiende ya mezclado con el limo inicial para poder ser plasmado
Otra cosa es otorgar al alma el papel primordial que para Ireneo tiene por ella la
carne pasiva de por siacute se hace capaz de acoger y hacer suyo el Espiacuteritu de Dios o
mejor dicho es capaz de dejarse poseer por Eacutel
60 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa inmortalidad como deificacioacuten del hombre en San Ireneoraquo Scriptorium
Victoriense 8 (1961) 286 Por otro lado W JAEGER afirma que la krasis o synkrasis griega es un tipo de mixis que conlleva la idea de laquopenetracioacuten mutuaraquo y habiacutea que traducirla por laquofusioacutenraquo (Cristianismo primitivo y paideia griega [Meacutexico 71998] 35-39) Desde luego no es el caso de Ireneo puesto que eacutel parte de que cada elemento sigue siendo substancialmente lo que es
61 laquoἩ δὲ ψυχὴ και τὸ Πνεῦμα μέροσ τοῦ ἀνϑρώπου δύνανται εἷναι ἄνϑρωποσ δὲ οὐδαμῶσmiddot ὁ δὲ τέλειος ἄντϑρεποσ ςύγκραςισ καὶ ἔνωςίς ἐςτι ψυξῆσ τῆσ ἐπιδεξαμένησ τὸ Πνεῦμα τοῦ Πατρὸσν καὶ ςυγκραϑείςησ τῇ κατrsquo εἰκόνα Θεοῦ πεπλαςμένη ςαρκί ndash Anima autem Spiritus pars hominis ese possunt homo autem nequaquam perfectus autem homo commixtio et adunitio est animae assumentis Spiritum Patris et admixtae ei carni quae est plasmata secundum imaginem Deiraquo Sigue el texto hablando de Espiacuteritu de Dios y espiacuteritu del hombre como Πνεῦμα ndash Spiritus
62 AH V 61 Cf AH V 81 91 II 331 63 AH V 122 64 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquoraquo 289 65 Cf Ep 11 66 Cf AH IV 393
CAPIacuteTULO I
32 | Humana augens
En contra de los valentinianos67 no somos carne y alma que recibe el Espiacuteritu
al final del proceso como una especie de laquosello finalraquo No existe el hombre
propiamente y soacutelo despueacutes como un plus se le antildeade el Espiacuteritu sino que eacuteste ya
forma parte mdashimperfectamentemdash de nuestra naturaleza de nuestro barro
modelado por las manos de Dios por dentro (Sabiduriacutea) y por fuera (Verbo) iquestQueacute
sentido tendriacutea espiritualizar al espiacuteritu ya activo en nuestro barro Lo que define
al hombre es la deificacioacuten de la carne que ya desde el principio estaacute mezclada con
el espiacuteritu de Dios Dios puso en el inicio lo que nos propone como final la
comunioacuten iacutentima de lo terreno y lo espiritual lo humano y lo divino Pero no nos lo
dio acabado sino en germen en potencia para que con nuestra libertad
hicieacuteramos nuestro lo que soacutelo puede venir de Eacutel Desde esta perspectiva cobra un
sentido mayor que la salvacioacuten viniera por el Verbo encarnado comunioacuten entre
Dios y el hombre tan plena que se hace una sola persona Cristo
En todo caso encontramos textos de Ireneo que parecen contradictorios con
Ep 11 (desde el principio Dios laquomezclaraquo barro con su propio espiacuteritu y tras
plasmarlo insufla el alma) como si situara el espiacuteritu al final recibieacutendolo el
alma68 Es el caso de AH III 221 V 61 91 Sin embargo no veo base para afirmar
tal contradiccioacuten puesto que por un lado son textos que se refieren al hombre
perfecto y no al hombre inicial de Ep 11 Y por otro lado en Ireneo el alma humana
no existe jamaacutes por siacute sola independientemente de la carne que anima iquestQueacute
sentido tendriacutea otorgar el soplo vital si auacuten no hay carne y espiacuteritu que integrar y
poner en relacioacuten
Adaacuten recibioacute el espiacuteritu en su barro antes de ser modelado pero
germinalmente como infante en su pequentildeez e imperfeccioacuten justamente para que
pueda crecer y llegar a la madurez Seraacute despueacutes en virtud de Cristo y de su carne
67 Cf AH I 55-6 68 Es el caso por ejemplo de C GRANADO laquoActividad del Espiacuteritu Santo en la Historia de Salvacioacuten
seguacuten San Ireneoraquo Communio Revista Catoacutelica Internacional 15 (1982) 31-32 A ORBE oscila entre diversas afirmaciones queriendo hacerlas compatibles seguacuten el texto que comenta Cf Antropologiacutea 58-77 127-133 Otros como J QUASTEN se inclinan a creer que para Ireneo el πνεῦμα es parte esencial del hombre creado desde el principio y no soacutelo el νοῦσ (cf Patrologiacutea I [Madrid 1961] 253 nota 8)
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 33
gloriosa cuando recibamos el Espiacuteritu de un modo maacutes personal69 Puede ayudar
entonces distinguir por un lado el Espiacuteritu con mayuacutescula mdashpara entendernosmdash
o Espiacuteritu Santo personal que recibimos primero de Dios como en arras y al final
plenamente70 Y por otro lado el espiacuteritu con minuacutescula que hace referencia a la
virtus divina ya presente en la mezcla inicial antes de ser plasmados71
Ahora recibimos alguna parte de su Espiacuteritu para perfeccionar y preparar la incorrupcioacuten acostumbraacutendonos poco a poco a comprender y a portar a Dios El Apoacutestol lo llamoacute prenda [] (cf Ef 113-14) Por ello esta prenda al habitar en nosotros ya nos hace espirituales y la mortalidad es absorbida por la inmortalidad (2 Cor54) [] Esto no nos sucede por la destruccioacuten de la carne sino por la comunioacuten del Espiacuteritu [] Si pues teniendo ahora esta prenda clamamos laquoiexclAbbaacute Padreraquo iquestqueacute sucederaacute cuando resucitados lo veamos cara a cara (1Cor 1312) cuando todos sus miembros a una sola voz elevaraacuten el himno de alegriacutea para glorificar al que los ha resucitado de los muertos para darles la vida eterna Pues si la prenda apoderaacutendose del hombre mismo ya le hace clamar laquoiexclAbbaacute Padreraquo iquestqueacute haraacute la gracia universal del Espiacuteritu que Dios otorgaraacute a los hombres Nos haraacute semejantes a eacutel y nos haraacute perfectos por la voluntad del Padre pues eacuteste ha hecho al hombre seguacuten la imagen y semejanza de Dios72
Sobre esta plasis viviente Dios ha dibujado su misma fisonomiacutea su imagen que
lejos de ser estaacutetica y acabada conlleva una capacidad continua de asemejamiento
Por eso no solo somos hechos a su imagen sino tambieacuten a su semejanza Y esto es
lo que da una primaciacutea al ser humano por encima de todo lo creado incluidos los
aacutengeles pues ellos son creados libres y racionales pero no por ello laquoa semejanza
de Diosraquo73
Esta primaciacutea creatural74 ya presente en Justino o Teoacutefilo Antioqueno no
parece que se deba a nuestra mayor perfeccioacuten (hubiera elegido aacutengeles) ni a
nuestra cercaniacutea o consustancialidad con Dios (hubiera elegido almas puras) sino a
69 AH V 182 laquoPater enim conditionem simul et Verbum suum portat et Verbum portatum a Patre
praestat Spiritum omnibus quemadmodum uult Pater quibusdam quidem secundum conditionem quod est conditionis quod est factum quibusdam autem secundum adoptionem quod est ex Deo quod est generatioraquo Comenta A ORBE laquo(Este Espiacuteritu de creacioacuten [Spiritum secundum conditionem]) es anterior a la Encarnacioacuten y se deja sentir en la creacioacuten como tal a modo de complemento suyo Sin ese pneuma no puede perseverar el mundo material en su buen serraquo (Teologiacutea de San Ireneo II Traduccioacuten y comentario del libro V del Adversus haereses [Madrid 1987] 216) Por eso hay que distinguirlo del Espiacuteritu de adopcioacuten derramado en Pentecosteacutes tras la glorificacioacuten de la carne de Cristo (cf J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos [Madrid 2004] 46-50)
70 Cf AH V 61 71 Cf AH V 81 72 AH V 81 73 Cf AH IV 384 374 6 V 13 74 Cf AH V 291
CAPIacuteTULO I
34 | Humana augens
su libre voluntad y a la capacidad que nos ha dado para llegar a ser maacutes de lo que
somos (incrementum) en vistas a alcanzar la comunioacuten con Eacutel Esa posibilidad de
crecimiento y maduracioacuten es nuestra maacutes iacutentima vocacioacuten y para alcanzar tal fin
ha desplegado Dios todo lo creado75
El Padre decide y manda el Hijo ejecuta y modela el Espiacuteritu alimenta y hace crecer y el
hombre progresa poco a poco y se eleva a la perfeccioacuten es decir se acerca a lo Increado y
eacuteste es Dios76
Hemos visto coacutemo la Creacioacuten es trinitaria y tambieacuten lo es la Historia de
Salvacioacuten como un acompantildeamiento continuo de Dios a su criatura Dios Padre da
a luz a la materia creando de (ex) la nada por voluntad divina en contra de lo que
predicaban los gnoacutesticos77 Eacutel es quien dispone de esa materia primera el limo
inicial para crear al hombre78 Asiacute el cuerpo de Adaacuten era tan carnal material y
visible como el nuestro No hay un cuerpo de Adaacuten invisible y puro en las manos de
Dios y otro carnal y visible fruto del pecado como deciacutean los gnoacutesticos a raiacutez de Gn
321 o el mismo Oriacutegenes
El Verbo da la forma o consistencia como laquomodeloraquo que es por ser laquomedida
personal del Padreraquo79 y el Espiacuteritu imprime dinamismo y belleza (laquoornamentoraquo)
para conducirla a su plenitud Recordemos que el Verbo no modela ya pura tierra
aacuterida sino una mixis que contiene la fuerza divina daacutendole unidad y ductilidad El
Verbo lo modela externamente en lo visible mdasha su imagenmdash mientras por esa
virtud (su espiacuteritu) mezclada en el barro configura al hombre internamente en lo
invisible posibilitando su semejanza Veamos queacute supone esto
75 Cf AH IV 51 76 AH IV 383 77 Cf AH II 1024 287 309 IV 383 78 Cf AH III 2110 Ep 11 79 AH IV 42
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 35
3 Predileccioacuten de Dios por el hombre a su imagen y semejanza
Como hemos visto soacutelo el ser humano es tocado y acariciado por las manos de
Dios como un Artesano contempla y recrea su obra No hay dos piezas iguales Si
Dios soacutelo imprimioacute formoacute y modeloacute su imagen en la carne del hombre ahiacute reside
entonces lo maacutes original del ser humano80
Y iquesten queacute consiste entonces esta forma divina que Dios dibuja en nosotros81
Si somos modelados con sus dos Manos recibiremos la forma de ambos la forma
visible y externa del Verbo y la invisible e interna del Espiacuteritu como semejanza
dinaacutemica Es cierto que el Hijo y el Espiacuteritu intervienen en todo lo creado pero soacutelo
el hombre recibe plenamente aquello que les caracteriza a ambos
Ahora bien iquesthabriacutea entonces que decir que Dios tiene forma humana Visto
asiacute el Verbo el Logos eterno del Padre posee una forma externa que ha impreso
en el ser humano y si es cierta tal forma seraacute humana Tal afirmacioacuten era tachada
de antropomorfismo inaceptable por muchos entre ellos Oriacutegenes82 No podemos
entrar ahora en el anaacutelisis de las distintas posturas pero siacute vale la pena resentildearlo
pues de lo que concluyamos se seguiraacuten unas afirmaciones u otras al hablar de la
humanidad de Cristo
Autores como Justino o Tertuliano en la liacutenea de Ireneo haraacuten luz en esta
cuestioacuten al distinguir entre Dios Padre y el Verbo de Dios encarnado el segundo
Adaacuten Merece la pena transcribir este precioso texto de Tertuliano
Recuerda mdashescribemdash que laquohombreraquo se llama propiamente a la carne el apelativo primero del hombre Y plasmoacute Dios al hombre lodo de la tierra mdashhombre ya y todaviacutea
80 laquoIreneo queda estupefacto ante el prodigo del cuerpo humano vivificado por el alma Ante este
prodigio vive la experiencia primordial de lo distintivo de la criatura su condicioacuten de ser plasmado por la mano de Dios laquoLa carne no estaacute excluida de la sabiduriacutea y poder artiacutesticos de Dios porque el poder de Dios que comunica la vida deviene perfecto en la flaqueza (2Cor 129) o sea en la carneraquo (AH V 33) iexclExtraordinaria y penetrante exeacutegesis [] El centro del cosmos creado [] es el hombre que antignoacutesticamente es la arcilla que las manos de Dios dan formaraquo H U VON BALTHASAR Gloria II 64 [=H III 15] Cit por R POLANCO laquoLa carne de Cristo como salus in compendio (AH III 181) o la Gloria de Dios en lo finito Recepcioacuten balthasariana de Ireneoraquo Teologiacutea y Vida 50 (2009) 345-373 Aquiacute 352 nota 64 Antildeade que Balthasar se lamenta de que la teologiacutea posterior siguiera una senda maacutes platonizante y alejandrina en detrimento de esta teologiacutea ireneana de la carne
81 Cf Ep 11 82 En loacutegica coherencia tanto Oriacutegenes siguiendo a Filoacuten como despueacutes Clemente Alejandrino
veraacuten inaceptable asignar la imagen de Dios mdasha imagen del Verbomdash al cuerpo plasmado Cf A ORBE Antropologiacutea 112 T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano (Burgos 2004) 8588-90
CAPIacuteTULO I
36 | Humana augens
limomdash e inspiroacute en su rostro un haacutelito de vida y el hombre mdashes decir el lodomdash se convirtioacute en viviente y colocoacute Dios al hombre que plasmoacute en el Paraiacuteso En hombre fue en consecuencia primero plasma (figmentum) [] Imagina a Dios ocupado y absorbido en aquello con su mano su entendimiento su actividad prudencia sabiduriacutea providencia y sobre todo con su carintildeo que era quien dictaba los rasgos (lineamenta) Porque Cristo era el pensamiento de cuanto expresaba la arcilla (quodcumque enim limus exprimebatur Christus cogitabatur) el cual habiacutea de ser hombre como el limo y Palabra hecha carne como entonces la tierra Pues asiacute habloacute el Padre al Hijo laquohagamos al hombre a nuestra imagen y semejanzaraquo E hizo Dios al hombre mdasha lo que plasmoacutemdash a imagen de Dios lo hizo es decir a imagen de Cristo porque tambieacuten el Verbo es Dios [] Asiacute aquel limo revestido ya entonces de la imagen de Cristo que habiacutea de vivir en la carne no soacutelo era obra de Dios sino tambieacuten garantiacutea83
Cristo Verbo encarnado es la imagen visible del Dios invisible y Eacutel es el
paradigma o modelo sobre el que se creoacute al ser humano84 No hay otra forma de
modelar la plasis humana a imagen de Dios si no es mirando su Imagen Y si esto es
asiacute habremos de admitir que ya en Gn 126 la figura de hombre estaba en Dios de
alguacuten modo por su Verbo como meta y fin al que se nos destina como uacutenico
hombre perfecto acabado teleioacutetico (ἄνϑρωποσ τέλειοσ) imagen y semejanza de
Dios
iquestQueacute otro puede ser superior y maacutes excelente que el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios sino el Hijo de Dios a cuya imagen fue hecho el ser humano Por este motivo el Hijo al final manifestoacute la semejanza de Dios hacieacutendose hombre y asumiendo para siacute el antiguo plasma85
Dicho de otro modo Dios laquodibujaraquo en Adaacuten al Verbo encarnado y glorioso que
existiacutea desde siempre en Dios (no a partir del seno de Mariacutea) y que por eso pudo
ser modelo para dar al ser humano su propia fisionomiacutea
Porque Dios hizo al hombre a su imagen Y la imagen de Dios es el Hijo a cuya imagen ha sido hecho el hombre He aquiacute por queacute en los uacuteltimos tiempos se ha manifestado para dar a entender que la imagen era semejante a Siacute86
El Hijo no es imagen de Dios por encarnarse sino por ser Dios Por tanto el
hombre es a imagen del Hijo en cuanto Verbo encarnado y glorioso su prototipo
su ideal El primer Adaacuten prefigura visiblemente al Segundo en quien llegaraacute a su
plenitud y consumacioacuten pero no es anterior a Eacutel
83 TERTULIANO De Resurrectione carnis 58-65 Seguacuten la traduccioacuten de A ORBE Antropologiacutea 97 El
texto se cita en GS 22 Documentos del Vaticano II (Madrid 1968) nota 20 84 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 478 85 AH IV 334 86 Ep 22 [Imago autem Dei filius est cuius ad imaginem factus est homo Et propter hoc in novissimis
temporibus adparuit ut imaginem simile sibi ostenderet]
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 37
Pues en los tiempos preteacuteritos se deciacutea que habiacutea sido hecho el hombre a imagen de Dios mas no se mostraba Porque el Verbo a cuya imagen habiacutea sido hecho el hombre era todaviacutea invisible Razoacuten por la cual perdioacute con tanta facilidad la semejanza Mas cuando el Verbo de Dios se hizo carne ambas cosas las confirmoacute mostroacute la imagen verdadera hacieacutendose eacutel mismo lo que era su imagen y nos devolvioacute la semejanza y le dio firmeza para hacer al hombre semejante al Padre invisible por medio del Verbo invisible87
De este modo resuelve Ireneo la omisioacuten de la semejanza en Gn 127 respecto a
Gn 126 pues se nos habla del hombre viviente imperfecto como es que ha
comenzado un camino de crecimiento impulsado por la fuerza del Espiacuteritu hasta
hacerle en verdad semejante a la Imagen que le configura Coincidiraacute con Oriacutegenes
en que siendo el hombre creado por Dios con el fin de ser su imagen y semejanza
comienza siendo soacutelo imagen suya para adquirir poco a poco finalmente la
semejanza Aunque uno lo explica desde la maduracioacuten de la carne mdashhombre
carnal el uacutenico que haymdash y el otro lo explica desde la doble creacioacuten en que el
verdadero hombre a imagen de Dios fue hecho y no plasmado inteligencia pura
superior a toda materialidad
Si la imagen es obra del Verbo la semejanza nos viene por el Espiacuteritu o
Sabiduriacutea88 No olvidemos que el ser humano no podriacutea por siacute solo como animal
racional desarrollar y plenificar la imagen divina en eacutel impresa en una creciente
semejanza Sin el dinamismo del Espiacuteritu es imposible y eacuteste nunca actuacutea solo sino
con el Hijo para allegarnos al Padre
En cuanto al alma sabiendo que no es ella en siacute misma quien tiene que llevar a
cabo este proceso sino la plasis humana no podemos olvidar el importante papel
que juega en la deificacioacuten y asemejamiento Por el alma entran en juego la
racionalidad y la libertad humana indispensables para que el ser humano llegue a
Dios en verdad y no arrastrado por Eacutel89 Siendo nuestra libertad condicioacuten
indispensable no seraacute nunca suficiente pues quien nos asemeja finalmente es el
Espiacuteritu de Dios y no nuestra voluntad o nuestras fuerzas como veremos en el
siguiente capiacutetulo
87 AH V 162 Ep 38 88 Cf AH IV 74 89 Cf AH IV 373ss
CAPIacuteTULO I
38 | Humana augens
Ireneo no distingue siempre con claridad la imagen y la semejanza90 quizaacute por
contraste con los valentinianos que distinguiacutean entre el hombre laquoa imagenraquo (el
hiacutelico) y el hombre laquosemejanteraquo (el psiacutequico y el espiritual consustanciales a Dios
y al Pneuma respectivamente)91 El libro V es lugar clave para apreciar con nitidez
la distincioacuten mientras que en el libro III por ejemplo habla de imagen y semejanza
conjuntamente92 puesto que se expresa de un modo mucho maacutes global y teniendo
el foco de intereacutes en otros matices
Pero si al alma le falta el Espiacuteritu tal hombre permanece en realidad psiacutequico y carnal seraacute imperfecto tiene la imagen en la obra modelada pero no adquiere la semejanza por medio del Espiacuteritu93
En tiempos anteriores se deciacutea que el hombre habiacutea sido hecho a imagen de Dios pero esto no era ostensible ya que todaviacutea era invisible el Verbo a cuya imagen habiacutea sido hecho el hombre Por esto perdioacute faacutecilmente la semejanza Pero cuando el Verbo de Dios se hizo carne ratificoacute una y otra mostroacute en su verdad la imagen al hacerse lo que era su imagen y restablecioacute de modo estable la semejanza asemejando el hombre al Padre invisible por medio del Verbo invisible94
Podemos entender que en el pensamiento de Ireneo el hombre nunca pierde la
laquoimagenraquo natural en la que fue modelada su carne ni siquiera con el pecado En el
Segundo Adaacuten recobramos la semejanza perdida95 aunque en algunos casos Ireneo
diga conjuntamente laquola imagen y semejanza perdidasraquo96
El hombre laquoa semejanzaraquo no es auacuten semejante sino que se dirige hacia ella por
un asemejamiento progresivo gracias al germen o laquovirtusraquo que ha recibido Tal
don tal dinamismo inserto en nuestra carne nos dispone a vivir como laquoimitadores
90 Cf J FANTINO Lrsquohomme image de Dieu chez saint Ireacuteneacutee de Lyon (Paris 1986) B SESBOUumlEacute tiende a
considerar que utiliza ambos teacuterminos ambiguamente entre la distincioacuten y la identificacioacuten Sin embargo T SPIDLIacuteK cree que frente al uso indistinto que hacen de la imagen y semejanza autores como Atanasio Diacutedimo o los capadocios Ireneo utiliza la distincioacuten sistemaacuteticamente de modo que en eacutel laquoes el Espiacuteritu quien constituye la semejanza con Diosraquo (ID La espiritualidad del oriente cristiano 86) laquoLa mayor parte de los autores acentuacutean en Ireneo la distincioacuten entre los dos vocablos contemplando la imagen como algo estaacutetico dado en la creacioacuten mientras la semejanza denota un dinamismo de constante actualizacioacuten y perfeccionamiento de dicha imagen en un proceso de progresiva asimilacioacuten a su origen y destino conducido por el Espiacuterituraquo (N MARTIacuteNEZ-GAYOL laquoIreneo de Lyon la idea de reparacioacuten en el contexto de recapitulacioacutenraquo Estudios Eclesiaacutesticos 85 [2010] 3-42 Aquiacute 16) Avalan esta interpretacioacuten entre otros A ORBE L F LADARIA J KIRCHEMEYER
91 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanzardquoraquo 285-286 92 Cf AH III 181 93 AH V 61 Cf AH V 13 94 AH V 162 95 Cf J VIVES laquoPecado original y evolucioacuten humanaraquo 572 96 AH III 181
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 39
de Diosraquo97 de modo que cuanto mayor sea nuestro asemejamiento mayor seraacute la
semejanza adquirida En otras palabras la semejanza inicial que recibimos en
nuestra imperfeccioacuten humana no soacutelo nos asemeja con la imagen divina impresa
en nuestro cuerpo de un modo real sino que nos da fuerza para lanzarnos a crecer
en un asemejamiento continuo hasta la medida de Cristo verdadera imagen de
Dios98
Ahora bien en contra de lo que defendiacutean los gnoacutesticos estar hechos a
semejanza de Dios no nos hace consustanciales a Eacutel Llegaremos a la semejanza
plena adquiriendo las propiedades y virtudes propias de Dios pero siempre en
nuestra naturaleza humana La semejanza plena del hombre con Dios no elimina la
distincioacuten fiacutesica de sus naturalezas sino la cualitativa de sus propiedades Algo
sumamente importante puesto que nuestro destino final en la comunioacuten con Dios
no implica ser asumidos o absorbidos por la divinidad sino mantener nuestra
identidad humana con las propiedades y virtudes propias de la naturaleza de Dios
Faacutecilmente nos puede recordar esta afirmacioacuten la bella foacutermula de san Leoacuten Magno
previa a Calcedonia (451) laquohumana augens divina non minuensraquo99 Es decir que
cuanto maacutes iacutentima y plena es la unidad entre lo humano y lo divino lejos de quedar
absorbida o disminuida la humanidad crece y se potencia100 Y no por ello deja der
ser humanidad aunque adquiera las cualidades propias de Dios
El Hijo laquoesraquo la uacutenica imagen de Dios El hombre soacutelo es laquoa suraquo imagen No es lo
mismo Podemos llamarnos laquoencarnacioacuten diminutivaraquo como reza el himno
lituacutergico101 o laquomicrocosmosraquo102 pero no somos el Verbo encarnado por maacutes que
97 Cf AH III 202 98 Cf AH V 162 95 99 Tomus ad Flavianum DH 293 100 Cf K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo Escritos de teologiacutea I (Madrid 1963) 183
Tambieacuten cf COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA INTERNACIONAL (=CTI) Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea (1981) I E 4 C POZO Documentos 1969-1996 (Madrid 1998) 254
101 OFICIO DE LECTURA Laudes del Viernes de la Primera Semana TO 102 En la perspectiva de la filosofiacutea griega seguacuten T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano
123 Tambieacuten laquomicrologosraquo dice A ORBE Antropologiacutea 171 A propoacutesito del hombre como microcosmos es sugerente la anotacioacuten de V LOSSKY comentando a san GREGORIO DE NISA laquoSe deciacutea ldquoel hombre es un microcosmosrdquo y creyendo exaltar la naturaleza humana por ese nombre grandilocuente no se observoacute que el hombre se encontraba gratificado al mismo tiempo con las cualidades de los mosquitos y ratonesraquo [De hominis oficio XVI PG 44 col 177D-180A] La perfeccioacuten del hombre no radica en lo que le asemeja al conjunto de las criaturas sino en lo que lo distingue
CAPIacuteTULO I
40 | Humana augens
llevemos impresa su imagen en nuestro cuerpo y en eacutel y para eacutel hayamos sido
creados Lo que siacute es tarea nuestra es conservar o guardar su obra en nosotros
Si pues eres obra de Dios aguarda la mano de tu Artiacutefice que todo lo hace oportunamente [] Preseacutentale tu corazoacuten blando y maleable y conserva la figura con que te modeloacute el Artiacutefice mantenieacutendote huacutemedo no vayas a perder endurecido las huellas de sus dedos Guardando empero la trabazoacuten subiraacutes a lo perfecto pues el arte de Dios esconderaacute el barro que hay (naturalmente) en ti103
Vemos coacutemo Ireneo cuida mucho no perder la unidad de accioacuten trinitaria
aunque distinga diversas funciones y propiedades entre las Personas104 El Verbo
imprime en nosotros su imagen y el Espiacuteritu nos otorga el dinamismo de la
semejanza Del mismo modo que el Verbo se encarna para mostrarnos que esa
imagen impresa en nuestra carne es tambieacuten semejanza plena con la imagen de
Dios el Espiacuteritu nos va llevando y aconsejando para que crezcamos en semejanza y
asiacute nos configuremos plenamente con el Hijo uacutenica imagen verdadera de Dios
Recordemos que este don primero del Espiacuteritu estaacute ya en nuestro barro en
nuestra primera mezcla Como dijimos anteriormente no es el Espiacuteritu que
recibiremos por el Verbo encarnado y Resucitado105 Es el dinamismo espiritual
que recibe todo ser humano por el hecho de existir pues laquotodo hombre en cuanto
hombre es plasma de Eacutel aunque ignore a su Diosraquo106 Otra cosa seraacute recibir el
Espiacuteritu Santo personalmente acogieacutendolo en libertad como lo recibioacute la carne de
Cristo gloriosa en un doble asemejamiento fiacutesico por el espiacuteritu que el Verbo teniacutea
en su carne y sustancial al recibir plenamente el Espiacuteritu Santo
El Sentildeor nos redimioacute con su propia sangre dando su vida por la nuestra y su carne por nuestra carne y derramando el Espiacuteritu de Padre para la unidad y comunioacuten entre Dios y los hombres Asiacute trajo a Dios a los hombres mediante el Espiacuteritu (ad homines quiden deponente Deum per Spiritum) y levantando los hombres a Dios por medio de su carne (ad Deum autem rursus imponente hominem per suam incarnationem) por su venida nos otorgoacute su inmortalidad de manera firme y verdadera mediante la comunioacuten con Eacutel107
del cosmos asimilaacutendolo al Creador La revelacioacuten nos ensentildea que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Diosraquo (V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente [Barcelona 22009] 84)
103 AH IV 39 2-3 104 Cf AH III 183 IV 42 6135 74 205 381 V 111 182 362 105 Cf AH III 1712 214 V 11 81 102 134 106 AH IV 366 107 AH V 11
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 41
Si esto es asiacute vemos que no es suficiente el hecho de encarnarse como algo
puntual pues seraacute despueacutes glorioso tras su Resurreccioacuten (laquosu inmortalidadlaquo)
cuando se complete plenamente su obra salvadora Por tanto tuvo que darse un
proceso de asemejamiento un crecimiento en su humanidad sujeta como la
nuestra al dinamismo del espiacuteritu mezclado en nuestro barro No puede mostrar su
plenitud en la carne (iacutentima comunioacuten con Dios) del mismo modo recieacuten nacido
que tras la muerte y resurreccioacuten Si hubiera sido asiacute ninguacuten meacuterito tendriacutea su
obediencia al Padre
Y a esto estamos llamados pues si Adaacuten fue creado a imagen del Verbo
tambieacuten a imagen de la carne gloriosa de este Verbo o al menos con capacidad
para llegar un diacutea a ser unidos a su carne gloriosa108
4 Conclusiones
Hemos visto coacutemo el punto de partida es el hombre plasmado por Dios con sus
Manos No es una plasmacioacuten cualquiera sino la gran obra de Dios su obra
predilecta Arte de su querer y hacer
Tal cuidado en el empentildeo creador de Dios responde al destino y finalidad que
nos propone llegar a ser como Eacutel es verdadera imagen y semejanza suya por
comunioacuten iacutentima con Eacutel Pero en poco se distinguiriacutea Ireneo si soacutelo afirmara esto
presente en tantos Padres desde Justino a la escuela alejandrina aunque desde
otra perspectiva La aportacioacuten maacutes luminosa de nuestro autor para el tema que
nos ocupa es cifrar la posibilidad de madurar hasta Dios mdashdivinizacioacutenmdash en la
carne pues en ella quiso dibujar su propia imagen y en ella imprimioacute el dinamismo
de semejanza con Eacutel
Dios no precisoacute de aacutengeles ni poderes para modelar el plasma humano con sus
Manos mdashVerbo y Espiacuteritumdash hizo al ser humano plasmaacutendolo Y asiacute lejos de
108 Cf AH IV 202 V 32
CAPIacuteTULO I
42 | Humana augens
rebajar la dignidad divina en contacto con el barro mostroacute su amor su grandeza y
su paciencia creadora Por eso laquoopera autem Dei plasmatio est hominisraquo109
En el principio el aacutenthropos fue plasma Dei mixis inicial de tierra y virtus No
hay ser humano originario fuera de Dios No antildeade su espiacuteritu al hombre que vive
sino que el hombre empieza a hacerse hombre en ese plasma primero Por eso no
habraacute salvacioacuten humana que no sea salus carnis No habraacute verdadera humanidad ni
hombre perfecto sin una carne que obedientemente haga este proceso de
asemejamiento progresivo y libre hasta Dios Padre por el Hijo en la fuerza
transformadora del Espiacuteritu110 Somos creados laquoaraquo imagen del que laquoesraquo Imagen de
Dios el Verbo Eacutel se haraacute visible llegado el momento oportuno (cf Gal 44) para que
reconozcamos quieacutenes somos y doacuteciles a la accioacuten del Espiacuteritu crezcamos en
semejanza hasta la plenitud de la imagen inicial hasta Cristo glorioso
En cuanto a la visioacuten ireneana del alma humana no todos los autores llegan a
las mismas conclusiones justamente por la variedad y aparente contradiccioacuten de
algunos textos de Ireneo que ya hemos sentildealado Recordamos brevemente
siguiendo Ep 11 el primer Adaacuten es mezcla de barro y espiacuteritu (virtus) que una vez
plasmado por las Manos de Dios recibe el soplo vital (alma) que los integra y
vivifica Soacutelo al final con Cristo glorioso recibiremos el Espiacuteritu plenamente El
alma es ese laquogozneraquo indispensable que activa carne y espiacuteritu para que ambos
vayan siendo poco a poco una sola cosa carne espiritual saacuterx pneumatikoacutes El
hombre viviente completo es carne alma y espiacuteritu Y este hombre el uacutenico que
hay es a quien Dios acompantildea en su historia de salvacioacuten laquopues toda la
Dispensacioacuten la llevoacute a cabo el Hijo de Dios a causa de la carneraquo111 que para Ireneo
es el hombre en su totalidad Salus carnis y no salus animae que viniendo
enteramente de Dios requiere nuestra cooperacioacuten libre para que asiacute crezcamos
hasta Eacutel pues asiacute lo requiere el fin para el que nos creoacute que consiste en hacernos
capaces laquode ver y comprender a Diosraquo112
109 AH V 152
110 Cf AH V 124 111 AH IV pr 4 112 AH IV 377
EL SER HUMANO PLASMA DEI
Salus carnis | 43
Esta maduracioacuten o crecimiento es lo que espera Dios de todo ser humano Si
esto es asiacute loacutegico seraacute pensar que no pudo Cristo llevar a cabo la misioacuten que le era
propia sin vivir en su humanidad un proceso de crecimiento libre y voluntario de
semejanza con Dios de asentimiento a su voluntad hasta hacerla suya en plena
obediencia La imagen y semejanza dibujada por Dios en nuestra carne como si de
un boceto se tratase llegaraacute a su plenitud en el uacutenico hombre perfecto Cristo por
la fuerza transformadora del Espiacuteritu Un camino que estaacute por hacer en cada ser
humano
Ahora bien al constatar con asombro la predileccioacuten y cuidado que Dios tiene
por el ser humano hecho y plasmado a su imagen y semejanza y cuan alta es la
meta que nos propone no es extrantildeo que surja la pregunta laquoiquestAcaso no podriacutea
haber creado [Dios] al ser humano perfecto desde el principioraquo113
San Ireneo se dejoacute cuestionar por tal pregunta e intentoacute darle respuesta En
ella intentaremos adentrarnos en el siguiente capiacutetulo
113 AH IV 381
CAPIacuteTULO I
44 | Humana augens
Capiacutetulo II
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
LLAMADO A CRECER LIBRE Y OBEDIENTE
Plasmavit hominem in augmentum et incrementum
(AH IV 111)
Introduccioacuten
1 De la imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten como destino
2 Salus carnis carne que crece libre
3 Salus carnis carne que crece obediente
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO II
46 | Humana augens
Introduccioacuten
Soacutelo hay que contemplar al hombre sus obras e intenciones para constatar su
imperfeccioacuten Si partieacuteramos de teoriacuteas que defienden diversos principios de lo
creado y diversas categoriacuteas de hombre todo quedariacutea maacutes claro un Dios bueno
creoacute un mundo bueno con un hombre espiritual y perfecto mientras que el mundo
material imperfecto que conocemos con este hombre imperfecto procederiacutea de
otro dios inferior y contrario al bien Pero ya hemos visto en el primer capiacutetulo que
Ireneo centra toda su teologiacutea en la unidad y unicidad de Dios con una uacutenica
creacioacuten y un uacutenico aacutenthropos
La pregunta sigue ahiacute si Dios quiso hacer al hombre a su imagen y semejanza
poniendo tanto cuidado en ello iquestpor queacute no le creoacute desde el principio ya
divinizado Si propone un camino de crecimiento desde el hombre natural al
hombre espiritual iquestpor queacute no le hizo ya espiritual Maacutes auacuten el Dios bueno
increado y eterno iquestpor queacute no pudo hacer hombres buenos e incorruptibles sin
necesidad de tiempo y maduracioacuten para llegar al fin que les propone
Vamos a intentar acercarnos a las respuestas que Ireneo ofrece Como otros
autores auacuten con perspectivas distintas la libertad humana seraacute central Y desde
esa libertad de criatura veremos queacute incidencia tiene el pecado y sus
consecuencias Todo ello para volver a retomar esta llamada al crecimiento como
vocacioacuten humana y primer deseo de Dios
Porque lo ha modelado [Dios al hombre] de cara a un crecimiento y una madurez [Ἔπλαςε γὰρ αὐτὸν εἰσ αὔξηςίν τε καὶ ἀκμήν] seguacuten la palabra de la Escritura laquocreced y multiplicaosraquo [Gn 128] [καϑὼσ ἡ γραφὴ λέγειmiddot laquoΑὐξάνεςϑε καὶ πληϑύνεςϑεraquo]1
Ahora bien si el hombre por siacute mismo puede crecer y llegar a tal perfeccioacuten
pues ha recibido de Dios tal capacidad2 iquestqueacute sentido tiene la historia de salvacioacuten
iquestjugariacutean alguacuten papel Dios Padre el Verbo y el Espiacuteritu o son simple origen y meta
del proceso En Ireneo veremos coacutemo no hay crecimiento humano ni perfeccioacuten
alguna sin la docilidad de la carne a la accioacuten transformadora del Espiacuteritu de Dios
que es el Uacutenico que puede elevar al ser humano hasta Eacutel No hay libertad plena sin
obediencia al consejo bueno de Dios que siempre nos acompantildea
1 AH IV 111 Cf Ep 22 2 Cf AH IV 112
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 47
1 De la imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten como destino
Conviene distinguir desde el principio a queacute nos referimos al hablar de
laquoperfeccioacutenraquo (τελείωςισ) puesto que tendemos a unirlo espontaacuteneamente con un
sentido moral de excelencia o grado3 hacieacutendolo coincidir praacutecticamente con la
imposibilidad de falta o pecado (ἀναμαρτηςία) Lo cual seriacutea bastante
reduccionista
Ireneo suele identificar laquohombre perfectoraquo [τέλειοσ ἄνϑρωποσ] con laquohombre
espiritualraquo4 en sentido paulino5 Es el hombre completo carne alma y espiacuteritu
Otras veces se refiere a la intachabilidad de diversos testigos6 como Esteban o los
Apoacutestoles y sus sucesores En otras ocasiones se refiere al Hombre Perfecto que
propiamente soacutelo es el Verbo laquoperfecto desde siempreraquo7 Hay otro sentido
emparentado con este teacutermino significando una especie de madurez o destino
cumplido de un ser dentro del orden (τάξισ) que le es propio
Los aacutengeles se hallaban en la plenitud de su posibilidad mientras que el duentildeo esto es el hombre era auacuten pequentildeo como nintildeo y debiacutea crecer para llegar a la madurez [pusillus erat nam infans erat et oportebat-et-conveniebat eum crescentem sic ad perfectionem venire] Y a fin de que se educara [educatio] y desarrollara [incrementum] con gozo y alegriacutea le fue preparado un sitio mejor que este mundo8
De este uacuteltimo sentido parte Ireneo para dar razoacuten de la imperfeccioacuten inicial
humana sin menoscabo alguno de la perfeccioacuten y bondad de Dios Creador El
teacutermino laquoinfansraquo [νήπιοσ] estaacute indicando inocencia sencillez propia de un nintildeo
pero sobre todo significa que era laquoimperfectoraquo (ἀτελή) en contraste con el adulto
(τέλειοσ)9
Como apuntamos en el primer capiacutetulo excepto el ser humano el resto de
criaturas carecen de un teacutelos maacutes allaacute de sus liacutemites10 Los aacutengeles tambieacuten son
racionales y libres pero no han recibido la capacidad de ir asemejaacutendose en
3 Cf REAL ACADEMIA ESPANtildeOLA Diccionario de la Lengua espantildeola (Madrid 222001) 4 Cf AH V 61 82 121-2 5 Cf 1Cor 26 1Cor 215 1Ts 523 6 Cf AH III 1213 31 7 AH IV 134 8 Ep 12 9 Cf A ORBE Antropologiacutea de San Ireneo (Madrid 1997) 214 10 Cf Ep 10 AH IV 376
CAPIacuteTULO II
48 | Humana augens
progresivo crecimiento hasta la comunioacuten con Dios Y paradoacutejicamente quiere
Dios que sea el hombre auacuten inmaduro pequentildeo como un nintildeo el duentildeo de los
aacutengeles plenos y perfectos en su orden11 El don de ser creados a imagen y
semejanza de Dios muestra la predileccioacuten de Dios maacutes cercana a la capacidad de
perfeccionamiento o crecimiento que a una perfeccioacuten ya dada y acabada
Ciertamente esa parece ser una cualidad que distingue al ser humano de otras
criaturas frente al Creador
Asiacute pues mediante esta ordenacioacuten y tales fases y disciplina el hombre hecho y plasmado es constituido a imagen y semejanza del Dios Increado el Padre lo tiene a bien y ordena el Hijo sirve y da forma el Espiacuteritu nutre y hace crecer el hombre se desarrolla y llega a lo perfecto hasta allegarse al Increado porque perfecto es el Increado y este es Dios Pues conveniacutea que primero el hombre fuese creado que una vez creado creciera una vez crecido se hiciera auteacutentico hombre [ἀνδρωϑῆναι] hecho hombre se multiplicase multiplicado se consolidase consolidado se elevase a la gloria y en la gloria contemplase a su Sentildeor Pues es a Dios a quien ha de ver y la visioacuten de Dios produce la incorrupcioacuten y laquola incorrupcioacuten nos acerca a Diosraquo [Sab 619-20]12
Si perfecto es el Increado el uacutenico Dios no corresponderaacute a la criatura ser
perfecta sino laquoperfectibleraquo13 Anhelar tal perfeccioacuten seriacutea como querer ser ya Dios
o por no ser consciente de su condicioacuten de criatura o por rechazarla
ingratamente14 Ahora bien una cosa es la imperfeccioacuten propia de quien es creado
y otra bien distinta esa capacidad de perfeccionamiento progresivo don que soacutelo
puede provenir de Dios15 mdashel Perfectomdash y que en el ser humano consiste en
asemejarnos con Eacutel Padre Hijo y Espiacuteritu que hicieron y plasmaron al hombre
seguiraacuten cuidaacutendolo y daacutendole orden (Padre) sirvieacutendole y con-formaacutendole (Hijo)
y nutrieacutendole para que pueda crecer (Espiacuteritu) La perfeccioacuten a la que estaacute llamada
el hombre la divinizacioacuten como teacutelos querido por Dios para Eacutel no anula la
distancia que siempre habraacute entre Creador y criatura Increado y recieacuten creado
Aquiacute tenemos una primera respuesta de Ireneo a nuestra pregunta
Los seres creados en tanto que tuvieron su propio comienzo de existencia maacutes tarde debiacutean ser inferiores a Aquel que les habiacutea hecho Porque no era posible que unos seres recientemente creados fuesen increados Pero en tanto que no son increados son
11 Cf A ORBE laquoSupergrediens angelos (San Ireneo AH V 363)raquo Gregorianum 54 (1973) 6-59 Aquiacute
24-27 12 AH IV 383 13 AH II 253 14 Cf AH IV 381 II 253 254 15 Cf AH III 53 193 IV 923 V 81 92 112 2056 342
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 49
inferiores al Perfecto [] Dios pudo dar la perfeccioacuten al ser humano desde el principio pero eacuteste era incapaz de recibirla pues no era maacutes que un nintildeo16
La imperfeccioacuten humana estaacute maacutes relacionada con la necesidad de aprendizaje
de crecimiento de plenitud que con una especie de menor dignidad como a veces
parece asociarse laquoNuper factusraquo recieacuten hechos seguimos siendo tambieacuten
nosotros al igual que Adaacuten17 hasta que alcancemos la plenitud en la comunioacuten con
Dios Pues este crecimiento tiene como fin llegar libremente a la perfeccioacuten que
propiamente soacutelo es Dios participar de su vida
Encontramos este planteamiento en otros autores del siglo II distinguiendo el
estado inicial o infantil del hombre del destino divino que el mismo Dios le tiene
reservado18 Tambieacuten los gnoacutesticos distinguiacutean entre lo perfecto (teacuteleios) y lo
infante (neacutepios) pero con conclusiones muy distintas a las de Ireneo Ellos
aceptaban un hombre material seguacuten el Geacutenesis hecho a imagen y semejanza del
Aacutenthropos Teacuteleios19 Como vimos seguacuten la sustancia originaria los hombres se
dividiacutean en hiacutelicos psiacutequicos y espirituales Pues bien puesto que todo lo que
provenga de la materia soacutelo puede aspirar a la corrupcioacuten el proceso de
crecimiento entre uno y otro extremo soacutelo podraacute darse en los espirituales cuando
reciban la Gnosis y por tal Iluminacioacuten alcancen la teleiocircsis No hay necesidad de
carne de maduracioacuten ni de historia paciente20 Maacutes bien sobran
Para Ireneo por el contrario puesto que soacutelo existe un aacutenthropos en eacutel se
cumpliraacute tal proceso No hay maacutes salvacioacuten que la del plasma inicial pues por siacute
mismo carece de toda perfeccioacuten posible pero por libre voluntad de Dios lleva en siacute
mismo la capacidad para alcanzarla La salus carnis implica que el hombre soacutelo
seraacute perfecto en la carne nunca sin ella21 pero tampoco podraacute alcanzar la
16 AH IV 381 17 Cf AH 381 aplicado a Adaacuten AH V 11 aplicado a todo ser humano 18 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo Gregorianum 46 (1965)
481-544 Aquiacute 499 19 Cf Ibid 500-504 Seguacuten esto curiosamente el Salvador seriacutea perfecto desde siempre como
laquoaacutenthroposraquo no susceptible de cambio alguno con lo cual no tuvo que laquoir hacieacutendose hombreraquo ni creciendo en su humanidad En todo caso su crecimiento o progresiva perfeccioacuten seriacutea solo aparente Justo lo contrario de lo que pretendemos afirmar desde la teologiacutea de Ireneo Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo Scriptorium Victoriense 23 (1976) 275-302 Aquiacute 296
20 Cf AH I 61 21 Cf AH V 81-2
CAPIacuteTULO II
50 | Humana augens
perfeccioacuten la carne sola22 sino en la medida que se deje poseer por el Espiacuteritu de
Dios23 a traveacutes del alma con toda libertad
Este es un rasgo esencial que confirma la seriedad y dignidad de la obra divina
Sin libertad el crecimiento hacia Dios seriacutea una farsa y su consumacioacuten
mdashteleiocircsismdash algo impuesto por Dios o inaccesible a su naturaleza (en funcioacuten de su
esencia originaria seguacuten los gnoacutesticos y sus tres tipos de hombres) Ahora bien no
olvidemos que tambieacuten los aacutengeles son creados libres y sin embargo no estaacuten
llamados a crecer hasta Dios Por tanto la sola libertad no explica la imperfeccioacuten
inicial Hay que unirla al modo en que Dios quiere que lleguemos a Eacutel en la carne Y
esto requiere un tiempo un ritmo un acostumbramiento No es inmediato24
Primero hombre animal luego hombre viviente y racional o psiacutequico para
llegar un diacutea a ser espiritual perfecto25 siguiendo el proceso tiacutepicamente paulino26
En Oriacutegenes27 por ejemplo el orden progresivo es inverso el primer hombre
perfecto y libre cae y sufre la degradacioacuten del mundo material e imperfecto Asiacute
nace la historia fruto de la caiacuteda transhistoacuterica y acabaraacute cuando el alma mdashimagen
del Logosmdash sea capaz de elevarse nuevamente por encima de lo sensible incluida
nuestra carne hasta llegar a Dios
Ireneo insiste en no saltarse ninguacuten paso no evitar ninguna etapa Si Dios
hubiera divinizado directamente el plasma inicial no hubiera habido estadio
psiacutequico propiamente humano No hubiera habido historia ni eleccioacuten humana
Quiso Dios que aprendieacuteramos a ser primero aacutenthropos y desde ahiacute dejarnos
hacer espirituales para llegar hasta Dios La inmediatez de los espiacuteritus puros o del
22 Cf AH V 91 23 Cf AH V 94 24 Cf M NAMIKAWA laquoLa paciencia del crecimiento y la maduracioacuten Del hombre recieacuten hecho al
hombre perfecto en Ireneo de Lyonraquo Estudios Eclesiaacutesticos 83 (2008) 51-85 aquiacute 6479-82 ID laquoAcostumbrarraquo para la comunioacuten en san Ireneo de Lyon (Tesina de Licenciatura U P Comillas Madrid 2005) 123-125
25 Cf AH V 122 26 Cf 1 Cor 1546
27 Cf ORIacuteGENES De Principiis II En A ORBE Antropologiacutea 25-27
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 51
alma libre que guiacutea tal proceso en el hombre tiene que integrarse en la realidad
tosca de la carne doacutecil a las inspiraciones del Espiacuteritu el uacutenico que diviniza28
iquestCoacutemo podriacuteas hacerte dios si primero no te haces un ser humano iquestCoacutemo pretendes ser perfecto si fuiste creado en el tiempo iquestCoacutemo suentildeas en ser inmortal si en tu naturaleza mortal no has obedecido a tu Hacedor Es pues necesario que primero observes tu orden humano para que en seguida participes de la gloria de Dios29
El hombre recibioacute laquoτὸ τέλειονraquo30 lo perfecto porque en eacutel quiso Dios volcar
toda su bondad y bien pero no fue creado perfecto como laquoἄντϑρωποσ τέλειοσraquo No
recibioacute la laquoτελειότησraquo es decir no disfrutaba de una unioacuten plena con Dios pues
auacuten no habiacutea ejercido su libertad ni habiacutea experimentado el bien y el mal31 Para
Ireneo toda laquoteleiocircsisraquo pasa por la deificacioacuten de la carne que aquiacute en la historia
soacutelo puede darse en progresivo cumplimiento poco a poco nunca plenamente32
Si hubiera querido deificar a los aacutengeles o a espiacuteritus puros lo hubiera hecho
inmediatamente No tendriacutea que haberse visto sometido al lento
acostumbramiento de la carne No hubiera hecho de su salvacioacuten historia salutis y
mucho menos salus carnis No hubiera tenido mayor sentido la encarnacioacuten del
Verbo pues toda la Salud podriacutea haberse jugado espiritualmente sin necesidad de
que el Hijo de Dios se vaciara de su condicioacuten divina [laquoἑαυτὸν ἑκένωςενraquo] y se
empobreciera con la condicioacuten humana33 Maacutes auacuten en el mejor de los casos la
humanidad de Cristo no seriacutea maacutes que un vehiacuteculo o medio para llevar a cabo
nuestra salvacioacuten mientras se hace visible en la historia pero no formariacutea parte
esencial de dicha salud Algo impensable desde nuestro planteamiento Dios ha
querido que sea el ser humano completo el que Eacutel modeloacute del barro quien sea
divinizado y tal horizonte no podraacute llevarse a cabo si no es iniciando ya aquiacute y
28 Cf AH II 334 Con otras palabras laquoEl espiacuteritu estaacute pronto pero la carne es deacutebilraquo (Mt 2641) 29 AH IV 392 30 AH IV 381
31 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo 279
32 Por eso tambieacuten la historia y el cosmos participan de esta dimensioacuten progresiva madurativa Podriacuteamos decir que laquola vocacioacuten del cosmosraquo tambieacuten es crecer hasta la plenitud en Dios pues laquoeste cosmos fue hecho ἀποτελεςτικῷσraquo [AH II 283] Cf J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos (Madrid 2004) 54-55
33 Cf Flp 25-11 2 Cor 89
CAPIacuteTULO II
52 | Humana augens
ahora aquello que se nos promete la comunioacuten iacutentima y plena del plasma y el
espiacuteritu de lo humano y lo divino poniendo cada cual aquello que le es propio34
En esto difiere Dios del hombre en que Dios hace [facit - ποιεῖ] y el hombre es hecho [fit - γίνεται] El que hace es siempre el mismo el que es hecho ha de tener por el contrario principio adicioacuten y aumento hasta alcanzar la madurez Dios hace bien mientras el hombre es bien hecho [] El hombre en cambio es capaz de aumento y de crecimiento hacia Dios Pues asiacute como Dios es siempre el mismo asiacute tambieacuten el hombre gracias a Dios creceraacute siempre hacia Dios Porque ni Dios deja nunca de beneficiar y enriquecer al hombre ni el hombre deja de recibir beneficios y ser enriquecido por Dios [] El mismo Sentildeor prometioacute dar maacutes a quien siempre da mucho fruto35
Dios hace El hombre estaacute llamado a dejarse hacer por Eacutel a su ritmo36 La
perfeccioacuten final soacutelo proviene de Dios pero requiere la docilidad humana su
recepcioacuten y acogida su obediencia37 Asiacute pasaraacute el hombre de la infancia a la
madurez que es la comunioacuten con Dios la visio Dei Para ayudarle Dios mismo se
acomoda a su capacidad como una madre alimenta al recieacuten nacido con leche y no
con alimento soacutelido pues de otro modo el ser humano seriacutea incapaz de acogerle
obedecerle y amarle y quedariacutea incompleto para siempre
Dios habriacutea podido desde el principio dar la perfeccioacuten al ser humano pero eacuteste recieacuten creado no era capaz de recibirlo [λαβεῖν] si lo recibiacutea era incapaz de acogerlo [χωρείν] y si lo acogiacutea no teniacutea fuerzas para conservarlo [καταςχείν] Por eso el Verbo de Dios se hizo nintildeo con el hombre aunque eacutel era perfecto no por siacute mismo sino por la pequentildeez del ser humano a fin que de de alguacuten modo se hiciese capaz de recibirlo Asiacute pues no es que Dios fuera incapaz o indigente sino que lo era el hombre recieacuten hecho pues no era increado38
Este texto conjuga las dos razones principales que explican la imperfeccioacuten
inicial la distancia propia entre el laquorecieacuten hechoraquo y el Increado y la libertad
humana como cauce para crecer en la carne hasta el fin que nos es propio Dios
mismo el Perfecto La falta de perfeccioacuten inicial no estaacute hablando de la incapacidad
de Dios sino de la del hombre Si algo dice de Dios es de su apuesta firme por este
34 Cf AH IV 39 2-3 Ep 2 35 AH IV 112 Cf AH IV 392 36 Cf A ORBE laquoDeus facit homo fit Un axioma de san Ireneoraquo Gregorianum 69 (1988) 629-661
Me parece sugerente la anotacioacuten de J I GONZAacuteLEZ FAUS al respecto laquoDebajo de este ldquofitrdquo es legiacutetimo sospechar un γίνεται y el verbo γίγνομαι posee un claro matiz evolutivo que a veces se expresa mejor traducieacutendolo por voz media que por la pura pasiva Dios hace y el hombre ldquodevienerdquo se hace (no simplemente es hecho) Como la pura actividad pertenece a la esencia del Dios asiacute la evolucioacuten pertenece a la esencia del hombre tal como lo concibe Ireneoraquo Carne de Dios Significado salvador de la Encarnacioacuten en la teologiacutea de san Ireneo (Barcelona 1969) 97
37 Cf AH IV 281 374 38 AH IV 382
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 53
plasma de sus manos y por su libertad Si Dios lo hubiera creado acabado podriacutea
ser una criatura plena divinizada ya pero nunca a su imagen y semejanza pues le
faltariacutea al hombre un rasgo esencial de Dios su libertad
Los tres verbos del texto son altamente significativos recibir acoger y
conservar Ninguno de ellos es automaacutetico Todos expresan voluntad en quien los
realiza iquestQueacute meacuterito tendriacutea ser recibido y acogido por alguien a quien se le impone
la visita iquestDoacutende estaacute la grandeza amorosa de un Dios cuya bondad no puede su
criatura elegir conservar y acrecentar laquoRecieacuten creadoraquo el barro plasmado y hecho
viviente por Dios no teniacutea capacidad para recibir la grandeza de Dios La rudeza y
tosquedad es mucha en la carne auacuten contando con la imagen y semejanza del
Creador en ella Por eso lleva inscrito en siacute por creacioacuten la capacidad de
laquoaugmentum et incrementumraquo39 Y asiacute hubiera sido si Adaacuten se hubiera dejado
perfeccionar por laquoel Perfectoraquo en una obediencia ininterrumpida y paciente sin la
desobediencia del pecado Y es que el reproche por no haber sido creados
perfectos tambieacuten deja al descubierto la impaciencia e ingratitud humana incapaz
de esperar el tiempo oportuno40
Son pues enteramente irracionales los que no aguardan el tiempo de ir en aumento y atribuyen a Dios la debilidad de su naturaleza No se conocen ni a siacute mismos ni a Dios Insaciables e ingratos no quieren ser primero lo que por criaturas hombres capaces de pasiones sino que pasando por encima de la ley del humano linaje antes auacuten de hacerse hombres quieren ser perfectamente semejantes al Dios Autor y que no haya diferencia entre el Increado Dios y el recieacuten creado hombre41
Tampoco Adaacuten y Eva supieron laquoaguardar el tiempo de ir en aumentoraquo de
crecer Lo que podriacutea haberse llevado a cabo laquocon gozo y alegriacutearaquo en el Paraiacuteso
tuvo que llevarse a cabo fuera de eacutel engantildeados y arrastrados por quien les
envidiaba42 como veremos
Ahora bien el destino final del ser humano sigue siendo el mismo estaacute
llamado a crecer43 y perfeccionarse para realizar la vocacioacuten querida por Dios y
39 AH IV 111 Cf AH IV 383 Ep 12 40 Cf A ORBE Teologiacutea de San Ireneo IV Traduccioacuten y comentario del libro IV del Adversus haereses
(Madrid 1996) 519-520
41 AH IV 38 4 42 Cf Ep 12 43 Cf AH V 11
CAPIacuteTULO II
54 | Humana augens
compartir su gloria Ireneo nos previene de aquellos que aparentemente confiesan
nuestra misma fe pero laquodescuidan el orden que debe seguir el crecimiento de los
justos e ignoran el ritmo del camino hacia la incorrupcioacutenraquo44 De tal manera es el
crecimiento algo inherente a la plasis humana que no terminaraacute con la
consumacioacuten pues infinitos son los bienes que Dios puede compartir con nosotros
Trataacutendose de verdaderos seres humanos tambieacuten habraacute de ser real su traslacioacuten no pasaraacuten al no-ser sino que por el contrario progresaraacuten en su ser Pues no se exterminaraacute la substancia ni el ser de la creacioacuten mdashya que es fiel y verdadero el que la sustentamdash sino que laquopasaraacute la apariencia de este mundoraquo (1 Cor 731) es decir del mundo en el cual acaecioacute la transgresioacuten en el cual el hombre se hizo viejo [] Una vez pasada la apariencia renovado el hombre y ya maduro para la incorrupcioacuten de modo que ya no pueda envejecer laquohabraacute un nuevo cielo y una nueva tierraraquo (Is 6517) en la cual el hombre se mantendraacute nuevo siempre relacionaacutendose con Dios de modo
nuevo45
El hombre seguiraacute creciendo en Dios pues lo contrario seriacutea tanto como decir que
el hombre deja de ser hombre y Dios deja de ser Dios aunque Ireneo preveacute
distintos modos o grados en esta relacioacuten46
El ser humano recibe el ir aprovechando y creciendo [αὔξηςιν] hasta Dios [homo vero profectum percipiens et augmentum ad Deum] De la misma manera como Dios es siempre el mismo asiacute tambieacuten el hombre que se encuentra en Dios siempre iraacute creciendo hacia Eacutel [homo in Deo inventus Semper proficiet ad Deum] Pues ni Dios deja nunca de beneficiar y enriquecer al ser humano ni eacuteste deja de recibir de Dios sus beneficios y riquezas47
Esto podriacutea hacerlo de dos formas mecaacutenicamente dirigido por Eacutel en todo
momento o libremente asistido siempre por su consejo pero sin imposicioacuten
alguna Eacutesta segunda opcioacuten es la nuestra48 iquestQueacute sentido tendriacutea la paciente
espera de Dios pendiente de nuestro desarrollo y perfeccionamiento si ya
estuviera todo determinado El estado de imperfeccioacuten inicial tal como lo hemos
descrito la perfeccioacuten como horizonte y sobre todo el dinamismo creacional que
el ser humano ha recibido hacen indispensable la libertad humana Sin ella
ninguna bondad habriacutea en Dios y ninguacuten meacuterito en el ser humano que le acoge
44 AH V 311 45 AH V 361 Cf AH III 193 46 Cf AH 362 47 AH IV 112 48 Cf AH IV 371
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 55
2 Salus carnis carne que crece libre
La doctrina ireneana de la libertad humana en relacioacuten a la salvacioacuten (y el
papel que la carne de Cristo va a jugar en ella) no era pensamiento comuacuten en su
eacutepoca49 Para algunos como Simoacuten el Mago la libertad humana queda gobernada
por el Hado sin permitir error alguno Para otros como Marcioacuten la libertad es
retribucioacuten justa del Creador o pura gracia del Dios Bueno y verdadero que soacutelo
podiacutea haber creado un hombre determinado al Bien incapaz de pecar Buena parte
de los gnoacutesticos asumieron esta distincioacuten el Dios Bueno teniacutea hombres
espirituales guiados por el Evangelio y el Justo Creador teniacutea los psiacutequicos
gobernados por la Ley Los materiales pasaban a psiacutequicos y estos a espirituales
sin saberlo ellos mismos por una especie de laquograciaraquo externa divina e
incontrolable que conociacutean por Iluminacioacuten Dentro de esta corriente los
valentinianos distinguiacutean la ἐλευϑερία (libertad plena propia de espirituales) y la
αὐτεξουςία (el libre albedriacuteo de los psiacutequicos) Por tanto ya que los hiacutelicos estaban
destinados a la perdicioacuten soacutelo los psiacutequicos por su autexousiacutea teniacutean cierta
capacidad para decidir su final De nuevo topamos con la decisiva teologiacutea unitaria
de Ireneo50
No es por tanto uno el que hizo el trigo y otro el que hizo las pajas sino uno solo y mismo que los juzga esto es los separa [discierne] El trigo y las pajas inanimados e irracionales son tales por naturaleza En cambio el hombre racional y semejante en esto a Dios hecho libre y duentildeo de sus actos tiene personalmente en siacute razoacuten para hacerse unas veces trigo y otra paja51
Por un lado Dios no seriacutea maacutes poderoso ni de mayor bondad si hubiera creado
al hombre con capacidad exclusiva para el bien pues no tendriacutea meacuterito alguno la
deificacioacuten de su obra Pero tampoco el hombre seriacutea maacutes perfecto si no pudiera
pecar porque careceriacutea de libertad52 Por tanto para empezar digamos que la
libertad no es incompatible ni con la Perfeccioacuten de Dios ni con la inicial
imperfeccioacuten humana Maacutes bien al contrario es un don divino53 una primera
garantiacutea de solidez mdashaunque arriesgadamdash para llevar a cabo su obra de salvacioacuten
49 Para esta visioacuten del contexto A ORBE Antropologiacutea 149-165 50 Cf AH IV 401-2 414 V 363 51 AH IV 4 3 52 AH IV 38 4 53 Cf AH IV 152 164
CAPIacuteTULO II
56 | Humana augens
Ser libre conlleva el derecho y el deber de ir laquohacieacutendose hombreraquo54 dejaacutendose
hacer por Dios y eligiendo coacutemo responder a su accioacuten
Podriacutea parecer por el texto que acabamos de citar que el ser humano tiene
tantas posibilidades de ser trigo como de ser paja de bien o de mal de salvacioacuten o
de perdicioacuten No es asiacute para Ireneo55 De hecho tampoco fue el hombre creado en
total equidistancia del bien y el mal sino bueno imagen y semejanza de Dios El
tacto de las manos divinas56 su Arte ha quedado impreso en la carne y esas
mismas manos que lo plasmaron lo siguen acompantildeando siempre57
Dios hizo libre al hombre el cual asiacute como desde el principio tuvo alma tambieacuten gozoacute de libertad a fin de que libremente pudiese acoger la Palabra de Dios sin que eacuteste lo forzase Dios en efecto jamaacutes se impone a la fuerza pues en eacutel siempre estaacute presente el buen consejo Por eso concede el buen consejo a todos Tanto a los seres humanos como a los aacutengeles otorgoacute el poder de elegir mdashpues tambieacuten los aacutengeles usan su razoacutenmdash a fin de que quienes le obedecen conserven para siempre este bien como un don de Dios que ellos custodian En cambio no se hallaraacute ese bien en quienes le desobedecen y por ello recibiraacuten el justo castigo porque Dios ciertamente les ofrecioacute benignamente este bien mas ellos ni se preocuparon por conservarlo ni lo tuvieron por valioso sino que despreciaron la bondad suprema58
Varias ideas importantes quedan expresadas aquiacute La libertad estaacute asociada al
alma como sede racional instrumento que decide y orienta la carne hacia las
mociones del Espiacuteritu El fin de la libertad y la tarea del alma es garantizar que el
hombre mdashplasma Deimdash llegue a ser perfecto a participar de la vida divina a la
comunioacuten plena con Dios libre y gozosamente y no por automatismo natural o
decisioacuten divina en la liacutenea gnoacutestica Es el ser humano quien puede y debe acoger la
Palabra el Logos pero no estaacute solo en esta tarea el laquobuen consejoraquo de Dios estaacute
presente siempre sin forzar ni violentar Por eso la libertad el bien y la obediencia
son temas estrechamente vinculados en Ireneo Y consecuentemente tambieacuten
libertad mal y desobediencia o pecado Dios otorga al hombre el buen consejo el
Bien y le hace libre para que pueda acogerlo y cuidarlo iquestCoacutemo Por la obediencia
Igual que ocurrioacute en la creacioacuten del mundo el Verbo asiste al Padre con su
buen consejo Si es asiacute quizaacute podemos ver ya un indicio de la libre colaboracioacuten del
54 AH IV 383 55 Cf AH IV 125 374-5 V 82 271-2 III 24 56 Cf AH V 161 57 Cf AH V 13
58 AH IV 371
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Salus carnis | 57
hombre en su Salvacioacuten dejaacutendose aconsejar continuamente por el Verbo de Dios
y su Espiacuteritu en laquocontinua creacioacutenraquo o proceso teleioacutetico hasta el hombre
perfecto59 Por tanto lo propio de la libertad humana es con-sentir y conservar en
siacute el querer de Dios
Ireneo sigue a Justino60 al proclamar la total libertad de Dios que quiere
otorgar este don a los aacutengeles y a los hombres ambos racionales Sin embargo el
destino y fin que a cada uno le otorga da un sentido distinto a ambas libertades A
los aacutengeles no les da Dios normas para ayudarles en su crecimiento ni tienen
autoridad sobre lo creado su misioacuten es dar culto a Dios y servir al hombre en la
tarea que le es propia a saber llegar a participar de la vida divina61 Por eso la
seduccioacuten de Sataacuten es maacutes grave auacuten ya que atentoacute justamente en el corazoacuten
mismo del ser del hombre su crecimiento paciente y oportuno hasta Dios
Mientras que los aacutengeles inmateriales pueden ejercer en un instante su
libertad por obediencia o por desobediencia a Dios (ya que no estaacuten sujetos a la
traba de la materia) el ser humano soacutelo puede ejercerla mediado por la rudeza de
su carne de la historia Dicho de otro modo en el hombre soacutelo el alma es libre
propiamente mediando entre la carne y el espiacuteritu llamada a elegir la obediencia
al pneuma y asiacute permitir que eacuteste posea la saacuterx62 El alma y a traveacutes de ella la carne
reciben permanentemente el consejo bueno de Dios que no fuerza jamaacutes su
decisioacuten63 El hombre soacutelo tiene que querer libremente dejarse hacer por Eacutel y le iraacute
perfeccionando64 Quien asemeja es el Espiacuteritu de Dios y el cuerpo es lo asemejado
Por tanto acoger el buen consejo de Dios es tanto como acoger su Espiacuteritu y dejar
que actuacutee en nosotros sin ser impedimento No se nos pide maacutes ni menos
Si pues eres obra de Dios aguarda la mano de tu Artiacutefice que todo lo hace oportunamente y de igual manera obraraacute oportunamente en cuanto a ti respecta Preseacutentale tu corazoacuten blando y maleable y conserva la imagen con que te plasmoacute el Artista mantenieacutendote huacutemedo no vayas a perder endurecido las huellas de Sus dedos Guardando la trabazoacuten [ἁρμονίαν] subiraacutes a lo perfecto pues el arte de Dios
59 Cf AH III 187 IV 281 V 61 161 60 Cf 2 Apologiacutea 6 75 Diaacutelogo con Trifoacuten 885 1024 1044 Cit por A ORBE Antropologiacutea 167
nota 77 61 Cf Ep 9 AH IV 371 62 Cf AH V 91 63 Cf AH 372 393 Ep 35 64 Cf AH IV 93 381-3 V 11 81 111 1224
CAPIacuteTULO II
58 | Humana augens
esconderaacute el barro que hay naturalmente en ti Su Mano plasmoacute en ti la substancia te ungiraacute por dentro y por fuera con oro puro y plata [Ex 2511] y tanto te adornaraacute que el propio Rey desearaacute tu hermosura [Sal 4512] Pero si endurecieacutendote enseguida rechazas su Arte y te vuelves ingrato con Eacutel porque te hizo hombre al hacerte ingrato a Dios has venido a perder Su arte y Su vida [] Si pues le entregas lo que es tuyo a saber la fe en El y la obediencia recibiraacutes de Eacutel su arte y seraacutes obra perfecta de Dios65
Nuestra primera tarea es sabernos obra de Dios y confiar en que nos haraacute
laquoobra perfecta suyaraquo [eris perfectum opus Dei] Es transformar nuestra impaciencia
en saber aguardar el tiempo oportuno el tiempo de Dios y seguir creciendo
[augmentum] en libertad para conservar la imagen impresa en nuestra carne para
mantener la humedad [virtus] creacional que permite a los dedos de Dios seguir
recreaacutendonos sin violencia Esta trabazoacuten [harmoniacutean] natural entre nuestro barro
y su espiacuteritu es lo que nos va perfeccionando divinizando acrecentando hasta
Dios Nunca sin nuestra libre voluntad Porque rechazar a Dios es rechazar su Arte
en nosotros y al despreciar lo que somos mdashhombres imperfectos pero
perfectiblesmdash nos endurecemos perdemos esa humedad duacutectil nos incapacitamos
para la obediencia y malogramos la obra de Dios
Pero si no le das fe y huyes de Sus manos la causa de la imperfeccioacuten estaraacute toda en ti porque no obedeciste y no en aquel que te llamoacute [hellip] A Dios no le falta el Arte siendo capaz de sacar de las piedras hijos de Abraham [Mt 39 Lc 38] pero quien no se somete a tal arte es causa de su propia imperfeccioacuten [] Tampoco la luz someteraacute a nadie por la fuerza para siacute ni Dios forzaraacute a quien no quiera someterse a Su Arte Por consiguiente los que se apartaron de la luz del Padre y faltaron a la ley de la libertad se apartaron por su culpa creados en libre albedriacuteo y con propia voluntad66
Recibiremos el don de su Espiacuteritu su Luz y su Arte en la medida que elijamos
libremente acogerlo en nosotros en amorosa obediencia Amorosa porque el fin
que alcanzaraacute es la comunioacuten con Dios67 y no una aseacuteptica auto-perfeccioacuten que
busque eliminar los riesgos mdashel pecadomdash que asumioacute quien nos hizo libres
Sin amor el hombre no es verdaderamente espiritual ni perfecto Al contrario
es el amor quien construye y da perfeccioacuten68 De nada sirve cumplir la ley o los
65 AH IV 392 66 AH IV 393 67 Cf AH V 81 93 68 Cf AH IV 122 De alguna manera Ireneo pone en paralelo el Espiacuteritu que nutre y hace crecer
con el amor que construye y perfecciona Ambos asemejan al hombre con Dios lo divinizan Algo que despueacutes haraacute expliacutecito AGUSTIacuteN laquoCada uno es lo que es su amor [] iquestAmas a Dios No me atrevo a decirlo por mi autoridad escuchemos la Escritura ldquoYo he dicho dioses sois e hijos todos del Altiacutesimordquo (Sal 862 Jn 1036)raquo (In ep Joh 214 [PL 35 1997])
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Salus carnis | 59
rituales externos si no se hace movido por el amor69 que es libertad Y esto que
podemos aplicarlo a las obras de justicia con el proacutejimo tambieacuten Ireneo lo aplica al
seguimiento de Cristo y la relacioacuten con Dios
laquoSi alguien te obliga a caminar con eacutel una milla acompaacutentildealo otras dosraquo (Mt 541) de manera que no lo sigas como un esclavo sino que tomes la delantera como un hombre libre [] Es maacutes digno obrar por libertad lo que muestra un afecto y sumisioacuten a nuestro liberador maacutes arraigados en nosotros Porque Eacutel no nos ha liberado para que nos separemos de Eacutel mdashpues nadie que se aparte de los bienes del Sentildeor puede adquirir por siacute mismo el alimento de la salvacioacutenmdash sino para que habiendo recibido maacutes dones suyos maacutes lo amemos pues mientras maacutes lo amemos recibiremos de eacutel mayor gloria cuando estemos para siempre en presencia del Padre [] Pues la amistad con Dios es fuente de inmortalidad para cuantos la cultivan70
Nuestra gloria estaacute en amar siempre a Dios laquoque implica el amor al proacutejimoraquo71
pues recibir su amistad colma en nosotros lo que nos falta nos engrandece nos
glorifica Y esto es don de Dios que el hombre recibe obedeciendo72 y al obedecer
conocemos a Dios cuya mayor grandeza y gloria es justamente su amor73 En
Ireneo no hay libertad verdadera ni obediencia fuera del amor el mayor de los
dones posibles laquomaacutes valioso que la gnosis maacutes glorioso que la profeciacutea y superior
a todos los demaacutes carismasraquo74
Si unimos esta primaciacutea del amor a la libertad personal vemos la importancia
que tiene que todo hombre pueda conocer y experimentar el bien y el mal por siacute
mismo Llega a decir que negarse a conocer ambas realidades es dejar de ser
hombre75
Pues no amamos de igual manera lo que nos viene de modo automaacutetico que aquello que hemos construido con mucho esfuerzo Y como lo maacutes valioso que podiacutea sucedernos es amar a Dios por eso el Sentildeor ensentildeoacute y el Apoacutestol transmitioacute que debemos conseguirlo luchando por ello [] La vista no seriacutea para nosotros un bien tan deseable si no conocieacutesemos el mal de la ceguera [] Del mismo modo el Reino de los Cielos es maacutes valioso para quienes conocen el de la tierra y cuanto maacutes valioso tanto maacutes lo amamos y cuanto maacutes lo amamos tanto maacutes gloria tendremos ante Dios Por este motivo Dios ha permitido todas estas cosas a fin de que nos eduquen y nos hagan
69 Cf AH IV 124 70 AH IV 133-4 71 AH IV 163 72 Cf AH IV 164 73 Cf AH IV 2015 R POLANCO laquoLa carne de Cristo como salus in compendio (AH III 181) o la
Gloria de Dios en lo finito Recepcioacuten balthasariana de Ireneoraquo Teologiacutea y vida 50 (2009) 345-373 Aquiacute 349-351
74 AH IV 338 75 AH 391 Cf AH IV 391 377 H U VON BALTHASAR Gloria II (Madrid 1986) 78-79
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sabios [] y quizaacutes alguacuten diacutea el ser humano madure a traveacutes de todas estas experiencias para que madurando se haga capaz de ver y comprender a Dios76
Podriacuteamos decir que el hombre en su libertad puede elegir obedecer y crecer
para la vida o bien desobedecer y crecer para la muerte77 Puede elegir amar o
crear divisioacuten78 Si la capacidad humana de crecimiento es un dinamismo inserto
en nuestra carne no se pierde pero puede malograrse seguacuten el uso que hagamos
de nuestra libertad79 Maacutes se perfecciona el ser humano cuanto maacutes acoge y
conserva el bien que recibe de Dios es decir en la medida que aprende a obedecer
libremente por amor
Como el hombre es libre desde el principio [ἐλεύϑεροσ] y libre es tambieacuten Dios [ἐλεύϑεροσ] a cuya semejanza fue hecho siempre le aconseja Dios al hombre guardar el bien que se perfecciona por la obediencia80
Y de nuevo surge la duda iquestno podriacutea haber creado Dios seres libres que no
pudieran desobedecer incluidos los aacutengeles Podriacutea pero si lo hubiera hecho asiacute
laquoni se gozariacutean con el bien ni valorariacutean su comunioacuten con Dios ni deseariacutean el bien
con todas sus fuerzasraquo81 De hecho Ireneo aplica la imagen paulina del atleta para
expresar coacutemo valoramos maacutes aquello en que maacutes amor y esfuerzo hemos puesto y
al apreciarlo maacutes mayor cuidado ponemos en seguir cuidaacutendolo Asiacute ocurre en el
hombre y su relacioacuten con Dios
El Sentildeor dice que el Reino de los Cielos es de los violentos laquolos violentos lo arrebatanraquo [Mt 1112] de aquellos que se esfuerzan luchan y continuamente estaacuten alerta lo arrebatan [] Como buen atleta nos exhorta [Pablo] al combate de la incorrupcioacuten para que seamos coronado y estimemos de valor la corona a saber que la adquiramos mediante lucha no espontaacuteneamente Cuanto maacutes luchemos por llegar a ella seraacute maacutes estimable Y cuanto maacutes estimable tanto maacutes la amaremos siempre [] Y como lo maacutes valioso que podriacutea sucedernos es crecer en amor a Dios como ensentildeoacute el Sentildeor y confirmoacute el Apoacutestol la cosa nos ocurriraacute con lucha [] Asiacute tambieacuten el reino de los cielos es maacutes estimable para quienes conocieron el de la tierra Y cuanto maacutes
76 AH IV 377 77 Cf AH IV 391 78 Cf AH IV 337 79 Cf B STUDER Dios Salvador en los Padres de la Iglesia (Salamanca 1993) 98
80 AH IV 374 Ireneo elige laquoἐλεύϑεροσraquo tanto para referirse a la libertad de Dios como a la que el hombre recibe desde el principio Es la libertad que va maacutes allaacute del libre albedriacuteo propia de espirituales laquoἈλλ᾿ἐπεὶ ἐλεύϑεροσ τὴν γνώμην ἀπ᾿ἀρξῆσ ὁ ἂνϑρωποσ ndashκαὶ γὰρ ἐλευϑεροσ τὴν γνώμην ὁ Θεόσ οὗ καϑ᾿ὁμοίωςιν γέγονεν- ἀεὶ ςυμβουλεύεται αὐτῷ κατέκειν τὸ ἀγαϑόν ὃ ἐκ τῆσ πρὸσ Θεὸν περγίνεται ὑπακοῆσ mdash Sed quoniam liberae sententiae ab initio est homo et liberae sententiae est Deus cujus ad similitudinem factus est quod perficitur ex ea quae est ad Deum obedientiaraquo
81 AH IV 376
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Salus carnis | 61
estimable maacutes le amamos Y cuanto maacutes le hayamos amado mayor gloria tendremos ante Dios Por intereacutes nuestro soportoacute el Sentildeor [sustinuit Dominus] todas estas cosas a fin de que pasando por todas las experiencias nos eduquen seamos prudentes en el futuro y perseveremos en su amor [Jn 15910]82
Si en el ser humano la desobediencia como fruto de una libertad mal empleada
puede desvirtuar su progreso hacia Dios iquestcoacutemo no tenerlo en cuenta al
contemplar el crecimiento en la humanidad de Cristo iquestNo seraacute entonces decisivo
para nuestra salvacioacuten que el hombre Cristo eligiera obedecer al Padre en su carne
libre y voluntariamente dejaacutendose hacer por el Espiacuteritu
Por lo que toca al ser humano no soacutelo fue creado con posibilidad de alejarse de
Dios sino que de hecho lo hizo83 iquestQueacute entiende entonces Ireneo por pecado y
queacute papel juega Porque nada ni tan siquiera el pecado puede anular la economiacutea
divina Lo que siacute haraacute es modificar el coacutemo y el cuaacutendo Vamos a verlo
3 Salus carnis carne que crece en obediencia
El pecado de Adaacuten mdashde la Humanidadmdash es la desobediencia84 y la ingratitud
para quien le creoacute y tanto arriesgoacute en su favor85 Auacuten asiacute el pecado no se convierte
en el centro de la teologiacutea ireneana cosa que a veces ha sido objeto de criacutetica86
O Cullmann considera excesivamente rectiliacutenea la soteriologiacutea ireneana
justamente por minimizar demasiado el peso del pecado en la economiacutea87 Y en la
misma liacutenea A Benoit88 Sin embargo creo que no hay duda de la gravedad que
para Ireneo tiene el pecado89 Otra cosa es que a su vez mantenga el poder del
amor de Dios para llevar a cabo la obra iniciada por encima de las trabas que la
desobediencia humana pueda poner El caraacutecter progresivo o evolutivo de su
antropologiacutea teleioacutetica y la centralidad cristoloacutegica desde la creacioacuten a la
82 AH IV 377 83 Cf AH IV 371 384 84 Cf AH I 103 III 186-7 191 2110 221 231 IV 403 V 163 171 191 85 Cf AH III 42 86 Cf J VIVES laquoPecado original y evolucioacuten humana en Ireneoraquo Estudios Eclesiaacutesticos 43 (1968)
561-589 Aquiacute 562-568 87 O CULLMANN Cristo y el tiempo (Barcelona 1968) 44 nota 10 8888 A BENOIT Saint Ireneacutee Introduction a lrsquoeacutetude de sa Theacuteologie (Pariacutes 1960) 227 ss
89 A ORBE laquoIpse tuum calcabit caput San Ireneo y Gn 315raquo Gregorianum 52 (1971) 95-150 215-271
CAPIacuteTULO II
62 | Humana augens
recapitulacioacuten final hacen que su optimismo no sea ingenuidad sino profunda fe
convencido de que laquoa quien maacutes se le perdona maacutes amaraquo [Lc 7 42]90
Fue pues necesario que el Sentildeor viniese a la oveja perdida para con tan grande Economiacutea realizar la recapitulacioacuten y para volver a buscar la obra que eacutel mismo habiacutea plasmado para salvar al mismo hombre hecho laquoa su imagen y semejanzaraquo (Geacuten 126) es decir al viejo Adaacuten una vez cumplidos los tiempos laquoque el Padre habiacutea fijado con su poderraquo (Hech 17) de la condenacioacuten que habiacutea recaiacutedo sobre eacutel por su desobediencia -porque todo plan de salvacioacuten en favor del hombre se haciacutea seguacuten el beneplaacutecito del Padre- a fin de que Dios no quedase vencido ni se perdiese su obra de arte Pues si el hombre al que Dios habiacutea hecho para que viviese al perder la vida herido por la serpiente que lo habiacutea corrompido ya no hubiese podido volver a la vida sino que hubiese quedado enteramente abocado a la muerte entonces Dios habriacutea sido vencido y la maldad de la serpiente habriacutea triunfado sobre el designio de Dios91
Como hemos dicho el estado inicial de inmadurez humana no es incompatible
con la libertad y sentildeoriacuteo de siacute92 Seriacutea tanto como confundir la capacidad de
decisioacuten con la capacidad para anticipar las consecuencias de los propios actos y
discernir adecuadamente Son cosas relacionadas pero distintas Ireneo ve al
hombre en un estado de inocencia93 sin malicia alguna en el que Dios va
educaacutendole y preparaacutendole para el futuro por medio del Verbo imagen visible del
Invisible Por tanto la encarnacioacuten no responde en Ireneo a la necesidad de
redimir el pecado94 sino al deseo libre de hacerse uno con los hombres creados a
su imagen95 Ahora bien una vez que el pecado forma parte de la realidad humana
tambieacuten formaraacute parte del plan salvador de Dios
iquestCoacutemo el ser humano se acercaraacute a Dios si Dios no se ha acercado al hombre iquestCoacutemo se libraraacuten de la muerte que los ha engendrado si no son regenerados por la fe para un nuevo nacimiento que Dios realice de modo admirable e impensado [] iquestComo habriacutea podido [el Sentildeor] derrotar a aquel que era maacutes fuerte que el hombre y lo teniacutea sujeto de vencer al vencedor para liberar al ser humano vencido si no hubiese sido superior al hombre vencido iquestY quieacuten maacutes puede ser mejor y maacutes excelente que el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios sino el Hijo de Dios a cuya imagen fue hecho el ser humano Por este motivo el Hijo al final manifestoacute la semejanza de Dios hacieacutendose hombre y asumiendo para siacute el antiguo plasma96
90 AH III 20 2 91 AH III 231 92 Cf Ep 11-12 93 Cf Ep 14-15 94 Cf A ORBE Antropologiacutea 482-483 95 Cf AH III 223 IV 241 344 V 141 202 96 AH IV 334
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 63
iquestAcaso podriacutea el hombre con sus solas fuerzas crecer en obediencia hasta
Dios97 Las mismas manos que le crearon modelaacutendolo le seguiraacuten acompantildeando
hasta el final pues nunca salioacute Adaacuten de ellas98 su tarea es permanecer en la
docilidad libre al Verbo y al Espiacuteritu99 Para ayudarle en su crecimiento Dios le
preparoacute un lugar hermoso y tambieacuten le dio reglas y normas laquode suerte que si
observaba el mandamiento de Dios permaneceriacutea siempre tal como era esto es
inmortal [hoc est immortalis] Pero si no lo observaba se hariacutea mortal [ut mortales
fierit] destinado a disolverse en la tierra de donde habiacutea sido tomado su
plasmaraquo100 Por la desobediencia en el Paraiacuteso tendraacute el hombre que continuar su
crecimiento en reacutegimen mortal sin la inocencia inicial y lo que es peor sin la
intimidad con el Verbo que alliacute disfrutaba
Conviene aclarar brevemente el sentido de inmortalidad que aquiacute se maneja
Por la imperfeccioacuten del hombre lo que Dios ofrecioacute como ayuda para orientar su
crecimiento pudo dar lugar a la muerte101 No parece que en Ireneo la inmortalidad
del Paraiacuteso deba entenderse como inmortalidad divina sino como algo transitorio
No olvidemos que esa vida divina es justamente la perfeccioacuten hacia la que se le
pide que crezca pues perfecto es quien maacutes se acerca a Dios102 Por tanto poco
sentido tendriacutea que Dios ya se la hubiera otorgado en el Paraiacuteso o que no le
hubiera dado el don de crecer e ir acercaacutendose cada vez maacutes a Eacutel Comparte la
doctrina de Teoacutefilo de Antioquiacutea considerando al hombre en esta etapa capaz de
lo mortal y lo inmortal103
El intereacutes de Ireneo estaacute en confirmar que justamente por su desobediencia
se hicieron mortales104 Ahora bien Ireneo insiste en que el origen de tal hecho
97 Cf AH IV 112 Ep 11 98 Cf AH V 13 99 Cf AH IV 393 100 Ep 15 101 Cf AH IV 134 165 3934 102 Cf AH IV 383 V 81 103 Cf AH III 202 IV 112 V 91 Explicado ampliamente en A ORBE Antropologiacutea 237-240 400
466 Tambieacuten J VIVES Pecado original y evolucioacuten humana 569-570 104 Cf A ORBE laquoCinco exeacutegesis ireneanas de Gn 217b (AH V 231-2)raquo Gregorianum 62 (1981) 75-
113 ID laquoLos hombres y el Creador seguacuten una homiliacutea de Valentiacutenlaquo Gregorianum 55 (1974) 5-48 339-368
CAPIacuteTULO II
64 | Humana augens
(que no niega) no estaacute en Adaacuten mismo sino en el engantildeo de Sataacuten105 que por
envidia106 le alejoacute de Dios De hecho la respuesta divina fue contra el aacutengel
seductor y maldijo a la serpiente en quien el diablo se escondiacutea El hombre es
expulsado del Jardiacuten como consecuencia de la ofensa no por eacutel mismo dejaacutendole
Dios habitar laquoen el camino que conduce al Jardiacuten ya que el Jardiacuten no admite al
pecadorraquo107
La diferencia es clara el hombre no sale indemne de su trasgresioacuten pero
mientras eacutel actuoacute asiacute engantildeado por debilidad e ignorancia Sataacuten lo hizo por
malicia y envidia108 La seduccioacuten hizo visible lo que estaba en eacutel internamente y
Dios bien conociacutea su envidia En todo ello subraya siempre Ireneo la bondad de
Dios109 quiso que saliera a la luz la envidia del seductor y quiso que Adaacuten entrara
en un reacutegimen de muerte no soacutelo como castigo110 sino como remedio para que no
fuera eterna su situacioacuten de desobediencia y pecado de lejaniacutea111
Por este motivo [Dios] le expulsoacute [a Adaacuten] del paraiacuteso a fin de que el hombre no perseverara siempre en transgresioacuten ni fuera inmortal el pecado que le rodeaba y el mal se hiciera interminable y sin curacioacuten Mas impidioacute su transgresioacuten interponiendo la muerte y haciendo que cesara el pecado infirieacutendole un teacutermino mediante la disolucioacuten de la carne en la tierra para que dejando alguna vez el hombre de vivir al pecado y muriendo a eacutel comenzase a vivir para Dios112
Conviene no confundir esta muerte corporal con una destruccioacuten de la carne a
favor del alma inmortal planteamiento maacutes cercano a los gnoacutesticos La vida que
pueda dar el alma al cuerpo soacutelo es temporal para Ireneo porque propiamente
laquoinmortalraquo (αϑανναςία) soacutelo es Dios el Increado Todo lo demaacutes tambieacuten el alma
es creacioacuten suya y por tanto tiene principio y fin La incorrupcioacuten o inmortalidad a
la que llegaraacute un diacutea el hombre afecta al aacutenthropos completo como venimos
repitiendo Y esto soacutelo puede darlo el Espiacuteritu
Como la carne es capaz de corrupcioacuten asiacute tambieacuten lo es de incorrupcioacuten y como es capaz de morir asiacute lo es de vivir Una y otra cosa se excluyen mutuamente y no pueden
105 Cf Ep 16 AH IV 403 V 231 241 322 106 Cf Sab 223-24 107 Ep 16 [Eum circa paradisum tunc pecatorem enim non recipit paradises] 108 AH III 231 109 Cf III 201 185 110 AH III 187 111 Cf AH V 152 112 AH III 236
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 65
ambas permanecer en el mismo sujeto [] La primera vida ha sido expulsada porque le habiacutea sido dada por medio de un simple soplo y no por medio del Espiacuteritu Porque una cosa es el soplo de vida que hace al hombre un ser animado y otra el Espiacuteritu vivificante que le perfecciona como espiritual [] El soplo conoce un instante de vigor permanece un instante y tras eso se va dejando sin haacutelito aquello que primero conteniacutea en cambio el Espiacuteritu cintildee al hombre por dentro y por fuera y como quien siempre perdura no le abandona jamaacutes113
Los gnoacutesticos tambieacuten hablaban de pecado y redencioacuten pero un pecado que
veniacutea con la Creacioacuten misma114 y del que somos redimidos en la medida que nos
alejamos de la materia de la carne Para Ireneo sin embargo es la salvacioacuten la que
estaacute vinculada desde el inicio con la Creacioacuten para ser elevados en nuestra carne
hasta Eacutel No es el pecado quien determina la salvacioacuten sino la salvacioacuten la que
integra el pecado para llevar a teacutermino lo que Dios teniacutea previsto115
El engantildeo de Sataacuten apunta justamente aquiacute pues ofrece la inmortalidad a
cambio de su desobediencia y Adaacuten encuentra justamente lo contrario
desobedecer le lleva a la muerte116 Una muerte que alude principalmente a la vida
de Dios a la deificacioacuten no a la muerte fiacutesica y separacioacuten de alma y cuerpo117
aunque la incluya118 De hecho Cristo no eliminoacute la muerte fiacutesica sino la muerte
eterna la incapacidad para participar de la vida de Dios119 iquestNo habriacutea que
entender de modo similar la peacuterdida del Espiacuteritu tras la trasgresioacuten120 Es decir
por su desobediencia Adaacuten se aleja de Dios pierde laquoel vestido de santidadraquo o
laquoestola del Espiacuterituraquo121 que en Epideixis se prefiera llamar laquovigor del alientoraquo122
113 AH V 12 1-2 114 Cf AH III 182 115 Cf J FANTINO laquoEl hombre verdadero seguacuten San Ireneoraquo Estudios Trinitarios 23-24 (1989-
1990) 3-30 Aquiacute 8 116 Cf AH IV 391 117 Cf AH V 71 118 Cf J VIVES Pecado original y evolucioacuten humana 570 119 Detraacutes de este tema se encuentra el debate sobre la diversa naturaleza del alma y la distincioacuten
o no entre principio vital y alma en Ireneo Cf R AMO USANOS laquoLa carne habituada a portar vida [AH V 33] Aclaraciones al uso de zoeacute en la obra de san Ireneoraquo Estudios Eclesiaacutesticos 83 (2008) 425-455 Especialmente 450-453
120 laquoYa Taciano dice que cuando el alma pierde por el pecado el Espiacuteritu sufre una ἁτονία que le impide elevarse a las cosas celestes [] Con el pecado el alma perdioacute su tensioacuten Y asiacute el hombre perdioacute su harmoniacutea interios [] Pero nunca el hombre histoacuterico dejoacute de estar confrontado al Espiacuteritu Porque la atoniacutea de Adaacuten despueacutes del pecado no significa que fuera abandonado a un destino meramente psiacutequico Es esta una premisa teoloacutegica en la que coinciden tanto los eclesiaacutesticos como la Gnosis heterodoxaraquo (J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo [Gn 126] en S Ireneoraquo 279)
121 AH III 235
CAPIacuteTULO II
66 | Humana augens
Con la peacuterdida del Espiacuteritu el hombre pierde la semejanza otra gran consecuencia
del pecado y la recobraraacute cuando llegue el momento como el hijo proacutedigo de la
paraacutebola recobroacute sus vestiduras123 Ahora bien no es posible que el hombre
perdiera por completo el espiacuteritu virtus divina mezclada con su barro plasmada y
vivificada por su soplo vital124 Guarda mayor coherencia con todo el sistema
teoloacutegico de Ireneo pensar que mantuvo una cierta semejanza imperfecta e
insuficiente pecadora incluso pero lo bastante como para poder seguir creciendo
y progresando deacutebilmente hasta Dios125 No en vano fuera del Paraiacuteso Adaacuten
perdioacute la posibilidad de ver al Verbo a cuya imagen habiacutea sido creado y a cuyo
modelo debiacutea asemejarse126
Una cosa es perder la semejanza que inicialmente Dios habiacutea puesto en
nosotros imperfecta pero llamada a crecer hasta la plenitud y otra bien distinta
afirmar que Adaacuten carece en absoluto de Espiacuteritu tras el pecado Caeriacuteamos en
contradiccioacuten con el modo de concebir Ireneo al aacutenthropos carne alma y
espiacuteritu127 La deificacioacuten del hombre sigue adelante De lo contrario la debilidad
de algo tan simple como la carne humana tendriacutea maacutes poder que el mismo Dios
impidiendo llevar a teacutermino la obra que Eacutel mismo ha comenzado No seraacute asiacute128
El aacutengel envidiaba la dignidad del hombre inalcanzable para eacutel y le sedujo
tratando de engantildearle Al hacerlo dantildea de alguacuten modo la imagen y semejanza que
Dios habiacutea otorgado a su plasma Al hacerlo estaba atacando tambieacuten al mismo
Verbo de quien era imagen el plasma creado
El Sentildeor con su palabra le proboacute que todo lo suyo se oponiacutea al Dios Creador de todas las cosas y lo sometioacute por su obediencia en cuanto hombre lo descaroacute como desertor transgresor de la Ley y apoacutestata de Dios y maacutes tarde en cuanto Verbo lo encadenoacute fuertemente como a su propio fugitivo y le arrebatoacute los bienes o sea los hombres de quienes eacutel se habiacutea apoderado e injustamente se serviacutea129
122 Ep 14 123 Cf AH IV 142 124 Cf Ep 11 125 Cf A ORBE Antropologiacutea 218 nota 126 126 Cf Ep 12 127 1Ts 523 Cf Capiacutetulo I 128 Cf AH III 231 V 52 129 AH V 213 Cf III 223 V 21 211
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 67
Sataacuten el que laquoenvidia nuestra vidaraquo130 el Seductor nos ataca de dos modos
animaacutendonos a saltarnos etapas y minando nuestra fe nuestra confianza tanto en
nosotros mismos como en Dios que tanto espera de nosotros Y seraacute el mismo Hijo
de Dios en la carne quien restaure por obediencia lo que Adaacuten en su carne
deshizo la comunioacuten con Dios131
Ya hemos visto que Ireneo tiene distintos modos de hablar sobre la imagen y
semejanza132 Quedeacutemonos ahora con que en el Verbo encarnado Segundo Adaacuten
se restableceraacute la semejanza perdida haciendo visible la imagen asegurando de
alguacuten modo la unioacuten con el Espiacuteritu que en el Primer Adaacuten era tan inicial y deacutebil133
Unioacuten que seguiraacute creciendo en obediencia hasta alcanzar la imagen y semejanza
plena del Cristo glorioso134
Ciertamente esta situacioacuten de sometimiento al pecado y sus consecuencias no
queda limitada a Adaacuten y Eva pues somos de su misma carne y en desobediencia
nace todo ser humano135 Del mismo modo que hablaacutebamos antes de una libertad
siempre aconsejada al bien por Dios hemos de hablar ahora de una humanidad
marcada siempre por la desobediencia El paradigma es Caiacuten que recibiendo el
consejo de Dios lo rechazoacute no acomodoacute su voluntad con la de Dios y
desobedecioacute136 A la culpa heredada de Adaacuten se antildeade la propia decisioacuten
Ahora bien en estas condiciones sigue siendo el libre albedriacuteo de cada uno
quien puede y debe decidir y elegir el bien y no el mal la vida y no la muerte la
obediencia y no la desobediencia Pero sabiendo que por nuestras solas fuerzas
seriacutea imposible salir de tal esclavitud se encarnoacute Cristo laquohecho mediador de Dios y
de los hombres [1Tim 25]raquo137 y a traveacutes de Eacutel de su carne gloriosa recibiremos el
don renovado del Espiacuteritu138
130 AH IV pr 4 131 Cf AH V 21 163 171 334 132 Cf Capiacutetulo I 133 Cf AH V 244 134 Cf J M ARROacuteNIZ laquoEl hombre ldquoimagen y semejanza de Diosrdquo (Gn 126) en S Ireneoraquo 291-295 135 Cf AH V 213 Ep 18 136 Cf AH III 234 137 AH V 171 138 Cf AH III 174
CAPIacuteTULO II
68 | Humana augens
Desde siempre estuvimos llamados a vivir seguacuten el Espiacuteritu Santo en
obediencia para ir creciendo y madurando hasta alcanzar la medida de la plenitud
en Cristo139 el Hombre perfecto o espiritual El pecado que Dios no quiso impedir
para respetar la libertad humana mdashaunque lo previera y permitiera como
permitioacute que la ballena se tragase a Jonaacutes140mdash es ahora motivo de mayor amor y
agradecimiento a Dios de forma que la docilidad a su gracia quiera ser mayor cada
vez
Esta ha sido la generosidad de Dios que ha permitido que el ser humano haya experimentado todo y que conozca la muerte que en seguida lo hiciera llegar a la resurreccioacuten de entre los muertos a sabiendas de la experiencia por la cual ha sido liberado De esta manera siempre deberaacute agradecer al Sentildeor una vez conseguida la incorrupcioacuten y amarlo maacutes pues laquomaacutes ama aquel a quien maacutes se perdonaraquo (Lc 742-43) (El hombre) conocieacutendose a siacute mismo como deacutebil y mortal [] comprenda todo el poder de Dios que se ha manifestado en eacutel mismo (hombre) a fin de que advierta coacutemo el mismo Dios le ha ensentildeado su propia grandeza Porque la gloria del hombre es Dios Y a su vez el ser humano es el recipiente de toda la obra de Dios y de su poder y sabiduriacutea Asiacute como el verdadero meacutedico muestra serlo al curar a los enfermos asiacute tambieacuten Dios se manifiesta a los hombres [] Quien mantiene sin inflarse ni jactarse la verdadera gloria de las cosas creadas y de su Hacedor (el Dios omnipotente que a todas ha concedido la existencia) y permanece en su amor sometido a eacutel y en accioacuten de gracias recibiraacute de Dios una mayor gloria y maacutes aprovecharaacute hacieacutendose semejante a aquel que por eacutel ha muerto Pues se hizo laquosemejante a la carne del pecadoraquo (Rom 83) a fin de condenar el pecado y una vez condenado echarlo de la carne para de esta manera hacer crecer en su semejanza al ser humano llamaacutendolo a ser imitador de Dios sometieacutendolo a la Ley que lo lleva a contemplar a Dios y daacutendole la capacidad de captar al Padre141
Si es ejerciendo nuestra libertad como vamos creciendo hacia esa comunioacuten
con Dios es evidente que Eacutel se fiacutea de nosotros de nuestro crecimiento apuesta por
nosotros sin dejar de acompantildearnos Por tanto es de esperar que el hombre vaya
aprendiendo a ejercer su libertad en una confianza creciente y esperanzada tanto
respecto a Dios que nunca lo deja de Su mano cuanto de siacute mismo animado y
sostenido por el Espiacuteritu Santo sin obstaculizar su obra142
Porque la libertad que Dios da al hombre no implica soacutelo capacidad de eleccioacuten
sino tambieacuten capacidad de dominar los propios actos responsabilizaacutendose de
139 Cf Ef 413 140 Cf AH III 201 231 IV 322 377 384 V 361 141 AH III 202 142 Cf AH V 81 102 134
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 69
ellos143 lo que le asemeja a Dios y le capacita para llegar un diacutea a la divinizacioacuten en
la carne La parte divina viene dada desde el principio en ese permanente
asesoramiento e invitacioacuten al bien que nos ofrece La parte humana es responder
en obediencia participando del Espiacuteritu que nos alienta
La carne poseiacuteda por el Espiacuteritu olvidada de siacute asume la cualidad del Espiacuteritu hacieacutendose conforme al Verbo de Dios [] Por eso dice una vez vivimos sin el Espiacuteritu celestial en la vejez de la carne no obedeciendo a Dios asiacute ahora recibiendo al Espiacuteritu caminemos en la novedad de la vida obedeciendo a Dios Y porque sin el Espiacuteritu de Dios no podemos ser salvos el Apoacutestol nos exhorta a conservar el Espiacuteritu de Dios mediante la fe y la vida casta144
En definitiva Ireneo no minimiza el pecado de Adaacuten amparado en su
imperfeccioacuten inicial o estado de infancia Fue desobediente y lo fue libremente
pudiendo haber obedecido Lo que Ireneo salva es la motivacioacuten o raiacutez de tal
pecado que no nace de una malicia natural del hombre sino que viene de fuera
4 Conclusiones
Para Ireneo negar todo dualismo va maacutes allaacute de la dimensioacuten ad extra
Tampoco en Dios ad intra hay dualismo posible Dios no crea primero y salva
despueacutes145 como acciones independientes o consecutivas Dios crea al ser humano
a imagen y semejanza del Verbo encarnado y glorioso sin imponerle nada para
que por su propia libertad y voluntad mdashdones de Diosmdash por amor llegue a la
plenitud que es la vida en el Espiacuteritu Seguacuten viva el ser humano tal camino de
crecimiento de su imperfeccioacuten inicial a la perfeccioacuten uacuteltima participando de la
vida de Dios viviraacute con mayor o menor fidelidad su vocacioacuten el primer deseo de
Dios sobre eacutel Pues el ser humano ha sido laquomodelado de cara a un crecimiento y
una madurez [plasmavit enim eum in augmentum et incrementum] seguacuten la
palabra de la Escrituraraquo146
143 Cf AH IV 134 164 144 AH V 93 145 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 95 146 AH IV 11 2
CAPIacuteTULO II
70 | Humana augens
Si miramos la Historia y al ser humano como Ireneo los mira difiacutecilmente nos
preguntaremos por queacute Dios no hizo al hombre perfecto desde el principio Seriacutea
incoherente y absurdo Propio de quien no-es-Dios de alguien laquorecieacuten creadoraquo es
no querer igualarse con el Increado con su Autor con el Perfecto Pero ademaacutes
hay otra razoacuten fundamental Dios quiere que el hombre llegue al fin que El le
propone tal como es al ritmo paciente de la carne sin saltarse etapas ni pretender
medios que no le corresponden Su grandeza no estriba en ser perfecto sino en ser
capaz de perfeccioacuten lograda por el amor libre y obediente dejaacutendose transformar
por el Espiacuteritu
En este proceso del hombre natural al hombre espiritual se juega la historia
salutis Ireneo hablaraacute de alcanzar la inmortalidad incorruptibilidad participacioacuten
visio Dei carne poseiacuteda por el Espiacuteritu todas expresiones que nos refieren a lo
que maacutes tarde se llamaraacute laquodeificacioacutenraquo tomando diversos matices seguacuten
autores147 No es un crecimiento para adquirir perfeccioacuten moral o aumento de
virtud en uno mismo sino que crecemos en la medida que nos acercamos a Dios el
Perfecto Pasar de sarx a pneuma automaacuteticamente es impensable o la carne no
seriacutea tal o el Espiacuteritu no habriacutea sido acogido en libertad Dios toma en serio de tal
manera nuestra carne y el destino que nos prepara que no puede realizarse
verdaderamente sin tiempo de maduracioacuten y crecimiento en un mutuo
laquoacostumbramientoraquo La plasis humana mdashcuerpo y almamdash es sarx pneumatikoacutes ya
sea inmaduramente al inicio ya sea en plenitud tras la Resurreccioacuten de Cristo
Pero el hombre mdashla sarxmdash es capaz incluso de rechazar el don de Dios y
desobedecerle como de hecho ocurrioacute por engantildeo de Sataacuten el seductor Quisieron
ser dioses antes que hombres y desobedecieron el mandato que Dios habiacutea dado
para su bien Experimentaron el bien de Dios y el mal del seductor Asiacute quiso Dios
que fuera para que aprendieran en su propia carne a juzgar y discernir a buscar el
bien rehusando el mal ya no por mandato de Dios sino por propia eleccioacuten libre
Tras la desobediencia el hombre continuaraacute su crecimiento pues forma parte de su
147 Cf N RUSSELL The Doctrine of Deification in the Greek Patristic Tradition (Oxford 2006) 1-15
105-110 V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente (Barcelona 22009) especialmente 146-160
EL SER HUMANO AUGMENTUM AD DEUM
Salus carnis | 71
naturaleza creatural pero ahora marcado por la muerte y por la capacidad de
asemejamiento mermada dantildeada herida
Si acoger la salvacioacuten de Dios en nosotros mdashsalus carnismdash implica crecimiento
no puede eacutesta consistir en ser devueltos a un estado primordial paradisiacuteaco sino en
alcanzar la promesa a la que Dios nos destinoacute desde el principio Es una salvacioacuten
teleioacutetica y ademaacutes en comunioacuten humano-divina Por eso la libertad humana mdashen
la carnemdash tendraacute un papel decisivo Si nos salvamos por nuestras propias fuerzas
para progresar inuacutetil es la accioacuten de Dios si lo hace Dios soacutelo sobra nuestra
libertad y obediencia iquestCoacutemo podraacute darse entonces esta comunioacuten que nos salve
La respuesta de Ireneo apunta con toda claridad a Cristo Verbo encarnado
verdadero Dios y verdadero hombre Maacutes auacuten a la carne de Cristo carne como la
nuestra ungida por el Espiacuteritu hasta la glorificacioacuten final para nuestra salvacioacuten
CAPIacuteTULO II
72 | Humana augens
Capiacutetulo III
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
EacuteL ES LA COMUNIOacuteN QUE NOS SALVA
Ipse per se hominem adunans Deo
(AH III 42)
Introduccioacuten
1 Perceptrix et capax caro virtutis Dei
11 LA VIDA PRESENTE EN LA CARNE 12 EUCARISTIacuteA 13 LA CARNE DE CRISTO
2 Carne de nuestra carne
21 LA MIXIS INICIAL 22 LA PLASMACIOacuteN CON SUS MANOS
3 iquestQuieacuten sino el Verbo puede unir al hombre con Dios
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO III
74 | Humana augens
Introduccioacuten
Al comenzar este estudio nos preguntaacutebamos si podriacuteamos concluir alguacuten
rasgo esencial a la humanidad de Cristo a partir de la antropologiacutea de Ireneo Si
Cristo se hizo verdaderamente hombre iquestno tuvo que asumir los rasgos esenciales
de este hombre Concretamente hemos fijado nuestra atencioacuten en el crecimiento
como dinamismo propio de la carne alentada por el Espiacuteritu tal como el Creador la
ha dispuesto para alcanzar el fin que le es propio Siguiendo nuestro razonamiento
si la humanidad de Cristo tiene alguna virtualidad salviacutefica tendraacute que pasar por
su crecimiento
Sin embargo antes de hacer esta aplicacioacuten conviene hacerse algunas
preguntas iquestRealmente podemos decir que la carne es perceptible de salvacioacuten de
accioacuten del Espiacuteritu Si no lo fuera iquestqueacute sentido tiene que el Verbo se haga carne
para nuestra salvacioacuten iquestO acaso la carne que Eacutel tomoacute siendo verdadera no es
carne como la nuestra A estas preguntas dedicaremos los dos primeros puntos de
este capiacutetulo siguiendo la argumentacioacuten del mismo Ireneo frente a sus
contemporaacuteneos
Finalmente una vez que constatamos el pecado y la desobediencia del hombre
iquestsigue adelante el plan salvador de Dios en Cristo iquestafecta el pecado de alguacuten
modo al proyecto salvador de Dios iquestPor queacute nos salva el Verbo y por queacute de esta
manera como verdadero Dios y verdadero hombre iquestDe queacute modo puede realizar
Eacutel el fin que nos es propio la visioacuten del Padre la comunioacuten iacutentima y plena con Eacutel
iquestjuega alguacuten papel su carne creciendo al ritmo del Espiacuteritu
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 75
1 Perceptrix et capax caro virtutis Dei (AH V 32)
iquestAcaso la carne puede ser salvada puede acoger a Dios Es un tema
importante al que Ireneo tuvo que hacer frente pues laquosi la carne no pudiera ser
salvada el Verbo de Dios no se habriacutea hecho carneraquo1 En los capiacutetulos anteriores
hemos aludido a las reticencias gnoacutesticas mdashy de algunos eclesiaacutesticos2mdash ante la
materia en general y ante la carne en particular Tambieacuten hemos afirmado lo
contrario que esto es a la sensibilidad y la teologiacutea de Ireneo Ahora bien la mirada
amable a la carne y a la materia como elemento esencial al ser humano creada y
querida por Dios no es suficiente para afirmar tambieacuten su resurreccioacuten En
nuestro caso el tema es fundamental puesto que si la carne no es laquocapaz de
salvacioacutenraquo o lo que es lo mismo capaz de acoger el Espiacuteritu de Dios que es quien
laquonutre y hace crecerraquo3 difiacutecilmente seraacute agente de salvacioacuten Ni siquiera si eacutesta
carne es la de Cristo
Ireneo coincide con los gnoacutesticos4 al afirmar que soacutelo puede asumir el Sentildeor lo
que puede salvarse5 dando la vuelta al principio patriacutestico que despueacutes se hariacutea
claacutesico laquoQuod non est assumptum non est sanatumraquo6 La conclusioacuten es evidente
para los gnoacutesticos el Verbo no pudo asumir la carne ya que por naturaleza no es
capaz de salvacioacuten Ireneo por el contrario haraacute de su encarnacioacuten la clave de
boacuteveda de toda la antropologiacutea y soteriologiacutea Nuestra esperanza no se fundamenta
en la fuerza de nuestra naturaleza sino en el poder amoroso de Dios7
1 AH V 141 El P ORBE lo expresa con gran fuerza laquoSobra la Encarnacioacuten cuando no hay carne que
deificarraquo (laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo Gregorianum 46 [1965] 481-544 aquiacute 543)
2 Cf A ORBE laquoAdversarios anoacutenimos de la Salus carnisraquo Gregorianum 60 (1979) 9-53 ID laquoDefinicioacuten del hombre en la teologiacutea del siglo IIraquo Gregorianum 48 (1967) 522-576 J C ALBY laquoUn grano de trigo produciraacute diez mil espigas El optimismo metafiacutesico en la escatologiacutea de san Ireneoraquo Sapientia 62 (2007) 5-21
3 AH IV 383 4 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa salvacioacuten de la carne en S Ireneoraquo Scriptorium Victoriense 12 (1965) 7-29
Aquiacute 13 5 Cf Ibiacuted 22 6 GREGORIO NACIANCENO Ep 101 I 32 (SC 20850) laquoLo que no ha sido asumido no ha sido sanado
pero lo que se une a Dios se salvaraquo Axioma claacutesico que ya explicitoacute Oriacutegenes laquoEl hombre no habriacutea sido salvado todo entero si nuestro Salvador y Sentildeor no hubiera asumido al hombre enteroraquo Y que para algunos estariacutea en la base de la argumentacioacuten ireneana (cf T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano [Burgos 2004] 64)
7 Cf AH II 292 V 23
CAPIacuteTULO III
76 | Humana augens
Ahora bien la sola carne no salva8 De hecho la sola carne para Ireneo no es
nada como tampoco es nada en el ser humano el alma sola o solo el Espiacuteritu9
Tendriacuteamos que decir por tanto que la sola carne de Cristo por siacute misma tampoco
salva siguiendo la exeacutegesis gnoacutestica de 1 Cor 1550 laquoLa carne y la sangre no
pueden efectivamente heredar el reino de Diosraquo10 Ireneo critica fuertemente a
quienes utilizan este texto para desechar la carne pues laquoni han captado el sentido
del Apoacutestol ni han investigado la fuerza de las palabrasraquo11
La iniciativa y la actividad siempre procede de Dios del Espiacuteritu Lo propio del
hombre lo propio de la carne es recibir y acoger tal accioacuten12 Por eso no se trata de
que la carne llegue a poseer el Espiacuteritu como un premio por siacute misma sino que
con su docilidad el Espiacuteritu vaya progresivamente hacieacutendola suya
Ahora recibimos alguna parte de su Espiacuteritu para perfeccionar y preparar la incorrupcioacuten acostumbraacutendonos poco a poco a comprender y a portar a Dios El Apoacutestol lo llamoacute prenda (es decir parte de la gloria que Dios nos ha prometido) (Ef 113-14) [] Por ello esta prenda al habitar en nosotros ya nos hace espirituales y la mortalidad es absorbida por la inmortalidad (2 Cor 54) [] Esto no nos sucede por la destruccioacuten de la carne sino por la comunioacuten del Espiacuteritu [] Pues si la prenda apoderaacutendose del hombre mismo ya le hace clamar laquoiexclAbbaacute Padreraquo iquestqueacute haraacute la gracia universal del Espiacuteritu que Dios otorgaraacute a los hombres Nos haraacute semejantes a eacutel y nos haraacute perfectos por la voluntad del Padre pues eacuteste ha hecho al hombre seguacuten la imagen y semejanza de Dios13
Esto es importante porque en ninguacuten momento entiende Ireneo que la
naturaleza humana la sarx deba ser aniquilada De hecho cuando Ireneo habla de
lo carnal como opuesto a lo espiritual no deshecha la carne en siacute sino sus obras14
Elegir las obras del Espiacuteritu es ir creciendo en su accioacuten y realizando sus frutos15 lo
que se opone a laquoser carnalraquo es decir vivir seguacuten laquolas obras de la carneraquo pero no a
vivir en la carne La razoacuten central estaacute en la voluntad creacional de Dios nuestra
carne es su Arte su obra Y lo sigue siendo incluso dantildeada por el pecado pues la
purificacioacuten no se debe a la carne en siacute sino a las obras tal como se muestra en los
8 Cf AH III 204 9 Cf AH V 91 Hemos tratado el tema en el Capiacutetulo I 10 Cf AH V 91-4 11 AH V 132 12 Cf AH IV 392 112 13 AH V 81 Cf AH V 94 14 Cf AH V 102 1234 15 Cf AH V 111
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 77
milagros de curaciones de Jesuacutes16 Sin duda una distincioacuten fundamental que
convendriacutea recuperar
Las obras de la carne [son las] hechas sin el Espiacuteritu Estas llevan a la muerte [] laquoPero estaacuteis lavados y santificados estaacuteis justificados en el nombre del Sentildeor Jesucristo y en el Espiacuteritu de nuestro Diosraquo iquestY cuaacutendo hemos llevado la imagen del que nacioacute de la tierra Cuando realizaacutebamos las obras de la carne arriba descritas iquestY cuaacutendo llevamos la imagen del que viene del cielo Cuando como eacutel dice laquoestaacuteis lavadosraquo y creeacuteis laquoen su nombreraquo para recibir su Espiacuteritu No hemos lavado la substancia de nuestro cuerpo ni la imagen de nuestra creacioacuten sino nuestro antiguo modo de actuar Y asiacute en los mismos miembros por los que antes pereciacuteamos cuando realizaacutebamos las obras corruptibles en esos mismos miembros empezamos a vivir cuando realizamos las obras del Espiacuteritu17
Si el hombre no tiene que dejar de ser laquoaacutenthroposraquo para llegar a Dios18
tampoco la carne tiene que dejar de ser carne para llegar a ser en todo
transformada por el Espiacuteritu lo mortal en inmortal lo corruptible en incorruptible
la debilidad en fortaleza19 Si laquosu obraraquo se muestra en la plasis humana20 imagen y
semejanza suya tambieacuten se cumpliraacute en la carne su salvacioacuten (Salus carnis no
Salus animae21) Por eso Ireneo puede hablar del hombre espiritual o perfecto del
laquohombre vivienteraquo como aquel que participando de la carne participa tambieacuten del
Espiacuteritu y eacuteste le guiacutea22
Donde estaacute el Espiacuteritu del Padre ahiacute se encuentra el hombre viviente [] La carne poseiacuteda por el Espiacuteritu olvidada de siacute asume la cualidad del Espiacuteritu hacieacutendose conforme al Verbo de Dios [] Por eso dice una vez vivimos sin el Espiacuteritu celestial en la vejez de la carne no obedeciendo a Dios asiacute ahora recibiendo al Espiacuteritu caminemos en la novedad de la vida obedeciendo a Dios Y porque sin el Espiacuteritu de Dios no podemos ser salvos el Apoacutestol nos exhorta a conservar el Espiacuteritu de Dios23
Como dijimos al hablar del pecado24 el hombre no pierde nunca totalmente el
espiacuteritu25 pero siacute la vitalidad del Espiacuteritu que disfrutaba antes de la caiacuteda Esa falta
de vitalidad en el hombre es lo que conlleva su vejez26 su deterioro su
16 Cf AH V 1256 15 17 AH V 112 18 Cf AH V 122 19 Cf AH V 32 102 20 Cf AH V 152
21 Cf A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo Gregorianum 64 (1983) 199-241 Aquiacute 218
22 Cf AH V 92 23 AH V 93 24 Cf Capiacutetulo II 25 Cf AH V 122 26 Cf J FANTINO laquoEl hombre verdadero seguacuten San Ireneoraquo Estudios Trinitarios 23-24 (1989-1990)
3-30 Aquiacute 16-17
CAPIacuteTULO III
78 | Humana augens
estancamiento Crecer no es envejecer pues quien crece se allega a Dios y quien
envejece muere27 Con Cristo en su carne recupera el hombre la novedad28 que le
acrecienta si elige de nuevo la cercaniacutea obediencia con Dios29
Ireneo expresa esta laquoactiva pasividadraquo de dejarse hacer por el Espiacuteritu con dos
imaacutegenes paulinas Primeramente habla de toda carne como templo de Dios y une
esta metaacutefora a la comparacioacuten joaacutenica del Templo con el cuerpo de Cristo30
La carne plasmada es templo de Dios [] Si alguno afirma que el templo de Dios en el cual habita el Espiacuteritu del Padre y los miembros de Cristo no participan de la salvacioacuten sino que estaacuten condenados a la perdicioacuten iquestno diraacute la maacutes grande blasfemia Porque nuestros cuerpos no resucitan en virtud de su propia naturaleza sino por la virtud de Dios31
Del mismo modo que el Espiacuteritu habitaba en el Templo de Jerusaleacuten asiacute
moraba en el Cuerpo de Cristo Y si nosotros somos miembros de su Cuerpo
tambieacuten en nuestro cuerpo mora el Espiacuteritu Santo32 Si nuestra carne no resucita
tampoco resucitaraacute la carne de Cristo Y esto seriacutea tanto como decir que la carne
unida al Verbo en esta vida no seraacute capaz de Dios en la gloria y por eso queda
fuera de la incorrupcioacuten No tiene sentido
Por otro lado con la imagen del injerto33 Ireneo expresa simboacutelicamente coacutemo
la comunioacuten entre Dios y el hombre entre el Espiacuteritu y la carne no funde ni
confunde las dos realidades perdieacutendose una en beneficio de otra Tampoco es la
suma de dos realidades ajenas yuxtapuestas sino que la parte maacutes deacutebil queda
siempre mejorada y crecida por la maacutes fuerte en la medida que se unen
Y para que nosotros dando gusto a la carne no vayamos a rechazar injertarnos en el Espiacuteritu esto escribe laquoTuacute que eres un olivo silvestre has sido injertado en un olivo feacutertil para hacerte participar de sus abundantes frutosraquo (Rom 111724) Pero si un olivo agreste despueacutes de ser injertado siguiese siendo agreste laquoseraacute cortado y echado al fuegoraquo (Mt 719) en cambio si continuacutea injertado y se convierte en un buen olivo se transforma en un aacuterbol lleno de frutos como los plantados en el huerto de un rey [] De igual modo quienes no producen frutos de justicia sino que viven prisioneros de sus sentidos si despiertan y reciben al Verbo de Dios como un injerto retornan a su
27 Cf Col 310 AH V 1246 28 Cf AH IV 341 III 1025 V 13 161 29 Cf IV 281 374 30 1Cor 316 Jn 21921 1Cor 613-15 31 AH V 62 32 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y la primera Pascua del Salvadorraquo Estudios Eclesiaacutesticos 44 (1969) 297-
344 Aquiacute 303
33 Rm 111724
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 79
naturaleza primera como fueron hechos a imagen y semejanza de Dios (Geacuten 126) Asiacute como el olivo silvestre cuando se le injerta no pierde la substancia de su madera sino que cambia la calidad de sus frutos y recibe otro nombre pues ya no es olivo silvestre sino que se convierte y es olivo feacutertil de modo semejante el hombre que injertado por la fe recibe el Espiacuteritu de Dios no pierde la substancia de la carne sin embargo cambia la calidad del fruto de sus obras y recibe otro nombre para significar ese cambio en algo mejor ya no es carne y sangre sino que se le llama y es un hombre espiritual Pero asiacute como el olivo silvestre si no se le injerta sigue siendo inuacutetil para su Sentildeor por su calidad salvaje y laquose le corta y echa en el fuegoraquo (Mt 719) como a un aacuterbol esteacuteril de igual modo el hombre al que el Espiacuteritu no se le injerta por la fe sigue siendo lo que antes era esto es carne y sangre que no puede poseer el Reino en herencia34
La imagen es muy clara No dice Ireneo que la carne por siacute sola se salve pues de
hecho tan capaz es de corrupcioacuten como de incorrupcioacuten de obediencia como de
desobediencia35 Siacute dice que es en la carne donde Dios quiere cumplir su obra36 Ser
injertados en el Espiacuteritu no es garantiacutea automaacutetica de salvacioacuten pues siempre espera
Dios nuestra libertad y crecimiento don suyo pero hace posible laquoque cambie la
calidadraquo37 de nuestro fruto sin perder la substancia humana que nos es propia Por
eso es tan importante distinguir las obras de la carne de la carne misma
Y si la carne es capaz de Dios capaz de dejarse poseer por el Espiacuteritu en esta
vida iquestcuaacutento maacutes no seraacute capaz de recibir la vida eterna la resurreccioacuten38 Pues
laquoiquestqueacute otro fruto manifiesto del Espiacuteritu invisible puede haber sino hacer la carne
madura y capaz de la incorrupcioacutenraquo39
Ireneo aporta tres argumentos principales para esperar la resurreccioacuten de la
carne la vida presente que es carnal y a la vez va creciendo en dinamismo
espiritual la Eucaristiacutea donde creemos nutrirnos del Cuerpo y Sangre de Cristo
siendo pan y vino transformados verdaderamente por el Espiacuteritu de Dios y la
carne misma de Cristo Veamos brevemente cada argumento
34 AH V 101-2 35 Cf AH V 121 36 Cf AH V 141 37 AH V 102 Cf AH V 111-2 38 Cf AH V 23 39 AH V 124
CAPIacuteTULO III
80 | Humana augens
11 LA VIDA PRESENTE EN LA CARNE
En la mentalidad gnoacutestica Dios no puede dar la inmortalidad a la carne mortal
porque el destino de cada cosa estaacute marcado por su naturaleza Para Ireneo sin
embargo la voluntad de Dios estaacute por encima de todas las cosas40 y Eacutel dispensa sus
dones como quiere incluyendo la salvacioacuten de la carne41 porque Dios asiacute lo ha
querido y si Eacutel quiere puede Por tanto si Dios quiere hacerlo y la carne es capaz
de acogerlo42 es posible la salus carnis43
Desprecian el poder de Dios y no contemplan la verdad quienes miran la debilidad de la carne sin contemplar tambieacuten el poder de aquel que la resucita de entre los muertos (Heb 1119) Si no da la vida a lo mortal ni la incorrupcioacuten a lo corruptible entonces Dios deja de ser poderoso Pero que en todas estas cosas Dios manifiesta su poder lo podemos descubrir en nuestro origen pues Dios modeloacute al hombre del barro de la tierra (Geacuten 27) [] Porque aquel que a los comienzos hizo que existiera lo que no existiacutea cuando eacutel lo quiso mucho maacutes seguacuten su voluntad volveraacute de nuevo a restituir a la vida a aqueacutellos a quienes eacutel se la ha dado Se descubriraacute que la carne es capaz de recibir el poder de Dios asiacute como al principio acogioacute su arte [perceptrix et capax caro virtutis Dei quae ab initio percepit artem Dei ndash χωρητικὴ ἡ ςὰρξ τήσ τοῦ Θεοῦ δυνάμεωσ ἥτισ τὴν ἀρχὴν ἀπεδέξατο τὴν τὲχνην τοῦ Θεοῦ] [] Porque si no seriacutean [los que lo niegan] como aquel que teniendo en la mano una esponja llena de agua o una antorcha encendida dijese que una esponja no es capaz de contener agua o una antorcha fuego [] iquestPor queacute la vida eterna no seraacute capaz de vivificar la carne ya ejercitada y acostumbrada a llevar la vida Que la carne participe de la vida verdadera se muestra por la misma vida presente pues vive en cuanto Dios quiere que viva Y que Dios es poderoso para dar la vida es evidente pues nosotros vivimos porque Eacutel nos ha concedido la vida Y siendo Dios poderoso para dar la vida a su creatura siendo capaz de vivificar la carne iquestqueacute puede impedir que la carne pueda recibir la incorrupcioacuten la cual no es sino una larga vida sin fin que Dios concede44
Una vez maacutes no se puede comprender el pensamiento de Ireneo sin apelar a
la unidad Creacioacuten y salvacioacuten no son dos momentos aislados ni paralelos No
podemos entender la Encarnacioacuten del Verbo sin la creacioacuten del hombre laquoplasma
Deiraquo modelado por el Verbo y el Espiacuteritu Quien es capaz de llevar en siacute mismo la
imagen y semejanza de Dios su Arte y va perfeccionaacutendose en la medida que se
ejercita conservaacutendolo en esta vida iquestpor queacute no va a seguir creciendo hasta Dios
en la eternidad En el fondo negar la capacidad de la carne para acoger a Dios es la
40 Cf AH II 292 41 Cf AH V 213 42 51 42 Cf AH V 42 51 323 43 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa salvacioacuten de la carne en S Ireneoraquo 16 44 AH V 32-3
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 81
arrogancia desagradecida de quien cree que su vida viene de eacutel45 como si el agua
de una esponja viniera de siacute o el fuego de una tea hubiera prendido solo Asiacute en
Ireneo los maacutertires son signos privilegiados de la accioacuten del Espiacuteritu en la carne
aquiacute y ahora por el puacuteblico testimonio que dan del evangelio y por ser capaces de
dar la vida libremente por ello46
Ahora bien iquestcoacutemo haraacute Dios posible que la carne sin dejar de ser carne llegue
a la inmortalidad en comunioacuten con el Espiacuteritu y sin perder la libertad propia del
ser humano La respuesta de Ireneo es clara
Es el Verbo de Dios quien les concede la resurreccioacuten para la gloria de Dios Padre [Flp 211] Este es quien transforma lo mortal en inmortal y a lo corruptible concede gratuitamente hacerse incorruptible [1 Cor 1553] pues el poder de Dios se manifiesta en la debilidad [2 Cor 129] Por eso no debemos presumir de tener la vida por nosotros mismos pues esto seriacutea levantarse contra Dios con una mente ingrata Al contrario por la experiencia hemos de aprender que de su grandeza y no de nuestra naturaleza recibimos como don el vivir para siempre Asiacute pues ni vayamos alguna vez a privarnos de la gloria que de Dios procede ni ignoremos lo que es nuestra naturaleza47
Estamos llamados a vivir sin privarnos de la gloria de Dios sabiendo que es
don suyo y eacutel mismo nos capacita mdashpor voluntad suyamdash para vivir asiacute48 Y iquestqueacute es
vivir seguacuten su gloria iquestNo seraacute tanto como dejar que su poder laquoabsorbaraquo nuestra
debilidad por amor iquestNo seraacute tanto como ser cada vez maacutes doacuteciles al Espiacuteritu en
nuestra carne Es el Verbo de Dios quien hace esto posible quien nos abre el
camino para crecer en la comunioacuten con Dios debilitada y a la vez el Espiacuteritu nos
prepara para acoger al Hijo49 Pero tampoco debemos ignorar cuaacutel es nuestra
naturaleza no somos espiacuteritu sino carne y en la carne estamos llamados a
compartir la gloria de Dios50 No sin ella Sabieacutendonos tan necesitados de la accioacuten
del Espiacuteritu como la masa de harina necesita el agua para llegar a ser pan51
45 Cf AH V 41 46 Cf AH V 92 IV 339 III 1213185 B CZESZ laquoSan Ireneo y el montanismoraquo Anuario de Historia
de la Iglesia [=AHIg] 3 (1994) 81-93 aquiacute 89-90 T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano 113
47 AH V 23 48 Cf AH III 202-3 49 Cf AH IV 205
50 Cf AH V 92 51 Cf AH III 172 214
CAPIacuteTULO III
82 | Humana augens
12 EUCARISTIacuteA
En segundo lugar Ireneo ve en la Eucaristiacutea un signo claro y eficaz para
quienes niegan o ponen en duda la salus carnis52 Materia es al fin y al cabo el pan
y el vino y lo ha dispuesto Dios para la salvacioacuten y crecimiento del hombre53 Si no
creemos que esa materia sencilla es capaz del don de Dios iquestqueacute sentido tiene
participar de ella
Para nosotros concuerda lo que creemos y la Eucaristiacutea y a su vez la Eucaristiacutea da solidez a lo que creemos Le ofrecemos lo que le pertenece y proclamamos de manera concorde la unioacuten y comunidad entre la carne y el espiacuteritu Porque asiacute como el pan brota de la tierra una vez que se pronuncia sobre eacutel la invocacioacuten [ἐπίκληςιν τοῦ Θεοῦ] de Dios ya no es pan comuacuten sino que es la Eucaristiacutea compuesta de dos elementos terreno y celestial de modo semejante tambieacuten nuestros cuerpos al participar de la eucaristiacutea ya no son corruptibles sino que tienen la esperanza de resucitar para siempre54
Y si lo creemos iquestcoacutemo negar despueacutes la capacidad de la carne para ser
transformada por el poder de Dios La Eucaristiacutea ademaacutes es alimento que nos
hace crecer de modo que no soacutelo es signo de que la materia puede ser
transformada por el Espiacuteritu sino tambieacuten de que puede ser medio de
transformacioacuten y crecimiento para otros por la fuerza de ese mismo Espiacuteritu
Estaacuten enteramente locos quienes rechazan toda la Economiacutea de Dios al negar la salvacioacuten de la carne y despreciar su nuevo nacimiento pues dicen que ella no es capaz de ser incorruptible Pues si eacutesta no se salva entonces ni el Sentildeor nos redimioacute con su sangre ni el caacuteliz de la Eucaristiacutea es comunioacuten con su sangre ni el pan que partimos es comunioacuten con su cuerpo (1Cor 1016) [] Pues eacutel mismo confesoacute que el caacuteliz que es una creatura es su sangre (Lc 2220 1Cor 1125) con el cual hace crecer nuestra sangre y el pan que es tambieacuten una creatura declaroacute que es su propio cuerpo (Lc 2219 1Cor 1124) con el cual hace crecer nuestros cuerpos En consecuencia si el caacuteliz mezclado y el pan fabricado reciben la palabra de Dios para convertirse en Eucaristiacutea de la sangre y el cuerpo de Cristo y por medio de eacutestos crece y se desarrolla la carne de nuestro ser iquestcoacutemo pueden ellos negar que la carne sea capaz de recibir el don de Dios que es la vida eterna ya que se ha nutrido con la sangre y el cuerpo de Cristo y se ha convertido en miembro suyo Cuando escribe el Apoacutestol en su Carta a los Efesios laquoSomos miembros de su cuerporaquo (Ef 530) de su carne y de sus huesos no lo dice de alguacuten hombre espiritual e invisible mdashpues un espiacuteritu laquono tiene carne ni huesosraquo (Lc 2439)mdash sino de aquel ser que es verdadero hombre que estaacute formado por carne huesos y nervios el cual se nutre de la sangre del Sentildeor y se desarrolla con el pan de su cuerpo55
52 Cf AH IV 184-5 V 223 53 Cf H U VON BALTHASAR Gloria II (Madrid 1986) 55 54 AH IV 185 55 AH V 2 2-3
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 83
Desde esta perspectiva afirma de nuevo que laquotoda la Economiacutea de Diosraquo pasa
por la salvacioacuten de la carne por su Humanidad56 pues de no ser asiacute tampoco
tendriacutea sentido salvador la entrega del cuerpo y la sangre de Cristo o no seriacutea
verdadera su encarnacioacuten
Curiosamente Ireneo situacutea en la promesa eucariacutestica de la Uacuteltima cena ligada
al propio cuerpo glorioso de Cristo y a la bondad de la materia la glorificacioacuten de lo
creado Si Jesuacutes prometioacute volver a beber de nuevo con sus disciacutepulos el fruto de la
vid despueacutes de la Resurreccioacuten es que resucitaremos en carne laquopues propio es de
la carne y no del espiacuteritu beber el vino de la vidraquo57
Del mismo modo que podriacutea haber dado vino bueno en la boda de Canaacute sin contar
con ninguacuten agua y podiacutea haber dado de comer a la multitud hambrienta sin aquellos
pocos panes y peces tambieacuten podriacutea salvarnos laquosin partir de ninguna materia
creadaraquo58 pero no quiso Dios no necesita la carne ni la materia59 pero ha querido que
forme parte de su gloria y de la tierra prometida que nos espera tras la resurreccioacuten
Esto es lo que recuerdan haber oiacutedo de Juan el disciacutepulo de Jesuacutes los presbiacuteteros que lo conocieron acerca de coacutemo el Sentildeor les habiacutea instruido sobre aquellos tiempos laquoLlegaraacuten diacuteas en los cuales cada vintildea tendraacute diez mil cepas cada cepa diez mil ramas cada rama diez mil racimos cada racimo diez mil uvas y cada uva exprimida produciraacute 25 medidas de vino Y cuando uno de los santos corte un racimo otro racimo le gritaraacute iexclYo soy mejor racimo coacutememe y bendice por miacute al Sentildeor De igual modo un grano de trigo produciraacute diez mil espigas cada espiga a su vez diez mil granos y cada grano cinco libras de harina pura Lo mismo sucederaacute con cada fruto hierba y semilla guardando cada uno la misma proporcioacuten Y todos los animales que coman los alimentos de esta tierra se haraacuten mansos y viviraacuten en paz entre siacute enteramente sujetos al hombreraquo60
A pesar del rechazo gnoacutestico y de las posteriores criacuteticas alejandrinas para
Ireneo las promesas profeacuteticas se cumpliraacuten en la materialidad creacional61 laquola
economiacutea de la salvacioacuten se lleva a cabo con ayuda de la creacioacuten y para la
creacioacuten no a pesar de ellaraquo62 El vigor y la abundancia material de esta tierra son
56 Cf AH III 174 IV pr 202 V 143 57 Cf AH V 332 58 AH III 115 59 Cf AH IV 141 60 AH V 33 3 61 Cf M AROacuteZTEGUI laquoLa creacioacuten en el culto seguacuten san Ireneo de Lyonraquo Teologiacutea y catequesis 95
(2005) 175-197 Aquiacute 189
62 J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos (Madrid 2004) 59
CAPIacuteTULO III
84 | Humana augens
signo inequiacutevoco de la bondad del Creador y de la bendicioacuten que de Eacutel recibimos63
Tambieacuten seraacute en esa creacioacuten bendecida donde gozaremos de la comunioacuten futura
con Dios del mismo modo que ahora comulgamos con el Cuerpo y la Sangre de
Cristo a traveacutes del pan y el vino primicias de la Creacioacuten64 Por eso cuanto maacutes le
entregamos maacutes recibimos de Eacutel multiplicado65 llegando a la plenitud en la gloria
del Padre
13 LA CARNE DE CRISTO
En tercer lugar el gran argumento para afirmar la salvacioacuten de la carne y su
capacidad salviacutefica es la misma carne de Cristo laquoentreverada de Espiacuterituraquo66 desde
el principio desde su concepcioacuten en el seno de Mariacutea Curiosamente Ireneo no lo
refiere solo a los evangelios de la infancia sino tambieacuten a dos textos del Antiguo
Testamento67 en que nos detenemos por la fuerza simboacutelica que tienen para
nuestro tema
[Los profetas] anunciaban que de la estirpe de David habiacutea de florecer Su cuerpo [ex semine David florebit caro eius] [de Nuestro Sentildeor Jesucristo Hijo de Dios] para que fuese seguacuten la carne hijo de David mdashque era hijo de Abrahaacutenmdash en virtud de una larga cadena de generaciones y seguacuten el Espiacuteritu Hijo de Dios preexistente con el Padre engendrado antes de la fundacioacuten del mundo y aparecido como hombre al mundo entero en los uacuteltimos tiempos Eacutel es el Verbo de Dios que recapitula [ἀνακεφαλαιόομαι] en siacute todas las cosas las del cielo y las de la tierra (Ef 110)68
63 Nada de lo creado es ajeno a Eacutel y nada lo seraacute en la gloria futura del mismo modo que no pudo
quedar la Creacioacuten ajena a la Encarnacioacuten de Cristo Asiacute lo expresa el capiacutetulo 18 del Protoevangelio de Santiago describiendo la expectacioacuten de todo lo creado en el momento en que el Verbo se va a encarnar laquoYo avanzaba y he aquiacute que dejaba de avanzar Y lanzaba mis miradas al aire y veiacutea el aire lleno de terror Y las elevaba hacia el cielo y lo veiacutea inmoacutevil y los paacutejaros detenidos Y las bajeacute hacia la tierra y vi una artesa y obreros con las manos en ella y los que estaban amasando no amasaban Y los que llevaban la masa a su boca no la llevaban sino que teniacutean los ojos puestos en la altura Y unos carneros conducidos a pastar no marchaban sino que permaneciacutean quietos y el pastor levantaba la mano para pegarles con la vara y la mano quedaba suspensa en el vaciacuteo Y contemplaba la corriente del riacuteo y las bocas de los cabritos se manteniacutean a ras de agua y sin beber Y en un instante todo volvioacute a su anterior movimiento y a su ordinario cursoraquo (cit por K BERGER Jesuacutes [Santander 2009] 67)
64 Cf M AROacuteZTEGUI laquoLa creacioacuten en el culto seguacuten san Ireneo de Lyonraquo 191-197
65 Cf AH IV 134 66 S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el
bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo Actas del XI Simposio de Teologiacutea Histoacuterica (Valencia 2002) 104-113 Aquiacute 104
67 Lc 135 y Mt 119-20 en AH III 214 V 13 Por otro lado Is 111-10 y Lam 420 en AH III 93 103 1713 V 334 Ep 9 30 71
68 Ep 30
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
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En la persona de Cristo se da de un modo totalmente nuevo y singular esta
comunioacuten de carne y Espiacuteritu de naturaleza humana y divina La unioacuten en dos
naturalezas de Cristo por asiacute decirlo es tambieacuten cada ser humano su principio mdash
hombre carnalmdash y su fin mdashhombre espiritualmdash El camino a recorrer entre ambos
es toda la historia de salvacioacuten y es el mismo Cristo No podemos entender la gloria
a la que Dios nos llama sin contemplar este proceso en Eacutel encarnado sufriente y
glorioso Ireneo llama laquoflorraquo a Su cuerpo a la carne de Cristo y asiacute sentildeala que nacioacute
de Mariacutea Virgen69 bajo la accioacuten del Espiacuteritu Santo70
El segundo texto71 revela para Ireneo la necesidad de que Cristo fuera hombre
y coacutemo su carne no puede entenderse sin el Espiacuteritu
La Escritura dice que Cristo aun siendo Espiacuteritu de Dios debiacutea hacerse hombre sometido al sufrimiento y revela en cierto modo sorpresa y sobresalto ante la Pasioacuten que debiacutea sufrir Aquel a cuya sombra hemos dicho que iacutebamos a vivir Sombra significa su cuerpo [Umbram autem dicit corpus eius] pues asiacute como la sombra viene producida por un cuerpo asiacute el cuerpo de Cristo fue producido por su Espiacuteritu [Christi corpus a Spiritu eius factum est] [] Llama sombra al cuerpo de Cristo por haber venido a ser sombra de la gloria del Espiacuteritu que velaba [Forsitan et umbram corpus Christi nominavit tanquam operimentum factum per spiritus gloriam et occultans eam] Con frecuencia al paso del Sentildeor veniacutean colocadas a lo largo de su camino personas afectadas de enfermedades varias y todos aquellos a quienes alcanzaba su sombra eran salvos72
El cuerpo de Cristo no soacutelo es laquoobra del Espiacuterituraquo sino tambieacuten mediacioacuten
para que todos los que se acercan a eacutel reciban los beneficios de Dios los frutos de
su divinidad73 Dicho de otro modo Jesuacutes recibioacute el Espiacuteritu en su carne para poder
recibirlo nosotros de Eacutel en la nuestra74 Y este proceso tuvo su culmen tras la
69 Cf Ep 59 70 Cf Ep 71 71 Lam 420 Texto muy presente en los Padres Junto a Is 111-10 ambos textos laquodebiacutean
pertenecer a un grupo de testimoniaraquo seguacuten S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo 104 nota 5
72 Ep 71 73 Algunos criacuteticos consideran que en Ireneo la expresioacuten laquoEspiacuteritu de Diosraquo se refiere a la
divinidad de Cristo pues era comuacuten en la eacutepoca tomarlo como equivalente a la naturaleza divina Por ejemplo A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I Comentario al libro V del Adversus Haereses (Madrid 1985) 84 JA ALDAMA Mariacutea en la patriacutestica de los siglos I y II (Madrid 1970) 154 Otros prefieren asociarlo al Verbo preexistente en consonancia con la liacutenea de Ignacio de Antioquiacutea como hace M SIMONETTI Parece prudente mantener la posibilidad de ambos sentidos analizando el texto en cada caso (Cf S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo 105 nota 11)
74 Cf Ep 53 AH III 171
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Resurreccioacuten donde su carne no desaparece75 ni se laquoconvierteraquo en Espiacuteritu divino
puro sino que se da en ella un cambio cualitativo laquoabandonando la qualitas carnis
por la qualitas spiritusraquo76 Es decir su carne es asimilada plenamente por el
Espiacuteritu77 en comunioacuten total78
En definitiva la carne no soacutelo es capaz de salvacioacuten79 sino que en Cristo su
carne gloriosa es causa de nuestra salvacioacuten A la economiacutea del Espiacuteritu profeacutetico
en el Antiguo Testamento le sigue la economiacutea del Espiacuteritu de filiacioacuten en la carne
del Hijo que daraacute lugar a la visioacuten del Padre Por eso no es prescindible la carne
gloriosa del Verbo en la Historia de Salvacioacuten80
Si realmente fue laquocompleto en todo como Verbo poderoso y hombre
verdaderoraquo81 nuestra carne es Su carne y nuestra humanidad la Suya y el Verbo de
Dios llevaraacute a cabo en siacute mismo lo que seraacute realidad despueacutes en cada uno de
nosotros Por eso queda que nos preguntemos en queacute medida podemos afirmar
que Su carne es nuestra carne De no ser asiacute Cristo recapitulariacutea a Adaacuten pero no a
toda la humanidad presente y futura El tema es fundamental
75 Cf AH V 71 76 A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I Comentario al libro V del Adversus Haereses (Madrid 1985) 369 77 laquoAspectos de la asimilacioacuten lenta de la sarx por el Pneuma son a) la substitucioacuten progresiva de
las cualidades congeacutenitas al plasma (mortalidad y corruptela) por las del Espiacuteritu (inmortalidad e incorruptela) b) la plasis tambieacuten progresiva del hombre a imagen y semejanza de Dios c) el conocimiento por experiencia del bien y del mal a la manera del Creadorraquo (A ORBE laquoDeus facit Homo fit Un axioma de San Ireneoraquo Gregorianum 69 [1988] 629-661 aquiacute 632)
78 Cf AH V 202 79 Cf J M ARROacuteNIZ laquoLa inmortalidad como deificacioacuten del hombre seguacuten S Ireneoraquo Scriptorum
Victoriense 8 (1961) 262-287
80 Cf A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo 201-202 Prescindimos aquiacute del complejo problema del milenarismo presente en algunos pasajes de Ireneo Lo decisivo sea como fuere es el convencimiento de que gozaremos del Padre en la carne no soacutelo por laquomediacioacuten deraquo la carne de Cristo sino laquoen comunioacuten conraquo la carne de Cristo cf J C ALBY laquoUn grano de trigo produciraacute diez mil espigas El optimismo metafiacutesico en la escatologiacutea de san Ireneoraquo 14-15 19-21
81 AH V 11 Cf Ep 53 AH III 181
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2 Carne de nuestra carne
Para Ireneo toda la obra salvadora de Cristo quedariacutea totalmente infundada si
la carne asumida por Cristo no fuera nuestra misma carne82 Y de cara a nuestro
tema no podriacuteamos dar ninguacuten sentido salviacutefico al crecimiento en su humanidad
iquestHay continuidad entre Adaacuten Cristo y el resto de la humanidad El mismo Ireneo
tuvo que dar cuenta de estas cuestiones frente a sus contemporaacuteneos Lo
argumenta en dos puntos centrales el nacimiento virginal de Mariacutea y el fin propio
de la encarnacioacuten del Verbo salvar y elevar la carne recapitulaacutendola en siacute mismo83
Al segundo argumento dedicaremos el siguiente apartado Ahora nos centraremos
en su nacimiento
Dios habiacutea previsto y prometido por los profetas la venida en carne de su Hijo
De hecho como Justino y Teoacutefilo de Antioquiacutea84 Ireneo considera que es el Verbo
quien se acercaba a los hombres en las teofaniacuteas del Antiguo Testamento85 y asiacute en
ellos como laquoen Abraham el hombre habiacutea aprendido y se habiacutea acostumbrado a
seguir al Verbo de Diosraquo86 Incluso antes en el Jardiacuten el Verbo paseaba con Adaacuten y
Eva preparando el momento de su venida en carne87 Esta promesa inicial es el
motor y fundamento de la encarnacioacuten laquopor eso el parto de la virgen fue
82 Cf AH V 143 III 168 83 Cf AH III 2120 221 IV 381 V 1412 183 191 202 Ireneo expresa la accioacuten salvadora de
Cristo con distintos teacuterminos pero parece que el teacutermino laquorecapitulacioacutenraquo [ἀνακεφαλαίωςισ] integra de un modo maacutes significativo lo especiacutefico de la teologiacutea ireneana el dinamismo acostumbramiento progreso o como nosotros estamos refiriendo crecimiento Recapitular es el modo que tiene Cristo de salvarnos para que podamos llevar a buen fin el destino que Dios nos habiacutea preparado desde siempre Y la recapitulacioacuten siempre estaacute ligada a su propia persona a su cuerpo a su carne a su humanidad Cf J P TOSAUS ABADIacuteA Cristo y el universo Estudio linguumliacutestico y temaacutetico de Ef 110b en Efesios y en la obra de Ireneo de Lyon (Salamanca 1995) 274-275 H SCHLIER La carta a los Efesios (Salamanca 1993) 83-84 N MARTIacuteNEZ-GAYOL laquoIreneo de Lyon la idea de reparacioacuten en el contexto de recapitulacioacutenraquo Estudios Eclesiaacutesticos 85 (2010) 3-42 J M ARROacuteNIZ laquoCategoriacuteas cristoloacutegicas en Ireneo de Lyonraquo Scriptorium Victoriense 30 (1983) 196-202 J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios Significado salvador de la Encarnacioacuten en la teologiacutea de san Ireneo (Barcelona 1969) 190-192 A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de S Ireneoraquo Gregorianum 43 (1962) 449-491 aquiacute 477
84 G AEBY Les missions divines de Saint Justin a Origegravene (Fribourg 1958) Dedica un capiacutetulo entero a Ireneo 44-67 Aquiacute 44
85 Cf AH IV 51-5 71-4 92 114 201-213 2523 86 AH IV 54 87 Cf Ep 12
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admirable dando Dios este signo sin que el hombre interviniese en la obraraquo88 El
nacimiento de Cristo no puede depender de la decisioacuten y poder de los hombres89
Que este Cristo que estaba junto al Padre por ser el Verbo del Padre haya debido encarnarse hacerse hombre someterse a la generacioacuten y al nacimiento de una Virgen y vivir entre los hombres operando asimismo el Padre del Universo su encarnacioacuten es lo que expresa Isaiacuteas Pues el Sentildeor mismo va a daros una sentildeal [signum] he aquiacute que una virgen concebiraacute y daraacute a luz a un hijo que llamareacuteis Emmanuel comeraacute mantequilla y miel y antes de conocer o distinguir el mal escoge el bien porque antes que este nintildeo conozca el bien o el mal rechazaraacute el mal para escoger el bien (Is 714-16) Indicoacute que naceriacutea de una Virgen [ex Virgine] Significoacute que seriacutea verdadero hombre por el hecho de comer y por llamarle laquoel infanteraquo y hasta por imponerle su nombre [vere homo (erit) per (hoc) quod manducat manifestavit et eo quod infantem dicit eum verum etiam eo quod nomen imponitur ei] Ya que eacuteste es un extraviacuteo auacuten del que ha nacido90
Aquiacute ademaacutes de unir la promesa profeacutetica y el signo Ireneo aprovecha la
imagen de Isaiacuteas para ilustrar un necesario crecimiento en el Emmanuel No soacutelo
fiacutesico como infante sino personal en sabiduriacutea y discernimiento en experiencia
frente al bien y el mal y en sujecioacuten a la ley humana pues no nace como hombre
perfecto y acabado sino como recieacuten nacido
Si recordamos el capiacutetulo I cuando Dios crea a Adaacuten distingue dos momentos
la mezcla inicial o barro (tierra seca y virtus de Dios que lo humedece) y la
plasmacioacuten de esa mixis por las Manos de Dios (el Verbo y el Espiacuteritu) Pues bien
tambieacuten en Cristo hay que atender los dos momentos
21 LA MIXIS INICIAL
El origen virginal es comuacuten al primer y segundo Adaacuten uno de tierra virgen
otro de Mariacutea virgen Pero nuestro origen proviene de la mezcla de un hombre y
una mujer iquestCoacutemo afecta a nuestra igualdad con Cristo esta diferencia En primer
lugar la identidad entre Adaacuten y el resto de la humanidad es significada en Ireneo a
partir de la genealogiacutea de Lucas91 y la teologiacutea paulina No hay duda de que somos
descendencia de Adaacuten que compartimos su misma carne e incluso su mismo
88 AH III 216 89 Cf AH III 162-3 19 1-3 2115-10 IV 231 90 Ep 53 91 Cf AH III 223 De este modo tambieacuten la eficacia soterioloacutegica de Cristo tendraacute efecto en los
antepasados hasta Adaacuten y hasta el mismo Dios Cf A Orbe laquoSan Ireneo y la primera pascua del Salvadorraquo 309 BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret (Madrid 2007) 32
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pecado como seres humanos92 La identidad en la materia originaria es indudable
laquoel Sentildeor conoce nuestro barro sabe de queacute estamos hechosraquo93
Pero si en Cristo queriacutea Dios renovar al primer Adaacuten y recapitular todo lo
creado iquestpor queacute no tomoacute Dios barro para modelarlo de nuevo laquoPara que no fuese
hecha ninguna otra plasis diversa de aqueacutella ni otro sujeto de Salud sino la misma
que debiacutea ser recapitulada conservando la semejanzaraquo94 Ireneo repite desde otro
aacutengulo la misma idea la humanidad no es algo tan deteriorado o roto que necesite
ser desechado y vuelto a crear En absoluto La bondad creatural de Dios su huella
en nosotros es maacutes fuerte que el pecado o la debilidad del barro Por eso Cristo no
quiso un aacutenthropos distinto del ya creado no quiso asumir otra carne que la
nuestra para hacerla suya y salvarla
Desde aquiacute la carne de Mariacutea tiene un sentido profundo en el plan salvador de
Dios95 Nada maacutes lejano a lo que proclaman los herejes para dar supuestamente
mayor valor espiritual a Cristo cuando dicen que laquopasoacute por Mariacutea como el agua
por un tuboraquo96 y su humanidad fue soacutelo aparente97
Yerran pues quienes afirman que eacutel nada recibioacute de la Virgen para arrancar la herencia de la carne arrebatan tambieacuten la semejanza Porque si aquel primero tuvo su creacioacuten y su substancia de la tierra por mano y arte de Dios pero Dios no hubiese hecho a eacuteste de [ex] Mariacutea no se conservariacutea la semejanza en el ser hecho hombre seguacuten la imagen y la semejanza (Geacuten 1 26) y el Hacedor se mostrariacutea inconsecuente no teniendo coacutemo manifestar su sabiduriacutea Lo mismo es afirmar que aparecioacute como un hombre sin ser hombre y decir que se hizo hombre sin tomar nada del hombre Porque si no tomoacute del hombre la substancia de la carne tampoco se hizo hombre ni Hijo del Hombre Y si no se hizo aquello mismo que nosotros somos no hizo gran cosa el sufrimiento de su pasioacuten [] De otro modo habriacutea sido inuacutetil su descenso a Mariacutea iquestPara queacute descendiacutea a ella si nada debiacutea tomar de ella Y si nada hubiese tomado de Mariacutea no habriacutea sido propio tomar alimento de la tierra [] Ni habriacutea ayunado por cuarenta diacuteas y tenido hambre [] ni su disciacutepulo Juan habriacutea escrito diciendo de eacutel laquoJesuacutes fatigado del camino se sentoacuteraquo (Jn 46) ni David habriacutea preanunciado de eacutel laquoEllos han antildeadido al dolor de mis heridasraquo (Sal 69[68]27) ni habriacutea llorado por Laacutezaro (Jn 1135) ni habriacutea sudado gotas de sangre (Lc 2244) ni habriacutea dicho laquoMi alma estaacute tristeraquo (Mt 2638) ni al abrir su costado habriacutean
92 Cf AH III 232 93 Sal 10314 94 AH III 21 10 95 E CONDE laquoLos sentidos salviacuteficos Mariacutea como oyente en las fuentes patriacutesticas de los primeros
siglosraquo Carthaginensia 20 (2004) 35-56 Aquiacute 37-38 A ORBE Espiritualidad de San Ireneo (Roma 1989) 319-330 ID laquoLa Virgen Mariacutea abogada de la virgen Eva En torno a san Ireneo AH V 191raquo Gregorianum 63 (1982) 453-506
96 AH III 113 Cf AH III 161 V 12 97 Cf AH III 191212 IV 3345
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salido sangre y agua (Jn 1934) Todos estos son signos de una carne sacada de la tierra la cual recapituloacute en siacute para salvar su propio plasma98
En Mariacutea tanto por su carne99 como por su laquocooperante disposicioacutenraquo100 se
laquorecapitularaquo tambieacuten a Eva a toda la humanidad101 Una indoacutecil la otra obediente
una causa de muerte otra causa de salvacioacuten una seducida y engantildeada otra
evangelizada una para alejarse de Dios y otra para engendrarlo De esta manera
no solo Cristo nuevo Adaacuten verdadero Dios y hombre nos regenera con su
obediencia sino que tambieacuten cuenta con la respuesta libre y fiel del ser humano
que acoge su Palabra como la acogioacute Mariacutea mostrando una vez maacutes que nada hay
entre Dios y el hombre que no requiera la participacioacuten libre de ambos En Mariacutea
la astucia del mal es vencida por la sencillez del bien102
Significando asiacute la recirculacioacuten que hay de Mariacutea a Eva porque no se desatariacutea de otro modo lo que estaacute atado sino siguiendo el modo inverso de la atadura [] El nudo de la desobediencia de Eva se desatoacute por la obediencia de Mariacutea pues lo que la virgen Eva atoacute por su incredulidad la Virgen Mariacutea lo desatoacute por su fe103
En definitiva la mixis inicial de barro en Adaacuten es en cada ser humano la mixis
de varoacuten y mujer iquestY en Cristo El Verbo en persona se mezcla con la humanidad
virginal de Mariacutea con la fuerza del Espiacuteritu Santo104 pues de no ser asiacute no
podriacuteamos decir que es el Hijo de Dios quien se encarna Estariacuteamos abocados a un
adopcionismo105 aunque fuera en el seno materno Es decir se requiere que
previamente a la plasmacioacuten el Verbo esteacute ya mezclado con la humanidad virginal
de Mariacutea desde el principio106 dando lugar a una mixis humano-divina Con lo cual
98 AH III 221-2 99 Cf AH III 2110 100 AH III 217 101 Cf J M BOVER laquoUn texto de san Pablo (Gaacutel 44-5) interpretado por San Ireneoraquo Estudios
Eclesiaacutesticos 17 (1943) Aquiacute 177
102 Cf AH V 191 Cf E ROMERO POSE laquoApuntes sobre el ministerio en San Ireneoraquo Seminarios 53 (2007) 431-467 Curiosamente realza la sencillez de Eva a pesar de su participacioacuten en la caiacuteda laquoNada se le acusaraacute a quien actuacutea por simpleza y sin malicia todo se le imputaraacute a quien se deje conducir por la mentira La primera Eva contrasta con la nueva Eva Mariacutea En una y otra refulge mdashpor ser ambas plasis creacioacuten de Diosmdash la sencillez aunque en la primera la inexperiencia le impediacutea la inteleccioacuten literal obvia de la Palabra del Creadorraquo Ibid 439
103 AH III 224 104 Cf Lc 135 105 Cf A ORBE laquoiquestSan Ireneo adopcionista En torno a AH III 191raquo Gregorianum 65 (1984) 5-52
106 Siglos despueacutes podemos intuir la misma idea cuando afirma K RAHNER laquoEn la encarnacioacuten el Logos crea asumiendoraquo ID laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV (Madrid 1964) 154
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bien podemos deducir que para Ireneo hay ser humano a partir de esa mezcla
inicial (barro y virtus) pues de lo contrario la mezcla del Verbo se hubiera
producido en otro momento Aquiacute radica la verdadera Encarnacioacuten y desde aquiacute
creo que se puede entender bien lo que maacutes adelante se formularaacute
dogmaacuteticamente en diversos Concilios la doble naturaleza de Cristo y su
personaliacutesima unioacuten
Esta mezcla personaliacutesima del Verbo en el seno de Mariacutea hace totalmente
novedoso al segundo Adaacuten sin discontinuidad alguna con el primero y con toda la
humanidad La novedad de Cristo es Eacutel mismo en nuestra carne107 No precisa
desechar lo que ya existe para empezar otra humanidad nueva108 del mismo modo
que no puede ser laquouna la oveja perdida y otra la encontradaraquo109 es la misma carne
la que fue creada asumida y vivificada para la vida eterna
Ahora bien si Jesuacutes no heredoacute por generacioacuten de varoacuten el pecado de Adaacuten110
iquestfue su carne como la nuestra
Habeacuteis sido reconciliados en el cuerpo de su carne dice porque una carne justa reconcilioacute la carne retenida en el pecado y la condujo a la amistad de Dios Si seguacuten esto alguno dice que la carne del Sentildeor es distinta de nuestra carne en cuanto aqueacutella no pecoacute laquoni se encontroacute dolo en su bocaraquo (1Pe 222) y en cambio nosotros somos pecadores dice bien Pero si imaginase una distinta substancia de la carne del Sentildeor entonces en ella no tendriacutea base el discurso de la reconciliacioacuten Porque se reconcilia aquello que alguna vez estuvo enemistado Pero si el Sentildeor hubiese tomado carne de otra substancia ya no se reconciliariacutea con Dios aquello que por la transgresioacuten se habiacutea hecho enemigo Pero ahora el Sentildeor por su comunioacuten con nosotros ha reconciliado al hombre con el Padre reconciliaacutendonos con eacutel mediante el cuerpo de su carne (Col 122) y liberaacutendonos con su sangre111
Para Ireneo Cristo no pecoacute pero su carne se asemejoacute a una carne de pecado
como la nuestra112 pues lo que realmente es esencial para la salvacioacuten es que su
carne no sea distinta laquode otra substanciaraquo que la nuestra De este razonamiento
soacutelo se puede deducir que en Ireneo el pecado no modifica la laquosubstanciaraquo del ser
humano sin que esto le reste gravedad Quien salvara a los hombres tendriacutea que
107 Cf AH IV 341 108 Cf AH III 2110 109 AH V 123 110 Cf A ORBE Antropologiacutea de san Ireneo (Madrid 1997) 88 111 AH V 142-3 112 Cf AH IV 27
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ser hombre como ellos quien predicara a los humildes seriacutea humilde como ellos y
la falta de pecado no mengua tal igualdad113 Maacutes bien al contrario lo muestra en
su ser maacutes genuino
Porque todo plan de salvacioacuten en favor del hombre se haciacutea seguacuten el beneplaacutecito del Padre a fin de que Dios no quedase vencido ni se perdiese su obra de arte Pues si el hombre al que Dios habiacutea hecho para que viviese al perder la vida herido por la serpiente que lo habiacutea corrompido ya no hubiese podido volver a la vida sino que hubiese quedado enteramente abocado a la muerte entonces Dios habriacutea sido vencido y la maldad de la serpiente habriacutea triunfado sobre el designio de Dios114
Tras el pecado el ser humano estaba enfermo caiacutedo perdido alejado de Dios
pero no perdioacute el sello de Dios en su carne El bien es maacutes fuerte que el mal la Vida
maacutes que la muerte
22 LA PLASMACIOacuteN CON SUS MANOS
El segundo momento creacional es la plasmacioacuten de Adaacuten con las propias
Manos de Dios115 expresando asiacute la especial predileccioacuten de Dios por el hombre
Este momento por tanto tambieacuten debe darse en cada ser humano y en la
humanidad de Cristo
Ireneo explica este punto a partir del ciego de nacimiento116 (Jn 93ss) cuando
Jesuacutes toma barro y mezclaacutendolo con su saliva le cura Al igual que hizo al comentar
Gn 126 resalta aquiacute el hecho de que pudiendo haberle sanado con la palabra
como hizo con otros enfermos esta vez quiso hacerlo con sus propias manos
Para mostrar la mano de Dios la misma que al principio creoacute al hombre [] Aquello que el Verbo artiacutefice habiacutea dejado de hacer en el vientre lo completoacute en puacuteblico laquopara que en eacutel se manifieste la accioacuten de Diosraquo [] No necesitamos ya otra mano fuera de aquella que plasmoacute al hombre ni otro Padre al saber que la mano de Dios nos plasmoacute al principio y nos plasma en el vientre de la madre [] Pues como el Verbo nos plasma en el vientre el mismo Verbo remodeloacute los ojos del ciego de nacimiento Asiacute mostroacute que siendo nuestro Plasmador en lo escondido se manifestaba visiblemente a los seres humanos a fin de ensentildearles coacutemo antiguamente habiacutean sido modelados en Adaacuten coacutemo eacuteste habiacutea sido hecho y queacute mano lo habiacutea creado mostrando el todo por la parte pues el Sentildeor que
113 Cf A ORBE La Uncioacuten del Verbo Estudios Valentinianos III (Roma 1961) 517 ID En torno a la
encarnacioacuten (Santiago de Compostela 1985) 99-100
114 AH III 231 115 Cf AH IV pr 51 61 Ver lo que dijimos en el capiacutetulo I 116 Cf AH V 15-16
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habiacutea formado la vista es el mismo que plasmoacute todo el hombre obedeciendo a la voluntad del Padre117
Es la misma Mano quien plasmoacute al primer Adaacuten y quien plasma a cada ser
humano personalmente Cristo visibilizoacute lo que internamente se veniacutea haciendo
desde Adaacuten en el seno materno118 dando vista al ciego en una nueva modelacioacuten
de barro con su propia fuerza (al ungir los ojos con su saliva recordando la
humedad de la laquovirtusraquo de Dios su espiacuteritu) Es decir no soacutelo estaacute Dios en nuestro
origen adaacutenico sino que estaacute de hecho y realmente en cada ser humano que nace
a la vida y Cristo imagen visible del Padre nos lo mostroacute al encarnarse La
corporalidad humana no puede quedar maacutes bendecida ni elevada a mayor
dignidad Autores posteriores mantendraacuten una exeacutegesis similar de este pasaje
biacuteblico a modo de ejemplo por su belleza y plasticidad transcribimos del
Symposion
iquestCoacutemo podriacutea la naturaleza en tan breve tiempo acabar obra tan difiacutecil cual es un nuevo ser si Dios no pusiera en eacutel su mano iquestQuieacuten coaguloacute la sustancia informe de los huesos iquestQuieacuten los unioacute de manera que los miembros flexibles puedan contraerse y dilatarse mediante los nervios articulaacutendose en las apoacutefisis iquestDe queacute dios vino la levadura que transformoacute el jugo inicial en emulsioacuten sanguiacutenea el limo en carne delicada sino del solo oacuteptimo Obrero que elabora la imagen maacutes racional y dotada de alma de Siacute propio el hombre que somos nosotros plasmaacutendola y trabajaacutendola como cera en la matriz a partir de algunas gotas insignificantes de simiente iquestQuieacuten vela para impedir que el embrioacuten sea sofocado con asfixia interna por los humores y el apretamiento de las paredes donde se aloja Y iquestquieacuten luego de venido ya a luz el nintildeo tan deacutebil y tierno todaviacutea le da robustez fuerzas y formas convenientes sino aquel soberano Artiacutefice Dios como antes dije que con su virtud creadora retoca y pone a punto sus ideas a manera de quien disentildea y pinta para hacer imaacutegenes de Cristo119
Y cuando Jesuacutes salva tambieacuten redime regenera y renueva lo viejo y caduco que
hay en el hombre por el pecado La ceguera de nacimiento se convierte en un
expresivo siacutembolo de la lejaniacutea de Dios del ocultamiento del hombre frente a su
Creador120 Ante la desobediencia y transgresioacuten no hay castigo ni reproche sino
perdoacuten121 hay buacutesqueda para llevarnos cuidadosamente sobre siacute y recobrar la
relacioacuten perdida
117 AH V 15 2-3 118 Cf A ORBE Antropologiacutea 81 y 84 119 Cit en Ibid 80 120 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y el discurso de Nazaret (Lc 418s=Is 611s)raquo Scriptorium Victoriense
17 (1970) 202-219 Aquiacute 218-219
121 Cf AH V 1713
CAPIacuteTULO III
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[La mano de Dios] nos buscoacute en los uacuteltimos diacuteas al mirarnos perdidos (Lc 1910) para recobrar su oveja perdida y volverla a cargar sobre sus hombros a fin de llevarla lleno de alegriacutea de nuevo al rebantildeo [] Y porque el hombre necesitaba el lavado de regeneracioacuten en la misma carne plasmada en Adaacuten despueacutes de que el Sentildeor ungioacute sus ojos con el lodo le dijo laquoVe a lavarte en Siloeacuteraquo (Jn 97) De este modo le devolvioacute al mismo tiempo lo que le correspondiacutea a la creacioacuten y al lavado de la regeneracioacuten Por eso una vez que se hubo lavado laquovolvioacute a verraquo (Jn 97) a fin de que al mismo tiempo conociera a su Creador y reconociera al Sentildeor que le dio la vida La Escritura indica lo que habiacutea de suceder cuando habieacutendose escondido Adaacuten despueacutes de su desobediencia al atardecer el Sentildeor se acercoacute a eacutel y lo llamoacute preguntando laquoDoacutende estaacutesraquo (Geacuten 31) En los uacuteltimos tiempos el mismo Verbo de Dios vino a llamar al ser humano para recordarle sus obras por las cuales se habiacutea escondido de Dios Pues asiacute como entonces Dios buscoacute a Adaacuten al atardecer para hablarle asiacute tambieacuten en los uacuteltimos tiempos por medio de la misma voz lo visitoacute en busca de su raza122
Formaba parte del plan de Dios manifestar visiblemente123 la imagen que
configura a todo hombre aunque Adaacuten no hubiera pecado Ninguacuten otro podiacutea
revelar este misterio mejor que el mismo Verbo124 que asumiendo la misma plasis
se hizo eacutel mismo semejante y asiacute nos devolvioacute la capacidad de asemejamiento que
habiacutea quedado tan debilitada por el pecado No es de extrantildear que esta semejanza
con el Hijo haga al hombre laquoprecioso para el Padreraquo pues ve ahora manifiesto lo
que entonces plasmoacute oculto en el barro
El Verbo de Dios se hizo hombre hacieacutendose eacutel mismo semejante al hombre y haciendo al hombre semejante a eacutel a fin de que por esa semejanza con el Hijo el hombre se haga precioso para el Padre [ad Filium similitudinem pretiosus homo fiat Patri] En los tiempos antiguos en efecto se deciacutea que el hombre habiacutea sido hecho seguacuten la imagen de Dios pero no se mostraba pues auacuten era invisible el Verbo a cuya imagen el hombre habiacutea sido hecho Por tal motivo eacuteste faacutecilmente perdioacute la semejanza Mas cuando el Verbo de Dios se hizo carne (Jn 114) confirmoacute ambas cosas mostroacute la imagen verdadera hacieacutendose eacutel mismo lo que era su imagen y nos devolvioacute la semejanza y le dio firmeza para hacer al hombre semejante al Padre invisible por medio del Verbo visible125
Si la creacioacuten de Dios hizo de cada ser humano laquoopera autem Deiraquo126 la
encarnacioacuten de Cristo lo convierte en laquopretiosus ad Patriraquo127 lo cura lo lava y lo
122 AH V 152-4 123 Cf AH III 91 166 IV 656 72 V 174 124 Cf AH IV 334 125 AH V 162 126 AH V 152 127 laquoLa expresioacuten pretiosus fieri en contraste con pretiosus esse mira probablemente a los
valentinianos Seguacuten estos el espiritual era precioso por naturaleza [] Seguacuten Ireneo el hombre se hace precioso ante Dios con meacuterito merced a su libertadraquo (A ORBE Teologiacutea de San Ireneo II Comentario al V libro del Adversus Haereses [Madrid 1987] 91-92) Podriacuteamos antildeadir que el hombre se hace gracias al asemejamiento de la carne del Verbo con nuestra carne para asiacute asemejarnos nosotros a Eacutel Esta progresioacuten tambieacuten la mantiene ROUSSEAU en la traduccioacuten francesa laquolrsquohomme devienne preacutecieux aux yeux du Pegravereraquo (ID Contre les Heacutereacutesies Livre V t II SCh 153 (Pariacutes 1969) 217
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 95
embellece Quien puede curar una parte sanaraacute todo el cuerpo Desde esta clave
interpreta tambieacuten Ireneo el lavatorio de los pies a los disciacutepulos en la Uacuteltima Cena
laquoquien lavoacute los pies a sus disciacutepulos santificoacute y purificoacute todo su cuerporaquo128 Los
disciacutepulos recostados a la mesa se convierten en signo de toda la humanidad antes
y despueacutes que ellos Jesuacutes comienza por santificar los pies (lo uacuteltimo) para llegar
hasta la cabeza y servir el banquete a todo el geacutenero humano129
Pues bien tambieacuten este segundo momento de plasmacioacuten es comuacuten a Adaacuten y
al resto de la humanidad iquestY al Verbo encarnado El mismo Verbo en cuanto Dios
laquollevoacute a teacutermino la concepcioacuten de la Virgenraquo130 por tanto tambieacuten en su
encarnacioacuten tuvo un papel activo eacutel mismo laquoabririacutea puramente la matriz pura que
regenera los hombres para Dios la cual eacutel mismo hizo puraraquo131 La carne de Cristo
desde el inicio mezclada en personal comunioacuten con el Verbo conlleva en siacute de un
modo singular y uacutenico la imagen que todo ser humano adquiere por el tacto del
Hijo en la plasmacioacuten Tambieacuten su humanidad adquiere la semejanza del Espiacuteritu
laquocuando reviste por fuera mdashcomo cualidad fiacutesicamdash la claridad misma del Espiacuteritu
Santo infundida por el Verbo a su carneraquo132 De este modo en la carne de Cristo se
une la imagen y la semejanza de un modo irrepetible y no por ello exento del
necesario crecimiento humano Ireneo lo expresa comparando la humanidad de
Cristo con el arca recubierta por dentro y por fuera con el oro de la divinidad133
Por eso podemos decir que laquoen la encarnacioacuten las manos de Dios las mismas que
habiacutean intervenido en la primera creacioacuten del ser humano hacen que Jesuacutes quede
incorporado como hombre de la raza de Adaacuten y pueda ser y llamarse el segundo
Adaacuten en el cual inicia la segunda creacioacutenraquo134
128 AH IV 221 129 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y la primera Pascua del Salvadorraquo 313-316 130 AH III 192 131 AH IV 3311 132 A ORBE Antropologiacutea 147-148
133 Cf AH V 122 Se atribuye a Hipoacutelito un fragmento que podriacutea tener su autoriacutea en Ireneo laquoAsiacute como el arca habiacutea sido recubierta por dentro y por fuera con oro puro asiacute tambieacuten el cuerpo de Cristo era puro y resplandeciente Estaba adornado por dentro con el Logos y custodiado por fuera con el Espiacuterituraquo Cit por A ORBE Ibid 148 nota 82
134 C I GONZAacuteLEZ laquoCreo en el Espiacuteritu Santo la confesioacuten de san Ireneoraquo Revista Teoloacutegica Limense 30 (1996) 22-47 Aquiacute 37
CAPIacuteTULO III
96 | Humana augens
Para Ireneo Cristo es carne de nuestra carne pues no hay maacutes plasma que el
de Adaacuten que es el nuestro obra de Dios Y hasta tal punto asumioacute nuestra misma
carne que eacutel que no cometioacute pecado se hizo carne de pecado por nosotros En
uacuteltimo teacutermino es la salvacioacuten misma quien requiere esta identidad substancial en
la carne por dos motivos Uno es que laquosi el Sentildeor se hubiese hecho carne en otra
Economiacutea y hubiese asumido la carne de otra substancia no habriacutea recapitulado
en siacute mismo al hombre ni se podriacutea decir que se hizo carneraquo135 y por otro lado
laquoporque el enemigo no seriacutea justamente vencido si el que lo venciese no fuese un
hombre nacido de mujerraquo136 Por tanto parece adecuado poder aplicar los rasgos
de la carne de Adaacuten a la carne que el Verbo hace suya para nuestra salvacioacuten Entre
ellos el crecimiento
Ahora ya podemos preguntarnos coacutemo entiende Ireneo la salvacioacuten en Cristo
iquestPor queacute Cristo nos salva al encarnarse137 iquesttiene alguna relevancia salviacutefica su
humanidad iquesty su crecimiento
3 iquestQuieacuten si no el Verbo podriacutea unir al hombre con Dios
Hemos intentado mostrar coacutemo para Ireneo soacutelo hay un uacutenico proyecto en
Dios iniciado en la Creacioacuten con capacidad suficiente para ir desarrollaacutendose y
creciendo bajo la guiacutea del Espiacuteritu en la carne Y iquestquieacuten maacutes que el Hijo por quien
fue creado y modelado el ser humano puede llevar al hombre hasta Dios138 Eso siacute
dado que de hecho esta historia humana estaacute atravesada por el pecado tal
salvacioacuten teleioacutetica139 prevista por el Dios desde siempre conllevaraacute ahora la
135 AH V 142 136 AH V 211 137 En realidad es la pregunta que despueacutes san Anselmo volveraacute a plantear Cur Deus homo iquestPor
queacute un Dios hombre Es la conciencia clara del viacutenculo indisoluble entre cristologiacutea antropologiacutea y soteriologiacutea
138 Cf K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 141 Seguacuten O GONZAacuteLEZ DE CARDEDAL laquocontra lo que afirman Rahner y Balthasar San Agustiacuten no dice que cualquiera de las tres divinas personas podiacutea haberse encarnadoraquo (cf Cristologiacutea 390 nota 79) Maacutes bien se deberiacutea a Pedro Lombardo haber introducido esta opinioacuten a partir de Agustiacuten
139 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 13-24 De hecho eacutel sentildeala que los dos vocablos principales de Ireneo para hablar de salvacioacuten son el verbo salvare (ςώζειν) con su sustantivo correspondiente y el teacutermino τελείωςισ
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 97
redencioacuten la sanacioacuten mdashsalusmdash del pecado Dicho de otro modo maacutes simple y
esquemaacutetico Dios no nos salva para perdonar nuestro pecado sino que perdona
nuestro pecado porque desde siempre quiso salvarnos divinizarnos compartir
con nosotros su vida eterna
Por eso es fundamental que Cristo sea verdadero Dios y verdadero hombre140
ya que soacutelo Dios puede dar el Espiacuteritu que perfecciona y solo un hombre puede
asumir la vida humana en obediencia libre al proyecto de Dios Para esto se
encarnoacute Cristo141 y en esto consiste la salvacioacuten Veamos primero coacutemo
fundamenta Ireneo la verdadera humanidad y divinidad de Cristo para contemplar
despueacutes coacutemo en la unioacuten plena de sus dos naturalezas se estaacute dando ya la
comunioacuten perfecta que esperamos nosotros alcanzar con Dios
A grandes rasgos negaban la encarnacioacuten los que no aceptaban que Cristo
asumiera la carne en verdad sino soacutelo aparentemente (docetas142) quienes no
admitiacutean que su carne sea como la nuestra sino de laquosustancia psiacutequicaraquo
(gnoacutesticos143) y quienes pensaban que fue un hombre como nosotros y por tanto
no era Dios (ebionitas y judaizantes144)
Su verdadera humanidad se fundamenta no soacutelo por su nacimiento virginal
(que como hemos visto es sentildeal tanto de verdadera humanidad cuanto de la
divinidad de Cristo) sino tambieacuten por su Pasioacuten Ireneo insiste en hacer del
sufrimiento de Cristo una prueba de su verdadera humanidad entre otras cosas
porque muchos negaban que hubiera sido algo maacutes que apariencia
140 Cf AH V 183 141 Ireneo lo expresa de distintos modos aunque siempre partiendo de aquiacute se encarna por amor
(AH III 42) para posibilitarnos un nuevo nacimiento (AH V 13) para luchar a nuestro favor (AH IV 241) para vencer a nuestro enemigo (AH IV 334) para recuperar la semejanza y darnos el crecimiento (AH V 11) para mezclarse con nosotros y hacernos hijos (AH III 191) para alcanzar la inmortalidad en comunioacuten con Dios (AH V 143) para recapitular a toda criatura (AH III 221)
142 Cf AH III 186 143 Entre los gnoacutesticos de un modo u otro se distingue en Cristo el que es enviado por el Padre el
que salva y el que padece en la economiacutea (cf AH III 161 1668 174) Una vez maacutes el dualismo gnoacutestico queriendo dejar clara la incompatibilidad entre la divinidad y la indignidad de la materia y la carne
144 Cf AH III 191 162 A ORBE Cristologiacutea gnoacutestica Introduccioacuten a la soteriologiacutea de los siglos II y III vol I (Madrid 1976) 351-379 ID laquoEn torno a los ebionitas Ireneo AH IV 334raquo Augustinianum 33 (1993) 315-337 ID laquoLa encarnacioacuten entre los valentinianosraquo Gregorianum 53 (1972) 201-235
CAPIacuteTULO III
98 | Humana augens
Porque si no sufrioacute verdaderamente no le debemos agradecer nada pues a nada se reduce su pasioacuten y cuando nosotros comencemos a sufrir de verdad pareceraacute que nos engantildea cuando nos exhorta a poner tambieacuten la otra mejilla (Lc 629 Mt 539) si es que eacutel no sufrioacute primero en verdad y asiacute como habriacutea mentido cuando hizo parecer a ellos lo que no era tambieacuten nos miente cuando nos exhorta a sobrellevar aquellas cosas que eacutel no soportoacute145
Es decir asumir la carne humana implica asumirla en su totalidad146
especialmente en lo que tiene de maacutes doloroso de mayor lucha pues tambieacuten el
hombre experimenta como mayor bien aquello por lo que es capaz de soportar
libre y amorosamente el sufrimiento Si en Cristo fue solo aparente ademaacutes de
negar la verdad de su carne se niega la verdad de su predicacioacuten y de su vida Maacutes
auacuten se niega la verdad de su amor por el geacutenero humano puesto que nos habriacutea
mentido algo que no es propio de Dios sino del Seductor147
Y de poco serviriacutea que la carne de Cristo fuera como la nuestra si soacutelo fuera un
hombre maacutes148 En cuanto a su divinidad la insistencia de Ireneo se cifra en
asegurar la identidad entre el Hijo de Dios preexistente desde siempre149 Cristo el
Sentildeor hecho carne que vivioacute y sufrioacute entre nosotros y el Cristo glorioso que
laquovendraacute de nuevo en la gloria del Padre para resucitar a toda carneraquo150 Si la
protologiacutea de Ireneo quiere mostrar que soacutelo hay un ser humano y soacutelo un Dios al
hablar de Cristo y su encarnacioacuten tambieacuten insiste en que es uno y el mismo Cristo
se mezcla con su creatura y se hace carne sin dejar de ser Dios No hay un Verbo
preexistente y un hombre Jesuacutes independiente que se unen en un determinado
momento como vimos al hablar de su concepcioacuten virginal Para Ireneo Cristo es ya
y siempre el Verbo encarnado no solo el Verbo preexistente151
Del mismo modo Ireneo niega expresamente la doctrina gnoacutestica que soacutelo ve
en Jesuacutes el hijo de Mariacutea negando la divinidad como Hijo de Dios antes del Jordaacuten o
afirmando que el Hijo descendioacute sobre Jesuacutes en ese instante y regresoacute al cielo antes
145 AH III 186 Cf AH III 169 181457 146 Cf AH V 11 147 Cf AH V 231 241 322 148 Cf AH III 204 149 Cf AH III 83 1128 181 192 IV 627 203 150 AH III 166 Cf AH III 923 104 1137 127 161-59 1714 183-5 IV 92 114 3310 151 laquoLa originalidad de Ireneo sobre Justino consiste en que para Justino Cristo es un tiacutetulo que
corresponde al Verbo mientras que Ireneo lo concreta al Verbo en cuanto encarnadoraquo (J M ARROacuteNIZ laquoLa salvacioacuten de la carne en S Ireneoraquo 24 nota 65)
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 99
de la Pasioacuten y muerte para no sufrir152 Siendo Dios desde siempre es el mismo
antes y despueacutes de su bautismo A diferencia de los valentinianos que ensentildeaban la
uncioacuten de Jesuacutes en cuanto Dios y en cuanto hombre Ireneo afirma que cuando
Jesuacutes es ungido153 es el Verbo encarnado quien recibe ese sello en su carne154 No
hay divisioacuten
Ireneo vio anunciada esta unidad inseparable de ambas naturalezas155 por los
profetas156 mostrando la paradoja de rasgos y funciones aparentemente
contrapuestas en Eacutel
Que es hombre sin belleza y pasible (Is 532-3) que se sentoacute sobre el pollino de una asna (Zac 99) que bebioacute hiel y vinagre (Sal 6922) que fue despreciado del pueblo y que descendioacute hasta la muerte (Sal 22716) pero tambieacuten que es Sentildeor santo y Consejero admirable (Is 95) hermoso a la vista (Sal 453) Dios fuerte (Is 95) que viene sobre las nubes como Juez de todos (Dan 71326) Esto es lo que las Escrituras profetizan de eacutel En cuanto hombre lo era para ser tentado en cuanto Verbo para ser glorificado el Verbo se reposoacute para que pudiera ser tentado deshonrado crucificado y muerto (1 Cor 1553-54 2 Cor 54) habitando en aquel hombre que vence y soporta (el sufrimiento) y se comporta como hombre de bien y resucita y es asumpto al cielo Este es el Hijo de Dios Sentildeor nuestro Verbo existente del Padre e Hijo del Hombre porque nacioacute de (ex) la Virgen Mariacutea que tuvo su origen de los hombres pues ella misma era un ser humano (άνϑρωποσ) tuvo la generacioacuten en cuanto hombre y asiacute llegoacute a ser Hijo del Hombre157
152 Cf AH III 174 153 No siempre liga Ireneo la presencia del Espiacuteritu en Cristo con la uncioacuten del Jordaacuten (cf Ep 9
47 53) aunque en otros sitios aluda expliacutecitamente al bautismo y por tanto podamos deducirlo (cf AH III 93) Lo importante creo que es esta conciencia de que en la carne de Cristo se dio de un modo especialiacutesimo la presencia operante del Espiacuteritu en una comunioacuten plena Tampoco entramos aquiacute en la llamada laquouncioacuten coacutesmicaraquo que el Hijo recibe del Padre como primogeacutenito de la Creacioacuten para revertir despueacutes esa misma uncioacuten en todo el universo Cf S PUERTOS MARTIacuteNEZ ndash F J VILARINtildeO
RUIZ laquoLa accioacuten del Espiacuteritu Santo en la encarnacioacuten y el bautismo de Jesuacutes seguacuten Ireneo de Lyonraquo 107-110 A ORBE La uncioacuten del Verbo 516-520 ID Introduccioacuten a la teologiacutea de los siglos II y III (Roma-Salamanca 1988) 661-666 N A VAacuteZQUEZ NIETO La uncioacuten en la teologiacutea de San Ireneo de Lyon (Tesina de Licenciatura U P Comillas Madrid 2008)
154 Cf AH III 61 93 127 Ep 53 Hasta el siglo IV el bautismo de Jesuacutes fue considerado central Ireneo como Ignacio de Antioquiacutea Justino o Atanasio no duda de la uncioacuten de la humanidad de Cristo (no de su divinidad) para poder llevar a cabo la misioacuten encomendada por el Padre Seraacute despueacutes por prevencioacuten antiarriana cuando se reste importancia a este hecho para no caer en posibles adopcionismos Cf L F LADARIA laquoAtanasio de Alejandriacutea y la uncioacuten de Cristo (Contra Arrianos I 47-50)raquo JJ FERNAacuteNDEZ SANGRADOR (coord) Plenitudo Temporis Miscelaacutenea Homenaje al Prof Dr Ramoacuten Trevijano Etchevarriacutea (Salamanca 2002) 469-479 aquiacute 470 A ORBE laquoEl espiacuteritu en el bautismo de Jesuacutes (en torno a san Ireneo)raquo Gregorianum 76 (1995) 663-699 aquiacute 670691 C GRANADO laquoActividad del Espiacuteritu Santo en la Historia de la Salvacioacuten seguacuten san Ireneoraquo Communio 15 (1982) 27-45 aquiacute 39 J J AYAacuteN CALVO laquoLa venida sin gloria del Espiacuteritu A propoacutesito de la dificultad textual de Diaacutelogo 497raquo L QUINTEIRO FIUZA ndash A NOVO (ed) En camino hacia la gloria (Santiago de Compostela 1999) 238-247 aquiacute 246
155 Cf AH III 93 IV 332 V 11 173 183 Ep 9 30 35 59 156 Cf AH IV 33 11-13 157 AH III 19 2-3
CAPIacuteTULO III
100 | Humana augens
De nuevo es la Pasioacuten un momento central para contemplar la verdad maacutes
profunda de Cristo Dios salvaacutendonos el Hombre permaneciendo en la prueba y en
el bien soportando de un modo nuevo el sufrimiento en obediencia hasta la
resurreccioacuten Es decir dejando que su carne sea poseiacuteda por el Espiacuteritu pues por siacute
misma no hubiera sido capaz No hubiera podido hacer ese camino de crecimiento
Al recibir el Espiacuteritu su carne toma una especial fuerza para asemejarse en
cuanto hombre158 con Dios visibilizada tambieacuten en la capacidad para llevar a cabo
su misioacuten159 evangelizar a los pobres y liberar a los esclavos del pecado160 El
mismo Espiacuteritu que a lo largo del todo el Antiguo Testamento ha venido
capacitando al ser humano161 se derramaraacute sobre todo el geacutenero humano162 tal
como anunciaron los profetas para lograr laquola unidad y comunioacuten entre Dios y los
hombresraquo163 Pero primero teniacutea que descansar en Jesuacutes
Descendioacute [el Espiacuteritu] sobre el Hijo de Dios hecho Hijo del Hombre para acostumbrarse a habitar con eacutel en el geacutenero humano a descansar en los hombres y a morar en la criatura de Dios obrando en ellos la voluntad del Padre y renovaacutendolos de hombre viejo a nuevo en Cristo164
Es el mismo Espiacuteritu que acompantildea al ser humano desde la Creacioacuten que ha
guiado al pueblo de Israel que pidioacute David que ungioacute a Cristo y que descendioacute
sobre los apoacutestoles en Pentecosteacutes165 Tambieacuten a nosotros ese mismo Espiacuteritu
como hizo en Eacutel nos iraacute asemejando y acrecentando hasta hacernos perfectos en
Dios tal como hace Eacutel las cosas aconsejaacutendonos y atrayeacutendonos nunca
forzaacutendonos
Nosotros los que hemos nacido recientemente recibimos el crecimiento del que es perfecto y anterior a toda la creacioacuten (el Verbo) y el uacutenico bueno y excelente y a semejanza de aqueacutel para obtener de eacutel el don de la incorrupcioacuten puesto que hemos sido predestinados a existir (Ef 111-12) cuando auacuten no existiacuteamos [] El es completo en todo como Verbo poderoso y hombre verdadero [] Y como de modo injusto dominaba sobre nosotros la apostasiacutea y siendo nosotros por naturaleza propiedad de Dios
158 Cf AH III 93 159 Cf A ORBE laquoSan Ireneo y el discurso de Nazaret (Lc 418s=Is 611s)raquo Scriptorium Victoriense
17 (1970) 5-33 Aquiacute 5-8
160 Cf Is 61 1-2 Ep 9 161 Cf AH IV 208 162 Cf AH III 104 119 121 171 163 AH V 11 164 Cf AH III 171 165 Cf Joel 31 Mt 1020 2819 AH III 172 93 104 127 IV 311-3 V 11
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 101
todopoderoso nos enajenoacute [el Seductor] contra naturaleza y nos hizo sus disciacutepulos como el Dios Verbo es poderoso y no falla en la justicia justamente se volvioacute contra esa apostasiacutea para redimir de ella lo que era suyo no por la fuerza como aqueacutella habiacutea dominado nuestros inicios arrebatando insaciablemente lo que no era suyo sino por persuasioacuten como conveniacutea a un Dios que persuade y que no nos fuerza a recibir lo que eacutel quiere de modo que ni se destruyese lo que es justo ni se perdiese la antigua criatura de Dios [] Dando su vida por la nuestra y su carne por nuestra carne [] Asiacute trajo a Dios a los hombres mediante el Espiacuteritu y levantoacute a los hombres a Dios por medio de su propia carne166
Su accioacuten no es solamente ejemplar o externa Es maacutes que eso167 es iniciar en
la humanidad de Cristo lo que eacutel mismo haraacute extensible despueacutes a toda carne por el
Espiacuteritu168 confiriendo los mismos efectos que tiene en eacutel o abriendo las misma
posibilidades que se abren en Eacutel de crecer hasta la perfeccioacuten hasta la comunioacuten
con Dios cuando sea glorificado
No seriacutea extrantildeo que nos preguntaacuteramos queacute necesidad habiacutea de ungir la carne
de Cristo Verbo encarnado puesto que era Dios hecho hombre por nosotros En
realidad estariacuteamos preguntando cristoloacutegicamente lo que ya preguntamos
antropoloacutegicamente169 iquestpor queacute Cristo no fue perfecto desde el principio en su
carne iquestPor queacute tuvo que hacer un proceso humano de crecimiento para
salvarnos iquestAcaso no es ya suficientemente misterioso y grandioso que eacutel se haya
hecho uno de nosotros para hacernos como Eacutel
Es decir en el fondo estamos pidiendo que soacutelo por hacerse humano el Verbo
ya lleve en su carne la imagen y semejanza plena que en nosotros soacutelo se daraacute en el
lento madurar de la carne y el Espiacuteritu En el fondo estamos pidiendo que por su
encarnacioacuten casi fiacutesicamente la carne del Verbo goce de todas las propiedades y
virtudes de Dios y nos pueda hacer partiacutecipes de ellas para nuestra salvacioacuten
166 AH V 11 167 Dimensioacuten compartida por otros autores como Clemente Alejandrino representante claro de
una soteriologiacutea entendida como paideia Sin embargo a pesar de coincidir en la necesidad del proceso del perfeccionamiento de Cristo como pedagogo que guiacutea y ensentildea la dimensioacuten de realizacioacuten primera en la humanidad de Cristo como participacioacuten nuestra real y anticipada no es la comunioacuten con el Logos como un germen divino o chispa puesta en el alma de estas teologiacuteas de corte alejandrino Una vez maacutes el acento se pone en sitios diversos Cf CLEMENTE ALEJANDRINO El pedagogo FuP 5 (Madrid 1994) Stromata I FuP 7 (Madrid 1996) Stromata II-III FuP 10 (Madrid 1998) R TREVIJANO Patrologiacutea (Madrid 1998) 152-154 W JAEGER Cristianismo primitivo y paideia griega (Meacutexico 71998) De hecho Jaeger no cita a Ireneo ni una sola vez al estudiar la paideia en relacioacuten al cristianismo primitivo
168 Cf AH III 93 169 Cf Lo dicho en nuestro capiacutetulo II
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102 | Humana augens
Tal razonamiento no toma en serio el dinamismo creatural que Dios quiso dar
a la carne Es no tomar en serio la carne de Cristo como laquoverdadera carneraquo Es no
tomar en serio la accioacuten madurativa del Espiacuteritu en la salvacioacuten respetando
nuestra libertad la libertad humana de Jesuacutes Eacutel tuvo que hacer su propio proceso
madurativo bajo la accioacuten del Espiacuteritu recibido en el Jordaacuten pasando por el
sufrimiento el abandono de Dios y la muerte hasta la resurreccioacuten Sin
automatismos al ritmo de la carne en la medida que se abriacutea al Espiacuteritu como
ninguacuten ser humano lo ha hecho jamaacutes El quicio de la Salvacioacuten estaacute en Cristo que
no es soacutelo el Verbo eterno (preexistente) ni el Verbo encarnado (Jesuacutes Nintildeo
creciendo) sino el Verbo encarnado maduro y lleno del Espiacuteritu Santo que ha ido
acostumbrando su carne a Dios ha ido dejando transformar su carne humana en
carne gloriosa espiritual170
La unidad de accioacuten trinitaria manifestada en la creacioacuten y en el cuidado
permanente de la criatura tambieacuten se muestra como era de esperar en este
proceso de perfeccionamiento y salvacioacuten171 que como hemos dicho es tambieacuten
redentor Ireneo lo expresa bellamente cuando interpreta la paraacutebola del Buen
Samaritano172 viendo en Cristo a aquel que se acerca al hombre herido y lo deja en
manos del Espiacuteritu Santo como buen posadero para que le cure y le restablezca
Los dos denarios173 se entregan como arras que llevan inscritas la imagen del
Padre y del Hijo para que este hombre herido y debilitado al reponerse con los
cuidados de Cristo y del Espiacuteritu los multiplique y se los devuelva a su Sentildeor en la
imagen y semejanza recobradas y plenas La comparacioacuten maacutes allaacute de la
correccioacuten de la exeacutegesis es sumamente plaacutestica y honda para expresar coacutemo
entiende Ireneo la salvacioacuten Eacutesta pasa por la humanidad del Hijo que se acerca a la
nuestra herida en el camino de la vida apaleada por la desobediencia del pecado
170 M Gesteira hablando de la realidad nueva del cuerpo resucitado ofrece un significativo juego
de palabras laquoSeremos ldquoel mismordquo o ldquola mismardquo persona que somos pero no ldquolo mismordquo (Jesucristo horizonte de esperanza I Jesuacutes de Nazaret personaje histoacuterico [Madrid 2011] 250) Esta identidad personal que sine embargo comporta una novedad esencial tambieacuten se aplica a la Carne de Cristo iquestPor queacute no aplicarlo al Espiacuteritu Santo que se nos otorga el mismo que ungioacute a los profetas pero que despueacutes de habitar en Cristo actuacutea en nosotros con una cualidad totalmente nueva
171 Cf AH IV 205 V 362 III 61 183 IV 42 6135 74 381 172 Cf AH III 173 A ORBE El Espiacuteritu en el bautismo de Jesuacutes 679-680 173 Cf AH IV 367
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 103
que nos deja desprovistos e indefensos Pasa por los cuidados personales y
pacientes del Espiacuteritu en nuestra carne Pasa por recordarnos sacramentalmente
de quieacuten venimos y a quieacuten vamos Dios Padre Por eso puede unir en siacute mismo laquoel
fin con el principioraquo
Este es su Verbo nuestro Sentildeor Jesucristo el cual en los tiempos recientes se hizo hombre entre los hombres para unir el fin con el principio es decir al hombre con Dios [homo in hominibus factus est ut finem conjungeret principio hoc est hominem Deo] Y por eso los profetas que reciben del Verbo el carisma profeacutetico anunciaron de antemano su venida en la carne mediante la cual tuvo lugar la mezcla y comunioacuten de Dios y del hombre seguacuten el beneplaacutecito de Dios [secundum carnem adventum per quem commixtio et communio Dei et hominis secundum placitum Patris facta est]174
Ireneo repetiraacute muchas veces que el fin de la Encarnacioacuten es la comunioacuten175
entre Dios y el hombre En Cristo la unioacuten entre Dios y el hombre no es aparente ni
temporal ni funcional es estable querida por Dios definitiva Por eso es una
laquomezcla y comunioacutenraquo que ya nada ni nadie puede destruir Ni tan siquiera el
Seductor que consiguioacute engantildear a Adaacuten para que desobedeciendo transgrediera
En Eacutel se da una comunioacuten perfecta de su divinidad con la humanidad Habla de
mezcla176 [commixtus-ςύγκραςισ] para expresar esta unioacuten que no se limita a una
mera apariencia o yuxtaposicioacuten Ciertamente el teacutermino podriacutea ser problemaacutetico
si implicara fusioacuten ya se aplique a la persona de Cristo en sus dos naturalezas ya
se aplique a la comunioacuten entre Dios y los hombres como vimos en el capiacutetulo I177
En Cristo el concepto estoico laquokraacutesisraquo o laquomiacutexisraquo que puede estar en la base
significa igualmente un intercambio entre los dos componentes que no soacutelo no
pierden sus cualidades maacutes especiacuteficas sino que ademaacutes predomina el maacutes
noble178
Por eso laquopor medio de la carne de Cristoraquo179 se nos otorga la salvacioacuten de un
modo firme y verdadero irrevocable pero no por la carne en siacute misma sino en la
174 AH IV 204 175 Cf AH III 42 1668 191 2012 223 IV 13134 1412 176 V 13 21 1423 202 272hellip 176 Cf AH III 166 93 1912 V pr 13 177 Cf paacutegina 31 nota 60 178 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 478 J M ARROacuteNIZ laquoCategoriacuteas
cristoloacutegicas en Ireneo de Lyonraquo 198 J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 36 179 Cf AH V 11
CAPIacuteTULO III
104 | Humana augens
medida que consiente a la comunioacuten con el Espiacuteritu180 Y al recibir el don de esta
comunioacuten se nos posibilita hacer realidad lo que nosotros solos no podiacuteamos
hacer dejar que el Espiacuteritu asuma nuestra carne que la haga suya sin dejar de ser
lo que es para poder llegar ante el Padre para ser deificados finalmente No soacutelo le
veremos en carne y no como almas inmortales o espiacuteritus puros sino que ademaacutes
la Vida divina la recibiremos tambieacuten laquocarnalmenteraquo sin necesidad ya de
mediacioacuten alguna del alma181
El mismo Verbo de Dios por el que fuimos creados se hizo laquoHijo del Hombre a
fin de que el hombre se hiciera hijo de Dios (Jn 112)raquo182 Con distintas expresiones
Ireneo inicia la teologiacutea del intercambio que tanta repercusioacuten tendraacute en los
Padres183 El teacutermino laquointercambioraquo puede ser confuso si nos hace pensar en un
movimiento automaacutetico y en igualdad de condiciones En Dios no hay cambio ni
crecimiento ni puede mudarse su naturaleza divina por asumir la humana el
hombre por su parte no puede laquohacerseraquo a siacute mismo algo distinto de lo que es Soacutelo
puede laquoser hechoraquo o laquodejarse hacerraquo por Dios y de ese modo ir adquiriendo en la
carne las cualidades propias del Espiacuteritu184 es decir adquiriendo la plena
semejanza con la imagen Al hacerse Dios lo que nosotros somos desciende a su
criatura para que eacutesta se eleve pero el sujeto de la accioacuten por asiacute decirlo sigue
180 Asiacute evita Ireneo a mi modo de ver caer en lo que A Harnack y F Loofs llamaron laquoteoriacutea fiacutesica
de la redencioacutenraquo a propoacutesito de Atanasio B SESBOUumlEacute Jesucristo el uacutenico mediador I (Salamanca 1990) 231
181 laquoFrente al axioma biacuteblico Nemo videbit Deum et vivet ensentildea Ireneo lo contrario Caro videbit Deum ut vivatraquo (A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo 227) Cf O LOacutePEZ
MIacuteGUEZ La visioacuten del Verbo en Moiseacutes seguacuten san Ireneo Para la exeacutegesis prenicena de Ex 3320 (Tesina de licenciatura-SanDaacutemaso Madrid 2006) K RAHNER laquoEterna significacioacuten de la humanidad de Jesuacutes para nuestra relacioacuten con Diosraquo Escritos de Teologiacutea II (Madrid 31968) 56
182 AH III 102 183 Cf AH III 102 163 191 202 IV 204 334 V 11 1612 363 Ep 31 Curiosamente a pesar
de la centralidad de este pensamiento en la teologiacutea ireneana ha quedado ligado a san Atanasio (por ejemplo CTI Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea I E 4 en Documentos 1969-1996 254) L F LADARIA siacute afirma que fue Ireneo el primero en formular tal principio cf laquoEl Logos encarnado y el Espiacuteritu Santo en la obra de la salvacioacutenraquo Declaracioacuten laquoDominus Iesusraquo Documentos comentarios y estudios (Madrid 2002) 89-105 aquiacute 99 nota 20 Tambieacuten T SPIDLIacuteK La espiritualidad del oriente cristiano (Burgos 2004) 409 y B STUDER Dios Salvador en los Padres de la Iglesia (Salamanca 1993) 100
184 Cf AH IV 41
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 105
siendo Dios que asume lo nuestro de tal manera que lo hace suyo nos laquollevaraquo hasta
Eacutel Podriacuteamos decir que Dios laquodesciende elevandoraquo185
Todo hombre ha de asemejarse con Cristo de tal manera que por su carne
gloriosa tambieacuten la carne humana llegue a Dios Pero eacuteste asemejamiento se inicia
en Cristo encarnado no en el hombre En la humanidad de Cristo se adquiere tanto
la imagen de Dios (por unioacuten personal y uacutenica con el Verbo hipostaacutetica) como la
semejanza (por la uncioacuten del Espiacuteritu Santo) De distintas maneras lo nombra
Ireneo186 pero siempre aludiendo a este principio dinaacutemico que por el Espiacuteritu se
otorga a Cristo en su carne para completar la unioacuten personaliacutesima de humanidad y
divinidad para salvacioacuten nuestra No es suficiente por decir asiacute la comunioacuten
Logos-saacuterx sino que se requiere tambieacuten llegar al Pneuma-saacuterx en el Logos187 o
dicho de otro modo necesitamos aprender a conjugar adecuadamente la accioacuten de
Cristo y del Espiacuteritu en la economiacutea divina para no distorsionar o perder parte de
la accioacuten de Dios en nosotros en la Creacioacuten y en la Historia Ademaacutes la sola
mediacioacuten del Verbo eterno no deifica al hombre se requiere la mediacioacuten de su
carne donde el Espiacuteritu Santo inicia el camino que todo aacutenthropos ha de hacer188
Sin el Espiacuteritu Santo nos seriacutea imposible asemejarnos al Hijo y por tanto
acercarnos a Dios189
185 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 203 186 Qualitas Spiritus (AH V 93) munus adoptionis (AH III 191) filiorum adoptio (AH III 191) 187 Cf A ORBE Espiritualidad de San Ireneo 172240 K RAHNER afirma laquoToda teologiacutea catoacutelica
sabe que de la unioacuten hipostaacutetica de la humanidad de Cristo con el Logos tiene que seguirse necesariamente una deificacioacuten interior de dicha humanidad La cual auacuten siendo la consecuencia moral y ontoloacutegicamente necesaria de la unioacuten hipostaacutetica laquoresultaraquo de ella es distinta de ella es la que santifica y deifica laquoen siacute mismaraquo la humanidad de Cristo y mdashaunque en una medida e intimidad no dadas fuera de ellamdash es justamente eso que estaacute destinado a comunicarse a cada hombre en tanto gracia justificanteraquo (laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 147 nota 2) Quizaacute en este paacuterrafo no tuvo en cuenta que esa accioacuten santificante y deificadora pasa tambieacuten por la accioacuten expliacutecita del Espiacuteritu
188 Es impresionante la intuicioacuten tan acertada de Ireneo en un estadio tan inicial de la teologiacutea y el desarrollo dogmaacutetico Asiacute queda recogido en el desarrollo histoacuterico de la COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA
INTERNACIONAL (=CTI) Cuestiones selectas sobre Dios redentor (1994) III 6 C POZO Documentos (1969-1996) (Madrid 1998) 523
189 Cf AH IV 392 S PUERTOS MARTIacuteNEZ-FJ VILARINtildeO RUIZ laquoPneumatologiacutea histoacuterico-salviacutefica en Justino e Ireneoraquo El espiacuteritu memoria y testimonio de Cristo a propoacutesito de la Tertio Millennio Adveniente actas del IX Simposio de Teologiacutea Histoacuterica (Valencia 1997) 311-315
CAPIacuteTULO III
106 | Humana augens
Por tanto si la salvacioacuten humana consiste en llegar a unir lo maacutes distante
como es el barro y el Espiacuteritu190 no es de extrantildear que el Salvador sea justamente
eso la comunioacuten plena del hombre y Dios que salve al hombre en la medida que se
deje adentrar en esa plena comunioacuten con eacutel
[El Sentildeor] hizo retornar y volvioacute a unir [aduniuit ndash ἥνωςεν] al hombre con Dios Pues si el hombre no hubiese vencido al enemigo del hombre el enemigo no habriacutea sido vencido justamente Y tambieacuten si Dios no hubiese donado la salvacioacuten no la tendriacuteamos con seguridad Y si el hombre no hubiese sido unido [counitus ndash ςυνηνώϑη] a Dios no podriacutea haber participado de la incorrupcioacuten Conveniacutea pues que el Mediador entre Dios y los hombres (1 Tim 25) por su propia familiaridad [οἰκειότητοσ] con ambos los condujese a la amistad y concordia mutuas para que Dios asumiese al hombre y el hombre se entregase a Dios [Deus adsumeret hominem et homo se dederet Deo] iquestPues de queacute manera podiacuteamos ser partiacutecipes de su filiacioacuten (Gal 45) si no la recibieacutesemos por medio del Hijo por la comunioacuten [communionem ndash κοινωνίαν] con eacutel si eacutel su Verbo no hubiese entrado en comunioacuten con nosotros hacieacutendose carne (Jn 114) [communicasset nobis caro factum ndash εἰ μὴ ὁ Λόγοσ αὐτοῦ ἐκοινώνηςεν ἠμίν ςὰρξ] Por eso pasoacute a traveacutes de todas la edades para restituir a todos la comunioacuten [Quapropter et per omnem venit aetatem omnibus restituens eam quae est ad Deum communionem - Διὸ καὶ διὰ πὰςησ ἦλϑεν ἠλικίασ τοῖσ πᾶςιν ἀποκαταςτήςασ τὴν πρὸσ τὸν Θεὸν κοινωνίαν]191
Esa laquofamiliaridadraquo o laquoparentescoraquo192 es otro modo de referirse a la salvacioacuten
dada de modo singular en la misma persona del Verbo encarnado Si no se da en
Cristo esta comunioacuten verdadera de su humanidad y divinidad no hay salvacioacuten si
no se da entre el hombre y Dios tampoco seraacute este salvado193 El hecho mismo de
que algunos comentaristas duden en queacute momentos se estaacute refiriendo a la unidad
laquopersonalraquo de carne y divinidad en Cristo y cuando se estaacute refiriendo a la
humanidad con Dios ya es sentildeal significativa de lo implicada que estaacute una en
otra194
El mayor fruto de esta comunioacuten obrada en Cristo es recibir la filiacioacuten
divina195 o participar de ella en la medida que el hombre laquolleva acoge
[χωροῦντοσ] y abraza al Hijo de Diosraquo196 Maacutes allaacute de las variantes en la criacutetica
190 Cf AH V 133 191 AH III 187 Cf AH III 42 V 142 Ep 6 31 40 192 laquoParenteacuteraquo es la traduccioacuten de ROUSSEAU con lo que implica de consanguineidad y de una
cercaniacutea fiacutesica que es algo maacutes que familiaridad tal como traducen J I GONZAacuteLEZ FAUS y C I GONZAacuteLEZ
193 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 209 194 Cf Ibid 209 28-30 195 Cf AH III 187 191 202 196 AH III 163 Curiosamente es esta imagen del abrazo extendiendo lo brazos la que aparece en
Ep 34 al hablar de la Cruz de Cristo y de la presencia laquocrucificadaraquo del Verbo en toda la Creacioacuten
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 107
textual interesa significar el verbo laquoχωρεῖνraquo que se traduce en otros pasajes como
laquocomunioacutenraquo197 o cercaniacutea198 fin de la salvacioacuten y medio para recibir la filiacioacuten
adoptiva199 Es el Hijo de Dios al hacerse hombre quien nos gana la filiacioacuten El que
era unigeacutenito se convierte en primogeacutenito al tomar una carne como la nuestra Asiacute
lo que era lejaniacutea se convierte ahora en familiaridad
Para llevarlo a cabo Cristo laquopasoacute a traveacutes de todas las edadesraquo Es decir tuvo
que ir creciendo y madurando en su humanidad para realizar como hombre lo que
todo hombre estaacute llamado a vivir
Santificoacute todas las edades al asumirlas en siacute a semejanza de ellos Porque vino a salvar a todos y digo a todos es decir a cuantos por eacutel renacen para Dios sean bebeacutes nintildeos adolescentes joacutevenes o adultos Por eso quiso pasar por todas las edades para hacerse bebeacute con los bebeacutes a fin de santificar a los bebeacutes nintildeo con los nintildeos a fin de santificar a los de su edad daacutendoles ejemplo de piedad y siendo para ellos modelo de justicia y obediencia se hizo joven con los joacutevenes para dar a los joacutevenes ejemplo y santificarlos para el Sentildeor y crecioacute con los adultos hasta la edad adulta para ser el Maestro perfecto de todos no soacutelo mediante la ensentildeanza de la verdad sino tambieacuten asumiendo su edad para santificar tambieacuten a los adultos y convertirse en ejemplo para ellos En seguida asumioacute tambieacuten la muerte para ser laquoel primogeacutenito de los muertos y tener el primado sobre todosraquo (Col 118) el iniciador de la vida (Hech 315) siendo el primero de todos y yendo adelante de ellos200
Es maacutes que maestro porque no ensentildea el camino laquodesde fueraraquo sino que lo
asume lo hace suyo se hace a siacute mismo laquocaminoraquo a recorrer201 Lo que ensentildea lo
hace Su laquoimperfeccioacuten inicialraquo o inmadurez en cuanto hombre no viene dada
solamente por fidelidad a la carne asumida sino porque el Verbo se encarna por el
hombre y por tanto tiene que acomodarse y adaptarse a su capacidad
invisiblemente imprimiendo su accioacuten creadora en el cosmos laquoEl Hijo de Dios estaacute en su creacioacuten abrazando su largura anchura altura y profundidad (cf Ef 318) para darle cohesioacuten de norte a sur de oriente a occidenteraquo (J J AYAacuteN CALVO La promesa del Cosmos 46) Y esta funcioacuten integradora del Verbo la ve Ireneo unida a la uncioacuten coacutesmica por tanto tambieacuten ligada al Espiacuteritu Para ahondar en esta doctrina ireneana de la crucifixioacuten coacutesmica cf A ORBE Los primeros herejes ante la persecucioacuten Estudios valentinianos V (Roma 1956) 213-241
197 Cf AH III 191 De hecho la teologiacutea posterior se serviraacute del teacutermino laquoπεριχώρεςισraquo para describir la iacutentima comunioacuten intratrinitaria cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 32
198 laquoiquestCoacutemo llegaraacute el hombre hasta Dios [ἄνϑρωποσ χωρήςει εἰσ μὴ ὁ Θεὸσ] si Dios no viene hasta el hombre [ἐχώρηςεν εἰσ ἄνϑρωπον] [AH IV 334]
199 B STUDER sintetiza asiacute el nuacutecleo soterioloacutegico de Ireneo laquoel hombre que por medio del Verbo ha sido formado a imagen de Dios y que en el Espiacuteritu ha recibido la aptitud para hacerse totalmente semejante a Dios alcanzaraacute su cumplimiento una vez que se haya habituado a laquollevarraquo a Dios y se haya hecho un hombre espiritual cuando en el conocimiento del Hijo se haya convertido eacutel mismo en hijo y partiacutecipe de la inmortalidad de Diosraquo (cf Dios Salvador en los Padres 96)
200 AH II 22 4 201 Cf AH V 162
CAPIacuteTULO III
108 | Humana augens
Nuestro Dios en los uacuteltimos tiempos para recapitular todas las cosas en siacute mismo vino a nosotros no tal como podriacutea mostrarse sino como nosotros eacuteramos capaces de mirarlo Porque podiacutea venir a nosotros en su gloria inexpresable pero nosotros no hubieacuteramos resistido soportar la grandeza de su gloria Por eso como a nintildeos aquel que era el pan perfecto del Padre se nos dio a siacute mismo como leche cuando vino a nosotros como un hombre a fin de que nutriendo nuestra carne como de su pecho mediante esa lactancia nos acostumbraacuteramos a comer y beber al Verbo de Dios hasta que fueacutesemos capaces de recibir dentro de nosotros el Pan de la inmortalidad que es el Espiacuteritu del Padre202
Esto implica que la misma encarnacioacuten es una realidad dinaacutemica progresiva
no acabada en el nacimiento de Cristo203 Orbe distingue cuatro fases en el proceso
interno de Jesuacutes la maacutes imperfecta hasta el bautismo en el Jordaacuten desde el Jordaacuten
a la pasioacuten durante la pasioacuten y muerte y finalmente la resurreccioacuten204 Este
dinamismo o caraacutecter evolutivo del hombre pide que el Verbo se haga laquonintildeo con el
hombre [et propter hoc coinfantiatum est homini Verbum Dei cum esset perfectus ndash
ςυνενηπίαςεν ὁ Λόγοσ τοῦ Θεοῦ τέλειος ὤν] aunque eacutel era perfecto a fin de que
de alguacuten modo se hiciese capaz de recibirloraquo205 Esta adaptacioacuten divina a la
capacidad humana permite a Ireneo argumentar las dos venidas de Cristo la
primera en carne deacutebil como la nuestra (laquolecheraquo en el texto) la segunda en gloria
para recapitular todo en Eacutel (laquoPan de la inmortalidadraquo)206 Pero no son dos
momentos separados ni paralelos sino maacutes bien un movimiento salvador continuo
y progresivo ya iniciado de alguacuten modo en la Creacioacuten El sujeto es el mismo el
Verbo El modo de alimentarnos para nuestro crecimiento es el que cambia seguacuten
nuestra capacidad y siempre a traveacutes de nuestra carne pues de lo contrario
dejariacuteamos de ser lo que somos aacutenthropos A la condicioacuten progresiva y creciente
del hombre le corresponde la revelacioacuten o autocomunicacioacuten progresiva de
Dios207
202 AH IV 381 203 Cf J I GONZAacuteLEZ FAUS Carne de Dios 103 M GESTEIRA Jesucristo horizonte de esperanza I 149 204 Cf A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de S Ireneoraquo 463 205 AH IV 382 206 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo 522-534
207 Cf AH III 202 IV 133 J M ARROacuteNIZ laquoLa inmortalidad como deificacioacuten del hombre en S Ireneoraquo 266-267
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 109
No se prescinde de la libertad humana no se anula el papel del hombre en la
historia de salvacioacuten Por eso no puede ser indiferente la respuesta de cada ser
humano208 Nunca prescinde Dios de ella
A todos aquellos que guardan su amor les ofrece su comunioacuten Y la comunioacuten con Dios es vida luz y goce de todos sus bienes En cambio seguacuten su misma palabra a todos aquellos que se separan de eacutel los condena a la separacioacuten que ellos mismos han elegido La separacioacuten de Dios es muerte renuncia a la luz tinieblas La separacioacuten de Dios es peacuterdida de todos los bienes divinos Por eso quienes por la apostasiacutea han perdido esas cosas malogrados todos los bienes viven en el castigo No que Dios por siacute mismo haya planeado castigarlos sino que a ellos se les echa encima el sufrimiento de haberse separado por siacute mismos de todos los bienes Mas los bienes divinos son eternos y no tienen fin por eso tambieacuten es sin fin su peacuterdida Es como la luz que no tiene fin pero a quienes se ciegan a siacute mismos o a quienes otros privan definitivamente de la luz para siempre les falta el gozo de la luz no es que la luz los castigue con la ceguera sino que su misma ceguera les produce el sufrimiento209
El texto es duro y maacutes en el contexto de Ireneo acostumbrados a un tono
sumamente positivo y siempre esperanzador donde el deseo salvador de Dios es
siempre mayor que el pecado humano Una vez que el Hijo de Dios se hace visible
en la carne se da a conocer en su luz el ser humano tiene que elegir El sufrimiento
de la lejaniacutea no es castigo de Dios sino consecuencia de la eleccioacuten humana en
liacutenea joaacutenica210 Si su humanidad y su crecimiento conlleva una iacutentima comunioacuten
con Dios y posibilita la nuestra tambieacuten nosotros estamos llamados a crecer con eacutel
libres y obedientes hasta ser uno con Dios211
Tampoco seraacute indiferente para la salvacioacuten el modo en que Jesuacutes vivioacute su
libertad y su obediencia en carne mortal pues laquoel Verbo del Padre [] se encarnoacute
en un hombre por el hombre y cumplioacute toda la Economiacutea seguacuten su humanidadraquo212
Este mismo Verbo recibioacute todo el poder cuando se hizo carne (Jn 114) a fin de que asiacute como tiene el principado en los cielos como Verbo de Dios asiacute tambieacuten lo tenga en la tierra [] De esta manera la luz del Padre irrumpe en la carne de nuestro Sentildeor y de esa carne sus rayos se reflejan en nosotros para que el ser humano rodeado por la luz del Padre se haga incorruptible213
208 Cf A ORBE Espiritualidad de San Ireneo 239-240 209 AH V 272 210 Cf 1 Jn 16-7 211 Cf AH V 363 212 AH III 174 [Σαρκωϑέντοσ ἐν ἀνϑρόπῳ διὰ τὸν ἄντϑρωπον ηαί πᾶςαν τὴν κατὰ ἄνϑρωπον
οἰκονομίαν ἐκπληρώςαντος mdash Incarnato in homine propter hominem et omnem secundum hominem dispositionen implente]
213 AH IV 202
CAPIacuteTULO III
110 | Humana augens
Asiacute se constituye el cuerpo humano de Cristo como consumacioacuten y plenitud del
Primer Adaacuten214 y se iraacute visibilizando a medida que vaya creciendo y madurando en
el Espiacuteritu Este perfeccionamiento soacutelo seraacute pleno tras su Resurreccioacuten en la
carne gloriosa de Cristo215 que confirmaraacute de alguacuten modo el proceso de
crecimiento realizado hasta la perfecta unidad con el Verbo y gracias al Espiacuteritu
que le ha ido guiando y habitando En su carne gloriosa podraacute ver la luz de Dios la
nuestra y hacerla suya216 No antes porque Cristo fue hombre verdadero y no el
Aacutenthropos Teacuteleios de los gnoacutesticos217
En Cristo de alguna manera218 el hombre ya ha sido unido a Dios por Dios
mismo de ahiacute la seguridad de tal don Y es el mismo hombre Cristo quien vence al
enemigo que rompioacute esta unioacuten Restituye la comunioacuten perdida viviendo Eacutel mismo
la comunioacuten en su propia carne y permitiendo la participacioacuten de todo ser humano
en ella en la medida que dejemos al Espiacuteritu abrazar nuestra carne219 tal como en
la carne de Cristo el hombre abraza al Hijo de Dios220
4 Conclusiones
Verdaderamente para Ireneo la carne es capaz de salvacioacuten capaz de dejarse
transformar por el Espiacuteritu de Dios Por eso el ser humano puede llegar a ser maacutes de
lo que es y en tal crecimiento consiste su vocacioacuten Si la carne estuviera condenada a
ser soacutelo lo que es imposible seriacutea hablar de divinizacioacuten o asemejamiento imposible
hablar de redencioacuten o liberacioacuten del pecado Tampoco de encarnacioacuten de Cristo Y tal
capacidad Ireneo la justifica baacutesicamente desde el poder de Dios si Eacutel lo quiere es
posible Y esto se muestra en nuestra misma vida en carne y sin embargo laquovidaraquo Se
muestra en la Eucaristiacutea que ademaacutes nos nutre como Cuerpo y Sangre de Cristo En
ella no soacutelo el pan y el vino llegan a ser maacutes de lo que son sino que nos ayudan a que
214 Cf Ep 32 AH V 133 215 Cf AH IV 202 334 V 61 A ORBE laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 467 216 Cf AH V 133 217 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus En torno a San Ireneo AH IV 381raquo 510519 ID laquoEl hombre
ideal en la teologiacutea de San Ireneoraquo 474-475 218 Cf GS 22 219 Cf AH V 134 220 Cf AH III 163
JESUCRISTO HOMO DEI CARO SALUTIS
Salus carnis | 111
nuestra vida tambieacuten llegue a ser laquomaacutesraquo Pero el gran motivo de esperanza y fe es la
misma Carne de Cristo en Cristo mismo A la vez santificada y santificadora mortal y
donadora de inmortalidad por el Espiacuteritu que la habita
Si esto es asiacute y podemos decir que la carne de Cristo es como la nuestra ninguna
duda puede quedarnos iquestCoacutemo podriacutea salvar en siacute mismo algo no asumido iquestcoacutemo
recapitular en Eacutel todo lo creado sin hacerse uno con el aacutenthropos Por eso la
Encarnacioacuten no es apariencia ni algo temporal o transitorio Dios enteramente se
estaacute dando comprometido en esta comunioacuten y mezcla del Verbo con lo humano ya
desde la materia primera desde la mixis inicial antes de ser plasmada en el vientre
de Mariacutea como cada uno de nosotros No hay adopcionismo posible ni docetismos
varios Y esto no soacutelo apoyados en la verdad de la humanidad de Cristo sino tambieacuten
en su divinidad plena y continua En Cristo se contempla bien coacutemo cualquier
movimiento extremo sobredimensionando una de sus naturalezas acaba
distorsionando tambieacuten la otra Como si soacutelo pudiera ser plenamente hombre en la
medida que es plenamente Dios y viceversa
Por eso podemos intuir que la mayor singularidad de Cristo no estaacute en su carne
humana como la nuestra en todo semejante hacieacutendose por nosotros pecado eacutel que
no lo habiacutea cometido221 quizaacute maacutes bien esteacute en la personaliacutesima comunioacuten que en Eacutel
se da entre esta carne y su divinidad entre el hombre y Dios No hay yuxtaposicioacuten
no hay fusioacuten de una en otra hay comunioacuten plena y por tanto en plena libertad En
Eacutel se da ya personalmente lo que Dios ha preparado para cada ser humano para
toda la eternidad Y el misterio estaacute en que de esta manera participamos ya
nosotros inicialmente de dicha comunioacuten Se da un intercambio realmente
admirable
El modo de realizarse tal unioacuten estaacute en la fuerza del Espiacuteritu Santo Ese mismo
Espiacuteritu llamado a hacer de cada ser humano un hijo de Dios por fiel y libre
obediencia Ese mismo Espiacuteritu que modeloacute a Adaacuten y a cada ser humano junto al
Verbo El mismo Espiacuteritu que guiacutea al geacutenero humano que habloacute por los profetas que
habitoacute en Cristo como en su propia casa para poder despueacutes derramarse sobre
nosotros en Pentecosteacutes
Si es asiacute ya sabemos que Dios ni fuerza ni actuacutea por su cuenta ajeno a la
voluntad humana En Dios no hay inmediatez sino paciencia para que cada cual vaya
221 Cf 2 Cor 521
CAPIacuteTULO III
112 | Humana augens
madurando a su ritmo creciendo en la medida que puede y quiere abrirse al
Espiacuteritu Por eso tambieacuten la carne de Cristo tuvo que hacer su propio proceso de
perfeccionamiento seguacuten el Espiacuteritu y a la vez el Espiacuteritu tuvo que ir
acostumbraacutendose a su carne preparando asiacute lo que seriacutea despueacutes en cada ser
humano Si en Cristo la apertura a la voluntad de Dios era plena tambieacuten la accioacuten
del Espiacuteritu en Eacutel pudo serlo no encontroacute impedimento alguno No encontroacute en eacutel
pecado
La plena apertura de la carne humana al Espiacuteritu de Dios es el hombre perfecto
para Ireneo O dicho de otro modo quien alcanza tal perfeccioacuten es que ha ido
creciendo hasta la plenitud a la que Dios nos llama desde siempre porque ha dejado
que el Espiacuteritu vaya entreverando su carne en una sola cosa iquestCoacutemo podriacutea habernos
salvado Cristo hecho hombre por el hombre si no hubiera cumplido en la carne el
designio que Dios previoacute para toda carne iquestCoacutemo podriacutea Cristo iniciar en siacute mismo lo
que seraacute nuestro final y meta si Eacutel no hubiera hecho suyas las mismas leyes y medios
que todos nosotros tenemos Si Cristo en cuanto hombre se hubiera negado a hacer
suya la voluntad del Padre mdashes decir si no hubiera ido creciendo en el Espiacuteritumdash
no podriacuteamos decir que su humanidad nos salva Maacutes auacuten sin Eacutel no podriacuteamos
nosotros crecer en el Espiacuteritu y asemejarnos cada vez maacutes porque no habriacuteamos
contemplado la imagen que nos configura y a la que estamos llamados a
asemejarnos
Podriacuteamos decir entonces que crecer nos salva primeramente en la carne de
Cristo y en segundo lugar en la medida que nosotros nos dejamos acrecentar por su
Espiacuteritu y lleguemos a ver a Dios Nuestra carne viviraacute en la carne gloriosa de quien
nos salvoacute
Capiacutetulo IV
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
CUANDO CRECER NOS SALVA
Salvator quidem quoniam Filius et Verbum Dei
Salutare autem quoniam Spiritus
Salus autem quoniam caro
(AH III 103)
Introduccioacuten
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios
4 Conclusiones
CAPIacuteTULO IV
114 | Humana augens
Introduccioacuten
La tradicioacuten de la Iglesia a lo largo de los siglos ha mantenido la importancia
salviacutefica de la humanidad de Cristo aunque no sin sobresaltos y esfuerzos para no
caer en extremos La historia de los dogmas asiacute lo muestra Sin embargo en los
uacuteltimos tiempos resuena de nuevo con fuerza el cuestionamiento teoloacutegico en
torno a la humanidad de Cristo1 Alguacuten autor llega a afirmar que es laquoel tema mayor
del debate cristoloacutegico contemporaacuteneoraquo2 (tras el Vaticano II) despueacutes de estudiar
con detenimiento coacutemo ha influido la investigacioacuten histoacuterica sobre la cristologiacutea y
la cuestioacuten del pluralismo religioso cada vez maacutes presente No queremos entrar
aquiacute a analizar la tesis que G Uriacutebarri mantiene en su libro maacutes bien nos interesa
constatar la importancia de este tema y aprovechar diversos desarrollos
sistemaacuteticos3 para centrar nuestras conclusiones en torno al necesario crecimiento
de la humanidad de Cristo para nuestra salvacioacuten Tendremos especialmente
presente Gaudium et spes 224
Es evidente que Ireneo no puede dar respuesta a todas las cuestiones
cristoloacutegicas que ha llevado siglos asentar y discernir por la Iglesia Sin embargo
no es menos cierto que llama la atencioacuten la profundidad de sus intuiciones
teoloacutegicas ya en el siglo II la iacutentima relacioacuten entre Cristo y todo ser humano la
personalizacioacuten de la salvacioacuten en la persona Cristo el valor absoluto y eterno que
tiene para Dios la carne la dignidad de la persona en su corporalidad concreta y
fiacutesica el dinamismo espiritual que acrecienta al ser humano como parte esencial de
1 Coacutemo se entienda esta humanidad es uno de los posibles errores actuales sobre la fe en el Hijo de
Dios hecho hombre junto al cuestionamiento de la preexistencia y de la unioacuten hipostaacutetica en la Declaracioacuten de la CONGREGACIOacuteN PARA LA DOCTRINA DE LA FE Mysterium Filii Dei (1972) 3 Los tres puntos son esenciales en la teologiacutea de Ireneo y en nuestro trabajo Maacutes recientemente tambieacuten J RATZINGER entonces Prefecto de la Congregacioacuten para la Doctrina de la Fe sentildealoacute la dificultad de integrar adecuadamente la verdadera humanidad de Cristo en la teologiacutea actual en la introduccioacuten que hace a la Declaracioacuten Dominus Iesus (2000) (cf CONGREGACIOacuteN PARA LA DOCTRINA DE LA FE Declaracioacuten laquoDominus Iesusraquo Documentos comentarios y estudios [Madrid 2002] 11-18)
2 G URIacuteBARRI La singular humanidad de Jesucristo El tema mayor de la cristologiacutea contemporaacutenea (Madrid 2008) 29
3 Ademaacutes del citado libro para toda esta parte L F LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos (Madrid 2007)
4 laquoGaudium et spesraquo Documentos del Vaticano II (Madrid 1968)
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 115
su ser la relacioacuten personal e iacutentima entre Dios y el hombre como horizonte
escatoloacutegico de plenitud5
Por eso queremos recapitular los pasos que hemos ido dando y situarlos
brevemente a la luz que la tradicioacuten y la fe de la Iglesia nos aportan Lo
sistematizamos en tres afirmaciones cristoloacutegicas dogmaacuteticas que a nuestro
modo de ver no soacutelo permiten sino que piden desde la antropologiacutea y cristologiacutea
de Ireneo tomar con mayor seriedad el crecimiento en la humanidad de Cristo Los
tres temas son
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios
1 Cristo Homo perfectus nos perfecciona
Cuando decimos que Cristo es perfectamente hombre y hombre perfecto iquestde
queacute estamos hablando iquesten queacute consiste ser aacutenthropos iquestqueacute rasgos son
indelebles a la condicioacuten humana Con una pregunta similar comenzaacutebamos
nuestro trabajo y por eso buscamos una antropologiacutea que nos dijera en queacute
consiste el ser humano para despueacutes poder entender mejor la humanidad perfecta
de Cristo y si en ella se dio o no el crecimiento para nuestra salvacioacuten Es tambieacuten
una de las preguntas que estaacuten en la base de GS 22
En realidad el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado Porque Adaacuten el primer hombre era figura del que habiacutea de venir es decir Cristo nuestro Sentildeor Cristo el nuevo Adaacuten en la misma revelacioacuten del misterio del
5 Para T SPIDLIacuteK laquoLa gran aportacioacuten de Ireneo en contra de los gnoacutesticos consiste en haber
eliminado el concepto de espiritual por naturaleza (como inmaterial) Distingue claramente este don del Espiacuteritu que los teoacutelogos escolaacutesticos llamaraacuten sobrenaturalraquo (La espiritualidad del oriente cristiano [Burgos 2004] 54) No podemos entrar en este tema tan importante pero sin duda la teologiacutea de Ireneo permitiriacutea abordar la cuestioacuten del natural-sobrenatural la libertad y la gracia con una amplitud y profundidad nada desdentildeable puesto que para eacutel no hay un doble fin en el ser humano En Ireneo tanto para hacerse primero aacutenthropos verdadero como para llegar a ser dios el camino y los medios son los mismos la accioacuten del Espiacuteritu en la carne que libre y obedientemente lo acoge Sobre esta uacutenica vocacioacuten humana que es divina la relacioacuten entre la libertad y la gracia cf J L RUIZ DE LA PENtildeA El don de Dios Antropologiacutea teoloacutegica especial (Santander 21991) 267-304337-406 Para el problema de la libertad y la gracia nunca separadas desde la perspectiva de Oriente cf V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente (Barcelona 22009) 147 ss
CAPIacuteTULO IV
116 | Humana augens
Padre y de su amor manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocacioacuten Nada extrantildeo pues que todas las verdades hasta aquiacute expuestas encuentren en Cristo su fuente y su corona El que es imagen de Dios invisible (Col 115) es tambieacuten el hombre perfecto que ha devuelto a la descendencia de Adaacuten la semejanza divina deformada por el primer pecado6
Si para conocer en queacute consiste esta perfecta humanidad de Cristo tenemos
que mirar al hombre a su vez soacutelo podemos comprender el misterio del hombre
contemplando a Cristo Ireneo antildeadiriacutea a Cristo glorioso pues a imagen de eacuteste
fuimos creados y eacutel es nuestro fin Asiacute origen y finalidad se identifican en el ser
humano7 otorgaacutendole una dignidad que de otro modo seriacutea impensable iquestcoacutemo es
posible que algo tenga su origen en lo que seraacute su meta Y de ser asiacute iquestno
estariacuteamos hablando de una especie de determinismo de ausencia de libertad en la
criatura Para Ireneo la historia el tiempo y la capacidad de crecimiento o
maduracioacuten que posibilite la perfeccioacuten logran armonizar todos estos puntos De
ahiacute tambieacuten la grandeza que otorga a la materia a la carne a la corporalidad8
pues Dios ha querido que fuera justamente la carne lo maacutes alejado de Dios quien
hiciera este proceso de divinizacioacuten En Cristo la carne tiene su origen y su fin9 de
quien recibe su bondad esencial10 iquestCoacutemo podriacuteamos afirmar esto dejando espacio
a la libertad y decisioacuten humana sin el don del libre crecimiento es decir de poder
elegir que el Espiacuteritu de Dios nos vaya transformando hasta llegar a ser maacutes de lo
que somos Por eso si Cristo es el origen y la meta de todo lo creado cuaacutento maacutes
no lo seraacute del ser humano que el mismo Verbo junto al Espiacuteritu modela a su imagen
y semejanza
La encarnacioacuten de Cristo visibilizando la imagen a la que fuimos creados la
perfeccioacuten a la que estamos llamados a llegar por semejanza estaba prevista por el
Padre antes del pecado Porque la imposibilidad de llegar hasta Dios siendo carne
no viene marcada por el pecado sino por la incapacidad propia de lo que no es
6 GS 22 a 7 Cf Ep 22 AH III 2110 223 En palabras de SAN JUAN DAMASCENO el hombre fue creado
deificaacutendose tendiendo hacia la unioacuten con Dios (cf Exposicioacuten de la fe II 12 PG t 94 col 924a) 8 Cf GS 14 9 Cf H U VON BALTHASAR Teodramaacutetica IV (Madrid 1995) 448 10 Cf A CORDOVILLA Gramaacutetica de la encarnacioacuten La creacioacuten en Cristo en la teologiacutea de K Rahner y
Hans Urs von Balthasar (Madrid 2004) 34
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 117
Dios11 Por eso soacutelo puede llevarse a cabo por el Espiacuteritu y por la docilidad humana
a su accioacuten Otra cosa es que ademaacutes esta economiacutea nuestra ha sido marcada por
el pecado y desde ahiacute Cristo nos llevaraacute a la plenitud que esperamos con su
obediencia rescata nuestra desobediencia con su novedad destierra todo lo viejo
del hombre12 Para Ireneo esta novedad que no conlleva ruptura radical sino
continuidad y plenitud es Cristo mismo13
Cristo es la novedad que da a la antropologiacutea cristiana un optimismo central14
No ingenuo pues sabe el hombre de queacute estaacute hecho15 y coacutemo ha caiacutedo16 La
dignidad creatural que Dios quiso dar al ser humano por encima de todo lo
creado17 se aplica en el nuevo Testamento a Cristo laquoImagen de Dios invisible
primogeacutenito de toda creacioacutenraquo18 y en Eacutel se engrandece auacuten maacutes La obra de Dios
Arte en sus manos para Ireneo es ahora una criatura nueva bajo el prisma de la
carne de Cristo19 Porque Eacutel es el Hombre nuevo20 medida de todo hombre que
ademaacutes rompe las ataduras del pecado que nos esclaviza21 porque eacuteste nunca seraacute
tan fuerte que impida llevar a cabo el plan de Dios De este modo al salvarnos nos
redime de tal forma que no soacutelo visibiliza su perfeccioacuten sino que posibilita
tambieacuten la nuestra
Este punto es importante y creo que clave en Ireneo Cristo no entra en
relacioacuten con el hombre por el pecado sino por Creacioacuten por finalidad por
vocacioacuten por querer de Dios No es lo mismo supeditar su venida a nuestro pecado
11 Cf AH III 191 Posiblemente nos hemos laquoacostumbradoraquo a hablar de un Dios laquoἔνςαρκοσraquo aunque
a menudo no acabemos de otorgar a tal confesioacuten un nivel que supere lo simboacutelico-sacramental pero ciertamente poner el acento en la carne como salvacioacuten de Dios es impresionante (cf K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV [Madrid 1964] 139-157) Maacutes frecuente es encontrar discursos similares al de Ireneo que finalmente acaban hablando del alma como lugar privilegiado de encuentro con Dios pensando mdashen el fondomdash como TACIANO laquoel Dios perfecto es incorpoacutereo [ἄςαρκοσ]raquo cit por A ORBE laquoDefinicioacuten del hombre en la teologiacutea del siglo IIraquo Gregorianum 48 (1967) 522-576 Aquiacute 526
12 Cf Rm 66 2Cor 517-18 Ef 422 Jn 129 13 Cf AH IV 341 14 Cf Sal 8 5-7 1443 Si 171-3 Sab 223 Gn 21519-20 15 Cf Gn 126-27 2 7 51 9 67 Sal 1444 395-7 6210 40 5-6 10314 16 Cf Gn 36 48 65-12 17 Cf GS 24 18 Col 115 Cf 2Cor 44 Flp 26 Hb 1 2-3 19 Cf 2Cor 517 Ef 215-16 422 Gaacutel 615 Rm 64 20 Ef 424 21 Cf Rm 518 1Cor 1521-22 2Cor 327 Gaacutel 51 Jn 83236
CAPIacuteTULO IV
118 | Humana augens
que saber que nuestra relacioacuten con eacutel fundamenta nuestro ser22 La posicioacuten de
Ireneo es inequiacutevoca si Cristo es el Hombre perfecto a cuya imagen hemos sido
creados forma parte del ser humano en su creacioacuten en su definicioacuten en su fin y en
su realizacioacuten uacuteltima23 En Occidente esta forma de comprender la encarnacioacuten y
de articular salvacioacuten y redencioacuten se fue perdiendo por desgracia pero no es ajena
a nuestra fe24 Diraacute Ireneo que Cristo al encarnarse recobroacute al ser humano
perdido25 por el pecado para recapitular en siacute mismo al hombre tal como el Padre
lo habiacutea preparado desde siempre Con el pecado cambia el modo no el fin pues
Cristo Hombre perfecto es nuestro fin En la misma liacutenea dice Tertuliano
laquoDios hizo al hombre lo hizo a imagen de Diosraquo (Gn 117) iquestPor queacute no dice laquoa su imagenraquo si era uno el que haciacutea y no habiacutea otro a imagen del cual lo haciacutea Pero habiacutea uno a imagen del cual lo haciacutea es decir el Hijo el cual debiendo ser el hombre maacutes cierto y maacutes verdadero [homo futurus certior et verior] quiso que fuera llamado hombre a su imagen que entonces iba a formar del barro imagen y semejanza del verdadero26
Decir Hombre Perfecto es tambieacuten decir Hombre Verdadero27 Y tal como lo
presenta Ireneo la verdad del ser humano se recibe por creacioacuten pero se va
laquohaciendoraquo Propio del aacutenthropos es que naciendo hombre debe ir laquohacieacutendose
hombreraquo [ἀνδρωϑῆναι]28 progresivamente y soacutelo asiacute llegaraacute a ser maacutes que
hombre dios Que tal proceso no se malograraacute irremediablemente tiene su
22 Sin entrar en detalles podemos recordar la exclamacioacuten del pregoacuten pascual laquoiexclFeliz culpa que
merecioacute tal redentorraquo que repetimos cada antildeo o algunos de los textos maacutes significativos de AGUSTIacuteN marcando en buena parte la teologiacutea occidental laquoSi homo non perisset Filius hominis non venissetraquo (Sermo 1742 Cit por L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 48)
23 Cf AH III 2213V 162 Ep 32 22 laquoEn rigor la teleiocircsis difiere de la impecancia (ἀναμαρτηςία) y el hombre perfecto del impecable (ἀναμαρτητοσ) Pudo Adaacuten no haber faltado en el paraiacuteso ganando continuamente en perfeccioacuten positivaraquo (A Orbe laquoHomo nuper factusraquo Gregorianum 46 [1965] 481-544 aquiacute 487)
24 Cf L F LADARIA laquoEl hombre creado a imagen de Diosraquo B SESBOUumlEacute (dir) Historia de los dogmas II El hombre y su salvacioacuten (Salamanca 1996) 75-93 W PANNENBERG Teologiacutea sistemaacutetica II (Madrid 1996) 429 J MOLTMANN El futuro de la creacioacuten (Salamanca 1979) 130-136 M GESTEIRA laquoLa nueva creacioacutenraquo Revista espantildeola de Teologiacutea 57 (1997) 389-418
25 Cf AH III 193 26 Adversus Praxean XII 3-4 Seguacuten A ORBE foacutermulas de Tertuliano como eacutesta laquoreincidenraquo en las
ideas de Ireneo (Cf laquoEl hombre ideal en la teologiacutea de Ireneoraquo Gregorianum 43 (1962) 449-491 Aquiacute 456 nota 31)
27 De hecho laquoHombre Nuevoraquo es el tiacutetulo de GS 22 y volveraacute a aparecer en GS 41 Curiosamente en un principio se pensoacute titular el nordm 22 como laquoHombre Perfectoraquo (cf L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 64 nota 30)
28 AH IV 383
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 119
garantiacutea en Cristo porque en siacute mismo laquogarantizaraquo su encarnacioacuten No por
necesidad sino por deseo divino
Lo que Dios plasmoacute lo hizo a imagen de Dios es decir de Cristo [] Por ello aquel barro que ya entonces revestiacutea la imagen de Cristo que se iba a encarnar no era solamente una obra de Dios sino una garantiacutea [de la encarnacioacuten futura]29
Desde los inicios tal laquogarantiacutearaquo soacutelo puede asentarse en la fe en su divinidad
De hecho la primera declaracioacuten conciliar en Nicea (325) afirma la
consustancialidad30 del Hijo con el Padre como respuesta al conflicto arriano ni
hay divisioacuten sustancial en Dios ni el Hijo es de inferior sustancia o rango31
Un siglo despueacutes la iglesia necesitoacute profundizar en la unidad que se daba en
Cristo Dios perfecto y hombre perfecto como diraacute el concilio de Eacutefeso32 (431)
insistiendo ahora en su humanidad abriendo la reflexioacuten a Calcedonia (451)33
Perfecto en la divinidad y perfecto en la humanidad verdaderamente Dios y verdaderamente hombre [] consustancial con el Padre seguacuten la divinidad y consustancial con nosotros seguacuten la humanidad en todo semejante a nosotros excepto en el pecado (cf Hb 415)34
En este momento una vez asentada la divinidad de Cristo ya habiacutea conciencia
de que se jugaba la verdad de la salvacioacuten en la perfeccioacuten de la humanidad
asumida y en la manera de comprender la unidad cristoloacutegica Se entiende su
humanidad perfecta en cuanto verdadera y completa asumiendo un cuerpo y un
alma racional (superado el apolinarismo35) aunque no se llega auacuten a dar respuesta
29 TERTULIANO De res mort VI 3-5 Cit por L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 51 K RAHNER llegoacute a
formular que la encarnacioacuten es condicioacuten de posibilidad para la creacioacuten cf laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV (Madrid 1964) 139-157 aquiacute 151 A CORDOVILLA Gramaacutetica de la encarnacioacuten La creacioacuten en Cristo en la teologiacutea de K Rahner y Hans Urs von Balthasar (Madrid 2004) 183-228
30 laquoὀμοούςιον τῳ πατρί [quod graece dicunt homousion]raquo DH 125
31 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I El Dios de la salvacioacuten (Salamanca 2004) 196-198 Seguacuten T SPIDLIacuteK la devocioacuten a la humanidad de Cristo surge maacutes de la reflexioacuten teoloacutegica posterior que de una piedad expliacutecita entre los primeros cristianos al menos en el oriente cristiano Como si asumir la carne del Verbo lo limitado lo humanado lo humillado no fuera acogido por los creyentes maacutes que tras un proceso que se hace expliacutecito con Juan Damasceno Si esto es asiacute el valor de Ireneo es mayor auacuten Cf La espiritualidad del oriente cristiano (Burgos 2004) 67
32 Incluida la foacutermula de unioacuten DH 272-273 33 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 303-307 319-324 34 DH 301 35 Cf DH 146 B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 281-283
CAPIacuteTULO IV
120 | Humana augens
a la unioacuten de ambas naturalezas36 No podemos encontrar en Ireneo este lenguaje y
esta problemaacutetica pero siacute la afirmacioacuten rotunda de ser un hombre verdadero
carne de nuestra carne puesto que es comuacuten en eacutel hablar del hombre en su
totalidad mdashcarne alma y espiacuteritumdash y a modo de metonimia llamarlo laquocarneraquo
Conviene recordar aquiacute lo visto en torno a la antropologiacutea tricotoacutemica y coacutemo en el
alma como soplo vital reside la libertad y la eleccioacuten el discernimiento el
ensamblaje entre carne y espiacuteritu para que una se someta al otro37 Puesto que
para Ireneo no hay hombre completo sin los tres elementos38 y sabiendo la
importancia que eacutel da a la libertad humana es evidente que con otro lenguaje
siglos antes coincide de lleno con la foacutermula calcedoniana39
Por otro lado si afirmamos que fue hombre perfecto y a la vez decimos que fue
semejante en todo a nosotros menos en el pecado estamos confesando con el
Nuevo Testamento y con la tradicioacuten de la Iglesia que el pecado no forma parte de
la humanidad en siacute misma40 Se puede no tener pecado y ser plenamente
humano41 Ya hemos visto coacutemo Ireneo no minimiza la seriedad de la
desobediencia humana engantildeados por el Seductor sino que engrandece auacuten maacutes
la bondad y misericordia de Dios que sigue adelante con su proyecto maacutes allaacute de
nuestra lejaniacutea Por eso para Ireneo la encarnacioacuten no es un momento puntual sino
un doble proceso en la medida que la divinidad se abaja y vaciacutea de siacute42 la
humanidad de Cristo como la nuestra se dispone a ir creciendo en el Espiacuteritu
36 Sobre la recepcioacuten de Calcedonia y el neocalcedonismo cf G URIacuteBARRI La singular humanidad
103-145 laquoEl dinamismo encarnatorio seguacuten las homiliacuteas catequeacuteticas de Teodoro de Mopsuestiaraquo Estudios Eclesiaacutesticos 81 (2006) 37-95 Aquiacute 40-50 B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 323-335 J RATZINGER Miremos al Traspasado (Santa Fe 2007) 45-51 BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret Desde la entrada en Jerusaleacuten hasta la Resurreccioacuten (Madrid 2011) 187-189
37 Cf AH V 91 38 Cf AH V 61 39 O GONZAacuteLEZ DE CARDEDAL ve en Ireneo una laquoanticipacioacutenraquo de las foacutermulas calcedonenses laquoCristo es
uno y el mismo [εἷσ καὶ ὁ ἀυτόσ]raquo Algunos textos que resalta en este sentido son AH III 168-9 IV 6367 Tambieacuten ve un anticipo de la teoriacutea de las propiedades de Cristo (AH III 92 192 V 173 V 211 III 214 IV 242) y parte del vocabulario que despueacutes expresaraacute la unioacuten entre Dios y el hombre ςάρκωςις ἕνωςισ unitio commixtio communio habitatio adsumptio (AH III 183 191 V 144 IV 3311 III 187 IV 344 IV 204 III 202 IV 334 V 13) Cf Cristologiacutea (Madrid 22005) 214-215
40 Cf Capiacutetulo III
41 Cf Rm 83 2Cor 521 Gaacutel 313 1Pe 221-22 Resaltado tambieacuten en LEOacuteN MAGNO laquoAdsumpsit formam servi sine sorde peccati humana augens divina non minuensraquo (Tomus ad Flavianum DH 293)
42 Cf Flp 26-11
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 121
elevaacutendose hasta Dios43 En la visibilidad de la encarnacioacuten Cristo hace visible este
misterio inserto en todo ser humano44 mostrando la perfeccioacuten a la que somos
llamados seguacuten su humanidad gloriosa sometido a los mismos avatares45 que
cualquier otro hombre tiene que vivir Pero en Eacutel ya se ha realizado ese camino e
incluye la glorificacioacuten Se trata entonces de un crecimiento que no se reduce a la
laquoκένοςισraquo sino que incluye tambieacuten crecer en la laquoπλήροςισraquo teologiacutea bellamente
expresada en el himno de Pablo a los Filipenses impregnado de esta misma
dinaacutemica [γενόμενοσ] de crecimiento libre y personal46
Por eso es tan importante poder hablar de plena libertad y voluntad humana
en Cristo para llevar a cabo su vida y misioacuten tal como lo confirmoacute el concilio III de
Constantinopla (680-681)47 Nos salva en su humanidad en la medida que va
aprendiendo a obedecer no sin sufrimiento hasta la muerte en cruz48 Es decir en
la medida que va conformando su voluntad humana a la del Padre en la medida
que va entrando en comunioacuten cada vez maacutes plena con Eacutel y con el Espiacuteritu que le
guiacutea Asiacute se perfecciona su carne y con ella toda la humanidad asiacute se abre la
posibilidad de perfeccioacuten en su carne para todo ser humano49 que tampoco podraacute
darse sin libertad y sin sufrimiento
Cordero inocente con la entrega libeacuterrima de su sangre nos merecioacute la vida En El Dios nos reconcilioacute consigo (cf 2 Cor 518 Col 120-22) y con nosotros y nos liberoacute de la esclavitud del diablo y del pecado por lo que cualquiera de nosotros puede decir con el Apoacutestol laquoEl Hijo de Dios me amoacute y se entregoacute a siacute mismo por miacuteraquo (Gal 220) Padeciendo por nosotros nos dio ejemplo para seguir sus pasos (cf 1 Pe 221 Mt 1624 Lc 1427) y ademaacutes abrioacute el camino con cuyo seguimiento la vida y la muerte se santifican y adquieren nuevo sentido50
43 Para LADARIA en la foacutermula de Calcedonia se afirma impliacutecitamente una perfeccioacuten en Cristo que
consiste en laquoun crecimiento de la humanidad paralelo al despojamiento y a la keacutenosis del Hijo de Diosraquo (Jesuacutes salvacioacuten de todos 20-21)
44 Cf AH V 62 45 Cf Gaacutel 44 46 laquoὃσ ἐν μορφῇ Θεοῦ ὑπαρχων οὐχ ἁρπαγμὸν ἡγήςατο τὸ εἷναι ἴςα Θεῷ ἀλλὰ ἑαυτον μορφὴν
δούλον λαβών ἐν ὁμοιώματι ἀνθρώπων γενόμενοσmiddot καὶ ςχὴνατι εὑρεϑεὶσ ὡσ ἄνϑρωποσ ἐταπείνωςεν ἑαυτὸν γενόμενοσ ὑπήηοοσ μέξρι ϑανάτου ϑανάτου δὲ ςταυροῦraquo (Flp 26-8)
47 Cf DH 556-558 B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 343-345 48 Hb 210 58-9 Cf A VANHOYE Sacerdotes antiguos sacerdote nuevo seguacuten el nuevo testamento
(Salamanca 1984) 75-100 49 Cf Hb 10 19 50 GS 22
CAPIacuteTULO IV
122 | Humana augens
El sufrimiento y la cruz fueron perfeccionando51 a Cristo y en la medida que
vayamos conformaacutendonos con Eacutel aprenderemos tambieacuten nosotros laquosufriendo a
obedecerraquo o dicho de otra manera aprenderemos a dar un sentido nuevo al
sufrimiento y la muerte de modo que lejos de aplastarnos o empequentildeecernos
nos haga crecer hasta la resurreccioacuten El perfeccionamiento de Cristo no es
perfeccioacuten moral ni su glorificacioacuten es un premio divino por los meacuteritos
realizados52 Es una perfeccioacuten que maacutes tiene que ver con realizar profundamente
lo que ya se es y con unirse cada vez maacutes iacutentimamente a Dios en cuanto hombre
Teodoro de Mopsuestia principal exponente de la escuela antioquena comparte
esta visioacuten con Ireneo dotando a la encarnacioacuten de un dinamismo que da un realce
salviacutefico claro a la humanidad de Cristo a su libertad y al Espiacuteritu mdashgraciamdash que le
unge y acompantildea en el proceso
Eacutel [Cristo] tambieacuten avanza hacia el bautismo a fin de transmitir de una manera ordenada la vida del evangelio y finalmente recibe la muerte y la abole Habriacutea sido simple y faacutecil para Dios haberlo hecho de golpe inmortal e incorruptible e inmutable tal y como deviene despueacutes de la resurreccioacuten Pero porque no era solamente a eacutel a quien queriacutea hacer inmortal e inmutable sino tambieacuten a nosotros que estamos asociados a eacutel en su naturaleza era necesario a causa de esta misma asociacioacuten que fuera en eacutel donde se realizaran las primicias de todos nosotros como dice el bienaventurado Pablo laquoque eacutel sea el primero en todoraquo (Col 119)53
Desde otras coordenadas el texto expresa con toda claridad el sentido salviacutefico
del crecimiento en la humanidad de Cristo apoyaacutendose justamente en una de las
premisas clave de Ireneo la carne tiene su ritmo precisa tiempo paciencia
libertad para acoger la accioacuten de Dios Y si esto es asiacute para toda carne tambieacuten
tuvo que serlo para la humanidad de Cristo salvacioacuten de todos
Desde Ireneo en coherencia con su antropologiacutea y cristologiacutea eliminar el
crecimiento y el perfeccionamiento progresivo en la humanidad de Cristo es
inviable Cuando se dice laquoEl Verbo de Dios [] entroacute como hombre perfecto en la
historia del mundo asumieacutendola y recapitulaacutendola en siacute mismo (cf Ef 110)raquo54
podemos confundir la realizacioacuten plena con la posibilidad de tal realizacioacuten
restando importancia a la encarnacioacuten verdadera Es decir el Verbo de Dios
51 Cf A VANHOYE Sacerdotes antiguos sacerdote nuevo 176-180
52 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 200 53 Hom VI 11 Cit por G URIacuteBARRI El dinamismo encarnatorio 73 54 GS 38
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 123
asumioacute nuestra carne y se hizo uno de nosotros para recapitular en siacute mismo todas
las cosas pero lo hizo primero como nintildeo se hizo hombre amoacute eligioacute y obedecioacute
libremente como hombre y asiacute llegoacute a ser hombre perfecto tras la muerte y
resurreccioacuten cuando su carne estuvo totalmente tomada por el Espiacuteritu Es decir
dando un sentido salviacutefico a su crecimiento no obviaacutendolo
Dando un paso maacutes del mismo modo que para Ireneo no hay ser humano sin
mezcla con espiacuteritu mdashen la medida que seamdash tampoco la humanidad de Cristo por
siacute sola tiene consistencia salviacutefica Por un lado no existiriacutea sin la comunioacuten
personal con el Verbo sin su divinidad por otro no salvariacutea sino fuera plenificada
por el Espiacuteritu O dicho de otro modo la iniciativa y preponderancia divina puede y
debe mantenerse tambieacuten en la persona de Cristo mismo sin que esta especie de
laquoasimetriacutearaquo55 suponga mengua ninguna a la plena humanidad de Cristo ni a una
comunioacuten verdadera de naturalezas Asiacute esa cierta laquocompenetracioacutenraquo entre lo
humano y lo divino (περιχώρηςισ εἰσ ἀλλήλασ) no es indiferente proviene de la
divinidad y no de la carne56 que maacutes bien se hace partiacutecipe por las cualidades que
recibe de Dios
Biacuteblicamente despueacutes de Cristo no podemos leer el relato del Geacutenesis
aseacutepticamente57 pues ahora sabemos que la creacioacuten es en Cristo58 mdashno soacutelo en el
Verbomdash y nosotros somos llamados a conformarnos con Eacutel59 Es el Espiacuteritu quien
hace posible en nosotros lo que ya realizoacute en Cristo una vez que se
laquoacostumbroacuteraquo60 a su carne para que el hombre se acostumbrara al querer de Dios
a la novedad de Cristo y deseaacutendolo cooperaraacute con Eacutel para su propia salvacioacuten Por
55 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 116 56 En la liacutenea de Maacuteximo el Confesor y San Juan Damasceno Cf V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la
Iglesia de Oriente 107-108
57 L F LADARIA sentildeala como dato significativo que el Concilio Vaticano II comience a hablar de la dignidad del ser humano en GS 12 desde el relato del Geacutenesis (Jesuacutes salvacioacuten de todos 45 nota 5)
58 Cf 2Cor 44 Col 115 59 Cf Rm 829 1Cor 1549 2Cor 318 60 AH III 171
CAPIacuteTULO IV
124 | Humana augens
eso tampoco podemos cifrar todo el misterio salviacutefico en Cristo dejando a un lado
la accioacuten del Espiacuteritu que tan presente tuvieron los Padres61
[Este es] el viacutenculo entre el misterio salviacutefico del Verbo encarnado y el del Espiacuteritu Santo que actuacutea el influjo salviacutefico del Hijo hecho hombre en la vida de todos los hombres llamados por Dios a una uacutenica meta ya sea que hayan precedido histoacutericamente al Verbo hecho hombre o que vivan despueacutes de su venida en la historia de todos ellos es animador el Espiacuteritu del Padre que el Hijo del hombre dona libremente cf Jn 334)62
Para Ireneo Cristo es el uacutenico Hombre perfecto en siacute mismo ya glorificado
como laquofin de la historia humana punto de convergencia hacia el cual tienden los
deseos de la historia y de la civilizacioacuten centro de la humanidad gozo del corazoacuten
humano y plenitud total de sus aspiracionesraquo63 Recapitular como afirma Ireneo
no es que el Hijo deacute fin a todo lo creado desde Eacutel por ser Eacutel sino desde Eacutel porque
estuvo en el origen y en el ser mismo de lo creado Es mucho maacutes que un mediador
externo Pero por ello no podemos hacer de su humanidad algo terminado ya
desde el inicio porque entonces no seriacutea humanidad verdadera como la nuestra y
lo salvado no habriacutea sido nuestra carne o se habriacutea hecho laquoautomaacuteticamenteraquo sin
respetar el proyecto que Dios mismo ha marcado
No soacutelo creemos que Cristo es Hombre Perfecto sino que sieacutendolo nos
perfecciona Soacutelo asiacute puede unir en su cuerpo nuestro origen (creacioacuten) nuestra
vida (asemejamiento progresivo y pecado) y nuestro fin (recapitulacioacuten) desde
dentro desde nosotros mismos y soacutelo puede hacerlo porque es Dios Es la
realizacioacuten plena del dinamismo creatural que Eacutel mismo plasmoacute en nosotros con el
Padre y el Espiacuteritu64 Y nuestra perfeccioacuten soacutelo puede consistir en participar de su
perfeccioacuten acogieacutendola libremente y realizaacutendola en nuestra vida Con razoacuten
podemos decir que laquoquien sigue a Cristo el Hombre Perfecto se hace maacutes
61 Cf L F LADARIA laquoHumanidad de Cristo y don del Espiacuterituraquo Estudios Eclesiaacutesticos 51 (1996) 321-
345 ID laquoCristologiacutea del Logos y cristologiacutea del Espiacuterituraquo Gregorianum 61 (1980) 353-360 ID laquoLa uncioacuten de Jesuacutes y el don del Espiacuterituraquo Gregorianum 71 (1990) 547-571
62 Dominus Iesus 12 63 GS 45 64 Cf H U VON BALTHASAR Teodramaacutetica III (Madrid 1993) 237-238 W PANNENBERG Teologiacutea
Sistemaacutetica II (Madrid 1996) 25
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 125
hombreraquo65 Y al hacerse maacutes hombre se hace maacutes que hombre crece por encima de
sus posibilidades66 Y creciendo es salvado67
2 Cristo Caro salutis nuestra salvacioacuten
El concilio Vaticano II en GS 22 expresoacute con rotundidad algo que la tradicioacuten
de la Iglesia ha mantenido siempre aunque desde distintas perspectivas
En eacutel (Cristo) la naturaleza humana asumida no absorbida ha sido elevada tambieacuten en nosotros a dignidad sin igual El Hijo de Dios con su encarnacioacuten se ha unido en cierto modo con todo hombre Trabajoacute con manos de hombre pensoacute con inteligencia de hombre obroacute con voluntad de hombre amoacute con corazoacuten de hombre Nacido de la Virgen Mariacutea se hizo verdaderamente uno de los nuestros semejantes en todo a nosotros excepto en el pecado68
Ireneo utiliza expresamente este verbo laquoabsorberraquo69 para expresar la
salvacioacuten de la carne la asuncioacuten que de ella va haciendo el Espiacuteritu si no
encuentra impedimentos Sin embargo ciertamente el sentido es el mismo que
quiere transmitir el Vaticano II y anteriormente el II y III concilio de
Constantinopla garantizar que la carne no se pierde en el proceso de divinizacioacuten
o asemejamiento que la resurreccioacuten de la carne pasa por mantener esa misma
carne resucitada Por eso Ireneo y el Concilio hablan de laquoelevacioacutenraquo a una dignidad
mayor que no es otra que la que el Padre ya previoacute en la creacioacuten por encima de
los aacutengeles70
65 GS 41 66 IGNACIO DE ANTIOQUIacuteA lo expresa con total claridad ante su martirio inminente laquoNo impidaacuteis que
viva no queraacuteis que muera [] Dejadme alcanzar la luz pura Cuando eso suceda sereacute un hombre [ἐκεῖ παραγενόμενοσ ἄνϑρωποσ ἔςομαι] Permitidme ser imitador de la pasioacuten de mi Diosraquo (A los romanos VI 2-3 Ed JJ AYAacuteN CALVO Ignacio de Antioquiacutea-Policarpo de Esmirna-Carta de la iglesia de Esmirna [Madrid 1999] 156-157) El mismo Ireneo se hace eco de su experiencia en AH V 284
67 laquoEl disciacutepulo que camina con Jesuacutes se veraacute implicado con eacutel en la comunioacuten con Dios Y esto es lo que realmente salva el trascender los liacutemites del ser humano algo para lo cual estaacute ya predispuesto desde la creacioacuten como esperanza y posibilidad por su semejanza con Diosraquo BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret (Madrid 2007) 30
68 GS 22 b 69 Cf AH IV 384 70 Cf AH V 363
CAPIacuteTULO IV
126 | Humana augens
Creo que Ireneo expresa magniacuteficamente esta participacioacuten71 de todo ser
humano en la humanidad de Cristo en virtud de la encarnacioacuten72 Y esto se realizoacute
de una vez para siempre ya no tiene vuelta atraacutes Todo ser humano por el hecho
de serlo estaacute unido en cierto modo con Cristo Verbo encarnado Ciertamente por
el Bautismo los cristianos somos incorporados de un modo especialiacutesimo a su
Cuerpo que es la Iglesia73 y en ella vamos creciendo y madurando hasta Dios
nutrieacutendonos con la Eucaristiacutea y dejaacutendonos llevar por su Espiacuteritu Asiacute es Asiacute lo
reconoce tambieacuten Ireneo en el lugar clave que da a la Iglesia en el mundo con una
funcioacuten sacramental sagrada garante de la verdad recibida74 Sin embargo por la
encarnacioacuten se da una unioacuten gratuita y definitiva que aunque germinal es previa
mdashpor decirlo asiacutemdash a la confesioacuten bautismal
Asociado al misterio pascual configurado [el cristiano] con la muerte de Cristo llegaraacute corroborado por la esperanza a la resurreccioacuten Esto vale no solamente para los cristianos sino tambieacuten para todos los hombres de buena voluntad en cuyo corazoacuten obra la gracia de modo invisible Cristo murioacute por todos y la vocacioacuten suprema del hombre en realidad es una sola es decir la divina En consecuencia debemos creer que el Espiacuteritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que en la forma de soacutelo Dios conocida se asocien a este misterio pascual75
La antropologiacutea positiva y optimista de Ireneo permite fundamentar esto
desde la protologiacutea y no solo de cara a la redencioacuten o la escatologiacutea Aunque
ciertamente es un terreno menos transitado por la teologiacutea76 me parece
fundamental recuperar la dignidad creatural del ser humano como fundamento
teoloacutegico Dios quiere que el aacutenthropos pueda llegar a ser libre y gozosamente
imagen y semejanza suya77 pues fue plasmado cuidadosamente con sus propias
Manos De ahiacute que tal dignidad laquoresidaraquo de un modo especial en el cuerpo
71 Cf AH V 141-3 202 IV 204 III 104 119 121 171hellip 72 El tema de la participacioacuten de toda la humanidad en Cristo aparece tambieacuten en GS 24 y 32 Es un
tema clave que el mismo JUAN PABLO II subrayoacute al hacer de GS 22 una referencia constante en su ministerio papal cf Redemptor hominis 8 Fides et Ratio 60 80
73 Cf Col 118 74 Cf M RUIZ JURADO laquoEl concepto de mundo en S Ireneo La Fe de la Iglesia como normaraquo Estudios
Eclesiaacutesticos 47 (1972) 205-226 Aquiacute 216-220
75 GS 22 e 76 Cf L F LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos 128 77 Cf Ep 22
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 127
humano78 Y esto es asiacute en todo ser humano por el hecho de existir no por confesar
a Cristo como Sentildeor de su vida aunque de hecho lo sea79 lo sepa eacutel o no lo sepa80
Conservaraacute este laquoArteraquo impreso en su plasis si en fe deja que su Espiacuteritu lo vaya
transformando lenta y pacientemente en la carne Todo ser humano lleva en su
carne la propia laquofisonomiacutearaquo de Cristo encarnado81 Soacutelo por el hecho de venir al
mundo la luz de Cristo ilumina a cada ser humano82 Temporal o histoacutericamente
primero fue Adaacuten pero eacuteste solo existe en Cristo y por Cristo que en todo le
precede y hacia el que camina para la plenitud Por eso ciertamente
comprendemos mejor queacute es el hombre gracias a Cristo83 y si contemplamos al
hombre en profundidad descubriremos la dignidad de la carne de Cristo hombre y
Dios que incluye en cierto modo a toda la Humanidad84
78 laquoLa persona maacutes que tener un cuerpo es un ser ldquoespiacuteritu-corpoacutereordquo de manera que el cuerpo es
en realidad la mediacioacuten a traveacutes de la cual la persona se abre hacia los demaacutes y hacia el mundo [] De ahiacute que la corporalidad humana no pueda ser reducida al cuerpo en su pura materialidad sino que implica una dimensioacuten maacutes profunda y misteriosa [] El cuerpo humano es algo maacutes que una mera agregacioacuten de estructuras o elementos materiales Antes bien es una realidad transida por una dimensioacuten espiritual que desborda (a la vez que configura desde dentro) una estructura fiacutesico-quiacutemica haciendo de ella una realidad nueva personalraquo (M GESTEIRA Jesucristo horizonte de esperanza I Jesuacutes de Nazaret personaje histoacuterico [Madrid 2011] 245) No estaacute de maacutes explicitar estas convicciones que expresan muy bien el fundamento protoloacutegico de Ireneo y no son superfluas cuando queriendo dialogar con la Ciencia desde la fe podemos olvidar que no hay ser humano propiamente donde soacutelo hay materia fiacutesico-quiacutemica
79 El delicado problema de armonizar la confesioacuten de Cristo como uacutenico salvador y el valor salviacutefico de otras religiones no nos toca a nosotros plantearlo pero ciertamente estaacute ahiacute Los documentos magisteriales maacutes significativos a este respecto son Nostra aetate Lumen gentium Gaudium et Spes y Ad gentes del Concilio Vaticano II Redemptoris missio de Juan Pablo II El cristianismo y las religiones (1996) de la COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA INTERNACIONAL (=CTI) en Documentos 1969-1996 557-604 Dominus Iesus (2000) [Cf L F LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos 130-138143159180 G URIacuteBARRI La singular humanidad 341-378] Tambieacuten se intuye la significatividad de la teologiacutea de Ireneo como viacutea para el diaacutelogo con otras tradiciones religiosas y culturales en M NAMIKAWA laquoAcostumbrarraquo para la comunioacuten en san Ireneo de Lyon (Tesina de Licenciatura U P Comillas Madrid 2005) 126
80 laquoHay quien se encontroacute con Cristo sin saber que aprehendiacutea a aquel en cuya vida y muerte se arrojaba como en su destino bienaventurado y redimido que se encontraba con aquel a quien los cristianos con razoacuten llaman a Jesuacutes de Nazaret [] Y Dios y la gracia de Cristo estaacuten en todo en tanto esencia oculta de toda realidad elegible y asiacute no es tan faacutecil aferrarse a algo sin tener que habeacuterselas mdashde una o de otra formamdash con Dios y Cristoraquo (K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 156)
81 Cf AH V 363 82 Cf Jn 19 83 Cf AH V 173 84 L F LADARIA Teologiacutea del pecado original y de la gracia (Madrid 21997) 152-153
CAPIacuteTULO IV
128 | Humana augens
Que recibamos el don del Espiacuteritu a traveacutes de la carne gloriosa de Cristo85 no
significa que eacuteste tenga que limitarse a quienes profesan la fe cristiana Lo que siacute
afirma la Iglesia como ya hizo Ireneo es que la accioacuten de ambos estaacute
profundamente ligada pues el Verbo encarnado es el lugar clave donde estaacute
presente el Espiacuteritu y desde donde actuacutea para toda la humanidad86 Por tanto no
hay incompatibilidad alguna entre mantener esta centralidad cristoloacutegica para la
salvacioacuten y a la vez confiar al Espiacuteritu el misterio por el que muchos hombres y
mujeres se asociaraacuten a Cristo desde otras religiones o desde la increencia87
La carne gloriosa de Cristo ya estaacute plenamente tomada por el Espiacuteritu y no
debemos olvidar que todos estamos unidos a ella misteriosa y realmente Es decir
en cada ser humano se da ya como en arras como en posibilidad como en germen
la plenitud de crecimiento que podemos esperar88 Y esto sin abandonar lo que
somos nuestra carne limitada al contrario adentraacutendonos en ella cada vez maacutes
para en ella dejarnos llevar por el querer de Dios y su fuerza Si esto es asiacute la
glorificacioacuten de Cristo en el Nuevo Testamento estaacute refirieacutendose siempre al
crecimiento y perfeccioacuten de su humanidad ya que la naturaleza divina ni cambia ni
crece ni se perfecciona89 Esta divinizacioacuten o glorificacioacuten de la carne de Cristo si
85 Cf AH III 93 171 241 Tambieacuten ATANASIO laquoNo es por tanto el Logos y Sabiduriacutea el que es ungido
con el Espiacuteritu Santo que eacutel da sino que es la carne asumida la que es ungida en eacutel y por eacutel para que la santificacioacuten que ha venido sobre el Sentildeor en cuanto hombre pueda pasar a todos los hombresraquo Discursos contra los arrianos I 47 (Madrid 2010) 99-100 Y posteriormente BASILIO MAGNO laquoiquestQuieacuten negaraacute que se han cumplido [los planes salviacuteficos para el hombre] mediante la gracia del Espiacuteritu Santo [] Todo se realizoacute por medio del Espiacuteritu [] En primer lugar estaba con la carne del Sentildeor al hacerse uncioacuten y estar presente de manera inseparable seguacuten lo escrito [] En segundo lugar toda accioacuten se efectuaba con la presencia del Espiacuteritu [] y no lo abandona al resucitar de entre los muertosraquo El Espiacuteritu Santo 39 (Madrid 1996) 172-173
86 Cf Dominus Iesus 12 V LOSSKY apoyado en Ireneo dice laquoen el cuerpo de Cristo se encuentra acceso al manantial del Espiacuteritu Santo seguacuten san Ireneo Es pues necesario estar unido al cuerpo de Cristo para recibir la gracia del Espiacuteritu Santoraquo (Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 131-132) Sin embargo no parece que se pueda identificar soacutelo y siempre este ldquocuerpordquo de Cristo con la Iglesia de quien es cabeza Maacutes que de Ireneo el acento parece ser de la Iglesia de Oriente en palabras del autor pues antes afirma laquoLa Iglesia es cuerpo en la medida en que Cristo es su cabeza es plenitud en la medida en que el Espiacuteritu Santo la anima la llena de divinidad pues la divinidad habita en ella corporalmente como habitaba ella en la humanidad deificada de Cristoraquo (Ibid 116-117) Y vuelve a fundamentar su afirmacioacuten en Ireneo Recordemos que LG 7-8 habla de la Iglesia como Cuerpo de Cristo sin llegar tan lejos
87 Cf GS 22 88 Cf AH V 81 89 Cf L F LADARIA Jesuacutes salvacioacuten de todos 142 Basa la fundamentacioacuten biacuteblica de este punto en Jn
141-3 1724-26 Rm 816-1729 1 Cor 1545-49 Ef 13-14 Col 31-4
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 129
mantenemos lo dicho de nuestra participacioacuten en su humanidad supone que
tambieacuten nuestra carne es ya en cierto modo glorificada
Todo aquello que la Escritura dice que Jesuacutes ha recibido lo dice a causa de su cuerpo [] En primer lugar el Sentildeor ha resucitado su propio cuerpo y lo ha exaltado en siacute mismo despueacutes ha resucitado todos los miembros para darles como Dios todo lo que ha recibido como hombre [] Sepa por tanto con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Sentildeor y Cristo a aquel Jesuacutes que vosotros habeacuteis crucificado no es de la divinidad que eacutel dice que la ha constituido Sentildeor y Cristo sino de su humanidad que es toda la Iglesia90
Si esto fuera asiacute cuando decimos que el Hijo se ha unido a todo hombre en su
encarnacioacuten iquestestamos reduciendo la Humanidad a la Iglesia o maacutes bien hay que
entender aquiacute la Iglesia como sacramento de toda la Humanidad91 Y por otro lado
iquestdoacutende queda entonces la libertad humana para responder a la vocacioacuten divina
que hemos recibido
El desarrollo que Ireneo hace de la libertad como camino indispensable para
que el hombre crezca hasta Dios puede fundamentar esta respuesta humana
obediente que sin tener la iniciativa ni la capacidad de realizarse por siacute misma no
se llevaraacute a cabo si cada ser humano no lo realiza Por eso para Ireneo Mariacutea es
pieza fundamental de la historia de salvacioacuten tal como despueacutes han recogido
mucho otros autores
La encarnacioacuten no soacutelo fue obra del Padre de su Poder y de su Espiacuteritu sino tambieacuten la obra de la voluntad y de la fe de la Virgen Sin el consentimiento de la Inmaculada sin el concurso de la fe ese designio era tan irrealizable como sin la intervencioacuten de las propias tres Personas divinas Soacutelo despueacutes de haberla instruido y persuadido la toma Dios por Madre y toma la carne que Ella consiente en prestarle Asiacute como Eacutel se encarnaba voluntariamente queriacutea asiacute mismo que su Madre lo pariera libremente y por su propia voluntad92
90 ATANASIO DE ALEJANDRIacuteA De incarnationi Verbi et contra Arianos 1221 (PG 2610041021) 91 laquoTodos estaacuten llamados a entrar en la Iglesia pues si el hombre es un microcosmos la Iglesia es un
macroanthropos seguacuten san Maacuteximo Crece y se forma en la historia introduciendo a los elegidos en su seno unieacutendolos a Diosraquo (V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 132) TH SOIRON llama a la Iglesia laquosacramento de la humanidadraquo despueacutes de llamar a Cristo el laquosacramento originalraquo (Der sakramentale Mensch Friburgo 1946) Cf LG 48 SCh 5
92 NICOLAacuteS CABAacuteSILAS laquoHomiliacutea sobre la Anunciacioacutenraquo M JUGIE Homeacutelies mariales byzantines (Pariacutes 1925) 463 Cit por V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 104 Y antildeade Lossky laquoEn la persona de la Virgen la humanidad dio su consentimiento a que el Verbo se hiciera carne y viniera a habitar entre los hombres pues seguacuten el adagio patriacutestico laquosi bien la voluntad divina creoacute sola al hombre no puede salvarlo sin la cooperacioacuten de la voluntad humanaraquo La tragedia de la libertad se resuelve en las palabras ecce ancilla Dominiraquo
CAPIacuteTULO IV
130 | Humana augens
Ciertamente Ireneo piensa y escribe en el siglo II dirigieacutendose a la comunidad
cristiana frente a las doctrinas gnoacutesticas que empantildeaban la fe con apariencias
heterodoxas Pero no es menos cierto que habla del aacutenthropos en su totalidad e
integridad y es a este aacutenthropos al que Dios le confiere el don de crecer y madurar
hasta la vida eterna que es Eacutel mismo No se ofrecen dos proyectos salviacuteficos porque
soacutelo hay un hombre y un Dios y una historia93 Si creemos que por pura bondad
creatural concedioacute Dios al ser humano la fuerza de su espiacuteritu inicialmente y que
soacutelo desde la carne gloriosa de Cristo hemos recibido la sobreabundancia de su
Espiacuteritu para poder tambieacuten nosotros recorrer el camino que la humanidad de
Jesuacutes ya recorrioacute entonces tenemos que mantener esto para cualquier persona en
cualquier tiempo y lugar
No podemos decir a partir de Ireneo que sea indistinto creer o no creer seguir
a Cristo o no hacerlo formar parte de la Iglesia o no En absoluto Pero no parece
que podamos concluir que la salvacioacuten se reserva exclusivamente a la Iglesia Eacutel
mismo preveacute una visioacuten de Dios un final glorioso con distintos grados seguacuten los
frutos dados94 Tanto en la paraacutebola del sembrador95 como en la de los talentos o
en el salario que reciben los trabajadores de la vintildea96 ve Ireneo expresada esta
diversidad final que nada tiene que ver con los diversos salarios predestinados en
funcioacuten del tipo de hombre defendido por los gnoacutesticos iquestAcaso nos molestaraacute que
tambieacuten reciban paga los que llegaron en la uacuteltima hora97 Todos recibiremos el
mismo salario aunque cada uno en su medida Aquiacute la distincioacuten es cuantitativa no
cualitativa98 Y si todos seguiremos creciendo en la visioacuten de Dios porque siempre
93 Cf COMISIOacuteN TEOLOacuteGICA INTERNACIONAL El cristianismo y las religiones (1996) 49e laquoSiendo Jesuacutes el
uacutenico mediador que lleva a cabo el designio salvador del uacutenico Dios Padre la salvacioacuten para todos los hombres es uacutenica y la misma la plena configuracioacuten con Jesuacutes y la comunioacuten con Eacutel en la participacioacuten de su filiacioacuten divina Hay que excluir por consiguiente la existencia de economiacuteas diversas para los que creen en Jesuacutes y lo que no creen en Eacutel No puede haber caminos para ir a Dios que no confluyan en el uacutenico camino que es Cristoraquo (Documentos 1969-1996 576)
94 Cf AH V 362 IV 367
95 Mt 138
96 Mt 209 Cf A ORBE laquoS Ireneo y la paraacutebola de los obreros de la vintildea Mt 201-16raquo Estudios Eclesiaacutesticos 46 (1971) 35-62 183-206 Aquiacute 195-202
97 Cf AH III 224 A ORBE laquoSan Ireneo y la primera Pascua del Salvadorraquo Estudios Eclesiaacutesticos 44 (1969) 297-344 Aquiacute 316-317
98 Cf A ORBE laquoVisioacuten del Padre e incorruptela seguacuten san Ireneoraquo Gregorianum 64 (1983) 231-234
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 131
tendraacute cosas nuevas que ensentildearnos y nosotros que aprender99 cada cual progresa
en su relacioacuten con Dios seguacuten ha vivido en la medida del amor la fe y la
esperanza100 Y de las tres para Ireneo como para Pablo la primera es el amor por
encima de todo conocimiento (gnosis) o meacuterito adquirido101 Como si esta
capacidad de seguir creciendo en el amor permaneciera en el ser humano
inherente a siacute mismo tambieacuten en la vida eterna Nadie parte de cero porque en la
humanidad de Cristo de alguacuten modo todo ser humano se ha acercado en cierta
medida a Dios
Por eso podemos considerar con Ireneo y el magisterio eclesial que es en la
Iglesia Cuerpo de Cristo donde se da la plenitud de su Espiacuteritu102 y no por ello
obviar que el mismo Espiacuteritu que glorificoacute la carne de Cristo y nos va
transformando a nosotros encontraraacute sus medios modos y caminos para nutrir y
acrecentar toda carne todo ser humano toda la humanidad y guiarlos hacia Dios al
final de los tiempos103 No deja de ser curioso que cree muchos maacutes problemas o
escruacutepulos la pretensioacuten de Cristo como uacutenico salvador de todos que la afirmacioacuten
radical de haber sido todos creados en Cristo y para Cristo
En Ireneo hemos visto algunas de las virtualidades del Espiacuteritu que es quien
nutre y hace crecer104 quien asemeja con la imagen de Dios105 quien cambia lo
viejo del hombre por la novedad de Cristo106 quien cura107 consuela y cuida de
cada hombre caiacutedo en el camino108 quien conoce y juzga a todos109 En definitiva
el Espiacuteritu hace posible que la carne pueda llegar a tener las cualidades del
espiacuteritu110 es Eacutel quien hace de la sola carne y sangre mortal y corruptible un ser
99 Cf AH II 283 Cf A ORBE laquoHomo nuper factus estraquo 539
100 1Cor 1312
101 Cf AH IV 122 338
102 Cf AH III 241 103 Cf GS 22 24 29 92 LG 16-17 NA 1-2 104 Cf AH IV 382-3 105 Cf AH V 61 106 Cf III 171 107 Cf AH IV 82 V 126 108 Cf AH III 173 V 126 109 Cf AH IV 331 110 Cf AH V 94
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superior a los aacutengeles111 un hombre perfecto espiritual112 Nos hace hijos en el
Hijo113 Todo esto porque asiacute lo ha querido Dios y porque se acostumbroacute en la
carne de Cristo ungieacutendole para glorificarle y poder recibir tambieacuten nosotros de
su carne gloriosa114 Tras la Encarnacioacuten donde estaacute el Espiacuteritu de Dios que sopla
donde quiere y como quiere115 alliacute estaacute Cristo el Verbo encarnado y resucitado
ejerciendo su sentildeoriacuteo
La unidad trinitaria no se quiebra nunca ni en el principio ni en el final La
obra salvadora de Dios Padre se llevaraacute a cabo en el Hijo por el Espiacuteritu aunque no
sepamos de queacute manera lo haraacute ni por queacute diversos caminos se acercaraacute al geacutenero
humano116 disponieacutendonos para una hermosa laquosinfoniacutea de la salvacioacutenraquo117
Y para no caer en automatismos salviacuteficos118 queda siempre pendiente
nuestra obediencia libre como pendiente estuvo la libre obediencia de Cristo hasta
el uacuteltimo momento en Getsemaniacute y en la Cruz Es muy expresivo el siguiente
pasaje del siacutenodo de Quiercy en el antildeo 853
Como no hay hubo o habraacute hombre alguno cuya naturaleza no fuera asumida en eacutel asiacute no hay hubo o habraacute hombre alguno por quien no haya padecido Cristo Jesuacutes Sentildeor nuestro aunque no todos sean redimidos por el misterio de su pasioacuten Ahora bien que no todos sean redimidos por el misterio de su pasioacuten no mira a la magnitud y copiosidad del precio sino a la parte de los infieles y de los que no creen con aquella fe laquoque obra por la caridadraquo (Gaacutel 56)119
Es decir por parte de Dios en la carne de Cristo estaacute dicho todo Pero siempre
respeta y espera la libertad humana el laquosiacuteraquo o el laquonoraquo de cada uno en la fe y en el
amor que actualiza dicha fe
Seguacuten escuelas teoloacutegicas y sensibilidades se han propuesto diversos modos
de armonizar la universalidad de la salvacioacuten y la mediacioacuten uacutenica e irrepetible de
Cristo Creo que es significativo caer en la cuenta de doacutende apoya Ireneo su
111 Cf AH V 336 112 Cf AH V 82 92 113 Cf Gaacutel 46 Rm 81115 114 Cf AH III 241 115 Cf Jn 38 116 Cf AH IV 3315 412 V 182 117 AH IV 142 118 Cf AH III 193 V 363 119 DH 624
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 133
argumentacioacuten Si Justino hablaba de las semillas del Verbo120 para expresar esta
accioacuten real y eficaz del Logos eterno en la Creacioacuten en las culturas en filosofiacuteas
paganas Ireneo cifra la universalidad en la carne en la humanidad de Cristo de la
que todos participamos Eacutel tambieacuten reconoce la accioacuten del Verbo en la creacioacuten
desde siempre121 pero donde realmente nos hacemos partiacutecipes de su salvacioacuten es
en su carne gloriosa La diferencia auacuten siendo visiones teoloacutegicas cercanas y muy
similares es significativa No olvidemos que el sujeto personal Cristo encarnado es
el mismo Verbo eterno Sin embargo hablar de la universalidad salviacutefica por las
semillas del Logos podriacutea llevarnos a prescindir de su encarnacioacuten122 y no es esta
la fe de la Iglesia como no fue la de Ireneo (ni la de Justino)
Con la encarnacioacuten todas las acciones salviacuteficas del Verbo de Dios se hacen siempre en unioacuten con la naturaleza humana que eacutel ha asumido para la salvacioacuten de todos los hombres El uacutenico sujeto que obra en las dos naturalezas divina y humana es la uacutenica persona del Verbo Por lo tanto no es compatible con la doctrina de la Iglesia la teoriacutea que atribuye una actividad salviacutefica al Logos como tal en su divinidad que se ejerceriacutea maacutes allaacute de la humanidad de Cristo tambieacuten despueacutes de su encarnacioacuten123
Especiacutefico de la fe cristiana es confiar en la salvacioacuten de la carne y por la carne
de Cristo124 sin menguar un aacutepice su divinidad en perfecta comunioacuten Algo central
en la teologiacutea de Ireneo que sin embargo creo que ha quedado bastante
desdibujado en la teologiacutea y la vida de fe De una manera u otra todos anhelamos la
salvacioacuten125 ya sea como liberacioacuten de males esclavitudes y liacutemites ya sea como
plenitud de vida y encuentro gozoso con Dios Es decir tanto en clave de redencioacuten
como de divinizacioacuten126 Pero quizaacute el acento desproporcionado en la primera ha
120 Cf Apologiacutea I 462-3 II 83 (cit por LADARIA Jesucristo salvacioacuten de todos 174) Cf Ad gentes 11
15 18 22 Lumen gentium 16 17 Evangelii nuntiandi 53 Redemptoris missio 56 121 Cf AH IV 183 122 En esta vertiente parece estar J Dupuis cuando afirma una laquodiscontinuidad realraquo entre Jesuacutes y
Cristo diferenciando una accioacuten humana del laquoLogos eacutensarkosraquo para los cristianos y otra del laquoLogos asaacuterkosraquo para el resto de confesiones Asiacute para explicar coacutemo llega la salvacioacuten de Cristo a otras tradiciones religiosas se apoya en el poder universal del Logos sin necesidad de la concrecioacuten que supone su humanidad en el acontecimiento Jesucristo Cf J DUPUIS Hacia una teologiacutea del pluralismo religioso (Santander 2000) 437440-441444 471-473 Un resumen criacutetico de su postura en G URIacuteBARRI La singular humanidad 277- 337
123 Dominus Iesus 10 124 Que no debe confundirse con el Jesuacutes histoacuterico aunque lo incluya Pues el hombre Jesuacutes por siacute
solo siendo laquosolamente hombre como nosotrosraquo no podriacutea otorgarnos salvacioacuten ninguna (cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 12-1338-44 G URIacuteBARRI La singular humanidad 95-102)
125 Cf GS 10 CTI Cuestiones selectas sobre Dios redentor (1994) I 33 en Documentos 1969-1996 509-510
126 Cf B SESBOUumlEacute Jesucristo uacutenico mediador I (Salamanca 1990) 24-35
CAPIacuteTULO IV
134 | Humana augens
hecho que olvidemos la grandeza de la segunda dejando que a falta de sentir
necesidad de un redentor se haya perdido tambieacuten la falta de un salvador que nos
plenifique Seraacute difiacutecil recuperar esta dimensioacuten si no unimos la escatologiacutea con la
protologiacutea la cristologiacutea con la antropologiacutea Esta unioacuten es la que ofrece la teologiacutea
de Ireneo con su matiz peculiar la historia salutis es siempre salus carnis
Al decir que seremos salvados en la carne o no seremos salvados decimos
tambieacuten que Cristo nos salvaraacute en la carne o no nos salvaraacute En su carne como la
nuestra creciendo y profundizando como hombre su ser Hijo del Padre guiado por
el Espiacuteritu127 para poder hacernos partiacutecipes tras su resurreccioacuten128 de ese mismo
Espiacuteritu En su carne salvada por Dios se convierte en salvador de la nuestra129
laquopara que se pudiese entender que se encontraba dentro de nuestra humanidad en
las mismas condiciones de nuestra humanidadraquo130
El Hijo hecho ahora [en la resurreccioacuten] carne pediacutea que la carne empezara a ser para el Padre lo que era la Palabra de modo que lo que habiacutea empezado en el tiempo recibiera la gloria de aquel resplandor que no estaacute sometido al tiempo para que la corrupcioacuten de la carne desapareciera y fuera transformada en la fuerza de Dios y la incorruptibilidad del Espiacuteritu Eacutesta es la peticioacuten a Dios eacutesta es la confesioacuten del Hijo al Padre eacutesta es la suacuteplica de la carne [carnis deprecatio]131
Coinciden estos textos con Ireneo al cifrar en la carne de Cristo la glorificacioacuten
o espiritualizacioacuten que no es maacutes que la salvacioacuten que todo hombre espera y que
llega desde la carne gloriosa de Cristo Ciertamente no hay crecimiento mayor que
poder llegar la carne a vivir seguacuten el Espiacuteritu Este crecimiento [augmentum] es
dado en primicia y como prenda nuestra en la carne de Cristo132
El progreso que la uncioacuten produce no se refiere a lo que no necesita ninguacuten crecimiento sino a lo que por el crecimiento en el misterio necesita el progreso que la uncioacuten causa es decir Cristo es ungido para que mediante la uncioacuten existiera como santificada la humanidad que ha asumido de nosotros [homo noster]133
127 Cf AH V 363 128 Cf AH III 193 129 Cf JUSTINO Diaacutelogo con Trifoacuten 732 743 (PTS 47195197-198) ATANASIO Contra Arrianos I 48
(PG 26113) 130 HILARIO DE POITIERS Tr Ps 537 (CCSL 61139) 131 ID De Trinitate III 16 (CCSL 6288) 132 LEOacuteN MAGNO Promississe me memini (DH 318) laquoDios lo ensalzoacute y le dio un nombre que supera
todo nombre (cf Flp 29-10) se refiere a aquella forma que debiacutea ser enriquecida con el aumento de una glorificacioacuten tan granderaquo
133 HILARIO DE POITIERS De Trinitate XI 19 (CCSL 62A 550)
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 135
En resumen la participacioacuten de toda la humanidad en la carne de Cristo tan
querida por los Padres es principio soterioloacutegico clave134 Y esto no estaacute en
contradiccioacuten con mantener la especialiacutesima vinculacioacuten entre Cristo Cabeza y su
Cuerpo la Iglesia135 que se generalizoacute maacutes tarde Siendo esto asiacute toda la
Humanidad tiene una vinculacioacuten con Cristo tan fuerte que la alegriacutea de Cristo no
seraacute plena mientras falte alguacuten laquomiembroraquo a su cuerpo Y si esto podemos aplicarlo
para los cristianos cuaacutento maacutes no podraacute aplicarse para cada ser humano unido
por la encarnacioacuten al Cuerpo de Cristo laquoporque tambieacuten tuacute esperaraacutes a los otros
como tuacute mismo fuiste esperadoraquo136
3 Cristo Homo Dei iacutentima comunioacuten con Dios
Una promesa recorre todo el Antiguo Testamento la cercaniacutea constante de
Dios a su pueblo El movimiento natural de Dios para con el hombre es acercarse
hacerse proacuteximo maacutes allaacute de la desobediencia la lejaniacutea y el pecado denunciado
por los profetas como un compantildeero de camino constante Podriacuteamos decir que
en este sentido el primer momento siempre es laquodescendenteraquo la iniciativa
siempre es divina137 Ya hemos visto que Ireneo subraya este deseo de cercaniacutea
entre Dios y el hombre cuyo cumplimiento se da en Cristo atribuyendo al Hijo las
teofaniacuteas del Antiguo Testamento138 pues laquoel Hijo es la visibilidad del Padreraquo139
Desde la teologiacutea de Ireneo se comprende muy bien esta promesa anticipo y
anuncio de la encarnacioacuten del Verbo porque no existe ser humano sin la presencia
activa y comprometida del Hijo que siempre ha estado con el hombre [laquosemper
humani generi adestraquo140] El fin para el que fue creado el ser humano es llegar a la
comunioacuten iacutentima y plena con Dios Y como propio del ser humano es crecer la
134 Cf O GONZAacuteLEZ DE CARDEDAL Cristologiacutea 528 Y no soacutelo de los Padres griegos tambieacuten en la
teologiacutea latina 135 Cf AGUSTIacuteN De civ Dei XVII 4 (CCSL 48 561-562) En In Ps 602 9021 1404 (CCSL 39-40 766
1266 2028) ISAAC DE LA ESTRELLA Sermo 42 In Ascensione Domini 17-18 (SCh 33952) 136 Cf ORIacuteGENES Hom in Leviticum 72 (SCh 286 316) 137 Cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 32 138 Cf AH IV 52 74 20 7-11 139 AH IV 66 140 AH III 166 Cf III 181 IV 67 204 282 V 161 Ep 12
CAPIacuteTULO IV
136 | Humana augens
sentildeal inequiacutevoca de su crecimiento es la mayor o menor comunioacuten con Dios y en
esto consiste su divinizacioacuten su plenitud Esta cercaniacutea familiaridad e incluso
mezcla141 de lo humano y lo divino se dieron de un modo uacutenico irrepetible y pleno
en la persona de Cristo142 Por eso con la encarnacioacuten vino toda la novedad que el
mundo y el hombre podiacutean esperar143
No son pocos los pensadores o movimientos histoacutericos que han experimentado
a Dios como rival del hombre144 Si miramos el misterio de Cristo no es asiacute en
ninguacuten caso su divinidad disminuyoacute por crecer como hombre que era Al contrario
La formulacioacuten de san Leoacuten Magno es quizaacute la maacutes clara y puede resumir el
pensamiento de la Iglesia
Asumioacute la forma de siervo sin la mancha del pecado acrecentando las realidades humanas no disminuyendo las divinas [humana augens divina non minuens] ya que aquel despojamiento por el cual el invisible se ofrecioacute a siacute mismo visible y el creador y sentildeor de todas las cosas ha querido ser uno de los mortales fue un inclinarse de la misericordia no una falta de poder145
Cada naturaleza en Cristo actuacutea seguacuten le es propio en comunioacuten con la otra146
Esta unioacuten es irrepetible en nosotros por la singularidad propia de Cristo Pero si
nuestra humanidad estaacute inserta en la suya es impensable que tal unidad personal
141 Este es el teacutermino que utiliza Ireneo Aunque para algunos puede ser un inconveniente creo que
es garantiacutea contra todo tipo de docetismo o adopcionismo como expliqueacute en el cap III No se trata de que la divinidad laquohabiteraquo en cuerpo humano como en un recipiente o en un templo sino que realmente se hace una sola cosa una sola persona sin dejar de ser humano y divino carne y espiacuteritu ORIacuteGENES con una teologiacutea poco cercana a Ireneo en lo referente a la carne se expresa en teacuterminos similares laquoCon Jesuacutes la naturaleza divina y la naturaleza humana empezaron a entrelazarse para que la naturaleza humana por su participacioacuten en la divinidad sea divinizada no solamente en Jesuacutes sino en todos lo que con la fe adoptan el geacutenero de vida que ensentildeoacute Jesuacutes y que eleva a la amistad con Dios y a la comunioacuten con eacutel a todo el que vive seguacuten los preceptos de Jesuacutesraquo (Contra Celsum III28 [SCh 13669] cit por B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 271)
142 Cf AH III 187 202 143 Cf AH IV 341 laquoCuando la nostalgia de la absoluta cercaniacutea de Dios que siendo incomprensible
en siacute es la uacutenica que todo lo hace soportable se pone a contemplar doacutende se personoacute esta cercaniacutea no en los postulados del espiacuteritu sino en la carne y en las chozas de la tierra no se puede encontrar entonces otro lugar que no sea Jesuacutes de Nazaret sobre quien la estrella de Dios se detiene uacutenico cabe el cual se tiene aacutenimo para doblar las rodillas y rezar llorando de gozo y el Verbo se ha hecho carne y ha habitado ente nosotrosraquo (K RAHNER laquoPara la teologiacutea de la encarnacioacutenraquo Escritos de Teologiacutea IV [Madrid 1964] 139-157 Aquiacute 157)
144 Maacutes sutil es la propuesta de J Hick negando la encarnacioacuten porque ademaacutes de no ser demostrable histoacutericamente parte de la incompatibilidad absoluta entre Dios y el hombre Se analiza su propuesta en G URIacuteBARRI La singular humanidad 229-252
145 Tomus ad Flavianum 3 (DH 293) En la misma liacutenea CTI Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea I E 4 en Documentos 1969-1996 254
146 Cf DH 294-295
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 137
nos sea totalmente ajena y maacutes cuando afirmamos que es justamente la comunioacuten
plena con Dios el final que nos es propio desde que fuimos creados Intercambio ya
expresado por Ireneo147
Los concilios II (553) y III de Constantinopla (680-681) intentaron precisar
esta unioacuten personal ya que como dijimos la definicioacuten de Calcedonia (451) por siacute
sola podiacutea dar pie a dejar en paralelo las dos naturalezas Ciertamente la grandeza
del misterio cristoloacutegico se revela plenamente cuando intuimos el tipo de unioacuten
que se da entre ambas148
En el II Constantinopla149 se recuerda que el Verbo es la uacutenica persona que
asume la humanidad en una unioacuten laquoseguacuten composicioacuten es decir seguacuten hipoacutestasis
porque no soacutelo guarda inconfusos los elementos que se juntan sino que tampoco
admite divisioacutenraquo150 de tal forma que despueacutes de la Encarnacioacuten ya no hay otra
manera de ser Verbo que encarnadamente por asiacute decirlo
El III Constantinopla151 cifroacute maacutes la unidad de naturalezas en las dos
voluntades de Cristo humana y divina que siendo distintas llegan a ser ideacutenticas y
una no anula la otra porque es el Verbo quien ha asumido en su persona la
voluntad humana y la divina laquoen un puro siacute a la voluntad del Padreraquo152
Su voluntad humana sigue a su voluntad divina y omnipotente sin oponeacutersele ni combatirla antes bien enteramente sometida a ella [] Porque a la manera que su carne se dice y es carne de Dios Verbo asiacute la voluntad natural de su carne se dice y es propia de Dios Verbo [] Porque a la manera que su carne animada santiacutesima e
147 Cf V 11 152 III 187 191 IV 203 334 V pr 148 Es la razoacuten fundamental que J RATZINGER repite para interpretar Calcedonia desde
Constantinopla III cf Miremos al Traspasado 45-51 Para G URIacuteBARRI Calcedonia ya apunta que la naturaleza humana de Cristo laquono tiene una existencia singular independiente de su ser con la naturaleza divina en la unidad de la persona de Cristoraquo puesto que no afirma tener dos naturalezas sino ser en dos naturalezas cf La singular humanidad 107
149 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 331-335 150 DH 424-425 Retomando la foacutermula de Calcedonia laquosin confusioacuten sin cambio sin divisioacuten sin
separacioacutenraquo (DH 301-302) 151 Cf B SESBOUumlEacute ndash J WOLINSKI Historia de los dogmas I 343-345 152 J RATZINGER Miremos al Traspasado 47-48 Para eacutel la voluntad quedariacutea del lado de la naturaleza
(humana y divina) y la libertad en la persona (divina) Coinciden con este planteamiento autores como Sesbouumleacute y Ladaria Por otro lado estariacutean los que defienden una libertad netamente humana en Cristo como Rahner Leacutethel o Gonzaacutelez de Cardedal (cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 120-129) Por nuestra parte Ireneo no entroacute en estas disquisiciones pero siacute mantiene la libertad como don esencial al ser humano y por tanto seriacutea difiacutecil justificar la humanidad de Cristo sin libertad humana Desde aquiacute parece que nos situariacuteamos en una liacutenea maacutes cercana a K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo Escritos de Teologiacutea I (Madrid 31967)167-221 aquiacute 176
CAPIacuteTULO IV
138 | Humana augens
inmaculada no por estar divinizada quedoacute suprimida sino que permanecioacute en su propio teacutermino y razoacuten asiacute tampoco su voluntad quedoacute suprimida por estar divinizada153
El concilio quiso salvaguardar un uacutenico yo en Cristo iquestDe queacute manera podemos
comprender y explicar humanamente que la voluntad de Cristo en cuanto hombre
fuera verdaderamente humana y coincidiera plenamente con la de Dios si no es
otorgando al crecimiento libre y obediente una significacioacuten importante iquestAcaso
no venimos entendiendo por laquoperfeccionamientoraquo o laquoasemejamientoraquo una
progresiva unioacuten del hombre con Dios de la carne con el Espiacuteritu de la humanidad
con la divinidad de tal forma que una no queda absorbida por la otra sino que al
contrario es plenificada Si esto es asiacute en Cristo vemos realizada su libertad
humana coincidiendo plenamente voluntad humana y divina no porque sean la
misma sino porque en libre obediencia elige el hombre unirse al querer de Dios154
La capacidad para hacer nuestra la voluntad de Dios no soacutelo es dantildeada por el
pecado mdashausente en Cristomdash sino tambieacuten por la propia imperfeccioacuten de la carne
que precisa un tiempo de crecimiento y maduracioacuten Y al decir laquocarneraquo
recordemos que nos referimos siguiendo a Ireneo a la persona completa que
incluye el espiacuteritu que quiere ir asemejando a la carne con Dios y al alma que hace
posible la docilidad a sus mociones En Cristo su obediencia en Getsemaniacute ilumina
y sana la desobediencia de Adaacuten155 Asiacute lo expresoacute Maacuteximo el Confesor cuya
aportacioacuten fue clave en este tema
153 DH 556 154 laquoLa encarnacioacuten de Dios es por ello el caso irrepetiblemente supremo de la realizacioacuten esencial
de la realidad humana Y tal realizacioacuten consiste en que el hombre es en tanto se entrega Quien entiende de verdad lo que teoloacutegicamente significa la potentia oboedientialis para la unioacuten hipostaacutetica la capacidad de ser asumida la naturaleza humana por la persona del Verbo de Dios sabe que esa potentia no puede ser una capacidad maacutes junto a otras posibilidades en la consistencia del ser del hombre sino que objetivamente es ideacutentica a la esencia humanaraquo (K RAHNER laquoPara una teologiacutea de la encarnacioacutenraquo 145)
155 laquoFueron laquoal otro lado del torrente Cedroacuten donde habiacutea un huertoraquo (Jn 181) La misma palabra clave [huerto] retorna de nuevo a final del relato de la Pasioacuten laquoHabiacutea un huerto en el sitio donde lo crucificaron y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie habiacutea sido enterrado todaviacutearaquo (Jn 1941) Es evidente que con la palabra laquohuertoraquo Juan alude a la narracioacuten del Paraiacuteso y del pecado original Nos quiere decir que aquiacute se retoma aquella historia En aquel huerto en el laquojardiacutenraquo del Edeacuten se produce una traicioacuten pero el huerto es tambieacuten el lugar de la resurreccioacuten En efecto en el huerto Jesuacutes ha aceptado hasta el fondo la voluntad del Padre la ha hecho suya y asiacute ha dado un vuelco a la historiaraquo (BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret Desde la entrada en Jerusaleacuten hasta la Resurreccioacuten [Madrid 2011] 177-178)
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 139
Y que teniacutea una verdadera voluntad humana como cumple a su naturaleza al igual que posee una voluntad divina por su esencia lo manifiesta el propio Verbo con aquella humaniacutesima suacuteplica con la que rogaba ser librado de la muerte y que hizo a favor de nuestra salvacioacuten diciendo laquoPadre si es posible aleja de miacute este caacutelizraquo (Mt 2639) Revelaba de este modo la debilidad de su carne y que su manifestacioacuten en la carne no era una fantasiacutea que engantildeara a quien la veiacutea haciendo errar sus sentidos Sino que realmente era hombre como lo prueba su voluntad natural [] Y que al mismo tiempo estaba divinizado por entero y en todo queriacutea someterse a la voluntad divina que siempre le habiacutea movido y con la que estaba completamente configurado lo manifiesta el perfecto acatamiento de la voluntad del Padre revelado cuando deciacutea como hombre laquoNo se cumpla mi voluntad sino la tuyaraquo (cf Lc 2242) Con esto se nos proponiacutea como ejemplo y modelo para que rechacemos nuestra voluntad propia y aceptemos la del Padre aun cuando llegaacuteramos a sospechar que de ello habriacutea de seguirse para nosotros la muerte156
Maacuteximo antildeadioacute la distincioacuten entre laquologosraquo y laquotroposraquo en la naturaleza de
Cristo de tal forma que su naturaleza humana en cuanto Logos seriacutea ideacutentica a la
nuestra pero no en su tropos o modo de existencia puesto que no conocioacute el
pecado Por eso en Cristo soacutelo se dariacutea la voluntad natural pero no la laquovoluntad
gnoacutemicaraquo o de libre decisioacuten que es la que puede pecar157 Una vez maacutes creo que
la cuestioacuten decisiva estaacute en coacutemo comprendamos la unioacuten en Cristo de ambas
realidades Decisivo no soacutelo para comprender el misterio de Cristo sino tambieacuten
para tomar conciencia de lo que supone para nuestra salvacioacuten
Los padres de los laquosiglos cristoloacutegicosraquo aunque formularon el dogma sobre Cristo Dios-Hombre nunca perdieron de vista la cuestioacuten de nuestra unioacuten con Dios Los argumentos habituales que invocan contra las doctrinas heterodoxas se refieren sobre todo a la plenitud de nuestra unioacuten de nuestra deificacioacuten se vuelve imposible si se separan las dos naturalezas de Cristo como Nestorio si soacutelo se admite en eacutel la naturaleza divina como los monofisitas si se suprime una parte de su naturaleza humana como Apolinar si no se quiere ver en eacutel maacutes que una sola voluntad y operacioacuten divina como los monotelitas158
Creo que la teologiacutea de Ireneo cuenta con la ventaja de plantear una cristologiacutea
descendente claramente encarnatoria que a su vez por la insistencia en la
verdadera encarnacioacuten (hasta la resurreccioacuten sin cortes en progreso continuo) y
por la dignidad que otorga al ser humano puede articular con cierto equilibrio y
profundidad tanto la antropologiacutea como el tratado trinitario Es decir Ireneo no
explicita la importancia de la vida histoacuterica de Jesuacutes en cada hecho particular en
156 MAacuteXIMO CONFESOR laquoOpuacutesculo 7raquo Meditaciones sobre la agoniacutea de Jesuacutes (Madrid 1990) 33-34
Recoge este planteamiento en la problemaacutetica de las dos voluntades BENEDICTO XVI Jesuacutes de Nazaret I 185-192
157 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 123 158 V LOSSKY Teologiacutea miacutestica de la Iglesia de Oriente 114
CAPIacuteTULO IV
140 | Humana augens
un pretendido anaacutelisis histoacuterico Sin dejar de comentar momentos de su vida y su
predicacioacuten el foco de atencioacuten no estaacute ahiacute sino en su persona en su realidad maacutes
profunda que determinaba esas palabras y actitudes hasta la muerte en cruz Y
todo ello partiendo siempre por contraste con los gnoacutesticos de la divinidad de
Cristo y de la unicidad en Dios
No deja de ser curioso que Ireneo se asocie al peso salviacutefico de la carne de la
humanidad y al mismo tiempo se situacutee en una teologiacutea de influencia joaacutenica y
descendente En Ireneo se muestra que no es imprescindible partir de la pura
experiencia humana o de la sola humanidad de Jesuacutes para ensalzar su carne y la de
todo ser humano El planteamiento159 de Ireneo partiendo siempre de Dios hace
maacutes difiacutecil caer en los peligros de las teologiacuteas que tienen una tendencia maacutes
laquodescendenteraquo160
El proceso de crecimiento en la humanidad de Cristo por libre obediencia
es clave evitando olvidarse de su proceso vital histoacuterico como hombre
La muerte y resurreccioacuten son el momento culminante del proceso
encarnatorio de la progresiva espiritualizacioacuten en su carne o divinizacioacuten
en cuanto hombre con lo cual no hay reduccionismo encarnatorio
La conciencia de Cristo no puede darse de tal manera que elimine la
verdadera humanidad y su crecimiento No pudo tener la misma conciencia
de siacute Jesuacutes Nintildeo en el Templo con los doctores y Jesuacutes adulto en Getsemaniacute
Maacutes auacuten desde Ireneo hay que matizar con prudencia el nivel de conciencia
que Jesuacutes pudo tener de siacute como Hijo de Dios para no caer en una conciencia
159 Podriacutea verse una cierta semejanza metodoloacutegica con GS Es difiacutecil encontrar un comentario
sobre la Constitucioacuten que no sentildeale su novedoso planteamiento parte de la experiencia humana mdashcreyente y no creyentemdash para presentar finalmente a Cristo como el fundamento y la respuesta para las inquietudes humanas (Cf L F LADARIA laquoEl hombre a la luz de Cristo en el concilio Vaticano IIraquo R LATOURELLE [ed] Vaticano II balance y perspectivas veinticinco antildeos despueacutes [1962-1987] [Salamanca 1989] 705-714 aquiacute 706-707 M MCGRATH laquoNotas histoacutericas sobre la Constitucioacuten pastoral laquoGaudium et spesraquoraquo AAVV La Iglesia en el mundo de hoy [Madrid 1967] 165-181 P DELHAYE laquoHistoria de los textos de la constitucioacuten pastoralraquo AAVV La Iglesia en el mundo de hoy I [Madrid 1970] 233-310 E SCHILLEBECK laquoFe cristiana y espera temporalraquo AAVV La Iglesia en el mundo actual Comentarios al esquema XIII [Bilbao 1968] 113-151 aquiacute 120 L GONZAacuteLEZ-CARVAJAL Iglesia en el corazoacuten del mundo [Madrid 2005] 152-155) En Ireneo creo que se da un planteamiento mucho maacutes integrado puesto que desde el principio se parte de Cristo aunque desarrolle maacutes lo antropoloacutegico
160 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 392-393
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 141
humana sin progreso alguno como si en este aacutembito no hubiera que esperar
la plenitud y perfeccioacuten despueacutes de la resurreccioacuten como en el resto de sus
facultades humanas161
La unioacuten hipostaacutetica es la comunioacuten maacutes plena posible162 entre Dios y el
hombre que a su vez en palabras de Ireneo es el fin que plenificaraacute a cada
hombre que le haraacute perfecto en su humanidad Por tanto en Cristo no soacutelo
nuestra carne se plenifica por participar de la suya sino por la comunioacuten iacutentima
que vive con Dios libre y obedientemente Es maacutes que un ejemplo para nosotros
Es el lugar donde podemos nutrirnos para dejarnos acrecentar por el Espiacuteritu que
recibimos de Eacutel y que con nuestro asentimiento nos divinizaraacute y asemejaraacute hasta
la comunioacuten plena con Dios la visioacuten del Padre En la humanidad de Cristo
contemplamos una vez maacutes la medida del ser humano cuando se entrega en
libertad al hacer de Dios en eacutel No soacutelo un ofrecimiento espiritual en el alma sino
corporal en la carne pues en carne estamos llamados a la comunioacuten con Dios Y en
la carne de Cristo podremos encontrarnos con el Padre163
Cuanto maacutes no acercamos a Eacutel maacutes perfecta es nuestra humanidad164 porque
maacutes cerca estamos tambieacuten del fin que nos es propio165 Evidentemente esto
161 laquoDefender la importancia de la humanidad del Sentildeor y de los misterios de su vida (por ejemplo
del bautismo las tentaciones la agoniacutea en Getsemaniacute) para la salvacioacuten del hombre interesa hoy a la Comisioacuten no menos que en antildeos pasados [] iquestQuieacuten que esteacute en su sano juicio querraacute poner su esperanza en alguien que carezca de mente o inteligencia humana Dar importancia a esta cuestioacuten no era soacutelo propio de los hombres del siglo cuarto ella permanece hoy actual en otro contexto [] Somos conscientes de que la conciencia de Jesuacutes participa de la singularidad y de la iacutendole misteriosa de su persona y de que por ello se sustrae a una consideracioacuten puramente racional Soacutelo podemos tratar la cuestioacuten que nos proponemos a la luz de la fe para la cual Jesuacutes es el Cristo el Hijo de Dios vivo (cf Mt 1616)raquo (CTI La conciencia que Jesuacutes teniacutea de siacute mismo y de su misioacuten Introduccioacuten en Documentos 1969-1996 379-381) La primera proposicioacuten del documento dice laquoLa vida de Jesuacutes testifica la conciencia de su relacioacuten filial al Padre Su comportamiento y sus palabras que son las del laquoservidorraquo perfecto implican una autoridad que supera la de los antiguos profetas y que corresponde soacutelo a Dios Jesuacutes tomaba esta autoridad incomparable de su relacioacuten singular a Dios a quien eacutel llama laquomi Padreraquo Teniacutea conciencia de ser el Hijo uacutenico de Dios y en este sentido de ser eacutel mismo Diosraquo (Ibid 382) Y en el comentario 4 de la proposicioacuten 2ordf laquoLa conciencia que Jesuacutes tiene de su misioacuten implica por tanto la conciencia de su ldquopreexistenciardquo En efecto la misioacuten (temporal) no es esencialmente separable de la procesioacuten eterna ella es su ldquoprolongacioacutenrdquoraquo (Ibid 385) Sorprende que pueda hablarse de laquopreexistenciaraquo de Jesuacutes ya que quien preexistiacutea era el Verbo o Jesucristo en cuanto Verbo Podemos afirmar esta conciencia en Cristo en cuanto Verbo encarnado pero en cuanto hombre difiacutecilmente hasta su resurreccioacuten
162 Cf G URIacuteBARRI La singular humanidad 123 163 Cf AH IV 205 V 363 81 164 Cf K RAHNER laquoProblemas actuales de cristologiacutearaquo 169-222 aquiacute 183 165 Cf GS 24
CAPIacuteTULO IV
142 | Humana augens
implica entender la libertad como plenitud de la propia identidad o vocacioacuten de
modo que cuanto maacutes nos alejamos del propio fin de uno mismo menos libres y
auteacutenticos somos Nos deshumanizamos Y sin ser hombres aacutenthropos no
podremos llegar a ser dios El hombre puede separarse de Dios elegir el rechazo a
su consejo a los bienes que le ofrece El hombre puede desobedecer puede pecar
pero el empequentildeecimiento humano el debilitamiento de sus capacidades o la
incapacidad para seguir creciendo en el Espiacuteritu no son castigo de Dios sino
consecuencias de su decisioacuten de su ruptura con Dios Y si esto ocurre asiacute en el
pecado tendraacute que darse con la misma intensidad en la gracia Es decir cada
hombre crece en la medida que aumenta su unioacuten con Dios en Cristo no como algo
conseguido por las propias fuerzas y voluntad sino como algo iniciado en la carne
de Cristo que en ella y por ella sigue creciendo a la luz de su Espiacuteritu166
Con la Iglesia creemos que laquoCristo el nuevo Adaacuten en la misma revelacioacuten del
misterio del Padre y de su amor manifiesta plenamente el hombre al propio
hombre y le descubre la sublimidad de su vocacioacutenraquo167 Esta vocacioacuten divina y
divinizadora puede expresarse tambieacuten como filiacioacuten laquoHijo de Diosraquo se ha
considerado desde los inicios de la Iglesia como el tiacutetulo cristoloacutegico por
excelencia168 En el Antiguo Testamento se otorga al Mesiacuteas futuro el don de la
filiacioacuten divina169 y esta relacioacuten de un Padre con su hijo sirve tambieacuten para
expresar la relacioacuten del Pueblo con Yahveacute170 Pero es con Jesuacutes en el Nuevo
Testamento cuando esta relacioacuten paternofilial toma un caraacutecter propio primero
en Jesuacutes como Hijo uacutenico muy querido171 despueacutes en los disciacutepulos porque asiacute se
166 Cf AH V 361 No olvidemos que tras la resurreccioacuten una vez estemos ya gozando de la visioacuten del
Padre seguiremos creciendo pues inagotable es Dios y nosotros siempre criaturas De este eterno crecimiento en la carne de Cristo verdadera carne como la nuestra seguiremos nutrieacutendonos eternamente
167 GS 22 Cf AH V 173 168 Cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 16-23 y 43-44 169 Cf 2Sam 714 1Cr 2210 Sal 27 8927 170 Cf Ex 422-23 Dt 141-2 325-6 Is 12-3 301-9 laquoEn la Biblia laquohijoraquo significa la mayor cercaniacutea
el mayor parentesco la mayor semejanza la maacutes estrecha relacioacuten que puede existir entre dos personas Luego con arreglo al contexto este viacutenculo tan iacutentimo adquiere connotaciones diversas [] El contenido de laquohijo de Diosraquo no estaacute fijado sino que la expresioacuten designa dependiendo del contexto la maacutes profunda semejanza [] Lo que siempre pesa en la expresioacuten laquoHijo de Diosraquo es la semejanza e intimidad de la relacioacuten no la procreacioacuten bioloacutegicaraquo (K BERGER Jesuacutes [Santander 2009] 59-60)
171 Cf Mt 313-17 y par Jn 11418 3618 1 Jn 49 laquoDondequiera que el Nuevo Testamento emplee la expresioacuten laquoHijo de Diosraquo este tiacutetulo tiene un significado especial que casi nunca posee en textos
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 143
lo ensentildeoacute Cristo172 y especialmente despueacutes de su resurreccioacuten De este modo el
Unigeacutenito se hace primogeacutenito de muchos hermanos y por el Espiacuteritu somos
hechos en verdad hijos adoptivos de Dios173
Si al revelarnos Cristo el misterio del Padre nos revela plenamente queacute es el
hombre se nos estaacute revelando su filiacioacuten como centro de su identidad y por tanto
de alguacuten modo tambieacuten la nuestra Es decir una vez maacutes el punto de mira estaacute en
una relacioacuten concreta y no en un autoperfeccionamiento
El hombre que ha sido creado a imagen y semejanza de Dios es invitado a la comunioacuten de vida con Dios el cual es el uacutenico que puede colmar los deseos maacutes profundos del hombre La idea de deificacioacuten alcanza su culminacioacuten en la encarnacioacuten de Jesucristo el Verbo encarnado asume nuestra carne mortal para que nosotros liberados del pecado y de la muerte participemos de la vida divina Por Jesucristo en el Espiacuteritu Santo somos hijos y asiacute tambieacuten coherederos (cf Rm 417) laquopartiacutecipes de la naturaleza divinaraquo (2Pe 14) La divinizacioacuten consiste en esta gracia que nos libera de la muerte del pecado y nos comunica la misma vida divina somos hijos e hijas en el Hijo [] La deificacioacuten es la verdadera y uacuteltima laquohumanizacioacutenraquo del hombre174
Tambieacuten Ireneo identifica la vocacioacuten uacuteltima del ser humano y el fin que nos es
propio con la filiacioacuten divina alcanzada por Cristo que nos hace hijos175 iquestHay un
viacutenculo de unioacuten maacutes fuerte que la fraternidad176 el parentesco de carne y sangre
la comuacuten filiacioacuten177 en el Hijo La relacioacuten a la que se nos llama es doble y en
cierto sentido la misma cuanto maacutes nos unimos al Padre en el Hijo por el Espiacuteritu
maacutes nos unimos a todo ser humano porque cuanto maacutes profundicemos en nuestro
ser hijos e hijas de Dios con mayor profundidad estaremos tambieacuten viviendo la
fraternidad
El Sentildeor cuando ruega al Padre que laquotodos sean uno como nosotros tambieacuten somos unoraquo (Jn 1721-22) abriendo perspectivas cerradas a la razoacuten humana sugiere una cierta semejanza entre la unioacuten de las personas divinas y la unioacuten de los hijos de Dios en la verdad y en la caridad Esta semejanza demuestra que el hombre uacutenica criatura
maacutes antiguos [] El Hijo de Dios participa de la vida pujante indestructible y eterna de Diosraquo (K BERGER Jesuacutes 60)
172 Cf Mt 642 Lc 1230 Mt 5 4348 Lc 632 1232 173 Cf 1Jn 229-31 39-10 47 51418 Rm 815 Gaacutel 46 174 CTI Teologiacutea-Cristologiacutea-Antropologiacutea (1981) I E 34 en Documentos 1969-1996 254 175 Cf AH III 102 191 176 Cf GS 24 NA 5 177 Cf J RATZINGER Miremos al Traspasado 31
CAPIacuteTULO IV
144 | Humana augens
terrestre a la que Dios ha amado por siacute mismo no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de siacute mismo a los demaacutes (cf Lc 1733)178
Esta plenitud en la entrega no se fundamenta en un deber eacutetico exigido
kantianamente sino en la verdad de nuestro propio ser si Cristo fue
esencialmente el Hijo de Dios el laquopro-existenteraquo179 en total entrega tambieacuten
nosotros seremos maacutes nosotros mismos en la medida que nos entreguemos maacutes
allaacute incluso de lo que seriacutea esperable en un ser humano Porque no podemos
olvidar que nuestra medida y nuestro fin es por creacioacuten mayor que nosotros
mismos el hombre que se mantiene en sus propios liacutemites no llegaraacute nunca a la
plenitud pues estaacute hecho para un fin mucho mayor Y aquel que conociendo sus
liacutemites deja que el Espiacuteritu le acreciente continuamente veraacute que llega a ser maacutes
de lo que es porque su medida es Cristo que vive en nosotros desde siempre180 en
la maacutes iacutentima comunioacuten con el Padre y el Espiacuteritu actuando en nosotros con esa
fuerza siempre mayor y maacutes eficaz de lo que nosotros podriacuteamos pensar o
imaginar181
4 Conclusiones
Hemos querido alumbrar el pensamiento de Ireneo con la tradicioacuten de la fe
eclesial plural y probada a lo largo de los siglos y de alguna manera esta misma
tradicioacuten se ve reforzada y embellecida bajo las claves teoloacutegicas de nuestro autor
Ver a Cristo como laquoHomo perfectusraquo [ἄντϑρωποσ τέλειοσ] implica afirmarle
como verdadero y perfecto hombre No hizo de su carne una apariencia o una
hermosa vestidura como un traacutemite necesario pero pasajero en la economiacutea
divina Muy pronto la Iglesia se dio cuenta que no es posible afirmar esta perfecta
178 GS 24 179 laquoAllaacute donde nosotros tenemos nuestro corazoacuten concentrado en el ldquoyordquo (san Agustiacuten dice el cor
incurvatum in seipsum) Jesuacutes tiene un ldquoespacio vaciacuteordquo mdashexpresioacuten que debe entenderse en sentido audazmente metafoacutericomdash (Aquiacute seraacute necesaria una reflexioacuten cristoloacutegica) Jesuacutes no vive de manera ldquocentriacutepetardquo sino ldquocentriacutefugardquo como ldquoel hombre para los demaacutesrdquo (D Bonhoumleffer) como el pro-existente ldquodedicado a la causa divinardquo (H U von Balthasar) comprometido en el compromiso de Diosraquo (H SCHUumlRMANN El destino de Jesuacutes su vida y su muerte Esbozos cristoloacutegicos recopilados y presentados por Klaus Scholtissek [Salamanca 2003] 341
180 Cf Gaacutel 220 181 Cf Ef 320
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 145
humanidad en Cristo si no se asienta en su perfecta divinidad y viceversa182 La
cuestioacuten criacutetica estaacute en el modo en que se conjugan estas dos realidades mdashdos
naturalezasmdash en Cristo Ireneo aporta la dimensioacuten de crecimiento para permitir
articular con verdad una perfecta humanidad (imperfecta por definicioacuten) que a su
vez pueda llegar a ser humanidad perfecta Un crecimiento que vertebra toda su
soteriologiacutea antropologiacutea escatologiacutea y creo que tambieacuten podriacutea vertebrar la
cristologiacutea
Por eso Cristo no soacutelo es perfecto hombre y hombre perfecto sino tambieacuten
hombre que perfecciona al hombre El modo de hacerlo es su propia persona
desde Beleacuten y Nazaret en el aparente ocultamiento de lo cotidiano hasta sus
decisiones adultas sus actitudes su oracioacuten su entrega por el Reino su Pasioacuten su
Cruz y su Resurreccioacuten El perfeccionamiento de Cristo es la continua y progresiva
unioacuten de intimidad entre el hombre y Dios y desde ella la comunioacuten creciente con
todos los hombres Y este camino se hizo posible en la medida que el Espiacuteritu Santo
fue haciendo suya su carne su vida entera
El Bautismo en el Jordaacuten es un momento clave para Ireneo como lo fue para
otros Padres prenicenos Es una sentildeal maacutes del necesario crecimiento en la carne
que Cristo tuvo que vivir para salvarnos verdaderamente y no soacutelo en apariencia o
desde fuera En el Jordaacuten se puso con los pecadores Eacutel que no cometioacute pecado pero
quiso hacerse carne de pecado como la nuestra Ireneo es coherente con su
teologiacutea cuando afirma la humanidad perfecta de Cristo exenta de pecado pues
eacuteste no forma parte de la verdad maacutes honda del ser humano Es real pero no forma
parte en siacute de nuestra esencia de nuestro origen de nuestra vida hasta Dios
Despueacutes de Arrio el temor a ver menguada la divinidad de Cristo generoacute cierta
sospecha al afirmar que este Hombre Dios tambieacuten precisaba de la fuerza del
Espiacuteritu en cuanto hombre para llevar a cabo su misioacuten
Tambieacuten afirma Ireneo con la Iglesia este misterio por su encarnacioacuten Cristo
se ha unido de alguacuten modo con todo hombre Por eso podemos decir que Eacutel es
nuestra salvacioacuten laquoCaro salutisraquo Y si es en esta carne donde nos unimos a Eacutel
182 Nicea (325) consustancialidad con el Padre Eacutefeso (431) consustancial con nosotros seguacuten su
humanidad Calcedonia (451) Dios perfecto y hombre perfecto en unioacuten sin confusioacuten II y III Constantinopla (553 680-681) en el Verbo se unen la voluntad humana y la divina
CAPIacuteTULO IV
146 | Humana augens
nunca querraacute Dios que prescindamos de ella Hemos sido creados en carne barro y
virtus plasma Dei Vivimos y nos relacionamos con Dios en la carne en la lentitud y
a veces tosquedad de la materia Y tambieacuten moriremos en carne y seremos carne
resucitada desde la que por fin podremos ver a Dios y compartir su vida Todo
este proceso seriacutea totalmente imposible si el Espiacuteritu de Dios como hizo en Jesuacutes
no fuera modelaacutendonos transformaacutendonos hacieacutendonos laquoespiacuterituraquo sin dejar de
ser carne En una palabra deificaacutendonos
Por eso que todo ser humano por el simple hecho de ser creado esteacute unido a
Cristo en su humanidad no hace de la salvacioacuten algo automaacutetico183 No seriacutea
propio de Dios que nunca fuerza Eacutel espera el consentimiento libre la obediencia
gozosa la decisioacuten del ser humano que quiere crecer en su propia carne como
Cristo crecioacute en la suya en la medida que fue dejando laquohacerraquo al Espiacuteritu en Eacutel Por
eso ni nuestra carne se salva por siacute sola ni la humanidad de Cristo es salviacutefica por
siacute misma Lo es por la comunioacuten personal con el Verbo al encarnarse y por
voluntad del Padre y por obra mdashprogresivamdash del Espiacuteritu Santo que no encontroacute
impedimento alguno en su humanidad
Por eso en Cristo laquoHomo Deiraquo se da la perfecta comunioacuten y mezcla seguacuten
Ireneo entre lo humano y lo divino entre el hombre y Dios Soacutelo eacutel podiacutea
salvarnos Y aunque tal unioacuten sea irrepetible en nosotros por la singularidad de
Cristo no puede sernos ajeno de ninguna manera Ahora bien iquestcoacutemo podriacutea
llegarse a esta unidad en dos naturalezas siendo distintas sin fusioacuten y sin divisioacuten
si no fuera porque una de ellas recibe la capacidad para ir asemejaacutendose mdash
creciendomdash y hacieacutendose una con la otra La unioacuten hipostaacutetica es lugar
privilegiado para nuestra fe Todo planteamiento que conlleve velada o
expliacutecitamente el convencimiento de que la distancia entre Dios y el hombre es
insalvable o que el uno para el otro soacutelo puede ser un obstaacuteculo no podraacute entender
a Ireneo Tampoco podraacute confesar la Encarnacioacuten de Cristo como lo cree la Iglesia
Ahora bien la antropologiacutea positiva de Ireneo sabe bien que el querer humano
no siempre estaacute en armoniacutea con el querer de Dios Maacutes auacuten a veces queriendo el
183 Ni es incompatible con una relevancia eclesial fruto de la especial vinculacioacuten entre Cristo y su
Cuerpo que es la Iglesia y la asistencia del Espiacuteritu
CARNE DE CRISTO SALUS IN COMPENDIUM
Salus carnis | 147
bien hacemos el mal como deciacutea Pablo Es experiencia humana universal Tambieacuten
Cristo oroacute discernioacute se enfadoacute amoacute calloacute acogioacute pidioacute al Padre y aceptoacute su
voluntad finalmente En su humanidad libre y obediente que no pudo ser
automaacutetica desde el primer momento porque no habriacutea sido verdaderamente
humana recibimos la capacidad que el pecado de Adaacuten debilitoacute en nosotros
Capacidad siempre limitada por humana carnal imperfecta pero llamada a la
perfeccioacuten por el Espiacuteritu Asiacute en Cristo encuentra la medida el ser humano
cuando se entrega y se fiacutea de Dios hacieacutendose hijo en el Hijo hermano con los
hermanos
Ireneo sabe que sin necesitar Dios nada de nosotros por puro amor suyo estaacute
viniendo siempre al hombre Cercaniacutea constante que en Cristo tuvo su culmen y su
total novedad No desarrolla Ireneo el modo en que se dio tal unioacuten ni explicitoacute el
laquoalmaraquo humana de Cristo como centro de su voluntad y libertad Pero siacute lo
defendioacute frente a los gnoacutesticos y a los que se moviacutean entre ambos extremos sin
afirmar a la vez las dos cosas Dios verdadero desde siempre y hombre verdadero y
pleno (cuerpo alma y espiacuteritu) Sin planos paralelos Como tampoco los veiacutea en la
relacioacuten entre Dios y el hombre desde la creacioacuten Quizaacute por eso se da en Ireneo
una originalidad metodoloacutegica significativa de corte joaacutenico y paulino una
teologiacutea descendente encarnatoria y a la vez centrada en la carne en la verdad
salviacutefica de la humanidad que se sabe incapaz sin la fuerza madurativa del Espiacuteritu
sin pasar por la glorificacioacuten de la muerte y la resurreccioacuten en Cristo Sin capacidad
de crecimiento como dinamismo inserto en la carne seriacutea muy difiacutecil mantener los
dos polos sin caer en contradiccioacuten
CAPIacuteTULO IV
148 | Humana augens
Conclusiones
1 A modo de tesis finales aportaciones de la teologiacutea de San Ireneo
2 A modo de sugerencias para una Teologiacutea del Crecimiento
21 ANTROPOLOGIacuteA DIGNIDAD Y BELLEZA DEL SER HUMANO ARTE DE DIOS
22 CRISTOLOGIacuteA TUacute EN MIacute Y YO EN TI SOMOS UNA SOLA COSA
23 PNEUMATOLOGIacuteA ESPIacuteRITU QUE NUTRE Y HACE CRECER
CONCLUSIONES
150 | Humana augens
1 A modo de tesis finales aportaciones de la teologiacutea de San
Ireneo
Al terminar cada capiacutetulo hemos ido recopilando las ideas fundamentales de
Ireneo las preguntas que suscita y tambieacuten algunas posibles consecuencias
Comenzamos estudiando su antropologiacutea en los dos primeros capiacutetulos
preguntaacutendonos queacute es el hombre para poder aplicarlo despueacutes a la humanidad de
Cristo Algunas afirmaciones clave son
1 El ser humano es laquola obra de Diosraquo por excelencia laquoopera autem Deiraquo al que
hace [ποιηϑείσ] plasmaacutendolo [πλαςϑείσ] con sus propias Manos el Hijo y el
Espiacuteritu
2 Esta especial predileccioacuten de Dios por el laquoἄνϑρωποσraquo frente a todo lo creado
se muestra en la cercaniacutea personal con que lo crea y en el final que le otorga
en su cuerpo ha impreso su imagen (por la forma del Hijo) y su semejanza (por
el dinamismo del Espiacuteritu)
3 El Padre elige tierra virgen que mezcla con su laquovirtusraquo [δύναμισ] Esta mezcla
inicial es la que Dios Trinidad modela No existe el hombre sin este espiacuteritu de
creacioacuten que hace duacutectil su barro
4 Cuerpo espiacuteritu y alma forman el hombre completo El alma tiene un papel
fundamental como engarce privilegiado que integre carne y espiacuteritu que los
unifique y haga posible que la carne elija entregarse a la accioacuten del Espiacuteritu
5 Este hombre el uacutenico laquoaacutenthroposraquo existente frente a la pluralidad gnoacutestica
estaacute llamado a pasar de la carne al Espiacuteritu en su misma carne sin
abandonarla sin deshacerla de ella Por eso toda la historia salutis es salus
carnis (no salus animae) para Ireneo Aquiacute radica una de sus aportaciones maacutes
significativas la divinizacioacuten o deificacioacuten se juega en la totalidad del ser
humano que incluye el alma pero se da en la carne o no se da
6 Es faacutecilmente constatable la imperfeccioacuten del ser humano pero su horizonte
final por voluntad divina es la perfeccioacuten [τελείωςισ] que Ireneo no confunde
CONCLUSIONES
Salus carnis | 151
ni reduce a la excelencia moral o la falta de pecado [ἀναμαρτηςία] Este
horizonte futuro de plenitud es Dios mismo la comunioacuten o mezcla con Eacutel sin
dejar de ser criatura La visioacuten del Padre que es la participacioacuten de su Vida en
la carne
7 Este camino de asemejamiento es posible por el crecimiento y
perfeccionamiento del Espiacuteritu inserto en la plasis humana desde el inicio y
para siempre Podriacuteamos decir que estamos llamados a crecer para poder ser
verdaderamente lo que somos (aacutenthropos) y a la vez ser mucho maacutes de lo que
somos (dioses)
8 Este dinamismo creatural del crecimiento siendo don divino soacutelo puede
llevarse a cabo junto a la libertad humana O dicho de otro modo estamos
llamados a laquoconservarraquo y acrecentar el laquoArteraquo de Dios recibido de sus Manos
Eacutel nunca se impone Eacutel sugiere aconseja acompantildea y espera que nuestra
libertad y quiera vivir en obediencia al Espiacuteritu por amor
9 El pecado es para Ireneo la ruptura de este dinamismo salviacutefico iniciado en la
creacioacuten y en espera de ser plenificado El Seductor enemigo de la naturaleza
humana engantildeoacute a Adaacuten y a Eva para lograr justamente lo contrario
impacientarse saltarse los tiempos y las etapas prescindir del lento madurar
humano hasta Dios Ellos en su inexperiencia e ingenuidad cedieron a la
mentira y desobedeciendo se alejaron de Dios desagradecidamente
10 La libertad del hombre y la bondad de Dios posibilitaron que Adaacuten
experimentara el bien y el mal y asiacute aprendiera a elegir el bien Sin embargo el
poder destructor del pecado y de la lejaniacutea de Dios es tan grande que la
capacidad humana para crecer hasta la plena semejanza con la imagen
recibida quedoacute debilitada herida Ahora bien si grande fue el pecado mayor
es la gracia de Dios1 es decir el proyecto salviacutefico sigue adelante El pecado
modificaraacute el modo de realizarse pero ni lo impide ni lo anula
irremediablemente
1 Cf Rm 520
CONCLUSIONES
152 | Humana augens
En el capiacutetulo III quisimos acercarnos al misterio de la encarnacioacuten del Verbo a
la luz de esta antropologiacutea y concretamente desde la dimensioacuten de crecimiento
1 Llegada la plenitud del tiempo tal como Dios habiacutea previsto al crear al ser
humano el Verbo habita entre nosotros para recordarnos quieacutenes somos y
cuaacutel es la meta a la que estamos llamados Por eso era el Hijo verdadero
hombre y verdadero Dios quien podiacutea salvarnos y asiacute redimirnos Dada la
actual economiacutea marcada por el pecado Dios salva redimiendo pues si bien
Ireneo no reduce una a otra siacute explicita la necesidad humana de ambas
2 Si verdaderamente el Verbo se hizo carne de nuestra carne sin apariencias ni
tiempos parciales tuvo que asumir con ella todo lo que le es propio mdashincluido
el crecimientomdash para hacer en siacute mismo lo que todo hombre estaacute llamado a
vivir se hizo hombre con el hombre para que el hombre llegara a Dios
uniendo el principio y el fin la carne y el Espiacuteritu
3 Cristo nacioacute deacutebil e imperfecto como un hombre cualquiera siendo Dios desde
siempre tal como se muestra en su nacimiento virginal Fue pasando por todas
las edades para ir creciendo en ellas y para adaptarse a la capacidad humana
siempre en crecimiento Eacutel que no conocioacute pecado se hizo carne de pecado
para sanarla desde dentro desde ella misma hasta la Cruz y la Resurreccioacuten
4 En Cristo encarnado y glorioso uacutenico Hombre Perfecto tiene el hombre su
teacutelos definitivo porque tambieacuten en Eacutel tuvo su principio En Eacutel se da de un modo
singular la comunioacuten plena entre Dios y el hombre mostrando que la carne es
laquocapax Deiraquo Maacutes auacuten realizando en su carne libre y obedientemente el
camino que en Adaacuten habiacutea interrumpido el pecado para recapitular todo en Eacutel
5 Esto implica que la carne es capaz de acoger el Espiacuteritu y dejarse transformar
por eacutel algo que no se admitiacutea entre muchos contemporaacuteneos de Ireneo y que
no siempre se acogeraacute en la teologiacutea posterior Ireneo lo justifica por nuestra
misma vida actual por la Eucaristiacutea y sobre todo por la Carne de Cristo Asiacute
en el Bautismo el Espiacuteritu Santo reposoacute en su humanidad y tras su muerte y
resurreccioacuten de su carne glorificada lo recibiraacute cada hombre que quiera
acogerlo
CONCLUSIONES
Salus carnis | 153
Si esto es asiacute la encarnacioacuten no puede reducirse a un momento puntual No
estaacute todo hecho en la cueva de Beleacuten o en Nazaret Tampoco en la Cruz Es un
proceso Dios mismo quiere salvar al hombre seguacuten el ritmo laquocarnalraquo del hombre
Y el hombre Cristo soacutelo puede participar de esta salvacioacuten creciendo como un
hombre cualquiera siendo pura apertura al Espiacuteritu Santo de Dios Salvaacutendose nos
salvoacute Creciendo en libre obediencia nos acrecienta a nosotros para nuestra
salvacioacuten
Por uacuteltimo en el capiacutetulo IV hemos intentado recapitular lo expuesto y
entroncarlo en la sistematizacioacuten teoloacutegica y dogmaacutetica que la fe de la Iglesia ha
ido haciendo suya a lo largo de los siglos Destacamos dos afirmaciones que a
nuestro juicio se ven iluminadas y clarificadas desde una posible laquoTeologiacutea del
crecimientoraquo en Ireneo
1 laquoEl misterio del hombre se esclarece en el misterio del Verbo encarnado
Cristo nuevo Adaacutenraquo (GS 22a) Por eso en eacutel la naturaleza humana alcanza toda
la perfeccioacuten que estaba llamada a alcanzar y que habiacutea quedado de alguacuten
modo oculta en nuestro barro en nuestra carne de pecado En eacutel podemos
mirarnos y reconocer al mejor laquoyoraquo posible Llevamos en nosotros su
laquofisonomiacutearaquo su huella Y asiacute en Eacutel se ha iniciado de modo real y no soacutelo
ejemplificante la plenificacioacuten de cada ser humano porque en Eacutel ya se ha
consumado lo que en todo hombre es soacutelo posibilidad y vocacioacuten germinal Si
para Ireneo la carne es todo el ser humano la carne de Cristo incluye tambieacuten
su libertad su voluntad sus decisiones No veo de queacute manera podemos
mantener esto explicitado en los siglos posteriores a medida que se iban
planteando las preguntas (Arrio Apolinar Nestorio monoteletas) sin incluir
el crecimiento en la humanidad de Cristo Sin una humanidad que va creciendo
libre a medida que se abre al Espiacuteritu en amorosa obediencia o negamos que
es la misma carne la que nace vive muere y resucita gloriosa o negamos que
verdaderamente llegoacute a ser laquocaro ab Spiritu possessa [hellip] conformis facta Verbo
Deiraquo2
2 AH V 93
CONCLUSIONES
154 | Humana augens
Ciertamente la dimensioacuten salviacutefica de la humanidad de Cristo forma parte de la
fe eclesial y del magisterio pero no sin tensos equilibrios de Nicea a III
Constantinopla y hasta hoy El esfuerzo creyente por ajustar el lenguaje y las
categoriacuteas culturales de las diversas eacutepocas y sensibilidades estaacute expresando
la dificultad para apresar el Misterio de una vez para siempre y a la vez la
grandeza y centralidad de laquoesoraquo que no somos capaces de definir y laquoen-
palabrarraquo plenamente Si la humanidad de Cristo no jugoacute ninguacuten papel en la
salvacioacuten eacutesta queda reducida a la voluntad arbitraria de un Dios que hace y
deshace en la historia y en el ser humano Seriacutea una salvacioacuten ajena al modo de
vivir y situarse el hombre ante los demaacutes ante siacute mismo y ante Dios Y eso no
responde a la fe de la Iglesia En Ireneo no soacutelo se subraya la verdad de la
humanidad de Cristo para la salvacioacuten sino la capacidad salviacutefica de su Carne
como verdadero Dios en una perfecta comunioacuten Por eso nuestra humanidad
estaacute llamada a unirse a la accioacuten salviacutefica de Dios en iacutentima cooperacioacuten
comunioacuten sinergia No porque podamos salvarnos con nuestras solas fuerzas
sino porque dichas fuerzas son don de Dios que Eacutel espera recibir de nosotros
multiplicadas como libre y gozosa ofrenda
2 laquoEl Hijo de Dios con su encarnacioacuten se ha unido en cierto modo a todo
hombreraquo (GS 22b) En Ireneo esta laquoinclusioacutenraquo en Cristo de toda la humanidad
tiene al menos dos vertientes Todo ser humano participa de la humanidad de
Cristo porque en eacutel hemos sido creados y de alguna manera la creacioacuten se
sostiene en la encarnacioacuten el primer Adaacuten en el Segundo Es gratuito y previo
a toda accioacuten o decisioacuten humana incluida la profesioacuten de fe pero no es
automaacutetico ni mecaacutenico Menos auacuten laquofiacutesicoraquo como algunos autores criticaron
Falta el deseo libre y real del ser humano la respuesta confiada y obediente a
su Hacedor Por otro lado se afirma una unioacuten indisoluble y profunda desde la
encarnacioacuten de Cristo porque al tomar carne en la humanidad de Mariacutea toma
nuestra misma carne no otra Y si en ella compartimos el pecado de Adaacuten
iquestcoacutemo no compartir la salvacioacuten de Cristo Ademaacutes siguiendo a Ireneo no se
puede entender la encarnacioacuten sin proceso vital en Jesuacutes sin asuncioacuten libre de
su Pasioacuten su muerte y su cruz como un gran abrazo divino y humano mdashno
CONCLUSIONES
Salus carnis | 155
exento de sufrimientomdash que culmina en la resurreccioacuten Y este proceso no lo
lleva a cabo soacutelo el Verbo ni mucho menos su sola Carne ni el puro Logos-saacuterx
Lo realiza Dios Trinidad con especial participacioacuten del Espiacuteritu en la Carne del
Hijo Pneuma-saacuterx para llevarnos hasta el Padre Por eso Cristo no soacutelo es
Caro Salutis sino tambieacuten Salus in compendium Quien no pudo hacerse carne
en Mariacutea sin la sombra del Espiacuteritu tampoco llevaraacute a cabo el intercambio que
nos salva sin Eacutel Porque justamente de la Carne gloriosa de Cristo recibimos el
Espiacuteritu que reposado en su carne ahora quiere hacer suya la nuestra como
admirable herencia prometida Por eso afirmamos tambieacuten que laquodebemos
creer que el Espiacuteritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que en la forma de
soacutelo Dios conocida se asocien (todos los hombres) al misterio Pascualraquo (GS
22e) Los modos y caminos para llegar a ello pertenecen a Dios La Iglesia de
Cristo no pierde por ello ni un aacutepice de su centralidad mediadora y
sacramental para el mundo Al contrario se hace maacutes consciente de la
grandeza del don recibido y de la responsabilidad que conlleva tal gracia
2 A modo de sugerencias para una Teologiacutea del Crecimiento
Puede ocurrir que concluir un tema o una reflexioacuten con referencias al
desarrollo dogmaacutetico o a la significatividad de la unioacuten hipostaacutetica parezca querer
segregar tales afirmaciones al aacutembito de lo teoacuterico-especulativo sin ninguna
aplicacioacuten praacutectica No creo que sea asiacute Maacutes bien al contrario Para finalizar estas
paacuteginas puede ser uacutetil explicitar algunas intuiciones o sugerencias a modo de
desembocaduras praacutecticas para poner de manifiesto dos cosas que el modo en que
comprendemos y anunciamos la relacioacuten entre las naturalezas de Cristo o la unioacuten
hipostaacutetica por ejemplo influyen maacutes de lo que pensamos en las decisiones
praacutecticas que se toman y por otro lado que la teologiacutea de Ireneo muchos siglos
despueacutes sigue siendo fuente de actualizacioacuten evangeacutelica
21 ANTROPOLOGIacuteA DIGNIDAD Y BELLEZA DEL SER HUMANO ARTE DE DIOS
El optimismo antropoloacutegico de Ireneo no es ingenuidad ni relativismo Nace de
su mirada teoloacutegica Es cierto que la mayoriacutea de rasgos que configuran su
CONCLUSIONES
156 | Humana augens
antropologiacutea no son exclusivamente suyos pero llama la atencioacuten que la mayoriacutea
de ellos se han hecho sitio en la tradicioacuten eclesial desde otros presupuestos o
escuelas ya sea en la liacutenea alejandrina o antioquena La propuesta de Ireneo tiene
la originalidad de conjugar aspectos de ambas visiones gracias al lugar
preponderante de la carne Pareciera que curiosamente nos molesta una teologiacutea
en la que Dios cifra la deificacioacuten en la carne Preferimos prescindir de ellahellip Nos
gusta maacutes ser almas y espiacuteritus puros
Para Ireneo en el cuerpo lleva el ser humano su vocacioacuten su principio y su fin
la imagen y semejanza divina su imperfeccioacuten y su capacidad de perfeccioacuten hasta
llegar al uacutenico Perfecto En la carne se juega su vida y su destino Es difiacutecil tomarla
tan en serio Lo maacutes habitual es subestimarla o sobredimensionarla Unas veces se
negaraacute la carne mal-trataacutendola como un impedimento continuo para nuestro
propio proceso de maduracioacuten humana y nuestra relacioacuten con Dios Otras veces se
haraacute de ella el centro de nuestra vida como si pudieacutesemos poner en ella nuestro
valor nuestra esperanza nuestro bien y nuestra felicidad por siacute misma sin nada
maacutes El resultado en ambos extremos es el mismo la distorsioacuten de la realidad y la
deshumanizacioacuten Y no en una clave de valoracioacuten moral sino de descripcioacuten
antropoloacutegica es una frustracioacuten constante nos resulta imposible alcanzar el fin
que anhelamos porque la carne por siacute sola no lo puede ofrecer Somos carne
somos alma somos espiacuteritu No existe nuestra alma sola ni antes ni despueacutes de la
carne seguacuten Ireneo pero su accioacuten integradora y libre eligiendo el consejo de Dios
en cada momento la hace fundamental para vivir seguacuten Dios Ese es su papel pero
ella ni salva ni es objeto de salvacioacuten expliacutecita Lo es el ser humano completo
carnal La carne sola de por siacute se conjuga en pasiva llamada a dejarse hacer
dejarse transformar
Ireneo tiene tan clara esta incapacidad de la carne como su grandeza pues es
en ella donde Dios quiere hacer del hombre su obra por excelencia su Arte No es
casual creoacute al ser humano mirando a Cristo su Hijo el Verbo encarnado y glorioso
Soacutelo creyendo de verdad que nuestra carne es tan querida por Dios podemos
entender un poco maacutes la caro salutis de Ireneo Una carne con alma una carne
donde reposa y crece el Espiacuteritu de Dios sea en la medida que sea Una carne que
CONCLUSIONES
Salus carnis | 157
guarda la huella del tacto divino Y esto para todo ser humano de tal manera que
ni siquiera el pecado puede destruirlo Lo dantildea lo enferma lo agosta pero no lo
elimina porque ni el pecado ni la carne pueden ser maacutes fuertes que el querer de
Dios De hecho no es de la carne de lo que nos salva Cristo ni es la carne la que
necesita ser purificada de nuestro pecado son laquolas obras de la carneraquo como hemos
visto La diferencia no es pequentildea De ninguacuten modo somos laquomassa damnataraquo sino
obra de Arte en las manos de Dios que siacute ciertamente peca pero ese no es ni su
principio ni su final Por eso la perspectiva de Ireneo nos pone ante un ser humano
bello mdashpreciosomdash no solo bueno y verdadero en su perfeccioacuten Es bello porque no
es funcional no da respuesta a una necesidad de Dios sino que expresa su
grandeza y su firma personal
Tambieacuten creo que no seriacutea ajeno a nuestra cultura recuperar la insistencia de
Ireneo en que este horizonte humano es comuacuten a todo hombre No hay clases ni
rangos por naturaleza no hay incapacidad creacional para unos pocos y
automatismo divinizador para otros al estilo gnoacutestico No El uacutenico Dios creoacute un
uacutenico ser humano y en eacutel se complace y espera que elija la comunioacuten con eacutel como
meta de su vida A mayor gratuidad en el don mayor responsabilidad en acogerlo
conservarlo y acrecentarlo Nadie queda fuera en esta teologiacutea La tentacioacuten
gnoacutestica como la caacutetara es continua en la historia mirarnos a nosotros mismos y a
los demaacutes y saber que todos estamos hechos del mismo barro y con la misma
fuerza de Dios nos puede ayudar a ser maacutes realistas y tolerantes menos sectarios
maacutes humildes y comprometidos Toda carne ha recibido en principio al menos
como germen la imagen y semejanza divina
Creer de verdad que nuestra carne es tan querida por Dios podriacutea ser el mejor
antiacutedoto contra el pecado y la desobediencia Ireneo lo sabe bien Por eso dedicoacute
amplias paacuteginas motivando la libertad y la gozosa obediencia del hombre al buen
hacer de Dios Experimentar el bien y el mal es la uacutenica forma de elegir el bien
conscientemente amorosamente responsablemente y permanecer en eacutel tambieacuten
en la prueba y el sufrimiento No por fuerza ni como un mal menor que hay que
soportar Sino por maacutes unir nuestra voluntad a la de Cristo que ya padecioacute por
nosotros uniendo su voluntad con la del Padre
CONCLUSIONES
158 | Humana augens
Creer de verdad que nuestra carne es tan querida por Dios ayuda a creer maacutes
en el ser humano Porque sabemos que mi laquoyoraquo maacutes completo y auteacutentico el maacutes
laquocierto y verazraquo (laquohomo futurus certior et veriorraquo de Tertuliano) es Cristo mismo
La centralidad de lo humano soacutelo se sostiene en la centralidad de Cristo como
hombre y Dios verdadero Podemos comenzar hablando del ser humano pero lo
que digamos nace de contemplar primero a Dios en su Hijo encarnado visibilidad
del Padre Podemos atender las carencias de la persona y sus necesidades y dones
para que se vaya perfeccionando creciendo plenificando pero sabiendo siempre
que el criterio no es la persona en siacute sino su comunioacuten en la carne de Cristo
Podemos hablar del ser humano de todos los hombres y mujeres y para todos
ellos pero desde una visioacuten cristiana no neutra porque no es posible No hay una
primera etapa para laquolo humanoraquo y soacutelo despueacutes la propuesta expliacutecita de fe como
dos planos independientes Si seguimos la propuesta de Ireneo el itinerario y la
meta que se propone hunde sus raiacuteces en lo que ya somos De alguacuten modo es
siendo plenamente lo que somos mdashhumanosmdash alcanzamos el objetivo divino la
cristificacioacuten el asemejamiento pleno Esta es la vocacioacuten de todo ser humano Y la
motivacioacuten primera es protoloacutegica creacional no escatoloacutegica Es decir
proponemos una vida de fe que tiende a la comunioacuten plena con Dios porque hemos
sido creados asiacute y en Cristo laquose ha unido el principio y el finraquo
Pensar al ser humano como carne capaz de crecer al ritmo del Espiacuteritu hasta
Dios implica saber que podemos ser mucho maacutes de lo que somos porque Dios nos
ha llamado a ello y nos ha capacitado para alcanzarlo Ninguna otra criatura puede
sontildear con ser maacutes allaacute de lo que es El ser humano siacute Lo hemos olvidado o al
menos lo recordamos poco Este dinamismo de crecimiento de alzarse sobre siacute
mismo en lugar de vivir laquocurvatus in seraquo no es solamente optimismo antropoloacutegico
o un humanismo faacutecil es camino de divinizacioacuten de asemejamiento con Dios en
Cristo por la fuerza del Espiacuteritu es la vocacioacuten maacutes iacutentima de todo ser humano Por
eso jamaacutes podemos dar a nadie por perdido Nada es irremediablemente definitivo
en el hombre
Tomar en serio el crecimiento como parte esencial del ser humano implica
acoger ese dinamismo de perfeccionamiento continuo en todo lo humano en los
CONCLUSIONES
Salus carnis | 159
procesos personales y grupales en las relaciones en el conocimiento en la
capacidad para acoger a Dios y de modo especial en la Iglesia Cuerpo de Cristo
Templo del Espiacuteritu sacramento de salvacioacuten para el mundo
22 CRISTOLOGIacuteA TUacute EN MIacute Y YO EN TI SOMOS UNA SOLA COSA
Asiacute habla Cristo a Adaacuten mdasha todo ser humanomdash en una antigua homiliacutea
pascual3 que la iglesia sigue orando cada Saacutebado Santo La relacioacuten del ser humano
con Cristo es creacional no la provoca el pecado necesitado de un Redentor
Aunque curiosamente la misma noche de Pascua canta tambieacuten la Iglesia en el
pregoacuten pascual laquoiexclFeliz culpa que merecioacute tal redentorraquo Siacute feliz culpa Siempre que
la alegriacutea del perdoacuten y la redencioacuten no oculten que primero fue el amor y la gracia
y la vocacioacuten humana como divinizacioacuten De ese amor surge el perdoacuten y no al
reveacutes aunque ciertamente si maacutes se perdona a quien maacutes ama tambieacuten maacutes se
ama a quien tanto nos perdona Pues mucho amor tiene quien mantiene su
promesa y se sigue fiando de nosotros auacuten con nuestro pecado
Si a Ireneo se le reprocha una especie de devaluacioacuten del pecado en su
teologiacutea se le estaacute reconociendo indirectamente una preponderancia de la gracia y
del incondicional amor de Dios por encima incluso del pecado Una teologiacutea que
pediriacutea una praacutectica eclesial consecuente donde ni el pecado ni el perdoacuten son el
centro de la vida de fe ni de la celebracioacuten cristiana ni de la formacioacuten catequeacutetica
3 laquoLevaacutentate obra de mis manos levaacutentate mi efigie tuacute que has sido creado a imagen miacutea Levaacutentate salgamos de aquiacute porque tuacute en miacute y yo en ti somos una sola cosa Por ti yo tu Dios me he hecho hijo tuyo por ti siendo Sentildeor asumiacute tu misma apariencia de esclavo por ti yo que estoy por encima de los cielos vine a la tierra y aun bajo tierra por ti hombre vine a ser como hombre sin fuerzas abandonado entre los muertos por ti que fuiste expulsado del huerto paradisiacuteaco fui entregado a los judiacuteos en un huerto y sepultado en un huerto Mira los salivazos de mi rostro que recibiacute por ti para restituirte el primitivo aliento de vida que inspireacute en tu rostro Mira las bofetadas de mis mejillas que soporteacute para reformar a imagen miacutea tu aspecto deteriorado Mira los azotes de mi espalda que recibiacute para quitarte de la espalda el peso de tus pecados Mira mis manos fuertemente sujetas con clavos en el aacuterbol de la cruz por ti que en otro tiempo extendiste funestamente una de tus manos hacia el aacuterbol prohibido Me dormiacute en la cruz y la lanza penetroacute en mi costado por ti de cuyo costado salioacute Eva mientras dormiacuteas allaacute en el paraiacuteso Mi costado ha curado el dolor del tuyo Mi suentildeo te sacaraacute del suentildeo de la muerte Mi lanza ha reprimido la espada de fuego que se alzaba contra ti Levaacutentate vayaacutemonos de aquiacute El enemigo te hizo salir del paraiacuteso yo en cambio te coloco no ya en el paraiacuteso sino en el trono celestial Te prohibiacute comer del simboacutelico aacuterbol de la vida mas he aquiacute que yo que soy la vida estoy unido a ti Puse a los aacutengeles a tu servicio para que te guardaran ahora hago que te adoren en calidad de Diosraquo (laquoSobre una homiliacutea antigua sobre el grande y el santo Saacutebadoraquo PG 43 451462-463 LITURGIA DE LAS HORAS I [Barcelona 51998] 416-417)
CONCLUSIONES
160 | Humana augens
aunque formen parte de ella Y esto no es por desestimar la fuerza del pecado en
nuestra vida tantas veces presente de forma dramaacutetica sino porque la fuerza del
mal no nos hace perder la perspectiva salvadora en que nos encontramos vivimos
en las Manos de Dios y nunca salimos de ellas Tampoco en nuestras
desobediencias y lejaniacuteas
Creo que Ireneo es coherente al situar el pecado en su lugar ni es el centro de
la persona y la historia ni su perdoacuten es el fin de la salvacioacuten Podriacutea seguirse por
tanto que en la vida creyente las conversiones y crecimientos en la fe apoyados en
el propio pecado ya sea para dolerse de la miseria personal ya sea para recordar
que gracias a ella Cristo forma parte de nuestra vida estariacutean distorsionando el
proyecto salviacutefico de Dios Estariacuteamos tomando la parte por el todo con el riesgo
de ser conscientes y agradecer el don del perdoacuten que redime sana convierte
pero no ser capaces de ver que la vocacioacuten a la que somos llamados es mucho
mayor y nuestra vida busca algo maacutes que no volver a pecar Busca crecer El intereacutes
mayor seraacute acompasar mi voluntad con la suya mi querer mi libertad mis
alegriacuteas
La cristologiacutea soterioloacutegica de Ireneo nos devuelve el marco de visioacuten
ampliado hemos sido creados para crecer hasta Dios y cuanto maacutes nos unamos a
Eacutel en su Hijo imagen visible y carnal del Padre maacutes aacutenthropos seremos y maacutes
porosos a la gracia de su Espiacuteritu Fijarnos en el pecado cometido o en las
imperfecciones de cada cual puede hacernos olvidar que hay un fin mdashteacutelosmdash
esperando y una fuerza de Dios teleioacutetica queriendo hacer suya nuestra carne sin
dejar de ser lo que somos Por eso para Ireneo es obra del mismo Seductor que nos
llevoacute a desobedecer el sembrar en nosotros la desconfianza respecto al horizonte
divino que nos aguarda y nos lanza No por naturaleza ni por meacuteritos sino por
pura voluntad de Dios Todo lo que nos empequentildeezca encoja doblegue no es de
Dios en principio El abajamiento de Cristo y su pobreza que enriquece nada
tienen que ver con esto Su keacutenosis supuso el crecimiento constante de su
humanidad hasta alcanzar la medida de su divinidad hasta ser uno solo en ella
Creacioacuten encarnacioacuten redencioacuten glorificacioacuten o recapitulacioacuten todos
teacuterminos distinguibles pero indisociables para Ireneo Nosotros quizaacute los hemos
CONCLUSIONES
Salus carnis | 161
encasillado en exceso perdiendo justamente el hilo conductor que los da sentido
el logos que los armoniza y permite que todo lo vivamos como salvacioacuten como
plan de Dios como invitacioacuten divina a nuestra cooperacioacuten como esa laquosinfoniacutearaquo
que el hermano mayor de la paraacutebola escucha al llegar a casa siguiendo la imagen
de Ireneo Lo hemos perdido Quizaacute tambieacuten por eso la muacutesica que sale de la casa
del Padre no nos suena a fiesta sino que crea en muchos hermanos resquemor
desconfianza e incluso rechazo
Nuestra esperanza nuestra garantiacutea de vida y de poder llegar un diacutea a la
plenitud que ahora no tenemos es Cristo su humanidad gloriosa transida de
Espiacuteritu siempre activo Porque su carne es nuestra carne porque ha hecho en su
Cuerpo lo que nosotros estamos llamados a vivir nos ha mostrado que es posible
que Dios puede actuar y morar en nosotros como en su propia casa que el ser
humano es capaz de dejarse transfigurar en libre obediencia cuando se fiacutea y cuida y
acrecienta en eacutel el don recibido Que en su carne se haya llevado ya a plenitud lo
que en nosotros solo vemos en proceso seriacutea suficientemente alentador Pero es
mucho maacutes que eso En su humanidad de alguacuten modo se ha unido todo ser
humano Eso significa que algo de miacute estaacute ya crucificado con Eacutel perfeccionado con
Eacutel resucitado con Eacutel En su carne En la miacutea Ya no se pierde por maacutes que se dantildee o
se debilite Y el Espiacuteritu iraacute acrecentado esta unioacuten en la medida que todo en miacute se
haga doacutecil se haga carne espiritual No hay que laquohacerle huecoraquo arrinconando la
carne sino dejar que la carne crezca y siendo maacutes humana acercarse maacutes a Dios
Adorar la humanidad de Cristo es reconocer como divino el crecimiento el
asemejamiento el proceso Es no envidiar las conversiones automaacuteticas ni las
perfecciones repentinas maacutes ligadas a espiritualismos que al Espiacuteritu que se
somete al ritmo real de lo humano tambieacuten en la Carne de Cristo Es apoyar la vida
y la confesioacuten de fe en saber que estamos siempre en proceso en crecimiento
hasta la medida perfecta en Cristo4 y no para autoperfeccionarme sino para
participar cada vez maacutes de Dios
Una vez maacutes la verdad de nuestra salvacioacuten se juega en la unidad en la
comunioacuten Primero en Cristo y a traveacutes de Eacutel en todos nosotros Desde Ireneo no
4 Cf Ef 413
CONCLUSIONES
162 | Humana augens
hay crecimiento humano posible sin una unioacuten estrechiacutesima mdashmezclamdash con Dios
La divinidad no es una especie de laquoescaleraraquo adosada por la que subir creciendo
La divinidad es el mismo dinamismo de crecimiento en la humanidad Es el
Espiacuteritu de Dios laquoque nutre y hace crecerraquo en una unidad perfecta la unidad de
Cristo
Creer que el crecimiento en la humanidad de Cristo nos salva implica creer que
la fuerza de Dios actuacutea en la debilidad sin idolatrarla sin elevarla por siacute misma a
un rango superior Salva la fuerza de Dios transformando la debilidad no la
debilidad misma De lo contrario podemos caer laquosub angelo lucisraquo en hacer de las
debilidades inconsistencias y perezas una especie de parapeto para la gracia una
excusa para no abrirnos al Espiacuteritu que nos llevaraacute donde Eacutel quiera y como Eacutel
quiera La humanidad de Cristo nos salva porque fue creciendo abrieacutendose
progresivamente a Dios hasta hacerse uno con Eacutel para que tambieacuten nosotros
lleguemos a ser uno sin dejar de ser nosotros
23 PNEUMATOLOGIacuteA ESPIacuteRITU QUE NUTRE Y HACE CRECER
Del mismo modo que no hay ser humano sin espiacuteritu en cierta medida
tampoco puede salvarnos Cristo sin el Espiacuteritu Primeramente porque Dios es
Trinidad es Padre es Hijo y es Espiacuteritu y en Ireneo a pesar de estar en un estado
preniceno tan primario se distinguen bien las personas pero se afirma siempre la
unidad de accioacuten en ellas Lo de uno no le es ajeno al otro por asiacute decirlo
Sin espiacuteritu el ser humano infante e imperfecto seriacutea otra cosa Un animal
racional una maacutequina un conjunto celular bien ordenado de reacciones quiacutemicas
pero no un aacutenthropos capaz de perfeccioacuten de crecimiento La virtus de Dios
mezclada con nuestro barro desde el principio forma parte del ser humano maacutes
auteacutentico de la misma manera a la inversa que el pecado no lo configura Y sin
embargo experimentamos el pecado en nosotros y anhelamos la accioacuten del
Espiacuteritu Seguimos necesitaacutendolo y por eso podemos pedirlo por un lado porque
recibimos el don de Dios en funcioacuten de nuestra capacidad siempre mayor y por
otro porque tras la encarnacioacuten y glorificacioacuten de Cristo el Espiacuteritu que recibimos
pro-viene de la carne de Cristo En ella se ha mezclado con todo el geacutenero humano
CONCLUSIONES
Salus carnis | 163
No pedimos el Espiacuteritu porque el pecado nos lo arrebatara lo pedimos porque lo
necesitamos para llegar a ser lo que Dios espera que seamos para cumplir nuestro
origen finalmente De hecho Jesuacutes hombre que no conocioacute el pecado tambieacuten
recibioacute la uncioacuten del Espiacuteritu en su carne para poder realizar su vida y misioacuten
Como nosotros Lo recibioacute para que su carne fuera divinizaacutendose Y recordemos
que su carne es toda su humanidad corporalidad libertad voluntad alma Igual
que nosotros
Constatar la imperfeccioacuten propia y ajena es faacutecil y cotidiano asumirla como
parte de nuestra humanidad y como un don dado por Dios porque quiere contar
con nosotros sin automatismos ni supersticiones maacutegicas es un signo de madurez
y crecimiento Asiacute la desobediencia y el pecado los propios liacutemites e insuficiencias
se convierten en lugares de descanso para que el Espiacuteritu de Dios los habite y
transforme poco a poco
Tener maacutes presente la accioacuten del Espiacuteritu en la teologiacutea y en la vida de fe nos
recordariacutea que el fin y la capacidad para alcanzarlo estaacuten insertos en nuestro ser
en nuestra carne Por tanto la gracia actuacutea desde dentro siendo esencialmente
distinta a nosotros Es el Espiacuteritu de Dios que no hay que laquoconseguirraquo
externamente por medio de diversas praacutecticas o acciones soacutelo disponernos para
que pueda hacer suya nuestra vida (nuestra carne) queriendo vivir en continua
obediencia libre y gozosa obediencia Nada se nos impone Pero tampoco nada es
inocuo toda decisioacuten comporta consecuencias
Con frecuencia tendemos a ligar el Espiacuteritu con ciertos movimientos o formas
de vida que priorizan la propia voluntad la autonomiacutea la originalidad del sujeto
por encima de la comunioacuten un cierto laquoaireraquo de libertad cercano al laquotodo valeraquo La
pneumatologiacutea de Ireneo podriacutea ayudar a equilibrar lo carismaacutetico y lo
comunitario o institucional puesto que siendo el Espiacuteritu quien embellece la
creacioacuten y aporta diversidad tambieacuten es quien nos asemeja con Cristo tal como el
Padre nos creoacute Es decir su actuacioacuten no es arbitraria es cristoloacutegica La libertad
que imprime en nuestra carne no se reduce a poder elegir sino a saber elegir y
mientras tanto aprender a asumir las consecuencias de nuestros actos
responsablemente Asiacute fue con Adaacuten y Eva en el Paraiacuteso Crecer en el Espiacuteritu
CONCLUSIONES
164 | Humana augens
tambieacuten es crecer en el dominio de la propia vida sin vivir traiacutedos y llevados por
los laquoseductoresraquo del momento o las laquoserpientesraquo de la vida El Espiacuteritu es vivir en
verdad atributo propio de Dios pues la mentira solo proviene del Enemigo para
Ireneo No podemos ofrecer lo que no tenemos No podemos ofrecer a Dios el Arte
de nuestra vida el barro moldeable que mantenemos huacutemedo entre sus Manos si
no podemos contenerlo en las nuestras Y asiacute cuanto maacutes libres maacutes humanos
cuando maacutes humanos maacutes divinos cuanto maacutes crezcamos maacutes unioacuten y unidad
personal cuanta maacutes unidad y comunioacuten con Dios maacutes gozo que seraacute el mejor
camino para desear que nuestro seguimiento siga creciendo Libertad y
responsabilidad conciencia de sabernos necesarios para que la salvacioacuten
acontezca como lo fue la carne de Mariacutea en perfecta sinergia
Entender la vida desde este Espiacuteritu que nos laquonutre y acrecientaraquo es tambieacuten ir
creciendo en una libertad entendida como deseo de plenificar la propia vocacioacuten
nuestro maacutes auteacutentico yo que es la persona completa tambieacuten su cuerpo No soacutelo
el cuerpo sino la carne todo lo limitado caduco opaco humano Y no soacutelo en el
creyente sino tambieacuten en Dios Tras la encarnacioacuten el Verbo eterno es Verbo
encarnado y desde Eacutel como cabeza todo estaacute llamado a ser recapitulado en su
cuerpo Pues bien de alguacuten modo en Cristo queda bendecido y salvado todo lo
carnal todo lo fragmentario todo lo que maacutes se aleja de Dios en la medida que no
pretende ser por siacute mismo sino vivificado por el Espiacuteritu Paradoacutejicamente desde
Ireneo querer abandonar la carne que somos lo imperfecto y perfectible lo no
acabado lo no pleno o pediacuterselo a otros es lo maacutes alejado a querer vivir en el
Espiacuteritu porque el Espiacuteritu soacutelo se nos da en la carne Teologiacuteas y propuestas de fe
que confundan vivir seguacuten el Espiacuteritu con vivir laquofueraraquo de la carne estaacuten abocadas
a convertirse en neognosticismos y neocatarismos o al menos a perder una
enorme riqueza de la verdad cristiana
Parece que el Espiacuteritu se ha olvidado en cristologiacutea como se ha olvidado en
antropologiacutea Quizaacute por eso ni el giro antropoloacutegico ni la centralidad cristoloacutegica
se sostienen solas Quedan siempre parciales fragmentadas incapaces Y puede ser
por esta carencia de Espiacuteritu pues Eacutel aporta el asemejamiento el dinamismo lo
procesual y si realmente es elemento configurador de lo humano tanto lo seraacute
CONCLUSIONES
Salus carnis | 165
para el hombre como para la humanidad de Cristo Nos recuerda que nada en lo
humano estaacute acabado que estamos llamados a crecer No es un proceso de
progreso en clave moderna ilustrada de perfeccionarnos sobre nosotros mismos
No es una salvacioacuten externa que viene a mejorar nuestra mediocridad En Ireneo es
una fuerza interna al propio ser humano que a la vez nos recuerda que no es
nuestra por derecho o por naturaleza Es gracia
Una Iglesia maacutes confiada al Espiacuteritu seriacutea una Iglesia maacutes abierta al
crecimiento y al cambio porque es propio de lo humano no por mayor adaptacioacuten
a las modas y lugares o por parecer laquonuevaraquo siempre La novedad la da el Espiacuteritu
en la carne gloriosa de Cristo El criterio de crecimiento como deciacuteamos al hablar
del ser humano es la mayor o menor unioacuten con Dios la mayor o menor laquoposesioacutenraquo
de lo humano por lo divino El criterio no son estadiacutesticas ni valoraciones sociales o
intraeclesiales Y en el fondo volviendo siempre al corazoacuten del Evangelio Ireneo
repite el criterio mayor es el amor De ninguacuten modo se trata de devaluar la gracia5
que supone formar parte de la Iglesia Cuerpo de Cristo y la participacioacuten en los
sacramentos la fidelidad a la Tradicioacuten y al Magisterio Pero podriacutea situarnos con
otra perspectiva la de alegrarnos por haber recibido la gracia del seguimiento de
Cristo y su Espiacuteritu a traveacutes de la Iglesia como los primeros apoacutestoles en
Pentecosteacutes en lugar de restringir este aacutembito como el uacutenico para que los hombres
y mujeres de la historia vayan siendo injertados en Cristo por el Espiacuteritu vayan
5 Siempre es iluminador recordar el peligro de lo que D BONHOumlEFFER llamoacute laquogracia barataraquo laquoLa
gracia barata es el enemigo mortal de nuestra Iglesia Hoy combatimos a favor de la gracia cara La gracia barata es la gracia considerada como una mercanciacutea que hay que liquidar es el perdoacuten malbaratado es la gracia como almaceacuten inagotable de la Iglesia de donde la cogen unas manos inconsideradas para distribuirla sin vacilacioacuten ni liacutemites es la gracia sin precio que no cuesta nada [] La gracia cara es el tesoro oculto en el campo por el que el hombre vende todo lo que tiene es la perla preciosa por la que el mercader entrega todos sus bienes es el reino de Cristo por el que el hombre se arranca el ojo que le escandaliza es la llamada de Jesucristo que hace que el disciacutepulo abandone sus redes y le siga La gracia cara es el evangelio que siempre hemos de buscar son los dones que hemos de pedir es la puerta a la que se llama Es cara porque llama al seguimiento es gracia porque llama al seguimiento de Jesucristo es cara porque le cuesta al hombre la vida es gracia porque le regala la vida es cara porque condena el pecado es gracia porque justifica al pecador Sobre todo la gracia es cara porque ha costado cara a Dios porque le ha costado la vida de su Hijo mdashldquohabeacuteis sido adquiridos a gran preciordquomdash y porque lo que ha costado caro a Dios no puede resultarnos barato a nosotros [] La gracia cara es la encarnacioacuten de Diosraquo (El precio de la gracia El seguimiento [Salamanca 1986] 1719-20) Gracia tan cara tan valiosa que soacutelo puede ser recibida con agradecimiento porque es gratuitamente donada La gracia barata curiosamente acaba siendo arrebatada al menos como pretensioacuten del mismo modo que se exige ingenuamente aquello que creemos poseer por derecho o meacuterito
CONCLUSIONES
166 | Humana augens
divinizaacutendose vayan creciendo La teologiacutea de Ireneo y la imprescindible
cooperacioacuten del hombre para la salvacioacuten desde su libertad y su obediencia
agudiza la responsabilidad del cristiano y de la Iglesia mediadora para el mundo
pero no excluye a nadie pues nadie estaacute fuera de la carne de Cristo en cierto
modo Y para Ireneo el mismo proceso y el mismo agente mdashDios mismo en su
Espiacuteritumdash lleva a cabo la humanizacioacuten y la divinizacioacuten sin departamentos
estancos
Contar con el Espiacuteritu nos ayuda a confrontar nuestra cultura de la inmediatez
que tambieacuten puede provocar una fe de inmediatos sin historia sin aprendizaje sin
errores y sus consecuencias (pecado) sin significatividad real de la libertad sin
tolerancia a ninguna frustracioacuten sin capacidad para permanecer en el diacutea y en la
noche y seguir esperando Por eso una laquopneumatologiacutea del crecimientoraquo como
una laquocristologiacutea del crecimientoraquo podriacutea renovar la comprensioacuten escatoloacutegica
Saber que la historia es un dinamismo creciente porque Dios asiacute lo ha querido y
que nada en nosotros seraacute tan fuerte como para destruir el querer de Dios
fundamentariacutea nuestra esperanza con una fuerza inusitada desde luego no menor
que el temor reverente al infierno y sus penas Si para muchos el purgatorio no
tiene sentido el infierno no da temor alguno y el cielo parece la promesa de un
aburrimiento eterno haber cifrado nuestra vida mdashen lo humano y en lo
cristianomdash desde la unioacuten con Dios como vocacioacuten uacutenica y como motor para
allegarnos a ella puede al menos avivar el deseo de ese horizonte final Y entonces
ahiacute retomar las categoriacuteas escatoloacutegicas claacutesicas Ahora bien sin haber
experimentado de alguacuten modo en esta vida el gozo de ser plenamente humano
como participacioacuten real y creciente en la humanidad de Cristo difiacutecilmente la
escatologiacutea tendraacute algo que decirnos Y esta experiencia nos es dada en la medida
que asentimos al Espiacuteritu en nosotros
Podriacuteamos terminar con unas palabras de Ireneo pero es difiacutecil elegir entre
tantas adecuadas Por eso voy a terminar con las palabras de un teoacutelogo de
nuestro siglo
CONCLUSIONES
Salus carnis | 167
Cuanto mayor es el otro en el sentido fuerte y verdadero de la palabra maacutes engrandecidos nos sentimos en nuestro contacto con eacutel La autoridad (en sentido de laquoauctoritasraquo) es precisamente seamos o no conscientes de ello el comportamiento de ese otro que me laquoaumentaraquo (augere) que me eleva (e-levare) que me hace subir cada vez maacutes alto que me educa (e-ducere) que me engrandece De aquel que cuanto maacutes grande es (augustus el que me hace crecer) mejor me conduce de la mano por el camino de mi identidad La presencia del maacutes grande puede convertirse incluso en la posibilidad del ejercicio de mi ser que gracias a la fuerza de esta presencia se siente laquoautorizadoraquo (laquoauctoritas augereraquo) lejos de todos sus temores y desconfianzas Nunca es nadie maacutes grande que cuando se mide con alguien mayor que eacutel6
Y nuestra medida es Dios mismo en la carne de Cristo A Eacutel toda gloria laquoEl
resto sea venerado con el silencioraquo7
6 A GESCHEacute El destino Dios para pensar III (Salamanca 2001) 49 7 GREGORIO NACIANCENO In sanctum Pascha Or XLV 22 PG 36 col 653AB
CONCLUSIONES
168 | Humana augens
BIBLIOGRAFIacuteA
Salus carnis | 169
Bibliografiacutea
1 FUENTES Y TRADUCCIONES
IRENEO DE LYON
IRENEE DE LYON Contre les Heacutereacutesies Livre I t I-II ed critique par A Rousseau ndash L Doutreleau SCh 263-264 (Pariacutes 1979)
mdashmdashmdash Contre les Heacutereacutesies Livre II t I-II ed critique par A Rousseau ndash L Doutreleau SCh 293-294 (Pariacutes 1982)
mdashmdashmdash Contre les Heacutereacutesies Livre III t I-II ed critique par A Rousseau ndash L Doutreleau SCh 210-211 (Pariacutes 1974)
mdashmdashmdash Contre les Heacutereacutesies Livre IV t I-II ed critique par A Rousseau SCh 100 1-2 (Pariacutes 1965)
mdashmdashmdash Contre les Heacutereacutesies Livre V t I-II ed critique par A Rousseau ndash L Doutreleau ndash C Mercier SCh 152-153 (Pariacutes 1969)
IRENEO DE LYON SAN Contra los herejes Exposicioacuten y refutacioacuten de la falsa gnosis ed preparada por CI Gonzaacutelez (Meacutexico 2000) Accesible en Biblioteca Electroacutenica Cristiana [httpmultimediosorgdocsd001092]
A ORBE Teologiacutea de San Ireneo I Traduccioacuten y comentario al libro V del Adversus haereses (Madrid 1985)
mdashmdashmdash Teologiacutea de San Ireneo II Traduccioacuten y comentario del libro V del Adversus haereses (Madrid 1987)
mdashmdashmdash Teologiacutea de San Ireneo III Traduccioacuten y comentario del libro V del Adversus haereses (Madrid 1987)
mdashmdashmdash Teologiacutea de San Ireneo IV Traduccioacuten y comentario del libro IV del Adversus haereses (Madrid 1996)
IRENEO DE LYON SAN Demostracioacuten de la predicacioacuten apostoacutelica ed preparada por E Romero Pose FuP 2 (Madrid 1992)
IRENEE DE LYON Saint Deacutemonstration de la Preacutedication Apostolique ed par A Rousseauu SCh 406 (Pariacutes 1995)
BIBLIOGRAFIacuteA
170 | Humana augens
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