Post on 09-Mar-2016
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TEMA: INMIGRACIÓN Y SALUD EN ESPAÑA
AUTORES DEL GRUPO V-6:
Victoria Añó Pérez
Noelia Carrión Collado
Sandra Ibáñez Sania
Fátima Olaso de la Rica
José Juan Ramis Ferrer
INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
Para conocer todo lo referente al fenómeno de la inmigración que tenemos en nuestro
país (sus causas, aspectos legales, problemas de salud que presentan y su resolución
por el Sistema Nacional de Salud en España, entre otros aspectos que se detallarán
más adelante), hay que tener en cuenta que los inmigrantes que tenemos aquí fueron
emigrantes de su propio país, es decir, que se marcharon para mejorar su vida y
decidieron venir a España, bien porque no tenían más remedio por motivos políticos,
bien porque vivían en situación de pobreza y cambiar de lugar era la única solución
para intentar salir de ella o por cualquier otro motivo, por lo que se propicia una salida
de su país, en este caso hacia el nuestro, y dado que en muchos casos su situación en
España no está legalizada, comporta muchos problemas de salud (físicos y
psicológicos) puesto que no disponen de la asistencia médica necesaria para tratarles.
De esto y más trata este trabajo que pasamos a redactar.
A) LA INMIGRACIÓN EN ESPAÑA
Se ha estimado que de la población total española hay alrededor de un 2% de
inmigrantes que en muchos casos no tiene ninguna cualificación profesional y por
tanto hace que su inserción en el mercado laboral sea difícil, por lo que muchas veces
se ven forzados a aceptar trabajos que en su país de origen quizá no aceptarían y
además, vivir en condiciones precarias con viviendas no muy dignas y en la mayoría de
los casos, sin atención sanitaria.
En muchas ocasiones el idioma y la cultura de
los inmigrantes supone otro problema añadido
de integración dado que a menudo crea
rechazo entre la gente propia de ese país al
que ellos han huido, porque la ven como una
amenaza a su forma de vida y tradiciones, con
lo que se relega a estos inmigrantes a los
estratos más deprimidos de la sociedad.
Es muy difícil obtener gráficas o tablas que demuestren la realidad (y que a la vez sean
fiables) de las inmigraciones, dado que aunque los inmigrantes documentados están
más o menos controlados, la situación en la que se encuentran muchos de los
inmigrantes es en situación “ilegal” por tanto no se pueden barajar datos estadísticos
sobre este tema.
De todos modos lo que sí se puede afirmar es que desde mediados de los años 70
hasta mediados de los 90, la inmigración extranjera en España pasó de ser de 165.000
personas en 1975 a ser de 198.042 en 1981, 415.000 en 1992 y 538.984 en 1996 por lo
que se puede decir que la población extranjera se ha triplicado en tan solo 15 años y
que representa el 1,3% de total de la población española en este periodo de tiempo.
En 1998 la cifra de inmigrantes ascendió a 719.647 y esto sin incluir a la población no
regularizada.
A partir del año 1999 la evolución de la población inmigrante experimentó un gran
aumento dado que, según datos publicados por la Delegación del Gobierno para la
Extranjería y la Inmigración a 31 de diciembre de 2002, se decía que los inmigrantes
regularizados eran de 1.324.001 personas y esto suponía un 3,2% de los 40.847.371 de
habitantes de España.
En los primeros 6 meses del año 2003, los inmigrantes aumentaron en 124.670
personas, con lo que la población inmigrante se situó en 1.448.671 personas y esta
cifra sería superior dado que faltaría por contar a los inmigrantes “ilegales” hecho que
aún aumentó más si cabe hasta alrededor de un 12% en el año 2008 según datos del
Padrón Municipal.
La población inmigrante que figura en el censo está formada en un 54% por hombres,
aunque hay una gran proporción de mujeres inmigrantes procedentes de países
iberoamericanos. Del total de inmigrantes regularizados, el 58% residen en Cataluña,
Madrid y Andalucía (tal como se muestra en la Figura 1) que son a la vez las ciudades
donde se concentra la mitad de la población española, pero si tenemos en cuenta la
población de cada Comunidad Autónoma, observaremos que las CCAA con mayor
proporción de extranjeros son Baleares (con un 20,8%), la Comunidad Valenciana (con
un 16,7%) y la Madrid (con 15,9%).
A inicios del 2008 en España se sabe que el 40% procedía de algún otro país de la
Unión Europea, que el 29,5% procedía de América del Sur y que el 17,2% era originario
de África.
España hace relativamente poco tiempo, era un país que generaba más emigración
que inmigración, pero esta situación como hemos podido observar con los datos
aportados, actualmente ha cambiado de manera radical y en nuestro país hay una
elevada población de inmigrantes con lo que la tasa anual de inmigración española
podemos situarla alrededor de un 0,2% (en comparación con el 0,01% de Italia).
B) CAUSAS DE LA INMIGRACIÓN
En nuestros tiempos dado el avance en el transporte, hace que la gente pueda
moverse mucho más a menudo, más rápido y más lejos con lo que, ante catástrofes
naturales o causadas por los humanos, puede huir hacia otros lugares más fácilmente.
Aparte de estas catástrofes, la primera causa por la
que se produjeron estas emigraciones hacia otros
países (o incluso en el mismo país también pueden
producirse movimientos/emigraciones desde
zonas rurales hacia zonas urbanas que no
comportan tantos problemas) fue la 2ª Guerra
Mundial dado que se necesitaron grandes aportes
en cuanto a mano de obra se refería tanto para la
reconstrucción del continente como para la
expansión económica que debía producirse.
Ante este suceso desencadenante, empezaron a producirse inmigraciones hacia
muchos países y aún hoy en la actualidad, siguen produciéndose.
Las causas principales de estas emigraciones son:
- La pobreza crónica que sufren los inmigrantes en su país de procedencia.
- Oportunidades limitadas en su país de origen que hace que no puedan
prosperar y labrarse un buen futuro.
- Degradación ecológica, con lo que no tienen recursos naturales para subsistir.
- Escasa tierra y recursos que no favorece el autoabastecimiento mediante la
labranza de sus propios campos.
- Conflictos políticos que hacen muy difícil el seguir viviendo en su país.
- Negación de los derechos humanos.
- Pobre escolaridad que lleva a no tener unos buenos estudios que puedan
asegurar, medianamente, un trabajo del que poder vivir.
- Limitadas oportunidades de trabajo, lo que comporta que si no hay trabajo no
hay dinero con el que poder vivir y mantener una casa, alimentarse,
vestirse…todos estos, derechos de todo ser humano que habite en la Tierra, y
que por esas pocas oportunidades de trabajo le son negadas.
- En períodos de sequía, una familia que vive de la agricultura se ve en muchas
ocasiones forzada a emigrar para ganar una cantidad suficiente de dinero como
para después volver y reinvertir ese dinero en sus tierras y poder así prosperar
y vivir de esa agricultura propia.
- Las migraciones a nuestro país se produjeron a partir del 1993 por el desarrollo
económico que se experimentó debido al auge en el sector de la construcción y
en el del turismo, con lo que se necesitaba más mano de obra para cubrir
puestos de trabajo relacionados con estos sectores.
- Los iberoamericanos, migraron a España movidos sobre todo por la identidad
cultural y lingüística, la cual era similar a la española.
- Un clima suave como el de nuestro país también propició la atracción
migratoria hacia nuestro país.
- El continente africano al estar muy cerca geográficamente hablando a nuestro
país ha sido y sigue siendo, lugar de referencia para la migración de los
habitantes de África.
C) DATOS SOBRE LA SITUACIÓN EN LA COMUNIDAD VALENCIANA EN
RELACIÓN CON ESPAÑA
Gracias a los datos del padrón de 2005 sabemos que son 581.985 los extranjeros
que hay en la Comunidad Valenciana. Esto supone el 12,4% de la población total.
Por tanto, podemos afirmar que la Comunidad Valenciana es una de las regiones
donde la inmigración extranjera tiene una mayor importancia. La mayor parte de
esta inmigración se ha producido de manera intensa estos últimos años, puesto
que en 1999 los residentes extranjeros eran alrededor de 130.000. Cabe destacar,
que dentro de la Comunidad Valenciana hay un predominio en la provincia de
Alicante con 321.640 inmigrantes supone el 55,3% de todos ellos, muy por encima
de la provincia de Valencia (194.707, 33,4%) y Castellón (65.638; 11,3%). Éste es un
dato muy importante, ya que la dinámica territorial seguida por los inmigrantes ha
marcado, está marcando y va a marcar en el futuro inmediato la evolución
demográfica de la Comunidad, condicionando la necesidad de infraestructuras y
equipamientos sociales genéricos de todo tipo (sanitario, educativo, etc.), así como
de los específicos necesarios para atender las necesidades particulares del
colectivo inmigrante a fin de garantizar un proceso armónico de integración social.
El mapa 1 podemos observar la distribución de la inmigración a nivel comarcal en la
Comunidad Valenciana.
Como puede apreciarse esa distribución no es uniforme y es resultado de una doble
motivación. Por un lado, una parte importante de los extranjeros corresponde a una
inmigración de tipo residencial, procedente de países desarrollados que busca ante
todo una buena calidad de vida, un clima benigno, etc. Este tipo de inmigración se
concentra en las comarcas costeras y turísticas de nuestra comunidad. Por otro lado, la
inmigración más reciente y ya dominante, que corresponde a personas que han
escogido a la Comunidad Valenciana para desarrollar su actividad laboral en unas
condiciones que ofrecen unas mejores expectativas.
Este tipo de inmigración se concentra en aquellas comarcas que ofrecen mejores
oportunidades de trabajo.
El resultado final es un patrón como el del mapa1, en el que los principales polos de
atracción de inmigrantes en términos absolutos son la comarca de Valencia (82.013
extranjeros), todas las comarcas del litoral alicantino (en especial El Baix Segura, con
109.923 extranjeros) y el litoral castellonense (en especial La Plana Alta, con 35.800
extranjeros).
Por el contrario, las comarcas del interior (especialmente en el caso de Castellón y
Valencia) se caracterizan por el escaso número de inmigrantes.
En conclusión, la característica fundamental de la inmigración es la de una
concentración espacial muy elevada. Así pues, cuatro comarcas acumulan más de la
mitad de todos los extranjeros residentes en la Comunidad Valenciana.
Sin embargo, para evaluar de forma más precisa el impacto de la inmigración conviene
poner su magnitud en relación a la del conjunto de la población, ya que también la
población nacional tiende a concentrarse en algunas comarcas con mayor intensidad.
El mapa 2 muestra qué porcentaje suponen los inmigrantes en la población total de
cada comarca. Nos encontramos con valores que van del 4,1% del Rincón de Ademuz
al 38,9% de La Marina Alta, gran diversidad de situaciones por tanto. Por otra parte, el
mapa 2 muestra algunas diferencias significativas respecto al mapa 1. Así, por ejemplo,
València, pese a ser la segunda comarca por número de extranjeros no destaca por el
peso de los mismos en su población total, ya que con 10,3% está por debajo de la
media de la Comunidad. Es cierto que también en términos relativos son las comarcas
litorales las que vuelven a sobresalir, pero unacomarca de interior como La Canal de
Navarrés (12,3%) supera a la mayoría de las mismas. La presencia del colectivo
extranjero es particularmente destacable en algunas comarcas costeras alicantinas
como la ya citada de La Marina Alta (38,9%), El Baix Segura (33,8%) o La Marina Baixa
(28,9%). Otras tres comarcas, también litorales, están por encima de la media de la
Comunidad:
El Baix Maestrat (15,8%), La Plana Alta (15,2%) y La Safor (13,9%). El resultado de todo
ello es que también a nivel provincial se observan diferencias, ya que en la provincia de
Alicante los extranjeros suponen el 18,6% de la población y en Castellón el 12,1%,
mientras que en la provincia de Valencia su peso es menor, el 8,1%.
Inmigración y crecimiento demográfico: las comarcas valencianas
La mayoría de los extranjeros de la Comunidad Valenciana ha llegado como resultado
de la fuerte inmigración de los últimos años. A principios de 1999 eran 130.027,
mientras que seis años después, a principios de 2005, eran 581.985. En apenas seis
años se ha producido una entrada neta de 451.958 inmigrantes extranjeros,
multiplicando por más de cuatro los niveles iniciales.
El mapa 3 muestra el crecimiento neto de la población extranjera en cada comarca
durante el periodo señalado. El patrón comarcal es similar al que ofrece el mapa 1,
precisamente porque la mayor parte de la población extranjera es de inmigración muy
reciente. Así, Valencia y las comarcas costeras (especialmente en el caso de Alicante)
son las que muestran los mayores crecimientos, que superan las 88.000 personas en el
caso del Baix Segura, las 70.000 en el caso de València o las 30.000 en L’Alacantí, La
Marina Alta o la Plana Alta.
Se trata de variaciones de magnitud considerable.
Entre principios de 1999 y principios de 2005 la población residente en la Comunidad
Valenciana ha crecido en 631.820 personas, mientras que el crecimiento neto de la
población extranjera se cifra en 451.958. El 72% del crecimiento demográfico reciente
de la Comunidad se debe, por tanto, a la inmigración exterior.
No es raro que el crecimiento demográfico de las comarcas valencianas en el periodo
reciente esté marcado también por la inmigración exterior.
El mapa 4 muestra este hecho al exponer el crecimiento relativo de la población en
cada comarca durante el tiempo 1999-2005 debido a la inmigración (cifra de la
izquierda) y el crecimiento total (cifra de la derecha). Los crecimientos más
importantes de la población total se registran en El Baix Segura (51,2%), La Marina
Baixa (32%), La
Marina Alta (31,4%) y La Plana Alta (22,5%) y, en general, en las comarcas costeras.
Esos crecimientos se apoyan fuertemente en la inmigración.
En las cuatro comarcas señaladas antes, que son las que más crecen, la inmigración es
la principal responsable con contribuciones del 41,3%, 20,2%, 27,1% y 17%
respectivamente. La contribución de la inmigración es positiva en todas las comarcas,
aunque ello no impide que en el caso de tres comarcas
(Els Ports, L’Alt Maestrat y el Alto Mijares) se registren caídas de la población total. Por
otro lado, son numerosas las comarcas en las que la población sólo crece gracias a los
inmigrantes, ya que sin ellos hubieran experimentado reducciones de mayor o menor
magnitud. Se trata de comarcas como Alto Palancia, Los Serranos, LaPlana de Utiel-
Requena, El Valle de Ayora, La Canal de Navarrés, L’Alcoià o la propia València.
En definitiva, en el conjunto de la Comunidad Valenciana la población total ha crecido
un 15,5%, debido en su mayor parte a la inmigración exterior que ha supuesto por sí
sola un crecimiento del 11,13%.
Las “inmigraciones” y su distribución territorial
Como hemos podido observar, la inmigración exterior es el principal factor del
crecimiento de la población de las comarcas de la Comunidad Valenciana. Un rasgo
básico de esa inmigración es su concentración en ciertas comarcas. Este rasgo se
reproduce de los inmigrantes. Como resultado en las diferentes comarcas no sólo ha
crecido la inmigración hasta niveles muy significativos, sino que lo han hecho tipos
muy específicos de inmigrantes en cada caso. El mapa 5 muestra gráficamente este
hecho al representar en cada comarca la nacionalidad más numerosa dentro del
colectivo extranjero, así como el peso sobre el mismo en cada caso.
El colectivo rumano es el predominante en casi todas las comarcas castellonenses (la
única excepción es El Baix Maestrat) en las que supone entre el 37% y 80% de la
población inmigrante. Es también el más abundante en diversas comarcas del interior
de Valencia, El Camp de Morvedre, las dos Riberas y La Vall d’Albaida. Es en conjunto la
primera nacionalidad en 14 comarcas.
Bulgaria es la nacionalidad predominante en tres comarcas del sur de la provincia de
Valencia como son La Canal de Navarrés (donde suponen el 70,4% de los inmigrantes),
La Costera (42,3%) o La Safor (14,8%).
La inmigración marroquí es la más numerosa en El Baix Maestrat (24,7%), L’Horta Sud
(16,4%), El Camp de Túria (12,6%) y El Baix Vinalopó (16,0%). Ecuador es el principal
origen de los inmigrantes residentes en la comarca de València (22,4%) y su cinturón
(L’Horta Nord y L’Horta Oest, Hoya de Buñol), así como en las comarcas centrales de
Alicante: L’Alt Vinalopó (27,7%), Vinalopó Mitjà (23,3%), L’Alcoià (32,7%) y L’Alacantí
(11,5%).
Los británicos también son nacionalidad dominante en alguna comarca. Se trata de
comarcas costeras y turísticas alicantinas como La Marina Alta, La Marina Baixa o el
Baix Segura, además de El Comtat y El Valle de Ayora.
D) PROCEDENCIA DE LA INMIGRACIÓN EN ESPAÑA
La inmigración en España se hace patente a mediados de los ochenta. En 1985 se
promulga lo que podríamos considerar como la primera ley sobre inmigrantes de
nuestro país, es la Ley de Derechos y Libertades de los Extranjeros en España (Ley de
Extranjería).
El perfil típico del inmigrantes es un hombre de nacionalidad marroquí, solero y con
30 años aproximadamente. A pesar de que en realidad hay una gran diversidad de
situaciones. Uno de los factores más importantes en cuanto a grado de integración se
refiere es el tiempo de residencia en España.
Se calcula que los inmigrantes corresponden al 2% de la población total española, a
diferencia de otros países europeos donde la población inmigrante supone el 6-9%.
Aunque si que es cierto, que en los últimos 20 años la población inmigrante de países
en desarrollo ha aumentado en España aproximadamente en un 380%. En cuanto al
número de personas sin documentación o en situación irregular, no existen cifras pero
el observatorio permanente de la inmigración en 1998 calcula de 80.000 a 90.000.
El colectivo de inmigración que destaca en España y que además continua ascendiendo
es la población de África y en concreto de Magreb y el África subsahariana. La
población de Marruecos es de 111.000 personas . En cuanto a la población de origen
magrebí se estima que está alrededor de 129.500 personas. Todo esto sin contar otras
40.000 personas que se calcula que están indocumentadas. Las características más
destacadas de este tipo de población son: hombres de nivel socioeconómico bajo,
rurales y actualmente se observa también un aumento de la inmigración femenina.
En cuanto al África subsahariana, los dos
colectivos más importantes proceden de
Gambia y Senegal, con un total de 11.200.
Otros grupos importantes son: Caboverdiano,
el de Guinea Ecuatorial y de Nigeria que juntos
suman 7.000.
También hay en España inmigrantes de todos los países de Latinoamérica. Este en
cuestión, es un colectivo muy heterogéneo en sus motivos de inmigración, en su
situación laboral y en su formación; pero el hecho de ser hispanoparlantes puede ser
uno de los motivos por los cuales destaquen taxativamente de otros inmigrantes.
Respecto, al Centro y Sudamérica hay en España alrededor de 108.426inmigrantes. El
grupo más numeroso es el de Perú (21.233), seguido de República Dominicana
(20.381) , Argentina (17.188) y Cuba (10.507). Muchos inmigrantes cubanos proceden
del exilio, la población latinoamericana principalmente de Centroamérica, Perú y
Ecuador, la mujer ha inmigrado sola, teniendo que dejar a sus familias en el país de
origen, tienen un nivel cultural más elevado pero la mayoría tienen trabajos muy
inferiores a su nivel de formación como pueda ser el trabajo doméstico y en otras
ocasiones se ven abocadas a la prostitución.
En cuanto a los inmigrantes portugueses, podemos decir que la colonia portuguesa es
antigua en España. Su número de residentes es de 38.000 residentes. Por el contrario,
las colonias de Alemania y Gran Bretaña son más numerosas con 50.000 personas
(Alemania) y 68.000 (Gran Bretaña). Si hablamos de Europa del Este, el país con mayor
representación es Polonia con 5.500 residentes, seguido por Rumania con 1681 y por
último Bulgaria con 1673.
Por lo que se refiere a la inmigración asiática presenta una gran diversidad de lugares
de origen y motivos distintos, los niveles de integración también varian mucho de unos
a otros. Los filipinos es un colectivo de inmigración que se intensifico en alrededor de
los ochenta y fue una inmigración mayoritariamente de mujeres. En 1998 habían
11.357 residentes documentados en España. Por lo que respecta al colectivo chino ya
superan los 15.700 residentes en España.
En las Islas Canarias hay una población procedente de la India (7.000 inmigrantes).
Seguido de estos tenemos con menor volumen de inmigrantes los pakistanis con 3354
en 1998.
También podemos añadir la población de Oceanía (900 inmigrantes) y los de EE.UU
(13.345).
En el campo de la acción comunitaria nuestros esfuerzos han de centrarse
principalmente en las personas sin documentación, o con una situación irregular, de
las cuales es muy difícil conseguir datos y según el observatorio se habla de 65.000
inmigrantes en el año 1996. A pesar de que siempre se ha pensado que esta cifra es
demasiado baja.
España y los demás países de su entorno, se ha caracterizado por mantener un flujo
constante de emigración, que en principio se dirigió a países americanos y que
posteriormente se desplazo hacia los países desarrollados europeos. Esto hace que
una gran parte de la población mantenga la nacionalidad española pero resida en
países de todos los continentes.
Actualmente aún hay más de dos millones de españoles que viven y/o trabajan fuera
de nuestras fronteras, sobre todo en países de América del Sur y de Europa. Por
último, destacar que los movimientos actuales de emigración laboral no son masivos,
sino temporales, destacando la importancia de las migraciones con motivo de
campañas laborales como pueden ser las agrícolas u hosteleras.
E) PROBLEMAS DE SALUD QUE PRESENTAN LOS INMIGRANTES AL
LLEGAR A ESPAÑA
Hay varios tipos de inmigrantes pero los más numerosos y frecuentes son aquellos que
proceden de países en vías de desarrollo y que, impulsados por cuestiones
económicas, se ven obligados a abandonar su país de origen con expectativas de
mejorar su calidad de vida en el país de destino.
En general, los inmigrantes no constituyen grupos de riesgo puesto que la gran
mayoría de ellos son personas jóvenes, sanas y con un buen nivel de salud por lo que
no presentan ninguna enfermedad al llegar a España. Según Estébanez, P. (2005), los
problemas de salud de los inmigrantes tienen tres raíces fundamentales:
a) Las condiciones bajo las cuales los inmigrantes emprenden su viaje de
traslado: en condiciones “de vida o muerte”, sin tiempo para preparar,
familias desestructuradas, en vía legal o ilegal, con recursos o sin recursos
económicos, modo de transporte…
b) Las condiciones de salud que se encuentran en el país de origen: falta o
ausencia de condiciones sanitarias mínimas, incidencia de infecciones de
ETS, incluso SIDA o sífilis, difícil acceso al sistema sanitario…
c) Las condiciones que se encuentran en el país receptor: condiciones de vida
y de trabajo, falta de acceso a recursos de salud…
Por tanto, siguiendo a Estébanez, P. (2005) y Fuertes, C. (2006), los problemas de salud
de los inmigrantes se pueden clasificar en varias categorías,
1) Problemas de salud llevados desde su país de origen o enfermedades
importadas
2) Problemas de salud causados por las condiciones del viaje o enfermedades
adquiridas.
3) Problemas de salud causados por las condiciones de vida en el país receptor o
enfermedades de adaptación.
4) Las enfermedades de base genética
De esta clasificación, las enfermedades a las que se le otorga mayor atención son
aquellas importadas desde el país de origen. Suelen ser muy variadas dependiendo de
la región de procedencia y son las de tipo infeccioso las que aparecen con mayor
prevalencia.
Las condiciones climáticas y la falta de
saneamiento en estas zonas favorecen la
transmisión y propagación de estas infecciones,
especialmente las transmitidas por artrópodos y
las parasitarias. Sin embargo, pese a su elevada
prevalencia, el riesgo de transmisión de estas
enfermedades a la población de acogida es
mínimo ya que no se dan ni las condiciones climáticas ni higiénicas para que esto
ocurra.
La mayoría de estas enfermedades no llega a desarrollarse en el país receptor y el
riesgo de padecerlas entre los inmigrantes, disminuye con el tiempo de estancia en el
país de destino. Sin embargo, algunas de ellas presentan un período de incubación
muy alto y pueden llegar a manifestarse varios años más tarde. Enfermedades como la
lepra, la sífilis, la tuberculosis, el VIH, la enfermedad de Chagas o la malaria entre
otras.
Durante los últimos años se ha observado un incremento en las tasas de ETS
(Enfermedades de Transmisión Sexual) entre la población de países con elevada tasa
de emigración (África, Asia, Oriente) por lo que los inmigrantes pueden ser portadores
de estas enfermedades y debe ser tenido en cuenta por el personal sanitario.
De entre las enfermedades infecciosas transmisibles a las que se le otorga mayor
atención debido a su elevada prevalencia entre la población inmigrante son: la
tuberculosis, hepatitis virales, ETS y la malaria.
Además de estas enfermedades que el inmigrante importa desde su país de origen
cabe tener en cuenta aquellas que pueden afectar al inmigrante durante su traslado y
que les llevaría a necesitar atención médica al llegar al país de destino. Entre estas
enfermedades encontramos algunas más comunes como neumonías, infecciones leves
o traumatismos.
F) PROBLEMAS QUE TIENEN LOS INMIGRANTES CON EL SISTEMA
SANITARIO ESPAÑOL
Para favorecer la accesibilidad al sistema sanitario y garantizar una asistencia de
calidad con una óptima utilización de los recursos, debe considerarse a la comunidad
inmigrante según su origen, idioma, estilos de vida, religión, cultura, tradiciones,
códigos de salud, alimentación y entorno, entre otros factores.
También hay que tener en cuenta las situaciones de
desigualdad que vive la población inmigrada, los
problemas derivados de una inadecuada información
acerca del sistema sanitario español, el déficit de
derechos, el duelo migratorio, las condiciones de
precariedad laboral, la carencia de apoyo social y/o
familiar, la dificultad para acceder a los recursos
preventivos, etc.
Todo ello, unido al miedo, la desconfianza y la soledad favorece una mayor
vulnerabilidad en la salud de este colectivo y dificulta el acceso al sistema sanitario en
un contexto de normalidad.
Actualmente, la población inmigrante en España infrautiliza la atención sanitaria a la
que tiene derecho por ley; unas veces por desconocimiento de la ley y falta de
información, otras por diferencias culturales, por sentimientos de exclusión social o
debido a barreras concretas de accesibilidad como el idioma o de tipo geográfico. Todo
ello se acrecienta en el caso de inmigrantes en situación irregular.
Existen dos tipos de barreras que dificultan el acceso de la población inmigrante al
sistema sanitario español: barreras procedentes del propio sistema sanitario y barreras
debidas al hecho de ser inmigrante. Para mejorar las asistencia sanitaria se debe luchar
contra ellas y promover la educación sanitaria.
Barreras del sistema sanitario
Entre las principales barreras de tipo externo se encuentran las dificultades de carácter
legal-administrativo (empadronamiento, tarjeta sanitaria... ), estructurales o de
accesibilidad al sistema sanitario (horarios de atención, concertación de visita, pruebas
complementarias, visitas de control...), desconocimiento del sistema sanitario, socio-
económicas (precariedad laboral, vivienda...), culturales (creencias, religión, tabú...),
de comunicación (idioma, lenguaje no verbal, interpretaciones...) o de relación con el
personal del centro (actitudes, estereotipos, tópicos...), ya que muchas veces se
considera a los inmigrantes como personas sin derechos, a las que se presta asistencia
de manera gratuita.
Disponer de la tarjeta sanitaria es indispensable
para recibir asistencia médica. Sin embargo, hay
que destacar las trabas que ponen los
ayuntamientos para empadronarse así como los
miedos de la población inmigrante que se
encuentra en situación irregular en nuestro país.
A lo comentado anteriormente hay que añadir la mala previsión de recursos y las
políticas sanitarias inadecuadas derivadas de una mala estimación de la población
inmigrante que está en situación irregular en nuestro país.
Por otra parte la escasa formación de los profesionales en competencia cultural, la
actual organización asistencial, la falta de tiempo y la poca sensibilidad hacia esta
población pueden agravar las dificultades de acceso al sistema sanitario así como la
relación médico-paciente y la eficiencia en la gestión sanitaria.
Barreras intrínsecas de la población inmigrante
En relación a barreras internas, la población inmigrante
presenta una situación de desventaja a la hora de acceder
al sistema sanitario español respecto a la población
autóctona debido precisamente a su condición de
inmigrante.
Los principales obstáculos con los que se encuentran los
inmigrantes son el idioma, las diferencias culturales (poca
educación sanitaria, incapacidad para comprender instrucciones, sentimientos de
incomprensión…), el contexto y la situación administrativa.
En relación a las diferencias culturales hay que destacar que se parte de un concepto
de salud-enfermedad diferente al que tiene la sociedad española.
Tal y como se ha comentado en otros apartados la mayoría de inmigrantes en España
procede de la UE, seguido de inmigrantes del Norte de África, América Latina. Sin
embargo no podemos olvidar a inmigrantes de otras nacionalidades como China, India
y Pakistán, Europa del Este, etc.
Los problemas interculturales que afloran en el ámbito sanitario suelen estar
relacionados con los procedimientos administrativos, con el lenguaje escrito (debido al
analfabetismo), la falta de disciplina a la hora de seguir las normas en el sistema de
citas y horarios, el hecho de acudir a los servicios sanitarios exclusivamente cuando
tienen problemas serios de salud (especialmente los inmigrantes que proceden del
África subsahariana y Europa del Este), la preferencia por la medicina tradicional (India,
Pakistán y China)…
Además, los sistemas de salud en sus países de origen suelen disponer de redes de
atención primaria muy débiles y, en ocasiones, a todo ello hay que añadir la falta de
información sobre los servicios a los cuales se tiene derecho a acceder.
En cuanto al contexto destacan la posición económica (pobreza, problemas
nutricionales, falta de higiene, hacinamiento, etc.), las condiciones laborales tales
como precariedad, contratos temporales, explotación… La situación legal también
juega un papel importante, ya que los inmigrantes irregulares tienen más dificultades
de acceso.
La situación administrativa también es un escollo importante, sobre todo en el caso de
inmigrantes sin papeles por tratarse de una población especialmente vulnerable y que
les lleva a exponerse a condiciones higiénicas y sanitarias de riesgo. La mayor parte de
las veces no acuden al sistema sanitario por miedo a ser descubiertos. La solución pasa
por facilitarles la tramitación de la tarjeta sanitaria, minimizando las trabas
administrativas.
Un estudio muy interesante realizado en 2008 por la Fundación Pfizer sobre la
inmigración y el sistema sanitario público español (www.fundacionpfizer.org), refleja lo
comentado anteriormente.
A continuación se presentan algunos datos muy ilustrativos de la encuesta realizada a
población inmigrante en España:
Aproximadamente la mitad de los inmigrantes encuestados, el 45,1%, no ha
encontrado barreras o dificultades a la hora de acceder al sistema sanitario público
español, frente a un 39,3% que sí se ha enfrentado a este tipo de problemas.
Entre estos últimos, el 32,4% ha encontrado dificultades de comunicación o
entendimiento con el idioma a la hora de acceder o hacer uso de los servicios del
sistema sanitario público español, y un 21,6% barreras de tipo cultural. Además un
3.9% declara otro haber padecido otro tipo de barreras o dificultades.
Sí No NS/NC Sí No NS/NC
La mayoría de los inmigrantes manifiesta su satisfacción con la información recibida
para acceder al sistema sanitario público español, siendo calificada como bien o muy
bien por un amplio porcentaje de los mismos (65,4%).
En un punto intermedio se sitúa un 23,2% al calificar la información recibida de
regular, siendo una minoría, un 10,5%, la que se muestra descontenta con este
aspecto.
Siete de cada diez inmigrantes que viven en España, el 71,9%, fueron informados de
cómo acceder al sistema sanitario público español al llegar a nuestro país por sus
familiares y amigos que se encontraban ya viviendo aquí. Al 12,7% les llegó la
información a través del ayuntamiento o de un asistente social, mientras que las
asociaciones y ONG’s han prestado este servicio a un 5,2% de este sector de la
población.
Entre las soluciones planteadas para solventar las dificultades de comunicación o
entendimiento que a veces se producen entre la población inmigrante al acceder o
hacer uso de los servicios del sistema sanitario público español, un mayor porcentaje
de inmigrantes, el 43,1%, se inclina por ir acompañado de un familiar o amigo,
mientras que el 22,9% considera más adecuado contar con la presencia de un asistente
social, y un 20,3% con la presencia de un intérprete.
Estrategias de intervención
Como primera medida sería muy beneficioso introducir un servicio de traductores-
intérpretes, mediadores y agentes de salud comunitarios integrados a los equipos de
salud con la finalidad de convertirse en puente entre los servicios de atención e
información sanitaria y una determinada comunidad inmigrante. Su trabajo se
desarrollaría en el ámbito socio-cultural, sanitario y comunitario.
En general, las estrategias de intervención
deberían ir encaminadas a reducir las
restricciones de acceso al sistema sanitario,
incidiendo en la eliminación de barreras
internas y externas, a las que se ha hecho
alusión anteriormente.
Para ello deben potenciarse los programas de
salud comunitaria y los programas de información sanitaria, así como la formación en
competencia cultural y medicina de la inmigración de los profesionales sanitarios y la
incorporación laboral de facultativos de procedencias diversas.
En definitiva, desarrollar políticas de carácter general adaptadas a las necesidades y
oportunidades que plantea la creciente diversidad cultural como consecuencia de la
inmigración.
G) PROBLEMAS DE SALUD DURANTE SU ESTANCIA EN ESPAÑA
Como se ha comentado anteriormente, son varias las enfermedades que pueden
afectar a las personas inmigrantes. Pese a lo que en un primer momento se puede
pensar, de la clasificación expuesta en apartados anteriores, las que presentan una
mayor prevalencia son aquellas que el inmigrante padece una vez está instalado en el
país de destino y que poco tienen que ver con enfermedades portadas desde sus
países de origen.
Los mayores problemas sanitarios se derivan de las condiciones de vida y de trabajo de
los inmigrantes, que repercuten en su salud y que contribuyen o provocan patologías
gastrointestinales, genitourinarias y dermatológicas; asma y bronquitis; lumbalgias;
hipertensión y diabetes (Estébanez, 2005).
Estas patologías muestran el desarraigo, los problemas de adaptación, las malas
condiciones de vida y de trabajo y la falta de recursos con las que se encuentran los
inmigrantes en su país de destino.
Las condiciones de la vivienda del inmigrante suelen ser deficientes, tanto en
salubridad como a veces, en suministro de agua y electricidad y sumado al
hacinamiento favorece la transmisión de algunas enfermedades infecciosas
(tuberculosis, diarreas, sarna etc.) así como los problemas derivados de la falta de
espacio y de privacidad. El trabajo del inmigrante con frecuencia es en empleos
temporales y en malas condiciones, desconociendo las maquinarias y las medidas
básicas de prevención de accidentes lo que favorece los accidentes laborales. Estos
accidentes los padecen tres veces más que la población adulta española. Uno de los
sectores principales de actividad laboral de los inmigrantes es el agropecuario donde el
riesgo de exposición a pesticidas y otros productos químicos es un problema frecuente
y en España se ha asociado a depresión, trastornos neurológicos y abortos en
trabajadores agrícolas inmigrantes. Otros problemas de salud frecuentes son la
deshidratación y algunos padecimientos cardíacos en relación con las altas
temperaturas que soportan habitualmente los trabajadores de los invernaderos
(Fuertes, 2006).
Los inmigrantes deben prestar atención al regresar a su país de origen tras un largo
periodo en otro país. Ya sea para una breve estancia o para quedarse definitivamente,
deben tomar las precauciones necesarias como si se tratasen de cualquier otro viajero.
Es posible que estas personas hayan perdido parte o la totalidad de la inmunidad a las
enfermedades existentes en su país de origen. Por lo que, al regresar, pueden verse
afectados por las enfermedades más comunes en esa región e importarlas al país de
destino.
Merece una especial atención el caso de las mujeres inmigrantes. Además de los
problemas comunes que se han mencionado, este colectivo suele ser objeto de acoso
sexual, violencia y explotación por parte de los patronos. El miedo a perder el puesto
laboral y a la deportación provoca que muchas mujeres se hayan visto obligadas a
proporcionar sexo a sus patronos y otros.
En general, el desarrollo del embarazo y el desarrollo perinatal son peores en mujeres
inmigrantes, refugiadas y desplazadas.
Por último, no se debe olvidar que el proceso migratorio puede ser muy estresante. El
propio viaje, la ruptura de lazos familiares, los cambios radicales que provoca la
migración y las condiciones de vida que se encuentran en el país de destino, exige un
gran esfuerzo por parte de estos individuos y potencia el estado de soledad. Los
problemas psicológicos pueden ser tanto o más prevalentes que los comentados con
anterioridad.
H) LA LEGISLACIÓN ESPAÑOLA SOBRE LA ATENCIÓN SANITARIA A LOS
INMIGRANTES.
Los inmigrantes producen sobre el uso de la asistencia sanitaria un impacto, el cual
depende del grado de accesibilidad a los servicios sanitarios públicos.
La principal Ley en la que se especifica el papel del inmigrante en la Legislación
Española, es la Ley Orgánica 4/2000 (LODLEx), del 11 de Enero, sobre la Integración
Social, los Derechos y las Libertades de los Extranjeros en España y donde se remarca
el derecho de los inmigrantes a la protección de la salud.
Es necesario estar empadronado en un municipio de residencia en España, para
utilizar la asistencia sanitaria en igualdad de condiciones que los españoles (art. 12).
A continuación podemos destacar una serie de leyes en las que se habla de los
inmigrantes en la Sanidad Pública Española:
Ley orgánica / 1985 Derechos y libertades de los extranjeros en España (estuvo en
uso hasta 2000, ya que no especificaba el grado de asistencia sanitaria a los
inmigrantes)
Ley 14/1986 Ley general de sanidad
Reconoce el derecho de los extranjeros con residencia en España a una protección de
la salud y a la asistencia sanitaria.
Real Decreto Legislativo 1/1994 El extranjero puede acceder a la prestación de
asistencia sanitaria como titular si está en la Seguridad Social Contributiva, o como
beneficiario de la cobertura ofrecida por la Seguridad Social no contributiva por no
disponer de recursos.
Real Decreto 203/1995 El extranjero con permiso de trabajo y residencia tiene
igualado de condiciones que los nacionales a las prestaciones de la Seguridad Social
de (asistencia sanitaria)
STC 95/2000 Los extranjeros tienen derecho a beneficios de asistencia sanitaria en
las condiciones fijadas por las normas correspondientes.
Ley orgánica 4/2000 Derechos y libertades de los extranjeros en España y su
integración social (reformada por la LO 8/2000)
Ley orgánica 8/2000 Reformada por la ley orgánica 4/2000 sobre los derechos y
libertades de los extranjeros en España y su integración social:
Tendrán derecho de asistencia sanitaria a los extranjeros:
• Empadronados en el municipio de residencia
• Aquellos que precisan asistencia sanitaria de urgencia y su continuidad hasta la
situación de alta médica
• Los menores de 18 años
• Las embarazadas durante el embarazo, parto y postparto.
Ley 16/2003 Cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud (SNS): los
extranjeros tendrán derecho a la protección de la salud ya la atención de asistencia
sanitaria en los plazos previstos en el artículo 12 de la LO 4/2000. Los comunitarios
tendrán los derechos que resultan del derecho comunitario europeo, y de
los Tratados y convenios escritos por el Estado Español. Los no comunitarios, tendrán
los derechos que les reconozcan las leyes, los tratados y los convenios suscritos.
En la actualidad, debido a la fuerte crisis que estamos viviendo y a los recortes que se
esperan en Sanidad, estas leyes podrían variar y ser modificadas. Una posible reforma
que venía anunciándose recientemente era la siguiente, la cual podíamos leer en el
diario el país:
No bastará con estar empadronado para obtener la tarjeta sanitaria, sino que se
exigirá la residencia fiscal. Ello implica que las personas que se encuentren en
situación irregular solo podrán acceder a las urgencias, la maternidad y los cuidados
de los niños, que es la asistencia básica asegurada a cualquier persona. El Gobierno
reformará la Ley de Extranjería para poner en marcha nuevas restricciones. Sera
necesaria la residencia legal en España.
Está por definir cómo abordar la situación de los miles de residentes irregulares que
ya cuentan con tarjeta sanitaria en España.
Se aspira ahorrar unos 500 millones de euros. A este respecto anunció la intención de
revisar distintos convenios internacionales que no se han mostrado eficaces. También
se exigirá reciprocidad a los países, de manera que en España solo se ofrecerán las
prestaciones sanitarias que los españoles puedan recibir dentro de sus fronteras. Con
eso y un mayor control de la atención que reciben los residentes extranjeros, se
espera ahorrar otros 971 millones.
También se detalló unas medidas con las que se pretende recortar 7.000 millones de
euros en gasto sanitario. Entre ellas figuran, además de las destinadas a luchar
contra el turismo sanitario, la creación de una central de compras farmacéuticas, el
traspaso de enfermos crónicos desde hospitales a residencias o ajustes en las
prestaciones complementarias.
I) SERVICIOS DE ATENCIÓN A LOS INMIGRANTES, ESPECIALMENTE
RELACIONADOS CON LA SALUD.
¿Cuál es el grado de accesibilidad que presenta el inmigrante al sistema sanitario
español?
La accesibilidad al sistema sanitario es el grado de ajuste entre las características de
los recursos de atención a la salud y las de la población en el proceso de búsqueda y
obtención de la atención sanitaria (Donabedian, 1992).
En su gran mayoría, los inmigrantes que llegan a España no presentan dificultades para
acceder a los servicios de salud.
Durante el inicio de la llegada al país de acogida se produce una mayor frecuentación
de los servicios de salud, sobre todo en unidades asistenciales de atención primaria.
Aumenta la demanda no planificada de servicios y recursos sanitarios en unidades de
atención urgente.
Si atendemos a la utilización de recursos en hospitalización, urgencias y consulta
externa, relacionándolo con la población española, vemos ciertas diferencias: tipo de
dolencia atendida, diferencias en hábitos y estilo de vida, precariedad laboral, edad,
tiempo de permanencia en el país de acogida y tipo de situación de legal del
inmigrante.
¿Cuáles son las prestaciones sanitarias para inmigrantes en España?
El tipo de prestación dependerá de la situación en la que se encuentre:
1. Si te encuentras de forma irregular o bien tienes autorización para residir en
España tienes derecho a la atención sanitaria si estéás empadronado. Tienes acceso a
la atención sanitaria en las mismas condiciones que los españoles, con el único
requisito que realices el alta en el padrón del municipio donde reside,
independientemente de tu situación legal.
Esta prestación cubre:
Atención de enfermedades graves
Accidentes
Atención primaria y especialistas
Atención de embarazos, partos y posparto
2. Si te encuentra de forma irregular y no está inscrito en el padrón de alguno de los
municipios españoles solo tienes derecho a la asistencia sanitaria de urgencia. Frente a
una emergencia sanitaria se presta atención de urgencias en el Centro Sanitario y si no
se pudiese asistir al domicilio, el teléfono de urgencias es el 061 0 112.
Esta prestación cubre:
Atención de enfermedades graves
Accidentes
Tienes derecho a una atención continuada hasta el alta médica.
3. Si eres menores de dieciocho años tienes derecho a la asistencia sanitaria en las
mismas condiciones que los españoles.
4. Si estás embarazada tendrás derecho a la asistencia sanitaria durante el embarazo,
parto y posparto.
Para Solicitar la Asistencia Sanitaria:
Deberás dirigirte al Centro de Atención Primaria correspondiente a tu domicilio,
con el alta del empadronamiento y un documento personal para que te
identifiquen.
Te expedirán la tarjeta sanitaria individual que te acreditará como usuario del
Sistema Nacional de Salud.
Se te asignará un médico de cabecera y la tarjeta será solicitada cada vez que
utilices la prestación.
También te habilita a la prestación farmacéutica de la Seguridad Social.
Puedes acudir al centro de salud para informarte o llamar por teléfono al 012.
CONCLUSIONES
La inmigración en España ha aumentado de manera notable en los últimos años,
siendo la Comunidad Valenciana una de las regiones en las que la inmigración tiene
una mayor importancia.
Los inmigrantes proceden generalmente de países en vías de desarrollo y la principal
motivación que les empuja hacia nuestro país es la búsqueda de un futuro mejor.
Sin embargo, se ha observado que los principales problemas sanitarios en relación con
la inmigración derivan, por un lado, de enfermedades infecciosas transmisibles como
la tuberculosis, hepatitis virales, ETS, malaria, etc. y, por otro, de las malas condiciones
de vida y trabajo, así como de la falta de recursos que se encuentran los inmigrantes
en nuestro país.
A todo ello hay que añadir que la población inmigrante en España infrautiliza la
atención sanitaria a la que tiene derecho por ley; unas veces por desconocimiento de
la ley y falta de información, otras por diferencias culturales, por sentimientos de
exclusión social o dificultades de comunicación debidas al idioma. Estas barreras
dificultan el acceso de la población inmigrante al sistema sanitario español.
Por tanto, es importante desarrollar estrategias de intervención en materia de salud
pública para solventar los problemas comentados anteriormente.
Dichas estrategias se basan en potenciar los programas de salud comunitaria y
educación sanitaria. Asimismo se debe incidir en la formación en competencia cultural
y medicina de la inmigración de los profesionales del ámbito de la salud. También sería
deseable la incorporación laboral de facultativos de procedencias diversas.
También podemos observar que la red sanitaria pública es la más utilizada y la entrada
en el dispositivo sanitario público se realiza fundamentalmente a través del servicio
de urgencias, siendo el origen de la mayoría de los ingresos posteriores.
El importante fenómeno de la inmigración impone adaptaciones del Sistema Nacional
de Salud y de los Servicios de salud autonómicos a unas nuevas necesidades
derivadas del perfil de salud de este colectivo. Este esfuerzo deberá realizarse tanto a
nivel de recursos disponibles como a nivel organizativo.
BIBLIOGRAFÍA
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- PDF sobre la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades
de los extranjeros en España y su integración social, en su redacción dada por
las leyes orgánicas 8/2000, de 22 de diciembre, 11/2003, de 29 de septiembre,
14/2003, de 20 de noviembre y 2/2009, de 11 de diciembre.
(www.serviciossocialescantabria.org)
- Prats, J.; De Benito, E.; El Gobierno restringe el acceso a la sanidad a los
inmigrantes irregulares. Artículo de prensa del diario El País del día 20.04.12