Introducción a la Oración Contemplativa€¦ · La naturaleza: maestra n Es un trabajo que...

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Introducción a laOración Contemplativa

La Oración Hesicasta

I. La actitud teologal se sostiene en el cultivo de la soledad y el silencio

n Cultivar la soledad y el silencio significa profundizar en nuestra capacidad de percibir sin distraernos en los múltiples ruidos de nuestro entorno.

n Dejar atrás nuestras vidas dispersas y superficiales para poder focalizar, para iniciar un camino de integración.

n No se busca la soledad y el silencio en sí mismos, sino como un ambiente para poder estar totalmente atentos a nuestro interlocutor.

n Sólo así podremos amar a la manera de Dios

El Silencio

n La oración contemplativa suele conocerse también como oración de silencio.

n Hay dos tipos de silencio: el exterior y el interior.

n Si llegamos a obtener el silencio interior, el exterior deja de ser problema.

n El silencio interior hace referencia a nuestra capacidad de entrar en contacto consciente con el “TODO/NADA” que existe en la parte más íntima de nosotros mismos.

n Este “vacío” no es ausencia de Presencia sino Presencia absoluta, en toda su plenitud, que contiene todo, en cuanto todo, como fuente de todo lo que es. 3

II. La atención correcta (Nepsis), necesaria para el Amor como “presencia” mutua

n Es estar totalmente atentos a la realidad, desde la que Dios nos habla. Nos ayuda a aprender a escuchar, a estar “presentes”. Tiene tres elementos fundamentales:

1. Percepción distendida (hesicasta): capacidad de advertir, sentir, registrar lo que la realidad me presenta, sin ansiedad o desasosiego

2. Acogida: Aceptar la realidad tal cual es antes de pretender transformarla: ASÍ ESY ASÍ PUEDE SER. Aprender a “dejar ser”. Evita el rechazo.

3. Disponibilidad: Dejar que la realidad fluya sin pretender controlarla o poseerla. Aprender a “dejar ir”. Evita el apego. 4

III. La “Inversión Intencional”

n El amor consiste no en que nosotros hayamos amado a Dios sino en que ÉL NOSAMÓ PRIMERO (1 Jn 4:10,19) .

n No pretender conocer a Dios sino acoger la manera como somos conocidos por Dios; no pretender amar a Dios, sino percibir cómo somos amados por Dios, “vivirnos” amados.

n Entregarnos a la “Presencia convocante”.n Tres etapas de nuestro modo de “estar en el

mundo”:REACTIVA → PROACTIVA → CONTEMPLATIVA.

n Permite la actitud “hesicasta” (gr., “estado de tranquilidad, de paz, o de reposo”), propio de quien recibe la vida como don, y renuncia a “apropiarse” de nada. Atento al don, a la comunicación. 5

Ejercicios prácticos para desarrollar la atención

APLICAR LOS SENTIDOS:n Diferencia entre percepción, pensar y

hacer. La percepción, el presente son la realidad.

n Dedicar un tiempo para ir desarrollando cada uno de los sentidos: vista, oído, olfato, tacto, gusto.

n Esforzarse en percibir, en recibir/soltar lo que la realidad nos va presentando. No caer en la tentación del juicio o del discurso.

n Un fuerte obstáculo para toda la vida espiritual son las expectativas. Son semillas de frustración, ira y desánimo.

CUANDO ABANDONAS TUS EXPECTATIVASAPARECE ANTE TI UN MUNDO MARAVILLOSO.

La naturaleza: maestra

n Es un trabajo que implica cuidado y toma tiempo.

n Una gran maestra es la naturaleza. El texto del Gen 1: lo que ha salido de la mano de Dios es bueno. Contemplar esa bondad nos sana.

n Nos transmite el “ritmo” de nuestra propia naturaleza humana. Nos cura de nuestra tendencia a creernos “máquinas”.

n Trataremos de caminar despacio – fijar la atención siempre en algo “concreto”.

n Dejaremos que la naturaleza “actúe” sobre nosotros.

n No juzgar, no querer cambiar, “Así es y así puede ser”; “lo que está, puede estar”.

La oración hesicasta

n Hesicasmo: de la palabra hesiquía (gr., “estado de tranquilidad, de paz, o de reposo”). Quien la practica es un “hesicasta”.

n Se le conoce también como oración de silencio, centrante, del Corazón, etc.

n Considera a los conceptos, ideas, imágenes, discursos, como estorbos para la experiencia directa de Dios, para nuestra entrega total a la Presencia convocante, para dejarle actuar libremente en nuestro interior.

n Es una oración apofática (del verbo griego apófemi, que significa "negar", "decir no“), lo que hace referencia a su negativa a descansar la atención en cualquier concepto o pensamiento discursivo. “Mente teflón”.

Oración hesicasta, según el Abba Pablo de la Montaña Santa

Ante la petición del hijo espiritual sobre una “palabra de vida”, “enséñame a orar”, el Abba Pablo de la Montaña Santa (Hagion Oros, el Monte Athos), pone a su hijo/discípulo a contemplar elementos de la naturaleza:

1. Aprende a orar como una montaña (estabilidad, postura correcta)

Disponiéndonos a la escucha

n Es importante buscar la inmovilidad del cuerpo. Un cuerpo en paz, tranquiliza a nuestra mente.

n Buscar una postura apropiada: suficientemente cómoda para no distraernos por el dolor y no demasiado cómoda que nos lleve a quedarnos dormidos.

n Procuramos lugares y momentos apropiados: silencio, tranquilidad, ausencia de distractores.

n Siempre iniciamos ofreciéndole al Señor ese tiempo de oración. Es nuestro “holocausto”. Ponernos completamente a su disposición sin ninguna expectativa ni otra intención que estar ahí para Él.

Distintas posturas para la oración

Posturas sentado en el suelo

Postura sentado en una silla

Oración hesicasta, según el Abba Pablo de la Montaña Santa

Cuando el hijo espiritual aprende a orar como una montaña, el Abba le dice: “sin olvidar lo que aprendiste de la montaña, ahora vas a contemplar el mar y a aprender a orar como él”:

2. Aprender a orar como el mar (la respiración, ritmo, profundidad)

Aprendiendo a centrar la atención.Las tres “anclas”, “vínculos” con el presente

I. LA RESPIRACIÓN(atención a su ritmo)

Oración hesicasta, según el Abba Pablo de la Montaña Santa

Una vez habiendo aprendido a orar como la montaña y como el mar, el Abba le propone a su hijo espiritual que contemple a los girasoles y aprenda su secreto de oración.

3. Aprender a orar como el girasol que tiene la atención fija en el Sol (atención indivisa, sensaciones corporales)

Aprendiendo a centrar la atención.Las tres “anclas”, “vínculos” con el presente

I. LA RESPIRACIÓN(atención a su ritmo)

II. LAS SENSACIONES CORPORALES(corazón, palma de las manos, sonido,

entrecejo, etc.)

Oración hesicasta, según el Abba Pablo de la Montaña Santa

El discípulo aprendió a orar al unísono con la montaña, con el mar, con el girasol. Cada vez se sentía más centrado, más atento, habitando de manera más completa su cuerpo, su vida y al mismo tiempo en relación con todo. Al ver esto el Abba lo llevó al columbario del monasterio y lo invitó a que se dejara enseñar a orar como las palomas.

4. Aprender a orar como una paloma (la Palabra, gr. meletan, que significa “murmurar a media voz”)

Aprendiendo a centrar la atención.Las tres “anclas”, “vínculos” con el presente

I. LA RESPIRACIÓN(atención a su ritmo)

II. LAS SENSACIONES CORPORALES(corazón, palma de las manos, sonido,

entrecejo, etc.)

III. LA PALABRA(jaculatorias)

Proceso de acercamiento al centramientocon palabras: “jaculatorias”

“Sí / No”

“María” / “Madre”

“Señor / Maestro”

“Jesús / Cristo”

La práctica de la oración de invocacióndel nombre de Jesús

X “Señor Jesucristo (I), Hijo del Dios vivo (II)”;

Evoca la confesión de fe de Pedro en Mt 16:16: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios Vivo”

X “Ten compasión de mí (III), un pecador (IV)”.

Recuerda la súplica insistente del ciego de Jericó, “el hijo de Timeo (Bartimeo) en Mc 10:48: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!”

La caminata contemplativa

n Entre un momento de oración inmóvil y el siguiente tenemos 5 minutos de “caminata contemplativa”.

n Durante la caminata damos pasos al ritmo de nuestra respiración y seguimos repitiendo nuestra “Palabra”.

n Mantenemos las manos “recogidas”.

n Nos sirve para descansar de la postura sin “dispersarnos”.

n Es un “puente” para desarrollar una vida más contemplativa, más acompasada y reflexiva.