Post on 22-Jul-2022
CAI'ITUTA ^'
kAZAS
Después del consiguiente mov:miento aportadopor los importadores de zorros plateados, y a pe-sar de los inconvenientes con que ha tropezado'',para conseguir una normal explotación de los mis- 'mos, se ha caído en la cuenta de la excepcional im- 'portancia que la cría y explotación de los anímalesproductores de pieles tiene en la actualidad.
Y se ha fijado la atención en cíertos anímalesque; como los zorros, visón, martas, fuinas y milInás, si son peligrosos en libertad, son tambiénfuente de grandes rendimientos cuando sé críanen cautividad y con arreglo a una técnica especia-lizada.
La. Maa^ta, según l'El^ev^eua, es el animal produc-tor de piel más preciosa que se cría en nuestrosclimas, extendiéndose su área geográfica hasta élAsia OccidentaL
Habita casi exclusivamente el bosque, donde losárboles huecos le ofrecen un abrígo se^uro contra
las intempenes, sirviéndoles a su vez ^ de ^loja-^ sus ^ro-miento para sus crías y de granero para
visiones.La economía forestal moderna, que tiende a la
supresión de todo árbol enfermo o dañado, `^s fa-tal ^ara la Marta, puesto que se ve privada dealojam^ento, única cosa necesaria para su desarro-]lo y propagación.
La Marta tiene declarada la guerra a muerte atodo animal de pluma, habiéndose observado ent9z5, en la Alemania del Norte, la destrucción de28 nidos de los 42 que poseía un bosque, y estacarnicería fué debida tan sólo a la Marta.
A estos actos de pillaje y carnicería siguióla muerte de, numerosos pájaros adultos, cuyasplumas yacían por el suelo.
Es animal de pre^a varaz y valiente, no distin-guiendo topos, perdices, faisanes, frutos, bayas y,sobre todo, los huevos, de los que es deyoradora.Pero jamás los come en el lugar donde los en-cuentra, sino que los transporta en la boca, sinromperlos.
El conocimiento de cstos gustos nos sirve paradarnos una primera idea de los alimentos necesa-rias en una explotación de Martas, en grande opequeña escala.
Aunque brevemente, expondremos en este capí-tulo algunas ideas necesarias para una prudenteorganización de esta clase de explotaciones.
La primera condición de éxito en toda empresa,agrícola, industrial •o comercial, es el perfecto co-nocimiento de la materia sohre que se va a operar,
a
Por esta razór.i, en estas prirneras páginas proctt-raremos llevar a nuestros lectores al conocimientode ^Iartas y Fuinas en sus diferentes variedades.
Para la conservación de la salud, y principal-m^nte para la conservación del anima] en cautivi-dad, e^ necesario proporcionarle alojamiento ade-cuado. A este fin, dedicaremos un capítulo a' dara conc^rer instalaciones y material de lujo, de ex-posición ^^ sobre todo material industrial.
Otro problema, interesante por sus consecuen-cias económicas y por la importancia que en laprodúoción y calidad de la piel posee, es la ali-mentación ; pero alimentación racional y moderna,y papel análogo, posee la selección, que debe sercuidadosa y constante, así como el conocimiento yaplicación de los preceptos higiénicós, preventivosy curativos. A todos estos puntos dedicaremos tam-bién capítulo aparte.
Y, por último, la organización; y como su com-plemento, cl perfecto conocimiento de los trabajosefectuados hasta la fecha por los criadores que enesta rama de ]a industria se han especializado.
Este es el índice de los trabajos que en estaspáginas vamos a desarroliar.
MARTAS
CARACTERES GENERALES
Poseen dientes sólidos, vista penetrante y oídomuy fino, a la vez que olfato muy sutil. Su cuerpoes flexible y ágil, cualidades que la favorecen paralibrarse con éxito de sus perseguidores.
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^1o dejan de paseer iustinto uruy pronunriadu;son, arlentás, astutas, prudentes y valerosas eu sudrfen^kl, y se sirven, incluso, del olor fétido Pro-duciclo por la^^ excretas de sus glándulas anale^l,ara esclpar de sns eneniigos.
:^xL.^ or.o<::xnric.^
^c la; encttentra en Luropa, en .^sia y en A^né-rica ; cn w^a palaUra, es animal yue sc aclimataen todas las partes dcl globo con sus característi-
cas especialcs iiiherente^ a la especialidad del te-rreno, clin^a y condiciones de vida., Las rocas, los bosques, los jardines, las graxijas,les sirven cíe refugio, como iremos anotandn al es-tudiar las diferentes variedades existentes.
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Entre ellas anotaremos, pur de pronto, las si-guientes :
Marta común, l^farta Fuína, h7arta del Canadáy la más aprecíada de todas, la Marta Zíbe(ina, ymuy especialmente ]a Siberiana.
1llAIlT^1 COMUN
F_n peleterí^a distinguen ta 1ltarta clara y la os-cura, sienelo esta última la rnás solicitada.
Es un pequeño animal carnívoro, de la familiade los Mustélidos, de unos 5o centímétros de lon-gitud por 25 de altura, y con una cola poblada ycaracterística de unos 33 centímetros.
Tiene la cabeza larga, el hocí^co puntiagudo ylas orejas de longitud media y redóndeadas.
Las patas, cortas, se apoyan en el suclo por lasufias.
El color de su pelo, longituĉ3 del mismo, así co-mo su espesor, depende principalmente, y difierenotablemente, seglín el lugar que ocupe en la su-perficie del. globo.
Durante el invierno poseen uii pelaje más os-curo que durante el verano y en todo tiempo lamarta alemana, por ejemplo, es de coloración másfuerte que la del Tirol , así coma la criada en Sue-cia posee un forro más gris, largo y espeso quela procedente de Alemenia.
La única diferencia entre el macho y la hembraes que ésta tierte su coloración más cscura, así co-mo las manchas son menos acusadas, y]as Martasjóvenes poseen coloración menos viva en,la gar-ganta.
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Los machos son de color enoreno oscuro sobrela espal^la, más claro en frente, mejillas y hocicoy amarillo bajo la garganta, así como negro en pa-tas y cola.
En el labio superior lieva bigotes colocados encuatro filas, así como posee también algunos pelosrígidos por encizna del ojo, en la barba y en lagarganta.
El DU13ET o subpelo es corto y fino y yueda'9^ ^J
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recubierto por la JARRE o pelos largos, sedososy algo rígídos.
J a Maz•ta común se halla extendida por casi to-do e] mundo, encontrándase en Hungría, Italia,
Alemania, Francia, Escandinavia, España y Ru-sia, en Europa.
También ocupa parte del Asia.Vive preferentemente en los bosques, no acer-
cándose a las habitaciones humanas más que im-pelida por el hambre, y entouces ataca principal-mente los gallineros, palomares, etc., donde haceverdaderos destrozos.
En el bosquc hace su vivienda en los huecos delos árboles, desde donde persigue sus presas, tre-pando con gran agilidad por los troncos y ramas afavor de sus poderosas uñas.
En tierra persigue a conejos, liebres, i^}cluso ca-britos y ratones de agua, sin que puedan escaparde sus a6ladas uñas y dientes fuertes, no siendoobstáculó para devorar los frutos, colmenas y cuan-tos pájaras descansan plácidamente a la puesta del^^ol.
Durante el día la marta descansa generalmentey duerme entorpecida por la sangre chupada du-rante la noche.
Son perseguidos estos animales por, el hombre,no sólo por el valor de lá piel, que es grande, sinotambíén por sus malos hechos, sobre todo en épocade hambre. `
Se la captura por medio de. cepos, cajas, tram-pas o cualquier otro artefacto análogo, donde secoloca tin cebo del gusto de estos animales. Lapresa o cebo es generalmente un troza de carne,bien de conejo, de pichón, ratones, etc.
Otro medio es utílizando la escopeta o perro de-
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ciclido, pues el animal hace frente a sus persegui-dores.
Si del primer disparo no ha sido herida, la Mar-ta trepa al árbol más próximo, y generalmente nupiensa en, huir, considerándose segura; se qucdamirando atentamente al cazador, y eu estc mornentose cíehe cfectuar el segundu disparo.
La Marta, posee en la planta de sus hatas algu-nos pclos que dejan su huella sobre la tierra hú-meda, y esta observación es aprovechada por loscazadores.para advertir su presencia.
Haeia fin de enero empieza la época de celo deeste animal en pleno bosque, y es por las no^ches,bajo la luz de la luna, cuando los bosques se pue-blan de estos animales carniceros y donde, bajo lamirada de la hembra, se disputan los machos en-carnizadamente su posesión.
Ya veremos en el capítulo correspondiente todola relativo a cruzamientos en cautividad.
La Marta elige su tlido en el tronco de un ár-bol y otras veces aprovecha con este objeto losnidos ^e las ardillas.
La madre es dulce con sus pequeños, que losdefiende, y en esta época es fácil apoderarse delas Martas acompañadas de toda su descendencia.La época más a propósito es a la entrada de laprimavera.
La piel d^ la Marta es una de las más pre^ciadas,y tiene aplicación en todos los usos dc^ la peletería.
Las más solicitadas. son las procedentes de laBahía de Hudson, Golfo de San Lorenzó, extremoNoroeste del Canadá y Alaska. ^
Es digno de anotarse los precios de estas pielesen el año t89^ y examinar y comparar estos pre-eios con los que rigen en la actualicíad.
Los datos se han tomado cie un lihro de aquellaépoca.
Dice así, traducido, el párrafo de referencia :La piel de la Marta es la m^w estimada de nues-
tras pieles indígenas. Se la emplea para hacer man-guitos muy confortables ; con las colas se fabricanboas, trajes y abrigos.
El precio de la piel varía de i8 a 35 francos.En Rusia la piel de Marta se emplea mucho comoforro. Estas notas son del año i8q2.
En el año i9a6, en Francia, se cotizaban las p^e-les de Marta, según procedencia, talla y calidad,a precios que oscilaban entre 75o y i:5oo francos,y excepcionalmente, para las pieles muy oscuras,sedosas y de excelente calidad, hasta 3.50o fran-cos.
Parece increíble que en el breve espacio de tiem-po i8g2-r926, o sea en un lapso de tan sólo trein-ta y cuatro años, los precios hayan subido e?^ estaproporción al que regía en i892.
El precio de compra de un par de reproductoresde selección varía entre 30o y 60o dólares, segúnprocedencia, calidad, talla y color, franco en puer-to español.
Debemos advertir, y esto como regla ^eneral;que los precios que aquí se ind^can se refi°ren aanimales aclimatados a la vida de cautividad y noa an^males salvajes.
Y en cuanto a las pieles, debemos advertir la fal-
sificación tan perfecta que la peletería moderna con-sigue. Por esta razón, las pieles, muchas pieles,que en peletería se afirma son procedentes de Mar-tas, no dejan de ser una imitación más o menosaforttmada.
No obstante, una buena peletería no dejará deadvertir que la piel no es auténtica y natural, y apesar de ello, los precios serán seguramente muyelevados.
MARTA DEL CANADA
La Marta en América recibe el.nombre de Ma^r--ta del Can.c^ií o Pekan, y también el nombre deMa^rta id^et Z.czbr^ado^ o Mcm-ta G^urKi'lenris.
CARACTERES
Es de gran talla, pues mide 6o centímetres decuerpo y 44 centímetros de cola. Por su aspectogeneral se parece mucho al zorro.
Su piel es más solicitada que las procedentes depaíses cálidos, ĉomo la Marta de los Pirineos, fran-cesa.`
AREA
Fué muy ^común cn el Estado de Nueva Ynrky Pensilvania. menos en la re^^ón del Misisipi,pPr^ se Pxt^ende p^r el Oeste y Noroeste más alláde las Mnntañas Rbcosas y al hnrde de los lagosde los Esclavos, asi como en Alaska.
COSTUMBRES
Tiene las mismas costumbres que sus congéne-res europeas y habita en agujeros que se abrena lo largo de los cursos de agua. Por esta razónse la ha supuesto con costumbres acuáticas, lo queno es cierto, aunque pen,iga a los ratones de aguaincluso dentro de ríos y lagos.
PIEL
Tiene un color oscuro y es muy solicitada.La rareza de la piel del Pekan, muy duradera,
fuerte y sedosa, y el aumento incesante de la de-manda, son causas suficientes para que el precio.en veinte años haya ascendido de 8 a Ioo y Içodólares. .
Aumento de precio muy digno ^íe tenerne encuenta para intentar la cría y explotación de esteanimal.
Desgraciadamente, la Marta del Canadá no esfácil de aclimatar en cautividad, por su mal carác-ter. No obstante, en América siguen los ensayoscon tenacidad admirable, hasta conseguir las nnr-mas directivas de esta industria, que, una ^^ez e^ _tudiada y organizada, será, a no dudar, fuente deingresos considerable y digna de todo cuidado yatención.
No ^cabe duda que los estudios, el capital y eltrabajo consurnido en esta empresa compensaránmuy crecidamente los gastos, por los beneficios queobtendrán los primeros que consigan un resultadosatisf^ĉtorio.
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La vida media del Pekaai es de seis a ocho años,y el precio del par, franco puerto, varía entre ó00a T.ooo dólares.
París, Londres y Nueva York se d^sputan en-carnizadamente las más bellas, y l^s ventas están,desdc luego, aseguradas, pues la detnanc.la es mt ►ysupcrior a la oferta.
LA MARTA FUINA
La Fuina, del mistno género que la Marta, esmás pequeña, más corta, y tiene los pelos, así co-tno la cola, de menor longitud que los correspon-
^ dientes de la Marta.Mide su cuerpo unos 5o centímetros, y la
cola, 25.Su pelaje es gris os^curo, con el vientre más cla-
ro y el peeho de color blanco puro.Patas y cola son más oscuras, y el borde de la^
orejas es de color blancuzco.En todos los lugares donde se encuentra la
Marta se encuentran asimismo la Fuina ; habita, porlo tanto, en toda Etiropa, así como en Asia, sobretodo en su parte NO.
La Fuina es más sociable que la Marta, encon-trándose junto a las habitaciones humanas fácil-mente en los alrededores de las aldeas, pueblos ycaseríos.
Cualquier cuadra, cantera o montón de piedrasle sirven de guarida, y son temíbles por sus cos-kumbres de xapiña y de robo. .
^s muy vá'r^tz, sobre todo para los gallineros,
pues cn pocos momentos sangra una veintena devolátiles, a qu'enes corta después la cabeza.
Astuta, ági}, valiente e inieligente, trepa por losárboles, suhe a los techos, corre por las vigas ypasa por los sitios más estrechos, plcgando sucuerpo ágil y flexible, r,altando a tierra desde si-tios muy altns y echanclo a correr seguidamentesin hacerse ningún dafio.
Los pollos, patos, ^conejos, aves,• etc., son susvíctimas preferidas, sin despreciar ratones e inclu-so animales de toda especie.
Vacía los huevos con verdadera destreza y esmuy amiga de los frutos y frutas de jardín.
Como curiosidad, es de notar que la entrada deuna Fuina en un gallinero no produce ruido algu-no. Las aves, aterrorizadas, no son capaces de darseñales de vida.
Las Fuinas tienen sus amores hacia fin de fe-brero, y el parto tiene lugar en abril y mayo, dan-do de tres a cinco hijos, aunqt^e,, respecto a]a cues-tión de generación, más adelante se detalla estepunto con las observaciones tíltimamente recogi-das.
Se la encuentra y se reproduce en los Alpes ^•en los Pirineos, y en general en los bosques degrandes altitudes.
Para la caza se usa el perro y, sobre todo,lastrampas. ^ ^
Es fácil de aclímatar en cautívídad en toclos 1oslugares; pero es difícil que puedan convivir en li-bertad, por sus instintos carniceros.
Los ensayos verificados para su explotación in-
L as -
dustrial no han dado los resultados satisfactoriosde^cables, por lo que se prosiguen con todo inte-
I'eS.
I,a piel de la Fuina no tieue cl mismo valor queel de la Marta, no sólo por su menor belleza, sinolx^ryue se deteriora con inayor facilidad.
I.a l^^iel de la Fuina, no obstante, cs ^nuy suíi^ita-da, especialmente en América, donde iio exiŭte, porlo que una vez conseguida la industr.alización dela cría en cautividad, los resultados econpmicosserían ,nuy satisfactorios, dirig.endo una propa-ganda bien organizada hacia América del Nortey Canadá .
Las pieles más bellas provienen de Armenia,Cáucaso, Cárpatos, Alpes del Tirol y Suiza.
El capital necesario para la industria compren-derá el precio de compra, mejor. que de arrenda-miento, dcl terreno elegido; ^ la instalación comple-ta; salario o pago de s^:rvicios; alimentación yprecio de coiupra de reproductores a razón dei.ooo a r.5oo francos por cabeza.
Una sola persona puede cuidar un centenar dxanimales.
Su vida media viene a ser de cuatro a sieteaños ; los partos varían de 3 a g pequeños, y unabella piel de Fuina llega a valer 30o francos.
La explotación y cría de la Fuina en cautividades tan fácil .como la del gato o la del conejo encuanto a alimenta^ción y cuidados especiales querequiere.
Los inercacíos principales son los de Londres y
Nueva 5'ork, así cou^o las grandes casas cle ex-portación y de peletería,
En Francia se cotizan también en las ferias deClermont Fcrraxd y Chalon sur Saone.
^tARTA "LIBELINA
1luy próxima a la lllarta europea, micíe su cuer-po, aproximadamente, .}^ centímetros, mientras quc:la cola no paca de 2^.
La 7.ibelina pertenece al Norte cie Asia y esmuy abundante en la región situada al E. de Lemay Kantchatka.
Dice Steller que en Kantchatka había tantas Zi-belina$, en la época de la conquist^ de aquel país,que los indígenas pagaban los impuestos ^con suspieles, burlándose de los cosacc^ porque éstos lesofrecían un cuchillo por cada piel.
En aquelía época fueron exportadores de gran-des cantidades de pieles, y los negocios^hechos asu sombra fueron tan cuantiosos, que se ganabaen el cambío el 5.00o por ioo.^ Un funcionarió que pasó por Kantchatka, a suvuelta a Yakoust volvía con una fortuna de i 50.000francos, en aquella época en que cl dinero teníaun poder adquisitivo desconocido en la actualidad.
I^oy día las Zibelinas van internándose en losbosques más montañosos del N. y NO. de Asia,por la caza despiadada a que se les somete.
Como todos los Mustélidos, la 7.ibelina es as-tuta, valiente e inteligente. ^ ^
Vive en agujeros, de cíonde sale por la nochel^,ra bus^car su alimento.
bevora 1^Iartas, Armiños..., etc., pero° de to^íoslos mamíferos prefiere la liebre y el co,^ej^^`Cortambién pájaros, así como frutas y bayas mi^,uraŝ .'
Las Zibelinas tienen su época en eelo en "^,^"^y hacia el fin de marzo; la hémbra pare de trés a,cinco pequeños.
En la primavera tiene lugar la muda, y duraiiteel verano, el pelo de la Zibelina es corto. Ya enextubre mejora en calidad y en cantidad su pelo,y en noviembre y diciembre es la época más a pra-pósito para la caza y sacrificio.
Sus pieles son las más apreciadas en toda estafamilia, pero debemos hacer observar que la lla-mada Zibelina de Alaska, piel de exportación delos Estados Unidos, no pertenece a la familia delas Martas, sino que es la piel de la NEPHITISMEPHITICA de los naturalistas, piel proporcio-nada por este animal, que es el más infecto quese conoce y del que nos ocuparemos en otro lugary tomo.
Sus pieles, por lo tantó, no tienen ni pueden te-ner de común con las que tratamos en este lugarmás que el no.mbre, y éste usado con gran impro-piedad y solamente con fines c©merciales, ampa-rándose en el prestigio de la piel Zibelina.
No existen explotaciones industriales de esteanimal, pues aunque M. Th. Corby señala la exis-tencia de algunos pares de reprodu^ctores en Es-tados Unidos, las tentativas no tuvieron, hastaig25, resultados ampliamente satisfactorios.
Por el contrario, más de un viajero asegura ha-ber visto Zibelinas medio domesticadas jugar al-
rededor de las tiendas YAKOUTAS como si fue-ran gatos.
EI precío tan elevado que adquirierotl estas pie-les y el pequeño gasto necesario para alimentar aeste animal harían esta explotación muy intere-sante y IlluCbO más praductiva que la de ningíu^o[ro, incluso los zorros plateados.
Desde luego, el capital necesario para la adqui-sición de un pequeño lote de reprocíuctores es con-siderable, y las condiciones por que actualmenteatraviesa Siberia no son a propósito para acome-ter la empresa; pero los beneficios obtenidos se-rían tan consíderables que bíen merecen los ríes-gos que, en capital y trabajo, supone la organiza-ción y estudio de esta clase de explotación. -
Mientras llega el momento de disponer de Mar-tas Zibelinas, sería muy conveiziente e interesantela cráa de la Marta de los Pirineos, ya que éstasería el primer paso para sustituirla e incluso vé-rificar cruzatnientos con la Siberiana, de cuyos es-tudiós y trabajos se lucrarían, y enormEmente, lasinstalaciones que en primer lugar obtuvieran re-sultados satisfactorios.
Y en ello no sólo existe afán económico, muyjusto y noble siempre, sino que existe también elafán por llegar a la inicia ĉión y aportar nuevos co-nocimiento^ y coriquistas en industria tan reciente yque fodavía necesita de la cooperación intele^etualde cuantos elementos se interesen en estos asun-tos.