Post on 20-Jul-2020
La contracrónicaPOR VICTOR GUTIÉRREZ
LO QUE ELLOS QUIERENQUE LEAMOS
La trilogía Millennium, Cincuenta sombras de Grey o Crepúsculo son algunos de los éxitos comerciales que ha cosechado la industria editorial en los últimos años. ¿Por qué? Esa es una buena pregunta. Desde luego que no es porque cuenten con el beneplácito de la crítica erudita o académica. Todo lo contrario, ellos tratan de repeler estos libros con ajos, crucifijos y estacas de plata. ¿Entonces? ¿Cuál es el mo-tivo de sus elevadas ventas? Son muchos los factores so-ciológicos que habría que tener en cuenta para dar con la respuesta, pero quizás hay uno que sobresale entre to-dos: la mercadotecnia.
En el mundo de las ciencias de la comunicación y la in-formación, hay un postulado teórico que es asumido como un principio matemático para explicar el comportamiento de la recepción del mensaje en la sociedad de masas, se trata de la Teoría de la Agen-da Setting. De manera muy simplista, se puede resumir este planteamiento como un proceso en tres pasos. Primer paso, hay una realidad am-plia y diversa en la que cada día surgen miles de sucesos perceptibles de convertirse en noticia. Segundo paso, los medios de comunicación con una serie de herramien-tas limitadas, un espacio re-ducido y una línea editorial a la que acoplarse recogen una ínfima parte de aquello que está ocurriendo y lo convier-ten en noticia. Tercer paso, el receptor del mensaje que no posee tiempo ilimitado para leer o ver todo lo que quisie-ra se ve obligado a hacer una selección de la selección, para de esta manera generar una opinión propia.
Por lo tanto, las empresas informativas realizan una se-lección siguiendo unos crite-rios más o menos discutibles
que a la larga se convierte en la única realidad concebida. Se genera así una seudorrea-lidad que responde al princi-pio: “Si no sale en la televi-sión, radio o periódicos, no existe”. Este principio, que poco a poco parece que va cambiando con el desarrollo de Internet, aún está vigente y aunque mucha gente no se haya parado a pensarlo afecta de manera directa a la
literatura y al negocio edito-rial. En el mundo del libro se podría decir: “Si no sales en el suplemento, no te leen”. Está claro que toda genera-lización lleva implícito el error, pero este tópico es un buen comienzo de partida para analizar las peligrosas relaciones entre la crítica literaria periodística y la in-dustria editorial.
Las amistades peligrosasLas amistades peligrosas
es una novela epistolar del francés Pierre Choderlos de Laclos. En ella, se narra una turbia historia entre la víbora Merteull y el frívolo Valmont, quienes juegan una peligrosa partida de ajedrez amorosa llena de engaños y manipulación. Algo parecido ocurre en la actualidad entre medios de comunicación y las grandes editoriales. En consecuencia, es lógico ha-cer una pregunta, ¿cómo se decide que obra es merece-dora de acaparar las líneas o los segundos de un medio? Es decir, ¿cómo se configura la Agenda Setting de la lite-ratura?
Seguramente que uno de los factores que se toman en cuenta a la hora de elegir las obras a criticar es la calidad literaria. Ahora bien, aunque este debería ser el único prin-cipio para una reseña litera-ria honesta, a la hora de la verdad, la decisión final está intrínsecamente influida por las relaciones empresariales. Para comprender este punto es necesario dibujar un mapa de la estructura de las em-presas de la comunicación que existe en la actualidad en España.
El oligopolio de la comunicación
Es conocido por todos que el gran grupo de comunica-ción en España, el Grupo Prisa, está representado en la prensa escrita por El País, As y Cinco Días; que en ra-dio poseen entre otras cade-nas Unión Radio (con la Ser más decenas de emisoras en América), Los 40 principa-les, M80 y Cadena Dial; y que en televisión tienen una fuerte participación accio-narial en Cuatro, Digital+ y otras. Sin embargo, no es tan común saber que dentro de este imperio están también
20cultura(s)
las empresas informativas realizan una selección siguiendo unos criterios más o
menos discutibles que a la larga se convierte en la única realidad concebida.
21cultura(s)Alfaguara, Taurus, Santilla-na, Aguilar, Altea o Punto de Lectura.
Unidad Editorial no se queda a la cola. Este entra-mado empresarial resultante de la fusión de Unedisa (El Mundo) y Recoletos (empre-sa muy ligada al Opus y que controlaba Marca) está en un 97 % en manos de los ita-lianos de RCS MediaGroup. Además de El Mundo, Mar-ca, Expansión, Diario Mé-dico, Telva, Gaceta Univer-sitaria y otras cabeceras, posee Radio Marca, Marca TV, Discovery Max o AXN. En el mundo de los libros, su proyección la realiza en la Esfera de los Libros.
Grupo Zeta tiene unos orígenes modestos con In-terviú, pero luego ha desa-rrollado un importante papel en el accionariado de otras cabeceras como El periódi-co de Catalunya, Sport o 20 minutos. Su participación en el mundo de la literatura se limita a Ediciones B y Zeta Bolsillo. Y por fin llegamos al gran entramado de edito-riales en castellano. Todos los anteriores poseen su peso en el mundo mediáti-co, sin embargo, es el Grupo Planeta (A3TV, La Razón u Ondacero) quien más poder ostenta en la industria edito-rial. Tomo aire y empiezo la enumeración para no perder el sentido en el intento: Pla-neta, Destino, Seix Barral, Emecé, Ediciones del Bron-ce, Temas de Hoy, Crítica, Paidós, Ariel, Espasa, Alta-ya, Deusto...
Muchos nombres, pero pocos propietarios
Tras este breve repaso, es fácil comprender el poder que tienen los grandes gru-pos mediáticos españoles y extranjeros en el sector edi-torial español. Desde luego que hay muchas más agentes editoriales privados (según
el último informe del Gre-mio de Editores que data de 2010, son casi 3.000); ahora bien, si se analiza con cuida-do la lista se puede observar que la mayoría de los gran-des sellos están relacionados
con alguno de los grupos mediáticos. Si a esto se aña-de la capacidad económica de las grandes marcas para gestionar macro eventos pu-blicitarios con el objetivo de promocionar a determinados
LECTURAS RECOMENDADAS:Los dueños del periodismo. Claves de la estructu-ra mediática mundial y de España. Ramón Reig. Editorial Gedisa.Las amistades peligrosas. Pierre Choderlos de Laclos. (Existen múltiples ediciones.)
GRUPO EMPRESARIAL EDITORIALES
GRUPO PRISA
UNIDAD EDITORIAL
GRUPO ZETA
PLANETA
Alfaguara,Taurus, Santillana, Aguilar
La Esfera de los Libros
Ediciones B, Zeta de Bolsillo
Planeta Destino, Seix Barral, Emecé, Ediciones del Bronce, Temas de Hoy, Crítica, Paidós, Ariel, Espasa, Ataya, Deusto
autores, se puede entender que sus libros sean los que copen gran parte de los es-tantes de las librerías.
Para ejemplificar, se puede tomar la lista que cada año hace Babelia con los mejores libros del año (en unas sema-nas aparecerá la de 2012). En esta clasificación, el su-plemento cultural de El País concedió el quinto puesto a El ruido de las cosas al caer de Juan Gabriel Vásquez que editaba Alfaguara (Gru-po Prisa). La cuarta posición fue para El mapa y el terri-torio, de Michel Houelle-becq editado por Anagrama (Independiente). La tercera en discordia era la última novela de Philip Roth, Ne-mesis, que edita Mondadori (propiedad de Mediaset). En la segunda posición estaba Libertad de Frazen editada por Salamandra (sello edito-rial independiente pero rela-cionado hasta hace poco con Emecé y por consiguiente con el Grupo Planeta). Y en lo más alto, como no podía ser de otra manera, una obra de Alfaguara (Grupo Prisa) con una de las firmas más ilustres de El País, Javier Marías y su novela Los ena-moramientos. Por su parte El cultural (suplemento de El Mundo) hizo lo propio encumbrando a la obra Yo confieso de Cabre editado por Destino (propiedad del Grupo Planeta).
Se puede pensar mal o se puede pensar bien, el caso es que los medios están copa-dos por aquellas editoriales relacionadas de una manera u otra con las empresas de la comunicación. Quizás sea todo una feliz coincidencia, o quizás sea cierto que existe una entidad divina capaz de obra el milagro de las ventas con los mayores bodrios ja-más escritos. Sí, seguro que es esto segundo. Se llama dinero.
Se puede pensar mal o se puede pensar bien, el caso es que los medios están copados por
aquellas editoriales relacionadas de una manera u otra con las empresas
de la comunicación.