Post on 18-Feb-2016
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“LA OBESIDAD EN LA
ACTUALIDAD”
La obesidad es la nueva enfermedad de los tiempos que vivimos. Aparece por la alimentación deficiente, inadecuada o exagerada alimentación.
El sobrepeso y la obesidad son definidos como una excesiva cantidad de grasa que se produce cuando las calorías ingeridas exceden a las necesidades durante un tiempo prolongado. Estas personas necesitan adelgazar lo antes posible, para reducir los riesgos de salud.
Para prevenir esta enfermedad, debemos se-guir los siguientes consejos que te ayudarán a bajar de peso o controlar el que tienes:
Controlar la cantidad de alimentos que se consumen, seleccionando los alimentos: previniendo los de alto valor calórico, como las grasas saturadas, evitando los hidratos de carbono refinados de baja calidad nutricional.
Hacer una buena actividad física diaria: una simple caminata ágil de 30 a 60 minutos gasta de 100 a 200 calorías. Mientras más actividad más energía consumimos.
Controlar el peso con una balanza de forma diaria ya que permite detectar los cambios a tiempo. Es conveniente pesar siempre a la misma hora, y desnuda.
En los niños evitar los bocados ricos en grasas y el exceso de golosinas, dulces y galletitas.
Consultar un nutricionista para el cá-lculo calórico de la dieta, el tipo de ali-mento y preparar su menú.
La idea de la obesidad en bebés es difícil de
comprender: un bebe gordo es un bebé
saludable, ¿no? Parece absurdo discutir
problemas de peso en bebés, pero es una
realidad. De hecho, los problemas de peso de
los adultos ahora se vinculan a la obesidad
infantil. Nuestros hábitos alimenticios como
adultos están, en parte, determinados por
cómo nos alimentaron cuando éramos bebés.
La alimentación con leche de fórmula rica en
carbohidratos durante las primeras semanas
de vida en combinación con la introducción
de jugos y alimentos sólidos a una edad
temprana pare-
cen ser un factor
importante en la
obesidad infantil.
A diferencia de la
leche materna, la leche de fórmula no cambia
a medida que se
desarrollan las necesida-
des nutricionales del be-
bé. Y el afán de que el be-
dé deje el biberón (o el pe-
cho) y comience a ingerir
alimentos sólidos y más
convenientes es una urgen-
cia importante en el ajetre-
ado y estresante modo de
vida actual.
Prevenir la obesidad en bebés significa volver
a lo esencial. Idealmente, los bebés sólo de-
ben alimentarse con leche materna durante
los primeros seis meses, y luego deben intro-
ducirse gradualmente alimentos sólidos du-
rante el año siguiente. Mientras se introdu-
cen los alimentos sólidos, la lactancia debe
continuar.
¿Cómo determinar si su hijo tiene sobre-
peso? Medir la obesidad en los niños es
más difícil que en los adultos ya que la
línea entre el sobrepeso y la obesidad no
ha sido establecida para los niños. En ge-
neral, sin embargo, se considera que su
hijo tiene sobrepeso si pesa más que el
85% de los niños de su mismo sexo, edad
y altura. Su pediatra cuenta con tablas de
peso y altura para ayudarlo a determinar
esto.
Lo interesante de los niños es que están
más dispuestos a seguir el ejemplo que a
hacer lo que se les dice. Si le dice a su hi-
jo que coma una merienda saludable y
usted come una galleta, seguramente su
hijo quiera la galleta. Inculque en sus hi-
jos hábitos alimenticios saludables y sí-
galos con ellos. Los hábitos alimenticios
y de estilo de vida adquiridos durante la
niñez nos afectan a lo largo de nuestras
vidas. A menos que le enseñe a su hijo
hábitos alimenticios saludables a una
edad temprana, asegurarse de que coma
de manera adecuada es casi imposible.
Prevenir la obesidad en los adolescentes
es un problema complejo. La adolescen-
cia es una época de una fuerte presión de
pares: el sobrepeso puede ser causa de
bromas y exigencias sociales, mien-tras
que lo que se considera la imagen
corporal ideal, en especial para las chi-
cas, crea expectativas poco realistas.
La presencia en aumento de la obesidad
en adolescentes provoca la aparición de
diabetes, enfermedades cardíacas y
otros problemas de salud cada vez más
temprano en la vida adulta. El precio
emocional a pagar incluye pérdida de la
autoestima, depresión y desórdenes
alimenticios.
Horarios regulares. Comer con regu-
laridad evita el picoteo, el apetito desme-
surado y los malos hábitos alimentarios.
No se recomienda saltarse una comida.
Comer despacio. Ayuda a
digerir mejor y evita que se
coma demasiado.
Cenas livianas. Irse a dor-
mir sin el estómago lleno mejora muchos
casos de sobrepeso.
Controlar los condimentos. No son los
ingredientes del plato sino la condimenta-
ción que hay que modificar
para comer más sano.
Fibra. Conviene incluir en cada co-
mida alimentos ricos en fibra (fru-
ta, verduras, legumbres). Además
de conseguir que la dieta que apor-
te las vitaminas suficientes, la fibra de estos
alimentos aumenta la sensación de saciedad
Cereales integrales. La pasta, el pan o el
arroz integrales no “adelgazan” pero aportan
más nutrientes que los refinados y resultan
más saciantes.
Beber agua. A diferencia de las be-
bidas refrescantes y las alcohólicas,
el agua no aporta ninguna caloría.
Peso regular. Conviene evitar cam-
bios de peso frecuentes y procurar
mantenerse en un margen estable.
Alimentos frescos. Hay que prefe-
rirlos siempre que sea posible: son
los que aportan un mayor valor un-
tritivo y en general menos calorías.
Se debería recurrir a los precocinados de for-
ma esporádica.
Evitar dietas drásticas. Una dieta hipoca-
lórica puede hacer más lento el metabolismo,
además de causar otros problemas de salud,
como la aparición de estrías en la piel.
Ejercicio físico diario. Combatir
el sedentarismo, simplemente an-
dando cada día una hora, puede
prevenir o mejorar muchos casos de
sobrepeso.
Evitar el estrés. La estabilidad psíquica y
emocional ayuda al control de peso.
Lunes
Desayuno:
o café negro o té con edulcorante
o 1 naranja cortada en dados rociada con yogur
bebible descremado
Almuerzo:
o sopa de fideos de gluten
o Un bife mediano de carne magra a la plancha
o Ensalada de zanahoria
o Dos berenjenas o pimientos en vinagre (150 g,
aproximadamente)
o Una rebanada fina de pan negro
Merienda:
o 1 rebanadas finas de pan negro
o 1 rodaja de queso (50 g, aproximadamente)
Cena:
o 1 plato de sopa de verdura
o 1 plato verdura cocida (200 g,
aproximadamente)
o 1 bife de ternera a la plancha
o 1 ensalada de escarola
o 1 manzana
Martes
Desayuno
o café negro o té con edulcorante
o una naranja
Almuerzo
o 1 plato de caldo magro
o 1 lata de guisantes mezclada con huevo
o 1 bistec de carne magra a la plancha
o 1 ensalada de hinojo
o 1 naranja
o 1 rebanada fina de pan negro
Merienda:
o 1 yogur descremado
Cena
o puntas de espárragos en sopa
o 200 g de verdura cocida
o 100 g de jamón serrano
o 1 ensalada de escarola
o 1 pera
Miercoles
Desayuno:
o café negro o té con edulcorante
o 1 pera
Almuerzo:
o 1 plato de sopa de verduras
o 1 huevo pasado por agua
o 1 ensalada de tomate y lechuga
o 1 manzana
o 1 rebanada fina de pan
Merienda:
o 1 rebanada fina de pan negro
o 1 rodaja de queso
o 1 café con edulcorante
Cena
o 1 plato de caldo magro
o 1 plato de verdura cocida
o 1 pechuga de pollo al horno
o 1 ensalada de zanahoria
o 1 naranja
Jueves
Desayuno
o café negro o té con edulcorante
o 1 pera
Almuerzo:
o 1 plato de sopa de arroz
o 2 filetes de pescado hervido, con
mayonesa dietética
o ensalada de berro
o una naranja
o una rebanada fina de pan negro
Merienda:
o 1 yogur descremado de frutas
Cena:
o 1 plato de caldo magro
o 1/2 huevo pasado por agua
o 1 porción de carne al horno
o 1 plato de verdura cocida
o 1 manzana
Viernes
Desayuno
o café negro o té con edulcorante
o 1 pera
Almuerzo
o puntas de espárragos en sopa
o 2 filetes de pescado hervido, con
mayonesa dietética
o 1 ensalada de zanahoria y huevo
o 1 naranja
o 1 rebanada fina de pan negro
Merienda:
o 1 manzana
Cena
o 1 plato de sopa de fideos de glúten
o 1 plato de verdura cocida
o 1 rodaja de queso
o una rebanada de pan negro
o 1 porción de ensalada de fruta