Post on 09-Jul-2015
LA PARÁBOLA DE EPULÓN Y LÁZARO
En aquellos días dijo Jesús esta
parábola:
Era un hombre rico que vestía
de púrpura y lino, y celebraba
todos los días espléndidas
fiestas.
Y uno pobre, llamado
Lázaro, que, echado junto a su
portal, cubierto de llagas, deseaba
llenarse de lo que caía de la mesa del
rico....
pero hasta los perros venían y
le lamían las llagas
Sucedió, pues, que murió el
pobre y fue llevado por los
ángeles al seno de Abraham.
Murió también el rico y fue sepultado.
Estando en el infierno, en medio delos tormentos, el rico levantó los ojosy vio a lo lejos a Abraham y a Lázarocon él en su regazo.
Entonces gritó: «PadreAbraham, ten piedad de mí, ymanda a Lázaro que moje en aguala punta de su dedo y merefresque la lengua, porque meatormentan estas llamas.»
Abraham le respondió:«Hijo, recuerda que túrecibiste tus bienes durantela vida,
mientras que Lázarorecibió males”. Ahora élencuentra aquí consuelo ytú, en cambio, tormentos.
Además, entre ustedes ynosotros hay un abismotremendo, de tal maneraque los que quieran cruzardesde aquí hasta ustedesno pueden hacerlo, ytampoco lo pueden hacerdel lado de ustedes alnuestro.»
Epulón replicó: «Entonces teruego, padre Abraham, queenvíes a Lázaro a la casa de mipadre, pues tengo cincohermanos.:
Que vaya a darles su testimoniopara que no vengan también ellosa parar a este lugar detormento.» Abraham le contestó:«Tienen a Moisés y a losprofetas: que los escuchen.» Elrico insistió: «No lo harán, padreAbraham; pero si alguno de entrelos muertos fuera donde ellos, searrepentirían.»
Abraham le replicó: «Si no escuchana Moisés y a los profetas, aunqueresucite uno de entre losmuertos, no se convencerán.»