Post on 10-Nov-2018
La prevención...
Tu mejor postura
GGuuííaa ddee pprreevveenncciióónn ddee rriieessggooss llaabboorraalleess..
LLaa eerrggoonnoommííaa eenn eell ttrraannssppoorrttee
La prevención... Tu mejor postura.
Proyecto: “Guía de prevención de riesgos laborales. La ergonomía en el transporte”.
Financiación:
Junta de Castilla y León.
Consejería de Economía y Empleo.
Elaboración:
Federación Regional de Transportes, Comunicaciones y Mar de UGT Castilla y León. TCM–UGT.
Instituto de Formación y Estudios Sociales de Castilla y León. IFES.
Ilustraciones:
Carlos Velázquez.
resentación
Los trabajadores podéis sufrir numerosos daños en vuestra salud cuando existe una inadecuada
o insuficiente adaptación entre el puesto de trabajo y la persona que lo ocupa. Estos daños se
agrupan en dos bloques: accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
El accidente de trabajo es de origen súbito, violento, imprevisto y de origen externo a la persona.
Es toda lesión corporal sufrida a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena o como
autónomo económicamente dependiente, así como los sufridos al ir o al volver del trabajo: “in
itinere”. Para los autónomos, un accidente de trabajo solo es el ocurrido como consecuencia
directa e inmediata de la actividad concreta que determina su inclusión en el Régimen Especial
de Autónomos.
La enfermedad profesional es de instauración lenta, gradual y previsible. Es aquella producida
directa y exclusivamente por un factor de riesgo propio del trabajo y que se encuentra recogida
en el Anexo I del Real Decreto 1299/2006, por el que se aprueba el cuadro de enfermedades
profesionales de la Seguridad Social.
Dentro del sector del transporte por carretera están reconocidas enfermedades como las
derivadas de la exposición a agentes químicos (por el transporte o la manipulación de estos), las
causadas por agentes físicos (como el ruido, las posturas forzadas o las radiaciones), las
causadas por agentes biológicos, por inhalación de sustancias o agentes tóxicos o por agentes
carcinógenos. No obstante, existen otras muchas enfermedades incluidas en un Anexo II del
citado Real Decreto que, aunque no están reconocidas, se sospecha que podrían ser de origen
profesional. En vuestro caso, la más común es la discopatía de la columna dorsolumbar causada
por vibraciones verticales repetitivas de todo el cuerpo.
Mientras que la Seguridad Laboral y la Higiene Industrial tienen como finalidad evitar o reducir los
accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, respectivamente, la Ergonomía no sólo
tiene estos mismos fines sino que, desde una perspectiva de bienestar, trata de adaptar las
condiciones de trabajo (tanto físicas como psicosociales) al trabajador con el fin de aumentar
su confort y eficacia productiva.
A través de esta guía pretendemos proporcionaros a todos los trabajadores del transporte por
carretera una herramienta útil para realizar vuestro trabajo de forma saludable; así como
mejorar vuestro conocimiento e información sobre seguridad y salud laboral, especialmente en
lo que se refiere a aspectos ergonómicos.
P
ndice
11.. CCaarraacctteerrííssttiiccaass ddeell sseeccttoorr ........................................................................................................ 33
1.1. Condiciones laborales en el transporte............................................................. 4
1.2. Carga física.......................................................................................................... 5
1.3. Carga psicosocial................................................................................................ 7
22.. LLaa eerrggoonnoommííaa eenn llaa pprreevveenncciióónn ddee
rriieessggooss ........................................................................................................................................................................ 99
2.1. ¿Qué es la ergonomía? .................................................................................... 10
2.2. Tipos de ergonomía........................................................................................... 12
33.. CCoonnooccee ttuuss rriieessggooss eerrggoonnóómmiiccooss yy
ccóómmoo pprreevveenniirrllooss ................................................................................................................................ 1133
3.1. Introducción....................................................................................................... 14
3.2. Condiciones ergonómicas físicas..................................................................... 15
3.3. Condiciones ergonómicas psicosociales ........................................................ 49
Í
Capítulo 1
CCaarraacctteerrííssttiiccaass ddeell
sseeccttoorr
Características del sector
4�
Condiciones laborales
en el transporte El sector del transporte por carretera alberga
muy distintas actividades. Desde el transporte de
pasajeros en autobús o en taxi, hasta el
transporte de mercancías en vehículos pesados
o ligeros; el transporte urbano o el interurbano,
nacional o internacional; así como tareas que
van desde la conducción del vehículo hasta la
carga y descarga de maletas, bultos, paquetes
e incluso personas, en el caso de los taxis para
discapacitados.
Los profesionales del transporte sufrís a menudo
unas condiciones laborales que se caracterizan por:
Largas jornadas sentados al volante de vuestro vehículo.
Periodos de descanso irregulares.
Trabajo a turnos o en horario nocturno.
Ajustados horarios de salida y llegada.
Conducción en situaciones muy diversas: atascos, circulación monótona o
condiciones climatológicas adversas.
Carga y descarga de mercancías, maletas, etc.
Trato con clientes, proveedores o viajeros.
Estas especiales características de vuestro trabajo os hacen más proclives a
padecer un paulatino deterioro de vuestra salud. Además, hay que tener en
cuenta que unas condiciones físicas o mentales deficientes pueden ser la
causa de que sufráis un accidente laboral.
Según la VII Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo 2011 del Instituto
Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), el 96,6% de los
trabajadores encuestados cuya ocupación es conductor de vehículos se
considera expuesto a padecer un accidente en su puesto de trabajo, por
encima de mecánicos y empleados de taller (94,9%) y trabajadores de la
construcción y la minería (93,9%).
1.1.
La prevención... Tu mejor postura
�5
En general, en vuestro sector tenéis una serie de riesgos que tienen que ver con
los esfuerzos, tanto físicos como psíquicos, que tenéis que realizar a lo largo de
la jornada, que pueden afectar a vuestra salud y bienestar.
Carga física La carga física de trabajo se puede medir a través de las demandas físicas
que se imponen al trabajador al ejecutar su tarea y que a veces derivan en
molestias musculoesqueléticas relacionadas con posturas y esfuerzos
continuados.
1.2.1. Demandas físicas del trabajo
Según la Encuesta de las Condiciones de Trabajo de 2011, los trabajadores de
la rama de transporte y almacenamiento señalan como demandas físicas más
importantes de su trabajo el estar sentados sin levantarse (68,6%) y realizar
movimientos repetitivos de manos y brazos (67,3%).
1.2.
Fuente: VII Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo 2011.
Pregunta de respuesta múltiple.
Demandas físicas del puesto de trabajo por rama de actividad y ocupación
0,0%
10,0%
20,0%
30,0%
40,0%
50,0%
60,0%
70,0%
80,0%
Estar sentado
sin levantarse
Repetir los
mismos
movimientos
de manos o
brazos
Adoptar
posturas
dolorosas o
fatigantes
Levantar o
mover cargas
pesadas
Aplicar fuerzas
importantes
Estar de pie sin
andar
Levantar o
mover
personas
Transporte y almacenamiento
Conductores de vehículos
Características del sector
6�
Podéis comprobar a través del gráfico anterior que dichas demandas físicas
afectan más claramente aún a los conductores de vehículos, que las señalan
en un 74,5% y un 73,3%, respectivamente.
1.2.2. Molestias musculoesqueléticas
Por lo que se refiere a las molestias musculoesqueléticas, según la VII Encuesta
de Condiciones de Trabajo, los conductores de vehículos son, junto con el
personal sanitario y los trabajadores de hostelería y limpieza, los que mayores
porcentajes de molestias manifiestan (83,2%, 81,9% y 81,4%, respectivamente).
Más de la mitad de los conductores de vehículos encuestados manifiesta
molestias localizadas en la zona baja de la espalda (57,5%); mientras que un
36,8% señala la zona de la nuca/cuello como la más sensible, y un 29,7%, la
zona alta de la espalda.
Muchas de estas molestias tienen que ver también con el diseño del puesto de
trabajo. En este sentido, la VII Encuesta del INSHT, recoge que el 46,9% de los
conductores de vehículos considera deficiente “siempre o casi siempre” o “a
menudo” algún aspecto del diseño de su puesto; destacando el 21,2%, que
cree que tiene poco espacio de trabajo.
Fuente: VII Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo 2011.
Pregunta de respuesta múltiple.
Molestias musculoesqueléticas más frecuentes por rama de actividad y ocupación
0,0%
10,0%
20,0%
30,0%
40,0%
50,0%
60,0%
70,0%
Zona baja
espalda
Nuca/cuello Zona alta
espalda
Hombro/s Piernas Brazo/s –
antebrazo/s
Ninguna
Transporte y almacenamiento
Conductores de vehículos
La prevención... Tu mejor postura
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A estos aspectos, que suponen un riesgo para vuestra salud, debéis añadir
otros de índole ambiental, como el ruido y las vibraciones, que también
pueden ser bastante perjudiciales. En este sentido, la referida encuesta de
2011 del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo recoge las
ocupaciones en las que más frecuentemente se indica un nivel de ruido
elevado o muy elevado y se padecen vibraciones, apareciendo en ambos
casos la de conductor de vehículos, aunque por detrás de otras como la de
trabajador de la construcción y la minería, mecánico y empleado de taller u
obrero industrial.
Carga psicosocial Los factores psicosociales son las condiciones presentes en una situación
laboral directamente relacionadas con la organización y el contenido del
trabajo y con la realización de la tarea, que pueden afectar positiva o negativamente al desarrollo del trabajo, y a la salud física, psíquica o social del
trabajador. Por tanto, unas condiciones psicosociales desfavorables pueden
estar en el origen de la aparición de conductas y actitudes inadecuadas en el
desarrollo del trabajo, así como tener consecuencias perjudiciales para vuestra
salud y para vuestro bienestar.
Las exigencias del trabajo a las que debéis hacer frente (cantidad de tareas,
ritmo, monotonía, identificación con la tarea, atención a los clientes, etc.) o el
grado de autonomía para ejecutar vuestro trabajo, son indicadores que
hacen referencia a la carga psicosocial de una determinada labor.
1.3.1. Exigencias del trabajo
Según la VII Encuesta de Condiciones de Trabajo del INSHT, el 23,9% de los
trabajadores encuestados señala que “tiene mucho trabajo y se siente
agobiado”. Este porcentaje sube hasta el 24,8% en el caso del sector servicios,
en el que estáis incluidos los trabajadores del transporte. Además:
El 46,0% de los encuestados considera que debe “trabajar muy rápido”.
El 45,3% debe “atender varias tareas al mismo tiempo”.
El 34,9% cree que “debe trabajar con plazos muy estrictos y muy cortos”.
Un indicador que revela la calidad del trabajo a realizar es la posibilidad que
ofrece de aprender cosas nuevas. En este sentido, el 16,4% señala que
1.3.
Características del sector
8�
“raramente” o “casi nunca/nunca” puede aprender cosas nuevas en su
trabajo, llegando hasta el 27,0% en el caso de los conductores de vehículos,
tan solo por detrás de los trabajadores de hostelería y limpieza (31,1%).
Por otro lado, en cuanto a la realización de tareas monótonas, el 43,7% de los
encuestados responde afirmativamente; porcentaje que asciende hasta el
54,5% en la rama de transporte y almacenamiento, y hasta el 55,7% en la
ocupación de conductor de vehículos.
Por último, hay que destacar que el trato con personas que no trabajan para
la empresa, como clientes, pasajeros, etc., representa unas exigencias
emocionales que deben ser tenidas en cuenta desde un punto de vista
preventivo; ya que, a menudo, el trabajador debe saber controlar sus
emociones a la vez que las de las personas a las que presta el servicio, para
evitar conflictos. Como es natural, los trabajadores del sector servicios os veis
más afectados por este aspecto que el resto.
1.3.2. Falta de autonomía
Si a las exigencias del trabajo, que hemos visto en el punto anterior, hay que
sumarle falta de autonomía de los trabajadores para desarrollar su tarea, nos
encontraremos frente a la posibilidad de sufrir un problema psicosocial. Por
ello, es importante comprobar el grado de autonomía que tienen los
trabajadores a la hora de elegir o modificar “el método de trabajo”, “el ritmo”,
“la distribución y/o duración de las pausas”, “el orden de las tareas” o “poner
en práctica sus propias ideas”. En este sentido, entre un 21,4% y un 36,1% de los
trabajadores encuestados por el INSHT, no cuenta con alguna de estas
posibilidades.
Como habéis visto hasta aquí, vuestro trabajo, el de los profesionales del
transporte por carretera, depende de muy distintas variables, tanto físicas
como psicosociales, que pueden hacer que realicéis vuestras tareas con
satisfacción y en condiciones saludables, o que, por el contrario, empeoren
vuestra salud paulatinamente hasta necesitar tratamiento o ser la causa de
algún accidente más grave.
La ergonomía, como veréis en el siguiente capítulo, es una técnica de
prevención primaria de carácter multidisciplinar que estudia la adaptación de
las condiciones de trabajo a la persona, y cuyo objetivo es aumentar el confort
y la eficacia productiva, así como evitar o reducir cualquier daño para la salud
de los trabajadores.
14�
Capítulo 2
LLaa eerrggoonnoommííaa eenn llaa
pprreevveenncciióónn ddee rriieessggooss
La ergonomía en la prevención de riesgos
10�
¿Qué es la ergonomía? Según la Asociación Internacional de Ergonomía, esta es el conjunto de
conocimientos científicos aplicados para que el trabajo, los sistemas, los
productos y los ambientes se adapten a las capacidades y limitaciones físicas
y mentales de la persona.
El objetivo de la ergonomía es adaptar el trabajo a las capacidades y
posibilidades del ser humano. Pero, además, busca los siguientes objetivos
específicos:
Alcanzar la armonía entre la persona y el entorno que le rodea.
Mejorar la seguridad y el ambiente físico en el trabajo.
Disminuir la carga física y mental en el trabajo.
Combatir los efectos del trabajo repetitivo.
Crear puestos de contenido más elevado.
Lograr el confort en el trabajo.
Mejorar la calidad del producto fruto del trabajo.
Aumentar la eficacia productiva.
Dentro de este campo de acción, los ergónomos desarrollan actividades
relacionadas principalmente con:
Las características antropométricas: altura, talla de los diferentes segmentos
corporales, peso, etc., distinguiendo entre hombres y mujeres, pero también
entre grupos étnicos.
Los parámetros relacionados con
el esfuerzo muscular: el consumo
de oxígeno, las contracciones
musculares y el ritmo cardíaco.
Las características de los ritmos
circadianos (que regulan la
actividad biológica en el curso
de 24 horas), la alternancia
vigilia-sueño en particular, y la
influencia de sus perturbaciones
(debidas al trabajo a turnos, por
ejemplo) en el sueño, y más
2.1.
La prevención... Tu mejor postura
�11
generalmente en la salud. También estudian los efectos del envejecimiento,
en particular sus efectos fisiológicos y psicológicos.
Las características ligadas a la influencia del entorno físico: calor, frío, polvo, agentes tóxicos, vibraciones, ruidos (que no repercuten solamente
en la audición), etc.
Las características psicofisiológicas: el ojo y las cualidades visuales, el oído y
las cualidades auditivas (en distintas condiciones: visión nocturna o
audición con ruido), pero también el olfato, el tacto o los tiempos de
reacción.
La ergonomía busca la
optimización de los tres
elementos del sistema (humano-
máquina-ambiente), para lo cual
elabora métodos de estudio de
la persona, de la técnica y de la
organización.
En vuestro caso, el de los
trabajadores del transporte por
carretera, habrá que considerar
tres aspectos fundamentales:
El vehículo: donde se deben
tener en cuenta tanto el
habitáculo (el lugar donde pasáis la mayor parte del tiempo los
profesionales del transporte) como el mantenimiento del vehículo en
general (faros, amortiguadores, tubo de escape, etc.) para reducir
esfuerzos físicos y psicológicos durante la conducción.
El entorno: donde intervienen muchos factores que son ajenos a vuestro
trabajo, pero que pueden hacer que la conducción sea fácil o, por el
contrario, cause un mayor esfuerzo y fatiga al conductor, como el estado
de la calzada, el tráfico (fluido, lento, con atascos, etc.) o la climatología
(lluvia, nieve, niebla, etc.).
El trabajador: donde se deben valorar diversos parámetros como unos
ritmos de trabajo diseñados para priorizar la seguridad y la salud de los
profesionales; una interacción adecuada con otras personas (clientes,
pasajeros, compañeros, etc.), o una formación y reciclaje profesional
adecuados.
La ergonomía en la prevención de riesgos
12�
Tipos de ergonomía A la hora de buscar factores de riesgo relacionados con las condiciones
ergonómicas, hay que tener en cuenta:
Los esfuerzos físicos que exige la tarea.
Las condiciones ambientales: calidad
del aire, confort térmico, visual o
acústico.
Las características del puesto de
trabajo: diseño, accesibilidad a los
mandos, señales o posturas de trabajo.
Las características del trabajo mental:
complejidad, minuciosidad o nivel de
atención que requiere.
Las características de la organización: iniciativa, autonomía, comunicación,
relaciones jerárquicas, identificación con la tarea, etc., así como horarios o
ritmos de trabajo.
En este sentido, se pueden identificar dos tipos de ergonomía:
La ergonomía física: que estudia las características físicas del trabajo, como
la carga física, el ambiente físico o el diseño del puesto.
La ergonomía psicosocial: que estudia las características psicosociales,
como la carga mental, la satisfacción con el trabajo (autonomía,
identificación con la tarea, contenido de la misma, etc.) u otros aspectos
relacionados con la organización (horarios, ritmo de trabajo, etc.)
En el siguiente capítulo analizaremos los factores de riesgo relacionados con
las condiciones ergonómicas físicas y psicosociales propios del transporte por
carretera, así como las medidas preventivas que podéis tomar para realizar un
trabajo más seguro y satisfactorio.
2.2.
Capítulo 3
CCoonnooccee ttuuss rriieessggooss eerrggoonnóómmiiccooss yy ccóómmoo pprreevveenniirrllooss
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�14
Introducción Los profesionales del transporte por carretera (bien sea en autobús, camión,
furgoneta, taxi, etc.) estáis expuestos a una serie de riesgos de carácter
ergonómico que a continuación vamos a analizar más detalladamente. Para
ello, como se explicó en el capítulo anterior, diferenciaremos dos grandes
grupos:
Los factores de riesgo relacionados con las condiciones ergonómicas
físicas:
Carga física.
Condiciones ambientales.
Diseño del puesto de trabajo.
Los factores de riesgo relacionados con las condiciones ergonómicas
psicosociales:
Carga mental.
Insatisfacción laboral.
Otros riesgos relacionados con la organización del trabajo:
Alteraciones del sueño.
Modificación de los
hábitos alimentarios.
3.1.
La prevención... Tu mejor postura
�15
Condiciones
ergonómicas físicas Los factores de riesgo relacionados con las condiciones ergonómicas físicas
tienen que ver con los esfuerzos que realizáis durante vuestra jornada laboral,
las condiciones ambientales que debéis soportar o el diseño de vuestro puesto
de trabajo.
3.2.1. Carga física
La carga física se produce por el conjunto de requerimientos físicos a los que
os veis sometidos a lo largo de la jornada laboral, al mantener la misma
postura por largos periodos de tiempo o al
realizar diversos movimientos de forma
repetitiva. En este sentido, los profesionales del
transporte por carretera principalmente
padecéis el problema de la inmovilidad que
mantenéis durante la conducción y el
movimiento repetitivo de brazos y piernas.
Además, muchos de vosotros debéis manejar
cargas (maletas de los pasajeros, mercancías,
incluso personas, o empujar pesadas carretillas
cargadas de bultos). Estas actividades pueden
suponer la realización de esfuerzos por encima
de vuestras capacidades físicas.
Causas del riesgo
Mantenimiento prolongado de la misma postura.
Espacio insuficiente para variar la posición de piernas y rodillas.
Movimientos repetitivos y constantes de brazos y piernas.
Adopción de posturas inadecuadas (como apoyar el brazo en la ventanilla
o reclinar mal el respaldo del asiento).
3.2.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�16
Mala regulación de los espejos retrovisores, que obliga a girar el cuerpo
constantemente para ver correctamente la carretera.
Carga de peso excesivo o de poco peso, pero muchas veces.
Manipulación incorrecta de la carga.
Adopción de posturas incorrectas en el traslado de cargas.
Transporte de la carga (con los brazos o empujándola) durante un largo
recorrido o subiendo rampas o escaleras.
Daños que ocasiona
Trastornos musculoesqueléticos:
Lesiones traumáticas en músculos o huesos por sobreestiramientos
(esguinces o roturas fibrilares) o contracturas producidas como reacción
ante un sobreesfuerzo mantenido.
Lesiones de partes blandas.
Inflamación de los tendones al
sobrepasarse la capacidad de fatiga
de estos (tendinitis).
Inflamación de la membrana sinovial
(tenosinovitis): la membrana sinovial
que rodea algunas articulaciones para reducir lesiones por fricción o
presión, puede inflamarse por movimientos repetitivos o por presiones
excesivas.
Inflamación de las bolsas serosas (como “almohadillas”) que facilitan el
desplazamiento de los tendones o la piel sobre los huesos. Con el roce o
una presión excesiva se inflaman
dando lugar a la bursitis.
Pinzamientos de nervios por
inflamaciones o desplazamientos
de estructuras cercanas (hernias
discales).
Sensación de hormigueo y dedos
blancos por compresión sobre
nervios y por vasoconstricción
sanguínea.
La prevención... Tu mejor postura
�17
Medidas preventivas respecto a las posturas y los movimientos repetitivos
Para que vuestra posición sea ergonómicamente correcta, os tiene que
permitir la conducción con un mínimo esfuerzo y una máxima eficacia durante
periodos de tiempo prolongados, para lo cual, no solo tiene que ser cómoda,
sino confortable.
Más información...
¿Qué son los trastornos musculoesqueléticos (TME)?
Los TME son lesiones específicas que afectan al sistema musculoesquelético, tanto en sus
partes duras (huesos y articulaciones), como en sus partes blandas (músculos, tendones,
nervios y vasos sanguíneos).
El dolor y la incapacidad funcional de las
partes afectadas son los síntomas
característicos que anuncian la existencia
de dichos daños. Distintas zonas del cuerpo
pueden verse afectadas por estas lesiones,
aunque son la columna vertebral a nivel
dorso lumbar y las articulaciones del codo y
la muñeca las zonas que más habitualmente
sufren daños en vuestra profesión.
La columna vertebral está formada por 33 vértebras y 24 discos intervertebrales, entre los
que discurren la médula espinal y las raíces nerviosas. Todo este conjunto está reforzado
por la acción de los músculos y los ligamentos.
Las principales causas que constituyen factores de riesgo para la columna vertebral son :
Las posturas estáticas, que dificultan la nutrición de los discos y producen
contracturas musculares.
Las posturas forzadas (espalda doblada o girada) que pueden provocar lesiones en los ligamentos por sobreestiramientos, compresiones o pinzamientos sobre los
discos.
Las vibraciones, que aumentan el desgaste de las estructuras óseas, de los discos
intervertebrales y dificultan la irrigación sanguínea.
Estos factores se ven incrementados con el aumento del tiempo de exposición a los
mismos, así como si van asociados a manipulaciones de cargas que requieran una fuerza
considerable.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�18
La posición que los conductores adoptáis en vuestro asiento es variable y
cambia de unas personas a otras en función de vuestras características físicas
corporales, del espacio libre dentro del habitáculo del vehículo, y de las
tendencias posturales particulares de cada uno en busca de su comodidad y
su confort.
Sin embargo, para evitar sufrir lesiones debéis seguir algunas pautas generales
como las siguientes:
El modo de sentaros:
Debéis ajustar la banqueta del
asiento de modo que, con el
embrague pisado a fondo, la pierna esté ligeramente
flexionada (entre 130º y 140º), no
debéis estar ni muy estirados ni
muy pegados al volante. Cuando
varios trabajadores utilicéis el
mismo vehículo, deberéis adaptar
el puesto de conducción, antes
de iniciar la marcha.
El respaldo tenéis que situarlo de la manera más vertical posible
respecto de la banqueta, para que la mayor parte de la espalda
descanse sobre el mismo y se encuentre lo más erguida posible. Lo
correcto es una inclinación de entre 110º y 120º; aunque, es importante
sentirse cómodo, ya que las posiciones muy forzadas pueden aumentar
la fatiga física en los viajes de larga distancia.
Durante la marcha, podéis colocar vuestro pie izquierdo en el reposapiés que está sobre el paso de rueda, retirándolo exclusivamente
cuando tengáis que pisar el embrague. Así, os sentiréis mucho más
sujetos al asiento, sobre todo en las curvas.
En el asiento, vuestra altura deberá ser la adecuada para obtener una
perfecta visibilidad, tanto por la luneta trasera (en algunos vehículos),
como por la delantera y los retrovisores. Esto os evitará tener que girar el
cuerpo constantemente.
La posición de brazos y manos:
Una vez colocada la banqueta, debéis aseguraros de que la distancia
entre vuestro cuerpo y el volante es la correcta. Así, apoyando vuestra
espalda en el respaldo, debéis estirar los brazos hasta comprobar que
las muñecas se apoyan en la parte superior del volante sin tener que
estirar mucho los brazos y sin tener que encogerlos, tan solo
flexionándolos ligeramente. En la posición de conducción con el volante
La prevención... Tu mejor postura
�19
correctamente agarrado, su borde inferior debe quedar a la altura de
los codos.
La postura correcta de partida de las manos, que debéis mantener
durante todo el recorrido, tiene que ser la misma que la posición de las
manecillas del reloj cuando marcan las 10 horas y 10 minutos. Esta
posición, además de facilitaros la maniobrabilidad en situaciones que
requieran movimientos rápidos, os ayudará a erradicar malos hábitos,
como poner el codo en la ventanilla. La posición de las 9 horas y 15
minutos también es válida y más confortable, pero proporciona una
peor manejabilidad.
Podéis utilizar apoyabrazos siempre que sea posible, ya que, aunque pueden restringir algo los movimientos durante la conducción, previenen
la fatiga de los brazos y de los hombros.
El reposacabezas: se trata de uno de los elementos de seguridad al que
menos atención se presta, aunque es muy importante a la hora de evitar
lesiones de gravedad cuando se sufre un accidente. El denominado
latigazo vertical es una lesión característica entre los conductores, que
puede acarrear secuelas durante largos periodos de tiempo (en el mejor de
los casos puede provocar dolor de cuello y, en el peor, tetraplejia). Para
evitarlo, debéis:
Situarlo lo más cerca posible de la parte posterior de la cabeza. Se
recomienda unos 4 centímetros como la distancia adecuada.
Regular la altura, bien elevando el reposacabezas hasta que la parte
superior de este coincida con la parte más elevada de la cabeza, o
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�20
bien, teniendo en cuenta que el centro de gravedad de la cabeza
(altura de los ojos) tiene que coincidir con la parte más resistente del
reposacabezas (presionar el almohadillado hasta encontrar la parte más
rígida).
Aseguraros de que queda bloqueado inclinando la cabeza hacia atrás y
comprobando que este mantiene su
posición.
En cualquier caso, siempre que detengáis el
vehículo, deberíais realizar algún ejercicio
de estiramiento para ejercitar la
musculatura.
Además, es conveniente que os vaciéis los
bolsillos para evitar la compresión de los
nervios y los vasos sanguíneos de las
piernas.
Medidas preventivas respecto a la carga y descarga
En el transporte por carretera, ya sea de mercancías o de viajeros, es muy
habitual que os veáis obligados a levantar, trasladar y depositar cargas de
distintas características, volumen y peso e, incluso, alguna persona. Hacerlo
correctamente os puede evitar padecer las lesiones de espalda o brazos
(trastornos musculoesqueléticos) tan características en vuestra profesión.
Más información...
Lo que NO debéis hacer al volante:
Sentaros demasiado cerca o lejos del volante.
Coger el volante por el interior para efectuar giros.
Sujetar el volante con los brazos.
Soltar el volante después de hacer un giro, para que vuelva por sí mismo a la
posición normal.
Girar el volante con movimientos cortos (mejor con uno solo y continuo).
Cruzar las manos sobre el volante al girarlo.
Conducir con una mano apoyada en la ventanilla o en la palanca de cambios.
Llevar la cabeza apoyada en el reposacabezas.
La prevención... Tu mejor postura
�21
La prevención en este campo se puede lograr por dos vías:
La eliminación de la manipulación de cargas por parte de los trabajadores,
a través de la automatización de las tareas (sistemas de transporte por
raíles, cintas transportadoras, etc.).
La reducción del riesgo mediante ayudas mecánicas o con técnicas de
manipulación manual de cargas:
Las ayudas mecánicas: aunque no
evitan que tengáis que realizar algún
tipo de esfuerzo, sí reducen de forma
considerable vuestra exposición al
riesgo. Aquí disponéis de distintos
medios, tanto para el levantamiento
de cargas (como polipastos, grúas,
plataformas elevadoras, pórticos
motorizados, etc.), como para su
transporte (carretillas manuales o
carros transpaletas).
Las técnicas de manipulación manual de cargas: se considera carga cualquier objeto con un peso igual o superior a 3 kilogramos (kg) que
sea susceptible de ser manipulado o movilizado por un trabajador. La
manipulación manual de cualquier carga que pese más de 3 kg, puede
representar un potencial riesgo dorsolumbar.
Aunque 3 kg sea una carga bastante ligera, si se manipula en unas
condiciones ergonómicas desfavorables (alejada del cuerpo, con posturas
inadecuadas, de forma frecuente, con suelos inestables o en condiciones
ambientales desfavorables) genera un riesgo.
Más información...
Límites de fuerza o carga recomendados:
Peso máximo en condiciones ideales:
General: 25 kg.
Mujeres y trabajadores jóvenes y mayores: 15 Kg.
Peso máximo en condiciones especiales:
Trabajadores sanos y entrenados, que manipulen cargas en ocasiones
esporádicas y en condiciones seguras: 40 kg.
Para fuerzas de empuje o tracción con medios mecánicos, no se deberá superar:
Para poner en movimiento una carga: 25 kg.
Para mantener una carga en movimiento: 10 kg.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�22
Más información...
Condiciones a tener en cuenta a la hora de manipular cargas:
Las características y colocación de la carga:
Si es demasiado pesada, voluminosa o difícil de sujetar.
Si está en equilibrio o su contenido corre el riesgo de desplazarse.
Si está colocada de forma que debe sostenerse o manipularse a distancia del
tronco o con torsión o inclinación del mismo.
Si debido a su aspecto exterior o a su consistencia puede ocasionaros lesiones,
sobre todo en caso de golpe.
El entorno físico de trabajo: condiciones del suelo, condiciones
termohigrométricas, vibraciones, etc.
Si el espacio libre, horizontal o vertical, resulta insuficiente para el ejercicio de la
actividad.
Si la situación o el medio de trabajo no os permite la manipulación de cargas a
una altura segura y en una postura correcta.
Si el suelo o el plano de trabajo presentan desniveles que implican la
manipulación de cargas en niveles diferentes.
Si el suelo o el punto de apoyo son inestables.
Si la temperatura, humedad o circulación del aire son inadecuados.
Si la iluminación no es adecuada.
Si existe exposición a vibraciones.
La organización del trabajo:
Si debéis realizar esfuerzos físicos demasiado frecuentes o prolongados en los
que intervenga en particular la columna vertebral.
Si no disponéis de periodos suficientes de reposo fisiológico o de recuperación.
Si las distancias de elevación, descenso o transporte son demasiado grandes.
Si el ritmo está impuesto por un proceso que no podéis controlar.
Los factores individuales:
Si tenéis la aptitud física necesaria para realizar la tarea.
Si utilizáis equipos de protección individual (EPIs) adecuados: calzado, fajas
lumbares, guantes...
Si tenéis la suficiente formación e información.
La prevención... Tu mejor postura
�23
A) Medidas preventivas generales en la manipulación de cargas:
Reducir o rediseñar la carga:
Disminuir el peso de la carga, dividiéndola en cargas más pequeñas, siempre que sea posible.
Modificar el tamaño, los agarres y/o la distribución del peso de la carga:
Una carga demasiado ancha obliga a mantener posturas forzadas de
los brazos y no permite un buen agarre (no debe superar los 60 cm).
Una carga demasiado profunda aumenta las fuerzas compresivas de
la columna vertebral (no debe superar los 50 cm).
Una carga demasiado alta puede entorpecer la visibilidad,
aumentando el riesgo de accidentes (no debe superar los 60 cm).
Mejorar el entorno de trabajo:
Evitar desniveles, escaleras,
limitaciones de espacio, etc.
Disminuir las distancias recorridas.
Mantener el orden y la limpieza en
las zonas de paso.
Contar con el apoyo de equipos de ayuda para la manipulación de
cargas (carros, mesas elevadoras,
transpaletas, etc.) y realizar un
correcto mantenimiento de los
mismos.
Mejorar las características del suelo, iluminación, vibraciones y ambiente
térmico.
Usar calzado y ropa adecuados.
Adaptar la organización del trabajo:
Contar con los periodos de descanso necesarios.
Lograr la mayor autonomía posible en el ritmo de trabajo.
B) Medidas preventivas concretas para el levantamiento de cargas:
Planificar el levantamiento:
Siempre que sea posible, debéis utilizar ayudas mecánicas.
Debéis seguir las indicaciones que aparezcan en el embalaje acerca de los posibles riesgos de la carga, como puede ser un centro de gravedad
inestable, materiales corrosivos, etc.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�24
Si no hay indicaciones en el embalaje, debéis observar la carga, en
especial su forma y tamaño, posible peso, zonas de agarre, etc. Primero
probaréis a alzar un lado, puesto que no siempre el tamaño de la carga
da una idea de su peso.
Si el peso es excesivo o debéis adoptar posturas incómodas para
levantar la carga y no podéis utilizar medios mecánicos, debéis solicitar
la ayuda de otras personas.
Debéis tener prevista la ruta de transporte y el punto de destino final de
la carga, para mantener el trayecto despejado de obstáculos que
puedan entorpecer el paso.
Debéis usar la vestimenta, el calzado y los equipos de protección adecuados.
Colocar los pies: debéis mantener los pies separados (unos 50 cm) para
lograr una postura estable y equilibrada durante el levantamiento de la
carga, situando un pie más
adelantado que el otro en la
dirección del movimiento.
Adoptar la postura de levantamiento:
Tenéis que doblar las piernas
manteniendo en todo
momento la espalda derecha
y con el mentón metido, sin
flexionar demasiado las
rodillas.
No debéis girar el tronco, ni adoptar posturas forzadas.
Agarre firme: debéis sujetar firmemente la carga empleando ambas manos
y pegarla al cuerpo. Existen diferentes tipos de agarres, más seguros (como
asas o hendiduras que permiten un agarre confortable con toda la mano,
permaneciendo la muñeca en posición neutral sin desviaciones ni posturas
desfavorables) y menos seguros o confortables e, incluso, existen cargas sin
asas que obligan a sujetarlas flexionando la mano 90º alrededor de la
misma.
Levantamiento suave: debéis levantaros suavemente, por extensión de las
piernas, manteniendo la espalda recta. Si inclinamos el tronco, se generan
unas fuerzas compresivas en la zona lumbar mucho mayores, aumentando
el riesgo de sufrir una lesión.
La prevención... Tu mejor postura
�25
Evitar giros: debéis procurar no efectuar giros con la carga, es preferible
mover los pies para colocarse en la posición adecuada.
Carga pegada al cuerpo: tenéis que mantener la carga pegada al cuerpo durante todo el levantamiento. Un factor fundamental en la aparición de
riesgo por manipulación manual de cargas es el alejamiento de las mismas
respecto al centro de gravedad del
cuerpo. En este alejamiento
intervienen dos factores: la distancia
horizontal y la distancia vertical, que os
darán las coordenadas de la situación
de la carga. Cuanto más alejada esté
la carga del cuerpo, mayores serán las
fuerzas compresivas que se generen en
la columna vertebral y, por lo tanto,
mayor será el riesgo de lesión. El mayor
peso teórico recomendado es de 25
kg (para un varón), que corresponde a
la posición de la carga más favorable,
es decir, pegada al cuerpo y a una
altura comprendida entre los codos y
los nudillos.
Depositar la carga:
El desplazamiento vertical ideal de una carga es de hasta 25 cm, siendo
aceptables los desplazamientos comprendidos entre la altura de media
pierna y la altura de los hombros, o al revés. Debéis procurar evitar los
desplazamientos fuera de esos rangos. No deberíais manejar cargas por
encima de 175 cm, que es el límite alcanzable para muchas personas.
Si no se puede evitar el levantamiento desde el suelo hasta la altura de
los hombros o más, debéis apoyar la carga a medio camino para poder
cambiar el agarre. Podéis depositar la carga y después ajustarla si es
necesario.
Podéis reorganizar las tareas de almacenamiento, de forma que los
elementos más pesados se almacenen a la altura más favorable,
dejando las zonas superiores e inferiores para las cargas menos pesadas.
Debéis realizar levantamientos espaciados para que no se produzcan
sobreesfuerzos.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�26
3.2.2. Condiciones ambientales
La agresividad derivada de la presencia en el medio ambiente del trabajo de
agentes físicos, químicos o biológicos que puedan entrar en contacto con los
trabajadores y afectar negativamente a su salud suele denominarse “riesgo
higiénico”; aunque, desde una perspectiva de bienestar, también la ergonomía trata de adaptar las condiciones ambientales físicas del trabajo al
trabajador con el fin de aumentar el confort y la eficacia productiva.
Los agentes físicos están constituidos por la energía en sus diferentes formas
(mecánica: ruido y vibraciones, térmica: frío y calor o radiaciones no
ionizantes: luz). Cuando están presentes en el ambiente pueden constituir un
riesgo para la salud o, en ocasiones, un factor negativo en las condiciones de
trabajo (disconfort térmico o acústico, fatiga visual, malestar general...).
Las condiciones ambientales de trabajo son las circunstancias físicas que os
rodean mientras desempeñáis vuestra tarea (temperatura, humedad,
iluminación, ruido, vibraciones, etc., procedentes en vuestro caso tanto de las
carreteras o calles por donde circuláis como del vehículo donde permanecéis
durante varias horas a lo largo de la jornada).
En este apartado vamos a analizar los riesgos a los que tenéis que prestar
especial atención los profesionales del transporte por carretera, relacionados
con las condiciones ambientales que debéis soportar durante la realización de
vuestro trabajo, como:
Disconfort acústico.
Malestar por vibraciones.
Fatiga visual.
Estrés y disconfort térmico.
3.2.2.1. Disconfort acústico El sonido es una vibración que el oído humano puede percibir. Si esta
percepción tiene connotaciones negativas, el sonido se convierte en ruido. Un
mismo sonido puede ser percibido como agradable o desagradable por
diferentes personas o, incluso, por la misma persona en distintas situaciones en
función de diversos factores.
El disconfort acústico es el nivel de ruido que, aun no encontrándose por
encima de los niveles legales que potencialmente causan daños a la salud,
molesta, perturba, produce distracciones e interferencias en la comunicación.
La prevención... Tu mejor postura
�27
Los transportistas estáis expuestos en vuestro trabajo al riesgo del disconfort
acústico por muy distintas causas como se expone a continuación.
Causas del riesgo
Ruido derivado del propio vehículo: del motor, del sistema de climatización, de los aparatos de comunicación, etc. El mal estado del vehículo o un
mantenimiento inadecuado pueden incrementar el nivel sonoro.
Ruido producido por las
condiciones propias del tráfico:
urbano (tráfico más lento pero
también más denso, con
atascos, etc.) interurbano,
nacional o internacional (tráfico
menos denso pero más rápido).
Ruido derivado del estado de
las carreteras, de las
condiciones del asfalto, etc.
Ruido procedente de las obras
en ciudades, carreteras, etc.
Para los taxistas, ruido procedente del lugar donde tengan establecida la parada.
Para los transportistas de viajeros, ruido procedente de las conversaciones
de estos en el interior del vehículo.
Para los conductores de autobuses, ruidos producidos en las cocheras
cuando se va a recoger o a dejar el vehículo.
Para los transportistas de mercancías, ruido propio de los almacenes de
carga o descarga donde, además, se utilicen carretillas, transpaletas,
grúas, etc.
Daños que ocasiona
Pérdida de audición, sordera profesional o hipoacusia.
Sin embargo, las lesiones auditivas y la pérdida de audición no son los únicos
efectos adversos del ruido, ya que el oído está relacionado con numerosos
órganos, por lo que puede desencadenar efectos negativos sobre ellos.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�28
Más información...
La sordera profesional o hipoacusia
El ruido lesiona el oído interno, siendo los tonos agudos más nocivos que los graves. De
ahí que el examen audiométrico de los trabajadores que han estado sometidos a una
exposición prolongada a altos niveles de ruido revele pérdida de agudeza auditiva en
las gamas de frecuencias más altas: entre 3.000 y 6.000 Hz, y en particular, alrededor de
los 4.000 Hz.
La lesión comienza alrededor de los
4.000 Hz, y luego se extiende a las
frecuencias más próximas. Con el
tiempo va ampliándose hasta
afectar a las frecuencias entre 500 y
2.000 Hz. Estas frecuencias se
corresponden con las que
“normalmente” emite la voz
humana. En los trabajadores que
han sido expuestos a intensidades
superiores a 85 dB, es característica
la pérdida auditiva por ruido.
El ruido destruye las células ciliadas del órgano de Corti (en el oído interno), dando lugar
a una hipoacusia neurosensorial pura (de percepción), con disminución de los niveles de
audición tanto por vía aérea (a través del oído) como por vía ósea (transmisión del
sonido a través del cráneo). Es una lesión progresiva, dependiendo de la intensidad y del
tiempo de exposición al ruido, que va avanzando inexorablemente. Esta sordera,
además de ser de percepción, es irreversible, ya que no se recupera la audición y no
existe tratamiento.
Las frecuencias de 4.000 - 6.000 Hz no están incluidas entre las utilizadas en la banda
conversacional, por lo tanto, la persona no se da cuenta de la pérdida auditiva en su
comienzo, pues aún no tiene dificultades para oír la voz humana. Cuando se siente que
hay cierta dificultad para escuchar la voz, ya es un estadio muy avanzado.
La hipoacusia no tiene tratamiento y afecta a los dos oídos (bilateral) de forma similar
(simétrica). No obstante, en algunos casos, afecta a un solo oído; por ejemplo, cuando la
fuente sonora no es ambiental sino que proviene de un lado solamente. Un ejemplo
característico es la sordera del oído izquierdo del conductor, cuando el ruido del exterior
lo recibe por la ventanilla abierta de ese lado. El otro oído permanece sano porque la
propia cabeza realiza la función de pantalla.
La prevención... Tu mejor postura
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Los efectos extra auditivos que provoca el ruido en la salud son:
Efectos fisiológicos: afectan directamente al sistema nervioso central y al
sistema nervioso autónomo:
Aumento del ritmo cardíaco.
Vasoconstricción.
Aceleración del ritmo respiratorio.
Disminución de la actividad de
los órganos digestivos.
Reducción de la actividad
cerebral.
Efectos psicológicos: interferencia
con el sueño, alteraciones en el
comportamiento (irritabilidad, agresi-
vidad...), estrés, depresión o ansiedad.
Interferencias con la actividad: afecta a la realización del trabajo; aunque,
este es un efecto muy subjetivo, que depende tanto del trabajador como
de la propia tarea. Dependiendo de las características del trabajo, el ruido
puede afectar en mayor o menor medida, ya que un mismo ruido puede
disminuir la atención en unos casos, mientras que en otros puede ser
estimulante, como en tareas monótonas o repetitivas.
Todos estos trastornos, además de perjudicar vuestra salud, disminuyen vuestra
capacidad de alerta y pueden ser, en consecuencia, causas de accidentes.
La prevención de los efectos extra auditivos del disconfort acústico entran
dentro del campo de la ergonomía.
Medidas preventivas
En España, el Real Decreto 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la
salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la
exposición al ruido, establece los siguientes valores límite de exposición y
valores de exposición que dan lugar a una acción.
Niveles de exposición diaria equivalente (LAeq,d)
Niveles pico (Lpico)
Valores límite de exposición 87 dB (A) 140 dB (C)
Valores superiores de exposición que dan lugar a una acción
85 dB (A) 137 dB (C)
Valores inferiores de exposición que dan lugar a una acción
80 dB (A) 135 dB (C)
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�30
En este sentido, el valor límite referido al nivel de exposición diario equivalente
(LAeq,d) se establece en 87 dB, que no debe ser excedido en ninguna jornada
laboral. Se exceptúan aquellas situaciones con una variabilidad importante de
la exposición entre días, para las que se admiten promedios semanales.
Como podéis ver en la siguiente tabla, el ruido procedente del tráfico está en
torno a los 85 dB; aunque, este valor puede variar según las condiciones del
mismo. Además, hay que tener en cuenta que en el interior del vehículo, el
ruido es menor si se mantienen cerradas las ventanillas. No obstante, dado que
dedicáis una importante cantidad de tiempo al trabajo, vuestra exposición al
ruido se debería eliminar o, al menos, disminuir lo máximo posible, para
prevenir y evitar daños importantes. Es un error considerar que el disconfort
acústico es inherente al desempeño de vuestra tarea, aunque os hayáis
acostumbrado a su presencia.
Tabla de decibelios (valores aproximados)
Origen del ruido dB Calificación Sensación que produce
sobre el oído
Avión cercano
130 Ensordecedor
Sirena cercana 120 Ensordecedor
Sensación de dolor
Laminadora,
motocicleta
110 Muy alto
Bocina de un autobús,
discoteca 100 Muy alto
Sensación insoportable, necesidad de salir de ese ambiente
Camión ruidoso,
taller mecánico
90 Muy alto
Tráfico 85 Alto
Sensación molesta
Conversación en voz alta,
oficina,
almacenes
70 Moderado
Restaurante 60 Moderado
Ruido de fondo incómodo para conversar
Sala de estar,
biblioteca,
música suave
40 Moderado–bajo Nivel agradable
Dormitorio,
conversación en voz baja 30 Bajo
Nivel adecuado para descansar
Cabina audiométrica 10 Muy bajo
0 Silencio Umbral de audición de un joven sano
La prevención... Tu mejor postura
�31
Para prevenir el riesgo del disconfort acústico podéis poner en práctica dos
tipos de medidas:
Medidas técnicas: encaminadas a reducir el ruido:
Debéis realizar un mantenimiento periódico del vehículo: motor, tubo de
escape, sistemas de climatización, etc. Un buen mantenimiento evita
que el ruido que estos elementos emiten aumente con el paso del
tiempo.
No apuréis excesivamente la vida útil del vehículo, en la medida de lo
posible, ya que los nuevos modelos suelen introducir mejoras que
repercuten en el nivel de ruido global que emiten.
Deberíais acondicionar el vehículo con una buena climatización para no tener que abrir las ventanillas y evitar el ruido procedente del exterior.
No dejéis innecesariamente el vehículo en marcha, sobre todo en
lugares cerrados: cocheras, almacenes de carga y descarga,
estaciones de viajeros, etc.
Instalad mamparas de
separación del espacio del
conductor respecto de los
pasajeros para evitar el ruido de
las conversaciones de estos.
Utilizad protectores auditivos
cuando sea necesario (80 dB),
por ejemplo, en las áreas de
carga y descarga.
Bajad el volumen de la radio y
de los aparatos de comunicación que lleve instalado el vehículo.
Medidas organizativas: dirigidas a disminuir vuestra exposición al ruido:
Gestionad bien las rutas para evitar atascos, zonas de obras, carreteras
o calles mal asfaltadas, etc.
Realizad descansos periódicos en lugares con bajo nivel sonoro.
En la medida de lo posible, alternad la actividad de conducción con
otras propias de la empresa que se realicen en oficinas, estaciones de
viajeros, etc.
3.2.2.2. Malestar por vibraciones Las vibraciones son oscilaciones de partículas alrededor de un punto fijo. Este
movimiento puede ser regular en dirección, frecuencia y/o intensidad, o
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�32
aleatorio, que es lo más normal. Se pueden producir por efecto del
funcionamiento de un motor, el contacto de las ruedas con el asfalto, etc.
Las vibraciones del cuerpo completo ocurren cuando el cuerpo está apoyado
en una superficie vibrante (por ejemplo, cuando se está sentado en un asiento
que vibra, de pie sobre un suelo vibrante o recostado sobre una superficie
vibrante). Las vibraciones de cuerpo completo se presentan en todas las
formas de transporte.
El transporte terrestre produce vibraciones
que pueden causar malestar, interferir
con las actividades u ocasionar lesiones.
Causas del riesgo
Mantenimiento inadecuado del motor y de los sistemas de amortiguación y
suspensión del vehículo.
Neumáticos desequilibrados o con
una presión incorrecta.
Asientos poco ergonómicos o en mal estado.
Pavimento de las vías de circulación en mal estado (baches, desniveles,
socavones...), o pavimentos adoquinados.
Más información...
Los neumáticos y las vibraciones.
Los neumáticos son una parte muy importante en la emisión
de vibraciones en un vehículo, ya que son el elemento que
entra en contacto directo con el suelo. De su correcto
inflado y equilibrado va a depender que se produzcan
vibraciones en mayor o menor medida. Mantener la presión
adecuada de los neumáticos permite que estos se
desgasten adecuada y uniformemente y que la
conducción sea más cómoda, limpia y segura.
Cuando los neumáticos están demasiado inflados absorben los baches e irregularidades
con mayor dificultad, afectando al confort en la conducción, ya que hay menos
contacto con la carretera. Esto puede generar desgaste irregular y daños en la
estructura del neumático. Sin embargo, cuando los neumáticos no tienen aire suficiente
la temperatura en el interior aumenta significativamente, debilitando la carcasa y
produciendo daños internos; el costado del neumático se desgasta mucho más rápido,
la conducción se vuelve más difícil y se puede llegar a perder el control del vehículo.
La prevención... Tu mejor postura
�33
Más información...
El sistema de suspensión, los amortiguadores y las vibraciones.
El sistema de suspensión de un vehículo tiene como objetivo absorber las irregularidades
del terreno sobre el que este se desplaza, a la vez que mantiene las ruedas pegadas al
pavimento, proporcionando un nivel de confort y seguridad adecuados durante la
marcha a los pasajeros y/o a la carga que se transporte. Sus funciones básicas son:
Reducción de fuerzas causadas por irregularidades del terreno.
Control de la dirección del vehículo.
Mantenimiento de la adherencia de los neumáticos a la carretera.
Mantenimiento de una correcta alineación de las ruedas.
Soporte de la carga del vehículo.
Como los elementos de suspensión han de soportar todo el peso del vehículo, deben ser
lo suficientemente fuertes para que las cargas que actúan sobre ellos no produzcan
deformaciones permanentes. A su vez, deben ser elásticos, para permitir que las ruedas
se adapten continuamente al terreno. Esta elasticidad en los elementos de unión
produce una serie de oscilaciones, que deben ser amortiguadas hasta un nivel razonable
que no ocasione molestias a los usuarios del vehículo. Encontrar la sintonía entre
suspensión y amortiguación de oscilaciones es imprescindible para lograr el equilibrio
entre comodidad y seguridad durante la marcha. Tipos de oscilaciones que afectan a
un vehículo:
De marcha: oscilaciones rectilíneas en
sentido del eje longitudinal del
vehículo.
Transversal: oscilaciones rectilíneas en
sentido del eje transversal.
Vertical: oscilaciones rectilíneas en sentido del eje vertical.
Balanceo: oscilaciones giratorias alrededor del eje longitudinal.
Cabeceo: oscilaciones giratorias alrededor del eje transversal.
Zigzag: oscilaciones giratorias alrededor del eje vertical.
Derrape: zigzag con resbalamiento de varios neumáticos sobre la calzada.
Traqueteo: oscilaciones giratorias de ejes rígidos alrededor de un eje de giro
paralelo al eje longitudinal (ejemplo, eje cardan).
Shimmy: oscilaciones giratorias de las ruedas de la dirección alrededor de los pivotes de la dirección.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�34
Daños que ocasiona
Efectos fisiológicos:
Las vibraciones de cuerpo completo de larga duración pueden afectar
negativamente a la columna vertebral e incrementar el riesgo de molestias lumbares. La parte afectada con más frecuencia es la región
lumbar, seguida de la región torácica. Una de las enfermedades más
comunes en vuestra profesión es la discopatía de la columna
dorsolumbar causada por vibraciones verticales repetitivas de todo el
cuerpo, aunque aún no está
identificada como enfermedad
profesional.
Sistemas circulatorio y digestivo:
Venas varicosas de las piernas,
hemorroides y varicocele.
Cardiopatía isquémica e hiperten–
sión.
Alteraciones neurovasculares.
Trastornos del sistema digestivo.
Además, las vibraciones de cuerpo completo intensas a frecuencias
superiores a 40 Hz pueden causar daños y alteraciones del sistema
nervioso central.
Efectos psicológicos: fatiga psíquica o trastornos del sueño.
Medidas preventivas
Los riesgos derivados de la exposición a vibraciones deberían eliminarse en su
origen o reducirse al nivel más bajo posible, para ello pueden adoptarse las si-
guientes medidas preventivas:
Medidas técnicas: encaminadas a reducir las vibraciones:
Si se van a adquirir vehículos nuevos, solicitad vehículos que tengan baja intensidad de vibración, con suspensión neumática o con las nuevas
suspensiones semiactivas.
Realizad un mantenimiento periódico del vehículo (amortiguadores,
suspensión, presión y equilibrado de neumáticos, etc.).
Usad neumáticos antivibratorios.
Exigid vehículos con asientos ergonómicos, antivibratorios, con
suspensión adecuada y en buen estado.
La prevención... Tu mejor postura
�35
En los asientos con suspensión, ajustad la configuración en función del
peso de cada conductor.
No apoyéis el brazo en la ventanilla.
Adaptad la velocidad del vehículo a las condiciones del terreno.
Debéis conducir, frenar, acelerar y cambiar de velocidad de forma
suave, y en mayor medida cuando el vehículo vaya cargado.
Medidas organizativas: dirigidas a reducir vuestra exposición a las
vibraciones:
Gestionad bien las rutas para evitar, en la medida de lo posible,
carreteras y calles mal asfaltadas, con baches o socavones o con
pavimento adoquinado.
Realizad descansos periódicos y aprovechadlos para estirar piernas y
brazos.
Siempre que sea posible, alternad la actividad de conducción con otras
tareas que no supongan estar expuestos a vibraciones.
3.2.2.3. Fatiga visual La conducción de vehículos es un acto complejo y peligroso en el que entran
en juego múltiples factores, siendo la vista el más importante de todos. El 90%
de la información que recibís al conducir os llega a través de la vista, por lo
que las condiciones visuales son determinantes para un buen rendimiento del
conductor. Durante la conducción de vehículos, existen factores visuales que
resultan fundamentales, como la agudeza visual, la visión de profundidad, el
campo visual (amplitud de visión lateral), la visión de los colores y muy
especialmente, la adaptación a los cambios luminosos y a la oscuridad.
Hay que tener en cuenta que todas aquellas alteraciones o enfermedades
que produzcan una disminución o la falta de uno o más de estos aspectos,
darán lugar a una visión más pobre y con ello, una mayor dificultad para
calcular las distancias o la velocidad, sufriendo una mayor fatiga visual.
El término médico para definir la fatiga visual es astenopía, o respuesta del ojo
frente al esfuerzo muscular excesivo durante un largo período de tiempo.
Causas del riesgo
La fatiga visual se produce debido a un trabajo excesivo de los músculos
extraoculares y/o del músculo ciliar encargado del fenómeno de la
acomodación (de los movimientos de enfoque del ojo). A esta fatiga
contribuyen varios factores de riesgo:
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�36
Relacionados con el puesto de trabajo:
Concentración visual durante largo tiempo en un objeto, como la
carretera. En la mirada al frente, el ojo está muy abierto y la superficie
expuesta del mismo es grande y con la atención fija se parpadea menos
y el ojo se seca.
Cambios de enfoque de la carretera a los mandos del salpicadero y al
contrario. El proceso de acomodación de lejos–cerca–lejos hace que
durante una distancia considerable no controlemos la visión. Esto,
además, produce una distracción que puede resultar peligrosa.
Vibraciones producidas por el motor y/o carreteras o calles en mal
estado, que obligan a modificar continuamente la fijación visual a
distancia.
Saturación que produce la visión continuada de imágenes repetitivas en
autopistas o autovías.
Conducción nocturna, que implica
un riesgo tres veces mayor que
hacerlo por el día. Esto se debe a
que:
La visión nocturna requiere un
tiempo de adaptación entre 5 y
7 segundos para conseguir el 95%
de la capacidad visual.
Existe una limitación de la
percepción. Se produce una
disminución de la agudeza visual,
se aprecian peor los obstáculos y se perturba el sentido cromático.
Existe una limitación del campo visual a la zona iluminada. Las luces
del vehículo deben alumbrar eficazmente una zona de 100 metros,
como mínimo, con las luces de carretera, y de 40 metros, con las de
cruce. Si los faros tienen algún defecto, están mal reglados o sucios,
aumentará la fatiga visual y el riesgo de sufrir un accidente.
Si la conducción nocturna se realiza por ciudad, el destello del
alumbrado público también puede causar fatiga visual.
Baja luminosidad por factores atmosféricos: la conducción con niebla,
lluvia intensa o nieve son algunas de las situaciones más molestas para
los conductores y que más fatiga visual causan.
Deslumbramientos: los deslumbramientos, o incapacidad temporal de
ver por insensibilización de la retina, se producen principalmente por los
haces de luz de otros vehículos (de frente o por detrás reflejados en los
La prevención... Tu mejor postura
�37
espejos retrovisores), sobre todo de noche, o por la radiación solar en
situaciones como:
Conducir con el sol de frente al amanecer o al atardecer.
Conducir con el sol detrás al amanecer o al atardecer, por el reflejo
en los retrovisores.
Los destellos de la luz del mediodía sobre el capó de otros vehículos.
Los reflejos del sol en el asfalto
cuando está mojado.
El destello del sol al salir de un
túnel.
Todos estos factores de riesgo se pueden ver agravados por el
uso continuado de la
climatización del vehículo o si se
fuma dentro de la cabina del
conductor, ya que el humo y el
aire que expulsa el climatizador
pueden agravar la sequedad
ocular y con ello la fatiga.
Relacionados con el estado psicofísico del conductor:
Edad: el envejecimiento visual se produce a partir de los 45 años y es
importante a partir de los 65 (disminuye la agudeza visual, la visión de
profundidad, el campo visual, la adaptación a la oscuridad, existe
mayor sensibilidad al deslumbramiento, mayor dificultad para conducir
por la noche y se precisa mayor intensidad de luz para conducir bien).
Asimismo, con la edad pueden aparecer alteraciones o enfermedades
visuales y generales que deterioren la capacidad visual (como
cataratas, glaucoma, retinopatías, diabetes o hipertensión arterial).
Trastornos de la vista: si, además, se padecen defectos de refracción
(miopía, hipermetropía y, sobre todo, astigmatismo) o trastornos de la
movilidad ocular (forias, estrabismo o nistagmus), incluso sequedad
ocular de base, la fatiga visual puede verse agravada.
Ingesta de medicamentos: existen numerosos medicamentos que producen hiposecreción lagrimal, incrementando la sequedad del ojo y,
por consiguiente, el riesgo de padecer fatiga ocular. Es el caso de los
betabloqueantes en pacientes hipertensos o cardiópatas y en el
tratamiento del glaucoma; los antidepresivos tricíclicos, fenotiacinas y
ansiolíticos en las enfermedades psiquiátricas; o los diuréticos en el
tratamiento de la hipertensión arterial.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�38
Daños que ocasiona
El importante esfuerzo visual que requiere la conducción puede provocar los
siguientes trastornos para vuestro organismo:
Molestias oculares:
Tensión.
Pesadez de ojos.
Picores.
Quemazón.
Sequedad ocular.
Escozor ocular.
Aumento del parpadeo.
Lagrimeo.
Trastornos visuales:
Visión borrosa al mirar de lejos.
Visión doble (diplopia).
Síntomas extraoculares:
Cefaleas y vértigos.
Sensación de desasosiego y ansiedad.
Molestias en la nuca y en la columna vertebral.
Medidas preventivas
Debéis evitar, siempre que podáis, la conducción nocturna, más aún si tenéis algún tipo de alteración o enfermedad visual. No obstante, si tenéis
que conducir de noche:
Debéis llevar los faros bien nivelados y limpios (al igual que las lunetas y
los espejos retrovisores). Además, debéis regular la altura del haz de luz
de vuestro vehículo en función de la carga que llevéis.
Evitad dirigir la vista a los faros de los vehículos que se acercan de
frente.
Regulad la posición del espejo retrovisor central para evitar los
deslumbramientos traseros.
Si tenéis más de 60 años y conducís habitualmente de noche, es
aconsejable que aumentéis el consumo de vitamina A en vuestra dieta
La prevención... Tu mejor postura
�39
(zanahoria, lechuga, espinacas, naranjas, mandarinas, melón, plátanos,
pescado, aceite de maíz, etc.).
Para evitar el deslumbramiento por causa del sol, llevad limpio y sin ralladuras el parabrisas, bajad el parasol y utilizad gafas de sol:
Las gafas de sol ofrecen una gran calidad visual, incrementan la
sensibilidad al contraste, reducen el tiempo de adaptación a los
cambios de iluminación y evitan el deslumbramiento.
Las mejores gafas para conducir son las que llevan lentes polarizadas,
que reducen el deslumbramiento y facilitan la visión en ambientes muy
luminosos. Además, los tratamientos anti–reflejantes de la superficie de
las lentes disminuyen los reflejos, incrementando el contraste.
Las gafas con lentes de color gris sirven para todos los conductores, las
verdes van mejor para hipermétropes y las marrones, para miopes o
personas sin defecto visual.
En situaciones meteorológicas
adversas (lluvia, nieve, niebla o
granizo), adaptad la velocidad a las
condiciones de visibilidad y, si es
posible, detened el vehículo.
Debéis conducir a una velocidad
adecuada. A mayor velocidad,
disminuye el campo visual
considerablemente (se estrecha) y
se precisa mayor atención y
concentración, lo que provoca
antes fatiga y cansancio.
Mantened en buen estado el motor y los sistemas de amortiguación del
vehículo para evitar las vibraciones innecesarias.
Si podéis, cambiad las rutas de vez en cuando, para evitar la monotonía
visual.
Podéis prevenir la fatiga ocular aumentando el ritmo de parpadeo, sobre
todo si usáis lentillas, para evitar la sequedad ocular. Por lo mismo, debéis
evitar las corrientes de aire de las ventanas, usar con moderación el
climatizador y no fumar dentro del vehículo.
Debéis hacer descansos periódicos. Es recomendable que salgáis del
vehículo y cambiéis el campo de visión por un rato.
Es aconsejable que os hagáis una revisión visual al año. Defectos no
corregidos a tiempo, incluso de poca importancia (hipermetropía, vista
cansada, astigmatismo, disfunciones en la acomodación o la visión
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�40
binocular) pueden contribuir, unido a las exigencias visuales del trabajo, a
la aparición de molestias oculares.
3.2.2.4. Estrés y disconfort térmico El estrés térmico se debe a la exposición a temperaturas muy elevadas o muy
bajas en el trabajo. Vuestro cuerpo para funcionar con normalidad, necesita
mantener invariable la temperatura interior, alrededor de los 37 ºC.
El organismo puede regular el intercambio de calor con el ambiente exterior
para mantener su temperatura interior en el nivel óptimo, a través de los
Más información...
Ejemplos de ejercicios oculares que podéis realizar para prevenir la fatiga visual.
Debido a la concentración, se suele parpadear menos de lo normal. Si la frecuencia
media de parpadeo es de 20 veces por minuto, cuando se fija la visión, se hace unas 5
veces por minuto. Por ello, realizar algunos sencillos ejercicios como los siguientes os
puede ayudar a prevenir la fatiga visual.
Parpadeos: realizar 10 parpadeos completos (cerrar, abrir, cerrar...).
Movimientos oculares: mirando un dedo, sin mover la cabeza, realizar los siguientes movimientos:
Horizontal a la altura de los ojos: seguir el dedo con la mirada de derecha a
izquierda y viceversa, descansar y parpadear.
Vertical en la línea media de la
cara: mirar el dedo moviéndolo
hacia arriba, parpadear, luego
hacia abajo y parpadear.
Circular: dibujar con el dedo tres
círculos grandes hacia la
derecha y tres hacia la izquierda,
descansar y parpadear (procurar
tener el brazo estirado y sin
tensión).
Parpadeo fuerte: contraer los párpados al máximo, apretando los ojos, los puños y
todos los músculos de la cara. A continuación, abrir al máximo los ojos, los puños y
estirar la cara abriendo la boca. Repetir 5 veces.
Parpadeos rápidos: como aleteos de mariposa, durante 5 o 7 segundos. Al
terminar, cerrar los ojos y relajarse durante algunos segundos.
La prevención... Tu mejor postura
�41
mecanismos de termorregulación, como la sudoración y la vasodilatación
periférica (para ceder calor) o la vasoconstricción periférica (para conservar
calor).
No obstante, si la temperatura interior de vuestro cuerpo supera los 38 ºC, se
pueden producir daños a la salud y, a partir de los 40,5 ºC, la muerte. De lo
contrario, cuando la temperatura central del cuerpo desciende por debajo de
los 33 ºC se produce una fuerte hipotermia, con graves consecuencias para la
salud, a veces irreversibles. El peligro del frío depende, además de la
temperatura, de la velocidad del aire.
Por otro lado, también hay que hablar del confort térmico, que puede definirse
como la manifestación subjetiva de conformidad o satisfacción con el ambiente térmico existente en el trabajo. Este confort está directamente
relacionado con el balance térmico del cuerpo humano, que depende de la
interacción entre las condiciones ambientales del lugar o lugares de trabajo,
de la actividad física realizada y de la ropa que llevéis los trabajadores. La
sensación de disconfort térmico depende de las percepciones individuales,
pero puede repercutir en vuestra seguridad y salud, así como en la disminución
de la eficiencia y de la productividad.
Causas del riesgo
Conducción y carga y descarga
en situaciones de temperatura
cambiante, al pasar del interior del
vehículo (con una temperatura
determinada) a locales cerrados o
al aire libre; pudiendo encontraros
con situaciones bien diversas,
desde estaciones de viajeros
semiabiertas (con grandes corrien–
tes de aire) hasta almacenes de
carga y descarga (con distintas
temperaturas), carga o descarga
de mercancías a la intemperie o
en distintas empresas (donde podéis encontrar desde cámaras frigoríficas
hasta hornos de cocción, etc.), así como paradas de taxis o gasolineras al
aire libre (donde podéis estar expuestos tanto a heladas, lluvia, nieve,
viento, etc., como a olas de calor).
Falta de sistema de climatización en el vehículo o mal mantenimiento del
mismo.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�42
Uso incorrecto del sistema de climatización del vehículo (demasiado frío o
demasiado calor) que puede suponer un cambio brusco de temperatura al
salir al exterior.
Regulación de la temperatura del
vehículo a petición de los clientes.
Apertura de las puertas para permitir
la entrada y salida de pasajeros.
No utilizar la vestimenta adecuada en
función de la tarea que se realiza y
de las condiciones ambientales que
existen.
Daños que ocasiona
Por exceso de calor:
Edema: con hinchazón de manos y pies. Es más frecuente en mujeres y
desaparece con la aclimatación al ambiente caluroso.
Calambres: espasmos en brazos, piernas y en la zona abdominal.
Alteraciones cutáneas: erupción por calor o miliaria.
Agotamiento: debido a la deshidratación provocada por la pérdida de
líquido por la sudoración. Se manifiesta con sed, fatiga, ansiedad,
aumento de la temperatura corporal y taquicardia.
Síncope por calor: se caracteriza por la pérdida temporal del
conocimiento, palidez, visión borrosa, mareo y náuseas.
Golpe de calor: aumento incontrolado de la temperatura corporal,
alteración del sistema nervioso central y cese de la sudoración. Puede
provocar la muerte.
Por exceso de frío:
Entumecimiento de manos y pies.
Enfermedades del tracto respiratorio (catarros, neumonía o pulmonía).
Dolores musculoesqueléticos.
Descenso de la destreza manual.
Merma de la capacidad física y mental.
Hipotermia: se produce cuando el cuerpo pierde más calor del que
puede generar, alcanzando temperaturas anormalmente bajas.
La prevención... Tu mejor postura
�43
Medidas preventivas
Exigid vehículos con sistema de climatización y revisadlo periódicamente
para que funcione correctamente.
Procurad mantener la temperatura en el interior del vehículo entre:
23 – 26 ºC en verano.
20 – 24 ºC en invierno.
Utilizad la ropa adecuada según
la temperatura existente y, sobre
todo:
Protegeos especialmente las
manos y los pies cuando
haga frío.
Protegeos la cabeza cuando
haga mucho sol.
Si tenéis que trabajar en
algún ambiente de frío
extremo (cámaras frigoríficas,
etc.) exigid los equipos de protección individual (EPIs) adecuados
(anoraks, guantes, botas, etc.).
En ambientes calurosos bebed mucha agua para evitar la deshidratación y
evitad el consumo de alcohol y bebidas con cafeína.
En ambientes fríos aumentad el consumo de bebidas calientes, como
caldos o infusiones, que ayudan a recuperar la pérdida de energía
calorífica.
En almacenes, estaciones de viajeros o áreas de servicio, evitad situaros
junto a focos de climatización y corrientes de aire.
No os mantengáis inactivos en ambientes fríos, y buscad la sombra cuando haga calor.
3.2.3. Diseño del puesto de trabajo La cabina de un vehículo es la piedra angular del trabajo de conducción. Es
donde vais a estar sentados la mayor parte de vuestra jornada laboral, con la
atención en estado de alerta permanente. Un trabajo como este, de alta
tensión psicológica, precisa de un espacio confortable: un asiento cómodo
que evite vibraciones y malas posturas, paneles de control claros y de fácil
acceso que eviten las distracciones o pedales que no obliguen a llevar
posturas forzadas.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�44
Lo principal es que vosotros, los conductores, podáis acceder de una manera
cómoda al manejo de la mayoría de las funciones del vehículo, evitando que
os distraigáis y facilitando vuestra movilidad. Por ello, el diseño ergonómico de los vehículos, es decir, la búsqueda del diseño más adecuado para un mejor
uso humano, se ha convertido en un elemento más de la prevención de
riesgos laborales.
No obstante, los diseños más modernos se encuentran en los últimos modelos
de coches, furgonetas, camiones o autobuses, y aún son muchos los vehículos
que circulan con unos cuantos años a sus espaldas. Por ello, sois bastantes los
trabajadores del transporte por carretera que tenéis que soportar largas
jornadas laborales en habitáculos que no reúnen las condiciones idóneas y
que os pueden provocar desde un simple malestar, a enfermedades más
importantes o ser la causa de que sufráis un accidente.
Causas del riesgo
Cabinas mal diseñadas, con poco espacio para facilitar la movilidad del
trabajador. Algunos conductores de autobuses urbanos apenas tienen un
metro cuadrado para desarrollar su
trabajo y en él está situado el asiento,
el panel de mandos, el extintor, la
canceladora y la expendedora de
billetes, más los objetos personales
del propio conductor.
Cabinas de difícil acceso.
Exceptuando el transporte en taxi y
en pequeñas furgonetas, casi todos
los vehículos de transporte
profesional por carretera presentan
una altura moderada que los
conductores tienen que alcanzar para acceder a la cabina. El diseño de
este acceso (escalerillas o rampas) en algunos casos obliga a estos a
realizar importantes estiramientos de las piernas cada vez que suben o
bajan del vehículo.
Asientos poco ergonómicos, sin sujeción lumbar o lateral, sin amortiguación
de vibraciones, sin apoyabrazos o sin posibilidad de regulación en altura.
Pedales mal diseñados, que obligan a mantener una posición forzada de
las piernas mientras dura la conducción, o con una dureza y un recorrido
incómodos para el conductor.
La prevención... Tu mejor postura
�45
Volantes que no permiten su regulación en altura e inclinación, o que
tienen una columna de dirección cercana a los pedales, que interfiere con
los movimientos de las piernas.
Mala distribución de los
instrumentos del panel de
mandos, con una dimensión poco
adecuada de los botones o con
testigos, iconos y displays que, en
lugar de facilitar la lectura al
conductor, le pueden confundir o
distraer.
No disponer de un fácil acceso a
la regulación de los espejos
retrovisores, sobre todo cuando el
vehículo lo utilizan varios
trabajadores.
No contar con apartados especiales para dejar los objetos personales del
conductor: guanteras, colgadores, portabotellas, bandejas, etc., que obligan a dejarlos en el suelo o encima de los asientos, con el consiguiente
peligro de caídas o de posiciones incómodas o peligrosas para cogerlos.
Vehículos que no disponen de un adecuado aislamiento termoacústico o,
en los autobuses urbanos y taxis, de una pantalla de separación con
respecto a los viajeros.
Carga o descarga de vehículos para el transporte de mercancías con
cajas o plataformas de carga de difícil acceso, que obligan a subir o bajar
realizando grandes esfuerzos físicos.
Daños que ocasiona
Pequeños dolores musculares (lumbalgias, dolores cervicales, etc.).
Trastornos musculoesqueléticos importantes (ya vistos en el punto 3.2.1.).
Interferencias con la actividad: un espacio de trabajo mal diseñado,
además de producir una incomodidad en el trabajador, puede provocar
distracciones y falta de atención en la tarea que este debe realizar,
aumentando el riesgo de sufrir accidentes de tráfico de distinta gravedad.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�46
Más información...
Asientos de vehículos con el sello AGR.
El trabajo de la asociación alemana Aktion Gesunder Rücken (AGR), fundada en 1995,
es promover la investigación y la prevención del dolor de espalda. Para ello, colabora
estrechamente con un gran número de importantes asociaciones profesionales del
mundo de la medicina. Publica diversos folletos informativos con recomendaciones útiles
y consejos prácticos y otorga, además, el Sello de Calidad AGR para productos de uso
cotidiano adecuados para la espalda.
A la hora de prevenir dolores de espalda y aplicar tratamientos para las molestias
existentes, es especialmente importante mantener un nivel suficiente de movimiento y no
sobrecargar la espalda con posturas corporales incorrectas. Pero también el entorno en
el que se desenvuelve la persona es de gran relevancia.
El Sello de Calidad AGR constituye una distinción de calidad profesional y única para
artículos de uso diario ergonómicos y ortopédicos. Con él se distinguen exclusivamente
aquellos productos que superan los rigurosos criterios de evaluación de una comisión
independiente de expertos médicos y terapeutas.
En este sentido, los asientos Recaro C 6000 y 7000 para camiones y autobuses han
obtenido este sello de calidad, al contar con los siguientes requisitos mínimos:
Ajuste de la longitud.
Ajuste de la altura del asiento de progresión continua.
Respaldo alto (a la altura del omóplato) con apoyo para la cabeza.
Forma y estructura del respaldo adecuada para la columna vertebral.
Prolongación del asiento.
Ajuste de la inclinación del asiento.
Ajuste preciso de la inclinación del respaldo.
Guía lateral ajustable.
Apoyo lumbar individual y amplio.
Elementos de mando a mano.
También se tiene en cuenta si disponen de:
Calefacción para el asiento.
Sistema de suspensión/amortiguación.
Apoyabrazos de ambos lados inclinables y
plegables.
Cumplimiento de requisitos de seguridad adicionales.
La prevención... Tu mejor postura
�47
Medidas preventivas
La conducción, en el transporte por carretera, es una tarea que requiere una
gran concentración por parte de quienes lleváis el volante. Vosotros sois los
responsables del manejo de un vehículo y, si lleváis pasajeros, también lo sois
de sus ocupantes. Por ello, vuestra comodidad ha de ser preferente. Esta
comodidad es lo que busca el diseño ergonómico de los vehículos. En este
sentido:
Los vehículos deberían estar diseñados ergonómicamente para disponer de
suficiente espacio en la cabina y poder realizar una conducción
confortable.
Deberían disponer de asientos
ergonómicos que os permitan una correcta regulación, tanto de la altura,
como de la inclinación del respaldo o
de la distancia a los pedales. También
es importante que dispongan de
sistema de amortiguación para evitar
las vibraciones. Algunos modelos de
vehículos ya disponen de memorias
gestionadas por un módulo
electrónico, que ajusta de forma
automática el asiento a posiciones
predeterminadas y programadas para
los usuarios. Esto es muy práctico cuando varios conductores usáis el mismo
vehículo.
Los pedales deberían estar en una posición que no os obligue a llevar las
piernas forzadas; con un recorrido corto y suave, que no exija hacer esfuerzos adicionales.
El volante se debería poder regular, en altura e inclinación, para cogerlo en
una posición cómoda.
El panel de mandos debe tener un diseño que no os confunda con
información excesiva o poco clara, cuya iluminación no sea ni demasiado
tenue ni excesivamente brillante por la noche; además, los botones (sobre
todo los más importantes, como el de las luces de emergencia) deben
estar ubicados en lugares fácilmente localizables y accesibles. Los vehículos
más modernos llevan algunos mandos integrados en el propio volante para
facilitar el acceso a los mismos y favorecer el confort del conductor.
Sería bueno que pudierais regular los espejos retrovisores desde el interior
de la cabina, a través de un dispositivo manual e, incluso, mejor con un
dispositivo electrónico. Si la posición del asiento se puede memorizar
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�48
electrónicamente, hay vehículos que también incluyen la memorización de
los espejos retrovisores. En algunos autobuses, el espejo retrovisor central se
puede sustituir por videocámaras con un monitor ubicado en la zona de los
dispositivos de control, que permite al conductor controlar el espacio de los
pasajeros sin tener que efectuar el movimiento de extensión del cuello.
Elegid vehículos con un buen aislamiento termoacústico, para evitar
efectos negativos en la confortabilidad durante la conducción. El sonido
proveniente del exterior se puede introducir dentro del vehículo de muchas
maneras: por los cerramientos de puertas y ventanas, a través de chapa y
cristales, a través del suelo y huecos de las aletas. Asimismo, el habitáculo
de un vehículo es un recinto muy susceptible de sufrir las inclemencias del
tiempo. Es muy fácil que penetren en el interior la humedad y el frío, así
como el calor del exterior y del motor por calentamiento de la chapa (esta
puede llegar incluso a 80-100 ºC). Al igual que en una casa, el gasto de
calefacción y aire acondicionado puede ser reducido drásticamente con
un buen aislamiento.
En el transporte de mercancías, la caja del vehículo es un elemento más de
vuestro puesto de trabajo, sobre todo cuando también realizáis labores de carga y descarga. Estas labores dependerán:
Del tipo de mercancía que transportéis (carga paletizada, bultos, cargas
aleatorias, carga estructurada, materiales a granel, productos
combustibles, otros productos químicos, productos alimenticios,
animales, contenedores, mercancía pesada, refrigerados o maquinaria).
Del tipo de vehículo que
uséis (furgón, camión
cisterna, camión de caja
cerrada, de caja abierta,
góndola, de plataforma
multinivel, etc.).
Así, los sistemas de carga y
descarga serán muy
diferentes (con carretillas
elevadoras, puentes grúa,
equipos de bombeo, carros
transportadores, etc.). Si la
carga y descarga se debe
realizar de forma manual
debéis elegir vehículos con rampas y plataformas elevadoras, que permiten
subir y bajar de la caja con facilidad, sin que tengáis que hacer grandes
esfuerzos. Los modelos más recomendables son los que cuentan con
sistemas hidráulicos.
La prevención... Tu mejor postura
�49
Condiciones ergonómi–
cas psicosociales Los profesionales del transporte por carretera, muchas veces, además de la
tarea de conducción, como ya se ha señalado, debéis realizar otras labores
como la carga y descarga de
mercancías, la atención a los
pasajeros, el cobro de facturas,
la cumplimentación de la
documentación correspondiente
o el mantenimiento preventivo
básico y reparación de averías
simples de vuestro vehículo.
Por otra parte, es muy usual que,
además, seáis profesionales
autónomos con el deber, no solo
de conducir, sino de gestionar
vuestra actividad comercial,
estableciendo una cartera de
clientes y llevando a cabo los
requisitos administrativos.
La realización de estas tareas, junto al actual entorno de competitividad y crisis
económica en el que se desenvuelve vuestro sector, hace que os veáis
expuestos con frecuencia a una serie de riesgos psicosociales. Estos riesgos
están relacionados con la organización y el contenido del trabajo, así como
con la propia realización de la tarea, y pueden llegar a afectar tanto al
desarrollo de vuestro trabajo como a vuestra salud (física y psíquica):
Los principales riesgos psicosociales a los que estáis expuestos son:
Carga mental.
Insatisfacción laboral.
Otros riesgos relacionados con la organización del trabajo:
Alteraciones del sueño.
Modificación de los hábitos alimentarios.
3.3.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�50
Una mala organización del trabajo es el mayor factor causal de siniestralidad
laboral (causa indirecta); mientras que, el bienestar en el trabajo, del que se
encarga la ergonomía, es el mayor contribuyente a la satisfacción laboral y,
por consiguiente, un factor moderador de la siniestralidad.
3.3.1. Carga mental
La acción de conducir os afecta a los trabajadores del transporte por
carretera, tanto física como psicológicamente. Se trata de una actividad
exigente y compleja, que depende de múltiples factores cambiantes (estado
de la carretera, del tráfico, de las condiciones meteorológicas, de la carga o
los pasajeros que llevéis, del estado del vehículo e, incluso, de vuestro propio
estado), y que en numerosas ocasiones tenéis que realizar atendiendo a
rígidos horarios de salida y llegada, de carga y descarga o a los periodos
obligatorios de conducción y
descanso controlados por el
tacógrafo.
Además, aparte de la propia
conducción, podéis realizar otras
tareas, como la carga y descarga, el
mantenimiento del vehículo, el cobro
de billetes a los pasajeros, el cobro de
facturas a los clientes o el trato con
estos. Todas estas responsabilidades,
sin una buena organización del
trabajo pueden desembocar en
carga mental, con importantes
consecuencias para vuestra salud.
La carga mental es la cantidad de esfuerzo mental deliberado que debéis realizar para conseguir un resultado concreto y está ligada a la necesidad de
procesamiento de información y de toma de decisiones para la ejecución de
una tarea. El ritmo al que os veis sometidos los trabajadores actúa como factor
de presión sobre el proceso cognitivo y de toma de decisiones.
Causas del riesgo
La concentración sostenida por largos periodos de tiempo en la
conducción, bien en zonas urbanas con tráfico más congestionado,
atascos, maniobras peligrosas de otros conductores, vehículos mal
aparcados, zonas con obras, etc.; bien en carreteras, autopistas o autovías,
La prevención... Tu mejor postura
�51
donde el tráfico va más rápido, pero la conducción se hace más
monótona y también exige un esfuerzo mental.
El tener que cumplir estrictos horarios de salida y llegada en el transporte de viajeros, y de carga y descarga en el transporte de mercancías.
El deber de cumplir los periodos de
conducción y descanso obligatorios
para todos los vehículos de mercancías
de más de 3,5 toneladas de MMA y
para los vehículos de viajeros de más
de 9 plazas, incluido el conductor
(excepto los destinados a servicios
regulares en trayectos de menos de
50 km), que establece el Reglamento
(CE) 561/2006, modificado por el
Reglamento (CE) 1073/2009 para el
caso específico de autobuses y
autocares de transporte internacional.
El trato con los clientes: el cobro de billetes o de facturas, las prisas de estos por llegar o por recibir sus mercancías, el tener que ofrecerles información o
atender sus quejas.
El exceso de trabajo o trabajar en diferentes turnos o por la noche.
Para los autónomos, la presión que supone intentar rentabilizar al máximo el
trabajo.
Para la mayoría de los trabajadores del transporte de mercancías, la
incomunicación que supone conducir en solitario.
Daños que ocasiona
La carga mental ocasiona una fatiga en el trabajador, que puede generar
efectos más o menos graves sobre su salud.
Efectos fisiológicos:
Aumento del ritmo cardíaco.
Aceleración del ritmo respiratorio.
Dolor de cabeza.
Mareos.
Efectos psicológicos: interferencia con el sueño, alteraciones en el comportamiento (irritabilidad, agresividad...), estrés, depresión o ansiedad.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�52
Interferencias con la actividad: disminución de la atención y de la actividad
normal.
Más información...
¿Qué es el estrés?
El estrés es una reacción fisiológica del organismo, que pone en marcha diversos
mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante
o de demanda incrementada. Cuando esta respuesta natural se da en exceso, se
produce una sobrecarga de tensión que repercute en el organismo humano y provoca
la aparición de enfermedades y anomalías patológicas.
El estrés es una reacción normal frente a diversas situaciones de la vida, pero cuando se
presenta en forma excesiva o crónica constituye una enfermedad que puede alterar la
vida de las personas. El efecto que tiene en el organismo es amplio:
Predominio del sistema nervioso simpático (vasoconstricción periférica, midriasis o
dilatación de la pupila, taquicardia, respiración rápida y superficial, ralentización
de la motilidad intestinal, etc.).
Liberación de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), de cortisol y
encefalina.
Aumento en sangre de la cantidad circulante de glucosa, factores de
coagulación, aminoácidos libres y factores inmunitarios.
Todos estos mecanismos los desarrolla
el cuerpo para aumentar las
probabilidades de supervivencia
frente a una amenaza a corto plazo,
no para que se los mantenga
indefinidamente. A medio plazo, este
estado de alerta sostenido desgasta
las reservas del organismo y puede
producir diversas patologías (trombo–
sis, ansiedad, depresión, inmunodefi–
ciencia, dolores musculares, insomnio,
trastornos de atención, diabetes,
etc.).
El estrés provoca inmunodepresión. La liberación de hormonas de estrés inhibe la
maduración de los linfocitos encargados de la inmunidad específica. Las
consecuencias, por tanto, terminan siendo fisiológicas, psicológicas y conductuales.
La prevención... Tu mejor postura
�53
Medidas preventivas
Todos los trabajadores del transporte por carretera, estéis obligados o no a
cumplir la reglamentación sobre tiempos de conducción y descanso,
deberíais hacer paradas regulares para descansar adecuadamente tras un periodo de conducción (aprovechando para estirar las piernas y tomar
agua o un refresco). No debéis conducir más de tres horas seguidas.
Es conveniente que planifiquéis
adecuadamente las rutas y los
horarios que debéis cumplir,
teniendo en cuenta las
características del tráfico, las horas
punta, las circunstancias
meteorológicas, etc., para poder
realizar vuestro trabajo en las
condiciones más adecuadas y
seguras.
Mantened los factores ambientales
del vehículo (ruido, temperatura,
iluminación, etc.) dentro de unos
niveles adecuados de confort.
Para evitar la monotonía, escuchad en la radio emisoras que se sintonicen
automáticamente, con música o programas variados.
Si debéis realizar tareas de carga y descarga, tomaos los descansos
oportunos para evitar sobreesfuerzos.
Si trabajáis a turnos o por la noche, intentad seguir unas pautas constantes
para conciliar el sueño y que este sea lo más reparador posible.
Solicitad formación específica sobre atención al cliente y resolución de conflictos.
Aprended a utilizar técnicas de relajación y habilidades sociales que os
ayuden a afrontar las situaciones de tensión que os encontráis en el trabajo
a diario.
Intentad realizar actividades fuera del trabajo, de ocio o deporte, que os
permitan aliviar las tensiones del mismo.
Intentad mantener un buen estado físico (evitad las comidas copiosas, pesadas o grasas). No fuméis ni toméis alcohol o drogas.
Si consideráis que la carga mental puede derivar en patologías más graves,
solicitad asistencia profesional.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�54
Más información...
La respiración y la relajación.
La respiración no es solo el proceso por el que se capta oxígeno y se expulsa dióxido de
carbono. La respiración es la base de la vida, ya que determina la oxigenación de los
órganos principales e influye en el cerebro y sistema nervioso, de forma que podéis
mejorar vuestro estado físico y mental a través de ella.
Existe una estrecha relación entre respiración y relajación. Si os relajáis, la respiración se
hace más tranquila y, viceversa, cuando respiráis más pausadamente, adquirís un
estado de relajación.
Existen algunos tipos de respiración que podéis poner en práctica para conseguir
disminuir la tensión que os provoca el trabajo, como la respiración diafragmática lenta.
Es una técnica de control de la ansiedad, que se practica de diferentes formas, pero
que se basa en tomar poco aire, lentamente y llevarlo a la parte de debajo de los
pulmones.
Pautas para aprender a practicar la respiración diafragmática lenta:
Se pone una mano en el pecho y
otra sobre el estómago, para
asegurarse de que el aire llega a la
parte inferior de los pulmones, sin
mover el pecho.
Se toma el aire lentamente,
hinchando un poco el estómago y la
barriga, sin mover el pecho
(contando mentalmente de 1 a 5).
Esto hace que el diafragma se
desplace hacia abajo y que el aire
llegue a la base de los pulmones. Se
retiene un momento el aire en esa
posición (contando mentalmente de
1 a 3).
Se suelta el aire lentamente, hundiendo un poco el estómago y la barriga, sin
mover el pecho (contando mentalmente de 1 a 5).
Hay que procurar mantenerse relajado e incrementar la relajación un poco más
al soltar el aire.
Es mejor tomar el aire por la nariz, pero si no se puede, se hará por la boca sin
abrirla demasiado.
No se debe utilizar esta técnica para controlar la ansiedad hasta tener destreza.
La prevención... Tu mejor postura
�55
3.3.2. Insatisfacción laboral
La insatisfacción laboral está relacionada con el grado de malestar que
experimentáis los trabajadores respecto a vuestra actividad profesional,
cuando no cumple vuestras expectativas, vuestros deseos de prosperar o
vuestras aspiraciones económicas, cuando os encontráis ante un horario
incompatible con la vida familiar, unas
condiciones desfavorables o un trato
hostil por parte de compañeros, jefes o
de la competencia.
La insatisfacción laboral puede repercutir
en la productividad, pero también en
vuestra salud, ya que puede ser el origen
de graves patologías, como estrés,
ansiedad o depresión.
Por lo tanto, es importante que os sintáis
motivados y satisfechos con vuestra labor,
porque ello redundará en beneficio de la
propia organización.
Causas del riesgo
La insatisfacción laboral puede tener su origen en distintas causas relacionadas
con los siguientes factores de riesgo:
Realización de la tarea: la realización de tareas monótonas y repetitivas,
(como conducir, realizar siempre las mismas rutas, etc.) constituye una de
las primeras causas de falta de atención e insatisfacción. Actúa de forma
acumulativa hasta llevar al trabajador al hartazgo y a la falta de
rendimiento.
Organización del trabajo: el cambio constante de horarios de trabajo o
tener que trabajar siempre en horarios nocturnos, la presión de cumplir con
estrictos horarios de llegada y salida, de carga y descarga o con los
periodos de conducción controlados por el tacógrafo o la falta de
autonomía para decidir el ritmo de trabajo y cuándo realizar descansos.
Ausencia de participación: en decisiones que afectan al trabajador
directamente, como el diseño de las rutas y los horarios (impuestos por jefes
o clientes), o la imposibilidad de adaptar la vida laboral a las necesidades
familiares.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
�56
Falta de responsabilidades: tener que realizar tareas por debajo de las
posibilidades, sin oportunidades de aprender algo nuevo e imposibilidad de
promoción laboral.
Ausencia de reconocimiento del
trabajo realizado: por parte de
compañeros y, sobre todo, de
jefes. En el caso de los
autónomos, por parte de la
familia.
Falta de comunicación: se
convierte en insatisfacción
cuando afecta a la transmisión
de problemas y soluciones (tanto
entre trabajador y jefe, ya que
desconecta al primero de la
empresa haciendo que su nivel
de compromiso esté bajo mínimos, como entre el autónomo y su familia o
amigos, lo que hace que se sienta solo ante los problemas).
Falta de compensaciones: retribución económica o beneficios que no se
ajustan a las expectativas o al trabajo realizado (agravándose cuando
además existen diferencias no justificadas entre trabajadores de un mismo
nivel o con respecto a empresas de la competencia), contratos laborales
inestables, etc.
Daños que ocasiona
Como ya se ha señalado, la insatisfacción laboral puede afectar al
rendimiento de los trabajadores y a la
productividad de la empresa. Además,
dicha insatisfacción puede provocar:
Desmotivación o falta de interés por
el trabajo, que puede llegar a
producir en el trabajador tal apatía,
que incumpla con sus funciones de
forma habitual.
Sea por el motivo que sea, puede
llegar a producir estrés, ansiedad y,
en caso extremo, el trabajador
puede llegar a desarrollar una
depresión.
La prevención... Tu mejor postura
�57
Más información...
Ansiedad y depresión.
Para preservar su integridad física ante amenazas, el ser humano tiene que poner en
marcha respuestas eficaces y adaptativas. La ansiedad tiene una función muy
importante relacionada con la supervivencia, junto con el miedo, la ira, la tristeza o la
felicidad.
La ansiedad se considera una señal positiva, de salud, que ayuda en la vida cotidiana,
siempre que sea una reacción frente a determinadas situaciones que tenga una cadena
de sucesos de forma correlativa: alerta amarilla (sensación de hambre), alerta roja
(necesidad de conseguir algún alimento) y consecución del objetivo. Si la cadena se
rompe en algún momento y esas situaciones se presentan con asiduidad, entonces el
organismo corre el riesgo de desarrollar una patología conformando, en algunos casos,
cuadros sintomáticos que constituyen los denominados trastornos de ansiedad.
Entre los trastornos de ansiedad se encuentran las fobias, el trastorno obsesivo-
compulsivo, el trastorno de pánico, la agorafobia, el trastorno por estrés postraumático,
el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad o fobia social, etc.
Los síntomas de ansiedad son muy diversos: hiperactividad vegetativa, que se manifiesta
con taquicardia, taquipnea (respiración rápida y superficial), midriasis (dilatación de la
pupila), sensación de ahogo, temblores en las extremidades, sensación de pérdida de
control o del conocimiento, transpiración, náuseas, rigidez muscular, debilidad muscular,
insomnio, inquietud motora, dificultades para la comunicación, pensamientos negativos
y obsesivos, etc.
La depresión es un trastorno del estado de
ánimo, transitorio o permanente,
caracterizado por sentimientos de
abatimiento, infelicidad y culpabilidad,
además de provocar una incapacidad total
o parcial para disfrutar de las cosas y de los
acontecimientos de la vida cotidiana. Los
desórdenes depresivos pueden deberse a
trastornos de ansiedad.
Se manifiesta a través de síntomas psíquicos
(pudiendo aparecer desinterés, tristeza,
desmoralización, disminución de la
autoestima...) y somáticos (en forma de
pérdida del apetito; disminución del peso corporal; astenia o sensación generalizada de
cansancio, fatiga, debilidad física y psíquica; alteraciones del sueño con periodos de
insomnio y de somnolencia, etc.).
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
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Medidas preventivas
Es muy importante que los trabajadores os sintáis motivados y satisfechos con
vuestra labor, para que mejore vuestro rendimiento y, por lo tanto, la
productividad en general. En este caso, podéis adoptar las siguientes medidas
preventivas:
Solicitad o confeccionad (si sois autónomos) puestos con labores variadas
(intentad algunos retos que os saquen de la monotonía).
Solicitad o planificad jornadas laborales adecuadas, estructuradas y que
permitan la conciliación con la vida familiar en lo posible.
Realizad la formación necesaria, teniendo en cuenta vuestras necesidades,
y solicitad que se tenga en cuenta para promocionar laboralmente.
Intentad mejorar los canales de comunicación entre los
trabajadores y la empresa o entre
los autónomos y otros
compañeros, la familia o los
amigos.
Solicitad el apoyo de la empresa,
familiares o amigos cuando os enfrentéis a problemas serios,
como denuncias por parte de
clientes o viajeros, si sufrís un
accidente de tráfico, etc.
Solicitad escalas salariales
claramente delimitadas y
objetivas, o la vinculación del sueldo a objetivos empresariales mediante
variables (esta medida mejorará vuestra sensación de autonomía y
responsabilidad). Si sois autónomos, calculad bien los gastos mensuales,
fijaos unos ingresos mínimos para obtener beneficios y bajad el ritmo de
trabajo cuando los hayáis alcanzado.
Los trabajadores debéis adoptar una actitud receptiva y participativa hacia las
medidas que tome el empresario, para mejorar vuestra satisfacción laboral.
Si sois trabajadores autónomos, está en vuestras manos organizar de tal forma
vuestra empresa que os permita alcanzar un equilibrio entre las labores y
horarios que os exige cada día el trabajo, para que sea rentable, y vuestra
vida personal y familiar. Aunque, en la situación de crisis económica que se
vive desde hace unos años esto cada vez es más difícil, siempre es posible
intentar ver los problemas como un reto más que como un escollo.
La prevención... Tu mejor postura
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3.3.3. Otros riesgos relacionados con la organización del trabajo
Los horarios de trabajo (trabajar a turnos rotativos, por la noche, de
madrugada o sin un horario concreto) afectan directamente al tipo de vida
que lleváis los trabajadores. En ocasiones vuestros horarios difieren respecto de
gran parte de la población activa, por lo que se ve afectada tanto vuestra
vida personal como social. Los trabajos con horarios especiales conllevan unos
determinados riesgos para la salud, potenciados por la perturbación de las
funciones psicofísicas debidas a la alteración del
ritmo circadiano (día–noche, vigilia–sueño),
cuyas principales causas son las alteraciones del
sueño y las modificaciones de los hábitos
alimentarios.
Algunos parámetros biológicos, como la
secreción endocrina, la tensión arterial, las
secreciones digestivas y urinarias, la frecuencia
cardiaca, etc., funcionan más lentamente
durante la noche, especialmente a partir de las
23 horas. En este tiempo de disposición mínima
para el trabajo, los trabajadores os veis forzados
a realizar un esfuerzo en horas que deberían ser
de descanso.
Si al factor de los horarios laborales se le añaden otros, como la carga física o
la carga mental que puede suponer la realización de las tareas, las
consecuencias para vuestra salud y bienestar pueden ser bastante graves.
3.3.3.1. Alteraciones del sueño La privación de sueño representa un problema especial para los trabajadores
que no podéis dormir lo suficiente debido a vuestro horario de trabajo (horarios
de mañana, de noche, periodos de descanso reducidos entre jornadas de
trabajo, reparto inadecuado de los días libres). Durante los periodos de falta de
sueño, los trabajadores os sentís más cansados y vuestro rendimiento se ve
afectado: se reduce la capacidad para mantenerse alerta, aumenta la
probabilidad de quedarse dormido, se reduce el bienestar y se merma la
seguridad. Cuando dichos periodos se repiten, vuestra salud puede verse afectada.
La alternancia luz–oscuridad en las 24 horas del día determina la ritmicidad de
día–noche y de vigilia–sueño e influye en todas las funciones del cerebro y del
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
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organismo en general. Durante una noche de privación de sueño y después
de esta, los ritmos fisiológicos circadianos del cuerpo humano parecen quedar
interrumpidos.
Aunque sea posible dormir por la noche, una reducción en el sueño nocturno
de dos horas cada día es suficiente para provocar una falta de sueño en la
mayoría de las personas. Si, además no podéis dormir por la noche y tenéis
que hacerlo por el día, el sueño diurno casi
siempre es insuficiente para recuperar el
déficit contraído con el trabajo nocturno.
Durante el sueño diurno, os despertáis con
más frecuencia y este es menos profundo.
Un efecto particular de la privación de sueño
es la aparición de “lapsus” o periodos breves
de baja capacidad para mantener la alerta,
o de sueño ligero. Una tarea prolongada
(media hora o más) especialmente cuando
es repetitiva o monótona (como la
conducción), puede llevar más fácilmente a
estos lapsus.
Dormir es fundamental para el organismo,
con una finalidad restauradora: es esencial para la conservación de la energía
y la termorregulación, y en general para que podáis ser capaces de tener un
grado satisfactorio de vigilancia y atención durante el día.
Causas del riesgo
El sueño y el descanso pueden verse alterados por múltiples factores, tanto
personales (relacionados con las condiciones físicas de cada persona o sus
hábitos alimenticios o sociales, etc.), como ambientales (relacionados con la
temperatura o el ruido del espacio donde se descansa) o laborales
(relacionados con la organización del trabajo o la propia realización de las
tareas). Dentro de estos últimos, se pueden destacar los siguientes:
Relacionados con la organización del trabajo:
Trabajar a turnos rotativos o sin horarios estables (principalmente los
autónomos, que deben adaptarse a los intereses de los clientes), lo que
provoca cambios constantes de horarios a la hora de irse a dormir y de
levantarse.
Trabajar en horario nocturno, teniendo que dormir de día, cuando el
sueño es menos profundo y no permite una recuperación total.
La prevención... Tu mejor postura
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Trabajar en horario de mañana (de 6 – 7 de la mañana a 2 – 3 de la
tarde), lo que implica acostarse muy pronto o perder horas de sueño.
Periodos de descanso reducidos entre jornadas de trabajo.
Reparto inadecuado de los días libres.
Falta de autonomía para decidir el ritmo de trabajo y cuándo realizar
descansos.
Tener que dormir fuera de casa,
en el propio vehículo o en
pensiones u hoteles.
La presión de cumplir con
estrictos horarios de llegada y
salida o de carga y descarga,
supone un estado de alerta en
el trabajador que a veces le
impide conciliar el sueño
cuando se acuesta, o que este
sea lo suficientemente
reparador.
Relacionados con la realización de la tarea:
La realización de tareas monótonas y repetitivas (como conducir o
realizar siempre la misma ruta), más aún si se hace en horario nocturno,
contribuye a aumentar la somnolencia, sobre todo cuando el trabajador
no ha dormido o descansado lo suficiente.
Los conflictos que pueden surgir del trato con clientes o pasajeros, o con
otros conductores, las situaciones tensas que puede provocar el estado
del tráfico, etc., son factores que influyen en la cantidad y calidad del
sueño al final de la jornada.
Daños que ocasiona
Las alteraciones de los ritmos de sueño y la falta de este pueden provocar
distintos daños.
Efectos fisiológicos:
Somnolencia: que puede ser:
Leve: produce trastornos menores en funciones sociales y laborales.
Moderada: está asociada a episodios de adormecimiento durante
actividades que requieren cierto grado de atención, como conducir.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
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Severa: provocada por privación de sueño, entre otras causas, por
exigencias laborales, que puede llegar a producir alteraciones en el
conocimiento, depresión e irritabilidad.
Insomnio: puede tomar varias formas:
Insomnio inicial: dificultad para
conciliar el sueño al acostarse (el
más común de los tres).
Insomnio intermedio: despertarse
frecuentemente durante la noche.
Insomnio terminal: despertarse muy
temprano por la mañana, antes de
lo planeado.
Disminución de la capacidad del
sistema inmunológico.
Efectos psicológicos: alteraciones en el
comportamiento (irritabilidad), cansancio constante, dificultades de
concentración y memorización, depresión.
Interferencias con la actividad: disminución del rendimiento intelectual o físico y aumento del riesgo de sufrir o provocar un accidente.
Más información...
La falta de sueño y la conducción.
La falta de sueño altera las funciones de los sentidos fundamentales en la conducción,
disminuyendo vuestra capacidad de recepción, que necesita estímulos más intensos.
Repercute especialmente en la vista: reduce la agudeza visual y produce visión borrosa,
altera la percepción de las señales, luces, sonidos, etc., con lo que afecta a vuestra
capacidad para estimar distancias y velocidad, por ejemplo al adelantar.
Los conductores que habéis dormido poco, tendéis a hacer movimientos más
automáticos y veis disminuida notablemente vuestra reactividad así como la velocidad y
exactitud de las maniobras.
Efectos de la falta de sueño en la conducción:
Circular por el centro de la calzada.
No reconocer los colores de los coches.
Movimientos constantes de volante.
Ir demasiado rápido o lento.
Pestañeo lento y constante.
La prevención... Tu mejor postura
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Medidas preventivas
Para evitar la pérdida de sueño:
Debéis descansar y dormir las horas necesarias.
No os llevéis las preocupaciones a la cama. Intentad realizar otras
actividades antes de ir a dormir
que distraigan vuestra atención.
Si sois autónomos, procurad
establecer un tiempo de trabajo y
de descanso constante y
mantenedlo, en la medida de lo
posible, a lo largo de las jornadas.
Si trabajáis a turnos:
Solicitad una mayor flexibilidad
y un mejor diseño de los
sistemas de turnos, teniendo en cuenta las características físicas
(edad, capacidad física, etc.) y los hábitos de los trabajadores.
Exigid que los turnos de tarde y de noche nunca sean más largos que
los de mañana, y que los intervalos entre un turno y otro sean lo suficientemente largos para permitir dormir lo necesario.
Recordad que los turnos de trabajo deben respetar al máximo el ciclo
del sueño. Para ello, los cambios de turno deben situarse entre las 6 y
las 7 de la mañana, las 2 y las 3 de la tarde, y las 10 y las 11 de la
noche.
No deberíais trabajar con este tipo de horarios si tenéis menos de 25
años o más de 50.
Si trabajáis por la noche:
En general, el horario nocturno, que os priva del sueño en las horas
habituales, debería ser lo más reducido posible. No debéis trabajar por
la noche más de dos semanas seguidas.
La carga de trabajo por la noche debería ser menor que durante el
día, porque se necesita un mayor esfuerzo para conseguir los mismos
resultados.
Para mejorar la conducción con sueño:
Si habéis dormido poco y mal, cuando estéis conduciendo, mantened
una temperatura adecuada en el interior del vehículo, recordad que
una temperatura elevada aumenta la somnolencia.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
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Parad de vez en cuando o aprovechad las paradas obligatorias para
estirar las piernas y refrescaros los brazos y la cara con agua.
Bebed agua frecuentemente para evitar la fatiga muscular y la somnolencia que produce la deshidratación.
Evitad las comidas copiosas, pesadas o grasas. No toméis alcohol y
tened cuidado con el efecto rebote que puede tener el café si ya tenéis
mucho sueño. Además, debéis tener en cuenta si tomáis algún tipo de
medicamento que pueda producir somnolencia.
Más información...
Cómo mejorar la cantidad y calidad de sueño.
Como se ha señalado anteriormente, el sueño y el descanso pueden verse alterados por
distintos factores, además de los de origen laboral, como los personales (relacionados
con las condiciones físicas de cada persona o sus hábitos, tanto alimenticios como
sociales, etc.) o los ambientales (relacionados con las condiciones del espacio donde se
descansa). Por ello, es importante que sigáis una serie de recomendaciones que os
pueden ayudar a conseguir un sueño totalmente reparador.
Personales:
Es conveniente cenar ligero y hacerlo dos o tres horas antes de acostarse. Irse
a la cama con hambre o habiendo comido demasiado, puede fragmentar el
sueño.
Es aconsejable que tras trabajar de noche, de camino a casa, se minimice la
exposición a la luz mediante unas gafas oscuras, para evitar que el sol de la
mañana active el reloj biológico interno.
Si se quiere recuperar sueño perdido, será suficiente con acostarse 1 o 2 horas
antes. Si se duerme una siesta, esta no debe durar más de 20–30 minutos, para
que no interfiera con el sueño nocturno.
Hay que evitar dormir demasiado durante los fines de semana y las
vacaciones. Es bueno seguir unas pautas diarias constantes en relación a la
hora de acostarse y de levantarse.
Es recomendable hacer algo de ejercicio a diario.
Ambientales:
A la hora de dormir, debe hacerse solo en la habitación destinada a ello.
Mantenerla tranquila, confortable, bien ventilada y con una temperatura
adecuada.
Cuando el ciclo vigilia–sueño presenta alguna alteración, no es aconsejable
comer, leer o ver la televisión en el dormitorio.
La prevención... Tu mejor postura
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3.3.3.2. Modificación de los hábitos alimentarios La desincronización biorrítmica y sociorrítmica que se produce cuando se
realizan trabajos a turnos rotativos, con horario nocturno o sin un horario
constante afectan principalmente al aparato digestivo y al sistema nervioso.
Además, este último puede potenciar los efectos negativos que sufre el
aparato digestivo.
Desde un punto de vista nutricional, con este tipo de horarios, los alimentos
están mal repartidos a lo largo de la jornada, suelen ser de alto contenido
calórico y es normal saltarse alguna comida. Además, en el trabajo nocturno
se suele dar un aumento del consumo de café, tabaco y excitantes para
combatir el sueño.
Los transportistas debéis aprender a conjugar vuestro
consumo alimentario con vuestra vida profesional, ya
que las actividades físicas o intelectuales que
requieran las tareas que realizáis, repercutirán en
vuestros requerimientos energéticos y nutritivos.
La alimentación es uno de los factores que afectan a
vuestra salud, por lo que es muy importante
adaptarla a la actividad laboral para mejorar el
rendimiento y reducir la fatiga.
No solo los esfuerzos físicos y mentales o la falta de
sueño influyen sobre vuestro bienestar; una buena
alimentación es fundamental para que vuestro
cuerpo funcione correctamente cada día. Una
alimentación repetitiva o en la que falte algún nutriente indispensable puede
provocar diferentes alteraciones tanto físicas (cansancio excesivo, falta de
reflejos, etc.) como psíquicas (falta de interés por las cosas, irritabilidad, etc.).
Por su parte, las dietas hipercalóricas conducen a sobrepeso y obesidad, lo
que representa un sobreesfuerzo físico para vosotros, que agrava o aumenta el
riesgo de lesiones en el aparato locomotor (músculos o articulaciones) o el
desarrollo de otros trastornos (alteraciones de los niveles de azúcar y grasas en
sangre, hipertensión, etc.).
Según el tipo de trabajo que se realice, será conveniente un tipo de
alimentación u otro para que mejore el rendimiento y el bienestar. Así:
Los trabajos sedentarios necesitan dietas adaptadas a las condiciones de
la persona y de su entorno, pero no un incremento extra de calorías,
debido al bajo gasto calórico que conllevan estos empleos.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
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Los trabajos de gran estrés físico necesitan dietas con un aporte de calorías
suficiente como para compensar el gasto de energía que conlleva la
actividad.
Los trabajos de gran estrés psíquico no necesitan un gran aporte calórico,
lo que importa es que la dieta contenga cantidad suficiente de todos los
nutrientes que se relacionan con un buen funcionamiento del sistema
nervioso.
Los trabajos que exigen comer fuera de casa requieren de las personas
unos conocimientos básicos de alimentación para elegir el menú más
adecuado y saludable en cada caso.
Los trabajos con horarios especiales requieren, además, una alimentación que se adapte a los horarios laborales.
En el caso del transporte por carretera, podríamos decir que se trata de un
trabajo sedentario, pero que a veces puede exigir esfuerzo físico (carga y
descarga de mercancías, maletas, bultos, etc.), siempre requiere un gran
esfuerzo mental y una gran concentración, en ocasiones puede implicar tener
que comer fuera de casa y en muchos casos se realiza con horarios especiales
(por la noche, de madrugada, a turnos rotativos o sin horarios). Por todo ello, si
no se siguen unos hábitos alimentarios correctos, los trabajadores podríais ver
mermada vuestra salud.
Causas del riesgo
Los hábitos alimentarios pueden verse
alterados por muy distintos factores, que
pueden ser personales o sociales, pero
también laborales. La organización del
trabajo (horarios, descansos, ritmo de las
actividades, etc.), así como las
características propias de las tareas que se
tengan que realizar pueden influir
directamente en la alimentación. Algunos
factores de riesgo son:
Relacionados con la organización del
trabajo:
Trabajo a turnos rotativos o sin horarios estables: no tener un horario fijo
de comidas somete al metabolismo a unos desajustes, que conllevan un
deficiente funcionamiento del mismo.
Trabajo con horario nocturno: la alteración de los ritmos biológicos
normales incide directamente en el sistema digestivo.
La prevención... Tu mejor postura
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Falta de autonomía para decidir el ritmo de trabajo y cuándo realizar
descansos (por exigencias de la empresa o de los clientes) para hacer
una comida fuerte o tomar un tentempié.
La presión de cumplir con estrictos horarios de llegada y salida o de
carga y descarga, puede hacer que:
Se viaje durante largos periodos con el estómago vacío, lo que
disminuye la concentración y el rendimiento.
Se viaje nada más comer, lo que implica que se acumule gran
cantidad de sangre en el aparato digestivo y, por consiguiente,
disminuya el aporte sanguíneo a otros órganos, lo que provoca mayor
fatiga y somnolencia.
Tener que comer fuera de casa: en la empresa, en áreas de servicio,
restaurantes, etc., donde las comidas suelen ser más pesadas o a base
de platos precocinados, bocadillos, sándwiches o bollería.
Relacionados con la realización de la tarea:
La propia conducción es una tarea altamente sedentaria, una
característica que puede llevar a la obesidad si no se siguen unas
pautas alimenticias saludables.
Los conflictos que pueden surgir del trato con clientes o pasajeros, o con
otros conductores, las situaciones tensas que puede provocar el estado
del tráfico, etc., son factores que influyen en el sistema nervioso y este,
como se ha señalado anteriormente, en el aparato digestivo.
Daños que ocasiona
Efectos fisiológicos:
Dispepsia (digestión dificultosa de alimentos).
Gastritis.
Colitis.
Estreñimiento.
Pirosis (ardor de estómago).
Flatulencia.
Úlcera de estómago.
Hemorroides
Aumento de peso/obesidad por ingesta excesiva de lípidos y falta de
glúcidos e hidratos de carbono.
Conoce tus riesgos ergonómicos y cómo prevenirlos
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Efectos psicológicos: alteraciones en el comportamiento (irritabilidad),
cansancio, dificultad de concentración e insomnio.
Interferencias con la actividad: disminución del rendimiento intelectual o físico.
Medidas preventivas
Es muy importante que mantengáis un orden en las comidas y respetéis los
horarios de las mismas, sentaos a comer relajadamente, masticad
correctamente y cuidad los tiempos, para seguir unos hábitos alimenticios
correctos.
Debéis realizar entre 4 y 5 comidas al día, distribuidas en: desayuno,
almuerzo, comida, merienda y cena. Si respetáis todas las comidas, nunca
tendréis demasiada hambre. Acudir con hambre a una comida es lo peor
que podéis hacer, pues os llevará a consumir más alimentos y de manera
más rápida.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para conseguir una dieta
equilibrada se debería comer diariamente dos raciones del grupo de la
carne (carne, pescado, huevos, leguminosas, frutos secos...), dos raciones
del grupo de la leche y derivados (leche, yogur, queso...), cuatro del grupo
de las hortalizas y frutas, y cuatro del grupo del pan y los cereales. Todo ello
debéis repartirlo a lo largo del día.
Después de hacer una comida
completa es recomendable que
descanséis unos minutos.
Si trabajáis a turnos:
Consultad los horarios con
anticipación, para poder
planificar las comidas y
compartirlas con la familia.
El trabajo a turnos y nocturno
debe contar con una pausa lo
suficientemente larga que
permita tomar una comida principal durante la jornada.
Si la empresa tiene restaurante o comedor, la comida que se sirve debería
estar controlada por alguien especializado en nutrición.
En general, es necesario que aligeréis el tipo de comida que tomáis,
disminuyendo la cantidad de grasas y reemplazando los embutidos y
fiambres por yogures, queso fresco o frutas.
La prevención... Tu mejor postura
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Cuando tengáis tiempo, realizad algo de ejercicio (pasear, andar en bici,
etc.).
Más información...
Consejos para llevar una dieta saludable si vuestro trabajo habitualmente es:
En horario de mañana: normalmente se desayuna muy pronto, por lo que es
aconsejable que toméis un desayuno fuerte a base de cereales o derivados (pan,
galletas, biscotes...), lácteos y fruta entera o en zumo. No obstante, si no tenéis
apetito a esas horas, se puede compensar si a las pocas horas tomáis un almuerzo
consistente (si se toma un bocadillo, mejor que sea de jamón serrano, jamón
cocido o pechuga de pavo). La comida se realiza al finalizar el trabajo y, como
hay que intentar acostarse pronto, se suele omitir la merienda, lo que lleva a
realizar cenas fuertes. Esto debéis evitarlo, porque las cenas copiosas dificultan el
sueño.
En horario de tarde: no soléis madrugar,
por lo que el desayuno se atrasa, la
comida se debe adelantar y por lo tanto
se suele omitir el almuerzo. Para aguantar
hasta la hora de la merienda, la comida
ha de ser rica en hidratos de carbono
complejos, que aportan bastante
energía (verdura con patata, pasta, arroz
o legumbres y carne o pescado, para
terminar con una fruta o yogur). Como la
cena también es más tarde de lo normal
conviene que sea ligera para poder
descansar mejor.
En horario de noche: los horarios se alteran más. La jornada suele empezar en
torno a las diez, lo que implica que debéis cenar pronto y una cena que aporte
energía de forma lenta y constante para aguantar la jornada laboral (pasta,
verdura con patatas o arroz, y carne o pescado). Si se va a conducir, no
conviene hacer una cena muy copiosa. Es conveniente que hagáis un descanso
para tomar un tentempié, y que no os saltéis el desayuno antes de acostaros (un
vaso de leche templada o un yogur). Comer algo hace que la sensación de
hambre desaparezca y no impide descansar adecuadamente.
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