La voz del silencio

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Afuera nada. I. Adentro nada. Un silencio espectral se pasea por la casa.

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La voz

del silencio.

Betania

I Afuera nada. Adentro nada. Un silencio espectral se pasea por la casa.

II Me descargué libros extraños y pronuncie palabras ocultas en raros idiomas quería pactar con el diablo pero el diablo, esta en otra cosa.

III Todavía estamos en febrero me recuerdo Lucifer se pasea en zunga por una playa del caribe.

IV Invoco a demonios poderosos les entrego mi sangre quiero que me den el don.

V Pronto todo se enrojece y desde la tierra nace una enredadera negra que me ata desde los pies.

VI Primero me asusto después me acomodo uno tiene capacidad de naturalizar cualquier estado.

VII Descanso en la negrura de este entierro.

VIII Desde acá abajo me cuesta escribir versos coloridos arriba hay muchas flores pero no las veo no llegan acá abajo les da miedo dármelas a mi, las dejan en mi nombre donde no puedo verlas.

IX ¿Estás acá puercoespín? ¿Viniste a verme? Siento que te oigo respirar pero quizás sea un sueño a veces no distingo entre un estado y otro.

X Me comen un dedo del pie otro otro me quedo sin pie, mejor, porque de noche me picaba y no llegaba a rascarme.

XI Las ratas son mis amigas, Me traen noticias del más allá.

XII Una noche me aburrí y pronuncié las palabras ocultas en extraño idioma.

XIII Lucifer se apareció ante mi y entre amplio banquete y orgías con demonios hicimos un nuevo acuerdo.

XIV Estando acá de nuevo todo me parece efímero.

XV A veces extraño la negrura y el silencio de la tumba, los murmullos lejanos del mundo.

XVI Acá esta todo tan frivolizado mucha máscara y antifaz. No creo en nadie, todos mienten, todos ocultan lo que verdaderamente quieren. Pienso que solo dejan de mentir en el silencio.

XVII De cara a lo que más temen todos son dignos de piedad. Sus rostros desquiciados los ojos que se les saltan, pequeños monstruitos que creo la sociedad.

XVIII De mis vacaciones en el infierno tengo poco que contar: mucho calor y un bronceado violento.

XIX Nunca me creas todo lo que digo pero por sobre todo nunca desconfíes de mi porque me pongo muy muy mal.

XX Aprendí cosas allá abajo que si te contara te atragantarías con la sopa Quick.

XXI Los mortales están perdidos, no entienden nunca nada más allá de sus grasosas narices.

XXII Yo estoy más tranquila así sin alma y con el don de desplegar mis colmillos.

XXIII A veces tengo como un hambre, intenso, se siente en el estómago y en la garganta la boca se seca la lengua reclama los dientes se afilan el paladar quiere el rojo elixir.

XXIV Cuando mordes a alguien éste empalidece y una sangre de un rojo brillante corre por ese blanco cuello es un segundo que ese extraño te pertenece en la vulnerabilidad del desangrarse.

XXV No cualquiera tiene el don.

XXVI Somos un grupo selecto de inadaptados sociales.

XXVII A veces debería aprender a callarme. No revelar lo irrevelable. Supongo comprenderás la situación en la que estamos.

XXVIII Así que hagámoslo por las buenas dejame la puerta entreabierta y entregate al placer de la eternidad, a la tranquilidad de la tierra, devolvete al mundo, enterrate.

Febrero 2011