Post on 05-Dec-2014
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Lección 13 Primero lo primero Leví-co 19.18; Deuteronomio 6.4-‐9; Marcos 12.28-‐34 Texto áureo «Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. Éste es el principal mandamiento. El segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a D mismo”. No hay otro mandamiento mayor que estos».
—Marcos 12.30-‐31
Propósito
• En esta lección se quiere destacar lo que para los cris-anos es lo más importante, lo que requiere la mayor atención y cuidado. Lo fundamental y básico, a saber, la reverencia y el amor a Dios y el amor a nuestros semejantes, con quienes debemos convivir aunque no sean de nuestra misma raza, religión y cultura ni sean de nuestras mismas creencias, pareceres y gustos.
Bosquejo de la lección I. El amor al prójimo (Leví-co 19.18).
A. Prohibición de la venganza (v. 18a). B. Amar al prójimo (v. 18b).
II. El amor a Dios (Deuteronomio 6.4-‐9). A. El único Dios (v. 4). B. Cómo amar a Dios (v. 5). C. Transmisión del mandamiento
1. En forma oral (v. 7). 2. En forma audiovisual (vv. 8-‐9).
III. Poniendo a prueba a Jesús con respecto a lo primero (Marcos 12.28-‐34). A. Un escriba intenta probar a Jesús (v. 28). B. Jesús cita la Escritura (vv. 29-‐31). C. Jesús pasa la prueba (vv.32-‐33). D. Jesús da la úl-ma palabra (v. 34).
Vocabulario bíblico
«PRÓJIMO»: Para un judío el «prójimo» era el otro judío, el vecino de su mismo pueblo. Para Jesús el «prójimo» es el otro, aunque sea extranjero, gen-l, de otra raza, nacionalidad y cultura (véase la parábola del buen samaritano). «JEHOVÁ UNO ES»: Se puede traducir también como «Jehová́ único es», que no está dividido en sí mismo, que es el que es. «CORAZÓN»: Para los judíos el corazón no es la sede de los sen-mientos y emociones, sino del entendimiento y el conocimiento. «ESCRIBAS»: Profesionales expertos en transcribir los textos bíblicos, conocedores de esos textos y a veces «intérpretes» de ellos.
Leví-co 19.18
RVR
18 No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a - mismo. Yo, Jehová́.
VP
18 No seas venga-vo ni rencoroso con tu propia gente. Ama a tu prójimo, que es como tú mismo. Yo soy el Señor.
Deuteronomio 6.4-‐5
RVR
4 Oye, Israel: Jehová́, nuestro Dios, Jehová́ uno es. 5 Amarás a Jehová́, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas. 6 Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón.
VP
4 Oye, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. 5 Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. 6 Grábate en la mente todas las cosas que hoy te he dicho,
Deuteronomio 6.7-‐8
RVR
7 Se las repe-rás a tus hijos, y les hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes. 8 Las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;
VP
7 y ensénaselas con-nuamente a tus hijos; háblales de ellas, tanto en tu casa como en el camino, y cuando te acuestes y cuando te levantes. 8 Lleva estos mandamientos atados en tu mano y en tu frente como señales,
Deuteronomio 6.9
RVR
9 las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas.
VP
9 y escríbelos también en los postes y en las puertas de tu casa.
Marcos 12.28
RVR
28 Acercándose uno de los escribas, que los había oído discu-r y sabía que les había respondido bien, le preguntó: —¿Cuál es el primer mandamiento de todos?
VP
28 Al ver que Jesús les había contestado bien, uno de los maestros de la ley, que los había oído discu-r, se acercó a él y le preguntó: —¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?
Marcos 12.29
RVR
29 Jesús le respondió́: —El primero de todos los mandamientos es: “Oye, Israel: el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
VP
29 Jesús le contestó: —El primer mandamiento de todos es: “Oye, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor.
Marcos 12.30
RVR
30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. Éste es el principal mandamiento.
VP
30 Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
Marcos 12.31-‐32
RVR
31 El segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a - mismo”. No hay otro mandamiento mayor que estos. 32 Entonces el escriba le dijo: —Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios y no hay otro fuera de él;
VP
31 Pero hay un segundo: “Ama a tu prójimo como a - mismo”. Ningún mandamiento es más importante que éstos. 32 El maestro de la ley le dijo: —Muy bien, Maestro. Es verdad lo que dices: hay un solo Dios, y no hay otro fuera de él.
Marcos 12.33
RVR
33 y amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios.
VP
33 Y amar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios que se queman en el altar.
Marcos 12.34
RVR
34 Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: —No estás lejos del reino de Dios. Y ya nadie se atrevía a preguntarle.
VP
34 Al ver Jesús que el maestro de la ley había contestado con buen sen-do, le dijo: —No estás lejos del reino de Dios. Y ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas.
Resumen -‐ 1
• La Ley del Talión decía: «Ojo por ojo, diente por diente, pie por pie» (Dt 19.21). Así mismo, dictaba la Ley de Moisés que si una persona aborreciera a su prójimo y lo matara no tendría derecho a escapar a las ciudades de refugio. Decía la Ley: «No le compadecerás y quitarás de Israel la sangre inocente, y te irá bien» (Dt 19.11-‐12). Esta ley superaba otra más cruel e inhumana: «Si matas a un miembro de mi familia yo mataré a toda tu familia».
Resumen -‐ 2
• Jesús planteó un nuevo mandamiento en el Sermón del Monte que superaba por mucho las an-guas leyes de la venganza: «Amad aún a vuestros enemigos, no os venguéis, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os maldicen» (Mt 5.44).
Resumen -‐ 3
• El gran mandamiento, resumen de toda la Ley y los Profetas, nos convida a amar y adorar a Dios como ser supremo y a amar nuestros prójimos como hermanos, pues somos hijos de un mismo Padre Celes-al, y como nos amamos a nosotros mismos.
• Esto es lo esencial, es lo primero, es lo más importante y fundamental. Lo demás viene por añadidura.
Oración
• Dios, Creador de este universo y del género humano, gracias por amarnos y regalarnos la vida, gracias por revelarte a nosotros en la persona de Jesús y mostrarnos los inmensos alcances de tu amor. Deseamos responder a tu amor para vencer todo espíritu de venganza, animosidad, rencor. Libéranos de toda cadena de prejuicio, odio, racismo, xenofobia para aceptar a nuestros semejantes, respetarlos y amarlos. Por Jesús, quien reveló su amor como Padre y sus alcances para la especie humana y la creación, oramos. Amén.