Post on 03-Aug-2015
LIBRO
DE
ESTILO
DE
MOTO TUNING
Eva Mª Durán
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I. Presentación
“Pero ¿para qué sirve un libro de estilo?” Ésta fue la pregunta que me
dirigieron redactores, maquetistas, colaboradores e incluso responsables de
producción y de contenidos cuando les propuse la idea de elaborar el libro
de estilo de la revista Moto Tuning. “Hasta ahora nos habíamos arreglado
muy bien sin él”, continuaron, al ver que yo me había quedado sin palabras.
Efectivamente, se habían arreglado muy bien sin él. Mejor dicho: no se
habían arreglado en absoluto, lo cual, en el fondo, venía a ser lo mismo. Yo
había entrado en Moto Tuning como encargada de velar por la calidad de la
edición a mediados de septiembre, coincidiendo con el cierre del número
20: mi contratación respondía a una nueva filosofía de la empresa, una de
cuyas características básicas era priorizar la calidad de los textos (tanto en
lo que se refiere a contenidos como a forma), que había sido descuidada
hasta el momento. El primer día, el director me había pasado unas lásers ya
aprobadas para que las revisara y me imbuyera del espíritu de la revista.
Y ¿cuál no sería mi sorpresa cuando lo primero que saltó a mi vista en la
primera de ellas fue un titular de cuerpo 22 que rezaba:
PULSA EL BOTÓN Y HA CORRER
No se trataba de un error aislado: conforme ojeaba las páginas, me di
cuenta de que lo que había calificado en principio como una excepción
constituía la norma; las faltas más garrafales de ortografía se combinaban
con la más absoluta desunificación de criterios: los ladillos podían estar
separados del cuerpo de texto por una línea de blanco o no estarlo; en los
destacados y pies de fotos se mezclaban sin ninguna regla las cajas altas,
las bajas, los puntos finales o la ausencia de éstos; y, para no extenderme
más, los títulos de los artículos y las secciones eran unos en el sumario y
otros en la cabecera del texto (aún recuerdo la mirada de sorpresa que me
dirigió el redactor jefe cuando le dije que deberían coincidir). Eso sin
contar las viudas que irrumpían sin tregua en mi campo visual.
Por toda respuesta, me apresuré a coger el número 20 y señalar estos
puntos a mi auditorio. “Ah, es que los colaboradores no tienen ni idea de
escribir, y como era agosto se hizo muy deprisa y apenas lo revisamos”, me
contestaron, con la mayor tranquilidad. “Seguro que el próximo saldrá
mucho mejor”. Aunque la verdad es que los anteriores no eran muy
diferentes.
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Signo de los tiempos, me dije, un buen ejemplo. ¿Para qué voy a
explicarles la necesidad de un libro de estilo? ¿Para qué insistir sobre lo
obvio? Si, como dignos representantes del siglo XXI, no sienten ningún
interés por preservar la calidad de la lengua mientras vaya cumpliendo a
trancas y barrancas su cometido, o sea, servir de vehículo a la
comunicación, ¿estoy autorizada a hacer algún juicio de valor? Quién sabe,
a lo mejor soy yo la que se aferra unas normas sin significado en un mundo
que ha evolucionado hacia otras prioridades.
Pero mi misión es editar y, hasta que no se establezca lo contrario, los
editores no somos aún un oficio para el recuerdo. Así que lo prometido es
deuda: aquí está el Libro de estilo de la revista Moto Tuning. En él no he
pretendido hacer una compilación de todas las normas lingüísticas y
estilísticas existentes (para ello ya existen manuales mucho más completos
cuyo nivel no puedo ni pensar en superar), sino concentrarme en las
necesidades específicas del medio en el que trabajo, y en sus
particularidades.
Si además me sirve para convencer a mis compañeros de que es necesario
seguir unas reglas, mejor que mejor; aunque sólo sea porque eso facilitará
mi trabajo.
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II. Definición y propósitos
Moto Tuning es una revista de motor muy específica y pionera en su sector,
que está dedicada a la personalización (lo que popularmente se conoce por
tuning) de motocicletas. Se dirige principalmente a un público de sexo
predominantemente masculino y edad comprendida entre los 11 y los 17
años.
Se han tenido en cuenta las características de nuestro lector tipo para
establecer los criterios de estilo de la revista (sin que esto signifique que se
pretenda con ellos dejar fuera a los que no entren en esta clasificación). El
lenguaje, por tanto, será coloquial, aunque no descuidado, y en él no se
descartarán ciertos modismos del argot más popular o juvenil. Los
anglicismos, muy utilizados en el mundo del motor, tendrán un papel
preponderante.
Lo relajado del contenido o del formato (existe el proyecto de colgar la
revista en Internet) no será motivo para obviar la corrección estilística y
gramatical, sino que se combinará la informalidad y la oralidad con la
adecuación a la normativa de la lengua castellana.
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III. Consideraciones generales sobre redacción y estilo
Con el objetivo de conseguir una mayor legibilidad y, por qué no decirlo,
cierta calidad periodística, se prescribe que:
-El lenguaje ha de ser ágil, directo y desenfadado, oral aunque no vulgar.
-Se deben evitar reiteraciones, comodines y tópicos.
-La sintaxis ha de estar libre de anacolutos.
-Se vigilará la lógica en la estructura de los párrafos, cuidando de que cada
artículo tenga su introducción y su conclusión, que preferiblemente
enlazará con la idea principal.
-Se cuidarán de omitir las descalificaciones o las frases que puedan resultar
hirientes para alguna persona o colectivo. Por ejemplo, en lugar del
siguiente enunciado:
En la concentración organizada por la Asociación Amigos de la Moto
apenas hubo asistencia de público: al parecer, los Amigos de la Moto se
están quedando sin amigos.
se optará por este otro:
La concentración organizada por la Asociación Amigos de la Moto no fue
tan concurrida como se esperaba en un principio.
-Es muy importante repasar concienzudamente el texto para evitar la
redundancia, vigilando la adecuación del léxico al contenido y la
corrección sintáctica; recuérdese que la mejor manera de redactar, y la más
segura de evitar errores, es concretando y economizando texto. Se
considerarán inadmisibles enunciados como el que sigue:
El taller de reparaciones no cierra ningún día, puesto que está abierto todo
el año
cuando sería muy fácil escribir:
El taller de reparaciones abre todo el año
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-Se empleará el orden lógico de la frase, con las excepciones necesarias que
el estilo y la expresividad requieran. Las oraciones serán, preferentemente,
cortas, y seguirán el orden sujeto-verbo-complementos, aunque el redactor
no empleará esta regla para convertir su texto en una monótona
enumeración sin ningún afán comunicativo ni de creatividad. Se intentará
que la oración principal preceda a la subordinada y que el complemento no
esté alejado del término complementado.
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IV. Consideraciones sobre ortografía y puntuación
Aunque se aconseja consultar la Ortografía de la RAE, se hacen constar
algunas reglas básicas:
IV. 1. Acentuación.
Llevan acento ortográfico:
-Las palabras agudas que acaben en vocal, -n o -s: logró, preparación,
atrás.
-Las palabras graves que no acaban en vocal, -n o -s: cárter. Se incluye la
terminación –y (yóquey) y los grupos consonánticos acabados en -s
(cámpings, cómics).
-Todas las palabras esdrújulas y sobresdrújulas: auténtico, modifícatela.
IV. 1. 1. Puntualizaciones, excepciones y errores más comunes.
-Si el acento cae sobre un diptongo o triptongo, deberá escribirse sobre la
vocal más abierta (a, e, o): veintiséis, cambiáis.
-Los monosílabos no llevan tilde, excepto: dé (del verbo dar, Aunque no me
lo dé), él (pronombre personal, Él lo hace muy bien), sí (adverbio de
afirmación o pronombre reflexivo, Sí que lo he visto), sé (de los verbos ser
o saber, No sé qué decirte, pero sé bueno), más (adverbio de cantidad,
Quiero más), tú (pronombre personal, Tú no dijiste nada), mí (pronombre
personal reflexivo, A mí no me gusta) y té (sustantivo, Prefiero el café al
té); esto es así para distinguirlos de sus homófonos sin acento, con diferente
significado.
-Se tiende a acentuar, erróneamente, las palabras ti, fue, vio y dio, que no
pueden confundirse con otras.
-Es arcaica la acentuación de la conjunción -o entre cifras (¿Vendrás sí o
no? No sé si seremos 16 o 17 personas).
-Un hiato son dos vocales consecutivas que pertenecen a diferentes sílabas.
Cuando haya que acentuar una de ellas, se seguirán las siguientes reglas; si
está formado por dos vocales abiertas, el acento recaerá en la última
(peleón); también si consta de vocal cerrada seguida de abierta, en el caso
de ser esta última la que está en sílaba tónica (fié); pero si tiene como
tónica la vocal cerrada, independientemente del orden en que estén
dispuestas, la tilde recaerá siempre sobre ésta (efectúa, rehúye, venía, veía,
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barahúnda); en el caso de que las dos vocales sean cerradas, el acento
gráfico se escribirá en la última (cuídate, huí).
-Sólo se escribirá con acento cuando desempeñe la función de adverbio (o
sea, cuando se pueda sustituir por solamente), no cuando sea adjetivo; aún
(con significada de todavía, Aún no he visto el nuevo scooter) se distingue
de aun (conjunción concesiva, Aun sin preparación, es una máquina
preciosa).
-Los demostrativos (este, ese, aquel y sus variantes) se acentuarán sólo
cuando sean pronombres (A éste le vi, con ése hablé y con aquél me fui):
Esto, eso aquello (demostrativos neutros) no se acentuarán en ningún caso.
Se debe recordar que cuando el demostrativo va seguido por una oración de
relativo no es pronombre, sino adjetivo (de aquel que te dije no quiero
saber nada).
-Qué, cuál, -es, quién, -es, dónde, adónde, cuánto, -a, -os, -as, cuándo,
cómo interrogativos y exclamativos irán siempre acentuados (¿cómo se
llama esta moto?, ¡qué preparación tan soberbia!). No se acentuarán si
funcionan como relativos (cuando lo veas, pregúntaselo).
-Las formas verbales acentuadas a las que se les añade pronombre (estáte,
dénos, propónlo) no perderán su tilde por este motivo.
-Los adverbios formados por adjetivo + mente conservarán su tilde en
donde la tenían, y no la adquirirán si carecían de ella (fácilmente,
tranquilamente).
-Las mayúsculas se acentúan del mismo modo que las minúsculas; lo
mismo vale en caso de diéresis.
IV. 2. Otras cuestiones ortográficas
-Adelante y delante. El adverbio de lugar adelante significa “avanzando”
con verbos de movimiento (el mundo del tuning va siempre adelante), y
también “parte avanzada de un lugar determinado” con esos verbos y con
los de estado (siéntate adelante); puede ir modificado por adverbios de
cantidad (muy, más, demasiado). Delante, también adverbio, sin embargo,
lleva siempre un complemente preposicional explícito o implícito (ve
delante [de mí] que no sé el camino; el guardia civil se puso delante de
Juan y le pidió la documentación); con verbos de movimiento, puede ir
precedido por las preposiciones hacia y para.
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-Adónde, adonde y a donde. Adónde es un adverbio interrogativo o
exclamativo (¿adónde va esta carretera?; no sé adónde vamos a ir a parar
con el nuevo Código de Circulación). Adonde es un adverbio relativo que
se utiliza cuando el antecedente está explícito (el pueblo adonde llegamos
estaba lleno de guardias civiles); si el antecedente no está explícito se
emplea a donde, suma de preposición más adverbio relativo (vamos a ir a
donde decidáis la mayoría).
-A sí mismo, así mismo, asimismo. A sí mismo es una expresión reflexiva
(decidió echarse la culpa del accidente a sí mismo); así mismo y asimismo
se pueden usar indistintamente, aunque a efectos de esta revista se preferirá
la segunda forma.
-Conque, con que y con qué. Con que es una consecución consecutiva que
se puede sustituir por así que, por tanto, por consiguiente… (me retiraron
el carnet, conque se acabaron las motos para mí). Con que, al igual que
por que, se forma por preposición más relativo (ése es el scooter con que
tuve el accidente) o conjunción (basta con que te bebas una cerveza y ya
das positivo); en el primer caso también es más común la forma con
artículo intercalado (éste el es scooter con el que tuve el accidente). Por
último, con qué se constituye de preposición más interrogativo (¿con qué
base se ha creado esta preparación?, seguro que te preguntas con qué base
se ha creado esta preparación).
-Mayúsculas. Se escribirá en mayúsculas:
Después de punto (nunca después de dos puntos)
Nombres propios de persona, topónimos, hidrónimos,
constelaciones, galaxias, planetas, estrellas, signos del Zodiaco…
Excepción: las palabras sol, luna y tierra sólo se escribirán con
mayúsculas cuando funcionen como nombres propios (El Sol y la
Luna alumbran el planeta Tierra)
Apodos (Nani Roma el Africano); el artículo se pondrá igualmente
en mayúscula cuando se considere que forma parte del nombre (Il
Dottore)
Instituciones, organismos, monumentos, empresas, exposiciones y
otros nombres análogos (Moto Tuning, Ixo Publishing, Acerbis, Club
Amigos de la Moto...)
Acontecimientos históricos (Segunda Guerra Mundial)
Nombres religiosos (el Salvador, la Virgen)
Fiestas señaladas (Navidad, Día del Trabajo)
Publicaciones periódicas (Solo Moto, El Periódico), aunque estén
formadas por dos o más palabras
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Libros, películas, obras de teatro… (Fast and furious, El gran libro
de la moto); sólo se escribirá con mayúscula la primera parte del
título
Tratamientos de respeto (Su Majestad, Su Excelencia)
Leyes, tratados, decretos (Ley de Tolerancia Cero, Código de
Circulación)
Los nombres papa, rey, príncipe, princesa, infante, -a cuando se
refieran a los actuales
Las denominaciones de cargos políticos, eclesiásticos militares y
académicos, y los títulos nobiliarios
Las siglas (ver apartado VI - Siglas)
-Palabras con doble grafía. En la dicotomía alrededor/ al rededor, aprisa/
a prisa, deprisa/ de prisa, bocabajo/ boca abajo, contrarreloj/ contra reloj,
cortocircuito/ corto circuito, en frente/ en frente, en seguida/ enseguida,
entretanto/ entre tanto, in fraganti/ in fraganti, malhumor/ mal humor,
quintaesencia/ quinta esencia y sobremanera/ sobre manera nos
decantaremos siempre por la primera opción.
-Palabras con -ps inicial (psiquatra). Se conservará.
-Porque, por que, porqué y por qué. Porque es una conjunción con valor
causal (el precio de esta moto es elevado porque su carrocería es de
carbono). Por que se compone de preposición y relativo (es por eso por
que no se ha vendido) o de preposición y conjunción (me decanto por que
una moto sea más económica); en el primer caso mucho más común
intercalar un artículo (es por eso por lo que no se ha vendido). Porqué es
un sustantivo equivalente a razón o motivo (nadie entiende el porqué de las
nuevas normas de tráfico). Y, finalmente, por qué se forma con preposición
e interrogativo o exclamativo (¿por qué me multaron?; me pregunto por
qué me multaron).
-Prefijo pos-, post-: la RAE recomienda que se use siempre el primero.
-Sino y si no. Sino puede ser un sustantivo equivalente a destino (mi sino es
que me multen cada fin de semana) o conjunción adversativa (Rossi ya no
está con Honda, sino con Yamaha); si no es la suma de conjunción y
adverbio de negación (Nani no ganará el Dakar si no soluciona sus
problemas mecánicos).
IV. 3. Errores ortográficos frecuentes
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-Ésta es la forma correcta de las siguientes palabras: desahuciar,
exuberante, cónyuge, garaje, concreción, adición (suma), adicción (al
alcohol, drogas, juego…), sujeción, objeción
IV. 4. Puntuación
IV. 4. 1. Coma. Indica una pequeña pausa al hablar que suele coincidir con
el fin de entidades gramaticales bien definidas. No nos detendremos aquí a
enumerar las reglas que marcan su uso; recomendamos consultar el Manual
de español urgente, de la Agencia Efe. Nunca podrán separarse con comas
el sujeto del predicado (Una moto, chocó con un camión); asimismo, la
conjunción adversativa pero ni el relativo que podrán ir nunca seguidos de
coma, a no ser que medie un inciso (pero hazlo ya; pero, si es así, hazlo ya;
el preparador piensa que hay demasiadas motos de serie; el preparador
piensa que, aunque la tendencia está cambiando, hay demasiadas motos de
serie).
IV. 4. 2. Barra. Se empleará para separar conceptos alternativos, y se
escribirá separándola del término posterior (enviad fotos de vuestra moto/
scooter tuneada y ganaréis una camiseta)
IV. 4. 3. Comillas. Utilizaremos siempre comillas inglesa (“...”) en citas,
palabras no aceptadas por la Academia ni muy difundidas en el idioma, y
para expresiones irónicas. La forma simple de éstas (‘...’) se limitará a
cuando haya que utilizar comillas dentro de un espacio entrecomillado.
IV. 4. 4. Corchetes. Se emplean cuando se ha de abrir un paréntesis dentro
un paréntesis.
IV. 4. 5. Dos puntos. Se utilizan para introducir una cita literal en estilo
directo (Nani Roma afirmó: “No habría podido ganar el Dakar sin la
ayuda de mi equipo”.); para anunciar una enumeración (hay varios tipos de
motos: cross, supermotard, trail…), y para marcar una relación de causa y
consecuencia con el enunciado que le precede (la moto me gusta: me la voy
a comprar; a nuestro amigo le costó un dineral: por eso la preparación es
perfecta).
IV. 4. 6. Guión. Se emplea al final de un renglón, para señalar que la
palabra continúa en la siguiente línea; nunca partirá sílabas (aunque estén
formadas por diptongos), ni hiatos, y las líneas no acabarán ni empezarán
nunca con una sola letra. También se utiliza para unir los componentes de
dos adjetivos que conservan su acento, o los dos adjetivos enteros que
califican conjuntamente un sustantivo (formación teórico-práctica, museo
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histórico-mecánico), para unir diferentes palabras entre las cuales se omite
una preposición (duelo Raga-Lampkin), y para separar la cifra inicial y
final que marcan un período (años 2000-2002, página 45-47).
IV. 4. 7. Paréntesis. Se utilizan para indicar que una palabra o enunciado
cumplen una función de inciso o aclaración [para conseguir la máxima
potencia, nuestro amigo se decidió a montar un escape (no lo adivinaríais
nunca) de competición].
IV. 4. 8. Punto. Puede ser punto y seguido, que separa frases; punto y
aparte, que cierra párrafos, y punto final, que cierra textos. Los enunciados
que separa tienen, en general, mayor entidad gramatical que los que separa
el punto y coma.
IV. 4. 9. Punto y coma. Marca una pausa que se halla entre la de la coma y
la del punto, y se utiliza para separar enunciados de mayor entidad
gramatical que la coma (y menor que el punto), o enunciados donde ya
existe coma. A veces puede tener una leve connotación de causa o
consecuencia. Volvemos a remitir al Manual de español urgente para
ampliar esta información.
IV. 4. 10. Puntos suspensivos. Se utilizan mayoritariamente para indicar
que algo se da por sobreentendido (las carreteras de hoy en día…), para
dejar el relato en suspenso (Dani Pedrosa derrapó en la curva y…), para
expresar estados de ánimo como temor, emoción, sorpresa o duda (oh, me
encanta esta moto…) y en enumeraciones, sustituyendo al etcétera (un
carenado, dos embragues, cuatro carburadores… todo de la casa
Metrakit).
IV. 4. 11. Rayas. Cumplen la mima función que el paréntesis, delimitar un
inciso o aclaración (para conseguir la máxima potencia, nuestro amigo se
decidió a montar un escape –no lo adivinaríais nunca– de competición).
Otros empleos posibles, como el de indicar el cambio de interlocutor en un
diálogo, son muy raros en nuestra revista. La raya, al igual que el
paréntesis, va separada por un espacio de la palabra anterior y unida al
texto que encierra.
IV. 4. 12. Signos de admiración e interrogación.
-Se utilizarán siempre tanto los de abertura como los de cierre.
-En ocasiones, y atendiendo al sentido de la frase, ciertos enunciados
pueden quedar fuera de la entonación interrogativa o exclamativa (si tienes
una scooter, ¿cómo vas a hacerte una supermotard?, con tesón todo se
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consigue, ¿no creéis?); las conjunciones adversativas pero y mas siempre
quedarán fuera (Pero ¡si está moto está hecha un desastre!)
-Nunca se colocará un punto y seguido o aparte tras los signos de cierre de
interrogación o de admiración, dado que esos signos ya incorporan un
punto.
-En los enunciados interrogativos y exclamativos a un tiempo, se abrirá con
un signo de interrogación y se cerrará con el de exclamación (¿Qué me
dices!)
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V. Consideraciones sobre gramática
V. 1. Morfología
V.1.1. Problemas en la formación de plural
-Neologismos. La mayor parte de los préstamos de otros idiomas que
terminan en consonante forman el plural añadiendo -s (carnets, coñacs,
cámpings), aunque en algunos casos se añadirá -es (estándares).
-Sustantivos compuestos (hora punta, palabra clave). Sólo irá en plural la
primera palabra (horas punta, palabra clave). Como excepciones, guardia
civil, cuyo plural será guardias civiles, y agencia de viajes, que lo hará en
agencias de viaje.
-Sustantivos acabados en -í, -ú. Se añadirá -s, no -es (esquí, esquís).
-Para otras dudas respecto al plural, consúltese el Esbozo de la gramática
de la lengua española de la RAE.
V.1.2. Ordinales y cardinales. Se utilizarán los números ordinales (primero,
segundo) hasta el número 10 (décimo), y a partir de éste, los ordinales
(Nani Roma fue el primero, mientras que Isidre Esteve quedó en el puesto
once). No se utilizarán los numerales acabados en -avo, excepto en
fracciones (la onceava parte).
V.1.3. Conjugación de verbos.
-Los errores más usuales suelen cometerse al conjugar el verbo prever; lo
correcto es seguir la forma del verbo ver, y no del verbo proveer (previó, y
no preveyó); satisfacer, por su parte, se conjuga como el verbo hacer
(satisfice, y no satisfací; satisficiera, y no satisfaciera), y el verbo andar es
irregular (anduve y anduviera en lugar de anduve y andara).
-Para otras dudas, consúltense Los verbos conjugados, de Xuriguera.
V.1.5. Prefijos. Los prefijos anti-, mini-, super-, pre-, pos, maxi- y demás
se unen sin espacio al nombre o adjetivo al que preceden; ex, sin embargo,
irá seguido de un espacio (mi ex mecánico era superbueno). Recuérdese
que si el prefijo acaba en vocal y la palabra a la que se une comienza con r
fuerte, ésta debe doblarse (contrarreloj).
V.2. Sintaxis
V.2.1. Uso de la voz pasiva y los gerundios.
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-Cuando sea imprescindible utilizar una construcción pasiva óptese mejor
por la pasiva refleja (se ha instalado un carburador nuevo mejor que un
carburador nuevo ha sido instalado).
- El uso de gerundio es correcto en los siguientes casos: cuando la oración
de gerundio ejerce la función de complemento del sujeto y tiene carácter
explicativo (sabiendo que no existían complementos para esa moto en
España el preparador tuvo que recurrir a la imaginación); en oraciones
que funcionan como complemento circunstancial (circulando por esa
carretera, vimos el accidente), y complementando al objeto directo con
algunos verbos con significado de percibir o de representar gráficamente
(oímos las motos atronando la ciudad). De todas maneras y sobre todo en
los dos últimos casos, el uso del gerundio puede generar ambigüedad por lo
que se recomienda sustituirlo siempre que se pueda por otras
construcciones (al saber que no existían complementos para esa moto en
España el preparador tuvo que recurrir a la imaginación; mientras
circulábamos por la carretera vimos el accidente; oímos las motos que
atronaban la ciudad). En cualquier otro caso el empleo del gerundio es
sencillamente incorrecto (excepto, claro está, en su uso natural, que es
como verbo principal de las perífrasis verbales).
V.2.3. Usos incorrectos del infinitivo.
-Cuando ejerce la función de verbo principal (por último, señalar otras
características en lugar de por último, hay que señalar otras
características o señalaremos otras características).
-La construcción a + infinitivo como complemento de un nombre es
absolutamente incorrecta en español, a pesar de estar tan difundida: los
problemas a resolver en esta preparación eran muchos debe ser sustituido
por los problemas que se deben resolver en esta preparación eran muchos.
-Otra mala costumbre es usar el infinitivo con valor de la segunda persona
del plural del imperativos (fijaros en esta moto en lugar de fijaos en esta
moto).
V.2.4. Determinantes y relativos.
-Siempre se emplea el y un ante un sustantivo femenino que comienza con
a- o ha- tónicas, aunque se exceptúan los nombres de letras y los nombres
propios femeninos. Sin embargo, en el mismo caso otros determinantes van
en femenino (alguna, ninguna, toda, mucha, poca, otra o demasiada agua).
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-Los relativos quien, quienes sólo podrán referirse a un antecedente
personal (el mecánico con quien preparé la moto y no fue la rueda quien se
estropeó).
-Es un vicio frecuente suprimir la preposición que acompaña al que relativo
(las motos que fuimos a la concentración eran todas de cuatro tiempos; lo
correcto es las motos con las que fuimos a la concentración eran todas de
cuatro tiempos).
V.2.5. Leísmo y laísmo.
Se llama leísmo al empleo del pronombre le o les con funciones de
complemento directo (le vi en la concentración). La RAE lo admite solo
cuando se refieran a personas masculinas pero nosotros recomendamos no
utilizarlo; en caso de referirse a objetos o a personas femeninas es
completamente incorrecto (se me estropeó el scooter y no pude arreglarle).
Lo contrario, el loísmo y el laísmo (uso de lo, los, la, las como
complemento indirecto) también es incorrecto (lo pagaré el dinero que le
correspondía o la regalaré la cazadora que me pedía).
V.2.6. Advertir/ advertir de y deber/ deber de.
-El verbo advertir no puede ir con la preposición de cuando significa
“darse cuenta” o “percatarse” (te advierto de que no lo hagas/ advierto en ti
un leve desasosiego).
-Frecuentemente se confunde deber (con sentido de obligación, Yo debo
portarme bien y no emborracharme) con deber de (con sentido de
probabilidad, Yo debí de portarme bien anoche aunque estaba borracho y
no lo recuerdo).
V.2.8. Dequeísmo.
-Sobretodo en lenguaje oral se da el uso indebido de la preposición de
delante de la conjunción que (dijo de que no llegaría a tiempo en lugar de
dijo que no llegaría a tiempo). Sin embargo, la construcción de que es
correcta cuando que es un relativo y su antecedente va regulado por esta
preposición (me alegro de que vengas); a veces se cae en el error contrario,
que es suprimir la preposición de delante de que cuando la frase exige su
empleo (no cabe duda que llegaremos a tiempo en lugar de no cabe duda
de que llegaremos a tiempo).
V.2.7. Otros errores sintácticos frecuentes.
-Es muy común sustituir los verbos simples por grupos de verbo más
complemento (dar comienzo por comenzar, hacer público por publicar,
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hacer mención por mencionar...). Es innecesario, farragoso y el redactor
debería evitarlo.
V.3. Léxico
-El redactor debería consultar frecuentemente los diccionarios de la RAE y
María Moliner, así como el diccionario VOX ideológico, pero está
permitido emplear palabras que parezcan firmemente instaladas en la
lengua a pesar de no constar en éstos; concretamente, la revista Moto
Tuning, publicación informal y destinada a un público joven, utilizará
varios neologismos y términos del lenguaje popular y juvenil sin ningún
problema y sin emplear la cursiva, que quedará circunscrita a otros
momentos (véase sección VI - Cursivas y anexo 2 – Símbolos y
abreviaturas más usuales).
-La palabra scooter se utilizará con grafía inglesa y en redonda. En cambio,
otros neologismos se castellanizarán de la siguiente forma: estándar,
carnet, coñac, vermut, cámping…)
-Las locuciones prepositivas a nivel de y en base a, a pesar de que se uno
en el español actual está comenzando a ser omnipresente, se proscribirán
totalmente de nuestros textos.
-Se aconseja limitar al máximo el número de gerundios, incluso aunque su
uso sea correcto al igual que las oraciones pasivas (véase apartado V.2 -
Sintaxis).
-Cuidado con el uso de comodines y tópicos; es un recurso fácil, pero
empobrece el texto. También se ha de evitar al máximo la repetición de
palabras, utilizando el diccionario de sinónimos, los pronombres y, desde
luego, la imaginación.
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VI. Cuestiones varias
-Acrónimos. Los acrónimos son tipos de abreviaciones formadas por letras
o sílabas de otras palabras que forman parte de un término compuesto
(Anesdor, Asociación Nacional de Empresas del Sector de las DOs
Ruedas); el resultado ha de ser legible. Se escriben en minúsculas, excepto
la inicial, y sin puntos ni espacios.
-Anglicismos. Normalmente los anglicismos, como cualquier voz
extranjera, irán en cursiva, exceptuando los muy difundidos y específicos
del motociclismo (véase anexo 1 – Léxico específico de motociclismo y
tuning).
-Antropónimos. Siempre se escribirán en el idioma original si éste utiliza
grafía latina (si no, se trascribirá según las reglas castellanas). Se
exceptúan los nombres de papas, soberanos y miembros de la familias
reales, y también otros que se han castellanizado a través de su uso
histórico (Mahoma, Lutero). Nunca se abrevian y no se escribirán en plural.
Cuando llevan conectivo (de), éste se escribirá en minúscula si va
acompañado del nombre propio (Carlos de las Heras) y en mayúscula si va
solo (De las Heras). En ocasiones, el primer y el segundo apellidos
catalanes se unen mediante la conjunción i (Joan Pons i Vila).
-Abreviaturas. Se escribirán sin punto final. Su uso se restringirá a las muy
comunes en motociclismo.
-Años y décadas. Se escribirá la década de 1970 y no la década de los
setenta; los años setenta y no los años 70. Nótese que los años se escriben
sin punto.
-Catalán. Las palabras catalanas se han de poner siempre en cursiva como
cualquier otra voz ajena a la lengua española. Los topónimos menores
pertenecientes a las zonas de habla catalana nunca se traducirán; sin
embargo, los topónimos mayores (comunidad autónoma, provincia y
capital de provincia) siempre se escribirán en castellano, exceptuando y
Girona y Lleida. En cuanto a las vías urbanas, se pondrá siempre en
castellano el nombre común y en catalán el nombre propio (plaza Llevant),
excepto cuando se considere que el nombre común forme parte de la
denominación de la vía (Passeig de Gràcia).
Estas reglas se hacen extensivas al resto de lenguas de la Península Ibérica.
-Citas, atribución de. Pueden ir en estilo indirecto (Pedrosa afirmó que su
accidente no lo apartaría de la competición) o indirecto (Pedrosa afirmó:
“Mi accidente no me apartará de la competición” o “Mi accidente no me
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apartará de la competición”, afirmó Pedrosa), indiferentemente; obsérvese
que después de dos puntos se utiliza la mayúscula. En los últimos casos,
irán siempre entre comillas latinas (“…”). Las citas que se engloben dentro
de otras lo harán entre comillas simples (‘…’). Los corchetes con puntos
suspensivos en medio marcarán las posibles supresiones de texto, y los
incisos se harán entre comas, abriendo y cerrando comillas antes y después
del mismo. En las declaraciones textuales han de corregirse los errores sin
tergiversar el texto.
-Cursivas. Se escribirán en cursiva los neologismos y extranjerismos no
usuales en un ámbito motociclista y juvenil; las palabras utilizadas en una
acepción que no es la recogida en el diccionario (el muy energúmeno dijo
que iba a instalar un dispensador de papel para canutos en el colín de su
moto); las palabras intencionalmente mal escritas (Ozú por tu preparasión,
Josele); las palabras a las que se les quiere dotar de un determinado énfasis
o doble sentido (intento convencer a mi madre de que tunear no es lo
mismo que destrozar); y los nombres de obras literarias y artísticas (todos
deberíamos tener en nuestra biblioteca la Enciclopedia imbécil de la moto).
-Decimales. Se utilizará siempre la coma, y no el punto, para separar los
decimales de las cifras enteras; no mediará espacio entre coma y número.
-Direcciones y teléfonos. Este es el modelo que se deberá seguir:
Enric Granados, 35
Tel.: 93 555 76 37 y 600 209 345 Fax: 93 555 76 36
08901 L´Hospitalet de Llobregat – BARCELONA
Como se ve se suprime el nombre común calle (aunque no se hará lo
mismo si la denominación de la vía es otra, como paseo o plaza) y se
separa el nombre de la vía y el número por una coma. Los teléfonos se
agrupan de dos en dos si se trata de un fijo (menos los tres primeros
después del indicativo de la provincia) y de tres en tres si se trata de un
móvil.
-Entrevistas, presentación. En la revista Moto Tuning se utilizará el
siguiente esquema en las entrevistas:
Moto Tuning: Señor Rabasa, ¿es cierto que las ventas de motos han
aumentado en 2003?
Andreu Rabasa: Sí, pero el incremento ha sido mínimo.
MT: ¿Piensa Anesdor pedir facilidades al Gobierno?
AR: Es uno de nuestros proyectos inmediatos.
20
Irán precedidas de una entradilla donde se introducirá al lector en las
características del personaje. Normalmente se tratará de tú al entrevistado,
a no ser que sea una persona de cierta edad y con una determinada posición
social. Como ya explicamos en las citas, se corregirán los errores
lingüísticos que pueda cometer el entrevistado sin alterar el texto. Nunca se
colocarán ladillos entre preguntas y respuestas.
-Fecha y hora. Se empleará el modelo siguiente:
23 de enero de 2004
14.55
-Identificación. Para nombrar a una persona, se utiliza en primer lugar su
nombre y primer apellido (el segundo sólo si ha sido consagrado por la
costumbre), y el hecho por el que es conocida en el mundo del
motociclismo o el tuning (Nani Roma, campeón del último Dakar o El
campeón del último Dakar, Nani Roma). Avanzado el texto, se aludirá a él
sólo por el apellido o por enunciados de tipo el corredor, el campeón…
-Nombres comerciales. Los escribiremos en mayúsculas, con las siglas
S.A., S.L. o similares separadas por una coma y con puntos intermedios
(nótese que esto constituye una excepción a la regla de las siglas). Ejemplo:
Metrakit, S.A.
-Números. Se escribirán en letra los números del uno al diez y en número
los siguientes; entre éstos, si se alude a una cantidad aproximada, también
se escribirán en letra (15 días, pero más de quince días). Las unidades de
medida seguidas por símbolos se escribirán siempre en número (12 km/h,
11 dB), al igual que las edades.
-Siglas. Se escriben totalmente en mayúsculas y sin puntos ni espacios. En
algún momento puede surgir alguna sigla de uso tan común que esté
lexicalizada; en ese caso solo se escribirá con mayúscula la primera letra
(Unesco) o ni siquiera ésta (sida). Se advierte, sin embargo, que estas siglas
lexicalizadas sólo muy raramente se verán en nuestra revista.
-Símbolos y unidades de medida. Con mucho más motivo que en las
abreviaturas, se escriben sin punto final (veáse anexo 2 – Símbolos y
abreviaturas más usuales) y separados por un espacio de la cifra que les
precede (Sete Gibernau consiguió un tiempo de 2 h 5 min 4 s). Las
unidades de medida se utilizan siempre abreviadas.
21
VII. Diseño y tipografía
-Cabeceras. La páginas pares irán encabezadas por una pastilla donde
constará el nombre de la sección y el título del reportaje, así como la firma
(autores del texto y las fotos), según este modelo
Texto: Eva Mª Durán Fotos: DR
-Capitulares. El primer párrafo del texto siempre comenzará con
capitulares, pero nunca los siguientes.
-Columnas. El texto se compondrá en tres o cuatro columnas, dependiendo
de las exigencias de diseño y de la extensión de cada artículo.
-Destacados. Siempre irán en mayúsculas y nunca llevarán punto final.
-Despieces. Serán recuadros a una sola columna con el título en
mayúsculas y negrita.
-Entradilla. Se compondrá en negrita y siempre llevará punto final
-Ladillos. Irán en negrita y cursiva, y en el mismo cuerpo que la entradilla.
No se separan del cuerpo del texto por líneas de blanco y no llevan punto
final. Se alinearán a la derecha.
-Números de página. Se compondrán en negrita y llevarán siempre al lado
el logotipo de la revista. Si las imágenes van a sangre, se suprimirán.
-Sangrado. Los párrafos no se sangrarán excepto en el caso de querer
conseguir efectos de diseño muy concretos.
-Cuerpos y tipos. El cuerpo del texto se compondrá en cuerpo 9,5; en el
caso de los pies de foto será 8,5, y 11 en los ladillos y entradillas. Los
destacados serán de cuerpo 12 y los titulares estarán entre 22 y 48, según el
diseño de la página; en la pastilla de las páginas impares se utilizará un tipo
9,5. El número de página irá en cuerpo 7,5, y los despieces llevarán titular
en cuerpo 18 y texto en 11. Se emplearán los tipos de letra Diaman y
Knockout combinados.
-Titulares. Nunca llevarán punto final. Se aconseja titular de manera
escueta y contundente (ejemplo, un reportaje sobre la preparación de una
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Honda Hayabusa 1.300 cc titulado Diabólica sería mejor que Cabalga con
el diablo).
-Varios. Se han de vigilar que no queden líneas cortas al inicio de una
columna (viudas), pues afean el diseño de la página. También habría que
evitar que dos o más líneas de texto empiecen o acaben por sílabas iguales
o guiones.
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Anexo 1. Léxico específico de motociclismo y tuning
Especialidades motociclistas y campeonatos
Cross
Enduro
(se las suele englobar dentro de especialidades off-road, y se alude con
ellas a carreras disputadas al aire libre o en circuitos especialmente
preparados en el interior de grandes recintos {en este caso se añade el
apelativo indoor} por zonas llenas de obstáculos)
Freestyle (acrobacias propiamente dichas)
Moto GP (Gran Premio, o Mundial, de Motociclismo, normalmente
asociado con al categoría de 500 cc)
Resistencia
Supercross (cross acrobático)
Superbikes (motos de más de 500 cc)
Trial (también puede ser indoor)
Velocidad
Partes de la moto
Barras
Biela
Carrocería
Carburador (de 21 mm, de 26 mm)
Cárter
Chasis
Cilindros (de 74 cc, de 125 cc)
Colín
Contrapesos
Discos
Escape
Horquilla
Intermitentes
Llantas
Luces
Manguitos
Manillar
Marcadores
Matrícula
Motor
Neones
Neumáticos
Pilotos
Pinzas
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Pistones
Rejilla
Retrovisor
Ruedas
Silencioso
Sillín (o asiento)
Soporte
Tambor
Tijas
Tornillería
Tipos de moto
Básica
Ciclomotor
Cruiser
Cross
Custom
Deportiva
Hi-sport
Naked
Supermotard
Scooter
Streetfighter
Trail
Trial
Tuning
Imagen racing
Tunear
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Anexo 2. Símbolos y abreviaturas más usuales
db (decibelios)
cc (centímetros cúbicos)
CV (caballos de potencia)
km/h
l (litros)
mm (milímetros)
‘’ (pulgadas)
rpm (revoluciones por minuto)
h (horas, en los tiempos de los campeonatos)
min (minutos)
s (segundos)
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Bibliografía
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Apuntes de estilo (fotocopiados), Facultat de Cièncias de la
Comunicació, Universidad Autónoma de Barcelona
Fundación Efe, El idioma español en el deporte, Fundación Efe,
Madrid, 1994.
Fundación Efe, El neologismo necesario, Fundación Efe, Madrid,
1994.
Libro de estilo de El País, Ediciones El País, 2001.
Martínez de Souza, José, Diccionario de ortografía técnica, Amaya,
Madrid, 1995, Diccionario de edición y autoedición, Pirámide,
Madrid, 1994, y Diccionario de usos y dudas del español actual,
VOX, Barcelona, 1998.
Moliner, María, Diccionario del uso del español, Gredos, Madrid,
1999.
Real Academia de la Lengua Española, Diccionario de la lengua
española, Espasa, Madrid, 2001.
Real Academia de la Lengua Española, Esbozo de una nueva
gramática de la lengua española, Espasa, Madrid, 1996.
Real Academia de la Lengua Española, Ortografía de la lengua
española, Espasa, Madrid, 1999.
Xuriguera, J. B., Los verbos conjugados, Editorial Claret, Barcelona,
1997.
VOX. Diccionario ideológico de la lengua española, Bibliograf,
Barcelona, 1995.