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Meditación Hermandad de la Piedad 2016
Jesús González Suárez
Meditación. Hermandad de la Piedad 2016. Autor: Jesús González Suárez
Presentación
Reverendo Señor.
Querido Hermano Mayor y miembros de la junta de gobierno.
Hermanos en el Señor y en su Madre de Piedad.
Querido Jesús, amigo y meditador.
En esta noche, sentimos en el alma el dolor de una Madre que tiene entre
sus brazos a su Hijo muerto en la cruz, y sentimos la Piedad inmensa de esta
mujer y el amor que irradia nos hacen meditar y reflexionar en cómo María nos
ofrece su mayor tesoro, Su Hijo, en los momentos más difíciles para una
madre…
“Buena Muerte”…que dos palabras tan difíciles cuando van unidas… la
muerte es una experiencia que sufrimos todos, sin excepción, es parte de la
vida y, cuando ésto ocurre, nuestro sentimientos son de tristeza, pesadumbre y
sensaciones encontradas que difieren mucho de la palabra “buena”…
Cuando alguien muere se hace un vacío, se crea un silencio, al menos por
unos instantes se suspende todo pensamiento, se ahoga toda palabra, se
sofoca toda pasión.
También cuando Cristo muere un gran silencio envuelve la tierra, las
Sagradas Escritura dicen “La muerte de Dios hecho hombre estremeció los
cielos y sacudió la tierra”. Cristo expira en la cruz por amor a nosotros.
Así es, la muerte hace un silencio en la vida del hombre, pero no es aún la
última palabra, ya que con su resurrección, Cristo nos da ejemplo de Fe y
esperanza en que la muerte no es el final…
San Agustín, en un bello poema dice:
“La muerte no es nada, sólo he pasado a la habitación de al lado…lo que
somos unos para los otros seguimos siéndolo”.
Como al lado nuestro está y sentimos hoy a Manolo, viéndonos desde un
lugar privilegiado, participando de este acto del que tanto disfrutó.
Así pues, la última palabra no la tendrá la muerte, será LA
RESURRECCION ALCANZADA POR CRISTO PARA TODOS.
Meditación. Hermandad de la Piedad 2016. Autor: Jesús González Suárez
Pero hoy la palabra es para nuestro Hermano Jesús, al que tengo el honor
de presentar como meditador esta noche. Que me hiciera dicho ofrecimiento
fue toda una sorpresa, a la que no pude negarme, tanto por la amistad y cariño
que nos une, como por tratarse de un acto tan especial para nuestra
Hermandad.
Para quien no conozca a Jesús, decir que es una persona especial, buen
amigo, buen padre, buen hijo, buen hermano, buen marido, cofrade, rociero,
romero…pero ante todo un buen cristiano que desde pequeño tuvo grandes
inquietudes espirituales y que vive su vida acorde a los valores cristianos que
sus padres, Manolo y Pastori, le inculcaron desde la cuna y de los que da
ejemplo a sus hijos, Jesús y Rocío, de la mano de Reyes, su mujer, formando
una familia unida en el amor al Señor y a Su Santísima Madre.
Jesús nació en Dos Hermanas un 29 de Marzo de 1974, siendo el menor de
tres hermanos en el seno de una familia profundamente cristiana. Por motivos
familiares y laborales de sus padres, pasa la niñez y adolescencia entre su Dos
Hermanas natal y Lebrija, pueblo de nacimiento de su madre, cambiando de
residencia entre una y otra localidad en varias ocasiones, realizando en ellas la
educación primaria y el bachiller, culminando sus estudios licenciándose en
Derecho por la UNED
A pesar de no residir en ninguna de ellas, las sigue visitando con mucha
asiduidad ya que mantiene estrechas amistades y vínculos importantes, tanto
en el plano personal, ya que en ellas tiene a sus mejores amigos, como en el
religioso, habiendo sido pregonero de La Semana Santa de Lebrija y del
Pregón del 75 aniversario de la Hermandad del Rocío de Dos Hermanas.
Actualmente, Jesús reside con su familia en nuestro querido pueblo, lugar
del que se declara enamorado tanto de sus gentes, como de sus costumbres, y
donde cuenta con numerosos amigos, tanto que lo consideramos un visueño
más.
Como buen cofrade, como el mismo se confiesa, llegó a pertenecer a
varias hermandades de penitencia, hasta cinco a la vez, aunque actualmente
es hermano de la Hermandad de San Benito en Sevilla, donde sale de
nazareno junto con su padre y su hija, y de la Hermandad del Rocío de Dos
Hermanas y desde hace poco más de dos años, de nuestra Hermandad, que
fue la primera que vio haciendo estación de penitencia cuando vino al Viso la
primera vez, y donde actualmente colabora como auxiliar, participando
activamente en todo lo se le requiere.
Persona inteligente, gran conversador e involucrado en numerosas
actividades, Jesús pertenece a ese grupo de personas que no dejan
Meditación. Hermandad de la Piedad 2016. Autor: Jesús González Suárez
indiferente, siempre dispuesto a escuchar, conversar y debatir de cualquier
tema, y con el que se puede contar incondicionalmente.
Podría seguir hablando mucho más tiempo, pero hoy es su noche, por
lo que tras esta breve semblanza de nuestro meditador ha llegado su
momento…
Jesús, amigo, hermano, ante nuestros Sagrados Titulares, tuya es la
palabra
Lola Léon Roldan
Meditación. Hermandad de la Piedad 2016. Autor: Jesús González Suárez
Meditación
INTRODUCCIÓN Cuando recibí el encargo de ser el responsable de la meditación en este 2016 no imaginaba que me iba a suponer todo un reto. Buscaba algún motivo con el que hacer de este rato una noche agradable y para recordar en estos días, una suave pincelada preparatoria de las jornadas que llegan, un leve destello de la madrugada noche donde la calma silente se hace reina de este rincón de los alcores, pero esta meditación no es un pregón, ni lo pretende, me era difícil abstraerme de la lógica exaltación para afrontar el reto del papel en blanco, y como ya comenté en la convivencia tras nuestra Función principal de Instituto yo, al ser apenas un recién llegado a esta casa, no podía explicaros nada nuevo de esta vuestra hermandad. Tampoco podía sorprenderos de ninguna forma describiendo lo que vuestros titulares pueden significar en vuestras vidas, eso ya lo conocéis vosotros mejor que nadie. Así que sólo podía hablaros de impresiones mías personales, sólo me quedaba abrir mis propios pensamientos ante este misterio y compartirlos con todos vosotros, con los que ahora también sois mi hermandad. Por lo tanto os pido que toméis esta meditación como un sencillo pensamiento en voz alta, un eco compartido de reflexiones internas realizadas ante la fuerza sobrecogedora del conjunto que preside este acto.
SALUDA Hermano Mayor de la Hermandad de la Santa Cruz en el Monte Calvario, Inmaculada Concepción de María y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Piedad. Junta de Gobierno Reyes, Papá, Mamá, Jesús, Rocío. Hermanos y amigos
Meditación. Hermandad de la Piedad 2016. Autor: Jesús González Suárez
IMÁ, MADRE EN HEBREO
A plomo se derrumba tu mano
señalando la roca que te aguarda,
la noche que no acaba
tras sentencia y juicio romano
en solitaria estampa
de mártir abandonado,
de inocente desangrado
y escondida mirada.
Son péndulos de horas contadas
tus piernas desprendidas del regazo
el fin del camino señalando
ante una arbórea cruz alzada
símbolo de la nueva era cristiana
brújula del mundo en este ocaso
nuevo mandamiento de amor dado,
nueva promesa, nueva alianza.
Tus cabellos son ahora cascada
en el seco monte derramados
con trinitarios lirios regados
con tu sangre y con tu agua.
Quién dio paz a tu voz amarga,
quién tus heridas ha enjuagado,
quién no faltó a tu lado
a quién nunca echaste en falta.
Si tu boca otra vez hablara
si esos entreabiertos labios
pudieran en último trazo
esbozar tu postrera palabra
a quién iría dedicada,
¿no sería a esa mujer acaso?
Meditación. Hermandad de la Piedad 2016. Autor: Jesús González Suárez
Dirías Íma en hebreo pronunciada,
o Madre traducida al castellano.
CORAZÓN DE MARÍA
Refiriéndose a la relación entre Jesús y su Madre, dice San Lucas en su
Evangelio que “María guardaba todas estas cosas y las meditaba en su
corazón”
El corazón de María…
Un corazón de María que ahora, aquí, y ante nosotros, lo vemos plácidamente
roto, dulcemente destrozado, partido en pedazos ante una realidad soportada
en sus propios brazos, la realidad del Hijo del Padre lejos ahora de su cuerpo
terreno, la realidad de un cuerpo libre ya de la cruz, el cuerpo de Jesús de
nuevo en los brazos de su Madre, de nuevo el Cuerpo de Cristo en sus
brazos…
DE BELÉN AL CALVARIO
Dice la Madre Trinidad Jimenez, fundadora del movimiento de la Obra de la
Iglesia, que “es en Belén y en el Calvario donde se manifiesta la verdadera
grandeza de María plena de sacerdocio”. Porque María es la primera
intercesora con Jesús, María ha sido el primer recipiente donde se guardó el
Cristo durante nueve meses, y por lo tanto es el primer sagrario que ha
guardado en sus entrañas al Hijo del Cielo, y es María el primer altar con
ofrenda de cuerpo y sangre desde esos sus regazos al mundo entero. Son las
dos poderosas imágenes de María con su hijo en brazos las que rodean y
enmarcan y abrazan los 33 años de la vida de Cristo, María en Belén con su
hijo en brazos recién nacido, y María en Jerusalem con su hijo en brazos recién
fallecido… toda la vida del Salvador del mundo, principio y fin, alfa y omega de
nuestra fe en los brazos extendidos de María que generosos nos entregan y
ofrecen a su propio hijo.
Alfa y principio en un pesebre que sirve para el alimento de bestias y animales,
omega y fin en un monte para ajusticiar a delincuentes y escoria de judea…
Meditación. Hermandad de la Piedad 2016. Autor: Jesús González Suárez
que lejos quedan los bordados, la plata y las flores con las que ahora te
rodean. Que lejos la música, que lejos el oro y el incienso de los magos de
oriente, que lejos…
Principio acunado en Belén entre risas de niño pequeño y fin mecido en el
Calvario entre llantos desamparados y en unos brazos humanos, María
humana, humana capaz de sentir la alegría y el dolor, el éxito y el fracaso, la
esperanza y el temor, la certeza de actuar conforme a los designios de Dios, y
la duda de ver sin vida el cuerpo de su propio Hijo.
Principio de cielo estrellado y luminoso en Belén y fin entre tinieblas y luna de
sangre en el Calvario en unos brazos de mujer, María humana y mujer, mujer
que exterioriza sus sentimientos y llora, llora sin consuelo aunque se esté
cumpliendo el plan divino, llora y se plantea, se está planteando su propia
realidad, pero cómo puede sufrir si está cumpliendo la palabra de Dios, cómo
puede sufrir por cumplir la palabra de su propio Hijo.
Principio de llanto infantil en Belén y fin de madera y espina en el Calvario en
los brazos de una Madre, María humana, María mujer y María Madre, Madre
que ante nosotros soporta el fruto inerte de su propio vientre, Madre de Dios
que no deja de ser humana y ve que entre sus manos se la ha ido su vida, su
niño de Belén… quién puede imaginar mayor motivo para esas lágrimas de
María humana como nosotros, mujer como vosotras, y además Madre.
Meditación. Hermandad de la Piedad 2016. Autor: Jesús González Suárez
Te miro y sólo veo al niño
correteando entre herramientas carpinteras,
te miro y sólo veo al niño
que en el Egipto a andar aprendiera,
te miro y sólo veo al niño.
Quiero recordar tu risa
correteando en el templo antes de perderte,
quiero recordar tu risa
con los pastores que a prisa vinieron a verte
quiero recordar tu risa.
Pero has crecido tanto
que abarcarte ya casi no puedo,
has crecido tanto
que no reconozco tu cuerpo,
has crecido tanto.
Meditación. Hermandad de la Piedad 2016. Autor: Jesús González Suárez
MADRE DE HOMBRE, MADRE DE DIOS
Dice la fundadora del movimiento focolar, Chiara Lubich, que “El amor de una
Madre es, por naturaleza, más fuerte que la muerte, porque ama a los hijos
como a sí misma, porque realmente hay algo de sí misma en sus propios hijos”.
María conoce los planes del Cielo, es su partícipe y protagonista principal
voluntaria desde la misma anunciación, desde el hágase en mí según tu
palabra, es sabedora de la vida infinita de su hijo, es sabedora de su misión
salvadora, es sabedora de la gloria que a todos nos espera a través de su hijo,
es sabedora que Ella, humana y mujer, es Madre de Dios y de hombre,
MADRE DE HOMBRE Y MADRE DE DIOS…
Ella lo sabe más de 400 años antes de que se proclamara oficialmente en el
Concilio de Éfeso, es sabedora que para cumplir esos planes debe soportar su
hijo cruel e injusto castigo y muerte de delincuente. Ella sabe del inmenso
poder que atesora la mirada de su hijo, y sin embargo no puede soportar la
realidad que ahora le inunda, la trágica realidad que ahora le ahoga, la negra
realidad que colapsa y paraliza todo pensamiento, que oculta todo futuro, sí…
María es la Madre de Dios, pero tiene ahora a su hijo muerto entre sus brazos.
Esta imagen, hermanos, es tremenda, radicalmente conmovedora, es trágica
hasta el extremo. Poneros en el lugar de María de la Piedad…
Meditación. Hermandad de la Piedad 2016. Autor: Jesús González Suárez
EL TRIUNFO DE MARÍA
Dicen que esta imagen refleja el triunfo de la muerte, tan buena muerte que yo
creo que refleja además otros triunfos pasajeros.
Esta imagen es el triunfo de lo temporal. No existe para María en ese instante
más tiempo que precisamente ese momento, no hay futuro, no hay mañana, no
hay Domingo de Resurrección, sólo hay dolor y ausencia de lo más querido, un
dolor que sólo una Madre es capaz de entender y nunca soportar. Esta imagen
es el triunfo de lo temporal sobre lo eterno.
Esta imagen es el triunfo de lo efímero. No hay plan divino que consuele las
lágrimas que riegan el seco cadalso, no existe apertura de los cielos que
sofoque el infierno terreno de una mujer desgarrada en sus adentros. Esta
imagen es el triunfo temporal de lo efímero sobre lo trascendente.
Esta imagen es el triunfo del corazón. El sentimiento de pérdida, el sentimiento
de impotencia, de culpa, de vacío, se extienden desde ese desnudo y doloroso
monte hasta la mismísima luna que se tiñe en roja sangre sobre una humana
María que no atiende a explicación ni justificación alguna. Esta imagen es el
triunfo del corazón sobre la razón.
Esta imagen, nuestro misterio, es el triunfo del corazón de María humana,
María mujer y María Madre, porque como dice San Lucas, “María guardaba
todas estas cosas y las meditaba en su corazón”.
El corazón de María como simétrico centro de este conjunto del que brotan
invisibles tangentes ráfagas con destino hacia todo aquel que quiera ver, que
quiera entender, que quiera conocer más allá de la simple artística estética.
Una estética, una imagen de nuestro señor que no sé si muere, que no sé si
duerme, o sencillamente se despide para que otra nueva estética la tengamos
muy pronto entre nosotros siguiendo dándonos ejemplo, dándolo todo, hasta su
vida por nosotros.
Meditación. Hermandad de la Piedad 2016. Autor: Jesús González Suárez
QUÉ SOMOS
Pero nosotros, qué somos. ¿Somos estética, o somos verdad…?
Ante este cuerpo vencido, hundido como a diario se hunden barcazas
sobrecargadas de esperanzas en el oscuro azul mediterraneo, nosotros, ¿qué
somos? ¿Somos Simón de Cirene que ayudamos en lo que cada uno pueda,
pero ayudamos? ¿O nos estamos repartiendo materias primas, gas, petróleo,
como hace 2.000 años se repartieron sus vestiduras…?
Ante este cuerpo violentado, agredido, humillado de latigazo e insulto como
tantos casos hoy en la impunidad de cuatro paredes y una puerta cerrada que
es todo menos hogar, ¿qué somos? ¿Somos masa, turba que se deja llevar por
el qué dirán defendiendo con nuestro silencio a los nuevos Barrabás? ¿O
somos Verónica que sin avergonzarnos ante los demás damos lo mejor que
tenemos para borrar por siempre tanta marca en inocente rostro?
Ante este cuerpo de cariño y compañía necesitado como necesitan tantas
familias de apoyo material y humano, ¿qué somos? ¿Somos soberbios
indolentes como los que le dicen a Jesús que venga una legión de ángeles y lo
salve de esa cruz? ¿O somos verdaderamente caritativos capaces de compartir
lo que tengamos aunque sea una simple esponja de agua y vinagre que a las
palabras “tengo sed” alivien unos labios llagados?
¿Somos Pedro que renuncia a sus creencias al más mínimo contratiempo?
¿Somos Judas que se traiciona hasta a sí mismo por vana avaricia estéril? ¿O
somos Magdalena que nunca deja solos ni abandona a sus cercanos más
queridos sin importarle el qué dirán? ¿Podríamos reconocer a Nuestro Señor
con sólo partir el pan? ¿O queda ya tan lejos Emaús que simplemente nos
dedicamos a observar, opinar y si acaso que otros actúen?
Y así, cuando volvemos nuestra mirada a esa cruz huérfana ya de cuerpo, a
ese cuerpo huérfano ahora de vida, a ese calvario de soledad y silencio, de
marianas lágrimas que son una vez más oración, uno se ve empequeñecido
ante esa mujer, y le reza en silencio. Silencio, soledad y oración. Estamos a
final de la cuaresma, al final de nuestra retirada al desierto en busca de silencio
Meditación. Hermandad de la Piedad 2016. Autor: Jesús González Suárez
y soledad para orar. Pero dónde están esos desiertos, los desiertos que
necesitamos hoy día no son de piedra ni arena, ni están alejados en el paisaje
de nuestro día a día. Los desiertos necesarios para orar hoy son desiertos de
los sentidos, ausencia necesaria de ruido externo pero sobre todo interno, ser
capaces de aislarnos de nuestros sentidos y superarlos para poder entender
que María, humana como nosotros, el primer sagrario, el primer altar, es el
ejemplo a seguir.
Desierto de los sentidos que desemboquen en un jardín de sentimientos, de
sentimientos limpios de corazón, como el corazón de María que desde ese
desierto del Calvario inicia el camino hacia la luz del sepulcro vacío
convirtiendo el llanto en esperanza, transformando la oscura madrugada en
amanecido resplandor del mismo modo que la seca prosa se va convirtiendo
con la dulzura y ritmo de los latidos de ese corazón en sentida lírica.
Meditación. Hermandad de la Piedad 2016. Autor: Jesús González Suárez
MARÍA DE LA PIEDAD
Desde ese Calvario donde aparece doliente y parece derrotada
María llora y ora,
y sigue llenando su corazón de meditación
hasta tal punto que su lamento
en el mismo momento que brota
ante el triunfo temporal de esa buena muerte
inmediatamente se convierte
en perdón y piedad.
Tanta piedad y tan cierta
que no deja herida abierta
ni atisbo alguno de rencor.
Le han arrebatado a María su tesoro más preciado,
pero al mundo ha regalado
al ungido Salvador.
La cruz no es el omega, la cruz es el camino,
este fin ya no es el fin
que es sólo antesala de lo eterno,
este triunfo de oscura noche de pascua
es un simple triunfo pasajero
enseñándonos que todo pasa,
que el tiempo es un corto sendero
para inclinar la balanza
que nos abra las puertas del cielo.
Es cierto María,
tu hijo, el Cristo, ha muerto
y lo sufres, lo lloras, te desconsuelas
echándolo de menos…
Pero es cierto María,
tu hijo, el Cristo, vuelve a la vida
vence a los tiempos
vence a la muerte
haciéndola mero instrumento
Meditación. Hermandad de la Piedad 2016. Autor: Jesús González Suárez
de paso entre dos mundos,
el suyo,
y este que creemos nuestro.
Queda desnuda la madera
con un sencillo dosel,
la cruz solitaria queda
desprovista ya de aquel
que la ha nombrado verdadera.
Vacío el sepulcro se ve
movida anuncia la piedra
que dentro ya no está Él
a tres días de esta pena.
Sabed, hermanos, sabed
que las sombras de vuestra cera
que el lejano amanecer
que la noche de nuestra hermandad y esencia
es semilla también
de melodía campanera
repique alegre, bronce y vaivén
anunciando la buena nueva.
Del negro ruán de ayer
nacen a borbotones estrellas,
en miel de abeja y panel
tus lágrimas se conviertan
para que ahora sean tres
azucaradas perlas.
Víspera de madrugada y también
víspera de Domingo que se acerca,
sabed hermanos, sabed
que cuando se cierre esa puerta
y el paso esté aquí otra vez
tras el recorrido de vuelta
es cuando nuestra fe
resucita y se acrecienta
Meditación. Hermandad de la Piedad 2016. Autor: Jesús González Suárez
anhelando ese amanecer
que imparable siempre llega.
Jesús ante nosotros aquí está muerto,
y aquí le acompañamos en esa espera.
AMÉN.