Post on 05-Aug-2015
Juan Manuel de Rosas, el mito y una nueva mirada
Irene Farias
(Universidad Nacional de Lomas de Zamora)
irenefarias@live.com.ar
[Sobre Bajarlía, Juan-Jacobo (2010): Morir por la patria. Los asesinatos en la
época de Rosas. Prólogo de Stella Alvarado, Ediciones Lea, Buenos Aires.]
¿Culpable o inocente? ¿Responsable o no? ¿Verdades o mentiras?
Durante muchas décadas se han dirimido estas cuestiones a la hora de
establecer un juicio sobre el proceder de Juan Manuel de Rosas a lo largo de
la primera mitad del Siglo XIX. Con su gobierno dictatorial, amordazó de tal
modo la libertad de expresión que hizo escasa o casi nula la producción
literaria de su época, y la que llegó a publicarse claramente favorecía los
intereses del llamado Restaurador de las Leyes.
Juan-Jacobo Bajarlía realiza un estudio sobre los hechos históricos que
involucraron a Juan Manuel de Rosas desde 1822 hasta 1870. Se instala en el
pasado histórico de la Argentina y retoma casos de asesinatos cuyas
características de indefinición en cuanto a la autoría física e intelectual de los
mismos ha generado sospechas y arrojado sombras sobre la conducta política
del hombre que lideró la nación durante más de veinte años.
El libro se estructura en un Prólogo escrito por Stella Alvarado que
describe la trayectoria del autor y ubica a quien lee esta obra en un punto de
su notable corpus literario.
Los doce capítulos siguientes dan cuenta de los asesinatos de
personajes comprometidos con el destino del país: el caudillo Facundo
Quiroga; los gobernadores Latorre y Heredia; Ramón y Manuel Vicente Maza;
Juan Lavalle; Florencio Varela; Camila O’Gorman; Justo José de Urquiza;
Tomás Brizuela: Ángel Vicente “Chacho” Peñaloza; Nazario Benavídez;
Bernardo Monteagudo. Dos de los capítulos, el IV y el IX, semejan un cuadro
costumbrista en el que se refleja cómo el terror había invadido las calles de
Buenos Aires. En orden alfabético, el capítulo XIII presenta una “Tabla de
asesinatos principales” en la que se encuentran fechas, lugares, y nombres de
víctimas y victimarios. El XIV presenta una “Aclaración de la tabla” en la que
el autor deja manifiesta su postura: “Nosotros hemos tratado de ser
imparciales. Y decimos con Alberdi: ‘Aunque opuesto a Rosas… he dicho que
escribo esto con colores argentinos’.”
Elementos valiosos a destacar de este libro son los documentos a los
cuales el autor remite y cita en su afán empírico de corroborar los hechos
narrados. Ello demuestra un trabajo intenso de investigación previo a la
confección de la obra. Por otro lado, la lectura se hace ágil e interesante
puesto que un bagaje de elementos retóricos se despliega en los relatos, entre
los cuales el de la venganza que Damasita Boedo lleva a cabo contra Lavalle
(capítulo V) atrapa con su calidad narrativa al más objetivo de los lectores.
Otro elemento a tener en cuenta y que suma interés al leer es la presencia de
muchos géneros tales como poesías, fragmentos de obras de teatro y
diferentes documentos de escritores que ilustran la época a la que se acota el
estudio de Bajarlía.
Por otro lado, una cuidada edición de Ediciones Lea, de Buenos Aires,
otorga un marco adecuado a esta obra que propone una nueva mirada sobre el
personaje tan discutido y por ello la culmina con estas palabras: “Hemos
analizado serenamente la tan discutida época de Rosas, y al terminar el
manuscrito que hoy se publica nos vino a la memoria la frase con que Tácito
comenzó sus Anales (“sin ira ni fervor”) y la hemos usado para poner esta obra
bajo su égida: Sine ira et studio.”