Post on 23-Jan-2016
description
Niños y celulares: ¿los nuevos “yonquis” del siglo XXI?Cómo resolver los graves problemas de los iPhone y redes sociales en los hijos (1)
SALVADOR ARAGONÉS
28 JULIO, 2015
tinkerbrad-cc
COMPARTIRTWEET
1k 0
Esto que diré es un poco fuerte, pero no es más que uno de los muchos casos de Ciberbulling. El padre de un adolescente me comentó un día sobre su hijo: “Mi hijo se conecta en el Facebook en el ordenador y lo deja abierto sin cerrar la sesión, y a veces lo hace desde el móvil de su madre. La cuestión es que todo lo que recibe en el ordenador lo veía su madre. Una vez mi mujer empieza a leer un diálogo de su hijo con otro tipo del colegio, un año mayor. Le presionó para que confesara su condición de que era de la otra acera, es decir homosexual, cosa
totalmente falsa”.El niño tuvo que cambiar de ciudad. Se dio de baja de Facebook.
Las redes sociales tienen el peligro de que las personas no sepamos hablar cara a cara,de tú a tú. Mejor el chat (pensamos). Hay adolescentes que tienen 800 “amigos” en Facebook. ¿Los conoce? Ni hablar. No sabe quiénes son. Se comunica con extraños y los extraños se comunican con él.
Para hablar de problemas, también está el de los Phonbies. Todos podemos convertirnos en Phonbi, a causa del Phubbing, término aparecido el año 2007 junto con los teléfonos inteligentes. Se definen así aquellas personas que ignoran su entorno, y rompen una conversación porque “deben” atender al chat. La otra persona tiene que esperar que termine el chat para seguir hablando. “¿De qué estábamos hablando?”, pregunta. Se reinicia la conversación y a los tres minutos, otra vez “debe” atender al chat, y así otra vez, y la conversación se pierde.
¿Y cuando les suena el móvil en misa?:no pueden esperar y salen de la iglesia, y vuelven en el Padrenuestro. ¡No han asistido a Misa! ¿Podía esperar la llamada? En la gran mayoría de los casos, podía esperar.
Una chica de 15 años, muy correcta, con la cabeza en su sitio, le pregunté si tenía iPhone y si lo utilizaba mucho. “Poco –me dijo-porque mi madre no me lo deja en horas de trabajo y de estudio: por las mañanas hasta la hora de comer, y por las tardes no lo uso de las cinco a las ocho”. Pero esto es prohibir. “Mis padres dicen que ellos también tienen muchas
prohibiciones, cosas que no pueden hacer y obtener en sus vidas”. Válida respuesta.
Otra madre, que veía que su hija perdía demasiado tiempo chateando, le quitó el aparato, y vio –horrorizada- que en dos horas y media había tenido 500 mensajes de wapp. ¿Cómo se puede concentrar así una persona?
Muchos padres dicen que no pueden hacer nada, y se rinden ante la exigencia de sus hijos. A veces será duro usar de la autoridad de los padres, pero educar a los hijos con responsabilidad es su obligación más importante.
Los hijos tienen un escaparate mundial en que hay de todo, como es Internet, en edades que no tienen defensas en su voluntad ni en sus conocimientos frente los inputs que vienen de fuera, hay que poner cortafuegos, no se puede mirar a otra parte.
Es como su tu hija o hijo, niño o adolescente, fuera a una farmacia y comprara sin aconsejarle pastillas para el dolor de cabeza, el ardor de estómago, la menstruación, la colitis, los granos en la cara, adelgazar, etc., sin pedir consejo ni siquiera al farmacéutico. ¿Cuál sería el resultado? ¡No tiene conocimiento ni experiencia!, diríamos. Por eso hay que enseñarles también el uso de las Tic.
Consejos
Para terminar unos cuantos consejos. Hay que
ser prudentes y educar a la prudencia,
enseñándoles lo que les puede pasar. Hay que tener
en cuenta que para los adultos también van los
beneficios y lo que no conviene de Internet. Por otro
lado, no es aconsejable que las niñas y los niños
tengan para su uso personal y “en abierto” un iPhone
y ordenador hasta los 15-16 años, según la madurez.
Enseñar a los adolescentes a tener su propia
intimidad y no manifestarla a todo el mundo en
abierto, sabiendo además que aquellas imágenes
pueden ser utilizadas por desaprensivos. Alguien
que no tiene un mundointeriorle falta
profundidad, solidez, estabilidad, no se
autovalora. Y es incapaz de ser un amigo de
verdad. No es capaz de darse, porque no se
autoposee, no se ama. No se puede ventilar la
propia vida como en un mercado público. Mostrar lo
justo y “solo” a quien conoces o tienes claras
referencias.
Respetar los tiempos de estudio y de trabajo, y
formar a los adolescentes a la concentración en
el estudio, en el silencio y en la oración, a
mantener relaciones interpersonales, con los padres,
los tutores, los amigos. Tener agallas para escribir:
“estoy ocupada hasta las 20:00 horas”, a pesar de que
alguna pesada escribe: “Tía, que no me
respondes… !!! Qué mierda!!! Es
urgenteeeeeee…!!!”. Nada hay tan urgente como
cumplir con el propio deber en cada momento.
No contar cosas familiares, que a nadie más que
a la familia interesan. Crean a veces curiosidades
malsanas y morbo. En una tertulia entre clase y clase
no se cuentan cosas familiares, amoríos, tristezas,
meteduras de pata, la conversación íntima con una
amiga (deja de ser íntima en el momento de
contarla). En otras palabras: no ser ingenuo.
Ojo con las webcams: Bitdefender realizó
un estudio. Para ello creó un perfil de una chica
de 21 años muy guapa, rubia y que parecía ser
sincera. Y envió la solicitud a 2.000 personas al
azar con una edad entre 17 – 65 años, con diferentes
estudios y puestos de trabajo. Pasada unasemana
1.872 ya habían aceptado la solicitud, es bastante
probable que las demás personas no estén activas en
la red social. Por lo tanto, consejo: saber decir
que no.
Los padres deben “perder tiempo” con sus hijos
viendo Internet juntos. El ordenador debe estar en
un lugar público de la casa, y no dejar solo un niño
en casa con el ordenador en marcha.
Controlar el uso de los iPhone e iPad, con
configuraciones restrictivas como bloqueadores,
filtros… Qustodio, AppLock, Canguronet, aunque no
son fiables del todo. El dispositivo al que se
conecten los aparatos debe estar en un lugar
común y no en una habitación donde pueden
encerrarse.
Los padres deben navegar junto con los hijos y que
vean estos que ante determinadas propuestas de
Internet digan, “esto es interesante”, o bien, “esto
fuera”.
Al final, estamos igual que en cualquier época: los
padres han de “perder tiempo” con los hijos para
educarlos, pues tienen la obligación ineludible (nadie
lo hará en su lugar) de la educación de sus hijos. ¿Es
difícil? ¡Claro! Como son difíciles el trabajo de
cada día y los avatares de la vida. Pero la familia
es el corazón del amor, y cuando se pone amor
todo es más fácil, todo cuesta menos, y… ¡vale la
pena!
Adicción al celular en los niños: ¿la culpa es del aparato?Cómo resolver los graves problemas de los iPhone y redes sociales en los hijos (2)
SALVADOR ARAGONÉS
28 JULIO, 2015
Jim Bauer-cc
COMPARTIRTWEET
54
0
Uno de los graves problemas que tienen los padres hoy con los niños, adolescentes y jóvenes es sobre el uso de los iPhone, Smartphone, tabletas, y las redes sociales como Facebook, twitter y otras. Comentarios muy comunes: “Los padres vamos desorientados y no sabemos qué hacer. Los hijos a los 10 y 11 años nos dicen que “todos” sus amigos/as tiene un teléfono móvil, el cual es “indispensable” para comunicarse con ellos y con sus padres”. ¿Qué hacer?
Vamos por partes. En primer lugar reconocer que los instrumentos digitales han traído muchos beneficios, a nivel personal, familiar y profesional, pero también hay que usarlos con moderación y casa cosa tiene su edad. Conviene no olvidar que hoy existen trastornos psicológicos, de estrés, de dependencia… Podría citar a unos cuantos psicólogos que tienen a pacientes de este tipo, especialmente entre adolescentes. En Corea hay unas 100 de clínicas para desintoxicar la adicción del uso excesivo-obsesivo de las Tic.
Los adolescentes se sienten desprotegidos con el uso de los iPhone. Muchos piden ayuda a sus padres para poder usar estos instrumentos, y hay padres que tienen poca piel fina y no hacen caso o “no tienen tiempo”. Esto pasa porque hay mucho papá ingenuo que no ayuda a su hijo en momentos claves de su vida, y que cree que manejará bien las redes sociales sin ayudas.
El caso más grave de adicción en Europa se encuentra en España, donde está la tasa más alta de adicción de adolescentes a las Tic y cerca de cuatro millones de niños internautas se encuentran en
riesgo de desarrollar una adicción a Internet. La consecuencia es clara para quienes usan descontroladamente Internet: son niños y niñas que muy dispersos, pierden mucho tiempo navegando y chateando, lo que afecta a su rendimiento escolar y a sus relaciones normales personales con otros amigos o amigas o incluso con su familia.
Según la tesis de Jon E. Illescas, en la mayoría de videoclips de Youtube encuentran los adolescentes con agresividad, violencia, vocabulario soez y ofensivo, permanente competitividad, individualismo posesivo, hipersexualización de las relaciones personales, el culto a la riqueza y a la fama. El estudio está hecho sobre 400 videoclips entre los que destacan incluso varios premios Grammy.
Hay muchas chicas y chicos adictos a la pornografía. Es un problema complicado, pegajoso, difícil de solucionar, pues incluso cuando parece resuelto el peligro de volver a engancharse sigue siendo alto.
El papa Francisco ha dicho: “la problemática no es principalmente tecnológica. Nos tenemos que preguntar ¿somos capaces, también en este campo, de llevar a Cristo, o mejor, de llevar al encuentro de Cristo?» (Francisco, Discurso al Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, 2013).
¿Cómo convivir en cristiano con las nuevas tecnologías?Este es un gran reto hoy en la educación de los hijos, en las familias y en las escuelas católicas. Hay que eliminar la ignorancia, tanto en los padres como en los profesores. En el
púlpito, en las predicaciones, se habla muy poco de este tema.
Hay que enseñar a vivir a los niños, jóvenes y adultos, con autenticidad, es decir que la base de las relaciones debe ser la confianza, no el engaño. Muchos adolescentes se parapetan detrás de Facebook o de otras redes sociales demostrando lo que no son: quieren crear una imagen distinta de lo que realmente son, y esto se opone a la necesaria confianza que debe de existir en las relaciones personales. Santo Tomás decía: «Los hombres no podrían vivir juntos si no tuvieran confianza recíproca, es decir, si no se manifestasen la verdad».
Benedicto XVI, al hablar de las redes sociales, dijo:
«Las personas que participan en ellas eben
esforzarse por ser auténticas, porque en estos
espacios no se comparten tan solo ideas e
informaciones, sino que, en última instancia, son
ellas mismas el objeto de la comunicación».
En otras palabras, la vida on linedebe
corresponder a lo que somos en la vida off line. No
podemos llevar una doble vida. “Que tu sí sea sí, y tu
no sea no”, dijo Jesús (Mt, 5, 37). Hay personas hoy
que tienen pánico en manifestarse como
son, porque no se gustan a sí mismas, porque tienen
una visión de la persona chata, sin elevación
espiritual, todo lo fían a su yo y a su yo en relación
con los demás.
Por otro lado, el valor de un cristiano no está en su
yo, sino en su mayor amor a Dios y a los demás
hombres. El valor de la persona, pues, no está en el
número de “amigos” o de “me gusta” que tiene en el
Facebook o en Youtube.
Conviene, además, no obsesionarse por la apariencia,
que a veces esconde una baja autoestima, la cual nos
lleva a la ansiedad de “ser aceptados”, valorados,
felicitados por los demás. Es un síntoma de
inseguridad y de poco equilibro sentimental.
Hace poco un chico decía en su muro: “hoy es mi
cumpleaños y no me ha felicitado nadie!!! Holaaaa???
Holaaaa!!!”
Otro chico decía: “(Fulanito) desde que tiene wapp
está que no…; en el chat es supercolega y
superamigo, pero luego le saludas y apenas te hace
caso. ¡Es un falso!”.
Podríamos citar numerosos casos como estos, u otros
en los queuno “quiere ser” friki, original: “Soy
exclusivo/a” se dice a sí mismo, “selecciono
superbuenas fotos, quedo siempre superbién…”.
Busca que los comentarios siempre sean positivos
hacia su persona, con lo que fomenta un narcisismo
con el que quiere mejorar su autoestima. Pero ¿cómo
es él/ella en realidad?Ahí está la necesidad de ser
auténticos, de ser el mismoon line que off
line. Un refrán en español, más viejo que los
dinosaurios, dice: “aunque la mona se viste de seda,
mona se queda”. ¡Y es verdad!