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UNIVERSIDAD DE MEXICO 2'9
de Andrés HENESTROSA
P R E T E X T O.S
Porque no en balde,porque no en balde,que os diviertaís muchodijo el alcalde,dijo el alcalde.
y que yo traslado a Vicente T. M endoza, para queestablezca cómo y cuándo pudo haber llegado al Istmo deTehuantepec, y permitió que Emilio Torcuato Ríos, tras deolvidarla medio siglo, un buen día la cantara.
mundo y mata a Dios, Spinoza.Hobbes- son un ejemplo de ello.Pero las situaciones más trágicasson, tal vez, aquellas en que el,hombre ama. a un tiempo, al mundo y a Dios. Pero debemos comprender. con una sana razón' escolástica. que el tercero debe serexcluído: el triángulo nos conmueve no sólo en las tablas. El homhrele pone cuernos a Dios. o se lospone al mundo, Entonces surgensoluciones dramáticas: la fe, paraamar a Dios; la razón; para conquistar al mundo, '
Zea no olvida. como buen ordenador, como hábil novelista filosófico, a sus personaj es. Si hapintado a los escépticos antiguoscomo la consecuencia natural de lacrisis del mundo grecorromano. alsurgir el 'escepticismo de Cartesia.nos hará notar que es el productode otra crisis: la escolástica. Elescepticisnlo es el báiese el telótlde una época, Si. al hablarnos delescepticismo nos dice que "las tre.'filosofías buscan la felicidad y laencuentran en una renuncia". muchos siglos después nos encontramos. al hablar el autor de las ideasde Hobbes. que "a diferencia delos antiguos sabe Hobb~s que lafelicidad no consiste en lo que éstos creian. en tina renuncia a actuar sobre el mundo exterior. enun negarse a la acción. sino entodo lo' contrario. el hombre esfeliz en la medida que actúa". Sonpersonajes que tienen. como se ve.una vida bastante larga. quizáseviterna; pueden cambiar su posición -ser o no una renuncia-;pero vuelven a surgir. siglos de hojas después. en la historia.
E. G. R.
MARTÍN HEIDEGGER, Kant )1 elprohlema de la metafÚica.Fondo de Cultura Económica.México, 1954.210 pp.
Esta obra. escrita en 1925-26 Ypublicada en 1929 "se originó -como explica Heidegger en un bre,:eprólogo-, en conexión con la Immera redacción de la segunda partede El Ser y el Tiempo". Alcanzó,con una celeridad asombrosa, unéxito sens:acional porque revolucionaba la exégesis de la obra kantiana, La interpretación tradicional.recogida por las escuelas neokantianas de Marburgo y Baden. erala de que K~,nt. en su Crítica dela Razón Pura. había centrado todala problemática filo~~fica en. lagnoseología. en la cfltlca ~el, 1I1S
trumental cognoscitivo. reaJ¡zan~olo en detrimento de la 1l1,eta"hyslcar¡eneralis que Baul11garten, bajo lainfluencia de Leibniz y Wolf. definía como "la ciencia que contienelos primeros principios de lo queel conocimiento humano aprehende". En este sentido se había interpretado la "revolución copernica'na" de que habla el propio Kant.Revolución que le parecía al deKonigsberg semejante a la suya.Heidegger. en este estado de cosas.se lanza abiertamente contra estaopinión de los intérpretes kantian?sy dice: "La Crítica. de la RozanPura. nada tiene oue ver con la'teoría del conocimiento· ... y prosigue "al plantear el problema dela trascendencia no se reemulazauna metafísica por una 'teoría delconocimiento'. sino (!ue se interroga acerca de la posibilidad internade la ontología", Heidegger af!rmaque "la verdad óntica se oflen!allecesari~men!e hacia la verdad ontológica. Esta e:. el!, un l~u.evo
sentido la internretaclOn legltll~l~de la 'revolución couer11lcana.Esta interpretación inusitada ac?rde con la preocu'1ación ontológIcay meta física de Heidegger. escomo sp h~ cl;cho. nna exégesis
temporal es la trama -unas vecesdramática. otras angustiosa-, deesta biografía de la conciencia de!hombre en el mundo filosófico.La Introducción tiene tres personajes importantes: el hombre. e!mundo y Dios. Capítulos hay enque hombre, mundo y Dios mantienen buenas relaciones; perolen otros. el hombre, enamorado deDios. de~deña al mundo y entonces surge un episodio de pasión queculmina tn e! homicidio del mundo. como en el caso de esa linea depensadores que va de San Agustín.pasa por los franciscanos de Oxford -Escoto. Ocam- y desemboca en el Pascal de la segundaépoca: el Pascal jansenista. e! qlleno quiso geometrizar Sil corazón.En otros pasajes la tragedia esl'nversa: el Itombrp enamora al
El santo de l1n: pueblohoyes el díahoyes el día,y hay que solellmizarlocon alegríacon alegría.
LAS palabras se las lleva el viento, dice la sabiduríapopular. Son aire, y van al aire, dice el poita. y noson meros daires, o díceres, como también se sueledecir. Como las aves, como el humo, como las nubes,
las palabras vuelan, caminan, cruzan los mares, traspasan lasmontañas, atraviesan las llanuras, hasta que encuentran techoy pecho para anidar. Y ahí se quedan. Nadie sabe cuándollegaron, nadie oyó el batir de sus alas sobre los· tejados,pero de repente se las encuentra en la calle, en el mercado,entre los niños que juegan en el patio. ti Quién si no elviento las trajo'! Porque el lugar está incomunicado, la llanura, de tan grande, se pierde, la sierra gigantesca. El viento,sólo el viento pudo ser. El pueblo es indio y no habla sinoléngua india, Y esas palabras son forasteras, peregrinas, advenedizas; no pudo inventarlas el pueblo. N o cane duda: lasaprendió el viento.
y las palabras se quedan ahí. Las gentes las aprendende memoria, sin' saber qué significan. A veces se olvidan,parece que se van. Pero no hay tal. Y si las hay parecidas entierras lejanas, no es que se fueron de aquí, sino que, compafieras de viaje, volaron más.
Cuando encuentran hermanas, dan a luz palabras; cuando no, apenas un leve trastorno padecen. Si se casan con lasvoces nativas, dan a luz unos hijos que tienen dos caras:castilmax, canoa de Castilla, barco, si la unión fué entre elespañol y el huave; mixa xandu, misa, santo, si lo fué conel zapoteco.
N o digas, pues, que' tal palabra, tal melodía, tal copla,no se conoce en tu pueblo, porque el día menos pensado ala vuelta de una esquina, topas con ella. Si no fuera de esemodo, ¿cómo pudo ocurrir que una persona que pretendeconocer todo lo de su tierra, se lleve sorpresas como las que'}iO he llevado'! Miren si es o no sorpresa encontrarse en boCOJde un anciano, sin letras, sin lengua espmlola, esta cancioncillamemorizada en la niñez de boca de sus abuelos, quienes asu turno la aprendieron de los suyos, como yo la ense110 aCibeles y ella lo enseñará a sus hijos.
Que os diviertaís mucho,diio el alcalde.Anda, salero, que se te ve,bajo las alas todito el pie.Anda, salero, que se te ve,bofa las alas todito el pie,
hiciera de ella una especie de gigantesco silogismo en el que lo~ primeros filosofemas --concepCIOnesjónicas en nuestra cultura occidental- fueran la primera premisa;los subsiguientes. la segunda. hastaque se hallara la conclusión ve~dadera, No, el problema es mascomplejo. Hay filósofos que nosólo no se sitúall en e! callceconsiderado por la tradición comoprqgresista, sino que. rompiendopor completo con este cauce, hacensuyos otros problemas. otros métodos. otras soluciones. Esta 1ntro-
- ducción tiene la enorme ventaja deordenarnos con un criterio histórico y hun;anista, el material caótico que la historia nos brinda.Zea trabaj a su obra como unanovela en que los conceptos sonpersonajes y en que la sucesión
E. L.
E. L
WILLIAM FEl,LNER, Oligopolio,Teoría de las estructuras delmercado. Fondo de CulturaEconómica. México, 1953.297 pp.
En los II capítulos de este libro.el autor desarrolla un complejoexamen de varios temas y teoríasque guardan relación 'con las estructuras del ¡mercado.
Considera Fellner que la teoríadel valor. tal .como suele presentarse. no logra dar una explicación"suficientemente real" de la formación de los precios dentro delas economías industriales de laépoca actual. La· teoría monetariay la de ocupación han podido serllevada,s a unarnayor a,plicabilidad.porque las investigaciones que estas teorías. despliegan ,registran sólo datos generales, pero la teoríadel valor precisa captar. fundamentalmente, los datos individuales y las relaciones tendidas entreellos.
Piensa también el autor que lasprincipales limitaciones de las teorías. generales sobrevienen porqueestas teorías no prestan la atención que merecen a los efectoscausados por los cambios individuales y, aunque ,pueden llegar aciertas conclusiones independientes,las teorías generalizantes tiendenasí a caminar de algunas "magnitudes totales" a otras también totales, como si el mundo de lostotales y el de lo invidual no tuvieran relación de ninguna especie.
F ellner cree que la teoría de!valor puede adquirir consistenciacuando, con el tiempo. se dispongade suficientes datos empíricos particulares como para hacer ya unanálisis que prometa más firmesresultados.
No se intenta en el libro. comoadvierte el mismo Vv. F .• solucionar las dificultades de la teoría delvalor. pero sí se trata. en cambio,de examinar algunos problemaselementales de la teoría d~l valor.desde un ángulo que permita consideral' los defectos que acarreaa los investigadores el uso de losmétodos acostumbrados:
El autor concluye diciendo quele parecen prematuras las predicciones pesimistas (las de los seguidores de Marx. por ejemplo)alrededor de la futura efectividadde los sistemas vigentes en 'las'democracias occidentales. porquetal posición "decide de modo desfavorable un punto todavía indeciso", Fellner encuentra que lasinstituciones existentes pueden sermodificadas para adecuarse al curso de las nuevas necesidades.
meramente histórica; sino a unamás profunda que permita advertircómo se 'revuelve el espíritu de lospaladines de un pueblo, cuando estepueblo: necesita romper las barreras que impiden su desarrollo económico, '
LEOPOLDO ZEA, La concienciadel hombre en la filosofía.Cultura Mexicana, VoL 4,Imprenta Universitaria. M~
xico, 1953. 329 pp.
La conciencia del hombre en lafilosofía es una propedéutica filosófica. Desde el punto de vista deunos prolegómenos a esta Cienciaofrece varias peculiaridades dignas de atención. La "filosofía seencuentra incrustada en el tiempo.sufre todas las vicisitudes de lahistoricidad: no hay. como ingenuamente se nos ha dicho con frecuencia una regularidad tan insistenteen 'la historia de la filosofía que