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CuadernosdeTrabajoInstitutodeInvestigacionesHistr icoSociales
UNIVERSIDADVERACRUZANA
12Pensar altiempodesdelasciencias
sociales
GUADALUPEVALENCIAGARCA
Xalapa,Veracruz,Mayode2002
INSTITUTODEINVESTIGACIONESHISTRICOSOCIALES
Director:AlbertoJ.OlveraRivera
CUADERNOSDETRABAJO
Editor:FelicianoGarcaAguirre
ComitEditorial:JoaqunR.GonzlezMartnezRosoCrdovaPlazaPedroJimnezLaraAlfredoZavaletaBetancourt
CUADERNODETRABAJON12InstitutodeInvestigacionesHistricoSocialesUniversidadVeracruzanaDiegoLeo8,CentroXalapa,C.P.91000,Veracruz
ISSN14055600
Vietadelaportada:LuisRechy()Cuidadodelaedicin:JobHernndezRodrguez
Mayode2002ImpresoenMxico
Pensar altiempodesdelascienciassociales
GUADALUPEVALENCIAGARCA
CuadernosdetrabajoInstitutodeinvestigacionesHistricoSociales
UniversidadVeracruzana
Cuadernosdetrabajo
Presentacin*
Cmo pensar al tiempo desde las ciencias sociales? Cmo hacerlo cuando no se
trata de cualquier tiempo, sino precisamente del tiempo histrico? Es obvio queno
existe una sola respuesta, sino mltiples acercamientos que pueden permitir la
complejizacin del tiempo en el discurso y en la investigacin de las ciencias
sociales.
Del tiempo puede hablarse como ingrediente fundamental de algunas de las
teoras ms importantes en las ciencias sociales tambin como un tema de
investigacin particular: de los muy conocidos anlisis antropolgicos sobre la
variabilidad de concepciones del tiempo en culturas diversas, a los estudios que
versan sobre el tiempo laboral o el tiempo libre en la sociologa industrial o urbana
contempornea,entreotros.
Pero no son dichos acercamientos los quems interesan en este trabajo. Sin
soslayar la importancia del tiempo como tema fundante de casi todos los discursos
humanos, incluidos en stos los de las ciencias sociales, o bien su relevancia como
objeto de estudio particular, intentarms bien pensar al tiempo social en su doble
condicin de ser, simultneamente, dimensin constitutiva de todo fenmeno socio
histrico y exigencia del conocimiento de la realidad social presente. La
preocupacin por desarrollar una reflexin en este sentido, se origina en el
reconocimiento de la insuficienciamostradapor lasciencias sociales,yenespecfico
porlasociologa,paradesarrollarunaformaderacionalidadquepenetreenlandole
del tiempocomodimensininterna,propia,ynoexternayajenaalosfenmenos
que aborda. Dicho en otras palabras, ante cierta incapacidad de la sociologa para
desplegar una racionalidad comprometida con la reconstruccin no slo del fluir
temporalenelquetranscurrenlosfenmenossino, tambin, delatemporalidado
mejor an, las temporalidades mediante las cuales cualquier fenmeno histrico
puedemostrarseensuespecificidad.
*Estetrabajoformarpartedellibro Cmopensarlas cienciassocialeshoy?,deprximapublicacinporlaUniversidaddelaCiudaddeMxico.
Cuadernosdetrabajo
Partodelaconviccindequelanaturalezahistricadelosocialexigepensar,
nuevamente, a la temporalidad social como un problema epistemolgico, terico y
metodolgicofundamentalparalascienciassociales.
Por lo anterior,me propongo iniciar una reflexin que tome comopunto de
partida una pregunta crucial: cmo pensar al tiempo desde y para las ciencias
sociales,hoy?
Laindagacintericaymetodolgicapartirdeunasomerarevisinacercade
la ndole del tiempo social, propia de una realidadque, en tanto construccin, es al
mismo tiempo histrica e historizante. Despus abordar el problema de la
historicidad comoexigenciadelconocimientode las realidades sociohistricas.Ms
adelante examinar someramente la relacin entre los modos del tiempo, pasado
presentefuturo, vista como un nexo fundamental que dota de sentidos diversos al
tiempo social. Finalmente, me referir a algunos problemas tericos y
epistemolgicos derivados de la incorporacin de las temporalidades sociales en el
anlisisdelpresente.
Cabeaclararquelanaturalezadeuntemacomoelqueseintentapensaraqu,
obligara a una amplitud y profundidad que escapan a las posibilidades de un texto
comoste,elcualconstituyeunareflexininicial.
GUADALUPEVALENCIAGARCA
Cuadernos detrabajo3
Tiempoytiemposociohistr ico
Para pensar al tiempo es conveniente, en primer lugar, distinguir entre el Tiempo
como categora y los conceptos de tiempo, o de temporalidad, propios de los ms
variados enfoques disciplinarios y discursos humanos. Parto de la conveniencia de
establecer dicha distincin, porque puede favorecer el desarrollo de una forma de
racionalidad y de un rgimen epistemolgico pertinentes para abordar, ya no al
tiempoengeneral,sinoespecficamentealtiempohistrico:alastemporalidadeso
las urdimbres espaciotemporales que vuelven inteligibles a los ms variados
mundossociales.
LacategoraTiemponosremitealaduracin,caractersticapresenteentodos
los discursos sobre el tiempo, por ms que en ellos puedan reconocerse cursos
temporales tan diversos como el circular y el lineal, el objetivo y el subjetivo, el
eternoyelepisdico.Loquequeremosdeciresqueparahablardeltiemposocialo
del tiempohistrico,espreciso reconoceryhacer inteligibleunadimensincomna
todaslastemporalidades,algoquepodramosllamarel"tiempoasecas",oelTiempo
con maysculas. El Tiempo como categora es la duracin, el flujo incesante de
sucesos, un continuo fusionado a un cambio perpetuo.Los sucesos pueden adquirir
lasms diversas formas, incluso pueden aparecercomo tramas temporaleseternaso
inamovibles. Pero an estas ltimas deben ser consideradas en el marco de la
duracin,delmovimiento,pues slocon respectoalamutacinesposiblehablarde
loqueaparececomoinmutableocomosempiterno.Dichodeotramanera:sloensu
fluirtemporal,enlacalidaddesusritmos,fundansuexistencialosmundosconocidos
e imaginados: el tiempo csmico del universo, el tiempo mtico del pensamiento
arcaico, el tiempo ritualde las sociedades,y todos losotros tiemposquedemanera
individualycolectivaconcebimosyexperimentamos.
Ensegundotrmino,valediscutirsieltiemposocialexisteconindependencia
de otros tiempos fsicos, biolgicos, psicolgicos, etc. que perteneceran a
campos del conocimiento particulares y diferenciados del nuestro, o bien si la
Cuadernos detrabajo4
especificidad del tiempo social radica en las formas de conocimiento que podemos
desarrollarparadarcuentadel tiempohistrico.Esciertoqueningunacienciapuede
hacer abstraccin del tiempo sin embargo, diceMarcBloch, "paramuchas ciencias
que, por convencin dividen el tiempo en fragmentos artificialmente homogneos,
ste apenas representa algo ms que una medida. Por el contrario el tiempo de la
historia, realidad concreta y viva abandonada a su impulso irreversible, es el plasma
mismo en el que se baan los fenmenos y algo as como el lugar de su
inteligibilidad".1
En sociologa han prevalecido, segn Ramn Ramos, dos enfoques
predominantes para abordar la temporalidad social. A veces "el tiempo social es
concebidocomountiemposuigeneris,queinformadiferencialmentedelosvariados
aspectos de la realidad social". En otras ocasiones "se entiende por tiempo social
aquellos rasgos temporalesqueexhibenesasmismas realidades".2 Paraesteautor, la
primera variante es muy problemtica dada la incapacidad para resolver los
problemas que debe afrontar: "cmo aislar ese tiempo (o conjunto diferenciado de
tiempos)?cmofijarsusnotascaractersticas?cmoconseguirqueesasnotassean
exclusivamente propias y, por lo tanto, no encuentren rplica en otros niveles de la
temporalidad?".La segunda en cambio resulta plausible, en lamedida en quepuede
"limitarseaanalizar losaspectostemporalespropiosdelosprocesossociales,seano
no idnticos o semejantes a los que exhiben otros planos de la realidad (fsica,
biolgica,psicolgica)".3
Msalldelreconocimientodel tiempohistricocomoelingredienteesencial
constitutivodetodahistoria,ladefensadeuntiempoquenospertenezcaenexclusiva
puederesultarinfructuosa.Enprimerlugarporquealserhumano,yalassociedades,
no le sonajenos los tiemposcsmicos,biolgicos,opsicolgicosenlamedidaenla
que, todos ellos, forman parte de un universo nico enmarcado por la flecha del
1Bloch,Marc,Introduccinalahistoria,FondodeCulturaEconmica,Mxico,1992,p.262Ramos,Ramn,(comp.)Tiempoysociedad,CentrodeInvestigacionesSociolgicas,SigloXXIdeEspaa,Madrid,1992,p.XI.3 Ibidem.
Cuadernos detrabajo5
tiempo.4 Universo en el que coexisten los tiemposmtricos de los calendarios y los
tiempos cualitativos de las experiencias temporales de los individuos y de las
sociedades.Ensegundolugarporque,ensentidoestricto,todaexperienciatemporaly
toda elaboracin intelectual sobre el tiempo han sido y seguirn siendo histricas.
Expresado demanera sinttica: el tiempo,cualquier tiempo,es siempreunproducto
delavidasocial,delconjuntoderelacionessignificativasquelaestructuran.5
Adems, la temporalidad social tampoco puede ser concebida con
independencia de los paradigmas que, en el plano del conocimiento, han
revolucionadonuestras formas de conocer, a partir de la concepcin del caoscomo
fuente y cmplice del orden. As lo atestiguan, la paulatina pero generalizada
incorporacin, al lenguaje de prcticamente todas las ciencias, de categoras como
complejidad,caos,incertidumbre,indeterminacinyemergencia.
Por todo lo anterior,ms quedelimitar su propio tiempo, la sociologa debe
instaurar un rgimen epistemolgico que enmarque aquellas indagaciones que
resulten significativas para abordar el tiempo o los tiempos sociales desde las
exigencias del presente. Y, tambin, que provea de buenas herramientas para
reconstruir una realidad cuyo principal estatuto terico ser temporalresulta
inseparabledelahistoricidadmismadeesarealidad.
Indagarsobrelanaturalezaparticulardelosfenmenossocialesdeesosque
pueden enmarcarse en lo que llamamos realidad histrica, y el carcter de sus
componentes, puede resultarms fructfero para pensar al tiempodesde las ciencias
sociales. As, la opcin de construir un tipo de razonamiento pertinente para
reconstruir la historicidad de la realidad social, y el desarrollo de categoras que
permitandarcuentadelasformasenlasquelosprocesossocialesseexpresancomo
complejo de temporalidades, parece una mejor va para avanzar en una reflexin
comosta.
4Anpartiendodeenfoquesqueprivilegianelanlisisdeltiempocomoexperiencia,y,portanto,elpapel de la subjetividad individual y colectiva en la percepcin temporal, por lomenos en la vidahumanaestamosencadenadosalaflechadeltiempo,alasucesindeinstantesydemomentosquenosllevandelnacimientoalamuerte.5Cfr.Beriain,Josetxo, Eltriunfodeltiempo(representacionesculturalesdetemporalidadessociales),en:PolticaySociedad,25(1997),Madrid,pp.101118,p.115.
Cuadernos detrabajo6
Peroantesdeello,quedapendientedesbrozarunelementomsenelcamino.
Este se refiere a la posibilidad, o imposibilidad, de pensar al tiempo con
independencia del espacio. De entrada diremos que dichas dimensiones, tiempo y
espacio, son susceptibles de ser consideradas, analizadas y conceptualizadas de
manera separada, pero que conviene hacerlo, como aqu se intenta para el caso del
tiempo,partiendosiempredesuindisolubleunidad.
Todaformadeapropiacindelarealidad,desdecualquierperspectivaterica
y desde cualquier mbito de la creacin humana, suponen al tiempo, y al espacio,
comocondicionesdeinteligibilidadfundamentalesparaaccederaloreal.
Tiempo y espacio pueden ser reconocidas como las categoras fundantes de
todas las formas de lenguajes y de todos los tipos dediscursos: desde los lenguajes
simblicos propios de la literatura, del arte y de las religiones, hasta los discursos
formalesdelaciencia.
Pero dichas categoras son, tambin, los mbitos en los que se unifican o
bifurcan los conocimientos y los saberes sociales.Dehecho, la separacindedichas
dimensiones,elprivilegiodeunasobrelaotra,osuintegracinenloquesehadado
en llamar el "complejo tiempoespacio", revelan ya las concepciones que sobre ellas
setengan.
Si espacio y tiempo se reducen a ser parmetros de ubicacinde losobjetos
del conocimiento, entonces pueden verse como los componentes primordiales del
grantelndefondosobreelquesepuedenapreciarlosfenmenossociales.Parauna
concepcinparametral,elespacioestall,antesdelhombre,paraserelcontinentede
los hechos sociales que se expresan espacialmente.Y el tiempo se restringeaser el
lapsoenelqueocurrenlossucesosqueinteresanalinvestigador.Conlocual,tiempo
yespacioseconviertensimplementeendosvariablesms,entreotras,queespreciso
delimitar.
Si,encambio, tiempoyespaciosonvistoscomoordenesinstituyentesdelos
fenmenos,entoncesesmuyprobablequeaparezcancomo tramasinseparablesalas
que,incluso,hayquenombraryanocomotiempooespacio,sinocomotemporalidad
y espacialidad, y que bien pueden significarse a partir de metforas en las que
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aparecen como dimensiones inseparables.Obien, a partir de trminos que, como el
de "configuracin social", permiten pensar a cada sociedad, a cadamundo social, a
partirdesuparticularconformacinespaciotemporal.
Ahora bien, si hemos de usar metforas y stas slo pueden ser
espaciales convendra utilizar aqullas que permitan dar cuenta demejormanera,
delcomplejotejidoformadoporlosmltiplestiemposyespaciosqueseconjuganen
cada objeto social. En este sentido, pensar a lo social en funcin de la "topografa
espaciotemporal", resulta mejor que seguir utilizando la tan conocida imagen del
tiempocomoel fluirdelaguaenun ro.Porque losmapashanservido tantocomo
medio para representar almundo comopara problematizar su representacin.6 Los
mapas sociales, permitenapreciar, tantoeldevenir temporalen su fluirhorizontal,
como el relieve del tiempo subjetivo: de sus profundasmemorias y de sus elevados
horizontesde futuro.Yal sermetforaseminentementeespaciales,nosprevienende
olvidar que los todos los procesos sociales conformados por temporalidades se
expresan,tambin,espacialmente.
Pero,msalldemetforas,enelmbitodelanlisissocialesjustoadmitirla
convenienciadetrataraltiempoyalespaciocomodimensionesinseparables.Poruna
parte porque los procesos temporales slo existen en el espacio y ste, en tanto
espaciohumanoyhumanizado,nopuedeser imaginado,creadooconstruidosinoen
el tiempo. Por la otra, porque en un sentido estricto toda formade apropiacin del
tiempoydelespacio,desde lasqueocurrenen laexperiencia individual,colectiva
osocietal,hastalasqueseexpresancomoelaboradasteorizacionessobreelespacioy
el tiempo, y toda clasificacin pertinente a stas deben ser vistas como
construccioneshumanashistricas.
Sin embargo, y no obstante la conviccin de que tiempo y espacio deben
concebirse de manera unificada, tambin es cierto que pueden ser analizados
6Coronil,Fernando, Msalldeloccidentalismo:haciacategorasgeohistricasnoimperialistas,en:CastroGmez,SantiagoyEduardoMendieta(coords.),Teorassindisciplina.Latinoamericanismo,posolonialidadyglobalizacinendebate, MiguelAngelPorra/UniversityofSanFrancisco,Mxico,1998,p.p.,121145,p.122
Cuadernos detrabajo8
convenientemente de manera separada, siempre y cuando en su tratamiento,
insistimos,noolvidemossuindisolubleunidad.
De hecho, en las ciencias sociales tiempo y espacio han sido tratados de
manera diferenciada y los amplios desarrollos en torno a ellos as lo evidencian. El
espacio ha sido abordado a partir de conceptos tales como regin, lugar, densidad,
vaciedadoplenitud,cercanaolejana,macroymicro,centroyperiferia.Porellado
del tiempo nociones como duracin, movimiento, devenir, estructura, coyuntura,
acontecimiento, cambio, memoria, olvido, recuerdo, as como la relacin entre
pasado,presenteyfuturoylapropianocindehistoriaydehistoricidad,dancuenta
de dichos desarrollos. Pero cada una de estas nociones puede "temporalizarse" o
"espacializarse" segnseaelcaso, loquenoequivaleaotracosasinoahistorizarel
conocimiento logrado mediante el uso de cualquiera de estas categoras. Otros
conceptos, como eldedistancia,permitenvislumbrar la inseparabilidaddel tiempoy
del espacio de manera ejemplar. La lejana y la cercana son percibidas por la
experiencia.Mediante la capacidad de ubicar la proximidad o el alejamiento de los
lugaresydelossucesos,loinmediatoyloalejadoseconstituyencomocaractersticas
fsicasysimblicas,individualysocialmenteconstruidaseneltiempoyelespacio.
Unavezaclaradoloanterior,avancemosalgunasideasentornoalasmaneras
en las que se puede pensar hoy, desde las ciencias sociales, a la temporalidad
histrica.
Tiempo,realidadsocialehistoricidad
An y cuando la reflexin sobre el tiempo ha encontrado un campo frtil en el
discursohistrico,enlascienciassocialesseguimosoperando,engeneral,comosiel
tiempo fuese, simplemente, un parmetro de delimitacin de nuestros objetos de
estudio. Dicho proceder desdea, por omisin, la naturaleza cambiante de una
Cuadernos detrabajo9
realidad a la que Immanuel Wallerstein se ha referido como aquella con la mayor
cargadeincertidumbredetodaslasrealidadesdefinibles.7
La realidad a la que aludimos no es otra sino la realidad social, aqulla a la
que convocamos desde diversas perspectivas tericas y disciplinarias reconociendo
quesunaturalezams ntimaes ladeserhistrica.Deallqueelprincipalretopara
abordarlaeseldedarcuentadesuhistoricidad.Estoes,delashistoriasacaecidasy
de las quehoyseconstruyendecaraal futuroyquepasarnaser, inevitablemente,
fragmentosdenuevashistorias.Perolahistoriavistacomoconstruccinnosobligaa
introducir a los sujetos sociales como los nicos protagonistas posibles de ella.
Sujetosqueconstruyeronrealidades,historias,queamenudosenosofrecencomolas
nicas direccionesvalederasdeldevenirhumano,peroqueescondenamuchasotras
quefueronefectivamenteposibles.
Como construccin, la realidad sociohistrica es siempre cambiante, y
tambin, siempre inconclusa. Constituye una sntesis que conjuga al pasado y al
futuro que se contiene en el presente como posibilidad de construccin. Entendida
como proceso, la realidad puede ser vista como la ramificada mediacin entre el
presente, elpasadonoexhaustoy,ante todo,el futuro.8 Es,entonces,unarealidad
abierta, que nos obliga a repensar la relacin entre los "modos del tiempo", el
pasado,elpresenteyelfuturo,comounarelacinenlacualelpresente,comogozne
queesentreloanterioryloposterior,nodebeclausurarlaefectividaddelpasado,ni
determinardemaneraabsolutaalfuturo.
Las realidades sociales, las formas de organizacin social que hoy podemos
distinguir en el mundo, pueden ser reconocidas en su especificidad histrica,
precisamente, por las maneras en las que elaboran la relacin entre los modos del
tiempo.
Dichasrealidadespuedenservistascomorealidadesdesbordantes:porqueson
mutables, asombrosas, complejas y porque, dada su naturaleza histrica, siempre
7 Wallerstein, Immanuel, Impensar las ciencias sociales, CEIICH UNAM, Coleccin Conceptos,Mxico,1998,p.1638Gimbernat, JosA. ErnstBloch:Utopayesperanza,Ed.Ctedra,ColeccinTeorema,Madrid,1983.p.66
Cuadernos detrabajo10
resultanexcedentescon respectoa losconceptosmediantelasculeslasanalizamos.
Dicho de otra manera, todo concepto mediante el cul intentemos abordarlas
requerirdeserespecificadoparadarcuentadelahistoricidadparticularmediantela
cuallarealidadseexpresacomofenmeno.
Laespecificacindeloreal,suhistorizacin,exigenconsideraralsobrantede
vida social al que aludeMaffesoli, o al residuo de realidaddel quehablabaPareto.9
Igualmente, al desparramamiento temporal al que se refiereFoucault,yparacuyo
manejo sugiere la idea dediscontinuidad, y, desde luego, a la pluralidadde tiempos
de los que hablabaBraudel y para cuyo tratamiento propuso la idea de la totalidad
transitadapordiversastemporalidades.10
Si pensamos la historia, o mejor an las historias, como constelaciones de
mltiples ritmos, como conjuntos polirrtmicos,11 el tiempo social seasemejams,
ya lo decamos, a la topografa del mundo que al fluir del agua por los ros. La
topografa espaciotemporal, con todos sus accidentes geogrficos, con todas sus
profundidadesyelevaciones,puedenpermitirnospensar,nosloenel fluir temporal
enelqueseubica lahistoria, sino tambinen lasmilesdemanerasenlasquedicho
fluir se desbordao es desbordadopor la subjetividadpuesta enactopor los sujetos
socialesconcretos.
Lahistoricidadde lo realpuedeservista, as, como lareconstruccindeuna
topografa que permita captar tanto al tiempo cronolgico, en su flujo incesante,
comoalasinterrupcionesydesviacionesdeeseflujo.
Perounaideadelahistoricidadquesevalederecursoscartogrficos,comola
expresada antes, exige ser completada. La topografa expresa la plasticidad de los
complejos tempoespaciales, pero stos han sido construidos, continuamente son
modificados, y lo seguirn siendo. No son sino historias que intentan ser vistas en
variasdimensionesyconelmayornmeroderelievesposibles.Ynadadeloanterior
9Maffesoli,M.,Elconocimientoordinario,Mxico,FondodeCulturaEconmica,1993,p.39.10Cfr. Foucault, M. Arqueologa del saber, Mxico, S.XXI, 6 edicin, 1979, p. 14, y Braudel,Fernand,Lahistoriaylascienciassociales,Mxico,Alianza,1989.11AslaconcibiErnstBloch:lahistoriacomoconjuntopolirrtmico,Cfr.Gimbernat,JosA.,ErnstBloch:Utopayesperanza,Ed.Ctedra,ColeccinTeorema,Madrid,1983,p.15.
Cuadernos detrabajo11
tiene sentido, sin el protagonismo de los sujetos sociales que han construido,
imaginadoeinterpretadolosmundosquehoyconocemos.
Lahistoricidadapunta, entonces,alaposibilidaddedarcuentadelossujetos
sociales y de losmundos quehan construido, en elmarco de la tensinpermanente
entresunecesariadeterminacinhistrica,ylasposibilidadesdeseguirconstruyendo
historiasposibles.Ladeterminacinhistricadenuestropresentepuedeseraceptada
comounhecho inevitableycasinatural.Dichadeterminacinse fundaenformasde
conocimientocausalesentreelpresentedesdeelculesposibleinterrogaralpasadoy
de ste, nuevamente, al presente que puede entonces reinterpretarse. Pero la
historicidad no puede agotarse en dicha relacin: debe tender a establecer, desde el
presente,unvnculohaciaelpasadoyhaciaelfuturo,quepermitalautilizacindelo
devenidoparalaconstruccindelossentidossocialesydeloshorizontesdelporvenir
quelossujetossocialesimpulsen.
Las diferencias entre la historia y la historicidad no son meramente
semnticas. La primera suele ser vista como el resultado del inevitable despliegue
temporal en el que pueden ubicarse, en diferentes escalas espaciales, aquellos
procesos sociales posibles de ser aprehendidos. La segunda, en cambio, atae al
presentecomoelnico tiempodesdeelcualesposibleconoceryotorgarsentidoal
conocimiento social, e interpretar a la realidad en toda la complejidad y riqueza de
dimensiones: en el entramado de espacios y tiempos que la constituyen, y que son
percibidos,ymodificadosporloshombresycolectividadessociales.
Sepuededecirquelahistoriaexpresaalasestructurasdelarealidadsocialya
suobstinadapermanencia,mientrasque lahistoricidadaludea lasposibilidades,ms
o menos frgiles y efmeras, de construccin de la virtualidad de lo real, como un
caminoviable,ynoteleolgico,detransformacin.12
Lahistoricidad,diceJacquesLeGoof,permiterechazarenelplanotericola
nocin de "sociedades sin historia", y obliga a insertar a la historia misma en una
perspectiva histrica. Dicha perspectiva implica el movimiento que vincula una
12 Cfr. Luminato, Susana, La funcin epistemolgica de las utopas en la construccin delconocimientosocial,en:Zemelman,Hugo,(coord.) Crculosdereflexinlatinoamericanaencienciassociales.Cuestionesdeteoraymtodo.Suplementos.,Anthropos,Barcelona,1994,p.p.3137,p.32
Cuadernos detrabajo12
prctica interpretativa con una prxis social.13 El privilegio de la historicidad ataja,
tambin, a las versiones del "fin de la historia", tan cercanas a nuestro entorno
intelectual, as comoa la tentacindeceirnuestrosanlisisaundestinoinexorable
quederive de la linealidadde lahistoria.Porquesi lahistoria sigue inefablementeel
cursodelprogreso,quesenoshapresentadocomoelnicoposible,lahistoriadejade
tenersentido"histrico"paraconvertirseenunpresenteperpetuo.
La exigencia de la historicidadnosprevienede lashipstasisdel futuroy las
desvalorizacionesdelpasado,quenoshanconducido,diceBouaventuradeSousa,a
la "eternizacin del presente" desde la cual la transformacin social aparece tan
impensablecomoinnecesaria.14
Lo anterior porque la historicidad, como exigencia del conocimiento
sociohistrico, obliga a considerar a lo estructural, a lo determinado, sin privilegio
frente a lo posible y a lo indeterminado. Lo permanente y lo contingente deben ser
ponderados de manera conjunta: duracin y mutacin pasado, presente y futuro
periodo, coyuntura y acontecimiento slo pueden definirse en sus relaciones
recprocas.
En elmarco de la permanente tensin entre el determinismoy la libertad, el
anlisis de lo realsocial exige una visin en la cual el mundo sea suficientemente
aleatorio como para admitirnos en cuanto sujetos libres, y lo bastante estable como
para que nuestras empresas tengan ilusin de perennidad. Creer que absolutamente
cualquiercosaesposibleoqueabsolutamente todoesinelectablesoncosasquenos
inutilizanporigual15
De igualmanera,entre la largahistoria, lahistoriaepisdicacasieternaylos
ritmos temporalesde losacontecimientosquetransformantodoacadamomento, la
accindelossujetospuedeservistacomounahistoriaentreveradadeactoslibresy
13Cfr.LeGoof,Jacques,Pensarlahistoria,Paids,Bsica,Barcelona,1997,p.2214Cfr.Santos,BoaventuradeSousa,LacadadelAngelusNovus:msalldelaecuacinmodernaentreracesyopciones,en,RevistaMexicanadeSociologa,vol.61,nm.2,abriljunio1999,Mxico,D.F.,p.p.355815Cruz,Manuel,Narrativismo,enReyesMate,Manuel(coord.)Filosofadelahistoria,EnciclopediaIberoamericanadeFilosofa,Nm.5,Ed.Trotta,Valladolid,1993,p.p.253269,p.255.
Cuadernos detrabajo13
comportamientos inexorables.16 An aquellos comportamientos que podemos
considerar regulares y que denominamos leyes no encuentran sustento sino en la
voluntad de unos hombres de perpetuar su dominio sobre otros.Amenudo parece
olvidarse,diceManuelCruz,quecuandosehabladeleyessociales,seesthaciendo
referencia al resultado del comportamiento de losmismos sujetos sometidos a ellas,
estoes,aunartificioparadesignarregularidadesdeconducta.17
Larealidadnoseaprehende,diceHugoZemelman,aislandounfenmenode
otro,sino,msbien,ensuentrecruzamiento,loquesuponemanejarsimultneamente
distintas temporalidades y espacios. El recorte de la dinmica supone (reconocer)
tanto la concrecin del fenmeno en unmomento dado, como la de su despliegue
transcoyuntural.18
De esta manera, el concepto de historicidad podra defenderse como
herramienta til para analizar no ya un tiempo o conjunto de tiempos, sino el
"complejo conglomerado formado por los aspectos temporales de la realidad
social".19 En este sentido, la temporalidady a la historicidadpueden priorizarse por
sobrelascategorasdetiempoodehistoria.Porqueponerenjuegodichascategoras
en el anlisis del presente, no significa otra cosa sino historizar a lo real, y lo real
resulta, casi siempre, en un entrecruzamiento complejo de temporalidades y
espacialidadesdiversas.
La historicidad, entonces, puede ser apreciada en la pluralidad de niveles y
fragmentaciones temporales, ensamblaje contradictorio y complejo, en el cual "el
presenteyelpasadoseaclaranmutuamente,conluzrecproca".20Totalidadtransitada
pordiversastemporalidades:heall lamutacinepistemolgicaquepodemosderivar
delpensamientodeF.Braudel.
Temporalidadmultidimensionalque, conBraudel,permitedistinguirentre los
tiempos de la historia, elmuy largo en los grandes periodos, el largo de la historia
16 Ibid.,p.25617Ibidem.18Zemelman,Hugo,Problemasantropolgicosyutpicosenelconocimiento,ColegiodeMxico,Mxico,1996,p.16519 Ibidem.20Braudel,Fernand,Lahistoriaylascienciassociales,Mxico,Alianza,19...p.80
Cuadernos detrabajo14
estructural,elciclocortoenlacoyunturayeltiempofugazenlahistoriaepisdica.21
Obien,alamaneraodeErnstBloch,laconcepcindelahistoriacomoun"conjunto
polirrtmico"ocomoproponeHugoZemelman, laaperturahacia lo inacabado,y la
reconstruccinderitmosquenopuedenserexterioresalamateriadelahistoria,asu
temporalidad.22
Sindudalaideadepluralidadtemporalrepresentaunabuenaestrategiaparael
tratamientode la realidadsociohistrica.Ladistincinentre tiemposestructuralesy
episdicos, entre ritmos dilatados o giles, entre la secuencia y la simultaneidad,
permite poner en juego la permanente tensin entre sincrona y diacrona, entre
necesidad y azar, entre determinismo y libertad. La idea de la multiplicidad del
tiempo admite, adems, la incorporacinde la"subjetividadsobreel tiempo", tanto
como ladel "tiempodelasubjetividad"delosactoresdelmundoreal:suriquezade
percepcionestemporales,susmemoriasyolvidos,susesperanzasyproyectos.
Concebir a la realidades sociales como territorios poblados por las grandes,
pequeasydiminutashistoriascreadasysoadasporhombresquehancompartidoel
camino de una largusima historia, puede ser una buena forma de concebir la
multiplicidad del tiempo social. Otra ms puede consistir en la descripcin de cada
fenmeno social, como una historia que slo cobra sentido en su entrecruzamiento
con todas las otras "historias", preexistentes, simultneas, o potenciales, que
contribuyeronahacerlaposible.23
21 Braudel, Fernand, Op.cit. p. 63. Sobre los tiempos distinguidos por Braudel, vase tambin:Wallerstein,Immanuel,Impensarlascienciassociales,CEIICHUNAM/SigloXXI,Mxico,1998,p.149yss.22Zemelman,Hugo.Utopa,CEIICH UNAM,ColeccinConceptos,Mxico,1998.23TalycomoocurreenelcuentodeItaloCalvino,"Elcastillodelosdestinoscruzados",enelquesenarralahistoriadealgunosviajerosque,despusdeatravesarunbosque,sehospedanenuncastilloy,habiendoperdidolavoz,utilizanunabarajadetarotparanarrarelrecorridorealizado.Unotrasotro,lospersonajesreunidosalrededordeunamesa,cuentansupropiahistoriadesplegandolascartasqueconsideran pertinentes para ello. Cada carta cobra significadogracias a la posicin que ocupa conrespecto a las otras cartas, y cada historia adquiere sentido en su entrecruzamiento con las otrashistorias. Las diferentes posibilidades de entrecruzamiento permiten imaginar muchas historiasposibles.Peroestaposibilidadnoconducealcaosnialsinsentido.Sibienesciertoquecadaunonarraelsentidodesupropiatravesaporelbosque,ydealgunamanerasupropiahistoriapersonal,todosestnobligadosanarrarsutrnsitoporelmismobosqueyslopuedenhacerloutilizandolossentidosdelastravesasdelosotros.Cfr.Calvino,Italo,Elcastillodelosdestinoscruzados,Siruela/Bolsillo,2.Ed.,Madrid,1995.
Cuadernos detrabajo15
Pero la pluralidadde tiempos no debe conducirnos a postular el cambio y la
transicinporencimadetodo,sinomsbienareconocerlatramadetemporalidades
y de ritmosinerciales y transformadores, lentos y rpidos, circulares o lineales
que se conjugan enuna realidadconcreta.La ideadel tiempo requieredelcambioy
delapermanencia,siempreycuandostaltimanoseconcibacomoinamovible.
La concepcin del mundo social como sistema histrico, tal y como la
proponeWallerstein,puedesertilparaaclarar loanterior.Enlamedidaenqueson
sistemas "persisten mediante los procesos coyunturales que los rigen, y mientras
persistan,poseenalgunascaractersticasquesoninmutables(...)Peroenlamedidaen
quesonhistricos,cambianconmuchafrecuencianuncasonigualesuninstanteyel
siguiente cambian en todo detalle, incluyendo sus parmetrosespaciales".Yesesta
tensin, entre los ritmos cclicos y las tendencias seculares, "la caracterstica
definitoriadeunsistemasocialgeohistrico".24
Este autor concibe a los sistemas geohistricos como "las estructuras ms
complejas del universo".25 Ypropone lacategorade los sistemamundo,como"va
media entre las generalizaciones transhistricas y las narraciones particularistas".
Categora til para cualquier cientfico social histrico "que analiza las leyes
generales de los sistemas particulares, y las secuencias particulares que han
experimentadoestossistemas".26
Pero adems de su valor heurstico, el concepto de sistemamundo tiene,
tambin, una honda significacin poltica. Se trata de un concepto til para la
inclusin de la heterogeneidad de intereses, historias y mundos coexistentes en un
sistema caracterizado por procesos de desestructuracin y reestructuracin, de
desclasificaciones y reclasificaciones. Y permite plantear, tal y como lo hace Pablo
GonzlezCasanova,una"heursticadelintersgeneral",quecontemplelaposibilidad
deunademocraciaalternativa,de"unmundohechodemuchosmundos".27
24Wallerstein,I.,Impensarlas...,Op.cit.p.16125Wallerstein,Impensar... Op.cit.,p.16326 Ibid.p.p.264265.27GonzlezCasanova,Pablo,Reestructuracindelascienciassociales:haciaunnuevoparadigma,CEIICHUNAM,Coleccin:LascienciasylashumanidadesenlosumbralesdelsigloXXI,Mxico,1999.
Cuadernos detrabajo16
Otra buena manera de abordar la multiplicidad temporal, en el marco de la
tensinpermanenteentrelodeterminadoyloposible,eslaconcepcindelarealidad
socialcomounaarticulacinenmovimiento.Concebirladeesamanera,talycomolo
planteaZemelman,puederesultarotravaadecuadaparaabordarlahistoricidaddelo
real.
Dichaconcepcinpermitedistinguirentreloproducidoylopotencial,entrelo
dadoyloposible,yobligaalaconstruccindeunanuevarelacinentreelsujetoyel
objeto de conocimiento. Si la realidad se reconoce comoproducto y producente de
nuevas realidades, debe incluir, tambin, a lo determinable, y no puede eludir,
entonces, interrogarse por el sentidomismo del conocimiento: desdedndey para
qu conocemos? Quines, y para qu, deben reconocer las opciones posibles de
viabilizarsehistricamente?
El "afecto de la esperanza", del que hablara Bloch puede convertirse, en
Zemelman, en ampliacin de los planos en los que se despliega el hombre y
ampliacindelaconcienciaqueelhombretienedeellos.Yser,entonces,ademsde
unactoafectivo,unactoorientadordecarctercognitivo,unaesperanzainteligente.
Losmodosdeltiemposocial:elpasado,elpresenteyelfuturo.
Lamultiplicidadtemporal,alaquenosreferimosantes,puedeserdescubiertaenlos
ritmos temporales que en la subjetividad individual y colectiva transitan de los
inmviles a los raudos de los tiempos entrampados a los vertiginosos del
espaciamientoalagolpamientodesucesos.Cadenciastemporalesquetienenquever,
fundamentalmente, con la relacin entre los modos del tiempo: con los pasados
perdidos o recuperados con los futuros prisioneros del pasado o desplazados del
presente con los presentes cargados de contingencia o de eternidad. Por ello,
esperanza y olvido, memoria y sueo, pueden convertirse en preciosa materia de
cualquierintentoporpensar,desdelasociologa,latemporalidadsocial.
Cuadernos detrabajo17
En trminos sociolgicos, la complejizacin de nuestra aprehensin del
tiempo social debe partir del anlisis de las relaciones entre las tres dimensiones
bsicasdeltiempohistrico:elpasado,elpresenteyelfuturo.Losmodosdeltiempo
social,elayer,elhoyyelmaana,sonincomprensiblesdemaneraautnoma.Sloel
presente, desde el cual semira e interpreta al pasado, y desde el cual sesueay se
prefiguraelfuturo,puedetenerlaprerrogativaendicharelacin.Peroelpresenteno
existesinocomogozneentrelashistoriasacaecidasylasposiblesdeserconstruidas.
Muyamenudoelpasadosueleservistocomoaquelloqueirremediablemente
ha ocurrido y que de ninguna forma puede ser cambiado. Pero dicha visin debe
matizarse: primero porque, como lo reconocen comnmente los historiadores, el
pasadosiempreesvistoatravsdelcristaldelpresentey,enesamedida,estsujetoa
reinterpretacin. Y, adems, porque las historias pasadas, las que ya han sido,
coexistieroncontodasaquellasque,ensumomento,pudieronhaberseconstruido.El
pasado fue posibilidad de futuro en algn presente ya pretrito. El presente actual,
nuestropresente,serpasadoenalgnpresentefuturo.Porello,elpasadoyelfuturo
slo tienen sentido en la inteleccin de los mltiples vnculos que establecen los
hombresentredichasformas,ysupropiopresente.
Los vnculos entre las formas del tiempo, adems, expresan las relaciones
entre las continuidades y las metamorfosis temporales. Las formas que adquieren
dichos vnculos evidencian, de manera dialctica, "la incesante alternancia entre
fluidez y fijeza, entre flujo continuo y sucesin discontinua, en la experiencia del
tiempo."28 Endicha experiencia, dice JacquesElliot, no hay cuentas en el collar del
tiemposinelhilotemporalenquesealinean:noexisteconstanciatemporalsinflujo,
nidiscontinuidadsinmarcodecontinuidad.29
Lasrelacionesentrelasformasdel tiempomuestran,adems,lasformasdela
subjetividadde la experiencia temporal en el plano individual ycolectivo.Sibienes
cierto que pasadopresente y futuro pueden ser vistas como extensiones de una
secuenciaen laqueubicamosnuestras ideasdeloanterioryloposterior, tambines
28 Elliot,Jacques,Laformadeltiempo,Paids,BuenosAires,1984,p.24529 Ibidem.
Cuadernos detrabajo18
verdadquelaexperienciadeltiemponoseagotaenelejedelasucesin.Existeotro
ms,elde la intencin,enelqueelpasadopuedeservistocomoexpresindelfluir
delamemoria,elpresentedelapercepcinyelfuturodeldeseoydelaexpectativa.30
Memoria, recuerdo y olvido, tanto como anhelo, esperanza y expectativa,
debenformarpartedecualquieranlisisdelpresente.Lacontinuidadyelcambio,las
grandesypequeas transformaciones son, siempre,expresionesdelasubjetividadde
los sujetos, quienes resisten, disputan, luchan, evocan el pasado y prefiguran el
futuro,contribuyendoaconstruirlafisonomaparticulardesuspropiosmundos.
Presente,pasadoyfuturo,ensuscomplejasrelaciones,fundanladualidaddel
tiemposocial,sucarcterjnico.Esteataealadoblenaturalezadetodapuertayde
todopresente:estar abierto siemprehaciaelpasadoyhaciaelfuturo.Laconjuncin
de los tres modos del tiempo devela su carcter de lmite en donde hay cerrojo y
llave, memoria y olvido. Pero no es el presente el que salvaguarda la unidad del
tiempo, sino que es la conjugacin ydisyuncinentreellos loque leotorgaunidad.
Porello, cadaacontecimientohistrico,cadacoyuntura,sontalesentantoproducen
situacioneslmitequeredefinenlarelacinentreelpasado,elpresenteyelfuturo.
Pero dichas situaciones no siempre han sido reconocidas. Comunes a las
diversas teoras de la historia, seala Boaventura de Sousa Santos, fueron la
desvalorizacin del pasado y las hipstasis del futuro. "El pasado fue visto como
pasado y, por ello, incapaz dehacer su aparicin, de irrumpirenelpresente.Porel
contrario,elpoderderevelacinyfulguracinsetrasladalfuturo"31
Pensar larelacinentrelosmodosdel tiempoexige,sinduda,pensarelpapel
quehemosasignadoalpasadoendicha relacin,ascomoreivindicar supapelenla
transformacinsocial.Talvezunodelosautoresqueresultanmssugerentesparael
rescatedelpasadoseaWalterBenjamin.
EnsusclebresDiscursosinterrumpidos,estefilsoforeinvidicalacapacidad
de fulguracin del pasado y su utilidadparaelpresente.Se tratadeunpasadovivo
que todava puede permitir al hombre cambiar su historia. Varios autores
30Cfr.Elliot,Jacques,Op.cit.p.1931Santos,Boaventura,Op.cit.p.36
Cuadernos detrabajo19
contemporneos han recuperado esa idea y la han desarrolladoparaplantearnuevas
formas de mirar la historia dotando de un sentido activo al pasado. Entre otros,
BoaventuradeSousaquienproponeunusodelpasadoquepermitasucorreccinen
aras de la emancipacin social, yManuelReyesMate, cuando apela a la utilizacin
del pasado para el despertar de la conciencia. Tambin Antonio Garca de Len,
cuando, a partir deBenjamin, recupera a la "historia (que) se ocupa delpresente y
proyectaalfuturosuconstanteyrenovadavisindelpasado".32
Benjamin reinvidica el papel activo del pasado en tres rasgos caractersticos
desuideadehistoria:
a) El pasado es autnomo.No es un no es un dato fijo a disposicin deun
conocimiento rigurosoquequieraapoderarsedeloquerealmenteocurri.Al
contrario,elpasadotienevidapropiayescapazdesorprenderalaconciencia
presente,asaltndola.
b)Msquelaciencia, lamemoriaes laqueaprehendedichopasado.Aunque
existe una ciencia histrica capaz de reconstruir al pasado a partir de sus
vestigios, hay un pasado del que no existe rastromaterial y que slo por el
recuerdollegaahacersepresente.
c) El pasado, lo histrico, no interesa entonces como reconstruccin sino
como construccin. Esto es, por su capacidad de cambiar el presente, el
pasadotieneunadimensinpolticainsoslayable.33
ABenjaminleinteresaelpasadoposible,elqueannohaacaecidoperoque
puedetenerlugarsielpresentesedejaasaltarporesaparteinditadeloyaocurrido,
32Cfr.SantosBoaventura,Op.cit.,ReyesMate,ManuelLahistoriacomointerrupcindeltiempo,en:ReyesMaeManuel(coord.), Filosofadelahistoria, EnciclopediaIberoamericanadeFilosofa,Nm.5,Ed.Trotta,Valladolid,1993,p.p.271287,y,GarcadeLen,Antonio,WalterBenjamin:losprodigiosdeltiempoen:Fractal,nm.5,1997,FundacinFractal,Mxico,p.p.119138.33Cfr. Reyes Mate, Manuel, La historia como interrupcin del tiempo, en: Reyes Mate Manuel,(coord.), Filosofa de la historia, Enciclopedia Iberoamericana de Filosofa, Nm. 5, Ed. Trotta,Valladolid,1993,p.p.271287.p.p.271272
Cuadernos detrabajo20
quepugnapor hacer valer susderechos.As, cadamomentopresentepuede
sentenciar la historia, puede hacer justicia a las injusticias pasadas. Cadamomento
histricoes,enpotencia,eljuiciofinaldelahistoria.34
Desde la perspectiva benjaminiana, el sujeto histrico se constituye a s
mismograciasasunecesidaddefuturo:alhacersedeunconocimientoquenotena,
de aqul que le permite captar a un ayer que no ha concluido para construir un
maanaapartirdelashistoriastruncadasquepermanecenenlamemoriacomosaldos
quehayquecobraralahistoria.
Pero de dnde proviene la necesidad de futuro de la que hablamos?
Podramosdecir,conBenjamin,quededichanecesidadquedandescartadostodoslos
satisfechos, los que no necesitan interpretar de nuevo la historia porque les va bien
con la que ya tienen. La necesidad remite, dice este autor, a la no identidad del
sujetoconelmomentopresente:nilodado,nilotransmitido,niloprometidosaciasu
insatisfaccin".35 Slo la actualizacin de un pasado que no se ha realizado en el
presente, puede saciarla. En la aprehensin de ese pasado olvidado, aade, "...el
sujeto accede a la subjetividad histrica una conquista que supone un nuevo
conocimiento des,pues sihastaahorael sujetonecesitadoviva lanecesidadcomo
meraprivacin,ahoraeslanecesidadloquelepermitecaptaresepasadoqueescapa
alaraznyalacienciadelsatisfecho36
Tiempoyconocimiento:algunosproblemastericosyepistemolgicos.
Lasreflexionesprecedentes,pensamientosinicialesentornoalatemporalidadsocial,
planteanalgunosproblemas tericosyepistemolgicosqueespreciso sealar, any
cuandonopuedanserdesarrolladoscontodaamplitudenuntrabajocomoste.
La concepcin de la temporalidad social como dimensin constitutiva de la
realidadsociohistricaycomoexigenciaparaconocerdicharealidad, laasuncindel
34Cfr.Ibid.p.27535ReyesMate,Lahistoriacomointerrupcin...p.27736Ibidem
Cuadernos detrabajo21
carcter complejo y mltiple de la temporalidad histrica, la recuperacin del
supervit de cualquier pasado para construir el futuro, son ideas que exigen ser
discutidas en el plano de la racionalidad de las ciencias sociales. Dicho de otra
manera, la naturaleza histrica e historizante de la realidad social debe ser resuelta,
tericaymetodolgicamente,enlainvestigacinconcreta.
Los problemas que plantea la historizacin de lo real son tericos,
ideolgicos, epistemolgicos y metodolgicos. Ataen a los grandes discursos
mediante los cuales nos hemos conducido, a los conceptos con los cuales solemos
nombrar a lo real y a las formas de conocimiento que impulsamos.Cabe, entonces,
revisar si nuestros paradigmas de conocimiento son los ms convenientes para dar
cuentadelahistoricidad.
Esjustoreconocerquelasdisciplinassocialessedefinencomohistricasenel
doblesentidodeser,almismotiempo,productoseintrpretesdeunapocayquehan
bregado,aunquedemaneradesigual,porfundarsupropiotiempo:eldelaeconoma,
el de la historia, el de la sociedad y la cultura. Sin embargo, ello nohagarantizado
que nuestros anlisis logren reflejar cabalmente la historicidad compleja y
mltipledeunarealidadinacabada,enpermanenteconstruccin.
El problema es que el tiempo y el espacio han sido concebidos,
fundamentalmente, como factores exgenos constantes de la realidad social, como
parte de nuestro entorno natural.37 Tal y como sucede, por ejemplo, en una buena
parte de la literaturametodolgica que exige al estudiante, o al investigador social,
delimitar temporalyespacialmentesuobjetodeestudio,mediantesuubicacinenun
contexto espaciotemporal que aparece como teln de fondo, como historia
preexistente.Yqueloconduceaignorarlasmanerasenquecadafenmenoestudiado
puede expresarse como configuracin especfica de espaciotiempo, y a desconocer,
entonces,lahistoricidadpropiadelobjetoencuestin.
Las consecuencias tericas y polticas de una concepcin del tiempo y del
espacio o mejor an del complejo tiempoespacio como dimensiones
37Cfr.Wallerstein,Immanuel,Elespaciotiempocomobasedelconocimiento,en:Anlisispoltico,InstitutodeEstudiosPolticosyRelacionesInternacionale,sUniversidadNacionaldeColombia,No.32,sep/dic1997,p.p.315,p.4
Cuadernos detrabajo22
constituyentesdelarealidadsocialnodebensoslayarse.Dichaconcepcinseorigina
en el reconocimiento del carcter inacabado de la realidad social, misma que slo
puedeanalizarseenelmarcodelapermanentetensinentrelahistoriaacaecidaylas
historiasposiblesdeser construidas.Yquesupone, tambin, laincorporacindelos
sujetosmovimientos, actores, grupos, clases como los verdadero protagonistas
delosaletargadosovertiginosostiemposdelahistoria.
La bsqueda de alternativas en la aproximacin epistemolgica y terica al
tiempo social, bien puede enmarcarse en el llamado que hace ImmanuelWallerstein
al"reencantamientodelmundo",para"derribarlasbarrerasartificialesentrelosseres
humanos y la naturaleza, y reconocer queambas formanpartedeununiversonico
enmarcadopor la flechadel tiempo".Yquepropugnapor "reinsertar el tiempoyel
espacio como variables constitutivas internas en nuestros anlisis y no meramente
comorealidadesfsicasinvariablesdentrodelascualesexisteeluniversosocial".38
Una epistemologa del tiempopresente,debeconcebira lahistoricidadcomo
su principal exigencia gnoseolgica para abordar al movimiento de lo real.
Movimiento slo aprehensible en el marco de la tensin entre lo permanente y lo
aleatorio,entrelanecesidadyelazar.Ybuscar,entonces,"insertarseenelfluirdela
historia",39 transitardesdeloconstituidohacialoconstituyente,paralograrun"modo
deconocimientoqueacepteconjugarelmovimientodelarealidadconelmovimiento
del pensamiento", a sabiendas de la evidente asimetra entre el primero y el
segundo.40
La epistemologa, dice Zemelman, encuentra su ms profunda significacin
en el estmulo de la constitucin de la conciencia histrica, pero enriquecida por la
apropiacin de la subjetividad del sujeto, en cuanto ste ha ido ampliando sus
horizontes de apropiacin.41 Ampliacin sustentada histricamente en la creciente
38ComisinGulbenkianparalareestructuracindelascienciassociales,Wallerstein,I.(coord.), Abrirlascienciassociales,CEIICH UNAM /SigloXXI,Mxico,1996,pp.818239Cfr.Len,Emma,Elmagmaconstitutivodelahistoricidad,en:Len,EmmayZemelman,Hugo(coords.),Subjetividad:umbralesdelpensamientosocial,CRIM UNAM /Anthropos,Barcelona,1997,p.p.3672,p.4040Luminato,Susana,Op.cit.p.3241Zemelman,Hugo,Problemasantropolgicosyutpicos...,Op.Cit.p.36
Cuadernos detrabajo23
incorporacindeplanoscadavezmsampliosyricosennuevasesperanzas,42pero
tambinenlaideadelanecesidaddelhombreporampliarsushorizontes.Necesidad
que se transmuta, epistemolgicamente, eneldesafode reconocera la realidadque
essiempreincompletaeinacabada.
Elmanejodeunconceptodehistoriaenlaquepuedareconocerseloregulary
lonuevoplantealareformulacindedosgrandestemasdereferencia:lasnocionesde
progreso y de razn cientfica. La historicidad, entonces, plantea el problema de la
distincin entre lo dado y lo dndose y obliga a revisar el concepto de
correspondenciaentrelasestructurasconceptualesylarealidademprica.
El tratamiento del tiempoespacio, en tanto principal dimensin de
constitucin de lo social, pone en juego todas las formas de conocimiento de la
realidad sociohistrica.En este sentido, el problemade la historicidades terico,y
epistemolgico,yatae tantoa lamultiplicidaddediscursossobrelarealidadsocial,
comoal ethosintelectualycientficoenelqueseenmarcan.
Diferentes perspectivas tericas incluyen al dinamismo, o lo ignoran
incorporan a los sujetos sociales o los expulsan del anlisis develan la subjetividad
socialysuriquezadeformasdepercepcindeltiempo,olaslimitanalasdosnicas
dimensiones tempoespaciales que son capaces de admitir el eterno o el
episdico. Reconocen, en fin, a la historia como expresin de lo inacabado del
mundo,obiendecretansumuerte.43
Estas perspectivas no son ajenas a los grandes relatos quehan otorgadoun
sentido a la ciencia y al conocimiento: el progreso, lamodernidady, hoy en da, la
posmodernidad, constituyen principios organizadores de nuestra comprensin del
mundoydeltiempo.
Elparadigmadelprogresoconsumitologateleolgicadelencadenamiento
causal que, mediante un curso predeterminado, conduce a una meta nica, fue
42 Ibid.p.5643Eldebateentornoal"findelahistoria"sepusodemodaapartirdelapublicacindelyafamosoartculo deFrancis Fukuyama, publicado en 1989, en donde el autor sostena que la historiahaballegado asu fin.Cfr.Fontana, Josep,Lahistoriadespusdel finde lahistoria,Crtica,Barcelona,1992,p.7.
Cuadernos detrabajo24
acogido, durante mucho tiempo como verdad casi universal. Y excluy demanera
definitiva, al tiempo cclico, con su universo intemporal, propio de algunas
sociedadescontemporneasalanuestra.44Anelmarxismo,alproponerqueelmotor
de la historiala lucha de clases, conducira a una nueva sociedad, no clasista,
desplazfueradeltiempo,oalfinaldelostiempos,ellogrodeldesarrollohistrico.45
En la actual fragmentacin de las ciencias y de las perspectivas tericas, es
posibleencontrarenfoquesquedesprecianaloemprico,yalosproblemasrealesde
loshombres,ypretendenreemplazarlosconlosmssofisticadosanlisisdediscursos
queversan sobre otros discursos.Obien aquellosque,ante la supuestacrisisde las
grandesnarraciones,enarbolanciertoescepticismometodolgico,queprefierevolver
a los pequeos relatos y renuncian, as, a la posibilidad de construir una ciencia
propia, capaz de dar cuenta de la realidad social como conjuncin de tiempos y
espaciospermanenteseimprevisibles.
Desde luego, el uso de ciertas nociones y la relacin que seestablezcaentre
ellas,y laomisinoelfrancodespreciodeotras,suponenposturasintelectualesque
reflejan la ausencia o presencia de compromisos ticos y polticos en torno a la
historiafrentealaquesesitacadaautor.
La veneracin que muchos metodlogos profesan hacia la explicacin y la
verificacin, los llevan a privilegiar la determinacin causal, y el establecimiento de
regularidades,comolosobjetivosltimosdelconocimientocientfico.
Pero la temporalidad se resuelveo se ignora, sobre todo, en el mbito de la
investigacin concreta.Apesardequealgunosdiscursos tericosyepistemolgicos
reflejen la gran riqueza y complejidad de una realidad caracterizada por la
incertidumbre, lametodologadelanlisissocial tiendeadefenderunaconcepcinde
cientificidadatodaslucesinsuficienteparadarcuentadelmovimientodeloreal.
44 Sobre el tiempo cclico puede consultarse: Geertz, Cliffford, La interpretacin de las culturas,Gedisa,Mxico,1987.Tambin:Filipcov,BlankayFilipec,Jindrich,Societyandconceptsoftime,en:InternationalSocialScienceJournal.Timeandsociety,UNESCO/BasilBlackwell,1982,p.p.1932.45 Cfr. Reyes Mate, Manuel, La historia como interrupcin del tiempo, en Reyes Mate, Manuel(coord.), Filosofa de la historia, Enciclopedia Iberoamericana de Filosofa, Nm. 5, Ed. Trotta,Valladolid,1993,p.p.271287.
Cuadernos detrabajo25
El problema es que la realidad social, concebida comomovimiento, siempre
desbordar al objeto que pueda ser reflejado en una relacin causal. Este carcter
excedente de la realidad, con respecto de cualquier abstraccin sobre ella, ha sido
advertido por muchos autores que aluden al carcter imprevisible, residual,
inacabado,discontinuo,inciertooazarosoquecaracterizaaunarealidadcuyariqueza
radica, justamente, en la consideracin de sus indeterminaciones. Indeterminaciones
en donde radican, finalmente, cualquiera de las posibilidades de emancipacin del
hombre
De no asumir lo anterior, corremos el riesgo de llegar al inmovilismo
intelectual,o,peoran,aasumir la incapacidaddelhombreporhacersecargodesu
propiahistoriay,conesto,postular laderrotadelahumanidadfrentealacapacidad
degenerarsupropiodestino.
Amaneraderecapitulacin.
Algunas cuantas formulaciones, que puedan funcionar como recapitulacin de los
pensamientosantecedentes,ycomolneasdetrabajoposteriorsonlassiguientes:
1. Al tiempo social hay que concebirlo como temporalidad. A partir del
reconocimiento de la categora tiempo, que remite a todo lo que dura, a lo que
permaneceycambia,altiemposocialhayquenombrarlocomotemporalidad.Porque
la temporalidad,ms que el tiempo, remite a lasmaneras de hacerse a smismade
cada sociedad, de cada mundo, de cada historia, y permite rescatar, entonces, al
tiempocomodimensinconstitutivadelosocial.
2. El complejo tiempoespacio marca la indisoluble unidad de espacio y tiempo
social,perocadadimensinpuedeseranalizadademaneraseparada.Todoespacioes
histrico, toda historia se realiza espacialmente. Si el tiempo es la sangre que corre
porlasvenasdelahistoriaystanoseexpresasinoenlosespaciosqueelhombreha
Cuadernos detrabajo26
edificadoatravsdeella,entoncespodemosdecirqueel tiempopuedeservistocomo
el recurso de construccin histrica por excelencia y el espacio fsico, social,
simblico,comoelresultadodedichaconstruccin.
3. La historia puede ser vista como una ramificacin de temporalidades. La
pluralidad temporal, inaugurada por Braudel y continuada por destacados
historiadores y socilogos, representa una buena manera de dar cuenta de las
continuas tensiones del presente, entre la determinacin histrica y el libre albedro,
entre la larga duracin y la historia cotidianaquepuede construirse.Y, tambin, de
lasrelacionesentrelos"modosdeltiempo",elpasado,elpresenteyelfuturo.
4. En las relaciones entre pasadopresentefuturo, es posible asir al tiempo
social, con toda la cargade subjetividadquecontiene.Buenapartede la riquezade
las temporalidades sociales radica en la combinacin compleja entre secuencia y
simultaneidad que slo la subjetividad, individual y colectiva, es capaz de procesar.
Sobre el flujo temporal de la duracin la experiencia temporal es capaz de insertar
una nueva temporalidad, no aditiva ni cronolgica. Una temporalidad
cualitativamentediversafundadaenlamemoria,elolvidoolaexpectativa,enlacual
losmodos del tiempo coexisten en un presente que se ensancha o se dilata, que se
precipitaoseeterniza.
5. Hay rastros del pasado que pueden ser rescatados del fenecimiento. Son
indicios de un pasado no caduco que permiten construir el futuro en el presente.
Concebir alpresentecomoelgozneentreelpasadoconocidoyel futuroposibleno
debedellevarapensarquelopretritoesunpuntofijoalcualasirelconocimiento.
Notodoloquehasucedidodebeconsiderarse,poreseslohecho,comounaley,ni
debeconfundirseloirreversibleconlonecesario.Tampocodebeseguirseexpulsando
elazardelpasadoyreenviarloperpetuamentehaciaelfuturo.
Cuadernos detrabajo27
6.La complejidadde lo social debe ser rescatada a partir de la comprensindesus
temporalidades.Debemos revisar lapertinenciadenuestras formasdeconocimiento,
ydenuestrasteoras,paradarcuentadeunarealidadque,porserhistrica,desborda
a lo conocido y a lo nombrado. Y reconocer que algunas formas de concebir a la
realidadsocialpuedenfuncionarmejorqueotrasparadarcuentadelahistoricidadde
loreal.Laconcepcindelarealidadsociohistricacomoarticulacinenmovimiento
(Zemelman) o bien como sistemamundo (Wallerstein), nos estimulan para
interrogarnos, de nuevo, acerca de cules son los elementos indispensables de un
mundomejorycules son loscaminospara lograrlo.Enelentendido,claroest,de
quesinohaygarantaalgunadequeelfuturopuedaserunpocomejorparaunmayor
nmerodepersonas,tampocolahaydequenopuedaserlo.
Cuadernos detrabajo28
Bibliografa
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