Post on 23-Jan-2016
Peregrino del mundoes tu vida de siervo,
que penetra la auroraen su místico velo,
que escudriña los soleslacerantes y bellos
y descifra la sombraa la luz del misterio.
Al pisar las infanciasrecibiste el destellode cruzar horizontes
que estremecen de miedo,de subir a las cumbresque reciben del cielo
la pureza de lunay el cantar del lucero.
Peregrino es el siervoque ha dejado su techo
y repite los pasosdel Divino Viajero.
En las duras jornadashas probado el flagelo
que se hunde en tu barrocomo llamas de fuegoy se empaña la vista...
y se ofusca el recuerdo...
Cuando así solitariohas cruzado el desierto,sin la miel de las floresy el cantar del jilguero,peregrino has quedadoinjertado en el Siervo.
Has llegado al iniciodel enorme sendero,
donde el canto y la espinamezclarán tu ser nuevo
de tabores amadosy tristezas de huerto.
Hoy tu puño de barro,frágil, pobre y sedientose ha vestido de gala
con ropajes de invierno.
¡Sacerdocio de Cristoflorecido en el cielo!¡Sacerdocio de barro
bendición para el pueblo!
Que transido de luzdel Espíritu Eterno,des color y belleza
a lo grande y pequeño.
Pon en alto tu antorchade servicio fraterno,
sembrador de palabracon amor misionero;
para guiar al hermanosigue siempre el sendero
que conduce a la vida,con manjares de cielo.Cuando bogue tu barca
por los mares sin puerto,cuando veas que tu huella
se ha esfumado en el viento,
sentirás que la fuerzade tu eterno ser nuevo,
a los seres de polvo,les devuelve el aliento;
sentirás que aunque seasun perenne romero,llevarás en tu arcilla
las victorias del Verbo.
Pbro. Rafael González ReynosoRoma, It. Enero de 1978.
Música de fondo: La última cena.Mario Ramos Palomino.