En 1908 Gustav Klimt pintó en una combinación de óleo y oro este magistral retrato de Adele Bloch-Bauer, la esposa de un acaudalado empresario judío.

La obra, secuestrada por los nazis y recuperada al finalizar la Segunda Guerra Mundial, pasó a ser patrimonio del Estado de Austria por legado de la propia Adele Bloch-Bauer y exhibido por décadas como ícono del Österreichisches Museum de Viena.

En 1908 Gustav Klimt pintó en una combinación de óleo y oro este magistral retrato de Adele Bloch-Bauer, la esposa de un acaudalado empresario judío.

La obra, secuestrada por los nazis y recuperada al finalizar la Segunda Guerra Mundial, pasó a ser patrimonio del Estado de Austria por legado de la propia Adele Bloch-Bauer y exhibido por décadas como ícono del Österreichisches Museum de Viena.

Sin embargo y tras casi 60 años, los Altman, descendientes de Adele, lograron de la Suprema Corte de los Estados Unidos un extraño fallo arbitral que despojó a Viena de esta joya considerada patrimonio nacional.

Tan pronto como pudo hacerse del cuadro, la familia Altman lo sacó a la venta y tras pagar por él la friolera de 135 millones de dólares, pasó a manos de Ronald Lauder, un magnate de los cosméticos que se lo llevó a los Estados Unidos.

Sin embargo y tras casi 60 años, los Altman, descendientes de Adele, lograron de la Suprema Corte de los Estados Unidos un extraño fallo arbitral que despojó a Viena de esta joya considerada patrimonio nacional.

Tan pronto como pudo hacerse del cuadro, la familia Altman lo sacó a la venta y tras pagar por él la friolera de 135 millones de dólares, pasó a manos de Ronald Lauder, un magnate de los cosméticos que se lo llevó a los Estados Unidos.

Emilie Flöge, 1902Adele Bloch-Bauer II, 1912

Emilie Flöge, 1902Adele Bloch-Bauer II, 1912

Madam Primavesi, 1912

Madam Primavesi, 1912Expectativa, 1909

Serpientes acuáticas, 1907

Gustav Klimt fue en su tiempo lo que hoy llamaríamos un verdadero transgresor.

Tenía apenas 25 años cuando lideró el episodio conocido como “la secesión vienesa” que llevó a un nutrido grupo de pintores a romper relaciones con la Escuela de Bellas Artes de Viena y, por ende, con el academicismo imperante.

Al mismo tiempo que en Francia, Inglaterra, Alemania y Rusia, con Gustav Klimt dio comienzo en Austria el período conocido como “art nouveau” que revolucionó todos los conceptos que hasta entonces se tenían por aceptados.

Consumación, 1909

Gustav Klimt fue en su tiempo lo que hoy llamaríamos un verdadero transgresor.

Tenía apenas 25 años cuando lideró el episodio conocido como “la secesión vienesa” que llevó a un nutrido grupo de pintores a romper relaciones con la Escuela de Bellas Artes de Viena y, por ende, con el academicismo imperante.

Al mismo tiempo que en Francia, Inglaterra, Alemania y Rusia, con Gustav Klimt dio comienzo en Austria el período conocido como “art nouveau” que revolucionó todos los conceptos que hasta entonces se tenían por aceptados.

Consumación, 1909

Las tres edades de la mujer, 1905

Esperanza, 1903

Sus modelos eran, generalmente, mujeres que pertenecían a la burguesía vienesa, pero tenía también un séquito de prostitutas que le servían de musas.

El tema que trata en la mayoría de sus cuadros es la sexualidad femenina, en equilibrio con la masculinidad.

En ese mundo femenino, Klimt recorre el ciclo de la vida en todas sus etapas: procreación, gestación e infantes, juventud y vejez, salud y hermosura, enfermedad y muerte.

Eugenia Primavesi, 1914 Esperanza, 1903

Sus modelos eran, generalmente, mujeres que pertenecían a la burguesía vienesa, pero tenía también un séquito de prostitutas que le servían de musas.

El tema que trata en la mayoría de sus cuadros es la sexualidad femenina, en equilibrio con la masculinidad.

En ese mundo femenino, Klimt recorre el ciclo de la vida en todas sus etapas: procreación, gestación e infantes, juventud y vejez, salud y hermosura, enfermedad y muerte.

Eugenia Primavesi, 1914 Esperanza, 1903

Danae, 1908

La doncella, 1913

Serpientes acuáticas II, 1907 Judith II, 1909

Masturbación, 1913

Amigas, 1916

La muerte y la vida, 1916

No es casual que “El beso”, la obra cumbre que Gustav Klimt pintara entre 1907 y 1908, haya sido la elegida para cerrar

esta pequeña galería.

Existen ensayos enteros intentando explicar cada uno de sus detalles y de sus porqués, pero ninguno logra transmitir

acabadamente lo que cada espectador percibe cuando la tiene frente a sus propios ojos.

¡Descúbralo ahora cada quien!

acartito@yahoo.com.ar

El celebrado violinista ruso Maxime Vengerov está interpretando de Camille Sain-Saëns “Introduction et Rondo capriccioso en la mineur,op.28”. Quien desee interrumpirlo antes de su conclusión (restan aproximadamente 4’) sólo tendrá que dar un click con el mouseInvestigación biográfica e imágenes: Internet

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El celebrado violinista ruso Maxime Vengerov está interpretando de Camille Sain-Saëns “Introduction et Rondo capriccioso en la mineur,op.28”. Quien desee interrumpirlo antes de su conclusión (restan aproximadamente 4’) sólo tendrá que dar un click con el mouseInvestigación biográfica e imágenes: Internet