Poesía,Mutilaciones y otros poemas.pdf

Post on 06-Feb-2016

17 views 0 download

Transcript of Poesía,Mutilaciones y otros poemas.pdf

3

Mutiladosy otros poemas

4

5

Mutiladosy otros poemas

Ignacio Bermúdez

6

7

Agradezco

A Silvia Buenahora (infinitamente), por sus charlas, cafés,

ayuda y consejos.

A la editorial El Escriba, por el trabajo bien logrado.

A Omar Ochi, un amigo incondicional.

A mi mamá, que lo es todo.

A Encarnación Moreno (abuela) y Carlos Sánchez (tío),

por ayudarme en los peores momentos.

A Victoria Bermúdez (hermana).

A Fernando Adrián Flores, por su enfático e ilimitado

apoyo a los escritores mendocinos.

Al Ministerio de Cultura | Fondo Provincial de la Cultura,

por sus proyectos filantrópicos y ayuda a los escritores,

poetas y artistas mendocinos.

A Emilio Fernández Cordón (Dios lo tenga en la gloria),

que me enseñó a narrar, y a Andrés Oliver, a escribir

poesía.

A Cleofé Martínez, que me asesoró en diseño.

Al Dr. Juan José Vilapriño, que me sacó del infierno

dantesto.

Al Gobernador Dr. Francisco Pérez y al Presidente Dr.

Néstor Kirchner y a la Señora Presidenta de la Nación

Cristina Fernández de Kirchner, por impulsar, apoyar y

alentar la causa nacional y popular en la República

Argentina.

8

9

PRÓLOGO

Hay rebeliones de barro, pólvora, tinta, sangre o saliva.

Hay quienes juegan con el gatillo de una palabra sin

animarse a disparar sus mejores rosas y quienes se atreven

a abrir la boca para firmar la paz con dudas y quejas

propias de eso que llamamos libertad en una esquina donde

la mudez de las armas espera la primera piedra. En este

mismo escenario, la rebelión de Ignacio Bermúdez es, sin

ir más lejos, una invitación a vestirnos de seres humanos,

enfrentarnos a los símbolos de un poema como quien

saborea una bella pintura y entonar juntos o escuchar con

los ojos ese grito universal que nos recuerda que también

somos carne y poesía. He aquí un conjunto de textos que

no pretenden asesinar creencias, sino convertirse en

historias vivas que puedan ser mutiladas, escupidas,

acariciadas o aprendidas por un lector que ya está

advertido antes de poner la llave en la puerta innumerable

de la casa de las sospechas. ‘‘Mira detrás de ti: no eres un

dios, / ¡eres hombre!’’, nos dice el poeta. Entonces, Mutilados

y otros poemas no se trata de un libro que emerge como

una dulce bienvenida al mundo, sino, por el contrario, es

otro gesto de despedida que nos hacía falta; tal vez, para

saludar a los que se fueron sin marcharse; quizá, para

nacer de nuevo en cada palabra que pronunciamos en un

diálogo que exige morir (desaprender) y seguir cantando

con la mejor nota de esa espada que antes fue silencio.

Omar Ochi

10

11

CASA DE SOSPECHAS

¿Quién entró por la puerta del agua?

Escogí mi cosecha

entre la lluvia y el trueno

de un alma que navegaba

como un barco

en el vaso que comenzó a llenarse.

Encarcelado en la jungla,

rompí el reloj

mientras el juego de dominó

continuaba su curso

en el polen de otra época.

El péndulo se detuvo,

pude medir mis atardeceres:

tenían tu nombre.

12

A LA IMPERECEDERA

Los sentidos de mi gata

esconden enigmas

que nadie podrá penetrar.

Bajo la luz, una tigresa…

La vida tiembla en su pelaje,

descansa,

brotan manchas de viento

en sus patas cazadoras.

Lo que antes era un solo maullido,

es memoria de memoria…

No busco compañía

ni recreos o altruismo,

solo un día más

para seguir acariciando

su mundo, su tiempo.

Tuyo el secreto, tuya la seducción,

felino amparo de mis lamentos…

Mientras la sangre pese

mas que el agua

y las uñas más que la carne,

entraré por el décimo capullo

de esta flor que no se detiene.

13

Naceré a tu lado

para descifrar tus sombras.

Aprenderé el lenguaje

de tus noches trepadoras

y seguiré escribiendo…

14

ALLEGRO MODERATO

Muero a cada instante

con el despueblo,

en la última gota,

en el tiempo que huye como un cisne.

Vuelo, elijo la ganzúa,

abro mi primera nuez,

ofrendo banderas,

crío lenguas y números,

cuento cada paso:

todavía no me marcho

de este no lugar.

15

AMAPOLA EN EL AIRE

Cuando llegué a la habitación,

nadie me creía.

Según ellos era imposible

que el océano

me dirigiera la palabra.

Me enfurecí.

Todos me arrojaban la primera piedra,

hasta mi madre.

«Estás alucinando», dijo alguien.

«¡Sos un despiadado!», exclamaban

otros hijos de la indignación.

Sin embargo, estoy seguro

de haber hallado un esqueleto

que hablaba y gemía con la voz del mar.

¿Habré mentido

en este idioma de sal y muerte?

El mundo es

un diálogo aterrador.

16

AMOR Y OTRAS BLASFEMIAS

Condeno las topografías verticales,

la carretera sin rumbo y el retorno al margen.

Busco mi transparencia,

la firma de otro testamento.

Esos papeles de carne

serán la poética y la blasfemia

que protegeré desnudo

mientras

cae

el

delta

de la sangre

en este silbido de un amor que vuelve

a convertirse en la esperanza del lago.

Dolerán…

He empezado a dolerme…

17

CÁPSULAS

Miedo al averno,

latas o cápsulas

flotando en el charco:

el amor como renta,

esa lámpara

que vuela a contraviento

de los remos oscurecidos.

No puedo

quedarme callado.

Es hora

de entintar el céfiro .

18

MEMENTO MORI

Un general desfila victorioso por Roma.

—Recuerda que morirás —dijo el ciervo —.

Te derrumbarás con tu soberbia

y limitaciones humanas.

Así es la ley, las costumbres, la fugacidad.

Mira detrás de ti: no eres un dios,

¡eres hombre!

El cráneo se descompone.

Muerta la carne; vencida la muerte.

19

MONOPOLIO DEL RECUERDO

Me despojo de mis vestidos.

¿Cuánto tiempo duraré en el margen?

¿Ayudará Jerusalén?

Dormiré en el árbol del amor y el odio.

Descubriré montañas.

Continuaré frotando la línea,

la sucesión de rostros.

Cortaré su lengua;

escucho un sonido de esferas,

ruidos degollando muros.

Los vientos corrigen, a desviento,

mis formas de caminar con el cortaplumas.

No abandonaré el pueblo;

convidaré el guiso en el Edén.

20

ENFANT GÂTÉ

Michel entiende el mundo

como un lugar desagradable:

comer manzanas

para darle sabores al dolor,

lidiar con la fruta

hasta que el músculo se fermente.

Michel predijo

los valles atentados,

el ultimátum en aumento,

los peces gordos

del progreso y la crueldad.

Michel acepta la idea

de que los hombres deberían clonarse.

Posiblemente es un romántico.

Escribe textos no leídos,

signos como derrotas,

anillos como centellas,

un poema para el sufrimiento.

Michel, como buen poeta desvalido,

ojea el piso para evadir

la posibilidad de ser una isla.

21

HÖLDERLIN Y SUS BIENES

Inocencia en la creación

a lo Heidegger,

juego sin acción ni culpa.

De pronto, una palabra...

«Sin ella no habrá mundo

ni historia», dijiste,

y me despedí de la memoria.

22

Oda a Victoria

Domina países y rutinas,

algunos mares reflejan

el brillo de su culpable inocencia;

baila obedeciendo el dictado,

satura las piedras,

atraviesa la edad de las montañas,

esconde alhajas en los lirios;

devora la palabra, mastica sílabas

con su silencio de mujer;

detiene el tiempo en una orilla, sonríe,

mañana volverá.

Tendrá, en su anillo, algunas civilizaciones.

Los ancianos la besarán,

también las cárceles y los reos.

Nadie destruirá su viñedo.

Salvaje, inmensa,

caminará por las arenas de un paisaje

donde los vientos aprenden

el misterio de la calma.

Alguien gritará a lo lejos:

«El enigma de la humanidad está resuelto».

23

Alguien que la está soñando

abrirá los ojos en la otra orilla del mundo

y sentirá que esta noche

siete recuerdos lo despiertan.

24

INSTANTE

¿Adónde van las estrellas que pierden su diana?

¿Dónde quedó la cadena y la centella?

¿Qué hay de los santos evangelios?

Soy un número fugaz en esta época;

infinito en tus recuerdos…

25

INTERRUPCIÓN DEL SUEÑO

En medio de la noche

el fuego dilató el humo

con rosas que abrazaron

mis armas:

«Diré la verdad

aunque brote el corazón al instante,

dominaré los momentos del amanecer,

publicaré segundos de gracia,

extenderé el valle,

vestiré cruces para anticipar la burocracia».

Conocí a la mujer infeliz.

No quiero repetir este libreto

frente al hastío,

pero un barco flota y es burlada.

26

SOMNUS

Si dices que este insomnio

es lo contrario al estado de vigilia,

que la presión disminuye

y la diligencia es un hombre caído,

¿por qué camino, hablo y tengo ojos?

Una parte del cuerpo se retira,

aparece otro,

empieza una riña

desigual

para ver, como de costumbre,

quién tiene el poder

entre la cama y el caos.

27

NOCHE CON TRÍPODE DE PLATA

La hora está tan cerca que respiro apurado…

El volumen del río es afán,

quizá el porvenir no sea tiempo.

Una lanza atraviesa el olfato.

«Por majestad, morirás».

Oración para príncipe o carnicero.

El fondo del libro declina.

«Su libro, mi rey».

28

SOMOS DE POLVO Y GAS

¡Al carajo los prejuicios!

Propongo desfilar con fuego

y sin tranvías en la conciencia,

esconder el acertijo,

laberintos de juramento;

¿cómo es el final del cuento

o del poema?

Cambio mi cuerpo por pan.

Cambio y aflora.

Busco manzanas en el peral

de los jardines prohibidos.

«¡Por favor!», dicen.

Esto es un juego, sin final.

En la mesa hay un órgano,

unos anteojos, libertad en telaraña.

Beberé el vino sin volumen,

rociaré las ventanas

con la rebelión del jazmín.

Cazaré otoños, prometeré feudos.

¡Al carajo tu ilustración y mi barbarie!

29

QUE EN PAZ DESCANSE

Fue hallada

entre dos árboles de la muerte.

Dos pájaros se alimentaban

de lo que parecía ser

o haber sido

una cruz de carne,

dedos, sangre, silencio de bosque.

Los huesos fueron arrojados al río;

el río no se detiene…

30

SALAS DE HOSPITAL

Las mujeres se reúnen

en un hospital público

a gemir y gritar.

Nadie las escucha.

Se cortan los pies, manos y nalgas.

Se deforman, se mutilan.

No quieren ser las señoras del pueblo.

De una de ellas emergió un monstruo

tan grande que desgarró su vagina.

¡Pobre niña!

Tal vez saldrá otra bestia,

esperando un nuevo grito.

Ni el peor símbolo

es comparable a este averno.

Las damas

por la noche

esperan milagros:

quieren dejar de ver violaciones a la carne,

exprimen sus pechos alimentando la vida.

Pero solo hay

pronombres mutilados.

31

TIEMPO

Los espejos se rompen

frente a todo lo que nos espía:

me permanece el placer de llorar

en esa butaca,

en este balcón.

Has admitido la verdad del reflejo,

la ligera saeta, el humor de la muerte,

crepúsculo de la musa.

¿Qué sería la poesía sin sus escamas?

32

VELORIO

Sobre el cajón

dormía

el padre de mi amigo,

de traje claro y corbata.

En su mano derecha

un hermoso anillo de oro

brillaba como la ausencia

de ciertos perros.

Besé su frente helada

y se lo arrebaté,

sin culpas ni sospechas.

Al otro día,

lo vendí por mil dólares.

Me compré un par de zapatillas

y un libro de Francisco de Quevedo.

33

PENURIAS

I

Desnudo

atravieso

el cerco.

II

Detrás de la espada

miramos el placer.

III

Navego en esas riberas

para descubrirme.

IV

Como un corcel de alambres

la vida sucede

en distintos galopes,

en eternos momentos.

V

El dolor

es una carta

de pesadillas.

VI

Asisto a los funerales

de las bestias.

34

DOGMA

Siete veces por día

o una vez por semana

callarás...

35

MUTILADOS

¿Por qué un farol me acusa

sin cristal ni oro?

Entre mi espada y mi escudo

un espejo detalla

noches salvajes,

sospechas y martirios,

esqueletos que crujen,

insignias dominantes,

lágrimas que volverán

como ríos que desbordan

el cadáver final

de este breve reflejo.

Aunque seas mi hermano

o mi enemigo

o me digas la verdad

de la mentira,

no te dejaré esquivar

esta luz que es oscura

como la sombra

de tantos hombres caídos.

¡Despierten,

cuerpos mutilados!

Después de tanta muerte,

viene otra palabra.

36

37

38

39

40

41

42

43

44

45

46

47

48

49

50

51

52

53

54

55

56

57

58

59

60

61

62

63

64

65

66

67

68

69

70

71

72

73

74

75

76

77

78

79

80

81

82

83

84

85

86

87

88

89

90