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INSTITUTO TECNOLOGICO SUPERIOR DE
COATZACOALCOS
ALUMNO:
Lizzet García Márquez
ASIGNATURA:
Tecnologías Innovadoras
CATEDRATICO:
LIZBETH HERNANDEZ OLAN
ACTIVIDAD:
Investigación “Predicción de magnitudes máximas
de terremotos y huracanes”
GRADO: 9° GRUPO: B
18 de Diciembre del 2015
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ÍNDICE
Introducción………………………………………………………………………... 3 Predicción de terremotos y huracanes………………………………………….. 4 Técnicas de predicción…………………………………………………………… 4 Magnetometría…………………………………………………………………….. 5 Triboluminiscencia………………………………………………………………… 5 Relámpagos bajo tierra…………………………………………………………… 6 Falsa alarma……………………………………………………………………….. 7 Separar el grano de la paja………………………………………………………. 8 Conclusión…………………………………………………………………………. 9 Bibliografía…………………………………………………………………………. 10
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INTRODUCCION
Los terremotos pueden ser medidos en función de la cantidad de energía
liberada (Magnitud) y/o mediante el grado de destrucción que ellos causan en
el área afectada (Intensidad).
La Magnitud y la Intensidad son dos medidas diferentes de un terremoto,
aunque suelen ser confundidas por el público. Parte de esta confusión,
probablemente se debe a la similitud en las escalas usadas para expresar
estos parámetros.
Son desastres naturales que más daños provocan, ya que, además del grado
de destrucción causado por el movimiento, pueden dar pie a maremotos que
hacen crecer el desastre.
Cada vez que hay un temblor o terremoto, los expertos indican su intensidad
utilizando diferentes sistemas, por lo que nunca nos queda claro qué tan fuerte
fue. Por ello, hoy, queremos contarles qué significan las diferentes escalas para
medir la intensidad de los terremotos.
En este documento indagaremos sobre el tema Predicción de magnitudes
máximas de terremotos y huracanes como sabemos constituyen uno de los
fenómenos naturales de mayor relevancia en el mundo por sus características
desastrosas, afectando a la mayoría de los países.
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Predicción de terremotos y huracanes
La predicción de terremotos consiste en la predicción de que un terremoto de
una magnitud específica ocurrirá en un lugar particular en determinado
momento. A pesar de considerables esfuerzos en investigación por parte de
sismólogos, no se pueden hacer predicciones científicamente reproducibles
para un día o mes específico. No obstante, en el caso de los mapas de
evaluación del peligro sísmico de fallas estudiadas, es posible estimar que la
probabilidad de un terremoto de un tamaño dado afectará un lugar determinado
durante un cierto número de años. La capacidad general para predecir
terremotos, ya sea en forma individual o en una base estadística, sigue siendo
remota.
Una vez que un terremoto ya ha empezado, los dispositivos de alerta temprana
pueden proporcionar una advertencia de pocos segundos antes de que los
principales temblores lleguen a un lugar determinado. Esta tecnología
aprovecha las diferentes velocidades de propagación de los varios tipos de
vibración producidos. También son probables las réplicas tras un gran
terremoto y, por lo general, están previstas en los protocolos de respuesta a
desastres naturales.
Técnicas de predicción
Zonas con mayor peligro sísmico. Destaca la Falla de San Andrés (costa
Pacífica), Falla de Nueva Madrid (centro-este del país), el archipiélago de
Hawaii y la costa de Alaska.
En el esfuerzo por predecir terremotos, se ha tratado de asociar un terremoto
inminente con fenómenos tan variados como los patrones de sismicidad,
campos electromagnéticos, movimientos del suelo, condiciones meteorológicas
y nubes inusuales, contenido de gas radón o hidrógeno del suelo o agua
subterránea, comportamiento animal y las fases de la luna.
Hace 2.300 años, multitud de ratones, serpientes e insectos huyeron de la
ciudad griega de Hélice, en el Golfo de Corinto. «Después, hubo un terremoto»,
escribió el autor romano Claudio Eliano. «La ciudad se hundió, la inundó una
inmensa ola y Hélice desapareció».
Desde entonces se han utilizado una gran variedad de métodos para tratar de
predecir terremotos. El comportamiento de los animales, los cambios del clima
y los sismogramas se han quedado cortos.
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El sueño sería poder predecir terremotos igual que predecimos el tiempo. Unos
pocos minutos bastarían para que los posibles afectados se apartaran de
muros y techos que podrían atraparles o para cerrar plantas nucleares y otras
instalaciones antes de que empiecen los temblores. Si se hiciera con días de
antelación podrían incluso organizarse los planes de evacuación necesarios,
igual que se hace en el caso de los huracanes.
Los científicos acudieron en primer lugar a la sismología, con la intención de
establecer patrones de los temblores que pudieran indicar si una falla se está
moviendo. Sin embargo, hasta el momento no se ha conseguido distinguir entre
las ondas de energía que preceden un terremoto y los posibles temblores
inofensivos.
Como afirmó Thomas Jordan, director del Centro de Terremotos del Sur de
California, en una reunión de la Unión Geofísica de Estados Unidos en San
Francisco el pasado mes de diciembre, los expertos no son capaces de
responder con determinación ante la pregunta de si se producirá un terremoto.
De este modo, algunos científicos han centrado su atención en otras señales,
incluida la electricidad, que podrían estar relacionadas con la actividad que se
desarrolla bajo tierra cuando una falla está a punto de deslizarse.
Magnetometría
Según Tomas Unger, con un solo magnetómetro se puede detectar la dirección
de la cual proviene la corriente, el punto donde probablemente se produce el
hipocentro de un movimiento sísmico. En Perú ya este método ha sido
demostrado por Jorge Heraud, aunque aún no cuenta con la aprobación de la
comunidad internacional.
Triboluminiscencia
Un posible método para predecir terremotos, aunque todavía no ha sido
aplicado, es la triboluminiscencia. Estudios del Instituto de Investigación
Nacional Industrial de Chugoky llevados a cabo por Yoshizo Kawaguchi han
mostrado que al fracturarse, el dióxido de silicio libera luz roja y azul por un
período de unos 100 milisegundos. Kawaguchi lo atribuyó a la relajación de las
uniones libres y de átomos de oxígeno inestable que quedan cuando las
uniones de oxígeno y dióxido de silicio se rompen debido a las tensiones dentro
de la roca.
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Relámpagos bajo tierra
Una teoría es que cuando se avecina un terremoto, las rocas «experimentan
extraños cambios», produciendo intensas corrientes eléctricas, señala Tom
Bleier, ingeniero de QuakeFinder, un proyecto financiado por la empresa Stellar
Solutions de Massachusetts (Estados Unidos).
«Las corrientes son muy fuertes», declaró Bleier en la misma reunión de la
Unión Geofísica. «Del orden de 100.000 amperios para un terremoto de
magnitud 6 y de un millón para uno de magnitud 7. Es como si hubiera
relámpagos bajo tierra».
Para medir estas corrientes, el equipo de Bleier ha invertido millones de dólares
en la instalación de magnetómetros a lo largo de las líneas de fallas en
California, Perú, Taiwán y Grecia. Estos instrumentos son lo suficientemente
sensibles como para detectar pulsaciones magnéticas de descargas eléctricas
de hasta 16 kilómetros de distancia.
«En un día normal en la falla de San Andrés, en California, pueden verse diez
pulsaciones», declaró a National Geographic News. «La falla siempre se está
moviendo, crujiendo, estremeciéndose».
Según el experto, antes de un gran terremoto, el nivel de descargas eléctricas
aumentaría de considerablemente.
Eso es precisamente lo que afirma haber observado antes de la media docena
de terremotos de magnitud 5 y 6 que ha podido monotorizar.
«Llegan a 150 ó 200 pulsaciones al día», señala.
El número de pulsaciones, añade, aumenta unas dos semanas antes del
terremoto y vuelve a bajar poco antes de que se mueva la falla. «Ése es el
patrón que buscamos».
Falsa alarma
Sin embargo, las pulsaciones magnéticas pueden tener otras posibles causas,
como erupciones solares o interferencias eléctricas de equipos de
mantenimiento de carreteras, cortadoras de césped o incluso el motor de un
tractor. Y no sólo eso puede interferir: «Las arañas se metieron en nuestros
instrumentos una vez, así que tuvimos que poner pantallas enfrente», recuerda
Bleier.
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Bleier también observó que las partículas cargadas llamadas iones producidas
a partir de corrientes dentro de la Tierra acababan saliendo a la superficie, «por
lo que añadimos un sensor de iones negativos y uno de iones positivos»,
declara.
Igualmente, debido a que la lluvia también puede provocar picos en las
concentraciones de iones, el equipo instaló sensores de humedad para evitar
una falsa alarma.
Por último, descubrió que cuando los iones alcanzan el aire, las cargas
positivas y negativas se neutralizan, lo que produce una explosión de radiación
infrarroja que puede engañar a los satélites meteorológicos para que «piensen»
que el terreno cercano a una falla se está calentando. Según él, esto se puede
observar perfectamente a través de los satélites meteorológicos GOES.
«Si sucede todo esto, pensaremos que va a tener lugar un terremoto de
magnitud 5 dos días más tarde», afirma.
Su equipo, sin embargo, no ha monotorizado todavía suficientes terremotos
como para asegurar que su descubrimiento es válido para todos. «Pero el
patrón resulta muy interesante», añade.
En cualquier caso, considera que tiene las pistas necesarias para seguir
adelante. A partir de enero su equipo intentará empezar a hacer predicciones.
«En lugar de mirar hacia atrás en el tiempo, vamos a mirar hacia delante».
Otros científicos están llevando a cabo análisis para apoyar la teoría del campo
magnético. Robert Dahlgren, ingeniero del SETI Institute, lleva 16 meses
trabajando con otros expertos aplicando altas presiones a las rocas para ver si
producen corrientes eléctricas, lo que ha confirmado en el caso de rocas secas.
Sin embargo, no ha sido así con rocas mojadas del tipo que se encuentran en
los epicentros de terremotos.
¿Qué dice esto sobre la predicción de terremotos? No tiene ni idea. «Yo soy el
tío de los instrumentos», señala, aunque hace hincapié en que las señales que
mide en el laboratorio pueden generar campos magnéticos en las condiciones
adecuadas.
Es una investigación muy minuciosa. «Se necesita un año para preparar las
muestras de roca, y mucho tiempo para obtener resultados», afirma.
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Separar el grano de la paja
Hace unos años, algunos científicos pensaron que los terremotos podían
predecirse a partir de los cambios en la ionosfera, una capa de la atmósfera
situada unos 300 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra. La teoría
afirmaba que los iones producidos por la falla a punto de deslizarse perturban
la ionosfera.
Sin embargo, el análisis sobre las perturbaciones previas a terremotos confirmó
que podían darse por algo distinto, normalmente el Sol. «Es una señal de física
espacial, no relacionada con los terremotos», señala Jeremy Thomas, físico
espacial de Northwest Research Associates y del Digipen Institute of
Technologyde Washington (Estados Unidos). Thomas también presentó sus
conclusiones en la reunión de la Unión Geofísica de Estados Unidos.
Además, como él mismo indica, resulta muy indicativo que las mismas
perturbaciones de la ionosfera puedan darse lejos del epicentro del terremoto.
«De guardar relación con el terremoto, la señal no estaría a miles de kilómetros
de distancia», concluye.
La falta de éxito, sin embargo, no significa que la predicción de terremotos sea
pura palabrería.
«Es un importante campo», afirma Michael Blanpied, director del Consejo
Nacional de Evaluación y Predicción de Terremotos de Estados Unidos, cuyos
científicos analizan la credibilidad de los métodos de predicción y reportan los
descubrimientos al Servicio Geológico de Estados Unidos.
«Hay muchas personas abordando el problema desde ángulos muy distintos,
tratando de separar el grano de la paja y descubrir si efectivamente hay grano,
algo que no está claro todavía», señala.
«La clave del asunto es que hay gente trabajando a un alto nivel profesional,
gente procedente de otros campos y gente que no tiene formación científica
pero que cree que puede ayudar».
Se han producido muchas teorías y predicciones pseudocientíficas. La
aleatoriedad natural de los terremotos y la actividad sísmica frecuente en
ciertas áreas pueden ser utilizadas para hacer "predicciones" que pueden
generar credibilidad injustificada. Generalmente, tales predicciones dejan
ciertos detalles sin especificar, lo que incrementa la probabilidad de que los
vagos criterios de predicción se reúnan y se ignoren los terremotos que no
fueron previstos.
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CONCLUSIÓN
Richard Allen de la Universidad de California sostiene que la distinción entre un
sismo pequeño y un terremoto puede ser establecida durante los primeros
segundos que la energía sísmica es registrada por los sismógrafos;20 sin
embargo, otros científicos no están convencidos. De ser cierta la afirmación, los
sistemas de alerta temprana de terremoto (que no su predicción) podrían
tornarse más potentes. Mientras más temprano sea estimada la magnitud de
un terremoto, será más útil la alerta temprana; no obstante, las alertas
tempranas aún pueden ser efectivas sin la capacidad de inferir la magnitud de
un sismo.
La intensidad es un parámetro muy importante para el estudio de terremotos
históricos, es decir terremotos ocurridos en épocas cuando no habían
sismógrafos (el primer sismógrafo data de 1880, John Milne). Los diferentes
tipos de archivos de la época aportan información muy valiosa sobre los
efectos de los terremotos históricos y después de un análisis crítico es posible
estimar las intensidades en las regiones comprometidas por el terremoto,
proporcionando de esta manera una herramienta útil para medir el tamaño de
los terremotos históricos.
Gracias a los estudios científicos se puede concluir que las pulsaciones
magnéticas pueden tener otras posibles causas, como erupciones solares o
interferencias eléctricas de equipos de mantenimiento de carreteras, cortadoras
de césped o incluso el motor de un tractor. Y no sólo eso puede interferir: «Las
arañas se metieron en nuestros instrumentos una vez, así que tuvimos que
poner pantallas enfrente», recuerda Bleier.
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BIBLIOGRAFIA
Díaz, J. (1992). "Estudio de fuentes de tsunamis y de terremotos: aplicación en
el Norte de Chile y Sur de Perú". Memoria de Título de Oceanógrafo, Univ.
Católica de Valparaíso.
Medidas de un terremoto Disponible desde:
http://www.upv.es/dit/cefire/MedidasTerremoto.htm
Señales para predecir terremotos Disponible desde:
http://www.nationalgeographic.es/noticias/medio-
ambiente/cientificos_predicen_terremotos