Una reforma educacional

Armemos cultura general en la educación básica, y comencemos a profesionalizar en laenseñanza media a través de mallas curriculares, donde los alumnos puedan centrarseen sus habilidades y persecuciones personales.

No perdamos tiempo enseñando y re-enseñando lo de siempre en los primeros ochoaños de educación; si los chicos no recuerdan ciertas materias y están interesados, hayque fomentarles la capacidad autodidacta, de encantarse por aprender.

La enseñanza básica encamina en materias esenciales de la vida como lo son el lenguajey la matemática, pero el resto de las asignaturas sólo forman cultura general - lo queestá muy bien. Pero debemos progresar mucho más en esas dos materias esenciales.¡Son ocho años! Hay mucho tiempo para enseñar.

Respecto a la enseñanza media, es en donde debemos priorizar todas las asignaturas"no esenciales", es decir, dejar a un segundo plano las matemáticas y el lenguaje (quedebiesen haber sido correctamente impartidos en la enseñanza básica) y centrarse enlas especialidades, como la informática, arte, química, física, biología e historia,preparando a los muchachos para sus futuras carreras universitarias.

El "vacío" comprendido entre 7º básico y 2º medio, acompañado de una gran influencianegativa por parte de los medios y una nula educación sexual, es el gran causante de lajuventud desordenada, 'rebelde' y moralmente incorrecta que ha crecido los últimosaños.

Es básicamente un plan basado ¡en no perder tiempo! Los chicos llegarían igual o mejorpreparados a la universidad a sus carreras! La PSU es un terrible sistema de colador quepretende medir las capacidades para CUALQUIER carrera a través de un sistema depuntos que abarca una cantidad ínfima de materias. Sería mucho mejor prepararlos deantes en el liceo, de ese modo las universidades podrían seleccionar sus alumnos porcarrera simplemente observando las notas en la enseñanza media, donde habrán sidomedidos correctamente y en materias relacionadas realmente con la carrera a la quepostulan.

René Morales