Post on 29-Dec-2015
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
DIRECCIÓN GENERAL DE PRODUCCIÓN Y RECREACIÓN DE SABERES
DOCTORADO EN CIENCIAS PARA EL DESARROLLO ESTRATÉGICO
SEMINARIO INICIAL
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
PROFESOR: ASPIRANTE:
PhD. José García Prof. Julio Parada
CI Nro. V-9062753
Diciembre, 2013
El estancamiento de la actividad artesanal venezolana, se debe en principio al
deterioro de la producción nacional fruto del capitalismo rentístico petrolero
(Morillo, M.; 2006). Vale decir que desde sus orígenes el mercado capitalista,
expoliador de la renta petrolera venezolana, ha sometido y somete a la ruina la
producción artesanal (Nikitin, P.; 2004).
Ligado a lo anterior, se encuentra el fracaso del modelo desarrollista industrial
vinculado a la artesanía nacional. El énfasis economicista del Ejecutivo Nacional
alrededor de la actividad artesanal (Rocha, V.; 2002), partía del mito desarrollista
de aspecto global/sintético y económico-tecnocrático (Morín, E. En Rocha, V.;
2002), en desmedro de los vectores sociales y culturales de dicha actividad
productiva.
Otro aspecto relevante, ha sido la inadecuada ejecución de las políticas de
promoción de la artesanía venezolana, cuyo ejemplo más concreto se encuentra
en la descoordinación de los entes públicos relacionados con la política artesanal
(Ferraro, C.; 2011). Todo lo anterior, en desconocimiento de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (en lo adelante CRBV), en especial, de las
normas que protegen y promueven a la artesanía nacional.
Por sí lo dicho arriba es poco, existe una escasa legislación estadal y municipal en
materia artesanal. El artículo 3 del Proyecto de Ley de Desarrollo y Creación
Artesanal, sancionado por la Asamblea Nacional (en lo adelante AN) el 14 de
noviembre de 2013, establece en su Numeral 3: “Impulsar la legislación artesanal
en las correspondientes instancias estadales y municipales” (AN; 2013). Sin
embargo, son contadas las experiencias de legislación estadal y municipal en
materia artesanal. Sin normas legales que la regulen en tales ámbitos específicos
de la vida nacional, la actividad artesanal queda sometida al desamparo jurídico.
La competencia permanente por los espacios artesanales de interés comercial, es
otro factor relevante. Conflictos por espacios artesanales estables o periódicos de
comercialización, están a la orden del día. Parte del problema, es explicado por la
sociología del trabajo, que entiende como espacios laborales “atípicos” (Adamini,
et al; 2010) a aquellos vinculados con la comercialización artesanal.
La innovación, la investigación y el desarrollo tecnológico artesanal siguen urgidos
de políticas especiales. Los entes competentes en materia de cultura, ciencia y
tecnología carecen de políticas conjuntas dirigidas al sector artesanal.
Contradictoriamente, el Objetivo Nacional 1.5 del Segundo Plan Socialista de
Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013 – 2019 (en lo adelante, Ley del
Plan de la Patria), está dirigido a: “Desarrollar nuestras capacidades científico-
tecnológicas vinculadas a las necesidades del pueblo.” (AN; 2014).
La exclusión de los artesanos y artesanas del Sistema Educativo Formal, sería
otro de los factores incidentes en la problemática artesanal nacional. Ello redunda,
en el bajo nivel de escolaridad técnica y profesional del artesanado nacional. El
artesanado venezolano se incluye dentro del 11,3 % latinoamericano que en
promedio apenas alcanza el nivel educativo técnico y universitario (Uribe, A.;
2011). Este hecho contraviene los artículos 98, 99, 102 y 103 constitucionales,
relativos a los Derechos Culturales y Educativos.
La entrada al país de bienes culturales industriales con apariencia artesanal afecta
perjudicialmente a la artesanía. En primer lugar, por la eliminación del sentido
típico utilitario que tales bienes importados representan, en sustitución del valor
estético práctico y original de la artesanía autóctona. En segundo lugar, para el
llamado “Tercer Mundo” del cual formamos parte, “el diseño industrial se reduce a
la importación de modelos que nos impone nuestra dependencia tecnológica”
(Acha, Juan, 1981).
La invasión de productos industrializados con apariencia artesanal, se agrava con
la debilidad económica de la artesanía nacional, el cual no cuenta con medidas
estatales de protección y estímulo productivo, frente a lo cual factores artesanales
organizados proponen la creación de una Certificación de Origen (CONARTE,
2006). La Certificación de Origen emanada del Estado venezolano, acreditaría la
originalidad y exclusividad del producto artesanal nacional, conforme al artículo 98
constitucional y la Decisión 486 de la Comunidad Andina sobre el Régimen Común
de la Propiedad Industrial, vigente en el país desde el primero de enero de 2000.
La poca unidad y apatía política del sector artesanal nacional resta a su
organización y participación. A pesar de contar con una vanguardia gremial activa
y luchadora, capaz de impulsar la iniciativa legislativa de reforma a la Ley de
artesanía, aun carece de una más amplia plataforma grupal y del suficiente
impulso político para sostener y avanzar hacia políticas conjuntas para la
construcción de un proyecto común de desarrollo social y económico sustentable,
tal como lo establece su propio Proyecto de Ley.
La falta de seguridad social integral para artesanos y artesanas es común a todos
los trabajadores y trabajadoras culturales no dependientes. Pese a que muchos
han sido atendidos por políticas sociales del gobierno revolucionario nacional,
estadal y municipal, aun no se alcanza a desarrollar con plenitud suficiente, lo
enunciado en el artículo 100 constitucional, relativo a su incorporación progresiva
a la seguridad social.
La inapropiada dotación de la infraestructura para la artesanía, ahonda en exceso
la sencillez común de este trabajo, basado en las habilidades manuales de quien
lo labora, llevándolo a niveles extremadamente precarios. Impulsar la apropiada
dotación de infraestructura para la actividad artesanal pasa por entender tales
espacios como imprescindibles para el desarrollo de los procesos de formación,
producción y comercialización de la artesanía nacional.
Las acciones arriba descritas, deben servir entre otros, para establecer nuevos
acuerdos sociales y económicos, que motiven la revisión de, por ejemplo:
Convenios nacionales e internacionales que desestiman a la artesanía nacional,
como factor cohesionador e integrador de la sociedad venezolana, con suficiente
potencialidad impulsora de la economía nacional desde el ámbito local.
Revalorizar la artesanía es realzar y consolidar la identidad nacional, como
conjunto de elementos histórico sociales (conductuales, materiales y simbólicos),
comunes a un pueblo y constituyentes de su nacionalidad, mediante los cuales se
unifica y fortalece la soberanía patria (ver: Primer Programa de la Política 1, del
Sector Formación, de la Ley del Plan de la Patria).
La protección y estímulo a la artesanía venezolana, a impulsar desde los poderes
constituidos y constituyentes, no solo debería velar los aspectos políticos, sociales
y económicos anteriormente revisados, sino también por el elemento cultural de la
conservación patrimonial.
La eventual desaparición del acervo artesanal nacional, coloca a esta actividad y
producto en riesgo como bien patrimonial cultural constitutivo de la venezolanidad,
protegido por tratados internacionales, tales como las convenciones UNESCO
sobre: “la protección del patrimonio mundial, cultural y natural” (1972), y “la
salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial” (2003).
El Problema
La carencia de un modelo de planificación estratégica para el desarrollo de la
artesanía venezolana, de forma integral y sustentable, sería la base de los ya
anteriormente expuestos problemas principales y más urgentes a resolver para
garantizar la soberanía socioeconómica y cultural del país.
Urge la necesidad de elaborar un modelo de planificación estratégica para el
desarrollo del sector artesanal, elaborado corresponsablemente entre el
artesanado nacional y el Estado venezolano. Modelo de planificación estratégica,
surgido de las bases sociales organizadas (dirigidas por liderazgos naturales) y
acompañadas por las instituciones competentes. Al calor del debate franco, la
participación constructiva y el trabajo coordinado.
Un modelo de orden teórico metodológico, a partir del cual planificar
estratégicamente las políticas de desarrollo integral y sustentable de la artesanía
venezolana, como bien cultural, económico, político y social. Artesanado nacional,
que aun siendo poseedor de una inmensa y diversa riqueza material y espiritual,
adolece de una herramienta de gestión que permita apoyar la toma de decisiones
de las organizaciones en torno al quehacer actual. Ello conlleva sin más, a la
dependencia cultural y esclavización socioeconómica del artesanado nacional
frente a las industrias culturales transnacionales.
El Estado venezolano adeuda a la actividad artesanal nacional derechos
especialmente obviados durante el régimen mono-explotador petrolero del
capitalismo rentista cuarto republicano. Reconocer tal realidad, obliga al actual
Estado democrático, social de derecho y de justicia a generar las políticas públicas
necesarias para honrar dicha deuda en lo cultural, lo económico, lo político y lo
social a favor del desarrollo sustentable de la artesanía nacional.
Tras exponer las causas y consecuencias de lo que se considera es el problema
central de la artesanía nacional, y antes de plantear los objetivos de la presente
investigación, sería necesario preguntarse:
1. ¿Cuál es el estado del arte de las teorías sobre la artesanía venezolana?
2. ¿De qué forma otros modelos de planificación han impactado a la artesanía
nacional?
3. ¿Cómo diseñar un apropiado modelo de planificación para el desarrollo integral
y sustentable de la artesanía patria?
4. ¿Cómo evaluar las líneas estratégicas resultantes del modelo de planificación
a diseñar?
Los Objetivos
A partir de los problemas de la artesanía venezolana anteriormente expuestos y
de las interrogantes que sobre el tema se han planteado, se propone como
objetivo general del presente proyecto de investigación y acción socio académica
del Doctorado en Ciencias para el Desarrollo Estratégico:
Diseñar un modelo de planificación estratégica para desarrollar la artesanía
venezolana integral y sustentablemente.
El objetivo general de este proyecto, involucra alcanzar los siguientes objetivos
específicos:
Caracterizar la situación actual del artesanado nacional.
Confrontar las diferentes concepciones teóricas y metodológicas que abordan
la artesanía venezolana.
Conocer la diversidad de modelos de desarrollo aplicados a la artesanía en
Venezuela.
Valorar el modelo de desarrollo justo para la artesanía nacional, acorde con la
realidad regional y local.
Desarrollo y sustentabilidad:
Desarrollo implica acrecentar o incrementar algo en el orden material y espiritual.
Son acciones y órdenes que convertidas en procesos interrelacionados conjugan
de forma ordenada tanto modos como tiempos, cantidades y personas para el
crecimiento estable y vigoroso de ese algo.
Si se agregara sustentabilidad al desarrollo, significaría proveerle la base de
apoyo necesaria para conservar su continuidad en el tiempo. Pero además, un
desarrollo sustentable como lo conciben las corrientes ambientalistas desde los
años setenta del siglo XX, se definiría por su integralidad: vale decir, por
considerar mediante un proceso holístico y equilibrado, los elementos que lo
componen (ambientales, económicos, políticos, sociales, entre otros).
Pero aun más, la sustentabilidad del desarrollo acá concebido involucraría la
creación o generación de una mejor calidad de vida para la población. Calidad de
vida representada en el bienestar espiritual y material del conjunto social
desarrollado sustentablemente. La continuidad en el tiempo de este bienestar
objetivo y subjetivo de la población, garantizaría la conservación ambiental y social
de las futuras generaciones.
El desarrollo de la artesanía nacional ha tenido sus tiempos. Por ejemplo, durante
el periodo originario y posterior invasión y colonización europea al territorio que
hoy día se conoce como Venezuela, la artesanía era una de las prácticas
culturales, económicas y sociales más comunes entre la población indígena (que
hasta hoy la practica) y posterior población mestiza (ver: Bustos F., Carlos, 2009).
La situación pujante de la artesanía, cambió radicalmente tras la entrada al
periodo de independencia y de repúblicas venezolanas, durante el cual la
artesanía nacional, criolla e indígena, sufrió un debilitamiento vertiginoso generado
principalmente por la reducción de la población a causa de las guerras,
enfermedades y etnocidios. La explicación también se encuentre quizá, en la
concepción errada de desarrollo aplicada al sector durante dicho periodo, tal como
lo explica Edgar Morín:
Sobre estas bases se extiende alrededor de los años sesenta el mito del desarrollo (cuando surgen ya los primeros síntomas de la crisis). Este mito del desarrollo se afirma bajo dos aspectos: un aspecto global y sintético, que es el mito de la sociedad industrial; un aspecto reductor de carácter económico-tecnocrático” (Morín, E. En Rocha, V., 2002).
La creación en 1978 de la Empresa Venezolana de Artesanía C.A. (EVENAR),
como empresa estatal adscrita al Instituto Autónomo Corporación de Desarrollo de
la Pequeña y Mediana Industria (CORPOINDUSTRIA), hizo manifiesto el énfasis
“economicista del Ejecutivo Nacional alrededor de la actividad artesanal” (Rocha,
Valentina, 2002), mediante la fracasada implementación de una política crediticia
de “estímulo” a la actividad artesanal “basada en una concepción netamente
mercantilista” (Ídem).
Solo, durante la etapa más reciente del periodo republicano la artesanía
venezolana ha tenido un pequeño pero significativo auge, producto de políticas
económicas y sociales de impacto global. Sin embargo, persiste el estancamiento
de este sector tan relevante para cultura nacional.
En principio, podría decirse que estancamiento del sector artesanal persiste en
parte por la falta de una perspectiva estatal sustentable para su desarrollo. Lo
cual contraviene lo previsto en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, respecto al desarrollo armónico e integral del régimen socio
económico nacional.
La planificación estratégica como modelo:
La Real Academia Española (en lo adelante: RAE), primeramente define la
planificación como la: “Acción o efecto de planificar” (RAE, 2001). Así también, se
plantea como el: “Plan general, metódicamente organizado y frecuentemente de
gran amplitud, para obtener un objetivo determinado” (Ídem). Tal objetivo
determinado suele ser el desarrollo, la investigación o el funcionamiento de algo.
Lo estratégico (adjetivo derivado del término “estrategia” de origen griego), ha
connotado en relación a un plan, de por lo menos dos enfoques: El primero,
bautizado por el economista venezolano Jesús López (2006) como “enfoque
estratégico corporativo”, buscaría “integrar de manera sistemática la eficacia en la
toma de decisiones con la optimización en la eficiencia organizacional” (López,
Jesús: 2006, p. 14).
El segundo enfoque, denominado por López como “enfoque estratégico
situacional”, parte del principio “planifica quien gobierna” (Ídem, p.10), del cual se
intenta calcular situaciones con base en coyunturas precedentes, estableciendo
una “máquina de decisiones” (íbidem, p. 22) o “sala de situaciones, que representa
el cerebro de todos los procesos de gobierno en el sistema de planificación (Ídem,
Íbidem).
Como se observa, ambos enfoques parten de plataformas organizacionales
distintas: las corporaciones (el primero) y el gobierno (el segundo). Lo cual
establecería fines y formas de gestión de los planes estratégicos esencialmente
diferentes en su objeto: lo privado para las corporaciones, lo público para el
gobierno. Los enfoques estratégicos expuestos, suponen a su vez, sendos
modelos de planificación diferenciados:
Imagen 1: Planificación estratégica corporativa
Fuente: López Jesús (2006)
Imagen 2: Enfoque estratégico situacional
Fuente: López Jesús (2006)
Entre los modelos anteriormente representados, es posible observar los niveles de
detalle y complejidad. A pesar de tales evidencias, ambos modelos (como la
mayoría de las propuestas de planificación) parten del análisis diagnóstico. No
obstante, al diagnóstico del enfoque corporativo precede una definición de la
misión, lo que no ocurre con el enfoque situacional, donde tanto el análisis de la
situación y como del presupuesto y las decisiones tributan al plan.
Los entes gubernamentales competentes en materia de cultura, ciencia y
tecnología deben comenzar a implementar estudios situacionales, presupuestos y
decisiones políticas especiales dirigidas al sector artesanal, a los fines de atender
a los artesanos y artesanas respecto a las “necesidades comunes relacionadas en
el tema de diseños e innovación de sus productos y con sus procesos de
comercialización” (Uribe, Adriana, 2011), que según estudio de caracterización del
sector artesanal latinoamericano, coordinado por Adriana Uribe (2011), es un tema
vital a solucionar.
Artesanía venezolana y las concepciones teóricas y metodológicas que la
abordan:
La artesanía patria aun conserva un número variedad de tipos de producción,
clasificadas conforme al origen cultural y social, y a la materia prima.
Respecto a los modos, la fortaleza y desarrollo de la artesanía patria aun conserva
un número variedad de tipos de producción, clasificadas conforme al origen
cultural y social, la materia prima y los oficios, como en el presente caso:
Fuente: Departamento Nacional de Planificación del Centro de Investigaciones y
Desarrollo Empresarial de la Universidad de los Andes, septiembre, 2006.
Planificación estratégica y desarrollo de la artesanía nacional:
Un plan estratégico para el sector artesanal venezolano, a los fines de
desarrollarlo de forma integral y sustentable, debe considerar los conflictos por
espacios artesanales estables y regulares de comercialización, entre las
instituciones nacionales, estadales y municipales (solapamiento). Entre las
instituciones y las comunidades artesanales (abuso funcionarial). Al interior de las
propias comunidades artesanales (rivalidades). Entre estas comunidades y otros
sectores privados de la economía nacional e internacional (competencia desleal),
Entre los mismos sectores privados del comercio y la industria. Todo ello, derivado
de confuso régimen legal y político favorable a la anarquía económica del modelo
capitalista. (Parada, Julio, 2013).
A continuación, se presentarán un conjunto de gráficos que modelan la situación
actual del sistema productivo artesanal venezolano, los cuales permitirán diseñar
el plan estratégico para el sector:
GRÁFICO 1:
GRÁFICO 2:
GRÁFICO 3:
GRÁFICO 4:
GRÁFICO 5:
GRÁFICO 6:
GRÁFICO 7:
responder brevemente acerca del estado de las investigaciones o “estado del arte”
concerniente al tema artesanal, en especial, acerca del conocimiento acumulado
sobre la artesanía venezolana.
El abordaje general más reciente de la realidad artesanal venezolana, se ubica
fuera de estas fronteras: “Caracterización del Sector Artesanal Latinoamericano”,
trabajo del año 2011, coordinado por la catedrática colombiana Adriana Patricia
Uribe Urán, es un esfuerzo por dar cuenta del estado actual del espectro artesanal
latinoamericano, a través de modelos estadísticos con los cuales se analizan e
interpretan variables culturales, económicas, tecnológicas y sociales de parte del
mismo, incluyendo una pequeña muestra del sector artesanal venezolano.
En Venezuela, variados y múltiples trabajos de investigación fueron publicados
entre la última década del siglo XX y la primera del XXI, como los casos de:
“El valor de las cosas”, compilación de ensayos antropológicos sobre artesanía
indígena, a cargo del profesor Emanuele Amodio, publicado en 1995 por la
Dirección Nacional de Artesanías (en lo adelante: DINART);
“Artesanía Viva”, catálogo editado en 1996 entre la Fundación Corp Group y la
Editorial Arte SA;
Las Ponencias del “I Coloquio Nacional de Artesanías y Arte Popular”,
promovido en 1997 por la DINART en alianza con la Universidad Central de
Venezuela;
“Presagios de la tierra y el fuego”, estudio de los antropólogos David Ocampo y
Félix Baptista sobre la cerámica popular margariteña de El Cercado, editado
por la DINART en 1998;
“Historia de la cestería en Venezuela”, del arqueólogo Pedro Rivas, editado en
1998 por la DINART;
“Oficio del Alarife” de la historiadora Mariana Iribarren, editado en 2010 entre el
Archivo General de la Nación y el Instituto Nacional de la Historia; y,
“El arte de la tapara”, catálogo editado en 2013 por CANTV; entre otros.
Tanto desde las investigaciones foráneas, como en los estudios nacionales
públicos y privados, ha sido realmente difícil el abordaje completo e integral del
complejo fenómeno de la artesanía patria. La razón de tal dificultad quizá estribe
no solo en el potencial económico del artesanado venezolano (aun cabal y
profundamente inexplorado), sí no también en el soslayado valor ambiental,
cultural, patrimonial y social de la artesanía nacional. Capacidades ambas,
estratégicas para la planificación y ejecución de políticas públicas dirigidas a
fortalecer la soberanía cultural, económica y social de Venezuela.