Post on 03-Jan-2016
ALTA DIRECCIÓN
Carlos Malpica Faustor
Ministro de Educación
Juan Chong Sánchez
Viceministro de Gestión Pedagógica
Nidia Puelles Becerra
Viceministra de Gestión Institucional
PROYECTO HUASCARÁN
Ing. César Espinoza Soto
Director Ejecutivo
Marco Briones Gutiérrez
Coordinador de Educación Secundaria a Distancia
Diseño gráfico e impresión: Gráfica Técnica S.R.L.
Copyright, Ministerio de Educación, 2003.
Derecho Editorial Reservado. Hecho el Depósito Legal Nº 1501032003-3344
ALUMNOS Y TUTORA DEL CENTRO PILOTO DE EDUCACIÓN A DISTANCIA
DE PAMPA TIGRE (CHANCHAMAYO, JUNÍN)
QUE RECOPILARON LOS RELATOS:
Del Primer Grado: Katipsa Ayala Cachique, Florentino De la Cruz Rabel,
Julián Luis Castillo Góngora, Ener Castillo Navarro,
Nilton Condezo Sánchez, Vanesa Acosta Aldana y Jovana Gonzales Villena
Del Segundo Grado: Junior Valverde Caja, Óscar Acosta Aldana y Jámilton Aguirre Villena
Del Tercer Grado: Isaac Inga Ortiz, Diana Cusi Dávila y Marilín Cusi Dávila
Tutora Recopiladora: MARIVEL LUZ CARHUALLANQUI ALVARADO
Otros autores y recopiladores:
José Luis Jordana (Mitos e historias aguarunas) Róger Rumrill (Amazonía Mágica)
André Marcel D’Ans (La Verdadera Biblia de los Cashinahua)
P. Ricardo Álvarez O.P. (Los Piros: Mitos, cuentos y leyendas)
Hérbert H. Arévalo Bartra (Lecturas Amazónicas)
Elmo Ledesma Zamora (leyendas machiguenga y pira)
M. Valerio, Julio Gaspar, Miguel Martín (autores) y Raúl Sinacay (traductor): Relato
amuesha.
Hipólito Rojas Curimoza (informante) y Gloria Soto (recolectora): Relato chayahuita, de
Cahuapanas, Alto Amazonas.
Juan José Salas (narrador) y Olinda Adauto (recopilador) de Pamashto.
Luis Augusto Silva (Cajamarca)
José Roque (recopilador): Leyenda Conibo-Shipiba.
Bautista Pisango Sande: Relato del grupo Achual del río Corrientes.
EQUIPO DE PLANIFICACIÓN Y PRODUCCIÓN
COORDINACIÓN GENERAL: ELMO LEDESMA ZAMORA
INVENTARIO DE LAS GRABACIONES MAGNETOFÓNICAS: Julia Cristel Silva León
TRANSCRIPCIÓN DE LAS GRABACIONES EN CASTELLANO: Miguel Hermenegildo Coletti
SELECCIÓN Y NORMALIZACIÓN DE LOS TEXTOS:
E. Ledesma Z., Carlos Estela Vilela y Ricardo Oliveros Mejía
NOTAS SOBRE LOS CPED,TOPONIMIA Y GLOSARIO: Leonidas Casas Ballón y E. Ledesma Z.
CORRECCIÓN DE ESTILO: Pedro Sanz Elguera
COORDINACIÓN PEDAGÓGICA: ANA AYALA FLORES
Estimada Tutora o Estimado Tutor:
l PROYECTO HUASCARÁN, a través de su UNIDAD DE EDUCACIÓN A DISTANCIA, te presenta
los libros RELATOS ANDINOS, RELATOS AMAZÓNICOS Y RELATOS COSTEÑOS, que contienen
ejemplos de la riqueza literaria popular de nuestro país. Son ejemplos recopilados por los alumnos y
alumnas de los 101 Centros Pilotos que desde el año 2000 ofrecen esta modalidad educativa en áreas rurales de
diecisiete regiones.
Para formar esta serie de obras invitamos a fines del año 2001 a ustedes, como tutores y tutoras de los 101 CPED,
a que ayudasen a sus alumnos y alumnos a iniciar una recopilación de relatos orales tradicionales de sus
comunidades. En esa labor de recopilación, de acuerdo con las orientaciones enviadas por la internet, los ayudaron
a registrar en grabaciones magnetofónicas los cuentos, leyendas, fábulas, mitos y tradiciones. Para ello debían
escuchar y escoger las mejores versiones que les contasen sus padres, los ancianos y otras personas, identificadas
como conocedoras y buenas narradoras. Esa labor de recopilación fue asumida con entusiasmo por los alumnos,
y en el primer semestre del 2002 comenzamos a recibir decenas de cassettes con grabaciones, unas en castellano
y otras en quechua. Iniciamos entonces la ardua labor de transcribir y en algunos casos traducir las recopilaciones,
debiendo lamentar que en muchos casos las grabaciones no fueran lo suficientemente nítidas, por lo cual no
pudieron utilizarse.
Como muchos relatos aparecían en diversas versiones con distinta riqueza de detalles, optamos por seleccionar las
mejores. Procedimos luego a la normalización o estandarización de su habla, corrigiendo los inevitables y
comprensibles errores que ocurren en toda expresión oral, pero, al mismo tiempo, procurando mantener su tono
coloquial y sabor regional. Por esa razón no aparecen en estos libros todos los relatos enviados, pero guardamos
las grabaciones originales, como un archivo para futuros estudios o tratamientos editoriales.
Queremos destacar, asimismo, que en la preparación de estas tres obras han participado al lado de todos ustedes
y con gran entusiasmo centenares de informantes adultos y de estudiantes de los CPED de las diecisiete regiones
atendidas. A esa valiosa labor recopiladora se ha sumado el tratamiento de los originales por parte de los consultores
del equipo de Educación Secundaria a Distancia del Proyecto Huascarán. Se trata, pues, de una obra colectiva,
dentro del mejor espíritu cultural andino, y de la cual todos con justicia podemos sentirnos partícipes y orgullosos.
Como sabes, estas obras tienen una finalidad pedagógica, que responde a las exigencias curriculares de las áreas
de COMUNICACIÓN y de REFORZAMIENTO DEL CASTELLANO COMO SEGUNDA LENGUA. De
modo específico, apoyan el desarrollo de las habilidades de los alumnos y alumnas en cuanto a comprensión de los
textos que leen, y les ofrecen variados ejemplos de expresión escrita en castellano estándar. En tal sentido, los tres
libros están estrechamente relacionadas con los contenidos y metodologías de aprendizaje desarrollados para
dichas áreas en los libros TELESABER y CONSTRUYENDO 1, 2 y 3 así como CHASKA, respectivamente.
Por tal razón, hemos agregado algunos relatos recopilados por diversos autores en ambientes rurales similares.
Los libros tienen además una finalidad de política cultural: buscar el rescate, revaloración y desarrollo de los
elementos culturales propios de las comunidades rurales. Los relatos seleccionados fortalecen una de las
características de la peruanidad: la pluriculturalidad. No mantener viva la riqueza creada durante siglos por
nuestros antepasados sería imperdonable. Sería como arrasar un templo, una fortaleza o un barrio prehispánico
o colonial para injertar justamente ahí un edificio moderno, rompiendo la unidad histórica y estética del lugar. En
este sentido, aspiramos a coadyuvar a que nuestros colegiales tomen conciencia de cuánto pueden ellos hacer para
que esta riqueza en vez de perderse no sólo permanezca sino que se goce, difunda, se mantenga vigente y crezca.
Tus amigos y amigas del equipo de
Educación Secundaria a Distancia
del Proyecto Huascarán.
Querida alumna o querido alumno:
Tienes en tus manos tres libros —RELATOS ANDINOS, RELATOS AMAZÓNICOS
y RELATOS COSTEÑOS— que contienen cuentos, fábulas, leyendas, mitos y tradiciones
que se relatan en las comunidades rurales de nuestro país. Se trata de narraciones
creadas por nuestros antepasados a lo largo de muchos siglos. Son relatos que
constituyen un tesoro cultural que debes respetar, como se debe respetar un templo,
una fortaleza o una huaca, porque fueron construidos y utilizados por la gente de
tu comunidad desde mucho antes de cuando vivían los bisabuelos de los abuelos de
tus bisabuelos.
Pero no son lecturas sólo para respetarlas por ser obra de nuestros antepasados.
También son obras para gozar leyéndolas, para aprender sobre lo que sentía,
experimentaba y pensaba la gente de tu comunidad, sobre sus dudas, temores, in-
quietudes, intereses, creencias y valores.
Por otra parte, estos relatos pueden ser utilizados para que mejores de modo
ameno tus habilidades de comprensión de lo que lees. Asimismo, encuentras ahí
múltiples ejemplos de lo interesante, curioso y hermoso que son los relatos
populares
de tradición oral.
No olvides que estos libros son, en gran parte, obra tuya y de tus padres, tus
abuelos, los ancianos de tu comunidad y los tutores de tu CPED. Por ello, este
tesoro cultural debes difundirlo y no sólo dejar que no se pierda sino que debes
también procurar mantenerlo vivo, mejorarlo y aumentarlo.
Es nuestra esperanza que muy pronto puedas ayudarnos a rescatar —con tu
activa participación— muchos de los tesoros culturales de tu comunidad, que apenas
se conocen sólo en forma oral, y que para su conservación, desarrollo y difusión
deben estar registrados por escrito.
Tus amigos y amigas del equipo de
EDUCACIÓN SECUNDARIA A DISTANCIA
del PROYECTO HUASCARÁN
ÍNDICE
LA LEYENDA DE PAMPA TIGRE ..................................................................... 10
EL OSO HORMIGUERO Y EL MONO ............................................................... 11
EL CERRO SACHAVACA ............................................................................... 12
EL GENEROSO PÁJARO CARPINTERO ............................................................. 14
LOS CAZADORES Y LOS DOS TIGRES .............................................................. 16
EL MIEDO ................................................................................................ 17
LA ACONSEJACIÓN ................................................................................... 18
EL AYAYMAMAN BUSCA A SU MADRE EN EL BOSQUE .......................................... 20
LOS HUAIRUROS ........................................................................................ 23
EL CHULLACHAQUI, DIOS ECOLÓGICO DEL BOSQUE AMAZÓNICO ........................... 24
EL TIGRILLO Y EL CHANCHO DE MONTE ......................................................... 28
EL TIGRE Y EL OSO HORMIGUERO ................................................................ 29
LA CUCHARA MÁGICA DE LOS SAPOS ........................................................... 30
EL MONO CHORO ..................................................................................... 32
ISHYAN, EL HOMBRE PEZ ............................................................................ 35
EL AÑUJE Y EL CAMPESINO .......................................................................... 36
LA CULEBRA VENENOSA ............................................................................. 37
LA LECHUZA UKUTUNKI ............................................................................... 38
EL PÁJARO DORMILÓN ............................................................................... 41
CÓMO FUE DESCUBIERTA LA GIMEKA (LEYENDA DE LA APARICIÓN DE LA YUCA) ......... 42
EL PUMA Y EL SOLDADO ............................................................................. 44
EL PICURO O MAJÁS, LA HUANGANA Y EL RONSOCO ......................................... 46
8
EL TIGRE NEGRO Y EL MONO BLANCO ........................................................... 48
EL OSO Y EL CAZADOR .............................................................................. 49
LA LEYENDA DE LOS CUATRO HOMBRES ......................................................... 50
LOS DOS TIGRES Y LOS DOS COMPADRES ........................................................ 52
EL TIGRE Y EL MONO ................................................................................ 53
EL ENCANTO DE LA SIRENA .......................................................................... 54
EL CORAZÓN DEL TIGRE ............................................................................. 55
EL FUEGO (EL ORIGEN DEL USO DEL FUEGO POR LAS MUJERES Y HOMBRES PIROS) ...... 56
LAS SIETE DIABLAS ................................................................................... 58
PERRO Y GATO ........................................................................................ 60
EL ZORRO Y EL HUANCAHUI ......................................................................... 61
LA HISTORIA DEL TUNCHI VAGABUNDO DEL TERRABONA .................................... 62
EL PICAFLOR Y EL PAUJIL ............................................................................ 64
EL MAL CAZADOR AL QUE ICARÓ EL TIGRE (CUENTO CHAYAHUITA) ...................... 65
LA GARZA BLANCA ................................................................................... 66
EL RINAHUI Y EL UCUHUASHERO ................................................................... 68
TSUNKI, LA SIRENA DEL ALTO MARAÑÓN ........................................................ 69
AUJU, EL PAJARO NOCTURNO ...................................................................... 73
EL TUCÁN Y EL PÁJARO CARPINTERO SE HACEN AMIGOS .................................... 74
EL ZORRO Y EL TIGRE APRENDEN A MATAR ANIMALES ....................................... 76
EL ARMADILLO QUE APRENDIO A VOLAR ......................................................... 79
9
LA LEYENDA DE PAMPA
TIGRE
Hace muchos años, en los tiempos salvajes, un grupo de personas
que no conocían la selva llegaron en busca de terreno. En la
caminata pensaban encontrar tierras vírgenes para poder habitar.
Muchos de ellos vieron animales salvajes, asícomo también plantas
curativas y venenosas. Después de tanto caminar, cuando la tarde
llegó, vieron que el terreno era muy plano y decidieron quedarse.
Cuando dormían al pie de un gran árbol, escucharon muchos
sonidos aterradores, pero el más aterrador era el del tigre muy
hambriento. En ese momento se asustaron y uno de ellos dijo:
“Prendan la fogata que vienen los tigres”. Y los tigres al ver el fuego,
huyeron. Al día siguiente decidieron cazar al tigre y vender su piel.
Y asílos años transcurrieron y la selva se transformó en terreno de
cultivo y la gente decidió ponerle un nombre al lugar que habitaban
y entonces quisieron ponerle Pampa Tigre, porque allí vivían
muchos tigres. Nota:
El aumento de población y la falta de tierra, empujó a mucha gente
andina hacia la selva. Los andinos no sabemos que el tigrillo no
come gente, ni siquiera animales domésticos.
Matarlo por miedo acabó con este hermoso felino, divinizado y
venerado por los nativos Asháninka.
Isaac Inga Ortiz 3er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)
Pampa Tigre:
es uno de los doce centros piloto
de Educación Secundaria a
Distancia-CPED que tiene el
Programa Huascarán en el
departamento Junín. Está en el
distrito Perené.
Es una pequeña localidad rural
con clima, paisaje, producción y
estilo de vida propios de la selva
alta peruana. Está ubicada en el
centro de caseríos vecinos como
Pampa del Oso, Alto y Bajo
Kimarini y Villa Moretti, de
donde proviene la mayoría de sus
cien alumnos.
10
EL OSO HORMIGUERO Y
EL MONO
Cierta vez un oso
hormiguero se encontraba
comiendo hormigas. De
pronto se apareció un
mono que le hacía la vida
imposible para que él no
pueda comer a las
hormigas. Pero el pobre
oso se puso triste y le dijo:
“¿Por qué no puedo subir
yo también a los árboles al
igual que ese mono
infeliz?”
El mono lo escuchaba atentamente y le dijo: “Porque eres muy
pesado y todos los días comes hormigas, más hormigas, por eso
estás muy gordo”.
-Te propongo un trato, dijo el mono.
-¿Cuál es?, preguntó el oso.
-Hagamos una competencia entre los dos.
-Como tú quieras, amigo.
Antes de empezar la competencia, el mono cruzaba de rama en
rama, y llegó de pronto a un panal de hormigas. Entonces el mono
dijo: “Quien llega último será castigado”. Y el oso aceptó, pero pidió
a sus amigos que lo entretengan al mono con miel y plátanos. Les
dijo: “Asílograré ganar la competencia”.
El día llegó e hicieron todo como lo habían planeado; el oso ganó al
fin. El mono, por querer ganar, salió perdiendo y recibió su castigo.
Junior Valverde Caja 2do grado Pampa Tigre (Chanchamayo Junín)
Pampa Tigre:
Igual que todos los caseríos y
pueblos del valle de
Chanchamayo, produce café, piña
de exportación, cítricos y yuca.
También produce miel de abeja.
La TILAPIA, es un pez nativo que
se cría en pozos de lodo, donde
los alimentan con termitas o
comejenes. En menor escala se
cultiva el maíz amarillo duro o
morocho. Todas las familias crían
animales menores como cuyes,
gallinas, patos, pavos y chanchos,
que les sirven para su
alimentación como para
venderlos.
11
EL CERRO SACHAVACA
Katipsa Ayala Cachique 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)
PROYECTOS
PRODUCTIVOS:
El CPED de Pampa Tigre
desarrolla una serie de proyectos
productivos, que cumplen varios
objetivos pedagógicos y sociales,
tales como: poner en práctica los
conocimientos adquiridos,
experimentar con técnicas
productivas innovadoras,
contribuir al mejoramiento de la
producción, economía,
alimentación y nutrición de la
familia, desarrollar iniciativas y
capacidades empresariales,
adquirir hábitos de trabajo en
equipo, aplicar criterios de
equidad, etc. Dichos proyectos
son: crianza del pez tilapia,
abejas, pollos de carne y gallinas
de monte, así como el cultivo de
café orgánico, piña y maíz
morocho. El ingreso económico por
la venta de estos productos es
repartido en forma equitativa
entre los alumnos, con lo que ellos
solventan la mayor parte de sus
gastos de alimentación, útiles, etc.
En el camino que une la vía del Perené a Pampa Tigre se encuentra
un cerro denominado Sachavaca. Se llama asíporque antiguamente
en esa zona abundaban las sachavacas. Había tantas, que eran un
peligro para los viajeros que querían pasar por ahí. Las sachavacas
podían atropellarlos corriendo en manada contra ellos y además
podían morderlos por intrusos.
Las sachavacas son animales grandes, más grandes que un
chancho, su cara es pequeña, pero su nariz se prolonga como una
trompa gruesa, aunque no tan larga como la del elefante. Viven
agrupados en manadas. Comen plantas, pero tienen una dentadura
poderosa y son muy desconfiados y, al darse cuenta de un peligro,
huyen todos juntos, produciendo gran ruido con sus pezuñas.
Los caminantes conocían el peligro a que se exponían al pasar por
una zona habitada por estos animales. Por eso cuando pasaban por
esos lugares lo hacían agrupados y armados con palos, machetes y
lanzas.
Los colonos que recién se habían instalado en Pampa Tigre vivían
de cultivar café, yuca, maíz, cacao, pituca, naranjas, plátano,
papaya, bijao, cocona, maracuyá, entre otros productos de
panllevar.
Cierta vez unos colonos, después de una faena de limpieza de
trochas, caminaban presurosos por llegar temprano a sus casas,
porque ya estaba anocheciendo. Para asombro de todos, de pronto
se les apareció una sachavaca. Sorprendidos, por la oscuridad
creyeron que se trataba de un toro bravo y entonces huyeron
corriendo, pero grande fue su sorpresa al toparse de pronto con
una colpa donde
estaban reunidos
muchos de esos
animales.
Uno de los
colonos, el más
valiente, animó a
sus compañeros
para cazar una
de las
sachavacas, y fue
con varios de
ellos y les dieron
12
muerte a dos de esos enormes animales, a punta de golpes con
palos y machetes.
Al día siguiente, llamaron a todos los lugareños para que realicen un
gran festín y cocinaron carne de sachavaca, de gallina, de pituca y
yuca en una gran pachamanca, imitando la costumbre y la comida
típicas de la sierra central.
Pasaron muchos años y poco a poco el exceso de caza furtiva de
sachavacas, la destrucción de su habitat, la ampliación de las tierras
de cultivo y el poblamiento de la zona hicieron desaparecer de la
zona todas las sachavacas, asícomo muchas otras especies.
Hoy en día, de toda esa abundancia sólo queda en el recuerdo el
lugar denominado Cerro de las Sachavacas, que ahora la gente
llama simplemente Cerro Sachavaca.
Sachavaca:
Literalmente, significa vaca del
bosque. Es el mamífero más
grande de la selva peruana, pues
mide hasta metro y medio de
largo y 1 metro de alto, con un
peso de hasta 320 kilos. Es un
paquidermo que pertenece al
orden de los ungulados,
suborden perisodáctilos, con una
pequeña trompa como elefante. Se
le conoce más por el nombre de
tapir. Hay también un tapir de
altura, más pequeño, que vive
en las provincias de Ayabaca y
Huancabamba, del
departamento de Piura, y en las
provincias de Jaén y Cutervo, de
Cajamarca. Ambas especies
están legalmente protegidas por
el Estado.
13
EL GENEROSO PÁJARO
CARPINTERO
Leyenda aguaruna (Recopilador: José Luis Jordana L.)
Ésta es una historia que nos cuentan nuestros abuelos. El pájaro
carpintero es una de las aves más trabajadoras. Siempre está
trabajando, golpeando con su durísimo pico árboles y palos secos,
haciendo huecos para construir sus nidos y también para buscar
insectos con qué alimentarse.
Una mañana, cuando apenas el sol estaba levantándose, el pájaro
carpintero dijo:
—Voy a construirme una casa en un nuevo árbol.
Y diciendo estas palabras, se fue volando y se detuvo en un alto
palo, agarrándose con sus uñas. Y con su pico golpeaba y golpeaba
y golpeaba haciendo
hueco. Cuando terminó
su casa, se metió dentro
y la probó. Y vio que
estaba muy bien.
Mirando arriba y abajo, a
izquierda y derecha,
dijo:
—Sí, está bien. Aquíme
quedo.
Y se quedó a vivir allí.
Apenas había comenzado
a descansar en su nueva
casa, llegó volando el
tucán chico Kejua y
habló diciendo:
—Cuñado, quisiera que
me regales tu casa. Yo no
tengo casa. Necesito una
casa. Y yo no sé
construir casa. Tengo pico grande y grueso, pero no me vale para
hacer hueco. Y como tú sabes bien hacer casa, por eso te pido que
me regales tu casa. Tú puedes hacerte otra.
El pájaro carpintero al principio mezquinaba, no quería dar su casa.
Mucho trabajo le costaba hacerla. Pero después el pájaro carpintero
se animó y le dijo al tucán chico:
—Bueno, toma, te la regalo.
Y el pájaro carpintero se fue volando alto y pasó a otro tronco que
era mejor y allíempezó otra vez a hacerse su casa a golpe de pico.
Y mientras golpeaba y golpeaba se decía:
—De aquíno me saca nadie. Ya no voy a mudarme a ninguna parte.
Aunque me pidan otra vez, no voy a dar.
Y terminó de huequear el palo. Y metiéndose dentro se puso a
descansar y a dormir.
Muy pronto se presentó un tucán grande, llamado Tsukanká, que le
dijo:
—Cuñado, por favor, dame tu casa. Tú sabes siempre construir tu
casa y nunca te falta, en cambio yo no sé hacer casa.
Entonces el pájaro carpintero tuvo pena en su corazón y respondió
al tucán grande:
—Bueno, te la dejo para que la uses. Yo me voy a buscar otro árbol
para hacer casa para mí.
Y le entregó su casa y el pájaro carpintero se fue volando y pasó a
otro palo que estaba a orillas del río Marañón. Era un árbol muy
alto. Y decía el pájaro carpintero:
—Aquívoy a construir mi casa. Porque desde aquíarriba puedo ver
bien las aguas del río Marañón y las gentes que pasan con sus
balsas y canoas.
Y empezó a golpear la corteza del árbol. Golpeó duro hasta que tuvo
su casa terminada. Y metiéndose dentro dijo:
—Aquíme quedaré a vivir. Esta casa no la voy a regalar ni tampoco
la voy a cambiar. Ésta es una hermosa casa.
Y diciendo esto, como estaba cansado de tanto golpear con su pico,
se echó a dormir.
Y cuando estaba durmiendo, en ese momento sobrevino un viento
muy fuerte y derribó el árbol. Y el árbol cayó en medio del río
Marañón. El tronco flotaba, pero la casa del pájaro carpintero se
había quedado bajo el agua y no podía salir. Y pensó:
—Tengo que hacer otro hueco por la parte de arriba para poder salir
y no ahogarme.
Y comenzó a golpear con todas sus fuerzas. Tenía que trabajar
incómodo echado de espaldas. Golpeando, golpeando, consiguió
hacer una ventanita. La hizo más grande. Y pudo salir afuera con
grandes esfuerzos. Y como estaba bien mojado por el agua del río
Marañón no podía volar, asíque se quedó en el tronco que flotaba y
se puso a secarse al sol, sacudiendo sus alitas.
Cuando quedó bien seco, el pájaro carpintero se fue volando muy
triste. Y se fue muy lejos internándose en la selva. Y construyó su
nueva casa lejos del río. Y por eso, desde entonces, nunca más se
ve al pájaro carpintero cerca de las orillas de los ríos y quebradas
de la selva. Hay que caminar bastante por la trocha para
encontrarlo y escuchar el golpeteo de su pico contra la corteza de
algún árbol.
Aguaruna:
(Forma castellanizada de la voz
nativa awajún) Nombre
castellano que se da a los
miembros del grupo étnico
amazónico más numeroso del
Perú (más de 40 000 hablantes)
y por extensión, llámase así
también a su lengua. Los
aguarunas se llaman a sí mismos
―awajún‖, y mayormente habitan
el territorio de selva alta del Alto
Marañón, en las provincias de
Bagua y Condorcanqui, del
departamento de Amazonas, así
como en la provincia de Jaén, en
Cajamarca. El aguaruna es
lengua hermana del huambisa y
el achual, y las tres, por su
origen, pertenecen a la familia
lingüística jíbara. Cultural y
socialmente, los miembros de esos
tres grupos étnicos se reconocen
como integrantes de la “jibaría”.
15
LOS CAZADORES Y LOS
DOS TIGRES
Había una vez un ganadero que tenía más de treinta vacunos.
Según la leyenda que me contó mi abuelo, había dos tigres, hembra
y macho, de gran tamaño. Los tigres se habían comido cinco vacas
y el dueño se sintió triste. Con la ayuda del pueblo buscaron buenos
cazadores, pidieron coca, cigarro, y después de una hora de
caminata llegaron al sitio. Los cazadores hicieron su tarima en el
árbol y se alistaron, uno a la derecha y el otro a la izquierda, y ahí
esperaron la venida de los tigres.
A eso de las 10 u 11 de la noche, aparecieron los tigres con sus
ojos brillantes y se acercaron. Los cazadores alistaron sus armas y
se comunicaron en voz baja: “Tú a la hembra y yo al macho”, y les
dispararon. Uno de los tigres murió y el otro escapó herido.
Al día siguiente los cazadores bajaron del árbol y comenzaron a
seguir al tigre herido, guiándose por la sangre que había dejado
entre los arbustos y lo encontraron al tigre refugiado en una cueva y
ahílo remataron.
Volvieron cargando al tigre amarrado por las patas a un palo largo.
El dueño se sintió alegre e hizo pachamanca y fiesta.
Oscar Acosta Aldava 2do grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)
Crianza de pollos de carne y
gallinas de monte:
Al hablar de la crianza del pez
tilapia hemos hecho referencia a
los comejenes o termitas que
abundan en el monte. Estos
insectos, engordados con agua,
más el maíz morocho que ellos
también cultivan, y con buenas
porciones de hojas tiernas de
yuca y otras hierbas que abundan
en la zona, los alumnos del
CPED de Pampa Tigre tienen
todo lo necesario para criar dos
tipos de aves de corral: el pollo de
carne y la gallina de monte. El
primero se vende en pollerías a la
brasa y la segunda es muy
apreciada para caldo, tanto en el
hogar como en los restaurantes.
Como las demás actividades, este
trabajo se asume por grupos.
16
EL MIEDO
Había una vez en los
tiempos antiguos un
niño y un joven.
—Vamos a robar aquel
maizal, dijeron muy
contentos y seguros.
Después de
transcurrir el día,
llegó al noche y
fueron al maizal que
acordaron robar.
Cuando estaban
cosechando
rápidamente el maíz, vieron que venía de un cerro una luz muy
blanca, como si fuera una bola de candela que poco a poco se
acercaba hacia ellos. Al ver esa luz se aterrorizaron y los dos sin
poder hablar se escondieron detrás de una roca.
Cuando ya se había acercado esa cosa con fuego, el niño y el
hombre pudieron ver de cerca que era una caballito muy lindo pero
que todavía le salía por la boca gran cantidad de fuego. El joven
sabía que una cosa asíera diabólica, que era un condenado y que los
condenados comían a la gente, pero también sabía el joven que
estando con un niño el condenado no podría acercarse. Entonces el
condenado volteó su cabeza y miró hacia abajo, donde estaba el río,
y se fue huyendo como una bola de fuego que rodaba y se
desbarrancaba.
Asífue, por suerte, que el joven y el niño se salvaron.
Se preguntarán tal vez dónde sucedió esta historia. Este caso pasó
aquí, amigos, en el lugar de San José, y que fue contado por mi
abuelito.
Junior Valverde Caja 2do grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)
Cultivo de maíz morocho:
Esta variedad de maíz, llamado
también amarillo duro, tiene
muchos usos, desde la fabricación
de sémola y alimentos
balanceados para aves, hasta los
tamales. Pero, en lo que
seguramente se utiliza más el
maíz morocho producido por los
alumnos del CPED de Pampa
Tigre debe ser en la preparación
de la rica chicha de jora, tan
nutritiva e inseparable para
asentar un cuycito, un
chicharrón, o un rocoto relleno,
así como para apagar la sed en
los duros trabajos de la chacra,
para la tinka a los apus y
wamanis y para los pagos a la
Pacha Mama.
17
LA ACONSEJACIÓN
“No seas rabioso, hijito. Has de entender, has de escuchar. Para que
vivas, hijito.
La abuelita, el abuelito, todos los miembros de la casa le aconsejan.
Así, antiguamente se aconsejaba a nuestros hijos. De igual modo,
hoy se aconseja a los hijos, para que realicen los trabajos de la
comunidad.
“Las pretinas de los hombres has de pensar para que no compres,
has de pensar, hijita, has de trabajar duro para que hiles la pretina
para tu marido.
“Para que no seas un haragán, hijito. No has de ser perezoso, hijito.
En mi hablar no existe esa palabra. Sólo bizarro existe. Para que no
seas mentiroso y no vivas engañando a los demás, debes trabajar.
Así, con el trabajo puedes obtener muchas cosas. Para cuando
tengas un hijo, para encontrar comida, para poder comer, para
tener dinero, hay que trabajar. Aunque seamos pobres, no hay que
abandonarnos, hay que trabajar. Asíse debe hacer. Quizá algún día
nosotros tendremos algo, hijito. Asíes, hijito. Has de trabajar, hijito.
“Vete, hijito, a trabajar en nuestra chacra. Vete a traer nuestro
choclito. Anda con tu padre a traer el maíz.
“Las mujercitas van a traer agua. Ellas van a traer el agua. Asíte
digo: las mujeres, las esposas, las madres tienen que mandar a sus
hijos para que trabajen y que hagan todo. Las mujercitas, que
aprendan a cocinar. Los hombres mandan a sus hijos y les enseñan
a trabajar en la chacra. Las mujeres tienen muchas cosas que
aprender, tienen que limpiar la casa, embarrar sus ollas, platos, las
tinajas, luego tienen que tejer los cinturones de diferentes formas.
Las que saben urdir, ellas solas hacen las pretinas para su esposo e
hijos.
Juan José Salas (narrador) y Olinda Adauto (recopiladora) (Lugar: Pamashto)
“Los hombres además de poner leña, llevar los plátanos, pueden
tener un oficio, pueden ser carpinteros. Si tienes el cogollo de la
shapaja, puedes hacer tu estera, tus canastas. Después ya quedas
libre, desocupado. En cambio, las mujeres tienen más cosas que
hacer. Ahítambién se aconseja, la madre, la madre aconseja a los
hijos: ¡Hijito, hijito! ¡Quiéreme, quiéreme! Hijito, prepara tu pretina,
también tu chumbe.
“Las muchachas tienen que hilar, tienen que hacer su chumbe, su
pretina. No hay dinero para comprar, y si lo hay no alcanzaría para
comprar otras cosas. Por eso, las madres enseñan a sus hijos para
que aprendan y hagan sus propias cosas.
“En este tiempo los jóvenes ya no quieren hacer nada. Quieren tener
todo, pero todo comprado. Eso es lo que observo. Los jóvenes ya no
18
hacen chumbe, no embarran, sólo desean comprar. No quieren hilar
ni tejer.
“Por ejemplo, mi mujer sabe urdir, confeccionar el chumbe. Pero
ahora la gente no desea aprender. Yo tengo dos hijas casadas, una
tiene dos hijos, la otra cinco y yo aquítengo cuatro hijas. Ellas
hacen chumbes, pretinas, tinajas, ollas, en fin todo trabajo que
saben las mujeres. Pues, claro, la mamá les dice, la mamá les
enseña: “Esto tienes que hacer, hija. Esto tienes que hacer, hijo.
Alguna vez cuando ya no estés en mi poder, en verdad te han de
servir estos consejos. Eso es una verdad. Todo el tiempo no se vive
con el padre, ni con la madre. Así, nosotros les enseñamos a
nuestros hijos, varones y mujercitas. Tampoco nuestros hijos van a
vivir en la casa sin hacer nada. Los hijos tienen que aprender algo.
“La juventud de ahora son malcriados, parece que no tuvieran
padre ni madre. No les corrigen, no les aconsejan. Son malcriados e
igualados. Se igualan con los mayores.
“Yo tengo dos jovencitos, yo siempre los corrijo, siempre los
aconsejo, tal como me aconsejaron mis padres. De la misma
manera nuestros hijos tienen que aprender a no olvidar todo aquello
que se le aconseja. Tienen que aprender a escuchar, a obedecer, no
vaya a ser que le entre por una oreja y le salga por la otra. Hay que
tratar de que lo graben en la cabeza, para que se acuerden y digan:
Papá me ha enseñado, mi mamá me ha enseñado todo. Nosotros no
sabíamos nada, pero nuestros padres nos han enseñado.
“Algunos problemas de la vida, como es la vida del agricultor, cómo
se siembra la raíz del plátano. Asíse siembra, hijo, para que alguna
vez vivas con algo, para que tengan plátanos, yuca, maíces, frijoles.
Algo que puedan encontrar y comer, asínos aconsejan nuestros
padres. Es la pura verdad. Asíhemos aprendido de ellos. Primero
hemos hecho nuestra casa. Yo me he casado a los 22 años,
después de regresar del
servicio militar. Yo he
servido hace treinta años.
Yo servíen el año 1950.
Soy de la clase 50.
Después de regresar, a
los 22 años, me he
casado. Después de venir
del servicio. Tengo 30
años de casado.
19
EL AYAYMAMAN BUSCA A
SU MADRE EN EL BOSQUE
El sol, que hace poco era como un incendio, se apagaba lentamente en las aguas del Amazonas. —Queremos escuchar la historia del ayaymaman—pidió Gabriela, a quien le decían la Pacuchita por el color castaño de sus cabellos. —Bien, les contaré del ayaymaman— aceptó el viejo Oroma y, curiosa y coincidentemente, en ese mismo momento el ayaymaman cantaba en el cercano bosque del pueblo.
Roger Rumrrill (De Amazonía Mágica)
El narrador miró a los niños, sorprendidos, los calmó y dijo: —Las
aves en el bosque amazónico han sido bautizadas por el pueblo por
la forma de su canto. Sus nombres son onomatopéyicos. El pájaro
“Victordíaz” se llama asíporque en su canto dice: víctor díaz, víctor
díaz, víctor díaz. El huancahui, que come serpientes, se llama así
porque cuando canta dice: huancahuiii, huancahuiiii. El ayaymaman,
al cantar, dice su nombre: ayaymaman, ayaymaman.
Los pájaros y todas las aves conocen el secreto de la naturaleza y
son anunciadores de buenas y malas nuevas para el hombre del
bosque. La garza rosada para los sharanahuas anuncia el verano y
el retorno de un ser querido. El huancahui cuando canta está
anunciando alguna mala noticia para el que lo escucha. Puede ser
un accidente o la muerte de un familiar o de un amigo muy querido.
El picaflor es un buen y mal mensajero entre los aguaruna-
huambisas. Si vuela con alegría, como bailando y danzando
suspendido en el aire, significa buena y abundante cacería. Si pasa
como una flecha, huyendo vertiginosamente del peligro, algo malo va
a pasar.
El martín pescador, conocido también en la Amazonía como catalán,
avisa a los ribereños y pescadores si la creciente del río, en el invierno,
será alta o baja. Cuando la creciente se anuncia alta y
habrá inundación, el catalán traslada su casa de la parte baja a la
parte alta del acantilado y el barranco. Es una señal infalible que los
ribereños esperan para tomar sus
previsiones.
Para los shipibo-conibo-shetebo, el
martín pescador es un tótem, un
dios protector. Ellos han vivido por
milenios en las orillas de los grandes
ríos, sobre todo en el Ucayali,
mirando los cielos y viviendo del río.
Este es su fuente de vida, y el martín
pescador les avisa, tanto en el
verano como en el invierno, dónde
están los bancos de peces o los
20
mijanos, como se dice en la Amazonía. El martín pescador y los
shipibo-conibo-shetebo son los mejores pescadores de la Amazonía.
El canto del ayaymaman es uno de los más tristes que es posible
escuchar en la Amazonía. Es más triste aún porque el ave canta en
el crepúsculo, cuando el sol se ha puesto y el bosque y los hombres
sucumben a la fatiga del día.
Los ayaymaman cantan casi siempre en pareja. Antes, ellos fueron
dos niños que vivían en un pueblo del Amazonas, felices; pero, un
día, la madre murió, mordida por una serpiente shushupe, mientras
recogía agua en su cántaro, en una quebrada de aguas claras y
profundas.
El padre, que era un mitayero o cazador, se casó por segunda vez
con una mujer que había venido de la ciudad y nadie sabía quién era
ni qué había hecho durante su vida. Tenía un carácter violento y
amargo. Ni bien se hizo cargo de la casa, la madrastra empezó a
mirar con cólera a los niños. Por quítame estas pajas los castigaba,
especialmente a la niña de nueve años, sobre quien había descargado
prácticamente todas las obligaciones de la cocina. Flor
de Belem, que asíse llamaba la niña, era despertada a las cuatro de
la mañana para prender el fogón, lavar las ollas y los platos, traer el
agua en un cántaro grande y pesado para su edad y tamaño y,
luego, cocinar la yuca, el pescado y preparar la mazamorra de
plátano, que tanto le gustaba al padre; mientras tanto, la mujer
dormía a pierna suelta hasta las seis de la mañana.
Por su lado, Santiago o Shanti, como le decían al niño que era un
año mayor que su hermanita, tenía también que madrugar a cortar
leña para el fogón, revisar las trampas para sachacuyes y
quirquinchos que su padre colocaba, al atardecer, en el bosque, a
buena distancia de la casa.
El padre miraba con indiferencia el maltrato que la mujer daba a los
niños. Es más, lo alentaba cuando decía:
—Hazlos trabajar duro. Que coman con el sudor de su frente. Y, si
haraganean, castígalos y auméntales las tareas.
La madrastra odiaba tanto a los niños, que no quería verlos un día
más en su casa. Asíque tramó un plan. Aprovechando que el padre
había ido al pueblo a vender el producto de su cacería —carne y
pieles de cerdos salvajes, huanganas y sajinos— les dijo con una
falsa y aparente bondad y ternura:
—Hijitos, hoy quiero que descansen de tanto trabajo. Vamos a ir al
monte a buscar frutos de sachamangos que le gustan tanto a su
papá.
Con ésta y otras tretas llevó a los niños lejos de la casa, monte
adentro. Cuando tuvo a los niños en un lugar distante,
ROGER RUMRRILL GARCÍA:
Fecundo y prolífico ensayista,
narrador, poeta y periodista
amazónico. En 1963 fundó,
animó y dirigió en su natal
Iquitos el grupo cultural
―BUBINZANA‖. Ha publicado
quince libros. Entre sus ensayos
destacan: Reportaje a la
Amazonía (1973), Amazonía
hoy, crónicas de emergencia
(1982), Los condenados de la
selva (1984), Narcotráfico y
violencia política en la Amazonía
(1987), Pioneros de Loreto
(1995). Como narrador
sobresale con: Vidas mágicas de
tunchis y hechiceros (1983 y
1985), El venado sagrado
(1992), La anaconda del
Samiria, narraciones para niños
(1997), Amazonía mágica,
Ediciones CHIRAPAQ (2000).
Como poeta publicó: Magias y
canciones (1971), Axpikondiá
(1972), Memorias desde un otoño
(1975).
21
completamente desconocido para ellos, un lugar desolado del
bosque, les dijo con voz acaramelada, fingida:
—Voy un ratito a hacer mis necesidades. Espérenme aquíy no se
muevan —y diciendo esto se internó en el bosque y, utilizando otro
camino, se alejó del lugar y regresó a la casa.
Los niños, creyendo a la madrastra, se pusieron a jugar mientras
esperaban que regresara; pero el tiempo pasaba, las horas corrían, se
acercaba la noche y la mujer no regresaba. Cuando la noche
llegó, Flor de Belem y Shanti comprendieron que habían sido
abandonados.
Muchos días vagaron por el bosque, hambrientos, heridos por las
espinas y las zarzas, picados por las alimañas. En las noches, los
niños trepaban como podían por el tallo de un árbol hasta llegar a la
copa, huyendo de los tigres y las serpientes, y lloraban clamando por su
madre:
—Ayaymaman, huishchurhuarca.
Después de escuchar durante tantas noches este lamento que
significa: “Nuestra madre ha muerto y nos han abandonado”, la
madre del bosque se compadeció de los dos niños y los convirtió en
pájaros, en aves nocturnas, de plumaje marrón oscuro, que se
mimetizan y se confunden con las hojas de los árboles donde
duermen. Así, la madre naturaleza los protege de los cazadores.
—Estos dos ayaymaman que ahorita están cantando en el bosque son
los dos niños de nuestra historia —concluyó su relato el viejo Oroma. Los
niños habían enmudecido con la historia. Estaban sumergidos en
el silencio cuando éste, súbitamente, se rompió con un silbido
próximo que heló de miedo a todos los niños.
—¡El tunchi, el tunchi! —gritaron los niños y todos se agolparon
alrededor del viejo Oroma, buscando protección.
—Tranquilos, muchachos, tranquilos. Es un tunchi vagabundo que
está de paso por el pueblo —clamó Oroma, con voz sosegada y
segura.
Nelly, a quien llamaban con cariño Negrita por el hermoso color
caoba de su piel, se atrevió a romper la temerosa atmósfera de
silencio, preguntando tímidamente:
—Don Oroma, ¿existe de verdad el tunchi?
Oroma paseó sus ojos pequeños, húmedos y vivaces sobre los niños.
Luego miró al exterior, a la noche del bosque, por encima de la
baranda de la casa construida sobre pilotes de la dura madera de
huancapu para escapar de las inundaciones en las grandes
crecientes del río Amazonas.
—Les contaré la historia del tunchi, brevemente, porque ya es hora
de la merienda y tienen que volver a sus casas —dijo. 22
LOS HUAIRUROS
una mancha roja... ¡eran huairuros!
Una vez, mi amiga Albertina se
fue al monte a buscar semillas
para hacerse un collar. Machete
en mano, se abrió paso entre
las ramas. Deteniéndose de rato
en rato, recogía semillas de
diferentes formas, tamaños y
colores: unas negras, redondas
y brillosas como ojos de buey,
otras blancas y pequeñas como
dientes de leche, algunas
amarillas en espiral y... ¡ahí!,
en el suelo de un claro del
bosque, de donde un
guacamayo acababa de volar,
vio unas semillas negras con Albertina recordó entonces que las viejecitas de su pueblo decían
que el rojo y el negro representan la noche y el día, la muerte y la
vida, el amor y la pena, y que por eso los huairuros dan suerte a
quien los lleva. Al recordar la ingenua creencia, sonrió y se detuvo al
pie del árbol de huairuros. Las hermosas semillas habían saltado de
sus vainas y no había más que recogerlas.
Tiempo después encontré a Albertina en la plaza del pueblo. Era la
fiesta de San Juan y había ahímucha gente. Mi amiga llevaba
puestos unos hermosos aretes rojinegros y vendía pulseras y
collares de diversas semillas, pero, sobre todo, de huairuros.
—¿Y...? ¿Te dieron suerte los huairuros?— le pregunté, bromeando.
—¡Claro, claro, mucha suerte! Me han dado trabajo. Ahora los junto
para hacer adornos que vendo. Asíme gano la vida, ¿ves?— me
contestó apurada, mientras volteaba para atender a unos turistas
que se acercaban con curiosidad a mirar sus adornos.
23
Luis Augusto Silva (Cajamarca)
EL CHULLACHAQUI, DIOS ECOLÓGICO DEL BOSQUE AMAZÓNICO
Roger Rumrrill (De Amazonía Mágica)
Don Oroma dio inicio a su
relato de la siguiente
manera:
—Asícomo los cerros
tienen sus dioses, que son
sus guardianes y
protectores, los muquis,
los bosques de la
Amazonía también tienen
sus dioses, sus
protectores y sus
guardianes, son los sacha-
runa, chullachaquis,
yashingos, shapshicos,
shapingos, shatucos,
shitacos, shollacos. Les
contaré sobre los
chullachaquis.
Los chullachaquis son de
pequeña estatura, por lo que pueden moverse mejor en el bosque.
Son de color oscuro y tienen una cabeza desproporcionada para su
tamaño; pero más que por su pequeña estatura, su cabezota y su
color oscuro, el chullachaqui tiene una característica muy especial
en sus pies. Éstos son desiguales y de ahíviene su nombre en el
idioma de los incas, chulla, desigual, y chaqui, pie. Uno de sus pies
apunta hacia delante y el otro, hacia atrás.
Y en sus pies está la clave de su secreto, el enigma de su existencia
y el misterio de su relación con los hombres. Muchas veces, los
hombres y las mujeres, caminando en el bosque y en la orilla de un
arroyo, encuentran las huellas de un pie que ha caminado en una
dirección. Si están desorientados, puede ser que sigan la dirección
de esas huellas que no conducen a ninguna parte; pero también
puede ocurrir que sigan las huellas en dirección contraria y ocurra
que vuelvan y retornen al punto de donde partieron.
Entonces, los hombres y mujeres, siguiendo estas huellas, van y
vienen en una ida y un retorno sin término, circulando, girando
como es el tiempo y la vida en el bosque, que no tiene principio ni
fin.
El chullachaqui tiene buen humor, le gusta jugar y es un ser
sonriente. Le encantan los niños. Cuando éstos están solos en sus
chozas, porque los padres se han ido a la chacra, de pesca o de
cacería, se acerca y juega con ellos. Para no asustarlos con su
cabezota y sus pies desiguales, se transforma en el padre, la madre,
el hermano o hermana, el tío o el amigo.
Cuando decide irse, porque supone que los padres de los niños
están por llegar, el niño, la niña o los niños le siguen por el bosque,
confundidos por la apariencia del chullachaqui; por eso muchas
veces se han encontrado niños perdidos en el bosque, llorando y
abandonados.
El chullachaqui se enoja mucho cuando los hombres talan los
árboles del bosque en exceso, más allá de sus necesidades, sobre
todo no le gusta que corten las grandes lupunas, las catahuas y los
renacos, es decir, los árboles que tienen madre porque, en el
bosque, los árboles, los ríos, las cochas, el arco iris, todos los seres
tienen madre. Para evitar que los hombres destruyan el bosque, el
chullachaqui usa todas sus artes. Lanza truenos y rayos que asustan
a los hombres, hace llover copiosamente para apagar el fuego del
bosque, avisa a las isulas, las grandes hormigas venenosas, para
que ataquen a los taladores; también, a las huairangas, las avispas
gigantes, para que piquen y produzcan fiebre.
El chullachaqui castiga a los hombres que son enemigos de los
animales del bosque, a los cazadores que matan con crueldad y
demasía a la fauna de sajinos, huanganas, venados, tapires,
ronsocos, majases, añujes, carachupas, otorongos, monos, aves
como paujiles, trompeteros, pavas, pucacungas y perdices.
Para castigar a un cazador, el chullachaqui se transforma en
venado, la pieza de caza más apetecible y más buscada del
cazador. Convertido en venado, se deja ver por el cazador a tiro de
arma, luego rápidamente se aleja y, después, se detiene,
esperándole. Cuando éste le da alcance y otra vez lo tienen en la
línea de mira de su escopeta, el venado se aleja otra vez y así
prosigue con este juego hasta llevar al cazador al interior del
bosque donde lo deja, finalmente, perdido.
Lo mismo hace con los cazadores de monos. Se transforma en un
hermoso mono choro o un maquisapa y se hace perseguir por el
cazador hacia el interior del bosque. Ahídesaparece de la vista de
éste que, al final, pierde no sólo al mono sino también la trocha
para regresar. El chullachaqui también puede transformarse en un
paujil, la gran ave del tamaño de un pavo que vive en el corazón de
la selva, para engañar a los cazadores ambiciosos y llevarlos a lo
más profundo del bosque y dejarlos perdidos.
El chullachaqui también hace su chacra en medio del bosque.
Muchas veces se puede escuchar, en plena selva, un golpe seco de
Chullachaqui:
De quechua chulla (uno, único) y
chaki (pie, pata). Es un ser
mítico-religioso de la selva
peruana, equivalente a los apus y
wamanis andinos, protector de
los bosques y animales de la
Amazonía, magistralmente
pintado por Róger Rumrrill en su
relato de la página 22. Otros
nombres del chullachaqui son:
sacha runa, shapshico, yashingo,
shatuco, shollaco, etc.
25
machete o de hacha como de alguien que está trabajando en el
bosque. Es el chullachaqui que está haciendo su chacra.
—Don Oroma, ¿usted ha visto alguna vez un chullachaqui? —
preguntó Camuchín, interrumpiendo el relato del viejo, sin poder
contener su curiosidad. Los demás muchachos estaban muy
atentos, imaginando estar en el bosque, siguiendo las huellas de los
pies desiguales.
—Sí, he visto no sólo una sino varias veces al chullachaqui. Les voy a
contar sobre aquella vez que me encontré con él y que se
transformó en mi hermano Otoniel. Vengan todos conmigo —dijo y
comenzó su relato—. Era el mes de enero de un año que recuerdo
muy bien, que se ha quedado fijo en mi memoria, porque ese año el
río Amazonas se desbordó, creció como no lo había hecho en
mucho tiempo, inundando las chacras y las casas en todos los
pueblos. Con la naturaleza que cambia y se transforma, también
cambia la vida de los hombres porque, como ustedes saben, la vida
del hombre en el río y en el bosque tiene dos etapas muy
marcadas, el invierno y el verano, las dos únicas estaciones que
conocemos del clima y que también son estaciones de nuestras
vidas.
En ese mes de enero, sólo conocíamos el agua y el bosque
inundado. Sólo había tierra en la restinga, una parte alta del boque
donde los animales habían buscado refugio. Tomé mi canoa y me
dirigía la restinga para buscar tortugas motelos y huevos de perdiz.
Desde que puse los pies en la restinga, mientras caminaba por la
hojarasca húmeda del monte, presentíque algo extraño me iba a
pasar. El primer aviso fue el canto de la chicua, el pájaro de mal
agüero. Luego una serpiente loro machaco se cruzó en mi camino.
La serpiente también es un mal anuncio. Súbitamente escuché
voces a mi espalda. Giré rápidamente el rostro y, asombrado, vi que
mi hermano Otoniel avanzaba hacia mí.
—¿Qué haces aquí? ¿Cuándo has retornado de Tapira? —le
pregunté. Él había viajado al pueblo de Tapira recién el día anterior
y tenía previsto regresar el fin de semana.
—Llegué esta mañana y como me enteré que has venido a la
restinga, he venido a darte alcance —contestó con naturalidad.
—Pero no has traído tu escopeta. ¿Con qué vas a balear? —le dije,
sorprendido de que estuviera en la restinga sin su arma.
—Te voy a ayudar a cargar lo que tú mates —respondió prestamente.
El bosque, que hacía sólo unos instantes era un concierto de cantos
de pájaros, de aullidos de monos, de la estridencia de las cigarras y
de algún lejano rugido del tigre otorongo, se había quedado 26
extrañamente en silencio.
El silencio se quebró con las palabras de Otoniel:
—Estoy escuchando el canto de un paujil —me dijo apuntando en la
dirección de una hilera densa de palmeras tagua.
—Ven, sígueme —dijo y caminó con gran agilidad y destreza debajo
de las palmeras.
En ese instante volvió a cantar la chicua y tuve miedo. Empecé a
correr detrás de Otoniel y grité:
—Espérame.
Se detuvo para mirarme y fue, en ese momento, en que pude ver
sus pies desiguales en la hojarasca.
—¡El chullachaqui! —grité aterrorizado y emprendíuna loca carrera
con dirección a mi canoa.
Después de ese susto, abandoné la cacería de animales para
siempre.
Puma:
Nombre quechua del llamado
león americano, felino más largo
que el otorongo, pero más esbelto
y de menor peso, que vive en los
bosques andinos cálidos,
templados o fríos, así como en la
selva alta. Su presa preferida son
los venados o tarucas, aunque
devora también muchos
mamíferos pequeños y aves. Sólo
cuando está viejo ataca ovejas,
cabras, gallinas, etc.
27
EL TIGRILLO Y EL
CHANCHO DE MONTE
Hace mucho tiempo había muchos tigrillos, que se comían a todos
los animales que encontraba en el monte y también en las casas.
Por eso nosotros siempre estábamos bien alertas. Si nos
descuidábamos ya se perdían las gallinas. Y al tigrillo le gustaban
más las gallinas que otros animales y el tigrillo no se comía toda su
carne de la gallina, sino sólo bebía su sangre y se comía su cabeza
con toda su cresta y su pico.
Pero una vez lo vi al tigrillo comiendo a un chancho de monte. Al
verme ese gato no sabía qué hacer, pero conmigo estaba yendo un
perro y el tigrillo al ver al perro se escapó, pero el chancho de
monte ya estaba bien muerto y destrozado.
Mi abuelo, todas las noches iba a cazar al monte y mataba a los
tigrillos.
Asídesaparecieron los tigrillos. Ahora ya no se ve ni uno.
Florentino de la Cruz Rabel 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)
Cultivo de café orgánico:
El valle de Chanchamayo
produce un café exquisito, muy
apreciado en el el mercado
internacional. Pero ahora los
consumidores exigen un café
orgánico, producido sin
fertilizantes ni pesticidas
químicos, tanto porque atentan
contra la ecología, como por ser
cancerígenos. Los alumnos del
CPED de Pampa Tigre,
ecologistas y emprendedores, han
asumido el reto de conducir una
hectárea de café orgánico, cuyo
precio en el mercado es casi el
triple. La diferentes tareas las
asumen organizados en grupos y
por turnos.
28
EL TIGRE Y EL OSO
HORMIGUERO
Un día se encontraron el
tigre y el oso
hormiguero, y el primero
dijo al segundo:
—¿Adónde vas,
compadre?
—Estoy yendo a pasear
por allá —respondió el
oso hormiguero.
Entonces el tigre dijo:
—Por favor, préstame tu
cushma un momentito,
compadre.
Y el oso hormiguero
inmediatamente se quitó
la cushma y se la dio a
su compadre tigre sin
ninguna desconfianza.
—En cambio, tú te vestirás con la cushma que es mía —le dijo el
tigre risueñamente, al tiempo que le entregaba sus prendas de
vestir, que el oso hormiguero sin darse cuenta se puso alegremente.
Después de vestirse, el tigre a la carrera empezó a huir de su
compadre. Al darse cuenta que ya le había robado con la astucia, el
oso hormiguero corrió tras él, para alcanzarlo. Después de seguir
una larga distancia a su compadre, y al darse cuenta de que ya no
lo podría alcanzar, dejó de seguirlo y se puso muy triste.
Según cuentan, la cushma del tigre antiguamente era puramente
negra. Mientras que la del oso hormiguero era lujosa, pintada y con
diseños. De esta manera se cambiaron las cushmas el uno con el
otro.
Ahínació la enemistad que perdura entre estos dos animales hasta
nuestros días, y por eso se pelean cada vez que se encuentran.
Leyenda conibo-shipiba Recopilador y traductor: José Roque
Shipibo-conibo-shetebo:
Grupo étnico amazónico
asentado en la cuenca del río
Ucayali, en el departamento del
mismo nombre. Cabe aclarar que
los grupos conibo y shetebo han
sido paulatinamente asimilados
por el grupo shipibo original,
aunque aún se reconocen algunas
diferencias, de modo que por ello
al referirse al grupo se usa este
nombre compuesto. Sin embargo,
para referirse a la lengua suele
usarse sólo el nombre shipibo. Es
una lengua hermana de lenguas
como el cashinahua, amahuaca,
cashibo, yaminahua, etc., con las
cuales forma la familia
lingüística pano.
29
LA CUCHARA MÁGICA
DE LOS SAPOS
André-Marcel D´Ans (Relato en ―La verdadera biblia de los Cashinahua‖)
Cuentan los cashinahuas que, antiguamente, hubo una mujer que,
llegada la noche, apenas oía el canto del sapo de verano bajaba al
río y capturaba al cantor; lo llevaba a su casa y ahílo cocinaba para
comerlo.
Un día, un enfriamiento repentino cayó sobre el bosque. Los sapos
de verano casi no cantaban: un frío asídesanimaba a cualquiera.
Sin embargo, la mujer decidió ir al río e intentar capturar su presa
acostumbrada. Tomó entonces una pequeña antorcha y descendió.
Primero escuchó un cantito río arriba; luego, otro río abajo. Apagó
su antorcha para no asustar al animal. Se acercó al sitio de río
arriba donde primero había escuchado el canto del sapo. Esperaba
oírlo de nuevo para poder localizar mejor al animal.
De pronto, su acecho fue interrumpido por un hombre que luz en
mano descendía hacia ella por el lecho del río. Todavía no se había
repuesto de su sorpresa cuando vio que otro hombre, también
provisto de una antorcha, venía de la misma manera, desde río
abajo. Los dos hombres se encontraron justo frente a ella.
—¿Has visto? —dijo uno de ellos. —Hay una mujer en la oscuridad.
Y el otro la interpeló:
—¿Qué haces aquíen lo oscuro?
—¡Shit! ¡No hagas tanta bulla! He venido a cazar un sapo; lo he oído
cantar por aquí, dijo ella.
— ¡Ah! dijeron los hombres. —Justamente nosotros somos sapos .
— ¡Qué tontería!, exclamó la mujer. —Sin duda ustedes también
están porque quieren cazar sapos.
— No—, insistieron ellos. —Somos realmente sapos y tú eres la que
viene a cazarnos. Comprendemos que sufres escasez. ¿No tienes
ningún hombre que vele por ti?
La mujer se quedó muda, sin responder.
— Bueno, poco importa, después de todo. Lo que nos interesa es no
verte ya privada de alimentos para que termines de cazarnos sin
piedad. Te vamos a hacer un regalo.
En ese momento, uno de ellos le tendió una de esas grandes
cucharas en forma de remo que nuestras mujeres emplean para
remover el contenido de sus ollas.
— Cuida bien este regalo y no digas una palabra a nadie. Si nuestro
secreto fuese revelado un día, perdería inmediatamente su poder
mágico.
En efecto, bastaba sumergir la gran cuchara en el agua hirviente,
pensando en un animal de la selva o en un pescado y, enseguida,
jugosos trozos de la bestia imaginada aparecían en el agua. Ésta se
transformaba asíen el más apetitoso de los potajes. Hicieron una
deslumbrante demostración allímismo en la playa. Luego, tras
recomendarle absoluta discreción, le entregaron la cuchara y la
enviaron a su casa.
Al comienzo, la mujer usaba la cuchara mágica con discreción.
Daba de comer solamente a su esposo e hijos. Pero un día fue
atacada por una ambición desmedida.
— ¡Voy a dar de comer a todo este pueblo!, se retó.
Entonces tomó un ollón enorme. Lo llenó de agua hasta el tope y
trabajó todo el día ayudada por su cuchara mágica, hasta acumular
una cantidad impresionante de manjares.
Esa noche fue una verdadera fiesta. Todos sus paisanos se
repletaron a reventar con todo lo que jamás imaginaron comer.
Aunque ya no les cabía ni un bocado, los mates que tenían en la
mano aún estaban semillenos. Entonces, asqueados por tanta
comida, empezaron a tirarla al suelo.
La mujer, ante tanto espectáculo, dijo: ¡Ah! ¿Ven cómo he logrado
hacerles botar la comida? Y todo gracias a mi cuchara de sapo.
¡Soy la única en poder realizar este prodigio!
- ¿De qué está hablando ésta? se preguntaron todos. No
comprendemos nada. Explícanos .
Entonces ella les contó la historia de su encuentro con los sapos en
el río y del regalo mágico que le habían hecho.
— ¡Increíble! ¡fantástico! Queremos ver. Usa delante de nosotros esa
famosa cuchara mágica.
Así, la mujer puso a hervir un poco de agua en una ollita. Exhibió su
cuchara y la zambulló. Y bien hubiese podido seguir removiendo
hasta hoy. Los sapos habían retomado su poder mágico y,
naturalmente, nunca lo devolvieron.
Cashinahua:
Grupo étnico amazónico, de
cuyos 4 000 miembros la
mayoría vive en territorio
brasileño, y sólo la cuarta parte
radica en territorio peruano, en
las cuencas de los ríos Purús y
Curanjá, en el departamento de
Ucayali. Por extensión llámase
así también a su lengua, que por
su origen es hermana del shipibo-
conibo, formando ambas parte de
la familia lingüística pano.
31
EL MONO CHORO
Bautista Pisango Sande (Relato del grupo Achual del río Corrientes)
Mono choro:
Hermoso ejemplar de simio
amazónico y peruano. El de color
oscuro es más grande y
corpulento, llegando a pesar
hasta diez kilos, por lo que es
cazado por los mitayeros,
poniendo en peligro su existencia.
El de color pardo es más pequeño
y esbelto, pesando hasta cinco
kilos. Su cola amarilla es
distintiva. Se lo creía extinguido,
hasta que se descubrieron
sobrevivientes, hoy protegidos en
el Parque Nacional del Río Abiseo
y Alto Mayo, en el departamento
de San Martín.
Mi padre solía contarlo. Hace mucho tiempo había mucha gente.
Algunos no eran buenos cazadores. Otros eran como yo. Como
cazan ahora con la pucuna, lo hacían entonces, y había un hombre
casado que no era buen cazador. Entonces dijeron: —Vamos a hacer
fiesta—, y se fueron a cazar.
Andando por el monte, cazaron animales y ya estaban por regresar.
Los cazadores que se habían ido después, ya habían cazado
muchos monos choros y, algunos, habiendo cazado bastante, fueron
a buscar a su cuñado. No lo encontraron. Por fin llegó él. Llegó sin
haber cazado nada, aunque había tirado todos los virotes. Aunque
había visto monos choros, no había cazado ni uno. Cuando él dijo:
“No hay, no hay, no hay”, sus cuñados le dieron un mono choro
nomás.
Los otros cuñados se fueron otra vez a cazar, cuando los choros
estaban más gordos. Yendo a cazar los choros gordos, llegaron al
lugar donde estaban. Llevaron a su cuñado diciendo: “Ahora vamos
a cazar”; pero él no cazó nada. Entonces su mujer se enojó. ¿Por
qué será que mis hermanos son tan buenos cazadores, y tú no
puedes cazar nada? ¿Acaso era cazador? ¿Cómo iba a cazar?
Entonces, avergonzado, se fue y vio a unos monos choros. A los
choros que estaban por ahílos seguía y seguía. ¿Cuánto tiempo los
habría seguido? Él pensó: —Que duerman, y cuando duerman, voy a
subir con un palo y pegándoles voy a matarlos. Entonces la luna no
aparecía muy clara todavía. Cuando la luna brillaba, y los monos ya
estaban durmiendo, se fue a la maleza grande. Entonces, ahí
estaban durmiendo los choros. Yendo adonde estaban durmiendo
los choros, ya había hecho una escalera amarrada con sogas, y
piezándola con otra, subió por otra soga, y allíestaban los
choros.
Y pensando que iba a golpearlo
por el cuello, pau, le falló el
golpe, y derribó
una galonera,
que talán,
talán se cayó
abajo. Entonces, el
dueño de esta maleza, el
curaca de los choros,
hablando como un
hombre dijo: —
¿Quién está
andando por aquí?
¿Quién está
haciendo esto a mis
32
animalitos? Entonces el hombre contestó: —Abuelito, yo lo hice. —
¿Por qué estás andando así? —Ya que no puedo cazar a tus hijos,
estoy aquípara matarlos pegándoles con un palo— dijo. Entonces el
curaca de los choros dijo: —Bájate de allí. No me tengas miedo. Lo
que tengo aquílo voy a preparar y te lo voy a dar para que lo
tragues”. Porque había dicho: “No me tengas miedo”, el hombre
bajó, y el choro le sopló humo de tabaco a la boca.
Y le dijo: “Ahora cuando veas a una manada de choros, no los mates
a todos. Cuando vayas a cazar mañana, caza tres no más. De otra
manada de choros caza la misma cantidad —dijo. Entonces el
hombre dijo: —Bueno—y haciendo exactamente como le había dicho,
cuando amaneció vio una manada de choros y cazó tres, de otra
manada de choros también tres, de otra manada la misma cantidad,
y se los llevó.
Y su esposa pensó “Mi esposo se habrá perdido” Y yendo a buscarlo
¡qué sorpresa! Aunque nunca había cazado así, el cazador trayendo
la caza lo botó al suelo y dijo: —Aquítraigo la caza.
Entonces la mujer dijo: —¿Por qué mi esposo se habrá convertido en
un buen cazador?— y le preguntó: ¿cómo los has cazado? Cuando
ella le preguntó cómo los había cazado, el hombre contestó: “No,
no, yo solito los he cazado. Sufriendo los he cazado”. Y no quiso
decirle cómo.
El curaca de los choros le había dicho: “Si tú cuentas cómo te has
convertido en un cazador, te vas a quedar como antes”. Por eso no
quería decir nada.
Entonces dijo: “Voy a ir otra vez. He dejado más choros”. Y se fue
ganando a los otros cazadores. Haciendo una gran barbacoa estaba
amontonando a los choros después de ahumarlos. Al día siguiente lo
hizo igual. Ganando a los otros cazadores que antes habían cazado
choros, él estaba haciendo montones, dicen. Él hizo cinco montones,
mientras los que habían sido cazadores, desde antes solamente
hicieron dos. Mientras su cuñado estaba haciendo más montones,
ellos decían: “Ahora vámonos”, y se fueron. Mientras estaban
regresando, una gran manada de choros estaba cruzando una
quebradita. Entonces ellos dijeron: “A ver, ¿quién va a cazar el
primer choro”. Mientras ellos estaban persiguiendo a los choros, él
viroteó una, dos y tres veces y los mató solamente parado. Y cuando
llegó su cuñado, que era tan buen cazador, él había matado sólo
uno.
Entonces, pensando: “¿Por qué me estará ganando mi cuñado?”, se
enojó con él. Su cuñado pensó: “Está bien. ¿Por qué ha de
aborrecerme?”. Entonces otra vez se quedaron en el monte. Otra vez
dijeron: “Vamos a cazar bastantes animales”, y se juntaron para
Achual o Achuar-shiwiar:
Grupo étnico amazónico,
asentado en la selva alta del
departamento de Loreto cercana
al Ecuador, entre los ríos Morona
y Tigre. Llámase así también a su
lengua, hablada por más de 5000
personas.
33
hacer fiesta. Entonces mientras se iban al monte, el guacamayo, que
era brujo, le hizo daño al cuñado que se había convertido en
cazador. Donde vivían los guacamayos, las crías estaban gritando en
un árbol seco. Entonces este hombre, haciendo una escalera se hizo
daño. Entonces el hombre dijo: “Cuñado, allá hay crías de
guacamayo que se pueden agarrar fácilmente”. Y aunque el cuñado
dijo: “dejémoslo”, él contestó: “De veras, cuñado, yo subo. Yo voy a
agarrarlos. A tu hermana le gustan los guacamayos”. Entonces,
mientras estaba haciendo una escalera para subir, ellos lo dejaron.
“Tú solo, cuñado, agárralos. Y ven cuando los hayas agarrado. Yo
voy a tirotear animales”. Diciendo esto lo dejaron solo.
Entonces el hombre subió por la escalera. Y allá estaban los
guacamayos gritando. Entonces él metió la mano al hueco. En este
momento, algo como una boa agarró su mano y lo jaló a nuestro
antepasado al hueco, dicen. Entonces éste tratando decir “Cuñado”
dijo “Juu..., juu..., juu...” y ya se había convertido en sapo. Cuando
pasó esto, sus cuñados ya se habían ido y estaban regresando a su
casa. Y cuando llegaron, su hermana preguntó: —¿Qué han hecho
con su cuñado?
—Cuando mi cuñado dijo que fuéramos a agarrar guacamayos, yo le
dije que iba a tirotear animales, y lo he dejado atrás. Tal vez venga
ahora, dijo el cuñado.
Pero, aunque lo esperaron hasta la noche, su cuñado no llegó.
Cuando no vino al día siguiente, su mujer dijo: —Ustedes son unos
malvados, y no lo dicen porque lo han matado—, y poniendo masato
en una olla*, aunque su esposo quiso decir”Taa”, como se había
convertido en sapo dijo “Juu..., juu..., juu...”.
Entonces, cuando su mujer vio la escalera, que se había quedado
arrimada a un árbol, ella pensó “aquíle ha ‘‘pasado algo a mi
esposo”. Y diciendo “¿qué será?” subió. Pero él, en vez de decir
“Aquíestoy” dijo “Juu..., juu...”. Entonces, botando el masato y
dejándolo en el monte, llegó a donde estaban sus hermanos y les
dijo llorando: “¿Por qué han hecho esto? Ustedes me han
engañado. ¿Quién haría algo semejante a su cuñado? ¿Qué clase de
gente son ustedes? ¿Qué ha hecho él para que ustedes le hagan tal
cosa?” Asíle pasó.
Mi tío Tsaangku asílo contaba a sus hijos diciendo: “Asíle pasó a
mi antepasado”.
34
ISHYAN, EL HOMBRE PEZ
Había una vez un hombre llamado Ishyan que, por sobre todas las
cosas, amaba anzuelear.
Un día, dedicado a su pasión, lo sorprendió una lluvia torrencial. Las
aguas, al subir, empezaron a cubrir los pies del pescador. Él estaba
muy concentrado en su pesca y entonces el agua le llegó a los
muslos, a la cintura... al pecho, ¡al cuello! ¡No hizo un solo gesto!
La creciente ganó sus ojos; lo sumergió. Pronto su cabeza también
desapareció bajo el agua. Entonces, el pescador se transformó en
pez. Al cesar la lluvia, sus paisanos lo buscaron, pero fue en vano. Un
día, uno de sus antiguos compañeros, llegando en canoa, vio un
pescado que se doraba al sol, sobre una piedra chata.
Al aproximarse, su sorpresa casi lo hace caer de la canoa: ¡el pez
cantaba! y en él reconoció a Ishyan, el pescador perdido.
André Marcel D´DANS (de La verdadera Biblia de los Cashinahua.)
Boquichico:
Cierto pez comestible que abunda
en los ríos amazónicos.
35
EL AÑUJE Y EL
CAMPESINO
Katipsa Ayala Cachique 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)
Añuje:
Roedor amazónico, sin cola, del
tamaño de un conejo o liebre,
muy apetecido por su carne, de
consistencia y sabor parecidos a
la del cuy. Se alimenta de yuca,
por lo que es fácil cazarlo con
trampas en los yucales de las
chacras, donde causan grandes
daños. En la selva de Cusco,
Puno y Madre de Dios se le llama
siwayro.
Hace muchos años en Pampa Tigre aconteció que cierto día un
campesino se encontraba muy molesto porque su sembrío de yuca
se iba perdiendo cada día. Él pensaba que eran personas que le
robaban, hasta que un día decidió cuidar y se alojó en una chocita
provisional para pernoctar.
En la noche, su esposa siempre le llevaba sus alimentos, hasta que
una noche, cuando se estaba quedando dormido, sintió que alguien
rascaba con fuerza la tierra. Las plantas se movían con fuerza.
Grande fue su sorpresa al ver que se trataba de un añuje que
estaba comiendo la yuca.
En ese momento extrajo su escopeta y le disparó un tiro hiriéndole
una pata. Arrastrándose varios metros del lugar, el campesino se le
acercó para dispararle otro tiro. El añuje —dando gritos de dolor—
dijo: “No me maten, no me maten. Por favor, yo solamente lo hago
por hambre, no soy un ladrón”.
El campesino quedó sorprendido al escuchar esa vocecita aguda
que le suplicaba por su vida. Y el campesino dijo: “Ya no te voy a
matar más”.
Arrepentido, el campesino alzó entre sus brazos al añuje. Vio que de
los ojitos del animalito brotaban lágrimas y de su patita manaba
abundante sangre. Lo llevó a su casa gritando: “El cuerpecito se nos
muere. Ayúdennos, por favor”.
Todos los vecinos salieron de su casa para socorrer al animalito. En
ese momento lo llevaron al veterinario. Pasaron varias semanas y,
para superar los problemas, decidieron establecer como regla la
siguiente: Siembra para el vecino, para el forastero y para ti.
El campesino, conmovido por lo sucedido, con arrepentimiento hizo
una promesa: “Nunca más dañaré a un
animalito indefenso, porque ellos, como
nosotros, también tienen derecho a vivir”.
Y asítodos ellos tuvieron abundante
producción y vivieron felices.
36
LA CULEBRA VENENOSA
Había una vez dos
hombres que se
llamaban Gregorio y
Juan.
Eran amigos y fueron a
la chacra de uno de
ellos, paseando,
conversando,
distraídos, sin fijarse
bien por donde
caminaban. De pronto
se encontraron con una
serpiente entre la
hierba. Era muy
grande, gruesa, de
colores muy bonitos, y
le picó a Gregorio en la pantorrilla y luego huyó deslizándose
velozmente. Juan empezó a gritar:
—¡Amigo, amigo!
Con gran susto empezaron a correr a su casa gritando:
—¡Auxilio, auxilio!
—¡Ayúdennos, ayúdennos!
Y nadie los escuchaba.
Gregorio comenzó a sentirse cansado, tenía fiebre y la pierna se le
comenzó a hinchar. Entonces Juan tuvo que llevarlo cargado a su
casa, y luego con ayuda de la gente lo condujo a la posta médica y
ahíle dieron medicinas, pero el picado seguía enfermo, estaba mal,
se sentía cada vez peor.
Entonces su amigo y su familia, con desesperación lo llevaron a La
Merced, al hospital.
Pero Gregorio no sanó. Luego de dos días murió y todos se pusieron
muy tristes.
Julián Luis Castillo Góngora 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)
Cultivo de piña:
Como todos sabemos, la piña es
una deliciosa y fragante fruta,
abundante y barata hasta en
ciudades de gran altura como
Puno o Cerro de Pasco. Aparte de
su sabor delicioso y sus
propiedades nutritivas, también
se utiliza mucho en la medicina
natural como diurético. Por todas
estas razones, los alumnos del
CPED Pampa Tigre cultivan
esta fruta, asumiendo por grupos
y turnos las diversas
responsabilidades de la
plantación, deshierbe, cosecha y
comercialización.
37
LA LECHUZA UKUTUNKI
chacra más cercana y segura.
En la selva las
lluvias son diarias y
copiosas desde
diciembre hasta
febrero. En esa
temporada es muy
difícil y agobiante
caminar por el
bosque y resulta
peligroso navegar
en los ríos, cuyas
aguas corren
crecidas,
turbulentas y
turbias. La gente de
los bosques
amazónicos no sale
entonces a cazar ni
pescar, y se
alimenta de las
gallinas y patos que
cría y de lo poco
que cosecha de la
Relato Machiguenga Elmo Ledesma Zamora
Durante esos meses, hombres, mujeres y niños permanecen largas
horas bajo techo. Pero no se quedan ociosos viendo y oyendo llover.
En esos días hilan, tejen hamacas, bolsos o canastas, y fabrican o
reparan sus utensilios y herramientas. También producen entonces
las artesanías que meses después venderán a los turistas y a los
intermediarios que las llevan a revender en las ciudades.
En esas ocasiones, sin dejar de trabajar, la gente de los bosques
conversa largamente y los ancianos cuentan historias del lejano
pasado. Historias de cuando no había radio ni avioneta, ni
pequepeque, ni escuela, ni ollas de aluminio, ni fósforos, ni lámpara
de querosene, ni linterna de pilas, ni escopeta, ni machetes y
hachas de acero. Hablan del tiempo en que tenían que hacer hilos
de algodón silvestre o usar fibras de algunas hojas para elaborar
sus telas. El tiempo en que para coser sus vestidos tenían que
fabricar sus agujas usando huesos y espinas. Cuando cada familia
fabricaba todos los objetos que necesitaba. Para hacerlos usaban
arcilla, madera, varas, semillas, fibras vegetales, piedras, huesos y
aun escamas de grandes peces, y para encender fuego frotaban
38
largo rato con fuerza dos palos secos, hasta que éstos se
calentaban, comenzaban a humear y se encendían. Asíera en los
tiempos antiguos a que se referían sus relatos.
Uno de esos relatos es el de la lechuza Ukutunki, que escuché una
tarde lluviosa de febrero de 1986 a un anciano machiguenga en un
caserío a orillas del Urubamba. Fue un relato hecho en un
castellano muy interferido por la lengua indígena, pero con una
gracia, naturalidad y autenticidad que no puedo reproducir, por lo
cual lo escribo a mi manera:
Según aquel machiguenga, en tiempo de los tatarabuelos de los
bisabuelos de los abuelos de sus papás, la lechuza Ukutunki podía
transformarse en ser humano. Decía que si la lechuza era macho se
volvía hombre, y que si era hembra se volvía mujer.
Su transformación era muy buena, casi perfecta. Sólo los brujos
muy poderosos podían descubrir si una persona machiguenga era
lechuza o gente de verdad.
Para saberlo, el brujo primero observaba a toda la gente de la
comunidad, para descubrir quiénes miraban de modo raro, quiénes
tenían los ojos muy abiertos, y quiénes podían sostener su fuerte
mirada. Para él, todas esas personas eran sospechosas de ser
lechuzas. Pero, claro, no todas lo eran. Por eso, luego el brujo
averiguaba con disimulo cuáles de ellas demoraban mucho en
dormirse en las noches o si se despertaban y levantaban a
medianoche.
Asítenía que escoger a las siete personas más sospechosas.
Después, cuando ya tenía esa información, el brujo se aislaba largas
horas y al llegar la noche tomaba ayahuasca. Entonces invocaba a
Ukutunki, el Espíritu de la Lechuza, para preguntarle en cuál de
esas siete personas estaba convertida. El brujo, alucinado por la
ayahuasca, veía y escuchaba a la lechuza Ukutunki, pero ésta no le
contestaba de inmediato. Para responderle, Ukutunki le exigía que le
hiciera las preguntas siguiendo ciertas reglas, que eran las
siguientes:
Primero: el brujo debía dividir en dos grupos los nombres de los
siete sospechosos.
Segundo: debía referirse a cada grupo de sospechosos, y
preguntarle del modo siguiente: Ukutunki, ¿estás convertida en
alguna de estas personas cuyos nombres son los siguientes...?
Tercero: Al responder, Ukutunki siempre diría la verdad.
Cuarto: Su respuesta siempre sería: “Entre éstas estoy” o “Entre
éstas no estoy”.
Machiguenga:
Grupo étnico amazónico que se
llama así mismo matsigenka, que
significa gente indígena. Radica
en el Alto y Bajo Urubamba ysus
afluentes, y en los afluentes de la
margen izquierda del Alto Madre
de Dios. Por extensión, llamamos
así a su lengua, aunque ellos la
llaman niaganstsi, que significa
precisamente nuestra lengua y
palabra,la cual está emparentada
con las lenguas campas,
formando parte de la familia
lingüística Arahuaca. Camisea,
el tan mentado yacimiento de gas
natural, está en su territorio. Este
grupo étnico amazónico está
formado por unos diez mil
habitantes.
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Quinto: Una vez que la Ukutunki identificaba al grupo entre cuyos
integrantes estaba transformada, el brujo dividiría el grupo señalado
convirtiéndolo en dos subgrupos menores y volvería a hacer la
pregunta Ukutunki, ¿estás convertida en alguna de las personas
llamadas ....? y aquímencionaba sus nombres.
Sexto: la lechuza sólo respondería hasta tres veces.
Sétimo: si entre las siete personas seleccionadas como
sospechosas por el brujo ninguna era una lechuza convertida en ser
humano, entonces el brujo era castigado convirtiéndose él mismo en
lechuza durante siete años.
Por eso, los brujos machiguengas eran muy prudentes antes de
sospechar si una persona era una ukutunki disfrazada. Por eso
también se fijaban mucho con disimulo en los ojos de todas las
personas y siempre andaban averiguando qué hacían en las
noches.
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EL PÁJARO DORMILÓN
Con el nombre de tuco conocen en todo el anexo de Bajo Kimarini a
un pájaro nocturno de plumaje terroso que no tiene nido. Solo
cuando siente frío hace su nido y a través de su canto dice:
“Mañana voy a hacer mi casa. Mañana sin falta la voy a hacer”.
Sin embargo, llega el día siguiente y el tuco olvida su promesa, no
hace su casa. Ni siquiera empieza a construirla. Por el contrario, se
duerme en cualquier rama.
Los otros pájaros le desprecian. Le dicen haragán y dormilón.
Pero él se ríe de que le consideren así. Se dedica sólo a comer, a
volar de aquípara allá, por gusto, vagando, canta su canción y
dormita.
Sólo cuando la lluvia y el frío de la noche lo afectan, el muy tío se
lamenta y chilla a los cuatro vientos.
Pero, cuando pasa la noche y llega el día o deja de hacer frío, el
tuco bohemio se ríe de todo y de todos. Asíes. Siempre ha sido así.
Ya está acostumbrado a esa vida.
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Ener Castillo Navarro 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)
CÓMO FUE DESCUBIERTA
LA GIMEKA (LEYENDA DE LA APARICIÓN DE LA YUCA)
Los piros antiguos no conocían la yuca. Solamente se alimentaban
con plátanos, preparándolos de distintas formas: asados, hervidos,
crudos o disueltos como refresco o en chicha. Pero esta
alimentación era deficiente. Por eso los piros tenían que salir cada
día al monte a buscar frutas, hojas y raíces que remediaran esa
deficiencia.
En cierta ocasión, un piro salió al monte a buscar alimentos
vegetales. Buscaba y rebuscaba en los árboles y debajo de la tierra,
pero sin encontrar nada. Hambriento y decepcionado se sentó en la
orilla de una quebrada a pensar en su desdicha. De pronto oyó un
ruido que parecía articular una palabra. El piro entendió “GIMEKA”,
que en castellano significa “yuca”. Miró y vio una sachavaca, que
caminaba dentro de la quebrada. Quiso seguirla con las flechas.
Pero, cuando iba a dispararle, la sachavaca volvió a estornudar,
diciendo. “gimeka”. El piro se asustó. Pero observó que el animal
movía la cabeza adelante y hacia atrás, como para indicarle que
siguiera sus pasos, repitiendo “gimeka”, “gimeka”... O sea, yuca,
yuca...Ya no intentó dispararle, sino que se fue detrás de ella. La sachavaca entró en una gran chacra, limpia de maleza, y en ella
crecían unos palos con hojas, en forma de arbustos. Por el centro
de la chacra cruzaba un camino amplio y limpio.
Por este camino llegó a una casa. Era la casa de la sachavaca. Allí
había varias sachavacas grandes y pequeñas, pintadas y negras... A
un lado se veía un montón de yucas sin pelar, en otro lado una
candela con rajas de yuca asándose y una olla en que hervían más
yuca. Más allá había una tinaja con masato o chicha de yuca.
La sachavaca invitó al piro a comer yuca asada y sancochada y a
tomar masato. El piro comió y tomó. Le pareció muy agradable todo.
La sachavaca le entregó varias yucas crudas, y una olla de masato
para que las llevase a los piros; y le dio también una carga de palos
de yuca para que sembrase en su chacra.
El piro, muy contento, recibió los encargos, le agradeció y
emprendió el viaje de retorno. Estaba asísolucionado el problema
de la alimentación. Plantaría yuca, la propagaría entre sus paisanos,
y habría comida y bebida todo el tiempo.
Leyenda del Pueblo Piro Recopilador: Ricardo Álvarez O.P.
Mientras caminaba, iba diciendo: Gimeka, gimeka, gimeka... para
que no se la olvidara el nombre de la planta. Pero al querer entrar
en una quebrada resbaló, cayó y tanto volvía a recoger las cosas y a
levantarse, se le olvidó el nombre de la yuca. Fue de nuevo a la casa
de la sachavaca a preguntársela y vino rápidamente repitiendo el
42
gimeka, gimeka. Volvió a resbalar y a caer en el mismo sitio, y
también se le fue el nombre. Otra vez regresó a la chacra de la
sachavaca para que le repitiera el estornudo. La sachavaca se lo
dice por tercera vez. El piro quiere tomar otro camino para evitar el
resbalarse, pero llega a pisar un palo húmedo y se resbala, cae y
olvida el nombre de gimeka. Pero, por vergüenza, no volvió a la
casa de la sachavaca.
Por fin el piro llegó a su casa. Le esperaban su mujer e hijos,
impacientes y con hambre. El piro les mostró los tubérculos, los
palos, el masato... Les habló de cómo los adquirió y les explicó
cuántas comidas se pueden hacer con ellos. La mujer, contenta y
admirada, exclamó: “GIMEKA”. Entonces recordó el piro que el
nombre que su mujer le puso era el mismo que estornudaba la
sachavaca. Desde entonces se llamaría “gimeka”, yuca. Nadie olvida
este nombre.
El piro hirvió una parte de la yuca, otra la asó y de otra hizo masato.
Dio de comer y de beber a su familia, e hizo probar a los demás
piros del caserío. A todos les gustó. Inmediatamente plantaron los
palos de yuca. La yuca creció y se propagó. Por eso en el día de
hoy no les falta a los piros la yuca para comer y para el masato.
Gracias a la sachavaca.
Piro:
Grupo étnico amazónico llamado
así por los hispanohablantes,
pues sus miembros se identifican
entre sí por el nombre yiné o
yiné-piro. Están asentados en la
boca del río Cushabatay (afluente
del Ucayali, en el departamento
del mismo nombre), en el Bajo
Urubamba, en los departamentos
de Ucayali y Cusco, en el río
Manu y sus afluentes de la
margen derecha, y en el río Acre
en el departamento de Madre de
Dios. Sus miembros suman entre
3 500 y 4 000.
43
EL PUMA Y EL SOLDADO
José Luis Jordana (Mitos e historias Aguarunas)
El puma es un animal muy grande. Es del tamaño de una vaca. Mejor
dicho, su cuerpo es parecido a una sachavaca. Es un animal muy
inteligente. Sabe construir casa igual que los hombres. Sabe trabajar
la chacra, cultivar y sembrar. Pero es un animal muy peligroso.
Cuando ve un hombre, le mira entre ojos. Persigue a los hombres. Y
los mata. Y los come. También sabe comer sajino y sachavaca. Corre
mucho, más que ningún otro animal.
Una vez había un puma que estaba echado en el suelo descansando.
Este puma tenía su chacra. En la chacra del puma había toda clase
de frutas sembradas: naranjas, piñas. Plátanos, caimitos y mangos.
Un día llegaron varios soldados. Unos venían a cortar árboles con
hacha. Buscaban cedros para después cortar tablas de madera para
construir casas y botes. Otros soldados buscaban árboles de jebe
para enjebar sus botas de viaje. Y un soldado se fue lejos por el
boque en busca de mitayo. Y caminando, caminando, el soldado llegó
a una chacra muy grande. Había abundancia de plantas y de frutas. Y
el soldado tenía mucha hambre. Y, entrando a la chacra, agarró un
caimito y se lo comió. Y después iba a cortar plátano de seda.
Pero esa chacra era del puma. Y el puma estaba escondido,
observando al soldado que agarraba caimitos. Y el soldado vio de pronto
también al puma. Se asustó. El soldado temblaba de miedo. Cortó dos
palos y los puso en forma de cruz clavándola en la tierra. Y
en esa cruz de palo colgó su camisa y su pantalón. Y encima puso su
gorra de soldado. En forma de hombre lo hizo. Igual que hombre lo
dejó para que asuste al puma y no avance. Y el soldado se marchó
corriendo al campamento a avisar a sus compañeros. Y les gritaba:
—¡He visto a un puma! Estaba en una chacra. ¡Tenemos que
marcharnos rápido! ¡Puede venir y matarnos! ¡El puma es peligroso!
Y los demás soldados no le hacían caso. Y le hacían bromas:
—Seguro por miedo te has regresado. No nos engañes.
Y el soldado que había visto el puma les volvía a decir:
—¡He visto al puma! ¡He visto al puma! ¡No los engaño! Digo verdad.
Hay que ir rápido a otra parte para que nos salvemos. Si nos
quedamos aquínomás, vendrán los pumas cuando estemos dormidos
y nos van a caer toditos.
Y los otros soldados no le querían creer. Y le decían:
—Estás mintiendo. Aquíen esta zona no se encuentran pumas. Tal vez
en sueños hayas visto. Mejor vete a matar sajino para que podamos
comer alguna cosa.
—Si no matas nada, te vamos a castigar. Tú estás hablando por gusto.
Quieres asustarnos. ¿No será que has confundido a un sajino con el
puma?-le decía un sargento. Y siguieron trabajando jebe y cortando
cedro sin hacer caso al soldado.
Llegó la noche. Todos los soldados se fueron a dormir. Menos el
soldado que había visto al puma, que se subió a un árbol llevando su
fusil y su puñal. Y cuando los soldados dormían tranquilamente,
vinieron los pumas al campamento. Eran bastantes. Entraron
rompiendo el cerco que rodeaba el campamento. Y mordían en sus
cabezas a los soldados. Los pumas gritaban como si fueran vacas. Y
los comieron a todos los soldados. No dejaron ni los huesos.
Solamente quedaron las frazadas tiradas por el suelo.
Y los pumas habían contado a todos los soldados. Y se dieron cuenta de
que faltaba un soldado. Y lo buscaban por todas partes. El soldado
estaba subido en lo alto de un árbol. Tenía su fusil y su puñal. El
soldado, cuando subió al árbol, se llevó yuca y plátano maduro. Ahora
estaba haciendo su barbacoa para que pueda dormir. El soldado
había visto cómo los pumas terminaban con todos sus compañeros. Y
lloraba diciendo así:
—Yo les había avisado. ¡Yo vi al puma! ¡Yo vi al puma! No me quisieron
creer. Ahora toditos han muerto. Los pumas acabaron con todos. El
puma venía buscando al soldado que faltaba. Miraba por todos lados.
Ya se iba a regresar el puma, cuando vio al soldado subido a un
árbol. Y el puma también sabía subir a los árboles. Y empezó a subir
adonde estaba el soldado. Y el soldado, con valentía, le clavó el puñal
en su garganta. Luego le disparó bala con su fusil. El primer disparo
no le entró. El segundo disparo le entró y le mató. Asíterminó el
soldado con el puma. El puma se soltó del palo y cayó a tierra.
El soldado se bajó del árbol y le cortó el rabo al puma muerto. Y se
fue corriendo al río para que no le persiguiera otro puma. Llegó
adonde estaba amarrado el bote de los soldados. Soltó su soga y lo
empujó al centro del río. Ya estaban llegando los otros pumas a
matarle. Pero el soldado se escapó con su bote salvando su vida. Y se
fue a su casa y avisó a sus familias y a sus amigos que él había
matado al puma. Y para que no dijesen que era mentira, les enseñaba
el rabo del puma que él había cortado con su puñal.
En Iquitos piensa la gente que al puma nadie lo puede matar. Que a
ese animal solamente con bombas se le puede exterminar.
45
EL PICURO O MAJÁS, LA
HUANGANA Y EL RONSOCO
El picuro o majás había decido sembrar
maíz en su chacra. Pero como la tierra
estaba muy dura, le resultaba
difícil abrir los hoyos.
“Buscaré ayuda” —pensó, y
se dirigió a la casa del
ronsoco.
—Amigo -le dijo—, ¿puedes
ayudarme a sembrar maíz?
—Claro que puedo, pero
Hérbert H. Arévalo Bartra (Lecturas Amazónicas)
Huangana:
Especie de jabalí o cerdo silvestre,
más grande y corpulento que el
sajino, pero igualmente de carne
magra y agradable que se come
en muchas formas. Suele avanzar
en piaras que arrasan cuanto de
comestible hallan.
trabajaré sólo de noche.
—Gracias —dijo el picuro o majás muy contento— Entonces yo
trabajaré de día.
En cuanto a la forma de pago, el ronsoco pidió la mitad de la
cosecha. Al picuro o majás no le gustó mucho aquella condición,
pero la aceptó.
—¡De acuerdo! Te esperaré al anochecer. Mi chacra está junto a
aquellos estoraques que ves desde aquí—le dijo—, señalándole el
lugar.
Y despidiéndose del ronsoco se dirigió al río, donde encontró a la
huangana que, como todos los días, estaba bañándose.
—Huangana —le dijo—, quiero que me ayudes a sembrar maíz. Yo
trabajaré de noche y tú de día. Y como pago de tu trabajo te daré la
mitad de la cosecha.
La huangana aceptó la propuesta y se dirigió a la parcela, donde de
inmediato comenzó a trabajar.
El picuro o majás, luego de contemplar un rato el trabajo de la
huangana, se retiró a su guarida, diciendo que volvería al
anochecer.
Cuando comenzó a oscurecer, el picuro o majás volvió a la chacra.
La huangana ya se había retirado y se acercaba el ronsoco.
—Te felicito por tu puntualidad. Mira cuánto he trabajado ya —dijo,
dirigiéndose al ronsoco.
—Es increíble —respondió el ronsoco—. No me imaginé que tú fueras
capaz de abrir tantos hoyos en tan poco tiempo.
—Aunque me ves tan pequeño, pero soy muy ágil y trabajador—. Y
diciendo esto se retiró a dormir.
Muy temprano llegó la huangana y no podía creer lo que veía.
La chacra estaba casi lista. Y dirigiéndose al picuro o majás que en
ese momento también llegaba, le dijo:
—No entiendo cómo has podido sembrar tanto.
—¡Muy fácil! Ni siquiera he tenido que esforzarme tanto —respondió
46
el picuro o majás.
El ronsoco y la huangana regresaron al monte para esperar la
cosecha. Llegado el día, el ronsoco fue el primero en buscar al
picuro o majás.
—Amigo picuro o majás —le dijo—, ¿cuándo vamos a cosechar el
maíz?
—Discutamos primero qué vamos a hacer con la cosecha.
—¿Qué? ... ¿Tal vez intentas incumplir tu palabra?
—¡No! —exclamó el picuro o majás, haciéndose el ofendido.—. Si nos
repartimos la cosecha en partes iguales, nos tocará muy poco a
cada uno. Mejor sería que uno de los dos renuncie a su parte.
—¿Y quién renunciará a su parte?
—El que tenga menos fuerza.
El ronsoco mirando fijamente el cuerpo pequeño del picuro o majás
dijo:
—¿Y cómo probaremos nuestras fuerzas?
—Fácil. ¿Ves esa soga larga? Toma una punta y yo agarraré la otra y
me iré lo más lejos posible. Cada cual empezará a jalar la soga con
mucha fuerza. Quien jale más fuerte se quedará con toda la
cosecha, ¿de acuerdo?
El ronsoco, volviendo a mirar el cuerpo del picuro o majás, esta vez
más fijamente, aceptó la propuesta.
—Bien —dijo el picuro o majás—. Toma una punta de la soga. Y
cuando yo grite “¡Listo!” comienza a jalar.
El ronsoco pisó fuertemente la soga con sus patas delanteras,
mientras el picuro o majás corría adonde se encontraba la
huangana. Le dijo lo mismo que al ronsoco y le entregó la otra
punta de la cuerda.
El ronsoco y la huangana empezaron a tirar de la soga, cada uno
por su lado.
Mientras tanto el
picuro o majás
cosechó todo el
maíz y lo guardó
en un lugar bien
seguro.
Picuro:
Roedor amazónico más grande
que el añuje, pero no tanto como
el ronsoco. Como estos dos, es
apreciado por su exquisita carne,
parecida a la del cuy. También se
le conoce con el nombre de
majás.
47
EL TIGRE NEGRO Y EL
MONO BLANCO
Nilton Condezo Sánchez 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)
El tigre negro, el más feo animal de la selva, buscaba un lugar para construir
su casa y lo encontró junto a un río. Al mono blanco, el más tímido de los
animales de la selva, le pasó una cosa igual y, por coincidencia, eligieron el
mismo lugar donde abundaban árboles junto a un río caudaloso.
Al día siguiente, antes que saliera el sol, el mono blanco cortó la hierba y los
árboles. Después se fue y de pronto llegó el tigre negro que, al ver al mono,
exclamó:
—Eres un buen amigo que ha venido a ayudarme a trabajar, pues ahora
trabajaremos juntos para avanzar nuestro trabajo.
El tigre y el mono construyeron la casa haciendo mucho ruido.
—Ahora que ya está lista nuestra casa la dividiremos en dos partes, un cuarto
para ti, el otro cuarto para mí.
Y el mono blanco dijo:
—¿Quieres que vivamos juntos?
—Sí.
—Si vivimos juntos, un día irás a buscar comida y el otro día iré yo, dijo el
tigre.
El mono blanco se fue en busca de comida y volvió a la medianoche,
cargando plátanos y los arrojó al lado del tigre negro diciendo:
—Toma, tigre negro, cocina la comida.
—No cocinaré tus horribles bananas. Si quieres, cómetelas tú, mono
asqueroso— dijo, porque no le gustaban los plátanos y agregó: “Ahora me
toca a mí. Iré en busca de comida, de verdadera comida”.
El mono blanco, contento, esperaba que el tigre negro le traiga su comida
preferida, pero el tigre sólo le trajo carne, como venganza porque el mono
sólo trajo plátanos a casa.
El mono blanco, renegando, fue a buscar comida sin esperar las ganas del
tigre.
Y asífue pasando todas las veces.
Cansados los amigos que tanto tiempo pasaron juntos y siempre
contradecían sus gustos y necesidades de ambos, decidieron vivir aparte y
cada uno por su cuenta. El día que se despidieron desamarraron la casa.
“Para nadie”, dijeron, para que nadie se pudiera quedar con la casa.
Después de un largo tiempo se volvieron a encontrar:
—Hola, querido míster mono
blanco, ¿cómo te ha ido vivir solo?
—Bien, aunque no acompañado
por ti, pero acompañado de mi
mona lo pasé mejor, ja, ja, ja. Y
cada uno sabía la dirección de su
casa y siempre se fueron a visitar
y desde ese momento vivieron
felices, cada uno en su casa.
48
EL OSO Y EL CAZADOR
En el año mil novecientos cincuenta y cinco llegaron los primeros
pobladores a un lugar que tenía una pampa entre los montes.
Talaron los árboles y sembraron plantas como maíz, yuca, plátano y
café. Pasaron los meses y las plantas produjeron, pero los animales
comenzaron a comerse los choclos, las yucas, los plátanos y otros
productos que habían sembrado. Lo hacían muy astutamente, sin
dejar huellas. Sólo arrancaban lo que les gustaba.
Las personas se dieron cuenta de que algo pasaba con los frutos,
porque no cosechaban nada. Pero no sabían quién se los comía. Sin
embargo, poco a poco se dieron cuenta de que eran osos. Osos que
comían frutas. Eran unos osos negros que tenían pelo blanco
alrededor de los ojos-.
Las personas se reunieron para matarlos a los osos y ni uno de los
campesinos dejó de ir solo de su casa al maizal. Y un hombre llegó a
su chacra y se escondió en una mata de plátano y vio que llegó un
oso al maizal y comenzó a arrancar las mazorcas de maíz. Las
amontonaba, las pelaba y se comía los choclos
tiernos y jugosos. Era un oso
enorme, negro, con pelaje blanco
alrededor de los ojos.
El hombre al ver al oso sacó su
escopeta y le quiso matar
disparándole un tiro. Pero no
salió el tiro. A lo mejor el
cartucho estaba pasado o
mojado o el gatillo no funcionó.
Entonces el oso lo oyó, volteó
la cabeza y lo vio y se fue
hacia él. El hombre se asustó
y gritó y entonces los
vecinos lo oyeron y fueron
corriendo a ayudarlo a
matar al oso. Corriendo y
gritando, los campesinos
lograron matar entre todos
al enorme eso de anteojos.
Desde ese tiempo la gente
denominó a ese lugar con
el nombre de Pampa del
Oso, porque es pampa y
había bastantes osos. Por
eso.
49
Diana Cusi Dávila 3er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)
LA LEYENDA DE LOS
CUATRO HOMBRES
Marilin Cusi Dávila 3er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)
Hace muchos
años, cuatro
hombres de la
sierra habían
llegado a una
selva llamada
Perené. En ese
lugar adonde
llegaron vivían dos
campesinos que
eran agricultores.
Al llegar donde el
campesino,
preguntaron
dónde podrían
encontrar un
buen terreno para
trabajar.
—Por ahí, no muy
lejos, hay una
pampa con pocos árboles—, les dijeron los dos campesinos, y uno
de ellos agregó: —Cierto día yo llegué a un lugar parecido, que era
una bonita pampa y crecía muy bien todo lo que uno sembraba. En
esa pampa había muchos animales salvajes.
Se quedaron muy pensativos los hombres de la sierra. Uno de ellos
dijo:
—Sería bueno que usted nos lleve a conocer.
El campesino dijo: “Claro, cómo no. Vamos a llevar motosierra, y
hacha para poder abrir el monte”.
Entonces fueron allá. Cargando todas sus armas y herramientas
pasaron montes y montes. Desde que llegaron al lugar vieron que
ahíhabía animales salvajes. Buscaron un sitio para descansar,
porque se habían hecho tarde. Cuando estaban durmiendo al pie de
una palmera, oyeron gritos de animales temerosos. Ellos se
asustaron, porque se dieron cuenta de que había cerca un tigre,
pero éste se asustó también y se fue lejos de ellos. Se quedaron
alerta y, apenas amaneció, empezaron a trabajar para limpiar el
terreno. Un día rozaron tres hectáreas. Y al día siguiente, igual.
Entonces, en primer lugar empezaron a sembrar. Uno de los
hombres opinó:
—Sembremos plátano, piña y otras frutas más.
Entonces el campesino dijo:
—Claro, vamos a hacerlo.
Empezaron a sembrar. Pasó el tiempo y ya tenían sus casas y sus
cultivos. Se dieron cuenta de que los esperaba todo un futuro de
abundancia y felicidad. Y, a los hombres que comenzaron a llegar,
ya les vendían terrenos, casas, chacras. Y así fueron aumentando
los pobladores y se formó un caserío y el pueblo que ves ahora.
Entonces, un día los cuatro hombres convocaron a una asamblea
para ponerle nombre al lugar, porque hasta entonces sólo la
llamaban “la pampa”. Uno de los hombres recordó que cuando
recién llegaron a vivir ahí había muchos tigres. Siempre estaban
todos con miedo de que les comiera a una de sus criaturas, como
ocurrió después en dos ocasiones a familias recién llegadas.
Entonces uno de los cuatro hombres dijo:
—Sería bueno que le pongamos el nombre de Pampa Tigre.
Todos estuvieron de acuerdo con él.
Por eso, hasta hoy nuestra comunidad se ha quedado con el
nombre de Pampa Tigre.
51
LOS DOS TIGRES Y LOS
DOS COMPADRES
Vanessa Acosta Aldava 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)
Crianza de TILAPIA:
Este es un pez del valle de
Chanchamayo, selva alta de
Junín. Su carne es muy agradable
y nutritiva. Su crianza es
bastante fácil, pues lo único que
necesita son pozos con fondo de
lodo. Se alimenta de termitas o
comejenes que abundan en la
zona. Los alumnos del CPED de
Pampa Tigre están organizados
para esta actividad en cuatro
grupos de cinco integrantes cada
uno. Cada grupo se encarga por
turnos de buscar en el bosque
cercano los panales de comejenes.
Luego de varios días de regar
dichos nidos con abundante agua,
las termitas crecen, engordan y
adquieren un color blanco y
textura suave, muy apetecido por
los peces, igual que por los
animales domésticos. Cuentan
con la asesoría de técnicos del
Ministerio de Agricultura.
En aquellos tiempos, a mediados de la década del 70, vivía en el
anexo de Villa Moreti un señor llamado Antonio. Este señor tenía
más de treinta carneros, y un día los dejó en un pastizal y se fue a
trabajar a su chacra. Cerca al atardecer, fue a juntar todas sus
ovejas y quedó sorprendido al notar que le faltaban tres carneros.
Con preocupación y tristeza fue a buscarlos, pensando que andaban
por ahícerca.
De pronto, caminando, vio rastros de sangre y huellas parecidas a
las de felinos. El hombre se preguntó: “¿Qué animal podrá ser?”
Estaba sorprendido y desconcertado y regresó lleno de amargura
adonde había dejado al resto de su ganado.
En el camino se encontró con su compadre Juan y le preguntó:
“¿No habrás visto, compadre, a mis tres carneros?” Y éste le
contestó: “No, compadre, no los he visto.
No se volvieron a ver huellas
como las de los felinos y sólo
había comentarios entre los
vecinos, quienes decían que
sus carneros se habían
perdido.
Un día, los compadres
Antonio y Juan echaron su
ganado en el mismo pastizal,
pero ellos vigilaban ocultos
desde una parte alta. De
pronto vieron aparecer dos
enormes tigres que se
acercaron rugiendo hacia el
ganado. En ese momento los
compadres Antonio y Juan
alertaron gritando a los
vecinos y todos salieron con palos y piedras. Algunos sacaron
escopetas y los tigres, al ver eso, empezaron a correr.
Uno de los compadres apuntó bien con su escopeta. El otro
compadre también apuntó bien con su escopeta. Se oyeron dos
disparos y los dos tigres cayeron muertos y todos se alegraron.
Luego, todos vivieron tranquilos y felices, sin que nunca nadie más
haya visto un tigre por esta zona.
52
EL TIGRE Y EL MONO
cuantos.
Había una vez un mono
que estaba pescando en el
río Anashirona y, de
pronto, llegó un tigre y le
saludó:
— Hola mono, ¿cómo
estás?
— Muy bien, amigo.
— ¿Cuántos pescados
tienes?, preguntó el tigre.
El mono respondió: Unos
Y el tigre preguntó: ¿Cuántos anzuelos tienes?
Y el mono respondió: Dos, amigo.
— ¿Me puedes prestar uno?
—Por supuesto que sí.
Y el mono le dio un anzuelo.
Cuando el mono estaba con cinco peces, el tigre se sentía cansado
al ver que él no tenía nada, asíque le dijo al mono:
— ¿Me puedes invitar tus pescados? O te mataré.
— No, dijo el mono al escuchar lo que dijo el tigre y, rápidamente, se
subió a un árbol con todos sus pescados. Desde allá arriba le dijo:
—Si quieres que te invite corre con tus ojos cerrados.
Al ver que el tigre estaba con los ojos vendados, el mono aprovechó
para bajar rápidamente al suelo a recoger una piedra.
Cuando el mono estaba en el árbol le dijo al tigre: Ahora puedes
abrir tus ojos.
— Apura, mono, que tengo mucha hambre—, exclamó el tigre.
Y el mono le dijo sonriendo: Puedes abrir tu boca y cerrar tus ojos.
Y el tigre obedeció lo que le dijo el mono. El mono contó hasta tres y
soltó una piedra y asíderramó por el suelo todos los dientes del
tigre y el mono agarró rápidamente sus pescados y se fue saltando
por entre los árboles y el tigre nunca más fue a buscar al mono.
53
Oscar Acosta Aldava 2do grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)
EL ENCANTO DE LA
SIRENA
Había una laguna cerca del
anexo de Pampa Tigre. En
aquella laguna se encontraba
una sirena de cabellos rubios y
la mitad de su cuerpo era de
un pez.
Cierto día dos hermanos fueron
a trabajar cerca de la laguna,
entonces de repente se presentó
la sirena, blanca y tan rubia
que su cabello brillaba como oro
y como el sol.
La sirena estuvo sentada en una piedra que nacía dentro de la
laguna y los hermanos viendo se quedaron admirados al verla tan
hermosa. No les faltó la curiosidad y se acercaron a preguntarle:
—¿Qué hace usted, señorita, en medio de la laguna?
Y la sirena le respondió con una pregunta:
—¿Qué curiosidad les da de preguntar a ustedes, jóvenes?. Luego
agregó: — Acérquense a mi lado los dos, para que nos conozcamos
mejor.
Los hermanos dieron pasos para acercarse a la hermosa sirena, y
ésta hizo que la tierra que pisaban los jóvenes se volviera movediza
y ambos dieron un paso más y se hundieron en la laguna.
Desde esa vez la tierra alrededor de esa laguna se quedó
pantanosa.
Por eso ahora las personas que conocen esta historia no se acercan
por ahí, porque tienen temor de encontrarse con la hermosa sirena
y de que ella los encante.
Jovana Gonzáles Villena 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)
54
EL CORAZÓN DEL TIGRE
Hace tiempo, cuando mi mamá era chica y tanto mi abuelito como mi
abuelita aún vivían, mi abuelito se fue al monte. Mi abuelita dijo:
—Vayan al yucal a traer yuca, pues pronto vendrá papá.
En ese tiempo tenían perros. Entonces mi mamá se fue con
Mashoque, llevándose todos los perros. El yucal estaba un poco
alejado. Llegaron y después de sacar yucas, regresaron subiendo la
montaña. Los perros se habían ido adelante.
Cuando mi mamá llegó a la purma, los perros comenzaron a ladrarle
a un tigre. En ese momento mi mamá se fue de ahírápidamente. De
pronto sintió un olor feo y cuando ladró un perrito, miró y vio que el
tigre había matado a un perro. El tigre la vio y caminó hacia mi mamá
y ella corrió hacia una
roca.
En ese momento mi
abuelito estaba asando
lo que había traído del
monte. Oyó el ladrar
de los perros; sacó su
escopeta y corrió a
donde estaban. Mi
mamá se había subido
a la roca. Al llegar, mi
abuelito gritó. El tigre
oyó su grito y corrió a su encuentro.
Mi abuelito se había subido a un árbol. Allícrecía bastante hierba; por
eso mi abuelito no vio al tigre hasta que estaba muy cerca. Le
disparó y el tigre corrió y se fue gritando; luego cayó bien echado en
el camino. Mi abuelito cargó nuevamente la escopeta, siguió al tigre y
lo encontró en el camino. Le disparó de nuevo y el tigre murió. Mi
abuelito se lo llevó cargando hasta la casa. El tigre era grande y
pesaba mucho. Cuando llegaron a la casa, le sacó el corazón y
amontonó leña y la prendió. Cuando la leña ardió quemaron el tigre.
Mi abuelito se quedó mirando el tigre mientras se quemaba, para
asegurarse de que se quemaba bien. Cuando ya estaba seguro, mi
abuelito puso el corazón del tigre en la repisa.
Cuando anocheció, comenzó a relampaguear y parecía que los
truenos venían de la repisa. Todos dormían. Cuando amaneció, mi
abuelito quemó el corazón del tigre.
Relato Amuesha Autores: Miguel Valerio I., Julio Gaspar V. y Miguel Martín A. Traductor: Raúl Sinacay P.
Amuesha o Yanesha:
Grupo étnico amazónico
asentado en la selva de los
departamentos de Pasco y Junín.
La lengua amuesha ––hablada
por 8 000 de los 10 000
miembros del grupo–– pertenece
a la familia lingüística Arahuaca,
por lo cual está emparentada con
lenguas como el piro, asháninka
y machiguenga.
55
EL FUEGO
(EL ORIGEN DEL USO DEL FUEGO POR LAS MUJERES Y HOMBRES PIROS)
Leyenda del Pueblo Piro Recopilador: Ricardo Álvarez O. P.
Los primeros piros comían crudos los plátanos, la yuca y todos sus
alimentos. La carne y el pescado los asoleaban y asínomás los
comían. Pero una noche en que estaban durmiendo cayeron varios
rayos sobre algunos árboles y produjeron un incendio. Los piros se
despertaron y vieron con asombro que el fuego al producir luz hacía
desaparecer la oscuridad, y notaron que su calor entibiaba el frío
aire del invierno.
Pero el fuego se apagó. Y ellos no sabían cómo encenderlo. Sólo el
gallinazo conocía el secreto de encender el fuego. Él nunca dejó de
comer crudos el pescado y la carne, pero le gustaba mucho la
chicha, y para hervirla usaba el fuego. Cuando la chicha estaba
lista, guardaba en una olla unos tizones encendidos y lo demás lo
apagaba con agua.
Los piros estaban ansiosos de poseer candela. La querían para
cocinar. También por su luz y para calentarse cuando hacía frío. Se
la pedían al gallinazo, pero él se la negaba. Varias veces fueron a la
casa del gallinazo en su ausencia, para robársela, pero no pudieron
encontrarla.
Este gallinazo criaba como hijastro a un lorito de pico largo y
blanco. Los piros rogaron al lorito que robara unas brasas y se las
vendiera. El lorito, por miedo al gallinazo, se negó. Pero el gallinazo
—envidioso y mal pensado— lo vio hablando con los piros y
sospechó que estaban poniéndose de acuerdo para robarle la
candela. Por esto se enojó y con su duro pico golpeó fuertemente a
su hijastro hasta dejarlo casi muerto.
Ante tan cruel e injusto castigo, el lorito no gritaba, callaba. Pero
después bajó a la casa, sacó de la olla un tizón y voló con él en su
largo pico. El gallinazo lo persiguió, pero no pudo darle alcance. El
lorito se estaba quemando el pico y dejó el tizón en un árbol de
capirona seco. La capirona comenzó a quemarse poco a poco. El
gallinazo regresó a su casa sin poder quitarle el tizón al lorito y
encontró que las brasas de la olla se habían apagado. Se había
quedado sin fuego. El lorito abandonó a su padrastro el gallinazo y
se fue a vivir al monte, pero quedó con el pico pequeño y negro a
causa de la quemadura, como hasta ahora lo tiene.
Días después, un piro fue al monte a cazar. Al regresar con dos
maquisapas, pasó al lado de la capirona seca y vio en el suelo un
palo que humeaba. Lo cogió con los dedos de su pie y se quemó.
Dio un grito y un salto de susto. Pero pensó que aquello sería la
candela de la que hablaban sus paisanos, y lo llevó a la casa. En su
casa la mujer juntó palos y hojarasca y los colocó sobre el tizón.
Aquel montón comenzó a arder. Metió adentro yuca y plátano y se
56
asaron. La mujer se puso contenta. Entonces dieron la noticia a los
demás piros, quienes llevaron leña, la echaron a la candela y la leña
ardió.
Cada piro llevó a su casa un palo encendido. Desde ahíse propagó
el fuego. Desde entonces, todos los piros pudieron comer
cocinados o asados sus alimentos.
57
LAS SIETE DIABLAS
Elmo Ledesma Zamora Leyenda del Pueblo Piro
Aguas abajo del pongo de Mainique, el Urubamba tiene siete
grandes muyunas o remolinos. Cuando los piros viajan por esas
aguas en sus frágiles y veloces canoas, reman con especial fuerza,
y en el instante preciso, la desvían con ímpetu del centro del río
hacia la banda izquierda. Ellos saben que si la canoa se desvía
hacia la derecha, la atrapará de modo inevitable la fuerte corriente
circular de uno de los grandes remolinos. Estaría condenada
entonces a girar acercándose hacia el hoyo central del remolino que
la sorberá entera con pasajeros y carga.
Dicen los piros que antiguamente el Urubamba era un río manso y
que no existían muyunas. Dicen que eso fue en tiempo de los
abuelos de los bisabuelos de sus abuelos.
Dicen que en aquel tiempo la gente cruzaba el río nadando de una
banda a otra, y que sin ningún peligro bajaban en balsas y canoas
por el pongo, desde donde el río Urubamba aún se llama Vilcanota,
como cuando circunda la base de Machu Picchu.
Pero un día llegó desde la Tierra del Amanecer un feroz pueblo de
caníbales. Dicen que aquellos salvajes atacaban a los piros de día y
de noche, en sus casas, en las chacras, en el monte y en el río,
para matarlos y comérselos. Entonces los piros se defendieron con
sus lanzas, flechas y garrotes de caza.
58
Entre los caníbales destacaban por su ferocidad siete mujeres. Eran
muy fuertes, astutas, despiadadas y terriblemente feas. A esas
horribles criaturas sus paisanos las consideraban diosas. En
cambio, los piros, que sufrían su crueldad, les tenían terror y las
llamaban Las Siete Diablas.
La guerra con los caníbales de la Tierra del Amanecer fue larga y
dura, pero finalmente la ganaron los piros, por su mayor inteligencia
y disciplina. Entonces los caníbales huyeron río abajo y los piros los
persiguieron durante días y fueron exterminándolos. Finalmente sólo
quedaron vivas Las Siete Diablas, que huyeron a bordo de dos
canoas negras, desde las cuales, mientras unas remaban, las otras
lanzaban flechas y virotes envenenados.
Al llegar al centro del pongo de Mainique, a las caníbales se les
acabaron las flechas y los virotes, por lo cual hicieron embravecer
para siempre las aguas de este famoso río. Ahíse ahogaron
muchos piros, pero los sobrevivientes continuaron implacables la
persecución. Al salir del pongo al valle, las siete diablas vieron que
los piros de las orillas corrían a subir a sus balsas y canoas para
sumarse a la persecución, y asíse dieron cuenta de que siendo
tantos ya las iban a atrapar o a matar. Entonces, lanzando terribles
maldiciones contra sus perseguidores, saltaron de sus negras
canoas y dando pavorosos alaridos se hundieron en las aguas, que
al cubrirlas se convirtieron en remolinos que atrajeron mortalmente
a las canoas de los piros.
Asíes como se volvió bravo el Urubamba y fue entonces que se
formaron a la salida del Mainique los remolinos o muyunas llamadas
ahora Las Siete Diablas, que siempre están girando, resonando y
sorbiendo. Los piros y quienes viajan con ellos en sus angostas y
veloces canoas callan con respeto y temor cuando por ahípasan,
mientras el caudaloso río avanza impetuoso y resonando por su
lecho rocalloso, bajo el ardiente sol como una brava y gigantesca
anaconda que huye ondulando entre los hermosos cerros verdes de
la selva alta de Cusco y Ayacucho.
Catahua:
Árbol gigantesco de madera muy
dura, y cuyo tronco cilíndrico,
recto y de corteza espinosa es
utilizado en la Amazonía para
tallar de una pieza las canoas.
59
PERRO Y GATO
asolearse.
En una casa del
pueblo tenían un
gato. Cuando hacía
frío, el gato no salía
de la casa. Pero,
cuando brillaba el
sol, el gato salía al
patio y se echaba a
Jámilton Aguirre Rosales 2do grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)
Crianza de abejas:
La inmensa selva alta es un
verdadero paraíso de flores:
grandes plantaciones de cítricos,
plátanos, cafetos, pacaes y
papayos, cada cual un verdadero
emporio de miel. Agreguemos a lo
anterior los miles de especies
silvestres como las achiras,
orquídeas, etc. Todo es pues muy
propicio para la crianza de abejas
y producir cantidades
importantes de miel que, como
sabemos, tiene una gran
demanda en el mercado por su
alto valor nutritivo y sus
propiedades medicinales. Los
alumnos del CPED de Pampa
Tigre, organizados en grupos de
ocho alumnos, crían abejas en
seis panales.
En la casa vecina tenían un perro, un perro cazador, bravo, Una vez, el perro vino y empezó a corretear al gato por el todo patio. El gato huyó
corriendo velozmente y se subió a un árbol.
Los dueños del gato ya se habían ido a trabajar. También se habían ido los
amos del perro. Entonces nadie oyó los ladridos del perro ni los bufidos
del gato. Por eso ambos animales estuvieron asílargo rato: el gato arriba
en el árbol, y el perro al pie del tronco o dando vueltas alrededor, mirando
para arriba y ladrando con furia.
Pasaron unos cinco minutos y el perro se aburrió y ya estaba yéndose.
Entonces el gato empezó a decir burlonamente:
—No me puede agarrar ese perro viejo.
El perro no le hizo caso, se hizo el que no lo había oído. Disimulando se
fue nomás. Pero el perro se iba hacia su casa pensando. Se preguntaba:
“¿Cómo no voy a poder atrapar a ese gato negro si yo he cazado
animales más grandes? ¿Cómo no voy a poder cogerlo a ese pedazo de
hueso y pellejo o será porque estoy viejo? Pero ese gato no se me va a
escapar. De mañana no pasa.
Regresó al día siguiente, pensando coger desprevenido al gato. Pero el astuto gato era desconfiado y estaba alerta. Al llegar el perro, el gato estaba echado en el mismo sitio donde lo había encontrado el primer día.
El perro se fue directamente hacia el gato, y lo correteó por todo el patio
y el gato, corriendo, iba pensando: “Voy a seguir corriendo hasta que
salga mi dueño y me defienda”.
Sus dueños estaban tomando desayuno. De pronto escucharon los ruidos
del perro y el gato corriendo y salieron rápido para evitar la pelea.
Entonces le han dicho al perro:
—Fuera, perro maldito. Si vuelves a corretearlo otro día a mi gato, te
mataré.
Y el perro regresó triste a su casa. Llegó cansado, agitado de haber
correteado al gato y se preguntaba: “Mejor voy a pedir perdón al gatito”.
Y volvió donde el gato a disculparse.
—Otro día no te voy a volver a corretear, amigo gato. Desde ahora hay que
vivir como animalitos decentes que somos. Nos vamos a respetar el uno al
otro, siempre.
Desde aquel día los dos animalitos viven felices. Sin fastidiarse.
60
EL ZORRO Y EL
HUANCAHUI
El zorro se moría de hambre. Toda la mañana buscó qué comer,
pero nada.
Al borde de la desesperación se tendió en el suelo, justo en el cruce
de dos caminos. Casi inmediatamente un gallinazo y un huancahui
se posaron en la rama de un árbol que crecía allícerca. Al darse
cuenta que el zorro yacía en el suelo, las dos aves bajaron para ver
qué le ocurría.
El astuto animal no daba la menor señal de vida. Las aves se le
aproximaron más. El gallinazo le picoteó la pata y el atrevido
huancahui se posó en el hocico, al mismo tiempo que decía:
—Pobre mi amigo, ahora nos servirá de rico banquete.
No bien terminó de
hablar el huancahui,
cuando el zorro, que
simulaba estar muerto,
le atrapó por las alas.
—Quien servirá de
banquete eres tú —le
dijo.
—Está bien, zorrito. Pero
no te apures —le rogó el
huancahui—. Como
despedida te enseñaré
un juego que aprendíde mis abuelos. Tráeme dos canastas de
(Tamshi), una un poquito más pequeña que la otra.
Curioso por saber en qué consistía el juego, el zorro trajo
inmediatamente las cestas.
—Ahora, méteme en una canasta, tápala con la otra y tírame al
abismo. Te reirás mucho.
Imaginándose cómo se revolcaría su prisionero dentro de las
canastas, el zorro lo largó al vacío, pero en el aire las canastas se
abrieron y el huancahui se escapó volando.
Hérbert H. Arévalo Bartra (Loreto)
61
Huancahui:
Ave de rapiña de la Amazonía
peruana. Es grande y fornida, y
está provista de espolones en alas y
patas. Se alimenta mayormente de
culebras.
LA HISTORIA DEL TUNCHI
VAGABUNDO DEL TERRABONA
Roger Rumrrill (De Amazonía Mágica)
Ante la expectativa de los niños, el anciano Oroma dijo:
Los tunchis son las almas errantes de los muertos. Son las almas que
recogen los pasos que los hombres y mujeres dieron cuando estaban
vivos. Algunos hombres viajaron mucho, caminaron bastante por el
mundo. Las almas de estos hombres tienen que viajar, recoger sus
pasos que dieron cuando estuvieron vivos. Son viajes interminables.
Otros viajaron menos, se quedaron en sus pueblos, caminaron por el
bosque cazando y fueron a sus chacras todos los días. Los pasos de
estos muertos son recogidos en poco tiempo.
Los hombres y mujeres, mientras estaban en la tierra vivos, tenían
todas las virtudes y los defectos de los seres humanos: eran
orgullosos o humildes, sabios o ignorantes, sencillos o soberbios,
violentos o pacíficos y locuaces o callados. Los tunchis expresas esas
cualidades cuando silban en las noches, cuando recogen sus pasos.
Silban fiiiiuuu... fiiiiuuu... Si el silbido es fuerte, estridente, largo, que
hasta parece que romperá los tímpanos, seguro que era un hombre,
o una mujer, orgulloso, soberbio y poderoso. Si el silbido es suave,
bajo y hasta musical, se trata de alguien que en vida era pacífico,
tranquilo, amable y bueno.
Las almas de los muertos que en vida fueron malvados, crueles y
desalmados son los malignos. El silbido del maligno estremece y
paraliza. Hay que taparse los oídos y rezar para conjurar el silbido del
maligno.
Los tunchis, tanto de los que en vida fueron buenos como de los que
fueron malos, curiosamente, recogen los pasos; pero sin pisar tierra.
Caminan o viajan sobre el aire, a unos diez o quince centímetros de la
tierra. No hacen ruido sino cuando silban. Son como un viento. Son
visibles o invisibles. Cuando son visibles, se los ve sólo como bultos.
Jamás se dejan ver la cara, porque se morirían de vergüenza por el
estado en que se encuentran. Aunque algunos dicen que los tunchis
no se dejan ver el rostro para no lastimar a quien los mire y también
porque es un secreto que ellos guardan hasta la eternidad. El
tunchi que ha silbado hace un momento es el alma de un
vagabundo que llegó a Terrabona hace siete años, el mismo año que
yo llegué a Terrabona procedente de Bretaña. Ustedes eran muy
pequeños, por eso no se acuerdan de ese vagabundo que nadie sabe
de dónde ni para qué llegó al pueblo.
Tenía el pelo largo y los ojos claros, las piernas largas y flacas. Comía
papayas en las huertas y cuando tenía mucha hambre, pedía comida.
No hablaba. Muchas veces quise sacarle algunos secretos, pero lo
único que pude saber es que venía de muy lejos y estaba buscando
algo que nunca pudimos saber qué era.
62
Sentado sobre los troncos del puerto se pasaba horas interminables,
mirando el río como esperando la llegada de alguien por el horizonte
del río. Un día lo encontramos ahogado entre los troncos de cedro del
puerto.
—El tunchi del vagabundo se pasea, silbando en las huertas del
pueblo; luego se va al puerto y sigue silbando interminablemente. Es
un tunchi que recoge sus pasos en Terrabona. Tal como era en vida
es de muerto. Solitario, callado, apacible. No hay por qué tenerle
miedo —les dijo.
Los niños estaban apretujados entre sí, rodeando a Oroma, cuando
éste concluyó la historia del tunchi. La noche, más o menos lóbrega
pese a que recién eran las siete, había contribuido a crear un clima
de desasosiego y temor.
Este clima se rompió abruptamente con las voces y gritos que salían
de las cercanas casas llamando a los muchachos:
—Camuchín, pacuchita, negrita, es hora de merendar.
—Selvita, Olinda, Serafina, la comida se enfría...
—Muchachos, se hace tarde, no voy a quedarme toda la noche en la
cocina...
—Mañana será otro día y esta noche soñaré las historias que les
contaré mañana. Guarden estas flores en sus bolsillos —les dijo el
viejo Oroma, entregándoles pequeñas flores amarillas a cada uno de
ellos. Se puso de pie y vio cómo los muchachos fueron tragados por
la noche mientras caminaban en dirección a sus casas. A Chava, que
fue el último en bajar las escaleritas de la casa, le dijo:
—Mañana a la misma hora, avísales a todos.
Tunchi:
Alma de un nativo amazónico,
que anda errante para recoger
los pasos que dio en vida.
63
EL PICAFLOR Y EL PAUJIL
Leyenda Aguaruna Versión: José Luis Jordana
Paujil:
Ave amazónica de la familia de
las gallináceas, muy parecida al
pavo, aunque de cuerpo más
pequeño que la gallina, por lo que
se la conoce también como pava.
En las selvas del sur se llama
mana qaraku, por su canto.
Existe una variedad más grande
en los bosques secos de la costa
norte, llamada ―aliblanca‖.
Cuentan nuestros
abuelos que, al
principio del tiempo,
Jempue, el picaflor,
cantaba. Su canto era
hermoso y muy
sonoro.
Un día Jempue estaba
cantando mientras iba
y venía entre los
árboles para chupar el
néctar de las flores. Su
canto se oía a larga distancia. Mashu, el pájaro paujil, al escucharlo
desde el interior de la selva, se preguntó:
— ¿Qué animal será ese que canta tan fuerte y tan lindo? Iré a ver
quién es.
Y se fue volando a buscarlo. Llegó después de un buen rato al lugar
de donde procedían tan lindas melodías, pero miraba y miraba por
todas partes y no lograba ver a nadie. Porque Jempue es un ave
bien chiquita. Mashu, el paujil, se preguntaba:
— ¿Dónde estará escondido ese pájaro que canta tan fuerte?
Y siguió buscándolo, hasta que por fin encontró al picaflor que
cantaba. Y Mashu quedó admirado de que un pájaro tan diminuto
pudiese cantar tan fuerte. Y entusiasmado, rogó al picaflor,
diciéndole:
— Préstame tu canto. Yo también deseo cantar un poco.
Pero Jempue, que estaba enamorado de su canto, mezquinaba y no
quería prestárselo. Por esto, el paujil se enojó y quería matar al
picaflor. Entonces éste, por miedo al paujil que era un pájaro bien
grandazo, le prestó su canto.
Y el paujil, agarrando el canto del picaflor, se fue volando bien lejos
y nunca se lo quiso devolver. El picaflor quedó triste y lloroso sin sus
lindas canciones.
Desde aquel tiempo, el paujil canta muy fuerte y su estridente canto
se oye desde larga distancia. Por el contrario, al pequeño picaflor,
desde entonces, apenas se le oye silbar un poco y hasta dicen
muchos que no sabe cantar.
64
EL MAL CAZADOR AL QUE
ICARÓ EL TIGRE (CUENTO CHAYAHUITA)
Habían ido al monte a buscar mitayo diez padres de familia y luego
de estar varios días, habían cazado bastante mitayo nueve de ellos;
pues el otro, cada vez que quería cazar algo, a pesar de tener el
animal al frente, siempre fracasaba y no acertaba. Pues bien, sus
amigos lo han dejado solo y ellos han regresado a su casa con el
mitayo.
El hombre estaba solo y, como ya llegaba la noche, se había
sentado. En eso se le ha aparecido un tigre con forma humana y le
ha preguntado por qué estaba solo en el monte. Él le ha contado su
problema. Entonces el tigre le ha dicho que le va a curar.
Le ha hecho echar y le ha dado de tomar. Luego le ha icarado y ya
al día siguiente estaba curado y pudo cazar varios animales. Y ya
regresó a su casa, mas el tigre le había advertido que no contara lo
que con él había hecho y asíse lo prometió.
Cuando el hombre regresó, todos le preguntaban y él sólo les
hablaba de la caza. Pero, por la noche, luego de tomar harto
masato, contó a todos acerca de que lo había curado el tigre.
Y cuando regresó al monte a cazar, de nuevo no acertaba y no
lograba conseguir mitayo.
Hipólito Rojas Curimozu (Informante) Gloria Soto V. (Recolectora) Cahuapanas (Alto Amazonas, Loreto)
Chayahuita:
Grupo étnico amazónico de la
provincia de Maynas,
departamento de Loreto,
radicado en la cuenca del río
Paranapura y sus afluentes como
el Cahuapanas, Sillay, Supayacu
y Shanusi, es decir, entre la
margen derecha del Marañón y
la margen izquierda del Huallaga
antes que éste desemboque en
aquél. Por extensión, llámase
también así a su lengua.
El chayahuita ––hablado
aproximadamente por catorce
mil personas–– es lengua
hermana del Jebero, y ambas por
su origen pertenecen a la familia
lingüística cahuapana.
65
LA GARZA BLANCA
Algunos de los peces más abundantes y sabrosos de los ríos
amazónicos se caracterizan por su peligrosa cantidad de espinas
gruesas y finas, grandes y chicas. Por ello, a los foráneos que van
a saborearlos les aconsejan hacerlo siempre con mucho cuidado. Es
una habilidad que requiere paciencia y estar alerta, por lo cual uno
como forastero siempre se admira de que la gente de la selva —
inclusive los niños tiernos— quiten rápidamente con labios y lengua
esas peligrosas espinas sin detenerse mientras comen y sin dejar
de hablar y reír.
Para explicar esa rara habilidad, la gente de los ríos Amazonas,
Napo, Huallaga y Ucayali cuenta la siguiente leyenda:
Dicen que a orillas del Napo vivía un matrimonio que tenía una hija
única, llamada Blanca. Haciendo honor a su nombre, gustaba
mucho de vestir trajes blancos. Quería estar siempre limpia.
Además, a Blanquita le gustaba mucho comer pescado, por lo cual
todas las tardes después de clases iba al río a lavar su ropa, a
pescar y a bañarse.
Era una niña hermosa, estudiosa, trabajadora, delgada, alta, de
piernas largas, de carácter muy dulce y muy bonita. Entonces, el
diablo, que nunca duerme, metió su cola: algunas malas personas
comenzaron a sentir envidia de que esa familia tuviera una hija así.
Y la envidia fue tan grande que llegaron a desear su muerte.
Por eso, una tarde, Blanquita bajó al río como de costumbre.
Probablemente hizo lo de siempre: pescar, lavar su ropa y bañarse.
Pero algo ocurrió porque no regresó a su casa y no volvió a saberse
de ella.
Su familia la buscó desesperadamente por los ríos, pensando que la
habían secuestrado, que alguna banda la había robado para llevarla
lejos y venderla como sirvienta o esclava. Pero nadie había visto
nada extraño en la zona y entonces pensaron que la pobre
muchacha se había ahogado.
Pasó el tiempo y la gente se dio cuenta de que desde el día de la
desaparición de Blanquita, todas las tardes una hermosa garza
blanca llegaba al río y ahíse quedaba horas de horas bañándose y
pescando.
Muchos años después, al sentir la cercanía de su muerte, una bruja
malera confesó arrepentida que, a pedido de algunos malos
vecinos, ella había convertido a Blanquita en una bella garza, y que
no pudiendo reconvertirla en persona, en homenaje a su memoria
Leyenda Amazónica Popular Versión: De Elmo Ledesma Zamora
66
había dado a los niños de la selva la cualidad de ser estudiosos,
trabajadores y limpios, asícomo la de comer cualquier clase de
pescado con gran habilidad y mucho gusto.
67
EL RINAHUI Y EL
UCUHUASHERO
Hérbert H. Arévalo Bartra (Loreto)
Rinahui:
Ave rapaz de regular tamaño,
cabeza roja, nuca clara, plumaje
oscuro, patas grises y cola
alargada.
Desde la rama más alta de una enorme
lupuna, un rinahui contemplaba extasiado
el lento discurrir de las aguas del riachuelo.
Un ucuhuashero que volaba por ese lugar
se le acercó y le saludó con mucho respeto:
—Buenos días, señor rinahui.
El rinahui al parecer no escuchó el saludo y
siguió absorto en la contemplación del bello
paisaje.
La pequeña ave insistió:
—Buenos días, señor rinahui.
El rinahui, volviéndose hacia el
ucuhuashero, le contestó a secas:
—Buenos días.
El ucuhuashero entonces le dijo:
—Ojalá que todo lo que haga hoy le salga bien.
—Claro —respondió el rinahui. —A mítodo me sale bien. Pero quiero
decirte que tú no tienes por qué hablarme si antes no te dirijo yo la
palabra. Soy mejor que tú. Y más importante.
—Pero si pertenecemos a la misma familia... Puedo volar como
usted. Además, mi canto y el color de mi plumaje gustan mucho a
todos, mientras que usted apenas es el ave un poco más grande
que nosotros y nada más.
Enfurecido, el rinahui le respondió:
—Insignificante y jactancioso. Podría matarte en estos instantes de
un solo picotazo.
El ucuhuashero, al darse cuenta de las malas intenciones del
rinahui, se elevó y se dejó caer de golpe sobre el lomo de la
negruzca ave y empezó a picotear sus plumas.
El rinahui, al sentir los agudos picotazos, voló velozmente
procurando librarse del pajarillo. Pero por más esfuerzos que hizo
no lo consiguió. Se vio obligado entonces a posarse en tierra,
torturado por el ucuhuashero que tenía encima.
Un viejo perezoso que miraba la escena se rió a carcajadas, tanto
que casi se suelta de la rama donde estaba colgado. El rinahui,
mirándolo fijamente, le dijo:
—Tú, el ser más lento de la tierra, ¿de qué te ríes?
—Me río de verte convertido en caballo y conducido por un
pajarillo— le contestó.
—Mira, pelejo, no te metas en mis cosas. Éste es un asunto de
familia entre mi hermano ucuhuashero y yo.
68
TSUNKI, LA SIRENA DEL
ALTO MARAÑÓN
Una vez un aguaruna
se fue temprano al
bosque a cazar
acompañado de su
mujer. También
llevaba sus perros
bien adiestrados en
perseguir y acorralar
a los animales de la
selva.
Cuando ya estaban
pensando en
regresarse a la casa
con las manos vacías, los perros descubrieron un majaz (25). El
majaz corría tratando de escabullirse, pero los perros le perseguían.
Cuando los perros estaban por alcanzarle, el majaz se arrojó al
agua del río Marañón (26). Los perros que no se atrevían a neterse
en las turbulentas aguas del Marañón, ladraban frustrados desde la
orilla.
El hombre que no estaba dispuesto a perder esta presa, siguió al
majaz corriendo por la playa y, cuando eI majaz se metió en un
remanso, el hombre se tiró al agua, nadó con fuerza y agarrándolo
por su patas traseras, lo mantuvo unos instantes debajo del agua,
hasta que el majaz murió ahogado.
Cuando el hombre aguaruna con su mujercita se regresaba alegre a
su casa, con su majaz colgado a la espalda, encontraron una
viborita que estaba colgada de un palo (27) al canto del rió
Marañón. La viborita estaba atajada, por una soga vegetal. El
aguaruna dijo:
- Pobrecita víbora, debe estar sufriendo mucho. La voy a sacar.
Y diciendo esto, ayudado de su tangana (28), la sacó del palo y la
botó al agua.
Pero la viborita al tocar el agua no se ahogaba, nadaba muy bien y
se metió debajo del agua. Nadaba como pescado. Al llegar a su
casa, al fondo del Marañón, la viborita se hizo mujer.
El aguaruna llegó a su casa, peló (29) el majaz, le quitó su cuero y
lo pusieron a cocinar. Después, toda la familia comió el majaz.
Solamente quedaron los huesos de la cabeza.
Al día siguiente, cuando el aguaruna estaba trabajando en abrir una
nueva chacra y tumbaba árboles con su hacha, de pronto se le
apareció una joven bien linda, y le habló así:
- Mi mamá me envió para avisarle a usted si le puede mandar la
cabeza del majaz, porque ella también estaba buscando ese majaz
69
Relato Aguaruna Versión: J. L. Jordana Laguna
para matarle, y lo dejó porque usted con sus perros se adelantó a
matarlo.
El aguaruna admirado de la belleza de la joven y extrañado de lo
que le decía, le contestó:
- Pero yo ayer a nadie he visto mientras cazaba el majaz. Solamente
encontré al regresarme a mi casa una viborita atrapada por una
soga vegetal colgando de un palo.
-Con la tangana la ayudé a salir y la boté al Marañón, porque me
daba pena verla sufrir.
- Pues esa viborita a la que usted ayudó no era una culebrita, es mi
mamá. Respondió la hermosa jovencita. El aguaruna más admirado
siguió preguntando:
- Tu mamá, ¿cómo se llama? .
- Mi mamá, se llanta Tsunki (30).
Respondió la mujer. El aguaruna le preguntaba:
-- Tú ¿cómo te llamas? ¿Dónde vives? .
- Yo no sé cómo me llamo. Vivo con mi mamá en el fondo del río
Marañón. ¿Me vas a dar la cabeza del majaz para que lleve a mi
mamá? .
- Ya hemos comido todo el majaz. Solamente han quedado los
huesos de la cabeza. Voy a traértelos para que le lleves a tu mamá.
Y el homhre se fue a su casa, recogió los huesos de la cabeza del
majaz y se los entregó a la hija de Tsunki, la sirena del Alto
Marañón. La hermosa jovencita se metió al río y desapareció
enseguida. Antes de despedirse tocó al hombre con una hierba de
piripiri .
El aguaruna, aquella noche no podía dormir, acordándose de la hija
de Tsunki, y por efecto del piripiri le había agarrado una pena tan
grande que no podía olvidarla. Al día siguiente, el aguaruna se fue a
anzuelear al río Marañón y, cuando estaba pescando, otra vez salió
del agua la hermosa joven que le habló de esta manera;
- Mi mamá, Tsunki, quiere que venga usted a mi casa. Quiere
conversar con usted. Yo le voy a llevar.
Pero el hombre tenía miedo y no quería ir a casa de Tsunki. La
joven entristecida se regresó a su casa en lo profundo del Marañón.
Aquella noche, el aguaruna de tanto que amaba a la hija de Tsunki,
lloraba fuertemente en su cama. Al día siguiente, otra vez se le
apareció la linda joven que lucía un bonito vestido de colores
brillantes. Otra vez le habló así:
- Vengo a llevarte a mi casa. Mi mamá quiere hablarte. Para que no
tengas miedo sígueme y haz como yo.
Entonces le invitó a que le siguiera. El aguaruna admirado de la
belleza y de la amabilidad de la joven sirena, le siguió hasta llegar a
un remanso del río Marañón. La hija de Tsunki le dijo al hombre:
Ahora vamos a sumergirnos en el río. Tápate bien la nariz y agárrate
fuertemente a mí. Si sientes que te ahogas, me pellizcas y yo te
ayudaré.
Se sumergieron ambos en las profundidades del río Marañón y, en
un abrir y cerrar de ojos, se encontraron en una hermosa casa
tallada en la roca. Todo era fantástico allí. Pero se asustó cuando la
joven se sentó sobre una panki, que estaba enroscada. La joven le
tranquilizó y le ofreció otra boa para que se sentase cómodamente
sobre ella. Los lagartos y caimanes eran los perros que cuidaban la
casa; las carachamas, buquichicos, zúngaros, y toda clase de peces
eran para la hija de Tsunki cucarachas diversas.
Después llegó Tsunki, la Sirena del Alto Marañón y dijo estas
palabras:
- Esta joven que has visto es mi hija y te la entrego por esposa. Mi
deseo es que te cases con ella.
Se celebró entonces una gran fiesta. Se sirvió abundante masato y,
al ritmo de los tambores, se bailó hasta la madrugada.
Hasta hoy día con mucha frecuencia, los aguarunas habitantes del
Alto Marañón pueden oír el tam-tam-tam de los tambores de Tsunki,
escuchando en silencio con la oreja pegada a la superficie del río.
Cuando se oye el sonido de los tambores dicen:
¡Tsunki está hoy de fiesta!
Aquel hombre aguaruna afortunado que se casó con la hija de
Tsunki, quiso regresar a su casa y manifestó a Tsunki su
intranquilidad y su miedo por los animales que le rodeaban.
Tsunki le dijo:
- Está bien. Te permito que vayas a tu casa llevándote a mi hija. Pero
¡cuidado!, porque si alguien se atreve a causar daño a mi hija,
mandaré estos mismos animales que ves para que acaben con
todos los aguarunas y huambisas.
Asípues, el aguaruna se agarró fuertemente a su nueva esposa y
tapándose la nariz, fue trasladado nuevamente a la orilla del río. Y
se dirigió a su casa. Y para que su primera esposa no se percatase
de la hija de Tsunki, ésta se convirtió en una pequeña culebra. Y el
aguaruna la escondió en su canasta bien encerrada para que no la
viesen. Y por la noche, una vez dormida la primera esposa, la hija
de Tsunki recobraba su forma de mujer y jugaba con el aguaruna
sobre la cama en la oscuridad, se reían y dormían juntos.
Y su mamá del aguaruna se preguntaba al oír las risas:
- ¿Con quien estará jugando?
Y encendía su lamparin de kerosene y se levantaba a ver, pero no
veía a nadie.
Cuando el aguaruna se marchaba a cazar algún animal con sus
perros, dejaba la hija de Tsunki, convertida en viborita, bien 71
escondida en una tinaja pintadita de achiote y siempre salía de la
casa diciendo:
-- No han de tocar esa tinajita rojita. Si alguien la toca, lo azotaré y
lo picaré con cuchillo.
Asídecía amenazando. Pasaron semanas y como la primera mujer
ya no era cuidada como antes por su marido, sospechó algo, y un
buen día, movida por la curiosidad, quiso ver qué tenía la tinajita
roja, que con tanto cuidado guardaba su marido. Destapó la tinaja y
encontro la viborita. La mujer se dijo:
- Con esta culebrita siempre juega mi marido de noche en la cama.
La voy a matar.
Y diciendo esto, la tiró al suelo y con un palo la quería matar. La
viborita quería escapar, pero la mujer le perseguía y le golpeaba con
rabia. La víbora no moría y se escapaba al monte. Y la mujer agarró
un tizón encendido de la candela de la cocina y lo arrimó al reptil
para quemarlo.
En ese momento el cielo se puso bien negro y empezó a llover.
Llovía bastante. Se iba formando lodo. Todo se hacía cocha. Y con
las lluvias, la viborita iba creciendo. Cada vez se hacía más grande.
Las nubes se hacían más negras, la lluvia más intensa. Los ríos
empezaban a crecer, se desbordaban. Todo se estaba inundando de
agua. La hija de Tsunki desapareció hundiéndose en el lodo.
El aguaruna que estaba en el interior del bosque buscando fruta de
buito para la hija de Tsunki, pensaba al ver estos fenómenos:
- ¿Qué estarán haciendo? ¿Habrán maltratado a mi linda esposa, la
hija de Tsunki?
Y sospechando lo ocurrido y viendo que las aguas seguían
creciendo, corrió a la cumbre de un monte elevado y se subió a lo
más alto de una palmera.
Mientras tanto, Tsunki, la sirena, disgustada porque habían osado
maltratar a su hija, envió a los aguarunas los terribles animales que
obedecen sus órdenes: las boas, los lagartos y los bufeos. Y estos
animales acabaron con todos en una gran matanza y solamente se
salvó el hombre aguaruna porque las aguas que crecieron hasta
cubrirlo todo, no llegaron a lo más alto de la palmera donde estaba
refugiado.
La boa y los lagartos no mataron a este aguaruna porque era el
marido de la hija de Tsunki. Y el aguaruna, corno estaba solo sobre
la tierra, se fue a vivir a lo más profundo del río Marañón. En casa
de Tsunki, tallada en la roca en el fondo del río, el aguaruna se
quedó a vivir con la joven sirena para siempre.
72
AUJU, EL PAJARO
NOCTURNO
Había una vez en la selva del Alto
Marañón un pájaro nocturno,
llamado Auju, que comía bastante
zapallo. Y el dueño de la chacra,
cuando se iba a cultivar y limpiar sus
terrenos, no encontraba nada de
zapallo. Y se preguntaba:
-¿Quién estará comiendo mis
zapallos?
Y se encontró al pájaro nocturno y el
dueño de la chacra le preguntó:
- ¿Eres tú el que come mi zapallo?
Y el pájaro nocturno contestó:
- ¿Cumu vuy a cumer yu tu zapallú si
yu nu, tengu buca? ¿Acusu sin buca se puede cumer alguna cusa?
Auju, el pájaro nocturno, hablaba asíporque se había cosido la
boca.
Y otra vez, cuando nadie le veía, el pájaro nocturno se iba a la
chacra a comer zapallo.
Y el dueño de la chacra era la luna llena.
Y la luna, cuando el pájaro se marchó, se subió al cielo trepando
por una soga.
El pájaro nocturno viendo que la luna estaba subiendo al cielo,
corrió y también comenzó a subir agarrándose de la soga con su
pico. La luna que subía primero llegó al cielo y viendo que detrás venía
también subiendo Auju, le cortó la soga.
En ese momento, el pájaro nocturno, como estaba bien gordo de
tanto comer zapallo, se cayó a tierra y se reventó su barriga.
Y al caer al suelo, el pájaro nocturno se convirtió en arcilla.
Asímurió el pájaro nocturno por estar robando zapallo.
Y el dueño de la chacra de zapallo era la luna llena.
Relato Aguaruna Versión de: J. L. Jordana Laguna
73
EL TUCÁN Y EL PÁJARO
CARPINTERO SE HACEN AMIGOS
Relato Aguaruna Versión de: J. L. Jordana Laguna
El tucán es un ave trepadora de pico muy grueso y casi tan largo
como su propio cuerpo.
En la selva a todos los niños nos gusta cogerlo porque se domestica
fácilmente y porque tiene un plumaje de colores muy vivos en su
pecho y en su cuello. Con sus plumas hacemos adornos, como
coronas para la cabeza y aretes para las orejas. También las
mujeres tejen lindos collares con las plumas rojas y amarillas del
pájaro tucán.
El pájaro carpintero es un ave trepadora, pero tiene un pico tan
fuerte que, golpeando con él, hace huecos en los palos y en los
árboles. Es un pájaro que trabaja mucho. Este pájaro no sabe
sentarse como los demás pájaros, si no que se prende con sus uñas
y su cola en los palos. El pájaro carpintero es pequeño pero muy
poderoso. Se alimenta de insectos. Con su pico rompe las cortezas
de los árboles buscando los nidos de insectos y se los come uno a
uno. Duerme en los huecos de los árboles que él mismo hace con
su pico y sabe volar fuerte y alto.
Un día, el pájaro carpintero estaba trabajando duro, haciendo un
hueco en lo alto de un árbol, porque quería poner su huevo. En ese
momento apareció volando un tucán. Venía a ver córno el pájaro
carpintero hacía su nido, porque él también quería poner su huevo
y no tenía nido, puesto que él no sabía hacer huecos en los palos. Y
le habían dicho al tucán que el pájaro carpintero sabía hacer muy
lindos huecos. Y los hacía rápido.
Y el tucán preguntó al carpintero:
- ¿Tú sabes hacer huecos?
Y el pájaro carpintero le contestó:
- Sí, mira cómo los hago.
Y siguió golpeando fuerte en el palo. Y el tucán volvió a hablar,
diciendo:
- Cuñado, a míme gustaría tener un hueco asípara poder poner mi
huevo y vivir tranquilo.
Y el pájaro carpíntero respondió:
- Mira cuñado, si tú quieres que te regale mi nido, tú regálame a mí
las plumas de colores que tienes sobre tu cabeza, que son muy
lindas.
Y los dos se pusieron de acuerdo y dijeron:
- Ya. Está bien.
Y el tucán le regaló las plumas de su cresta al pájaro carpintero y
éste le regaló al tucán su nido. Y desde aquel día los pájaros se
hiceron muy buenos amigos.
El pájaro carpíntero se fue un poco triste porque había regalado su
74
nido y ahora le iba a costar bastante trabajo hacerce otro hueco
para vivir dentro.
Pero, por otra parte, el pájaro carpintero estaban muy alegre,
porque desde entonces él y sus familiares llevan sobre su cabeza
una linda cresta de colores muy vivos, rojo y amarillo.
El tucán también estaba un poco triste porque había regalado las
bonitas plumas de su cabeza, aunque le quedaban todavía
hermosas plumas en su pecho y en su cuello.
Pero, por otro lado, estaba muy feliz porque ahora tenía un buen
nido y le estaba muy agradecido al pájaro carpintero por su regalo.
Por eso, hasta ahora al tucán nunca le falta su nido.
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EL ZORRO Y EL TIGRE APRENDEN A MATAR ANIMALES
Relato Aguaruna Versión de: J. L. Jordana Laguna
Antiguamente, asínos cuentan los viejos, el zorro no sabía matar
animales. El zorro nunca antes comía carne. Se alimentaba de
hojitas, tallos verdes y frutos.
Un día, el zorro estaba buscando hojas para comer. Siempre
caminaba comiendo hojitas. Asíera su vida. Asípasaba todos los
días del año. Pero ese día, al salir de su casa, se encontró con una
perdiz que estaba parada en medio del camino.
- Voy a probar a matar esa perdiz y comerla.
Asípensó. El zorro se acercó despacio a la perdiz. Sin hacer ruido
el zorro sorprendió a la perdiz. Le cayó encima de un salto. Ahí
mismo la comió.
- ¡Qué rica carne!
Decía el zorro.
- Recién he aprendido a comer carne. Ahora tengo que matar y
comer gallinas, pollos, pavos, patos ... Y de ahíen adelante el zorro
siempre mataba pollos, gallinas, patos y pavos. Y se los comía. Y le
gustaba mucho la carne de esos animalitos. Y luego se iba a una
cueva a descansar y a dormir.
Un día, al salir de su cueva se encontró con el tigre.
- Hola, compadre tigre.
Le saludó el zorro.
- Hola, compadre zorro.
Contestó el tigre.
El tigre tampoco sabía comer animales. Solamente comía hojas de
palos. De hongos siempre se alimentaba. Antes el tigre no sabía
matar como ahora mata. El tigre saltaba ágilmente sobre los hongos
como si fueran animales vivos. Saltaba haciendo ruido con su boca:
- ¡Juum! ¡Juum! ¡Juum!.
Con sus brazos golpeaba duramente a los hongos, los agarraba y se
los comía. Al observar esto, el zorro se le acercó al tigre y le dijo:
- Cuñado,
¿cómo tú,
siendo tan
grande, no
sabes matar?
¿No te da
vergüenza
cómo yo tan
pequeño,
mato animales
y tú, siendo
tan grándazo,
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te contentas con comer solamente hongos?
El tigre preguntó al zorro:
- ¿De verdad, amigo zorro, tú sabes matar y comer animales?
El zorro le decía:
- Yo mato hasta por gusto. Vamos allá y te enseñaré cómo matar.
El zorro llevó al tigre. Juntos se acercaron lentamente a un animal
que descansaba echado en el suelo. A ese animal le llamamos
sachavaca. Estaba durmiendo. El zorrito con cuidado se acercó a la
sachavaca, le abrió su tremenda boca y se metió dentro mordiendo,
mordiendo, hasta que mató a la sachavaca. Le sacó un pedazo de
su hígado. Le dio de comer al tigre. El tigre comió con gusto.
Entonces le dice el zorro:
- Ahora ya sabes comer carne. También sabes cómo hay que matar.
Ahora prueba tú solo. Mata algún otro animal. No tengas miedo.
Mata y come. Al día siguiente, el zorro le hizo cazar al tigre un
venado. El tigre sin tener miedo mató al venado. Desde entonces el
tigre aprendió a matar animales sin miedo. Y los comía a todos.
Después del venado, el tigre mató un añuje. Al día siguiente, mató
una sachavaca. Otro día mató un majaz. Asi todos los días mataba
algún animal para comer. Ya nunca más comía hojas, tampoco
comía hongos. El tigre y el zorro se habían hecho muy buenos
amigos. Siempre andaban juntos como hermanos.
Un día, el tigre y el zorro su fueron a defecar a un árbol donde
siempre hacían sus necesidades. El zorro terminó primero de
defecar y se limpió con un palo.
- ¡Vamos ya! dijo el zorro, pero el tigre le decía:
- Espérame, que ya termino. Yo también voy a limpiarme. Búscame
un palito.
Y el zorro por hacer broma le dio al tigre un palo llamado sunkip,
que cuando se toca da mucha comezón.
- Toma, limpiate con este palo -le dijo el zorro. Y el tigre se sobó su
trasero con el palo.
Y le entró una fuerte comezón y se quedó raspándose el trasero.
- ¿Qué te sucede, compadre? le preguntaba el zorro aguantando la
risa.
- Nada, que me da mucha comezón en mi trasero -decía el tigre,
que se rascaba y se rascaba una y otra vez.
-Si quieres yo puedo curarte. Yo tengo un buen remedio para la
comezón, decía el zorro. A lo que el tigre le contestó:
- Por favor, préstame tu remedio, cúrame la comezón.
Y el zorro, siguiendo la broma, le dijo al tigre:
- Párate y sácate la trusa. 77
Y el zorro raspaba el trasero del tigre con malicia.
Y de pronto el tigre malició, no le gustó lo que le hacía el zorro y
dando un salto quería matar y comer al zorro. Y el zorro se metió
en un hueco. Y el tigre esperaba y esperaba. Pero el zorro no salía
afuera porque tenía miedo. Y el tigre se fue a una quebrada muy
lejos a esperar al zorro. Y el tigre soñó que el zorro le había hecho
malas cosas y más quería matar al zorro. Y de repente vio que el
zorro venía a lo lejos. Y se escondió detrás de unos palos.
El zorro avanzaba distraído. El tigre le saltó encima y de un
zarpazo le arañó el rabo. El zorro viendo las malas intenciones del
tigre, se metió en otro hueco.
Y cuando, después de mucho rato, el zorro salió otra vez afuera
del hueco, el tigre dio otro gran salto y de un manotazo le arañó
su nariz.
Es por eso que, desde entonces, el zorro quedó para siempre con
su nariz blanca y con su rabo también blanco.
Asílo vemos hasta hoy día.
- De ahora en adelante ya no serás más mi amigo.
Asíle decía el tigre al malcriado zorro. Y de esta forma, el zorro en
adelante siempre se escondía en su cueva y en los huecos que
encontraba en su diario caminar.
Pero llegó un día en que el tigre de pronto se encontró al zorro. Y
el tigre, dando un enorme brinco, le cayó encima de su espinazo.
Y mató al zorro. Toda su carne le comió.
Puro hueso dejó.
El tigre al zorro, por hacer bromas de mal gusto, como a enemigo
mató.
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EL ARMADILLO QUE
APRENDIÓ A VOLAR
Antiguamente, al principio de los tiempos, el armadillo era como
persona. Vivía como los hombres. Al armadillo, nosotros que vivimos en
la selva, le conocemos mejor por el nombre de carachupa.
El armadillo, antes tenia su casa como los hombres, comía como los
hombres, tomaba masato entre amigos como los hombres, trabajaba
como los hombres.
Uno de los mejores amigos del armadillo era el gallinazo. El gallinazo,
como tenía alas, sabía volar bien por el aire. Subía fácilmente a las
alturas, donde no había árboles, ni palos ni raíces ni piedras y por allí
podía pasear tranquilo sin tropezarse con nada ni con nadie. Viendo
esto, el armadillo dijo al gallinazo:
- Cuñado, yo también quiero volar como tú y pasear por arriba
tranquilo, como veo que haces tu
El gallinazo, respondiendo dijo así:
- Está bien. Pero te voy a decir una cosa que no debes olvidar. Si tú
deseas volar y pasear por arriba, no lo hagas cuando el sol está
encima y calienta fuerte. Cuando el sol aprieta y te empiece a quemar,
bájate a tierra. Asípodrás volar y pasear como yo hago.
- Estoy de acuerdo, cuñado. Enséñame, pues -contestó el armadillo muy
alegre. Entonces el gallinazo fabricó unas alas y se las puso al
armadillo. Con cera de abeja se las pegó a los costados. Lo empujó
para que volase, y el armadillo, dando un salto y moviendo las alas, se
fue volando a las alturas. Mientras el armadillo volaba tranquilo por el
aire, el sol subía lentamente por el cielo y empezaba a calentar. Pero el
armadillo seguía volando, volando, volando. A las doce el sol estaba
bien derechito. El sol apretaba mucho, quemaba. El armadillo,
olvidando lo que le había avisado el gallinazo, paseaba feliz. De pronto,
la cera de las alas se derritió y las alas se despegaron. El armadillo,
desde bien alto, cayó al fondo de un barranco. Al llegar al suelo, ¡túnk!
resonó en el bosque y el armadillo se hundió profundamente en la
tierra. Entonces, sabiendo esto, asíhabló el gallinazo:
- En adelante, cuando los hombres tengan hambre y salgan a mitayar,
al encontrar un armadillo se dirán: “Vamos a matarlo y a comerlo”.
Y el gallinazo, escupiendo al suelo, aleteando, se marchó a lo alto. Por
eso, desde entonces el
armadillo o carachupa se
esconde debajo de la tierra y
huyendo pasa toda su vida.
Así, nos cuentan los viejos.
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Relato Aguaruna Versión de: J. L. Jordana Laguna
Diagramación e Impresión
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