Post on 30-Jul-2020
REVISTA DIGITAL DE LA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
Congreso APS
ObSERVATORIODE SALUD
El dengue es una enfermedad en expansión en el mundo. Existen muchos factores que determinan su existencia, pero descubrí cuáles son las causas, mitos y miradas sobre una pro-blemática que no cede.
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Historia de Vida
Cuidados de la Salud
Juan Martín Núñez es el alumno con mejor promedio pese a que combinó los estudios con el trabajo. Y ahora se prepara para los exámenes de residencia.
Los agentes infecciosos viven en los hospitales. Sin embargo, la higiene es la medida menos costosa y la de mayor impacto.
La Atención Primaria de la Salud tiene nueva cita en Mar del Plata
Medicina: Un amor a primera vista Infecciones
Hospitalarias
Dengue
ISSN 2525-0612
La formación de recursos humanos en salud significa un alto grado de responsabilidad de las instituciones académicas por alcanzar la excelen-cia. Sin embargo, este desafío tan importante no puede alcanzarse en una Universidad que no se abra fuertemente al entorno social, interactúe con el Estado y con las organizaciones de la sociedad civil y se comprometa con los problemas sociales y sanitarios de su municipio, su provincia y su país.Por eso, en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Morón pensamos en una educación por competencias, pero no en el sentido del desarrollo de destrezas sino en una conjunción de conocimiento técnico y valores humanos para ejercer la profesión. Es, en suma, la responsabilidad social en la formación de profesionales para cuidar la salud de la población y dar respuesta a las nuevas necesidades sociosanitarias.
Con la misma impronta, ideamos desde la Universidad de Morón la cons-trucción de un Observatorio de Salud Pública, como un espacio de análisis de la realidad, pero también de discusión y debate de ideas que aporten a la construcción de consensos y a la toma de decisiones informadas y basadas en evidencia. La intención es, desde este portal en constante crecimiento, contribuir a mejorar la capacidad y la calidad de respuesta ante los retos en salud y demandas de la población.
Investigación, exposición e intercambio de pensamientos sanitarios serán los pilares sobre los que se sostenga el Observatorio, en el que también tendrá un lugar relevante la intervención de los medios de comunicación en el tratamiento y difusión de los temas vinculados a la salud. Comunicar para la reflexión crítica es uno de los desafíos que hemos decidido abordar desde el Observatorio.
Por eso, con mirada periodística y actual, presentamos en formato digital nuestra primera revista, con la idea de promover un nuevo espacio de en-cuentro que fortalezca el diálogo y el intercambio entre los actores vincula-dos a la comunicación pública de la salud.
La Revista Digital del Observatorio de Salud Pública se propone promover el encuentro entre docentes, alumnos, gestores de sistemas y organizaciones de salud y la población, para encontrar lenguajes comunes, para entender-nos aun en el disenso y, sobre todo, aportar a la mejora de la calidad de nuestro sistema de salud.
Editorial
Dr. Domingo Jorge Collia
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ÍND
ICE
Desafíos educativos en la Universidad
Argentina, la nueva meca universitaria para estudiantes extranjeros
Médicos especialistas: crónica de una muerte pronunciada
Infecciones Hospitalarias: un mal silencio-so e implacable
Prevención cuaternaria o cómo evitar un mal mayor
Dengue, una enfermedad que llegó para quedarse
La Atención Primaria de la Salud tiene nueva cita en Mar del Plata
Por qué es imprescindible concretar una cobertura universal de salud
Turismo de Salud: en búsqueda del bienestar
Médico y paciente: un amor que se renue-va ante Internet
La lucha fundamental de la Salud tiene que basarse en luchar contra la pobreza
Mujeres, presente y futuro del sistema sanitario
El verdadero cambio está al interior del re-curso humano en salud
Medicina, un amor a primera vista
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESTUDIANTES EXTRANJEROS
ESPECIALIDADES CRÍTICAS
CUIDADO DE LA SALUD
HACIA UN NUEVO mODELO DE mEDICINA
DENGUE
CONGRESO APS
OPINIÓN
TURISmO DE SALUD
mÉDICO Y PACIENTE
ENTREVISTA AL DOCTOR JORGE COLLIA
FEmINIzACIÓN DE LA CARRERA DE mEDICINA
OPINIÓN
HISTORIA DE VIDA
UbicaciónEdificio de Laboratorios de la UMMachado 914, 4° Piso. Morón, Prov. de Buenos Aires Teléfono: (54-11) 5627-2000, Interno 757Teléfono directo: 5627-4528Email: observatoriosalud@unimoron.edu.ar
ISSN 2525-0612
Observatorio de SaludDirector: Dr. Claudio Ortiz
Editores: Lic. María Marta San Martín Lic. David Kempner Diseño Gráfico:Arte y Contenidos
Correctora:Lic. Susana Lamaison
Staff
DESAFÍOS EDUCATIVOSEN LA UNIVERSIDADEscribe:
Dr. Horacio Alberto NaveiroVicedecano Facultad de Ciencias de la Salud de la UM
El desarrollar la docencia universita-ria tiene una serie de desafíos parti-culares en Ciencias de la Salud.Nuestro objetivo en la educación universitaria es trasmitir conocimien-tos, formar y transformar a nuestros estudiantes en líderes comunitarios, que puedan aplicar con coherencia los conceptos de prevención, pro-moción y protección de la salud, que son los principios de la atención primaria de la salud, ya que nuestro Plan de Estudio tiene esa finalidad.
El primero de los problemas es que actualmente se considera que la adolescencia se extiende hasta los 32 años y nuestros alumnos no son una excepción, por lo que la mayo-ría va a terminar su carrera estando en esa categoría social, por lo que debemos lograr el mayor nivel de madurez para ejercer la profesión. El ejercicio de la profesión nos da re-conocimiento social, pero sin olvidar la función humanitaria y de consue-lo que debe alentar al profesional,
el mismo está expuesto a la difícil situación de salud-enfermedad y muerte, lo que produce situaciones que llevan al abandono prematuro de jóvenes médicos del ejercicio asistencial (burn-out).
Es evidente que el número de alum-nos influye en este objetivo, ya que creemos que el anonimato demanda un mayor esfuerzo de progreso en una Universidad Nacional de ges-tión privada. La tecnología es una variante que está incorporada a la sociedad toda y que nos hace pre-guntarnos cómo modificar los pro-gramas para saber qué incorporar y qué suprimir, ya que no es necesario memorizar datos que los dispositi-vos virtuales pueden aportar.
facultad de ciencias de la salud
Es necesario aclarar que los cono-cimientos en Ciencias de la Salud en los últimos 30 años se han mul-tiplicado, lo que limita la educación academicista, por lo que nos plan-teamos cuáles son los necesarios de incorporar y cuáles se pueden dejar en forma virtual. Por lo antes mencionado, en algunas de las acti-vidades de nuestros alumnos, permi-timos el uso de tabletas y teléfonos para consultar, puesto que consi-deramos que serán indisolubles de las actividades futuras de nuestros profesionales.
¿Cómo sacar el mayor
provecho y rapidez del
uso de la tecnología
en docencia?
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Las aulas virtuales son una necesi-dad docente ya que las computa-doras complementan la trasmisión de conocimientos y permiten un complemento de las actividades de nuestros profesores. La elaboración de las proyecciones debe ser una preocupación para permitir que sean una guía del tema y no el tema que sea leído en la clase. Resaltamos que las clases deben ser participa-tivas, puesto que deben ser aban-donadas las clases teóricas en las que solamente habla el docente, sin participación de los alumnos.
La formación educativa en el grado, en Ciencias de la Salud, ha sufrido cambios fundamentales en los úl-timos años, donde se pone énfasis en la Seguridad tanto del paciente como de los profesionales. En la actualidad, gracias a los avan-ces de la tecnología, se pretende
que las prácticas y competencias de los alumnos se inicien en simula-dores virtuales y muñecos, que nos permiten trasmitir las proporciones topográficas logrando un entre-namiento y capacitación, que van a permitir que, en el contacto con seres humanos, asistido por tuto-res, se cometa la menor cantidad de errores. Además, las prácticas evitan que los futuros profesionales tengan menos lesiones asegurando la bioseguridad.
El futuro profesional debe dominar y conocer la ecuación costo-bene-ficio, ya que la medicina es costosa y alguien paga ese costo (el Estado, la Provincia, la Obra Social, el PAMI, la medicina prepaga, la familia, etc.). Por lo que debemos conocer qué
recursos empleamos y con qué frecuencia; cómo obtener los me-jores resultados y con los recursos necesarios.
Debemos trasmitir la influencia que tiene la industria farmacéutica sobre la actuación médica en salud y des-tacar que, si bien recibimos indica-ciones de emplear medicamentos, difícilmente podemos conocer los precios y las interacciones.
Año a año se conocen nuevas tec-nologías para tratamientos, algunas de las cuales no han pasado aún la prueba del tiempo. Es necesario comunicar que los tratamientos en Salud pueden tener efectos a dis-tancia y en ocasiones de por vida, no solamente para nuestros pacientes, sino también para su entorno tanto familiar como de amistades. Por último, destacamos que los do-centes universitarios en Salud deben dividir sus tareas entre las activida-des asistenciales y la docencia, si-tuación que rara vez es comprendida por las autoridades sanitarias, cuya principal preocupación es la de sa-tisfacer en el menor tiempo posible, las demandas de la población.Estamos convencidos de que un profesional de la Salud, para desta-car su actuación, debe realizar tanto tareas asistenciales como docentes y de investigación.
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Medicina, un amor a primera vistaA los 32 años, Juan Martín Núñez cursa el internado anual rotatorio de la carrera de Ciencias Médicas de la UM. Es el alumno con mejor promedio pese a que combinó los estudios con trabajo. Y ahora se prepara para los exámenes de residencia.En la nota, el testimonio de este joven que estudió otras carreras, pero solo cuando empezó Medicina supo que “era lo suyo”.
“Lo mío fue amor a primera vista”. Juan Martín Núñez habla de la ca-rrera de Medicina como si fuera una novia, que conoció de grande pero que lo cautivó para siempre. Con 8,86, es el alumno con mejor prome-dio de esa carrera en la Universidad de Morón, que empezó a cursar a los 26 años, en el año 2010, sin dejar de trabajar en la remisería de su papá.
Es que, si bien la facultad de Ciencias de la Salud de la UM exige mucho estudio y dedicación, Juan Martín se las arregló para combinar esos requisitos con el trabajo como con-ductor de remís. “La mayoría de los horarios de Medicina son de maña-na, así que en general trabajaba por la tarde entre 4 y 5 horas después de cursar; pero a veces no había via-jes así que aprovechaba más horas para estudiar, tanto en la Agencia como en mi casa”, recuerda.
Historia de vida
Hoy, a los 32 años, está cursando el internado anual rotatorio, que es el sexto año y último tramo de la carrera donde se empieza a formar a un médico con una fun-ción activa y real en la atención de la salud. Ya pasó por el Hospital Héroes de Malvinas de Merlo y el Oftalmológico de Caseros; ahora es el turno de Medicina Familiar en la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Hurlingham.
Y aunque trabaja menos en la re-misería, el auto sigue siendo una herramienta constante en la vida de Juan, que cada día suma unos 150 kilómetros desde su casa en Villa Raffo, Tres de Febrero, para pasar a buscar muy temprano a un chiquito con síndrome de Asperger que lleva hasta Capital. De allí conduce hasta la UPA de Hurlingham y cuando sale de cursar va hasta San Fernando, donde empezó un trabajo en la pile-
ta municipal haciendo revisaciones médicas. “Son 25 horas semanales que me permiten estudiar”, explica con naturalidad. Y como si fuera po-co, agrega que viernes y sábados de 18 a 2 de la mañana, se los dedica al remís.
Juan Martín también tiene en claro a qué especialidad médica se quiere dedicar. Lo supo desde que tenía 27 años y tuvo que someterse a una cirugía ocular: “Me operaron con láser y también con otro método; a los pocos minutos me levanté y pude comprobar cómo se habían termina-do todos mis problemas de la vista, entre ellos los anteojos que había usado toda mi vida”, cuenta y agrega que “aunque luego tuve algunos al-tibajos, me decidí por oftalmología”.
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Aunque es su gran amor, Medicina no fue su primera incursión uni-versitaria. Antes, en 2002, estudió Administración de Empresas, “pero no era lo mío”, dice. Y agrega que después empezó Abogacía “porque me habían inculcado que tenía que estudiar algo, fue una decisión inma-dura del momento”. Lo cierto es que cursó un año y medio en el CBC y 3 años de Derecho. Los últimos dos los combinó con un trabajo como meritorio en Tribunales que tampo-co le gustó: “Era muy burocrático, sentía que no me podía desarrollar plenamente, no era lo mío”.
Pero todo cambió cuando empezó Medicina. “¡Esto sí es lo mío!”, se dijo enseguida. Histología en primer
año, Cirugía General en cuarto y Oftalmología en quinto, fueron algu-nas de las materias que más le gus-taron, aunque dice que “disfrutaba de casi todo lo que estudiaba”. Juan Martín también destaca por importante “el aspecto social que tiene la carrera, el vínculo con los pacientes, la importancia que le dan a lo que les decís”. En suma, agrega, “te inculcan el sentido de la respon-sabilidad social”.
Tal vez por eso mismo, y por el amor que les tiene, destaca “el apoyo in-condicional” que siempre le dieron sus padres. “Sin su ayuda todo lo que pude hacer hubiera sido impo-sible”, resalta.
En busca de la emoción
Juan Martín también
destaca por importante
“el aspecto social
que tiene la carrera,
el vínculo con
los pacientes, la
importancia que le
dan a lo que les decís”.
en suma, agrega, “te
inculcan el sentido de la
responsabilidad social”.
La Atención Primaria de la Salud tiene nueva cita en Mar del Plata
Organizado por la SADAPS, se realizará entre los días 6 y 7 de octubre en el Hotel Provincial. Reunirá a referentes municipales, docentes, espe-cialistas y trabajadores. La capacitación de RR.HH. en APS, la amenaza de los agroquímicos y la problemática de la Cuenca Matanza Riachuelo serán algunos de los temas.
Hace 30 años, la Declaración de Alma-Ata definió la atención prima-ria de salud (APS) como “un con-junto de valores rectores para el desarrollo sanitario, un conjunto de principios para la organización de servicios de salud y una variedad de criterios para abordar las nece-sidades sanitarias prioritarias y los determinantes fundamentales de la salud”. Aquella conferencia, realiza-da en la ex URSS, fue organizada por la Organización Mundial de la Salud y UNICEF. Su lema fue «Salud para todos en el año 2000».
A partir de ese momento la mayoría de los países empezaron a desarro-llar, con dispar eficacia, políticas pa-ra promover la inclusión de todos los ciudadanos a la asistencia sanitaria. Fue una iniciativa revolucionaria en el sentido que un movimiento de sa-lud para todos ponía en primer pla-no, a través de una política pública clara y novedosa, a las poblaciones desfavorecidas. Incrementar el nivel de salud de aquellos sectores signi-ficaría ir hacia el desarrollo general. La Declaración permitió ampliar el modelo médico para incluir factores sociales y económicos, y reconoció que las actividades de numerosos sectores, incluidas las organizacio-
congreso de aPs
nes de la sociedad civil, determina-ban las posibilidades de mejorar la salud. De este modo se pudieron articular distintas formas de organi-zar los servicios de salud: desde los hogares hasta los hospitales, la pre-vención era tan importante como la curación para las cuales se invertían recursos de modo racional en los distintos niveles de atención.
Este año, la atención primaria de la salud volverá a convocar a miles de personas en la provincia de Buenos Aires en un nuevo Congreso que es-te año es organizado por la Sociedad Argentina de Atención Primaria de la Salud (SADAPS), y se realizará entre los días 6 y 7 de octubre en el Hotel Provincial de Mar del Plata, con apertura a cargo del ex Ministro de Salud de la Nación, Ginés González
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García; el ex Ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires y actual Secretario de Salud de La Matanza, Alejandro Collia, y el presidente de SADAPS, Jorge Collia.
Uno de los objetivos principales de este encuentro es el de concientizar a la comunidad en general acerca de la importancia de la atención pri-maria para la salud como principal herramienta para elevar la calidad de vida de la sociedad. En ese sentido, durante estas dos jornadas se deba-tirá acerca de cuáles son las accio-nes necesarias para mejorar la pre-vención, la promoción, el desarrollo sustentable del medioambiente y la participación comunitaria.
Durante las dos jornadas se pre-sentarán distintos especialistas que disertarán sobre temas relacionados con la atención primaria como la ca-pacitación de los recursos humanos en APS y las condiciones de trabajo en las que los profesionales desarro-llan la tarea.
También se debatirá sobre la ame-naza que representan los agroquími-cos y los productos fitosanitarios pa-ra grandes sectores de la sociedad y sobre mundialización y salud. Habrá un panel que debatirá la problemáti-ca sanitaria de la Cuenca Matanza Riachuelo y espacios donde se ex-pondrán distintos programas en de-sarrollo por parte de los municipios.De los paneles, conferencias y ta-lleres participarán profesionales de la salud con vasta experiencia en la salud pública como así también académicos de universidades y miembros de las organizaciones no gubernamentales que trabajan te-mas de salud pública.
En nuestro país, la Sociedad Argentina de Atención Primaria de la Salud desarrolla e impulsa distintas acciones para concientizar sobre la importancia de la APS como nú-cleo del sistema de salud del país y como un elemento clave del desa-rrollo socioeconómico general de la comunidad.
Una de ellas es el Congreso de octu-bre en Mar del Plata, que tiene como antecedente los congresos que du-rante ocho años se realizaron en esa ciudad organizados por el Ministerio
de Salud de la Provincia y el Consejo Provincial de Salud (Cosapro).
El objetivo es que tanto referentes municipales como especialistas, docentes y trabajadores puedan debatir y actualizar ideas acerca de la estrategia de Atención Primaria de la Salud, que toma los preceptos elaborados por el maestro del sani-tarismo argentino Ramón Carrillo y los de la Declaración de Alma Ata, como un modelo para lograr mejores resultados donde no solo está impli-cado el sector salud, sino también la intervención de otros sectores so-ciales y económicos, y la necesaria participación comunitaria.
Si bien no se alcanzó el objetivo planteado en Alma-Ata para el año 2000 de “salud para todos”, son muy claros algunos logros. Hoy, existe un consenso generalizado respecto a la atención primaria como una manera inteligente de enderezar el desarro-llo sanitario y resaltar los valores de equidad y justicia social.
Un informe publicado 30 años después de Alma-Ata por la Organización Mundial de la Salud (OMS) les pide a los dirigentes po-líticos que presten gran atención a las expectativas sociales, cada vez mayores: una atención justa y eficaz en la que se integren muchos de los valores establecidos con tanta bri-llantez 30 años antes.
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Impulso sostenido
Uno de los objetivos
principales de este
encuentro es el de
concientizar a la
comunidad en general
acerca de la importancia
de la atención primaria
para la salud como
principal herramienta
para elevar la calidad
de vida de la sociedad.
Por qué es imprescindible concretar una cobertura universal de saludPor el Prof. Dr. Jorge Daniel LemusMinistro de Salud de la Nación
Quizá el mayor desafío de la estruc-tura sanitaria argentina es terminar con la actual fragmentación de ser-vicios entre los que ofrece el sector público, las obras sociales -sean sindicales o provinciales-, el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados y las em-presas de medicina prepaga. El mo-delo vigente impide alcanzar la mejor eficiencia y eficacia en la cobertura médica para toda la población, tanto desde su alcance como en la racio-nalización de los recursos humanos y económicos disponibles. Resolver y evitar toda forma de fragmenta-ción y segmentación es sin dudas indispensable para hacer nuestro
sistema de salud más equitativo y eficiente.
Es este sentido, es de una necesidad absoluta concretar una Cobertura Universal de Salud en la que cada argentino tenga garantizada su asistencia sanitaria, que exista un responsable de esa cobertura y que quienes acceden al sistema público estén nominalizados.
Lo que se busca es que haya un sis-tema de vasos comunicantes entre
oPinión
todos los subsectores del sistema sanitario - sector público, de la segu-ridad social, el PAMI y los hospitales públicos de autogestión (HPA), de modo de permitir que el Estado esté presente detrás del que puede salir perjudicado por falta de una cober-tura formal. Nos referimos a los gru-pos sociales más vulnerables.
La Cobertura Universal de Salud es, en definitiva, un proceso en el que se apunta a identificar y recorrer los caminos necesarios para mejorar la vida de las personas. Esta iniciativa cuenta con el consenso de todos los sectores involucrados e incluye la creación de un sistema centralizado
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de Modernización se está confec-cionando un padrón que inicialmente estará compuesto por los 16 millones de beneficiarios inscriptos en pro-gramas de medicamentos y los 12,7 millones de personas que forman parte del programa SUMAR, que da cobertura a la población mater-no-infantil, adolescentes y mujeres y hombres hasta los 60 y 64 años, respectivamente.
que permita que cada ciudadano tenga su documento nacional de salud.
Actualmente nuestro sistema sani-tario genera una enorme dispersión entre las prestaciones que brindan el sector público por medio de pro-gramas específicos, los hospitales nacionales, provinciales y municipa-les, las obras sociales provinciales y sindicales, el PAMI y las empresas de medicina prepaga. A esto debe-mos sumarle los subsectores que integran los centros sanitarios de las Fuerzas Armadas y así llegamos a una inversión que dilapida esfuer-zos e impide sinergias que podrían eficientizar en altos porcentajes las prestaciones sanitarias.
Tal como lo expliqué en la reciente asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en mayo pasado, hemos dado los primeros pasos hacia este nuevo modelo cuya meta ineludible es asegurar el acceso de la población a servicios de calidad, integrados y basados en la atención primaria de la salud, eliminando todas las distorsiones que restan eficacia a la atención sanitaria.
Esto significa propender al accio-nar coordinado y mancomunado de todos los programas nacionales de salud, tanto en lo que refiere a su ins-trumentación y equipos de dirección como así también en la interrelación y alta resolución en la atención de los beneficiarios de dichos programas.Para avanzar en dicha política cen-tral en nuestro plan de salud, me-diante el trabajo coordinado entre las carteras nacionales de Salud y
Cuando proyectamos esta transfor-mación partimos de considerar tam-bién que el envejecimiento paulatino de la población afectará la dinámica de los servicios de salud y requerirá mayor investigación sobre los pro-blemas que afectan a los mayores; sus derechos y expectativas, el rol de la familia y las redes sociales en su cuidado.
Insisto en que los objetivos esencia-les son alcanzar el máximo grado posible de salud, abordar los deter-minantes sociales en salud, alcanzar equidad, cobertura, accesibilidad, sustentabilidad, y solidaridad del sistema, garantizando la calidad, oportunidad y continuidad de las prestaciones.
Podemos estar seguros de que avanzando en la concreción es-tamos en sintonía con las metas consensuadas entre los 194 países miembros de la OMS, donde figura la Cobertura Sanitaria Universal como herramienta clave para avanzar en una visión compartida de la Agenda 2030 entre un conjunto indivisible de compromisos de la comunidad in-ternacional, unido a objetivos vincu-lados a los determinantes sociales, económicos y ambientales de salud.
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el objetivo es que
dicho registro sea
una herramienta
permanente de los
ministerios de Salud
de cada provincia,
precisamente porque
la Cobertura Universal
de Salud busca que
todos los individuos,
sin exclusiones, tengan
acceso a los servicios de
calidad que necesitan
a lo largo de todo su
ciclo de vida, sean de
promoción, prevención,
curación, rehabilitación
o cuidados paliativos,
sin tener que pasar por
dificultades financieras
para pagarlos.
Se estima que más de 50 mil estu-diantes provenientes de distintos países de Latinoamérica cursan sus estudios universitarios en Argentina, un fenómeno creciente en los últimos años que se refleja especialmente en las carreras de Medicina tanto de universidades públicas como priva-das de todo el país.
El alto nivel académico que se reco-noce de nuestro país, la gratuidad de las universidades públicas y la favo-rabilidad económica en algunos ca-sos han influido en este crecimiento masivo, que algunos estiman en un 70% en el pasado lustro. Solo en la Universidad de Córdoba afirman que en los últimos años hubo un creci-miento de entre un 10 y un 15% en la matrícula de extranjeros.
Más del 60 por ciento de los jóve-nes extranjeros que llegan al país para ser universitarios en Argentina se quedan estudiando en Buenos Aires, seguramente atraídos por una mayor oferta y por las bondades que ofrece la Ciudad. No obstante, tam-bién eligen ciudades como Córdoba, Rosario y La Plata, donde ya es moneda corriente verlos trabajando en bares, restaurantes y tiendas de ropa.
La mayoría de los jóvenes proviene de países de América Latina. Llegan, también, en menor medida, euro-peos y estadounidenses que vienen a estudiar carreras de grado, pos-grados y maestrías.
De acuerdo con el último censo registrado por la Universidad de Buenos Aires (UBA), entre los es-tudiantes extranjeros predominan aquellos de los países limítrofes, con8.123 estudiantes. Las Unidades Académicas que presentan mayor presencia de estudiantes extran-jeros son el Ciclo Básico Común (7,2%), la Facultad de Odontología
(6,0%) y la de Medicina (5,7%). De los 10.646 estudiantes de grado que declararon tener nacionalidad extranjera, el 25,3% corresponde a Perú, seguido de los países limí-trofes de Bolivia (18,0%), Paraguay (11,3%), Brasil (8,8%) y Chile (8,2%). Siguen en importancia los países de Colombia, Uruguay y Estados Unidos, con el 6,0%, Argentina, la nueva meca universitaria para estu-diantes extranjeros 4,8% y 2,4% res-pectivamente. El 15,3% restante está compuesto por países que aportan menos de 200 estudiantes cada uno a la Universidad. El 14, 2 % de los es-tudiantes extranjeros declaró haber cambiado de residencia debido a sus estudios en UBA. De este seg-mento, la mayor parte proviene de Perú (472 estudiantes), de Chile (297estudiantes) y de Colombia (217 estudiantes).
En consonancia con el perfil de la totalidad de los estudiantes de grado de la UBA, la mayoría de los estudiantes extranjeros son mujeres:representan el 60,3% contra el 39,7% de varones. Es destacada, sin embargo, la participación de los varones mexicanos: son el 56,2%de todos los estudiantes provenien-tes de ese país.
el alto nivel académico
que se reconoce
de nuestro país, la
gratuidad de las
universidades públicas
y la favorabilidad
económica en
algunos casos han
influido en este
crecimiento masivo.
Argentina, la nueva meca universitariapara estudiantes extranjerosNuestro país es el de mayor cantidad de estudiantes internacionalesen América Latina. Más del 70% proviene de países limítrofes,aunque en los últimos años creció el número de jóvenesprocedentes de Colombia. Medicina, la carrera más elegida.Buenos Aires, la ciudad que prefieren 6 de cada 10.
estudiantes eXtranJeros
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También es mayor la proporción masculina en los casos de estudian-tes ecuatorianos (54,5% de varones) e israelíes (52,2% de varones).
El desglose de los perfiles que tienen los estudiantes de grado extranjeros muestra también que es significativo el porcentaje de jóvenes “maduros” o de edad avanzada: mientras que el 62,2% de los estudiantes tiene menos de 25 años de edad, el 17,3% refiere edades entre 25 y 29 años mientras que el 20,5% restante tiene 30 o más años. Las carreras con mayor presencia entre los es-tudiantes extranjeros son: Medicina, con el 16,3% de los estudiantes ex-tranjeros; Abogacía (7,7%), Contador Público (7,6%), Arquitectura (5,6%), Licenciatura en Enfermería (5,3%), Licenciatura en Administración (5,2%), Licenciatura en Psicología (5,0%). El resto de los estudiantes se distribuyen en las carreras de grado con proporciones inferiores al 5% en cada caso.
El 47,6% de los estudiantes extran-jeros declaró haber aprobado entre una y siete asignaturas de la carrera en curso, el 17,9% entre 8 y 14 asigna-turas, 9,8% entre 15 y 21 asignaturasmientras que el 5,9% entre 22 y 28 asignaturas y 6% más de 28 asig-naturas. Por otro lado, al momento del relevamiento, el 12,8% de los estudiantes aún no ha aprobado asignaturas.
En la Universidad de Morón, el por-centaje de estudiantes extranjeros alcanza al 49%. En la Universidad de Palermo el 30% de estudian-tes son de otra nacionalidad. En la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), el grueso de alumnos ex-tranjeros es de intercambio, pero en los últimos años se produjo un incremento de estudiantes residen-tes, más que nada provenientes de Colombia, país con un sistema uni-versitario oneroso para las mayorías, donde incluso la universidad pública cobra un arancel por semestre.
Precisamente, en una nota titula-da “¿Por qué prefieren estudiar en Argentina?”, la edición on line del diario colombiano El Espectador afirmó que muchos ciudadanos de ese país optan por Argentina por una cuestión de costos.
La BBC, incluso, se ocupó un par de años atrás de esta masiva presencia de estudiantes universitarios extran-jeros en nuestro país. “Argentina se convirtió en un imán para jóvenes, sobre todo latinoamericanos, que llegan al país para estudiar”, reflejó en su informe.
No obstante, Argentina no escapa a una tendencia global. Según la Unesco, entre 2000 y 2010, el nú-mero de jóvenes que estudiaron en el extranjero aumentó en un 99%. Europa es el destino favorito, se-guido por Estados Unidos. Pero las regiones con mayor crecimiento fue-ron América Latina, Oceanía y Asia.
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En los últimos años, el denominado turismo salud se ha convertido en una tendencia, no solo en nuestro país sino en el mundo entero, cimen-tada en un cruce de factores: por un lado, el crecimiento que el sector turístico ha venido experimentando, a punto tal de convertirse en uno de los principales rubros económicos de numerosos países; y por el otro, el deseo de las personas de tener una vida más saludable.
El ritmo frenético impuesto por la forma de vida en la sociedad mo-derna ha generado modificaciones, incluso en la forma de vacacionar. Hoy, muchos han salido del esque-ma tradicional del descanso en un período de verano o de invierno, y se agendan escapadas que, en algunos casos, tienen que ver justamente con la búsqueda de lugares en los que puedan combinarse paseos, distracción y beneficios adicionales para el cuerpo y la mente.
La oferta en turismo salud es muy amplia y variada: desde complejos turísticos termales hasta centros de spa para tratamientos de relax y belleza, pasando inclusive por qui-rófanos, que no solo apuntan a un bienestar físico, sino también mental y espiritual.
Turismo de Salud:En búsqueda del bienestarCada vez más, las personas viajan por el mundo en busca de tratamientos de salud. En Argentina, la combinación de la gran estructura sanitaria con los atractivos turísticos se presenta como la clave para el posicionamiento de este servicio.
turismo de salud
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Más de la mitad del turismo de salud lo capta Estados Unidos; sin embar-go, en este negocio fuerte y expan-dido, hay una creciente competencia en la que también participan países de Latinoamérica como Argentina, donde las propuestas abarcan todo el país.
Abanico de ofertas
Desde los tiempos en que las Termas de Río Hondo aparecían co-mo el imán para quienes buscaban en las aguas termales un remanso a su ajetreado devenir, hoy se han mul-tiplicado los destinos y las ofertas de salud.
Nuestro país cuenta con una es-tructura sanitaria y buena ecuación precio-calidad que, sumada a la gran diversidad de paisajes y destinos turísticos, lo vuelven un destino muy atractivo tanto para realizarse una cirugía estética, como un tratamien-to de fertilidad u odontológico, o una cirugía moderna con las reformadas técnicas “poco invasivas”.
Pero, además, se han multiplicado en Argentina los centros de talaso-terapia, spa y centros estéticos con equipos de profesionales altamente capacitados y tecnología de última generación. La mayoría de ellos se
especializa en tratamientos de be-lleza, programas antiestrés, terapias para adelgazar. Y los grandes cen-tros urbanos cuentan con hoteles que ofrecen ese tipo de servicios.
Según datos difundidos por el Ministerio de Turismo de la Nación, nuestro país cuenta con cerca de 40 centros termales “reconocidos no solo por las propiedades benéfi-cas de sus aguas, sino también por la belleza paisajística donde se en-cuentran emplazados, en entornos naturales privilegiados que invitan al descanso. Además, existen otros 20
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surgentes naturales en paisajes vír-genes, aún sin explotar, pero de gran potencialidad turística”.Las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba, Mendoza y Neuquén, por citar solo algunas, son las que más han desarrollado el
turismo termal. La hidroterapia y la fangoterapia han pasado a formar parte de los diccionarios turísticos en virtud de la demanda de los últi-mos años.
La hidroterapia es una práctica te-
rapéutica que comprende todo lo que corresponde al agua, indepen-dientemente de su temperatura que puede ser caliente, fría y de vapor y también del modo en que se em-plee: en baño, chorro, ducha; y de su composición: agua de mar, agua de manantial, agua entubada, fuente termal. En tanto, la fangoterapia se caracteriza por la práctica de trata-mientos externos basados en lodos que conservan el calor al contacto con el cuerpo y despiertan reaccio-nes locales.
El turismo de salud se ha acrecen-tado con los años también en el mundo y, en las últimas décadas, países como Emiratos Árabes, Cuba, Colombia, Turquía y Tailandia encabezan la lista de destinos pre-dilectos debido a su amplia oferta de propuestas.
En Europa, se estima que son diez millones de turistas de ese conti-nente los que viajan cada año a un lugar para relajarse y disfrutar de un balneario o spa.
Esto significa que un 2,4% del total de los viajes turísticos realizados en Europa cada año corresponde a es-te tipo de viajes. Actualmente, exis-ten en España 700 establecimientos que cuentan con servicios de spa, de los cuales 350 son hoteles.“Nuestro país cuenta con buena estructura
sanitaria y ecuación precio–calidad que,
sumado a la gran diversidad destinos turísticos,
lo vuelven un destino muy atractivo para
realizarse una cirugía o un tratamiento”.
Médicos especialistas: crónica de una muerte pronunciada
esPecialidades críticas
Cada vez menos médicos jóvenes se inclinan por estudiar especialidades que demandan mucho estudio con poco rédito económico. La tendencia ocurre en un escenario signado por el aumento de la expectativa de vida y de las enfermedades crónicas. Efectos inmediatos: quedan cargos va-cantes en hospitales y no se logra ocupar todas las residencias.
Por diferentes circunstancias, de-terminadas especialidades médicas han entrado en una etapa crítica en los últimos tiempos y no solo en nuestro país, ya que podrían citarse ejemplos de otros lugares del pla-neta donde también se comprueba esta tendencia.
Es cierto que las razones no siempre son las mismas, pero para muchos nuevos médicos hay especialidades que requieren de mucho estudio y luego no son las más redituables. A contramano de esa situación, la realidad demanda una gran cantidad de especialistas y subespecialistas, otra de las figuritas difíciles.
En primera instancia sería impor-tante definir especialidad “crítica”, entendiendo la misma como toda especialidad de vital importancia para el desarrollo adecuado de una política sanitaria. En este contexto, especialidades como la medicina general, tocoginecología, neonatolo-gía y terapia intensiva, entre las más significativas, demuestran un menor interés al momento de ser elegidas en la formación de posgrado.
En la provincia de Buenos Aires, en-tre los años 2013 a 2015, pese a que se duplicaron las vacantes provin-ciales de residencias de posgrado
profesional de salud y se prolongó la duración de las residencias básicas, la cobertura de vacantes de resi-dencias de las especialidades men-cionadas fue inferior al 50% de las vacantes planificadas y ofertadas. En el año 2015, por caso, solo se cubrieron el 45,8% de las vacantes disponibles para especializarse en medicina general. Consultado sobre
las causas más acendradas de esta problemática, el actual Secretario de Salud de Almirante Brown y ex Subsecretario de Planificación de la Provincia, Alejandro Costa, explica que “la población nacional supera los 40 millones de habitantes y se observa una progresiva transición demográfica y epidemiológica en
De acuerdo con un informe del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, las mayores difi-cultades se dan en terapia intensiva, pediatría, neonatología y obstetricia (obstetras y parteros). Aun cuando en ese estado argentino modificaron la carrera hospitalaria para que los médicos (y otros trabajadores sani-tarios) se puedan jubilar con 50 años de edad y 25 de servicio (cinco me-nos que el resto de la administración pública), no se ha logrado favorecer a una mayor presencia de profesio-nales en los centros asistenciales.
Según el relevamiento de la cartera sanitaria, dado a conocer en el primer
Hoy, especialidades
como la medicina
general,
tocoginecología,
neonatología y terapia
intensiva demuestran
un menor interés
al momento de ser
elegidas en la formación
de posgrado.
Seducción sin efectos
el país generada por el aumento de la expectativa de vida y el aumento de las enfermedades crónicas no transmisibles.
Conviven con esta realidad enfer-medades infecciosas emergentes o reemergentes e innovaciones tec-nológicas y organizacionales sani-tarias. En este contexto observamos infinitas necesidades de salud que son atendidas por finitos recursos que deben ser adecuadamente ge-nerados, distribuidos y cuidados”.
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cuatrimestre de 2016, se registraban unos 300 cupos de especialidades “críticas” que se debían ocupar en forma “urgente”. La consecuencia de esa “descompensación”: el cierre de algunos servicios.
Tal como se mencionó antes, los motivos del desinterés por ingresar en el sistema de salud se pueden buscar en razones diversas: proble-mas de seguridad, salarios bajos, condiciones laborales, cuestiones de infraestructura e insumos, etc.
Un estudio publicado por la Universidad Abierta Interamericana revela que se registró una alta ten-dencia a padecer el Síndrome de Burn out por parte de los profesio-nales médicos de un hospital de Rosario, a raíz del estrés laboral. El estudio, realizado en 2010, no dejó un alto porcentaje de afectados por el Síndrome pero sí generó el alerta sobre la cantidad de médicos con tendencia a padecerlo.
Una nota publicada por el diario El Día de La Plata, a mediados de 2015, reflejó números manejados por el Colegio de Médicos de la capital provincial. “De los 7.688 médicos matriculados en la zona, apenas 12 eran cirujanos pediátricos, 17 cirujanos de tórax, 19 emergentólo-gos, 60 médicos generalistas o de familia, 96 especialistas en terapia intensiva y 122 neonatólogos. Estas cifras expresan en toda su magnitud el creciente problema de las espe-cialidades críticas, que genera que en algunos casos cueste conseguir especialistas para guardias, queden cargos vacantes en los hospitales o no se logre ocupar todas las resi-dencias en los hospitales de la zona, con el consiguiente recargo de los profesionales hospitalarios, quienes a veces deben procurarse ellos mis-mos sus relevos, con serias dificulta-
des para encontrarlos”.Según la Asociación Argentina de Terapia Intensiva, la crisis de la es-pecialidad es sostenida y se agrava cada vez más. Faltarían 2.000 tera-pistas en Argentina y se estima que el 50% de las plazas vacantes para hacer residencias no se cubren.
Esta situación tendrá impacto en la disponibilidad futura de profesio-nales especializados; pero dada la
importancia que conllevan las espe-cialidades en el diseño del sistema de salud actual, es un problema a resolver en el corto plazo. La clara definición de las especialidades priorizadas, la determinación de las vacantes necesarias de cada espe-cialidad para cubrir la necesidad y demanda poblacional, las modifica-ciones de las condiciones de traba-jo, los estímulos remunerativos son claves para ir modificando el perfil de la composición cualitativa por especialidad que va adquiriendo el sistema de salud.
Indudablemente, autoridades y es-pecialistas deberán seguir aunando esfuerzos en la búsqueda de corregir las deficiencias y brindar las herra-mientas necesarias para garantizar el desarrollo de las especialidades médicas críticas.
Según la asociación
argentina de terapia
Intensiva, la crisis
de la especialidad es
sostenida y hoy faltarían
2.000 terapistas
en argentina.17
Internet no estaba siquiera en desa-rrollo cuando en 1949 se publicó El Aleph, de Borges, un libro que narra una lógica distinta de tiempo y espa-cio, expresada en un punto mínimo en el que convergen y coexisten en simultáneo todas las cosas, los su-cesos, las personas. Un gran ojo, el Aleph, al cual nada se le escapa: el lugar de la sabiduría absoluta.
Más de medio siglo después, “la Red” se nos propone como el nuevo punto de condensación infinito de todos los saberes y el conocimiento de la humanidad. Menos elegante que la prosa borgeana, Internet se transforma en el sitio actual de todas las realidades, al alcance de millones de usuarios en todo el planeta.
En ese caudal ilimitado de informa-ción, es cada vez más creciente la búsqueda de temas de salud por parte de los usuarios.
Médico y paciente:un amor que se renueva ante InternetLos cambios sociales, el surgimiento de los Derechos del Paciente, pero sobre todo la irrup-ción de Internet como un aleph donde todo se encuentra, ponen en jaque la relación tradicional de médicos con pacientes, que muchas veces llegan al consultorio con un diagnóstico virtual previo. La comunicación humana, clave para el futuro de la calidad en la atención médica.
médico y Paciente
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El sitio www.holadoctor.com, publi-có una encuesta realizada por el Pew Research Center de Estados Unidos a 3.000 personas, de las cuales el 80 por ciento reconoció que usa los buscadores para ubicar información sobre temas de salud, y casi el 30 por ciento los utiliza para buscar sus síntomas antes de acudir al médico. Además, la encuesta publicada arroja que el 23 por ciento de los usuarios de las redes sociales ha seguido las anécdotas médicas de sus amigos en línea y que un 34 por ciento de los usuarios ha buscado y leído sobre las afecciones médicas de alguien más en sitios, blogs y gru-pos de noticias.
Fiorina R., de 39 años, es una con-sultora frecuente de síntomas y diagnósticos en la Web. Pero se le volvió casi adicción hace un tiem-po atrás cuando sospechó tener un presunto cáncer de colon ante
un cambio repentino en los hábitos intestinales y un estrechamiento de las heces. Cuanto más leía, más se transformaba en certeza su sospe-cha. Hasta que la angustia la llevó al médico y, análisis y mucho diálogo mediante, sobrevino la tranquilidad (Ver recuadro Googlediagnóstico).
el 23% de los usuarios
de las redes sociales ha
seguido las anécdotas
médicas de sus
amigos en línea y un
34% de los usuarios
ha buscado y leído
sobre las afecciones
médicas de alguien
más en sitios, blogs y
grupos de noticias.
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El Doctor Pablo Garrido, médico clí-nico ex director del hospital de alta complejidad El Cruce, analiza que la tendencia creciente a la consulta médica por Internet tiene varias razo-nes: “Por un lado, el paciente intenta superar barreras de accesibilidad al sistema de salud, entre las cuales el factor tiempo es decisivo ya que la mayoría de las veces los turnos son para dentro de 15 días, mientras que la web es ahora y gratuita”. Y agrega que otro factor decisivo son “las ba-rreras idiomáticas, ya que la persona que busca en Internet encuentra allí un vocabulario amigable, en contras- te con la explicación que recibió en el consultorio, ya sea porque le resultó críptica o le resultó insuficiente”.
Si bien ve con buenos ojos la de-mocratización de los conocimien-tos que supone Internet, el doctor Garrido destaca la importancia de “trabajar sobre los criterios de se-lección que utilizan las personas
para distinguir con mayor propiedad lo verdadero de lo falso, y lo ideal en estos casos es sugerir la consulta en páginas confiables, en especial los sitios oficiales que terminan en “gov” y los sitios de sociedades científicas de cada una de las especialidades médicas consultadas”.
En el libro Todos somos médicos, editado por Planeta en 2014, el médico cardiólogo y comunicador científico Jorge Tartaglione sostie-ne que Internet cambió la relación médico-paciente. Dice: “Antes el médico era la autoridad cuya verdad era indiscutible, en cambio actual-mente la medicina está al alcance de todos”. Y describe así el fenómeno: “El paciente googlea el síntoma que tiene y por supuesto las enferme-dades que podría llegar a padecer, pensando por lo general que tiene la peor, entonces el médico debe con-vencerlo de que no padece la dolen-cia que vio en la red. Al finalizar la
consulta, de ser necesario le da una prescripción médica. Al llegar a casa va a fijarse en la web qué medicación va a tomar y fundamentalmente sus contraindicaciones”.
La relación médico-paciente a lo largo de la historia no ha sido nun-ca ajena al devenir de los procesos socioinstitucionales. Así, mientras en las culturas primitivas la figura del médico se confundía con la del sacerdote y gozaba de privilegios y poder, con la medicina hipocrática
“antes el médico era la
autoridad cuya verdad
era indiscutible, en
cambio actualmente
la medicina está al
alcance de todos.”
Cambios en el tiempo
se produce una evolución hacia el médico filósofo, de elevada posición social.
El siglo XX supone para la profesión médica una nueva y profunda trans-formación, especialmente con la aparición de los sistemas colectivos de asistencia sanitaria con carácter público. Pero es probablemente la década del setenta la que marca un nuevo mojón en el vínculo, a partir de la primera “Carta de los Derechos del Paciente”, que supone el reco-nocimiento oficial del paciente co-mo sujeto autónomo, con derecho a recibir una completa información sobre su situación clínica e, incluso, a decidir entre las opciones de trata-miento médico.
La materia fecal había cambiado, no tenía el mismo grosor. Si bien tenía unas hemorroides, la ecuación era simple: si mi madre había muerto de cáncer de colon, yo bien podía tener un pólipo cancerígeno que estuviera obstruyendo.
Busqué información en Google y los aciertos eran: materia fecal delgada, acintada, similar a un lápiz = cáncer de colon. Yo tenía la materia fecal delga-da, pero: ¿era acintada y similar a un lápiz?. No lo sabía, tenía que observar y recurrir al lapicero para ser bien precisa. Así lo hice durante una semana.
Hasta que resolví ir al médico y pensé que si me indicaba una colonoscopía, eso quería decir que él pensaba que podía tener cáncer. Alicaída, salí con la orden para hacerme la colonoscopía y un análisis de coagulación.
Llegó el día y no solo tenía miedo por lo que pudieran encontrarme sino también de no poder ingerir los 4 litros de laxante para limpiar el intestino. Me levanté temprano y seguí todas las indicaciones. Tomé un litro de laxante y no pasó nada, es decir, no iba al baño, con lo cual, la idea de la obstrucción crecía. Al cumplirse la hora, entré en el baño y ya no pude salir.
A las 17:30, tenía que estar en la clínica. A las 17:45, me llamaron y entré; el gastroenterólogo me tranquilizó. La última imagen que recuerdo es un fras-co de suero colgando y una sensación placentera, producida por la anes-tesia, imposible de olvidar. “Fiorina, está todo bien, solo tenés hemorroides internas y externas. Nos vemos en cinco años”, escuché decir al médico.
Estuve 15 días haciendo baños de asiento. Sigo observando las heces, aunque el estudio haya salido bien, y, de vez en cuando, vuelvo al Google a buscar: materia fecal acintada.
debemos trabajar
sobre los criterios de
selección que utilizan las
personas para distinguir
con mayor propiedad lo
verdadero de lo falso, y
lo ideal en estos casos
es sugerir la consulta
en páginas confiables.
Es en esta nueva situación históri-ca, que la aparición de Internet y la universalización de la información se consolidan como un nuevo actor que media en la relación médico-pacien-te, aunque no la disuelve. De hecho, los indicadores de prestigio social señalan que los médicos y lo cientí- ficos aún son los profesionales más valorados. La Segunda Encuesta Nacional de Percepción Social de la Ciencia, organizada por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (Secyt) en 2006, arrojó que los médicos ocupan el primer lu-gar entre las profesiones más pres-tigiosas (88,8 por ciento), seguidos por los profesores (77,4 por ciento) y los científicos (74,4 por ciento).
En suma, no es el amor lo que pare-ce haber terminado con la irrupción de la tecnología, sino la forma de re-lacionarse de los pacientes con los médicos, en la que la comunicación y el trato humanizado parecen jugar un rol casi excluyente en el futuro común de la pareja.
Google diagnóstico
Por Fiona R., 39 años
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Infecciones Hospitalarias: un mal silencioso e implacableLos agentes infecciosos viven en los hospitales. Según las estadísticas, 5 a 7 de los pacientes que se internan presentan infecciones nosocomia-les. Sin embargo, cerca de un tercio son prevenibles. Higiene, la medida menos costosa y la de mayor impacto.
cuidado de la salud
En un hospital o en una clínica, podemos recuperar la salud, pero también podemos volvernos más propensos a enfermar de nuevo. Hoy se sabe que 5 a 7 pacientes que se internan en una institución tanto pú-blica como privada en nuestro país, adquieren una infección hospitalaria.
Las consecuencias más inmediatas: que se complique la enfermedad que originó la internación, que se ponga en riesgo la vida y el aumento con-siderable de gastos por internación.Si bien no se sabe con exactitud la cantidad de personas que mueren
en Argentina por esta causa, según Validar, un proyecto de investigacio-nes operativas que instrumentó el Ministerio de Salud de la Nación años atrás, las infecciones intrahospitala-rias provocarían alrededor de 17.000 muertes anuales, lo que en ese caso representaría más del doble que las 7.472 muertes ocurridas en 2015 por accidentes de tránsito, de acuerdo con los datos de la Asociación Civil Luchemos por la vida. No obstante, los datos deben ser tomados solo como orientadores de que el pro-blema existe en nuestro país, aun en centros con procesos y personal
dedicado al control, tal como ocurre en el resto del mundo.
El doctor Abel Jasovich, especia-lista en Enfermedades Infecciosas y ex Coordinador del Programa de Infectología Institucional del Hospital Bocalando y el Sanatorio Güemes, además de ex miembro del Comité Central del Programa de Control de las Infecciones asociadas al Cuidado de la Salud del Ministerio de Salud, Provincia, sostiene que las enferme-dades hospitalarias “son silenciosas pero implacables”, y entre las más frecuentes menciona la neumonía, el
tracto urinario, el sitio quirúrgico y la sangre o los tejidos blandos.Y, aunque parezca poco creíble en plena era de la hipermodernidad, las enfermedades intrahospitalarias obedecen, entre otros factores, a las deficiencias en la higiene ambiental. En palabras del doctor Jasovich, “especialmente a la pobre adheren-cia a la higiene de las manos, lo que ha motivado una gran preocupación internacional al respecto ya que se la considera la acción individual más importante para el control de las infecciones”.
“El control de infecciones debe ser el primer programa de calidad a implementar en todos los hospita-les”, asegura Jasovich, presidente del Primer Congreso Argentino de Infecciones Hospitalarias. Y detalla que los ejes de ese programa deben pasar por “la conservación del orden y la limpieza, el lavado de manos, el baño diario de los pacientes, las in-munizaciones del personal de salud, las precauciones de aislamiento, el
uso adecuado de antimicrobianos y la vigilancia de las infecciones”.
En este caso, el orden de los facto-res sí altera el producto: “La higiene hospitalaria tiene una sistemática, está comprobado que cuando el personal de limpieza del nosocomio adhiere a esa metodología, esto hace que aumente el lavado de ma-nos por parte de los médicos y las enfermeras, quienes aunque saben que simplemente con manipular a un paciente y tocar a otro sin lavarse las manos pueden transmitirse gérme-nes, son más propensos al lavado de manos cuando el ambiente en el que van a trabajar se encuentra limpio y ordenado”.
El doctor Didier Pittet, especialis-ta infectólogo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), coincide con esta perspectiva y agrega el fac-tor organizacional: “Hay muchos es-tudios sobre el cambio del compor-tamiento. Con la higiene de manos no solo se reducen las infecciones sino
Hay estudios
que muestran
que bañando a
los pacientes
todos los días
disminuye un
30% la tasa de
bacteriemias
intrahospitalarias.
también la mortalidad por la infec-ción. Pero esto solo se puede hacer si todo el mundo está convencido y conoce la estrategia: si el doctor le dice a todo el mundo que hay que hacerlo, probablemente no sea bien comprendido. Si las enfermeras y el director administrativo hacen lo mis-mo por separado, probablemente no los entiendan. Por eso, es necesario que sea un esfuerzo multidisciplina-rio y de equipo”.
En el libro Medidas prácticas para el control de infecciones hospitalarias, la médica especialista en infeccio-sas Liliana Clara, y las licenciadas en Enfermería Alicia Lizzi (UBA) y Griselda Almada (UNR), aportan su conocimiento y experiencia sobre las conductas necesarias para reducir el riesgo de infecciones en el marco institucional de un hospital. Además del lavado de manos, abordan las cuestiones a tener en cuenta para establecer un manejo adecuado de la ropa de cama, limpia y sucia, para evitar la diseminación de gérmenes a través de ella, y también la limpieza de los pacientes, tanto para eliminar microorganismos como para dejar-los en las mejores condiciones de defensa posible.“Está comprobado que bañando a los pacientes todos los días dis-minuye un 30 por ciento la tasa de bacteriemias intrahospitalarias”, sostiene Jasovich, aunque reconoce que “en la actualidad esa práctica no es tan habitual, los médicos ya no tienen tanto contacto físico con los pacientes, lo que ha sido reempla-zado, en parte, por las imágenes y la tecnología. Esto, entre otros facto-res, ha conducido a una laxitud en la exigencia de la higiene diaria del pa-ciente como medida de prevención”.
La higiene corporal es clave, ya que el reservorio más importante de microorganismos es la piel, donde portan su flora normal. En el caso de los pacientes, están colonizados o infectados por microorganismos que son diseminados principalmente por contacto a través del personal de salud, lo que se conoce como infección cruzada. La flora de estos pacientes tiende a cambiar rápida-mente a favor de microorganismos inusuales en la comunidad y de ma-yor resistencia a los antibióticos.
Más limpieza, menos resistencia
Tal como sostiene la OMS, la resis-tencia a los antimicrobianos compro-mete la prevención y el tratamiento eficaces de un número cada vez mayor de infecciones causadas por bacterias, parásitos, virus y hongos. Y reduce la eficacia del tratamiento, por lo que los pacientes permane-cen infectados por un período más largo, lo que incrementa el riesgo de propagación de microorganismos resistentes a otras personas.En un informe publicado en 2015, la OMS agrega que “cuando las infecciones se vuelven resistentes a los medicamentos de primera lí-nea es preciso utilizar terapias más costosas.La mayor duración de la enfermedad y su tratamiento, frecuentemente en hospitales, eleva los costos de aten-ción sanitaria y la carga económica para las familias y las sociedades”. En palabras del doctor Jasovich,
“mucho gasto de antibióticos en una institución sería un indicador indirec-to de que hay muchas infecciones o que los médicos tratantes así lo consideran”.
Por lo demás, los especialistas coin-ciden en prestar especial atención a las medidas de bioseguridad y las conductas higiénicas que se aplican en áreas críticas como las terapias intensivas y los quirófanos. “Tanto el acondicionamiento y el estado edili-cio del quirófano, como su limpieza, la temperatura ambiente, la higiene personal de los médicos, la ropa qui-rúrgica adecuada como el proceso de esterilización o eliminación total de cualquier agente infeccioso del instrumental o material que se ha empleado en una cirugía, aseguran que los centros de salud se protejan de sus propias bacterias”.
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La teoría de Florence
Florence Nightingale nació el 12 de mayo de 1820 en
Florencia, Italia, en el seno de una familia aristocrática
y educada. Mientras estaba en un viaje por europa y
egipto iniciado en 1849, tuvo la oportunidad de estudiar
los distintos sistemas hospitalarios. a principios de 1850
empezó su entrenamiento como enfermera en el Instituto
de San Vicente de paúl en alejandría, egipto, y a mediados
de ese año visitó el hospital del pastor theodor Fliedner en
Kaiserwerth, cerca de dusseldorf. Nightingale regresó a
esa ciudad en 1851 para entrenar como enfermera durante
tres meses en el Instituto para diaconisas protestantes
y después de alemania se mudó a un hospital en St.
Germain, cerca de parís. a su regreso a Londres en 1853,
Nightingale tomó el puesto sin paga de Superintendente
en el establecimiento para damas Inválidas. durante la
guerra de Crimea (1853-1854), proporcionó atención de
enfermera profesional a los soldados británicos heridos,
acompañada de 34 enfermeras jóvenes, con cierta
educación general básica. tuvo que resolver los problemas
que existían en el entorno: la falta de higiene y la suciedad.
Mientras estuvo en turquía, Nightingale recolectó datos
y organizó un sistema para llevar un registro y mejorar los
hospitales militares y de la ciudad. Su punto de partida: que
una mejora en los métodos sanitarios empleados produce
una disminución en el número de muertes. para febrero de
1855 la tasa de mortalidad había caído de 60% al 42.7%.
Impensado
Fabiana M. (50) se operó de vesícula cinco meses atrás, en una clínica del Gran Buenos Aires. Cuando estaba a punto de recibir el alta le dijeron que durante su internación había adqui-rido una infección urinaria: tuvo que quedarse hospitalizada una semana más, con ánimo y defensas caídos. “Cuando ingresé en el sanatorio me hicieron exámenes de laboratorio, que dieron bien. Pero después de la cirugía entré en el baño y parece que fue ahí donde me contagié la infec-ción”, cuenta ya recuperada Fabiana de 50 años.
En el límite
Esteban R. (46): “Mi hermano in-gresó en terapia intensiva después de protagonizar un choque con su auto. Estaba muy mal y tuvieron que colocarle respiración mecánica. Superado ese momento, los médi-cos me dijeron que salió del estado crítico en el que estaba, pero que tenía neumonía nosocomial. Yo no sabía qué era eso, pero después me explicaron que era un tipo de neumonía que se adquiere porque estaba con ese aparato mecánico. Después de varios tratamientos lo-gró recuperarse, pero la verdad es que casi se muere por eso”.
Testimonios
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La lucha fundamental de la Salud tiene que basarse en luchar contra la pobrezaA Jorge Collia le gusta enseñar: se toma un tiempo para escoger las pa-labras apropiadas y transmitir sus ideas, que casi siempre acompaña con movimientos rítmicos de manos. En esta entrevista, realizada en su despa-cho de Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud en la Universidad de Morón, el pensamiento de un hombre que ha dedicado su vida al ejercicio del sanitarismo y a la formación de las futuras generaciones de médicos.
entrevista al doctor Jorge collia
- ¿Cómo surge su vínculo con la Universidad de Morón?
-Asumí como Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud hace dos años. Entonces yo ya era Profesor de la Facultad hacía 17 años en las cátedras de Educación para la Salud y Salud Pública. También fui Director de la carrera de Médicos Comunitarios en la Universidad de Morón y Vicedecano. Si bien estuve
un tiempo en la Universidad de El Salvador, casa muy prestigiosa, por cierto, puedo decir sin ninguna duda que me siento identificado con la Universidad de Morón, a la que llegué de la mano de uno de mis maestros en salud pública, el Doctor Parral.
- ¿Cómo percibe la evolución de la formación de los médicos y de la medicina en Argentina, en su doble rol de médico y de forma-dor de nuevas generaciones de profesionales?
- La formación técnica específica del médico conserva todavía niveles que garantizan el logro de un buen profesional, aunque esta se orienta casi en su totalidad a la atención médica y al uso de la tecnología como método de diagnóstico mé-dico. Es decir, la realidad marca en el comportamiento del profesional
un distanciamiento con el pacien-te, se ha perdido en gran parte el sentido de cercanía con el mismo. Por eso creo que debemos trabajar con énfasis durante la formación de nuestros estudiantes en incorporar el concepto del paciente como un ser bio-psico-socio-cultural que no solo representa una patología determinada, y en fomentar que los profesionales médicos somos una parte de ese vínculo de contención
que los pacientes necesitan y que el escucharlo y acompañarlo en su angustia, es un componente muy importante de la función médica. - En los últimos años hubo un au-mento de estudiantes extranjeros y también de muchos extranjeros que llegan a atender su salud…
- Sí. La gran mayoría de estudian-tes extranjeros en nuestra Facultad provienen de Brasil, pero también cursan la carrera alumnos de otros países de América. Creo que por un
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lado somos una opción de formación universitaria que satisface y cubre las expectativas de los mismos des-de dos aspectos, el económico y el educativo, en este sentido todavía en la actualidad nuestro país es un faro universitario de referencia en Latinoamérica y gran parte del mundo.
- ¿Por qué considera que se pro-duce este fenómeno actual de faltante de especialistas en áreas críticas, por el cual a veces cuesta completar planteles?
- En principio los médicos están migrando hacia las especialidades más rentables en detrimento de las especialidades básicas como pe-diatría, ginecología, clínica médica o guardia general. Los factores son, entre otros, el menor reconocimien-to salarial en estas especialidades o bien la organización de la carga horaria; por ejemplo, en las guardias se mantiene un régimen de 24 horas, mientras que la tendencia mundial es reducir la carga a 12 u 8 horas. Otro factor clave es el fenómeno del multiempleo, por el cual en un día realiza su tarea profesional en tres establecimientos diferentes.
- ¿Qué le parece que habría que hacer desde el Estado y las Universidades para que el déficit de especialidades como obstetricia, neonatología o pediatría, sobre to-do, se pueda revertir?
- Desde hace mucho tiempo se sabe que el 80 por ciento de las patologías se pueden resolver en el 1º nivel de atención; considerando esta situación debemos fortalecer e implementar la estrategia de la aten-ción primaria como eje rector de la atención médica, jerarquizando en lo profesional y económico a los profe-sionales del 1º nivel. Pero, además, es crucial bregar por hacer entender que es fundamental mantener a la población en estado de salud, y que esto solo se logra con un trabajo multi e interdisciplinario sobre los determinantes sociales de salud.
- ¿Cómo se trabaja en la concienti-zación de la prevención, tanto des-de el médico como del paciente?
- La Educación para la Salud es el arma más poderosa para empode-rar a la población del conocimiento de cómo mantenerse en estado de
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salud, y debemos implementar este concepto desde la escuela, donde los niños incorporan rápidamente los conocimientos. Desde el Estado se debe planificar con una visión estratégica que ejecute cualquier política sanitaria que se base en la estrategia de la atención primaria sustentada en la promoción y pre-vención de la salud. - Siguiendo esta línea: ¿Cómo ve hoy la salud de los argentinos, qué tan consciente es la población de los cuidados que tiene que tomar para vivir mejor?
- Es un tema complicado, creo que hay una estrategia en determinadas clases sociales donde el tema de la salud está, no digo soluciona-
do, pero sí bastante controlado. Si observamos bien, el porcentaje de mortalidad infantil no es tan alto. Incluso, en algunos Municipios del Conurbano, han llegado a tener un dígito. Es decir, tenemos una super-vivencia importante. Pero por otro lado, lo que creo es que hay un pro-ceso duro, difícil, que es el proceso del hambre, un tema que me duele y preocupa mucho, sin hacer car-gos políticos a nadie. Solo remarco lo que el Observatorio Social de la Universidad Católica ha reflejado ha-ce unos días, y que demuestra que la indigencia coloca al individuo en un gueto que se va heredando ge-neracionalmente. Yo fui Secretario de Acción Social y veíamos en las fichas que venía a pedir alimentos el abuelo, luego el hijo y luego el nieto. Ahí ya se advierte que la pobreza es un gueto del que resulta muy difícil salir. Entonces creo que la lucha fundamental, como dice el Papa
Francisco, tiene que basarse en la lucha por la pobreza, no debe haber inequidad con gente que padezca hambre, porque esos mismos indivi-duos van a generar las condiciones de la enfermedad, ya que no tienen baño donde asistirse, no tienen don-de comer ni dormir adecuadamente. Y además: ¿Qué información se le puede llevar a una persona que está desposeída de todo? Es muy difícil de abordar el tema social, pero es el primero a ser considerado para tener una sociedad un poco más hu-manizada y más digna, para que a su vez sea más sana.
- Por último, Dr. Collia, ¿cuál es su reflexión acerca de los desafíos que plantea un Observatorio de Salud y qué rol considera que puede tener?
- El Observatorio fue pensado y dise-ñado con el fin de crear un espacio de referencia que contenga el análisis de la realidad sanitaria desde todos los sectores de la salud, el estudio de nuevas propuestas, la generación del debate de ideas, y el aporte de la investigación que ayude a modificar y a mejorar la organización y gestión
“Quiero entregarle el
criterio al médico joven
de que la transferencia
y el afecto son muchas
veces mucho más
importantes que darle el
medicamento al paciente.”
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de nuestro sistema de salud. En este sentido, una de las herramientas que ya pusimos en marcha es la Revista Virtual del Observatorio. En suma, la Universidad de Morón a través de la Facultad de Ciencias de la Salud, pretende participar fuertemente en la formulación de propuestas e ideas que aporten al mejoramiento constante de la Salud Pública, que en consecuencia recaerá en el bien-estar de nuestro pueblo.
Jorge Domingo Collia es Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, en la Universidad de Morón, además de
Profesor Titular de la Cátedra Educación para la Salud, Profesor Asociado Interino
a cargo de la Cátedra Salud Pública y Director del Posgrado en Salud Social y Comunitaria de la misma Casa de Altos Estudios. También es Presidente de la
Sociedad Argentina de Atención Primaria de Salud (SADAPS) y ex Secretario de
Salud del municipio de Tres de Febrero.
“La lucha fundamental,
como dice el papa
Francisco, tiene que
basarse en la lucha por
la pobreza, no tiene
que haber inequidad
con gente que padezca
hambre, porque esos
mismos individuos van a
generar las condiciones
de la enfermedad.”
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Prevención cuaternaria o cómo evitar un mal mayor Opuesta a los excesos de la medicalización de la salud o el sobrediag-nóstico, la corriente de prevención cuaternaria brega por una asistencia sanitaria menos dañina y por los límites a las intervenciones innecesarias.
Medicus es la expresión que en latín designa a una buena persona exper-ta en el arte de curar. El médico, a lo largo de la historia, ha tenido entre sus competencias la responsabi-lidad de medicar al paciente; pero mientras que el medicamento es-taba exclusivamente al servicio del “arte de curar”, el devenir del modelo de expansión capitalista produjo una ampliación de las fronteras de la enfermedad, y con ella una “me-dicalización de la vida”, fenómeno mundial que eclosionó los mercados de intervenciones sanitarias.
Hacia un nuevo modelo de medicina
En este proceso, muchas veces han confluido o coincidido las expectati-vas desmedidas de la sociedad por una solución médica a todos sus problemas, con las recetas mági-cas de algunos profesionales que han contribuido a exacerbar esas expectativas.
La prevención cuaternaria, un mo-vimiento que se nutre de distintas corrientes de pensamiento, fue marcando una tendencia al cambio. O mejor, se propone como un nue-vo modelo de medicina y un nuevo pacto con los pacientes, que tienen
como denominador común el intento de evitar, reducir y paliar los excesos y los daños provocados por la medi-cina asistencial y preventiva.
“Yo siempre prefiero un diagnóstico oportuno a un diagnóstico precoz”, afirma la doctora Karin Kopitowski, jefa del Servicio de Medicina Familiar y Comunitaria del Hospital Italiano de Buenos Aires. ¿Qué significa esta definición?: varias cuestiones al mis-mo tiempo, pero centralmente que un diagnóstico apresurado, por si-mularlo preventivo, no es mejor que el tiempo necesario para tener la
definición médica precisa, acertada.“Hay casos en que un paciente no necesita medicina, sino recursos. A veces manifiesta que está triste, otras veces que está cansado, y tie-ne que ver con cosas que le pasan en su vida y que debe resolver en su casa y no en un consultorio médico”, acota la doctora Kopitowski en diálo-go con el Observatorio de Salud de la Universidad de Morón.
Ante la consulta de si, en esos ca-sos, el médico debería sugerir una consulta con un profesional de la psicología, la respuesta de la docto-ra sigue la misma lógica del paradig-ma cuaternario: “Indicarle al pacien-te que debe consultar al psicólogo también es medicalizar”.
Oportuno antes que precoz
La prevención cuaternaria entien-de la medicina como una ciencia predominantemente social que in-corpora la dimensión humana con su incertidumbre y su falibilidad. A contramano de esta mirada, ejempli-fica Kopitowski, “una frase que se ha difundido mucho publicitariamente como ‘Ante cualquier duda consulte a su médico’ es claramente también un mensaje medicalizador.”
En un editorial de la revista Archivos de Medicina Familiar y General, el doctor Ricardo La Valle, de la Federación Argentina de Medicina General y Familiar, describe cómo el avance de la medicalización y del so-brediagnóstico, alcanza a múltiples áreas como la salud mental, la niñez, la prevención y las “enfermedades inventadas”. Y cita algunos ejemplos como “la medicalización de la triste-za travestida en depresión, el exceso de mamografías, el escándalo de la gripe A y el Oseltamivir, el síndrome
de las piernas inquietas, el TADH, la disfunción eréctil, la disfunción se-xual femenina, la transformación de factores de riesgo en enfermedades, la timidez (fobia social), el famoso ca-so del uso de estrógenos para com-batir los síntomas de la menopausia”.
El abuso de los antibióticos, por ejem-plo, es ya un problema internacional de salud pública, por las graves con-secuencias que tiene respecto de las resistencias bacterianas.
Hoy, lo característico es tanto su prescripción en situaciones donde son innecesarios, como su dispensa sin receta en las farmacias.
Es aquí donde conviene remarcar la necesidad de buscar el sentido de la oportunidad con la consulta al médico, “un equilibrio delicado” entre no abusar de la fuente médica como algo periódico y permanente y el dejarse estar. “A lo mejor por llegar temprano se ve algo que no permite saber para dónde orientar el diagnóstico”, agrega. Y reafirma su concepto de que privilegia un “diag-nóstico oportuno a uno precoz”.
En este sentido, la jefa del Servicio de Medicina Familiar y Comunitaria del Hospital Italiano refiere que “el rol de los médicos es educar y no hacer una cultura del miedo”. Y agrega: “al viejo médico de familia tratamos de aggiornarlo a los tiempos actuales porque creemos que es el vínculo
“a lo mejor por llegar
temprano se ve algo
que no permite saber
para dónde orientar
el diagnóstico. es
mejor privilegiar un
diagnóstico oportuno
a uno precoz.”31
ideal para conversar con el paciente, pero no para darle una respuesta médica a todos sus males”.
“La prevención solo se justifica si prevenir hace menos daño que curar”, sostiene Kopitowski quien manifiesta también su desacuerdo con las modalidades que reco-miendan, por ejemplo, todo tipo de estudios durante un día completo, que en numerosas ocasiones sur-gen de prácticas acordadas para
empleados de una compañía a partir de acuerdos con empresas de me-dicina. “Nosotros creemos que los exámenes individualizados mejoran la calidad de la atención”.
Movimientos en el mundoLa profesional detalla que a nivel científico hay más publicación sobre la temática de la prevención cuaternaria. “Hay un interés creciente e incluso hay destacadas revistas internacionales cuyas líneas editoriales están vin-culadas con esta corriente de pensamiento y práctica médica”.En rigor, los antecedentes de la prevención cuaternaria se remiten a la déca-da del setenta, cuando se conforma la Canadian Task Force on Preventive Health Care (CTFPHC), con expertos independientes que comenzaron a bregar por el uso responsable del examen periódico de salud.
En 1984, se creó la U.S Preventive Services Task Force (USPSTF), otro pa-nel de médicos voluntarios expertos en prevención y en medicina basada en la evidencia. Su principal objetivo era hacer recomendaciones basadas en la evidencia científica sobre servicios clínicos preventivos, con especial atención en el rastreo de enfermedades y consejos de salud.
A esas entidades se fueron sumando la American Academy of Family Physycians (AAFP) y la American College of Physicians (ACP), entre otras. En la actualidad, hay entidades en Canadá, España, Brasil, mientras que, en Argentina, sociedades de Medicina como FAMFyG (Federación Argentina de Medicina Familiar y General), SAMIG (Sociedad Argentina de Medicina Interna General), AMMF (Asociación Metropolitana de Medicina Familiar) y distintos grupos de trabajo con el nombre de “Prevención Cuaternaria”, confluyen en este movimiento.
PERFIL:
Karin KopitowskiUniversidad Buenos AiresMédica, Medicina1985 – 1990
Jefa de Servicio Medicina Familiar y ComunitariaHospital Italiano de Buenos AiresMayo de 2011 – actualidad (5 años 1 mes)
Profesora Titular Medicina FamiliarInstituto Universitario Escuela de Medicina Hospital ItalianoOctubre de 2007 – actualidad (8 años 8 meses)
Coordinadora Comité Ética de Protocolos de InvestigaciónHospital Italiano de Buenos Aires
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Mujeres, presente y futuro del sistema sanitario“Ir al médico” pronto será una expresión en desuso. Hoy, al menos 6 de cada 10 estudiantes de Medicina en nuestro país son mujeres. Aunque la feminización de la carrera es un fenómeno mundial. Los especialistas destacan que en el ámbito asistencial las médicas están más valoradas por su trato más humanitario y mejor comunicación con el paciente.
feminización de la carrera de medicina
Que las mujeres vienen pisando fuerte en la sociedad actual, no ca-ben dudas. Los ejemplos sobran, desde el posicionamiento en altos cargos de mando en el plano polí-tico y empresarial, hasta los logros en derechos tales como el cupo femenino. Mientras sus pedidos de igualdad siguen vigentes, día a día, avanzan y se posicionan.
La salud no es ajena a esta realidad: hoy, 6 de cada 10 estudiantes de Medicina son mujeres. En efecto, la feminización del sistema sanitario es
una realidad presente y futura en el ámbito profesional, técnico y auxi-liar. Actualmente, en toda institución sanitaria las mujeres representan la mayor parte de los trabajadores de la salud.
Si tomamos en consideración la composición de las matrículas de grado universitario en todo el país, la totalidad de las disciplinas profe-sionales de la salud demuestran el predominio femenino en la selección de las carreras de la salud y proba-blemente esta tendencia continúe.
En promedio, en los últimos cinco años, el 63,5 de los postulantes al sistema de residencias para profe-sionales de la salud de la provincia de Buenos Aires fueron mujeres.Es claro entonces que la feminiza-ción representa un lugar prepon-derante en la conformación de los planteles estudiantiles y laborales sanitarios y debe ser contemplada en la implementación de las políti-cas de capacitación, condiciones de contratación, regímenes labora-les, horarios y licencias, entre otros aspectos.
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De acuerdo con estadísticas mundia-les, más del 50% de los estudiantes de medicina son mujeres. Tendencia que crece a pasos agigantados: las mujeres tuvieron acceso a la forma-ción en medicina apenas a finales del siglo XIX.
En la década del ‘70 sólo uno de cada tres estudiantes de Medicina, en nuestro país, era mujer, hoy ellas son mayoría. Según el último cen-so difundido por la Universidad de Buenos Aires, que data de 2011, la distribución de los estudiantes de grado de la UBA por sexo da cuenta de una mayor presencia del sexo fe-menino, con el 60,9% de estudiantes mujeres.
En las Facultades de Psicología, Odontología, Ciencias Veterinarias, Farmacia y Bioquímica y Medicina, según ese registro estadístico, la proporción de mujeres supera el 70% (81,7%, 78,5%, 74,4%, 73,6% y 73,1% respectivamente). Ese censo marcaba además que, en la Universidad de Buenos Aires, con un total de 28.893 estudiantes, el 65% eran mujeres. Y lo mismo ocurre en la Universidad Nacional de Rosario, donde ellas representan el 70% de los inscriptos en las carreras de sa-lud. En tanto, en las de la Universidad Nacional de La Plata las chicas son el 56%, en todos los casos, según los datos conocidos.
En la Universidad de Morón la ma-trícula total en Ciencias de la Salud, actualmente, es de 730 alumnos, de los cuales el 63% son mujeres y el 37% varones, mientras que el por-centaje de alumnos extranjeros es del 49%. Queda claro que en todos los casos, la proporción es bastante similar.
En la Facultad de Medicina de la UBA, admiten que las mujeres “no solo son mayoría sino que, además, son las que tienen mejores prome-dios porque dedican más horas al estudio que los hombres”.
Los especialistas puntualizan que “la entrada de la mujer en las ciencias médicas le ha dado un carácter más humanitario a la atención y el cui-dado del paciente”. También se da cuenta que pediatría, ginecología y obstetricia son algunas de las espe-cialidades más elegidas, aunque hoy es variada la elección de las espe-cialidades por las que se opta.
Lo cierto es que la feminización es un fenómeno sometido a estudio desde hace unos años. Y las mira-das al respecto son variadas: por un lado, las mujeres están más valora-das que ellos porque sus consultas duran más tiempo, tienen un estilo de comunicación más cálido y están más atentas a considerar aspectos emocionales de sus pacientes.
Por otro lado, mencionan que las médicas prefieren trabajar en un so-lo centro y defender su vida familiar frente a la entrega sin fin. Aunque este punto es por demás discutible, ya que la mayor valoración de la vida personal es un fenómeno generacio-nal, más que de género.
Trato humanizado
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En la actualidad, desde un punto de vista cuantitativo, la formación médi-ca de grado y posgrado en Argentina insume entre 12 y 13 años: 7 a 8 años para obtener el título de grado y 4 años promedio para alcanzar la es-pecialización. La prolongación de los períodos formativos y la demora en el ingreso en el desarrollo laboral impactan negativamente sobre la elección de este tipo de carreras.
En otros países, la formación de gra-do y posgrado requiere de 8 años, con resultados sanitarios que en alguna medida están vinculados a la calidad asistencial.
Es claro que el futuro de la forma-ción médica en nuestro país nece-sita una adecuada formación de grado universitario que provea a los profesionales de competencias sufi-cientes para resolver los problemas de salud más prevalentes, permita una adecuada distribución territorial, asegure el suficiente número de mé-dicos, y que todo esto ocurra en un plazo de tiempo más adecuado.
La formación de posgrado mé-dico podría verse cualificada si las instituciones proveedoras de las carreras de especialización, incluyendo Ministerios de Salud, Colegios Profesionales, Sociedades Científicas, Universidades pudieran coordinar actividades formativas y evaluatorias, con vacantes disponi-bles integrando sus potencialidades.Finalmente es la Educación Médica Permanente, dirigida a brindar segu-ridad y calidad asistencial, la estrate-gia que se debe seguir fortaleciendo para beneficio de la población.
Vocación de largo aliento
Como papá
Una historia que merece ser destacada y que, a su vez, describe este avance de las mujeres en las carreras de Medicina, es la de Christiane Dosne Pasqualini, quien con más de 90 años, fue reconocida reciente-mente como figura de referencia para los científicos jóvenes. Pionera de la medicina argentina, fue la primera mujer elegida Miembro Titular de la Academia Nacional de Medicina, en 1991.
“Cuando yo me recibí de médica, en 1942, en Canadá, éramos solo cuatro mujeres. Cuando se recibieron mis hijas gemelas en 1970, las mujeres eran el 33% y cuando se graduó mi nieta, en 2000, eran 55%. Se dio vuelta la tortilla”, resume. Pasqualini arribó a Argentina a los 22 años para perma-necer un año en el Instituto de Fisiología para trabajar con el luego Premio Nobel Bernardo Houssay.
En su autobiografía, Quise lo que hice, Pasqualini cuenta que eligió la medicina para ser como su papá, ingeniero químico. “Yo estudiaba en un convento de monjas canadiense-francesas y las mujeres me decían que la ciencia no era para señoritas. Tuve que ir a la escuela inglesa pública, donde encontré a un profesor que me alentó y me dijo que me iba a ayudar a convertirme en una investigadora”, recordó.
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Dengue: una enfermedad que llegó para quedarseEl dengue es una enfermedad en expansión en el mundo. Algunas de las causas: incremento de las urbanizaciones y los viajes; aumento global de la temperatura; los determinantes sociales y la falta o poca eficacia de las campañas de prevención y la acción integrada del Estado. En esta nota, causas, mitos y miradas sobre una problemática que no cede.
dengue
Los informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que surgen de los sistemas de vigilancia epidemiológica en todos los países, dan cuenta de que en los últimos 50 años la incidencia del dengue aumentó 30 veces. En Argentina, hasta abril de este año se habían notificado 56.800 casos, un número que duplica al mismo período de 2009, cuando se registró una epidemia con más de 25 mil casos que tuvo un fuerte impacto en los medios de comunicación, donde se priorizó a diario la contabilidad de los casos por sobre las medidas de prevención y educación ciudadana. Urbanizaciones no planificadas, aumento de las comunicaciones terrestres, cambio climático y hábitos domiciliarios propicios al desarrollo del mosquito vector, el Aedes aegypti, son parte de las principales causas de la propaga-ción del dengue. En este contexto, las intervenciones de los Estados para el control del vector en la región y en nuestro país, no han tenido ni la continui-dad ni la integralidad necesarias. La epidemióloga Sonia Morúa, actual Subsecretaria de Gestión Sanitaria de Quilmes, sostiene que “la gestión verdaderamente integrada, especialmen-te fuera de períodos de brotes, requiere de decisiones políticas enérgicas, que obliguen a los actores a gestionar integradamente, lo cual no es igual a operativizar acciones en forma coordinada”. Y agrega: “En períodos de brote son necesarios la reasignación de partidas presupuestarias específicas, el refuerzo y refuncionalización del sistema asistencial y la planificación con-junta con áreas como Medioambiente, Obras y Servicios Públicos, Control de Plagas y Comunicación Social.”
“La comunicación no siempre contribuye a la
difusión de medidas de prevención eficaces.
Los medios declaman la eliminación de
recipientes con agua por un lado, mientras
que por el otro emiten imágenes simultáneas
con fumigadores en espacios públicos.”
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El Aedes aegypti es un mosquito de hábitos domiciliarios y peridomiciliarios. Ha desarrollado mecanismos biológicos adaptativos que mejoran la supervi-vencia de las formas larvarias (en recipientes adecuados), aun con tempera-turas ambientales más bajas que en las áreas “tradicionalmente” tropicales.
El aumento de las comunicaciones terrestres, el trasporte de mercaderías internacionales y viajeros son vehículo de formas adultas, huevos y larvas, que bajo condiciones apropiadas invaden nuevas regiones. Y las múltiples urbanizaciones no planificadas en toda la región americana generan diaria-mente reservorios variados que son nichos ideales para la ovoposición de las hembras de Aedes aegypti. Existen otros factores tales como los determinantes sociales. Para la epide-mióloga Lilian Moriconi, referente de la Secretaría de Salud de La Matanza, el dengue “no es una enfermedad de la pobreza, y todos los niveles sociales son afectados, solo que, en poblaciones con mayores problemas de sanea-miento ambiental, incluso debido a actividades laborales, el riesgo de pro-pagación de la enfermedad aumenta y hace que en situaciones de brotes se expanda en todos los domicilios que tengan recipientes apropiados”. Su colega Morúa sostiene que “las poblaciones más pobres tienen mayor carga de enfermedad y resulta más dificultosa la tarea de control vectorial”. Sin embargo, explica, “aun en contextos de inequidad al acceso a servicios, las intervenciones territoriales son muy útiles en el control de circulación viral. En mi experiencia, las poblaciones vulnerables adhieren con más fa-cilidad a las recomendaciones, quizás porque ya padecen otros impactos en su salud, más allá del dengue. Y la presencia del Estado, interviniendo eficazmente, convoca voluntades aún en los sectores más empobrecidos”.
Causas de propagación
“en períodos de
brote son necesarios
la reasignación
de partidas
presupuestarias
específicas, el refuerzo
y refuncionalización
del sistema asistencial
y la planificación
conjunta entre
áreas del estado.”
El tema de los recipientes domicilia-rios que colectan agua y las medidas de prevención han sido difundidas por las administraciones de salud y replicadas por los medios de comu-nicación, pero con suerte dispar. Como parte de su experiencia la-boral, la doctora Morúa cuenta que durante un brote de dengue en el partido de Quilmes “verificamos que en una zona sin criterios de NBI, los ciudadanos tenían hábitos de jardi-nería con ornamentos que acumula-ban agua, tales como botellas o pile-tas desarmables con restos de agua y plantas acuáticas. Y en las activi-dades territoriales de prevención se hallaron infinidad de larvas y huevos en casas construidas con materia-les modernos y costosos, pero con ‘fuentes ornamentales’ ideales para la reproducción vectorial”. Sobre el rol de la comunicación so-cial, Morúa arriesga que “muchas veces no contribuye a la difusión de medidas de prevención eficaces”, y menciona a modo de ejemplo “la disociación en medios audiovisuales y escritos que declaman correcta-mente la eliminación de recipientes con agua por un lado, mientras que por el otro emiten imágenes simultá-neas con fumigadores en espacios públicos”.
Descacharrar. ¿Fumigar?
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La incidencia de la fumigación en las acciones de combate al dengue, suele tener más adeptos entre los periodistas y los productores de te-levisión que entre los especialistas. Una de ellas, Lilian Moriconi, sostie-ne que “la fumigación como único recurso no es suficiente, pero para el control de foco ante un caso sos-pechoso de dengue es sumamente necesaria, implementando el proce-dimiento del protocolo de acción”. Y abunda en su explicación: “La fumigación aérea es poco eficaz ya que solo impacta en mosquitos adul-
tos en vuelo, pero la fumigación peri-domiciliaria junto con ordenamiento del medio tanto domiciliario como peridomiciliario es altamente efecti-va, ya que elimina mosquitos adultos que puedan estar infectados”. Sonia Morúa, por su parte, agrega un componente. Dice que la tarea de fu-migación “debe ser interdisciplinaria e intersectorial, ya que requiere de agentes comunitarios entrenados en prevención específica de dengue, identificación de larvas y huevos y comunicación social, además de vestimenta adecuada, identificación oficial y protección con repelente, ya que recorren zonas con circulación viral comprobada”.
Si bien el denominado “cambio cli-mático”, con prolongación de los períodos de temperaturas medias altas, favorece la vida y reproduc-ción del vector, los especialistas coinciden en que la extensión de los brotes es cíclica y no responde a causas claramente establecidas.
Existen países endémicos, en Centro América y las zonas tropicales de América del Sur (además de las zo-nas tropicales de otros continentes), en los cuales los casos se presentan todo el año, con incremento en pe-ríodos más cálidos y lluviosos.
Argentina tiene zonas endémicas tales como Formosa, Misiones y Chaco, que tienen comportamiento epidemiológico endemo-epidémico anual. La presencia de brotes en países vecinos y la gran movilidad de habitantes entre zonas endémicas y no endémicas es otro factor intervi-niente en el comportamiento cíclico de la enfermedad.
Los serotipos circulantes están re-lacionados con los que circulan en áreas endémicas. Generalmente aparecen casos denominados “im-portados”, a lo que se suma la pre-sencia local del vector, dando inicio al ciclo de circulación viral local. En este período ha circulado DEN 1, con casos esporádicos de DEN 4. Es im-portante destacar que países como Brasil tienen circulación de los cua-tro serotipos descriptos a la fecha.
Brotes cíclicos
Para la epidemióloga Morúa, el den-gue como representación social de enfermedad, “sigue siendo para algunos sectores de la población un problema lejano en distancia y coti-dianeidad. Lograr una participación comunitaria activa que ‘mire su casa con ojos de dengue’ es una tarea ar-dua y a veces infructuosa”, asegura. Y agrega que “incluso desde los ser-vicios públicos del Estado no se han resuelto gran parte de los problemas de la disposición de residuos urba-nos ni el tratamiento y disposición final de la denominada chatarra”.
En términos conceptuales, la espe-cialista considera que la salud como categoría social y no solo como entidad biológica requiere de la asis-tencia de todos los factores que en ella intervienen. Dice: “Las enferme-dades trasmisibles y no trasmisibles requieren intervenciones integrales del Estado, especialmente en la co-rrección de determinantes sociales, que son causa raíz de gran parte de la morbimortalidad de nuestros tiempos”.“En mi opinión -agrega Morúa-, la gestión nacional no ha considerado seriamente la estrategia de Gestión Integrada y no cuenta con recurso
Gestión integral
humano entrenado en abordajes te-rritoriales con mensajes preventivos en salud. Es una discusión más pro-funda que implica una ideología de gestión, centrada en la salud como derecho, el ciudadano con deberes sociales solidarios y un Estado que garantice recursos y promueva la participación”.
El Secretario de Promoción, Programas Sanitarios y Salud Comunitaria de la Nación, Néstor Pérez Baliño, reconoció sobre lo ocurrido en el primer cuatrimestre del año que “estamos ante el peor brote de dengue de la historia. Si uno evalúa las etapas de una epidemia podemos decir que en la etapa de prevención y contención no hemos sido exitosos. La contención, es de-cir, el impedir que el virus se propa-gue y se generen casos autóctonos fue muy difícil, tenemos que tener en cuenta que nos encontramos entre dos países con una situación muy difícil”. La bióloga Marina Stein, investiga-dora adjunta del Conicet y respon-sable del área de Entomología del Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional del Nordeste, sostuvo que “Argentina tiene dos
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momentos: el epidémico y el inte-repidémico, que es en el que nos encontramos ahora con el descen-so de temperaturas y es cuando el Estado debe accionar de modo efi-ciente sobre los criaderos”.
Concluye Stein, y con ella esta nota: “El problema no es de conciencia, si-no de educación y de organización, porque es imposible eliminar al mos-quito ya que no debemos olvidar que existe desde antes que el hombre, pero sí se puede prevenir el creci-miento de su población”.
Dos a conocer:
ZikaSi bien el cuadro clínico de este virus es más leve con res-pecto a las otras dos enfermedades, presenta un riesgo aumentado en embarazadas que se infectan en el primer trimestre de embarazo, ya que se está investigando la asociación de la enfermedad con la aparición de micro-cefalia en los recién nacidos.
Chikungunya
Tiene la particularidad de afectar con más intensidad las articulaciones produciendo artritis que muchas veces se cronifican y resultan invalidantes, manteniendo a las per-sonas alejadas de sus actividades cotidianas.
El tratamiento de todas es sintomático de sostén. No existen tratamientos específicos. Y tampoco se conocen aún muchas de sus características clínicas ni comporta-mientos epidemiológicos.
México es el primer país del mundo en autorizar la aplicación de la primera
vacuna contra el dengue, que se aplicará a personas entre 9 y 45 años, de
aquellos territorios donde la enfermedad tiene especial incidencia.
La vacuna, que ha sido probada durante más de dos años en más de 40.000
pacientes, permitirá ahorrar al sistema sanitario mexicano 65 millones de dólares.
Hasta ahora su combate se llevaba el 2,5% del presupuesto total dedicado a la salud.
Primera vacuna:
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El verdadero cambio está al interior del recurso humano en salud.Por Claudio OrtizDirector General del Observatorio de Salud de la UM
¿Será que estamos jugando al distraído pensando que los problemas de nuestro sistema de salud son la infraestructura, el equipamiento obsoleto, la violencia de la comunidad con el equipo de salud o los sueldos de los trabajadores y no podemos ver lo importante?
¿Será que es muy doloroso pensar que en primera instancia hay una crisis de valores tanto personales como sociales que nos alejan del compromiso, la vocación y el servicio al prójimo que significa trabajar en el sistema de salud?
¿Será que es muy ofensivo pensar que la formación básica del equipo de salud dista de ser aquella que nos permita brindar una práctica de calidad, basada en evidencia, con competencias validadas y certificadas con evalua-ciones periódicas?
¿Será que es muy difícil el ejercicio de la autocrítica de los integrantes del equipo de salud y de esa manera dejar de ver que los problemas no sólo
oPinión
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están afuera, sino que se encuentran en la profundidad de cada uno de no-sotros y requieren una profunda reflexión?
¿Será que no somos capaces de reconocer el doble estándar, aquel que nos hace dejar de trabajar en los efectores del Estado frente a problemas de infraestructura, insumos, salarios dejando a poblaciones que no tienen alternativa, sin atención; para luego aceptar en el sector privado cualquier situación de las antes mencionadas sin alterarnos y cumpliendo con las obligaciones?
Por supuesto que todo lo anterior no significa cargar sobre las espaldas del equipo de salud la responsabilidad del presupuesto insuficiente, de las inversiones escasas en infraestructura, de la escasa consideración social y política hacia el sector salud, o la inequitativa distribución de la torta de recursos, donde los medicamentos y la tecnología le ganan ampliamente al recurso humano; pero la hipótesis es que aunque todo lo anterior se cumpla adecuadamente, la respuesta sanitaria a la población va a seguir siendo inadecuada ya que el verdadero cambio está al interior del recurso humano en salud.
Podrá adherirse o no a la hipótesis, podrán encontrarse argumentos a favor y en contra, pero lo realmente difícil es encontrar soluciones o herramientas que permitan abordar la problemática del recurso humano en las organiza-ciones sanitarias.
Como punto de partida puede tomarse la síntesis de las competencias de un profesional:1) SABER (conocimiento)2)SABER HACER (habilidades y destrezas)3)SABER ESTAR (comportamiento)4)SABER SER (valores y ética)
Y a partir de ellas proponer a los equipos de salud una evaluación de todas las competencias, con evaluadores externos validados, de carácter con-fidencial, buscando tener un adecuado diagnóstico de la situación de los equipos de salud y desde allí generar un plan de mejoramiento consensuado del recurso humano.
Este diagnóstico será el punto de partida de un trabajo continuo para mante-ner y mejorar las actitudes y aptitudes del recurso humano en salud, siendo también la base para impactar en los programas de formación tanto de pre como de posgrado, ya que las falencias que encontremos pueden marcar-nos los cambios a realizar en las etapas de formación.
¿Será que estamos dispuestos a hundir profundo el bisturí en cada uno de nosotros, trabajadores del equipo de salud, para mejorar la respuesta que le damos a la sociedad? No juguemos más al distraído.
REVISTA DIGITAL DE LA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
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