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como «situacional» o topológica: identificar las estructuras superficiales o de redacción del texto. ' Es lo que en términos clásicos se llamaba la partitia textus, pero llevada a cabo con rigor extremo y con una atención exquisita a cada palabra y a cada verbo. Todo este ciudadoso trabajo desemboca en la elaboración de una sinópsis del texto de Heb que pone en evidencia las partes que lo constituyen, con sus subapartados y con sus versículos. Creemos que, efectivamente, lo más valioso de la obra de Dussaut es la sinópsis, que es un instrumento de trabajo sumamente útil, aunque, como siempre, algunas divisiones sean opinables. Y es que todo trabajo lingüístico, por muy cuantificado y matematizado que sea, posee una dosis notable de subjetividad, que se esconde en las hipótesis de trabajo. En el caso de Dussaut, lo que se puede decir es que su pretensión aparece excesiva: un trabajo minucioso de registración y de fichaje de palabras, series sintagmáticas, raíces, apariciones, unido a un complejo estudio de los tipos de simetría (paralelo, concéntrico y triangular), para desembocar al fin en un resultado ya conocido. En el fondo, Dussaut no mejora lo que ya Vanhoye había establecido con métodos mucho más sencillos. De todos modos, como decíamos, su sinopsis estructural es efectivamente muy útil. Más discutible, en cambio, es el tema del «icono crístico» que parece elevar a niveles simbólicos refinadísimos lo que sencillamente siempre se ha llamado «composición en quiasmo». Pero, quedémonos con una idea de Dussautmuy sugerente: Heb no es un producto de circunstancia, es un escrito realizado con un arte exquisito y con profundo sentido teológico y didáctico. Nos parece una aportación fundamental para determinar el género literario de este escrito, que bien puede ser se;:ñalado como el primer libro de «teología» del cristianismo: un libro de teología escrito por inspiración divina.
C. Basevi
RESEÑAS
Josep RIUS-CAMPS, El camino de Pablo a la misión de los paganos. Comentario lingüístico y exegético a Hech 13-28, Ed. Cristiandad (<<Lectura del Nuevo Testamento. Estudios críticos y exegéticos», n. 2), Madrid 1984, 326 pp., 14,5 x 23.
El título refleja bien la original tesis de Rius-Camps. El Autor quiere demostrar que san Pablo quiso evitar, en la medida de sus fuerzas,. la obligación de predicar a los paganos, no obstante que el Espíritu Santo le hubiera escogido precisamente para ello. Rius-Camps parte de la conocida consideración del doble uso del nombre de Jerusalén: como lerusalem, para referirse a la Ciudad Santa y con sentido religioso, o como lerosolyma, para indicar simplemente el lugar geográfico. A partir de este dato, por cierto no muy matemático y bastante inconcreto, Rius-Camps devana la madeja del libro de los Hechos, en el cual descubre una trama intelectual oculta paralela a la letra aparente. Pablo sería el representante de aquella parte de la comunidad cristiana de Jerusalén que piensa que el mensaje de Cristo está reservado a los judíos. En cambio, Bernabé y sobre todo Juan Marcos serían los representantes de la parte «católica» de la comunidad de Jerusalén. Los capítulos de 13 a 28 de los Hechos narrarían la historia de la «resistencia» de san Pablo a las ordenes del Espíritu Santo y habrían sido escritos por Lucas, otro representante del grupo «católico», precisamente con la finalidad de demostrar que el Espíritu se impuso a pesar de todo. Concretamente, mientras Pablo pensaba concluir su misión apostólica con un martirio en Jerusalén, a imitación de Cristo y de los profetas, el Espíritu hace que Pablo vaya a Roma, indicando así que el centro de la Nueva Alianza se ha desplazado. Sólo cuando acepta y entiende los planes del Espíritu san Pablo se hace digno de ser «mártir» de Cristo.
Como se ve por este breve resu-
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RESEÑAS
men, Rius-Camps invierte totalmente los datos de la Tradición y de la tradición exegética que han visto siempre en Pablo el gran defensor del aposto- · lado con los gentiles: no es casualidad que se le haya llamado el «Apóstol de los gentiles». Nosotros nos limitamos a dos observaciones. Desde el punto de vista metodológico nos parece que el libro sufre de una verdadera obsesión de la «sospecha». Todo lo que el texto dice llanamente debe ser «releído» con arreglo a la hipótesis de las dos corrientes en la comunidad de Jerusalén: Nos parece un prejuicio injustificado. En segundo lugar, desde el punto de vista exegético, el libro tiene la fuerte limitación, para no decir el defecto, de no tener en cuenta los datos proporcionados por las cartas mismas de san Pablo, sobre todo por Gal, 1 y 2 Cor y Rom, donde resulta de modo clarísimo que san Pablo predica y defiende la justificación universal, tanto para los judíos como para los gentiles. Bastaría recordar los cc. 1 a 3 de Rom para demostrar lo inverosímil de la tesis de Rius-Camps. Y, dicho sea de paso, estas epístolas de san Pablo se escribieron antes de su viaje a Roma.
C. Basevi
Manuel ISIDRO ALVES, 11 Cristiano in Cristo . La presenza del cristiano dal'anti a Dio secondo S. Paolo. Edi~oes Theologicas, Braga 1980, 407 pp., 17 x 24.
Estamos ante un estudio de carácter biblico teológico presentado por el autor como tesis doctoral en Roma ante el Pontificio Instituto Bíblico. Se trata de un análisis de los textos paulinos -exceptuadas las cartas pastorales- que reflejan la relación del cristiano con Dios y con Cristo. Se analizan en primer lugar tres antítesis: a) el «estar lejos de» Cristo, en esta vida, frente al «estar con» Cristo tras la muerte (Cfr. 2 Cor 5, 1-10; FiI 1, 18b-26); b) el «alejarse de» Dios por el pecado frente al «acercarse» a Dios mediante la reconciliación por
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Cristo (Cfr. Rom 5, 1-2; Col 1, 21-22; Ef 2, 18; 3, 12; 4, 17-19); c) la situación de lejanía aplicada a los paganos frente a la cercanía de los hebreos, según la relación histórica de ambos pueblos, y a la de unos y otros con Dios antes y después de Cristo (Cfr. Ef 2, 11-22). A continuación se estudia el término paristánai -presentar, presentarse, comparecer- que denota la dinámica de la vidacristiana ante Dios, y las expresiones que reflejan , en sentido más bien estático , la situación existencial del cristiano «delante de», «en la presencia de» Dios.
Se analizan detenidamente cada uno de los pasajes: su contexto, su vocabulario comparado con LXX, el resto del Nuevo Testamento y las demás cartas paulinas. Las expresiones paulinas son comprendidas sobre todo a la luz del transfondo veterotestamentario, con escasas referencias a otros ámbitos literarios. Es pródigo sin embargo en citas a pie de página con referencia a estudios recientes.
La relación del cristiano con Dios, según S. Pablo, va concluyendo el autor, es una relación cristocéntrica, pues supone la inserción del cristiano en Cristo por la fe y el bautismo, como participación en El de la vida de Dios. Supone también la correspondencia del hombre a la acción de Dios y la transformación de su existencia en un culto espiritual. El estudio de M. Isidro Alves, profesor de Sda. Escritura en la Facultad de Teología de Lisboa y en el Instituto Superior de Teología de Braga, representa una aportación seria y serena frente a cualquier interpretación de las afirmaciones paulinas sobre la presencia del cristiano ante Dios, en un sentido meramente externo, judicial o relacional.
G. Aranda-Pérez
PATROLOGíA
Francesco VAlTlONI (dir.), Sangue e Antropologia Biblica nella Patristica,