Post on 03-Jun-2020
Tendencias políticas del movimiento obrero
y trayectorias de construcción de
autonomía en el Frente Nacional.
El caso de los trabajadores azucareros del Valle del
Cauca (1959-1961)
Paola Andrea Salazar Carreño
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Historia
Bogotá, D.C, Colombia
2016
Tendencias políticas del movimiento obrero
y trayectorias de construcción de
autonomía en el Frente Nacional.
El caso de los trabajadores azucareros del Valle del
Cauca (1959-1961).
Paola Andrea Salazar Carreño
Tesis o trabajo de investigación presentada(o) como requisito parcial para optar al
título de: Magíster en Historia.
Director (a):
Ph.D. en Historia, Ricardo Sánchez Ángel
Línea de Investigación:
Historia Social
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Historia
Bogotá, D.C, Colombia
2016
A mis padres, mis tíos y tías, mis abuelas y
abuelos, a mi hermano y toda mi familia de
honorables trabajadores y trabajadoras que cada
día sin falta, se despiertan antes del amanecer
para cumplir con sus horarios y rutinas. Para
ellos y ellas que por generaciones han trabajado
incansablemente para que sus descendientes
tengan un mejor futuro, gracias por enseñarme
que no hay imposibles, y todo se puede lograr con
constancia y perseverancia. A todos quienes me
ayudaron y motivaron a realizar este trabajo,
gracias por permitirme que este sueño se hiciera
realidad.
Agradecimientos
En este largo camino de escritura de la tesis debo agradecer en primer lugar a mi
director de tesis Ricardo Sánchez Ángel por su confianza en mi trabajo, por la
orientación que me otorgó, observaciones, enseñanzas y sus exigencias para concretar
el trabajo. Gracias por su paciencia y disposición para leer mis avances y otorgarme las
asesorías en el momento adecuado.
Agradezco igualmente a mis compañeros de trabajo, amigos, sindicalistas y
trabajadores, en especial a Miguel Antonio Caro y a Gabriel Fonnegra que dedicaron
parte de su tiempo a escucharme en mis angustias y preocupaciones sobre la
investigación, y de igual manera, me abrieron puertas y me ofrecieron su colaboración
incondicional en el desarrollo de este trabajo. A Oscar Cedano, Adolfo León Tigreros,
Jaime Montoya y los demás trabajadores del azúcar que me permitieron acercar a la
realidad de sus condiciones.
A Gloria Inés Ramírez y Ángela Robledo que son unas mujeres trabajadoras
excelentes que me enseñaron la importancia y el valor de la lucha política, a los
compañeros de Planeta Paz que me dieron el tiempo y el apoyo para continuar y
ampliar el horizonte de la investigación.
De igual manera, agradezco la amabilidad de las funcionarias de la Biblioteca de la
Andi que me permitieron hundirme en la lectura de una parte de los documentos del
Archivo, a Carlos Lozano que me permitió indagar los archivos del periódico Voz, a
Norberto Ríos y la Escuela Nacional Sindical que me abrió sus puertas para buscar
información dentro de la entidad.
A los demás maestros que me han orientado en estos últimos años en mi vida, los
amigos, amigas, compañeros y compañeras que me colaboraron de distinta manera, me
motivaron a terminar este proceso. A mi familia por su apoyo y comprensión: a mi
hermano David Salazar, que me acompañó en varias ocasiones, a mis padres
Fernando Salazar y Sandra Carreño que con su ejemplo me enseñaron el valor del
trabajo y la dedicación. A mis abuelas, tíos y tías, trabajadores incansables.
Sin todos ustedes, no hubiera sido posible realizar el trabajo, gracias infinitas por su
amor, apoyo y comprensión.
V
Resumen
El presente trabajo de grado tiene por objetivo general identificar las tendencias políticas del
movimiento sindical en Colombia a través del estudio de sus relaciones entre el sindicalismo y
la política, entendidas como las relaciones establecidas entre el movimiento de los
trabajadores con otros actores de poder como el Estado, la Iglesia, los empresarios, los
partidos y/o movimientos políticos durante el periodo del Frente Nacional (1958-1974). Para
ello, se ha organizado en dos partes principales: la primera presenta un balance historiográfico
sobre las investigaciones y tesis escritas sobre el tema entre (1960-2012) identificando los
temas principales metodologías, aportes y enfoques.
La segunda parte se desarrolla en los capítulos segundo, tercero y cuarto sobre la
reconstrucción de un estudio de caso sobre el movimiento de los trabajadores azucarero en
1959 en el Valle del Cauca comenzando por el conflicto por la abolición de la cláusula de
reserva en el primer semestre de 1959; el Paro de Solidaridad por los despidos en Riopaila en
el segundo semestre del año y finalmente la proyección del movimiento de los trabajadores
azucareros y las estrategias de los empresarios con las centrales obreras tradicionales para
contrarrestar la pérdida de control sobre el movimiento sindical en el Valle (1960-1961).
Palabras Clave: Sindicalismo / política/ Valle del Cauca/ trabajadores azucareros/
empresarios/ cláusula de reserva/ Paro Riopaila/ 1959.
VI
Abstract
The manuscript aims at identifying political trends in the unionist movement in Colombia
through the study of the relationships between unionism and politics, the last ones understood
as the relations established between workers movements with other actors in power as the
State, the Church, the business class, political parties and / or movements during the period of
the National Front (1958-1974). To this end, the manuscript is organized into two main
sections: the first presents a historiographical balance on research and theses written on the
subject between (1960-2012) that identify the main issues methodologies, contributions and
approaches to the subject.
The second section is developed in the second, third and fourth chapters around the
reconstruction of a case study on the sugar workers movement in 1959 in Valle del Cauca,
the case begins with the conflict due to the Reserve Clause abolition in the first semester of
1959; the strike in solidarity for the firings in Riopaila in the second semester of the year;
and finally, the sugar workers movement projection and employers‘ strategies -with
traditional labor unions- to counteract the loss of control over the labor movement in Valle
(1960-1961).
Keywords: Syndicalism / politics/ Cauca Valley/ sugar workers/ business/ Reserve Clause/
Riopaila strike /1959.
VII
CONTENIDO
LISTA DE TABLAS XI
LISTA DE CUADROS XIII
LISTA DE SIGLAS Y ABREVIATURAS XIV
INTRODUCCIÓN 1
1.1 Aclaraciones metodológicas 7
1.1.1 Aportes de los historiadores marxistas británicos 8
1.1.2 Aportes de los estudios subalternos 9
1.1.3 Aportes de la microhistoria 10
1.1.4 Otras consideraciones metodológicas 12
CAPÍTULO 1. TENDENCIAS HISTORIOGRÁFICAS SOBRE EL MOVIMIENTO
OBRERO Y LA POLÍTICA EN EL FRENTE NACIONAL. 15
1.1 Introducción 15
1.2 Antecedentes de los Balances Historiográficos sobre el movimiento obrero en Colombia 19
1.3 Investigaciones sobre el movimiento sindical 26
1.4 Trabajos de Grado 63
1.4.1 Tesis de pregrado publicadas entre 1960 y 1979 66
1.4.2 Tesis de grado pregrado publicadas entre 1980-1986 73
1.4.3 Tesis de grado pregrado publicadas entre 1987-2012 86
1.5 Conclusiones 93
VIII
CAPÍTULO 2. LA BATALLA DE LOS TRABAJADORES DEL AZÚCAR CONTRA
LA CLÁUSULA DE RESERVA, 1959 99
2.1 Introducción 99
2.2 Antecedentes sobre los estudios de los trabajadores azucareros en 1959 102
2.3 ¿Por qué 1959?: Contexto histórico luchas obreras e importancia del año para los trabajadores
azucareros 112
2.4 Desarrollo del conflicto 116
2.4.1 ¿Qué era la cláusula de reserva y el plazo presuntivo de trabajo? 117
2.4.2 Conflictos por la eliminación de la cláusula de reserva 121
2.4.3 Huelgas en Riopaila y La Manuelita 123
2.4.4 La cláusula de reserva en otros sectores económicos 128
2.4.5 Uso de la cláusula de reserva en las empresas de la ANDI 131
2.4.6 ¿Por qué los empresarios rechazaban la eliminación de la cláusula? 135
2.4.7 ¿Qué pedían los trabajadores en las convenciones?: Situación social trabajadores ingenios azucareros 137
2.4.7.1 Aumentos salariales 137
2. 4.7.1.1. Ingresos de los trabajadores del dulce 141
2.4.7.2 Prestaciones sociales y seguridad social 143
2.4.7.3 Condiciones laborales 144
2.4.7.4 Derechos sindicales 145
2.4.8 Valoración de los empresarios sobre los pliegos de petición de los trabajadores y sus pronunciamientos
146
2.4.9 La estrategia de los empresarios 148
2.4.10. ¿Publicar o no la opinión de la ANDI sobre la cláusula de reserva? 150
2.4.11 Anuncio Paro Solidaridad Junio 1959 contra la cláusula de reserva, fin de las huelgas y firma
convenciones colectivas 156
2.4.12. Proyecto de Ley reforma cláusula de reserva 163
2.5 Conclusiones 165
CAPÍTULO 3: EL PARO DE RIOPAILA, 1959 168
3.1 Introducción 168
3.2 Inicio y causas del conflicto en Riopaila 169
3.3 Anuncio y desarrollo del paro de Riopaila: 14 de julio de 1959 172
3.4 Reacciones de los empresarios y declaratoria de ilegalidad 174
3.5 ¿Qué pasó después de la declaratoria de ilegalidad? 175
3.6 Paro de Solidaridad por los despedidos de Riopaila 177
3.6.1 Trabajadores involucrados en el Paro y movimiento de solidaridad por Riopaila 179
3.6.2 Día a día del paro de solidaridad 182
3.6.3. Marcha de solidaridad y balance del paro según los empresarios y trabajadores 186
IX
3.6.5. Solidaridades en otros sectores para los trabajadores y empresarios 192
3.6.6 Fin del Paro de Solidaridad: Despidos, investigaciones y balance 194
3.6.7. Medidas utilizadas para legalizar los despidos 198
3.6.8 Estado de sitio y medias extralegales de represión del movimiento 200
3.7 Conclusiones del Paro de Riopaila y Solidaridad 206
CAPÍTULO 4: PROYECCIÓN Y ESTRATEGIAS DE REORIENTACIÓN DEL
MOVIMIENTO SINDICAL 1960-1961. 210
4.1 Introducción. 210
4.2. Fin de 1959 y rumbos del movimiento azucarero 212
4.3 Continuidad de los conflictos azucareros y en el Valle en los sesentas 213
4.4 Cierre ingenios, represión y violencia primeros años década de los sesenta 217
4.5. Reorientación de la cuestión social (1960-1961) 220
4.5.1 Estrategia de la Andi 223
4.5.2. Estrategia de la UTC 226
4.5.3 Alianza anticomunista de la CTC con el Gobierno de Lleras 229
4.6 Conclusiones 235
5. CONCLUSIONES GENERALES 237
ANEXO A. CLASIFICACIÓN LIBROS, INVESTIGACIONES Y ARTÍCULOS
MOVIMIENTO SINDICAL COLOMBIANO 1960-2012 242
ANEXO B. CLASIFICACIÓN TRABAJOS DE GRADO MOVIMIENTO SINDICAL
COLOMBIANO 1960-2012 245
ANEXO C. MAPA DE LOCALIZACIÓN INGENIOS AZUCAREROS DEL VALLE DEL
CAUCA 1959 248
ANEXO D. NORMATIVIDAD CLÁUSULA DE RESERVA Y DURACIÓN CONTRATO
DE TRABAJO 249
ANEXO E. CAUSALES TERMINACIÓN CONTRATO DE TRABAJO 255
ANEXO F. ASUNTOS TRATADOS ALGUNAS CONVENCIONES COLECTIVAS 1959 –
INGENIOS AZUCAREROS 259
X
ANEXO G. CLÁUSULA DE RESERVA Y PLAZO PRESUNTIVO DE TRABAJO
PACTADOS EN LAS CONVENCIONES COLECTIVAS DE ALGUNAS EMPRESAS
AFILADAS A LA ANDI EN 1959 277
ANEXO H. NORMATIVIDAD SOBRE LA DECLARACIÓN DE ILEGALIDAD DE LAS
SUSPENSIONES COLECTIVAS DE TRABAJO 280
ANEXO I. NORMATIVIDAD QUE PRORROGÓ EL ESTADO DE SITIO EN EL VALLE
1949-1960 282
ANEXO J. ORGANIZACIÓN DOCUMENTOS ARCHIVO ANDI 283
BIBLIOGRAFÍA 342
XI
Lista de Tablas
TABLA 1-1 TIPO DE PUBLICACIÓN BALANCE HISTORIOGRÁFICO 27
TABLA 1-2 CLASIFICACIÓN PUBLICACIONES MOVIMIENTO SINDICAL COLOMBIANO
POR TIPO DE HISTORIA Y DÉCADA (1960-2012) 29
TABLA 1-3 CLASIFICACIÓN TRABAJOS DE GRADO SINDICALISMO Y POLÍTICA EN EL
FRENTE NACIONAL POR UNIVERSIDADES Y NIVEL ACADÉMICO (1960-2012) 64
TABLA 1-4 CLASIFICACIÓN TRABAJOS DE GRADO SINDICALISMO Y POLÍTICA EN EL
FRENTE NACIONAL POR DISCIPLINA Y PERIODO DE PUBLICACIÓN (1960-2012). 65
TABLA 2-1 ENCUESTA EMPRESAS AFILIADAS A LA ANDI SOBRE CAUSAS DE
ROTACIÓN DE PERSONAL 1957-1958. REPORTES DE ABRIL Y JUNIO DE 1959 132
TABLA 2-2 USO DE LA CLÁUSULA DE RESERVA EN LOS INGENIOS AZUCAREROS DEL
VALLE DE CAUCA 1959. 134
TABLA 2-3 SALARIOS DE LOS TRABAJADORES EN ALGUNOS INGENIOS AZUCAREROS,
EN 1959 139
TABLA 2-4 AUMENTOS SALARIALES DESPUÉS DE LA FIRMA DE CONVENCIONES
COLECTIVAS DE TRABAJO, SEGÚN RANGO EN 1959 140
TABLA 2-5 INGRESOS POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA POR NIVEL
OCUPACIONAL EN 1970 141
TABLA 2-6 SINDICATOS DE INGENIOS AZUCAREROS QUE NEGOCIARON PLIEGOS DE
PETICIONES EN 1959, SEGÚN AFILIACIÓN Y PERIODO DE NEGOCIACIÓN 158
TABLA 3-1 TRABAJADORES EN HUELGA INGENIO RIOPAILA ENTRE EL 3 -6 DE AGOSTO
DE 1959 180
TABLA 3-2 TRABAJADORES PARTICIPANTES DEL PARO DE SOLIDARIDAD POR
DESPIDOS EN RIOPAILA ENTRE EL 6 Y EL 14 DE AGOSTO DE 1959 181
XII
TABLA 3-3 TIPO DE SANCIÓN A LOS TRABAJADORES PARTICIPANTES DE LAS
PROTESTAS SOLIDARIAS EN LOS INGENIOS AZUCAREROS DEL VALLE, 1959,
SEGÚN DISTINTAS FUENTES 195
TABLA 3-4 VIGENCIA DEL ESTADO DE SITIO EN EL VALLE Y DURACIÓN (1958-1962) 200
TABLA 3-5 TRABAJADORES DETENIDOS ENTRE EL 12 Y EL 14 DE AGOSTO DE 1959 202
TABLA 3-6 SALDO DE LA REPRESIÓN SOBRE LOS TRABAJADORES DE LOS INGENIOS
AZUCAREROS EN EL VALLE EN SEGUNDO SEMESTRE DE 1959 203
TABLA 4-1 AFILIACIONES DE LAS ORGANIZACIONES DE TRABAJADORES DE LA ANDI
A FEDERACIONES SINDICALES EN 1960 224
TABLA 4-2 TRABAJADORES DE EMPRESAS AFILIADAS A LA ANDI EN EL VALLE EN 1960
224
XIII
Lista de Cuadros
CUADRO 2-1 DISPOSICIONES CÓDIGO SUSTANTIVO DE TRABAJO SOBRE CLÁUSULA DE
RESERVA, PLAZO PRESUNTIVO Y PRÓRROGA DE LOS CONTRATOS 118
CUADRO 2-2 SÍNTESIS PUNTOS PRINCIPALES CONVENCIÓN COLECTIVA INGENIO
MAYAGÜEZ, 1959 121
CUADRO 2-3 PROYECTO DE LEY POR LA CUAL SE DECLARAN ABOLIDOS EL
CONTRATO PRESUNTIVO DE TRABAJO Y LA CLÁUSULA DE RESERVA. 163
CUADRO 3-1 CARTA ANDI AL DR ALBERTO LLERAS CAMARGO, PRESIDENTE DE LA
REPÚBLICA 173
CUADRO 3-2 CARTA TRABAJADORES DE RIOPAILA AL PUEBLO DE ZARZAL 176
CUADRO 3-3 CARTA FEDETAV SOBRE PARO DE SOLIDARIDAD 186
CUADRO 3-4 RESOLUCIÓN 1064 DE 1959 DEL MINISTERIO DE TRABAJO 198
XIV
Lista de Siglas y Abreviaturas
ANDI Asociación Nacional de Industriales
Asocaña Asociación Cultivadores Caña de Azúcar
CIOLS Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres
C.S.T Código Sustantivo del Trabajo
CGT Confederación General del Trabajo
CNT Confederación Nacional de Trabajadores
CTC Confederación Trabajadores de Colombia
CSTC Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia
CUASS Comité de Unidad de Acción y Solidaridad Sindical
CUT Central Unitaria de Trabajadores
ENS Escuela Nacional Sindical
Fanal Federación Agraria Nacional
Fecode Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación
Fedetav Federación de Trabajadores del Valle
Fedenal Federación Nacional de braceros y navegantes del Rio Magdalena
Fedepetrol Federación de Trabajadores Petroleros
Fedeta Federación de Trabajadores de Antioquia
Fenaltraconcem Federación Nacional de Trabajadores de la Construcción, Cemento y
Materiales de la Construcción
Fesinuval Federación de Sindicatos Unidos del Valle
Festralva Federación de Trabajadores Libres del Valle
Fitva Federación Independiente del Valle
FUAR Frente Unido de Acción Revolucionaria
XV
MOEC Movimiento Obrero Estudiantil Campesino
MOIR Movimiento Obrero Independiente Revolucionario
MRL Movimiento Revolucionario Liberal
ORIT Organización Regional Interamericana de Trabajadores
PCC Partido Comunista Colombiano
SAC Sociedad de Agricultores de Colombia
UNO Unión Nacional de Oposición
UNIR Comités de Unidad Sindical Intrarregional
UTC Unión Trabajadores de Colombia
UTRADUL Unión de Trabajadores del Dulce
UTRAVAL Unión de Trabajadores del Valle
UTRACUN Unión de Trabajadores de Cundinamarca
1
Introducción
El presente trabajo de grado de Maestría en Historia se planteó como objetivo general
establecer las tendencias políticas del movimiento sindical en Colombia a través del estudio de
sus relaciones con otros actores político-sociales y sus trayectorias de construcción de
autonomía en el periodo del Frente Nacional (1958-1974).
La pregunta central de la investigación fue: ¿Cuál había sido la relación entre sindicalismo y
política en el Frente Nacional?. Esto significaba indagar sobre cuáles habían sido las
influencias políticas e ideológicas sobre el sindicalismo y el conjunto del movimiento obrero
durante el periodo enunciado.
La selección del periodo de estudio (1958-1974) cobra importancia por ser un periodo donde
suceden importantes cambios sociales, políticos y económicos en el país, en medio de los
últimos vestigios de la Violencia bipartidista, y la transición del régimen militar a un régimen
de democracia restringida caracterizado por la repartición de poderes del Estado entre el
partido liberal y conservador. El periodo de estudio se inicia entonces, con el derrocamiento
de la dictadura militar de Rojas Pinilla (1958) hasta (1974) año en el Pacto se termina
oficialmente1.
Es un periodo caracterizado por el resurgimiento de los conflictos obreros y aumento de la
sindicalización y que registra una amplia influencia de los movimientos e ideas políticas de
izquierda. También es un periodo de fuertes debates y disputas de las distintas fuerzas
políticas y otros actores de poder para orientar el movimiento de los trabajadores y darle un
sentido específico a sus luchas.
Teniendo en cuenta este breve contexto, la pregunta de investigación estaba dirigida a
identificar cómo los distintos partidos, grupos o movimientos políticos habían influenciado o
intentado acercarse al movimiento de los trabajadores. En concreto, la pregunta pretendía
identificar ¿cómo habían actuado los grupos políticos en el movimiento obrero?, ¿cuáles
1 El desmonte del Frente Nacional fue más lento de lo previsto en su origen y prácticamente duró hasta (1991)
que es a su vez, la antesala de un nuevo pacto plasmado en la Constitución de 1991. ARCHILA NEIRA,
Mauricio. Idas y venidas, vueltas y revueltas. Protestas sociales en Colombia (1958-1990). Bogotá: ICANH/
CINEP, 2005. p.88.
2
habían sido las tensiones existentes?, ¿de qué manera el bipartidismo y los grupos políticos de
izquierda habían influenciado al movimiento de los trabajadores?, ¿cómo el Estado, las
centrales obreras y otros actores habían jugado un papel importante en las relaciones políticas
tejidas con el movimiento obrero?, ¿cómo el Frente Nacional había sido un periodo decisivo
de disputa entre distintas fuerzas políticas para orientar dicho movimiento?.
En ese sentido, para responder a la pregunta central de la investigación era necesario hacer
una revisión extensa de las investigaciones académicas de carácter histórico que se habían
realizado sobre el movimiento obrero y habían abordado de alguna manera estas relaciones.
De igual manera, interrogar algunos trabajos de grado para saber cuáles y desde qué lugares
se habían planteado esta misma pregunta de investigación e identificar cuáles habían sido los
métodos y enfoques utilizados.
Por estas razones, se emprendió la realización del Capítulo 1 que contiene un extenso y
exhaustivo Balance Historiográfico sobre los trabajos históricos escritos entre 1960-2012
sobre el sindicalismo y política en el Frente Nacional. En este capítulo el objetivo principal es
hacer una síntesis de los aportes principales de cada una de las obras historiográficas frente al
problema y la pregunta de investigación, identificando la tesis central de las obras, los
objetivos, los enfoques de estudio, las fuentes utilizadas, el tipo de historia, entre otros. En
total se revisaron 36 investigaciones sobre el movimiento obrero y 28 trabajos de grado de 8
Universidades colombianas disponibles en línea.
El Balance Historiográfico proporcionó aportes bastantes importantes al resto de la
investigación en la medida en que permitió contextualizar el periodo de estudio, conocerlo,
identificar cómo se había abordado el problema historiográficamente por otros autores, e
identificar, a su vez, algunas características comunes de las relaciones entre los sindicatos y
los partidos políticos tradicionales; los sindicatos y partidos/o movimientos de izquierda; los
sindicatos y el Estado a través del derecho laboral; los sindicatos y otros actores de poder en el
periodo estudiado. Además, permitió identificar que en esta coyuntura el movimiento obrero
comenzó a buscar una mayor autonomía de los partidos tradicionales, la Iglesia, el Estado, los
empresarios, entre otros.
De igual manera, el Balance permitió identificar dos elementos adicionales: en primer lugar, la
persistencia de un vacío historiográfico en las investigaciones del movimiento obrero durante
el periodo de la Violencia y los primeros años del Frente Nacional. En segundo lugar, la
importancia de explorar de manera mucho más puntual ¿cómo habían sido las relaciones entre
sindicalismo y política en coyunturas específicas? Y poderlas describir e identificar en un
contexto específico, de manera más detallada.
El problema de investigación identificó entonces que si bien estas relaciones habían sido
estudiadas, la historiografía arrojaba tendencias generales, por lo cual, era necesario tomar un
caso de análisis puntual para poder identificar dichas relaciones con actores, sujetos, y
3
conflictos concretos. De esta manera, para conocer cómo se habían establecido las relaciones
entre sindicalismo y política, era preciso bajar la escala de análisis, de tal manera que se
pudieran identificar, caracterizar y estudiar estas relaciones.
Una vez planteados este problema historiográfico, se hizo necesario emprender la elaboración
de la segunda parte del trabajo de grado, seleccionando un caso que pudiera ser reconstruido
con la información disponible en los archivos que estaban siendo revisados: Archivo de la
Asociación Nacional de Industriales –Andi- y Archivo Voz de la Democracia –órgano del
Partido Comunista Colombiano. El proceso de selección de documentos y organización de los
archivos se explica en el Anexo J más detalladamente.
El periodo seleccionado fue 1959-1961, años de inicios del Frente Nacional enmarcados en
los últimos vestigios de la Violencia bipartidista, la transición del régimen militar al régimen
de apertura democrática parcial. Son (3) años de grandes cambios para el país, en particular de
transición que abarca el primer gobierno de Alberto Lleras. Durante estos años se mantiene el
estado de sitio parcial en algunas zonas del país orientado principalmente a contrarrestar la
violencia en el campo, comienza a resurgir el proceso de sindicalización en los distintos
sectores económicos, se dan cambios en las organizaciones sindicales a nivel micro y macro, y
aparecen ―nuevos dirigentes sindicales‖ influenciados por las organizaciones políticas de
izquierda. Es un contexto marcado por el auge revolucionario en América Latina y el mundo.
Una vez seleccionado el periodo, se privilegió la lectura e interpretación de los documentos
escritos del archivo de la Asociación Nacional de Industriales, Andi, sede Medellín, con
relación a las Cuestiones Laborales de 1958-1961. En total se revisaron 8 (carpetas) que
contenían distintos documentos de correspondencia privada o personal sobre telegramas de las
juntas directivas seccionales de la Andi, artículos, cartas, notas de prensa, temas de interés,
boletines, comunicados, estudios, pronunciamientos sobre proyectos de ley y análisis de los
conflictos laborales y sociales. Con esta exploración se redactaron el Capítulo Segundo,
Tercero y Cuarto de este trabajo de grado, y un anexo que contiene el índice de los títulos de
los principales documentos encontrados en la Andi organizados por fecha, autor, destinatario,
tipo de conflicto y tema abordado (Anexo J).
La organización del archivo de la Andi tomó casi dos años, dado la cantidad de documentos
que se encontraban desorganizados en las carpetas encontradas. En el proceso de clasificación
de estos documentos se identificó la importancia que tuvo el desarrollo de los conflictos
sociales y laborales en los ingenios azucareros del Valle del Cauca para los empresarios. Por
lo cual, la investigación decidió profundizar en la reconstrucción de estos conflictos, que si
bien eran mencionados en la literatura existente sobre el movimiento de los trabajadores en
Colombia, no habían sido lo descritos a profundidad.
Para reconstruirlos, fue necesario cruzar la información encontrada con una documentación no
oficial que privilegiara la voz de los trabajadores. De esta manera, se seleccionó la revisión del
4
archivo del periódico Voz, órgano del Partido Comunista, donde se encontraron noticias que
proporcionaban un punto de vista no oficial sobre los hechos. Esta información permitió
cotejar la información encontrada en los documentos de los empresarios y aproximarnos a las
posturas de los trabajadores, en especial, aquellos influenciados por el Partido Comunista.
Además, era preciso consultar qué otros libros, artículos e investigaciones sobre la historia
regional y social del Valle, y trabajos de grado habían tenido en cuenta los conflictos
seleccionados. Por eso, se realizó una consulta en las bases de datos en línea y en la
Universidad del Valle identificando los textos principales que habían abordado dichos
conflictos para complementar el relato histórico.
Cabe anotar que en el proceso de redacción del trabajo se realizaron algunas entrevistas y
conversaciones amplias con algunos dirigentes sindicales de diversas tendencias políticas que
en su momento ayudaron a orientar las preguntas a los documentos escritos con aclaraciones
sobre algunos temas del contexto, sus nombres son reconocidos en la Bibliografía del trabajo.
Sin embargo, las entrevistas no se transcribieron por que no se utilizaron ni citaron en el
desarrollo de los Capítulos 2 al 4 dado que la militancia de los dirigentes sindicales y la
información proporcionada era de otros periodos de estudio posteriores a (1959-1961).
Una vez aclarado el proceso metodológico, expondremos en resumen los contenidos de la
segunda parte de la investigación (Capítulos 2 al 4) que como se ha expresado, presenta la
reconstrucción historiográfica de la conflictividad de los trabajadores del Valle del Cauca. La
pregunta planteada en esta segunda parte de la investigación, da continuidad a la primera:
¿Cómo se desarrollaron las relaciones entre el sindicalismo y la política en medio de la
conflictividad social en el Valle del Cauca entre 1959-1961?.
La metodología utilizada para la interrogación de los documentos se basó en los enfoques de
la denominada ―historiografía desde abajo‖, cuyos supuestos fundamentales se ampliarán más
adelante en el texto. En este sentido se pretendió rescatar la agencia de los trabajadores en la
historia social y regional del Valle, las voces del movimiento obrero, sus movilizaciones,
limitaciones, tensiones y relaciones con otros actores. Para ello, se hizo una amplia
exploración de los documentos escritos mencionados, se sistematizó la información y se
organizó presentándola oportunamente en cada capítulo y los Anexos que hacen parte del
texto.
Una vez explicado esto, se inicia la escritura del Capítulo Segundo, cuyo objetivo es
reconstruir el desarrollo del conflicto por la eliminación de la cláusula de reserva en el Valle
durante el año 1959, en especial, en el primer semestre del año, que involucró
aproximadamente a 17 ingenios azucareros del Valle del Cauca, (13) de ellos afiliados ese
año a la Fedetav. La cláusula de reserva era un mecanismo ―legal‖ utilizado por los
empresarios para despedir trabajadores por distintas razones.
5
Este conflicto de tipo laboral estalló con la presentación simultanea de pliegos de peticiones
coordinados por Fedetav, que solicitaban la derogación de la cláusula de reserva y ponían de
manifiesto las demandas de los trabajadores frente a las normas laborales; sus propias
peticiones; muestran cómo se producen algunas huelgas, firmas de convenciones colectivas,
conexiones con otros conflictos a nivel nacional, las posiciones y los dilemas de los
empresarios para manejarlos; las reacciones de parte del Gobierno Nacional y los logros de los
trabajadores.
El Tercer Capítulo tiene por objetivo reconstruir históricamente el Paro azucarero en el
segundo semestre de 1959 iniciado por el despido de algunos trabajadores del Ingenio
Riopaila. El conflicto inicialmente laboral, se amplía de tal manera que se convierte en un
movimiento en defensa de la paz que pretende detener los legados de la violencia bipartidista
en los ingenios azucareros de toda la región. El capítulo reconstruye la relación entre el
sindicalismo y la política teniendo en cuenta: las causas del conflicto, el desarrollo del mismo
y las consecuencias, las lecturas de empresarios y trabajadores sobre el mismo, una
aproximación cuantitativa sobre la participación de los trabajadores, las medidas legales
utilizadas para justificar los despidos, las posturas del Gobierno: vigencia del Estado de sitio y
la represión del movimiento y, finalmente, los aprendizajes y aportes para los trabajadores.
Como parte del cierre del análisis, se planteó el Capítulo Cuarto cuyo objetivo es mostrar
algunas tendencias sobre lo que sucedió con el movimiento de los trabajadores azucareros
entre 1960-1961, haciendo el puente sobre lo que ocurría política y socialmente en el resto del
país. El análisis identifica algunos elementos de la relación cambiante entre el sindicalismo y
la política teniendo en cuenta las estrategias ideológicas de los empresarios, el Gobierno y los
partidos políticos a través de las centrales obreras tradicionales para contener la pérdida de
influencia sobre las organizaciones sindicales, recuperar el control ideológico, dividir las
organizaciones y reprimir sus manifestaciones.
Se menciona de qué manera, los conflictos azucareros son el antecedente de un conjunto de
cambios que hacen parte del comienzo de la búsqueda de autonomía del movimiento obrero
en el Frente Nacional, entendiendo por ello, la búsqueda de una menor dependencia del
movimiento de los trabajadores de actores como los partidos políticos tradicionales y sus
centrales obreras; la Iglesia, el Estado, los empresarios y una mayor capacidad para establecer
sus propios repertorios de protesta, aumento de su capacidad de organización, de presión y
articulación. Al finalizar el capítulo se explica cómo este proceso se inicia durante los años
estudiados pero no se logra completamente, debido a las estrategias de los distintos actores de
poder que también lograron mantener su influencia sobre los trabajadores.
La escritura de estos capítulos se realiza de manera simultánea con la elaboración de un
cuerpo de Anexos muy importantes para todo el trabajo. En el caso del capítulo 1: se
construyen dos anexos que muestran cómo se clasificaron los libros e investigaciones sobre el
6
movimiento sindical colombiano 1960-2012 (Anexo A), así como los trabajos de grado
seleccionados para el análisis en el mismo periodo (Anexo B).
En el capítulo 2 se incorpora un mapa de localización de algunos de los ingenios involucrados
en los conflictos (1959-1961) (Anexo C); el soporte jurídico que fundamentaba la cláusula de
reserva (Anexo D); las causales de terminación del contrato de trabajo (Anexo E); los asuntos
tratados en algunas las convenciones colectivas firmadas (Anexo F); así como el resumen de
algunos de los puntos pactados en otras empresas afiliadas de la Andi sobre cláusula de
reserva y plazo presuntivo (Anexo G).
En el capítulo 3 se utilizan dos anexos: el Anexo H que resume la normatividad vigente en la
época que permitía la declaración de ilegalidad de las suspensiones colectivas de trabajo; y, el
Anexo I que explicita la normatividad que prorrogó el estadio de sitio en el Valle entre 1949-
1960. En el capítulo 4 no se citan anexos.
El Anexo J es uno de los más importantes y largos del trabajo presenta el índice de contenido
de los documentos del archivo de la Andi sobre Cuestiones Laborales (1958-1977). Este
anexo tiene dos partes: la primera expone el archivo privado/ personal donde se organizaron
los documentos (1958-1961) por año; tema, autor, contenido y fecha. La segunda expone por
año los documentos del archivo público (1962-1977) organizados por año, contenido y fecha.
El anexo es un importante insumo del trabajo porque explica el proceso de consulta e
investigación y es un insumo para posteriores investigaciones que quieran consultar la
posición de la Andi frente a otros conflictos laborales u otros temas relacionados en estos
años.
En conjunto, la información encontrada permite inferir que los conflictos de los ingenios
azucareros tuvieron enorme importancia por varias razones: en primer lugar, fueron los
conflictos más agudos en el sector privado durante los primeros años del Frente Nacional y
ocuparon la mayoría de los comunicados de los empresarios agrupados en la Andi y la primera
plana de un gran número de periódicos consultados.
En segundo lugar, puede afirmarse que a la luz de estos conflictos maduró en su organización
la clase obrera vallecaucana a través del activismo que tuvieron las juntas directivas de los
sindicatos dulceros; se fortaleció la Federación de Trabajadores del Valle, Fedetav, y
surgieron las primeras tensiones entre las federaciones y las centrales obreras UTC y CTC por
la influencia de fuerzas políticas de izquierda entre los trabajadores y la búsqueda de una
mayor autonomía del movimiento obrero de los empresarios, el Gobierno y los partidos
políticos.
En medio de las huelgas, paros y conflictos laborales, se sentaron las bases para garantizar el
cumplimiento y la ampliación de derechos laborales, de seguridad social, y sindicales, que los
trabajadores del dulce no tenían, y permitieron transformar sus realidades de manera
inmediata. No obstante, su contribución más grata consistió en gestar nuevas perspectivas para
7
el movimiento de los trabajadores azucareros con base en una mayor autonomía política y
sindical dando la posibilidad de fortalecerse con base en la articulación del sector, incluso
buscando nuevas perspectivas políticas.
La pertinencia de este trabajo consistió en hacer una contribución a la historiografía social y
regional del movimiento de los trabajadores del dulce en Colombia, y llenar un vacío
historiográfico del periodo (1959-1961) con la lectura e interpretación de los hechos a partir
de nueva documentación. A lo largo de la reconstrucción de los conflictos se describen
detalladamente las relaciones establecidas entre el movimiento de los trabajadores y los
distintos actores político- sociales. A grandes rasgos, el trabajo espera ser un aporte a la
historiografía obrera regional del Valle, rescatando la importancia de los acontecimientos que
tuvieron lugar en los años de inicios del Frente Nacional.
1.1 Aclaraciones metodológicas
En la investigación se privilegiaron los enfoques metodológicos propuestos por la ―historia
desde abajo‖, pues como lo recuerda Kaye2, la historia desde abajo “ha tenido por objetivo
alejar la atención de las élites o clases dirigentes, centrándose en las vidas, actividades y
experiencias de las masas o de la gente”. La historia desde abajo es un término genérico que
incluye diversas aproximaciones de varias escuelas. En la esencia cabe decir, que es una
historia crítica en la medida en que reconoce que “en toda sociedad los grupos dominantes
son los que más tienen que esconder acerca de cómo funciona la sociedad”. Por lo tanto,
sugiere enfocarse en las “víctimas del proceso histórico” y sospechar de las ―verdades‖ de los
triunfadores, o actores dominantes en la sociedad3.
De acuerdo con Sharpe, los propósitos de la ―historia desde abajo‖ son variados pero, uno de
ellos es recuperar un sentimiento de identidad, una idea de procedencia de las clases que
podrían denominarse menos favorecidas. Una de las ventajas de esta historia es ofrecer un
enfoque diverso que “abre al entendimiento histórico la posibilidad de una síntesis más rica,
de una fusión de la historia de la experiencia cotidiana del pueblo”4. En todo caso, reconoce
aspectos explícitamente políticos de la experiencia pasada, así como la importancia de las
improntas de la estructura y el poder social en la historia de la gente corriente.
Esta historia es por definición subversiva pues, nace como crítica a la expansión de la historia
política oficial y se propone descubrir el conocimiento de pasado acercándose hacia el
descubrimiento de “muchas más cosas que podrían llegarse a conocer a partir de pruebas
2 KAYE, Harvey J. Los historiadores marxistas británicos. Zaragoza: Prensas Universitarias, 1989.
3 Ibid. Capítulo VII. La contribucion colectiva.
4 Ibid, p. 51.
8
aún no exploradas”.5 Una de las dificultades es precisamente la documentación, pero los
enfoques historiográficos nos dan luces sobre cómo encontrar los rastros o huellas de estos
actores –subalternos- en el pasado. Incluso sobre cómo explorar los mismos documentos
oficiales o de las élites para recuperar las ―voces silenciadas‖.
Teniendo en cuenta estos aportes generales, a continuación se hace un resumen de los
principales aportes metodológicos de tres escuelas de ―historia desde abajo‖ que fueron
fundamentales para el enfoque del presente trabajo de grado.
1.1.1 Aportes de los historiadores marxistas británicos
Los historiadores marxistas británicos hacen tres contribuciones metodológicas colectivas de
gran importancia: en primer lugar, una perspectiva distinta de concebir y escribir la historia de
(abajo hacia arriba) es decir, en la importancia del estudio de las clases bajas como
participantes activos de la formación de la historia:
“Es más, demuestran que tales luchas y movimientos han sido significativos para la
totalidad del desarrollo histórico, es decir, para los valores y las ideas y para la economía
política, y que, por lo tanto, han contribuido también a las experiencias y las luchas de las
generaciones posteriores.”6
En segundo lugar, contemplar el estudio de la historia de la clase trabajadora en el contexto de
relaciones y confrontaciones de clase específicas, asumiendo precisamente que las relaciones
de clase son políticas en cuanto que siempre suponen dominación, subordinación, lucha y
acomodación. Cabe aclarar que una de sus contribuciones colectivas más importantes tienen
que ver con la ampliación de la categoría de ―clase‖ reconociendo que esta:
“La clase es una formación social y cultural (con frecuencia
encuentra expresión institucional) que no puede ser definida en
abstracto o aisladamente, sino únicamente en términos de las
relaciones con las otras clases; y finalmente la definición sólo se
puede hacer tomando el tiempo como medio- esto es, acción y
reacción, cambio y conflicto… la clase en sí no es una cosa, es
un suceso”7.
En tercer lugar, el desarrollo de una ―estética política‖, es decir, la idea según la cual, la
experiencia histórica tiene consecuencias en el presente y por lo tanto, reconocer la
importancia de conocer la historia dado que citando a J. Berger: “un “pueblo o clase que es
5 SHARPE, Jim. Historia desde abajo. En: Burke, Peter (et al). Formas de Hacer Historia. Madrid: Alianza
Editoria, 1993, p. 58. 6 KAYE, op. cit, p 90.
7 Cita de THOMSON, Edward. En: KAYE, Harvey J, 1989.
9
desposeído de su pasado es menos libre para elegir y actuar como pueblo o clase que uno que
haya podido situarse él mismo en la historia”8.
Estos aportes metodológicos fueron fundamentales para el enfoque de este trabajo de grado,
en especial para abordar el contexto de los conflictos laborales y sociales desarrollados, e
identificar las relaciones entre los trabajadores con las organizaciones sindicales confederadas
y federadas, sus tensiones, relaciones con otros actores de poder (empresarios, autoridades,
iglesia, etc). Fue fundamental entender el concepto relacional de la clase para ello y las
evidencias de su conformación en la documentación encontrada.
1.1.2 Aportes de los estudios subalternos
La historia desde abajo, propuesta por la escuela de estudios subalternos, cuya obra más
reconocida es la de Ranajit Guha también parte del reconocimiento de plantear una crítica a la
historiografía dominante producida en la ideología del estatismo, según la cual: “el curso
entero de la historia se convierte en una genealogía del sistema político y social, y los valores
y la cultura del entorno de la voz dominante”9. El autor, recupera los discursos sobre las
revueltas campesinas en la India en el siglo XIX y propone recuperar ―las voces bajas que
tienen otras historias‖, al mismo tiempo que pretende analizar, describir, identificar y afirmar
la larga historia de subalternidad del campesino y el esfuerzo de la historia oficial para acabar
con ella. Por lo tanto, asegura que:
“Las narraciones que constituyen el discurso de la historia dependen de la elección de
escoger lo que debe ser histórico. Escoger significa, en este contexto, investigar y
relacionarnos con el pasado escuchando la miríada de voces de la sociedad civil y
conversando con ellas. Estas son voces bajas que quedan sumergidas por el ruido de los
mandatos estatistas. Por esta razón no las oímos. Y es también por esta razón que
debemos realizar un esfuerzo adicional, desarrollar habilidades necesarias y, sobre todo,
cultivar la disposición para oír estas voces e interactuar con ellas. Porque tienen muchas
historias que contarnos -historias que por su complejidad tienen poco que ver con el
discurso estatista y que son por completo opuestas a sus modos abstractos y
simplificadores.”10
El aporte fundamental de su obra es que muestra la necesidad de reescribir una historia que
tenga en cuenta a todos los participantes y rompa la universalidad del discurso estatista u
oficialista rescatando la contribución hecha por ―el pueblo: las clases, grupos subalternos,
clases trabajadoras, estratos intermedios‖. La invitación es entonces a identificar aquellas
voces silenciadas y las manifestaciones rebeldes incluso en la información directa del
8 Cita de BERGER, Ways of Seemg, pp. 11-33. En: KAYE, Harvey J, 1989.
9 GUHA, Ranahit. Las voces de la historia y otros estudios subalternos. Barcelona: Crítica, 2002.p. 20.
10 Ibid.
10
oficialismo (testimonios, mensajes, fragmentos de conversación, documentación) y otros
indicios dentro del discurso de la élite que registran en su propio lenguaje el antagonismo y la
mentalidad subalterna:
“El antagonismo es, en efecto, tan completo y está tan firmemente estructurado que, a
partir de los términos declarados por uno, debería ser posible, invirtiendo sus valores,
derivar los términos implícitos del otro”.11
Los aportes de este enfoque historiográfico fueron fundamentales para la tesis en la medida en
que incitaron a recuperar las ―voces y la presencia de los trabajadores‖ que estaban inscritas
aún en los documentos de los empresarios o el Gobierno Nacional. En ese sentido, la lectura
del antagonismo y el lenguaje citado rigurosamente fue fundamental para la reconstrucción
del caso de estudio.
1.1.3 Aportes de la microhistoria
Otro de los aportes fundamentales de la historiografía desde abajo los hace la Microhistoria,
definida por Giovanni Levi12
como una práctica historiográfica que tiene referencias teóricas
múltiples y eclécticas pero que se concentra en la selección de casos para explorar
procedimientos concretos y detallados cuyo fin es analizar micro dimensiones de cada tema.
“Estas son pues, las cuestiones y posiciones comunes que caracterizan la microhistoria:
la reducción de escala, el debate sobre la racionalidad, el pequeño indicio como
paradigma científico, el papel de lo particular (sin oponerse, sin embargo, a lo social), la
atención en la recepción y al relato, una definición específica de contexto y rechazo al
relativismo.”13
La microhistoria se caracteriza por estudiar lo social no como un objeto dado sino como un
conjunto de interrelaciones cambiantes y existentes. En ese sentido, reconoce que la
descripción más realista del comportamiento humano debe basarse en la acción y el conflicto,
en la relativa libertad de los seres humanos pero también en los límites y las trabas impuestos
por sistemas prescriptivos o normativos.
Entre las características de la metodología más importantes se destacan: la reducción en la
escala de observación, un análisis microscópico y un estudio intensivo del material
documental que permite describir densamente detalles e identificar relaciones pequeñas de
poder que no se identifican en análisis más generales. Así como, el mecanismo de acceder al
11
Ibid. p.111. 12
LEVI, Giovanni. Sobre la microhistoria. En: BURKE, Peter (et al). Formas de hacer historia, Madrid: Alianza
Editorial, 1993. 13
Ibid p. 142.
11
conocimiento del pasado a través del estudio de indicios, signos y síntomas insertados en un
contexto social.
“La escala como objeto de análisis que sirve para medir los distintos aspectos en el campo
de las relaciones. (…)la reducción de la escala es un procedimiento analítico aplicable en
cualquier lugar, con independencia de las dimensiones del objeto analizado.(…) Los
aspectos particulares del objeto de análisis no reflejan necesariamente la escala distintiva
del problema propuesto(…)14
.
La decisión de reducir la escala de observación se hace con fines experimentales pues la
observación microscópica revela factores anteriormente no observados, por lo cual, la
microhistoria vuelve a ciertos fenómenos que se consideraban suficientemente descritos y
entendidos, para sacar a la luz, significados completamente nuevos que aparecen al alterar la
escala de observación. Otra de las ventajas de la microhistoria es que se basa en referencias
teóricas múltiples y esquemas de conceptualización flexibles, en especial por el aporte de la
descripción densa que Clifford Geertz, considera la perspectiva propia del trabajo
antropológico:
“(…)Más intentar imponer una teoría a modo de ley, arranca de un conjunto de signos
significativos y procura encajarlos en una estructura inteligible (…) sirve, pues, para
registrar por escrito una serie de sucesos o hechos significativos que, en caso contrario,
resultarían evanescentes, pero que son susceptibles de interpretación al insertarse en un
contexto, es decir, en el flujo del discurso social”15
En la microhistoria, se reconoce que el punto de vista del investigador se convierte en parte
fundamental del relato y en ese sentido se intenta hacer una aproximación lo más detallada
posible al hecho reconociendo desde la entrada las limitaciones que puedan tener las
evidencias documentales. Por ello, ―El lector entra en una especie de diálogo y participa en la
totalidad de construcción del razonamiento histórico.”16
Teniendo en cuenta que la microhistoria es por definición una práctica historiográfica,
considera que las teorías son legítimas pero poco útiles para la finalidad de posibilitar
descripciones mucho más detalladas. El propósito precisamente del método es evitar
generalizaciones abstractas y en cambio, descubrir sistemáticamente procedimientos a través
de la exploración de una amplia diversidad de materiales.
Este fue el propósito que orientó precisamente el presente trabajo de grado al escoger la
reconstrucción del caso de los trabajadores en el Valle del Cauca (1959-1961). Bajar la escala
14
Ibid pp. 122-123. 15
Ibid p. 126. 16
Ibid p. 136.
12
de observación, describir e identificar las relaciones políticas gestadas en medio de los
conflictos sociales de esos años.
Sin embargo, no se quería caer en el riesgo de “caer en algo parecido a la fragmentación del
conocimiento histórico y la despolitización de la historia o en la conversión del caso en una
anécdota o experiencia aislada (…)”17
.Por eso, fue muy importante la contextualización del
problema histórico en un plano nacional, como parte de los cambios sociales y políticos que
operaron en el conjunto del Frente Nacional, tal y como desarrolla en el Capítulo 1.
1.1.4 Otras consideraciones metodológicas
En común las tres escuelas de las cuáles recoge las influencias metodológicas más importantes
el trabajo de grado rompen con la forma tradicional impositiva y autoritaria adoptado por los
historiadores positivistas que pretenden presentar la realidad como verdadera. En cambio, la
historia desde abajo propone una historia crítica, que duda de los documentos considerados
como verdad, y se orienta a esclarecer lo ―oculto‖ que hay en dichos documentos. La crítica
del documento se hace con el fin de recuperar las huellas o vestigios de los sujetos dominados,
las clases populares, los subalternos, rescatando precisamente su agencia en la historia.
Los historiadores no renuncian por ello a la objetividad, pero sí reconocen que no hay
neutralidad, en palabras de Barrington Moore:
“(…) los historiadores y los científicos sociales confunden, con demasiada frecuencia,
objetividad y neutralidad. Esto es, no logran distinguir entre la actividad investigadora, en
la que la objetividad (es decir, la voluntad para descubrir el propio error) es esencial para
el examen intelectual honesto, y el impacto de la investigación, donde la neutralidad (la
imparcialidad) debe ser necesariamente una ilusión para cualquier estudio significativo.
La neutralidad es imposible, afirma, porque, dadas las estructuras de las sociedades
históricas y contemporáneas, cualquier verdad simple y directa sobre las instituciones y
los sucesos políticos está condenada a tener consecuencias políticas y a perjudicar a algún
grupo de intereses”.18
Como lo explica el profesor Bernardo Tovar la historia crítica precisamente rompe con la
creencia del ―fetichismo de los documentos‖ que hace una analogía entre el hecho, el
documento y la verdad19
. Y, por el contrario, parte de reconocer que todos los documentos
tienen una intencionalidad y que la experiencia personal del historiador como actor o testigo
17
SHARPE, op. cit, p.53. 18
Cita de BARRINGTON Moore, Jr. Los Orígenes Sociales de la Democracia y la Dictadura. Boston: Beacon
Press, 1966, pp. 524-528. En: KAYE, op. cit, 1989. 19
TOVAR, Bernardo. Lección Introductoria a la historia del documento histórico. Seminario Teórico: el
documento, la narración y la historia cultural. Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias
Humanas. Departamento de Historia. 2009.
13
tiene su impronta necesariamente en la interpretación y la construcción de los relatos
históricos. Esto no quiere decir, que se renuncie a la objetividad, sino que ésta se busca en la
precisión y rigurosidad del tratamiento de las fuentes.
De igual manera, es preciso reconocer lo que advierte, Jacques Le Goff :
“un documento no es una mercancía estancada del pasado; es un producto de la sociedad
que lo ha fabricado según los vínculos de las fuerzas que en ellas retenían el poder. Sólo el
análisis del documento en cuanto documento permite a la memoria colectiva recuperarlo y
al historiador usarlo científicamente, es decir, con pleno conocimiento de causa (…) No
existe un documento –verdad. Todo documento es mentira. Corresponde al historiador no
hacerse el ingenuo. Cualquier documento es al mismo tiempo verdadero, y tal vez ante
todo, falsa y falso porque un monumento es ante todo un disfraz, una apariencia engañosa,
un montaje. Es preciso ante todo desmontar, demoler ese montaje, desestructurar esa
construcción y analizar las condiciones en las que han sido producidos esos documentos –
monumentos.”20
Teniendo en cuenta esas premisas fundamentales el trabajo actual reconoce que todas las
fuentes consultadas tienen sus propios límites en la medida en que allí está inscrita la
intencionalidad y los intereses de las voces que hablan a través de ellas y de la información
que pretenden trasmitir. Por eso, en la medida de las posibilidades se trata de contrastar la
información entre distintas fuentes, entre las voces de los implicados, para hacer una crítica a
los documentos. Esto parte por reconocer que lo que se pretende en la investigación es hacer
una aproximación lo más completa posible a los hechos, con la rigurosidad debida en el
tratamiento documental.
Por eso se seleccionaron dos fuentes divergentes: de un lado, las voces de los empresarios
inscritas en el archivo de la Andi, que también, sugerían el registro de las voces de los
trabajadores porque contenían diversos documentos e indicios de ellos mismos. De otro lado,
las voces de los trabajadores politizados, inscritas en el periódico comunista de la época que
registraba la versión no oficial de los principales conflictos sociales y laborales de la época. Se
pretendía reconstruir el caso histórico a partir de las voces estos sujetos plurales y divergentes,
identificando las relaciones conflictivas y contrapuestas para proporcionar un relato
(dialéctico) lo más completo posible de los hechos que tuvieron lugar.
Los enfoques metodológicos que sirvieron de soporte a este trabajo indujeron a explorar
nuevas fuentes documentales, incluso, a explorar e interrogar fuentes escritas con el propósito
de : “mostrar cómo la utilización imaginativa del material de las fuentes puede iluminar
muchas zonas de la historia, que, de lo contrario, podrían haberse visto condenadas a
permanecer en la oscuridad y ofrecer también un medio para restituir a ciertos grupos
20
LE GOFF, Jacques. El orden de la memoria. Capítulo III. El documento monumento. Barcelona: Paidos
Ibérica, 1991. pp. 236-239.
14
sociales una historia que podría haberse dado por perdida o de cuya existencia no eran
conscientes.”21
En este caso, a esclarecer lo que sucedía entre (1959-1961), en particular
rescatar el papel de los trabajadores en los conflictos.
Por eso, en la segunda parte del trabajo (Capítulos 2-4) el interés fue rescatar el aporte y los
límites que tuvieron los trabajadores del azúcar e identificar cómo en medio de la
conflictividad se tejieron relaciones políticas con distintos actores. Para ello se hace uso de la
descripción detallada, de la interrogación puntual a los documentos para extraer la
información pertinente y de la sistematización más precisa de los datos. En ningún caso, la
historia reconstruida pretende ser ―verdadera‖ es tan sólo una aproximación lo más rigurosa
posible a los hechos que tuvieron lugar.
21
SHARPE, op. cit, pp. 55-56.
15
Capítulo 1. Tendencias historiográficas sobre el
movimiento obrero y la política en el Frente Nacional.
1.1 Introducción
El presente capítulo tiene por objetivo presentar un balance historiográfico de los estudios
sobre la historia del movimiento obrero y sindical colombiano teniendo como guía central la
pregunta sobre cómo los libros, investigaciones, artículos y trabajos de grado analizaron la
relación entre el sindicalismo y la política para contestar la pregunta central de este trabajo de
grado.
Para ello, se seleccionaron 36 publicaciones académicas, entre los cuales se cuentan los libros
que han sido más influentes para la historia del movimiento sindical y han tenido una
importante incidencia en las ciencias sociales para la comprensión de la historia de los
trabajadores en Colombia. Además, se revisaron 28 trabajos de grado de 8 Universidades
escritos entre 1960-2012.
Dentro de la relación entre el sindicalismo y la política se entiende el conjunto de las
relaciones establecidas entre el movimiento obrero con el Estado, las instituciones, los
partidos y movimientos políticos de oposición, la Iglesia, los partidos tradicionales u otros
actores de poder. Reconocemos que en términos conceptuales el sindicalismo es tan sólo una
de las expresiones del movimiento obrero y los trabajadores. Sin embargo, se tienen en cuenta
todas las expresiones para abarcar a los trabajadores organizados o no, en su sentido más
amplio posible.
Por historiografía se comprendió la producción de escritos de historia en el marco de la
narración y análisis de periodos históricos22
. Esto significa el análisis de las obras y tesis
orientadas a hacer un análisis diacrónico de la realidad; es decir a analizar la evolución de un
hecho, fenómeno o circunstancia a través del tiempo. De igual manera, se tuvieron en cuenta
los balances historiográficos anteriores que habían realizado sus respectivas reflexiones
críticos de las producciones históricas destacando los modelos teóricos, los paradigmas
interpretativos, las tendencias y escuelas investigativas.
Es pertinente aclarar que la historia del movimiento obrero en el país se ha escrito desde
diversos lugares que no han correspondido exclusivamente a la historia como disciplina sino
también a otras ciencias sociales, la sociología, la politología, la economía, el derecho, entre
otras. La maduración de los estudios sobre el movimiento obrero ha sido un proceso paralelo a
22
BETANCOURT MENDIENTA, Alexander. La escritura de la historia en Colombia: vicisitudes de una
disciplina. En: Revista Memoria y Sociedad, 14 de abril de 2003, Vol. 7.
16
la profesionalización de las ciencias sociales y de la historia, se constata, además que como
objeto de estudio, el movimiento obrero se ha movido en un espacio fronterizo de estudio de
las ciencias sociales y las humanidades.
A lo largo del periodo seleccionado pueden percibirse la variedad de enfoques, influencias
teóricas, paradigmas, corrientes de interpretación, metodologías, uso de fuentes,
procedimientos y formas de trabajo histórico que han mostrado la diversidad de lecturas sobre
la relación entre los trabajadores y la política. En este balance se pretende hacer una síntesis
de los aportes de estas obras historiográficas resaltando los temas centrales y las formas de
acercamiento al problema planteado.
Se establecieron unos criterios para la delimitación del Balance que a su vez, expresan los
criterios de selección de las investigaciones y los trabajos de grado incluidos:
Delimitación disciplinaria: Trabajos históricos: es decir análisis diacrónico de la
realidad, aquellos trabajos dedicados a analizar la evolución de un hecho fenómeno o
circunstancia a través del tiempo.
Delimitación temporal–espacial: Trabajos de la historiografía colombiana escritos
entre 1960-2012.
Delimitación temática: Selección de trabajos referenciados por varios autores que
abordaran la relación entre sindicalismo y política. Por esta relación se entendía la
relación del movimiento obrero con el Estado, el régimen político, las instituciones,
partidos políticos tradicionales, movimientos políticos de izquierda, Iglesia; así como
las relaciones entre sindicatos, federaciones, centrales obreras.
Delimitación periodo seleccionado: Se privilegiaron los trabajos sobre el Frente
Nacional (1958-1974) pero excepcionalmente se incluyeron otros periodos anteriores
que permitían entender la relación entre el sindicalismo y la política en sus más
complejas dimensiones.
El Balance tiene unos límites metodológicos que vale la pena señalar con claridad: en primer
lugar, excluye publicaciones como artículos de revistas y ponencias de congresos que no
alcanzaron a ser incluidos en la revisión bibliográfica. El balance únicamente selecciona las
investigaciones de larga duración que concluyeron en libros sobre el movimiento obrero,
reseña sólo algunos capítulos o artículos de libros escritos por varios autores; y trabajos de
grado (posgrado y pregrado) sobre el tema.
En segundo lugar, sólo se privilegia la historiografía colombiana sobre el movimiento obrero
en consecuencia, el Balance no incluye libros o investigaciones de historiadores
latinoamericanistas o extranjeros, con excepción de la obra Daniel Pécaut. Las obras
17
escogidas hacen estricta referencia a la historiografía colombiana escrita entre 1960-2012, han
sido escritas en el país y pueden ser consultadas fácilmente en las bases de datos de
Universidades y bibliotecas públicas.
En tercer lugar, el Balance solamente incluye las publicaciones académicas sobre el
movimiento obrero, por ellas se entiende obras escritas por investigadores, estudiantes o
profesores universitarios. En ese sentido, excluye documentos de autoría propia de las
centrales sindicales, autobiografías u otros documentos no académicos.
En cuarto lugar, sólo tuvo en cuenta aquellos obras que abordaran de manera general la
relación entre sindicalismo y política en el periodo de estudio y solamente en el último
periodo (1990-2012) aquellos que abordaban dichas relaciones en estudios de caso puntuales.
Todos los trabajos seleccionados tenían en común abordar alguna arista de la relación entre
sindicalismo y política. Esta última aclaración implica que se excluyeron trabajos sobre otras
temáticas del movimiento obrero: culturales, económicas, sobre la violencia, entre otras,
diferentes a las planteadas por la pregunta de investigación.
En el caso de la selección de las tesis de grado, se tuvieron exactamente los mismos criterios
de selección. Adicionalmente, es preciso aclarar que se escogieron los trabajos de 8
Universidades del país: Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá; Universidad
Javeriana, sede Bogotá; Universidad de los Andes, Universidad del Rosario; Universidad
Externado; Universidad Santo Tomás; Universidad del Valle; Universidad Industrial de
Santander UIS, otros 1 en la Biblioteca Luis Ángel Arango –Bogotá-. Estos trabajos
disponibles digitalmente en las bases de datos de las bibliotecas consultadas, lo cual facilitó
enormemente su consulta.
Esto significa que el trabajo no tuvo en cuenta los trabajos de grado de Universidades como la
de Antioquia que por razones de tiempo y espacio no alcanzaron a ser consultados, y valdría la
pena consultarlos en posteriores investigaciones. De igual manera, no recoge una muestra de
otras Universidades regionales, para ello, es preciso recordar que la investigación se desarrolló
sin ningún tipo de financiación y esto es un factor importante a la hora de reconocer los
recursos escasos disponibles para las consultas, los traslados y estadías.
En ese sentido, este capítulo recoge una muestra mucho más limitada que otros balances
historiográficos anteriores sobre el movimiento obrero como el de Londoño y Cubides (1984);
Acevedo (1991); Archila (1994). Sin embargo, pretende ser más intensivo en la medida en que
presenta una síntesis y valoración de cada una de las obras seleccionadas extrayendo la idea
principal de los aportes de cómo sus autores habían abordado allí, la relación entre
sindicalismo y política en el periodo seleccionado. Para su elaboración, se diseñó una reseña
de cada una de las obras que tomó bastante tiempo de estudio e inició desde la presentación
misma del Anteproyecto de maestría.
18
El reconocimiento de estas limitaciones no desprestigia los aportes historiográficos que pueda
hacer este Balance para el esto del trabajo de grado e incluso para investigaciones posteriores.
En efecto, es preciso reconocer que este Capítulo es la base principal de todo el trabajo de
grado porque pretende presentar de manera sintética las diversas aproximaciones académicas
desde la historiografía y las ciencias sociales al estudio del movimiento obrero en Colombia,
extrayendo las ideas centrales sobre ¿cómo los autores abordaron la relación entre el
sindicalismo y la política en el periodo del Frente Nacional?.
En ese sentido, en todo el proceso de lectura, selección, síntesis y valoración de las obras
presenta un gran aporte para la comprensión del periodo de estudio, la contextualización y el
conocimiento general de la problemática que se pretende abordar. De igual manera, la
sistematización de las obras y su clasificación por periodos, tendencias de estudio, tipo de
historiografía ha permitido organizar la información de los acercamientos historiográficos
anteriores al problema de investigación planteado.
Una vez hechas estas aclaraciones, se resume a continuación la estructura en que se organiza
el presente Capítulo: la primera parte, presenta los aportes centrales de los balances
historiográficos anteriores sobre el movimiento obrero en Colombia, realizados por Rocío
Londoño y Fernando Cubides (1984); Darío Acevedo (1991), Mauricio Archila (1989 y
1994). Estos trabajos fueron fundamentales para organizar por temas cuáles habían sido los
más privilegiados para el estudio del movimiento obrero, la identificación de tendencias
interpretativas, vacíos historiográficos de algunos periodos de la historia y críticas centrales a
los paradigmas que habían orientado la historiografía hasta ese momento.
La segunda parte presenta las publicaciones e investigaciones sobre el movimiento sindical
que se desarrollaron entre (1960-2012). En este apartado se privilegiaron los libros de autores
que habían influido de manera significativa en la historia del sindicalismo en Colombia y
fueron un referente para los trabajos de grado realizados en el mismo periodo. Estas
publicaciones fueron clasificadas por tipo de historia y década de publicación, se presentan los
temas, tesis centrales, aportes y algunas críticas a cada uno de los trabajos seleccionados.
La tercera parte analiza los trabajos de grado de (8) Universidades colombianas que en el
mismo periodo (1960-2012) abordaron la relación entre el sindicalismo y la política. Estos
trabajos se clasificaron por Universidad; nivel correspondiente pregrado o posgrado;
disciplina y periodo en que se escribieron. Se realiza una periodización teniendo en cuenta los
paradigmas, corrientes interpretativas, coyunturas y elementos comunes que permiten un
entendimiento del contexto en el que se desarrollaron los trabajos con sus respectivos
enfoques. Seguidamente se presentan los temas, tesis centrales, aportes y algunas críticas de
los trabajos seleccionados.
19
Finalmente, se exponen las conclusiones entre las que se destacan proporcionar una valoración
propia de cada una de las obras seleccionadas y, de otro lado, incluir las obras escritas entre
1994-2012 que no habían sido tenidas en cuenta en los balances historiográficos anteriores.
Esta primera parte se ha realizado como una primera fase de investigación y escritura de la
tesis pero los planteamientos acá encontrados son una base fundamental para soportar el resto
del trabajo.
1.2 Antecedentes de los Balances Historiográficos sobre el movimiento obrero en
Colombia
El aporte de los balances historiográficos anteriores ha sido mostrar las características y
tendencias de los estudios sobre movimiento obrero en Colombia. En total se encontraron
disponibles (4) Balances anteriores escritos por distintos autores entre (1984-1994). A
continuación se destacarán sus aportes principales que permiten entender cómo se ha
sistematizado las investigaciones sobre el movimiento obrero en el país.
El primer balance es de autoría de Rocío Londoño y Fernando Cubides, (1984) “Aspectos
cuantitativos y tendencias en la investigación sobre los trabajadores y el sindicalismo
colombiano”,23
fue elaborado con base en la bibliografía preparada por el CEREC y la
documentación recopilada por los ponentes del evento que se realizó. Se estructura en dos
partes: la primera presenta las tendencias y generalidades de los estudios seleccionados y la
segunda hace énfasis en las consideraciones sobre los estudios más importantes.
En total, recoge una muestra de 148 trabajos históricos, sociológicos y económicos con apoyo
factual y documental, clasificados por temas y según las indicaciones del título. Se excluyeron
documentos o materiales de los actores obreros, así como las declaraciones y documentos
políticos de las organizaciones sindicales y los partidos políticos que no podían ser
considerados investigaciones.
Para organizar los textos en primer lugar, se clasifican por temas atendiendo al contenido y al
título de los trabajos. En segundo lugar, se exponen unas consideraciones de orden cualitativo
relativas a la cobertura y calidad de la base empírica de los estudios y al tipo de problemas que
han sido abordados. Además, presenta una guía para detectar algunos vacíos en la
documentación, la interpretación y las conclusiones de algunos criterios o perspectivas de la
investigación.
23
LONDOÑO, Rocío y CUBIDES, Fernando. Reseña crítica de las investigaciones sobre el sindicalismo en
Colombia y aspectos cuantitativos y tendencias en la investigación sobre los trabajadores y el sindicalismo
colombiano. EN. Seminario CEREC. Memorias. Bogotá: 1984.
20
En cuanto a las tendencias temáticas por periodos históricos se identificaron algunos aspectos
importantes: en primer lugar, en los 15 años que se tomaron en cuenta para el balance, el
77,5% de los estudios se habían escrito en el periodo 1980-1984, lo cual indicaba la relevancia
de la investigación sobre sindicalismo y movimiento obrero como problema en la
investigación en las ciencias sociales.
En segundo lugar, el mayor volumen de los trabajos se orientaba hacia problemas históricos y
las relaciones entre los elementos económicos, sociales y políticos del tratamiento de la
cuestión obrera y sindical. Predominaba en ellos, el tratamiento de temas parciales, periodos o
sectores, no existiendo una cobertura histórica global en la mayor parte de casos. Se
presentaban problemas en la relación entre la investigación regional y los estudios de caso, así
como de la investigación comparativa y la generalización.
En tercer lugar, el grueso de los estudios económicos eran recientes y fueron realizados en el
mismo periodo, lo que demostraba, de un lado, la importancia de los sindicatos para el análisis
del desarrollo y el comportamiento económico, y del otro, el desenvolvimiento de la vida
económica, que obligó a las organizaciones gremiales a tecnificar su actividad. En cuanto a
los estudios de orden jurídico y legal, se identificaba su importancia dada la asesoría legal en
las organizaciones sindicales.
En cuarto lugar, se identificó que la investigación sobre la actividad sindical propiamente no
era voluminosa y su alcance en términos interpretativos era limitado. Lo positivo, sin
embargo, fue encontrar el importante análisis sistemático de los movimientos huelguísticos y
los paros cívicos con o sin participación sindical.
En quinto lugar, desde el punto de vista histórico, se apreciaba el enorme vacío en el estudio
del decenio 1950-1960, expresado en el escaso número de estudios realizados sobre este
periodo y también del periodo denominado la Violencia. La investigación en estos periodos se
había orientado hacia el problema agrario o campesino, pero la mayoría de trabajos no habían
sido exhaustivos en estos periodos, a pesar de su importancia en la expansión industrial, la
intervención estatal, los problemas de orden político, el fuerte desarrollo de la UTC y la
sindicalización en la industria.
En sexto lugar, uno de los mayores problemas encontrados era la precariedad de la base
informativa sobre cuestiones claves como el empleo, la fuerza de trabajo, el volumen de la
sindicalización y otras variables, indispensables para una interpretación confiable y rigurosa
de los movimientos y organizaciones de los trabajadores. Sólo se registraron 8 trabajos que
habían intentado cuantificar algunas de las cuestiones mencionadas, sólo un censo sindical de
1946 y la información incompleta del Ministerio de Trabajo, lo cual se constituía en un
21
problema de cuantificación para las investigaciones. De igual manera, se mencionaba la
dificultad del seguimiento documental de las centrales sindicales.
La segunda parte del balance historiográfico realizada por Fernando Cubides, se concentra en
las configuraciones sobre los estudios históricos más difundidos que intentaban una
interpretación del sindicalismo en el marco de la historia colombiana del siglo XX. Para el
autor, es un balance incompleto porque no abarcaba los esfuerzos recientes por estudiar los
problemas sindicales ni podía juzgar la calidad de progreso de las investigaciones referidas al
sindicalismo.
En todo caso, identifica que hay un renacer del interés por el estudio del movimiento sindical
desde su organización, de las actitudes de sus dirigentes, y de las estadísticas, evidenciado en
la cantidad de estudios presentados para la época. Una de las conclusiones el estudio, es que
la sociología sólo marginalmente se había ocupado del sindicalismo como tema de
investigación debido a la concentración en los estudios sobre la estructura agraria, la
caracterización de la totalidad de la estructura social y su relación con el Estado. Por lo tanto,
aunque estos enfoques sociológicos consideraban indispensable el saber histórico que se había
ido acumulando sobre el problema no eran suficientes.
Una de las conclusiones del balance y los aportes de la investigación sociológica para el
estudio del sindicalismo, sugiere la necesidad de avanzar en el enfoque investigativo pasando
de la visión de conjunto y del recuento histórico general, a la periodización y al estudio
regional y sectorial.
Mauricio Archila, (1989)24
escribió un primer balance crítico sobre las corrientes
historiográficas norteamericanas y sus aproximaciones al problema de formación de la clase
obrera en América Latina y su conciencia de clase, para ello, hizo una breve reseña de los
enfoques desarrollistas y dependentistas en los estudios laborales. La tesis central sostiene que
la nueva tendencia historiográfica norteamericana y la historiografía marxista inglesa ponen su
énfasis en la conciencia de clase, entendida como un producto de la clase misma, como
producto de la experiencia de la adaptación a las formas tradicionales culturales ante los
nuevos contextos económicos y políticos.
El autor, señala cómo esta nueva tendencia de la historiografía marxista inglesa ha incidido
en los nuevos enfoques de la historia social sobre América Latina que pretende reescribir la
historia de las clases subordinadas. Para ello, muestra el análisis de los principales trabajos
sobre el proletariado rural en Puerto Rico (Sidney Mintz); los trabajadores de la Sierra Central
Peruana (Florencia Mallon); las huelgas mineras de los años 70 (Adrian de Wind); los mineros
24
ARCHILA NEIRA, Mauricio. Cultura y conciencia en la formación de la clase obrera latinoamericana. Un
ensayo historiográfico. En: Revista Historia Crítica, enero – junio de 1989, No. 1.
22
bolivianos (June Nash); el estudio cultural de conciencia y resistencia de los trabajadores
azucareros colombianos y mineros bolivianos en proceso de proletarización (Michael
Taussing), entre otros.
Luego de hacer el balance de las respectivas obras y sus influencias, el autor concluye que las
historiografías laboral tradicional y dependentista no tuvieron en su horizonte el problema de
la formación de la conciencia de clase, y cuando lo tocaban lo hacían señalando solamente
factores externos. Por esto, la contribución de autores como Hobsbawm y Thompson fueron
importantes para abrir nuevas perspectivas en las tendencias historiográficas
latinoamericanistas, al clarificar conceptos, enfatizar en el estudio de tradiciones obreras,
aproximarse a la identidad, la conciencia de clase desde los aportes de los estudios
antropológicos, teniendo en cuenta la importancia por ejemplo, del componente étnico en la
formación de la conciencia contra las formas de opresión.
El aporte central del balance es rescatar las influencias centrales de estas nuevas corrientes
historiográficas que permitieron rescatar la cultura obrera e identificar la formación de la
conciencia de clase, pero también reconocer que a pesar de las permanentes victorias,
elementos de análisis como la presencia de las clases dominantes y el Estado son
indispensables para la nueva historia social. Otro de los aportes es la visión optimista sobre las
posibilidades de lucha y resistencia en el continente, así como las posibilidades de ahondar en
los estudios orientados a un mayor conocimiento de este problema.
Otro de los balances historiográficos se realizó por Darío Acevedo (1992)25
tiene por objetivo
hacer un comentario de los enfoques y perspectivas de los estudios sobre formación de la clase
obrera en Colombia para extraer algunas conclusiones metodológicas y formulaciones teóricas
de las investigaciones referidas al movimiento y a la clase obrera en su periodo de formación.
Una de las tesis centrales es que el marxismo fue la doctrina política que proporcionó a la gran
mayoría de los historiadores e investigadores sociales, el acerbo teórico y conceptual para
investigar entorno al movimiento y la clase obrera. El marxismo influyó principalmente los
años 70 del siglo XX a importantes núcleos de intelectuales que se inspiraron en sus teorías
para estudiar el pasado. Los nuevos trabajos se han nutrido de nuevas corrientes como la obra
de E.P Thompson que han permitido una renovación de la perspectiva de estudio de la clase
obrera.
El autor propuso algunas características importantes de la historiografía del movimiento
obrero colombiano: en primer lugar, destacó que los trabajos habían puesto el énfasis en el
estudio del periodo de institucionalización del movimiento obrero que correspondía a los
25
ACEVEDO, Darío. Investigación histórica sobre el movimiento obrero. Viejas y nuevas perspectivas. En:
Revista Escuela Nacional Sindical, agosto de 1992, No. 25-26.
23
gobiernos de la República Liberal, en esta línea se ubican los trabajos de Urrutia (1969) y
Caicedo (1971) hechos bajo una periodización que trazó el proceso de tránsito de las
organizaciones primarias artesanales a la organización de carácter permanente en sindicatos.
En segundo lugar, la mayoría de las investigaciones estuvieron atravesadas por las opciones
políticas de las autores, que utilizaron sus preferencias ideológicas para enfocar sus estudios y
evaluar la información factual encontrada. Así, el pensamiento liberal se refleja en la obra de
Urrutia (1969); de izquierda en Caicedo (1971) y Rojas y Moncayo (1978); el pensamiento
estructuralista se refleja en la obra de Pécaut y la influencia de la historiografía social y de la
cultura de E.P Thompson se identifica en la obra de Mauricio Archila.
Los dos últimos autores mostraron la existencia de amplios horizontes para el estudio histórico
de los movimientos sociales, así como la búsqueda de nuevas perspectivas alejadas de los
enfoques ideológicos que pretendían estudiar el movimiento obrero de acuerdo con su
cercanía o alejamiento con modelos de comportamiento.
El mayor aporte del balance es presentar estas nuevas perspectivas y posibilidades para la
historiografía de la época, sobre el movimiento obrero, alentando, de la misma manera, a los
investigadores a explorar nuevas facetas, métodos de investigación más abiertos, el uso de
fuentes no institucionales y el enfoque en elementos de la vida cotidiana, las costumbres, los
comportamientos colectivos, la manera cómo se asumen los valores culturales, éticos y
políticos en diversas circunstancias, entre otros temas, que permiten explorar y apreciar la
riqueza del pasado de los grupos y clases sociales.
Estos balances se complementaron más adelante en la publicación de Mauricio Archila en
(1994) ―Historiografía sobre los movimientos sociales en Colombia. Siglo XX26
. Su objetivo
fue identificar los grandes temas de investigación histórica sobre los movimientos sociales,
sus aportes, vacíos y puntos críticos con el ánimo de señalar los derroteros tanto para la futura
investigación como para la docencia en todos los niveles de educación superior. Este balance
es uno de los más completos que se han realizado sobre la historiografía de los movimientos
sociales y como parte de ellos, del movimiento obrero, porque identifica los modelos teóricos,
paradigmas y tendencias de la producción histórica frente al tema en Colombia.
A modo de introducción, el autor sostiene que al final de los años setenta y comienzos de los
ochenta los llamados movimientos sociales se constituyeron en un nuevo objeto de estudio
para las ciencias sociales. Esto significa que a pesar de que efectivamente fueron registrados
en los anales de la historia, su estudio sólo ocupó la atención de los investigadores sociales
26
ARCHILA NEIRA, Mauricio. Historiografía de los movimientos sociales en Colombia. Siglo XX. En: Tovar
Zambrano, Bernardo. La Historia al final del milenio. Ensayos de Historiografía colombiana y latinoamericana.
Vol.1. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 1994.
24
hasta periodos recientes. Lo anterior se explica por el interés predominante que tuvo durante
más de medio siglo la historia tradicional en la construcción y difusión de una historia
centrada en actores políticos que encarnaban los valores de la patria blanca, pudiente, política
o militar y no abrió nunca espacio para los actores sociales.
La visión plana y excluyente de esta historia silenció la presencia de la movilización colectiva
a lo largo de diversas coyunturas, lo cual cambiaría significativamente al final de los años
sesenta. En concreto, la historia de los movimientos sociales comenzó a ser narrada desde
(1969) con la publicación de Miguel Urrutia, a partir de este punto, se inició una producción
que hoy cuenta con cerca de 141 libros, 114 artículos y 66 tesis. Cabe decir que a pesar de la
cantidad línea investigativa histórica sobre los movimientos sociales aún está en proceso de
consolidación.
En total se seleccionaron 351 textos privilegiando los libros, por considerarlos la forma más
elaborada de difundir las investigaciones. De igual manera, se revisaron los artículos
publicados en las revistas de historia o ciencias humanas más prestigiosas en el país y en el
plano internacional. También las ponencias que fueron publicadas en memorias de los eventos
o congresos del gremio de historiadores o ciencias afines. Además, se incluyeron 66 tesis de
pregrado (58) y postgrado (8) de 4 universidades. Casi el 70% de la producción total sobre
movimientos sociales se concentró en el último decenio (90‘s).
En el apartado de la historiografía del movimiento obrero se revisaron un total de 156
documentos distribuidos de la siguiente manera (45) sobre el conjunto de la clase obrera; (88)
sobre el sindicalismo y huelgas; (18) estudios regionales o locales; (5) estudios de otro tipo. El
enfoque de análisis tomó distancia de la perspectiva que identificaba a la clase obrera
únicamente con el actor sindical o con las luchas, esto permitió ampliar la mirada de los temas
en que se habían concentrado los historiadores laborales, incorporando estudios sobre la
conformación de la clase obrera, su cultura y resistencia cotidiana, tanto en los planos
nacional como local o regional.
Entre los hallazgos del balance se encuentra en primer lugar, la importancia de la clase obrera
debido a que ha sido objeto de la mayor cantidad de estudios históricos y las mayores
confrontaciones teóricas y metodológicas en torno a los mismos. En segundo lugar, la
importancia de la aparición de los ―nuevos‖ movimientos sociales como el movimiento cívico
que ha permitido relecturas del movimiento obrero. En tercer lugar, la importancia del
aspecto regional que aunque era débil, se insinuaba como una de las áreas de mayor
proyección investigativa.
Adicionalmente, el balance hizo un aporte significativo al identificar cuatro grandes
tendencias investigativas de los estudios: la primera de ellas, se aproximaba al pasado del
movimiento obrero desde la perspectiva desarrollista, según la cual, la clase obrera ocupaba
25
un papel central en la medida en que era un sector definitivo para impulsar o frenar el
desarrollo. Esta perspectiva propia de la Guerra Fría influenció las primeras historias laborales
latinoamericanas y las relecturas del pasado obrero en claves de explicar el subdesarrollo y la
manera de superarlo. En Colombia, la obra de Miguel Urrutia (1969) comparte muchos de
estos parámetros.
La segunda tendencia interpretativa fue el marxismo que se desarrolló simultáneamente en los
años sesenta con la efervescencia de las teorías críticas, en medio del contexto de la
Revolución Cubana, las oleadas de protesta y el desarrollo de una izquierda intelectual y
política cercana a la interpretación leninista. Desde esta perspectiva, los historiadores
buscaban en el pasado tanto los orígenes de ese partido como la supuesta acción
revolucionaria de la clase, en caso de no hallarse, la tarea era develar en dónde se había
fallado y quiénes eran los responsables. Esta corriente historiográfica también se ha llamado
―voluntarista‖, pues puso el énfasis en la épica de las conquistas laborales y la crítica de las
derrotas, los temas privilegiados fueron las huelgas, los sindicatos, y la existencia de un
partido de vanguardia o sus antecedentes. En el país, las obras de Ignacio Torres Giraldo,
Edgar Caicedo (1971), entre otros, hacen parte de esta tendencia.
La tercera tendencia interpretativa fue la teoría de la dependencia, que fue alimentada también
por el marxismo, las teorías del imperialismo y variantes estructuralistas del pensamiento
latinoamericano. De acuerdo con esta perspectiva, los lazos estructurales de dependencia en el
sistema económico mundial, dejaban el país en un lugar secundario y eran causantes del
subdesarrollo. De acuerdo con este análisis, el enfoque de las explicaciones se centraba en la
debilidad estructural del movimiento obrero, teniendo en cuenta su relación bien fuera con el
Estado, el capital o el sistema económico. Algunos representantes de esta perspectiva fueron
Daniel Pécaut en sus obras (1973, 1987); Fernando Rojas y Víctor Moncayo (1978) y Charles
Bergquist (1988).
La cuarta tendencia son los estudios que acuden a nuevas perspectivas teóricas y
metodológicas haciendo uso de fuentes no convencionales. Hacen parte trabajos dispersos que
no conforman escuela, con temáticas variadas que se nutren de nuevas tendencias teóricas de
Europa y América. Los trabajadores son sujetos de resistencia, aunque no siempre sea exitosa,
y comienzan a ser analizados desde las teorías de movimientos sociales. La mirada se centra
en la experiencia, la cotidianidad, la cultura, la identidad y otros aspectos del movimiento
obrero, incluso se recurre nuevamente al uso de las biografías y la microhistoria. Se utilizan
fuentes inexploradas como las novelas históricas, crónicas, diarios, anecdotarios,
correspondencia privada, y se privilegia el acercamiento a disciplinas como la antropología y
la sociología.
26
El trabajo concluye que hay indudables avances en la investigación del movimiento obrero en
Colombia, y en la última etapa, los paradigmas interpretativos han sido cada vez más diversos,
las nuevas perspectivas han puesto más énfasis en los actores vistos como sujetos activos en
permanente tensión de dominación y resistencia. El reto de las nuevas investigaciones es
integrar el estudio del mundo interno y cultural de los obreros con las determinaciones e
influencias externas, sin abandonar las explicaciones estructurales que permiten comprender
las relaciones entre el desarrollo económico, el Estado y el movimiento obrero.
Finalmente, señala que hacen falta más estudios sobre género, infancia, el impacto de la
familia y la escuela en el movimiento obrero; así como algunas zonas donde la historia
regional no tiene suficientes estudios de caso. Además, hay periodos que siguen oscuros para
la historiografía y requieren de más investigaciones como la Violencia; otras miradas de
conjunto y diacrónicas sobre el Frente Nacional y los años 80, lo que permite pensar nuevas
perspectivas para refrescar la mirada hacia el movimiento obrero desde la historia.
Las contribuciones de estos balances historiográficos son un aporte para el entendimiento de
las obras del movimiento obrero en Colombia. A continuación pretendemos completar estos
análisis con una valoración propia de los libros, artículos y publicaciones entre (1960-2012).
1.3 Investigaciones sobre el movimiento sindical
En este apartado, se seleccionaron 36 publicaciones sobre el movimiento obrero en Colombia
que cumplían con los criterios enunciados al inicio de este Capítulo, es decir, estaban inscritos
en la delimitación disciplinaria, temporal-espacial, temática y del periodo seleccionado de la
siguiente manera:
Delimitación disciplinaria: Son trabajos históricos: es decir análisis diacrónico de la
realidad, aquellos trabajos dedicados a analizar la evolución de un hecho fenómeno o
circunstancia a través del tiempo.
Delimitación temporal–espacial: Son trabajos de la historiografía colombiana
escritos entre 1960-2012.
Delimitación temática: Son trabajos referenciados por varios autores que abordaran
la relación entre sindicalismo y política. Por esta relación se entendía la relación del
movimiento obrero con el Estado, el régimen político, las instituciones, partidos
políticos tradicionales, movimientos políticos de izquierda, Iglesia; así como las
relaciones entre sindicatos, federaciones, centrales obreras.
27
Delimitación periodo seleccionado: Son trabajos sobre el Frente Nacional (1958-
1974), excepcionalmente se incluyeron trabajos sobre otros periodos que permitían
entender la relación entre el sindicalismo y la política en sus más complejas
dimensiones durante el siglo XX.
Para identificar las relaciones entre sindicalismo y política se comprendieron los trabajos que
abordaban y problematizaban en sus contenidos las relaciones del movimiento obrero con
actores de poder como el Estado, la Iglesia, los partidos tradicionales, los partidos o
movimientos de izquierda u otras instituciones con influencia ideológica que cumplían con los
criterios de delimitación explicados en la introducción de este capítulo. Los títulos de los
trabajos incluidos se enlistan en el (Anexo A).
Una vez realizada la selección, los trabajos se clasificaron y organizaron de la siguiente
manera:
i) Tipo de documento: libros, artículos o capítulos de libros, o manuscrito.
ii) La década de publicación.
iii) El tipo de historia o disciplina desde donde se abordó la relación entre política y
sindicalismo en el Frente Nacional.
Tabla 1-1 Tipo de Publicación Balance Historiográfico
Tipo de Publicación Balance Historiográfico
Libros 22
Artículos o capítulos de libros 13*
Manuscrito 1
Total Publicaciones 36
*Nota aclaratoria: Los títulos de las publicaciones seleccionadas están enlistados en el Anexo A.
En total se cuentan (36) publicaciones seleccionadas para este balance. El total de títulos
incluidos puede verificarse en el Anexo A. Entre estas publicaciones se revisaron 22 libros de
manera completa, extrayendo las ideas principales para responder a la pregunta planteada el
trabajo sobre las principales tesis que habían encontrado en la relación entre sindicalismo y
política en el Frente Nacional. Cabe aclarar que estos libros fueron escritos por uno o dos
autores. Estas obras son consideradas como clásicas en la historiografía obrera colombiana y
han sido incluidas en casi todos los balances historiográficos anteriores por su reconocimiento
como obras póstumas del movimiento obrero.
Dentro de los artículos revisados (13), cabe decir que la mayoría de ellos (11) corresponden a
capítulos de libros escritos por varios autores. En este caso lo que se hizo fue reseñar cada uno
28
de los capítulos o artículos con el fin de dar un resumen sobre sus aportes principales. Estos
dos libros fueron: Sindicalismo y Política económica (1986) del cual se reseñaron (6)
capítulos o artículos y el segundo es Una historia inconclusa. Izquierdas Políticas y Sociales
en Colombia (2009) del cual se reseñaron (5) artículos que hacían referencia a la izquierda y/o
el movimiento sindical en el periodo seleccionado (Anexo A).
Adicionalmente, se incorporaron dos (2) artículos de Álvaro Oviedo (2002) “Apuntes sobre la
reestructuración del movimiento sindical colombiano 1945-1960” 27
y (2008) "Ideología
política y sindicalismo en Colombia, 1944-1946. Inicios de la ofensiva contra el llamado
sindicalismo político"28
como sugerencia del director de tesis, partiendo de la base de que
estos dos artículos presentaban un resumen de los resultados de las distintas investigaciones
que había emprendido el autor abordando la relación entre el sindicalismo y la política. Por lo
cual, sus aportes eran fundamentales para responder la pregunta de investigación planteada.
Por último, se incorporó en la selección un (1) documento -manuscrito presentado al XVI
Congreso LASA denominado, Formación de la Clase Obrera (1910-1945) (1988) que
permitía apreciar los avances de su investigación y daba aportes para entender la relación
entre sindicalismo y política a lo largo del siglo XX. Este texto se incluyó porque contenía la
información necesaria para entender la historia de los trabajadores, en especial el proceso de
consolidación del bipartidismo en el movimiento obrero; así como los proyectos políticos
autónomos que fueron viables en contextos regionales y culturales particulares.
La mayoría de los documentos incorporados en el balance cumplen con los criterios
establecidos en la delimitación disciplinaria, temporal-espacial, temática y del periodo
seleccionado. Algunas de las obras cumplen con sólo algunos de estos criterios, la explicación
de su selección y pertinencia en el Balance historiográfico es debidamente explicada en el
momento de su presentación y en las citas de pie de página. El trabajo quedaba limitado si no
se incluían sus aportes y se hacía por lo menos, una referencia breve a su contenido. Estos
documentos de alguna manera abordaban la arista sobre las relaciones entre sindicalismo y
política y/o permitían descifrar cómo se habían tejido dichas relaciones en el siglo XX para
entender el periodo del Frente Nacional. Todas las publicaciones escogidas son enlistadas en
el Anexo A.
27
OVIEDO HERNANDEZ, Álvaro. Apuntes sobre la reestructuración del movimiento sindical colombiano
1945-1960. En: Revista Memoria y Sociedad, abril de 2002, Vol. 6, No. 11. 28
OVIEDO HERNANDEZ, Álvaro. "Ideología política y sindicalismo en Colombia, 1944-1946. Inicios de la
ofensiva contra el llamado sindicalismo político". En: Memoria y Sociedad, julio- diciembre de 2008, Vol. 12,
No. 25.
29
Tabla 1-2 Clasificación publicaciones movimiento sindical colombiano por tipo de historia y
década (1960-2012)
Clasificación Década de publicación obras
40 60 70 80 90 2000-2012 Total
Análisis político,
sociológico o
teórico
1 2 1 1 5
Historia social. 1 1 6 1 2 11
Historia política
y social 1 4 8 13
Historia
económica 1 1 2
Historia del
derecho 3 1 1 5
Total 1 2 5 13 3 12 36
En cuanto a las décadas de publicación la Tabla 1-2 muestra que la mayoría de las
publicaciones (20) se hicieron entre las décadas de 1960-1980 lo que muestra el interés del
estudio del movimiento obrero en estos años, en un contexto de auge de las movilizaciones
sociales por parte de los trabajadores y desarrollo del sindicalismo en el país. De igual manera,
resulta importante que desde finales de la década de los noventas hasta el 2009, se han
publicado (15) documentos sobre el sindicalismo y la política, especialmente, desde la década
del 2000 el estudio del movimiento obrero vuelve a recobrar una importancia como parte de
los análisis académicos y sociales.
Acerca del tipo de historia o disciplina desde donde se abordó la relación entre política y
sindicalismo en el Frente Nacional, se privilegió la clasificación en cuanto al contenido y las
maneras de abordar el problema: la historia social (11); la historia política y social (13); la
historia del derecho (5); la historia económica (2); y finalmente, desde el análisis político,
teórico o social (5). A continuación describiremos el contenido de cada uno de estos ítems a
fin de explicar lo que abarca cada uno.
Las (11) publicaciones de historia social abordan el desarrollo del movimiento obrero, por
etapas, las tendencias, cambios, reestructuraciones, movilizaciones y luchas a lo largo de
distintos periodos históricos. El énfasis de esta historia está centrado en los actores sociales y
sus acciones, las dinámicas y cambios, por eso, algunas enfocan su mirada hacia las
características y composición de ciertos sectores sindicales, la actividad huelguística e incluso
las expresiones culturales y organizativas de los trabajadores en su relación con otros actores,
las problemáticas socioeconómicas de los trabajadores, la historia organizativa, entre otros.
Los (13) documentos de historia política y social hacen un acercamiento también la historia o
el desarrollo del movimiento obrero, pero en este caso, en su relación con los grupos políticos,
30
partidos o fuerzas políticas y como dichas fuerzas han hecho presencia en el movimiento
obrero. En este caso, más que en lo social, el análisis está puesto en los actores políticos, las
expresiones políticas del movimiento obrero en sus programas, plataformas, proyectos
autónomos o de unidad, las tendencias políticas del sindicalismo, su participación en diversos
escenarios, las alianzas con ciertas fuerzas sociales y políticas, las influencias ideológicas por
parte de otros actores, la representación de intereses, y las orientaciones de ciertos líderes
sindicales en la política. Por esto, la clasificación incluye tanto la historia social como la
historia política porque se unen los dos enfoques.
Por su parte, los (5) documentos de historia del derecho ponen su mirada en la historia de la
legislación laboral y su impacto en el desarrollo o estructuración del movimiento sindical, así
en cómo ésta permitió la restricción, ampliación, limitación o el otorgamiento de garantías
para los derechos de los trabajadores y el sindicalismo. En ese sentido, el énfasis se coloca en
la importancia de las normas establecidas para la regulación de los conflictos laborales, la
restricción de la participación sindical en la política e incluso los mecanismos utilizados
ordinarios y excepcionales para reprimir o controlar las protestas obreras.
Las (2) investigaciones de historia económica se aproximan al sindicalismo teniendo en
cuenta aspectos como: los impactos del sindicalismo en la oferta y la demanda de trabajo, su
incidencia en los salarios, precios, y/o el desarrollo económico, entre otros factores. Aunque
algunas de las publicaciones de historia social abordan algunos de estos aspectos, la diferencia
central está puesta en el énfasis en el desarrollo sindical y sus impactos en la economía.
Finalmente, las (5) publicaciones de análisis político, teórico y social se caracterizan por
aproximarse a la cuestión de la relación entre la política y el sindicalismo desde diversas
disciplinas como la ciencia política, la sociología u otras las teorías frente al papel del
sindicalismo en la historia, los problemas entre los vínculos del bipartidismo y el movimiento
obrero, la independencia del movimiento, la separación entre el sindicalismo y la política, y el
abordaje de lo político y lo social con sus tensiones. En su mayoría los análisis proporcionan
elementos críticos para entender los debates y dilemas que se planteó el movimiento obrero
sobre cómo orientar sus luchas y alianzas en ciertos periodos.
Una vez explicado esto, se presenta a continuación el balance de cada una de las obras
seleccionadas haciendo énfasis en sus objetivos, las tesis principales, los capítulos que se
refieren a la relación entre sindicalismo y política y la caracterización de dicha relación en el
periodo del Frente Nacional, señalando sus aportes centrales, así como algunas críticas
importantes sobre los enfoques u orientaciones de las investigaciones.
Para comenzar, vale la pena destacar el libro de Ignacio Torres Giraldo, La cuestión sindical
en Colombia29
(1947), de teoría y análisis políticos, es considerado una contribución al
29
TORRES GIRALDO, Ignacio. La Cuestión Sindical en Colombia. Bogotá: Editorial Letras del Pueblo, 1947.
Este libro fue incluido en el Balance porque aunque no cumple el criterio de delimitación temporal (1960-2012)
31
desarrollo de la teoría clasista en el seno de los sindicatos. El autor se propuso escribir una
historia del movimiento obrero, de sus organizaciones de masas y de sus partidos. De esta
manera, el Capítulo Once aborda la relación entre política y sindicalismo.
La tesis del autor es que la clase obrera en esos años era fundamental para la vida política
colombiana. De acuerdo con su perspectiva, los sindicatos debían ser independientes de los
partidos, lo que no significaba que no pudieran participar en política o que no pudieran
coincidir con la política de alguno o de varios partidos: “Ser independientes de los partidos
significa tener una política independiente (…) política inspirada en los intereses de su clase
que son igualmente intereses elevados del progreso de la nación, el destino de la sociedad y
la misión histórica de la clase obrera.”30
Sin embargo, el autor identifica que en la realidad, el sentido de la política que predominaba
en ese entonces se reducía al papel electoral y burocrático de los partidos tradicionales, al
clientelismo en el poder público o, en otras palabras, a la politiquería, que también
influenciaba a la clase obrera.
En el Capítulo Doce, Torres Giraldo amplía sus tesis sobre la independencia del movimiento
sindical. La noción se presenta más como un anhelo que como una realidad, puesto que en el
momento en que escribe el libro, entre 1940 y 1970, considera que no había tal independencia
sindical, porque no todos los intereses de los obreros eran afines a quienes los representaban.
A pesar de este problema, reafirma a lo largo del texto el papel de vanguardia política del
proletariado y los aportes del sindicalismo en la ampliación de la democracia.
Finalmente, el último Capítulo explica las razones por las que el movimiento sindical no
puede ser considerado un partido político. No obstante, resalta su enorme responsabilidad
política consistente en dirigir la actividad de masas; luchar por la independencia económica
nacional, mantener y superar la democracia y mejorar las condiciones concretas materiales y
culturales de la población trabajadora. En suma, el movimiento sindical era considerado la
fuerza organizada más amplia de la clase obrera, cuya misión residía en conducir
conjuntamente a todo el pueblo hacia una sociedad de trabajadores libres.
Como uno de los aportes fundamentales, el libro identifica la necesidad de escribir una
historia de la lucha de clases y analiza la formación del proletariado como punto de partida de
su investigación. Sin embargo, no logra hacer una historia del sindicalismo sino un libro-
manual para la formación de clase de los obreros, dado su énfasis teórico.
fue el primer libro que abordó la cuestión sindical, particularmente, en el capítulo 11 analiza directamente la
relación entre el sindicalismo y la política y en el capítulo 12 trata la cuestión de la independencia del
movimiento sindical. Sus aportes eran sustanciales para reconocer los debates alrededor de la relación entre
sindicalismo y política. 30
Ibid., p. 86.
32
Para subsanar el problema de la historia social a manera de crónica, Ignacio Torres Giraldo
escribió en 1967 Los Inconformes31
, un libro de historia social encaminado a la reconstrucción
histórica del movimiento obrero colombiano hasta los años treinta del siglo XX, a partir de las
experiencias del autor como dirigente sindical. Lo cual se condensó en 5 tomos que abordan
los distintos periodos de desarrollo de las organizaciones de los trabajadores. Para efectos de
la relación sindicatos-política solamente analizamos los tomos III, IV y V.
El Tomo III destaca las primeras influencias ideológicas de las organizaciones obreras de
comienzos de siglo XX. Desde su postura, el déficit ideológico y el desconocimiento de los
grandes problemas nacionales permite entender por qué dichas organizaciones cayeron bajo la
influencia de los partidos tradicionales. De igual manera, resalta la importancia de la doctrina
social de la Iglesia Católica, cuya influencia decrece en 1916 con la creación del primer
partido obrero de orientación socialista y la difusión de las ideas de la Revolución Rusa, que
imprimieron una orientación clasista a las nuevas organizaciones de los trabajadores. El autor
identifica en la segunda parte del tomo el giro del Partido Liberal en los años 20 hacia la
cuestión social.
El Tomo IV aborda las huelgas bananeras, de ferrocarriles y petróleos en los años 20, en
medio de las cuales surge el primer partido de izquierda en Colombia, el Partido Socialista
Revolucionario, PSR, cuyo aporte fundamental fue promover la reorganización de los
trabajadores, a pesar de la represión del gobierno conservador de Abadía Méndez. Además,
resalta la estrategia de la tendencia civilista dentro del Partido Liberal para acercarse al
movimiento obrero y sus luchas.
El Tomo V destaca la lucha de masas durante la República Liberal, explicando las reformas
emprendidas por López Pumarejo y la oleada de huelgas en los años 30, el contexto en el que
se crea la Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC, primera central sindical del país.
De igual manera, explica la pausa de las reformas y las causas de la contracción y división del
movimiento de masas desde el gobierno de Eduardo Santos hasta la caída del liberalismo.
Aborda la conformación del gobierno de Unidad Nacional como un antecedente de la alianza
bipartidista. Finalmente, analiza la reacción conservadora y las huelgas durante la época de la
Violencia.
Como aporte fundamental, el libro de Giraldo rastrea las primeras influencias ideológicas del
movimiento obrero colombiano, evidenciando la influencia bipartidista pero también la
influencia de la Iglesia y la izquierda, que radicalizó las huelgas en las primeras décadas del
siglo XX. El texto fue el primero en abordar el tema, aunque el sesgo ideológico del autor le
otorga demasiada importancia al Partido Comunista como vanguardia destinada a dirigir la
revolución y las luchas de la época.
31
TORRES GIRALDO, Ignacio. Los Inconformes. Historia de la rebeldía de las masas en Colombia. Bogotá:
Editorial Margen Izquierdo, 1973. 5 Volúmenes.
33
En tercer lugar, se destaca el libro de Miguel Urrutia, Historia del sindicalismo en Colombia,
196932
. Es considerado el primer libro como tal de historia sindical que marca un hito en la
manera de sistematizar la información buscando explicar el impacto de las organizaciones
sindicales en la economía, el texto se convierte en uno de los referentes principales de los
posteriores estudios sobre el movimiento obrero. Metodológicamente, Urrutia privilegia el
estudio de fuentes primarias provenientes del archivo de la UTC.
El libro es de importancia porque encuentra que en Colombia, a diferencia de otros países, el
movimiento sindical carece de historia dado que sus acciones más importantes no han sido
descritas ni analizadas por sus propios dirigentes. Se propone por lo tanto comprender el
desarrollo del movimiento sindical con base en las características del mercado laboral desde
las primeras asociaciones de trabajadores y artesanos formadas a mediados del siglo XIX
hasta aquellas organizaciones propiamente sindicales en el siglo XX, hasta 1965.
En la primera parte, defiende como tesis central que el movimiento obrero moderno se formó
a comienzos del siglo XX una vez se dieron las condiciones políticas y económicas que
sentaron las bases del desarrollo económico y el nacimiento de la industria. En este contexto,
sostiene que los antecedentes de las organizaciones de los trabajadores se encuentran en las
sociedades de mutuo auxilio promovidas por la Iglesia Católica desde el inicio hasta mediados
del siglo XX. Para el autor, la influencia de la izquierda y el liberalismo se limitan a su
estrategia electoral. No obstante, el movimiento obrero sólo pudo fortalecerse bajo el amparo
de la protección estatal que otorgó la República Liberal durante los años 30.
Por lo anterior, la tesis central defiende la dependencia de las organizaciones sindicales de la
protección brindada por el Estado colombiano, que intervino en el mercado de trabajo para
subir los salarios a través de la legislación laboral y la mediación en los conflictos obrero-
patronales. Esta intervención determinó la estructura y las tácticas del movimiento obrero y
aseguró su dependencia para lograr cualquier mejora en sus condiciones de trabajo. Por lo
tanto, los sindicatos no se consolidaron como instituciones netamente económicas sino
políticas, ya que su eficacia dependía de la acción política.
Una de las críticas centrales que puede hacerse a esta historiografía es la tendencia a limitar el
papel de los primeros partidos de izquierda en la formación de las organizaciones obreras y en
oposición, privilegiar el sindicalismo promovido por la Iglesia como autónomo en contra del
sindicalismo influenciado por el Estado asociado a la dependencia. Es un esfuerzo por
defender las tesis de la UTC, que promovía la negociación colectiva y el apoliticismo como
pilares centrales de la lucha sindical, en desmedro de las demás tendencias sindicales,
presentadas como negativas e incluso perjudiciales para los trabajadores.
32
URRUTIA, Miguel. Historia del sindicalismo en Colombia. Bogotá: Universidad de los Andes, 1969.
34
El cuarto libro es el de Édgar Caicedo, Historia de las luchas sindicales en Colombia,
(1971)33
, cuya importancia radica en ser uno de los primeros libros con enfoque marxista
orientado a construir una historia social del movimiento sindical. El objetivo del autor es
explicar el desarrollo de las luchas obreras proponiendo una periodización que tiene en cuenta
los aspectos socioeconómicos de la estructura, pero también la experiencia y subjetividad de
los actores. Para ello, escoge un periodo largo de análisis desde inicios del siglo XX hasta el
año en que se escribe, basándose en fuente primarias como periódicos y documentos de los
partidos de izquierda y los propios actores sindicales.
Uno de los rasgos particulares de este libro consiste en reconocer que las luchas prolongadas
que antecedieron a la fundación del Partido Comunista se caracterizaron por su falta de unidad
orgánica y la ausencia de independencia ideológica y política. Aun en el Frente Nacional, se
mantuvo la adhesión de la clase obrera a la ideología dominante favoreciendo el divisionismo
sindical. Ello fue posible por la estructura del propio régimen bipartidista, que impuso
distintos dispositivos de intimidación para los trabajadores.
A pesar de dichos mecanismos, en el Frente Nacional (1958-1974) también se comenzó a
desarrollar la unidad e independencia del movimiento sindical por dos procesos: en primer
lugar, el cambio político tras la caída de la dictadura de Rojas Pinilla, que implicó la apertura
de posibilidades democráticas; en segundo lugar, la situación económica de aumento de costo
de la vida, que hizo imperativo la organización de los trabajadores para defender sus derechos.
De esta manera, la tesis identifica los cambios económicos, sociales y políticos operados que
provocaron la amplitud de movilizaciones de la clase obrera, gracias a las cuales se logró el
mejoramiento de sus condiciones y el desprendimiento de la tutela política e ideológica de la
gran burguesía.
Uno de los aportes más valiosos de la investigación es que logra hacer un balance de las
conquistas y fracasos del movimiento sindical explorando fuentes cuantitativas y cualitativas
de la izquierda comunista y los propios actores sindicales. No obstante, le otorga al Partido
Comunista demasiada centralidad e influencia en la dirección de las luchas obreras durante el
Frente Nacional en detrimento de la participación los otros movimientos de izquierda, lo que
impide reconocer sus aportes en el desarrollo del movimiento obrero.
Daniel Pécaut escribió Política y sindicalismo en Colombia (1973)34
cuyo objetivo era
comprender el papel de la clase obrera a partir de la escritura de una historia social y política
sobre la dependencia entre los sindicatos y el Estado entre 1930-1970. La tesis central
defiende que los sindicatos se articularon con el Estado, construyendo una vinculación política
que si bien les aseguró su existencia, también les brindó cierta legitimación social a los
gobiernos de turno. En esta lógica, los sindicatos terminaron incorporándose a las dinámicas
de reparto y control burocrático de los partidos tradicionales.
33
CAICEDO, Edgar. Historia de las luchas sindicales en Colombia. Bogotá: Suramérica Ltda., 1971.. 34
PÉCAUT, Daniel. Política y sindicalismo en Colombia. Bogotá: La Carreta, 1973.
35
Para el autor, en el siglo XX operaron importantes cambios sociales que fueron significativos
para transformar las organizaciones de los trabajadores. Así, el sindicalismo de las primeras
décadas se vio altamente influenciado por el socialismo y el anarquismo. Luego, la crisis de
los años 30 dio paso a un sindicalismo institucionalizado y controlado políticamente por el
liberalismo. En ese momento, el sindicalismo se convirtió en un elemento importante dentro
del sistema político, y de la misma manera, se institucionalizó dentro del aparato burocrático
en condiciones que limitaron su margen de acción. No obstante, el proceso tuvo
contradicciones, expresadas en las movilizaciones sociales.
En el momento en que se resquebrajó la alianza entre el sindicalismo y el liberalismo, se gestó
una alianza de nuevo tipo con el conservatismo a través de una nueva central sindical, la UTC,
que buscó reemplazar el papel de intermediación del Estado en los conflictos laborales. Ésta
respondió a las mismas lógicas con que funcionó el sindicalismo institucionalizado de la CTC,
con la defensa de la separación de la reivindicación económica y política. No obstante,
paulatinamente se insertó en el sistema de diferencias que los dos partidos representaban. El
intento de Rojas Pinilla por aniquilar las fuerzas sociales y reintegrarlas al campo de
dominación social y política, no logró desmontar este tipo de sindicalismo.
El Frente Nacional transformó sustancialmente las organizaciones obreras desarrollando un
doble proceso de fortalecimiento de la autonomía sindical a partir de la radicalización de
diferentes expresiones políticas y, paralelamente, de pérdida de legitimidad del Estado. Sin
embargo, sin importar las orientaciones políticas de las organizaciones sindicales, todas
procuraron actuar dentro del Estado o del sistema. Incluso aquellas que reclamaron mayor
independencia reprodujeron la lógica liberal de negociación sindical. Las divisiones internas
del sindicalismo se presentaron como una debilidad pero también como una fortaleza, en la
medida en que se veían como posibilidades para conducir al movimiento obrero hacia una
mayor autonomía frente a las clases dominantes.
Como uno de sus aportes fundamentales, el libro presenta una perspectiva crítica del
desarrollo del sindicalismo en Colombia, resaltando que la dependencia sindical no fue total
sino parcial, lo que significa que los sindicatos tuvieron un cierto margen de autonomía
política. Pécaut identifica que a pesar del interés del sindicalismo institucionalizado en
disociar la reivindicación económica de la reivindicación política, en la práctica, las dos
esferas se interponían. El problema principal del enfoque del libro es que generaliza las
características de del sindicalismo a todas las organizaciones de los trabajadores, sin distinguir
sus orientaciones políticas lo que resulta problemático en la medida en que impide explicar
cómo algunos conflictos laborales agudizaron la ilegitimidad del régimen político bipartidista.
En el libro Cuestiones sindicales35
(1973), Guillermo González Charry de historia del
derecho, aborda la historia de la legislación laboral colombiana hasta el momento. González
35
GONZÁLEZ CHARRY, Guillermo. Cuestiones sindicales colombianas. Bogotá: Colegio Mayor de Nuestra
36
empieza señalando tres etapas en la historia del sindicalismo en Occidente: una primera, de
prohibición, cuando las acciones de los sindicatos eran consideradas como perturbadoras del
orden público; después, una etapa de tolerancia y, finalmente, una de consagración
constitucional, en donde la sindicalización y la huelga pasan a ser consideradas como
derechos.
Más que un enfoque historiográfico, el texto es un estudio desde el derecho sobre las
prohibiciones y garantías del movimiento sindical. Sobre la relación entre sindicalismo y
política, el autor resalta los artículos 378 y 379 del Código del Trabajo que establecían la
prohibición de los sindicatos de intervenir en política partidaria. Para el autor, el tema debía
ser evaluado con cuidado, porque, en primer lugar, la historia de las organizaciones sindicales
era la misma historia de la lucha política y en segundo lugar, había que conocer qué se
entendía por intervención en política partidista para saber hasta dónde llegaban las garantías
constitucionales.
El libro permite entender las disposiciones normativas que limitaban la participación de los
sindicatos en la política, así como los marcos normativos dentro de los cuales se desarrolló el
sindicalismo en esos años. Sin embargo, su análisis se limita a lo jurídico, descartando en la
mayor parte del texto asuntos políticos, sociales o económicos que pudieron afectar el
desarrollo de las normas así como su aplicación.
El siguiente libro es Pasado y presente del sindicalismo en Colombia36
(1975), de Fernán
González, de historia política y social, resume el panorama general de las tendencias políticas
del movimiento sindical a partir de las obras de Ignacio Torres Giraldo, Miguel Urrutia, Édgar
Caicedo y Daniel Pécaut, analizando en particular la situación de las centrales obreras
principales UTC, CSTC y CTC.
La tesis central, en el Capítulo 5, sostiene que el Frente Nacional fue bastante importante para
el desarrollo del movimiento sindical debido al crecimiento en el número de sindicatos y
huelgas. No obstante, advierte que los conflictos desbordaron a las directivas sindicales, dado
que muchas acciones se desarrollaron sin su control, haciendo una distinción entre los
mandatos de los dirigentes y las bases. De igual manera, identifica el proceso de politización
de varios sectores sindicales.
La politización provocó dos efectos ambivalentes: de un lado, permitió los acercamientos
unitarios y del otro, provocó los conflictos que terminaron por fracturar en varias ocasiones al
movimiento sindical, pues propiciaron divisiones entre los sectores que respaldaban la
participación electoral y los abstencionistas, o polémicas sobre cuál debía ser el camino para
los sindicatos. En este proceso incluso surgieron nuevos movimientos políticos provenientes
Señora del Rosario, Ediciones Rosaristas, 1973
36
GONZALEZ, Fernán. Pasado y presente del sindicalismo colombiano. Bogotá: CIAS, 1975.
37
de las propias centrales obreras, lo que reflejó la crisis de los partidos políticos tradicionales y
la necesidad de canalizar las inquietudes del pueblo hacia nuevas corrientes de acción política.
El Capítulo 6 aborda el sindicalismo durante el gobierno de López Michelsen, conocido como
el Mandato Claro. Su gobierno proponía que los trabajadores, los empresarios y el Estado
actuaran concertadamente. Durante este periodo, se presentaron intensas discusiones en los
congresos obreros de la CSTC, UTC y CTC. Uno de sus rasgos más importantes fueron los
intentos de unidad de acción, pero también la imposibilidad de llegar a consensos plenos
debido a discordias ideológicas y políticas de fondo. No obstante, identifica que en el
sindicalismo tradicional, los conflictos respondían más a luchas de carácter burocrático.
Uno de los aportes fundamentales del libro es su carácter sintético, que resume e identifica las
crisis y cambios de orientación de las centrales obreras en estos años, lo que demuestra que,
lejos de adoptar posturas políticas rígidas y unidireccionales, hubo cambios de dirección y
orientación. Sin embargo, una de las críticas principales es que el autor deja de lado el estudio
de fuentes primarias. Por esto excluye al sindicalismo independiente y a la central sindical de
orientación demócrata cristiana, la CGT.
Otro de los libros importantes sobre el sindicalismo es el de Víctor Manuel Moncayo y
Fernando Rojas (1978), Luchas obreras y política laboral en Colombia37
, de historia del
derecho, cuyo objetivo es analizar el papel de integración y represión que el Estado desarrolló
hacia las organizaciones obreras con la aplicación del derecho laboral. Para ello, se apoya en
el análisis de la normatividad desde inicios del siglo XX hasta el gobierno de Alfonso López
Michelsen.
La primera tesis que defiende es que el derecho laboral tenía un contenido de clase. De esta
manera, considera que desde inicios del siglo XX hasta el Frente Nacional se consolidó un
andamiaje histórico jurídico para encuadrar la lucha reivindicativa con la finalidad de contener
sus efectos. En este proceso, la normatividad laboral se adecuó a cada momento histórico y
cada coyuntura, lo que determinó que en situaciones concretas, existieran mecanismos
particulares de regulación de los conflictos laborales que buscaban la integración jurídico-
política de las luchas sindicales.
Por su parte, el Frente Nacional entre 1958-1970 estuvo dominado por dos tendencias
principales: el retorno parcial hacia la normalidad democrática parcial y la vigorización del
proceso de transformación estatal propio de la fase monopolista del capitalismo. En el nuevo
contexto, la política laboral debió responder al pacto entre obreros y demás sectores de la
burguesía contra el régimen militar, por lo que se permitió el resurgimiento de las
movilizaciones obreras.
37
MONCAYO, Víctor Manuel y ROJAS, Fernando. Luchas obreras y política laboral en Colombia. Bogotá:
Editorial La Carreta, 1978.
38
El carácter dual de la política laboral se expresó de un lado, en medidas para proteger el
sindicalismo en la representación sindical y la ampliación de prestaciones sociales. Por otro,
se caracterizó por la restauración de las formas de control de la clase obrera para consolidar
mecanismos como la negociación colectiva y la institución del arbitramiento obligatorio y
finalmente, medidas represivas que limitaron el ejercicio de la huelga, incluso con la
aplicación del estado de sitio en algunos casos en que las luchas amenazaron con desbordar el
sistema.
Una de las transformaciones más significativas, fue el debilitamiento de las centrales
sindicales tradicionales y el retorno al reformismo con Alfonso López Michelsen, que
pretendió imponer el modelo de economía concertada para armonizar los intereses de las
clases dominantes y los intereses de los trabajadores. No obstante, las políticas
gubernamentales fueron insuficientes ante la situación de estancamiento real de los salarios y
la pérdida de poder adquisitivo, además de los otros factores de descontento social, que
condujeron al Paro Cívico del 1977. Este fue un ejemplo de los demás Paros y Huelgas que
llegaron a representar una amenaza concreta a la estabilidad del sistema. No obstante, a pesar
de estas excepciones, en el conjunto del periodo, triunfó la utilización eficiente de los
mecanismos jurídico-laborales.
El libro aporta una lectura crítica desde el marxismo del derecho y la política laborales como
mecanismos para integrar y controlar a la clase obrera. Sin embargo, el análisis no distingue
entre los mecanismos normativos de integración, control, absorción y represión, pues todos
tienen la misma equivalencia en todos los momentos históricos. Esta debilidad hace parte del
enfoque estructuralista –marxista que analiza la historia de forma estática y no tiene en cuenta
a los actores sociales, despreciando al mismo tiempo, los aportes de las luchas reivindicativas
al fortalecimiento del movimiento obrero.
Otro libro que vale la pena reseñar es el de Gustavo Gallón (1978), Quince años de estado de
sitio en Colombia38
, de historia del derecho, se propone estudiar la aplicación del estado de
sitio indagando sobre las modificaciones de este mecanismo en el régimen político
colombiano. El estudio es relevante porque muestra cómo se utilizaron las facultades
extraordinarias en el periodo comprendido entre el 7 de agosto de 1958 y el 7 de agosto de
1978 para contener las luchas obreras.
Se identifican dos grandes etapas de desarrollo del estado de sitio: la primera abarcó los diez
primeros años (1958-1968), período en el que se adecuaron las instituciones democráticas para
incorporar el mecanismo en el aparato estatal. En estos años de experimentación, se destacan
las reformas a las fuerzas armadas y la policía, así como la aplicación del estado de sitio
parcial dentro del marco de la campaña contra la Violencia política y la rehabilitación
económica en algunas zonas del país.
38
GALLÓN GIRALDO, Gustavo. Quince años de Estado de Sitio en Colombia. Bogotá, D.C: Ediciones
América Latina, 1979.
39
El segundo momento se desarrolló entre 1968-1978 y se caracterizó por el perfeccionamiento
del estado de excepción con la reforma constitucional de 1968. En este periodo, el estado de
sitio sirvió para reprimir las expresiones de descontento popular y fortalecer las funciones del
ejército para controlar principalmente la protesta de la clase obrera. Algunos de los
mecanismos aplicados fueron los Consejos Verbales de Guerra, que judicializaron a los
dirigentes sindicales.
La tesis principal sostiene que el estado de sitio buscó impedir la organización de las clases
populares, principalmente del movimiento obrero, puesto que los mecanismos excepcionales
se aplicaron en las ciudades, donde las organizaciones sociales y políticas tenían una
importancia mayor. En esa medida, sirvió para controlar el levantamiento de las masas
populares, en un contexto de pérdida de control bipartidista.
El estado de sitio fue además un instrumento de persecución política que implicó el
cercenamiento de numerosos derechos, garantías y libertades tanto individuales como
colectivas. Se buscó reforzar la legitimidad del gobierno descalificando las luchas sociales so
pretexto de la defensa del orden público y las instituciones. El texto sostiene finalmente que la
vigencia del estado de sitio se convirtió en un elemento esencial para el funcionamiento del
Estado durante el Frente Nacional, modificando las relaciones de poder y el equilibrio de las
distintas esferas del régimen político.
La importancia de la aplicación del estado de sitio es que tuvo una significación política al
orientarse a contrarrestar las movilizaciones obreras. Es uno de los grandes aportes del libro,
que permite tener un panorama más completo de las medidas excepcionales continuamente
aplicadas. Es importante para la historiografía sindical, porque permite conocer los
mecanismos de excepción, que desde la política institucional se encaminaron a limitar los
alcances del movimiento obrero.
Una de las críticas centrales es que, desde otra orilla distinta a la de Moncayo, comete el
mismo error al proponer un análisis teórico marxista estructural, que utiliza la historia
solamente para demostrar sus hipótesis. El problema de este análisis es que supone, en primer
lugar, que el Estado utiliza siempre los mismos mecanismos y los perfecciona, en este caso, el
recurso extraordinario al estado de sitio, motivado por la misma política y con los mismos
efectos, lo cual presenta una mirada estática de la historia. No obstante, el aspecto más
problemático de este enfoque es que con esta mirada legitima la efectividad total de las
medidas represivas contra el movimiento obrero, lo cual termina invisibilizando la resistencia
y los aportes de las luchas de los trabajadores, a pesar de la represión ejercida.
Cuadernos de Iniciativas Obreras No. 2. (1980)“Las luchas obreras en Colombia, 1960-
1980”39
es una publicación de análisis político que registra el análisis maoísta de las luchas
obreras en esos años. La perspectiva clave es la distinción que hace entre el movimiento
39
CUADERNOS DE INICIATIVAS OBRERAS 2. Las luchas obreras en Colombia, 1960-1980. Bogotá: 1980..
40
obrero y el sindicalismo, pues el último está más relacionado con burocracias sindicales y
partidos políticos, mientras que el movimiento obrero comprendía a todos los trabajadores y
su meta fundamental es la transformación de la sociedad.
La tesis central identifica que el renacer de la lucha obrera tuvo lugar en el comienzo del
Frente Nacional debido al conjunto de transformaciones socioeconómicas que trasladaron la
lucha de clases del campo a la ciudad. De esta manera, los cambios democráticos, sumados a
las ideas revolucionarias de los años 60, contribuyeron a fortalecer la influencia de la
izquierda entre los trabajadores, particularmente del comunismo y el maoísmo. Estas nuevas
tendencias trasformaron el movimiento sindical en la medida en que orientaron la lucha
directa más allá de los marcos legales establecidos por el Estado y promovieron la solidaridad
entre los trabajadores.
El texto defiende los aportes del sindicalismo independiente, considerándolo como alternativa
que alzó sus banderas en contra de los compromisos adquiridos por las denominadas
‗burocracias sindicales‘, o centrales sindicales, acusadas de depender del Estado y los partidos
tradicionales. El estudio muestra los conflictos en el sindicalismo no confederado debido a las
divisiones políticas e ideológicas, y es bastante crítico al señalar las limitaciones de los
proyectos unitarios.
El estudio presenta como aporte una versión crítica de la historia del movimiento sindical,
explorando una perspectiva de izquierda no comunista. Sin embargo, la crítica es tan aguda
que se extiende a todos los sindicatos sin distinción alguna, lo que termina generalizando
prácticas burocráticas comunes a todas las tendencias, minimizando los proyectos unitarios, e
incluso anulando la mayoría de las conquistas y logros del movimiento obrero en cada una de
sus luchas, tal y como sucede con la interpretación derrotista del Paro Cívico de 1977.
Desde otra perspectiva, el libro de María Teresa Herrán, “El sindicalismo por dentro y por
fuera” (1981)40
, de análisis político y social, tiene por objetivo central analizar dos
dimensiones del sindicalismo en el país. La primera responde a las dinámicas internas entre
las distintas tendencias sindicales; la segunda, a factores como la legislación, la representación
de los intereses sindicales en la política y la participación en la política económica.
La tesis central sostiene que en las dos dimensiones era inconveniente la polarización en las
relaciones entre sindicatos, empresarios y gobiernos. En estas dimensiones, uno de los
menores avances fue la participación en la política económica. Al respecto, la autora asegura
que los sindicatos no tuvieron un papel de importancia en los escenarios donde se tomaron las
decisiones más importantes, por lo cual no pudieron incidir en los aspectos decisivos de la
política económica, social y laboral.
40
HERRÁN, María Teresa. El sindicalismo por dentro y por fuera. Bogotá: Editorial La Oveja Negra/Cinep,
1981.
41
La división interna entre las distintas corrientes provocó el debilitamiento del sindicalismo, a
pesar de los intentos de organización unitaria y la precariedad de la legislación en esta
materia. En cuanto a la orientación política de los sindicatos, la autora pone en duda las
convicciones ideológicas de las bases y sostiene que más bien los acuerdos y orientaciones se
dieron en los niveles directivos, lo que significaba que para la mayoría de los sindicalistas, la
cuestión política no fuera tan clara.
De manera general, el libro presenta una postura de análisis político sobre el sindicalismo
recopilando las fuentes secundarias. No obstante, las tesis y aportes historiográficos son
bastante limitados y subjetivos, en la medida en que no esclarecen las fuentes primarias y
secundarias que fundamentan sus señalamientos. Tampoco es clara la posición de la autora
frente a la conveniencia de la relación entre política y sindicalismo, puesto que de una parte,
afirma la necesidad de reforzar la participación de las organizaciones en las decisiones de
política económica, pero al mismo tiempo critíca la adopción identidades políticas concretas
debido a sus efectos en la radicalización y división del movimiento.
Uno de los libros de historia política y social publicados es Historia política de la clase
obrera41
(1982) de Ricardo Sánchez, enfocado a explicar la historia del movimiento obrero
colombiano desde sus antecedentes en el siglo XIX hasta las luchas obreras de 1981. El autor
problematiza uno de los sesgos de la historiografía de la década de reducir la historia de la
clase obrera a la historia sindical o a la historia de un partido político. De ahí parte la tesis
central de la obra de que la historia social del movimiento obrero sólo puede ser pensada y
explicada en relación con el conjunto de la sociedad y el Estado, teniendo en cuenta el
desarrollo de la lucha de clases, donde lo sindical y lo laboral no son más que componentes de
este proceso.
Metodológicamente, la obra les otorga una gran importancia a las ideas del movimiento
obrero planteadas en sus programas y plataformas, resaltando los momentos en que la clase
logra su unidad sindical y también aquellos en que la clase proyectó su dimensión política de
clase para sí mediante la propuesta y formación de partidos obreros y socialistas. De igual
manera, concentrándose en la actividad huelguística, el libro analiza dos grandes
acontecimientos importantes para los trabajadores como la movilización del 9 de abril de 1948
y el 14 de septiembre de 1977.
Uno de los aportes fundamentales del autor es comprender que la historia de la clase obrera
aún resultaba incompleta e incomprensible, lo cual permite abrir muchas más posibilidades de
investigación. El autor identifica además puntos clave en el desarrollo de la clase obrera,
presentados de manera sintética para otorgar una visión general del devenir histórico de los
trabajadores en el siglo XX.
41
SANCHEZ ÁNGEL, Ricardo. Historia política de la Clase Obrera. Bogotá: Rosa Roja, 1982.
42
En el abordaje del movimiento obrero en el Frente Nacional, la obra aporta elementos para el
análisis económico del contexto, relacionados con la industrialización, los grados de
monopolización y la participación de la clase obrera en el ingreso nacional, entre otros
elementos que permiten identificar las grandes líneas de influencia política. Sin embargo, la
obra no profundiza lo suficiente en este capítulo, lo cual se subsana en otras obras escritas por
el autor más adelante.
Otro libro que merece la pena destacar es el de Álvaro Delgado (1984), Política y movimiento
obrero en Colombia42
, de historia social y política, cuyo objetivo es caracterizar el nivel de
desarrollo, los principales problemas y las perspectivas del movimiento obrero entre 1970 y
1983. Por esto, dentro de las fuentes se privilegian los principales diarios a nivel nacional, es
decir, la prensa burguesa, porque según el autor, ésta permitía ver el camino de la clase
obrera.
En el Capítulo 2, sostiene que el fin del Frente Nacional se caracterizó por la instalación de la
política de concertación entre capital y trabajo bajo la expresión de ―sindicalismo de
participación‖, un intento de los gobiernos por reproducir el escenario de alianzas y
transacciones desde la esfera política a la esfera sindical. En el Capítulo 3 explica cómo este
intento fue infructuoso debido al rumbo que siguieron las luchas obreras. La tesis central
defiende que las transformaciones sindicales encaminadas a la independencia y la unidad que
tuvieron lugar en el decenio de los 70 fueron fundamentales para el fortalecimiento del
movimiento y los cambios de las prácticas políticas obreras e incidieron además en la pérdida
de control e influencia del bipartidismo sobre los trabajadores, y por tanto, en su autonomía.
Los procesos unitarios tuvieron implicaciones políticas importantes porque, en primer lugar,
repercutieron en el repunte de las luchas de los trabajadores de todas las denominaciones
sindicales. En segundo lugar, las directivas de las dos confederaciones tradicionales relegaron
sus viejas tesis de apoliticismo y confesionalismo. En tercer término, las centrales
tradicionales tuvieron que comprometerse en los proyectos unitarios como parte de una
estrategia de adaptación y sobrevivencia. Por último, el Paro Cívico de 1977 demostró las
ventajas políticas de la unidad de los trabajadores. Sin embargo, a pesar de estos avances, el
sindicalismo tuvo límites para transformar totalmente la anticuada estructura sindical del país
y replantear con fuerza decisoria la transformación de la sociedad.
Uno de los aportes más importantes del libro es que brinda un retrato bastante completo de la
estructura económica y la situación social de la época. Muestra además de manera sistemática
la composición y las características del movimiento sindical, valiéndose de fuentes primarias y
abarcando un extenso análisis documental. Sin embargo, una de las críticas es la centralidad
que le otorga a la confederación CSTC, orientada por el Partido Comunista, que al igual que
en Caicedo (1971), marca un sesgo definitivo a su trabajo.
42
DELGADO, Álvaro. Política y Movimiento Obrero 1970-1983. Bogotá: Ediciones CEIS, 1984.
43
Otro de los libros importantes para la historia es Sindicalismo y política económica (1986)43
,
escrito por varios autores. Se destaca en primer lugar, el artículo de historia económica escrito
por Guillermo Perry, “La experiencia colombiana”44
, que muestra las posiciones de cada
central obrera frente a los problemas de política económica. El estudio encuentra la
preocupación disímil de las centrales frente algunos aspectos, aunque también coincidencias
en la lucha conjunta contra el alza de precios, la demanda de aumento de sueldos, la oposición
al salario integral, la defensa de un modelo económico nacionalista y la demanda de
redireccionamiento del gasto público hacia una mayor financiación de la política social.
Otro artículo de historia social que muestra la participación del sindicalismo en la política es
el de Rocío Londoño, “Estructura sindical colombiana en la década del 70”45
, que reconoce
la progresiva autonomía del sindicalismo con respecto de los partidos políticos, incluso de las
centrales tradicionales CTC y UTC, evidenciando su participación en la creación de nuevos
movimientos políticos. Por lo anterior, las relaciones entre los sindicatos y los partidos se
transformaron en la medida en que el sindicalismo reclamó para sí mismo un mayor
protagonismo político abandonando la antigua tesis del apoliticismo consagrada legalmente.
El hecho de esta nueva actitud sindical repercutió en el aumento de huelgas durante el
periodo, particularmente lideradas por los trabajadores públicos.
Al respecto, la autora profundiza en la contribución de este sector en otro artículo de historia
social, “Las relaciones laborales y el movimiento sindical de los trabajadores del Estado”46
.
Muestra la transformación de la normatividad laboral de los trabajadores estatales debido a la
Reforma Administrativa de Carlos Lleras Restrepo, que creó nuevas categorías de
clasificación de los trabajadores públicos, lo que provocó confrontaciones políticas. Londoño
se concentra en establecer el proceso de restricción progresiva de los derechos de huelga y
negociación para los trabajadores del sector público entre 1968-1982, describiendo la
radicalización política y el fortalecimiento de la organización y movilización de estos
trabajadores.
Otro de los artículos de historia social, que resalta específicamente los aportes del las luchas
de los maestros en el sector educativo, es el de Hernando Gómez Buendía, “El magisterio y la
política educativa”47
. Su tesis más importante resalta el proceso de unificación del
sindicalismo en Fecode entre 1959-1970, donde fue fundamental el aporte de las corrientes de
izquierda y los procesos de unidad entre el Partido Comunista, el MOIR, el trotskismo y
algunas tendencias maoístas que imprimieron radicalidad política a las reivindicaciones de los
43
LONDOÑO, Rocío, et al. Sindicalismo y Política Económica. Bogotá: Fescol/Fedesarrollo/Cerec, 1986. 44
PERRY, Guillermo. La experiencia colombiana. En: Ibid., pp. 51-94 45
LONDOÑO, Rocío. La estructura sindical colombiana en la década del 70.En: Ibid., pp. 97-149 46
LONDOÑO, Rocío. Las relaciones laborales y el movimiento sindical de los trabajadores del Estado. En: Ibid.,
pp. 157-179. 47
GÓMEZ BUENDÍA, Hernando. El magisterio y la política educativa. En: Ibid., pp. 183-205.
44
maestros y fortalecieron significativamente su lucha, posicionando la organización como una
de las federaciones sindicales más importantes del país.
De otra parte, está el artículo de historia social, Hernando Gómez Buendía, “El sindicalismo y
la política de salud”48
, que señala la complejidad de la estructura del sistema de salud durante
la década de los setentas, así como la pluralidad sindical. Para el autor, en las luchas de los
trabajadores de la salud fue de gran importancia el papel del Instituto Colombiano de Seguros
Sociales en la proletarización y agremiación de los médicos, que logró superar las barreras
para la unidad, lo cual tuvo su expresión más significativa en el gran Paro de 1976, que duró
52 días y logró la participación de todas las federaciones de las distintas ramas médicas. Lo
interesante del conflicto fue la politización que adquirió con el apoyo de diversas corrientes
políticas de izquierda, en contraposición al rechazo vehemente de las centrales tradicionales.
Finalmente, encontramos el artículo de historia social Rocío Londoño Botero, “El
sindicalismo industrial y la crisis textil”49
, en el que destaca las concepciones ideológico-
políticas y los planteamientos reivindicativos del sector, así como la importancia de las
influencias políticas y culturales entre los trabajadores, destacando las campañas de la Iglesia
Católica por conducto de la Acción Social, que trataron de contener la influencia del
comunismo, así como la formación de una conciencia gremial y política independiente.
Como se ha explicado, el aporte más importante de este libro es que en cada artículo muestra
la activa participación del sindicalismo en los debates de política económica, con lo cual
revela un panorama más complejo de las demandas, pronunciamientos y silencios de las
distintas tendencias sindicales en los años setenta. De igual manera, identifica que la
influencia de las tendencias de izquierda en cada sector contribuyó a radicalizar las huelgas y
fortalecer las organizaciones sindicales en las respectivas ramas y sectores, señalando también
los obstáculos de la diversidad sindical.
En este mismo año, se escribió el estudio de historia política y social de Álvaro Delgado
(1986) sobre la CSTC, historia y proyección,50
cuyo objetivo es estudiar el origen y desarrollo
de la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia, CSTC, a través de sus distintas
etapas. La tesis central sostiene que el propósito de dicha organización fue construir una
alternativa para la representación de los intereses de la clase obrera de manera independiente y
pluralista, en el que se incluía la lucha reivindicativa partidista.
De esta manera, en el primer Capítulo aborda el nacimiento de la central, explicando el
proceso de división de la CTC a comienzos de los años 60 y los antecedentes de las pugnas
políticas internas entre reformistas y revolucionarios desde la creación misma de la
48
GÓMEZ BUENDÍA, Hernando. El sindicalismo y la política de salud. En: Ibid., pp. 207-225. 49
LONDOÑO, Rocío. El sindicalismo industrial y la crisis textil. En: Londoño, Rocío, et al. Sindicalismo y
Política Económica. Bogotá: Fescol/Fedesarrollo/Cerec, 1986. 50
DELGADO, Álvaro. CSTC: Historia y Proyección. Bogotá, D.C: Editorial Colombia Nueva. 1986.
45
organización. El segundo Capítulo rastrea los orígenes de la central por la expulsión de la
tendencia comunista en el 12 Congreso de la CTC realizado en Cartagena en diciembre de
1960. A partir de allí, explica el surgimiento del Comité de Unidad de Acción y Solidaridad
Sindical (CUASS), que siguió luchando para reintegrarse a la CTC, sin lograr su cometido.
El Capítulo tercero relata los años en que se acordó constituir una nueva central, formalizada
en 1964, y la plataforma de lucha en oposición al régimen del Frente Nacional. El Capítulo 4
identifica el proceso de fortalecimiento de la organización durante los diez años siguientes
entre 1964-1974, a pesar de la falta de reconocimiento legal. Estos años fueron importantes en
la medida en que se organizaron las huelgas más beligerantes y se plantearon estrategias para
la unidad de acción de la clase obrera, concretada en acciones conjuntas y acuerdos con otros
sectores sindicales. Incluso acuerdos políticos, como la conformación de la Unión Nacional de
Oposición (UNO), en 1973, fueron de gran relevancia.
El Capítulo 5 explica la crisis del proyecto unitario que repercutió en la desafiliación de
algunas federaciones debido a la ruptura de la unidad política. No obstante, en medio de la
disputa por el rumbo que debía asumir la lucha sindical y obrera, se comenzaron a trazar las
primeras líneas de una gran propuesta unitaria más amplia que la misma CSTC, con la
organización de varios encuentros sindicales. Los frutos de esta convergencia tuvieron
repercusión en el éxito del Paro Cívico de 1977, abordado en el Capítulo 6, con los procesos
de convergencia que le sucedieron.
El Capítulo 7 explica los cambios de orientación de la central en su tercer Congreso
organizado en junio de 1979, en medio de un clima de mayor entendimiento entre los distintos
grupos del sindicalismo no confederado, no exento de dificultades, y una mayor distancia con
las centrales tradicionales. Finalmente, se ilustra un proceso unitario que antecede y culmina
en la formación de la CUT, a mediados de los años 80, en medio de un contexto de
recrudecimiento de la persecución sindical y declive definitivo del sindicalismo tradicional.
El aporte de este estudio es rescatar la historia de la CSTC, en el contexto político y social, lo
cual permite entender los aportes de dicha central en las luchas obreras durante el Frente
Nacional. Cabe resaltar el correcto manejo y utilización de fuentes primarias, principalmente
escritas. No obstante, una observación central es que descalifica a los sectores sindicales
independientes o no confederados en sus contribuciones a las movilizaciones más
significativas de esos años.
Otro de los libros que vale la pena resaltar, de historia política y social, es el de Pécaut (1987),
Orden y violencia en Colombia 1930-195451
. El objetivo es analizar cómo durante el siglo XX
se instauró una democracia restringida que se adaptó a los problemas planteados debido al
surgimiento nuevos sectores populares y medios en medio de un proceso de consolidación de
51
PÉCAUT, Daniel. Orden y Violencia en Colombia 1930-1954. Bogotá: CEREC/ Siglo XXI, 1987.
46
la violencia social. La segunda parte del libro corresponde al Capítulo IV, que trata sobre el
populismo gaitanista, y el Capítulo V, sobre el periodo conocido como ―La Violencia‖ (1948-
1953). Finalmente, se presentan conclusiones sobre el Frente Nacional.
La tesis principal del libro es que la violencia ha sido consustancial a la consolidación de una
democracia restringida, que ha combinado dos procesos sociales: de un lado, la invocación al
orden dio lugar a fenómenos como el control de las organizaciones sindicales; del otro, la
violencia se ve como una modalidad concreta de acción del Estado o de los diversos grupos
sociales excluidos para socavar la legitimidad del régimen. Estos dos procesos de orden y
violencia se combinaron tanto en los hechos como en las representaciones, involucrando
simultáneamente la movilización política, en situación de crisis, y la movilización social,
provocando su desarticulación.
El quinto Capítulo aborda la Violencia (1948-1953). En este periodo, lo político fue concebido
como violencia en la medida en que se inscribió directamente en la división entre amigo-
enemigo en relación con las identidades bipartidistas. Este proceso estuvo acompañado de una
fragmentación de lo social en el territorio a través del predominio de nuevos poderes políticos
locales o gamonales que cercenaron el monopolio de la coerción por parte del Estado. En
consecuencia, se presentaron múltiples crisis, entre las cuales cabe destacar la pérdida de
capacidad del Estado para restablecer el orden político frente a las dimensiones que adquirió
la movilización de las clases populares, consideradas ―peligrosas‖, y frente a las cuales se
recrudecieron las dinámicas de exclusión.
Al final de este periodo, se explica cómo el Frente Nacional fue resultado de una fórmula
política, mediante la cual las élites se ingeniaron la manera de restaurar el viejo orden
consagrando institucionalmente su hegemonía. En este sentido, el acuerdo bipartidista se
consolidó para perpetuar el modelo de dominación que en 1947 entró en crisis y parecía haber
llegado a su fin. Por lo tanto, garantizó a las clases dominantes el mantenimiento de su
posición central, ratificando a los partidos políticos tradicionales en su función de
sometimiento, de desorganización a las masas populares y de respaldo a los gremios
poderosos, incluso por encima de la institucionalidad política. A pesar de que los partidos
tradicionales vivieron un periodo de crisis interna, lograron conquistar una base más sólida
que antes y consolidar una clientela encargada de reproducir la identidad bipartidista. En esta
nueva etapa, el sindicalismo se inscribió en la dinámica de orden y violencia propia del
régimen, cuya finalidad fue siempre limitar su independencia.
El libro es un aporte fundamental para la historia y la sociología políticas, en la medida en que
desentraña de manera detallada las relaciones entre el sindicalismo, la política y el Estado
durante el siglo XX, particularmente en la etapa que antecede al Frente Nacional, para mostrar
las continuidades del pacto político. Otro aspecto valorativo es la rigurosidad de la
investigación del autor. Se evidencia el conocimiento de los aspectos centrales de la historia
política colombiana.
47
Una de las críticas en el último capítulo sobre la Violencia es que profundiza en el papel de las
luchas sociales ni en la arremetida contra el sindicalismo liberal e independiente, aunque los
aportes teóricos del libro son bastante importantes. Por otra parte, una de las limitaciones del
enfoque estructuralista es la inapropiada oposición entre político y prepolítico, con la que se
juzgan las movilizaciones sociales y políticas antes y después de la Violencia. Finalmente, al
emplear oposiciones como civilización- barbarie, encaja el análisis de la violencia en la
dimensión de la ―barbarie‖, lo que oscurece las luces que proporciona el documento para
entender la complejidad histórica colombiana.
Otra de las investigaciones sobre el movimiento obrero que merece la pena resaltar es la de
Mauricio Archila (1988), La formación de la clase obrera colombiana 1910-194552
. El
estudio de historia social presenta las características sociales y económicas que incidieron en
la formación de la clase obrera a comienzos del siglo XX. Aunque no abarca el periodo de
estudio del Frente Nacional, la investigación hace aportes fundamentales para entender la
historia de los trabajadores a partir del estudio de las relaciones sociales desde lo regional, lo
económico, la cultura popular, el bipartidismo y el Estado. En ese sentido, se constituye en un
referente importante para la investigación.
Por clase obrera se entiende a todos aquellos trabajadores, urbanos y rurales, que trabajan
directamente los medios productivos y que dependen básicamente del salario para su
reproducción. El punto de partida es lo regional, los centros urbanos de Bogotá, Medellín,
Barranquilla y Barrancabermeja; el de llegada es lo nacional, entendido como la construcción
de identidad de clase en torno a problemas comunes y luchas parecidas que se fue
desarrollando en el tiempo.
La tesis fundamental de la investigación defiende que el sindicalismo colombiano, a diferencia
del existente en otras latitudes, tuvo una corta existencia independiente de los partidos
políticos. La crisis de los procesos autónomos en el periodo de estudio fortalecería una mayor
vinculación al liberalismo y posteriormente al conservatismo, lo cual implicó la consolidación
del bipartidismo en el movimiento obrero. No obstante, son importantes las tradiciones
regionales y contextos culturales para definir los proyectos políticos autónomos que fueron
impulsados por las vanguardias obreras, así como el aporte de la cultura popular de los grupos
subordinados en el éxito o fracaso de dichos proyectos.
52
ARCHILA NEIRA, Mauricio. La formación de la clase obrera colombiana 1910-1945. EN. Congreso
Internacional de Latin American Studies Association, (XIV: 17-19, marzo: New Orleans, Estados Unidos).
Memorias, 1988. Este manuscrito se incluye en el Balance porque aunque no aborda el periodo del Frente
Nacional (1958-1974) sino un periodo anterior, permite apreciar los avances de su investigación y daba aportes
para entender la relación entre sindicalismo y política a lo largo del siglo XX. El documento contenía la
información necesaria para entender la historia de los trabajadores, en especial el proceso de consolidación del
bipartidismo en el movimiento obrero; así como los proyectos políticos autónomos que fueron viables en
contextos regionales y culturales particulares.
48
La clase obrera nació en un contexto regional, que lentamente fue trascendiendo, por los
cambios objetivos del país y por la misma evolución de la clase, expresada en la
generalización de sus luchas y en formas organizativas que se apoyaron en formas culturales
radicales. Sin embargo, la debilidad de los proyectos autónomos obreros y el éxito del
reformismo liberal empujaron a la clase a abandonar la oposición al Estado, sumándose a los
grupos que lo apoyaban en su versión liberal, una de las conclusiones es que a la postre, los
proyectos autónomos agenciados por vanguardias intelectuales y obreras, fueron desplazadas
por el bipartidismo.
Para finalizar, el autor concluye que el fracaso de la huelga de Fedenal en 1945 fue el fin de
una época para el movimiento obrero colombiano y el inicio de otra, donde se manifestó su
debilidad debido a una ofensiva oligárquica del conservatismo en el poder. Con la Violencia,
las ciudades perdieron su protagonismo político hasta la caída de la dictadura del General
Rojas Pinilla en 1957. Debido a la desunión y debilitamiento, la clase obrera, que había
contribuido a la modernización de las relaciones sociales y las instituciones, no pudo
constituirse en una contención definitiva del período de barbarie de la Violencia.
Esta investigación de hace parte de un desarrollo más amplio en el libro Cultura e identidad
obrera 1910-194553
(1991), que amplía la presentación del estudio de historia social en cuatro
grandes partes: la primera describe las principales tendencias socioeconómicas y políticas de
Colombia entre 1910 y 1945 ofreciendo el contexto general en el que se formó la clase obrera.
La segunda cubre tres capítulos, que responden a la necesidad de acercarse a las experiencias
obreras de la vida cotidiana descubriendo sutiles mecanismos de dominación y resistencia.
Uno de los capítulos se dedica a las características de la clase obrera, mientras que los otros
dos intentan reconstruir los principales aspectos de la vida cotidiana de los trabajadores tanto
en los sitios de trabajo como fuera de ellos.
La tercera parte busca reconstruir las principales etapas en las luchas de la clase obrera en su
proceso organizativo, por lo que en orden cronológico identifica los principales subperiodos
en la etapa formativa de la clase obrera colombiana. Finalmente, la cuarta parte, que abarca el
capítulo final, presenta la construcción de identidad obrera a partir de consideraciones sobre
las imágenes que las élites proyectan de los trabajadores asalariados y las que ellos construyen
de sí mismos.
53
ARCHILA NEIRA, Mauricio. Cultura e Identidad obrera 1910-1945. Bogotá: Cinep, 1991. Esta obra se
incluye porque aunque no abarca el periodo del Frente Nacional (1958-1974) continúa y profundiza con la
investigación anterior sobre Formación de la Clase Obrera, y es fundamental para entender cómo las diferencias
regionales, sectoriales por grados de calificación, géneros, predominio étnico, inclinaciones políticas o religiosas
y estatus. Además de explicar las particularidades, expresa los comunes de la formación de la clase describiendo
todo el proceso, y destacando los mecanismos de dominación y resistencia. Estos procesos son fundamentales
para entender las características de las relaciones políticas de la clase obrera en Colombia por eso se incluyó en el
Balance.
49
Uno de los aportes más importantes del libro consiste en problematizar la identidad de clase
como núcleo explicativo de la formación de la clase obrera colombiana. El autor considera
que la construcción de identidad es algo que hace la clase misma, pero ubicada en
determinadas condiciones materiales, y por presión de imágenes externas fruto del mismo
conflicto social. La identidad tiene que ver con tradiciones heredadas y nuevos hábitos
generados por los contextos de explotación y opresión; se alimenta de las culturas populares
regionales, pero con particularidades que los trabajadores asalariados aportan. Por lo tanto, la
formación de identidad es un proceso creativo en el que tanto los individuos como los grupos
locales y regionales colaboran.
En ese sentido, la investigación desmiente la idea de una identidad totalizante de la clase
obrera, por eso uno de los aportes es proponer el análisis de dimensiones locales y regionales,
de una perspectiva comparativa, para ello selecciona el estudio de la clase obrera urbana en
(4) ciudades: Barrancabermeja, Barranquilla, Medellín y Bogotá. Teniendo en cuenta esta
combinación de estudios locales y una visión general, el libro proporciona una buena
aproximación a las diferencias de la clase obrera y también destaca sus elementos comunes.
Lo cual es un aporte fundamental para esta tesis de grado.
Otros de los aportes adicionales de esta publicación es la variedad y precisión de fuentes
consultadas escritas que abarcan la gran prensa nacional y regional; la correspondencia oficial
y de diplomáticos norteamericanos que reposa en los Archivos Nacionales de Washington; la
revisión del New York Times; fuentes estadísticas históricas; prensa obrera; novelas y
crónicas sobre la vida obrera y urbana a principios de siglo; y fuentes orales como entrevistas
con obreros, obreras, activistas y dirigentes políticos que están transcritas y reposan en los
archivos del CINEP. Por lo tanto, la amplia base documental revisada, la metodología y la
historiografía citada otorga un aporte importante para el conocimiento de la formación de la
clase obrera en el país.
Otro libro importante sobre historia del derecho laboral es el de Marcel Silva (1998), Flujos y
reflujos. Reseña histórica de la autonomía del sindicalismo colombiano54
, cuyo objetivo fue
conocer el grado de autonomía desarrollado por el sindicalismo con respecto al Estado a lo
largo del siglo XX. Para ello, analiza las normas laborales expedidas a lo largo del siglo, así
como las relaciones con la política, que tuvieron un papel de gran trascendencia en la
estructuración del movimiento sindical pero al mismo tiempo, fueron obstaculizaron los
procesos de unidad.
En ese sentido, reconoce las distintas etapas de flujo y reflujo del movimiento sindical: una
primera, de desconocimiento total de cualquier injerencia del Estado (1900-1930); la segunda,
signada por el desarrollo de la normatividad regulatoria del accionar sindical con grandes
54
SILVA ROMERO, Marcel. Flujos y reflujos. Reseña histórica de la autonomía del sindicalismo colombiano.
Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, 1998.
50
restricciones (1930-1945); la tercera, caracterizada por la profunda intención de controlar al
máximo el sindicalismo, aparejada con un esfuerzo para su destrucción (1945-1958); la cuarta,
el desarrollo y consolidación de una legislación altamente proteccionista (1958-1987) y, la
última, de destrucción del sindicalismo y la búsqueda de los supervivientes de la libertad
sindical como único medio para contrarrestar las políticas neoliberales (1987 en adelante).
El Capítulo 4 aborda el período 1958-1987, los años del Frente Nacional y su desmonte. En
este período, el autor afirma que a pesar de las restricciones del régimen, se estructuró el
derecho laboral colectivo en medio de la confrontación de clases liderada por el sindicalismo.
Esta visión es mucho más dialéctica e histórica de lo que había sugerido Moncayo y Rojas
(1978), por que supone el origen del derecho en el desarrollo las luchas sociales. No obstante,
los sindicatos desarrollaron cierta dependencia del Estado debido a la legislación protectora
que se estructuró. Por otro lado, la Corte Suprema de Justicia adquirió el papel de
contrarreformadora de dichos derechos, dado que con sus fallos aprobó medidas que limitaban
el alcance de las negociaciones laborales, el surgimiento de nuevas prestaciones sociales y la
restricción del derecho de huelga. Estas decisiones jurídicas contribuyeron a la radicalización
del movimiento sindical en muchos casos.
En cuanto a la relación de los sindicatos con la política, considera que durante el Frente
Nacional, el sindicalismo operó como correa de transmisión, tanto de los partidos
tradicionales como de los de izquierda, lo que incidió en su pérdida de autonomía. De hecho,
la politización del movimiento sindical lo condujo a la fragmentación y provocó que los
procesos de unidad sólo surgieran en el plano de la acción, mientras que los intentos para
lograr la unidad orgánica sucumbieron con los debates y conflictos de la izquierda,
caracterizados por el dogmatismo y el sectarismo. Durante este periodo, muchas huelgas se
convirtieron en un conflicto entre las distintas corrientes políticas que pretendían dirigir los
movimientos, particularmente los sindicatos de industria, lo que terminó afectando seriamente
la solidaridad entre los trabajadores.
Uno de los aportes fundamentales del libro es destacar la importancia de las luchas obreras en
la configuración del derecho laboral, sin adoptar una visión demasiado triunfalista o derrotista
de las luchas sociales. Así, el derecho laboral es considerado un campo de lucha por el poder,
favorable a los trabajadores en unos aspectos, pero desfavorable en otros, dependiendo del
contexto, lo cual cambia la perspectiva de la relación entre la normatividad y los conflictos
laborales de la época. La crítica central es la valoración negativa sobre la relación entre
sindicalismo y política, dado que le atribuye a la última la responsabilidad de la fragmentación
y falta de unidad sindical, restando importancia a la autonomía que adquirieron durante el
mismo periodo, así como a las expresiones de solidaridad que surgieron a pesar de las
diferencias políticas.
51
El libro de análisis político y social de Leopoldo Múnera (1998), Rupturas y continuidades.
Poder y movimiento popular en Colombia 1968-1988.55
se propone elaborar una guía para el
estudio de las relaciones de poder del movimiento popular, con la finalidad de entender la
multiplicidad de relaciones en que estaba inmersa la acción social. El periodo escogido para el
análisis tuvo como punto de partida el año de 1968 y concluye con la definición de los
procesos unitarios entre organizaciones sindicales, campesinas y cívicas en 1988.
El trabajo consta de un valioso aporte teórico en la primera parte, importante para comprender
las dinámicas de los movimientos sociales y populares, así como las relaciones de poder.
Dentro de las características de los movimientos populares, reviste especial importancia el
hecho de que no existe ningún movimiento popular incontaminado de la política institucional,
en la medida en que todos participan al tiempo en el juego político del Estado y en el de la
sociedad. Esta característica es clave, porque permite entender las posibilidades del
movimiento sindical pero también sus condicionamientos dentro de las orientaciones
culturales, los valores, prácticas y las jerarquizaciones de la sociedad dominante.
En la segunda parte analiza el autor la experiencia histórica de los movimientos populares. Es
preciso destacar la caracterización que realiza del Frente Nacional como un régimen de
coalición donde se presentaron cuatro procesos simultáneos: en primer lugar, termina la
dualidad contradictoria del bipartidismo, lo que debilitó los lazos de la adscripción
bipartidista. En segundo lugar, produjo una metamorfosis de la violencia política con la
trasformación del conflicto bipartidista en un conflicto de clases. En tercer lugar, ocurrió un
cambio entre la coerción directa y el consenso dentro de la hegemonía política, lo que fue
deteriorando la legitimidad de los partidos tradicionales y al mismo tiempo, fortaleciendo el
ejercicio del poder de las Fuerzas Armadas para controlar la protesta popular. Finalmente, se
dio una reestructuración de la acción colectiva, que repercutió en el proceso de autonomía de
las organizaciones populares.
La autonomía del movimiento popular se dio en medio de un proceso de fragmentaciones y
articulaciones provocadas por el desarrollo de los conflictos laborales. La fragmentación
ocurrió por las múltiples orientaciones que distintas organizaciones quisieron imprimirle al
movimiento sindical, pero también por la estructura legal que favorecía la dispersión de los
sindicatos. Las articulaciones fueron posibles por los cambios de composición interna del
sindicalismo, entre los cuales se destacan: de un lado, un proceso de renovación de los
dirigentes y organizaciones de las centrales tradicionales favorables a la unidad; y de otro, el
fortalecimiento del movimiento sindical independiente, que radicalizó los conflictos de clase.
En este proceso fue fundamental la relación del sindicalismo con las nuevas fuerzas políticas
de izquierda, dado que éstas resquebrajaron la sumisión bipartidista de las relaciones
laborales, consolidada hasta entonces en el país. No obstante, los sindicatos nunca llegaron a
55
MÚNERA RUÍZ, Leopoldo. Rupturas y Continuidades. Poder y Movimiento Popular en Colombia 1968-1988.
Bogotá: IEPRI/Universidad Nacional de Colombia/ Cerec, 1998
52
transformarse en una simple correa de transmisión de la izquierda, sino más bien, generando
una yuxtaposición de identidades que creó diferencias y tensiones dentro de las
organizaciones, pero también fue una posibilidad para ampliar la capacidad de lucha y el
poder de negociación de las mismas frente a los patronos y el Estado.
Como se ha expuesto, el aporte más valioso del estudio es analítico, conceptual y teórico para
entender el complejo juego político que envolvió al movimiento obrero y los sectores de
izquierda, desde una perspectiva crítica. Sin embargo, una de las observaciones al trabajo es
que tiende a hacer énfasis en la fragmentación de los movimientos populares más que en sus
articulaciones, llegando incluso a afirmar que las luchas sindicales, cívicas y agrarias no
guardaron mucha relación entre sí. Esto oculta las alianzas entre distintos sectores populares
que confluyeron en acontecimientos tan importantes como el Paro Cívico de 1977, e incluso
las relaciones identitarias que hay entre los actores de uno u otro movimiento. Finalmente, el
autor considera que los sectores sindicales no denominados independientes, no pueden ser
considerados movimientos sociales por su carácter de aparatos burocráticos completamente
institucionalizados, lo cual, impide reconocer sus aportes a las luchas obreras.
En una investigación de Álvaro Oviedo (2002) “Apuntes sobre la reestructuración del
movimiento sindical colombiano 1945-1960” 56
se abordan los cambios del movimiento
sindical en un periodo que coincide con la Violencia y los comienzos del Frente Nacional.
Esta etapa es caracterizada en la historiografía por presentar grandes vacíos informativos y
analíticos con relación al movimiento obrero. El aporte del trabajo es de gran importancia para
la historia social y política debido al énfasis que hace en la reconstrucción de la relación entre
el sindicalismo y la política no sólo entendida a partir del Estado sino de los partidos políticos
y otro tipo de instituciones con influencia ideológica como la Iglesia.
El trabajo visibiliza el balance de los grupos políticos y centros ideológicos que hicieron
presencia en el movimiento obrero en este periodo, mostrando las principales concepciones y
las interrelaciones nacionales e internacionales más influyentes en dicho movimiento. En
particular, hace énfasis en la importancia de la Iglesia y el movimiento sindical americano en
la definición de los alineamientos internacionales del sindicalismo colombiano en el marco de
la Guerra Fría.
El periodo seleccionado empieza con la ofensiva contra el movimiento sindical agrupado en
una central única -CTC-, que en 1945 inicia un cambio debido a la dinámica de la Violencia y
de la Guerra Fría. El movimiento obrero se recompone dando lugar a la consolidación de un
sindicalismo de tendencia que se divide debido a los cambios al interior de la –CTC- y la
reestructuración de nuevos sectores organizados en la central obrera –UTC- con gran
56
OVIEDO HERNANDEZ, Álvaro. Apuntes sobre la reestructuración del movimiento sindical colombiano
1945-1960. En: Revista Memoria y Sociedad, abril de 2002, Vol. 6, No. 11.
53
influencia de la Iglesia. El periodo finaliza en 1960, con la dispersión del movimiento obrero
en varias centrales sindicales y expresiones políticas diferenciadas.
Para el autor, es claro que las divisiones sindicales muestran el afianzamiento de una política
excluyente en la CTC y la UTC con la expulsión delos sectores que se oponían al
afianzamiento del papel de los partidos tradicionales en sus directivas. Además muestra las
tendencias políticas al interior de las centrales que años más adelante conformarán el
sindicalismo independiente y la central obrera comunista. El inicio del Frente Nacional es un
periodo de cambios no sólo por el surgimiento de nuevas centrales, realineamientos políticos,
surgimiento de nuevos proyectos políticos, sino también por la estructura económica del
proletariado y la preponderancia de nuevos sectores sindicales.
En este proceso jugó un papel determinante las relaciones de los sindicatos con los diversos
partidos políticos y organizaciones tales como la Iglesia Católica, el papel de Estados Unidos,
entre otros. Por ello, el autor advierte la importancia de no estudiar como objeto separado la
política del movimiento sindical sino más bien tener en cuenta el peso de esta relación en la
concepción del movimiento obrero sobre su entorno económico, social, político y sobre sus
acciones. Por lo tanto, el aporte fundamental del trabajo es reconocer la influencia de los
centros ideológicos y partidos en la conformación de concepciones, actitudes y el accionar
mismo del movimiento obrero colombiano.
Otro de los libros clásicos en la historia social es el de Mauricio Archila (2005), Idas y
venidas, vueltas y revueltas.57
. El autor pretende explicar las diferentes características
cualitativas y cuantitativas de la movilización social en el período que va de 1958 a 1990. Para
ello, divide su análisis en dos subperiodos, el primero conocido institucionalmente como el
Frente Nacional (1958-1974) y el segundo, que comprende los años del desmonte del acuerdo
(1975-1990). Para efectos del análisis que nos atañe, enfatizaremos en el primero.
El Frente Nacional es caracterizado como un pacto bipartidista acordado para terminar con la
Violencia, que tuvo un carácter excluyente y significó la pérdida de autonomía del Estado. El
fracaso del régimen se reveló en el marginamiento de los sectores subalternos, la falta de su
organización corporativa y la consiguiente incapacidad para canalizar institucionalmente el
conflicto social expresado en el crecimiento de las protestas y la violencia. Una de las
características del periodo fue la incapacidad de los gobiernos para resolver las demandas
sociales y adaptar la legislación laboral a los cambios que se produjeron, pues las iniciativas
carecieron de continuidad y concentraron sus esfuerzos en contener la ―amenaza comunista‖.
57
ARCHILA NEIRA, Mauricio. Idas y venidas, vueltas y revueltas. Protestas sociales en Colombia (1958-1990).
Bogotá: ICANH/ CINEP, 2005.
54
Partiendo de esta tesis, el autor propone una interesante periodización para analizar las
dinámicas de las protestas sociales del periodo. En dichas movilizaciones destaca a los
sectores asalariados que participaron mayoritariamente en paros, huelgas, tomas de fábrica y
otras formas de protesta. Los motivos de las mismas no se circunscribieron exclusivamente a
demandas económicas o laborales, sino también abarcaron aspectos políticos y culturales. A
pesar de esto, ni los trabajadores ni los demás actores sociales llegaron a constituirse en
verdaderas vanguardias de la lucha social.
En cuanto a las características de esta movilización, se detectó, en primer lugar, la crisis de
representación por parte de las centrales obreras en desmedro del crecimiento de la
movilización social alentada por la influencia de las izquierdas. En segundo lugar, se destacó
el activismo de los trabajadores del sector público, empleados o ―trabajadores de cuello
blanco‖. En el periodo, los distintos gobiernos se esforzaron en dividir la acción obrera y
construir un movimiento sindical funcional al Frente Nacional, por lo cual, terminaron
marginando a los sectores que se apartaran de dicho modelo.
Ahora bien, el autor muestra un cuadro general de las relaciones entre la izquierda y la
movilización social en el Capítulo 5. Vale la pena resaltar su crítica al carácter dogmático y
sectario de algunos de los nuevos movimientos políticos, que antepusieron la teoría a la
relación con los sectores subalternos, llegando incluso a menospreciar muchas acciones que se
desarrollaron por fuera del esquema de lucha de clases. Sin embargo, no todos los aportes de
la ―nueva izquierda‖ fueron negativos, pues indudablemente su influencia contribuyó a
democratizar el país, logrando separar al movimiento sindical del control del bipartidismo. No
obstante, el mayor aporte se atribuye a la denominada izquierda social, que promovió muchas
de las movilizaciones sin que éstas se vieran sometidas a los dictámenes de la línea política.
Esto contribuyó a que los movimientos sociales tuvieran una visión más amplia de su acción y
una proyección más allá del plano local o inmediato.
Uno de los aportes fundamentales de la investigación es el avance en el análisis de nuevos
paradigmas teóricos que permiten entender mejor los movimientos sociales y la acción
política, fuera de los marcos analíticos exclusivamente marxistas. Dichos aportes derriban el
enfoque esencialista de la clase obrera y desmontan el papel de vanguardia que se le atribuyó
en la historiografía de los años 60 y 70. No obstante, una de las críticas principales es que
aborda separadamente las trayectorias de la izquierda social y política, lo cual dificulta la
comprensión de las interrelaciones entre una y otra esfera en el surgimiento de las
organizaciones de los trabajadores, así como explicar cuáles fueron los factores internos o
externos que explican en el auge o declive de las protestas durante el periodo delimitado.
Otro de los artículos de historia social y política de Álvaro Oviedo (2008) "Ideología política
y sindicalismo en Colombia, 1944-1946. Inicios de la ofensiva contra el llamado sindicalismo
55
político" 58
tiene por objetivo superar los vacíos analíticos en relación con el sindicalismo
colombiano del periodo de la Violencia y mostrar las ideologías de todos los sectores del
liberalismo, del conservatismo y de la Iglesia, que se expresaron en su seno y convergieron en
la propuesta del apoliticismo como política a impulsar en el movimiento sindical en medio de
un momento de represión y división.
El sindicalismo de estos años se desarrolló en medio de las tensiones propias de la Segunda
Guerra Mundial, fue un movimiento obrero comprometido con la construcción de un frente
antifascista que apoyó decididamente a López Pumarejo y exigió a través de una huelga
general su retorno al poder después del golpe militar. El sindicalismo político lejos de haber
sido liquidado después de lo ocurrido con la huelga de Fedenal y el periodo de decadencia en
que entra la CTC, entró en un periodo de reestructuración de los sectores económicos que lo
componían de transporte, producción y servicios; encaminándose hacia demandas
estrictamente reivindicativas.
Otro de los aportes más importantes del artículo es el análisis de la legislación laboral
producida en estos años, en el marco del estado de sitio, que incluso se prolongará a través de
la Ley 6 de 1945 durante buena parte del Frente Nacional. Esta norma si bien logró conceder
algunas reivindicaciones al movimiento obrero, también buscó darles garantías a las clases
dominantes, lo cual se demuestra en las limitaciones al derecho de huelga y el estímulo a la
burocracia sindical. Este análisis es fundamental para entender las tensiones de los desarrollos
normativos que permitieron legalizar o ilegalizar las huelgas durante el periodo de estudio y el
Frente Nacional.
Al mismo tiempo, proporciona otra lectura sobre la ofensiva hacia el movimiento sindical que
se desencadena con el gobierno de Alberto Lleras en la República Liberal, en ese sentido, no
responsabiliza de manera exclusiva a los gobiernos conservadores sino abre la perspectiva
sobre el acento del último gobierno liberal en su pretensión de encauzar el sindicalismo hacia
un camino estrictamente reivindicativo y apolítico sin propuestas alternativas en la
construcción de la nación. En este punto, el autor reconoce nuevamente la importancia de la
discusión sobre el carácter político o económico de la lucha sindical, que se reactivaba con
diferentes motivos y en diferentes ocasiones, entendiendo que el apoliticismo a inicios del
Frente Nacional fue una política impulsada por los partidos liberal y conservador y la Iglesia
Católica para contener la oposición al sistema.
58
OVIEDO HERNANDEZ, Álvaro. "Ideología política y sindicalismo en Colombia, 1944-1946. Inicios de la
ofensiva contra el llamado sindicalismo político". En: Memoria y Sociedad, julio- diciembre de 2008, Vol. 12,
No. 25. Este artículo se incluye en el balance porque aunque no abarca el periodo seleccionado del Frente
Nacional permite entender la importancia de la influencia ideológica de los partidos tradicionales y la Iglesia en
su relación con las centrales obreras tradicionales sobre el conjunto del movimiento obrero. Por lo tanto, sus
aportes son fundamentales para entender en medio de qué debates nace el sindicalismo político y cómo se define.
56
Se destaca también la investigación de análisis teórico y social de Juan Carlos Celis Ospina
(2008), Reestructuración y relaciones laborales en la banca colombiana59
que estudia por qué
y cómo se han planteado las relaciones laborales desde el punto de vista teórico económico y
sociológico, analizando el caso concreto de la banca en Colombia. Uno de los aportes teóricos
fundamentales consiste en sustentar que la construcción social de las relaciones laborales está
fundamentada en el lugar de los sujetos y de las subjetividades que dan sentido a la acción
social, sin desconocer que las estructuras presionan o posibilitan a los sujetos hacia dicha
acción.
El autor identifica a grandes rasgos los contextos, conceptos y grandes problemas
contemporáneos de los estudios de las relaciones laborales haciendo una propuesta de
construcción social de las relaciones, abierta a la realidad, que puede ser útil para la
ampliación de la investigación empírica y el debate teórico. Entre los principales problemas,
destaca en primer lugar la existencia de algunas de las teorías de las relaciones industriales y
laborales más influyentes que suponen un sistema social estable e integrado, resistente a los
cambios estructurales de carácter fundamental, sin contener una dimensión histórica clara.
Otro de los problemas tiene que ver con definiciones rígidas que excluyen las interrelaciones
personales rutinarias en el trabajo.
Por lo tanto, el aporte de la investigación en este campo es reconocer la importancia de la
multidimensionalidad como necesidad de análisis; el reconocimiento de la organización en red
de la unidad productiva; la realidad de extensión de la subcontratación y la precariedad laboral
que caracterizan al sector; las prácticas de gestión de recursos humanos que han contribuido a
la desafiliación de las organizaciones de acción colectiva y a la individualización; y, por
último la pérdida de referentes sociales y teóricos como las clases sociales para sustentar la
práctica y la teoría de las relaciones laborales.
La propuesta teórica de construcción social de las relaciones laborales se pone en práctica en
la segunda parte del libro, a partir del estudio de tres casos: Bancolombia, Banco Popular,
Banco Bilbao Vizcaya Colombia. Cabe mencionar que aunque el periodo de estudio abarca
los años 90, el autor se remonta a la historia de las relaciones laborales desde 1974,
identificando el surgimiento de los primeros sindicatos bancarios, las negociaciones colectivas
pactadas y las consecuencias de los cambios organizacionales de las respectivas entidades
sobre los trabajadores.
59
CELIS OSPINA, Juan Carlos. Reestructuración y relaciones laborales en la Banca Colombiana. México:
Universidad Autónoma de Querétaro, 2008. El libro fue incluido por sugerencia del director de tesis en la
medida en que contenía un marco analítico que enriquecía la perspectiva relacional de la investigación. Este libro
además retoma el caso de los trabajadores bancarios desde el Frente Nacional hasta la década de los 90 y permite
entender cómo las relaciones políticas fueron fundamentales para la organización sindical del sector.
57
Uno de los aportes fundamentales del trabajo de tipo histórico, sociológico y económico es
presentar un marco de teórico para entender la manera como se ha abordado la construcción
de las relaciones laborales, señalando la importancia del análisis de los sujetos en la historia.
Además, proporciona también una reconstrucción histórica importante del movimiento de los
trabajadores bancarios en el Frente Nacional, para analizar en la década de los 90 las
implicaciones y características del tipo de relaciones laborales establecidas, proporcionando
información cuantitativa importante para entender la situación y problemáticas por las que
atraviesan los trabajadores del sector.
El libro de Álvaro Oviedo "Sindicalismo colombiano. Iglesia e ideario católico 1945-1957"
(2009)60
de historia social y política tiene por objetivo estudiar las relaciones de la iglesia
católica con el sindicalismo colombiano durante el periodo de la Violencia, lo cual es un
aporte fundamental para entender los idearios, concepciones y sentidos creados por el
catolicismo en el sindicalismo. El estudio está dividido en cinco capítulos en los cuales se
aborda la estructura de la clase obrera colombiana y los cambios que experimentó desde los
años treinta hasta comienzos del Frente Nacional.
En el primer capítulo se explica una de las características del movimiento obrero colombiano
que es una serie de discontinuidades en su desarrollo así como de cambios en la correlación
político sindical. En el segundo capítulo comienza a rastrearse la presencia de la iglesia a
comienzos del siglo XX con la creación de primeros sindicatos caracterizados por acatar la
doctrina social de la iglesia, la propiedad, con vocación de ahorro y la defensa de la filantropía
y la caridad para combatir la revolución social.
El capítulo tercero presenta una lectura crítica sobre la República Liberal afirmando que hubo
represión hacia el sindicalismo por parte de los gobiernos liberales, de igual manera, destaca
el surgimiento del anticomunismo en los años 40‘s a partir de los documentos eclesiales. El
capítulo cuarto aborda el periodo de las dictaduras conservadoras explicando de manera
detallada las relaciones de los gobiernos con la Unión de Trabajadores de Colombia –UTC-,
así como el comienzo de la consolidación y el crecimiento de la influencia del sindicalismo
católico en el país. El rol que el Estado le asignó a la Iglesia durante estos años como garante
espiritual de la unidad nacional, permitió que el sindicalismo católico se desarrollara con
fuerza, a diferencia de lo sucedido en otros países latinoamericanos.
60
OVIEDO HERNÁNDEZ, Álvaro. Sindicalismo colombiano. Iglesia e ideario católico, 1945 - 1957. Quito:
Corporación Editora Nacional/ Universidad Andina Simón Bolívar, 2009. El libro es escrito en un periodo
precedente al Frente Nacional pero proporciona luces importantes para el análisis de cómo la Iglesia Católica
influenció decididamente el movimiento obrero en el periodo inmediato al desarrollo de la investigación. En ese
sentido, otorga una comprensión del contexto en el que la Iglesia logró influenciar fuertemente el movimiento
obrero promoviendo un sindicalismo ―de colaboración‖ con los empresarios, particularmente en el sector
privado, e incluso contribuyó a la conformación de organizaciones regionales que serían importantes en los
periodos posteriores.
58
Una de las tesis defendidas por el ideario católico era que el movimiento sindical debía ser
estrictamente confesional, es decir, basado en la fe de sus miembros, dejando de lado los
discursos de libertad sindical. Durante los años 40 y 50 del siglo XX este ideario se fortaleció
de tal manera que pudo enfrentar de manera exitosa los ensayos de Rojas Pinilla para
organizar la Confederación Nacional de Trabajadores -CNT- y el Movimiento de Acción
Nacional, cuya finalidad era atraer a los trabajadores al régimen militar. La represión hacia la
Central Unitaria de Trabajadores –CTC- en estos años fue constante, lo cual logró su
debilitamiento considerable a comienzos del Frente Nacional.
El último capítulo aborda los primeros años del Frente Nacional mostrando cómo el
anticomunismo consolidado influiría en la política de Estado en los años siguientes, alentado
por una creciente preocupación de la iglesia por abordar la cuestión social a partir de las
distintas encíclicas que ponían las expectativas en reformas sociales. Uno de los aportes
fundamentales del estudio es mostrar cómo se van borrando las fronteras entre las diferencias
de las dos centrales tradicionales CTC y UTC a la hora de hacer frente al comunismo y
permitir la influencia de las ideas del sindicalismo norteamericano en el país.
Indudablemente, las fuentes exploradas y la lectura crítica de las mismas son un aporte
fundamental para la historiografía social y política, porque permiten entender e identificar los
idearios y concepciones del sindicalismo católico con claridad, así como su desarrollo en el
devenir histórico del país.
Vale la pena reseñar el libro de historia social de Ricardo Sánchez (2009), ¡Huelga! Luchas de
la clase trabajadora en Colombia 1975-198161
, que pretende recuperar una perspectiva
histórica de la lucha de clases y la importancia de las estructuras para la lectura del pasado,
reconstruyendo en especial seis movimientos huelguísticos desarrollados entre 1975 y 1981.
La investigación se organiza en dos grandes partes: la primera hace un diálogo entre varias
teorías para recuperar la importancia de la utilización del paradigma de la lucha de clases en la
historia; la segunda aborda cada una de los casos escogidos.
Entre los valiosos aportes teóricos que hace el libro, la propuesta desmonta el concepto
homogéneo de clase. La tesis central afirma que la categoría es por definición heterogénea con
múltiples matices identitarios, que debe ser analizada y reconstruida a partir del proceso social
histórico. En ese sentido, la clase puede en primer lugar referirse a un contenido histórico
social real, empíricamente observable; o en segundo lugar, puede ser una categoría heurística
o analítica. Uno de los aportes fundamentales es precisamente visibilizar en la reconstrucción
empírica de cada uno de los casos seleccionados, que la clase obrera es amplia en varias
dimensiones de etnia y género, de esta manera, no es lo mismo ser un trabajador negro,
61
SANCHEZ ÁNGEL, Ricardo. ¡Huelga! Luchas de la clase trabajadora en Colombia, 1975-1981. Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia, 2009.
59
mulato o mestizo, o ser una mujer trabajadora negra, blanca o mestiza, resaltar estas
características de la clase obrera es fundamental para entender las particularidades, la
diversidad de los trabajadores y las raíces de sus luchas y resistencias en la historia.
Estas dimensiones abren la perspectiva para identificar la identidad, la cultura obreras y por
supuesto en el análisis del proceso social histórico. Al mismo tiempo, valorar la importancia
de las dimensiones de lo femenino en la historia de la clase trabajadora, que usualmente han
sido invisibilizadas en la categoría global de los trabajadores. Una vez, destacado esto, la labor
del historiador no es tanto encontrar las clases en la sociedad y analizarlas de manera estática,
sino más bien, descubrir la heterogeneidad de la clase obrera y las luchas en la historia,
rescatar las voces de los sectores subalternos aún dentro de la clase obrera para visibilizar el
protagonismo que han tenido en la historia, este es el caso, de las obreras de Vanitex.
Otro de los conceptos claves para destacar es la huelga. El autor recupera los aportes de Rosa
Luxemburgo, destacando que el fenómeno es resultado de condiciones materiales,
históricamente establecidas. Por eso, para estudiar las huelgas, es necesario tener en cuenta los
factores y la situación social que las provoca. En todo caso, la huelga plantea una lucha
cotidiana, siendo el único medio de participación de la clase obrera, y establece un vínculo
indisoluble entre lo social y lo político, así como entre reforma y revolución. Otro de los
aportes es la concepción del derecho laboral como un campo de lucha entre la acumulación
del capital y los límites a la explotación laboral, lo cual ha determinado el rumbo de la
evolución legislativa y su proceso de significación. Este aporte se aleja de las concepciones
unilaterales sobre el derecho laboral, entre ellas, la de Moncayo (1978).
La segunda parte, sostiene que el Frente Nacional fue un momento de apertura y
transformación económica que provocó una reactivación de las luchas sociales y las
resistencias y concretó una serie de movimientos de oposición política en las izquierdas, por lo
cual, las huelgas de los sindicatos y obreros organizados constituyeron un referente central en
el devenir y en el análisis de la historia, en la medida en que alcanzaron dimensiones más altas
con respecto a las décadas anteriores, y aun a pesar de los distintos obstáculos, se orientaron
hacia la unidad de acción y pluralismo. En ese sentido, las organizaciones gremiales
desarrollaron un aporte significativo mediante la actividad tanto política como reivindicativa.
Otro de los aportes fundamentales de la investigación es la reconstrucción de los seis casos
que muestran el vínculo indisoluble entre lo económico, lo político, lo social y lo cultural en
las huelgas de la industria azucarera del Valle del Cauca; las obreras textiles de Vanitex en
Bogotá; la solidaridad de los trabajadores bancarios; la resistencia de los trabajadores de la
salud del Instituto Colombiano de Seguros Sociales, ICSS; la organización y alcances del Paro
Cívico de 1977; y la huelga marinera de 1981, liderada por Unimar. Cada una de estas
experiencias muestra el legado de la clase trabajadora, su organización y distintos rostros de la
explotación, organización y resistencia en el Frente Nacional. De esta manera, la huelga cobra
60
vida no sólo como un hecho teórico o estadístico sino como una experiencia real que expresó
la defensa de un derecho legal, legítimo y justo para los trabajadores y sus familias.
Indudablemente, debe resaltarse en el libro la presentación de estas microhistorias valiéndose
de variadas fuentes primarias escritas, orales y visuales que permiten identificar otras facetas
del desenvolvimiento de la lucha de clases en el Frente Nacional y sus años posteriores. Sin
embargo, una de las críticas centrales es que al hacer el balance de las huelgas, el autor se
concentra más en la visión pesimista de los resultados, que en los logros inmediatos y
posteriores del acontecimiento, lo cual puede restar importancia a las conquistas y
reivindicaciones puntuales que lograron los actores con estas movilizaciones.
Otro de los libros publicados sobre sindicalismo y política desde la historia del derecho es de
María Mercedes Cuéllar (2009), Los sindicatos y la asignación del ingreso en Colombia. Un
siglo de historia laboral.62
La autora propone hacer un análisis sobre las condiciones de la
fuerza de trabajo en Colombia entre 1900 y 2008 teniendo en cuenta el predominio de los
distintos grupos de interés, especialmente de los dueños de capital y las fuerzas de trabajo, en
la perspectiva del neoinstitucionalismo propuesto por Douglas North. Como metodología de
análisis, la autora resume la legislación laboral con base en los aportes de fuentes secundarias,
excluyendo, sin embargo, algunos autores clásicos para el estudio del sindicalismo.
La tesis principal del libro es que los sindicatos han tenido una enorme responsabilidad en el
desmejoramiento de las condiciones de vida de la fuerza de trabajo en los últimos años,
porque han actuado a lo largo de la historia con una lógica de negociación e intercambio con
los gremios y los Gobiernos, configurando, de esta manera, las reglas de juego que hoy los
rigen. Según éste análisis, con la lógica transaccional, los sindicatos han adquirido ciertas
prerrogativas y concesiones; pero también han pagado un precio alto, al ver reducidos sus
derechos colectivos, por acceder a prestaciones sociales o aumentos salariales.
Para el primer periodo analizado (1900-1958), sostiene que el florecimiento del sindicalismo y
el apoyo extendido de la clase trabajadora fue un producto de la actitud paternalista o
protectora de los gobiernos, aunque ello implicara limitaciones a su capacidad de lucha. En el
segundo periodo (1958-1989), el movimiento sindical tuvo gran responsabilidad en la
legislación antisindical y la activación del estado de sitio, debido a sus excesos y salidas de los
márgenes legales, lo cual dio lugar a la restricción de algunos de los derechos laborales
colectivos. No obstante, siempre estuvo en el orden del día la búsqueda de acuerdos entre los
distintos grupos de interés en el marco del modelo productivo proteccionista.
62
CUÉLLAR, María Mercedes. Los Sindicatos y la Asignación del ingreso en Colombia. Un Siglo de historia
laboral. Bogotá: Universidad de los Andes/ Asobancaria, 2009.
61
El libro contiene un aporte bastante valioso en los anexos gráficos, dada la ordenada
exposición de datos sobre prestaciones sociales; características de la ocupación de la
población; empleo, salarios y precios; seguridad social y crecimiento económico del sector
real de casi todo el siglo XX, logrando un excelente compendio de estadístico. Cuenta además
con un Anexo Normativo que compila algunas de las normas más importantes de la historia
laboral colombiana. No obstante, a pesar de la riqueza documental, las fuentes son
subutilizadas en la narración del libro pues no son exploradas de manera suficiente en la
argumentación presentada en la investigación.
En cuanto a las críticas más relevantes, puede plantearse que, en primer lugar, no se encuentra
un claro distanciamiento crítico con respecto de la lectura de las fuentes secundarias, lo que
hace que la obra sea redactada en forma de síntesis de los planteamientos del derecho laboral
formulados por otros autores, pero al mismo tiempo, tiende a acomodar de manera
conveniente los aportes principales de cada uno de ellos para defender sus tesis.
Adicionalmente, hay referencias provenientes de internet para referirse a la historia, lo cual,
deja una impronta de superficialidad en los argumentos que obvia la contribución de la
abundante producción historiográfica y de las ciencias sociales que puede permitir una lectura
más profunda de los contextos y análisis de la investigación.
De otro lado, una publicación de varios investigadores en el Cinep, de 2009, denominada
―Una historia inconclusa: izquierdas políticas y sociales en Colombia.”63
Es producto de los
estudios en historia política y social adelantados por el grupo de investigación de movimientos
sociales del Cinep, que proporciona herramientas conceptuales para aproximar al lector a la
comprensión de la historia de las izquierdas sociopolíticas y partidistas en Colombia desde la
segunda mitad del siglo XX y comienzos del siglo XXI. El libro expone las contribuciones de
las distintas tendencias de la izquierda al movimiento social en el Frente Nacional.
Es pertinente destacar algunos artículos de historia política, el primero de ellos, el de Mauricio
Archila y Jorge Cote, ―Auge, crisis y reconstrucción de las izquierdas colombianas (1958-
2006)‖64
, cuyo objetivo es reconstruir el contexto mundial y latinoamericano que impulsó el
surgimiento de la nueva izquierda en Colombia entre los años 60 y 80. Su aporte fundamental
es presentar un panorama sobre las distintas tendencias de izquierda que surgieron en el
periodo referido, explicando sus rasgos generales y los acontecimientos que generaron su
aparición en la escena política. Identifica para ello las siguientes fases: en primer lugar, los
antecedentes (1945-1958); la aparición efectiva de las nuevas izquierdas (1959-1969); la
radicalización revolucionaria de las mismas (1979-1981); la apertura democrática y las
63
ARCHILA NEIRA, Mauricio; et al. Una Historia Inconclusa: izquierdas políticas y sociales en Colombia.
Bogotá: Colciencias/ Cinep, 2009. 64
ARCHILA NEIRA, Mauricio y COTE, Jorge. Auge, crisis y reconstrucción de las izquierdas colombianas
(1958-2006).En: Ibid., pp. 55-90.
62
negociaciones de paz (1982-1990); la crisis de las izquierdas (1991-1999) tras la caída del
socialismo y, finalmente, su reconstrucción desde el 2000 hasta la actualidad.
El segundo artículo de historia política y social es de Álvaro Delgado, ―La izquierda
colombiana en las organizaciones sindicales (1960- 1990)‖65
, pretende percibir el desempeño
de la izquierda –en particular, la comunista– en los cambios políticos que tuvo el sindicalismo
desde inicios del Frente Nacional, identificando que en este periodo se presenció el
desmoronamiento de la idea de que para los sindicatos la lucha política estaba vedada, en la
medida en que se reconoció la importancia de la participación política de los trabajadores
como sujetos decisivos en la generación del cambio social. El artículo es interesante en la
medida en que destaca la importancia que tuvo para la izquierda la vinculación con los
trabajadores asalariados, así como la búsqueda de la conformación de una central democrática,
pluralista y con independencia política, que se logró con la creación de la CUT en 1986.
Otros artículos de se enfocan en la historia política es el escrito de Álvaro Delgado ―El
experimento del Partido Comunista‖66
, el cual, desde una perspectiva crítica, permite entender
la importancia del movimiento obrero para la orientación clasista de las luchas del Frente
Nacional. Además, está el artículo de historia política de Martha Cecilia García, ―El presente
es de lucha, el futuro socialista‖67
, dedicado a presentar los debates mundiales que
repercutieron en el surgimiento de las tendencias socialistas en el país, así como su
participación en proyectos unitarios durante estos años, resaltando los debates alrededor de la
participación electoral y el rumbo que debía tomar la lucha de los trabajadores.
Se destaca el artículo de historia política de Mauricio Archila, ―El maoísmo en Colombia: la
enfermedad juvenil del marxismo-leninismo‖68
, que presenta la trayectoria histórica del
movimiento maoísta a partir de la identificación de sus orígenes políticos y algunos rasgos
ideológicos y culturales. En cuanto a su legado, el autor es crítico, al mostrar el
automarginamiento de los grupos debido a sus discusiones ideológicas, así como el desprecio
a las reformas en los años 60 y 70. No obstante, enfatiza los cambios de orientación y sus
contribuciones en el fortalecimiento a las reivindicaciones que se agitaron en los sectores
populares, en particular al sindicalismo. Además, resalta sus aportes en la defensa de la
participación democrática y la expansión de prácticas pedagógicas de educación sindical, que
muestran rasgos generales de su incidencia social en el periodo referenciado.
65
DELGADO, Álvaro. La izquierda colombiana en las organizaciones sindicales (1960- 1990). En: Ibid., pp.
281-338. 66
DELGADO, Álvaro. El experimento del Partido Comunista. En: Ibid., pp. 93-140. 67
GARCÍA, Martha Cecilia. El presente es de lucha, el futuro socialista. En: Ibid., pp. 141-178. 68
ARCHILA NEIRA, Mauricio. El maoísmo en Colombia: la enfermedad juvenil del marxismo-leninismo. En:
Ibid., pp. 179-214
63
1.4 Trabajos de Grado
En este apartado se presenta un balance de las tesis de pregrado y posgrado escritas sobre el
desarrollo sindical en el Frente Nacional. Abarca los trabajos de universidades colombianas y
una universidad extranjera, identificadas a partir de la indagación de las bases de datos
disponibles en línea. Esta selección se realizó con el objetivo de analizar cómo había sido el
abordaje de los estudios por parte de distintas disciplinas. Todos los trabajos seleccionados
están enlistados en el (Anexo B).
Los criterios de selección de los trabajos de grado son los mismos de los libros y/o artículos
reseñados en el título precedente. Sin embargo, vale la pena volver a recordarlo:
Delimitación disciplinaria: Son trabajos históricos: es decir análisis diacrónico de la
realidad, aquellos trabajos dedicados a analizar la evolución de un hecho fenómeno o
circunstancia a través del tiempo.
Delimitación temporal–espacial: Son trabajos de la historiografía colombiana
escritos entre 1960-2012.
Delimitación temática: Son trabajos referenciados por varios autores que abordaran
la relación entre sindicalismo y política. Por esta relación se entendía la relación del
movimiento obrero con el Estado, el régimen político, las instituciones, partidos
políticos tradicionales, movimientos políticos de izquierda, Iglesia; así como las
relaciones entre sindicatos, federaciones, centrales obreras.
Delimitación periodo seleccionado: Son trabajos sobre el Frente Nacional (1958-
1974), excepcionalmente se incluyeron trabajos sobre otros periodos que permitían
entender la relación entre el sindicalismo y la política en sus más complejas
dimensiones durante el siglo XX.
Como se enunció a inicios de este Capítulo, es preciso aclarar que se escogieron los trabajos
solamente de 8 Universidades del país: Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá;
Universidad Javeriana, sede Bogotá; Universidad de los Andes, Universidad del Rosario;
Universidad Externado; Universidad Santo Tomás; Universidad del Valle; Universidad
Industrial de Santander UIS, otros 1 en la Biblioteca Luis Ángel Arango –Bogotá-. Estos
trabajos disponibles digitalmente en las bases de datos de las bibliotecas consultadas, lo cual
facilitó enormemente su lectura.
Esto significa que el trabajo no tuvo en cuenta los trabajos de grado de Universidades como la
de Antioquia u otras universidades regionales, que por razones de tiempo y espacio no
64
alcanzaron a ser consultados, y valdría la pena indagarlos en posteriores investigaciones. Este
límite material del Balance es preciso explicarlo en la medida en que la investigación se
desarrolló sin ningún tipo de financiación y esto es un factor importante a la hora de reconocer
los recursos escasos disponibles para las consultas, los traslados y estadías.
Los títulos de las (28) tesis seleccionadas en esta parte del Balance Historiográfico que
cumplen con los criterios explicados están enlistadas en el (Anexo B). A continuación se
presenta una sistematización e estos trabajos teniendo en cuenta su clasificación por
Universidad donde fueron presentados; nivel académico (pregrado o posgrado) y periodo de
publicación. Estos periodos fueron establecidos conforme a los rasgos o tendencias comunes
de los trabajos.
Tabla 1-3 Clasificación Trabajos de Grado Sindicalismo y Política en el Frente Nacional por
Universidades y nivel académico (1960-2012)
Trabajos de Grado Sindicalismo y Política en el
Frente Nacional escritos entre 1960-2012
Universidades Pregrado Posgrado Total
Nacional de
Colombia - sede
Bogotá
6 2 8
Javeriana - sede
Bogotá 6 1 7
Andes 3 1 4
Rosario 2 1 3
Externado 2 2
Santo Tomás de
Aquino - Bogotá 1 1
Valle 1 1
Industrial Santander
UIS 1 1
Otros 1 1
Total 22 6 28
Según la clasificación de los trabajos de grado por disciplina se identificaron (11) trabajos de
derecho, (4) de historia, (3) de ciencias sociales y/o sociología, (2) de licenciatura en
educación, (2) de ingeniería industrial, (2) de administración de empresas, (1) de economía,
(1) de estudios políticos, (1) de antropología y (1) de filosofía. (Tabla 1-4 y Anexo B).
65
Tabla 1-4 Clasificación Trabajos de Grado Sindicalismo y Política en el Frente Nacional por
disciplina y periodo de publicación (1960-2012).
Clasificación Trabajos de Grado Sindicalismo y Política en el Frente
Nacional 1960-2012
Disciplina Periodo
Total 1960-1979 1980-1986 1987-2009
Derecho 6 4 1 11
Historia 4 4
Ciencias sociales
y sociología 3 3
Educación 1 1 2
Ingeniería
Industrial 2 2
Administración de
empresas 1 1 2
Economía 1 1
Estudios Políticos 1 1
Antropología 1 1
Filosofía 1 1
Total 9 13 6 28
Adicionalmente, las tesis se clasificaron conforme a los siguientes periodos: el primero entre
(1960-1979) enmarca las (9) tesis realizadas bajo la influencia de los primeros libros sobre
historia sindical publicados. El periodo abarca (19) años de influencia del pensamiento
desarrollista y marxista en las ciencias sociales, económicas y el derecho. Son dos décadas de
influencia de estos paradigmas sobre la generación estudiantil que centró su atención en el
estudio de la historia y desarrollo del movimiento sindical.
En el segundo periodo abarca sólo (6) años entre (1980-1986), en los cuales se publicaron el
mayor número de los trabajos de grado (13). Estos años coinciden con el periodo en que Rocio
Londoño y Fernando Cubides (1984) identifican la mayor parte de publicaciones sobre
sindicalismo. Las tesis se realizaron bajo la influencia de paradigmas marxistas,
estructuralistas o de las teorías de la dependencia que muestran la amplia influencia de estos
marcos analíticos en los círculos académicos.
El tercer periodo entre (1987-2009) comprende los demás trabajos de grado (6) realizados
bajo la influencia de las nuevas perspectivas históricas, teóricas y metodológicas para el
estudio del movimiento obrero. Estos (22) años corresponden a la apertura de las facultades de
historia en las Universidades, la inauguración de los programas de postgrado en historia y
66
ciencias sociales, así como la crisis y renovación de paradigmas para el estudio de los
movimientos sociales.
Como se puede observar, la mayoría de trabajos de grado se produjeron en el periodo 1980-
1986 (13); mientras que entre 1987-2009 solamente se escribieron (5) que abordaron
explícitamente el problema de la relación entre el movimiento obrero y la política.
1.4.1 Tesis de pregrado publicadas entre 1960 y 1979
Los trabajos publicados entre estos 19 años (1960-1979) son realizados en el propio contexto
del Frente Nacional y abarcan las etapas de inicio, desarrollo, finalización y decadencia del
pacto bipartidista. Estos años están influenciados por varias corrientes o tendencias de análisis
que se desarrollaron en las ciencias sociales. Como lo resumió Archila (1994), una de las
corrientes interpretativas era el desarrollismo cuya preocupación era el atraso de América
Latina, y por lo tanto, la cuestión consistía en cómo superar el subdesarrollo, y para ello era
fundamental descubrir el papel de la clase obrera.
Otros trabajos se realizaron bajo la influencia marxista y el impacto revolucionario que inició
en (1959) con la Revolución Cubana y coincidió con la emergencia de una izquierda
intelectual y política que transformó significativamente las ciencias sociales y la historia en la
medida en que comenzó a plantearse el problema de la revolución y el papel de los
trabajadores. El leninismo en particular se ocupó de la búsqueda del pasado para legitimar su
visión de la clase obrera como portadora de una visión histórica.
Otros paradigmas y enfoques de investigación también renovaron la historiografía colombiana
como bien lo han descrito varios autores en la Historia al final del Milenio (1994). Los
cambios de paradigmas influenciaron significativamente en la historia y las ciencias sociales,
justo en estos años nace la historia social proponiendo una fuerte crítica hacia la vieja manera
de hacer historia, es decir, hacia la historia académica centrada en el discurso oficialista del
pasado, la patria y los valores tradicionales de la nación.
En cambio, como anota Melo (2000) 69
una nueva generación de historiadores proponía la
exploración de nuevos enfoques investigativos y una perspectiva social preocupada por
visibilizar otros aspectos relacionados con la economía, la geografía, la cultura y los grupos
humanos. La denominada nueva historia social permitió comprender los procesos sociales, en
este contexto se comienza también a buscar la manera de profesionalizar el estudio de la
69
MELO, Jorge Orlando. ―Medio Siglo de Historia Colombiana: Notas para un relato inicial‖. En, Leal,
Francisco y Rey, German (edits). Discurso y Razón: Una historia de las ciencias sociales en Colombia. Bogotá:
Ediciones Tercer Mundo, 2000.
67
historia con la apertura de un primer departamento en 1964 bajo la orientación de Jaime
Jaramillo Uribe.
La influencia más significativa de este periodo fue del marxismo que propuso una perspectiva
de la historia relacionada con la comprensión del presente y las luchas políticas. La
radicalización de los sectores estudiantiles coincidió con un proceso de expansión de las
ciencias sociales en el país en todas las carreras, el aumento de la planta docente, la
investigación, la formación de docentes en el exterior y el impacto de los primeros libros de
estos nuevos historiadores sociales, muchos de los cuales se formaron en el exterior. Sin
embargo, aunque el marxismo fue importante no fue la única influencia para los historiadores
y cientístas sociales, otras perspectivas metodológicas y teóricas de la escuela francesa de los
Annales por ejemplo, contribuyeron a la formación de los investigadores sociales.
Los trabajos de grado de este periodo, se ven influenciados por los impactos anteriormente
descritos, lo cual, puede percibirse en la selección de los temas y los enfoques de
investigación, así como la preocupación por estudiar a la clase obrera de una manera crítica de
la relación que habían establecido con el bipartidismo y/o el Estado. De igual manera,
algunos trabajos defienden la idea de por qué el sindicalismo debía mantenerse en un cierto
―apoliciticismo‖ mientras que otros expresan un anhelo del ―deber ser‖ de la proyección de un
sindicalismo independiente y autónomo politizado completamente. Para uno u otro punto de
vista, la historia fue concebida como un ―arma‖ política en la cual era fundamental recuperar
y/o reelaborar distintas versiones del pasado, y por lo tanto, de la historia.
Teniendo en cuenta este contexto, en total se seleccionaron: (8) tesis de pregrado,
mayoritariamente producidas por derecho (6); y solamente (1) en antropología y (1) en
ciencias de la educación, publicadas por la Universidad Javeriana (3), la Universidad Nacional
(2), la Universidad del Rosario (1), la Universidad Externado (1) y la Universidad de los
Andes (1).
Los trabajos de grado tienen una clara influencia de las tesis defendidas por Miguel Urrutia
(1969) desde la perspectiva desarrollista y la periodización propuesta por Edgar Caicedo
(1971) desde la perspectiva marxista - leninista. Por lo tanto, las tesis tienden a adoptar en su
mayoría las periodizaciones históricas de estos autores, sin que haya necesariamente un
distanciamiento crítico de las fuentes o una propuesta de otras periodizaciones distintas a las
obras que en su momento –histórico- tuvieron gran influencia académica. Una vez hechas
estas aclaraciones se expone a continuación un resumen de cada uno de los trabajos
organizados cronológicamente:
68
Uno de los primeros trabajos sobre el tema, es el de Gustavo Lozano, de pregrado de Derecho
(1960) de la Universidad Javeriana, ―El sindicalismo colombiano ante la doctrina social de la
Iglesia”70
, dedicado a mostrar la justificación social e histórica del sindicalismo inspirado en
las organizaciones de ayuda mutua. La tesis sostiene que el origen del sindicalismo es
eminentemente católico, debido a los antecedentes de la Iglesia en la defensa de la dignidad
humana, la seguridad social, la protección de la familia trabajadora y la elevación del trabajo;
estos principios sociales resultaban ajenos a la actividad política.
En consecuencia, la relación entre sindicalismo y política se consideraba nociva en la medida
en que la función sindical principal era económica. El hecho de que algunos de los sindicatos
se hubiesen convertido en instrumentos políticos resultaba bastante perjudicial porque –
consideraba– los desviaba de su objetivo natural. No obstante, defendía el derecho de la
Iglesia a intervenir en la construcción de un sindicalismo que promoviera el desarrollo moral
de los trabajadores, ayudándoles a tener una adecuada representación ante el Estado. El punto
fundamental de esta doctrina era lograr el establecimiento de relaciones armónicas entre
trabajadores y empleadores para impedir el avance del comunismo.
Claramente, el autor defendía los principios de la UTC, reiterando su carácter apolítico y
tratando de justificar la persecución del comunismo como una verdadera amenaza de
mediados de siglo. Más allá de la postura ideológica que defendía el autor, la tesis se propone
como una extensa reflexión de sus creencias, por lo que la crítica principal se dirige a la falta
de citación de fuentes y sustentación de argumentos expuestos a lo largo del texto.
Otro de los trabajos bajo esta misma tendencia es el de Jaime Robayo, del pregrado de
Derecho de la Universidad Javeriana (1962), “Las organizaciones de trabajadores a la luz de
las doctrinas sociales de la Iglesia Católica” 71
, que desarrolla el sustento teórico de la
doctrina social de la Iglesia. que apoyó el surgimiento de las organizaciones obreras de
carácter moderno. De acuerdo con esta historiografía de corte católico, son precisamente los
valores corporativistas de la Iglesia aquellos que fundamentan las formas organizativas
obreras, en contraposición a los valores individualistas liberales, y la ―doctrina del odio y la
destrucción de la sociedad‖ promovida por el comunismo.
El fundamento de la doctrina social de la Iglesia se ubica en diversas encíclicas, en particular,
la Rerum Novarum de León XIII, donde por primera vez se abordó el tema de la cuestión
social y se reconoció el papel mediador de la Iglesia en los conflictos sociales, estableciendo
mecanismos de concordia y acercamiento entre las clases. En Colombia, la evolución de
dichos planteamientos comenzó con la Conferencia Episcopal de 1913, que planteó la
70
LOZANO GUTIÉRREZ, Gustavo. El sindicalismo colombiano ante la doctrina social de la Iglesia. Trabajo de
grado en Derecho. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana. Facultad de Derecho y Ciencias Jurídicas, 1960. 71
ROBAYO RODRÍGUEZ, Jaime. Las organizaciones de trabajadores a la luz de las doctrinas sociales de la
Iglesia Católica. Trabajo de grado en Derecho. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Derecho y
Ciencias Jurídicas, 1962.
69
necesidad de organizar la clase trabajadora. Como parte de esta propuesta se creó la Juventud
Obrera Católica, en la que se formó gran parte de la dirigencia de la posterior Unión de
Trabajadores de Colombia, UTC, creada en 1947.
Este trabajo sostiene que en los orígenes, esta central estuvo impulsada por la Compañía de
Jesús y se orientó al fortalecimiento de federaciones sindicales como la UTRABO en Boyacá,
la UTRAN en Antioquia y la Federación Nacional Agraria, FANAL. La tesis central del
sindicalismo era la inconveniencia de la participación en política, pues se argumentaba que
dicha relación sólo llevaba a la instrumentalización de las organizaciones de los trabajadores
por parte de los políticos. En efecto, el autor atribuye el fracaso de las acciones obreras a las
campañas promovidas desde las izquierdas.
El aporte de este trabajo es presentar los fundamentos de la doctrina social de la Iglesia, así
como su apoyo a la promoción de algunas de las organizaciones de trabajadores y, en especial,
a la fundación de la UTC. Sin embargo, la objetividad se ve fuertemente limitada por la
centralidad que le da a este tipo de organizaciones en la historia del sindicalismo moderno y
por los prejuicios sobre las ideologías de izquierda, con distintos señalamientos que inhiben
un examen más detallado y juicioso de la historia.
El trabajo de Rosana Vásquez de Torres (1960), Evolución histórica del sindicalismo en
Colombia, de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Colombia72
tuvo como
propósito entender la importancia de la evolución de la resistencia sindical a la luz de la
legislación desde una perspectiva apartidista. Para ello, el texto se remite a algunos datos
históricos sobre el inicio de las formas de asociación de los trabajadores. En el Capítulo 3,
resume y explica los puntos centrales de las normas para la regulación del sindicalismo: Ley
83 de 1931; Ley 6 de 1945 y el Código Sustantivo de Trabajo.
La tesis central establece que el movimiento sindical en Colombia es una consecuencia del
desarrollo industrial desde los años 30. En la historia, el sindicalismo pasó por las siguientes
etapas: la primera, la del mutualismo, caracterizada por la formación de asociaciones de mutua
ayuda al margen o fuera de la Ley; la segunda, un momento de transición económica y la
llegada del liberalismo reformista, que reconocen legalmente las organizaciones de
trabajadores, delimitando su campo de acción. La tercera es la integración formal del
sindicalismo a la economía, mediante la acción de las distintas centrales sindicales, que luchan
para modificar la acción del Estado frente a la asistencia, seguridad social y fijación de los
salarios. En esta etapa, que corresponde al Frente Nacional, la vida sindical se convierte en un
campo subsidiario de la lucha electoral de los partidos.
Para la autora, en el Frente Nacional se asiste a una etapa de debilitamiento sindical, ahondado
por las divisiones de las centrales sindicales y el burocratismo, identificado con una ausencia
72
VASQUEZ DE TORRES, Rosana. Evolución Histórica del Sindicalismo en Colombia. Trabajo de grado en
Derecho. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, 1970.
70
de democracia interna en las confederaciones. Desde esta perspectiva, el sindicalismo se
asemejaba a los partidos políticos, dado que sólo tenían existencia en épocas preelectorales, o
se manifestaban esporádicamente en los momentos de crisis de los conflictos de trabajo. A
este problema se sumaba el bajo nivel de conciencia política, que impidió que los sindicatos se
transformaran derrumbando la hegemonía de los líderes políticos profesionales. Por lo tanto,
era necesario reorganizar los sindicatos para que fueran elementos de resistencia, poder social
y grupos verdaderos de representación de la clase asalariada.
El aporte más importante de este trabajo es el de brindar elementos para entender las reglas
legales de juego en el Frente Nacional. Además, adopta una perspectiva crítica sobre las fases
del desarrollo del movimiento sindical, identificando uno de los aspectos internos más
problemáticos del sindicalismo de la época. No obstante, una crítica central es que al hacer un
análisis voluntarista, iguala la acción de las organizaciones sindicales con la de los partidos
políticos, lo cual es cuestionable debido a su naturaleza y características diferenciadas.
Otra tesis bajo la influencia de los planteamientos de Urrutia fue publicada por Hernando
Martínez (1973), en pregrado de Derecho en la Universidad del Rosario ―Movimiento sindical
en Colombia orígenes, formación y desarrollo”73
. Este trabajo se fundamenta en la idea de
Urrutia de que los sindicatos dependen de la protección del Estado para su desarrollo, y utiliza
las etapas históricas del sindicalismo que plantea Edgar Caicedo en su libro. En consecuencia,
la tesis es una síntesis de los apartados de historia sindical que proponen estos dos autores.
En cuanto a la relación entre política y sindicatos, sostiene que prácticamente en los años 50
acaba la orientación política de las organizaciones obreras en Colombia, defendiendo la idea
de un modelo de sindicalismo apolítico como el que promovió la Unión de Trabajadores de
Colombia, UTC, en sus primeros años de existencia. En efecto, el sesgo del autor hacia esta
central se revela en su falta de crítica y reconocimiento de los nexos de dicha confederación
con los partidos políticos tradicionales.
No obstante, más allá de su postura política, una de las observaciones centrales es la limitada
crítica del autor hacia las fuentes secundarias que le sirvieron de soporte que se refleja en una
indebida y contradictoria mezcla de perspectivas históricas, que impide identificar su propia
contribución historiográfica.
Desde otra perspectiva, se encuentra la tesis de Derecho de la Universidad Externado de
Colombia de Lucía Ortiz (1974), “El sindicalismo: teoría y práctica en Colombia”74
, que
sostiene que la organización sindical es un instrumento institucional del capitalismo, pero
73
MARTÍNEZ VÁSQUEZ, Hernando. Movimiento sindical en Colombia orígenes, formación y desarrollo.
Trabajo de grado en Derecho. Bogotá: Facultad Ciencias Jurídicas. Colegio Mayor de Nuestra Señora del
Rosario, 1973. 74
ORTÍZ CORREDOR, Lucía. El sindicalismo: teoría y práctica en Colombia. Trabajo de grado en Derecho.
Bogotá: Universidad Externado de Colombia, Facultad de Derecho, 1974.
71
también responde a la evolución propia de la lucha de la clase obrera y su preparación
ideológica.
En esta postura, la autora considera que la relación entre sindicalismo y política institucional
era claramente nociva para los trabajadores en la medida en que se convertían en instrumento
de la clase dirigente. De igual manera, argumenta que fue desfavorable la influencia
ideológica de los partidos populistas y el Partido Comunista a los sindicatos, y rescata que la
única tendencia sindical que escaba de este proceso era el sindicalismo independiente, que
cuestionaba las instituciones y el poder de la burguesía. La tesis se acoge a la periodización
histórica establecida por Edgar Caicedo.
Una de las observaciones principales al trabajo es la falta de conexión entre la historiografía
sindical y sus planteamientos teóricos, pues no propone una perspectiva distinta de las fuentes
secundarias consultadas. Tampoco el último capítulo establece una relación entre la
normatividad sobre los sindicatos y una lectura del contexto, lo cual impide la comprensión
del sentido de aplicación de dichas normas en la realidad del país.
La tesis de Licenciatura en Antropología de la Universidad de los Andes de Esteban Navajas
(1974), “Tendencias políticas del sindicalismo en Bogotá”75
, se propone describir los
principales ámbitos de los obreros industriales bogotanos en el siglo XX teniendo en cuenta su
vida en la fábrica, la vivienda y su relación con la acción política. El trabajo es relevante dado
que pretende describir el entorno sociocultural de los obreros industriales, y políticamente,
destaca la participación de algunas de las organizaciones sindicales en los Comités de Unidad
Sindical Intrarregional (UNIR) promovidos por el sindicalismo independiente.
La tesis defendida por el autor es que la gran debilidad del sindicalismo colombiano durante la
primera mitad del siglo XX fue no haber conseguido su independencia de clase. No obstante,
identifica una transformación del sindicalismo desde 1958 debido a la búsqueda de
independencia con la conformación de los Comités de Unidad Sindical Intrarregional a
comienzos de los años setenta. De acuerdo con su análisis, los acuerdos fueron producto de la
fase de acumulación capitalista, que agudizó la confrontación de las clases sociales.
La expectativa recae sobre el naciente sindicalismo independiente que en los años 70
representaba una esperanza ante el burocratismo criticado de las centrales obreras
tradicionales. El análisis se diferencia de los otros netamente voluntaristas porque no sólo
responsabiliza a los dirigentes sindicales de la falta de independencia sindical, sino también
comienza a integrar elementos estructurales para entender las causas o los factores que
limitaron el desarrollo de un sindicalismo más autónomo hasta ese momento.
75
NAVAJAS CORTÉS, Esteban. Tendencias políticas del sindicalismo en Bogotá. Trabajo de grado en
licenciatura en Antropología. Bogotá: Universidad de los Andes,1974.
72
Dentro de las interpretaciones históricas favorables al sindicalismo independiente,
encontramos también la tesis de Luis Eduardo Quiñones y Gloria Teresa Cárdenas, de
pregrado en Licenciatura en Educación (1978) de la Universidad Nacional de Colombia,
“Introducción a la metodología de análisis del sindicalismo colombiano en el periodo del
Frente Nacional.”76
Los autores presentan un análisis histórico enmarcado en una perspectiva
teórica marxista estructural.
En el trabajo, el Frente Nacional es caracterizado como un proceso histórico complejo, en el
cual las clases dominantes se comprometieron en un proyecto de transformación de la
estructura jurídico-política de la sociedad para conservar el orden social y resolver los
conflictos entre las clases dominantes por medio del reparto burocrático del Estado. Lejos de
ser un experimento novedoso, se apeló a un recurso reiterado en la historia nacional.
En cuanto al sindicalismo, los autores consideran que fue un actor decisivo dentro del
proletariado, pero necesitaban de un partido propio para poder asestar el golpe definitivo al
modo de producción capitalista. En ese sentido, la relación entre política y sindicalismo era
estrecha, dado que no podía existir una separación absoluta entre el partido y el sindicato,
puesto que la organización partidaria debía apoyarse en los sindicatos e incluso penetrar en
ellos para que los obreros conquistaran su independencia de clase y, más allá de la lucha
reivindicativa, lograran un avance en la lucha revolucionaria que llevara a su completa
liberación.
Como se puede inferir, el análisis del estudio es vanguardista y claramente está orientado a
demostrar la importancia de la conformación de un partido político que guiara la lucha
revolucionaria. Un problema del trabajo es que no introduce una perspectiva histórica
novedosa ni explora tampoco fuentes alternativas, lo cual se constituye en un límite para el
avance investigativo e incluso para la reflexión académica.
Finalmente, dentro del conjunto de este periodo encontramos la tesis de pregrado en Derecho
de la Universidad Javeriana de Fernando Abisambra (1979), “Sindicatos de Industria”77
, que
tiene por objetivo principal analizar la importancia de los sindicatos industriales debido a su
nivel ideológico y capacidad de presión. Para ello se remite a la historia de las organizaciones
humanas a nivel mundial y europeo, haciendo énfasis en las asociaciones de sindicatos
católicos. Explora después los periodos de desarrollo del sindicalismo colombiano, ilustrados
76
QUIÑONEZ, Luis Eduardo y CÁRDENAS, Gloria Teresa. Introducción a la metodología de análisis del
sindicalismo colombiano en el periodo del Frente Nacional. Trabajo de grado en Licenciatura en Educación.
Bogotá: Universidad Nacional, 1978. 77
ABISAMBRA PINILLA, Neguid Fernando. Sindicatos de industria. Trabajo de grado en Derecho. Bogotá:
Pontificia Universidad Javeriana. Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas, 1979.
73
por Edgar Caicedo (1971). Cabe anotar que no tiene en cuenta los aportes sindicalismo
independiente que se estaba gestando los años sesentas y setentas.
Haciendo un análisis de la normatividad vigente, el autor considera la importancia del
fortalecimiento del sindicalismo industrial con relación al crecimiento de ese sector en la
economía. Para él, la clase obrera cambió de manera significativa en el país. No obstante, la
legislación tuvo efectos perversos, dado que favoreció la dispersión y descoordinación del
movimiento, lo que, sumado a la ausencia de un solo lineamiento político, se reflejó en una
sucesión de huelgas sin dirección alguna, fácilmente reprimidas. Por lo tanto, era preciso unir
esfuerzos para unir el movimiento y fortalecer las agremiaciones obreras industriales.
El aporte principal del autor es que logra establecer una postura crítica de la normatividad
vigente que favorecía el sindicalismo de base y no lograba ajustarse a los cambios sociales por
los que atravesaba el país en los años setentas. Sin embargo, el autor no tiene en cuenta otros
factores políticos, económicos y socioculturales que permitían explicar la estructura del
sindicalismo de la época.
1.4.2 Tesis de grado pregrado publicadas entre 1980-1986
En este periodo corto de (6) años se publicaron la mayor parte de trabajos de grado que
abordaban el problema del sindicalismo y la política en el Frente Nacional. Sin lugar a dudas,
este es el periodo que registra más estudios sobre el movimiento obrero como lo reconoció
Rocio Londoño y Fernando Cubides (1984) y más adelante Mauricio Archila (1994), lo cual,
en parte se explica porque al final de los años 70 e inicios de los 80 los movimientos sociales
comenzaron a ser objeto de investigación científica en las ciencias sociales.
La sociología, las ciencias sociales y la historia estaban concentradas en sus propios procesos
de maduración y profesionalización como disciplinas, lo cual transformó la escritura de la
historia buscando metodologías con un mayor rigor científico. Esto explica la explosión de
libros, investigaciones, publicaciones y diversas tesis sobre los movimientos sociales,
especialmente sobre el movimiento obrero en Colombia enfocadas hacia la búsqueda de las
raíces de la protesta social y su aporte en la construcción del país.
Las tesis producidas en estos años recogen los legados de quienes se habían formado en el
marxismo, las teorías de la dependencia, el estructuralismo y otros enfoques metodológicos
para la investigación en las ciencias sociales. Por lo tanto, hacen énfasis en la búsqueda de
explicaciones históricas a la debilidad estructural del movimiento sindical y se concentran en
la búsqueda de factores internos y/o externos que frenaron el desarrollo del movimiento
sindical. Algunas, se distancian de manera crítica de la historia voluntarista, de la búsqueda de
74
un partido encargado de orientar a los trabajadores hacia sus luchas, desmontando la misión
mesiánica de la historia, pues hay un desencanto con el vanguardismo y el papel de los
intelectuales en el proceso revolucionario.
Otras tesis en cambio, persisten en la búsqueda del importante legado de la Iglesia en las
organizaciones de los trabajadores defendiendo el origen de la defensa de la conciliación de
clases y la inconveniencia de la huelga y/o la protesta obrera. Aunque muy pocos trabajos
hacen énfasis en la búsqueda de nuevas fuentes y metodologías su aporte analítico es
fundamental para la comprensión de las relaciones ente el sindicalismo y la política. El
periodo finaliza en el año (1986) porque a partir de este momento hay un corte con la apertura
de otras carreras de historia en varias universidades y de los posgrados como resultado del
proceso de profesionalización de la disciplina histórica.
En total, se analizaron (14) trabajos de grado, 11 tesis de pregrado y 3 de posgrado de distintas
disciplinas. La publicación se distribuyó entre las Universidades de la siguiente manera: (4)
de las Universidades Nacional, (3) Javeriana, (2) Andes, (2) Rosario, (1) Externado, (1) Santo
Tomás, (1) Universidad de Berlín – disponible en la Luis Ángel Arango-. Estas tesis se
destacan por ser de temas variados.
A nivel disciplinario se destacan los trabajos en (4) derecho; (3) ciencias sociales y sociología;
(2) ingeniería industrial; (1) educación; (1) economía; (1) administración de empresas; (1)
filosofía y (1) estudios políticos. Como se puede observar, revistieron una importancia
considerable los estudios en ingeniería, economía y administración (4, en total).
La mayoría de los trabajos se caracterizan: en primer lugar, por la escasa consulta a fuentes
primarias o investigación de archivos en contraposición con el uso reiterado de fuentes
secundarias, en especial de los primeros libros publicados sobre sindicalismo. En segundo
lugar, pretenden analizar el impacto limitante de normas, instrumentos legales, el régimen
político, acciones de la burguesía o instrumentos de represión sobre el movimiento sindical.
En tercer lugar, reconocen la importancia del contexto de la Guerra Fría y las tendencias
sindicales mundiales sobre el sindicalismo en Colombia destacando las influencias del
movimiento obrero católico en Europa o el sindicalismo libre o democrático promovido por
Estados Unidos, con un marcado sesgo anticomunista.
En cuarto lugar, en el debate de las distintas concepciones sobre el papel del movimiento
sindical, la mayoría de los trabajos reconocen que el sindicalismo aunque tiene objetivos
económicos también tiene una labor política, por lo tanto, la división entre lo político, lo
económico y lo social se pone en entre dicho; más bien, la cuestión es cómo orientar esa labor
política del movimiento sindical. Finalmente, algunos trabajos reconocen las fortalezas y
expectativas que existían con el desarrollo del sindicalismo por fuera de las centrales obreras
75
tradicionales y la importancia de algunas Federaciones regionales en el proceso. Una vez
expuestas estas generalidades se presenta el resumen de cada trabajo:
El primer trabajo que cabe resaltar es la de pregrado de Ingeniería Industrial de la Universidad
de los Andes (1980),“El sindicalismo durante el primer gobierno del Frente Nacional”.78
El
objetivo fue analizar las metas, tendencias y propósitos del movimiento obrero durante los
últimos años de la dictadura militar y los dos primeros años de la administración del
presidente Lleras Camargo, teniendo en cuenta la orientación política partidista de dichos
movimientos.
La autora desmiente la tesis del supuesto apoyo de la dictadura de Rojas Pinilla a las masas
trabajadoras, a pesar de los esfuerzos realizados para ganarse su adhesión. En contraste, en los
primeros años del Frente Nacional se destaca el régimen de Lleras Camargo, que favoreció a
los trabajadores en la medida en que intentó compensarlos por el alza del costo de vida,
escuchó sus peticiones y respondió a ellas utilizando los instrumentos legales establecidos. Así
mismo, reestructuró las relaciones obrero-patronales, que respondieron a las necesidades del
momento. En otras palabras, la política laboral del mandatario se orientó a cerrar las
desigualdades sociales como freno al avance del comunismo.
Este trabajo hace un aporte fundamental al analizar los rasgos generales de la política obrera
de los últimos años de Rojas, la Junta Militar y el Frente Nacional. Es novedoso en la medida
en que se ocupa de un periodo en sí mismo, los primeros años del régimen, muy poco
investigado a profundidad. Sin embargo, un aspecto preocupante es la falta de exploración de
fuentes primarias que permitan un estudio más detallado del tema.
El segundo trabajo de pregrado que se examina es el de Rafael Brito (1980), de la Facultad de
Derecho de la Universidad Externado de Colombia, ,“Sindicalismo y doctrinas sociales”79
.
Tiene por objetivo mostrar las relaciones existentes entre las doctrinas sociales y los sindicatos
para determinar las características principales de cada movimiento sindical, enfocándose en la
historia del sindicalismo a nivel mundial y aportando sólo algunas reflexiones para el caso
colombiano.
A pesar de esto, al examinar la situación del movimiento obrero mundial, el autor cuestiona
las prohibiciones del Frente Nacional relacionadas con la participación del sindicalismo en la
política. Desde su análisis, sostiene que es contradictorio permitir, de un lado, la organización
para la defensa de los intereses obreros, y del otro, restringir el ejercicio de la política
78
MENDOZA, Martha Ruth. El sindicalismo durante el primer gobierno del Frente Nacional. Trabajo de grado
Ingeniería Industrial. Bogotá: Universidad de los Andes. Departamento de Ingeniería Industrial, 1980. 79
BRITO CUADRADO, Santander Rafael. Sindicalismo y Doctrinas Sociales. Trabajo de grado en Derecho.
Bogotá: Universidad Externado de Colombia. Facultad de Derecho, 1980.
76
inherente a las características sociológicas de todas las asociaciones profesionales y la función
de las doctrinas políticas.
El autor clasifica el sindicalismo de acuerdo con su orientación ideológica. En esta medida,
pueden ser revolucionarios con ideas socialistas o anarquistas, cuya función es preparar a los
trabajadores para la revolución. También puede existir un sindicalismo reformista, cuyo
énfasis es la colaboración entre clases y la redistribución de la riqueza. Existe un sindicalismo
integral inspirado en la Rerum Novarum de la Iglesia, que propone construir una sociedad
basada en el trabajo y la justicia. Y se encuentra el sindicalismo libre o nacionalista, que
promueve la colaboración del capital y trabajo a través de acuerdos conjuntos.
Más allá de estas clasificaciones, la tesis identifica una relación innegable del sindicalismo y
la política. No obstante, a diferencia de las otras tesis de la década de los 70 de su
Universidad, cuestiona fuertemente el sindicalismo revolucionario en la medida en que
sostiene que si bien los sindicatos suelen tener una orientación política, no pueden ser
instrumentos de la lucha revolucionaria porque su finalidad principal debe ser mejorar la
calidad de vida de los trabajadores.
Otra tesis de grado de pregrado de Derecho de la Universidad del Rosario fue escrita por
Germán Medina (1980), “La fuerza laboral como factor en la lucha política.”80
Su propósito
fue mostrar el papel político de la fuerza laboral en la historia mundial y colombiana. Para ello
destaca el concepto fuerza laboral diferenciado del término clase proveniente del marxismo.
Los cuatro primeros capítulos del trabajo están dedicados a la historia mundial. Se
caracterizan por comprender el papel de los trabajadores en Europa y las distintas ideologías
que los influenciaron. Sólo hasta el Capítulo Cinco se refiere propiamente a la historia de
Colombia. En él critica la historiografía liberal predominante, que resalta las bondades del
liberalismo sobre las reformas sociales. A pesar de la importancia de esta crítica, el autor no
presenta una perspectiva histórica distinta del desarrollo del movimiento obrero en el país,
sino que más bien se acoge a los mismos parámetros que critica.
Medina asegura que la política siempre estuvo alrededor de los sindicatos, pues los partidos
eran conscientes de la importancia de los trabajadores en la lucha política. Por lo tanto, desde
el primer momento de su existencia, los partidos se interesaron en los trabajadores para ganar
adeptos a sus causas políticas, y más aún, a sus organizaciones, dado que el éxito de sus tareas
políticas dependía de los niveles de organización de los trabajadores. Por lo anterior, la tesis
central del autor es que los sindicatos eran fundamentales para la acción política,
particularmente en los países subdesarrollados.
80
MEDINA FRANCO, Germán. La fuerza laboral como factor en la lucha política. Trabajo de grado en
Derecho. Bogotá: Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Facultad de Ciencias Jurídicas, 1980.
77
El trabajo de grado de la especialización en Derecho Laboral de la Universidad del Rosario,
escrito por Fabio Vega (1980), sobre “Derecho de asociación y la asociación sindical en
materia laboral”81
pretende explicar el derecho de asociación de acuerdo con la normatividad
nacional e internacional, separando los conceptos de derecho de asociación y de asociación
sindical.
De acuerdo con lo anterior, el sindicalismo se consideraba un instrumento legal que servía a la
clase obrera en la defensa de sus intereses, impulsó sus conquistas y amplió el libre ejercicio
de la defensa y uso de los derechos de los trabajadores. El énfasis central del trabajo es
doctrinario en la medida en que pretende defender el fundamento normativo del derecho de
asociación sindical en el país. Por eso, el recurso a la historia es más que todo contextual y
resalta únicamente lo concerniente al derecho laboral.
El principal problema de este enfoque es que propone una mirada liberal de la historia de la
legislación laboral que no tiene en cuenta la dialéctica de la realidad social y por tanto, su
incidencia en la generación de cambios en el derecho. Por eso acoge una historia evolutiva sin
mayor análisis en los orígenes sociales de las normas. Sin embargo, el aporte principal de la
tesis es encontrar las raíces del derecho de asociación sindical en el país y defenderlas desde el
punto de vista jurídico. En ese sentido, adopta un enfoque más que todo descriptivo,
resaltando la importancia de la defensa de los derechos de los trabajadores y sus respectivas
organizaciones.
Desde otra perspectiva, en la Universidad Nacional de Colombia se escribió la tesis de
pregrado en Economía de Edison Ospina (1982), “Sindicalismo y partidos políticos después
de la Violencia”.82
Su propósito es establecer las tendencias políticas de los sindicatos y sus
relaciones con los partidos políticos, en la medida en que considera a estos últimos como el
resultado de la expresión de los grupos y conflictos sociales.
La tesis central del autor es que a lo largo de la historia colombiana, la burguesía se valió del
movimiento obrero para consolidar un régimen político adecuado a sus intereses. Sin
embargo, una vez logrado dicho objetivo, despreció a los trabajadores, aplicando ciclos de
represión posteriores a cada reforma o apertura democrática. De esta manera, desarrolla su
planteamiento en cuatro capítulos principales. El primero analiza las relaciones entre las
centrales obreras y los partidos políticos desde los movimientos artesanales del siglo XIX
81
VEGA PÉREZ, Fabio. Del derecho de asociación y la asociación sindical en materia laboral. Trabajo de grado
Especialización en Derecho Laboral. Bogotá: Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Facultad de
Ciencias Jurídicas, 1980. 82
OSPINA NIETO, Edison. Sindicalismo y partidos políticos después de la Violencia. Trabajo de grado en
Economía. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Economía, 1982.
78
hasta la primera mitad del siglo XX. El segundo establece la relación entre política y
sindicalismo durante el Bogotazo y hasta el Frente Nacional.
El tercero desarrolla este último periodo. La tesis central del autor es que los trabajadores
fueron integrados por las clases dirigentes para expulsar a Rojas del poder, pero una vez
logrado el objetivo, empezó una oleada represiva con acciones como la expulsión de los
sectores de izquierda de la CTC. Desde 1966 se inició una nueva ola contra todo el
movimiento.
En este periodo, el autor reconoce que una de las principales causas que dificultaron la unidad
del movimiento de los trabajadores fueron las divisiones de las izquierdas, que tendieron en
algunos casos hacia el dogmatismo y el sectarismo. El autor identifica la división de la clase
obrera en tres sectores hasta 1974: el democrático reformista, liderado por la CSTC; el de las
organizaciones sindicales tradicionales UTC, CTC; y el último, representado por aquellas
independientes influidas por corrientes anarquistas. Estas divisiones repercutieron de manera
negativa en el movimiento sindical significando una pérdida de fuerzas, la desorientación
política y la escisión.
El sesgo político de la tesis está definido por la consulta de fuentes de origen comunista como
Documentos Políticos, que no se cotejan con ningún otro documento. Esto puede observarse
claramente en los juicios lanzados hacia el sindicalismo independiente influido por tendencias
maoístas como el MOIR, el Partido Comunista Marxista-leninista y otras corrientes
socialistas. No obstante, a pesar de este sesgo, reconoce los brotes de autonomía en los demás
sectores sindicales como la UTC desde 1962, así como el importante papel de los socialistas
en los movimientos de Coltabaco y FECODE. Finalmente, identifica a finales del periodo un
nuevo cambio en las etapas del movimiento sindical debido a los inicios de neoliberalización
de la economía.
Como puede observarse, el trabajo cobra un enfoque principalmente analítico que permite
entender algunas de las discusiones centrales entre las distintas tendencias políticas del
movimiento sindical en el Frente Nacional. No obstante, más allá de este esfuerzo, una de las
principales limitaciones es la ausencia de una perspectiva más crítica de las fuentes
consultadas.
Otra tesis de la licenciatura de ciencias sociales de la Universidad Nacional de Colombia fue
escrita por Ana Sofía Mojica (1982), sobre “El sindicalismo católico. El caso de FANAL”.83
Tiene por objetivo analizar los procesos de sindicalización agraria en el periodo 1946-1960,
tomando el caso de la Federación Agraria Nacional, FANAL, de orientación católica.
83
MOJICA, Ana Sofía. El Sindicalismo Católico: El caso de FANAL. Trabajo de grado en Licenciatura en
Ciencias Sociales. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 1982.
79
La autora establece los orígenes de la influencia de la Iglesia Católica en los movimientos
agrarios campesinos y estima que la postura de esa institución fue defender el orden
establecido. No obstante, con la reforma de López Pumarejo, tuvo que cambiar de estrategia
para crear un sindicalismo agrario favorable a los principios de la Iglesia, que respondió a la
necesidad de contrarrestar la influencia de las tendencias comunistas en el campo.
De esta manera, identifica que la primera influencia de la Iglesia fue a través de la Acción
Católica defendida por el Partido Conservador. Luego, en la Conferencia Episcopal de 1944,
la Iglesia replanteó los mecanismos proponiendo la conformación de una Federación Agraria
y posteriormente de una central sindical que defendiera los derechos de los campesinos, para
lo cual, se creó la Coordinación Nacional de Acción Social Católica liderada por la Compañía
de Jesús, cuya misión principal fue la formación de líderes sindicales.
Estos fueron los antecedentes de FANAL, que surgió en marzo de 1946 con una colaboración
de la Iglesia. Una de las características de esta organización fue su talante gremial, ya que
también acogía a representantes de la Federación Nacional de Cafeteros, la SAC y la
Asociación Colombiana de Ganaderos. Más allá de los objetivos explícitos de la organización,
su propósito político central fue contrarrestar la movilización campesina apoyada por el
gaitanismo, el liberalismo y el comunismo.
La Federación experimentó un importante crecimiento entre 1945-1948, periodo en el que se
orientó a las zonas más álgidas de conflicto agrario, meta que no pudo concretar, pues sus
sindicatos estaban integrados particularmente por campesinos minifundistas y pequeños
propietarios militantes del conservatismo y no representaban los intereses de colonos y
campesinos pobres residentes en zonas donde se gestaban las principales luchas por la tierra.
Como consecuencia de la Violencia, FANAL se debilitó fuertemente y en la década de los 50
pasó a pertenecer a la UTC. La autora resalta cómo los dirigentes sindicales debían seguir las
orientaciones del clero, bajo constreñimientos como el no pago de sus sueldos.
Resulta interesante en el trabajo el rescate de las acciones de esta organización sindical
católica durante la Violencia y los primeros años del Frente Nacional en apoyo a las campañas
de pacificación en zonas de conflicto. Además, explica por qué dicha organización tuvo un
viraje para apoyar algunas invasiones de tierras, a pesar de que nunca abandonó su inspiración
paternalista, lo que provocó su debilitamiento progresivo. El aporte de la tesis es mostrar la
disputa política en el movimiento sindical agrario en esos años, y el rol de la Iglesia y los
gremios al promover este tipo de federaciones, que fueron columna vertebral de la UTC. No
obstante la autora no adopta un enfoque crítico frente al papel de promoción de la Violencia
por parte de dicha organización.
80
Otra de los trabajos de grado para destacar es el de Germán Alfonso y Guillermo Bernal
(1982), de pregrado de administración de empresas de la Pontificia Universidad Javeriana,
titulada “El sindicalismo en las relaciones obrero-patronales”84
. El trabajo se propone
defender la política de la UTC sobre las relaciones obrero-patronales, pues considera que
dicha central había logrado bastantes beneficios para los trabajadores a través del diálogo, la
cooperación y el entendimiento mutuo con la empresa. La tesis central sostiene que este tipo
de sindicalismo democrático debía ser apoyado en oposición al comunista.
Es claro en la tesis la favorabilidad hacia la UTC. Incluso reconoce abiertamente sus
propósitos de fortalecer las negociaciones colectivas y evitar la expansión de la influencia
comunista en la clase trabajadora. De esta manera, considera exitosa la estrategia de la central
de mantenerse alejada de la política. Sin embargo, reconoce que en ocasiones, sus bases han
participado en la política de manera decidida, como lo mostró la elección presidencial de 1966
de Lleras Restrepo.
El trabajo tiene una parte empírica que pretende evaluar la relación entre la Unión de
Trabajadores de Cundinamarca, UTRACUN, de la UTC, con los empresarios. Los resultados
exponen la relación armoniosa entre las partes, así como el deber de aceptación de los
dirigentes sindicales de ―colaborar‖ con los mismos. Un aporte de la tesis es defender
explícitamente los principios políticos en los que se basaba la UTC. Sin embargo, los autores
son completamente acríticos frente al papel parcializado de los empresarios en la formación de
organizaciones obreras y los intereses políticos claros de estos propósitos.
Otra tesis de pregrado de Derecho de la misma Universidad es escrita por Miguel Afanador
Ulloa (1982), “El sindicalismo o la organización política de la clase obrera”85
. Tiene por
objetivo demostrar la relación de la labor política del sindicalismo dentro del Estado más allá
de sus propósitos económicos inmediatos.
En sus primeros capítulos, el autor rastrea las distintas influencias ideológicas del movimiento
obrero a lo largo del siglo XX en Colombia. El autor muestra la manera como dichas
influencias fueron de la mano con el desarrollo de las organizaciones de los trabajadores. En
ese sentido, cuestiona los planteamientos de apoliticismo sindical promovidos por la Iglesia,
dado que considera que esta visión impide que asuma el cambio requerido en la sociedad.
Otra tesis defendida es que el sindicalismo tendió a radicalizarse durante el Frente Nacional,
lo que supuso una independencia frente a los partidos tradicionales. El autor, asume una
84
ALFONSO, German y BERNAL, Guillermo. El sindicalismo en las relaciones obrero-patronales. Trabajo de
grado en Administración de Empresas. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Administración de
Empresas, 1982. 85
AFANADOR ULLOA, Miguel Ángel. El sindicalismo o la organización política de la clase obrera. Trabajo de
grado en Derecho. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Derecho, 1982
81
postura crítica frente al mayor compromiso político que debería asumir el sindicalismo,
debido a que argumenta que someter la lucha exclusivamente al campo económico significa
validar la explotación a la que se ven sometidos los trabajadores. Por eso insiste en que la
clase obrera requería de una ideología clara y científica que le permitiera entender su papel de
transformación de la sociedad.
Desde otra perspectiva, se encuentra un estudio de pregrado de Ingeniería Industrial de la
Universidad de los Andes escrito por Oswaldo Ossa (1982), “Las Centrales Obreras de
Colombia”,86
cuyo propósito es hacer un abordaje de la historia del sindicalismo para
comprender los cambios en su estructura y composición. Para ello se vale de un enfoque
descriptivo y sintético de las periodizaciones realizadas por Miguel Urrutia y Edgar Caicedo.
Una de las tesis defendidas por el autor es que, durante el periodo del Frente Nacional, el
acuerdo bipartidista influyó también a las centrales obreras UTC y CTC, en la medida en que
sus dirigentes se alinderaron bien fuera con el Partido Liberal o el Partido Conservador. El
periodo se caracterizó también por la postura defensiva que asumió el sindicalismo que estaba
por fuera de dichas centrales, lo cual repercutió en su considerable fortalecimiento.
El autor identifica dificultades para consolidar la unidad en todas las tendencias sindicales
relacionadas con conflictos políticos. En el caso del sindicalismo independiente, muestra la
ruptura desfavorable en 1975 de la Unión Nacional de Oposición, UNO. En la UTC, señala las
divisiones relacionadas con la simpatía de algunos militantes con el M-19. En todo caso, las
innumerables divisiones políticas de distintos partidos y movimientos de izquierda incidieron
de manera negativa en la consolidación de la unidad.
El autor coincide con otros analistas al señalar el cambio de rumbo del sindicalismo en los
años 60, cuando las centrales tradicionales se alejaron de la influencia de los partidos, e
incluso la UTC salió de la órbita de incidencia de la Iglesia Católica. De igual manera,
reconoce el fortalecimiento del sindicalismo independiente y comunista. Si bien el trabajo
indica unas luces, deja muchos interrogantes relacionados con la complejidad y profundidad
de las relaciones entre sindicalismo y política en el Frente Nacional.
Otro trabajo encontrado en las bases de datos de la Universidad Santo Tomás, de pregrado de
sociología es escrito por Mercedes Vivas Benítez, ―Educación y práctica sindical en las
centrales obreras colombianas (1984)”87
. Su propósito era mostrar el papel de la educación
sindical en las organizaciones de los trabajadores para establecer la existencia de una relación
entre los contenidos de la educación política brindada al interior de cada central.
86
OSSA, Oswaldo A. Las Centrales Obreras de Colombia. Trabajo de grado en Ingeniería Industrial. Bogotá:
Universidad de los Andes, Facultad de Ingeniería, 1982. 87
VIVAS BENÍTEZ, Mercedes. Educación y práctica sindical en las centrales obreras colombianas. Trabajo de
grado en Sociología. Bogotá: Universidad Santo Tomás, Facultad de Sociología, 1984.
82
Para estos fines, la autora aclara que la educación sindical estaba regida por contenidos
teóricos y objetivos que variaban dependiendo de los parámetros ideológicos e intereses
políticos de cada central. En ese sentido, encuentra que la UTC, CTC y la CGT recibieron la
influencia de la Agencia Interamericana para el Desarrollo, a través de organizaciones como la
CIOLS y la ORIT, reproducidos en el Colegio Laboral Colombiano y el Instituto Nacional de
Estudios Sociales. Por el contrario, la CSTC se alejó de este sindicalismo libre demandando
un sindicalismo revolucionario, defendido en varias publicaciones académicas marxistas e
Institutos, dentro de los que se destacó la Universidad Incca.
Una vez expuesto lo anterior, la tesis central establece que en la educación y la historia de las
centrales obreras podía verse la marcada influencia de los partidos políticos con ideologías y
acciones diversas. Por lo tanto, dependiendo del enfoque educativo, se diferenciaban los
acentos en la formación de los trabajadores. Así, la UTC promovía la eficiencia de los
trabajadores exigiendo su participación en la organización del proceso productivo, el
mejoramiento de sus niveles de vida y la armonía de las relaciones obrero- patronales. La
CTC, en cambio, enfatizaba en la participación de los trabajadores en la empresa a través del
diálogo social y el aumento de la democracia fortaleciendo sus cuadros directivos.
La CGT defendía la cogestión entre los empresarios y los trabajadores para equilibrar la
repartición de ganancias. Y la CSTC demandaba la preparación de los trabajadores para
conducir la lucha revolucionaria. La conclusión es que estos énfasis incidían en el
comportamiento de los trabajadores y sus afiliados, pues en el caso de la UTC, CTC y CGT se
favorecían acciones como las convenciones colectivas, mientras que en la CSTC se promovían
más las huelgas.
A pesar de sus esfuerzos por investigar un tema poco estudiado, la autora tiene dificultades al
no considerar la educación impartida en el sindicalismo independiente. Es también evidente
que a la hora de analizar los manuales sindicales, no hay un esfuerzo por contextualizarlos e
identificar los cambios de acento dentro de la educación impartida por las centrales.
En la Universidad Nacional, en el Departamento de Educación, se publicó el trabajo de Álvaro
Oviedo (1984), “Grupos y partidos políticos que han actuado en el movimiento sindical
colombiano”88
. El autor se propone señalar las relaciones entre el sindicalismo y los partidos
políticos en Colombia, para lo cual escoge la mitad del siglo XX y la primera década de la
segunda, mostrando los comienzos del movimiento sindical y el surgimiento de partidos
políticos de izquierda en el periodo estudiado.
88
OVIEDO HERNÁNDEZ, Álvaro. Grupos y partidos políticos que han actuado en el movimiento sindical
colombiano, 1910-1960. Trabajo de grado en Licenciatura en Educación. Bogotá: Universidad Nacional de
Colombia, Departamento de Educación, 1984.
83
A lo largo del análisis, el autor identifica que la relación entre sindicatos y partidos es tan
antigua como el movimiento obrero mismo. De esta manera, las fuerzas políticas fueron
fundamentales porque incidieron en las características, formas de agruparse y prácticas del
sindicalismo. El autor rastrea la influencia de estos grupos a lo largo de la historia. En el
Frente Nacional, su actuación se observó dentro de la CTC y las federaciones y sindicatos que
fueron expulsados desde el 12 Congreso de esa central sindical, que los obligó a agruparse
aparte y seguir el camino desde 1960 por otros rumbos.
Aunque su obra se planeta como un análisis de la historia del movimiento obrero tiene una
enorme contribución analítica al rastrear la importancia de la influencia de los grupos y
movimientos políticos de izquierda. Hace falta mostrar la participación de dichos grupos en
las huelgas de los primeros años del Frente Nacional y explorar fuentes primarias para
documentar mejor su tesis. El aporte fundamental del libro es mostrar la necesidad de seguir
indagando sobre los detalles para explicar las maneras como se configuraba esta relación.
A nivel de posgrado en la Maestría de Estudios Políticos de la Universidad Javeriana, se
encontró la tesis de Berta Jeannette Niño (1985), ―Un estudio sobre el sindicalismo como
grupo de presión en Colombia.” 89
Pretende conocer las posibilidades del sindicalismo
colombiano para considerarse un grupo de presión dentro del contexto político nacional. El
trabajo parte de la idea de que los partidos políticos y los grupos de presión son los
articuladores de las demandas al sistema político central. Para ello se basa en las teorías
sistémicas del poder para establecer el marco en el que se desenvuelve la acción sindical y los
factores socioeconómicos que la determinan.
La tesis central identifica una debilidad del movimiento sindical para convertirse en un grupo
de presión efectivo debido a la alta fragmentación sindical, producida, de un lado, por la
favorabilidad legal para la creación de los sindicatos de base, y por otro, del modelo industrial
de la sociedad colombiana. En el caso del sector público, establecía una mayor debilidad
relacionada con la descentralización de las entidades estatales. Un factor adicional fueron las
divisiones políticas de los movimientos debido a las pugnas ideológicas.
En suma, la configuración de la estructura sindical dispersa era desfavorable porque afectaba
la capacidad de presión del movimiento en su conjunto. No obstante, ésta se ejercía con mayor
claridad en el caso de las federaciones sindicales, asentadas en las actividades de mayor
importancia de la economía nacional. Para la autora, el éxito de estas agrupaciones tenía que
ver también con las posiciones políticas de clase que potenciaban sus demandas e intereses.
89
NIÑO, Bertha Jeannette. Un estudio sobre el sindicalismo como grupo de presión en Colombia. Trabajo de
grado en Maestría en Estudios Políticos. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, 1985.
84
En ese sentido, existían posibilidades y canales de acción para que la actividad sindical
pudiera conducirse al ejercicio de la presión en la democracia colombiana.
Este trabajo es cuidadoso y plantea un análisis interesante frente al marco teórico construido.
Cabe destacar que su aporte es crítico y distingue el hecho de convertir a los sindicatos en
simples correas de trasmisión de los partidos, de la adopción de posturas de clase favorables a
los trabajadores. Sin lugar a dudas, hace un aporte significativo para el estudio del
movimiento sindical desde la ciencia política y las ciencias sociales.
Otra tesis de pregrado de Licenciatura en Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de
Colombia es la escrita por Blanca Martínez y Hugo Prieto (1985), ―El sindicalismo
independiente: un movimiento social (1970-1985)”90
Tiene por objetivo mostrar el
surgimiento del sindicalismo independiente como resultado de un proceso de ruptura de las
masas populares con la burguesía y el florecimiento de nuevas fuerzas sociales en el conjunto
de la vida nacional.
El trabajo tiene el mérito de ser el primero en historiar el movimiento sindical independiente
en el país. Para la autora, ésta tendencia surgió como alternativa social para confrontar la
política de la burguesía y las tendencias reformistas predominantes del movimiento obrero, en
un contexto de profundas transformaciones del sindicalismo debido al renacimiento de las
actividades huelguísticas y extensión de conflictos laborales en nuevos sectores. Es evidente
que la radicalización de las masas populares ocurrió como resultado del desencanto por las
promesas del Frente Nacional bajo el aliento de nuevos partidos y movimientos políticos de
izquierda que surgieron en la dinámica de cambios mundiales revolucionarios.
Además, propone una interesante periodización para el desarrollo del sindicalismo
independiente, que corresponde a tres momentos históricos: el primero va desde comienzos
del Frente Nacional hasta 1964, cuando surge propiamente esta corriente sindical; el segundo
comprende los años 1964-1970, período en el que se define su carácter clasista. El tercero,
1970-1975, comprende el rompimiento de la unidad como consecuencia de la confrontación
de varios sectores políticos con el MOIR. Finalmente hay un cuarto período, que va desde
1976-1985, durante el cual se desarrolla el debate sobre la postura antielectoral y
antirrevisionista que debían asumir las organizaciones de los trabajadores.
Con respecto a la relación política, el sindicalismo independiente consideraba que los partidos
(tradicionales y comunistas) dividían a los trabajadores, desviaban sus luchas y los verdaderos
objetivos de clase. En oposición, identifica la participación de movimientos como el MOEC,
90
MARTINEZ, Blanca Victoria y PRIETO MÉNDEZ, Hugo Orlando. El sindicalismo independiente: un
movimiento social (1958-1970). Trabajo de grado en Licenciatura en Ciencias Sociales. Bogotá: Universidad
Nacional de Colombia, 1985.
85
el FUAR, el Frente Unido, el MOIR, así como diversas tendencias de izquierda no comunista
que imprimían un sentido revolucionario a la lucha de los trabajadores. Los autores aseguran
que dichos movimientos fueron fundamentales en la formación de los Bloques Sindicales
Independientes que lideraron las principales huelgas del Frente Nacional. Afirman además que
a pesar de los enfrentamientos y pugnas internas, este sindicalismo logró posicionarse como la
mayor fuerza en el movimiento obrero por su actividad y número de afiliados.
El aporte de esta investigación es que presenta la historia y los aportes del movimiento
sindical independiente, que no había sido estudiado hasta entonces, y se vale de importantes
fuentes primarias como revistas y documentos emitidos por partidos, movimientos de
izquierda y sindicatos que rompieron con la historia partidista e institucional del movimiento
obrero. De igual manera, los autores proponen una propia periodización y adoptan una
distancia crítica e historiográfica frente a los demás trabajos sobre el tema. Por estas razones,
este trabajo se destaca por su rigurosidad historiográfica y metodológica y merece resaltarse
con su significativo aporte.
En la biblioteca Luis Ángel Arango se encontró otro trabajo del programa de Doctorado en
Filosofía de la Universidad de Berlín, escrito por Fanny Rubio Lorza en 1986, ―Rupturas en el
proceso de trabajo y el movimiento sindical en Colombia”.91
Su propósito fue dilucidar los
principales aspectos de la crisis del capitalismo en la década de los setentas para comprender
los cambios en la relación entre Estado-capital y trabajo.
La tesis central de la autora está influenciada notoriamente por el análisis de Moncayo y Rojas
(1978) al afirmar que durante las décadas de los 60 y 70 hubo un proceso de integración y
absorción de las luchas reivindicativas. En este periodo, se experimentó una agudización de
los conflictos entre fracciones de las clases dominantes, y de éstas con los sectores populares,
particularmente después del Paro Cívico de 1977. Para explicarlo, la autora se remite a la
descripción de los principios generales de los modelos de organización del trabajo como el
taylorismo y el fordismo, resaltando el papel del Estado en la reproducción del capital.
En el siguiente Capítulo, hace el análisis propiamente dicho del Frente Nacional y sostiene
que el sindicalismo colombiano dio su lucha, primero, por el reconocimiento jurídico y,
después por la extensión de sus derechos. Sin embargo, en el análisis del modelo económico,
la autora señala que el sindicalismo se circunscribió a las luchas económicas, liderado
principalmente por la CTC y la UTC, lo que facilitó el proceso de integración de sus
reivindicaciones al Estado. Finalmente, explica entre 1977-1988 la inserción de una serie de
91
RUBIO LORZA, Fanny. Rupturas en el proceso de trabajo y el movimiento sindical en Colombia. Trabajo de
grado en Doctorado en Filosofía. Berlín: Universidad de Berlín, 1986. Disponible en la Biblioteca Luis Ángel
Arango.
86
medidas que buscaban romper los derechos adquiridos y pactados de los trabajadores en un
contexto de cambios en el modo de producción.
A modo de conclusión, la autora pone en duda la existencia de un sindicalismo que hubiese
jalonado procesos auténticos de representación de los intereses de los trabajadores. De esta
tesis no se escapa ni siquiera el sindicalismo influenciado por las izquierdas, ya que considera
que su influencia fue mínima y más que efectos positivos, provocó más bien la atomización
social. En contraposición, defiende los movimientos cívicos que en ese momento irrumpieron
en la escena social.
Uno de los límites de su análisis es el énfasis en las teorías que sin fundamentos históricos
hacen señalamientos al conjunto del sindicalismo, lo cual impide hacer un balance más
mesurado de las coyunturas, las tendencias, y la influencia de las corrientes de izquierda en la
independencia de las organizaciones de los trabajadores en esos años.
1.4.3 Tesis de grado pregrado publicadas entre 1987-2012
Los trabajos de grado escritos en estos (25) años se han construido bajo la influencia de
importantes reflexiones teóricas y consolidación de la profesionalización de la historia como
disciplina, especialmente, con la apertura desde mediados de los 80 de diversos programas de
posgrado y pregrado en distintas Universidades nacionales y regionales. La consolidación y la
búsqueda de metodologías cada vez más rigurosas para la escritura de la historia han estado
acompañadas de la exploración de nuevos enfoques y diversas fuentes que han permitido
ampliar los conocimientos de los movimientos sociales, entre ellos, del movimiento obrero.
No obstante, esta nueva etapa hacia finales de los años 80 también es de crisis como lo han
explicado varios autores como Melo (2000). La caída del socialismo real incidió
significativamente en el replanteamiento de los paradigmas que habían sostenido los análisis
sociales de las décadas precedentes, e implicó la quiebra de referentes políticos y teóricos
dentro de los cuales se había formado y desplegado buena parte de la historia profesional y las
ciencias sociales de los años anteriores. Estos cambios repercutieron en la fragmentación
temática y temporal de los trabajos históricos, el descuido de los análisis estructurales, la
preferencia por la regionalización y localización de loes estudios y la desconfianza hacia los
análisis estructurales o globalizantes, que habían predominado en décadas precedentes.
La crisis impactó la producción de los trabajos de grado significativamente. De un lado,
Archila (1994) ha caracterizado el nuevo periodo desde sus aportes positivos resaltando el
desarrollo de nuevas perspectivas teóricas y metodológicas para la escritura de la historia, el
uso de fuentes no convencionales, el estudio de temáticas inexploradas, el acercamiento a
87
otras disciplinas como la antropología y el acercamiento a la historia oral y la microhistoria.
Lo cual sin lugar a dudas ha incentivado la explosión de estudios regionales, sectoriales y
localizados de los trabajadores.
Otros autores como Jorge Orlando Melo (2000) consideran que desde los años 90 la historia
ha sido una historia perpleja, pues si bien ha habido una consolidación de buenos libros e
investigaciones de historia de autoría de académicos de larga carrera; no ha significado una
mejora de los trabajos de historiografía de los jóvenes escritores. Para él, la crisis se puede
reflejar en los trabajos de grado que han abandonado el estudio de las explicaciones amplias y
los problemas centrales de formación del país, son trabajos de menor envergadura que no
apuntan a explicar largos periodos, fallan en el manejo de la documentación e incluso pueden
ser imprecisos conceptualmente. Por lo tanto, es una nueva época de disminución y
decadencia de las investigaciones históricas.
Estos dos puntos de vista reflejan valoraciones distintas del periodo más reciente (1987-2012)
en donde se identifican importantes cambios en los trabajos de grado. Desde el punto de vista
temático, en este periodo encontramos pocas tesis de grado sobre el sindicalismo en
Colombia, a nivel general (6) publicadas por las siguientes Universidades: (2) Nacional, (1)
Javeriana, (1) Andes, (1) UIS, (1) Valle. Por niveles, hallamos igual cantidad de tesis de
posgrado (3) que en pregrado.
Por disciplinas hay (4) tesis en historia; (1) en administración y (1) en derecho. Lo cual
muestra una drástica reducción de la producción académica sobre el sindicalismo, comparado
con el periodo anterior (1980-1986) en el que se produjeron 13 tesis sobre el tema.
Sin embargo, es en este periodo donde propiamente aparecen los trabajos de la profesión
histórica relacionados con el estudio del movimiento obrero, esto se debe en parte, a la
consolidación de los programas de historia y los posgrados que abrieron nuevas perspectivas
de investigación.
En este apartado excluimos algunos de los estudios sectoriales o regionales que aunque
reconstruyen la historia del movimiento sindical no corresponden a la delimitación
cronológica ni temática de esta tesis. Sin embargo, entre las tesis seleccionadas (3) hacen
énfasis en las relaciones del sindicalismo y la política en casos puntuales como: Barranca,
Valle y Pamplona, al tiempo estas tesis exploran nuevas metodologías y fuentes orales,
documentales.
Otras (2) tesis hacen énfasis en temas como la historia institucional de la CTC y la incidencia
de los imaginarios y mentalidades maoístas en la izquierda social. Estos temas y la manera de
abordarlos son la muestra de los cambios operados en la escritura de la historia y la selección
88
del objeto de investigación. Como elementos trasversales de estas tesis se aborda la relación
entre el sindicalismo y la política.
Estos cambios temáticos y de perspectiva han abierto nuevas posibilidades para indagar otros
aspectos del movimiento obrero en Colombia poniendo en entre dicho el imaginario de que
―todo está dicho‖ sobre los trabajadores colombianos y explorando nuevas metodologías de
investigación. A continuación se resumirán los contenidos de cada uno de los trabajos
encontrados ordenados por fecha de publicación.
En primer lugar, encontramos el trabajo del posgrado de Planificación y Administración del
Desarrollo Regional de la Universidad de los Andes escrito por Carmelo Briceño (1993) sobre
“La articulación político- ideológica del sindicalismo petrolero con el movimiento cívico-
popular en Barrancabermeja”.92
Tiene como propósito estudiar la articulación política y
social entre el sindicalismo y el movimiento popular en esta ciudad, desde el inicio del
enclave petrolero hasta la actualidad, haciendo énfasis en la década de los años setenta,
cuando el movimiento popular adquiere identidad e independencia.
La tesis central encuentra que la relación entre sindicalismo y movimiento popular se
estableció durante los años 30 en la ciudad, en la medida en que las demandas del sindicato
petrolero no se agotaban en asuntos laborales o económicos, sino abarcaban otras necesidades
de la región. Sin embargo, encuentra que cuando los sindicatos fueron reconocidos por el
Estado, sus demandas se vieron limitadas al ámbito laboral, excluyendo los intereses de otros
sectores sociales como campesinos y comerciantes. A pesar de ello, a nivel local, a lo largo de
su historia, el sindicalismo encontró el apoyo de distintos sectores sociales que validaban sus
demandas político-ideológicas.
En efecto, el proceso de fortalecimiento y radicalización en los años 60 y 70 de las
organizaciones sindicales petroleras permitió la instrumentalización del movimiento popular
para sus fines, tal y como sucedió durante el Paro Cívico de 1977. No obstante, a medida que
se agudizó el encerramiento del sindicalismo petrolero en demandas economicistas, se
construyó una distancia hacia el movimiento popular. Durante la década de los 80 se observó
un fortalecimiento del movimiento popular, en particular el movimiento cívico, abanderando
la lucha frente al mejoramiento de los servicios públicos y el respeto por los derechos
humanos.
La conclusión es que la independencia del movimiento popular de los partidos tradicionales
fue un hecho hasta los inicios de los años 90, lo que incidió en nuevos acercamientos con el
92
BRICEÑO PINEDA, Carmelo. Articulación político-ideológica del sindicalismo petrolero con el movimiento
cívico-popular en Barrancabermeja. Trabajo de grado Magíster en Planificación y Administración del Desarrollo
Regional. Bogotá: Universidad de los Andes, 1993.
89
sindicalismo petrolero, que amplió su discurso para acercarse nuevamente a los demás actores
sociales; no obstante, en este proceso perdió la centralidad como actor principal.
El aporte fundamental de este trabajo es que muestra la complejidad de la realidad
sociopolítica y la influencia entre el movimiento sindical y popular en el caso concreto de
Barrancabermeja, captando los procesos de relevo de las luchas sociales. Sin embargo, exhibe
una postura bastante crítica frente al papel del sindicalismo en la región, que dificulta
reconocer los aportes que sembró desde un comienzo para la emergencia de otro tipo de
luchas sociales en la ciudad y en la región.
En segundo lugar, se encuentra la tesis de la Maestría en Historia de la Universidad Nacional
de Frank Molano (2004), “El imaginario maoísta 1965-1982 como mentalidad revolucionaria
en la izquierda colombiana,”93
, que aborda el imaginario de las organizaciones maoístas en
Colombia entre los años 1965 a 1982, haciendo un balance crítico de los aportes de esta
tendencia a la izquierda.
La tesis central identifica el surgimiento del maoísmo en 1965, cuando comenzaron los
conflictos al interior de los partidos comunistas en torno a la disputa chino-soviética y a la
ruptura que propició en el PCC el surgimiento del PCC-ML. Es el periodo en que varios
grupos políticos cambiaron de posición sobre la estrategia revolucionaria de toma del poder.
El periodo finaliza en 1982, un año de repliegue del movimiento revolucionario debido a la
represión del Estatuto de Seguridad de Turbay y al decrecimiento de la actividad del
movimiento de masas como el estudiantil, campesino y del sindicalismo independiente.
Este periodo de estudio comprende la etapa de la historia en la que surge una izquierda
independiente tanto de los partidos tradicionales como del Partido Comunista, con un
imaginario político radical que se consideraba ―a las puertas de la revolución‖. Sin embargo,
debido a un conjunto de factores políticos, ideológicos y sociales, quedó dividida en un
conjunto de grupos que no pudieron superar su fragmentación. Esto repercutió en la
imposibilidad de convertirse en un proyecto nacional con permanencia en el tiempo, a pesar
del fervor revolucionario.
El trabajo enfatiza en el aporte político del maoísmo en el país, especialmente a los
movimientos populares y la corriente independiente del sindicalismo. Así, el maoísmo influyó
en dos sectores del movimiento obrero : el bancario y el estatal durante dos etapas claramente
identificadas: un período que va de 1960 a 1970, que implicó la estructuración de una
corriente gremial autónoma, con influencia de ideas revolucionarias que no estaba aún
93
MOLANO CAMARGO, Frank. El imaginario maoísta 1965-1982 como mentalidad revolucionaria en la
izquierda colombiana. Trabajo de grado Maestría en Historia. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia,
Facultad de Ciencias Humanas, 2004.
90
controlada por ninguna organización de izquierda. El segundo período 1970 hasta 1980,
cuando se inicia la disputa por el control social de grupos políticos de izquierda.
De manera general, uno de los aspectos positivos resalta los flujos de innovación y cambio en
la cultura política colombiana de estos años, particularmente bajo el imaginario de que el
sindicato debía ser la expresión de un ―nuevo poder‖ con valores, prácticas y un uso de
lenguaje nuevo y distintivo, opuesto al de sus adversarios.
Como se ha visto, este trabajo representa un importante aporte a la historia política y social del
país, en la medida en que rescata con bastante profundidad la importancia del maoísmo en sus
diferenciadas vertientes al movimiento popular, principalmente al sindicalismo independiente.
Es interesante la propuesta de una nueva periodización, el estudio de fuentes y una valoración
crítica frente a la actividad política de las organizaciones de esta tendencia de izquierda en el
periodo sin descalificar los aportes en la cultura política y organización social.
En ese mismo año en la Universidad Javeriana se presentó una tesis de la Facultad de Ciencias
Jurídicas de Francisco Hernández Valderrama (2004), “El sindicalismo en Colombia:
implicaciones sociales y políticas”,94
que pretende realizar un balance general de la historia
sindical colombiana para comprender los cambios desde principios del siglo XX hasta el
periodo de Álvaro Uribe Vélez.
El trabajo consta de 13 capítulos, en los cuales se tratan las características económicas,
sociales, jurídicas y políticas del siglo XX. En cuanto al sindicalismo durante el Frente
Nacional, destaca la transformación política ocurrida por la pérdida de influencia de la Iglesia
y los partidos tradicionales sobre el movimiento obrero, así como una mayor adquisición de
autonomía del mismo. Este periodo fue importante porque motivó uno de los máximos niveles
de afiliación sindical alcanzada en el país.
El aporte fundamental del libro reside en analizar distintas facetas del movimiento sindical y
sus transformaciones a nivel mundial y nacional en los últimos años. No obstante, la obra hace
énfasis en una la descripción y síntesis de otros aportes historiográficos lo cual la debilita al
no proporcionar una propuesta propia de explicación histórica o incluso de indagación de
nuevas fuentes y documentos que permitan ampliar el conocimiento sobre la problemática
abordada.
Sin embargo, los elementos de análisis proporcionan insumos importantes para entender la
situación y perspectivas del movimiento obrero colombiano en las últimas décadas, teniendo
en cuenta los cambios en la economía, las características de las normas laborales, la acción
94
Hernández Valderrama, Francisco. El sindicalismo en Colombia: implicaciones sociales y políticas. Facultad
de Ciencias Jurídicas. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá: 2004.
91
política sindical a nivel internacional y nacional, el papel del sindicalismo en el partido de
convergencia de izquierda Polo Democrático, lo que permite entender tanto las causas de la
crisis del sindicalismo como sus proyecciones.
Otra tesis que encontramos en el pregrado de Historia de la Universidad Industrial de
Santander, escrita por Ivonne Calderón (2008), es “Sindicalismo y obras sociales de la Acción
Social Católica en la ciudad de Pamplona 1956-1961”95
. Tiene como propósito conocer los
alcances de la Acción Social Católica en la ciudad de Pamplona, rescatando la propuesta de la
Iglesia en las organizaciones sociales, como parte de un proceso político de contención de la
influencia socialista y la secularización de la sociedad.
De esta manera, el trabajo describe el papel de la Iglesia en la organización de sindicatos
confesionales bajo la doctrina social de la Iglesia desde 1956 hasta 1961, momento en el cual
ocurre un cambio relacionado con la influencia de la Teología de la Liberación y las
propuestas de Camilo Torres. En el caso concreto de Pamplona, identifica la acción de la
Acción Social Católica desde 1945 sobre el Círculo de Obreros y Trabajadores de Bochalema,
la selección de Trabajadores Católicos, SETRAC, que organizó la Unión de Trabajadores de
Norte de Santander, UTRANORTE, hasta 1957.
En la explicación del desarrollo de esta influencia católica, la autora muestra los conflictos
sindicales interiores relacionados con la incidencia de la Iglesia en la expulsión de varios
dirigentes señalados de difundir ideologías comunistas o socialistas, o a quienes, simplemente
no respondieran a los estatutos.
Así, con el análisis del sindicalismo católico en Pamplona, la autora revela un rostro concreto
de la acción de la UTC y el papel de educación de los trabajadores a través de diferentes
medios informativos y simbólicos inmersos en la difusión de la doctrina católica. Sin
embargo, a pesar de que el trabajo brinda un ejemplo concreto de esta influencia y se
encuentra delimitado temporal y espacialmente, es bastante descriptivo y la influencia católica
se asume como un proceso lineal que no se conecta con los cambios políticos, económicos y
sociales del país, por lo cual, es más bien un análisis aislado del resto de procesos que vivía la
sociedad colombiana.
En la Universidad del Valle, se publicó un trabajo de grado en historia de Ivonne Maritza
Cáceres Villota, Voces de mujeres: configuración del sujeto político femenino a través de las
95
CALDERÓN RODRÍGUEZ, Ivonne Vanessa. Sindicalismo y obras sociales de la Acción Social Católica en la
ciudad de Pamplona 1956 - 1961. Trabajo de grado en Historia. Bucaramanga: Universidad Industrial de
Santander, Departamento de Historia, 2008.
92
historias de vida de 4 mujeres dirigentes sindicales en el departamento del Valle del Cauca.96
Este trabajo aborda la participación de las mujeres en las luchas sindicales del departamento
del Valle del Cauca en el contexto de diversas dinámicas políticas, sociales y culturales que
caracterizaron el periodo entre 1970 y 2005. A través de la historia oral y el análisis desde la
perspectiva de género se describe la trayectoria de cuatro mujeres sindicales y sus influencias
políticas respectivas: Luz Elena Bernal (Sutev – Yumbo); Elizabeth Calero (La Garantía –
Cali); Esperanza Delgado (Asonal Judicial – Cali); y Victoria Paz (Anthoc –Buenaventura).
La tesis principal sostiene que en los distintos contextos y escenarios sindicales, las cuatro
dirigentes sociales pudieron configurarse como sujetos políticos femeninos que realizaron
transformaciones en la esfera pública dinamizando procesos históricos, sociales y culturales
del departamento del Valle del Cauca. El aporte del trabajo en el primer capítulo es
fundamental porque hace una reconstrucción histórica de la participación de las mujeres en el
mundo de trabajo, la inclusión de las mujeres en el escenario político y sindical, así como las
barreras existentes, o techos de cristal.
La autora destaca los trabajos que se han realizado en Colombia sobre la inserción de las
mujeres en el mundo laboral en condiciones de desigualdad, con un estatus inferior al del
hombre evidenciado en menores salarios, recarga de la jornada laboral, y luchas al interior de
los sindicatos y del mismo espacio doméstico para posicionarse como lideresas obreras. La
fuerza laboral femenina desarrolló su identidad participando simultáneamente en dos
actividades de trabajo: la esfera de la producción y de la reproducción, e implicó un cambio en
las representaciones de género tradicionales al desarrollarse en un ámbito distinto del
reproductivo que además, les confirió a las trabajadoras una identidad libre de la
subordinación económica masculina.
La participación de las mujeres en la fuerza laboral no estuvo acompañada de cambios en la
esfera productiva ni en la división sexual del trabajo doméstico, lo cual condicionó las
actuaciones de las mujeres en otros campos. No obstante, una vez las mujeres se vincularon
al mundo laboral, se ampliaron los escenarios y se expandieron sus posibilidades de acción en
las organizaciones sindicales. A pesar de los techos de cristal y los pocos registros de la
participación de las mujeres en el sindicalismo, la evidencia de los cuatro casos seleccionados
revela que las mujeres se involucraron de forma activa en el dinámica sindical participando
también de una importante militancia política.
En ese sentido, el aporte fundamental del trabajo es mostrar a través de los testimonios cómo
se configuró el sujeto político femenino y las dinámicas organizativas de las trabajadoras en el
96
CÁCERES VILLOTA, Ivonne Maritza. Voces de mujeres: configuración del sujeto político femenino a través
de las historias de vida de 4 mujeres dirigentes sindicales en el departamento del Valle del Cauca. Trabajo de
grado en Historia. Cali: Universidad del Valle, Facultad de Humanidades, 2008.
93
Valle. El trabajo es importante porque es una de las primeras tesis que aborda la participación
de las mujeres en el sindicalismo y aporta casos de quienes desarrollaron su activismo en el
periodo del Frente Nacional.
Otra tesis de posgrado de Historia de la Universidad Nacional de Colombia es la escrita por
José Vidal Castaño (2012), “La Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC. 1935-
1976.”97
Pretende reconstruir la historia oficial de la CTC a partir de un análisis del proceso
de desarrollo de dicha central, destacando su papel en la construcción de la democracia
colombiana, los problemas institucionales de sus primeras etapas y las situaciones que
influyeron en el desarrollo de este sector del movimiento sindical.
Para explicar el desarrollo del movimiento sindical, el autor recoge las periodizaciones
propuestas por los estudiosos clásicos del tema, haciendo una síntesis de sus ideas principales.
Durante el periodo del Frente Nacional, hace énfasis en la reconstrucción y dificultades de la
CTC y el último periodo (1976-1986) explica la crisis y avances de dicha central en la
formación del a CUT como producto de las alianzas unitarias y los cambios económicos. El
enfoque central es proponer una historia oficial de la CTC basada en los propios documentos
de dicha organización y su discurso sobre su aporte en la sociedad colombiana.
La principal contribución del trabajo es revalorar el papel de dicha central en la historia social
y política del país, al tiempo que destaca la influencia del contexto internacional durante su
desarrollo y sus estrategias de sobrevivencia. El trabajo cubre un vacío historiográfico con
respecto a la historia institucional de la central sindical más antigua del país, sin embargo,
una de las críticas centrales al trabajo es la falta de crítica a los documentos consultados, lo
cual impide en ocasiones una lectura menos institucional de la historia de dicha confederación
obrera.
1.5 Conclusiones
El balance historiográfico presentado muestra que el estudio del movimiento obrero ha sido
importante para las ciencias sociales, la historia, la politología, la economía, la administración
de empresas, ingeniería industrial, filosofía, antropología, el derecho. Cada una de estas
disciplinas ha contribuido significativamente al conocimiento sobre la historia del movimiento
obrero en el país en el periodo 1960-2012. En ese sentido, se evidencia que diversos trabajos
de investigación y trabajos de grado se plantearon un problema similar de investigación al
97
VIDAL CASTAÑO, José. La Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC. 1935-1976. Trabajo de
grado Maestría en Historia. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias Humanas,
Departamento de Historia, 2012.
94
cuestionar explícita o implícitamente cuál había sido la relación entre el sindicalismo y la
política en el Frente Nacional o periodos anteriores.
Uno de los hallazgos principales muestra que el avance de las investigaciones ha ido de la
mano de la profesionalización de las ciencias sociales y de la historia. En el estudio de la
relación entre sindicalismo y política han hecho aportes fundamentales las publicaciones de
historia social, historia sociopolítica y la historia del derecho que ha permitido situar las
normas en el contexto de conflictividad social que les ha dado origen.
La clasificación de los distintos textos de historia sindical sigue siendo una tarea arriesgada y
compleja, pues hay varias publicaciones que simultáneamente abarcan la historia social, la
historia económica, la historia política, etc, las fronteras disciplinarias no son tan claras. En
todo caso, se encontró que la subjetividad para el análisis y valoración de las obras
historiográficas es amplia y diversa, tanto como analistas o científicos sociales pueden existir,
en ese sentido se comprueba que la ―neutralidad‖ no ha sido posible para abordar la clase
obrera.
En cuanto a los trabajos de grado se ha encontrado una importancia de los periodos para el
análisis de los paradigmas, corrientes interpretativas, enfoques e influencias teóricas que
guiaron los estudios. Los periodos en que se escribieron las obras son fundamentales para
entender qué temas se privilegiaron y cuáles debates académicos se estaban desarrollando a la
hora de entender las relaciones entre el sindicalismo y la política.
Puede destacarse a grandes rasgos que los trabajos escritos entre (1960-1979) abordan temas
relacionados con la intensa discusión política del papel de los sindicatos y los trabajadores en
la historia, sobre la conveniencia o no de su participación política directa. A su vez, visibilizan
el importante papel histórico de la Iglesia en el movimiento sindical y las prácticas
burocráticas de las centrales obreras tradicionales.
Por su parte, las tesis escritas entre (1980-1986) visibilizan temas relacionados con la
importancia de la participación política de los trabajadores, la búsqueda de organizaciones
sociales y/o políticas propias y diferenciadas de las confederaciones bipartidistas y presentan
críticas de fondo al propio régimen de democracia restringida del Frente Nacional. Algunos de
los trabajos defienden las tesis del sindicalismo más politizado de tendencia comunista o
independiente.
Finalmente, los trabajos escritos entre (1987-2012) establecen la importancia de los análisis de
caso para identificar las relaciones entre las organizaciones obreras y los partidos para
establecer las influencias en términos de la identidad de las organizaciones. El recorrido por
los enfoques teóricos muestra que la profesionalización de la historia ha hecho que los últimos
trabajos sean más rigurosos en el empleo de enfoques y la exploración de documentación oral,
escrita y visual diversa.
95
El balance corrobora la tesis de Archila (1994) que afirma que la historia del movimiento
obrero es una línea de investigación en proceso de consolidación, lo cierto es que es una línea
que muestra la diversidad de tendencias, corrientes y paradigmas de análisis. Frente al
pesimismo de (Melo, 2000) se puede constatar que actualmente los estudios históricos están
en un proceso de apertura y renovación, aún quedan muchos aspectos inexplorados o
desconocidos del pasado y la memoria de los trabajadores que cobran importancia para la
investigación histórica.
Indudablemente el principal aporte de este Capítulo es que proporcionó elementos para
comprender y contextualizar el periodo de estudio del Frente Nacional, en ese sentido, el
ejercicio de síntesis de cada uno de los trabajos seleccionados permitió identificar algunos
rasgos comunes para caracterizar las relaciones entre el sindicalismo y la política
respondiendo a la pregunta de investigación.
No es una tarea fácil encontrar los aportes principales de las 36 publicaciones (libros,
artículos) y los 28 trabajos de grado en especial para responder la pregunta planteada por la
tesis sobre: ¿Cuáles fueron las relaciones entre el sindicalismo y política en el Frente
Nacional?, pues cada uno de los documentos consultados por el Balances da luces sobre
alguna de las aristas de cómo se caracterizaron dichas relaciones. Asumiendo el riesgo de
generalizar, a continuación se destacan los principales aportes de contenido las obras aquí
analizadas:
Para comenzar destacando los elementos de contexto, se puede sintetizar los aporte generales
sobre el periodo de estudio. El Frente Nacional que comenzó desde (1958) y se extendió
formalmente hasta (1974) se puede caracterizar como un periodo donde los partidos políticos
tradicionales (liberal y conservador) establecieron un régimen de democracia restringida que
logró perpetuar el modelo de dominación que estaba en crisis, sin lograr erradicar la violencia
generada en el periodo precedente. Las transformaciones sociales, económicas y políticas
ocurridas durante el periodo, generaron el traslado de las luchas sociales del campo a la
ciudad.
Una de las características de estas las luchas sociales durante este periodo fue el protagonismo
de los trabajadores, quienes quedaron en el centro de la disputa política por diversos actores
de poder que pretendían orientar su ―que hacer‖ según sus distintas concepciones ideológicas.
En ese sentido los trabajadores y la organización sindical fueron un punto de debate para todos
los actores políticos del periodo.
El régimen del Frente Nacional buscó mantener la influencia bipartidista sobre el conjunto del
movimiento obrero fortaleciendo la alianza con las centrales obreras tradicionales CTC y
UTC, creadas en años anteriores bajo la activa participación del Partido Liberal (en el primer
caso); el Partido Conservador y la Iglesia (en el segundo caso). A través de este tipo de
organizaciones obreras, los Gobiernos y los partidos políticos tradicionales buscaron mantener
96
y extender su influencia en los trabajadores. Sin embargo, el proceso de dilución de las
fronteras ideológicas que de antaño diferenciaban estas centrales; el alineamiento conjunto en
el nuevo régimen, las prácticas burocráticas generalizadas y la pérdida progresiva de la
legitimidad y expectativas democráticas hacia el régimen del Frente Nacional contribuyeron a
generar una pérdida de control de éstas y del bipartidismo sobre el conjunto del movimiento
obrero.
Este proceso se evidenció en las tensiones aparecieron entre las mismas centrales, pero sobre
todo, al interior de ellas, entre sus Federaciones u organizaciones regionales y los comités
directivos. Los conflictos frente a coyunturas particulares se generaron alrededor de la
mediación o intervención en las negociaciones colectivas; las diferentes posturas frente al
apoyo o desacato de huelgas o Paros; las destituciones de algunos dirigentes obreros; y en
algunos casos, tuvieron su expresión más aguda en la expulsión de sindicatos o Federaciones
de dichas centrales. Dichas tensiones se identifican en medio de un auge importante de las
luchas obreras, principalmente de huelgas, un florecimiento de nuevas organizaciones
sindicales y la generación de nuevos líderes sindicales influenciados por ideas de izquierda..
En este punto, vale la pena aclarar que diversas investigaciones muestran cómo las ideas de
izquierda radical han constituido una parte muy importante de la identidad de la clase obrera
en distintos periodos históricos que anteceden al Frente Nacional. La novedad, es que en este
periodo debido al contexto social y político latinoamericano surge una diversidad de
organizaciones políticas y sociales que tienen un impacto bastante importante en distintos
sectores del movimiento de los trabajadores. Este impacto se puede rastrear solamente en
casos puntuales, regiones, sectores económicos o en conflictos específicos.
En todo caso, los distintos partidos y/o movimientos de izquierda creados o revitalizados en
este periodo comenzaron a influenciar de distintas maneras al movimiento de los trabajadores
radicalizando sus demandas, pero también generando un proceso de mayor autonomía del
movimiento obrero de las clases dominantes. Este proceso incidió en la pérdida de adscripción
de las organizaciones de los trabajadores a las centrales obreras tradicionales, el aumento de
las movilizaciones sociales, la presentación de nuevas demandas, e incluso, en algunos casos
el apoyo para la creación de propias expresiones políticas, que sin embargo, se vieron
limitadas por la estrechez de las reglas de juego del régimen bipartidista.
La búsqueda de una mayor autonomía del movimiento obrero comienza en el Frente Nacional
como un proceso en el cual, las organizaciones de los trabajadores luchan por desligarse del
control y la influencia de las clases dominantes, el bipartidismo, la Iglesia, los patronos, el
Gobierno, el Estado y los demás actores de poder. Lo cual, repercute en cambios significativos
en la organización de la estructura sindical del país, en la afiliación y/o desafiliación de las
centrales sindicales, el surgimiento del sindicalismo comunista confederado en la CSTC y más
adelante el sindicalismo independiente, entre otros. No obstante, este proceso tuvo sus límites
97
al no lograr sustraer del todo la injerencia de los actores de poder del movimiento de los
trabajadores ni transformar completamente la estructura del sindicalismo.
Como lo explican varios de los autores, la complejidad de esta característica, se expresa la
dualidad en que estaba inmerso el movimiento obrero: las organizaciones establecieron un
doble juego entre la sociedad y el Estado, es decir, en una tensión constante de un lado,
buscando independencia y autonomía; y por otro lado, restringido por las limitaciones de la
política institucional a través de los distintos mecanismos y/o estrategias de los actores de
poder para mantener el control, la regulación y la división dentro del movimiento sindical.
En suma, el periodo del Frente Nacional (1958-1974) muestra la estrecha relación y la
influencia mutua de las organizaciones políticas y el movimiento obrero. Estas relaciones se
pueden sintetizar en los siguientes ejes: las relaciones con los partidos políticos tradicionales,
el Estado, la Iglesia y las organizaciones políticas de izquierda.
El bipartidismo a través de las centrales obreras tradicionales activó un interés por influenciar
al movimiento obrero en ocasiones para mantener la legitimidad del régimen; conformar
clientelas políticas; obtener victorias electorales; o, contrarrestar influencias ideológicas de
izquierda. Para ello se valió, de distintos mecanismos de educación y formación de cuadros,
financiación de organizaciones, asesorías políticas o jurídicas, etc. No obstante, el papel más
importante de las centrales obreras tuvo que ver con su pretensión de intervenir en la
mediación de los conflictos laborales entre el Estado o los empresarios y los trabajadores,
disputándose el poder a través de las distintas federaciones regionales adscritas a las centrales.
Por su parte, el Estado se relacionó con el movimiento sindical de distintas maneras: de un
lado, a través de la regulación con el derecho laboral que definía aspectos como la legalidad o
ilegalidad de las organizaciones sindicales, las protestas, limitaba la participación electoral, el
derecho de sindicalización, etc. Las distintas regulaciones tenían un carácter dual: dieron
garantías para la actuación del sindicalismo pero también sirvieron para encuadrar y contener
la lucha reivindicativa. Cuando estos mecanismos no eran suficientes, los distintos Gobiernos
activaron la excepcionalidad a través de la figura del estado de sitio, que implicó el
tratamiento de los conflictos laborales como asuntos de orden público activando dispositivos
militares o policivos. En ese sentido, el Estado continuó recurriendo a la violencia para
responder al conflicto social.
La Iglesia se relacionó de distintas maneras con el movimiento de los trabajadores
principalmente a través de la UTC. Algunos de los trabajos de grado consultados y las
investigaciones citadas en el balance muestran la importancia de dicha influencia en varios
sectores sindicales, con la conformación de organizaciones sindicales específicas, etc. En el
Frente Nacional, la Iglesia actúo de la mano con los empresarios y las centrales obreras
tradicionales para contrarrestar la influencia ―comunista‖ entre los trabajadores, sin embargo,
el peso de los dirigentes eclesiásticos se fue deteriorando incluso dentro de las misma central
98
sindical. Las posturas más oficialistas de la Iglesia influenciaron al movimiento sindical al
propender por un sindicalismo anticomunista y más cooperador con los empresarios. Sin
embargo, las relaciones entre la Iglesia y el movimiento sindical no fueron lineales, sino más
bien cambiantes y diversas, extendiéndose más allá de la UTC.
Las organizaciones de izquierda política tuvieron una incidencia notable en el movimiento de
los trabajadores durante el Frente Nacional. La acción principal de estas organizaciones se dio
en medio de los conflictos laborales donde actores como asesores sindicales o dirigentes de las
organizaciones podían imprimir ciertas orientaciones al movimiento obrero. Cabe aclarar que
se detecta que esta influencia no fue constante, sino más bien, cambiante en todo el periodo, y
debe identificarse en medio de coyunturas de conflictos, actores y sectores obreros específicos
para no caer en el riesgo de hacer generalizaciones fuera del contexto.
En todo caso, la principal influencia de las organizaciones políticas fue dar proyección al
movimiento obrero más allá de las reivindicaciones materiales concretas, disputándose la
orientación de los conflictos laborales con las centrales tradicionales y generando en ocasiones
rupturas definitivas. Los límites de la influencia de las organizaciones de izquierda en el
movimiento obrero durante el Frente Nacional tienen que ver no sólo con las restringidas
reglas de juego que daban cabida sólo al bipartidismo, sino también con las barreras impuestas
por la Violencia que persistió en el periodo y se extendió más allá de él.
Como se muestra estos principales hallazgos en el contenido del trabajo fueron muy
importantes para comprender el periodo seleccionado para el estudio. Sin embargo, el
Capítulo contribuyó a afianzar el problema de investigación en la medida en que detectó que
era necesario seleccionar un estudio de caso que permitiera identificar de manera más
detallada las relaciones entre sindicalismo y política en un conflicto puntual.
Por lo tanto, se hacía necesario identificar un caso de análisis del movimiento obrero que
permitiera ir más allá de las generalizaciones encontradas. Lo que se pretendía entonces era
identificar un caso que permitiera hacer una contribución historiográfica y al mismo tiempo
responder la pregunta de investigación. Teniendo en cuenta los criterios de la microhistoria,
fue necesario bajar la escala de análisis para encontrar más detalles sobre la influencia de las
organizaciones políticas de izquierda en el movimiento obrero durante el Frente Nacional. Por
lo cual, se planteó la pregunta:¿Cómo se desarrollaron las relaciones entre el sindicalismo y la
política en medio de la conflictividad social en el Valle del Cauca entre 1959-1961?.
En particular bajar la escala de análisis permitía reconstruir el conflicto identificando cada una
de estas relaciones en su contexto regional y delimitar un subperiodo poco estudiado de
transición entre la Violencia bipartidista e inicios del Frente Nacional (1959-1961). En ese
sentido, el caso permitía subsanar uno de los vacíos historiográficos persistentes hasta hoy en
la historiografía obrera regional en esos años, lo cual se presentará en los capítulos
desarrollados a continuación.
99
Capítulo 2. La batalla de los trabajadores del azúcar
contra la cláusula de reserva, 1959
2.1 Introducción
Una vez realizada la primera etapa de la investigación, el balance historiográfico, se hallaron
tres rasgos característicos del estudio del sindicalismo que dieron lugar a la orientación de los
siguientes dos capítulos: en primer lugar, la importancia que ha adquirido en el último periodo
1987-2012 los estudios regionales sobre el movimiento obrero debido a los nuevos enfoques
como la microhistoria que han contribuido notablemente a llenar vacíos historiográficos sobre
sectores o acontecimientos específicos de la historia de los trabajadores, así como de nuevas
tendencias hacia el estudio de la formación de la clase obrera, su cultura e identidad.
En segundo lugar, se identificó que aún persiste un vacío historiográfico en la historia del
movimiento obrero en el periodo de la Violencia y los primeros años del Frente Nacional, y la
concentración de la mayoría de los estudios desde mediados de la década del 60 y 70. En
tercer lugar, la importancia de reconstruir los acontecimientos a partir del hallazgo de nuevas
fuentes como correspondencia y otros archivos que no habían sido explorados, así como de
fuentes orales, visuales y otras.
En la segunda etapa de la investigación de este trabajo de grado precisamente requería buscar
un caso que se ajustara al estudio regional, que a la luz de nuevas fuentes llenara algún vacío
historiográfico y permitiera aportar nuevas lecturas de la historia del movimiento obrero a
inicios del Frente Nacional, en particular de la relación entre el sindicalismo y la política.
Buscando un caso que cumpliera con estos requisitos llegué al estudio del movimiento de los
trabajadores del azúcar en 1959 en el Valle del Cauca.
Ahora bien, en el proceso, fue importante ubicar archivos que no habían sido explorados
hasta el momento, como el de la Asociación Nacional de Industriales –ANDI-. La idea era
poder reconstruir una historia desde abajo del movimiento obrero a partir de la voz de los
―otros‖, de quienes estaban en la otra orilla, de los patronos y los empresarios. El proceso de
consulta y organización de las fuentes esta resumido en el Anexo J.
Sin embargo, a continuación se hará un breve recuento del proceso: el acceso al archivo de la
ANDI me fue negado como primera instancia en la ciudad de Medellín, a pesar de la carta de
presentación realizada por la Universidad para el trabajo de grado. Así que recurrí a la
Biblioteca de la entidad, donde las funcionarias amablemente me permitieron indagar no sólo
las bases de datos sino los estantes con importantes publicaciones de los empresarios. A partir
de la búsqueda insistente de documentación sobre el movimiento de los trabajadores en el
Frente Nacional, encontré un tesoro, sin exagerar, una documentación desordenada, que iba a
100
ser dada de baja, y estaba en los últimos estantes, con valiosa información de las ―Cuestiones
Laborales‖ de las que se ocuparon los empresarios de distintas seccionales de la ANDI entre
1958-1961, la información estaba unida pero desordenada cronológicamente, por lo que fue
necesario hacer un extenso trabajo de clasificación y organización temática.
Entre estos documentos encontré que el mayor número de información: (2) grandes carpetas
de la correspondencia entre los distintos gerentes y empresarios de la Andi en el año 1959,
sobre la situación de los trabajadores en los ingenios azucareros del Valle del Cauca. Lo cual,
sugería que los acontecimientos ocurridos en ese año habían sido un asunto relevante no sólo
para los empresarios del dulce sino para toda la región vallecaucana y para el país.
Considero a modo personal, que estas carpetas estaban allí por alguna razón antes de ser
―dados de baja‖, para ser encontradas y leídas de manera que las voces de los principales
actores que participaron en estos conflictos pudieran ser escuchadas. Las carpetas contenían
información no sólo de la correspondencia entre los empresarios y gerentes de las seccionales
de Bogotá, Cali y Medellín, sino además, documentos de los trabajadores sindicalizados,
convenciones colectivas, boletines de los mismos trabajadores y sindicatos, informes sobre
convenciones colectivas, participantes en huelgas, negociaciones con autoridades públicas,
notas de prensa de algunos de los periódicos que reportaron los hechos, etc. Organizados en el
Anexo J.
Como la pretensión del trabajo era precisamente cotejar esta información y lograr hacer una
historia desde abajo, la manera de contrastar las versiones empresariales de los hechos fue
indagando en otras fuentes más cercanas a las voces de los trabajadores que permitieran tener
una aproximación más completa a lo sucedido a través de la sistematización rigurosa de los
datos proporcionados en los documentos, los cruces de fuentes y la crítica de las mismas.
Por eso, se seleccionó el periódico Voz de la Democracia, órgano del Partido Comunista que
exponía la versión no oficial de los conflictos laborales a través de la voz de los trabajadores,
especialmente aquellos cercanos a las tendencias comunistas agrupados en la Federación de
Trabajadores del Valle -Fedetav. Esta organización tuvo un importante papel entre los
sindicatos azucareros en el año 1959 coordinando el movimiento que logró la derogación de
la cláusula de reserva en el primer semestre del año y posteriormente motivando el Paro
Azucarero.
Una vez hechas estas explicaciones, el objetivo de presente capítulo es reconstruir la batalla
de los trabajadores del azúcar durante 1959, especialmente, la lucha por la derogación de la
cláusula de reserva y el plazo presuntivo del contrato de trabajo. La cláusula de reserva y el
plazo presuntivo del contrato de trabajo eran parte de las distintas disposiciones legales
consagradas en la legislación laboral vigente en la época que permitían a los patronos
despedir a los trabajadores con un simple preaviso o pago de indemnización. (Anexo D y E)
101
La aplicación frecuente de dicha cláusula promovía una situación de inestabilidad laboral en el
Valle, en particular entre los trabajadores azucareros, en la medida en que favorecía la
existencia de contratos de trabajo por un periodo corto (entre 3 a 6 meses), lo cual sugería una
alta rotación de personal en los ingenios y la evasión del pago de prestaciones sociales por
parte de los empresarios. La cláusula de reserva también era utilizada en la práctica, como un
mecanismo de control para desvincular trabajadores que estuvieran sindicalizados, enfermos o
incapacitados e incluso para amenazar a los trabajadores e incrementar su productividad.
El conflicto laboral que pedía la derogación de la cláusula de reserva movilizó a cientos de
trabajadores representados en 17 organizaciones sindicales de los ingenios azucareros y/o
paneleros del Valle como Riopaila, Manuelita, Central Castilla, Providencia, Pichichi, El
Arado, Mayagüez, Papayal, La Quinta, San Fernando, Bengala, La Cabaña, Oriente, Central
Tumaco, Meléndez, el Naranjo y el Porvenir98
. En el mapa presentado a continuación se
logran localizar las coordenadas de (15) de estos ingenios y la fábrica de textiles la Garantía
donde tiene lugar la lucha laboral principal (Anexo C).
Mapa Localización Ingenios Azucareros del Valle del Cauca 195999
.
98
ARANGO FRANCO, Patricia. Sindicalización, conflicto y asentamiento. La formación de la clase obrera
azucarera. Trabajo de grado en Sociología. Cali: Universidad del Valle, Departamento de Ciencias Sociales y
Económicas, 1987. p. 147. 99
Este mapa es de elaboración propia con base en las coordenadas encontradas de cada uno de los Ingenios, se
ilustra la ubicación de (15) de los involucrados en el conflicto laboral sumados a la fábrica de Textiles la
Garantía lugar donde fue bastante importante la disputa por la eliminación por la Cláusula de Reserva. Este
Mapa se amplía en el Anexo C del presente trabajo.
102
La mirada del capítulo está concentrada en describir cuáles fueron las razones de los
trabajadores para luchar por la derogación de esta cláusula y el contrato presuntivo de trabajo,
cuáles sectores participaron y en general todo el proceso de firma de las convenciones
colectivas que eliminaron esta práctica. En medio de esta narración se hace énfasis especial
en las relaciones entre el sindicalismo y la política: es decir, los actores del conflicto, las
posturas, las alianzas, las estrategias, las tensiones y conflictos que se generaron entre los
empresarios pero también entre los trabajadores por la dirección del movimiento.
El capítulo se estructura en las siguientes partes: en primer lugar, expone los antecedentes
sobre los estudios de los trabajadores azucareros en el Valle con una breve revisión
bibliográfica de libros sobre historia obrera, historia social y económica de la región, trabajos
de grado, principalmente de la Universidad del Valle, y artículos recientes disponibles en
línea. En segundo lugar, explica las razones de la selección del año de estudio (1959), el
contexto histórico y la importancia del año para la caracterización de las luchas de los
trabajadores.
En tercer lugar, se desarrolla el conflicto de la cláusula de reserva, para ello, explica desde el
punto de vista jurídico y social qué era la cláusula de reserva y el plazo presuntivo del contrato
de trabajo y por qué los trabajadores pedían su abolición. Seguidamente, expone algunos de
los conflictos generados por este tema en los ingenios azucareros del Valle, en especial las
huelgas en La Manuelita y Riopaila y en Textiles La Garantía; luego explica algunas luchas
similares en otros sectores económicos, incluso de otras regiones. Para completar lo anterior,
expone el uso de la cláusula de reserva en las empresas afiliadas a la ANDI y los argumentos
de los empresarios para oponerse a la eliminación de dicha cláusula. Se hace además un
estudio sobre las demás peticiones de los trabajadores en los pliegos de petición y
convenciones colectivas firmadas en cuanto a aumentos salariales, ingresos, prestaciones
sociales y seguridad social, condiciones laborales y derechos sindicales.
Esta parte se completa con una exposición de algunas de las valoraciones de los empresarios
sobre estas peticiones y su estrategia para enfrentar las demandas de los trabajadores. De igual
manera, presenta el dilema de la ANDI –donde estaban los empresarios azucareros- para
publicar sus opiniones sobre los conflictos; así como las reacciones del gremio y el Gobierno
con el fin de las huelgas de La Manuelita, Riopaila y Textiles La Garantía. Finalmente, se
hace un breve resumen de la iniciativa legislativa presentada para reformar la aplicación de
dicha cláusula en el Código Laboral y unas conclusiones de los aportes principales de este
movimiento.
2.2 Antecedentes sobre los estudios de los trabajadores azucareros en 1959
Para comenzar este capítulo era pertinente realizar un corto balance historiográfico sobre lo
que se había escrito de los trabajadores azucareros, particularmente sobre el tema de los
103
conflictos que tuvieron lugar en el año 1959, es decir, la batalla por la derogación de la
cláusula de reserva, el plazo presuntivo y el Gran Paro Azucarero cuyo epicentro fue Riopaila
pero vinculó los demás ingenios azucareros de la región. Para ello se realizó una revisión
bibliográfica en el siguiente orden: en primer lugar, en los libros seleccionados en el Capítulo
1 sobre la historia del movimiento obrero en Colombia que habían abordado este capítulo de
la historia de los trabajadores del azúcar.
En segundo lugar, se consultaron (3) libros clásicos sobre la historia social y económica del
Valle para buscar si se habían referido o no a los conflictos enunciados. En tercer lugar, se
revisaron algunos trabajos de grado principalmente en la Universidad del Valle sobre la
historia de los trabajadores del azúcar y finalmente, una revisión breve sobre artículos
recientes publicados en línea sobre el tema. De esta manera, siguiendo el orden de las
revisiones realizadas por tipo de texto: libros historia movimiento obrero; libros historia social
y económica del Valle; trabajos de grado sobre trabajadores azucareros y artículos disponibles
en línea, se presentará este breve balance sobre lo escrito hasta el momento del tema.
En la revisión bibliográfica que se realizó en el Capítulo 1, se encontró que algunas de las
investigaciones reconocen que uno de los temas que suscitaron los primeros conflictos
laborales del Frente Nacional fue la lucha por la derogatoria de la cláusula de reserva y el
plazo presuntivo del contrato de trabajo en 1959, en el cual, se destacaron los trabajadores
azucareros.
La investigación de Edgar Caicedo (1971) menciona que precisamente la derogatoria de la
cláusula de reserva en 1959 produjo huelgas como la de Frontino Gold Mines, Textiles La
Garantía, de Cali, con 1.300 obreros, la mayoría mujeres; Talleres Apolo y Tejicóndor, de
Medellín, donde paran dos mil trabajadores; Icollantas, de Bogotá, que duró 65 días, y otros
ceses de los trabajadores bancarios, los maestros y los empleados de telecomunicaciones100
.
Particularmente destaca la lucha sobresaliente de los trabajadores azucareros del Valle, en
especial de los 1.600 trabajadores de La Manuelita y los del Ingenio Riopaila, que separaron
su sindicato de la UTC y se atrevieron a presentar el primer pliego de peticiones de su historia
con ayuda de la Fedetav101
. En común, estas luchas se proponían derogar la cláusula del
Código Laboral que permitía a los patronos despedir a un trabajador con un simple preaviso.
Esta lucha defendía la estabilidad en el trabajo y pretendía contener los despidos masivos que
venían efectuando.
Autores como González (1975), Moncayo (1978) y Archila (2005), reconocen la importancia
del Gran Paro Azucarero de 1959, y lo mencionan en sus estudios, pero no precisan ni
profundizan en los detalles de los conflictos que tuvieron lugar ese año. Ello, es entendible, en
la medida en que el objetivo de sus investigaciones no era el de detenerse en estos aspectos.
100
CAICEDO, Op, cit p. 101. 101
Ibid., p. 102.
104
Es importante destacar que en el Balance Historiográfico del Capítulo 1 uno de los hallazgos
es encontrar que precisamente hay un vacío historiográfico en los conflictos obreros
desarrollados en los primeros años del Frente Nacional, y entre ellos, evidentemente se
identifica un vacío sobre el conflicto de la cláusula de reserva y el Paro azucarero de 1959
cuyo principal escenario fue el Valle del Cauca. No obstante, cabe resaltar cómo algunos
autores habían abordado algún aspecto de estos conflictos, lo cual se resumirá a continuación.
Entre los autores del balance historiográfico revisados, quien más indagó el tema de la historia
obrera del Valle es Ricardo Sánchez (2008)102
en su artículo, presenta las líneas gruesas del
desarrollo de la industria azucarera y el proceso social de proletarización, destacando las
huelgas obreras de 1959, y la de 1975-1976 con epicentro en el Ingenio Riopaila. El autor,
resalta la importancia de las huelgas dentro del conjunto de protestas laborales y sociales de
la región vallecaucana debido al impacto que tuvieron en la industria azucarera, la economía
nacional, la solidaridad de otros sectores proletarios, el fortalecimiento de las organizaciones
de trabajadores agrícolas, así como otras repercusiones políticas y controversias jurídicas
importantes para la historia obrera.
Sin embargo, el artículo enfatiza en la huelga de 1975-1976 teniendo como propósito mostrar
que el movimiento huelguístico de los trabajadores del azúcar en el Ingenio Riopaila, y por
extensión, de la agroindustria azucarera del Valle del Cauca, hizo parte de un proceso de auge
huelguístico nacional enmarcado en una etapa específica de desarrollo del capitalismo. Es
importante destacar que la huelga se considera un proceso, es decir, un recorrido histórico que
implica mostrar las tendencias de tipo económico, político, cultural que concurrieron en las
expresiones de protesta.
En ese sentido, destaca que uno de los antecedentes fundamentales fue la huelga de 1959, que
hizo parte de un proceso de luchas que sacudieron la sociedad señorial – burguesa del Valle,
recogiendo a su vez, la memoria, la tradición y la herencia de la gesta de la cultura radical
popular de las luchas antiesclavistas y libertarias de los rebeldes negros de la región.
En el Capítulo V Ricardo Sánchez (2009)103
, profundiza el estudio anterior, resaltando que las
luchas de clase expresadas en las huelgas azucareras no fueron uniformes sino tuvieron varios
rostros negros, mestizos, indios e incluso en ellas participaron familias enteras y mujeres. De
esta manera la clase adquiere su identidad ligada a los conceptos de etnia y género lo cual
proporciona una lectura mucho más amplia de la realidad de las huelgas. En el capítulo
explica cómo la constitución de haciendas señoriales azucareras y ganaderas del siglo XVIII
fueron fundamentales para entender la forma que adoptaron las relaciones capitalistas de
trabajo a destajo en las haciendas con ingenio del siglo XIX que se perpetuaron y
transformaron en el siglo XX en los ingenios.
102
SÁNCHEZ ÁNGEL, Ricardo. Las iras del azúcar: la huelga de 1976 en el Ingenio Riopaila. En: Historia
Crítica, enero – junio de 2008. No. 35. 103
SÁNCHEZ ÁNGEL, 2009 Op. Cit, Capítulo V.
105
De igual manera, explica la ventaja comparativa del departamento, en términos del suelo y el
clima, así como el proceso de industrialización basado en el azúcar durante los años 30 del
siglo XX que permitió la urbanización y la articulación de la región al mercado mundial,
especialmente a Estados Unidos. Los actores beneficiados en esta historia fueron las familias
terratenientes que acumularon un importante poder económico, social y político, entre ellos,
los Caicedo, dueños del ingenio Riopaila, y los Eder, dueños del Ingenio La Manuelita.
El autor también hace un recorrido rastreando las primeras organizaciones sindicales que
surgieron entre los 40 y 60: Riopaila, 1944; Manuelita y Providencia, 1945; Central Castilla,
1954; Meléndez, 1955; Papayal, 1956; La Cabaña, La Carmelita y El Naranjo, 1959; El
Porvenir, Pichichí y Tumaco, 1960; San Carlos, 1963; Bengala, 1969, y Cauca 1971-1972. El
surgimiento de estos sindicatos permite entender la configuración social del territorio, así
como la movilización de un proletariado azucarero a comienzos de los años 60 que
demandaba cada vez más independencia.
Puede decirse que con estas publicaciones el vacío historiográfico sobre las luchas de los
trabajadores del Valle comenzó a ser subsanado, así como algunos elementos de la huelga de
1959 y las luchas precedentes que son tenidos en cuenta en este capítulo porque
complementan significativamente la información encontrada a partir de otras fuentes
primarias de los archivos mencionados.
Por su parte, los libros sobre la historia del Valle y la industria azucarera explican distintos
procesos de desarrollo social de la región. De esta manera, libros clásicos como Bosquejo
económico y social del Valle del Cauca (1974)104
contienen importantes elementos
estadísticos de caracterización de la actividades económicas desarrolladas en la región, de los
sectores económicos y la mano de obra: el empleo y la remuneración, el proceso de
poblamiento del Valle y los censos de población entre 1951-1973, pero no aborda ni la
historia social ni los conflictos de los trabajadores del azúcar.
Caso similar ocurre con el libro de Jose María Rojas (1983) que hace parte de la obra
Sociedad y Economía en el Valle del Cauca 1860-1980105
, sobre la historia social y económica
del Valle en los últimos tres siglos que permite entender la configuración histórica de la región
azucarera, la expansión del cultivo de caña, la evolución de la hacienda azucarera en ingenio y
los cambios en la producción del azúcar por ingenio, así como la concentración y cambios en
la formas de tenencia de la tierra. Reconociendo los importantes aportes sociales de la obra
para el entendimiento de la historia regional y de la industria del azúcar, el estudio únicamente
resalta el papel de los empresarios en la formación del sector azucarero. Sin embargo, no se
104
GOBERNACIÓN DEL VALLE. Bosquejo Económico y Social del Valle del Cauca. Cali: Sociedad
Colombiana de Planificación/Sociedad Interamericana de Planeación/ Universidad del Valle, 1974. 105
ROJAS, José María. Sociedad y economía en el Valle del Cauca. Cali Universidad del Valle/ Banco Popular,
1983. 5 Volúmenes.
106
mencionan siquiera los conflictos sociales y laborales que tuvieron lugar, y su aporte en el
devenir histórico de la sociedad vallecaucana.
Por último, otro de los libros clásicos es el de Oscar Gerardo Ramos (1990) A la Conquista
del azúcar106
que muestra la historia empresarial del Ingenio Riopaila y Central Castilla a
partir de sus dueños y gerentes. La obra hace una contribución a este trabajo en la medida en
que muestra anécdotas sobre la conformación de los Ingenios y la asociación gremial del
sector azucarero –Asocaña-, así como la expansión azucarera en los años 60. De las obras
consultadas sobre historia regional, es la única que dedica una parte al estudio del Paro de
1959, resaltando la visión oficial de los empresarios sobre la ilegalidad del mismo y la
justificación de los hechos ocurridos. Este recorrido muestra la poca importancia que han
tenido los trabajadores en los estudios de historia social y regional del Valle.
En esta búsqueda bibliográfica se indagaron también, algunos trabajos de grado que se
refirieran a la historia de los trabajadores azucareros, para corroborar si se habían abordado o
no los temas referidos a la cláusula de reserva en la primera mitad del año y el Paro azucarero
de 1959. Al respecto, encontramos sólo una tesis de grado en la Universidad del Valle con un
importante aporte al respecto.
El trabajo destacado de sociología está escrito por Patricia Arango Franco (1987)
“Sindicalización, conflicto y asentamiento. La formación de la clase obrera azucarera.” 107
.
Tiene por objeto mostrar la forma y las condiciones del proceso de estabilización de la fuerza
de trabajo en el sector azucarero ligado a la conformación estructural de la clase obrera.
Para ello, hace un recorrido socio-histórico sobre las diferentes formas organizativas de la
clase, la manera como se fueron configurando las organizaciones sindicales del sector y la
incidencia de las políticas de vivienda en la estabilidad de los trabajadores. El principal aporte
de la autora es que intenta entender la historia del movimiento obrero en el Valle desde la
caída de Rojas Pinilla, la Junta Militar hasta inicios del Frente Nacional, permitiendo entender
los antecedentes del movimiento huelguístico de 1959 así como las influencias ideológicas
por parte de las Federaciones sindicales existentes en el sector.
Metodológicamente el trabajo se concentró en la consulta de fuentes primarias,
particularmente fuentes orales con entrevistas a varios trabajadores que participaron de los
conflictos. También incorpora fuentes escritas como revistas, periódicos y boletines de las
Federaciones sindicales y los boletines oficiales de Asocaña, principal órgano de los
empresarios del dulce. La autora hace un distanciamiento crítico de las fuentes indagadas y
aborda con profundidad dos aspectos centrales de la clase obrera azucarera en el Valle.
106
RAMOS GÓMEZ, Oscar Gerardo. A la Conquista del Azúcar. Cali: Ingenio Riopaila / Central Castilla, 1990. 107
ARANGO FRANCO, Patricia. Sindicalización, conflicto y asentamiento. La formación de la clase obrera
azucarera. Trabajo de grado en Sociología. Cali: Universidad del Valle, Departamento de Ciencias Sociales y
Económicas, 1987.
107
En el recorrido sociohistórico explica el proceso de formación de la clase obrera del azúcar en
el Valle, el conflicto por la cláusula de reserva y el contrato presuntivo, el Paro de 1959, la
organización gremial del movimiento obrero, el papel de las Federaciones y Confederaciones
Sindicales en la organización y las orientaciones políticas de los trabajadores, así como
algunas huelgas claves en la década del 60 y la reestructuración del movimiento sindical.
La autora identifica el Paro de 1959 como un punto de quiebre, como uno de los mayores
enfrentamientos entre los trabajadores y empresarios del Valle, que mostró en toda su crudeza
el conflicto de clases, y un acontecimiento que marcó el fin de una etapa beligerante
abanderada por Fedetav que abrió la puerta a la hegemonía del sindicalismo patronal en el
sector. Buena parte del trabajo se ocupa de la reconstrucción de este acontecimiento histórico
y los años posteriores, aun cuando este trabajo nos distanciamos de las conclusiones de la
autora sobre el impacto del Paro de 1959 como se expondrá más adelante.
Otros trabajos de grado consultados en la base de datos Universidad del Valle no abordan los
conflictos por la cláusula de reserva ni el Paro de 1959 sino otros aspectos de la historia de los
trabajadores azucareros. De esta manera, se encontraron trabajos con los siguientes temas: la
investigación de María Bonilla de Restrepo (1982)108
sobre los trabajadores contratistas de
caña en el Norte del Cauca, estudia sistemáticamente el sistema de contratación indirecta de
los trabajadores explicando su funcionamiento y las razones de su persistencia, a partir de
documentación jurídica y entrevistas realizadas a algunos trabajadores. Una de las
contribuciones historiográficas del trabajo es explicar la formación histórica de la
agroindustria azucarera y las primeras organizaciones de los trabajadores en la región
nortecaucana. Aunque la tesis explica los problemas de los trabajadores derivados del sistema
de contratación, no se detiene en las huelgas ni protestas obreras.
Otro de los trabajos de grado de licenciatura en ciencias sociales fue escrito por Milton
Marino Fernández y Gladys Méndez (2000)109
que recupera el proceso de creación y lucha de
la organización sindical del Ingenio Central Tumaco entre 1958-1963, haciendo énfasis en la
huelga que tuvo lugar este último año, debido a la violación de los derechos laborales y
sindicales de la empresa. Las fuentes utilizadas son orales, principalmente con entrevistas a
los trabajadores del Ingenio y documentos del sindicato y Fedetav. El trabajo permite llenar un
vacío historiográfico sobre el papel de los trabajadores en la historia de la empresa. Sin
embargo, se limita específicamente al conflicto laboral interno y descuidando los demás
conflictos que atravesaban los otros ingenios azucareros en el mismo periodo. En ese sentido,
108
BONILLA DE RESTREPO, María. Los Trabajadores de Contratistas de la Caña en la Región Nortecaucana.
Trabajo de grado Maestría en Ciencia Política. Bogotá: Universidad de los Andes, Departamento de Ciencia
Política, 1982. 109
FERNÁNDEZ SEPÚLVEDA, Milton Marino y MÉNDEZ LOZANO, Gladys. Huelga en el Ingenio Central
Tumaco Delgado Salcedo y Cia. Palmira 1958-1963. Trabajo de grado en Licenciatura en Ciencias Sociales.
Cali: Universidad del Valle, Facultad de Humanidades, 2000.
108
ni siquiera menciona la incidencia del Paro de 1959 en los conflictos y la organización de los
trabajadores del ingenio.
El análisis de otras grandes huelgas obreras en el sector de los trabajadores azucareros, con
excepciones de las investigaciones señaladas, también ha sido descuidado histórica y
socialmente. En los años recientes se han producido pocos trabajos tendientes al estudio de
paros, protestas y huelgas azucareras. Solamente se encontró un trabajo de Jhon Edier
Jaramillo Ferro (2011)110
sobre el Paro de los corteros de la caña de azúcar en 2008. El estudio
es importante porque reconstruye los acontecimientos que rodearon el Paro de 2008, sin
embargo, no incorpora antecedentes históricos en su análisis, centrándose más en la coyuntura
y el análisis de la acción colectiva para explicar el proceso de movilización de los corteros.
Otro de los estudios sobre este tema es el de Yolanda López Durango (2013)111
que hace
énfasis en los relatos de los corteros de caña y los industriales con relación al Paro de 2008.
Por último, recientemente Marlon Andrés Lasso Ortega (2015)112
escribió una tresis de grado
de sociología sobre las mujeres negras corteras de caña del municipio de Puerto Tejada Cauca
que describe y analiza las condiciones de desventaja social y laboral bajo las cuales se han
venido enganchando las mujeres en el oficio de caña de azúcar, en un contexto altamente
masculinizado e inestable. El aporte del trabajo es analizar cómo la identidad de género
diferencia las condiciones de trabajo de mujeres y hombres en el trabajo de corte de caña, en
ese sentido, es un aporte para la historia social reciente planteando el reto de indagar mayores
características sobre las desigualdades sociales y de género sobre el sector de las trabajadoras
corteras de caña en la región.
Otras tesis indudablemente han abordado diversos temas relacionados con los corteros de
caña, de esta manera en algunas universidades se encuentran trabajos sobre las condiciones de
los trabajadores del azúcar y el proceso de tecnificación del sector azucarero113
; las
posibilidades de organización del proletariado cañero114
; las condiciones contractuales115
, las
110
JARAMILLO FERRO, Jhon Edier. El Paro de los Corteros de la caña de azúcar 2008: un análisis desde la
perspectiva de la acción colectiva. Trabajo de grado Especialización en Estudios Políticos y Resolución de
Conflictos. Cali: Universidad del Valle, 2011. 111
LÓPEZ DURANGO, Yolanda. Análisis de los relatos del ―Valle del progreso‖ con relación al paro de los
corteros de caña del 2008. Trabajo de grado en Licenciatura en Literatura. Cali: Universidad del Valle, Facultad
de Humanidades, 2013. 112
LASSO ORTEGA, Marlon Andrés. ―Cortando caña como machos‖: Mujeres negras corteras de caña del
municipio de Puerto Tejada, Cauca. Trabajo de grado en Sociología. Cali: Universidad del Valle, Facultad de
Ciencias Sociales y Económicas, 2015. 113
GÓMEZ BARÓN, Walter Mauricio. El proceso técnico azucarero, el proletariado del azúcar, sus condiciones
de trabajo de vida. Trabajo de grado en Antropología. Bogotá: Universidad de los Andes, 1985. 114
GAITAN DE POMBO, María del Pilar. Condiciones de vida y posibilidades de organización del proletariado
cañero: un estudio de caso: los trabajadores del Ingenio Cauca. Trabajo de Grado en Ciencia Política. Bogotá:
Universidad de los Andes, 1979. 115
SIERRA, Lorena del Pilar. Influencia de las condiciones contractuales en el compromiso organizacional de
los corteros de caña. Trabajo de grado en Psicología. Buga: Universidad del Valle, Instituto de Psicología, 2011.
109
cooperativas de trabajo asociado116
y la tercerización de la mano de obra en los ingenios117
; la
accidentalidad, riesgos laborales y enfermedades de los corteros de caña118
; condiciones de
vida y trabajo del proletariado en ciertos municipios119
, o de los trabajadores de ciertos
ingenios120
, así como otros temas sobre la deuda social y ambiental del negocio de la caña y
demás aspectos de la evolución de la industria cañera121
.
Al respecto se destaca el estudio de Mario Pérez y Paula Álvarez122
, la investigación pone en
evidencia los enormes subsidios que rodean la agroindustria cañera, las precarias condiciones
laborales de los trabajadores vinculados a través de las Cooperativas de Trabajo Asociado
(CTA) y el enorme costo ambiental que esta actividad ha generado para la región en el uso
intensivo de recursos como el agua, el aire, la tierra y la biodiversidad. Finalmente se destaca
el estudio de Ricardo Aricapa123
, sobre las particularidades de la industria azucarera, la vida
de los corteros, el proceso de deslaboralización, el funcionamiento de las cooperativas de
trabajo asociado (CTA), la incidencia del paro en los ingenios y las cooperativas después del
Paro de 2008.
Como vemos, varios trabajos de grado y estudios han abordado el tema de las condiciones
laborales de los corteros de caña, así como los impactos ambientales del cultivo, la situación
económica e incluso aspectos culturales y sociales de la vida de los trabajadores.
Recientemente el Paro de 2008 ha ocupado un punto de análisis fundamental para mostrar las
difíciles condiciones de los trabajadores de la caña en la actualidad, sin embargo, con
excepción de la tesis de Patricia Arango (1987) y los artículos de Sánchez (2008 y 2009)
ninguno de los demás trabajos ha abordado los conflictos laborales o las huelgas de los
116
ÁLVAREZ MESA, Vicenta María y TORRES BENAVIDES, Vileidy Dayana. Impacto generado a partir de
la implementación de las Cooperativas de Trabajo Asociado, en las condiciones laborales de los corteros de caña
del Ingenio San Carlos S.A. Trabajo de grado en Trabajo Social, Cali: Universidad del Valle, Facultad de
Humanidades, 2012Tesis de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales y Económicas. Universidad del Valle,
Cali. 117
CABRERA MORENO, Jorge Andrés y OLAYA ROMERO, Yenny Lorena. Impacto económico y social de
la tercerización de la mano de obra de los corteros de caña que laboran en los ingenios azucareros del centro y
norte del Valle del Cauca Caso Ingenio San Carlos y Riopaila Castilla. Trabajo de Grado en Administración de
Empresas. Tuluá: Universidad del Valle, 2012 118
ZULUAGA MANTILLA, María Fernanda. Accidentalidad de los corteros de caña en un ingenio en el Valle
del Cauca. Trabajo de grado Ciencias de la Salud. Cali: Universidad del Valle, 2005. 119
GARCÍA RINCÓN, Andrea. Aproximación al concepto de globalización y su influencia en la vida de los
corteros de caña de azúcar, vinculados con el Ingenio Mayagüez del Municipio de Candelaria, Valle del Cauca.
Trabajo de grado en Trabajo Social. Cali: Universidad del Valle, Facultad de Humanidades, 2005. 120
GONZÁLES DE CHÁVEZ, Irnelda. Los corteros de caña en el municipio de Puerto Tejada. Trabajo de grado
en Licenciatura en Ciencias Sociales. Cali: Universidad del Valle, Facultad de Humanidades, 1996. 121
Pérez Rincón, Mario Alejandro; Álvarez Roa, Paula (2009). Deuda social y ambiental del negocio de la caña
de azúcar. Monografía. Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá. 122
PÉREZ RINCÓN, Mario Alejandro y ÁLVAREZ ROA, Paula. Deuda Social y Ambiental del Negocio de la
Caña de Azúcar en Colombia. Responsabilidad social empresarial y subsidios implícitos en la industria cañera.
Análisis del Contexto corteros –empresarios. Bogotá: Grupo Semillas/ Cooperación Suiza/ Sociedad Sueca para
la Protección de la Naturaleza/ Appleton Foundation, 2009 123
ARICAPA, Ricardo. Las Cooperativas de Trabajo Asociado en el sector azucarero. Flexibilización o
Salvajismo laboral. Medellín: Escuela Nacional Sindical. Documentos No. 58, 2006.
110
trabajadores del azúcar en 1959. Esto es fundamental porque hace parte de la memoria
histórica de los conflictos y las luchas de los trabajadores del azúcar desde el siglo pasado.
Esta misma situación se identifica al revisar algunos artículos escritos sobre la clase
trabajadora del dulce. Con excepción los artículos escritos por Ricardo Sánchez (2008 y
2009) y Nicolás Buenaventura (1969-1975) ha habido pocos referidos al estudio de huelgas,
paros, protestas y conflictos laborales en el Valle. En los años recientes, sólo se encontró un
artículo adicional en las revistas digitales de Juan Sebastián Marulanda Restrepo (2012)124
que
reconstruye el contexto laboral de los obreros de la agroindustria azucarera entre 1960-1980.
Aunque el artículo no hace un estudio de las huelgas, constituye un aporte importante para
entender las características del periodo que permitieron el crecimiento de la agroindustria
azucarera en los años sesenta, y las oportunidades laborales para los trabajadores del Valle y
regiones aledañas que migraron hacia las zonas de los cultivos de caña para trabajar en las
labores del campo principalmente.
El autor, cuantifica los obreros por tipo de actividad entre 1960-1974 y diferencia aquellos
trabajadores empleados en el cultivo, corte, alce y transporte de caña, así como los
trabajadores de la fábrica y labores administrativas, señalando el problema de homogeneizar
indebidamente los trabajadores del azúcar como corteros de caña.
Además, resalta las transformaciones de este tipo de industria, entre las que se cuentan la
introducción de nuevas tecnologías en el cultivo de caña, el incremento de la necesidad de
mano de obra, producto de la expansión de las zonas cultivadas y al aumento de la producción
debido a la apertura de mercados como Estados Unidos, cerrados al azúcar a causa de la
Revolución Cubana.
En cuanto a los demás artículos disponibles en línea sobre la industria de la caña y sus
conflictos, se encontró la publicación de diversos temas como la expansión cañera y los
conflictos derivados de las afectaciones sociales y ambientales de esta actividad125
; las
identidades de género y las sexualidades de los corteros de caña126
; las paradojas y la crisis de
la industria del azúcar en Colombia127
, entre otros temas referidos a la expansión de la caña
de azúcar pero no concentrados concretamente a la historia de los conflictos laborales de los
trabajadores azucareros.
124
MARULANDA RESTREPO, Juan Sebastián. Azúcar agridulce: trabajo y sindicatos en la agroindustria
azucarera colombiana 1960-1980. En: Revista Historia 2.0, Conocimiento Histórico en clave digital, enero –
junio, 2012. Vol. II, No 3. 125
URIBE CASTRO, Hernándo. Expansión cañera en el Valle del Cauca y Resistencias Comunitarias. En:
Revista Ambiente y Sociedad del Doctorado Interinstitucional en Ciencias Ambientales de la Universidad del
Valle, mayo 5 de 2014. No 4. 126
CASTAÑO LÓPEZ, Jairo Alexander. Las cooperativas de trabajo asociado en el sector azucarero. Trabajo de
grado en Sociología. Cali: Universidad del Valle, Facultad de Ciencias Sociales y Económicas, 2008. 127
RAFFO LÓPEZ, Leonardo. La paradoja del azúcar en Colombia. En: el Observador Regional, septiembre,
2009. No. 11. Centro de Investigaciones y Documentación Socioeconómica CIDSE, Universidad del Valle.
111
Es posible señalar cuatro características centrales de este balance en primer lugar, han sido
pocos los libros de historia del movimiento obrero que se han ocupado del capítulo de las
luchas de los trabajadores del Valle, en especial del significado de la huelga de 1959 y los
conflictos precedentes, con excepción de Ricardo Sánchez, apenas se mencionan estos
acontecimientos. En segundo lugar, los tres libros clásicos consultados de historia social y
económica del valle si bien otorgan importantes elementos para entender la historia regional,
se refieren a la historia de la agroindustria del azúcar desde los empresarios invisibilizando el
papel de los trabajadores en el proceso, mucho menos los conflictos laborales y/o sociales
generados en la industria de la caña.
En tercer lugar, encontramos aportes en la historia regional del movimiento obrero del Valle,
en especial de los trabajadores del azúcar en varios trabajos de grado, particularmente de la
Universidad del Valle que han abordado diversos temas relacionados con las características,
las condiciones de vida y problemas de los trabajadores azucareros. Sin embargo, pocos
trabajos se refieren como tal al estudio de las huelgas y protestas obreras, sólo (3) se remiten
al estudio de un Paro reciente (2008) sin antecedentes históricos y sólo (1) de los trabajos se
refiere estrictamente a la huelga de 1959 y sus antecedentes.
Uno de los aspectos a destacar de estos trabajos es la importancia de la utilización de fuentes
orales como entrevistas a los trabajadores, y fuentes escritas como documentos de las
organizaciones de los trabajadores y Asocaña. Sin embargo, sólo los trabajos de la década del
80 permiten una panorama general de la situación de los trabajadores azucareros de la región;
los trabajos escritos en las últimas décadas tienden demasiado a la microfocalización, por lo
cual, se refieren sólo a la situación de los trabajadores en un ingenio o en un municipio, lo
que, sin desconocer sus aportes, impide una mirada de contexto más general de lo que ocurre a
nivel regional en el sector azucarero.
Por último, encontramos sólo (2) artículos disponibles en línea sobre los trabajadores
azucareros, el resto de artículos se refieren a otros temas y conflictos derivados de la siembra
de la caña de azúcar, lo cual muestra la debilidad de producciones recientes sobre la historia
laboral de los trabajadores de la caña. Aunque es preciso reconocer que este trabajo tiene un
límite y sugiere indagar exhaustivamente en posteriores investigaciones, los artículos
producidos en revistas indexadas sobre la historia de los trabajadores del azúcar en Colombia
en los últimos años.
Los resultados del balance nos muestran la necesidad y la pertinencia de escribir este capítulo
de la historia de la clase obrera del Valle para llenar un vacío historiográfico existente sobre
los conflictos laborales y políticos de los trabajadores en el primer año (1959) del Frente
Nacional, un año decisivo para las transformaciones de las condiciones de vida y la
organización social y política de los trabajadores azucareros partiendo de la interpretación de
nuevas fuentes escritas como las encontradas en el archivo de la Andi que hasta el momento
no han sido consultadas.
112
2.3 ¿Por qué 1959?: Contexto histórico luchas obreras e importancia del año para
los trabajadores azucareros
La historia de la clase obrera en el Valle ha sido reconstruida parcialmente por algunos de los
libros y trabajos de grado mencionados anteriormente, no obstante, es pertinente afirmar que
es una historia en construcción y que este capítulo sólo arroja luces sobre un año importante
para la historia de esta clase obrera, particularmente en el sector azucarero. Ahora bien, era
pertinente contextualizar un antes y un después de 1959 para poder explicar por qué dicho año
fue un punto de quiebre en la historia regional y social.
El inicio del Frente Nacional no se puede entender sin los legados de la Violencia en el Valle,
como bien lo señaló Patricia Arango (1987), la violencia bipartidista desatada desde 1948, se
concentró en las zonas rurales de los municipios del centro y del norte del Valle, y el caso
urbano de algunos municipios como Tuluá, se convirtió en el centro de operaciones de los
pájaros, armados por el directorio conservador en complicidad con el gobierno departamental
y algunas autoridades militares y de policía.
Los métodos utilizados por los pájaros para presionar la venta de tierras pertenecientes a
pequeños y medianos campesinos incluyeron el boleteo, la extorsión y la amenaza, lo que tuvo
por consecuencia el desplazamiento del campesinado desarraigado hacia los centros urbanos,
zonas de colonización o haciendas empleadoras de fuerza de trabajo. Sin embargo, la
persecución política se dio hasta en los lugares de trabajo, donde hubo antecedentes incluso
de masacres de algunos trabajadores como el Ingenio La Carmelita128
.
En el Norte del Valle, la Violencia fue financiada por los propietarios de los Ingenios
Riopaila, Central Castilla como la familia Caicedo de tradición conservadora, financiaron a
los pájaros de la región con el objetivo de restringir cualquier asomo de resistencia entre los
trabajadores pero también, beneficiarse de la compra de tierras baratas para la expansión de
los cañaduzales. No obstante, la Violencia también involucró al otro bando liberal,
representado por el Ingenio Manuelita de propiedad de Harold Eder quien, utilizó algunas de
sus haciendas para financiar guerrillas liberales anticonservadoras, lo cual, lo llevaría a la
muerte el 20 de marzo de 1965129
.
Si bien hay mucho por profundizar sobre la influencia de la Violencia en el Valle, es clave
recordar que la mayoría de los terrenos adquiridos por los ingenios azucareros localizados
entre los municipios de Pradera, Palmira, El Cerrito y Zarzal fueron propiedades donde
predominaban los cultivos de maíz, café, yuca, plátano u otros. No es errado entonces afirmar
que la Violencia sirvió para ensanchar las propiedades de los ingenios azucareros y ello fue
128
ARANGO FRANCO. Op. Cit, Introducción. 129
Ibid., p. 95.
113
posible por la incorporación de grandes extensiones de tierra dedicadas al pastoreo y otros
cultivos, a la caña de azúcar.
En consecuencia, la expansión del cultivo de caña significó el deterioro de la economía
campesina de la región, y produjo un acelerado proceso de proletarización, pues el
campesinado se vio obligado a vender su fuerza de trabajo a las grandes empresas
cañicultoras, dado que su parcela se subdividió, vendió, alquiló, enajenó, expropió o se
arrendó a los ingenios. 130
Este proceso produjo dos fenómenos simultáneos un proceso de
proletarización que generó, según Bonilla (1982) dos categorías de trabajadores: los
proletarios conformados por campesinos sin tierra que no tenían más que su fuerza de trabajo
para la venta y buscaron trabajo en los cañaduzales migrando hacia los centros urbanos
cercanos. De otro lado, los semiproletarios que siguieron teniendo la condición de campesinos
con pequeñas parcelas en medio de los cañaduzales, que se vieron obligados progresivamente
a vender su fuerza de trabajo para complementar sus ingresos.
La fuerza de trabajo que entró a los ingenios en los años 50 provino del propio Valle del
Cauca de la zona del pacífico pero en los años sesenta continuó la migración de mano de obra
proveniente de los departamentos de Nariño, Cauca, Tolima y el Eje Cafetero atraída por el
―boom del azúcar‖ que continuaría en la década posterior. Esta mano de obra se ocupó
principalmente en labores agrícolas encargada de las actividades de siembra, corte y alce de la
caña, era por tanto, mano de obra no calificada pero pagada mejor que las demás actividades
agrícolas desarrolladas en la región131
.
En este proceso, los cambios económicos fueron fundamentales, pues la década del 50 fue
decisiva para la culminación de la diversificación empresarial y la configuración de la
moderna empresa agroindustrial de la caña, así como para el desarrolló una importante
modernización tecnológica, técnica y científica e inyección de capital que permitió el
surgimiento de nuevos ingenios azucareros, pero también, la expansión de otros que ya
estaban instalados en décadas anteriores.
A finales de la década, con la Revolución Cubana (1959) y el bloqueo económico a Cuba, la
demanda norteamericana por el azúcar se trasladó hacia otros países, como Colombia que con
las mejoras científicas, técnicas y tecnológicas mejoró su capacidad de exportación. La
bonanza económica en el sector continúo en la década del 60, propiciada tanto por la situación
económica internacional y nacional de incremento de la demanda del azúcar, como por las
diversas políticas económicas del Gobierno Nacional favorables al gremio azucarero132
.
130
BONILLA DE RESTREPO, Op. Cit, pp 24 y 41. 131
MARULANDA RESTREPO. Op. cit, p. 138. 132
BONILLA DE RESTREPO. Op. cit, p. 29-36.
114
Ahora bien, estos cambios económicos entre las décadas del 50 y 60 fueron importantes para
el desarrollo de la agroindustria del azúcar, pero también lo fueron los cambios políticos
operados a inicios del Frente Nacional. Con la caída del régimen de Gustavo Rojas Pinilla
(1957) y la apertura democrática parcial, temporalmente se formó una alianza entre las élites
políticas y los trabajadores. El nuevo ambiente de apertura del sistema político fue propicio
para el resurgimiento de las luchas obreras y el reavivamiento de conflictos que estuvieron
represados desde años atrás. Cabe decir, que sin embargo, en el Valle se mantuvo el estado de
sitio total, lo cual ayuda a explicar en parte, el tratamiento de los conflictos sociales como
asuntos de orden público.
La recuperación importante del movimiento sindical en el país entre 1958-1960 significó para
el movimiento obrero azucarero la reactivación de sindicatos anteriores y la creación de
nuevos sindicatos. La mayoría de organizaciones sindicales ayudadas por la Federación de
Trabajadores del Valle –Fedetav- comenzaron por primera vez en la historia a presentar
pliegos de peticiones conjuntos que más que aumentos salariales exigían la estabilidad laboral
que era un problema para los trabajadores azucareros por los cortos tiempos de vinculación y
la alta rotación en uno u otro trabajo.
“El auge de las luchas sindicales confirmaba que exigir cierta apertura del sistema era
sinónimo de justicia y que reivindicar los derechos laborales conculcados durante el
sangriento periodo era corroborar que en la práctica los nuevos planteamientos políticos
se ajustaban a la conquista de mejores condiciones para la reproducción de la fuerza de
trabajo.”133
Este proceso no había sido posible en las décadas precedentes, pues la Violencia había traído
consigo un silenciamiento forzoso del movimiento obrero, debido a las persecuciones políticas
y encarcelamientos de los trabajadores comunistas y liberales. Durante la Violencia, la UTC
en el Valle con apoyo de la Iglesia Católica decidió crear en 1948 una Federación – Utraval-
que en 1949 obtuvo la personería jurídica y buscó desprenderse del movimiento sindical
auspiciado por la CTC de orientación liberal y comunista. Dicha Federación bajo el amparo de
la doctrina social cristiana comenzó a expandirse con algunas de las organizaciones que
habían sido filiales de Fedetav.
Entre 1953-1956 recibió la migración más grande de sindicatos que habían pertenecido a
Fedetav como Cartón Colombia, Cementos del Valle, Eternit del Pacífico, Celanense
Colombiana y Departamento del Valle.134
Dicha migración se debía en parte a la presión de
los patronos de las distintas industrias que aceptaban negociar con Utraval pero no con
Fedetav. Además, esta federación defendió un discurso aparentemente desprovisto de
intereses políticos y con su actitud conciliadora logró el beneplácito de los empresarios.
133
ARANGO FRANCO. Op. Cit, p. 68. 134
Ibid., p. 73.
115
Para Arango (1987) el rápido crecimiento de Utraval entre 1949-1957 se explicó por varios
factores: el deterioro condiciones políticas que limitaron la libre expresión de las
confrontaciones de las organizaciones sindicales; la política desesperada y conflictiva que se
dio en el seno de la CTC como efecto del nuevo contexto que se cernía sobre la nación, la
legislación laboral regresiva que empezó a regir a partir de entonces, entre otras condiciones,
que permitieron que la organización prosperara en estos años. Sin embargo, desde 1957 -1959
Utraval entró en crisis por el desprestigio, particularmente por el apoyo oficial del régimen
militar a uno de sus dirigentes Tulio Cuevas y el claro favoritismo de sus dirigentes hacia los
empresarios.
De esta manera, a inicios del Frente Nacional (1959), se dio una nueva migración de las
afiliaciones de la mayoría de las juntas directivas de los sindicatos hacia Fedetav que
influenciada por el Partido Comunista impulsó el resurgimiento de la organización de los
trabajadores en el Valle, logrando consolidar buena parte de su influencia en los ingenios
azucareros. La disputa política por la orientación política del movimiento sindical del Valle
entre las Federaciones no fue uniforme y generó diversas tensiones entre las Centrales y sus
respectivas Federaciones (CTC- Fedetav y UTC-Utraval) incluso hubo momentos en que las
dos federaciones buscaron aliarse en favor de los trabajadores, como se demostrará a lo largo
de este capítulo.
En 1959, el ambiente político permitió que temporalmente tanto Fedetav como Utraval
comenzaran a buscar una mayor independencia política del bipartidismo y de los patronos,
reviviendo el movimiento de los trabajadores del Valle. Esto fue posible en parte, por la
influencia revolucionaria y el auge de las izquierdas radicales en el mundo y en el continente
latinoamericano. Como lo explica Sánchez (2008), los activistas políticos y sindicales no
fueron ajenos a este proceso de efervescencia revolucionaria, pues a pesar del atraso cultural
del entorno social de los ingenios y las poblaciones aledañas, las ideas de las izquierdas
radicales penetraron las demandas y reclamos de los trabajadores de la caña de azúcar, a
través del papel de los activistas políticos que dotaron de fuerza y proyección política los
reclamos y la inconformidad de los trabajadores.135
Teniendo en cuenta este breve recuento de las transformaciones políticas, sociales,
económicas que operaron en Colombia, y en especial en el Valle del Cauca puede afirmarse
que 1959 es un año de quiebre histórico, es un año en el que los conflictos laborales aún
estaban impregnados del legado de la Violencia, pero también se transforman adoptando
nuevas formas de radicalidad y proyección política debido a las influencias de las ideas de
izquierda y la Revolución Cubana como referente. Es un año que se ubica entre el umbral de
la Violencia y el nuevo régimen bipartidista pero también es un año a partir del cual se
135
SÁNCHEZ ÁNGEL, 2008. Op. Cit, p. 42.
116
generan nuevas conflictividades en medio de un despegue económico sin precedentes, de la
agroindustria del azúcar que se sostuvo en las dos décadas posteriores generando cambios en
la geográficos, en el uso del suelo y la composición demográfica y cultural del territorio.
En 1959 los sindicatos comenzaron a reavivarse y presentar pliegos de peticiones que
culminarían en la firma de convenciones colectivas, que por primera vez en el sector lograron
la estabilidad laboral, el aumento salarial y la incorporación de prestaciones sociales, algunas
de las cuales, no existían en la Ley, con el fortalecimiento y apoyo de las Federaciones
regionales. Sin embargo, también es un año de fortalecimiento de las organizaciones
gremiales, pues la bonanza económica permitió que los industriales azucarero más allá de sus
diferencias políticas históricas se aglutinaran alrededor de Asocaña, creada en 1959, con una
fuerte participación en la Asociación Nacional de Industriales comenzando a incidir
fuertemente en la política nacional.
Todos estos cambios permiten entender por qué 1959 fue un año crucial para la historia
sociopolítica del Valle del Cauca y del país. Este año de transición muestra con todas las
contradicciones y complejidades el carácter de los conflictos laborales que se desarrollaron y
se analizaran en este capítulo, y el siguiente, así como características de las relaciones
políticas y sociales que se tejieron entre los distintos actores que participaron en esta historia.
2.4 Desarrollo del conflicto
El conflicto por la cláusula de reserva se desarrolló a partir de la presentación simultánea de
pliegos de petición en varios ingenios azucareros (17), e involucró algunas huelgas localizadas
en ingenios como Riopaila, La Manuelita y Central Castilla. (Ver Anexo C: Mapa del
Conflicto). En este apartado se incluye el ingenio Pajonales –Central Tolima, porque a pesar
de que su ubicación está en Ambalema, Tolima, la información sobre lo ocurrido estaba en el
archivo de la Andi, así como el conflicto desarrollado en la fábrica de textiles La Garantía de
Cali bastante mencionado en la documentación encontrada y en donde también el conflicto
por la cláusula de reserva fue importante. Era imposible separar la información encontrada de
Pajonales y La Garantía porque estaba mezclada con la información del resto de ingenios del
Valle del Cauca.
El movimiento que se gestó principalmente en el primer semestre del año, involucró más de
12 mil trabajadores de los ingenios, especialmente, corteros de caña y 17 ingenios azucareros
que negociaron pliegos de peticiones en el año, sin contar con las haciendas donde también se
tramitaron pliegos. Algunos de los ingenios más mencionados donde se desarrolló parte del
conflicto fueron identificados geográficamente en el Anexo C: mapa del conflicto.
117
En este apartado se privilegia la información disponible en los archivos de la Andi sobre lo
sucedido en Riopaila, Central Castilla, La Manuelita, Mayagüez, Pichichi, Papayal, el Arado y
Central Tumaco, sobre algunos de estos ingenios se obtuvo información del texto completo de
las Convenciones Colectivas firmadas o algunos aspectos de éstas, por lo tanto, este apartado
realiza una aproximación a la situación de los trabajadores con base en esta información
disponible. (Anexo F).
2.4.1 ¿Qué era la cláusula de reserva y el plazo presuntivo de trabajo?
El conflicto de los ingenios azucareros en el Valle del Cauca comenzó el 12 de marzo de 1959
con unas declaraciones que hizo el Presidente de la República, Alberto Lleras, en favor de la
supresión de la cláusula de reserva. La publicación de la noticia se reprodujo en un Boletín de
la ANDI, cuyo Presidente expresaba las dificultades que estaba creando la implementación de
dicha cláusula en las relaciones de trabajo, impidiendo la suscripción de acuerdos entre
empresarios y trabajadores en materia de salarios y otras prestaciones económicas.
La cláusula de reserva tenía que ver con la facultad que tenía el patrono para finalizar los
contratos indefinidos de trabajo con tan sólo un preaviso o el pago de una indemnización al
trabajador. Los trabajadores pedían eliminarla y no aplicar el plazo presuntivo, que limitaba
por un periodo de pocos meses el vínculo laboral, en la práctica la duración de los contratos
oscilaba entre (3) y (6) meses. En la legislación, aquellos contratos de duración indeterminada
podían tener una terminación fijada en un tiempo de 6 meses, con prórrogas que podrían ser
indefinidas por el mismo periodo (Cuadro 2-1).
La cláusula de reserva y el plazo presuntivo tenían unos antecedentes normativos previos al
Código Sustantivo de Trabajo. Sin embargo, fue este Código el que resumió la legislación más
importante expedida durante estos años y desarrollada en medio del estado de sitio136
que
luego fue normalizada o incorporada de manera permanente al orden jurídico a través de leyes
o decretos. (Anexo D)
El Código Sustantivo de Trabajo expedido en 1951 estaba contenido por los Decretos Leyes
2663, 3743 de 1950 y 905 de 1951. Constaba de tres partes: la primera estipulaba los derechos
y obligaciones individuales de los trabajadores y patronos. La segunda comprendía las normas
relativas a la parte colectiva del derecho laboral. Finalmente, aparecían las normas sobre
vigilancia y control.137
136
Colombia. Ministerio del Trabajo. Código Sustantivo del Trabajo. (7, junio, 1951). Diario Oficial. Bogotá,
D.C., 1951, No 27.622. El Código fue declarado por el Presidente en medio del estado de sitio vigente desde
1949. 137
RODRIGUEZ, Fabio. Elementos de derecho laboral. Su estudio en el movimiento obrero. Bogotá: CEIS,
1981 p.122.
118
Durante el periodo estudiado, la cláusula de reserva fue modificada en 1954 por un decreto
extraordinario que fijó la facultad del empresario dar por terminado el contrato de trabajo en
cualquier momento, con 45 días de preaviso o pagando la indemnización equivalente138
.
(Anexo E). El resumen de las disposiciones normativas vigentes entre 1954-1961 se muestra
en el siguiente Cuadro.
Cuadro 2-1 Disposiciones Código Sustantivo de Trabajo sobre cláusula de reserva, plazo
presuntivo y prórroga de los contratos
Disposiciones Código Sustantivo de Trabajo vigentes en 1959 Cláusula de reserva
139 Plazo presuntivo
140 Prórroga de los contratos
141
Artículo 48.
“En los contratos de duración
indeterminada o sin fijación de
término, las partes pueden
reservarse la facultad de darlos
por terminados en cualquier
tiempo, mediante preaviso o
desahucio notificado por escrito a
la otra parte con un término no
inferior a cuarenta y cinco (45)
días, previa cancelación de todas
las deudas, prestaciones e
indemnizaciones a que haya
lugar. El patrono puede
prescindir del preaviso pagando
los salarios correspondientes a
cuarenta y cinco (45) días. La
reserva de que se trata sólo es
válida cuando se consigne por
escrito en el contrato de trabajo.”
Artículo 47:
“Los contratos cuya duración no
haya sido expresamente
estipulada o no resulte de la
naturaleza de la obra o servicio
que debe ejecutarse, se presumen
celebrados por términos sucesivos
de seis (6) en seis (6) meses”.
Artículo 49:
“Salvo estipulación en contrario,
el contrato celebrado por tiempo
indefinido o sin fijación de
término alguno, se entiende
prorrogado en las mismas
condiciones, por periodos iguales,
es decir, de seis (6) en seis (6)
meses, por el sólo hecho de
continuar el trabajador prestando
sus servicios al patrono con su
consentimiento expreso o tácito
después de la expiración del plazo
presuntivo. La prórroga o plazo
fijo del contrato celebrado por
tiempo determinado debe constar
por escrito; pero si extinguido el
plazo inicialmente estipulado, el
trabajador continuare prestando
sus servicios al patrono, con su
consentimiento, expreso o tácito,
el contrato vencido se considera,
por ese sólo hecho, prorrogado
por periodos de seis (6) en seis (6)
meses.”
Para los trabajadores resultaban cuestionables estas normas, en especial en la medida en que el
Decreto Extraordinario 616 de 1954 del Ministerio de Gobierno había modificado la cláusula
de reserva. Consideraban que dicha cláusula era ilegítima en la medida en que su origen había
138
Colombia. Ministerio de Gobierno. Decreto Extraordinario 616. (26, febrero, 1954). Por el cual se modifican
los Códigos Sustantivo y Procesal del Trabajo. Diario Oficial. Bogotá, D.C., 1954, No 28.424. 139
El texto original del Código Sustantivo del Trabajo de 1951 fue modificado por el Decreto Extraordinario 616
de 1954 del Ministerio de Gobierno publicado en diario oficial No 28.424, del 5 de marzo de 1954. Las
modificaciones laborales realizadas en virtud el estado de sitio se normalizaron con la expedición de la Ley 141
de 1961. (ANEXO D). 140
Colombia. Ministerio del Trabajo. Código Sustantivo del Trabajo (1951). 141
Ibid.
119
sido en un estado de excepción: el estado de sitio, al igual que el Código Sustantivo de
Trabajo.
Entre los argumentos contra la cláusula, señalaban que ésta violaba la estabilidad del personal,
dado que los contratos se realizaban a pocos meses y sin ninguna seguridad de continuidad.
En segundo lugar, consideraban que los patronos utilizaban dicha cláusula para no renovar la
contratación de trabajadores con algún tipo de enfermedad y les permitía ahorrarse los costos
derivados de la contratación a largo plazo. En tercer lugar, la utilizaban como mecanismo de
intimidación para quienes estaban sindicalizados:
“Los patronos usaban esta cláusula para mantenerlos amenazados, limitando sus
posibilidades de reclamación (…) particularmente para aquellos que estaban
sindicalizados; además, les servía a los empresarios para saltarse la responsabilidad de
pagar prestaciones como la jubilación que implicaban permanencias prolongadas en el
trabajo”.142
Pero como se cita, no sólo la cláusula se utilizaba para limitar el tiempo de los contratos, sino
también, como un mecanismo de control social para despedir a los dirigentes sindicales y
obreros que entraran en contradicción con los patronos. Por eso, la lucha contra ésta era un
paso para garantizar el derecho a la estabilidad y defender la organización colectiva y la
autonomía de los trabajadores sindicalizados.143
Por estas razones, los trabajadores exigían “la
derogatoria total de este engendro reaccionario que tan eficaz les ha sido en su lucha contra
la organización y unidad de la clase obrera colombiana.”144
La lectura de la ANDI frente a la cláusula de reserva era distinta. Los empresarios aseguraban
que la cláusula de reserva había sido una concesión a los trabajadores del entonces Ministro de
Trabajo, Caicedo Ayerbe, en el gobierno del General Rojas Pinilla, con el propósito de que en
adelante no fueran despedidos sin una nueva indemnización distinta de la cesantía145
. Sin
embargo, como se puede contrastar en el resumen de la normatividad laboral de la época, no
puede atribuirse la creación de la cláusula de reserva al régimen militar, pues ésta ya estaba
contenida en el Código Sustantivo de Trabajo del año 1951 (Anexo D).
En realidad, los empresarios desde mucho antes habían incidido en la legislación laboral y
para ellos la utilización de la cláusula de reserva era el derecho indiscutible de elegir a sus
propios trabajadores dentro de los principios de la libre empresa. Bajo estos razonamientos, la
142
La lucha de la clase obrera contra la cláusula de reserva. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 5, junio, 1959. 143
Ibid. 144
La lucha contra la cláusula de reserva. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá.
27, junio, 1959. 145
Telegrama interno Andi No. 241 del Dr, Reyes, Andi Bucaramanga, Posición de la Andi ante conflictos
sociales y cláusula de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bucaramanga, mayo 8 de 1959.
120
solución para dar por finalizado el contrato de trabajo consistía en garantizarle al despedido
una indemnización adecuada.
El debate se agudizó una vez el presidente Alberto Lleras reconoció la inconveniencia de la
cláusula de reserva, cuando declaró en un comunicado:
“Los abusos que se han cometido desde la vigencia de esta disposición han creado una
considerable resistencia entre los trabajadores, y así, las dos grandes Confederaciones
Sindicales existentes en Colombia, sus Federaciones filiales, los sindicatos, sus
asesores y las personas versadas en la materia, incluyendo destacados miembros del
Congreso, han venido solicitando la modificación de esta cláusula o, al menos, su
aclaración en el sentido de que no ponga en peligro a la organización sindical ni
comprometa el derecho a la estabilidad en el trabajo.(…)
El empleo de la cláusula de reserva para evitar controversias y eludir los
procedimientos destinados a dar estabilidad al personal, no es, pues, necesario y su
utilización para eliminar al personal que presenta reclamaciones, o por razón de sus
actividades sindicales es un serio peligro para las organizaciones de trabajadores. (…)
El criterio del Gobierno de que la cláusula de reserva no puede mantenerse como un
derecho y sin limitaciones, ni puede estar por encima de todos los demás derechos de
los trabajadores consagrados en la Constitución y en las Leyes, será llevado a
consideración del Congreso en el momento de discutirse el Código. Pero mientras
tanto, el Gobierno verían con sincera complacencia que los patronos aceptaran las
limitaciones contractuales que aclaren el sentido de la cláusula de reserva”146
.
Esta declaración en el primer semestre de 1959 fue el motivo, entre otros factores, para que se
activaran protestas obreras a favor de la eliminación de dicha cláusula, particularmente en los
ingenios azucareros, donde las formas de contratación sin definir el tiempo y la alta movilidad
del trabajo eran bastante frecuentes. Una publicación del periódico Voz de junio de 1959
explicaba que la demanda por la supresión de dicha cláusula era un punto en común tanto en
las huelgas como en los pliegos de petición presentados por los trabajadores de otros sectores
económicos147
.
146
Boletín Andi No. 1009. Declaración oficial sobre cláusula de reserva. Medellín, marzo 14 de 1959. 147
Voz, (5, junio, 1959) Op, cit.
121
2.4.2 Conflictos por la eliminación de la cláusula de reserva
Uno de los primeros conflictos puede rastrearse en el Ingenio Mayagüez, perteneciente a Don
Nicanor Hurtado y a los Hermanos Holguín Hurtado148
, que suscribió una convención
colectiva en la cual se pactaron ajustes apreciables de salarios y prestaciones extralegales e
incluyeron por primera vez la abolición de la cláusula de reserva, así como la ampliación del
plazo presuntivo a un año. La Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar
publicó los puntos de dicha Convención cuya síntesis está en el Cuadro 2-2. 149
Cuadro 2-2 Síntesis puntos principales Convención Colectiva Ingenio Mayagüez, 1959
Convención Colectiva Ingenio Mayagüez, 16 de marzo de 1959- Art 1. Aumento Salarial. A partir del
23 de marzo se aumentarían los salarios
de la siguiente manera:
a) 25% para los salarios hasta de $7,99
b) 15% para los salarios hasta $11,9
c) 10% para los salarios hasta $12
d) Remuneración de $2.32% para los corteros de caña de azúcar por cada
tonelada.
e) Remuneración de $1.16 para los alzadores de caña por cada tonelada.
Parágrafo 1. Se determinó un salario básico mínimo de $7,50 pesos para todos los
trabajadores que laboraran por administración o a salario fijo.
Parágrafo 2. Establecía que los aumentos contemplados podían elevarse a Ley
2. Auxilio por maternidad La empresa reconoció el pago de una suma de $100 por cada hijo legítimo o
natural que le naciera al trabajador.
3. Seguros sociales La empresa reconoció un porcentaje de cada salario para pagar una incapacidad al
trabajador dependiendo del número de días.
4. Permisos remunerados La empresa reconoció y pagó permisos remunerados a tres de los trabajadores
pertenecientes al sindicato que tuvieran que asistir a Congresos Sindicales dentro
del departamento.
5. Auxilio por muerte. La empresa reconoce un auxilio de muerte para los familiares del trabajador por
un valor de $100.
6. Zapatos y Overoles. La empresa reconoce zapatos y overoles para todos los trabajadores que tengan un
salario de hasta $300.
7. Servicios. La empresa se comprometió a dotar de servicios sanitarios y adecuados para el
suministro de agua potable.
8. Contratos La empresa suprime la denominada cláusula de reserva en todos sus contratos de
trabajo.
9. Suministro elementos trabajo. La empresa se compromete a suministrar herramientas de trabajo a todos los
trabajadores para el desempeño de sus labores.
10. Comisión permanente de
reclamos.
Constituyen una comisión especial integrada por un representante de la empresa y
un representante de FEDETAV para estudiar y decidir los problemas que a su
consideración sometan el sindicato o la empresa.
11. Normas sobre personal El sindicato autorizó a la empresa para que ésta pueda deducir hasta un día de
salario a todo trabajador que ropa en forma unilateral o ingustable el respectivo
contrato.
148
Telegrama interno Andi No. 283 del Dr Velasco, sobre la declaración del Paro de solidaridad del Ingenio
Providencia, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 6 de 1959. 149
Boletín No. 4 Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. ―Convención Laboral Ingenio
Mayagüez‖. Cali, marzo 23 de 1959.
122
Los puntos más problemáticos de la Convención eran el referente al salario (punto 1) y los
contratos (punto 8). El último ―modificaba sustancialmente el estatuto laboral vigente‖ porque
eliminaba la cláusula de reserva. Además, consideraban inconveniente el establecimiento de
comisiones paritarias obrero-patronales (punto 10) para decidir los despidos de los
trabajadores, lo cual era perjudicial para las empresas150
, dado que provocarían que ―el obrero
sólo cumpliera cuando le conviniera.‖ Y les quitaban autonomía a los empresarios para decidir
la finalización del contrato de trabajo. 151
Este conflicto fue sin duda el punto de partida para que los sindicatos de Riopaila, Castilla y la
Manuelita resolvieran presentar pliegos de peticiones en ese sentido152
. Hubo además una
cascada de aumentos salariales en ingenios como Tumaco y el ingenio Central del Tolima o
Pajonales.153
(Anexo F).
Los logros obtenidos en las convenciones colectivas no podían ser vistos simplemente como
concesiones patronales, pues en su mayor parte, las convenciones estuvieron precedidas de
huelgas o paros de varios días. Tomando el ejemplo del Ingenio Pajonales, se evidencia una
huelga que comenzaron los trabajadores el 6 de marzo de ese año y duró 15 días.
En este conflicto, los empresarios intentaron detener la oleada de peticiones pactando con la
Utraval154
convenciones colectivas que no tocaron la cláusula de reserva (Anexo F). En el
marco de esta estrategia, uno de los conflictos sucedió en el Ingenio Meléndez, donde Utraval
pactó una convención de cinco años con los empresarios, a espaldas del sindicato de base.155
150
Telegrama interno Andi No. 71 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, Problema generado por la
Convención Colectiva del Ingenio Mayagüez, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, marzo 17 de
1959. 151
Telegrama interno Andi No. 74 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Cláusula de reserva y
agitación social en la industria vallecaucana, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi Cali, marzo 18 de
1959. 152
Telegrama interno Andi No. 70 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, Informe pliegos de peticiones
que piden eliminación cláusula de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, marzo 17 de
1959. 153
Boletín No. 5 Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. Convención Laboral del Ingenio
Central Tolima, Pajonales. Cali, marzo 26 de 1959. 154
Utraval o Unión de Trabajadores del Valle era un sindicato gremial fundado en 1949, con afiliación a la UTC,
Unión de Trabajadores de Colombia. En 1967, contaba con 146 sindicatos afiliados a empresas industriales y de
comercio que abarcaban 47.000 trabajadores. Ver: CENTRO COLOMBIANO DE INVESTIGACIONES
MARXISTAS. Las tomas de fábricas, 1967. 155
La Traición de Utraval. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 4, abril,
1959.
123
2.4.3 Huelgas en Riopaila y La Manuelita
Uno de los conflictos más significativos sucedió en el Ingenio Riopaila156
, en la asamblea
sindical de abril de 1959. Aproximadamente 1.200 trabajadores votaron a favor de la
desafiliación del sindicato de Utraval y su afiliación a la Federación de Trabajadores del
Valle, Fedetav157
, filial de la CTC158
. Estas diferencias políticas reflejaban las tensiones que
tenían lugar en la dirección del movimiento sindical, pues Fedetav defendía de manera más
contundente la necesidad de luchar contra la cláusula de reserva e incluso defendía la huelga
para obtener conquistas más radicales para el movimiento obrero. Utraval, por el contrario,
defendía la petición de más prestaciones sociales como auxilios para los trabajadores a través
de la negociación colectiva, no defendía tanto la huelga ni la eliminación de la cláusula como
Fedetav159
.
De esta manera, durante la huelga de Riopaila, las juntas directivas de 17 sindicatos del
gremio del azúcar, en su mayoría afiliados a Fedetav, se reunieron para planear una estrategia
con miras a presentar pliegos de petición similares en todos los conflictos laborales que se
estaban desarrollando. En ingenios como la Manuelita, se movilizaron aproximadamente
1.600 trabajadores160
. Este proceso de movilización y presentación de pliegos simultáneos dio
como resultado ciertos aumentos salariales y una serie de reivindicaciones en otros ingenios
azucareros, algunas de éstas se resumen en el Anexo F.161
Así, se desarrollaron varias huelgas entre los meses de marzo y mayo de 1959 en el Ingenio
Manuelita, Textiles La Garantía, Riopaila y Central Castilla. En el Ingenio Papayal, los
trabajadores denunciaron la utilización de la cláusula de reserva para despedir a los
trabajadores sindicalizados y obligar a los negociadores a incluirlo en el pliego de petición.162
La mayoría de los sindicatos azucareros fueron asesorados por Marceliano Herrera, Luis
Castañeda, Natanel Díaz, Carlos Augusto Mendoza, entre otros dirigentes de Fedetav, que
156
El ingenio Riopaila fue fundado en 1928 y tuvo un desarrollo muy promisorio en manos de su fundador
Hernando Caicedo quien además de ser abogado, entre (1890-1966) se convirtió en el primer empresario
colombiano del azúcar. Para los setenta, la importancia del Ingenio Riopaila en la economía del azúcar era de
primer orden. En 1976, concentraba entre arrendadas y propias, la mayor cantidad de tierras para la producción
azucarera y para 1977 la familia Caicedo constituía el mayor poder de la industria azucarera en Colombia.
SÁNCHEZ ÁNGEL, 2009. Op. Cit, pp. 203-205 157
Fedetav -Federación Sindical del Valle- era un sindicato gremial fundado en 1934 y afiliado a la
Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC. En 1967, contaba con 30 sindicatos afiliados que abarcaban
9.500 trabajadores. Ver más en: CENTRO COLOMBIANO DE INVESTIGACIONES MARXISTAS, 1967 Op.
Cit. 158
Voz, (4, abril, 1959) Op, cit. 159
ARANGO FRANCO, 1987. Op, cit. p. 71 160
Telegrama interno Andi No. 74, marzo 18 de 1959. Op, Cit. 161
Gran triunfo de la Huelga en Pajonales. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano.
Bogotá. 4, abril, 1959. 162
1600 obreros de Manuelita declaran Huelga. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano.
Bogotá. 9, mayo, 1959.
124
defendieron la importancia de incluir en todos los pliegos la supresión de la cláusula de
reserva.163
Una de las huelgas más importantes tuvo lugar en el Ingenio La Manuelita164
, en mayo de
1959, donde los trabajadores rechazaban que la empresa ofreciera un salario básico inferior al
que había sido pactado en otras empresas azucareras y negara peticiones como el auxilio de
vivienda y la abolición de la cláusula de reserva. Por eso el sindicato no pudo llegar a una
negociación directa con la empresa y denunció: “Los negociadores de ésta han venido
actuando en forma inconsecuente (…) prolongando inútilmente las conversaciones sin llegar
a nada concreto. Puntos en los cuales ya se había logrado prácticamente un acuerdo, son
ahora negados de plano, haciéndolos objetos de burla.” 165
En el mismo mes, la Junta Directiva de la ANDI seccional Cali expresaba su molestia por el
comportamiento del Ministro de Trabajo, que había hecho algunas llamadas telefónicas a los
gerentes de algunas empresas que discutían pliegos de peticiones insistiéndoles en aceptar la
eliminación de la cláusula de reserva para buscar de inmediato una solución al problema
laboral. En Textiles La Garantía, el presidente de la fábrica le manifestó su desacuerdo al
Ministro, porque consideraba inaudito que “los sindicatos afiliados a la Fedetav (CTC) sólo
se transaran mediante la supresión de la cláusula de reserva”. 166
El Ministro también se comunicó con el gerente del Ingenio El Arado, quien se negó a discutir
debido a que “ya habían cedido hasta donde les era posible y de acuerdo con sus principios y
la situación económica de la empresa, esperaban se suscribiera la convención colectiva sin
supresión de la cláusula.”167
Caso similar ocurrió en La Manuelita, donde el gerente, don
Harold Eder, le manifestó la negativa de la empresa de ceder más y la decisión de acordar el
mínimo ofrecido en $8 el jornal168
.
En general, los gerentes manifestaban el rechazo a la propuesta del Ministerio de Trabajo,
considerando inconsecuentes estos puntos de vista con respecto a la reunión de acuerdo que
habían realizado en Medellín. La situación se agravaba debido a la cantidad de pliegos de
peticiones y los paros anunciados en La Manuelita, con 1.700 trabajadores, y La Garantía, con
1.600, donde la reivindicación central era la abolición de la cláusula de reserva y el aumento
del plazo presuntivo.169
163
Telegrama interno Andi No. 112 del Dr Jaramillo, directivo Andi. Reporte reunión de la Junta Directiva de
Manuelita, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Cali, abril 29 de 1959. 164
El Ingenio La Manuelita fundado en 1864, es la industria pionera en la región. 165
Voz, (9, mayo, 1959). Op, cit. 166
Ibid. 167
Telegrama interno Andi No. 112, abril 29 de 1959. Op, cit. 168
Telegrama interno Andi No. 136 de Andi Cali, para Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Discusión
de problema laboral La Garantía y pliegos de peticiones ingenios azucareros. Cali, mayo 12 de 1959. 169
Ibid.
125
Además de estos paros, el 16 de mayo se declaró una huelga nuevamente en el Ingenio
Pajonales del Tolima debido a la violación del pacto firmado, meses atrás, por parte de la
empresa, concretamente en lo concerniente al incumplimiento del pago del salario básico
pactado en $7.50. En lugar de cumplir con lo prometido, como la prestación del servicio
médico para los familiares de los obreros, la empresa comenzó realizando una serie de
despidos que castigaban a quienes habían participado en las huelgas. 170
El Gerente Reinaldo Álvarez Bueno llegó incluso a amenazar con la cárcel a los miembros de
la Junta Directiva del Sindicato y el funcionario del Ministerio de Trabajo ,alentado por Carlos
Olave, alcalde de Ambalema, desistió de presentar las violaciones de los trabajadores, porque
―todos son comunistas‖. Con el estallido de la huelga varios trabajadores conformaron una
Comisión que viajó a Bogotá para entrevistarse con el Ministro de Trabajo, Otto Morales
Benítez. Entre ellos se contaban los dirigentes Jesús A. Suárez, vicepresidente del sindicato, y
Gabino Caicedo, vocal. 171
Sin lugar a dudas, las huelgas más fuertes fueron la del Ingenio La Manuelita, iniciada el 21
de mayo de 1959 con 1.600 obreros, casi en su totalidad (99%) afiliados al sindicato, y 5.000
familias. 172
La empresa había acordado seguir implementando la cláusula de reserva en
algunos casos; dejar el plazo presuntivo en 6 meses para los trabajadores con menos de 5 años
de servicio y extenderlo a un año para los trabajadores de más de 5 años de servicio con su
respectiva indemnización.
Para los trabajadores, estas opciones resultaban inaceptables. En una publicación del periódico
Voz manifestaban que la huelga se mantenía, en primer lugar, porque la empresa estaba
cerrada en su negativa a aceptar la abolición total de la cláusula de reserva. Para los
trabajadores, este era un instrumento que le había permitido durante largos años despedir sin
justa causa, como por ejemplo, a trabajadores con enfermedades o accidentes de trabajo. En
segundo lugar, una vez cumplido el contrato presuntivo, la empresa podía poner en la calle al
trabajador. Demandaban por eso eliminar este plazo que los obligaba a estar entre dos o tres
meses en la desocupación.173
En tercer lugar, no había correspondencia entre las ganancias del Ingenio y los salarios, pues
se calculaba que el Ingenio producía aproximadamente un millón y medio de quintales de
azúcar refinada que, más la producción de alcohol y miel, completaban ganancias por un valor
de 44 millones de pesos, mientras que los obreros recibían salarios por valor de $4.176.500.
Esta desproporción, se concretaba en lo siguiente: “1) el obrero y el empleado recibían un 1$
170
Pajonales: el sindicato denuncia violación del Pacto. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 16, mayo, 1959. 171
Ibid. 172
Telegrama interno Andi Cali. Informe fórmula ofrecida por La Manuelita de Cláusula de Reserva, a Andi
Medellín. Cali, mayo 21 de 1959. 173
La huelga de Manuelita. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 5, junio,
1959.
126
por cada $6,60 de lo que producían; 2) el patrono recibía diariamente en producción la suma
de $120.547 pagando a sus trabajadores la cantidad de $18.260; es decir, el 15% de sus
ingresos (…)”174
. Según estos cálculos, cuando quedaban libres más de 30 millones para las
ganancias de la empresa, no era justo que se condenara a una familia obrera a sobrevivir con
$225 al mes. 175
Para enfrentar la huelga de La Manuelita y La Garantía, los empresarios Jaime Lozano, Pedro
Scarpetta, Eduardo Buenaventura y otros se reunieron con representantes del Gobierno, el
Secretario de Justicia y Trabajo Departamental, el Inspector Seccional de Trabajo de Cali y el
Delegado del Ministerio del Trabajo para buscar una fórmula de solución frente al problema.
Los funcionarios no pudieron llegar a un primer acuerdo con los empresarios.176
Estos últimos defendían acordar la permanencia de dicha cláusula con tan sólo unas
modificaciones, siguiendo el modelo de lo acordado en el Ingenio El Arado, donde las
relaciones de trabajo se regían por contratos de trabajo a término fijo de cuatro meses, sin
pactarse en ellos la cláusula de reserva, o por contratos presuntivos de seis meses, de acuerdo
con la Ley (Anexo F).
En la Convención Colectiva firmada lo único que se hizo fue declarar prorrogados por cuatro
meses más los contratos a término fijo y por seis meses más los presuntivos (numeral 17). En
cuanto a la cláusula de reserva, la empresa aseguró no usarla si se mantenía vigente el artículo
48 del Código Laboral (numeral 18). “En consecuencia, en el Arado no hubo supresión de la
cláusula de reserva sino simplemente una continuación del régimen contractual que existía en
la empresa que nunca pactaba en sus contratos la cláusula de reserva.”177
La Andi propuso
al Gobierno como árbitro único para decidir en materia de la cláusula de reserva y el plazo
presuntivo.178
Los sindicatos de La Garantía y La Manuelita reaccionaron negativamente ante esta
propuesta179
y al finalizar el mes de mayo continuaban las conversaciones entre las empresas
de La Garantía, La Manuelita, Good Year, los bancarios y sus respectivos sindicatos ―sin
174
Ibid. 175
Ibid. 176
Telegrama interno Andi No. 165 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Informe reunión directivos
empresa La Garantía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, mayo 25 de 1959. 177
Boletín No. 13. Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. Convención Laboral del Ingenio El
Arado. Cali, mayo 25 de 1959. 178
Telegrama interno Andi No. 167 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Resumen cláusulas suscritas
por el Ingenio El Arado, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, mayo 26 de 1959. 179
Telegrama interno Andi No. 418 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá. Postura
Manuelita y La Garantía sobre cláusula de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, mayo
27 de 1959.
127
posibilidades de arreglo‖.180
No obstante, empresarios, gobiernos y sindicatos siguieron
reuniéndose en ocasiones posteriores.
Aunque el Gobierno insistía en que se eliminara la cláusula de reserva, no era posible afirmar
que la posición del Ministerio del Trabajo estuviera completamente del lado de los
trabajadores, pues en varios telegramas se identificaban las tensiones que había entre el
Ministerio del Trabajo y Víctor Silva, presidente de la CTC, quien en coordinación con
Fedetav estaba de acuerdo con la eliminación de la cláusula de reserva. Al parecer las
tensiones se dieron porque Silva asumió la vocería del arreglo sindical defendiendo la
siguiente fórmula de negociación:
“A partir de las respectivas convenciones colectivas quedarán abolidas la cláusula de
reserva y el término presuntivo en los contratos de trabajo. En consecuencia, la
empresa solamente podrá despedir a sus trabajadores por las causales establecidas en
el Código Sustantivo del Trabajo, previa calificación y comprobación de pruebas por
parte de un Comité Compuesto por dos representantes del Sindicato, dos representantes
de la empresa, uno del Ministerio de Trabajo. (…) Así mismo, reglamenta la forma
como debería operar dicho comité de reclamos con fallos obligatorios para las
partes.181
El Ministro Morales Benítez182
no estaba de acuerdo con la introducción de este nuevo
mecanismo de negociación de despidos, mensaje que fue trasmitido a la ANDI en su
momento: ―Confidencialmente le informamos que el Ministro dice que Silva no lleva la
representación ni la vocería del Gobierno pero naturalmente no desea que esa
desautorización vaya por conductos patronales.”183
Para los empresarios, la intervención de Silva había entorpecido enormemente las
conversaciones, porque incluía otro mecanismo más de negociación de los despidos que no
estaban dispuestos a aceptar184
. Pero también consideraban que dicha intervención había sido
propiciada por el Ministerio del Trabajo debido a la invitación del Ministro al líder sindical
para intervenir en Cali, incluso financiándoles los tiquetes aéreos.185
Al respecto decían: ―Por
180
Telegrama interno Andi No. 175 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Rechazo del Sindicato de
Manuelita y Garantía al tribunal de arbitramento, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, mayo 29
de 1959. 181
Telegrama interno Andi No. 192 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Acuerdo sobre apoyo a las
empresas en conflicto y gravedad de la situación de los Ingenios, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Cali, junio 9 de 1959. 182
Telegrama interno Andi No. 457 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá. Desacuerdo
entre la Andi el Ministro de Trabajo Morales Benítez sobre fórmula para enfrentar los conflictos laborales del
Valle, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, junio 8 de 1959. 183
Telegrama interno Andi No. 455 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá. Petición
información postura frente al conflicto por parte de Víctor Silva de la CTC, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente
de la Andi. Bogotá, junio 8 de 1959. 184
Telegrama interno Andi No. 192, junio 9 de 1959.Op, cit. 185
Ibid.
128
estos antecedentes existe la certeza en los medios industriales de que el señor Víctor Julio
Silva está obrando de acuerdo con el Ministro de Trabajo aunque la vocería no se le haya
dado el Ministro de forma oficial.” 186
Por su parte, en la reunión de sus juntas directivas, Fedetav consideraba que “la aspiración de
los trabajadores es fundamentalmente justa, por ser (…) motivo de destrucción del
movimiento sindical y amenaza permanente a la estabilidad en el trabajo, invalidando los
procedimientos legales ya establecidos.”187
Por esto, tanto Fedetav como las centrales obreras
UTC y CTC, se aliaron para anunciar conjuntamente la declaración de un Paro de Solidaridad
en junio de 1959. Los empresarios pedían tanto al Gobernador como al Presidente de la
República restringir estas acciones.188
El anuncio de Paro suscitó preocupación en la ANDI. Reyes Posada y varios directivos
expresaban que al Presidente de la Asociación, ―se le había notado sumamente mortificado
por el anuncio de los sindicatos en Cali, pues a su juicio automáticamente produciría una
unificación de los comandos obreros y una mayor caracterización y pugnacidad de éstos.”189
En este análisis de la situación, los industriales consideraban la importancia de asumir en
determinados momentos ―posiciones de aparente fuerza‖, pero también no desgastarla ni
cerrar los canales de intervención ante el Gobierno, de manera discreta, bien fuera a través de
la oficina de Cali o de Bogotá.190
2.4.4 La cláusula de reserva en otros sectores económicos
El conflicto por la eliminación de la cláusula de reserva y la derogatoria del plazo presuntivo,
si bien comenzó en los ingenios azucareros, no abarcó sólo los ingenios, pues la lucha de los
trabajadores del dulce inspiró a otros sectores despertando su solidaridad. (Anexo G)
De esta manera, en mayo de 1959 se habían firmado varias convenciones colectivas que
incluían la modificación y/o eliminación de la cláusula de reserva en Croydon191
Colombina,
186
Ibid. 187
Ibid. 188
Telegrama interno Andi de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá. Precaución frente a Paro
de Solidaridad decretado por la UTC y CTC, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, junio 8 de
1959. 189
Telegrama interno Andi No. 81 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Resumen entrevista con el
Gobierno y representación de Víctor Silva de la CTC en el conflicto del Valle, a Gerardo Velasco, gerente
oficina Andi Cali. Medellín, junio 8 de 1959. 190
Ibid. 191
Telegrama interno Andi No. 318 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá. Alcances
conflictos de la Manuelita, Croydon y la Garantía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, abril
28 de 1959.
129
Pepsi Cola, las minas de Segovia, Coltabaco y Ecopetrol, entre otros192
. En el caso de Pepsi-
Cola los industriales manifestaron su preocupación, pues en sus comunicados se decía:
“Nos permitimos enviarle un recorte del periódico “El Heraldo” de esta ciudad, en el
cual se condensan los términos de la convención colectiva de trabajo firmada con la
empresa Pepsi Cola. Como usted verá, contiene la eliminación de la cláusula de
reserva y otras prestaciones bastante onerosas. Consideramos que éste puede ser el
punto de iniciación del movimiento sindical encaminado a consagrar la supresión de la
cláusula de reserva, el cual no se había hecho sentir todavía en Barranquilla”.193
De acuerdo con la información sistematizada, lo pactado en Ecopetrol el 17 de febrero de
1959, fue una de las inspiraciones para las demás luchas que se estaban planteando, porque la
convención colectiva no sólo eliminaba la cláusula de reserva y ampliaba el plazo presuntivo
del contrato, sino que establecía además un comité de reclamos (artículo 14) con participación
del sindicato para revisar que los despidos que se hicieran cumplieran con las normas
establecidas.
Los acuerdos del Comité, bien fueran por unanimidad o por número de votos (mayoría), eran
obligatorios. Si la decisión de despido del trabajador era ilegal, la empresa tenía la obligación
de reintegrarlo.194
Esto fue un logro sin precedentes que se convirtió en un referente para las
peticiones de los ingenios azucareros que en algunas de sus convenciones colectivas lograron
establecerlo. (Anexo G).
A comienzos de mayo de 1959 estalló otro conflicto por la cláusula de reserva en la Frontino
Gold Mines. La convención colectiva firmada (cláusula 39) establecía que la empresa si bien
no eliminaba la cláusula se comprometía a no hacer uso de ella. 195
De la misma manera que el
caso anterior, se estableció un Comité de Reclamos para regular detalladamente el
procedimiento de despido, indemnización y desvinculación del trabajador.
Sin embargo, los empresarios lograron maniobrar otros conflictos por la cláusula de reserva.
Un ejemplo fue Coltabaco. El conflicto empezó a mediados del año cuando las organizaciones
sindicales de Santander emitieron un comunicado decretando una huelga para el 10 de
192
Telegrama interno Andi No. 120 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Informe reunión de Junta
Directiva, petición intervención directa en el conflicto laboral del Valle y reforma cláusula de reserva, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, mayo 5 de 1959. 193
Telegrama interno Andi No. 17 de José Raimundo Sojo, gerente Andi Barranquilla a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. Desmiente noticia del Heraldo, envía copia del texto de la convención colectiva de trabajo
firmada entre la empresa Coca Cola y sus trabajadores referido a la cláusula de reserva y plazo presuntivo
contrato trabajo. Barranquilla, mayo 21 de 1959. 194
Acta Junta Directiva Andi No. 904. Estudio de las diferentes convenciones colectivas firmadas recientemente
en lo relativo a la estabilidad del personal. Problema de la Cláusula de Reserva. Medellín, mayo 11 de 1959. 195
Telegrama interno Andi No. 121 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali, petición texto exacto
convención colectiva de Segovia, al Dr Bustamante, directivo Andi. Cali, mayo 8 de 1959
130
junio196
. El anuncio de la huelga presionó la presentación de una fórmula para arreglar el
conflicto. En ésta proponían las siguientes condiciones sobre la cláusula de reserva y el plazo
presuntivo: la empresa debía notificar al trabajador por escrito cuando utilizara la cláusula de
reserva. El trabajador podría solicitar al Gerente revisión de la medida adoptada por
comunicación escrita. El Gerente decidiría sobre la solicitud. El despido tendría efectividad
inmediata y “la empresa podrá retirar al trabajador en forma inmediata aún antes de cumplir
el trámite sobre la cláusula de reserva determinado en la cláusula anterior, cuando existan
causas de peligrosidad para la seguridad del establecimiento o del personal”197
Esta fórmula, presentada como un ejemplo de negociación de la cláusula, causó polémica por
su publicación precipitada en la prensa sin contar con el acuerdo de los trabajadores. No sólo
ahondó el conflicto, sino que fue rechazada como alternativa para la solución de los conflictos
por los sindicatos de La Manuelita y La Garantía.198
Otro de los conflictos de importancia de mediados de 1959 fue el bancario. Allí también los
trabajadores fueron a la huelga por la derogación de la cláusula de reserva199
. En este caso, los
empresarios denunciaban que las modificaciones de la cláusula de reserva implicaban cambios
inadmisibles en el derecho laboral: ―se está estructurando una legislación del trabajo única en
el mundo, que conspira contra el rendimiento y la productividad y elimina la disciplina
interna y el automanejo de las empresas”.200
Finalmente, la actividad bancaria se declaró a
través del Decreto No. 1593 de 1959 como servicio público, lo cual dio lugar a la ilegalización
de la huelga.201
En agosto de 1959 se enunció la derrota de la cláusula de reserva en Cementos Portland
Diamante firmada el 28 de julio. En un comunicado se decía: “Sobre la estabilidad se logró la
implantación de contratos a término fijo de 12 meses para todos los obreros actuales.”202
El
16 de agosto finalizó otro de los conflictos más significativos del periodo, el de Talleres
Apolo, después de 60 días de duración. Los trabajadores propusieron “un acuerdo consistente
196
Comunicado Organizaciones Sindicales de Santander sobre el problema de la Compañía Colombiana de
Tabaco para solucionar el Pliego de Peticiones de sus Trabajadores. Bucaramanga, mayo de 1959. 197
Telegrama interno Andi No. 92 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, condiciones de la cláusula de
reserva y contrato presuntivo de trabajo en el acuerdo de Coltabaco, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi
Cali. Medellín, junio 11 de 1959 198
Telegrama interno Andi No. 207 b de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Fórmula de Coltabaco no
es aceptada por trabajadores de los ingenios azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali,
junio 12 de 1959. 199
Telegrama interno Andi No. 475 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá. Abuso de
cláusula de reserva y medidas gerentes ante la huelga bancaria. Bogotá, junio 12 de 1959. 200
Ibid. 201
Boletín Andi No. 1.484. Decreto 1593 de 1959 y documentos conexos. Declaración de la actividad bancaria
como servicio público. Medellín: 10 de junio de 1959. 202
Derrotada la cláusula de reserva en Cementos Portland Diamante. Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 8, agosto, 1959.
131
en la abolición de la cláusula de reserva por medio de una reglamentación especial y
ampliación del contrato presuntivo a un año”.203
En la convención colectiva firmada (numeral 1), la empresa se comprometió a no hacer uso de
la cláusula como sistema de persecución sindical, política o religiosa ni con el fin de evitar el
pago de prestaciones sociales. De igual manera, se creó un comité de verificación de
despidos.204
En una entrevista a Pastor Pérez, de Fedeta, al ser interrogado sobre las causas de
la prolongación de este conflicto, el dirigente señalaba: “La intransigencia patronal dada la
orientación trazada por la Andi, de rechazo sistemático a las demandas obreras. Su
arremetida a través de la radio, prensa y todos los medios a su disposición para impedir el
ascenso del movimiento obrero.”205
Estos conflictos fueron importantes por varias razones. En primer lugar, se desarrollaron a
partir de la reivindicación de eliminar la cláusula de reserva y ampliar el contrato presuntivo y
sólo en segundo lugar buscaban un aumento salarial. Además, coincidieron con los conflictos
que se estaban desarrollando en los ingenios azucareros del Valle y, en tercer lugar, estaban
dirigidos al mismo objetivo de asegurar la estabilidad laboral y evitar que la cláusula se
utilizara para fines de persecución política y sindical. Sin lugar a dudas, gracias a esta
conflictividad, el Gobierno presentó un proyecto de reforma laboral que contenía, entre varias
medidas, una propuesta de reforma a la cláusula de reserva, como se explicará más adelante.
2.4.5 Uso de la cláusula de reserva en las empresas de la ANDI
Ante la escalada de convenciones colectivas firmadas que pedían la eliminación de la
cláusula, la estrategia jurídica y política de las empresas de la ANDI se encaminó a encontrar
una nueva fórmula que permitiera recuperar el control patronal sobre los despidos de la
empresa diferentes de las consagradas en los artículos 62 y 63 del Código del Trabajo206
(Anexo E). Para ello, citaban incluso varios estudios de la ANDI que desmentían el uso
frecuente de la cláusula de reserva, en especial, en dos estudios sobre rotación del personal,
publicados en abril y junio de 1959207
. Algunos de los datos se resumen en la Tabla 2-1.
203
Los patronos de Apolo retrocedieron con su cláusula de reserva. Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 22, agosto, 1959. 204
Convención Colectiva entre sindicato Apolo y Empresa. Participaron John Uribe Botero y Joaquín Díaz
Jaramillo en representación de la Empresa; Alejandro Cano, Manuel Antonio Estrada, Juan Rafael Rivera, Mario
Solórzano y Pastor Pérez por parte de FEDETA; y Álvaro Díaz Granados, Secretario General del Ministerio del
Trabajo. Medellín: 16 de agosto de 1959. 205
Voz, (22, agosto, 1959). Op, Cit. 206
Carta de Ignacio Reyes Posada, subgerente jurídico Andi a José Roberto Vásquez, asesor jurídico de la Andi.
Reglamentación sobre despidos. Bogotá, mayo 20 de 1959. 207
Telegrama interno Andi No. 214 de Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi Cali. Reunión de industriales para
supervivencia de cláusula de reserva y término presuntivo de trabajo, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. Medellín, junio 16 de 1959.
132
Tabla 2-1 Encuesta empresas afiliadas a la Andi sobre causas de rotación de personal 1957-1958.
Reportes de abril y junio de 1959208
Encuesta afiliados sobre rotación del personal Circular 929 de 1959 en las seis ciudades principales (Abril)
Causas bajas
Ciudades Promedio Anual
Total de
retiros
Renuncia
Voluntaria
Cláusula de
Reserva
Plazo
presuntivo Otros
1957 1958 1957 1958 1957 1958 1957 1958 1957 1958 1957 1958
TOTAL 33.762 36.238 6.028 6.229 4.458 4.650 1.091 1.053 264 315 215 211
Encuesta afiliados sobre rotación del personal Circular 929 de 1959 en las seis ciudades principales (Junio)
Causas bajas
Ciudades
Promedio
Anual
Total de
retiros
Renuncia
Voluntaria
Cláusula de
Reserva
Plazo
presuntivo Otros
1957 1958 1957 1958 1957 1958 1957 1958 1957 1958 1957 1958
Medellín 22.265 24.001 3.467 3.605 2.388 2.554 805 758 176 186 98 107
Bogotá 15.892 17.008 2.900 3.039 2.116 2.300 522 488 114 136 148 115
Cali 6.638 7.465 1.175 1.362 906 1.030 175 215 78 85 16 32
Manizales 3.357 2.685 308 339 207 202 36 32 64 72 1 33
Barranquilla 1.365 2.002 429 690 333 497 53 96 0 38 43 59
Bucaramanga 1.492 1.585 144 126 92 84 34 14 18 28 0 0
TOTAL 51.009 54.746 8.423 9.161 6.042 6.667 1.625 1.603 450 545 306 346
Del análisis de estos datos es posible inferir lo siguiente: en primer lugar, las cifras de rotación
del personal no coinciden en los reportes de un mes a otro. En la Tabla 2-1 (abril) la rotación
total del personal en los dos años (1957-1958) suma 69.400 en las (6) seis ciudades
principales, mientras que en la Tabla 2-1 (junio) dicha rotación alcanza 105.755 trabajadores.
Es probable que la información fuera incrementándose a medida que iban llegando los
informes de las empresas afiliadas a la ANDI. Lo cierto es que en cualquiera de las dos tablas,
las cifras muestran una tendencia en el aumento de la rotación del personal de un año al otro,
lo que indica una alta movilidad del personal favorecida por el uso de la cláusula de reserva
que limitaba la suscripción de contratos por un periodo máximo de 6 meses.
En segundo lugar, teniendo en cuenta la Tabla 2-1 (junio), la tendencia de rotación de personal
muestra que la mayor parte de las rotaciones se dieron en los centros industriales de Medellín,
Bogotá y Cali, y alcanzaron 93.269 trabajadores entre 1957-1958, que equivalían al 88% del
personal de empresas afiliadas a la ANDI. Esto explica por qué las principales huelgas de
solidaridad para la eliminación de la cláusula de reserva y la prórroga del plazo presuntivo se
ubican en estas ciudades, en las distintas industrias.
208
Circular de la Andi No. 929. Encuesta a asociados sobre movimiento de personal entre 1957-1958 por ciudad.
Resultados de abril y junio 1959. Medellín.
133
Finalmente, en la Tabla 2-1 (junio) puede observarse, en cuanto a las causas de bajas entre
1957-1958, que hubo en promedio 17.584 retiros, de los cuales el 72% correspondían
formalmente a una renuncia voluntaria y 28% estaban dentro de la aplicación de la cláusula de
reserva, el plazo presuntivo u otros209
. A pesar de que estas cifras no son absolutas, es bastante
diciente que la ANDI reconociera que más de la mitad de los retiros correspondían a
‗renuncias voluntarias‘, lo cual resulta paradójico en la medida en que los trabajadores,
precisamente, estaban luchando por la permanencia y estabilidad en el trabajo.
Además, una tercera parte de los retiros eran causados por la aplicación de la cláusula de
reserva, expiración del plazo presuntivo y otros no especificados. Esto muestra a grandes
rasgos los niveles de autonomía que tenían los empresarios al valerse de estos mecanismos
para el retiro de personal y los grados de inestabilidad laboral de los trabajadores de las
empresas de la Asociación en estos años.
La Asociación de Cultivadores de Caña presentó algunas cifras sobre despidos que se
realizaron a partir de la cláusula de reserva en los ingenios azucareros210
. De manera general,
mostraban que el número de despidos con la cláusula de reserva había sido bajo, ya que para
un total de 10.753 empleados tan sólo 86 habían sido despedidos con esa modalidad. Los
datos son resumidos en la siguiente Tabla 2-2.
209
Cálculos propios con base en Circular de la Andi No. 929. 210
Carta de Jaime Lozano Henao, director de la Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar, del
análisis de los pliegos laborales que se discuten en el Valle del Cauca, a Absalón Fernández de Soto, Gobernador
del Departamento. Cali, mayo 6 de 1959.
134
Tabla 2-2 Uso de la Cláusula de Reserva en los ingenios azucareros del Valle de Cauca 1959.
Uso de la Cláusula de Reserva en los ingenios azucareros del Valle de
Cauca 1959
Nombre del
Ingenio
Número de
obreros
Relación
Porcentaje
número de
obreros
Uso
cláusula de
reserva
Relación
porcentaje
uso de la
cláusula de
reserva
Riopaila 2.204 20,5% 54 62,8%
Providencia 1.900 17,7% 2 2,3%
Castilla 1.506 14,0% 3 3,5%
Manuelita 1.373 12,8% 4 4,7%
Pichichí 600 5,6% 5 5,8%
Bengala 600 5,6% 0 0,0%
San Carlos 600 5,6% 0 0,0%
Meléndez 587 5,5% 7 8,1%
Mayagüez 563 5,2% 1 1,2%
Tumaco 520 4,8% 10 11,6%
Oriente 300 2,8% 0 0,0%
Total 10.753 100,0% 86 100,0%
*Fuente: Elaboración propia con base en los datos suministrados en Carta de
Jaime Lozano Henao. Cali, mayo 6 de 1959.
Cabe aclarar que en la información presentada por la Andi puede haber un subregistro de la
utilización de la cláusula, teniendo en cuenta que los empresarios se esforzaban por mostrar
una cifra mínima de trabajadores desvinculados por esta vía y con esta información,
pretendían desprestigiar las denuncias de los obreros y el Gobierno. Sin embargo, aun con las
limitaciones y sesgos que pueda tener estos datos, también pueden mostrarnos lo siguiente:
A pesar de que las desvinculaciones con la cláusula parecen irrisorias (de 10.753 trabajadores
solamente se despidieron 86 con la cláusula de reserva), es clave señalar que la mayoría de los
trabajadores desvinculados eran líderes o activistas sindicales reconocidos en sus ingenios, por
lo cual, su despido, tuvo consecuencias de gran importancia en la movilización de los demás
trabajadores de los ingenios.
Del total los trabajadores de los ingenios azucareros (10.753), la mayoría se concentraban en
los ingenios de Riopaila, Providencia, Castilla, La Manuelita (6.983), que representaban el
64,9% de todos los trabajadores. Allí se concentraron el 73,3% (63) de los trabajadores que
fueron despedidos mediante la cláusula de reserva, lo cual explica los niveles que alcanzó el
conflicto y las huelgas que se desarrollaron. Solamente Riopaila tenía el 20,5% (2.204) de los
trabajadores del dulce en la región, allí se concentraban más de la mitad, el 62,8% (54), de
trabajadores despedidos con el uso de la cláusula.
135
Sumados estos cuatro ingenios azucareros: Riopaila, La Manuelita, Central Castilla y
Providencia, se puede observar cómo éstos tenían más de la mitad del total de trabajadores de
los ingenios azucareros de toda la región, lo cual, permite explicar por qué fueron el epicientro
de los conflictos y las huelgas que se dieron a lo largo de 1959 liderando otros trabajadores de
ingenios más pequeños.
Ingenios azucareros como Pichichí, Bengala, San Carlos, Meléndez, Mayagüez, Tumaco y
Oriente tenían el 35% (3.770) de los trabajadores del dulce. Allí se produjeron el 26,7% (23)
de los despidos con la utilización de la cláusula de reserva, una cifra nada despreciable que
indica por qué el conflicto implicó a estos ingenios azucareros y alcanzó unas dimensiones de
organización y solidaridad importantes en la época.
En esta etapa fue de gran importancia la intervención de Fedetav como organización que
permitió la articulación de los trabajadores a través de la presentación de pliegos de petición
similares y simultáneos. Los niveles de unidad y organización que se lograron explican las
dimensiones que alcanzaron las exigencias de los trabajadores, la solidaridad y los logros que
obtuvieron con la eliminación de la cláusula de reserva.
2.4.6 ¿Por qué los empresarios rechazaban la eliminación de la cláusula?
Inicialmente, los empresarios contrataron la asesoría del jurista Rafael Martínez Sarmiento
para presentar los argumentos de defensa de la cláusula, quien consideraba que, en primer
lugar, de acuerdo con la Constitución y las Leyes, primaba el principio de libertad del trabajo.
Por lo tanto, como se consideraba esencial que todo trabajo fuera libre, y así como nadie podía
obligar a nadie a trabajar con determinado patrono, tampoco a ningún patrono podía
imponerse determinado obrero. Bajo este razonamiento, la supresión de la cláusula de reserva
violaba la Constitución, porque atentaba contra la libertad patronal de escoger a sus
colaboradores. Esto también ponía trabas a la función social de la propiedad y constituía un
ataque contra todo el conjunto doctrinario que sustentaba al capitalismo democrático211
.
En segundo lugar, consideraba que si se suprimía el derecho a elegir del patrón, desaparecería
la clase patronal y surgiría otro régimen, rompiendo el equilibrio social y cometiendo un
agravio a la justicia de las relaciones entre patronos y trabajadores.212
En sus palabras decía:
―Es muy plausible el anhelo de los trabajadores por conquistar su estabilidad pero esta
conquista no puede obtenerse en detrimento de los patronos sino dentro de la coordinación
económica y el equilibrio social.” Para los empresarios, la cláusula de reserva garantizaba
justamente la estabilidad laboral, el derecho de los patronos a elegir el reclutamiento de su
personal subalterno y evitaba la competencia desleal con el control de los salarios.
211
Ibid. 212
Boletín No. 6 Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. Resumen Conferencia sobre asuntos
Laborales: cláusula de reserva y pliegos de peticiones ingenios azucareros. Cali, abril 1 de 1959.
136
El reconocido jurista, incluso llegó a afirmar que, en la legislación de la época, estaban
suficientemente garantizados los derechos del trabajador a la estabilidad. En cambio, no
estaban protegidos los derechos del patrono. Finalmente, en cuanto a la prórroga del contrato,
consideraba que no había lugar al arbitramento por vencimiento del plazo presuntivo, pues en
la ley estaba consagrada la renovación voluntaria de las partes del contrato. Para él, pretender
prorrogar el contrato era un abuso porque no existía ningún derecho a continuar el empleo.
Cosa distinta era que las partes pactaran continuarlo libremente.
Como lo expresaban en varias comunicaciones, para los empresarios la aceptación de los
puntos de los pliegos de peticiones sobre la supresión de la cláusula de reserva y la prórroga
del plazo presuntivo tenían varias implicaciones: de un lado, estimulaban y convertían en buen
negocio ―el mal comportamiento de los trabajadores‖ 213
para obtener rotación de una a otra
fábrica, lo que además, resultaba excesivamente gravoso para las industrias pequeñas. De otro
lado, la cláusula de reserva se usaba casi siempre en lugar de los causales de mala conducta.
Para ello proponían algún otro mecanismo transaccional que hiciera fácil y operante el
despido por ―mala conducta o ineptitud.‖214
La defensa de la cláusula de reserva obedecía, según ellos, a factores de orden administrativo.
No era correcto afirmar que se había usado como un arma contra los trabajadores, pues la
industria del azúcar había contado con un alto porcentaje de obreros que se habían mantenido
por más de 5 años en las empresas, lo que había favorecido la producción económica del
sector.215
Los empresarios consideraban además que tras la consigna sindical de eliminación de la
cláusula, se habían infiltrado en los sindicatos ―peligrosos elementos‖ que podían
desencadenar otras exigencias exageradas. En sus palabras, la abolición de la cláusula de
reserva se consideraba ―una peligrosa conquista sindical que podía traer funestas
repercusiones para la libre administración de las empresas.‖216
213
Telegrama interno Andi No. 64 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, postura Andi frente a los
conflictos laborales, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Medellín, mayo 13 de 1959. 214
Ibid. 215
Carta de Jaime Lozano Henao, mayo 6 de 1959. Op, Cit. Se calculaba que en una muestra de 11.000 obreros
estudiados en 1958, solamente se causaron 86 despidos usando la cláusula de reserva por el total de ingenios
citados. 216
Telegrama interno Andi No. 74. Cali, marzo 18 de 1959. Op, Cit.
137
2.4.7 ¿Qué pedían los trabajadores en las convenciones?: Situación social
trabajadores ingenios azucareros
En las diferentes convenciones colectivas y pliegos de petición de las distintas huelgas, los
trabajadores demandaban otros aspectos distintos de la eliminación de la cláusula de reserva y
el plazo presuntivo. El movimiento de los trabajadores del dulce estaba liderado
principalmente por los trabajadores que se encargaban de las labores agrícolas, entre ellos, los
corteros y alzadores de caña; sin embargo, las convenciones colectivas abordaron aspectos
para todos los trabajadores de los ingenios.
Las convenciones colectivas mostraban distintos puntos pactados sobre aumentos salariales;
seguridad y las prestaciones sociales; mejoramiento de aspectos centrales de las condiciones
laborales; y finalmente, la garantía de algunos de los derechos sindicales (Ver Anexo 3).
2.4.7.1 Aumentos salariales
En la Tabla 2-3 puede observarse que en la mayoría de las convenciones colectivas firmadas,
el primer punto estaba referido a los aumentos salariales, aun cuando, cabe precisar que había
varios tipos de remuneración según el trabajo. De esta manera, los peores salarios eran para
los trabajadores agrícolas. En primer lugar, se encontraban los alzadores de caña, que
diariamente se ganaban en promedio ($1,09) por tonelada de caña, lo que correspondía
semanalmente a $21,7 (calculando que alzaran mínimo 20 toneladas de caña a la semana) para
un total en promedio de $86,8 al mes. El Ingenio Mayagüez y el Arado tenían los jornales
diarios más elevados para este tipo de trabajadores.
En segundo lugar, se encontraban los corteros de caña, cuyo jornal diario correspondía en
promedio a $2,32, lo cual equivalía semanalmente a $46,36 (por 20 toneladas de caña) para un
total en promedio de $185,4 al mes. Estos salarios eran un poco más altos en comparación con
el salario mínimo mensual de los demás trabajadores agrícolas $110217
; sin embargo, no
alcanzaban a cubrir las necesidades de las familias obreras, cuya canasta se calculaba en $225
al mes. 218
En tercer lugar, el salario básico para los demás trabajadores de los ingenios, es decir, los
obreros de la industria, correspondía a $7,14 en promedio, lo que equivalía a $214,2 al mes.
Así, aunque los industriales afirmaban que los aumentos salariales habían sido ―generosos‖,
como muestran los cálculos de la Tabla 7, puede observarse que para los demás obreros y
217
Colombia. Presidencia de la República. Decreto 2214. (7, septiembre, 1956). Por el cual se fija el salario
mínimo en los Departamentos. Diario Oficial. Bogotá, D.C. y Ministerio de la Protección Social. Histórico de
Salarios Mínimos (1950-2011). 218
Voz, (5, junio, 1959). La huelga de la Manuelita Op, Cit.
138
trabajadores de planta, los salarios continuaban siendo muy bajos, pues ni siquiera superaban
en promedio los $240 al mes.
Por el contrario, los salarios más altos correspondían a los vigilantes que, sin primas, ganaban
$275 al mes por turnos de hasta 12 horas, y tenían en algunos casos funciones policivas para
―salvaguardar el orden dentro de la empresa‖ (Ingenio Pichichí). Los transportadores ganaban
el promedio $738,67 al mes junto con sus ayudantes (Ver Tabla 6).
En ese sentido, si se tiene en cuenta el cálculo de Voz, mensualmente los Ingenios recibían
ganancias por un valor de 44 millones de pesos, pero muchas de las familias obreras tenían
que vivir por debajo del mínimo, que correspondía a $225 al mes.219
Esto sin tener en cuenta
lo precario de la remuneración para los trabajadores agrícolas y los incentivos perversos con
los salarios y primas destinados a los vigilantes, que tenían funciones de control y policía en
las empresas.
Sin embargo, es evidente que uno de los mayores logros de las luchas obreras fue presionar
por el aumento de los salarios en general, comenzando a unificar en los pliegos de petición la
exigencia de jornal mínimo y un salario mínimo al mes, que años después la legislación
laboral reconocería como salario mínimo. (Tabla 2-4 y Anexo F)
219
Ibid.
139
Tabla 2-3 Salarios de los trabajadores en algunos ingenios azucareros, en 1959
220
Elaboración propia con base en las Convenciones Colectivas consultadas (Anexo F).
Salarios de los trabajadores en algunos ingenios azucareros, en 1959 (Pesos)220
Ingenio
Corteros de Caña Alzadores de Caña Transportadores Vigilantes
Salario básico demás
trabajadores
Promedio
por cada
tonelada
diaria
Promedio
semanal(20
toneladas)
Promedio
salario
mensual
Promedio
por cada
tonelada
Promedio
semanal(20
toneladas)
Promedio
salario
mensual
Promedio
salario
diario por
tonelada
Promedio
salario
semanal
por 20
toneladas
Promedio
salario
mensual
Salario
básico
mensual sin
primas
Jornal
diario
básico
Salario
básico
mensual
Mayagüez $2,30 $46,00 $184,00 $1,16 $23,20 $92,80 $7,50 $225,00
Tumaco $2,20 $44,00 $176,00 $1,05 $21,00 $84,00 $7,50 $225,00
Central
Tolima -
Pajonales
$7,50
$225,00
Pichichi $2,33 $46,60 $186,40 $1,03 $20,60 $82,40 $8,50 $170,00 $680,00 $250,00 $5,70 $171,00
Papayal $2,36 $47,20 $188,80 $9,20 $184,00 $736,00 $300,00 $7,50 $225,00
El Arado $2,40 $48,00 $192,00 $1,10 $22,00 $88,00 $10,00 $200,00 $800,00
PROMEDIO
TOTAL $2,32 $46,36 $185,44 $1,09 $21,70 $86,80 $9,23 $184,67 $738,67 $275 $7,14 $214
140
Tabla 2-4 Aumentos salariales después de la firma de Convenciones Colectivas de trabajo, según rango en 1959
221
Elaboración propia con base en las Convenciones Colectivas consultadas (Anexo F).
Aumentos salariales después de la firma de Convenciones Colectivas de trabajo, según rango en 1959. (Pesos)221
Rango
salarial 1 Aumento
Promedio
salario
Salario
diario con
aumento
Salario
Mensual
Rango
Salarial 2 Aumento
Promedio
salario
Salario
diario con
aumento
Salario
mensual
Rango
salarial
3
Aumento Promedio
salario
Salario
diario
Salario
mensual
Mayagüez $7,5- $7,9 $0,25 $7,70 $7,95 $238,50 $8-$11,9 $0,15 $9,95 $10,10 $303,00 $12,00 $0,10 $12,00 $12,10 $363,00
Central
Tolima -
Pajonales
$6,40 -
$7,9 $0,17 $7,20 $7,37 $221,01 $8,00 $0,10 $8,00 $8,10 $243,00
Pichichi $5,20- $6 $0,20 $5,60 $5,80 $174,00 $6,01-$7 $0,15 $6,51 $6,66 $199,65 $7,01-
$10 $0,12 $8,51 $8,63 $258,75
Papayal $5,5-$6,5 $0,40 $6,03 $6,43 $192,75 $6,51-$7,50 $0,30 $7,01 $7,31 $219,15 $7,51-
$8,5 $0,20 $8,01 $8,21 $246,15
El Arado $5,99-$10 $0,30 $8,00 $8,30 $248,85 $6-$7,99 $0,20 $7,00 $7,20 $215,85 $8,0-
$9,99 $0,15 $9,00 $9,15 $274,35
PROMEDIO
TOTAL $215,02 $236,13 $228,45
141
2. 4.7.1.1. Ingresos de los trabajadores del dulce
De acuerdo con el estudio realizado por César Vallejo en 1969222
sobre la distribución del
ingreso en los años de estudio, el ingreso promedio nacional era de $1.061. Sin embargo, el
ingreso promedio más bajo era el de la agricultura y pesca, con $613 mensuales. Así, el
promedio de ingreso de los jornaleros era de ($963), correspondiendo al 11,7% de la
Población Económicamente Activa (PEA), y el de los obreros no agrícolas ($721), que
correspondían al 9,8% del PEA. Esto significaba que el 90,6% de los trabajadores agrícolas
y el 77,8% de los obreros no agrícolas ganaban menos del ingreso promedio nacional
(1.000) al mes223
.
Tabla 2-5 Ingresos Población Económicamente Activa por nivel ocupacional en 1970
Ingresos y PEA según niveles de ocupación, 1970224
Nivel Ocupacional Ingreso Promedio PEA % Ingresos %
Directores y
funcionarios públicos
superiores
$6.918 0,7 4,6
Profesionales Técnicos $3.549 2,2 7,2
Profesionales no
técnicos $2.452 4,5 10,3
Personal administrativo $1.769 7,3 12
Comerciantes
vendedores $1.538 10,3 14,8
Artesanos operarios $1.046 6,8 6,7
Jornaleros $ 963 11,7 10,6
Obreros no agrícolas $721 9,8 6,6
Trabajadores de
servicios $696 13,9 9,1
Trabajadores agrícolas
forestales $589 32,8 18,1
Comparando con la Tabla 2-5, podemos afirmar que el salario de los trabajadores del
azúcar entre 1959-1961 era aún más bajo que en los años en que se hace este estudio. De
hecho, el estudio identifica un deterioro de los ingresos de los trabajadores agrícolas
durante la década de 1960-1970:
“El estudio de los jornales o salarios agrícolas lleva a la conclusión de que la
situación del trabajador campesino y los pequeños propietarios (…) no ha mejorado
y probablemente ha empeorado en el trascurso de los años.
222
VALLEJO MEJÍA, Cesar. La situación social en Colombia. Bogotá: CIAS, 1969. p.337. 223
Ibid., p. 350. 224
Ibid., p. 340.
142
Los jornales agrícolas no han participado del crecimiento económico de su sector en
las últimas décadas y su participación en el ingreso nacional ha disminuido (…)
La desigualdad en la distribución del ingreso agrícola ha aumentado. Es claro que el
proletariado rural y los minifundistas disminuyeron su participación en el ingreso
nacional, no obstante, el ingreso per cápita del sector agrícola como un todo,
aumentó a tasas similares o superiores a las del ingreso nacional, entonces, tuvo que
aumentar la participación de los grandes propietarios en el ingreso nacional.”225
Ahora bien, el salario mínimo del sector primario fluctuaba entre $13-15, en el sector
manufacturero entre $17-22 y en el sector de la construcción entre $17-21, dependiendo de
la región226
. Si comparamos estos datos con el jornal mínimo de los trabajadores del azúcar
en 1959 podemos afirmar que, dentro del sector, éstos tenían condiciones aún más precarias
que los demás trabajadores agrícolas, pues los corteros de caña ganaban en promedio $2,32;
los alzadores de caña $1,09 y los demás trabajadores de los ingenios $7,14, muy por debajo
del salario mínimo diario de los demás sectores económicos (Tabla 2-4).
Según los cálculos realizados para los ingenios azucareros estudiados antes de la firma de
las convenciones colectivas el salario promedio mensual de los corteros de caña era de
($185), un poco más elevado del salario mínimo nacional ($110)227
. El de los alzadores de
caña correspondía a ($85), inferior al salario mínimo, y el de los demás trabajadores de los
ingenios correspondía a ($214), es decir que ni siquiera alcanzaba lo correspondiente a dos
salarios mínimos mensuales ($220) (Tabla 2-4).
En cuanto a los aumentos en el costo de la vida, el estudio de Vallejo encontró que entre
1953 y 1973 los empleados vieron crecer el costo de los artículos básicos de consumo en un
520% y los obreros en un 538%. El aumento más notable era en los precios de los
alimentos, que se incrementaron en 30,6% para empleados y en 31,5% para obreros228
. Esto
es importante si se tiene en cuenta que de acuerdo con la estructura de consumo según el
ingreso de los trabajadores del dulce, éstos destinaban aproximadamente el 60% de sus
ingresos para alimentos, 27% para gastos relacionados con la vivienda y el 10% para los
demás gastos relacionados con el vestuario y la compra de otros artículos229
.
Estos datos permiten entender la importancia que tenían las reivindicaciones salariales de
los trabajadores en el periodo de estudio 1959-1963, pues en las huelgas planteadas y los
pliegos de petición presentados estaba en juego la posibilidad de mejorar sus ingresos
mensuales y los ingresos de sus familias. En ese sentido, puede asegurarse que los
aumentos salariales con la firma de las convenciones colectivas (Tabla 2-5), si bien no
225
Ibid., pp. 354-356. 226
Ibid., p.358. 227
Colombia. Ministerio de la Protección Social. Histórico de Salarios Mínimos (1950-2011). 228
VALLEJO MEJÍA. Op. Cit, pp. 377-378. 229
Ibid., p.382.
143
eliminaron la explotación laboral de los obreros del azúcar, tuvieron impactos positivos en
la mejora de sus salarios. Todas las clases de trabajadores de la agroindustria azucarera
tuvieron aumentos salariales gracias a la firma de las convenciones colectivas,
independiente de los rangos salariales, los trabajadores se beneficiarios de aumentos en sus
ingresos que derivaron en mejores condiciones de vida de ellos y sus familias en los años
posteriores.
2.4.7.2 Prestaciones sociales y seguridad social
En la mayoría de las Convenciones Colectivas se establecieron distintos precedentes de lo
que más adelante constituiría el sistema de seguridad social y prestaciones sociales. En
consecuencia, en primer lugar, la mayoría de pliegos de petición incorporaron demandas
sobre el servicio de salud, pedían extender la atención médica a los familiares de los
trabajadores, como también el establecimiento de farmacias para el suministro de
medicamentos y la disposición de un lugar donde se pudiera atender a los trabajadores
enfermos, así como un transporte para poder sacarlos de los campamentos en los casos en
que tuvieran accidentes laborales (Anexo F).
Estas exigencias muestran la precariedad de la infraestructura existente para atender a los
trabajadores enfermos y la debilidad del servicio de salud para ellos y sus familias lo cual,
se corrobora con las demandas correspondientes a riesgos laborales, pues a juzgar por las
peticiones, al parecer no se les reconocía a los enfermos, o a quienes tuvieran accidentes
laborales, la parte correspondiente a sus salarios. Por eso, por lo menos en tres ingenios,
Mayagüez, Papayal y El Arado se pedía explícitamente reconocer parte del salario a
quienes estuvieran incapacitados, de acuerdo con el número de días. En estos años, la
legislación era muy precaria para reconocer enfermedades laborales y responsabilidad
frente a ello. Al parecer, por las denuncias reiteradas, la cláusula de reserva servía para
finalizar el contrato de los trabajadores enfermos, lo cual se constituía en algo indignante e
inhumano.
De igual manera, se acordaron distintas prestaciones sociales referidas en primer lugar al
auxilio o prima de maternidad, que reconocía un pago entre $70 y $100 por cada hijo del
trabajador. Este pago en algunos casos (Ingenio Central Tolima, Pichichí y El Arado) era
entregado directamente a las esposas o compañeras de los trabajadores, con el requisito de
estar registradas en la empresa o llevar el registro civil o eclesial de sus hijos.
Sin embargo, en algunos casos, el auxilio sólo se restringía a las esposas e hijos legítimos
(Ingenio Pichichí) o a los trabajadores con cierto grado de antigüedad (Ingenio El Arado),
siendo estas exigencias más marcadas en los sindicatos que tenían afiliación a Utraval y la
UTC, con tendencias católicas, que explican por qué la entrega del auxilio se sometía a la
verificación de la legitimidad del hijo o de la compañera. El auxilio estaba pensado, no para
las trabajadoras, sino para las compañeras o esposas de los trabajadores, de lo cual se puede
144
inferir que el personal masculino era mayoritario y más bien había poca presencia de
trabajadoras en los ingenios esos años.
Otra de las prestaciones sociales que se acordaron fue el auxilio de muerte (Ingenio
Mayagüez y Papayal), que oscilaba en $100 para cada persona del núcleo familiar (excepto
los hijos mayores de 18 años); y también un auxilio educativo, que sólo ampliaba las becas
para los hijos de los trabajadores sindicalizados (Ingenio Pajonales ). En otros Ingenios
como Pichichí la empresa ofreció mantener una prima por antigüedad,, que cobijaba a
pocos trabajadores dado que no se negoció la cláusula de reserva y el plazo presuntivo que
contribuían a una frecuente rotación de personal y contratos por corto tiempo.
2.4.7.3 Condiciones laborales
Los compromisos de las Convenciones firmadas (Anexo F) muestran la precariedad de las
condiciones laborales de los trabajadores de los ingenios azucareros en esos años, en
particular de los campamentos donde debían trabajar los corteros y alzadores de caña, pues
las peticiones estaban dirigidas a los siguientes aspectos: higiene y mejoramiento de
campamentos, y en todos los pliegos de petición, sin excepción, se pedía la dotación y
construcción de servicios sanitarios (baños), la higienización de casinos y dormitorios, el
suministro de carpas para proteger a los trabajadores de los aguaceros y el mejoramiento de
la infraestructura en general.
En segunda instancia, un lugar importante lo ocupa la exigencia del suministro de agua
potable (Ingenios Mayagüez, Pichichí y Papayal), pero también de alimentos adecuados en
los casinos (Ingenio Pichichí). Esto muestra la fragilidad de las condiciones básicas de
trabajo de los obreros que laboraban a destajo por más de 8 horas sin contar con el mínimo
de respeto por la satisfacción de sus necesidades básicas y da una idea de la generalidad de
penurias que debían soportar durante sus jornadas de trabajo.
Lo anterior se agudiza si se observan los compromisos con referencia al suministro de
overoles y materiales de trabajo, que se otorgaban casi para todos los trabajadores con un
salario inferior a $300 mensuales. Esta disposición no era una mera concesión de parte de
los empresarios, respondía al Decreto-Ley 147 de 1958 del Ministerio de Trabajo, que
reglamentó el artículo 230 del Código Sustantivo del Trabajo sobre el suministro de
calzado y el artículo 231 sobre la consideración de hijos que dependieran del trabajador230
.
Otro de los acuerdos de las convenciones tenía que ver con el mejoramiento de la
prestación del servicio de transporte, pero en este caso, las soluciones fueron diversas: el
Ingenio Pajonales - Central Tolima se comprometió a prestar dinero a la cooperativa de
230
Colombia. Ministerio del Trabajo. Decreto 147 (14, mayo, 1958). Suministro de calzado a los obreros.
Diario Oficial. Bogotá, D.C.
145
empleados para la adquisición de un bus de servicio de pasajeros, mientras que el Ingenio
Pichichí se comprometió a facilitar el establecimiento del servicio intermunicipal de buses;
el Ingenio Papayal establecería transporte gratuito y el Ingenio El Arado acondicionaría
vagones de transporte para los trabajadores en ciertos lugares. Estos pactos muestran a
nivel general las dificultades de los trabajadores para movilizarse desde sus lugares de
residencia a los campamentos de trabajo.
Finalmente, otros acuerdos tenían que ver con distintas reivindicaciones de los trabajadores
en ingenios específicos. De esta manera, en el Ingenio El Arado, los trabajadores pidieron
lotes para poder construir sus viviendas, mientras que los trabajadores del Ingenio Pajonales
abogaban por el mejoramiento de los terrenos y espacios destinados a la recreación y el
deporte.
En este punto es pertinente manifestar que las demandas de los trabajadores del azúcar eran
similares a las de otros trabajadores agrícolas. En una noticia del periódico Voz, se
destacaba que varios sindicatos de estos trabajadores en Armenia y Quindío denunciaban:
“Los patronos no cumplen con los requisitos de la legislación laboral referentes a higiene,
dormitorios y alimentación. Les son burladas a los trabajadores agrícolas las prestaciones
sociales. No existen reglamentos internos ni planilla de pagos. Los patronos no cumplen
con el pago del subsidio familiar, ni con la afiliación del seguro social.”231
Por lo cual el
Sindicato Único de Trabajadores Agrícolas de Armenia y Quindío solicitó una
investigación al Inspector de Trabajo con las correspondientes sanciones para los
empleadores.
2.4.7.4 Derechos sindicales
En las convenciones colectivas (Anexo F) también se plantearon otras reivindicaciones
referidas a la ampliación de derechos sindicales. Entre ellas, se encuentra en primer lugar,
la exigencia de permisos remunerados para los delegados sindicales a congresos sindicales
departamentales y nacionales. En el Ingenio Pichichi se reduce el permiso sólo para
aquellos organizados explícitamente por Utraval y la UTC.
En segundo lugar, se pactan una serie de medidas disciplinarias sobre el personal. De esta
manera, en el Ingenio Mayagüez el sindicato podía autorizar a la empresa a deducir
proporcionalmente el salario de un trabajador que rompiera de manera unilateral el contrato
de trabajo, mientras que los sindicatos afiliados a Utraval-UTC tenían atribuciones de
sanciones disciplinarias para los trabajadores que estuvieran en huelga (Ingenio Pichichí) o
231
Noticiero Sindical: Se violan leyes laborales en el Quindío. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 23, abril, 1960.
146
incluso los autorizaban para ocupar a otros trabajadores durante la misma (Ingenio El
Arado).
En unos casos se acordó reconocer los salarios de los trabajadores de la comisión
negociadora. En el caso del Ingenio Pajonales – Central Tolima, se reconocerían salarios
especiales calculados en $6,40 al día; en el caso del Ingenio Pichichí se reconocerían los
salarios completos; y en el caso del El Arado, se reconocerían sólo aquellos salarios que no
se hubieran reconocido durante la etapa de entendimiento y conciliación. En algunos casos
como el Ingenio Pajonales, el sindicato sólo pedía la garantía de un lugar donde pudiera
reunirse regularmente.
Finalmente, uno de los puntos más importantes tenía que ver, al inicio o el final de la firma
de la convención colectiva, con la advertencia de que los trabajadores que habían
participado en la comisión negociadora no serían sancionados, ni los patronos tomarían
algún tipo de represalia contra cualquiera que hubiese intervenido en el pliego de peticiones
(en especial el Ingenio el Papayal num 22 y el Arado num 21). Este último punto, expresa
cierto temor de las retaliaciones que podrían tomar los patronos hacia los trabajadores
sindicalizados.
2.4.8 Valoración de los empresarios sobre los pliegos de petición de los
trabajadores y sus pronunciamientos
Los empresarios se declararon en varias oportunidades contrarios a las peticiones de los
pliegos de petición presentados por los trabajadores y algunos de los puntos acordados en
las convenciones colectivas referidos a las alzas de salarios, el establecimiento de
prestaciones de seguridad social y las demás medidas adoptadas, pues afirmaban que
ponían en peligro los principios de estabilidad de las empresas y se constituían en un
precedente negativo para los demás conflictos laborales.232
De igual manera, manifestaron la necesidad de poner freno a la campaña de desprestigio
hacia ellos, en la que incluso se pronunciaron algunos parlamentarios y periodistas
tildándolos de ―oligarcas, ricos y capitalistas‖. Por lo tanto, sugirieron retomar una
campaña política recordando los beneficios de las empresas y la necesidad de éstas para el
país y los trabajadores.233
En una carta de la Asociación de Cultivadores de Caña234
al Gobernador del Valle, Absalón
Fernández de Soto, los empresarios del azúcar resaltaban su preocupación sobre los pliegos
laborales que se presentaban en los ingenios La Manuelita, Papayal, El Arado, el Porvenir,
232
Telegrama interno Andi No. 120. Cali, mayo 5 de 1959.Op.Cit. 233
Ibid. 234
Carta de Jaime Lozano Henao. Cali, mayo 6 de 1959. Op. Cit.
147
Oriente, Riopaila y otros tantos que estaban en construcción. Tales pliegos demandaban en
primer lugar; la abolición de la cláusula de reserva y la ampliación o no aplicación del
término del contrato presuntivo y sólo en segunda medida solicitaban mayores salarios y
prestaciones extralegales, en las cuales, incluso, los empresarios podían ceder, a fin de
mantener la cláusula de reserva. (Anexo F)
Para los empresarios, la agitación estaba orientada a remplazar por ―tirantez‖ las buenas
relaciones obrero-patronales, que se habían expresado hasta el momento en el trabajo
vallecaucano. Además, señalaban que el aumento de los salarios para los trabajadores
azucareros generaba problemas porque incrementaba el costo de la producción y los precios
de los productos de consumo familiar, y además, podía forzar el desplazamiento de la
producción de azúcar hacia productos industriales. También consideraban peligroso el
hecho de que los costos de producción no se pudieran trasladar a los consumidores, por el
control de precios del Gobierno235
.
Los aumentos salariales obtenidos eran objeto de rechazo, no sólo desde el punto de vista
económico sino político y social, pues consideraban que ―se estaba creando una clase
especial de trabajadores amparados, que no gozaban en las industrias urbanas ni los demás
sectores agrícolas‖. Estos trabajadores podían convertir la industria dulcera en un
―verdadero caballo de Troya‖ que arruinara el esfuerzo de los agricultores vallecaucanos236
.
Al respecto decían:
“A la industria azucarera no le duele que el trabajador del campo del Valle del
Cauca gane más dinero y ha demostrado que dentro de sus posibilidades va a la
vanguardia de salarios rurales en Colombia, pero si anota con temor el hecho de que
el influjo de sus altos jornales empezará a crear un desequilibrio contra el resto de la
agricultura vallecaucana, pues está terminará afectada por aquellos y deberá
afrontar unos costos mayores que la van a poner en condiciones de inferioridad
frente a la de otros departamentos que no soportan la presión salarial del nuestro y
que entonces pueden producir a más bajo costo pagando, como pagan, jornales
rurales mínimos fijados por la Ley y que fluctúan entre $2,50 y $4 por día.”237
Por lo tanto, los industriales del dulce pedían al Gobernador del Valle equilibrar la
situación entre patronos y obreros para no generar una crisis social más aguda por el
235
Ibid. 236
En mayo de 1959 fue pactado el salario de $7.50 con el Ingenio Mayagüez, seguidamente los ingenios
azucareros de Riopaila, Castilla, Tumaco, Providencia y Manuelita alinearon este mismo salario unificando
así el jornal básico del grupo más denso de la industria azucarera. Para los empresarios, el caso del Ingenio
Manuelita refleja el aumento peligroso de los salarios, a modo de ejemplo el jornal básico era de $5 en enero
de 1957. Por su parte, los trabajadores en mayo de 1959 pedían discutir en $8 el jornal básico, lo cual
significaba que en el curso de los dos últimos años el Ingenio había subido en un 60% su salario mínimo. El
aumento del jornal básico implicaba también un incremento en el salario promedio más las prestaciones
sociales. 237
Carta de Jaime Lozano Henao, Cali, mayo 6 de 1959. Op. Cit.
148
desempleo y la creación de una ―masa flotante‖ de trabajadores que no podían ser
contratados. No obstante, la preocupación también era política. Los empresarios expresaban
cierto temor por la orientación que empezaban a darle al movimiento obrero sus nuevos
dirigentes políticos.238
Entre los dirigentes se mencionaban los apellidos de Montaña, Barberena y Molina que al
mismo tiempo estaban constituyendo un ―nuevo partido‖ señalándoles una estrategia
distinta a los trabajadores. Para los industriales, estos y otros nuevos líderes dentro del
movimiento sindical estaban violando los carriles procedimentales para la conducción de
los pliegos y representaban un peligro evidente de radicalización del movimiento obrero. 239
2.4.9 La estrategia de los empresarios
Desde marzo de 1959 insistió la ANDI en la necesidad de entablar conversaciones con el
Gobierno en sus distintos niveles locales, regionales y nacionales a fin de acordar las
medidas para frenar el ascenso de la conflictividad laboral en el Valle del Cauca. Comenzó
desde entonces a fraguarse una estrategia para contrarrestar la negociación simultánea de
pliegos de peticiones y la amenaza de las huelgas.
El 23 de marzo de 1959 hubo una reunión en Cali a la que asistieron los gerentes de los
principales ingenios azucareros del Valle: Luis Ernesto Sanclemente (Riopaila), Cornelio
Lourido (Meléndez), Camilo J. Cabal (Providencia), en la que se trató el problema de los
pliegos de peticiones que se estaban presentando. Allí se consideró que los sindicatos
estaban allanando el camino para la intervención en la administración de las empresas con
el beneplácito del Presidente de la República.240
Por esto, los empresarios decidieron reunirse con el Ministro de Trabajo y acordaron una
enmienda a la cláusula de reserva. El texto decía:
“Cuando se despida a un trabajador, haciendo uso de la cláusula de reserva, este
podrá solicitar ante un tribunal de arbitramento que decida, en atención a las
pruebas presentadas por las partes, si el despido ha sido o no consecuencia de
actividades sindicales correctamente ejercidas por el trabajador o por retaliaciones
en virtud de reclamos de derechos. En caso de aparecer el despido como retaliación,
el patrono deberá reintegrarlo o indemnizarlo con la suma equivalente a tres meses
del salario que estuviere devengando el trabajador.
238
Telegrama interno Andi No. 241 .Bucaramanga, mayo 8 de 1959. Op, Cit. 239
Ibid. 240
Telegrama interno Andi No. 76 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, sobre pliegos de petición
que exigen la eliminación de la cláusula de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali,
marzo 23 de 1959.
149
El tribunal será de carácter permanente, integrado por tres árbitros designados así:
uno por el patrón, uno del sindicato, y el tercero a la suerte de una lista de diez que
elija la sala laboral del Tribunal superior de Cali. Los miembros del tribunal de
arbitramento deberán ser abogados en ejercicio, los fallos serán en conciencia y
dictados en un periodo de diez días por mayoría de votos y no serán apelables”.241
La financiación del tribunal correspondía mayoritariamente a los empresarios y
minoritariamente a los sindicatos. El Gobierno programó un acompañamiento para la
situación de los ingenios azucareros. En las declaraciones después de la visita, el Ministro
de Trabajo propuso que en todos los contratos, las empresas se comprometieran a no
utilizar la cláusula de reserva e incorporaran la duración indefinida, y sin fijación de
tiempo. Esto causó disgusto entre los empresarios, quienes afirmaron que “El Ministro de
Trabajo estuvo por completo entregado a los líderes marxistas de Cali que forman el más
brillante cuadro de agitadores que tiene el país. No lo abandonaron un solo instante desde
su llegada a Cali. Es de pública notoriedad y triste comentario que estuvo totalmente
sojuzgado por ellos.”242
La Junta Directiva de la Andi en Cali ratificó en marzo 24 de 1959 su decisión de oponerse
a la supresión de la cláusula de reserva y para ello, programó una reunión con el Presidente
de la República para adelantar una campaña en contra del ‗mal ambiente hacia los
empresarios‘: “La Junta Directiva de la Andi, seccional Cali reitera su honda
preocupación por la marcada crítica de que vienen siendo objeto los industriales y en
general todos los hombres de trabajo colombianos, lo que ya ha creado un ambiente de
desconcierto y alarma entre todos los sectores, con el natural desaliento para vencer los
múltiples problemas sociales y económicos que confronta el país.” 243
De igual manera, los empresarios acordaron hacer un planteamiento conjunto al Gobierno
Nacional que recogiera todas las precisiones de los sectores industriales que tenían
conflictos por la utilización de la cláusula de reserva.244
En especial, los empresarios del
dulce insistieron en la necesidad de que la ANDI participara de manera más activa y directa
en el problema defendiendo los intereses de toda la industria nacional. Para ello solicitaron
a la Junta Directiva Nacional formular una posición unificada sobre la defensa de la
cláusula de reserva ante el Gobierno y la opinión pública mostrando que huelgas podían
acarrear graves problemas en el campo económico, social y el orden público.245
Sin embargo, la ANDI consideraba inconveniente hacer una declaración pública que los
hiciera aparecer enfrentados frontalmente a las dos confederaciones sindicales, pero
241
Ibid. 242
Ibid. 243
Telegrama interno Andi de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Posición frente a la propuesta de
eliminación de la Cláusula de Reserva. Cali, marzo 23 de 1959. 244
Telegrama interno Andi No. 120. Cali, mayo 5 de 1959. Op, cit. 245
Ibid.
150
manifestaban la necesidad de seguir insistiendo en forma discreta ante el Gobierno para que
no tratara de forzar una situación conflictiva en la insistencia de la eliminación de dicha
cláusula, estableciendo diálogos con el nuevo Ministro de Trabajo, Otto Morales Benítez.246
En el marco de esta estrategia se programaron varias reuniones entre los empresarios y el
Gobierno. A una de ellas, asistió el Ministro de Trabajo, Otto Morales Benítez, con varios
directivos de la ANDI: Rafael Restrepo, Jaime Posada, Santiago Mejía, el Presidente Ortíz
y el Vicepresidente de la asociación. Los empresarios buscaban persuadir al Ministro con
sus argumentos, pero también, habían planeado que si el resultado de la entrevista no era
satisfactorio, delegarían una comisión para exponer las preocupaciones personalmente al
Presidente de la República. Para ello, los gerentes de cada una de las oficinas de la Andi
debían reunirse de manera privada con los dueños de los ingenios que afrontaban
problemas laborales, para ilustrarlos e intercambiar copias de los arreglos pactados y tratar
unificar su posición frente a la supresión de la cláusula de reserva y ampliación del término
presuntivo del contrato de trabajo247
.
2.4.10. ¿Publicar o no la opinión de la ANDI sobre la cláusula de reserva?
La Junta Directiva de la ANDI se reunió en mayo para analizar los giros que habían tomado
los problemas laborales en el Valle y en todo el país, y decidió la conformación de la
comisión de industriales que visitaría directamente al Presidente de la República:
“La Junta Directiva Seccional de Cali (…) para lograr una solución al problema que
ha ocasionado la presentación sucesiva de pliegos de peticiones en todo el país con
la solicitud clara de abolir la cláusula de reserva y ampliar o eliminar el plazo
presuntivo en los contratos de trabajo (…) y conocidas algunas intervenciones del
Ministro del Trabajo hechas mediante llamadas telefónicas a los gerentes de algunas
empresas, (…) en las cuales (…) ha presionado a los empresarios para que cedan en
la cuestión de la cláusula de reserva. (…). Los empresarios consideran pertinente y
oportuna una visita al Presidente de la República.”248
En todo este debate, los empresarios evitaron expresarse públicamente contra la cláusula de
reserva, dado que manifestaban que esto sería contraproducente. Por eso, su acción se
limitó a hacer ―incidencia política privada‖ en ciertos actores de poder. Aunque hubo
debate al respecto: ―Ortega –uno de los directivos– considera que se está acercando el
246
Telegrama interno Andi No. 202 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Posición oficial de la
Andi frente al problema laboral de la industria azucarera en el Valle, a Enrique Caballero Escovar, gerente
Andi oficina Bogotá. Medellín, abril 28 de 1959. 247
Telegrama interno Andi No. 120. Cali, mayo 5 de 1959. Op, cit. 248
Telegrama interno Andi No. 357 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Acuerdo Junta Directiva
Seccional Cali frente al conflicto laboral de los ingenios azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. Cali, mayo 12 de 1959.
151
momento para manifestar nuestra inconformidad con las soluciones que se le están dando
a los conflictos laborales que comprometen la libertad de empresa, pero acepta que por el
momento lo más indicado es hablarle al Presidente como lo decidió la Junta Central.” 249
Acto seguido manifestaban: “Los directores consideran que la Andi debe preservar su
carácter de entidad no gremial sin incurrir en posiciones públicas que desatarían
previsible tormenta demagógica.”250
Luis Alberto Serna consideraba que dado el ambiente
social y la inclinación del Gobierno, la declaración escrita podría ser contraproducente si se
hacía pública251
. En Bogotá, dirigentes como Martín del Corral y Julio Samper se
manifestaban opuestos a cualquier salida en la prensa optando por programar una
presentación personal y privada al Presidente sin que hubiera ninguna posición oficial del
gremio en los medios de comunicación.252
Sin embargo, a medida que fueron evolucionando los conflictos en los ingenios azucareros,
la duda frente a la publicación oficial de la postura de la ANDI sobre los conflictos se
resolvió. Los industriales vallecaucanos estaban dispuestos a publicar un pronunciamiento
contundente sobre los conflictos y presionaron para que las juntas directivas de Andi
Medellín y Bogotá lo aceptaran. Los empresarios del azúcar consideraban fundamental
conversar con ellos para ―hacerles ver muy francamente la responsabilidad que van a
asumir y sin tratar de disuadirlos, por lo menos destacarles que buscando contactos
directos con el Gobierno Central se ponen a salvo de muchos peligros y pueden conjurar
los movimientos de paros de solidaridad y de la insistencia en fórmulas absurdas”253
.
Para los industriales de Bogotá y Medellín, era clara la insistencia en que la ANDI no
apareciera como una asociación patronal, pues consideraban que “manteniéndonos fiel a
los principios, los empresarios deben actuar independientemente, sin formar un frente
cerrado de carácter patronal, que sería la oportunidad definitiva para que prosperaran las
fuerzas que tratan de destruir la empresa privada y el orden nacional.”254
Rechazaban por
eso las presentaciones del gremio ante la opinión pública.
249
Telegrama interno Andi No. 368 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá. Negativa
declaración pública Andi sobre cláusula de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá,
mayo 13 de 1959. 250
Telegrama interno Andi No. 64. Medellín, mayo 13 de 1959. Op, Cit. 251
Telegrama interno Andi No. 65 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, Soluciones a los
conflictos laborales que comprometen la libre empresa, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali.
Medellín, mayo 13 de 1959. 252
Telegrama interno Andi No. 362 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá.
Recomendaciones postura Andi frente a los conflictos laborales, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. Bogotá, mayo 13 de 1959. 253
Telegrama interno Andi No. 457. Bogotá, junio 8 de 1959. Op, Cit. 254
Telegrama interno Andi No. 303 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Puntos centrales frente
Gravedad problema ingenios azucareros, a. Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá.
Medellín, junio 8 de 1959.
152
Unos y otros finalmente, consideraban que la mejor salida, era insistir en las
conversaciones privadas con el Presidente, quien era considerado el único que podía mediar
y solucionar los conflictos. Los empresarios del dulce dudaban de la eficacia de las demás
autoridades laborales, empezando por el Ministro de Trabajo, pues consideraban que no
obraba de forma consecuente, en la medida en que había abierto la puerta para incrementar
la conflictividad. Además, cuestionaban también las actuaciones del Gobernador del Valle,
Fernández de Soto, por no tomar medidas más radicales y contundentes frente a las huelgas
cortas que se presentaron en algunos ingenios.
Los empresarios acusaban a las autoridades regionales de ser partícipes de la creación de un
―nuevo estatuto laboral en el Valle‖255
.La contradicción de la postura de los empresarios era
evidente cuando, de un lado, no querían aparecer como una asociación patronal, pero del
otro, contemplaban la idea de crear un frente patronal cerrado con la participación de
distintos gremios, en el cual se pediría a la ANDI ser la vocera. Al parecer, ganó la primera
postura, que reivindicaba el hecho de que la ANDI siguiera interviniendo discretamente en
el Gobierno sin muchas apariciones públicas256
.
El debate se intensificó en el marco del anuncio del paro de solidaridad de varios ingenios
azucareros en junio de 1959. Se impusieron quienes insistían en la necesidad de
pronunciarse sobre los conflictos laborales. Se destacan, en este sentido, dos acciones: en
primer lugar, 50 gerentes de distintas empresas industriales escribieron una carta al
presidente Lleras y una comisión de la ANDI habló directamente con él y el Gobernador
del Valle, Absalón Fernández de Soto. En segundo lugar, se publicó una carta en varios
diarios nacionales, con la precaución de que ―no apareciera como un alegato elaborado ad
hoc para impresionar a los árbitros de los problemas laborales.‖257
El texto publicado en El
Tiempo258
y El Espectador decía:
Cali. Junio 9 de 1959. Dr. Alberto Lleras Camargo, Presidente de la República.
“Ante la declaración hecha ayer por alguna organización obrera de decretarse una
huelga de solidaridad en caso de no resolverse dentro del plazo de cinco días los
conflictos laborales que afectan empresas Manuelita y Garantía, los suscritos
industriales del Valle del Cauca consideramos oportuno enviar a usted nuestra voz
de apoyo y respaldo al gobierno que preside, al tiempo que expresamos nuestra
protesta contra esa declaración, pues sabemos que los procedimientos ilegales no
255
Telegrama interno Andi No. 192. Cali, junio 9 de 1959. Op, Cit. 256
Telegrama interno Andi No. 88 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre conversación con
Ernesto Sanclemente, dueño Ingenios azucareros, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Medellín,
junio 10 de 1959. 257
Telegrama interno Andi No. 473 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá. Publicación
prensa postura Andi frente al conflicto laboral del Valle, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Bogotá, 11 de junio de 1959. 258
Mensaje al Presidente Lleras. Apoyo irrestricto al Gobierno. En: El Tiempo. Bogotá: (11, junio, 1959)
153
contribuyen al afianzamiento de la paz pública que obreros y patronos deben agotar
dentro del derecho todos los caminos para que las soluciones de los problemas
laborales se consigan con el menor traumatismo posible. (…)
Sólo ante las exigencias que considéranse como violatorias de los principios
sustentadores de la libre administración de empresas, los industriales ofrecen una
lógica resistencia que en ningún caso puede interpretarse como rechazo a las
aspiraciones de mejoramiento económico de sus trabajadores. (…) Suscritos
consideramos necesaria la vigencia de esos principios y estimamos que su
eliminación arriesga, con peligro para el Estado, la supervivencia de la industria y
en tales condiciones confiamos en que usted que ha sido el campeón de nuestra libre
empresa comprenda la justicia y la razón patriótica que nos asiste para montar
guardia alrededor de esos principios.”
De igual manera, los empresarios discretamente enviaron un comunicado al Ministro de
Gobierno pidiendo implementar las medidas propias del estado de sitio para contrarrestar la
huelga de solidaridad, dado que aseguraban que los hechos se habían salido de la órbita
simplemente laboral. En sus palabras decían:
“Vivamente preocupados respecto de la perturbación del orden que se está
fraguando en Cali, de acuerdo con los informes (…) llegamos a la conclusión que
ustedes como testigos presenciales ampliamente documentados sobre los factores
conjugados pueden hacer víctima a esa ciudad (Cali) de trágicas ocurrencias; ya que
han sido enviados caminos a los ingenios para atraer gentes a las calles de Cali,
mientras esta capital se encuentra desguarnecida por que las tropas que se hallan en
el norte del departamento, que son quienes pueden y deben dirigirse en forma
objetiva pero inmediata a los Ministros de Gobierno y de Trabajo o al propio señor
Presidente.(…)
Sólo los ciudadanos de Cali de amplia solvencia y representación están en
condiciones de denunciar oportunamente los hechos que nos describen ante el
Gobierno Nacional, ya que el propio Gobernador, ha afirmado no poder garantizar
la conservación del orden público”.259
La amenaza del paro de solidaridad, anunciado a mediados de 1959, produjo la
intervención del Ministerio de Trabajo, los empresarios buscaban detener la movilización
de los trabajadores y anotaban: “no se espera que estas comisiones lleguen a algún
acuerdo por sostener tesis tan opuestas (…) existe la seguridad de que Paro de Solidaridad
259
Telegrama interno Andi No. 471 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá e Ignacio
Reyes Posada, subgerente. Consideraciones conflicto laboral de los ingenios azucareros como asunto de
orden público, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, 11 de junio de 1959.
154
se efectuará muy pronto si Ministro no interviene de forma inmediata.‖260
. Había verdadera
preocupación por el desarrollo de dicho Paro, tal y como se evidencia en varios
comunicados.261
El 11 de junio de 1959 la huelga de Coltabaco llegó a su fin262
y los empresarios
propusieron la misma fórmula para los conflictos de La Manuelita y La Garantía, lo cual
fue rechazado una vez más por los sindicatos azucareros que solicitaban firmemente la
supresión definitiva de la cláusula de reserva.263
Ante esto, los trabajadores y las dos
centrales obreras suscribieron su propia declaración en la prensa.264
Seguidamente, Fedetav dirigió una comunicación al Presidente, mediante la cual rechazaba
la declaración de los industriales y la consideraba como un reto, decía: “Se hace necesario
la movilización general de los trabajadores en un acto solidario frente a la intransigencia
del sindicato de los patronos y por consiguiente invitamos a preparar una gigantesca
manifestación unitaria de respaldo a los trabajadores en conflicto.”265
En respuesta, se
organizó una nueva reunión de industriales, a la que asistieron 80 gerentes de diversas
empresas, de los cuales 21 eran afiliados a la ANDI266
.
En esa reunión, se redactó un cable privado al ministro Morales Benítez y se hizo una
declaración pública publicada en la prensa local el 13 de junio con el siguiente mensaje:
“Primera, confirman las declaraciones hechas en reciente mensaje el Presidente de
la República en el respaldo que la industria ofrece al régimen del Frente Nacional, y
que ella ha demostrado su sinceridad cumpliendo lo preconizado por el doctor
Lleras Camargo para mejorar económicamente a las clases trabajadoras del país,
sin mengua de la política de necesarias restricciones a que se han sometido los
empresarios colombianos.
Segunda, aseguran que se han limitado a repetir el mandato de la Ley que condena
sin discriminación alguna los paros de solidaridad como contrarios a las
conveniencias públicas y atentatorios del derecho colombiano.
260
Telegrama interno Andi No. 204 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Acuerdo entre delegado
Ministerio del Trabajo y CTC para el conflicto de los ingenios azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente
de la Andi. Cali, junio 11 de 1959. 261
Telegrama interno Andi No. 207 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Reunión de directivos y
empresas La Garantía y Manuelita, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, junio 12 de 1959. 262
Telegrama interno Andi No. 317 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, fin conflicto Coltabaco,
a Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá. Medellín, junio 11 de 1959 263
Telegrama interno Andi No. 207 Cali, junio 12 de 1959. Op, Cit. 264
Centrales obreras hablan sobre la situación laboral. ―Los patronos, responsables de la situación social del
país: Declara la CTC.‖ En: El Espectador. Bogotá: (12, junio, 1959) 265
Telegrama interno Andi No. 213 de Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi Cali. Conversación telefónica
detalles para resolver conflicto de la Garantía y declaraciones Fedetav, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de
la Andi. Cali, Junio 15 de 1959. (Cali, Junio 15 de 1959) 266
Telegrama interno Andi No. 213. Cali, Junio 15 de 1959. Op, Cit.
155
Tercero, ratifican que practican y preconizan la adopción de una política de mejores
salarios y prestaciones a favor de los trabajadores para elevar sus condiciones de
vida y contribuir así al reajuste en que el gobierno se empeña, y que traerá como
consecuencia el rendimiento económico del trabajo nacional.
Cuarta, reafirman su convicción de que los principios de la libre empresa
constituyen el fundamento de nuestra democracia económica”.267
Estas declaraciones presionaron al Ministro de Trabajo a visitar personalmente los ingenios
azucareros en conflicto.268
El Ministro se reunió con varios empresarios, entre ellos Carlos
Sardi, Álvaro Caicedo, Luis Ernesto Sanclemente, Eduardo Buenaventura y Luis Bernardo
Salcedo, quienes explicaron las distintas razones de orden económico y social que tenían
las empresas para insistir en la supervivencia de la cláusula de reserva y del término
presuntivo. Pero, según el comunicado, la reacción del Ministro no fue favorable, en la
medida en que hizo las siguientes declaraciones:
“1) el Gobierno no mira con buenos ojos la constitución de bloques patronales para
discutir problemas laborales y acepta únicamente conversaciones con los directivos
de las empresas en conflicto;2) El Gobierno no teme al anunciado Paro de
Solidaridad y está en condiciones para controlarlo; 3) el Ministro de Trabajo ha
venido únicamente como mediador y no hay formula oficial que proponer respecto de
los puntos que se discuten; 4) considera que la teoría moderna del derecho laboral y
que es aceptada universalmente, conlleva la formación de normas para regir las
relaciones obrero-patronales a través de las convenciones colectivas. La Ley
únicamente es la base mínima y fuera de ella los trabajadores pueden exigir y pactar
con sus patronos lo que a bien tengan ambas partes. 5) Finalmente, les sostuvo a los
comisionados que los puntos expresados no eran de opinión personal del Ministro de
Trabajo sino ideas acordadas por todo el Gobierno en los Consejos de Ministros.”269
El Ministro de Trabajo se reunió posteriormente de manera privada con los gerentes de La
Garantía y La Manuelita. En esta reunión, el gerente de Manuelita, don Harold Eder,
presentó dos propuestas: eliminar la cláusula de reserva y ampliar el plazo presuntivo a un
año para los trabajadores que completaran más de cinco años de servicio en su empresa.270
Esto significó un avance, en la medida en que los industriales comprendieron que ceder un
poco y dar soluciones a esta demanda reiterada de los trabajadores, era la única manera de
detener el paro de solidaridad.
267
La industria del Valle preconiza la política de mejores salarios. En: El País. Cali: (13, junio, 1959) 268
Telegrama interno Andi No. 211 de Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi Cali. Anuncio Paro por Fedetav
a propósito conflictos laborales de los ingenios Garantía y manuelita, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de
la Andi. Cali, Junio 13 de 1959. 269
Telegrama interno Andi No. 214. Medellín, junio 16 de 1959. Op, Cit. 270
Ibid.
156
Sin lugar a dudas, el epicentro de estos conflictos fue el Valle del Cauca271
. No obstante, el
movimiento tenía un carácter nacional y por distintos conductos tendía a la paralización de
actividades de otras industrias, 272
incluso la reacción contra el paro de solidaridad provino
de empresarios de Santander y otras regiones del país, donde varios trabajadores expresaron
su intención de sumarse a la movilización. 273
2.4.11 Anuncio Paro Solidaridad Junio 1959 contra la cláusula de reserva, fin
de las huelgas y firma convenciones colectivas
El anuncio del paro de solidaridad a mediados de 1959 dio impulso a la negociación de los
conflictos que se estaban desarrollando en La Manuelita, Riopaila; otros ingenios
azucareros y Textiles La Garantía. El primero en finalizar fue el de La Manuelita con la
firma de una Convención Colectiva. Los puntos acordados fueron los siguientes: “El jornal
mínimo se elevó a $8,25; el término presuntivo fue ampliado a un año para trabajadores
de más de dos años (…) también se pactaron otros temas que tenían que ver con
prestaciones extralegales como tratamiento médico para familiares del trabajador, prima
de maternidad, defunción y de navidad, así como préstamo para vivienda”274
.
En este conflicto, los trabajadores consideraban que lo más importante había sido la
supresión de la cláusula de reserva y la eliminación del contrato presuntivo.275
Sin
embargo, la firma del acuerdo de La Manuelita implicó tensiones entre los empresarios,
pues la ANDI no estaba de acuerdo con la decisión del gerente de La Manuelita de aceptar
la supresión de la cláusula. 276
Siguieron las conversaciones en Textiles La Garantía, que duraron casi tres días seguidos,
18 y 20 de junio. Inicialmente parecía que el Gerente no estaba dispuesto a hacer las
concesiones que se pactaron en el arreglo de Manuelita, considerados ―muy perjudiciales
para la empresa‖277
. Finalmente, el gerente tuvo que ceder y dio a conocer el siguiente
acuerdo:
271
Derrotada cláusula de reserva en la Manuelita. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 20, junio, 1959. 272
Telegrama interno Andi No. 303. Medellín, junio 8 de 1959. Op, Cit. 273
Telegrama interno Andi No. 331 de Diego Tobón Arbeláez, vicepresidente Andi. Invitación Otto Morales
Benítez a la Asamblea de la Andi, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Medellín, junio 17 de
1959. 274
Telegrama interno Andi No. 219 para Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Términos convención
colectiva de la Manuelita. Cali, junio 17 de 1959. 275
Voz (20, junio, 1959). Op, cit. 276
Telegrama interno Andi No. 493 para Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Solicitud información
huelga Apolo, convención colectiva la Manuelita e inicio de conversaciones la Garantía, a Diego Tobón
Arbeláez, vicepresidente Andi. Medellín, junio 17 de 1959. 277
Telegrama interno Andi No.224 de Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi Cali. Conversaciones conflicto
La Garantía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, junio 18 de 1959.
157
“Por fin a las dos de la mañana se suscribió la convención colectiva de la Garantía.
En materia de régimen contractual se pactó que la empresa no hará uso del plazo
presuntivo ni aplicará la cláusula de reserva sino cuando exista alguna de las
causales señaladas en los artículos 62 y 63 del Código Sustantivo del Trabajo y
cualquiera otra que a su juicio se considere justa, todo ello mediante el
procedimiento que se establece en la misma convención. A continuación, se
reglamente la manera como el trabajador puede reclamar del despido ante el
Gerente o ante un comité obrero-patronal”.278
Al mismo tiempo, el Ingenio Riopaila suscribió una convención colectiva por 18 meses que
estableció la prórroga por seis meses y por una sola vez de los contratos de trabajo del
personal de menos de dos años de servicio; para los trabajadores de más de dos años de
servicio o para aquellos que cumplieran dentro del término de la convención, la prórroga de
los contratos sería por un año a partir de su vencimiento.279
En total, se calcula que en este
movimiento contra la cláusula de reserva participaron más de 3.000 obreros con sus
respectivas familias de los sindicatos de los ingenios respaldados por Fedetav y la CTC,
principalmente.280
Al finalizar el mes de junio de 1959 se habían firmado varias convenciones colectivas en
los ingenios azucareros de La Manuelita, Textiles La Garantía, Ingenio Oriente, Ingenio
Papayal, Ingenio Riopaila y se tramitaban negociaciones directas de los pliegos del Ingenio
Providencia, Central Tumaco, Central Castilla, entre otros. Aproximadamente 17 ingenios
tramitaron pliegos de peticiones durante el año. 281
(Tabla 2-6 y Anexo F)
278
Telegrama interno Andi No. 232 de Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi Cali. Información firma
convención colectiva de la Garantía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, junio 20 de 1959. 279
Ibid. 280
Voz, (20, junio, 1959). Op, Cit. 281
Los pactos colectivos en el Valle. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá.
27, junio, 1959.
158
Tabla 2-6 Sindicatos de ingenios azucareros que negociaron pliegos de peticiones en 1959,
según afiliación y periodo de negociación
Sindicatos de ingenios que negociaron pliegos de peticiones en 1959* Sindicato de base ingenio Afiliación sindicatos de base Periodo negociación pliegos de peticiones
Riopaila Fedetav 1959-1961
Manuelita Fedetav 1945-1971
Castilla Fedetav 1959-1961
Providencia Fedetav 1959-1962
Pichichi Utraval
Fedetav
1959-1960
1960-1962
El Arado Utraval 1959-1968
Mayagüez Fedetav 1959-1970
Papayal Fedetav 1959-1974
La Quinta Fedetav 1959-1965
San Fernando Fedetav 1959-1966
Bengala Fedetav 1959-1963
La Cabaña Fedetav 1959-1960
Oriente Fedetav 1959-1974
Central Tumaco Fedetav 1959-1974
Meléndez Utraval 1959-1976
El Naranjo Utraval 1959-1980
El Porvenir Utraval 1959-1975
*Fuente: Elaboración propia con información obtenida Andi Anexo F y Patricia Arango (1987) Cuadros II-6 y II-7
Las convenciones firmadas modificaban el régimen contractual comprometiéndose, a
eliminar o limitar el uso la cláusula de reserva; ampliar el contrato presuntivo y aumentar
los salarios entre un 10 y 50%, lo cual se consideraba un claro éxito para las luchas obreras
(Tabla 2-4 y Anexo F). Los trabajadores hicieron una valoración positiva de lo obtenido:
―Todas las acciones de la clase obrera que se han desarrollado desde cuando fue
derrocada la dictadura civil y militar, han estado siempre inspiradas en la lucha por la
estabilidad en el trabajo que la cláusula de reserva abolió en virtud de la necesidad del
Estado de amparar los intereses de los patronos que tan consecuentemente representa y
defiende”282
.
Otros arreglos laborales se pactaron en el segundo semestre de 1959. En particular se
destacó la firma de una convención colectiva el 30 de junio en el Ingenio Meléndez, que
aunque no logró eliminar la cláusula de reserva, contempló no hacer uso del plazo
presuntivo en sus contratos de trabajo y aumentar la indemnización por el despido283
(Anexo F). El 4 de julio, los trabajadores del Ingenio Oriente, de Palmira, derrotaron la
cláusula de reserva, asesorados por Marceliano Herrera, de Fedetav284
. Los puntos más
destacados de la convención firmada consistían en:
282
Voz, (27, junio, 1959). Op, Cit. 283
Telegrama interno Andi No. 244 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, sobre régimen contractual
de la Convención Laboral suscrita por el Ingenio Meléndez, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Cali, julio 1 de 1959. 284
Carta de la Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar, sobre Convención Laboral Ingenio
Oriente, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, julio 4 de 1959.
159
“(…) un aumento de salarios de $ 1,50 para los obreros que trabajaban por
administración y de un 10% para los trabajadores a destajo; se estableció un salario
mínimo diario de $7,50; la abolición de la cláusula de reserva y una prórroga hasta
de un año del contrato presuntivo. En cuanto a prestaciones sociales se incluyó una
prima extra-legal de aguinaldo; auxilio de defunción para los familiares que
dependían del trabajador; auxilio de $80 por cada hijo natural o legítimo; consulta
médica gratuita para los familiares y auxilio de $500 para útiles escolares”.285
En una evaluación de las convenciones suscritas, la ANDI consideró que aquella que
resultó menos desfavorable fue la de Textiles La Garantía, pues analizaban la ambigüedad
de los términos de dicha convención, porque el patrono podía estimar como causas justas
de despido otras diferentes a las estipuladas en los artículos respectivos del Código Laboral.
Sin embargo, consideraban delicado la operación del sistema de explicaciones y reclamos
para definir el problema de la contratación, pues ―las empresas corren el riesgo de que la
suerte no las favorezca‖.286
Textiles La Garantía y el Ingenio La Manuelita fueron igual de severas con los trabajadores
después de las huelgas contra la derogatoria de la cláusula de reserva, pues en un
comunicado de la ANDI se informaba que La Garantía no había reconocido los salarios
durante el tiempo de huelga a ninguno de sus obreros aunque manifestaran deseos de
trabajar. Únicamente reconoció los salarios a todo el personal de empleados, a los
supervisores y vigilantes, ―dándoles a estos últimos una pequeña prima.‖287
Además, en
otro comunicado aseguraban que La Manuelita había seguido la misma política salarial
durante su huelga.288
En este punto, es importante resaltar que el tipo de incentivos a supervisores y vigilantes no
fue un hecho aislado, sino que coincide como política en varios ingenios azucareros. Los
patronos llegaron incluso a asignarles funciones policivas hacia los demás trabajadores, con
lo cual se pretendía controlar la influencia de líderes sindicales ―comunistas‖ o señalados
de serlo289
.
El desacuerdo de la ANDI con la posición del Gobierno de aprobar límites para el uso de la
cláusula de reserva se presentó en varios diarios del país. El Gobierno manifestaba una
285
Ibid. 286
Telegrama interno Andi No. 102 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Cláusula de Reserva en
acuerdos la Manuelita y Garantía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Medellín, junio 22 de 1959. 287
Telegrama interno Andi No.241 del Dr Jaramillo, Andi Cali. Pago de salarios durante el conflicto laboral
de la Garantía, a Diego Tobón Arbeláez, vicepresidente de la Andi. Cali, junio 25 de 1959. 288
Telegrama interno Andi No.242 para Diego Tobón Arbeláez, vicepresidente de la Andi. Política salarial de
la Manuelita durante la Huelga. Cali, junio 26 de 1959. 289
Ibid.
160
―posición intermedia‖ entre las demandas de los trabajadores y los empresarios,
defendiendo que era posible lograr una mediación entre las partes. 290
El Gobierno sentaba su posición de la siguiente manera: en primer lugar, afirmaba que una
indemnización monetaria ante un despido no era suficiente para la justicia del trabajo. En
segundo lugar, que la justicia ordinaria no era eficaz para determinar las causas legítimas
del despido. En tercer lugar, reconocía que la cláusula de reserva había permitido al patrono
prescindir de los servicios de los trabajadores sin expresar razón alguna a cambio de una
indemnización. Por eso afirmaba, que este procedimiento había sustituido a todos los demás
para constituirse en el único instrumento de resolución del contrato. En resumen, se había
consagrado como un derecho excesivo y dudoso291
.
En estos términos, el Gobierno reconocía que los trabajadores habían sido objeto de abusos
reiterados, por lo cual era necesario examinar los procedimientos para volver a un régimen
auténtico del derecho que hiciera efectivo el despido por las causas justas prescritas en la
Ley y “que no deje la estabilidad del empleo a la voluntad de una de las partes, sin
reglamentación ni limitación alguna.”292
Así mismo, el Presidente valoraba como satisfactorios los arreglos a los que se había
llegado sobre la cláusula de reserva en los conflictos laborales y se pronunciaba en contra
de las posiciones extremas tanto de los trabajadores como de los empresarios: “Por eso
mismo, he encontrado extraño que a esta altura del proceso se vuelva, como parece a
posiciones extremas sobre la conservación integral del derecho unilateral del despido sin
explicación de causas, o la total abolición de ese derecho a sabiendas de que la justicia no
está hoy en condiciones de definir los casos de causa justa por la lentitud de sus
procedimientos.”293
De igual manera, Lleras les enviaba un mensaje a los empresarios sobre la necesidad de
reformar la legislación de la cláusula de reserva dado que “será indispensable buscar
disposiciones y procedimientos que permitan al empresario alegar con éxito cuando tiene
razón las causas legítimas de despido, y a los trabajadores defenderse de la arbitrariedad
y de la incertidumbre sobre la duración del contrato”. Así mismo, enviaba un mensaje a
los trabajadores sobre la amenaza de huelga de solidaridad, diciendo: “El gobierno tendría
que reprimirla con la mayor rigidez.”294
290
El Presidente Lleras habla sobre la Cláusula de Reserva. En: El Tiempo. Bogotá: (18, junio, 1959) 291
El Presidente Lleras habla sobre la Cláusula de Reserva. En: El Correo. (18, junio, 1959). 292
Ibid. 293
Ibid. 294
Ibid.
161
Sobre la huelga como tal, decía:
“La huelga en una determinada empresa es ya una medida excepcionalmente de
coacción que la Constitución Nacional garantiza al trabajador porque lo considera
en inferioridad de condiciones para entenderse con sus patronos (…) pero extenderla
por solidaridad a otras empresas o a toda una región del país, o a la nación entera
no solamente es ilegítimo sino que implica una perturbación que ni nuestra economía
convaleciente, ni nuestro estado social resistiría, sin que las muchas causas de
disensión de los colombianos que hemos tratado de eliminar se agregara una lucha
de clases amarga, inútil y profundamente perjudicial para los intereses mismos de
los trabajadores colombianos”.295
La reacción de los empresarios se expresó en un comunicado de prensa que aseguraba:
“No corresponden exactamente a la realidad de los hechos, las informaciones que se
han venido publicando sobre la situación social del Valle del Cauca y la solución
que a los conflictos laborales le está dando el Gobierno. No es cierto que allí exista
satisfacción general, ni que esté cediendo la lucha de clases. Los industriales miran
con inquietud y zozobra los acuerdos que se han visto obligados a suscribir bajo
amenazantes presiones y las huelgas tienden a generalizarse296
. No se trata en caso
alguno de una mentalidad reaccionaria de los patronos, sino de la creciente pérdida
de la libertad y autonomía en el manejo de las empresas”.297
Los industriales sostenían que las limitaciones a la libertad de despido no sólo atentaban
contra la eficiencia de las empresas sino también contra el desarrollo económico,298
pues
consideraban que el costo de las huelgas había sido altísimo (más de 5 millones de pesos al
año). Por lo tanto, se pronunciaban en contra de la “La demagogia socialera es la peor ruta
que puede tomar un gobierno (…) el país va por mal camino y así lo entienden los
empresarios del Valle, aunque muchas veces tengan que decir lo contrario.”299
En medio de estos conflictos y acuerdos, los empresarios comenzaron a hacer públicas sus
opiniones contrarias a las políticas laborales y sociales del Gobierno Nacional, las
organizaciones sindicales y los trabajadores. En efecto, debatieron estos asuntos en la
295
Ibid. 296
Los empresarios afirmaban en la nota de prensa que en las reuniones con los representantes del gobierno,
los sindicatos y los empresarios sólo pudieron asistir dos representantes de la empresa; lo cual rompía la
equidad, además con la amenaza de la huelga, se sentían víctimas de una coerción inaceptable. ―La presión
llegó al punto que los dueños y los altos empleados de La Manuelita necesitaban permiso especial del
sindicato para entrar y salir de las propiedades de la empresa.” 297
La situación social del Valle. En: La República (21, junio, 1959) 298
Ibid. 299
Ibid.
162
asamblea de la ANDI que tendría lugar el 10 de julio de ese año.300
De esta manera, en la
declaración oficial de la XVI Asamblea Nacional de la Asociación, indicaron que “Para la
conservación de los principios de la empresa privada es condición esencial la
supervivencia de la facultad administrativa del empresario, que le permite la selección del
personal y el implantamiento de sistemas que estimulan el progreso individual de los
trabajadores.”301
Los empresarios hicieron un llamado a mantener el orden laboral para permitir el desarrollo
de la producción, la cooperación al trabajo, el mantenimiento de los procedimientos
previstos en la ley y el compromiso de los funcionarios en la supervisión de los mismos302
.
En cuanto a las organizaciones laborales, declararon:
“a) Que el ejercicio libre, ordenado y consciente del derecho de asociación es una
garantía constitucional cuyo reconocimiento y salvaguardia interesa al progreso
institucional y económico del país;
b) Que en tal virtud la Asociación Nacional de Industriales se complace en registrar
el desenvolvimiento de las organizaciones laborales dirigidas a la defensa y
promoción de los intereses profesionales de sus asociados (…)
c) Que el ejercicio de los derechos laborales debe ajustarse estrictamente a las
normas legales que los regulan como garantía de orden y equidad social;
d) Que, en consecuencia, en la actividad de tales organizaciones debe prevenirse
toda influencia extraña que las desvíe de sus fines naturales y propios”.303
Como muestran estos pronunciamientos, la ANDI no se dio por vencida insistiendo ante el
Ministerio de Trabajo y al Presidente en sus argumentos para defender la cláusula de
reserva, aun cuando en la práctica varios de sus afiliados tuvieron que ceder no sólo en la
no utilización de la misma, sino pactando puntos para el mejoramiento de las condiciones
de vida de los trabajadores.
Finalmente, todos estos conflictos dieron lugar a que los empresarios miraran con
beneplácito la propuesta del Ministro de Trabajo, Otto Morales Benítez, para suscribir un
proyecto de ley que reglamentara la cláusula de reserva304
, eliminada en la reforma laboral
que se concretó diez años más tarde a través del Decreto Ley 2351 de 1965.
300
Telegrama interno Andi No. 513 del Dr Arenas. Postura Andi frente a la política social, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, junio 22 de 1959. 301
Carta de Luis Bustamante, Secretario General Andi a Otto Morales Benítez, Ministro de Trabajo.
Transcripción algunas proposiciones aprobadas en la XVI Asamblea General Asociación Nacional de
Industriales celebrada el 10 de julio en Barranquilla. Medellín, 6 de agosto de 1959. 302
Ibid. 303
Ibid. 304
Telegrama interno Andi No. 120. Cali, mayo 5 de 1959. Op, Cit.
163
2.4.12. Proyecto de Ley reforma cláusula de
reserva
El 14 de agosto de 1959, un comunicado de la ANDI
informaba que había comenzado el trámite del
proyecto de ley sobre la cláusula de reserva en la
Comisión Quinta de Senado, con autoría del
Ministerio de Trabajo. Algunos de los ponentes
nombrados fueron los senadores Juan Manuel Orozco
y Rafael Ocampo Londoño, con quienes se
contactaron el presidente de la ANDI, Reyes Posada,
y otros directivos para explicarles los problemas
alrededor de estos temas.305
La discusión de este
Proyecto de Ley se dio en medio del paro de
solidaridad liderado por Fedetav debido al despido de
los 92 trabajadores de Riopaila.306
El Proyecto de Ley, publicado en el diario de la
ANDI, contenía tres artículos, que se explican en el
cuadro 2-3307
. Los empresarios decidieron entrar en
contacto no sólo con los ponentes del proyecto de ley,
sino también con los directores de los partidos
políticos, de manera discreta con el fin de poner de
presente sus críticas. En sus palabras indicaban que la orientación del proyecto debía
defenderse,
“(…) de tal manera que quede a salvo en todo caso la facultad libre de selección del
personal, aceptando compensación económica. Por otra parte traten de que no se
involucre el problema del término presuntivo y menos que trate de reglamentar el plazo de
contrato fijo que hoy tiene límite de 4 meses y deja una válvula de escape.”308
La ANDI exponía que existían argumentos desde la plataforma liberal para defender la
facultad del empresario para seleccionar su personal como condición básica del sistema de
empresa privada. Por eso, los empresarios concretaron una reunión con varios miembros
305
Telegrama interno Andi No. 736 de Arenas. Ponentes proyectos de ley salarios y cláusula de reserva, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 14 de 1959. 306
Telegrama interno Andi No. 522 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre trámite del
Proyecto de Ley de salarios y cláusula de reserva en la Comisión V de Senado, a Enrique Caballero Escovar,
gerente Andi Bogotá. Medellín, agosto 17 de 1959. 307
Boletín Andi No. 1.509. Proyecto de Ley por la cual se declaran abolidos el contrato presuntivo de trabajo
y la cláusula de reserva. Medellín, agosto 22 de 1959. 308
Telegrama interno Andi No. 743 de Enrique Caballero Escovar, Gerente de la Andi, Bogotá, sobre la
discusión de la ponencia del proyecto de ley de abolición de la cláusula de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. Bogotá, agosto 17 de 1959
Cuadro 2-3 Proyecto de Ley por
la cual se declaran abolidos el
contrato presuntivo de trabajo y
la cláusula de reserva.
Artículo 1. En lo sucesivo la
terminación del contrato de trabajo se
regirá solamente por las normas
establecidas en el Capítulo VI, 1ª
parte, Título 1º del Código Sustantivo
del Trabajo.
Artículo 2. Declárense nulos y sin
ningún valor el contrato presuntivo y
la cláusula de reserva en los contratos
de trabajo. Patrono alguno podrá dar
por terminados ni la relación ni el
contrato de trabajo sino dentro de las
condiciones del artículo anterior y
como se previene en el capítulo 6
citado en el Código Sustantivo del
Trabajo.
Artículo 3. Los artículos 47 y 48 del
Código Sustantivo del Trabajo y el
Decreto 616 de 1954, en los artículos
relacionados con la misma materia,
quedan derogados.”
164
del Partido Liberal con una carta en la que valoraban inconveniente el proyecto de ley del
Gobierno en la medida en que no sólo eliminaba la cláusula, sino el derecho del empresario
y el principio de la libre selección del personal y en nombre de la estabilidad impedía
precisamente la eficacia. En sus palabras:
―La denominación “cláusula se reserva” en sí misma carece de significado y lo
importante es el principio que encierra sobre la facultad del empleador de
seleccionar su personal. Por eso la supresión de los términos cláusula de reserva no
constituye un problema de importancia. (…) Sin embargo, la estabilidad garantizada
produciría de inmediato una baja en la eficiencia del trabajo. Prácticamente la
seguridad de empleo es el principal incentivo para un trabajador eficaz. (…) le
repito que la Andi no tiene fórmula fija, y abogaría en cualquier momento porque se
conserve al máximo la libertad”.309
Más allá de los argumentos económicos liberales, los empresarios solicitaron la
colaboración de algunos simpatizantes de la Iglesia, que llegaron a apelar razones éticas e
incluso religiosas para oponerse al proyecto de ley en curso. Uno de los simpatizantes
advertía sobre las consecuencias negativas de la abolición de esta cláusula, destacando dos
argumentos principales en contra del Proyecto: en primer lugar, consideraba que la cláusula
de reserva y el plazo presuntivo era el freno para evitar una lucha de clases ―hasta el crimen
y la desmoralización total de los pocos trabajadores que todavía respetan la ley y temen a
Dios‖; en segundo lugar, advertía que de llegar a aprobarse el proyecto del Ministro, ―sería
peor la descomposición social, el patrono y las industrias productoras quedarían de hecho
entregados a la voluntad de aquellos trabajadores de mala fe‖.310
Toda suerte de argumentación era válida para los empresarios, empecinados en mostrar la
inconveniencia de la eliminación de la cláusula de reserva y el plazo presuntivo. Por eso,
adaptaron inteligentemente los argumentos dependiendo de los partidos políticos con
quienes estaban negociando. Aunque, al parecer, el acercamiento más importante fue con el
Partido Liberal, porque era el partido del Gobierno y el Ministro de Trabajo.
En un comunicado del 5 de septiembre del mismo año, se anunciaba la presentación del
texto de la ponencia del proyecto de ley por parte del senador Juan Manuel Orozco. Sin
embargo, el texto no mostraba la ―enardecida ponencia‖ ni los debates alrededor de la
cláusula de reserva, pues a pesar de que la iniciativa legislativa había polarizado las fuerzas
309
Telegrama interno Andi No. 565 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, postura Andi frente al
Proyecto de Ley de Cláusula de Reserva, a Enrique Caballero Escovar, gerente Andi Bogotá. Medellín, agosto
27 de 1959. 310
Concepto Antonio Muñoz de la Andi al Senado sobre Proyecto de Ley Cláusula de Reserva. (1959)
165
patronales y trabajadoras en posiciones opuestas311
, la ponencia no había introducido
modificaciones sustantivas al proyecto presentado por el Gobierno originalmente y, en
consecuencia, proponía adoptarlo312
.
En la información consultada no fue posible establecer las relaciones de políticas de los
industriales azucareros con el parlamento y el Gobierno Nacional, incluso las relaciones
familiares que tuvieron peso en las decisiones políticas que se adoptaron. Es de amplio
conocimiento que en esos años algunos de los industriales del azúcar más destacados
delegaron sus funciones para participar directamente en el Congreso de la República. De
hecho, en el Ingenio Castilla de propiedad de Álvaro H. Caicedo, éste le cedió su gerencia
entre 1958-1981 a Guillermo Ramírez para convertirse en Senador de la República313
.
Estas relaciones de poder sin lugar a dudas fueron claves en las decisiones políticas que se
adoptaron, y valdría la pena indagar a fondo en ellas en una posterior investigación.
En cuanto al Proyecto de Ley de la Cláusula de Reserva no fue posible rastrear si éste se
aprobó o no. Sin embargo, el debate sobre la cláusula de reserva y el plazo presuntivo de
trabajo se había puesto sobre la mesa. Lo cierto es que con las convenciones colectivas
firmadas en adelante la cláusula de reserva cayó en desuso314
y fue finalmente derogada,
junto con el plazo presuntivo, 6 años más tarde, con la reforma laboral adoptada en el
Decreto Ley 2351 de 1965 ( Anexo D). Esto indica cómo los conflictos sucedidos en 1959
tuvieron un impacto político de gran trascendencia, si no inmediato, sí a corto plazo, porque
permitieron eliminar las barreras jurídicas que permitían la inestabilidad laboral y la
intimidación de los trabajadores a través de estos mecanismos.
2.5 Conclusiones
En primer lugar, puede asegurarse que el conflicto por la eliminación de la cláusula de
reserva y el plazo presuntivo del contrato de trabajo se circunscribió dentro de los marcos
legales de la negociación colectiva, en donde los trabajadores defendían la defensa del
derecho al trabajo, la estabilidad y la permanencia laboral. La utilización arbitraria que los
empresarios hacían de estos mecanismos para: intimidar a los trabajadores sindicalizados,
como medida disciplinaria para ―enfrentar el mal comportamiento de los trabajadores‖ y
como excusa para no renovar el vínculo laboral a trabajadores enfermos o accidentados fue
finalmente derrotada en el primer semestre de 1959.
311
Telegrama interno Andi Bogotá No. 837. Sobre Texto Ponencia Primer Debate Proyecto de Ley Cláusula
de Reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, septiembre 7 de 1959. 312
Boletín Andi No. 1.516. Ponencia de adopción sobre abolición de cláusula de reserva. Medellín,
septiembre 8 de 1959. 313
RAMOS GÓMEZ, 1990. Op, Cit. 314
CAICEDO, 1971. Op. Cit, p. 102.
166
En segundo lugar, el conflicto por la cláusula de reserva afectó no sólo a los trabajadores
del azúcar sino a otros trabajadores con similares formas de contratación sectores como
Coltabaco, Pepsi-Cola, el sector bancario, Ecopetrol, Croydon, Textiles La Garantía y
Tejicóndor, Talleres Apolo, Cementos Diamante y Frontino Gold Mines, entre otros. Esto
explica las razones de la solidaridad entre los trabajadores con esta lucha y el papel que
asumieron las federaciones sindicales regionales en la negociación de los pliegos de
petición. Las luchas no fueron aisladas unas de otras. Por el contrario, se nutrieron y
articularon entre sí. La demanda de constituir comités de reclamos o comisiones obrero-
patronales para decidir sobre los despidos en las respectivas empresas, es un ejemplo de
ello.
En tercer lugar, en el Valle, el epicentro de las luchas fueron los ingenios Riopaila y La
Manuelita, los dos más grandes de la región. Esto significó que los trabajadores desafiaran
a dos de las familias de empresarios del azúcar más importantes del país: los Eder y los
Caicedo que además eran propietarios de otros ingenios de la zona. También fue importante
la huelga de Textiles La Garantía, porque se desarrolló en Cali y con la mediación de
Fedetav se negoció de manera paralela a aquellas desarrolladas en los ingenios.
Estas luchas se enmarcaron completamente dentro de los cauces legales, pues los
trabajadores pedían respetar las normas laborales, las convenciones colectivas pactadas y
acuerdos de las negociaciones con los empresarios. Por eso, el Gobierno Nacional decidió
adoptar una postura media, más favorable a los trabajadores que a los empresarios, debido
en parte a los compromisos políticos con la CTC. Sólo cuando se anunció el Paro de
Solidaridad, se declaró en desacuerdo con las centrales sindicales.
En cuarto lugar, la vocería de la lucha la asumieron Fedetav y la CTC, que lograron
parcialmente el apoyo del Ministro de Trabajo, Otto Morales Benítez, y el presidente Lleras
Camargo. De hecho, en la mayoría de pliegos de petición defendidos por los sindicatos
afiliados a estas organizaciones se logró pactar la no utilización de la cláusula y la
ampliación del plazo presuntivo del contrato de trabajo, mientras que aquellos defendidos
por la Utraval y la UTC hicieron mayor énfasis en la negociación de prestaciones sociales
como auxilios y subsidios a los trabajadores. Sin embargo, la amenaza de paro de
solidaridad a mediados del año logró a las dos centrales sindicales CTC -UTC contra la
cláusula de reserva.
En quinto lugar, estas luchas contaron con una fuerte resistencia de la ANDI para ceder y
llegar a los acuerdos. Los empresarios diseñaron estrategias sutiles para entablar
negociaciones directamente con el Presidente, e incluso con el Partido Liberal, los
parlamentarios, el Gobernador y los alcaldes a fin de contrarrestar el movimiento de los
trabajadores. Además, la ANDI jugó un papel fundamental para orientar las relaciones
políticas con las cuales se abordaron los conflictos, dado que actuó como aglutinadora de
los patronos de las distintas industrias y ofreció asesoría jurídica, política y económica a
167
Asocaña, fundada en 1959, la Andi se articuló con la prensa regional y nacional para
orientar la opinión sobre el conflicto.
La amenaza del Paro de Solidaridad generó disputas entre los empresarios alrededor de la
pertinencia de la publicación de su posición como gremio. Al final, la ANDI asumió la
vocería de los industriales colombianos por primera vez públicamente, defendiendo la
cláusula de reserva y oponiéndose a las demás peticiones de los trabajadores como los
aumentos salariales. Sin embargo, los empresarios del dulce tuvieron que ceder, no sólo con
el establecimiento de prestaciones sociales y seguridad social, sino también mejorando las
condiciones laborales referidas a la sanidad de los campamentos, prestaciones de servicios
de salud, alimentos, agua potable y servicio de transporte para los trabajadores, entre otros.
Por último, es preciso señalar que en el análisis del conflicto los empresarios expresaron de
manera reiterada sus miedos por los alcances que podía adoptar el movimiento,
particularmente por la emergencia de nuevos dirigentes sindicales de izquierda que
influyeron políticamente la estrategia de presentación de pliegos de peticiones simultáneos,
exigencias conjuntas y huelgas cortas que lograron finalmente la derogación de la cláusula
de reserva y la entrada en desuso en los años posteriores. Lo anterior se da en medio de una
coyuntura de relevo generacional que explica el repunte de las luchas obreras en la década
siguiente.
Los nuevos dirigentes políticos de Fedetav que lideraron el proceso no estaban dispuestos a
continuar las pautas de negociación tradicionales que habían adoptado muchos sindicatos y
desafiaron incluso las atribuciones que tenían en algunos ingenios Utraval y UTC para
sugerir sanciones disciplinarias entre los trabajadores. Comenzó entonces a fragmentarse el
control que ejercían los dueños de los ingenios en las organizaciones sindicales, los
trabajadores exigían una mayor autonomía, lo cual se demostró, especialmente en la
implementación de nuevas tácticas de lucha que defendían no sólo la negociación colectiva
sino los Paros y las huelgas para presionar al arreglo de los conflictos laborales. Esta
coordinación fue indispensable para entender la articulación que se logró en el segundo
semestre del año con el Paro de Solidaridad por los despedidos de Riopaila y otros
conflictos en las décadas posteriores.
168
Capítulo 3: El paro de Riopaila, 1959
3.1 Introducción
El Paro de Riopaila fue uno de los acontecimientos más importantes del segundo semestre
de 1959, como lo han reconocido gran parte de las investigaciones sobre sindicalismo en el
Frente Nacional, ente ellas la de Sánchez (2008 y 2009). Para el autor, el asunto de fondo
era la lucha por la independencia del sindicalismo patronal. Ésta tuvo su punto más alto el
14 de agosto, cuando se desarrolló una marcha desde Palmira hasta Cali para pedir el
reintegro de los 92 trabajadores despedidos después de la jornada del 14 de julio, que
paralizó la producción en 14 ingenios azucareros y 6 fábricas de Cali, abarcando a 50 mil
trabajadores315
.
En verdad para el autor, en un análisis de más largo plazo, se trató de una huelga no sólo en
Riopaila sino en distintos ingenios y trapiches, que sacudió la sociedad señorial burguesa
del Valle, con repercusiones en la política nacional y en la conciencia de los trabajadores
colombianos. Esta lucha fue importante para la clase obrera vallecaucana, pero, como
advierte “no existe continuidad lineal, ni un acumulado permanente, pero sí existe una
tradición de luchas, unas memorias que constituyen la praxis histórica de la clase
trabajadora”.316
Este apartado pretende reconstruir detenidamente el desarrollo de este conflicto teniendo
como fuentes principales los archivos de la ANDI, el periódico Voz y algunos artículos de
la prensa nacional. La documentación permite descubrir nuevos elementos de este
acontecimiento de la clase obrera vallecaucana, particularmente referidos a la intervención
de los empresarios del dulce, los mecanismos que utilizó el Gobierno de Alberto Lleras
para manejar la situación y la participación de los trabajadores en el proceso. En ese
sentido, pretende hacer una ―historia desde abajo‖ y aportar a la historia social a través del
análisis e interpretación de nuevas fuentes.
Para ello, el desarrollo del Capítulo se estructura en las siguientes partes principales: la
primera aborda la genealogía del conflicto. La segunda reconstruye el anuncio y desarrollo
del paro del 14 de julio y la declaratoria de ilegalidad con el consecuente despido de los 92
trabajadores de Riopaila que agudizó el conflicto. La tercera presenta el desarrollo del paro
de solidaridad que involucró a varios ingenios azucareros desde el 3 hasta 18 de agosto. En
esta parte se hace un cálculo aproximado de los trabajadores involucrados, según la
documentación consultada, y se presenta un relato de cada día del desarrollo del
movimiento. La cuarta parte expone lo ocurrido después, que integra el balance de los
315
SÁNCHEZ ANGEL, 2009. Op, Cit. 316
Ibid. p. 233.
169
despidos, las investigaciones y los análisis desde los empresarios y trabajadores. En esta
última parte se hace énfasis en las medidas legales utilizadas para justificar los despidos, la
vigencia del Estado de sitio y la represión del movimiento y, finalmente, los aprendizajes y
aportes del conflicto.
3.2 Inicio y causas del conflicto en Riopaila
El problema que originó el paro tuvo que ver con la solicitud del sindicato de Riopaila de
destituir al principio a 5 jefes de sección y exmiembros de la junta directiva del sindicato,
acusados de participar en la violencia bipartidista. Estos dirigentes desde hacía varios años
habían mantenido el control del sindicato, afiliándolo a Utraval y la UTC, con el apoyo de
los dueños del ingenio317
.
Los trabajadores expresaban su profundo malestar con los dirigentes sindicales Hernando
Ávila, Marino Ortega, Néstor González, Medardo Valencia, Gilberto Zafra, Jesús Arana,
Jesús Martínez y Marco Riascos, porque afirmaban que habían participado en la Violencia
bipartidista, persiguiendo trabajadores bajo órdenes impartidas desde el ingenio318
. Los
trabajadores afirmaban que el propietario del ingenio, Hernando Caicedo, había instituido
Riopaila en un bastión de la Violencia bipartidista, tomando partido por el bando
conservador, para perseguir campesinos y trabajadores en razón de sus convicciones
políticas liberales o comunistas; y se había valido de la actuación de los ―pájaros‖ para
ensanchar sus dominios, con la colaboración de los mencionados dirigentes sindicales319
.
En palabras de los trabajadores:
“El Ingenio Riopaila fue el cuartel general de la violencia en el norte del Valle; de
allí salían cuadrillas de bandidos armados para incendiar las habitaciones de los
campesinos y sembrar terror en comarcas enteras como Caracolí y la Luisa en el
municipio de Zarzal. Y después de esas expediciones el señor Caicedo compraba a
menosprecio las tierras de los pequeños propietarios del campo”.320
En efecto, de acuerdo con la documentación aportada por Sánchez (2009), durante La
Violencia, el Valle y la zona azucarera sufrieron los rigores de su intensidad. “Hubo
317
Las investigaciones de Caicedo (1971) ; Archila (2005) y Sánchez (2009) han establecido que los
trabajadores pedían la desvinculación de 5 miembros de la junta directiva del sindicato; sin embargo, en la
información del periódico Voz se mencionan otros 3 trabajadores que son incorporados en esta lista. 318
Un fuerte golpe a la clase obrera: despidos Riopaila. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 25, julio, 1959. 319
Riopaila fue fundado en 1928 y tuvo un desarrollo muy promisorio por Hernando Caicedo quien además
de ser abogado, entre (1890-1966) se convirtió en el primer empresario colombiano del azúcar. Para los
setenta, la importancia del Ingenio Riopaila en la economía del azúcar era de primer orden. En 1976,
concentraba entre arrendadas y propias, la mayor cantidad de tierras para la producción azucarera y para 1977
la familia Caicedo constituía el mayor poder de la industria azucarera en Colombia. SÁNCHEZ, 2009. Op.
Cit, pp. 203-205. 320
Voz (25, julio, 1959). Op, cit.
170
despojo de tierras a favor de los ingenios azucareros, en un proceso de concentración
territorial y no sólo de la mutación del latifundio y la hacienda en ingenio. Entre 1922 y
1953 fueron expropiadas las 169 fincas por los azucareros y 270 pasaron a engrosar las
tierras de dos de los ingenios del norte del Cauca‖321
.
Además, parte de la historia de la organización sindical tiene que ver con la activa
intervención de la empresa en el control del sindicato. Desde su nacimiento, los patronos
influyeron para que el sindicato con 155 afiliados se alinderara en la UTC. Para ello fue
clave el papel político de algunos de los dirigentes sindicales322
. Con el desmonte del
régimen militar y el Frente Nacional, en 1957, los trabajadores se propusieron transformar
el sindicato en una organización independiente y comenzaron a posicionar nuevos
dirigentes para que ocuparan el lugar de la junta directiva, ocupada por quienes eran
considerados ―pájaros y agentes de la empresa‖ 323
. Sin embargo, los trabajadores contaron
con la férrea oposición de los patronos, que habían utilizado distintos mecanismos para
sabotear las asambleas sindicales e impedir la elección de una nueva junta directiva
alargando los plazos para convocar las elecciones.
Para elegir la nueva junta directiva del sindicato de Riopaila en marzo de 1959, los
trabajadores solicitaron la intervención del Ministro de Trabajo. Con el mandato del
Ministerio, se convocó una asamblea sindical con la participación de más de la mitad del
personal del ingenio, que ratificó la elección de una nueva junta directiva por 1.235 votos
contra 9. La nueva junta directiva del sindicato inició un trabajo amplio para redactar un
pliego de peticiones que permitiera alcanzar mejores condiciones laborales y desafilió el
sindicato de Utraval, afiliándolo a su vez a Fedetav. 324
Fedetav era filial de la CTC, que a
su vez tenía dirigentes liberales y comunistas; este cambio no fue aceptado ni bien visto por
los dueños del ingenio que habían presionado para que su sindicato perteneciera a la UTC.
Una vez consumados estos cambios, comenzaron a presentarse denuncias de violencia
hacia quienes habían sido elegidos. En palabras de algunos trabajadores: “Los bandidos y
agentes patronales arreciaron su campaña contra la nueva junta directiva, amenazando de
muerte a sus integrantes y preparando el atentado personal contra ellos.” 325
Los
trabajadores creían que la empresa, en vez de contenerlos, los había armado y estimulado
para que ejercieran violencia contra la nueva junta directiva. Por lo tanto, los trabajadores
solicitaron al ingenio despedir a los mencionados dirigentes aportando pruebas de los actos
de violencia de que eran responsables. Los directivos del ingenio se comprometieron a
investigar las denuncias y sancionarlos, pero esto nunca ocurrió.326
321
SÁNCHEZ ANGEL, 2009. Op. Cit, p.199. 322
Voz (25, julio, 1959). Op. Cit. 323
Ibid. 324
Ibid. 325
Ibid. 326
Ibid.
171
El sentimiento de indignación fue creciendo al punto de pedir el despido de los
mencionados dirigentes, pero evidentemente la empresa los protegió y se negó a destituirlos
incluso cuando algunos de ellos estaban siendo procesados por asesinato327
. La solicitud
también fue rechazada por el Secretario de Justicia y Trabajo del departamento, Demófilo
Candela, y por el Inspector Seccional del Trabajo, Luis Eduardo Tenorio, quienes no
entendieron la naturaleza de la demanda de los trabajadores, aduciendo que no existían
razones para un conflicto laboral porque la empresa estaba cumpliendo con cada una de las
cláusulas de la convención colectiva. Tampoco se comprometieron a colaborar en las
investigaciones porque consideraban que no era de competencia de las autoridades
laborales328
.
De hecho, los funcionarios defendían la postura del ingenio argumentando que la empresa
había aumentado el salario de los trabajadores en un 15% en marzo y 6,6% en junio. En
opinión del encargado del arbitraje, Justo Díaz, los trabajadores habían mejorado sus
salarios después de la convención colectiva firmada a inicios del año. Habían obtenido
además prestaciones extralegales, lo que mostraba el interés de la empresa de mejorar las
condiciones de sus trabajadores.329
Es decir, las autoridades laborales no comprendieron el
significado de la demanda de los trabajadores.
En respuesta, la mayoría de los trabajadores de Riopaila anunciaron el 14 de julio de 1959
un movimiento de protesta y “por encima de la misma junta directiva se lanzaron a un
paro al margen de la reglamentación legal.‖330
La empresa no evaluó las dimensiones que
alcanzó este movimiento de protesta y las solidaridades que despertó no sólo entre los
demás ingenios azucareros sino entre los trabajadores de las demás empresas vallecaucanas.
El Paro se decretó por iniciativa del sindicato de base del ingenio.
327
Hernándo Ávila, jefe de Taller de Riopaila era sindicado de haber asesinado con su cuadrilla a la maestra
de Restrepo, Valle, porque se solidarizó con los obreros y el pueblo. ―La cuadrilla dirigida por el jefe de
Riopaila la violó y después le mutilaron los senos y le sacaron los ojos y la ultimaron a tiros‖. Testimonio
documentado en: SÁNCHEZ ANGEL, 2009. Op. Cit, p. 214. 328
Telegrama interno Andi No. 252 del Dr Jaramillo, de la Andi, desarrollo del Paro de Riopaila y reacción
gobierno departamental, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, julio 14 de 1959. 329
SÁNCHEZ ANGEL, 2009. Op. Cit, p. 216. 330
Telegrama interno Andi No. 579 de Enrique Caballero Escovar, gerente de la Andi Bogotá, sobre Paro
Riopaila y la disputa entre la UTC y CTC, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, julio 14 de
1959.
172
3.3 Anuncio y desarrollo del paro de Riopaila: 14 de julio de 1959
El paro contó con la activa y mayoritaria participación de los alzadores y corteros de caña,
quienes el 14 de julio bloquearon las entradas de la empresa impidiendo el ingreso de los
demás empleados marginados del movimiento. 331
Establecieron además bloques de
vigilancia, que impidieron el desarrollo normal de las actividades en algunos hatos de la
región y en la fábrica de Dulces Colombina. Ante estos hechos, la reacción de la
Gobernación no fue enviar ―unos cuantos policías‖, tal y como lo habían expresado los
industriales332
, sino solicitar el apoyo del Ejército para establecer una vigilancia militar
tendiente a proteger las instalaciones del ingenio y a impedir que el movimiento obrero
tomara caracteres de mayor gravedad.333
Los dueños de los ingenios azucareros, asesorados por la ANDI, programaron varias
reuniones con las autoridades locales para pedir la ilegalización del movimiento334
. Una de
las primeras reuniones fue con el Inspector de Trabajo en Tuluá, que consideraba grave la
situación y sugirió al Gobierno obrar para mantener el imperio de la ley.335
Otra reunión fue
con el Gobernador del departamento, que se declaró ―neutral‖ y se limitó a ―enviar unas
unidades de policía para evitar desórdenes.‖336
Jaime Caicedo, el gerente del Ingenio Riopaila, estaba alertado porque a pocos días del
anuncio el movimiento había paralizado no sólo las actividades de corte y alce de caña sino
también la ganadería, pues ―los trabajadores anunciaban que iban a impedir el ordeño del
ganado si no se habían resuelto favorablemente sus peticiones‖337
. Ante el agravamiento de
los hechos, los industriales redactaron un telegrama al Ministro de Trabajo, Otto Morales
Benítez338
:
“Respetuosamente informámosle: sindicato de trabajadores Ingenio Riopaila,
factoría ubicada en el municipio de Zarzal, exigiónos despido de cinco trabajadores
partidarios de que esa entidad pertenezca a Utraval y no a Fedetav. Negamos
hacerlo, pues convención colectiva de trabajo suscribimos con el mismo sindicato el
19 de junio pasado vigente hasta el 31 de diciembre de 1960, se abolió la cláusula de
331
Es ilegal la Huelga de Riopaila. En: El País. Cali: (15, julio, 1959). 332
Telegrama interno Andi No. 252. Cali, julio 14 de 1959. Op, Cit. 333
El País (15, julio, 1959) Op, Cit. 334
Telegrama interno Andi No. 251 del Dr Jaramillo, sobre posición de Fedetav levantamiento del Paro de
Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, julio 14 de 1959. 335
Telegrama interno Andi No. 108 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, actitud del gobierno
departamental frente al Paro, a Gerardo Velasco, Gerente Andi oficina Cali. Medellín, julio 14 de 1959. 336
Telegrama interno Andi No. 252. Cali, julio 14 de 1959. Op, Cit. 337
Ibid. 338
Telegrama interno Andi No. 111 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, conversaciones con el
Ministro de Trabajo sobre el Paro de Riopaila, a Dr Jaramillo, de la Andi, oficina Cali. Medellín, julio 14 de
1959.
173
reserva y se garantizó la estabilidad del personal. Tampoco procedía invocar
causales de despido del artículo 62 del Código Sustantivo de Trabajo ya que no
existen razones para ello”.339
La reacción de la prensa no se hizo esperar. El
diario El País hizo un análisis del conflicto
señalando que el 19 de junio la empresa había
firmado una convención colectiva con el
sindicato, que beneficiaba a los trabajadores del
ingenio, en la cual se había aceptado mejorar el
salario de los obreros, anular la cláusula de
reserva y otorgarles otras ventajas. Concluía que
―no había razón laboral aparente para el
desarrollo de este conflicto.‖ 340
Ni las
autoridades ni los empresarios comprendieron el
significado político de la petición de los
trabajadores y la legitimidad de su demanda.
Los trabajadores exigían dos puntos para volver a
la normalidad: en primer lugar, pedían el despido
de quienes habían participado en acciones de
violencia contra ellos; en segundo lugar, pedían
que no hubiese represalias en contra de quienes
habían participado en el Paro. Fedetav en cabeza
de Carlos Mendoza ofreció al sindicato mediar
con el gerente del ingenio para el cumplimiento
de estos dos puntos, y acordó con los empresarios
levantar el paro el mismo día 14 de julio a las 7
pm y retomar las actividades al día siguiente.341
Sin embargo, la decisión de Mendoza era a título personal y no correspondía a la decisión
del sindicato de trabajadores del ingenio, que se negaban a levantar el Paro. De hecho,
según las declaraciones de los directivos del sindicato de Riopaila, ―el Paro no fue ni
organizado, ni ordenado por Fedetav‖342
, lo cual demuestra que en sus inicios fue un
movimiento de base, que contó luego con el apoyo de la federación, pero no acataba
instrucciones directas de ésta, mucho menos de la CTC.
339
El País (15, julio, 1959) Op. cit. 340
Ibid. 341
Voz, (25, julio, 1959). Op. cit. 342
SÁNCHEZ ANGEL, 2009. Op. cit, pp. 216-217.
Cuadro 3-1 Carta Andi al Dr
Alberto Lleras Camargo, Presidente
de la República
(…) hemos venido contemplando con alarma la tendencia persistente a desviar
el ejercicio de los derechos colectivos de trabajo, hasta llegar a crear situaciones
en donde aparece el afán de desafiar el
orden legal. Estos hechos que se han caracterizado por la propensión a paros
intempestivos del trabajo, bloqueos
ilegales, eludir procesos fijados en las leyes para la solución de conflictos y a
invitaciones ostentosas a suspensiones de trabajo por solidaridad han culminado
con paro y bloqueo en Riopaila sin que
se estuviera tramitando ningún pliego de peticiones (…).
Consideramos nuestro deber vista estos
hechos poner de presente (…) nuestra inquietud patriótica y nuestro anhelo
porque dentro de la Constitución y las
Leyes de la República se tramiten los problemas laborales sin que predomine
el afán de crear irreparables situaciones
conflictivas con desprecio de las Leyes
.Original firmada por: Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la ANDI.”
174
El 15 de julio, cuando los trabajadores habían decidido retornar a la normalidad, el Ministro
de Trabajo publicó una resolución que declaraba ilegal el paro y autorizó a la empresa para
hacer los despidos correspondientes. Jurídicamente el Gobierno y los empresarios
consideraban que no había justificación para el movimiento, no comprendían tampoco la
legitimidad política del movimiento defendido por los trabajadores.
3.4 Reacciones de los empresarios y declaratoria de ilegalidad
La Asociación de Cultivadores de Caña, por conducto de la ANDI, decidió redactar una
carta al Presidente de la República pidiendo tomar las medidas necesarias contra un
movimiento que trascendía las reivindicaciones laborales y atentaba contra el orden jurídico
y la tranquilidad pública, pues consideraba que de no resolverse oportunamente, la
situación sentaría un nefasto precedente nacional a favor de las fuerzas del desorden.343
La petición de la ANDI al Gobierno fue formalizada en la carta cuyo extracto se reproduce
en el Cuadro 3-1344
.
Después de recibirla, el Gobierno decretó ilegal el paro el 15 de julio de 1959 con la
expedición de la Resolución No 918, teniendo en cuenta las siguientes consideraciones:
“1. Que la mayoría de los trabajadores del Ingenio Riopaila, en forma sorpresiva
decretaron e iniciaron una suspensión colectiva de labores desde las 5 de la mañana
del día de hoy (…), según informaciones suministradas al Ministerio de Trabajo por
el Inspector Jefe Nacional del Trabajo de Cali y el Inspector Nacional del Trabajo de
Tuluá.
2. Que el artículo 450, literal e) del Código Sustantivo del Trabajo estatuye que la
“suspensión colectiva del trabajo es ilegal”, entre otros casos, “cuando no se hayan
cumplido previamente los procedimientos de arreglo directo y de conciliación”.
3. Que tales procedimientos, según las informaciones mencionadas, no fueron
cumplidos por los trabajadores del Ingenio Riopaila.
4. Que el inciso 2 del artículo últimamente citado dice además: “Declarada la
ilegalidad de una suspensión o paro de trabajo, el patrono queda en libertad de
despedir por tal motivo a quienes hubieren intervenido o participado en él, y
respecto a los trabajadores amparados por el fuero, el despido requerirá calificación
judicial.(…)
Parágrafo: La empresa (…) queda en libertad de despedir, por motivo de esta
declaratoria, a los trabajadores que hubieren intervenido en la presente suspensión
343
Telegrama interno Andi No 413 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, peligrosidad del Paro de
Riopaila como antecedente de otros conflictos laborales, al Dr Sojo. Medellín, julio 15 de 1959. 344
Telegrama interno de la Andi No. 68 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, transcripción carta
de la Andi al Presidente Alberto Lleras sobre los conflictos sociales en el Valle. Medellín, julio 14 de 1959.
175
colectiva de labores. Respecto a los amparados por el fuero sindical, los despidos no
requerirán calificación judicial.”345
La decisión del Gobierno al declarar el paro ilegal permitió que los directivos de los
ingenios pudieran despedir a quienes habían participado en el movimiento. El Ministro de
Trabajo consideró esta oportunidad para restablecer las relaciones con los empresarios, con
quienes habían mantenido relaciones tensas debido a su apoyo público frente a la
eliminación de la cláusula de reserva y el plazo presuntivo del contrato de trabajo. Por lo
tanto, la declaratoria de ilegalidad permitió volcar la balanza del gobierno hacia los
empresarios.346
Jaime Caicedo, uno de los directivos del Ingenio, dirigió un telegrama al presidente de la
ANDI agradeciendo la pportuna intervención de la empresa privada y agradeciendo al
Gobierno el riunfo obtenido contra las fuerzas del desorden.347
Los empresarios insistieron
en la declaratoria de ilegalidad, para poder justificar las medidas excepcionales que se
adoptaron en contra de los trabajadores desde el 15 de julio348
.
3.5 ¿Qué pasó después de la declaratoria de ilegalidad?
En total, los directivos del ingenio despidieron a 92 trabajadores entre ellos, la junta
directiva sindical que había promovido el paro. No obstante, esto no significó el fin del
conflicto sino la agudización del mismo. En un análisis de la situación, los trabajadores
consideraron que la Resolución había sido arbitraria, agresiva e injusta, por las siguientes
razones:
“1) el Ministro solamente oyó a la empresa y no a los trabajadores (…); 2) violó
normas elementales de procedimiento porque si iba a declarar ilegal el Paro primero
debía conminar a los trabajadores a regresar al trabajo(…); 3) cometió un abuso de
autoridad por cuanto existe una convención colectiva que no se puede desconocer
(…); 4) al autorizar el despido de la junta directiva sin previa calificación judicial de
supuesto “delito”, violó la Ley”. 349
De esta manera, con la declaración de ilegalidad no sólo se permitió el despido de quienes
participaron en el movimiento, sino también desconocer la junta directiva sindical que
345
Boletín Andi No. 1.497. Declaración de ilegalidad de la huelga de Riopaila: Resolución No. 918 de 1959.
Medellín, julio 14 de 1959. 346
Telegrama interno Andi No 413. Medellín, julio 15 de 1959. Op. Cit. 347
Telegrama de Jaime Caicedo, empresario azucarero a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
felicitaciones por mensaje enviado al Presidente Lleras y medidas implementadas contra los organizadores del
Paro. Cali, julio 16 de 1959. 348
Telegrama interno Andi No. 254 de Gerardo Velasco, Gerente Andi Cali, sobre levantamiento del Paro
Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, julio 15 de 1959. 349
Voz, (25, julio, 1959). Op. Cit.
176
había sido elegida en marzo de ese año.
Además, los dueños del ingenio
aprovecharon la oportunidad para detener el
cumplimiento de la convención colectiva que
había firmado con el sindicato en junio de
ese año. En otras palabras, los empresarios
aprovecharon el estado excepcional generado
por el Gobierno para desconocer otros
derechos pactados con los trabajadores.
En ese sentido, las circunstancias forzaron a
que el movimiento se extendiera más allá de
los límites del Ingenio Riopaila, pues los
trabajadores consideraron que la medida
había ido demasiado lejos y se encaminaron
a buscar la solidaridad en otros sindicatos.
Fedetav encabezada por un nuevo dirigente,
Luis Castañeda, defendió la legitimidad del
paro e hizo un llamado a la solidaridad de la
clase obrera para defender al sindicato de
Riopaila y conquistar la libertad de
organización sindical350
.El movimiento de
solidaridad fue nuevamente iniciativa de los
trabajadores del ingenio (Cuadro 3-2351
); sin
embargo, en esta ocasión, el apoyo de
Fedetav fue fundamental para defender a los
trabajadores que habían sido despedidos.
“La indignación entre los trabajadores del
Valle es enorme. En los ingenios azucareros
están resueltos los obreros a realizar un
movimiento de solidaridad por sus
compañeros de Riopaila, exigiendo el
reintegro de los despedidos y el castigo
correspondiente para los violentos.”352
350
Ibid. 351
Telegrama interno Andi No. 286 a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, réplica de comunicado de
los trabajadores del Ingenio Riopaila en el Zarzal, instigación al Paro de solidaridad. Cali, agosto 6 de 1959. 352
Voz, (25, julio, 1959). Op. Cit.
Cuadro 3-2 Carta trabajadores de Riopaila al
pueblo de Zarzal
“(…)Los trabajadores del Ingenio Riopaila nos
hemos empeñado en una lucha que tiene como
finalidad la reconquista de la paz pública, del
respeto a la vida humana y a los derechos
consagrados en la Constitución Nacional y en la
declaración de los Derechos Humanos aprobados
por todos los pueblos del mundo.
Estamos empeñados en luchar contra la violencia
porque necesitamos la paz como fundamento
indispensable para el desarrollo y progreso de
nuestra patria.
Por esas causas nos hemos lanzado a un Paro
General, en el que estamos siendo fuertemente
atropellados por algunas unidades de la Policía
acantonada en el pueblo de La Paila quienes están
obrando de forma irresponsable demostrando con su
ignorancia que como agentes del Gobierno deben
ser defensores del orden y garantizadores de la vida
humana (…)
No estamos dispuestos a dejarnos ganar la batalla
por los enemigos del pueblo que a costa de la sangre
de los obreros y campesinos pretende seguir
aumentando sus grandes riquezas e implantando de
nuevo la negra dictadura acabando con todo vestigio
de libertad. Queremos dejar absolutamente claro
ante la ciudadanía (…) que nuestro movimiento no
es de oposición al Gobierno sino, por el contrario,
de colaboración en su empeño de acabar con la
violencia, ese es el objetivo de nuestra lucha (…)
A la calle pueblo del Zarzal. A protestar por los
atropellos de que estamos siendo víctimas. No
permitamos que nuestro enemigo triunfe en su
empeño de destruir la libertad y de sembrar el
terror. Pueblo del Zarzal adelante. Atajémosle el
paso a los violentos. Libremos la batalla por la paz y
por la vida.
Comité de los Trabajadores de Riopaila, La Paila,
agosto 5 de 1959.”
177
3.6 Paro de Solidaridad por los despedidos de Riopaila
El paro de solidaridad se inició 15 días después del anuncio de los despidos. A principios
de agosto de 1959, en un comunicado, la ANDI anunciaba que los trabajadores del ingenio
habían suspendido el trabajo en dos cortes de caña. Inmediatamente, solicitaron la
intervención de la fuerza pública que, según los reportes, impidió que la suspensión de
labores se generalizara, deteniendo a algunos de los instigadores.353
El 3 de agosto se calculaba que aproximadamente 250 corteros de caña habían suspendido
las actividades en Riopaila.354
Ese mismo día, el Ministerio del Trabajo hizo el anuncio
para elegir una nueva junta directiva que remplazara la anterior. Para ello, anunciaba 15
días más para que las condiciones permitieran hacer la nueva elección. 355
Sin embargo, el paro avanzó a grandes pasos. El 4 de agosto la ANDI informaba sobre la
paralización generalizada de las actividades en Riopaila, decían:
“Actualmente hay un total de 750 trabajadores aproximadamente sin trabajar, de
prolongarse esta situación la fábrica, que todavía funciona, tendría que paralizarse
totalmente por falta de cañas. Luis Sanclemente me acaba de informar que la empresa ha
lanzado un comunicado en que se pide a todos los trabajadores que regresen a sus labores
antes de mañana a las 7 y la empresa no tomará represalias para los que lo hagan.”356
En el mismo comunicado, la empresa se negaba a aceptar el reintegro de los trabajadores
despedidos, porque consideraba que sería un gravísimo y funesto precedente para otros
conflictos. Los trabajadores del sindicato publicaron una carta pidiendo la solidaridad de
los demás habitantes del pueblo de Zarzal (Cuadro 3-2357
).
El 5 de agosto, la secretaría de asuntos campesinos de la UTC reconocía el paro total del
ingenio y anunciaba su rechazo en una comunicación de Utraval.358
Ese mismo día,
reportaban que el movimiento estaba constituido por aproximadamente 450 corteros y
alzadores de caña, quienes constituían la fuerza mayoritaria de los obreros movilizados. Sin
embargo, esta vez el Ministro de Trabajo vaciló ante las medidas que debía adoptar, aunque
la ANDI le pidió declarar nuevamente la ilegalidad del movimiento, pues argumentaban
353
Telegrama interno Andi No. 273 de Dr Velasco, directivo Andi, sobre despido de obreros de Riopaila y
Paro de Solidaridad, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 3 de 1959. 354
Telegrama interno Andi No. 272 de Dr Velasco, directivo Andi sobre suspensión de actividades en el
Ingenio Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 3 de 1959. 355
Ibid. 356
Telegrama interno Andi No. 119 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre los despidos y
agitadores Paro Riopaila, a Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi oficina Cali. Medellín, 4 de agosto de
1959. 357
Telegrama interno Andi No. 286. Cali, agosto 6 de 1959. Op. Cit. 358
Telegrama interno Andi No. 692 del Dr Ramírez Ocampo, directivo Andi, sobre pronunciamiento Utraval
–UTC paro Riopaila. Cali, agosto 5 de 1959.
178
que de no tomarse enérgicas determinaciones, el movimiento podría generalizarse a toda la
zona.359
El 6 de agosto, el Gobierno anunció la decisión de enviar un investigador del Ministerio de
Trabajo para verificar la legalidad de los 92 despidos que habían ocurrido por el paro
anterior en Riopaila. El encargado de las investigaciones era una persona que ―fallaría sobre
cada uno de los casos para terminar con el despido definitivo de los que se hallaran
culpables (…) y consideraría, el reintegro a aquellos que no se les pudiera comprobar una
acción dañina.‖360
Al mismo tiempo, los industriales iniciaron una campaña política para desprestigiar el
movimiento de solidaridad entre algunos parlamentarios y algunos dirigentes de la CTC
como Víctor Julio Silva que dieron la espalda a la acción de su propia federación- Fedetav-.
Incluso amenazaron con denunciar a la federación ante la Procuraduría General de la
Nación361
. Los empresarios anotaban que el problema había venido agravándose momento
a momento y anunciaban la pertinencia de exigir la intervención rápida y directa del
Gobierno Nacional para confrontar la ―gravísima situación‖362
, ya que el Gobernador se
encontraba preocupado y pesimista363
, pidieron también la visita de una comisión
parlamentaria conformada por cuatro representantes a la Cámara de Representantes, para
que verificaran lo que estaba sucediendo.364
En medio esta campaña puede decirse que no todos los empresarios estuvieron de acuerdo
con las mismas estrategias. Por ejemplo, la junta directiva de la ANDI de Bogotá
consideraba:
“Tenemos la impresión de que el paro, lejos de extenderse, languidece y se reduce
progresivamente. Esta misma circunstancia hace menos probable, por ser cada vez
menos indispensable, una acción de gobierno bien por decreto o por declaración,
como anhelarían los empresarios afectados. Es lógico que el Gobierno se mantenga
a la expectativa y no actúe si ve que la tensión cede y tiende a desaparecer.”365
359
Telegrama interno Andi No. 276 del Dr Velasco, directivo Andi, sobre paro parcial en Riopaila y
trabajadores activos. Cali, agosto 5 de 1959. 360
Telegrama interno Andi No. 193 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre resultado
conversación con el Ministro Morales Benítez, al Dr Velasco, directivo Andi. Medellín, agosto 6 de 1959. 361
Telegrama interno Andi (b). a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, reunión industriales del
azúcar: llamado a la unificación de criterios para hacer frente al conflicto azucarero. Cali, agosto 6 de 1959 362
Telegrama interno Andi No. 697 del Dr Reyes Posada, sobre el problema de Riopaila, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 6 de 1959. 363
Telegrama interno Andi No. 55 del Dr Velasco, sobre el desarrollo del Paro de Riopaila y las apreciaciones
del Gobernador, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 6 de 1959. 364
Telegrama interno Andi No. 280 a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre la situación de
Riopaila y Paro en Mayagüez. Cali, agosto 6 de 1959 365
Telegrama interno Andi No. 698 de Enrique Caballero Escovar, sobre la intervención del Gobierno en el
conflicto de Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 6 de 1959.
179
Otros sectores del empresariado del dulce pedían medidas más enérgicas de parte del
Gobierno nacional, pues consideraban que
“(..)tanto ese movimiento como el que se adelanta en Antioquia no tienen ya un
carácter laboral sino un carácter de eminente perjuicio para la industrialización del
país y en el cual, el comunismo está influyendo definitivamente para imponerse en
las organizaciones sindicales, por lo cual, el Gobierno debía ser muy prudente para
cortar ese mal rápidamente”.366
Es preciso resaltar que estos primeros días del paro en Riopaila se desarrollaron de manera
simultánea con otras huelgas en otras partes del país, de las cuales, se destacaron las de
Apolo, Tejicóndor e Icollantas, bajo el liderazgo de la Fedeta (Antioquia) y la CTC. En este
contexto de conflictividad generalizada en el país, los industriales consideraban que se
habían puesto en juego los principios fundamentales de la libre empresa, y hacían un
llamado a una mayor firmeza y solidaridad industrial.367
En suma, los empresarios se
encontraron librando conflictos en varios frentes con Federaciones filiales de la CTC, por
eso, asignaban la principal responsabilidad a la influencia comunista dentro de la
confederación ―que había derrotado a Víctor Silva y Díaz, presidente y secretario general
de la CTC de Bogotá.‖368
3.6.1 Trabajadores involucrados en el Paro y movimiento de solidaridad por
Riopaila
En los primeros días tres días del paro, del 3 al 6 de agosto, el número total de trabajadores
en huelga fue 2050, esta cifra representa el 93% del personal de Riopaila si se tiene en
cuenta que el cálculo del total de los trabajadores del ingenio era 2204. La participación de
estos trabajadores en el paro tuvo oscilaciones importantes: comenzó con 250 trabajadores,
en su mayoría corteros y alzadores de caña, ascendió a más del doble (750) el segundo día,
descendió en el tercer día del Paro a (450) y volvió a descender el cuarto día del paro a
(600) trabajadores. (Tabla 3-1)
366
Telegrama interno Andi No. 193. Medellín, agosto 6 de 1959. Op. cit. 367
Telegrama interno Andi No. 287 del Dr Velasco, directivo Andi sobre normalización actividades Riopaila
y petición al gobierno de descalificar el movimiento subversivo, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. Cali, agosto 6 de 1959. 368
Telegrama interno Andi No. 280. Cali, agosto 6 de 1959. Op. cit.
180
Tabla 3-1 Trabajadores en huelga ingenio Riopaila entre el 3 -6 de agosto de 1959
Trabajadores en huelga ingenio Riopaila*
Fecha
No
trabajadores
en huelga
Porcentaje
sobre 2204
trabajadores
en total%369
03/08/1959370
250 11%
04/08/1959371
750 34%
05/08/1959372
450 20%
06/08/1959373
600 27%
Total 3 al 6
de agosto de
1959
2050 93%
*Fuente: Elaboración propia teniendo en cuenta los
trabajadores en huelga que están reportados en los
telegramas internos de la Andi de estas fechas.
Es importante destacar que la movilización más alta fue el 4 de agosto y el 6 de ese mismo
mes, donde la participación contó con más del 30% de los trabajadores del ingenio. Esta
cifra no era nada despreciable, si se consideraba que, según los reportes, tenía la capacidad
de paralizar la fábrica por falta de caña,374
pues en términos económicos el paro parcial
resultaba ―tan perjudicial como si hubiera paro total.‖ 375
369
Datos suministrados en Carta de Jaime Lozano Henao. Cali, mayo 6 de 1959. Op. cit. 370
Telegrama interno Andi No. 272. Cali, agosto 3 de 1959. Op. cit. 371
Telegrama interno Andi No. 119. Medellín, 4 de agosto de 1959. Op. cit. 372
Telegrama interno Andi No. 276. Cali, agosto 5 de 1959. Op. cit. 373
Telegrama interno Andi No. 698. Bogotá, agosto 6 de 1959. Op. cit. 374
Telegrama interno Andi No. 285 del Dr Velasco, sobre la declaración del Paro Ingenio Providencia, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 6 de 1959. 375
Telegrama interno Andi (a). a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, información desarrollo Paro
Riopaila, del Dr Velasco, gerente Andi oficina Cali. Cali, agosto 6 de 1959.
181
La participación de los demás ingenios azucareros comenzó a ser reportada desde el 6 hasta
el 14 de agosto, es clave afirmar que estos cálculos se realizan con base en la información
de los telegramas de la Andi, por lo que puede haber un subregistro de la participación de
huelguistas. Sin embargo, era preciso organizar la información de los distintos reportes
citados para poder hacer una aproximación de los trabajadores que participaron por cada
ingenio en el movimiento de solidaridad. (Anexo C: mapa del conflicto).
Tabla 3-2 Trabajadores participantes del Paro de Solidaridad por despidos en Riopaila entre
el 6 y el 14 de agosto de 1959
Número de trabajadores participantes en Paros de Solidaridad por despidos en Riopaila
6 al 14 de agosto de 1959.
No Ingenios
Número
aproximado
total
trabajadores
por ingenio*
Fechas Reportes
06/08/1959 10/08/1959 11/08/1959 12/08/1959 13/08/1959 14/08/1959
1 Riopaila 2204 750 300 300 Sin datos 200 sin datos
2 Providencia 1700 sin datos 1700 1700 1700 600 1700
3
Central
Castilla 1600 sin datos sin datos 1600 300 600 1600
4 Mayagüez 500 800 600 496 18 200 300
5 La Quinta 400 350 350 Sin datos 350
6 Oriente 300 400 150 60 sin datos
7 Bengala 600 400 600 600 600 400
8 Papayal 500 500 Sin datos sin datos
9 Tumaco 550 600 14 125 sin datos
10 Pichichí 700 420 150 sin datos
11
La
Manuelita 1373 sin datos Sin datos sin datos 350
12 La Cabaña 300 300
TOTAL 9527 1950 4850 6130 2953 2500 5000
*Fuente: Elaboración propia con base en los telegramas del Archivo de la Andi 6 al 14 de agosto de 1959.
En la Tabla 3-2 se muestran los participantes del Paro, antes de analizar los datos es preciso
hacer las siguientes aclaraciones: en primer lugar, puede haber un subregistro de los
participantes por parte de la documentación de la Andi, lo cual, sin embargo, no es posible
comparar con otras fuentes, en detalle. A continuación se analizaran los datos registrados
en los telegramas de los empresarios porque son los únicas fuentes hasta el momento
conocidas que dan una aproximación cuantitativa de la participación de los trabajadores por
jornada e ingenio.
182
En segundo lugar, en estos telegramas se indica en algunos casos, la participación de
trabajadores pero no se dice cuántos. En este caso, para realizar la Tabla 3-2 se tiene en
cuenta esta participación señalando en las casillas ―sin datos‖; esto significa que a pesar de
que hubo huelguistas en estos ingenios, en esos días, en la documentación encontrada no se
especifican cuántos son. Por el contrario, las casillas vacías significan que no se
encontraron datos de la participación de trabajadores en esos días.
Una vez hechas estas aclaraciones se analizarán algunos datos de la Tabla: el 6 de agosto la
participación de los trabajadores fue de 1.950 en los ingenios de Riopaila, La Providencia,
Castilla, Mayagüez y La Quinta. La cifra de trabajadores se duplicó en los 4 días siguientes.
Así, el 10 de agosto se sumaron huelguistas de los ingenios Oriente, Bengala, Papayal,
Tumaco y La Manuelita, y en total pararon sus labores 4.850 trabajadores. No obstante, el
pico máximo de participación de los trabajadores fue el 11 de agosto de 1959, cuando se
reportaban 6.130 huelguistas de los ingenios mencionados.
El 12 de agosto comenzó un descenso en el número de huelguistas, pues la participación se
redujo a más de la mitad, 2.953 trabajadores, y el 13 de agosto a 2.500. Con la movilización
que se realizó, el último día del paro de solidaridad nuevamente la cifra de los trabajadores
ascendió a 5.000. Sumando todos los días de paro de solidaridad registrados, del 6 al 14 de
agosto, aproximadamente 23.383 trabajadores se involucraron en estas jornadas. La cifra
muestra los niveles de organización y el impacto del acontecimiento en el departamento del
Valle.
3.6.2 Día a día del paro de solidaridad
El 10 de agosto, el paro de solidaridad contó con 4.850 trabajadores de 10 ingenios
azucareros, incluyendo a Riopaila. En su mayoría los ingenios paralizados estaban ubicados
en la zona sur del Valle: La Quinta, Mayagüez, Oriente, Bengala, Papayal, Tumaco y
Providencia. También se registraron paros parciales en La Manuelita y el Ingenio Central
Castilla, pero se desconoce el número de trabajadores que participaron (Ver Anexo C: mapa
de localización).
En este proceso, fue bastante importante el papel de Fedetav, porque estableció el puente
entre los distintos sindicatos que se unieron al paro. Se destaca en particular el
protagonismo de su secretario Luis Castañeda, quien defendió hasta el final la legalidad y
legitimidad del paro.376
Los empresarios pedían medidas más contundentes de parte del Gobierno nacional para
reprimir el movimiento. Sin embargo, en esta ocasión el Ministro de Trabajo no respaldó
376
Telegrama interno Andi No. 290 del Dr Velasco, directivo Andi, sobre número de huelguistas en paro por
Ingenio azucarero, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 10 de 1959.
183
inmediatamente esta solicitud y declaró que vigilaría el respeto de la legalidad de los
despidos de los trabajadores implicados en el paro anterior.377
Esta actitud del gobierno se
adaptaba a las dimensiones que había adquirido la situación, pero al mismo tiempo
resultaba paradójica, en tanto la propia declaración de ilegalidad inicial del movimiento
había generado esta situación de agudización del conflicto azucarero.
El 11 de agosto, el paro incluyó el número más alto de trabajadores (6.130) en 10 ingenios
azucareros. En especial se destaca la paralización total de varios ingenios como Providencia
(1.700 trabajadores), Central Castilla (1.600 trabajadores), el Ingenio Bengala (600
trabajadores) y el Ingenio Mayagüez, donde sólo trabajaban 4 de 500 trabajadores. 378
El
Ingenio Bengala estuvo bastante activo en el paro con la participación de la totalidad de sus
trabajadores, también se reconocía su beligerancia en otras huelgas anteriores379
.
Allí, el conflicto de solidaridad había sido una oportunidad para que los trabajadores
expresaran sus inconformidades frente a peticiones como aumento del salario mínimo,
sistemáticamente negadas por la empresa. En una nota publicada en el diario Voz, se
reconocía que la empresa pagaba entre $3.50 y $4 como salario mínimo diario, uno de los
más bajos de la zona. De esta manera, los trabajadores simplemente se vincularon al
conflicto exigiendo entre otras peticiones, ―obtener un salario más humano‖380
. Esto explica
la actitud de los obreros:
“El ingenio Bengala está totalmente parado. Ningún obrero ha querido reintegrarse
al trabajo a pesar de que los propios funcionarios de la Alcaldía de Puerto Tejada
leyeron las disposiciones oficiales y transmitieron la invitación de la empresa para
que se reintegraran al trabajo en el menor tiempo posible. (…) los elementos del
Paro no aceptaron otra voz que la de los dirigentes de la CTC y no atienden las
insinuaciones del gobierno”.381
“(…) Ha habido incluso declaraciones de obreros
ante los inspectores del trabajo (…)que sostienen que no están dispuestos a acatar
las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional, sino mediante órdenes impartidas
por la CTC”.382
Otro de los ingenios completamente paralizados era el Mayagüez donde sólo laboraban 4
personas del total de trabajadores. Al respecto anotaban:
377
Ibid. 378
Telegrama interno Andi No. 293 y 295 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, sobre declaratoria
de ilegalidad Paro, despidos de trabajadores en el Ingenio Riopaila y situación de otros ingenios azucareros, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 11 de 1959. 379
SÁNCHEZ ANGEL, 2009. Op. cit. 380
Salarios ingenios Bengala. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 22,
agosto, 1959. 381
Telegrama interno Andi No. 293 y 295. Cali, agosto 11 de 1959. Op. cit. 382
Ibid.
184
“El Alcalde de Candelaria ha estado allí constatando la publicación que la empresa
ha hecho de las disposiciones oficiales y de la invitación que la empresa ha hecho
para que los trabajadores reinicien sus tareas, pero existe un ambiente muy hostil a
esta invitación y por el contrario se estaba informando al Ingenio de que los
elementos amotinados trataron de organizar una manifestación para continuar el
Paro por encima de las declaraciones oficiales”.383
La participación de Riopaila era baja (sólo 300 obreros de 6.130), lo que se explica porque
allí operaban aún las medidas de ilegalidad que facultaban a la empresa para despedir a
quienes se vincularan al paro. En este ingenio, los empresarios quisieron maniobrar la
situación a su favor reportando que alrededor de 1.800 trabajadores habían firmado un
plebiscito en el que respaldaban a las directivas de la empresa.384
No obstante, no había
señales de dicho plebiscito, lo cual también contrastaba con el mantenimiento de un
importante número de trabajadores en paro los días siguientes.
Para contrarrestar el avance del paro, los empresarios solicitaron la intervención del
Batallón Codazzi y los inspectores de trabajo de la región385
, y finalmente lograron que la
fuerza pública contrarrestara la extensión del movimiento. 386
El uso de la fuerza militar
explica el descenso significativo de la participación de los obreros al día siguiente, 12 de
agosto.
El día 12 de agosto persistía el paro con 2.953 trabajadores de los 10 ingenios azucareros
reportados en la Tabla 3-2. Según los empresarios, la participación había descendido
notoriamente en los ingenios Oriente y Mayagüez y la producción se había normalizado en
Papayal y Riopaila. Es pertinente anotar que más que un proceso de negociación, el retorno
a la normalidad fue producto de la actuación de las fuerzas militares autorizadas para ello
por el Gobierno.
De hecho, hay registros de una reunión a la que asistieron 30 industriales y directivos
azucareros con el Ministro de Trabajo, solicitándole averiguar las causas de este
movimiento ilegal.387
En dicha reunión, el Ministerio explicó la herramienta jurídica que
daba la declaración de ilegalidad, representada por el Decreto 2164 del 10 de agosto, que
permitía despedir a quienes participaran en el movimiento (Anexo H). De esta manera,
“casi por unanimidad todos los asistentes se mostraron conformes y satisfechos con las
383
Ibid. 384
Telegrama interno Andi No. 192 del Dr Velasco, directivo Andi, sobre conversación con los industriales
de caña y respaldo de algunos trabajadores al Ingenio Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. Cali, agosto 10 de 1959. 385
Telegrama interno Andi No. 293 y 295. Cali, agosto 11 de 1959. 386
Telegrama interno Andi No. 300 del Dr Velasco, Gerente Andi, Cali, sobre situación en los Ingenios
Azucareros del Valle, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 12 de 1959. 387
Telegrama interno Andi No. 298 del Dr Velasco, Gerente Andi, Cali, sobre normalización paulatina
situación en los Ingenios Azucareros del Valle, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto
12 de 1959.
185
medidas oficiales y ofrecieron no proceder a despidos sino en aquellos casos flagrantes de
trabajadores que continúen impidiendo el regreso al trabajo de sus compañeros.”388
El Ministro también anunció a los industriales del azúcar la posibilidad de que el
movimiento se uniera al paro de transportes que se estaba planeando en Cali y la
solidaridad se extendiera a otros sectores industriales urbanos, incluso algunos sindicatos de
Bogotá. Por eso instó a los empresarios del azúcar a encontrar alguna solución mediada al
conflicto que se estaba presentando en el Valle a fin de detener las simpatías que estaba
generando el movimiento en todo el país.389
. En este contexto se debe leer la declaración de
ilegalidad como una amenaza a las demás huelgas que se desarrollaban en el país. El
objetivo era cerrarles el paso a las demás manifestaciones de solidaridad.
Al asumir el movimiento como ilegal, la Asociación de Cultivadores de Caña –Asocaña-
solicitó abrir una investigación penal para sancionar a los trabajadores que habían
participado en los paros y huelgas.390
De igual manera, la ANDI instó a la fuerza pública
para que actuara en contra del movimiento de manera eficaz.391
Como resultado de esto, el día 13 de agosto la participación de los trabajadores descendió
aún más, reportándose sólo 2.500 trabajadores en paro. Dicha participación, disminuyó
significativamente en los Ingenios Providencia (sólo 600 trabajadores de 1.700) y Central
Castilla (sólo 600 trabajadores de 1.600). Entre los ingenios paralizados completamente se
reportaba el Ingenio Bengala, Mayagüez, y La Cabaña. A pesar de que no se informan
cifras sobre los obreros en paro de empresas de textiles, en La Garantía se reportaron
mítines importantes, y en La Manuelita, donde la situación era normal, corteros y alzadores
de caña habían abandonado sus labores392
.
Ese mismo día, Fedetav publicó una declaración que asumía el liderazgo del movimiento de
solidaridad que había paralizado los ingenios azucareros. (Cuadro 3-3393
)
388
Ibid. 389
Ibid. 390
Ibid. 391
Telegrama interno Andi No. 300. Cali, agosto 12 de 1959. Op. cit. 392
Telegrama interno Andi No. 303 del Dr Velasco, Gerente Andi Cali, sobre agravación movimiento
huelguístico Ingenios Azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Medellín, agosto 13 de
1959. 393
Telegrama interno Andi No. 305 del Dr Velasco, Gerente Andi Cali, transcripción comunicado de Fedetav
sobre liderazgo movimiento solidaridad, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 13 de
1959.
186
3.6.3. Marcha de solidaridad y balance del
paro según los empresarios y trabajadores
Con la declaración de Fedetav, el 14 de agosto
se anunció una jornada conjunta de movilización
en la que participaron trabajadores de 14
ingenios azucareros. (Tabla 3-2) (Anexo C:
Mapa del Conflicto). Aunque se tiene
información distinta del número de trabajadores
involucrados; de acuerdo con la información de
la Andi, es una cifra, bastante significativa
(aproximadamente 5.000 trabajadores); según la
prensa fueron más de 12 mil trabajadores
movilizados ese día394
.
En todo caso, a pesar de las diferencias en las
cifras, las fuentes coinciden en señalar que los
trabajadores movilizados lograron paralizar el
70% de la producción de azúcar en el
departamento, que a su vez, representaba el 95%
de la producción a nivel nacional.395
Además,
pararon aproximadamente 6 fábricas de Cali.396
Los participantes del movimiento marcharon el
14 de agosto, partiendo en horas de la tarde de
Palmira hacia Cali, querían justificar el derecho
a la realización de acciones solidarias al
presidente Lleras Camargo, quien se encontraba
en la Gobernación del Valle.
Como objetivo central, la marcha de solidaridad
convocada por la Fedetav pretendía frenar la
oleada de violencia contra los obreros que
habían participado en los paros y por supuesto,
defender el reintegro de los 92 trabajadores
despedidos en Riopaila. El reportaje más
aproximado lo que ocurrió vísperas a la Marcha es narrado por la Revista Semana:
394
Semana No. 660 (Agosto 18 de 1959). ―Azúcar Amargo‖ 395
Ibid. 396
SÁNCHEZ ANGEL, 2009. Op. cit. pp. 213-214
Cuadro 3-3 Carta Fedetav sobre Paro de
Solidaridad
El Comité Ejecutivo de la Federación de
Trabajadores del Valle, se permite informar a
los trabajadores y a la ciudadanía lo siguiente:
1. “La Federación de Trabajadores del
Valle por determinación del Comité
Ejecutivo y a partir de la fecha, asume
la responsabilidad y dirección del
movimiento de solidaridad de los
trabajadores azucareros, para con los
compañeros de Riopaila, en aras de
conseguir una solución justa y
patriótica a los graves problemas
planteados, y por lo tanto solicita a
todos mantenerse pendientes de los
informes de la Federación.
2. La Confederación de Trabajadores de
Colombia –CTC- mediante una
declaración suscrita por el Presidente
y el Secretario ofrecen pleno respaldo
al movimiento obrero azucarero del
Valle.
3. La Asamblea General de sindicatos
realizada en el día de ayer en Bogotá
aprobó un Paro de Solidaridad en el
cual participarán no menos de 87
sindicatos de Cundinamarca.
4. La Federación Nacional de Petroleros
controla la totalidad de sindicatos de
la industria del Petróleo, están listos
para la solidaridad según declaración
publicada hoy.
5. Estamos recibiendo mensajes de
respaldo de todo el país, no solamente
de sindicatos sino de parlamentarios,
profesionales, intelectuales, artistas y
ciudadanía en general.
6. El movimiento continúa firme no
obstante los naturales incidentes que
en todo momento se presentan y las
alternativas de todo movimiento
social (…)”
187
“(…)las autoridades de Cali, Palmira y sus alrededores tendían cordones de
seguridad para evitar movimientos masivos; se examinaban a las partes que
llegaban de Cali (su piel quemada, los callos en sus manos) para evitar que núcleos
azucareros se filtraran en la ciudad y organizaran mítines: por su parte, gentes de
Palmira, de Zarzal y de Cal, les llevaban comida a los huelguistas; grupos de
mujeres cocinaban para ellos; algunos obreros sostenían carteles en que acusaban
con nombres propios a los “pájaros”; y, entre tanto recibían noticias; que el
gobernador Absalón Fernández convocaba a una reunión con los trabajadores (no
pudo llevarse a cabo finalmente, por la inasistencia de los patronos); que llegarían
parlamentarios de Bogotá; que los empresarios contemplaban la posibilidad de
cerrar los ingenios; que en algunos cañaverales los contabilistas y otros empleados
de administración intentaban colaborar en las ásperas tareas de cortar y cargar,
que estaban contratando esquiroles; que una fábrica de betún se solidarizó con los
paros y que recibían respaldo de la CTC y de los sindicatos de la industria del
petróleo (…)”397
En el transcurso de la marcha de solidaridad del 14 de agosto, en Candelaria, población
cercana al Ingenio Central Castilla, a 200 trabajadores se les impidió seguir la movilización
y fueron retenidos temporalmente398
. Además, hubo intervención del Ejército en el Ingenio
la Cabaña y la Quinta. 399
Ese mismo día, el reportaje de Semana narra el comienzo de la
Marcha de la siguiente manera:
“La Marcha del Azúcar, comenzó a moverse de Palmira hacia Cali, al medio día.
Cerca de 2.500 trabajadores, casi en fila india y cubriendo 2 kilómetros de la
carretera, bajo un sol vertiginoso y ocupando el lado derecho de la vía, caminaron
durante 3 horas por 20 kilómetros, acompañados de sus mujeres, que algunos
llevaban en la barra de sus bicicletas o en caminos que mantenían la velocidad de
los caminantes. Por el lado izquierdo, el tránsito era normal y los automovilistas se
detenían a leer los carteles: “No estamos contra el Gobierno sino contra la
violencia”. Entre tanto otros 400 trabajadores avanzaban por la carretera de
Juanchito y en todas las entradas de Cali se destacaban grupos armados con la
orden de impedir desórdenes y de evitar que los manifestantes penetraran al centro
de la ciudad. (…)400
Cuando los obreros se dirigían de Palmira a Cali en el tramo conocido como Paso del
Comercio, sobre el río Cauca, ocurrió un hecho violento del Ejército contra un número
considerable de trabajadores que marchaban con sus mujeres, hijos e hijas401
. En efecto, la
397
Semana No. 660 (Agosto 18 de 1959). “Azúcar Amargo” 398
Telegrama interno Andi No. 309. Cali, agosto 14 de 1959. Op, cit. 399
Ibid. 400
Semana No. 660 (Agosto 18 de 1959). “Azúcar Amargo” 401
Voz (29, agosto, 1959). Op, cit.
188
publicación de Semana señala que la Marcha terminó en tragedia para algunas familias
obreras:
“La columna de 2500 que avanzaba hacia el puente del Comercio llegó un poco
después de las 3 de la tarde al puente sobre el arroyo del Frayle, de 12 metros de
largo y situado a 150 metros del puente sobre el río Cauca.es una zona
completamente abierta, con una sola casa en las inmediaciones. Allí un piquete de
soldados detuvo a los manifestantes, mientras caminos con tropa patrullaban la
carretera y se situaban detrás de la columna. Los que aparentemente dirigían „la
marcha del azúcar‟ conversaron con los oficiales e insistieron en que se les dejara
avanzar hasta la plaza del Comercio, pero entre tanto los manifestantes
obstruyeron la vía y en los dos extremos se fue alargando una caravana de
vehículos inmóviles y “vociferantes”.
El piquete de soldados se vio reforzado con grupos de policías “gaseros” y la
situación se prolongó hasta las cinco de la tarde.(…) a las 5 y 5, y en vista de que la
columna pretendía seguir hacia adelante, haciendo caso omiso de las advertencias
gubernamentales, se oyó una orden: “Despejar la vía”. Seis agentes de policía
cargaron con bombas y gases y cundió la confusión. Un muchacho recibió golpes.
Una niña cayó del puente. Los obreros se precipitaban a las aguas del rio a mojar
sus ropas y pañuelos para neutralizar los efectos del gas y otros grupos repelían la
acción de los agentes. Gritos, piedra, choques cuerpo a cuerpo. Los soldados
dieron una carga de culata. Más contusos.
En este punto comenzaron a sonar disparos. Algunos de ellos tenían la voz seca de
la pistola. Fueron muchos disparos (…) pero varios hicieron blanco y dos obreros
quedaron muertos: Rodolfo Chalacán y Manuel Rodríguez; además 11 heridos,
entre ellos una mujer; 25 lesionados y varios contusos. Las gentes se dispersaron
en desorden a lado y lado de la carretera y luego la tropa las fue haciendo
retroceder hasta 3 kilómetros en dirección a Palmira. Por el lado de Juanchito la
manifestación se dispersó ante los gases, pero algunos jefes sindicales fueron
detenidos. Una de las versiones sobre los disparos del puente del Frayle indicaba
que se había abaleado a los obreros desde una camioneta fantasma. Esto explicaría
los disparos de pistola(…)” 402
Los saldos de la represión de los trabajadores desde ese día, se analizarán más adelante
debido a la importancia del tema merece una explicación mucho más extensa. Lo cierto es
que las muertes de los dos trabajadores, forzaron a una rápida negociación con los
trabajadores los días posteriores.
402
Revista Semana. (18, agosto, 1959).
189
Con respecto a la información cabe resaltar que hay distintos datos sobre el número de
trabajadores movilizados el 14 de agosto en la movilización En este apartado se analizará la
información proporcionada por los telegramas de la Andi, sistematizados en la Tabla 3-2.
Es preciso reconocer que dicha información puede ser limitada y registrar una participación
menor de los trabajadores de la que tuvo lugar en cada jornada, de todas maneras, presenta
una aproximación de la cuantía de trabajadores involucrados en la Marcha
Teniendo en cuenta esta aclaración, el 14 de agosto, día de la Marcha del Azúcar se destacó
la participación de los ingenios Providencia y Central Castilla, que aportaron más del 60%
de los trabajadores movilizados (3.300); los demás ingenios siguieron activos aportando
más del 30% de los trabajadores paralizados (1.700). En Riopaila la situación se normalizó
por el enganche de personal nuevo403
.
Los empresarios del azúcar reaccionaron frente a estos sucesos pidiendo la colaboración de
las autoridades, en especial del comandante de la Tercera Brigada, para que por ningún
motivo los manifestantes pasaran del río Cauca404
. Los industriales expresaban su negativa
a reunirse con los trabajadores porque consideraban que este acto constituía una derrota
indigna para el mismo Gobierno y para la empresa privada. Más bien pedían ―una enérgica
acción del gobierno que detenga la perturbación del orden pública y restituya el pleno
ejercicio del derecho a trabajar en forma libre y pacífica.‖405
En sus palabras insistían:
“Todos los ingenios empeñánse en mantener humeantes sus chimeneas para levantar la
moral a sus obreros y afirmar el imperio del orden y el trabajo sobre el peligroso
movimiento que mañosamente trata de abrirse paso tomando posiciones duales”406
.
En la opinión pública, nunca salieron estas posturas, pues los empresarios se ocuparon de
extender la invitación a sus trabajadores para que reanudaran labores sin temor a
represalias. De hecho, pusieron un plazo a los trabajadores para retornar a sus labores y
anunciaban que los despidos sólo afectarían a ―aquellos trabajadores que no se
reintegraron a sus labores dentro de los plazos que oportunamente señalaron las empresas
(…), y que además dirigieron o realizaron actos de violencia y/o coacción material contra
las empresas y contra aquellos otros trabajadores que no prestaran atención a las
disposiciones oficiales y leales a su deber.”407
.
403
Telegrama interno Andi No. 310 del Dr Velasco Gerente Andi Cali, situación huelga en Ingenios
Azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 14 de 1959. 404
Telegrama interno Andi No. 313 del Dr Velasco Gerente Andi Cali, sobre medidas oportunas ante el
movimiento huelguístico. Cali, agosto 14 de 1959. 405
Telegrama interno Andi No. 310. Cali, agosto 14 de 1959. Op. cit. 406
Telegrama interno Andi No. 309 del Dr Velasco Gerente Andi Cali a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de
la Andi. Transcripción Carta de los empresarios azucareros al Presidente Alberto Lleras Camargo. Cali,
agosto 14 de 1959. 407
Telegrama interno Andi. Reunión Andi con cinco gerentes de la Asociación Cultivadores de Caña de
Azúcar. Sobre conflicto laboral Riopaila y justificación de despidos. Cali, agosto 17 de 1959.
190
En cuanto al balance del paro, los empresarios esgrimían argumentos de orden económico
para exigir la intervención del Gobierno: según ellos, cada ingenio registró una pérdida de
mil pesos por cada uno de los días del Paro408
. Además, teniendo en cuenta el total de los
días de huelga se calculaba un aumento en el costo del bulto de azúcar de $30 a $139. Esta
situación comenzaba a afectar otras industrias que requerían esta materia prima como
fábricas de gaseosas, chocolates, galletas y confites y encarecería de tal forma el azúcar
para el consumo doméstico que haría difícil la oferta, y permitiría la especulación y
elevación de los precios.409
Para presionar a los trabajadores, llegaron incluso a anunciar el
cierre total de ingenios como el Mayagüez410
. La vicepresidencia de la Andi declaró:
“Las suspensiones colectivas de labores por parte del personal de trabajadores, que
han venido presentándose en los últimos meses han significado y significan
cuantiosas pérdidas para la economía general del país, para los grupos de obreros
afectados, y para las empresas cuyo funcionamiento normal se ve alterado por estos
fenómenos. Dichas pérdidas se refieren no solamente a los factores de lucro cesante,
sino a las consecuencias sobre la actividad económica que comporta el
mantenimiento de erogaciones y gastos que no pueden suspenderse durante los
periodos de paralización de trabajos”.411
Para reportar los costos económicos que representó para las empresas el movimiento de
solidaridad, la ANDI solicitó a todas las empresas el reporte de los costos de las huelgas en
cuanto a jornales, prestaciones sociales y el lucro cesante. Esta solicitud se hizo tanto a los
ingenios afiliados a la ANDI, que eran Riopaila y Providencia, como a los ingenios no
afiliados como el ingenio Mayagüez, La Quinta, Bengala, Pichichi, Oriente, Manuelita, La
Cabaña, Central Tumaco y Central Castilla. Algunos de éstos habían firmado convenciones
colectivas y se solicitaba el reporte de la información sobre el aumento de costos para las
empresas por las prestaciones pactadas, incluso antes del paro.412
El Ingenio Central Tumaco dio el siguiente reporte resumido por su gerente, Luis Bernardo
Salcedo:
“El paro propiamente dicho abarcó desde el día sábado 8 de agosto hasta el lunes
17, copó la producción de 8 días hábiles, durante los cuales se dejaron de fabricar 7
mil quintales de azúcar, utilizando sólo un 21.8% de la producción normal mínima
estimada. El valor de los quintales 5.474 de azúcar que dejaron de producirse, al
408
Semana No. 660 (Agosto 18 de 1959). Azúcar Amargo. 409
Telegrama interno Andi No. 192. Cali, agosto 10 de 1959. Op. cit. 410
Telegrama interno Andi No. 310. Cali, agosto 14 de 1959. Op. cit. 411
Carta Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi oficina de Cali, petición información sobre las consecuencias
económicas de las huelgas y paros ilegales en los ingenios azucareros, a Jaime Lozano Henao, director de la
Asociación Nacional de Cultivadores de Caña. Cali, agosto 20 de 1959. 412
Carta Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi oficina de Cali, petición información sobre paros ilegales en
algunos ingenios azucareros, a Diego Tobón Arbeláez, Vicepresidente Andi. Cali, agosto 27 de 1959.
191
precio corriente es de $164.220. El valor de los salarios dejados de devengar por los
trabajadores en paro, tomando de los promedios anteriores fue de $29.025.66. El
valor de los salarios que tuvo que pagar la empresa a los obreros que continuaron
trabajando o que regresaron al trabajo tan pronto como el paro fue declarado ilegal
fue de $60.236.98. Durante el periodo posterior al paro, sólo se pudo trabajar a un
promedio del 45% del normal, a pesar de que ya estaba todo el personal en actividad
debido al agotamiento de todas las materias primas en las diferentes etapas, desde el
corte hasta los procesos intermedios de la elaboración. Aproximadamente 9.000
quintales dejaron de producirse por consecuencia del paro.”413
Para algunos trabajadores, el balance del paro había sido positivo en la medida en que
mostró la masividad del movimiento y persistió a pesar de la declaratoria de ilegalidad,
logrando que el Gobierno y los patrones suscribieran un pacto con los trabajadores.
Además, insistían en que el paro había sido positivo para la estabilidad del personal y
también para la paz pública, en sus palabras:
“1) fue un paro por la paz pública y la estabilidad del personal que recibió la
solidaridad de otras empresas y sectores; 2) la declaratoria de ilegalidad del Paro
no causó los efectos desmoralizantes que el gobierno y los patronos esperaban; el
abaleo sobre los manifestantes que marchaban de Palmira a Cali no rompió con el
movimiento sino provocó la solidaridad de otros ingenios; 3) El discurso del
Presidente Lleras no logró desmovilizar el Paro; 4) el Gobierno y los patrones se
vieron forzados a suscribir un pacto con los voceros del movimiento.”414
Los trabajadores lograron suscribir un acuerdo con el Gobierno y los empresarios que si
bien no incorporó todo lo que los obreros querían, por lo menos forzó la supervisión del
Gobierno en los despidos de los ingenios. Se acordó: “Cada despido que aparezca
imprudente o inmotivado a los ojos del árbitro será indemnizado por la empresa con el
salario correspondiente a once meses. Habrá investigación penal para los bandidos al
servicio de la empresa (…) Además, no habrá despidos por el último paro sino mediante
intervención oficial”.415
Puede además decirse que los trabajadores dulceros ganaron autonomía política de las
centrales obreras, pues prácticamente todo el movimiento se articuló desde abajo, con los
sindicatos de base de los ingenios, y no ―desde arriba‖ con acuerdos entre los grandes
dirigentes. Una nota del periódico Voz refleja esta situación, en la que claramente La UTC
era contraria al paro. La dirigencia de la CTC no había ofrecido un apoyo tan decidido a los
413
Carta de Jaime Lozano Henao, director Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar, reporte de los
resultados de los costos económicos del Paro en el Ingenio Central Azucarero Tumaco Ltda, a Gerardo
Velasco Cabal, Gerente Andi oficina Cali. Cali, septiembre 3 de 1959. 414
De Fedenal a los azucareros. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 29,
agosto, 1959. 415
Ibid.
192
obreros del azúcar porque la dirigencia pro-liberal estaba en desacuerdo con el liderazgo
pro-comunista de Fedetav.
“Los dirigentes de la UTC han definido una vez más su carácter de simples agentes
patronales al condenar los paros de solidaridad, en tanto que entre los miembros del
Comité Ejecutivo de la CTC hay una situación equívoca. La clase obrera ha visto a
varios dirigentes de la CTC actuando ante todo como agentes del gobierno (…),
tratando de imponer en las huelgas fórmulas de arreglo que aceptan los patronos y
rechazan los obreros y haciendo declaraciones anti-comunistas para justificar
semejantes actuaciones”.416
El movimiento sin embargo, trascendió las estructuras sindicales involucrando gran parte
de los trabajadores de casi todos los ingenios de la región. Sánchez (2009) calcula la
movilización de 17 mil trabajadores en todo el periodo del Paro. El movimiento también
recibió la solidaridad de trabajadores de otros sectores del Valle, de Cali, y el apoyo de
varias Federaciones Sindicales de otras regiones del país, como se explicará a continuación.
3.6.5. Solidaridades en otros sectores para los trabajadores y empresarios
De acuerdo con el trabajo de Patricia Arango (1987) diversos tipos de solidaridad y
respaldo se despertaron hacia los trabajadores del azúcar. El jefe del liberalismo de Zarzal,
concejal municipal y diputado a la Asamblea del Valle, Miguel J. Paredes junto con otros
ciudadanos, enviaron al Presidente un mensaje denunciando la campaña de amenazas e
intimidación contra la Junta Directiva del Sindicato y pidiendo que cesara la violencia en
los Ingenios y la región417
.
La CTC envió al presidente de la Cámara de Representantes una declaración que reconocía
el problema social de orígenes de carácter político y solicitó la designación de una comisión
paritaria que interviniera en el problema creado y presentara fórmulas de solución, a fin de
evitar graves consecuencias, ya que los trabajadores no estaban siendo escuchados e incluso
se habían intensificado los actos de persecución con motivo del conflicto418
. Mensajes de
solidaridad de parte de liberales socialistas y populares de Cali también llegaron en
respaldo de los trabajadores.
Por su parte, 87 juntas directivas de los sindicatos filiales de la Federación de trabajadores
de Cundinamarca se declararon en Paro de Solidaridad con los trabajadores azucareros del
Valle y nombraron un Comité de Huelga que hizo una declaración de respaldo hacia el paro
416
Castigo para los asesinos de los obreros azucareros. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 22, agosto, 1959. 417
ARANGO FRANCO, 1987. Op. cit, pp. 145-147. 418
Ibid
193
azucarero. Otros sectores como las fábricas pequeñas de Palmira, entre ellas la de Betún
Béisbol, pararon el 12 de agosto en solidaridad con los trabajadores azucareros.
Pero así como hubo solidaridad hacia los trabajadores, también hubo solidaridad hacia los
empresarios. Arango (1987) menciona que el directorio Conservador denunció las
actuaciones de la Fedetav como tendenciosas e irresponsables, rechazando las
inculpaciones que hacían objeto a algunos trabajadores adeptos al conservatismo.
Además, la UTC a través de su filial Utraval organizó la firma de una declaración en agosto
14 de 1959 con la firma de 912 trabajadores, 507 del Ingenio Riopaila que desmentía las
acusaciones de ―los comunistas infiltrados en el sindicato‖ y decían:
“No somos violentos, ni es cierto que en el Ingenio se haga violencia para coaccionar
o perseguir a determinados trabajadores. (…) No toleramos, pues, que un reducido
grupo de agitadores irresponsables y sin conciencia venga a tratar de dividir nuestra
férrea unidad recurriendo a tejemanejes políticos que deben ser totalmente ajenos a la
cuestión sindical (…) El nuevo paro de los corteros de caña que estalló en el Ingenio
es otra maniobra ilegal de los agitadores comunistas que obedecen las consignas de
Fedetav. (…)”419
Paralelamente al movimiento huelguístico se presentó una Asamblea donde se reunieron
500 trabajadores organizados por la Federación y la UTC que se declararon en oposición al
movimiento huelguístico porque consideraban que estaba organizado para darle fama a
Fedetav y aspiraba a otras reivindicaciones que no eran estrictamente económicas o
sociales. En efecto, Utraval se reunió en Buga el 9 de agosto con directivas sindicales de
once empresas afiliadas y acordó no participar en los movimientos huelguísticos y mucho
menos en paros ilegales420
.
Esta parte del conflicto narrado por Patricia Arango (1987) es importante en la medida en
que muestra que el Paro de Solidaridad despertó tanto solidaridades como desacuerdos
entre los trabajadores. En especial, desacuerdos entre las federaciones sindicales Fedetav y
Utraval, pues esta última no participó en las manifestaciones de solidaridad y la UTC
tampoco porque consideraba que el conflicto tenía un carácter político y ponía en riesgo las
demandas de los trabajadores.
Por otra parte, a pesar de que la Fedetav y la CTC públicamente manifestaron el respaldo al
movimiento, también hubo diferencias que se pueden apreciar en la lectura de la
documentación, pues la mayoría de directivos de la CTC intentaron mediar con el Gobierno
y los empresarios para el fin del conflicto pero esto no dio resultado. De igual manera,
Fedetav al final del conflicto reclamaba la actitud patronalista de los directivos de la CTC
419
Ibid. pp. 148-150. 420
Ibid. p. 150.
194
de tendencia mayoritariamente liberal que políticamente se declararon aliados del Gobierno
de Alberto Lleras.
3.6.6 Fin del Paro de Solidaridad: Despidos, investigaciones y balance
Tras la marcha de solidaridad del 14 de agosto, que representó el pico más alto de las
movilizaciones de los trabajadores, los empresarios aceptaron la mediación del Gobierno
nacional para solucionar el conflicto. De esta manera, el Gobierno, en cabeza de los
ministros Alberto Galindo y Belisario Betancur, propusieron como primera medida
conformar una comisión de arbitraje para estudiar la legalidad de los despidos de los 92
trabajadores de Riopaila;421
y como segunda medida, comisionar a los doctores Horacio
Ramírez Castrillón, jefe de división de asuntos sindicales, y al doctor Alfonso Cabrales
Pérez, subjefe de la división de asuntos industriales, para verificar el cumplimento de los
pactos que se suscribieran422
.
Con este acuerdo, los directivos de Riopaila se pronunciaron, de la siguiente manera:
“El Ingenio Riopaila deja constancia de que le asiste total razón legal para el
despido de 92 trabajadores culpables de la huelga ilegal, pero que como
contribución al restablecimiento de la tranquilidad pública y al mejoramiento de las
relaciones obrero patronales acepta al Dr Dario Echandía como árbitro único para
que estudie el informativo sobre el despido de los trabajadores y que los que
considere fueron despedidos imprudente o inmotivadamente tengan derecho a una
indemnización pecuniaria equivalente al tiempo del contrato presuntivo del trabajo,
aproximadamente de once meses.
(…) La empresa solicita al Gobierno Nacional el nombramiento de un investigador
de la mayor jerarquía moral a fin de que estudie los cargos hechos por
organizaciones sindicales o por particulares contra la empresa para que quede en
claro el prestigio de la empresa y sus trabajadores”.423
Con esta solicitud, el Gobierno retomó su trabajo de mediación para la resolución del
conflicto del Valle y los gerentes de los anunciaron el plazo máximo —18 de agosto hasta
la 6 am— para el retorno al trabajo sin implementar nuevos despidos424
. Así, el 18 de
agosto comenzó el regreso de la normalidad, y los empresarios reportaban:
421
Telegrama interno Andi No. 527 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, pregunta fórmula
comisión de arbitraje conflicto laboral ingenios azucareros, a Enrique Caballero Escovar, Gerente de la Andi
Bogotá. Medellín, agosto 17 de 1959. 422
Telegrama interno Andi No. 319 del Dr Velasco Gerente Andi Cali, levantamiento de los Paros ingenios
azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 18 de 1959. 423
Telegrama interno Andi. Cali, agosto 17 de 1959. Op. cit. 424
Ibid.
195
“El Paro General ha sido levantado en casi su totalidad como consecuencia del
documento que se suscribió anoche en la Gobernación y que aparece publicado en
todos los periódicos (…) existe gran satisfacción por la forma como se solucionó el
grave problema y se considera que las transacciones a que se llegó no vulneran los
derechos de la empresa privada y solamente son consecuencia del ánimo conciliador
y patriótico de la colaboración demostrada por los gerentes de las empresas
azucareras afectadas de forma injusta por los paros ilegales.” 425
La publicación de El Tiempo anunciaba que los ingenios que estaban trabajando de forma
normal eran: La Quinta, Providencia, Tumaco, Oriente, Bengala, La Cabaña, Central
Castilla, Papayal, La Manuelita y Riopaila. Los dos que enfrentaban alguna dificultad eran
Mayagüez y Pichichí, donde se había presentado malestar por la suspensión y destitución
de algunos trabajadores.426
(Tabla 3-3)
Tabla 3-3 Tipo de sanción a los trabajadores participantes de las protestas solidarias en los
ingenios azucareros del Valle, 1959, según distintas fuentes
Trabajadores sancionados por protestas solidarias en los ingenios
azucareros del Valle*
Tipo Sanción
Gobierno Andi Voz 15/08/1959 y
22/08/1959 El Tiempo
18/08/1959 20/08/1959
Despido 11 36
Suspensión 47 39
Total 58 75 **2956
*Fuente: Elaboración propia con base en la Consulta de archivo telegramas
y noticias de las fechas citadas
**Archivo Voz: La primera cifra es de 2000 despedidos el 15 de agosto y
la segunda cifra es de 956 despedidos el 22 de agosto de 1959.
Las fuentes presentan cifras distintas sobre los trabajadores sancionados en agosto de 1959
como consecuencia de su participación en la movilización azucarera. La información
presentada por el Gobierno Nacional al periódico el Tiempo, anunció que en total fueron
sancionados (58) trabajadores: (11) despedidos suman los ingenios Mayagüez, Pichichi,
Bengala y la Carmelita y (47) suspendidos suman los ingenios Mayagüez y Riopaila427
.
425
Telegrama interno Andi No. 319. Cali, agosto 18 de 1959. Op. cit. 426
Gobierno vigila cumplimiento de pactos laborales en el Valle. En: El Tiempo. Bogotá: (18, agosto, 1959). 427
El Tiempo. Bogotá: (18, agosto, 1959).
196
Por su parte, la información de la Andi registra que fueron sancionados (75) trabajadores de
la siguiente manera: (39) despedidos suman los ingenios Pichichi, Providencia, La Quinta y
Oriente y (36) sancionados sólo en el ingenio Mayagüez428
. La cifra que más contrasta es la
proporcionada en dos ocasiones por el periódico Voz que en la primera información reporta
un total de 2000 despidos429
y en un segundo reporta 956 despidos en el total de Ingenios
azucareros430
.
Estos datos son disímiles nos informan sobre los intereses tanto del Gobierno y los
empresarios por minimizar las sanciones que tuvieron lugar en los ingenios, como también
los intereses periódico de los trabajadores comunistas que exagera el número de afectados.
En uno u otro caso, de fondo lo que se evidencia es la ocurrencia de despidos y
suspensiones a varios trabajadores por su participación en las movilizaciones de
solidaridad. Los afectados tenían vínculos laborales con los ingenios Mayagüez, Riopaila,
Pichichi, Bengala, La Carmelita, Providencia, La Quinta y Oriente.
Además, en los ingenios Mayagüez y Pichichi, los empresarios reconocían haber despedido
a más trabajadores que supuestamente habían ejecutado actos de violencia. 431
Advertían:
“Como usted puede ver los patronos están obrando con gran prudencia y magnanimidad y
únicamente sancionarán a aquellos trabajadores gravemente complicados en el
movimiento y cuya presencia en las empresas sería claramente perjudicial para la
administración de ellas.”432
El informe del Ministerio de Trabajo proporcionaba los siguientes datos (Tabla 3-3):
“En Mayagüez fueron pasadas cartas de suspensión a treinta y nueve trabajadores y
entre ellos diez directivos de sindicatos. También fueron despedidos trabajadores. En
el Riopaila han sido pasadas cartas de suspensión a ocho trabajadores. En el
Ingenio Pichichi fueron despedidos cinco directivos del sindicato y un obrero. En el
Ingenio Bengala se operaron dos despidos. En el Ingenio La Carmelita fue despedido
el secretario general del sindicato de esa empresa, con aplicación del número
tercero del artículo 62 del código laboral”. 433
428
Telegrama interno Andi No. 323 del Dr Velasco Gerente Andi Cali, despidos trabajadores de los ingenios
azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 20 de 1959. 429
Los paros del Valle. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 15, agosto,
1959. 430
Solidaridad con los azucareros. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá.
22, agosto, 1959. 431
Telegrama interno Andi No. 322 del Dr Velasco, Gerente Andi Cali, suspensión de trabajadores ingenio
Mayagüez, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 20 de 1959. 432
Telegrama interno Andi No. 323. Cali, agosto 20 de 1959. Op. cit. 433
El Tiempo, Bogotá: (18, agosto, 1959). Op. cit.
197
El periódico comunista declaraba:
“Es necesario y urgente la solidaridad nacional para con los obreros azucareros
enfrentados hoy a una feroz represalia patronal dirigida a descabezar las
organizaciones sindicales. Este factor presupone que la lucha continúe en otros
planos hasta lograr la imposición de las exigencias de los 20 mil asalariados del
dulce que hoy se funde en un solo objetivo: respeto a la organización sindical y
acción de masas contra la violencia.”434
Además, anunciaban la preparación de un
movimiento de protesta que culminara en el paro total de actividades.435
Las medidas en contra de quienes habían participado en los paros de solidaridad no
terminaron allí. Los empresarios del dulce dirigieron sus esfuerzos a desmontar las
directivas sindicales que habían promovido el movimiento. Uno de los casos sobresalientes
fueron las maniobras que utilizaron los dueños del ingenio azucarero Pajonales para que
154 trabajadores se desvincularan del sindicato de trabajadores de la empresa. 436
La junta directiva de la ANDI acordó incluso fortalecer el liderazgo de Néstor Pineda, de la
UTC, para reorientar el movimiento sindical, en manos de ―otros dirigentes extremistas‖437
.
Sin embargo, esta estrategia no pudo vencer el fuerte movimiento de resistencia de los
trabajadores que se había fortalecido durante el paro. Muestra de ello es que en las
elecciones de la junta directiva en la asamblea general del sindicato de Riopaila “el
obrerismo amigo de Fedetav ha sacado dos mil votos contra menos de una veintena de no
simpatizantes con esa federación.”438
En septiembre, el Gobierno anunció la instalación de los tribunales de arbitramento para
decidir los despidos de los obreros que habían participado en los paros declarados ilegales.
En el Ingenio Riopaila, por ejemplo, se habían iniciado las negociaciones para estudiar la
suspensión de otros 92 trabajadores. En medio de esta situación, los representantes
sindicales exigían no sólo el reintegro al trabajo de los obreros, sino también la restitución
de la legalidad de las juntas directivas sindicales sancionadas por las autoridades y los
empresarios439
.
Durante el mismo mes concluyó la investigación adelantada por el funcionario Libardo
Mejía, del Ministerio de Trabajo, en los ingenios Pichichí, Oriente, Bengala, Tumaco y
434
Voz (22, agosto, 1959) Op. cit. 435
Voz (15, agosto, 1959) Op. cit. 436
Patronos de Pajonales buscan liquidar el sindicato. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 19, septiembre, 1959. 437
Telegrama interno Andi No. 742 de Enrique Caballero Escovar, Gerente de la Andi, Bogotá, sobre la
discusión del derecho de huelga y la UTC, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 17
de 1959 438
El Tiempo, Bogotá: (18, agosto, 1959). Op. cit. 439
La Unidad Obrera impedirá despidos de los azucareros. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 26, septiembre, 1959.
198
otros y el saldo no fue favorable para los trabajadores. El 10 de diciembre se conoció el
resultado del arbitraje de los despedidos de Riopaila, que decepcionó los trabajadores. Una
de las conclusiones del fallo fue la pérdida de credibilidad del arbitramiento y la
reivindicación de la lucha directa de los obreros a través de la huelga. 440
Los despidos ―legales‖ que se cometieron entre agosto y septiembre dejaban un saldo
dramático en términos de la situación social de los trabajadores. Según el diario Voz,
―varios trabajadores deambulan por las calles
y su situación económica es grave. Además, en
varios ingenios han pedido a los trabajadores
despedidos la entrega de sus viviendas.”441
3.6.7. Medidas utilizadas para legalizar
los despidos
La ilegalidad del paro fue sugerida desde sus
inicios no sólo por la ANDI sino también por
el árbitro Justo Díaz, quien argumentó que la
huelga no respondía a motivos estrictamente
laborales. Según esta valoración, la puja de los
trabajadores por librarse de la tutela de los
sindicatos patronalistas no era un asunto
laboral, tampoco las denuncias para frenar la
violencia al interior de los ingenios.442
Bajo este argumento de ilegalidad, el Gobierno
se valió de distintos mecanismos como el
Decreto 2164 del 10 de agosto 1959443
, que
otorgaba al patrono la facultad de despedir a
todos los trabajadores que persistieren en el
paro por cualquier causa. Sin embargo, incluía
la intervención del Ministerio de Trabajo o las
autoridades laborales para verificar que los
despidos se hicieran sin afectar a quienes se
hubieran visto obligados a cesar su trabajo por
440
Fallo Riopaila. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 10, diciembre, 1959. 441
Noticiero Sindical: Cali, terminó investigación en Rio Paila. Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 26, septiembre, 1959. 442
SÁNCHEZ, ANGEL. 2009, Op. cit, p. 218. 443
Colombia. Ministerio del Trabajo. Decreto 2164 (10, agosto, 1959). Por el cual se reglamentan los
artículos 450 y 451 del Código Sustantivo del Trabajo. Diario Oficial. Bogotá, D.C,. No. 30.038.
Cuadro 3-4 Resolución 1064 de 1959
del Ministerio de Trabajo
“Artículo 1. Una vez producida la
declaración de ilegalidad de un paro, el
patrono afectado por el mismo, procederá a
presentar al Inspector de Trabajo
correspondiente o al funcionario
comisionado por el Ministerio, la lista de
aquellos trabajadores suyos que él considere
necesario despedir por haber participado o
intervenido en la suspensión del trabajo y de
no estar comprendidos dentro de lo previsto
en la primera parte del artículo primero del
Decreto 2164 de 1959.
Artículo 2. El funcionario respectivo,
recibida la lista anterior, deberá levantar un
informativo completo, con base en el cual y
mediante resolución motivada, indicará si es
el caso, qué trabajadores pueden ser
despedidos por no encontrarse dentro de la
excepción consagrada en la precipitada
norma.
En la misma providencia el funcionario
conminará al patrono para que se abstenga
de despedir, so pena de incurrir en las
sanciones de Ley, a aquellos trabajadores
que habiendo hecho cesación pacífica del
trabajo por circunstancias ajenas a su
voluntad y creadas por las condiciones
mismas del paro, no persistieren en él,
después de conocida la resolución
declaratoria de ilegalidad (…)
Original firmado por Otto Morales Benítez
(Ministro del Trabajo)
199
circunstancias ajenas a su voluntad (Anexo H).
Como parte de la reglamentación del Decreto, el Ministerio de Trabajo, expidió la
Resolución 1064 de 1959 (Cuadro 3-4)444
que reiteraba el procedimiento de supervisión por
parte de las autoridades laborales locales de los despidos que realizaran las empresas. Para
algunos analistas:
“pretendía el Gobierno con dicha reglamentación, ante el desbordamiento de la lucha
reivindicativa por fuera de los cauces legales, romper la unidad de los trabajadores,
pues no otra cosa significa otorgar al patrono la facultad de determinar aquellos
obreros que pueden ser despedidos, instrumento útil para introducir la división y
fomentar el esquirolaje al interior del movimiento huelguístico.”445
Tras la expedición de la Resolución, el Gobierno envió a dos funcionarios del Ministerio de
Trabajo para evaluar la legalidad de los despidos efectuados en los meses de agosto y
septiembre. Los empresarios estaban en desacuerdo con esta intervención, pues
consideraban “que deja sin piso jurídico y quita a los patronos toda facultad de despedir
previa calificación del Ministro de Trabajo, con lo cual va más allá de la norma fijada en
el Decreto 2164.”446
Ante esto, la ANDI resolvió que una comisión de cinco industriales azucareros hablara
directamente con el presidente Lleras y el ministro Morales Benítez para “plantearle los
graves inconvenientes de dicha resolución que prácticamente hace nugatorio el derecho
legítimo que confiere a las empresas una declaratoria de ilegalidad del Paro, con lo cual,
no se haría otra cosa que fomentar esta clase de movimientos subversivos tan perjudiciales
para las empresas y para los trabajadores como la paz social.”447
No obstante, era claro que esta normatividad favoreció a los patronos que dentro de la
―legalidad‖ siguieron haciendo uso de facultades para despedir a los trabajadores, pues en
términos generales el decreto era claro en señalar que ―el patrono quedará en libertad de
despedir a todos los trabajadores que, una vez conocida la declaratoria de legalidad,
persistieren en el paro por cualquier causa‖ (Anexo H). De hecho, la intervención de las
autoridades laborales resultó favorable a los empresarios, como se conoció en los resultados
de la investigación de la legalidad de los 92 despidos ocurridos en Riopaila.
En esta medida puede decirse que la normatividad adoptada para enfrentar el paro se
componía de mecanismos legales y extralegales para reprimir el movimiento obrero. Esto
era claramente percibido por los trabajadores movilizados contra estas arbitrariedades
444
Colombia. Ministerio del Trabajo. Resolución 1064 (1959). Por la cual se crea un procedimiento para
despidos. Reproducida en el diario El Tiempo (agosto 18, 1959) ―Gobierno vigila cumplimiento de pactos
laborales en el Valle.‖ 445
MONCAYO y ROJAS. 1978 Op. cit, pp. 197-198. 446
Telegrama interno Andi No. 322. Cali, agosto 20 de 1959. Op, cit. 447
Ibid.
200
propias de las prácticas patronales de estos años que generaban cada vez más rechazo y
resistencia.
3.6.8 Estado de sitio y medias extralegales de represión del movimiento
En el Valle del Cauca la declaración del estado de sitio antecedió al Frente Nacional. El 6
de agosto de 1958 el Gobierno de Lleras Camargo sancionó la Ley 2, que prorrogó la
vigencia del estado de sitio total por un año más, mientras su equipo estudiaba los más de
10 mil decretos de excepción que se habían adoptado desde 1949 y tomaba alguna decisión
sobre ellos448
. En diciembre de 1959 el Congreso expidió la Ley 105, que nuevamente
prorrogó el estado de sitio hasta el 31 de diciembre de 1960 (Anexo I).
Sin embargo, el estado de sitio no fue el mismo, y estuvo dirigido a contrarrestar los
legados de la Violencia y otras situaciones de orden público en unos departamentos
específicos como Caldas, Cauca, Huila, Tolima y Valle del Cauca. En el caso del Valle del
Cauca, puede decirse que el estado de sitio fue permanente desde el 27 de agosto de 1958
hasta el 1 de enero de 1962, es decir, en las medidas de Gallón sumarían: 3 años, 18 meses
y 155 días (Tabla 3-4).Unificando las medidas, en tiempo total, esto equivale a casi 4 años
y 10 meses.
Tabla 3-4 Vigencia del estado de sitio en el Valle y duración (1958-1962)
Estado de sitio en el Valle 1958-1962449
Periodo Tipo de estado de sitio Duración
Agosto 7/ 58 –Agosto
27/58
Estado de sitio total –en
toda la nación
66 días
Agosto 27 /58- Dic 3 /58 Estado de sitio parcial:
Caldas, Cauca, Huila,
Tolima y Valle
3 meses y 7 días
Dic 3/ 58- Enero 12/59 Estado de sitio total- en
toda la nación
1 mes y 9 días
Enero 12/ 59 –Octubre 8/
60
Estado de sitio parcial:
Caldas, Cauca, Huila,
Tolima y Valle.
1 año, 8 meses, 27 días
Octubre 8/ 60 –Octubre 11/
61
Estado de sitio parcial:
Caldas, Cauca, Huila,
Tolima y Valle más 13
municipios de Santander.
1 año, 3 días.
Octubre 11/61 – Enero 1/
62
Estado de sitio total- en
toda la nación.
2 meses, 21 días.
Enero 1/62 –Mayo 23/63 Levantamiento definitivo
del estado de sitio a nivel
nacional
1 año, 4 meses, 22 días.
Total Estado de sitio a nivel nacional 3 años, 18 meses y 155
días.
*Fuente: Cálculos propios con base en información de Gallón (1979) pág 27.
448
¿La noche quedó atrás?. En: Revista Semana. Bogotá: (12, julio, 1982). 449
GALLÓN GIRALDO, 1979. Op, cit, Capítulo 2.
201
En el marco de esta situación de excepción se expidieron aproximadamente 50 decretos
diferentes que restringieron o limitaron derechos sociales; autorizaban medidas
administrativas especiales, jurisdiccionales como legislativas, penales como civiles. En
otras palabras, dichos decretos concedían facultades extraordinarias a los Gobernadores,
facultaban a policías y militares a capturar personas en ciertos casos e incluso autorizaban
créditos adicionales para fortalecer el Ministerio de Guerra y la Policía del departamento
del Valle y, finalmente, prohibían las reuniones y manifestaciones públicas y las
trasmisiones radiales de discursos y conferencias políticas, entre otras medidas. 450
El estado de sitio en el departamento del Valle en 1959 tuvo que ver con el contexto de
conflicto de los ingenios azucareros que en parte también mostraba el legado de la
Violencia política, pero no se asociaba exclusivamente a ella, pues como se ha analizado a
lo largo de este Capítulo, hubo una tendencia del Gobierno de tratar los conflictos laborales
y sociales como asuntos de orden público, particularmente declarando ilegales los paros y
movimientos de solidaridad.
Por lo tanto, la represión al movimiento de los trabajadores se dio tanto a través de medidas
legales laborales, con despidos, sanciones y amonestaciones propias de las normas vigentes
en la época, como a través de medidas extralegales de excepción, creadas y orientadas a
contrarrestar con violencia la protesta social.
En efecto la represión comenzó desde el 11 de agosto cuando el Gobernador del Valle,
Absalón Fernández de Soto, declaró perturbado el orden público y estableció medidas
restrictivas prohibiendo la realización de manifestaciones pública en todo el territorio
vallecaucano dando órdenes expresas a las Fuerzas Armadas para tomar a su cargo el
cumplimiento de disposiciones451
.
Sin embargo, a estas medidas se suman otras contra las mismas organizaciones sindicales.
De acuerdo con Patricia Arango (1987), la sede sindical de los trabajadores de Riopaila así
como la sede de Fedetav en Cali fue allanada por la Policía en diversas oportunidades e
incluso fueron cerradas las sedes sindicales en el municipio de la Candelaria. Además,
fueron incendiadas camas, enseres personales de algunos de los 92 trabajadores
despedidos452
.
450
Ibid pp. 151-159. 451
El País. (11, agosto, 1959) 452
ARANGO FRANCO, 1987. Op. cit, p. 143.
202
Tabla 3-5 Trabajadores detenidos entre el 12 y el 14 de agosto de 1959
Trabajadores detenidos entre el 12 y 14 de agosto de
1959*
Sindicato Ingenio No trabajadores detenidos
Providencia 3
Manuelita 4
Mayagüez 5
Total 12
*Fuente: Elaboración propia con base en información de
trabajo de grado de Patricia Arango (1987) págs. 143-144.
Entre el 12 y el 14 de agosto vísperas de la marcha de solidaridad comenzó una ola de
detenciones de obreros participantes en el paro de todo el departamento, la represión iba
dirigida fundamentalmente hacia aquellos que conservaban puestos de dirección en los
organismos sindicales453
. Así, fueron del sindicato del ingenio Providencia fueron
detenidos los dirigentes Joaquín Alarcón (presidente); Demetrio Bello (vicepresidente) y
José Pardo (vocal), quienes afirmaron que fueron liberados y luego llevados a un grupo de
trabajadores bajo la amenaza de las armas para que les ordenaran volver al trabajo. Del
Ingenio la Manuelita fueron detenidos los vocales Maximiliano Quintero y Luis Chaparro,
el tesorero Manuel A. Ortega y el trabajador Efraín Cueltán.454
.
Desde el 14 de agosto después de la Marcha de Solidaridad se recrudecieron los hechos
violentos hacia los trabajadores, la muerte de Rodolfo Chalacán y Manuel Rodríguez, y sus
respectivos entierros en Cali y Palmira dejaron un ambiente de luto y estupor en el Valle.
La ciudad de Palmira fue rodeada de Policía para evitar nuevas manifestaciones. Los
trabajadores denunciaban más de 24 heridos como saldo de la jornada, entre quienes se
encontraba el presidente del sindicato de La Manuelita, en una redada militar. 455
El saldo del evento forzó la llegada de la Comisión de los parlamentarios que con 8 días de
retraso opinaban sobre lo ocurrido y los dos Ministros vallecaucanos del Gabinete: el
Ministro de Fomento Llorente y el Ministro de Comunicaciones Aragón, quienes
interpondrían sus recursos. El Gobierno central se declaró en sesión permanentemente y el
Presidente habló al país la noche del sábado456
.
Por su parte, el Gobernador Absalón Fernández de Soto, el Comandante de la III Brigada,
coronel Alfredo Angel Tamayo y el Comandante de la Policía Valle, Mayor Jorge A
Galeano Gómez, emitieron un comunicado en el que afirmaban que las Fuerzas Armadas
habían tratado de ―muy buenas maneras‖ de disuadir a los manifestantes para que no
453
Ibid. 454
Ibid. p. 144. 455
Voz (22, agosto, 1959). Solidaridad con los azucareros. Op, cit. 456
Ibid.
203
continuaran la marcha, pero que fueron atacados sorpresivamente, viéndose ―obligados a
obrar en defensa de su integridad personal y del principio de autoridad‖457
, con estas
declaraciones ellos mismos reconocían la responsabilidad de los hechos.
Sin embargo, Rodolfo Chalacán y Manuel Rodríguez no fueron los únicos afectados, el
mismo 14 de agosto se conoció otra comunicación que identificaba la detención de los
dirigentes obreros de Mayagüez Juan Ángel Angulo (vocal) y Mario Vega (fiscal) y los
trabajadores Luis Eduardo Santos, Luis Alberto Oliva y Alberto Pasuy. Los dos primeros
fueron puestos en libertad cinco días después, pero los otros continuaban desaparecidos.458
(Tabla 3-5).
Además, de la información registrada por Patricia Arango (1987), en el archivo de la Andi,
el Periódico Voz y el artículo de Ricardo Sánchez (2009) era importante señalar otras de las
cifras que dan cuenta sobre el total del saldo de la represión sobre los trabajadores
azucareros desde el 14 de agosto, día de la marcha de solidaridad. (Tabla 3-6)
Tabla 3-6 Saldo de la represión sobre los trabajadores de los ingenios azucareros en el Valle
en segundo semestre de 1959
Saldo represión trabajadores ingenios azucareros Valle*
Forma de represión Número aproximado Fuente
Trabajadores retenidos temporalmente 200 Telegrama interno
Andi No. 309. Cali,
agosto 14 de 1959.
Trabajadores Muertos 22459
Voz de la Democracia
(22, agosto y 5 de
septiembre de 1959)
Trabajadores Heridos 24 Voz (22, agosto, 1959)
Trabajadores Desaparecidos 6 Sánchez, 2009 pág 215.
*Fuente: Elaboración propia con base en los datos de cada una de las fuentes citadas.
De acuerdo con la documentación aportada por Sánchez, el saldo de la represión también
cobijó a las mujeres y los niños que estaban con los trabajadores, “pero la ofensiva no se
detuvo, al día siguiente, se impidió la entrada a la ciudad a todo individuo con callos en
las manos, y la opinión dirigida condenaba a los agitadores comunistas”460
457
ARANGO FRANCO, 1987. Op, cit, p.156. 458
Ibid. 459
Las investigaciones de Caicedo (1971); Archila (2005) y Sánchez (2009) coinciden en señalar que hubo
dos muertos el día 14 de agosto. El periódico Voz afirma que el 14 de agosto se registraron 2 muertos y el 27
de agosto se registraron otros 20 trabajadores muertos en el municipio de Restrepo. Estos sucesos no pueden
considerarse aislados, en un aproximado de lo ocurrido puede afirmarse que 22 trabajadores fueron asesinados
como parte de la represión del movimiento de solidaridad que ocurrió en el mes de agosto de 1959. 460
SÁNCHEZ ANGEL, 2009. Op, cit. p. 215.
204
Los actos violentos hacia los trabajadores siguieron extendiéndose los días posteriores: se
registró otro hecho el 27 de agosto en las veredas del municipio de Restrepo, donde tuvo
lugar un atentado contra la vida de otros 20 trabajadores, en complicidad con el Alcalde y
el Gobernador. “Entre los veinte campesinos asesinados en Restrepo se encontraban los
dos estudiantes hijos del compañero José Alarcón, Secretario de Fedetav y además un
miembro de la Liga de Agricultores de Romerito.‖461
En este caso, los trabajadores denunciaban que el Gobierno se opuso al entierro solemne y
colectivo de los muertos de Restrepo. Otra de las irregularidades denunciadas tenía que ver
con la autopsia de los cuerpos que se realizó en Cali, lo cual dificultó el entierro de los
trabajadores debido a las condiciones precarias de sus familias para poder trasladarlos
nuevamente al municipio.462
Teniendo en cuenta la información parcial expuesta, puede decirse que en total se
registraron 200 retenidos temporalmente por el Ejército, 22 muertos, 24 heridos en los
sucesos ocurridos entre el 14 y el 27 de agosto. A estos datos se suma el número incierto de
desaparecidos, entre los cuales se mencionaba a Luis E. Santos, Luis A. Oliva, Manuel
Castro, Daniel Santacruz, Julio E. Saldarriaga, Pascual Herrera y otros más.463
(Tabla 3-6).
Las medidas de excepción imprimieron un rostro de dolor e indignación a lo sucedido en el
Valle, tanto el Gobierno como los empresarios fueron responsables de la represión que
tuvo lugar durante el movimiento de solidaridad. Las peticiones reiteradas para que la
fuerza pública actuara ―de manera contundente y eficaz‖ se concretaron en trabajadores
muertos, heridos y varias víctimas. La solicitud de penalizar a los dirigentes sindicales,
también tuvo sus consecuencias: ―Estimamos que si las autoridades reciben órdenes de
detener a los conocidos cabecillas del movimiento de cada ingenio con base en el artículo
308 o el Código Penal se debilitaría sin mayores consecuencias el movimiento
subversivo”464
.
Los empresarios consideraban los acontecimientos como una demostración de ―la posición
abiertamente subversiva de la Fedetav”465
. Advertían además que los móviles de estas
agitaciones provenían de la ―orientación comunista internacional‖466
, por lo que pidieron
del Gobierno acciones contundentes para detener esta ola de ―comunismo entre los
461
La Masacre del Valle: 20 Campesinos Asesinados. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 5 de septiembre de 1959. 462
Ibid. 463
Datos citados en SÁNCHEZ ANGEL, 2009. Op, cit 464
Telegrama interno Andi No. 309. Cali, agosto 14 de 1959. Op. cit. 465
Telegrama interno Andi No. 313. Cali, agosto 14 de 1959. Op. cit. 466
Telegrama interno Andi No. 731 de Enrique Caballero Escovar, Gerente de la Andi, Bogotá, sobre el Paro
de Solidaridad convocado por la CTC, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 14 de
1959.
205
trabajadores‖. Para probarlo, citaban entre muchos ejemplos la distribución de algunos
boletines como ―El Relator‖, que se habían encontrado en algunos ingenios.467
Los trabajadores denunciaban: “El castigo bestial que quiso infligir el Ejército a los
huelguistas cuando marchaban de Palmira a Cali, en apoyo de un arreglo negociado, tuvo
un objeto evidente: intimidar, abatir a los trabajadores que en esos momentos estaban
empeñados en una batalla decisiva contra los tremendos remanentes de la violencia en esta
provincia.”468
Para algunos, la responsabilidad directa recaía sobre el Gobierno:
“El gobierno trató un justificado movimiento obrero de protesta contra los violentos
como si fuera una subversión, un motín o un conato de golpe de Estado (…) El señor
Presidente Lleras Camargo ha dado su versión de los acontecimientos y lanzado
acusaciones (…) Pero el señor Presidente Lleras se guardó de exponer ante la
opinión pública los orígenes reales del conflicto. Y ello se debe a la tremenda
contradicción que un Presidente de la República que ha predicado contra la
violencia resultante en el caso del Ingenio Riopaila realizando prácticamente una
política de protección a los violentos, pero castigando implacablemente a los obreros
que practican métodos pacíficos de lucha para expresar su razonada protesta”.469
Tal vez, uno de los legados más importantes del conflicto es que los Paros y marchas que se
desarrollaron no sólo tenían un contenido de protesta laboral o social, sino
fundamentalmente política, de hecho, uno de las denominaciones de lo sucedido en el mes
de agosto de 1959 fue denominado ―Gran Paro contra la Violencia y por la Paz‖. 470
Estos hechos muestran una parte del panorama de las consecuencias de una serie de
medidas represivas que tomó el Gobierno respondiendo a las solicitudes iniciales de los
empresarios para abordar con dureza la protesta azucarera. Estas medidas claramente
estaban orientadas a resquebrajar el movimiento y respondían de manera asertiva a los
llamados repetitivos de la ANDI a la contundencia de parte del Gobierno Nacional.
467
Circular en defensa del diario el Relator. Solidaridad con los Trabajadores de los ingenios azucareros del
Valle, (s.f) (s.a). 468
Voz (5, septiembre, 1959).Op. cit. 469
Voz (22, agosto, 1959). Op, cit. 470
Ibid.
206
3.7 Conclusiones del Paro de Riopaila y Solidaridad
La importancia de lo sucedido en el Valle trasciende el acuerdo por el cual se puso fin
transitoriamente al conflicto, y los resultados que en términos jurídicos no fueron
favorables para los trabajadores que pedían el reintegro de los 92 despedidos, por el
contrario suscitaron nuevos despidos en los ingenios. Sin embargo, la evaluación del Paro
no puede estar centrada únicamente en los resultados inmediatos sino en el proceso mismo
de organización y movilización de los trabajadores del Valle que mostró la importancia de
la solidaridad, articulación, demostración de fuerza y la lucha por la autonomía, de las
organizaciones de los trabajadores del dulce.
Este Paro fue un precedente importante para la memoria de la clase obrera del Valle y
mostró la capacidad de los trabajadores de base para presionar por la denuncia de una
situación considerada altamente injusta y nociva para sus derechos, por lo que lograron
posicionar la legitimidad del movimiento. Los trabajadores pusieron de manifiesto el débil
compromiso de los empresarios del dulce para respetar los derechos laborales; el ejercicio
de prácticas autoritarias en las relaciones laborales; las intervenciones indebidas para
controlar las organizaciones sindicales; los legados de la Violencia que se reflejaban en la
persecución de trabajadores en razón de sus preferencias políticas y las dificultades de la
organización sindical.
Es evidente que este conflicto trascendió las fronteras de lo laboral, demandando
concretamente una actuación política por la Paz, de hecho, se denominó un movimiento por
la Paz, en contra de la Violencia. Fue además una oportunidad para que varios trabajadores
de otros ingenios, que hasta el momento no se habían manifestado, pudieran organizarse
colectivamente, expresar sus inconformidades y hacerse conscientes de la importancia de la
lucha conjunta para hacer frente a sus problemas comunes de clase, así como para que se
despertaran solidaridades entre otros sectores de trabajadores y otros sectores sociales.
La composición social del paro muestra que fue un movimiento de base, en el que
participaron mayoritariamente corteros y alzadores de caña, que daba continuidad a las
luchas por la derogación de la cláusula de reserva y el plazo presuntivo de trabajo en el
primer semestre del año, por lo tanto, fue un conflicto donde los principales actores fueron
los trabajadores de base de los distintos ingenios. Fue una coyuntura de aprendizaje en la
que los trabajadores a través de la experiencia lograron identificar sus intereses de clase, su
identidad, consciencia y alcances de su organización.
Los niveles de articulación se lograron a partir de la vocería que asumió Fedetav, aún
cuando ello generó tensiones de la propia Federación con los dirigentes de la CTC. Los
líderes de Fedetav claramente proporcionaron la radicalidad y proyección política del
movimiento y apoyaron jurídica, política, social y económicamente a los trabajadores del
207
Valle. Sin embargo, esta actuación tan decidida de Fedetav así como generó solidaridades
entre otras federaciones como Fedeta, Fedepetrol y la Federación de Trabajadores de
Cundinamarca, también despertó enemistades con Utraval, la UTC e incluso con las
directivas de la propia CTC que se opusieron a la radicalidad del movimiento e insistían en
una salida negociada con el Gobierno y los empresarios. A raíz de este conflicto, Fedetav
entró en una abierta contradicción política con las directivas de la CTC y de Utraval que no
coincidieron con la concepción del rumbo que debían tener las luchas de los trabajadores en
el Valle.
El conflicto también generó disputas políticas entre los empresarios del azúcar que
oscilaron entre opciones como dejar languidecer el Paro o insistir medidas enérgicas por
parte del Gobierno. Las diferencias políticas de los empresarios se superaron en aras de
defender sus intereses económicos de clase, y también, sus intereses políticos en contra del
comunismo que influenció la mayoría de los sindicatos que participaron en la huelga. La
Andi asesoró a Asocaña y defendió los intereses de todo el gremio empresarial
convirtiéndose en interlocutora con el Gobierno nacional, departamental y local.
En efecto, los vínculos familiares que muchos de ellos tenían como directores de los
ingenios, representantes de la Andi e incluso en el parlamento fueron fundamentales para
movilizar la actuación de las fuerzas armadas y la represión en contra de los trabajadores,
aunque hace falta explorar esto de una manera más detallada. Es evidente que las
solidaridades hacia los empresarios provinieron del partido Conservador pero también de
Utraval y la UTC, el Gobierno liberal de Lleras finalmente adoptó una postura favorable a
los empresarios y la CTC, ilegalizando el movimiento huelguístico.
La ilegalización del conflicto se circunscribe en las prácticas que normalizó el estado de
sitio durante la Violencia, el régimen militar en el tratamiento como problema de orden
público a conflictos sociales; pero también se explica por las claras posturas del propio
Presidente Alberto Lleras que ya había dado muestras de intolerancia frente a los
movimientos de solidaridad de los trabajadores471
.
Estas prácticas reflejan la forma como el Gobierno logró equilibrar la balanza del lado de
los empresarios, después de que había perdido su confianza, en el primer semestre del año,
sugiriendo la eliminación de la cláusula de reserva. Esta vez el Presidente no escuchó a los
trabajadores y otorgó de manera decidida a los industriales la facultad de despedir a su
antojo a miles de ellos, que simplemente eran conscientes de la importancia de defender la
paz y deshacerse de todos los legados de la Violencia.
Los conflictos desarrollados en 1959 mostraron una ruptura con respecto a lo que habían
significado las prácticas sindicales durante el periodo de la Violencia, con una nueva
generación de líderes sindicales y políticos logrando movilizar una cantidad de trabajadores
471
OVIEDO HERNANDEZ, 2008, Op. cit, pp. 117-131.
208
sin precedente en la historia regional y social del Valle del Cauca. Sin embargo, el costo
político y social fue alto en la medida en que fueron varios los trabajadores despedidos, y
otros tantos perseguidos, amenazados, entre otros. La magnitud y alcances del conflicto se
explican por el contexto histórico de esperanza revolucionaria, así como las influencias
radicales de la izquierda (comunistas) a través de la actuación de Fedetav.
Sin lugar a dudas, el Paro de 1959 marca la historia de la clase trabajadora del Valle y es un
hito de una etapa beligerante del movimiento obrero que abanderó Fedetav. Sin embargo,
también es el comienzo de una arremetida de los empresarios en las décadas siguientes, que
para hacerse al control de los sindicatos fundaron nuevas Federaciones sindicales como
Festralva y Fesinuval, que disputaron el terreno de Utraval y Fedeta. Lo ocurrido en 1959
transformó radicalmente la estructura sindical en el Valle del Cauca.
Por lo tanto, el balance del Paro es positivo en términos de los aprendizajes para la clase
trabajadora, en ese sentido, este trabajo se distancia de la conclusión de la tesis de Patricia
Arango (1987) que consideró que el conflicto manejado irresponsablemente por Fedetav
provocó la fortaleza del sindicalismo patronal desde la década siguiente, logrando un
control de la fuerza de trabajo en los ingenios. En sus palabras:
“(…) Los sindicatos, pasaron a ser aparatos intermediarios de la manipulación
empresarial de las bases obreras, ya que se convirtieron en organismos que
espiaban permanentemente la actitud política de los trabajadores y su posición
crítica frente a los dirigentes para denunciarlos secretamente a los empresarios. Se
fortaleció un sindicalismo sin proyecto político (…) sin sentido.”472
Todo lo contrario, este trabajo demuestra que justamente uno de los logros fundamentales
de 1959 fue la politización del movimiento obrero y el resquebrajamiento del control
político que los empresarios, partidos y el Gobierno, a través de las centrales obreras,
ejercían sobre las organizaciones de los trabajadores. El desmonte de estos parámetros que
restaban autonomía al movimiento fue posible por la influencia de ideas comunistas en esta
coyuntura precisa. Por eso, los conflictos presentan un punto de ruptura importante del
movimiento de los trabajadores azucareros, en la medida en que nunca más el control
patronal sobre los sindicatos logró ser absoluto.
Sin embargo, los patronos no renunciaron a mantener la influencia sobre los trabajadores y
diseñaron distintas estrategias que se explicarán en el Capítulo 4. Después del conflicto se
agudizó precisamente la disputa entre distintas fuerzas políticas por mantener su influencia
en el movimiento obrero, y en esas condiciones, la búsqueda de autonomía se restringió
como bien lo identifica Arango. Uno de los puntos para resaltar es que nunca más el
dominio de los empresarios y el bipartidismo logró restaurarse plenamente, pues una parte
del movimiento sindical siguió siendo influenciado por otros grupos y movimientos
472
ARANGO FRANCO, 1987. Op. cit pp. 271-273
209
políticos de izquierda (no sólo comunistas). Lo cual puede rastrearse en otros conflictos
protagonizados por los trabajadores de la caña de azúcar en los años posteriores.
210
Capítulo 4: Proyección y estrategias de reorientación del
movimiento sindical 1960-1961
4.1 Introducción.
La parte final de este trabajo de grado, pretende a grandes rasgos mostrar algunas
tendencias sobre lo que sucedió con el movimiento azucarero y las transformaciones del
sindicalismo en los primeros años de la década de los sesentas. Es importante considerar
estos elementos para poder contextualizar la importancia que tuvieron los conflictos
azucareros desarrollados en 1959 como preámbulo de los cambios políticos y sociales de la
década siguiente que marcarían otros rumbos para el movimiento de los trabajadores.
211
Los conflictos del año 1959 tuvieron una incidencia significativa en la medida en que
sacudieron la sociedad señorial del Valle del Cauca y empujaron a la transformación de las
relaciones laborales en los ingenios azucareros. Los trabajadores lograron firmar
convenciones colectivas que derogaron la cláusula de reserva, pactaron aumentos salariales
y prestaciones sociales que mejoraron sus condiciones laborales.
El resurgimiento de las luchas obreras permitió el fortalecimiento de las organizaciones de
los trabajadores coordinadas por Fedetav que imprimió un horizonte político a la lucha
conjunta de los sindicatos azucareros y permitió que las demandas alcanzadas se
mantuvieran en los años siguientes. Otro de los grandes logros fue rechazar los rasgos de la
Violencia que persistía en la región y organizar un gran movimiento de solidaridad para tal
fin. En este proceso, fue abriéndose camino la autonomía de la organización sindical
resquebrajando el control bipartidista y empresarial de antaño.
Debido a estos cambios, entre 1960 -1961, los empresarios, la UTC y la CTC tuvieron que
replantear su estrategia ante la pérdida de control del movimiento de los trabajadores
orientándose hacia el control ideológico de las mismas. La finalidad era detener la
expansión de las ideas de izquierda entre las organizaciones ya que proporcionaban –como
se había demostrado en 1959 una radicalidad a las luchas de los trabajadores sin
precedentes. Esto implicó una disputa al interior de las centrales aliadas con el primer
gobierno del Frente nacional, y algunas de sus federaciones más importantes que
coordinaron las luchas obreras en varios sectores económicos. Así, la CTC dio la espalda a
importantes huelgas lideradas por Fedetav, Fedeta y Fedepetrol, lo que terminó en una
crisis política que cambiaría el destino de la central. La UTC comenzó a liderar una
estrategia para liberal a Utraval y sus demás federaciones de las ideas socialistas.
En suma, las directivas de las dos centrales se unificaron alrededor del Gobierno y los
empresarios defendiendo el régimen político, el denominado sindicalismo libre, promovido
por los Estados Unidos en contra de la influencia comunista. Esto hizo que las disputas
entre las centrales se diluyeran progresivamente, así como sus diferencias ideológicas. Sin
embargo, no logró materializarse el proyecto de unidad entre ellas, defendido por Alberto
Lleras. Las centrales no renunciaron a su poder sobre el conjunto del movimiento sindical,
disputado por el avance del sindicalismo de izquierda comunista e independiente; sino más
bien, tuvieron que renovar sus estrategias para mantener alguna influencia.
Estos cambios de los primeros años de la década serían fundamentales para entender cómo
los empresarios, los partidos políticos, el Gobierno, entre otros actores, se plantearon el
tratamiento de la cuestión sindical y buscaron alianzas para contrarrestar ―desde arriba‖ la
autonomía del movimiento, que se iba abriendo paso con las nuevas luchas obreras. Sin
lugar a dudas, las ideas de izquierda y el espíritu revolucionario de la década le
imprimieron proyecciones políticas y horizontes de sentido a las luchas obreras, gracias a
las cuales obtuvieron logros sin precedentes para los trabajadores.
212
Este capítulo cierra el estudio de caso y se organiza de la siguiente manera: en primer lugar,
presenta la finalización del año 1959 y los nuevos rumbos del movimiento azucarero en los
años siguientes. En segundo lugar, muestra la continuidad de firma de convenciones
colectiva, la persistencia de la intervención de los empresarios en las organizaciones de los
trabajadores, el incumplimiento de pactos y los conflictos que esto generó en los ingenios
azucareros. En tercer lugar, expone la continuidad de algunos hechos de represión,
violencia y cierre de ingenios azucareros en el marco del estado de excepción. En cuarto
lugar, la reorientación de la estrategia de abordaje de la cuestión social por parte de la Andi,
la UTC y la CTC en el marco de una agudización de la estrategia anticomunista apoyada
por el Gobierno de Alberto Lleras Camargo, finalmente se exponen algunas conclusiones
del tema.
4.2. Fin de 1959 y rumbos del movimiento azucarero
El balance del Paro azucarero dejó saldos positivos en términos de los logros de los
trabajadores en su capacidad de negociación, articulación y autonomía política; pero
también negativos, relacionados con la arremetida violenta hacía algunos dirigentes
sindicales y los despidos que continuaron siendo una práctica de represión con una
finalidad política clara de desalentar a los trabajadores a continuar con sus luchas.
En el periodo de finalización del Paro, la unidad de acción que se había logrado al calor de
la protesta se debilitó debido a la profundización de las discusiones políticas sobre la
orientación ideológica del movimiento azucarero, pues, en el Paro se evidenciaron las
distancias de Fedetav con la mayoría de los dirigentes de la CTC de tendencia liberal,
Fedetav que el 10 de octubre de 1959 celebraba su 25 aniversario manifestaba que:
―La clase obrera ha visto a varios dirigentes de la CTC actuando ante todo como
agentes del gobierno (…) tales actitudes de esos dirigentes están haciendo gran daño a
la CTC (…) corresponde a los trabajadores empeñados en la tarea de reconstruir su
central sindical propia tomar las medidas necesarias para que la directiva de la CTC
deje de ser una dependencia más del Ministerio de Trabajo y cumpla sus deberes para
con el proletariado.”473
El 20 de noviembre que se celebraba el Pleno de la CTC, no sólo Fedetav manifestaba sus
inconformidades sino también otras Federaciones que en sus respectivas luchas no habían
recibido el respaldo de la central, se pretendía, llegar al Pleno y aclarar la posición de
algunos de sus dirigentes en relación con problemas como el alza de transporte urbano en
Bogotá, huelga de los bancarios, Tejicóndor y otros asuntos similares.474
473
La Federación de Trabajadores del Valle y su 25 aniversario. Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 10, octubre, 1959 474
Ibid.
213
Por otra parte, al final del Paro, la controversia sobre la pertinencia y el desarrollo de la
huelga quedó planteada, con ello el movimiento de los trabajadores y la actividad sindical
entró en reflujo. ―Hay dispersión, confusión e ilusiones con las nuevas direcciones de la
CTC, hasta 1973, comienza a reanimarse el movimiento con la conformación del Sindicato
de Industria del Dulce, y con la presencia de otras corrientes de izquierda y del
sindicalismo. Se había perdido la hegemonía de Fedetav- CSTC y por ende del Partido
Comunista en el movimiento trabajador. La UTC y CTC avanzaban en su presencia.”475
De esta estrategia se derivará en los años siguientes la creación de varias federaciones
sindicales que pretendieron representar la vocería de los trabajadores del Valle, hubo
entonces divisiones que respondieron a disputas políticas entre los distintos dirigentes
sindicales pero también a rivalidades personales incentivadas por los mismos empresarios
que utilizaron incentivos económicos para desestructurar el movimiento sindical.
Como parte de esta disputa nace Festralva en 1960 auspiciada por los dirigentes de la CTC
de tendencia liberal y hace parte del Comité Pro-Liberación del ―comunismo‖ de la CTC
para el Valle del Cauca que desde mediados de la década de los sesenta logró disputarse la
presencia de Fedetav en los grandes ingenios con el apoyo financiero de los empresarios del
dulce. Este fue un golpe duro para esta federación porque sindicatos importantes como
Riopaila, Providencia, Central Castilla, Bengala, Pichichi y Balsilla desde 1962 se afiliaron
a Festralva, en 1965 esta organización contaba con 42 sindicatos en el Valle. 476
En 1969 se da una nueva división al interior de Festralva durante la celebración de su
Congreso, que tiene lugar con una disputa entre los dirigentes Aldemar Castaño y Manuel
Felipe Hurtado; el primero posteriormente abandonará la CTC y afiliará la nueva
Federación a la UTC llevándose consigo a sindicatos de La Manuelita, Providencia, Balsilla
y más adelante se disputó la afiliación del sindicato del Ingenio Cauca477
. En 1976, en
Utraval también hubo una división de la Federación por una disputa entre el dirigente
liberal Silvio Parra y Alfonso Vargas, conservador que terminó en la creación de una nueva
Federación Independiente del Valle (Fitva)478
.
Estas disputas internas entre los dirigentes de las Federaciones por orientar políticamente el
movimiento obrero se desarrollaron, en particular, en medio de los conflictos laborales de
los trabajadores del azúcar. Este apartado intentará reconstruir la prospectiva a grandes
rasgos de lo que sucedió entre 1960-1964 para los ingenios azucareros teniendo en cuenta
el contexto político de importantes cambios a nivel nacional y latinoamericanos.
4.3 Continuidad de los conflictos azucareros y en el Valle en los sesentas
475
SÁNCHEZ ANGEL, 2009. Op, cit p. 218. 476
ARANGO FRANCO, 1987. Op. cit pp.83-84, 96. 477
Ibid. pp. 97-102. 478
Ibid. pp. 97-99.
214
En los años inmediatamente siguientes (1960-1961), se encontró poca documentación en
los archivos de Cuestiones Laborales -colección privada- de la Andi y no se pudieron
consultar los diarios del periódico Voz entre el 21 de febrero de 1961 y octubre de 1963
debido a la desaparición de los ejemplares. Esta situación limitó nuestro estudio a los dos
primeros años de la década de los 60 impidiendo el seguimiento de los conflictos en los
años posteriores (1961-1963). Es necesario subsanar este vacío de documentación, a partir
de la exploración de nuevas fuentes que pueden dar cuenta de lo sucedido en estos años, lo
cual, sin embargo, podrá realizarse en posteriores investigaciones.
La información que se presenta en este capítulo hace énfasis solamente en los documentos
encontrados en los dos primeros años de la década del 60 en el Archivo Cuestiones
Laborales de la Andi y el periódico Voz; así como en la información proporcionada por
fuentes secundarias de años posteriores. Pueden proporcionarse algunas de las hipótesis que
permiten explicar por qué desde 1961-1963 desaparecen los documentos tanto del archivo
de la Andi como del periódico Voz:
En cuanto al archivo de la Andi pueden plantearse dos hipótesis explicativas que tienen que
ver: en primer lugar, con la desaparición intencional de la documentación para no poder
rastrear los despidos y la represión que tuvo lugar en los años posteriores a 1959, lo cual sin
embargo, no puede ser corroborado. En segundo lugar, la pérdida de importancia relativa de
estos conflictos para el gremio, y la adquisición de una mayor relevancia del
fortalecimiento de la estrategia para abordar la cuestión social desde la Andi y detener la
infiltración comunista y socialista en el movimiento sindical, lo cual, se evidencia en el
seguimiento de los temas del archivo (Anexo J), y en este Capítulo.
En tercer lugar, desconocemos las razones de la desaparición del periódico Voz entre el 21
de febrero de 1961 y octubre de 1963, lo cual, en principio puede explicarse por las
dificultades para guardar los registros de las publicaciones y otras condiciones políticas,
que se desconocen en el momento de escribir esta investigación.
A pesar de estos límites de información, es posible rastrear documentos que dan cuenta de
la situación en los primeros dos años de la década (1960-1961). En estos años continuaron
presentándose conflictos laborales por el incumplimiento de las convenciones colectivas, o
por la continuidad de la injerencia de los patronos en la orientación de las organizaciones
de los trabajadores.
De acuerdo con la información proporcionada por el archivo de la Andi, se calculaba que
entre 1958-1960 se habían resuelto aproximadamente 1.000 conflictos laborales a través de
las convenciones colectivas479
. En 1960, uno de los conflictos que logró resolverse con
convenciones colectivas fue en el Ingenio Mayagüez el 26 de octubre donde rápidamente se
479
Boletín Andi No. 1.719. Publicación de El Tiempo, especiales peligros del sindicalismo Bogotá, 17 de
septiembre de 1961.
215
negoció el pliego de peticiones pactando un salario mínimo de $8,60 diarios, y prestaciones
extralegales concernientes a auxilios educativos para los hijos de los empleados; el
establecimiento de un comité obrero patronal para decidir sobre los despidos, entre otros.480
Por otra parte, entre los conflictos que surgieron por la continuidad de intervenciones de los
patronos en la organización sindical, cabe destacar la persistencia de tensiones en el ingenio
Riopaila, que en la asamblea general del Sindicato de Trabajadores del 6 de enero de 1960
eligió una nueva junta directiva, que nombró una comisión negociadora para elaborar un
nuevo pliego de peticiones que recogiera las quejas que venían presentando los trabajadores
relacionadas con la continuidad de los despidos, desmejoramiento de las condiciones de
trabajo, aplicación de sanciones injustas.481
Los trabajadores denunciaron la falta de
garantías para la participación en este evento, en sus palabras:
“(…)La empresa se negó a permitir la entrada de los vehículos contratados por el
sindicato para el transporte del personal a la asamblea desde los campamentos del
ingenio, por lo cual gran cantidad de los 756 afiliados (de entre 825 que forman el
sindicato) que asistieron a la asamblea hubo de recorrer a pie distancias que
requieren dos y más horas de viaje. Varios asistentes denunciaron igualmente que los
mayordomos y jefes de la empresa amenazaron al personal con el despido en caso de
que concurrieran a la asamblea.”482
.
Otro de los conflictos estalló el 5 de marzo de 1960 cuando el sindicato de ―Textiles La
Garantía‖ en el desarrollo de su Asamblea General, llegó a la conclusión de la violación de
la empresa de los puntos pactados sobre el suministro de desayuno y la duración de los
contratos de los nuevos trabajadores, y acordó una huelga para exigir su cumplimiento483
.
Además, en el mes de abril, se denunciaba una nueva oleada de despidos en el Ingenio
Central Castilla con el desconocimiento de los puntos acordados en las convenciones
colectivas de trabajo.484
A comienzos de 1961, además de las denuncias de Central Castilla, en ingenios como
Providencia y La Manuelita había problemas por la violación de varios puntos de las
convenciones colectivas, ante lo cual se programó una manifestación conjunta de los
480
Telegrama interno Andi No. 296 de Gerardo Velasco Cabal, gerente oficina Andi Cali. Información
convención colectiva Ingenio Mayagüez, al Dr Octavio Aristizábal. Cali, octubre 2 de 1960. 481
Noticiero sindical: Persecución trabajadores Rio Paila. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 8 al 15, enero, 1961. 482
Trabajadores de Riopaila atestan un duro golpe a los divisionistas. Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 8 al 15, enero, 1961 483
Noticiero Sindical. Huelgas la Garantía-Fedetav. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 5, marzo, 1960. 484
Hacendado de Palmira amenaza a sus trabajadores. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 23, abril, 1960..
216
trabajadores en Palmira, que contó con la asistencia de 2.500 personas.485
La huelga de
Central Castilla fue ilegalizada por el Gobierno el 4 de mayo de 1961 y la empresa
solamente aceptó negociar el pliego de peticiones con la naciente Festralva que terminó
firmando un pacto colectivo que a diferencia de la convención colectiva sólo beneficiaba a
un grupo de trabajadores. Los problemas se extendieron hasta mediados de ese año.486
Una de las huelgas más importantes en 1961 fue en el Ingenio Central Tumaco. En
septiembre el sindicato presentó un pliego de peticiones, la empresa le propuso al sindicato
firmar un pacto colectivo con un importante aumento salarial y de prestaciones sociales, lo
cual fue rechazado. Entonces, los directivos de la empresa intencionalmente ofrecieron al
personal no afiliado al sindicato firmar el pacto colectivo para debilitar la organización
sindical. Aunque Fedetav medió para organizar a los trabajadores y presentar un pliego de
peticiones con todos los requisitos legales para conseguir la firma de una convención
colectiva, esto no fue posible. La empresa se vio forzada a negociar por la huelga de 94
días que decretaron los trabajadores, que finalmente se levantó el 8 de diciembre con un
arreglo487
.
El 14 de septiembre de 1961 los Ingenios Manuelita, Providencia, Papayal y Oriente
iniciaron paros de solidaridad con los trabajadores de Central Tumaco que también fueron
ilegalizados seis días después. De acuerdo con un Boletín Informativo de Asocaña de
marzo 29 de 1962 los paros y suspensiones colectivas ocurridas a lo largo de 1961
totalizaban 420 días488
.
Estas huelgas demuestran que los conflictos laborales persistieron en los primeros años de
la década del sesenta. Durante el decenio, fueron conocidos otros conflictos importantes
como la toma de la fábrica El Arado en 1965 como parte de una huelga liderada por
Utraval. El 2 de enero de 1965 el sindicato entró a negociar un pliego de peticiones con la
empresa que incluía prestaciones legales, extralegales y permisos sindicales, la empresa se
negó y el sindicato declaró una huelga el 1 de julio de 1965 que después de casi 7 meses
terminó con la toma de las instalaciones por parte de los trabajadores desde el 21 de enero
de 1966 hasta el 5 de febrero del mismo año. Incluso la UTC respaldó dicha toma en su
Congreso de 1965489
.
Otra de las huelgas en el sector, fue la del Ingenio Meléndez en 1967, en la que participaron
aproximadamente 1.500 trabajadores por la negativa de la empresa a negociar ajustes
salariales y estabilidad laboral. Durante la década de los setentas se presentaron varias
485
Manifestación obrera en Palmira. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 23
al 29, enero, 1961 486
Telegrama interno Andi No. 92 de Gerardo Velasco, gerente Andi Cali. Información sobre conflicto
ingenios azucareros, a Octavio Aristizábal, asistente presidente Andi. Medellín, abril 11 de 1961. 487
FERNÁNDEZ SEPÚLVEDA y MÉNDEZ LOZANO. 2000. Op, cit. 488
ARANGO FRANCO, 1987.Op, cit. Introducción. 489
CENTRO COLOMBIANO DE INVESTIGACIONES MARXISTAS, 1967, Op. Cit.
217
huelgas como la del Ingenio El Porvenir (1971); La Carmelita (1973); Oriente (1973);
Riopaila (1975-1976); Pichichí (1977)490
. La huelga de Riopaila ha sido documentada en
los trabajos de Ricardo Sánchez Ángel491
.
Las huelgas muestran que el conflicto continúo en los ingenios azucareros y fue marcando
el camino para la construcción del Sindicato de la Industria del Dulce. La huelga de
Riopaila (1975-1976) mostró que el radicalismo de los trabajadores no había desparecido,
por el contrario, nuevas corrientes políticas de izquierda no comunistas lograron la
movilización de miles de trabajadores se movilizaran y cambiaran la correlación de fuerzas.
Una vez más Riopaila había sido el epicentro de la huelga que vinculó distintos ingenios y
terminó sacudiendo una vez más la sociedad señorial burguesa del Valle.
Es importante señalar lo que Ricardo Sánchez menciona sobre las huelgas en la
agroindustria azucarera estrechamente relacionadas con la identidad cultural de los
trabajadores de la región, la memoria colectiva y el legado de las luchas antiesclavistas de
los afrodescendientes:
“No existe continuidad lineal en las luchas, ni un acumulado permanente. Pero sí
existe una tradición de luchas, unas memorias que constituyen la praxis histórica de la
clase trabajadora. La lucha antiesclavista de la sociedad colonial y republicana tuvo
una profundidad y radicalismo de gran dimensión y se mantuvo en una saga de
recuerdos y olvidos, de recuperaciones y herencias en la cultura popular radical.
El vanguardismo y espontaneísmo parece ser el balancín de las actitudes prácticas en
la declaratoria del movimiento, con un fondo de beligerancia en las bases, de una
tradición de lucha del proletariado azucarero y de los rebeldes negros del Valle y del
Cauca. Esta huelga no se explica sin el gran movimiento de los trabajadores del
azúcar en 1959 y los hilos de continuidad entre la memoria y el olvido de la gesta
libertaria de los afrodescendientes.”492
4.4 Cierre ingenios, represión y violencia primeros años década de los sesenta
La continuidad del estado de sitio parcial y total hasta el 1 de enero de 1962, permitió el
empleo de medidas de excepción para combatir las huelgas y protestas en los ingenios
azucareros. Así, entre 1960 -1961 se registró la continuidad de hechos represivos contra los
trabajadores a través de distintos medios económicos y políticos.
490
ARANGO FRANCO, 1987.Op, cit. pp. 118-125. 491
SÁNCHEZ ÁNGEL 2008 y 2009. Op, cit. 492
SÁNCHEZ ÁNGEL 2009. Op, cit. p. 233.
218
Entre los primeros y como medida para detener la acción sindical, el 12 de mayo de 1960,
se anunció el cierre del Ingenio Pajonales, o Central Tolima de propiedad del señor Harold
Eder.493
De acuerdo con el periódico Voz, cerca de 1.200 familias del municipio de
Ambalema, Tolima, que dependían directamente de los trabajos del ingenio, habían
quedado en la completa miseria, pero estos no eran todos los afectados:
―Cerca de 70.000 personas que habitan en el centro y norte del Tolima, verán
mermados considerablemente sus ingresos. Además, la producción del Ingenio era un
elemento que contribuía a normalizar y regular la producción y consumo de azúcar en
el país (…) fueron vanas las luchas del sindicato del Ingenio ante el Gobierno Central
y la empresa azucarera ha logrado sus objetivos: primero, acabar con un sindicato
combativo, consecuente con los intereses de sus afiliados;(…) y segundo, disminuir la
producción de azúcar, para encarecer más este producto y especular y explotar más al
sufrido consumidor colombiano.”494
La razón principal del dueño del ingenio eran las pérdidas registradas por el excedente de
azúcar que no salía del país. Sin embargo, estos argumentos no coincidían con los tratos
realizados entre el Gobierno colombiano con los Estados Unidos para la exportación del
azúcar, en concreto, en el mismo mes, el señor Gonzalo Sanín Mejía y el Ministro de
Fomento, Delgado Barreche, habían anunciado la venta de 600 mil toneladas azúcar al
mercado norteamericano. Ante esto el periódico Voz afirma: “No es cierto que el cierre de
ingenios se deba a la existencia de “excedentes”. No es casual que los ingenios cerrados
han sido aquellos donde existían sindicatos combativos.”495
Valiéndose de los medios políticos, se identifican las acciones de represión violentas que se
registraron a lo largo de 1960, entre las que se cuentan amenazas verbales contra la vida de
los miembros del sindicato de la ―Hacienda Santa Rosa‖, por parte del dueño, el señor
Hernando Becerra, en el mes de abril; 496
y la denuncia del asesinato de dirigentes
sindicales como Fidel Serrato, en el Ingenio Central Castilla, la quema de casa de
campesinos y la continuidad de medios de intervención de los patronos y autoridades en
asuntos internos de los sindicatos497
.
Además, el 27 de agosto de 1960 se publicaba una denuncia contra la policía de Cerrito,
Valle que agredió al Sindicato del ingenio San Fernando:
493
Para subir el precio del azúcar fue cerrado el ingenio pajonales. Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 11, junio, 1960. 494
Ibid. 495
Especulación de alto bordo. Preparan los magnantes azucareros colombianos. Semanario Voz, órgano del
Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 10 al 16, octubre, 1960. 496
Voz (23, abril, 1960). Hacendado de Palmira amenaza a sus trabajadores. Op. Cit. 497
Ibid.
219
“Cuando hay festivales obreros, los policías irrumpen en los recintos y con cualquier
disculpa arman escándalo y terminan sacando obreros presos, apaleando y golpeando
a la gente. El vicepresidente del sindicato, Bernardo García, fue detenido por el cabo
Agudelo abusivamente a pesar de la gestión oportuna y democrática que hicieron el
tesorero y el personero del municipio, (…) le arrancaron $19,50 de multa. (…)
Señalamos al alcalde militar de Cerrito como un perseguidor del movimiento obrero y
alertamos contra cualquier acto de violencia que ocurra contra las directivas del
sindicato de San Fernando o cualquier otro sindicato del municipio.”498
De igual manera, se registraron acciones violentas hacia los trabajadores de Riopaila. En
una carta abierta del sindicato del ingenio, publicada el 5 de diciembre, los trabajadores
expresaban que se había tratado de dar nuevamente un asalto al sindicato por parte de los
empresarios.499
Entre los implicados estaban Aldemar Castaño de la UTC, Jorge Arturo
Gómez, empleado de los empresarios del transporte y Carlos Augusto Mendoza de la CTC,
quienes más adelante fundarían las otras federaciones de trabajadores del Valle.
Los trabajadores comunistas decían que “estos sujetos son conocidos agentes patronales
porque reciben sueldos de las camarillas nacionales y extranjeras que se han apoderado
del comando de la CTC a nivel regional, para traicionar el movimiento obrero
colombiano” 500
. Por eso, pedían al Gobierno:
“Tomar nota de los hechos, porque sabemos que se preparan actos de violencia contra
los trabajadores y sus organizaciones, lo que dará lugar a que se presenten serios
conflictos sociales que alterarán el orden, que es el deseo de las fuerzas reaccionarias
del Valle. Nosotros la rechazamos porque somos amigos de la paz y la tranquilidad
públicas.”501
En 1961, se registraron nuevos episodios, en los primeros días de febrero, cuando un grupo
de trabajadores del sindicato de Riopaila denunciaban asaltos contra su sede y despidos
colectivos en el Ingenio Bastilla y otras empresas; además, denunciaban la persecución
policiaca a los dirigentes sindicales, y las demoras en los avances de las investigaciones
sobre los obreros asesinados en los ingenios Riopaila y Castilla502
.
Como lo relatan estos primeros meses del año, a pesar de las cruentas luchas que había
provocado esta actitud en el pasado (1959), las acciones represivas por parte de los
empresarios y las autoridades públicas hacia los trabajadores y sus organizaciones
498
Fedetav. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 27, agosto, 1960. 499
La situación de la clase obrera del Valle. Se preparan actos de violencia contra los trabajadores y sus
organizaciones. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 5 al 11, diciembre,
1960. 500
Ibid. 501
Ibid. 502
Noticiero sindical. Fedetav vs Min Trabajo. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano.
Bogotá. 6 al 12 de febrero, 1961
220
continuaron entre 1960-1961, pero esta vez, avaladas en el discurso anticomunista y la
vigencia del estado de sitio. El registro de algunos hechos, indica los obstáculos y
dificultades de los trabajadores del azúcar para garantizar la continuidad de sus luchas y
exigir el cumplimiento de los acuerdos negociados.
4.5. Reorientación de la cuestión social (1960-1961)
En los primeros años de la década de los sesentas, las luchas de los trabajadores
provocaron las declaraciones de solidaridad y respaldo de la Andi al Presidente Lleras para
contrarrestar los acontecimientos de carácter social que ocurrían:
“La Junta Directiva de la Asociación Nacional de Industriales, Oficina de Bogotá,
ofrece pleno respaldo al señor Presidente de la República, doctor Alberto Lleras, en su
empeño de hacer respetar la Constitución y las leyes de Colombia amenazadas por
quienes, al margen de ellas, pretenden turbar la paz social y lesionar los supremos
intereses de la nación.”503
Por su parte, la Junta Directiva de la oficina de Cali, afirmaba:
“Reiterámosles nuestra irrestricta adhesión medidas Gobierno para restituir el
equilibrio social y develar los brotes de subversión con que se quiere alterar la paz
pública en esta región. (Junta Directiva, Andi Cali.” 504
De hecho, continuaba responsabilizando a los líderes comunistas de la radicalidad que
estaban tomando las huelgas. En una entrevista realizada en el diario El Tiempo, el doctor
Ignacio Reyes Posada, ex presidente de la Andi, consideraba que el peligro y amenaza más
importante del movimiento sindical era la infiltración de los agitadores profesionales ―a
quienes en nada interesaban las prerrogativas y conquistas de los trabajadores, y que sólo,
perseguían crear un clima de agitación a cuyo amparo pudieran luchar contra las
instituciones legítimamente constituidas” 505
.
La medida para conjurar estos peligros era contribuir a que el sindicalismo fuera una
organización más independiente de los agitadores, dedicada al logro de reivindicaciones
sociales, sin permitir en manera alguna que se la pueda utilizar con fines políticos y/o
subversivos. Para los empresarios:
503
Boletín Andi No. 1.719. Cartas de la Andi en respaldo al Presidente Lleras sobre los acontecimientos de
carácter social. Medellín, septiembre 14 y 15 de 1961. 504
Ibid. 505
El Tiempo (17, septiembre, 1961). Op, cit.
221
―(…) Los movimientos que han degenerado en extremismos y en huelgas infundadas
han sido realmente muy pocos, pero han sido aprovechados por los agitadores para
dar falsa impresión de una agitación social sin precedentes. Este es otro de los factores
contra el cual es indispensable luchar decididamente.”506
Así, entre agosto y diciembre de 1961, la radicalidad de los conflictos laborales y el ímpetu
de la lucha revolucionaria había impregnado incluso a la UTC. Heliodoro Agudelo, uno de
sus líderes manifestaba:
“(…) son los empresarios quienes ingenuamente están dando oportunidades a grupos
apátridas vinculados al marxismo, para que dentro del desarrollo de los conflictos
laborales estimulados sin pensarlo, por la conducta egoísta del capitalismo, se
aprovechen inescrupulosos, políticos y agitadores profesionales (…) Tienen acaso la
culpa los dirigentes sindicales? Estoy absolutamente seguro que la culpa es de los
patronos (…) esperan la protección del Estado para burlar los derechos de los
asalariados.”507
Por su parte, la CTC en una carta a la Andi manifestaba que la única colaboración que
solicitaba del capital era, mayor comprensión en las deliberaciones de los pliegos de
peticiones; garantía en la estabilidad de los trabajadores; liquidar la persecución sindical de
manera definitiva y más cooperación para lograr el progreso profesional de las clases
trabajadoras. En palabras de su dirigente Víctor Silva: “No pedimos más y consideramos
que con esto, no comprometemos nuestra integridad sindical, ni estamos adoptando una
posición entreguista, como le llaman los extremistas cada vez que se intenta el buen
entendimiento entre el capital y el trabajo”.508
A pesar de estas declaraciones formales, muchas de las huelgas comenzaron a desarrollarse
al margen de las dos centrales obreras y se comenzó a gestar el embrión de lo que sería el
sindicalismo independiente, que dirigió su crítica central a la alianza entre las centrales
sindicales tradicionales con el Gobierno nacional, los partidos, los empresarios y la Iglesia,
incluso en contra de los intereses de los trabajadores.
El comienzo de la pérdida del control sindical de parte de los partidos tradicionales hace
parte de un largo proceso desarrollado en todo el periodo del Frente Nacional 1958-1974,
en medio de una dura disputa por parte de las centrales tradicionales y el nuevo
sindicalismo. Las Centrales, el Gobierno y los empresarios no se quedaron con los brazos
cruzados ante la pérdida de influencia sobre el conjunto del movimiento de los trabajadores,
506
Ibid. 507
Carta de Heliodoro Agudelo Rivera, UTC al Señor Don Flavio Correa, diario el Colombiano. Con ocasión
de una publicación sobre dirigentes sindicales aparecida el 17 de septiembre de 1961. Medellín, septiembre
18 de 1961. 508
Boletín interno Andi No. 1.748. Transcripción ―Mensaje de la CTC a la Andi‖ de José Raquel Mercado,
presidente CTC a Alejandro Uribe, presidente de la Andi. 27 de noviembre de 1961.
222
sino más bien, diseñaron diversas estrategias para combatir las nuevas influencias desde el
punto de vista ideológico y político.
Estos conflictos dieron lugar a un replanteamiento sobre cómo abordar la cuestión social
desde el Gobierno y los empresarios. La Andi inicio sus acercamientos nuevamente a los
directivos de las centrales obreras tradicionales UTC y CTC unificados por una postura
hostil hacia a los acontecimientos revolucionarios de Cuba y la penetración de ideologías
de izquierda en el país, el marcado anticomunismo, y la defensa del denominado
sindicalismo libre alentado por el Gobierno de Lleras Camargo, en el marco de la Alianza
para el Progreso.
La postura del Gobierno como de los empresarios en los primeros años del Frente Nacional,
obedecía al contexto de la Guerra Fría. El anticomunismo respondía a esta polaridad
mundial, Álvaro Oviedo (2002) mostró la incidencia de los alineamientos internacionales y
la importancia de la Iglesia y el movimiento sindical americano en la definición de algunas
posturas sindicales.
“El rechazo al comunismo reflejó un cambio de época. Quedó atrás la práctica de un
sindicalismo amplio y pluralista y se abría un proceso de intolerancia ideológica,
siguiendo los postulados de la guerra fría y el anticomunismo militante, tanto en el
seno de la CTC de tradición clasista y unitaria, como en la UTC, de tradición
confesional, conservadora.”509
El sindicalismo libre comenzó a ser defendido tanto por la CTC como por la UTC en
contraposición al sindicalismo comunista, para ello crearon escuelas, intercambios y se
valieron de distintos mecanismos de formación ideológica para los trabajadores510
. A su
vez, el Gobierno de Alberto Lleras defendió un proyecto de unidad para las dos centrales
que finalmente no se materializó, pero sí terminó acercándolas ideológicamente, en la lucha
conjunta contra el comunismo. Este proyecto unitario se veía viable en la medida en que las
dos centrales fueron concebidas como piezas claves para mantener a los trabajadores como
aliados del Frente Nacional y del Gobierno.
En esta medida, las dos centrales se valieron de toda clase de argumentos para expulsar a
los sectores obreros donde hubiese algún rastro de influencia comunista. La Andi apoyó
esta postura y buscó dentro del bipartidismo que representaba aliarse con la dirigencia de
las dos centrales tradicionales para moldear un sindicalismo de acuerdo con sus
conveniencias políticas o económicas. El diario el Catolicismo, expresaba la defensa
mancomunada de un sindicalismo que defendían los empresarios:
509
OVIEDO HERNANDEZ, 2002. Op. cit. 510
VIVAS BENÍTEZ, 1984. Op. cit.
223
“Hacemos un fervoroso llamamiento a los empresarios del país para que actúen
conforme al sano criterio que la Andi, con recta intención recomienda. Se imponen
una política de apoyo al sindicalismo libre, auténtico defensor de los trabajadores, y
un firme rechazo al sindicalismo comunista cuya acción en Cuba conoce toda
América.”511
Algunos dirigentes de la UTC, decían:
“La serie de movimientos de índole laboral que vienen presentándose en el país,
promovidos por las organizaciones sindicales – independientes, federadas o
asociadas- pero inspirados y apoyados por el comunismo internacional, que está
presentando un peligroso frente de resistencia a la organización industrial del país y
perfilándose como una seria amenaza para su estabilidad económica y social.”512
4.5.1 Estrategia de la Andi
La experiencia de las luchas obreras de 1959 tuvo un impacto económico, político social e
ideológico en los empresarios, quienes desde inicios de la década de los sesenta y como
parte del mismo contexto explicado anteriormente comenzaron a diseñar estrategias para
desmontar o combatir las ideas radicales dentro del movimiento obrero, a nivel nacional
pero también regional.
Los empresarios hicieron balances sobre la estructuración de la afiliación sindical a las
centrales obreras, así como de los impactos de las convenciones colectivas que tuvieron que
firmar al calor de las huelgas y protestas de los trabajadores. Con ello, comenzaron a
elaborar una estrategia de replanteamiento de la cuestión social, o en otras palabras, una
estrategia para acercarse a los trabajadores no bajo la dicotomía de las décadas anteriores
entre el sindicalismo católico apolítico y el sindicalismo político o liberal, sino entre el
denominado sindicalismo libre y el sindicalismo comunista.
De esta manera, en 1960, la Andi realizó un censo sobre las afiliaciones de las
organizaciones de los trabajadores en las empresas del Valle con el siguiente reporte: sobre
una base total de 64 empresas afiliadas con 17.936 trabajadores; la mayoría (30) no tenían
sindicato; (20) estaban afiliados a Utraval- UTC; (12) a Fedetav –CTC; (1) Independiente.
Los datos son resumidos en las Tablas 4-1 y 4-2.
511
La Andi y la justicia social. En: El Catolicismo. Bogotá: (3, febrero, 1961). 512
Carta de Flavio Correa, Andi. Propuesta campaña anticomunista entre sindicato de empresas afiliadas, para
Alejandro Uribe Botero, presidente Andi. Medellín, septiembre 26 de 1960.
224
Tabla 4-1 Afiliaciones de las organizaciones de trabajadores de la Andi a Federaciones
Sindicales en 1960
Tabla 4-2 Trabajadores de empresas afiliadas a la Andi en el Valle en 1960
El estudio identificaba que Fedetav tenía (12 sindicatos afiliados), lo cual significaba un
incremento importante sólo en el curso de dos años (1958-1959) había logrado pasar la
mitad de los afiliados a Utraval que llevaba décadas consolidándose en las organizaciones
de los trabajadores del sector privado. La mayoría de afiliaciones de Fedetav estaban en los
ingenios azucareros y se dieron en medio de las movilizaciones de los trabajadores en 1959.
Por lo menos, entre los azucareros, Fedetav contaba con la presencia de los sindicatos en
los ingenios más importantes económicamente, lo cual, mostraba un peligro si lograba
posicionarse en los demás sectores económicos.
Por lo tanto, la disputa política por orientar las organizaciones de los trabajadores en las
empresas afiliadas en el Valle fue el objetivo de la estrategia de los empresarios, para evitar
que cayeran en manos de las tendencias ―extremistas‖ que habían permeado los ingenios
azucareros. De esta manera, otro tipo de estudios que se realizaron, concluían en la
necesidad de encaminar la lucha de los trabajadores y la legislación evitando “(…)
aberraciones que la desvirtúan y apartan de su natural finalidad de equilibrar los intereses
en pugna dentro del espíritu de la justicia social (…)”515
513
Reporte de Gabriel Velasco Cabal, gerente de oficina Andi Cali. Empresas afiliadas a la Andi, número de
obreros, empleados, sindicatos, federaciones y estado convenciones colectivas, 1960. 514
Ibid. 515
Carta de Alejandro Uribe, presidente Andi. Estudio sobre la regulación legal de los sindicatos, y las
dificultades en el ejercicio de sus funciones, para Ignacio Reyes Posada, subgerente Andi. Medellín, junio 21
de 1960.
Reporte empresas afiliadas a la Andi en el Valle -1960-.513
Sin sindicato 30
Fedetav 12
Utraval 20
Independiente 1
Total 64 *Fuente: Elaboración propia con base información de la Andi citada.
Reporte total trabajadores empresas afiliadas en el Valle- 1960-.514
Número de obreros 14.052
Número de empleados 2.984
Número total de trabajadores 17.936 *Fuente: Elaboración propia con base información de la Andi citada.
225
De la misma manera, la Andi contrató estudios de impacto sobre las convenciones
colectivas firmadas a raíz de las huelgas. Uno de los estudios realizado por Rodrigo
Restrepo Londoño, insistía en la inconveniencia de lo pactado, debido a que en primer
lugar, en los pliegos de peticiones y convenciones colectivas se había aumentado
sustancialmente las prestaciones sociales, extralegales que ponían en riesgo económico a
las empresas. En segundo lugar, insistía en la inconveniencia de la supresión de la cláusula
de reserva y la necesidad de revivir este mecanismo de disciplina. En tercer lugar, afirmaba
que puntos administrativos sobre turnos, horarios, procedimientos para despidos, entre
otros, imposibilitaban el manejo eficiente de las empresas. En cuarto lugar, consideraba que
se debía establecer un diálogo directo entre empresarios y sindicatos, prescindiendo de los
asesores que conducían los conflictos colectivos irresponsablemente. 516
Con respecto a las huelgas, exigía una mayor protección a los empresarios y al derecho al
trabajo con acciones más contundentes de prevención y represión y afirmaba:
“(…) la política contra ese medio de lucha debe ser de total oposición (…) ninguna
disposición legal establece que este último sistema sea aceptable y sin embargo, ha
sido tolerado y auspiciado por las autoridades en las huelgas recientes.‖ 517
Estos análisis de los empresarios dieron lugar a que la Andi reformulara su política de
tratamiento de la cuestión social518
. En la XVII Asamblea de la Andi uno de los ex
presidentes de la organización expuso que para reorientar el manejo de la cuestión social
era preciso modernizar las relaciones humanas como medio para estimular una producción
más eficiente y además, era indispensable insistir en un sindicalismo basado en la
colaboración entre capital y trabajo.
Esto significaba orientar a las organizaciones de los trabajadores para que en su origen,
constitución y funcionamiento pudieran actuar en beneficio de los intereses de los
trabajadores armonizados con los intereses de la empresa.
“(…) un sindicalismo así orientado es factor definitivo para un normal
desenvolvimiento de la cuestión social, como es en extremo peligroso para el bien
común un sindicalismo dominado por fuerzas ajenas a los verdaderos intereses de los
trabajadores. Se instaba a (…) prevenir a los colombianos contra los graves peligros
de la infiltración de ideologías foráneas y de orientaciones ajenas a los trabajadores,
en el movimiento sindical.”519
516
Carta de Rodrigo Restrepo Londoño, asesor Andi. Información conflictos colectivos de trabajo y su
tramitación, análisis principales puntos pliegos de peticiones, para Alejandro Uribe, presidente Andi.
Medellín, 31 de mayo de 1960 517
Ibid. 518
El Catolicismo (21, febrero, 1961). Op, cit. 519
XVII Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Informe del presidente Jorge Ortíz
Rodríguez. Medellín, 31 de marzo de 1960. p. 2.
226
Con esta alarma, la Andi diseñó una estrategia con la dirigencia tanto de la UTC como de la
CTC para el control de las federaciones sindicales que llevaban la vocería de los sindicatos
afiliados y los influenciaban ideológicamente. El centro de la disputa por lo tanto fue la
formación, el control o la expulsión de las federaciones, que por lo menos en el Valle,
habían orientado la lucha de los trabajadores azucareros. Esta estrategia implicó disputas
entre los dirigentes de distintas tendencias, acercamientos y alianzas que se desarrollarían a
lo largo de las décadas posteriores con la finalidad de impedir la autonomía de los
trabajadores de la región.
4.5.2. Estrategia de la UTC
Álvaro Oviedo (2002, 2008) explica que si bien la UTC en sus inicios defendía el
sindicalismo inspirado en la doctrina social de la Iglesia, en la composición de la dirigencia
de la central progresivamente estuvieron representados los dos sectores de los partidos
tradicionales: liberal y conservador. La pérdida de influencia de la Iglesia sobre la
orientación de la central que tuvo lugar durante las décadas de los sesentas y setentas, no
fue inmediata sino se dio en medio de un largo proceso de transformación ideológica y
política, de disputas al interior de la central.
En los primeros años del Frente Nacional, muchos dirigentes de la UTC defendían
acérrimamente la idea de la diferenciación ideológica de la central, cuyo fundamento era
defender un sindicalismo católico concentrado en respetar y acatar como guía la Doctrina
Social de la Iglesia Católica. Por lo tanto, se oponían a los proyectos de unidad con la CTC
que tenía un gran peso de sectores políticos comunistas. 520
La UTC reclamaba a los
empresarios defender el sindicalismo católico:
“(…) Hasta ahora ha sido lamentable la posición adoptada por los patronos, claro
está con honrosas excepciones. Dios permita que el peligro comunista ya en nuestras
propias bases le haga ver claro la necesidad de ceder lo justo y a tiempo para no
perderlo todo.”521
Las alertas no sólo respondían a las influencias radicales del sindicalismo al margen de la
central sino también, en su interior, pues distintas tendencias socialistas estaban impactando
las propias federaciones de la UTC, que incluso durante muchos años defendió un
sindicalismo ―apolítico‖. Uno de los ejemplos más contundentes de la influencia de nuevas
ideas de izquierda- en este caso socialistas-, dentro de la UTC, puede rastrarse en el
520
Carta de Heliodoro Agudelo Rivera, UTC, solicitud publicación declaraciones sindicalismo católico en la
Revista Negocios, para Luis Guillermo Velásquez y Humberto López, Revista Negocios. Medellín, julio 10
de 1960. p. 11. 521
Ibid p. 14.
227
conflicto que tuvo lugar con lo aprobado en la Asamblea General de Utraval, de agosto de
1960. La proposición que causó tanta polémica decía:
―La Asamblea General de Juntas Directivas de la Unión de Trabajadores del Valle –
Utraval- reunida en la fecha autorizada al Comité Ejecutivo para fijar la fecha de un
Paro general para respaldar a los trabajadores (…) en su movimiento huelguístico,
(…) y a los sindicatos que actualmente ven atropellados sus derechos por parte de los
patronos que se niegan a estudiar sus justas peticiones. Así mismo la solidaridad con
los trabajadores del petróleo.
Firmada por, Utraval. Arcesio Díaz, Presidente; Gerardo Mosquera, Secretario
General. (Cali, Agosto 25 de 1960).”522
Además, la Resolución invitaba a saludar, felicitar y apoyar al pueblo cubano por la
Revolución, rechazando todo acto tendiente a bloquear a la nación cubana desde los
organismos latinoamericanos. La copia de dicha Carta se enviaba a la CTC Cubana y fue
remitida también a todas las organizaciones sindicales de Colombia y a la prensa hablada y
escrita del país523
.
Estas expresiones de solidaridad, causaron rechazo por parte de la dirigencia de la UTC
opuesta no sólo a los movimientos huelguísticos sino al acontecimiento mismo de la
Revolución Cubana en el marco de la lucha contra el comunismo internacional. Los
empresarios sorprendidos por el giro de Utraval hicieron el reclamo a la UTC.
Octavio Aristizábal, asistente del presidente de la Andi expresó: ―Nos hemos
preocupado muchísimo por la información que usted nos da en su carta sobre la
información de elementos socialistas en Utraval. Las proposiciones aprobadas y de las
cuales usted nos incluye copia, indican claramente la peligrosa orientación que ellos
están tratando de dar a los sindicatos afiliados (…). ”524
Por su parte, Gerardo Velasco Cabal, de la junta directiva de la Andi en Cali
manifestaba que “La UTC en Bogotá lanzará un comunicado para la prensa en el cual
condena la actuación de su filial Utraval e instará al Comité Ejecutivo de dicha
organización para que rectificara la posición adoptada.” 525
La UTC respondió a estos temores empresariales, presentando una propuesta de campaña
anticomunista para recuperar el apoyo económico de las industrias del Valle pero también
la influencia ideológica sobre los sindicatos. Fue así como uno de los dirigentes de la
522
Copia resolución Asamblea Junta Directiva de la Unión de Trabajadores del Valle, Utraval firmada por:
Arcesio Díaz, presidente y Gerardo Mosquera, Secretario General. Cali, agosto 25 de 1960. 523
Ibid. 524
Carta de Octavio Aristizábal, asistente del Presidente. ―Infiltración elementos socialistas en Utraval de la
UTC‖ para Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi oficina Cali. Medellín, septiembre 9 de 1960. 525
Ibid.
228
UTC, Flavio Correa presentó un documento denominado “Campaña de acción social y
comunal obrera” 526
que pedía la financiación de la Andi para combatir la infiltración
comunista en las filas obreras. La campaña se presentó a través de un programa cuyo
objetivo era:
―elevar el nivel social y cultural de los trabajadores y sus familias; poner a
disposición de los grupos obreros medios de educación, entretenimiento y diversión en
sus horas y días de descanso, y crear una conciencia más definida en el obrero sobre
la necesidad de que existan armonía y mutuo entendimiento entre el empresario y sus
servidores”.527
La propuesta concertada y financiada por los empresarios debía ejecutarse con anonimato
sobre sus promotores.
“su contacto con la industria y los industriales será siempre indirecto (…) tampoco
tendrá contacto directo – o al menos aparente- con organizaciones gremiales de
derecha como UTRAN, UTC y otras, pero podrá cooperar con ellas en campañas
anticomunistas (…)”.528
El programa contaba con un estudio de financiación, comunicación y estrategias
detalladas, como el establecimiento de centros de acción comunal obrera en las zonas más
industrializadas del Valle y Medellín a través de los cuales se comenzaría a desarrollar la
campaña. Los centros operarían como lugares de esparcimiento del obrero con su familia
pero también como lugares de entrenamiento del personal en tácticas anticomunistas, y
reclutamiento de cuadros, dando preferencia a los obreros que demostraran aptitudes
especiales para oratoria y conducción de masas. 529
El programa además, contaría con la conexión del servicio de información del Consulado
de Estados Unidos (USIS) que estaría a cargo de organizar exhibiciones cinematográficas
en los barrios obreros, poblaciones sede de fábricas, con propaganda anticomunista. En
cuanto a la publicidad, proponía la financiación de un boletín semanal para distribuirlo
entre el personal obrero de las fábricas y un servicio de información de prensa y radio sobre
los programas sociales de las industrias; así como la edición de una revista mensual con
artículos contra el comunismo y el socialismo de izquierda. 530
Dicha estrategia política e ideológica de la UTC pretendía recuperar el apoyo empresarial
convenciendo a los industriales de la necesidad de diseñar una estrategia ideológica para
los trabajadores dirigida a contrarrestar el impacto de ideas revolucionarias, en particular en
526
Carta de Flavio Correa. Medellín, septiembre 26 de 1960. Op, cit. p.2. 527
Ibid. 528
Carta de Flavio Correa. Medellín, septiembre 26 de 1960. Op, cit. p.3. 529
Ibid. 530
Ibid.
229
el Valle. También, era una oportunidad para recuperar el dominio de la UTC sobre los
sindicatos de los ingenios azucareros que había pasado a ser de Fedetav-CTC en 1959 y los
años siguientes.
4.5.3 Alianza anticomunista de la CTC con el Gobierno de Lleras
La CTC presidida por Víctor Silva había apoyado en especial el conflicto laboral por la
abolición de la cláusula de reserva y el plazo presuntivo en el primer semestre de 1959
respaldando decididamente a la Fedetav y los demás sindicatos azucareros involucrados.
Sin embargo, las diferencias entre la dirigencia de la CTC y la Fedetav tuvieron lugar en
medio del desarrollo del Paro Azucarero del segundo semestre de ese año, donde más
afloraron las diferencias entre los dirigentes Carlos Mendoza y Víctor Silva pro-liberales
de la CTC y líderes como Luis Castañeda y Marcelino Herrera de tendencias más
comunistas.
Las diferencias entre dos tendencias (liberales y comunistas) en la CTC eran históricas
como bien lo señala (Álvaro Delgado, 1986). La CTC desde su nacimiento estuvo
fuertemente dividida entre liberales y comunistas. En los primeros años del Frente
Nacional, los liberales apoyaban el primer gobierno de Alberto Lleras confiando su lealtad
al régimen bipartidista y el partido liberal. Por su parte, los comunistas se oponían a los
estrechos márgenes del Pacto Bipartidista y aprovecharon la moderada apertura
democrática para expresar las demandas obreras a través de las huelgas y protestas obreras
que permitieran progresivamente desarrollar un proyecto revolucionario.
Una muestra de las posturas distintas al interior de la central, como se mencionó, afloró en
el Paro Azucarero de 1959. Por una parte, la dirigencia de la CTC a través de Carlos
Mendoza, insistió en finalizar el conflicto e incluso intentó negociarlo con los empresarios,
perdiendo la vocería de los trabajadores. Y por otra parte, los dirigentes de Fedetav como
Luis Castañeda y Marcelino Herrera defendieron la paralización de labores en los ingenios
y la huelga general, abanderaron el movimiento de solidaridad de los trabajadores.
Esta disputa histórica entre liberales y comunistas al interior de la CTC no era una novedad
sino había estado presente desde el mismo nacimiento de la confederación como bien lo
explica Álvaro Oviedo (2002, 2008) y Álvaro Delgado (1986). El cambio fundamental en
los conflictos de los primeros años del Frente Nacional es que dichas disputas se hicieron
cada vez más insostenibles, principalmente a partir del apoyo de la dirigencia de la central
al anticomunismo promovido por Alberto Lleras.
Los conflictos de los ingenios azucareros en el Valle fueron sólo unos de los tantos, que
afloraron las tensiones entre la dirigencia de la Confederación y algunas de sus
federaciones sindicales más importantes. Estas tensiones tenían fundamento en las distintas
concepciones sobre cómo orientar las luchas de los trabajadores. No obstante, los conflictos
230
del azúcar fueron el precedente y la antesala para una de las rupturas históricas definitivas
entre la alianza de comunistas y liberales en esta central. A continuación se describe cómo
estas disputas políticas de la CTC y sus federaciones se expresaron en el Valle después del
Paro de 1959.
El 6 de agosto de 1960, Fedetav hizo llegar al Ministerio de Trabajo un memorándum
sobre los diferentes problemas laborales, en éste, la organización anunciaba
manifestaciones públicas en todo el departamento en defensa de las demandas de los
obreros azucareros, pero también en respaldo a la lucha por la independencia y en apoyo a
la Revolución Cubana531
. La Federación había pronunciado sus inconformidades con
respecto al manejo de los conflictos sociales por parte de la CTC a finales de 1959, por lo
cual, se unió a la realización de un congreso extraordinario de la federación para el reajuste
de sus directivas532
.
“El Congreso estudiará, entre otras cosas, la planificación de los pliegos de peticiones
por industria, simplificándolos y coordinando por industria todas las acciones. Por
otra parte, se impulsará la unidad de acción con Utraval y con los sindicatos neutrales
como camino seguro hacia la unidad integral por la base.”533
Estas pretensiones unitarias y renovadoras de Fedetav se vieron golpeadas por el anuncio el
18 septiembre del mismo año, con la expulsión de la federación de la CTC. En su
declaración decían:
―Esta arbitraria decisión fue tomada por un grupo de traidores encabezados por
Víctor Julio Silva, Arnoldo Tabares, Raquel Mercado, Virgilio Conde, Manuel Díaz y
Gustavo Cuadros (…) y es extensiva a Fedepetrol y a varios sindicatos de la zona
industrial de Bogotá, se adoptó con base en acusaciones calumniosas y con el
estribillo del anticomunismo (…)534
.
En una Asamblea de directivas sindicales filiales se dio el respaldo a la Federación y se
adoptaron medidas tendientes para defenderse de estas maniobras.
Además, Fedetav
resolvió conformar varias comisiones en diferentes lugares del país para explicar ante el
movimiento sindical colombiano, los parlamentarios y la opinión nacional, los objetivos
que estaban defendiendo y las razones políticas que llevaron a su expulsión. 535
531
Noticiero sindical. Fedetav. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 6, agosto,
1960. 532
Voz (27, agosto, 1960) Op, cit. 533
Ibid. 534
De la Federación de Trabajadores del Valle. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano.
Bogotá. 24, septiembre, 1960.La declaración de Fedetav fue firmada por Marcelino Herrera, presidente; Luis
Castañeda, vicepresidente; Jorge Valbuena Lara, fiscal, entre otros trabajadores. 535
Ibid.
231
Diversas organizaciones sindicales expresaron su solidaridad, entre ellas cabe destacarse la
Fedeta- Federación de Trabajadores de Antioquia- y la Festa- Federación Santandereana de
Trabajadores- que por su parte exigió: ―la convocatoria del Plenum Confederal
extraordinario de la CTC para el mes de octubre para que decida la reunión del XII
Congreso y levante la infame resolución decretada contra Fedetav y los demás sindicatos
sancionados”536
.
Adicionalmente, varias organizaciones sociales y políticas programaron una movilización
en Cali el 5 de noviembre de 1960 alrededor del Comité de Unidad Popular, integrado por
el MRL, el PCC, Comité Obrero de Defensa de Fedetav, Movimiento Obrero Estudiantil
Campesino 7 de enero, JUCO – comité regional del Valle, Partido Socialista de Colombia,
Movimiento Nacional Revolucionario, Estudiantes Demócratas del Valle, Unión de
Mujeres Demócratas, Conservadores Progresistas y Comité de Defensa de la Revolución
Cubana, en la cual, se opusieron a las expulsiones de la CTC y exigieron la finalización de
los estados de sitios regionales537
.
En noviembre de 1960, los sindicatos dulceros se reunieron en una Asamblea Unitaria en
Pradera, Valle convocada por el Sindicato de ―El Arado‖, Sindicato de Central Castilla,
Sindicato del Ingenio Concordia, Ingenio Monastir, Samán, Argelia y el Porvenir donde
estuvieron presentes los dirigentes de Fedetav y Utraval, León Arboleda y el Dr Sáenz, y
delegados de Utradul. Los participantes condenaron las acciones divisionistas y firmaron
una declaración conjunta en su contra, llegando incluso a plantear por primera vez la
propuesta de conformar una central sindical que unificara el movimiento dulcero.538
De esta manera la situación de expulsiones, estaba enmarcada en el gran debate político que
precedió la realización del XII Congreso de la CTC. Las alineaciones políticas al interior de
la CTC se reflejaron por un lado, entre aquellos que sugerían que el Pleno del XII Congreso
de la CTC se realizara en Cali, epicentro de las luchas obreras de 1959 con importante
influencia de tendencias de izquierda; y por otro lado, quienes sugerían que dicho Congreso
se realizara en Cartagena, defendido por tendencias más pro- gubernamentales.
Lo cierto es que desde agosto de 1960, las directivas de la CTC comenzaron una cacería de
brujas hacia los sindicatos con alguna influencia comunista o socialista en varias regiones
del país expulsando a varias federaciones y sindicatos. Según Manuel Tuta Díaz, presidente
del Comité de la Zona Industrial de Bogotá y Secretario del Sindicato de Talleres Centrales:
536
Carta del 17 de septiembre de 1960, publicada en: Federación de Trabajadores del Valle, opinan:
dirigentes, federaciones, sindicatos. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 24,
septiembre, 1960. 537
Paro el 5 gran concentración de Unidad Popular en Cali. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 31, octubre, 1960. 538
Carta del Valle. Asamblea Sindical Unitaria de Pradera. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 28 de noviembre al 4 de diciembre, 1960.
232
―mi concepto es el siguiente: los señores Víctor Julio Silva y José R. Mercado y desde
luego los otros tres que los acompañan están demasiado desprestigiados en el
movimiento sindical del país (…) Por esta razón han resuelto expulsar a 5 sindicatos
de Bogotá, siendo los más numerosos y donde están los dirigentes más beligerantes,
con lo cual nos han hecho un favor, porque la dirección de los sindicatos, o por lo
menos sus dirigentes, no deben tener o aspirar a prebendas personales del gobierno o
de determinados partidos. Pero nosotros los sindicatos expulsados, consideramos que
cuatro o cinco miembros de la CTC no tienen absoluto derecho para tomar estas
determinaciones, porque debiera haber sido por un Plénum de dicha central.” 539
La CTC expulsó a la Federación Nacional de Trabajadores de la Construcción, Cemento y
Materiales de la Construcción (Fenaltraconcem), el Sindicato Nacional de Choferes, la
Unión de Choferes del Atlántico y otras organizaciones de primer grado540
. Las
mencionadas organizaciones crearon comités regionales paralelos a las directivas legítimas
para garantizar la asistencia al XII Congreso de la CTC. Con las expulsiones progresivas
comenzaron a eliminar la oposición a la dirigencia liberal que se había apoderado de la
Central. 541
En los reportes sobre el desarrollo del Congreso realizado en diciembre de 1960 en
Cartagena, se exponían las maniobras de los dirigentes de la central para impedir la
participación de los sindicatos expulsados. Al respecto, decían que la logística para la
realización del mismo contó con una vigilancia excesiva sobre los participantes.
“La casa que había sido destinada para el alojamiento de las delegaciones fue
allanada y requisada, y durante varias horas se montó un retén que impedía cualquier
actividad, pretendiendo las patrullas así mismo que los delegados entregasen los
materiales traídos para el Congreso como si fuera propaganda subversiva.”542
Además, durante el desarrollo del evento, se retiraron las credenciales de 35 delegados
obreros más, impidiendo la entrada a varios participantes, así como otros hechos de rechazo
a los sectores expulsados543
. Algunos de estos sectores relataban de esta manera los hechos:
539
Voz (24, septiembre, 1960) Federación de trabajadores del Valle: Opinan: dirigentes, federaciones,
sindicatos. Op. cit. 540
DELGADO, 1986. Op. cit p. 53. 541
Voz (24, septiembre, 1960) Op. cit. 542
El 12 Congreso de la CTC. En Cartagena culminó cadena de traiciones a la clase obrera. Semanario Voz,
órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 5 al 11, diciembre, 1960. Bogotá. 2 al 8 de enero de
1961 543
¿Cómo se realizó el Congreso de la C.T.C en Cartagena?. Rechazar la campaña de la prensa reaccionaria
colombiana. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 5 al 11, diciembre, 1960.
Bogotá. 2 al 8 de enero de 1961
233
“En Cartagena fue montado un aparato de represión para perpetuar en la directiva de
la CTC, al grupo divisionista traidor a los mandatos del XI Congreso del Trabajo. El
Das, la Policía, el Ejército y la Guardia Cívica (policía vestida de civil), y el grupo
Víctor Silva y Raquel Mercado, protagonizaron escenas que nos recordaron el
“gansterismo sindical” (…) fue mediante esa maniobra, mediante la persecución
anticomunista e incluso con el empleo de la violencia física y el encarcelamiento,
como se pudo imponer la línea reaccionaria en el XII Congreso del Trabajo”544
.
La expulsión de estos sectores obedecía a una estrategia de los dirigentes de la central
aliados con el Presidente Alberto Lleras, quien en su discurso de apertura recordó la
necesidad de iniciar una reconducción del movimiento sindical. De acuerdo con el
Presidente:
―No creo equivocarme al afirmar que en las presentes circunstancias la suerte del
sindicalismo colombiano depende más que de las leyes, mucho más que del gobierno,
de la conducta de quienes como ustedes son sus representantes y sus jefes. El
sindicalismo ha de tener una conciencia económica muy clara y muy general (…),
no debe sentirse inhibido para mantener una estrecha colaboración con los
organismos patronales de la empresa privada, en el examen de los problemas
generales del desarrollo nacional.(…) La depuración auténtica del movimiento
sindical tendrá que comenzar por la eliminación sistemática de los defectos del
sindicalismo(…)
(…) Es deber del sindicalismo ser y mantenerse democrático, porque la democracia es
la única atmósfera política en que ha logrado progresos, ha prestado servicios y ha
conseguido conquistas innumerables para aquellos a quienes debe servir. El
sindicalismo puede ser un instrumento político transitorio para crear un tipo de
régimen totalitario, o ser, en sí mismo, una finalidad de constante mejoramiento para
los sectores afiliados, sin un propósito ulterior de establecer un sistema político
revolucionario. (…)
(…)No pueden convivir amistosamente en las mismas organizaciones y dirigirlas
alternativamente quienes quieren hacer del sindicalismo un arma de lucha política
revolucionaria y quienes la conciben como una institución democrática legítima
destinada a incrementar la justicia y mejorar pacíficamente la vida de los
trabajadores, dentro de la libertad y el juego democrático limpio. Ustedes son aliados
naturales de la democracia y necesitan de ella; los otros no. (…) mientras más
claridad se establezca en esos propósitos últimos, más brillante será el porvenir del
544
Ibid.
234
sindicalismo y mayor el número de sus afiliados y más eficaz su acción para el
bienestar de la clase trabajadora. (…)”545
Como se muestra la petición del Gobierno Nacional de un sindicalismo aliado con los
empresarios fue claramente entendido por los directivos de la CTC que en el XII Congreso
terminaron expulsando a las federaciones y sindicatos con alguna influencia comunista. Por
lo tanto, la estrategia del Gobierno y la Andi en el caso de la CTC fue acercarse para
promover organizaciones paralelas que compitieran con las Federaciones en las regiones.
En el caso del Valle, como se mencionó promovieron la formación de Festralva y Fesinuval
respondió a esa estrategia.
Por su parte, las delegaciones expulsadas y retiradas del XII Congreso de la CTC acordaron
constituir el Comité de Unidad de Acción y Solidaridad Sindical (CUASS) estableciendo su
sede en Bogotá, a su cabeza estaba Ezequiel Romero directivo de Fedepetrol. Los intentos
de las federaciones de volver a la CTC, de reclamar fueron infructuosos, la ruptura
definitiva de la CTC y la expulsión del sector comunista se desarrolló entre 1961-1963 en
medio del desarrollo de diversas luchas obreras.
En 1963 en una Conferencia Nacional de consulta de dirigentes sindicales, que tuvo lugar
en Medellín entre el 15 y el 17 de marzo, por primera vez surgió la propuesta de construir
una nueva central sindical. Propuesta que finalmente se materializó el 30 de abril y el 4 de
mayo de 1964 en Bogotá con la fundación de la CSTC oficialmente, en la cual participaron
511 delegados de distintas federaciones y sindicatos en representación de 165.907
trabajadores546
.
Este proceso muestra el comienzo de construcción autónoma del movimiento sindical
colombiano a partir de la ruptura definitiva del sindicalismo comunista e independiente con
las centrales tradicionales que claramente marcó el rumbo de las luchas obreras que se
desarrollaron en los años sesenta y setentas. Lo ocurrido en el Paro Azucarero 1959 fue
sólo uno de los antecedentes de las disputas que se incrementaron entre las organizaciones
filiales y la dirigencia de la CTC, que culminarían en su ruptura y cambiarían el rumbo del
movimiento obrero.
En suma, el caso de los trabajadores azucareros del Valle permite mostrar como la relación
entre la política y el movimiento obrero fue cambiante a lo largo del periodo y fue
importante para explicar la orientación de sus luchas, las disputas, tensiones y orientaciones
de las organizaciones de los trabajadores. Lo descrito en este último capítulo muestra
también la importancia que adquiría la disputa por el control ideológico y el
replanteamiento de la estrategia de la cuestión social para las centrales tradicionales, los
545
Unidad Sindical pide el Presidente Lleras. Instalación Congreso XII CTC. En: El Espectador. Bogotá: (19,
diciembre, 1960) 546
DELGADO, 1986. Op. cit, p. 83.
235
empresarios y el Gobierno en un momento en que el radicalismo de izquierda estaba
creciendo significativamente.
4.6 Conclusiones
Los conflictos laborales desarrollados en 1959 en el Valle del Cauca se enmarcaron en un
contexto más amplio de transformaciones de las relaciones entre los partidos políticos, el
Gobierno nacional, los empresarios y las organizaciones de los trabajadores. Las tensiones
entre la CTC y la Fedetav con respecto a la orientación del Paro azucarero en el segundo
semestre del año fueron una muestra de un lado, del comienzo de la pérdida de control de
las centrales sobre el conjunto del movimiento obrero y de otro, de la importancia de las
ideas de izquierda en las Federaciones sindicales que se encargaron de radicalizar la lucha
de los trabajadores dotándolas de una proyección política. Estos conflictos permitieron el
comienzo de la construcción de una mayor autonomía del movimiento de los trabajadores,
entendida como la búsqueda de una menor dependencia de los empleadores, los partidos
políticos tradicionales y el Gobierno.
Los primeros años de la década de los sesenta muestran que persistieron los conflictos
laborales en el Valle del Cauca, aun cuando se tiene poca información de los archivos
consultados sobre los primeros años de la década de los 60. Estos conflictos llevaron a los
empresarios a replantear su estrategia para abordar la cuestión social, pues si bien
persistieron despidos, declaraciones de ilegalidad, violencia y represión hacia los
trabajadores amparada en la vigencia del estado de sitio en la región hasta 1962; también
fue fundamental diseñar una estrategia social para detener la pérdida de control ideológico
sobre el movimiento obrero.
La estrategia social diseñada por los empresarios y el Gobierno estaba sustentada en los
paradigmas propios de la Guerra Fría encaminados a la lucha contra el comunismo
internacional y la defensa de un sindicalismo libre que defendía la colaboración entre el
capital y el trabajo. De esta manera, las centrales obreras concurrieron con los empresarios
y el Gobierno en la defensa de este sindicalismo contrapuesto al sindicalismo comunista o
de otras izquierdas, que luego constituirían el denominado sindicalismo independiente, y se
fortalecería a medida que avanzaban las luchas obreras en el Frente Nacional.
Como parte de este proceso la UTC presentó una campaña financiada por los empresarios y
el gobierno americano para fortalecer el sindicalismo católico, la captura de cuadros
sindicales y contener la expansión de ideas socialistas en su seno. La CTC optó por
expulsar las federaciones y organizaciones sindicales con alguna influencia comunista,
conformando nuevas federaciones y sindicatos que siguieran la línea de las directivas pro-
gobierno, entrando a disputarse las negociaciones colectivas y la representación de los
236
trabajadores. En el caso del Valle esto fue posible con la creación de dos nuevas
federaciones Festralva y Fesinuval que se disputaron el lugar de Fedetav.
Sin lugar a dudas, estos procesos se explican por la incidencia de los cambios nacionales e
internacionales, en particular, el peligro que representó para el Gobierno y los empresarios
el triunfo de la Revolución Cubana y los demás procesos revolucionarios que se
desarrollaban en el mundo y América Latina. De ahí, la importancia del sindicalismo
americano y las ayudas financieras recibidas para contrarrestar los avances de las ideas de
izquierda entre el movimiento de los trabajadores. Hace falta explorar este nuevo capítulo
de la historia de los trabajadores de manera más detallada con más fuentes que indiquen
claramente a través de qué mecanismos se desarrolló esta estrategia.
Los empresarios y el Gobierno no renunciaron a la pérdida de control del movimiento
obrero a nivel nacional y regional, para ello se valieron de diversas estrategias políticas,
sociales y educativas. El caso de los ingenios azucareros muestra claramente la disputa
política que continuaría en los años sesentas y setentas por el movimiento obrero. Sin
embargo, el radicalismo de izquierda había dejado su legado y su memoria que unida con
las tradiciones de luchas anteriores han resurgido en distintos momentos de la historia
obrera como la huelga de 1976 o las huelgas más recientes de 2008.
Los trabajadores del dulce entre 1959-1961 lucharon incansablemente, perdieron, ganaron,
persistieron y transformaron sus demandas, fueron objeto de represión, pero de cuando en
vez, esa memoria colectiva ha surgido con fuerza en luchas posteriores, mostrando su
importancia como agentes de la historia social y política de la región y del país. Con el
estudio de los conflictos, es posible rastrear esas voces de los trabajadores de base,
frecuentemente olvidadas o silenciadas por la historia oficial o empresarial. Este trabajo
pretendió recuperar la memoria y el legado de los trabajadores del dulce, en especial de los
corteros de caña, quienes junto con otros actores subalternos, fueron sujetos decisivos en
los cambios sociales, económicos y políticos de los primeros años del Frente Nacional.
237
5. Conclusiones Generales
Las conclusiones de este trabajo se han venido haciendo a medida en que se ha redactado
cada capítulo. En este apartado recapitularemos las conclusiones centrales de cada parte
haciendo énfasis en las ideas centrales que merecen destacarse. El Capítulo Primero de
balance historiográfico muestra la importancia de los estudios sobre el movimiento obrero
en Colombia entre 1960-2012 desde diversas disciplinas de las ciencias sociales y se
orienta a contestar la pregunta ¿Cuál era la relación entre sindicalismo y política en el
Frente Nacional?
Entre los hallazgos centrales se evidencia que la historia del movimiento obrero ha
abordado desde distintas perspectivas la relación entre sindicalismo y política, entendida
ésta como la relación de las organizaciones de los trabajadores con otros actores políticos
como la Iglesia, los partidos políticos, tradicionales, los movimientos o grupos de
izquierda, el Estado, entre otros. Una de las principales dificultades tiene que ver con la
clasificación de las investigaciones, es que éstas se ubican en distintos umbrales de la
historia y las ciencias sociales.
Por su parte, existe una gran variedad de trabajos de grado de diversas disciplinas que han
hecho un abordaje diacrónico sobre la historia del movimiento obrero. Estas tesis han sido
realizadas bajo la influencia de diversos paradigmas y enfoques, el principal aporte del
Balance historiográfico al resto del trabajo de grado ha sido de contenido al permitir
comprender el periodo de estudio y contextualizar las distintas aristas de la relación entre
sindicalismo y política, para ello, los aportes de cada uno de los autores ha sido
fundamental para entender las complejidades de dicha relación y extraer las ideas fuerza del
periodo.
El Frente Nacional ha sido un periodo de análisis propicio para el estudio de la relación
entre el sindicalismo y la política por las propias transformaciones sociales, económicas,
políticas y culturales que ocurrieron en el país en esos años. En este periodo inicia la
búsqueda de la independencia y autonomía del movimiento obrero, es un periodo de crisis
del bipartidismo y burocratización de las centrales obreras tradicionales, florecimiento de
ideas radicales de izquierda y oposición al régimen político, emergencia de protestas
obreras y luchas ideológicas que vieron en la historia no sólo un arma para la lucha política
de su presente, sino un conocimiento necesario para plantear alternativas de futuro.
Sin embargo, estas características generales del periodo y los hallazgos de los rasgos
principales relaciones establecidas entre sindicalismo y política sólo podían ser generales,
por lo cual, teniendo en cuenta los aportes de la historia desde abajo, en particular de las
metodologías utilizadas por los historiadores marxistas británicos, los estudios subalternos
y la microhistoria fue necesario escoger un caso de análisis para identificar y describir de
238
manera más detallada cómo dichas relaciones se habían generado en un contexto del
periodo de estudio concreto en medio de conflictos puntuales.
Por estas razones, la segunda parte del trabajo Capítulos 2 al 4 se dedica a bajar la escala de
análisis para detallar las relaciones entre sindicalismo y política entre 1959-1961 en el
contexto de los conflictos de los trabajadores azucareros del Valle del Cauca. La pregunta
planteada es ¿cómo se desarrolló la relación entre sindicalismo y política en el caso de los
conflictos de los trabajadores en el Valle del Cauca en 1959-1961?. Por lo que se privilegia
explorar las fuentes escritas de los archivos consultados de manera intensiva, haciendo uso
de la descripción densa para poder reconstruir históricamente tanto las relaciones indagadas
como los demás detalles de los conflictos.
Metodológicamente se privilegió la exploración intensiva de la documentación escrita
encontrada en los archivos de la Andi y el periódico Voz de la democracia, que
proporcionaban información de un lado, sobre las voces de los empresarios e incluso entre
ellas, voces de los trabajadores y el Gobierno. Y de otro lado, la versión no oficial de los
hechos consagrada desde la perspectiva de los trabajadores cercanos al Partido Comunista
que tuvo gran influencia a través del papel de Fedetav. En la narración del relato se tienen
en cuenta las voces plurales que de acuerdo con la documentación permitían ir hilando el
desarrollo de las historias, detectando actores, papeles, conflictos, tensiones entre los
trabajadores, el Gobierno, las autoridades locales, los empresarios, etc.
La segunda parte entonces es un acercamiento a la historia obrera regional del Valle del
Cauca comenzando con dos de los conflictos más importantes para la región que
involucraron más de 12 mil trabajadores –principalmente corteros y alzadores de caña- de
17 ingenios azucareros de la región en 1959 y los años posteriores 1960-1961.
El Capítulo 2 aborda el conflicto que comienza a desarrollarse en el año de 1959 (el primer
semestre) orientado a la abolición de la cláusula de reserva y el plazo presuntivo del
contrato de trabajo que generaban una alta inestabilidad laboral para los trabajadores y eran
además, mecanismos utilizados por los patronos para intimidar a los trabajadores y/o
desvincular obreros sindicalizados o enfermos. En medio de este conflicto proliferaron
otras demandas de los trabajadores relacionadas con el mejoramiento de sus condiciones
básicas de trabajo que lograron ser pactadas a través de la firma de varias convenciones
colectivas.
En conjunto, el conflicto se tramitó bajo cauces legales contando con la articulación de
pliegos de peticiones por parte de Federaciones sindicales como Fedetav, pero contaron con
el respaldo de Utraval, la UTC y la CTC que incluso llegaron a anunciar un Paro conjunto.
El Gobierno de Alberto Lleras reconoció la legitimidad de esta lucha en contra de los
empresarios agrupados en la Andi y Asocaña. El conflicto permitió que el gremio de los
empresarios por primera vez defendiera políticamente sus posiciones e intereses de los
239
industriales azucareros. Los trabajadores lograron con el conflicto que la cláusula de
reserva entrara en desuso y años más tarde se eliminara del Código Laboral.
El Capítulo 3 se ocupa de la descripción en el segundo semestre del año, del conflicto que
estalló en Riopaila luego del despido de 92 en huelga que pedían la desvinculación de 5
sindicalistas acusados de participar en la violencia bipartidista e intimidar a los trabajadores
con el beneplácito de los empresarios azucareros. Este conflicto, adquirió las dimensiones
de un gran movimiento por la paz y tuvo su punto más alto en el gran Paro Azucarero de
agosto que paralizó la producción de azúcar en la región. Los conflictos suscitaron una gran
solidaridad y adquirieron importantes dimensiones a nivel nacional.
La movilización obrera sin precedentes en la región, mostró la fortaleza del movimiento de
los trabajadores y la riqueza del proceso mismo de organización, solidaridad y articulación
en el cuál fue fundamental el papel de Fedetav. Esta lucha demostró los esfuerzos del
movimiento por buscar autonomía y librarse del control de los patronos y el Gobierno,
mostrando el comienzo del resquebrajamiento de la representación de las centrales obreras
tradicionales como voceras únicas del movimiento obrero. En términos de la incidencia
política, el movimiento cambió las relaciones laborales y humanas al interior de los
ingenios y representó un aprendizaje para los trabajadores sobre la importancia de la lucha
conjunta para hacer frente a problemas comunes.
Los conflictos se desarrollan en el año 1959 muestran una transición temporal donde se
sepultan algunas de las herencias del viejo régimen y comienza el renacer de las luchas
obreras y la conflictividad social soterrada durante el periodo de la Violencia y el régimen
militar. Es un año de transición donde los trabajadores se reorganizan recibiendo la
influencia del espíritu revolucionario de la década lo cual se vio expresado en la búsqueda
de una mayor independencia y autonomía de los actores de poder. La relación entre las
organizaciones obreras y a través de Fedetav la influencia del Partido Comunista en los
conflictos azucareros identificados, fue fundamental para fortalecer la capacidad de
negociación y la organización política de los trabajadores.
Los dos conflictos demostraron las tensiones en la relación entre sindicalismo y política
debido en primer lugar, a las diferencias políticas por la orientación del movimiento obrero
expresadas en las controversias entre los distintos dirigentes y posturas de las
organizaciones sindicales sobre cómo debían solucionarse los conflictos. En segundo lugar,
porque despertó solidaridades y alianzas de clase ―desde arriba‖ entre el Gobierno, los
empresarios y directivos de las centrales obreras tradicionales, como solidaridades ―desde
abajo‖ entre los trabajadores de los ingenios, los trabajadores de otros sectores de la región
y del país. Pero también confrontaciones entre las federaciones sindicales Utraval y Fedetav
por la orientación del movimiento.
240
El Capítulo Cuarto muestra lo que ocurrió en los primeros años 1960-1961 de la década
siguiente a nivel regional y nacional. De un lado, se ocupa de rastrear la continuidad de
conflictos laborales de los ingenios azucareros y de otro lado en mostrar cómo los cambios
políticos a nivel nacional incidieron en la elaboración de una estrategia social de los
empresarios, el Gobierno, los partidos tradicionales para recuperar el control del
movimiento de los trabajadores ante la ―amenaza comunista.‖ El capítulo esboza a grandes
rasgos los cambios que comenzaron y generarían rupturas y transformaciones en la
estructura sindical del Valle en los años posteriores.
En suma, la gran contribución de esta segunda parte es visibilizar el impacto, la magnitud y
los alcances de los conflictos en esta región y la participación de los trabajadores del azúcar
en uno de los capítulos menos conocidos de la historia social de inicios del Frente Nacional.
En ese sentido, proporciona una aproximación a los hechos, haciendo un aporte a la
historiografía obrera regional. Más que una respuesta puntual a las preguntas planteadas, el
proceso de investigación permitió desde lo general y lo particular encontrar las relaciones e
influencias mutuas de las organizaciones de los trabajadores y las organizaciones políticas.
Sobre la relación entre el sindicalismo y la política que orienta la pregunta fundamental de
este trabajo, se evidencia que ésta ha sido una cuestión abordada a partir de las distintas
tensiones, debates, contradicciones entre la relación entre lo social y lo político. El
movimiento obrero ha estado en medio de estas disputas históricas que han cambiado
dependiendo de los distintos periodos y actores sociales implicados. Esta relación se ha
manifestado por lo menos en los siguientes aspectos:
En primer lugar, en la búsqueda de visibilizar la necesidad de la independencia o
autonomía del movimiento obrero de los partidos políticos, el Estado u otros actores y la
búsqueda de referentes o expresiones políticas propias en la historia. En segundo lugar, en
la pertinencia de mostrar la inconveniencia de la relación estrecha entre partidos políticos
tradicionales y el sindicalismo por la cooptación ideológica o electoral de los líderes, la
instrumentalización o limitación de la lucha social. En tercer lugar, en demostrar la
presencia de la acción social de la Iglesia y los empresarios, y sus estrategias para mantener
el control y extender su influencia sobre las organizaciones sociales de los trabajadores para
contrarrestar las ideas de izquierda.
En cuarto lugar, la relación entre el movimiento obrero y la política ha tenido un impacto
doble: por un lado, ha sido un elemento de división, pugna ideológica al interior de las
organizaciones de los trabajadores, por las orientaciones de sus acciones, y en ocasiones ha
limitado el avance de proyectos unitarios e incluso revolucionarios. De otro lado, las ideas
políticas provenientes de los grupos políticos e izquierda han permitido dotar de sentido las
luchas de los trabajadores, ampliando su visión sobre sus intereses y dando una mayor
proyección a sus demandas particulares. Esto ha incidido en coyunturas específicas en el
fortalecimiento de su capacidad de lucha y poder de negociación, y además, ha permitido
241
construir identidades de clase alrededor su propia experiencia de explotación y
precarización de condiciones de vida.
Sin embargo, el gran aprendizaje de este proceso de investigación ha sido detectar que la
manera más indicada para poder dar cuenta de la relación entre el sindicalismo y la política
desde la historiografía es reduciendo la escala de análisis a fin de rastrear indicios de la
presencia de actores políticos en la lucha sindical, identificar actores, tensiones en
relaciones y periodos concretos. Para ello es clave, hacer uso de la microhistoria,
puntualizar los conflictos y periodos con el fin de evitar generalizaciones, que poco
contribuirían hoy a la historia obrera regional. En todo caso, es de vital importancia
continuar ejercicios de investigación orientados a tal fin que permitan narrar una historia
crítica del pasado.
Los logros y aprendizajes de los trabajadores del dulce y la necesidad de profundizar en
otros capítulos de su historia laboral y regional en investigaciones posteriores son un
llamado fundamental de este trabajo para que otras investigaciones permitan conocer
nuevos capítulos de la historia obrera colombiana. Este trabajo sólo intenta reconstruir una
parte del capítulo de la historia obrera del Valle, y generar reflexiones sobre cómo ha
cambiado el presente las condiciones laborales de los trabajadores del dulce en el presente.
La historia del pasado en ninguna manera se desliga de la historia del presente, por eso, hoy
los trabajadores del dulce siguen luchando, dejando huellas imborrables en su avance. Este
trabajo pretende ser un aliento más para continuar en esa lucha, para recordar capítulos de
la historia colectiva que permitan encontrar memorias y raíces para continuar en el empeño
de transformar una realidad adversa de la cual han sacado provecho los poderes
económicos, sociales y políticos de la región, hace años se empezó una búsqueda de
autonomía que se ha transformado. En todo el trayecto de 1959 hasta hoy, queda mucho por
recuperar, rastrear, escribir y documentar.
242
ANEXO A. Clasificación libros, investigaciones y artículos movimiento sindical
Colombiano 1960-2012
CLASIFICACIÓN PUBLICACIONES MOVIMIENTO SINDICAL COLOMBIANO 1960-2012
No Título del Libro Clasificación Tipo documento Década
1 Cuestión sindical en Colombia Análisis Político Libro 40547
2 Los inconformes Historia Social Libro 60
3 Historia sindicalismo en Colombia Historia Económica Libro 60
4 Historia de las luchas sindicales Historia Social Libro 70
5 Cuestiones sindicales Historia Derecho Libro 70
6 Pasado y presente del sindicalismo Historia Política y social Libro 70
7 Luchas obreras y política laboral Historia Derecho Libro 70
8 15 años de estado de sitio Historia Derecho Libro 70
547
Este fue el único trabajo publicado en 1947 que por su importancia fue incluido en este balance (1960-2012).
243
9 Cuaderno de iniciativas obreras Análisis social Libro 80
10 Sindicalismo por dentro y por fuera Análisis político Libro 80
11 Historia política de la clase obrera Historia Política y social Libro 80
12 Política y movimiento obrero Historia Política y social Libro 80
Sindicalismo y política económica
Libro con 6 artículos varios
autores 80
13 La experiencia Colombiana -Guillermo Perry- Historia Económica Artículo 80
14
La estructura sindical colombiana en la década del 70 -Rocío
Londoño- Historia Social Artículo 80
15 Las relaciones laborales y movimiento trabajadores del estado Historia Social Artículo 80
16 Magisterio y política educativa. Hernándo Gómez Buendía Historia Social Artículo 80
17 Sindicalismo y política de salud. Hernándo Gómez Buendía. Historia Social Artículo 80
18 Sindicalismo industrial y crisis textil. Rocío Londoño Botero Historia Social Artículo 80
19 La CSTC, historia y proyección Historia Política y social Libro 80
20 Orden y violencia Historia Política y social Libro 80
21 Formación de la clase obrera colombiana Historia Social Manuscrito 80
22 Cultura e identidad obrera Historia Social Libro 90
23 Flujos y reflujos Historia Derecho Libro 90
24 Rupturas y continuidades Análisis político y social Libro 90
25 Apuntes sobre la reestructuración del movimiento sindical Historia Política y social Artículo 2000
244
26 Idas y venidas, vueltas y revueltas Historia Social Libro 2000
27 Ideología, política y sindicalismo Historia Política y social Artículo 2000
28 Reestructuración y relaciones laborales en la banca colombiana Análisis social Libro 2000
29 Sindicalismo colombiano iglesia e ideario católico Historia Política y social Libro 2000
30 Huelga, luchas de la clase trabajadora en Colombia Historia Social Libro 2000
31 Los sindicatos y la asignación del ingreso Historia Derecho Libro 2000
Una historia inconclusa
Libro con 5 artículos varios
autores 2000
32
Auge, crisis y reconstrucción de las izquierdas colombianas. Mauricio
Archila y Jorge Cote Historia Política y social Artículo 2000
33
La izquierda colombiana en las organizaciones sindicales. Álvaro
Delgado Historia Política y social Artículo 2000
34 El experimento del Partido Comunista. Álvaro Delgado Historia Política y social Artículo 2000
35 El presente es de lucha, el futuro socialista. Martha Cecilia García Historia Política y social Artículo 2000
36
El maoísmo en Colombia: la enfermedad juvenil del marxismo
leninismo. Mauricio Archila Historia Política y social Artículo 2000
245
ANEXO B. Clasificación Trabajos de Grado Movimiento Sindical Colombiano 1960-
2012
CLASIFICACIÓN TRABAJOS DE GRADO DEL MOVIMIENTO SINDICAL COLOMBIANO 1960-2012
No Título del Trabajo Universidad Pregrado Posgrado
Periodo
1960-
1979
1980-
1986
1987-
2009
1
El sindicalismo colombiano ante la doctrina social de
la Iglesia. Gustavo Lozano. (1960) Javeriana Derecho x
2
Las organizaciones de trabajadores a la luz de las
doctrinas sociales de la Iglesia Católica. Jaime
Robayo. (1962) Javeriana Derecho x
3
Evolución histórica del sindicalismo en Colombia.
Rosana Vásquez de Torres. (1960) Nacional Derecho x
4
Movimiento sindical en Colombia orígenes,
formación y desarrollo. Hernándo Martínez. (1973) Rosario Derecho x
5
El sindicalismo: teoría y práctica en Colombia. Lucía
Ortíz (1974) Externado Derecho x
6
Tendencias políticas del sindicalismo en Bogotá.
Esteban Navajas (1974) Andes Antropología x
7
Introducción a la metodología de análisis del
sindicalismo colombiano en el periodo del Frente
Nacional. Luis Eduardo Quiñones y Gloria Teresa
Cárdenas. (1978 Nacional Educación x
8 Sindicatos de Industria. Fernando Abisambra (1979). Javeriana Derecho x
9
El sindicalismo durante el primer gobierno del Frente
Nacional. Martha Ruth Mendoza (1980) Andes
Ingeniería
Industrial x
10 Sindicalismo y doctrinas sociales. Rafael Brito (1980) Externado Derecho x
11
La fuerza laboral como factor en la lucha política.
Germán Medina. (1980) Rosario Derecho
246
12
Derecho de asociación y la asociación sindical en
materia laboral. Fabio Vega (1980) Rosario
Especialización
derecho laboral x
13
Sindicalismo y partidos políticos después de la
Violencia. Edison Ospina (1982) Nacional Economía x
14
El sindicalismo católico. El caso de FANAL. Ana
Sofía Mojica (1982) Nacional
Licenciatura en
Ciencias Sociales x
15
El sindicalismo en las relaciones obrero-patronales.
Germán Alfonso y Guillermo Bernal (1982) Javeriana
Administración de
empresas x
16
El sindicalismo o la organización política de la clase
obrera. Miguel Afanador Ulloa (1982). Javeriana Derecho x
17
Las Centrales Obreras de Colombia. Oswaldo Ossa
(1982) Andes
Ingeniería
Industrial x
18
Educación y práctica sindical en las centrales obreras
colombianas. Mercedes Vivas (1984). Santo Tomás Sociología x
19
Grupos y partidos políticos que han actuado en el
movimiento sindical colombiano. Álvaro Oviedo
(1984). Nacional Educación x
20
Un estudio sobre el sindicalismo como grupo de
presión en Colombia. Berta Jeannette Niño (1985). Javeriana
Maestría Estudios
Políticos x
21
El sindicalismo independiente: un movimiento social
(1970-1985. Blanca Martínez y Hugo Prieto (1985) Nacional
Licenciatura en
Ciencias Sociales x
22
Rupturas en el proceso de trabajo y el movimiento
sindical en Colombia. Fanny Rubio Lorza. (1986)
Berlín - Biblioteca
Luis Angel Arango
Doctorado en
Filosofía x
23
La articulación político- ideológica del sindicalismo
petrolero con el movimiento cívico-popular en
Barrancabermeja. Carmelo Briceño (1993) Andes
Planificación y
Administración
del Desarrollo
Regional X
24
El imaginario maoísta 1965-1982 como mentalidad
revolucionaria en la izquierda colombiana. Frank
Molano (2004) Nacional Maestría Historia X
25
El sindicalismo en Colombia: implicaciones sociales y
políticas. Francisco Hernández Valderrama (2004) Javeriana Derecho X
247
26
Sindicalismo y obras sociales de la Acción Social
Católica en la ciudad de Pamplona 1956-1961. Ivonne
Calderón (2008) UIS Historia X
27
Voces de mujeres: configuración del sujeto político
femenino a través de las historias de vida de 4 mujeres
dirigentes sindicales en el departamento del Valle del
Cauca. Ivonne Maritza Cáceres (2008) Valle Historia X
28
La Confederación de Trabajadores de Colombia,
CTC. 1935-1976.José Vidal Castaño (2012). Nacional Maestría Historia X
248
ANEXO C. Mapa de Localización Ingenios Azucareros del Valle del Cauca 1959
249
ANEXO D. Normatividad Cláusula de Reserva y Duración Contrato de Trabajo
Evolución jurídica cláusula de reserva, duración contrato de trabajo y plazo presuntivo.
Norma Cláusula de Reserva Plazo Presuntivo
Ley 6 de 1945.
Por la cual se dictan algunas
disposiciones sobre
convenciones de trabajo,
asociaciones profesionales,
conflictos colectivos y
jurisdicción especial de
trabajo.
Artículo 8.
“El contrato de trabajo no podrá pactarse por más de cinco años. Cuando no se estipule término, o
este no resulte de la naturaleza misma del servicio contratado, como en los casos de rocerias,
recolección de cosechas, etc., se entenderá celebrado por seis meses, a menos que las partes se
reserven el derecho a terminarlo unilateralmente mediante aviso a la otra con antelación no inferior al
periodo que regule los pagos del salario, de acuerdo con la costumbre, y previa cancelación de todas
las deudas, prestaciones e indemnizaciones a que haya lugar.
Puede prescindirse del aviso, pagando igual periodo.
Todo contrato será revisable cuandoquiera que sobrevengan imprevisibles y graves alteraciones de la
normalidad económica.
La sola sustitución del patrón no extingue el contrato de trabajo. El sustituido responderá
solidariamente con el sustituto, durante el año siguiente a la sustitución, por todas las obligaciones
anteriores.‖
Decreto Ley 2127 de 1945.
Por el cual se reglamenta la
ley 6a. de 1945, en lo relativo
al contrato individual de
trabajo, en general.
Artículo 50.
―También podrán las partes reservarse la facultad
de terminar unilateralmente cualquier contrato de
trabajo, mediante aviso dado a la otra con una
antelación que no podrá ser inferior al período
que, de conformidad con el contrato o el
Artículo 40.
―El contrato celebrado por tiempo indefinido o
sin fijación de término alguno, se entenderá
pactado por seis meses, a menos que se trate de
contrato de aprendizaje o a prueba, cuya
duración se rige por normas especiales‖.
250
reglamento interno, o con la costumbre de la
región, regule los pagos del salario. Esta reserva
solo será válida cuando conste por escrito, ya en
el contrato individual, ya en la convención
colectiva si la hay, o ya en el reglamento interno
de trabajo aprobado por las autoridades del ramo
y siempre que la facultad se otorgue a ambas
partes en idéntica forma. Podrá prescindirse del
aviso, pagando los salarios correspondientes al
mismo período.‖
Artículo 43.
―El contrato celebrado por tiempo indefinido o
sin fijación de término alguno, salvo estipulación
en contrario, se entenderá prorrogado en las
mismas condiciones, por períodos iguales, es
decir, de seis en seis meses, por el solo hecho de
continuar el trabajador prestando sus servicios al
patrono, con su consentimiento, expreso o tácito,
después de la expiración del plazo presuntivo. La
prórroga a plazo fijo del contrato celebrado por
tiempo de terminado deberá constar por escrito;
pero si extinguido el plazo inicialmente
estipulado, el trabajador continuare prestando sus
servicios al patrono, con su consentimiento,
expreso o tácito, el contrato vencido se
considerará, por ese solo hecho, prorrogado por
tiempo indefinido, es decir, por períodos de seis
meses.‖
Artículo 47. “El contrato de trabajo termina:
a. Por expiración del plazo pactado o presuntivo
(…)
g. Por decisión unilateral, en los casos previstos
en los artículos 16, 48, 49 y 50
h. Por sentencia de autoridad competente.‖
Ley 64 de 1946.
Por la cual se reforma y
adiciona la Ley 6 de 1945 y se
Artículo 2. Modificase el artículo 8 de la Ley 6 de 1945 en la siguiente forma:
"El contrato de trabajo no podrá pactarse por más de dos (2) años. Cuando no se estipule término o
este no resulte de la naturaleza misma del servicio contratado, como en los casos de rocerías,
251
dictan otras disposiciones de
carácter social.
recolección de cosechas, etc., se entenderá celebrado por seis (6) meses, a menos que las partes se
reserven el derecho a terminarlo unilateralmente mediante aviso a la otra con antelación no inferior al
periodo que regule los pagos del salario, de acuerdo con la costumbre, y previa cancelación de todas
las deudas, prestaciones e indemnizaciones a que haya lugar.
Puede prescindirse del aviso, pagando igual periodo.
Todo contrato será revisable cuando quiera que sobrevengan imprevisibles y graves alteraciones de la
normalidad económica.
La sola sustitución del patrón no extingue el contrato de trabajo. El sustituido responderá
solidariamente con el sustituto, durante el año siguiente a la sustitución, por todas las obligaciones
anteriores".
Decreto Ley 2663 de 1950.
Sobre Código Sustantivo del
Trabajo
Diario Oficial No 27.407, de
9 de septiembre de 1950.
Artículo 49. Cláusula de Reserva.
―En los contratos de duración indeterminada o sin
fijación de término las partes pueden reservarse la
facultad de darlos por terminado en cualquier
tiempo, mediante preaviso o desahucio notificado
por escrito a la otra parte con anterioridad no
inferior a uno de los periodos que regulan los
pagos del salario, previa cancelación de todas las
deudas, prestaciones o indemnizaciones a que
haya lugar. El patrono puede prescindir del
preaviso pagando igual periodo. La reserva de que
se trata sólo es válida cuando se consigne por
escrito en el contrato o reglamento de trabajo, y se
presume en el servicio doméstico‖.
Artículo 46. Duración.
―El contrato de trabajo puede celebrarse por
tiempo determinado, por el tiempo que dure la
realización de una obra o labor determinada, por
tiempo indefinido o para ejecutar un trabajo
ocasional, accidental o transitorio.‖
Artículo 48.Plazo presuntivo.
―Los contratos cuya duración no haya sido
expresamente estipulada o no resulte de la
naturaleza de la obra o servicio que debe
ejecutarse, se presumen celebrados por términos
sucesivos de seis (6) en seis (6) meses.‖
Artículo 50. Prórroga.
―Salvo estipulación en contrario, el contrato
celebrado por tiempo indefinido o sin fijación de
252
término alguno, se entiende prorrogado en las
mismas condiciones, por períodos iguales, es
decir, de seis (6) en seis (6) meses, por el solo
hecho de continuar el trabajador prestando sus
servicios al patrono con su consentimiento
expreso o tácito después de la expiración del
plazo presuntivo.
La prórroga a plazo fijo del contrato celebrado
por tiempo determinado debe constar por escrito;
pero si extinguido el plazo Inicialmente
estipulado, el trabajador continuare prestando sus
servicios al patrono, con su consentimiento,
expreso o tácito, el contrato vencido se
considera, por ese solo hecho, prorrogado por
períodos de seis (6) en seis (6) meses.‖
Código Sustantivo del
Trabajo 1951.
Con sus modificaciones
compiló los Decretos 2663 y
3743 de 1950 y 905 de 1951.
Publicado en el Diario Oficial
No 27.622, del 7 de junio de
1951.
Artículo 48. Cláusula de Reserva.
―En los contratos de duración indeterminada o sin
fijación de término las partes pueden reservarse la
facultad de darlos por terminados en cualquier
tiempo, mediante preaviso o desahucio notificado
por escrito a la otra parte con anterioridad no
inferior a uno de los periodos que regulen los
pagos del salario, previa cancelación de todas las
deudas, prestaciones e indemnizaciones a que
haya lugar. El patrono puede prescindir del
preaviso pagando igual periodo. La reserva de que
se trata sólo es válida cuando se consigne por
escrito en el contrato o reglamento de trabajo, y se
Artículo 45. Duración.
―El contrato de trabajo puede celebrarse por
tiempo determinado, por el tiempo que dure la
realización de una obra o labor determinada, por
tiempo indefinido o para ejecutar un trabajo
ocasional, accidental o transitorio.‖
Artículo 47. Plazo Presuntivo.
―Los contratos cuya duración no haya sido
expresamente estipulada o no resulte de la
naturaleza de la obra o servicio que debe
ejecutarse, se presumen celebrados por términos
sucesivos de seis (6) en seis (6) meses‖.
253
presume en el servicio doméstico‖.
Texto modificado por el Decreto 616 de
1954548
:
Artículo 48. ―En los contratos de duración
indeterminada o sin fijación de término, las partes
pueden reservarse la facultad de darlos por
terminados en cualquier tiempo, mediante
preaviso o desahucio notificado por escrito a la
otra parte con un término no inferior a cuarenta y
cinco (45) días, previa cancelación de todas las
deudas, prestaciones e indemnizaciones a que
haya lugar. El patrono puede prescindir del
preaviso pagando los salarios correspondientes a
cuarenta y cinco (45) días. La reserva de que se
trata sólo es válida cuando se consigne por escrito
en el contrato de trabajo.‖
Artículo 49. Prórroga.
―Salvo estipulación en contrario, el contrato
celebrado por tiempo indefinido o sin fijación de
término alguno, se entiende prorrogado en las
mismas condiciones, por periodos iguales, es
decir, de seis (6) en seis (6) meses, por el sólo
hecho de continuar el trabajador prestando sus
servicios al patrono con su consentimiento
expreso o tácito después de la expiración del
plazo presuntivo. La prórroga o plazo fijo del
contrato celebrado por tiempo determinado debe
constar por escrito; pero si extinguido el plazo
inicialmente estipulado, el trabajador continuare
prestando sus servicios al patrono, con su
consentimiento, expreso o tácito, el contrato
vencido se considera, por ese sólo hecho,
prorrogado por periodos de seis (6) en seis (6)
meses.‖
Decreto Ley 2351 de 1965
Por el cual hacen unas
reformas al Código sustantivo
del trabajo.
Derogó la cláusula de reserva artículo 48 del
Código Sustantivo de Trabajo.
Artículo 47. Duración. Modifica el artículo 47
del Código Sustantivo de Trabajo así:
―1) El contrato de trabajo no estipulado a
término fijo, o cuya duración no esté
determinada por la de la obra, o la naturaleza de
la labor contratada, o no se refiera a un trabajo
ocasional o transitorio, será contrato a término
indefinido.
548
Decreto Extraordinario del Ministerio de Gobierno publicado en diario oficial No 28.424, del 5 de marzo de 1954. Las modificaciones laborales realizadas en
virtud el estado de sitio se normalizaron con la expedición de la Ley 141 de 1961 publicada en el diario oficial 30.694 de 23 de diciembre de 1961.
254
2) El contrato a término indefinido tendrá
vigencia mientras subsistan las causas que le
dieron origen, y la materia del trabajo. Con todo,
el trabajador podrá darlo por terminado mediante
aviso escrito con antelación no inferior a treinta
(30) días, para que el patrono lo reemplace. En
caso de no dar aviso oportunamente o de
cumplirlo solo parcialmente, se aplicará lo
dispuesto en el artículo 8, numeral 7. <del
Decreto 2351 de 1965, 64 de este Código>, para
todo el tiempo, o para el lapso dejado de
cumplir‖.
Derogó el plazo presuntivo artículo 47 del
Código Sustantivo de Trabajo. Ver artículos 4
y 5 del Decreto Ley 2351 de 1965, numeral 2.
255
ANEXO E. Causales Terminación Contrato de Trabajo
Código Sustantivo de Trabajo 1950
Capítulo VI Terminación del Contrato de Trabajo.549
Artículo 61. Cuándo
Termina.
El contrato de trabajo termina:
a) Por expiración del plazo pactado o presuntivo.
b) Por la terminación de la obra o labor contratada.
c) Por mutuo consentimiento.
d) Por muerte del trabajador.
e) Por suspensión de actividades por parte del patrono durante más de ciento veinte (120) días.
f) Por liquidación o clausura definitiva de la empresa o establecimiento;
g) Por decisión unilateral en los casos de los Artículos 49, 63 y 64; y
h) Por sentencia de autoridad competente.
2. En los casos contemplados en los ordinales e) y f) de este artículo, el patrono debe proceder en la misma
forma prevista en el ordinal 3o. del artículo 52.
Artículo 62.
Terminación sin
previo aviso.
Son justas causas para dar por terminado, unilateralmente, el contrato de trabajo, sin previo aviso:
A- Por parte del patrono:
1. El haber sufrido engaño por parte del trabajador, mediante presentación de certificados falsos para su
admisión;
2. Todo acto de violencia, injuria, malos tratamientos o grave indisciplina, en que incurra el trabajador,
durante las labores, contra el patrono, los miembros de su familia, el personal directivo o los compañeros de
trabajo;
549
El Decreto 2663 de 1950 fue publicado por primera vez en el diario oficial No 27.407 del 9 de septiembre de 1950; fue modificado en algunos artículos por el
Decreto 3743 de 1950 publicado en el diario oficial No 27.504, del 11 de enero de 1951. Sin embargo, en el diario Oficial No 27.622, del 7 de junio de 1951, se
publicó oficialmente el Código Sustantivo de Trabajo compilando los Decretos 2663 y 3743 de 1950 y 905 de 1951. Consultados en Secretaría del Senado:
http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/codigo_sustantivo_trabajo_pr002.html
256
3. Todo acto grave de violencia, injurias o malos tratamientos en que incurra el trabajador, fuera del servicio,
en contra del patrono, de los miembros de su familia o de pus representantes y socios, o de jefes de taller,
vigilantes o celadores.
4. Todo daño material causado intencionalmente a los edificios, obras, maquinarias y materias primas,
instrumentos y demás objetos relacionados con el trabajo, y toda grave negligencia que ponga en peligro la
seguridad de las personas o de las cosas;
5. Todo acto inmoral o delictuoso que el trabajador cometa en el taller, establecimiento o lugar de trabajo,
cuando sea debidamente comprobado ante autoridad competente;
6. El que el trabajador revele los secretos técnicos o comerciales o dé a conocer asuntos de carácter reservado,
con perjuicio de la empresa,
7. La detención preventiva del trabajador, por más de treinta (30) días, a menos que posteriormente sea
absuelto; o el arresto correccional que exceda de ocho (8) días, o aun por un tiempo menor, cuando la causa de
la sanción sea suficiente por si misma para justificar la extinción del contrato;
8. Cualquier violación grave de las obligaciones o prohibiciones especiales que incumben al trabajador, de
acuerdo con los artículos 59 y 61, o cualquier falta grave calificada como tal en pactos o convenciones
colectivas, fallos arbitrales, contratos individuales o reglamentos, siempre que el hecho esté debidamente
comprobado y que en la aplicación de la sanción se observe el respectivo procedimiento reglamentario o
convencional.
B-Por parte del trabajador:
1. El haber sufrido engaño por parte del patrono, respecto de las condiciones del trabajo;
2. Todo acto de violencia, malos tratamientos o amenazas graves, inferidos por el patrono contra el trabajador
o los miembros de su familia, dentro o fuera del servicio, o inferidos dentro del servicio por los parientes,
257
representantes o dependientes del patrono, con el consentimiento o la tolerancia de éste;
3. Cualquier acto del patrono o de sus representantes que induzca al trabajador a cometer un acto ilícito o
contrario a sus convicciones políticas o religiosas;
4. Todas las circunstancias que el trabajador no pueda prever al celebrar el contrato y que pongan en peligro su
seguridad o su salud, y que el patrono no se allane a modificar;
5. Todo perjuicio causado maliciosamente por el patrono al trabajador en la prestación del servicio;
6. Cualquier violación grave de las obligaciones o prohibiciones especiales que incumben al patrono de
acuerdo con los Artículos 58 y 60, o cualquier falta grave calificada como tal en pactos o convenciones
colectivas, fallos arbitrales, contratos individuales o reglamentos, siempre que el hecho esté debidamente
comprobado.
Artículo 63.
Terminación con
previo aviso.
Artículo modificado por el artículo 5 del Decreto 3743 de 1950. El texto es el siguiente:
Son justas causas para dar por terminado, unilateralmente, el contrato de trabajo, con previo aviso dado por
escrito a la otra parte, con antelación por lo menos igual al periodo que regule los pagos del salario, o
mediante el pago de los salarios correspondientes a tal periodo:
A) Por parte del patrono:
1. La ineptitud plenamente comprobada del trabajador para prestar el servicio convenido;
2. La sistemática inejecución sin razones válidas, por parte del trabajador, de las obligaciones convencionales
o legales.
3. Todo vicio habitual del trabajador que perturbe la disciplina del establecimiento.
4. La renuencia sistemática del trabajador a aceptar las medidas preventivas, profilácticas o curativas
prescritas por el médico del patrono o por las autoridades para evitar enfermedades o accidentes.
258
5. La enfermedad contagiosa o crónica del trabajador, que no tenga el carácter de profesional, y cuya curación,
según dictamen médico, no sea probable antes de seis (6) meses, así como cualquiera otra enfermedad o lesión
que incapacite para el trabajo por más de dicho lapso; pero el despido por esta causa no exime al patrono de
las prestaciones e indemnizaciones legales y convencionales derivadas de la enfermedad, y
6. Las demás que se hayan previsto, con esta modalidad, en el contrato, pacto o convención colectiva, fallo
arbitral o reglamento.
B) Por parte del trabajador:
1. La inejecución por parte del patrono de sus obligaciones convencionales o legales de importancia.
2. La exigencia del patrono, sin razones válidas, de la prestación de un servicio distinto, o en lugares diversos
de aquel para el cual se le contrató, y
3. Las demás que se hayan previsto, con esta modalidad, en el contrato, pacto o convención colectiva, fallo
arbitral o reglamento.
259
ANEXO F. Asuntos Tratados Algunas Convenciones Colectivas 1959 –Ingenios
Azucareros
Características Convención Colectiva: términos, afiliación sindical, actores.
Aspectos Mayagüez
Central Tolima-
Pajonales Pichichi Papayal El Arado
Términos de
vigencia
Num 11. Estableció un
término de duración de 24
meses contados a partir de la
fecha de la firma (2 años) pero
reservándose a revisar lo
salarial en los primeros 18
meses de vigencia.
Hasta el 30 de
septiembre de 1960.
Num 14.Hasta 12
de marzo de
1960.
Num 15. La
convención sería
revisable cuando
sobrevinieran
acontecimientos
imprevisibles o
grandes
alteraciones a la
normalidad
económica.
Num 22. El
término de la
duración de la
Convención es
de 24 meses
contados a partir
de la fecha de su
firma, con la
revisión de los
salarios en los
primeros 18
meses de
vigencia.
Num 22. La
Convención
tendría una
vigencia de 18
meses a partir de
la fecha en que
fue firmada.
Afiliación
sindical
Fedetav –CTC Federación Trabajadores
del Tolima-CTC
Utraval- UTC Fedetav -CTC Utraval -UTC
Dirigentes
sindicales
Por FEDETAV: Carlos
Augusto Mendoza
(Presidente), Marceliano
Herrera (Vocal), Luis Alberto
Castañeda (Secretario
General), entre otros.
Por el sindicato: Eduardo
Jesus Antonio
Marulanda de la CTC y
Federación Trabajadores
del Tolima.
Jesus Eduardo Vasco,
Gabino Caicedo, Efrain
Durango, Pedro
Adolfo
Villanueva –
Utraval.
Alfonso Gómez,
Carlos Erazo,
Arturo Valencia
Sindicato.
Nataniel Díaz,
asesor jurídico
del sindicato;
Roberto Tabares,
presidente del
sindicato; Luis A
Vanegas,
tesorero del
Tulio Cuevas,
asesor de
Utraval, Marco
T. Moreno,
asesor de
Utraval,
Hernándo Saenz,
asesor de
260
Varela (Presidente); Mario
Vega (Fiscal); Rafael Girón
(Tesorero); Nataniel Díaz
(Asesor Jurídico).
Villamarín comisión
negociadora del
sindicato.
sindicato; Pedro
Cabal, miembro
comisión del
sindicato.
Utraval, Olga
García secretaria
de Utraval.
José A
Contreras,
presidente del
sindicato;
Heliodoro
Rendón, Antonio
Tello, Anibal
García, Angel J
Marulanda,
miembros del
comité de
huelga.
Patronos Eduardo Holguín Hurtado
(Gerente), Germán Holguín
Hurtado (abogado)
Alberto Bernal Correa,
Ricardo Uribe Holguín y
Reinaldo Álvarez Bueno
Gerentes.
Carlos J, Pinzón
administrador,
Joaquin Perilla y
Gerárdo
Cárdenas
gerentes Ingenio.
Jorge Garcés
Giraldo, Gerente
Propietario de la
empresa; José
Manuel Ramírez,
abogado de la
empresa.
Alfredo Posada
Correa,
propietario
Ingenio;
Francisco
Barona Becerra,
gerente. Raul
Gómez,
apoderado de
―El Arado‖.
Gobierno Raimundo Emiliani Román,
Ministro de Trabajo; Absalón
Fernández de Soto,
Gobernador del Valle del
Cauca
Armando Camacho
Parado, jefe división
asuntos sindicales del
Ministerio del Trabajo;
Rómulo Salazar
Delegados
Ministerio de
Trabajo.
Hernán Antonio
Rodríguez,
inspector
nacional del
Trabajo.
Absalón
Fernández de
Soto,
Gobernador del
Departamento;
261
Quiñones, Inspector
Trabajo de Ibague; Dario
Echandía, Gobernador
del Departamento.
Demófilo
Candela
Morionas,
Inspector Jefe
Seccional del
Trabajo.
262
Cláusula de Reserva y Plazo Presuntivo contrato de trabajo.
Aspectos
Mayagüez
(16 de marzo de
1959)
Papayal
(20 de mayo
de 1959)
El Arado
(22 de mayo de
1959)
La
Manuelita550
Riopaila551
Ingenio Meléndez.552
Cláusula de
Reserva
Num 8. La
empresa suprime la
denominada
cláusula de reserva
en todos sus
contratos de
trabajo.
Num 1. Se
eliminó la
cláusula de
reserva para el
personal
sindicalizado
y que trabaja
en labores
permanentes
de la empresa
y el resto de
trabajadores.
Num 8. La
empresa no
tiene pactada la
cláusula de
reserva de que
habla el artículo
48 del Código
Sustantivo de
Trabajo en
ninguno de sus
contratos y no
la usará
mientras esté
vigente la
actual
legislación.
Aceptó
suprimir la
cláusula de
reserva y
amplió el plazo
presuntivo a un
año para
trabajadores de
más de dos
años de
servicio y para
los de menos lo
amplió por un
nuevo periodo
presuntivo de
seis meses y
por una sola
vez.
Pactó abolición de
la cláusula y
estableció la
prórroga por seis
meses y por una
sola vez de los
contratos de
trabajo del
personal de menos
de dos años de
servicio. Para los
de más de dos años
o para aquellos que
cumplieren dentro
del término de la
convención, la
prórroga de los
contratos será por
un año a partir de
su vencimiento.
Firmó la convención
en julio de 1959 así:
la empresa no hace
uso del plazo
presuntivo en sus
contratos de trabajo.
En cuanto a la
cláusula de reserva
seguirá usándola pero
se dará una
indemnización de 45
días para trabajadores
que tengan seis meses
o menos a su servicio
en contrato definitivo
de trabajo y para los
que tengan más de seis
meses en contrato
definitivo, la
indemnización por uso
de la cláusula de
reserva será de cuatro
meses pagaderos en
dinero efectivo.
Plazo
Presuntivo
Num 8. Los
contratos de
duración indefinida
y sin fijación de
término quedan
automáticamente
prorrogados en
virtud de la
Num 2. El
término del
plazo
presuntivo
quedó elevado
a un año.
Num 17. La
empresa
modificaría los
contratos
individuales de
la siguiente
manera: los
contratos
550
Archivo Andi. Síntesis convenciones colectivas en lo relativo a la estabilidad del personal (marzo 1959-julio 1960). Medellín, julio de 1960. 551
Ibid. 552
Ibid.
263
Convención por un
periodo de más de
6 meses.
escritos
celebrados a
cuatro y seis
meses se
prorrogarán por
el mismo
periodo, según
corresponda.
Los contratos
presuntivos
ampliarían su
duración por
seis meses más
a partir de la
fecha de su
vencimiento.
Comisión
permanente
de
reclamos.
Num 9.
Constituyen una
comisión especial
integrada por un
representante de la
empresa y un
representante de
FEDETAV para
estudiar y decidir
los problemas que
a su consideración
sometan el
sindicato o la
empresa.
264
Salarios
Aspectos Mayagüez
(16 de marzo)
Alza salarial
sin Convención
Colectiva
Ingenio
Tumaco
Central
Tolima-
Pajonales
(19 de
marzo)
Pichinchi
(9 de marzo) Papayal El Arado
Remuneración
trabajadores a
destajo o por
unidad de obra.
Num 1.
a)Corteros de caña.
Remuneración de
$2.32 para los
corteros de caña de
azúcar por cada
tonelada.
b)Alzadores de
caña.
Remuneración de
$1.16 para los
alzadores de caña
por cada tonelada.
a)Corteros de
caña. $2 por 20
toneladas
semanales;
$2,30 por más
de 21 toneladas
semanales;
$2,40 por más
de 21 toneladas.
b) Alzadores de
caña. $1,05 por
tonelada.
Num 1. La
empresa se
compromete a
aumentar los
salarios para
todos los
trabajadores
que hubieran
cumplido el
periodo de
prueba de la
siguiente
manera:
a)Corteros de
caña: Sistema
de tarifa
diferenciada
por tonelaje de
caña cortada:
$2,50 por más
de 25
toneladas;
Num 3 Corteros
de caña. $2,32
por tonelada de
caña cortada,
hasta 15; de 15
en adelante $
2,40 por cada
una.
Num
5.Tractoristas y
transportadores.
Salario básico de
$9 diarios y dos
centavos por
tonelada de caña
transportada.
Num 7. A los
vigilantes o
guachimanes la
empresa pagaría
un salario de
$300 pesos
Num 1. La
empresa pagará
los siguientes
salarios:
a)Corte de
caña: ($2,30)
por tonelada y
una
bonificación de
$0.20 centavos
dependiendo
del estado.
b)Alzadores de
caña: $1,10 por
tonelada.
c) Tractoristas
y
transportadores.
($0,10) por
tonelada sobre
la totalidad del
265
$2,42 por más
de 20 toneladas
y $2,16 por
menos de 20
toneladas.
b) Alzadores de
caña. $1,03 por
tonelada de
caña alzada
independiente
del día.
c)Tractoristas.
Primera
Categoría $10;
segunda
categoría
$8,50; tercera
categoría $7.
d)Vigilantes.
Sueldo básico
de $250
mensuales más
una prima del
30% por 12
horas de turno.
Estos
vigilantes
mensuales por 12
horas diarias de
trabajo.
tonelaje
semanal que se
corte dentro de
la empresa.
Num 8. Los
trabajadores de
campo,
distintos a
corteros,
alzadores y
transportadores
de caña podrán
celebrar
contratos por
unidad de obra
y volverán al
servicio por
salario diario.
266
estaban
investidos de
facultades
policivas para
salvaguardar
el orden
dentro de la
empresa.
Jornal diario básico
de los demás
trabajadores.
Num 1. A partir
del 23 de marzo se
aumentarían los
salarios de la
siguiente manera:
a) 25% para
los salarios
hasta de
$7,99
b) 15% para
los salarios
hasta $11,9
c) 10% para
los salarios
hasta $12
. Num 1. Los
salarios
quedarían
aumentados
de la
siguiente
manera:
a)Un 17,2%
para los
salarios entre
$6,40 y
$7,99.
b)un 10%
para los
salarios entre
$8 y el
máximo que
la empresa
venía
reconociendo.
c)15% para
Num 1.5 La
empresa
aumentará el
jornal básico de
los demás
trabajadores en
la siguiente
proporción:
a)20% para los
salarios de
$5,20 a $6.
b) 15% para los
salarios de
$6,01 a $7
c) 12% para los
salarios de
$7,01 a $10.
d)5% para los
salarios de 10
en adelante.
Num 3.
a)40% salarios
entre $5,50 y
$6,5.
b)30% salarios
comprendidos de
$6,51 a $7,50
c) 20% salarios
entre 7,51 a
$8,50
d) 15% salarios
de $8,51 en
adelante.
Num 1.
g) 30% para los
trabajadores
con salarios
hasta $5,99.
($6,75)
h) 20% para los
salarios entre
$6 y $7,99.
15% para los
salarios que
devengan de $8
a $9,99.
Un aumento del
10% para los
que devengan
$10 o más
pesos diarios.
267
los salarios
que se pagan
por unidad de
obra.
Salario básico Num 1 Parágrafo
1. Se determinó un
salario básico
mínimo de $7,50
pesos para todos
los trabajadores
que laboraran por
administración o a
salario fijo.
Estableció el
salario básico
en $7,50 y
eleva los demás
salarios $1 por
jornada de 8 o 9
horas.
Num 1. El
salario básico
quedó en
$7,50.
Num 1.
Salario básico
periodo de
prueba. Se
determinó un
salario básico
de $5,70
diarios,
superado el
tiempo de dos
meses el
trabajador
tendría el jornal
básico
correspondiente
a su categoría.
Num 3
parágrafo 1.
Salario básico
mínimo de $7,50
diario quedando
exceptuados los
trabajadores a
destajo, por
unidad de obra o
contrato.
Salvedades Num 1 Parágrafo
2. Establecía que
los aumentos
contemplados
podían elevarse a
Ley
Num 2. En
caso de que el
Congreso o el
Gobierno
decreten alzas
salariales se
tendrían en
cuenta
aumentos
obtenidos en
esta
Num 16. Lo
aumentos
salariales se
imputarían en los
aumentos que el
Gobierno pueda
elevar a Ley.
268
Convención.
Seguridad social y prestaciones sociales
Aspectos Mayagüez
Central Tolima-
Pajonales Pichichi Papayal El Arado
Servicio Médico y
suministro de
medicamentos.
Num 3. La
empresa
extendería los
servicios médicos
a los familiares
de los
trabajadores
(compañeras e
hijos naturales).
Num 4. La
empresa por
conducto de los
mayordomos,
cabos, jefes de
sección y oficina
de personal
suministraría
boletas para la
atención médica
cuando los
trabajadores lo
pidieran.
Además,
Num 11. La
empresa se
comprometió con
el
establecimiento
de una farmacia
para el suministro
de drogas y
servicios médicos
con el menor
costo posible.
Num 20. La
empresa creará
un servicio
farmacéutico y
sus
complementos
para casos de
emergencia.
Num 6. La
empresa dotaría
de un
departamento
para ser ocupado
por los
enfermos.
Num 9. La
empresa
contrataría los
servicios de un
médico en el
municipio de
Pradera para que
atienda la
consulta externa
de la familia del
trabajador.
269
suministraría un
vehículo para
recoger a los
enfermos en los
campamentos o
lugares de
trabajo.
Riesgos laborales Num 3. La empresa
reconoció un porcentaje de
cada salario para pagar
una incapacidad al
trabajador dependiendo
del número de días.
Num 9. La
empresa
reconocería dos
terceras parte de
un día de salario
cuando la
incapacidad del
trabajador llegue
a 6 días; dos
terceras partes
del salario de dos
días cuando la
incapacidad sea
de 10 día y dos
terceras partes
del salario de tres
días cuando la
incapacidad
llegue a más de
15 días.
Num 3. La
empresa pagaría
las dos terceras
partes del salario
para los
primeros días de
enfermedad que
no cubriera el
seguro, siempre
que el trabajador
certificara la
incapacidad y
ésta o fuera
superior a 6 días.
Auxilio Maternidad Num 2. La empresa
reconoció el pago de una
suma de $100 por cada
hijo legítimo o natural que
Num 7. La
empresa
suministraría una
prima de $100 a
Num 8. Para la
esposa legítima
del trabajador
$75 por cada hijo
Num 8. La
empresa
reconocerá y
pagará $100 por
Num 10. La
empresa
reconocería un
auxilio de $70
270
le naciera al trabajador. los trabajadores
cuyas esposas o
compañeras
dieran a luz.
legítimo que
nazca (pruebas
del registro civil).
cada hijo
legítimo o
natural que le
nazca al
trabajador.
pesos en caso de
maternidad de la
esposa o
compañera de
los trabajadores
con más de 6
meses de
servicio. (Previa
exigencia
registro civil o
eclesial).
Auxilio Muerte Num 5. La empresa
reconoce un auxilio de
muerte para los familiares
del trabajador por un valor
de $100.
Num 11. La
empresa
reconocería y
pagaría un
auxilio por
muerte de $100 a
los familiares del
trabajador:
esposa o
compañera,
padres, hijos
legítimos o
naturales
menores de 18
años.
Auxilio Educativo Num 11. La
empresa
aumentaría las
becas para los
hijos de los
271
trabajadores
sindicalizados.
Primas Num 9. La
empresa ofreció
mantener la
prima de
servicios o de
antigüedad como
una bonificación
extraordinaria
desde 3 años en
adelante.
Condiciones Laborales
Temas Mayagüez
Central Tolima-
Pajonales Pichinchi Papayal El Arado
Higiene y mejoramiento
de campamentos
Num 7. La empresa se
comprometió a dotar de
servicios sanitarios y
adecuados para el
suministro de agua
potable.
Num 2. La
empresa se
comprometió a
mejorar la
higienización de
campamentos y
casinos
atendiendo a las
recomendaciones
de los
Ministerios.
Num 12. La
empresa se
comprometió a
continuar con su
plan de
construcciones de
campamentos
higiénicos y el
mejoramiento de
los servicios, así
como a la
higienización de
los dormitorios y
casinos.
Num 14. La
empresa
establecería
carpas en el corte
de caña para
favorecer al
personal de los
aguaceros.
Num 19. La
empresa
construiría
campamentos,
baños y demás
Num 6. La
empresa reparará
y enlucirá los
campamentos a
fin de asegurar
las condiciones
higiénicas
indispensables.
Num 4. La
empresa
suministrará
carpas para
instalar en los
272
servicios
higiénicos para
los trabajadores.
sitios de corte,
con el fin de
favorecer a los
trabajadores en
casos de lluvia.
Agua potable Num 5. La
empresa
suministraría
agua potable y
carpas para los
celadores y
frentes de corte.
Num 14. La
empresa
establecería
carpas en el
garantías para
llevar agua al
personal como el
Ingenio
Manuelita.
Suministro de
alimentos.
Num 11. La
empresa se
comprometió a
facilitar la
obtención de
alimentos en los
Casinos.
Suministro materiales
de trabajo
Num 6. La empresa
reconoció zapatos y
overoles para todos los
trabajadores que tengan un
salario de hasta $300.
Num 6. La
empresa
suministraría
semestralmente
zapatos y vestido
adecuado de
trabajo para el
personal que
devengara un
salario inferior a
Num 12. Sum
inistro de guayos
y overoles a los
trabajadores que
tengan un salario
hasta de $300.
Num 2. La
empresa
suministraría
zapatos y
overoles a los
trabajadores que
ganaran hasta
($300)
mensuales.
273
Num 9 La empresa se
comprometió a suministrar
herramientas de trabajo a
todos los trabajadores para
el desempeño de sus
labores.
$300 mensuales y
con un año de
servicio continuo.
Servicio de transporte Num 8. La
empresa prestaría
el dinero
necesario para la
adquisición de un
bus de servicio de
pasajeros a la
cooperativa de
empleado para el
trasporte de la
población de
Ambalema hasta
el sitio de la
factoría.
Num 11. La
empresa se
compromete a
colaborar para
lograr el
establecimiento
del servicio
intermunicipal de
buses
automotores que
facilitaran la
movilización de
los trabajadores
desde Guacarí o
Buga.
Num 18. La
empresa
establecería
servicios de
transportes para
todos sus
trabajadores, en
forma gratuita.
Num 3. La
empresa
acondicionará
vagones para el
transporte desde
la empresa a los
sitios de ―San
Isidro‖,
―Holanda‖ y
―Madroño‖. (2
veces al día).
Otros: recreación,
vivienda, etc.
Num 10. La
empresa se
comprometió a
mejorar y ampliar
los campos de
deporte para los
trabajadores.
Num 19. La
empresa
parcelaria
terrenos para
vender lotes a
los trabajadores
de El Arado a
precios módicos
274
y facilidades de
pago. El patrono
y una comisión
del sindicato
reglamentarían
el plan de
vivienda.
Derechos sindicales
Temas Mayagüez
Central Tolima-
Pajonales Pichinchi Papayal El Arado
Permisos sindicales Num 4. La empresa
reconocería y pagaría
permisos remunerados a
tres de los trabajadores
pertenecientes al sindicato
que tuvieran que asistir a
Congresos Sindicales
dentro del departamento.
Num 7. La
empresa concedió
permisos
remunerados a
dos trabajadores
que en nombre
del sindicato para
asistir a
Congresos
Sindicales de
Utraval y la UTC.
Num 10 y 17. La
empresa
reconocería y
pagaría permisos
remunerados a
dos de sus
trabajadores para
los congresos
sindicales que se
realizaran dentro
del Valle del
Cauca y fuera del
departamento.
Num 4. La
empresa
concedería
permisos
sindicales
remunerados
para dos
personas, dos
veces al año para
la asistencia de
Congresos
sindicales dentro
del
departamento y
fuera de él.
Normas personal Num 11. El sindicato
autorizó a la empresa para
que ésta pudiera deducir
Num 9. La
empresa
mantendría el
Num 4. Para la
imposición de
sanciones
Num 5. En caso
de paro por
suspensión, la
275
hasta un día de salario a
todo trabajador que ropa
en forma unilateral o
ingustable el respectivo
contrato.
local destinado al
sindicato en
condiciones
óptimas para que
se pudiera reunir.
disciplinarias la
empresa
procederá con las
normas
establecidas en el
reglamento
interno y el
Código
Sustantivo del
Trabajo con aviso
a la Comisión de
Reclamos del
Sindicato.
empresa ocupará
no menos de 25
trabajadores
afiliados al
sindicato.
Remuneración a los
negociadores
Num 14. La
empresa
reconocerá a los
trabajadores que
integran la
comisión
negociadora del
pliego, los
salarios
correspondientes
a dos meses a
razón de $6,40
para cada uno y la
suma de $100 por
los honorarios
para el
conciliador.
Num 10. La
empresa pagaría a
los negociadores
del Pliego por
parte del
sindicato, sus
salarios
completos sin
descuento alguno.
Num 7. La
empresa pagará
los salarios de la
Comisión
Negociadora que
no se hubieran
cubierto durante
la etapa de
entendimiento
directo y de
conciliación.
No represalias Num 22. La Num 21. La
276
empresa no
ejercería
represalias contra
cualquiera de las
personas que
intervinieron en
el Pliego.
empresa no
tomaría
represalias
contra sus
trabajadores por
la presentación y
tramitación del
pliego de
peticiones que
dio origen a la
Convención
Colectiva.
277
ANEXO G. Cláusula de Reserva y Plazo Presuntivo de trabajo pactados en las
Convenciones Colectivas de algunas empresas afiladas a la Andi en 1959
Convención553
Artículos pactados en las Convenciones Colectivas de algunas empresas afiliadas a la Andi sobre
cláusula de reserva y plazo presuntivo 1959554
Productos de Caucho
Villegas S.A –Llantas
Seiberling (1959)
(Favorable a la empresa)
En el artículo 21 consagró la renuncia de la empresa a utilizar la cláusula de reserva y la expiración del
término presuntivo de los contratos para efectuar despidos.
Se mantuvo la constitución de un ―Comité de Reclamos‖ organismo obrero-patronal integrado por dos
representantes del Sindicato y de la Empresa para conocer y estudiar los despidos efectuados. En caso en
que la decisión de reintegrar un trabajador por ilegalidad del despido, fuera de común acuerdo, era
obligatoria.
En caso en que no hubiera acuerdo, el trabajador debía acudir a la vía ordinaria ante la jurisdicción del
trabajo para demandar a la empresa.
Empresa Colombiana de
Petróleos, Ecopetrol.
17 de febrero de 1959.
(Desfavorable a la
empresa).
En la cláusula 4 se hizo una declaración de principios en relación con la estabilidad del personal con el
compromiso de la empresa de no utilizar la cláusula de reserva para entorpecer el ejercicio de los derechos
de los trabajadores.
El artículo 14 establece el Comité de Reclamos compuesto por dos representantes de la empresa, dos
representantes del Sindicato y un representante del Ministerio de Trabajo. Tiene por función conocer los
reclamos individuales de los trabajadores sobre la finalización de sus contratos de trabajo, aplicación del
reglamento o Convención Colectiva. Los acuerdos del Comité bien fueran por unanimidad o por número de
votos (mayoría), eran obligatorios, si la decisión de despido del trabajador era ilegal, la empresa tenía la
obligación de reintegrarlo.
Frontino Gold Mines – En la cláusula tercera se garantizaba la estabilidad del personal. En la cláusula 38 se renunció al uso de la
553
La clasificación de la Convención como favorable o desfavorable a la empresa corresponde a valoración de la Andi en el Acta Junta Directiva 904. 554
Acta Junta Directiva Andi No. 904. Estudio de las diferentes convenciones colectivas firmadas recientemente en lo relativo a la estabilidad del personal.
Medellín, mayo 11 de 1959.
278
Segovia.555
Mayo de 1959.
(Favorable a la empresa)
cláusula de reserva mediante la misma fórmula adoptada en Ecopetrol.
En la cláusula 38 y siguientes se creó el Comité de Reclamos similar al establecido por Ecopetrol.
La diferencia sustancial de las fórmulas con Ecopetrol es que establecía la alternativa de la empresa de
indemnizar al trabajador o reintegrarlo. Además la empresa podía apelar a la sala laboral del Tribunal de
Medellín en el evento de que considerara se había tomado una decisión desfavorable.
Compañía Colombiana
de Tabaco –Coltabaco-.
Junio de 1959.
(Favorable a la empresa)
Estableció un procedimiento cuando la empresa fuera a dar por terminado unilateralmente el contrato de
trabajo en uso de la cláusula de reserva, notificando al respectivo trabajador.
Industrias Siderúrgicas
Apolo S.A
16 de agosto de 1959.
(Desfavorable a la
empresa)
En la cláusula 1 la empresa se comprometió a no hacer uso de la cláusula de reserva como sistema de
persecución sindical, política o religiosa ni con el fin de evitar el pago de prestaciones sociales.
Además estableció un procedimiento para los casos en que la Empresa hiciera uso de esta facultad que
serían verificados por un Comité de Despidos conformado por un representante de los trabajadores y un
representante de la empresa, en caso de desacuerdo se integraría un nuevo Comité por el presidente del
Sindicato, el presidente de la Compañía y un representante del Gobierno designado por el Ministerio de
Trabajo. Éste decidiría por mayoría el despido del trabajador con una indemnización correspondiente al
tiempo de vinculación a la empresa. Estas decisiones no tendrían más recursos.
Tejicóndor.556
(Agosto 21)
Firmó una convención prácticamente igual a la de Apolo.
Cementos del Valle557
. Acordó la abolición de la cláusula de reserva y la ampliación del plazo presuntivo por 6 meses más a partir
555
Telegrama interno Andi No. 121 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali, Copia convención colectiva de Segovia, al Dr Bustamante, directivo Andi.
Cali, mayo 8 de 1959. 556
Archivo Andi. Síntesis convenciones colectivas en lo relativo a la estabilidad del personal (marzo 1959-julio 1960). Medellín, julio de 1960.
279
(Diciembre, 1959)
del vencimiento de cada contrato para trabajadores con menos de dos años y por un año más para
trabajadores con más de dos años de servicios. Además pactó una indemnización de 120 días en el caso de
que la empresa despida acogiéndose al plazo presuntivo, cualquiera que sea el tiempo que falte para
terminarse dicho plazo.
557
Ibid.
280
ANEXO H. Normatividad sobre la declaración de ilegalidad de las suspensiones
colectivas de trabajo
Decreto 2164 de 1959 CÓDIGO SUSTANTIVO DE TRABAJO VIGENTE 1959
Artículo 450. Ilegalidad Suspensión Colectiva de
Trabajo
Artículo 451. Declaración de
Ilegalidad
Por el cual se reglamentan los artículos
450 y 451 del Código Sustantivo del
Trabajo.
ARTICULO 1o. Declarada la
ilegalidad de un paro, el Ministerio del
Trabajo intervendrá de inmediato con el
objeto de evitar que el patrono
correspondiente despida a aquellos
trabajadores que hasta ese momento
hayan hecho cesación pacífica del
trabajo pero determinada por las
circunstancias ajenas a su voluntad y
creadas por las condiciones mismas del
paro. Es entendido, sin embargo, que el
patrono quedará en libertad de despedir
a todos los trabajadores que, una vez
conocida la declaratoria de legalidad,
persistieren en el paro por cualquier
causa.
ARTICULO 2o. Este decreto regirá
1. La suspensión colectiva del trabajo es ilegal en
cualquiera de los siguientes casos:
a). Cuando se trate de un servicio público.
b). Cuando persiga fines distintos de los profesionales o
económicos.
c). Cuando no se hayan cumplido previamente los
procedimientos de arreglo directo y de conciliación
en forma legal.
d). Cuando haya sido declarada con violación de lo
dispuesto en el artículo 461.
e). Cuando se declare después de dos (2) meses de
terminada la etapa de conciliación.
f). Cuando no se limite a la suspensión pacífica del
trabajo, y
g). Cuando se promueva con el propósito de exigir a las
autoridades la ejecución de algún acto reservado a la
determinación de ellas.
2. Declarada la ilegalidad de una suspensión o paro del
trabajo, el patrono queda en libertad de despedir por tal
motivo a quienes hubieren intervenido o participado en
1. La ilegalidad de una
suspensión o paro colectivo del
trabajo será declarada
administrativamente por el
Ministerio del Trabajo. La
providencia respectiva deberá
cumplirse inmediatamente, y
contra ella sólo
procederán las acciones
pertinentes ante el Consejo de
Estado.
2. La reanudación de
actividades no será óbice para
que el Ministerio haga la
declaratoria de la ilegalidad
correspondiente.
3. En la calificación de
suspensiones colectivas de
trabajo por las causales c) y d)
del artículo anterior, no se
281
desde la fecha de su expedición.
Comuníquese y cúmplase.
Firmado por,
Presidente de la República.
ALBERTO LLERAS
El Ministerio de Trabajo,
Otto Morales Benítez
él, y respecto a los trabajadores amparados por el fuero,
el despido no requerirá calificación judicial. En la misma
providencia en que se decrete la ilegalidad se hará tal
declaración y se suspenderá por un término de dos (2) a
seis (6) meses la personería jurídica del sindicato que
haya promovido o apoyado la suspensión o paro del
trabajo, y aun podrá decretarse su disolución, a juicio de
la entidad o funcionarios que haga la calificación.
3. Las sanciones a que se refiere el inciso anterior no
excluyen la acción del patrono contra los responsables
para la indemnización de los perjuicios que se le hayan
causado.
toman en cuenta las
irregularidades adjetivas de
trámite en que se haya podido
incurrir.
282
ANEXO I. Normatividad que prorrogó el Estado de Sitio en el Valle 1949-1960
Norma Contenido Ley 2 del 6 de agosto de 1958
Por la cual se da provisionalmente fuerza de ley a ciertas
disposiciones y se crea una comisión interparlamentaria.
Publicada en el Diario oficial No. 29.754, 2 de septiembre de 1958.
ARTÍCULO 1o. Con el fin de que el Gobierno pueda declarar restablecido
el orden público, sin que esa medida ocasione trastornos de carácter
jurídico, tendrán fuerza legal hasta el 31 de diciembre de 1959, los decretos
dictados a partir del 9 de noviembre de 1949, para cuya expedición se haya
invocado el artículo 121 de la Constitución Nacional, y que no hayan sido
expresa o tácitamente derogados para la fecha de la sanción de la presente
Ley.
ARTÍCULO 2o. Créase una comisión paritaria de seis Senadores y seis
Representantes elegidos por las respectivas corporaciones, para que
proponga al Congreso la derogación, modificación o sustitución de los
Decretos a que se refiere el artículo anterior.
ARTÍCULO 3o. Esta Ley regirá desde su sanción. Ley 105 del 14 de diciembre de 1959
Por la cual se prorroga la vigencia de la Ley 2a. de 1958
Publicada en el Diario Oficial No. 30.128, 21 de diciembre de
1959.
ARTÍCULO 1o. Prorrógase la vigencia de la Ley 2a. de 1958 hasta el 31 de
diciembre de 1960.
ARTÍCULO 2o. Esta Ley rige desde su sanción.
283
ANEXO J. Organización Documentos Archivo Andi
Cuestiones Laborales (1958-1977)
El presente Anexo es un índice de los documentos encontrados en el Archivo de la Andi de
Medellín que contiene documentos privados y públicos de la organización sobre las
cuestiones laborales entre (1958-1977). La selección del periodo de los documentos
corresponde al periodo del Frente Nacional dado que uno de los objetivos del trabajo era
revisar cómo había sido la intervención de los empresarios en los conflictos laborales, y
cómo esto constituía un aporte fundamental para comprender la relación entre el
sindicalismo y la política en el periodo de estudio.
De esta manera, como se explicó en la elaboración del trabajo de grado, la pretensión era
acceder al Archivo de la Andi – sede Medellín- pero fue negado a pesar de la carta de
presentación por parte de la Universidad. Debido a ello, inicié la búsqueda en la Biblioteca
de la organización donde encontré información privada y pública sobre la intervención del
gremio en las cuestiones laborales, era fundamental iniciar una clasificación de los
documentos debido a la diversidad de temas abordados para la agremiación de industriales
más importante a nivel nacional.
La revisión del archivo y organización de los documentos duró un año aproximadamente
debido a la diversidad y la desorganización en que se encontraban. Este anexo pretende
darle un orden cronológico y temático a la identificación de la información. Cabe aclarar
que en este trabajo de grado únicamente se exploraron las fuentes relacionadas con el
conflicto de los ingenios azucareros y la cláusula de reserva (1959), pero este índice es más
amplio y presenta los documentos encontrados que no alcanzaron a ser explorados en
profundidad y pueden ser de utilidad para posteriores investigaciones de historia social,
económica o laboral.
Una vez aclarado esto, es importante distinguir dos grandes tipos de información
encontrada: de un lado, los documentos más relevantes, inéditos y de carácter privado
porque hacen alusión a comunicaciones internas del gremio estaban agrupados físicamente
en (5) carpetas sobre Cuestiones Laborales (1958-1961). De otro lado, se encontraron
documentos públicos de la Andi disponibles en la Biblioteca de la sede Medellín. Este
Anexo se divide en dos grandes partes debido a la naturaleza diferente de los documentos
284
que exigía organizarlos de manera flexible de tal manera que se pudiera presentar su
riqueza temática y cronológica, para hacer un aporte archivístico. (Gráfico 1).
Gráfico 1.
Así, la primera parte presenta un índice de la información encontrada en las (5) carpetas de
cuestiones laborales (1958-1961), uno por cada año, con excepción de (1959) donde se
encontraron dos carpetas del primer y segundo semestre. Estas carpetas contenían una serie
de documentos internos de la Andi sobre los problemas laborales de la época. Los
documentos se encontraban desordenados, por lo cual, fue preciso digitalizarlos, y proceder
a organizarlos por tema, fecha, destinatario, tipo de documento, autor. Este proceso se hizo
durante 2011-2012 y en el momento no existía registro en la base de datos sobre su conteni-
do, es más los documentos iban a ser quemados, según el testimonio confidencial de una de
las funcionarias de la Biblioteca.
De acuerdo con los tipos de documentos, encontramos en primer lugar, normas como
decretos, leyes, resoluciones, proyectos de ley y memorandos de análisis de los diversos
temas de la legislación laboral en curso. En segundo lugar, documentos internos de la Andi
principalmente telegramas privados entre los miembros de las juntas directivas o gerentes
de las seccionales de Medellín, Cali, Bogotá, Pereira, Manizales, Barranquilla, extractos de
conversaciones telefónicas entre ellos y miembros del Gobierno, cartas de los presidentes
de la Andi para industriales, gerentes, Ministerio de Trabajo y Gobierno. En estos
documentos también se encontraron algunas actas de la Junta Directiva Nacional de la
Andi, pronunciamientos, comunicados, boletines para sus asociados, boletines Asocaña,
circulares, declaraciones oficiales, memorandos, informes, estudios, conceptos y reportes
sobre los principales conflictos laborales de la época y las características del empleo en el
sector privado.
Archivo Andi
Archivo Privado Cuestiones
Laborales (1958-1961)
Archivo Público Publicaciones
oficiales (1962-1977)
285
En tercer lugar, se encontraron publicaciones de la Andi, el gobierno y otros acores
sociales en diarios como El Tiempo, El Espectador, El País, La República, El Heraldo, El
Siglo, El Catolicismo, El Correo y El Clarín. En cuarto lugar, encontramos documentos de
las organizaciones obreras presentes en las empresas afiliadas a la Andi, algunos sin fecha o
autor, entre los que se pueden identificar hay algunos de los diarios El Relator, La
Chatarra, Inquietud Obrera, Noticiero Obrero Latinoamericano, así como cartas y
pronunciamientos de la UTC y la CTC. Estos documentos son pocos, pero claves para
analizar los conflictos laborales que involucraron a la Andi. Además, encontramos algunas
copias de las convenciones colectivas de trabajo firmadas entre sindicatos y empresas.
(Gráfico 2)
Grafico 2. Tipo de documentos Archivo Andi Cuestiones Laborales (1958-1961)
En aras de presentar el contenido de cada una de las carpetas encontradas se organizó la
documentación por año y subtemas de la siguiente manera: en primer lugar, se presentan
los documentos sobre la cuestión social en los cuales se clasificaron: i) los
pronunciamientos de la Andi frente a los problemas sociales o análisis de la conflictividad
social, ii) la propaganda obrera encontrada y iii) los pronunciamientos del gremio contra el
comunismo. En segundo lugar, se presentan los documentos sobre los conflictos laborales
que involucraron a las empresas asociadas a la Andi, estos conflictos incluyen huelgas en
distintos sectores económicos como los ingenios azucareros, textiles, petróleo, bebidas,
tabaco, bancarios, talleres metalúrgicos, transportes, cementos y otros sectores de la
industria.
En tercer lugar, se presentan los documentos sobre el sindicalismo que contiene desde
normas sobre la organización, representación sindical, hasta pronunciamientos de las
centrales obreras relacionados con algunos temas de la época. En cuarto lugar, se organizan
los documentos sobre la legislación laboral donde se clasificaron los documentos sobre
reforma al Código Sustantivo de Trabajo, cláusula de reserva, salarios, jornada laboral,
vacaciones, días festivos, subsidios familiares, entre otras normas importantes en la
discusión laboral de la época. La organización por estos subtemas se ajusta a la
documentación encontrada por cada año y carpeta.
En la segunda parte de este anexo se presenta la organización de la documentación que se
encontró que obedece a documentos publicados por la Andi entre (1962-1977) es decir,
durante el periodo del Frente Nacional que eran importantes para hacer seguimiento a los
Normas laborales
Documentos Internos Andi
Publicaciones en diarios
Documentos Organizacion
es Obreras
286
pronunciamientos de la Andi sobre los conflictos laborales de la época. Cabe aclarar que
estos documentos no son de carácter privado sino público y están disponibles en la
biblioteca de la asociación de la sede Medellín y se seleccionaron en virtud del título al que
hacían referencia.
De esta manera, se incluyen documentos como: el Informe mensual de la Andi, el Boletín
de la Andi exclusivo para asociados, resoluciones y declaraciones de las asambleas de la
Andi, circulares entre asociados, cartas mensuales de la Andi para sus asociados,
memorandos de estudios sobre algunos asuntos, actas de las juntas directivas de la Andi y
la revista de la Andi en su publicación trimestral y bimestral. La organización del índice de
los asuntos más importantes está expuesta año a año principalmente contiene declaraciones
oficiales o discursos de los Presidentes del gremio sobre asuntos sociales, análisis sobre
normatividad laboral, estudios sobre empleo y salarios, tiempo de trabajo y descanso, entre
otros. A continuación se presentan las dos partes de este índice temático.
PRIMERA PARTE:
ÍNDICE TEMÁTICO CUESTIONES LABORALES –Archivo Privado Andi (1958-1961)
1. Cuestiones Laborales 1957-1958.
1.1 Cuestión social.
Comunicado de la Pastoral Colectiva del Episcopado Colombiano para la Cuaresma.
Publicado en el Tiempo y el Colombiano ―Justicia y Equidad, bases para la solución de los
problemas sociales.‖ (febrero 21 de 1958).
Carta de Jose Raimundo Sojo, gerente Andi Barranquilla. Estudio de la Junta Directiva
sobre violencia e inseguridad y propuestas, a Andi Medellín (Barranquilla, julio 18 de
1958).
Carta de Ramón Abel Castaño, jefe departamento de difusión Andi. Memorando
problemas de inseguridad social en Cali y Barranquilla, para Enrique Caballero Escovar,
gerente Andi Bogotá (Medellín, julio 21 de 1958).
Carta de Mario Velez Escobar, gerente Andi Manizales. Informe Comisión para tratar las
causas y posibles remedios a la violencia en el país, a Andi Medellín. (Manizales, julio 22
de 1958).
Discurso pronunciado por el presidente de la ANDI, Doctor Jorge Ortiz Rodríguez al
inaugurar la seccional de Bucaramanga. Bucaramanga, el 22 de Agosto de 1958.
XIV Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Manizales, Junio 13 de 1958.
287
1.2 Conflictos laborales y sindicatos
1.2.1 Huelga empresas fluviales.
Carta Andi a Raimundo Emiliani Román a propósito del Conflicto laboral de la Unión de
Trabajadores Fluviales, Marítimos y Portuarios (Utraflumar) (1957).
Memorando de la Andi frente al conflicto Utraflumar – empresas navieras. (Barranquilla,
28 de noviembre de 1957).
Carta de varias Empresas Navieras demandando asesoría jurídica de la Andi. (Barranquilla,
4 de marzo de 1958).
Telegrama interno Andi. Posición del gremio frente al conflicto Utraflumar – empresas
navieras (Medellín, marzo 4 de 1958).
1.2.2 Huelga Croydón.
Carta Jorge Ortíz Rodríguez, Presidente de la Andi sobre el conflicto laboral de Croydon a
Pioquinto Rengifo, Ministro de Gobierno y Raimundo Emiliani Roman, Ministro de
Trabajo. (Medellín, junio 18 de 1958).
Boletín Andi No. 1.333. Síntesis Decreto Ley 204 de 1958. Por medio del cual se modifica
el código laboral en lo relativo a huelgas (25 de junio de 1958) .
1.2.3 Huelga Bancarios.
Telegrama interno Andi No. 801 del Dr Caballero de alerta sobre el movimiento sindical
bancario a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, septiembre 16 de 1958).
1.2.4 Otras huelgas.
Carta de Fernando Abello Lobo, gerente encargado Andi a Jorge Ortíz Rodríguez,
Presidente de la Andi. ―Reporte de las huelgas en las principales industrias: Compañía
Colombiana de Electricidad; Tejidos Celta; Compañía Colombiana Industrial Marysol y
Textiles Jaar.‖ (Medellín, noviembre 24 de 1958).
1.2.5 Rechazo al boicoteo, paralización actividad económica.
Telegrama interno Andi No. 82. Petición de informes al Departamento Nacional del
Trabajo sobre el Boicoteo. (Medellín, febrero 19 de 1958).
Telegrama interno Andi No. 1004 del doctor Enrique Caballero Escovar, respuesta
Ministerio de Trabajo apoyo Andi a tesis sobre el Boicoteo, a Jorge Ortíz Rodríguez,
Presidente de la Andi (Medellín, febrero 19 de 1958).
Telegrama interno Andi No. 186. Proyecto de iniciativa que limite el boicoteo. (Medellín,
abril 10 de 1958).
Boletín Andi No. 1.397 ―Concepto sobre Boicoteo‖. (30 de Octubre de 1958).
288
Carta del Vicepresidente de la Andi. ―Pronunciamientos sobre el boicoteo‖ a Enrique
Caballero Escovar, gerente de la Andi. (Medellín, enero 27 de 1959).
1.3 Salarios.
Memorando Andi ―Personal ocupado por la industria y salarios del mismo‖. (1958)
Carta Dr José Tomás Moore a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi sobre aumento
de salarios en las empresas industriales. (junio 10 de 1958)
Artículo Ruttemberg, Harold J. ―Un programa de salarios que podría detener la inflación.‖
New York Herald Tribune transcrito Andi. (septiembre de 1958).
Telegrama interno No. 171. Dr Caballero sobre reunión para discusión salarios a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, marzo 10 de 1958).
1.4 Legislación laboral.
1.4.1 Decreto Ley 18 de 1958.
Telegrama interno Andi No. 61 de Jorge Ortíz Rodríguez, Presidente de la Andi rechazo al
Decreto Ley 18 de 1958, sobre beneficios de las convenciones colectivas para los afilados a
los sindicatos, para Antonio Oviedo (Medellín, 7 de febrero de 1958).
Telegrama interno Andi No. 65 de Jorge Ortíz Rodríguez, Presidente de la Andi rechazo al
Decreto Ley 18 de 1958 a don Antonio Oviedo (Medellín, 8 de febrero de 1958).
Telegrama interno Andi No. 91 de Caballero, Directivo de la Andi rechazo al Decreto Ley
18 de 1958 al doctor Tobón (Medellín, 12 de febrero de 1958).
Boletín de la Andi 1289 del 13 de Febrero de 1958, síntesis proyecto de Ley.
Comentarios de la UTRAN al Decreto 18 de 1958 (s.f).
Carta Jorge Ortíz Rodríguez, Presidente de la Andi rechazo al Decreto Ley 18 de 1958 al
doctor Raimundo Emiliani, Ministro de Trabajo (Medellín, 13 de febrero de 1958).
Carta Jorge Ortíz Rodríguez, Presidente de la Andi rechazo al Decreto Ley 18 de 1958 al
Mayor General Gabriel París, Presidente de la Junta Militar de Gobierno(Medellín, 13 de
febrero de 1958).
Telegrama interno No. 17 de Velasco de Transcripción de un Concepto Jurídico del
Decreto Ley No. 18 de 1958 a Jorge Ortíz Rodríguez, Presidente de la Andi. (Cali, Febrero
14 de 1958).
Telegrama interno Andi No. 99 de Caballero, dirigente de la Andi, resume los puntos para
rechazar el Decreto Ley 18 de 1958, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi
(Bogotá, 12 de febrero de 1958).
Carta Jorge Ortíz Rodríguez, Presidente de la Andi rechazo al Decreto Ley 18 de 1958 al
doctor Raimundo Emiliani, Ministro de Trabajo (Medellín, 17 de febrero de 1958).
289
Telegrama interno Andi No. 110 para el doctor Tobón, desacuerdo con la Junta Militar por
Decreto 18 de 1959. (Bogotá, 19 de febrero de 1958).
Acta No. 710 de la Junta Directiva Nacional Andi, Sobre la inconveniencia del Decreto
sindical No. 18 de 1958, [Medellín - sesión 20 de febrero de 1958] Asociación Nacional de
Industriales. Archivo ANDI.
Acta No. 874 de la Junta Directiva Nacional Andi , Sobre la inconveniencia del Decreto
sindical No. 18 de 1958, [Medellín - sesión 21 de febrero de 1958] Asociación Nacional de
Industriales. Archivo ANDI.
Memorandos Andi Decreto Ley 18 de Febrero de 1958. Medellín. (Febrero 26 de 1958).
Carta Jorge Ortíz Rodríguez, Presidente de la Andi rechazo al Decreto Ley 18 de 1958 al
doctor Enrique Caballero Escovar, Gerente de la Andi (Medellín, 17 mayo de 1958).
Telegrama No. 274 del Dr Vásquez, directivo de la Andi, resumen memorando sobre
Decreto 18 al Dr Caballero, dirigente de la Andi. (Medellín, 19 de mayo de 1958).
Telegrama No. 276 de Jorge Ortíz Rodríguez, Presidente de la Andi rechazo al Decreto Ley
18 de 1958 al Mayor General Gabriel Paris, Presidente de la Junta Militar de Gobierno.
(mayo 21 de 1958).
Carta Jorge Ortíz Rodríguez, Presidente de la Andi rechazo al Decreto Ley 18 de 1958 al
doctor Raimundo Emiliani, Ministro de Trabajo (Medellín, 20 mayo de 1958).
Confirmación Telefónica mensaje del presidente de la Andi, Doctor Jorge Ortíz Rodríguez
estudio pronunciamientos Andi Decreto 18 de 1958 al brigadier general Juan B. Córdoba,
secretario Junta Militar . (Medellín, 20 de mayo de 1958).
Telegrama No. 794 del Dr Caballero, directivo Andi, preparación demanda Decreto 18 de
1958 a Jorge Ortíz Rodríguez, Presidente de la Andi. (Bogotá, 16 de septiembre de 1958).
Carta Vicepresidente Andi contratación abogado Gerardo Arias, al doctor Enrique
Caballero Escovar, Gerente de la Andi (Medellín, 17 de noviembre de 1958).
Demanda interpuesta por el abogado Gerardo Arias Mejía de la Andi en Bogotá. (24 de
noviembre de 1958).
Oficio No. 8470 de Carmen Rosa Alvarado de Villatorios, jefe de sección consultas del
Ministerio de Trabajo, a Daniel Rivera, presidente encargado Sindicato de Trabajadores del
Ingenio Bengala. Sobre aplicación del Decreto 18 de 1959. (Bogotá, 22 de abril de 1960).
Memorando de Jaime Jiménez Ramírez, departamento jurídico Andi. ―Síntesis de la
argumentación de la Corte Suprema de Justicia para la resolver la exequibilidad del artículo
2 del Decreto 18 de 1958‖. (Medellín, diciembre 9 de 1960).
Oficio No. 9573 Respuesta de Rafael Suárez Poveda, jefe de la oficina jurídica del
Ministerio del Trabajo al Dr Camilo Cabal, gerente del Ingenio Providencia. Sobre
aplicación del Decreto 18 de 1958. (Bogotá, 22 de julio de 1961).
290
Carta de Gerardo Velasco Cabal, gerente oficina Cali. Interpretación Ministerio del Trabajo
al Decreto 18 de 1958, a Ignacio Reyes Posada, subgerente jurídico Andi. (Cali, septiembre
8 de 1961).
Carta de Gerardo Velasco Cabal, gerente oficina Cali. Definición oficial y definitiva sobre
del Ministerio del Trabajo sobre la interpretación y aplicación del artículo 2 del Decreto 18
de 1958, a Fernando Uribe Restrepo, departamento asuntos sociales Andi. (Cali, agosto 11
de 1961).
Resoluciones de la Conferencia de Directores Previa a la XVIII Asamblea General
Ordinaria de la Andi ―Aplicación Decreto 18 de 1958‖ (Medellín, 1961).
1.4.2 Resolución 180 de 1958 del Ministerio de Trabajo.
Telegrama interno Andi No. 963 del Dr Caballero sobre la necesidad de reformar la
Resolución 180 de 1958 de fuero sindical a los directivos de Andi Medellín. (Bogotá,
octubre 18 de 1958).
Boletín Andi No. 1.391. ―Resolución 180 de 1958 sobre fuero sindical‖. (21 de octubre de
1958).
Telegrama interno Andi No. 265 de Ignacio Reyes Posada, subgerente Andi oficina Bogotá.
Sobre temporalidad fuero sindical, a José R. Vásquez, jefe departamento legal Andi.
(Bogotá, abril 6 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 265 de José R. Vásquez, jefe departamento legal Andi.
Claridad sobre temporalidad fuero sindical, a Enrique Caballero Escovar (Medellín, abril 6
de 1959).
1.4.3 Trabajo Nocturno.
Carta del Dr José R. Vasquez, jefe del departamento legal Andi sobre remuneración del
trabajo nocturno a Jorge Botero Ospina, gerente de Cervecería Unión S.A. (julio 7 de
1958).
1.4.4 Subsidio familiar.
Telegramas internos Andi No. 569; 759 del Dr Oviedo Andi sobre la evolución de los
trabajadores beneficiados por la caja de subsidio familiar para demostrar mejoramiento de
salarios a UTC (septiembre 8 y 9 de 1958).
1.4.5 Cláusula de Reserva.
Telegrama interno Andi No. 233 petición al Dr Antonio Oviedo de información sobre
empresas que en sus pactos colectivos renunciaran al derecho de despedir con preaviso a
los trabajadores. (Medellín, abril 22 de 1958).
291
2 Cuestiones Laborales 1959 (1 semestre).
2.1 Cuestión social.
2.1.2 Pronunciamientos Andi.
Pronunciamiento Andi sobre Cambio en el Costo de la Vida.
Declaración Pública Andi sobre la cuestión social al Presidente de la República (Mayo,
1959).
Telegrama interno Andi No. 218 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Postura de la Andi frente al costo de vida y alza de salarios, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi (Bogotá, marzo 11 de 1959).
El Tiempo (Junio 19 de 1959). ―Hacia soluciones legales.‖
El Tiempo (Junio 29 de 1959). ―Los verdaderos desamparados.‖
El Espectador (Junio 23 de 1959). ―El Examen en Barranquilla. Asamblea Andi 1959‖
El Espectador (Junio 22 de 1959). ―Bajo el signo de $.‖
2.1.2 Propaganda obrera.
Hoja de Volante. ―Junio 6 la Gran Marcha del Hambre‖ (MOEC) (Mayo de 1959)
―Análisis de coyuntura maoísta‖ (s.f) (s.a)
El Relator. ―La Unidad Infrangible de América‖ (Cali, junio 3 de 1959).
Boletín Andi No. 1.537. ―Cursos sobre sindicalismo inicia la Universidad Nacional.‖ (17 de
noviembre de 1959).
Justificación movimiento. (s.f) (s.a)
Noticiero Obrero Latinoamericano No.1 ―Saludo a los trabajadores de América por parte
de la Confederación Latinoamericana de Sindicalistas Cristianos –CLASC-.‖ (Santiago de
Chile, septiembre de 1959).
Noticiero Obrero Latinoamericano No.2 ―En Quito se desarrolló el mejor curso de
educación obrera del continente por parte de la Confederación Latinoamericana de
Sindicalistas Cristianos –CLASC-.‖ (Santiago de Chile, octubre de 1959).
2.2 Conflictos Laborales.
2.2.1 Huelga textiles.
Carta de José Vásquez, jefe del departamento legal Andi al Jefe del Departamento Nacional
del trabajo, sobre la situación de bloqueo en las huelgas de las empresas textiles. (Medellín,
Febrero 10 de 1959).
292
Carta de Diego Tobón Arbelaez, vicepresidente de la Andi a Rodrigo Llorente, asesor
jurídico y económico Andi. Petición ilicitud del bloqueo dentro de las huelgas, aviso
comunicación al Ministerio de Trabajo Huelgas Talleres Centrales, Textiles el Cedro y
Erecos. (Medellín, Febrero 12 de 1959).
Telegrama interno Andi de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi a Gerardo
Velasco, gerente Andi oficina Cali. Estudio de pliego de peticiones textiles, (Medellín,
mayo 21 de 1959).
Telegrama interno Andi a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Sobre la situación
social en Antioquia. (Cali, Junio 9 de 1959).
2.2.2 Conflicto laboral Ecopetrol.
Telegrama interno Andi No. 334 de Ignacio Reyes Posada, subgerente jurídico Andi.
Transcripción cláusulas pertinentes comité de reclamos convención Ecopetrol a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, abril 29 de 1959).
Telegrama interno Andi No.329 de Ignacio Reyes Posada, subgerente jurídico Andi.
Transcripción cláusulas de reserva en convención Ecopetrol a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. (Bogotá, abril 29 de 1959).
Telegrama interno Andi No.337 de Ignacio Reyes Posada, subgerente jurídico Andi.
Concepto sobre fórmula de estabilidad del personal aprobada en convención Ecopetrol, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, abril 29 de 1959).
2.2.3. Conflicto ingenios azucareros.
Telegrama interno Andi No. 71 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, Problema
generado por la Convención Colectiva del Ingenio Mayagüez, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. (Cali, marzo 17 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 70 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, Informe
pliegos de peticiones que piden eliminación cláusula de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. (Cali, marzo 17 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 74 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Cláusula de
reserva y agitación social en la industria vallecaucana, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente
de la Andi (Cali, marzo 18 de 1959).
Boletín No. 4 Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. ―Convención
Laboral Ingenio Mayagüez‖.(Cali, marzo 23 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 76 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, sobre
pliegos de petición que exigen la eliminación de la cláusula de reserva, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, marzo 23 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 144 a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Informe
reunión con los gerentes de los principales ingenios azucareros sobre eliminación cláusula
de reserva. (Cali, marzo 23 de 1959).
293
Telegrama interno Andi de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Posición frente a
la propuesta de eliminación de la Cláusula de Reserva. (Cali, marzo 23 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 76 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, resumen
acciones de la Andi frente al problema laboral de la industria azucarera en el Valle, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, marzo 24 de 1959).
Boletín No. 5 Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. ―Convención
Laboral del Ingenio Central Tolima, Pajonales‖.(Cali, marzo 26 de 1959).
Boletín No. 6 Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. ―Resumen
Conferencia sobre asuntos Laborales: cláusula de reserva y pliegos de peticiones ingenios
azucareros‖ (Abril 1 de 1959).
Boletín No. 7 Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. ―Convención
Laboral del Ingenio Pichichi‖ (Abril 5 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 202 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Posición
oficial de la Andi frente al problema laboral de la industria azucarera en el Valle, a Enrique
Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá (Medellín, abril 28 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 318 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Alcances conflictos de la Manuelita, Croydon y la Garantía, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, abril 28 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 112 del Dr Jaramillo, directivo Andi. Reporte reunión de la
Junta Directiva de Manuelita, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. (Cali, abril 29
de 1959).
Telegrama interno Andi No. 112 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Reunión
presidente Andi con el Ministro de Trabajo, al Dr Jaramillo, directivo Andi. (Medellín,
abril 29 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 59 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Conflictos
sociales Mayo. (Medellín, mayo 11 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 357 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Acuerdo
Junta Directiva Seccional Cali frente al conflicto laboral de los ingenios azucareros, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, mayo 12 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 136 de Andi Cali, para Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. Discusión de problema laboral La Garantía y pliegos de peticiones ingenios
azucareros. (Cali, Mayo 12 de 1959).
Telegrama interno Andi Cali. Informe fórmula ofrecida por La Manuelita de Cláusula de
Reserva, a Andi Medellín. (Cali, mayo 21 de 1959).
Boletín No. 12. Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. ―Convención
Laboral del Ingenio El Papayal‖ (Mayo 22 de 1959).
294
Telegrama interno Andi No. 165 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Informe
reunión directivos empresa La Garantía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
(Cali, mayo 25 de 1959).
Boletín No. 13. Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. ―Convención
Laboral del Ingenio El Arado‖ (Mayo 25 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 167 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Resumen
cláusulas suscritas por el Ingenio El Arado, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
(Cali, mayo 26 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 418 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Postura Manuelita y La Garantía sobre cláusula de reserva, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, mayo 27 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 175 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Rechazo
del Sindicato de Manuelita y Garantía al tribunal de arbitramento, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. (Cali, mayo 29 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 81 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Resumen
entrevista con el Gobierno y representación de Víctor Silva de la CTC en el conflicto del
Valle, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. (Medellín, junio 8 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 457 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Desacuerdo entre la Andi el Ministro de Trabajo Morales Benítez sobre fórmula
para enfrentar los conflictos laborales del Valle, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. (Bogotá, junio 8 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 455 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Petición información postura frente al conflicto por parte de Víctor Silva de la
CTC, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, junio 8 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 303 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Puntos
centrales frente Gravedad problema ingenios azucareros, a. Enrique Caballero Escovar,
gerente Andi oficina Bogotá. (Medellín, junio 8 de 1959).
Telegrama interno Andi de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá.
Precaución frente a Paro de Solidaridad decretado por la UTC y CTC, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, junio 8 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 192 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Acuerdo
sobre apoyo a las empresas en conflicto y gravedad de la situación de los Ingenios, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, junio 9 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 316 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi..
Precaución presencia Andi en las discusiones obrero-patronales del Valle, a Enrique
Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá (Medellín, junio 10 de 1959).
295
Telegrama interno Andi No. 198 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Acuerdo
entre delegado Ministerio del Trabajo y CTC para el conflicto de los ingenios azucareros, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, junio 10 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 196 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Informe
reunión empresarios Gobernación sobre conflicto ingenios azucareros, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, junio 10 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 469 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Negociaciones con la prensa publicaciones del conflicto laboral ingenios
azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, junio 10 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 88 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
conversación con Ernesto Sanclemente, dueño Ingenios azucareros, a Gerardo Velasco,
gerente oficina Andi Cali. (Medellín, junio 10 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 88 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
situación de los Ingenios Azucareros, a Andi Manizales (Medellín, junio 10 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 316 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi..
Precaución presencia Andi en las discusiones obrero-patronales del Valle, a Enrique
Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá (Medellín, junio 11 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 471 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá e Ignacio Reyes Posada, subgerente. Consideraciones conflicto laboral de los
ingenios azucareros como asunto de orden público, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de
la Andi. (Bogotá, 11 de junio de 1959).
Telegrama interno Andi No. 473 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Publicación prensa postura Andi frente al conflicto laboral del Valle, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, 11 de junio de 1959).
Telegrama interno Andi No. 316 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
negación intervención Andi en las discusiones obrero –patronales, a Enrique Caballero
Escovar, gerente Andi oficina Bogotá. (Bogotá, 11 de junio de 1959).
Telegrama interno Andi No. 474 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Contactos con la prensa (Bogotá, 11 de junio de 1959).
Telegrama interno Andi No. 204 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Acuerdo
entre delegado Ministerio del Trabajo y CTC para el conflicto de los ingenios azucareros, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, junio 11 de 1959).
El Tiempo (Junio 11 de 1959).‖Industriales del Valle ratifican apoyo irrestricto al
Gobierno.‖
El Espectador (Junio 11 de 1959).‖Industriales del Valle ofrecen su respaldo al Gobierno de
Lleras‖
296
Telegrama interno Andi No. 207 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Reunión
de directivos y empresas La Garantía y Manuelita, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. (Cali, junio 12 de 1959).
El Espectador. (Junio 12 de 1959). ―Centrales obreras hablan sobre la situación laboral.
―Los patronos, responsables de la situación social del país.‖ Declara la CTC.‖
El País. (Junio 13 de 1959). ―La industria del Valle preconiza la política de mejores
salarios.‖
Telegrama interno Andi No. 211 de Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi Cali. Anuncio
Paro por Fedetrav a propósito conflictos laborales de los ingenios Garantía y manuelita, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, Junio 13 de 1959).
Telegrama interno Andi No.213 de Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi Cali.
Conversación telefónica detalles para resolver conflicto de la Garantía y declaraciones
Fedetav, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, Junio 15 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 214 de Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi Cali. Reunión de
industriales para supervivencia de cláusula de reserva y término presuntivo de trabajo, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Medellín, junio 16 de 1959)
Telegrama interno Andi No. 332 de Diego Tobón Arbeláez, vicepresidente Andi.
Conversaciones en la Manuelita, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Medellín,
junio 17 de 1959)
Telegrama interno Andi No. 219 para Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Términos convención colectiva de la Manuelita. (Cali, junio 17 de 1959)
Telegrama interno Andi No. 331 de Diego Tobón Arbeláez, vicepresidente Andi. Invitación
Otto Morales Benítez a la Asamblea de la Andi, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. (Medellín, junio 17 de 1959)
Telegrama interno Andi No. 331 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Solicitud
información huelga Apolo, convención colectiva la Manuelita e inicio de conversaciones la
Garantía, a Diego Tobón Arbeláez, vicepresidente Andi. (Medellín, junio 17 de 1959)
Telegrama interno Andi No.238 de Diego Tobón Arbeláez, Vicepresidente de la Andi.
Desacuerdo posición del Presidente Lleras, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
(Medellín, junio 18 de 1959).
Telegrama interno Andi No.224 de Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi Cali.
Conversaciones conflicto La Garantía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
(Cali, junio 18 de 1959).
Telegrama interno Andi No.229 de Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi Cali. Discusión
régimen contractual la Garantía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, junio
19 de 1959).
297
Telegrama interno Andi No.232 de Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi Cali.
Información firma convención colectiva de la Garantía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente
de la Andi. (Cali, junio 20 de 1959).
Telegrama interno Andi no. 509 del Dr Arenas, Andi Cali. Silencio sobre pronunciamientos
Presidente Lleras, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, junio 20 de 1959).
La República (21 de Junio de 1959). ―La situación social del Valle.‖
Telegrama interno Andi No. 102 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Cláusula
de Reserva en acuerdos la Manuelita y Garantía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. (Medellín, junio 22 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 510 del Dr Arenas. Comentarios editoriales prensa capitalina
sobre las declaraciones del Ministerio de Trabajo en Cali, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. (Bogotá, junio 22 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 513 del Dr Arenas. Postura Andi frente a la política social, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, junio 22 de 1959).
Telegrama interno Andi No.241 del Dr Jaramillo, Andi Cali. Pago de salarios durante el
conflicto laboral de la Garantía, a Diego Tobón Arbeláez, vicepresidente de la Andi. (Cali,
junio 25 de 1959).
Telegrama interno Andi No.242 para Diego Tobón Arbeláez, vicepresidente de la Andi.
Política salarial de la Garantía durante la Huelga. (Cali, junio 26 de 1959).
Reunión de expertos en educación sobre relaciones de trabajo. Organización de los Estados
Americanos, Secretaría General Unión Panamericana. Washington, 6 de diciembre 1959.
2.2.4 Cláusula de Reserva.
Circular 929. ―Encuesta a asociados sobre movimiento de personal entre 1957-1958 por
ciudad.‖ (18 de abril de 1959)
El Tiempo. ―El Gobierno contra la aplicación excesiva de la cláusula de reserva.‖ (arzo 13
de 1959).
Telegrama interno Andi No. 26 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, abusos
aplicación cláusula de reserva, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. (Medellín,
marzo 17 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 27 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali.
Perturbaciones abuso aplicación cláusula de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de
la Andi (Cali, marzo 18 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 74 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Cláusula de
reserva y agitación social en la industria vallecaucana, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente
de la Andi (Cali, marzo 18 de 1959).
298
Carta de Jaime Lozano Henao, director de la Asociación Nacional de Cultivadores de Caña
de Azúcar, sobre la discusión de las convenciones laborales, número de obreros y uso de la
cláusula de reserva en los ingenios del Valle, a Otto Morales Benítez, Ministro de Trabajo.
(Cali, abril 15 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 54 del Dr Bustamante, directivo Andi a Medellín. Alarma
pliegos de petición del Valle de eliminación de cláusula de reserva y plazo presuntivo
contratos de trabajo. (Medellín, mayo 4 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 120 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Informe
reunión de Junta Directiva, petición intervención directa en el conflicto laboral del Valle y
reforma cláusula de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi (Cali, mayo 5
de 1959).
Carta de Jaime Lozano Henao, director de la Asociación Nacional de Cultivadores de Caña
de Azúcar, del análisis de los pliegos laborales que se discuten en el Valle del Cauca, a
Absalón Fernández de Soto, Gobernador del Departamento (Cali, mayo 6 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 241 del Dr, Reyes, Andi Bucaramanga, Posición de la Andi
ante conflictos sociales y cláusula de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi (Bucaramanga, Mayo 8 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 349 de Andi Bogotá, motivo de la discordia sobre cláusula de
reserva y contrato presuntivo de trabajo, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi
(Bogotá, mayo 8 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 222 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, solución
debate cláusula de reserva en la Andi, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali.
(Medellín, mayo 8 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 121 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali, petición
texto exacto convención colectiva de Segovia, al Dr Bustamante, directivo Andi (Cali,
mayo 8 de 1959).
Telegrama interno Andi de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, preparación
declaración doctrinaria cláusula de reserva, al Dr Reyes, Andi Bucaramanga. (Medellín,
mayo 10 de 1959).
Acta Junta Directiva Andi No. 904 ―Estudio de las diferentes convenciones colectivas
firmadas recientemente en lo relativo a la estabilidad del personal. (Problema de la Cláusula
de Reserva).‖ (Medellín, mayo 11 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 140 de Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi oficina Cali.
Posición de la Andi frente a la supresión de las cláusulas de reserva en discusión, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, mayo 13 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 368 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Solicitud declaración pública Andi sobre cláusula de reserva, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, mayo 13 de 1959).
299
Telegrama interno Andi No. 369 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá . Inconveniencia declaración pública Andi sobre cláusula de reserva, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, mayo 13 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 65 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, Soluciones
a los conflictos laborales que comprometen la libre empresa, a Gerardo Velasco, gerente
oficina Andi Cali. (Medellín, mayo 13 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 64 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, postura
Andi frente a los conflictos laborales, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali.
(Medellín, mayo 13 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 362 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Recomendaciones postura Andi frente a los conflictos laborales, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, mayo 13 de 1959).
Boletín Andi No. 1009. ―Declaración oficial sobre cláusula de reserva‖. (Mayo 14 de
1959).
Carta de Ignacio Reyes Posada, subgerente jurídico Andi a Jose Roberto Vásquez, asesor
jurídico de la Andi. Reglamentación sobre despidos. (Mayo 20 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 472 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Petición publicación muestreo aplicación cláusula de reserva y despidos, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi (Bogotá, junio 11 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 490 de Ignacio Reyes Posada, subgerente Andi, Bogotá.
Cláusula de Reserva y aumento de personal en las empresas afiliadas a la Andi, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, junio 16 de 1959).
El Correo. (Junio 18 de 1959). ―El Presidente Lleras habla sobre la Cláusula de Reserva‖
El Tiempo. (Junio 18 de 1959). ―Sobre la cláusula de reserva habla el Presidente Lleras‖.
El Tiempo (Junio 20 de 1959). ―Cláusula de Reserva y Plazo Presuntivo de la Convención
Colectiva de la Garantía S.A y su sindicato.‖
Telegrama interno Andi No. 345 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Decisión
sobre declaración pública Andi de los conflictos laborales, a Enrique Caballero Escovar,
gerente oficina Andi Bogotá. (Medellín, junio 22 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 24 para Enrique Caballero Escovar, gerente oficina Andi
Bogotá. Reporte deliberación sobre la cuestión social. (Medellín, junio 24 de 1959).
El Tiempo (Junio 28 de 1959). Editorial de Calibán. ―La danza de las horas‖.
El Clarín. ―Breve concepto de la Cláusula de Reserva‖ (Medellín julio 21 de 1959).
300
2.2.5 Conflicto bebidas Pepsicola.
Carta de José Raimundo Sojo, gerente Andi Barranquilla a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. Presentación términos convención colectiva de trabajo firmada entre
la empresa Pepsi Cola y sus trabajadores. (Barranquilla, mayo 18 de 1959).
El Heraldo (mayo 18 de 1959). ―Suprimida la cláusula de reserva en la Pepsi-Cola.‖
Telegrama interno Andi No. 26 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, petición
texto exacto de cláusula de reserva y término presuntivo de contrato de trabajo en
convención colectiva Pepsi Cola, a José Raimundo Sojo, gerente Andi Barranquilla.
(Medellín, mayo 19 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 17 de José Raimundo Sojo, gerente Andi Barranquilla a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Desmiente noticia del Heraldo, envía copia del
texto de la convención colectiva de trabajo firmada entre la empresa Pepsi Cola y sus
trabajadores referido a la cláusula de reserva y plazo presuntivo contrato trabajo.
(Barranquilla, mayo 21 de 1959)
Telegrama interno Andi No. 533 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi Bogotá,
reporte almuerzo con presidente Lleras en el Jockey Club discusión cláusula de reserva, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, junio 26 de 1959).
2.2.6 Conflicto Coltabaco.
Comunicado Organizaciones Sindicales de Santander sobre el problema de la Compañía
Colombiana de Tabaco para solucionar el Pliego de Peticiones de sus Trabajadores. (Mayo
de 1959).
Copia de la Cláusula de Reserva y Plazo Presuntivo de Trabajo concretados en la Compañía
Colombiana de Tabaco. (pág 4, 1959).
Telegrama interno Andi No. 92.de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi,
condiciones de la cláusula de reserva y contrato presuntivo de trabajo en el acuerdo de
Coltabaco, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. (Medellín, junio 11 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 317 para Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi,
notificación acuerdo laboral preliminar en Coltabaco. (Bogotá, junio 11 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 209 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Incidente
de la publicación en ―El País‖ de la fórmula sobre cláusula de reserva de Coltabaco, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi (Cali, junio 12 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 321 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi,
Problemas de la publicación en el diario el País de la Convención Colectiva de Coltabaco, a
Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá. (Medellín, 12 de junio de 1959).
Telegrama interno Andi No. 95 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Preocupación publicación arreglo Coltabaco sin acuerdo con los obreros, a Gerardo
Velasco, gerente oficina Andi Cali. (Medellín, 12 de junio de 1959).
301
Telegrama interno Andi No. 94 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Inconveniencia de la publicación en el País arreglo Coltabaco, a Gerardo Velasco, gerente
oficina Andi Cali. (Medellín, 12 de junio de 1959).
Telegrama interno Andi No. 207 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Fórmula
de Coltabaco no es aceptada por trabajadores de los ingenios azucareros, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi (Cali, junio 12 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 317 para Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, Firma
definitiva acuerdo laboral en Coltabaco, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali.
(Medellín, junio 13 de 1959).
2.2.7 Conflicto bancario.
Telegrama interno Andi No. 168 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Anuncio
preliminar huelga por UNEB, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi (Cali, mayo
26 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 450 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Información manifestación de empleados bancarios, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi (Bogotá, junio 8 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 188 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Desarrollo
del Paro Bancario, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi (Cali, junio 8 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 307 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, Reunión
con el Presidente de la República a propósito del Paro Bancario, a Enrique Caballero
Escovar, gerente Andi oficina Bogotá (Medellín, junio 9 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 461 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Declaración ilicitud huelga bancaria, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi (Bogotá, junio 9 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 475 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Abuso de cláusula de reserva y medidas gerentes ante la huelga bancaria (Bogotá,
junio 12 de 1959).
Boletín Andi No. 1.484 (10 de junio de 1959). Decreto 1593 de 1959 y documentos
conexos. Declaración de la actividad bancaria como servicio público. ―Carta Solicitud del
Presidente Alberto Lleras al Ministro de Trabajo.‖ (Bogotá, 6 de junio de 1959); ―Circular
del Ministro de Gobierno a los Gobernadores e Intendentes‖. (Bogotá, 6 de junio de 1959);
―Alocución del Sr Presidente de la República a los empleados bancarios‖ (Bogotá, 8 de
junio de 1959).
Telegrama interno Andi No. 508 de Enrique Caballero Escovar, gerente oficina Andi
Bogotá. Reporte audiencia banqueros y representantes sindicales del Valle, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, junio 19 de 1959).
302
2.2.8 Conflicto Croydón.
Telegrama interno Andi de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Aplicación
cláusula de reserva en Croydón y terminación contrato de trabajo, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi (Cali, junio 18 de 1959).
2.3 Salarios.
Carta de Mario Vélez Escobar, gerente Andi Manizales. Aumento de salarios empresas
afiliadas entre mayo de 1957-mayo de 1959, para Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. (Manizales, junio 10 de 1959).
Documento Ideas económicas mínimas. Secretaría Departamental de Antioquia y
Departamento de Difusión Andi. Medellín, 1959.
3. Cuestiones Laborales 1959 (2 semestre).
3.1 Cuestión social.
3.1.1 Pronunciamientos Andi.
Carta de Francisco Luis Bustamante, secretario general Andi. Declaraciones y resoluciones
sociales y laborales Asamblea General Ordinaria Andi XVI, a Otto Morales Benítez,
Ministro de Trabajo. (Medellín, 6 de agosto de 1959).
XVI Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Informe del presidente Jorge
Ortíz Rodríguez. Barranquilla, 10 de julio de 1959.
3.1.2 Anticomunismo.
El Tiempo (Julio 10 de 1959). ―Plataforma social acordó el conservatismo.‖
Telegrama interno Andi No. 488 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Sobre
estrategia de la Andi con los partidos políticos. (Medellín, agosto 5 de 1959).
El Espectador. (agosto 29 de 1959). ―La trascendental mesa redonda de anoche, sobre
economía.‖
Telegrama interno Andi No. 803 del Dr Caballero a Jorge Ortíz, presidente de la Andi y a
Tobón. Sobre el liberalismo como muro de contención contra el comunismo. (Bogotá,
agosto 29 de 1959).
3.2 Conflictos Laborales.
3.2.1 Huelgas Talleres Apolo y Textiles.
Telegrama interno Andi No. 419 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Sobre
paralelismo sindical empresas de textiles, a Ignacio Reyes Posada, subgerente oficina Andi
Bogotá. (Medellín, julio 16 de 1959).
303
Telegrama interno Andi No. 593 de Ignacio Reyes Posada, subgerente oficina Andi Bogotá.
Problema del paralelismo sindical, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi
(Medellín, julio 16 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 443 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre los
tribunales de arbitramento de Tejicóndor y Apolo, a Enrique Caballero Escovar, gerente de
la Andi. (Medellín, julio 23 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 455 del Dr Tobón sobre acuerdos en Tejicóndor a Enrique
Caballero Escovar, gerente Andi. (Medellín, julio 28 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 455 del Dr Tobón, directivo Andi, sobre información para
publicar en el Espectador del conflicto Tejicóndor, a Enrique Caballero Escovar, gerente de
la Andi oficina Bogotá. (Medellín, julio 28 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 116 sobre conflicto de Tejicóndor e infiltraciones políticas, al
Dr Velasco, Andi. (Medellín, agosto 3 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 116 para Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, sobre
tribunal de conciliación del conflicto de Tejicóndor, conflicto entre CTC y sindicato
empresa. (Medellín, agosto 3 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 700 de Enrique Caballero Escovar, gerente de la Andi sobre
huelgas de Tejicóndor y Apolo, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá,
agosto 10 de 1959).
Convención Colectiva de Trabajo suscrita entre Industrias Metalúrgicas Apolo S.A y el
Sindicato de Trabajadores del Taller Industrial Apolo. (Agosto 16 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 523 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi a Andi,
Bogotá sobre arreglo conflictos laborales de Tejicóndor y Apolo. (Medellín, agosto 17 de
1959).
Telegrama interno Andi No. 762 de Reyes Posada, directivo Andi sobre dificultades para el
acuerdo en Tejicóndor, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, agosto 20
de 1959).
Telegrama de Jorge Ortíz Rodríguez, sobre situación en Apolo y Tejicóndor, a José
Gutiérrez. (Agosto 21 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 555 del Dr Tobón sobre firma de Convención Tejicóndor, a los
directivos Caballero y Reyes Posada, Andi. (Medellín, agosto 22 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 78 de los directivos Caballero y Reyes Posada, Andi, sobre
firma de Convención Tejicóndor, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá,
agosto 22 de 1959).
Carta de Samir Daccach, gerente de Industrias Textiles el Cedro, respuesta a la solicitud
realizada sobre datos de la huelga, a la Andi. (Cali, agosto 25 de 1959).
304
Carta de John Uribe Botero, presidente Industrias Metalúrgicas Apolo S.A al departamento
técnico de la Andi sobre los datos de la huelga. (Septiembre 4 de 1959).
Carta de John Uribe Botero, presidente Industrias Metalúrgicas Apolo S.A sobre costos
huelga de 1959 a la empresa, a Alejandro Uribe Botero, presidente de la Andi. (Medellín,
mayo 23 de 1960).
3.2.2 Huelga Bancarios.
Comunicado sindicatos bancarios firmado por J. Anibal de Castro, presidente y Álvaro
Sánchez, secretario(s.f).
El Tiempo (julio 15 de 1959). ―Dictado el Fallo sobre Bancarios.‖
Telegrama interno Andi No. 584 de Enrique Caballero Escovar, gerente de la Andi, sobre
satisfacción fallo bancario, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, julio
15 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 413 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
favorabilidad fallo arbitral bancario, a Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina de
Bogotá. (Medellín, julio 14 de 1959).
Boletín Andi No. 1.496. ―Decisión arbitral del sr Presidente de la República en el problema
bancario.‖ (julio 23 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 507 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
agitación sector bancario, a Enrique Caballero Escovar, Gerente Andi Bogotá. (Medellín,
agosto 12 de 1959)
Telegrama interno Andi No. 724 de Enrique Caballero Escovar, gerente de la Andi Bogotá,
sobre la agitación sindical bancaria, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
(Bogotá, agosto 13 de 1959).
3.2.3 Conflicto ingenios azucareros.
Telegrama interno Andi No. 244 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, sobre
régimen contractual de la Convención Laboral suscrita por el Ingenio Meléndez, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, julio 1 de 1959)
Carta de la Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar, sobre Convención
Laboral Ingenio Meléndez, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, julio 2 de
1959)
Telegrama interno Andi No. 579 de Enrique Caballero Escovar, gerente de la Andi Bogotá,
sobre Paro Riopaila y la disputa entre la UTC y CTC, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente
de la Andi. (Bogotá, julio 14 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 109 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
posición conjunta empresarios frente a huelga Riopaila, a Gerardo Velasco Cabal, gerente
Andi oficina de Cali. (Medellín, julio 14 de 1959).
305
Telegrama interno Andi No. 251 del Dr Jaramillo, sobre posición de Fedetrav
levantamiento del Paro de Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali,
julio 14 de 1959).
Telegrama interno Andi del Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, petición
información corresponsales de prensa sobre Paro Riopaila, a Gerardo Velasco Cabal,
gerente Andi oficina de Cali. (Medellín, julio 14 de 1959).
Telegrama interno Andi de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, peligrosidad del
Paro de Riopaila como antecedente de otros conflictos laborales, al Dr Sojo. (Medellín,
julio 14 de 1959).
Telegrama de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, transcripción carta de la Andi
al Presidente Alberto Lleras sobre los conflictos sociales en el Valle. (Medellín, julio 14 de
1959).
Boletín Andi No. 1.497. ―Mensaje del Dr Ortíz, presidente Andi al Sr Presidente de la
república sobre proceso de los conflictos sociales.‖ (julio 15 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 250 del Dr Jaramillo, sobre disputa CTC y UTC en el Paro de
Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, julio 14 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 108 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, actitud
del gobierno departamental frente al Paro, a Gerardo Velasco, Gerente Andi oficina Cali.
(Medellín, julio 14 de 1959).
Telegrama interno Andi del Dr Arenas, sobre la declaración de ilegalidad del Paro de
Riopaila por el gobierno nacional, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
(Medellín, julio 15 de 1959).
Boletín Andi No. 1.497. ―Declaración de ilegalidad de la huelga de Riopaila: Resolución
No. 918 de 1959‖ (julio 14 de 1959).
El País (julio 15, 1959). ―Es ilegal la Huelga de Riopaila.‖
Telegrama interno Andi No. 254 de Gerardo Velasco, Gerente Andi Cali, sobre
levantamiento del Paro Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, julio
15 de 1959).
Telegrama de Jaime Caicedo, empresario azucarero a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de
la Andi, sobre felicitaciones por mensaje enviado al Presidente Lleras y medidas
implementadas contra los organizadores del Paro. (Cali, julio 16 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 273 de Dr Velasco, directivo Andi, sobre despido de obreros
de Riopaila y Paro de Solidaridad, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali,
agosto 3 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 272 de Dr Velasco, directivo Andi sobre suspensión de
actividades en el Ingenio Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali,
agosto 3 de 1959).
306
Telegrama interno Andi No. 119 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre los
despidos y agitadores Paro Riopaila, a Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi oficina Cali.
(Medellín, 4 de agosto de 1959).
Telegrama interno Andi No. 692 del Dr Ramírez Ocampo, directivo Andi, sobre
pronunciamiento Utraval –UTC paro Riopaila. (Cali, agosto 5 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 276 del Dr Velasco, directivo Andi, sobre paro parcial en
Riopaila y trabajadores activos. (Cali, agosto 5 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 697 del Dr Reyes Posada, sobre el problema de Riopaila, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.( Bogotá, agosto 6 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 698 de Enrique Caballero Escovar, sobre la intervención del
Gobierno en el conflicto de Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.(
Bogotá, agosto 6 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 285 del Dr Velasco, sobre la declaración del Paro Ingenios
Azucareros del Valle, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.( Bogotá, agosto 6 de
1959).
Telegrama interno Andi No. 283 del Dr Velasco, sobre la declaración del Paro de
solidaridad del Ingenio Providencia, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.(
Bogotá, agosto 6 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 282 del Dr Velasco, información del Paro Ingenios
Azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.( Bogotá, agosto 6 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 280 a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre la
situación de Riopaila. (Cali, agosto 6 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 279 del Dr Velasco, directivo Andi sobre el paro parcial de
Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, agosto 6 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 287del Dr Velasco, directivo Andi sobre normalización
actividades Riopaila y petición al gobierno de descalificar el movimiento subversivo, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, agosto 6 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 286 a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, réplica de
comunicado de los trabajadores del Ingenio Riopaila en el Zarzal, instigación al Paro de
solidaridad. (Cali, agosto 6 de 1959).
Telegrama interno Andi a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, llamado a la
unificación de criterios entre todos los industriales azucareros para hacer frente al conflicto
azucarero. (Cali, agosto 6 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 288 del Dr Velasco, directivo Andi, sobre la situación en el
Ingenio Riopaila y otras centrales, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali,
agosto 6 de 1959).
307
Telegrama interno Andi de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre intento de
comunicación con el Ministro Morales Benitez, al Dr Reyes Posada, directivo Andi.
(Medellín, agosto 6 de 1959).
Telegrama interno Andi de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre resultado
conversación con el Ministro Morales Benitez, al Dr Velasco, directivo Andi. (Medellín,
agosto 6 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 192 del Dr Velasco, directivo Andi, sobre conversación con
los industriales de caña y respaldo de algunos trabajadores al Ingenio Riopaila, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, agosto 10 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 290 del Dr Velasco, directivo Andi, sobre número de
huelguistas en paro por Ingenio azucarero, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
(Cali, agosto 10 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 293 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, sobre
declaratoria de ilegalidad Paro, despidos de trabajadores en el Ingenio Riopaila y situación
de otros ingenios azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, agosto
11 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 509 del Dr Velasco, Gerente Andi, Cali, sobre el número de
trabajadores en huelga en los Ingenios Azucareros del Valle, al Dr Caballero, Gerente Andi,
Bogotá. (Medellín, agosto 12 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 299 del Dr Velasco, Gerente Andi, Cali, sobre situación en los
Ingenios Azucareros del Valle, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali,
agosto 12 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 298 del Dr Velasco, Gerente Andi, Cali, sobre normalización
paulatina situación en los Ingenios Azucareros del Valle, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. (Cali, agosto 12 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 515 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
conversaciones con el Presidente de la República, a Enrique Caballero Escovar, Gerente de
la Andi, Bogotá.(Medellín, agosto 13 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 313 del Dr Velasco, Gerente Andi Cali, sobre agravación
movimiento huelguístico Ingenios Azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi (Medellín, agosto 13 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 305 del Dr Velasco, Gerente Andi Cali, transcripción
comunicado de Fedetav sobre liderazgo movimiento solidaridad, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi (Cali, agosto 13 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 731 de Enrique Caballero Escovar, Gerente de la Andi,
Bogotá, sobre el Paro de Solidaridad convocado por la CTC, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. (Bogotá, agosto 14 de 1959).
308
Telegrama interno Andi No. 313 del Dr Velasco Gerente Andi Cali, sobre medidas
oportunas ante el movimiento huelguístico. (Cali, agosto 14 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 310 del Dr Velasco Gerente Andi Cali, situación huelga en
Ingenios Azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, agosto 14 de
1959).
Telegrama interno Andi No. 309 del Dr Velasco Gerente Andi Cali a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. Transcripción Carta de los empresarios azucareros al
Presidente Alberto Lleras Camargo, (Cali, agosto 14 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 314 del Dr Velasco Gerente Andi Cali, sobre la discusión
parlamentaria conflicto Ingenios Azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. (Cali, agosto 17 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 527 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, pregunta
fórmula comisión de arbitraje conflicto laboral ingenios azucareros, a Enrique Caballero
Escovar, Gerente de la Andi, Bogotá (Medellín, agosto 17 de 1959).
Telegrama interno Andi. Reunión Andi con cinco gerentes de la Asociación Cultivadores
de Caña de Azúcar. Sobre conflicto laboral Riopaila y justificación de despidos. (Cali,
agosto 17 de 1959)
Telegrama interno Andi No. 322 del Dr Velasco Gerente Andi Cali, levantamiento de los
Paros ingenios azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, agosto 18
de 1959).
Circular en defensa del diario el Relator. Solidaridad con los Trabajadores de los ingenios
azucareros del Valle, (s.f)
El Tiempo (agosto 18, 1959) ―Gobierno vigila cumplimiento de pactos laborales en el
Valle.‖
Telegrama interno Andi No. 323 del Dr Velasco Gerente Andi Cali, despidos trabajadores
de los ingenios azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali, agosto 20
de 1959).
Telegrama interno Andi No. 322 del Dr Velasco, Gerente Andi Cali, suspensión de
trabajadores ingenio Mayaguez, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Cali,
agosto 20 de 1959).
Carta Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi oficina de Cali, petición información sobre las
consecuencias económicas de las huelgas y paros ilegales en los ingenios azucareros, a
Jaime Lozano Henao, director de la Asociación Nacional de Cultivadores de Caña. (Cali,
agosto 25 de 1959).
Carta Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi oficina de Cali, petición información sobre
paros ilegales en algunos ingenios azucareros, a Diego Tobón Arbelaez, Vicepresidente
Andi. (Cali, agosto 27 de 1959).
309
Telegrama interno Andi No. 570 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Sobre
implementación del Decreto 2164, a Ignacio Reyes Posada, subgerente Andi Bogotá
(Medellín, agosto 29 de 1959).
Carta de Jaime Lozano Henao, director Asociación de Cultivadores de Caña de Azucar,
reporte de los resultados de los costos económicos del Paro en el Ingenio Central Azucarero
Tumaco Ltda, a Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi oficina Cali. (Cali, septiembre 3 de
1959).
3.2.4 Conflicto fábrica Celta.
Telegrama interno Andi No. 51 del Dr Sojo, sobre inicio Paro trabajadores fábrica Celta.
(Barranquilla, agosto 4 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 73 del Dr Sojo, sobre la discreción de la Andi en Paro Celta, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Barranquilla, agosto 4 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 52 del Dr Sojo, sobre conversaciones con trabajadores Celta, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Barranquilla, agosto 6 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 81 del Dr Reyes Posada, sobre necesidad de modificación de
las actuaciones del Inspector de Trabajo, al Dr Soho, Andi Barranquilla. (Medellín, agosto
28 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 794 de Enrique Caballero Escovar, Gerente de la Andi Bogotá,
sobre posición empresarios en conflicto de Celta, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. (Bogotá, agosto 27 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 68 para Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Conflicto laboral fábricas Mosaico, Tejas y sindicato del ramo (Barranquilla, octubre 1 de
1959).
3.2.5 Conflicto fluvial.
Boletín Andi No. 1.437. Proyecto de Ley de creación de la empresa Puertos de Colombia.
(Febrero 10 de 1959).
Carta de Sindicato de Braceros Portuarios –Sindebra-. Exigencia de cumplimiento de las
prestaciones de Ley a los trabajadores por parte de la Asociación Nacional de Navieros –
Adenavi-, a Andi, Medellín. (Puerto Berrío, septiembre 18 de 1959).
3.2.6 Conflictos compañía colombiana de electricidad y cementos Valle.
Telegrama interno Andi No. 949 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Sobre conflicto de colombiana de electricidad y cementos, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi (Bogotá, octubre 15 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 967 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Sobre actitudes del Ministro de Trabajo con respecto al precio del cemento y
310
tarifas de energía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi (Bogotá, octubre 15 de
1959).
Telegrama interno Andi No. 967 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Sobre actitudes del Ministro de Trabajo con respecto al precio del cemento y
tarifas de energía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi (Bogotá, octubre 15 de
1959).
Telegrama interno Andi No. 967 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Sobre actitudes del Ministro de Trabajo con respecto al precio del cemento y
tarifas de energía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi (Bogotá, octubre 15 de
1959).
Telegrama interno Andi No. 428 de Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi oficina Cali.
Resumen convención colectiva cementos del Valle, fin del conflicto, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi (Cali, diciembre 1 de 1959).
3.3. Legislación laboral.
3.3.1 Reforma Laboral propuesta por el Gobierno.
El Tiempo (Junio 22 de 1959). ―La Reforma Laboral.‖
El Espectador (agosto 21 de 1959). ―Amplia reforma laboral plantea el Gobierno.‖
Telegrama interno Andi No. 612 del Dr Reyes Posada, directivo Andi sobre la integración
de la Comisión Redactora del Proyecto de Reforma Laboral, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi(21 de julio de 1959).
Revista Negocios. ―Informe del Ministro de Trabajo sobre la reforma laboral‖. (Agosto de
1959) págs. 120-130
Telegrama interno Andi No. 956 para Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Resumen Concepto Abogados Laboralistas Proyecto del Código Sustantivo de Trabajo.
(Bogotá, Octubre 13 de 1959).
3.3.2 Proyecto de Ley Cláusula de Reserva.
Carta de Tulio Torres, jefe de personal Confecciones de papel Shellmar, sobre utilización
de la Cláusula de Reserva en la empresa, a la Andi (Medellín, julio 24 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 736 de Arenas. Ponentes proyectos de ley salarios y cláusula
de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, agosto 14 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 522 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
trámite del Proyecto de Ley de salarios y cláusula de reserva en la Comisión V de Senado,
a Enrique Caballero Escovar, gerente Andi Bogotá (Medellín, agosto 14 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 743 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi Bogotá, sobre
discusión Ponencia primer debate Proyecto de Ley abolición de la cláusula de reserva en la
311
Comisión V de Senado, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi (Bogotá, agosto 17
de 1959).
Telegrama interno Andi No. 539 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
deliberación en el congreso de la Cláusula de Reserva, a Enrique Caballero Escovar,
gerente Andi Bogotá, (Medellín, agosto 19 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 764. Introducción de modificaciones Andi al Proyecto de Ley
de Cláusula de Reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi (Bogotá, agosto 20
de 1959).
Telegrama interno Andi No. 545 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi,
discusiones Proyecto de Ley de Cláusula de Reserva, al Dr Reyes Posada, directivo Andi,
(Medellín, agosto 21 de 1959).
Boletín Andi No. 1.509 ―Proyecto de Ley por la cual se declaran abolidos el contrato
presuntivo de trabajo y la cláusula de reserva.‖ (Agosto 22 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 565 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, postura
Andi frente al Proyecto de Ley de Cláusula de Reserva, a Enrique Caballero Escovar,
gerente Andi Bogotá, (Medellín, agosto 27 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 788 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi Bogotá,
negociaciones con el Partido Liberal frente al Proyecto de Ley de Cláusula de Reserva, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, agosto 24 de 1959).
Telegrama interno Andi Bogotá No. 837. Sobre Texto Ponencia Primer Debate Proyecto de
Ley Cláusula de Reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá,
septiembre 7 de 1959).
Boletín Andi No. 1.516 ―Ponencia de adopción sobre abolición de cláusula de reserva.‖
(Septiembre 8 de 1959).
Concepto Antonio Muñoz de la Andi al Senado sobre Proyecto de Ley Cláusula de
Reserva. (s.f)
3.3.3 Proyecto de Ley salarios mínimos y prima móvil.
Boletín No. 1.542. ―Ley 187 de 1989: sobre salario mínimo y prima móvil‖. (enero 20 de
1959).
Telegrama interno Andi No. 736 de Arenas. Ponentes proyectos de ley salarios y cláusula
de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, agosto 14 de 1959).
Memorando Andi ―Proyecto de Ley de Salarios Mínimos y Prima Móvil.‖ Elaborado por:
Ramón Abel Castaño. (Medellín, septiembre 8 de 1959).
Carta de Alberto José Carvajal, gerente de producción Carvajal & Cia. Sobre intervención
indebida del Consejo Nacional de Salarios, a Diego Tobón Arbeláez, Vicepresidente Andi.
(Cali, septiembre 12 de 1959).
312
Telegrama interno Andi No. 859, de Arenas. Informe sobre el Proyecto de Ley que dicta
normas sobre salarios, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, septiembre
14 de 1959).
Carta de Compañía Colombiana de Tejidos; Textiles El Cóndor; Textiles Panamericanos;
Fábrica de Hilados y Tejidos del Hato. Sobre inconveniencia Proyecto de Ley de Salarios, a
Diego Tobón Arbeláez, Vicepresidente de la Andi. (Medellín, septiembre 15 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 891 del Dr Ramírez Ocampo, sobre derrota proyecto de prima
móvil dentro del liberalismo, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá,
septiembre 23 de 1959).
Telegrama interno Andi No. 896 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Acuerdos sobre el trámite del Proyecto de Ley de Salarios Mínimos y Prima
Móvil, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá, septiembre 24 de 1959).
Documento Andi. ―Salarios y cambio en el costo de la vida.‖ (s.f; s.a).
Acta Andi No 968 de septiembre 28 de 1959. ―Antecedentes históricos de los reajustes de
salario al costo de vida y desarrollo de la prima móvil.‖
Carta del Ministro de Trabajo al Presidente de la Andi. ―Medidas para la integración de las
Comisiones Permanentes para la revisión de Salarios Mínimos.‖ (Bogotá, octubre 26 de
1959).
Resolución No. 1376 de 1959 del Ministerio de Trabajo, Otto Morales Benítez. ―Por la
cual se adoptan medidas para la integración de las Comisiones Permanentes para la revisión
de salarios mínimos.‖
―Memorándum sobre garantía del mínimo en el salario variable.‖ Escrito por: Jaime
Jiménez Ramírez, jefe del departamento legal de la Andi(Medellín, 19 diciembre de 1959).
3.3.4 Proyecto de Ley de sindicatos y cooperativas (Conservatismo).
Memoria del Ministro de Trabajo Otto Morales Benítez al Congreso. ―Sindicatos activos e
inactivos a nivel nacional y Antioquia‖. (25 de julio de 1959).
Telegrama interno Andi No. 690 del Dr Arenas sobre el Proyecto de Ley de autoría del
parlamentario Belisario Betancur, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Bogotá,
Agosto 4 de 1959).
El Siglo. (Agosto 12 de 1959). ―Nuevo proyecto de la Plataforma social del Conservatismo
Presentado al Congreso.‖
Boletín Andi No. 1.513 ―Proyecto de Ley por la cual se estimula la formación de sindicatos
cooperativas.‖(Agosto 29 de 1959).
3.3.5 Semana laboral y días festivos.
Documento de la Andi con respecto a las semanas laborales y los días festivos. (s.f) (s.a).
313
4. Cuestiones Laborales 1960.
4.1 Cuestión social.
4.1.1 Pronunciamientos Andi.
Pleno Ciudad de Cali, Declaración Junta Nacional de la Asociación Nacional de
Industriales. Defensa de la ley ante los conflictos laborales (1960).
Declaraciones Andi sobre el momento histórico y la cuestión social, prevención infiltración
comunista (1960).
El Tiempo (21 de septiembre 1960). ―Panorama de la Crisis Social.‖
XVII Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Informe del presidente Jorge
Ortíz Rodríguez. Medellín, 31 de marzo de 1959.
4.1.2 Propaganda obrera.
Noticiero Obrero Latinoamericano No. 3 ―El Sindicalismo Cristiano y la Reforma Agraria,
Tercer Congreso Continental de la Confederación Latinoamericana de Sindicalistas
Cristianos –CLASC-.‖ (Santiago de Chile, septiembre de 1960).
Noticiero Obrero Latinoamericano No. 4 ―El Sindicalismo Cristiano se pronuncia sobre
Fidel Castro‖ (Santiago de Chile, octubre de 1960).
Noticiero Obrero Latinoamericano No. 5 ―Reivindicaremos ante la historia la Revolución
Cubana‖ (Santiago de Chile, noviembre de 1960).
4.1.3 Anticomunismo.
Carta de Flavio Correa, Andi. Propuesta campaña anticomunista entre sindicato de
empresas afiliadas, para Alejandro Uribe Botero, presidente Andi. (Medellín, septiembre 26
de 1960).
Carta de Octavio Aristizábal, asistente del Presidente. ―Infiltración elementos socialistas en
Utraval de la UTC‖ para Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi oficina Cali. (Medellín,
septiembre 9 de 1960).
Carta de Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi oficina Cali. Información proposiciones
aprobadas en Asamblea General de la Unión de Trabajadores del Valle – UTRAVAL para
Alejandro Uribe Escobar, presidente Andi (Medellín, 5 septiembre de 1960).
Resolución Junta Directiva de la Unión de Trabajadores del Valle, Utraval firmada por:
Arcesio Díaz, presidente y Gerardo Mosquera, Secretario General (Cali, Agosto 27 de
1960).
314
4.2 Conflictos Laborales.
4.2.1 Paro de Transportes – Proyecto de Ley Subsidio de Transportes.
Boletín Andi No. 1.424. ―Decreto 1 de 1959. Subsidio de Transportes‖ (13 de enero de
1959).
Carta de Jaime Jiménez Ramírez, jefe departamento jurídico Andi. Rechazo Ley 15 de
1959 y preparación de demanda de inconstitucionalidad, para los afiliados de la Andi
(Medellín, enero 13 de 1960).
Copia de demanda de inexequibilidad de la Ley 15 de 1959 remitida por Jaime Jiménez
Ramírez, jefe departamento jurídico Andi (Medellín, agosto 17 de 1960).
Memorando de Jaime Jiménez Ramírez, jefe departamento jurídico Andi. ―Examen de las
normas constitucionales que pretende desarrollar la Ley 15 de 1959‖, para Alejandro Uribe,
presidente de la Andi (Medellín, 8 de junio de 1960).
Carta de Jaime Jiménez Ramírez, jefe departamento legal Andi. Memorando sobre la Ley
15 de 1959 sobre subsidio de transporte, a Ignacio Reyes Posada, subgerente jurídico de
Andi Bogotá. (Medellín, 21 de mayo de 1960).
Telegrama interno de Mario Vélez, oficina Andi Manizales. Información Paro Cívico en la
ciudad, a Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín (Manizales, mayo 6 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 188 de Ignacio Reyes Posada, subgerente Andi Bogotá. Paro
de Transporte y contacto obrero-estudiantil, a Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín.
(Bogotá, Mayo 19 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 188 de Ignacio Reyes Posada, subgerente Andi Bogotá.
Desarrollo Paro de Transporte, a Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín. (Bogotá, Mayo
19 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 186 de Ignacio Reyes Posada, subgerente Andi Bogotá.
Peticiones trasportadores en Bogotá, a Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín. (Bogotá,
Mayo 19 de 1960).
Telegrama interno Andi de Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín. Información sobre
problema del transporte en la ciudad, a Ignacio Reyes Posada, oficina Andi Bogotá.
(Medellín, mayo 19 de 1960)
Telegrama interno Andi No. 53 de Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín. Reporte
desarrollo Paro de Transporte en la ciudad, a Ignacio Reyes Posada, oficina Andi Bogotá.
(Medellín, mayo 19 de 1960)
Telegrama interno Andi No. 52, del Dr Bustamante, oficina Andi Medellín. Reporte
desarrollo Paro de Transporte en la ciudad, a Gerardo Velasco Cabal, oficina Andi Cali.
(Medellín, mayo 19 de 1960)
315
Telegrama interno Andi de Fernando Abello Lobo, oficina Andi Barranquilla. Reporte
desarrollo del Paro de Transporte en la ciudad, a oficina Andi Medellín. (Barranquilla,
mayo 19 de 1960).
Telegrama interno Andi de oficina Medellín. Solicitud información desarrollo del Paro de
Transporte en la ciudad, a oficina Andi Barranquilla. (Medellín, mayo 19 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 150 de Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi Cali. Desarrollo
Paro Transporte Cali, a Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín. (Cali, mayo 24 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 146 de Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi Cali.
Levantamiento Paro y arreglo con los transportadores, a Alejandro Uribe, oficina Andi
Medellín. (Cali, mayo 24 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 142 de Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi Cali.
Levantamiento Paro y arreglo con los transportadores, a Alejandro Uribe, oficina Andi
Medellín. (Cali, mayo 24 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 42 de Mario Vélez, oficina Andi Manizales. Información
levantamiento Paro de Manizales y medidas del Gobernador, a Alejandro Uribe, oficina
Andi Medellín (Manizales, mayo 24 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 40 de Mario Vélez, oficina Andi Manizales. Reporte
desarrollo de huelga de transportadores en la ciudad, a Alejandro Uribe, oficina Andi
Medellín (Manizales, mayo 24 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 41 de Oficina Andi Pereira. Reporte Paro de Transporte en la
ciudad, a Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín (Pereira, mayo 24 de 1960).
4.2.2 Cláusula de Reserva.
Telegrama de Guillermo Angel Breeuwer, Gerente la Rosa. Solicitud explicación arreglos
laborales y aplicación Cláusula de Reserva, a la Andi, Medellín. (Pereira, enero 27 de
1960).
Telegrama del Dr Bustamante sobre la aplicación de la Cláusula de Reserva del Valle al Dr
Guillermo Angel Breeuwer, Gerente la Rosa. (Medellín, enero 27 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 26 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Declaración abusos aplicación cláusula de reserva, a Gerardo Velasco Cabal, gerente
oficina Andi Cali. (Medellín, marzo 17 de 1960)
Telegrama interno Andi No. 27 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Deliberaciones implementación cláusula de reserva y declaraciones Gobierno, a Gerardo
Velasco Cabal, gerente oficina Andi Cali. (Medellín, marzo 18 de 1960)
Telegrama de Empresa la Rosa, Pereira. Peticiones Elevadas de los trabajadores, al
Departamento Jurídico Andi (Medellín, abril 22 de 1960).
316
4.2.3 Conflicto Textiles.
Telegrama interno Andi No. 33 de Ignacio Reyes Posada, subgerente Andi Bogotá.
Solicitud declaratoria de ilegalidad Paro Marysol, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. (Bogotá, febrero 2 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 35 de Ignacio Reyes Posada, subgerente Andi Bogotá.
Ilegalidad huelgas en Barranquilla, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
(Bogotá, febrero 5 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 42 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Declaratoria Ministerio de Trabajo de ilegalidad Paro empresa Marysol, a Ignacio Reyes
Posada, subgerente Andi Bogotá. (Bogotá, febrero 5 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 41 de Ignacio Reyes Posada, subgerente Andi Bogotá.
Confirmación sobre movimiento sindical en Barranquilla, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. (Bogotá, febrero 5 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 43 de Ignacio Reyes Posada, subgerente Andi Bogotá.
Corrección de errores Resolución de ilegalidad Paro Marysol, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. (Bogotá, febrero 6 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 20 de José Raimundo Sojo, Gerente Andi Barranquilla.
Situación huelga Marysol, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. (Barranquilla,
febrero 10 de 1960).
Telegrama de Manufacturas Textiles Jaar. Información delicada situación huelga declarada
por sindicatos, al presidente de la Andi Medellín (Barranquilla, julio 13 de 1960).
Telegrama interno Andi de Fernando Abello Lobo. Desarrollo Huelga Textiles Jaar, a
Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín. (Barranquilla, julio 13 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 58 de Fernando Abello Lobo. Resolución de Fedetral y Utral
de apoyo a los trabajadores de Textiles Jaar, a Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín.
(Barranquilla, julio 14 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 60 de Fernando Abello Lobo. Firma acuerdo entre Textiles
Jaar y trabajadores, a Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín. (Barranquilla, julio 29 de
1960).
4.2.4 Conflicto Petrolero – Tibu.
Telegrama interno Andi No. 298 de Fernando Carrizosa, oficina Andi Bogotá. Información
sobre Paro de actividades en Tibu, a Alejandro Uribe Botero, presidente de la Andi.
(Bogotá, agosto 5 de 1960).
317
Telegrama interno Andi No. 331 de Ignacio Reyes Posada, subgerente Andi Bogotá.
Información agravación conflicto laboral petrolero, a Alejandro Uribe Botero, presidente de
la Andi. (Bogotá, agosto 22 de 1960).
4.2.5 Conflicto Bancarios.
Boletín de la Andi No. 1.568. ―Decreto 1094 de abril 30 de 1960. Se extiende a todos los
bancos el laudo arbitral proferido por el Presidente de la República en el conflicto bancario
de 1959‖ (Mayo 3 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 304 y 303, para Fernando Carrizosa, reporte situación
empleados bancarios. (Medellín, septiembre 13 de 1960)
Telegrama interno Andi No. 371, de Fernando Carrizosa, fallas de personal bancario por
manifestaciones. (Bogotá, septiembre 13 de 1960)
Telegrama interno Andi No. 369, de Ignacio Reyes Posada, subgerente Andi Bogotá.
Información huelga bancaria. (Bogotá, septiembre 13 de 1960)
Telegrama interno Andi No. 77, del Dr Abello Loboe, Andi Barranquilla. Información
huelga bancaria sin unidad. (Barranquilla, septiembre 13 de 1960)
Telegrama interno Andi de Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín. Reporte empleado
muerto en Medellín durante las manifestaciones bancarias, a Fernando Carrizosa.
(Medellín, 14 de septiembre de 1960).
Telegrama interno Andi No. 374 de Fernando Carrizosa , oficina Andi Bogotá. Pregunta
reporte del DAS sobre muerto en las manifestaciones bancarias, a Alejandro Uribe, oficina
Andi Medellín. (Bogotá, 14 de septiembre de 1960).
Telegrama interno Andi No. 377 de Fernando Carrizosa , oficina Andi Bogotá. Reporte
situación huelga bancaria, a Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín. (Bogotá, 15 de
septiembre de 1960).
Telegrama interno Andi No. 308 de Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín. Solicitud
información situación huelga bancaria en Bogotá. (Medellín, 15 de septiembre de 1960).
Telegrama interno Andi No. 79 y 78 del Dr Abello, oficina Andi Barranquilla. Solicitud
información situación huelga bancaria en otras ciudades, a Alejandro Uribe, oficina Andi
Medellín. (Barranquilla, 15 de septiembre de 1960).
Telegrama interno Andi No. 266 de Gerardo Velasco Cabal, oficina Andi Cali. Reporte
situación huelga bancaria, a Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín. (Cali, 15 de
septiembre de 1960).
Telegrama interno Andi No. 381 de Fernando Carrizosa, oficina Andi Bogotá.
Manifestaciones de solidaridad con empleados bancarios, a Alejandro Uribe, oficina Andi
Medellín. (Bogotá, 16 de septiembre de 1960).
318
Telegrama interno Andi No. 379 de Fernando Carrizosa, oficina Andi Bogotá. Enlace con
la Asociación Bancaria información al público sobre Paros, a Alejandro Uribe, oficina Andi
Medellín. (Bogotá, 16 de septiembre de 1960).
Telegrama interno Andi No. 93 de Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín. Inicio de
conversaciones entre negociadores de los bancos y sindicatos de industria, a Fernando
Carrizosa, oficina Andi Bogotá (Medellín, 16 de septiembre de 1960).
Telegrama interno Andi No. 80 del Dr Abello, oficina Andi Barranquilla. Reporte
prestación de servicios bancarios en Barranquilla, a Alejandro Uribe, oficina Andi
Medellín. (Barranquilla, 16 de septiembre de 1960).
Telegrama interno de Andi Manizales. Ausencia Paro Bancario en Manizales, a Alejandro
Uribe, oficina Andi Medellín. (Manizales, 16 de septiembre de 1960).
Telegrama interno Andi No. 127 del Dr Reyes, oficina Andi Bucaramanga. Información de
participantes Paro Bancario en la ciudad, a Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín.
(Bucaramanga, 16 de septiembre de 1960).
Telegrama interno de Andi Pereira. Reporte del Paro Bancario en la ciudad, a Alejandro
Uribe, oficina Andi Medellín. (Pereira, 16 de septiembre de 1960).
Telegrama interno Andi No. 389, oficina Andi Bogotá. Negociaciones conflicto bancario, a
Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín. (Bogotá, 22 de septiembre de 1960).
Telegrama del Ministro de Trabajo a la Andi. Complacencia con fórmula de acuerdo
conflicto bancario firmada por José Elías del Hierro. (Bogotá, septiembre 23 de 1960)
Telegrama interno Andi No. 464 de Fernando Carrizosa, oficina Andi Bogotá. Preparación
declaración de la Andi sobre actitud del sindicato de empleados bancarios, a Alejandro
Uribe, oficina Andi Medellín. (Bogotá, noviembre 16 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 374 de Alejandro Uribe, oficina Andi Medellín. Resumen
texto declaraciones sobre fallo arbitral conflicto bancario, a Fernando Carrizosa, oficina
Andi Bogotá (Medellín, 18 de noviembre de 1960).
El Espectador (noviembre 18 de 1960). ―El Laudo Bancario. Los empleados no aceptan la
homologación y amenazan con ir a la huelga.‖
4.2.6 Conflicto Ingenios azucareros.
Telegrama interno Andi No. 296 de Gerardo Velasco Cabal, gerente oficina Andi Cali.
Información convención colectiva Ingenio Mayaguez, al Dr Octavio Aristizabal. (Cali,
Octubre 2 de 1960)
4.2.7 British Tobacco Company.
El Espectador (septiembre 28 de 1960) ―Reconsiderar el contrato con la British Tobacco.
Pide en Medellín Escobar Uribe.‖
319
Telegrama de Alejandro Uribe Escobar, presidente de la Andi. Transcripción entrevista Dr
Bautista sobre el inconveniente de renovar la licencia de importación a la British Tobacco
Company. (Medellín, septiembre 28 de 1960).
Telegrama Comité Ejecutivo de la Federación Santandereana de Trabajadores, firmado por
Matilde Estévez, presidenta y Juan Alvarado, secretario. Concepto sobre contrato firmado
para favorecer a la British Tobacco Company, a la Asociación Nacional de Industriales,
seccional Santander. (Bucaramanga, septiembre 29 de 1960).
Telegrama de Alejandro Uribe Escobar, presidente de la Andi. Solicitud de no renovación
de licencia de importación para la British American Tobacco, para Hernando Agudelo
Villa, Ministro de Hacienda; Misael Pastrana Borrero, Ministro de fomento. (Medellín,
octubre 1 de 1960)
Resolución CTC firmada por Liborio Chica, presidente; Augusto Morales Montealegre,
secretario. Rechazo presencia British Tobacco Company en el país. (15 y 16 de Octubre de
1960).
4.2.8 Conflicto bebidas Postobón.
Telegrama interno Andi No. 108 de Ricardo Posada, oficina Andi Bogotá. Solicitud
información huelga de Postobón, a José Raimundo Sojo, gerente Andi Barranquilla.
(Barranquilla, diciembre 1 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 97 de José Raimundo Sojo, gerente Andi Barranquilla.
Información huelga de Postobón, a Ricardo Posada, oficina Andi Bogotá. (Barranquilla,
diciembre 1 de 1960).
4.3 Sindicalismo.
4.3.1 Información convenciones colectivas y sindicatos en 1960.
Carta de Rodrigo Restrepo Londoño, asesor Andi. Información conflictos colectivos de
trabajo y su tramitación, análisis principales puntos pliegos de peticiones, para Alejandro
Uribe, presidente Andi. (Medellín, 31 de mayo de 1960).
Carta de Gerardo Velasco Cabal, gerente oficina Andi Cali. Reporte número de sindicatos
en empresas afiliadas a la Andi y convenciones colectivas firmadas, a Octavio Aristizabal,
asistente presidente Andi. (Cali, Noviembre 2 de 1960).
Reporte de Gabriel Velasco Cabal, gerente de oficina Andi Cali. Empresas afiliadas a la
Andi, número de obreros, empleados, sindicatos, federaciones y estado convenciones
colectivas (1960).
Extracto de conversación telefónica ―síntesis convenciones colectivas en lo relativo a la
estabilidad del personal (marzo 1959-julio 1960). (Medellín, julio de 1960).
Carta de Alejandro Uribe, presidente Andi. ―Estudio sobre la regulación legal de los
sindicatos, y las dificultades en el ejercicio de sus funciones,‖ para Ignacio Reyes Posada,
subgerente Andi. (Junio 21 de 1960).
320
4.3.2 UTC
Carta de Heliodoro Agudelo Rivera, UTC, para Ricardo Posada Ochoa, solicitud
publicación declaraciones en la Revista Negocios. (Medellín, noviembre 6 de 1960).
Carta de Heliodoro Agudelo Rivera, UTC, solicitud publicación declaraciones sindicalismo
católico en la Revista Negocios, para Luis Guillermo Velásquez y Humberto López,
Revista Negocios. (Medellín, julio 10 de 1960).
Telegrama interno de Octavio Aristizábal, asistente del presidente de la Andi. Visita de
Padre jesuita de la Unión Internacional de Empresarios Católicos a Antioquia y el Valle, a
Ricardo Posada, oficina Andi Bogotá. (Bogotá, noviembre 4 de 1960).
Declaraciones en Caux del Secretario General de la Orden Benedictina ―El rearme moral es
el camino más rápido y universal para salvar el mundo.‖(s.f)
4.3.3 CTC
El Espectador (Diciembre 19 de 1960). ―Unidad Sindical pide el Presidente Lleras.
Instalación Congreso XII CTC‖
Telegrama de Alejandro Uribe Escobar. Saludo a la instalación del Congreso XII CTC,
para Victor Julio Silva, presidente CTC. (Medellín, diciembre 19 de 1960).
4.4 Legislación Laboral.
4.4.1 Salario Mínimo Legal.
Boletín No. 1.567. ―Decreto 1090 de 1960. Por el cual se reajusta el monto del salario
mínimo legal.‖ (Mayo 2 de 1960).
4.4.2 Proyecto de Ley reforma al Código Sustantivo del Trabajo.
El Tiempo (Julio 22 de 1960). ―Libraré la Batalla de la Seguridad Social y la Reforma al
Código Sustantivo del Trabajo: Morales Benítez.‖
Telegrama interno Andi No. 431 de Ignacio Reyes Posada, subgerente jurídico. Primeros
Comentarios al Proyecto del Código de Trabajo, a Alejandro Uribe, presidente Andi.
(Bogotá, octubre 2 de 1960).
El Tiempo (Noviembre 5 de 1960). ―La reforma del Código Sustantivo del Trabajo.‖
Concepto y sugerencias de Fernando Uribe, departamento asuntos sociales Andi. Al
Proyecto de Reforma del Código Sustantivo del Trabajo. Proyecto de Ley No. 145 de 1960
(Medellín, noviembre de 1960). (4 pags)
Estudio Fernando Uribe, departamento asuntos sociales Andi del Proyecto de Reforma al
Código Sustantivo del Trabajo. Proyecto de Ley No. 145 de 1960 (Medellín, noviembre
1960). (17 pags).
321
Carta de Radio Cadena Nacional a Ricardo Posada Ochoa, directivo Andi. Sobre editorial
trasmitida sobre Reforma Laboral el día 8 de noviembre de 1960 (Medellín, noviembre 9 de
1960).
Telegrama de Alejandro Uribe, presidente Andi. Anuncio punto de vista Andi sobre
Proyecto de Reforma al Código Sustantivo del Trabajo, a José Elías del Hierro, Ministro
del Trabajo. (Medellín, noviembre 10 de 1960).
4.4.3 Proyecto de Ley Días Festivos:
Telegrama interno Andi No. 240 de Ignacio Reyes Posada, Andi Bogotá. Consecuencias
del Decreto 1047 de 1960 que establece nuevos días cívicos, a Jaime Jiménez, jefe del
departamento jurídico de la Andi. (Bogotá, junio 27 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 65 de Ignacio Reyes Posada, Andi Bogotá y Dr Bustamante.
Solicitud concepto jurídico sobre Decreto 1047 de 1960 que establece nuevos días cívicos,
a Jaime Jiménez, jefe del departamento jurídico de la Andi. (Medellín, junio 30 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 245 de Ignacio Reyes Posada, Andi Bogotá. Petición diálogo
entre Ministro y Presidente sobre Decreto 1047 de 1960, a Jaime Jiménez, jefe del
departamento jurídico de la Andi. (Bogotá, junio 30 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 252 de Ignacio Reyes Posada, Andi Bogotá. Discusión sobre
el establecimiento de nuevos días cívicos, Decreto 1047 de 1960, a Alejandro Uribe
Escobar, presidente Andi. (Bogotá, julio 5 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 251 de Ignacio Reyes Posada, Andi Bogotá. Discusión sobre
el establecimiento de nuevos días cívicos, Decreto 1047 de 1960, a Alejandro Uribe
Escobar, presidente Andi. (Bogotá, julio 5 de 1960).
Telegrama interno Andi No. 200 de Alejandro Uribe Escobar, presidente Andi. Solicitud
información sobre establecimiento de nuevos días cívicos, Decreto 1047 de 1960, a Ignacio
Reyes Posada, Andi Bogotá. (Bogotá, julio 5 de 1960).
Telegrama de Alejandro Uribe Escobar, presidente Andi. Aclaración implicación para la
economía y la industria por el establecimiento de nuevos días cívicos, Decreto 1047 de
1960, para el Presidente de la República, Alberto Lleras Camargo. (Medellín, julio 6 de
1960)
Carta de Jaime Jiménez Ramírez, jefe del departamento legal de la Andi para los
Asociados. Análisis implicaciones de los Decretos 1047 y 1600 días cívicos 18 y 19 de
julio. (Medellín, 11 de julio de 1960).
Telegrama interno Andi No. 444 del Dr Morales. Datos horas anuales de trabajo en
diversos países, a Octavio Aristizabal, asistente presidente Andi. (Bogotá, Noviembre 7 de
1960).
322
4.4.4 Proyecto de Ley Jornada Laboral.
Carta del presidente UTC sobre posiciones frente a la jornada laboral, para Ricardo Posada
Ochoa, Andi Bogotá. (Medellín, noviembre 3 de 1960).
Memorando de Próspero Morales Pradilla, secretario Andi. ―La Conferencia Internacional
del Trabajo y la jornada de cinco días‖, para Fernando Carrizosa Herrera, Gerente Andi
Bogotá (Bogotá, octubre 3 de 1960)
Memorando de Gabriel Poveda, departamento técnico Andi. ―Situación de Colombia ante
la propuesta de reducción de la jornada laboral a 40 horas‖ para Alejandro Uribe,
presidente de la Andi. (Medellín, noviembre 10 de 1960).
Carta de Alejandro Uribe, presidente de la Andi. Exposición puntos de vista entorno al
problema de reducción de la jornada laboral propuesta por la OIT, a Julio César Turbay
Ayala, Ministro de Relaciones Exteriores (Medellín, noviembre 17 de 1960).
5. Cuestiones Laborales 1961.
5.1 Cuestión Social.
5.1.1 Pronunciamientos Andi.
Artículo ―Hacia una administración social de la nación‖. Diario Francés Le Monde. (3 de
febrero de 1961) Traducción de Fernando Botero Uribe, departamento asuntos sociales
Andi (20 de febrero de 1961)
El Catolicismo. ―La Andi y la justicia social.‖ (s.f) (artículo reproducido en el diario La
Patria de Manizales, febrero 21 de 1961).
Inquietud Obrera. ―Amplios programas de redención social aprueba la Andi.‖ (Medellín y
Bogotá, febrero de 1961).
Carta de Fernando Uribe Restrepo, departamento de asuntos sociales. Solicitud información
problemas económico-sociales de América Latina abordados en el Primer Seminario de Pax
Romana, a Equipos Universitarios, Secretaria Coordinadora Nacional. (Medellín, julio 18
de 1961).
Informe de Fernando Uribe Botero, departamento de asuntos sociales Andi. ―Centro de
investigaciones sociales de Bogotá y sus labores en Medellín‖. (Medellín, noviembre 30 de
1961).
Carta de Fernando Uribe Botero, departamento de asuntos sociales Andi. Solicitud obras
del Ministro de Trabajo, Otto Morales Benitez sobre los planteamientos sociales y las
negociaciones colectivas, a Hernando Giraldo, subsecretario Andi. (Medellín, abril 26 de
1961)
Carta de Fernando Uribe Restrepo, departamento de asuntos sociales Andi. Solicitud
información sobre la situación social y laboral de las empresas afiliadas, a Fernando
Carrizosa, gerente Andi Bogotá. (Medellín, julio 26 de 1961).
323
Estudio del Centro de Investigaciones Sociales ―Las condiciones sociales y económicas de
vida de los trabajadores de las empresas y posibilidades de mejoramiento.‖(s.f).
Boletín de la Cámara de comercio de Barranquilla No. 243. ―Industria y Relaciones
Humanas‖(Enero de 1961).
XVIII Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Informe del presidente
Alejandro Uribe Escobar. Bogotá, 23 de junio de 1961.
Carta mensual Andi. ―El documento social de 1961‖. Vol. I No. 5, diciembre 1961.
Informe Mensual Andi. Análisis coyuntura política y económica. Octubre y Noviembre de
1961.
Telegrama interno No. 436 de Alejandro Uribe Restrepo, presidente Andi. Solicitud de
reenvío de los ejemplares de la nueva encíclica de Juan XXIII, a Ignacio Reyes Posada,
subgerente jurídico Andi. (Medellín, julio 26 de 1961).
Carta de Ignacio Reyes Posada, sub-gerente Jurídico. Síntesis de la entrevista con el Padre
Martínez Cárdenas y reunión UTC, a Octavio Aristizábal, asistente presidente Andi
(Bogotá, septiembre 8 de 1961).
5.1.2 Propaganda Política Obrera.
La Chatarra, Boletín Comunista de los obreros de siderúrgica. Comunicado a los
trabajadores. (Septiembre 1 de 1961).
―Manifiesto de Trabajadores del Sena‖. (Medellín, 1 de mayo de 1961).
5.1.3 Anticomunismo.
Telegrama interno Andi No. 044 de Aurelio Correa. Información ruptura de relaciones con
Fidel Castro por distintos gremios de Colombia, a Andi Medellín. (Bogotá, febrero 9 de
1961)
Archivo Confidencial asunto: ―Conferencias de Frente Única en la América Latina‖. (Sao
Paulo, marzo de 1961).
Comunicado de Investment Counselors. ―The idealism of free competition.‖ (New York,
January 9, 1961).
Carta de Corporaciones Económicas de Cuba a la Andi. Petición de solidaridad a
empresarios colombianos frente expropiaciones y persecuciones gobierno cubano(Miami,
septiembre 12 de 1961).
324
5.2 Conflictos laborales.
5.2.1 Análisis general conflictos laborales.
Pronunciamiento Junta Directiva de la Andi. Situación de violencia del país. (Barranquilla,
mayo 12 de 1961).
Boletín Andi No. 1.652. Carta de varios gremios y centrales obreras tradicionales al
Presidente Alberto Lleras. Preocupación por las huelgas y conflictos laborales (Bogotá,
febrero 24 de 1961).
Boletín Andi No. 1.719. Cartas de la Andi en respaldo al Presidente Lleras sobre los
acontecimientos de carácter social. (Medellín, septiembre 14 y 15 de 1961).
Boletín Andi No. 1.719. Publicación de El Tiempo, especiales peligros del sindicalismo
(Bogotá, 17 de septiembre de 1961).
Memorando ―Resumen de algunas convenciones colectivas en cuanto al régimen de
salarios agosto de 1959-1961‖. Escrito por: Fernando Uribe Restrepo, departamento
asuntos sociales (Medellín, mayo 5 de 1961).
5.2.2 Conflicto ingenios azucareros.
Telegrama interno Andi No. 92 de Gerardo Velasco, gerente Andi Cali. Información sobre
conflicto ingenios azucareros, a Octavio Aristizábal, asistente presidente Andi. (Medellín,
abril 11 de 1961)
Telegrama interno Andi No. 146 de Octavio Aristizábal, asistente presidente Andi. Sobre la
situación social del Valle, a Ignacio Reyes, subgerente jurídico Andi. (Medellín, abril 12 de
1961)
Carta de Fernando Uribe Restrepo, departamento de asuntos sociales. Comentarios a
convenciones colectivas firmadas en algunos ingenios azucareros, a Gerardo Velasco,
gerente Andi Cali. (Medellín, julio 25 de 1961).
5.2.3 Conflicto en Goodyear –Valle.
Telegrama interno Andi No. 196 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali. Paro de
solidaridad con los huelguistas de Arrow y Good Year, a Alejandro Uribe, presidente Andi.
(Cali, agosto 25 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 205 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali.
Conferencias entre empresarios y sindicato de Good Year, a Alejandro Uribe, presidente
Andi. (Cali, agosto 31 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 207 de Gerardo Velasco, gerente Andi Cali. Posible paro de
solidaridad y postura Gobierno, a Alejandro Uribe Escobar, presidente Andi (Cali, 1 de
septiembre de 1961).
325
Telegrama interno Andi No. 50 de Jose Raimundo Sojo, oficina Andi Barranquilla.
Información sectores en el paro de transporte, a Alejandro Uribe Escobar, presidente Andi.
(Barranquilla, septiembre 4 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 82 de Alejandro Uribe Escobar, presidente Andi. Paro de
solidaridad UTRAN sin llevarse a cabo, a José Raimundo Sojo, oficina Andi Barranquilla.
(Medellín, septiembre 4 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 436 de Alejandro Uribe Escobar, presidente Andi. Arreglo en
Peldar y cancelación de Paros de Solidaridad, a Fernando Carrizosa, gerente Andi Bogotá.
(Medellín, septiembre 4 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 241 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali. Reporte
conversaciones huelga de Good Year, a Octavio Aristizábal, asistente presidente Andi y
Ricardo Posada, oficina Andi Medellín. (Cali, septiembre 6 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 88 de Ricardo Posada, Andi Medellín. Posición del Gobierno
frente a la situación en el departamento del Valle, a Gerardo Velasco, gerente oficina Cali.
(Medellín, septiembre 14 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 231 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali.
Generalización de Paros de Solidaridad y huelgas en zonas industriales, a Octavio
Aristizábal, asistente presidente Andi. (Cali, septiembre 14 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 232 de Gerardo Velasco, gerente Andi Cali. Comisión de
Gremios para medidas problema Paros en cinco empresas y dos ingenios en el Valle, a
Ricardo Posada, Andi Medellín. (Cali, 14 de septiembre de 1961).
Telegrama interno Andi No. 239 de Gerardo Velasco, gerente Andi Cali. Empresas e
ingenios en paro de solidaridad, a Ricardo Posada, Andi Medellín. (Cali, 15 de septiembre
de 1961).
Telegrama interno Andi No. 249 de Gerardo Velasco, gerente Andi Cali. Solicitud
ilegalidad paro de los ingenios manuelita y providencia, a Octavio Aristizábal y Ricardo
Posada, Andi Medellín. (Cali, 19 de septiembre de 1961).
5.2.4 Conflicto en Celanense –Valle.
Telegrama interno Andi No. 308 del Dr Jaramillo, oficina Andi Cali. Causas Paro en la
Planta Celanense, a Octavio Aristizábal, asistente presidente. (Cali, Octubre 26 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 104 de Octavio Aristizábal, asistente presidente. Paro en la
Planta Celanense, al Dr Jaramillo, oficina Andi Cali. (Medellín, Octubre 27 de 1961).
Telegrama interno Andi del Dr Jaramillo, oficina Andi Cali. Reporte Paro en la Planta
Celanense, a Octavio Aristizábal, asistente presidente. (Cali, Octubre 27 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 314 del Dr Jaramillo, oficina Andi Cali. Extensión del Paro en
la Planta Celanense a otras empresas, a Octavio Aristizábal, asistente presidente y Ricardo
Posada, oficina Andi Medellín. (Cali, Octubre 30 de 1961).
326
Telegrama interno Andi No. 320 del Dr Jaramillo, Andi Cali. Desarrollo de Paros de
Solidaridad y petición del Gobierno, a Octavio Aristizábal, asistente presidente. (Cali,
noviembre 2 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 622 del Dr Jaramillo, Andi Cali. Intermediación de la Andi en
Paros de Solidaridad, a Octavio Aristizábal, asistente presidente. (Cali, noviembre 2 de
1961).
Telegrama interno Andi No. 324 del Dr Jaramillo, oficina Andi Cali. Anuncio de Paro de
Cartones de Colombia al presidente de la República, a Octavio Aristizábal, asistente
presidente Andi. (Cali, Noviembre 3 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 324 del Dr Jaramillo, Andi Cali. Sobre Paro en Cartones de
Colombia, a Octavio Aristizábal, asistente presidente. (Cali, noviembre 3 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 50 de Jose Raimundo Sojo, gerente Andi Barranquilla. Sobre
Paro en Cartones de Colombia, a Octavio Aristizábal, asistente presidente. (Cali, noviembre
3 de 1961).
5.2.5 Conflictos laborales Antioquia.
Memorando de Fernando Uribe Restrepo, departamento de asuntos sociales Andi.
―Resumen Situación Laboral de Antioquia II: huelgas en curso y otros conflictos‖.
(Medellín, agosto 6 de 1961).
Memorando de Fernando Uribe Restrepo, departamento de asuntos sociales Andi.
―Resumen Situación Laboral de Antioquia: sindicatos pertenecientes a la UTRAN‖.
(Medellín, septiembre 9 de 1961).
Memorando de Fernando Uribe Restrepo, departamento de asuntos sociales Andi.
―Resumen Situación Laboral de Antioquia III: desarrollo huelga Tejicóndor, Ladrillera
Guayabal y otros conflictos‖. (Medellín, octubre 28 de 1961).
Memorando de Fernando Uribe Restrepo, departamento de asuntos sociales Andi.
―Resumen Situación Laboral de Antioquia VI: Informe huelgas Ladrillera Guayabal,
Tejicóndor, conflictos laborales solucionados y centrales obreras‖. (Medellín, noviembre 22
de 1961).
5.3 Sindicalismo.
5.3.1 Regulación representación y organización sindical.
Telegrama interno Andi No. 202 de Ignacio Reyes Posada, subgerente jurídico Andi.
Criterio sobre representación en asambleas sindicales, a Fernando Uribe, departamento de
asuntos sociales Andi.(Bogotá, abril 13 de 1961).
Boletín interno Andi No. 1.683. ―Resolución No. 00613 del Ministerio de Trabajo, mayo
22 de 1961. Decisión sobre reformas estatutarias de una organización sindical.‖ (Mayo 25
de 1961).
327
Telegrama interno Andi No. 402 de Alejandro Uribe Botero, presidente Andi. Análisis
Decreto 1952 y sus implicaciones sobre sindicatos gremiales y de base, a Fernando
Carrizosa, gerente Andi Bogotá (Medellín, agosto 22 de 1961).
Boletín interno Andi No. 1.711. ―La representación obrera y los sindicatos de base. Texto
del Decreto No. 011952 del 21 de agosto de 1961‖. (Agosto 23 de 1961).
Boletín interno Andi No. 1.736. Proyecto de Ley del Gobierno ―sobre sindicatos y
relaciones colectivas de trabajo‖.(Bogotá, 31 de octubre de 1961).
5.3.2 Documentos Centrales Obreras.
Carta de Heliodoro Agudelo Rivera, UTC al Señor Don Flavio Correa, diario el
Colombiano. Con ocasión de una publicación sobre dirigentes sindicales aparecida el 17 de
septiembre de 1961. (Medellín, septiembre 18 de 1961).
Carta de Alejandro Uribe, presidente Andi a José Raquel Mercado, presidente CTC.
Mensaje de la XVIII Asamblea General de la Andi a la CTC y UTC. (Bogotá, junio 30 de
1961).
Telegrama de Alejandro Uribe, presidente Andi. Mensaje de la Andi a la CTC, en la
celebración de los 25 años de esa central, a José Raquel Mercado, presidente CTC
(Medellín, noviembre 14 de 1961).
Boletín interno Andi No. 1.748. Transcripción ―Mensaje de la CTC a la Andi‖ de José
Raquel Mercado, presidente CTC a Alejandro Uribe, presidente de la Andi. (27 de
noviembre de 1961).
5.4 Legislación Laboral.
5.4.1 Proyecto de Ley reforma al Código Sustantivo del Trabajo.
Copia Anteproyecto de Ley ―Propuesta de reforma al Código Sustantivo del Trabajo para
desarrollar el principio de libertad sindical y protección del derecho de sindicalización
aprobado por la Comisión Revisora.‖
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. ―Conclusiones de la Comisión Oficial de
Reforma Laboral.‖ (s.f).
Carta de Alejandro Uribe Escobar, presidente Andi para los Honorables Miembros de la
Comisión V del Senado y la Cámara de Representantes. Análisis del Proyecto de Ley de
reforma del Código del Trabajo. (s.f) (s.a.)
Boletín interno Andi No. 1.646. ―Memorial presentado a la Comisión V del Senado sobre
Proyecto de Código Laboral.‖ (Febrero 14 de 1961).
Informe de Fernando Uribe Restrepo, departamento de asuntos sociales Andi.
―Generalidades sobre la Reforma Laboral‖. (Medellín, marzo de 1961).
328
Carta de Fernando Uribe Restrepo, departamento de asuntos sociales Andi. Sobre horas
laborales en el año, contempladas en el nuevo Código Sustantivo de Trabajo, a Ignacio
Reyes Posada, subgerente jurídico Andi. (Medellín, abril 19 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 264 de Ignacio Reyes Posada, subgerente jurídico Andi.
Reporte sobre contenidos a discutir de la reforma laboral a Fernando Uribe Restrepo,
departamento de asuntos sociales Andi. (Bogotá, mayo 16 de 1961).
Informe de Fernando Uribe Restrepo, departamento de asuntos sociales Andi. ―Informe de
las labores de la Comisión V del Senado en relación con el Proyecto de Código del Trabajo
VIII‖. (Medellín, mayo 20 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 75 de Fernando Uribe Restrepo, departamento de asuntos
sociales Andi. Precisiones sobre la jornada diaria normal de trabajo, a Andi oficina
Manizales. (Medellín, Septiembre 25 de 1961).
El Espectador (Octubre 27 de 1961). ―Proyecto Complementario del Estatuto Laboral.‖
Telegrama interno Andi no. 610 de Ignacio Reyes Posada, subgerente jurídico Andi.
Discusión de Ponentes y Proyectos de Ley de trabajo en el Congreso, a Alejandro Uribe,
presidente Andi. (Bogotá, octubre 27 de 1961).
5.4.2 Consejo Nacional del Trabajo.
Declaración de la Andi y otros gremios sobre la propuesta del Ministerio sobre el Consejo
Nacional del Trabajo‖. (Medellín, noviembre 29 de 1961).
Informe de Fernando Uribe Restrepo, departamento de asuntos sociales Andi. ―Propuesta
del Ministerio sobre el Consejo Nacional del Trabajo‖. (Medellín, diciembre 2 de 1961).
Telegrama interno Andi No. 599 de Alejandro Uribe, presidente Andi. Copia del Acta No.
1104 sobre posición del gremio frente al Consejo Nacional del Trabajo, a Fernando
Carrizosa, gerente oficina Bogotá. (Medellín, diciembre 12 de 1961).
5.4.3 Salarios y Consejo Nacional de Salarios.
Copia del Decreto No. 2837 del 14 de diciembre de 1960. ―Por el cual se organiza el
Consejo Nacional de Salarios y los Consejos Seccionales de Salarios.‖ Firmado por: José
Elías del Hierro, Ministro de Trabajo.
Carta de Fernando Plata Uricoechea a Alejandro Uribe, presidente de la Andi.
Representación en el Consejo Nacional de Salarios. (Bogotá, 8 de abril de 1961).
Memorando de Fernando Plata Uricoechea a Alejandro Uribe, presidente de la Andi.
Instalación del Consejo Nacional de Salarios. (Bogotá, 5 de mayo de 1961).
Carta de Alejandro Uribe, presidente de la Andi a Fernando Plata Uricoechea.
Agradecimiento asistencia a la instalación del Consejo Nacional de Salarios. (Bogotá, 9 de
mayo de 1961).
329
Boletín Andi No. 1714. Comentario del gremio sobre ―el Salario Integral‖. (agosto 31 de
1961).
Carta de Ignacio Reyes Posada, subgerente jurídico a Alejandro Uribe, presidente de la
Andi. Informe labores Consejo Nacional de Salarios. (Bogotá, octubre 10 de 1961).
Carta de Ricardo Posada Ochoa, asistente del presidente de la Andi a Ignacio Reyes
Posada, subgerente jurídico Andi. Sobre las labores del Consejo de Salarios (Medellín,
octubre 19 de 1961).
Boletín Andi No. 1740. ―Declaración de la Andi sobre el Salario Mínimo‖. (Bogotá, 8 de
noviembre de 1961).
Boletín Andi No. 1743. ―Aprobados nuevos salarios mínimos‖. (Bogotá, 15 de noviembre
de 1961).
Memorando de Fernando Uribe Restrepo, departamento de asuntos sociales. ―Salarios
mínimos por regiones 1961‖. (Medellín, noviembre 17 de 1961).
SEGUNDA PARTE:
ÍNDICE TEMÁTICO DOCUMENTOS PUBLICADOS POR LA ANDI- Archivo Público
Andi (1962-1977)
AÑO 1962
Informe mensual Andi. ―Prima móvil y Consejo Nacional de Salarios‖. Enero de
1962.
Informe mensual Andi. ―Conflicto laboral Flota Grancolombiana‖. Febrero de 1962.
Informe mensual Andi. ―Asamblea Flota Grancolombiana‖. Abril 26 de 1962.
XIX Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Cali, 28 de Junio de 1962.
Informe mensual Andi. ―Paro de transportes y otros conflictos‖. Julio de 1962.
Informe mensual Andi. ―Conflicto transportes‖. Julio de 1962.
―Documentos aprobados por la XIX Asamblea General de Asociados‖. ANDI Noticiero.
Servicio exclusivo para asociados, No. 14, Bogotá, 7 de julio de 1962. Departamento de
divulgación. Págs. 9-10
―Discurso del embajador de Estados Unidos sobre la Alianza para el Progreso‖. ANDI
Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 21, Bogotá, 25 de agosto de 1962.
Departamento de divulgación. Págs. 1-8.
330
―La alianza para el progreso como ayuda entre los pueblos‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 22, Bogotá, 30 de agosto de 1962. Departamento de
divulgación. Págs. 1-8.
―Los cuatro pilares de la alianza para el progreso‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo
para asociados, No. 32, Bogotá, 28 de septiembre de 1962. Departamento de divulgación.
Págs. 1-4.
Informe mensual Andi. ―Legislación laboral‖. Octubre de 1962.
―Discurso del senador Emiliani ante la Comisión V. Del Senado‖. ANDI Noticiero.
Servicio exclusivo para asociados, No. 38, Bogotá, 24 de octubre de 1962. Departamento
de divulgación. Págs. 1-7
Informe mensual Andi. ―Crisis económica y salarios‖. Noviembre de 1962.
―El Congreso Nacional de Salarios explica alza del salario mínimo‖. ANDI Noticiero.
Servicio exclusivo para asociados, No. 41, Bogotá, 5 de noviembre de 1962. Departamento
de divulgación. Págs. 1-3.
―Por qué unas empresas no tienen problemas obreros‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo
para asociados, No. 46, Bogotá, 19 de noviembre de 1962. Departamento de divulgación.
Págs. 2-6.
Informe mensual Andi. ―Sobre los problemas sociales‖. Diciembre de 1962.
―Apartes del discurso del Senador Emiliani sobre economía nacional‖. ANDI Noticiero.
Servicio exclusivo para asociados, No. 52, Bogotá, 18 de diciembre de 1962. Departamento
de divulgación. Págs. 7-16
AÑO 1963
Informe mensual Andi. No. 16. ―Revisión de precios y salarios y conflicto del transporte.‖
Enero de 1963.
―La ANDI se pronuncia sobre los precios y los salarios‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 54, Bogotá, 21 de enero de 1963. Departamento de
divulgación. Págs. 1-13
Informe mensual Andi. No. 17. ―Reajuste de salarios por medio de la Ley 1 de 1963.‖
Febrero de 1963.
―La integración de los obreros en las empresas‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para
asociados, No. 58, Bogotá, 20 de febrero de 1963. Departamento de divulgación. Págs. 1-5
Informe mensual Andi. No. 20. ―Alcances e impactos de la Ley 1 de 1963.‖ Mayo de 1963.
331
―La Asamblea de Bogotá‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 79,
Bogotá, 29 de mayo de 1963. Departamento de divulgación. Págs. 1-7.
Informe mensual Andi. No. 21. ―Conflictos laborales y aplicación Ley 1 de 1963‖ Junio de
1963
―La ANDI y el reajuste semestral de salarios‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para
asociados, No. 82, Bogotá, 11 de junio de 1963. Departamento de divulgación. Págs. 1-3.
Informe mensual Andi. No. 22. ―Problemas laborales y mensaje del Presidente Valencia a
la UTC.‖ Julio de 1963
―La renuncia de Alejandro Uribe Escobar a la presidencia de la Andi‖. ANDI Noticiero.
Servicio exclusivo para asociados, No. 86, Bogotá, 5 de julio de 1963. Departamento de
divulgación. Págs. 1-3.
―La elección de presidente de la ANDI y comentarios de prensa‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 86, Bogotá, 15 de julio de 1963. Departamento de
divulgación. Págs. 2-5.
―Memorial de la ANDI a la Cámara de Representantes‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 88, Bogotá, 17 de julio de 1963. Departamento de
divulgación. Págs. 1-19.
―Elección del nuevo presidente de la Andi Betancur Campuzano‖. ANDI Noticiero.
Servicio exclusivo para asociados, No. 89, Bogotá, 19 de julio de 1963. Departamento de
divulgación. Págs. 1-5.
XX Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Medellín, 30 de Agosto de
1963. Archivo ANDI.
Informe mensual Andi No.23. ―Análisis sobre huelga de Ecopetrol.‖ Agosto de 1963.
Informe mensual Andi No. 24. ―Solución conflicto petrolero y síntesis Plenum CTC de
Bogotá.‖ Septiembre de 1963.
―Comunicado sobre la ley 1 de 1963" a la Cámara de Representantes‖. ANDI Noticiero.
Servicio exclusivo para asociados, No. 102, Bogotá, 7 de octubre de 1963. Departamento
de divulgación. Págs. 1-2.
Carta mensual Andi. ―Ocupación y empleo en Colombia‖. Vol. II No. 27, octubre de 1963.
Informe mensual Andi. No. 26. ―Organización trabajadores petroleros.‖ Noviembre de
1963.
332
―Entrevista de Ignacio Betancur Campuzano a los medios". ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 108, Bogotá, 15 de noviembre de 1963. Departamento de
divulgación. Págs. 4-5.
Circular Fernando Uribe Restrepo, departamento de asuntos sociales. ―Información laboral:
síntesis decretos salarios mínimos que han regido en el país‖. Medellín, noviembre 20 de
1963.
Informe mensual Andi. No. 27. ―Resumen recomendaciones del Ejecutivo Nacional en el
IX Congreso de la UTC de Bucaramanga.‖ Diciembre de 1963.
Circular Fernando Uribe Restrepo, departamento de asuntos sociales. ―Vigencia Ley 58 de
1963, aumento del 1% para el Sena‖. Medellín, diciembre 6 de 1963.
AÑO 1964
Documentos Internos ANDI. ―Mensaje de Jose Raquel Mercado, presidente CTC a la
Asociación de Industriales Latinoamericanos‖. Bogotá, 1964.
Informe mensual Andi. ―Resumen discurso del Presidente Valencia ante el XVIII
aniversario de la UTC‖ Junio de 1964.
Revista Internacional del Trabajo. Vol LXIX, Núm 6. ―IX Congreso Nacional de la Unión
de Trabajadores de Colombia‖. Ginebra, junio de 1964.
―Discurso del doctor Betancur en Asamblea General y Discurso a la Cámara de
Representantes‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 141, Bogotá, 22
de junio de 1964. Departamento de divulgación. Págs. 1-5; 9-10.
―La prensa comenta: Colombianos sin trabajo‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para
asociados, No. 143, Bogotá, 6 de julio de 1964. Departamento de divulgación. Págs: 4-6.
XXI Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Bogotá, 28 de Agosto de
1964. Archivo ANDI.
―Declaraciones XXI Asamblea General de Asociados‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo
para asociados, No. 154, Bogotá, 31 de agosto de 1964. Departamento de divulgación.
Págs. 1-15.
―Declaraciones de la Junta Nacional Plena‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para
asociados, No. 160, Bogotá, 1 de octubre de 1964. Departamento de divulgación. Págs. 1-3.
―Artículo del diario La República sobre inversión y empleo‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 166, Bogotá, 20 de noviembre de 1964. Departamento de
divulgación. Págs 9-10.
333
AÑO 1965
―Posiciones fundamentales de la O.I.E‖. Carta mensual de la Asociación Nacional de
Industriales, vol. II, No.41, enero de 1961. Págs 3-5
―Mensaje de la ANDI al Presidente Valencia‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para
asociados, No. 171, Bogotá, 21 de enero de 1965. Departamento de divulgación. Págs 1-2.
―Mensajes de ANDI a la familia Eder y al Presidente Valencia.‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No.182, Bogotá, marzo 24 de 1965. Departamento de
divulgación. Págs 1-2.
―Asamblea local en Bogotá‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No.205,
Bogotá, 9 de julio de 1965. Departamento de divulgación. Págs 1-6.
―La prensa comenta sobre el desempleo como la peor amenaza‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 206, Bogotá, 14 de julio de 1965. Departamento de
divulgación. Págs. 1-3.
―Asamblea local en Barranquilla‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No.
207, Bogotá, 16 de julio de 1965. Departamento de divulgación. Págs. 1-4..
XXII Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Cartagena, 30 de Julio de
1965.
Memorando de Gabriel Poveda ―La inversión del sector industrial en los últimos seis
años‖. Medellín, julio de 1965.
Memorando de Fernando Uribe Restrepo, jefe del departamento de asuntos sociales Andi.
―Estado actual del conocimiento sobre la realidad colombiana.‖ Medellín, julio de 1965.
―Informe del presidente en la Asamblea General‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para
asociados, No. 208, Bogotá, 2 de agosto de 1965. Departamento de divulgación. Págs. 1-12.
―Discurso del presidente de la ANDI en Manizales‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo
para asociados, No. 216, Bogotá, 17 de septiembre de 1965. Departamento de divulgación.
Págs. 1-4.
―El memorando sobre asuntos laborales‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para
asociados, No. 219, Bogotá, 27 de septiembre de 1965. Departamento de divulgación. Págs.
1-6.
Documento de Fernando Uribe Restrepo, jefe de asuntos sociales Andi. ―La Reforma
Laboral del Decreto 2351 de septiembre 4 de 1965. Algunos conceptos iniciales sobre su
interpretación y aplicación‖. Medellín, octubre 15 de 1965.
334
―La prensa comenta‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 223,
Bogotá, 28 de octubre de 1965. Departamento de divulgación. Págs. 2-3.
―Declaraciones del presidente de ANDI sobre reforma laboral‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 224, Bogotá, 30 de octubre de 1965. Departamento de
divulgación. Págs. 1-2.
Observaciones sobre la coyuntura de desarrollo. ANDI, departamento técnico. Gabriel
Poveda Ramos, 1965.
AÑO 1966
―Reacciones en la prensa ante el discurso del Presidente de la ANDI, Betancur
Campuzano‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 233, Bogotá, 4 de
febrero de 1966. Departamento de divulgación. Págs. 1-9.
―Declaraciones del doctor Betancur a "El Espectador"‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 249, Bogotá, 16 de mayo de 1966. Departamento de
divulgación. Págs. 1-3.
―Asamblea en Bucaramanga y discurso del Dr. Betancur, presidente Andi‖. ANDI
Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 252, Bogotá, 14 de junio de 1966.
Departamento de divulgación. Págs. 1-5.
―Discurso del dr. Betancur Campuzano, presidente Andi‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 253, Bogotá, 24 de junio de 1966. Departamento de
divulgación. Págs. 1-8.
―La prensa comenta sobre el desempleo y las oligarquías obreras‖. ANDI Noticiero.
Servicio exclusivo para asociados, No. 255, Bogotá, 28 de junio de 1966. Departamento de
divulgación. Págs. 1-9.
―Informe ministerial al señor Presidente Valencia‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo
para asociados, No. 256, Bogotá, 30 de junio de 1966. Departamento de divulgación. Págs.
1-18.
Documento del Dr Betancur Campuzano, presidente Andi. ―La Andi: una política constante
y definida.‖ Medellín, agosto 10 de 1966.
XXIII Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Barranquilla, Octubre 12 –
14 de 1966. Archivo ANDI.
―Discurso del Dr. Betancur en la Asamblea de Barranquilla‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 272, Bogotá, 18 de octubre de 1966. Departamento de
divulgación. Págs. 1-11.
335
―Las resoluciones de la XXIII Asamblea‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para
asociados, No. 278, Bogotá, 21 de noviembre de 1966. Departamento de divulgación. Págs.
5-6.
―ANDI respalda al Presidente Lleras‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados,
No. 280, Bogotá, 14 de diciembre de 1966. Departamento de divulgación. Págs. 1-2.
AÑO 1967
Acta 1.330 de la Junta Nacional ANDI. Sobre el trabajo nocturno de mujeres. Medellín, 9
de Enero de 1967.
Acta 1.333 de la Junta Nacional, Reforma al Código Sustantivo del Trabajo. ANDI.
Asociación Nacional de Industriales, 1967.
―El doctor Luciano Elejalde comunica su aceptación como presidente de ANDI‖. ANDI
Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 284, Bogotá, 21 de febrero de 1967.
Departamento de divulgación. Pág. 1
Acta 1.340 de la Junta Nacional, ANDI. Sobre el Banco de los Trabajadores. Medellín -
Sesión 29 de Marzo de 1967.
Acta 4 Junta de Dirección Nacional, ANDI. Experiencia sobre los tribunales de
arbitramento en los conflictos laborales. Medellín, Sesión 11 de Abril de 1967.
Anexo al acta 4, Posición de la ANDI frente a la norma que establece el arbitramento
obligatorio a opción de los trabajadores. Junta de Dirección General. Medellín, abril de
1967.
―Posesión del nuevo presidente de la ANDI.‖ ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para
asociados, No. 290, Bogotá, 12 de abril de 1967. Departamento de divulgación. Pág. 1-7.
―Negociación colectiva con los sindicatos gremiales‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo
para asociados, No. 297, Bogotá, 6 de mayo de 1967. Departamento de divulgación. Págs.
1-2.
Acta 1.350 de la Junta Nacional ANDI. Informe Parlamentario. Medellín - Sesión 29 de
mayo de 1967.
―Informe parlamentario‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 302,
Bogotá, 17 de junio de 1967. Departamento de divulgación. Págs. 1-2
Acta 1.354 de la Junta Nacional ANDI¸ Propuesta sobre días festivos. Medellín - Sesión 26
de junio de 1967.
Conferencia Tripartita - Reforma Laboral. Septiembre de 1967. Asociación Nacional de
Industriales. Medellín, septiembre de 1967.
336
―Carta del presidente de ANDI al señor Ministro del Trabajo.‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 321, Bogotá, 6 de octubre de 1967. Departamento de
divulgación. Págs. 1-3
―Memorial dirigido por el presidente de ANDI en relación al proyecto de ley sobre huelga‖.
ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 332, Bogotá, 11 de diciembre de
1967. Departamento de divulgación. Págs. 1-4.
―Fuerza de trabajo del país‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 334,
Bogotá, 14 de diciembre de 1967. Departamento de divulgación. Págs. 1-3.
―Población, industrialización y empleo‖, Revista Trimestral, Asociación Nacional de
Industriales (Medellín). No. 3 de febrero de 1967.
AÑO 1968
―Algunas reformas laborales recientes.‖ Revista ANDI. Edición Trimestral. No. 5, marzo
de 1968. Págs. 71-76.
XXIV Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Pereira, Marzo 27 – 29 de
1968. Archivo ANDI.
―Discurso pronunciado por el presidente de la ANDI doctor Luciano Elejalde ante la XXIV
Asamblea general reunida en Pereira‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados,
No. 352, Bogotá, 1 de abril de 1968. Departamento de divulgación. Págs. 1-18.
―Resoluciones aprobadas por la XXIV Asamblea General de la Asociación Nacional de
Industriales‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 353, Bogotá, 8 de
abril de 1968. Departamento de divulgación. Págs. 4, 5, 7 y 8.
―El Consejo de Estado anula artículo 3° del decreto 1373 de 1966 sobre justa causa para
despidos.‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 354, Bogotá, 18 de
abril de 1968. Departamento de divulgación. Págs. 1-6.
―El proyecto de reforma constitucional y la intervención del Estado‖. Revista ANDI.
Edición trimestral. No. 6, junio 1968. Págs. 24-29.
―Declaración de la ANDI con motivo del levantamiento del estado de sitio.‖. ANDI
Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 377, Bogotá, 5 de octubre de 1968.
Departamento de divulgación. Págs. 1.
―Política de salarios‖. Revista ANDI. Edición Trimestral. No. 7, diciembre de 1968. Págs.
71-76.
337
AÑO 1969
Fernando Uribe Restrepo ―La industrialización y el empleo‖. Revista ANDI. Revista
trimestral. No. 8, mayo de 1969. Págs 86-90.
Juan Felipe Gaviria. ―La economía colombiana en 1968‖. Revista ANDI. Revista
trimestral. No. 8, mayo de 1969. Págs 5-26.
―Discurso pronunciado por el doctor Luciano Elejalde, presidente de la Asociación
Nacional de Industriales, ante la XXV Asamblea General Ordinaria de Asociados reunida
en Cali el 18 de abril pasado‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No.
396, Bogotá, 26 de abril de 1969. Departamento de divulgación. Págs. 1-46
―Resoluciones aprobadas por la XXV Asamblea General Ordinaria de la ANDI reunida en
Cali el 18 de abril de 1969‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 402,
Bogotá, 3 de junio de 1969. Departamento de divulgación. Págs. 5-6.
AÑO 1970
Fernando Uribe Restrepo. ―Los sindicatos patronales. Alcance de las negociaciones
colectivas‖. Revista ANDI Trimestral. No. 10, junio de 1970. Págs 87-91.
XXIV Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Cartagena, Septiembre 22-
25 de 1970.
―Texto del discurso del doctor Luciano Elejalde pronunciado en la XXVI Asamblea
General Ordinaria‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 441, Bogotá,
29 de septiembre de 1970. Departamento de divulgación. Págs. 1-22
―Texto de la declaración aprobada por la XXVI Asamblea General Ordinaria de la
Asociación Nacional de Industriales‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados,
No. 442, Bogotá, 29 de septiembre de 1970. Departamento de divulgación. Págs. 1-15
Dudley Seers, ―Nuevos métodos sugeridos por el programa del empleo para Colombia‖.
Revista Internacional del Trabajo, vol. 82, número 4, octubre 1970. OIT.
―Discurso pronunciado por el doctor Jorge Mejía Palacio, presidente de la Asociación
Bancaria, en la VIII Convención Bancaria Nacional y Primera Convención de Instituciones
Financieras‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 448, Bogotá, 23 de
noviembre de 1970. Departamento de divulgación. Págs. 1-8.
AÑO 1971
―El doctor Luis Prieto Ocampo nuevo presidente de la ANDI‖; ―Texto de la conferencia
dictada por el doctor Alfonso López Michelsen en Cali.‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 459, Bogotá, 26 de febrero de 1971. Departamento de
divulgación. Págs. 1-11.
338
―Mensaje de los obispos colombianos sobre la situación actual del país‖. ANDI Noticiero.
Servicio exclusivo para asociados, No. 479, Bogotá, 14 de julio de 1971. Departamento de
divulgación. Págs. 3-4.
―Discurso del doctor Francisco Mejía Vélez.‖ ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para
asociados, No. 486, Bogotá, 24 de agosto de 1971. Departamento de divulgación. Págs. 1-5.
XXVII Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Medellín, Septiembre 15 –
17 de 1971.
―Texto del discurso del señor Ministro de Trabajo y Seguridad Social doctor Crispín
Villazón de Armas, pronunciado ante la XXVII Asamblea Nacional.‖ ANDI Noticiero.
Servicio exclusivo para asociados, No. 494, Bogotá, 28 de septiembre de 1971.
Departamento de divulgación. Págs. 11-15.
AÑO 1972
―Apartes de dos artículos del boletín informativo de la OIT‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 538, Bogotá, 12 de junio de 1972. Departamento de
divulgación. Págs. 4-5.
―Discurso del doctor Luis Prieto Ocampo, presidente de la "ANDI" y delegado de los
empleadores de Colombia, ante la LVII Asamblea de la Organización Internacional del
Trabajo "OIT" celebrada en Ginebra en el presente año‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 543, Bogotá, 10 de julio de 1972. Departamento de
divulgación. Págs. 1-3.
XXVIII Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Manizales, Octubre 4 – 6
de 1972.
Efrén Córdova, ―La legislación laboral y el desarrollo de América Latina: un examen
preliminar‖. Revista Internacional del Trabajo, noviembre 1972.
AÑO 1973
XXIX Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Bogotá, Octubre 17 – 19 de
1973. Archivo ANDI.
Encuesta industrial Andi. ―Empleos y salarios: resumen por ciudades.‖ Medellín, 1973.
―Discurso pronunciado por el doctor Luis Prieto Ocampo, presidente de la "ANDI", ante la
Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo – Ginebra, Suiza junio 29/73‖.
ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 592, Bogotá, 7 de julio de 1973.
Departamento de divulgación. Págs. 1-4.
―58a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo - 1973‖. ANDI Noticiero.
Servicio exclusivo para asociados, No. 600, Bogotá, 30 de agosto de 1973. Departamento
de divulgación. Págs. 2-4.
339
―Aspectos sociales‖, Revista trimestral, Asociación Nacional de Industriales (Medellín), 18
y 19, Octubre y Diciembre de 1973.
―Documento aprobado por la XXIX Asamblea General de ANDI el 19 de octubre de 1973.
Capítulo V – Aspectos sociales y laborales de la industrialización‖. ANDI Noticiero.
Servicio exclusivo para asociados, No. 609, Bogotá, 31 de octubre de 1973. Departamento
de divulgación. Págs. 31-32
Encuesta Industrial ANDI. Medellín, noviembre 28 de 1973.
Servicio exclusivo para asociados, No. 614, Bogotá, 5 de diciembre de 1973. Departamento
de divulgación. Págs. 3-8.
AÑO 1974
Julio C. Elizaga, ―Participación de la mujer en la mano de obra en América Latina: la
fecundidad y otros determinantes‖. Revista Internacional del Trabajo, vol. 81, mayo - junio,
1974, número 5-6.
―Informe del consejero técnico de la Delegación de Empleadores de Colombia ante la
O.I.T. Correspondiente al año 1973‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados,
No. 32, Bogotá, 31 de mayo de 1974. Departamento de divulgación. Págs. 1-13
―Nuevo presidente de ANDI‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No.
633, Bogotá, 31 de mayo de 1974. Departamento de divulgación. Págs. 1-3.
―Discurso de la 59a Conferencia de la OIT‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para
asociados, No. 637, Bogotá, 18 de julio de 1974. Departamento de divulgación. Págs. 1-3.
―Discurso de despedida del doctor Luis Prieto Ocampo como presidente de la ANDI y
discurso de posesión del nuevo presidente, Fabio Echeverri Correa‖. ANDI Noticiero.
Servicio exclusivo para asociados, No. 638, Bogotá, 27 de julio de 1974. Departamento de
divulgación. Págs. 1-7.
―Comunicación dirigida al H. Representante José Liborio Osorio sobre reforma al
calendario de días festivos y al régimen vacacional del sector privado‖. ANDI Noticiero.
Servicio exclusivo para asociados, No. 658, Bogotá, 29 de noviembre de 1974.
Departamento de divulgación. Págs. 1-5.
XXX Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Barranquilla, Octubre 31 de
1974.
AÑO 1975
―Comunicación del presidente de ANDI Dr. Fabio Echeverri Correa dirigida al señor
Presidente de la República – Sobre temas de carácter laboral‖. ANDI Noticiero. Servicio
exclusivo para asociados, No. 663, Bogotá, 7 de marzo de 1975. Departamento de
divulgación. Págs. 1-2.
340
―Evolución e incidencia de la remuneración al trabajo en la industria manufacturera‖;
―Aspectos laborales en la integración del grupo andino‖. Revista ANDI. Edición trimestral.
Nos. 20, 21, 22 y 23, julio de 1975. Págs. 103-116.
―Política concertada, tripartidismo‖; ―Proyectos Laborales‖; ―Empleo‖; Participación de
los trabajadores en la gestión empresarial‖. Revista ANDI. Edición trimestral. Nos. 24, 25,
26 y 27, septiembre de 1975. Págs. 62-85.
XXXI Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Cartagena, Septiembre 12
de 1975. Archivo ANDI.
―52a Reunión Anual del Consejo General de la Organización Internacional de
Empleadores.‖ ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No. 679, Bogotá, 17 de
septiembre de 1975. Departamento de divulgación. Págs. 5-7.
―Recomendaciones de las comisiones de trabajo y seguridad social durante la XXXI
Asamblea General Ordinaria‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para asociados, No.
680, Bogotá, 17 de octubre de 1975. Departamento de divulgación. Págs. 14-15.
AÑO 1976
―Situación y perspectivas de la economía y la industria en Colombia‖. ANDI Noticiero.
Servicio exclusivo para asociados, No. 702, Bogotá, 7 de mayo de 1976. Departamento de
divulgación. Págs. 1-11.
―Actividad Legislativa‖. Revista ANDI. Edición bimestral. No. 29, mayo de 1976. Págs.
48-50.
―Comentarios al Proyecto de Ley No. 7 por el cual se establece el ejercicio del derecho de
huelga‖; ―Síntesis de proyectos de ley sobre materias laborales a estudio del Gobierno‖;
―Reflexiones sobre el tema laboral‖; ―Salario mínimo y el aumento de las prestaciones‖;
―Proyecto de reforma laboral presentado por el Gobierno‖. Revista ANDI. Edición
bimestral. No. 30, agosto de 1976. Págs. 62-85.
Memorando ―Fijación de salarios mínimos y desarrollo‖ de Luis Francisco Cuervo, gerente
de la Asociación Nacional de Industriales, oficina Bogotá. Agosto, 1976.
XXXII Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Cali, septiembre 10 de
1976. Archivo ANDI.
―Conclusiones y recomendaciones de las diferentes comisiones que sesionaron durante la
XXXII Asamblea General de Afiliados en Cali‖. ANDI Noticiero. Servicio exclusivo para
asociados, No. 711, Bogotá, 16 de septiembre de 1976. Departamento de divulgación. Págs.
3-6.
Circular No. 1225 de Francisco Piedrahita, vicepresidente de asuntos económicos ANDI.
―Encuesta industrial 1975‖. Bogotá, 22 de noviembre de 1976.
341
―Aumentará el ocio remunerado‖. Revista ANDI. Edición bimestral. No. 31, diciembre de
1976. Págs. 35-37.
AÑO 1977
―Análisis global de los proyectos de ley de carácter laboral que cursan en el Congreso‖.
Revista ANDI. Edición bimestral. No. 32, marzo de 1977. Págs. 46-59.
Documento ―Convenciones Colectivas en empresas representativas de distintos sectores y
ciudades del país 1977‖. Vicepresidencia de asuntos sociales y laborales, ANDI. Bogotá,
marzo de 1977.
―Algunos aspectos de la participación de los trabajadores en las empresas.‖. Revista
ANDI. Edición bimestral. No. 33, abril de 1977. Págs. 53-62.
―Aspectos políticos de la intervención del Estado.‖. Revista ANDI. Edición bimestral. No.
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XXXIII Asamblea General Asociación Nacional de Industriales. Medellín, Septiembre de
1977. Archivo ANDI.
―La cuestión social. Ponencia Presentada por Francisco Mejía, Presidente ANDI.‖. Revista
ANDI. Edición bimestral. No. 34, junio de 1977. Págs. 50-53.
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Escobar, ANDI. Medellín, octubre de 1977.
342
Bibliografía
FUENTES PRIMARIAS
Archivos
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Archivo Semanario Voz de la Democracia 1958-1963.
Entrevistas
Miguel Feliciano. Ex miembro del Comité Directivo de la CTC. Expresidente del
Sindicato de Trabajadores del Transporte. Entrevista realizada en Bogotá, 2010.
Rafael Maya. Secretario CTC Seccional Cundinamarca-Bogotá. Exdirigente Sindicato
Ferrocarriles Nacionales de Colombia. Entrevista realizada en Bogotá, 2010.
Rodrigo Javier Toro Zuleta. Ex Director de promoción educativa de la Escuela Nacional
Sindical. Ex dirigente sindicato de Sofasa. Entrevista realizada en Medellín, 2011.
Norberto Ríos. Ex Director académico de la Escuela Nacional Sindical y de la Revista
Cultura y Trabajo. Entrevista realizada en Medellín, 2011.
Miguel Antonio Caro. Ex presidente de la CUT, Fecode. Miembro del Comité Ejecutivo
del Partido Comunista Colombiano. Entrevista realizada en Bogotá, 2012.
Gabriel Fonnegra. Periodista de Tribuna Roja. Órgano Informativo del MOIR, profesor
Universitario. Entrevista realizada en Bogotá, 2012
Omar Enrique Cedano. Vicepresidente Nacional y Presidente subdirectiva Guacarí de
Sintracatorce – Sindicato de la Industria Azucarera- principalmente de corteros de caña,
creado en 2011. Entrevista realizada en Cali, 2015.
Jaime Montoya. Miembro Comité de Educación Seccional CUT- Valle. Asesor del sector
de trabajadores cañeros. Entrevista realizada en Cali, 2015.
Adolfo León Tigreros Domínguez. Miembro del Polo Democrático Alternativo. Asesor de
Sintrainagro en el Valle del Cauca, sector azucarero. Cali, 2015.
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El Espectador. (1959-1960)
El País. (1959)
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El Tiempo. (1959-1960)
El Correo. (1959)
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El Relator. (1959).
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Semana (agosto 1959).
Semanario Voz de la Democracia (1959-1963).
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algunas disposiciones sobre convenciones de trabajo, asociaciones profesionales, conflictos
colectivos y jurisdicción especial de trabajo. Diario Oficial. Bogotá, D.C, No. 25.790.
Colombia. Congreso de la República. Ley 64. (20, diciembre, 1946). Por la cual se reforma
y adiciona la Ley 6 de 1945 y se dictan otras disposiciones de carácter social. Diario
Oficial. Bogotá, D.C, No. 26.317.
Colombia. Congreso de la República. Ley 2. (6, agosto, 1958). Por la cual se da
provisionalmente fuerza de ley a ciertas disposiciones y se crea una comisión
interparlamentaria. Diario Oficial. Bogotá, D.C, No. 29.754.
Colombia. Congreso de la República. Ley 105. (14, diciembre, 1959). Por la cual se
prorroga la vigencia de la Ley 2a. de 1958. Diario Oficial. Bogotá, D.C, No. 30.128.
Colombia. Ministerio de Gobierno. Decreto 3743. (11, enero, 1950). Por el cual se modifica
el Decreto No. 2663 de 1950, sobre Código Sustantivo del Trabajo. Diario Oficial. Bogotá,
D.C, No. 27.504.
Colombia. Ministerio de Gobierno. Decreto Extraordinario 616. (26, febrero, 1954). Por el
cual se modifican los Códigos Sustantivo y Procesal del Trabajo. Diario Oficial. Bogotá,
D.C., 1954, No 28.424.
Colombia. Ministerio del Trabajo. Código Sustantivo del Trabajo. (7, junio, 1951). Diario
Oficial. Bogotá, D.C., 1951, No 27.622.
Colombia. Ministerio del Trabajo. Decreto 147 (14, mayo, 1958). Suministro de calzado a
los obreros. Diario Oficial. Bogotá, D.C.
Colombia. Ministerio del Trabajo. Decreto 2164 (10, agosto, 1959). Por el cual se
reglamentan los artículos 450 y 451 del Código Sustantivo del Trabajo. Diario Oficial.
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Colombia. Ministerio del Trabajo. Resolución 918 (14, julio, 1959). Por la cual se declara
la ilegalidad de un paro colectivo de trabajo. Reproducida en el Boletín Andi No. 1.497 (25,
julio, 1959).
Colombia. Ministerio del Trabajo. Resolución 1064 (1959). Por la cual se crea un
procedimiento para despidos. Reproducida en el diario El Tiempo (agosto 18, 1959)
―Gobierno vigila cumplimiento de pactos laborales en el Valle.‖
Colombia. Ministerio de la Protección Social. Histórico de Salarios Mínimos (1950-2011).
Disponible en línea: www.estrategicoscta.com.co/pdf/historicodesalariosminimos.pdf
Colombia. Presidencia de la República. Decreto 2127 (28, agosto, 1945). Por el cual se
reglamenta la ley 6a. de 1945, en lo relativo al contrato individual de trabajo, en general.
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Colombia. Presidencia de la República. Decreto 2663. (9, septiembre, 1950). Sobre Código
Sustantivo del Trabajo. Diario Oficial. Bogotá, D.C, No 27.407.
Colombia. Presidencia de la República. Decreto 2214. (7, septiembre, 1956). Por el cual se
fija el salario mínimo en los Departamentos. Diario Oficial. Bogotá, D.C.
Colombia. Presidencia de la República. Decreto 2351. (17, septiembre, 1965). Por el cual
hacen unas reformas al Código Sustantivo del Trabajo. Diario Oficial. Bogotá, D.C, No.
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(13, marzo, 1959). Reproducido en Boletín Andi Marzo 14 de 1959.
Mensaje al Presidente Lleras. Apoyo irrestricto al Gobierno. En: El Tiempo. Bogotá: (11,
junio, 1959)
Industriales del Valle ratifican apoyo irrestricto al Gobierno. En: El Tiempo. Bogotá: (11,
junio, 1959)
Industriales del Valle ofrecen su respaldo al Gobierno de Lleras. En: El Espectador.
Bogotá: (11, junio, 1959)
Centrales obreras hablan sobre la situación laboral. ―Los patronos, responsables de la
situación social del país: Declara la CTC.‖ En: El Espectador. Bogotá: (12, junio, 1959).
La industria del Valle preconiza la política de mejores salarios. En: El País. Cali: (13, junio,
1959)
El Presidente Lleras habla sobre la Cláusula de Reserva. En: El Tiempo. Bogotá: (18, junio,
1959)
El Presidente Lleras habla sobre la Cláusula de Reserva. En: El Correo. (18, junio, 1959)
345
Cláusula de Reserva y Plazo Presuntivo de la Convención Colectiva de la Garantía S.A y su
sindicato. En: El Tiempo. Bogotá: (20, junio, 1959).
La situación social del Valle. En: La República (21, junio, 1959)
Es ilegal la Huelga de Riopaila. En: El País. Cali: (15, julio, 1959).
Gobierno vigila cumplimiento de pactos laborales en el Valle. En: El Tiempo. Bogotá: (18,
agosto, 1959).
Panorama de la Crisis Social. En: El Tiempo. Bogotá: (21, septiembre, 1960).
Unidad Sindical pide el Presidente Lleras. Instalación Congreso XII CTC. En: El
Espectador. Bogotá: (19, diciembre, 1960)
La Andi y la justicia social. En: El Catolicismo. Bogotá: (3, febrero, 1961).
Especiales peligros del sindicalismo. En: El Tiempo. Bogotá: (17, septiembre, 1961).
Amplios programas de redención social aprueba la Andi. En: Inquietud Obrera. (febrero de
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La Traición de Utraval. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano.
Bogotá. 4, abril, 1959.
1600 obreros de Manuelita declaran Huelga. En: Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 9, mayo, 1959.
Pajonales: el sindicato denuncia violación del Pacto. En: Semanario Voz, órgano del
Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 16, mayo, 1959.
La huelga de Manuelita. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano.
Bogotá. 5, junio, 1959.
La lucha de la clase obrera contra la cláusula de reserva. Semanario Voz, órgano del
Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 5, junio, 1959.
Derrotada cláusula de reserva en la Manuelita. En: Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 20, junio, 1959.
La lucha contra la cláusula de reserva. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
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Colombiano. Bogotá. 27, junio, 1959.
Triunfan los obreros del Ingenio oriente de Palmira- Valle. En: Semanario Voz, órgano del
Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 4, julio, 1959.
Un fuerte golpe a la clase obrera: despidos Riopaila. En: Semanario Voz, órgano del
Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 25, julio, 1959.
En agresiva represión patronal son despedidos 2.000 obreros azucareros. En: Semanario
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Los paros del Valle. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano.
Bogotá. 15, agosto, 1959.
Castigo para los asesinos de los obreros azucareros. En: Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 22, agosto, 1959.
La empresa pajonales busca elevar los precios del azúcar. En: Semanario Voz, órgano del
Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 22, agosto, 1959.
Salarios ingenios Bengala. En: Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano.
Bogotá. 22, agosto, 1959.
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Colombiano. Bogotá. 22, agosto, 1959.
De Fedenal a los azucareros. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano.
Bogotá. 29, agosto, 1959.
La Masacre del Valle: 20 Campesinos Asesinados. Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 5 de septiembre de 1959.
Patronos de Pajonales buscan liquidar el sindicato. Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 19, septiembre, 1959.
La Unidad Obrera impedirá despidos de los azucareros. Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 26, septiembre, 1959.
Noticiero Sindical: Cali, terminó investigación en Rio Paila. Semanario Voz, órgano del
Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 26, septiembre, 1959.
La Federación de Trabajadores del Valle y su 25 aniversario. Semanario Voz, órgano del
Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 10, octubre, 1959.
Triunfan Huelguistas de Bengala. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 5, noviembre, 1959.
Fallo Riopaila. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 10,
diciembre, 1959.
347
Derrotada la cláusula de reserva en Cementos Portland Diamante. Semanario Voz, órgano
del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 8, agosto, 1959.
Los patronos de Apolo retrocedieron con su cláusula de reserva. Semanario Voz, órgano
del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 22, agosto, 1959.
Noticiero Sindical. Huelgas la Garantía-Fedetav. Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 5, marzo, 1960.
Hacendado de Palmira amenaza a sus trabajadores. Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 23, abril, 1960.
Noticiero Sindical: Se violan leyes laborales en el Quindío. Semanario Voz, órgano del
Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 23, abril, 1960.
Noticiero sindical: Política justa de Fedetav debilita a Utraval. Semanario Voz, órgano del
Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 7, mayo, 1960.
Para subir el precio del azúcar fue cerrado el ingenio pajonales. Semanario Voz, órgano del
Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 11, junio, 1960.
Carta del Valle: Dirigentes sindicales apresados. Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 11, junio, 1960.
Noticiero sindical. Fedetav. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano.
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Fedetav. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 27, agosto,
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De la Federación de Trabajadores del Valle. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 24, septiembre, 1960.
Opinan: dirigentes, federaciones, sindicatos. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 24, septiembre, 1960.
Federación de Trabajadores de Antioquia ofrece su respaldo total a la Fedetav. Semanario
Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 24, septiembre, 1960.
Especulación de alto bordo. Preparan los magnantes azucareros colombianos. Semanario
Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 10 al 16, octubre, 1960.
Paro el 5 gran concentración de Unidad Popular en Cali. Semanario Voz, órgano del
Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 31, octubre, 1960.
Noticiero sindical: Sindicato azucarero condena a los traidores de la CTC y ofrece su
respaldo a Fedetav. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 7
al 13, noviembre, 1960.
No es cierto que el sindicato de Riopaila se retire de Fedetav. Semanario Voz, órgano del
Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 21 al 27, noviembre, 1960.
348
Carta del Valle. Asamblea Sindical Unitaria de Pradera. Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 28 de noviembre al 4 de diciembre, 1960.
Paros en Tejicóndor y Riopaila. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 28 de noviembre al 4 de diciembre, 1960.
La situación de la clase obrera del Valle. Se preparan actos de violencia contra los
trabajadores y sus organizaciones. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 5 al 11, diciembre, 1960.
El 12 Congreso de la CTC. En Cartagena culminó cadena de traiciones a la clase obrera.
Semanario Voz, órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 5 al 11, diciembre,
1960. Bogotá. 2 al 8 de enero de 1961.
¿Cómo se realizó el Congreso de la C.T.C en Cartagena?. Rechazar la campaña de la
prensa reaccionaria colombiana. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
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Los sindicatos del Valle repudian Congreso de bolsillo de Cartagena. Semanario Voz,
órgano del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 8 al 15, enero, 1961.
Trabajadores de Riopaila atestan un duro golpe a los divisionistas. Semanario Voz, órgano
del Partido Comunista Colombiano. Bogotá. 8 al 15, enero, 1961.
Noticiero sindical: Persecución trabajadores Rio Paila. Semanario Voz, órgano del Partido
Comunista Colombiano. Bogotá. 8 al 15, enero, 1961.
Manifestación obrera en Palmira. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 23 al 29, enero, 1961.
Trabajadores Rio Paila seguirán luchando. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 30 de enero al 5 de febrero, 1961.
Noticiero sindical. Fedetav vs Min Trabajo. Semanario Voz, órgano del Partido Comunista
Colombiano. Bogotá. 6 al 12 de febrero, 1961.
Documentos Andi Capítulos 2, 3 y 4. Cuestiones Laborales ingenios azucareros
1959 -1961
Telegrama interno Andi No. 71 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, Problema
generado por la Convención Colectiva del Ingenio Mayagüez, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. Cali, marzo 17 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 70 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, Informe
pliegos de peticiones que piden eliminación cláusula de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. Cali, marzo 17 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 74 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Cláusula de
reserva y agitación social en la industria vallecaucana, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente
de la Andi Cali, marzo 18 de 1959.
349
Boletín No. 4 Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. ―Convención
Laboral Ingenio Mayagüez‖. Cali, marzo 23 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 76 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, sobre
pliegos de petición que exigen la eliminación de la cláusula de reserva, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, marzo 23 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 144 a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Informe
reunión con los gerentes de los principales ingenios azucareros sobre eliminación cláusula
de reserva. Cali, marzo 23 de 1959.
Telegrama interno Andi de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Posición frente a
la propuesta de eliminación de la Cláusula de Reserva. Cali, marzo 23 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 76 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, resumen
acciones de la Andi frente al problema laboral de la industria azucarera en el Valle, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, marzo 24 de 1959.
Boletín No. 5 Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. Convención
Laboral del Ingenio Central Tolima, Pajonales. Cali, marzo 26 de 1959.
Boletín No. 6 Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. Resumen
Conferencia sobre asuntos Laborales: cláusula de reserva y pliegos de peticiones ingenios
azucareros. Cali, abril 1 de 1959.
Boletín No. 7 Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. Convención
Laboral del Ingenio Pichichi. Cali, abril 5 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 202 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Posición
oficial de la Andi frente al problema laboral de la industria azucarera en el Valle, a Enrique
Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá. Medellín, abril 28 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 318 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Alcances conflictos de la Manuelita, Croydon y la Garantía, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, abril 28 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 112 del Dr Jaramillo, directivo Andi. Reporte reunión de la
Junta Directiva de Manuelita, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Cali, abril 29
de 1959.
Comunicado Organizaciones Sindicales de Santander sobre el problema de la Compañía
Colombiana de Tabaco para solucionar el Pliego de Peticiones de sus Trabajadores.
Bucaramanga, mayo de 1959.
Telegrama interno Andi No. 59 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Conflictos
sociales Mayo. Medellín, mayo 11 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 357 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Acuerdo
Junta Directiva Seccional Cali frente al conflicto laboral de los ingenios azucareros, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, mayo 12 de 1959.
350
Telegrama interno Andi No. 136 de Andi Cali, para Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. Discusión de problema laboral La Garantía y pliegos de peticiones ingenios
azucareros. Cali, Mayo 12 de 1959.
Telegrama interno Andi Cali. Informe fórmula ofrecida por La Manuelita de Cláusula de
Reserva, a Andi Medellín. Cali, mayo 21 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 17 de José Raimundo Sojo, gerente Andi Barranquilla a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Desmiente noticia del Heraldo, envía copia del
texto de la convención colectiva de trabajo firmada entre la empresa Coca Cola y sus
trabajadores referido a la cláusula de reserva y plazo presuntivo contrato trabajo.
Barranquilla, mayo 21 de 1959.
Boletín No. 12. Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. Convención
Laboral del Ingenio El Papayal. Cali, mayo 22 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 165 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Informe
reunión directivos empresa La Garantía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Cali, mayo 25 de 1959.
Boletín No. 13. Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar. Convención
Laboral del Ingenio El Arado. Cali, mayo 25 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 167 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Resumen
cláusulas suscritas por el Ingenio El Arado, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Cali, mayo 26 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 418 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Postura Manuelita y La Garantía sobre cláusula de reserva, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, mayo 27 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 175 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Rechazo
del Sindicato de Manuelita y Garantía al tribunal de arbitramento, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. Cali, mayo 29 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 81 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Resumen
entrevista con el Gobierno y representación de Víctor Silva de la CTC en el conflicto del
Valle, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Medellín, junio 8 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 457 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Desacuerdo entre la Andi el Ministro de Trabajo Morales Benítez sobre fórmula
para enfrentar los conflictos laborales del Valle, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. Bogotá, junio 8 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 455 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Petición información postura frente al conflicto por parte de Víctor Silva de la
CTC, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, junio 8 de 1959.
351
Telegrama interno Andi No. 303 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Puntos
centrales frente Gravedad problema ingenios azucareros, a. Enrique Caballero Escovar,
gerente Andi oficina Bogotá. Medellín, junio 8 de 1959.
Telegrama interno Andi de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá.
Precaución frente a Paro de Solidaridad decretado por la UTC y CTC, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, junio 8 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 192 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Acuerdo
sobre apoyo a las empresas en conflicto y gravedad de la situación de los Ingenios, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, junio 9 de 1959.
Boletín Andi No. 1.484. Decreto 1593 de 1959 y documentos conexos. Declaración de la
actividad bancaria como servicio público. Medellín: 10 de junio de 1959.
Telegrama interno Andi No. 316 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi..
Precaución presencia Andi en las discusiones obrero-patronales del Valle, a Enrique
Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá Medellín, junio 10 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 198 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Acuerdo
entre delegado Ministerio del Trabajo y CTC para el conflicto de los ingenios azucareros, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, junio 10 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 196 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Informe
reunión empresarios Gobernación sobre conflicto ingenios azucareros, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, junio 10 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 469 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Negociaciones con la prensa publicaciones del conflicto laboral ingenios
azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, junio 10 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 88 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
conversación con Ernesto Sanclemente, dueño Ingenios azucareros, a Gerardo Velasco,
gerente oficina Andi Cali. Medellín, junio 10 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 92 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi,
condiciones de la cláusula de reserva y contrato presuntivo de trabajo en el acuerdo de
Coltabaco, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Medellín, junio 11 de 1959
Telegrama interno Andi No. 316 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi..
Precaución presencia Andi en las discusiones obrero-patronales del Valle, a Enrique
Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá. Medellín, junio 11 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 317 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, fin
conflicto Coltabaco, a Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina Bogotá. Medellín,
junio 11 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 471 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá e Ignacio Reyes Posada, subgerente. Consideraciones conflicto laboral de los
352
ingenios azucareros como asunto de orden público, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de
la Andi. Bogotá, 11 de junio de 1959.
Telegrama interno Andi No. 473 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Publicación prensa postura Andi frente al conflicto laboral del Valle, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, 11 de junio de 1959.
Telegrama interno Andi No. 474 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Contactos con la prensa Bogotá, 11 de junio de 1959.
Telegrama interno Andi No. 204 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Acuerdo
entre delegado Ministerio del Trabajo y CTC para el conflicto de los ingenios azucareros, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, junio 11 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 207 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Reunión
de directivos y empresas La Garantía y Manuelita, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. Cali, junio 12 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 207 b de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Fórmula
de Coltabaco no es aceptada por trabajadores de los ingenios azucareros, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, junio 12 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 475 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Abuso de cláusula de reserva y medidas gerentes ante la huelga bancaria. Bogotá,
junio 12 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 211 de Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi Cali. Anuncio
Paro por Fedetav a propósito conflictos laborales de los ingenios Garantía y manuelita, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, Junio 13 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 213 de Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi Cali.
Conversación telefónica detalles para resolver conflicto de la Garantía y declaraciones
Fedetav, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, Junio 15 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 214 de Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi Cali. Reunión de
industriales para supervivencia de cláusula de reserva y término presuntivo de trabajo, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Medellín, junio 16 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 332 de Diego Tobón Arbeláez, vicepresidente Andi.
Conversaciones en la Manuelita, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Medellín,
junio 17 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 219 para Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Términos convención colectiva de la Manuelita. Cali, junio 17 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 331 de Diego Tobón Arbeláez, vicepresidente Andi. Invitación
Otto Morales Benítez a la Asamblea de la Andi, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. Medellín, junio 17 de 1959.
353
Telegrama interno Andi No. 493 para Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Solicitud información huelga Apolo, convención colectiva la Manuelita e inicio de
conversaciones la Garantía, a Diego Tobón Arbeláez, vicepresidente Andi. Medellín, junio
17 de 1959.
Telegrama interno Andi No.238 de Diego Tobón Arbeláez, Vicepresidente de la Andi.
Desacuerdo posición del Presidente Lleras, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Medellín, junio 18 de 1959.
Telegrama interno Andi No.224 de Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi Cali.
Conversaciones conflicto La Garantía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali,
junio 18 de 1959.
Telegrama interno Andi No.229 de Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi Cali. Discusión
régimen contractual la Garantía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, junio
19 de 1959.
Telegrama interno Andi No.232 de Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi Cali.
Información firma convención colectiva de la Garantía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente
de la Andi. Cali, junio 20 de 1959.
Telegrama interno Andi no. 509 del Dr Arenas, Andi Cali. Silencio sobre pronunciamientos
Presidente Lleras, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, junio 20 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 102 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Cláusula
de Reserva en acuerdos la Manuelita y Garantía, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. Medellín, junio 22 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 510 del Dr Arenas. Comentarios editoriales prensa capitalina
sobre las declaraciones del Ministerio de Trabajo en Cali, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. Bogotá, junio 22 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 513 del Dr Arenas. Postura Andi frente a la política social, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, junio 22 de 1959.
Telegrama interno Andi No.241 del Dr Jaramillo, Andi Cali. Pago de salarios durante el
conflicto laboral de la Garantía, a Diego Tobón Arbeláez, vicepresidente de la Andi. Cali,
junio 25 de 1959.
Telegrama interno Andi No.242 para Diego Tobón Arbeláez, vicepresidente de la Andi.
Política salarial de la Manuelita durante la Huelga. Cali, junio 26 de 1959.
Boletín Andi No. 1009. ―Declaración oficial sobre cláusula de reserva‖. Medellín, marzo 14
de 1959.
Telegrama interno Andi No. 26 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, abusos
aplicación cláusula de reserva, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Medellín,
marzo 17 de 1959.
354
Telegrama interno Andi No. 27 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali.
Perturbaciones abuso aplicación cláusula de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de
la Andi. Cali, marzo 18 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 74 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Cláusula de
reserva y agitación social en la industria vallecaucana, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente
de la Andi. Cali, marzo 18 de 1959.
Circular de la Andi No. 929. Encuesta a asociados sobre movimiento de personal entre
1957-1958 por ciudad. Resultados de abril y junio 1959. Medellín.
Carta de Jaime Lozano Henao, director de la Asociación Nacional de Cultivadores de Caña
de Azúcar, sobre la discusión de las convenciones laborales, número de obreros y uso de la
cláusula de reserva en los ingenios del Valle, a Otto Morales Benítez, Ministro de Trabajo.
Cali, abril 15 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 54 del Dr Bustamante, directivo Andi a Medellín. Alarma
pliegos de petición del Valle de eliminación de cláusula de reserva y plazo presuntivo
contratos de trabajo. Medellín, mayo 4 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 120 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali. Informe
reunión de Junta Directiva, petición intervención directa en el conflicto laboral del Valle y
reforma cláusula de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, mayo 5
de 1959.
Carta de Jaime Lozano Henao, director de la Asociación Nacional de Cultivadores de Caña
de Azúcar, del análisis de los pliegos laborales que se discuten en el Valle del Cauca, a
Absalón Fernández de Soto, Gobernador del Departamento. Cali, mayo 6 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 241 del Dr, Reyes, Andi Bucaramanga, Posición de la Andi
ante conflictos sociales y cláusula de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. Bucaramanga, mayo 8 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 349 de Andi Bogotá, motivo de la discordia sobre cláusula de
reserva y contrato presuntivo de trabajo, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Bogotá, mayo 8 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 222 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, solución
debate cláusula de reserva en la Andi, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali.
Medellín, mayo 8 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 121 de Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali, petición
texto exacto convención colectiva de Segovia, al Dr Bustamante, directivo Andi. Cali,
mayo 8 de 1959.
Telegrama interno Andi de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, preparación
declaración doctrinaria cláusula de reserva, al Dr Reyes, Andi Bucaramanga. Medellín,
mayo 10 de 1959.
355
Acta Junta Directiva Andi No. 904. Estudio de las diferentes convenciones colectivas
firmadas recientemente en lo relativo a la estabilidad del personal. Problema de la Cláusula
de Reserva. Medellín, mayo 11 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 140 de Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi oficina Cali.
Posición de la Andi frente a la supresión de las cláusulas de reserva en discusión, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, mayo 13 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 368 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Negativa declaración pública Andi sobre cláusula de reserva, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, mayo 13 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 369 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Inconveniencia declaración pública Andi sobre cláusula de reserva, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, mayo 13 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 65 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, Soluciones
a los conflictos laborales que comprometen la libre empresa, a Gerardo Velasco, gerente
oficina Andi Cali. Medellín, mayo 13 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 64 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, postura
Andi frente a los conflictos laborales, a Gerardo Velasco, gerente oficina Andi Cali.
Medellín, mayo 13 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 362 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Recomendaciones postura Andi frente a los conflictos laborales, a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, mayo 13 de 1959.
Carta de Ignacio Reyes Posada, subgerente jurídico Andi a José Roberto Vásquez, asesor
jurídico de la Andi. Reglamentación sobre despidos. Bogotá, mayo 20 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 472 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi oficina
Bogotá. Petición publicación muestreo aplicación cláusula de reserva y despidos, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, junio 11 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 490 de Ignacio Reyes Posada, subgerente Andi, Bogotá.
Cláusula de Reserva y aumento de personal en las empresas afiliadas a la Andi, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, junio 16 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 345 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Decisión
sobre declaración pública Andi de los conflictos laborales, a Enrique Caballero Escovar,
gerente oficina Andi Bogotá. Medellín, junio 22 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 47 para Enrique Caballero Escovar, gerente oficina Andi
Bogotá. Reporte deliberación sobre la cuestión social. Medellín, junio 24 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 244 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali, sobre
régimen contractual de la Convención Laboral suscrita por el Ingenio Meléndez, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, julio 1 de 1959.
356
Carta de la Asociación Nacional de Cultivadores de Caña de Azúcar, sobre Convención
Laboral Ingenio Oriente, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, julio 4 de
1959.
Telegrama interno Andi No. 579 de Enrique Caballero Escovar, gerente de la Andi Bogotá,
sobre Paro Riopaila y la disputa entre la UTC y CTC, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente
de la Andi. Bogotá, julio 14 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 109 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
posición conjunta empresarios frente a huelga Riopaila, a Gerardo Velasco Cabal, gerente
Andi oficina de Cali. Medellín, julio 14 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 251 del Dr Jaramillo, sobre posición de Fedetav levantamiento
del Paro de Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, julio 14 de
1959.
Telegrama interno Andi del Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, petición
información corresponsales de prensa sobre Paro Riopaila, a Gerardo Velasco Cabal,
gerente Andi oficina de Cali. Medellín, julio 14 de 1959.
Telegrama interno de la Andi No. 68 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi,
transcripción carta de la Andi al Presidente Alberto Lleras sobre los conflictos sociales en
el Valle. Medellín, julio 14 de 1959.
Telegrama interno Andi No 413 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi,
peligrosidad del Paro de Riopaila como antecedente de otros conflictos laborales, al Dr
Sojo. Medellín, julio 15 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 250 del Dr Jaramillo, sobre disputa CTC y UTC en el Paro de
Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, julio 14 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 108 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, actitud
del gobierno departamental frente al Paro, a Gerardo Velasco, Gerente Andi oficina Cali.
Medellín, julio 14 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 252 del Dr Jaramillo, de la Andi, desarrollo del Paro de
Riopaila y reacción gobierno departamental, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. Cali, julio 14 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 111 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi,
conversaciones con el Ministro de Trabajo sobre el Paro de Riopaila, a Dr Jaramillo, de la
Andi, oficina Cali. Medellín, julio 14 de 1959.
Boletín Andi No. 1.497. Declaración de ilegalidad de la huelga de Riopaila: Resolución No.
918 de 1959. Medellín, julio 14 de 1959.
Telegrama interno Andi del Dr Arenas, sobre la declaración de ilegalidad del Paro de
Riopaila por el gobierno nacional, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Medellín, julio 15 de 1959.
357
Telegrama interno Andi No. 254 de Gerardo Velasco, Gerente Andi Cali, sobre
levantamiento del Paro Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, julio
15 de 1959.
Telegrama de Jaime Caicedo, empresario azucarero a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de
la Andi, sobre felicitaciones por mensaje enviado al Presidente Lleras y medidas
implementadas contra los organizadores del Paro. Cali, julio 16 de 1959.
Boletín Andi No. 1.497. Mensaje del Dr Ortíz, presidente Andi al Sr Presidente de la
República sobre proceso de los conflictos sociales. Medellín, julio 25de 1959.
Telegrama interno Andi No. 273 de Dr Velasco, directivo Andi, sobre despido de obreros
de Riopaila y Paro de Solidaridad, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali,
agosto 3 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 272 de Dr Velasco, directivo Andi sobre suspensión de
actividades en el Ingenio Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali,
agosto 3 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 119 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre los
despidos y agitadores Paro Riopaila, a Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi oficina Cali.
Medellín, 4 de agosto de 1959.
Telegrama interno Andi No. 692 del Dr Ramírez Ocampo, directivo Andi, sobre
pronunciamiento Utraval –UTC paro Riopaila. Cali, agosto 5 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 276 del Dr Velasco, directivo Andi, sobre paro parcial en
Riopaila y trabajadores activos. Cali, agosto 5 de 1959.
Carta de Luis Bustamante, Secretario General Andi a Otto Morales Benítez, Ministro de
Trabajo. Transcripción algunas proposiciones aprobadas en la XVI Asamblea General
Asociación Nacional de Industriales celebrada el 10 de julio en Barranquilla. Medellín, 6
de agosto de 1959.
Telegrama interno Andi No. 697 del Dr Reyes Posada, sobre el problema de Riopaila, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 6 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 55 del Dr Velasco, sobre el desarrollo del Paro de Riopaila y
las apreciaciones del Gobernador, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá,
agosto 6 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 698 de Enrique Caballero Escovar, sobre la intervención del
Gobierno en el conflicto de Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Bogotá, agosto 6 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 285 del Dr Velasco, sobre la declaración del Paro Ingenio
Providencia, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 6 de 1959.
358
Telegrama interno Andi No. 283 del Dr Velasco, sobre la declaración del Paro de
solidaridad del Ingenio Providencia, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Bogotá, agosto 6 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 282 del Dr Velasco, información del Paro Ingenios
Azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 6 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 280 a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre la
situación de Riopaila y Paro en Mayagüez. Cali, agosto 6 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 279 del Dr Velasco, directivo Andi sobre el paro parcial de
Riopaila, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 6 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 287 del Dr Velasco, directivo Andi sobre normalización
actividades Riopaila y petición al gobierno de descalificar el movimiento subversivo, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 6 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 286 a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, réplica de
comunicado de los trabajadores del Ingenio Riopaila en el Zarzal, instigación al Paro de
solidaridad. Cali, agosto 6 de 1959.
Telegrama interno Andi (a). a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, información
desarrollo Paro Riopaila, del Dr Velasco, gerente Andi oficina Cali. Cali, agosto 6 de 1959.
Telegrama interno Andi (b). a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, reunión
industriales del azúcar: llamado a la unificación de criterios para hacer frente al conflicto
azucarero. Cali, agosto 6 de 1959..
Telegrama interno Andi No. 288 del Dr Velasco, directivo Andi, sobre la situación en el
Ingenio Riopaila y otras centrales, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali,
agosto 6 de 1959.
Telegrama interno Andi de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre intento de
comunicación con el Ministro Morales Benítez, al Dr Reyes Posada, directivo Andi.
Medellín, agosto 6 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 193 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
resultado conversación con el Ministro Morales Benítez, al Dr Velasco, directivo Andi.
Medellín, agosto 6 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 192 del Dr Velasco, directivo Andi, sobre conversación con
los industriales de caña y respaldo de algunos trabajadores al Ingenio Riopaila, a Jorge
Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 10 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 290 del Dr Velasco, directivo Andi, sobre número de
huelguistas en paro por Ingenio azucarero, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi.
Cali, agosto 10 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 293 y 295 de Gerardo Velasco, gerente Andi oficina Cali,
sobre declaratoria de ilegalidad Paro, despidos de trabajadores en el Ingenio Riopaila y
359
situación de otros ingenios azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali,
agosto 11 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 509 del Dr Velasco, Gerente Andi, Cali, sobre el número de
trabajadores en huelga en los Ingenios Azucareros del Valle, al Dr Caballero, Gerente Andi,
Bogotá. Medellín, agosto 12 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 300 del Dr Velasco, Gerente Andi, Cali, sobre situación en los
Ingenios Azucareros del Valle, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto
12 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 299 del Dr Velasco, Gerente Andi, Cali, sobre situación en los
Ingenios Azucareros del Valle, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto
12 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 298 del Dr Velasco, Gerente Andi, Cali, sobre normalización
paulatina situación en los Ingenios Azucareros del Valle, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. Cali, agosto 12 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 515 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
conversaciones con el Presidente de la República, a Enrique Caballero Escovar, Gerente de
la Andi, Bogotá. Medellín, agosto 13 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 303 del Dr Velasco, Gerente Andi Cali, sobre agravación
movimiento huelguístico Ingenios Azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. Medellín, agosto 13 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 305 del Dr Velasco, Gerente Andi Cali, transcripción
comunicado de Fedetav sobre liderazgo movimiento solidaridad, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. Cali, agosto 13 de 1959.
Copia convención Colectiva entre sindicato Apolo y Empresa. Participaron John Uribe
Botero y Joaquín Díaz Jaramillo en representación de la Empresa; Alejandro Cano, Manuel
Antonio Estrada, Juan Rafael Rivera, Mario Solórzano y Pastor Pérez por parte de
FEDETA; y Álvaro Díaz Granados, Secretario General del Ministerio del Trabajo.
Medellín: 16 de agosto de 1959.
Telegrama interno Andi No. 731 de Enrique Caballero Escovar, Gerente de la Andi,
Bogotá, sobre el Paro de Solidaridad convocado por la CTC, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. Bogotá, agosto 14 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 313 del Dr Velasco Gerente Andi Cali, sobre medidas
oportunas ante el movimiento huelguístico. Cali, agosto 14 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 310 del Dr Velasco Gerente Andi Cali, situación huelga en
Ingenios Azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 14 de
1959.
360
Telegrama interno Andi No. 309 del Dr Velasco Gerente Andi Cali a Jorge Ortíz
Rodríguez, presidente de la Andi. Transcripción Carta de los empresarios azucareros al
Presidente Alberto Lleras Camargo. Cali, agosto 14 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 314 del Dr Velasco Gerente Andi Cali, sobre la discusión
parlamentaria conflicto Ingenios Azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la
Andi. Cali, agosto 17 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 742 de Enrique Caballero Escovar, Gerente de la Andi,
Bogotá, sobre la discusión del derecho de huelga y la UTC, a Jorge Ortíz Rodríguez,
presidente de la Andi. Bogotá, agosto 17 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 527 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, pregunta
fórmula comisión de arbitraje conflicto laboral ingenios azucareros, a Enrique Caballero
Escovar, Gerente de la Andi Bogotá. Medellín, agosto 17 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 743 de Enrique Caballero Escovar, Gerente de la Andi,
Bogotá, sobre la discusión de la ponencia del proyecto de ley de abolición de la cláusula de
reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 17 de 1959.
Telegrama interno Andi. Reunión Andi con cinco gerentes de la Asociación Cultivadores
de Caña de Azúcar. Sobre conflicto laboral Riopaila y justificación de despidos. Cali,
agosto 17 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 319 del Dr Velasco Gerente Andi Cali, levantamiento de los
Paros ingenios azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 18
de 1959.
Circular en defensa del diario el Relator. Solidaridad con los Trabajadores de los ingenios
azucareros del Valle, (s.f) (s.a).
Telegrama interno Andi No. 323 del Dr Velasco Gerente Andi Cali, despidos trabajadores
de los ingenios azucareros, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali, agosto 20
de 1959.
Telegrama interno Andi No. 322 del Dr Velasco, Gerente Andi Cali, suspensión de
trabajadores ingenio Mayagüez, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Cali,
agosto 20 de 1959.
Carta Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi oficina de Cali, petición información sobre las
consecuencias económicas de las huelgas y paros ilegales en los ingenios azucareros, a
Jaime Lozano Henao, director de la Asociación Nacional de Cultivadores de Caña. Cali,
agosto 20 de 1959.
Carta Gerardo Velasco Cabal, gerente Andi oficina de Cali, petición información sobre
paros ilegales en algunos ingenios azucareros, a Diego Tobón Arbeláez, Vicepresidente
Andi. Cali, agosto 27 de 1959.
361
Telegrama interno Andi No. 570 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Sobre
implementación del Decreto 2164, a Ignacio Reyes Posada, subgerente Andi Bogotá
Medellín, agosto 29 de 1959.
Carta de Jaime Lozano Henao, director Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar,
reporte de los resultados de los costos económicos del Paro en el Ingenio Central Azucarero
Tumaco Ltda, a Gerardo Velasco Cabal, Gerente Andi oficina Cali. Cali, septiembre 3 de
1959.
Telegrama interno Andi No. 736 de Arenas. Ponentes proyectos de ley salarios y cláusula
de reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 14 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 522 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
trámite del Proyecto de Ley de salarios y cláusula de reserva en la Comisión V de Senado,
a Enrique Caballero Escovar, gerente Andi Bogotá. Medellín, agosto 17 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 743 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi Bogotá, sobre
discusión Ponencia primer debate Proyecto de Ley abolición de la cláusula de reserva en la
Comisión V de Senado, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 19
de 1959.
Telegrama interno Andi No. 539 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, sobre
deliberación en el congreso de la Cláusula de Reserva, a Enrique Caballero Escovar,
gerente Andi Bogotá. Medellín, agosto 19 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 764. Introducción de modificaciones Andi al Proyecto de Ley
de Cláusula de Reserva, a Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 20
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Telegrama interno Andi No. 788 de Enrique Caballero Escovar, gerente Andi Bogotá,
negociaciones con el Partido Liberal frente al Proyecto de Ley de Cláusula de Reserva, a
Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi. Bogotá, agosto 24 de 1959.
Telegrama interno Andi No. 565 de Jorge Ortíz Rodríguez, presidente de la Andi, postura
Andi frente al Proyecto de Ley de Cláusula de Reserva, a Enrique Caballero Escovar,
gerente Andi Bogotá. Medellín, agosto 27 de 1959.
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