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INDICE
1) INTRODUCCIÓN 3
2) ANTECEDENTES 5
3) MARCO TEORICO
3.1 LA ORIENTACION VOCACIONAL Y OCUPACIONAL 8
3. 1.1. SUS ORIGENES 8
3.1.2. DESARROLLO DE LA ORIENTACION VOCACIONAL Y
OCUPACIONAL Y DE PSICOLOGIA EN ARGENTINA 9
3.1.2.1. CARACTERISTICAS DEL PSICOLOGO EN
LATINOAMERICA Y ARGENTINA 11
3.1.2.2 LA ACTUALIDAD DE LA PSICOLOGIA EN ARGENTINA 12
3.1.3. ORIENTACION VOCACIONAL Y OCUPACIONAL:
HISTORIA Y ORIGEN 19
3.1.4. ¿QUE ES LA ORIENTACION VOCACIONAL Y
OCUPACIONAL? 20
3.1.5. LA CONDUCTA VOCACIONAL 20
3.1.5.1. FUENTES SOCIOGENICAS 25
3.1.5.1.1 LAS REPRESENTACIONES SOCIALES 26
3.1.5.1.2 LA CULTURA ACTUAL Y SUS CARACTERISTICAS 28
3.1.5.2. FUENTES PSICOGENICAS 32
3.1.5.3 MADUREZ VOCACIONAL 34
3.1.5.4. TOMA DE DECISION VOCACIONAL 35
3.1.5.5. EL ADOLESCENTE: SUJETO DECIDOR 41
3.1.6 IDENTIDAD E IDENTIDAD VOCACIONAL 42
3.1.6.1 LA IDENTIDAD VOCACIONAL 47
1
3.1.5.7 ELECCION DE PSICOLOGIA COMO CARRERA
UNIVERSITARIA 52
4) PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 54
4.1 PROBLEMA 54
4.2 JUSTIFICACION 54
5) OBJETIVOS 55
5.1 GENERAL 55
5.2 ESPECIFICO 55
6) METODO 56
6.1 TIPO DE ESTUDIO 56
7) DISCUSIÓN 57
8) CONCLUSIÓN 60
9) REFERENCIA 61
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1. INTRODUCCION
La conducta vocacional puede ser entendida como un conjunto de procesos psicológicos
que movilizan a una persona para integrarse activamente a un mundo laboral (Lobato,
2002). Esta conducta vocacional es quien preparara al sujeto para integrarse a un medio
sociocultural, por lo que estará constantemente, desde la adolescencia en adelante, en
tensión entre los deseos y necesidades de la persona y las de las sociedad. El asesoramiento
vocacional no será otra cosa que una ayuda directa a esta conducta (Rivas, 1988).
La conducta vocacional estará influenciada por fuetes sociogénicas, psicogénicas y por
oportunidades o circunstancias. Según la investigación realizada por Rivas y Pascual en el
año 2003 y luego confirmadas por Campos Guillot en su investigación del año 2012, la
conducta vocacional de una persona está en mayor medida influenciada por los factores
sociogenéticos.
Por lo que es necesario tomar en cuenta, más allá de los factores individuales y su madurez
vocacional los factores culturales, con sus representaciones estables y nuevas, que
afectaran la toma de decisión vocacional de una persona.
Quien se deberá enfrentar a esta situación es, con mayor frecuencia, el adolescente, ya sea
por estar finalizando el colegio secundario o por intentar ingresar al mundo de los adultos.
Este será uno de los tantos cambios que el adolescente deberá enfrentar.
A lo largo de estos años, el adolescente no solo construirá su identidad personal, sino que
también, ira dando lugar a la creación de su identidad vocacional.
Pero tal como ya se ha mencionado, el valor de los factores culturales tendrá una alta
influencia sobre estos procesos. Hoy en día, no es posible dejar de lado todas las grandes
modificaciones que han ido suscitando. El aumento de exigencias para conseguir un trabajo
conjugado con la escases de este, llevando a retrasar la independencia de los adolescentes/
jóvenes, las modificaciones de las representaciones sociales de lo que es ser adolescente y
adulto, entre otras tanta.
La figura del Psicólogo no se encuentra exenta del juego social de dichas representaciones,
estando inserto en el juego social planteado.
El siguiente trabajo fue realizado con el propósito de explorar las investigaciones
científicas realizadas sobre la decisión vocacional que llevaron a los adolescentes estudiar
psicología en Argentina.
3
Para realizar esta revisión bibliográfica se utilizaron artículos científicos y conceptuales
(Montero &León, 2011)
Este trabajo se trató de una revisión bibliográfica, donde se relacionaron y
analizaron artículos científicos y conceptuales (Montero y León, 2011) de distintas
fuentes.
2. ANTECEDENTES
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El siglo XX se caracterizó por el avance desmedido de las ciencias impulsando a grandes
cambios en diversos ámbitos, que van desde la salud, la tecnología, la enseñanza, la
comunicación, entre otros. La expectativa de vida se incrementó a medida que la
mortalidad infantil disminuirá drásticamente en la mayoría de los países del mundo, dando
como saldo el envejecimiento de la población mundial.
El siglo XX inicio como fuente de energía para el nacimiento y la proliferación de una gran
cantidad de movimientos sociales, artísticos y culturales que marcaban una modificación
en la concepción del Hombre. El modernismo dio lugar a la posmodernidad. Y las grandes
expectativas dirigidas a lo grupal, fueron empeñando más al ser en la nada.
Varones y mujeres comenzaron a ocupar espacios muy parecidos. Y con ello la crianza
varió. Nuevos ideales, nuevas patologías y nuevas necesidades profesionales surgieron. La
cultura de la posmodernidad enalteció a la juventud y denostó al envejecer (con sus
respectivos signos de este proceso) como la llegada a la muerte en vida.
A esta realidad, la vida del adolescente como del joven o adulto vario generando nuevas
formas de ser y hacer. Hoy en día, la realidad de los estudiantes ha cambiado en relación a
años anteriores. En la actualidad, resulta raro encontrar estudiantes de tiempo completo,
pudiendo dedicar todas sus energías a los estudios y otras actividades académicas. El
estudiante de hoy, es alguien de medio tiempo, que debe combinar la universidad con otras
actividades, sobre todo, el trabajo. Una investigación realizada por Pacenza y Echeverría
en el año 2010 con estudiantes de psicología de la Universidad de Mar del Plata, determinó
que el 52,8% de 278 alumnos encuestados, divide su tiempo entre la Universidad y otra
actividad ya sea, porque desea ser independiente económicamente, adquirir experiencia
laboral o mantenerse.
Por su parte, Francisco Rivas Martínez (2007) afirma que existe una carencia significativa
en el sistema educativo para favorecer el desarrollo vocacional de los estudiantes. Entiende
que el mundo actual es muy distinto del de hace unos pocos años. Hoy en día, la
globalización con su información y comunicación instantánea, llevó a producir cambios
rápidos e impredecibles a las creencias imperantes y al modo de vivir. La ya conocida
afirmación de que la conducta vocacional es parte del proceso de sociabilización del joven
para desembocar en el mundo laboral y, asegurar así, el paso a la vida adulta, en la
actualidad, comienza a titubear.
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Tanto las familias como los profesores de secundaria (Rivas Martínez, 2007) relegan a la
educación vocacional a los últimos lugares de prioridad. Consideran que el rendimiento
académico es la solución a tal cuestión. A su vez, para los jóvenes, hoy en día, las
cuestiones educativas, tiene mala prensa. El futuro del éxito individual es colocado en el
exterior de la persona, atribuyéndolo a un golpe de suerte, a la posición u otra cuestión. Lo
que prima es lo inmediato, y de ser posible, liebre de todo esfuerzo o previsión. El
desempeño profesional ha dejado de ser referente importante para la vida de los jóvenes
cobrando mayor importancia las cuestiones relacionadas con lo salarial.
En Argentina las cuestiones relacionadas con el fracaso y deserción universitaria son
estudiadas desde hace ya mucho tiempo. En 1968, ya se indicaba la necesidad de investigar
las causas de deserción de los estudiantes de las universidades públicas. Más cercana a
nuestra época, La Dirección de Estadística Universitaria de la Universidad Nacional de
Rosario (UNR) realizó una investigación de corte transversal en el año 1990, en los
estudiantes de la universidad. Se logró, así agrupar a los estudiantes en tres categorías
(Giovagnoli, 2002):
Alumnos que trabajan 36 horas semanales y están casados
Alumnos trabajadores con padres que solo alcanzaron el nivel primario de estudio.
Alumnos que trabajan más de 20 horas, son empleados o pequeños comerciantes,
con padres que han alcanzado solo el nivel primario.
Alumnos que no trabajan, con padres que han alcanzado el nivel secundario.
Este último grupo es el que menos riesgo tiene de abandonar los estudios universitarios.
Se entiende que la conducta vocacional estará compuesta por fuentes psicogénicas,
sociogénicas y por oportunidades, entonces esto no podrá ser dejado de lado para analizar
las cuestiones vinculadas con la decisión vocacional de sujetos que estudian la carrera de
psicología en la Argentina (Campos Guillot, 2012).
En cuanto a los motivos por lo que una persona desea iniciar la aventura universitaria en la
carrera de Psicología, los estudios son casi nulos. Solamente se ha encontrado una
investigación realizada por Julieta Echeverría en el año 2011 llamada “Motivos de los
alumnos de grado para estudiar Psicología. Aportes para pensar la formación profesional”.
En dicha investigación Echeverría aplicó un cuestionario autoadministrable a 160 alumnos
avanzados de la carrear de psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata, para
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relevar datos socioeconómicos, nivel de información acerca las diversas actividades
académicas, motivación y trayectoria universitaria.
En dicha investigación se destaca que el 84 % de los alumnos mencionaron que lo que los
llevó a elegir dicha carrera es “Conocer al ser humano, su mente y sus conductas”, seguida
por un 65,5% de alumnos que la eligieron por su gusto por ayudar a otros. También es
posible destacar dentro de los motivos para estudiar psicología: el compromiso social,
buscar generar cambios sociales, el disfrute por leer autores de la psicología, salida laboral
y reconocimiento social. Vale mencionar, que el 3% de los encuestados no están
conscientes de los motivos por lo que estudian esta carrera. A su vez, casi el 100 % de los
encuestados manifestaron su deseo de continuar con la formación una vez finalizada la
carrera de grado. De ese grupo, 48,8% continuará su formación en una sola área, siendo la
más elegida, el área de la “clínica”, confirmando los numerosos estudios previos sobre el
desarrollo de la psicología en Argentina.
3. MARCO TEORICO
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3.1 - La orientación vocacional y ocupacional: “Ese extraño Vocatio (llamado)”
3.1.1 Sus Orígenes
El origen de la orientación vocacional y ocupacional no es del todo claro. Este puede ser
ubicado en los Estados Unidos de América a fines del siglo XIX. Se considera, que uno de
los probables inicios estuvo relacionado con la actuación de Jesse David, en el año 1898,
en la Central High School, asistiendo estudiantes que demandaban, tanto asistencia
psicopedagógica como orientación profesional. Otro de los probables inicios es el discurso
pronunciado por el presidente de la universidad de Chicago, Williams Harper, en donde
anunció la llegada de los muy necesitados especialistas en orientación educacional al
College (Di Doménico & Vilanova, 2000).
Ciertos autores indican que fue a partir de la publicación realizada por Frank Parson en el
año 1909, llamada “Choice a vocation” la psicología vocacional se consolida y comienza a
desarrollarse científicamente en los Estados Unidos (López González, 2004)
A partir de esta época, se continuará con un derrotero de sucesos que irán consolidando a
esta nueva rama de la psicología. Entre los eventos más importante es posible destacar: (Di
Doménico & Vilanova, 2000):
• Realización del primer congreso de orientación en la ciudad de Boston, en el año
1910.
• La organización del primer curso de orientación vocacional, en la universidad de
Harvard, en el año 1911.
• La fundación de la Asociación Nacional de Orientación Vocacional, Grand Rapids,
en el año 1913, donde se postulan ciertas pautas para la formación del orientador.
• Se funda la asociación Americana de Asesoramiento y Orientación Estudiantil, en
el año 1951.
Si bien, las universidades de los Estados Unidos, son consideradas las pioneras en dicha
materia, esta nueva especialización comenzará aproximadamente a partir de los años 50, al
igual que la carrera de psicología, a vivir un fuerte desarrollo en otras partes del mundo,
como Japón, Europa y América Latina (Di Doménico & Vilanova, 2000).
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3.1.2 DESARROLLO DE LA ORIENTACION VOCACIONAL Y
OCUPACIONAL Y DE PSICOLOGIA EN ARGENTINA
En nuestras tierras, el desarrollo de la orientación vocacional y de la psicología estará muy
unidas entre sí.
La historia de la psicología en el país encuentra sus raíces ni bien la patria comenzaba a
tomar forma. Casi, junto a las luchas contra la corona española por la independencia del
país, la Ciencia libraba una batalla similar contra la teología. Aproximadamente una
década después de la Revolución de Mayo, el profesor Juan Lafinur se convertía en el
primer profesor laico de filosofía que enseñaba en un colegio (Colegio Unión del Sud de
Buenos Aires). A partir de allí, con apoyo y desarrollo de tantos otros profesionales como
Cosme Argerich, Diego de Alcorta, Alberdi y Sarmiento, entre otros, se iniciaría una
carrera maratónica en nombre de la Ciencia, para lograr su independencia. Ya para fines
del siglo XIX y comienzos del XX, se podía ver la gran influencia que tenía la psicología
francesa por estas tierras, tanto en aspectos experimentales como clínicos y educacionales.
Las teorías de Binet, Ribot y Janet eran aceptadas y respetadas por los intelectuales
argentinos de esa época. (Alonso, 1994; Klappenbach, 1996)
Los primeros grandes pasos comenzaron a principios del siglo XX. En el año 1891, en la
provincia de San Juan, el señor Víctor Mercante, crea el primer laboratorio experimental
de psicología (psicofisiología) en el país. Luego, Horacio Piñero fundará otro nuevo
laboratorio pero esta vez en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Años más tarde, en
1908, fundará junto a José Ingenieros y Francisco de Veyga, la Sociedad Argentina de
Psicología, primera en toda América Latina (Alonso, 1994).
En los años siguientes (del 1915 a 1930), la psicología argentina irá tomando un nuevo e
importante rumbo, generando un importante viraje ideológico. Se comenzará a dejar de
lado, los planteos biologisistas del positivismo, para empezar a darle crédito a las ideas
filosóficas de la psicología alemana. Cambio que influirá, incluso, en el desarrollo
profesional de la actualidad. A su vez, en la década del 20 surge la figura del Consejero
educacional y de la Orientación laboral (Alonso, 1994).
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Ya por la década del cuarenta, gracias al nuevo rumbo tomado años atrás, se funda la
Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), afirmando el poder del psicoanálisis tanto en
Argentina como en otros países latinoamericanos.
En el ’54 se realiza el primer congreso de psicología en Argentina, donde se recomienda la
creación de la carrera de psicología. Cosa que sucederá en el año siguiente en la ciudad de
Rosario y en el ’57 en la Universidad de Buenos Aires. A su vez, también en el ’54, bajo la
ley Carrillo, se prohibía al psicólogo el ejercicio de la psicoterapia y del psicoanálisis, en el
ámbito privado, quedando su labor restringida al psicodiagnóstico o a la investigación bajo
las órdenes de un psiquiatra.
En el año 1985, con la caída del gobierno militar, se crea la ley nacional de ejercicio
profesional de la psicología, como así también, las diversas leyes provinciales, que definían
al rol del psicólogo (Alonso, 1994).
Hoy en día, gracias a la globalización y al desarrollo del Mercosur, se están realizando
estudios sobre incumbencias, capacitación, habilitación, acreditación, etc. Con el fin de
poder generar los recursos institucionales y legales que permitan una evolución profesional
(Alonso, 1994).
Por lo tanto, la creación de la carrera de psicología, en tanto carrera autónoma, es un hecho
reciente, a nivel nacional como en Latinoamérica.
En esta última, la autonomía comenzará a ser adquirida hacia los años 50, donde
comenzaron a ser estructurados los planes de estudios con prescripciones que incluyeron
ciclos, en sus organizaciones curriculares, que atendían a generar una formación científica
y profesional. Este modelo encuentra sus antecedentes en la Primera Conferencia
Latinoamericana sobre Entrenamiento en Psicología realizada en la ciudad de Bogotá,
Colombia, en el año 1974 (Moya & Di Doménico, 2009).
Años más tarde, ya en la década del 90, en sintonía con la actualidad Argentina, llegaron
los procesos de evaluación en la educación superior, y con ello, la búsqueda de
acreditación de la carrera de Psicología. Se produjeron grandes cantidades de estudios y
reflexiones sobre la enseñanza de la carrera. En dichos estudios se pudo constatar que la
formación rioplatense se encontraba (y aun continua así) caracterizada por sesgos que
dirigen a lo práctico y lo clínico, con una hegemonía psicoanalítica y con marcada carencia
en una tradición de investigación (Moya & Di Doménico, 2009).
Así, afirma Di Doménico y Vilanova (2000), el desarrollo de la psicología en Argentina
estuvo ligado, históricamente, a demandas de herramientas atadas a la intervención clínica
que, al desarrollo científico que la sustenten.
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Esta tendencia llevó a crear espacios curriculares, para la formación de profesionales de la
psicología, que diera respuestas a esas demandas dejando de lado, en su mayoría de veces,
una formación dirigida para la construcción de nuevos conocimientos. (González,
Tornimbeni, Corigliani, Gentes, Ginochio& Morales; 2012).
Distintas investigaciones marcan que la formación de investigadores en el ámbito de la
psicología en Argentina, es un área de vacancia (Di Doménico & Vilanova, 2000; Moya &
Di Doménico, 2009).
Dicha tendencia, en los últimos años ha comenzado a modificarse, gracias a distintas
políticas, tanto internacionales como nacionales en Educación Superior (tales como
subsidios a proyectos de investigación, programas de incentivos a docentes investigadores,
regulación de la carrera de psicología bajo el marco de la ley de educación superior) y
redes internacionales y nacionales académicas que marcan la necesidad de formar a futuros
egresados con amplio manejo técnico - profesional (González et al; 2012).
3.1.2.1. CARACTERISTICAS DEL PSICÓLOGO EN LATINOAMERICA Y
ARGENTINA
Tanto en Argentina como en el resto de Latinoamérica, fue posible constatar la presencia
de ciertas características esenciales en los psicólogos (Ardila, 2004):
• Orientación Científica: Con marcado interés en hacer una psicología empírica,
objetiva y cuantitativa, liberada ya de la filosofía.
• Carácter Dependiente: Ha utilizado doctrinas provenientes de otras tierras, como
el racionalismo de Descartes, el empirismo de Locke, el positivismo lógico, la
psicología angloamericana.
• Escasa Originalidad: Es sus primeros momentos la psicología latinoamericana se
limitó a la adaptación de test, creando muy pocos. Esta tendencia, en los últimos
años, ha ido siendo modificada dando lugar a la aparición de Aunque teorías
innovadoras como la planteada por Díaz- Guerrero: La teoría histórico-bio-psico-
socio-cultural.
• Entre la Permeabilidad política y la Relevancia Social: A la psicología
latinoamericana le ha interesado dirigir sus investigaciones hacia problemas ligados
al desarrollo social, llevándola a un compromiso político, a la investigación-
acción, desarrollo de psicología social comunitaria, etc.
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• Preferencia por la psicología aplicada
• Ser Humano como problema central: El psicólogo latinoamericano buscan
entender al Hombre. Poder describirlo, para poder comprenderlo y así explicarlo. El
trabajo con animales es limitado, aunque existen, también, trabajos importantes en
psicología comparada y psicobiología.
3.1.2.2. LA ACTUALIDAD DE LA PSICOLOGÍA EN LA ARGENTINA
En la actualidad Argentina, la formación del psicólogo se encuentra distribuida entre 7
universidades públicas y una veintena de instituciones privadas. Desde la década del 90, la
cantidad de matriculación de alumnos, tanto en el ámbito público como privado, ha ido en
aumento. Se estima que en las universidades públicas, entre el año 1993 y 1997, el total de
alumnos del sistema creció aproximadamente 39,8% (Tabla 1) (Alonso, 1994).
Tabla 1 – Cantidad de alumnos de psicología de Universidades Públicas (Alonso, 1994)
Por su parte, en el ámbito privado, la cantidad de alumnos egresados también se vio
incrementada en gran medida. En el año 1974 la cantidad de egresados fue de 5.500, en
1985 de 20.000 y en 1998 de 38.000 aproximadamente (Tabla 2 y 3). Se estima que había
para esta época, 105 psicólogos por cada 100.000 habitantes, lo cual ya comenzaba a poner
en alerta el mercado laboral, ya que si vemos la misma proporción en países desarrollados,
encontramos que en estos se estima la existencia de entre 24 y 45 psicólogos por cada cien
mil habitantes (Alonso, 1994).
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En Argentina, aproximadamente el 85% de los profesionales son de género femenino y su
distribución geográfica no se encuentra relacionada con una proporción de habitantes. En
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se estima que hay aproximadamente 500 psicólogos
por habitantes, que se dedica casi de manera exclusiva, a la clínica.
Tabla 2 – Cantidad de alumnos de psicología de Universidades Privadas. Continua. (Alonso, 1994)
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Tabla 2 – Cantidad de alumnos de psicología de Universidades Privadas (Alonso, 1994)
Tabla 3 – Resumen general de Universidades (Comparación entre ambos tipos de universidades (Alonso,
1994)
En un estudio realizado por el mismo autor en el año 2005 (Alonso, 2005) es posible
observar el alto incremento en la cantidad de alumnos y egresados de la carrera. Esto
permite afirmar el incremento constante de personas que inician sus estudios en la carrera
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de psicología, tanto en Argentina como en el resto de los países de América (tabla 4,5, 6, 7
y 8).
Tabla 4: Total de alumnos y alumnos ingresantes en el año 2005 en Universidades Públicas(Alonso,
2005).
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Tabla 5: Total de alumnos y alumnos ingresantes en el año 2005 en Universidades Privadas (Alonso,
2005).
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Tabla 6: Distribución de Psicólogos activos en Argentina al 2005 (Alonso, 2005).
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Tabla 7: Distribución de psicólogos en el continente americano. (Alonso, 2005)
Tabla 8: Evolución historia de cantidad de psicólogos en Argentina desde el año 1974 al 2005 (Alonso,
2005).
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3.1.3. LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL Y OCUPACIONAL: HISTORIA Y
ORIGEN
En cuanto a la evolución de la orientación vocacional que se vivió en nuestro país, esta se
vio acompañando por el impulso mundial en la materia, sumado al gran desarrollo vivido
por la psicología, anteriormente detallada. Sus primeros pasos comienzan a ser dados a
principios del siglo XX (Di Doménico & Vilanova, 2000)
Ya por el año 1925, el Poder Ejecutivo Nacional decretaba la creación del Instituto de
Psicotecnia y Orientación Profesional, gracias al impulso y dirección del abogado
socialista Alfredo Palacios y Carlos Jesinghaus, quien fuera discípulo de Wundt (Di
Doménico & Vilanova, 2000).
Para ese entonces, la Argentina se colocaba como pionera en Latinoamérica, en dicha
materia. El objetivo de dicha institución, era organizar la orientación para los niños y
adolescentes egresados de las diversas escuelas primarias y secundarias. También, se
buscaba que dicha institución forme a profesionales tanto para la práctica como para la
investigación en la materia (Rascovan& Del Compare, 1999).
Continuando con esta tendencia innovadora, en el año 1949, la Argentina fue uno de los
primeros países en incluir la orientación profesional entre los derechos de la educación y la
cultura. Este movimiento junto a la creación de la carrera de Psicología en universidades
públicas y privadas, estimularon la multiplicación de instituciones que realizaran
orientaciones profesionales (Rascovan& Del Compare, 1999).
Hoy en día, la orientación vocacional es una práctica profesional con gran difusión y
aceptación en un amplio sector de la población,especialmente en la clase media (Di
Doménico & Vilanova, 2000).
Diversos estudios demuestran la relevancia y vigencia que tienen los temas vocacionales
dentro del ámbito educativo, como así también el gran progreso que se viene produciendo
tanto, en su conceptualización, como en su instrumentación y desarrollo metodológico
(Campos Guillot, 2012).
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3.1.4¿QUÉ ES LA ORIENTACION VOCACIONAL Y OCUPACIONAL?
La psicología vocacional centra sus estudios en las conductas vocacionales de las personas,
las cuales pueden ser entendidas como el conjunto de procesos psicológicos que moviliza
una persona en relación al mundo con el fin de integrarse activamente o ya estando
instalado (Lobato, 2002).
Según Marina Muller (Lujan et al, 2010):
“La orientación vocacional es una alternativa de escucha ante el presunto nihilismo, un
espacio para que los consultantes sacudan la coraza narcisista y aprendan a interrogarse
sobre sí mismos y sobre su lugar en la sociedad, sobre su participación productiva en ella,
su representación de sí y de los otros, de su trabajo y su tiempo libre, sobre el sentido que
quieren dar a su existencia y, reconociendo sus raíces, descubrir asimismo su potencia de
vuelo”.
La orientación vocacional y ocupacional, también puede ser entendida como una
intervención profesional y puntual frente a una crisis que experimenta una persona que
debe elegir una ocupación o un estudio. Quienes reciban tales intervenciones serán
personas de distintas edades, las cuales deberán construir un proyecto enmarcado con su
proyecto de vida personal y con su entorno.
En sí, esta, busca colaborar con la persona para esclarecer los factores que obstaculizan la
toma de decisión, como así también, busca brindarle a esta, información sobre el mundo al
que desea insertarse. Se buscará, así, que la persona reconozca sus capacidades y sus
limitaciones tomando consciencia del esfuerzo que deberá realizar para concretar sus
objetivos (Lujan et al, 2010).
3.1.5LA CONDUCTA VOCACIONAL
Francisco Rivas, quien pertenece al departamento de Psicología Evolutiva y de la
Educación, de la Universidad de Valencia, España, la define como un conjunto de
procesos psicológicos que pone en marcha una persona, en relación con el mundo
profesional adulto, en el cual, pretende incorporarse activamente o en el que ya se
encuentra instalado (Rivas, 1988).
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Esta definición implica la presencia de un sujeto activo que moviliza distintos recursos
psicológicos que se desenvuelven en el tiempo a través de distintas vivencias y
aprendizajes más o menos significativos teniendo en referencia un particular entorno social
(Rivas, 1988).
En si la conducta vocacional prepara al sujeto para su integración al medio sociocultural.
Esta, es un proceso de cambio evolutivo, que se inicia en la adolescencia y continuara a lo
largo del desarrollo personal. Pero vale aclarar, que será más visible en la adolescencia,
donde se hace la entrada al mundo adulto. La Conducta vocacional será una constante
confrontación dialéctica entre las necesidades individuales y sociales. Es decir esta no se
producirá en un vacío, sino que tendrá lugar en un contexto determinado (Rivas, 1988).
Según Rivas, el asesoramiento vocacional es una ayuda técnica a la conducta vocacional,
donde se parte desde una situación de incertidumbre con necesidades de tomar decisiones
adecuadas, las cuales afectarán los planes de desarrollo tanto profesional como personal del
sujeto. El pensamiento reflexivo sobre la conducta vocacional, junto a otros factores como
la intencionalidad de la persona, el conocimiento sobre el entorno, etc., conducirán a la
persona a un proceso de toma de decisión responsable (Campos Guillot, 2012).
Esta conducta vocacional tendrá lugar en diversos espacios, ya sea en contextos de
educación formal, donde podría existir una relación directa con la figura del asesor
vocacional, en espacios no formales, donde la experiencia laboral y el contexto profesional
influirán directamente y con contextos informales como por ejemplo la familia, el
contexto, medios de comunicación, estereotipos que señalen características de poder, entre
otros. (Campos Guillot, 2012).
Las fuentes que influyen sobre la conducta vocacional pueden ser clasificadas en 3 grupos
(Ver tabla 9 y 10):
• Factores Sociogénicos: tales como el medio familiar próximo, diversos
estereotipos con determinados valores sociales, prestigio profesional,
condicionantes académicos, etc.
• Factores Psicogénicos: donde salen al descubierto las influencias individuales.
Entre estos factores es posible encontrar a la madurez vocacional que la persona
tiene y el asesoramiento vocacional que tuvo.
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• Oportunidades o circunstancias que preparan a la conducta vocacional de la
persona como también a la formación que esta recibe.
Tabla 9: Fuentes que influyen en la conducta vocacional
Tabla 10: Conducta vocacional resultante de los factores sociogénicos y psicogénicos (López González,
2004).
En este sentido, Rivas y Pascal, en el año 2003, crearon un cuestionario con el fin de
detectar los indicadores de sociogénesis, psicogénesis y oportunidad de la conducta
vocacional.
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Este cuestionario, aplicado en universitarios españoles, mostro la existencia de una mayor
influencia sociogénica en la conducta vocacional.
En la tabla 11 es posible ver, de manera sintética, los distintos factores vocacionales
desarrollados por los autores en su inventario.
Tabla 11: Inventarios de Factores Vocacionales de Rivas y Pascual (2003)
Entre dichos factores ellos se destacaban: los condicionantes familiares, los estereotipos de
poder y prestigio y condicionantes académicos (Tabla 12) (Campos Guillot, 2012).
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Tabla - 12: Fuentes y Factores vocacionales en estudiantes universitarios españoles tomado en el año
2001 (Campos Guillot, 2012)
Continuando con la investigación de Rivas y Pascal (2003), Campos Guillot (2012), entre
los años 2009 y 2011, realizo una nueva aplicación del cuestionario. En dicha
investigación, nuevamente toma mayor relevancia las fuentes sociogénicas, en
comparación con las fuentes restantes, de las cuales se destacan: los condicionantes
sociales y académicos y los condicionantes familiares. Vale aclarar que si bien se
manifiesta con mayor intensidad las fuentes sociogénicas, las tres fuentes influirán en la
conducta vocacional del sujeto (Tabla 13).
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Tabla – 13: Fuentes y factores vocacionales en estudiantes venezolanos entre el 2009 y el 2011 (Campos
Guillot, 2012).
En el análisis que realiza el autor, destaca que el 89 % de la población que participó de la
investigación, tiene un desarrollo evolutivo que permite ubicarlos dentro de la
adolescencia, de 11 a 19 años según la Organización Panamericana de la Salud (2001). El
11 % restante fue ubicado dentro de la etapa de adultez (a partir de los 20 años) (Campos
Guillot, 2012).
3.1.5.1 FUENTES SOCIOGÉNICAS
Si bien, la fuente psicogénica cumple un rol muy importante en la conducta vocacional de
una persona, tal como demostraron Rivas y Pascal, en una primer instancia, y luego, en un
segundo momento, Campos Guillot (Campos Guillot, 2012), la fuente sociogénica tendrá
una mayor influencia sobre la conducta vocacional de la persona.
En esta fuente se destacara el papel que cumplen las representaciones sociales que
comportan, tanto la familia del sujeto, como también, el que impere en la cultura en la que
está inmerso.
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3.1.5.1.1 LAS REPRESENTACIONES SOCIALES
Ya Platón en su libro “La República” (1988) nos da una orientación sobre el valor de la
cultura, la influencia de los sujetos sobre ésta y la de ésta sobre los individuos. Según el
autor, solo a través del acto social, de la interacción recíproca entre dos sujetos, es que se
puede acceder a la verdad. En este sentido, Ernst Cassirer (1965) plantea que entre un
emisor y un receptor, es posible encontrar un sistema intermedio llamado “sistema
simbólico”. A partir de dicho sistema, el hombre podrá vivir una realidad más amplia, su
vida ya no solo se da en un universo físico sino que a este se le agregará el universo
simbólico formado por el lenguaje, los mitos, la religión, etc. El Hombre obtendrá así, la
posibilidad de comunicarse a partir de la palabra, dejando de estar limitado a trabajar con
lo inmediato (Cassierer, 1965).
La Real Academia Española define al símbolo como: “Representación sensorialmente
perceptible de una realidad, en virtud de rasgos que se asocian con esta por una
convención socialmente aceptada.”.
Durheim estableció la existencia de representaciones individuales y colectivas, siendo,
estas últimas, aquellas que trascenderán al individuo y actuarán como una fuerza coactiva
que mantendrá unida a la sociedad (Mora, 2002).
Esta idea será tomada por Moscovici (1979) en El psicoanálisis, su imagen y su público,
definiendo a las representaciones sociales (RS) como constructos (valores, ideas y
prácticas) que compartes los sujetos en la interacción cotidiana proveyéndoles, a estos,
sentido común (este, también puede ser llamado pensamiento natural o saber ingenuo).
Son, estos constructos, quienes les permiten, a los sujetos, orientarse en el mundo social y
facilitan la comunicación entre ellos (Moñivas, 2004)
Las RS son una forma singular de conocimiento con la función particular de elaborar los
comportamientos y la comunicación entre los individuos de una sociedad. Son un corpus
organizado de conocimiento que permite “al Hombre hacer inteligible la realidad física y
moral” (Mora, 2002). Las RS articulan elementos afectivos, mentales y sociales y tienen
como función:
26
• Establecer un orden que le permita al sujeto orientarse y poder manejarse en el
mundo social.
• Permitir las comunicaciones a los sujetos de una misma cultura proveyéndole un
código común o compartido.
Las RS permitirá a los sujetos aprehender distintos sucesos productos de la interacción con
un otro, incorporándolo a su bagaje personal (ya sea en la vida cotidiana, en las tradiciones,
en la educación, etc.).
Estas ordenarán y enriquecerá pensamientos, ideas, formas de actuar en el acervo de una o
varias personas siendo a brújula que les oriente en cómo actuar y desenvolverse en el
mundo social. En cierta manera estas podrán ser emparentadas con el signo y el símbolo
(Mora, 2012).
Según Darío Páez las RS tienen 4 características fundamentales (Mora, 2002):
1. Seleccionar, jerarquizar y memorizar algunos hechos relevantes del discurso
ideológico en relación al sujeto en interacción.
2. Descomponer estos rasgos en categorías simples naturalizando los conceptos del
discurso.
3. Construir una teoría implícita que explique y evalúe el entorno.
4. Reconstruir y reproducir la realidad dándole un sentido y siendo guía de como
operar en el mundo social.
CONDICIONES PARA LA EMERGENCIA DE LAS RS
Según Moscovici (Mora, 2002) la emergencia de las RS tienen como común denominador
momentos de crisis y conflictos. El autor infiere 3 condiciones de emergencia:
1. Dispersión de la información: La información que un sujeto tiene nunca es
suficiente y en general esta tiende a estar de manera desorganizada. Los datos
que dispone una persona para responder una pregunta, suele ser insuficientes y
superabundantes.
27
2- Focalización: Una persona o un grupo de personas se focalizan porque están
involucrados en la interacción social como hechos que conmueven los juicios.
Aparecen como fenómenos a los que se debe mira detenidamente.
3- Presión a la inferencia: En la vida corriente, las relaciones sociales exigen del
individuo o del grupo social que sean capaces de estar en situación de responder.
Estas tres condiciones para la emergencia de una RS forman el pivote que permiten el
inicio del proceso de formación de una RS y con ello, esquemas cognitivos. (Mora, 2002)
Las RS pueden ser analizadas en 3 dimensiones:
1. La información: Son los conocimientos con los que cuenta un grupo de personas
acerca algún hecho o fenómeno social, el cual presenta ciertas características
particulares en relación a la cantidad y calidad de los mismos (Mora, 2002)
2. Campo de representación: Se refiere a cómo se organiza y jerarquiza el contenido,
permitiendo observar las propiedades cualitativas.
3. La Actitud: Es decir, la orientación tanto favorable como desfavorable que puede
tener la RS en relación al objeto. Puede ser considerado como el componente más
fáctico de la representación.
Conocer las características de la cultura en un momento dado, permitirá conocer las
representaciones vigentes en una sociedad determinada.
3.1.5.1.2. LA CULTURA ACTUAL Y SUS CARACTERISTICAS
Hoy en día mucho de los grandes y fuertes ideales que gobernaron las generaciones de
antaño, han perdido vigencia quedando en desuso y siendo reemplazados por nuevos
paradigmas y valores. Nuevos Slogan reemplaza a aquellos que supieron gobernar décadas
atrás y que hoy se archivan en los museos y bibliotecas. Jacques- Alan Miller (2006) en su
libro “Los signos del goce” cita y analiza una frase dicha por Jean-GuyGodin. Esta es
“Quisiera ser un puerro porque se los pone en ristra como a las cebollas”. Miller en su
análisis sobre la misma marca la tendencia de todos a destacar un rasgo propio que lo haga
distinguirse del resto de los mortales conocidos. Pero en si este particular deseo de querer
28
distinguirse del otro, es lo que lo hace igual. Sin embargo esto, le genera placer y
expectativas a futuro. Hoy en día, en esta posmodernidadque gobierna, los sujetos, que son
cebollas, quieren ser puerros para poder ser colocados en fila como las cebollas.
La sensación de que existe un futuro por el cual luchar y proyectarse perdió importancia y
trascendencia. La impresión de que se está llegando a un final es mantenida y ligada desde
hace varios años a numerosos eventos de diferente naturaleza. Por la década de los ochenta
el temor a la batalla nuclear era impulsada por la llamada guerra fría, luego alrededor de
una década anterior se hablaba “del fin del milenio” y el descontrol de las máquinas y la
llegada del apocalipsis. El temor a posibles guerras nucleares vuelve en esta época con la
constante conflictiva en medio oriente, se reeditan antiguas profecías que enuncian el fin
de la vida que conocemos.
Nuevas concepciones sobre la sexualidad, la familia, la pareja, la adolescencia, la
parentalidad, el trabajo, la vocación, etc. se fueron introduciendo en las representaciones
sociales acentuando, en mayor medida, el cambio en la subjetividad de las personas,
modificando el prototipo de lo que se determina, dentro de la salud mental, como sano y
como patológico. (Rojas &Sternbach, 1997). Por ende, estas modificaciones en las
representaciones sociales llevaron a modificar la crianza, el cuidado, la mirada sobre el
niño y con ello, la construcción de su subjetividad.
La llegada del siglo XXI mostró profundas transformaciones en todos los niveles de la
cultura. El crecimiento del mundo gira alrededor de los avances informatizados, los
poderosos medios de comunicación y una avasallante lógica de consumo. Atrás quedaron
las luchas multitudinarias y totalitarias por principios o creencias. Así como el peso de la
política y del Estado cayó sobre los poderes de la religión, en la posmodernidad el
individuo en su unidad, es el gran vencedor. A diferencia de la modernidad, las grandes
utopías cayeron. Hay quienes dicen que la caída del muro de Berlín significo la pérdida de
toda ideología, pero si nos detenemos un instante podremos observar que en sí, este
postulado encierra una nueva ideología, que se dirige hacia su antítesis, el individualismo.
El Hombre moderno reemplazó al Dios, por la fe en sí mismo, desde la unión y el
compromiso social. Por su parte, el Hombre posmoderno, depositó su fe en sí mismo sin
valorar en demasía al otro. En la posmodernidad, la gran pérdida se dio en el mundo
simbólico, aquel que como ya se ha enunciado, esta red simbólica, une a los hombres
(Cassirer, 1965). La razón fue encumbrada, endiosada a lo largo de toda la modernidad.
Todo era medido por esta. Daba parámetros fijos de perfección y funcionamiento. La
posmodernidad renegará de esta característica central de su eraanterior. Buscará
29
desmitificarla marcando sus limitaciones y el beneficio de incluir a las paradojas,
abandonando la mirada lineal. El posmodernismo buscará someter a la razón a juicio
levantando cargos contra su desmesura y su deshumanización. (Rubio & Vidal, 1992). Se
cuestionará entonces, el pilar en donde se erigió la modernidad.
Lipovetsky (1986) se refiere a la posmodernidad “como a una mutación sociológica
global” en donde todo gira alrededor de un nuevo Dios “El consumo”. Y este nuevo Dios
inevitablemente forma parte de una nueva mitología que lo sustenta. La publicidad y los
grandes medios de comunicación son, el hijo y el espíritu santo. Dentro del imaginario
social se instauró la imagen como el tesoro más codiciado y con más necesidad de ser
cuidado.
El largo plazo, que era el término cronológico para cosechar triunfos, fue reemplazado por
la inmediatez y el no esfuerzo. En esta vorágine consumista, la educación, el arte, los
valores son rematados en el shopping del barrio, templo donde todos van a venerar y a dar
el diezmo. El consumo es el nuevo organizador de la vida diaria sentando las bases para
una cultura adictiva en donde todo lo que se desee es posible de ser conseguido, pero a su
vez todo es obsoleto y dejará de servir mucho antes de ser usado. Lo efímero es la
sensación que cataloga a las experiencias cotidianas de los jóvenes. Y ya, como no es
posible ver las estrellas en las grandes ciudades, la fugacidad circula por las calles (Lujan
et al, 2010).
Ahora bien, en todo discurso social encontraremos una ideología que lo sustente, cohesiona
a los sujetos, sostiene el mundo social y subjetivo de una sociedad. El sujeto necesita de tal
discurso para organizar su mundo simbólico. La ideología en tanto discurso nos ofrece una
serie de pautas organizadoras que han de mostrarse como perfecto. Es una particular forma
de relacionarse con el saber, de dar certidumbre al comportamiento de los integrantes de
dicha sociedad. Ambiciona con dar respuestas a todas las preguntas que tengan los sujetos
y plantar enigmas que deberán ser descubiertos pero que a la vez no perjudiquen su
continuidad. Pretende direccionar al deseo del sujeto por caminos prediseñados y que solo
puedan ir y volver por los mismos (Rojas &Sternbach, 1997).
Algunos de los ideales que hoy en día nos es posible distinguir son (Rojas &Sternbach,
1997; Vera Norienga& Valenzuela Medina, 2012):
30
• Ideales ligados al consumo y al “Aquíy ahora”: los cuales se relacionan con el
hedonismo, llevando al sujeto a la necesidad incontrolable de adquirir objetos y
otros bienes de forma inmediata, transformándose estos en una aspiración central
y permanente. Se preconiza un presente ambivalente, que gira entre lo fugaz y lo
eterno, en donde el sujeto deberáadaptarse.
• Ideales de la Levedad; Aquíel narcisismo gobierna las formas de relación que
dos personas busquen y establecerán como medio de contacto. Se crearáun
mundo de imágenes, que mediatizarán formas de ser y de sentir.
• Ideales ligados a la Juventud: donde las formas valoradas y promovidas por la
cultura serán las características juveniles de estética y superficialidad que
venimos desarrollando. Sociedades que mantienen un fuerte apego a la tradición y
a una vejez que veneran, promueven un cierto sometimiento de los jóvenes a las
generaciones anteriores, manteniendo en cierta medida un estatus quo. En este
punto es posible observar cierta ambigüedad, ya que los diversos avances
científicos alargaron la vida de las personas de manera considerable, pero a su
vez, el lugar del viejo en la sociedad es cada vez más discriminado y determinado,
la exclusión.
Entonces, las últimas décadas han sido escenarios de grandes y profundos cambios a nivel
mundial. La tecnología, permitió la globalización, y esta, a la homogeneización y
masificación de los sistemas productivos. La necesidad de capacitación se hizo un
constante en una sociedad que permanentemente cambia. Surgieron nuevas actividades
laborales y desaparecieron otras. Las estructuras sociales sufrieron una gran segmentación
y polarización generando una mayor desigualdad tanto económicas, como culturales,
educativas, sociales, etc. La incertidumbre es la gran protagonista del fin del siglo pasado y
comienzo de este (Lujan et al, 2010). La cual, sin dudas, estará presente en la toma de
decisión vocacional de todo sujeto como, así también, en posibles crisis vocacionales que
este experimente.
María de la Villa Moral Jiménez y Miguel Jiménez Ovejero (1999) afirman que la
identidad profesional será configurada desde numerosos factores sociales, tales como
factores económicos, sociales, educativos y políticos. Hoy en día, los jóvenes, para asumir
su identidad profesional, deberán insertarse en un contexto laboral adverso, donde abunda
el desempleo, la marginación, acoso laboral, discriminación, donde lo aprendido en las
31
universidades no están, generalmente, en relación con lo que demanda el mundo laboral.
En la investigación desarrollada por el autor (Villa Moral Jiménez & Jiménez Ovejero,
1999), en donde analiza las identificaciones de los jóvenes (asturianos) sobre la educación
recibida, la perspectiva laboral y educación futura, encontró que los jóvenes presentan una
gran incertidumbre sobre su futuro laboral inmediato, lo que genera, según el autor, una
especie de moratoria en la construcción de su identidad profesional, lo cual puede generar
un retraso en el normal desarrollo del proceso de sociabilización de dichos jóvenes. En este
sentido AgulloTomas (1998) afirma que dicho retraso es debido a la crisis estructural que
atraviesa, desde la década del 70, el sistema capitalista.
3.1.5.2. FUENTES PSICOGÉNICAS
Tal como ya se ha enunciado, las fuentes psicogénicas son aquellas que más se encuentran
vinculadas al desarrollo personal de cada sujeto. En esta se podrán identificar tanto la
madurez vocacional alcanzada, que estará en gran medida relacionada con el desarrollo de
su propia identidad, como también los distintosasesoramientos vocacionales que pudo ir
recibiendo el sujeto.
ENFOQUE EVOLUTIVO PSICOSOCIAL: LA TEORIA DE SUPER
Es importante destacar que, dentro del enfoque evolutivo psicosocial o de desarrollo, tanto
el adulto como el adolescente, irán combinando las necesidades individuales junto a las
demandas sociales. Es decir, que irán adquirir a través de la maduración física, esfuerzo
personal y expectativas sociales, ciertos conocimientos, funciones y habilidades necesarios
para su adaptación y ajuste social. Así el sujeto podrá ir adquiriendo una mayor madurez
para realizar las tareas esperadas para su edad (Campos Guillot, 2012).
Esta teoría plantea que el sujeto irá adquiriendo y desarrollando habilidades e intereses a lo
largo de toda su vida, dependiendo su decisión vocacional de su capacidad para combinar
estos dos factores (Lujan et al, 2010).
La idea de la elección vocacional desde este enfoque se basa en la teoría de Donald Super,
quien plantea que el Si-mismo irá cambiando a lo largo de la vida del sujeto. Así, la
elección de una carrera obedece a una serie de eventos que se irán dando a lo largo de la
vida de este, estando atada a diversos factores psicológicos, sociales y físicos (Lujan et al,
2010).
32
Si bien, la definición vocacional es un proceso que se irá desarrollando a lo largo de toda la
vida, es en la adolescencia, donde se cruzaran ciertos factores, tales como el pasaje de un
ciclo educativo a otros, expectativas sociales, desarrollo de habilidades cognoscitivas.
(Jara, 2010)
Super intenta explicar, en su teoría, los componentes que son propios de la relación entre el
desarrollo de la carrera y la identidad (Ruvalcaba-Coyaso, Uribe Alvarado & Gutiérrez
García, 2011). Dentro de su teoría Super desarrolla el concepto de madurez vocacional, la
cual podrá corresponder o no con la edad cronológica. Esta se refiere al ciclo en el cual se
encuentra ubicado un sujeto al momento de realizar una elección.
Ahora bien, cuando el sujeto llegue a la juventud, será posible destacar dos tareas
psicosociales: Moldear su identidad y elegir y consolidar una carrera. Ambas tareas se
encontraran entremezcladas, ya que para definir su identidad la elección vocacional será
sumamente importante, ya que de adulto se identificara con su trabajo (Campos Guillot,
2012).
Siguiendo con elmodelo desarrollado por Super (Pinzón & Prieto, 2006; Ruvalcaba-
Coyaso et al, 2011) entre los 15 a 24 el años la persona se encuentra dentro de una etapa de
exploración, en la cual el sujeto vivirá una intensa actividad cognoscitiva y social. Dicha
etapa estará atravesada por una profunda introspección, donde se conformara y
confrontara lo descubierto en la etapa de crecimiento (donde fue adquiriendo habilidades,
intereses y valores ya sea por identificación y/o modelado) con la realidad y la definición
de una carrera.
En esta actividad exploratoria el sujeto deberá soportar tanto la ambigüedad como la
incertidumbre, las tenciones y las frustraciones que pueden aparecer en todo movimiento
de crecimiento y toma de decisión. Jóvenes que no logran tolerarlas podrán llegar a
decisiones o compromisos prematuros, respondiendo por ejemplo a expectativas familiares.
También es posible encontrar a aquellos sujetos que postergan su elección permaneciendo
en un estado de moratoria (Jara, 2010). Resulta posible pensar, que en la era actual donde
la incertidumbre es moneda de todos los días, enfrentarse a la exploración generará un
aumento de esta incertidumbre, llevándola a niveles extremadamente altos. Esto podría
llevar a que los sujetos busquen evitar atravesar esta fase y con ello la posibilidad del
descubrimiento.
33
Entre los 15 y 17 años se encontrara una sub-fase, que se denominara “fase tentativa” del
desarrollo vocacional, en donde se integraran distintas habilidades, valores e intereses
gracias a la constante y progresiva confrontación con la realidad. En esta frase, el
pensamiento reflexivo juega un papel fundamental para generar un auto-concepto más real
y para la clarificación de decisiones (Pinzón & Prieto, 2006).
A la fase tentativa, le sigue la “fase de transición” que abarca desde los 18 hasta los 21
años. Esta fase se inicia en la adolescencia tardía del desarrollo evolutivo (18 a 19 años) y
continua hasta el inicio de la etapa adulta (20 a 21 años). En dicha fase, en general, se
produce un cambio de sistema educativo, se pasa del colegio secundario a la universidad,
terciario o profesorado, junto a un auto diferenciación e identificación con áreas que le son
más afines.
Se considera, que evolutivamente, en esta etapa, el sujeto ira estableciendo su decisión
vocacional junto con un incremento de su auto concepto, clarificando el conocimiento que
posee sobre sus habilidades, capacidades, intereses y valores. En dicha etapa, el sujeto ira
tomando un rol más protagónico en su vida, comienza a plantearse y a decidir el deseo y la
necesidad de trabajar, de mudarse de la casa familiar, formar pareja, entre tantas otras
cuestiones.
Esta primer parte de la fase de transición, es conocida como “fase de exploración”, la cual
será seguida por otra sub fase, denominada “fase de ensayo”, la cual se da entre los 22 y 24
años. En esta fase, el sujeto comenzara a trabajar y a convertir su carrera como medio de
subsistencia. A partir de aquí, el sujeto entrara en la denominada “fase de establecimiento”
(25 a 44 años). La primera de las sub fases de esta, es denominada “de ensayo de
establecimiento”, la cual abarca desde los 25 años hasta los 30. Aquí, se supone que el
sujeto ya ha logrado un buen desarrollo en su autoconocimiento obteniendo suficientes
confrontaciones con la realidad para probarse (Pinzón & Prieto, 2006).
3.1.5.3 MADURES VOCACIONAL
Álvarez (2008), siguiendo el desarrollo de Super, sugiere la existencia de un proceso de
desarrollo para que el sujeto logre la madurez vocacional. Esta se encontrara estructurada
por distintas variables como por ejemplo: el tiempo de planificación de carrera, los
recursos o la exploración de la carrera, la búsqueda de información, la toma de decisión, la
orientación a la realidad, etc.
34
La madurez vocacional constará de distintas características:
• El ritmo de desarrollo: Este no es parejo en las distintas variables, dependiendo del
nivel educativo y de la edad. El sujeto tendrá un mayor desarrollo de madurez a
medida que este tenga más edad o mayor nivel o grados educativos.
• La mayoría de los adolescentes que se encuentran finalizando la escuela media no
han alcanzado el desarrollo de madurez vocacional óptimo para poder realizar una
toma de decisión de carrera con garantía de éxito.
• Las dimensiones que manifiestan un mayor desarrollo, ya sea con la edad o con la
educación, son la toma de decisión, la búsqueda de información, la planificación
de la carrera y la exploración de los recursos.
3.1.5.4 TOMA DE DECISION VOCACIONAL
Tal como ya se ha enunciado, para lograr tomar una acertada decisión vocacional, el sujeto
deberá contar con una adecuada madurez vocacional. En la toma de decisión se comenzará
a hacer visible el juego de influencias de los distintos factores que fueron afectando el
desarrollo de su identidad.
La toma de decisión es una mezcla entre la selección que debe realizar un sujeto y las
alternativas a elegir, como se formula el problema sobre lo que se debe elegir y la
modalidad de análisis y guiar el proceso (López González, 2004).
Según Phillips (citado en: López González, 2004) la toma de decisión puede ser agrupada
en tres paradigmas distintos:
Psicofísico: Este paradigma asume la existencia de diversos estandartes objetivos
que pueden ser sometidos a evaluación.
Psicométrico: Su punto de partida es la existencia de un error, puntuación, valor y
probabilidad verdadera.
Procesamiento de la información: busca evaluar la probabilidad de hacer juicios
seguros según la información que se maneje en ese momento.
Por su parte, Josef Kozielecki (citado en: López González, 2004) considera que la persona
es un sujeto decisor con un sistema de procesamiento de la información particular que hará
una representación interna de la tarea a elegir y estimará el riesgo que conlleva la toma de
35
decisión según: sus características, su personalidad y las dificultades que se encuentran
atada a la tarea en sí.
El autor señala la existencia de 4 estadios o fases:
1. Generación de la representación interna de la tarea a realizar
2. Valoración de consecuencias probables
3. Predicción de las consecuencias
4. Elección de la alternativa que conlleve menor riesgo.
Según Mellers, Schwarttz y Cook (citado en: López González, 2004) la elección que
realiza una persona se encuentra separada de la toma de decisión. La elección entre
distintas posibilidades que realizará un sujeto será el punto final de un largo proceso.
Llegar a la toma de decisión por parte de un sujeto supone un trabajo de preparación previo
con bastante antelación (incluso puede llegar a ser años) teniendo en cuenta diversas áreas
como por ejemplo las personales, familiares y laborales. Entonces, es posible entender a la
elección como el punto final de un conjunto grande de decisiones concatenadas.
La persona que se enfrenta a la toma de decisión tendrá ciertas características:
Se reconoce en un estadio de incertidumbre.
Se encuentra en una encrucijada ya sea escolar o profesional que le plantearan
distintas opciones.
Esta situación compleja le exige un tiempo de aprendizaje.
Se encuentra en situación de conflicto.
Según estudios realizados por Walsh en el año 2004, existe una gran relación entre la
personalidad y la conducta vocacional de una persona.
Así, desde el enfoque cognitivo conductual, la toma de decisión vocacional puede ser
entendida como un proceso resolución de problema, que se le presenta al sujeto, en el
momento de elegir entre distintas alternativas socio-laborales(Bethencourt & Cabrera,
2011).
Desde este enfoque el asesoramiento que se pueda realizar tendrá diversas características
(López González, 2004):
36
Es un proceso de ayuda técnica a cargo de un especialista en colaboración de otros
agentes tales como profesores, tutores, padres, entre otros.
Es solicitado por un apersona en particular y concreta, ejemplo: estudiante.
La base del asesoramiento será la conducta vocacional a través de la mejora de su
auto conocimiento.
En este enfoque el asesoramiento se hará a través de un proceso de enseñanza/aprendizaje
tanto en situaciones educativas formales como no formales e informales. Entonces, dentro
de este enfoque, el asesoramiento será posible de definir como proceso estructurado de
ayuda técnica que es solicitado por un apersona en una situación de incertidumbre con el
fin de alcanzar un mejor desarrollo para su futuro, tanto personal como profesional, en un
medio cultural determinado, mediante la facilitación o clarificación de información
relevante para el caso mediante el conocimiento de su propia experiencia en contraste con
experiencias del mundo vocacional pudiendo llegar a tomar una decisión eficaz, realista y
madura (Rivas, 2003).
Sin duda, la elección de una carrera o vocación estará inevitablemente en sintonía con la
identidad del sujeto (Osorio Montoya, 2012). Resulta Inevitable para el sujeto tener que ir
identificando sus capacidades e intereses a través de distintos procesos de cambios (Lujan
et al, 2010).
Diversos estudios han mostrado como fallas en este proceso llevan al sujeto a no tener
metas claras al ingresar a la universidad o no manifiestan tener establecido proyecto de
vida alguno, lo cual ayuda a la aparición de incertidumbres e inseguridades por la carrera
elegida en un primer momento, afectando tanto su desempeño académico como individual.
Son estos losmomentos deconfusión, para el sujeto, donde la intervención de un asesor
vocacional toma gran relevancia (Osorio Montoya, 2012).
En sí, es claro decir, que la toma de decisión vocacional no es un suceso aislado en la vida
de un sujeto, sino que se da gracias a un proceso de crecimiento del sujeto y de influencia
de distintas factores y fuentes. Tal como ya se ha mencionado con anterioridad, el proceso
de elección vocacional en un sujeto estará influenciado tanto por su historial personal, por
su contexto cultural, por las relaciones que haya ido estableciendo, ya sea maestros,
padresy familiares. El sujeto no solo estará influenciado presiones subjetivas y familiares,
sino también por presupuestos sociales y culturales de su época (Osorio Montoya, 2012).
Dentro de los factores psicogénicos, María Marta Casullo marca que la falta de decisión
está, en general, relacionada con una falta de confianza en sí mismo, con la presencia de
37
incompatibilidad en los intereses del sujeto con un campo laboral en particular, o con
factores externos como las expectativas familiares y sociales (Lujan et al, 2010).
Uno de los grandes momentos donde es posible observar fallas en la toma de decisión
vocacional es en el cambio que se da con la finalización de la escuela secundaria.
Para el enfoque Cognitivo- Conductual, la toma de decisión será la meta que se concretará
con una solución eficaz al problema vocacional de la persona. Unas de las primeras
cuestiones que se deberá realizar será delimitar los términos del problema, la información
que cuenta, como se estructura el problema y expectativas sobre la toma de decisión. Se
buscará, así, reducir el grado de ansiedad de la persona, producto de la incertidumbre que
le toca vivir en ese momento, ya sea por desconocimiento o desvalorización de los propios
recursos personales, falta de conocimiento a las exigencias del medio social, información
inexacta sobre los niveles de desempeño, tanto académico como profesional, que se debe
alcanzar, entre otras causas (López González, 2004).
IMPEDIMENTOS EN LA TOMA DE DECISIONES
Dentro de los impedimentos encontramos a distintos factores y situaciones ambientales y
personales que intervendrán obstaculizando el curso de acción que le permita a la persona
llegar a una elección final (López González, 2004).
Barreras en la elección vocacional
Estas son aspectos que limitan la toma de decisión. Estas cuentan con diversos orígenes y
afectaran de diversas maneras a cada sujeto. Según Swanson las barreas son “como eventos
o condiciones con los que el sujeto se encuentra en sí mismo o en el ambiente y que
dificultan su progreso de carrera”(López González, 2004).
Estas barreras pueden ser clasificadas en (ver tabla 14):
Socio/interpersonales: las cuales agrupan factores tales como estado civil, origen familiar.
Actitudinal: como por ejemplo auto concepto, interés, actitudes.
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Interaccional: incluyen dificultades referidas a características demográficas.
Tabla 14: Clasificación de Barreras ante la toma de decisión según Swason(López González, 2004).
Indecisión vocacional
Distintas investigaciones en psicología vocacional han demostrado que la decisión
vocacional y la indecisión no son dos caras de la misma moneda. Es decir que estos, son
procesos diferentes (López González, 2004).
La indecisión vocacional es considerada por diversos expertos como una señal de gran
dificultad para la toma de decisión. Esta, hace referencia necesidades que presenta el sujeto
tanto de consejos y apoyo a la hora de tomar una decisión. Dichas necesidades están
motivadas por sus posibilidades académicas y por la falta de claridad ante posibles
acciones que se le presenten. Dentro de las indecisiones vocacionales complejas podemos
encontrar distintas variables que intervendrán (Sánchez Herrera, Gómez Acuña & Rocha
Brito, 2008):
Auto confianza: Hace referencia a la confianza que el sujeto tiene en si mismo en
relación a la conducta vocacional al tomar una decisión.
Eficacia en los estudios: Cuestiona como la persona comprende la eficacia de la
elaboración de su nivel de preparación, utilidad de sus técnicas de trabajo y
estrategias de aprendizaje.
Certeza: del sujeto sobre sus actos y experiencias.
39
Estilo dependiente: Como toma decisiones generales implicando menor o mayor
trascendencia cuando este las toma solo o acompañado.
Psicoemocionalidad: Hace referencia a la habilidad para analizar distintas
opciones del propio comportamiento en relación a sus propias inquietudes o
recelos.
Búsqueda de información: Actividades que utiliza el sujeto para adquirir
información sobre su vocación.
Ya en la década del 50, se describían los primeros tipos de indecisión vocacional, por parte
de Dysinger (López González, 2004). El autor las dividía en dos grupos:
Se aplaza la decisión porque se está considerando distintos campos de atracción.
Se evita la toma de decisión por el malestar que representa elegir una opción.
Esta clasificación fue creciendo y variando con el paso de los años. Hoy en día se existe un
consenso en clasificar en decisiones simples, correspondientes a una fase normal, cuando
el sujeto está explorando las distintas alternativas que tiene y la indecisión generalizada,
donde ya si se puede observar las dificultades en el proceso de toma de decisión, como así
también en otros aspectos de la vida. Este tipo de indecisión, según la literatura actual se
corresponde con ciertas características personales del sujeto, tales como: altos niveles de
ansiedad, locus de control externo, sentido de identidad poco definida, baja autoconfianza
y autoestima. Esta indecisión compleja puede ser definida como una situación de conflicto
estable en el tiempo que la persona manifiesta ante sus variantes vocacionales, donde sus
atractivos varían con gran rapidez no pudiendo fijar en ninguna. Entonces el sujeto
presentará altos niveles de angustia y ansiedad aumentando así su bloqueo de la acción con
grandes manifestaciones neuróticas (López González, 2004).
3.1.5.5. EL ADOLESCENTE: EL SUJETO DECIDOR
Con mayor frecuencia, quien debe tomar una decisión vocacional es el adolescente o el
joven. Esto no quiere decir que siendo una persona adulta, ya no pueda atravesar este
momento. Pero tal como ya se ha ido desarrollando, socialmente es al adolescente o el
joven a quien se le exige tal tarea.
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En sí, la adolescencia es caracterizada por la literatura científica como el periodo por
excelencia de cambio y transición entre una etapa, la niñez, y otra, la adultez neuróticas
(López González, 2004).
Existen dos componentes que característicos del adolescente con respecto a la toma de
decisión vocacional:
Un signo individual: donde entra en juego su propia maduración y desarrollo
caracterizando ciertos tipos de conductas y consolidación del self, con una
particular forma de reflexionar y de conocerse a sí mismo, con sus logros y déficit,
sus gustos, sus expectativas sobre lo que es ser adulto, trabajar, realizar una carrera,
y demás.
Signos normativos y sociales: Incluye las exigencias que demandara las nuevas
tareas y lugares que deberá ocupar.
En si la adolescencia es una etapa de la vida que comienza con cierto tinte biológico para
luego terminar siendo algo netamente social. Es decir, este es un periodo donde se
producen cambios biológicos, psicológicos, sociales y cognitivos. Para el adolescente, esta
etapa será vivida como una de cambios bruscos, donde vivirá ajustes en todos los ámbitos
de su vida, desde familia hasta en su grupo de amigos. Cambios que mezclaran ciertos
momentos de extrema felicidad con otras de grandes situaciones de desconcierto (López
González, 2004).
Según Piaget, el adolescente tendrá en general un desarrollo de pensamiento ubicado
dentro del periodo de pensamiento operativo formal, es decir, última etapa del desarrollo
cognitivo. Como característica nueva y destacable de esta etapa, se encuentra y desarrolla
la capacidad de pensar en probabilidades o posibilidades dejando de pensar, solo en
términos de la realidad. Esto le permitirá al adolescente fantasear, especular y generar
hipótesis con gran facilidad. Este pensamiento hipotético le permitirá razonar en
proporciones que puedan o no reflejar la realidad. Ahora, el “aquí y ahora” es una de las
tantas posibilidades que tendrá el adolescente. A su vez, comienza a desarrollarse el
pensamiento deductivo (Flavell, 1993).
3.1.6 IDENTIDAD E IDENTIDAD VOCACIONAL
41
Plantear el tema de la identidad, supone realizar un análisis de las múltiples dimensiones
que abarca, es decir, tener en cuenta los aspectos psicológicos, sociales, culturales y
biológicos. El concepto de “identidad” tomo mayor relevancia a partir del año 1968 de la
mano de Erik Erikson. El autor la consideraba como parte de las tareas del desarrollo que
el sujeto deberá realizar en su proceso evolutivo. Esta es dinámica y cambiante, en donde
las interacciones jugaran un papel muy importante. Su relevancia no solo estará limitada en
la posibilidad del sujeto de lograr una individualidad, sino también, en la forma que se
identifique y asuma al engranaje social.Según el autor, la identidad ocupacional será una
tareafundamental para la resolución del propio conflicto del adolescente de “identidad vs
difusión.
En este sentido, Levine sostiene que la identidad podría ser considerada como “un proceso
psicosocial en curso” en donde ciertas características del self serán internalizadas,
etiquetadas y organizadas constituyéndose como identidades que se desplegaran y
mostraran a los otros (Ruvalcaba-Coyaso, Uribe Alvarado & Gutiérrez García, 2011).
También, la identidad puede ser entendida como un intento del sujeto por construir de una
forma reflexiva su narrativa personal con el fin de comprender su sí mismo, tomar control
sobre su vida y futuro en situaciones de incertidumbre. En sí, es posible decir que la
identidad es una construcción de sentido teniendo en cuenta a uno o varios atributos
culturales que son priorizados sobre otros atributos (Vera Noriega & Valenzuela Medina,
2012).
Según Jenkins (citado en Vera Noriega & Valenzuela Medina, 2012) la identidad es la
comprensión de la persona de lo que es y lo que son los otros. En este sentido la identidad
es el resultado de una serie de acuerdos y desacuerdos que se irán negociando
constantemente, por lo que es una entidad cambiante.
El enfoque de personalidad y de estructura social (EPES), desarrollado por James House
(Vera Noriega & Valenzuela Medina, 2012), entiende que la realidad social puede ser
dividida en 3 niveles o dominios.
El primero es el dominio intrapsiquico, el de la personalidad. En la relación del sujeto con
la realidad, a través de la sociabilización primaria irán conformando su identidad del Yo, es
decir, ira construyendo su sentido de continuidad tanto temporal como espacial, de manera
reflexiva, dando como resultado su Sí mismo.
El segundo nivel, es el de las interacciones. Aquí se consideran los patrones de conductas
concretos, es decir, las relaciones típicas que se dan entre los sujetos: la familia, escuela,
otros. Este es el punto de contacto entre las manifestaciones de la individualidad y las
42
influencias sociales donde se desarrolla y asienta la Identidad personal (Vera Noriega &
Valenzuela Medina, 2012).
El tercer nivel, es el socio estructural o el dominio de las instituciones. Aquí entran en
juego las instituciones sociales y políticas, es decir, las estructuras normativas de la
sociedad. Aquí se conforma la identidad social del individuo, que puede ser entendida
como la reflexión que realiza el sujeto sobre los rasgos y características normativas propias
de su posición en la estructura social (Vera Norienga& Valenzuela Medina, 2012).
A partir de aquí comenzará a clarificarse las relaciones entre la identidad personal del
sujeto y su identidad profesional. Como las distintas fuentes que afectan la conducta
vocacional, anteriormente descripta, afectaran a su vez a la identidad de la persona y la
conformarán.
La dinámica entre los tres niveles recién explicados y su relación con la identidad, pueden
ser resumidas en la tabla 15.
Tabla 15: El modelo cultural de la identidad (Vera Norienga& Valenzuela Medina, 2012).
43
Comenzando por los niveles de estructura social y procesos interactivos, la flecha 1
representa como la estructura social influye sobre las interacciones a través de leyes,
valores, rituales, normas, etc. Es mediante este proceso que se reproduce la estructura
social. En la flecha 2 es posible observar el nivel de interacción y el de la personalidad.
Aquí se puede observar el proceso por el cual cada sujeto interioriza los resultados de las
interacciones cotidianas, donde se irán desarrollando las construcciones individuales de la
realidad. La flecha 3, muestra el momento en que el individuo se involucra en una
interacción. Aquí el sujeto parte de susinternalizaciones previas desde la cuales define, en
primer lugar, la situación para luego si exteriorizar una impresión apropiada, que será
percibida por los demás.
Según este modelo, para poder comprender la identidad de una persona, es necesario tener
en cuenta (Vera Norienga& Valenzuela Medina, 2012):
• La experiencia que tiene el individuo sobre sus procesos subjetivos.
• La experiencia subjetiva que tiene de su comportamiento, que se expresa en su
identidad personal y social.
• Los juicios emitidos por los otros como observadores de los comportamientos del
sujeto.
• Lo que los otros pueden decir de los procesos subjetivos del sujeto.
La configuración de la identidad, que como ya se ha enunciado, comenzara a tomar color a
partir de la adolescencia, no será en si un evento casual, sino la oportunidad y posibilidad
del sujeto de generar las condiciones óptimas para su vida adulta o de caer en su
contrapartida, según lo desarrollado por Erik Erikson, la difusión (Ruvalcaba-Coyaso,
Uribe Alvarado & Gutiérrez García, 2011).
La importancia de la identidad no queda solamente fijada a la posibilidad de la
individualidad por parte del sujeto, sino que también cobrara valor con la posibilidad de
este para identificarse con los otros y formar parte del engranaje social.
Continuando con el desarrollo teórico del autor, y en relación al modelo de Super
anteriormente desarrollado, Berzonsky sostiene la existencia de un componente Cognitivo-
social que determinara diferentes estilos en la conformación de la identidad en un sujeto
(Ruvalcaba-Coyaso, Uribe Alvarado & Gutiérrez García, 2011):
44
• Información: Aquí, el sujeto estará dispuesto a buscar información, estableciendo
relaciones entre los datos solucionando problemas y tomando decisiones.
• Normativa: El sujeto podrá realizar grandes esfuerzos para lograr el estatus de
identidad. De no lograrlo, podrá buscar un ajuste en los otros que le otorgue cierto
sentido o coherencia comportamental. Aquí, la mayor preocupación del sujeto es
ajustarse a las prescripciones y expectativas de los otros.
• Difusión/ evitación: Aquí, el sujeto puede evitar a toda costa la toma de decisión o
de asumir algún tipo de postura definida.
Desde un enfoque constructivo, la experiencia psicológica de la persona puede ser
entendida como un conjunto de operaciones exteriores e interiores que realiza la persona
bajo su inevitable afán de conocimiento. Esta experiencia surgirá del entrecruzamiento
simultáneo de dos factores: actividad biológica y la actividad social (Fernández Álvarez,
1992).
Es decir, tal comose muestra en la tabla número 16, los factores psicológicos evolucionarán
simultáneamente con el desarrollo de procesos biológicos y sociales. Entonces, para
garantizar su existencia, el ser humano necesitará, inevitablemente, desarrollar y preservar
este triple orden de realidad: social, psicológico y biológico (Fernández Álvarez, 1992).
45
Tabla 16: Modelo de desarrollo de los 3 niveles de procesos (Fernández Álvarez, 1992).
En su afán de organizar la realidad, los seres humanos la construirán constantemente,
donde entraran en juego, de manera privilegiada, su estructura de significados. Esta
construcción de realidad, tendrá como finalidad suprema, sostener el sentimiento de
identidad personal de la persona (Fernández Álvarez, 1992).
Así, como las estructuras biológicas de la persona se preservan a partir de distintas
operaciones fisiológicas, las estructuras sociales, lo hacen a partir del cumplimientos de
una organización legal, las estructuras psicológicas serán preservadas en la medida de que
el ser humano logre dotar de significado su experiencia. Esta capacidad del sujeto es lo que
le permitirá desarrollar un self, una identidad y con ello la posibilidad de auto organizar su
experiencia en torno a un eje subjetivo que le facilitará enfrentar nuevas experiencias.
Nuestro conocimiento va más allá de la naturaleza intrínseca de las cosas, dependerá de la
capacidad del sujeto de darle significado. Es decir, que conocer es igual a otorgar
significado a un sector particular de la realidad (Fernández Álvarez, 1992). Tal como
sostiene Guidano (1991), “el aspecto más singular de la experiencia humana es su lucha
por el significado”.
3.1.6.1 LA IDENTIDAD VOCACIONAL
De acuerdo a Zacares González (2009) es posible hablar de diferentes ámbitos vitales o
dominios de la identidad. Esta no ira siguiendo en su desarrollo una secuencia rígida o
jerárquica de etapas, sino que su construcción se presentara a diferentes ritmos según el
dominio, ya sean interpersonales, como el familiar, amistad, etc., o ideológicos, como la
religión, la política y la ocupación. Por lo que, desde esta mirada, el sujeto podrá tener una
identidad ocupacional definida pero no así una identidad religiosa o política.
La identidad ocupacional es definida por Moral Jiménez y Ovejero (1999) como identidad
profesional. Agulló Tomas (1998), desde una mirada ligada a la construcción social de la
identidad, en donde tanto la génesis, desarrollo y transformaciones de la identidad, son
construcciones sociales o a través de procesos sociales, sostiene:
46
“El trabajo, pues, a parte de permitir una supervivencia, otorga un significado a la vida y
ser una de las dimensiones centrales que posibilitan la integración y participación en la
sociedad, posee la función de proporcionar una identidad personal y social a los individuos
(p. 156)”
Desde esta corriente, Tajfel planteo “La teoría de la identidad social (SIT)” la cual explica
ciertos comportamientos grupales tales como la categorización y el desarrollo de la
identidad personal y social. Por categorización se entiende al proceso por el cual un sujeto
se siente parte de un grupo social diferenciándose, así, de otros grupos. Este “ser parte de”
le implicara al sujeto no solo formar parte sino que también asumir consecuencias y
beneficios. (Ruvalcaba-Coyaso, Uribe Alvarado & Gutiérrez García, 2011).
Otra de las teorías elaborada sobre la identidad, en este sentido, es la “Teoría de la
identidad (TI)” planteada por primera vez por Stryker. Esta teoría, más ligada al
interaccionismo simbólico, sostiene que una persona podrá identificar roles a partir del
conocimiento que haya adquirido de estos previamente. Según la TI, la sociedad afectará al
comportamiento social y, por ende, al self. Este, estará conformado por distintos
componentes, los cuales son llamados por Styke, identidad de roles, para cada posición de
rol que le ofrezca la sociedad.
Así, cada identidad de rol será una autodefinición que se aplicara la persona a sí misma. El
tener un rol le proveerá al sujeto de un significado que irá más allá de la función, ya que
esta le permitirá distinguirse del resto (Ruvalcaba-Coyaso, Uribe Alvarado & Gutiérrez
García, 2011).
En cuanto a la identidad profesional, Fagermoen (citado en Ruvalcaba-Coyaso, Uribe
Alvarado & Gutiérrez García, 2011) sostiene que el interaccionismo simbólico remarca la
importancia de la formación de los distintos valores, los cuales ayudaran a la formación de
la identidad profesional.
Según Hausser (citado en Ruvalcaba-Coyaso, Uribe Alvarado & Gutiérrez García, 2011) la
identidad profesional es en sí un elemento dependiente tanto del trabajo como de la
satisfacción con el trabajo. Es, a su vez, altamente dependiente de comparaciones sociales
del sujeto con otros. Estas comparaciones serán tomadas por la psicología social como
resultantes de la identificación del sujeto con un grupo.
Zacares y Llinares (2006) definen a la identidad profesional como el ámbito de la identidad
personal que se construye e internaliza en el trabajo. Esta definición, más ligada a las
teorías constructivistas de Bandura, considera a la identidad como una serie de dominios
47
que irán construyéndose. Briggs (citado en Ruvalcaba-Coyaso, Uribe Alvarado &
Gutiérrez García, 2011) define a la identidad profesional como aquella que se encuentra
basada en la percepción personal de auto-imagen y auto-eficacia en una relación constante
con su contexto laboral. Esta identidad será central en su sentimiento de pertenencia y se
irá desarrollando en su relación con los otros.
Anderson-Nathe (2008) agrega a esta definición otros aspectos a considerar. El autor
sostiene que el sujeto elegirá su profesión a partir de lo que conoce y de cómo este
responda a las exigencias del medio. De acuerdo a esto, considera que existe una gran
cantidad de jóvenes, que son integrados al mundo del trabajo, que no han sido instruidos
correctamente para hacerlo, siendo, su identidad profesional, construida de una manera
arbitraria.
FALLAS EN LA IDENTIDAD VOCACIONAL: CRISIS VOCACIONAL AL
INICIO DE LA UNIVERSIDAD
La construcción de un proyecto de vida puede ser entendida como la habilidad de adquirir
compromisos. Es un momento en donde el adolecente se encuentra en plena transición
entre la escuela secundaria y la universidad. Esta nueva etapa significara la asunción de
roles, estatus y espacios nuevos (Jara, 2010).
En este periodo, el adolescente podrá, tal como ya se ha mencionado, adoptar dos tipos
conductas complementarias y necesarias:
• La exploración: que realiza el sujeto de las opciones, es decir el debate reflexivo
que realiza la persona sobre sus metas, roles y valores que se presentan en su vida
cotidiana.
• El establecimiento de compromisos: entendido como la posibilidad de adoptar y
consolidar las deliberaciones que realiza el sujeto, como curso de acciones futura.
Según Murcia (citado en Jara, 2010) la posibilidad de realizar una elección adecuada se
encuentra relacionada con la capacidad que tenga el sujeto de realizar una exploración
completa de las opciones disponibles, como así también del compromiso que asuma ante la
elección realizada. Esto le permitirá al adolescente realizar una transición exitosa,
pudiendo asumir una serie de roles de manera comprometida.
48
Sin embargo, la complejidad de nuestra cultura actual, las cuales denominada por muchos
autores “de riesgo” (Vera Noriega & Valenzuela Medina, 2012) por las dificultades que
encuentran los jóvenes para su auto-definición (la cual se relaciona directamente con la
Identidad, tal como ya se ha enunciado) llevará a que el adolescente necesite de periodos
más largos de maduración y preparación para la construcción de su proyecto de vida.
Los jóvenes, según el desarrollo de su identidad podrán estar ubicados en distintos grupos.
El primero de los grupos es denominado por Murcia “identidad cerrada” en donde el sujeto
elegirá algo sin realizar la exploración o habiendo realizado una mínima, sin tomar
compromiso. El segundo grupo se denomina “identidad difusa”, que es cuando la persona
elije sin elegir. Un tercer grupo es el de la “identidad moratoria” que es cuando el sujeto
realizara una exploración profunda, pero sin tomar compromiso o por último, puede llegar
a adquirir una “identidad lograda”, en donde la exploración y el compromiso son
realizados con fuerza (Jara, 2010).
Las personas que se encuentran dentro de esta identidad lograda, se muestran como sujetos
racionales, flexibles, autónomos, con buena apertura a nuevas ideas, con mayor eficiencia
en el procesamiento de la información. A diferencia de quienes presentan una identidad
cerrada, quese presentan como sujetos con un estilo normativo, pasivo y rígido, con mayor
conformidad a las expectativas de sus padres, pares o maestros (Jara, 2010).
Por su parte, aquellos que presentan una identidad en moratoria, son sujetos que emplean
un estilo intuitivo y flexible, pudiendo encontrar momentos de ansiedad y confusión dando
como resultado una crisis, aunque también, algunos, pueden tomar este periodo como uno
de oportunidades. Por último, encontramos a los pertenecientes al grupo de identidad
difusa, quienes presentan un estilo más evitativo. Suelen ser más intuitivos e impulsivos,
desorganizados, en donde la dilación cobra mayor relevancia ante las tareas. Son personas
que no presentan un gran control sobre su futuro, por lo que les termina siendo muy difícil
planificarlo. Pueden guiarse por soluciones esbozadas por otros, no se caracterizan por
realizar amplias exploraciones y buscan evitar (Jara, 2010).
Sujetos que experimentaran inseguridades en cuanto a su elección vocacional corren el
gran peligro de vivir lo que se denomina “crisis vocacional”.
En este momento la persona se encontrara con cierto desequilibrio, el cual llevara a una
falta de claridad en torno a su identidad vocacional, dificultando la realización de su
proyecto de vida (Lujan et al, 2010).
49
Las elecciones que realicen los sujetos no serán hechas en condiciones de estabilidad
pudiendo representar, para muchas personas, una gran fuente de ansiedad (Vera Norienga&
Valenzuela Medina, 2012).
Resulta necesario remarcar que las transiciones son un proceso que tiene cierto
movimiento y que se desarrolla en el tiempo, donde el cambio tiende a ser abrupto,
sustituyendo una cosa por otra. En si esta no es una adaptación pasiva ante la modificación
del entorno, sino que se integra a la trayectoria de la vida y es orientada por proyectos y
representaciones idealizadas en el futuro(Lujan et al, 2010).
Según lo expuesto por Martínez en su texto “Des-orientado? Mapas y rutas para la
orientación vocacional” (Lujan et al, 2010), los estudiantes que manifiestan deseos por
cambiar de carrera encuentran entre sus motivos principales, la sensación de desconexión
entre sus deseos verdaderos y la elección realizada.
Considera, Martínez, que esa primera elección estuvo dirigida a responder exigencias o
expectativas sociales, como por ejemplo la que puede realizar la familia, por cuestiones
económicas o académicas. Otra de las razones, es que realicen la elección de acuerdo a la
moda del momento. Pero por sobre todas las cosas, el estudiante que se acerca a en
búsqueda de orientación, muestra con afecciones emocionales, tales como baja autoestima,
falta de claridad en sus intereses, con ansiedad y miedos, etc. (Lujan et al, 2010).
Ahora bien, tal a lo desarrollado, no es posible dejar de lado el contexto social en el que los
jóvenes de hoy en día se desarrollan. Sin dudas, que la creciente incertidumbre sobre el
futuro que vive nuestro país desde hace ya una gran cantidad de años, impacta sobre las
aspiraciones y proyectos de los adolescentes, como así también en sus representaciones
sobre el trabajo. Sin dudas, que la expectativa de tener un trabajo es una condición
indispensable para la realización de ciertos proyectos personales, como estudiar, tener el
dinero necesario para los gastos personales, obtener logros materiales, llegar a comprar su
propia casa, entre otros. Entonces el aumento de trabajo precario, sub- empleo y
desocupación golpearan en las expectativas de los jóvenes. En los jóvenes de la actualidad,
las sensaciones de desigualdad y exclusión imperan por encima de otras. (Aisenson y otros,
1999).
Según un estudio realizado en el año 2012, en la ciudad de Córdoba por Ortega, Duarte,
Falavigna, Arcanio, Soler y Meltor, los motivos que expresan los alumnos al dejar la
carrera se pueden clasificar jerárquicamente por orden de aparición de la siguiente forma:
1. No era lo mío.
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2. Vivencia de algún suceso o episodio desagradable ya sea en la facultad o en la
ciudad.
3. La carga horaria.
4. Desorganización institucional.
5. Dificultad adaptativa a la vida en la provincia.
6. Dificultades económicas.
7. Razones laborales, familiares o personales.
8. Comienza a estudiar en otro lugar.
Los autores remarcan la pérdida de valor del conocimiento escolar a nivel social como así
también la reducción del orden simbólico en los jóvenes, llevándolo a la necesidad de la
inmediatez (tal como se ha desarrollado en las características de la cultura actual).
También, resulta pertinente remarcar que las condiciones sociales de la Argentina, hoy en
día, llevan a muchos adolescentes a refugiarse en el estudio universitario, de la
desocupación y la falta de alternativas. Resulta cada vez más complicado para quien sale
de la escuela secundaria encontrar posibilidades en el mundo laboral. A su vez, además de
existir escasas oportunidades, se piden cada vez, mayor cantidad de requisitos para ser
tenidos en cuenta, lo que lleva a aumentar la competencia y a creer que solo obteniendo
una titulación universitaria se podrá acceder a posibilidades reales (Romero & Pereyra,
2003)
3.1.7 ELECCION DE PSICOLOGIA COMO CARRERA UNIVERSITARIA
Encontrar trabajos científicos que haya investigado que es lo que lleva a una persona a
elegir la carrera de psicología no es tarea sencilla. Tal como sostiene Julieta Echeverría
(2011), los trabajos que indagan sobre los motivos y expectativas de los estudiantes sobre
su formación y sobre la información que disponen sobre oferta académica son escasos. A
su vez,hallarliteratura que investigue los motivos por lo que una persona desea estudiar
esta carrera, en que área desea formarse, es aun tarea más difícil.
En la investigación llevada adelante por Echeverría (2011) analiza los motivos para
estudiar psicología en 160 alumnos avanzados en la carrera de psicología de la universidad
de Mar del Plata. En dicha investigación se pudo ver que la mayoría de los alumnos pudo
delimitar 3 y más motivos para hacerlo. El 84 % de los alumnos mencionaron que lo que
51
los llevó a elegir dicha carrera es “Conocer al ser humano, su mente y sus conductas”,
seguida por un 65,5% de alumnos que la eligieron por su gusto por ayudar a otros.
También se destaca dentro de los motivos el compromiso social, buscar generar cambios
sociales, el disfrute por leer autores de la psicología, salida laboral, reconocimiento social.
También resulta interesante mencionar que un 3% de los encuestados respondieron no
saber por qué elegían dicha carrera. En la misma investigación, se obtuvo como dato que
casi el 100% de la población manifiesta su deseo por continuar formándose y que más de la
mitad de estos, solo les interesa una sola área, que tal como se fue desarrollando a lo largo
del trabajo, esta no podría ser otra que la clínica.
Echeverría (2011) encuentra que en los alumnos existe un gran desconocimiento acerca de
lo que es la investigación científica, y su rol dentro de la disciplina. A su vez, no es posible
dejar de lado, que la realidad de los adolescentes que hoy ingresan a la universidad
presentan características particulares de la época. En sintonía con lo desarrollado, sobre las
distintas fuentes que influyen en la elección vocacional, hoy en día, los alumnos que
ingresan a la universidad, presentan el gran desafío de combinar estudio y trabajo. Lejos,
atrás, quedo el estudiante de tiempo completo que podía dedicarse solo al estudio. Hoy en
día, los estudiantes son de tiempo parcial combinando la cursada con otras actividades. En
los datos obtenidos en la investigación realizada por Pacenza y Echeverría (2010), el
52,5% de los encuestados, de 278 alumnos de la carrera de psicología de la universidad de
Mar del Plata, trabajan además de estudiar. El 57, 1% de esos estudiantes, manifiestan que
lo hacen porque desean ser independientes económicamente y tener experiencia laboral
para cuando se reciban. El resto de los alumnos, plantea que lo realiza para subsistir. En
esta investigación, los alumnos manifiestan que el trabajar además de estudiar, les genera
una cuota extra de estrés y cansancio afectando directamente su rendimiento académico
como también las ganas y el tiempo para participar de otras actividades académicas.
Un estudio realizado en la ciudad de Rosario por la Dirección de Estadística Universitaria
de la Universidad Nacional de Rosario determino que el grupo de alumnos con menor
riesgo al fracaso y deserción universitaria es aquel que puede dedicar su tiempo al estudio
sin la necesidad de trabajar (Giovagnoli, 2002).
52
4- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACION:
4.1 PROBLEMA:
¿Cuáles son los motivos por lo que una persona decide estudiar la carrera de psicología en
la Argentina?
4.2 JUSTIFICACION:
La conducta vocacional de una persona puede ser entendida como diferentes procesos
psicológicos que esta podrá en acción para integrarse a un mundo laboral determinado. Es
decir que esta conducta será la manera que encuentre el adolescente/joven para integrarse a
un mundo sociocultural en particular con sus propias características. Esta conducta
vocacional estada influenciada por diferentes fuentes: psicogénicas, sociogénicas y
oportunidades. Es decir, que la conducta vocacional de una persona estada influenciada por
características personales, sociales y culturales (Rivas, 1988; Rivas & Pascual, 2003]]).
Los distintos cambios socioculturales y socioeconómicos de las últimas décadas hacen
llevaron a re plantear que es ser un adolescente en tiempo actuales, el lugar que ocupa el
trabajo en la vida de una persona como así también el significado del estudio (Aisenson,
53
Aisenson, Legaspi, Valenzuela, Polastri& Duro, 2008)
Conocer los motivos que llevan a una persona es estudiar la carrera de psicología, como así
también las posibles causas que lo puedan llevar a una deserción o fracaso en la misma
permitirá tomar medidas que permitan al estudiante encontrar un terreno fértil para su
desarrollo.
5. OBJETIVOS:
5.1 OBJETIVO GENERAL:
Analizar la conducta vocacional en estudiantes de psicología de
Argentina.
5.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS:
Analizar y determinar posibles motivos que se interpongan en el
desarrollo de la conducta vocacional de jóvenes que habitan la
Argentina.
54
6. METODOLOGIA
6.1 TIPO DE ESTUDIO:
El diseño que se utilizó en esta investigación es el de revisión bibliográfica donde
se han relevado y analizado distintas publicaciones científicas provenientes de
diferentes fuentes donde se encontró información relacionada con el tema (Montero
&León, 2011).
Umberto Eco (1986) en su libro “¿Cómo se hace una tesis? Sostiene que una tesis
estudiará un objeto valiéndose de ciertos instrumentos: los instrumentos son los
libros y el objeto podrá ser también el libro.
Como fuentes se han utilizado las siguientes bases de datos:: Google Académico,
Scielo, EBSCO y Biblioteca Virtual de la Salud. A su vez, se han consultado a
distintas revistas psicológicas.
El criterio de revisión implicó elegir publicaciones hechas tanto en español como
en inglés, publicadas desde 1980 a la fecha, en América y Europa.
55
7. DISCUSIÓN
Tal como se ha manifestado en el trabajo, la carrera de Psicología, tanto en América como
en Argentina, ha ido experimentado un fuerte incremento en el número de profesionales
matriculados, como así también, de estudiantes, tanto en el ámbito privado como en el
ámbito público. En Argentina se observó un gran crecimiento de matriculados, pasando de
5500 profesionales, en el año 1974, a 55.853 a finales del 2005 (Alonso, 1994).
Sin dudas que estas variaciones han tenido que ver con el desarrollo que la carrera de
psicología ha experimentado en los últimos años. Desde el año 1985, con la caída del
régimen militar, se logró sancionar la ley de ejercicio profesional definiendo así, el rol del
psicólogo (Alonso, 1994).
Tal como se ha visto en el desarrollo del trabajo, la conducta vocacional de una persona será
una serie de procesos psicológicos que este pondrá en marcha en relación con el mundo
profesional al que pretende incorporarse activamente o ya se encuentra en él. La conducta
vocacional es aquella que preparará al seto para incorporarse a un medio sociocultural
determinado. Si bien, esta, comienza en la adolescencia, es dinámica y se encontrará
constantemente en desarrollo a lo largo del curso de vida de una persona (Rivas, 1988).
La conducta vocacional tendrá 3 fuentes:
56
Factores sicogénicos
Factores psicogénicos
Oportunidades o Circunstancias
Distintas investigaciones (Rivas y Pascal, 2003 & Campos Guillot, 2012) manifestaron que,
si bien todos los factores tienen cierto grado de importancia, quien más influye en la
conducta vocacional de una persona son los factores sicogénicos.
Entonces resulta importante comenzar a cuestionarse sobre las modificaciones que han ido
suscitando en el mundo de las representaciones en los últimas décadas. Según Miguel
Jiménez Ovejero (1999), los jóvenes de hoy en día, deberán asumir su identidad profesional
en un contexto desfavorable, donde abunda el desempleo, la marginación, el acoso laboral y
la discriminación, donde las universidades no preparan a los futuros profesionales a estas
condiciones de trabajo. Hoy en día, aquellos grandes y fuerte ideales que gobernaron los
primeros años del siglo XX han caído dejando al sujeto solo frente un vacío, dejando al
futuro envuelto en sensaciones de desilusiono. El sujeto siente que ya no hay nada que valga
la pena luchar.
Junto a esto, otras grandes instituciones fueron cambiando también: la familia, la pareja, la
adolescencia, la parentalidad, la vocación, entre otros.
Nuevos ideales, ligados al consumo, al aquí y ahora, a la juventud y a la levedad se han ido
desarrollando y gobernando esta nueva era (Rojas &Sternbach, 1997).
Entonces, continuando con lo desarrollado por Jiménez Ovejero (1999) la identidad
profesional de estos jóvenes se irá configurando en un mundo totalmente diferente al de sus
padres.
Estas nuevas características sin dudas influirán en como el adolescente vaya configurando y
alcanzando su madures vocacional y con ello la forma y los tiempos para la toma decisional.
Hoy en día se podría decir que existe un mayor número de condiciones para impedir una
toma de decisión vocacional, ya sea barreras en la elección vocacional, como indecisión
vocacional.
En si, tal como desarrollar el Dr. Fernández Álvarez (1992) la identidad de una persona
estará conformada por factores sociales, biológicos y psicológicos. El sujeto ira
construyendo diferentes estructuras de significado para poder garantizarse sostener su
sentimiento de identidad. Sin dudas que los cambios sociales ya enunciados generaran
57
nuevas formas de configuración de identidad personal como profesional, como así también,
mayores facilitadores u obstáculos para su desarrollo normal.
En sociedades complejas como las actuales, denominadas de riesgo por muchos autores
(Vera Noriega & Valenzuela Medina, 2012) una de las características que con mayor
facilidad se encuentra es que los jóvenes encuentran grandes dificultades para su auto
definición llevando a que los sujetos necesiten mayor tiempo para su maduración y
preparación para la construcción de su propio proyecto de vida.
Esto lleva a que los sujetos puedan experimentar con mayor frecuencia una desconexión
entre sus deseos y las elecciones realidad, pudiendo generar crisis vocacionales (Lujan et al,
2010). Esta es la primera de las causas o motivos por lo que los estudiantes dejan una carrera
(Ortega, Duarte, Falavigna, Arcanio, Soler y Meltor, 2012).
En cuanto a los motivos por lo que una persona elige formarse en Psicología, hoy en día
existen pocos datos científicos. Dentro de las primeras causas por la que un
adolescente/joven elige dicha carrera encontramos (Echeverría, 2011):
Conocer el ser humano, su mente y sus conductas
Gusto/ deseo por ayudar a otros
Compromiso social
Generar cambios sociales
Leer autores de la psicología
Salida laboral
Reconocimiento social
También es importante mencionar que el 3% de los encuestados no saben decir cuáles
fueron las causas que lo llevaron a elegir dicha carrera. A su vez, en la misma investigación,
se upo comprobar el desconocimiento de los estudiantes de los distintos ámbitos en donde
un psicólogo puede desempeñarse, reconociendo casi exclusivamente a la clínica, como
lugar de trabajo para el psicólogo. Esto comprueba el alto sesgo clínico que existe en la
psicología no solo Argentina, sino que también Latinoamericana (Ardila, 2004).
Otra investigación realizada por Pacenza y Echeverría (2010) se comprobó que más de la
mitad de los alumnos que estudian psicología trabajan, debiendo partir su tiempo entre estas
58
actividades. Vale recordar que en la investigación realizada por Ortega, Duarte, Falavigna,
Arcanio, Soler y Meltor en el año 2012, una de las causas o motivos por lo que se
abandonaba la carrera que se estudiaba era por la falta de tiempo y energías a causa de esta
división del tiempo que el estudiante debe hacer.
8. CONCLUSIÓN
El propósito de la investigación efectuada fue realizar una revisión bibliográfica sobre la
conducta vocacional en adolescentes y jóvenes que se encuentran estudiando la carrera de
Psicología en Argentina.
Si bien no existe una gran cantidad de estudios que estudien los motivos por lo que una
persona decide estudiar psicología, es posible comprobar que las condiciones sociales
actuales, con sus diversas trasformaciones han modificado factores sociogénicos y
psicogénicos, loscuales conforman, junto a las circunstancias y oportunidades, las fuentes
de la conducta vocacional de una persona.
A su vez se ha logrado comprobar como el sesgo clínico impera en la formación y en la
visión social del psicólogo, pudiendo ser un limitante tanto en la formación profesional
como en las razones por la que una persona estudie psicología (Echeverría & Peralta, 2011;
2012).
Se puede concluir que existe un gran vacío sobre la temática a nivel nacional y que
resultará fundamental realizar una mayor cantidad de trabajos científicos que aborden
dicho tema para poder conocer, de una manera más completa, los distintos motivos que
llevan a una persona estudiar psicología, como así también las causas que encuentra para
no poder completar sus estudios.
59
Ante esta realidad el psicopedagogo cumplirá un rol fundamental, no solo prestando
atención a aquellos casos particulares que requieran su asesoramiento vocacional, sino que
ante todo el alumnado, pudiendo generar canales de comunicación, que informen las
distintas actividades extracurriculares que presenta la Universidad, generar lugares de
discusión donde se pueda presentar otras miradas posibles sobre el campo laborar del
psicólogo, revalorando otros lugares, además de la clínica.
A su vez, resulta posible pensar que sería importante realizar talleres de trabajo y discusión
en los últimos años del colegio secundario trabajando diferentes aspectos que pueden
influir en la conducta vocacional de una persona y mostrar la existencia de una vía de auto-
cuestionamiento y auto- revelación.
9. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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