Post on 02-Feb-2020
1
Titulo tentativo del artículo: “Arquitectura franciscana del siglo XVI en
Zinacantepec, Estado de México. Ex – convento Virreinal de Zinacantepec”
Ponente: Eva Encande Cuate
UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE ZINACANTEPEC
Zinacantepec, municipio del Estado de México, se ubica a 99 ْ 54 ْ 14”
latitud este y 19 ْ 15 ْ 19” longitud norte, a una altitud de 2820 msnm, dentro
del valle de Toluca1. Limita al norte, con Almoloya de Juárez; al sur con
Texcaltitlán, al este con Toluca y Calimaya; al oeste con Temascaltepec y
Amanalco de Becerra y al sureste con Villa Guerrero y Coatepec Harinas.
TOPONIMIA DE ZINACANTEPEC
El estudio de la toponimia del municipio del cual trata la presente
investigación es de sumo valor, debido a que el origen de su nombre nos revela
la importancia del territorio de Zinacantepec, pues al igual que los antiguos
griegos, las culturas prehispánicas otorgaban el nombre a las cosas y personas
de acuerdo a sus cualidades y características.
1 Hernández Rodríguez, Rosaura (coordinadora). Zinacantepec, veinte cuadernos municipales, Colegio
Mexiquense, México, 2005, pág. 17.
2
Zinacantepetl o Zinacantepec es un nombre náhuatl que significa:
“<<Monte de Zinacantli>>, (Zinacan) de tepetl, monte y Zinacan, murciélago,
aludiendo a un Teocalli, <<casa de Dios>> que se hallaba en la cima de un
cerro de tezontle rojo, que se localiza al occidente de la actual Villa de
Zinacantepec”2.
El mencionado cerro de tezontle, en la época prehispánica, fue el centro
ceremonial de esta región, desafortunadamente en la actualidad está bastante
deteriorado, pero gracias a Francisco Rivas Castro3 podemos ver que:
Considerando el escombro depositado a lo largo de los años, la
estructura debió tener unos 15 m de frente por unos 10 m de fondo (…).
Actualmente, no se observa piedra careada, pero si se alcanzan a distinguir
alineamientos de muros y posibles restos de escalinatas (…) respecto del
patrón arquitectónico del sitio, se puede decir que el montículo principal,
ubicado en la parte más alta del cerro, tuvo una plaza al frente orientada hacia
la salida del sol. Por su flanco occidental tuvo una plataforma en desnivel, más
baja que la del frente de la estructura, siguiendo por ésta se baja a un área de
plataformas habitacionales y para la agricultura4
El glifo que actualmente representa al municipio es un murciélago con
las alas extendidas que esta sobre un cerro, como se muestra en la siguiente
imagen:
Sin embargo, Javier Romero Quiroz señala que: “La representación del
2 Romero Quiroz, Javier. Zinacantepetl Zinacantepec, H. Ayuntamiento de Zinacantepec, México, 1989,
pág. 19 3 Arqueólogo, investigador titular de la Dirección de Estudios Arqueológicos del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH) 4 Hernández Rodríguez, Rosaura (coordinadora). Zinacantepec, págs. 27-28.
3
murciélago, con las alas extendidas como topónimo de Zinacantepetl,
Zinacantepec, corresponde a Tzinacantan o Zinacatlán, que se localiza en el
territorio en el Estado de Chiapas, habitado por Tzotziles”5, por lo tanto el glifo
que verdaderamente corresponde a Zinacantepec es el encontrado en la
lamina 10 del Códice Mendocino, el cual muestra al murciélago sin las alas
extendidas.
Lámina 10 del Códice Mendocino
En el territorio de Zinacantepec no se han encontrado cavernas u otros
rastros de la presencia de murciélagos, consecuentemente el glifo antes
mencionado no puede significar que en el cerro de tezontle rojo, al que en la
actualidad se le conoce como “cerro del murciélago”, hayan existido
murciélagos, más bien se refiere al culto que se le hacía a este mamífero
quiróptero; es sabido que el murciélago era dios de varias culturas
prehispánicas por ejemplo: los cakchiqueles, quienes adoraban al murciélago
con el nombre de Tzotziha, los mixtecos de Puebla y “no es pues improbable
que alguna de las tribus zapotecas que habitaron Monte Albán tuvieron también
como distintivo tribal al murciélago; pero además, es indudable que este animal
servía de nahual a uno de los grandes dioses del panteón zapoteca y que
estaba asociado, como después veremos con Pita o Cazobi, el dios del maíz,
con quien tiene profundas conexiones”6.
5 Romero Quiroz Javier. Zinacantepetl Zinacantepec, pág. 18
6 Caso, Alfonso. Urnas de Oaxaca, México, 1952, pág. 67
4
Se puede inferir que se usó la etimología Tzinacan porque el dios
murciélago estaba relacionado con la fertilidad y con el maíz; como es sabido el
territorio de Zinacantepec es muy rico en recursos naturales porque: “La zona
donde está enclavado el Cerro del Murciélago corresponde a la región de
planicies aluviales del valle de Toluca, considerada por muchos autores como
la región agrícola más productiva del Altiplano Central”7.
Por otra parte, tepetl también significaba “agua” y a pesar de que ésta es
la etimología de la palabra no sólo representa a un cerro, en realidad un al-
tepetl, nos dice René García Castro: “hace referencia a un grupo de gente que
tenía gran control sobre un espacio territorial dado y que estaba unido,
esencialmente, por lazos políticos”8. Esto nos muestra la importancia que tenia
Zinacantepec en la historia prehispánica de nuestro país, pues como ya había
hecho mención Zinacantepec era un territorio óptimo gracias a los beneficios
que la naturaleza le otorgó, esto le dio supremacía ante los pueblos vecinos,
asimismo “Cada altepetl estaba compuesto por un número variable de
subgrupos o entidades semiindependientes llamadas en náhuatl, algunas de
ellas, calpolli o tlaxilacalli, y otras, tecpan o tecalli (…) si bien en términos
generales todas estas expresiones aluden al concepto de <<casa grande>> o
<<casa señorial>>”9 Zinacantepec tenía doce subgrupos hasta 1654, fecha
aproximada en que San Jerónimo Amanalco se independizó de Zinacantepec10.
CONTEXTO HISTÓRICO DE ZINACANTEPEC ANTES DE LA LLEGADA DE
LOS ESPAÑOLES
El territorio de Zinacantepec en la época prehispánica estuvo habitado
primero por otomíes después por mazahuas y finalmente fueron conquistados
por los matlatzincas y nahuas.
Durante la mitad del siglo XV la triple alianza, (Tenochtitlan, Tetzcoco y
Tlacopán), comenzó a expandir sus dominios y tras varias conquistas, dominó
al señorío de Zinacantepec: “Después que murió Motecuzoma, fue rey
7 Hernández Rodríguez, Rosaura (coordinadora). Zinacantepec, pág. 19
8 García Castro, René. Indios, territorio y poder en la provincia Matlatzinca. La negación del espacio
político de los pueblos otomianos, siglos XV- XVll, CONACULTA, México, 1999, Pág. 36 9 Ibídem, pág. 37
10 1654. “Amanalco tiene gobernador y cabildo”. Fuente: AGN, indios, v17, exp.53
5
Axayacatzin reinó nueve años. Venció a los Tlatilocas… y además a los
pueblos… Tzinacantepec”11 y a pesar de que Zinacantepec no fue el único
señorío dominado y quizás tampoco el más importante, existió un interés
especial hacia este territorio ya que no se le impuso el nombre de “tierras de
México”, como fue el caso de Calimaya y otro territorios, sino: “…para el caso
de Zinacantepec está escrito ytlalpa ypilcha axayacatzin, que se traduciría
como <<su tierra y su casa principal de Axayácatl>>”12 por lo tanto,
Zinacantepec tuvo que tener grandes riquezas para que Axayácatl lo escogiera
como su casa principal entre tantos territorios. Además Rosaura Hernández
Rodríguez y Raymundo Martínez García, en su artículo “Zinacantepec en la
época prehispánica, siglos XV y XVl”, coinciden en que:
La conquista del valle de Toluca, y dentro de éste Zinacantepec, era
importante para los mexicas (…) por su situación estratégica para detener el
avance que por el occidente realizaban los michuaque, quienes también se
encontraban en un proceso de conquista y expansión de dominios tributarios.
Además, la conquista de Zinacantepec atendió al peligro que por el sur
representaron los chontales y yopis (situados en parte del actual Estado de
Guerrero)13
Aunque la población de Zinacantepec puso resistencia a la conquista
mexica lo único que pudieron hacer fue huir a Michoacán a un lugar llamado
Tlaulan14
La gente que permaneció en Zinacantepec después de la conquista
mexica tenía que pagar tributo y además: “fueron obligados a labrar una
sementera de 800 brazas de largo por 400 de ancho en favor del señor de
México. Los sucesores de Axayácatl usufructuaron en la misma forma a los
vencidos”15 Zinacantepec siguió sometido hasta la llegada de los Españoles
quienes de igual forma sometieron al territorio pidiendo tributos posiblemente
mucho mayores que los exigidos por los mexicas.
11
Códice Chimalpopoca. Anales de Cuauhtitlan y leyenda de los Soles, UNAM, México, 1947, pág. 67. 12
García Castro, René. Indios, territorio y poder e la provincia Matlatzinca. La negación del espacio
político de los pueblos otomianos, siglo XV- XVll, pág. 85. 13
Ver en: Hernández Rodríguez, Rosaura. Zinacantepec, pág. 38 14
No se sabe exactamente en donde esta Tlaulan, pero Pedro Carrasco afirma que no debía estar lejos de
la frontera entre tarascos mexicanos, puesto que estos últimos en tiempos de Tizoc hicieron una fiesta a
Uitzilopochtli en las que sacrificaron cautivos de Matlatzinco y Tlaula. 15
Hernández Rodríguez Rosaura (coordinadora). Historia General del Estado de México, tomo 2. Época
Prehispánica y siglo XVl, Colegio Mexiquense, AC, México, 1998, pág. 158.
6
CARACTERÍSTICAS RELIGIOSAS
Este apartado sobre la religión de la población nos revela no sólo la
concepción que tenía el pueblo de Zinacantepec acerca del mundo sino
también de la vida, como escribe Gloria Espinosa: “la religión en el mundo
mesoamericano no era solamente un sistema de creencias acerca de un
conjunto de divinidades, sino un concepto mucho más profundo, era un
esquema cosmogónico que regía todas las facetas vitales”16 y a pesar de que
no existen muchas investigaciones sobre esta zona arqueológica17 intentare
develar lo mejor posible la concepción religiosa de la gente originaria de este
lugar.
El centro ceremonial de Zinacantepec está ubicado al oriente de la
cabecera municipal, al respecto Pérez Alvirde menciona: “existe un cerro donde
abunda tezontle rojo, al cual se le conoce con el nombre de <<cerro del
murciélago>>, y asegura fue asiento del pueblo prehispánico”18. En la
actualidad el cerro está en decadencia debido a la sobrepoblación y a la
extracción de Tezontle.
Como ya se habló en el apartado de la toponimia del municipio, es
evidente que el Dios principal para los habitantes de Zinacantepec era
Tzinacan, dios murciélago, que seguramente era venerado en la cima del cerro,
desde donde se puede ver claramente el volcán Xinantecatl el cual fue
relacionado con Tzinacan:
”Si bien en nuestros tiempos en varios pueblos de la región del Nevado
de Toluca se señala que éste constituye una imagen del <<Divino Rostro>> de
Jesucristo, desde algunos lugares, como el que está sobre la autopista México
Toluca, en la Sierra de las Cruces, antes de bajar al antiguo fondo lacustre de
Lerma, el nevado presenta una silueta que, iconográficamente, puede
16
Espinosa Spínola Gloria. Arquitectura de la Conversión y Evangelización en la Nueva España durante
el siglo XVl, Universidad de Almería, Servicio de Publicaciones, Granada, 1998. pág. 47. 17
El sitio arqueológico del cerro del murciélago fue registrado por la arqueóloga Yoco Sugiura, quien
realizó recorridos prospectivos en el alto Lerma mexiquense, en la segunda mitad de la década 1970 este
sitio fue anotado con el número 264 en el catalogo de sitios arqueológicos del valle de Toluca – hecho por
Sugiura - , a partir de lo cual se dio de alta en la dirección de Registro Público de monumentos y Zonas
Arqueológicas del INAH, quedando protegido de acuerdo con los lineamientos de la Ley Federal sobre
Monumentos y zonas arqueológicos, artísticos e históricos de 1972. 18
Pérez Alvirde, Resalió, Breve historia de Zinacantepec, Zinacantepec, H. Ayuntamiento Constitucional
de Zinacantepec, 1999. pág. 5
7
asociarse a la mandíbula del murciélago, con sus dos colmillos inferiores
pronunciados”19
El murciélago está asociado con
Tlaloc y con el inframundo, también está
asociado con el culto de la fertilidad y el
maíz, sin embargo hasta ahora sólo se han
encontrado vestigios relacionados con las
ceremonias de petición de agua: “se
localizaron restos de vasijas de barro con
representaciones del dios Tláloc, divinidad asociada con la fertilidad y el agua;
por ello a esta deidad se le erigían templos en las cúspides de los montes , con
la intención de que estuviera más cercano al elemento que gobierna y
representa”20.
Otro dios relacionado con Tlaloc era Muye, dios otomí relacionado con
las lluvias y los buenos temporales pues: “De la misma manera que para los
mexicanos había Tlaloc y tlaloques, entre los otomíes encontramos junto al
dios mayor (…) un grupo de diosecillos con la misma atribución. Eran los
auaque y tlaloque que invocaban los conjuradores de la lluvia del valle de
Toluca”21.
Según algunos autores otro dios importante de los otomíes era Yocippa
que a su vez estaba relacionada con Xipe22 a quienes probablemente también
se les rendía culto en Zinacantepec para mejorar la agricultura de sus territorios
ya que en la actualidad todavía se hacen algunos rituales agrícolas en los
alrededores del cerro del murciélago.
19
Hernández Rodríguez Rosaura (coordinadora). Zinacantepec, pág. 131 20
Ibídem, pág. 50 21
Carrasco, Pedro. Los otomíes, pág. 148 22
Dios de la vegetación renaciente
dios Tzinacan
8
También cabe la posibilidad de que se hayan adorado a los dioses del
pulque: “yo khwa (dos conejo) y Tezcatzoncatl. – en el diccionario otomí
anónimo se lee: <<enfermar por mucho beber… tahẽ
llaman al dios del vino conejo>>”23; no olvidemos que en la cima del cerro del
murciélago se encontraron: “contrapesos para hilar la fibra del maguey, que por
su tamaño y peso parecen indicar que desde el Epiclásico (650-950 d. C) ya se
aprovechaba la fibra del maguey. También se detectaron en la superficie restos
de la parte funcional de un raspador de obsidiana gris de la región de Cuitzeo,
instrumento para raspar el cajete del maguey”24. La presencia del maguey en
Zinacantepec siempre ha sido abundante y es asequible pensar que en los
rituales no sólo se embriagaban con pulque sino que también adoraban a
Tezcatzoncatl.
Los dioses principales para los otomíes eran “el padre viejo” o dios del
fuego, estaba relacionado con Huehuetéotl y Tatacoada y “la madre vieja”
Tinono, relacionada con Tonantzin y Llamatecuhtli.
LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES Y DE LA ORDEN FRANCISCANA A
ZINACANTEPEC
23
Carrasco, Pedro. Los otomíes, pág. 150 24
Hernández Rodríguez Rosaura, Zinacantepec, pág. 20
Sacerdote del dios murciélago, Miraflores, Estado de México
9
Hernán Cortés llegó por vez primera a México en el año de 1519 y tras
varios años de lucha y conquista de los pueblos prehispánicos, bautiza al
territorio mexicano como “La Nueva España del Mar Océano”, así lo dice en su
primera Carta Relación que mandó al Emperador Carlos l: “Por lo que he visto
y comprendido acerca de la similitud que toda esta tierra tiene a España, así
como en la fertilidad como en la grandeza y fríos que en ella hace, y en otras
muchas cosas que la equiparan a ella, me pereció el más conveniente nombre
para esta dicha tierra era llamarse La Nueva España del Mar Océano”25.
Con el triunfo de los españoles y el sometimiento de la gente
prehispánica se reorganizó la sociedad; sin embargo, algunas organizaciones
permanecieron como fue el caso de las cabeceras o centros de los imperios:
“Los españoles favorecieron la consolidación de las cabeceras porque les
facilitaban el control y la hispanización de los indios. Una mayor centralización
de funciones gobernativas y administrativas en manos del cacique y la
concentración de la población, de la actividad religiosa, del comercio y de la
justicia en las cabeceras.”26 De esta manera, lo que antes había sido el centro
de varios clanes o subgrupos de un determinado pueblo, con la llegada de los
españoles seguía siendo igual, pero ahora los tributos se los tenían que dar a
los encomenderos; la encomienda era: “un sistema por medio del cual, los
colonos españoles, se comprometían con la corona a cristianizar o evangelizar
a los nativos del México prehispánico, que se les encomendaban, pretextos
para apoderarse de la tierra y dominar a los nativos”27 ya que los españoles en
algunos casos usaron la religión como pretexto para apoderarse de las
riquezas de los pueblos mexicanos. El caso de Zinacantepec no fue la
excepción, su primer encomendero fue Juan de Sámano quien: “fue hijo de
Juan de Sámano, Secretario Real de Carlos l de España y V de Alemania,
quien inicio actos de nepotismo”28, pero parece que antes de Juan de Sámano
existieron otros encomenderos, según René García Castro, quien menciona:
Cuando Cortés hizo encomiendas temporales en pago de servicios,
asignó los pueblos de Tenango y Atlatlauca a Martín Dorantes y a un Martín
“soldado”. Posteriormente Tenango fue asignado a dos conquistadores: la
25
Cortés Hernando. Cartas y Documentos, Porrúa, S.A. México, 1963, pág. 114 26
García Castro René. Indios, territorio y poder en la provincia Matlatzinca, pág. 131 27
Romero Quiroz, Zinacantepetl Zinacantepec, pág. 28 28
Ibídem, pág. 30
10
mitad de Juan de Burgos y la otra mitad a Diego Rodríguez. Tenango también
sufrió un ajuste que fue a su favor, pues el altepetl Maxtleca se le integró como
una dependencia subordinada. En épocas muy tempranas Cortés asignó el
pueblo de Tlacotepec a Francisco Garnica, (…) y finalmente, Zinacantepec,
que había estado encomendado a dos conquistadores anteriores (Hernando
Burgeño y un tal Marmolejo), fue apuntado a favor de Juan de Sámano, que
era en ese entonces alguacil mayor de la Ciudad de México29
La familia Sámano tuvo la encomienda de Zinacantepec durante varias
generaciones, a continuación doy una lista de encomenderos durante el XVl:
La gente del pueblo de Zinacantepec tributaba maíz a los
encomenderos, quienes al darse cuenta de las abundancias naturales que
tenía el territorio y de los beneficios que podían obtener del mismo, decidieron
solicitar la construcción de lo que hoy es el Ex -Convento Virreinal de
Zinacantepec que:” Juan de Sámano, hijo y sucesor del primer encomendero,
llegó incluso a financiar.”30
ARRIBO DE LA ORDEN FRANCISCANA A ZINACANTEPEC
Los primeros mendicantes que tocaron suelo mexicano de manera
formal, para evangelizar a la población, fueron los franciscanos; sin embargo,
los primeros religiosos en llegar fueron tres personajes que venían con Hernán
Cortes, al respecto Robert Ricard cuenta que: “Tres religiosos franciscanos
siguieron a éstos en 1523; de nacionalidad flamenca los tres, dos sacerdotes:
Johann Van den Auwera y Johann Dekkers, conocidos con los nombres
españolizados de fray Juan de Ahora y fray Juan de Tecto, y un lego: Pierre de
Gand, conocido con el nombre de fray Pedro de Gante”31, de los tres sólo se
quedo Pedro de Gante en México, un año después, a petición de Cortés,
desembarcaron en el puerto de Veracruz doce franciscanos32, después llegaron
los dominicos en 1526 y finalmente los agustinos en 1533, a partir de esta
29
García Castro, René. Indios, territorio y poder en la provincia Matlatzinca, pág. 121 30
Annunziata Cosentino, Dalia, Las joyas de Zinacantepec, Arte colonial en el monasterio de San
Miguel, Instituto Mexiquense de Cultura, México, 2003. pág. 26 31
Ricard, Robert. La conquista espiritual de México, Fondo de Cultura Económica, México, 2005. pág.
82 32
Martín de Valencia, Francisco de Soto, Martín de Jesús o de la Coruña, Juan Suárez, Antonio de
Ciudad Rodrigo, Toribio de Benavente (Motolinía), García de Cisneros, Luís de Fuensalida , Juan de
Ribas, Francisco Jiménez, Andrés de Córdoba, y Juan de Palos
11
fecha siguieron llegando misioneros con la finalidad de evangelizar a los
naturales de México.
Los misioneros tuvieron una especie de división territorial para
establecerse en el territorio mexicano y uno de los lugares donde habitaron los
franciscanos fue Zinacantepec. Por otra parte, no hay datos que nos indiquen
una fecha exacta de su llegada, pero el códice franciscano dice lo siguiente:
Una legua de Toluca al poniente, se edifica otro monasterio de San
Miguel, en el templo de Zinacantepeque que es de Juan de Sámano, alguacil
mayor de la ciudad de México, el cual tiene más de tres mil vecinos… y habrá
cinco o seis años, que el arzobispo, á pedimento del encomendero, puso allí un
clérigo, contra la voluntad de los indios y se han mudado en este tiempo no se
que tantos clérigos , a los cuales no han podido sufrir a los indios, ni el mismo
encomendero, a cuya causa ha pedido a la orden de S. Francisco que vuelva a
tener carga de aquel pueblo, y que hagan monasterio, aunque sea a su costará
cuanto tiene con los frailes y los mismos, ha encargado al Virrey, que ahora es
D. Martín Enríquez y así se hace el monasterio, aunque los religiosos residen
en Toluca hasta que se haga la casa y lo van a visitar, diciendo allí misa todos
los domingos y fiestas. Tiene Zinacantepec doce aldeas o estancias de visita,
sin la cabecera.33
Como se observa en la cita anterior, la población de Zinacantepec puso
varias trabas para el establecimiento de la orden franciscana que al igual que
toda la población natural se sentía ajeno a la cristiandad. Además la resistencia
por parte de los naturales no era el mayor de los problemas, sino que los
mendicantes se enfrentaron a la diferencia de lenguajes, de culturas etc.
EDIFICACIÓN DEL CONVENTO DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL
El Ex - Convento Franciscano de Zinacantepec es uno de los conventos
en el Estado de México del siglo dieciséis mejor conservado hasta nuestros
días, por la época en la que fue construido no sólo representa la arquitectura
franciscana de este periodo, sino que en su propia estructura podemos ver todo
un proceso de adaptación social, económica y política, los viejos muros nos
33
Códice Franciscano. Informe de la Provincia del Santo Evangelio, al visitador licenciado Juan de
Ovando, editorial Salvador Chávez Haygoe, México. 1941, pág. 18
12
dejan entre ver un mundo mágico que se oculta tras figuras representativas del
catolicismo.
No se tiene una fecha exacta en la que se comenzó la construcción del
convento, algunos autores coinciden en que fue antes de 1550, Arturo
Barrientos Mitsui nos dice que “hacia finales de la década de 1560 ya se le
habían asignado frailes a la iglesia, quienes se hospedarían en Toluca hasta
que fuera terminado”34 por lo tanto la teoría de Diego F. López Sepúlveda en la
que sostiene que “su construcción se inicio en el año de 1530, como resultado
de la expansión de la orden de los <<hermanos menores>> en el valle de
Toluca, derivado de su interés por evangelizar a un gran número de indígenas
que se distribuían en las numerosas localidades prehispánicas de origen otomí
y matlazincas en esta importante zona productora de maíz.”35
Si bien uno de los motivos principales para construir el monasterio fue la
evangelización de la población, también influyeron notablemente las
repercusiones económicas que conllevaba tal proyecto, de no ser así Juan de
Sámano no hubiera financiado la construcción de tal convento: “desde las
primeras décadas después de la conquista varias generaciones de la familia
Sámano dependieron del maíz tributado por Zinacantepec y sus alrededores.
Para 1598 el valor de los excedentes de que se beneficiaban los
encomenderos era considerable.”36 Es de suponer que al encomendero le
convenía que se estableciera definitivamente la orden franciscana en este
territorio, lo cual significaba mayor dominación y menor peligro de rebeldías por
parte de los indígenas:
“La unificación religiosa de asentamientos en las distintas regiones
fortalecía el programa de la congregación, que organizaba la mano de obra
indígena de la que dependían los encomenderos. De esta manera, la
introducción de la cristiandad contribuía en gran medida a resolver las
preocupaciones económicas de los españoles locales. Para finales del siglo
34
Mitsui Barrientos, Arturo. (tesina) Propuesta para la preservación del fondo antiguo de la biblioteca
del ex convento de Zinacantepec, Estado de México, Secretaria de Educación Pública. Dirección General
de Educación Superior Universitaria, México, D.F, 2005. Pág. 11. 35
Mejía Francisco y Álvarez Ma. Antonia (grabadores) Convento Virreinal de Zinacantepec, Se
imprimieron 30 carpetas en Toluca, México, en febrero de 2003. 36
Annunziata Cosentino, Dalia. Las joyas de Zinacantepec, Arte colonial en el monasterio de San Miguel,
pág. 25.
13
XVl en Valle de Toluca alberga establecimientos franciscanos en Metepec,
Calimaya y Zinacantepec”37
Con la creación de los conventos los encomenderos tenían grandes
ventajas económicas no sólo religiosas.
Los nativos quienes al parecer construyeron con sus propias manos el
maravilloso convento de San Miguel Arcángel recibían como pago de su trabajo
una determinada cantidad de maíz: “en una fecha tan tardía como 1591, los
indígenas, a quienes se les habría de pagar con maíz continuaban trabajando
en la construcción de la iglesia.”38 Lo extraño es que generalmente los indios
no recibían paga por este tipo de trabajo: “Estos monasterios fueron edificados
por grandes masas de indígenas a quienes se obligaba a trabajar por faenas,
sin estipendio alguno, sólo por mayor gloria de Dios. Muchos indios perecieron
por fatiga o maltrato de los capataces o encomenderos.”39
Por lo anterior podemos deducir que la construcción terminó a finales de
siglo y que la iglesia conventual pertenece al siglo diecisiete.
El ejemplar convento franciscano al cual nos estamos refiriendo está
conformado por: “patio o atrio, pórtico o capilla abierta y claustro bajo
compuesto por sala de profundis, refectorio, autorrefectorio, cocina/bodegón,
portal de campo, huerta y escalera monumental que conduce al claustro alto,
donde están las celdas, biblioteca, sala de oración, habitación de visitas
importantes.”40 Este maravilloso ejemplar conserva en buen estado la mayoría
de sus elementos característicos de la arquitectura de este periodo, sin
embargo no tiene la cruz característica de los mendicantes.
CLAUSTRO
Existen diferentes tipos de claustros por ejemplo el de un solo cuerpo,
los doblados y también los de arcadas, en el caso del convento de
Zinacantepec se trata de un claustro con arcadas, los de este estilo
37
Barrientos Mitsui, Arturo (tesina). Propuesta para la preservación y conservación del fondo antiguo de
la biblioteca del ex convento de Zinacantepec, pág. 11. 38
IDEM. 39
Mendiola Quezada, Vicente. Arquitectura del Estado de México en los siglos XVl, XVll y XVlll,
Instituto Mexiquense de Cultura, México, 1993, pág. 43. 40
Montaño Humphrey, Gilda. Orgullosamente Mexiquenses. Vol. 1, Instituto Mexiquense de Cultura,
México, 1999. Pág. 219.
14
“permitieron reducir el sistema de soportes y la masa de los muros, los techos y
pisos se pudieron tramar con madera y vigas y, por último, los pasillos del
claustro recibieron mejor luz y mayor superficie de muro ininterrumpido para el
desarrollo de programas decorativos de pintura mural”41 otro ejemplo de este
tipo de conventos es el de Epazoyucan ubicado en Hidalgo.
El claustro bajo está conformado por un patio rectangular el cual
coincide con los relojes de sol con los que se orientaban los frailes, también
encontramos la cocina, el refectorio, la alacena, la sala de profundis y la salida
a la huerta. Todo muy sencillo y austero como era característico de la orden
franciscana. Podemos ver que está conformado por cuatro arcadas: “de medio
punto, sostenidas por columnas toscanas de fuste abombado.”42 Estos arcos
están empotrados en un pretil muy bajo que no rebasa medio metro de altura
aproximadamente.
En el claustro alto se repiten los arcos de medio punto empotrados en un
pretil pero hay una pequeña diferencia, ahora los arcos están recortados dando
una sensación de achaparramiento, sin embargo siguen coincidiendo.
Los pisos y el techo son de madera los cuales: “están acusados por
gruesa cornisa clásica, así como las azoteas que además tienen gárgolas.”43
Al claustro de la planta alta se accede por medio de una hermosa
escalera de cantera. En esta planta encontramos las celdas de los frailes las
cuales: “fueron las células individuales de los frailes, habitaciones con puerta
de madera, que les permitían el descanso, el recogimiento, el estudio, y la
oración, cada celda constaba de cama, baúl, silla y mesa de estudio, librero y
ventana de iluminación y ventilación con vista al huerto.”44 También
encontramos lugares especiales para el padre prior y párrocos superiores como
oficinas y salas capitulares, confesionarios y espacios de congregación para la
oración colectiva y la enseñanza.
41
Espinosa Spínola, Gloria, Arquitectura de la conversión y Evangelización en la Nueva España durante
el siglo XVl, pág. 76. 42
López Sepúlveda, Diego. F. convento Virreinal de Zinacantepec, pág. 3
Ver en: Mejía Francisco y Álvarez Ma. Antonia (Grabadores) Convento Virreinal de Zinacantepec se
imprimieron 30 carpetas en Toluca, México, 2003. 43
Barrientos Mitsui, Arturo. (tesina), propuesta para la preservación y conservación del fondo antiguo de
la biblioteca del ex convento de Zinacantepec, Estado de México, pág. 13. 44
López Sepúlveda, Diego. F. convento Virreinal de Zinacantepec, pág. 3.
Ver en: Mejía Francisco y Álvarez Ma. Antonia (Grabadores) Convento Virreinal de Zinacantepec, se
imprimieron 30 carpetas en Toluca, México, 2003.
15
Existe una amplia biblioteca que cuenta con tres salas y posee 4800
libros en la actualidad de diferentes ordenes como: carmelita, dominica,
agustina y por supuesto franciscana, la mayoría están encuadernados con
pergamino y piel, están escritos en latín y español antiguo. “El lote conventual
fue recopilado de distintos conventos del Estado de México para
posteriormente ser trasladados al museo Virreinal de Zinacantepec.”45
Anteriormente la biblioteca estaba abierta al público pero en la actualidad se
encuentra cerrada por seguridad, los libros se encuentran en buen estado
debido a que se encuentran en vitrinas. La biblioteca está decorada con oleos
de los siglos XVl y XVll.
Casi todos los muros del claustro están decorados con frescos con
motivo religioso, algunos representan la vida de San Francisco de Asís, frisos
con flores, animales como el jaguar, algunas fajas con motivo vegetal,
asimismo encontramos siluetas de Santos en blanco y negro por ejemplo en el
claustro alto se han rescatado varios frescos entre ellos: San Pablo apóstol
aparece en el lado poniente con su espada y en el lado norte la virgen María
que es observada por dos querubines en actitud de admiración, ahí mismo se
pintaron los símbolos del sol y (…) también elementos de la cultura
prehispánica.”46
Evidentemente la pintura mural del convento manifiesta el sincretismo de
las culturas que se estaban enfrentando, de este modo toda la obra de arte que
conforma este maravilloso lugar nos deja ver la presencia del arte tequitqui, ya
que tiene influencia tanto del arte italiano del siglo XV y del arte mudéjar: “los
estilos mudéjar47 (arte llevada a España por los árabes durante la dominación
musulmana) y romano48 son utilizados en la mayoría de los frescos que aún
45
Montaño Humpey, Gilda. Orgullosamente Mexiquense, pág. 219. 46
López Sepúlveda, Diego. F. Convento Virreinal de Zinacantepec, pág. 3.
Ver en: Mejía Francisco y Álvarez Ma. Antonia (Grabadores) Convento Virreinal de Zinacantepec. 47
Arte mudéjar: Alfiz o marco rectangular sobre las portadas, a veces semicirculares y aun triangulares,
con grandes bóvedas, moldura circundante que puede ser un cordón franciscano con nudos. En sus
enjuntas suele haber un medallón con relieve o el escudo de la orden.
Ver en: Mendiola Quezada, Vicente. Arquitectura del Estado de México en los siglos XVl, XVll y XVlll,
Instituto Mexiquense de Cultura, México, 1993, pág. 33. 48
Arte Románico: Columnas de capitel cúbico, de pirámide invertida, o de moldura toscano aunque muy
pesado. El fuste de la columna rara vez tiene gálibo. El capitel suele ser idéntico a la base aun que
invertida. Arcos de medio punto o rebajados, descansando en ancha imposta que en ciertos ejemplos
continúa el moldurado del capitel toscano.
Ver en: Mendiola Quezada. Vicente. Arquitectura del Estado de México en los siglos XVl, XVll y XVlll,
Instituto Mexiquense de Cultura, México, 1993, pág. 33.
16
conserva el convento”49 y no podemos dejar a un lado la presencia del arte
prehispánico, el cual estaba ligado directamente con su religión.
La pintura más importante del convento es el mural que se encuentra en
la parte superior de la entrada al claustro, se trata del árbol de San Francisco
de Asís el cual muestra a: “San Francisco, dispuesto en posición horizontal en
la parte inferior de la pintura, sosteniéndose la cabeza con el brazo derecho, el
cual descansa sobre un libro, probablemente la regla franciscana, sino es que
la biblia. En la mano izquierda sostiene un crucifijo de gran tamaño. Toda la
parte superior de su cuerpo descansa en un pequeño montículo o cerro que
parece surgir de la puerta (…) del pecho del Santo surge un árbol de cuyas
ramas brotan flores, hojas y veintiséis medias figuras.”50
Este árbol está directamente relacionado con el árbol de Jessé el cual
representa a Jesús postrado de la misma manera que San Francisco con la
mano sosteniendo la cabeza y de su torso salen ramas en las que se
encuentran los antecesores de Jesús.
Las ordenes franciscana y Dominica adoptaron el árbol de Jessé para
representar su genealogía.
El mural ubicado en el convento de San Miguel de Zinacantepec es uno
de los primeros ejemplares del árbol genealógico de la orden franciscana en
México.
Delia Annunziata Cosentino hace otra interpretación del árbol de San
Francisco, la autora relaciona el cerro en el que se recarga San Francisco con
el “cerro del murciélago” el cual era el centro ceremonial del pueblo de
Zinacantepec y también lo relaciona con un códice: “una página del Códice
Azcatitlan y el grabado en la parte trasera del enorme monolito Teocalli de la
guerra sagrada (…) muestran una imagen que se repite en otros ejemplos (…)
se trata de una figura tendida en el suelo viendo hacia arriba y con un gran
cacto saliendo de su cuerpo.”51
No existen rastros que nos den certeza de esta interpretación sobre el
árbol de San Francisco, sin embargo es probable que los indígenas de aquel
49
Montaño Humpey, Gilda. Orgullosamente Mexiquenses, pág. 219. 50
Annunziata Cosentino. Delia. Las joyas de Zinacantepec, Arte Colonial en el monasterio de San
Miguel, pág. 57. 51
IBIDEM. págs. 69-70.
17
tiempo lo hayan relacionado de esta manera con su antigua religión, lo cual no
significa que esa haya sido la primera intensión de la creación del mural.
ATRIO
Existieron diferentes tipos de atrios: “tipológicamente se distinguen: 1)
atrios de planta cuadrada, 2) atrios de planta rectangular, 3) existen también
complejos conventuales dotados de doble explanada atrial.”52 El atrio del
Convento de San Miguel corresponde al tipo número dos.
El patio atrial es uno de los elementos con mayor importancia ya que
encierra todo el complejo conventual, es el lugar más amplio, en el caso del
convento que estamos tratando tiene tres entradas con forma de arco.
Este espacio abierto tenía varias funciones, la principal era adoctrinar a
los indígenas en multitud y el espacio abierto era propicio para los indígenas
quienes estaban acostumbrados a adorar a sus dioses en espacios abiertos,
así que la multitud se acomodaba alrededor de la cruz conventual mientras que
los frailes los adoctrinaban, el atrio también era un buen lugar para hacer las
representaciones del teatro edificante por ejemplo: se hacia la representación
de la pasión de Cristo en semana santa y en navidad se hacían pastorelas para
representar el nacimiento de Jesucristo.
Una función no muy común pero que no se debe descartar era que se
usaba como guarida para los españoles en caso de rebelión por parte de los
indígenas.
En el centro de los atrios se levantaba una cruz correspondiente a la
orden mendicante evangelizadora de esa región, casi todas son de estilo
románico, generalmente las cruces tienen los símbolos de la pasión de Cristo:
“corona de espinas, escalera, clavos, esponja, lanza, gallo, látigo, etc.”53
Además el símbolo de la orden, en el caso del Convento de Zinacantepec la
cruz debió estar adornada con un cordón franciscano, sin embargo la cruz
original se perdió hace mucho tiempo y no se tiene registros de lo que paso con
ella, la cruz que se encuentra en la actualidad es muy reciente y no tiene las
características propias de la época.
52
Espinosa Spínola, Gloria. Arquitectura de la Conversión y Evangelización en la Nueva España durante
el siglo XVl, pág. 93 53
Mendiola Quezada, Vicente. Arquitectura del Estado de México en los siglos XVl, XVll y XVlll, pág. 39
18
CAPILLA ABIERTA
Las capillas abiertas en un inicio eran iglesias provisionales que servían
para evangelizar a los naturales mientras la orden se establecía en la región,
estaban hechas de adobe y enramados, estas capillas por estar al aire libre le
permitía al natural sentirse más identificado con la nueva religión.
Existen tres tipos de capilla abierta:
Tipo 1.Capillas que sólo presentan el presbiterio techado, por lo que los fieles quedarían a la intemperie. Tipo 2. El presbiterio está precedido de un portal, sencillo o doble, bajo el cual pueden guarecerse unos pocos fieles mientras la mayoría quedan a la intemperie. Tipo 3. La capilla abierta es una iglesia grande de varias naves que cobijan muchos fieles, abierta por arcos que dan al atrio y permiten que desde éste vean al sacerdote quienes no cupieron en la iglesia.54
La capilla abierta del convento al cual nos estamos refiriendo pertenece
al segundo caso y está conformada por cinco arcos de medio punto.
El techo es de vigas de madera que sólo cubre a unos cuantos,
seguramente sólo cubría a los frailes y a los señores principales del pueblo.
La capilla abierta: “se remete a un nicho de planta trapezoidal y
enmarcado por un arco de medio punto, en su pared de fondo, sobre un
pequeño altar se adosa un retablo rectangular rematado por un tímpano, es de
estructura sencilla dividida en ocho tableros que contienen pinturas al óleo en
donde se ubican dos arcángeles, el niño Jesús y jerarcas eclesiásticos
destacando en el tablero principal la figura de San Miguel Arcángel.”55 A los
lados del retablo encontramos frescos que representan escenas de la vida de
San Francisco por ejemplo aparece predicando a las aves y en el lado
izquierdo hay una imagen que representa el momento de la impresión de las
llagas, producidas por haces luminosos.
54
Espinosa Spínola, Gloria. Arquitectura de la conversión y evangelización en la Nueva España durante
el siglo XVl, pág. 23. 55
López Sepúlveda, Diego. F. Convento Virreinal de Zinacantepec, pág. 3.
Ver en: Mejía Francisco y Ma. Antonia (Grabadores) Convento Virreinal de Zinacantepec.
19
El resto del muro está decorado con frisos con motivo vegetal pintados
por los mismos indígenas.
BAUTISTERIO
La capilla abierta sirve como acceso al bautisterio, el cual está cubierto
por el mismo portal, se encuentra a lado derecho de la capilla abierta, es una
pequeña sala decorada con frescos al igual que todo el convento. La
importancia de este bautisterio radica en que resguarda la pila bautismal que
es considerada como la más grande del mundo.
Esta maravillosa pila mide más de un metro de diámetro por un metro y
medio de altura, fue hecha con un enorme monolito, su base es un cubo
decorado con flores entrelazadas y seguramente al igual que todo el complejo
conventual fue hecho con las propias manos de los canteros de la región pues
se encuentran características propias de las religiones prehispánicas. Está
decorada con un cordón como símbolo de la orden franciscana y rodean la taza
cilíndrica cuatro medallones que ilustran algunos pasajes de la religión
católica: “como la asunción de María y el bautismo de Jesucristo por Juan. Uno
de los medallones muestra al arcángel Miguel –quien da su nombre al
convento- luchando contra el diablo (…) la cuarta escena, un tanto cruda y
origen de algunas confusiones, es sin duda San Martin de Tours, un Santo
europeo que, en un famoso episodio de su vida, cuando se desempeñaba
como soldado en Francia, dividió su manto para compartirlo con un mendigo”56
Además de los medallones encontramos una leyenda escrita en náhuatl
que traducida al español dice: “en el año del señor ¿? 1581 esta pila bautismal
y también (el) baptisterio se hizo de acuerdo con el deseo (del) muy reverendo
guardián fray Martín de Aguirre en el pueblo de Zinacantepec.”57
Los rasgos prehispánicos se dejan ver en toda la decoración, podemos
encontrar los símbolos del agua en repetidas ocasiones y también hay similitud
con algunas pinturas prehispánicas, podemos suponer que los canteros
asociaron la pila bautismal con el dios Tlaloc, el cual era sumamente venerado
56
Annunziata Cosentino, Delia. Las joyas de Zinacantepec, Arte Colonial en el monasterio de San
Miguel, págs. 42-44. 57
IBIDEM. pág. 39
20
en la región, quizá por eso la magnitud de la pila es tan grande pues
representaba a la divinidad del agua y de esta forma los indígenas se
bautizaban de buena manera pero le daban un sentido diferente al bautizo.
IGLESIA CONVENTUAL
En el lado izquierdo del convento se encuentra una iglesia que data de
inicios del siglo XVll: “ocupa una superficie de 45 metros de largo por 11 de
ancho, es una nave abovedada sostenida por arcos de medio punto adornada
con lunetos. El ábside es muy pequeño.”58 Toda la iglesia es austera al igual
que el convento, tiene forma de cruz y en el pasado estuvo decorada con
frescos característicos del siglo XVll.
La iglesia conserva aun algunos objetos del siglo XVl, quizá el más
importante es una pila bautismal de barro que aparentemente pertenece al año
de 1581, también conserva algunas esculturas.
CONCLUSIONES
El México colonial guarda secretos que hasta el momento no todos se
han podido descifrar ya que incluso en las zonas más recónditas y menos
pensadas podemos encontrar toda una interpretación y una historia del proceso
de colonización de los españoles, las repercusiones que trajo consigo la unión
de dos mundos completamente diferentes, son temas que no podemos dejar a
un lado porque nos remontan a nuestras raíces y nos permiten encontrar
nuestra verdadera identidad pues los mexicanos no somos europeos ni
indígenas, el problema de la identidad del mexicano sólo se puede resolver
buscando en el pasado.
Zinacantepec es un municipio del Estado de México, poco turístico y
con escaza difusión cultural, sin embargo guarda y conserva en el Ex -
Convento Virreinal de San Miguel Arcángel vestigios importantes sobre la
época colonial, es por eso que esta pequeña investigación trata de reivindicar
58
Barrientos Mitsui, Arturo. (tesina) Propuesta para la preservación y conservación del fondo antiguo de
la biblioteca del Ex convento de Zinacantepec, pág. 15.
21
su importancia, ya que entre sus más importantes tesoros conserva la pila
bautismal más grande del mundo.
BIBLIOGRAFÍA
Annunziata Cosentino, Delia Las joyas de Zinacantepec, Arte Colonial en el
Monasterio de San Miguel, Instituto Mexiquense de Cultura, México
2003.
Benítez, Fernando. Los Demonios en el Convento. Sexo y Religión en la nueva
España, Era, México, 2004.
Barrientos Mitsui, Arturo. (tesina), propuesta para la preservación y
conservación del fondo antiguo de la biblioteca del ex convento de
Zinacantepec, Estado de México, Secretaria de Educación Pública,
Dirección General de Educación Superior Universitaria. México, D.F,
2005.
Carrasco, Pedro. Los otomíes. Cultura e historia prehispánica de los pueblos
mesoamericanos de habla otomiana, México, BEEM, Gobierno del
Estado de México, 1987.
Caso, Alfonso. Urnas de Oaxaca, Instituto Nacional de Antropología e Historia
México, 1952
Códice Chimalpopoca. Anales de Cuauhtitlan y leyenda de los Soles, UNAM,
México, 1947.
Códice Franciscano. Informe de la Provincia del Santo Evangelio, al visitador
licenciado Juan de Ovando, editorial Salvador Chávez Haygoe, México.
1941.
Cortés Hernando. Cartas y Documentos, Porrúa, S.A. México, 1963.
De las Casas, Fray Bartolomé. Apologética historia sumaria, UNAM (Instituto
de Investigaciones Históricas, México, 1967.
Espinosa Spínola Gloria. Arquitectura de la Conversión y Evangelización en la
Nueva España durante el siglo XVl, Universidad de Almería, Servicio de
Publicaciones, Granada, 1998.
22
García Castro René. Indios territorio y poder en la provincia Matlatzinca, la
negación del espacio político de los pueblos otomianos, siglo XV- XVll,
CONACULTA, México, 1999.
Galicia Morales, Ildefonso. Catalogo Nacional, Monumentos Históricos
Inmuebles. Estado de México, tomo 3, Instituto Nacional de Antropología
e Historia, México.
Hernández Rodríguez Rosaura. Historia General del Estado de México 2.
Época prehispánica y siglo XVl, Colegio Mexiquense, AC, México 1998.
______ Historia General del Estado de México 3. Época Virreinal, Colegio
Mexiquense, AC, México 1998.
______ (coordinadora) Zinacantepec, veinte cuadernos municipales, Colegio
Mexiquense, Toluca, México, 2004.
Mejía Francisco y Álvarez Ma. Antonia (grabadores) Convento Virreinal de
Zinacantepec, Se imprimieron 30 carpetas en Toluca, México, en febrero
de 2003.
Mendiola Quezada, Vicente. Arquitectura del Estado de México en los siglos
XVl, XVll y XVlll, Instituto Mexiquense de Cultura, México, 1993.
Montaño Humphrey. Orgullosamente Mexiquenses Vol. 1, Instituto Mexiquense
de Cultura, México, 1999.
Pérez Alvirde, Rosalío. Breve historia de Zinacantepec, Zinacantepec, H.
Ayuntamiento Constitucional de Zinacantepec, 1999.
______ Zinacantepec, Monografía Municipal, Instituto Mexiquense de Cultura,
México, 1999.
______ Génesis Religiosa de Zinacantepec, H. Ayuntamiento de Zinacantepec,
México, 1989.
Reyes Valerio, Constantino. La pila bautismal de Zinacantepec, Estado de
México, Boletín del Instituto Nacional de Antropología e Historia, núm.
31. México, 1968
Romero Quiroz, Javier, Zinacantepetl = Zinacantepec, H. Ayuntamiento de
Zinacantepec, México, 1989
Ricard Robert. La conquista espiritual de México, Fondo de Cultura Económica,
México, 2005.
Salinas Miguel. Datos para la Historia para la Historia de Toluca, segunda
edición, Biblioteca enciclopédica del Estado de México, México 1965.
23
Sugiura Yamamoto Yoco. Cerámica de Ojo de Agua, Estado de México, y sus
posibles relaciones con Teotihuacán, en interacción cultural en el México
central, México, UNAM, (Instituto de Investigaciones Antropológicas),
México, 1981.
Toussaint, Manuel. Paseos Coloniales, UNAM, México, 1962.