Post on 05-Aug-2015
Para hacer referencia a los comienzos de la red T.O en Alerta, nos debemos
remontar al marco del VII Congreso Argentino y VII Congreso
Latinoamericano de Terapeutas Ocupacionales en donde se realiza la
construcción de la Red Latinoamericana de T.O. en Alerta, efectuado en el
año 2007, Mar del Plata, Argentina. Debido a la poca contingencia nacional
en temas de catástrofes, la participación activa de Chile en esta red es baja,
así como el funcionamiento general de la red en los años sucesivos.
Es el 27 de Febrero del 2010 en donde nuestro país es sacudido por un
terremoto y tsunami, lo cual hace que la red de T.O. en Alerta Chile, deba
activarse y fortalecerse para poder comenzar con prácticas desde nuestra
especialidad.
Nuestra primera práctica es con apoyo del Colegio de Terapeutas
Ocupacionales de Chile, desde la colaboración mutua, confeccionando un
catastro de colegas a nivel país con el fin de conocer el actuar frente a la
catástrofe, obteniendo como resultado que la mayor parte de los Terapeutas
Ocupacionales que desarrollan una participación activa en la reparación y
acción post-catástrofe, lo realizan fuera de su rol de profesional, y actúan
más bien como voluntarios dentro de alguna institución. Otros colegas
dentro de sus sesiones entregan apoyo y herramientas para favorecer el
bienestar de los usuarios afectados, sin embargo, no existe una modificación
en las formas, contenidos y estructuras de trabajo ante situaciones de
catástrofe. A partir de esta situación, surgen las primeras reflexiones del
grupo, las cuales consisten en buscar y definir cuál es el nicho de la terapia
ocupacional en este ámbito, cómo se construye, desde donde se instala en
situaciones como esta y cómo se relaciona con otras profesiones. Desde ahí
comienzan las primeras sesiones de esta agrupación, a través del diálogo, la
revisión bibliográfica, el compartir experiencias, etc. Nos vamos acercando a
una forma de entender la catástrofe colectiva y de acercarnos a las
comunidades involucradas.
Durante el 15° Congreso Mundial de Terapeutas Ocupacionales, Santiago de
Chile, se trabaja en conjunto con Kit Sinclair, Nancy Rushford y Kerry Thomas
en el Stand de la WFOT “Preparación y Respuesta frente a Catástrofe” en
donde se entrega apoyo a la Federación Mundial de Terapeutas
Ocupacionales, se construye un mural con mensajes de apoyo de los
participantes y se da a conocer la realidad nacional con respecto a nuestra
profesión posterior a la catástrofe. Las colegas antes nombradas, habían
desarrollado experiencias vinculadas a este tema en Asia, lo que las
posicionaba como pioneras en el tema.
Es por esta razón que Kit Sinclair y Kerry Thomas se trasforman en nuestros
primeros referentes para la construcción de nuestro sustento teórico,
quienes en un taller post-congreso nos entregan sus experiencias e
información de protocolos de prácticas utilizados en catástrofes en los cuales
ellas han realizado intervención. Posterior a este motivador encuentro,
comienza una investigación, con la finalidad de fortalecer nuestra base
teórica y conocer prácticas realizadas en otros lugares del mundo, así
finalmente, poder idear un plan de trabajo frente a una futura intervención,
con información sistematizada y características cercanas a nuestra cultura e
historia de País.
Nuestra práctica se basa en 3 ejes: teórico, práctico y formativo, con un
carácter ético y político, bajo perspectiva de Derechos Humanos,
reconociendo y validando el ejercicio de la T.O. dentro de éste campo
Ocupacional, siempre en busca de sustentos teóricos emergentes a nivel
nacional e internacional, con desafíos a largo plazo como el logro de la
constitución de programas y conseguir un espacio dentro de las Políticas
Públicas.
En relación a nuestra Intervención podemos mencionar que se caracteriza
por ser mantenida en el tiempo, con plazos definidos por las personas
pertenecientes a la comunidad con las cuales se trabaja, realizando
acompañamiento permanente en la elaboración y cierre de procesos,
considerando la desorganización social y ocupacional que las catástrofes
colectivas generan y su consiguiente impacto en la cotidianidad, salud y
calidad de vida de las personas y comunidades afectadas. Otra característica
de nuestra intervención es que es definida como emergente, novedosa
dentro de nuestro contexto, con información sistematizada y con un eje
articulado en la práctica definido como teórica-vivencial.
A diferencia de otras prácticas, al momento de realizar una intervención no
nos basamos en un modelo específico de la Terapia Ocupacional, sino más
bien nos fundamentamos en autores vinculados al tema. Tomamos
elementos de diferentes modelos, como son el de Educación Popular, RBC y
Redes entre otros. Por otro lado al momento de ejecutar nuestras prácticas,
lo realizamos directamente con y desde la comunidad afectada por una
catástrofe colectiva dentro de su contexto actual y las intervenciones son
atemporales, no son programadas por un tiempo determinado desde la
agrupación, sino por el tiempo que la comunidad lo requiera.
Lo más relevante de nuestra práctica es la indagación y construcción de un
nuevo nicho de ejercicio de la Terapia Ocupacional en nuestro país. Es por
ello, que se la ha dado mucho énfasis a la construcción de una visión y
aproximación consistente hacia esta temática, considerando que hay muchas
formas de intervenir y de entender con las que no estamos de acuerdo. Así
mismo, al ser un tema delicado por la forma en que afecta a las
comunidades, y las diversas problemáticas psicosociales, no podemos
arriesgarnos a caer en prácticas irresponsables y asarozas por mucho que
existan buenas voluntades. TO en Alerta Chile, se toma muy en serio su rol de
construcción de un nuevo espacio para nuestra Terapia Ocupacional.
Considerando que cada comunidad es muy diferente, ya que así lo es su
historia, cultura y habitantes, hasta ahora podemos decir que nuestro eje es
la participación social y el compromiso en ocupaciones colectivas
significativas como elementos fundamentales en las prácticas comunitarias
cotidianas. Cumplimos el rol de facilitar procesos de organización y cohesión
comunitaria y aportar herramientas que permitan la autogestión,
preparación y reparación ante situaciones de catástrofes.
Como característica propia de nuestra profesión la relación de las prácticas
clínicas y sociales siempre esta presente, a la vez dependiendo las
necesidades de cada comunidad o situaciones con las cuales se este
“trabajando” pueden darse ambas o una tomar un rol más preponderante.
En nuestra experiencia las prácticas han sido más bien vinculadas a lo social,
ya que el momento en que nosotros iniciamos la intervención la gran
problemática era la desorganización social y comunitaria. Si el contexto y la
comunidad demanda otro tipo de intervención más bien orientada a lo
clínico, esta será realizada manteniendo siempre un enfoque social,
comunitario y con perspectiva de Derechos Humanos.
Entendemos ocupación como un elemento fundamental de la cotidianidad y
de la historia de la comunidad. La Ocupación construye identidad e historia.
En el caso de nuestra primera intervención en Constitución, la pesca como
oficio, se ha transmitido por generaciones y generaciones y se construye a
raíz de este oficio una forma de habitar, de organizarse y de relacionarse que
es única de esta comunidad. En la Ocupación encontramos una puerta de
entrada a una comunidad, su cultura y sus prácticas cotidianas.
Utilizamos el diagnostico ocupacional para así conocer las distintas
ocupaciones que existen dentro de este grupo de personas, permitiendo
tener un hilo conductor en nuestras prácticas. La ocupación nos permite
acercarnos a la comunidad, siendo un punto de encuentro entre dos grupos
de personas.
Nuestras prácticas se vinculan directamente con lo político, con una
responsabilidad ética, permaneciendo en la comunidad durante el tiempo
que para las personas estimen necesario y pertinente, tomando decisiones
políticas al momento de decidir la forma de intervenir y con la entrega de un
mensaje político claro de nuestras prácticas.
Las problemáticas sociales que suceden como consecuencia de una
catástrofe colectiva, se vinculan directamente con lo político o bien son
políticas. Generalmente éstas son a nivel país, poniendo nuestra disciplina a
disposición aunque requiriendo la mayor articulación de acciones civiles y
políticas para la solución.
Por otra parte, las personas que se encuentran en una situación de
catástrofes colectivas, viven de una u otra manera, la vulneración de sus
Derechos Humanos, como el derecho a una vida digna, vivienda, educación,
trabajo, historia de vida entre otras. Esto nos hace reflexionar sobre las
Políticas Públicas, que no son suficientes y que finalmente pasamos a ser una
red necesaria para poder complementar las Políticas Públicas actuales.
Las políticas actuales invisibilizan una parte importante de los procesos
relacionados con catástrofes, ya que principalmente estas se enfocan en
responder a daños materiales, de salud o bien “preparar” a la población a
través de operativos de emergencia. Sin embargo, las acciones que tienen
que ver con favorecer la cohesión y organización previa de las comunidades
para evitar caos y desestructuración al momento de una catástrofe o que se
vinculan con la reparación psicosocial y fortalecimiento de comunidades
trasladadas o destrozadas, no se considera en las acciones oficiales y por
ende no están aseguradas para la población, sino, que dependen de las
voluntades personales de agrupaciones o personas que deciden aportar en
estas áreas. En nuestras prácticas la comunidad presenta un rol activo en su
proceso, fomentando la cohesión, control de la propia vida, empoderándolos
en su proceso de inclusión social, disminuyendo la vulnerabilidad y
mejorando la calidad de vida.
Entendemos que esta temática tiene una dimensión política además en
términos de responsabilidades, ya que como Terapeutas Ocupacionales
vemos una realidad que nos atañe y de la que por ende, como ciudadanos
somos parte.
No estamos contemplados en los programas de estudio de los centros de
formación de Terapeutas Ocupacionales, pero es uno de los ejes importantes
en nuestro ejercicio en la red. Hasta hoy, estamos generando espacios en el
ámbito educativo, realizando una cátedra por 2° año consecutivo dentro del
ramo de Intervención Psicosocial en la Universidad Andrés Bello,
presentando nuestra experiencia de práctica e investigación, validando que la
catástrofe colectiva es un espacio para la Terapia Ocupacional.
Consideramos importante que poco a poco, se vaya abriendo este espacio,
tanto en la formación de pre-grado, como en la de post-grado y
eventualmente en centros de práctica.
Para fortalecer nuestro gremio, desde nuestro punto de vista, hay varias
maneras, una de ellas es generar espacios de discusión e intercambio, en
donde se cuestionen de una manera constructiva la actual situación de
nuestro gremio haciendo consciente las deficiencias y planteando soluciones
concretas. Otra de las formas que vemos es interpelar al otro haciéndonos
cargo de incentivar la participación activa del mayor numero de colegas.
Desde que nos formamos como colectivo estamos fortaleciendo el gremio,
sistematizando, publicando y generando espacios de discusión a través de
clases con el objetivo de impulsar la participación de nuevas generaciones.
Junto con esto nuestra agrupación pretende aportar al gremio con la
generación de una base de datos en donde se cuente con información
relevante de colegas a nivel país. Por ultimo participar en la organización del
actual Congreso desde sus inicios, tanto en las redes, como en otros comités,
es una forma más de incentivar lo gremial.